Agustin Azcona - Regulo

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    i

    I

    RGILO.

    TRAGEDU

    NUEVAMENTE

    ESCRITA,

    EN

    TRES

    ACTOS.

    (

    Imitacin

    de

    la

    de

    Mr.

    Arnault

    )

    POR

    DON

    AGUSTN

    AZCONA.

    MADRID.

    EN

    LA

    IMPRENTA

    NACIONAL.

    1848.

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    PERSON

    AGES.

    ACTORES

    .

    RGULO

    D.

    Juan

    Lombia.

    ATILIA

    ,

    su

    hija

    Doa

    Joaquina

    Baus.

    PUBLIO

    ,

    hermano de

    Atilla,

    ,

    7

    1^1

    ^r^^

    ^-

    Pedro

    Snchez.

    soldado

    romano

    '

    MANLO,

    Cnsul

    D.

    Jos

    Tamayo.

    lAQl^XO

    ,

    Tribuno popular

    D.

    Francisco

    Lumbreras.

    AMXhCkK,

    General

    cartagins,

    D. Jos

    Uevilla.

    Senadores.

    LlCTORES.

    Soldados.

    Pueblo.

    Cartagineses, del

    squito

    de

    Amilcar-,

    La accin

    se

    supone

    cerca

    de

    Roma,

    en

    el

    ao

    251

    antes

    de Jesucristo.

    6075S0

    i

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  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    7/62

    Bmy-^f^

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    ESCEiXA

    11.

    ATILIA.

    LICINIO.

    {^Atilia

    se

    levanta,

    y

    al

    retirarse

    hacia

    el

    foro

    se

    encuentra

    con

    Licinio,

    que

    atrat^iesa

    por el

    intercolumnio.)

    Atilia.

    Licinio

    ?

    LiciNio.

    ;

    Atilia licimosa Que

    suceso

    Cul

    motivo

    este

    sitio

    to

    coiiducc

    al

    despuntar el

    alba ?

    Aun baia Febo

    5U carro

    de

    oro

    en

    las

    azules

    ondas,

    Roma

    reposa

    en

    la quietud

    y

    el sueno....

    jTal vez solos

    tus

    ojos

    y

    los

    mios

    desvelados

    estn

    Y

    lloras?

    [Cielos

    Atilia.

    De-pues

    cpie

    las

    regiones

    aVicanas

    ,

    de

    nuestra

    patria

    desgraciada hujendo,

    la

    inconstante

    victoria

    pasar

    quiso;

    y

    despus que en

    aquel

    dia

    funesto

    que aun

    excita

    el

    terror

    y

    arranca

    llanto,

    nuestras

    legiones

    destrozadas

    vieron

    esclavo su

    caudillo

    valeroso,

    confidente

    en

    mi

    amargo

    desconsuelo

    es

    de Marte

    el

    santuario

    venerable.

    El

    mrmol de

    esle

    helado

    pavimento

    humedecen mis

    lgrimas

    copiosas,

    y

    al desahogar

    el

    oprimido

    pecho,

    las

    bvedas altsimas repiten

    del

    hondo

    suspirar

    los

    tristes

    ecos.

    ;

    Dioses ,^Quicn

    me

    dar

    de pena

    tanta

    el

    termino

    prever?

    Suplicio

    lento

    me

    impone

    la

    cruel

    indiferencia

    del

    Cnsul,

    prolongando el

    cautiverio

    de mi padre,

    y

    ce

    n

    el

    la

    desolada

    liorfandad

    de

    la

    hija

    Logre

    al

    me'nos

    despertar

    la

    justicia

    de

    los

    Dioses

    I

    No no

    hay romanos

    ya

    ,

    que

    sus

    aceros

    empuen

    de

    un

    rt)mano

    en la

    defensa

    j

    pero

    hay

    Dioses, Licinio.

    Yo

    me

    atrevo

    contar con

    su

    auxilio

    omnipotente.

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    o

    LiciMO.

    Si

    prcteiiJeii

    los

    Cnsules hacernos

    ingratos,

    si

    \

    las

    cvicas

    virtudes

    el justo

    galardn

    negar pudieron,

    y

    el

    infortunio

    santo no

    recobra

    en

    apticas

    almas

    sus

    derechos

    de

    esc

    fatal,

    mperjonahle

    olvido,

    de

    esa

    injusticia

    ah(r/.

    infames

    reos

    sern

    cuantos

    de

    Roma

    el

    nombre

    llevan?

    No,

    Atilial

    rSo,

    mi

    bien

    ArtuA.

    jAylRoma

    un

    tiempo

    para

    m

    mas

    dichoso,

    fue

    testigo

    de

    la

    virtud

    y

    del valor

    modesto

    que

    la

    par

    en

    el

    campo

    y

    en

    el foro

    digno

    de

    eterna

    admiracin

    le

    hicieron.

    Humilde,

    auncpie

    de

    triunfos

    rodeado,

    y

    del

    sacro

    laurel

    la

    sien

    ciicndo,

    no

    ostentaba

    el

    orgullo

    desdeioso,

    ni

    la

    altivez

    de

    un

    vencedor

    soberbio

    con

    la

    propia

    victoria

    envanecido.

    LiciMO.

    Ambos

    nuestras

    plegarias

    uniremos

    al

    pie

    de los

    altares

    los

    votos

    de

    Roma

    toda,

    que

    impaciente

    al

    seno

    le

    llama

    de su

    amor.

    Atilia.

    Cuando

    Cartago

    el

    mundo

    tiraniza

    ,

    ya

    pequeo

    la

    soberbia

    pnica,

    y

    la

    muerte

    eterna

    esclavitud

    manda

    los

    pueblos,

    bastar

    que derramen

    los

    romanos

    el

    llanto

    del

    vencido,

    desmintiendo

    con

    su

    debilidad

    la

    excelsa

    gloria

    de

    tantos

    hroes?

    Dnde

    est

    su

    genio?

    Quien

    contiene

    los

    brazos

    vengadores?

    Faltan

    las

    armas?

    Hllanse

    los puertos

    sin

    naves,

    los

    muros sin

    defensa?

    LiciMo.

    Soldado

    fui;

    de

    mi

    deber

    austero

    constante

    observador,

    solo

    he

    podido

    callar

    y

    combatir.

    Hoy

    que

    mi

    celo

    de popular

    Tribuno

    el alto

    cargo

    Roma

    confia,

    tan

    fatal

    misterio

    descubrir'.

    Atilia.

    Nos

    cansa

    y

    envilece

    el

    reposo

    ,

    Licinio.

    A

    Roma

    veo

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    i

    desfallecer

    en

    la

    quietud.

    AI

    purt

    entusiasmo

    sucede

    el

    desaliento,

    la

    flojedad,

    la

    indecisin

    cobarde,

    Ansiosos

    de

    adquirir

    nobles

    trofeos

    al

    africano

    brbaro

    humillando,

    yacen

    aqu

    en

    el

    ocio

    los

    guerreros,

    y

    la

    venganza

    inmvil

    permanece

    LiciNio.

    Mi

    voz

    al

    proclamar

    boy los

    decretos

    del

    pueblo

    rey,

    cambiar sabr

    cl

    destino

    de

    tu

    padre

    infeliz.

    Aun

    no

    pretendo

    recordarle,

    adorada

    prenda

    iniaj

    el

    antiguo

    y

    sagrado

    juramento

    que

    augur

    de

    Licinio

    la

    ventura.

    Bendeca

    tu

    padre

    el amor

    nuestro

    >

    y

    quiso

    que

    por

    siempre

    nos

    uniera

    con vnculo

    feliz

    el

    Himeneo.

    A

    esta

    pasin

    tan

    frvida,

    tan

    pura

    los

    hados

    enemigos

    se

    opusieron,

    y

    un

    porvenir

    dichoso

    nos

    dilataii..v..

    inas

    no

    importa.

    T

    vives

    aqu

    dentro,

    y

    despus

    dla

    patria

    eres, Alilia,

    de mi

    ternura

    el

    exclusivo

    objeto.

    Yo

    luchare':

    del Cnsul,

    del

    Senado

    3a

    bn,'

    triunfar:

    me

    volvers

    tu

    aprecio

    y

    reinare

    en

    el alma

    de

    la

    hija

    ,

    rotos

    del

    padre los

    pesados hierros.

    Atilia.

    De

    un

    amante

    leal

    y

    generoso

    todo

    deb

    esperarlo.

    A

    los

    esfuerzos

    de

    tan

    constante

    amor

    ,

    mi

    hermano

    Public

    se

    unir.

    Joven

    es,

    mas

    ya

    su

    pecho

    blanco

    ha

    sido

    las

    lanzas

    enemigas,

    Licinio.

    El

    viene.

    ESCENA III.

    ATILIA.

    LICINIO.

