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Behringer ha actualizado toda la línea de mesas de mezcla XENYX, car-gadas de varios funciones renovadas y mejores prestaciones.Se han actualizado un total de siete mo-delos XENYX, los cuales incluyen ahora una interfaz de audio USB integrada, nuevos compresores de uso inmediato en cada canal, nuevos preamplificado-res totalmente renovados y ecualizador renovado para cada canal.Todos los mixers XENYX (excepto el modelo 1204USB) ofrecen ahora un nuevo procesador de efectos integra-dos con 16 presets editables que inclu-yen efectos de reverb, chorus, flanger, delay, pitch shifter, y muñti-efectos de todo tipo. Todos los modelos ofrecen alimentación phantom e incluyen un pa-quete de software con el secuenciador EnergyXT 2.5 incluido.Estarán siendo presentados en el NAMM Show y comenzarán su distribu-ción este mismo año desde Behringer.

... Use your imagination

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contenido...

St Germain... 20Jazztronik... 22The Cinematic Orches-

tra... 28

Sayg Jazz Machine...

32Daft Punk... 34

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The five corners quintet... 6Nodjz... 8John Dahlbäck... 9Native, possibility... 10

Kyoto Jazz Massive... 12In-fusiones de Jazz... 14

St Germain Cafe des-pres... 15 Minus 8... 16

..10

Korg lanza un nuevo lector multimedia profesional portátil, el MP-10 Pro, ca-paz de reproducir archivos MP3 y MIDI directamente desde el disco duro inte-grado.El MP-10 Pro integra dos lectores in-dependientes capaces de reproducir archivos MP3 y MIDI simultáneamente albergados en el disco duro de 120GB integrado. Los formatos soportados son los siguientes: .mid, .mid+G, .kar, .xf, .mp3 (+ letras), .mp3+G.El MP-10 Pro propone dos faders verti-cales y uno horizontal (crossfader) para una mezcla de tipo DJ. Las canciones pueden guardarse en listas de repro-ducción múltiples, importadas o crea-das sobre la marcha, y es posible bus-car en la base de canciones mediante criterios, gracias a la función Find.El motor sonoro del MP-10 Pro utiliza la misma tecnología EDS (Enhanced Definition Synthesis) que en el teclado Pa500, para reproducir archivos MIDI y utilizarse con un dispositivo MIDI exter-

Reproductor multimedia Korg MP-10

Pro

no. La máquina propone 4 pads asig-nables que servirán para lanzar efectos o frases musicales. Incluye además el procesador vocal TC Helicon que ofre-ce compresión, EQ y delay. Un pitch shifter, un time stretcher y una función de eliminación de la voz pueden ser aplicados a los MP3.En cuanto a las conexiones, propone puertos USB y MIDI, dos entradas de micro (XLR y jack de 1/4”) y un conec-tor para un teclado de computador que sirve para nombrar y organizar las can-ciones.El lector MP-10 Pro estará disponible en julio de 2010 a un precio que se anunciará.

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The Five Corners QuintetLa session en Helsinki

cinco músicos, sus grabaciones nunca enfatizaban el virtuosismo. Lo esencial eran las melodías, las harmonías crea-das, la estética lograda con la produc-ción... Por esas cuestiones sentía una creciente curiosidad por saber cómo era la faceta escénica de The Five Cor-ners Quintet, aspecto determinante para una banda de la escena jazzísti-ca. The Helsinki Sessions fue el espe-rado álbum grabado en directo, cosa que ocurrió en el club, Kapsäkki, en alguna gélida noche de Helsinki. Es el tercer larga duración tras los deliciosos trabajos de estudio Chasin’ The Jazz Gone By (Ricky-Tick Records, 2005) y Hot Corner (Ricky-Tick Records, 2008 ). El repertorio, como era de esperar, se compone de temas de ambos dis-cos, pero todos están reinterpretados con considerables dosis de libertad e imaginación. Sobre el escenario, Teppo Mäkynen, Timo Lassy, Jukka Eskola, Mikael Jakobsson y Antti Lötjönen ya no prestan tanta atención a los preci-

The Five Corners Quintet es un conjun-to finlandés originalmente compuesto por Tuomas Kallio (productor, composi-tor y arreglista), Eero Koivistoinen (saxo tenor), Timo Lassy (saxo tenor, flauta, saxo barítono), Jukka Eskola (trompe-ta), Severi Pyysalo (vibráfono) y Teppo Mäkynen (batería). Su música es una fusión de jazz moderno, electrónica (uso de samples y sintetizadores), de música de los sesenta y de jazz latino. Aunque puede calificarse como nu-jazz, su propuesta difiere notablemen-te de las producciones de grupos del estilo, ya que el finlandés es un grupo de jazz que, únicamente para las gra-baciones, utiliza modernas técnicas de grabación, incorporando la electrónica (aunque discretamente).

Gustará a los amantes del jazz, pero interesará especialmente a los que dis-fruten con el nu-jazz con más sabor a jazz clásico. El álbum debut de The Five Corners Quintet es de lo mejor editado

sos arreglos que grabaron y, por su-puesto, tampoco pudieron contar con la brillante producción de estudio, de modo que lo escuchado aquí es otra cosa. Se parece, uno estaría tentado de afirmar que es lo mismo, pero no, no lo es. Sí, por supuesto que se reconoce el peculiar sonido de The Five Corners Quintet en varios pasajes, pero esto es otra cosa. La música propuesta en The Helsinki Sessions es bastante menos interesante. Sobre el escenario, el quin-teto se parece mucho más a un grupo de jazz estándar, se diluye dramática-mente la definida personalidad que sí exhibe en sus álbumes de estudio. Da la sensación de que el quinteto se dis-persa en más de un momento, que cae en tentaciones fáciles como los solos vistosos servidos por el virtuosismo, que se preocupa excesivamente por agradar al público y lograr aplausos fá-ciles en lugar de proponer desarrollos más complejos o sutiles. Dicho esto, la propuesta sigue siendo un espectácu-

