Consideraciones Educacion Media Humanistica

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  • Cammarota, Adrin

    Consideraciones sobre la educacin media humanstica bajo el primer peronismo (1946-1955): expansin de la matrcula secundaria, inversin estatal y orden educativo meritorio

    Temas de historia argentina y americana N 19, 2011

    Este documento est disponible en la Biblioteca Digital de la Universidad Catlica Argentina, repositorio institucional desarrollado por la Biblioteca Central San Benito Abad. Su objetivo es difundir y preservar la produccin intelectual de la institucin.La Biblioteca posee la autorizacin del autor para su divulgacin en lnea.

    Cmo citar el documento:

    Cammarota, Adrin. Consideraciones sobre la educacin media humanstica bajo el primer peronismo (1946-1955) : expansin de la matrcula secundaria, inversin estatal y orden educativo meritorio [en lnea], Temas de historia argentina y americana 19 (2011). Disponible en: http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/consideraciones-educacion-media-humanistica.pdf [Fecha de consulta:..........]

    (Se recomienda indicar fecha de consulta al final de la cita. Ej: [Fecha de consulta: 19 de agosto de 2010]).

  • Consideraciones sobre la educacin media humanstica bajo el primer peronismo (1946-1955): Expansin de la matrcula secundaria, inversin estatal y orden educativo meritorio1

    Adrin cAMMArotAUNGS IDES UNTREF

    [email protected]

    resuMen

    El artculo analiza la expansin de la educacin pblica en el ciclo se-cundario bajo el primer peronismo, los intentos de centralizacin educativa y la fundacin de los Colegios Nacionales a lo largo del territorio nacional junto con la estructuracin de un sistema de enseanza meritorio, basado en la obtencin de calificaciones suficientes y cuyos merecedores esta-ban en condiciones de alcanzar los ms altos grados de instruccin. Es-tos mecanismos habran funcionado como una barrera de contencin para evitar la afluencia masiva de miles de jvenes que aspiraban continuar sus estudios secundarios y universitarios, pautando una suerte de contradiccin con la lgica de la justicia social. Sin caer en la especificidad, se seala un estudio de caso la fundacin del Colegio Nacional Mixto de Morn en el ao 1949- con el fin de visualizar los posibles mecanismos polticos que primaron entre las provincias y la reparticin central a la hora de desviar los recursos necesarios para la radicacin de instituciones educativas.

    PAlAbrAs clAves

    Centralizacin - Colegios nacionales - Estado - Peronismo

    1 Este trabajo retoma una serie de aspectos de mi tesis de maestra dirigida por Carolina Biernat.

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    AbstrAct

    This article examines the expansion of public education at the secon-dary level under the first Peronist, attempts to centralize education and the founding of the National Schools throughout the territory and by structuring an education system merit based in obtaining sufficient qualifications and merit which were able to achieve the highest levels of instruction. These mechanisms would have worked as a containment barrier to prevent the influx of thousands of young people who aspired to continue their high school and college, locking a sort of contradiction with the logic of social justice. Without falling into the specificity, and presents a case study - the foundation of the National Joint College of Moron in 1949 - in order to vi-sualize the possible policy mechanisms that prevailed among the provinces and the central distribution when diverting resources needed for the establis-hment of educational institutions.

    Key words:

    Centralization Education Peronismo - State

    introduccin

    En el mensaje pronunciado el 2 de abril de 1951 con motivo del ini-cio del ciclo lectivo el presidente de la Nacin, Juan Domingo Pern, hizo referencia a la obra educativa desarrollada por su gobierno destacando el conjunto de escuelas construidas, especialmente aquellas levantadas en los territorios nacionales. Pern aludi a la experiencia de su infancia en la Patagonia argentina donde el nmero de escuelas era escaso: De eso me acord cuando planeamos las escuelas. Desde mi gobierno en adelante, nin-gn nio argentino, cualquiera sea el rincn de la Patria en que viva, tendr necesidad de abandonar su casa para instruirse y educarse2.

    La presente investigacin tiene como objetivo analizar la educacin secundaria bajo el peronismo tomado como eje la expansin de la matrcula secundaria, la fundacin de instituciones educativas por parte del gobierno central y el abordaje de un estudio de caso: la radicacin de un Colegio

    2 Boletn de Comunicaciones, Ao III, 6 y 13 de abril de 1951, p. 351.

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    Nacional Mixto fundado en el ao 1949 en el distrito de Morn. Esta ins-titucin se transform, conforme transcurran los aos en una alta casa de estudios. Se ha dejado de lado la educacin tcnica puesto que la misma merecera un trabajo de mayor envergadura por la importancia que le otorg el gobierno en el marco de sus planes de profundizacin del proceso de in-dustrializacin por sustitucin de importaciones (ISI) gestado en la dcada de 1930.

    Las demandas que las instituciones de la sociedad poltica y de la socie-dad civil dirigieron al Estado en el perodo 1946-1955 estuvieron inscriptas en la lgica de la justicia social3 y en una coyuntura denominada democra-tizacin del Bienestar, esto es, la expansin del consumo, el empleo y el bienestar4. Si bien una gran cantidad de familias tuvieron los recursos ne-cesarios para enviar a sus hijos al nivel medio de enseanza; de qu forma incorpor el sistema a estos jvenes? Qu instrumentos utiliz la gestin estatal peronista para expandir el radio de alcance de la educacin secunda-ria? Incluy a todos los adolescentes por igual? Puntualmente en nuestro estudio de caso: de qu sector social provenan sus estudiantes? Cules fueron los mecanismos que se activaron desde el distrito para la erradicacin del Colegio Nacional Mixto?

    En tren de encarar estos interrogantes subyacen dos ejes que estructuran el trabajo. Por un lado, una de las ideas es que el Estado se vio sobrepasado por las aspiraciones de los jvenes que anhelaban seguir sus estudios secun-darios La inversin estatal en establecimientos educativos no alcanz a sa-tisfacer las necesidades sociales de los aspirantes al ciclo medio de la educa-cin. Por otro lado, se proyect la democratizacin de la escuela secundaria y del ciclo universitario sobre un carcter meritorio no elitista. El orden meritorio se bas en la obtencin de calificaciones suficientes para sortear el examen de ingreso a las diferentes orientaciones Normal, Bachiller, Co-

    3 oMAr AchA, Sociedad civil y sociedad poltica durante el primer peronismo, en: Desarrollo Econmico, vol. 44, julio-septiembre 2004, p. 206.

    4 elisA PAstorizA y JuAn cArlos torre, La democratizacin del bienestar, en: JuAn cArlos torre (Dir.), Nueva Historia Argentina. Tomo 8: Los aos peronistas (1943-1955), Sudamericana, 2002, pp. 257-313.

    Con respecto al desarrollo de las demandas sociales ver dAniel lvovich y JuAn suriAno (Comp.), Las polticas sociales en perspectiva histrica. Argentina, 1870-1952, Buenos Aires, Prometeo, 2008.

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    mercial-, obtener becas por parte del Estado e ingresar a la Universidad. El orden elitista-educativo, que desde finales del siglo XIX hasta la dcada de 1930 rigi los postulados pedaggicos del sistema, bas sus preceptos en un conjunto de consideraciones que abarc desde las tipologas biologicis-tas hasta un enciclopedismo pedaggico que apunt a la formacin de una elite dirigente- homognea cultural y socialmente-supuestamente destinada a gobernar o a colonizar los puestos de la administracin pblica. Las ti-pologas biologicistas derivadas de la eugenesia- doctrina que apuntaba al mejoramiento de la raza orientaron el perfil de maestros y profesores en la dcada de 1930; mientras que el enciclopedismo pedaggico estaba basado en la transmisin de puros conocimientos intelectuales, menos espirituales, considerando a la educacin como un saber universal y copioso. En este contexto la educacin cumplira un rol fundamental inculcando valores mo-rales, cvicos e higinicos. A pesar del carcter meritorio de la educacin, el peronismo orient a los jvenes a seguir determinada carrera realizando una separacin entre estudios humansticos y estudios tcnicos, segn lo han planteado por los investigadores/as Juan Carlos Tedesco y Silvina Gvirtz5. Se priorizaron para los hijos de clase media los primeros y, para los hijos prevenientes de las familias obreras, el segundo nivel de instruc-cin.

    Un segundo nivel de anlisis da cuenta de la expansin de la matrcula secundaria. La misma dependi de los regionalismos provinciales, es decir, no fue un fenmeno homogneo. Fue un proceso gradual que encuentra sus orgenes en la dcada de 1930. A la hora de invertir en establecimientos educativos se entrecruzaron lealtades polticas con la necesidad por parte del gobierno de centralizar el sistema de enseanza. En este contexto, la educacin secundaria se erigi como una demanda inmediata de las ascen-dentes clases medias urbanas.

    El estudio de caso analizado se inscribe en este contexto: la articula-cin entre una demanda social por parte de la comunidad moronense que se hallaba en un proceso de modernizacin y diversificacin social a fines

    5 JuAn cArlos tedesco, Educacin y sociedad en la Argentina (1880-1945), Buenos Aires, Siglo XXI, 2009 y silviA Gvirtz, La politizacin de los contenidos escolares y la respuesta de los docentes primarios en los primeros gobiernos de Pern- Argentina 1949-1955, en: Estudios Interdisciplinarios de Amrica Latina y el Caribe, vol. 10, N 1, enero-junio 1999.

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    de la dcada de 1940, y la lgica poltica de un gobierno que tena en cuen-ta el potencial electoral que le redituaba el control de la enseanza en las provincias. Diversas escuelas y colegios fueron levantados por el Estado, la mayora en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Es probable que esta situacin no respondiera slo a la concentracin de poblacin en esas regiones sino tambin a un entramado de relaciones polticas con go-bernadores e intendentes que permita al Estado peronista avanzar sobre las autonomas provinciales.

    A la hora de indagar desde una perspectiva histrica la estructuracin del nivel medio de la educacin argentina el investigador se encuentra con un relativo vaco historiogrfico. Bsicamente hasta las dcadas de 1980-1990 eran exiguas las investigaciones sobre dicho nivel.

    Cuatro tipos de abordajes, que se corresponden con cuatro momentos histricos, pueden visualizarse en este campo de investigacin. El primero engloba un conjunto de estudios institucionales; de historia de las ideas pe-daggicas y ediciones de manuales para la formacin de los futuros maes-tros en la dcada de 19406. El segundo est representado por las investiga-ciones del cientista de la educacin Juan Carlos Tedesco, durante la dcada de 1960, quien orient el derrotero de la historiografa hacia innovadores rumbos. Sus investigaciones daban cuenta de nuevas problemticas e in-dagaciones. Por un lado, demostr como el Estado oligrquico ejerci un control social sobre los diferentes sectores sociales y, por el otro, analiz la expansin de la matrcula en los diferentes niveles del sistema educativo7.

