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    INSTITUTO DE MARXISMO-LENINISMO ADJUNTO Al. CC de PCUS

    CONTRA ELTROTSKISMLa lucha de V. I . Lenin y del Partido Comunista dela Unin Sovitica contra

    el trotskismo

    (Recopilacin de documentos)EDITORIAL PROGRESO

    MOSC 1972Traducido del ruso por Isidro R. Mendieta

    Las obras de Lenin y las resoluciones de los congresos y conferencias del Partido Bolchevique, as como de las sesiones plenarias de su Comit

    Central, que figuran en la presente recopilacin (ntegras o extractadas), definen la esencia del trotskismo como una corriente antimarxista y

    oportunista, muestran su labor de zapa contra el Partido Comunista y denuncian sus vnculos con los lderes oportunistas de la II Internacional, con los

    grupos y corrientes revisionistas y antisoviticos en los partidos obreros de diversos pases. Las resoluciones de las organizaciones locales del partido

    recalcan la unidad de ste en la lucha contra el trotskismo.En el apndice del libro se incluyen resoluciones de la Internacional Comunista y de los sindicatos soviticos contra el trotskismo. La

    recopilacin est dotada de informaciones cientficas que facilitan el uso de los documentos publicados.Todos los discursos, artculos y documentos de V. I. Lenin recopilados en el presente volumen han sido traducidos de la 5 a edicin en ruso de sus

    Obras Completas. Al final de cada uno de ellos, a la derecha, se indican los tomos y las pginas correspondientes.

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    PREFACIOEl trotskismo es enemigo jurado del marxismo-leninismo.Vladmir Ilich Lenin y el partido se enfrentaron por vez primeracon el trotskismo, como ideologa

    oportunista de la pequea burguesa, en el II Congr eso del Part ido Obre ro Socialdemcrata de Rusia(POSDR), en el perodo de surgimiento del bolchevismo.

    Desde entonces, el Partido Comunista ha tenido que librar en distintas etapas de la historia enconadas

    batallas contra la ideologa, totalmente oportunista, del trotskismo y contra su aventurera actividad prctica.En la palestra internacional, a la par con el PCUS, otros partidos marxistas-leninistas han sostenido en lopasado y sostienen en lo presente la lucha contra el trotskismo.

    La recopilacin de documentos relacionados con la lucha de Lenin y del Partido Comunista dela Unin Sovitica contra el trotskismo, que ofrecemos a la consideracin del lector, contiene testimoniosque prueban convincentemente la superioridad absoluta y la victoria completa de la verdad histrica delleninismo sobre la falsa y nociva ideologa del trotskismo y su errnea labor prctica.

    El libro consta de cinco partes.En la primera figuran documentos del perodo anterior a la revolucin. Al comienzo de esta parte, los

    documentos muestran la lucha de Lenin y de los leninistas contra Trotski en el II Congreso del POSDR(1903), en el que Trotski se revel como representante de la tendencia conciliadora, reformista, en lasocialdemocracia europea, como un adversario del bolchevismo.

    En el II Congreso, Lenin y sus adeptos rechazaron enrgicamente las opiniones de los delegadosoportunistas, incluidas las de Trotski, sobre el papel especial del Bund (organizacin nacionalistapequeoburguesa) en el partido y la errnea interpretacin del concepto de "dictadura del proletariado".Trotski apoy activamente a Mrtov y defendi su frmula del artculo primero de los Estatutos del partido, lacual brindaba la posibilidad de que penetraran en sus filas elementos pequeoburgueses carentes de firmeza."El camarada Trotski dijo Lenin en el Congreso ha comprendido muy equivocadamente la ideafundamental de mi libro Qu hacer?..." (Vase la presente recopilacin, pg. 18.). Trotski propugn quecada huelguista pudiera denominarse miembro del partido. En oposicin a ello, Lenin afirm: "Vale ms quediez hombres que trabajan no se denominen miembros del partido (quienes trabajan de verdad no corren traslos ttulos!) que un charlatn tenga el derecho y la posibilidad de ser miembro del partido" (pg. 20.)

    El POSDR se dividi en su II Congreso en bolcheviques y mencheviques.El desarrollo de los acontecimientos histricos mostr claramente la esencia de las discrepancias entre

    los leninistas, de una parte, y los mencheviques y trotskistas, de otra. Los bolcheviques, encabezados porLenin, organizaron un partido revolucionario monoltico que prepar y se puso al frente de la revolucinsocialista, mientras que los mencheviques y los trotskistas siguieron sustentando posiciones reformistas.

    Despus del II Congreso, Trotski combati sus resoluciones. Lenin deca el 14 de octubre de1904, en una carta a E. Stsova, F. Lengnik y otros: "Hace poco se ha publicado un nuevo folleto deTrotski... El folleto constituye la ms insolente mentira, un falseamiento de los hechos.. . El II Congreso hasido, segn l, un intento reaccionario de afianzar los mtodos de organizacin propios de los crculos, etc.Este folleto es una bofetada tanto a la Redaccin actual del rgano Central como a todos los activistas delpartido" (pg. 20.).

    Durante la primera revolucin rusa, Lenin y los bolcheviques hubieron de luchar contra los trotskistasen torno a todos los problemas de la teora y la tctica del partido. Trotski intent en 1905 contraponer a lateora leninista sobre la transformacin de la revolucin democrtica burguesa en revolucin socialista supropia teora de la llamada "revolucin permanente", que reflejaba la falta de fe de los trotskistas en lahegemona del proletariado en la revolucin de- mocrtica burguesa y su negacin de las posibilidades revo-lucionarias dei campesinado como aliado del proletariado.

    En los aos de reaccin que siguieron despus, Lenin y los bolcheviques sostuvieron la lucha, endificilsimas condiciones, en dos frentes: contra los liquidadores y contra los otzovistas. Trotski y sus escasosadeptos, declarndose "al margen de las fracciones", propugnaron la conciliacin de los revolucionarios y losoportunistas en un mismo partido. Alegaban para ello, faltando a la verdad, que los bolcheviques y losmencheviques no eran dos corrientes polticas distintas, sino solamente dos grupos de intelectualessocialdemcratas en lucha por influir en "el proletariado carente de madurez poltica". Lenin critic en variosartculos y cartas esta interpretacin liberal burguesa de las discrepancias bsicas, as como la carencia deprincipios y el conciliacionismo de Trotski. "Trotski dijo se ha comportado como el ms vil arribista yfraccionista.. . Perora acerca del partido y se porta peor que todos los dems fraccionistas" (pg. 32.). Leninconsideraba a Trotski y a su grupo como la variedad ms daina y peligrosa del menchevismo. ".. .Trotski ysus semejantes "trotskistas y conciliadores" deca son ms nocivos que cualquier liquidador, pues losliquidadores convencidos exponen abiertamente sus opiniones y a los obreros les es fcil comprender sufalsedad; pero los seores Trotski engaan a los obreros, encubren el mal y hacen imposible desen-

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    mascararlo y curarse de l" (pg. 67.). Al denunciar el repulsivo papel de los trotskistas,Lenin dio a Trotski el calificativo de Judas.

    Lenin critic duramente la plataforma poltica de Trotski durante la primera guerra mundial,definindola como una de las variedades del kautskismo*. Trotski apoyaba, de hecho, la teora del"ultraimperialismo" y repeta la tesis kautskiana de que la guerra paraliza las posibilidades revolucionarias delproletariado, debido a lo cual la clase obrera debe primero conseguir la paz y, despus, pensar ya en larevolucin.

    ________________* Kautsky, Carlos: uno de los lderes de la socialdemocracia alemana y de la II Internacional; marxista al principio,reneg despus del marxismo y se convirti en el idelogo de la variedad ms peligrosa y nocivadeloportunismo: el centrismo(kautskismo). (N. de la Edit.)

    Frente a la consigna bolchevique de derrota del "propio" gobierno de la guerra imperialista, Trotski lanz suconsigna chovinista de "ni victorias ni derrotas".Aunque admita de palabra la teora del desarrollo desigual del capitalismo, Trotski apoyabala tesis de que este desarrollo desigual se atenuaba; y, basndose en ello, pretenda demostrar que era

    imposible la revolucin socialista y el triunfo del socialismo primero en un solo pas, tomado por separado.La doctrina de Lenin en cuanto a la posibilidad de la revolucin socialista y del triunfo del socialismoprimeramente en varios pases, e incluso en uno solo, y sobre la imposibilidad de su victoria simultnea entodos los pases estaba enfilada, en particular, contra las opiniones de Trotski. Este afirmaba que laseconomas nacionales no podan ya ser la base de la revolucin socialista y que "luchar por la dict adura de lproletariado en un solo pas, tomado por separado, carece de todo sentido; el proletariado puedeestablecer su dictadura slo a lo largo de toda Europa, es decir, en la forma de Estados Unidos deEuropa" (Nashe Slovo, 4 de febrero de 1916). Era una manifestacin del oportunismo inveterado basado enla cacareada teora de la "revolucin permanente".

    Antes ya de 1917, los trotskistas perdieron toda influencia en el movimiento obrero. Al llegar en 1917a Petrogra-do, Trotski se vio obligado a adherirse a la organizacin de los llamados mezhrayontsi,socialdemcratas que vacilaban entre los bolcheviques y los mencheviques. En agosto del mismo ao, los

    mezhrayontsi declararon que no tenan discrepancias con los bolcheviques e ingresaron en el Partido ObreroSocialdemcrata (bolchevique) de Rusia. Junto con ellos entraron en el partido Trotski y sus secuaces. Fueronmuchos los mezhrayontsi que, al sumarse a las filas bolcheviques, rompieron para siempre con eloportunismo. Pero el ingreso de Trotski y de algunos de sus adeptos en el Partido Comunista fue, comodemostraron los acontecimientos posteriores, puramente formal: en la prctica, siguieron defendiendo susopiniones equivocadas, infringieron la disciplina y minaron la unidad ideolgica y orgnica delpartido.

    Lenin y el Partido Bolchevique tuvieron que enfrentarse de nuevo con las opiniones absolutamenteerrneas, nocivas y pel igrosa s de Trot ski en un moment o de la mayor r esponsabilidad en eldesarrollo de la revolucin socialista: durante el perodo de preparacin y realizacin de la insurreccinarmada de octubre de 1917 en Petrogrado. Trotski insista en que sta fuese aplazada hasta la celebracin delII Congreso de los Soviets. Ello hubiera significado frustrar la insurreccin, pues los eseristas y mencheviqueshabran podido demorar la celebracin del Congreso y el Gobierno Provisional habra tenido la posibilidad deconcentrar fuerzas, el da de la apertura del mismo, para aplastarla. Semejante proyecto aventurero deTrotski poda ser fatal. Lenin denunci a tiempo esta posicin aparentemente efectista, demaggica deTrotski y demostr la necesidad de derribar el Gobierno Provisional antes de que comenzara el Congreso delos Soviets.

