China y América Latina frente a la Pandemia
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China y América Latinafrente a la Pandemia
Editores: José Luis Valenzuela / Mónica Ahumada / Rosita Basaure
Pensamientos desdeun trabajo conjunto
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China y América Latina frente a la Pandemia:
Pensamientos desde un trabajo conjunto.
Portada: José Venturelli.Mural “Chile” para el edificio de la Unctad III, actual
Centro Cultural Gabriela Mistral-GAM,19 m2.Santiago de Chile, 1972.
Primera Edición (digital): Diciembre 2020
Copyright: Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International Public License
Public License ISBN (digital): 978-956-303-476-9
Editores: José Luis Valenzuela, Mónica Ahumada, Rosita Basaure
Arte y Diagramación: Nicole von-Bernhardi Torres, VIME FAHU USACH.
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China y América Latina frente a la Pandemia
Pensamientos desdeun trabajo conjunto
José Luis Valenzuela
Mónica Ahumada
Rosita Basaure
(Editores)
Libro editado a partir de las ponencias presentadas al IX Foro de Alto Nivel China – América Latina (virtual), organizado por la Universidad de Santiago, con la cooperación del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China de la Universidad Andrés Bello. Octubre 2020
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CONTENIDO
Contenido ................................................................................................................... 5
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................... 9
PRESENTACIÓN ......................................................................................................... 11
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 15
LOS AUTORES ........................................................................................................... 23
ARTÍCULOS ................................................................................................................ 35
Cooperación antiepidémica entre China y América Latina y el Caribe.
Xu Shincheng ........................................................................................................... 37
China/América Latina: nuevos escenarios, nuevas urgencias en una relación digital.
Fernando Reyes Matta ............................................................................................. 40
Some Notes on “The Growth In The Americas Initiative” as an American Intention to
Contain the Chinese Presence in Latin America. Marcos Cordeiro Pires ................... 46
Uncertainties in Latin America and Complexities of China- U.S.-Latin
America Relations. Zhou Zhiwei (Summary) .............................................................. 58
The “Community of Shared Future for Mankind” (人类 命运 共同体) as an Expression
of a New Chinese Humanism: Internal Elements and International Dimensions.
Maria Francesca Staiano .......................................................................................... 60
Que vuelva el Estado: Covid-19 y la transformación del Sistema Mundial.
Wang Cuiwen ........................................................................................................... 73
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El alineamiento político del gobierno argentino en el marco del conflicto
sinoestadounidense. Gustavo Santillán .................................................................... 85
La Economía China en la Globalización: Tendencias y Oportunidades para el Perú.
Rosario Santa Gadea ............................................................................................... 97
Post-Pandemic Sino-Latin American Cooperation, Perceptions and Path.
Zuo Xiaoyuan (Summary) .......................................................................................... 155
The impact of the Epidemic on China-Latin America cooperation and its thinking.
Wu Hongying (Summary) ………………………………………………………………… 156
Opportunities and Challenges of Global Value Chain Participation: Practice and
Comparison between China and Latin America.
Zhang Yong (Summary) …………………………. ...................................................... 157
The “decoupling” between the United States and China and its impact on global
supply chains, trade relations, financial links and climate change. Threats and
opportunities for Latin America. Luís Antonio Paulino ............................................... 158
Digitalization Driving up Value Chain: Practice from China’s Enterprises.
Haiying Song ............................................................................................................ 165
Infraestructura latinoamericana e inversión china: un paso previo para la eficiencia
de las cadenas de valor. Laura Lucía Bogado Bordazar............................................ 175
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Public Health Emergency Management Cooperation Between China and Latin
America under the Epidemic Situation of Novel Coronavirus Pneumonia.
Zhou Mi and Zhang Yushu........................................................................................ 186
Más allá de la cooperación: El rol de China en la superación del retraso
latinoamericano en desarrollo de ciencia y tecnología. José Luis Valenzuela ............. 198
China-Latin America Science and Technology Cooperation in the
Post-Epidemic Era. Chen Cai ................................................................................... 219
Intercultural Communication challenges in the Post-Pandemic Era: Latin
America-China dialogues, actors and platforms.
Rosa Isabel Basaure Cabero .................................................................................... 226
Scientific and technological innovation in China and prospects for cooperation
with Latin American countries. Zhao Gang (Summary) .............................................. 235
Los desafíos de la educación virtual en las relaciones con China
post-pandemia. Mónica Ahumada Figueroa ............................................................. 236
PALABRAS FINALES ................................................................................................... 254
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AGRADECIMIENTOS
Dada la publicación de este libro en forma digital, y los esfuerzos realizados en torno a la organi-
zación de este IX Fórum High Level China-América Latina queremos agradecer a la Universidad
de Santiago de Chile, y sus autoridades como institución auspiciadora y de una manera especial
a su vicerrectora de Vinculación con el Medio , Karina Arias quién desde el primer momento
estuvo dispuesta a apoyar un encuentro de esta relevancia. Junto a ella, debemos hacer una
mención especial a todo el trabajo en equipo impulsado desde la Dirección de Relaciones Inter-
nacionales Interuniversitarias-DRII en la persona de su directora, Anoek Vanderberg, quién junto a
la coordinadora de cooperación y visitas internacionales, Mayerley Pacheco y el equipo de diseño
gráfico pudieron impulsar un valioso trabajo, considerando el marco de los 50 años de relaciones
diplomáticas entre China y Chile.
Junto a este reconocimiento, queremos destacar el apoyo recibido desde el director del Departa-
mento de Lingüística y Literatura y de la Facultad de Humanidades, como también de la Carrera
de Traducción y de sus alumnos por su labor como traductores e intérpretes. Las condiciones en
que se debió efectuar estuvieron llenas de desafíos, dada la situación de pandemia, sin embargo
el uso de una plataforma virtual permitió llegar a un público muy amplio y que trascendió los espa-
cios académicos como había sido en los foros anteriores. Al mismo tiempo agradecer a la FAHU
y su equipo Vinculación con el Medio en la persona de Pamela Figueroa por la coordinación de la
publicación de este libro digital.
Una mención especial para los representantes del Institute of Latin American Studies-ILAS y a
Chinese Academy of Social Sciencess-CASS quienes pudieron en forma impecable ayudar a la
organización, diseño y coordinación en el éxito del Fórum y de manera especial a sus vicedirec-
tores Dr, Yuan Dongzhen y Dr. Wang Rongjun. El trabajo conjunto realizado por casi una década
nos permite hoy asumir proyectos conjuntos con la certeza de una sinergia en el entendimiento de
las confianzas mutuas. Especial mención debemos hacer a la Consejera Cultural Yang Changqu-
ing, Embajada de China por sus palabras, y al Dr. Xu Shincheng y Ex Embajador Fernando Reyes
Matta, por sus valiosas ponencias magistrales.
Son muchos a quienes damos las gracias, pero de una manera especial a los profesores Luis
Paulino y Marcos Cordeiro Pires de la Universidad Estadual de Sao Paulo-Marilia, quienes con su
sabiduría, rigurosidad académica y espíritu visionario impulsaron desde el inicio la realización de
estos fórum y las publicaciones de los artículos.
A todos, una vez más gracias.
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PRESENTACIÓNRosa Basaure C.
Los días 27 y 29 de octubre de 2020, se realizó el 9o Foro Académico de Alto Nivel China -
América Latina – IX China – Latin America High Level Academic Forum, un encuentro anual entre
académicos y representantes de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) y diferentes
instituciones universitarias de China y América Latina.
Dada la particularidad de un contexto internacional marcado por la pandemia, este año de manera
extraordinaria se optó por la modalidad online, manteniendo así la continuidad de una instancia
cooperativa que partió el año 2012 en Sao Paulo, como una iniciativa de la Universidad Estatal
de Sao Paulo-UNESP, las autoridades de CASS y de la China Social Sciences Press (SSCP) y
el apoyo de la Universidad Nacional de Córdoba, CONICET (Argentina) y el Centro de Estudios
Latinoamericanos sobre China de la Universidad Andrés Bello (Chile).
Junto al grupo organizador hasta la fecha se han sumado desde China representantes de The In-
stitute of Latin American Studies-ILAS, Chinese Academy of Social Sciences-CASS, Universidad
de Shanghai, Universidad de Nankai y la Universidad de Hubei, entre otras. Asimismo, desde
América Latina el foro ha contado con la participación de representantes de la Universidad Es-
tadual de Sao Paulo-UNESP, la Universidad de Minas Gerais, la Universidad Federal de Manaos,
la Universidad Nacional de la Plata, Universidad del Pacifico de Lima, el Centro de Estudios Lati-
noamericanos sobre China (CELC) de la Universidad Andrés Bello de Chile (UNAB), la Universidad
de Santiago de Chile, el Centro de Investigaciones sobre Sociedad y Cultura (CIECS) de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba y representantes del Instituto Confucio, entre otras instituciones.
En este sentido, la dinámica planteada desde el inicio del foro fue realizar una reunión anual que
se desarrollase en forma sucesiva en China y en un país latinoamericano, lo que ha consolidado
esta iniciativa como un espacio de reflexión frente a los temas de contingencia en las relaciones
entre China y América Latina.
Producto de esto también se creó la Red de Estudios Sino-Latinoamericanos y una serie de pub-
licaciones de las temáticas más relevantes abordadas en cada uno de los encuentros y que han
sido difundidas en diversos medios especializados tanto impresos como en forma digital, lo que
ha permitido también el establecimiento de una creciente sinergia de cooperación intelectual bilat-
eral y de profundos lazos de amistad marcada por la construcción de una comunidad de destino
común entre América Latina y China, bajo el contexto de la Franja y la Ruta.
Este año 2020, y considerando la conmemoración de los 50 años de la firma de relaciones
diplomáticas entre Chile y China, la Universidad de Santiago de Chile-USACH mediante la Direc-
ción de Relaciones Internacionales Interuniversitarias y el Departamento de Lingüística y Literatura
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(particularmente del programa de Licenciatura en Lingüística Aplicada a la Traducción) asumió la
responsabilidad de la organización del IX China – Latin America High Level Academic Forum 2020
como parte de su política de internacionalización y como la ocasión para hacer un gesto emblem-
ático de cooperación académica dada la trascendencia que este hito.
Sin embargo, la crisis global desencadenada por el COVID-19 obligó a cambiar el esquema per-
manente y en este contexto se optó por un formato online y abierto al público interesado en estas
temáticas. Así el trabajo de reflexión iniciado ya casi una década continúa en el tiempo pese a la
crisis marcada por la pandemia del COVID 19, lo que habla de la solidez que estos encuentros
han logrado a través del tiempo.
La ceremonia inaugural contó con dos ponencias magistrales que abordaron la necesidad de
establecer programas de cooperación conjunta en forma oportuna. El Profesor Xu Shincheng,
miembro de la Academia de Ciencias Sociales-CASS fundamentó las medidas inmediatas que
aplicó China hacia América Latina proporcionando dispositivos médicos y conocimiento logístico
para apoyar la dura crisis provocada por la pandemia. Asimismo, mencionó que las videocon-
ferencias y el Encuentro China-México en julio como país pro-tempore de CELAC fueron claves
para facilitar la implementación de las medidas de ayuda en salud pública, seguridad alimentaria
y mitigación de la pobreza.
El Ex Embajador de Chile en China, Fernando Reyes Matta expuso sobre la urgencia de esta-
blecer un nuevo rumbo entre América Latina y China lanzando dos preguntas esenciales: ¿Cuáles
serán los principios políticos desde los cuales América Latina se moverá hacia un escenario in-
ternacional? y ¿Cómo influirán los recursos digitales para cambiar la interacción entre China y los
países latinoamericanos y del Caribe? Así, en el plano político rescató la tesis del no alineamiento
activo, señalando que es urgente una autonomía regional de América Latina y el Caribe que per-
mita y favorezca una mayor integración regional. Junto a esto, señaló la implementación de una
ruta digital que facilite una comunicación en la nube con China y que de alguna manera el coro-
navirus lo precipitó al haber un explosivo aumento de encuentros virtuales que han facilitado el
acercamiento cultural y donde la Tsinghua University se destaca como pionera.
Es así como el sistema internacional post pandemia fue el hilo conductor del encuentro académi-
co de este año, considerando además el conflicto entre Estados Unidos y China, así como los
espacios de influencia que cada uno quiere ganar en América Latina, considerando que China
opta por favorecer el multilateralismo y Estados Unidos por un camino unilateral previo a la elec-
ción presidencial.
Otros aspectos debatidos fueron la necesidad de avanzar en el desarrollo de mecanismos que
mejoren los mecanismos de cooperación intercultural, incluyendo las nuevas posibilidades de la
tecnología respecto de un contexto post pandemia, además de la posibilidad de generar amplios
espacios de cooperación en las cadenas de valor para avanzar en consensos mutuos que faciliten
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las inversiones y la eficiencia en los negocios.
Pese a las posibilidades que se presentan para el futuro, se resaltó la necesidad de aumentar la
cooperación en las áreas de innovación y desarrollo, pese a que las brechas serán muy visibles
en materia de desarrollo económico y educacional con un retraso significativo para la región, lo
que además se profundiza al considerar que aún la realidad de América Latina responde a que los
porcentajes del PIB destinados al desarrollo de ciencia y l tecnología son inferiores al 1%.
Finalmente, cabe destacar que el próximo año se cumplirán se celebrará el X Foro de esta ini-
ciativa, donde se ha desarrollado un invaluable intercambio de ideas respecto del pasado, pre-
sente y futuro de las relaciones entre China y América Latina. Sin embargo, este acontecimiento
se presenta bajo un contexto internacional quebrado por los conflictos de una profunda crisis
post-pandemia y donde la reflexión académica de la nueva versión del foro se desarrollará bajo un
escenario marcado por los nuevos desafíos en vista a las relaciones de la próxima década.
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INTRODUCCIÓNJosé Luis Valenzuela
Sin dudas, la Pandemia ha ofrecido una magnífica aunque triste oportunidad para estrechar los lazos de cooperación entre la República
Popular China y el continente latinoamericano.
Xu Shincheng, en “Cooperación antiepidémica entre China y América Latina y el Caribe” lo
señala y destaca la ayuda en ambas direcciones, resaltando que la pandemia no ha impedido los
contactos de alto nivel entre ambos socios.
Reconociendo la profundidad de las problemáticas derivadas de la pandemia y su efecto en la
salud, el consumo y la economía, el autor expresa que “tenemos plena confianza en la perspectiva
de la cooperación económica entre China y ALC”.
China, en palabras de su Presidente Xi Jinping, enfatiza que “el enfoque correcto para enfrentar
las crisis globales y para el logro del desarrollo a largo plazo es a través de una mayor conectiv-
idad, apertura e inclusión”, destacando los potenciales de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para
alcanzar tales objetivos.
Fernando Reyes Matta, en “China/América Latina: nuevos escenarios, nuevas urgencias en una
relación digital”, destaca que “la pandemia trajo un aporte positivo: aceleró las relaciones por vía
digital y se abrió un campo que será determinante en los vínculos de China y América Latina y el
Caribe de aquí al 2030”.
Este autor advierte de un gran cambio para las relaciones sino-latinoamericanas: “ayer Estados
Unidos no cuestionaba – más bien miraba con buen ojo – la presencia de China en el desarrollo
de América Latina … hoy esa interacción y esas formas de cooperación entre China y América
Latina y el Caribe, recibe recriminaciones apocalípticas y amenazas … , especialmente en lo dig-
ital”. Desde esta perspectiva, analiza las opciones de la región, incluyendo el “No Alineamiento
Activo”, la “El Derecho a la Multipertenencia Internacional” y el “Fortalecimiento de la Autonomía
Estratégica”.
Destaca que es posible “afirmar que con el Coronavirus China abrió la Ruta Digital, ligada a la
Iniciativa de la Franja y la Ruta, en su relación con los países latinoamericanos”. Asimismo señala
los enormes avances en la relación digital producidos en estos meses de Pandemia.
Marcos Cordeiro Pires, en “Algunas notas sobre “el Crecimiento en la Iniciativa de las Améri-
cas” como una intención norteamericana para contener la presencia de China en América Latina”,
sintoniza muy bien con Fernando Reyes Matta en la mutua preocupación por el cambio o acen-
tuamiento de la política norteamericana como parte de su enfrentamiento, llamado por algunos
‘Guerra Fría’, con China.
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Señala que “es importante considerar que la política de contención hacia China no es solo la ini-
ciativa de un gobierno controversial, como al administración de Donald Trump, sino un consenso
bipartidista”, complementado en América Latina con una vuelta a la Doctrina Monroe y la creación
de “El Crecimiento en la Iniciativa de Las Américas”.
El autor destaca la situación de Brasil como “escenario de las disputas políticas entre Estados
Unidos y China”, que ocurren con un gobierno brasileño (Jair Bolsonaro) “con un fuerte alinea-
miento político con Estados Unidos” y, simultáneamente, con “una economía brasileña con un alto
grado de dependencia de China”.
Zhou Zhiwei, en “Incertidumbres en América Latina y Complejidades en las Relaciones entre
China, Estados Unidos y América Latina” plantea que “el entorno de la cooperación internacional
en el próximo escenario es muy diferente al que existía al inicio del nuevo siglo”.
Destaca la etapa de transformaciones que vive América Latina en el ecosistema político, con “el
resurgimiento del populismo, la intensificación de la disputa entre las fuerzas políticas de izquierda
y derecha, nacional y regionalmente, y el surgimiento de partidos no-tradicionales”.
Para este autor, “el desarrollo es la principal prioridad. Bajo tales circunstancias, la efectividad de
las medidas adoptadas por Estados Unidos y China para impulsar la economía latinoamericana
y el número de opciones políticas accesibles se convertirán en las consideraciones prioritarias de
América Latina en su mayor cooperación internacional”.
María Francesca Staiano, en “La “Comunidad de Destino Compartido para la Humanidad”
como una expresión del nuevo Humanismo Chino: Elementos Internos y Dimensiones Internacio-
nales”, explora las raíces valóricas del nuevo humanismo chino y las características actualmente
en desarrollo en China.
Señala que, “de hecho, un elemento esencial del humanismo chino está dado por el encuentro
entre el Confucianismo y el Taoísmo”.
Analiza el nuevo Código Civil chino, encontrando “que son muchos los aspectos análogos entre
el Código de China y el de Argentina, especialmente en referencia a los elementos humanistas”.
Para el Código chino destaca “una aproximación centrada en las personas y el principio verde.
Destaca la coherencia entre los valores históricos de China, el nuevo Código Civil y los declarados
fundamentos de la política internacional del Presidente Xi Jinping, estos últimos condensados en
la frase “construir una comunidad de destino compartido para la humanidad”.
Para la autora, la comunidad de destino compartido para la humanidad representa “una nueva
solución de gobernanza global propuesta por China”.
Concluye con un llamado: “El hombre y el medio ambiente, a través de un desarrollo sostenible
que une a los pueblos en un discurso común, marca su destino, su futuro. Este es el humanismo
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del tercer milenio que todos estamos llamados a realizar”.
Wang Cuiwen, en “Bring The State Back: Covid-19 and the Transformation of World System”,
desarrolla un análisis comparativo entre las respuestas de Estado a la Pandemia y busca explicar
las diferencias en las respuestas. El sistema internacional cobija populismos y odios, carencia de
liderazgo y en muchos casos sistemas que sacan al Estado fuera de las problemáticas que po-
drían manejar los privados, lo que afecta su capacidad de reacción.
Su análisis confluye hacia el dilema de la gobernanza neo-liberal, para terminar pidiendo la vuelta
del Estado en tiempos duros: “en un momento de gran dolor por la crisis pandémica, la discusión
sobre la presencia del Estado vuelve. El sector económico está pidiendo ayuda e intervención
estatal, el mundo está despertando a la difícil situación del neoliberalismo y el estado está regre-
sando”.
Gustavo Santillán, en “el alineamiento político del gobierno argentino en el marco del conflicto
sinoestadounidense”, busca situar a la política internacional de Argentina en el enfrentamiento
sino-estadounidense, intentando identificar de hecho una posición por cierto no declarada.
La política se equilibra en medio de la necesidad de relacionarse con ambos actores enfrentados,
reconociendo la existencia de elementos pro-China a partir del reciente cambio de gobierno (con
el nuevo presidente Alberto Fernández), aunque persiste la necesidad de una buena relación con
Estados Unidos (y con el FMI).
El análisis muestra a una Argentina que se equilibra entre la ineludible necesidad de manejar su
endeudamiento, una vocación de izquierda en el gobierno, una vocación de defender las políticas
continentales de izquierda y la búsqueda de fortalecer la economía a través de las exportaciones
y la inversión externa.
Rosario Santa Gadea, en “La Economía China en la Globalización: Tendencias y Oportunidades
para el Perú”, inspirada en el próximo bicentenario de su país (2021) y en los 50 años de rela-
ciones diplomáticas entre Perú y la República Popular China (2021), se centra en responder a
“¿cuáles deberían ser nuestras prioridades en Asia-Pacífico?
La respuesta se busca en el análisis “de la transformación de la economía china y su futuro, así
como su estrategia económica internacional”.
Analizados los motores del crecimiento de China, su proceso de internacionalización, la autora
se enfoca en los planes de China para el largo plazo (hacia el 2050) y los planes de internacio-
nalización en operación hoy, deteniéndose en el rol de Perú en la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
El análisis se complementa con una profundización sobre las tensiones China-Estados Unidos,
para determinar finalmente las oportunidades para el Perú.
Zuo Xiaoyuan analiza las consecuencias de la Pandemia y sus efectos, esenciales en el corto
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plazo. Menciona una mayor cautela en las inversiones de China, una caída en su consumo de
commodities no agrícolas, mayor riesgo soberano de los países latinoamericanos y una mayor
efervescencia social latinoamericana provocada por los problemas económicos,
La política norteamericana de confrontación frente a China es otro obstáculo para la inversión Chi-
na, y señala que “las empresas chinas están muy preocupadas de si pueden competir bajo reglas
de mercado justas y ordenadas”.
Identifica nuevas áreas de cooperación abiertas durante la Pandemia: “como salud pública, trata-
miento médico a distancia, educación en línea, economía digital, comercio electrónico y 5G, etc”.
Wu Hongying, en “El impacto de la epidemia en la cooperación entre China y América Latina y
su análisis”, incluyendo impactos en el comercio, la inversión, los contratos de ingeniería, las ca-
denas industriales globales y la cooperación.
La mayoría de los impactos son negativos, sin embargo, la mirada global es positiva, previendo
que “la cooperación China-América Latina en la “era post-pandemia COVID-19” entrará en una
nueva etapa de desarrollo”.
Zhang Yong, en “Oportunidades y desafíos de al participación en las cadenas globales de valor”,
destaca los problemas de América Latina, “debidos al desequilibrio de la estructura industrial, la
infraestructura atrasada, la intra-integración inadecuada, el entorno empresarial imperfecto y la
falta de capacidad de innovación”.
Destaca como una oportunidad: “es de importancia realista analizar las oportunidades de coop-
eración económica y comercial entre China y ALC en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta
desde la perspectiva de la cadena de valor global”.
Señala que esta puede “participar en la reindustrialización de la región, fortalecer el financiamien-
to, mejorar el desarrollo de las PYMES, aumentar la cooperación en innovación tecnológica y
hacer que los países de ALC estén más integrados en la cadena de valor asiática”.
Luis Antonio Paulino, en “El “desacoplamiento” entre Estados Unidos y China y su impacto
en las cadenas de suministro mundiales, las relaciones comerciales, los vínculos financieros y el
cambio climático. Amenazas y oportunidades para América Latina”, en concordancia con Zhang
Yong, que “las cadenas de suministro globales son el corazón de la economía moderna”.
El autor analiza la complementariedad de las economías de China y Estados Unidos, el desaco-
plamiento de ambos países, iniciado por Estados Unidos, al que califica como “una idea peligrosa
e imposible”, y las oportunidades y amenazas que se derivan para América Latina.
Finalmente, destaca que “además de la posible reorganización de las cadenas de suministro
globales, otro resultado importante de la pandemia Covid-19 fue el aumento del teletrabajo,
abriendo un enorme espacio para la exportación de servicios digitales. En este sentido, los países
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latinoamericanos están bien posicionados para exportar este tipo de servicio.
Haiying Song, en “La digitalización impulsa la cadena de valor: Práctica de las empresas de Chi-
na”, plantea que “el mundo se está acelerando hacia una nueva etapa digital de “Internet de todo
e inteligencia ubicua””, repasando la abundante literatura al respecto.
Analiza “el mecanismo de digitalización que impulsa la cadena de valor” a partir de la experiencia
de empresas chinas de diferentes sectores, mostrando que “la digitalización amplía los límites de
la división del trabajo … reduce los costos de transacción … reforma la distribución de valor …
revierte el cambio de demanda”.
El autor desarrolla varios ejemplos concretos, basado en empresas chinas.
Señala los desafíos del proceso, incluyendo “estrategias poco claras … fondos insuficientes …
capacidad inadecuada … y escasez de talento”.
Finalmente, analiza componentes esenciales de una política robusta.
Laura Bogado, en “Infraestructura latinoamericana e inversión china: un paso previo para la
eficiencia de las cadenas de valor”, se hace cargo de la necesidad de inicialmente invertir en
infraestructura, como paso previo a una política basada en cadenas de valor, lo que concuerda
plenamente con la visión de Haiying Song.
La autora analiza los efectos críticos de la pandemia, las opciones de los gobiernos latinoamerica-
nos y el estrecho margen de maniobra con el que cuentan. Señala agravantes como “la debilidad
del multilateralismo y como contrapartida del resurgimiento de los nacionalismos exacerbados …
el enfrentamiento comercial y político entre Estados Unidos y China”.
A través del análisis del impacto de las inversiones chinas, especialmente en infraestructura, consid-
era “necesario decir que desde una perspectiva latinoamericana la inversión China genera una serie
de debates (abiertos) sobre el desarrollo, la “nueva dependencia” y la hegemonía en nuestra región”.
Destaca lo positivo: “la región sudamericana ha sido capaz de desarrollar una plataforma de
proyectos cuyo objetivo fue potencia la conectividad multimodal y multisectorial, por lo tanto una
de las estrategias posibles sería retomarlos y redefinirlos en relación a la nueva coyuntura regional
e internacional”.
Zhou Mi y Zhang Yushu, en “Cooperación para el manejo de emergencias de salud pública
entre China y América Latina en la situación epidémica de neumonía por el nuevo coronavirus”,
analizan en detalle las respuestas de ambos lados al desafío pandémico, destacando la estrategia
de cooperación desarrollada por ambas partes en tiempos difíciles.
Con un notable conocimiento de la situación en distintos países latinoamericanos, y un buen
conocimiento de la infraestructura de salud pública disponible en el continente, su análisis lleva
a sugerir vías para reforzar la cooperación entre China y América Latina, entre las cuales desta-
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ca “compartir información sobre la lucha contra la epidemia para mejorar la capacidad de hacer
frente al impacto de la epidemia … responder a las necesidades de los grupos socialmente vul-
nerables y cooperar para mejorar el entorno de desarrollo económico … aumentar la fuerza de los
vínculos interindustriales, reducir eficazmente el impacto negativo de la epidemia”.
José Luis Valenzuela, en “Más allá de la cooperación: El rol de China en la superación del ret-
raso latinoamericano en desarrollo de ciencia y tecnología”, analiza el marco global en el que se
inserta la Pandemia y llama la atención sobre la ineludible necesidad de avanzar en los aspectos
vitales para América Latina, hasta ahora fuera de la revolución científico-tecnológica en curso.
En particular, el artículo se orienta hacia la necesidad de una cooperación integral en ciencia y
tecnología, cuya viabilidad estima que depende grandemente de la iniciativa de China, dada la
carencia de comprensión de los gobiernos latinoamericanos.
El artículo analiza con detalle la situación de la ciencia y tecnología latinoamericana en el concierto
global, su comparación con África y el posicionamiento de la ciencia de la República Popular China.
Concluye expresando que “la política exterior de China debe descubrir que la cooperación real y
ambiciosa en ciencia y tecnología es la mejor herramienta para el acercamiento de largo plazo con
América Latina, África y tantos otros países rezagados”.
Chen Cai, en “Cooperación Científica y Tecnológica en la era post-epidémica”, menciona que
“desde 2013, la cooperación en ciencia, tecnología e innovación también se ha convertido en una
fuerza impulsora importante para la iniciativa “Belt and Road”, conocida como “Science BRI”.
Postula que “la cooperación científica y tecnológica entre China y América Latina enfrenta grandes
desafíos” a partir de un proceso de de-sinificación impulsado por Estados Unidos”.
Señala que “Estados Unidos está difamando abiertamente a China, politizando los problemas de
ciencia y tecnología y presionando abiertamente a los países latinoamericanos para que cooperen
en el sector 5G, que ha soportado la peor parte del problema”.
Sus propuestas de solución incluyen “profundizar la institucionalización del Foro de Ciencia, Tec-
nología e Innovación China-América Latina y fortalecer la comunicación de políticas …la coop-
eración en ciencia y tecnología entre China y América Latina se centra en áreas clave … Fortalecer
la convivencia armónica con los modelos y culturas de desarrollo de los países latinoamericanos
… fortalecimiento del intercambio de talentos y la cooperación con los centros de pensamiento.
Rosa Basaure, en “ Intercultural Communication challenges in the Post-Pandemic Era:Latin
America-China dialogues, actors and platforms”, analiza los efectos de la Pandemia en el mundo
de las comunicaciones, y específicamente en las dificultades del lenguaje: “Varias plataformas y
alternativas de comunicación han sido cruciales tras el auge del virus, pero las plataformas son
inútiles sin personas capaces de traducir e interpretar ideas”.
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Destaca la pérdida implícita cuando la comunicación entre hispanoparlantes y sinoparlantes debe
hacerse en inglés por la carencias de traductores directos. Sigue naturalmente una inmersión en
el mundo de la traducción.
Comprueba los esfuerzos de China en este campo, en contraste con la menor relevancia otor-
gada al tema en América Latina. Concluye expresando que “los actores de América Latina y el
Caribe y de China deben promover el diálogo público-privado para coordinar los esfuerzos de
los Estados, instituciones de educación superior, capacitadores y profesionales para mejorar la
comunicación interregional intercultural basada en servicios y recursos humanos”.
Zhao Gang, en “Innovación Científica y tecnológica en China y perspectivas de cooperación
con los países de América Latina”, señala que “el papel positivo de la cooperación en innovación
científica y tecnológica en el desarrollo de las relaciones entre China y América Latina se ha vuelto
cada vez más prominente”.
Tras analizar a ambos actores, plantea que “es posible y necesario que China y América Latina
realicen cooperación científica y tecnológica”.
Finalmente, hace votos para que “Unamos nuestras manos y tomemos acciones positivas y efec-
tivas para elevar la cooperación entre China y el mundo en ciencia y tecnología a un nuevo nivel”.
Mónica Ahumada Figueroa, en “Los desafíos de la educación virtual en las relaciones con Chi-
na post-pandemia”, se refiere al Objetivo 4 de los ODS, recordando que se “determinó la necesi-
dad de garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad promoviendo oportunidades
de aprendizaje permanente” y se pregunta si “¿las brechas en materia educacional ya existentes
producto de la falta de equidad y la disparidad de ingresos económicos podrán readecuarse con-
siderando las rígidas políticas públicas ya existentes?.
Su alarma proviene de considerar que, en los intentos de dejar atrás la pandemia, “los sectores
público-privados, están focalizados en la reactivación económica y la recuperación de los em-
pleos previos a la crisis en desmedro de otros sectores de la economía.
Para la autora, “podemos entender que los ambientes virtuales son ambientes autónomos que
comunican en forma simultánea al usuario con un computador o con su entorno cercano y es ahí
donde debe generarse un aprendizaje que situé al estudiante en una interconexión con un proce-
so cognitivo radicando ahí la esencia de un aprendizaje significativo”.
La pandemia, vista como un cambio abrupto desde la educación presencial a la educación virtual,
supone “la creación de nuevas plataformas en líneas que habiliten mayores funciones al momento
de interactuar entre académicos y alumnos pudiendo compartir, archivos y presentaciones en un
tiempo real. A esto se agrega la necesidad de un mayor número de recursos digitales dirigidos a los
docentes, permitiéndoles habilitar nuevos diseños curriculares, sumados a los requerimientos de
un mayor número de dispositivos tecnológicos para uso tanto de los alumnos como de profesores.
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23
AUTORES
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Honourable member of Chinese Academy of Social Sciences (CASS), Senior Research Fellow and Ph.D. Student Tutor of the Institute of Latin American Studies, CASS.
Working Experience: 1967- 1981 in the Institute of Latin American Studies and Latin America division of International Department, Central Committee of Communist P arty o f China; 1981-2008 in the Institute of Latin A merican Studies, CASS. 1985-1995 vice-director of ILAS, CASS. Visiting scholar in many countries of Latin America, USA, Spain and Russia.
Main books: P olítica de América Latina, H istoria de R elaciones entre l os EE.UU. y América Latina, B iografía d e Fidel C astro, Biografía d e Hugo Chávez, Civilización de América Latina.
Main traslations: Antología de ensayos y poemas de José Martí, Documen-tos de Simón Bolívar, etc.
Xu Shicheng
Diplomat and journalist. Director of the Center for Latin American Studies on China, Universidad Andrés Bello (UNAB), Chile. [email protected].
Ambassador to the People's Republic of China (2006-2010). International Adviser t o President R icardo Lagos i n 2000-2006. Ambassador i n New Zealand (1997-2000). Director of Information and Culture, Ministry of Foreign Affairs (1994-1996). Press Counsellor at the Mission of Chile to the United Nations, New York, 1991-1994. P rofessor o f Public D iplomacy, (2004-06) and D irector o f Journal “ Diplomacia” ( 2014-2019),Diplomatic Academy of Chile. Coordinator of the CELAC-China Project of the Council for Internation-al Relations of Latin America, RIAL. (2018/2020).
Author o f several o wn and i n collaboration, academic papers in j ournals books. Frequent columnist on international affairs.
Books: “ Pandemic, effects in Latin America and i nteraction with C hina”, UNAB S implemente Editores. Chile, 2020. “China: Innovación y Tradición” (China: Innovation and Tradition). RIL Editores. Chile. 2017. "China-América Latina: ¿cómo ir m ás a llá del 2020?” ( China - Latin A merica: how t o go beyond the 2020?) UNAB, Chile, 2013. “Chile-China 40 años: ¿Qué trae el futuro? “ (Chile - China 40: What brings the future?) UNAB , Chile, 2011. “País Pequeño con Mapa Grande “(Small Country with Big Map), The foreign policy of Ricardo Lagos, Chile. Editorial Pehuén, 2009.
Fernando Reyes-Matta
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Undergraduate in H istory, 1990. University o f São Paulo (USP); Master i n Economic History, 1996, University of São Paulo (USP); Doctor in Economic History, 2002, U niversity o f São Paulo (USP); H abilitation in I nternational Political Economy, 2013, São Paulo State University (UNESP)
São Paulo State University - Campus of Marília - UNESP: Associate Professor
Last 3 papers: 1) PIRES, Marcos Cordeiro; NASCIMENTO, L. G. (The Monroe Doctrine 2.0 and the US-China-LAC Trilat-
eral Relations). Journal of Latin American Studies, v. 42, p. 33-48, 2020.
2) PIRES, Marcos Cordeiro. Análise da tendência da política externa do novo governo de Bolsonaro e a perspectiva das relações China-Brasil. In: Cheng Jing. ( Org.). B razil Yellow Book: B razil Development R eport (2019). 265ed.Beijing-China: Social Sciences Academic Press (China), 2020, v. 1, p. 1-255.
3) PAULINO, Luís. A.; PIRES, Marcos Cordeiro. OS IMPACTOS ECONÔMI-COS E GEOPOLÍTICOS DA PANDEMIA DE COVID-19. In: Aldira Guimarães Duarte; Carlos F. Domínguez A vila. (Org.). A C ovid-19 n o Brasil: c iência, inovação t ecnológica e políticas públicas. 1ed.Curitiba-PR: Editora C RV, 2020, v. 1, p. 57-84.
Marcos Cordeiro Pires
Ph.D. of International Politics, Professor of International Relations and Exec-utive Director of Center for Brazilian Studies, Institute of Latin American Stud-ies (ILAS), Chinese Academy of Social Sciences (CASS).
He is also Deputy Director-General of Sub-Council of Latin America, affiliated to Western Returned Scholars Association of China, member of council of Chinese Association of Latin American Studies and Chinese Association of Latin American History Studies, adjunct fellow of Charhar Institute, etc.
In recent years, he worked as visiting professor in University of São Paulo (USP, 2007-2008), BRICS Policy Center of Pontifical Catholic University of Rio de Janeiro ( PUC-Rio, 2012) and F luminense Federal U niversity ( UFF, 2012-2013).
Since joining the ILAS/CASS in 2002, he has developed a broad interest in Brazil Study, B razilian foreign policy, r egional i ntegration of Latin A merica, China-Latin America relations, authored and published many books, papers and commentaries in Chinese, English and Portuguese languages.
Zhou Zhiwei
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Ph.D. in International Order and Human Rights at University of Rome “Sapi-enza” (2013); Master in International Protection of Human Rights at Universi-ty of Rome “Sapienza” (2009); LL.M. in Law, Specialist in International and Comparative Law at University of Rome “Roma Tre”(2007).
Director of the Center on China Studies of the International Relations Institute of National University of La Plata (IRI-UNLP, Argentina). Member of the Academic Committee of the Master Program on Chinese Studies at IRI-UN-LP; Founder member of the World Association on Chinese Studies (WACS-CASS); Researcher of the CLACSO (Latin American Council of Social Sciences). Lecturer in China-Latin America and China-Europe Interna-tional Relations and Chinese Legal System in Ph.D. and Master in Interna-tional Relations and in the Master Program on Chinese Studies at UNLP (Argentina).
Author of several scientific articles on Chinese Law, International and Com-parative Law, China-Latin America and China-Europe International Relations.
Maria Francesca Staiano
Ph.D. in 2002 from Nankai University.
Associate Professor in the Department of International Relations, Nankai University. She serves as the Vice General Secretary of China Association of Latin American Studies, as well as being Adjunct research fellow in the Center of Latin American Studies and National Human Rights Education and Train Base at Nankai University. She has research and teaching experiences in the areas of International Political Economy and Sino-Latin American relations. She has undertakes research projects funded by the China Council of Social Sciences Foundation and Ministry of Foreign Affairs of P.R. China. and Korean Foundation for Advanced Studies and Center for Asian Studies at Nankai University.
Recent publications she authored, co-authored in Chinese language include European Union and Mercosur: A Case of Interregionalism (2017). She has authored three book chapters, including “The Dilemma of Modernization in Central America: Primary-Export Model and Great Power” in Qian Chendan and Han Qi eds.,The Modernization of the World :Latin America, Phoenix Publishing&Media, 2010; “The Cooperation and Confliction: Comparative of the Diversity and Integration of Chinese and Western Culture”, in Wang Xiaode and Zhang Xiaomang eds., History and Reality: A Study of the Diver-sity of World Culture Tianjin People’s Publishing House, 2007 ; “The Impact of Globalization on Development” in Yang Long eds., Politics of Development Higher Education Press, 2006..
Wang Cuiwen
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BA and PhD. in History (National University of Córdoba, UNC). MA in East Asian Studies, UNC. Post-doctorate in Social Sciences, State University of Sao Paulo.
Assistant Professor in Contemporary History of Asia and Africa, UNC. Vice-President of the Latin American Association on Asian and African Stud-ies (ALADAA – Argentinian section). Member of the Chinese Studies. Specialization Program Academic Council – International Relations Institute, La Plata National University. Dr. Santillán has received CONICET, OAS-CSC and Madrid Autonomous University scholarships. He has been also invited professor at Nankai University, Morelos University and State University of Sao Paulo.
Academic articles in Journal of Latin American Studies (Beijing), Herramien-ta, Realidad Económica (Buenos Aires)Mundo e Desenvolvimento (Sao Paulo), Revista Iberoamericana de Estudios de Asia Oriental (Madrid) and Cuadernos de Trabajo del CECHIMEX (UNAM-México) among other journals, as well as several book chapters in national and international publi-cations. Has published four books (three of them as collective works).
He has participated in several national and international academic events, in Buenos Aires, México D.F., Sao Paulo, Santiago de Chile, Beijing, Shanghai, Fuzhou and Wuhan, among other location.
Gustavo Enrique Santillán
Doctor and Master’s degrees in International Economics from Université de Paris Ouest, Nanterre La Défense, France and a Bachelor´s degree in Economics from Universidad del Pacífico, Peru.
Director of the Center for China and Asia-Pacific Studies at Universidad del Pacífico, Peru.
She has been Fellow of the Weatherhead Center for International Affairs of Harvard University. Dr. Santa Gadea has worked as advisor to ministers of Foreign Affairs, Defense, Economics and Presidency of the Council of Minis-ters of Peru, national coordinator of Peru at the Initiative for the Integration of the Regional Infrastructure of South America, executive secretary of the Peruvian Center for International Studies, economics specialist at the General Secretariat of the Andean Community, coordinator of the Institute for European-Latin American Relations (Madrid), international consultant for the Inter-American Development Bank, among other positions.
Her publications include several books (as editor and co-author), as well as many papers in Peru and abroad (Latin America, Europe, United States and China). Her main fields of interest are: international trade, investment and cooperation; international comparative economic development; connectivity and regional integration.
Rosario Santa Gadea
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Ph.D. in h istory f rom the Graduate School o f Chinese Academy of Social Sciences in 1999. S he got a Bachelor’s degree in 1982 and a M aster’s degree in History in 1988 in Hubei University.
Special Assistant to President of China Institutes of Contemporary Interna-tional Relations ( CICIR), and D irector o f the BRICS and G 20 Research Center, former Director of the Institute of Latin America, C ICIR. Vice Presi-dent of the Chinese Association for Latin America Studies; Advisor of the Chinese Association for Latin A merican H istory; Member o f the Standing Council, C hina-Latin America and C aribbean F riendship Association.Her research focuses on Latin American Studies, China-Latin America Relations, U.S.-Latin America Relations, Trade L iberalization of the Americas, BRICS studies, G20 studies and world ethnic studies, etc.
She published two books: (1) The Process of Brazilian Modernization: Histo-ry and Reality, (Beijing, Current Affairs Press, 2001);(2) The Colorful Protocol and Taboo in the World, ( Beijing, The Central Nationality University Press, 1999), and is Co-author of more than 30 books. She also published more than 100 papers, articles and reports in the Chinese main magazines and newspapers. She translated three worldwide famous books i nto Chinese: The C ambridge H istory o f Latin America ( V ol.2, Vol.9) , The Economic History of Latin America since independence and Nation and State.
WU Hongying
Ph.D of history.
Associate Professor o f English and I nternational S tudies, and D irector o f Center for Latin American Studies, China Foreign Affairs University (CFAU). She is also member of council with the China Latin American Society and the China Latin American H istory R esearch Association. S he w as a v isiting scholar with the University of California, San Siego and the National Autono-mous University of Mexico in 2017-2018 and 2002-2003 respectively. Her research interests lies in U.S -Latin America relations and Sino-Latin America relations.
Xiaoyuan Zuo
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Ph.D of Economics.
Professor of Economics and Deputy Director of Economy Research Division, Institute of Latin American Studies (ILAS), Chinese Academy of Social Sciences (CASS). He is also Secretary-General of Center for Brazilian Stud-ies of ILAS. He joined ILAS in 2003 and since then he has devoted himself to academic studies about Latin American economy and development. His research fields include Latin American macroeconomy, international trade and investment, labor mobility and employment. Since 2008 he has paid more attention to Sino-Latin American economic relations in the context of the international financial crisis and transformation of economic growth model in Latin America and the Caribbean (LAC) countries.
Zhang Yong
Doutor em Economia, Mestre em Administração Pública e Graduação em Engenharia.
Professor Associado (Livre-Docente) na Universidade Estadual Paulista (Unesp) “Júlio de Mesquita Filho” (UNESP) na Faculdade de Filosofia e Ciências (FFC), no Campus de Marília. Leciona no curso de graduação de Relações Internacionais e no curso de pós-graduação em Ciência Sociais, desde 2006.
Diretor do Instituto Confúcio na Unesp desde 2008. Membro Horário do Consel-ho da Matriz do Instituto Confúcio, em Pequim até 2020. Chefe da Assessoria do Ministério do Esporte (2012-2014). Secretario Executivo da Secretaria de Coor-denação Política e Assuntos Institucionais da Presidência da República (2004-2005).
Assessor Especial do Ministro da Fazenda (2003). Consultor do Banco Mundial desde 1998.
Publicaciones 2020: Análise do Investimento da China no Brasil em 2019. In: Org. CHENG, J. Yellow Book do Brasil 2020. Beijing: Social Sciences Academic Press, 2020.
A Pandemia do Coronavírus e seus Impactos Políticos e Econômicos. In. Org. Corci, L. F. e Santos, A. Rumos do Brasil e da América Latina. São Paulo: Editora Práxis, 2020.
PAULINO, L. A. ; PIRES, Marcos Cordeiro . Os Impactos Econômicos e Geopolíticos da Pandemia de Covid-19. In: Aldira Guimarães Duarte; Carlos F. Domínguez Avila. (Org.). A Covid-19 no Brasil: ciência, inovação tecnológica e políticas públicas. 1ed.Curitiba-PR: Editora CRV, 2020, v. 1, p. 57-84.
PIRES, Marcos Cordeiro; PAULINO, L. A. . La experiencia brasileña para combat-ir el COVID-19, sus impactos sociales y económicos. In: Reyes Matta, Fernando. (Org.). Pandemia: Efectos en América Latina y su Interacción con China. 1ed.Santiago de Chile: Simplemente Editores SpA/ CELC - Universidad Andres Bello, 2020, v. 1, p. 69-92.
Luis Antonio Paulino
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Ph.D of Management.
Professor of Applied Economics, School of International Economy and Tour-ism Management, Zhejiang I nternational S tudies U niversity ( ZISU). She is also a senior fellow of Chinese research institutions, including Lain American Society of China, China Foreign Agricultural Economic Research Associa-tion, etc.
Since joining the academic community in the late 1990s, she has developed a broad i nterest i n international economic fi eld, authored and published many books and papers in Chinese and English languages.
Song Haiying
Magíster en Relaciones Internacionales (IRI-UNLP) y master en Protección Internacional d e los Derechos H umanos ( Universidad d e Alcalá, E spaña). Abogada y L icenciada e n Relaciones Internacionales ( UDELAR-Uruguay). Doctorando en Relaciones Internacionales (UNLP).
Docente de derecho Internacional Público de la UNLP (cargo concursado) y de postgrado en universidades nacionales y del exterior. Investigadora de la UNLP categorizada (grado III). Secretaria académica de la Maestría en Rela-ciones Internacionales de la UNLP (2007 a la fecha) y de la Especialización en E studios Chinos ( 2018 a l a fecha). C oordinadora del D epartamento América Latina y el Caribe y del Centro de Estudios Sudamericanos (CEN-SUD), del Instituto Relaciones Internacionales (IRI-UNLP), desde 2003 a la fecha.
Investigadora del Centro de Estudios Chinos del IRI-UNLP.
Sus líneas de investigación son: derecho internacional público; migraciones regionales e internacionales; procesos de integración de la región de Améri-ca Latina y el C aribe; infraestructura regional; análisis comparados de procesos de integración.
Cuenta con numerosas publicaciones nacionales e internacionales vincula-das a los temas de su especialidad.
Ha participado c omo expositora, comentarista y asistente en numerosos eventos c ientíficos en: Argentina, México, Brasil, Chile, España, Uruguay y Venezuela, entre otros.
Laura Lucía Bogado Bordazar
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Ph.D of Management.
Senior Research Fellow, Institute of American and Oceanian Study, Chinese Academy of International Trade and Economic Cooperation. He visited Stan-ford University and Korean international economy policy institute as visiting scholar in 2011 and 2014, respectively.
His research includes O utward I nvestment and Cooperation, Trade in Services, International Rules and Agreements.
He has authored and published more than 400 papers and been involved in compiling more t han 10 books i n Chinese and English languages. H is researches m ainly f ocus o n the government d ecision-making, n egotiation and trends j udgment, w hich g ive more i nformation f or t heir better under-standing the environment, improve the management efficiency, and better allocation of the resources.
Zhang Yushu. G raduate student o f the Chinese academy of i nternational trade and economic cooperation.
Zhou Mi
Doctor en Estudios Americanos, Universidad de Santiago, Chile. Posdoctor en R elaciones I nternacionales, Universidad E stadual P aulista, UNESP, Brasil.Master en Política, E conomía y Sociedad C hina, Universidad de Alcalá, España. Master en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación, Universidad Autónoma de B arcelona, E spaña. I ngeniero C ivil Q uímico, Universidad de Chile.
Investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China, Univer-sidad Andrés Bello, Chile. Presidente de la Corporación Integración y Futuro, Santiago. Profesor visitante Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Articulista para medios nacionales.
Últimos libros publicados: Valenzuela, José Luis y Acuña, Manuel. La Revo-lución Chilena de Octubre: Dos visiones. Editorial Senda, Santiago y Estocol-mo, 2020.
Valenzuela José Luis. La Humanidad en la Encrucijada: Un cambio trascen-dental en la relación entre las personas y la producción de bienes. Editorial Senda, Santiago y Estocolmo, 2019.
Trabajos publicados 2020: Patentes en América Latina: ¿Cómo acortar la brecha con los países más adelantados? En Informe CELAC-China Nº 6 , Santiago, 2020.
CELAC-China: L a importancia d e los agro-negocios. E n Informe CELAC-China Nº 5, Santiago, 2020, p. 50-54.
Pandemia: A mérica L atina entre E stados U nidos y la R epública Popular China. Publicado como capítulo en el libro Pandemia, Simplemente Editores, Santiago, 2020.
Plebiscito en Chile: ¿Queremos una nueva Constitución?. Presentado en el XX Foro de Análisis de Coyuntura, UNESP, Marilia, Sao Paulo, agosto 24-28, 2020.
América Latina entre Estados Unidos y la Republica Popular China. En libro Pandemia, Fernando Reyes Matta (Editor), U. Andres Bello, 2020.
José Luis Valenzuela
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Professor of English language and literature.
Reserve candidate for academic and technical leaders in Sichuan Province, deputy director of the Center for Latin American and Caribbean Studies of Southwest University of Science and Technology, a c ultivation base f or national and regional research of the Ministry of Education, has developed a broad interest i n science, c ulture, and education i n Latin America, and authored and published many papers and commentaries in Chinese and English languages.
Chen Cai
Traductora, L icenciada en L ingüística a plicada a l a Traducción m ención inglés y japonés. Diplomada en Estudios Internacionales de Asia Pacífico y en Enseñanza para la Educación Superior. Magíster en Estudios Internacio-nales y Doctora en Estudios Americanos, mención Relaciones Internaciona-les de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Actualmente se desempeña como Profesora Asistente del Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile para la carrera de Licenciatura en Lingüística aplicada a la Traducción mención inglés – japonés e inglés – portugués. Su línea de inves-tigación se basa en los estudios de comunicación intercultural como herra-mienta de poder desde la perspectiva de las relaciones internacionales.
Esta publicación se adscribe al Proyecto DICYT 031951BC “El desafío de la comunicación intercultural en C hile: L a mirada de l as instituciones de Educación Superior que imparten la carrera de Traducción e Interpretación.” de la Universidad de Santiago de Chile.
Rosa Isabel Basaure Cabero
Deputy director of the office for the Scheme of International Cooperation on Renewable Energy and New Energy Sources, Ministry of Science and Tech-nology and National Development and Reform Commission. Researcher of the Chinese Academy of Science and Technology for Development, Ministry of Science and Technology. Postdoctoral researcher of Tsinghua University. Visiting professor of Centre for International Security and Cooperation of Stanford University. International visiting scholar of United States Department of State. Tian Changlin visiting scholar of The Asia Foundation. Director of China-US and China-EU and Russia Innovation Dialogue Expert Groups. He is also senior advisor of UNIDO. He won the Award for Energy Policy of World Energy Forum on November, 2016.
Over a long period of time, he was responsible for the scheme of national soft science research, and in charge of organizing and contacting of the national think-tank networks (until now, there are more than 1700 think-tanks provided policy suggestions for the Chinese government).
At present, he mainly engaged in the international science and technology cooperation, science and technology policy research, science and technolo-gy development strategies research, and innovation cooperation.
Zhao Gang
Doctora en Estudios Americanos, con mención Estudios Internacionales y Magíster en Estudios Internacionales de la Universidad de Santiago de Chile. Profesora de Historia de la Universidad de Chile e investigadora en el área de Relaciones Internacionales.
Desde el 2009 es académica de la Universidad Tecnológica de Chile -INACAP impartiendo cursos en áreas de Administración de Empresas y Turismo y asesorías en diseño de currículum. Desde el 2017, está incorpora-da al Departamento de Lingüística y Literatura con aplicación a la traduc-ción, de la Universidad de Santiago de Chile donde imparte los cursos de El rol del traductor en la teoría de las Relaciones Internacionales, Lenguas y culturas asiáticas y Metodología de la Investigación.
Las investigaciones recientes se focalizan en las relaciones entre Asia del Este y América Latina; China y América Latina en un contexto de guerra fría, con énfasis en el pintor José Venturelli, pionero en establecer vínculos entre Chile y China. Sus publicaciones han sido difundidas en China, Brasil, Argentina, Perú y Chile en revistas especializadas. Desde 2013 integra el grupo de investigadores Sino-Latinoamericanos.
Mónica Ahumada Figueroa
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Deputy director of the office for the Scheme of International Cooperation on Renewable Energy and New Energy Sources, Ministry of Science and Tech-nology and National Development and Reform Commission. Researcher of the Chinese Academy of Science and Technology for Development, Ministry of Science and Technology. Postdoctoral researcher of Tsinghua University. Visiting professor of Centre for International Security and Cooperation of Stanford University. International visiting scholar of United States Department of State. Tian Changlin visiting scholar of The Asia Foundation. Director of China-US and China-EU and Russia Innovation Dialogue Expert Groups. He is also senior advisor of UNIDO. He won the Award for Energy Policy of World Energy Forum on November, 2016.
Over a long period of time, he was responsible for the scheme of national soft science research, and in charge of organizing and contacting of the national think-tank networks (until now, there are more than 1700 think-tanks provided policy suggestions for the Chinese government).
At present, he mainly engaged in the international science and technology cooperation, science and technology policy research, science and technolo-gy development strategies research, and innovation cooperation.
Zhao Gang
Doctora en Estudios Americanos, con mención Estudios Internacionales y Magíster en Estudios Internacionales de la Universidad de Santiago de Chile. Profesora de Historia de la Universidad de Chile e investigadora en el área de Relaciones Internacionales.
Desde el 2009 es académica de la Universidad Tecnológica de Chile -INACAP impartiendo cursos en áreas de Administración de Empresas y Turismo y asesorías en diseño de currículum. Desde el 2017, está incorpora-da al Departamento de Lingüística y Literatura con aplicación a la traduc-ción, de la Universidad de Santiago de Chile donde imparte los cursos de El rol del traductor en la teoría de las Relaciones Internacionales, Lenguas y culturas asiáticas y Metodología de la Investigación.
Las investigaciones recientes se focalizan en las relaciones entre Asia del Este y América Latina; China y América Latina en un contexto de guerra fría, con énfasis en el pintor José Venturelli, pionero en establecer vínculos entre Chile y China. Sus publicaciones han sido difundidas en China, Brasil, Argentina, Perú y Chile en revistas especializadas. Desde 2013 integra el grupo de investigadores Sino-Latinoamericanos.
Mónica Ahumada Figueroa
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ARTÍCULOS
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Cooperación antiepidémica entre China y América Latina y el Caribe. Xu Shincheng
A friend in need is a friend indeed. Amigo en la adversidad es amigo de verdad.
Desde el comienzo de este año, la pandemia de COVID-19 ha barrido el mundo y los países
solo pueden superar el virus trabajando juntos. En la lucha contra la situación epidémica, China y
América Latina y el Caribe (ALC) se encuentran en la misma trinchera y se ayudan mutuamente,
emprendiendo acciones prácticas para luchar de manera conjunta contra la epidemia e interpretar
el verdadero significado de la Comunidad del Futuro Compartido entre China y ALC.
En el momento más difícil de China al principios del año, los gobiernos y los pueblos de los países
de ALC brindaron a China una gran ayuda y expresaron su apoyo a través de diferentes formas.
Los líderes de muchos países de ALC y los jefes de las organizaciones regionales enviaron car-
tas de solidaridad y apoyo a China; Numerosos países de ALC proporcionaron materiales antie-
pidémicos a China, incluidas 600.000 mascarillas, casi un millón de pares de guantes esterilizados
y más de 60.000 juegos de trajes quirúrgicos y otros suministros médicos; lo cual muestra la
profunda amistad entre China y ALC.
Y cuando el Covid-19 se extiende en ALC desde fines de febrero de 2020, inmediatamente, el
gobierno chino , los gobiernos provinciales y municipales, las empresas y las ONGs de China ofre-
cen a los países y los pueblos de ALC han proporcionado valiosos materiales antiepidémicos a 27
países en la región de ALC, incluidos los 24 países con los que mantiene relaciones diplomáticas
y han compartido sin reserva sus experiencias de lucha contra la epidemia. El presidente Xi Jin-
ping ha llamado por teléfono o ha enviado mensaje de solidaridad a numerosos mandatarios de
ALC. El 23 de julio de 2020, China y México en calidad del presidente pro tempore de la CELAC
copatrocinaron con éxito la Videoconferencia Especial entre Cancilleres de China y de ALC para
atención de la pandemia por Covid-19. En la reunión especial sobre la epidemia celebrada por los
ministros de Relaciones Exteriores de China y América Latina el 23 de Julio, Wang Yi, ministro de
Relaciones Exteriores de China, expresó claramente su deseo de profundizar la cooperación entre
China y América Latina en nuevos ámbitos, ampliar los intercambios económicos y comerciales
existentes y promover la cooperación entre ambas partes en materia de salud pública, seguridad
alimentaria, mitigación de la pobreza, economía digital y energía limpia, así como fortalecer el
diálogo y la comunicación con organizaciones regionales. Los ministros de América Latina pre-
sentes se hicieron eco del discurso del ministro Wang, dando respuestas positivas sobre el futuro
de la cooperación entre China y América Latina.
China ha enviado su equipo de médicos expertos a Venezuela y Perú, ha celebrado más de 30
videoconferencia con muchos países de ALC para intercambiar experiencias en la lucha con-
tra la epidemia. La Cancillería China, el Departamento de Enlace Internacional del CC., diversas
entidades de China, entre ellas , CASS, han organizado videoconferencias con las instituciones
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concernientes de los países de ALC para coordinar la lucha común contra el Covid-19.
La epidemia ha exacerbado el riesgo de una recesión económica mundial, y la economía latino-
americana y la cooperación económica y comercial China-ALC se verán inevitablemente afecta-
das. La epidemia ha causado muchas dificultades tanto a China como a ALC: La evaluación del
desarrollo económico de ALC realizada por el FMI , CEPAL y BM muestra que la demanda exter-
na en general ha caído bruscamente, los precios internacionales de los productos básicos han
caído, y el turismo ha sufrido un revés duro. La economía de ALC ha recibido múltiples golpes, y
los países de la región tendrán un crecimiento económico negativo. Los intercambios personales
de China y ALC han encontrado obstáculos, y muchos proyectos de las obras se han tenido que
suspender o posponer. De enero a mayo, el comercio entre China y ALC disminuyó más del 8% .
Sin embargo, al fin y al cabo, las dificultades son temporales. Los cimientos de la complementa-
riedad económica y el potencial de cooperación entre China y ALC son sólidos. Sin cambios, la
voluntad de China y ALC de tratarse mutuamente como socios con oportunidades de desarrollo,
y de dar gran importancia a la profundización de la cooperación entre China y ALC no ha cam-
biado. La dirección básica de la cooperación entre China y ALC en el próximo paso no cambiará.
Después de la epidemia, el desarrollo económico de China y ALC tendrá un deseo más fuerte de
proteger el sustento de las personas. La necesidad de fortalecer la cooperación pragmática tam-
bién será más fuerte. Tenemos plena confianza en la perspectiva de la cooperación económica
entre China y ALC.
China ha tomado la delantera en la reanudación del trabajo y la producción. El PIB fue -6.8% en
el primer trimestre, 3.2% en el segundo trimestre y 5% en el tercer trimestre. Y se prevé un incre-
mento de PIB del presente año entre 3.5% y 4%. La prevención y el control de la epidemia y el
desarrollo económico y social de China han seguido mejorando, mostrando la enorme capacidad
de recuperación del desarrollo económico de China, inyectando fuerza y confianza en la firme
cooperación de los países de ALC con China y ayudando a promover la recuperación gradual de
los países regionales, lo que promueve continuamente los proyectos de cooperación entre ambas
partes.
Por otro lado, la epidemia ha surgido de manera repentina y ha acelerado el desarrollo de la infrae-
structura de internet, el comercio electrónico transfronterizo, la industria médica y de la salud, la
medicina tradicional china y otras industrias, y ha expandido nuevos formatos como la economía
sin contacto, la telemedicina y la educación en línea. Se espera que estos campos se conviertan
en nuevos puntos de crecimiento en la cooperación pragmática entre China y ALC después de la
epidemia. Estos formatos pueden convertirse en un nuevo punto de apoyo clave para que China
y ALC construyan “la Franja y la Ruta”.
El 19 de junio del presente año, el presidente Xi Jinping en su mensaje escrito dirigido a la Video-
conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Internacional en la Franja y la Ruta expresa: China
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trabajará con sus socios para convertir a la Franja y la Ruta en un modelo de cooperación para
enfrentar los desafíos a través de la unidad, la Franja y la Ruta también será un modelo de salud
para proteger la seguridad y el bienestar de los pueblos, un modelo de recuperación para resta-
blecer la actividad económica y social, y un modelo de crecimiento para desbloquear el potencial
de desarrollo.
El presidente Xi sigue en su mensaje: China hará lo que pueda y contribuirá con su parte a una
pronta victoria global contra la COVID-19, y para la recuperación de la economía global. No po-
demos tener éxito en domar el virus o en lograr la recuperación económica sin solidaridad, co-
operación y multilateralismo. El enfoque correcto para enfrentar las crisis globales y para el logro
del desarrollo a largo plazo es a través de una mayor conectividad, apertura e inclusión. Aquí es
donde la cooperación internacional en la Franja y la Ruta puede hacer una gran diferencia, China
está comprometida con el desarrollo pacífico y la cooperación mutuamente benéfica.