    El tercer perodo de abordaje, que abarca las dcadas de 1980-1990, da cuenta de la recepcin de las polticas de adoctrinamiento en las escuelas primarias8. Diversos historiadores y en menor medida politlogos aadie-ron sus herramientas analticas e incorporaron avances. El politlogo Carlos Escud analiz los discursos de los funcionarios e intelectuales en la publi-cacin oficial del Consejo Nacional de Educacin, El Monitor de la Educa-cin Comn y lleg a la conclusin de que el nacionalismo educacional fue irracional y que comenz con los gobiernos oligrquicos y se politiz con

    6 MAnuel solAri, Historia de la educacin argentina, Buenos Aires, Paids, 2000, (primera edicin 1949).

    7 JuAn cArlos tedesco, op.cit. 8 silviA Gvirtz, op. cit.

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    el peronismo9. El historiador Mariano Plotkin estudi los mecanismos des-tinados a la generacin de consenso poltico y movilizacin creados por el Estado bajo el gobierno de Pern a travs de la apropiacin de los espacios simblicos y la politizacin de la educacin10.

    La politizacin de los contendidos tambin fue motivo de estudio por parte de los historiadores Tulio Halperin Donghi11 y Susana Bianchi12, mien-tras que Luis Alberto Romero coordin una investigacin sobre la idea de Nacin subyacente en los textos escolares del ltimo medio siglo13. Otros trabajos que continan con el anlisis de los libros de textos primarios apun-tan a desentraar el rol de la mujer en la familia, identificando rupturas o continuidades con las dcadas anteriores al peronismo14.

    La apertura hacia una historia de la educacin con un carcter nacional, provincial y regional pertenece a la coordinacin realizada por Adriana Pui-ggrs y Edgardo Ossanna y al trabajo de compilacin de Adrin Ascolani en el cual la mayora de los artculos tienen como objeto de investigacin el nivel primario15. Recientemente se ha indagado sobre la forma en que la educacin Argentina se pens a si misma a travs del anlisis de un conjunto de revistas que salieron a la luz desde finales del siglo XIX hasta la actuali-dad, tanto para el nivel primario como para el secundario16. No obstante ello,

    9 cArlos escud, El fracaso del proyecto argentino, Buenos Aires, Norma, 1990. 10 MAriAno PlotKint, Maana es San Pern: Propaganda, rituales polticos

    y educacin en el rgimen peronista, Buenos Aires, Ariel, 199411 tulio hAlPerin donGhi, La democracia de masas, Buenos Aires, Paids, 1972. 12 susAnA biAnchi, Catolicismo y peronismo: la educacin como campo de

    conflicto, en: Anuario del Instituto de Estudios Histricos-Sociales, N 11, 1996, pp.147-178.

    13 Luis Alberto Romero, La Argentina en la Escuela. La Idea de la Nacin en los textos escolares, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007.

    14 cAtAlinA wAinerMAn y MAriAnA herediA, Mam amasa la masa? Cien aos en los libros de lectura de la escuela primaria, Buenos Aires, Editorial Belgrano, 1998.

    15 AdriAnA PuiGGrs (Dir.) y edGArdo ossAnnA (coordinacin del tomo VII), La educacin en las provincias (1945-1985), Buenos Aires, Galerna, 1997 y Adrin AscolAni (Comp.), La educacin en Argentina. Estudios de Historia, Rosario, Ediciones Del Arca, 1999.

    16 silviA finocchio, La Escuela en la Historia Argentina, Buenos Aires, Edhasa, 2009.

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    las investigaciones realizadas sobre la historia de la educacin secundaria en Argentina han sido nimias si se las compara con la produccin que le han dedicado los investigadores al nivel primario.

    En los ltimos aos se ha realizado una revisin del peronismo a la luz de una serie de investigaciones. Estas han alumbrado nuevos matices del fenmeno. As las cosas, se ha puesto en tela de juicio las visiones tra-dicionales sobre el origen del frente popular como una etapa del desarrollo histrico marcada por el pasaje de una sociedad tradicional a una moderna, siguiendo la visin de Gino Germani17. Al menos eso se desprende del traba-jo de edicin realizado por Daro Marcor y Csar Tcach. Los investigadores se preguntan cmo podemos comprender el xito del peronismo en las pro-vincias donde la industrializacin era casi nula. Segn los trabajos recopila-dos, la alianza con entre las elites conservadoras y las elites peronistas fue fundamental para entender esa viabilidad18.

    La historiografa local ha destacado que durante el primer y segundo mandato de Pern (1946-1955), se produjo una notable expansin de las polticas de salud, vivienda y educacin19. Uno de los ejes articuladores de dicha poltica fue el Estado. Gracias a la centralizacin, la poltica social alcanz los rincones ms lejanos del territorio nacional y obtuvo resultados nunca avistados hasta entonces20. Sin embargo, una nueva lnea de investi-gacin est dando cuenta de la recepcin de la poltica social en las provin-cias argentinas durante este perodo. La misma estima que se produjo una brecha entre los objetivos propuestos por el gobierno y su implementacin

    17 Gino GerMAni, Poltica y sociedad en una poca de transicin, Paids, Buenos Aires, 1962.

    18 dAro MAcor y csAr tcAch (Ed.) La invencin del peronismo en el interior del pas, Santa Fe, Universidad del Litoral, 2003.

    19 AnAh bAllnet, Las huellas de la poltica. Vivienda, ciudad., peronismo en Buenos Aires, 1943-1955, Buenos Aires, Universidad de Quilmes, 2006. Con respecto a la expansin de los servicios de salud ver KArinA rAMAcciotti, La poltica sanitaria del peronismo, Buenos Aires, Biblos, 2009. De la misma autora, De chico el rbol se puede enderezar. La salud infantil durante el peronismo en: lucA lonetti y dAniel MiGuez, Las infancias en la historia Argentina (1890-1960).Interseccin entre prcticas, discursos e instituciones, Rosario, Prohistoria, 2010.

    20 MAriAno PlotKint, op.cit. rAAnAn rein, Peronismo, populismo y poltica. Argentina 1943-1955, Buenos Aires, Editorial Belgrano, 1998.

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    en trminos reales21. Resta subrayar las producciones acadmicas que jalo-naron su atencin en describir la conformacin de una juventud peronista en los orgenes del movimiento22 y los intentos de politizacin de la comunidad estudiantil desde el asociacionismo poltico23. En esta direccin, el presente trabajo puede aportar a la historiografa sobre el peronismo desde un foco poco explorado. A su vez, su lectura puede abonar a una historia social de la educacin y constituir un aporte sustantivo a las investigaciones sobre polticas estatales desde una perspectiva histrica.

    La propuesta se estructura en dos apartados. En el primero se destaca un somero anlisis de la expansin de la matrcula secundaria, la ubicacin geogrfica de los establecimientos y la problemtica edilicia para albergar a todos los estudiantes .Por su parte, el segundo apartado se centra en un estudio de caso: la creacin del Colegio Nacional Mixto de Morn, la re-lacin entre desarrollo urbano, diversificacin social, demanda educativa y la llamada cuestin poltica que permiti satisfacer la demanda de la comunidad moronense.

    1- lA centrAlizAcin educAtivA, lA eXPAnsin de lA MAtrculA secundAriA y lA inversin estAtAl.

    1.1 lA centrAlizAcin del sisteMA educAtivo

    Uno de los objetivos del gobierno peronista en materia de educacin y en consonancia con los lineamientos del Primer Plan Quinquenal (1947-1952), fue la centralizacin del sistema de enseanza. Hay que destacar que

    21 Adrin cAMMArotA, El cuidado de la salud de los escolares en la provincia de Buenos Aires durante el primer peronismo (1946-1955). Las libretas sanitarias, las fichas de salud, y las cdulas escolares en: Propuesta Educativa, FLACSO, n35, junio 2011. ivAnA hirscheGGer, La enseanza primaria en el marco del Estado de Bienestar: los planes de obras y la expansin de los servicios educativos en dos municipios de Mendoza, 1946-1955 en: Anttesis, vol. 3, n 6, julio diciembre de 2010.

    22 oMAr AchA, Los muchachos peronistas. Orgenes olvidados de la juventud peronista (1945-1955), Buenos Aires, Planeta.

    23 Adrin cAMMArotA, Salud, deporte, nacionalismo y gnero en los espacios de socializacin de nios y adolescentes (1930-1955). Las colonias de vacaciones, los Clubes Colegiales y la Unin de Estudiantes Secundarios (UES) en: Kairos, ao 15, n 28, noviembre de 2011.

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    dicho objetivo no constitua una novedad de la poca. La ley de Educacin Comn (1875), el Congreso Pedaggico (1882), la ley 1420 (educacin li-bre, gratuita y laica), junto con otras leyes liberales que tenan como fi-nalidad separar al Estado de la Iglesia y desmantelar la herencia colonial apuntaron tambin en esa direccin.

    Para llevar a buen puerto la incorporacin de los jvenes al ciclo me-dio de enseanza, el Estado se enfrent a una problemtica sustancial: la fragmentacin del sistema educativo y las no tan numerosas instituciones educativas de carcter pblico que convivan con instituciones privadas24. Durante la etapa 1930-1945, el crecimiento de la enseanza media, a dife-rencia del registrado en el nivel primario, cont con una fuerte participacin privada. Sus esfuerzos estuvieron dirigidos a controlar las modalidades cl-sicas, especialmente el magisterio por el rol destacado que se le otorgaban a las maestras en su misin educadora25.

    Con el advenimiento del peronismo el problema de la fragmentacin educativa ser revertido gracias a la puesta en marcha de una maquinaria burocrtica-educativa cuyo modelo de organizacin coron los diversos mi-nisterios. Se intent democratizar el ciclo secundario y universitario que otrora eran reductos acadmicos monopolizados por una elite urbana. A su vez se impulsaron un conjunto de medidas para disminuir el analfabetismo en los sectores ms postergados. Con el nacimiento del Ministerio de Edu-cacin en 1949 culmin un proceso de centralizacin que haba despuntado con resultados adversos a fines del siglo XIX cuya necesidad era educar y nacionalizar al inmigrante y formar ciudadanos adoctrinados en los valores cvicos, morales e higinicos; trada republicana que demandaba la cons-truccin o la invencin de una Nacin26. La escuela pblica, especialmente el nivel secundario, inici un camino de crecimiento a fines de la dcada de

    24 Desde el siglo XIX, la coexistencia de escuelas particulares o privadas condujo a la existencia de cuatro sistemas educativos paralelos: sistema pblico-provincial, pblico-privado; sistema nacional-provincial y nacional privado. En 1884 haba 13 provincias y una jurisdiccin nacional, 14 sistemas educativos pblicos y hasta 14 subsistemas particulares o privados. Durante las tres dcadas siguientes la situacin no cambio sustancialmente de forma. rAl GuevArA, Jurisdiccin Transfederal. La leyenda de la ley 1420 y otros mitos porteos en educacin, Buenos Aires, Universidad Nacional de Lomas de Zamora, 2006.