tras Other Directions de Nicola Conte y We Are Povo del dúo noruego Povo.Tenía curiosidad por saber cómo sona-ba The Five Corners Quintet subido a un escenario. El quinteto finlandés ba-saba buena parte de su atractivo en la asombrosa precisión e inspiración de sus arreglos, en una excelente produc-ción y, finalmente, en una inteligente relectura del jazz clásico a través de la estética de club contemporánea. Ja-zzdance para el siglo XXI o, si lo prefe-rís, nu-jazz orgánico, desde la vertiente jazzística. No era, en definitiva, un gru-po que privilegiase los dos conceptos que habitualmente se emplean para juzgar el interés de una propuesta de jazz: la interacción entre los intérpretes y la improvisación. En su faceta de es-tudio, al menos, la improvisación o no entraba en juego o era lo de menos, y la interacción venía determinada de antemano, precisada en las partituras. Por otra parte, aún estando fuera de duda la técnica interpretativa de los

lo. Es menos personal, menos necesa-ria, menos bella seguramente, pero a cambio ofrece un espectáculo conti-nuo. Por otra parte, dudo que un solo seguidor de The Five Corners Quintet no disfrute escuchando The Helsinki Sessions o que se le quiten las ganas de ver al quinteto in situ. En cambio, lo que no puedo garantizar, puesto que me ha pasado, es que no provoque al-guna decepción, aunque sea mínima y se olvide pronto en cuanto uno se deja llevar por la música.

Tuomas Kallio, Eero Koivistoinen, Timo Lassy, Jukka Eskola, Severi Pyysalo, Teppo Mäkynen...

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NodjzFrom Cali

En el 2002 Pipe Bravo y Pedro Rovetto crearon ‘El Rincón Sónico’, un estudio en donde se crea y compone la música de Superlitio, la banda caleña a la cual pertenecen. En medio de los ensayos empezaron a realizar ‘live act’, es decir, mezcla de música en vivo, con resulta-dos bastante agradables para ellos.Con el nombre de Nodjz, poco a poco empezaron a tocar en fiestas y tradi-cionales bares caleños como Forum, El Desván o Saloon. “Empezamos to-cando en la casa de nuestros amigos, en las fiestas que nos invitaban”, dicen los músicos mientras sentados en su estudio de grabación en Cali se puede apreciar lo que producen.Sin proponérselo, Pipe y Pedro logra-ron reconocimiento en la escena musi-cal electrónica colombiana. En el 2006 editaron Simulator, el primer E.P., y un año mas tarde participaron en Nokia Trends, una de las fiestas electrónicas más conocidas a nivel mundial.Actualmente están pre produciendo

‘Vinilo’ y ‘Charol’, dos discos que serán lanzados simultáneamente el próximo año. El primero tendrá canciones inédi-tas de Nodjz y el segundo incluirá re-mezclas de temas salseros.Quienes asistan al concierto de la aus-traliana Kylie Minogue podrán escu-char 40 minutos de música producida por Nodjz. “No tenemos claro cuántas canciones tocaremos, porque hacemos todo en vivo, vamos de acuerdo a la respuesta del público”, aseguran.Nodjz serán los primeros en presen-tarse este sábado en el Parque Jaime Duque, seguidos de los bogotanos Diva Gash, en el primer concierto que Mino-gue presentará en Latinoamérica y que servirá para promocionar el álbum X.Al finalizar el concierto, los asistentes podrán disfrutar un ‘after party’ hasta el amanecer a cargo de Pink Halloween, quienes llevan realizando las mejores fiestas de la ciudad durante los últimos diez años.

Mutants, creada a principios del 2010, fue la enésima aventura discográfica del sueco John Dahlbäck. Nada nue-vo de no ser porque esta la creó con el apoyo de Defected Records. No sé hasta qué punto es eso una ayuda desde el punto de vista presupuesta-rio, pero es evidente que sí representa una gran ventaja en términos de pro-moción y distribución. La discográfica de Simon Dunmore era por entonces la referencia en lo que respecta al house, de modo que estar bajo su paraguas debía ser tranquilizador. Una vez crea-da Mutants, Dahlbäck quiso inaugurarla a lo grande, de modo que ofreció esta compilación. Se trata de una recopila-ción de algunas de sus más memora-bles y exitosas creaciones, incluyendo las firmadas con otros alias (Kaliber y Huggotron), junto con una mínima in-cursión en su faceta de remezclador. La presentó como CD-mix y también con idéntico tracklist sin mezclar, paso obligatorio si se quiere atraer tanto a los

John Dahl-backMutants

pinchadiscos como a los aficionados que prefieren escuchar una sesión. Mutants es una compilación editada por la discográfica homónima, pero no es una recopilación de artistas de la casa. Los únicos artistas invitados, Francesco Diaz y Young Rebels, ni si-quiera publicaron una referencia en el sello durante su primer año de activi-dad, ni tampoco parece que cuadrasen mucho en su línea estilística, de modo que es obvio que figuran aquí simple-mente porque el autor de la selección remezcló su tema Human Animal. Mu-tants sí es, en cambio, una síntesis de la trayectoria de John Dahlbäck hasta el 2010, una suerte de ‘lo mejor de...’ ca-muflado. No faltan clásicos, Blink entre ellos, pero también cubre sus más re-cientes creaciones, como Love Inside, colaboración con Andy P que el sueco propuso sólo meses antes en Defected Records. Es, en definitiva, una buena puerta de entrada a la vertiente clube-ra de su discografía, aunque también