En la actualidad, las relaciones entre China y ALC han entrado en una nueva era de desarrollo
integral. Aunque China y ALC se encuentran geográficamente muy lejos, los países latinoameri-
canos y caribeños tienen un fuerte deseo de participar en la construcción conjunta de “la Franja
y la Ruta” y una Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad. La razón para el desarrollo
de las relaciones entre China y ALC se debe principalmente a tres adherencias: la primera es
adherirse al respeto mutuo y tratarse como iguales; la segunda es adherirse al beneficio mutuo y
al desarrollo común; la tercera es adherirse a los intercambios y el aprendizaje mutuo. Esta es la
profunda connotación de la cooperación China-ALC.
Es de señalar que, los EE.UU. ha ejercido su hegemonía en ALC y siempre ha vilipendiado y ad-
vertido contra el desarrollo de las relaciones entre ALC y otros países extranjeros, desprestigiando
públicamente la cooperación entre China y ALC, y estigmatizando la epidemia de China y ALC. Al-
gunos altos funcionarios de los EE.UU.también han persuadido a ALC de no caer en la diplomacia
y la “trampa de la deuda” de China. Los EE.UU. considera a ALC como su propio patio trasero y
promueve la Doctrina Monroe. Su propósito es controlar el desarrollo de ALC y socavar la amistad
y la cooperación entre China y ALC. Pero su designio fracasará sin duda alguna.
La cooperación de China con ALC sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo ha logrado
beneficios mutuos y resultados beneficiosos para todos, ayudando a ALC a desarrollarse y exten-
diendo una mano a ALC durante su desarrollo. Esto es justo. La cooperación entre China y ALC
está en línea con la tendencia general del desarrollo mundial, con la paz, la estabilidad y el de-
sarrollo.En el futuro, China y ALC seguirán adelante su cooperación para crear una nueva era de
igualdad, beneficio mutuo, innovación, apertura .El desarrollo de las relaciones sino-latinoameri-
canas no se detendrá a pesar de la obstrucción deliberada y el descrédito de algunas personas,
y las relaciones bilaterales serán más amplias y mejores.
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China/América Latina: nuevos escenarios, nuevas urgencias en una rel-ación digital. Fernando Reyes Matta
El momento que vive América Latina y el mundo nos dice que la relación entre China y nuestros
países nos reclama, con urgencia, una puesta al día. La experiencia de las últimas dos décadas
demuestra como el diálogo entre ambas partes supo encontrar áreas concretas de beneficio mu-
tuo. Esa debe ser la base para determinar la hoja de ruta hacia el futuro. Y en ello vemos que la
pandemia trajo un aporte positivo: aceleró las relaciones por vía digital y se abrió un campo que
será determinante en los vínculos de China y América Latina y el Caribe de aquí al 2030.
Tanto en lo bilateral como en los escenarios multilaterales, China y América Latina han impulsado
el incremento de sus intercambios comerciales, de inversiones en áreas específicas, de los en-
cuentros de mundos empresariales y académicos y, lo más trascendente, de visitas mutuas de
los presidentes y primeros ministros de China por este continente como de los mandatarios latino-
americanos y del Caribe por China. Ahí están los Documentos de Política China hacia la América
Latina y el Caribe del 2008 y 2016. Ahí está la creación del Foro CELAC China a partir del 2015.
Y, en paralelo, las Cumbres Empresariales y otras acciones y planes que, bilateralmente, mues-
tran la fuerza de la relación de China con cada uno de nuestros países, según sean los intereses
compartidos que les convoquen.
Pero, si miramos donde estábamos el 2000 y donde estamos el 2020, hay una diferencia esencial:
ayer Estados Unidos no cuestionaba – más bien miraba con buen ojo – la presencia de China en
el desarrollo de América Latina. Hoy, y especialmente con el último gobierno norteamericano, esa
interacción y esas formas de cooperación entre China y América Latina y el Caribe, recibe recrim-
inaciones apocalípticas y amenazas si se establecen vínculos en áreas esenciales en el futuro de
nuestro desarrollo, especialmente en lo digital. Y, sin embargo, esa relación de nuestros países
con China deberá seguir adelante porque tanto a ellos como a nosotros nos interesa, es un espa-
cio de cooperación ineludible.
Y es aquí donde cabe hacerse dos preguntas: ¿Cuáles serán los principios políticos desde los
cuales América Latina se moverá a futuro en el escenario internacional? ¿Cómo influirán los recur-
sos digitales para cambiar la interacción entre China y los países latinoamericanos y del Caribe?
Respecto de lo primero puede señalarse que tres tesis, tres conceptos, ya se plantean en la
región:
a) El No Alineamiento Activo
b) El derecho a la multipertenencia internacional
c) El fortalecimiento de la autonomía estratégica
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De una u otra forma, esas tres tesis están entrelazadas en sus contenidos conceptuales porque
las cruzan realidades concretas:
a) nuestros países son de este hemisferio y de una u otra forma les cabe impulsar una política
interamericana, con equilibrios y respeto mutuo.
b) nuestros países deben impulsar políticas ligadas a sus propios intereses con otras regiones del
mundo, especialmente con Asia, llamada a ser polo del desarrollo global en el siglo XXI, especial-
mente por el papel de China;
c) nuestros países deben ser parte de los planes y programas de otros países o agrupaciones re-
gionales en torno de temas concretos; poder pertenecer a cada uno sin que tal adhesión implique
estar cuestionado para asociarse con otros si hay intereses distintos que convocan.
Es allí donde la idea de la autonomía aparece como un referente de acción política que cabe am-
pliar y reforzar en el quehacer internacional de los países latinoamericanos.
Veamos los contenidos de esas tres propuestas.
1.- El No Alineamiento Activo.- Esta tesis, levantada por Carlos Fortin, Jorge Heine y Carlos
Ominami, académicos y políticos chilenos, ha despertado especial interés en la región y fuera de
ella. Toma la visión del antiguo movimiento de los No Alineados, pero en su espíritu original, aquel
de Nehru, Nasser, Tito, Sukarno y Zhou Enlai. En medio de la Guerra Fría, los países que dejaban
atrás el colonialismo y luchaban por salir del subdesarrollo buscaban tener una vía propia de ac-
ción en el escenario internacional. Por las derivaciones que tuvo después de los 60s, el NOAL no
estuvo exento de críticas. En 2020, 14 países latinoamericanos y 13 caribeños son miembros del
NOAL, que hoy cuenta con 117 integrantes. Los tres países más grandes de la región, Argentina,
Brasil y México, no lo son.
Si bien, especialmente desde Washington, se habla de nueva Guerra Fría China rechaza tal visión
y lógica de enfrentamientos. Pero no se puede negar la existencia de una polarización creciente
entre Estados Unidos y China, la tensión entre la potencia que declina y aquella que emerge
poderosa en tecnologías y ciencias. “La diferencia – dicen los autores - es que, esta vez, lo que
hay en juego desde el punto de vista económico es mucho mayor, dado el tamaño de la economía
china y su considerable presencia en la región, algo muy diferente a lo que fue la Unión Soviética y
su presencia en su momento. No es un tema de izquierda o derecha. Los gobiernos conservador-
es tienen tanto que perder como los progresistas o los centristas…Por eso es importante que
Latinoamérica acepte lo que significa dejar de ser zona de influencia exclusiva de una sola poten-
cia y se disponga a practicar un verdadero no alineamiento activo. Más allá de las profundas difer-
encias ideológicas existentes hoy entre los gobiernos, este podría ser un punto de convergencia.”
2.- El derecho a la multipertenencia internacional.- En la víspera del viaje del presidente Sebastián
Piñera a China tuvo lugar la breve visita del Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo a
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Chile. Se suponía daría pie a diversos análisis entre los cuales se trataría la crisis de Venezuela y
su impacto hemisférico. Pero Pompeo dedicó más tiempo a expresar que a Washington le gener-
aban profundas molestias e inquietudes políticas los fuertes vínculos de Chile con China. En ese
contexto surgió este planteamiento: “Ante esto, hay que desplegar un concepto claro: Chile tiene
el derecho a la multipertenencia internacional. Es más, es un deber estratégico. Derecho a una
interacción con el mundo global según sus intereses y metas como país. Con Estados Unidos
tenemos suficientes afinidades en temas de sociedad, economía y práctica democrática como
para no poner en cuestión los vínculos históricamente construidos…China representa el 32% de
nuestro comercio mundial y asoma como la otra gran potencia del siglo XXI. Con este país hemos
logrado muchos “primeros” a lo largo de cinco décadas de relaciones diplomáticas: primeros en-
tre los países latinoamericanos en reconocerle la categoría de economía de mercado; en suscribir
un Tratado de Libre Comercio como país individual; en hablar en el Foro Económico de Boao;
en ocupar la tribuna de la Escuela de Cuadros del PCCh (la formadora de la élite burocrática del
país), por señalar algunas instancias preponderantes. U junto con acciones con uno o con otro,
tener claro el derecho a unirse con tal o cual país o grupo de países, en áreas concretas de co-
operación.
3.- Fortalecimiento de la autonomía estratégica.- La idea de la autonomía en el ámbito de las rel-
aciones de América Latina con el mundo y, específicamente, con Estados Unidos viene de lejos
en los foros políticos y académicos de la región. Ahí está el ejemplo del libro Doctrinas internacio-
nales y Autonomía Latinoamericana, de Juan Carlos Puig, publicado en 1980 en Caracas, que es
heredero de propuestas planteadas previamente por Raúl Prebisch y Héctor Jaguaribe. Ahora,
en el contexto del nuevo escenario de bipolaridad reemerge la idea de la autonomía, teniendo en
cuenta los vínculos reales de la región con China, especialmente en lo económico, como también
con Estados Unidos, en las áreas de identidades culturales, institucionales y de seguridad, jun-
to a las relaciones económicas ya tradicionales. Centroamérica, México y el Caribe tienen una
vinculación fuerte y determinante con Estados Unidos. En América del Sur las condiciones del
crecimiento están mucho más influidas por las relaciones con China. Lo interesante es observar
como el concepto de “autonomía estratégica” comienza a usarse con la mirada puesta en la
Unión Europea, que así ya lo ha señalado formalmente tanto para sus temas de seguridad como
para los del desarrollo.
El marco digital para las tareas futuras con China
Bajo la lógica de los principios señalados, cabe pensar el quehacer futuro de esta región con
China. Es evidente que no es una América Latina fuerte y con una visión compartida la que hoy
tenemos. CELAC, hoy bajo la presidencia pro tempore de México, trata de seguir adelante como
entidad representativa regional y China así la reconoce. El Foro CELAC-China sigue vivo, aunque
cabe reconocer que la salida de Brasil de CELAC le quita fuerza.
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Sin embargo, la pandemia ha generado una nueva forma de interacción de la sociedad civil, de
los académicos y políticos: aquella de los seminarios y debates a veces casi cotidianos en las
plataformas digitales, especialmente en zoom. Cualquiera de los encuentros de ex cancilleres,
de diplomáticos, políticos y otras personalidades en torno – por ejemplo – sobre la cuestionable
elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, habría significado un
esfuerzo mayor de viajes, estadías, lugares de encuentro y otras variantes según los métodos
habituales para estas reunión. De una semana a otra ese espacio cambió. Lo digital ha transfor-
mado la reflexión política latinoamericana más allá de la interacción de los gobiernos y sus vías
diplomáticas formales.
Y esto es algo que también cambió la interacción de América Latina con China y asoman per-
spectivas de relaciones usando las redes digitales – o “la nube” – como bien dijo una publicación
china. El tema de la distancia ha dejado de tener la importancia que ocupó hasta ahora.
Una muestra de este potencial es la reunión especial sobre Covid-19 convocada en forma si-
multanea por el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el de México, Marcelo
Ebrand, en su carácter de responsable de las relaciones internacionales de su país y coordi-
nador del CELAC durante este año. Allí los diversos cancilleres participantes o sus representantes
vivieron vía zoom una sesión especial del Foro CELAC-China donde dieron cuenta de la forma
como estaba su país enfrentando la pandemia, pero también compartieron la visión que tenían
sobre la realidad económica que se avecina para la región y para sus vínculos con la economía
global. En ese encuentro vía digital estuvieron presentes, además de Ebrad y Wang Yi, los altos
representantes de Argentina, Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Domin-
icana, Ecuador, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay. Allí Ebrard agradeció también el
respaldo del régimen chino y sus socios en América Latina y el Caribe a la resolución ante la
Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la cooperación internacional para garantizar el
acceso mundial a los medicamentos, las vacunas y el equipo médico con los que hacer frente a la
COVID-19, adoptada por el organismo con el copatrocinio de 179 países más. El canciller chino
agradeció, a su vez, el respaldo recibido de América Latina y Caribe en los primeros meses de su
lucha contra la pandemia y remarcó que desde el comienzo de la crisis sanitaria China y América
Latina han superado los obstáculos geográficos y han emprendido una cooperación integral en el
combate al virus. Al mismo tiempo dio cuenta del apoyo financiero y de recursos sanitarios para
atender desde China a las diversas demandas de los países latinoamericanos.
Otro ejemplo se dio cuando México presidió, en su condición de presidencia pro tempore (PPT)
de CELAC, junto a China el II Foro de Ciencia, Tecnología e Innovación entre China y la CELAC,
el cual tuvo lugar, en línea. La reunión, a comienzos de octubre 2020, fue conducida por el can-
ciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubon, y el ministro de Ciencia y Tecnología de la República
Popular China, Wang Zhigang, para abordar temas relacionados con el desarrollo y cooperación
frente a la Covid-19, según un comunicado de la cancillería del país azteca.
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Pero los ejemplos son mucho más amplios y es válido afirmar que con el Coronavirus China abrió
la Ruta Digital, ligada a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, en su relación con los países latinoamer-
icanos. En la actualidad, el uso de internet para comunicarse entre China y América Latina y el
Caribe está siendo usado en diferentes niveles y actores y para distintos propósitos. La más clara
forma de comunicación digital que hoy está a disposición entre ambos lados del mundo son los
webinar, o conferencia web, que tiene como objetivo la interacción en línea entre participantes,
mediante el uso de aplicaciones instaladas en dispositivos móviles o computadoras. Las barreras
del idioma se han superado con traducciones simultáneas o haciendo mutuo uso del inglés. Las
diferencias horarias se han acomodado asumiendo que a las 9.00 de la mañana son las 21.00
horas en otro país y allí, con ese marco, se han hecho las coordinaciones respectivas.
Fue así como se organizó la conferencia con Yu Di Hua, ingeniero jefe de la Compañía General
de Contratación del Grupo China Construction Third Engineering Bureau (CCTEB) Co, LTD quien
“fue el responsable general de la gestión del diseño y la administración técnica del Hospital Huo
Shen Shan, recinto hospitalario de campaña que se montó en tan solo 10 días para dar respuesta
clínica a los pacientes afectados por COVID-19 en Wuhan, China”. La cita fue organizada por
la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción, CChC, jun-
to con el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional de la Provincia de Hubei
(CCPIT – HUBEI). Más de 150 expertos de la construcción estuvieron en ese encuentro.
Las universidades también han pasado a otra etapa de relaciones por esta vía. Por ejemplo la
conversación de Tsinghua University con tres embajadores, de Argentina, Brasil y Chile, para con-
ocer opiniones sobre la mirada respecto a la China actual, las formas de confrontar el covid-19,
como las perspectivas de China en el escenario internacional. La organizadora fue Taotao Chen,
directora del Center Latin America Tsinghua University y los entrevistados Marcos Caramuru de
Paiva, de Brasil, Diego Ramirez Guelar, de Argentina, y quien escribe este texto por parte de Chile.
Lo interesante es que tales entrevistas fueron hechas para un importante contingente de estudi-
antes que diversos países del mundo estaban participando, también vía zoom, en el Summer
Programme de Tsinghua.
En China a esta nueva forma de diálogo, ya muy asumida allá, la llaman “comunicación en la
Nube”. En nota especial, Pueblo en Línea, dijo: “Bajo el trasfondo especial de la epidemia, el
presidente Xi Jinping, como timón del país y líder del pueblo, ha mantenido un estrecho contacto
y comunicación con los líderes de muchos países de América Latina, incluidos Brasil, Argentina,
Cuba, México, Chile, Uruguay y Venezuela entre otros, lo que ha consolidado la piedra angular
fundamental para el desarrollo de las relaciones entre China y América Latina bajo la nueva situ-
ación y ha iluminado el camino hacia las relaciones futuras”.
Además de los foros organizados con la participación del Ministro Wang Yi en términos regionales,
se han dado con fluidez los intercambios bilaterales a través de internet. Eventos como la 17ª Re-
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unión de Consultas Políticas entre los Ministerios de Asuntos Exteriores de China y México, la 3ª
Reunión de la Comisión Intergubernamental Permanente entre China y Argentina, y la 2 ª Reunión
de Consultas Políticas entre los Ministerios de Asuntos Exteriores de China y Panamá se realizaron
con éxito en formato virtual.
Todo ello me lleva a hacer una afirmación: la Ruta Digital es un camino de relación de grandes
potenciales cuando se piensa en la vinculación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con América
Latina y el Caribe.
Tenemos un marco común para ese diálogo: trabajar por cumplir las metas de la Agenda 2030 y
los objetivos del Desarrollo Sostenible. Ello nos lleva a cooperar en áreas como las energías renov-
ables; las tecnologías y programas contra la contaminación y contención del cambio climático; la
telemedicina y los equipamientos necesarios; la disminución de la brecha digital especialmente en
educación; la electromovilidad y la capacitación tecnológica para ello; los desarrollos urbanos y el
control informático; la agricultura y los cambios tecnológicos en favor de más producción y más
calidad; las investigaciones médicas y biocientíficas; la observación meteorológica y capacidad de
prevensión; las aplicaciones informáticas en el consumo y el diario vivir.
Se abrió un campo de interacción entre China y América Latina con un futuro de múltiples di-
mensiones, que se suma a lo que se venía haciendo en infraestructura y otros sectores. Los
tiempos de la economía y el desarrollo social no serán fáciles en la post pandemia, pero estas
nuevas posibilidades de relación con China abren espacio a superar la crisis en el mediano y largo
plazo. Cada país buscará sus propias vinculaciones con China, pero es evidente que, junto con
ello, se hace esencial que la región construya como un todo su discurso común en esa relación.
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Some Notes on “The Growth In The Americas Initiative” as an American In-tention to Contain the Chinese Presence in Latin America. Marcos Cordeiro Pires
1 - Introduction
In an attempt to contain China, the United States government has adopted a series of measures
– such as the establishment of abusive import tariffs – the restriction of the sale of technology-in-
tensive goods – such as cell phone microchips – the imposition of barriers and boycotts to China’s
telecommunications companies, political pressure on countries that relate to the Asian country
and the creation of a financial tool to compete with the Belt and Road Initiative. According to
Mingjiang Li:
Washington has reportedly begun to roll out its own financial arrangements in coopera-
tion with allies and partners to counter China’s BRI financing. Recently, the US Chamber
of Commerce’s US-India Business Council and the US-Japan Business Council launched
the Indo-Pacific Infrastructure Trilateral Forum to encourage private-sector enterprises in
India, and Japan and the United States to invest in regional infrastructure and connectiv-
ity. American leaders and senior officials frequently remark that the new Better Utilization
of Investment Leading to Development (BUILD) Act, passed in 2018, can serve as a tool
to counter China’s BRI in the Indo-Pacific region. Very likely, the BRI will continue to be an
issue of strategic contestation between the United States and China amid Washington’s
growing concerns over a rising China’s ability to challenge US global leadership. (The Belt
and Road Initiative: geo-economics and Indo-Pacific security competition MINGJIANG LI.
International Affairs 96: 1 (2020) 169-187; DOI: 10.1093/ia/iiz240 p. 185)
In the case of Latin America, in addition to political pressure on countries that have closer ties with
China, or even the explicit incentive for the overthrow of governments, as occurred in Bolivia and
attempts to “change regime” as are being made in Venezuela, Nicaragua, and Cuba, the United
States are changing their approach by creating a mechanism to support infrastructure investments
in the Region, “The Growth in the Americas Initiative”, drawing on the resources of the Develop-
ment Finance Corporation (DFC), created by the BUILD Act, to compete with the Belt and Road
Initiative.
In order to discuss aspects of the United States-China competition in Latin America and the ac-
tions of the Washington government to contain China in the region – particularly in Brazil – we have
organized this text in three sections, in addition to this introduction and a brief conclusion. In the
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first, we will discuss the intensification of competition between the United States and China on a
global scale, seeking to indicate the containment actions that have been organized since the gov-
ernment of Barack Obama. Next, we will discuss the United States’ attempts to contain China in
Latin America, just when they make use of what we call the Monroe Doctrine 2.0, and create The
Growth in the Americas Initiative, a way to overshadow the Belt and Road Initiative in the Region.
Finally, we will discuss the policies of the Donald Trump administration in Brazil, with the support of
the Jair Bolsonaro government, which has adopted a strategy of automatic alignment with Wash-
ington’s foreign policy since 2019.
2 - The intensification of the China-United States competition
Since the beginning of the 1970s, the United States policy towards China, then an important ally
in blocking the expansion of the USSR in Asia, has mixed two approaches: first, to pursue China’s
engagement in the international system by supporting the country’s entry into various multilater-
al organizations, which the highest point was China’s entry into the World Trade Organization in
2001; secondly, because of this “engagement”, it sought to contain a greater assertiveness role of
the Asian country in world affairs, with politics and military tactics, seeking to avoid its ascension
that in the future could represent a threat to the US hegemony. Such policy became known as
containment by engagement or congagement (Harris, 2015).
In 2011, political disputes between the United States and China gained a new complexion during
the Barack Obama administration when the strategy of a pivot for Asia was launched, also known
as an American Century in Asia-Pacific. Meanwhile, it began an attempt to shift the focus from the
wars in the Middle East and South Asia to focus on containing China rising. At the time, such a
strategy implied support for the Trans-Pacific Partnership (TPP), a broad trade agreement between
countries in the Pacific basin that excluded China (Clinton, 2012).
In 2013, the government of China announced the strategy of encouraging the construction of
infrastructure abroad through the Belt and Road Initiative (BRI), which aimed to export part of the
country’s surplus production capacity and expand collaboration with other developing countries.
The Belt and Road Initiative has two axes: a terrestrial, which passes through Central Asia and
Russia towards Europe (Belt) and another maritime one that goes to Southeast Asia and passes
through the Indian Ocean, and the east coast of Africa (Road). In addition to the original axis, the
BRI extends to Latin America and is seen as a natural extension of the BRI by China’s leaders.
In 2018, China’s Foreign Minister Yang Yi advocated cooperation between CELAC and China
through the BRI (Xinhua, 2018).
China’s major international role, through its enormous industrial output, the absorption of imports
from all over the world, its financial reserves, the considerable technological advances in the digital
economy (5G Internet, digital payments, and Artificial Intelligence). Even by the expansion of its
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military capacity, it has awakened strong reactions within the political establishment of the United
States. An additional source of friction in bilateral relations is China’s growing presence in Latin
American and the Caribbean (LAC) countries (Ellis, 2019).
The Trump administration, which took office in January 2017, initiated a series of unilateral policies
to reaffirm the hegemony of the United States through the boycott of international law, which until
then were the biggest guarantors, mainly concerning international trade architecture. After leaving
the initiatives negotiated by the previous administration – such as the TPP and the Transatlantic
Trade and Investment Partnership (TTIP) – it started a series of customs tariff hikes on imported
products, firstly against the former NAFTA partners, then extended to other countries, mainly Chi-
na, with which it started the so-called trade war.
It is important to consider that China’s containment policy is not just an initiative of a controversial
government, like Donald Trump’s administration, but a bipartisan consensus. Despite criticism
from business sectors with a strong presence in China, such as Apple and Microsoft, the U.S.
elite overwhelmingly supports Trump’s actions, such as the trade war and restrictions on technol-
ogy transfer. It is worth mentioning that the BUILD ACT, TAIPEI ACT, and The Hong Kong Human
Rights and Democracy Act of 2019 (HKHRDA) were approved by a wide margin in both Houses
of Congress. It is not feasible that the current policy will have different outlines with an eventual
Democratic victory in the November 2020 general elections. As we will see later, this policy of con-
tainment is being expanded to Latin America.
3 - The United States strategy for Latin America
Specifically, regarding Latin America and the Caribbean, the Trump administration restored the so-
called Monroe Doctrine (MD) as a state policy, which, at least in rhetoric, had been abandoned by
the Obama administration. The targets of the renewed MD are China and Russia, mentioned by
the former Secretary of State, Rex Tillerson, as “selfish external powers that only care about their
own interests” (Reuters, 2018). Concerning China, the United States is concerned about the heavy
dependence of many LAC countries on Chinese imports, the expansion of financial activities, and
investment flows to the infrastructure sector in the region. Additionally, the US is blaming China
and Russia for the support of the Venezuelan government and for blocking any foreign intervention
into Venezuelan affairs in the UN Security Council.
It is worth noting that the disputes between the United States and China at a global level have po-
litical and economic effects on LAC countries. Noteworthy is the Chinese diplomatic intensification
to replace Taiwan in the region. In the past five years, Panama, El Salvador, and the Dominican
Republic have come to recognize the Beijing government as the sole representative of the Chi-
nese people. Showing discontent over the sovereign choices of these Latin American countries,
the State Department convened, on 7th September 2018, the ambassadors in San Salvador,
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Panama, and Santo Domingo for consultations and to show Washington’s dissatisfaction with
the change in the status quo (CNN, 2018). Two days earlier, the Senate had approved the TAIPEI
ACT (Taiwan Allies International Protection and Enhancement Initiative), on the initiative of Senators
Marco Rubio (R-FL), Cory Gardner (R-CO), Ed Markey (D-MA), and Bob Menendez (D-NJ). This
law provides that the Department of State can downgrade US relations with any government that
moves away from Taiwan and suspend or block any US assistance (Rubio, 2018).
The adhesion of LAC countries in the Belt and Road Initiative is another controversial point for the
United States. Regardless of pressure from Washington, 19 LAC countries already have Memo-
randum of Understanding (MoU) or cooperation agreements signed with China to join the Initiative.
Brazil, Argentina, Mexico, and Colombia are the major receivers of Chinese investments in the
region, despite not having signed agreements with Beijing.
To face the Chinese investment policy in developing countries, notably the BRI, the United States,
through the approval of the BUILD ACT, created the Development Finance Corporation (DFC),
which started its activities in October 2019. The DFC combines the functions, personnel, assets,
and liabilities of OPIC, USAID’s Development Credit Authority (DCA), and USAID’s existing legacy
credit portfolio (the Urban Environment Program, other non-DCA guarantee programs, and other
direct loan programs), merging their financing responsibilities to create an up-to-date and consol-
idated federal agency (Rande, Bandura & Murphy, 2019).
Different from OPIC, the DFC can now make equity investments as a minority investor in any entity
or investment funds. Equity investments are limited to both 30 percent of the total project and a
total limit of 35 percent of the DFC’s overall investment exposure. Many companies in the devel-
oping world are at the incubator stage. Such companies may want a “true partner” investor as
their company grows; therefore, equity may be preferred over alternate forms of financing. Under
OPIC, the United States was only able to participate in deals as a senior lender and thus paid first
if the deal went south. Besides, it will have the ability to provide technical assistance and conduct
feasibility studies as part of offers made to partner countries and to sponsor “special projects and
programs” to assist specific transactions. These special programs include financial, advisory and
technical, professional, and managerial skills training. Other tasks of the extinct OPIC and USAID
will be continued and expanded, such as insurance for political risks, loans, and guarantees, state
investments in private companies, among others.
It is important to note that the main objective of DFC actions is to support the policies of the United
States government to tackle Chinese initiatives or in which the country participates, such as the
Belt and Road Initiative, New Development Bank, and Asian Investment in Infrastructure Bank.
As stated by Rande, Bandura & Murphy (2019:6), “The creation of the DFC serves a multifaceted
approach and is a first step toward enhancing U.S. foreign policy objectives, revamping U.S. de-
velopment finance tools, and countering China’s state-sponsored development model”.
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In this sense, DFC could create opportunities for cooperation with developing countries from all
continents, competing directly with multilateral financing agencies that are controlled by the USA,
such as The World Bank, The Asian Development Bank, and the Inter-American Development
Bank.
In the Indo-Asian region, the USA created the ASIA EDGE - Enhancing Development and Growth
Through Energy, which seeks to strengthen energy security, increase energy diversification and
trade, and expand access to energy across the region (Department of State, 2020). In Africa,
PROSPER AFRICA was created, which aims to synchronize the efforts of US government agen-
cies to facilitate more agreements between American and African companies and seek to over-
come barriers to trade and investment (Department of Commerce, 2020).
Specifically, concerning LAC, the United States government officially launched The Growth in the
Americas Initiative on 11th December 2019, in the coordination of Departments of State, Treasury,
Commerce, and Energy. However, in August 2018, an initiative with this name had already been
created, within the framework of the Department of Treasury, covering projects related exclusively
to the energy sector. Such projects were incorporated into the new Initiative.
Among the stated objectives, we can list:
(a) Building an enabling environment for private sector investment in energy and infrastructure that
is transparent, competitive, and in line with international best practices.
(b) Creating partnerships with governments across Latin America and the Caribbean in a
whole-of-government initiative to support economic development that leads to job creation.
(c) Improving their regulatory frameworks and procurement structures to meet the requirements of
limited-recourse project financing.
(d) Facilitating infrastructure sector projects from early-stage feasibility studies through final invest-
ment decisions,
(e) Connecting the U.S. private sector to opportunities in the region to promote market diversifica-
tion, energy security, and continued growth (Rande, Bandura & Murphy, 2019).
The priority for investments in infrastructure in Latin America was highlighted by the former Assis-
tant Secretary of State for Western Hemisphere Affairs, Kimberly Breier, at the 2018 Summit of
the Americas, held in Bogotá. At that time, he also warned against the business model of Chinese
companies in the region, accusing it of being corrupt and eroding good governance (BREIER,
2019).
It should be noted that the countries’ accession documents to the Growth in the Americas Initiative
are not exclusively specific Memorandum of Understanding (MoU) on this topic. In Argentina, for
example, the energy cooperation instrument was signed during the G20 Summit meeting in Bue-
51
nos Aires, on 30th November 2018. In addition, another instrument, an MoU between the United
States and Argentina on regulatory coherence and private sector engagement, was signed on
27th April 2017. In Chile, a memorandum of understanding for cooperation in the energy sector
was signed on 27th Sep 2018. Jamaica. On the other hand, it was signed a Memorandum of Un-
derstanding in the Energy Cooperation Framework on 28th August 2018 and an MoU with USAID
to improve the country’s financial resilience to help to protect it against losses from natural disas-
ters. Finally, Panama also signed an MoU in the energy sector on 17th August 2018. When the
extended version of The Growth in the Americas Initiative was launched, a Panamanian delegation
followed the event on 18th December 2019.
4 - Brazil as the stage for political disputes between the United States and China
When treating Brazil exclusively concerning competition for infrastructure investments between
the United States and China, it is necessary to consider the deep institutional transformations
that have been underway in the country since 2016, when an impeachment process ended Dilma
Rousseff’s second government. Since then, during the governments of Michel Temer and Jair
Bolsonaro, liberalizing and market-friendly measures have been introduced to reduce the role of
the State in the Brazilian economy. It meant a greater incentive for the inflow of foreign capital to
deregulation in areas such as oil and energy, the privatization of subsidiaries of state-owned com-
panies, and a higher priority for public-private partnerships.
Another circumstance that must be considered is the impacts of the Lava Jato Operation (a wide
operation against corruption in Brazil and Latin America) on the financial and operational capacity
of the largest construction and engineering companies in the country, such as Odebrecht, An-
drade Gutierrez, Camargo Correa, OAS, Engevix, Queiroz Galvão, UTC, among others. In addition
to allegations of corruption, Lava Jato weakened these companies by paralyzing public projects
that were underway and prohibiting these companies from making new contracts with the gov-
ernment. This is leading many groups to insolvency, which severely limits their ability to compete
in public construction projects or public-private partnership projects.
A third point to highlight concerns the opening of the Brazilian market for services and public
works to foreign companies. It is important to mention that at a time when Brazilian construc-
tion companies are in serious difficulties, the Bolsonaro government voluntarily adhered to the
GPA (Government Procurement Agreement) of the World Trade Organization, which gives equal
treatment to domestic and foreign companies in government procurement. The announcement
was made by the Minister of Economy, Paulo Guedes, on 21st January 2020, during the World
Economic Forum in Davos. In this sense, the Brazilian market for public works and services may
attract companies from several developed countries in addition to the United States and China,
such as Japan, South Korea, the European Union, and Canada.
52
A fourth element to be considered in this context is the foreign policy adopted by Bolsonaro’s
government. In this sense, it is necessary to consider the strong political alignment with the United
States. It has manifested itself in several international forums: in votes in the UN Human Rights
Council, in support of the American attack that killed an Iranian general in Iraq, in the backing of
the peace plan for Palestine released by the United States and Israel (without the consent of the
Palestinian National Authority), by giving up the status of a developing nation within the framework
of the WTO, and by applying for membership of the OECD with the United States’ endorsement. In
general, Brazil’s traditional diplomatic position of neutrality or backing for the group of developing
countries was abandoned.
It should be taken into account the growing activism of the United States government in resuming
its influence in Brazil since the beginning of 2018. Although the Brazilian government has not yet
signed a Memorandum of Understanding regarding The Growth in the Americas Initiative, it is im-
portant to consider that he had already signed an MoU in August 2019 during Wilbur Ross’s visit
to Brazil, when the two governments agreed to cooperate in the Investment Partnership Program
(PPI). The document aims to facilitate business and investments in priority infrastructure projects
of PPl, by the then OPIC, incorporated by DFC, seeking to foster American business and invest-
ments in the Brazilian economy (PPI/Casa Civil, 2019).
As a result of these understandings, between 4th and 6th November 2019, the U.S. Department of
Commerce’s Commercial Service organized the Brazilian Infrastructure Trade Mission intending to
increase the participation of the U.S. private sector in Brazilian infrastructure projects. Nine Amer-
ican companies participated in the event in Brasília, São Paulo, and Santos, the city where the
largest Brazilian port is. Among them, we highlight railway material companies (Greenbrier, Wabtec
- General Electric), aeronautical equipment (Collins), civil construction (Hill International), agricultur-
al equipment (John Deere), projects, and engineering (Evensen Dodge International, Tetra Tech),
IT systems (Oracle) (U.S. Embassy in Brasília, 2019).
Bilateral relations were strengthened during President Jair Bolsonaro’s visit to the United States in
March 2020. From the Joint Statement issued by Donald Trump and Jair Bolsonaro, we selected
the following excerpt:
The two leaders noted that their teams are finalizing other areas of bilateral cooperation,
including collaboration in military research and development and signing an America Cresce
Memorandum of Understanding to stimulate economic development in the hemisphere.
They also lauded other areas of ongoing cooperation such as aerospace, science and tech-
nology, health, and innovation (Itamaraty, 2020)
It is worth noting that despite the announcement of the intention to sign an MoU for Brazil’s ad-
53
hesion to The Growth in the Americas Initiative, there is no information available that this act has
already been signed.
On the same visit, the governments of Brazil and the United States signed on March 8, 2020, in
Miami, the Research, Development, Test and Evaluation Agreement (RDT & E). Starting from RDT
& E, Brazil, and the U.S. will develop joint defense projects. The agreements resulting from these
projects must follow the rules established in this initial text signed today. These projects will pro-
mote the development of technological products in the defense sector (O Globo, 2020).
Even before the outbreak of the COVID-19 pandemic, there was a great expectation that the
Brazilian economy recovery would be guaranteed by major investments in infrastructure projects,
such as highways, ports, railways, hydroelectric plants, renewable energy generation, telecom-
munications, etc. In this sense, considering the low investment capacity of the State and the fall
of large national private groups, foreign investments are expected to carry out the works of these
sectors. This could be an opportunity and a stage to competition between the Belt and Road Ini-
tiative and The Growth in the Americas Initiative.
Additionally, as an opportunity for investments, there is the creation of new and robust commu-
nication structures in Brazil to build the Internet of Things. In this sense, the quality and spread
of the Internet network is essential. At the end of 2020, or later at the beginning of 2021, 5G In-
ternet frequencies will be auctioned. This is a key question, as the Brazilian government, despite
not vetoing the participation of Chinese companies like Huawei and ZTE, will find it very difficult
to displease the interest of the United States. As we have seen, there are considerable political
pressures against the participation of Chinese companies in the networks of allied countries to
the United States as well as pressures that generated results in Japan, Australia, and South Ko-
rea, among others. For a government aligned with Washington, such as the Bolsonaro’s, these
pressures may affect, not by banning Huawei, but by limiting its share in the 5G network to be
auctioned, as occurred in England.
Specifically, in relation to China, the rupture of the agreement to acquire Embraer by Boeing, which
took place in April 2020, may open the possibility of cooperation between Brazil and China. After
the merger between Airbus and Bombardier, the reorganization of the world market for regional
jets limited Embraer’s competitiveness, hence the aircraft company needs to find a better-capital-
ized partner to become economically viable. By closing the door of the United States, only China
can offer any chance for the survival of the Brazilian company.
However, both the issue of 5G Internet and a possible joint venture between Embraer and a Chi-
nese company may be restricted by the US. As mentioned, the Armed Forces of Brazil signed an
agreement with the United States for the inclusion of the Brazilian industry in the supply of military
equipment to the United States, the Research, Development, Test, and Evaluation Agreement
(RDT & E). The agreement tends to limit Brazil’s autonomy, mainly in high-tech sectors, whose
54
transfer by the United States is limited by a series of conditionalities. This goes for both the 5G
Internet and Embraer. It is a problem in which a solution depends on the evolution of the facts.
5 - Final Remarks
Brazil is at a crossroads when it comes to political and trade disputes between the United States
and China. On the one hand, the country has aligned itself unconditionally with the government
of Washington. On the other hand, the Brazilian economy has a high degree of dependence on
China, which has led part of the government of Jair Bolsonaro to become more pragmatic to try
to ease wear and tear with China.
In this context, it is important to note that the restructuring of the role of the state in the Brazilian
economy opens space for the private sector, national and foreign, to be able to participate more
actively in the construction of an ambitious infrastructure investment program. With the weakness
of large local business groups, this gap tends to be filled by international groups, as the govern-
ment announced the adhesion to the WTO’s Government Procurement Agreement (GPA), placing
foreign suppliers on an equal footing with national companies in competitions, not just in the area
of engineering and construction.
Attention needs to be paid to the institutional changes that have occurred in the United States’
international aid systems after the adoption of the BUILD Act, as these tend to make companies
in that country more competitive in the infrastructure sector. This is because it allows not only
the structuring of projects and financial feasibility studies but also enables the participation of an
American public agency as a partner in undertakings. Compared to funds managed by China or in
which the country participates (Silk Road Fund, AIIB, NDB), the volume of US $ 60 billion destined
for the DFC appears to be small. However, considering a possible success of the Initiative, the US
government would not have budgetary restrictions to increase these resources if it would mean a
competitive advantage for the country and its companies in competition with China.
Although the Brazilian government has not yet signed a MoU with the Belt and Road Initiative,
the stock of Chinese investments in Brazil is very large. Also, new capital inflows are expected for
the infrastructure sector, especially when considering the privatization of the state-owned elec-
tric power company, Eletrobras, the sale of half of the national oil refining park, under Petrobras’
control, in addition to many transport projects included in the PPI and which have been paralyzed
since the crisis generated by Lava Jato Operation.
It is desirable that the competition between the United States and China in Brazil be carried out
in a political environment marked by the clarity and equity of the rules and that the result, at least
in theory, could be the most favorable to national interests. However, in an international scenario
marked by instability regarding clear and stable rules, black swans that can completely alter the
55
ability to forecast the recent future can appear, as with the social , economic, and political impacts
arising from the pandemic of COVID-19.
There is another crucial issue to be considered when thinking about Brazilian foreign relations is
nowadays political instability. The Bolsonaro’s government is being questioned for failing in com-
bating the pandemic, as it is not collaborating with the efforts adopted by states and municipali-
ties, especially the quarantine policy, and for minimizing the problem. Furthermore, President Jair
Bolsonaro and his supporters are creating political issues by defending the implementation of a
dictatorship under his control, something that concerns the other Branches, the public opinion,
and also the Armed Forces. The possibility of an impeachment process to remove him from power
cannot be ruled out. And in this sense, a self-coup of state-led by him.
If Bolsonaro remains in power, his foreign policy of automatic alignment with the United States will
continue, which implies challenging multilateral institutions, helping to destabilize the Venezuelan
government, and creating diplomatic crises that do not reflect the Brazilian national interest. If he
leaves the government, there is the possibility of pragmatic foreign policy, moving away from the
ideological guidelines of the far-right and seeking a more balanced insertion of Brazil’s diplomacy.
This insertion should also be more aligned with its historical traditions of non-alignment, defense
of dialogue in the solution of conflicts and international rules.
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58
Uncertainties in Latin America and Complexities of China- U.S.-Latin Amer-ica Relations. Zhou Zhiwei (Summary)
Undoubtedly, the year of 2020 is an obvious and important turning point in international politics
and relations, the pandemic of COVID-19 not only exacerbates the existing uncertainties, but also
brings more unknown impacts to the world. A preliminary conclusion can be drawn, that is, the
international cooperation environment in the next stage is quite different from that at the beginning
of the new century.
Meanwhile, Latin America is currently staying in an obvious transformation stage, which is re-
flected not only in the field of political ecosystem, with the resurgence of populism, the intensify
of the dispute between the left and the right political forces, nationally and regionally, and the rise
of non-traditional party, etc. In the next period, especially considering the potential impacts of the
COVID-19 to Latin America, the frequency of political pendulum(left-right) would be probably ac-
celerating, this possible trend will increase the fragmentation of the party system in most counties
of Latin America, which means higher cost and difficulties of governance, and higher risk of po-
litical fluctuation in the region. Besides this, the problem of inconsistency of the political cycle will
disturb further the process of integration of the region, which will result in the lack of an integrated
identity of Latin America to participate the global governance, because its regional and sub-re-
gional organizations have actually stagnated in recent years.
The economic recession is the key reason for the dramatic political changes, mentioned above, of
Latin America. From the perspective of internal and external environment, particularly considering
the negative impacts of the pandemic of COVID-19, the Latin American economy is likely to face
large fluctuations in the short and medium term. Under such factors as the pessimistic growth
expectations, ideological polarization at the national and regional level, and the acceleration of
rotation of political forces, Latin America will probably have a greater risk of social turbulence in
the near future.
With the ideological polarization in Latin America, the normalization of China-U.S. competition, and
the accelerated development of China-Latin America cooperation in last 2 decades, the US-Latin
America relations shows an obvious and strong exclusiveness to other countries’ presence in
Latin America, particularly against Chinese economic activities in the region, threatening Latin
American countries to refuse the Belt and Road Initiative. On the whole, with the complexity of
Sino-U.S. relations, the restrictions of U.S. on Sino-Latin American cooperation are likely to be
further strengthened.
In Latin America, the competition between China and U.S. is basically shown their proper advan-
tage in cooperating with this region. Comparatively, China has a clear advantage on efficiency of
economic cooperation with Latin America, however the U.S. has advantage on its influence, eco-
59
nomically, militarily and culturally, in this region. Currently, in general, traditional security threats are
not the core concerns of Latin America; rather, development is its top priority. Under such circum-
stances, the effectiveness of the measures adopted by China and the U.S. to boost Latin Ameri-
can economy and the number of accessible policy options will become the priority considerations
of Latin America in its further international cooperation. China possesses certain advantages with
a diversity of approaches to cooperation and the effectiveness of cooperation, at least for the mo-
ment. But objectively, China’s influence in Latin America is far from rivalling that of the U.S.. The
U.S. warning of China-Latin America relations, on the one hand, showed the country’s concerns
over the geopolitical and economic relations in the Western Hemisphere, and on the other hand,
revealed the structural contradiction between China and the U.S. at the global level and its specific
manifestation in Latin America. The strategic intention of the U.S. is to contain China’s influence
and maintain its dominant position in various regions across the world so as to possibly avoid the
balance of power between China and itself. However, if China can effectively use diversified policy
instruments to provide more virtuous public goods that boost local economic and social devel-
opment, China’s influence in Latin America will surely continue to grow and put a squeeze on the
United States. As China’s national strength continues to grow, structural contradiction between
China and the U.S. will surface in a more visible manner in Latin America.
The structural contradiction between the United States and Latin America is reflected by the dis-
pute of the Monroe Doctrine and Latin American Integration for Joint Development. The Chi-
na-Latin America cooperation in infrastructure will help the region improve the “interconnectivity”,
promote the integration of regional markets, upgrade and optimize the regional industrial chains,
thus materializing the economic integration of Latin America. If translated into reality, the conceived
cooperation will scratch the “essence” of the U.S.-Latin America relation, lead to Latin America
breaking loose from its interests bound to those of the U.S. and disrupt head-on the U.S. concept
of overall western hemisphere order that remains the core of its policy toward Latin America. As
a result, the structural contradiction between the U.S. and Latin America will further present itself.
Based on the analysis and judgment of the above two sets of structural contradictions, the current
situation calls for differentiated strategic responses from China, the United States and Latin Amer-
ica. For Latin America, the most reasonable policy is to maximize its interests from China-U.S.
competition and expand its benefits through interaction with foreign powers other than China and
the U.S. In general, the dynamics of the triangular relationship among China, the U.S and Latin
America will be on a track of increasingly complex changes.
60
The “Community of Shared Future for Mankind” (人类 命运 共同体) as an Ex-pression of a New Chinese Humanism: Internal Elements and International Dimensions. Maria Francesca Staiano
Introduction
The last World Forum for Chinese Studies, organized by the Shanghai Academy of Social Scienc-
es on September 10 and 11, 2019, was closed with a lectio magistralis by Tu Weiming, Professor
Emeritus of Harvard University. After nearly 400 papers presented by researchers from around the
world, talking about economics, international relations, politics, the Belt and Road Initiative and its
implications in each region and globally, the rise of China, international geopolitics, etc., Prof Tu
chose to close this world event, held in the financial center of Shanghai, with a conference on “be-
nevolence as a universal value” (Tu, 2019). His intervention has put a firm point to all the debates
of the Forum: the Rénqíng1 (人情) as the beginning and end of man’s action at a global level, in all
civilizations.
The aspiration for a new humanism, in line with the construction of sustainable development with
the support of the 2030 Agenda, has recently manifested at the global level: many intellectuals2 in
recent years have published texts and analyzes in the hope of a new model of scientific, technical,
moral and rational development that focuses on the human being in his natural context. Among
these, one of the most incisive is undoubtedly Edgar Morin, who was the first to deepen the notion
of “community of planetary destiny” (Morin, 2001 (a): 120) theorized by Otto Bauer with the term
Schicksalgemeinschaft (Bauer, 1907 ), later adopted by Chinese government with the expression
“community of shared future for mankind” 人类 命运 共同体 (Rénlèi mìngyùn gòngtóngtǐ).
Humanism was a cultural, artistic and political movement born in Italy in 1300 as a reaction to the
dark ages of the Middle Ages. Humanism is a unicum in human history: born in the XIV century
in Italy, it was characterized by the study of the Latin and Greek classics, considered as an instru-
ment of “spiritual elevation” for man, and therefore called, according to Cicero’s expression, studia
1 Rénqíng (人情 ) expresses the feeling of humanity that is reflected in the moral obligation to maintain interpersonal relationships.
2 Knowing not to be exhaustive, we can mention the following texts: Morin Edgar, I sette saperi nec-essari all’educazione del futuro, Raffaello Cortina Editore, Milano, 2001; Prenna Lino, Un nuovo umanesimo europeo. Popoli, religioni, culture, Il pozzo di Giacobbe Editore, 2020; Ciliberto Michele, Il nuovo umanesimo, Editore La Terza, 2017; Ferrarotti Franco, Dalla società irretita al nuovo umanesimo, Armando Editore, 2020; Torres Mauro, Un nuevo humanismo, Biblioteca Nueva, 2018; Ikeda Daisaku, El nuevo humanismo, Tezontle, 2013; Daodonnet Luc, Pour un nouvel humanisme, Editions L’Harmattan, 2016; Okwa-Ondo Abraham-Peter, Nouvel humanisme et ontologie africaine, L’Harmattan, 2015; Chomsky Noam, Le nouvel humanisme militaire, Page 2, 2000; Matesanz Eva Maria, Tout savoir sur l’art du lien: le nouvel humanisme connecté, Kawa Tout Savoir Sur, 2014.
61
humanitatis3. The development of humanism, understood as a historical cultural expression in
15th century Europe, led to the elaboration of a new form of human civilization expressed by the
Renaissance, which in fact indicates a “rebirth”. From this precise historical moment, a more gen-
eral meaning of humanism4 was born, to characterize “any orientation that takes the meaning and
values established in humanist culture: from the love for classical studies and for humanism, to
the conception of man and humanity, his ‘dignity’ as the author of his own history, a constant and
central point of reference for philosophical reflection”5. Edgar Morin himself, referring to this con-
notation of Renaissance humanism, maintains that” humanity has not born only once, has been
born many times and I am one of those who await a new birth ”(Morin, 2001 (b)).
This article proposes the analysis of this “new birth”, that is, of the humanistic characters that are
currently developing in China, under the internal profile of the law, especially with reference to the
new Civil Code recently approved by the National People’s Congress. Likewise, it aims to dissect
the Chinese humanistic elements in their external dimension, analyzing their influence on interna-
tional relations, with particular reference to the construction of a “community of shared future for
mankind.”
1. HUMANISM AND NEOHUMANISM IN CHINA.
As masterfully described by Moore, “The Chinese tradition of thought and culture can be charac-
terized by humanism, by its emphasis on the ethical, the intellectual (mainly in relation to life and
activity), the aesthetic and the social” (Moore , 1968: 8).
According to Confucius, “man has a sacred mission: to reaffirm and elevate his humanity more and
more” (Cheng, 2000: 62). Man as the center of philosophical speculation in ancient China gener-
ated the definition of Confucian doctrine in terms of “humanism” (Grecchi, 2009). The indissoluble
link between philosophy and human relations, and the pragmatic social action of Confucianism,
have led to a direct interest of Chinese thinkers and scholarly officials, towards politics and gov-
ernance in terms of harmonious social stability. The “feeling of humanity” (rén, 仁) manifested
through the rites, therefore, responds to the need to “perfect oneself in order to rule men”, 修己 治
人 (xiuji zhiren) as detailed by Zhu Xi (Cheng, 2000: 548). The strong political and social influence
of Confucian thought can easily be identified in terms of the “formation of man”, not only in a ped-
agogical key but above all in a legal one (Staiano, 2016; Moore, 1968: 6). It is with Mencius6 that
3 Definition available at: http://www.treccani.it/enciclopedia/umanesimo/4 Some authors also speak of “neohumanism” and “third humanism” with reference to the pedagog-ical orientations of Germany of the 18th and 19th centuries, inspired by the ideas of W. Von Humboldt, F.E. Niethammer, J.G. Herder and the philosophical and historiographical currents, always in Germany after the war, by W. Jaeger and J. Stenzel, who strongly promoted classical studies and underlined the perennial value, for modern man, of the Hellenic world also as an educational experience fundamental. http://www.treccani.it/vocabolario/neoumanesimo/5 Definition available at: http://www.treccani.it/enciclopedia/umanesimo/6 Pre-Qin philosopher who developed his activities in the times of Guanzi, Laozi, Confucius, Mozi, Xunzi
62
an even more humanistic impulse will be given to Confucian thought, not only through a deeper
conviction about the benevolent nature of the human being, but also by extending the latter, per-
ceiving “the continuity between Heaven and Man within of a morality derived directly from nature
”(Cheng, 2000: 290) and arguing“ the need for Confucian humanism to be transferred to a broader
context to assume its meaning more comprehensively ”(Cheng, 2000: 290).
In fact, an essential element of Chinese humanism is given by the encounter between Confucian-
ism and Taoism, which allowed the penetration of human nature in the environmental context in
which it is inserted, that is, “that context of Chinese humanism that consists in the symbiosis of
man with the universe, it allowed the fusion between these two philosophical currents “(Grecchi,
2009: 35; Cheng, 2000). As also held by Chan Wing-tsit “The opposition between humanistic
Confucianism and naturalistic Taoism is, at first glance, almost irreconcilable. But any complete
distinction inevitably distorts the picture. Early Taoism is closer to Confucianism than is generally
understood, especially in its philosophy of life ”(Chan, 1968 (b): 31). It is no coincidence that the
redefined concept of Tianxia (天下) constitutes the apex of this union, representing “everything
under the sky” and including all beings and non-beings, each with its own political, cosmological
and energetic, institutional and moral function7. Then the neo-Confucians (11th-12th centuries)
synthesized the concept of “heavenly principle” (天理) which, by regulating the universe through its
moral nature, “equates to the highest Confucian virtue, rén (仁), ‘love of neighbor’, which should
no longer be understood as referring only to humanity, but extends to the entire universe. The
universal value of rén (仁) and the existence of a single entity (一体) that would cancel out any
difference between the nature of the cosmos and the nature of man merge into a single Principle,
which can take different forms (理 一 而 分 殊)” (Scarpari, 2019). Chan Wing-tsit states that “the
closest statement to a definition of rén (仁) is that it consists in mastering oneself and returning to
ownership: this is practically equivalent to all Confucian philosophy, since rén, thus defined, implies
the realization of the self and the creation of a social order ”(Chan, 1968 (b): 33).
Interestingly, many western authors argue that we cannot speak of Chinese humanism, given the
extreme cultural difference and historical remoteness of the periods in the west and in China, while
others speak of a dehumanization of Confucianism due to the westernization of China (Grecchi ,
2009: 40). However, there is no doubt that “in China, the note of humanism has been strong, not
only in Confucianism, but also in Taoism and Buddhism. It is not necessary to continue arguing
that humanism is the keynote of Chinese thought. That keynote vibrates throughout the history of
China ”(Chan, 1968 (a): 22).
and Hanfeizi. It belonged to the school of Legism, which –among other postulates- proposed a direct connec-tion between morality and interstate order (Yan, Xuetong, Ancient Chinese Thought, Modern Chinese Power, Princeton University Press, 2011).7 For a deepening of the notion of Tianxia, Staiano M.F.-Bogado Bordazar L., Las teorías de las relaciones internacionales con “características chinas” y sus implicaciones en América Latina, in Staiano – Bor-dazar (Coordinators), Dossier especial sobre China: China y su proyección en el siglo XXI, Revista de Rela-ciones Internacionales, Vol. 26, N. 53, Universidad Nacional de La Plata Press, December 2017.
63
Now, the Chinese humanistic spirit, through the values of Confucian and Taoist thoughts, lasts
from the 6th century B.C. until today. However, the hybridization of China due to the initial collision
with the colonial West, today has favored a social openness to certain instances of the population,
adapting to the new needs arising from the development of the last forty years and the progressive
internationalization of the country. Therefore, domestically and internationally, we are witnessing an
affirmation of innovative principles and a crisis between Western human rights and Asian values,
subsumed in “Chinese characteristics”. Already in the 1960s, in fact, the development of a peculiar
“scientific humanism” had been observed in China (Irti, 2017), as a representative of this unicum,
due to the western impact that has generated crucial changes at the epistemological and philo-
sophical level (Chan, 1968 ( b): 67).
2. THE ELEMENTS OF CHINESE NEOHUMANISM IN LAW: THE NEW CIVIL CODE.The Chi-
nese legal experience is the product of a multidimensional and cumulative cultural process, in which
the various layers of modern legal innovations overlapped with those of ancient Chinese thought,
generating a fluid sedimentation of concepts, schemes, models and paradigms belonging to differ-
ent periods, which were sometimes fragmented (Staiano, 2016). Fragmentation and legal flexibility
(Castellucci, 2007) is one of the main characteristics of Chinese law, as well as “legal pluralism”
(Juárez Aguilar, 2015). However, several elements lead us to identify a conspicuous unification of the
Chinese legal model, through: a) the construction of a socialist rule of law with Chinese characteris-
tics (Staiano, 2016); b) a qualitative evolution of Chinese law, in line with the principles of international
law (Staiano, 2014; Li, 2008; Liu, 2008); c) the adoption of a Civil Code (Esborraz, 2019).
The adoption of the new Chinese civil code reveals a gap between the real and the symbolic.
Western codes, in Europe in particular, are always thought of as the best legal experiences for
several reasons. For its historical ties to Roman and medieval law; for its modernity and constant
updating. On the other hand, as has been analyzed by Esborraz, the first civil code of the PRC,
and the Argentine civil code as reformed in 2015, represent the only true codifications of the 21st
century, including a series of legal institutes almost absent in European codes (Esborraz, 2019).
Many are the analogous aspects between the Chinese and the Argentine code, especially with
reference to the humanistic elements. As Esborraz emphasizes with his deep research:
From the comparison of both codifications, the community of concepts,
principles, institutions and provisions existing between them emerges,
which is justified by the fact that both orders belong to the Romanistic legal
system. This can be seen, in particular, in the general system adopted by
both Codes, as well as in the particular attention paid to the protection of
the human or natural person and the environment. Belonging to the Roman-
istic legal system facilitates dialogue not only between the Argentine and
Chinese legal systems, but also between the latter and the other legal sys-
tems that make up the Latin American Subsystem, since they are all based
64
on the common tradition of Roman Law. In addition, all of this acquires
particular interest in view of the relations that China is establishing with Latin
America. (Esborraz, 2019: 335)
Regarding the “humanist” vocation of the Chinese civil code8, at least two aspects can be consid-
ered relevant for the purpose of this discussion: the “people-centered approach” and the “green
principle”. As stated by Wang Chen, Vice Chairman of the Standing Committee of the National
People’s Congress, in his report to the Third Session of the Thirteenth National People’s Congress
on May 22, 2020: “Codification of the civil code is an unavoidable requirement to improve the wel-
fare of the people and safeguarding the fundamental interests of the greatest number of people »9.
With reference to the human person, there are at least two cardinal signs: a) Article 2 of the Law
on the general part of civil law of 2017 that provides “civil law regulates personal relationships and
property relationships between natural persons, legal persons, entities and organizations without
legal personality situated on an equal footing ”; b) Book V of the code entirely dedicated to person-
ality rights (人格 权 编). This aspect coincides with the strong development of the people-centered
approach promoted by Chinese socialist policy. In this sense, we recall “Xi Jinping’s Thought on
socialism with Chinese characteristics for the new era”, inserted in Chinese Constitution in March
2018, where “People-centrism” is a key aspect of all legal and economic instruments implement-
ed by Chinese government; the construction of the socialist rule of law with Chinese character-
istics, the moderately prosperous economy and the new normality. Personality rights are inserted
in a special section of the civil code, not only representing an innovation at the level of civil law
systematization, but also reflecting an evolution, in a civil key, as a operational corollary of the
constitutionalization of fundamental human rights. Human rights, in fact, were already present in
Chinese Constitution, in art. 33, reformed in 2004, with a very general and open notion. However,
the general theory of human rights law “with Chinese characteristics” has been merged with do-
mestic law, providing a full title of implementation of these in the new code. At the same time, the
right to dignity (人格 权 保护) had already been affirmed, at the opening session of the XIX National
Congress of the Communist Party of China on October 18, 2017, as reported by the Supreme
People’s Court: “ The right to dignity is a fundamental human right. Entering a new era, China’s
main social contradiction has changed, and now people’s material demands have been basically
satisfied, people’s demand for dignity is stronger than before”10. In fact, art. 109 of the General
provisions of the civil code establishes: “The law protects personal liberty and the dignity of the
natural person”, endorsing the declaration of the Supreme Court and making it manifest.
8 The humanistic character of the new Chinese code is also supported by Esborraz (2019), p. 372, and other authors, as well as cited by Esborraz in note 144.9 Available at: http://www.mod.gov.cn/topnews/2020-05/22/content_4865574.htm10 Available at http://english.court.gov.cn/2017-11/08/content_34308303.htm
65
As Liu Huawen argues, the progressive approach to international human rights law has pioneered
the development of Chinese domestic law, which functions as a “tool of legal culture” (Liu, 2008).
In fact, according to Liu: “Human rights law and concepts have their own humanistic and moral
foundations; therefore, they produce not only general legal obligations but also humanitarian re-
percussions on public opinion and the moral evaluation of their implementation process, so their
importance goes beyond the legal sense. In this regard, Orientals tend to add an internal moral
obligation to the legal obligation ”(Liu, 2008: 6). The mix between the creation of a modern legal
science and the evolution of the Chinese moral sense is clear, and they cannot do without their
cultural roots. The Chinese humanist turn, therefore, is not a novelty, but a modernization of legal
culture. The civil code approved on May 28, 2020, which will enter into force on January 1, 2021,
is one more confirmation of this.
The other element in line with Chinese humanism in which we detect the peculiar encounter
between man and nature, through the confluence of Confucianism and Taoism, is precisely the
protection of the environment. Article 9 of the General Part of the Chinese Civil Code establishes:
“in carrying out activities of a civil nature, subjects must contribute to the conservation of natural
resources and the protection of the environment”. The so-called “green principle” (绿色 原则), like
personality rights, represents the result of a long process of legal evolution, in line with the ob-
jectives established by the CCP for the construction of an “ecological civilization”11 and with the
Chinese Constitution that establishes in art. 9: “[…] The state ensures the rational use of natural
resources and protects rare animals and plants. The appropriation or damage of natural resources
by any organization or individual by any means is prohibited ”12.
Domestic legislation on environmental protection has been conspicuous in China, as the inter-
national effort to reduce polluting emissions in order to achieve a “sustainable development.” As
stated by the Supreme People’s Court, there are two fundamental principles that have allowed a
mandatory application of environmental protection:
a) The ecological and environmental damage compensation system (生态 环境 损害 赔偿 制度)13:
according to the system, the people or companies that cause environmental damage should not
only assume administrative and criminal responsibility, but will also be responsible for repairing the
damage they cause to the environment and pay compensation for any ecological or environmental
loss they cause. The compensation will be collected by local governments as a kind of non-tax
revenue. This pilot program was launched by the central government in some provinces in 2015
11 This aspect is also marked by Esborraz. For a legal historical overview of the evolution of environmen-tal law in China, see Esborraz, 2019, p. 387 (and references in notes 194 and 195); Toti E., Il diritto dell’ambi-ente della Repubblica Popolare Cinese, in Leggi tradotte della Repubblica Popolare Cinese, vol. VIII (Legge sulla tutela dell’ambiente), Torino, 2016, IX-XLIII; Xu Guodong, Il diritto romano come ponte tra diritto cinese e diritto latinoamericano, en Formichella L. – Terracina G. – Toti E. (coordinators) Diritto cinese e sistema giuridico romanistico. Contributi, Giappichelli, Torino, 2005, pp. 119-127.12 Text available at: http://www.leggicinesi.it/view_doc.asp?docID=38413 Available at: http://english.court.gov.cn/2017-12/20/content_36013880.htm
66
and has been extended to the entire country since January 1, 2018.
b) The environmental protection tax (环保 税)14, provided for by the Environmental Protection Tax
Law, was approved at the meeting of the Standing Committee of the National People’s Congress
on December 25, 2016 and has been in force since January 1st 2018. It is the first law in China
that imposes the collection of an ecological tax and aims to end the policies applied by some local
governments that exempt companies that are large contributors to the local economy. Also force
companies to update their technology and switch to cleaner production.
