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CUENTOS PARA LOS HOMBRES

QUE SON todava NIOSh

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del autor.

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VENTOS

PARA LOS HOMBRES QUE SON todava nios POR TERESA DE LA t aaa^aaaaa

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CO., Impretoref-

Per, 856/58

Bs. Aires

1919

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T

DEL AUTOR

Inquietudes sentimentales, (1/ y

2/

edicin, agotadas).

Los

tres

cantos.

^n

la quietud del

mrmol.

Anuari. Cuentos paralos

hombres que son todava nios.

V^llibrola

EN PREPARACIN:

del camino. (Diario ntimo).

n

callejuela de la vida

y de

la muerte.

(Novela).

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PARA

MIS. HIJAS

ELISITA Y SILVIA

DULCEMENTE.

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A'enicl ac,

hermanos. Sentaos a mi alrede-

dor, quietecitos

como

criaturas de pocos aos, y

cerrando

los ojos, as,

suavemente, odme que voy

a contaros un cuento.

Quiero refrescar vuestros corazones escpticos,

cargados de tiempo, tocndolos conla

la

va-

rita

mgica de

Fantasa.la

Abrir para vosotrosplo.

puerta de su tem-

El prtico es sagrado.

Debis atravesarlo

llenos de uncin y de fe.

T. de la

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MAHMU

7

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"

MAHM

Mi mueca,

fea,

desgarbada y

triste, es

una

figura soada bajo la influencia del hachish.

Es de

esas muecas, que arrancan de los la-

bios infantiles

una

risa acariciadora, y

el

mejor

sentimiento de bondad a sus almas puras.

Los nios quieren a sus juguetescompadecen; presientenellos

feos, los

que.

la.

fealdad es

un defecto inexcusable en

la vida.,

Mi muecaun hambriento,

larga, lai^ase llama

como

el

bostezo de

Mahm.

12

Sus anchos pies estn calzados por lindosborcegues castaosjo,;

dos poemas de zapatero vie-

que

al

coser los botincitos hilvan en ellos

sus ltinas ilusiones ...

Apoyada enla

el

espejo del tocador

me mirafijos

mueca, con sus ojos de jirafa mansa,

y

brillantes

como

si

llorasen silenciosamente.

Quhumedecen

tienes

muequita ma? Por qu

se

tus ojeos?

Pobrecita, la trio-o a mi cama, apretada entre los brazos, le arrullo,l'e

canto, juego con su

cabecita, destrenzando sus sedosos cabellos color

de avellana.

Mi Mahm es

la

nica figura que,la

como yo,

se

asemeja a un ser humano;soledad.

nica que -conoce mi

De

tanto mirarla, en

mi ansia de

ser

com-

prendida, he traspasado un soplo de entendimiento a sus

miembros dehabla y dice:

trapo.

Me

Hace

fro,

verdad?

.

;

S,

13

.

hace respondo. Y no hay Dnde estamos, Teresita Ah muequita Este tu pas natal nofro

sol

?

?

!

es

;

lo

recuerdas porquesamiento.

al salir

de aqu no tenas pentiesa dentro

Reposabas

muy

de una

caja de cartn, acuados los brazos con pajitas

de arroz

Entonces estaba muerta? mesu vocecita nasal.

dice con

erasel

Si,

muequita,

guardabas

fro

silencio

dolo de

muchas criaturas que vislumbra-

ron tu carita en las vidrieras de un almacn.

T

esperabas, sin imaginarte, que manecitas infantiles

vendran a darte calor, animacin,

Entonces

t eres!

una nia ?sabe cunto

*

Pobre

Mahm No

mela

duele su

pregunta, ni se ha fijado que vuelvo

cara para

que no vea mi angustia.

Noquillas

mueca ma; no soy

uiia nia.

Las

chi-

no conocen

las miserias,

no han penetrar

.

.

]

-leytienfen

do

la vida,

una madre quet.

las besa pro-

tegindolas,

como yo a

Guardamosestopa, yo enel

silencio,

ella

en su corazn de,

mo de piedra.