    25 JuAn cArlos tedesco, op. cit., pp. 233-23526 liliA AnA bertoni, Patriotas, cosmopolitas y nacionalistas. La construccin de la

    nacionalidad argentina a fines del siglo XIX, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2001.

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    1940 que tendra su punto de inflexin en la dcada de 1960. El aumento de la demanda educativa marchaba en paralelo con la satisfaccin de las demandas sociales y la intervencin del Estado.

    Durante las dcadas de 1940 y 1950, el aumento de la poblacin urbana y la expansin de los medios de comunicacin favorecieron al proceso de homogenizacin cultural sustentado por la escuela pblica. Por aadidura, la novedad del peronismo consisti en que el Estado se ocup de allanar-les el camino, removiendo obstculos y ampliando los procesos que venan ocurriendo a escala nacional27.

    Como ha observado el historiador Daniel James, el peronismo imple-ment una nueva intervencin en materia social, poltica y laboral que fue tributaria de una redefinicin del concepto de ciudadana. La ciudadana comenz a ser definida en funcin de la esfera econmica y social de la so-ciedad civil ampliando su esfera de influencia28. En este contexto la juventud tuvo posibilidades de crecimiento a futuro y nuevos espacios de socializa-cin como las plazas, los talleres, la expansin de las sociedades de fomento y las escuelas.

    Ahora bien, la reforma de los planes de estudios, la centralizacin del sistema educativo y la inclusin de los jvenes en la escuela secundaria; coincida con un contexto de posguerra en el cual se haba incrementado la permanencia de los jvenes en las instituciones educativas. Se haban gene-ralizaron las teoras sobre la existencia de una cultura juvenil, autnoma e interclasista. La misma experiencia escolar contribuy a la invencin de la juventud enmarcada en una categora social definida, gracias a la mora-toria que brindaban los estudios acadmicos que le otorgaban a los jvenes la posibilidad de retrasar el mandato del matrimonio o el mercado laboral e interactuar entre pares29.

    27 elisA PAstorizA y JuAn cArlos torre, La democratizacin del bienestar, op. cit., p. 278.

    28 dAniel JAMes, Resistencia e integracin. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976, Buenos Aires, Siglo XXI, 2006.

    29 Ver: Omar AchA, Los muchachos peronistas op. cit. vAleriA MAnzAno, Cultura poltica y movimiento estudiantil secundario en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX en: Propuesta Educativa, FLACSO, N 35 junio de 2011, pp. 41-52. isAbellA cosse, Pareja, sexualidad y familia en los aos sesenta, Buenos Aires, Siglo XXI, 2010. Para auscultar los aspectos socio-culturales de la juventud en EEUU y en la Italia fascista ver: luisA PAsserini, La juventud, metfora del cambio social. Dos debates sobre los

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    Como hemos sealado anteriormente, el primer paso para la centrali-zacin educativa fue la creacin del Ministerio de Educacin de la Nacin en 1949. El segundo, como veremos a continuacin, fue la radicacin de las entidades educativas para romper con las distancias y el aislamiento geo-grfico30.

    1.2 lA deMAndA educAtivA (1946-1955)

    Una de las hiptesis de este trabajo es que el Estado se vio sobrepasado por las aspiraciones de los jvenes que anhelaban seguir sus estudios se-cundarios. En el presente apartado veremos como el peronismo intent res-ponder a esta demanda con graves dificultades relacionadas con la cuestin edilicia para incorporar a los nuevos estudiantes. Esta problemtica se plasm en otros mbitos de la administracin pblica como, por ejemplo, en la Direccin de Maternidad e Infancia dependiente del Ministerio de Salud, afectada por la incapacidad material y la reduccin del presupuesto a partir de 195031.

    A juzgar por las fuentes, la creacin de las escuelas y Colegios Nacio-nales no constituy un derroche de retrica y propaganda estatal con aspira-ciones a largo plazo. Con motivo de la creacin de un Colegio Nacional y un Liceo de Seoritas anexo en la zona oeste de la Capital Federal, el Boletn de Comunicaciones -fuente oficial del Ministerio- esbozaba su fundamenta-cin. Se aluda a la situacin en que se encontraba el estudiantado de todo el pas y, en especial el del interior, ante la imposibilidad de cursar sus estudios en los lugares de residencia. A continuacin estimaba que:

    Que la marcha efectiva y ascendente de todos los sectores de trabajo de la Nacin hacen necesario e impostergable cimentar los anhelos de elevacin

    jvenes en la Italia fascista y en los Estados Unidos durante los aos cincuenta en: GiovAnni levi y JeAnclAude schMitt, Historia de los jvenes. La Edad Contempornea, Madrid, Santillana, 1996, pp. 383-445.

    30 Ver Adrin cAMMArotA, El Ministerio de Educacin durante el peronismo: ideologa, centralizacin, burocratizacin y racionalizacin administrativa (1949-1955) en: Revista Historia de la Educacin Latinoamericana (RHELA), vol. 15, ao 2010, pp. 63-92.

    31 cArolinA biernAt y KArinA rAMAcciotti, La tutela estatal de la madre y el nio en la Argentina: estructuras administrativas, legislacin y cuadros tcnicos (1936-1955), en: Histria, Ciencias, Sade-Manguinhos, Ro de Janeiro, v. 15, abril-junio, 2008, p. 331-351.

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    cultural de la juventud de todo el territorio, facilitndole- sin retaceos- los medios para que puedan completar el ciclo educativo que lo capacite para la carrera universitaria o bien para afrontar con mayor preparacin la vida de trabajo32.

    Por otro lado, se aluda a una de las causas que tomamos en este trabajo para explicar la radicacin zonal de los colegios: el crecimiento vegetativo de la poblacin en determinados distritos y provincias de la Argentina.

    La demanda por una educacin ms accesible al nivel medio del siste-ma no constituy una programacin dictada desde los resortes del poder. El decreto 10.409 del 26 de mayo de 1952 se erigi como una respuesta inme-diata a una demanda social:

    Que numerosas presentaciones de instituciones gremiales, sociales y cul-turales, sealan necesidades de la poblacin escolar, que por otra parte han sido consideradas favorablemente por los organismos tcnicos del Minis-terio de Educacin, pudindose sobre la base de esos antecedentes, crearse un nmero determinado de establecimientos de enseanza en el presente ao33.

    Cules fueron las herramientas implementadas para potenciar el pro-ceso reseado? Bsicamente la fundacin de nuevos establecimientos para evitar el aislamiento geogrfico y albergar a los jvenes que anhelaban se-guir sus estudios secundarios aunado a la accin distributiva del Estado que permiti a un conjunto crecientes de familias enviar a sus hijos a obtener una titulacin acadmica. El otorgamiento de becas estudiantiles tambin se puede mencionar como uno de los pilares constitutivos del sistema. Hay que destacar que la oferta del Estado fue mucho ms innovadora en cuanto al sistema de enseanza tcnica con una gran expansin e inversin de la misma y la creacin de las escuelas-fbricas.

    32 Boletn de Comunicaciones, Ao IV, N 227, 27 de junio de 1952, p. 505 33 Ibdem, p. 506

  • 59CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    1.3 cAntidAd de estAbleciMientos

    Antes de continuar con nuestro anlisis debemos sealar un problema conceptual y metodolgico cmo medimos la expansin de la matrcula secundaria? El problema no debe ser reducido a la cantidad de matrcula en un perodo dado ya que, como ha destacado el propio Tedesco, la medicin precisa de ste fenmeno est limitada por la carencia de datos bsicos a saber: origen social de los estudiantes secundarios e informacin acerca de la estructura de edades de la poblacin adecuada a los perodos escolares para los aos comprendidos entre los censos nacionales de 1914 y 196034. A pesar de este sealamiento, su trabajo se basa exclusivamente en la canti-dad de alumnos matriculados para medir el crecimiento del ciclo medio sin bosquejar los datos referidos a la cantidad de establecimientos educativos existentes desde la dcadas anteriores a la etapa peronista y las institucio-nes educativas fundadas durante los aos 1946-1955. Al respecto, debemos sugerir otro cuestionamiento entroncado con una visin estatal actual en materia educativa cuyo binomio inclusin-exclusin de los jvenes al sis-tema educativo se resume en una retrica fraseologa resumida en la trada inclusin, permanencia y trmino. Al no poseer datos fidedignos sobre el grado de desercin en el nivel medio podemos afirmar tajantemente que se produjo una gran expansin de la matrcula secundaria? Podemos medir dicha expansin solo consignando la cantidad de alumnos/as matriculados? En este sentido, considero que una poltica educativa eficaz debe medirse por el grado de inclusin y trmino de los estudios. Algunos datos nos sugie-ren que se produjo un desfasaje entre el nmero de alumnos/as matriculados en primer ao y los que llegaron a trmino sus estudios.

    Si la demanda es anterior al advenimiento del peronismo tendremos que analizar un conjunto de datos que nos permitirn darnos una idea sobre el crecimiento de la educacin media a nivel nacional. Tomamos tres niveles especficos: la Enseanza Media Normal, Enseanza Media Bachiller y la Enseanza Media Comercial. Los datos contemplan el nmero de estableci-mientos, pblicos y privados, provinciales y municipales y nacionales entre los aos 1914 y 1955. Los resultados obtenidos son los siguientes:

    34 JuAn cArlos tedesco, op.cit., p. 234.

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    Grfico 1

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomo 1, pp. 58-59.

    Grfico 2

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomo 2.

  • 61CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    Grfico 3

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomo 1, pp. 282-283.

    Como vemos en los grficos no podemos afirmar que la expansin de la matrcula secundaria careci de homogeneidad ya que dependa de las distintas orientaciones. Comencemos con el nivel Bachiller. Desde el ao 1914 hasta el ao 1955 la tendencia se mantiene constante: aproximada-mente cada diez aos la cantidad de establecimientos aumenta en 100, tanto estatales como privados, municipales y provinciales, llegando a un poco ms de 500 para el ao 1955. Las cifras difieren en la orientacin Comercial y la enseanza media Normal. Con respecto a la primera, hasta el ao 1934 la cantidad de establecimientos ronda los 50 en todo el pas, pasa a casi 150 en el ao 1944 y a un poco ms de 250 en el ao 1955. El desarrollo de la enseanza media Normal es cualitativamente ms significativa a comienzos de siglo: ms de cincuenta establecimientos, expandindose considerable-mente a fines de la dcada de 1930 y llegando a ms de 300 para 1955. A pesar de que es superior su nmero a principios del siglo XX no llega a igualar al nivel Bachiller para el ao 1955. Hay que recordar que hasta la dcada peronista, el nivel de instruccin obligatoria era el nivel primario. A fines del siglo XIX y las primeras dcadas del siglo XX, la necesidad de

  • 62 ADRIN CAMMAROTA

    educar a la poblacin demandaba una mayor cantidad de maestras normales. La dcada de 1930 contempl un despegue en cuanto a la expansin

    de establecimientos educativos aunque su porcentaje fue ms elevado en el nivel Bachiller y Normal y menos en el Comercial. A qu se debe el au-mento de los establecimientos mencionados? A la intervencin del Estado en respuesta a la crisis mundial de 1929? Entonces podemos sugerir que se fortaleci la capacidad de esos sectores emergentes para enviar a sus hijos en bsqueda de una titulacin acadmica. Resulta sugestivo que entre los aos 1930-1955 el nivel que ms se expandi fue el bachillerato, siendo ste el paso previo a la universidad.

