Caracterización delSistema de Salud Chileno - … · El presente informe tiene como objetivo...
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Caracterización delSistema de Salud ChilenoVito Sciaraffia1, Vito A. Sciaraffia2
1Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile2 Walter A. Haas School Business, University of California at Berkley
El presente trabajo se lleva a cabo gracias a la ayuda y los fondos otorgados por el International Develomen Centre, Ottawa, Canadá; así como de laFundación Mexicana para la Salud, A.C.
Índice
Introducción ..................................................................................................................................... 3 Sección I: Características de la Población ........................................................................................ 3
1. Población Total ............................................................................................................... 4 2. Estructura de Población ................................................................................................... 4 3. Carga de Enfermedad ...................................................................................................... 5
3.1. La Magnitud de los Años de Vida Ajustados por Discapacidad en Chile (AVISA). .. 5 3.2. La Distribución de AVISA por Subgrupo de Causa .................................................... 6
4. Pobreza ............................................................................................................................ 7 5. Empleo en el Sector Formal e Informal .......................................................................... 8
Sección II: Sistema de Salud Chileno ............................................................................................ 10 Sección III: Revisión de Fuentes de Financiamiento de Salud, Datos y su Descripción ............... 14
1. Gasto en Salud Como Porcentaje del PIB y Gasto de Salud Per Cápita. ...................... 14 2. Prioridad Fiscal Dada a la Salud Como Porcentaje del PIB y del Gasto Fiscal ............ 15 3. Incapacidad de Pago y Problemas de Acceso ............................................................... 15 4. Fuentes de Financiamiento en el Tiempo ...................................................................... 16
Sección IV: Análisis del Concepto de Riesgo ................................................................................ 18 1. Tipos de Sistemas y Niveles de Fragmentación en Pools de Riesgo e Instituciones .... 18
1.1. Redistribución de Riesgos .......................................................................................... 18 1.2. Afiliación .................................................................................................................... 19 1.3. Cobertura .................................................................................................................... 20 1.4. ¿Selección Adversa, Descreme, Elección de Afiliados? ............................................ 21 1.5. Primas ......................................................................................................................... 21 1.6. Contribución ............................................................................................................... 23 1.7. Insurance Pools .......................................................................................................... 23 1.8. Protección del Sistema de Previsión .......................................................................... 25
Sección V: Beneficios .................................................................................................................... 26 1. Cobertura ....................................................................................................................... 26
1.1. ¿Qué Intervenciones Son Cubiertas? .......................................................................... 27 1.2. ¿Cuál es el Costo de Estos Paquetes de Beneficios? .................................................. 28
2. Copagos ......................................................................................................................... 28 2.1. ¿Hay Copagos? ........................................................................................................... 28 2.2. ¿Existe Tope de Algún Tipo para los Co-Pagos? ....................................................... 30
3. Protección Financiera .................................................................................................... 30 3.1. Seguro Catastrófico (FONASA): ............................................................................... 30 3.2. Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC, en Isapre): ............. 31 3.3. Seguro Complementario ............................................................................................. 31
Sección VI: Desafíos Macro y Micro ............................................................................................. 32 1. Tendencias en Variables Macroeconómicas y Fiscales ................................................ 32 2. Inflación Médica ........................................................................................................... 33 3. Desequilibrios entre Primas y Costos ............................................................................ 34 4. Cambios Legales ........................................................................................................... 36 5. Selección por Riesgo ..................................................................................................... 36 6. Riesgo Moral ................................................................................................................. 39 7. Problemas de Acceso al Nivel de Atención Primaria ................................................... 41 8. Tendencias Relevantes y Características del País ......................................................... 43
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Introducción
El presente informe tiene como objetivo caracterizar el sistema de salud chileno, con un especial
enfoque en los mecanismos de protección financiera con que este cuenta. Para ello, se ha
realizado una extensa recopilación de datos, que incluyen distintos análisis del contexto en que se
desenvuelven tanto las prestaciones como la cobertura de salud. Para una mejor comprensión,
este informe ha sido dividido en seis grandes secciones que agrupan distintos temas asociados al
análisis descrito. Así, la primera sección comprende la caracterización de la población, tanto
demográfica como socio-económicamente; la segunda sección tiene como objetivo la
contextualización del estudio, señalando someramente la estructura del sistema de salud chileno,
la tercera sección incluye una revisión de fuentes de financiamiento de la salud; la cuarta sección
hace un análisis del concepto de riesgo asociado a la revisión de risk pooling, coberturas y primas
de salud; la quinta sección aborda el tema de los beneficios de salud que actualmente existen en
el país; y, finalmente, la sexta sección habla de los desafíos macro y micro del sistema en general.
Sección I: Características de la Población
En esta sección el objetivo es describir la población del país en base a los principales factores que
definen su vulnerabilidad en el caso de un shock de salud.
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1. Población Total
El último censo a nivel nacional realizado en Chile fue el año 2002, donde se registró el número
de habitantes en 15.116.435. De acuerdo a las proyecciones realizadas por el Instituto Nacional
de Estadísticas (INE) en su último compendio estadístico1, basándose en la información de los
censos de 1982, 1992 y 2002, las proyecciones de población para el año 2006 son de 16.432.674
y para el 2010.
Hacia el año 2050 se estima que tendremos alrededor de 20.204.779 de habitantes, lo que implica
un crecimiento de 23% para todo el periodo, con una tasa promedio de crecimiento del 0,38%
anual.
2. Estructura de Población
Desde mediados del siglo XX, la tasa de crecimiento de la población chilena ha disminuido casi
un 50%, lo que se ha conjugado con un descenso de la tasa de mortalidad y, más especialmente,
de natalidad, alterando directamente la composición de la población en general. La población
chilena observa un leve predominio de mujeres, quienes representan el 51% del total. La
distribución por grupos de edad da cuenta del proceso gradual y avanzado de envejecimiento
demográfico, con más del 11% de personas sobre los 60 años.
1 Compendio Estadístico INE 2006: Dirección Nacional, Departamento Atención al Usuario y Difusión, Período de la Información: 2006, Publicación Anual. Fecha de Publicación: 18 de Octubre, 2006.
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3. Carga de Enfermedad
3.1. La Magnitud de los Años de Vida Ajustados por Discapacidad en Chile (AVISA)2.
Para 2004, la carga de enfermedad del país correspondió a 4.160.741 años de vida perdidos
ajustados por discapacidad. De este total, el 81% está dado por actividades de la vida diaria
(AVD). En hombres, la carga correspondió a 2.021.195, y en mujeres a 2.139.546. La mayor
parte de la carga en Chile está determinada por el Grupo II de enfermedades no transmisibles
(con 76%), seguido del Grupo III (lesiones3 con 20%), relegando al último puesto las del grupo I.
La composición de los AVISA por grupo de causa varía. En general, en todos los grupos
predominan los años vividos con discapacidad por sobre los años de vida perdidos por muerte.
Sin embargo, la distribución no es similar, hay un mayor predominio de años de vida perdidos
por muerte prematura (AVPM) en el Grupo I con una proporción que sobrepasa levemente el
40% en comparación a un 20% en el resto de los grupos. Por su parte la composición de los
AVISA por grupo de causa, según sexo, mantiene este patrón; sin embargo, en hombres el
componente AVPM tiene una mayor presencia, en particular en los grupos I y III.
2 AVISA es un indicador compuesto, que utiliza indicadores epidemiológicos, como mortalidad y morbilidad, combinando el número de años de vida perdidos por muerte prematura (componente de mortalidad) y los años de vida vividos con discapacidad (componente calidad de vida). 3 Los AVISA se calcularon agrupándolos por enfermedades, que se ordenan de acuerdo a su clasificación en: Grupo I, enfermedades transmisibles, causas maternas, del período perinatal y enfermedades o condiciones nutricionales; Grupo II, Enfermedades no transmisibles; y Grupo III, lesiones.
6
Se puede decir además, que la carga de enfermedad se distribuye de manera heterogénea entre los
diversos grupos de edad, estando el número mayor de AVISA en el grupo de 20 a 44 años, con
1.655.358 años, y el menor en el grupo de menos de un año, con 169.915.
Con respecto al riesgo de AVISA se estima que el máximo riesgo está en el grupo menor de un
año (690 años de vida perdidos ajustados por discapacidad, por 1.000 habitantes), mientras que el
menor corresponde al grupo de 1 a 9 años de edad (74 por 1.000 habitantes). La distribución del
riesgo por grupo de causa muestra similar distribución para los grupos I y II, siendo en el Grupo
III su distribución más homogénea en los diversos grupos de edad.