    PUBLIO,

    que

    entra

    por cl

    foro.

    Atilia.

    Publ

    lio:

    'BLio.

    Bondadoso

    el cielo

    quiz

    nos

    oye. Atilia,

    el

    sol

    radiante

    que

    ya brilla

    en

    las

    cunbres

    del

    Tarpoyo

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    il

    nos

    prepara tal

    vez un

    aiislo

    dia.

    Dos

    naves

    aficanas,

    de

    los

    vientos

    lavorccldas,

    guian licia

    Konia,

    y

    muy

    en

    Ineve

    anilxun

    al

    pnerlo.

    Honda

    n(juolnd en los

    semblantes

    vaga

    de cuantos las han

    visto

    , y

    todos

    llenos

    de admiracin

    investigar

    pretenden

    con

    varias

    conjeturas los

    proyectos

    que

    sobre

    Italia forma el

    enemigo.

    Tienese por

    seguro

    que

    previendo

    de

    una

    nueva

    campana

    los

    desastres,

    recurre

    de

    la astucia

    los

    manejos

    ,

    la guerra

    esquiva,

    y

    dictarnos

    viene

    la

    paz.

    Tocamos

    el

    feliz momento

    en que

    Roma

    despierte,

    y

    se

    levante,

    y

    lavar se

    apresure

    el

    vilipendio

    de que

    cubierta

    est.

    Si

    un

    Dios

    propicio

    no

    niega su

    favor

    al

    ardimiento

    de

    mi fogoso

    corazn

    ,

    al

    odio

    que Cartago

    me

    inspira

    ,

    yo

    el

    primero

    partir'

    y

    pronto, Atilia,

    tus

    oidos

    vendrn

    las

    nuevas de

    arrogantes

    hechos.

    El

    que

    busca la muerte 6

    la

    victoria,

    cerca

    est

    de

    vencer.

    [Cul

    me

    envanezco

    de

    la

    gloria

    mirndote

    en la senda

    con

    tanta

    decisin,

    con

    tanto

    aliento

    I

    Honor

    al

    que

    los

    Dioses

    y

    la

    patiia,

    cual

    t,

    Publio,

    consagra sus

    afectos,

    sus

    mas

    floridos dias Si

    la

    suerte

    le

    hiciere

    sucumbir, triunfos

    eternos

    su

    lado

    los

    Nmenes le

    guardan,

    y

    en

    galardn

    y

    merecido

    premio

    aureola

    inmortal

    su

    frente

    cie.

    Unmonos:

    los dos

    nos

    llamaremos

    hijos del

    grande

    Regulo,

    y

    hermanos.

    S,

    hermanos,

    Publio;

    y

    pronto in

    })Ouieiidu

    su

    cruel

    y

    larga

    desventura

    ,

    en

    breve

    sea

    nuestro

    amor

    devuelto.

    Sin

    duda

    las

    dos

    naves

    africanas

    (pie diN

    isado

    hai)eis

    ,

    de

    aquellos

    reinos

    traen

    el

    embajador al Capitolio.

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    12

    iisanclia

    ,

    Publlo,

    el palpitanle

    pecha.

    Al

    resolver^

    los

    padres

    de

    la

    patria

    podrn

    acaso

    vacilar

    perplejos;

    pero

    no

    hay

    recelar^ hov en

    el Foro

    ptenle

    va vibrar mi voz

    de

    trueno.

    Vtida

    t

    las

    legiones;

    Licinio

    se

    unirn

    los

    patricios

    y

    plebeyos.

    Que

    la

    guerra

    la paz

    elija Koma.

    Que

    las

    playas

    del

    frica marchemos,

    y

    con

    los

    enemigos sin

    tardanza

    blanda

    mos nuestras

    lanzas cuerpo

    cuerpo,

    o

    pronta

    libertad

    para tu padre,

    de

    Koma

    orgullo

    y

    prez,

    gloria

    y

    ejemplo.

    Atilia.

    Hroes

    me

    parecis

    j

    Ay

    mi

    amargura

    al

    escucharos

    minorarse

    siento

    ;

    pero temblad,

    temblad si divididos

    acaso

    en

    la

    eleccin

    Senado

    y

    Pueblo

    su

    impura

    tea

    la discordia enciende.

    De

    la gloria

    y

    poder

    de

    los

    imperios

    es,

    Licinio, la

    unin slida base.

    S, hermanos generosos; harto tiempo

    vio en dao

    suyo la

    angustiosa

    patria

    combates

    empeados

    y

    sangrientos

    jque'

    horror

    entre

    romanos

    y

    romanos,

    y

    la

    sangre

    torrentes

    descendiendo,

    del

    caudaloso Tber

    los

    raudales

    crecer

    con ella.

    Cuadro

    tan

    funesto

    de

    mi

    vista

    apartad. Hablare al

    Cnsul

    por

    la

    postrera

    vez.

    Aqu

    le

    espero.

    El

    hombre

    en

    la morada

    de

    los Dioses,

    de

    un

    pavor

    santo

    por

    do

    qnier

    cubierto,

    imitarlos

    se

    siente conmovido.

    La

    virtud reina aqu

    como

    en

    su

    centro,

    e'

    iluminando del

    mortal

    la

    mente,

    le

    hace

    piadoso, compasivo

    y

    bueno.

    PBLio.

    jAh

    No los pie's del Cnsul humillada

    te

    vea

    yo. Jams

    Atilia.

    Nos

    sometemos

    la

    imperiosa

    ley del infortunio.

    No

    es

    infamia,

    no es

    vil abatimiento

    suplicar

    i)or

    un

    padre

    desgraciado.

    LiciMo.

    No,

    mas

    el Cnsul, cual

    rival

    eterno

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    13/62

    13

    de

    quien lognra

    Atilia.

    El

    Cnsul

    es

    romano.

    Siempre

    supo inspirar

    alio

    respeto,

    veneracin

    profunda

    el

    herosmo

    en

    las almas

    romanas.

    PuBLio.

    Eslc acero

    nos

    danl

    la

    venganza,

    si el

    vengarnos

    rehusa

    todava.

    LiciNio.

    Los

    momentos

    son

    preciosos:

    recorre

    nuestras

    tilas,

    recuerda

    la

    memoria

    de

    sucesos

    gloriosos

    en

    que

    Regulo

    la patria

    altos

    blasones

    conquist

    PuBLio.

    i

    Yo vuelo I

    Quien

    sabe

    si los Dioses

    me

    reservan

    para

    que sea

    un

    dia el

    instrumento

    de

    su

    clera

    justa,

    exterminando

    la

    raza

    criminal

    de

    los

    protervos

    enemigos

    de

    Roma?

    Mil valientes

    que

    nuestra

    patria

    y

    leyes

    del'endieron

    al

    lado

    de

    mi

    padre,

    y

    conducidos

    fueran

    por

    el de

    la

    victoria

    al

    templo,

    libran

    sus

    esperanzas en

    el

    hijo.

    LiciNio.

    ;Tu

    nombre

    es

    un

    presagio lisonjero

    que

    el triunfo

    no

    dudar

    nos

    pronostica

    Nada

    ser

    bastante

    contenernos.

    De

    su

    poder

    y

    autoridad

    tu

    amante

    (

    yi

    Atilia.

    )

    se

    armar

    tambin hoy.

    Si

    en

    tal

    empeo

    la

    vctima

    inocente

    no

    se

    salva

    de

    guerra

    muerte

    estallar

    el

    incendio.

    S

    y

    en

    pos

    de

    las guilas

    romanas

    los

    dos

    libertarla partiremos.

    (^Licinio

    y

    Publio

    se

    retiran por

    el

    foro,

    sobre el ngulo

    de

    la

    izquierda

    del

    actor

    ,

    al mismo

    tiempo

    que

    tambin

    por

    el

    foro

    f

    pero

    sobre

    el

    ngulo

    de

    la

    derecha,

    se

    dejan

    ver

    los

    Lictores

    que

    preceden

    al

    Cnsul.

    Entran

    en el

    templo

    uno

    uno

    y

    se

    colocan

    delante

    de

    los

    primeros bastidores

    de

    la

    derecha.^

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    14/62

    14

    ESCENA IV.

    ATILIA.

    MANLO.

    Lictores.

    Atilia.

    Impaciente

    ya, ol Cnsul, le

    esperaba.

    Manlio. Di,

    pues.

    Atilia.

    Tan solo

    repetir

    sus

    quejas

    es

    dado

    Atilia^

    y

    demandar

    humilde

    del

    Senado

    y

    del

    Cnsul la

    clemencia.

    Ay

    1

    Que sensible

    u mi

    dolor

    amargo

    tu

    corazn

    benigno

    se enternezca

    Bajo

    este

    mismo

    prtico

    mi

    padre

    abandon

    las rsticas

    tareas

    cien

    veces,

    y

    la

    prpura vestida,

    lidiar

    por

    la

    patria

    y

    defenderla

    parti

    empuando

    el hierro fulminante.