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Nat

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sos grupos en el circuito de clubs de jazz de Japón. Acostumbraba a reco-rrer el país en una camioneta, llegando a superar el centenar de conciertos al año. Contemporáneamente, propuso sus primeras demos autoeditadas, Un Mot Pour Exprimer y Song Of A Way, lo que le permitió firmar un contrato con la discográfica japonesa Stride (filial de Inpartmaint inc.), con la que edita-ron los álbumes Snobbism, Intentions y Uptairs. Este último fue reeditado, en el 2007, por el sello germano INFRACom!, con nueva carátula y nuevo título: Prus-sian Blue. Este tercer trabajo de estu-dio incluye las colaboraciones de Ceci-lia Stalin (colaboradora de Koop, entre otros artistas), Tomoka Ito y La ∞ Miel, y fue precedido por un single homónimo en el que uno de los cortes fue remez-clado por Nicola Conte. Posteriormen-te presentó Just Four (2008 ), Futurism (2009) y Possibility, este último con la colaboración de Yannah Valdevit, Native era un grupo que sólo conocían los expertos en jazz contemporáneo ja-ponés, hasta que, en el 2007, la disco-gráfica INFRACom! decidió publicar su tercer álbum con el título de Prussian Blue. Es posible que la participación de la vocalista Cecilia Stalin, relativamente popular en la esfera nu-jazz gracias a sus colaboraciones con Koop, ayudase

a la internacionalización del conjunto nipón. Sin embargo, la principal razón fue que la discográfica alemana ha-bía obtenido, durante los inicios de la primera década del siglo XXI, un con-siderable éxito con [Re:Jazz], Nekta, el Matthias Vogt Trio o Metropolitan Jazz Affair, todas propuestas de (nu-jazz). Sus responsables debieron dar-se cuenta que la música de Native era muy similar, que la formación contaba con cierto potencial comercial entre los amantes del nu-jazz de Europa, de modo que se aventuró a licenciar su más reciente trabajo. Le estoy agrade-cido a INFRACom!, porque la obra en cuestión es muy interesante, pero no debió de funcionar muy bien cuando no repitió la operación con las siguientes. Sin embargo, no acabó ahí el periplo europeo de Native, porque tres años después fue la discográfica británica Arision la que se interesó por otro de sus álbumes, Possibility. No conozco los dos trabajos que el grupo japonés grabó entre Prussian Blue y este que nos ocupa, pero su concepción del jazz apenas si varió. En esencia, repi-tió el mismo enfoque, esto es, un jazz enteramente acústico pero influido por la escena nu-jazz, por propuestas que sí emplean elementos electrónicos para darle un toque moderno o para que se

acerque más a los patrones de la mú-sica de club. No es estrictamente nu-jazz, puesto que no propone una fusión de jazz y electrónica, pero sí adopta la estética del estilo. Escúchese Wild Card, por ejemplo, una pieza cuyo pa-trón rítmico es el característico de cen-tenar de creaciones de nu-jazz. Podría perfectamente pertenecer al catálogo de Schema Records o Ricky-Tick Re-cords, estar firmado por Nicola Conte, The Invisible Session o The Five Cor-ners Quintet. Por otra parte, la colabo-ración de la vocalista Yannah Valde-vit, integrante del dúo de blacktrónica Eddy Meets Yannah, también contribu-ye a fortalecer los lazos entre la música de Native y eso que la crítica anglosajo-na gusta de denominar ‘jazz-club’ o ja-zzdance. Ahora bien, que nadie piense que Possibility es sólo para amantes de la vertiente jazzística del nu-jazz, por-que esa es sólo una parte del disco, ni siquiera la predominante. El grueso del álbum se compone de piezas de ex-quisito lirismo o de virtuoso hard-bop, con acertados arreglos y una excelen-te compenetración de los intérpretes. Sólo se echa de menos algo más de improvisación o de aventura, pero no parece ser ese el propósito de Native, que prefiere privilegiar el desarrollo de una estética bien precisa.

Native es un conjunto japonés, de Na-goya, originalmente formado por Tomo-yoshi Nakamura (saxo, flauta), Kenichi Ohkubo (contrabajo), Taichi Sugimaru (piano) y Yoshitaka Yamashita (batería), el último de los cuales ya no forma par-te del grupo. Es una banda asociada a la escena jazzística, representativa de la corriente de jazzdance/ jazz-club que tuvo especial auge en Japón des-de finales de los 90. Desarrolla un jazz especialmente apto para sonar en los clubs, claramente influido por el jazz electrónico, pero sin emplear elemen-tos electrónicos, recomendable, sobre todo, para los amantes del nu-jazz con más jazz que “nu”. Quiere eso decir que los que disfruten con la música de pro-puestas como [Re:Jazz] (con el que, no por casualidad, fue compañero de dis-cográfica en la alemana INFRACom!), The Invisible Session, Soil & Pimp Sessions o The Five Corners Quintet seguramente quieran descubrir la dis-cografía de Native. La pena es que la mayor parte de sus álbumes sólo están editados en Japón, de modo que no re-sulta fácil hacerse con ellos en el resto del mundo.Native se creó, en 1999, en las calles de Nagoya, centrando su actividad en las actuaciones, de modo que en pocos años ya era uno de los más prestigio-

Tomoyoshi Nakamura...Tenor, Alto & Soprano Saxophone,

FluteTaichi Sugimaru...

Acoustic Piano, Fender Rhodes

Kenichi Ohkubo...Acoustic Bass

Yuichi Fukaya...Drums

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Kyoto Jazz Massivedesde japon, para la nueva generación...

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entre nu-jazz, jazz-house, broken beat y latin house. Tiene la cualidad de que sus temas pueden sonar en los clubs, como integrantes de sets de baile, pero también son ideales para ser escucha-dos en casa, activamente, disfrutando del talento del dúo para crear el groove del siglo XXI. Evidentemente, no es ya que sea recomendable (eso lo doy por supuesto), sino que si no se conoce su discografía difícilmente uno puede considerarse un aficionado serio de la blacktrónica, de la fusión de electrónica y música negra.