    La tendencia a una expansin continua de la educacin formal se co-rresponde con el desarrollo de un perfil social urbano que no cambi sus-tancialmente entre los aos 1945-1955. A mediados de 1950 el volumen de la clase media cuyos hijos suponemos colmaban las divisiones de los cole-gios bachiller y comercial- fue mnimamente superior al de 1945 (pas del 41 % al 43%) y algo inferior al de la clase obrera (50 % a 49 %). Con el de-sarrollo de una clase media urbana las expectativas de una educacin formal estaban cifradas en el nivel secundario. Hasta 1945 los que haban obtenido la credencial educativa del nivel primario -necesarias para acceder a posi-ciones administrativas asalariadas- comenzaban a acceder al nivel medio.

    1.4 ubicAcin GeoGrficA de los estAbleciMientos: 1946-1955

    Es consecuente el nmero de matrcula con el aumento de la pobla-cin? Era homogneo dicho proceso en todas las provincias o solo es un fenmeno que se centr en Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires?

    Hay una relacin subyacente entre el crecimiento poblacional y las di-ferencias regionales en cuanto al desarrollo y distribucin del ingreso. La Capital Federal y la provincia de Buenos Aires registraron un crecimiento de poblacin importante en relacin con el resto de las regiones del pas. El IV Censo relevado el 10 de mayo de 1947 registr 15. 893.827 de habitantes35.

    35 El Primer Censo Nacional, relevado el 15 de septiembre de 1869, registr 1.830.214 habitantes. El Segundo Censo Nacional, relevado el 10 de mayo de 1895, registr 3.954.911 habitantes. El Tercer Censo Nacional, del 1 de junio de 1914, registr 7.885.237 habitantes. PresidenciA de lA nAcin, Ministerio de Asuntos Tcnicos, Anuario Estadstico de la Repblica Argentina, Buenos Aires, tomo 1, Compendio, 1949-1955, p.43.

  • 63CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    Capital Federal y provincia de Buenos Aires son las regiones en las cuales se producen la mayor cantidad de nacimientos en el interregno 1949-195036. Y son estas mismas regiones las que contienen la mayor cantidad de alum-nos matriculados en el perodo 1949-1955 en las orientaciones sealadas. Sobre un total de 1.628.823.00 alumnos/as matriculados en todo el pas -de primero a quinto ao-, 874.229 asistieron a establecimientos radicados en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires en los aos mencionados. De ellos, 674.518 estudiantes concurrieron al Bachillerato, 501.419 a estableci-mientos Normales y 452.886 al Comercial37.

    Debemos tener en cuenta que el crecimiento de las escuelas secundarias es un fenmeno urbano y no rural. Por lo tanto, no resulta sorpresivo que en aquellas ciudades con una poblacin asalariada importante en la cual la so-ciedad se halla en un proceso de movilidad social, el Estado decida gestionar un mayor control impulsando centros educativos en pos de captar un caudal importante de voluntades polticas y, a su vez, responder a las aspiraciones de ascenso social como producto de un proceso de democratizacin del bienestar. A diferencia de la Ley Linez de 1905 que autorizaba al gobierno nacional a establecer escuelas en las provincias que lo solicitaran y de esa forma imponer la hegemona ideolgica de las voluntades porteas; en la dcada de 1940 y 1950 las intenciones explcitas del gobierno nacional al crear un conjunto de instituciones educativas era justamente la unificacin y centralizacin del sistema educativo, es decir, el control y homogenizacin ideolgica de una de las herramientas de reproduccin social: la educacin.

    Veamos ahora donde se concentran la mayor cantidad de establecimien-tos de enseanza creados por el Estado hacia 1950. Nuevas Escuelas Na-cionales de Comercio, Secciones Comerciales y divisiones de primer ao dependientes del Ministerio de Educacin son creadas por decreto del Po-der Ejecutivo: 39 divisiones de primer ao, 19 Colegios Nacionales (dos en Morn), 6 escuelas Nacionales de Comercio y 27 escuelas Nacionales de Comercio38. En su mayora estos nuevos establecimientos y divisiones fueron creados en Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires segn los

    36 Ibdem, p. 44. 37 Elaboracin propia en base a datos extrados de Departamento de Estadstica

    Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Enseanza Media, Aos 1914-1963, Buenos Aires, tomo 1 y 2, pp. 78-79, 303-304 y 407-408.

    38 Boletn de Comunicaciones, Ao II, N 107, 17 de marzo de 1950, pp. 110-113.

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    datos consignados por el Boletn de Comunicaciones. Las causas de esta evolucin se corresponden con el aumento de la poblacin en los lugares mencionados, una movilidad social ascendente y las lealtades polticas de los gobernadores e intendente adeptos al gobierno nacional.

    En 1952 la nmina alcanz a:

    Colegios Nacionales y Liceos de Seoritas: Colegio Nacional de Arrefi-ces (Buenos Aires), Colegio Nacional de Coronel Dorrego (Buenos Aires), Colegio Nacional de Lans (Buenos Aires), Colegio Nacional de Vicente Lpez (Buenos Aires), Colegio Nacional de Huinca Renanc (Crdoba), Colegio Nacional Laboulaye (Crdoba), Colegio Nacional de Ro Tercero ( Crdoba), Colegio Nacional de Casilda (Santa Fe), Colegio Nacional de Ceres (Santa Fe). Escuelas Nacionales de Comercio: Seccin Comercial Anexa al Colegio Nacional de Coronel Dorrego (Buenos Aires), Seccin Comercial Anexa al Colegio Nacional de Lans (Buenos Aires), Escuela Nacional de Comercio de San Urbano (Santa Fe). Escuelas Industriales de la Nacin: Escuela Industrial de la Nacin n 10- Ciclo Superior (Capi-tal Federal), Escuela Industrial de la Nacin- Ciclo Bsico- de Chacabuco (Buenos Aires), Escuela Industrial de la Nacin- Ciclo Bsico- de Barilo-che, Territorio Nacional de Ro Negro. Escuelas Industriales Regionales Mixtas de la Nacin: Escuela Industrial Regional Mixta de la Nacin -Ci-clo Bsico- de San Jos de la Esquina, (Santa Fe). Escuelas Profesionales de Mujeres: Escuela Nacional Profesional de Mujeres de Paran (Entre Ros), Escuela Nacional Profesional de Mujeres de San Juan, Escuela Na-cional Profesional de Mujeres de Santa Fe39.

    Siguiendo lo expuesto por el Boletn de Comunicaciones, se distribuy la suma de 5.508.200 m$m destinados a gastos varios: sueldos docentes, personal auxiliar, alquiler de edificios y gastos de instalacin. Hay que des-tacar dos cuestiones: la primera es que no todos los establecimientos crea-dos posean edificios propios. El Segundo Plan Quinquenal bregaba en uno de sus objetivos especiales referido a la edificacin educacional que en el quinquenio 1953/57 el Estado terminar y habilitar todos los edificios educacionales en construccin o construidos durante el primer Plan Quin-quenal y habilitar todos los locales escolares construidos por la Fundacin

    39 Boletn de Comunicaciones, Ao IV, N 227, 27 de junio de 1952, p. 506.

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    Eva Pern en su plan de 1000 escuelas. Es decir que el Estado reconoca el alcance acotado de su inversin edilicia. Esta situacin era subsanada por medio del alquiler de locales. Atendiendo a esta problemtica en el ao 1952 se cre una Comisin Especial Permanente para Resolver Problemas de Capacidad Escolar que tena a su cargo estudiar los problemas relacio-nados a la ubicacin de los establecimientos escolares y aconsejar sobre la cuestin40.

    Si traemos como ejemplo nuestro estudio de caso diremos que el Co-legio comenz sus actividades repartido en dos edificios cedidos por el go-bierno municipal y que antiguamente cumplan otras funciones. Como reco-noca el Boletn de Comunicaciones para el ao 1953 el Colegio Nacional de Morn y su Curso Comercial Anexo sufran la insuficiencia de locales a causa del incremento de la afluencia de alumnos en los ltimos aos, hasta tanto se construya el edificio incluido en el Plan de Obras del Segundo Plan Quinquenal. La solucin recay sobre la provincia: el ministro de Edu-cacin design al rector del Colegio para que en nombre y representacin del ministerio gestione directamente con las autoridades de la provincia de Buenos Aires la apertura de algunos de los edificios existentes en el distri-to41. As las cosas, el Estado Nacional -con todos los recursos disponibles-trasladaba un problema de su incumbencia a un nivel local.

    De todos modos, cabe aclarar que los datos cuantitativos editorializados en el Boletn como en otras fuentes de la poca no deben ser tomados como absolutos, sobre todo si tenemos en cuenta las propuestas del Segundo Plan Quinquenal ya que el mismo no pudo llevarse a cabo en su totalidad. Tome-mos el caso de Salud Pblica: en diversas ocasiones el gobierno magnifi-caba -propaganda mediante- sus logros en cuanto a construccin de nuevos centros de salud. Pero la realidad distaba de la oratoria estatal: algunos de ellos haban sido construidos antes de la llegada del peronismo al poder y otros eran presentados como intenciones, es decir, se construiran a corto plazo42. La promesa estatal bosquejada en el Boletn segn la cual el gobier-no nacional se comprometa a levantar el edificio del Nacional de Morn

    40 Boletn de Comunicaciones, Ao IV, N 237, 5 de septiembre de 1952, pp. 833-834.41 Boletn de Comunicaciones, Ao V, N 266, 27 de marzo de 1953, pp. 94-95. 42 Ver KArinA rAMMAcciotti, Poltica social durante el primer peronismo:

    proyecciones del Primer Congreso de Poblacin de 1940, Res Gesta, N 43, 2005, pp. 177-200.

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    nunca se puso en marcha. Recin en el ao 1969, con un 70% de aportes por parte del gobierno nacional y un 30% por parte de la cooperadora del Cole-gio lo que implic una fuerte movilizacin de la comunidad para recolectar fondos, se construy un amplio y moderno edificio de tres pisos en la calle Casullo, con una cancha de ftbol adyacente. El terreno en esta oportunidad fue cedido por la municipalidad del distrito.