    Arrostr

    los

    peligros

    con

    firmeza

    :

    consigui

    al

    Capitolio

    cien

    batallas;

    sujet

    diez

    naciones

    su

    diestra,

    e

    igual

    se hizo

    superior

    acaso

    a

    estos

    hroes

    famosos

    que

    nos

    cercan.

    Numa

    ,

    Bruto

    ,

    Camilo

    tantos

    otros

    que

    agradecida

    Roma

    reverencia,

    no

    hicieron

    mas,

    si

    bien,

    propicio

    el

    hado,

    mas

    les

    favoreci.

    Dura

    cadena

    con

    larga

    ,

    ignominiosa

    servidumbre....

    Manlio. Cuando

    al

    campo

    sal

    por

    vez primera

    ,

    la fama

    ya ensalzaba

    sus

    virtudes,

    y

    su

    valor

    heroico

    y

    sus

    proezas;

    y

    revel

    mis

    ojos

    el

    terrible

    debclador

    del

    frica

    soberbia.

    Rivales

    fuimos,

    si

    guiados

    siempre

    de

    iguales

    sentimientos.

    Roma

    entera

    nos

    mir,

    nos

    juzg

    y

    le

    merecimos

    de

    estimacin

    inapreciables

    muestras.

    En

    los

    dias

    del

    triunfo

    algunas

    veces

    discordes

    Manlio

    y

    Regulo

    se

    vieran;

    pero

    siempre

    en

    los

    dias

    del

    peligro

    marcharon

    de comn

    inteligencia,

    y

    su

    sangre

    vertieron

    por la

    patria.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    15/62

    Regulo

    fue vencido

    En

    laii

    i\inesta

    desgracia

    ,

    de un

    rival

    digno

    de

    Manlio

    la

    suerte

    lamente

    Lloro

    su

    ausencia

    pero

    de

    grandes

    riesgos

    rodeada,

    no

    es

    justo,

    no, (jue

    Roma

    solo

    atienda

    al privado

    inters de ma

    familia.

    Atilia. Cnsul

    ,

    rellexionad

    (pie

    al

    protejerla

    servs

    de Roma el

    inters.

    Manuo.

    f

    Tenemos

    soldados todava

    Atilta.

    Mas

    apenas

    resisten

    hoy del frica

    el ultraje

    esos

    romanos

    que

    otro tiempo

    hicieran

    crujir

    al ronco

    estruendo

    de las

    armas

    los

    diamantinos

    ejes de la

    tierra,

    y

    remotos

    pases

    nuestro

    nombre

    llevaran

    Ya la gloria

    se

    deserta

    de

    nuestros

    muros

    j

    amenaza

    Italia

    Cartago con

    la

    muerte

    con

    la

    afrenta

    En su orgullo

    feroz

    nos

    escarnece)

    y

    al oprimido

    campen

    ensea

    al

    orbe

    cual padrn

    de

    nuestra infamia....

    porque

    un

    Regulo

    no

    hay

    Manlio.

    A

    la

    violencia

    cedemos

    del

    destino:

    ni

    Cartago

    nos

    impone, ni huimos

    con

    vileza,

    ni

    batallar

    de

    nuevo

    rehusamos;

    pero evitando que

    Cartago

    venza

    ,

    sin

    batallar, victorias conseguimos.

    Atilia.

    Y

    en

    tanto,

    oh

    Cnsul,

    entregado

    queda

    Regulo

    su

    desgracia,

    y

    sus virtudes

    y

    su largo sufrir

    se

    menosprecian,

    y

    del olvido

    en

    k

    profunda

    sima

    se

    perdi

    ya

    su

    nombre

    No

    recuerda

    la

    ingratitud

    romana

    que

    volviendo

    terminado

    el

    combate

    la paterna

    mansin,

    d

    le

    aguardaban

    afanosos

    sus

    hijos

    y

    su esposa

    ,

    la

    pobreza

    y

    la

    gloria tan solo

    les

    traa

    en

    santa abnegacin

    por

    recompensa

    [Roma

    degenerada

    A

    cien

    malvados

    que

    hicieron vil traicin

    tus

    banderas,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    16/62

    16

    clavantlo

    aleve

    hierro

    en

    tus

    entraas

    j3rodgas

    los

    honores

    y

    riquezas

    y

    al soldado

    leal

    y

    generoso

    que

    te ofreci

    la

    sangre

    de

    sus

    venas

    ^

    y

    el

    pecho

    de profundas cicatrices

    recibidas

    por

    ti

    Heno

    presenta,

    en ])rcmlo de

    las nclitas hazaas

    le

    guardas el

    olvido la

    miseria

    Ma>lio.

    a

    costa

    de

    mi

    vida,

    te

    lo

    juro^

    consolara

    el

    dolor

    que

    te

    atormenta

    Por enjugar tus

    lgrimas

    copiosas

    grata

    mi corazn

    la muerte fuera,

    j

    Nunca

    asust

    la muerte

    un buen

    soldado

    Mas

    deben el

    valor

    y

    la

    prudencia

    marchar

    de acuerdo,

    y

    marcharn,

    AtUla.

    Enjuga

    el

    llanto

    y

    tu dolor modera.

    Roma

    va

    despertar

    Ay

    del

    que

    Insulte

    al len

    sooliento

    Ya

    en

    Tarpeya

    del

    pueblo

    Rey

    se

    alzaron

    los pendones.

    La

    formidable

    hueste

    solo espera,

    l Cartago

    y

    Sicilia amenazando,

    la

    seal

    de

    marchar

    y

    someterlas.

    Mi Ilustre

    y

    denodado

    compaero

    los

    anchos

    mares

    eon

    sus

    naves puebla

    ,

    y

    acaso

    no

    est

    lejos

    el

    instante

    en

    que

    mas

    poderosa

    ,

    mas

    soberbia

    ,

    mas

    terrible

    que

    nunca

    se

    alce

    Roma;

    y

    sin

    que

    baste humana

    resistencia

    ,

    humille

    sus contrarios,

    los

    aterre,

    y

    les

    dicte la

    ley.

    Cartago

    mie'ntras

    una

    embajada

    al

    Capitolio

    enva;

    querer

    la

    paz

    sagaces

    aparentan,

    y

    del

    Senado

    en

    nombre

    Amlcar

    viene

    y

    del

    pueblo africano

    proponerla.

    Bien

    pronto en

    estos

    muros

    le

    veremos.

    Plegu

    Jove que hoy

    mismo

    te

    convenzas

    de

    que

    no

    me

    conoces,

    y

    un

    motivo

    quiz

    feliz

    de

    conocerme

    tengas

    AiuiA.

    Ya

    que

    mi

    llanto

    conmoverte

    pudo,

    logre

    que

    los

    paternos

    Lares vuelva

    el

    oprimido

    Regulo,

    y

    de AtUia

    pon

    termino

    al

    penar. S.... la

    grandeza

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    17/62

    17

    del

    alma

    en

    los

    consin^los

    resplandece

    (ue

    al

    virtuoso nlortimio se

    dispensan.

    El

    numdo tus

    cuidados

    le

    confia

    El

    mundo

    tu custodia

    le

    encomienda

    Un

    hombre

    grande,

    ol

    Cnsul,

    pertenece

    al

    universo

    (5c

    oye

    rumor

    popular.')

    Manlio.

    Q ^

    rumor

    que

    nueva

    ESCENA

    V.

    ATILTA.

    MANLIO.

    LTCINIO, que

    viene

    presuroso por

    el

    foro.

    Los Lictores.

    LlClNIO.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    18/62

    18

    LiciNio.

    Lii

    ciudad

    entera

    le

    aclama,

    y

    en confuso

    torbellino

    al

    puerto

    corre

    multitud

    inmensa.

    No

    bien

    lijo

    la planta

    entre nosotros,

    en

    pedazos

    volaron

    las

    cadenas

    que

    sus

    robustos brazos

    sujetaban.

    Gritos

    alegres

    por

    do quier

    resuenan

    que

    el

    pueblo

    lanza

    ,

    de

    entusiasmo

    henchida

    Las

    matronas romanas

    se

    le

    muestran

    sus

    hijos,

    y

    \

    fiedle

    ved

    al

    heroel

    dicen

    fuera

    de

    s.

    Luego

    le cercan

    los

    ancianos

    de

    Roma enternecidos,

    y

    entre sus

    brazos

    dbiles

    le

    estrechan

    j

    bendiciendo de Jove

    las piedades.