Shuya y Yoshihiro Okino iniciaron su

carrera como DJs en Kyoto, a finales de los 80, influenciados por el movi-miento de Rare Grooves proveniente de Londres. También entraron en contacto con la escena acid jazz, gracias a los viajes de figuras londinenses a Japón, entre ellas, Gilles Peterson que, en un artículo en la revista británica Straight No Chaser llamó a los hermanos Oki-no “Kyoto Jazz Massive”: y así nació su nombre. El hermano mayor, Shuya, se instaló en Kyoto, donde fue manager de Monday Michiru y Mondo Grosso. Ade-más, impulsó la escena jazzística de la ciudad como DJ residente del conoci-do club The Room. Allí han pinchando, en el último decenio, grupos y artistas como United Future Organization, Chari Chari, Jazztronik, Kenny Dope, Patrick Forge, Trüby Trio, Jazzanova, Vikter Du-

plaix, Alex Attias y Makoto and Muro, entre otros. Pero su actividad musical se extiende también al campo editorial: creó la revista bilingüe Quality! y escri-bió el libro How to be a good DJ. Ha organizado el Toyyo Crossover/Jazz Festival y ha fundado y dirigido el sello Quality! Records. Un chico completo.

El hermano pequeño, Yoshihiro, por su parte, anima la escena jazzística en el Oeste, en Osaka, dónde dirige el even-to Freedom Time, mientras en Tokyo hace lo proprio con las noches deno-minadas Cool to Kool. Él ha requerido los servicios como DJs de Rainer Trüby, Jazzanova, Patrick Forge, Da Lata, Joe Davis, Phil Asher, Modaji o Victor Da-vies, por nombrar sólo algunos. Ha fundado la tienda de discos Especia

Records, en la que pueden encontrarse todo tipo de rarezas relacionadas con la música brasileña, así como el sello de mismo nombre, en activo desde el 2000, destacado, sobre todo, por ha-ber descubierto en Occidente al artista Hajime Yzoshizawa y a su grupo actual, Sleep Walker.

Su carrera discográfica se inicia con la compilación Kyoto Jazz Massive, edi-tada en Japón en 1994 (y reeditada un año después en Alemania). Siguieron una serie de singles en el sello ger-mano Compost Records, dos compi-laciones (las dos entregas de la serie Crossbreed), un álbum que va a quedar como un clásico imprescindible: Spirit of the sun (2002), y la primera entrega de la serie Fueled for the future (2003).

Kyoto Jazz Massive es un dúo japo-nés formado por los hermanos Shuya y Yashihiro Okino. Es uno de los gru-pos más importantes de la historia del nu-jazz, uno de los que han definido el estilo, los que han determinado su evolución y han escrito algunas de sus más memorables páginas. De su trabajo de producción a cuatro manos han salido algunos de los temas más brillantes e importantes del estilo, así como un álbum que va a quedar como un clásico imprescindible del género. Su música es una fusión del jazz-fusion de los 70 y 80, la bossa-nova y la elec-trónica, dando lugar a producciones

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In - Fusiones de Jazzcultura contempo-ránea

Arte-facto, colectivo de cultura contem-poránea, y el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, presentan este mes el libro In-fusiones de jazz, editado por Ju-lián Ruesga, una mirada a la evolución y transformación del jazz desde la segun-da mitad del siglo XX, cuya extensión se aproxima a las 300 páginas. Según la nota de prensa, “revisa la relación del jazz con el flamenco, con las músicas latinas, con las vanguardias de la tradición aca-démica occidental, el jazz en manos de músicos europeos, su encuentro con la electrónica y las tecnologías digitales y, en fin, las hibridaciones que estos cruces han producido transformando un genero musical que en origen estaba asociado a un lugar, Nueva Orleans, hoy expandido y re-localizado por todo el mundo”. Incluye capítulos escritos por Julián Ruesga –que también coordina el libro-, el belga Luc Delannoy, Norberto Cambiasso, Santiago Tadeo Cervera, Chema García Martínez y, de nuevo, Julián Ruesga, cuyo apéndice “reseña la bibliografía existente en caste-llano sobre las distintas escenas locales del jazz en Hispanoamérica”.

Cuando comenzábamos a trabajar en este proyecto conocimos el libro de Da-vid Morley, “Medios, modernidad y tec-nología” (Gedisa 2008 ). En uno de los capítulos, Morley, refiere una anécdota que presenta como una historia apócrifa. En África occidental, en los años ‘60, al-guien preguntó a un antropólogo, cómo se podía distinguir entre las tradiciones “vivas” de las danzas tribales y las que habían sido reinventadas instrumental-mente por el Estado local como atraccio-nes turísticas. El antropólogo respondió que era relativamente fácil distinguir entre los dos fenómenos, pues todo dependía de si los trajes para las danzas llevaban cremalleras modernas o “tradicionales”, hechas con lazos de cuero y dientes de animales. En su opinión, dada su mayor comodidad, sólo los trajes que llevaban cremalleras modernas podían entenderse como parte de una tradición viva, mien-tras que el uso fetichista de las cremalle-ras supuestamente “tradicionales” (pero menos prácticas) hechas de cuero y dien-tes era claramente una indicación de falta de “autenticidad”.

Saint-Germain-Des-Prés CaféThe Blue Edition

Por lo visto, Wagram Music conside-ró que el concepto ya estaba un tan-to agotado tras diez entregas, pero se resistió a abandonar tan popular deno-minación, de modo que propuso una undécima entrega camuflada con un nuevo título: Saint-Germain-Des-Prés Café. The Blue Edition.Si las diez primeras referencias se pre-sentaron con el subtítulo “the finest nu jazz compilation”, en esta varía sensi-blemente: “the finest cool tempo com-pilation”. Sustitúyase “cool tempo” por downtempo y ya tenemos la clave de la compilación. Ahora bien, el abani-co estilístico del primer disco no varía apenas respecto a Saint-Germain-des-Prés Café 10, pues también aquella se-lección se centraba en la electrónica/ blacktrónica downtempo, hasta el pun-to de que el nu-jazz ni siquiera era el estilo predominante. Puede que cam-biase el título, pero seguía siendo una entrega continuista. Pero no, que nadie se preocupe, esta no es otra previsible edición de Wagram Music, porque tuvo el acierto de contar con Mr. Scruff para

compilar y mezcla el segundo disco. Si en las anteriores ocasiones había re-querido la sabiduría de Quantic y Be-lleruche para que seleccionasen sus favoritos del catálogo de Tru Thoughts. En este caso, no obstante, la discográ-fica que protagoniza la sesión es la que llevaba más de una década publican-do la música del artista británico: Ninja Tune, creada y dirigida por Coldcut.