    La segunda parte de la recopilacin abarca el perodo comprendido entre 1918 y 1922. Figuran en elladocumentos que muestran la lucha de Lenin y del Partido Bolchevique contra la lnea seudorrevolucionaria deTrotski que caus un dao inmenso a la joven Repblica de los Soviets durante la firma de lapaz de Brest, as como contra sus exageraciones aventureras en los aos de la guerra civil y de laintervencin extranjera. En esta parte ocupan un lugar importante las obras de Lenin y las resoluciones del PC(b) de Rusia que denuncian la lucha abierta de Trotski contra el partido en 1920 y 1921 al discutirseel problema de los sindicatos durante el paso a la Nueva poltica econmica (Nep), en un perodo en que laconservacin y el afianzamiento de la alianza de la clase obrera y del campesinado adquiri en el pas unaimportancia singular.

    La lucha en pro de la firma de la paz de Brest en 1918 persegua el objetivo de mantener laRepblica de los Soviets y robustecer el nuevo rgimen. El Pas Sovitico combata tenazmente contra la

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    guerra imperialista, por el establecimiento de la paz general. Y esta lucha acrecentaba las simpatas delos trabajadores del mundo entero por la revolucin rusa.

    Los documentos muestran que Trotski mantuvo frente a la paz de Brest una posicin antileninista,poniendo criminalmente en peligro de muerte a la joven Repblica de los Soviets. Trotski, que presida ladelegacin sovitica en las negociaciones de paz, incumpli las indicaciones del Comit Central delpart ido y de l Gobie rno sovit ico: en el momento decisivo de las negociaciones anunci el cese uni-lateral de la guerra y la desmovilizacin del ejrcito ruso y abandon Brest-Litovsk, dando as al

    Mando alemn el pretexto que deseaba para romper el armisticio. "La revolucin europea declar Trotskies lo nico que puede salvarnos, en el sentido pleno de la palabra" (Sptimo Congreso (Extraordinario) delPC(b) de Rusia. Actas taquigrficas, ed. en ruso, pg. 65, Mosc, 1962). Los ejrcitos alemanes pasaron a laofensiva, ocuparon vastos territorios, y el gobierno alemn present despus condiciones de paz msduras an. El aventurerismo de Trotski condujo a que la Rusia Sovitica obtuviera, como sealaraLenin, "una paz mucho ms humillante por culpa de quienes no quisieron aceptar la primera" (pg. 138.).

    La tregua conseguida con la firma del Tratado de Paz de Brest-Litovski no dur mucho, perotuvo la mayor importancia. Sac al pas de la guerra mundial y permiti prepararse para rechazar el embate dela intervencin extranjera y de la contrarrevolucin interior.

    La guerra civil (1918-1920) termin en la victoria de la Repblica de los Soviets. El pas, arruinadopor la intervencin imperialista y la contrarrevolucin de los guardias blancos, inici el renacimientoeconmico. El partido pas de la poltica del comunismo de guerra a la aplicacin de la Nueva poltica

    econmica (Nep), concebida por Lenin. Este sealaba que, en las condiciones creadas, lo ms importante erarestablecer la industria. Mas ello era imposible sin impulsar previamente la agricultura y sin conseguir que laclase obrera y sus sindicatos participasen activamente en la edificacin del socialismo. Estos nuevos ycomplejos problemas no podan ser resueltos con medidas irreflexivas ni por medio de la coercin o derdenes militares, sino con una organizacin armnica de la labor, con el mtodo de la persuasin y elaprovechamiento del incentivo material.

    En est e moment o de gran responsab il ida d, Tro tski y otros enemigos del leninismo impusieronal partido la discusin acerca de los sindicatos. En un perodo en que era necesario concentrar todos losesfuerzos en la lucha contra el hambre y la ruina, organizar el auge de la agricultura y restablecer la industria,la discusin sobre los sindicatos desviaba la atencin del partido de la solucin de problemas de ac tu al idadsingular, ya maduros, de la vida del pas. En una reunin del grupo del PC(b) R* en la V ConferenciaSindical de toda Rusia, Trotski lanz la consigna de "apretar los tornillos" y "sacudir" los sindicatos y exigila "estatificacin" inmediata de estos ltimos para remplazar los mtodos de persuasin de las masas obrerascon los mtodos de coercin y de ordeno y mando.

    En el discurso Sobre los sindicatos, el momento actual y los errores del cantarada Trotski,en el artculoLa crisis en el partido, en el folleto Una vez ms sobre los sindicatos, el momento actual y loserrores de los cantaradas Trotski y Bujarin y en otras obras de Lenin incluidas en la presente recopi lacinse refuta el enfoque trotskista del papel y las tareas de los sindicatos en la edificacin del socialismo.Lenin mostr que la lnea trotskista de convertir los sind icatos en un apndi ce del apa rat o del Est adoconduca a la liquidacin de los primeros y al socavamiento directo de la dictadura delproletariado. En la discusin sobre los sindicatos impuesta por Trotski se decida, en el fondo, la cuestin"sobre la actitud ante el campesinado, que se alzaba contra el comunismo de guerra; sobre la actitud ante lamasa de obreros sin partido; en general, sobre el modo en que el partido deba abordar a lasmasas en un perodo en el que la guerra civil estaba ya terminando" (pg. 253.).

    Durante la discusin, los oposicionistas sufrieron una derrota completa en todas las organizaciones

    principales del partido. Este cerr filas alrededor de Lenin, apoy su plataforma y rechaz las plataformas deTrotski y de otros grupos de oposicin.El X Congreso del partido (marzo de 1921) hizo el balance de la discusin y defini en sus resoluciones elpapel y las tareas de los sindicatos en la poca de la dictadura del pro le tariado. Lenin denunci una vezms en el Congreso la esencia antipartido del trotskismo y de los dems grupos de oposicin. A propuestade Lenin, el Congreso aprob la resolucin Acerca de la unidad del partido. En ella prescribi disolverinmediatamente todos los grupos, sin excepcin, y encarg a las organizaciones del partido que velaran conel mayor rigor para impedir cualquier accin fraccional. "El incumplimiento de este acuerdodel Congreso se deca en la resolucin deber acarrear la expulsin inmediata e incondicional delpartido" (pg. 236.).

    * PC(b) R: Partido Comunista (bolchevique) de Rusia; as se denomin el partido desde 1918. En 1925 adopt el nombrede Pa rt id o Comunista (bolchevique) de la URSS. (N. de la Edit.)

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    La tercera parte de la recopilacin contiene resoluciones de los organismos del partido sobre la lucha

    contra el trots-kismo entre 1923 y 1925.En octubre de 1923, un Pleno conjunto del Comit Central y de la Comisin Central de Control del

    PC(b) de Rusia, al que asistieron representantes de las diez organizaciones principales del partido, examin lasituacin interna de ste y conden duramente una carta antipartido de Trotski y la plataforma llamada "declaracin de los 46" redactada por los trotskistas y otros oposicionistas. "Los Plenos del CC y

    de la CCC y los representantes de diez organizaciones del partido se deca en la resolucin condenanenrgicamente la declaracin de los 46 como un acto de poltica fraccional escisionista... Esa declaracinamenaza con poner toda la vida del partido durante los prximos meses bajo el signo de lalucha in te rna en sus fi la s y, con ello, debilitar el partido en un momento de mxima responsabilidad paralos destinos de la revolucin internacional" (pg. 241.).

    En un folleto titulado Un nuevo rumbo, Trotski acus de degeneracin a la direccin del part idoy contrapuso la juventud (sobre todo los estudiantes) a los viejos bolcheviques, calificndolaaduladoramente del "barmetro del partido".

    La XIII Conferencia del PC(b) de Rusia, celebrada en enero de 1924, aprob una resolucin tituladaSobre el balance de la discusin y la desviacin pequeoburguesa en el partido, en la que conden duramentela lucha fraccional de Trotski y de los trotskistas. "En la oposicin actual deca la resolucin vemos noslo un intento de revisar el bolchevismo, no slo un apartamiento directo del leninismo, sino tambin una

    manifiesta desviacin pequeoburguesa. No cabe la menor duda de que esta oposicin refleja objetivamentela presin de la pequea burguesa sobre las posiciones del partido proletario y su poltica" (pg. 246.).El XIII Congreso del PC(b) de Rusia ratific esta resolucin de la XIII Conferencia.En el otoo de 1924, despus ya del fallecimiento de Lenin, Trotski public un artculo en el

    que ensalz su propo papel en la revolucin, sac a relucir de nuevo su vieja idea de la "revolucinpermanente" y volvi a afirmar que eran inevitables los choques entre la vanguardia proletaria y las grandesmasas del campesinado.

    El Pleno del CC del PC(b) de Rusia celebrado del 17 al 20 de enero de 1925 calific lasincesantes intervenciones de Trotski contra el bolchevismo como un intento de suplantar el leninismo conel trotskismo. El Pleno destituy a Trotski del cargo de presidente del Consejo Militar Revolucionariode la URSS y le hizo "la advertencia ms categrica, en el sentido de que la pertenencia al Partido Bol-chevique exige someterse de hecho; y no slo de palabra, a la disciplina del partido y renunciar por completoe incondicionalmente a toda lucha contra las ideas del leninismo" (pg. 260.).

    A fines de diciembre de 1925 se celebr el XIV Congreso del partido, en el que la "nueva oposicin",encabezada por Zinviev y Kmenev, combati la lnea leninista. Hasta poco antes, Zinviev y Kmenev sehaban pronunciado contra el trotskismo, pero despus rodaron ellos mismos a las posiciones trotskistas.

    Al sufrir una derrota completa en el XIV Congreso, la "nueva oposicin" se pas abiertamente altrotskismo. Se form un bloque de oposicin antipartido, al que se sumaron los restos de los dems gruposoposicionistas aniquilados por el partido.

    La cuarta parte de la recopilacin contiene documentos que muestran la lucha del partidocont ra el trot skismo en 1926 y 1927.

    En el otoo de 1926, los lderes del bloque trotskista emprendieron un ataque frontal contra el partido.En las asambleas de las organizaciones del partido en las fbricas Aviapribor, de Mosc, y Putlov, deLeningrado, los oposicionistas pusieron a discusin su plataforma antileninista. Los obreros comunistasrepudiaron enrgicamente a los oposicionistas y los expulsaron de las asambleas. Despus de esto, los

    oposicionistas dieron marcha atrs: enviaron una declaracin al CC en la que condenaban hipcritamente suspropios errores. Pero, de hecho, siguieron organizando su partido clandestino y celebraron reuniones secretaspara examinar la plataforma fraccional y la tctica de lucha contra el PC(b) de la URSS.

    La XV Conferencia del partido, celebrada a fines de octubre y comienzos de noviembre de1926, calific a la oposicin trotskista-zinovievista de desviacin menchevique en el partido y advirti a losoposicionistas que su evolucin hacia el menchevismo conducira a su expulsin del partido. La Conferenciallam a todos los comunistas a luchar resueltamente contra el bloque oposicionista.

    Poco despus tuvo lugar el VII Pleno ampliado del Comit Ejecutivo de la InternacionalComunista (CE de la IC), que ratific la resolucin de la XV Conferencia sobre el bloque deoposicin y seal a los partidos comunistas el deber de combatir las tentativas de los trotskistas dedividir el movimiento comunista internacional.