    Regulo

    casi absorto

    los contempla

    lgrimas abundantes

    derramando,

    y

    al

    mirar

    la

    agitada

    efervescencia

    del

    pueblo

    rey,

    con

    inspirado acento,

    \

    Hijos

    , no

    mi el

    aplausol

    les

    contesta.

    o

    A^o

    mi

    el

    honor

    I

    \A Roma

    y

    sus

    le/esl

    Del

    Lacio

    la

    sagrada

    independencia

    i\Qiie la romana

    libertad

    se

    ensalce

    y

    j

    los

    tiranos

    por

    Jams

    perezcan]

    Entonces,

    nuevamente

    entusiasmados,

    le

    vuelven

    estrechar

    y

    todos

    besan

    su

    mano,

    disputndose

    porfa

    el

    honroso placer de

    merecerla.

    Rehusarlo

    intent,

    mas

    era intil

    contrarestar

    la

    insuperable

    fuerza

    (Jel

    torrente

    impetuoso.

    Una

    mirada

    de

    eue'rgica

    expresin

    y

    fuego

    llena

    dirige

    hacia el

    excelso

    Capitolio,

    y

    al

    regocijo

    universal

    se entrega.

    De

    Amlcar

    precedido,

    le conducen

    triunfante, Otilia

    hermosa, tu presencia.

    (/

    rumor

    popular

    arrecia

    ^radicalmente.^

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    19/62

    i9

    ESCENA

    VI.

    ATILIA.

    MANLIO.

    LICINIO.

    REGULO.

    PUBLIO.

    AMILCAR. Lictores f

    Pueblo, Soldados

    romanos,

    Soldados

    Atilia.

    ;

    Cielos

    i....

    Padre

    adorado

    Al

    lin

    consigo

    Regulo

    abrazar

    RGULO.

    i

    Hija

    S

    Llega

    ven

    mi

    corazn. Amigos,

    Cnsul

    hijos

    patria

    adorada

    Cuan

    sincera

    es la

    expresin de

    vuestro

    tiel

    carino

    (^Rgulo se arrodilla

    y

    besa

    el pavimento.^

    Cuan

    dulce

    le

    es

    Regulo

    esta

    tierra

    besar

    y

    saludar

    En

    este dia

    la

    adversidad

    cruel

    y

    mis

    horrendas

    calamidades

    al

    olvido

    entrego.

    Ya

    miro

    Roma,

    la

    ciudad

    primera

    del

    universo,

    donde

    libre el

    hombre

    la

    indomable

    cerviz

    nunca

    sujeta

    de

    orgulloso

    tirano

    los

    caprichos.....

    donde

    solo

    se

    acatan

    y

    veneran

    cual seores

    los Nmenes

    augustos..,.,

    do

    la

    santa

    justicia

    nica

    regla

    es

    de

    los

    aguerridos

    ciudadanos,

    y

    sus acciones

    con la

    ley

    nivela.

    Salud, plantel fecundo,

    digna

    cuna

    del

    honor

    y

    virtud.

    All la

    diestra

    de

    Bruto

    alz el

    pual

    que

    dio

    la

    patria

    la

    libertad,

    la

    vida,

    las

    severas,

    inexorables

    leyes,

    fundamento

    de

    la

    gloria de

    Roma

    y

    su

    grandeza.

    All de

    los

    Horacios

    y

    Camilos

    el

    entusiasmo

    cvico

    se

    viera

    ;y

    aqu

    al partir al frica

    juramos

    triunfar

    perecer en

    la

    pelea

    lidiando

    por

    la patria

    Derrotados

    los

    brbaros,

    I

    Marte

    por

    ofrenda

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    20/62

    20

    traamos

    al pie de

    eslos

    altares

    con

    magnfica

    pompa las

    preseas,

    y

    los

    despojos

    de

    vencidos

    Reyes.

    jDias

    afortunados, que

    renuevan

    en

    mi memoria

    inigcnes

    tan

    gratas I

    Noche

    horrorosa

    y

    lbrega

    [

    A^

    I

    Ape'nas

    oscurecer el

    resplandor

    pudiste

    que

    en fausta

    aurora

    fljido

    luciera

    (^Con

    la mas

    profunda

    amar-gura.^

    Jams

    renaceris

    para la

    patria,

    dias de

    gloria?

    Mas adonde

    vuela,

    romanos,

    la

    exaltada fantasa,

    que

    audaz

    profanacin puso

    en

    mi

    lengua?

    (^Mudando

    de

    tono

    ,

    f

    tomando

    el

    de la narracin)

    pero

    siempre

    muy

    conmovido.)

    En

    remotos

    pases,

    ciudadanos,

    se

    desprendi de

    la

    elevada

    esfera

    un

    rayo

    abrasador

    ,

    y

    el

    podero

    de

    Roma

    dbilsimas

    pavesas

    reducido

    qued.

    Cayeron

    todos

    los

    guerreros

    impvidos

    que

    fueran

    en

    cien

    y

    cien

    batallas

    vencedores.

    I

    Hijos

    de

    la

    Repblica

    Cubiertas

    de

    cadveres

    vi las

    africanas

    llanuras.

    Por

    do quier

    lanzas

    sangrientas

    rotas

    espadas^

    quebrantados

    yelmos....

    Rivales

    en

    valor

    y

    fortaleza

    cual

    con

    mas denuedo

    combatian

    Sus

    preciosas reliquias

    en

    la

    arena

    insepultas,

    del

    mundo

    abandonadas,

    pasto

    abundante

    fueron

    las fieras

    bajo

    un

    cielo

    enemigo

    mas

    no

    tumbas,

    altares

    se

    les

    deben

    Amilcar.

    Juno

    quiera

    que

    hoy,

    romanos,

    se

    extingan

    nuestros

    odios.

    De

    dos

    naciones

    grandes

    y

    guerreras

    el

    fausto

    porvenir asegurado

    hoy

    mismo

    vais

    ver.

    La

    paz

    desea

    Cartago,

    y

    el

    valiente

    prisionero,

    si

    se

    ajusta

    la

    paz, en

    Roma

    queda.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    21/62

    21

    Pueblo. La

    paz]

    La

    paz

    A

    Regulo

    salvemos

    RGULO.

    Romanos

    No

    con

    tanta

    ligereza

    al

    entusiasmo

    os entreguis.

    De

    Roma

    la

    ventura

    pensis

    cpie

    en

    m

    se

    encierra?

    {Se

    vuelve

    hacia

    la

    estatua

    de

    Marte.)

    Por

    la

    patria

    velad,

    eternos

    ioses:

    por

    su

    gloria

    y

    salutl,

    y

    (juc

    en

    la senda

    del

    acierto

    fijemos

    nuestra

    planta

    S,

    romanos:

    el

    grito

    comn

    sea

    la

    salud

    de

    la

    patria,

    en

    sus

    altares

    corramos

    inmolarnos

    sin

    reserva.

    A

    Roma

    el

    sacrificio

    Roma

    solo

    Ya

    nos

    mande

    la

    paz,

    6

    ya

    la

    guerra,

    solo

    los

    intereses

    de

    la

    patria

    el

    que

    romano

    se

    apellide

    atienda.

    No

    el esplendor

    de su

    temido

    nombic

    torpemente

    se

    empane

    ni

    oscurezca

    ;

    y

    cuando

    la desgracia

    nos

    persigue

    y

    en

    humillar

    nuestra altivez

    se

    empea

    ,

    por

    la

    desgracia

    misma

    parezcamos

    mas

    grandes

    toda\al

    LiciNio.

    El pueblo

    espera.

    Entrad, Regulo, en Roma.

    RGULO.

    No

    :

    las

    leyes

    entrar en

    Roma

    los

    cautivos

    vedan.

    LiciNio.

    El

    pueblo las

    revoca.

    Pueblo.

    S

    RGULO.

    [Tribuno

    El

    pueblo

    las

    revoca?

    jTal demencia

    no

    escandalice

    al mundo

    Los que

    audaces

    la

    santa

    ley

    conculcan

    atropellan

    labran su

    esclavitud.

    Sin

    ley

    no

    hay

    patria

    Y

    cuando

    Roma,

    oh padre,

    abre

    sus

    puertas

    tras larga

    ausencia al

    hroe

    idolatrado,

    de tanto

    amor

    esquivareis la prueba?

    Ceded,

    padre,

    ceded. Entrad

    en

    Roma.

    All

    el

    sepulcro

    de

    mi

    madre

    tierna

    saludaremos

    Adorada hija

    ,

    tu

    madre

    desde

    el

    numdo

    nos

    contempla

    de

    la inmortalidad.

    Sus

    pios

    manes

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    22/62

    22

    el

    inlcrt's

    acatan

    que

    me Tuerza

    no

    pasar

    de

    aqu.

    Mani.io.

    De

    Roma

    en

    nombre,

    el

    Cnsul

    Manlio

    os

    llama

    la

    presencia

    del

    Senado.

    Venid.