    1.5 el Mbito Pblico y PrivAdo

    Segn Juan Carlos Tedesco, entre los aos 1930-1945 el crecimiento de la enseanza media cont con una fuerte participacin privada y descendi posteriormente a lo lago de la dcada peronista43. Esta afirmacin es rela-tivamente cierta. Durante la etapa peronista la inversin privada tuvo una injerencia importante. Si observamos los siguientes grficos veremos que, en trminos generales, la cantidad de establecimientos privados superaba a la inversin estatal El clculo se realiz por medio de la sumatoria de los tres niveles Normal, Bachiller y Comercial- y tomando como referencia los aos 1949 y 1955.

    Grfico 4

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomos 1 y 2, p. 59, p. 283 y p.391.

    43 JuAn cArlos tedesco, op. cit., p. 235.

  • 67CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    Grfico 5

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomos 1 y 2, p. 59, p. 283 y p.391.

    Una mayor inversin privada en establecimientos educativos sobre la estatal nos puede indicar cierta incapacidad del Estado por estructurar un sistema de enseanza democratizado y de acceso inmediato a todos los estudiantes. Acorde a las resoluciones ministeriales y decretos del Poder Ejecutivo en relacin al mbito privado de la educacin se puede visualizar una preocupacin latente por parte del gobierno por controlar y hegemo-nizar ese sector. Con la ley 13.047 el gobierno normaliz la situacin de los institutos privados dictando el Estatuto para el Personal Docente de los Establecimientos de Enseanza Privada el 4 de octubre de 1947. Los establecimientos quedaban clasificados en adscriptos a la enseanza oficial (reciban subsidios del Estado) o libres (no estaban completamente indepen-dientes de la enseanza pblica).

    La otra explicacin remite a la configuracin histrica del sistema de enseanza. A fines del siglo XIX y comienzos del XX la iniciativa privada a nivel de la escuela secundaria correspondi preferentemente a la Iglesia y en menor medida a las comunidades extranjeras. Como ha demostrado la historiadora Lilia Bertoni, la educacin en manos de las comunidades extranjeras represent una preocupacin acuciante para la construccin de la nacionalidad. Los inmigrantes eran educados en un conjunto de pautas

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    culturales ajenas al ser nacional44. Si bien el estatuto poda contemplarse como una invasin al mbito privado, en la prctica se trataba de un subsidio encubierto a dichas escuelas45. Normalizar el funcionamiento de los insti-tutos privados le era redituable al gobierno? Podramos sugerir que en esta situacin reinaba cierto pragmatismo: al peronismo que aspiraba a la cen-tralizacin del sistema de enseanza le era ms redituable en trminos ideo-lgicos una educacin pblica pero, a su vez, por necesidad inmediata no estaba en condiciones de rechazar la capacidad edilicia del sector privado.

    Educacin privada en un gobierno popular? Para hacer justicia hay que destacar que si bien el nmero de edificios privados era de una respe-table cantidad, la matrcula secundaria se concentr en la escuela pblica.

    Grfico 6

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomos 1 y 2.

    La cantidad de divisiones en uno y otro sector tambin es dispar: en el ao 1949, 3.801 divisiones correspondan a establecimientos oficiales, mientras que 2.226 a establecimientos privados. En 1955 el sector oficial aglutin 6.062 divisiones y el privado 2749. Vemos aqu que el nmero de divisiones se elev sustancialmente en el sector oficial.

    44 liliA AnA bertoni, op. cit. Ver especialmente el captulo sobre educacin. 45 MAriAno PlotKin, op. cit., p. 157.

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    La otra cuestin que debemos plantear hace referencia a la magnitud de inversin por orientacin y la preferencia del gobierno con respecto a esto ltimo: mientras que la Enseanza Secundaria, Normal, Especial y Su-perior (Colegios Comerciales, Bachilleres, Colegios Normales, etc) tena destinada una cantidad de 144.240 m$m, la enseanza tcnica alberg un presupuesto asignado de 288.000 m$m para el ao 1953. Ello nos indicara la predisposicin del gobierno hacia una educacin tcnica para satisfacer la necesidad de profundizacin del modelo industrial46.

    La incentivacin de los estudios tcnicos irrumpi en la dcada de 1930 con la adopcin de un modelo basado en el crecimiento industrial. Funda-mentalmente, el empleador de los egresados de las escuelas tcnicas era el Estado. Como ha sealado Tedesco, el estmulo de los estudios tcnicos no fue contradictorio con el tradicionalismo ideolgico de los representantes del nacionalismo de derecha postulando una jerarquizacin entre el tipo de saber tcnico y el humanstico. En el centro de este universo los estudios humansticos quedaron reservados a una elite. La enseanza prctica fue revalorizada bosquejando nuevas alternativas educativas con las escuelas de continuacin: las tcnicas de oficios, creadas para cubrir las demandas de los grandes centros industriales, cuyas especialidades se centraban en hierro, electricidad y carbn; y las escuelas de artes y oficios que brindaban cursos de cuatro ao de duracin orientadas hacia la mecnica, la herrera y la carpintera47.

    En la etapa peronista solo restaba profundizar el proceso auspiciado por una coyuntura internacional favorable que permiti llevar los servicios de salud y educacin a las periferias de las provincias con un sistema educativo estructurado con un aparato estatal centralizado, diseado para operar en un sentido vertical, como en el resto del continente latinoamericano48.

    2. el PArtido de Morn: ModernizAcin y creciMiento urbAno. el coleGio nAcionAl MiXto.

    46 Boletn de Comunicaciones, ao V, n 266,27 de marzo de 1953, pp. 94-95. 47 JuAn cArlos tedesco, op. cit., pp. 213-219.48 silvinA Gvirtz, silviA GrinberG y victoriA AbreG, La educacin ayer, hoy y

    maana. EL ABC de la pedagoga, Buenos Aires, Aique, p. 104.

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    2.1 urbAnizAcin y ModernizAcin

    En el siguiente apartado se analizar un estudio de caso en el cual se imbricaron las relaciones polticas en un nivel local y provincial con el po-der nacional para la radicacin de un colegio mixto secundario en una zona caracterizada por la diversificacin social, el crecimiento urbano y la au-sencia de instituciones pblicas educativas. Sugerimos que las respuestas a las demandas sociales por parte de la reparticin central cobraron un mayor impulso en los crecientes centros urbanos en vas de modernizacin, como el caso del distrito reseado.

    El partido de Morn, ubicado en el oeste de la provincia de Buenos Ai-res, tena en 1949 una superficie de 135 kilmetros cuadrados y se hallaba a solo 23 kilmetros de Capital Federal. Segn el censo nacional de 1948, su poblacin era de 170.000 habitantes.

    Morn tuvo dos fuentes de crecimiento importantes que ayudaron a constituir un nuevo perfil social: la llegada de ricas familias tras la epidemia amarilla de 1871 y las migraciones internas producidas dentro de nuestro pas en la dcada de 1930. El tiempo de las quintas comenz a declinar con la afirmacin del proceso de industrializacin en la dcada de 1930, la llegada de nuevos inmigrantes y el consecuente crecimiento demogrfico. Las viejas quintas fueron fraccionadas y vendidas en lote junto con las reas rurales para la construccin de viviendas. A partir de esta dcada prolife-raron edificios de gran trascendencia histrica para la comunidad como la municipalidad y las asociaciones italiana, espaola y francesa. Tambin en-contramos numerosos edificios escolares, almacenes, bares y plazas. Estos sern los puntos claves en los cuales se desarrollar y organizar la vida so-cial, pero siempre teniendo como punto de referencia la Iglesia del distrito. En 1957, el Papa Po XII elev el templo a Iglesia Catedral con motivo de la fundacin del Obispado.

    El desarrollo de las industrias constituy un punto importante para su expansin. Los factores que determinaron su crecimiento fueron la cercana con la Capital Federal, los medios de transporte (ferrocarril), los desages por el arroyo Morn y el desenvolvimiento de los poderes pblicos49. Otro ndice de su progreso no los brinda el desarrollo de la edificacin. Las zonas

    49 Morn crnica y gua de su progreso. Edilicio, Industrial, Comercial, Social, Cultural, Deportivo, Buenos Aires, Imprenta Garca, 1950, p. 63. S/a.

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    baldas se fueron transformando paulatinamente en progresistas villas con un total de 331.163,35 metros cuadrados de superficie edificada50.

    En relacin con el resto del pas, la provincia de Buenos Aires concen-traba para el ao 1948 la mayor cantidad de establecimientos educativos (primarios). Hacia 1949 -ao de la creacin del Colegio Nacional-, dicha zona se encarril en un proceso de crecimiento en cuanto a infraestructura y urbanizacin. En rigor, de los 17 partidos que integran la provincia de Buenos Aires, el distrito de Morn se hallaba en el cuarto lugar en trminos reales de inversiones en el conjunto de la provincia. Igual resultado obte-nemos si indagamos sobre la masa de inversin en la superficie cubierta por obras: sobre el total de distritos obtenemos los siguientes resultados en moneda nacional: Vicente Lpez (651,1l millones de pesos), General San Martn (486,0 millones de pesos); 4 de Junio (406,7 millones de pesos), Morn (311,7 millones de pesos)51. Paulatinamente estas localidades se irn transformando en progresivos centros urbanos. En el ao 1938, segn cifras del Censo Provincial, Morn contaba con una poblacin total de 65.750 mil habitantes pasando en 1947 a 110.344 habitantes y en 1960 la cifra se eleva a 355.597. La poblacin total del distrito tiene un carcter predominante-mente urbano.

    La accin cultural tambin es significativa y estimul el intercambio social. La Municipalidad envi a recorrer a todas las zonas del partido un camin sonoro con equipo cinematogrfico filmador y proyector brindando al vecindario pelculas culturales y educativas. De la mano de estas acciones culturales cristalizan las escuelas de Arte Nativo y de Orientacin Profesio-nal. A su vez la biblioteca municipal Domingo Faustino Sarmiento fue rees-tructurada incorporndose 3000 nuevos volmenes52. En 1951 el intendente Csar Albistur Villegas fund el Museo Municipal Histrico y de Arte.

    2.2 deMAndA educAtivA: el coleGio nAcionAl de Morn

    El crecimiento urbano y la diversificacin social por la cual estaba atravesando el distrito determinaron que las demandas se complejizaran.

    50 Ibdem, p. 14.51 Ibdem, p. 176. 52 MuniciPAlidAd de Morn, Departamento Ejecutivo, Memoria Correspondiente al

    Ejercicio 1949, p. 8.