Pues bien, una vez que Mr. Scruff se pone a los mandos, demuestra por qué es uno de los pinchadiscos más apre-ciados de la escena electrónica. Lo in-teresante, sin embargo, es que con su selección se acaba ‘el toque Wagram Music’, ese territorio sonoro en el que habitualmente sólo tienen cabida las propuestas más accesibles/ comercia-les. Al británico lo único que le interesa, afortunadamente, es que su sesión sea lo más estimulante posible y, de paso, que muestre la diversidad estilística de Ninja Tune. ya merece la pena adquirir una copia de Saint-Germain-Des-Prés Café. The Blue Edition.

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Robert Jan Meyer, más co-nocido como Minus 8, es un Dj y productor suizo, uno de los pocos que ha alcanzado fama internacional. Su músi-ca es una fusión de jazz, elec-trónica, drum and bass, funk, breakbeat, ritmos latinos y trip-hop, lo que se puede re-sumir clasificando a Minus 8 como un artista de Jazz-hou-se, aunque esté más influen-ciado por el jazz que por el house. >>>

Robert Jan Meyer aka...

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S u música es predomi-nantemente ambiental (aunque tenga algunas

brillantes melodías), no apta para las pistas de baile, más propicia para reuniones do-mésticas de amigos, para escucharla por la noche, tumbado en la cama antes de dormir. Es una música relajante, etérea, una buena alternativa a la música para clubes que se venía haciendo casi exclusivamente durante los últimos años. La estructu-ra es sencilla: sólidos y acer-tados ritmos electrónicos (la percusión de algunos temas es brillante, llegando a eclip-sar a la melodía), acompaña-miento electrónico de strings (simulación del sonido de la orquesta), con la añadidura, según el caso, y no siempre, de colaboraciones de can-

tantes o de músicos. En este sentido, los álbumes de Ro-bert Jan Meyer son un pro-digio de uniformidad, no hay ningún tema que se salga del tono general, que desentone (algo especialmente patente en su obra maestra: Minuit). Es easy listenning, pocos ál-bumes son de tan agradable escucha como los de este músico suizo. Son el acom-pañamiento perfecto para cualquier actividad, pero re-sulta igualmente interesante si se escucha activamente. Para hacerse una idea del tipo de composiciones, basta con añadir que los temas del suizo son ideales para cual-quiera de las compilaciones de Chill out que, a modo de plaga, acampan en el merca-do discográfico regularmen-te. Hermano de una cantante

profesional y de un promotor de raves, tiene la licenciatura de arquitectura, pero pronto se decantó por la música, in-terpretando el bajo en varios grupos de funk, a principios de los 80. Empezó a estudiar diferentes estilos musicales, entre ellos, el heavy metal (que, al parecer, no ha teni-do ninguna repercusión en su música, de momento...). A principios de los noventa se compró su primer equipo MIDI, experimentando con los teclados, para explorar posteriormente las posibili-dades del sampler, en el 95. Pero antes, adquirió prestigio como Dj, en 1993, pinchando Acid jazz y funk, para abrirse posteriormente al drum and bass y al hip-hop. Además, estuvo de gira con artistas del Reino Unido como Gol-

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...St. Germain

Ludovic Navarre es un compositor y productor francés, mundialmen-te conocido por su nombre artís-

tico, St Germain. Su música es una lo-grada unión de jazz y house, de música instrumental y samples, de acústica y electrónica. Una combinación fasci-nante de dos mundos que, antes de su llegada, rara vez se habían fusionado, o, al menos, no tan brillantemente. Ha creado una sonoridad propia, recono-cible al instante, un jazz-house que, sin ser bailable, y con menos beats por minuto de lo que suele ser habitual, sí tiene cabida en los clubs. Sin duda, es la figura más importante en lo que al jazz-house se refiere. El único capaz de vender más de dos millones de copias con un álbum de este estilo.

Genera innumerables incondicionales fans por todo el mundo, cuyo amor por su música es sólo comparable al

y, por extensión el jazz electrónico, le debe mucho al francés, que logró sa-carlo, aunque sólo fuese puntualmente, de los círculos minoritarios. Matthew Herbert o Kevin Yost son dos grandes maestros del jazz-house, tan interesan-tes como Ludovic Navarre. Sin embar-go, di que te gustan y lo normal es que nadie haya oído hablar de ellos antes. No ocurre lo mismo con St Germain: es ampliamente conocido, puede que la mayoría nunca haya oído uno de sus temas, pero les suena, y lo que es más importante, si les pones el disco, lo más probable es que te digan “oye, ¿me lo puedes grabar?, me gusta mucho”.Pero empecemos por el principio de la historia, cuando el francés se encon-traba en su tierna infancia. Hijo de un tapicero, crece en el barrio parisino de Saint-Germain-en-Laye (uno de sus seudónimos), algo que ha tenido mu-cho que ver con la elección de su ac-tual nombre artístico (por lo visto, tam-bién lo eligió por que, según cuenta la

rechazo que produce en un número igualmente grande de detractores. Tan adorado como despreciado (pocos ar-tistas han provocado tantas controver-sias como él), hay que reconocerle su capacidad para llegar a un público muy amplio, y no sólo a los amantes de la música electrónica influída por el jazz. Todo componiendo una música alejada de modas y gustos pasajeros, que sólo responde a sus propias inquietudes. Gracias a él, son muchos los que han ampliado sus horizontes musicales, los que han descubierto las inmensas posibilidades de la fusión de electró-nica y jazz. De no ser por St Germain, quizá algunos de vosotros no habrías descubierto esta página, muchos ni tan siquiera conocerían este tipo de mú-sica y lo que es seguro: yo no estaría escribiendo esto. Yo no sería el mismo si un día no me hubiesen regalado el ál-bum Tourist. En definitiva, el jazz-house