    RGULO.

    Ante

    el

    Senado

    los

    ciudadanos

    solo

    se

    presentan;

    los

    cautivos

    jams.

    Manlio.

    A

    saludaros

    vendr

    el

    Senado

    al

    templo.

    Amilcar.

    y

    aun

    pudieras

    negarte?

    Rr.GLLo.

    T

    lo

    exiges?

    Amilcar.

    S

    lo

    exijo.

    RGULO.

    Tu

    prisionero

    soy

    mi labio

    sellas.

    {Volvindose

    alternativamente

    en

    todas

    direcciones

    y

    con

    grande

    energa

    de

    expresin.^

    Antes que hoy en

    los

    mares

    de

    occidente

    el sol

    que

    nos

    alumbra desparezca,

    Aeran Cartngoy

    Roma

    si del

    hado

    consigui

    la

    enemiga

    violencia

    torcer,

    al

    humillarme

    y

    abatirme,

    la

    noi)le rectitud de

    mis

    ideas.

    Manlio.

    Venid

    ambos,

    y

    fuera

    de

    los muros

    no

    lejos

    de

    este

    lemj)lo

    ,

    que

    os

    ofrezca

    Manlio

    un

    asilo

    permitid.

    RGULO.

    Romanos,

    para

    dar

    cima

    la gloriosa

    empresa

    (pie

    el coriizon

    medita,

    prepararme

    es

    forzoso

    partir.

    (0>'6' dd brazo

    Publio

    y

    le

    dice

    con

    solemnidad:^

    T jams

    pierdas

    de

    vista,

    hijo

    querido,

    que la patria

    puede

    pedir

    de

    las

    pasiones

    nuestras

    el

    sacrificio

    y

    sofocarse

    deben

    ;

    y

    ahogarse,

    Pulilio

    PuBLio.

    Padre

    RGULO.

    No

    mas

    I

    Piensa

    (pie eres el

    heredero

    de

    mi

    nombre,

    que

    mi

    gloria

    es

    lii

    gloria, que

    no

    fueras

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    23/62

    25

    digno

    de

    ser mi hijo

    ,

    si

    nuinchaila

    pudieses intentar

    Atiua.

    Dioses

    i Que fiera

    desventura

    quiz

    nos

    amenaza,

    y

    el

    regocijo

    perturl)ar

    se

    apresta?

    RGULO.

    No

    hay (pie

    temer.

    El })oderoso

    Jove

    sohre

    tu padre

    y

    sohre

    Koma

    vela.

    (^Publio

    y

    Atilia

    tienen abrazado

    Rgulo.

    Manilo

    ordena

    los

    JJctores que

    abran paso por

    entre

    la

    multitud.^

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    24/62

    ^B^m^m^mmB^mmmmmm(MBBm^m^^i^mmm

    ACTO

    SEGUNDO.

    Se

    ven

    preparados

    los

    asientos

    para

    el

    Cnsul, los

    Senadores

    Rgulo

    y

    Amilcar.

    ESCENA

    .

    AMILCAR,

    rodeado

    de

    Soldados

    cartagineses.

    Visto

    habis

    ya de

    Pvonia las murallas.

    Estos

    hombres

    altivos

    y

    arrojados

    llevaran

    el

    terror

    en

    otro

    tiempo

    al

    poderoso

    imperio de

    Cartago.

    De

    tales

    enemigos

    la osada

    humillada

    quedara en

    nuestros

    campos,

    pero

    podran rehacerse.

    Intil

    es

    vencer,

    si

    la

    paz

    y

    los

    tratados

    no

    nos

    dan

    con

    el

    triunfo

    las

    ventajas

    que

    podemos

    aspirar.

    Guiarnos

    debe en

    Roma

    la

    astucia

    :

    sus

    guerreros

    ya

    triunfan

    en Sicilia:

    nuestros

    vasos,

    del

    frica con

    mengua,

    aquellas

    costas

    no

    dan

    seguridad, puerto, ni

    amparo,

    y

    vagabundos,

    merced del viento,

    al

    mar

    Tirreno

    se

    vern

    lanzados.

    (

    Se dirige

    uno de

    los

    Soldados.

    )

    Hasta

    la j)laza

    pblica

    te

    avanza

    :

    habla

    all

    los

    inquietos ciudadanos

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    25/62

    2;;

    (le

    nuestros

    triunfs: nuestras

    glorias

    cuenta

    :

    exagera la

    jK-rdlJa

    y

    quebrantos

    que

    Roma

    sufre:

    introducir

    procura,

    nuestro

    poder

    y

    i'uerzis

    ponderando,

    la

    inquietud

    y

    la duda venenosa.

    (^Dirigindose

    otro

    Soldado.^

    Tille

    acompaiiars:

    templos

    y

    baos

    visita

    ,

    y

    de

    curiosos

    te rodea.

    Tono

    incisivo

    prestars

    al

    labio,

    diles

    que

    si

    la guerra

    no

    termina

    y

    Regulo

    va

    morir, sacrificado

    al empeo

    imprudente

    que

    sostengan,

    de

    indispensable

    paz

    los

    adversarios.

    Id sin demora. Los

    terribles

    Dioses

    de

    Italia,

    que

    implacables

    y

    tronando

    desde

    el

    Tarpeyo

    monte

    ,

    al

    universo

    conmueven:

    este pueblo

    denodado,

    feroz,

    aunque

    vencido,

    y

    ese

    Foro

    do

    la

    voz

    del

    Tribuno

    apoyo

    santa

    es

    de

    la ley

    ,

    al

    proclamar

    los

    nombres.

    de

    patria

    y

    libertad

    que'

    negarlo?

    me

    admiran

    ,

    me

    estremecen

    ,

    me

    anonadan.

    La

    paz

    solo la paz

    puede

    salvarnos.

    (J^os

    Soldados

    cartagineses

    salen de

    la

    escena

    por

    entre

    las

    columnas del

    foro

    ,

    hacia la

    izquierda.')

    ESCENA

    II.

    AMILCAR,

    solo.

    En

    este sitio al

    popular Tribuno

    es

    forzoso

    esperar,

    estrechos lazos

    deben

    unirle

    Regulo

    bien

    pronto.

    Ama

    la hermosa

    Atiba:

    interesado

    est

    en

    salvar

    al

    padre.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    26/62

    26

    ESCEJVA

    III-

    AMILCAR.

    LICINIO,

    que

    entra por el

    foro.

    LiciNio.

    I

    Ck)n

    que

    causa...

    .

    por

    cul

    razn

    que

    penetrar

    no basto,

    peds una

    amistosa

    conferencia

    al

    Tribuno

    del

    pueblo?

    Amilcar. (^A

    media

    voz.)

    Se

    cuan caro

    Uc'gulo

    os

    es.

    LiciMO.

    Sus

    rgidas virtudes

    servir

    la

    patria uic

    ensearon.

    Amilcar. En medio

    de

    un

    combate,

    generoso

    la

    vida

    me salv. Permita

    el

    hado

    pueda

    hoy

    pagarle,

    si

    evitar

    los

    riesgos

    consigo

    que

    le

    estn

    amenazando.

    LiciNio.

    Que riesgos?

    Habla.

    Amilcar.

    Al semidis

    de

    Roma

    suplicio

    atroz

    preparan

    en Cartago.

    LiciNio.

    Que dices?

    Amilcar.

    S

    ,

    Licinio

    : oje

    y

    te

    pasma.

    De

    Juno

    en

    el

    famoso

    santuario

    vibr

    ante

    el

    pueblo voz

    aterradora

    de

    orculo

    inflexible

    ,

    decretando

    que se

    hiciese

    la

    paz con los latinos,

    en aquellos

    altares

    sacrosantos

    diera

    Regulo

    Juno

    la

    cabeza.

    Del templo

    los

    ministros

    empuaron

    la

    cruenta

    segur;

    y

    ja

    dispuestos

    derramar

    la

    sangre del romano,

    al

    Senado

    la

    vctima

    pedia

    (|ue estaba

    pronta.

    Entonces

    en mi

    labio,

    su

    inspiracin

    hi gratitud

    vertiendo,

    libertar

    la

    vctima me lanzo.

    Tened

    clame:

    El

    orculo

    de

    Juno

    sangre

    no

    pide

    aun.

    ?Por

    que

    iniunnanos

    la

    queris

    derramar?

    Dos

    los

    parli(h>s

    son

    que os

    ofrece:

    su

    primer

    mandato

    se

    Meve

    ejccucioj,

    cartagineses;

    V

    si

    intentar

    las

    paces

    fuere

    en

    vano,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    27/62

    perezca

    en

    ese

    aliar

    el

    piisiiiero

    mas

    1

    espetadle

    ahora.

    Desarmado,

    todo

    enemigo

    la

    clemencia

    lleno

    derecho.