The “green principle” was added to the general part of the civil code, reserved for “fundamental
rights”, which marks its aspiration to the universal application of the entire population, natural or legal
persons, assigning specific protection, in line with the evolution of international environmental law15.
What emerges from this brief analysis is the strong humanistic element, interpreted in the light of
traditional Chinese thought and the modern definition of “human development”, which includes sus-
tainable development16. This content, which has permeated the “spirit of the laws” in the last forty
years of normative evolution in China, today finds its most complete manifestation in the drafting of
the new civil code, which functions at the same time as a moral and legal reference for all the citizens.
3. CHINESE NEOHUMANISM IN INTERNATIONAL RELATIONS: THE COMMUNITY OF SHARED DESTINATION FOR HUMANITY.
Chinese civil code has also had substantial social relevance for its sense of community. The spirit
of community in the civil code, inspired at the same time by its own cultural experience and by the
legal tradition of Roman law (Esborraz, 2019), is the internal manifestation of a broader community
vocation.
The idea of creating a “community of shared future” emerged in September 2011 in the White Pa-
per on Peaceful Development17, later upheld in Wen Jiabao’s speech during the XIV China-ASEAN
Summit18 and taken up by Hu Jintao in the opening speech of the XVIII National Congress of the
Communist Party in 20123, in which the expression was improved with the formula “human com-
munity with a shared future”, later perfected by Xi Jinping in his famous 2015 speech, on the oc-14 Available at: http://english.court.gov.cn/2017-12/14/content_36013836.htm15 Consider the United Nations International Conferences on the Human Environment in Stockholm (1972), on Sustainable Development in Rio de Janeiro (1992), Johannesburg (2002), the Millennium Develop-ment Goals (2000-2015) and the current Sustainable Development Goals of the 2030 Agenda and the United Nations Conferences on Climate Change (COP 21 and COP 25).16 To deepen these aspects, cfr. Cadìn R., Profili ricostruttivi e linee evolutive del diritto internazionale dello sviluppo, Giappichelli editore, Torino, 2019.17 Full text of the Document of the State Council of the People’s Republic of China, China’s Peace-ful Development, 2011, available at http://english.www.gov.cn/archive/white_paper/2014/09/09/con-tent_281474986284646.htm, accessed on 07/17/2020.18 WEN, Jiabao, 14th summit between China and the Association of Southeast Asian Nations (ASEAN) (10 + 1), Bali, Indonesia, November 18, 2011, Statement, available at http://english.qstheory.cn/news/201111/ t20111121_124891.htm, accessed on 07/20/2020.
67
casion of the 70th anniversary of the United Nations , “building a community of shared destiny for
mankind”19, which includes five contents: political association, security, economic development,
cultural exchanges and the environment. This perspective was taken up in the speech at the Unit-
ed Nations in Geneva in January 201720 and the idea of the essential need to “build a community
with a shared future” was confirmed in October of the same year in the Report of the XIX National
Congress of the Communist Party21 and inserted, through Xi Jinping’s Thought on Socialism with
Chinese Characteristics for a New Era, in the Chinese Constitution with the March 2018 reform22.
The international importance of this community vocation for the future of humanity and the planet
has been manifested in numerous international summits and Chinese foreign policy documents23.
However, one of the most recent and relevant occasions is the Resolution 43/21 of the Human
Rights Council of June 22, 2020 called “Promoting mutually beneficial cooperation in the field of hu-
man rights”, in which the importance of promote international relations based on mutual respect, eq-
uity, justice and mutually beneficial cooperation and build a community of shared destiny (future) for
human beings in which all enjoy human rights24. It should be noted, then, as the internationalization of
the community through the formula of “community of shared future” coincides with the progressive
affirmation of international human rights law in China: Liu Huawen underlines “international laws offer
a legal consensus of community, or better said, a common norm ”(Liu, 2008: 7).
In such a way that the “community of shared future for mankind”, 人类 命运 共同体 (Rénlèi
mìngyùn gòngtóngtǐ), is presented as a key objective of China’s international relations towards the
creation of a new international order, which also includes the three expressions of “relationality”,
“human authority” and “symbiosis” (Staiano, 2018). The community of shared future for mankind
represents “a new solution of global governance proposed by China”, which foresees the creation
19 HU, Jintao, “Firmly advance on the path of socialism with Chinese peculiarities and fight for the con-summation of the integral construction of a Moderately prosperous society “, in 18 National Congress of the Communist Party of China (CPC), November 8, 2012, Beijing, Full text of the report, available at http://cr.chine-seembassy.org/esp/zt/t992906.htm , accessed on 07/20/2020.20 XI, Jinping, “Working Together to Forge a New Partnership of Win-Win Cooperation and Create a Com-munity of Shared Future for Mankind” (speech at the UN General Assembly, New York, September 28, 2015), https://gadebate.un.org/sites/default/files/gastatements/70/70_ZH_en.pdf21 XI, Jinping, “Work Together to Build a Community of Shared Future for Mankind” (speech at the UN Office, Geneva, January 18, 2017), http://www.xinhuanet.com/english/2017-01/19/c_135994707.htm22 http://www.iri.edu.ar/wp-content/uploads/2018/03/opiniones-en-el-iri-staiano-marzo.pdf http://span-ish.xinhuanet.com/2018-03/05/c_137016847.htm23 See, with special reference to Latin America, the “Document on China’s Policy towards Latin America and the Caribbean” of 2016. Already in the Foreword, emphasis is placed on globalization and multipolari-ty to achieve the difficult goals of “peace world and common development ”. Likewise, reference is made to the need to “build international relations of a new type”, with the win-win principle as the core and “to forge a community of shared future for mankind”. In this process, the aim is to “take the China-LAC international co-operation association to a New Height”. “All countries, large or small, strong or weak, rich or poor, are all equal members of the international community.” Full text of the Document available at https://www.fmprc.gov.cn/esp/wjdt/wjzc/t1418256.shtml, accessed on 07/20/2020.24 Full text of Resolution 43/21 of the Human Rights Council of June 22, 2020 called “Promote mutually beneficial cooperation in the field of human rights”, available at https://undocs.org/es/A/HRC/43/L .31 / Rev.1, accessed on 07/22/2020.
68
of “a global five-in one ”including“ politics, security, economy, culture and ecology ”(Xue, 2017:
337). The “community” refers to the set of states, small and large, that peacefully coexist among
them (relationality) through common values inspired by the leading countries as responsible for
international order (human authority), respecting and helping each other ( symbiosis). In fact, the
“community” does not refer “strictly to a right but to a responsibility” (Feng, 2017). The most dif-
ficult issue for the international community to accept is surely the leadership role of China as one
of those responsible for international peace and security, implicit in the expression of “human au-
thority”: this element can be understood only by analyzing the term王 (wáng) in its “chineseness”.
Many authors speak about Wangcracy and Wangrencracy, deepening the difference between
the concept of 王道 (Wángdào), the king’s way of governing, as opposed to that of 霸道 (Bàdào),
the hegemon’s way of governing, where it is evident “the political ideal of unity and harmony of the
state civilization model of more than 2000 years of history in ancient China ”(Tan, 2015).
These concepts represent elements of innovation in the framework of international relations, which
in practice already have empirical results and mark the beginning of a new development of inter-
national relations at a global level. The Belt and Road Initiative (BRI) is an essential corollary to
building a Community of Shared Future for Mankind. The BRI project, in fact, not only represents
a concrete alternative to the traditional “assistance” cooperation, offered by western countries
of the North, but it is also presented as a response through the resurgence of the real economy
with respect to the financial and speculative economy, typical of Western systems, especially
Anglo-Saxon. The BRI deconstructs the traditional division of roles between stronger and weaker
countries, giving a voice to the peoples of areas long ignored in building the norms of international
law: Africa, Eurasia, Latin America. The BRI has played an important driving role in the regional
integration processes in Europe by highlighting the “gray spaces”, deliberately left in the shadow
by the European Union. These spaces have been skillfully filled by Chinese diplomacy, which has
therefore restored considerable importance to the countries of Eastern Europe25. In the same way,
China is gradually reactivating an equilibrium in Latin America, intercepting the traditional role of
the “backyard of the United States” and integrating new protagonist aspects of the Latin American
region (Staiano-Bogado Bordazar, 2019).
In these months, the spread of Covid-19 pandemic continues to destroy the lives of thousands of
people around the world and has created a general upheaval in the world economy, accelerating
international conflicts. Despite this, the virus functioned as a “truth serum” by dropping the “veil
of Maya” of the Western self-narrative and revealing a true “solidarity policy” of the countries of
the South. China’s cooperation, also in these dramatic circumstances, is demonstrating the con-
struction of a shared future for humanity in theory and in practice, through solidarity. In fact, in the
pandemic, the international aid provided by China to the countries with the greatest difficulties has
been very evident, as well as very significant have been the statements of President Xi Jinping at 25 For example, the “17 + 1” Summit between China and 12 EU countries and 5 non-EU Eastern Europe-an members. http://www.china-ceec.org/eng/
69
the WHO summits (Staiano-Marcelli, 2020). Even before the health crisis, China had developed the
“Belt and Road” project with a deep aspiration for international win-win and south-south cooper-
ation, through additional variations such as “the Health Silk Road”. In addition, active participation
in the Summits on the environment and the commitment with respect to emission cuts, towards
the creation of a “more beautiful and harmonious country”, with a “perseverance in the harmonious
coexistence of people and nature”26 and towards the implementation of the 2030 Agenda repre-
sent obvious signs of deep humanist inspiration.
4. SOME FINAL CONSIDERATIONS.
China is designing new internal and international schemes inspired by general principles shared by
the international community and currently in existence: human rights, win-win cooperation, interna-
tional solidarity, protection of natural resources, human development, among others. It seems that
there is taking place in China that “double consciousness” barbarism-humanism described by Morin
according to which «to the consciousness of barbarism must be integrated the consciousness that
Europe produced - through humanism, universalism, the progressive constitution of a planetary con-
sciousness - the antidotes to their own barbarism» (Morin, 2005: 109-110). China attributes a new
framework of meaning to humanism through a new shared humanist mission, capable of aligning the
Western democracies, which are now suffering a structural economic, social and cultural crisis, and
the global South, which aspires to a rebirth to improve the life of their peoples. The new role of China
will not be exempt from opposition from some Western countries that disbelieve this idea, however
China has been demonstrating its firm vocation for several years now.
In the famous novel by Luís Sepúlveda “An old man who read love novels” (Sepúlveda, 2009) the
final duel between the tiger, who represents nature, and the man annihilated for existing in his
anthropomorphic isolationism, only the latter can triumph tragically. However, the sign of the pos-
sible redemption of human barbarism, manifested by the shared reading of love novels, capable
of building a community spirit, is undoubtedly the metaphor that describes the historical step we
are taking. Man and the environment, through sustainable development that unites peoples in a
common discourse, marks their destiny, their future. This is the humanism of the third millennium
that we are all called to realize.
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73
Que vuelva el Estado: Covid-19 y la transformación del Sistema Mundial. Wang Cuiwen
The dissertation will address three questions: Why are policies and responses to Coronavirus pan-
demic so different from country to country? Why is international cooperation on global pandemic
so difficult? What are the impacts of pandemic on the international system? The core point is that
covid-19 highlights the governance dilemma in domestic and global politics. After the pandemic it
is necessary to rebalance the relationship between the state and the market, reevaluate the neo-
liberal development model, and make up with the market failure through state intervention. The
neoliberal model has pushed the state out of action. Deregulated markets serving the interests
of capital became paramount to countries steered by neoliberalism. The ineffectiveness of such
model is translated in long periods of low economic growth, widening of inequality and unpre-
paredness of governments for critical moments such as the pandemic crisis of Covid-19.
The dissertation will elaborate on this issue in two parts. In the first part, the dissertation will dis-
cuss the impacts of the global pandemic on world politics . In the second part, the key point will
focus on the plight of the neoliberal development model exposed by Coronavirus pandemic.
The influences of covid-19 on the interactions of international society
Before the epidemic, the international community was deeply affected by populism and the pro-
cess of anti-globalization. The uncertainty of the international community and the instability of the
international order were prominent. The coronavirus pandemic is a world-shattering event whose
far-ranging consequences we can only begin to imagine today. It has not only brought unprece-
dented attention to the health field, but also deepened our understanding of national governance,
international cooperation and the changing international landscape. Alike crisis moments, Covid-19
raised many questions over the effectiveness of many countries’ models. The way governments
have been steering their nations was put at stake once the normality of life was challenge by a
maleficent virus. The pandemic crisis shed light to much of the contemporary problems faced by
those nations, as well the governments’ inability to address the population demands in times of
great suffering and depression.
Considering the international society, Covid-19 also shed light on the negative effects the lack of
leadership from many players in the international relations. The raise of populist groups in many
nations alongside a hate speech spread by them is a symptom of the inability of such governments
to address societal demands caused by modern changes. Doubtlessly globalization brought many
changes, it was then the time for the state to act to lighten those changes and propose solutions for
those who eventually lost their jobs or failed to keep up with modern changes. The inability of gov-
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ernment to address such demands – steered by the neoliberal perspective that state has to be kept
aside – gave opportunity to the rise of far-right political representatives that have been influencing the
international society negatively. Those far-right groups blame globalization for the difficulty some of
their citizens have been dealing alone (as the state is kept aside by a neoliberal ideology).
In times of anti-globalist movements, the negative consequences to multilateralism and globaliza-
tion have been clear. The United States, still the greatest economy, elected a far-right president
with an anti-globalist speech and guilting China as an enemy of Americans. The lack of com-
promise with empirical studies showing the win-win relations of globalization combined with the
fear and ignorance of many citizens, allowed the rise to power of an unethical man. The United
State withdraw many international agreements such as the Paris Climate Agreement, as well as
blaming international organisms for the “inability” to control the epidemic, resulting in the defund
of such international organisms. The rise of extremist threatens the gains worldwide spread by the
integration of markets and globalization. Covid-19 pandemic crises catalyzed the ineffectiveness
of the neoliberal model to guarantee safety for its citizens a smoother and fairer transition as the
world economy transits or in periods of catastrophe. This paper emphasizes the need the world
for state intervention to guarantee stability and national governance. The paper summarizes the
impact of coVID-19 into eight aspects as follows:
Of all the effects, the first one is that the US has failed the leadership test.The legitimacy of Ameri-
can leadership is being questioned as never before. The United States, the most advanced econ-
omy, has one of the highest number of cases and deaths in the world. The failure of its policies has
reduced America’s soft power. The United States cut off its financial assistance to WHO in April
2020 and formally withdrew from WHO in July, which seriously interfered with the normal operation
and function of WHO. The United States will no longer be seen as an international leader because
of its government’s narrow self-interest and bungling incompetence.
How to fight the epidemic highlights the differences of State capacity with different institutional
frameworks. Covid-19 has spread around the world, affecting more than 200 countries, seriously
disrupting the global political and economic order and endangering the lives of millions. Some
countries have achieved the success in fighting the epidemic, while the failure of some countries
has attracted worldwide attention. In the face of a global crisis like the covid-19 epidemic, only the
state with pooling power, resources, unified command and coordinated action can truly control the
source of infection, cut off the transmission and protect vulnerable population. Since the outbreak,
the performance of China, Japan, the Republic of Korea and other developing countries in East
Asia has fully demonstrated this state ability.
Using its own experience in fighting the epidemic, China has assumed the responsibility of provid-
ing public goods for global public health cooperation.During the epidemic, cooperation between
China, Latin America and the Caribbean in the field of public health became a new area of interna-
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tional cooperation between the three sides. China has provided Latin American countries with an
epidemic prevention plan that has proved to be effective. So far, China has provided medical sup-
plies to more than 20 Latin American countries. China plans to provide a US$1billion loan to Latin
American countries to help them obtain the coronavirus vaccine. China-Latin America cooperation
has gone beyond the traditional mode of economic area and has been further deepened through
cooperation in public health. China has certainly shown its capacity as a global leader. Chinese
government has proven to be looking for the common good of all peoples. Its actions have gone
way beyond economic matters. China has not only extended its financial support to many nations
as well its highly capacitated industry and scientists have quickly developed one of most effective
vaccines, the CoronaVac.
By comparison, global multilateral and regional mechanisms have been ineffective in responding
to the epidemic.The World Health Organization’s response to some outbreaks has exposed the
“governance deficit”, what has long been a warning sign at the institution. At present, the process
of global governance has entered a new round of deep transformation and remodeling cycle. Stra-
tegic competition among major countries has intensified, the strategic environment for multilateral
cooperation and global governance has deteriorated and major countries have been increasingly
divided and grouped around global issues, leading to a deterioration of their willingness and level
of cooperation in the global governance system.
The Covid-19 will further worsen the great power rivalry. Major countries competition takes place
on the field of ideological confrontation.The comparison of the strengths and weaknesses of differ-
ent systems and models in responding to covid-19 further highlights the ideological nature of great
power competition. The covid-19 pandemic has rapidly exacerbated global strategic turmoil.
Trump’s administration in the United States has carried out a “whole-of-government and all-round”
containment and crackdown against China, which has significantly increased the risk that the stra-
tegic competition between China and the United States will slide into strategic confrontation and
promote the trend of “ideological alignment” in international relations.
The COVID-19 pandemic will slow the rise of emerging economies, especially vulnerable ones that
are highly dependent on external markets. The Covid-19 will continue to depress economic activity
and increase tension between countries. Over the long term, the pandemic is likely to reduce signifi-
cantly the productive capacity of the global economy, especially if businesses close and individuals
detach from the labor force. This risk of dislocation is especially great for developing nationsand oth-
ers with a large share of economically vulnerable workers. The international system will, in turn, come
under great pressure, resulting in instability and widespread conflict within and across countries.
The epidemic has not only magnified the defects of the internal governance system, but also
significantly increased the calls in international public opinion for “strengthening government ef-
fectiveness” and making up for the shortcomings of the market and society, accelerating the re-
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turn of the era of “strong government” after the epidemic.Travel bans, entry controls and import
and export restrictions in response to the epidemic could become a “new normal”. The flow of
factors and foreign exchanges are severely restricted, production and trade activities are slowing
down, semi-stagnating or stagnating. The epidemic will intensify state interventionism. Covid-19
has shed light to need of government intervention considering the inability of markets to regulate
the economic activity. In times of many restrictions due to the risk of a maleficent virus, the state
comes to protect businesses, workers and the society as a whole. Society is claiming for the state
help in order to guarantee the basics. Entangled in such context, the international governance
has evidenced much of its inability to cope with the demand of different countries and its peoples.
Countries don’t feel represented by the United States order based on liberal democracies. Liberal-
ism has pushed the state out of play, people are under the control of the markets and capitalists.
Many losing their jobs and threatened by the inexistence of social protection
The coronavirus pandemic could be the straw that breaks the camel’s back of economic global-
ization. Covid-19 is forcing governments, companies, and societies to strengthen their capacity
to cope with extended periods of economic self-isolation. It seems highly unlikely in this context
that the world will return to the idea of mutually beneficial globalization that defined the early 21st
century. Without the incentive to protect the shared gains from global economic integration, the
architecture of global economic governance established in the 20th century will quickly atrophy.
It will then take enormous self-discipline for political leaders to sustain international cooperation
and not retreat into overt geopolitical competition. Anti-globalism movements have strengthened
even before the pandemic crisis. Leaders like Trump in the United States, Marine Le Pen in France
and some movements like Brexit in the United Kingdom have exposed the fear of many when it
concerns to globalization.
The Dilemma of Neoliberal Governance
Foreign Policy magazine organized a discussion on “How will the World Look After the Coronavirus
Pandemic”, attended by 12 famous scholars in international relations. In this discussion of eminent
scholars, John Allen, President of the Brookings Institution, argues that the history of covid-19 will
be written by the victorious, inevitably, those nations that persevere - both by virtue of their unique
political and economic systems, as well as from a public health perspective - will claim success
over those who experience a different, more devastating outcome.
Ashley Tellis, a senior fellow at the “Carnegie Endowment for International Peace”, said China’s
huge advantage in the fight against covid-19 stands in stark contrast to the United States . After
the collapse of the Soviet Union, the American scholar Fukuyama even wrote that neoliberalism
was the best political system and the “end of human history”. In an interview with Le Monde during
the outbreak, Fukuyama also acknowledged that liberal democracy is not the end of history, point-
ing out that national capacity is a more important factor in the face of public crisis.
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As the mainstream trend of thought in today’s international community, neoliberalism originated
from Britain and the United States, spread around the world after the Cold War, and deeply em-
bedded in the western domestic and international order. Long dominated by neoliberal principles,
governments in North America, South America and Europe have long neglected their unprepared-
ness for public crises. The United States has one of the highest number of infections and deaths
in the world and Europe has struggled to control the spread of the virus. Some impoverished
nations still lack the ability to provide health assistance, and some developed wealthy nations have
consciously chosen to leave their population without healthcare, the most prominent example
being the United States.
Moreover, the pandemic crisis has shown the lack of strategic planning from liberal democracies.
Many of them such as the United States and France had great difficulty to provide enough simple
consumables such as masks and gloves available to the public, let alone more complex products
such as virus detection reagents and ventilators. Emmanuel Macron, France president, publicly
recognized how France lack of strategic thinking led France and French people without protection
in the midst of a pandemic. The lack of state planning abiding the idea that markets should reg-
ulate the economy, led France in a dangerous situation. The pandemic has also sharply exposed
inequality in American society, how neoliberal reforms and policies (such as the liberalization of
capital and financial markets) have increased market volatility and social inequality and weakened
the role of the state as a stabilizer.
Only through the visible hand of the state countries can balance fairness and efficiency, regain
social responsibility and focus on public welfare. The era of Adam Smith’s invisible hand regulating
the market has been proven inefficient and generator of much inequality. Thus, even Fukuyama ,
the guardian of liberal philosophy, was forced to admit that the neoliberal order was “dead”, and
that the world would revert to welfare state of the 1950s and 1960s, with respect for the market
economy combined with state intervention to reduce social and economic inequality.
In many countries in Europe and in the US, deaths have been concentrated among ethnic mi-
norities, the poor and other vulnerable groups, reflecting the low level of inclusiveness and bal-
anced development of governance in these regions. If the interests of capital and elites remain
paramount, the dilemmas of domestic and global political governance cannot be resolved. In the
United State itself, Blacks, Hispanics and Asians are more likely to die from Covid-19 than a white
citizen. The staggering inequality in the world’s richest nation among its own citizens shows how
the lack of state intervention has brought much suffering to its own compatriots.
On the one hand the return of state intervention helps to provide social welfare and security for
domestic vulnerable groups at the domestic political level, on the other hand without the functional
constraints of international institutions, geopolitics and protectionism may rise further at the inter-
national political level. This is the dilemma of the future transformation of the world order. States
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should rise to protect their citizens from inequality and the lack of state assistance, combined to
their greater presence in order to hinder protectionist anti-globalist waves.
In retrospect, the great economic crisis of the 1930s led to the rise of Keynesian interventionism.
It remains to be seen whether covid-19 will lead to significant changes in the governance philos-
ophy of the dominant countries in the international system. The end of neoliberalism has already
received further attention from scholars as well as the surrounding differences from liberalism and
neoliberalism. The first encompasses the idea of free trade and laissez-faire and the repeal of pro-
tectionist tariffs from the context of English Corn Laws. However neoliberalism, or contemporary
liberalism, is more linked to the Chicago School of Economics, with its exponent Milton Friedman.
Keynesianism was replaced by Friedman’s neoliberalism in the 1980’s. Covid-19, likewise 1930’s
great depression, maybe a point of inflection in which countries recognize the importance of mar-
ket economies aligned with the need of state intervention to guarantee the stability of welfare.
The chaos of unregulated markets caused 1930’s great depression made Keynesianism a paradigm
to understand economic activity and the need of the state to promote stability. Monetary and fiscal
policies were developed during the 25 years post second world war (1945-1970). Markets were reg-
ulated and the social protection covered a great part of Americans. With the fall of Keynesianism and
the rise of neoliberalism the world lost much of state presence. Neoliberalism eviscerated the rights
from American society, a community marked by individualism promoted by the irrational war against
socialism during the cold war. The idea that government regulation would reduce the well-being was
spread. The United States was taken by a destructive neoliberal power that culminated in the lack of
state power to act in moments of crisis such as the covid-19 pandemic.
The change from Keynesianism to Neoliberalism is, in practice, the rise of the understanding that
markets are able to regulate the economic activity by themselves, thus taking the right of state to
regulate the economy and ensure the existence of social protection. Until today the United States
is faced by protests against the implementation of universal health care. Americans do not have
free health care and the implications of such structure was proven lethal during the pandemic cri-
sis. Not only citizens didn’t have access to health services as the state itself was not prepared to
provide medical goods. America totally neglected its national governance leaving it to the markets.
The highest evidence of the United States and neoliberal model failure is the death toll caused by
the pandemic crisis within the United States.
Whereas in the United Stated Ronald Regan implemented neoliberalism, in the United Kingdom Ms.
Thatcher came to power in 1979 and also implemented neoliberal reforms in the British economy.
The result is given by numbers. In the 25 years period from both governors have seen a period of
substantial lower economic growth combined with the widening of income inequality. The coronavi-
rus epidemic is also showing that nations with lower state support and action – as prescribed by the
neoliberal ideology - are facing big shortcomings in addressing the population demands. China was
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able to halt the spread of the virus and quickly reboot its economy. At the same time Chinese govern-
ment has shown its national governance when quickly acting to provide medical goods throughout
China as well as being a world provider of such goods to needed nations.
In view of the international cooperation in the post-epidemic era, some scholars put forward the
need to improve liberalism and re-attach importance to the welfare state. For developing coun-
tries, for a long period of time, especially developing countries, market-oriented economic devel-
opment has been given priority on the domestic agenda, while national governance has taken a
back seat. The important lesson of covid-19 is that we should attach importance to both market
development and governance, and even pay more attention to state governance. Covid-19 will
bring the state back to light.
Bring the State Back in hard time
Neoliberal perspective has led the state in the back seat, and the market steering the ship. The
neoliberal dilemma exposes the deep problem of nations that unconsidered the need of the state to
regulate the economy and guarantee welfare to its citizens. In the international scenario the lack of
state presence led to overt populism and threat to the international cooperation built on multilateral
organisms. The world goes through serious threat from populist leaders in America and Europe that
defend anti-globalization measures that could weaken the gains of interconnected economies.
Considering the international liberal order, the United States became a master-pay of the interna-
tional institutions that underpinned its power and supremacy. Pascal affirms how other countries
abided to those multilateral institutions considering the US would also uphold its commitments
beyond its national interests, practicing “consultative diplomacy”. Unfortunately, the world has
seen America becoming a “rogue state”. Instead of abiding the game rules, the US challenged the
system many times. Recently, it withdrew the Paris Agreement, the TPP-Trans-Pacific Partnership
and the Iran Nuclear Deal. The US has itself undermined the multilateral institutions and rules that
helped it to maintain its power and supremacy.
Trumpism in America and Covid-19 has much to do with the crack of multilateral institutions, and
one example is the World Health Organization-WHO. During the pandemic crisis Donald Trump
criticized many times the WHO and stated how the agency had “failed in its basic duty and must
be held accountable”. The US, leaded by Donald Trump, cut the US financing of WHO’s budget in
the midst of the pandemic crisis. The US administration considered WHO inefficient and also said
the agency promoted China’s disinformation about the virus leading to a wider spread of the dis-
ease. Such episode shows how Covid-19 boosted Trumpism against multilateralism, many times
entangled with conspiracies against China. WHO chief, Tedros Adhanom Ghebreyesus, regretted
US decision and expressed the importance of the world acting together against a common threat.
80
President Trump is considered the first president of the United States since the 1930’s to effec-
tively fight against liberal internationalism. His actions triggered a sharper fall of the US as a leader
of such liberal order. Trump acted in way to “recover” the lost jobs in the US due to globalization.
On many occasions he mentioned US industry and commerce sectors that have moved abroad
due to global competition. Trump’s heavy support came from those Americans who lost their jobs
during US deindustrialization, a region known as the “rust belt”. This region englobes the northeast
of US, like the states of New York, Pennsylvania, Ohio, Indiana, Illinois, Wisconsin and Michigan.
The rust belt is named after “rust” due to the exit and bankruptcy of many American companies and
the shutdown of many industries in the area due to the loss of competitive advantage that existed
until the second half of the 20th century. The liberal internationalism opened markets and economic
activity in the area suffered from stronger competitors in Asia, such as Japan, Korea and China. The
area held much of the US manufacturing industries as well as iron, coal and steel. Cities that have
once been wealthy and prosperous such and Detroit and Cleveland, lost much of their population.
Likewise, other sectors of American economy suffered with the global understanding of climate
change. Further on, Trump’s administration also sought the support of those American whose jobs
were and are taken due to technology advance and the increasing concern about the effects of hu-
man action in the planet’s climate. Another part of Trump’s electorate comes from the coal industry,
a sector heavily affected by regulation due to the heavy air pollution it causes. Neoliberal policy in the
US fostered by the “superior efficiency” of the market caused the unemployment of many citizens
that were left without any state action. Saad mentions that after four decades of neoliberalism the
state capacity to act was depleted and it reflects on the death toll the US holds today.
Anti-globalism has also encountered other supporters in other liberal democracies. The interna-
tional liberal order underpinned by openness and the integration of markets had negative effects
on some sector along the way, as mentioned in the rustbelt. Other nations, as well, had areas that
lost prominence as the international competition damaged their competitive advantage. In France,
Marine Le Pen also followed globalization losers demands, claiming the need to exit the European
Union and to restructure closed industries, such as coal and iron. The relation with Trump’s speech
is clear. She had much support of areas in France that held manufacturing industries, like Lyon and
Alsace and Lorraine. Le Pen defended the idea to exit the European Union e raise trade barriers to
“protect” the national industry.
Alongside Trumpism and Marine Le Pen, Brexit in the UK represented another great support to anti
globalism. In the UK the wave against regionalism and integration of markets has also gained pow-
er since the proposal of Great Britain to leave European Union. The Brexit was majorly supported
by those citizens who felt globalization has made life worse, the “feeling of social and economic
exclusion” underpin those whose understanding was the United Kingdom would be better off by
leaving the EU. Neoliberalism in the land of Margaret Thatcher left UK citizens with little social
protection. Apart from the NHS-National Health Service that provides UK citizens with health care,
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much more could be done to protect citizens from the instabilities caused by market fluctuations.
State intervention is mandatory when it concerns to lighten the burden of changes. Notwithstand-
ing the UK has also lacked much state governance during Covid-19, with one of the highest death
tolls worldwide, the UK demands state power to intervene and implement measures to halt the
virus, as well as having the country prepared for such disastrous happenings.
Further on another liberal democracy that faced much agony during the coronavirus pandemic
is Italy. Italy became the epicenter of the coronavirus pandemic since the country was not able
to control the infection. A powerless state governed by populists even ignored the gravity of the
infection with a campaign “Milano non si Ferma” (Milan dos not close down) in the city of Milan,
Lombardia. Neoliberal movements that privatized much of the Italian economy in the past 30 years
with the speech of “risanamento dei conti pubblici” (fiscal austerity and reorganization of public
accounts), didn’t solve Italy’s debt problem nor provided an impulse to Italian economy, leaving
Italians with high unemployment (mostly among the youth) and a stagnated economy. Italy lack
state presence and national governance after the neoliberal revolution that served only capital and
short-profit for a few.
Italy, France, the US and the UK all had changes in their national economies due to globalization,
which is normal considering the integration of markets, but the lack of state presence led such
countries with a profound deindustrialization combined with the absence of the state that caused
much suffering for its citizens. China absorbed much of the world’s manufacturing need due to
its cheap labor aligned with some other factors such as the goodwill of Chinese government to
incentive the development of Chinese economy, such as tariffs reduction and other trade reforms.
China’s success was used by populist far right movements worldwide to blame China for the
eventual losses in employment in their homelands. Nonetheless, China did nothing but followed
an open market model, not only their exports augmented, as well as their imports. Differently from
many anti globalists, China is opened to imports and became one of the greatest world importers.
The integration of China to the global economy is in net terms positive. Many nations became
direct suppliers to Chinese demands, whether in components whether in raw materials. Thus,
Chinese economy brought many opportunities to many players in a win-win game. Innumerous
countries already have China as their biggest trading partner, profiting much with exports to China
to their agricultural and mineral sectors. However, anti-globalists use an anti-China and prejudicial
speech against the Chinese economy due to some punctual negative effects in their economy that
could be easily addressed if the state had a more prominent presence in such economies. The
dangerous anti-globalist speech entangled with an irrational rage against China and communism,
is culminating inf the dismantling of the multilateral institutions that underpin the connected econ-
omy the world is based today.
In a nutshell, countries have been challenged by the rise of far-right populism that rages against
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globalization. Regardless of their prejudice against China, studies show how Chinese integration
to the world economy has generated commons benefits. The war against market integration is
steered by populist representatives whose understanding is that globalization was negative to their
economies. Neoliberalism pushed the state back and hindered state action to regulate markets
and provide a welfare state to its citizens, the problem is not globalization, but neoliberalism. In a
moment of great sorrow due to the pandemic crisis, the discussion of the state presence is back.
The economic sector is begging for state help and intervention, the world is waking to the plight of
neoliberalism and the state is coming back. Saad said “The left is needed like never before and it
must rise up to the challenge.”
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85
El alineamiento político del gobierno argentino en el marco del conflicto sinoestadounidense. Gustavo Santillán
Introducción
Este trabajo intenta dar cuenta de la posición del gobierno argentino en medio del actual conflicto
sinoestadounidense. 27
Esto no implica sostener la existencia de una posición explícitamente asumida por el gobierno. A
pesar de ello, intentaremos identificar la existencia de hecho de una posición argentina, que ubica
al país en el contexto mencionado. Esto será desarrollado a través de un análisis separado de las
relaciones bilaterales sino-argentinas por un lado, y argentino-estadounidenses por el otro.
Nuestro trabajo abreva en un análisis previo presentado en la última edición de este Foro,28 permi-
tiendo por lo tanto constituirse en una continuación de la investigación desarrollada; en esta opor-
tunidad, y a diferencia de la ponencia citada, nos concentraremos enteramente en el caso argentino.
Decíamos en nuestro último trabajo que existía una continuidad manifiesta en la relación sino-ar-
gentina entre 2015 y 2019, teniendo en cuenta las dificultades económicas que atravesaba (y que
aún atraviesa) el país sudamericano. Estas dificultades forzaron al entonces gobierno argentino
a sostener la continuidad de la relación bilateral con China para, de esta manera, poder obtener
alivio financiero en las cuentas internacionales del país. Esto fue desarrollado al mismo tiempo en
que la diplomacia argentina perseguía por otra parte la consecución de una posición equidistante
entre China y los Estados Unidos.
Al margen del cambio político ocurrido en diciembre del año pasado, el panorama actual es de
alguna manera similar al cuadro recién planteado. Sin embargo, merecen destacarse dos puntos.
Primero, la realización de nuevas aperturas diplomáticas hacia la RPCh, ejemplificadas tanto en
la existencia de intercambios y proyectos en curso realizados con China (iniciativas de inversión
y asistencia financiera, envíos chinos de equipamiento médico, realización en territorio argentino
de ensayos de vacunas desarrolladas por la RPCh, etc.) como en la ocurrencia de cambios rele-
vantes en el cuerpo diplomático argentino. Por otro lado, la Argentina aún necesita reestructurar
con premura la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual implica desde
luego el mantenimiento de una relación adecuada con los EEUU.
Finalmente, sin embargo, podemos ver también el desarrollo de acciones hasta cierto punto con-
trastantes con la constatación mencionada en último término: concretamente, por ejemplo, el apoyo 27 Este conflicto dio inicio con la ofensiva comercial lanzada por la Administración del presidente es-tadounidense Donald Trump y escaló hacia otras áreas relevantes, implicando de manera notable a la tec-nología, la defensa y la seguridad nacional28 Santillán, Gustavo (2019). “China and South America in times of crisis: a review of the Chi-nese, Brazilian and Argentinian leadership foreign policy pronunciations”. Fuzhou: VIII High Level Forum on China-LAC Academic Exchanges
86
continuo brindado al Grupo de Puebla, o la puja por la presidencia del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), donde la Argentina tomó partido contra el candidato promovido por los EEUU.
El trabajo se estructurará del siguiente modo: se trazará en primer término el contexto constituido
por la actual situación financiera del país, destacando en particular el proceso de endeudamien-
to externo ocurrido durante el gobierno de Macri y su posterior gestión. La siguiente sección
abordará la relación sinoargentina. A continuación, se examinará la relación bilateral entre la Ar-
gentina y los EEUU. Finalmente, se ofrecerán las conclusiones del trabajo.
1 – El crecimiento de la deuda externa argentina y su proceso de reestructuración
A partir de 2015, una de las estrategias centrales del gobierno del por entonces presidente Mau-
ricio Macri fue la suscripción de deuda en el exterior, tanto en los mercados internacionales como
con las instituciones multilaterales de crédito; en particular, con el Fondo Monetario Internacional
(FMI). En este marco, el 7 de junio de 2018 se acordó con el organismo la suscripción de un acu-
erdo stand-by de tres años, por un monto de 50 mil millones de dólares, el mayor en la historia del
FMI, que el 26 de septiembre se amplió a 57 mil millones de dólares. (FMI, 2018 a,b) Entre otros
aspectos relevantes del acuerdo reprogramado, el FMI entregaría desembolsos que cubrirían la
gestión de gobierno de Macri, y otorgaría tres años de gracia para pagar los fondos del programa
suscripto. (Infobae, 2018)
El préstamo, dada su inédita magnitud, fue interpretado como un acuerdo político realizado a
instancias del gobierno estadounidense de Donald Trump, por motivos de orden esencialmente
geopolítico (Santillán, 2019). Los fondos entregados, en tanto, fueron aplicados a contener las
presiones hacia la depreciación del peso, como el propio FMI reconociera (FMI, 2019 b, p.8). Esto
significó, en la práctica, que tales recursos redundaron enteramente en la formación de activos
externos a la economía nacional.
En este marco, el 11 de agosto de 2019, los resultados de las elecciones presidenciales prima-
rias significaron ya la previsible derrota definitiva del por entonces oficialismo. Ello generó dos
fenómenos: en primer lugar, se agudizaron las presiones contra el valor del peso, se generó vol-
atilidad en los mercados y se dispararon los niveles de riesgo de los títulos argentinos de deuda.
En segundo lugar, el gobierno de Macri dispuso una serie de medidas económicas inmediata-
mente después de su derrota en las primarias29: entre ellas, el establecimiento de restricciones a
la compra de divisas por parte del público y reinstaurando el así llamado cepo cambiario, cuyo
levantamiento fue oportunamente una de las primeras medidas adoptadas en diciembre de 2015.
Por otra parte, se acordó con el FMI la suspensión de la entrega de los fondos pendientes del
29 Permanece en tanto como una incógnita determinar hasta qué punto estas medidas fueron consen-suadas, o al menos sometidas a consulta, con la coalición vencedora en las elecciones primarias. Ver men-ciones a este respecto por parte de funcionarios del FMI, en FMI, 2019b
87
acuerdo de stand-by, iniciando con ello un proceso de reformulación del programa que aún no ha
concluido. En tercer término, se decidió de manera unilateral una extensión en los plazos de los
pagos a los tenedores privados de la deuda argentina. Los dos últimos elementos mencionados
constituyen los condicionamientos fundamentales que recibió el gobierno entrante a partir de
diciembre de 2019. Cabe destacar, al respecto, que la deuda pública total del país había pasado,
entre 2015 y 2019, del 52,6% al 90,4% del PBI. (FMI, 2020 a)
De esta manera, dos de los objetivos fundamentales de política económica del nuevo gobierno
ya estaban trazados de antemano. Para atenderlos, se designó en el ministerio de Economía a un
experto en reestructuraciones de deuda, Martín Guzmán. El camino que se eligió para acometer
esta tarea fue, primero, renegociar las obligaciones con los tenedores privados. Ello contó con
el apoyo del FMI, que en reiteradas oportunidades señaló, en coincidencia con las autoridades
argentinas, la necesidad de otorgar “sostenibilidad” a los volúmenes de deuda del país.30
El acuerdo finalmente se logró, tras arduas negociaciones, el 28 de agosto de 2020, consiguiendo
una adhesión de casi la totalidad de los títulos de deuda con tenedores privados bajo legislación
extranjera, que en su conjunto componían una suma cercana a los 65 mil millones de dólares.
(Infobae, 2020 c)
La estrategia elegida, como señalamos, implicó también el inicio de las conversaciones para re-
estructurar el programa vigente con el FMI bajo otros términos, lo cual fue anunciado inclusive el
26 de agosto por la nueva directora ejecutiva del organismo, Kristalina Georgieva, dando así la
bienvenida formal al proceso de negociaciones. (FMI, 2020 b)
Este proceso se encuentra aún en marcha, requerirá condicionalidades por parte del FMI hasta
un punto compatible con las declaraciones amistosas efectuadas por sus propios funcionarios, y
estará supeditado a la aprobación parlamentaria del presupuesto 2021, con media sanción por
parte de la Cámara de Diputados al momento de redactarse este artículo.31
La posición financiera del gobierno, en suma, si bien recibió el alivio de la reestructuración con los
tenedores privados de deuda, sigue siendo delicada. En segundo lugar, las líneas de acción oficiales
son, como hemos visto, consistentes con el sostenimiento de una negociación amistosa con el FMI.
En tercer lugar, se necesita fortalecer en paralelo las reservas del Banco Central; mantener y ampliar
los acuerdos con la RPCh es una acción relevante en este sentido, y podría proveer al mismo tiempo
una fuente de apoyo para la radicación de nuevas obras de infraestructura en el país, amén de las
que ya se encuentran en funcionamiento u operación. Examinaremos este costado de la posición
argentina a continuación, a través de la revisión de la relación bilateral sinoargentina.
30 Ver por ejemplo las declaraciones de prensa de los funcionarios del organismo en FMI, 2020 c.31 En una declaración que ilustra tanto la posición del gobierno argentino como demuestra nuestro ar-gumento, el diputado oficialista a cargo de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja, Carlos Heller, declaró hace poco que “el país necesita cerrar su discusión del Presupuesto antes que inicie su negoci-ación con el FMI, justamente como una demostración que es el Presupuesto que hemos elaborado los argenti-nos”. (Cámara de Diputados de la Nación Argentina, 2020)
88
2- La relación bilateral sino-argentina
Efectivamente, podemos empezar la revisión de la relación bilateral con China aludiendo a la reci-
ente renovación del swap de monedas entre los dos países, efectivizada en agosto de este año.
El acuerdo se viene renovando sucesivamente desde 2009, lo que significa su funcionamiento
bajo tres gobiernos diferentes, el de Cristina Fernández (2007-2015), el de Mauricio Macri y el
actual. El monto del acuerdo equivale a 18500 millones de dólares, una suma importante dado
que compone alrededor del 40% de las reservas del Banco Central. (Banco Central de la Repúbli-
ca Argentina, 2020; Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la
República Argentina, 2020; Infobae, 2020 d) También son relevantes las condiciones del nuevo
acuerdo, por cuanto a) se produjo durante los tramos finales del proceso de negociación con los
tenedores privados de la deuda argentina y coincidió con la aceleración de la negociación con
el FMI, b) se estipuló la remoción de la cláusula que condicionaba la suscripción del swap a la
vigencia de un acuerdo con el FMI, cláusula introducida en 2018 con motivo de la anterior reno-
vación del acuerdo de canje (Infobae, 2020 d), y c) el presidente chino Xi Jinping, en conversación
con su homólogo argentino Alberto Fernández, afirmó expresamente que el swap podía usarse
libremente para intervenir en el mercado cambiario doméstico tras la conversión de los yuanes
a dólares (a un costo financiero del orden del 7%), habilitando de este modo su funcionamiento
por fuera de los carriles del comercio bilateral. Estas operaciones estarían ocurriendo de mane-
ra marginal durante las últimas semanas. (Infobae, 2020 a; Ámbito Financiero, 2020) Durante la
charla entre Fernández y Xi, el presidente argentino expresó que “El acompañamiento financiero
de China es muy importante para el desarrollo de los proyectos productivos en nuestro país”.
(Observatorio Sino-argentino, 2020 a, p.4)
Precisamente, a este respecto, el stock total acumulado de inversiones chinas en Argentina su-
pera los 22 mil millones de dólares (American Enterprise Institute, 2020). Más allá de lo significativo
de este monto, los distintos proyectos financiados o anunciados32 por la RPCh en la Argentina
corresponden a diversos sectores: finanzas, minería, energía (nuclear, hidroeléctrica y no conven-
cional), petróleo, producción de alimentos e investigación científica. (American Enterprise Insti-
tute, 2020; Observatorio Sino-argentino, 2020 a, b,c,d). Para los propósitos de este trabajo, es
relevante señalar que los proyectos encarados en distintos sectores poseen distintos niveles de
impacto en el terreno geopolítico. En primer lugar, se pueden identificar los anuncios correspondi-
entes a la instalación de plantas para la cría y faena porcina en el país orientada a su exportación
a China, por un valor superior a los 3700 millones de dólares. El Memorando de Entendimiento
no ha sido todavía firmado33 pero es deseado por ambas partes, por cuanto, del lado argentino,
32 Las cifras que componen el stock corresponden a los proyectos concretados o en ejecución. En los trabajos de índole económica, es importante establecer la distinción entre inversiones realizadas y anunciadas. En este estudio, en cambio, procederemos en adelante a la interpretación conjunta de los proyectos presentes y futuros, valorando su impacto tanto en la relación bilateral como en el orden geopolítico.33 El gobierno argentino requiere la asociación del capital chino en joint-venture con empresas locales y, por otro lado, ha recibido críticas al proyecto por parte de organizaciones ambientalistas.
89
se entiende que potenciará el empleo, incrementará la producción de maíz para la alimentación
de los animales criados en las plantas y, desde luego, incrementará sensiblemente las ventas de
carne porcina a China que, por su parte, acusa no sólo una tendencia estructural de incremen-
to de la demanda de proteínas por parte de su población, sino los efectos de la gripe porcina
declarada en 2018. (Observatorio Sino-argentino, 2020 b, pp.3-4). En segundo término, se puede
destacar la radicación de la base de observación del espacio lejano de la Administración Nacional
Espacial China radicada en la provincia de Neuquén, proyecto iniciado en 2010, con convenio
firmado en 2015, en funcionamiento desde 2018 y, finalmente y de manera significativa, promul-
gado en agosto de este año (Observatorio Sino-argentino, 2020 b, pp.5-6). En tercer término,
la Argentina manifestó a Xi Jinping su disposición a integrar tanto la Iniciativa La Franja y la Ruta
como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura; esta última iniciativa cuenta con media
sanción del parlamento argentino, otorgada por el Senado en septiembre pasado. (Observatorio
Sino-argentino, 2020 a, pp.2-4) En cuanto a la primera iniciativa, en tanto, durante el gobierno de
Macri la Argentina manifestó una posición favorable al mega proyecto chino durante las sesiones
del G-20 llevadas a cabo en Buenos Aires a finales de 2018, pero sin incorporarse al mismo;
durante dicho foro, la diplomacia argentina presentó como un éxito esta postura, entendiéndola
como un balance entre las aspiraciones estadounidenses y chinas que, en el marco del conflicto
bilateral abierto entre estos dos países, tensaban el posicionamiento argentino (Santillán, 2019).
Esta postura, ahora, cambió hacia la voluntad manifiesta de incorporación a la Iniciativa La Franja
y la Ruta, que por otra parte aún no se ha concretado. Frente a ello, cabe destacar que el subsec-
retario de Estado Adjunto en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento
de Estado norteamericano, Kevin O’ Reilly, preguntado por la voluntad argentina, declaró ante la
prensa que “tomamos nota de la conversación”. (Perfil, 2020)
Finalmente, debemos hacer mención al envío de material sanitario por parte de China en carácter
de asistencia a la Argentina en el marco de la actual pandemia de COVID-19. Este envío, más
allá de su relevancia como soporte de los esfuerzos médicos contra la enfermedad en curso, y
del valor monetario de lo entregado, es relevante por dos motivos. En primer lugar, porque reviste
un carácter simbólico por parte del gobierno chino, que se presenta dispuesto a promover la
cooperación en la actual emergencia, en particular hacia los países en desarrollo. En este mismo
sentido, y en un grado mayor de significatividad en cuanto al volumen y carácter de las iniciati-
vas, China propone compartir con estos países las vacunas contra el COVID que se encuentra
desarrollando, otorgándoles el estatus de bienes públicos; ello ha redundado, en el caso que nos
ocupa, en la habilitación argentina a la empresa Sinopharm para realizar investigaciones clínicas
en el país. Esta luz verde fue inclusive avalada por el canciller argentino, Felipe Solá, que en-
comió la política china en esta área. (Observatorio Sino-argentino, 2020 b, p.7) En segundo lugar
porque, aprovechando la ociosidad del sector aerocomercial producto de la pandemia, los envíos
de equipamiento sanitario chino a la argentina, además de por barco, fueron despachados por
90
la compañía estatal Aerolíneas Argentinas, que utilizó los vuelos pertinentes para la prospección
del establecimiento de rutas comerciales entre el país sudamericano y la RPCh, constituyendo
una apuesta a futuro en un aspecto (la conectividad entre los dos países) que se encuentra poco
desarrollado hasta el momento, y/o en manos de compañías aéreas de terceros países.
Por último, resta destacar el aspecto estrictamente político de la relación. Si bien este nivel se en-
cuentra en franco crecimiento desde comienzos del presente siglo, y a despecho de los cambios
gubernamentales ocurridos en la Argentina al igual que lo está la dimensión comercial de las rel-
aciones bilaterales34, ha habido cambios recientes que pueden revelarse como significativos, ilus-
trados en la composición del cuerpo diplomático argentino. El actual canciller, el mencionado Fe-
lipe Solá, es un cuadro del peronismo con amplia y diversa trayectoria previa en política doméstica
(ha sido secretario de Agricultura, gobernador de la provincia de Buenos Aires y diputado de la
Nación, entre otras funciones desempeñadas); por lo tanto, el perfil del ministerio resulta difícil de
analizar, a diferencia de lo ocurrido en el Ministerio de Economía. En el cargo más específico de
Embajador Argentino ante la RPCh, fue en tanto designado un diplomático de carrera, Luis María
Kreckler. Sin embargo, por debajo del Embajador y con el cargo de Representante Especial de la
Argentina para la Promoción Comercial e Inversiones en la Embajada, se designó a Sabino Vaca
Narvaja. Vinculado a una familia de fuerte tradición en la izquierda del peronismo, Vaca Narvaja
responde directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández. De joven trayectoria profesional,
se ha desempeñado recientemente como director del Programa de Cooperación y Vinculación
Sino-Argentino en la Universidad Nacional de Lanús (provincia de Buenos Aires). Estos dos as-
pectos de su perfil, cercano al kirchnerismo “duro” y académico interesado en los estudios sobre
China, han hecho interpretar su designación como un gesto de acercamiento de la política oficial
argentina hacia la RPCh. Resta determinar hasta qué punto esto refleja la postura diplomática ofi-
cial dado que, por una parte, una de las características del actual gobierno de Alberto Fernández
es la coexistencia de distintos sectores internos de la coalición oficial en la administración (inclu-
sive al interior de un mismo ministerio) y, por otro lado, porque la política exterior argentina, en el
cuadro explicado en nuestra primera sección, ha mostrado ciertas oscilaciones, que esperamos
ilustrar mejor cuando examinemos la posición argentina frente a los Estados Unidos.
3- La relación entre Argentina y los Estados Unidos
El embajador designado ante los EEUU por el gobierno argentino que asumió en diciembre de
2019, Jorge Argüello, es un político de extracción peronista con amplia trayectoria diplomática,
habiendo además ocupado el mismo cargo entre 2011 y 2013. Recientemente, el Embajador
Argüello declaró explícitamente el contexto de su gestión, y con ello el de la relación bilateral:
La relación con Estados Unidos es de una importancia fundamental siempre, pero es más 34 Que no se analizan en este trabajo, por entender que su dinámica obedece fundamentalmente a facto-res estructurales; ver al respecto Santillán, 2019
91
trascendente aún en las circunstancias actuales: la de un Gobierno [que] asume con la espa-
da de Damocles de una deuda impagable con acreedores privados y con 44 mil millones de
dólares que deberíamos devolverle al FMI en nuestro mandato (Ámbito Financiero, 2020 b)
Y, además, enfatizó que el presidente le encargó el objetivo de que “trabaje desde Washington
con la prioridad de colaborar con el Ministerio de Economía y su equipo para lograr el objetivo de
una reestructuración ordenada de la deuda” (Ámbito Financiero, 2020 b)
Sin embargo, podemos establecer como preámbulo a estas líneas el precedente constituido por
la conformación previa del Grupo de Puebla, o Grupo Progresista Latinoamericano, constituido
en julio de 2019 por diversos líderes políticos del ámbito iberoamericano. Entre ellos, tanto Alber-
to Fernández como Felipe Solá figuran como miembros fundadores, a título personal. Aunque el
grupo se presenta como “un espacio de reflexión e intercambio político (…) desde el respeto a las
preferencias partidarias de sus participantes” (Grupo de Puebla, 2019 a), la presencia al momento
de la fundación del Grupo de jefes de Estado en funciones (Evo Morales) y de candidatos presi-
denciales (Alberto Fernández), que siguen formando parte del Grupo, sumado al apoyo explícito
en la declaración inaugural a las fuerzas políticas “populares” de México, Bolivia, Argentina y Uru-
guay (Grupo de Puebla, 2019 a) lo convirtieron en un influyente foro no oficial, con evidentes con-
exiones con gobiernos de la región. En lo sucesivo, las cuestiones sensibles de Venezuela (frente
a la cual el Grupo llamó desde un primer momento a promover el diálogo, rechazar la injerencia
extranjera y apoyar las gestiones de mediación abiertas en Noruega) y de Bolivia, respecto a la
cual no sólo se denunció desde un primer momento el golpe de Estado sufrido por el presidente
Morales sino que, recientemente, se pidió la renuncia del secretario general de la Organización
de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por su actuación en estos acontecimientos (Grupo
de Puebla, 2020 b), marcarían con fuerza la agenda del Grupo. Por otro lado, y con relación a
este último asunto, es posible establecer una vinculación entre los participantes del Grupo y las
gestiones llevadas a cabo para otorgar asilo político al presidente Morales tras su destitución,
dado que el canciller mexicano Marcelo Ebrard ocupó un papel importante de mediación ante las
autoridades de facto de Bolivia para otorgar seguridad a Morales quien, tras una escala en México
D.F., se dirigiera finalmente hacia Buenos Aires, en las vísperas de la asunción de Fernández como
presidente argentino.
Esto permite interpretar, de acuerdo con nuestro trabajo, que la participación argentina en el
Grupo de Puebla estaría apuntando a romper el aislamiento de las fuerzas políticas alternativas
a los gobiernos neoliberales en la región (fuerzas que se encontraban en posiciones crecientes
de debilidad desde 2015) a través del establecimiento de puentes con dirigencias afines en un
espacio no oficial que, por ende, permite una mayor libertad de movimientos sin comprometer a
los planteles políticos que se encuentran con responsabilidades de gobierno (en la actualidad, los
de Argentina y México, por ejemplo). Así, indirectamente, se podría acumular fuerzas y tejer lazos
para contrapesar la influencia política estadounidense en América Latina.
92
Esta estrategia fue exitosa en el caso mencionado de Bolivia, por cuanto el apoyo a Evo Morales y
su asilo en Argentina preservaron la figura pública del presidente destituido, concluyendo la histo-
ria en la reciente victoria electoral del Movimiento al Socialismo, el 18 de octubre de 2020. Distinto
fue el caso de Venezuela, donde el gobierno argentino se vio enredado en un embrollo diplomáti-
co con ocasión de la presentación del informe de la Alta Comisionada de la Oficina de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, en el Consejo de
Derechos Humanos de la organización. Como consecuencia de la presentación del informe, el
Consejo condenó al país bolivariano por la extendida represión política, encarcelamientos y tortu-
ras, violación de la independencia de la Asamblea Nacional e intervención en los partidos políticos
(Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, 2020), lo que habilitaría eventualmente
la intervención del Tribunal Penal Internacional. La Argentina votó favorablemente la resolución;
esto desató inmediatamente numerosas críticas provenientes del propio frente interno del gobi-
erno e, inclusive, generó la renuncia de la Embajadora en Rusia, Alicia Castro, quien había sido
Embajadora argentina en Venezuela. La votación ocurrió el 6 de octubre y, una semana después,
el canciller Solá forzó la posición del gobierno en el Grupo de Lima, negándose a participar en
una declaración de apoyo al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. La
posición argentina es precaria en este sentido dado que por otro lado nunca se retiró de este
último grupo, creado en 2017 a los fines de atender la situación venezolana y funcionando en los
hechos como instancia de legitimación de las aspiraciones de Guaidó.
Relatamos estos acontecimientos porque entendemos que revelan la ambivalente posición argen-
tina ante los intereses estadounidenses en la región (y Venezuela es uno de los casos en que estos
intereses se manifiestan). Precisamente, ello quedó demostrado en diciembre de 2019, cuando el
por entonces asesor para América Latina del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos,
Mauricio Claver-Carone, expresó públicamente en Washington D.C. que “Queremos saber si Al-
berto Fernández va a ser un abogado de la democracia en la región o apologista de las dictaduras
y caudillos de la región, sean (Nicolás) Maduro, (Rafael) Correa o (Evo) Morales”. (Infobae, 2019)
Por si fuera necesario, enfatizó además que “Son parásitos que le quitan a la Argentina. Fernán-
dez es un hombre inteligente, ojalá vea que las relaciones le quitan a la Argentina”. (Infobae, 2019)
Este episodio es a su vez relevante por dos motivos: la conferencia en la que Claver realizó estas
declaraciones se llevó a cabo con ocasión de la presentación de la Iniciativa América Crece (AC),
promovida por el gobierno estadounidense para potenciar la inversión en infraestructuras en los
países de América Latina y el Caribe, y que puede ser interpretada como una reacción a la Iniciati-
va La Franja y la Ruta. Cabe destacar que Argentina participa formalmente de AC, y que a su acto
de inauguración asistieron el Secretario de Energía, Sergio Lanziani, y el presidente de la petrolera
estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Guillermo Nielsen (Télam, 2019), indicando tanto el
nivel de la representación como las áreas comunes de interés en el marco de AC. Estas áreas res-
iden, fundamentalmente, en la explotación de los yacimientos de petróleo y gas no convencional
93
de Vaca Muerta donde, por otro lado, China también tiene radicadas inversiones. La concurrencia
de inversiones, dado el volumen de los yacimientos, es (y puede ser) complementaria: Argentina
necesita divisas y tecnologías para explotar la amplia formación, ya sea en asociación con YPF o
a través de la radicación de inversiones de terceras empresas.
Volviendo a Claver-Carone, funcionario de origen latino vinculado a la comunidad cubano-amer-
icana y al ala dura del Partido Republicano, es en la actualidad el presidente del BID, cargo que
ocupa desde septiembre pasado, cuando fuera electo con la abstención de la Argentina. En efec-
to, el país sudamericano propuso en cambio la postergación de la elección, postura que sostuvo
junto con México, Costa Rica y Chile. En su discurso de asunción, Claver prometió, entre otras
prioridades, “poner fin a las políticas del banco centradas en China”. (Infobae, 2020 b) Por otra
parte, el apoyo del BID es importante para la Argentina como complemento del acuerdo y del
financiamiento que se logre obtener con el FMI.
4- Conclusiones
A lo largo de este trabajo, pudimos establecer los siguientes aspectos que nos ayudan a configu-
rar la posición argentina en el marco del conflicto sinoestadounidense. Primero, el condicionante
fundamental de la postura externa del país sudamericano es la necesidad de reordenar sus obli-
gaciones financieras externas. Ello dicta tanto la posibilidad de la continuidad de la relación con la
RPCh en el nivel de la asistencia financiera, como la necesidad de mantener una relación cordial
con los EEUU. En segundo término, la posibilidad de la RPCh de ofrecer alternativas de inversión
se plantea como otra fuerza directriz de primer orden en la relación bilateral con la Argentina. En
tercer término, a estos dos niveles se agregan las preferencias ideológicas, que signan a una parte
de los niveles gubernamentales argentinos.
En lo que respecta a la relación argentino-estadounidense, amén del condicionante evidente con-
stituido por el “factor deuda”, que en principio ordena los principios de la relación para el gobierno
argentino, identificamos además dos elementos que no necesariamente coinciden con esta pri-
mera directriz: por un lado, el diseño de una estrategia preexistente por parte del actual oficialis-
mo, que parece apuntar a acumular fuerzas para contrarrestar la influencia estadounidense en la
región. Esta estrategia, si bien planteada en un plano más oblicuo, ha generado rispideces en la
relación. En tercer término, la heterogeneidad de la coalición de gobierno argentina también se
presenta como un factor que altera la coherencia de la relación con los EEUU.
En este marco, creemos que es necesario ordenar estas interferencias internas y subordinarlas a
los objetivos primarios de la política exterior argentina. O presentarlas, en este marco, como ele-
mentos de presión en la negociación del asunto más acuciante para el país en estos momentos.
94
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97
La Economía China en la Globalización: Tendencias y Oportunidades para el Perú. Rosario Santa Gadea
Nota
Este paper recoge parte de la investigación realizada por la autora sobre el tema “China y Asia-Pacífico
en la Globalización: Tendencias y Oportunidades para el Perú” publicada en la página web del Centro de
Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico, Lima-Perú, inaugurando la serie de
Documentos de Trabajo del mencionado Centro. Asimismo, una versión resumida de este paper será
publicada como uno de los capítulos del libro en preparación por parte del Centro de Investigación de la
Universidad del Pacífico (CIUP) sobre el tema “En Búsqueda de un Desarrollo Integral: 19 Ensayos en torno
al Perú del Bicentenario”.