3.2. La Distribución de AVISA por Subgrupo de Causa
El principal subgrupo de causa de AVISA en Chile corresponde a las condiciones
neuropsiquiátricas, en ambos sexos. En los hombres, le siguen las lesiones no intencionales y las
enfermedades digestivas. Estas tres causas concentran el 47% del total de AVISA. En mujeres, le
siguen las enfermedades digestivas, y las lesiones no intencionales, que, junto a las condiciones
neuropsiquiátricas, concentran el 50% del total de AVISA.
Llama la atención que las neoplasias malignas, pese a ser la segunda causa de muerte en Chile, en
términos de AVISA ocupan el octavo lugar en ambos sexos. Esto es explicable dado que este
subgrupo predomina en los adultos mayores, por lo que en el escenario de cálculo propuesto, que
privilegia los grupos de menor edad, se reduce su importancia relativa.
7
Con respecto al riesgo relativo para mujeres respecto de hombres en los diversos grupos de
causas, destacan mayores riesgos esperables en mujeres en trastornos endocrinos y metabólicos,
enfermedades genitourinarias, neuropsiquiátricas y digestivas. Sin embargo, existe un exceso de
riesgo en deficiencias nutricionales y condiciones orales explicables por causas no biológicas, y
que pudieran ser objeto de un análisis en perspectiva de género. Lo mismo sucede en el caso de
hombres para las causas no intencionales e intencionales.
4. Pobreza
En Chile para hacer una medición de aquellos hogares que presentan condiciones de carencia de
recursos y niveles mínimos de ingreso se utilizan las líneas de pobreza. Estas representan un nivel
de ingreso definido por una canasta básica de consumo medida a precios corrientes de cada año y
es utilizada en la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional4 (Casen) levantada cada
periódicamente para representar un punto de corte que permita contabilizar los hogares que se
encuentran bajo esta condición de ingreso mínimo requerido.
A principio de la década de los noventa tal definición de pobreza situaba al 39% de la población
bajo esta línea, dentro de la cual un 13% era además indigente. Con el transcurso de los años y
4 La definición entregada por el Ministerio de Planificación es: “La línea de pobreza está determinada por el ingreso mínimo necesario per cápita para cubrir el costo de 2 veces (urbano) y 1,75 veces (rural) una canasta mínima individual para la satisfacción de las necesidades alimentarías y no alimentarías. Así, los hogares pobres son aquellos cuyos ingresos no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas de sus miembros. La diferencia de líneas de corte urbano y rural se debe a la diferencia de disponibilidad de ingresos monetarios en ambas zonas que le permitan obtener el acceso a igual canasta básica. La línea de indigencia se establece por el ingreso mínimo necesario por persona para cubrir el costo de una canasta alimentaría. Son indigentes los hogares que, aun cuando destinaran todos sus ingresos a la satisfacción de las necesidades alimentarías de sus miembros, no logran satisfacerlas adecuadamente.”
8
gracias al fuerte énfasis de los programas sociales en paliar esta situación, entrado el siglo XXI el
total de pobreza en la población se redujo a un 20,2% e indigencia a un 5,6%. Al año 2006, la
última encuesta Casen refleja una exitosa lucha contra la pobreza que sitúa solo al 13,7% de la
población bajo esta línea de pobreza y a un 3,2% de personas como indigentes. Como
información relevante se puede señalar que, a la fecha, la canasta básica de consumo que refleja
la línea de pobreza alcanza un valor de US$ 88,82 para el sector urbano, US$59,89 para el sector
rural y la línea de indigencia US$ 44,41 para el sector urbano y US$ 34,21 para el sector rural,
todo ello considerando el tipo de cambio promedio (CLP/USD) de $530,28,
Tabla I.2 Porcentaje de Pobreza en Chile
Total
Año Indigente
Pobre no
Indigente
Total Pobres
No Pobre Total
1990 13,0 25,6 38,6 61,4 100,0 1994 7,6 20,1 27,6 72,4 100,0 1998 5,6 16,1 21,7 78,3 100,0 2000 5,6 14,6 20,2 79,8 100,0 2003 4,7 14,0 18,7 81,3 100,0 2006 3,2 10,5 13,7 86,3 100,0
Fuente: Encuesta CASEN distintos años.
5. Empleo en el Sector Formal e Informal
La composición del sector laboral en Chile es de vital importancia para el sector salud pues se
encuentra estrechamente relacionada con la afiliación previsional por individuo. Sin embargo, un
problema para la confección de este indicador es que los datos sobre empleo formal e informal en
general son escasos, afortunadamente existen organismos como la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) que cuentan con bases estadísticas que estiman la composición del empleo urbano
de acuerdo a los distintos sectores que en este participan. Según el estudio Panorama Laboral
9
20065, elaborado por la OIT, el sector de empleo informal en Chile ha ido disminuyendo
levemente su participación en relación al total de empleos, de un 38,7 % el año 1990 a un 31,9%
el año 2003, cambio propiciado principalmente por la migración de trabajadores independientes a
sectores formales, con contrato estable tanto en el sector privado como el sector público. En
particular, este último ha experimentando un gran crecimiento pasando de representar un 1,1%
del total de empleos a representar 10% actualmente. Sin embargo, el sector de la pequeña,
mediana y gran empresa aún engloba el 50% del empleo total, conformado el principal motor de
actividad económica y laboral. La microempresa no se queda atrás con un 10% del empleo total
en Chile, mientras que los trabajadores independientes llegan al representar sólo un 15%.
Ese mismo año, 2006, en Chile se llevó a cabo el estudio de Satisfacción y Gasto en Salud que
reveló la situación en que se encontraban los trabajadores chilenos y relacionaba, además, dicha
situación con la cobertura en salud que poseían. En la tabla que sigue se encuentran los resultados
obtenidos en la encuesta señalando la categoría de ocupación a la que pertenece el jefe de hogar,
y el sistema de previsión de salud al que pertenecen según el quintil de ingreso.
Tabla I.5. Previsión y Ocupación, 2006
Fuente: Encuesta sobre Satisfacción y Gasto 2006. FONASA
Año 2006 Quintiles de Ingreso. I II III IV V
Categoría Ocupacional del Jefe de Hogar
Trabajador asalariado (empleado, obrero, jornalero) (%) 58,50 67,70 73,60 74,40 69,60 Trabajador de servicio doméstico (%) 6,60 3,60 5,00 1,30 0,40 Trabajador por cuenta propia (%) 33,80 27,80 21,10 21,90 22,40
5 Los datos para Chile solo se encontraban actualizados al 2003.
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Empleador, empresario o patrón (%) 0,10 0,50 0,30 1,90 6,50 Sistema de Previsión de Salud - Encuestado Módulo Satisfacción
FONASA (%) 84,80 85,00 84,40 73,40 37,40 Isapre (%) 0,50 2,20 5,10 16,60 47,60 Capredena y Dipreca (%) FF.AA. y de Orden 1,40 5,00 3,80 2,40 3,70 Otro sistema (%) 0,00 0,50 0,10 0,40 1,10
Ninguno (%) 12,90 7,20 6,60 7,10 10,20 Fuente: Encuesta sobre Satisfacción y Gasto 2006. FONASA
Sección II: Sistema de Salud Chileno
En esta sección se hace un breve resumen de la estructura de financiamiento del sector salud.
Para ello, en el siguiente cuadro, se presenta esquemáticamente el Sistema de Salud Chileno
desde la perspectiva del financiamiento, sistema que puede ser agrupado en tres grandes sectores:
SISTEMA DE SALUD CHILENO
MODALIDAD ATENCIÓN INSTITUCIONAL
MODALIDAD LIBRE ATENCIÓN
SUBSISTEMA PÚBLICO(FONASA)
SUBSISTEMA PRIVADO(Isapres)
OTROS(FF.AA. y de Orden,
Accidentes del Trabajo)
AU
GE
(GE
S)
En el subsistema público, el administrador del seguro es el Fondo Nacional de Salud (FONASA).
En este seguro, existen dos modalidades de atención que serán vistas más adelante, la Modalidad
de Atención Institucional y la Modalidad de Libre Elección.
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El subsistema privado se encuentra constituido, por el lado de la oferta del seguro, de una serie
empresas denominadas Instituciones de Salud Previsional o Isapres. Operan bajo la lógica general
de los seguros y su marco normativo se encuentra en la Ley N° 18.933 (Ley de Isapres).