leyenda, en la corte del rey XV había un conde que aseguraba contar con varios siglos de edad, algo que, naturalmente, llamaba mucho la atención). Nuestro querido Ludovic no tenía, en un princi-pio, intención de dedicarse a la música. Lo que quería era ser deportista, le apa-sionaba la vela. Desgraciadamente, en plena adolescencia, sufre un grave ac-cidente de motocicleta que le inmovili-za durante dos años, así que tiene que olvidarse de su sueño deportivo. Esta circunstancia le lleva a interesarse por la informática y a ejercer de Dj ocasio-nalmente en las reuniones de amigos. Por supuesto, no me alegro del drástico final de la carrera deportiva del francés, pero si esto ha servido para que poda-mos disfrutar de su excelente música, he de reconocer que el accidente no me parece tan trágico. No ha ganado medallas en las olimpiadas para Fran-cia, pero se ha convertido en el máximo exponente de la french touch.

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Voyage-

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Es una banda japonesa, liderada por Ryota Nozaki un dj, productor, compo-sitor y arreglista. Genio de la nueva era de Acid Jazz, sus sonidos van desde el latin jazz hasta la bossa nova hasta llegar a la electrónica la cual ha sido su fundamental herramienta para crear su maravillosa música.Sus mejores obras hasta el momento han sido Cannibal Rock y Horizon los cuales tienen una calidad de sonido muy parecida ya que los dos tiene las fusiones mas características de la ban-da, el latin jazz y la bossa nova, nun-ca dejan de pertenecer a su país natal Japón ya que en todos los cd’s tienen letras en su idioma y asi dejan que la onda del acid jazz japonés se vaya con-virtiendo en un emblema de la música underground niponaSu nuevo trabajo el cual es un poco diferente a los demás ya que en este album se enfocan mas por el chill out, down tempo y los cambios de percu-sión a sonidos manejados con conso-

las y pianos, sus canciones son instru-mentales y muestra un jazztronik mas enraizado por los principios de su fun-dador Ryota, por lo qu se concentra en generar mas musica amiental y atmos-ferica con los sonidos de las teclas y efectos de ordenador. Llega un momento en el que cuesta mucho explotar y modernizar diversos tipos de música. Pero aún hay músicos que son capaces de innovar y de forma muy exitosa. Un caso es el del DJ/teclista/productor japonés Ryota Nozaki. De forma muy elegante fusiona el dance y el house con el jazz y en particular con el latin jazz. Otra cosa a señalar de Jazztronik es que está teniendo un éxito mas que notable en clubs de todo el mundo y eso se agradece, pues la música de Nozaki es más que apta para las pistas de baile más “chic”. Tambien procla-mada una de las mejores bandas de la escena jazzistica en Japon. >>>

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Jazztronik es una mezcla entre soni-dos rítmicos de Sur América, percusio-nes de salsa, son cubano, trompetas y pianos melódicos que se funden con la letras las cuales son de diferentes idiomas y acentos, ente sus cientos de canciones también podemos encontrar temas románticos y mezclados con armonías silenciosas e instrumentales que resaltan el sonido de las teclas de piano y las flautas traversas un ejemplo de ello esta en la canción horizon, del mismo álbum el cual refleja gran parte de la portada con su atmosfera musical y la combinación entre guitarras acústi-cas y efectos electrónicos, hacen que la melodía sea idéntica y no desentone con todos los sonidos de Jazztronik. Realmente una banda creativa con to-das sus propuestas musicales, una banda la cual promete tres discos por año y los cuales siempre estan carga-dos de mucha energia y fusiones ja-zzisticas, esta banda transformo sus ideales del jazz y la musica electronica

en sueños reaizados por parte de mu-chas bandas ya que le abrio el camino y sembro nuevas propuestas con el fin de involucrar a nuevas bandas del japon para asi ganar territorio en el campo del acid y el nu jazz.Jazztronik ha estado creciendo en renombre y ha golpeado ventas de 100.000+. Jazztronik se realiza hacia fuera vendidas a las muchedumbres todas a través de la escena japonesa del club y su crecimiento en América y Europa le ha ayudado a alcanzar re-nombre en la escena inglesa del club. Su musoca es bien recobida por toda Europa y America, per todavia aun pre-tenden lanzar su tour por todo el Viejo continente, esperamos que todos sus proyectos de hoy en adelante sean y prometan mucho mas de lo cual los fans de jazztronik estamos acostum-brados a escuchar y a poder hablar de una de las mejores bandas del Nuevo acid jazz japones.

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Todo comienza con la desicion de Ryo-ta por componer y fusionar en una sola banda los ritmos mas influyentes del Jazz con la Musica Electronica lo que hace parte de una sola herramienta em-pieza por componer musica que parece japonesa por las letras y los ritmos que imponen los nipones, pero con la fusio que le permite mezclarse con la mejor musica Sur Americana.En 1998 Jazztronik comienza a produ-cir su EP el cual inicia con canciones de mucho House pero sn explorar las melodias latinoamericanas solo con efectos electronicos, samplers y mixers este se llamaria “Tiki Tiki” el cual no tendria mucho conocimientos pero ya es un trabajo muy buscado por los fans de la banda. Su poximo trabajo estaria cargado de nuevos cambios como los son la llegada de instrumentos acusti-cos a la escena de jazztronik, incorpo-rando guitarras, timbales y baterias del mismo toque este nuevo trabajo esta compuesto seis temas su nombre es

Zoology, despues estaria la produccion de albums los cuales son mas prose-sionales y mas tecnicos a nivel musical con los elementos con los que ahora se identifica la banda, en estos discos los cuales tiene como nombre: JTK, Canni-bal Rock y Repro se conto con musicos invitados y esto seria lo que señalaria a Ryota Nozaki como uno de los grandes compositores arreglistas Japoneses y del mundo entero. Despues de esto en-traria a produccion su album Horizon el cual esta cargado de influencias Brazi-leras y Cubanas con el sistema de per-cusion que implementa para conllevar est trabajo como uno de los mejores de la banda, nombres de canciones como Rita, Mallow Morning Glory. etc. Este seria uno de sus mejores reconoci-mientos a nivel nacional e internacional ya que fue en el cual su estilo remarco la entrada de nuevos compositores Ja-poneses y los cuales implementaron en sus trabajos los ritmos e influencias de esta importante banda.