El estudio ha contado con el valioso aporte de dos asistentes de investigación, los economistas Gabriel Ar-
rieta y Favio Leiva, investigador afiliado y asistente de la directora, respectivamente, del Centro de Estudios
sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico. A ambos expreso mi reconocimiento y sinceros
agradecimientos. Asimismo, se agradecen los valiosos comentarios a esta investigación por parte de Le-
olino Dourado, investigador afiliado al Centro y su colaboración para la edición final de este documento.
Introducción
En 2021, año en el que el Perú celebra el bicentenario de su independencia nacional, se cumplen
también cincuenta años de la apertura de relaciones diplomáticas entre el Perú y la República
Popular China. Cabe, por tanto, preguntarse ¿cuál es la agenda de esta relación para las próximas
décadas? y ¿cuáles deberían ser nuestras prioridades en Asia-Pacífico? Ambas preguntas están
relacionadas debido al papel central que tiene la relación económica con China en el marco de
nuestra inserción en Asia-Pacífico. Por otra parte, China ya es nuestro principal socio comercial,
habiendo sobrepasado a Estados Unidos en esa posición y, además, un socio crecientemente
importante en materia de inversiones en el Perú.
A fin de formular propuestas en este sentido, el presente estudio busca aportar elementos de
conocimiento sobre la transformación de la economía china y su rumbo futuro, así como su es-
trategia económica internacional. De esta forma, el método adoptado no es estudiar la relación
Perú-China en sí, sino analizar la evolución de la contraparte china a fin de identificar elementos
y tendencias que el Perú podría aprovechar para diseñar una estrategia que conduzca a renovar
sustantivamente el patrón tradicional de sus relaciones con China, pues si bien avanzamos hacia
una cierta mayor diversificación, dichas relaciones están caracterizadas todavía, principalmente,
por la exportación de materias primas y la inversión en sectores extractivos.
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Un segundo aspecto a resaltar sobre el método adoptado en este trabajo es que estudiamos a
China, no desde el punto de vista de las oportunidades de mercado, sino desde la perspectiva de
los resultados de sus estrategias de desarrollo, a fin de poder aportar elementos para enriquecer
la agenda de relacionamiento del Perú con China - y en general la región Asia-Pacífico - de mane-
ra que contribuya al cambio estructural en el Perú.
La presente investigación se ha estructurado en cinco secciones. En las dos primeras abordamos
la transformación e internacionalización de la economía china y sus tendencias a futuro. Se busca
un mejor entendimiento de la evolución y cambio estructural de China en las últimas décadas,
luego de cuarenta años de reformas económicas y apertura, para lo cual se analizan los motores
y tendencias del crecimiento económico, los cambios en la estructura productiva y social y los
patrones seguidos por la internacionalización en materia comercial y de inversiones.
La sistematización de políticas, la elaboración de planes nacionales y el establecimiento de metas
a largo plazo es un componente institucional permanente de la República Popular China y su con-
ocimiento nos parece indispensable para entender el rumbo de la transformación china, lo cual es
abordado en la tercera sección.
El análisis de la Iniciativa de La Franja y la Ruta (conocida en inglés como Belt and Road Initiative,
BRI) complementa esta exploración, por su especial relevancia para los países en desarrollo, y
se aborda en la cuarta sección, siendo la ocasión de hacer los planteamientos que propone la
presente investigación sobre cómo enriquecer la relación del Perú con China poniendo en valor el
papel que el país podría jugar en la conectividad transpacífica.
Finalmente, es indispensable también situar el análisis en el contexto internacional, caracterizado
por la tensión existente entre las dos principales economías del mundo, Estados Unidos y China.
Estos temas se abordan en la quinta y última sección de este paper.
El presente estudio es parte de una investigación más amplia denominada China y Asia-Pacífi-
co en la Globalización: Tendencias y Oportunidades para el Perú, la cual está publicada en la
página web del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico,
inaugurando la serie de Documentos de Trabajo del Centro (Santa Gadea, 2020).
Este paper se focaliza en la economía china mientras que el documento de trabajo incluye tam-
bién un análisis comparativo del Perú con respecto a las 16 economías de Asia y Oceanía de la
cuenca del Pacífico miembros del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (Asia-Pa-
cific Economic Cooperation, APEC), con base en indicadores económicos sobre productividad,
competitividad, costos logísticos, entre otros, lo cual pone de manifiesto la desfavorable posición
relativa del Perú con respecto a las economías de esta zona y aporta elementos para enriquecer
nuestra agenda de cooperación con dicha región.
Asimismo, el documento de trabajo completo incluye una exploración sobre cómo es considerada
99
China y Asia-Pacífico en la planificación estratégica nacional del Perú. El análisis muestra que
tenemos una debilidad importante: la generalidad con la que se define la visión del país acerca
de cómo queremos insertarnos en la economía global, la cual se traslada a nuestra proyección
económica hacia China y Asia-Pacífico. Definir esa visión de la inserción en la economía global, y
las medidas para alcanzarla, es una tarea pendiente y las conclusiones del estudio realizado po-
drían ser útiles para avanzar en esta perspectiva.
Quisiera expresar mi agradecimiento al embajador Allan Wagner Tizón, director de la Academia
Diplomática del Perú, ex ministro de Relaciones Exteriores y ex presidente del APEC Vision Group
(AVG), quien aportó sus valiosos comentarios a la presente investigación en la conferencia sobre
el Proyecto Bicentenario del Perú, organizada por el CIUP, los días 28 y 29 de mayo de 2020. La
quinta sección de este paper incorpora la versión completa de dichos comentarios.
Este estudio se basa en una amplia exploración bibliográfica y estadística que ha sido posible
gracias al valioso aporte de mis dos asistentes de investigación, los economistas Gabriel Arrieta
y Favio Leiva, investigador afiliado y asistente de la directora, respectivamente, del Centro de
Estudios sobre China y Asia-Pacifico de la Universidad del Pacífico, a quienes expreso mi recon-
ocimiento y sinceros agradecimientos. Asimismo, se agradecen los valiosos comentarios a esta
investigación por parte de Leolino Dourado, investigador afiliado al Centro y su colaboración para
la edición final de este documento.
Finalmente, quisiera hacer un reconocimiento al profesor Zhang Jun, Decano de la Facultad de
Economía de Fudan University y Director del China Center for Economic Studies de dicha univer-
sidad, quien fue el expositor principal del simposio internacional anual del Centro sobre el tema
de “La Trasformación de la Economía China: Cuatro Décadas de Reformas e Internacionalización
y ¿Qué Viene Después?”, realizado el 20 de agosto de 2019, en la Universidad del Pacífico.
Su excelente ponencia ha contribuido grandemente a guiar el trabajo realizado en este estudio
para esquematizar algunos de los elementos principales que caracterizan la transformación de la
economía china.
Desde luego, las interpretaciones que contiene este paper, así como cualquier error que pudiera
existir, son de la entera responsabilidad de la autora.
1. La transformación de la economía china luego de cuatro décadas de alto crecimiento
Dependiendo de las distintas mediciones, China ya es considerada la segunda, o incluso la pri-
mera, economía del mundo. Desde 2010, China es la segunda economía del mundo, después
de Estados Unidos, con base en World Bank (2020b), al medir el Producto Bruto Interno (PBI) en
dólares corrientes. Sin embargo, otras mediciones como la de Hawksworth et al. (2017) señalan
que, desde 2014, China ya sería la primera economía del mundo, comparando los PBI en paridad
100
de poder de compra (purchasing power parity, PPP) y en dólares constantes del 2011.
En línea con diversas teorías del crecimiento (Solow, 1956), la dinámica del PBI se descompone
en tres elementos: 1) el crecimiento del empleo, 2) el crecimiento del PBI per cápita y 3) el crec-
imiento de la Productividad Total de los Factores (PTF). Otros enfoques relacionan el crecimiento
con la migración del campo a la ciudad y el cambio estructural de la agricultura a la industria
(Lewis, 1954; Todaro, 1969). En esta subsección analizaremos la transformación de la economía
china en relación con tales variables.
Acumulación de capital y ahorro como motor de crecimiento
Luego de las reformas económicas iniciadas en 1978 (Chow, 2004; Zhang, 2018), la tasa de cre-
cimiento anual de China fue sustancialmente mayor al promedio mundial en el período 1978-2018
(9,4% frente a 2,9%, respectivamente) y la volatilidad del crecimiento se redujo. Por otra parte, la
economía china ha pasado de representar 1,1% del PBI mundial, en 1960, a 13,1%, en 2018 (en
dólares constantes del 2010) como se observa en el gráfico 1. Esta época de crecimiento sosteni-
do trajo naturalmente mejoras sustantivas en el PBI per cápita y la esperanza de vida. También se
verifica un ratio elevado de inversión como porcentaje del PBI basado en un alto nivel de ahorro
(Ang, 2009; Curtis et al., 2011; Yao et al., 2011; Zhang, 2019).
Una estrategia basada en altas inversiones implica necesariamente ahorros elevados que pueden
ser externos o internos. En el caso de China se trató de ahorros internos (Zhang, 2019), princi-
palmente procedentes de las empresas y las personas, más que del gobierno. Las empresas, en
particular, se vieron beneficiadas por bajas tasas de interés y reducción de impuestos para pro-
mover la inversión, lo cual contribuyó al crecimiento de la productividad.
Cabe anotar, sin embargo, que estas altas tasas de ahorro no son sostenibles en el muy largo
plazo (Barro, 2016) y, como puede observarse en el gráfico 2, la tasa de inversión en China como
porcentaje del PBI fue decreciendo, al tiempo que se fue generando un cambio en el modelo de
crecimiento, hacia uno basado más en el consumo, que se analizará más adelante en esta sección.
Crecimiento de la productividad y cambio en la estructura productiva
Desde 1960, el PBI per cápita en China ha crecido sostenidamente a una tasa anual del 3,2%,
antes de 1978, y 8,4% después de tal fecha (National Bureau of Statistics of China, 2019a; World
Bank, 2020b). Este crecimiento es superior al de Estados Unidos y al promedio mundial, con lo
cual China ha estado constantemente acercándose a Estados Unidos en términos per cápita y
ganando posiciones en el ranking mundial (Zhang, 2019). En el gráfico 3 se observa que la correl-
ación es sumamente alta entre las tasas de crecimiento del PBI per cápita y de la productividad
promedio por trabajador.
101
Cabe notar también que según la información provista por Feenstra et al. (2015), con base en las
Penn World Tables, China tenía una PTF decreciente y/o estancada hasta las reformas económi-
cas y de apertura al mundo iniciadas en 1978. Éstas representaron un punto de quiebre para el
nivel de productividad, que fue creciente a partir de entonces (ver gráfico 4). Dicho crecimiento va
vinculado al cambio estructural en China, el cual se verifica a través de tres elementos: 1) la mi-
gración del campo a la ciudad, 2) el aumento del PBI de los sectores manufacturero y de servicios
y 3) el crecimiento del empleo en dichos sectores.
Si bien el declive de la agricultura, acompañado del crecimiento de la participación de la industria
manufacturera en el PBI, se manifiesta desde antes de las reformas iniciadas por Deng Xiaoping,
luego de estas últimas, la participación de la agricultura declina considerablemente, mientras que
la de la industria manufacturera se mantiene relativamente constante, alrededor del 46% del PBI
(ver gráfico 5). Por otro lado, la participación del sector servicios en el PBI empieza a crecer sus-
tantivamente y se acelera después de la crisis financiera del 2008 (Zhao & Tang, 2015).
Considerando esta evolución y las tendencias más recientes, el gráfico 5 sugiere que el PBI del
sector servicios se estaría estabilizando alrededor del 52% del total, mientras que el de la industria
manufacturera lo haría alrededor del 40% y la agricultura se reduciría al 8%.
Migración del campo a la ciudad y evolución del empleo
El crecimiento planificado de las ciudades, y la conectividad entre ellas, con la necesaria inversión
en infraestructura, ha permitido que la urbanización en China, fenómeno observado en todos
los países en desarrollo, absorba la mano de obra migrante y haya empleos para ellos, con una
menor aparición de ocupaciones laborales con baja productividad. La población urbana de China
ha crecido de manera sostenida con respecto a la rural, como se observa en el gráfico 6. En 1952,
era alrededor del 12,5% de la población total. En 2018, giraba en torno al 60%. El quiebre estruc-
tural se dio en 1978, según información del Banco Mundial (World Bank, 2020b), coincidiendo con
las reformas económicas iniciadas entonces (Zhang, 2018 y 2019).
De esta forma, el crecimiento de las ciudades generó aumentos en la productividad. Los retos
actuales para el Estado chino serían enfocarse en implementar políticas que permitan ajustar
adecuadamente la distribución de la población en áreas urbanas (Shen et al., 2019). A esto habría
que agregar que la tasa de crecimiento de la población china ha sido constantemente decreciente
lo que, según Barro (2016), contribuye también a elevar la tasa de crecimiento del PBI per cápita.
Sin embargo, esta misma tendencia plantea actualmente otro tipo de desafíos puesto que, con
una fertilidad baja, aparece el problema de una sociedad en proceso de envejecimiento, lo cual
genera retos a los sistemas de pensiones y de protección a los adultos mayores (Campbell, 2019).
Desde otra perspectiva, la inversión extranjera directa (IED) ha sido también un factor que ha juga-
102
do un rol muy importante en el incremento de la productividad, a través de, entre otros, los efectos
de aprendizaje. Asimismo, ha contribuido a crear miles de empleos para la población que migró
del campo a la ciudad. Los datos de la evolución del empleo por sectores en China se presentan
en el gráfico 7.
Según Zhang (2019), actualmente solo un quinto de la población económicamente activa en el
país se dedica al sector agrícola y vive en las áreas rurales con lo cual habría todavía espacio para
la modernización y el cambio estructural en el país. En el mismo sentido, Wei y Kwan (2018) ar-
gumentan que aún hay espacio para tal cambio en diversas provincias del país. Ello contribuiría a
sostener el potencial de crecimiento de China en las próximas décadas.
Reducción de la pobreza y aumento de la desigualdad
Una estrategia de alto crecimiento que gestiona adecuadamente la migración del campo a la
ciudad tiene impactos positivos en la reducción de la pobreza (Ravallion, 2011). Según datos del
World Bank (2020a), la pobreza se ha reducido notablemente en China, desde un 99,1% de la
población total, en 1981, a 5,4%, en 2016. Por otra parte, la pobreza extrema también ha venido
descendiendo de manera sustantiva, desde 88,3%, en 1981, al 0,5% del total de la población, en
2015 (ver gráfico 8).
Según estimados más recientes de China, en 2018, la pobreza representaría apenas 1,7% del total
de la población rural (National Bureau of Statistics of China, 2019b)35. Sin embargo, la metodología
adoptada no necesariamente es comparable con la del Banco Mundial. Naturalmente estos logros
son analizados en diversas publicaciones y constituyen una de las grandes fortalezas de China con
respecto a los impactos del crecimiento económico y del cambio estructural realizado. Con todo,
es importante considerar que hubo también una estrategia deliberada de reducción de la pobreza a
través de diversos programas específicos en la zona rural, tal como lo señala Liu et al. (2020).
Sin embargo, algunos analistas consideran que China habría pasado “de un estado de igualdad
en las carencias a otro de desigualdad en la prosperidad” (Wan et al., 2018). Si bien existen diver-
sos estimados, todos parecen coincidir en que la desigualdad ha crecido desde la época de las
reformas hasta la crisis financiera internacional de 2008, en que se habría estabilizado36. La gran
diferencia en materia de desigualdad parece establecerse entre el campo y la ciudad, más que
dentro de cada uno de ellos.
35 En la fuente consultada, no se consignan datos sobre pobreza con respecto a la población urbana. 36 El coeficiente de GINI mide el nivel de desigualdad de un país. Si el valor es de 1, significa perfecta desigualdad. Si el valor es de 0, significa perfecta igualdad. En el caso de China, algunos estimados son: alre-dedor del 0,55 (Piketty et al., 2019), entre 0,4473 y 0,394, según se hagan correcciones o no (Ravallion & Chen, 2007) y 0,437 (World Bank, 2020a).
103
La nueva normalidad y el cambio de motor en el crecimiento de la economía china
El modelo de altos niveles de ahorro e inversión en China generó excesiva capacidad instalada lo
cual se tradujo en una sobreoferta que debía ser absorbida por el comercio internacional (Amigh-
ini, 2016). Por otro lado, según Zhang (2019) los cuarenta años de rápido dinamismo dieron
como resultado un aumento de los costos laborales lo que incidió en la disminución de la tasa de
crecimiento. De esta forma, China ha transitado hacia un nuevo modelo de crecimiento que da
más peso a la demanda doméstica en vez de seguir dependiendo principalmente del mercado
externo, lo cual implica reducir la sobreinversión que ha venido dándose históricamente en el país
(Schnabl, 2019). Todo esto en un contexto de crecimiento de la clase media que puede sostener
el consumo a largo plazo (World Economic Forum, 2018).
Actualmente, se sigue la fase de “nueva normalidad” en la que se busca que las tasas de crecimien-
to se mantengan alrededor del 6,5% de acuerdo con los planes quinquenales chinos (ver la sección
3). En el gráfico 1 se observó que, a partir del 2010, el crecimiento se sitúa por debajo del 10%,
alcanzando 6,6% en 2018. Por otro lado, se estima que el crecimiento del año 2019 fue del orden
del 6,1% (National Bureau of Statistics of China, 2020), lo cual está dentro del rango esperado.
China es, sin duda, un caso de estudio por las experiencias y lecciones aprendidas que pueden
extraerse de su proceso de transformación. Su fortaleza se basa, entre otros aspectos, en ser la
economía que ha tenido el mayor crecimiento de la productividad desde 1990 en Asia-Pacífico
(ver cuadro 1). Hacia futuro, las proyecciones consolidan a China como líder mundial al 2050. Los
principales cambios se darían principalmente en la composición del ranking de los cinco primeros
puestos. Según Hawksworth et al. (2017), China, India, Estados Unidos, Indonesia y Brasil, en ese
orden, ocuparían el top 5 en 2050, midiendo el PBI en PPP, dólares constantes de 2011.
2. La internacionalización de la economía china: liberalización comercial y de inversiones
En las últimas cuatro décadas, China ha pasado de ser una economía prácticamente en la au-
tarquía y rezagada a alcanzar niveles importantes de apertura que se reflejan en el aumento de su
comercio exterior y de las inversiones directas, tanto hacia China, como de China hacia el mundo.
Primer exportador mundial y uno de los principales receptores y generadores de IED
China se ha convertido en el principal exportador mundial y su participación en las exportaciones
globales ha crecido sostenidamente a lo largo de los últimos veinte años, lo que le ha permitido
superar, en 2006, a Estados Unidos y, en 2014, a la Unión Europea (UE). En 2018, China repre-
sentó el 12,3% del total de las exportaciones mundiales, triplicando el porcentaje alcanzado en
2001 y sobrepasando a la UE y Estados Unidos que alcanzaron, en el mismo año, el 11,4% y el
7,0%, respectivamente de las exportaciones mundiales (ver gráfico 9).
104
El proceso de transformación chino también involucró la creciente participación de este país en
los sistemas de producción de bienes a nivel global. En particular, China adquirió el rol central de
“fábrica del mundo” y es considerado como uno de los pocos países en desarrollo que se en-
cuentran involucrados profundamente en las cadenas globales de valor (World Bank et al, 2017).
Más allá de las actividades de ensamblaje de bienes finales, intensivas en mano de obra, que
fueron consideradas como la principal ventaja comparativa de China en las décadas pasadas, el
país ha incrementado su capacidad industrial para exportar bienes de alta tecnología, ascendien-
do en las cadenas globales de valor, deslocalizando producción hacia otros países, incrementan-
do la conectividad y la innovación e introduciendo mejoras en los procesos de producción para
reducir costos en comparación a los países competidores (World Bank et al., 2017, pp. 65, 133).
En relación a las inversiones directas hacia China, en 1980, se registró un stock de IED de US$
1,1 miles de millones, lo cual ubicó al país en la posición N° 46 a nivel mundial. En el año 2000,
se alcanzó un stock de IED de US$ 193,1 miles de millones, ubicando a China en la posición N° 8
de principales países receptores de inversión directa a nivel mundial. Finalmente, en 2018, China
alcanzó un stock de US$ 1.627,7 miles de millones ingresando al top 5 de principales países re-
ceptores de inversión extranjera (ver cuadro 2). Otro dato a considerar es que China es el principal
receptor de inversión manufacturera de la región Asia-Pacífico (APEC, 2016).
De igual manera, en lo que respecta a las inversiones directas que realiza China en otros países,
en 1981 éstas alcanzaron únicamente un stock de US$ 0,04 miles de millones y el país se ubicó
en el puesto N° 46 a nivel mundial. El stock de inversión china en el exterior subió, en el año 2000,
a US$ 27,8 miles de millones, correspondiendo al puesto N° 22 en el mundo en materia de países
generadores de inversión directa. Finalmente, en 2018, la inversión de China en el exterior regis-
tró un stock de US$ 1.938,9 miles de millones y alcanzó la posición N°3 en el mundo, superado
solamente por Estados Unidos y Países Bajos (ver cuadro 3).
No obstante, es importante señalar que la data de IED puede presentar ciertas distorsiones. Un
estudio publicado por el Fondo Monetario Internacional señala que 40% de la IED mundial po-
dría considerarse “inversiones fantasma”, es decir, que se realizan en “cascarones corporativos
vacíos” (empty corporate shells) ubicados en paraísos fiscales que solo sirven como intermediari-
os. Ello ocurriría, por ejemplo, en centros financieros como Países Bajos y Hong Kong (Damgaard,
Elkjaer, & Johannesen, 2019, pp. 26-27). En el caso de China, la data reportada adolecería de una
distorsión ocasionada por la llamada “inversión de ida y vuelta”, es decir, capital chino invertido en
paraísos fiscales (especialmente Hong Kong) que después regresa como IED a fin de aprovechar
beneficios tributarios y fiscales, entre otras razones (OCDE, 2011, p. 185; Xiao, 2004, p. 11). Este
tipo de inversión habría alcanzado una cuarta parte del stock total de IED recibida por China hasta
2017 (Damgaard, Elkjaer, & Johannesen, 2019, p. 18).
Pese a estas observaciones, es indiscutible que el rol de China en materia de inversiones viene
105
cobrando cada vez mayor importancia. Ambos cuadros muestran la destacada evolución de las
dos vías de inversión que han colocado a China entre las principales economías del mundo en lo
que respecta al valor y las posiciones alcanzadas en la evolución de la IED recibida y realizada.
Zonas económicas especiales para atraer inversión y procesar exportaciones
Con el objetivo de modernizar la economía, el proceso de reformas iniciado por Deng Xiaoping en
1978, tuvo como elemento central la orientación hacia el mercado mundial (Naughton, 1993), lo
que se tradujo en el aumento de las exportaciones y la atracción de IED (Zhu, 2018). Una de las
principales políticas impulsadas fue la creación de la zona económica especial (ZEE) de Shenzhen
(provincia de Guangdong, en el sur de China), que fue considerada como la gran “ventana hacia
el exterior” (Yuan et al., 2010). En ésta, como en otras ZEE creadas posteriormente se flexibilizaron
las restricciones burocráticas y fiscales para brindar un tratamiento diferenciado en comparación
al resto de provincias en el país (Jenkins, 2019, pp. 16-17).
Se crearon inicialmente cuatro ZEE (Shenzhen, Zhibai y Shantou –en la provincia de Guangdong-
y Xiamen –en la provincia de Fujian-) que se convirtieron en las principales iniciativas para la at-
racción de IED (Jenkins, 2019; Stoltenberg, 1984). Con el establecimiento de áreas geográficas
especialmente delimitadas, con condiciones preferenciales y provisión de instalaciones públicas
se buscaba esencialmente “atraer inversionistas extranjeros para que establezcan empresas que
dirijan sus bienes finales principalmente a la exportación hacia el resto del mundo”, estimulando
así el crecimiento económico (Xu, 1981). Otra finalidad importante de las ZEE fue lograr la trans-
ferencia tecnológica por parte de las empresas instaladas en ellas (Leong, 2013).
La adopción de las cuatro primeras ZEE se ajusta al modelo de zonas de procesamiento orien-
tadas a las exportaciones que fueron exitosas gracias, entre otros, a la adecuada infraestructura
logística y aduanera. Estas condiciones fueron claves para su desarrollo y contribuyeron a impul-
sar la participación de China en las distintas cadenas globales de valor (World Bank et al., 2017 p.
6). El éxito de estas primeras ZEE dio paso a la creación de miles de otros centros manufactureros
y clústeres industriales en todo el país, los cuales también se convirtieron en importantes centros
de producción mundial (Zhang, 2019).
La UNCTAD (2019) diferencia cinco categorías de ZEE: (i) Economic and technological devel-
opment zone; (ii) High-tech industrial development zone; (iii) Special customs zone; (iv) Border/
cross-border economic cooperation zone; y (v) Other types. Siguiendo esta definición, en la actu-
alidad, China cuenta con 2.543 zonas económicas que representan más de la mitad de las ZEE a
nivel mundial. Las provincias de Guangdong y Fujian (donde se instalaron las primeras cuatro ZEE)
representaron el 32,1% del total exportado por China al mundo en 2017, siendo Guangdong la prin-
cipal región exportadora del país (National Bureau of Statistics of China, 2020), todo lo cual revela
la importancia del desarrollo de las ZEE en China para atraer inversiones e incentivar exportaciones.
106
China en la Organización Mundial del Comercio y la estrategia Going Out
El ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), en diciembre de 2001, es
considerado como uno de los principales hitos de la apertura comercial de este país. El proceso
de adhesión implicó realizar diversas concesiones a nivel multilateral y reformas internas para
garantizar un mayor nivel de liberalización. En China se aceleraron reformas beneficiosas para el
crecimiento de su economía y se consolidó el proceso de convertirla en la “fábrica del mundo”
(Yuan, 2014), mientras que la mayor apertura económica contribuyó a que sus socios comercia-
les se integraran más con la economía china, que había estado aislada por importantes barreras
arancelarias y no arancelarias.
Según Adhikari y Yang (2002), el ingreso a la OMC no solo benefició a China, sino también a sus
socios comerciales. En el mismo sentido, Wakasugi y Zhang (2016) señalan que el ingreso de este
país a la OMC y las reformas del mercado chino a las que dieron lugar tuvieron un efecto positivo
sobre la productividad de las empresas exportadoras, tanto aquellas con capital extranjero, como
las domésticas.
En 2016, el presidente Xi participó en la Cumbre del Foro Económico Mundial y en su mensaje
transmitió el enfoque de la apertura económica china bajo la visión de “comprometerse a de-
sarrollar el libre comercio mundial y la inversión, así como la liberalización y facilitación, tomando
en cuenta que se deben evitar todas las formas de proteccionismo” (Xi, 2017a). El impacto que
tiene esta visión es aún mayor que aquel que tuvo la adhesión a la OMC, en 2001, debido a que
actualmente China ya constituye uno de los principales actores de la economía mundial. De esta
forma, se diferencia de otras posturas (como la norteamericana en los últimos años) mostrando
una actitud orientada hacia la globalización económica.
Los acuerdos comerciales
Una de las principales políticas asociadas al actual camino de la apertura comercial es el impulso a
las negociaciones comerciales con distintos países. Actualmente, China cuenta con 16 acuerdos
comerciales en vigencia y más de 10 acuerdos en negociación (MOFCOM, 2020). Sin embargo,
cabe resaltar que China, a través de sus acuerdos comerciales, tan solo cubre el 23,3% de sus
exportaciones (International Trade Centre, 2020), lo que implica que aún está pendiente la agenda
de negociación con socios comerciales de mayor peso e importancia para China, como es el caso
de Estados Unidos, Japón, India, entre otros.
En el plano regional, China culminó las negociaciones de la Asociación Económica Integral Re-
gional (Regional Comprehensive Economic Partnership, RCEP)37, que se considera uno de los 37 En noviembre 2019 finalizaron las negociaciones del RCEP conformado por 15 países: 10 miembros de ASEAN (Brunéi Darussalam, Camboya, Filipinas, indonesia, Laos, Myanmar, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam), Australia, China, Japón, Nueva Zelanda y Rep. de Corea. En el mismo mes, la India decidió retirarse de las negociaciones. El RCEP fue finalmente firmado por los 15 países el 15 de noviembre de 2020.
107
dos “building blocs” hacia la construcción de la Zona de Libre Comercio de Asia Pacífico (Free
Trade Area of the Asia Pacific, FTAAP) junto con el Tratado Integral y Progresista de Asocia-
ción Transpacífico (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership,
CPTPP)38, también conocido como el TPP-11.
Además, China se encuentra en un proceso de actualización/optimización de acuerdos comercia-
les, que tiene la finalidad de generar tratados más comprehensivos, alineados a una mayor liberal-
ización y cooperación más profunda con sus socios comerciales. Las optimizaciones en vigencia
son los acuerdos comerciales con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Association of
Southeast Asian Nations, ASEAN), Chile, Singapur y Pakistán. Las optimizaciones en negociación
son los acuerdos comerciales con Perú, República de Corea y Nueva Zelanda.
La estrategia Going Out
La adhesión de China a la OMC coincidió con los primeros años de una de las más ambiciosas
iniciativas del gobierno chino: la estrategia Going Out 1.0 que se inició en 1999, con la finalidad,
por un lado, de aumentar las inversiones en el exterior de las empresas nacionales a fin de generar
una mayor diversificación de mercados para los productos chinos (Oficina General del Consejo de
Estado – República Popular China, 2006) y, por otro, asegurar el acceso y disponibilidad de recursos
naturales necesarios para continuar y expandir la producción nacional, de allí la internacionalización
de empresas como China Petroleum Corporation (CNPC), China Petroleum & Chemical Corporation
(Sinopec) y Aluminium Corporation of China (Chinalco), entre otras (China Policy, 2017).
Sin embargo, este plan tuvo numerosas limitaciones asociadas a las características de las empre-
sas, ya que estas aún no poseían la experiencia necesaria para la internacionalización. También, se
produjeron problemas de competitividad, tecnología y reducido desarrollo de la red de distribución a
nivel internacional (Oficina General del Consejo de Estado – República Popular China, 2006).
La estrategia Going Out 1.0 debe ser considerada como un primer intento exploratorio de invertir
en el exterior que marca el cambio de paradigma de China en materia de inversiones: entre 1978
y finales de 1990, China privilegió la atracción de inversiones hacia su territorio, a partir de entonc-
es se convierte también en inversor en el exterior y ese proceso se amplifica desde el inicio de la
administración del presidente Xi Jinping, en que se adopta la estrategia Going Out 2.0, en 2013.
Dicha estrategia tiene una visión más ambiciosa y se diferencia de la primera versión en que las
empresas chinas están más integradas al mundo, poseen mayor experiencia para invertir en otros
países y competir en diferentes mercados.
38 Conformado por 11 países: Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Nótese que 6 de estos países también participan en RCEP (Austra-lia, Brunéi Darussalam, Japón, Malasia, Nueva Zelanda y Vietnam). El antecedente del CPTPP fue el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (Trans-Pacific Partnership, TPP) integrado también por Estados Unidos quien se retiró del acuerdo en 2017.
108
Según China Policy (2017), las características tecnológicas y el conocimiento que han adquirido
las empresas chinas, además de la disponibilidad de fondos permitirán aprovechar las oportuni-
dades de inversión productiva que se presenten a nivel mundial, como por ejemplo en sectores
como la construcción, manufactura y energía en países de desarrollo. Por otro lado, se ha crea-
do el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (Asian Infrastructure Investment Bank, AIIB)
promovido por China que será otro motor importante de esta estrategia y permitirá exportar la
experiencia de desarrollo tecnológico y el conocimiento chino en el marco de las inversiones en
infraestructura (Yeo, 2018).
El gráfico 10, evidencia la importancia de ambas fases del desarrollo de China como inversor in-
ternacional, llegando en 2015, a convertirse en inversionista neto dado que, en dicho año, el flujo
de inversión directa de China hacia el exterior superó, por primera vez en su historia, al flujo de
IED que recibió US$ 147,7 miles de millones frente a US$ 135,6 miles de millones. Sin embargo,
en 2018, esta nueva tendencia tuvo un revés que llevó nuevamente a China a ser receptor neto
de inversiones. Según proyecciones de UNCTAD (2020b), China habría recibido US$ 140 miles de
millones en IED en 2019, pero no se tiene un estimado del flujo de inversiones chinas en el exterior.
Será necesario seguir observando la evolución para determinar si se fortalece nuevamente la ten-
dencia de China a ser inversionista neto en el exterior. Seguramente, el desarrollo de la Iniciativa
de La Franja y la Ruta, que implica financiamiento e inversiones en infraestructura, así como la in-
stalación de empresas chinas en parques industriales en terceros países en desarrollo, favorecerá
esa tendencia (ver sección 4).
3. La economía china hacia el 2050: visiones-objetivo y metas
La capacidad del gobierno chino para la sistematización de políticas, la elaboración de planes
nacionales y el establecimiento de metas a largo plazo es un componente institucional perma-
nente de la República Popular China que se ha puesto de manifiesto recientemente en tres hitos
significativos que conviene resaltar: el plan Made in China 2025, adoptado en 2015, el XIII Plan
Quinquenal (2016-2020), y la visión de largo plazo planteada en los últimos congresos del Partido
Comunista Chino (PCC). Todo ello tiene como objetivo común el contribuir al ascenso de China
como la primera economía del mundo.
Plan Made in China 2025
Lanzado por el primer ministro Li Keqiang en 2015, el plan está orientado a desarrollar y fortalecer
diez sectores seleccionados que permitirán a China dar el salto tecnológico hacia producciones
con alto valor agregado. Ellos son: new information technology, numerical control tools, aerospace
equipment, high-tech ships, railway equipment, energy saving, new materials, medical devices,
109
agricultural machinery y power equipment (State Council – Guo Fa, 2015).
Este plan es el primer paso dentro de un programa global de aproximadamente treinta años de
duración que tiene el objetivo de convertir a China en una potencia manufacturera, que se de-
sarrollará en tres fases: (i) hacia el 2025, con este primer plan, se deberán reducir las diferencias
con otros países a través de mayor innovación, productividad e integración de las tecnologías
de la información y las comunicaciones (TIC) en el proceso de industrialización; (ii) hacia el 2035,
se buscará fortalecer la competitividad y convertirse en líder de varias industrias de innovación,
y finalmente, (iii) hacia el 2049, China deberá liderar la innovación a nivel mundial y superar a las
principales potencias económicas (State Council – Guo Fa, 2015).
Específicamente, se trata de lograr que la producción de tecnologías claves y equipamiento avan-
zado no dependa de la provisión de insumos por parte de otros países, que mejore la calidad de
los productos chinos de exportación, y se incremente la eficiencia de los procesos de producción
y uso de recursos. Se pueden identificar cuatro palabras claves que revelan el significado de esta
iniciativa, las cuales constituyen las prioridades de trabajo del gobierno chino en relación al desar-
rollo manufacturero: innovación, calidad, eficiencia y financiamiento.
En primer lugar, la innovación se concibe como la principal fuente de la mejora de la productivi-
dad del sector manufacturero chino impulsando el crecimiento económico. Se busca desarrollar
una cadena de innovación en todos los tamaños de empresa, fortalecer la investigación en tec-
nologías clave, perfeccionar la educación, aumentar el registro de patentes y mejorar las normas
que garantizan la propiedad intelectual (State Council – Guo Fa, 2015).
Según el Índice de Innovación de la World Intellectual Property Organization (WIPO)39, China se ubi-
ca actualmente en el puesto N° 14 de un total de 129 países, siendo superado en su mayoría por
países desarrollados, entre los que destacan Suiza, Suecia, Estados Unidos, Alemania y Singapur.
En este sentido, China tiene el desafío de alcanzar la vanguardia de los países innovadores. Según
el índice, el país tiene deficiencias en el ámbito regulatorio y en el desarrollo y comercio de servicios
relacionados a las TIC (Cornell University, INSEAD, & World Intellectual Property Organization, 2019).
Justamente, el plan Made in China 2025 focaliza sus esfuerzos en estos dos puntos débiles, ya
que contempla una reforma fiscal para la promoción de la industria manufacturera moderna. Tam-
bién incluye esfuerzos para lograr una mayor integración entre la informática, el uso del internet,
la industrialización y el desarrollo de la nueva generación de TIC relacionadas con 5G, entre otros
(State Council – Guo Fa, 2015).
En segundo lugar, en cuanto al objetivo de incrementar la calidad de los productos manufacture-
ros chinos y alcanzar su reconocimiento a nivel mundial, las empresas deberán garantizar el uso
de mejores insumos y componentes en la producción de bienes finales a fin de cambiar la per-39 Este índice considera siete pilares: (i) Instituciones, (ii) Capital humano e investigación; (iii) Infraestruc-tura, (iv) Sofisticación de mercado; (v) Sofisticación de negocios; (vi) Conocimiento y tecnología; y (vii) Resulta-dos de la creación.
110
cepción del consumidor sobre la calidad de sus productos. El plan considera la construcción de
“marcas de calidad”, en especial, en industrias como la automovilística, maquinarias de alto valor
agregado, sistemas ferroviarios y equipamiento técnico (State Council – Guo Fa, 2015).
En tercer lugar, la eficiencia productiva en sectores de alta tecnología es clave para incrementar el
nivel de competitividad de las empresas. El plan incorpora medidas para el ajuste de la estructura
y la capacidad productiva en algunos sectores de alta tecnología, reduciendo la sobrecapacidad
de las empresas y buscando aumentar el trabajo conjunto entre las firmas grandes, medianas
y pequeñas dentro de la cadena de producción (State Council – Guo Fa, 2015). Finalmente, en
cuanto al cuarto elemento clave, relativo al financiamiento, se contemplan préstamos con tasas
de interés sumamente bajas por parte del Export-Import Bank of China (Eximbank) y el Banco Na-
cional de Desarrollo de China. Por otro lado, se consideran también subsidios hacia las empresas
medianas y pequeñas (Institute for Security & Development Policy, 2018).
El XIII Plan Quinquenal
Una característica que distingue a los planes chinos es la ambición con la que se plantean los
objetivos a alcanzar. En este contexto, conviene analizar los planes quinquenales que guían a
China pues pueden ser una fuente de reflexión para que terceros países ajusten su estrategia de
relacionamiento con dicho país a fin de capturar ventajas u oportunidades que se puedan abrir
con cada plan quinquenal.
El XIII Plan Quinquenal continúa desarrollando los lineamientos del cambio estructural que fueron
adoptados inicialmente en el XII Plan, es decir, el cambio del modelo económico desde uno basa-
do en las exportaciones y la inversión, hacia uno que dependa más del consumo doméstico como
motor de desarrollo, aprovechando las oportunidades que brinda la aparición de una amplia clase
media en la sociedad china con creciente poder adquisitivo (World Economic Forum, 2018, p. 9).
Esta visión del cambio estructural no significa, necesariamente, dejar de lado a los otros motores
de crecimiento que brindaron beneficios a China en las décadas pasadas. Por el contrario, se
busca modernizar esos sectores productivos para elevar sus beneficios, crear condiciones para
que las empresas puedan competir, desarrollar las zonas rurales y orientar a las empresas expor-
tadoras hacia un mayor nivel de sofisticación productiva, considerando como principal opción los
bienes y servicios con alto contenido tecnológico (NDRC, 2016).
Esta es la apuesta china para seguir en la senda del crecimiento, manteniendo una tasa me-
dio-alta de crecimiento económico en torno a 6,5%. Asimismo, el plan postula mejorar la calidad
de vida de la población a través del aumento del consumo, la urbanización y un mayor acceso a
servicios públicos de calidad. De otro lado, se trataría de mejorar la calidad del medio ambiente y
modernizar la administración y las instituciones chinas.
111
El XIII Plan Quinquenal brinda soporte institucional a los objetivos del plan Made in China 2025, ya
que también considera a la innovación, y el posterior aumento de la productividad, como aspec-
tos claves para la conversión de China en una potencia manufacturera a nivel mundial. Se busca
mejorar la capacidad china de generar su propia innovación para dejar de depender del resto del
mundo. La generación de este nuevo motor de crecimiento para la economía china implica dar fa-
cilidades a las empresas y a las personas para el desarrollo de sus talentos, así como una reforma
de las leyes sobre propiedad intelectual (WIPO, 2008).
Hacia el XIV Plan Quinquenal
La discusión sobre el XIV Plan Quinquenal (2021-2025), ha empezado a tomar mayor relevancia
y algunos analistas consideran que significará “el principal legado de la administración del pres-
idente Xi Jinping” consolidando la visión de China de convertirse en principal potencia mundial
(Delgado & Martínez, 2017, p. 12). De otro lado, Neuweg y Stern (2019) consideran que China
ingresa al XIV Plan incorporando nuevas dimensiones a la visión del desarrollo que guió el país
en los últimos cuarenta años, en particular, la inclusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible,
ODS (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2015) que ponen el énfasis en aspectos relacio-
nados al bienestar de la población y al medio ambiente.
En esta línea, para Baxter y Zhe (2019), este nuevo plan incluirá los pasos para la realización de
una transición energética hacia la reducción de emisiones de carbono. Por su parte el primer
ministro Li Keqiang ha considerado que se deben incluir metas que pongan a la población como
núcleo y principal beneficiario de las distintas reformas. Asimismo, según Li, China continuará
trabajando en el fortalecimiento del avance industrial, el desarrollo de las empresas privadas, la
promoción de la inversión en infraestructura y el mejoramiento de la competitividad a través de la
innovación, manteniendo la apertura de su economía (Office of the State Council – the People’s
Republic of China, 2019).
El periodo 2021-2025 del XIV Plan Quinquenal será crucial debido a que coincide con la final-
ización del plan Made in China 2025 y deberá sentar las bases que permitan seguir con las refor-
mas necesarias para alcanzar las metas trazadas. De esta forma, los planes quinquenales forman
parte de un engranaje que se orienta a facilitar el alcance de dichas metas en el futuro.
Hacia 2050: las metas de los dos centenarios
El XIX Congreso del PCC, realizado en octubre de 2017, brindó la oportunidad al presidente chino
de presentar al mundo el “Pensamiento Xi Jinping sobre el Socialismo con Peculiaridades Chinas
en la Nueva Era”. En este marco, se considera que “la contradicción principal de la sociedad chi-
na ha pasado a ser la que existe entre la creciente demanda del pueblo por una vida mejor y el
112
desarrollo desequilibrado e insuficiente” (Xi, 2017b). De allí que los distintos planes apunten hacia
distribuir más eficientemente los beneficios del crecimiento económico de las últimas décadas,
reduciendo el desequilibrio entre regiones, zonas urbanas y rurales, y sectores industriales. De
otro lado, según Han (2018), el desarrollo insuficiente conlleva la necesidad de cambiar el modelo
de “fabricado en China” por otro que enfatice que la creación y el diseño se hacen en China.
A nivel de las metas, en el marco de los congresos del PCC, se articularon los “objetivos de lucha
fijados para los dos centenarios” (Xi, 2017b), lo cual remonta al menos al XV Congreso en 1997
(Jiang, 2002). La primera de esas metas centenarias es culminar la “construcción integral de una
sociedad modestamente acomodada” para el 2021, año en el que se celebra el aniversario N°
100 de la fundación del PCC (Xi, 2017b). La segunda es convertir a China en “una nación plena-
mente desarrollada y avanzada para 2049”, cuando se celebran los cien años de la fundación de
la República Popular China (Zhang, 2017).
En el XIX Congreso, el presidente Xi planteó dos etapas de quince años cada una para cumplir
esta segunda meta. En primer lugar, el periodo 2020-2035, en el cual China debería materializar
“fundamentalmente la modernización socialista”. De allí en adelante, en el segundo período 2035-
2050, China debería convertirse en un poderoso país socialista “moderno, próspero, democráti-
co, civilizado, armonioso y bello”. Todo ello se reflejaría en la conversión de China como principal
potencia mundial y con una población con mejores condiciones de vida (Xi, 2017b).
Desde el punto de vista económico, se profundizará la reforma estructural del lado de la oferta,
que está relacionada con el plan Made in China 2025 y el XIII Plan Quinquenal, es decir, la mejora
de la productividad manufacturera, la creación de sectores de manufactura avanzada y el pleno
aprovechamiento de las tecnologías modernas (internet, uso de datos masivos, inteligencia arti-
ficial, entre otras). Además, China buscaría insertarse y participar únicamente en los segmentos
medio y alto de las cadenas globales de valor que se asocian al desarrollo de mano de obra local
con mayor sofisticación (Xi, 2017b).
También se subraya la importancia de la “modernización y perfeccionamiento de la economía
social de mercado” en China, que deberá garantizarse a través de instituciones como el derecho
de propiedad y la evolución de las empresas a la primera clase mundial. Junto a ello, habría que
asegurar la provisión de servicios sociales de calidad en salud y educación, cerrando la brecha
que existe todavía con los países desarrollados en estos ámbitos. Finalmente, se resalta la Iniciati-
va de La Franja y la Ruta como uno de los principales motores para asegurar la completa apertura
de la economía china (Xi, 2017b).
4. La Iniciativa de La Franja y la Ruta: ¿Oportunidades para el Perú?40
En el año 2013, el Presidente Xi Jinping propuso por primera vez la construcción de La Franja 40 Esta sección recoge análisis y planteamientos de la autora publicados en Santa Gadea (2018 a,
113
Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI (en adelante, La
Franja y la Ruta), la cual está basada en las rutas históricas utilizadas para comerciar entre Chi-
na, Asia Central, Europa y África. En marzo de 2015, la Iniciativa fue formulada formalmente por
la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (National Development and Reform Commission,
NDRC) y los ministerios de Relaciones Exteriores y Comercio, lo cual sirvió para delinear el plan
futuro de la misma (NDRC, MFA, & MOFCOM, 2015).
Posteriormente, el XIII Plan Quinquenal, presentado en marzo de 2016, en lo referido a la Iniciati-
va, señaló, entre otros, que se incrementaría la conectividad basada en redes de infraestructura
y transporte multimodal entre subregiones al interior de Asia y entre Asia, Europa y África. La
construcción de hubs marítimos estratégicos y el desarrollo de clusters industriales alrededor de
los puertos principales aseguraría el mejor funcionamiento de las rutas marítimas (NDRC, 2016).
Por su parte, el XIX Congreso del PCC puso de manifiesto que la Iniciativa contribuiría al logro de
un desarrollo balanceado en China y promovería la apertura a través de las conexiones terrestres
y marítimas, por el este y el oeste. La conectividad, concebida como una nueva plataforma para
la cooperación internacional, contribuiría a crear nuevos motores de desarrollo (Niu, 2017).
Corredores económicos y rutas
Esta Iniciativa no solo se centra en ampliar el comercio, como se hacía en épocas pasadas con las
rutas antiguas, sino que, según Erthal y Gonzáles (2018), se trata de “un programa de desarrollo
para aumentar el comercio y la inversión a través de dos raíces: La Franja Económica de la Ruta
de la Seda, que constituye una serie de corredores para unir China con Europa a través de Asia
Central y Medio Oriente, y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, que se define como un clúster
de rutas marítimas que conectan la costa china con el Mediterráneo, a través de los océanos Índi-
co y Pacífico, y parte de la costa africana” (2018, p. 7).
El mapa 1 muestra referencialmente las principales rutas marítimas y terrestres en el marco de La
Franja y la Ruta. El mapa 2 se refiere a la construcción de corredores económicos que vinculan a
China con los países de su entorno, siendo estos: “un nuevo Enlace Terrestre Euroasiático, Chi-
na-Mongolia-Rusia, China-Asia Central-Asia Occidental, China-Península Indochina”. También se
consideraron “estrechamente relacionados con La Franja y la Ruta” a los corredores económicos
“China-Pakistán y Bangladesh-China-India-Myanmar” (NDRC, MFA & MOFCOM, 2015).
Este diseño ha ido evolucionando con el tiempo, como lo pone de manifiesto el Comunicado Con-
junto de la Reunión de Líderes en el Segundo Foro de Cooperación Internacional de La Franja y
la Ruta, realizado en Beijing, entre el 25 y el 27 de abril de 2019 (Leaders´ Roundtable of the 2nd
Belt and Road Forum for International Cooperation, 2019). En efecto, este Comunicado incluye un
2018b, 2018c y 2018d) y Santa Gadea (2019a, 2019b y 2019c).
114
Anexo, denominado “Corredores económicos y otros proyectos que catalizan y dan soporte a la
conectividad”, en el cual se listan 35 iniciativas, dando cuenta del gran crecimiento de la cobertura
de La Franja y la Ruta a lo largo de los años (ver cuadro 4).
En la concepción de la Iniciativa, los corredores económicos se conforman con base en medios
de comunicación: ferrocarriles, carreteras, infraestructura para el tráfico marítimo y aéreo, oleo-
ductos, gaseoductos y redes de información espacial. Estos constituyen “el contenido principal
de la interconexión y la intercomunicación” (Oficina del Grupo Dirigente de Fomento de la Con-
strucción de La Franja y la Ruta, 2017, p. 11). Sin embargo, la infraestructura no es el único sus-
tento de la construcción de los corredores económicos ya que ellos incluyen parques industriales
y tecnológicos, así como zonas de libre comercio, entre otros.
Lógicas interna y externa
En el plano interno, la Iniciativa contribuiría a reducir las brechas de crecimiento y desarrollo entre
el interior (las regiones menos desarrolladas) y las costas de China, a través de una mayor inte-
gración de las primeras con las economías vecinas (Cai, 2017). También se trataría de generar
más comercio interno, reduciendo los costos de transporte en el interior del país, los cuales se
encontrarían por encima del promedio mundial (Amighini, 2017).
En el ámbito externo, se destaca la creación de nuevos mercados para posicionar a la producción
china, no solamente a través de la exportación de bienes, sino también por la vía de la colocación
del exceso de capacidad productiva en transporte, infraestructura, acero, cemento, entre otros
(Amighini, 2017). Otro punto a resaltar sería China el liderazgo regional que se logra a través de un
vasto programa de integración económica, en este sentido el objetivo de la Iniciativa sería “crear
una cadena de producción regional en la cual China sería un centro de manufactura avanzada y
de innovación, así como un standard setter” (Cai, 2017, p. 5). Desde otra perspectiva, la Iniciativa
sería la gran estrategia de China para fortalecer lazos con países vecinos y desarrollar liderazgo
en el mundo (Niu, 2017).
Una iniciativa global
La Franja y la Ruta se ha convertido progresivamente en una iniciativa global para China. Desde su
lanzamiento en 2013, el número de países que han firmado acuerdos de cooperación con Beijing
en este marco ha crecido enormemente, alcanzando 144 al 20 de octubre de 2020 (Office of the
Leading Group for the Belt and Road Initiative, 2020). Cabe anotar que, en el período 2018-2019,
la Iniciativa pasó de 80 países con acuerdos firmados al número actual.
Si bien en su origen la gran mayoría de países en La Franja y la Ruta era de Asia y Europa, el
gran crecimiento reciente corresponde a la suscripción de convenios con países africanos en el
115
marco de la cumbre del Foro de Cooperación China-África, realizado en Beijing, en setiembre de
2018. Antes de esa cumbre, solo 9 países africanos eran parte de la Iniciativa, actualmente son
44, sobrepasando a los países asiáticos, que son 39, aunque si se agrupa Asia y Oceanía todavía
superan a África alcanzando 50 convenios firmados.
En cuanto a los países de América Latina y el Caribe (ALC), Panamá fue el primero en firmar un
acuerdo de cooperación sobre la Iniciativa en noviembre de 2017. En enero de 2018 tuvo lugar,
en Chile, la II reunión ministerial del Foro China-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Cari-
beños (CELAC), donde se aprobó una declaración especial sobre esta Iniciativa (Foro CELAC-Chi-
na, 2018) y, a lo largo de ese año, 15 países de ALC suscribieron memorándums de entendimien-
to con China sobre La Franja y la Ruta. Al 20 de octubre de 2020, los países de ALC signatarios
de convenios sobre la Iniciativa son 19 (ver mapa 3).
El 25 de abril de 2019, Perú y China suscribieron el Memorándum de Entendimiento sobre la
Cooperación en el marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta
Marítima de la Seda del Siglo XXI en el contexto del Segundo Foro de Cooperación Internacional
de La Franja y la Ruta (Beijing, 25-27 de abril de 2019), ocasión en la cual el Perú estuvo repre-
sentado por su ministro de Comercio Exterior y Turismo, Edgar Vásquez (MINCETUR, 2019a y
2019b). Conviene, por tanto, que el Perú profundice su análisis sobre este tema con el propósito
de definir su estrategia de implementación.
Los pilares de los corredores económicos
Como ya se ha señalado, la conectividad se concibe como una nueva plataforma de cooperación
internacional y las rutas diseñadas (por tierra y mar) componen corredores económicos en con-
strucción para vincular a China con el resto de Asia y Europa, principalmente. Se entendería que
este concepto de corredores económicos sería también la base de la vinculación con las nuevas
regiones incorporadas a La Franja y la Ruta. De allí que éste sería el concepto clave para entender
la Iniciativa: los corredores económicos, que no solo implican infraestructura (transportes, energía
y comunicaciones), sino también producción, incluyendo zonas económicas especiales y otros
instrumentos para facilitar la participación en las cadenas globales de valor.
Se suele pensar que La Franja y la Ruta es únicamente un plan de China para invertir en infrae-
structura en terceros países. En realidad, se trata de un programa comprehensivo de integración
económica con cinco pilares: (i) promoción de la concertación de políticas, que consiste en crear
mecanismos de coordinación sobre políticas y estrategias orientadas al desarrollo de los países;
(ii) facilitación de la conectividad mediante la construcción de infraestructura; (iii) liberalización
comercial, incluyendo la facilitación del comercio y la creación de zonas de libre comercio; (iv)
integración financiera, propiciando una mayor utilización del Renminbi e incentivando una mayor
116
participación y presencia de los bancos y fondos creados para financiar proyectos41; y (v) desarrol-
lo de vínculos de pueblo a pueblo, a través de intercambios culturales y académicos, cooperación
entre medios de comunicación, turismo, entre otros (NDRC, MFA, & MOFCOM, 2015).
Por tanto, el diseño de una estrategia nacional eficiente de aprovechamiento de las oportunidades que
puede brindar La Franja y la Ruta debe partir de una correcta comprensión de lo que es la Iniciativa.
Hacia un corredor económico transpacífico: el rol potencial del Perú
El involucramiento del Perú no tendría que relacionarse con el conjunto de la brecha de infrae-
structura del país. Puesto que la base de La Franja y la Ruta es la conectividad con China, ese
debería ser el núcleo de los esfuerzos a desarrollar, es decir, examinar proyectos de infraestructura
que tengan impacto en las relaciones transpacíficas, así como aspectos logísticos y proyectos
productivos asociados a ellos. De allí que la extensión de La Franja y la Ruta a América Latina
supone, en realidad, la extensión al Pacífico de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI. Por tan-
to, es necesario identificar el rol potencial que puede jugar el Perú en la conectividad transpacífica.
El Perú se encuentra geográficamente en el centro de la costa del Pacífico de América del Sur.
Es por ello que está en condiciones de convertirse en un hub del comercio internacional entre los
dos lados de la cuenca del Pacífico y, en particular, entre China y América del Sur (ver mapa 4).
Por supuesto, varios países de la región, no solo el Perú, comparten la misma ambición. En última
instancia, será la competitividad relativa la que determine quién desempeñará este rol de hub en
nuestro lado del Pacífico.
Los estudios sobre el diseño y eventual implementación de un corredor económico transpacífico,
en el marco de La Franja y la Ruta, deberían incluir los costos logísticos, el tiempo de viaje, la
frecuencia de los barcos, haciendo comparaciones entre las rutas marítimas tradicionales y nue-
vas alternativas transpacíficas. Es necesario que el Perú actualice su estrategia en esta materia.
También hay que seguir impulsando la conectividad aérea.
De otro lado, se plantea el tema de la conectividad digital. La Franja y la Ruta contempla la con-
strucción de proyectos de cable óptico submarino transfronterizo y transcontinental que formarían
la “Ruta de la Seda de la Información”. América Latina no tiene conexión directa con Asia para la
transmisión de información y datos (ver mapa 5). ¿Es factible un cable submarino directo entre
América del Sur y China? ¿Dónde podría estar ubicado el hub digital en nuestro lado del Pacífico?
Si bien es cierto que se menciona un “cable transoceánico de fibra óptica” entre las 35 iniciativas
de corredores económicos y otros proyectos en el marco de La Franja y la Ruta” incluidas en el
Anexo del Comunicado Conjunto de la Reunión de Líderes en el Segundo Foro de Cooperación
Internacional de La Franja y la Ruta, (ver cuadro 4), no queda claro que tal proyecto se refiera a la 41 Entre ellos, el AIIB, el Fondo de la Ruta de la Seda, los bancos de desarrollo chinos (Eximbank y el Banco de Desarrollo de China), así como los bancos comerciales de dicho país.
117
conexión Asia-América Latina. Sin embargo, existe documentación sobre el interés de Chile de
explorar si tal proyecto podía darse a través de China (China Academy of Information and Com-
munications Technology, 2018: 4 y Bórquez, 2019), aunque también evaluaba la posibilidad de
conectarse con Asia a través de Oceanía, en un proyecto que implicaba a Japón.
Luego de la publicación de las bases para la licitación del estudio de factibilidad, en el cual
CAF-Banco de Desarrollo de América Latina comprometía US$ 3 millones (Subsecretaría de Tele-
comunicación del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, SUBTEL-MTT, 2019a)
y CAF (2019), ocho propuestas llegaron a presentarse, entre las cuales había una entidad china,
Huaxing Consulting Co. Ltd. (SUBTEL-MTT, 2019c). Fue elegido finalmente el consorcio de Tele-
communications Management Group Inc. y WFN Strategies LLC (SUBTEL-MTT, 2019b).
El Gobierno de Chile ha informado los resultados del estudio de factibilidad concluyendo que la
ruta más rentable es a través de Nueva Zelanda y hasta Australia (Chile continental-Auckland-Sid-
ney). A partir de ese punto, el cable submarino se conectaría a las redes ya existentes entre Asia
y Oceanía (SUBTEL-MTT, 2020). De esta forma, se alejaría la posibilidad de que el Perú pueda ser
considerado también como una opción en este tema, a menos que el país se interese en ello y
avance igualmente estudios en la materia.
Bases y potencialidades
En suma, la extensión de La Franja y la Ruta a América Latina debería implicar trabajar en el es-
tablecimiento de uno (o varios) corredores económicos transpacíficos. El Perú puede ser el ancla
de dicho corredor, no sólo por su favorable ubicación geográfica, sino también por la densidad
de sus relaciones con China.
El Perú tiene con China una Asociación Estratégica Integral, un Tratado de Libre Comercio (TLC) y,
actualmente también, el Memorándum de Entendimiento sobre La Franja y la Ruta. De otro lado,
el país es miembro (prospectivo) del AIIB (AIIB, 2017). Asimismo, el Perú es el segundo destino
de la inversión directa china en América Latina, después de Brasil (Dussel, 2020), gracias prin-
cipalmente a la minería, pero no únicamente dadas las crecientes inversiones en proyectos de
infraestructura (Tao, 2019). Más aún, se estima que, al 2019, según información proporcionada
por Liang Yu, actual embajador de la República Popular China en el Perú, el total del stock de
inversiones chinas en el país llegaría a 30 mil millones de dólares (Toscano, 2019).
De otro lado, el Perú es el tercer socio comercial de China en América del Sur, después de Brasil y
Chile (ver cuadro 6) y tiene la mayor comunidad de inmigrantes chinos en América Latina (Berríos,
2003). Por tanto, la relación Perú-China ya tiene avances previos en los cinco pilares de La Franja
y la Ruta. Se trata de incorporar el área de la conectividad a todo ello.
El planeamiento estratégico conjunto de la relación Perú-China debería incluir una reflexión per-
118
manente sobre cómo implementar la participación del país en La Franja y a Ruta y, por esa vía,
su ampliación a América del Sur. Nuestro reto es seguir creciendo por medio del incremento de la
competitividad y la productividad. Para ello, la infraestructura es necesaria. Nuestra agenda con
China podría enriquecerse con estos temas, pero dentro de una estrategia clara a diseñar sobre
la viabilidad y beneficios que podría tener un corredor económico transpacífico.
Desafíos por delante
La Iniciativa de La Franja y la Ruta debe entenderse en el contexto de la reestructuración de la
economía china. Esto implica trasladar industrias a otros países. Por tanto, se basa en inversiones
en infraestructura para la conectividad y, al mismo tiempo, deslocalización de la producción. En
este sentido, la Iniciativa es compatible con la globalización de las cadenas de valor en las cuales
aspira a participar el Perú. La pregunta es ¿cómo introducir estos conceptos en las relaciones
transpacíficas? Al hacerlo, podríamos tal vez tener la oportunidad de renovar el patrón tradicional
de nuestras relaciones económicas con China, centradas principalmente en la exportación de
materias primas y la inversión en industrias extractivas.
Finalmente, para el Perú, y los países de América Latina en general, es importante identificar las
lecciones aprendidas de la implementación de La Franja y la Ruta en otras regiones, es decir
¿cómo se están construyendo los corredores económicos entre China y los países de su entorno
geográfico? La vinculación de China con el Sudeste Asiático podría ser un caso muy interesante
de estudio. También hay que hacer una diferenciación tajante con el sobreendeudamiento que
tendrían algunos países involucrados en la Iniciativa. Asimismo, en lo posible, convendría que las
nuevas inversiones en infraestructura no fueran acordadas directamente entre los gobiernos, sino
que siguieran las normas de la economía de mercado, lo que significa que las empresas intere-
sadas en determinados proyectos participan en licitaciones internacionales y compiten por los
mismos con firmas de todo el mundo.
En suma, la tarea por delante es, primero, diseñar el corredor económico transpacífico en el mar-
co de La Franja y la Ruta e identificar el rol del Perú en ese contexto; segundo, evaluar la viabil-
idad de esta visión-objetivo y; tercero, identificar los instrumentos y medidas para lograrlo. Este
esfuerzo requiere una perspectiva de largo plazo en la cual es importante que colaboren gobierno,
sector empresarial y academia.
5. La tensión entre Estados Unidos y China por el liderazgo mundial
La guerra comercial
Estados Unidos es un país deficitario en el comercio exterior con el mundo, ya que el valor de sus
importaciones supera al de sus exportaciones. En 2018, este déficit comercial alcanzó US$ 946,4
119
mil millones. De ello, US$ 443,1 mil millones corresponden al comercio con China, representando el
46,8% del total del déficit comercial estadounidense con el mundo (ver gráfico 11). La tendencia ha
sido la expansión sostenida de este déficit comercial con China, el cual representó, en 2001, US$
83,1 mil millones, es decir, solo 20,2% del total del déficit comercial estadounidense con el mundo.