    A pesar de la derrota sufrida en el seno del partido, entre la clase obrera y en el movimientocomunista internacional, los trotskistas no cesaron su labor antipartido. Aprovechando las dificultadesinternas y las complicaciones en la situacin internacional de la URSS, los trotskistas presentaron lallamada "plataforma de los 83" en la que calum nia ban de nuevo al par tid o. Decan en el la que el par -

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    tido y el Gobierno sovitico queran abolir el monopolio del comercio exterior yotorgar derechos polticos a los kulaks. Esta "plataforma" fue editada con una gran tirada enuna imprenta clandestina y distribuida entre los miembros del partido y los sin partido.

    Haba que poner fin a la labor antipartido de la oposicin. El Pleno conjunto del CC y de laCCC, reunido en octubre de 1927, denunci la esencia antileninista de la plataforma de la oposicin yexcluy del Comit Central a Trotski y Zinviev por la lucha fraccional contra el partido y su unidad.Adems, acord someter a examen del XV Congreso del PC(b) de la URSS todos los documentos relacio-

    nados con la labor divisionista de los lderes de la oposicin trotskista.Durante la discusin en todo el partido que precedi al XV Congreso, votaron a favor de la polticaleninista del Comit Central 724.000 afiliados, y por el bloque trotskista-zinovievista, slo 4.000 (es decir, el0,5% de los asistentes a las asambleas). El bloque oposicionista fue derrotado en toda la lnea. Triunf lapoltica leninista del partido.La bancarrota poltica del bloque trotskista-zinovievista y su aislamiento de las masas del partido sehicieron evidentes. Los oposicionistas pasaron de la lucha fraccional dentro del partido a la luchaantisovitica, contrarrevolucionaria.

    Derrotados por completo en las organizaciones del partido, los oposicionistas intentaron apelar a lasmasas sin partido con el propsito de alzarlas a la lucha contra el Partido Comunista y el Podersovitico. En Mosc y Leningra-do celebraron reuniones clandestinas en domicilios particulares. Lostrotskistas se trazaron un plan de accin con motivo del dcimo aniversario de la Revolucin de

    Octubre. Decidieron manifestarse el 7 de noviembre con sus propias consignas y los retratos de sus lderes ypronunciar discursos. El 4 de noviembre ocuparon por la fuerza una aula de la Escuela TcnicaSuperior de Mosc y celebraron en ella una reunin fraccional. En algunas ciudades, los fraccionistaspublicaron ilegalmente hojas antisoviticas, que distribuyeron en las fbricas y empresas y pegaron en vallas ypostes.

    El da del dcimo aniversario de la Revolucin de Octubre, los trotskistas trataron de organizaracciones antisoviticas en las calles de Mosc y Leningrado, pero fueron barridos por la manifestacin de lostrabajadores, que expresaron su plena confianza al Partido Comunista y al Gobierno sovitico.

    Las acciones de los oposicionistas el 7 de noviembre probaron que se haban transformado en unafuerza contrarrevolucionaria que se contrapona abiertamente a la dictadura del proletariado. Tras pisoteartodas las normas de vida del partido, los trotskistas pasaron a infringir tambin groseramente las leyes delEstado, revelando as de manera definitiva su naturaleza antisovitica, antipopular.

    El 14 de noviembre de 1927, el Comit Central y la Comisin Central de Control,cumpliendo la voluntad de las masas del partido, expulsaron de ste a Trotski y Zinviev yexcluyeron del CC y de la CCC a los otros oposicionistas.

    El XV Congreso del partido (diciembre de 1927) culmin la derrota del trotskismo. El Congreso hizoconstar que los oposicionistas haban roto ideolgicamente con el leninismo y degenerado en un grupomenchevique, haban emprendido el camino de la capitulacin ante las fuerzas de la burguesa internacional einterior y se haban convertido en un instrumento de la lucha contra la dictadura proletaria. Teniendo encuenta todo esto, el Congreso ratific el acuerdo adoptado por el CC y la CCC de expulsar del partido aTrotski y Zinviev y proceder de la misma manera con otros 75 dirigentes activos del bloque trotskista-zinovievista. El Congreso recomend a las organizaciones del partido que depuraran sus filas de los trotskistasevidentemente incorregibles, efectuando al mismo tiempo una labor de influjo ideolgico sobre los militantesde base de la oposicin para convencerles de que abandonaran las opiniones trotskistas y adoptaranlas posiciones del leninismo.

    Las resoluciones aprobadas por las organizaciones locales del Partido Bolchevique de 1923 a 1927sobre la lucha contra el trotskismo que figuran en la quinta parte de esta recopilacinprueba n la cohesi n de las fil as del partido y el reforzamiento de su unidad.

    Despus del XV Congreso, muchos miembros de filas del bloque oposicionista,comprendiendo sus errores, rompieron con el trotskismo y fueron readmitidos en el partido. Pero Trotski,enemigo irreconciliable del leninismo, no se desarm y en 1929 fue expulsado de la Unin Sovitica por suactividad antisovitica. De esta forma, el partido de Lenin derrot definitivamente a la oposicin trotskista enel terreno ideolgico y organizativo.

    Sin embargo, la ideologa trotskista, decayendo unas veces y activndose otras, siguecausando daos al movimiento emancipador.

    El trotskismo moderno es multifactico. Siguiendo el ejemplo de su padre espiritual Trotski es capaz de teirse de cualquier color y acomodarse a toda corriente revolucionaria para minarla

    desde dentro.El XXIV Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, celebrado en Mosc a finales demarzo y comienzos de abril de 1971, dedic gran atencin a la unidad y la cohesin de las fuerzasantiimperialistas y, en primer trmino, del movimiento comunista y obrero. En el Congreso se seal que los

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    ltimos aos se han caracterizado por la reanimacin del oportunismo de derecha y de "izquierda",por los encarnizados ataques de distintos grupos escisionistas contra el marxismo-leninismo como baseideolgica y terica de la actividad del movimiento comunista. Con estos grupos escisionistas, creados en unaserie de pases por los actuales dirigentes chinos, se ha aliado activamente el trotskismocontemporneo. En los discursos de los delegados al Con-V: greso y de numerosos invitadosextranjeros se subray la decisin de rechazar infatigablemente todos esos ataques , incluidos lostrotskistas y luchar por el reforzamiento de la unidad y la cohesin del movimiento comunista y obrero

    sobre la firme base de la doctrina marxista-leninista.En una serie de etapas, el trotskismo ha unido y encabezado distintas corrientes oportunistas. Lo haconseguido porque ha sabido siempre disimular hbilmente su esencia oportunista con una fraseologa"izquierdista" ultrarrevolucionaria, capaz de desorientar, cautivar y llevar tras de s a personas nomuy duchas en poltica, que desconocen por completo o conocen insuficientemente la teora marxista-leninista. Las equivocaciones de tipo trotskista arrastran a veces por un camino falso a una parte de lauventud de espritu revolucionario, que, por falta de experiencia, no sabe encontrar el camino de

    la teora autnticamente revolucionaria, de la ideologa comunista.El trotskismo de nuestros das intenta vaciar el marxismo-leninismo de su esencia revolucionaria,

    ayuda a los idelogos del imperialismo a combatir la doctrina marxista-leninista y trata de sembrar entre lauventud, encubrindose con el gritero ultrarrevolucionario, la semilla emponzoada del aventurerismo.

    La juventud de espritu democrtico y radical de los pases capitalistas busca la salida de la

    situacin de opresin y explotacin, busca las vas que le permitan luchar con eficiencia contra la injusticiasocial. La mayora de los partidos socialistas y socialdemcratas se desenmascaran cada da ms, con suactividad reformista, como defensores del rgimen capitalista. La parte ms sana y consciente de la juventudse adhiere al marxismo-leninismo, que ampla los horizontes polticos y seala el camino de la verdaderalucha contra el imperialismo y la perspectiva del triunfo de la revolucin socialista.

    Est fuera de toda duda que el entusiasmo pasajero de una parte de la juventud de los pasescapitalistas por las modernas consignas trotskistas, con su gritero y seudorre-volucionarismo, pasar. Esindudable tambin que la esencia oportunista y aventurera del trotskismo ser desenmascarada y rechazadauna y otra vez como ha ocurrido en repetidas ocasiones en el pasado en el curso de la lucharevolucionaria, en cuya vanguardia marchan los partidos comunistas y obreros pertrechados con la grandoctrina del marxismo-leninismo. Los documentos de la lucha del Partido Comunista y de los trabajadores dela Unin Sovitica contra la ideologa y la prctica pequeoburguesas y antileninistas del trotskismo, queofrecemos al lector en esta recopilacin, prueban la importancia permanente y la invencibilidad del marxismo-leninismo.

    En la recopilacin hemos incluido, como apndice, resoluciones de la Internacional Comunista y dediversas organizaciones sindicales contra el trotskismo.

    Han preparado la recopilacin B. Vlsov e /. Ganenko bajo la direccin deA. Soloviov.INSTITUTO DE MARXISMO-LENINISMO ADJUNTO AL CC DEL PCUS

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    CRITICA DE V. I. LENIN A LASPOSICIONES OPORTUNISTAS DE LOS

    TROTSKISTAS YDESENMASCARAMIENTO DE SULABOR DE ZAPA DE 1903 A 1917

    II CONGRESO DEL POSDR1

    17 (30) de julio-10 (23) de agosto de 1903*DE LOS DISCURSOS E INTERVENCIONES DURANTE LA DISCUSION DE

    LOS ESTATUTOS DEL PARTIDO2 (15) de agosto

    1Lenin defiende brevemente su frmula, subrayando en particular que servir de estmulo:

    "organizaos!"2 No hay que pensar que las organizaciones del partido deban estar formadasnicamente por revolucionarios profesionales. Necesitamos las organizaciones ms diversas de todos lostipos, grados y matices, desde las extraordinariamente estrechas y conspirativas hasta las ms amplias y libres,lose Organisationen. Es rasgo imprescindible de una organizacin del partido que sea confirmada por elComit Central.

    2Quisiera, ante todo, hacer dos observaciones de carcter parcial. En primer lugar, acerca de la amable

    (lo digo sin irona) proposicin de Axelrod de "llegar a un acuerdo". Me hara eco gustosamente de esellamamiento, pues no considero en absoluto que nuestra divergencia sea tan sustancial que dependa deella la vida o la muerte del partido. No vamos a perecer, ni mucho menos, porque en los Estatutoshaya un punto mal redactado! Pero como se trata ya de elegir entre do s frmulas, no puedorenunciar en modo* La doble fecha es debida a que entonces estaba en vigor en Rusia el calendario juliano. El paso al calendario gregoriano (cifrasentre parntesis) se efectu en febrero de 1918. (N. de la Edit.)alguno a mi firme convencimiento de que la frmula de Mrtov empeora el proyecto inicial, y esteempeoramiento, en ciertas condiciones,puede causar al partido un dao no pequeo. La segunda observacinse refiere al camarada Brker. Es completamente natural que el camarada Brker, deseando aplicar en todaspartes el principio de la elegibilidad, haya aceptado mi frmula, nica que define con ms o menosexactitud el concepto de miembro del partido. De ah que no comprenda la satisfaccin del camarada Mrtovpor el hecho de que el camarada Brker se muestre de acuerdo conmigo. Ser posible que elcamarada Mrtov adopte, en efecto, como gua para s lo contrario de lo que diga Brker, sin ana lizar susmotivos y argumentos?