    Dijo,

    y

    conjnre

    el

    estrago

    del

    po)nlar

    furor

    y

    el

    l an;itismo

    sacerdotal,

    Kos

    dias

    prolongando

    del

    dolo

    de Roma

    ,

    que hoy

    devuelto

    os

    ha

    sido

    por

    m.

    Los

    africanos

    (juisieron

    qne

    con

    Regulo

    jo

    mismo

    J)artiese luego

    Italia,

    y

    que

    intimando

    la

    paz por

    el

    orculo

    pedida,

    su

    atroz

    sen.tencia

    conociera

    el

    Lacio.

    Mi

    propuesta

    aceptad

    y

    al

    prisionero

    la

    vida

    librareis;

    mas

    si

    contrarios

    la

    paz os

    mostris,

    pensad,

    Licinio

    ,

    que

    reclaman

    los

    Dioses

    de

    Cartugo

    su

    vctima,

    y

    volvrsela

    es

    forzoso:

    que Regulo

    al

    partir

    les

    ha

    jurado

    respetar

    ciegamente

    sus

    decretos;

    y

    que el

    pueblo,

    temible

    cu

    su

    entusiasmo,

    quiere

    paz,

    la

    sangre

    de

    un

    valiente,

    digno

    en verdad

    de

    compasin

    LiciNio.

    Me

    abr.isd

    en

    ira al

    escucharos

    Fementidos

    Ton

    tan

    cruel

    e

    infane

    asesinato,

    de

    inaudita

    venganza

    en

    los

    furores,

    manchar

    consentiriais

    vuestras

    manos?

    [Aun

    fuera

    del

    horror

    de

    las

    batallas,

    desastre

    y

    mortandad,

    tigres,

    souando

    ,

    la

    humanidad

    desconocis

    que

    minea

    logr

    hacer

    penetrar

    su grito

    santo

    en

    tan

    empedernidos

    coiazones

    I

    Impos

    siempre,

    y

    sin

    pudor

    tiranos,

    aun

    en

    el

    seno

    de

    la

    madre

    patria

    persegus

    una

    vctima?

    El

    mas alto

    desprecio

    merecis.

    Amilcar.

    fCunta

    injusticia

    y

    cunta

    ceguedad

    Calmad,

    romano,

    la

    clera

    insensata

    que os

    a'obia

    ;

    auge

    el

    tiempo.^

    y

    conviene

    aprovecharlo..

    El

    que no

    se domina

    jams

    puede

    Ui.suTte

    dominar.

    Es

    necesurio

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    28/62

    LiaNio.

    Amilcar,

    LlCINIO.

    Amilcar.

    LlClNlO.

    28

    si

    del padre

    de

    Atilia

    os

    interesa

    la

    vida conservar^ que

    ante

    el

    Senado

    secundis mi intencin, del

    pueblo

    en

    nombre:

    reflexionad,

    en

    fin,

    que

    rehusando

    la

    paz,

    los

    verdugos

    y

    la

    muerte

    vais

    entregar

    Ke'gulo.

    Mas

    cauto,

    Amilcar

    os

    cre.

    Roma

    ya

    infunde

    pavor

    en

    su

    desgracia

    iG)nfesadlo

    Temis

    de

    nuevo

    comenzar

    la

    guerra,

    de

    imprevistos

    reveses

    acosados.

    Efmero

    y

    fugaz

    fue

    vuestro

    triunfo.

    Estis

    medio vencidos

    V'^uestros

    lauros

    marchitos,

    humo

    y

    polvo

    es

    esa gloria

    encarecida

    con orgullo

    insano.

    Conozco

    de

    la

    astucia

    los

    ardides,

    cartagins sagaz;

    el

    que

    aspirando

    convencerme

    seducirme

    intenta

    con

    pnica

    falacia ese

    en

    el

    campo

    francamente el

    acero

    esgrimira

    ,

    si

    esperase vencer.

    Tribuno

    osado,

    no vine

    Roma

    tolerar

    denuestos.

    Vens

    \

    seducirnos,

    insultarnos.

    Hacer

    quise

    la paz:

    con

    el cautivo

    al

    mar

    me

    volvere

    si

    no lo

    alcanzo.

    Seguidme

    criminales

    demasas

    escarmiento

    ejemplar

    guarda

    mi

    brazo.

    Ya conocis

    del

    frica

    las

    playas

    Vendr

    un

    dia,

    Licinio

    un

    dia

    aciago...,.

    de

    lulo

    eterno

    la

    romana

    gente.

    Tal pretenden,

    oh Amilcar, los

    malvados,

    que

    nuestras Icjes odian.

    Les impone

    miedo

    y

    terror

    y

    confusin

    y

    espanto

    la

    santa

    libertad (jue

    es

    nuestra

    ensea

    y

    vibran

    los

    pm^iales

    sanguinarios

    contra el

    heroico

    pueblo,

    (jue

    ja

    nunca

    alzar

    nuevo

    trono

    con

    sus

    manos

    odiada

    tirana.

    Del

    Tarpeyo

    cruz

    los

    aires

    fulguran

    le

    rayo

    sobre

    Tarquino

    Propios

    extrangcros,

    son

    ya

    en

    Rom\

    imposibles

    los

    ti.anos

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    29/62

    20

    A.MiLCAR.

    Entusiasta

    Trihuno,

    (|iie

    extravo

    os dejis

    arrastrar

    Pero no

    exlrano

    (le

    un

    corazn

    logoso

    los

    trasportes;

    bien

    se

    que,

    la

    altivez

    acostumbrados,

    tratis

    dentro de

    Roma

    al

    exlrangero

    con

    arrogancia

    ..

    '

    LiciMo.

    Amlcar

    Amilcar.

    Pronlo aguardo

    reconozcis,

    Llclnio,

    cunto

    liorna

    conviene

    que

    las

    paces

    concluyamos.

    (^Amlcar

    se entra

    por la

    derecha. )

    ESCENA

    IV.

    LICINIO,

    solo.

    Que'

    acabo

    de

    saber

    |0 i

    desventura

    jQue

    misterio fatal

    me

    ha

    revelado

    jAtUla

    en

    duelo

    y

    allccion

    sumida

    y

    hue'rfana

    infeliz

    como su

    hermano

    Roma

    en

    mayor

    peligro

    con

    la muerte

    de

    su gran

    campen

    Iluminadnos,

    Dioses

    del

    venerable

    Capitolio.

    ESCENA

    Y.

    LICINIO.

    ATIL x\,

    que

    viene

    por el

    foro.

    Atilia.

    Do

    quier

    dirijo el

    inseguro

    paso,

    im

    sombro

    y

    profundo

    abatimiento

    en

    los

    semblantes

    ttricos

    pintado

    mi corazn

    angustia,

    y

    mis

    ojos,

    es boy,

    Licinio,

    lncbre

    presagio.

    Del

    Senado

    en

    los

    prticos,

    del

    Toro

    en el

    recinto,

    con

    terrible

    amago

    cunde

    alarmante

    nueva.

    Mas

    Te turbas?

    Habla,

    Licinio.

    jPara

    m

    en

    tu

    labio

    no

    baya

    secreto I

    (^Licinio se

    cubre

    con

    entrambas

    manos el

    rostro

    ,

    y

    per-

    manece

    por

    un

    momento

    inmv'il.)

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    30/62

    50

    ESCENA

    VL

    LICINIO.

    ATILIA.

    PUBLO,

    que

    viene

    tambin

    por

    el

    foro

    ,

    y

    entra

    precipitadamente.

    PBLIO.

    Atilia.

    LlClNlO.

    PuBLIO.

    Atilia.

    POBLIO

    I.ciNi.a

    PuiM

    10.

    LlCIMO.

    j

    Que

    escucho

    [Regulo

    peligra

    i

    S

    ,

    ya

    miro

    alzado

    iDorlifero

    pual

    sobre

    su pecho

    j

    Piedad,

    Dioses,

    piedad

    Quiere

    el Senado

    esa

    paz

    rechazar

    que

    proponerle

    viene

    Amlcar

    en

    nombre

    de Cartago.

    Al

    inocente

    Regulo

    preparan

    el

    martirio

    [la

    muerte

    Si

    dejamos

    que

    frica

    torne

    ,

    tumba

    ignominiosa

    le

    espera abierta

    ya.

    Tal

    alentado

    consumar

    no

    veris. Yo

    lo

    prometo

    lo juro

    por

    los

    Dioses

    soberanos

    por

    Roma,

    por Atilia

    S,

    cien

    veces

    lo

    volvere'

    jurar.

    Crimen

    infandol

    Al pueblo

    apelaremos;

    Roma

    airada

    venga

    ni

    los

    derechos

    ultrajados

    de

    la

    naturaleza,

    quien

    insultan

    en

    sus afectos

    con

    baldn

    y

    escarnio.