En otros, se incluyen a las Fuerzas Armadas y de Orden que tienen sus propios sistemas
previsionales de salud (por ejemplo, el Comando de Salud del Ejército o Cosale y la Dirección de
Previsión de Carabineros, Dipreca, que presta servicios tanto a Carabineros de Chile como a la
Policía de Investigaciones de Chile). También se ha incluido en este grupo a la administración de
riesgos profesionales6, que es llevada a cabo por instituciones sin fines de lucro, denominadas
mutualidades y regidas por la Ley N° 16.744 (esta es jurisdicción del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social).
Un elemento importante a destacar es que la reforma sanitaria que se lleva a cabo en Chile ha
generado un nuevo programa denominado “Acceso Universal con Garantías Explícitas” o AUGE.
Posteriormente, el programa cambió de nombre a “Garantías Explícitas en Salud” o GES, no
obstante, dado que la denominación AUGE ha tenido persistencia en la memoria de los usuarios,
actual y oficialmente se usan ambas siglas indistintamente.
6 Se encargan de la cobertura de accidentes del trabajo y de enfermedades laborales.
12
El GES es exigible tanto a FONASA como a las Isapres y se caracteriza por establecer
constitucionalmente las siguientes garantías para un grupo de enfermedades o condiciones
médicas:
• Acceso: Obligación de FONASA e Isapres de otorgar determinadas prestaciones de salud a
todos sus beneficiarios.
• Oportunidad: Tiempos máximos de atención para prestaciones prioritarias en la atención de
cada problema de salud.
• Calidad: Estándares adecuados para la correcta atención de salud, entregada por prestadores
institucionales acreditados y especialistas certificados.
• Protección Financiera: Límite máximo al gasto de bolsillo que puede ocasionar a la familia
la atención del problema de salud.
Dentro de las características del AUGE se pueden mencionar:7
• Es estándar: igual para todos.
• Es no excluyente: no excluye los seguros complementarios que las personas deseen
contratar.
• Es universal: porque beneficia a todos los cotizantes e indigentes adscritos al sistema.
7 Arrau, Fernando Conceptualización del Plan de Acceso Universal con Garantías Explícitas (AUGE), Eje de la actual Reforma a la Salud. Unidad de Apoyo al Proceso Legislativo, Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.
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• Es integral: porque considera todas las enfermedades y condiciones de salud de las
personas, en sus diversas fases de evolución clínica.
• Es incremental: porque debe ser actualizado periódicamente para definir y redefinir
problemas prioritarios, acciones, prestaciones y garantías, según los objetivos de salud del país y
los recursos disponibles.
• Es total: incorpora las acciones necesarias y de comprobada efectividad (de promoción, de
prevención, de curación y de cuidados paliativos).
La cantidad de problemas de salud ha tenido la siguiente evolución:8
• Primer régimen del AUGE, desde julio 2005: 25 problemas de salud.
• Segundo régimen del AUGE desde julio de 2007: 15 adicionales, alcanzando un total de 40
problemas de salud.
• Tercer régimen del AUGE desde julio de 2007: 16 adicionales, alcanzando un total de 56
problemas de salud.
• Cuarto régimen del AUGE, aprobado en diciembre de 2009 y con entrada en vigencia en
julio 2010 (llamado AUGE 66): 10 adicionales, alcanzará un total de 66 problemas de salud.
8 El listado de los primeros 56 problemas de salud y las prestaciones asociadas se puede hallar en: http://www.redsalud.gov.cl/archivos/guiasges/listadoprestaciones.pdf
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Sección III: Revisión de Fuentes de Financiamiento de Salud, Datos y su Descripción
En esta sección, se describen las diferentes fuentes de financiamiento y su flujo de recursos.
1. Gasto en Salud Como Porcentaje del PIB y Gasto de Salud Per Cápita.9
Sólo en los últimos 5 años se ha reforzado la necesidad de implementar un sistema de cuentas de
salud y de gestión de salud, producto de la notoria escasez de información que existía, pues no se
contaba con sistemas de información, ni indicadores que permitieran monitorear y establecer
objetivos y metas cuantificables en el ámbito de gasto y financiamiento en salud. Por esta razón,
uno de los objetivos de la reforma consistió en implementar un sistema de cuentas nacionales de
salud y de monitoreo del gasto de bolsillo. En virtud de ello, y con el apoyo de la Organización
Mundial de la Salud, el año 2006 Chile lanza su primer estudio sobre satisfacción y gasto en
salud.
Las estadísticas que se presentan a continuación están relacionadas con este informe, pero debido
a su reciente lanzamiento serán complementadas con el sistema de información con que cuenta la
OMS, que posee una alta cantidad de información provista por este nuevo sistema de cuentas
nacionales. La recolección de los datos se puede resumir en la siguiente tabla de gasto total en
salud como porcentaje del PIB y per cápita, según PPP (Paridad de Poder de Compra) para 10
años.
9 Utilizando paridad de compra según las definiciones estándar según Guía del Productor, Cuentas Nacionales de la OMS.
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Tabla II.1. Gasto Total en Salud
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Total Gasto en Salud como % PIB 6,29 6,05 5,61 6,13 6,21 6,19 6,30 6,16 5,92 5,61 5,44 5,34
Gasto Per Cápita de Salud en US$ 285 284 314 324 298 302 277 263 275 333 397 473
Gasto Per Cápita de Salud PPP (US$) 471 488 484 545 548 576 613 617 622 637 668 697
Fuente: Base Estadística OMS, Cuentas Nacionales de Salud.
2. Prioridad Fiscal Dada a la Salud Como Porcentaje del PIB y del Gasto Fiscal
Este punto señala la magnitud, en términos de PIB y Gasto Público, del gasto fiscal en Salud.
Según los datos obtenidos de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda hasta el
2006, se pueden determinar la evolución del desembolso en esta área y la prioridad que
representa para el Gobierno Central. Los valores corresponden a las erogaciones en salud, es
decir, al gasto corriente más la adquisición bruta de activos no financieros. Durante la última
década las erogaciones en términos de PIB fluctuaron entre un 2,4% y un 3% con promedio
2,8%. En términos de gasto Público total representan entre un 12,2% y un 15,3% siendo sólo los
últimos años los de mayor incremento. Durante todos estos años, además, el gasto fiscal en
general representó un 53% del gasto público total en salud.
3. Incapacidad de Pago y Problemas de Acceso
Existe un porcentaje de familias que necesitan cuidados de salud y que no han podido acceder a
prestaciones de acuerdo a su necesidad debido a barreras de acceso o a otros aspectos financieros.
Según cifras oficiales, las listas de espera en patologías del Plan AUGE alcanzaban el 7,24%, lo
que corresponde a un total de 266.806 personas en espera, de un total de 3.687.240 prestaciones a
16
junio de 200710. Para las personas carentes de recursos, que podrían resultar perjudicadas para
acceder a las prestaciones de salud debido a su situación financiera, FONASA entrega una
garantía de previsión a través del Fondo tipo A, que recibe a aquellos individuos sin capacidad de
pago. Según cifras entregadas por FONASA, hasta el año 2006, las personas pertenecientes al
grupo A y que figuran como carentes de recursos bordean el 15% de la población11.
4. Fuentes de Financiamiento en el Tiempo
El sistema global de salud se financia mediante múltiples fuentes, que canalizan los aportes
directos e indirectos de las personas. Por su complejidad y heterogeneidad, no es posible estimar
el financiamiento global de salud en su totalidad. Sin embargo, se conocen y divulgan aquellas
fuentes y gastos afectos a registros gubernamentales y cuentas nacionales, que tienen gran
implicancia en el presupuesto nacional.
Destacan las siguientes fuentes de financiamiento:
a) Los impuestos, directos e indirectos, administrados por el Gobierno.
b) Los tributos municipales o comunales, administrados por las municipalidades.
10 Existen diferentes cifras, incluso dentro del mismo sector público existen divergencias en las estimaciones. En el año 2009, la Superintendencia de Salud situó las listas de espera GES en torno al 9%. 11 Aquellas personas sin ingresos suficientes sólo necesitan inscribirse en algún Servicio de Salud para acceder como indigentes. Las personas del estrato de mayores ingresos pueden desear no cotizar en ningún sistema de salud. Adicionalmente, existe un grupo de profesionales que trabaja de manera independiente (free-lance) y que decide no cotizar (asumen el riesgo).