Como ha sido analizado anteriormente, China se convirtió en la “fábrica del mundo” lo que se
tradujo en el enorme crecimiento de sus exportaciones manufactureras (McBride & Chatzky,
2019). Las empresas norteamericanas contribuyeron a ese proceso, al transferir hacia China sus
industrias intensivas en mano de obra y de reducido valor agregado, mientras que Estados Unidos
continuaba con el desarrollo de las industrias de alta tecnología (Xu, 2012).
Este re-direccionamiento coadyuvó a la integración de China en la producción internacionalizada
de manufacturas, con el rol de exportar a los países europeos y al propio Estados Unidos bienes
finales ensamblados (en mayor o menor grado) y bienes intermedios (con tecnología de mediana
sofisticación) hacia países cercanos de Asia-Pacífico, los cuales, progresivamente, han ido to-
mando el lugar de China en las cadenas globales de valor (World Bank et al., 2017).
Debido a la importancia que tiene el comercio de bienes intermedios (partes y materiales impor-
tados para fabricar bienes finales), en Estados Unidos se ha señalado que “si los desbalances se
midieran considerando únicamente el valor agregado en el comercio de bienes, el déficit comer-
cial de Estados Unidos con China se reduciría significativamente” (Congressional Research Ser-
vice, 2018: p. 12). Esta idea se explica básicamente por la distribución del comercio entre ambos
países: las exportaciones chinas dependen en gran medida de los insumos importados desde
Estados Unidos, que son de alto valor agregado.
La administración de Estados Unidos ha aplicado políticas orientadas a reducir el alto e “in-
sostenible” nivel del déficit comercial con China (Lawrence, 2018), reducir la “intervención y ma-
nipulación del gobierno chino sobre el tipo de cambio” (United States Department of the Treasury,
2019) y combatir el otorgamiento de subsidios y la aplicación de otras prácticas en beneficio
de las empresas estatales chinas que “distorsionan el mercado y favorecen sus exportaciones”
(Bown, 2019). El aumento de aranceles para las importaciones chinas y la imposición de san-
ciones comerciales a las empresas de dicho país dieron lugar a la ola de retaliaciones arancelarias
que se ha producido entre 2018 y 2019.
Según el Office of the State Council – the People’s Republic of China (2018), las decisiones
de política comercial aplicadas por Estados Unidos no solo generaron un efecto negativo en la
economía china, sino también en la propia economía norteamericana. El aumento de aranceles
afecta a sectores manufactureros que dependen notablemente de los insumos chinos y generan
una reducción del empleo y un incremento de precios para los consumidores americanos que
adquieren ampliamente los bienes finales exportados desde China. El fin último del aumento de
los aranceles, que afecta a las cadenas globales de valor, habría sido “repatriar a las empresas
120
americanas para que desarrollen sus actividades de producción en Estados Unidos, como por
ejemplo en los sectores de automóviles, electrónicos y aviación” (2018, p. 65).
Luego de 18 meses de conflicto (entre junio de 2018 y noviembre de 2019) expresado en subidas
arancelarias y retaliaciones, intentos de tregua y diversas reuniones de negociación, en enero
de 2020, China y Estados Unidos firmaron la llamada “primera fase” de su acuerdo comercial,
atenuando así las tensiones entre ambos. El enfoque fue la reducción arancelaria por parte de los
dos países y compromisos de compras a futuro por parte de China, por un valor de US$ 200 mil
millones en productos norteamericanos para reducir el déficit comercial bilateral.
Asimismo, se incluyeron capítulos sobre propiedad intelectual (que se enfocó en disposiciones
sobre el trato de los secretos comerciales, la protección de información empresarial confidencial,
las patentes de productos farmacéuticos, piratería, entre otros) y sobre transferencia tecnológica
(donde se incluyeron disposiciones para garantizar que no exista la condición de transferir tec-
nología o conocimientos para acceder al mercado, eliminación de licencias, aumento de trans-
parencia entre las empresas e incentivo a un mayor nivel de cooperación científica y tecnológica).
Estos capítulos son considerados como temas estructurales para alcanzar una relación comercial
más “balanceada” entre ambos países (USTR, 2019).
Por el lado chino, según Hofman (2020), a pesar de que el acuerdo se basa principalmente en
la adopción de compromisos por parte de China en lo que respecta a reformas estructurales, la
finalidad de firmarlo habría sido acelerar la reforma interna en propiedad intelectual, transferencia
tecnológica y el sector financiero para mejorar el ambiente de negocios y así atraer mayores in-
versiones en nueva tecnología. Se estaría ganando tiempo para que las reformas pudieran con-
tribuir a la reducción de la dependencia hacia Estados Unidos en áreas tecnológicas y así poder
fortalecer esos sectores para competir más adelante con dicho país.
De esta forma, el análisis sobre la guerra comercial entre Estados Unidos y China no solamente
debe limitarse a lo sucedido con los aranceles, ni a los problemas propios del comercio entre am-
bos países, sino que tiene detrás una razón muy importante que sería la carrera por la dominación
tecnológica mundial en el largo plazo (Schneider-Petsinger, 2019).
La competencia por el liderazgo tecnológico
Según Yu (2019), la aspiración de China por ser potencia mundial, reflejada en sus distintos planes
nacionales, y la propia globalización, la han llevado a formar parte de una carrera tecnológica
con Estados Unidos, cuyo objetivo sería alcanzar la máxima influencia sobre los estándares tec-
nológicos mundiales, lo cual incide en lograr la supremacía económica global. En particular, esta
competencia se realizaría en dos frentes: la producción de bienes de alta tecnología y la adopción
de la tecnología internet 5G.
121
Como ya se ha mencionado, el cambio en la visión productiva de China, a través de iniciativas
como el plan Made in China 2025, consiste en transformar una economía productora de man-
ufacturas de bajo costo en una potencia innovadora y productora de bienes tecnológicos con
alto valor agregado. Estados Unidos se especializa, justamente, en la producción de bienes en
los sectores focalizados por el plan chino. Ello habría generado que la administración del presi-
dente Donald Trump considerara que las nuevas estrategias de China son parte de una “agresión
económica” (White House Office of Trade and Manufacturing Policy, 2018).
Por otro lado, en la investigación asociada a la Sección 301 del Trade Act de 197442, la Oficina del
Representante de Comercio de los Estados Unidos (United States Trade Representative, USTR)
señala la existencia de “procesos administrativos, requerimientos y otros mecanismos que obligan
a la transferencia de tecnología y cesión de propiedad intelectual de las empresas americanas a las
firmas nacionales cuando las primeras invierten en China”. Otros mecanismos serían “regulaciones
que reducen la capacidad de negociación de las empresas americanas con sus pares chinos y
socavan el control de su tecnología en China, soporte del gobierno chino a sus empresas (a través
de financiamiento y subsidios) para la adquisición de empresas americanas y/o para generar trans-
ferencias tecnológicas a gran escala en industrias importantes para China y, finalmente, apoyo del
gobierno chino para acceder a secretos comerciales e información confidencial de negocios y, de
esta manera, proveer ventajas competitivas a las empresas chinas” (USTR, 2018, pp. 5-6).
Estas serían las causas de fondo de la guerra comercial: el que China pueda acceder a tecnologías
avanzadas que no son producidas en el país contribuye a generar nuevas habilidades asociadas a la
innovación tecnológica que pueden servir para reducir sus brechas existentes con respecto a los es-
tándares internacionales (Jue, 2019). Un indicador relacionado a la competencia en el mercado de
los sectores de alta tecnología es el número de patentes otorgadas en China y en Estados Unidos43.
Desde 2010, los dos países han mostrado una tendencia creciente en el otorgamiento de patentes,
pero el ritmo es más acelerado en China, con la consiguiente reducción de la brecha entre ambos.
En China, el otorgamiento de patentes en sectores de alta tecnología pasó de 52.221 a 148.281,
entre 2010 y 2018; en Estados Unidos, se incrementó de 114.243 a 156.009, en el mismo periodo.
Si continúa la tendencia, se esperaría que China supere a Estados Unidos en el corto plazo en lo
que respecta a este indicador (ver gráfico 12).
Un ejemplo relevante sobre la situación de ambos países, en lo que respecta a bienes con alto con-
tenido tecnológico, es el sector de semiconductores, el cual contribuye al desarrollo de una amplia
gama de productos, como las computadoras, que son bienes necesarios para seguir incrementan-42 Para poder activar la Sección 301 del Trade Act 1974 se debe identificar previamente que el país ex-tranjero aplica medidas, políticas o prácticas que son discriminatorias y perjudican o restringen el comercio de Estados Unidos. Acceder en: https://legcounsel.house.gov/Comps/93-618.pdf43 La fuente consultada considera, en la categoría de sectores de alta tecnología, los siguientes: electri-cal machinery, apparatus, energy; audio-visual technology; telecommunications; digital communication; ba-sic communication processes; computer technology; IT methods for management; semiconductors y; optics (WIPO, 2020).
122
do la presencia tecnológica en el día a día de las personas. Según Wu, Hoenig y Dormido (2019),
Estados Unidos domina la producción y el otorgamiento de patentes en este sector, además de ser
base de Intel, la empresa productora más importante a nivel mundial.
El otro frente considerado como parte de la competencia tecnológica entre China y Estados Uni-
dos es el internet 5G. Esta nueva tecnología permite el desarrollo de una mayor gama de aplica-
ciones y conexiones, así como más capacidad y velocidad de internet, lo que puede ser utilizado
por distintos sectores, como salud, educación, energía, transporte, así como para el comercio
electrónico y la logística, entre otras actividades (Cellular Telecommunications Industry Assoccia-
tion-CTIA, 2020). Dada la relevancia de esta nueva tecnología, ambos países buscan empoderar
a sus empresas nacionales para ampliar su parte de mercado y ofrecer estos servicios en difer-
entes zonas del mundo ya que, justamente, uno de los medios para lograr establecer estándares
tecnológicos a nivel mundial es el “acceso al mercado” (Yu, 2019).
Según Deloitte (2018), si bien Estados Unidos ha realizado significativos avances en la tecnología
5G, ello no sería comparable con lo que China ha progresado en los últimos años gracias a su in-
versión en infraestructura para ofrecer la conexión 5G a la población china. Sin embargo, en lo que
respecta al acceso a internet, China aún presenta una brecha en relación a Estados Unidos, aunque
ésta se ha ido reduciendo significativamente con el transcurso de los años. En 2000, solo 1,8% del
total de la población accedía a internet, mientras que en Estados Unidos, el ratio superaba el 40%.
En 2017, los porcentajes fueron 54% para China frente a casi 90% en el caso de Estados Unidos
(ver gráfico 13). Como indica GSMA Intelligence (2019), la adopción de nuevas tecnologías de con-
exión, como la 5G, generarán un aumento considerable en el acceso a internet de la población chi-
na, que irá traspasando su servicio 4G a esta nueva tecnología en los próximos años (ver gráfico 14).
La administración americana decidió incluir a las firmas chinas ZTE y Huawei en la “entity list” que
obliga a las empresas americanas a no realizar compras de productos y servicios ofrecidos por es-
tas empresas de telecomunicaciones sin el permiso especial del gobierno americano44. En el caso
de ZTE, esta decisión fue levantada en julio de 2018, mientras que en el caso de Huawei la suspen-
sión aún se encuentra vigente45. El principal motivo señalado ha sido que esta empresa realizaría ac-
tividades que amenazan la seguridad nacional y los intereses de política exterior de Estados Unidos
(Federal Register, 2019). Cabe anotar que, en la actualidad, Huawei es la empresa más importante
en lo que respecta al desarrollo de la tecnología 5G y representa el 29% del total del mercado mun-
dial de infraestructura movil. Por otro lado, dentro de las tres principales empresas a nivel mundial,
no hay ninguna de Estados Unidos, ya que Ericsson (Suecia) y Nokia (Finlandia) completan la lista,
con 25% y 21% de dicho mercado, respectivamente (Wu, Hoenig, & Dormido, 2019).
En suma, la puja por ser la principal potencia tecnológica a nivel mundial está en curso. El desafío
44 La fecha fue el 16 de abril de 2018, en el caso de ZTE y el 16 de mayo de 2019, en el caso de Huawei (Wong & Chipman, 2020). Consulta realizada el 21 de marzo de 2020.45 Consulta realizada el 18 de mayo de 2020 en Bureau of Industry and Security (2020).
123
de China en el largo plazo sería disminuir la dependencia con respecto a tecnologías extranjeras
a través de la creación de empresas exitosas a nivel mundial que lleven adelante la innovación
tecnológica (Yu, 2019).
La carrera por el liderazgo mundial y la erosión del multilateralismo
A continuación se presenta una síntesis de las ideas planteadas por el embajador Allan Wag-
ner Tizón al comentar la presente investigación en la Conferencia del CIUP “Proyecto Bicente-
nario del Perú: Contribuciones para su Desarrollo” (Wagner, 2020). Sus comentarios permiten
ampliar el enfoque del escenario internacional a partir de los elementos principales siguientes:
La tensión entre China y Estados Unidos es una pugna por el liderazgo mundial que no
es solo económico.
Esa contienda ya estaba planteada cuando sobreviene la pandemia del coronavirus, la cual
agudiza la tensión.
Las consecuencias para el orden mundial son preocupantes por la erosión del multilateralismo.
Frente al escenario mundial se requiere mantener el compromiso con la Agenda 2030 de De-
sarrollo Sostenible, defender el multilateralismo y aprovechar las oportunidades de la Cuarta
Revolución Industrial.
En todo ello, China puede ser un buen socio para el Perú.
Se trascriben a continuación los mencionados comentarios con algunos ajustes de edición:
“El presidente Donald Trump cambió la agenda internacional cuando declaró America First, que
en la práctica de las relaciones internacionales ha significado America Alone, a pesar de las
declaraciones en contrario, produciendo una erosión muy acelerada del multilateralismo al aban-
donar el TPP, suspender las negociaciones trasatlánticas con la Unión Europea y comenzar a ero-
sionar APEC. Estos han sido aspectos bastante negativos que se combinaron con la declaración
que adoptó el PCC la cual, como ya se ha mencionado, planteó hacer de China una potencia
mundial para el año 2049, con motivo del centésimo aniversario de la fundación de la República
Popular China. Luego se desarrolla una competencia comercial entre Estados Unidos y China que
tiene como trasfondo, no más ventas de soya o de trigo, sino una competencia por el dominio de
la tecnología porque, en realidad, lo está en juego no es quién es la primera potencia económica
mundial, sino quién es la primera potencia mundial y eso abarca no solo a la economía”.
124
“Esta contienda entre China y Estados Unidos ya estaba planteada cuando sobreviene la pan-
demia del coronavirus que agudiza la tensión entre ambos. Estados Unidos acusa a China de
haber inventado el virus en un laboratorio en Wuhan y haber demorado la comunicación de lo
que estaba ocurriendo a la Organización Mundial de Salud (OMS) lo cual, según Estados Unidos,
significó que el resto de los países del mundo no pudieran tomar medidas a tiempo. En cuanto a
la posición norteamericana hay diversas interpretaciones, podría ser que, con estos argumentos,
el presidente Trump oculta su propia ineptitud para manejar la pandemia en su país. En todo caso,
en su momento se investigará, pero lo que sí es importante es tener en cuenta que esta situación
está llevando a una posible nueva Guerra Fría, esta vez entre China y Estados Unidos”.
“Los analistas internacionales se están manifestando al respecto y este es el temor al cual hay
que reaccionar. Podrían mencionarse algunas opiniones, por ejemplo, el internacionalista Richard
Haass (2020) opina que el mundo que tendremos luego de la pandemia se parece más al que
tuvimos después de la Primera Guerra Mundial, y no después de la Segunda Guerra, es decir, un
mundo en el cual la cooperación internacional no funcionaba, lo cual fue el preludio de la Segunda
Guerra Mundial. Tal perspectiva es bastante preocupante.
“Al mismo tiempo, el historiador y filósofo Yuval Noah Harari (2020) manifiesta que nos enfrentam-
os a dos opciones: por un lado, la vigilancia totalitaria, refiriéndose a la manera como China y, en
general, los países asiáticos han manejado a su población en la presente crisis; y, por otro lado,
el empoderamiento ciudadano, al respecto de lo cual se plantea que la tecnología también puede
ser usada por la ciudadanía para controlar al Estado y no solamente el Estado a la ciudadanía.
Otra alternativa en la que nos debatimos, según Harari, es entre el aislamiento nacionalista y la
solidaridad global. Lo anterior es muy importante porque, efectivamente, habrá una tendencia
hacia el aislacionismo, es decir, a resolver los problemas por sí mismos y ello puede significar un
deterioro aún mayor del sistema multilateral, lo cual es un perjuicio muy grande para todos”.
“Por su parte, Henry Kissinger (2020) señala que la pandemia alterará el orden mundial para siem-
pre y que es absolutamente indispensable abordar las necesidades del momento, pero también
tener una visión y un programa de cooperación global. Concluye señalando un aspecto categóri-
co e importante: “el desafío de los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro; el
fracaso podría incendiar el mundo. Estos son los desafíos que tenemos en términos de relaciones
internacionales y el papel de China y Estados Unidos es muy importante en este contexto pues
está en debate el rol de la potencia mundial”.
“De otro lado, hay que preguntarse ¿qué plan podemos tener en las relaciones internacionales?
En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible que incluye 19 puntos. Por ejemplo, se plantea el compromiso, asumido por toda la
comunidad internacional, de poner fin a la pobreza en el mundo, en todas sus formas; eliminar
el hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición; garantizar una vida sana y pro-
125
mover el bienestar de la población en todas las edades; asegurar la disponibilidad del agua y su
gestión sostenible, además del saneamiento para todos; adoptar medidas urgentes para com-
batir el cambio climático; entre otros. Estos objetivos, que se consideraron importantes en 2015
cuando se aprobó la Agenda 2030, hoy son absolutamente indispensables, porque si algo nos
ha enrostrado la pandemia es precisamente el enorme atraso que tenemos en estos temas de
carácter social y, al mismo tiempo, la incapacidad del Estado para atender las necesidades bási-
cas de la población”.
“Frente a estos escenarios ¿qué puede hacer el Perú? En primer lugar, defender el multilateralismo,
como siempre lo ha hecho. El Perú fue fundador de las Naciones Unidas y, en este momento, es
importante fortalecer este foro. Es curioso, por decir lo menos, que el Consejo de Seguridad no se
haya reunido una sola vez desde que se desató la pandemia, para conciliar un asunto que afecta la
paz y la seguridad internacional, a partir de la salud. Otro ámbito es la OMC que también está blo-
queada por Estados Unidos con graves consecuencias para el comercio internacional. Asimismo,
fortalecer APEC y transformarla en lo que debiera ser, es decir, una gran zona de libre comercio”.
“De otro lado, deberíamos fortalecer la integración regional, impulsando la formación de cadenas
productivas a nivel regional que se puedan enlazar con las nuevas cadenas productivas a nivel
global que surgirán de la Nueva Economía, la cual está siendo fuertemente impulsada por China,
lo que plantea la necesidad de acceder a la ciencia y la tecnología. El Perú invierte muy poco en
este ámbito y es necesario hacerlo a fin de prepararnos para la Cuarta Revolución Industrial que
ya está en marcha, además de la inteligencia artificial”. “Estos son los desafíos que tenemos a
nivel mundial y la manera cómo podríamos responder a ellos. Las perspectivas son muy preocu-
pantes y delicadas. Debemos trabajar en ello con mucha seriedad. Y China puede ser, para el
Perú, sin duda, un muy buen socio” (Wagner, 2020).
Conclusiones
1. La transformación económica de China y su proceso de ascenso en las cadenas globales de valor abre oportunidades para el Perú
China se ha convertido en la segunda economía del mundo, después de Estados Unidos, al medir
el Producto Bruto Interno en dólares corrientes e incluso en la primera economía del mundo, según
otras mediciones, si comparamos los PBI en paridad de poder de compra y en dólares constantes.
El incremento de la productividad
Sin duda, China es un caso de estudio por las experiencias y lecciones aprendidas que pueden
extraerse de su proceso de transformación. Su fortaleza se basa, entre otros aspectos, en ser la
economía que ha tenido el mayor crecimiento de la productividad en Asia-Pacífico.
126
Las ZEE
El proceso de transformación chino involucró la creciente participación de este país en los siste-
mas de producción de bienes a nivel global. A ello contribuyeron las primeras ZEE que, una vez
alcanzado el éxito, con el tiempo, dieron paso a la creación de miles de otros centros manufac-
tureros y clústeres industriales en todo el país, los cuales también se convirtieron en importantes
centros de producción mundial. En 2019, China contaba con 2.543 zonas económicas que rep-
resentan más de la mitad de las ZEE a nivel mundial, lo que revela su importancia para atraer
inversiones e incentivar exportaciones.
Del “made in China” al “created/designed in China”
China adquirió el rol central de “fábrica del mundo” y es considerado como uno de los pocos
países en desarrollo que se encuentran involucrados profundamente en las cadenas globales de
valor. Pero, más allá de las actividades de ensamblaje de bienes finales, intensivas en mano de
obra, que fueron consideradas como la principal ventaja comparativa de China en las décadas
pasadas, el país ha incrementado su capacidad industrial para producir y exportar bienes de alta
tecnología, ascendiendo en dichas cadenas globales de valor, siendo su objetivo cambiar el mod-
elo “fabricado en China” por otro en el cual la creación y el diseño se hacen en China.
Deslocalización de la producción y oportunidad para el Perú
Aunado a este proceso de ascenso en las cadenas globales de valor está el proceso de deslo-
calización de la producción hacia otros países cercanos de Asia-Pacífico, los cuales, progresiv-
amente, van tomando el lugar de China en las producciones intensivas en mano de obra y en
la fabricación de bienes intermedios que se destinan a dichas cadenas. Y aquí podría estar la
oportunidad para el Perú.
Sin duda, el desafío del Perú está en la adopción de políticas orientadas a la diversificación de
exportaciones. Ya estamos avanzando en esta dirección puesto que la progresión de las export-
aciones no tradicionales agrícolas, agroindustriales y pesqueras ha sido muy importante en los
últimos años. Se trata de avanzar en otro frente complementario de la diversificación, el de las
exportaciones de manufacturas, particularmente de bienes intermedios que puedan insertarse en
cadenas globales de valor lideradas por firmas chinas.
La recomendación es analizar el proceso de deslocalización e integración de la producción man-
ufacturera entre China y el Sudeste Asiático a fin de extraer lecciones aprendidas para promover
dicho proceso entre China y Perú.
127
2. La conversión de China en inversor neto en el exterior se verá reforzada por la Inicia-tiva de La Franja y la Ruta y abre oportunidades para el Perú
En los últimos años, la inversión de China en el exterior viene alcanzando destacados niveles,
convirtiendo a la economía china en una de las principales fuentes de inversión extranjera directa
en el mundo. En 2015, el país llegó a convertirse en inversionista neto dado que, en dicho año, el
flujo de inversión directa de China hacia el exterior superó, por primera vez en su historia, al flujo
de IED que recibió. Seguramente, el desarrollo de la Iniciativa de La Franja y la Ruta, que implica
financiamiento e inversiones en infraestructura y la instalación de empresas chinas en parques
industriales en terceros países en desarrollo, favorecerá esa tendencia.
El Perú en la Iniciativa de La Franja y la Ruta
El 25 de abril de 2019, Perú y China suscribieron el Memorándum de Entendimiento sobre la
Cooperación en el marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta
Marítima de la Seda del Siglo XXI. Conviene, por tanto, que el Perú profundice su análisis sobre
este tema con el propósito de definir su estrategia de implementación.
El concepto clave para entender la Iniciativa son los corredores económicos, basados en la
conectividad, pero que no solo implican infraestructura (transportes, energía y comunicaciones),
sino también producción, incluyendo ZEE y otros instrumentos para facilitar la participación en las
cadenas globales de valor. Es decir, se trata de construir corredores económicos, no de hacer
proyectos de infraestructura aislados. Este elemento es clave para la estrategia a implementar.
Conectividad de América del Sur con Asia-Pacífico
Puesto que el énfasis debería estar en la conectividad con China, consideramos que la extensión
de La Franja y la Ruta a América Latina supone, en realidad, la extensión al Pacífico de la Ruta
Marítima de la Seda del Siglo XXI. Por tanto, es necesario identificar el rol potencial que puede
jugar el Perú en la conectividad transpacífica.
El Perú se encuentra geográficamente en el centro de la costa del Pacífico de América del Sur.
Es por ello que está en condiciones de convertirse en un hub del comercio internacional entre los
dos lados de la cuenca del Pacífico y, en particular, entre China y América del Sur. Por supuesto,
varios países de la región, no solo el Perú, comparten la misma ambición. En última instancia, será
la competitividad relativa la que determine quién desempeñará este rol de hub en nuestro lado del
Pacífico. Es necesario que el Perú actualice su estrategia en esta materia. También hay que seguir
impulsando la conectividad aérea.
De otro lado, se plantea el tema de la conectividad digital ¿Es factible un cable submarino directo
128
entre Asia y América del Sur? ¿Dónde estaría ubicado el hub digital en nuestro lado del Pacífico?
Chile ya ha avanzado los estudios y la identificación de la ruta que uniría Asia y América del Sur a
través de Oceanía. Eso alejaría la posibilidad de que el Perú pueda ser considerado también como
una opción en este tema, a menos que el país exprese su interés y avance igualmente estudios
en la materia.
Hacia un corredor económico transpacífico Perú-China
En suma, la extensión de La Franja y la Ruta a América Latina debería implicar trabajar en el
establecimiento de uno (o varios) corredores económicos transpacíficos con proyectos de infrae-
structura que tengan impacto en las relaciones transpacíficas e incluyan los aspectos logísticos
y los proyectos productivos asociados a ellos. El Perú podría ser el ancla de dicho corredor en
América del Sur. Nuestra agenda con China podría enriquecerse con estos temas, pero dentro
de una estrategia clara, a diseñar, sobre la viabilidad y beneficios que podría tener dicho corredor
económico transpacífico.
3. Las metas al 2050: ¿China y Perú podrían converger?
En 30 años más ¿cómo se proyecta China? y ¿cómo se proyecta el Perú? ¿Podemos converg-
er? ¿El desarrollo que China espera alcanzar puede ser un motor que contribuya al desarrollo
del Perú? ¿Cómo lograrlo? ¿Cómo dejar de ser únicamente proveedores de materias primas y
receptores de inversión en industrias extractivas? Creemos que la transformación de la economía
china y la participación del Perú en la Iniciativa de La Franja y la Ruta son una oportunidad para
plantear este tema.
Las metas para los dos centenarios en China
El gobierno chino ha establecido las llamadas “dos metas del centenario”. La primera de ellas es
construir una sociedad moderadamente próspera a través de la eliminación de la pobreza para el
2021, año en el que se celebra el aniversario N° 100 de la fundación del PCC. La segunda meta,
con mayor ambición, es convertir a China en “una nación completamente desarrollada para el año
2049”, en el cual se celebran los cien primeros años de la fundación de la República Popular Chi-
na. Los hitos significativos que orientan este proceso son la estrategia Going Out, el plan Made in
China 2025, los planes quinquenales, la Iniciativa de La Franja y la Ruta y la visión de largo plazo
planteada por el presidente Xi en los últimos Congresos del PCC. Todo ello contribuirá al ascenso
de China como la primera economía del mundo.
129
China y Asia-Pacífico en la planificación estratégica del Perú
Por parte del Perú, necesitamos definir con mayor precisión cómo queremos insertarnos en la
economía global. La oportunidad podría ser el proceso que se ha iniciado con la formulación de
la Visión al 2050, aprobada por el Acuerdo Nacional en 2019, que es el punto de partida para los
trabajos que conduce Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) para elaborar un
Plan Estratégico Nacional al 2050.
La propuesta que sugiere nuestro estudio es evaluar la posibilidad de diseñar, en paralelo, un Plan
Estratégico de Inserción Económica Internacional al 2050, manteniendo desde luego vasos comu-
nicantes entre ambos, con la ventaja de generar un enfoque integral y multisectorial para el proceso
de internacionalización de la economía peruana. Si este objetivo no fuera alcanzable, la propuesta
alternativa sería formular un plan de esta naturaleza, con el horizonte 2050, específicamente para
nuestra proyección hacia China y Asia-Pacífico. En lo que respecta a China, la Iniciativa de La Franja
y la Ruta podría ser la oportunidad de abordar el diseño de dicho plan (Santa Gadea, 2020).
4. El contexto internacional: la tensión entre China y Estados Unidos
Al abordar el análisis sobre la llamada “guerra comercial” entre China y Estados Unidos, la con-
clusión es que lo que está en juego es la carrera por el liderazgo tecnológico mundial en el largo
plazo. Siendo así, este conflicto tiene bases estructurales que difícilmente se solucionarían con
un acuerdo comercial. Sin embargo, los analistas internacionales van más allá para señalar que la
tensión entre China y Estados Unidos refleja una pugna por el liderazgo mundial, que no es solo
económico. Las consecuencias para el sistema internacional son preocupantes por la erosión del
multilateralismo.
En ese contexto, es indispensable reforzar las instituciones multilaterales como espacios de colab-
oración y resolución de conflictos, tales como Naciones Unidas y la OMC, entre otros. Asimismo, en
la cuenca del Pacífico, es importante fortalecer el foro APEC. La propuesta de Visión al 2040, pro-
puesta por el AVG (2019) marca un camino para la revitalización de la integración y la cooperación en
Asia-Pacífico, con el propósito de asegurar que esta región se mantenga como la más innovadora
y dinámica del mundo, construyendo al mismo tiempo una comunidad pacífica e interconectada.
La participación del Perú en Asia-Pacífico y su relación económica con China deberían guiarse por
metas de largo plazo que orienten el camino hacia fechas emblemáticas como el 2040 y 2050.
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139
SIGLASAIIB
ALC
APEC
ASEAN
AVG
CAF
CELAC
CEPLAN
CHINALCO
CNPC
CPTPP
CTIA
ESCAP
EXIMBANK
FDI
FTAAP
I+D
IED
IGC
ITC
MFA
MINCETUR
MOFCOM
Asian Infrastructure Investment Bank / Banco
Asiático de Inversión en Infraestructura
América Latina y el Caribe
Asia-Pacific Economic Cooperation / Foro de Coop-
eración Económica de Asia-Pacífico
Association of Southeast Asian Nations / Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático
APEC Vision Group
CAF, Banco de Desarrollo de América Latina
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
Centro Nacional de Planeamiento Estratégico
Aluminium Corporation of China
China Petroleum Corporation
Comprehensive and Progressive Agreement for
Trans-Pacific Partnership / Tratado Integral y Progresivo
de Asociación Transpacífico
Cellular Telecommunications Industry Association
Economic and Social Commission for Asia and the Pacific
Export-Import Bank of China
Foreign Direct Investment
Free Trade Area of Asia Pacific
Investigación y Desarrollo
Inversión Extranjera Directa
Índice Global de Competitividad
International Trade Centre
Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of
China / Ministerio de Relaciones Exteriores – República
Popular China
Ministerio de Comercio Exterior y Turismo – Perú
Ministry of Commerce of the People’s Republic of China /
140
SIGLASNDRC
ODS
OECD / OCDE
OMC / WTO
PBI / GDP
PCC
PPP
PTF
RCEP
Sinopec
SUBTEL-MTT
TIC
TLC
TPP
UE
UNCTAD
USTR
WIPO
WITS
ZEE
National Development and Reform Commission - China
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Organization of Economic Cooperation and Development
/ Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos
Organización Mundial del Comercio / World Trade
Organization
Producto Bruto Interno / Gross Domestic Product
Partido Comunista Chino
Purchasing Power Parity / Paridad de Poder Adquisitivo
Productividad Total de los Factores
Regional Comprehensive Economic Partnership
China Petroleum & Chemical Corporation
Subgerencia de Telecomunicaciones, del Ministerio de
Transportes y Telecomunicaciones de Chile
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
Tratado de Libre Comercio
Trans-Pacific Partnership / Acuerdo Transpacífico de
Cooperación Económica
Unión Europea
United Nations Conference on Trade and Development /
Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo
United States Trade Representative / Oficina del Repre-
sentante de Comercio de los Estados Unidos
World Intellectual Property Organization / Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual
World Integrated Trade Solutions
Zona Económica Especial
141
Consumo
Inversión
15
25
35
45
55
65
75
1952
19
54
1956
19
58
1960
19
62
1964
19
66
1968
19
70
1972
19
74
1976
19
78
1980
19
82
1984
19
86
1988
19
90
1992
19
94
1996
19
98
2000
20
02
2004
20
06
2008
20
10
2012
20
14
2016
20
18
ANEXO 1: GRÁFICOS
Gráfico 1: Crecimiento del PBI en China y el mundo y participación porcentual de China en el PBI mundial, 1960-2018 (en % y en dólares constantes del 2010)
Fuente: World Bank (2020b). Elaboración propia.
Gráfico 2: Distribución porcentual del PBI de China desde la perspectiva del gasto: consumo e inversión, 1952-2018 (en yuanes corrientes)
Fuente: National Bureau of Statistics of China (2019a). Elaboración propia.
China
Mundo
1,13% Participación de China en el PBI
mundial
13,09%
0
2
4
6
8
10
12
14
-30
-20
-10
0
10
20
30 19
60
1962
19
64
1966
19
68
1970
19
72
1974
19
76
1978
19
80
1982
19
84
1986
19
88
1990
19
92
1994
19
96
1998
20
00
2002
20
04
2006
20
08
2010
20
12
2014
20
16
2018
%
1,13%
13,09%
142
Fuente: National Bureau of Statistics of China (2019a) y World Bank (2020b).Elaboración propia.
Fuente: Feenstra et al. (2015). Elaboración propia.
0,5
0,55
0,6
0,65
0,7
0,75
0,8
0,85
0,9
0,95
1
1,05
1956
19
58
1960
19
62
1964
19
66
1968
19
70
1972
19
74
1976
19
78
1980
19
82
1984
19
86
1988
19
90
1992
19
94
1996
19
98
2000
20
02
2004
20
06
2008
20
10
2012
20
14
2016
-30
-25
-20
-15
-10
-5
0
5
10
15
20 19
63
1965
19
67
1969
19
71
1973
19
75
1977
19
79
1981
19
83
1985
19
87
1989
19
91
1993
19
95
1997
19
99
2001
20
03
2005
20
07
2009
20
11
2013
20
15
2017
Crecimiento del PBI per capita Crecimiento de la productividad
143
Gráfico 5: Composición porcentual del PBI de China en yuanes corrientes según secto-res, 1952-2018 (en %)
Fuente: National Bureau of Statistics of China (2019a). Elaboración propia.
Gráfico 6: Distribución porcentual urbano-rural de la población total en China, 1952-2018 (en %)
Fuente: National Bureau of Statistics of China (2019a). Elaboración propia.
12,5%
59,6%
87,5%
40,4%
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
1952
1955
1958
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
2018
Población urbana Población rural
Industria
Servicios
Agricultura
0
10
20
30
40
50
60
1952
1955
1958
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
2018
%
59,6%
40,4%
12,5%
87,5%
144
Fuente: National Bureau of Statistics of China (2019a). Elaboración propia.
Fuente: World Bank (2020a). Elaboración propia
Nota: Estimación para el periodo 1981-2015 con base a los datos disponibles del Banco Mundial correspondientes a: 1981, 1984, 1987, 1990, 1993, 1996, 1999, 2002, 2005, 2008 y 2010 al 2015. De acuerdo a esta fuente, se considera una línea de pobreza de US$ 3,20 diarios y una línea de pobreza extrema de US$ 1,90 diarios (ambas en dólares constantes de 2011 en PPP).
Pobreza Pobreza extrema
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
2015
Agricultura
Industria
Servicios
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
1952
1955
1958
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2015
2018
145
Gráfico 9: Participación de las exportaciones de China, Unión Europea y Estados Unidos en el total de exportaciones mundiales, 2001-2018 (en %)
Fuente: World Integrated Trade Solution – WITS (2020). Elaboración propia.
Fuente: UNCTAD (2020a). Elaboración propia.
Gráfico 10: Flujos de inversión extranjera directa hacia China (FDI) y desde China al mundo (OFDI), 1990-2018 (en US$ miles de millones)
0
50
100
150
200
250
1990
19
91
1992
19
93
1994
19
95
1996
19
97
1998
19
99
2000
20
01
2002
20
03
2004
20
05
2006
20
07
2008
20
09
2010
20
11
2012
20
13
2014
20
15
2016
20
17
2018
FDI OFDI
4,1%
12,3% 12,1%
11,4% 10,2%
11,4%11 4%
12,1%
10,2%
4,1%
12,3%
7,0%
0%
2%
4%
6%
8%
10%
12%
14%
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
China Unión Europea Estados Unidos
146
Fuente: International Trade Centre – ITC (2020). Elaboración propia.
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
160000
180000
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
China Estados Unidos
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60% -500
-450
-400
-350
-300
-250
-200
-150
-100
-50
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
Participación
147
Gráfico 13: China - Porcentaje de la población que usa internet, 2000-2017 (en %)
Fuente: World Bank (2020b). Elaboración propia.
Fuente: Tomado de GSMA Intelligence (2019)
Gráfico 14: Conexiones en China por generación de tecnología, 2017-2025(en % de las conexiones totales)
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
China Estados Unidos
0%
20%
40%
60%
80%
100%
2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 2024 2025
2G
148
ANEXO 2: CUADROSCuadro 1: Productividad del trabajo: crecimiento promedio anual en las economías de Asia y Oceanía miembros de APEC y el Perú, 1990-2018 (en %)
Nota: se utilizan las denominaciones de las economías tal como aparecen en APEC.
Fuente: The Conference Board (2019) y World Bank (2020b). Elaboración propia.
Fuente: UNCTAD (2020a). Elaboración propia.
Economía Economía
República Popular China 8,52 Singapur 2,21
Vietnam 4,62 Filipinas 2,12
Tailandia 3,31 Perú 1,91
República de Corea 3,30 Australia 1,31
Taipéi Chino 3,27 Nueva Zelanda 0,92
Papúa Nueva Guinea 3,10 Rusia 0,84
Indonesia 3,01 Japón 0,73
Malasia 2,59 Brunéi Darussalam 1,13
Hong Kong, China 2,32
Tasa de crecimientopromedio anual(1990-2018)
Tasa de crecimientopromedio anual(1990-2018)
Cuadro 2: Top 10 - Stock de IED recibida por países, 1980, 2000 y 2018 (en US$ miles de millones)
País
Estados Unidos
Hong Kong, China
Reino Unido
Países bajos
República Popular China
Singapur
Suiza - Liechtenstein
Alemania
Irlanda
Canadá
1
2
3
4
5
6
7
8
10
9
1
4
3
6
8
15
16
2
5
11
7.464,7
1.997,2
1.890,4
1.673,8
1.627,7
1.481,0
1.062,8
939,0
894,0
909,5
2.783,2
435,4
439,5
243,7
193,3
110,6
101,6
470,9
325,0
127,1
83,0
177,8
63,0
24,3
1,1
5,4
no datos
no datos
54,2
35,4
2
1
3
9
46
17
-
-
4
6
Stock1980
Posición1980
Stock2000
Posición2000
Stock2018
Posición2018
149
Cuadro 3: Top 10 - Stock de IED realizada por países, 1981, 2000 y 2018(en US$ miles de millones)
Fuente: UNCTAD (2020a). Elaboración propia.
Fuente: UNCTAD (2020a). Elaboración propia.
Cuadro 4: Corredores económicos y otros proyectos que catalizan y dan soporte a la conectividad en el marco de La Franja y la Ruta
Nº
Addis Ababa-Djibouti economic corridor, including the development of industrial parks along the economic corridor
Agua Negra Pass International Tunnel
Baku-Tbilisi-Kars new railway line and Alyat free economic zone in Baku
Brunei-Guangxi economic corridor
China-Central Asia-West Asia economic corridor
China-Europe Land-Sea Express Line
China-Indochina Peninsula economic corridor, including Laos-China economic corridor
China-Kyrgyzstan-Uzbekistan International Highway
China-Laos-Thailand Railway Cooperation
China-Malaysia Qinzhou Industrial Park
1
2
3
4
5
6
7
8
10
9
Corredores económicos y otros proyectos
País
Estados Unidos
Hong Kong, China
Reino Unido
Países bajos
República Popular China
Japón
Suiza - Liechtenstein
Alemania
Francia
Canadá
1
2
3
4
5
6
7
8
10
9
7
22
5
2
8
3
6
9
4
3
46
33
2
8
-
-
6
1 6.474,72.694,0
232,2 1.263,4
232,2 1.325,0
1.507,8365,9
30,1
29,5
228,3
2.427,3305,548,6
1.938,927,80,0
1.870,1379,30,2
1.696,5940,285,7
1.665,2278,4
1.645,4483,9
24,5
no datos
no datos
1
7
Stock1981
Posición1981
Stock2000
Posición2000
Stock2018
Posición2018
150
Fuente: Leaders' Roundtable of the 2nd Belt and Road Forum for International Cooperation (2019).
Nº
China-Mongolia-Russia economic corridor
China-Myanmar economic corridor
China-Pakistan economic corridor
Eastern Economic Corridor in Thailand
Economic corridor in Greater Mekong Subregion
The EU Trans-European Transport Networks
Europe-Caucasus-Asia International Transport corridor and Trans Caspian InternationalTransport Route
The Industrial Park "Great Stone"
International North-South Transport Corridor (INSTC)
The Lake Victoria-Mediterranean Sea Navigation Line-Linkage Project (VICMED)
11
12
13
14
15
16
17
18
20
19
The Lamu Port-South Sudan-Ethiopia Transport corridor
Malaysia-China Kuantan Industrial Park
The Nepal-China Trans-Himalayan Multi-dimensional Connectivity Network, including Nepal-China cross-border railway
New Eurasian Land Bridge
The New International Land-Sea Trade Corridor of the China- Singapore (Chongqing) Demonstration Initiative on Strategic Connectivity
Northern Corridor Trade Route in Africa linking the maritime port of Mombasa to countries of the Great Lakes region of Africa and Trans-Africa Highway
North-South Passage Cairo-Capetown Pass-way
The Port of Piraeus
Port Sudan-Ethiopia Railway Connectivity
Regional Comprehensive economic corridors in Indonesia
21
22
23
24
25
26
27
28
30
29
The Suez Canal Economic Zone
Transcontinental shipment of cargo using the capacities of the Northern Sea Route
Transoceanic fiber optic cable
"Two Corridors and One Belt" Framework
Uzbekistan-Tajikistan-China International Highway
31
32
33
34
35
Corredores económicos y otros proyectos
151
Cuadro 5: Países miembros de La Franja y la Ruta según continentes
Fuente: Office of the Leading Group for the Belt and Road Initiative (2020). Elaboración propia.
Nota: El orden es alfabético y esta información está actualizada al 20 de octubre de 2020.
Myanmar
Nepal
Omán
Pakistán
Palestina
Catar
Repúblicade Corea
Singapur
Siria
Sri Lanka
Tailandia
Tayikistán
TimorOriental
Turkmenistán
Uzbekistán
Vietnam
Yemen
Antigua yBarbuda
Barbados
Bolivia
Chile
Costa Rica
Cuba
Dominica
Ecuador
El Salvador
Granada
Guyana
Jamaica
Panamá
Perú
República Dominicana
Surinam
Trinidady Tobago
Uruguay
Venezuela
Albania
Armenia
Austria
Azerbaiyán
Bielorrusia
Bosnia yHerzegovina
Bulgaria
Chipre
Croacia
Eslovaquia
Eslovenia
Estonia
Georgia
Grecia
Hungría
Italia
Letonia
Lituania
Luxemburgo
Macedonia
Malta
Moldavia
Montenegro
Polonia
Portugal
RepúblicaCheca
Rumania
Rusia
Serbia
Suiza
Turquía
Ucrania
Afganistán
ArabiaSaudita
Bahréin
Bangladesh
BrunéiDarussalam
Bután
Camboya
EmiratosÁrabes Unidos
Filipinas
Indonesia
Irak
Irán
Israel
Jordania
Kazajistán
Kirguistán
Kuwait
Laos
Líbano
Malasia
Maldivas
Mongolia
Islas Cook
Fiji
Micronesia
Niue
NuevaZelanda
Papúa NuevaGuinea
Samoa
IslasSalomón
Tonga
Vanuatu
Angola
Argelia
Benín
Burundi
Cabo Verde
Camerún
Chad
Comoras
Congo
Costa deMarfil
Yibuti
Egipto
Etiopía
Gabón
Gambia
Ghana
Guinea
GuineaEcuatorial
Kenia
Lesoto
Liberia
Libia
Madagascar
Mali
Marruecos
Mauritania
Mozambique
Namibia
Níger
Nigeria
Ruanda
Senegal
Seychelles
Sierra Leona
Somalia
Sudáfrica
Sudán
Sudándel Sur
Tanzania
Togo
Túnez
Uganda
Zambia
Zimbabue
TOTAL: 32 TOTAL: 39 TOTAL: 10 TOTAL: 44 TOTAL: 19
EUROPA ASIA OCEANÍA AFRICA AMÉRICA
152
Cuadro 6: América del Sur – China: Comercio total por países, 2018 (en US$ miles de millones y en %)
Mapa 1: Principales rutas marítimas y terrestres en el marco de La Franja y la Ruta
Fuente: Statistics Division of the Department of Economic Affairs of the United Nations – UN Comtrade (2020).Elaboración propia.
Fuente: Statistics Division of the Department of Economic Affairs of the United Nations – UN Comtrade (2020).Elaboración propia.
Nota: El total de América del Sur no incluye Venezuela dado que no hay informacióndisponible para dicho país.
Fuente: Adaptado de Wong et al. (2017), con base en Wikimedia Commons y PwCproprietary research. El ícono de puerto proviene de geotatah, con modificaciones propias de www.flaticon.com. También toma como referencia el proyecto del curso de Logística Internacional del profesor Lei Zhao de Tsinghua University.
Países
Total: 211,3 100,0%
Participación
Brasil
Chile
Perú
Argentina
Colombia
Ecuador
Paraguay
Uruguay
Bolivia
98,9
42,8
23,3
16,3
14,6
5,8
3,8
3,2
2,5
46,8%
20,3%
11,0%
7,7%
6,9%
2,8%
1,8%
1,5%
1,2%
Total de comercio
ANEXO 3: MAPAS
153
Mapa 2: Corredores económicos iniciales de La Franja y la Ruta
Mapa 3: Países latinoamericanos que participan en la Franja y la Ruta
Fuente: Wikimedia Commons
Fuente: Fuente: Office of the Leading Group for the Belt and Road Initiative (2020). Consulta realizada al 20 de octubre de 2020. Elaboración propia.
Nota: Mapa no oficial. Wikimedia Commons marca en naranja los miembros del AIIB yChina en rojo. Los nombres de los corredores se basan en NDRC, MFA & MOFCOM (2015).
Nuevo Enlace
Terrestre Euroasiático Corredor China-
Mongolia -Rusia Corredor
Bangladesh-
China-
Corredor
China
-Indochina
Corredor China-
Asia Central-
Asia Occidental Corredor China-
Pakistán
Ruta ma rítima de la seda
del siglo XXI
154
Mapa 4: Conectividad de América del Sur con Asia-Pacífico: el rol potencial del Perú
Mapa 5: Conectividad digital transcontinental
Fuente: : Adaptado de Barceló (2010)
Fuente: : Telegeography (2019) y adaptado de Huang (2017). Elaboración propia.
Nota: Los países miembros de La Franja y la Ruta se han identificado con base a Officeof the Leading Group for the Belt and Road Initiative (2020).
155
Post-Pandemic Sino-Latin American Cooperation, Perceptions and Path. Zuo Xiaoyuan (Summary)
The year 2020 has witnessed a widespread of Coronavirus 19 pandemic and heavy strike on
global economy.
Major economies and major economic partners of Latin America and Caribbean, the U.S., China and
European Union have either fell into recession or drastically diminished growth, which will protract the
recovery process of Latin America, where the virus case still surge and a deep recession is expected.
Latin America and Caribbean has long been considered an important trade partner and invest-
ment destination for China.
In the long run, the pandemic doesn’t change the nature of bilateral economic and trade. However,
in a short and middle term, economic environment has changed.
For China, even though the economy is in recovery, just like the pandemic help numerous families realized
the importance of saving, Chinese companies will become more cautious and selective in investment.
The demand for commodities (except for agriculture produce) may not recover soon.
For Latin American and Caribbean, recession will weaken the government capability to pay debt
and thus increase the risk of sovereign debt crisis; the recession may stimulate political and social
unrest and worsen business environment.
All these factors will bring about risks for investment.
What’s more, the U.S,‘s “with us or with them” position in Latin American and Caribbean may
generate obstacles to Chinese investment. Chinese companies are very concerned about whether
they can compete under fair and orderly market rules.
Both China and Latin America need to boost economies and can provide each other with devel-
opment opportunities.
In addition to deepening cooperation in traditional fields such as infrastructure, energy, and agri-
culture, the pandemic has also opened up new areas of cooperation, such as public health, long
distance medicinal treatment, online education, digital economy, e-commerce, and 5G etc..
China has agreed to give $1 billion loan to Latin American and Caribbean countries to help them
secure an eventual Covid-19 vaccine developed by China, and cooperation with several LAC
countries on vaccine research has already been underway. These cooperation will promote a sus-
tainable development of both economy and the people’s well-being.
156
The impact of the Epidemic on China-Latin America cooperation and its thinking. Wu Hongying (Summary)
The COVID-19 Pandemic is undoubtedly one of the biggest “black swans” in 2020.
It not only has a major impact on the global trade and economy, but also has a major impact on
China-Latin America relations. First, the COVID-19 Pandemic directly impacts China-Latin Ameri-
ca economic and trade relations through five channels.
In terms of trade, the Coronavirus Pandemic has led to a decline in Latin American (especially
South American) exports to China.
In terms of investment, the growing speed of China’s investment in Latin America has slowed
down. In terms of primary product prices, as the price of primary products in the international mar-
ket has fallen, Latin American export values to China have also fallen accordingly.
In terms of engineering contracting, some major Latin American projects undertaken by Chinese
companies have been suspended or postponed.
From the perspective of the global industrial chain, due to the temporary suspension of spare parts
supply of the United States, China, and Europe, the automobile industries in Brazil and Mexico
have been affected.
However, the COVID-19 Pandemic also provides a rare opportunity for China and Latin America
to strengthen cooperation in the medical and health field, further expand bilateral trade and invest-
ment, and exchange experience in epidemic prevention and fighting as well as social governance.
It is believed that China-Latin America cooperation in the “post- COVID-19 Pandemic era” will
enter in a new stage of development.
157
Opportunities and Challenges of Global Value Chain Participation: Practice and Compar-ison between China and Latin America. Zhang Yong (Summary)
Generally Latin America and the Caribbean (LAC) accounts for less value added in the three major
value chains oriented for the United States, Asia and Europe because of imbalance of industrial
structure, backward infrastructure, inadequate intra-integration, imperfect business environment and
lack of innovation ability, and the development of its own value chain in the region is also limited.
Since 2018, global value chain (GVC) participation has faced the challenge of strengthening trade
protectionism. Then, the COVID-19 crisis in 2020 has a serious impact on the global industrial chain
and supply chain. The trend of anti-globalization intensifies the regionalization and fragmentation of
economic integration.
The Belt and Road Initiative is building a new platform for international cooperation, which is of
great significance to the current world development. Latin America and the Caribbean (LAC) has
been looked on as an indispensable party of the Belt and Road Initiative whose essence is con-
ducive to promoting participating and updating in global value chain. Therefore, it is of realistic
significance to analyze opportunities for economic and trade cooperation between China and LAC
under the background of the Belt and Road Initiative from perspective of global value chain.
1.Analysis of Latin American countries’ less participation in global value chain (GVC)
limbalance of industrial structure
lbackward infrastructure
linadequate intra-integration
limperfect business environment
llack of innovation ability
2.Comparison of GVCs’ participation between China and Latin America
3.Challenges for GVCs’ participation
lstrengthening trade protectionism
lThe COVID-19 crisis in 2020
lregionalization and fragmentation of economic integration
4. the Belt and Road Initiative and opportunities for GVC’ participation
From perspective of global value chain, the Belt and Road Initiative will provide the economic and
trade cooperation between China and LAC with new opportunities such as cooperation in infra-
structure, participating in the re-industrialization in the region, strengthening the financing, improving
SMEs development, increasing technology innovation cooperation, and making LAC countries more
integrated into Asian value chain.
158
The “decoupling” between the United States and China and its impact on global supply chains, trade relations, financial links and climate change. Threats and opportunities for Latin America. Luís Antonio Paulino
I - Globalization and Global Supply Chains
Global supply chains are the heart of the modern economy, the most apparent face of the glo-
balization process of the world economy, which gained momentum in the last quarter of the 20th
century. Wanting to undo them or even restrict their breadth would be tantamount to trying to
make the world economy go back by at least half a century. It is impossible to achieve.
Making a car, for example, requires assembling more than 30,000 parts, purchased from hundreds
of different suppliers, in dozens of countries. Transported on ships, planes, trains and trucks, deliv-
eries are made just-in-time to ensure that production lines operate 24/7. In 2018, the automotive
industry alone handled around 1.5 trillion dollars, equivalent to 8% of international trade (Nippon
Express, 10/20/2020).
The table below describes the supply chain for an Apple smartphone.
Fonte: Garret, 2019
In 2001, China was admitted to the WTO, accelerating its integration into the world economy.
Thanks to its numerous competitive advantages, it has quickly integrated into the main global sup-
ply chains, generally in the most labor-intensive stages. Currently, China’s major effort is to reach
higher positions in these global chains. To this end, it has made major investments in education,
science and technology, research and development, with the aim of creating new comparative
159
advantages based on technology and innovation.
II- Complementarity between the economies of China and the United States
For more than 40 years, the integration process between China and the United States has deepened
based on the complementarity of the two economies. Large North American companies transferred
part of their activities to China, especially the most labor-intensive, with the aim of reducing produc-
tion costs. Large retail chains in the United States, such as Walmart and Cotsco, started offering a
huge amount of “Made in China” products - clothes, machines and tools, appliances, electronics,
furniture - at low prices, increasing the purchasing power of American consumer.
China, for its part, started to import an increasing amount of goods of higher added value from the
United States. In its effort to increase the added value of its exports and move up global supply
chains, China has become the most important market for high-tech companies in the United States.
Huawei, for example, the world’s second largest smartphone manufacturer and the first telecommu-
nications equipment for 5G technology, imports about ¼ of the components used in assembling its
products from American companies, namely Broadcom, Flex, and Qualcomm. Taken together, US
suppliers sell about $ 1 billion a year to Huawei, a figure not far below what Chinese suppliers sell
to the company (Garret, 2019). Even without operating directly in China, Google also makes a lot of
money from Huawei, which uses its Android operating system on the smartphones it makes.
The chart below illustrates the annual sales revenue of US companies to Huawei.
160
Fonte: Garret, 2019
China also imports a large amount of food from the United States - soybeans, corn, meat - is thus
responsible for a significant part of the income of American farmers.
In addition, much of the trade surplus that China has with the United States and recycled through
the Chinese government’s purchase of US government bonds, thus offering the United States a
cheap source of financing for its public debt.
III - The “decoupling” between the United States and China and its impact on global value chains
In the face of so many mutual advantages in their bilateral relationship, it would have been unthink-
able until recently that the United States started a trade war against China, harming not only China,
but also American companies and farmers.
Donald Trump, elected president of the United States in 2016, has a mercantilist view of interna-
tional trade. For him, international trade is a zero-sum game, where the gains of one are necessar-
ily the loss of the other. Based on this primitive mercantilist view, the American president began to
see the United States trade deficits with China, the cause of the United States’ economic prob-
lems, especially unemployment, which worsened after the 2008 financial crisis, and, in a totally
wrong way, it triggered, in 2018, a trade war against China that is causing enormous damage to
the United States economy and to the rest of the world.
Trump’s mercantilist view was added to other interests and circumstances. In light of the upcom-
ing elections, the US president saw China as the target to divert US voters’ attention to their in-
competence in tackling the Covid-19 pandemic that killed more people in the United States than
anywhere else.
It should also be taken into account that the anti-China agenda in the United States brings togeth-
er different interests and segments of American society, ranging from the anti-communist ultra-re-
ligious right represented by Mike Pompeo, to the Pentagon-led military security and warmonger
chaired by the Pentagon defense secretary Mark Esper and ending in Silicon Valley, where Ameri-
can technology companies, such as Facebook and Google, want to stop the advance of Chinese
competition in the areas of artificial intelligence and 5G communication, without disregarding, of
course, Trump himself, with his America First’s xenophobic and racist project and its promise to
bring jobs back to the United States.
Everyone saw Trump and his total war against China as an opportunity to advance his own agen-
da, and now that the elections are approaching, the stakes have doubled. Trump because he
thinks he will win votes from it. The others because they want to make this anti-China agenda a fait
161
accompli that, regardless of who is elected in November, can no longer be reversed. As a matter
of fact, even before Trump, China had ceased to be considered a strategic partner of the United
States and became a strategic competitor and now an enemy to be defeated.
Faced with these circumstances, “decoupling” from China, that is, the idea that the United States
and China should cut the complex supply chains that unite the two countries, has become an
obsession in Washington. Who best expressed this sentiment was Peter Navarro, Trump’s trade
advisor, who wrote the book “Death by China” (Death by China), stating that if the United States
did not bring supply chains back to its territory, United States would fall into the abyss (Farrell and
Newman, 2020).
On May 14, 2002, in an interview with Fox News, Donald Trump stated: “There are many things we
could do. We could cut the whole relationship. Now if you did, what would happen? You’d save
$ 500 billion” (Farrell and Newman, 2020). That kind of statement reveals that Trump had no idea
what he was talking about.
IV - “Decoupling” between the United States and China: a dangerous and impossible idea
Behind the apparent consensus that was formed in the United States on the need to promote this
“decoupling” in relation to China, in fact there is little agreement as to what this really means.
Does decoupling mean reducing U.S. economic vulnerabilities? Making the United
States less dependent on China? Exploiting China ’s dependence on U.S. technol-
ogy? Withdrawing wholesale from the World Trade Organization? Turning any of
these proposals into effective policies would require a level of technical knowledge
that neither the U.S. government nor the private sector has right now. Flying blindly
ahead, moreover, risks hurting the United States as well as China (Farrell and New-
man, 2020).
Regardless of what the word “decoupling” and so many others associated with it may actually
mean, such as resiliency, redundancy, reshoring, restructuring, regionalization, to name a few,
which sound like music in the ears of American protectionists, the fact is practically impossible to
decouple the American and Chinese economies.
The United States and China are intricately connected, not only with regard to the
global supply chain but also their supplemental demand structure. It is a myth that
China only offers cheap labor and that this cost advantage is quickly eroding. In fact,
China occupies an important knot in the global supply chain because it has a 270
million-strong, highly flexible migrant workforce; far more technically trained workers
162
than other countries; integrated infrastructure to ensure logistical efficiency; and vast
and complicated industrial clustering and supply chains within the country. There are
all advantages that cannot be easily replicated by other countries and regions (Hang
and Smith, 2020).
The conclusions that the United States is drawing from the Covid-19 crisis are completely wrong.
The solution to the problems that emerged with the pandemic is not to deconstruct the global
division of value chains, but to adjust them to make them less vulnerable to extreme events with
the Covid-19 pandemic. Much has been said, for example, of the shortage of masks, gloves and
ventilators during the most acute phase of the pandemic in the United States. In fact, among the
ten largest fan manufacturers, four were from the United States. The real problem was the lack of
stock of the product, due to the US government budget cuts in health assistance (Liang, 2020).
It is also necessary to consider that even if this “decoupling” was possible, even with enormous
costs for consumers and producers, there are other aspects related to this division of the world
in two opposite fields that can constitute existential threats to all of humanity. One of them, for
example, is the climate issue. Even if decoupling could ultimately be advantageous for the United
States, which is not the case, the risks posed by catastrophic events, which can cause irrevers-
ible damage to the environment and the survival of billions of people worldwide they are a strong
argument against this dangerous idea of decoupling.
V - Threats and opportunities for Latin America
One of the likely consequences of the Covid-19 crisis and the United States’ insistence on de-
coupling its economy from the Chinese economy will be the reorganization, shortening and re-
gionalization of some global supply chains. Such a process, associated with another trend arising
from the Covid-19 pandemic, which is an increase in the digitalization of economic activities and
distance work, could open new opportunities for Latin American countries.
With regard to participation in global supply chains, it should be noted, first, that the economies
of the region are highly internationalized, as most countries have entered the global supply chains
as suppliers of commodities and raw materials for Asian countries, especially China. It should be
noted, however, that although Asia is the main destination for exports of mineral and agricultural
commodities produced in the region, most Latin American countries also have strong economic
ties with North American countries, especially the United States, but also with the European Union,
Africa and the countries of the Middle East.
In the case of the United States and Europe, it is important to highlight that commercial relations are
more intra-sectoral and intra-firm, as there is a strong presence of North American and European
companies in the region, whose Latin American branches are inserted in their global supply chains.
163
In the automotive sector, for example, branches in Brazil and Argentina of American and Europe-
an companies specialized in assembling certain models – popular and even luxury sedan cars in
Brazil and pick-ups in Argentina - which are marketed not only in the region, but also exported to
others countries, including their countries of origin.
The question, therefore, is to think about how these possible changes in the organization of global
supply chains could create opportunities for countries in the region to position themselves more
advantageously in those supply chains in which they are already inserted.
Starting with the relationship with Asia, and particularly China, a possible consequence of the
decoupling between China and the United States, would de China to be forced to look for new
suppliers for the goods it imports from the United States. In the case of goods with a high techno-
logical content, it does not seem that Latin America could have any advantage since it does not
have an industrial base that is capable of meeting China’s demand. In fact, what China is looking
for, in the high-tech segment, is to increase its domestic production capacity, thus no longer de-
pending on imports.
But the United States is also a major supplier of agricultural products to China, including soy. As
China cannot increase its own production of these goods, nor can it find suppliers closer to its ter-
ritory that are integrated into the infrastructure network it is building in South and West Asia, Africa
and Europe - the Belt and Road Initiative (BRI ) - it would be natural for there to be an intensification
of imports from South America. This has been happening since 2018 because of the trade war
that Trump started with China.
But in addition to increasing exports of unprocessed agricultural products, there would also be a
chance to ship those same products with some added value. Soybean oil, soybean meal, chicken
meat and pork, instead of just soybeans, since all these products are part of the soy and corn
production chain.
But there would also be a possibility for countries in the region to fit into the supply chains of Chi-
nese companies in the manufacturing areas, as this would facilitate access to the local market for
Chinese products that face high tariff barriers to be sold in countries in the region. In fact, many
American and European companies settled in the region in the 1960s and 1970s precisely to
circumvent the tariff barriers resulting from import substitution policies that were applied by most
countries in the region.