    Pasando al fondo del asunto, dir que el camarada Trotski no ha comprendido en absoluto elpensamiento fundamental del camarada Plejnov, debido a lo cual ha eludido en sus razonamientostoda la esencia del problema. Ha hablado de intelectuales y de obreros, del punto de vista clasista ydel movimiento de masas, pero no ha advertido una cuestin fundamental: restringe o ampla mifrmula el concepto de miembro del partido? Si se hubiera hecho esta pregunta, habra visto sin ningunadificultad que mi frmula restringe este concepto, mientras que la de Mrtov lo ampla, distinguindose(segn la justa expresin del propio Mrtov) por su "elasticidad". Y cabalmente la "elasticidad", en un perodode la vida del partido como el que estamos viviendo, abre sin duda las puertas a todos los elementosde dispersin, vacilacin y oportunismo. Para poder refutar esta conclusin, sencilla y evidente, hay que

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    demostrar que esos elementos no existen, pero al camarada Trotski ni siquiera se le haocurrido hacerlo. Pero es que, adems, es imposible demostrarlo, pues todo el mundo sabe que esos elementosno son pocos y que existen tambin en la clase obrera. Velar por la firmeza de la lnea y la pureza de losprincipios del partido pasa a ser, precisamente ahora, una necesidad tanto ms imperiosa por cuanto ste,restablecido en su unidad, admitir en sus filas a muchsimos elementos inestables, cuyo nmero aumentar amedida que crezca el propio partido. El camarada Trotski ha comprendido muy equivocadamente la ideafundamental de mi libro Qu hacer?, pues dice que el partido no es una organizacin conspirativa

    (es ta obj eci n me ha sid o hec ha tam bi n por otros muchos). Ha olvidado que en mi libro presupongotoda una serie de organizaciones de tipos diversos, desde las ms conspirativas y estrechas hasta lasrelativamente amplias y "libres" (lose)*. Ha olvidado que el partido debe ser nicamente el destacamento devanguardia, el dirigente de la inmensa masa de la clase obrera, la cual acta en su totalidad (o casi en sutotalidad) "bajo el control y la direccin" de las organizaciones del partido, pero que en su totalidad nopertenece ni debe pertenecer al partido. Fijaos, en efecto, en las conclusiones a que llega el camarada Trotskicomo consecuencia de su error principal. Nos ha dicho aqu que si fueran detenidos grupos y msgrupos de obreros y todos ellos declarasen que no pertenecan a nuestro partido, ste sera algo extrao!No ser al revs? No ser lo extrao el razonamiento del camarada Trotski? Considera lamentable unhecho que slo podra alegrar a todo revolucionario con alguna experiencia. Si cientos y miles de obrerosdetenidos por participar en las huelgas y manifestaciones resultaran no ser miembros de las organizacionesdel partido, ello no hara ms que demostrar que nuestras organizaciones son buenas, que cumplimos nuestra

    tarea: mantener en la clandestinidad a un grupo ms o menos reducido de dirigentes e incorporaral mo vimiento a una masa l o m s ampli a posible.La raz del error de quienes apoyan la frmula de Mrtov est en que no slo dan de lado uno de los

    males principales de nuestra vida de partido, sino que incluso lo bendicen. Este mal consiste en que en unambiente de descontento poltico casi general, en unas condiciones de secreto absoluto de la labor, en unascondiciones que obligan a concentrar la mayor parte de la actividad en estrechos crculos secretos e incluso enentrevistas personales, nos es difcil en grado mximo, casi imposible, deslindar a los charlatanes delos que trabajan. Y es poco probable que se encuentre otro pas en el que la confusin de estas doscategoras sea tan habitual y cause tan extraordinario embrollo y dao como en Rusia. No slo entrelos intelectuales, sino incluso entre la clase obrera padecemos gravemente de este mal, y la frmula delcamarada Mrtov lo legaliza. Esta frmula* Vase V. I . Lenin. Obras Escogidas en tres tomos, ed. en espaol, Mosc, 1970, t . 1, pg. 216. {N. de laEdit.)tiende ineluctablemente a hacer miembros del partido a todos y cada uno; el propio camarada Mrtov hatenido que reconocerlo, aunque con una salvedad: "S, si as lo queris", ha dicho. Precisamente eso es lo queno queremos! Y precisamente por eso nos alzamos con tanta energa contra la frmula de Mrtov. Vale msque diez hombres que trabajan no se denominen miembros del partido (quienes trabajan de verdadno corren tras los ttulos!) que un charlatn tenga el derecho y la posibilidad de ser miembro del partido. Heah un p rinc ipio que me parece irre futable y qu e me obliga a luchar contra Mrtov.

    T 7, pgs. 287-290.

    DE UNA CARTA A E. STASOVA, F. LENGNIK Y OTROS14/X [1904]

    Hace poco se ha publicado un nuevo folleto de Trotski, segn se ha anunciado, bajo la redaccin deIskra. Es, por tanto, una especie de "Credo" de la nueva Iskra3. El folleto constituye la ms insolente mentira,un falseamiento de los hechos. Y se hace eso bajo la redaccin del rgano Central. Se denigra por todos losmedios la labor de los iskristas, diciendo que los economistas4 han hecho mucho ms, que los iskristas nohan tenido iniciativas, que no han pensado en el proletariado, se han preocupado ms de losintelectuales burgueses y han llevado a todas partes el burocratismo paralizador: su trabajo se halimitado a llevar a la prctica el programa del famoso "Credo". El II Congreso ha sido, segn l, unintento reaccionario de afianzar los mtodos de organizacin propios de los crculos, etc. Este folleto es unabofetada tanto a la Redaccin actual del rgano Central como a todos los activistas del partido. Alleer semejante folleto se ve con claridad que la "minora" ha mentido tanto y falsea tanto que ser incapaz de

    crear nada vital. Se sien ten deseos de l uchar, y aqu hay ya por qu luchar.

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    * La carta la escribi N. Krpskaya p or encargo de Lenin. (N. de la Edit.)La esposa de Kol est bien, se encuentra en Ekaterinoslav.Os enviamos a todos un caluroso saludo.

    El Viejo y Ca.T. 46, pg. 389

    DEL ARTCULO "LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL GOBIERNOPROVISIONAL REVOLUCIONARIO"'

    Marzo de 1905*. . .Parvus ha sabido, por fin, marchar hacia adelante en vez de andar para atrs, como

    el cangrejo. No ha querido hacer un "trabajo de Ssifo"6 introduciendo enmiendas interminables en lasestupideces de Martnov y de Mrtov. Ha defendido abiertamente (por desgracia, junto con Trotski)la idea de la dictadura democrtica** revolucionaria, la idea de que la socialdemocracia tiene la obligacin departicipar en el Gobierno Provisional revolucionario despus de ser derrocada la autocracia. Parvus tiene milveces razn cuando dice que la socialdemocracia no debe tener miedo a dar pasos adelante con audacia, nodebe recelar de asestar "golpes" conjuntos al enemigo hombro a hombro con la democracia burguesarevolucionaria, pero con la condicin ineludible (recordada muy oportunamente) de no mezclar lasorganizaciones; golpear juntos y marchar separados; no ocultar la diversidad de intereses; vigilar alaliado lo mismo que al enemigo, etc.

    Pero cuanto ms calurosamente simpatizamos con todas estas consignas de un socialdemcratarevolucionario que ha

    * Las fechas puestas por la Redaccin a algunos trabajos corresponden al momento en que fueron escritos o vieron la luzor ve z primera. (JV. de la Edit.)

    ** En el manuscrito se dice: "Ha defendido abiertamente (por desgracia, junto con el charlatn Trotski en el prlogo alch ar la ta ne sc o folleto de ste Antes del 9 de enero) la idea de la dictadura democrtica revolucionaria. .... (N. de la Edit.)

    vuelto la espalda a los seguidistas*, tanto ms desagradable es la sorpresa que nos han producidoalgunas notas falsas que resuenan en Parvus. Y si sealamos estas pequeas inexactitudes no es por cicatera,sino porque a quien mucho se le da mucho se le exige. Lo ms peligroso ahora sera que la acertada posicinde Parvus se viera comprometida por su propia imprudencia. Y precisamente entre las frases, por lo menosimprudentes, que contiene este prlogo de Parvus al folleto de Trotski figuran las siguientes: "Si que-remos apartar al proletariado revolucionario de las dems corrientes polticas, debemos ser capaces de estarideolgicamente al frente del movimiento revolucionario" (esto es cierto), "de ser ms revolucionariosque nadie". Esto es falso. Es decir, es falso si se comprende esa tesis en el sentido general quele da la frase de Parvus; es fa lso desde el punto de vista del lector, que considera este prlogo como algosignificativo de por s, independientemente de Martnov y de los neoiskristas, no mencionados por Parvus. Si

    enfocamos esta tesis dialcticamente, o sea, de un modo relativo, concreto y multifactico, sin imitar a losinetes literarios, que incluso muchos aos despus arrancan de una obra cabal unas frases sueltas y falsean su

    sentido, entonces estar claro que Parvus dirige esa tesis precisamente contra el seguidsimo y, en ese sentido,es justa (comprense, en particular, las siguientes palabras de Parvus: "si nos rezagamos del desarrollorevolucionario", etc.). Pero el lector no puede tener presentes slo a los seguidistas, y entre los amigospeligrosos de la revolucin en el campo de los revolucionarios existen tambin, adems de los seguidistas,otros

    * En el manuscrito figura la siguiente nota a pie de pgina: "En cuanto al folleto de Trotski con prlogo deParvus, editado en la imprenta del partido, Iskra guarda un discretsimo silencio sobre el fondo de la cuestin planteada. Porsupuesto, no le conviene desenredar el lo: Ma rt nov tir a par a un la do, M rto v p ara otr o y nos ot ros cal lam os, mientrasPlejnov saca a Mrtov por las orejas! Eso se llama entre nosotros "direccin ideolgica del partido"! A propsito, un curiosohecho "formalista"! Nuestros Salomones del Consejo7acordaron que el rtulo del partido slo podra figurar en los folletos editadosor las organizaciones de ste. Sera interesante saber por nuestros Salomones qu organizacin ha encargado la publicacin

    de los folletos de Nadezhdin, Trotski y otros. O es que tenan razn quienes calificaron dicho "acuerdo" de ruin ataque de un

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    grupito contra la editorial de Lenin?" (N. de la Edil.)hombres muy distintos: existen los "socialistas-revolucionarios "8 , existen hombres arrastrados por lacorr iente de los acontecimientos, impotentes ante la frase revolucionaria, como los Nadezhdin , uotros (como Gapn) que remplazan con el instinto la concepcin revolucionaria del mundo.Parvus se ha olvidado de ellos. Y se ha olvidado, porque su exposicin, el desarrollo de su pensamiento,lejos de ser libre, se ha visto encadenado por el grato recuerdo de las ideas de Martnov,

    contra las que trata de poner en guardia al lector. La exposicin de Parvus no es lo bastante concreta,pues no tiene en cuenta todo el conjunto de corrientes revolucionarias diferentes existentes en Rusia, queson inevitables en la poca de la revolucin democrtica y que, como es lgico, reflejan la insuficientediferenciacin de clas es de la sociedad en esa poca. En tiempos as, idea s socialis tas vaga s,y a veces hasta reaccionarias, envuelven de una manera completamente natural los programasde mocrticos revolucionarios, escondindose detrs de frases revolucionarias (recordad a los socialistas-revolucionarios y a Nadezhdin, que, segn parece, no ha hecho ms que cambiar la denominacin alpasar de los "revolucionarios-socialistas" a la nueva Iskra). Y en tales condiciones, nosotros,los socialdemcratas, no podemos lanzar ni lanzaremos nunca la consigna de "ser ms revolucionariosque nadie". No se nos ocurrir siquiera tratar de competir con el revolucionarismo de undemcrata desgajado de su base clasista, que hace gala de frases altisonantes y siente pasin por lasconsignas usuales y vulgares (sobre todo en el problema agrario) . Por el co ntrario, mantendremossiempre una actitud crtica frente a ese revolucionarismo, denunciaremos el verdadero significado delas palabras, el verdadero contenido de los grandes acontecimientos idealizados, enseando aconsiderar serenamente las clases y los matices dentro de ellas en los momentos ms candentes de larevolucin.