    De

    la

    tribuna,

    do

    mi

    voz resuena^

    llene

    y

    conmueva

    el anchuroso

    espacio

    popular

    maldicin

    los

    impos,

    execracin

    sin

    fm

    los

    ingratos.

    Los

    mritos,

    los triunfos,

    las

    proezas

    recordare

    del

    hroe:

    el

    digno

    pago

    que

    su

    virtud,

    y

    su valor

    se

    guarda

    encarecer

    sabr

    T,Publio,

    en

    tanto

    instiga

    las

    legiones

    y

    (juc prontas

    cste'n

    nuestra

    voz.

    Al

    Foro

    parto.

    En

    breve

    aqu

    vendrn

    los

    Senadores.

    Que

    vengan

    no

    temis.

    Licinio,

    armado

    del

    ])rivileglo

    de la

    ley

    , bien

    presto

    -abr

    oponerse

    al

    pernicioso

    fallo.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    31/62

    ;S

    el

    Senado

    es

    injusto,

    l oIxJciilu

    Roma

    le negar

    Atilia. Nmenes

    allos,

    por

    Regulo

    velad,

    y

    que

    no

    parta

    (le

    estos

    muros.

    Licin

    dar su

    aplauso

    (Empiezan

    ti

    entrar

    en el templo,

    viniendo

    de

    la

    deie^

    cha,

    y

    por

    el

    centro

    del

    intercolumnio,

    los

    Lictores

    que prcce~

    den Manlio.

    Licinio

    al

    i)erlos

    abraza

    alternativamente

    Atilia

    y

    CL

    Publio:

    indica

    este

    que

    salga

    del

    templo

    y

    como

    lo

    verifica

    en

    efecto

    antes

    de

    presentarse

    el

    Cnsul;

    y

    consolando

    con

    la

    accin

    ci

    Atilia

    ,

    la

    condi;ce

    Licinio hicia

    la

    parte

    de

    la

    izquierda.

    Queda

    el en

    este

    lado

    , de

    frente

    al

    Cnsul

    que

    al

    salir se coloca

    cerca

    de

    la

    punta

    de la

    de-

    recha

    )

    ESCEi\A

    YIL

    LICINIO.

    MANLIO.

    Lictores.

    LiciMo.

    (^Con

    entereza.^

    Vuestra

    palabra,

    Cnsul, puede boy mrimo

    un

    insigne

    caudillo

    arrebatarnos,

    un

    vengador

    volvernos.

    Roma

    quiere

    salvar

    su vida

    amenazada en

    vano

    Jams

    Licinio

    consentir

    podra

    (|ue

    fuese

    inicuamente

    asesinado.

    I

    Jams Pensadlo

    bien.

    Mamj).

    (^Con

    dig-nidad.') Siempre

    afanoso

    por

    el

    bien

    de

    la

    patria,

    y

    no

    adulando

    del pueblo

    las

    pasiones

    y

    caprichos,

    si

    el

    pueblo

    falta

    su

    deber

    sagrado,

    merecer

    su

    estimacin

    venciendo

    con

    la

    razn

    su

    clera.

    Licinio

    {Ajectuoso.')

    S,

    Manlio,

    mereced su

    carino

    y

    bendiciones,

    jwned

    fin

    de

    la

    patria

    los

    (piebrantos.

    Regulo

    es

    su

    esperanza.

    Aun

    resplandece

    Cnsul,

    no

    le

    eclipsis

    de

    llalla

    el

    astro.

    (^Licinio

    sale

    da

    la escena

    por el

    foro.

    Al

    nu'snio

    tiempo

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    32/62

    52

    van

    ciil

    raudo

    por

    el

    intercolumnio

    ,

    de dos en dos

    ,

    y

    con

    paso

    mesurado

    ,

    los

    Senadores. Manlio

    ocupa

    un asiento

    de-

    lante

    de

    la

    estatua

    del

    Dios

    Marte.

    Los

    Senadores

    se

    diri-

    gen

    por

    uno

    f

    otro

    lado

    sus

    respectivos

    puestos.

    Los

    Lie-

    tores,

    menos

    su

    gefe

    y

    se

    colocan por

    mitad

    los

    lados

    de

    la

    estatua

    de

    Marte.

    El

    gefe

    de

    los

    Lictores

    est

    la

    punta

    de la

    derecha

    , en

    atitud

    de

    esperar

    las

    rdenes

    del Cnsul.

    Todos

    los

    Senadores

    se

    han

    sentado.^

    ESCENA lili.

    MANLIO.

    Senadores. Lictores.

    Manlio. De

    los

    lustres hroes de

    la patria

    j)resdck)s

    un

    tiempo

    y

    rodeados,

    una

    sagrada

    causa

    nos

    leune.

    El

    mundo

    entero

    tiene

    en nuestros

    labios

    fijos

    sus ojos

    e'

    impaciente

    espera

    nuestra

    resolucin. Qiw

    el

    enviado

    del

    frica

    parezca,

    y

    al

    momento

    exponga

    su

    misin.

    ESGEI\^A

    IX.

    MANLIO.

    AMILGAR. Senadores. Lictores.

    (^El

    gefe

    de

    estos

    ^

    recibida

    la

    orden

    del

    Cnsul,

    se

    entra

    por

    la

    derecha,

    y

    sale

    inmediatamente

    conduciendo

    Amilcar.

    Este

    ocupa

    la

    punta

    del mismo

    lado.

    A

    la

    izquier-

    da deAmlcar,y

    tambin

    en

    primer

    trmino,

    queda

    el

    gefe

    de

    los

    Lictores.

    Detras

    de Amilcar

    vienen

    cuatro

    Soldados

    de

    su

    squito.^

    Amilcar.

    La

    gran Cartago

    salud

    por

    m

    os

    enva,

    y

    no

    demanda

    en nombre

    de

    los

    Dioses

    soberanos

    ,

    que

    de su

    fe

    y

    deseos

    son testigos,

    mas

    que la

    amistad

    vuestra,

    y

    el

    descanso

    el reposo

    y

    quietud

    del

    universo,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    33/62

    en

    horrores

    sin

    termino

    abismado.

    La paz pide

    el

    orculo

    de

    Juno,

    y

    yo

    jx)r

    el.

    Legisladores

    sabios

    de

    esta

    nacin

    magnnima

    ,

    no

    creo

    os

    neguis

    aceptar

    solemnes

    pactos

    (}ue

    la

    harn

    mas

    'eliz.

    Manlio.

    El

    prisionero.

    (/

    't/c

    ( c

    los

    Lctorcs

    pasa

    la

    izquierda, ciilra,

    y

    viich'c

    i

    nmcdial

    amerite con

    Regulo^

    ti

    quien escoltan cuatro

    Soldados

    cartagineses,

    que

    se

    colocan i

    la

    espalda

    del

    mismo.

    El

    Liclor

    vuelve

    ati asesar

    el

    teatro

    para tomar

    posicin

    de

    nuevo

    a

    la

    izquierda

    de

    Amllcar.^

    ESCENA

    X.

    MANLIO.

    AMILCAR.

    IlEGULO.

    Senadores.

    Lctores.

    Soldados

    cartagineses.

    (^

    Al

    presentarse Rgulo ^

    todos

    se

    levantan.^

    RGULO.

    Que

    es

    esto,

    Senadores? Un

    esclavo,

    tiene

    derecho

    honor

    tan

    distinguido?

    Manlio. Vuestro heroico

    iulortunio

    respetamos.

    El

    oprobio

    y

    baldn

    est

    en

    la fuga

    ,

    no

    en

    la derrota ;

    ueron

    extremados

    vuestros

    reveses, pero

    son

    gloriosos.

    Erguitl la

    Venle,

    venerable

    anciano

    RGULO.

    Volver quise

    las

    mrgenes

    del Tber

    aunque

    estaba

    vencido

    y

    deshonrado,

    y

    culpable

    mi vista

    y

    la

    vuestra

    de

    los males

    sin

    cuento

    que

    arrojaron

    sobre m

    y

    mis

    valientes

    compaeros

    los

    rigorosos enemigos

    hados.

    Todo

    se

    conjur contra

    nosotros.

    f'Ay

    I

    [Cuntas

    veces

    j

    Cuntas

    fuera

    grato

    Regulo el

    morir

    I

    Manlio.

    En

    vuestra

    vida

    vive de

    F\oma el

    esplendor.

    Sentaos.

    C(.':itinuar podis vos.

    (

    //

    Amlcar.)

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    34/62

    54

    Amilcar.

    Por

    largt)

    tiempo

    Mailc

    y

    Ncptuno

    de

    los dos

    estados,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    35/62

    Amilcar.

    Vlvpll.

    Mam 10.