Nieva;^las heladas'

el

cisne, caballero del invierno, deja

plumas de su pecho en mi balcn.i

Yo

pienso, recuerdo ...

Oye,las otras

Teresita

me

interrumpe

Mahm

muecas pueden hablar como yo?las

para

Si,

Mahm,

que han sido compradas

los nios

Cmo son Ah! t notersa, sus

los

nios?imaginarlo,

pudd'es

Mahm.>

Ellos son poetas vrgenes, son sabias de frente

miradas trascienden una dulzura quellorar. S,

da ganas de

Mahm,

las

muecas ha.

blan por la boca de los nenes, y gimen y rien

.

Yo no

s

por

qu

me apena

decrtelo,

pero

t has cado en

manos d^ una juventud

anciana.

Mis ojos no pueden mirarte como

esos ojos lm-

-ieisi..

.

.

pidos, espejos del cielo,

15

lo

,>

y

que dice mi boca,

eslos

un doloroso remedo de aquello que hablanniosi

Ah,

los

hijos

!

Habr palabras para

deellos

cirte cual es la

incomparable felicidad queal

^/

regalan con sus besosellos

corazn de

la

madre;slo as

son bondad, son fuente de pureza.

Con

verlos brota del

alma un acto de contricin,

como brotancia del sol.

espontaneis las flores bajo la cari-

Los hijos sontormentosa de

el

radioso lucero en la nocheSi se van,

la vida.

ola

se

mueren,

jams

se les olvida; la ausenciala gloria

y

muerte, no

son capaces contra

nica de ese amor.

Ah,

los hijos, los hijos!

Teresita, tu voz tiembla, est

hmedo

tu

;

rostro, lloras?

No muequita, haceMahm

fro

.

.

.

nieva

.

.

.

hay

un eterno invierno dentro de mi coraznaflijida se esconde entre

mis brazos;

V

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7'-yif:ir:vi^;'--

16

,

SUS manecitas pequeas, rellenas de algodn, res-

balan suavemente por mi rostro, y nie dice

al

odo

con voz entrecortada:

Teresita,

yo

te

quiero

tanto;

Teresita

tengo ganas de rezar

...

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^

^

TAMBIN PARA ELLOS

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!

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TAMBIN PARA

ELLOS...

1

A.

i'.

Job, era

el

nombre de un modestotariea, llevar,

pollinoel tri-

que tena por exclusivalio al

desde

granero, las alforjas repletas de rubio trigoel

Estaba viejopalosro,lequ-e, sin

pobre Job.

La carga y

los

mayor motivo, propinbale su

arrie-

haban aniquilado!.

A

pesar de todo, hu-

milde, resignado, cumpla con su deber, pensando, all en las tinieblas del

calaba^do cerebro.

--jV?,-S

I

.

.

j.

.

,#-S|:y

-

20

las

que su destino era morir,lomo, duranteel

alforjas sobre

el

cotidiano trajn.

Como

la

providencia es maternal y a toda

cuita da su alivio, sucedi que Job fu jubilado en

repentino ablandamiento sentimental del amo.

Era

tiempo. Catorce aos de trabajo asiduo, del albaalla

crepsculo, bien merecan recompensa. Job se

gan honradamente con abundante sudm* de sus^^/^

costillas.

Libre ya de penurias, nuestro peludo hroefu llevadoal

potrero, donde serpenteaba^ cual

rayo de luna, un despreocupado hilo de agU^

Verdino estabara,

el

campo, mansa

la

pradelas fal-

y extendido manto de sedas flotaba en

das' de la

montaa.las

i

Job abra grandesplando sobrelas yerbas,

fosas nasales, reso-

aspirando sus frescuras.

Sus orejassos gestos, que

sel

movan a impulsos de graciohaca para percibir mejor las

notas bulliciosas de los miles de insectos que ame-

nizan.-m^

la

gran

fiesta estival.

Su hocicoiba de

2 -.'"-,1''.-

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