    De la misma manera, y por idntica razn, son errneas las tesis de Parvus de que "el GobiernoProvisional revolucionario en Rusia ser el gobierno de la democracia obrera"; de que "si la socialdemocraciaencabeza el movimiento revolucionario del proletariado ruso, ese gobierno ser social-demcrata"; de que elGobierno Provisional socialdemcrata "ser un gobierno homogneo con mayora socialdemcrata". Eso esimposible si se habla de una dictadura revolucionaria ms o menos duradera y capaz de dejaralguna huella en la historia, y no de episodios casuales y pasajeros. Es imposible porque slo puede ser firme(como es natural, no de un modo absoluto, sino relativo) la dictadura revolucionaria que se apoye en lainmensa mayora del pueblo. Pero el proletariado ruso constituye ahora la minora de la poblacinde Rusia. Slo podr convertirse en la inmensa mayora, en la mayora abrumadora, si se une a lamasa de semiproletarios, de semipropietarios, es decir, a la masa pequeoburguesa de la poblacin pobre dela ciudad y del campo. Y una tal composicin de la base social de la dictadura democrtica revolucionaria,posible y deseable, se reflejar, como es lgico, en la composicin del gobierno revolucionario y harinevitable la participacin en l, o incluso el predominio en l, de los representantes ms diversos de lademocracia revolucionaria. Sera perjudicial en extremo hacerse la ms mnima ilusin a esterespecto. Si el charlatn Trotski escribe ahora (por desgracia, junto con Parvus) que "un cura Gapn hapodido aparecer slo una vez" y que "no hay lugar para un segundo Gapn", ello se debe exclusivamentea que es un charlatn. Si en Rusia no hubiera lugar para un segundo Gapn, no lo habra tampocopara una revolu ci n democr t ica verdader ame nte "grande", llevada hasta el fin. Para ser grande, pararecordar y sobrepasar los aos de 1789-1793, y no los de 1848-1850, la revolucin democrtica debe poner enpie a masas gigantescas e incorporarlas a la vida activa, a los esfuerzos hero icos , a la "profunda creacinhistrica" ; debe sacarlas de la espantosa ignorancia , de la i naudita opresin, del increble atraso

    y del tenebroso embrutecimiento. Las est poniendo ya en pie, las pondr en pie; el propio gobierno facilitaesta labor con su convulsiva resistencia. Pero, por supuesto, no puede ni hablarse de una conciencia polticaformada, de una conciencia socialdemcrata de estas masas y de sus numerosos guas "autctonos", popularese incluso campesinos. No pueden hacerse socialdemcratas de la noche a la maana, sin pasar por una seriede pruebas revolucionarias. Y no slo por su ignorancia (la revolucin, repetimos, instruye con una rapidezfabulosa), sino tambin porque su situacin de clase no es proletaria, porque la lgica objetiva deldesarrollo histrico plantea ante ellos, en el moment o actua l, ta rea s q ue no cor responden , en modoalguno, a la revolucin socialista, que corresponden a la revolucin democrtica.Y en esta revolucin participar con toda energa el proletariado revolucionario," que rechazar el miserableseguidsimo de unos y la fraseologa revolucionaria de otros, llevar su claridad de clase y su conciencia declase al vertiginoso torbellino de los acontecimientos y avanzar con firmeza y audacia, sin temer la dictadurademocrtica revolucionaria, sino desendola apasionadamente, luchando por la repblica, por la plena libertad

    republicana y por serias reformas econmicas, para crearse as una palestra de lucha por el socialismoverdaderamente amplia y verdaderamente digna del siglo XX.T. 10, pgs. 10-19.

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    la revolucin rusa. La "coalicin" de unas clases no presupone en modo alguno ni laexistencia de uno u otro partido poderoso ni el partidismo en general. Eso es confundir elproblema de las clases con el problema de los partidos. La "coalicin" de las clases mencionadasno presupone en modo alguno ni que uno de los partidos burgueses existentes haya deapoderarse del campesinado ni que el campesinado haya de crear un poderoso partidoindependiente! Desde el punto de vista terico esto est claro, primero , porque es di fci l enextremo organizar al campesinado en un partido, y, segundo, porque la creacin de partidos

    campesinos es un proceso extraordinariamente difcil y largo durante la revolucin burguesa,debido a lo cual el "poderoso partido independiente" puede surgir, por ejemplo, slo hacia el finalde la revolucin. Desde el punto de vist a de l a e xper ienc ia de la revo luc in rusa est claro t ambi nque la "coalicin" del proletariado y del campesinado se ha realizado decenas y centenares de vecesen las formas ms diversas sin "ningn poderoso partido independiente" del campesinado. Esta"coalicin" se hizo realidad cuando existi, por ejemplo, la "accin conjunta" del Soviet de diputadosobreros y del Soviet de diputados soldados, o del comit de huelga de los ferroviarios, o de losdiputados campesinos, etc. Todas esas organizaciones eran primordial-mente sin partido y, pese a ello, encada una de sus acciones conjuntas se realiz, indudablemente, una "coalicin" de clases. En esosmomentos, el partido campesino se vislumbraba, se gestaba y naca como Unin Campesina11 en 1905 ocomo Grupo del Trabajo en 1906, y a medida que ese partido creca, se desarrollaba y se defina, lacoalicin de clases adquira formas distintas, desde los acuerdos polticos inconcretos y no formalizados hasta

    los acuerdos polticos plenamente concretos y formalizados. Por ejemplo, despus de ser disuelta la I Duma sepublicaron los tres llamamientos siguientes a la insurreccin: 1) Al Ejrcito y la Marina; 2) Atodo el campesinado de Rusia; S) A todo el pueblo. El primer llamamiento lo firmaron la minorasocialdemcrata de la Duma y el Comit del Grupo del Trabajo. Se manifest en esta "accinconjunta" una coalicin de dos clases? S, desde luego. Negar eso significa cabalmente trapacear otransformar el amplio concepto cientfico de "coalicin de clases" en un estrecho concepto jurdico, casinotarial, dira yo. Prosigamos. Se puede negar que este llamamiento conjunto a lainsurreccin, firmado por los diputados de la clase obrera y del campesinado a la Duma, fueacompaado de acciones conjuntas en las insurrecciones locales parciales de los componentes de ambasclases? Se puede negar que el llamamiento conjunto a la insurreccin general y la participacin conjunta enlas insurrecciones locales y parciales llevan obligatoriamente a la conclusin sobre la formacin conjunta deun Gobierno Provisional revolucionario? Negar eso significara trapacear, reducir el concepto de

    "gobierno" exclusivamente a un fenmeno acabado y formalizado, olvidar que lo acabado y lo formalizadodimanan de lo inacabado y no formalizado.Prosigamos. El segundo llamamiento a la insurreccin lo suscribieron el Comit

    Central (menchevique!) del POSDR y tambin el del partido eserista, la Unin Campesina de todaRusia, el Sindicato Ferroviario de toda Rusia12 y el Sindicato de Maestros de toda Rusia13, adems delComit del Grupo del Trabajo y de la minora socialdemcrata de la Duma. Y bajo el tercer llamamiento a lainsurreccin figuran las firmas del PSP* y del Bund ms todas las anteriores, excepto las dela Uni n Campesin a y los dos sindicatos.

    * PSP: Partido Socialista Polaco. (N. de la Edil.)

    Ah tenis, formalizada, una coalicin poltica de partidos y organizaciones sin partido! Ah tenis"la dictadura del proletariado y del campesinado", proclamada en forma de una amenaza al zarismo, de unllamamiento a todo el pueblo, pero no hecha todava realidad! Y en la actualidad, no sern muchos,probablemente, los socialdemcratas que estn de acuerdo con el Sotsial-Demokra14menchevique, que en sunmero 6 de 1906 deca refirindose a estos llamamientos: "En el caso que nos ocupa, nuestro partido no for-m un bloque poltico con otros partidos y grupos revolucionarios, sino que concluy un acuerdo de lucha,que siempre hemos considerado oportuno y necesario" (comprese con el N 1 de Proletari, del 21de agosto de 1906, y con el N 8, del 23 de noviembre de 1906 ::). Es imposible contraponer un acuerdo delucha a un bloque poltico, pues el primero est comprendido en este segundo concepto. El bloque poltico sehace realidad en distintos momentos histricos bien como un "acuerdo de lucha" para lain surrec cin , bien como un acuerdo parlamentario para "acciones conjuntas contra las centurias negras y losdemcratas-constitucionalistas", etc. La idea de la dictadura del proletariado y del campesinadose expres de una manera prctica en todo el transcurso de la revolucin en miles de formas,desde la firma del manifiesto exhortando a no pagar los impuestos y a retirar los depsitos (diciembre

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    de 1905) o de los llamamientos a la insurreccin (julio de 1906) hasta las votaciones en lasDumas II y III en 1907 y 1908.

    Es igualmente errnea la segunda declaracin de Trotski citada por el camarada Mrtov. Es falso que"toda la cuestin radica en quin determinar el contenido de la poltica gubernamental, en quin agrupar entorno a ella una mayora homognea", etc. Esto es falso, sobre todo, cuando el camarada Mrtov lo citacomo un argumento contra la dictadura del proletariado y del campesinado. El propio Trotskiadmite en este razonamiento "la participacin de representantes de la poblacin democrtica" en el

    "gobierno obrero", es decir, admite la posibilidad de un gobierno compuesto de

    * Vase V. I. Lenin. Obras Completas, ed. en ruso, t. 13, pgs. 348-364, y t. 14, pgs. 112-124. (N. de la Edit.)

    representantes del proletariado y del campesinado. En qu condiciones puede admitirse la participacin delproletariado en el gobierno de la revolucin es una cuestin aparte, y es muy probable que los bolcheviquesno coincidan en ella no slo con Trotski, sino tampoco con los socialdemcratas polacos. Pero el problema dela dictadura de las clases revolucionarias no se reduce de ninguna manera al problema de la "mayora" en unou otro gobierno revolucionario, de las condiciones en que es admisible la participacin de lossocialdemcratas en este o aquel gobierno.