Although import tariffs are currently only a fraction of the tariffs applied 50 years ago, they are still
relatively high by international standards. There would therefore be room for Chinese companies
that produce automobiles, electronics, machinery and equipment to transfer assembly activities to
the region and thus not only achieve greater penetration in local markets but also in export.
With regard to the relations of the countries in the region with the United States, there would also
164
be an opportunity to increase exports in certain segments now dominated by Chinese exports. To
some extent, since the beginning of the trade war between the United States and China, this has
been happening.
However, there are great risks for the countries in the region since the decoupling process and the
growing rivalry between the United States and China are turning the region into a stage of disputes be-
tween the two powers. A clear example of this is the battle that the United States and China are waging
in the region over the supply of equipment for the deployment of 5G telecommunications networks.
In Brazil, for example, the Trump administration has been exerting strong pressure on the Brazilian
government to exclude the Chinese company Huawei from the list of suppliers of such equipment.
Should Brazil yield to US pressures, almost certainly all trade relations that China has with Brazil,
which has China as its main trading partner, will be reassessed by China, which could result in
enormous losses for Brazilian agricultural producers.
Finally, it should be noted that in addition to the possible reorganization of global supply chains,
another important result of the Covid-19 pandemic was the increase in teleworking, opening up
a huge space for the export of digital services. In this respect, Latin American countries are well
placed to export this type of service, mainly to the United States and Europe, due to the time
zone. If we consider, for example, a difference of 5 hours more or less in relation to São Paulo,
companies located in São Paulo, Rio de Janeiro and Belo Horizonte, where there is a greater
supply of labor for these digital services, could serve any company in Europe or the United States.
References Farrell, H. and Newman, A. Folly of Decoupling From China. Foreing Affairs. June 3, 2020.
Garret, G. Why U.S.- China Supply Chains Are Stronger Than the Trade War. Wharton Uni-
versity of Pennsylvania: 2019 Available: https://knowledge.wharton.upenn.edu/article/trade-war-
supply-chain-impact/
Huang, Y. and Smith, J. In U.S.-China Trade War, New Supply Chains Rattle Markets. Car-
negie Endowment for International Peace, 24/6/2020. Available: https://carnegieendowment.
org/2020/06/24/in-u.s.-china-trade-war-new-supply-chains-rattle-markets-pub-82145
Liang, Y. The US, China, and the Perils of Post-COVID Decoupling. The Diplomat, May 08,
2020. Available: https://thediplomat.com/2020/05/the-us-china-and-the-perils-of-post-covid-de-
coupling/
Nippon Express. Driving Forward Automotive Logistics. Financial Times, 20/10/2020
165
Digitalization Driving up Value Chain: Practice from China’s Enterprises. Haiying Song
1. Introduction
At present, the world has entered a new digital era. Digital technologies represented by big data,
cloud computing and artificial intelligence are changing with each passing day. Informatization,
networking, intelligence and digitalization are interlaced and evolving. Network connection, object
connection, intelligence connection and number connection are developing iteratively. The world
is accelerating into a new digital stage of “internet of everything and ubiquitous intelligence”. How
enterprises, especially large numbers of SMEs (small and medium-sized enterprises), seize the
opportunity to transform and upgrade in the digital age has become more and more important in
the market competition.
At the same time, the COVID-19 epidemic has had a huge impact on the development of the world
economy, but digitalization can be a good way for enterprises to survive and a strategic choice
to enhance their long-term competitiveness. How can China’s enterprises do in the face of the
epidemic? What impact does digitalization have on the development of these enterprises? Is there
any experience for China’s enterprises to learn from in their digital transformation and upgrading?
From the relevant literature, Loebbecke and Picot (2015), Li et al. (2020) analyze the mechanism
of digitalization in promoting enterprise transformation and upgrading. Qiu and Guo (2019) sorted
out the effects of network connection, cost saving, value creation and value chain governance of
digitalization in promoting value chain upgrading of SMEs. The Future Think tank (2019) focuses
on global enterprises and divides digitalization into six stages: complacency, initial vitality, scale,
strategy, convergence, innovation and adaptation. Yang (2020) summarizes the mode of China’s
industrial digital transformation into a reverse mode dominated by social motivations and a val-
ue-added service mode dominated by innovation motivations. He (2020) finds through empirical
research that digitalization has a significant positive effect on the upturning of global value chain
in low- and medium-high knowledge-intensive manufacturing sectors. Lu et al. (2019) take COS-
MOPlat, an intelligent manufacturing platform of Haier Group, as an example, and point out that
enterprises should consider the global value chain governance model of their industries when
making upgrading strategies, and choose the upgrading path based on intelligent manufacturing
through the transformation of intelligent production, intelligent services and intelligent products.
Scholars have conducted many studies on digitalization to promote enterprise transformation and
upgrading. However, in-depth analysis shows that since the outbreak of COVID-19, there are few
studies on how enterprises can accelerate the rise of value chain based on digitalization, especially
case studies on China’s enterprises. Based on the specific practices of China’s enterprises and
based on sorting out the path that digitalization promotes enterprises to drive up the value chain,
166
this paper analyzes the representative enterprises in agriculture, manufacturing, finance, medical
and other industries, striving to provide reference for enterprises to participate in digital transfor-
mation and upgrading.
2. The Mechanism of Digitalization Driving up Value Chain
Digital economy, based on the construction of information infrastructure layout of 5G communica-
tion networks, cloud computing center, industrial Internet platform, characterized by the advanced
productivity of data information and their transformation, can impact on the way of resource allo-
cation, the mechanism of division of labor and the form of value distribution in the industrial chain,
can make the production organization and management, the logic of cooperative division of labor
and the value position of industrial chain change, so as to promote the industrial chain reconfigu-
ration (Li et al., 2020). Digitalization can promote the value chain upgrading of enterprises through
four aspects: expanding division of labor boundaries, reducing transaction costs, transferring val-
ue distribution and forcing demand changes.
2.1 Digitalization Expands the Boundary of Division of Labor
Digital information technology, represented by big data, Internet of Things and cloud comput-
ing, breaks the time-space boundary of production factor flow. While digitalization transforms the
production mode and industrial chain organization mode of enterprises, it greatly expands the
space of industrial chain extension, and promotes the dynamic evolution of industrial chain form
from simple linear mode to complex network organization. Based on the highly connected and
collaborative organizational network, the information sharing and production coordination among
the subjects of the division of labor have been greatly improved. However, the dependence of the
division of labor in the industrial chain organization on the proximity of geographic space is signifi-
cantly reduced, which makes the spatial clustering motivated by the pursuit of knowledge spillover,
economies of scale, economies of scope and avoidance of transaction costs transform into the
virtual network clustering centered on the real-time exchange of data and information (Wang et al.,
2018). This transformation enables the industrial chain organization division of labor to give full play
to the comparative advantages of factors, thus driving individuals in a larger space to participate
in the division of labor, and driving the industrial chain spatial form from “brain body unity” to “brain
body separation”. Digitalization promotes the organizational form of the industrial chain to break
through the constraints of geographic space on the organizational division of labor, so that the
industrial chain division of labor can be greatly expanded.
2.2 Digitalization Reduces Transaction Costs
Application of network multimedia, mobile Internet and other information technologies in complex
industrial chain organization network can significantly reduce the cost of information, time, and
negotiation. Using new digital technologies such as the Internet of Things and intelligent algorithms
to optimize logistics arrangements and intelligent traffic management can improve transport effi-
167
ciency and save transport costs. The integration of digital new technology can break the constraint
of transaction cost on the division of labor of industrial chain and endow elements with broader
flow space. The weakening of transaction costs on industrial chain division of labor can promote
the complexity of industrial chain organization form, make the subject of division of labor break
through the dependence of geographical space and single link, give full play to regional compara-
tive advantages, and make enterprises obtain higher value and income.
2.3 Digitalization Reshapes the Distribution of Value
The new production organization mode, which is mainly characterized by data-driven, platform
support and value-added service, will reshape the value distribution pattern of the industrial chain.
The integration of new digital technologies such as the Internet of Things, big data and artificial
intelligence will comprehensively improve the production efficiency and value-added space of the
manufacturing industry chain. Among them, the value-added space of capital- and labor-intensive
assembly link is greater than that of knowledge intensive research and development design and
marketing service link. Then narrow the value distribution gap of different links of the industrial
chain, so that the value distribution curve of the industry chain tends to be flat. At the same time,
the rise of platform economy under digitalization can change the way of industrial chain resource
allocation and organizational structure. Under the optimal allocation and functional integration of
Internet platform resources, enterprises in the division of labor will form a value community with a
high degree of synergy around the core enterprise or Internet platform.
2.4 Digitalization Reverses Demand Change
The rapid rise of giant Internet platform provides market space for the industrialization of new digital
technology, accelerate the emergence of new technology and new business model, and then lead
to the change of consumer demand. For example, the e-commerce platform reshapes the sup-
ply-demand matching mode of the industrial chain terminal by improving the information matching
efficiency, and stimulates the consumption potential. Based on big data analysis technology, the
Internet platform can carry out multi-dimensional information statistics and mining of consumer
behavior, and help enterprises achieve precision marketing. Consumer demand information is fed
back from the downstream to the upstream of the industrial chain, forming the traction effect of the
demand side to the supply side. At the same time, consumers as a new “asset” are fully activated,
and consumers are integrated into all aspects of the industrial chain, such as R&D design, pro-
duction and manufacturing, marketing services, etc. With the transformation from production-ori-
ented manufacturing to service-oriented manufacturing, consumers’ heterogeneous needs can be
better met. Accurately and timely capture changes in consumer demand, and flexible and rapid
organization of production, has become one of the core competitive advantages of the industrial
chain under the digital environment.
168
3. The Practice of China’s Enterprises
Since the outbreak of COVID-19, some enterprises in China have implemented the digital strate-
gy with the help of the Internet platform and carried out the whole process digital upgrade to its
value chain, including big data analysis of market demand, customized design of product form,
digital management of production and office, digital experience of consumption scene, intelligent
after-sales service of products, etc., which covers all aspects of creating value for customers and
accumulates sufficient potential for the long-term development of enterprises.
3.1 Songxiaocai: Digitalization Supports the Reverse Chain of Agricultural Products
In the field of agricultural products circulation, the information asymmetry between production and
sales leads to the mismatch between the supply of goods in the upstream and the order in the
downstream, which becomes the most prominent problem in practice. Through mobile Internet
tools, Songxiaocai has accumulated five core databases of buyers, sellers, commodities, logistics
and prices, established a “reverse supply chain” model based on production and sales, and con-
nected the whole process of order, production and distribution with digitalization, thus forming a
virtuous cycle ecosystem.
Songxiaocai starts from the collection of the farmer’s vegetables orders, doesn’t pass each hawk-
er, to a region, a city, a district, gradually consolidates orders, and then gets vegetables orders
for big data, through the analysis of large data, draws a clear, scale and stable demand, then
packages the unified demand for vegetables suppliers. In addition, Songxiaocai also accurately
corresponds to the type, grade, origin, packaging and weight of vegetables with the needs and
preferences of buyers, and realizes online and data for both the upstream supply scene and the
downstream user image. This enables the upstream including Shandong, Yunnan, Gansu, Inner
Mongolia and other 10 core vegetable producing areas and the downstream covering more than
80 cities including Beijing, Shanghai, Guangzhou, Wuhan, Hangzhou, more than 30,000 users,
more than 300,000 tons of vegetables under the guidance of big data to achieve accurate pro-
cessing. It not only effectively reduces the vegetable loss rate from 30~40% to 0.2%, but also
solves the problem of asymmetric production and marketing in vegetable market and the difficulty
for producers to sell goods.
3.2 Haier: The Whole Industry Chain of the Garment Industry is Connected by On-de-mand Customization
Although the manufacturing level of China’s garment industry has been greatly improved after
years of development, problems such as mismatch between production and marketing and insuf-
ficient flexible production are prominent. Relying on COSMOPlat, sub-platform of textile and Cloth-
ing IOT, Haier Haizhiyun starts from user demand, iterates according to user experience, connects
factories, stores and homes in the textile and clothing industry, builds the industrial Internet of the
whole textile and clothing industry chain, and realizes the intelligent manufacturing transformation
169
and upgrading of textile and clothing enterprises.
Haizhiyun gathers famous designers at home and abroad to conduct zero-distance interaction be-
tween customized 3D clothing fitting and AI volume and users. It has a full cycle lean system and
intelligent production line layout, which involves all categories of clothing. It integrates “online and
offline terminal retail - circulation - production and manufacturing”, which not only reduces cost,
improves quality and efficiency, but also enhances experience and repurchase rate. Through RFID
link identification technology, Haizhiyun collects and analyzes the data of garment manufacturing
and logistics distribution, and manages the channel logistics in a refined way to solve the inventory
problem. At the same time, through smart washing machine, smart fitting mirror, smart wardrobe,
smart cash register and other smart net devices, it not only improves the user’s washing and con-
sumption experience, but also effectively collects data on the user’s clothing style and material
preference, to solve the problem that consumer preference is difficult to track. Intelligent factories
and smart stores corresponding to intelligent production and new retail have become the common
choice and important tools for clothing enterprises. The textile and garment industry solutions pro-
vided by Haizhiyun provide strong support for garment enterprises to regain the market and seek
new profit points.
3.3 Baidu: Intelligent Quality Control System Enables Manufacturing Industry to Reduce Cost and Increase Efficiency
As an important part of large-scale manufacturing, accurate quality inspection has become one of
the keys to determine the success or failure of an enterprise. Jiangsu Gian Technology cooperates
with Baidu Intelligent Cloud to fully deploy the intelligent quality inspection system, which not only
reduces production costs, but also reduces the risk of epidemic transmission.
After the installation of intelligent quality inspection equipment, the inspector can press a few
keys and the high-speed camera can take pictures of the parts on the conveyor belt, which will
be identified by the machine and the defective parts will be picked out. The cloud equipment can
also obtain the appearance quality data of each product, conduct quality analysis on the product,
and provide early warning information for abnormal yield rate, abnormal defect distribution, and
abnormal defect location in the first time. The production line can be adjusted in time to reduce the
product loss, and the enterprise can also improve the process and improve the yield according to
the defect cause analysis and process parameter optimization. The equipment can simultaneously
detect 33 kinds of defects in 6 surfaces of a part, and can detect 9000 parts per hour, which is
3.5 times more efficient than the traditional manual visual inspection, the omission rate is reduced
to 0.1%, the personnel cost is saved by 90%, the floor area is reduced by 80%, and the return on
investment is 6.5 times higher than the traditional model. During the outbreak of COVID-19, this
intelligent quality control system was able to enable 10 devices to work 24 hours a day without
supervision, reducing not only human costs but also the risk of virus transmission.
170
3.4 Agricultural Bank of China: Intelligent Trusteeship Promotes the Transformation and Upgrading of the Financial Industry
Risk management is at the heart of financial industry. As one of the first commercial Banks to
carry out custodian business in China, Agricultural Bank of China regards the development of
custodian business as an important strategy for its enterprises. By exploring the digitalization of
custodian business and starting from the offline to online transfer of fund trading and custodian
business process, it opens one-button, integrated and whole-process intelligent custodian service
for custodian customers, integrates online and offline businesses, and realizes the digitalization
and intellectualization of risk management.
Agricultural Bank of China cooperated with JD(Jindong) Digital Technology Group to connect with
JD asset management platform through its hosting system with big data, artificial intelligence and
other technologies. Investment managers apply for fund products on the JD asset Management
platform, and the orders are automatically sent to the custodian system of Agricultural Bank of
China. Customers can not only enjoy “one-stop” trading services for many fund products, but
also enjoy “integrated” post-transaction services such as capital settlement, accounting, idle cap-
ital and cash management. Through this platform, the problems of frequent account opening,
subscription and redemption in the fund company’s direct selling system behind the counter are
solved, which not only reduces the labor cost, but also improves the investment operation effi-
ciency. The one-stop service covering the whole process of pre-investment, in-investment and
post-investment brings the innovative experience of “more, faster, better and less cost” to custom-
ers, greatly improving customer satisfaction, enhancing the ability to retain and obtain customers,
and expanding the hosting income and scale.
3.5 The Health Care Industry: Digital Technology is Making Medical Services Online
COVID-19 is a major test for the global health system and the healthcare industry. During the epi-
demic period, China’s medical resources were very limited, and many residents had the dual diffi-
culties of seeking medical treatment and cross-infection abroad, thus forming a strong demand for
self-diagnosis. Many Chinese science and technology enterprises are rapidly making technological
breakthroughs, combining digital technology with medical services, providing online consultation,
telemedicine and machine-assisted consultation, and promoting the transfer of offline medical
services to online medical services.
Professional Internet medical platforms, represented by Micro Medicine, Pingan Hao Doctor, Good
Doctor Online, etc., have become an effective supplement for people seeking medical treatment
in the special periods. Tencent has launched online services such as hospital inquiry and online
consultation, and set up special areas for free medical consultation. Users can access online
hospitals for consultation and free consultation through searching. JD Digital Technology Group
launched the epidemic information robot to provide users with epidemic knowledge, epidemic
171
monitoring, online medical consultation and drug delivery services. In Wuhan Central Hospital, AR
glasses were used for ward rounds in the infectious isolation ward, while remote diagnosis and
treatment was conducted by experts connected to the background. Shenzhen People’s Hospital
has carried out “Internet+ integrated” diabetes management, providing online services for nearly
1,000 diabetes outpatients, and monitoring patients’ aerobic activities throughout the day through
smart wearable devices.
During the epidemic, offline pharmaceutical sales entities were hit, while the market demand for
medical products such as masks, alcohol and drugs for chronic diseases increased greatly. In this
case, the National Medical Insurance Administration and the National Health Commission of China
incorporated the Internet medical treatment into the medical insurance in real time. Market demand
and favorable policies have promoted the rapid development of medical e-commerce. JD Express
medicine has launched the “Medical insurance home” service in Shenzhen, providing professional
doctors with online consultation, medical insurance purchase and 28-minute delivery service. JD Da
Pharmacy, a subsidiary of JD Health, has launched a chronic disease care program and launched
chronic disease drug service with 17 pharmaceutical companies. As the first internet-based hospi-
tal in Wuhan that is included in the medical insurance payment system, Wei-Med Internet General
Hospital provides online diagnosis, prescription outsourcing, online payment and offline drug delivery
door-to-door services for the insured of severe diseases in Wuhan outpatient department.
4. Current Challenges
It can be seen from the above analysis that some Chinese enterprises, relying on digitalization to
accelerate the pace of transformation and upgrading, are indeed at the forefront of the industry.
However, in the process of digital transformation and upgrading, the vast majority of micro, small
and medium enterprises still face problems such as “not good at turning, not able to turn, not
knowing how to turn, being afraid of turning, not willing to turn”. According to the China Industry
Digitalization Report 2020, digitalization challenges faced by SMEs include:
4.1 Unclear Strategy
Digitalization is not only an update of technology, but also an all-round reform of business philos-
ophy, strategy, organization and operation, which requires a good top-level design, clear devel-
opment goals, and promotion of steps and work measures. However, some enterprises do not
have clear ideas and firm will for digital transformation, and they do not plan from the strategic
perspective of enterprise development. They believe that if they buy hardware and build systems,
they can achieve immediate results. If they do not see improvement in business performance in
the short term, they will back down, leading to the failure of transformation. At the same time,
some enterprises lack systematic thinking on digital transformation and only carry out partial digital
transformation, resulting in the failure to produce an overall effect.
172
4.2 Insufficient Funds
Enterprise digitalization is a complex project with a long cycle and large investment. From soft-
ware and hardware purchase to system operation and maintenance, from equipment upgrading
to human resource training, it requires continuous investment of funds. At present, although the
government in some parts of China has provided certain support for enterprises to build cloud
and intelligent workshop, most enterprises’ digital investment is far from enough to support their
needs. The China Industry Digitalization Report 2020 shows that only 14% of enterprises in China
invest more than 5% of their annual sales in digital transformation, nearly 70% invest less than 3%
of their annual sales, and even 42% invest less than 1% of their sales in digital transformation.
4.3 Inadequate Capacity
Many China’s small and medium-sized enterprises have low level of informatization and specializa-
tion, insufficient supply of digital technology, low data collection rate, difficult industrial chain coor-
dination, and great difficulty in relying on themselves to carry out digital transformation, which often
requires the empowerment of leading enterprises, science and technology platforms, and the
promotion center for digital transformation. It is reported that only 10% of SMEs in China have im-
plemented ERP (Enterprise Resource Planning) system and CRM (customer relationship manage-
ment) system, and only 6% have implemented SCM (supply chain management) system, which
has entered the advanced stage of informatization. Most enterprises have not yet popularized big
data, enterprise cloud, digital conference. At the same time, most of the technology platforms
provided in the market are generic solutions, which cannot meet the personalized and integrated
needs of enterprises, and to a certain extent, restrict the digital transformation of enterprises.
4.4 Lack of Talent
Talent has become a decisive factor in whether an enterprise can turn digitalization into a com-
petitive advantage. The digital transformation of enterprises requires the adaptive adjustment of
human resource structure, and the professionals mastering digital technology need to meet the
technical requirements of digital transformation of enterprises. According to statistics, the propor-
tion of employees engaged in innovation and technology in Chinese enterprises is only 1-1.5% of
the total employees, while the proportion in the EU is 2.5-4%. Gartner estimates that 30 per cent
of technology jobs will be vacant by 2020 because of a shortage of digital talent. At present, the
shortage of talents has become the main constraint for the development of digital transformation
of enterprises.
5. Policy Implications
5.1 Strengthening Infrastructure Construction
The development of information infrastructure should be promoted at the level of national strategy.
173
In terms of communication networks, it is necessary to speed up the coverage of 5G communica-
tion base stations, promote the upgrading and upgrading of broadband networks, and continue to
promote the network coverage and digital construction in remote areas to narrow the digital gap.
5.2 Promoting the Development of Digital Technology
Financial and material resources will be invested in R&D and innovation of cutting-edge digital
technologies, such as 5G communication technology, big data, cloud computing and quantum
computing, to provide power support for enterprises’ digital transformation. 5G networks, cloud
computing, artificial intelligence and enterprises should be further integrated. Through the fusion
innovation of “5G+cloud+AI”, the space for the integrated development of traditional industries
and other industries will be widened to inject new vitality into the transformation and upgrading of
enterprises.
5.3 Cultivating Digital Talents
At the national level, it is necessary to develop a targeted and high-quality talent training mech-
anism. Colleges and universities should explore the establishment of digital majors. Local gov-
ernments should strengthen cooperation with enterprises in the digital field and establish applied
digital R&D bases. At the same time, the training of workers’ digital skills should be strengthened.
The standard of digital selection of enterprise employees should be deepened. In addition, many
regional digital skills training bases with prominent functions and resource sharing will be built to
provide talent guarantee for the digital transformation of enterprises.
5.4 Learning from the Experience of Developed Countries
Developed countries such as the United States, Germany and Japan are leading the world in dig-
ital transformation. Developing countries, including China, can learn from the experience of devel-
oped countries to vigorously develop the complex skilled workers needed in the digital economy,
strengthen oversight of the development of emerging technologies, deepen cooperation between
the public, private and third sectors, release important forces of data as productivity in a regular
way to improve the ability of enterprises to use data and the public’s confidence in the use of data.
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175
Infraestructura latinoamericana e inversión china: un paso previo para la eficiencia de las cadenas de valor. Laura Lucía Bogado Bordazar
Introducción
El mundo está convulsionado y la pandemia ha sido el detonante de una nueva crisis, esta vez, a
nivel global. Por donde se mire hay tensión, conflictos y rebeldía. América Latina y el Caribe (ALC)
no han escapado a esta realidad. La crisis sanitaria de la COVID-19 fue precedida por una crisis
económica y de desarrollo (Sanahuja, 2020), lo cual denota situaciones de pobreza y pobreza
extrema, de desigualdad de crecimiento y distribución en toda la región, que –sin dudas- dificulta
cualquier estrategia de desarrollo a futuro. América Latina no sólo fue afectada por la pandemia,
sino por el incremento del desempleo, por la reducción de los servicios derivados de las activi-
dades del turismo, de las exportaciones y de las remesas, entre otros. Esta situación ha dejado a
los gobiernos con pocas respuestas y poco margen de acción (Sanahuja, 2020).
Cabe decir que todos los ámbitos de la vida social latinoamericana han sido afectados y ya se
visualiza un aumento del desempleo en todos los sectores (se estima que el desempleo alcanzará
a 44 millones de personas, 13,5 % de la población económicamente activa). Según estimaciones
de la CEPAL, las cifras dan cuenta de una crisis similar a la registrada en los años 30 del siglo pas-
ado: “en el decenio posterior a la crisis financiera mundial (2010-2019), la tasa de crecimiento del
PIB regional había disminuido del 6 % al 0,2 %; más aún, el período 2014-2019 fue el de menor
crecimiento desde la década de 1950” (CEPAL, 2020). El mismo organismo estimaba que en el
mes de diciembre de 2019 el PBI de la región iba a registrar un aumento del 1,5 % (porcentaje que
ya estaba por debajo del promedio mundial), sin embargo hoy, en plena crisis de la pandemia se
estima que caerá un 9 o 10 %, lo que significa que América Latina tendrá un PBI per cápita menor
al que tuvo la región en el año 2010. Asimismo, el Banco Mundial estimó que:
“Debido a las diversas perturbaciones internas y externas derivadas de la pandemia,
en 2020 la actividad económica regional sufrirá una contracción de un 7,2 %, lo que
constituirá una recesión mucho más profunda que las causadas por la crisis financiera
mundial de 2008-09 y la crisis de la deuda latinoamericana de la década de 1980. En
este contexto, la normalización de las condiciones internas y mundiales permitirían que
el crecimiento regional se recupere al 2,8 % en 2021” (Banco Mundial, 2020).
A las crisis mencionadas se le suma la crisis de la debilidad del multilateralismo y como contrapar-
tida del resurgimiento de los nacionalismos exacerbados, que también agravan la situación, así
como el enfrentamiento comercial y político entre Estados Unidos y China. La región de América
Latina se enfrenta al gran desafío de la recuperación post-pandemia y asimismo, de la definición
de nuevas estrategias.
De esta manera, la hipótesis del presente trabajo consiste en desarrollar una propuesta en base
a dos ejes posibles: (i) por un lado, dilucidar el impacto de las inversiones chinas en proyectos de
176
infraestructura y el impulso al desarrollo de los países y de las cadenas de valor en la región latino-
americana. Y (ii) por otro, presentar una propuesta que retome viejos proyectos de infraestructura
con el objetivo de re impulsar los procesos de integración regional y ofrecer estrategias comunes
para afrontar “las crisis”.
En este mundo de asimetrías y reconfiguraciones de poder que se nos presenta, no cabe dudas
que el principal desafío es para los sistemas productivos (cadenas de valor), de salud y demás
bienes públicos nacionales y regionales, entre otros, lo cual implica una mayor coordinación a nivel
regional. Por lo tanto la agenda de trabajo de transición luego de la pandemia implicará: retomar
las cadenas regionales de valor; el transporte transfronterizo; y nuevas técnicas y tecnologías de
trabajo, entre otros. Todo esto considerando la realidad de los distintos países, procesos de inte-
gración y de las subregiones.
En este sentido, la convergencia es clave y las respuestas tienen que ser pragmáticas. La presen-
cia de China ha creado muchos insumos para la región, pero no ha ejercido una fuerza para lograr
mayores niveles de integración regional. O, planteado de otra manera, podríamos pensar que la
región latinoamericana no ha logrado avanzar en una gestión conjunta para relacionarse de una
manera más estratégica y consolidada con el país asiático.
Las inversiones chinas y el impacto en los proyectos de infraestructura latinoamerica-nos y en las cadenas de valor
En esta crisis del multilateralismo hegemónico y de la globalización que no puede dar respuesta a
la actual crisis y que, –según varios autores estamos atravesando ya desde el año 2008 (Serbín,
2016; Sanahuja, 2020)- China propone un sistema alternativo de globalización que podríamos
definir como un proceso de globalización con “características Chinas” (Staiano, 2018; Dussel Pe-
ters, 2020, entre otros), la cual, como se ha analizado está siendo acompañada por una propues-
ta política, económica, cultural e institucional, basado fundamentalmente en la cooperación y la
solidaridad. En lo político-ideológico China ofrece una alternativa a nivel global capaz de construir
una nueva sociedad internacional. Cosa que aún no ha logrado pero está ofreciendo herramien-
tas, la alternativa es compleja y podríamos decir que está en construcción.
Podríamos afirmar entonces que el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda (BRI, 201346), se en-
marca en este concepto de “globalización con características chinas” a lo que se le suma –como
mencionamos- la idea de “comunidad de destino compartida”, cuya estrategia es de escala plan-
etaria (multidireccional) y polifacética ya que incluye construir infraestructura, promover el desar-
rollo industrial, la especialización internacional y promover los sectores de la educación, la ciencia
y la tecnología, entre otros sectores. El presidente Xi, Xinping en el año 2019 afirmó que “las 46 China ha involucrado a América Latina y el Caribe en la BRI en el año 2017, en oportunidad de la partici-pación de los presidentes de Argentina, Mauricio Macri y de Chile, Michelle Bachellet, en el Foro sobre la Franja y la Ruta. En ese momento Xi Jinping denominó a ALC como: “la natural extensión de la Ruta de la Seda”.
177
infraestructuras constituyen la piedra angular de la interconectividad y su insuficiencia un cuello
de botella en el desarrollo de no pocos países”. De esta manera la BRI se podría definir como un
mega proyecto de integración y de cooperación de escala planetaria, financiada –entre otros- por
el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB).
China ha iniciado una sucesión de inversiones en Latinoamérica desde los primeros años del
milenio, coincidente con su nueva política exterior y de cooperación estratégica que China ha
desplegado hacia la región, la cual –como ya sabemos- quedó plasmada fundamentalmente en
los dos documentos de 2008 y 2016. En este sentido, en 2008 China publicó su primer Docu-
mento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe, donde se fijaron los pilares de
la relación, y se hizo mención a que las características del vínculo se basan en la cooperación
tanto político, como cultural, económico-financiera, tecnológica y militar. En noviembre de 2016 el
documento meramente programático del 2008 fue superado por un nuevo documento que tuvo
en cuenta la experiencia de los ocho años de intensas relaciones, previendo una nueva etapa de
desarrollo de los lazos entre China y ALC. Muchos elementos claves del documento del 2016
remarcan los “Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica” de la política exterior de China y los
principios de relaciones internacionales con características chinas tales como: la necesidad de
alcanzar “la paz mundial y el desarrollo común”, la construcción de “relaciones internacionales de
nuevo tipo”, con el principio win-win como núcleo y la idea de “forjar una comunidad de destino
de la humanidad”, entre otros (Staiano & Bogado, 2017).
En la región de América Latina y en especial Sudamérica, que ha sido nuestra área más analizada,
los problemas de deficiencia de conectividad y de desarrollo de infraestructura han sido una con-
stante en nuestra conformación como naciones autónomas y posteriormente en la constitución
de las cadenas productivas y comerciales de valor en los procesos de integración. Esta región
presenta grandes asimetrías de desarrollo y económicas entre los distintos países, lo que ha per-
meado todos los aspectos sociales y ha generado que se profundicen las desigualdades.
Como mencionamos en América Latina y el Caribe, China está desarrollando su estrategia de in-
versión en varios proyectos de infraestructura. Sin embargo, es difícil tener un conocimiento total
de los proyectos de inversión y por lo tanto también del impacto que éstos tienen en la región en
términos de generación de empleo y de conectividad en las cadenas de valor regionales. Mucho
menos –por ahora- es conocer el impacto que tendrá en el desarrollo. La lógica de la inversión
es bilateral por lo tanto es complejo hacer un mapeo regional de las mismas. Pero a medida que
se avance en los distintos nodos de los proyectos de infraestructura es probable que –en pos del
beneficio regional- adquiera esta lógica. Sin embargo es necesario decir que desde una perspec-
tiva latinoamericana la inversión China genera una serie de debates (abiertos) sobre el desarrollo,
la “nueva dependencia” y la hegemonía en nuestra región.
Para tener una idea acerca de las inversiones en la región, recurrimos a los estudios realizados
178
por Enrique Dussel Peters, denominado “Monitor de la infraestructura China en América Latina y
el Caribe 2020”, quien ha relevado e investigado los diferentes proyectos de infraestructura en la
región desde el 2005 a la fecha. Según este estudio:
“se entiende por proyecto de infraestructura un servicio entre un cliente y un provee-
dor mediante un contrato –usualmente resultado de un proceso de licitación, aunque
el proceso puede ser por designación directa– en el cual la propiedad es del cliente. La
definición anterior es importante desde varias perspectivas. En primer lugar, pueden in-
tegrarse un número prácticamente infinito de procesos y actividades como proyectos de
infraestructura, no sólo la propia construcción, sino también innumerables procesos de
segmentos de cadenas globales de valor que forman parte de proyectos de infraestruc-
tura” (Dussel Peters, 2020).
Para entender un poco más la complejidad del fenómeno en estudio tomaremos algunos números
volcados en el documento re referencia, en tanto en el período informado se relevaron 86 proyectos
de infraestructura chinos los que totalizaron un monto de 76,868 millones de dólares y generaron
273,869 empleos para el período completo 2005-2019. Del total del empleo generado el 56.77 %
representó empleo directo, el 37.65 % empleo indirecto y apenas el 3.4 % empleo definitivo. Cabe
destacar que estos proyectos de infraestructura cuentan con una multiplicidad de formas de finan-
ciamiento (público, privado, nacional, extranjero o mixto, etc.) y son independientes de la realización
del proyecto de infraestructura (Dussel Peters, 2020). Es por ello que las combinaciones que se
pueden realizar a la hora de avanzar con los proyectos de infraestructura son múltiples. Es impor-
tante mencionar en referencia al financiamiento de los proyectos de infraestructura, que en el año
1999, cuatro años después del inicio de la reforma del sistema financiero chino (1995) el gobierno
aprobó la iniciativa “going global”, en función de la cual promovió las inversiones de sus empresas
en el exterior. Recordamos entonces, que gran parte de los bancos chinos que son de propiedad
del Estado (o mixtos), tales como: ICBC; China Construction Bank; Agriculture Bank of China; Bank
of China, se posicionaron en los primeros lugares en el ranking de bancos internacionales por el
valor de sus activos y por su calificación en el crecimiento de capital en 201847. Estas empresas son
las que invierten –conjuntamente con otras- en América Latina, financiando proyectos de infrae-
structura y participando también del sistema de préstamos internacionales.
Según el informe mencionado merecen la atención algunas cuestiones referidas a la inversión
en infraestructura china en la región: en primer lugar, el fuerte incremento en el monto y número
de proyectos en los últimos años. El monto pasó de 1,089 millones en el período 2005-2009 a
76.868 millones de dólares entre 2015-2019. En cuanto a la cantidad de proyectos contabilizó
cuatro (4) en el período 2005-2009; 31 en el período 2010-2014 y 51 proyectos en el período
2015-2019. En segundo lugar, la amplitud en la diversidad de los proyectos (transporte, energías,
47 https://www.spglobal.com/_assets/documents/ratings/es/pdf/2018-01-25-crecimientodecapitalsealigerar-aen2018paralos100mayoresbancosmundiales.pdf
179
puertos, telecomunicaciones, hospitales, tratamiento de agua y proyectos militares). A modo de
ejemplo: los proyectos de infraestructura durante 2005-2019 representaron el 43.02 % de los
proyectos, el 63.68 % del monto y el 66.56 % del empleo generado. Y en tercer lugar, el informe
destaca que la mayoría de los proyectos de infraestructura están localizados en América del Sur
(Argentina48, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela) en detrimento de la región del Caribe y
México (Dussel Peters, 2020). Esta concentración de inversiones chinas en el sur responde a mo-
tivaciones de índole política y no a la falta de interés de las empresas por invertir en la región del
Caribe, Centroamérica o en México. La cercanía con Estados Unidos, la presencia diplomática
de Taiwán en algunos países de la región centroamericana, son algunas explicaciones que con-
firman esta idea. En México recientemente fracasó una inversión china (tren Maya). Algo similar
ocurrió en Nicaragua con el megaproyecto de la construcción del canal interoceánico, donde la
relación del gobierno de Nicaragua con la empresa china HK Nicaragua Canal Development In-
vestment Co. Limited (HKND), generó muchas dudas acerca de la factibilidad del proyecto (que
responde a un sueño colectivo e histórico de la nación nicaragüense), el cual está repleto de
dudas, incertidumbres y generó muchas movilizaciones de comunidades campesinas, indígenas
y grupos ambientalistas entre otros, que han reaccionado contra el anuncio del proyecto desde
2014 (Grau, 2016). Lo cierto es que en varios países de la región las inversiones en proyectos de
infraestructura (aquellos fundamentalmente vinculados a la producción de recursos energéticos),
están siendo cuestionados fundamentalmente cuando no son contemplados ni respetados los
estándares medioambientales internacionales.
Ahora bien, en función de estos datos podemos hacer proyecciones acerca del aumento pro-
gresivo de la demanda de proyectos de infraestructura y de las inversiones chinas en América
Latina y el Caribe49. Por lo tanto la presencia de empresas chinas también seguirá el mismo rum-
bo; lo cual a nuestro juicio debería ser observado y analizado más detenidamente por los países
latinoamericanos para que se pueda transformar en un proceso de aprendizaje mutuo, que sea
48 En Argentina China tiene los siguientes proyectos de infraestructura en marcha: Represas Barran-cosa y Cóndor Cliff-Kirchner y Cepernic; Central nuclear, proyectos de energías renovables, inversiones en exploración de litio, China es socio en las dos represas en Santa Cruz y “Portezuelo del Viento” en Mendoza. Por otro lado. la empresa de energía PowerChina está en conversaciones para construir un ferrocarril de más de 1.000 millones de dólares desde el yacimiento no convencional Vaca Muerta a la ciudad portuaria de Bahía Blanca. Asimismo en una información reciente se conoció la noticia de que la empresa estatal: China Com-munications Construction Co. (CCCC), comunicó al Gobernador de Chaco su interés en participar de la obra de construcción del segundo puente entre Corrientes y Chaco, obra prevista en el presupuesto 2021. Fuente: El Economista, 30/09/2020. Otro proyecto reciente que ha sido financiado por empresas chinas fue la reacti-vación del Tren Belgrano Cargas.49 Cabe destacar que durante los meses de enero a agosto de 2020, “las empresas chinas realizaron inversiones directas no financieras en 54 países a lo largo de la Franja y la Ruta, cifra que representa un au-mento interanual del 35,2% y ocupa un porcentaje del 17,2% en el total de las inversiones chinas en el ex-tranjero del mismo periodo, 4,8 puntos porcentuales más que la cifra del mismo periodo del año pasado”. La misma fuente del Ministerio de Comercio de China informan que los principales destinatarios fueron países de la región AP y de Europa central, lo que da cuenta de que aún en tiempos de pandemia China no dis-minuyó las inversiones en el exterior. Disponible en: http://spanish.mofcom.gov.cn/article/estadistica/coopera-cion/202010/20201003006307.shtml. Fecha de consulta: 30/9/20.
180
capaz de entender las necesidades de cada país y de cada sector que demande proyectos. De
esta manera la generación de proyectos podrá profundizar la cooperación con China y pasar
al estadío posterior que implicará potenciar dichos desarrollos en infraestructura regional en la
generación de las cadenas de valor regionales. Si miramos el caso de Asia Pacífico (AP), cabe
destacar que el comercio intrarregional (AP) es muy dinámico y ha registrado cifras cercanas al 58
% en el año 2018, lo cual conlleva una alta participación en las cadenas de valor intra asiáticas,
generando una enorme dependencia entre los países, pero a la vez importantes posibilidades de
complementariedad económica. Por otro lado, el 48 % de la inversión extranjera directa viene de
la región50. Asimismo, en AP el proyecto de la Ruta de la Seda involucró cadenas de varias zonas
económicas ubicadas en varios países de la región, tales como: Brunéi, Camboya, Indonesia,
Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Vietnam y Filipinas, donde se desarrollaron zonas industriales,
zonas económicas especiales, parques industriales y parques tecnológicos, entre otros (Shen
et. Al, 2018). China ha creado zonas de cooperación económica e industrial muy fuertes en AP,
lo cual le permite hoy en día (con la guerra comercial que afronta), minimizar la “dependencia”
tecnológica que tiene de Estados Unidos y considerar realineamientos hacia AP (región que sin
dudas se ha fortalecido con el crecimiento de China51).
No cabe dudas que la región AP y ALC son disímiles en muchos aspectos y difíciles de comparar,
pero en esta lógica de reconfiguración global que China viene planteando desde hace algunos
años, para América Latina y el Caribe podría significar una oportunidad, no sólo por su vinculación
con China sino con toda la región de AP.
Como sabemos, el proceso de globalización ha generado una interdependencia económica (cultural
y social) muy grande entre los países y un entramado de cadenas de valor y acuerdos comerciales y
de integración que ha demostrado también mucha fragilidad cuando se produce una ruptura (o con-
flicto) entre algunas de las partes involucradas (“globalización encadenada”52) o una crisis económica
internacional como la ocurrida en 2008 o la actual crisis provocada por el COVID-19. La pandemia
logró destruir las cadenas productivas en todo el mundo, inclusive en China y la región AP, por lo
tanto uno de los principales desafíos que tenemos como región –una vez minimizado los efectos de
la crisis- es recuperar las escasas cadenas de valor en las que participamos intrarregionalmente e in-
tentar a su vez, una escalada en la participación de las cadenas globales de valor. América Latina no
participa en grandes cadenas de valor por varios motivos estructurales que arrastramos desde hace
50 ASIAN ECONOMIC INTEGRATION REPORT 2019/2020. Demographic change, productivity, and the role of technology, november 2019. Disponible en: https://www.adb.org/sites/default/files/publication/536691/aeir-2019-2020.pdf. Acceso el 25/8/20.51 Cabe destacar que en 2019, 15 países relanzaron el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP), el cual fue planteado por China en 2012. De concretarse este acuerdo sería el mayor tratado de libre comercio del mundo integrado por: China, Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda y la ASEAN (Indo-nesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Myanmar, Camboya, Laos y Brunei).52 Henry Farrell y Abraham Newman (2020). Chained to Globalization, Why It’s Too Late to Decouple. Foreign Affairs January/february 2020. Disponible en: https://www.foreignaffairs.com/articles/united-states/2019-12-10/chained-globalization.
181
décadas, entre otros, por la deficiencia en la conectividad. Por lo tanto, los proyectos de infraestruc-
tura regional podrían constituirse en herramientas sólidas y duraderas para lograr la participación a
futuro en dichas cadenas globales. La BRI entonces, se presenta de una forma indirecta como una
plataforma geopolítica, que le proporciona a China una manera de extender sus influencias por fuera
del epicentro regional asiático (Margueliche, 2018).
Retomar viejos proyectos de infraestructura, impulsar los nuevos y ofrecer estrategias comunes para afrontar la crisis de la pandemia
China ha tenido una presencia marcada en la región sudamericana en los últimos años, pues
ha invertido en 72 de los 86 proyectos contabilizados en total entre el 2005-2019 (el 84 %)
en América Latina (Dussel Peters, 2020). Lo cual requeriría –si queremos seguir pensándonos
como región y si queremos beneficiarnos de las inversiones chinas- la redefinición de políticas y
estrategias comunes en todos los sectores involucrados en los proyectos de infraestructura físi-
ca53. Ya la CEPAL (2005) había considerado –en relación a Sudamérica- que la integración física
es un importante instrumento que facilita la integración y promueve la competitividad regional,
ampliando los mercados y creando economías de escala. Asimismo reflexiona que disminuye los
costos de producción e incrementa la productividad, creando nuevas oportunidades de negocios
e inversión, y profundizando las sinergias entre los diferentes actores económicos con lo cual se
mejora la capacidad de negociación de la región en el contexto internacional (Berrizbeitía, 2005).
Esta Comisión se refería al mega proyecto de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura
Regional Suramericana (IIRSA), iniciativa que fue impulsada en el año 2000 y cuyo plan de acción
proponía un modelo de integración física que incorporaba a los 12 Estados sudamericanos en una
dinámica multidisciplinaria y multisectorial. Los ejes (10) y los proyectos diseñados evidenciaron
desde el principio una lógica basada en el libre comercio y en un modelo de desarrollo exógeno
(con varios de los corredores que atravesaban el subcontinente de este a oeste para facilitar la
exportación-importación). Este modelo (de desarrollo exógeno) se fue modificando a lo largo de
los años en función de los cambios políticos y de concepción que, sobre la integración regional y
sobre la necesidad de un crecimiento autónomo, se fue desarrollando en la región entre los años
2005 a 2015 aproximadamente.
Esta época coincidió con el modelo de regionalismo post-liberal o “neo desarrollismo”, que varios
autores ubican entre los años 2003 a 2015 y cuyo objetivo fue lograr la transformación productiva
con equidad, pasando el Estado a tener un rol central en la economía. El principal beneficiario
del desarrollo pasaba a ser la sociedad y el individuo, objetivo que se potencia al fomentar la in-
terrelación e integración con los Estados de la región. La cooperación es un elemento sustancial 53 Integración física se puede definir como el proceso de interconexión estratégica de las redes de transporte, telecomunicaciones y energía en corredores internacionales (infraestructura), que permiten, bajo un marco normativo común y servicios adecuados, la circulación ágil y eficiente de bienes, personas, información y energía dentro de un determinado espacio de integración (Safarov, 2000).
182
en este modelo (Merino, 2017). Coincide esta etapa con la creación de la Unión de Naciones Su-
damericanas (Unasur) y con el impulso de IIRSA y su vinculación a la agenda de uno de los Con-
sejos de la Unión (Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planeamiento) en el año 2009. Por
lo tanto la infraestructura física se consolidó como uno de los puntos fuertes de la agenda de la in-
tegración regional suramericana y la inserción en el marco de la Unasur le proporcionó –al menos
en el discurso- un cambio en las directrices originales del proyecto (Bono & Bogado, 2011).
A partir del año 2017 nuevamente los vaivenes en la política regional y los cambios ideológicos
volvieron a paralizar un proyecto que, en algún momento los Estados sudamericanos habían cali-
ficado como “cuestión de estado”, transformándose en una idea retórica y manteniéndose sólo la
realización de algunos proyectos que ya estaban en etapa de ejecución.
De todo lo mencionado podemos reflexionar algo positivo, la región sudamericana ha sido capaz
de desarrollar una plataforma de proyectos cuyo objetivo fue potencia la conectividad multimodal
y multisectorial, por lo tanto una de las estrategias posibles sería retomarlos y redefinirlos en rel-
ación a la nueva coyuntura regional e internacional. Como dijimos anteriormente la región necesita
financiamiento para el desarrollo en infraestructura. En la actualidad está primando la lógica na-
cional en el desarrollo de estos proyectos, debido a la escasa posibilidad de coordinación y coop-
eración intrarregional y en alguna medida también a la ausencia de visión estratégica conjunta que
nos caracteriza y nos ha caracterizado en varias etapas históricas. De manera tal que lo primero
que tendría que ocurrir es la recuperación de la lógica regional y autónoma, donde el beneficiario
sea la sociedad regional y el objetivo sea potenciar la integración y la cooperación. La crisis ac-
tual de la pandemia podría constituirse en una oportunidad para retomar esos viejos proyectos,
proponiendo a la vez nuevas estrategias que se acoplen al proyecto de la BRI que China ofrece
en esta reconfiguración del sistema internacional y del multilateralismo al cual estamos asistiendo.
Cabe destacar a modo de ejemplo, que en otros momentos de crisis internacionales, como la
crisis financiera del año 2008 los Estados Sudamericanos recurrieron a varias medidas para hacer
frente a la crisis. Medidas monetarias, financieras, fiscales, cambiarias, y de comercio exterior,
políticas sectoriales, laborales y sociales, entre otras. Entre el paquete de medidas adoptadas
por los Estados sudamericanos más exitosos, se destacan las enfocadas a aumentos de gastos
y al desarrollo de proyectos de infraestructura, proyectos que demandan grandes contingentes
de mano de obra y se traducen en empleos y reactivación en cadena de varios sectores como
la construcción, ingeniería y trabajos técnicos a gran escala. Un relevamiento realizado por la
CEPAL (2009), daba cuenta que la gran mayoría de los países sudamericanos (Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay), como estrategia para enfrentar la
crisis tomaron medidas orientadas a financiar proyectos de obra pública. A modo de ejemplo, Ar-
gentina realizó inversiones en infraestructura en diversos sectores, Brasil proyectó la inversión de
2.500 millones de dólares en el Plan de Aceleración del Crecimiento – PAC-, Bolivia invirtió en la
construcción de caminos, viviendas, proyectos de urbanismo e inversión en el sector energético;
183
Chile, por su parte, proyectó un monto de 7.000 millones de dólares en proyectos de infraestruc-
tura (transporte, vivienda, conectividad, etc.); Colombia también creó un fondo de infraestructura;
Paraguay invirtió en viviendas sociales e infraestructura vial; Perú financió un plan de obra pública
por el monto de 1.700 millones de dólares a través de asociaciones público-privadas y Uruguay
implementó una bonificación impositiva para las empresas que realicen inversiones y generen em-
pleo (Bogado & Bono, 2009). Estrategias que seguramente sean retomadas por los gobiernos de la
región para moderar los efectos negativos de la pandemia y reactivar la economía y generar empleo.
Algunas reflexiones
La crisis de la globalización ha creado nuevos desafíos por lo tanto es necesario hacer que los efec-
tos sean lo menos perjudiciales posibles. China pretende y ofrece la alternativa de la cooperación en
este sentido. Ya hemos analizado que los países tienen distintas matrices productivas económicas
y de desarrollo y eso es necesario tenerlo en cuenta y cada jugador tiene sus particularidades y sus
necesidades. Por lo tanto, la cooperación también tiene que respetar nuestras necesidades.
La irrupción de China a partir del nuevo milenio fue creciente y significativa en la región latinoamer-
icana y se manifestó en varias direcciones, con diferentes grados de profundidad y con sus carac-
terísticas propias. Pero el punto está en que América Latina no se puede imaginar en una relación
simétrica con China, porque estamos hablando de la primera/segunda potencia a nivel mundial,
de manera tal que sería un error estratégico hacer un mal diagnóstico en este sentido. Entonces el
modelo de relación tiene que ser basado en la cooperación. El trabajo diplomático que tendremos
por delante debe ser muy intenso y es necesario que se defina en función del interés nacional pero
también del interés regional sin caer en puntos retóricos. Podríamos agregar la idea de que “el de-
safío no solo será sostener y acrecentar la circulación y la dinámica de intercambio, sino que tendrá
que generar confianza entre los diferentes actores intervinientes” y la lógica estatocentrista en el
proyecto BRI tendrá que ser mínima para poder sostener el proyecto (Margueliche, 2018).
En síntesis, dos ejes de reflexión proponemos: en primer lugar redefinir la estrategia -como región lati-
noamericana- para profundizar las inversiones chinas en infraestructura con el objetivo de que puedan
beneficiar a la región en la mayor participación de cadenas de valor intrarregionales primero y en
cadenas globales en un segundo momento. Y como alternativa –para la región sudamericana- se
propone retomar viejos proyectos de infraestructura (IIRSA), que en alguna época lograron profun-
dizar el modelo regional post-liberal y constituirse en una herramienta posible para afrontar el impacto
de la crisis internacional, procurando de esta forma la generación de una demanda agregada. El
hecho de que los Estados latinoamericanos se vayan sumando a las nuevas propuestas de coop-
eración multilateral de China, puede significar una buena estrategia para la inserción de la región en
cadenas globales de valor y el aumento de las exportaciones. Ahora bien, el hecho de que esa in-
serción impacte en el desarrollo con cierta autonomía depende pura y exclusivamente de nosotros.
184
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186
Public Health Emergency Management Cooperation Between China and Latin America under the Epidemic Situation of Novel Coronavirus Pneumo-nia. Zhou Mi and Zhang Yushu
At the beginning of 2020, the sudden spread of the novel coronavirus around the world, the speed
of its spread, the scope of its impact, rapidly evolved into a global public health crisis, caused a
certain amount of panic around the world. Due to the relatively backward level of economic and
scientific development in most countries in Latin America, the losses resulting from the outbreak
are also relatively more serious. As the first country to almost overcome the epidemic, China
should actively cooperate with Latin American countries to effectively control the epidemic and
jointly promote the improvement of public health systems on both sides.
Review of Public Health Crisis Management Mechanism in Latin America
Due to its unique geographical location and climate, Latin America has always been a high-risk
area for various natural disasters and epidemic diseases, including malaria, yellow fever, dengue
fever, and avian influenza. Latin America’s public health practices date back to the 19th century,
when the outbreak of the plague, which killed millions, alarmed its public health emergency system
and opened the door to active exploration in the field of public health. Latin America has since
experienced major health emergencies, such as the Spanish flu in 1918, cholera in 1991, H1N1
in 2009, Ebola in 2014, Zika in 2016, governments are constantly summing up and developing,
a comprehensive crisis management system has been formed: Emergency Management teams
have been established in the states, public health expenditure and funding support systems have
been continuously upgraded in various countries, Pan American Health Organization’s policies
have been positively influenced by countries in the region, and countries outside the region have
cooperated closely.
Emergency Management teams were established in states.
The frequent outbreaks of infectious diseases in the 19th and 20th centuries enabled Latin Amer-
ica to train professional public health workers, who were sent to various states and cities to form
AdHoc Committees to work with city administrators to control various epidemics. State agencies
subsequently established specialized public health agencies, and states began to form specialized
emergency management teams to replace specialized committees. The Brazilian government has
established state and territory coordination and control offices for the prevention and control of
outbreaks of public health in the states, reporting them to the state on time, drawing up guidelines
for action against the epidemic and communicating them to the municipalities, to ensure smooth
operation throughout the country(Dandan, 2017). The Mexican government established the re-
187
gional public health alliance and the emergency health system(health, 2015), which is responsible
for the prevention and control of public health emergencies in the community, such as community
mobilization in the early stages of an outbreak, to educate the population on the prevention of the
disease, develop disease control programmes during the outbreak phase, and train local volun-
teers or non-governmental organization to provide home care, food delivery, and other services
to isolated families or patients; Under the emergency medical system, departments of disease
investigation and Monitoring, medical quarantine, and information management are set up, with
members from the Ministry of Health and relevant experts from hospitals. During the initial stage of
an outbreak, doctors give timely treatment to patients who are diagnosed with the disease, it also
carries out preliminary investigation and diagnosis and treatment to other residents in the affected
area, and provides professional technical guidance to medical institutions in other townships. The
establishment of state emergency management teams has improved the monitoring, reporting,
and management mechanism of emergency information of public health emergencies, the graded
response mechanism, and the rapid response mechanism, and effectively improve the Depart-
ment of Emergency Response and disease control.
The public health expenditure and funds guarantee system in various countries have been constantly improved.
With the increasing frequency of public health incidents, Latin American countries have become
more autonomous in the development of public health emergency management and have in-
creased public health investment to improve the quality of health care personnel and improve the
environment for patients to seek medical treatment, improve the medical equipment configura-
tion, the introduction of foreign advanced technology. Between 2000 and 2017, total spending
on health in Latin America and the Caribbean rose from 6.58 percent of regional gross domestic
product to 8.01 percent, with only six regions of 33 countries experiencing declines and the rest
rising, in more than half of the countries, the increase was more than 1%, with Cuba the largest, at
5.13%, and Antigua and Barbuda the smallest, at just 0.05%. At the end of 2017, while the overall
level of health spending in Latin America (8.01 percent) was relatively low compared to the world
level (9.90 percent), the increase (1.43 percent) was relatively high compared to other regions,
second only to North America (4.34 percent) and Europe (1.44 percent).
Every year, Latin American countries set aside emergency reserves to prevent public health emer-
gencies. In 2009, the Mexican government made an emergency allocation of 6.2 million dollars
from the Emergency Reserve Fund to research Influenza Etiology, epidemiology, diagnostic re-
agents, and Vaccine Development during the outbreak of influenza A(H1N1)(Min, 2011), precious
time has been bought to reduce the spread of the epidemic and the loss of life. Brazil allocated
420 million reals in 2016 as a federal public health emergency fund to fight Aedes Aegypti and its
transmission of dengue, Chikungunya, and Zika viruses, to enable the timely purchase of testing
equipment, anti-mosquito supplies, and other emergency supplies reserves, medical treatment of
188
patients, increase the number of temporary outpatients and medical equipment. In the wake of
the Zika epidemic, the Brazilian government has urgently approved a supplementary credit of 1.7
billion reals for outpatient and hospital assistance operations throughout the country, including all
hospital care such as surgery, examinations, hospitalization, and consultations with specialists.
The countries in the region responded positively to the call of the Pan American Health Organization and established a long-term coordination and Cooperation Mechanism.
Established in 1902, the Pan American Health Organization, as a branch of the World Health Organi-
zation in the Americas, is of great importance in guiding the countries of the Latin American region in
preventing and responding to major disasters and in improving the efficiency of regional public health
systems. The organization not only sets standards and policies for disaster risk management and
control but also provides professional and strategic advice to countries on building health facilities
related to epidemic prevention and training personnel. In 1991, the seventh world cholera pandem-
ic struck Latin America on an unprecedented scale and momentum, infecting more than 400,000
people and killing more than 3,000 in just a few months(Chengyu, 1992). The Pan American Orga-
nization urgently raised 12 million dollars for cholera prevention and control in various countries and
provided funds for health education and water quality improvement. In 2016, following the outbreak
of the Zika virus, the Pan American Health Organization quickly coordinated national efforts to mobi-
lize relevant medical personnel and resources, mobilizing 21.5 million dollars from 12 donors for Vac-
cine Research and development, investment in medical equipment and financial assistance, ensured
continuity of core activities and increased capacity of National Public Health Systems(Organization,
2016). Besides, the countries of the region assist each other. Brazil has been cooperating with Haiti
and Cuba in the management of public health systems since 2010, investing a total of 135 million
reals in the construction of hospitals and Vaccine Research and development laboratories and the
intensive training of human resources, and employs Haitian professionals with extensive experience
in Epidemiological Surveillance; in the field of prevention, the three countries have jointly donated
about eight million doses of vaccine for vaccination campaigns, in 2012, Brazil donated 11 percent
of the total demand for the Haitian vaccination programme.
Cooperation with countries outside the region is getting closer.
The Latin American region cooperates with other countries and the World Health Organization in
many areas, such as Vaccine Research and development, financial assistance, AIDS control, medi-
cal technology introduction, and personnel training, is Critical to the global response to the epidem-
ic. When cholera first broke out, the United Nations Disaster Relief Coordination Office raised $3.9
million for the purchase of supplies for Peru, many countries, including Japan, the European Union,
Canada, and Spain(Paper, 2020), have also assisted in the form of expert groups, medical teams,
medicines and equipment, Brazil has signed an agreement with the medical branch of the University
of Texas to develop a vaccine against the Zika virus, providing it with 10 million Reais for research and
189
development; World Health Organization has repeatedly raised money for epidemics such as cholera
and yellow fever in Haiti, to help Haiti protect families at the community level, to build primary health
care throughout the country, and to build a diagnostic and treatment system consisting of specializ-
ing cholera treatment centers and designated hospitals for the treatment of serious diseases.
Measures and shortcomings of Latin America
The epidemic situation of novel coronavirus pneumonia has a great impact on the social economy in Latin America.
Compared with previous outbreaks, the impact on the Latin American economy and society is
greater. The main reasons for this difference are the following:
The first is the spread of infection. The novel coronavirus pneumonia is more infectious, longer
incubation period, more diversified transmission channels, and more convenient communication
and transportation between countries, further accelerating the spread of the epidemic. As the epi-
demic moved to the Americas, there was a surge in infections in Latin America beginning in mid to
late April, owing to a serious lack of detection capacity, a relative shortage of primary health care
resources, and a relatively poor health system, after China, Europe, and the United States, it has
become the “fourth epidemic area”. As of 11 October, more than 10 million confirmed cases in
Latin America, including more than 5 million in Brazil, making it the third country in the world, after
the United States and India, to have more than 5 million cases. To effectively control the number
of people infected with the epidemic, Latin America has adopted more stringent anti-epidemic
measures, which will also have a greater socio-economic impact.
Second, the current state of the global economy is not optimistic. Since 2018, the global economy
has remained sluggish and the negative impact caused by trade frictions has become increasingly
prominent. Many countries have adopted quantitative easing measures such as interest rate cuts
to stimulate their economies, to some extent limiting the effectiveness of the monetary policy, at the
same time, it may also lead to asset price bubbles, financial institutions profitability decline, and many
other potential problems. Against this backdrop, Latin America’s economy has been hit hard by a
series of secondary disasters, such as reduced economic activity, plunging commodity prices, and
financial market turmoil brought about by the novel coronavirus pneumonia in a region that is itself
vulnerable. In its latest World Economic Outlook report, the International Monetary Fund forecasts
that growth in Latin America as a whole will decline by about 8.1% in 2020, with the economies of
the Bahamas and Brazil shrinking by 14.8% and 5.8%, respectively, a larger decline(China, 2020).
Emergency Management Measures in Latin America to deal with the epidemic situation of novel coronavirus pneumonia.
Learn from the development of the virus in Asia, Europe, and the United States and the govern-
ment’s response, cut off the transmission path, control the source of transmission. In the early
190
days of the outbreak, most Latin American countries had entered a public disaster or state of
emergency, extending curfews and closing their borders. In February 2020, the Chilean govern-
ment issued a nationwide notification and warning on the novel coronavirus pneumonia in China,
imposing compulsory health control measures on travelers entering Chile; Bolivia, Argentina, Peru,
and other countries have announced the closure of important border crossings, and the airport
to carry out strict temperature monitoring; Colombia was the first to set up an emergency com-
mittee, the first time in public and private hospitals to establish a quarantine zone, for receiving
confirmed cases, and Panama has introduced a series of “strictest” restrictions on the movement
of people, such as time-limited travel according to the end of an identity card or passport and
time-limited travel for men and women, it also stipulated that violators of anti-epidemic policies
and bans would face huge fines. To effectively cut off the source of infection, Panama to go with-
out a mask on the maximum fine of $1,000, while Jamaica, Chile, Venezuela, Ecuador, and other
countries have encouraged or forced citizens to wear masks in public(Ministry of Health, 2020).