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    Segn los diversos testimonios recogidos, los jvenes moronenses deban viajar hasta Capital Federal para cursar sus estudios secundarios, dnde, por razones de espacio, las vacantes eran limitadas53. La mayora concu-rra al Colegio Nacional Mariano Moreno, a la Escuela Normal Mariano Acosta o al Liceo Nacional de Seoritas N 2 ubicado entre las calles Jos Mara Moreno y Rivadavia. Los establecimientos secundarios estatales en el distrito brillaban por su ausencia. En Morn solamente se hallaba el Ins-tituto privado San Jos, fundado en 189254. En 1949 el distrito contaba con 28 escuelas primarias que disponan de una matrcula de 10. 341 alumnos, tres jardines de infantes y tres escuelas profesionales con 981 inscriptos55. Un dato que nos puede aportar determinada relevancia a la cuestin es el estado en el cual se encontraban las escuelas primarias- dependientes de la provincia- para el ao 1947: el diario local Opinin, alertaba sobre la deca-dencia sanitaria de las escuelas del partido, mientras que en otra editorial remarcaba el deplorable estado de de la Escuela Bernardino Rivadavia56.

    Al abrir sus puertas el Colegio Nacional de Morn todos aquellos alum-nos que viajaban a Capital Federal fueron notificados que, por disposicin del Ministerio de Educacin, pasaban a ser alumnos regulares del naciente establecimiento57.

    Segn reza la historiografa local, en 1949, en una quinta perteneciente a don Agenor Hiplito Lobos, su hijo, el profesor Horacio Lobos, su so-brino Carlos Ignacio Rivas -a la sazn, secretario privado del ministro de Educacin, Oscar Ivanissevich- y el intendente municipal de Morn, Cesar Albistur Villegas, acuaron la idea de gestionar ante el gobierno nacional la creacin de un colegio secundario. Fue el propio Villegas el que se entrevis-t con Ivanissevich para llevar a buen puerto la propuesta.

    En la maana del 4 de abril de 1949 se inaugur el Colegio Nacional de Morn creado por el decreto n 9105 del 13 de abril del mismo ao. El

    53 Entrevistas realizadas por el autor a los profesores: Julia D Mara, Lidia Wouters y Pablo Tern.

    54 Breve Resea histrica del Instituto San Jos, en: Morn, Crnica y Gua de su Progreso, op.cit., pp. 34-36.

    55 Ibdem., pp. 41-43.56Opinin, 30 de abril de 1947 y 28 de mayo de 1947.57 Entrevista a la profesora Julia D Mara y ex alumnos: Julio Crespo, Norberto

    Boggiano, Norberto Garca, Franco Melazzini.

  • 73CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    edificio, cedido por el municipio, antiguamente oficiaba como la sede de la Municipalidad. En un breve lapso el colegio creci exponencialmente. Ante el incremento de la matrcula, en 1952 se abre otra sede en la calle Uruguay -en una vieja casona-, mientras que hacia 1953 se crea la seccin Comer-cial Anexa al Colegio Nacional Mixto. La apertura del establecimiento fue anunciada por uno de los diarios locales como una conquista ms que sumar a las ya logradas en bien del progreso cultural de Morn. Fueron invitados al acontecimiento el gobernador Domingo Mercante, el presidente de la Cmara de Diputados de la Nacin, Hctor J. Cmpora y el ministro de Educacin Oscar Ivanissevich58. Este ltimo fue el que procedi a izar la bandera nacional en el establecimiento ante la presencia de las delegaciones escolares e integrantes de la comunidad.

    El primer rector del establecimiento fue el profesor Aldo Alberto Mon-tesano, nombrado el 2 de junio de 1949 por decreto presidencial n 12810 y con una asignacin mensual de novecientos cincuenta pesos moneda na-cional59. Ocup el cargo entre los aos 1949 y 1952. Era profesor en Letras egresado en 1932 de la Escuela de Profesores Mariano Acosta. Ejerci la docencia en la Escuela Industrial de La Plata, en el Colegio Nacional de la misma ciudad y en la Escuela Naval Militar. Por su parte, el vicedirector el Doctor Garca Tuon era mdico cirujano. Se desempeo como docente en el Colegio Nacional de Chivilcoy en 1922 dictando la asignatura Ana-toma, Fisiologa, Higiene y Piscologa. Fue profesor del curso Samaritano del Ateneo de la Juventud .Juan Bautista Alberdi de Chivilcoy, vicerrector en 1937, comisionado escolar de 1944 a 1946 hasta alcanzar la vicerrectora del Colegio Nacional Mixto de Morn. La secretara recay en la maestra normal y profesora nacional de msica Elsa Beatriz Calzada. Entre los aos 1943 y 1944 fue alumna del compositor argentino Constantino Gaito. Por ltimo, una figura clave en este estudio de caso es la del pro secretario y profesor de historia de la institucin Juan Carlos Bagat. Egresado de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta en el ao 1944, realiz una serie de trabajos histricos publicados en los diarios locales60. Bagat milita-

    58 El Imparcial, 30 de marzo de 1949. 59 Decreto presidencial, Archivo del ex Nacional de Morn, 1949. 60 El Mentor, ao 1, N 1, septiembre de 1950, p. 5. Legajo del profesor Aldo

    Montesano. Archivo del ex Colegio Nacional de Morn.

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    ba en el peronismo local y era una de las figuras ms cercanas al intendente Albistur Villegas ya que estaba casado con una prima del l. El inspector de Enseanza Secundaria, Normal, Especial y Superior, Ubaldo Ferrer organi-z la institucin hasta la designacin del flamante rector.

    El relato precedente sobre el nacimiento del Colegio Nacional y los actores sociales que gestionaron dicha demanda nos conduce a indagar so-bre los posibles mecanismos sobre los que se mont el Estado peronista para otorgar viabilidad a los reclamos mencionados. En el primer apartado visualizamos que la mayora de los Colegios Nacionales fueron creados en la Provincia de Buenos Aires. En la lgica discursiva de la justicia social, todos los jvenes eran merecedores de cursar sus estudios secundarios. Pero en el fomento de las instituciones educativas el Estado no solo responda a este parmetro. El proyecto educativo del peronismo, basado a grandes rasgos en la unificacin del sistema de enseanza, no se hallaba exento de favoritismos locales a la hora de desviar recursos para incrementar el nme-ro de instituciones educativas.

    Imagen 1

    Antiguo edificio donde comenz a funcionar el Colegio Nacional Mix-to de Morn (otrora edificio de la Municipalidad), frente a la Plaza General Don Jos de San Martn

  • 75CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    2.3 lA cuestin PolticA

    Para analizar esta cuestin, debemos internarnos en las relaciones po-lticas que intervinieron entre el nivel local (provincial) y el nivel nacional. Las relaciones entre el gobierno central y las provincias atravesaron a par-tir del ao 1946 diversos avatares producto de los conflictos provinciales61. Estos conflictos se entronaron en diversas luchas parcelarias por el poder poltico y la heterogeneidad ideolgica de los dirigentes provinciales. Hacia 1949 Pern logr apaciguar las rencillas provinciales con la vigencia de las nuevas Constituciones locales, la intervencin federal y los gobernadores adictos a los designios del gobierno que asumieron en 195262.

    La centralizacin poltica del territorio nacional marchaba en forma pa-ralela a la centralizacin del sistema educativo. Acorde a este espritu po-demos mencionar la provincializacin de los territorios nacionales. Si bien dichos territorios rompieron con el molde de marginalidad poltica gracias a la ampliacin de la ciudadana por parte del peronismo, la provincializacin se les fue otorgando a medida que La Pampa, Chaco, Misiones, Neuqun, Ro Negro, Formosa, Chubut y Santa Cruz se fueron peronizando63.

    La nica excepcin a este ajetreo poltico fue la provincia de Buenos Aires gobernada por el coronel peronista Domingo Mercante quien logr representar de manera fidedigna los designios del lder justicialista. En esta plataforma poltica tambin cobra relevancia la figura del intendente de Mo-rn, Csar Albistur Villegas. Nacido en 1910 en el seno de una familia liga-da desde temprano a la poltica (su tatarabuelo, Benito Villegas, haba sido alcalde de la Santa Hermandad en Morn en 1806) siendo joven abandon

    61 En Mendoza los laboristas aceptaron como gobernador a un militar designado por Pern en el ao 1946; la provincia de Corrientes fue intervenida en 1947; Crdoba y la Rioja sufrieron la intervencin del poder central el ao siguiente y Santa Fe corri la misma suerte en 1949. Ver FLIX LUNA, Pern y su tiempo. La Argentina era una fiesta, 1946-1949, Buenos Aires, Sudamericana, tomo 1, pp.84-87.

    62 Como ha destacado en un anlisis pormenorizado Flix Luna, podemos destacar tres generaciones de gobernadores: los que llegaron al ejecutivo provincial con el triunfo de 1946 quienes resultaron ser los ms inestables por sus orgenes heterogneos; aquellos que ejercan el cargo antes de 1946 y los que triunfaron en las elecciones de 1951 y asumieron el poder en sus provincia en junio de 1952. Ibdem, t.2, p. 307.

    63 MArtA rufino, Peronismo, Territorios Nacionales y Ciudadana Poltica. Algunas Reflexiones en torno a la Provincializacion, Revista Avances el Cesor, Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y Arte, Ao V, n 5, 2005, pp. 132-148.

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    sus estudios de abogaca para dedicarse al periodismo. Fund y dirigi la revista Selecta y ms tarde el Boletn del Comit Universitario Radical en el cual colaboraba con Ricardo Rojas. A los 18 aos se convirti en el Secre-tario General del Comit de la Juventud de la Unin Cvica Radical. En su faz estudiantil se destac como dirigente: fue presidente durante tres aos del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y Secretario del Comit Universitario Radical. Acompa al Presidente del Comit de la UCR local, el ingeniero Ernesto Boatti, en la Secretara del organismo64.

    En el mbito municipal las relaciones entre la legislatura y el poder ejecutivo, tanto provincial como nacional, fueron mucho ms estrechas de lo que retrospectivamente recordaba un ex funcionario de la Municipalidad que trabaj con Villegas y ex profesor del Colegio65:

    Villegas era radical y despus se hizo peronista. Era radical cuando era joven. Pero cuando Pern lleg al poder, tuvo contactos con l () Pero siempre conserv su recuerdo radical. Eso te lo digo porque lo deca cons-tantemente. En su despacho tena un pequeo retrato de Yrigoyen. Una vez vino Mercante miraba de reojo el retrato. Y no dijo nada.Bueno, se hizo peronista y habl con Ivanissevich que en ese momento era ministro de Educacin un hombre muy culto- Recuerdo una maana en la ventana de la secretara privada del Colegio- en la vieja Municipalidad de Morn donde comenz a funcionar la escuela- y yo vea el despliegue de autos y autoridades del Ministerio de Educacin para la inauguracin del Colegio que se hizo esa maana66.

    Los lazos entre Villegas y el peronismo cumplimentaron una trama ms profunda signada por una convencida lealtad poltica. Pern representaba para el futuro intendente el comienzo de una nueva era poltica en la cual se desmantelara el poder de los conservadores quienes haban administrado la

    64 edGArdo coriA, Compilacin Histrica de Morn, 1583-1950, Buenos Aires, s/e, 1980, pp. 231-234.