    Por ltimo, la ms errnea de las opiniones de Trotski citadas por el camarada Mrtov, y que steconsidera "justa", es la tercera: "no importa incluso que l (el campesinado) haga eso ("se adhiera alrgimen de la democracia obrera") no ms conscientemente de lo que se suma de ordinario alrgimen burgus". El proletariado no puede ni confiar en la inconsciencia y los prejuicios del campesinado,como confan y se apoyan en ellos los soberanos del mundo burgus, ni presuponer que durante elperodo revolucionario se conserven, por lo menos, la inconsciencia y la pasividad habituales delcampesinado. Los hechos de la historia de la revolucin rusa muestran que ya la primera oladel ascenso, a fines de 1905, empuj en el acto al campesinado a formar una organizacin poltica (la UninCampesina de toda Rusia), que fue, sin duda alguna, el embrin de un partido campesino especial. Enlas Dumas I y II, a pesar de que la contrarrevolucin haba exterminado a los primeros destacamentos decampesinos avanzados, el campesinado sent en el acto los cimientos ahora por vez primera aescala nacional, en las elecciones de toda Rusia del Grupo del Trabajo, germen seguro de un partido cam-

    pesino especial. Es indudable que estos embriones y grmenes tienen mucho de inestable, inconcreto yvacilante; pero si el comienzo de la revolucin ha creado semejantes grupos polticos, no cabe la menor dudade que la revolucin llevada hasta un "fin" o, ms exactamente, hasta un grado tan alto dedesarrollo como la dictadura revolucionaria, crear un partido campesino revolucionario ms formadoy ms fuerte. Pensar de otro modo significara presuponer que algunos rganos fundamentales delhombre adulto puedenseguir siendo infantil es por su tam ao, f orma y grad o de desarrollo.

    En todo caso, la conclusin del camarada Mrtov de que la conferencia estuvo deacuerdo precisamente con Trotski en lo que se refiere a las relaciones entre el proletariado y elcampesinado en la lucha por el poder est en sorprendente discordancia con los hechos, es en verdad unintento de "extraer" de una palabra algo que en la conferencia no se discuti, no se mencion ni setuvo en cuenta en absoluto.

    T. 17, pgs. 381-385.

    A G. ZINOVIEV(24 de agosto de 1909]

    Querido Gr.:He recibido el N 7-8 de Sotsial-Demokrat15. Protesto contra la firma de Trotski: hay que suprimir las

    firmas. (No he tenido tiempo an de leer los artculos.)En cuanto a "Proletari", creo que deben insertarse en l: 1) un artculo sobre las

    elecciones en San Petersburgo (con motivo de la trivialidad de "Riech" y de Vodovzov, si es

    que "Riech" no ha mentido al hablar de l); 2) sobre la huelga sueca: un artculo de resumenobligatoriamente; 3) tambin sobre los acontecimientos espaoles16; 4) sobre los mencheviques conmotivo de su polmica (de lo ms vil) con el ginebrino (Georgien17) antiliquidador; 5) en el apndice,

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    dedicar una hoja especial a la respuesta a la Carta abierta de Maxmov y Ca18. Hay quecontestarles como es debido para que estos miserables no desorienten a la gente con sus mentiras.

    Despus de tres semanas de descanso empiezo a recobrarme. Quiz me encargara de los Nos 4 y 5 y,en ltimo extremo, del N 1, pero temo todava prometerlo. Comunqueme su opinin y l o s p l a z o s (conexactitud). Qu ms hay para Proletari?

    Los Nos 2 y 3 se pueden escribir tomando como base Vorwrts19: se lo envo por si se dispone aescribir.

    En cuanto a "Pravda20, ha ledo usted la carta de Trotski a Inok? Espero que se habrconvencido, si es que la ha ledo, de que Trotski se ha comportado como el ms vil arribista yfraccionista tipo Riaznov y Ca. O igualdad en la Redaccin, subordinacin al CC y no traslado a Pars denadie excepto Trotski (l quiere, miserable, "colocar" a cuenta nuestra a t o d o el grupito de amigosde "Pravda"!), o rompimiento con este aventurero y su desenmascaramiento en el rgano Central. Peroraacerca del partido y se porta peor que todos los dems fraccionistas.

    Un apretn de manos,N. LeninP. S. Tendremos que pasarnos, por lo visto, sin Kmenev? Sin el folletn prometido hace mes y medio (omedio ao) sobre El movimiento social??. . .21

    Mi dire ccin: Mr. Wl. Oulianoff . (Chez madame Lecreux).Bombn (Seine-et-Marne).T. 47, pgs. 187-188.

    DE LA OBRA "NOTAS DE UN PUBLICISTA"Marzo-mayo (junio) de 1910

    IILA "CRISIS UNIFICADORA" EN NUESTRO PARTIDO

    1. Dos opiniones acerca de la unificacinLos liquidadores22 y los otzovistas23 ponen como un trapo, con enternecedora unanimidad, a los

    bolcheviques (y a Plejnov, los primeros). La culpa la tienen los bolcheviques, la culpa la tiene el CentroBolchevique, la culpa la tienen "los hbitos "individualistas" de Lenin y Plejnov" (pg. 15, Una adicinimprescindible24 ), la culpa la tiene "el grupo irresponsable" de "ex miembros del Centro Bol-chevique" (vase la hoja del grupo Vperiod). En este terreno, la solidaridad de los liquidadores y otzovistas esabsoluta; su bloque contra el bolchevismo ortodoxo (bloque que car acteri z tambin ms de una vez lalucha en el Pleno, de lo cual hablaremos de manera especial ms adelante) es un hecho indiscutible; losrepresentantes de las dos corrientes extremas, que expresan por igual la subordinacin a las ideas bu rguesasy que son por igual antipartido, coincidenpor entero en su poltica en el seno del partido, en la luchacontra los bolcheviques y en la calificacin del rgano Central como "bolchevique". Pero losinsultos ms soeces de Axelrod y Alxinski no hacen ms que encubrir su absoluta incomprensin delsentido y la importancia de la unificacin del partido. La resolucin de Trotski (de los vieneses) difiere slo

    en apariencia de las "ternezas" de Axelrod y Alxinski. Est redactada con mucha "precaucin" y conpretensiones de justicia "por encima de las fracciones". Pero cul es su sentido? Segn ella, la culpade todo la tienen "los jefes bolcheviques": es la misma "filosofa de la historia" de Axelrod yAlxinski.

    Ya en el primer prrafo de la resolucin de Viena se dice: "...los representantes de todas lasfracciones y corrientes. ... con su resolucin" (en el Pleno) "asumieron consciente y pensadamente laresponsabilidad de aplicar las resoluciones aprobadas en determinadas condiciones, en colaboracin condeterminadas personas, grupos e instituciones". Se trata de "los conflictos en el rgano Central".Quin es "el responsable de aplicar las resoluciones" del Pleno en el rgano Central? Est claro: lamayora del rgano Central, es decir, los bolcheviques y los polacos; ellos son tambin losresponsables de aplicar las resoluciones del Pleno "en colaboracin con determinadas personas", es decir, conlos de Golos25y los de Vperiod.26

    Qu dice la resolucin principal del Pleno en la parte dedicada a los problemas ms"espinosos" de nuestro partido, a los problemas ms litigiosos antes del Pleno y que deberan ser losmenos litigiosos despus de l?

    Dice que negar el partido socialdemcrata ilegal, menospreciar su papel e importancia, etc., de una

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    parte, y negar la labor de los socialdemcratas en la Duma y el aprovechamiento de las posibilidadeslegales, no comprender la importancia de ambas cosas, etc., de otra parte, es una manifestacin de lainfluencia burguesa en el proletariado.

    Y ahora preguntamos: qu sentido tiene esta resolucin?Significa que los de Golos deban poner fin, sincera e irrevocablemente, a la negacin del partido

    ilegal, al menosprecio de ste, etc.; que deban reconocer que eso constitua una desviacin, desembarazarsede ella y realizar una labor positiva en un espritu opuesto a ella; que los de Vperioddeban poner fin,

    sincera e irrevocablemente, a la negacin de la labor en la Duma y de las posibilidades legales, etc.;que la mayora del rgano Central deba conseguir por todos los medios "la colaboracin" de los deGolos y los de Vperiod, con la condicin de que renunciasen sincera, consecuente e irrevocablemente a las"desviaciones" descritas con todo detalle en las resoluciones del Pleno?

    O significa que la mayora del rgano Central es responsable de aplicar las resoluciones (sobre lasuperacin de las desviaciones liquidacionistas y otzovistas) "en colaboracin con determinados" adeptos deGolos, que continan defendiendo como antes, e incluso ms brutalmente, el liquidacionismo; condeterminados adeptos de Vperiod, que continan defendiendo como antes, e incluso ms brutalmente, lalegitimidad del otzovismo, del ultimatismo, etc.?

    Basta con formular estas preguntas para ver cuan vacuas son las sonoras frases de la resolucin deTrotski y cmo contribuyen, de hecho, a defender la misma posicin que sustentan Axelrod y Ca., yAlxinski y Ca.

    Trotski ha expresado, ya en las primeras palabras de su resolucin, todo el espritu del peorconciliacionismo, del "conciliacionismo" entre comillas, del conciliacionismo de crculo, filisteo, que toma a"determinadas personas", y no la lnea determinada, el espritu determinado, el contenido poltico eideolgico determinado del trabajo de partido.

    Porque en esto consiste todo el abismo de las diferencias entre el "conciliacionismo"de Trotski y Ca. que presta de hecho el mejor servicio a los liquidadores y otzovistas y, por eso, es unmal tanto ms peligroso en el partido cuanto ms astuta, refinada y vanilocuentemente se encubre condeclaraciones seudopartidistas y seudoantifraccionistas y el partidismo autntico, que consiste en depurarel partido de liquidacionismo y otzovismo.

    Qu se nos ha dado, en realidad, como tarea de partido?Se nos han "dado" "determinadas personas, grupos e instituciones" que es preciso "conciliar",

    independientemente de su lnea, independientemente del contenido de su labor, independientemente de suactitud ante el liquidacionismo y el otzovismo?

    O se nos ha dado una lnea de partido, una orientacin y un contenido poltico-ideolgicos detoda nuestra labor; se nos ha dado la tarea de depurar de liquidacionismo y otzovismo estalabor, tarea que debe cumplirse independientemente de las "personas, grupos e instituciones" y pesea la resistencia de las "personas, grupos e instituciones" disconformes con esta lnea o que no la aplican?

    Pueden existir dos opiniones acerca de la significacin y las condiciones necesarias decualquier unificacin del partido. Tiene suma importancia comprender la diferencia entre ambas opiniones,pues se entrelazan y confunden durante el desarrollo de nuestra "crisis unificadora", y sin delimitarlas esimposible comprender esta crisis.