As the epidemic continues to spread and to facilitate the free sharing of knowledge, experience,
and data on combating it, Costa Rica made a recommendation to the World Health Organization
in mid-May, Latin American countries should jointly create a “World Bank for Intellectual Property”
to provide advanced technology to protect people from the threat of an epidemic, using the lowest
cost, barrier-free approach. To effectively reduce the transmission rate of the novel coronavirus
pneumonia, Bolivia’s administrative capital city of La Paz from August 16 to 23, the implementation
of “total isolation” measures, to facilitate medical teams to conduct house to house screening of
novel coronavirus pneumonia infected persons and to prohibit the holding of any public or private
activities(NanMeiQiaoBaoWang, 2020a) .
Actively promote knowledge of virus prevention, multi-channel for the public to answer questions.
After the outbreak, countries carried out a series of publicity and education activities in the form
of short messages, community announcements, and television broadcasts, covering personal hy-
giene, public health disinfection, the use of protective equipment, and other aspects. To improve
the efficiency of diagnosis and treatment, the Latin American region has also launched online con-
sultation and consultation services that help people answer questions(Ministry of health, 2020).
The government of Jamaica has set up an information hotline for initial diagnosis of the disease
and psychological counseling of the population affected by the epidemic, as well as receiving and
processing reports from the population on the epidemic; The Panamanian government promotes
smart health care feedback system called “Dr. Rosa” and a new system named “Niko” which can
notify the novel coronavirus pneumonia test results. “Dr. Rosa” can not only provide a query ser-
vice about the novel coronavirus but also can upload the information of the consultant suspected
to be sick, feedback to professional doctors, to find out the patients who need to see a doctor. To
raise awareness among children, Paraguay has released an animated video about the transmis-
sion of the novel coronavirus and how to prevent it.
191
Increase investment in the medical and health sectors and urgently purchase-related medical
equipment, protective supplies, and other supplies. The Ministry of Health signed 6,500 contracts
with local companies in early April to buy breathing machines and distributed 870,000 test kits to
states, with plans to make major hospitals full of patients, it was also announced that more than
45 million Brazilians would receive an emergency subsidy of 600 reals; in order to improve the
response capacity of public hospitals and health centers to the outbreak, the government of Ja-
maica, for its part, has allocated nearly 750 million dollars to the Regional Health Directorate, over
which it has direct control, for the purchase of protective equipment; the government of Argentina
not only pays special remuneration to health and security personnel, it has also regulated import
taxes on key medical resources and increased the introduction of advanced medical equipment
and technologies from abroad; Paraguay has established a national scholarship to provide accel-
erated training in the operational skills of the novel coronavirus pneumonia intensive care unit, in
order to enable health care workers to be rapidly involved in the treatment of critically ill patients
with the novel coronavirus, the Bolivian government has purchased 100,000 novel coronavirus
that can be tested in eight minutes, a novel coronavirus rapid detection reagent with 90% accu-
racy. In terms of patient care, Costa Rica has made a lot of progress. As a country of only about
5 million people, the Costa Rican Ministry of Health has spent a lot of money to make the United
States Public Health Service available to the public, to ensure that anyone with suspected symp-
toms can be tested for the novel coronavirus free of charge.
Adopt comprehensive economic policies to reduce the impact of the epidemic and restore the do-
mestic economy. The Mexican government will add 25 billion pesos for residential renovation and
other livelihood projects, create about 2 million jobs and recruit tens of thousands of medical per-
sonnel and military personnel, and Argentina has introduced a law to control the maximum price
of basic necessities, extending the small and medium enterprises’ debt limit, banning layoffs and
suspensions during the epidemic, and further reducing the likelihood of widespread bankruptcies
and Job Losses; Peru plans to roll out a stimulus package of about $26.2 billion, for the rehabil-
itation of industrial economies, with a focus on support for the service sector and the provision
of loans to small and medium-sized enterprises; and for the provision of production subsidies to
Food and agriculture in Panama in order to guarantee national food security during the epidemic,
as well as for the provision of assistance to more vulnerable groups of the elderly, the eligibility cri-
teria for the “old people’s Diet subsidy” scheme have been relaxed. As of the first half of this year,
the number of beneficiaries of the “old people’s Diet subsidy” scheme has exceeded 210,000. To
ease the economic pressure on domestic families, Panama has also been issuing a single $100
e-shopping voucher to a total of 108,000 people, Guatemala tops the list of 20 countries in Latin
America, thanks largely to the government’s family support programmes, which aims to disburse
three funds (1,000 quetzals at a time) over three months, the total budget of the project is 6 billion
Char(NanMeiQiaoBaoWang, 2020b); to mitigate the impact of the novel coronavirus pandemic on
192
the tourism and catering industries of Paraguay, the Politics of Paraguay has temporarily reduced
the Value Added Tax and Commercial House rental tax rates on tourism and catering industries,
more than 3,800 restaurants across the country are expected to benefit from the 50 percent tax
cut, which will benefit 123,500 restaurant workers, and the Bolivian government has injected
$19m into sectors affected by the new pneumonia health emergency, 873.9 million dollars for
agricultural post epidemic recovery(NanMeiQiaoBaoWang, 2020c).
Problems in control of the novel coronavirus pneumonia in Latin America.
Despite the positive response measures taken by Latin American countries in their efforts to main-
tain the spread of the domestic epidemic, however, there are still some deficiencies, such as the
low efficiency of epidemic prevention, the relatively backward public health system, the uneven
distribution of health resources, and the lack of emergency funds and special funds. How to effec-
tively control the spread of the epidemic situation is the current Latin American countries need to
solve the problem.
The implementation of epidemic prevention measures is inefficient. High poverty rates and high
population densities in Latin America, where some 113 million people live in low-income areas
or slums, hinder the implementation of the measures. As a result of the urgency of the economy,
people have to risk the risk of infection to continue to support their families, home isolation, the
purchase of protective equipment, reduce travel, and other preventive measures. At the same
time, Latin American countries are deeply influenced by European and American culture. Close
contact, such as cheek to cheek and kiss, is their way of expressing emotion. In the first month of
the quarantine in Chile, against the backdrop of the novel coronavirus pneumonia epidemic, the
mobility rate dropped by an average of only 35 percent, according to a May poll, while 57 per cent
of respondents attributed the increase in the number of confirmed cases to a lack of respect for
sanitary measures to combat the epidemic, such as social distance, the use of masks, isolation
and curfews, only 36 per cent of respondents in Peru indicated a willingness to extend social iso-
lation measures, sixty five per cent of those surveyed wanted the lifting of the quarantine measure
to be due to reduced economic income, followed by the lack of access to certain products and
the inability to reunite with family, friends and partners; nearly seven months since the government
of Argentina imposed the quarantine, for the first time, the government’s management of the ep-
idemic has caused a large proportion of dissatisfaction, while strict measures taken to prevent
infection have also caused more public exclusion.
The public health care system is relatively backward. Latin American countries generally lag in the
development of public health infrastructure, the level of medical technology is relatively insufficient,
the ability of independent research and development is weak, the professional medical staff is
insufficient, the supply of testing reagents is insufficient, heavily dependent on foreign aid. Be-
193
sides, the prevention and control of epidemics often require unified management and coordination
among various government departments, while the limited capacity of Latin American countries
raises the cost of inter-sectoral coordination, making the epidemic prevention situation more com-
plex and increasing uncertainties. The Ministry of Health of Panama has hired 50 medical experts
from abroad to support the fight against the pandemic to alleviate the current situation in which the
country’s health system is on the verge of collapse, as a result of the imbalance between supply
and demand in the area of health services caused by the new outbreak; To obtain the novel coro-
navirus vaccine on time once it is on the market, the government of Peru has actively engaged
in bilateral and multilateral negotiations with friendly governments, Vaccine Research and Devel-
opment Laboratories, international organizations and others to provide them with vaccine test
groups, strive to reach purchase agreement.
Unequal distribution of health resources. Most Latin American governments adopt the resource
allocation mode of “Macroeconomic regulation and control, hierarchical management, local au-
tonomy, and combination”. The effectiveness of government allocation of health resources de-
pends on the government management system of health resources. Due to its system of health
institutions, multiple approvals and separate administration, the lack of scientific policy guidance
and the government’s macro unified Planning and management, resulting in uneven distribution of
health resources in Latin America, the serious shortage of testing reagents, medical equipment,
and medical personnel in poor areas have led to the narrow scope of case detection, the difficulty
in treating severe cases, and the increasing tension between supply and demand of medical ser-
vices, further increasing the difficulty of epidemic prevention and control. According to experts,
Panama needs at least 4,000 novel coronavirus detections per day to be able to track the virus
and halt the spread of the disease, but the actual number is not yet there and is not on the decline.
The Panamanian Nurses’ Association protested to the health authorities during the outbreak,
saying that there was a serious shortage of quality personal protective equipment nurses in the
affected areas and that hospitals lacked “long term nurses” which lengthened their working hours,
greatly increases their risk of contracting the novel coronavirus; the situation in parts of Guatemala
is not encouraging either, with the Ministry of Health purchasing large quantities of test kits and
distributing them to health facilities throughout the country, but the number allocated to hard-hit
areas is simply not enough to meet the local epidemic situation.
The Emergency Fund and the special fund input are less. Latin America spends less on health care
than most regions: $949 per person per year, a quarter of the OECD average of $3,973, and less
than the Middle East and North Africa ($1,420). Public sector spending on health care averaged
3.7 percent of GDP in Latin America, compared with an OECD average of 6.6 percent. While the
Organization for Economic cooperation and development does not expect healthcare spending to
fall in Mexico, Brazil, and Argentina, new investment looks unlikely in the coming years. Thus, unlike
countries with earmarked or emergency funding for epidemics, Latin America’s response to the nov-
194
el coronavirus must be based on the reallocation of resources already allocated to public health, with
no additional funding likely to be available. According to the budget released by Guatemala, 2021 will
allocate $373 million to strengthen the national health network, but most of the money came from
loans from the Inter-American Development Bank and the government of Taiwan, which provided
little of its own. In the context of accumulated medical problems and severe financial constraints,
the containment of epidemics in Latin America is often inefficient and cannot support large scale
economic assistance, and is bound to face problems such as low subsidies and narrow coverage.
Suggestions of Strengthening cooperation between China and Latin America
China and Latin America face the challenge of taking measures to enhance the efficiency of mea-
sures in the field of public health and avoid the spread of the virus, while at the same time, we
share the common need to restart the economy safely and enhance development momentum
through coordinated cooperation in the economic and trade fields. Strengthening Cooperation
between China and Latin America will reduce the impact of the virus on the economy and society
more effectively, and may create new and greater space for development.
Share information on the fight against the epidemic to improve the ability to deal with the impact of the epidemic.
The development of the epidemic in China and Latin America is different, and the prevention and
control methods and effects are different. However, the risk of spreading the virus still exists in some
cold chain transportation products under the condition of limited movement of people. In the in-
ternational trade network, the restriction of the original inspection and quarantine methods on the
novel coronavirus is still relatively limited, and there are many loopholes due to the differences in their
respective measures. China can learn from Latin America’s experience in epidemic prevention and
control, and can also exchange its successful practices with Latin America. To enhance the sharing
of relevant information, not only to increase data exchange in the public domain but also to improve
the understanding of the process of virus transmission and spread through improved detection tools
and monitoring methods in collaboration with relevant professional institutions, to create conditions
for the smooth implementation of follow up related policies. On a multilateral basis, China will pro-
mote the sharing of experiences and lessons learned in the fight against pandemics with Latin Amer-
ican countries, to reduce mistakes in the miscalculation of and response to pandemics as a result of
lack of information or mistakes. China and Latin America should make efforts to reduce the speed
of the spread of existing epidemics and should make preparations for the recurrence and spread
of epidemics, minimize the negative impact of multiple epidemics on the prevention and control of
epidemics, and improve the ability to cope with the impact of epidemics.
195
Respond to the needs of the socially vulnerable groups and cooperate to improve the economic development environment.
The economic damage caused by the spread of the epidemic and control measures taken by all
parties has been severe, most notably among vulnerable groups of workers who lack skills and
tools. Bankruptcies have increased, job opportunities have declined, and the lack of adequate
savings and income streams has left vulnerable groups at risk, while the decline in labor resources
has in turn constrained economic recovery. Through Policy Coordination, China and Latin America
should take measures to increase the protection of vulnerable groups and avoid the irreversible im-
pact of “poverty due to illness” or “returning to poverty due to illnesses on both sides” economies
and societies on a large scale. However, given the obvious differences between China and Latin
America, the available financial resources will not only affect the effectiveness of policy implemen-
tation but may also have a more obvious impact on the stability of currency values. International
Coordination and cooperation between China and Latin America can reduce the negative exter-
nalities of fiscal and tax policies through external intervention, promote a better balance between
social supply and demand, alleviate difficulties and contradictions in development, and improve
the economic development environment between China and Latin America through cooperation,
creating more favorable conditions for recovery in areas where they are available.
Increase the strength of inter industrial links, effectively reduce the negative impact of the epidemic.
The impact of the novel coronavirus epidemic on the global industrial chain has been enormous. In
addition to temporary disruption due to the need for epidemic prevention and control, the negative
impact on the economy of the strong protectionist measures taken by some countries during the
economic downturn is more evident, and many businesses are forced to look for alternative markets
or partners. However, the government’s forcible intervention and obstruction weaken the role of the
market in allocating resources, so that the interests of all parties in the industrial chain are damaged
and the efficiency of cooperation is reduced. China and Latin American countries should play a more
active role in repairing, maintaining, and increasing the industrial chain. The cross border cold chain
transportation and other agricultural products trade that may be affected by the epidemic situation
shall be preserved using extending and increasing quarantine and quarantine measures related to
the epidemic situation, to avoid the epidemic based on their own factors’ endowment and industrial
chain advantage of international trade caused direct and long-term damage. With the rapid develop-
ment of the industrial chain between China and Latin America in recent years, the enormous oppor-
tunities and welfare created for the industries and consumers of the two countries should be valued
and grasped. Through the synergy of the industrial chain, to reduce the impact of the epidemic,
reduce the economic and social crisis to provide more effective support.
196
Step up cooperation in the field of public health and continue to improve the efficiency of epidemic prevention and control.
Cooperation between China and Latin America in the field of public health has a relatively solid
foundation. In addition to bilateral cooperation, the good results achieved through coordination in
multilateral mechanisms, including the World Health Organization and the WTO, need to be further
consolidated and strengthened. The spread of novel coronavirus and the development of vaccines
create the conditions for the development of economy and society, which bring huge market cake,
but also may bring huge negative effects because of the improper use. China and Latin America
should strengthen coordination in the field of public health, increase cooperation in the develop-
ment and clinical promotion of vaccines, research and development of special drugs for combat-
ing epidemic situations, and production of textile epidemic spreading products and equipment, to
form a benign market promotion mechanism, avoid as a result of excessive market competition,
or early high R&D investment is difficult to obtain returns caused by epidemic prevention, anti-ep-
idemic process blocked. Even if the outbreak is successfully developed and distributed in the
form of public goods, it needs to be well-matched in cold chain transportation, storage, and other
links. China and Latin America should develop more synergy in the development of international
governance mechanisms in the field of public health and strive for more rights for developing econ-
omies. For Latin America’s more specific social structure to develop appropriate protest products,
to form a better-targeted strategy.
Encourage economic and trade cooperation and innovation with Latin America to pro-mote social upgrading.
In the process of combating the epidemic, China and Latin America should strengthen their adap-
tation to future development and strive to turn the damages and challenges brought by the new
epidemic to the economies and societies of the two sides into opportunities and impetus for devel-
opment. Cross border Synergy and development of new forms of economic cooperation and flow
of factors, including online transactions and trade in services, should be encouraged in the context
of the epidemic as a whole, which has not resulted in a significant reduction in total social demand,
strengthen the driving force of economic and trade innovation between China and Latin Ameri-
ca to meet the long term development needs in the new environment. Both sides need to make
corresponding adjustments and changes in the economic and social “suspension” brought about
by the epidemic in the light of their development aspirations. In promoting cooperation between
China and Latin America, China will explore appropriate rules and models for the development of
the digital economy, while promoting trade facilitation and strengthening the protection of individ-
ual privacy and respect for digital wealth such as intellectual property rights, to create favorable
conditions for economic recovery and sustainable development, and to demonstrate cooperation
between China and Latin America in the field of the digital economy with other regions and econ-
omies, provide viable solutions to better adapt to the constraints on the movement of people and
197
goods brought about by the epidemic.
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fr=spider&for=pc
198
Más allá de la cooperación: El rol de China en la superación del retraso latinoamericano en desarrollo de ciencia y tecnología54. José Luis Valenzuela
1. Introducción
Marco de análisis
El marco del análisis a desarrollar está determinado por el transcurso de una revolución científi-
co-tecnológica que, junto al fenómeno del cambio climático y el proceso de concentración global
de la riqueza en manos de un pequeño grupo que representa no más del 0,01% de la población
mundial, está ya cambiando la estructura misma de las sociedades de los países, el entorno de
vida de las personas e, incluso, el orden internacional. (Valenzuela, J., 2019).
Dicho fenómeno, cuando es considerado desde la perspectiva de los cambios en el orden mundial
que produjo en el siglo XIX la llamada Primera Revolución Industrial, debe necesariamente causar la
preocupación de todos los países, quienes deben cuestionar su situación frente al cambio en proceso.
La Primera Revolución Industrial terminó con la relativamente homogénea distribución global del
bienestar, convirtiendo a la sociedad mundial en un entorno desigual donde debían convivir países
adelantados (aquéllos que participaron activamente en la generación del cambio), y países ret-
rasados (aquéllos excluidos del proceso de cambio).
Entre los primeros se encuentran el Reino Unido (centro del cambio), Estados Unidos, Alemania,
Japón y en general los países de Europa Occidental. Entre los segundos están los países de
América Latina y África, junto a gran parte de Asia (con la excepción de Japón).
Posteriormente se han incorporados otros países al grupo de los países adelantados, en general
de la mano de uno o más de los países originalmente adelantados. Es el caso de Australia, Corea
del Sur, Israel, países de la Unión Europea originalmente marginados (por ejemplo, España). Japón,
miembro original caído después de la Segunda Guerra Mundial, se levantó nuevamente de la mano
de Estados Unidos. Lo mismo sucedió con la Europa Occidental, destruida en la misma guerra.
Las razones de los países que han apoyado este desarrollo posterior han sido en su mayoría de
estrategia política, motivada para favorecer su dominio global.
La gran excepción corresponde a la República Popular China que, debilitada por la decadencia
de la Dinastía Qing fue invadida por las potencias occidentales más Japón y Rusia (a partir de la
primera Guerra del Opio en 1839, los tratados desiguales y la extraterritorialidad), sucesos con-
tinuados luego por la Guerra Civil y las invasiones de Japón. El término de este período oscuro
se produce con el triunfo del Partido Comunista y la fundación de la República Popular en 1949.
54 Este trabajo está inserto en un amplio proyecto de investigación cuyo objetivo es situar a América Latina en el contexto de la Revolución Científico-Tecnológica en curso.
199
Recuperada plenamente su soberanía, con gran conciencia del carácter indispensable de su uni-
dad interna, China inició en 1978 un proceso de apertura y desarrollo que la tiene hoy nuevamente
convertida en la potencia que siempre fue hasta el siglo XIX.
2. Posicionamiento de China y de América Latina en el desarrollo científico-tecnológico
Mediante el análisis de variables que se aproximan a medir la producción y el avance de la ciencia
y tecnología, se buscará entregar un cuadro realista acerca de la posición de América Latina en
medio de una revolución científico-tecnológica ya avanzada.
El objetivo del análisis es evidenciar el enorme rezago que afecta al continente latinoamericano, de
tal manera de no dejar dudas acerca de lo necesario que es enfrentar dicha problemática antes
que sea tarde, si aún no lo es.
Análisis de la producción científica
Una primera aproximación para cuantificar el desarrollo científico y tecnológico de los países se
encuentra en las bases de datos de las publicaciones científicas. Las cifras a continuación están
extraídas de la base SCImago.
El Gráfico Nº1 muestra la evolución de los cinco primeros países en producción de artículos cit-
ables en 2019
Gráfico Nº 1: Producción 1996-2019 de artículos citables de los cinco primeros países en ranking
mundial 2019
Fuente: (SCImago, 2020)
200
Puede verse que, por primera vez en la historia contemporánea, China ha superado a Estados
Unidos. Ambos países se sitúan muy por encima de los tres países que completan el Top-5, Reino
Unido, India y Alemania.
En 1996, año de inicio de la serie de datos, India y China eran superados no solo por el Reino
Unido y Alemania, sino también por Japón, Italia, Francia y Canadá, estando sus cifras al nivel de
Australia, España y Países Bajos. En 2019 China supera a dichos países por 6 a 7 veces.
La representatividad de este Top 5 respecto al total mundial de publicaciones citables, que en
1996 superaba levemente el 50%, se ha mantenido en los últimos 7 años por sobre el 46%. El
Gráfico Nº 2 muestra la trayectoria de dicha representatividad (línea de puntos)
Gráfico Nº 2: Representatividad de la producción científica de los cinco líderes globales,
1996-2019
Fuente: (SCImago, 2020)
En el caso de América Latina, el primer país en aparecer en este ranking es Brasil, lugar 14, se-
guido por México, lugar 29, mientras Chile, Argentina y Colombia ocupan los lugares 45, 46 y 47,
cerrando el Top 5 latinoamericano. Los sigue Ecuador en un lejano lugar 64
201
La evolución y representatividad del Top 5 latinoamericano se muestra en el Gráfico Nº 3:
Gráfico Nº 3: Producción 1996-2019 de artículos citables de los cinco primeros países en ranking
de América Latina y El Caribe 2019 y su representatividad continental
Fuente: (SCImago, 2020)
América Latina ofrece estadísticas mucho más concentradas que las encontradas al analizar el
mundo. Los países del Top 5 representan hoy aproximadamente el 88% de las publicaciones cit-
ables latinoamericanas y Brasil, líder indiscutido, más que duplica el aporte de los cuatro países
que le siguen. Los cambios en el período 1996-2019 son muy pocos, solo Colombia ha superado
a Cuba y Venezuela, que la antecedían en 1996, y Chile superó en 2018 a Argentina, alcanzando
el tercer lugar.
Al considerar a América Latina en su conjunto, la producción científica resultante aparece con
cifras cercanas a las de Reino Unido, India y Alemania, como se evidencia en el Gráfico Nº 4
202
Gráfico Nº 4: Comparación de la evolución de la producción científica de ALC con países del se-
gundo nivel mundial (Reino Unido, India, Alemania y Japón), 1996-2019
Fuente: (SCImago, 2020)
La Base de Datos permite el análisis por área de estudios, clasificando las publicaciones en 26
áreas de estudio. La estadística 2019 muestra que el Top 5 mundial supera el 50% de los traba-
jos totales solo en 4 áreas: Ciencia de los Materiales (51,6%), Ingeniería (51,3%), Neurociencias
(50,1%), y Química (50,4%), las cuales son seguidas por Bioquímica y Genética (49,5%) y Psi-
cología (49,5%). Al comparar los años extremo, 1996 y 2019, las áreas en las cuales el Top 5
mundial ha perdido más interés son Arte y Humanidades (del 63,2% de la producción mundial al
41,0%), Ciencias Sociales (de 67,1% a 42,1%), Dentística (de 50,3% a 35,4%), Enfermería (de
68,2% a 40,3%), Gestión de Negocios (de 70,1% a 42,3%).
En el caso de China, las seis áreas en las cuales tiene alta participación, medida como el por-
centaje de sus publicaciones citables con respecto al total mundial, son Ciencia de los Materia-
les (28,9%), Química (26,2%), Energía (26,1%), Ingeniería (25,9%), Ingeniería Química (22,5%), y
Matemáticas (21,2%).
203
En el caso del Top 5 latinoamericano, las seis áreas principales son Dentística (34,5%), Veterinaria
(31%), Enfermería (13,8%), Inmunología y Microbiología (11,8%), Arte y Humanidades (11,3%) y
Salud (11,2%).
Mientras China y el Top 5 Mundial coinciden en compartir 3 áreas entre sus 6 primeras prioridades
(Ciencia de los Materiales, ambas la colocan en el primer lugar; Química, lugares 2 y 4 respecti-
vamente; e Ingeniería, lugares 4 y 2), América Latina y El Caribe no coincide en ninguna de sus
prioridades con China o el Top 5 Mundial.
Surge así una primera hipótesis, América Latina y el mundo avanzan en direcciones diferentes.
Así como el Gráfico Nº2 demuestra un claro liderazgo en producción científico-tecnológica en
manos de dos países, China y Estados Unidos, el Gráfico Nº4 muestra que el conjunto de los
países latinoamericanos y caribeños solo puede competir con los países que se sitúan en lo que
podría denominarse un segundo nivel. Sin embargo, dicha competitividad, evidenciada en función
del total de artículos citables producidos por cada país o conjunto de países, desaparece cuando
el análisis se hace por áreas. Por ejemplo, si se analiza el área de Ciencias de los Materiales, de
alta relevancia para Estados Unidos y China, la competitividad de los países latinoamericanos cae
bruscamente como se muestra en el Cuadro Nº1. Algo similar ocurre en las áreas de Ingeniería y
Química, también muy relevantes para Estados Unidos y China.
Cuadro Nº 1: Comparación de la producción científica de América Latina y los países de referencia
(Reino Unido, India, Alemania y Japón) en el total y en áreas específicas del conocimiento. Publi-
caciones citables del año 2019
Fuente: (SCImago, 2020)
Análisis del patentamiento55
55 Este apartado fue presentado previamente en el artículo “Patentes en América Latina: ¿Cómo acortar la brecha con los países más adelantados?” En Informe CELAC-China Nº 6, Santiago, 2020, en imprenta
204
En un artículo publicado en el primer número del Informe CELAC-China, este autor analiza-
ba el proceso de revolución científico-tecnológica que ocurre actualmente y que promete cambiar
las formas de organización de la sociedad globalmente. Ese análisis concluía que “es en este
marco que aparece como vital el que los países que están quedando fuera del desarrollo científi-
co-tecnológico, reaccionen y busquen incorporarse al grupo pequeño de países que da forma al
futuro de la humanidad”.
Gráfico Nº 5: Evolución 1980-2018 de las solicitudes de patentes (Número), Principales países y
territorios
Fuente: Base de datos estadísticos de la OMPI. Última actualización: abril de 2020
205
Gráfico Nº 6: Representatividad del patentamiento (% sobre el total mundial). Cinco principales
países o territorios (eje izquierdo) versus América Latina (eje derecho)
Fuente: Base de datos estadísticos de la OMPI. Última actualización: abril de 2020
Si se analiza la evolución del patentamiento en el mundo, queda en absoluta evidencia la situ-
ación de los países de América Latina y El Caribe. El Gráfico Nº 5 muestra la evolución de las
solicitudes de patentes de los cinco principales países, y el Gráfico Nº 6 muestra el porcentaje
que las solicitudes de dichos países (los 5, línea continua) representan sobre el total mundial,
comparado con la representatividad de las solicitudes de patentes del conjunto de los países
latinoamericanos (línea punteada):
El Gráfico Nº5 da cuenta de la formidable irrupción de China, que el año 2011 sobrepasa a Esta-
dos Unidos y hoy más que duplica las solicitudes de patentamiento de dicha potencia mundial.
El Gráfico Nº6 evidencia la concentración de las solicitudes de patentes: Los cinco principales
países sobrepasan el 90% del total de solicitudes a nivel global. Para poder comparar dicha situ-
ación con la de América Latina se hace necesario generar un eje a escala distinta (eje derecho).
La representatividad de América Latina, que alcanzó su mayor valor en 1999 (3,67%), es hoy (año
2018) de solo 1,68%.
206
De esta forma, el análisis cuantitativo de las solicitudes de patentamiento confirma tanto
la concentración del desarrollo científico tecnológico en muy pocos países (los cinco analizados
representan en 2018 el 90,9%, y en 1985 representaban el 47,1%), como un retraso creciente de
los países de América Latina y El Caribe.
Cuando se analizan las cifras al interior de los países de América Latina y El Caribe, curio-
samente, se repite la situación de concentración que se ha analizado a nivel global.
De manera similar a lo ya analizado a nivel mundial, el Gráfico Nº7 muestra la trayectoria de
los cinco principales países latinoamericanos, medidos en solicitudes anuales de patentes, mien-
tras el Gráfico Nº8 evidencia la concentración de las solicitudes de patentes en América Latina y
El Caribe.
Gráfico Nº 7: Evolución 1980-2018 de las solicitudes de patentes (Número), países líderes de
A.L.C.
Fuente: Base de datos estadísticos de la OMPI. Última actualización: abril de 2020
207
Gráfico Nº8: Representatividad conjunta (% sobre el total de A.L.C.) de los cinco países líderes en
patentamiento de A.L.C.
Fuente: Base de datos estadísticos de la OMPI. Última actualización: abril de 2020
Puede verse que América Latina reproduce en su interior lo que sucede a nivel mundial.
Cinco países, Brasil, México. Argentina, Chile y Colombia, representan durante todo el período
1985-2018 entre el 85% y el 95% del total de solicitudes de patentes del continente latinoamer-
icano. Brasil es desde 1995 el principal solicitante de patentes, seguido por México y, bastante
atrás y muy juntos, Argentina, Chile y Colombia.
Sin embargo, y como se demostró en el Gráfico Nº6, la contribución latinoamericana es
muy pequeña y de importancia decreciente. La destacada trayectoria de Brasil en el período
1996-2013 se ha detenido y las cifras de 2018 muestran un retroceso de casi 20% en las cifras
anuales. La trayectoria de México muestra estancamiento desde el año 2008, Argentina evidencia
decadencia desde el año 2000, Chile está estancado desde 2008 y Colombia exhibe una recu-
peración lenta pero sostenida desde el año 2001
Cuando China inauguró en 1985 su sistema nacional de patentamiento, los cinco princi-
pales países latinoamericanos, medidos por patentes promedio solicitadas en el quinquenio in-
208
mediatamente anterior (1980-1984) y el quinquenio siguiente (1985-89), superaban en conjunto
al patentamiento de China, lo que cambia ya en el quinquenio 1995-99 como se muestra en el
Cuadro Nº2
Cuadro Nº2: Comparación entre China y principales países de A.L.
Fuente: Base de datos estadísticos de la OMPI. Última actualización: abril de 2020
Nota 1: En este período Venezuela deja fuera de los cinco primeros a Colombia, lo que se
revierte a partir del año 2010
Ciudades iluminadas por la Ciencia
Nature publica su Nature Index, que distingue a las ciudades del mundo en las cuales brilla la cien-
cia. “Según nuestra medida, las principales ciudades científicas son aquellas cuyas instituciones
publican colectivamente la mayor producción en las 82 revistas de alta calidad rastreadas por el
Nature Index56” (Armitage, C., 2020).
Es justo mencionar que Nature “agradece el apoyo financiero de la Comisión Municipal de Ciencia
y Tecnología de Beijing”, tal como es justo recalcar que se trata de mediciones objetivas efectua-
das por un medio de alto prestigio.
Este año se publicaron los resultados correspondientes a 2019. El Cuadro Nº3 muestra los
56 Seleccionadas por comités independientes de 58 investigadores líderes en ciencias naturales, a quienes se les pidió que nominaran las revistas en las que más les gustaría publicar su mejor trabajo. Sus deliberaciones fueron validadas por una encuesta a más de 6.000 científicos en todo el mundo (Armitage, C., 2020).
209
resultados de las cinco primeras ciudades, incluyendo resultados por área de las ciencias:
Cuadro Nº3: Publicaciones 2019 y posición en el ranking 2020 () de las cinco primeras ciudades
y las ciudades de A.L.C. Publicaciones Totales y por Área Científica.
Fuente: (Nature Index, 2020)
Para completar los diez primeros lugares, Estados Unidos agrega dos ciudades (Baltimore y Los Ánge-
les), China uno (Nanjing), y se suman París (Francia) y Tokio (Japón). El ranking incluye 200 ciudades,
y los tres países con mayor representación suman 105 ciudades (52,5%): Estados Unidos (55), China
(27) y Alemania (23). Estos tres países representan el 60% de las publicaciones totales. (Id.)
América Latina y El Caribe están representadas solamente por Sao Paulo, Brasil, que ocupa el
puesto 172. (Id.)
En Química (50 ciudades rankeadas), el top ten esta ocupado por seis ciudades de China, tres de
Estados Unidos y Tokio. (Id.)
En Ciencias de la vida (50 ciudades rankeadas), hay seis ciudades de Estados Unidos, dos del Reino
Unido y una de China y Francia. (Id.)
En Ciencias Físicas (50 ciudades rankeadas), hay cinco ciudades de Estados Unidos, dos de China,
una de Japón, Corea del Sur y Francia. (Id.)
Finalmente, en Ciencias de la Tierra y Ambientales (25 ciudades rankeadas), hay seis ciudades de
Estados Unidos, tres ciudades de China y una de Suiza. (Id.)
El Cuadro Nº 3 indica que Beijing ocupa el primer lugar en totales y en cada una de las disciplinas,
con la excepción de Ciencias de la Vida.
210
Recursos
El mundo dedicó en 2019 3,1 millones de millones dólares PPP a la inversión en Investi-
gación y Desarrollo, los que equivalen al 2,27% de la riqueza total generada en ese año. Un
equivalente a las jornadas completas de 9,2 millones de personas trabajó en dicha actividad.
El Cuadro Nº 4 muestra las cifras utilizadas para calcular los recursos dedicados a Investigación
y Desarrollo en los países y regiones de interés para este trabajo. Los datos se han ordenado en
función del Producto Geográfico Bruto del país/región.
Cuadro Nº4: Datos para la construcción del Cuadro Nº5
Fuentes: (Banco Mundial-1, 2020), (Banco Mundial-2, 2020), (Banco Mundial-3, 2020), (UNESCO-2, 2020)
Nota: Las dos primeras columnas tienen data informada para 2019, la tercera columna tiene data infor-
211
mada para 2017 (América Latina excepto Colombia) o 2018 (Colombia y los países no latinoamericanos.
La cuarta columna utiliza el último dato disponible, que corresponde a 2014 (Brasil), 2016 (México), y 2017
o 2018 (resto)
Con los valores agrupados en el Cuadro Nº4 se calcula el Cuadro Nº5, que indica los recursos
utilizados para el desarrollo de Investigación y Desarrollo para el año 2019, calculado asumiendo
que la última información disponible en algunas variables es la mejor información utilizable para
representar el año 2019.
Cuadro Nº5: Recursos (Inversión financiera y personal de investigación) en 2019
Fuente: Cuadro Nº4
Estos resultados explican parcialmente el por qué de las cifras de producción científico-tecnológica
212
que se han analizado en este trabajo. Brasil lidera América Latina y El Caribe porque su inversión
en I&D representa el 52,5% del total de la inversión de dicha región, y su personal dedicado a I&D
equivale al 56,2% del total de investigadores latinoamericanos y caribeños.
Estados Unidos y China lideran la producción mundial de ciencia y tecnología porque en conjunto rep-
resentan el 36,3% de la inversión mundial en I&D y tienen el 35,6% de los investigadores del mundo.
América Latina está rezagada porque su inversión en I&D representa solo el 2,5% de la inversión
mundial y sus investigadores representan solo el 3,6% del total de investigadores en el mundo.
Aparecen, sin embargo, algunas cifras curiosas. Japón supera a Alemania, India y Reino Unido,
tanto en inversión en I&D como en número de investigadores y, sin embargo, los tres países lo
superan en producción científica.
India muestra cifras comparables a las de América Latina y El Caribe (invierte al año MUS$ Intl.
62.474 vs. MUS$ Intl. 77.459 de ALC; y tiene 345.2999 investigadores vs 333.165 de ALC); tiene
niveles de producción científica similares a los de ALC (ver Gráfico Nº4). Sin embargo, India tiene
4 ciudades entre las 200 ciudades más destacadas del Nature Index, vs. una ciudad latinoamer-
icana, su producción en Ciencias de los Materiales más que cuadruplica a la de Brasil, lo que se
repite en Ingeniería (casi sextuplica a Brasil) y en Química (casi triplica a Brasil).
El análisis desde esta mirada macro encuentra una explicación en que la estructura de la ciencia
hindú es similar a la de los países más desarrollados, mientras la ciencia latinoamericana tiene
prioridades diferentes, como ya se analizó.
Puede postularse además la hipótesis de una gran falta de coordinación en el trabajo de la ciencia
latinoamericana, en comparación con la coordinación probablemente existente en India.
Conclusiones sobre el posicionamiento de la ciencia de ALC y comparación con África
La producción científica de América Latina es extraordinariamente limitada. El patentamiento en
América Latina es aun más bajo y continúa decayendo. Aun más, América Latina acentúa la cien-
cia que no privilegian los países que ostentan el liderazgo en producción científica, por lo que su
posición en las ciencias que contribuyen al desarrollo tecnológico (y favorecen el patentamiento),
es aún menor.
Esto podría aparecer como un ejemplo más del disminuido desarrollo latinoamericano, pero cuan-
do ocurre en un mundo que vive una verdadera revolución científico-tecnológica, un proceso que
está cambiando la propia organización de la sociedad y, sobretodo, la relación entre los seres
humanos y la producción de bienes, la situación adquiere dimensiones catastróficas.
El continente latinoamericano no participa en la construcción de un mundo nuevo, situación que
amenaza con convertirlo en un continente rezagado, mucho más rezagado que lo que ha vivido
en los dos siglos pasados, a partir de la Primera Revolución Industrial.
213
Cualquier comparación con el resto del mundo resulta desfavorable para América Latina. Por
ejemplo, si se compara con India, país con un ingreso per capita PPP de US$7.034,2 (2019)57,
muy inferior al ingreso medio per capita PPP de América Latina y El Caribe, de US$16,797,4
(2019) (Banco Mundial-4, 2020), puede verse que si bien la producción científica de ambos acto-
res es relativamente similar, en las ciencias físicas o duras India supera con claridad a ALC, como
ya se vio para Ciencia de los Materiales, Química e Ingeniería, y que se podría extender a otras
comparaciones como Ciencias de la Computación (India produce cinco veces más que Brasil),
Ciencia de las Decisiones (tres veces más), Energía (3 veces más), Física y Astronomía (3,5 veces
más), Matemáticas (2,5 veces más). La comparación solo se invierte levemente en Neurociencias,
donde Brasil supera en un 20% a India (SCImago, 2020).
El análisis de la posición de África en el desarrollo científico y tecnológico puede iniciarse citando:
África no puede permitirse quedarse atrás en las nuevas revoluciones científicas y tecnológicas
como hizo durante las revoluciones industriales anteriores. La ciencia y la tecnología no
avanzarán sin una inversión masiva en las universidades y en otras infraestructuras de
investigación africanas. El continente africano se beneficiaría también de la movilización
de su diáspora científica, de la explotación de sus ventajas comparativas en materia de
biodiversidad, del aprovechamiento de las posibilidades de avance que le ofrecen las
nuevas tecnologías de la información y de la colaboración con países en vías de desarrollo,
como China, que han realizado avances científicos y tecnológicos. (Tiyambe, Z., 2008)
Este autor cita a Federico Mayor58: “la ciencia es demasiado importante como para dejarla a mer-
ced de los mercados”, y luego agrega que “el apoyo público a la ciencia es crucial, dada la rápida
expansión de la ciencia patentada, que se extiende conforme las empresas privadas con ánimo
de lucro acaparan una mayor cuota de la investigación científica”.
Para Tiyambe59, “Si África va a convertirse en un importante productor científico, es imprescindible
que aumente en gran medida la inversión en ciencia básica o fundamental, dado que no hay pro-
ductos tecnológicos (ciencia aplicada) sin ciencia básica. Desde la Revolución Industrial del siglo
XIX, el vínculo entre la ciencia y la tecnología se ha estrechado cada vez más”, e insiste en que
“además de ponerse al nivel de las antiguas fronteras de la ciencia y la tecnología, África debe
implicarse activamente en las revoluciones científicas emergentes de nuestra época” (Id: p. 203).
El compromiso de los países africanos es alcanzar una inversión anual en ciencia y tecnología de
al menos un 1% en 2025. La inmensidad del compromiso se evidencia si se considera que el PGB
per cápita del África Subsahariana en 2019 es de US$ PPP 3.919,2 más de 6 veces inferior al de
Chile (US$ PPP 25.155 en 2019) (Banco Mundial-4, 2020). Chile no llega aun al 0,4% del PGB 57 Dólares Internacionales corrientes58 Director General de UNESCO 1987-199959 Paul Tiyambe Zeleza (actual Zimbabue, 1955), autor de In Search of Modernity: Science and Technolo-gy in Africa 2003, Science and Technology in Africa 2003, The Transformation of Global Higher Education 2016 (World Who’s Who, 2020).
214
para ciencia y tecnología mientras África aspira a alcanzar el 1%.
La ciencia y tecnología ha estado en el corazón del pensamiento africano desde el inicio de su era
contemporánea, nacida a partir del período indepentista del siglo XX. Así, en la reunión fundacion-
al de la Unión Africana en 1963, Kwame Nkrumah60 dijo que “ está dentro de las posibilidades de
la ciencia y la tecnología hacer que incluso el Sahara florezca en un vasto campo con vegetación
verde para la agricultura y el desarrollo industrial” (AU, 2014). Ese año se dio inicio al programa
STISA61 con metas al año 2024.
STISA “coloca a la ciencia, la tecnología y la innovación en el epicentro del crecimiento y desar-
rollo socioeconómico de África y enfatiza el impacto que las ciencias pueden tener en sectores
críticos como agricultura, energía, medio ambiente, salud, desarrollo de infraestructura, minería,
seguridad y agua, entre otros” (AU, 2014). STISA forma parte de un aun más ambicioso proyecto
a 50 años llamado África 2063, cuyo objetivo es “transformar a África en la potencia mundial del
año 2063” (AU, 2020).
La misión de STISA-2024 es muy concreta: “Acelerar la transición de África a una economía centra-
da en la innovación y basada en el conocimiento” (Au, 2014). Se plantea “Se anima a cada Estado
miembro a tomar acciones concretas para asignar al menos el 1% del PIB a I + D para garantizar
que África maximiza su propiedad y la responsabilidad por su propio camino de desarrollo” (Id: 41).
África cuenta con un Observatorio Africano de Ciencia, Tecnología e Innovación, que funciona
en Guinea Ecuatorial bajo la dirección de la Unión Africana. Se trata de un centro de creación
de programas de ciencia y tecnología, que al mismo tiempo contribuye en el desarrollo de los
distintos sectores económicos.
La mirada de África se entiende mejor con la siguiente cita de Nagia Essayed62: “esta es una gran
oportunidad para cambiar el aspecto de África … Puede que los recursos sean escasos, pero si
no los invertimos en la potenciación de la capacidad científica, va a ser difícil que podamos in-
fundir confianza” (Comisión Europea, 2006).
Así, aunque en América Latina duela, la región resulta perdedora en la comparación con África. No
existe en América Latina un Observatorio Latinoamericano de Ciencia, Tecnología e Innovación,
no existe un plan continental como STISA, no hay mirada alguna para América Latina 2063 (o
en cualquier otro año del futuro). Aun más, no existe algo similar a la Unión Africana, que pudiere
materializar lo anterior.
Por ello es posible afirmar que América Latina se arriesga a ser el gran perdedor de la revolución
científico-tecnológica en curso. Si aun no está clara la imposibilidad de comprender la situación
que muestran muchas autoridades latinoamericanas, es conveniente citar al presidente de Chile 60 Presidente de Ghana 1951-196661 STISA (Science, Technology and Innovation Strategy for Africa) Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación para África.62 Comisaria de Recursos Humanos, Ciencia y Tecnología de la Unión Africana
215
Sebastián Piñera en su anuncio de una nueva red satelital: “con este nuevo Sistema Nacional
Satelital, Chile da un gran salto adelante en su incorporación al mundo del espacio, la cuarta rev-
olución industrial, el mundo digital y la sociedad del conocimiento y la información, en beneficio
del bienestar y calidad de vida de todos los chilenos” (Gobierno de Chile, 2020). El mismo sistema
había sido anunciado hace más de un año por el Ministro de Defensa, “Se calcula que en un plazo
de dos a tres años, Chile tendrá su sistema satelital muy avanzado o íntegramente desarrollado’,
dice el ministro de Defensa Alberto Espina” (Rey, P., 2019). En América Latina se pretende obtener
los mismos resultados que la Unión Africana con una pequeña inversión.
Conclusiones sobre el posicionamiento de la ciencia de la República Popular China
El sistema global de ciencia y tecnología aparece claramente dominado por la República Popular
China y los Estados Unidos, sin que este análisis pueda detectar un predominio de uno por sobre
el otro. Las Relaciones Internacionales nos muestran que el desarrollo de ciencia y tecnología se
ha transformado en una campo estratégico de competencia entre ambos líderes globales.
3 ¿Cómo puede América Latina superar su rezago científico-tecnológico?
¿Qué pasaría si América Latina fuera capaz de concordar una vía para la resolución conjunta de
sus problemas comunes?
Esta vía no requiere necesariamente la creación de una Unión Latinoamericana utilizando como
modelo la Unión Europea, aunque para América Latina sería más glamorosa la utilización de un
modelo europeo.
La Unión Europea se financia mediante contribuciones de sus miembros (mismo porcentaje del PGB
con algunas excepciones) y con ingresos aduaneros (de los cuales los países recolectores retienen
un 25% y entregan el 75% restante). Su presupuesto es conocido y analizable con certidumbre.
La Unión Africana se financia con contribuciones de sus miembros (menos del 50% del pre-
supuesto) más el aporte de donantes. De acuerdo a ECDPM63, “no está claro cuántos fondos
proporcionan los donantes: una cantidad sustancial pero desconocida de ayuda simplemente
no se incluye en el presupuesto de la UA. O como lo resumió un entrevistado: “nadie conoce el
presupuesto real de la UA” (Pharatlhatlhe, K. y Vanheukelom, J., 2019).
Por cierto, la creación de la Unión Latinoamérica (ULA) excede con creces el ámbito de este pa-
per, pero el breve análisis sirve como base para estudios futuros.
La realidad es que la ULA ha sido el sueño roto de muchos pensadores latinoamericanos durante
los últimos doscientos años. Pero ciertamente es el camino en el cual debemos perseverar.63 ECDPM es un centro de pensamiento independiente líder, que quiere que las políticas en Europa y África funcionen para un desarrollo inclusivo y sostenible.
216
Entonces, ¿cómo avanzar para dar luces positivas al futuro de América Latina?
Aquí surge un argumento adicional: Si América Latina avanzara concretamente hacia su inte-
gración, ¿bastaría ello para superar el enorme rezago que ostenta en ciencia y tecnología? La
respuesta es probablemente negativa, puesto que la revolución científico-tecnológica parece
acelerarse continuamente, de tal manera que, por sí solos, los países latinoamericanos aspirarían
solamente a no aumentar su rezago.
Entonces, ¿qué se necesita? Se postula una asociación estratégica con una potencia avanzada.
El postulado permitiría invertir el argumento, dejar de pensar que la ULA permitiría luchar exi-
tosamente con el rezago científico-tecnológico, para postular que una reversión de dicho rezago
facilitaría un proceso de unidad latinoamericana.
Así, el problema de hoy sería quienes, con quién y cómo.
Las respuestas que se proponen para dicha solución son las siguientes:
Quienes: Los países latinoamericanos que estén más cerca de reconocer el problema que los afecta.
Con quién: El candidato más obvio parece ser la República Popular China, pues ha planteado su dis-
posición para una Asociación Estratégica Integral con América Latina y también ha puesto la coop-
eración científico-tecnológica como una de las vigas deseadas para la construcción de dicha asociación.
Cómo: A través de un acuerdo abierto, que involucre a China y los países latinoamericanos que estén
dispuestos a realizar en un plazo a definir las adecuaciones que se estimen necesarias para el éxito
de la asociación. Los demás países latinoamericanos podrán incorporarse a medida que alcanzan un
consenso interno sobre el cumplimiento de las exigencias iniciales.
El tema queda abierto, los académicos latinoamericanos tienen mucho que hacer y decir. Loa académi-
cos chinos también.
La política exterior de China debe descubrir que la cooperación real y am-
biciosa en ciencia y tecnología es la mejor herramienta para el acercamien-
to de largo plazo con América Latina, África y tantos otros países rezagados.
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China-Latin America Science and Technology Cooperation in the Post-Epi-demic Era. Chen Cai
Currently, the background of China’s cooperation with Latin America and the Caribbean is based
on the “Belt and Road Initiative” (BRI). In addition to bilateral relations with each Latin American
and Caribbean country, there is also a regional comprehensive win-win cooperation forum, the
China-Latin America Forum. Since 2013, cooperation in science, technology, and innovation has
also become an important driving force for the “Belt and Road” initiative, known as “Science BRI”.
The initiative includes technical cooperation in areas such as artificial intelligence, nanotechnology,
quantum computing, and smart cities, as well as environmental technology. Currently, China and
Latin America are engaged in science and technology and innovation cooperation in seven main
areas: renewable energy, information technology, and digital infrastructure, advanced manufactur-
ing, biomedicine and biotechnology, nuclear energy, aerospace, and agriculture.
Covid-19 has suppressed Chinese investment activities overseas. According to Mededmarket
data, in 2019, China’s overseas M&A transactions in Latin America reached 18, valued at 8.9 bil-
lion U.S. dollars, but as of the first three months of 2020, the total amount of M&A transactions in
the three transactions only reached 163 million U.S. dollars. The United States used the epidemic
to stigmatize China, and at the same time advocated de-Chineseization as a destination to de-glo-
balize, and lobbied Latin American countries with suppression of 5G as the core. China-Latin
America scientific and technological cooperation is facing greater challenges.
At present, a new round of technological revolution and industrial transformation is reshaping the
world economic structure and competitive landscape. In the context of the in-depth development
of globalization, informatization, and networking, the openness and mobility of innovative elements
have increased significantly, the boundary between scientific and technological research and in-
dustrialization has become increasingly blurred, and the globalization and diffusion of science and
technology have accelerated, and the world economy has become one It has become an interna-
tional consensus to use science and technology to promote economic and social development in
a closely connected whole. The in-depth adjustment of the world economy and innovation pattern
requires China to vigorously promote cooperation in scientific and technological innovation in the
construction of the “Belt and Road”. Promoting the “Belt and Road” technological innovation co-
operation is a major requirement for the construction of a community of shared future for China
and Latin America.
I. Current China-Latin America economic relations
Total China-Latin America trade increased from $17 billion in 2002 to nearly $315 billion in 2019.
This makes China the second-largest trading partner in Latin America and the Caribbean, and
Latin America and the Caribbean the fourth largest trading partner for China. In 2015, President Xi
220
Jinping set the goal of raising the total China-Latin America trade to $500 billion within 10 years.
In 2019, China will import nearly $165 billion from Latin America and the Caribbean, accounting
for nearly 7.9 percent of China’s overall imports. In 2018, China will export $151 billion to Latin
America, accounting for 6 percent of China’s total exports. China has become the largest trading
partner of Brazil, Chile, Peru, and Uruguay. Since 2005, China has invested $150 billion in Latin
America, more than the combined loans of the World Bank, the Inter-American Development
Bank (IDB), and the Latin American Development Bank (LADB). Latin American countries have
benefited in a variety of ways from their growing trade with China. Strong Chinese demand for raw
materials has pushed up their prices, improving the terms of trade for net commodity exporters.
The surge in exports to China has mitigated the impact of lower demand in the region’s tradition-
al markets, such as the US and the EU, on the region’s exports, especially after the 2008 global
financial crisis. Growing imports of manufactured goods from China have helped curb inflationary
pressures and expand access to consumer goods for the most vulnerable. Imports of intermedi-
ate and capital goods from China have broadened the range of suppliers for firms in the region,
making them more competitive. Traditionally, Chinese companies have focused their investments
on Latin America’s extractive industries. From 2003 to 2012, extractive industries accounted for
more than 60 percent of China’s total outward FDI but fell to 37 percent in the following four years
(2013-2016). From 2003 to 2012, investment in China’s services sector accounted for 21% of
Chinese FDI. Sectors such as information technology, finance, and transportation account for the
vast majority of service sector investment. Over the past few years, Chinese companies such as
Huawei, ZTE, HNA, and Bank of Communications have made major investments in Latin America.
This also reflects changes in China’s domestic economy, as the country is shifting to services such
as healthcare, culture, and business services, and is becoming less dependent on manufacturing.
2. Current Situation of China-Latin America Science and Technology Cooperation
In April 2001, President Jiang Zemin, during his visit to six Latin American countries, pointed out
that China-Latin America relations should place “the development of scientific and technological
cooperation in an important position”. China regards scientific and technological cooperation not
only as an important means of promoting China-Latin America relations but also as an important
element of South-South cooperation. For Latin American countries, development is not only lim-
ited to trade and investment, but the importance of S&T cooperation and exchange is becoming
increasingly important. Brazil has made S&T cooperation one of the three pillars of the China-Brazil
strategic partnership, and in May 2009, President Lula said during a visit to China: “The Brazil-Chi-
na strategic partnership has three main pillars: trade relations, S&T cooperation and a coordinating
role in international affairs.” Since 2013, cooperation in science, technology and innovation has
also been a key driver of the Belt and Road Initiative, known as the Science BRI. The initiative
includes technological cooperation in areas such as artificial intelligence, nanotechnology, quan-
tum computing, and smart cities, as well as environmental technologies. Under the promotion of
221
China and Latin America, China-Latin America S&T cooperation has made great strides, with the
cooperation mechanism becoming more and more perfect, the level of cooperation improved,
the cooperation model innovative, the cooperation fields expanding, the number of cooperation
projects increasing, and the proportion of high and new technologies in China-Latin America S&T
cooperation increasing and becoming more important. At present, China and Latin America are
cooperating in science, technology, and innovation in seven main areas: renewable energy, infor-
mation technology, and digital infrastructure, advanced manufacturing, biomedicine and biotech-
nology, nuclear energy, aerospace, and agriculture.
3. Current Challenges to China-Latin America Science and Technology Cooperation
(1) China’s trap of control arguments is not conducive to China-Latin America’s scientific and tech-
nological cooperation.
Some current Latin American politicians are pursuing preferential relations with the United States,
following Trump’s foreign policy and worrying that China-Latin America science and technology
cooperation is dominated and controlled by the Chinese side, which in turn worries that the entire
economy is becoming overly dependent on China. Such concerns first manifested themselves in
trade cooperation in the areas of land, resources, and energy, and have recently become more
prominent in the area of science and technology cooperation.
(2) Covid-19 inhibits China-Latin America S&T cooperation.
Covide-19 has now curbed Chinese investment activity abroad. According to Mergermarket
(Forbes), there were 18 Chinese M&A deals abroad in Latin America worth $8.9 billion in 2019,
but as of the first three months of 2020, three deals totaled just $163 million. China-Latin America
technology cooperation is inevitably affected. However, the impact of such external factors will
disappear with the externality.
(3) U.S. Crackdown on China-Latin America Science and Technology Cooperation
U.S. officials under the George W. Bush and Obama administrations, while recognizing concerns
about China’s influence, generally viewed China’s participation as a positive contribution to eco-
nomic growth in the region. The United States claims that the primary goal of its policy is for
China to contribute to the region’s economy transparently, complying with international rules and
adhering to local or international labor and environmental standards. The Trump administration
has been more skeptical of China’s involvement in Latin America. The 2017 U.S. Security Strategy
noted that “China seeks to pull the region into orbit through state-led investments and loans” and
expressed concern about China’s support for “Venezuelan dictatorship”. “When China appears in
Latin America, it often injects corrosive capital into the economic bloodstream, resurrects corrup-
tion, and erodes good governance “, said the U.S. Secretary of State Mike Pompeo in a speech
222
on April 12, 2019, during a visit to Latin America. The U.S. is openly smearing China, politicizing
science and technology issues, and openly pressuring Latin American countries to cooperate in
the 5G sector, which has borne the brunt of the problem.
4. Suggestions for Science and Technology Cooperation between China and Latin Amer-ica in the New Era
At present, a new round of scientific and technological revolution and industrial transformation is re-
shaping the structure of the world economy and the pattern of competition. Against the backdrop of
globalization, informatization, and networking, the openness and mobility of innovation factors have
significantly increased, the boundaries between scientific and technological research and industrial-
ization have become increasingly blurred, science and technology have accelerated in popularity and
proliferation around the world, the world economy has become a closely linked whole, and the use of
science and technology to promote economic and social development has become an international
consensus. The profound adjustment of the world economy and innovation pattern requires China
to vigorously promote cooperation in science and technology innovation in the construction of the
“Belt and Road”. At the same time, the implementation of an innovation-driven development strate-
gy to promote economic and social transformation and upgrading has become an inevitable choice
for China’s development. To solve the economic development problems faced by China, there is
an urgent need to upgrade the technology level of the industry. Promoting cooperation in science,
technology, and innovation in the context of the “Belt and Road” project is a major requirement for
building a community of destiny for China and Latin America.
(1) Deepening the institutionalization of the China-Latin America Science, Technology and Innova-
tion Forum and strengthening policy communication.
Improving policy communication between China and Latin America requires a focus on strength-
ening the interface at four levels, namely development strategy, development planning, mecha-
nisms and platforms, and specific projects, the most important of which is the interface between
development strategy and development planning. In the process of improving the existing bilateral
dialogue mechanism, it is necessary to emphasize the importance of top-level design, but also
to maximize the role of think tanks, enterprises, and NGOs; to advocate the flexibility of dialogue
methods, but also to seek to achieve a higher level of institutionalization, and to pay attention to
both the form and content of the dialogue as well as the implementation of the dialogue results.
The China-Latin America Science, Technology, and Innovation Forum is an important sub-forum
in specialized fields under the framework of the China-LAC Forum (CELAC Forum), which is the
highest-level forum in the field of science, technology, and innovation established by China for the
Latin American region. Enhancing cooperation in STI involves industry, universities, and research
institutions to jointly address challenges. Therefore, it is proposed to hold regular joint meetings of
senior officials in China and Latin America on a rotating basis, with the participation of China and
223
CELAC member countries, to monitor the progress of implementation and agree on future actions.
Extend the scope of the multilateral dialogue mechanism in China-Latin America policy commu-
nication to the UN Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) and the
Inter-American Development Bank (IDB). These two multilateral institutions have a significant im-
pact on the economic development policies of Latin American countries, both at the policy level
and at the financial level. Therefore, involving them in China-Latin America policy communication
is of great benefit to improve China-Latin America’s multilateral dialogue mechanism for China-Lat-
in America science and technology cooperation. Mutually beneficial and win-win results can be
achieved in areas such as human resources, skills, technology, research infrastructure, innovation
financing, R&D, entrepreneurship, and innovation frameworks.
(2) China-Latin America Science and Technology Cooperation Focuses on Key Areas
To inherit and deepen China-Latin America S&T cooperation, the S&T development strategies of
China and Latin America should be constantly updated, improved, and upgraded. It is necessary
to strengthen exchanges through the highest-level S&T innovation forum mechanism, enhance
mutual understanding and trust, and on this basis, jointly plan future-oriented action plans, trans-
late these plans into practical actions, and achieve tangible and significant cooperation results.
Renewable energy, information technology, and digital infrastructure, advanced manufacturing,
medical and life sciences, nuclear energy, aviation and space, and agriculture should be the fo-
cus of China-Latin America scientific and technological cooperation. Under the framework of the
China-Latin America Forum, China will further forge a closer China-Latin America community of
destiny and promote China-Latin America science and technology cooperation to a new level.
(3) Strengthening harmonious coexistence with the development models and cultures of Latin
American countries.
Latin America sees China as a major buyer of commodities, a source of infrastructure investment
and financing, and a major partner for technical cooperation. Latin American countries need to
learn more about China’s science and technology, and China should also be aware of the region’s
growing economic and labor sophistication. At the same time, China also needs to learn more
about the cultures of Latin America and the Caribbean. Concerning differences in political sys-
tems, China’s official position is that “various social systems and modes of development should
coexist in harmony”, and therefore “China is committed to developing friendly relations and co-
operation with all countries based on sincerity, friendship, equality, mutual respect, and common
development”.
(4) Strengthening talent exchange and cooperation with think tanks
China-Latin America S&T cooperation should eventually be completed in the exchange and coop-
eration between Chinese and Latin American S&T workers. It is necessary to increase the training
of S&T talents and the attraction and training of Latin American S&T elites, such as introducing
224
top S&T talents from Latin America and setting up a special project for Latin American talents;
cultivating young S&T talents from Latin America, and setting up a special fund for Latin American
S&T talents, to expand the scale of high-level S&T talents coming to China. At the same time, to
promote the two-way flow of scientific and technological talents between China and Latin Amer-
ica, China and Latin America can establish an international talent cooperation mechanism similar
to the IMF and WTO, carry out extensive multi-bilateral cooperative research, strengthen the joint
training of young talents, especially the exchange of young scientists, and continuously deepen
the project cooperation between China and Latin America scientific and technological workers,
to promote the greater development of scientific and technological talents between China and
Latin America. In his congratulatory letter to the inaugural meeting of the Belt and Road Interna-
tional Think Tank Cooperation Committee, President Xi Jinping stressed that think tanks are an
important force in building the Belt and Road together. Many think tanks in Latin America are the
“brain clubs” of their political elites and exert an important influence on the political processes of
Latin American countries. Many think tanks maintain close ties with the government and actively
participate in political decision-making. The government also attaches great importance to the role
of think tanks in analyzing the situation, studying countermeasures, monitoring policy implementa-
tion, and evaluating policy effects. Especially in recent years, Latin American countries have been
paying more attention to improving people’s livelihoods, and think tanks have played an active
role in assisting governments in formulating and implementing social policies. Exchanges and co-
operation between think tanks can help deepen mutual trust, build consensus, and promote the
building of the Belt and Road to a higher level. In the course of development, both China and Latin
America are facing issues such as environmental protection and new energy development. While
deepening economic and trade cooperation, China and Latin America should also strengthen ex-
changes and cooperation in areas such as science and technology. This will give us more security,
and will also benefit our trade and economic relations. Innovation and technological development
are becoming increasingly indispensable. As a major economy, China’s innovation-driven develop-
ment model is bringing more opportunities to the world.
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226
Intercultural Communication challenges in the Post-Pandemic Era: Latin America-China dialogues, actors and platforms.
Rosa Isabel Basaure Cabero
The main effort of Latin America and The Caribbean (LAC) related to China’s dialogue through
these decades has been promoting cooperation networks prioritizing the trade of raw materi-
als and manufactured products. Nevertheless, once these networks were built and these actors
started to configure new cooperation paths, the focus opened into new interregional trade areas,
development of knowledge, transfer cooperation, and several other interests within this diverse
community.
Due to COVID -19 pandemic, the dialogue must face significant changes in common understand-
ing spaces, such as the ones presented in this Forum and which consider culture, technology,
public policies, and economic issues.