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c) La cotización obligatoria de los trabajadores en FONASA o Isapre (7% del salario bruto12),
en virtud del régimen de seguro de salud.
d) El pago adicional que realizan algunas personas para su afiliación a algún plan de las Isapre
(costo adicional al 7% obligatorio), y el pago opcional de las personas que de manera
independiente se afilian a una Isapre.
e) Donaciones y contribución de fondos a instituciones privadas de salud sin fines de lucro.
f) El copago de bienes y servicios de salud por medio de bonos, según aranceles fijados, a
Isapres y FONASA, y el pago de préstamos de salud otorgados por FONASA.
g) Gastos directos por pago de servicios asistenciales de la salud por las personas que no
pertenecen a sistemas previsionales o cuya previsión no cubre dichos servicios.
h) Gasto directo en la compra de bienes, especialmente medicamentos.
i) Otros gastos, como el pago de bienes y servicios del área de la medicina informal o
tradicional.
j) El aporte de las empresas al Régimen de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales, y algunas donaciones de entidades externas.
En resumen, acerca de las características de financiamiento al año 2006 para el caso de Chile se
puede decir que el gasto público realizado por el gobierno representa un 52,7% del total del Gasto
en Salud, el gasto privado por su parte es de un 47,3%. A su vez las cotizaciones obligatorias y
12 Esta cotización obligatoria tiene un tope, establecido en UF 60. El monto del salario sobre este límite no está afecto a cotización. Sin embargo, los afiliados a Isapre eligen muchas veces pagar más que el mínimo, tal de acceder a mejores planes de salud, haciendo que su cotización efectiva supere el 7% legalmente establecido. La UF (Unidad de Fomento) es una unidad de cuenta, expresada en pesos chilenos, que se reajusta mensualmente de acuerdo a inflación. Al 27 de enero de 2006, su valor se encontraba en 21.296,53.
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los planes de salud representan un 45,13% del gasto privado y el restante 55% corresponde al
gasto de bolsillo.
Sección IV: Análisis del Concepto de Riesgo
En esta sección se procede a la identificación de las características de los seguros de salud,
personales e institucionales, que garantizan los pagos y la protección financiera en salud.
1. Tipos de Sistemas y Niveles de Fragmentación en Pools de Riesgo e Instituciones
1.1. Redistribución de Riesgos
En Chile, la contribución pagada a la aseguradora de salud pública, FONASA, es independiente
del riesgo que representa el afiliado; las contribuciones están de acuerdo a la situación económica
de este. Existen 4 grupos definidos por FONASA, que clasifican a los afiliados de acuerdo a nivel
de ingresos. Los afiliados y sus cargas acceden a los beneficios del sistema de salud público, y
contribuyen a éste dependiendo si se encuentran en el grupo A, B, C o D. El grupo A representa a
todos aquellos afiliados que presentan una situación económica carente de recursos y a los cuales
se les proporciona atención gratuita. El siguiente grupo (B) lo representan aquellos individuos de
ingreso imponible inferior o igual al sueldo mínimo, imponiendo obligatoriamente a partir de este
grupo un 7% del sueldo para la previsión de salud. Los dos siguientes grupos están divididos
también de acuerdo al tramo de ingreso que presente el contribuyente y el número de cargas
asociado que posea. El sector privado por su parte, representado por las Isapres, posee primas
cobradas en función de la cobertura acordada con el asegurado, además de edad, sexo y otros
factores de riesgo.
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En el sistema público está implícito un subsidio cruzado desde personas de mayores ingresos y
del Estado hacia personas de menores ingresos; sin necesariamente representar una distribución
de riesgos proporcional en cada nivel. Mientras que en el sector privado existe un pago
proporcional por individuo de acuerdo a su riesgo implícito.
El cuestionamiento que se hace en relación a esta distribución de las personas es sobre si es
suficiente como para asegurar un nivel de servicio de salud adecuado y de calidad a todos los
afiliados del sistema. Es importante considerar el hecho que las personas afiliadas a FONASA
son, en general, las de menores ingresos per cápita (considerando el núcleo familiar), mientras
que los de mayores ingresos están afiliados a las Isapre.
1.2. Afiliación
Los trabajadores dependientes y retirados están obligados a contratar un seguro de salud, y
pueden escoger entre aquel entregado por el sistema público de salud (FONASA), o el sistema
privado de salud (Isapre). En cualquier caso, los afiliados deben contribuir con el 7% del salario
imponible. El seguro del afiliado sirve además a las cargas de este (hijos, cónyuge y otros).
Ahora, estrictamente hablando, el sistema de seguros de salud es obligatorio pero no es universal.
Quedan fuera de él todos quienes no son trabajadores dependientes ni retirados. Ellos deben
voluntariamente afiliarse a una Isapre o a FONASA. Existe entonces una proporción de
20
individuos que no tiene cobertura de salud alguna que al año 2006 alcanzaba un 5,1% de la
población13.
1.3. Cobertura
En el sistema privado de Isapre existen topes anuales de cobertura por beneficiario que se
establecen normalmente en un acuerdo entre afiliado e Isapre. Estos topes máximos están en
función del precio pagado por el plan de cobertura de salud y dependerá además de la disposición
a pagar de los afilados y su riesgo. Es decir, hay distintos paquetes, lo único que debe estar
incluido obligatoriamente son las enfermedades GES o AUGE. Los topes de cobertura
dependerán del plan, aunque hay que considerar que en casos graves entra a operar el seguro
catastrófico, detallado más adelante.
En FONASA, los límites de cobertura están implícitos y se establecen en función del nivel de
ingresos del individuo. Así, los beneficiarios que se encuentren en los grupos A y B no tienen
límite de cobertura en el caso de necesitar la atención de un especialista o la realización de un
examen médico en el modo de atención institucional de gobierno. En cambio, los beneficiaros
pertenecientes a los grupos C y D deben efectuar un copago de 10% y 20%, respectivamente. Así,
existirá un límite de cobertura para los dos últimos grupos sólo en la medida en que éstos no
puedan financiar el porcentaje de copago exigido. Cualquier persona además esta autorizada a
13 Según datos de Casen 2006, encuesta de caracterización socioeconómica hecha por el Gobierno de Chile. Existen pequeñas divergencias con los datos presentados en la tabla I.5, cuya fuente es un estudio del FONASA. Evidentemente, ambas son estimaciones en distintos momentos del tiempo del número de personas sin cobertura, de ahí que es imposible que se obtengan las mismas cifras.
21
participar de un sistema de medicina libre elección en el cual se paga de acuerdo a convenios
establecidos por el convenio público y el prestador privado de salud.
1.4. ¿Selección Adversa, Descreme, Elección de Afiliados?
FONASA acepta a todas las personas que soliciten la obtención de un seguro de salud. Sólo se
distingue entre los afiliados según el nivel de ingresos que estos tengan, y se les clasifica en un
grupo: A, B, C o D. En el caso de las Isapre, la situación es diferente. Aún cuando los planes
ofrecidos por las Isapre no están explícitamente en función del riesgo que representa el afiliado,
sino de su edad y sexo (y de sus cargas), éstas sí rechazan a algunos afiliados. Así, FONASA
representa el asegurador de última instancia.
Antes de contratar un plan de cobertura privado, el potencial afiliado debe llenar un formulario
con información personal y de su familia que, entre otras cosas, le interroga acerca de sus hábitos
en el consumo de alcohol, cigarrillos, drogas, enfermedades preexistentes, etc. Si una persona
resulta ser aparentemente riesgosa, puede que sea directamente rechazada, que algunas
restricciones sean incluidas sobre sus enfermedades preexistentes, o que el precio que se le cobre
sea tan elevado que igualmente se le prive de obtener el seguro de salud requerido.
1.5. Primas
En el sistema de salud público, y de acuerdo a lo señalado en los puntos anteriores, la prima
cobrada a un beneficiario está directamente relacionada con sus ingresos. Quienes están afiliados
a FONASA deben pagar de acuerdo al grupo en el que son clasificados, según su situación
22
económica. Los servicios de salud recibidos son idénticos para todos, y sólo hay diferencias en
los copagos que deben hacer los integrantes de uno u otro grupo.
En el sistema de salud privado, las primas por pagar se establecen en función de una tabla de
factores de riesgo que permite distinguir entre individuos por sexo y edad. La Superintendencia
de Salud es la encargada de fijar la estructura de estas tablas, estableciendo los tipos de
beneficiarios según las variables recién mencionadas. La tabla de un determinado plan de salud
no puede variar entre beneficiarios que participen de este, ni puede modificarse con el ingreso de
otro individuo. Cada plan de salud tiene incorporado solamente una tabla de factores que
representa factores de riesgo asociados a la condición de cada beneficiario. Esta tabla permitiría
calcular el precio total de un plan para una familia tipo compuesta de un hombre cotizante con su
cónyuge mujer e hijos (cargas). Deben sumarse los factores correspondientes a cada uno de los
beneficiarios del contrato, y luego multiplicar por el valor base definido por el plan de salud.