    Una de ellas puede plantear en primer plano la "conciliacin" de "determinadas personas, grupos einstituciones". La uni dad de sus pun tos de vista acerc a de la labor del partido y sobre la lnea de estalabor es una cuestin secundaria. Hay que tratar de silenciar las discrepancias, y no de poner en claro susraces, su significado y sus condiciones objetivas. Lo principal es "conciliar" personas y grupos. Si

    no coinciden en la aplicacin de la lnea general, hay que interpretar esta lnea de modo que seaaceptable para todos. Vive y deja vivir a los dems. Esto es "conciliacionismo" filisteo, que conduce demanera inevitable a la diplomacia de crculo. El "conciliacionismo" de este tipo dedica la atencin principal a"taponar" las fuentes de las discrepancias, a silenciarlas, a "arreglar" a toda costa los "conflictos", aneutralizar las corrientes en lucha. Es comprensible que, encontrndose en el extranjero la base deoperaciones del partido ilegal, esta diplomacia de crculo abra de par en par las puertas a las"personas, grupos e instituciones" que desempean el papel de "honestos corredores" en todas las tentativasde "conciliacin" y "neutralizacin".

    He aqu cmo relata Mrtov, en el N 19-20 de Golos, una de estas tentativas, hecha en el Pleno:"Los mencheviques, los '"pravdistas" y los bundistas proponan una composicin del rgano Central que asegurase la"neutralizacin" de las dos corrientes opuestas del pensamiento del partido, que no diese una mayora definida aninguna de ellas y, de esta forma, obligase al rgano del partido a elaborar ante cada problema esencial una lnea intermedia capaz

    de unir a la mayora de los activistas del partido".Como se sabe, la proposicin de los mencheviques fue rechazada. Trotski, que present su

    candidatura al rgano Central como neutralizador, fracas. La candidatura de unbundista para el

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    mismo cargo que propusieron los mencheviques en sus discursos ni siquiera fue puesta avotacin.

    Tal es el papel efectivo de los "conciliadores", en el peor sentido de la palabra, que escribieron laresolucin de Viena y cuyos puntos de vista expone Inov en un artculo publicado en el N 4 de Otkliki

    Bunda, que acabo de recibir. Los mencheviques no se atrevieron a proponer un rgano Central con mayorade su tendencia, reconociendo al mismo tiempo, como puede verse por los razonamientos de Mrtov, que hecitado, la existencia de dos corrientes opuestas en el partido. A los mencheviques no se les

    ocurri proponer un rgano Central con mayora de su tendencia. No intentaron siquiera conseguir unrgano Central de una orientaci n determinada (hasta tal ext rem o se h izo patent e en el Pleno la faltade orientacin de los mencheviques, de los cuales slo se exiga y slo se esperaba una abjuracin sincera yconsecuente del liquidacionismo). Los mencheviques trataron de lograr la "neutralizacin" en elrgano Central y propusieron como neutratizadoes a un bundista o a Trotski. El bundista yTrotski deban desempear el papel de casamentera, que se encargara de "unir en matrimonio" a"determinadas personas, grupos e instituciones", independientemente de que una de las partes abjurara o nodel liquidacionismo.

    Este punto de vista de casamentera constituye cabalmente la "base ideolgica" del conciliacionismode Trotski y de Inov. Cuando se lamentan y lloriquean por no haberse conseguido la unificacin, hay queentenderlo cum grano salis*. Hay que entenderlo en el sentido de que la peticin de mano se malogr. El"fracaso" de las esperanzas de unificacin con "determinadas personas, grupos e instituciones",

    independientemente de su actitud ante el liquidacionismo, es slo el fracaso de las casamenteras,significa que el punto de vista de la casamentera es falso, irrealizable y mezquino; pero no representa enmodo alguno el fracaso de la unificacin del partido.Existe otra opinin acerca de esta unificacin. Consiste en que toda una serie de profundas causas objetivas,independientes de una u otra composicin de "determinadas (para el Pleno y en el Pleno) personas,grupos e instituciones", empezaron a suscitar hace ya mucho

    * Con gran reserva. (N. de la Edit.)y siguen suscitando sin cesar, cambios en las dos viejas y principales fracciones rusas de lasocialdemocracia. Estos cambios crean a veces contra la voluntad e incluso la conciencia de algunasde las "determinadas personas, grupos e instituciones" las bases ideolgicas y orgnicas de la unificacin.

    Semejantes condiciones objetivas tienen su raz en las peculiaridades de la poca de desarrollo burgus deRusia que estamos viviendo, poca de contrarrevolucin burguesa y de tentativas de la autocracia dereorganizarse como una monarqua burguesa. Semejantes condiciones objetivas originan simultneamentecambios, vinculados entre s de manera indisoluble, en el carcter del movimiento obrero, en la composicin,el tipo y la fisonoma de la vanguardia social-demcrata, as como en las tareas ideolgicas y polticas delmovimiento socialdemcrata. Por eso, la influencia burguesa en el proletariado, influencia que da vida alliquidacionismo (=semiliberalismo que quiere incluirse en la socialdemocracia) y al otzovismo(=semianarquismo que quiere incluirse en la socialdemocracia), no es una casualidad ni unpropsito maligno, una estupidez o un error individuales, sino el resultado ineluctable de la accin de estascausas objetivas y la superestructura, inseparable de la "base", de todo el movimiento obrero de la Rusiaactual. La comprensin del peligro, del c arcter no soci aldemcrat a y de la nocividad de amb asdesviaciones para el movimiento obrero origina el acercamiento de elementos de las distintas fracciones

    y desbroza el camino de la unificacin del partido "a travs de todos los obstculos".Desde este punto de vista, la unificacin puede avanzar con lentitud, con dificultades, convacilaciones, oscilaciones y recidivas, pero no puede dejar de avanzar. Desde este punto de vista,la unificacin no avanza, ni mucho menos, de manera obligatoria entre "determinadaspersonas , grupos e instituciones", sino independientemente de determinadas personas, sometindolas a ella,apartando de las "determinadas" a quienes no comprenden o no quieren comprender las exigencias deldesarrollo objetivo, promoviendo e incorporando nuevas personas no pertenecientes a las "determinadas" yefectuando modificaciones, cambios de lugar y reagrupamientos en el seno de las viejas fracciones, corrientesy divisiones. Desde este punto de vista, la unificacin es inseparable de su base ideolgica, surgeslo sobre la base del acercamiento ideolgico, est vinculada a la aparicin, al desarrollo y al crecimiento dedesviaciones como el liquidacionismo y el otzovismo, no por el nexo casual de unas u otras manifestacionespolmicas, de esta o aquella controversia en la prensa, sino por un nexo interno, irrompible, como el que une

    la causa y el efecto.2. La "lucha en dos frentes" y la superacin de las desviaciones

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    Tales son las dos opiniones, diferentes por principio y radicalmente divergentes, sobre la esencia y elsignificado de la unificacin de nuestro partido.

    Y ahora surge una pregunta: en cul de estas dos opiniones se basa la resolucin del Pleno?Quienes deseen reflexionar sobre ella, vern que se basa en la segunda; pero en algunos pasajes, laresolucin contiene huellas evidentes de las "enmiendas" parciales en el espritu de la primera.Ahora bien, estas "enmiendas", que empeoran la resolucin, no suprimen lo ms mnimo su base, su conte-

    nido principal, impregnado por entero de la segunda opinin.

    Para demostrar que esto es as, que las "enmiendas" en el espritu de la diplomacia de crculotienen efectivamente un carcter de enmiendas parciales, que no cambian la esencia de la cuestin nila base de principios de la resolucin, analizar detenidamente algunos puntos y pasajes de laresolucin sobre la situacin en el partido, comentados ya en nuestra prensa. Empezar por el final. Despus de acusar a "los dirigentes de las viejas fracciones" de que hacen cuanto pueden para impedir el es-tablecimiento de la unidad y de que incluso en el Pleno se comportaron de tal forma que "hubo quearrancarles cada paso combatiendo", Inov dice:"El camarada Lenin no quiso "superar las peligrosas desviaciones" mediante "la ampliacin y profundizacin de la laborsocialdemcrata". Trat de conseguir, con bastante energa, que en el centro de todas las actividades del partido figurase lateora de la "lucha en dos frentes". No pens siquiera en suprimir en el partido la "tesis sobre la proteccin reforzada" " (pg.22, art. 1).

    Se trata del 4, punto b) de la resolucin sobre la situacin en el partido. El proyecto de estaresolucin lo present yo al CC, y el punto en cuestin fue modificado por el Pleno mismodespus ya de terminar el trabajo de la comisin; fue modificado a propuesta de Trotski, contra el queluch infructuosamente. En mi proyecto figuraban en este punto, si no literalmente la expresin"lucha en dos frentes", en todo caso palabras que expresaban esta idea. Lo de "superar mediante laampliacin y profundizacin" se incluy a propuesta de Trotski. Me alegra mucho que el camarada Inov, consu relato sobre mi lucha contra esta proposicin, me brinde la oportunidad de exponer mi opinin acerca delsignificado de la "enmienda".

    Nada suscitaba en el Pleno una indignacin tan furiosa y con frecuencia cmica comola idea de la "lucha en dos frentes". Su sola mencin sacaba de sus casillas tanto a los de Vperiodcomo a losmencheviques. Esta indignacin es perfectamente explicable desde el punto de vista histrico, pues los

    bolcheviques han sostenido de hecho, desde agosto de 1908 hasta enero de 1910, la lucha en dosfrentes, es decir, la lucha contra los liquidadores y los otzovistas. Esta indignacin resultaba cmica, porquequienes se enfurecan contra los bolcheviques slo demostraban con ello su culpabilidad,demostraban que sigue hirindoles toda condenacin del liquidacionismo y del otzovismo. Quien se pica, ajoscome.

    La proposicin de Trotski de sustituir la lucha en dos frentes con "superar mediante la ampliacin yprofundizacin" fue apoyada calurosamente por los mencheviques y los de Vperiod.

    Y ahora manifiestan su jbilo por esta "victoria" tanto Tnov y Pravda como la resolucin de Viena yGolos Sotsial-Demokrata. Pero podemos preguntar: es que al excluir de este punto las palabras sobre lalucha en dos frentes han excluido de la resolucin el reconocimiento de la necesidad de esta lucha? Enabsoluto, pues al reconocer las "desviaciones", al reconocer su "peligro", al reconocer la necesidad de"explicar" este peligro, al reconocer que las desviaciones son "manifestaciones de la influencia burguesa en elproletariado", se reconoce, en esencia, precisamente la lucha en dos frentes! Modificaron en un sitio untrmino "desagradable" (para uno u otro compadre), pero dejaron la idea fundamental! Y resultnicamente que una parte de un punto qued embrollada, diluida en agua y empeorada por laaficin a las frases.

    Porque, en efecto, hablar en dicho prrafo de superar mediante la ampliacin y profundizacines precisamente una frase y un subterfugio estril. No hay en l ninguna idea clara. Ampliar yprofundizar la labor es necesario siempre y sin la menor duda; de ello habla circunstanciadamente todo elprrafo tercero de la resolucin; de ello habla antes de pasar a las "tareas ideolgicas y polticas"especficas, no siempre y absolutamente obligatorias, sino engendradas por las condiciones de unperodo singular. El 4 est dedicado exclusivamente a estas tareas especiales, y en la introduccin a sustres puntos se dice con toda claridad que estas tareas ideolgicas y polticas "fueron planteadas en sumomento".