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E l principio básico de la formación es reunir a un grupo de músicos para que improvisen a partir de

unos fondos rítmicos, unas programa-ciones electrónicas o a partir de las melodías de otros compositores (habi-tualmente de músicos que componen para el cine), para que posteriormen-te, J. Swinscoe corte los fragmentos y los mezcle libremente, dando como resultado innovadores temas, nunca antes escuchados. Aunque este proce-dimiento no es novedoso, ni exclusivo de esta formación, la maestría con la que el líder del grupo mezcla los frag-mentos sí resulta sorprendente. Previa-mente, Jason Swinscoe había formado un grupo, Craladder, en 1990, cuando estudiaba en el Cardiff College. El gru-po fusionaba jazz y hardcore punk con ritmos experimentales, lo que le lle-vó a estudiar las posibilidades de los samples. Posteriormente, comenzó a trabajar para Ninja Tune, produciendo remezclas de Coldcut y del japonés Ryuichi Sakamoto. >>>

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The Cinematic Orchestra se formó por iniciativa de Jason Swinscoe, en 1999. El compositor, multi-ins-

trumentista y encargado de las progra-maciones, que por entonces tenía 30 años, fundó la orquesta cuando todavía era empleado de Ninja Tune (conocida discográfica que edita todos los álbu-mes del grupo), como encargado de las ventas exteriores. Mientras traba-jaba para exportar la música de grupos como Coldcut a España y Escandinavia, empezó a componer el primer álbum de The Cinematic Or-chestra en su tiempo libre. Previamente había interpretado el bajo y la gui-tarra, ade-

más de pinchado durante varios años. En esa época nació su amor por los ba-jistas de jazz, las secciones de ritmos y las bandas sonoras, algo que tiene una enorme influencia en su producción musical (ya desde el nombre del gru-po). La formación liderada por Jason Swinscoe es una de las más importan-tes en lo que a jazz electrónico se re-fiere, y una de las grandes del trip-hop (aunque dan ganas de llamarlo trip-ja-

zz, tal es la influencia jazízstica). Es uno de los conjuntos que mezclan con acierto el jazz y la electrónica, de forma que es difícil catalogar el

álbum como jazz o como electrónica. El director de

la orquesta arbitra con su batuta un pianista y saxofo-nista, un bajista y un percu-

sionista. El principio básico de la

formación es reunir a un grupo de

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sicos para que improvisen a partir de unos fondos rítmicos, unas programa-ciones electrónicas o a partir de las melodías de otros compositores (habi-tualmente de músicos que componen para el cine), para que posteriormente, J. Swinscoe corte los fragmentos y los mezcle libremente, dando como resul-tado innovadores temas, nunca antes escuchados. Aunque este proce-dimiento no es novedoso, ni

exclusivo de esta forma-ción, la maestría

con la que el lí-der del grupo mezcla los f r a g m e n t o s sí resulta sorprendente. Previamente,

Jason Swins-coe había

f o r m a d o

un grupo, Craladder, en 1990, cuan-do estudiaba en el Cardiff College. El grupo fusionaba jazz y hardcore punk con ritmos experimentales, lo que le llevó a estudiar las posibilidades de los samples. Posteriormente, comenzó a trabajar para Ninja Tune, produciendo remezclas de Coldcut y del japonés Ryuichi Sakamoto. El debut discográfico de The Cinematic Orchestra se produjo en 1999, con la edición de Motion, un fantástico larga duración que pilló por sorpresa a la es-cena electrónica. Fue nombrado mejor álbum del año por los oyentes del pro-grama de radio de Gilles Peterson. Un

año después apareció Remixes. 98-2000, álbum que incluía remezclas de artistas como Kenji Eno o Nils Petter Molvaer (el genial trompetista noruego), Piero Umiliani (com-positor de bandas

sonoras) o de grupos como Les Gam-

mas o

los británicos Faze Action. Otro gran trabajo que confirmaba que The Ci-nematic Orchestra y su compositor, Swinscoe, debían ser considerados como maestros del jazz electrónico. En el 2002 se editó Every Day, un álbum que muestra una notable progresión de la banda, perfeccionando su es-tilo. Este disco desarrolla el lado más orquestal de la banda, una faceta más orgánica. En este segundo trabajo de estudio, Swinscoe traba-jó con el bajista francés Phil France, coproductor del disco, además de las bienvenidas colaboracio-nes de la mítica cantante de soul Fontella Bass y del MC Roots Manuva, una

curiosa combinación que, sin embargo, dio buenos resul-

tados. Man With A Movie Camera (2003) es un larga duración del 2003 que recoge

la banda sonora que The Cinematic Orchestra compuso en 1999 para un documental soviético de 1929, dirigido por el mítico director de documentales Dziga Vertov, que creó una corriente de cine llamada Kino Glass (cine ojo), en la que se pretendía hacer un documental muy cercano a la realidad, pegado a la actualidad, y con total imparcialidad, cosa que, dado el régimen reinante en

la Unión Soviética, evidentemente, no se producía. Una banda sonora

que aúna sonidos clásicos con modernos temas electróni-

cos. Una preciosidad que hace honor al nombre del grupo. También en el 2003, Ninja Tune publicó el DVD Man With A Movie Camera,

en el que figuran la banda

sonora d e

El principio básico de la formación es reunir a un grupo de músicos para que improvisen a partir de unos fondos rítmicos, unas programaciones electrónicas o a partir de las melodías de otros compositores.