En general, tanto aquellos afiliados al sector público como al sector privado, deben contribuir
obligatoriamente con el 7% de su sueldo imponible como mínimo, pero también pueden efectuar
una cotización adicional voluntaria que les permita obtener mejores planes de cobertura. Esto es,
los afiliados a Isapres pueden contribuir con más del 7% de su salario bruto si así lo quieren, con
tal de tener acceso a un mejor plan (cobertura) de salud; ello es voluntario (cualquier aporte sobre
23
el 7%, que es lo que fija la ley). Los salarios más altos aportan, al menos obligatoriamente, menos
del 7%, pues la ley fija un tope a la cotización obligatoria de UF 4,2 (aprox. 170 dólares)14.
1.6. Contribución
En el Sector Público los afiliados aportan con el 7% de sus sueldos, y esto es totalmente
independiente del número de personas cubiertas por el sistema público, las características de
estos beneficiarios como edad, sexo, estado de salud, etc.
En el sistema privado, la contribución tampoco depende de otros beneficiarios, ni del tamaño de
la familia del afiliado. A pesar de esto, en ambos sistemas, la cotización del 7% por parte del
afiliado pretende también cubrir las necesidades de salud de las cargas del titular. En general, en
el sistema privado, cuando el afiliado tiene muchas cargas, decide contribuir con más del 7% de
su sueldo imponible para optar a planes de salud más completos y de mayor calidad o
simplemente tiene la opción de decidir hacer un aporte extra para el mismo fin.
1.7. Insurance Pools
En el sistema de salud público, existe un único pool donde son agrupados todos los afiliados. En
2006, FONASA tenía como beneficiarios al 76,9% de la población. En este pool se agrupa a los
afiliados y sus cargas de todos los niveles de ingreso, de ambos sexos y de todas las edades. No
14 La UF es una unidad de cuenta en pesos que se reajusta mensualmente de acuerdo a la inflación. Al 1 de enero de 2010, UF 122 eran equivalentes a USD 5.044,37.
24
existe un mecanismo que permita compensar en el pool por los individuos de mayor riesgo, ya
que la afiliación a FONASA no depende del riesgo del individuo.
En las Isapres, a pesar de no trabajar con pool, fue diseñado un Fondo de Compensación
InterIsapre, que permite la existencia de subsidios cruzados en el sistema privado, tal que sean
subsidiadas las primas de los individuos más riesgosos desde los grupos de bajo riesgo,
principalmente para compensar la cobertura de enfermedades garantizadas por el GES. Existe
además un Fondo de Compensación Solidario que permite garantizar a todas las Isapre la
recepción, en promedio, del costo esperado estimado de su cartera de beneficiarios. Compensa
entre sí a las Isapre por la diferencia entre la suma de las primas comunitarias y la suma de las
primas ajustadas por riesgo, disminuyendo el incentivo de las Isapres a seleccionar a sus
beneficiarios. Además, el Fondo permite homogenizar los riesgos de salud de los grupos de
individuos asociados a cada aseguradora, por sexo y edad de los beneficiarios. Así, es claro que el
Fondo busca atacar la selección de riesgos en lo relativo a enfermedades GES.
En el resto, la selección está permitida, y de hecho ocurre. Los planes de las personas mayores
suben con la edad, así como las mujeres en edad fértil pagan más que los hombres de su misma
edad. Las preexistencias, además, no son cubiertas. Algo de esto ha sido atacado últimamente vía
recursos judiciales, muchos de los cuales han sido exitosos en prevenir el aumento de las primas
por factores de edad. Eso sí, cada caso se resuelve de manera aislada, por lo que aún las
repercusiones no son generales.
25
1.8. Protección del Sistema de Previsión
Las personas que son parte del sistema FONASA se encuentran protegidas de forma pareja frente
a enfermedades catastróficas que signifiquen altos costos por atención médica. No hay
discriminación por sexo, ni edad, situación económica, etc. Esto, porque FONASA ofrece un
Seguro Catastrófico a todos los beneficiarios del sistema, independientemente de su nivel de
ingresos u otra variable. La única condición para recibir la cobertura total de FONASA en caso
de eventos catastróficos es atenderse en la Modalidad de Atención Institucional, y no Modalidad
de Libre Elección. Es decir, el paciente podrá hacer uso de esta garantía siempre que se atienda
en establecimientos acreditados para este caso particular. La bonificación considera todas las
intervenciones quirúrgicas y tratamientos considerados en el seguro.
En el sistema de Isapre existe también la posibilidad de adquirir un seguro de salud que tenga
incorporado la cobertura parcial o total de los gastos frente a enfermedades que pongan en riesgo
la vida de los individuos y que sean de alto costo. Pero en este caso los beneficiarios deben
preocuparse de exigir el servicio y deben estar dispuestos a pagar por ello. Las enfermedades
catastróficas suponen que los copagos que debe hacer el beneficiario son mayores al deducible
que considera el seguro contratado. Así, si un beneficiario es afectado por una enfermedad de este
tipo, los copagos generados por la enfermedad son imputados al deducible y, una vez completado
este, la Isapre comienza a cubrir en un 100% los gastos que se generen (el seguro catastrófico
entra a operar por consideraciones financieras y no depende de la enfermedad en cuestión). Debe
notarse, eso sí, que cada Isapre define una red de prestadores que tiene la facultad de atender
pacientes que adolecen alguna enfermedad catastrófica, y sólo es posible exigir la cobertura del
tratamiento en centros médicos que son parte de esta red.
26
Sección V: Beneficios
En la presente sección se describen los distintos tipos de paquetes de salud disponibles para los
diversos grupos de la población en Chile. Se identifican además, el tipo de beneficios incluidos y
el nivel de protección financiera asociados a estos.
1. Cobertura
En Chile, la cobertura sobre intervenciones o prestaciones médicas viene especificada según el
sistema previsional al que el beneficiario esté ligado. Dependiendo de la previsión, por lo tanto,
existen beneficios y paquetes de cuidados asociados a distintas coberturas. Las principales
diferencias se encuentran según el sector al cual el individuo se encuentra afiliado (público o
privado). Principalmente, estas diferencias pueden apreciarse en la modalidad de atención a la
que puede acceder cada afiliado, que en el caso público corresponde a convenios y proveedores
públicos y privados determinados, mientras que en el caso privado corresponde a sistemas de
libre elección con proveedores privados y convenios médicos.
Otra diferencia fundamental es acerca de los planes de salud ofrecida por el sistema privado que
supera ampliamente los dos tipos de planes con que funciona el Público; el primer sistema
(privado) ofrece diversidad de planes ajustados a la medida del afiliado e incluye un sistema de
pagos a través de reembolsos y bonos. Mientras que el sistema público sólo ofrece la atención
institucional y la de libre elección con prestadores determinados a través de un sistema de pagos
mediante bonos, la única diferencia es que no se contemplan topes máximos de atenciones ni de
27
pagos. Esto es, el seguro público no pone topes de atención en el sistema privado, aunque
reembolsa montos fijos y predefinidos, y siempre que el prestador del servicio esté en el listado
de convenios de FONASA.
1.1. ¿Qué Intervenciones Son Cubiertas?
Una vez conocidas las diferencias, se puede profundizar acerca de los beneficios que se otorga
por modalidad de previsión. Así, el beneficio ofrecido por sistema previsional variará según sea
lo ofrecido por cada subsector de salud. Por el lado de las Isapre, se cumple con poseer distintas
modalidades de beneficios asociados a cada individuo y precio, ofreciendo distintas alternativas
de planes según las necesidades del beneficiario y, además, según las características de riesgo
asociados al mismo. Por tanto, el beneficio explícito será variable según el plan. Eso sí, hay un
plan universal mínimo: lo contenido en el GES constituye, en la práctica, un plan mínimo.
