CEREMONIA DE INGRESO EN ESPAÑOL

THE INTERNATIONAL LEGAL HONOR SOCIETY

PHI DELTA PHI

1426 21st Street NW, Washington, DC 20036

www.phideltaphi.org

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PRESENTADOR (ES EL MAESTRO DE CEREMONIAS QUIEN ES UN ALUMNO PHI DELTA PHI): Os presento como candidatos estudiantes a:

(Nombre completo de cada candidato – cada candidato deberá ponerse de pie al escuchar su nombre)

Y como candidatos a Miembros Honorarios a: (Nombre completo de Honorario – se deberá poner de pie al escuchar su nombre)

a quienes hemos elegido como dignos de ser miembros de nuestra Asociación y que ahora son candidatos para ser iniciados.

CANCILLER A LOS MIEMBROS DE NUEVO INGRESO: ¿Estáis dispuestos a comprometeros a mantener los elevados principios y ética de esta Asociación?

CANDIDATOS ESTUDIANTES Y HONORARIOS:

Sí lo estamos.

CANCILLER DIRIGIÉNDOSE AL PRESENTADOR: ¿Otorgan en este momento el voto final de forma unánime en favor de los candidatos que se acaban de mencionar?

PRESENTADOR: Sí lo otorgamos.

EL CANCILLER: El voto final ha sido otorgado por la persona delegada para expresar la elección unánime del Capítulo. Creemos que os conferimos un honor al admitiros en esta Asociación y nos sentimos igualmente honrados por vuestra aceptación. Amigos, vais a ser miembros de la Asociación Jurídica Internacional de Honor PHI DELTA PHI.

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Nuestros miembros activos son seleccionados dentro de los estudiantes de las mejores Facultades de Derecho que han demostrado no sólo aptitud y diligencia en los estudios jurídicos sino también espíritu de compañerismo. Tenemos el propósito de que los seleccionados estén siempre a la vanguardia de la profesión. Se nos presenta una gran oportunidad y una gran responsabilidad. Pretendemos inspirar a nuestros miembros, nobles ideales y trabajo tenaz, para que vigoricen nuestra profesión y coadyuven a su integridad. Nuestros miembros Honorarios se eligen de entre los profesionales del Derecho, que como jueces, profesores en ejercicio, han demostrado ser ejemplo de nuestros ideales. Al formular los mismos votos que los estudiantes, reiteran su promesa de mantener fielmente la observancia de estos principios. En nuestro campo, es evidente la necesidad de asociaciones con ética profesional. PHI DELTA PHI como la primera asociación estudiantil y la mejor dotada para ese propósito, ocupa un lugar singular en nuestro mundo jurídico. Nuestros miembros, imbuidos de rectos ideales, son fermento para nuestra profesión con su ejemplo e integridad. Esta es nuestra Asociación, éste nuestro noble propósito y nuestra razón de ser. Para contribuir al logro de estos fines os hemos elegido miembros de esta organización. Prestad atención a quienes expresarán los ideales de nuestra Asociación. Primero, se os recordarán vuestras obligaciones para con el público en el ejercicio de la profesión.

PRIMER MAGISTRADO PRONUNCIA UNA ALOCUCIÓN SOBRE EL ABOGADO Y EL PÚBLICO: Donde hay libertad debe haber ley, pues la libertad sin freno degenera en libertinaje. El abogado da a conocer el Derecho al pueblo y la vocación que se relaciona con los derechos, garantías y libertades del hombre, que debe caracterizarse por su honor e integridad.

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Por su preparación y prestigio, se busca al abogado como guía y consejero, por lo que ejerce una poderosa influencia para bien o para mal. La educación del abogado no termina nunca. Su conocimiento debe abarcar todas las cosas, pues todas están involucradas en los asuntos de investigación jurídica. El jurista forja nuestras leyes y nos ayuda a interpretarlas. Si su pensamiento es claro todos se benefician; su falta de rigor en cambio, lleva a la confusión. El lugar que el abogado ocupa en la historia, es sumamente importante. Sustituyendo a la fuerza por el Derecho, el abogado sentó los cimientos de una sociedad civil en vez de un régimen militar; formuló ordenamientos legales y desde entonces ha sido su intérprete y administrador. Los preceptos del Derecho Romano son los siguientes: vivir honestamente, no perjudicar a los demás y dar a cada quien lo suyo. A nosotros como ministros de la ley, nos incumbe la responsabilidad de mantener su observancia y pureza.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS:

Sí protestamos.