    65 A juzgar por los diarios locales, antes del arribo de Villegas al ejecutivo, las relaciones entre el gobernador peronista Mercante y el municipio fueron estrechas. Por citar un ejemplo, en 1947 tres millones de pesos fueron asignados por el gobernador al municipio cuyo objetivo era el entubamiento del arroyo Morn. Opinin, 30 de enero de 1947.

    66 Entrevista al profesor Pablo Tern.

  • 77CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    provincia de Buenos Aires durante un perodo prolongado. La instrumenta-cin de un discurso social basado en una nueva matriz redistributiva a favor de los intereses de los trabajadores, era otra de las virtudes en la oratoria del coronel Pern quien se desempeaba como secretario de Trabajo y Previ-sin Social hacia el ao 1944.

    Segn refiere Villegas en sus memorias, su primer contacto con Pern se produjo en dicha secretara. Villegas le haba enviado una carta laudatoria en la cual le manifestaba su adhesin a las polticas sociales. El capitn de navo Alicio Ongara, militar allegado al coronel, fue el nexo entre el mili-tante radical y el futuro presidente justicialista. Subrepticiamente, el coronel Pern, por medio del Dr. Erasmo Carreo -asesor del gobierno y delegado de. Juan Atilio Bramuglia - buscaba atraer a los radicales hacia su causa. A principios de 1945 Carreo le ofreci a Villegas la Comisiatura Municipal de Morn.

    Hacia 1945 se produjo una divisin dentro del radicalismo moronense entre dos facciones: la de Boatti y la de Albistur Villegas. En esta ltima surgi la UCR Junta Renovadora que adhera a la poltica que Pern estaba llevando adelante desde la Secretaria del Trabajo y Previsin. La Unin C-vica Radical Junta Renovadora abri un comit sobre la calle Buen Viaje en Morn junto al edificio de la Sociedad Italiana. All se trabaj para conducir a Pern a la presidencia.

    Cuando Pern es detenido en la isla Martn Garca, la faccin de Albis-tur Villegas comenz a gestionar el apoyo de la comunidad local para mar-char hacia Plaza de Mayo para presionar al gobierno de Farrel. Segn refiere en sus memorias, los jvenes radicales y los gremios locales se reunieron en el local de la calle Buen Viaje para dar va libre al asunto. Desde all se dirigieron a Plaza de Mayo en camiones, autos y micros.

    En la lista a diputados nacionales figuraba en octavo lugar represen-tando al recin creado Partido Laborista. Declinando de tal ofrecimiento, alegando que en la lista se le daba a los laboristas una preeminencia que no corresponda, Villegas finaliz en franco conflicto con el lder sindical Cipriano Reyes en una tertulia realizada en el domicilio de Pern situado en la calle Posadas. Reyes quien encabezaba la lista- se proyectaba como un obstculo prximo al liderazgo de Pern, segn la postura retrospectiva de Villegas. Pero su malestar pronunciado era que los laboristas se atribuan la pertenencia a Pern. En esa reunin, Pern intercedi para que Villegas acompaara a Hortensio Quijano por la U.C.R Junta Renovadora Nacional

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    en representacin de la provincia de Buenos Aires. Otro punto de conflicto con los laboristas se inscribi en la presentacin de candidaturas para ocu-par el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires. Los laboristas bregaban por imponer al coronel Domingo Mercante, mientras que la Junta Renovadora propiciaba a la gobernacin al doctor Salvador Cetr. Las dife-rencias entre estas dos fuerzas polticas impidieron la conformacin de lis-tas unificadas para cargos legislativos. Tras una larga disputa, los laboristas consiguieron el apoyo de los renovadores imponiendo su candidato al Poder Ejecutivo Provincial67.

    En sntesis: la centralizacin del Estado Nacional marchaba en parale-lo con la centralizacin del sistema educativo. Podramos sugerir que con-forme transcurra este proceso, los recursos destinados al desarrollo de las instituciones educativas se vieron condicionados por el grado de autonoma local de los gobernadores e intendentes de las provincias, por un lado, y por una suma de lealtades jerrquicas por el otro. La figura poltica del coronel peronista Mercante y la intendencia de Villegas en la provincia de Buenos Aires se inscriben en la segunda opcin. Constituye un caso paradigmtico para comprender el nexo que subyaci entre una representacin poltica de una demanda social entroncada con los condicionamientos y aspiraciones del Estado Nacional. Estos condicionamientos no fueron slo en el orden poltico. Dentro del mismo circuito educativo se produjo una tensin latente entre el discurso democrtico y popular que le otorg el gobierno a la edu-cacin y una prctica selectiva y meritoria del estudiantado. En este caso se paut una continuidad con la dcada anterior, en la cual las tipologas biologicistas perfilaron el ideal del maestro y del alumnado en consonancia con el clima social-darwinista que imper en la formacin acadmica de determinados intelectuales, polticos e instituciones.

    67 oscAr h. Aelo, El Gobierno de Mercante. Estado y Partido en la Provincia de Buenos Aires, 1946-1951, en: Entrepasados, Ao XVI, N 32, 2007, pp.123-142. En el caso de Morn, las relaciones en el seno del peronismo moronense distaban mucho de ser idlicas. Las peleas por el poder municipal y los cargos para diputados provinciales fue una constante que tio el clima preelectoral a la comisiatura de Morn hacia el ao 1948.

  • 79CONSIDERACIONES SOBRE LA EDUCACIN MEDIA HUMANSTICA BAJO EL PRIMER PERONISMO

    Imagen 2

    El gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Domingo Mercante junto a Csar Albistur Villegas (centro) en la inauguracin de la Plaza General Don Jos de San Martn, 1950 (Plaza central de Morn).

    2.4 PersPectivAs de lA enseAnzA MediA A PrinciPios del siGlo XX

    Cierto carcter meritorio no elitista impregn el discurso y la raciona-lidad pedaggica del perodo peronista advirtiendo que esta prctica contra-deca, en parte, los postulados de la justicia social. Una de las hiptesis que se asign para explicar el carcter selectivo de la educacin secundaria es que a la Universidad deban llegar los mejores estudiantes del pas. De esta forma, el Estado asumi la responsabilidad en la formacin de los in-telectuales y profesionales altamente capacitados para dirigir el progreso de la Nacin68.

    Es dable focalizar la cuestin desde otro ngulo interpretativo ya men-cionado: el Estado se vio sobrepasado por la afluencia de una gran cantidad

    68 JorGe luis bernetti y AdriAnA PuiGGrs, Las reformas del sistema educativo, Jorge Luis Bernetti y Adriana Puiggrs (Dir.) Peronismo: Cultura poltica y educacin (1945-1955), Buenos Aires, Galerna, 2006. p. 242.

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    de jvenes al nivel secundario Ante este panorama interpel el Estado a los jvenes para seguir determinada orientacin en el nivel secundario con el fin de redistribuir la matrcula equitativamente en las distintas orientaciones apuntando, sobre todo, a una educacin tcnica?

    El Segundo Plan Quinquenal aspiraba con respecto a la enseanza me-dia del bachillerato, magisterio y comercial a la racional distribucin del alumnado secundario en orden a la necesidad de una mayor formacin de tcnicos, exigiendo reducir la proporcin de egresados en las carreras huma-nsticas en un 20% con respecto a las especialidades tcnico-profesionales y orientacin profesional.

    A fines del siglo XIX la perspectiva de la clase media estuvo princi-palmente focalizada en el acceso a los puestos polticos para los cuales era indispensable la preparacin en el Colegio Nacional. El enciclopedismo pe-daggico sirvi como contenido de la enseanza que apuntaba al ingreso a la Universidad o a la formacin de saberes para la administracin pblica. El modelo paradigmtico de esa poca estuvo atravesado por una enseanza primaria universal, mientras que la escuela media y superior qued reserva-do a los sectores privilegiados.

    2.5 lA cAlificAcin sociAl: el eXAMen de inGreso

    La existencia de un examen de seleccin implicaba poner en juego las capacidades y habilidades de los aspirantes que pretendan matricularse en los colegios, escuelas y liceos.

    Se ha enfatizado que la seleccin que operaba en el ciclo medio con-sista en distinguir a los ms capacitados de los incapaces. Para la pe-dagoga Adriana Puiggrs al ciclo universitario deban llegar los mejores, alumnos que el da de maana se convertiran en tcnicos y funcionarios de la burocracia estatal. Si a esto le aadimos que ms de la mitad de los establecimientos de enseanza eran privados, deberamos plantearnos que la democratizacin educativa albergaba determinados matices. Entonces convendra preguntarnos: convivi una educacin popular que afirmaba, a su vez, un carcter meritorio en determinados niveles del sistema? Esta seleccin estaba entroncada con la obtencin de calificaciones suficientes. En este sentido, la clasificacin era sinnimo de seleccin, transformndose en una calificacin social, una calificacin que tiende a transformar las

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    diferencias de clase en diferencias de inteligencia69. Toda la ingeniera en el sistema escolar apuntaba a medir, predecir y corregir el conocimiento y la conducta del adolescente desde temprana edad. As lo atestiguaban las cdulas escolares, los certificados de buena conducta, los roles genricos sustentados por la escuela primaria y secundaria y la aplicacin de normas y exmenes70.

    El examen de ingreso poda frustrar las aspiraciones de un joven que elega determinada orientacin en el nivel secundario. En el curso de Ba-chiller constaba de una prueba de Matemticas y otra de Castellano. Los exmenes se instituyeron por decreto del 11 de enero de 1933 para el ingreso a primer ao de Colegios Nacionales, Liceos de Seoritas, Escuelas de Co-mercio y Escuelas Industriales. El decreto de diciembre de 1948 establece el mismo requisito para el ciclo de Magisterio en las Escuelas Normales.

    En una de las tantas notas elevadas por los padres y madres de los alum-nos que concurran al Nacional de Morn, la madre del adolescente Roberto Luis C., de 14 aos de edad, realiza una peticin desconsolada al director General de Enseanza Secundaria, el 28 de enero de 1955. Ante la imposi-bilidad de conseguir matrcula para su hijo en el primer ao del secundario la madre arguye:

    () me vi obligada, haciendo grandes sacrificios, a ponerle un maestro particular que lo prepara para rendir como Libre el primer ao de estudios. Que no obstante ello, y debido a la deficiente enseanza o preparacin que se le proporcion, en los exmenes rendidos los das 13 y 14 de diciembre

    69 Pierre bourdieu, El racismo de la inteligencia, Sociedad y Cultura, Grijalbo, 1984, pp. 279-280.

    70 Para una anlisis de la salud escolar y la implementacin de la libreta sanitaria ver Adrin cAMMArotA, El cuidado de la salud escolar, op. cit. Con respecto los mandatos de gneros naturalizados por las instituciones educativas ver PAblo schArAGrodsKy, Tras las huellas de la Educacin Fsica Escolar Argentina. Cuerpo, gnero y pedagoga 1880-1950, Buenos Aires, Prometeo, 2006. Por su parte, el uso de la vestimenta escolar que sustentaba lo naturalmente femenino fue motivo de abordaje por parte de Ins Dussel y la historiadora Adriana Valobra, entre otros/as. ins dussel Cuando las apariencias no engaan: una historia comparada de los uniformes escolares en Argentina y Estados Unidos (siglo XIX-XX) en: Pro-Posicoes, v. 16, N 1 ( 46)-jan/abril, 2005. AdriAnA vAlobrA, Violencias silentes en Tornquist, Carmen S. y otras, Leituras de Resistncia. Corpo, violncia e poder, vol. II, Editora Mulheres, Ilha de Santa Catarina, 2000.