En el caso del sistema público, también existe diferencia acerca de los beneficios según grupo o
nivel previsional al que pertenece el beneficiario y sus cargas, sólo que en este caso no existe la
diferencia por riesgo entre cada grupo. La prestación se otorga a través de dos modalidades, a
elección de sus beneficiarios. La Atención Institucional, dada directamente en los Consultorios
Municipales y Hospitales del Sistema Nacional de Servicios de Salud (S.N.S.S.), la que es
gratuita y El Sistema de Medicina Curativa Libre Elección, en la que se financian atenciones que
el usuario busca libremente entre prestadores afiliados a este sistema (públicos o privados). En
este último, según el fondo al que pertenezca el afiliado, se realiza un copago de atención médica
variable, dependiendo de la prestación que se requiera. En estas dos formas de atención son
cubiertas todo tipo de intervención o servicio médico que se requiera de acuerdo a lo que esté
28
dispuesto ofrecer el beneficiario. Además de la cobertura básica por previsión, se encuentra el
GES.
1.2. ¿Cuál es el Costo de Estos Paquetes de Beneficios?
El costo asociado a las prestaciones de salud en el sector público15 (sin incluir AUGE) asciende a
unos $142 mil aproximadamente para el año 2005, lo que corresponde al gasto total en
prestaciones por beneficiario del sistema de salud.
2. Copagos
2.1. ¿Hay Copagos?
Es una de las principales herramientas que permiten controlar la demanda por prestaciones
médicas y, al mismo tiempo, permiten lograr un financiamiento compartido entre los usuarios y
el Estado (en el caso de FONASA), o los usuarios y la aseguradora de salud, en el caso privado.
En Chile, legalmente los copagos corresponden a la diferencia entre el costo de una atención
médica y la bonificación otorgada por la Isapre o FONASA respecto de la misma, es decir, es el
monto que es de cargo directo del afiliado16. La decisión acerca de la cantidad exigida de copago
al usuario depende principalmente de la previsión del individuo, siendo variable en FONASA
15 Incluye gasto en atenciones de la Modalidad Atención Institucional, gasto en atenciones de la Modalidad Libre Elección, gasto en atención a particulares, y subsidios de incapacidad laboral. 16 El gasto de las personas cubiertas por algún sistema previsional, por pago de préstamos concedidos y como copago o pago del costo "deducible", es efectuado mediante la compra de bonos, que está destinado a cubrir la diferencia entre el costo del servicio recibido y el arancel fijado por el plan al que ellas están afiliadas (FONASA o Isapre).
29
(según la situación socioeconómica que declare cada familia17), y en el caso de Isapre
corresponde a una parte fija y otra variable, según el plan de salud que el individuo contrate.
En el sistema privado el copago es muy variable, pues se trata de una especificación del plan de
cada afiliado. En FONASA por su parte, se consideran distintos niveles de copago, dependiendo
de la modalidad de atención y la atención médica que se requiera: Si utiliza la Modalidad
Institucional, el pago que deberá efectuar dependerá del grupo de ingreso en el cual se encuentre
clasificado (grupo B, C o D). El grupo A posee atención gratuita, pues incluye a los carentes de
recursos. Si el beneficiario utiliza la Modalidad de Libre Elección, el valor de la atención
dependerá del nivel de inscripción del profesional o institución de salud en convenio con
FONASA, que puede ser 1, 2 ó 3, donde el nivel 1 es el más barato y el nivel 3 el más caro.
Adicionalmente, el gobierno chileno ha establecido el GES que beneficia a los afiliados a
FONASA y a las Isapres, y da derecho a exigir garantías establecidas para cada enfermedad
incluidas: acceso a la atención, con tiempos definidos, de calidad y con apoyo financiero. Sobre
este último punto, la garantía de apoyo financiero incluye un monto variable según la afiliación
del individuo, que va de un copago de 0% a la gente del grupo A y B de FONASA a un tope de
20% para quienes posean un seguro de salud privado o pertenezcan al grupo D de FONASA.
17 Lo que correspondería al tipo de fondo al cual el individuo se encuentra afiliado: A, B, C o D.
30
2.2. ¿Existe Tope de Algún Tipo para los Co-Pagos?
Dependiendo del grupo asociado a las prestaciones comunes, el copago máximo es función del
tipo de prestación que se haya requerido y del nivel de previsión que se tenga según FONASA o
Isapre.
Sin embargo, en las patologías integradas al AUGE, existe un tope máximo de copago, lo que se
llama garantía de cobertura financiera, que implica que el afiliado (o benficiario) que sufre una
patología AUGE no pagará más del 20% de todas las prestaciones que se le realicen. El tope de
los copagos es de UF 122 por un evento, o UF 181 por más de un evento, lo que cubre a todo el
grupo familiar.
3. Protección Financiera
Luego de la reforma al sistema de salud y de la implementación del AUGE, se crean o modifican
algunos aspectos sobre cobertura financiera frente a enfermedades catastróficas o de alto costo.
Algunos de los seguros son los siguientes:
3.1. Seguro Catastrófico (FONASA):
Todos los afiliados a FONASA tienen acceso a este programa de salud, que cubre un grupo de
enfermedades que se caracterizan por poner en riesgo la vida y ser de alto costo. Se otorga una
bonificación del 100% (sin costo para el beneficiario, mientras se atienda en la red pública) a las
intervenciones quirúrgicas y a tratamientos considerados en el seguro, si se atiende en Modalidad
31
Institucional. La bonificación considera todas las atenciones de salud relacionadas con estas
intervenciones y tratamientos.
3.2. Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC, en Isapre):
Es un beneficio que ofrecen las Isapre a sus afiliados y sus cargas, con el fin que puedan obtener
el 100% de cobertura en gastos derivados de atenciones que son de alto costo, tanto hospitalarias
como ambulatorias.
Estas atenciones son entregadas exclusivamente dentro de la red de prestadores definida por la
Isapre. El CAEC cubre enfermedades puntuales, en que la suma de los copagos que se generan
sea superior al deducible pactado.
3.3. Seguro Complementario
Cualquier persona, sea o no beneficiario de algún asegurador de salud, puede contratar un seguro
complementario, el que ofrece la cobertura que el plan de salud no alcanza a entregar. Si bien
están orientados a los usuarios de Isapre, existen planes especiales para personas que no tienen
ninguna cobertura, aunque esta es mínima, por lo que si por ahorrar se busca no cotizar en Isapre
y sólo pagar una prima por un seguro complementario, deberán asumirse las consecuencias
financieras de un shock inesperado.18)
18 Sse puede tener seguro de salud extra sistema, generalmente complementario, y no tener seguro ni en Isapres ni en FONASA, pero ello sólo puede darse sin contrato de trabajo, pues los descuentos para cotización son mandatarios para las personas contratadas
32
En el caso del Plan AUGE además se entrega una Cobertura Financiera Adicional (CFA), que
consiste en el financiamiento del 100% de los copagos originados sólo por enfermedades o
condiciones de salud contenidas en las GES, que superen un deducible19.
Sección VI: Desafíos Macro y Micro
En esta sección se explicita y se concluye acerca de los factores micro y macro que afectan la
protección financiera en salud en el tiempo.
1. Tendencias en Variables Macroeconómicas y Fiscales
Una de las variables de gran impacto en el desarrollo de un sistema de salud equitativo y de
calidad es el gasto público en salud. En general, nuestro país se caracteriza por no tener uno muy
elevado y, en promedio, en los últimos 10 años ha sido de 2,79% del PIB.
Es importante destacar el aporte de los ingresos fiscales en el financiamiento del sistema de salud
público (FONASA), en que la mayoría de los beneficiarios son individuos de escasos recursos,
que en algunos casos no contribuyen al fondo de salud (Grupo A). Así, cabe destacar que los
ingresos del fondo del sistema público están dados en menos de un 45% por las cotizaciones
19 Suma de los copagos realizados, que habrán de ser acumulados por cada evento para tener derecho a la CFA, en un período máximo de doce meses desde el primer copago; los grupos A y B no pagan.
33
individuales de los beneficiarios, mientras el aporte fiscal representa más del 45% de los ingresos
de éste.
Otra variable fiscal significativa es el gasto que realiza el Estado para subsidiar a beneficiarios
que sufren de alguna incapacidad para trabajar20. El subsidio por incapacidad laboral es uno de
los beneficios mínimos legales asegurados a los beneficiarios del sistema de salud público o
privado. Este subsidio por incapacidad es un monto de dinero que reemplaza la remuneración o
renta del trabajador mientras se encuentra con licencia médica autorizada. Es financiando con
cotización al seguro de salud, y aporte estatal (rol fundamental en FONASA). En términos tanto
reales como nominales la evolución del gasto envuelto por este ítem ha ido en constante aumento
producto de un evidente sobreuso de este recurso de protección.21
2. Inflación Médica
Actualmente, el principal referente de precios de la salud está implícito en el Índice de Precios al
Consumidor (IPC), en el que se consideran algunas variables relevantes como precio de un
examen de sangre, de una ecografía, servicios de laboratorio y extracción odontológica, dentro de
la categoría Servicios Médicos. Siendo en general una aproximación bastante vaga del escenario
actual de la salud.