    Qu ha resultado? Ha resultado un despropsito, como si la tarea de ampliar y profundizar la labor

    hubiera sido planteada tambin en su momento! Como si pudiera existir un "momento" histrico en el queesta tarea no est planteada, como siempre!

    Y de qu manera se pueden superar las desviaciones mediante la ampliacin y profundizacin de lalabor social-demcrata? En toda ampliacin y en toda profundizacin se plantea inevitablemente el

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    problema de cmo ampliar y cmo profundizar; si el liquidacionismo y el otzovismo no son hechoscasuales, sino corrientes engendradas por las condiciones sociales, podrn abrirse paso en cualquier am-pliacin y en cualquier profundizacin de la labor. Se puede ampliar y profundizar la labor en elespritu del liquidacionismo, y eso es lo que hacen, por ejemplo, Nasha Zari y Vozrozhdenie27; se puedehacer tambin en el espritu del otzovismo. Por otra parte, la superacin de las desviaciones, en elverdadero sentido de la palabra "superacin", distrae inevitablemente ciertas fuerzas, tiempoy energas de la ampliacin y profundizacin inmediatas de la acertada labor socialdemcrata. Por

    ejemplo, el propio Inov dice en la misma pgina de su artculo:"El Pleno termin. Los participantes en l volvieron a sus lugares. El Comit Central, alorganizar el trabajo, debe superar dificultades increbles, entre las que no ocupa el ltimo lugar laconducta de los llamados" (slo llamados,camarada Inov, y no verdaderos, autnticos?) "liquidado-res, cuya existencia neg tan insistentemente el camarada Mrtov".

    He ah un hecho pequeo, pero caracterstico para poner en claro hasta qu punto sonvacuas las frases de Trotski y de Inov. La superacin de las actividades liquidacionistas de Mijal,Yuri y Ca. ha restado al CC fuerzas y tiempo necesarios para ampliar y profundizar de manera directala labor verdaderamente socialdemcrata. Si no existieran las acciones de Mijal, Yuri y Ca., si no existiera elliquidacionismo entre quienes seguimos considerando equivocadamente camaradas nuestros, la ampliacin yprofundizacin de la labor socialdemcrata tendran mayor xito, pues la lucha interna no distraera lasfuerzas del partido. Por consiguiente, si se entiende por ampliacin y profundizacin de la labor

    socialdemcrata el desarrollo inmediato de la agitacin y de la propaganda, de la lucha econmica,etc., en un espritu autnticamente socialdemcrata, la superacin de las desviaciones de lossocialdemcratas respecto del social democratismo es un factor negativo, una sustraccin, por asdecirlo, de la "actividad positiva", y, en consecuencia, la frase sobre la superacin de las desviacionesmediante la ampliacin, etc., carece de sentido.

    Esta frase expresa, en realidad, un vago deseo, el bueno e inocente deseo de que haya menoslucha intestina entre los socialdemcratas! Lo nico que refleja esta frase es ese inocente deseo;es un suspiro de los llamados conciliadores: Oh, si se luchara menos contra el liquidacionismo y elotzovismo!

    La importancia poltica de semejantes "suspiros" es nula, peor que nula. Si en el partido hayhombres a los que les resulta provechoso "negar insistentemente" la existencia de los liquidadores (yotzovistas), esos hombres utilizan los "suspiros" de los "conciliadores" para encubrir el mal. As procede

    precisamente Golos Sotsial-Demokrata. Y por eso, los nicos que defienden semejantes frasesbienintencionadas y vacuas en las resoluciones son los llamados "conciliadores". De hecho, son cmplices delos liquidadores y de los otzovistas; de hecho, no profundizan la labor socialdemcrata, sino que refuerzanprecisamente las desviaciones respecto de esa labor, fortalecen precisamente el mal, ocultndolo po r al gntiempo y dificultando su curacin.

    Para aclarar al camarada Inov la importancia de este mal, le recordar un pasaje delartculo del camarada Inov publicado en el N 1 de Hoja de Discusin. El cama-rada Inov comparacertadamente el liquidacionismo y el otzovismo con un abceso benigno que "en el proceso de maduracinconcentra en s los elementos nocivos de todo el organismo y contribuye, de este modo, a su curacin".

    Exactamente. El proceso de maduracin, que extrae del organismo los "elementos nocivos", conducea la curacin. Y lo que dificulta la depuracin del organismo de tales elementos, lo perjudica. Que elcamarada Inov reflexione sobre esta saludable idea del camarada Inov!

    T. 19, pgs. 253-263.

    DEL ARTICULO "EL SENTIDO HISTRICO DE LA LUCHA INTERNA ENEL PARTIDO EN RUSIA"28

    Septiembre-noviembre de 1910Los artculos de Trotski y Mrtov publicados en los Nos 50 y 51 de Neue Zeitabordan el

    tema indicado en el ttulo. Mrtov expone los puntos de vista del menchevismo. Trotski marcha a la zaga delos mencheviques, encubrindose con frases singularmente sonoras. Para Mrtov, "la experiencia rusa" sereduce a que "la incultura blanquista y anarquista ha triunfado sobre la cultura marxista" (lase:-elbolchevismo sobre el menchevismo). "La socialdemocracia rusa ha hablado con demasiado celo en ruso", adiferencia de los mtodos tcticos "de toda Europa". En el artculo de Trotski, la "filosofa dela historia" es la misma. La causa de la lucha es "la adaptacin de la intelectualidad marxista almovimiento de clase del proletariado". Se destaca en primer plano "el espritu sectario, el individualismointelectual y el fetichismo ideolgico". "La lucha por la influencia en el proletariado carente de madurez

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    poltica": tal es la esencia de la cuestin.I

    La teora que ve en el combate del bolchevismo contra el menchevismo una lucha por lainfluencia en el proletariado carente de madurez no es nueva. Venimos encontrndola desde 1905 (si no desde1903) en numerosos libros, folletos y artculos de la prensa liberal. Mrtov y Trotski ofrecen a los camaradasalemanes opiniones liberales teidas de marxismo.

    El proletariado ruso tiene, sin duda, mucha menos madurez poltica que el de Europa

    Occidental. Pero de todas las clases de la sociedad rusa, fue precisamente el proletariado el que revelmayormadurez poltica en 1905-1907. La burguesa liberal rusa, que se ha comportado en nuestro pas de unamanera tan vil, cobarde, estpida y alevosa como la burguesa alemana en 1848, odia al proletariado ruso

    precisamente porque en 1905 prob tener la suficiente madurez poltica para arrebatar a esa burguesala direccin del movimiento, para denunciar implacablemente la traicin de los liberales.

    Es "una ilusin" pensar declara Trotski que el menchevismo y el bolchevismo "han echadoraces profundas en lo ms hondo del proletariado". Nos encontramos ante un ejemplo de lasfrases sonoras, pero hueras, en que es maestro nuestro Trotski. Las races de la discrepancia de losbolcheviques con los mencheviques no se encuentran en "lo ms hondo del proletariado", sino en el contenidoeconmico de la revolucin rusa. Al dar de lado este contenido, Mrtov y Trotski se han privado de laposibilidad de comprender el sentido histrico de la lucha interna en el partido en Rusia. La esencia de lacuestin no consiste en si han penetrado "profundamente" en unos u otros sectores del proletariado las

    frmulas tericas de las divergencias, sino en que las condiciones econmicas de la revolucin de 1905colocaron al proletariado en unas relaciones de hostilidad con la burguesa liberal. Y no slo por el problemade mejorar las condiciones de vida de los obreros, sino tambin por el problema agrario, por todoslos problemas polticos de la revolucin, etc. Hablar de la lucha de tendencias en la revolucin rusa colgandosambenitos de "sectarismo", "incultura", etc., y no decir ni una palabra de los intereses econmicosfundamentales del proletariado, de la burguesa liberal y del campesinado democrtico, significa descender alnivel de los periodistas triviales.. .

    En 1905-1907 se revel con toda plenitud la contradiccin entre la burguesa liberal y elcampesinado. En la primavera y el otoo de 1905, as como en la primavera de1906, los levantamientoscampesinos abarcaron de la tercera parte a la mitad de los distritos de la Rusia Central. Los campesinosdestruyeron cerca de 2.000 fincas de los terratenientes (por desgracia, slo 1/15 de lo que se debera haberdestruido). nicamente el proletariado apoy con abnegacin esta lucha revolucionaria, la orient en todos

    los aspectos, la dirigi y la uni con sus huelgas de masas. La burguesa libera l no ayud nunca, ni unasola vez, a la lucha revolucionaria, prefiriendo "tranquilizar" a los campesinos y "reconciliarlos" con losterratenientes y con el zar. Despus, en las dos primeras Dumas (1906 y 1907), se repiti lo mismo en lapalestra parlamentaria. Los liberales frenaron constantemente la lucha de los campesinos y lostraicionaron, y slo los diputados obreros orientaron y apoyaron a los campesinos contra losliberales. La lucha de los liberales contra los campesinos y los socialdemcratas llena toda la historia delas Dumas I y II. La lucha entre el bolchevismo y el menchevismo est vinculada inseparablemente a estahistoria como una lucha por apoyar a los liberales o por acabar con la hegemona de los liberalessobre el campesinado. Por eso, buscar la explicacin de nuestras disidencias en la influencia de laintelectualidad, en la falta de madurez del proletariado, etc., es una ingenua repeticin infantil de loscuentos liberales.

    Por el mismo motivo es totalmente falsa la afirmacin de Trotski de que las disidencias en la

    socialdemocracia internacional dimanan del "proceso de adaptacin de la clase socialmenterevolucionaria a las condiciones limitadas (estrechas) del parlamentarismo", etc., y en la socialdemocraciarusa, de la adaptacin de la intelectualidad al proletari ado . "En la misma med ida escri be Tro tsk ien que el contenido poltico real de este proceso de adaptacin fue limitado (estrecho), desde el puntode vista del objetivo final socialista, fueron incontenibles sus formas y fue grande la sombraideolgica proyectada por dicho proceso".

    Esta verborrea verdaderamente "incontenible" no es ms que "la sombra ideolgica" del liberalismo.Tanto Mrtov como Trotski meten en el mismo saco perodos histricos de naturaleza diferente,comparando a Rusia, que est realizando su revolucin burguesa, con Europa, que la ha terminado hacemucho. En Europa, el contenido poltico real de la labor socialdemcrata consiste en prepararal proletar iado para disputar el poder a l a burguesa, que domina ya por completo en el Estado. EnRusia se trata todava nicamente de crearun Estado burgus moderno, que se asemejar a una monarquaunker (en el caso de que triunfe el zarismo sobre la democracia) o a una repblica democrtica burguesa

    campesina (en el caso de que la democracia triunfe sobre el zarismo). Y la victoria de la democracia en laRusia de nuestros das slo ser posible si las masas campesinas siguen al proletariado revolucionario y no alliberalismo traidor. Este problema no ha sido resuelto an por la historia. Las revoluciones

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    burguesas no han terminado to