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ha ganado terrerno, y en la que tienen cabida la bossa nova, las influencias latinas y el hip hop. El grupo se define como “Electronic, Scratch, Sax, Con-trebasse y Video Concept” (electrónica, scratch, saxo, contrabajo y concepto visual), y eso se debe a que, además de la música, también ha creado una in-dentidad visual. Esto es algo que ape-nas si se aprecia en su discografía (sólo una de sus ediciones está acompañada por un DVD), pero que sí tiene reflejo en sus actuaciones, que invariablemen-te están acompañadas por videos. Por eso, más incluso que por sus compo-siciones, el grupo ha alcanzado mucha notoriedad gracias a sus directos, que se han convertido en una cita impres-

cindibles para los amantes de nuevas experiencias, y que le ha hecho habi-tual en todo tipo de festivales. Ahora bien, si quieres saber si vas disfrutar de sus temas, independientemente de su faceta visual, haz estas dos preguntas: ¿te gusta el drum & bass?, ¿te gusta el nu-jazz? Si la respuesta a ambas es sí, puedes acercarte a Sayag Jazz Machi-ne sin miedo.

Formado en el 2000, el grupo ha ofre-cido más de un centenar de conciertos (sobre todo en Francia) desde la edi-ción de su álbum debut, Tespressing (La mixérie, 2001). En el 2002 llegó Repressing y, dos años después, el segundo trabajo de estudio, Anachro-mic, seguido del proyecto de remixes Anachro’mix (2006). En Abril del 2007 se edita su tercer disco, No me digas, también de la mano de Unicivilezed World.

P rogramaciones, Nicolas Scheid (saxo, flauta), Pierre-Yves Le Jeune (contrabajo), Charly Sy

aka Unkl’ Benz (scratches) y Laurent Meunier (audiovisuales). Su música ha ido evolucionando de unos inicios en los que se limitaba, exclusivamente, a fusionar electrónica (concretamente jungle/drum & bass) y jazz, que no es poco, porque no es nada sencillo, para ir progresivamente ampliando su aba-nico estilístico, proponiendo una músi-ca más orgánica, menos dependiente de la programación, en la que el jazz

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uando Disney planteó la produc-ción de Tron Legacy, hubo una decisión que seguramente no le

costó nada tomar: encargar la banda sonora a Daft Punk. La estética del dúo francés, musical y visual, le debía mu-cho a la ciencia ficción de finales de los 70, principios de los 80, con mención especial para Tron (1982) y las tres pri-meras entregas de Star Wars. Es más, el escenario triangular que empleó para su gira del 2007, la que acompañó el directo Alive 2007 (Virgin Records, 2007) podría perfectamente ser un decorado del film. De hecho, los pro-ductores le regalaron al dúo un cameo en este ‘remake’, y no hubo que hacer ninguna modificación a su vestuario habitual, dado que su estética, casco incluido, es ya muy similar a la del resto de personajes de Tron Legacy. Fue el director primerizo, Joe Kosinski, quien quiso contar con Daft Punk, y fue uno de sus aciertos. Tron: Legacy, creada tras dos años de trabajo, fue recibida

tación su personalidad no se quedó por el camino. La mayor parte de los cortes suenan a música de Hollywood contemporánea, sin más, pero también tiene cabida la familiar electrónica de Daft Punk en piezas como End Of Line o Darezzed. Más interesantes son, en cambio, aquellas que combinan con éxito ambos lenguajes, el electrónico y el orquestal, pues en algunos casos la fusión es excelente. Pienso en The Grid ―en el que se escucha la voz de Jeff Bridges―, The Son Of Flynn, The Game Has Changed o Fall. Por eso es una lástima que las composiciones sean tan anodinas, tan intercambiables con las de cualquiera otra producción contemporánea de un gran estudio es-tadounidense.

A pesar de su limitado alcance, la mú-sica es uno de los aspectos más atrac-tivos del film, sino el más interesante. Varias de las escenas se habrían que-dado en naderías de no ser por la apor-

con críticas generalmente positivas, al-canzando una puntuación de 73/100 en la página Metacritic. Yo no puedo mos-trarme tan entusiasta con lo que estoy escuchando, pero sí creo que el dúo realizó un buen trabajo.

Daft Punk no se limitó a desarrollar su habitual electrónica, pues siguió el ejemplo de Wendy Carlos, autora de la banda sonora Tron (EMI, 1982), de modo que integró elementos electró-nicos con orquestación tradicional. Ahora bien, el resultado tiene más de música fílmica clásica hollywoodiana que de electrónica de club vanguar-dista, y esa es una de las limitaciones de Tron: Legacy, dado que la orquesta-ción, a pesar del excelente trabajo rea-lizado por Joseph Trapanese, es más convencional que otra cosa. No obs-tante, hay que reconocerle al dúo que fue una decisión valiente, que supuso un crecimiento artístico y, sobre todo, que a pesar de la abundante orques-

tación sónica de Daft Punk. En cambio, si de una banda sonora debe juzgarse también su uso en el largometraje, el cameo del dúo es más discutible que otra cosa. La idea de colocarlo en una fiesta de un club cibernético ―que, di-cho sea de paso, se parece mucho a los que tenemos en esta parte del mun-do― es buena, y tiene su encanto ver al dúo pinchando varias de sus crea-ciones, pero el uso diegético de la mú-sica es más ridículo que otra cosa. En un momento dado, llegan los ‘malos’ de la película, y se desencadena una batalla, cosa que Daft Punk aprovecha para pasar a otro tema más animado. Saquen sus propias conclusiones. Fi-nalmente, en el film suenan dos piezas no creadas por el dúo francés: Separa-te Ways (Worlds Apart), de Journey, y Sweet Dreams (Are Made of This), de Eurythmics.

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