20 Siempre que no sea un accidente laboral o enfermedades originadas en la actividad laboral, en cuyo caso se haría cargo el sistema de mutualidades. 21 Para mayores detalles, puede consultarse la investigación de 2009 hecha por la Superintendencia de Seguridad Social.
34
Según estos datos, y corrigiendo por los costos del AUGE al 2007, la variación acumulada del
Índice de Precios de la Salud entre 2002 y 2006 sería de 14,8%. Esto podría estar reflejando el
impacto sobre los precios de la utilización de tecnologías cada vez más sofisticadas y de alto
costo. Esta presión inflacionaria es en general propia de los mercados intensivos en tecnologías
de alto nivel, como el de salud. Chile ha ido modernizándose en el ámbito de la salud con el pasar
de los años, y hoy en día es posible atender diversas patologías que requieren un tratamiento o
intervención quirúrgica de gran dificultad, y que hacen uso de recursos tecnológicos muy
específicos y, por lo tanto, costosos.
Cabe mencionar que la utilización de este Índice como referente inflacionario presenta algunas
dificultades. Entre ellas, destacar que el “IPC de la salud”, como lo conocemos hoy, tiene
implícito la utilización de bonos FONASA, lo que no permite seguir la evolución del precio de
las prestaciones en su totalidad, sino exclusivamente desde el punto de vista de los beneficiarios.
3. Desequilibrios entre Primas y Costos
Hace algunos años se realizó un estudio sobre los costos promedio del sistema de Isapre, según
las características que por ley permiten discriminar entre beneficiarios para cobrar una prima:
sexo y edad22. Este mostró que, de acuerdo a la metodología utilizada por el sistema de Isapre en
la determinación de los precios de sus planes, basada en tablas de factores de riesgo, existe un
claro desajuste entre la prima cobrada a un grupo de beneficiarios, según sus características de
22 Torche, A. y Williamson, C.(1998), “Estructura del Mercado de Seguros de Salud Previsional en Chile: Análisis sobre aspectos de competitividad y Eficiencia”.
35
edad y sexo, y el costo de atenderlos. Una primera aproximación hace pensar que este
desequilibrio se puede deber, en parte, al problema de riesgo moral que incrementaría la prima
cobrada por un seguro de salud por sobre el costo esperado de los servicios médicos prestados.
Alternativamente, esto puede ser producto que el mercado de seguros de salud dista de operar en
un entorno que promueva la competencia entre las Isapre, ya sea por falta de transparencia, o por
información insuficiente con que cuentan los individuos a la hora de tomar decisiones en este
contexto.
Por ejemplo, hasta enero de 2007 existían 40.586 planes diferentes de salud ofrecidos en el
sistema Isapre23. Difícilmente, un individuo analizará con cuidado las características de todos los
planes de salud diseñados para él antes de afiliarse a una Isapre o cambiarse de plan.
Al examinar las tablas relativas de costos asociados a beneficiarios se puede concluir que los
costos medios de atención de salud en el sistema privado aumentan con la edad, y son mayores
para las mujeres (en edad fértil). Además, al comparar los datos sobre los factores de riesgos
asociados a los beneficiarios queda manifiesta la diferencia entre los costos medios de salud, y la
prima cobrada por las Isapres.
23 Esto está cambiando de a poco, en parte por iniciativa de las mismas isapres.
36
4. Cambios Legales
El principal cambio legal presente en el último tiempo lo representa el Plan AUGE que prometió
garantizar a los ciudadanos el otorgamiento de servicios de salud considerados en el plan en
plazos máximos de espera según el servicio, con una calidad determinada. Los principales
problemas asociados a la implementación del GES se refieren a problemas en el cumplimiento de
los plazos de otorgamiento de servicios médicos prometidos. Las grandes cantidades de personas
que, desde la instauración del plan, han decidido tratarse alguna de las patologías incluidas en él
en los centros de atención públicos, tienen al sistema con problemas de cumplimiento.24
Sin entrar en los problemas de diseño del AUGE, lo cierto es que existen, en general, las
condiciones para reclamar el cumplimiento de estas garantías, pero los procesos de reclamo
exigen un alto costo en tiempo (e.g., apelación a segundas instancias, presentación de
antecedentes) para los beneficiarios, y para los fiscalizadores (Superintendencia), producto del
elevado número de reclamos que se han presentado desde la implementación del AUGE. Esto
cambiará desde ahora en parte, pues se ampliarán los plazos para presentar reclamos por
incumplimiento.
5. Selección por Riesgo
Las Isapres en Chile tienen grandes incentivos para atraer la mayor proporción posible de
afiliados que tengan bajos costos médicos esperados. Si las Isapres fueren capaces de cobrar a sus
24 El mismo Ministerio de Salud ha estimado en 500.000 el número de personas en listas de espera AUGE, aunque no hay cifras oficiales. A partir de 2010, deberán confeccionarse para ser informadas al Congreso Nacional.
37
afiliados precios diferentes que reflejen a la perfección el riesgo que representan, los incentivos a
seleccionar a sus afiliados serían menores. Pero a las Isapres les falta información suficiente
como para hacer esta discriminación. Obtener esta información es muy costoso, y en términos
políticos, no es fácil aceptar diferencias muy grandes en primas de seguro cobradas a los
respectivos afiliados y beneficiarios. Por ley las Isapres están autorizadas a realizar un cobro a los
individuos dependiendo de su sexo y edad. Valiéndose de las tablas de factores de riesgo
elaboran una estructura de valores relativos para los distintos beneficiarios y sus necesidades. No
obstante lo anterior, existe para algunos la duda respecto a si este ajuste responde a prácticas
discriminatorias ilegales que consideren otras variables claves en la determinación del riesgo de
un afiliado.
Existe evidencia que la mayoría de las Isapres tienen planes que son poco atractivos para las
personas de mayor riesgo o más costosas en términos médicos. En cambio, afilian
predominantemente a jóvenes trabajadores, de altos ingresos y relegan al sistema público a los
pacientes de los cuales se espera un riesgo más elevado, a través del cobro de primas más altas,
que muchas veces obligan a pagar más que el 7% obligatorio o aceptar coberturas bajas.
En 2006, el 13,5% de los trabajadores estaba afiliado al sistema de Isapres, mientras que el 76.9%
estaba afiliado a FONASA. Pero estas proporciones cambian sustancialmente al considerar sólo a
los trabajadores retirados (más de 65 años), ya que en este grupo el 88,5% estaba afiliado a
FONASA, mientras que sólo un 4,1% al sistema Isapre. Es también posible hacer distinciones
considerando el nivel de ingresos: así, en el quintil más pobre de la población, sólo el 0,7% era
38
beneficiario del sistema Isapre (dentro de los retirados), mientras que en el quintil más rico esta
cifra crece a 18,4% 25
Dado que en FONASA, el afiliado paga de acuerdo a su ingreso y que en una Isapre el afiliado
paga de acuerdo al riesgo, se ha producido una migración de algunos afiliados más riesgosos
hacia el sector público. Lo que deja en evidencia que, a grandes rasgos, a las personas de mayor
riesgo les conviene afiliarse en el sistema FONASA, porque el precio que deben pagar por ello es
menor. Las Isapres tienen los incentivos para atraer a las personas de bajo riesgo, y deshacerse de
las que resultan más riesgosas de lo esperado. Dado, además, que las Isapres poseen la facultad
de recalcular sus planes al final de cada año para cada beneficiario y de esa manera seleccionar
no sólo por quienes van a contratar si no por los que además están contratados, dándole a estos
últimos la opción al final de cada año de seguir o no según lo estipulado por cada Isapre.
El problema de riesgo de selección puede también ser entendido mediante la comparación entre
el riesgo que enfrentan las Isapres por asegurar a un grupo de individuos, y el riesgo que enfrenta
FONASA. Se ha observado que la diferencia en riesgo entre las Isapres y FONASA es muy
grande, y esto se podría explicar por la marcada participación de adultos mayores y otros
individuos riesgosos en FONASA, que confirmaría lo expuesto anteriormente.
25 CASEN 2006.
39
6. Riesgo Moral
Todas las personas en Chile, por ley, deben estar afiliadas a una Isapre o a FONASA. Hasta las
personas más pobres cuentan con esta garantía, pues son subsidiados por el Estado, y afiliados a
un fondo nacional de salud, FONASA. No obstante, la obligatoriedad es para quienes tienen
contratos de trabajo o reciben pensiones.