However, an aspect that dramatically changed due to the pandemic and encompasses all the
others is communication under these new circumstances, regarding the means and ways of trans-
fer information where people cannot travel, and the internet has been the only way to interrelate.
Therefore, finding new alternatives to improve communication has become a critical factor in co-
operation, considering that we must face a significant change regarding interaction within the
international scenario due to the pandemic.
Several platforms and communication alternatives have been crucial after the rise of the virus, but
platforms are useless without people capable of translating and interpreting ideas. For example, Chi-
na has had an essential role in the world by donating medical equipment and transferring its valuable
scientific experience on the fight against the virus. Nevertheless, because of the lack of LAC pro-
fessionals capable of translating from Chinese to other languages, this transfer was done not in the
actors’ languages but mainly in a third one: English, which questions if there a total comprehension
of these new developments or if there is a lack of information due to language barriers.
Which are the competencies that people translating and interpreting for Chinese and LAC officials,
policymakers, journalists, medical teams, researchers, and other essential workers need under
COVID 19 context? ; How can China and LAC countries can improve communication cooperation
considering the needs of a post-pandemic world regarding full and equal access to the information?
The pandemic scenario made Latin American officials abruptly faced the importance of this issue
for international activity continuity. In this sense, to improve bilateral initiatives, it will be crucial to
consider linguistic, technology development, and human capital preparedness cooperation as
part of the education, technology, and cooperation agendas, particularly concerning the future of
international relations in a post-pandemic world based on virtual communication.
227
Methodologically, this paper explores the concept of translation competence regarding the differ-
ent aspects needed for human capital training specialized in translation and cross-cultural com-
munication. Afterward, the research presents the main aspects of improving Chinese-Spanish
cross-cultural communication human resources based on the Chinese- Chile experience and con-
sidering the current and future situation. Finally, the conclusions propose interregional collabora-
tion on this topic, based on Chile and China’s intercultural communication needs and framework
within a post-pandemic context.
Translation competences, human resources
Within the framework of the economic, political, and social relations among the different actors of
the International System, globalization and technology affect cross-cultural communication. They
pose new challenges for professionals, organizations, higher education programs, and the States
that establish guidelines for this area. Thus, competences development for professionals devoted
to the discipline should have specific considerations.
To understand the concept of competence applied to intercultural communication - also called
translation competence - it is necessary to consider the translation process particular characteris-
tics required for professional training.
The literature proposes various models to explain this concept. For example, Bachman (1995)
considers the need to develop knowledge of a language (linguistic competence), competence in
the resolution of communicative conflicts (strategic competence) as well as awareness of the neu-
rological and psychological processes involved in the performance of language within a given con-
text, reinforcing the concept of communicative competence and addressing both the sub-com-
petencies related to the functions of language and the appropriateness of it to the context and
therefore to specialization.
Coincidentally, the PACTE research group from Universidad Autónoma de Barcelona presents the
fundamental competencies within the translation process, considering the communicative com-
petence that implies skills necessary for linguistic communication, such as understanding in the
source language and production in the target language; extra-linguistic competence is understood
as the knowledge of the organization of the world. Transference competence has to do with the
process of elaborating the final text, which implies a process of understanding the context; psy-
cho-physiological competence consists of the application of the cognitive resources possessed
by translators; instrumental competence comprises the skills required at the professional level; and
finally, strategic competence, which takes into account the procedures used to solve the problems
involved in translation (PACTE, 2001).
The research developed by the PACTE group is complemented by other authors trying to explain
228
the skills required to achieve the knowledge and aptitudes inherent to translation work, consider-
ing that we are not only referring to learning a second language but also to other aspects that will
allow achieving quality, precision and transparency in the final product and the service provided.
Kelly refers to translation competence or macro-competence, defined as “the set of capacities,
skills, knowledge and even attitudes that professional translators have and that are involved in
translation as an expert activity” (2002), that is, the qualities and skills that must be considered
in the training and practice of human capital, including the development of seven sub-compe-
tencies: strategic, communicative and textual, cultural, thematic, instrumental, interpersonal and
psycho-physiological, which are interrelated and hierarchical and can be considered individually or
in terms of team members’ responsibilities:
The analysis establishes that 1) the strategic sub-competence is related to the ability to plan,
make decisions, and solve problems in the work process; 2) the communicative sub-competence
refers to the understanding and text development in both working languages; 3) the transference
sub-competence refers to the skills involved in the actual process of transferring a text from one
language to another; 4) the psycho-physiological sub-competence corresponds to the ability to
apply the individuals physical and psychological resources to accomplish the goal; 5) the instru-
mental sub-competence corresponds to knowledge and skills related to the translating activity; 6)
the cultural sub-competence corresponds to the knowledge related to culture both in the original
and the target language; 7) the thematic sub-competence considers specific knowledge of the
subjects covered by the translated discourse; 8) and finally, the interpersonal sub-competence
responds to the ability to relate not only to a team but also to customers.
Therefore, Kelly incorporates to the competencies mentioned above presented by PACTE an inter-
personal competence (which includes teamwork, tolerance, and empathy in the relationship with
the customer), and cultural competence, involving knowledge of a given cultural group within a
specific social context.
Accordingly, when faced with translation competence models, Daniel Márquez (2011) also rais-
es the need to develop communication and planning skills related to professional flexibility when
adapting to new work teams, clients, contexts, or contract terms, which differentiates this model
from traditional translation competence models.
Another critical issue is translators’ flexibility to sustain professional preparation when facing the
different alternatives that may arise in a particular market (Diéguez Morales, Lazo Rodríguez, &
Quezada Gaponov, 2014). This fact confirms the idea that the development of linguistic and trans-
lating competencies is essential. However, when developing and redesigning translation curricula
to build capacities, skills, and knowledge, other aspects will allow professionals to face the condi-
tions of a globalized and ultra-connected market.
Therefore, translation competence and sub-competencies should aim to develop skills within the
229
working languages and the translation process, but also other skills that depend on the context
within a market with global characteristics.
In summary, translation competence will correspond to a set of skills that allow translation profes-
sionals to develop their work efficiently in a global market with specific needs and characteristics
in the handling of source and target languages, as well as in cultural knowledge and management.
So, there is a need to align curricula in the field of translation, public policy, and cultural coopera-
tion with the needs of such activity in a given market, prioritizing the need for training, specializa-
tion, and cooperation investment in three specific dimensions: communicative sub-competency,
considering linguistic training both in source and target languages; the extra-linguistic sub-com-
petency, that is, the knowledge of the cultures reflected by the working languages as well as the
specialization in specific subjects according to the requirements of the customers in a globalized
market; and finally the instrumental sub-competency, related to the use of professional tools and
technology, project management and entrepreneurship thinking about translation professionals
interacting both with specialists and with colleagues and public and private customers through the
use of technology in the global market.
Chinese cross-cultural communication initiatives
The Chinese experience is valuable in this field regarding the experience of translation as means of
being an important cultural and political tool, not only today, but translation has a 3000-year long
history in China (Li, 1983) by being instrumental in the development of the Chinese national culture,
introducing western learning and promoting Chinese relations abroad. The dialogue’s focus is to
create synergy among universities, the State, and a broad field of cross-cultural communication
research and professional organizations, including not only foreign languages but minority lan-
guage translation policies (Shuang, 2017).
The work of the China Academy of Translation, established in Beijing in July 2014 – is now con-
sidered China’s institution for the research and development of translation, and it is affiliated with
China International Publishing Group (CIPG).
The academy aims to facilitate cross-cultural understanding between China and the rest of the
world by researching translation and cross-cultural communication with a focus on translating
works on Chinese culture into other languages, organizing national-level translation projects, pro-
moting international exchange, develop “China Keywords,” as a multilingual platform that offers
an expert interpretation of the latest critical concepts in Chinese governance and society, provides
translations of a selection of important Party and government documents for interested foreign
readers and reports on the translation industry in China, and also provides educational opportuni-
ties for translators of the Chinese language both in China and abroad (CATL, 2020)
230
Besides, the academy works with several organizations in translation and cross-cultural commu-
nication, and in China, it works closely with renowned translators, researchers, educators, and the
Translators Association of China (TAC).
This association was founded as part of the National Economic Reform and worked as an aca-
demic and professional institution, promoting the dialogue among professional translators, higher
education programs that teach the discipline, and the State. Its main goal is to establish guidelines
for this area considering the need for professional and academic management for the training in
specific skills that graduates of higher education institutions must have, and their role in today’s
global market, particularly in the framework of China international relations.
Among its activities, it hosts national and local meetings, publishes an academic journal, and reg-
ulates the domestic translation service market through its Translation Service Committee, which
was set up in 2003 to promote ethical practices in response to the rapid growth of the translation
industry in China. It was part of the development of the China Accreditation Test for Translators
and Interpreters (CATTI), which works according to uniform standards and in compliance with the
national system of professional qualification certificates. It is designed to assess Chinese, Japa-
nese, French, Arabic, Russian, German, or Spanish translators to assess Chinese proficiency and
competence in English.
Its main goal was to “meet the needs of China’s economic development, to upgrade the quality of
foreign language translation professionals, to scientifically, objectively, and impartially evaluate the
level and capabilities of professional translators and interpreters and to regulate the market to align
it with international standards and serve to feed the urgent needs of the country’s Belt and Road
Initiative (BRI).” (CATTI, 2020).
Current China-Chile cross-cultural communication relations
As mentioned, China has been aware of the importance of language and translation services for
cooperation and international relations, promoting Chinese language learning through several ini-
tiatives abroad and preparing qualified professionals to assure their presence in bilateral initiatives.
However, for LAC countries, this has been a secondary topic believing that language barriers are
erased when using a third language in negotiation and cooperation or trusting that Chinese coun-
terparts will provide the professionals needed, which reinforced the idea that cooperation based
on services applied to intercultural communication was not a priority for LAC countries.
There is evidence of the lack of priorities concerning linguistic interconnection when it comes to
connecting Chile with the international sphere: the relationship between the State, higher educa-
tion centers, and specialized advanced human capital. This considers the promotion of linguistic
policies in this area and the combination of the State’s needs with the training of advanced human
capital specialized in translation that can develop the different aspects of translation competence
to cover the needs of a country that requires professionals specialized in intercultural communica-
231
tion but who have specific knowledge and/or specialization in the areas that Chile requires for its
international relations.
On this matter, despite China is Chile leading commercial partner and the cultural agreement was
signed in 1952, earlier than friendship (1916), diplomatic and cultural agreements (1950-), sci-
entific cooperation (1981), and way before a commercial agreement (1972) and the FTA (2006),
language relations between China and Chile have been left behind.
Chile has reliable academic programs and robust dialogue among universities developing trans-
lation studies. However, it has a weak professional association regarding a public policymaker’s
role or a guide to improving translators’ image in public opinion and institutions. Most new profes-
sionals finish their degrees and do not have any relation with their professional association, and
currently, English is considered the almost only communication mechanism. For example, the
APEC meeting held in Chile in 2019 did not consider interpreters and translators for the sectorial,
high level, academic, and business work meetings. That is to say, the only way of communication
for the experts and public policymakers was speaking in English, which for 17 out of 21 economies
is not their mother tongue (APEC:2019).
Also, numbers are conclusive: according to the Ministry of Education, there are 6,300 graduates
from translation and/or Interpreting programs from 2007 to 2017, considering technical and pro-
fessional degrees (Chilean Ministry of Education: 2019). From that total, 681 were conferred with
professional degrees. Of them, only one graduated in 2014 from a Chinese - Spanish Translation
Program closed due to academic and administrative results. Therefore, there is no information
regarding graduates and currently there in any Chinese – English – Spanish translation in Chile.
On the other hand, from the 380 active members of the Translation and Interpreting Professional
Association (COTICH), no members are declaring Cantonese-Chinese to Spanish or Spanish to
Cantonese-Chinese; the only one declares Spanish into Mandarin Chinese, but with practical
experience and no records of certification in any of those languages; and only one Chinese –
Mandarin into Spanish, English into Spanish, Portuguese into Spanish, being certified in Chile as
Portuguese-English-Spanish Translator from Universidad de Santiago de Chile and in China as
Master in Translation and Interpreting (Chinese-English) from Beijing International Studies Univer-
sity (COTICH: 2019). Therefore, all the activities performed to communicate in both countries are
performed by people with certified or no certified language skills but not in Translation or Interpre-
tation professional skills.
A proposal for the post-pandemic scenario
Despite sustained Chinese efforts to invest material and human resources in Chinese language
and culture diffusion, which are considered essential aspects of its soft power, Chilean state and
232
institutions efforts regarding not only Chinese language learning but translation competence are
not under the major priorities of the relation.
In other words, when the goal is not only to understand but to transfer scientific advances and
complex ideas to a second or third language, ethically, under pressure, and in specific terminology
contexts, there is a significant need to consider this issue in the future, mainly if China and LA, and
particularly Chile, are willing to integrate knowledge in a post-pandemic scenario.
This interconnection in various areas to achieve greater and deeper ties poses a complex chal-
lenge: To establish guidelines of both public policy and Chilean society and State synergy from
the point of view not only in terms of teaching and learning Chinese as a second language but
also in terms of promoting initiatives to create more translation and cross-cultural communication
training, research and bilateral initiatives given that connectivity not only means developing and
installing fiber-optic networks but also allowing and promoting communication and linguistic sup-
port among people, meaning translation and interpretation technology, academic research and
public promoting policies to develop cooperative activities in various fields, considering linguistic
and cultural barriers.
Conclusions
Human beings organized their relations through communities, which over time became increasing-
ly complex, and where the existence of particular codes made it possible to consider themselves
part of a cultural identity that unites and distinguishes them from others who do not belong to that
group or imagined community (Anderson: 1993). These cultural units are structured through dis-
cursive strategies in which language acts as a reflection of a world vision and, therefore, translation
functions as a means to explain and understand the differences and similarities among individuals
of diverse units, also considering their context, the transformations following historical periods and
their intergenerational relationships (Paz, 1975).
In this sense, cross-cultural communication has a crucial role in international relations, reflecting
social and cultural transformations at both local and global levels. This issue implies that cross-cul-
tural communication shall consider extra-linguistic elements from the societies of the original dis-
course, the audience and the transfer between the two worlds, not only in the sense that these
professionals adjust the discourse playing a more active role (Venuti: 1992), but the cultural as-
pects - in the transfer of meaning (Nord:1997), transforming the conception of transcultural coop-
eration and communication through translation.
On this matter, intercultural communication is approached from the perspective of development
cooperation, but also its relation with power in the current scenario. Since today, due to translators
contribution as mediators for the achievement of cooperation, these professionals must achieve
233
ethical preparation and a broad set of competences (PACTE: 2014 and Kelly 2002) in order to
transfer representations and identities, scientific advances, and political negotiation in a context
where the reinterpretation of discourse is inextricably related to power (Nye: 2009) and sensitive
to the subjective representation of the other culture considering the lack of face to face connec-
tivity and virtual scenarios and when actors are considerably different regarding culture and social
beliefs.
The final thoughts under the research intend to consider that the post-pandemic context will have
to be operationalized through public policies and curricular guidelines, revising the competencies
of these translators and interpreters (PACTE: 2017), and the characterization and regulation of the
new contexts in which they will have responsibility.
China – Latin America and the Caribbean actors must promote public-private dialogue to coor-
dinate the efforts of States, higher education institutions, trainers, and professionals to improve
inter-regional intercultural communication based on services and human resources. Mainly, it is
necessary to consider intercultural communication and cooperation as a required field in order
to face the new challenges of China and CELAC – particularly Chile - in the post-pandemic per-
spective, where alternatives are needed to improve communication by building bonds under virtual
platforms but respecting cultural differences and human connectivity. This situation will change
how these actors work together, and international relations are thought, challenging the future of
regional and interregional relations.
Despite the barriers generated by the pandemic, the new circumstances allow us to consider that
we must continue to work together developing alternatives to face the challenges of the future on
these issues, deepening the bonds in human relations through translation, which is what allows
friendship and cooperation among the states to continue growing in a constructive environment.
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235
Scientific and technological innovation in China and prospects for cooper-ation with Latin American countries. Zhao Gang (Summary)
The Country-Wide Conference of S&T was hold in 2019-1-8.National Long and Middle-term Plan for
S&T Development (2021-2035) is being worked out.Proposed the aims of improve the indigenous
innovation capability and construct the innovative country.Established the applicable policies of the
National Long and Middle-term Plan for S&T Development.
Currently the international technology transfer interpenetrating with multiple international cooperation
in science & technology and international cooperation in economy and science & technology has be-
come the useful tool for effectively utilizing the global resources in science and technology, enhancing
the capacity for independent innovation, and achieving leaps in key areas.
An unprecedented new pattern appears in inter-governmental cooperation. The scientific and tech-
nological cooperation with the developing countries goes ahead steadily. Under the joint promotion of
leaders of China and Latin America, the positive role of scientific and technological innovation cooper-
ation in the development of China Latin America relations has become increasingly prominent. Com-
pared with developed and emerging countries in the world, Latin American and Caribbean countries
are relatively backward in science and technology development, lack of scientific and technological
innovation capacity, and relatively backward in scientific and technological output, but they also have
their own advantages and disadvantages, In this case, it is possible and necessary for China and Latin
America to carry out scientific and technological cooperation.
On September 30, 2020, the second China Latin America and Caribbean countries science and Tech-
nology Innovation Forum (hereinafter referred to as “China Latin America science and technology in-
novation forum”) was held in the form of a video conference. Wang Zhigang, Minister of the Ministry of
science and technology of China, and Mr. ebard of Mexico, the rotating chairman of celac, CO presided
over the forum. Delegates from Latin American and Caribbean countries spoke highly of the fruitful
achievements of Latin American and Caribbean cooperation in science and technology innovation,
agreed with Minister Wang Zhigang’s cooperation initiative, appreciated the open and responsible atti-
tude of the Chinese scientific and technological community, and actively carried out scientific research
exchanges and cooperation during the epidemic period. The representatives of many countries ex-
pressed their gratitude for the help and support provided by China. The delegates said novel corona-
virus pneumonia has become an important driving force for all countries to fight the new crown pneu-
monia epidemic situation and restore economic and social development. It is ready to take science and
technology to cope with the epidemic situation and to deepen cooperation in science and technology
innovation, help to boost the economic and social development in a high way, and make more scientific
and technological contributions to solve global challenges and enhance human well-being.
Let’s join hands, and take positive and effective actions to elevate China- World cooperation in S&T to
a new height.
236
Los desafíos de la educación virtual en las relaciones con China post-pan-demia. Mónica Ahumada Figueroa
Los diversos desafíos enfrentados en la última década nos obligan a pensar en el rol que debe
asumir la educación en la preparación de individuos que sean capaces de sintonizar en altos
grados de especialización como también en habilidades interpersonales con crecientes niveles
de adaptación. La capacidad de desarrollar múltiples competencias es un reto, sin embargo nos
encontramos con que hoy día en el mundo producto de la pandemia que nos afecta se ha debido
migrar a una educación virtual con nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje.
A partir de estos antecedentes, esta investigación se focaliza en poder indagar sobre los desafíos
que fueron planteados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, donde se elaboró un plan
de acción en pro de las personas, el cuidado del planeta y una mayor prosperidad y paz para los
seres humanos. En ese contexto, se formularon 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y de ellos
el Objetivo Cuatro determinó la necesidad de garantizar una educación inclusiva y equitativa de
calidad promoviendo oportunidades de aprendizaje permanente.
Sin embargo, al encontrarnos hoy frente a una crisis sanitaria sin precedentes podemos advertir
que esas metas propuestas hacen cinco años, deben ser contrastadas con la realidad de América
Latina, el Caribe y el caso concreto de Chile. ¿Podemos pensar que la educacional actual está
preparada para enfrentar un cambio de paradigma donde la educación virtual ha pasado a ocupar
un rol protagónico? ¿Las brechas en materia educacional ya existentes producto de la falta de
equidad y la disparidad de ingresos económicos podrán readecuarse considerando las rígidas
políticas públicas ya existentes?
El escenario a nivel mundial en materia educacional es devastador producto que los propios
estados no cuentan con los recursos económicos para implementar una educación virtual para
niños, jóvenes y estudiantes universitarios pudiendo tener un acceso acorde con las nuevas cir-
cunstancias. No podemos dejar de señalar que los sectores público-privados, están focalizados
en la reactivación económica y la recuperación de los empleos previos a la crisis en desmedro de
otros sectores de la economía. La vulnerabilidad de las familias es una constante, donde el factor
ingreso es determinante y las prioridades se fijan a partir muchas veces de la cotidianidad de un
trabajo informal y esporádico. ¿Podrá un estudiante inmerso en esta realidad y responsable frente
a su círculo cercano abstraerse para poder responder en su calidad de alumno a los requerimien-
tos de una educación virtual?
América Latina y el Caribe, tienen un problema estructural por décadas, donde sus posibilidades
de desarrollo han estado siempre restringidas al ser países exportadores de comoditas y donde
la incorporación de valor agregado a sus productos es muy bajo. Salvo en algunos países de la
región, la educación no ha podido ser un agente de cambio y esto se manifiesta en los niveles
237
de analfabetismo y de pobreza, más allá de las diferencias entre países. A raíz de esto la Agenda
2030 hizo un llamado a erradicar la pobreza en todas sus dimensiones y especialmente la pobreza
extrema donde las condiciones de vida y la falta de educación son determinantes. Diversos estu-
dios realizados, algunos desde CEPAL demuestran que a menor capacitación y años de estudio,
la precariedad de los ingresos tiene una directa relación.
El escenario actual post-pandemia invita a repensar que pasará con las metas propuestas al 2030,
donde se esperaba que los niños y niñas pudieran terminar su enseñanza primaria y secundaria
pudiendo ser esta gratuita, equitativa y de calidad generando aprendizajes efectivos. Hoy sabe-
mos que estos desafíos se han distanciado, al transformarse la educación sistemática formal en
una educación virtual y en donde el PIB de cada uno de los estados no está considerando como
un ítem prioritario la educación, sabiendo que esta requiere fuertes inversiones en materia de
conectividad e infraestructuras adecuadas. La brecha existente hoy entre países desarrollados y
los países en desarrollo será aún mayor poniendo al centro a la educación, donde el acceso a la
información y a las nuevas tecnologías estará determinado no sólo por un tema sociocultural, sino
también por una brecha digital sin referentes.
Indiscutiblemente, los programas curriculares centrados en realidades locales no alcanzarán a
adaptarse a los nuevos desafíos y es en esta línea que debemos pensar en estrategias comunes
que nos permitan disminuir las barreras ya existentes. Las propuestas curriculares conjuntas que
surgirán, podrán ser una respuesta donde la creación de plataformas en líneas de aprendizaje
a distancia, los recursos digitales dirigidos a docentes y los dispositivos tecnológicos deberá ser
implementada en forma eficaz. La crisis tendrá que ser enfrentada en forma integral y serán los
países de la región quiénes deberán buscar nuevas líneas de acción.
Desde esa perspectiva, esta investigación busca contribuir hacia una mirada global observando
la experiencia china frente al Covid-19, al plantear una respuesta rápida en materia educacional
sobre cómo se debían implementar protocolos y hacer las adecuaciones curriculares pertinentes.
Los estudiantes chinos adoptaron en las universidades nuevas rutinas y la diversidad de pro-
gramas de intercambio optaron por una nueva modalidad donde las plataformas on line pasaron
a ocupar un espacio privilegiado. Una muestra de ella a nivel mundial ha sido la readecuación de
las universidades y de los Institutos Confucio.
Por último, se buscará profundizar en la política exterior china manifestada en el discurso del Pres-
idente Xi Jinping con motivo de la celebración de los 75 años de la creación de la ONU en septi-
embre 2020, al apostar en un amplio sentido por el multilateralismo donde los crecientes desafíos
globales, deberán ser solucionados mediante el diálogo y la cooperación al decir “La humanidad
ha entrado en una nueva era de la interconectividad y de la alta interdependencia entre los países.”
Es en esta línea donde los avances chinos en materia tecnológica y de implementación de fibra
óptica de alguna manera podrán ayudar a implementar nuevas tecnologías en Chile, facilitando así
238
políticas públicas que favorezcan a la educación. ¿La crisis generada producto de la pandemia nos
hace pensar en un modelo educativo donde la educación virtual adquiere una nueva dimensión?
Antecedentes relevantes a considerar en Chile
A partir de los antecedentes ya señalados es importante hacer referencia al estado de la edu-
cación en América Latina y el Caribe donde la disparidad de acceso a la educación ha sido una
limitante para el desarrollo económico en las últimas décadas. Si tomamos el caso de Chile en los
años 90, según un estudio realizado por UNESCO, de Luis Navarro sobre La equidad social y la
educación en Chile, el autor señala que las familias de menores ingresos y menor disponibilidad
de bienes no sólo transfieren menor bienestar material a sus hijos, sino también menos capital
humano y menos clima educativo, y continua diciendo que estos pueden ser operacionalizados
en años de escolaridad de los adultos del hogar afirmando que hay una relación directa entre
años de escolaridad y nivel de ingresos del hogar y también entre años de escolaridad y clima
educativo del hogar.(Navarro, 2002).
Esto hace que al mirar la realidad de las últimas tres décadas, es necesario observar cuanto han
aumentado los niveles de escolaridad y que relaciones podemos encontrar con la búsqueda de
mejorías en materia de acceso a la educación nacional. Hacer efectivas estas mediciones im-
plica saber que la población chilena se divide por un quintil nacional autónomo donde la quinta
parte o 20% de los hogares del país son ordenados en forma ascendente de acuerdo al ingreso
autónomo per cápita del hogar, donde el primer rango es el Quintil I que representa el 20% más
pobre de los hogares del país y el Quintil V, el 20% más rico de estos hogares. (Observatorio
Social, Ministerio de Desarrollo Social.)
Lo anteriormente señalado, lo podemos observar en la siguiente tabla:
Fuente: Mideplan 2001 en estudio Luis Navarro sobre Chile: Equidad social y educación en los años 90.
Cabe decir que en Chile, la educación básica contempla 8 años y el nivel de educación media o
secundaria implica 4 años, generándose en la etapa inicial el mayor activo para que los niños y
239
adolescentes adquieran un nivel de competencias básicas que les permitan adquirir pautas cul-
turales, conocimientos e información acorde a los años de estudio realizados. Indiscutiblemente
esto determina su futuro desempeño y los indicadores que se han usado están determinados por
estándares de medición como son las pruebas estandarizadas que se aplican en algunos años
claves de su trayectoria escolar y que están determinadas por el Ministerio de Educación de Chile.
Una muestra de ello son las pruebas PISA, con su sigla en inglés Programme for International
Student Assessment que permiten conocer los avances o retrasos que ocurren en los diferentes
países como producto de las políticas educativas, tomándose como referente los logros de apren-
dizaje en las áreas matemáticas, lectura y ciencia tomando parámetros internacionales y que son
impulsadas desde la OCDE. Esta prueba está planteada como un indicador que sea comparable
con otros países de la región, y que al mismo tiempo al ser evaluados los alumnos y alumnas
se facilite la posibilidad de una mejora en la calidad educativa en los diferentes establecimientos
educacionales. Este tema ha sido muy debatido producto de la estrategia de medición y su efec-
tividad, considerándose su aplicación a los 15 años y con una periodicidad de cada tres años
(OCDE, PISA). Un dato determinante observado, es a mayor nivel de escolaridad de los padres y
de ingresos del grupo familiar, las posibilidades de capacitación, estudios en la educación superior
y futura empleabilidad tendrán una directa proyección en el futuro desarrollo del país.
La necesidad de los diferentes sectores productivos del país y las industrias requieren contar con
un capital humano capacitado en función de las nuevas demandas, sin embargo bien sabemos
que el modelo requerido hoy con altos niveles de especialización no responden a los requerimien-
tos del mercado laboral y esto se ha agudizado con una educación virtual a partir del presente año
2020, en medio de una crisis sanitaria, donde aún no se pueden levantar nuevos indicadores.
Los procesos de automatización nos están demostrando como la educación debe tener un giro
en donde el rol que juega la tecnología al momento de innovar debe estar estrictamente relacio-
nado con el standard requerido a nivel nacional y global.
Los esfuerzos realizados desde diferentes instituciones por avanzar en políticas públicas , des-
de hace ya más de dos décadas, han puesto su foco de estudio en la educación, sin embar-
go encontramos diferencias significativas entre países al optarse por políticas educativas en el
ámbito digital, como una estrategia para mejorar los resultados de aprendizaje. Las inversiones
en infraestructura digital se comenzaron a aplicar desde fines de los 80, pero ya en la década
siguiente se priorizo el equipamiento en las escuelas, considerando los sectores de menor nivel
socioeconómico como una estrategia de nivelación desde los establecimientos educacionales.
Los últimos años y producto de la masificación de las redes sociales la demanda por un internet
móvil ha determinado que la conectividad no esté sólo asociado a una institución educacional,
sino también al requerimiento de dispositivos digitales que les permitan interactuar en diferentes
contextos sociales. (Trucco y Palma, 2020).
240
El tema de la educación ha estado siempre presente como un aspecto medular y ya no sólo se
concentra en una discusión sobre los procesos de alfabetización como se veía en décadas an-
teriores, sino en el desafío que se ha puesto la humanidad en el siglo XXI al proponerse nuevas
estrategias para un desarrollo sostenible.
La Agenda 2030 y los desafíos propuestos en materia educacional
En la Resolución aprobada por la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015 y al promul-
garse el documento Transformar nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
se acordó desarrollar un plan para implementarse en los diferentes países mediante una alianza de
colaboración. Una de sus primeras declaraciones fue reconocer la erradicación de la pobreza en
todas sus formas y dimensiones, incluida la extrema pobreza y considerándolo como un requisito
indispensable para un desarrollo sostenible. Estamos decididos a tomar medidas audaces y trans-
formativas que se necesitan urgentemente para reconducir al mundo. (Asamblea General, 2015)
Este no era un tema reciente, dado que ya en la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente
en el año 1992 se discutieron ampliamente las debilidades sobre la conservación del Medio Am-
biente. Diez años después en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible celebrada en
Johannesburgo se volvió a poner al centro el cuidado del planeta y dentro de este contexto la
educación debía ocupar un rol prioritario. Es por esto que en la Asamblea General celebrada el
2015, se anunciaron 17 objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas que debían ser evalu-
adas mediante indicadores específicos y en donde se debían abordar tres dimensiones a trabajar
: económica, social y ambiental. A su vez las esferas que debían abordar serían: las personas, el
planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas. En uno de sus párrafos este documento al respecto
señalo: No puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible. (Asamblea
General, 2015,2 b)
En el Objetivo Cuatro para el Desarrollo Sostenible el documento se compromete a garantizar
una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje perma-
nentes para todos, por lo tanto afirmaron al 2030, asegurar que todas los niñas y todos las niños
terminen su educación primaria y secundaria que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad con
resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos. Esto implica que se debe asegurar un acceso
igualitario a todos los hombres y mujeres en una formación técnica, profesional y superior de
calidad incluida la enseñanza universitaria. A esto, en la declaración se agrega la necesidad de
eliminar las disparidades de género en la educación asegurando el acceso igualitario en todos los
niveles de enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las perso-
nas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situación de vulnerabilidad. (Asamblea
General, 2015, 19 c).
Esta propuesta realizada hace cinco años tiene amplia vigencia hoy día, sin embargo nos en-
241
contramos que una declaración de esta envergadura y que aplica a los diferentes niveles de
educación básica, media y universitaria no pudo imaginar que el mundo iba a sufrir una crisis
sanitaria de enorme envergadura y que las prioridades en un mundo global iban a cambiar radical-
mente. Es por esto que este artículo busca poder compatibilizar los desafíos ya propuestos en la
Agenda 2030 con la migración que se ha producido hacia una educación virtual donde una de las
primeras brechas que encontramos es el acceso a la conectividad y a la modalidad de enseñanza
que se ha debido imponer sin haber existido la posibilidad de un entrenamiento previo para los
docentes , un diagnóstico sobre las condiciones del estudiantado o las formas en que se puedan
aplicar los programas curriculares sin haber estado diseñados para una educación virtual.
Una nueva modalidad, educación virtual o una simple educación on line
Es importante recordar que los primeros intentos por incorporar nuevas tecnologías se dieron a
partir de la creación de ambientes virtuales donde mediante software educativo se encontraron
nuevas herramientas al momento de enseñar conducentes a fortalecer un aprendizaje más cre-
ativo y autónomo. Sin embargo, fueron los propios profesores quienes no lo entendieron así, y
mantuvieron modelos de enseñanza que no iban acordes con una era de digitalización, donde
la sociedad comenzó a experimentar profundas transformaciones y aparece un nuevo medio de
comunicación con interconexión mundial y cientos de millones de usuarios que se comunican en
red demostrando así el inicio de una nueva cultura donde la distancia dejó de ser una limitante
(Levy, 2007).
La cibercultura, aparece como un término nuevo y se acuña a partir de las investigaciones y pub-
licaciones de Pierre Levy, al definirla como un conjunto de técnicas, actitudes, valores y modos
de pensamiento que van a construir el ciberespacio. Al ser incorporada la tecnología digital se
construye una nueva forma de pensamiento donde la tecnología, la cultura y la sociedad adquie-
ren nuevas formas de relacionarse y serán los propios estudiantes quienes irrumpen con nuevos
códigos culturales. La vía al conocimiento estará determinado por un mayor uso de tecnologías
digitales y a plataformas tecnológicas que facilitan el acceso a “trabajos inteligentes”, sin olvidar
que todo depende de los recursos económicos, y nivel económico y cultural que tengan los usu-
arios (Fredes y Hernandez; 2012).
Siguiendo en esta línea encontramos que son los propios estudiantes quienes se sumergen en
una nueva Realidad Virtual (RV) y en convertirse en participantes de un mudo abstracto en donde
la posición fija de un objeto no existe. A esto se agrega que el uso de dispositivos y lentes es-
peciales permiten entrar a un mundo virtual representado en el monitor y en donde el teclado,
mouse y micrófonos actúan como agentes de interacción en una nueva forma de entender el
espacio y el entorno. (Fredes y Hernandez; 2012). En esta lógica, podemos entender que los
ambientes virtuales son ambientes autónomos que comunican en forma simultánea al usuario
242
con un computador o con su entorno cercano y es ahí donde debe generarse un aprendizaje que
situé al estudiante en una interconexión con un proceso cognitivo radicando ahí la esencia de un
aprendizaje significativo.
Teniendo estas consideraciones anteriores, podremos entender el concepto de la educación vir-
tual, la cual en forma masiva se ha instalado en el debate público producto de la irrupción del
Covid-19 a nivel mundial y la crisis sanitaria actual. Este concepto se había difundido hace ya
dos décadas, cuando se observó que algunas universidades comenzaron a impartir algunas de
sus carreras en forma semipresencial o dentro de un sistema en línea básicamente pensando en
aquellos estudiantes que buscan una capacitación, un perfeccionamiento o un grado académico,
pero al estar con un trabajo sistemático en una institución o una empresa se les hace incompatible
destinar horas de estudio presencial dentro de una rutina laboral.
De acuerdo a una entrevista de estudio realizada a María Irigoin, Consultora en certificación de la
calidad en Instituciones de Educación Superior y en acreditación de carreras, de la Universidad de
Chile entre otras, estudiosa de la educación a distancia, al referirse a la educación virtual señaló:
Se entiende en tres modalidades: la educación presencial, que corresponde a una clase sincrónica
donde tanto el alumno como el profesor están frente a una pantalla y van construyendo un apren-
dizaje; la educación virtual , full on line y es un continuo donde el alumno va desarrollando su apren-
dizaje en base a su tiempo y ritmo realizándolo en forma absolutamente asincrónica y la tercera
modalidad es un sistema hibrido o mixto donde se combinan ambas modalidades y en inglés se le
conoce como blended learning. Lo interesante en este proceso, es que existe la posibilidad de la
mediación humana donde puede estar apoyando un profesor, un tutor o un intermediario humano
proporcionando una interacción con el ser humano a través de la tecnología.( Irigoin, 2020).
Al considerarse el concepto de educación en línea, es importante señalar que este tipo de en-
señanza ha sido considerado desde hace décadas, y consiste en un diseño cuidadoso de con-
tenidos en donde se planifica la instrucción, usando un modelo sistemático de diseño y desarrollo
teniendo un impacto directo en la calidad de la educación. No responde a un modelo improvisa-
do, sino a un diseño curricular con una dinámica propia que en ningún caso es el producto de
decisiones precipitadas que dejarían en desmedro la calidad de la enseñanza impartida.
Se habla de una educación en línea efectiva al ser consideradas nueve dimensiones según los
estudios publicados en el libro Aprendizaje en línea: lo que nos dice la investigación sobre sí,
cuando y como de los autores Bárbara Means y Marianne Backia al identificarlas con numerosas
opciones y ellas son: modalidad, ritmo, proporción alumno-instructor, pedagogía, rol del instructor
en línea, rol del estudiante en línea, sincronía de comunicación, rol de las evaluaciones en línea y
las fuentes de retroalimentación.( Means y Bakia,2014) Con cada una de estas modalidades a su
vez se pueden construir diferentes opciones de aprendizaje en línea conjugando diferentes vari-
243
ables, donde cabe nuevamente hacerse la pregunta ya planteada al inicio de esta investigación
¿Podemos pensar que la educación actual está preparada para enfrentar un cambio de paradig-
ma donde la educación virtual ha pasado a ocupar un rol protagónico?
Covid 19 y crisis sanitaria, un cambio de paradigma en la educación mundial
La pandemia iniciada en el presente año 2020, producto de la expansión del virus conocido como
COVID 19, no tiene precedentes dentro del último siglo dado que los avances en materia de pre-
vención sanitaria, el uso de medicamentos y los programas masivos de vacunación a nivel mundial
fueron frenando el impacto de enfermedades con altos índices de mortalidad. Las políticas de salud
pública implementadas en América Latina, y el Caribe, más allá de su precariedad en muchos casos,
intentaron frenar posibles brotes de enfermedades. Cada país, mediante sus propios recursos, mu-
chas veces escasos, implementó campañas masivas en pro del cuidado de su población adulta y la
población infantil cuidándose del fantasma de los altos índices de mortalidad. Sin embargo, todo lo
realizado con anterioridad, ha puesto en jaque no sólo a la población de alto riesgo, sino también a
toda la humanidad rompiendo con los esquemas tradicionales de cuidado.
Junto al sector salud, otro de los sectores más afectados por esta crisis sanitaria es la edu-
cación donde la educación primaria, secundaria y superior en cada uno de los países han debido
modificar sus programas y rápidamente adaptarse a una modalidad desconocida para una gran
mayoría. Los estudios anteriores que se venían realizando sobre educación on line, se focalizaban
en trabajadores –estudiantes que en su gran mayoría querían adquirir nuevos conocimientos y
competencias para obtener una certificación que les permitiera acreditar estudios posteriores. En
este escenario todos los estudiantes con altos niveles de motivación, estaban dispuestos a una
modalidad on line que difería absolutamente a experiencias anteriores en materia educacional.
De cara a este cambio de paradigma en materia educacional, donde ningún estudiante puede
recibir una educación presencial por medidas de protocolo e instrucción específica de las autori-
dades sanitarias locales y de la Organización Mundial de la Salud, las instituciones debieron hacer
una profunda reflexión interna. Las clases dejaron de ser presenciales y se cerraron al público los
establecimientos educacionales y las universidades. Se comenzaron a aplicar nuevas normativas,
donde los programas de estudio y su currículo debieron adaptarse a un tipo de enseñanza, donde
las certezas quedaron en el pasado, para dar paso a la creatividad y la innovación como la mayor
fortaleza a considerar. A esto se suma, el imperativo que los profesores en cualquier ámbito que
se estén desempeñando debieron adquirir conocimientos sobre uso de las tecnologías, aplicación
de nuevas metodologías y una planificación de los tiempos para espacios mucho más acotados.
A su vez las evaluaciones, se deberán plantear con objetivos muy definidos respondiendo a un
nuevo estilo de enseñanza que recién comienza a visibilizarse.
De acuerdo al estudio realizado por la CEPAL-Unesco conocido como Informe Covid-19 y pub-
244
licado recientemente bajo el título La educación en los tiempos de la pandemia Covid 19 este
señala:
En la esfera de la educación esta emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades
presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación
del virus y mitigar su impacto. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Ed-
ucación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a mediados de mayo de 2020 más de 1,200 millones de
estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habían dejado de tener clases
presenciales en la escuela. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el
Caribe (CEPAL-Unesco, 2020).
De acuerdo a este estudio y revisando la realidad de Latinoamericana y el Caribe podemos
afirmar, que 32 países suspendieron las clases presenciales de los 33 que integran este bloque
tomando como fecha de corte el 7 de julio de 2020, y donde la única excepción fue Nicaragua.
En el caso de Uruguay, hubo un paulatino retorno a clases en zonas rurales y después se fueron
incorporando otras escuelas a nivel país siendo pionero en esto. Al observarse el Gráfico N°1,
queda claro como a partir de marzo los diferentes países debieron rápidamente adecuar sus nor-
mativas educacionales, previendo un impacto masivo del COVID-19.
. Gráfico N°1: América Latina y el Caribe, 33 países que han tomado medidas de suspensión de
clases presenciales a estudiantes entre marzo y agosto 2020.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Organización de las Na-
245
ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), “¿Cómo estás aprendiendo durante la pan-
demia de COVID-19?” [en línea] https://es.unesco.org/covid19/educationresponse en https://repositorio.cepal.org/
bitstream/handle/11362/45904/1/S2000510_es.pdf
A partir de este contexto, uno de los argumentos determinantes para no cerrar los establecimientos
educacionales, fue la permanencia de programas de apoyo que reciben los estudiantes en materia
de alimentación diaria. Indagando estos programas ya existentes en materia de alimentación, la
modalidad más usada fue la entrega de kids de alimentos para preparar en el hogar utilizándose en
13 países y en otros 3 países fue la continuidad del programa de entrega de almuerzos. En menor
medida, algunos países optaron por la transferencia monetaria y la entrega de cajas de alimentos o
vales para adquirir productos. (CEPAL-Unesco, 2020). En el caso concreto de Chile, junto con los
programas ya establecidos por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas- JUNAEB se estableció
un protocolo para ir en apoyo de los estudiantes y sus familias con normativas de contingencia
específica para enfrentar en impacto del COVID-19 (Mineduc, s.f.). A esto debemos agregar que
en algunos países, se incorporaron programas complementarios en materia de servicios de salud
mental, entrega de anticonceptivos o de entrega de actividades recreativas en forma virtual siendo
esto proporcionado directamente desde establecimientos educacionales.
Frente a este cambio de paradigma ya descrito es interesante resaltar lo dicho por los profesores
Charles Hodges y Stephanie Moore al analizar la realidad que estamos viviendo, más allá de una
educación virtual o una educación en línea como ya se ha descrito. Al referirse a esta nueva real-
idad educacional, ellos introducen el concepto de Enseñanza Remota de Emergencia-ERT dado
que es un cambio temporal de la entrega de instrucción de una manera alternativa considerando
la situación de crisis de esta pandemia. Las soluciones que se han dado indiscutiblemente son
transitorias, dado que requiere que los profesores tomen un mayor control sobre el proceso de
diseño, desarrollo e implementación de los cursos. Al respecto se hicieron estudios de casos, en
situaciones de conflictos bélicos como ocurrió en Afganistán, donde se privilegió que los niños
permanecieran en sus casas. (Hodges, Moore, 2020).
A partir de los aspectos abordados podemos afirmar que el sistema mundial deberá enfrentar una
nueva forma de entender la educación, donde los desafíos actuales nos obligan a pensar en nue-
vas estrategias donde indiscutiblemente la educación virtual tendrá un rol protagónico, pero sin
desconocer que la educación presencial podrá mantener espacios propios, producto de una serie
de habilidades y competencias, que emergen desde ella y que se ven favorecidas por refuerzos
en el desarrollo de habilidades, manejo del lenguaje y trabajo en equipo.
Por otro lado, la incorporación de la inteligencia artificial y las nuevas demandas laborales en la
próxima década nos obliga al diseño de un nuevo modelo de educación. Sin embargo, la enorme
brecha digital que existe entre las posibilidades de desarrollo en las grandes potencias mundiales,
los países asiáticos y China de cara a la precariedad educacional de América Latina reflejada en
246
la presente crisis, nos visibiliza una gran mayoría de alumnos que no cuentan con conectividad,
acceso a internet, como tampoco con dispositivos que les ayuden a seguir programas de estudio
impartidos en diferentes instituciones educacionales.
La brecha digital y la realidad de América Latina, Chile y China
La educación bien sabemos que es un eje medular al momento de cualquier avance en materia de
desarrollo permitiendo que la población pueda tener acceso a mejores niveles de vida, posibilidades
laborales y una educación acorde con las expectativas de desempeño y de inserción en la sociedad.
De acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible Número Cuatro, planteados en la Agenda 2030
al observarse el caso de América Latina y el Caribe se establece que el gasto público en educación
ha alcanzado en promedio el 5,2% del PIB en 17 países de la región, estando por debajo de los
requerimientos existentes. A esto se agrega al revisarse las estadísticas sobre acceso a internet que
en la educación primaria un 56% cuenta con ella y en la secundaria un 81%, demostrando que un
grupo significativo de estudiantes, no tiene acceso a la conectividad. Esto implica estar muy por
debajo de los fondos con que cuentan los países desarrollados (CEPAL, abril 2019).
Uno de los indicadores para medir los niveles de acceso de la población y sus posibilidades
futuras de desenvolvimiento en la sociedad está dado por el Índice de Desarrollo Humano-IDH
que mide el avance conseguido por un país en tres dimensiones: calidad de vida, acceso a edu-
cación y nivel de vida digno. Recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrol-
lo-PNUD entregó el Informe Mundial de Desarrollo Humano para el año 2019, donde Chile ocupó
el liderazgo de la región en lugar 42 con un valor porcentual IDH de 0,847, seguidos por Argentina,
lugar 48; Uruguay, lugar 57; y Brasil, lugar 79 entre los 189 países considerados en el registro (La
Tercera, diciembre 2019). Sin embargo, en esta puntuación asignada no podemos desconocer
que existe una brecha altísima entre la Región Metropolitana, localizada al centro del país y las
regiones del extremo sur de Chile.
Considerando estos datos es importante señalar que frente a un giro hacia la educación virtual,
la conversión hacia otro modelo educativo es limitada producto de la falta de conectividad en los
sectores rurales como también las posibilidades de formación de docentes con las competen-
cias necesarias en materia de capacitación e innovación acorde con los requerimientos que esto
implica. Si esto lo proyectamos a los países de América Latina y el Caribe, la multiplicidad de
realidades nos muestran las innumerables falencias existentes, donde los recursos económicos
son muy limitados y las políticas públicas privilegian otras sectores de la economía, como son
inversiones en infraestructuras, viviendas y salud quedando la educación en un nivel menor de
prioridad, y esto se ve reflejado en los presupuestos anuales de cada nación.
Así podemos predecir, en una crisis sanitaría como la actual donde se privilegian otros sectores de
la economía, un retroceso significativo en materia educacional producto de la vulnerabilidad de los
247
estudiantes y sus familias como también de la falta de recursos disponibles desde el estado para
invertir en los países de América Latina y el Caribe. Este fenómeno cruzará no sólo la educación
superior, sino también al educación secundaria y primaria. ¿Cuánto tiempo tardará nuestra región
en poder implementar planes educacionales y las tecnologías adecuadas para estar en línea
con las políticas educacionales que se están implementando en los países con mayores recursos
o en países como China donde la reestructuración en la educación es una política de estado y el
problema de la conectividad se enfrentó desde los inicios del Covid-19 en las provincias del interior?
La brecha digital se entiende desde las diferencias en la capacidad de acceso a las tecnologías
de información y comunicaciones de distintos grupos de población en un mismo país o a nivel
internacional, siendo una de las dimensiones más estudiadas el acceso a los computadores y a
las conexiones de banda ancha (Agostini y Willington 2010). A partir de este concepto podemos
incorporar estudios posteriores realizados donde a partir de la IX Encuesta Acceso y Usos de In-
ternet realizada el 2017, en su Informe Final se pudo obtener valiosa información sobre el estado
de la conectividad en Chile y el acceso a redes digitales. Dicho Informe, señala que las principales
razones declaradas para tener internet son: la comunicación con otras personas, el acceso a la
información y el apoyo a la educación. Sin embargo, al revisarse el nivel de acceso a internet se
identifica una clara brecha según el grupo familiar y el grupo etario donde los hogares con niños o
jóvenes en edad de estudio el acceso alcanzó a un 94%, no así en hogares con adultos mayores
llegando a 54,6%. (Subtel, 2017).
En otro estudio realizado recientemente por la Consultora Criteria, se estableció que el 75,1 %
de los hogares con más ingresos cuenta con banda ancha y en los hogares más pobres sólo el
24,2%.Los datos dan cuenta de una brecha digital importante en Chile, y que se han acentuado
con motivo de la pandemia al afirmar que “cuando la digitalización parece ser la respuesta obliga-
da y donde nos parece normal hablar de educación on line y teletrabajo , observamos que nueva-
mente los segmentos de menores ingresos quedan rezagados en cuanto a sus posibilidades de
enfrentar esta crisis.”(La Tercera, 2020) Este fenómeno descrito para el caso chileno, es mucho
más severo aún en otros países de la región de América Latina y el Caribe considerando que el
país de la región con mayor conectividad y acceso a internet es Chile.
Revisando la experiencia China y la forma de enfrentar esta pandemia es interesante conocer la
rapidez con que Tsinghua University se adecuó al nuevo contexto internacional, estableciendo
que tanto profesores como alumnos debían capacitarse en forma simultánea y la plataforma a
usarse sería Rain Classroom ofreciendo una conexión en tiempo real y permitiendo evaluaciones
en línea. A su vez, las presentaciones podían estar sincronizadas con los wechat, la red social en
China, permitiendo en el momento mandar comentarios, hacer consultas y responder un control.
Es por esto que al comparar el sistema con las clases presenciales consideraron que esta modal-
idad de interacción entre académicos y estudiantes era considerado una notable mejora para el
aprendizaje y al mismo tiempo un espacio para reflexionar sobre logros y calidad de la educación.
248
(Tsinghua University, 2020)
La capacidad de respuesta de China, desde el primer momento es un hecho destacable ya que al
percibir que la pandemia afectaría en forma prolongada a la sociedad y al sistema mundial, rápida-
mente implemento diferentes estrategias para enfrentar la realidad educacional. Dada la extensión
de China, y la dificultad para reunirse presencialmente algunas empresas habían implementado
un sistema de reuniones virtuales que les facilitaban un contacto directo con sus diferentes traba-
jadores y clientes, pudiendo ser más eficiente y mantener un contacto muy directo. Dadas estas
experiencias exitosas, China vio en esto una oportunidad y buscó la forma de hacerlo extensivo
en otras áreas más allá del ámbito de los servicios comerciales.
Al respecto en entrevista de estudio realizada para esta investigación, Sun Xintang, sinólogo, tra-
ductor, profesor de la Universidad de Lenguas y Cultura de Beijing y profesor del Instituto Con-
fucio Santo Tomás señaló:
Tencent es una aplicación muy buena, pero sólo se usaban para las grandes compañías que tienen
muchas sedes, en ciudades de China y en el mundo. Entonces, estas empresas cuando hacen re-
uniones semanales, bueno, sus informes… usan estas aplicaciones, pero de repente con una pan-
demia, entonces llega a las aulas de la universidad. Todas las universidades chinas empiezan a usar
estas plataformas y las universidades con sus propias cuentas usan estas aplicaciones. Para mí…
la aplicación de Dingding, es más conveniente, o sea, es más fácil y también tienen más funciones
que Zoom., permite compartir archivos, hacer tareas en conjunto con el profesor… las universi-
dades ahora están con clases presenciales de nuevo, pero aún se usan estas dos, por ejemplo,
muchos estudiantes extranjeros no pudieron regresar a las universidades chinas. Entonces, si se
siguen usando estas aplicaciones para estudiantes extranjeros que estudian en las universidades
chinas (Sun Xintang, 2020).
Si nosotros observamos esta realidad, en la vanguardia del sistema internacional vemos clara-
mente una gran brecha digital entre lo que ocurre en China hoy día y los que ocurre en Chile y en
América Latina. Al respecto es importante saber que esta realidad ha quedado al descubierto y el
propio Ministerio de Educación de Chile, hizo un llamado a las familias a enfrentar esta situación
de confinamiento. Al respecto, un estudio reciente señaló:
La cuarentena ha tensionado el sistema educacional chileno, desde la educación parvulario hasta
el pregrado universitario. En la Universidad, de un momento a otro, fue necesario crear becas de
conectividad y dispositivos para que todos y todas tuvieran un acceso equivalente a las clases on-
line. La brecha digital estaba golpeando con tanta fuerza como el COVID-19. (…) Según los últimos
datos OCDE, la penetración de Internet es de 87,5 por ciento, pero la definición de conexiones de
Banda Ancha para esa organización incluye todas aquellas conexiones a internet con velocidades
iniciales iguales o superiores a 256 kbps. Es como decir hay banda ancha, pero ésta no es igual
para todos. (U de Chile, 2020).
249
El tema de la brecha digital está directamente vinculada con los ingresos de la población en
cualquier país del mundo, dado que el acceso a la conectividad depende de variables socio-
culturales y estructurales. Sin embargo, en la práctica son las propias familias quienes han
debido buscar una solución frente a estudiantes que van quedando marginados del sistema
educacional al no tener acceso a un sistema de educación en línea.
China no estuvo ajeno a esta brecha digital, dadas las grandes diferencias económicas entre
las provincias costeras y las del interior. Es por esto que el gobierno chino, aplicó rápidamente
medidas al respecto y el profesor Sun Xintang, lo comparte diciendo:
Esta brecha digital existe tanto en China como en América Latina. China ha tenido un de-
sarrollo vertiginoso, pero en el interior, en el oeste, en la zona rural hay zonas muy pobres.
Esta pandemia, también como se dice sacó a la luz…nos reveló esta realidad de las pro-
vincias Qinghai, Ningxia y Gansu. El gobierno central de China regulariza todo, por ejemplo
en una provincia del interior, de las zonas muy pobres (…) el gobierno local tampoco tiene
los recursos financieros para de una vez solucionar los problemas ¿Que hace el gobierno
chino? El gobierno central de China dice al gobierno provicial que tienes que ayudar a esa
ciudad, a ese distrito, para que mejoren sus condiciones. Entonces el gobierno de Jiangsu,
va a invertir y muy rápido se soluciona el problema.(Sun Xintang,2020)
De acuerdo a lo anterior, es necesario entender el compromiso que adquiere cada provincia
con un grado de desarrollo económico superior frente a las provincias alejadas del interior pro-
porcionándole ayuda en infraestructura, educación y tecnología. El profesor Sun Xintang, en la
entrevista ya señalada lo describe literalmente como reducción de la pobreza punto a punto.
Así, el enfoque desarrollado en China nos invita a repensar en la forma en que nosotros venimos
enfrentando los problemas donde el rol de los organismos público-privados no se entrelazan para
una cruzada común, con un esfuerzo colectivo para una proyección futura.
La política exterior de China y la post-pandemia
La estrategia de inserción China en el sistema mundial se enmarca en la necesidad de cooperación
mutua entre los estados como la única forma de entender un destino común de la humanidad.
La política impulsada desde el inicio del gobierno del Presidente Xi Jinping, se ha focalizado en
buscar los puntos de convergencia, más allá de las profundas asimetrías que existan entre esta-
dos. Al observarse su política exterior hacia América Latina y el Caribe, ellas se enmarcan en el
fortalecimiento de las relaciones mutuas, en las visitas de estado hacia la región como también las
inversiones en infraestructura y la firma de proyectos de cooperación conjuntos en el ámbito de la
tecnología, la innovación y las energías limpias.
La celebración de los 75 años de la Fundación de las Naciones Unidas, el 21 de septiembre 2020,
250
fue motivo para que el presidente Xi Jinping, pronunciará un emotivo discurso donde destacó la
trayectoria de numerosos países que lograron su emancipación nacional como también que más
de mil millones de personas salieran de la pobreza, emprendieran el camino hacia la modern-
ización y sobre todo transformaran radicalmente la configuración mundial.
Al referirse al rol de China y al contexto internacional actual lleno de desafíos señalo:
Los 75 años de la ONU son testigos de 75 años de acelerado ascenso del multilateral-
ismo. En un mundo repleto de problemas trascendentales y crecientes desafíos globales,
debemos y solo podemos solucionarlos mediante el diálogo y la cooperación. Abordar
los asuntos internacionales mediante consultas y solidaridad entre todos ya se ha conver-
tido en un amplio consenso de la comunidad internacional. El arco iris siempre aparece
después de la tempestad. El mundo de hoy está atravesando grandes cambios nunca
vistos en una centuria. La súbita aparición de COVID-19 constituye una severa prueba para
todo el mundo. La humanidad ya ha entrado en una nueva era de la interconectividad y
de la alta interdependencia entre los países…Frente a estas nuevas circunstancias y retos,
tenemos que reflexionar: ¿qué tipo de ONU necesita el mundo? ¿Qué papel debe desem-
peñar la ONU en la era post COVID-19? (Xi Jinping, 2020)
El desafío mundial será no sólo enfrentar el nuevo escenario con una educación virtual sino es-
trategias comunes en pro del desarrollo tecnológico y el bienestar de la humanidad.
Consideraciones finales
El impacto de la crisis sanitaria dejó en evidencia la vulnerabilidad del sistema mundial y la necesi-
dad de generar consensos que permitan dar una respuesta a las demandas que han surgido
producto del confinamiento de la población y la debilidad de los sistemas educacionales. Hace
ya más de una década se hablaba de la relevancia de la educación virtual y de los beneficios que
esta traería, sin embargo hoy en forma abrupta nos vemos enfrentados a una realidad que deberá
ser analizada no sólo por las instituciones educacionales, sino también por organismos mundiales
que deberán replantearse los objetivos ya propuestos como lo dicho en la Agenda 2030 y ajus-
tarse a un nuevo escenario.
El presente artículo de alguna manera, busca centrar la discusión en el cambio de paradigma
al impulsarse una educación virtual, pero la realidad actual no permite asegurar la calidad de la
educación como tampoco el logro en los aprendizajes esperados. Poder avanzar en esta línea im-
plicara la creación de nuevas plataformas en líneas que habiliten mayores funciones al momento
de interactuar entre académicos y alumnos pudiendo compartir, archivos y presentaciones en un
tiempo real. A esto se agrega la necesidad de un mayor número de recursos digitales dirigidos a
los docentes, permitiéndoles habilitar nuevos diseños curriculares, sumados a los requerimientos
251
de un mayor número de dispositivos tecnológicos para uso tanto de los alumnos como de pro-
fesores.
Una de las grandes problemáticas, en América Latina es la brecha digital donde la falta de conec-
tividad en tanto en las zonas rurales como urbanas, es producto del bajo poder adquisitivo de la
población , que no cuenta con recursos económicos para contratar un plan de banda ancha que
le dé acceso al uso de diferentes plataformas. Al ser esto hoy una necesidad básica, el propio
estado deberá introducir subsidios que permitan un acceso a esa población de estudiantes que
están quedando marginados de sus propias aulas.
Por último es importantes relevar, la postura iniciada por China de favorecer el multilateralismo,
donde los distintos países mediantes acuerdos de cooperación persiguen unificar criterios e im-
pulsar políticas comunes en materia educacional favoreciendo nuevas estrategias. La búsqueda
de un destino común para toda la humanidad, y una integración regional, serán el soporte en una
nueva estructura en materia educacional.
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254
PALABRAS FINALESMónica Ahumada
XConsiderando los valiosos trabajos realizados con motivo del IX Forum High-Level China-Améri-
ca Latina por cada uno de los autores tanto de la delegación china como la delegación latino-
americana pensamos en la necesidad de compartir la investigación científica y académica real-
izada en torno a este encuentro anual que se realiza un año en China y un año en Latinoamérica.
El espacio de reflexión generado desde los diferentes Centros de Estudio, las universidades y en
forma especial el Chinese Academic of Social Sciences –CASS y su Instituto Latinoamericanos de
Ciencias Sociales-ILAS junto a las universidades chinas y latinoamericanas nos proporcionó un
valioso material que hoy hemos puesto a disposición de ustedes.
La crisis sanitaria sin precedentes que nos ha afectado en el transcurso de este año 2020, nos
obligó a redireccionar los temas a abordar, teniendo como un objetivo medular poder profundizar
en la contingencia del sistema mundial, identificando el impacto que está generando la pandemia
producto del Covid 19 en la economía, en la gobernanza global, en la educación y sobre todo en
imponer un carácter de urgencia a los centros de investigación científica, laboratorios y centros
médicos para avanzar en dichas materias. A esto se suma la urgencia de adecuar las cadenas
de valor en el sistema productivo. La cooperación internacional es fundamental y en la medida
que podamos crear espacios de reflexión podremos también avanzar en los grandes desafíos
que tendremos que enfrentar en la próxima década. Podemos afirmar que este IX Fórum fue una
instancia privilegiada en esta línea.
La realización de estos encuentros por casi una década ha permitido consolidar una Red de Estu-
dios Chino-Latinoamericanos, cuyos resultados e investigaciones han sido difundidos en revistas
especializadas. Cabe destacar que dichos artículos y dada su relevancia han sido publicados en
chino, inglés, español y portugués, pudiendo llegar a un amplio espectro de lectores y académi-
cos que buscan información en la vanguardia del debate mundial, especialmente en el marco de
las relaciones internacionales y los diferentes bloques regionales. A ello debemos sumar los difer-
entes libros que han sido publicados, expresando el pensamiento de sus autores y los esfuerzos
por difundir un conocimiento bien informado. Este libro que hoy compartimos con ustedes en un
formato digital, responde a los objetivos de difusión que fueron formulados desde los inicios y que
esperamos que sean de gran interés.
China y América Latina una vez más se unen en este libro digital, donde los lazos de cercanía y
amistad construidos a lo largo de estos años traspasan las fronteras de una región geográfica,
una universidad o de un Centro de Estudios. Las visiones de cada uno, están representadas por
las diferentes universidades de China como también desde las universidades latinoamericanas y
de una manera especial la Universidad Estadual Paulista-UNESP, pionera junto a la Universidad
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Nacional de Córdoba UNC y el CELC de la Universidad Andrés Bello en la generación de esta
red permitiendo un cruce intercultural donde el espíritu visionario de sus académicos hizo posible
entrelazar ambas regiones y fortalecer las confianzas mutuas. Esperamos por lo tanto que este
texto nos ayude a seguir avanzando en los objetivos ya planteados y en la construcción de una
humanidad donde allá una convergencia en metas comunes para las próximas décadas.
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