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    en curso, en el Colegio Nacional de San Martn, fue aplazado.Que paralelamente a ello y en el deseo de hacerle continuar normalmente sus estudios, solicit la inscripcin en el primer ao del Colegio Nacional de Morn, donde se me manifest que la misma se haba cerrado el da 5 del actual, fecha en la que yo no poda presentar la documentacin necesa-ria por encontrase en el Colegio Nacional de San Martn a efectos de rendir el examen libre.Que el da 16 de enero prximo comienza a dictarse en el Colegio Nacional de Morn el curso preparatorio de ingreso al primer ao y deseara, con el cario propio de toda madre, que mi hijo al igual que otros nios pueda reci-bir la enseanza necesaria para ser til a si mismo y a la sociedad. (Subrayado del autor)

    El pedido fue resuelto favorablemente para su hijo. El reclamo nos otor-ga la posibilidad de entender con mayor precisin la importancia que le otor-gaba la familia a la formacin de sus hijos. Son deseos de una sociedad que visualiza a travs de la educacin la posibilidad de una movilidad social as-cendente, aunque el Estado obstaculice esa posibilidad con los exmenes de ingreso o con la falta de instituciones educativas en el distrito. Tambin generaba gastos extras para una familia que preparaba a su hijo/ja con una maestra particular. Como recordaba una profesora del Colegio Nacional in-gresaban a la escuela los ms preparados. Los mejores deban continuar su derrotero hasta el nivel universitario y, si era necesario, recibir la ayuda material del Estado. En trminos legales esta situacin estaba acreditada por la reforma constitucional del ao 1949.

    Los alumnos capaces y meritorios tienen el derecho de alcanzar los ms altos grados de instruccin. El Estado asegura el ejercicio de este derecho mediante becas, asignaciones a las familias y otras providencias, que se conferirn por concurso entre los alumnos de todas las escuelas71.

    De todos modos, las becas se distribuan entre aquellos alumnos que ya se encontraban dentro del sistema y entre los que merecan la estimacin material del Estado. Desde otro ngulo interpretativo, podemos interpretar que el examen meritorio para ingresar a los Colegios y Liceos, la solvencia

    71 Constitucin de la Nacin Argentina (1949), p. 32.

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    econmica de las familias, la lejana de los establecimientos educativos y la falta de asientos en los mismos estructuraron un sistema restringido. Los alumnos/as excedentes, es decir los que no lograban sortear estos obstculos, no quedaban tajantemente excluidos: una variedad de oficios ligados al proyecto industrial del peronismo o la educacin tcnica compo-nan su horizonte de posibilidades. Entre estas opciones se encontraban las Escuelas Fbricas, de Aprendizaje, de Medio Turno, de Capacitacin Obre-ra, de Aprendizaje Profesional para Mujeres y de Capacitacin Profesional. Estos establecimientos dependan del Ministerio de Trabajo y Previsin o del Ministerio de Transporte, como las Escuelas del Ferrocarril Nacional Bartolom Mitre, del Ferrocarril Nacional General San Martn, del Ferro-carril General Roca, del ramal General Belgrano y del ramal Sarmiento. Las propuestas de capacitacin laboral dentro del subsistema de enseanza tcnica estuvieron vinculadas con el imperativo de industrializacin cuyos destinatarios terminaron siendo los sectores populares, si bien existieron Escuelas-Fbricas de carcter privado

    En definitiva, la movilidad social ascendente por medio de los estudios secundarios quedaba restringida a un sistema de orden meritorio. Esta situa-cin era consecuente con el Primer Plan Quinquenal que orientaba hacia la profesionalizacin y adquisicin de conocimientos en el sentido prctico y con la Constitucin reformada del ao 1949 la cual no menciona la capa-citacin para el trabajo en el nivel medio del sistema ni ofrece la apertura irrestricta del nivel72.

    El mismo Plan Quinquenal atenuaba las aspiraciones universitarias del conjunto de la poblacin. A pesar de que la Universidad no posea un sis-tema de enseanza arancelado, el aspirante deba poseer calificaciones su-ficientes en el nivel secundario para ingresar a ella. A partir del ao 1950, el Consejo Nacional Universitario estableci un conjunto de condiciones de admisibilidad que exima de toda prueba de capacitacin o suficiencia para el ingreso a aquellos alumnos egresados del Colegio Militar, Escuela Naval y Escuela Aeronutica y los egresados de los Liceos Militares. De los Colegios Nacionales y Liceos que merecieron este privilegio se encon-traban aquellos establecimientos de orden tradicional: el Colegio Nacional de Buenos Aires, del Colegio Nacional y Liceos de Seoritas de La Plata, el

    72JorGe luis bernetti y AdriAnA PuiGGrs, op.cit., p. 249.

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    Colegio Nacional de Montserrat de Crdoba y el Colegio Nacional Jos de San Martn de Cuyo. Otra de las condiciones tributaria probablemente de los postulados eugensicos- era que el aspirante deba justificar condicio-nes de moral y salud73.

    En estas instituciones clsicas, la tradicin escolar era un bien cultu-ral que se transmita entre las familias y que tenda a mantener el status quo de los elegidos. Como ha sealado el ex alumno del Colegio Nacional Mixto de Morn, Norberto Boggiano (promocin 1950), haciendo referen-cia al Nacional de Buenos Aires o al Colegio Carlos Pellegrini; vos no tenan conocimiento de esas escuelas [exigentes] donde hacas un ao ms e ingresabas directamente a la Universidad. Sostiene que la informacin sobre las entidades educativas y las carreras circulaban entre conocidos y parientes74. En este sentido, mientras en esas instituciones se reforzaba el capital cultural que los adolescentes acarreaban desde el seno del hogar, en las flamantes entidades creadas a fines de la dcada de 1940, esa tradicin estaba en un proceso de construccin. Sera consumada dentro de la lgica del sistema en los aos posteriores. En perspectiva, el Colegio Nacional Mixto de Morn se transformara en una alta casa de estudios en poco aos, cuyo nivel era comparado con el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde las clases medias y clases altas eran las destinatarias concretas de esas propuestas educativas especficas.

    2.6 el Perfil sociAl del AluMnAdo

    De qu sector social eran los alumnos/as que concurrieron en el pe-rodo sealado a las aulas del Nacional? Para ingresar a la institucin los padres de los alumnos deban completar una solicitud de ingreso, la cual nos brinda una serie de datos para reconstruir la extraccin social del alumnado. A primera vista se destaca un dato insoslayable: el nmero de alumnos/as procedentes de la denominada clase obrera es exiguo. Este dato abonara la hiptesis sugerida por diversos investigadores -entre ellos Tedesco- quie-nes sostuvieron una divisin entre los estudios humansticos y estudios tcnicos reservando para cada sector social una orientacin especfica. Por

    73 Boletn de Comunicaciones, Ao I, N 100, 20 de enero de 1950, pp. 2934-2935. 74 Entrevista al ex alumno Norberto Boggiano, promocin 1950.

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    el contrario, aparecen profesiones como ingeniero, docentes, empleados, contador, comerciante, abogado, contratista, bancario, martillero pblico, entre otras actividades ligadas a la clase media. Sin embargo, hay que sea-lar que en diversas ocasiones eran las madres las que llenaban la solicitud agregando al tem profesin la denominacin quehaceres domsticos o ama de casa.

    En definitiva, de acuerdo a la informacin obtenida en el archivo, sobre una muestra aleatoria tomada de 609 legajos de alumnos/as que concurrieron al Colegio entre los aos 1949-1963, los resultados fueron los siguientes:

    Grfico 7

    fuente: Elaboracin propia en base a los datos extrados del Departa-mento de Estadstica Educativa, Ministerio de Educacin y Justicia, Ense-anza Media, 1914-1963, tomos 1 y 2.

    Teniendo en cuenta estos datos visualizamos que la mayora de los es-tudiantes provenan de la llamada clase media. Lo que nos conduce a otra cuestin: qu caractersticas tena la clase media en la dcada de 1940? La sociloga Susana Torrado divide a la clase media urbana de aquella poca en dos sectores: la clase media autnoma (industriales, comerciantes) y la clase media asalariada (profesionales, tcnicos, empleados administrativos y vendedores de comercio). El crecimiento de esta clase fue consecuencia del incremento de la poblacin urbana gracias a la expansin del empleo

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    asalariado autnomo75. El rubro amas de casa nos puede indicar dos cues-tiones relacionadas con los altos niveles de empleo y con una determinada configuracin social familiar configurada en los aos precedentes a la lle-gada del peronismo al poder. Desde principios de siglo, la mujer tena asig-nado un rol fundamental dentro del hogar como reproductora de los valores ticos-morales del nio. El desarrollo de una poltica a favor del aumento de la poblacin -planteada en su momento por el Congreso de Poblacin en 1940- mereca la interpelacin del Estado con respecto a las familias. Den-tro del caudal de relaciones, el papel de la mujer tambin acapar fuertes miradas de atencin por parte de las instituciones sanitarias. La familia era representada como la clula bsica de la sociedad, un espacio privilegiado que aseguraba la integracin social. La otra cuestin es ms simple de ana-lizar: el incremento de los salarios, reseados por Torrado, y la expansin del bienestar social permita a una familia satisfacer sus necesidades bsicas solo con el salario aportado por el varn. La imagen del varn proveedor tea el imaginario de la sociedad, legitimado por los discursos institucio-nales, mdicos y polticos de principios del siglo XX que le asignaban a la mujer la buena administracin del hogar y su rol de madre76.

    Ahora bien, las condiciones subjetivas que llevaron a la construccin de la identidad de clase media sera un elemento tardo. Segn el historiador Exequiel Adamosky, el surgimiento de ese sector social, es decir, aquellos actores sociales que se piensan como tal, es una construccin que puede rastrearse empricamente entre las dcadas de entre las dcadas de 1930 y 1940. La clase media se habra visto fortalecida como una reaccin al pero-nismo. Pretenda restablecer las jerarquas sociales alteradas, por medio de las cuales el plebeyo, el cabecita negra, el obrero y el descamisado pasaron a ser considerados como los verdaderos pilares de la Nacin. En suma, la politizacin de las diferencias sociales fue vital en la creacin de esa identidad77.

    75susAnA torrAdo, Estrategias de desarrollo, estructura social y movil