PROSIGUE EL PRIMER MAGISTRADO: Ninguna otra profesión en la humanidad, ha constituido un factor tan importante en la defensa de los Derechos Humanos y en el progreso de la Justicia Universal, entre el Estado y el ciudadano y entre los particulares. Mientras la profesión invoque y mantenga devoción a sus antiguas tradiciones, conservará su preeminencia en la consecución de nobles propósitos y en el respeto de pueblo. La profesión jurídica, que requiere los atributos más nobles del entendimiento y del corazón, y los beneficios más preciados de la educación, no debe apartarse jamás de la idea de que está al servicio de la justicia. El ejercicio de esta profesión nunca debe traspasar los límites de la moralidad y no desviarse de la senda del honor. Considerad la importancia de nuestra profesión, os obliga a preservar la libertad, proteger al débil, desenredar argucias, descubrir engaños, abatir la arrogancia y fustigar la opresión.

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En las dificultades la gente depende de vuestro discernimiento e intachable integridad y se os exige que estéis por encima de toda mezquindad y dispuestos a no ceder cuando no deba hacerse. Mientas nuestra profesión se caracterice por su saber y por su honesta osadía, se conciliarán debidamente los derechos entre los hombres.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS: Sí protestamos.

CANCILLER: Ahora os recordaremos vuestras obligaciones como abogados ante los tribunales.

EL SEGUNDO MAGISTRADO PRONUNCIA UNA ALOCUCIÓN SOBRE EL ABOGADO Y LOS TRIBUNALES:

Queremos inculcar a nuestros nuevos miembros que durante toda su vida y en todo momento, se consideren formando parte de los tribunales, directamente responsables ante ellos y con la obligación de velar porque no sean engañados ni mal informados y porque las normas procesales sean correctamente aplicadas. Con su propio ejemplo deben mantener ese respeto por la ley y por los tribunales, que constituye el único fundamento del gobierno. Insistimos en que no hay lealtad al cliente que justifique la más leve desviación de la verdad, ni un testimonio falso o el engaño al tribunal. El abogado cumple plenamente su obligación cuando exige la aplicación de las normas sustantivas y de procedimiento a los intereses del cliente, interpretando honestamente los hechos del caso.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS: Sí protestamos.

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PROSIGUE EL SEGUNDO MAGISTRADO: Enfatizamos la importancia de estar bien preparados. Conocimientos e integridad, buen criterio, dedicación y constancia en el trabajo, son los secretos del éxito. El prestigio de nuestros tribunales depende de la habilidad y fortaleza de nuestra profesión. El abogado culto que presenta los hechos y el Derecho con claridad y energía, es baluarte para los tribunales. Con excesiva frecuencia, el juez no es sino el espejo que refleja la actitud de los abogados frente los tribunales, y si el tribunal devuelve imágenes distorsionadas de la Justicia y de la equidad, es debido a la tortuosidad y deformación de los abogados. Si la abogacía está inspirada en ideales, si mantiene la norma de grandeza individual y de verdadera cultura, hará que el propio tribunal sea una imagen de lo que Cicerón alababa como “Perfectus Magíster”.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS: Sí protestamos.

CANCILLER: Vamos a recordar las obligaciones del abogado para con el cliente.

EL TERCER MAGISTRADO PRONUNCIA UNA ALOCUCIÓN SOBRE EL ABOGADO Y EL CLIENTE:

PHI DELTA PHI inculca en todos sus miembros la necesidad primordial de fidelidad, integridad y diligencia. No hay esfera de actividad humana que exija cualidades más elevadas que los deberes del abogado para con el cliente. Esta suprema relación de confianza, nacida de la más alta inteligencia, de la mayor libertad de pensamiento y acción, abarca las importantes cuestiones del hogar, la familia, la propiedad, la ciudadanía y a menudo la vida misma, que el cliente confía a su abogado. El abogado no debe caer en falta ni traicionar esta confianza que le deposita el cliente y pese a cualquier riesgo, debe de resguardar el secreto profesional, y proteger y servir a sus intereses.