Dado que las personas conocen esta garantía, y que muchos pagan por ella para acceder a planes
de mayor calidad en el sistema privado, es interesante preguntarse si la conducta de éstos, que
pudiera afectar el valor esperado de servicios médicos, cambia producto de este conocimiento. Si
lo hace tal que los costos esperados de salud cubiertos por las Isapre y FONASA aumenten, nos
enfrentamos a un problema de riesgo moral. Esto no debe sorprendernos puesto que, al igual que
cualquier otro seguro, el seguro de salud en Chile está también expuesto a abusos de los
asegurados.
El problema de riesgo moral surge porque la contratación de un seguro de salud desincentiva los
cuidados preventivos que pueda hacer el asegurado de su propia salud, e incentiva una demanda
por más tratamientos de salud que el estrictamente necesario (sobreconsumo de servicios
médicos), y de más calidad que el que sería exigido si el mismo asegurado cubriera los costos de
los tratamientos.
En el caso de las Isapre este problema se ha solucionado legalmente mediante cada plan de salud,
ya que estos especifican montos tope o máximos de cobertura en sus planes, y así hay una parte
de los costos por servicios médicos utilizados por el asegurado que deben ser cubiertos por éste.
40
Sin embargo, en FONASA dicho pago es bajo, o nulo en algunos casos, con lo que el problema
de abuso se incrementa sustancialmente.
No es de sorprender, entonces, que muchos individuos hagan sobreuso de los servicios de salud.
Especialmente, si se trata de los individuos que pertenecen a los grupos A y B, que no incurren en
costo alguno al recibir este tipo de atención, y que, dado que sus ingresos son evidentemente
bajos, prefieran ahorrar los costos del seguro de salud que saben serán cubiertos por FONASA, y
utilizar el excedente en la cobertura otras necesidades básicas. También, y como suele ocurrir en
otras partes del mundo, en el sistema de atención estatal las listas de espera regulan lo que no
regulan los precios. El sistema privado se protege vía existencia de copagos y límites en la
cobertura,
Finalmente, cabe mencionar que algo de evidencia empírica existe respecto al problema de riesgo
moral en Chile. Por ejemplo, Sapelli (2001)26 utilizó los datos de la Encuesta de Caracterización
Socioeconómica Nacional de 1996, y modeló el comportamiento de los individuos que primero
contratan un seguro de salud sin conocer si ésta es buena o deficitaria, y que luego contratan un
seguro del mismo tipo conociendo su estatus de salud. La evidencia, mostró que el valor esperado
del riesgo moral para trabajadores independientes (cuya afiliación a un seguro es voluntaria) es
positivo y dependiente de las características de los individuos. Por otro lado, para los trabajadores
dependientes afiliados a Isapres se mostró que existe un sobreconsumo de atenciones médicas
electivas y exámenes, pero no así de hospitalización.
26 Sapelli, C. (1998) “Risk segmentation, Moral Hazard and equity in a Mandatory Health Insurance System”.
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7. Problemas de Acceso al Nivel de Atención Primaria
El sistema de atención primaria es la atención ofrecida por consultorios y postas rurales y urbanas
del país, y representan la puerta de entrada al sistema público de salud. Está dirigida a la
población en general, pero su utilización es predominante en las comunas más pobres del país,
que, en general, se correlacionan positivamente con afiliados de FONASA. Así, en 2006, el
96,5% de las personas que acudieron a un centro de atención primaria para controlar su salud,
correspondían a beneficiarios del sistema público de salud. Sólo un 0,8% de estos correspondía a
beneficiarios del sistema privado de salud.
Por otro lado, en el mismo año, el 30,8% de los pacientes que recibieron un control médico en un
centro de atención primaria correspondían al quintil más pobre de la población. En contraste, sólo
un 5,9% de estos correspondían al quintil más rico.
El gran problema de este sistema en los últimos años es que se ha incrementado la consulta en
centros de atención secundaria del país por causas que debieran ser atendidas en los centros de
atención primaria. Lo correcto sería que la consulta en hospitales fuera una de último recurso,
pues éstos son centros más especializados y es necesario que estén disponibles para la atención de
causas más complejas y que puedan requerir hospitalización. Pero las personas están prefiriendo
consultar en hospitales, reclamando una condición especial para ser atendidos, la cual no siempre
es adecuada. En 2006 fueron atendidas en centros de atención secundaria y terciaria, un 13,6% de
las consultas médicas generales, un 24,5% de las consultas de urgencia, y un 9,7% de los
controles de salud.
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Este desajuste se da en gran medida por el excesivo racionamiento en cantidades que existe en el
sistema público en tiempos de espera y la existencia de esperas largas para el recibimiento de
atención médica. Las personas están haciendo sobreuso de los sistemas de atención secundaria,
pues no quieren esperar a ser atendidos en los centros de atención primaria. En 2005, y según una
encuesta a consultantes de atención primaria de las principales comunas de Santiago, se
determinó que cerca de 90% recibe atención médica el mismo día en que la solicitan (menos de
24 horas), siendo el medio de solicitud preferido, con creces, la visita al consultorio médico
(74%). Es decir, a pesar de que la atención se hace efectiva para la mayoría de los pacientes, es
necesario que éstos acudan al consultorio para recién solicitarla y esperar al menos 24 horas en
promedio para recibirla (la solicitud vía telefónica es de apenas 23%). Esto hace que los pacientes
no sólo pierdan tiempo en la espera por atención médica, sino que arriesgan además que la causa
por la que consultan empeore en el curso de la espera.
Según un estudio realizado ese mismo año sobre satisfacción y gasto en salud por FONASA, los
usuarios de las instituciones de salud se sienten, en promedio, conformes con el tiempo de espera
que transcurre entre que el paciente llega al centro de salud y es atendido. Así, la mayoría de los
individuos considera que este tiempo de espera es corto. Pero esta percepción cambia
notoriamente al distinguir entre tipo de previsión y quintiles de ingreso. Las diferencias son
notorias. Mientras los pacientes beneficiarios del sistema privado consideran en un 11,4% que los
tiempos de espera son largos o excesivamente largos, esta cifra aumenta a 40,9% cuando se trata
de beneficiarios del sistema público. Por otro lado, existe igual contraste entre los quintiles de
ingreso: pacientes del quintil más rico consideran que los tiempos de espera son largos o
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excesivamente largos en apenas un 15,8% de los casos, en comparación con el 41% para el
quintil más pobre. Este resultado no es de extrañar, ya que anteriormente fue evidenciado que las
personas del quintil más rico de la población no son usuarios significativos de los centros de
atención primaria y en cambio se atienden en centros médicos privados.
Otro punto a destacar es el problema de acceso a centros de atención primaria que, por desgracia,
discrimina por comunas. Así, algunas comunas tienen hasta 300 centros de atención primaria
(consultorios, postas, SAPU) cada 100.000 habitantes, mientras otras tienen menos de 2. Un
resultado poco sorpresivo es que la mayor parte de las comunas que tienen limitado acceso a
estos centros son las relativamente más ricas del país, reflejando nuevamente con esto que en las
comunas de mayores ingresos los centros de atención de salud públicos no reciben mayor
demanda. Los habitantes de estas prefieren atenderse en centros de salud privados.
8. Tendencias Relevantes y Características del País
Un aspecto de gran importancia respecto al funcionamiento del sistema de salud es que la
población, en su totalidad, esté acogida en algún sistema de previsión: FONASA, Isapre u otros.
Pero aún hay individuos que no poseen sistema de previsión alguno, y se encuentran
completamente desprotegidos en caso de necesitar atención médica. Ya anteriormente se señaló
el porcentaje de la población que no tiene sistema de previsión entre los años 1990 y 2006. Desde
este punto de vista, es interesante analizar la evolución de las categorías que componen el
mercado del trabajo, pues los trabajadores independientes representan un componente de peso en
el grupo de individuos sin previsión. Como no es obligatorio para ellos cotizar, es el grupo más
proclive a no tener un sistema de previsión.
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La evolución de la composición del mercado laboral desde 1986 a la fecha revela que la tasa de
crecimiento del grupo asalariados es bastante mayor a la tasa de crecimiento de independientes.
Esto coincide con la caída paulatina en el porcentaje de individuos que no tienen previsión de
salud. Factor importante a considerar para el diseño de políticas de previsión social y salud a
futuro.