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Bajo el consejo del abogado, los clientes arriesgan su honor y sus bienes. El abogado debe valerse por sí mismo. En las exigencias de un juicio ganamos o perdemos según nuestro conocimiento de la causa. El abogado depende de su aptitud para presentar con claridad y precisión el caso; de su dominio inmediato de los principios para afrontar lo inesperado; de la rapidez para captar y aprovechar un testimonio favorable; del discernimiento rápido que le permita contrarrestar lo que pueda perjudicar. Todas esas cualidades son vitales para triunfar en un litigio. Con frecuencia, el abogado encuentra una esfera más amplia de servicio como consejero y amigo y no como defensor ante los tribunales. Desalentando los juicios, buscando la conciliación, ayudando a la pronta administración del Derecho y haciendo provechoso el no litigar, el consejero capaz promueve los intereses del cliente y hace prevalecer la Justicia.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS: Sí protestamos.

PROSIGUE EL TERCER MAGISTRADO: Puede ocurrir que al fallecer algún miembro de la familia de un cliente, se recurra al abogado para obtener asesoramiento, consejo y servicios profesionales. Este servicio lo vincula con los intereses de la viuda o del huérfano. Con frecuencia, el abogado por su formación y su experiencia, verá posibilidades lucrativas para él o para otros ya sea a expensas o bien sin perjuicio de los que le han confiado su vida o sus bienes. Resistir al interés propio y proteger los bienes y el bienestar del inocente, es ejercitar el más noble de los deberes de una honrosa profesión. Cuando el abogado se enfrente con la tentación debe recordar su protesta ante el Poder Judicial y la solemne a esta Sociedad.

CANCILLER: ¿Protestáis hacerlo?

CANDIDATOS: Sí protestamos.

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CANCILLER: Habéis oído los preceptos de nuestra Asociación. Sabéis los motivos que inspiran nuestro vínculo. Os pedimos que asumáis la obligación que se os impone como miembros de PHI DELTA PHI.

Todos de pie, levantad la mano derecha y repetid lo siguiente:

“Ante Dios y ante estos testigos / declaro que los principios de esta Asociación son buenos/ Tienen eco en mi corazón / Los suscribo con gusto y hago míos sus preceptos / Mi vida será siempre ejemplo de éstos preceptos / En mis mano han confiado la ley / La acepto / Mi constante aspiración será administrarla con Justicia y sabiduría / Para ese fin me servirán de guía las enseñanzas de esta Asociación / Y si llegare el día / en que sintiera la tentación / de degradar esta elevada profesión / recordaré este momento / esta protesta / y en su memoria / me confortaré con una nueva determinación.”

EL CANCILLER TERMINA:

Al imponeros simbólicamente la insignia de PHI DELTA PHI, lo hacemos con la profunda esperanza de que en todo momento será bien recibida y exaltada como símbolo de integridad profesional. Os recordaremos sin embargo, a vosotros estudiantes, que aún estáis en el umbral de vuestra carrera, que de nuestra vida cotidiana dependerá el éxito o el fracaso de nuestra misión. Nuestra Asociación se denomina “PHILOI DIKES KAI PHILOSOPHIAS”, que significa “Amigos de la Justicia y de la Sabiduría”. Se conoce también por sus iniciales de estas palabras griegas PHI DELTA PHI. Como amigos, unidos ahora con los lazos de un propósito común, comprometidos a seguir una misma guía para mantener aquella confianza a la que el mundo rinde homenaje – del débil que siente el cuidado protector del fuerte que no se sustrae a su poder – os exhortamos ahora para cumplir vuestra misión y para responder a la confianza depositada en vosotros, y os declaramos miembros de PHI DELTA PHI.