    Siendo

    conhario

    al

    tlcrcclio

    conuiii

    do

    las

    naciones,

    y

    alrcnloso

    ademas

    los

    roniaiios,

    (|nc eoii

    envejecida tirana

    el

    imperio

    absolulo,

    ilimilado

    del

    nuil-

    os

    airo;neis, exii;e

    Roma

    |)rometais

    y

    juris

    anle

    el

    Senado

    del mar

    la

    libeilad.

    Amii.car.

    Promelo

    y

    juro.

    Que

    mas

    peds?

    Manli.

    De

    Roma

    en

    dcsaj^iavo,

    cual

    prenda

    de

    la paz

    y

    la

    alianza

    ((ue

    en

    el

    templo

    de Marte

    nos

    juramos,

    Regulo

    es

    libre.

    Amilcar.

    S.

    {Solcmucmcnlc

    y

    la'anlindosc^

    (^Los

    soldados

    de

    ^milcar

    que

    estaban

    espaldas

    de

    Regulo

    se

    han

    separado

    de este

    una

    seal

    que aquel

    les

    hace

    f

    pero permanecen

    en

    el

    mismo

    lado.^

    Manlio.

    Padres

    de Roma,

    los derechos

    de

    Italia

    se

    salvaron,

    la

    gloria

    se

    sah

    y

    al

    gran

    caudillo

    la

    vida

    y

    libertad aseguramos.

    A

    tan

    'eliz

    acuerdo,

    Senadores,

    quien

    se

    opondr;.^

    RGULO.

    Yo,

    (Leranfndose.)

    Manlio.

    c^^*^^-

    RGULO. Yo

    Se

    est bablando

    ele

    la

    gloria

    do

    Roma,

    y

    en mi vitla

    se

    atreven

    pensar.

    Hijos

    ingratos

    de

    los

    Dioses

    del sijilo Capitolio,

    tlebil

    ,

    cobardemente doblegados

    ante

    el iicro

    deslino,

    afjuellos

    Dioses

    -

    os llegarn

    ver?

    JNo. Peleando,

    lavad

    pronto la

    mancba

    ignominiosa

    que el

    lustre

    empana

    de bla-^ones

    altos.

    vSolo

    deben

    tratar

    los

    vencedores

    \

    enced primero,

    si (|uerei>

    tratados.

    Sicilia

    resisti,

    y

    aun

    es

    d(>

    Roma,

    y

    no sueumbir:

    la Espaa

    en

    lano

    se

    rebela

    \ pioraza.

    RGULO.

    Hija

    mia,

    t aqu?

    jCmo

    Y Licinio

    Te

    son

    desconocidos

    sus

    excesos?

    Licinio.

    (^Solemnemente^

    Me

    apellido

    romano,

    soy

    Tribuno

    Cumplir' mi

    deber.

    Atilia.

    Y

    vos

    los

    ruegos,

    y

    el

    voto

    universal

    ,

    querido padre

    ,

    recbazareis?

    Y

    corazn

    de

    liierro

    vais

    oponer

    la

    comn

    desgracia?

    No

    lograr

    la

    patria

    conmoveros

    en

    su

    afliccin?

    LiciiNio. ;

    Rebelde

    toda

    vi?

    a

    sois

    su

    voluntad?

    RGULO.

    (^Afectuosamente.^

    Hijos,

    yo e-^pero

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    44/62

    morir

    por

    ella

    y

    por vosotros; digno

    scre

    de

    ella

    al

    morir.

    (De

    pronto

    se

    vuelve

    Rgulo

    Licinio

    ,

    y

    contina

    con

    expresin

    enrgica

    )

    Mas

    t

    ,

    ofendiendo

    su

    augusto

    nombre,

    la

    amistad

    perjuro..,

    t

    rasgas

    sin

    piedad

    mi

    triste

    peclio.

    Dar

    pudiste

    al

    olvido

    las

    jornadas

    en

    que

    mi

    lado mi

    valor experto

    procuraba

    inspirarte

    all

    en

    el

    campo

    el

    amor

    de

    la

    gloria

    y

    el

    desprecio

    del

    peligro

    y

    la muerte

    ?

    No recuerdas

    que

    un

    buen

    soldado

    en

    ti reconociendo,

    te

    admit

    mi

    amistad

    ,

    y

    de

    mi

    hija

    la mano

    le

    otorgue,

    debido

    premio

    tus

    virtudes?

    V ^^^-^i

    Padre

    Atilia.

    )

    RGULO.

    1

    La

    esperanza

    de

    vuestro

    corazn

    ,

    y

    mis

    deseos

    cumplidos

    aun

    sern

    ,

    queridos

    hijos

    ...

    {Desde

    el umbral de

    mi

    sepulcro

    aun

    puedo

    vuestia

    unin

    bendecir,

    y

    al

    bendecirla,

    si

    espiro

    honrado^,

    morir

    contento.

    Amas

    t?

    Jura al

    Dios

    de

    las

    victorias

    servir

    hoy

    la

    patria

    ,

    y

    deponiendo

    la

    resistencia

    criminal, no

    empaes

    mi

    opinin

    y

    mi gloria. Yo

    te

    entrego

    con

    la

    mano de

    Atilia

    otra esperanza.

    Salva

    el

    honor

    de

    Roma

    ,

    salva

    un

    tiempo

    de

    Regulo

    el

    honor

    ,

    y

    cu

    t

    otro hijo

    ver

    al

    rendir

    el

    postrimer aliento.

    Y

    consentir

    pudie'ramos

    nosotros

    en

    tan

    horrible

    y

    brbaro himeneo

    ?

    I

    No:

    si est

    decretado que este

    dia

    partir

    os

    vea

    Roma

    ,

    yo

    no quiero

    sus

    muros

    habitar.

    A

    las regiones

    do

    el

    sol no

    dcanza

    mi

    cario

    tierno

    os

    seguira

    Vuestras

    duras penas

    compartir

    con vos:

    los mismos

    hierros,

    el propio

    calabozo,

    el

    aire

    mismo

    Atilia.

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    45/62

    (jue

    vespircis,

    olipiidrc,

    mi

    cleiiiotUo

    sern

    tlcsdc

    lioy

    Del

    Afriea

    las

    playas,

    si

    vos

    partis

    ,

    unidos

    pi^aicnios.

    En

    su

    abrasado

    clima

    ,

    mi

    ternura

    ,

    y

    mi

    cuidado}

    mi

    constante

    anhelo

    velarn

    noche

    y

    dia

    por

    mi

    padre

    ,

    si

    uo

    mitigan

    su

    dolor

    acerbo.

    Al

    cruel

    vencedor,

    al

    tigre

    impo

    que

    os

    amenaza

    brbaro,

    sediento

    (le

    nuestra

    sangre,

    la

    filial

    plegaria

    desarmar

    tal

    vez,

    si

    en

    su

    despecho

    puede

    oira.

    Ni

    quien

    pual

    agudo

    contra

    vos

    alzar,

    sin

    que

    primero

    aqu

    se

    cebe

    en

    repetidos

    golpes?

    Inmolados

    all

    los dos

    seremos

    por los

    mismos

    verdugos:

    de

    la

    patria

    el

    nombre

    santo

    en

    nuestros

    labios

    yertos

    resonar

    y

    al

    bendecirle,

    oh

    padre

    dignos

    de

    Roma,

    juntos

    moriremos.

    RGULO.

    {Desprendindose

    dlos

    brazos

    de

    su

    hija,

    lanza

    al

    cielo

    una

    mirada

    terrible.^

    [Dioses, piedad

    para

    mi

    tierna

    hija

    f

    Piedad Ella no

    os

    debe

    un

    juramento

    {Rgulo

    se

    vucli^e

    hcicia

    Alilia,y

    prosigue

    con

    el

    lono

    de

    la

    dulzura

    y

    de

    la persuasin^

    rmate

    de valor.

    ;Para

    un

    romano,

    que es

    la

    muerte?

    Cien

    veces

    mi

    denuedo

    luch con

    ella

    y

    la

    venci.

    Tranquilo

    cual

    lmite

    del mal

    la

    considero.

    Pondr

    mis

    dias

    termino

    glorioso.

    S,

    amada

    hija;

    el

    inters

    de

    un

    pue])lo

    que pronto dictar

    leyes

    al

    mundo,

    morir

    me

    manda.

    Atilia.

    ;

    Padre

    RGULO.

    (Dirigindose

    Licinio^

    Piensa

    luego

    en

    auxiliar

    mi

    empiesa;

    tu

    designio

    abandona,

    y

    de

    Afilia

    sers

    dueiio.

    LiciNio.

    Y

    tal

    me

    proponis?

    Oh Ni

    un

    instante

    en

    mi

    eleccin

    vacilare.

    Aqu

    dentro

    arde

    el

    amor

    de

    Roma,

    santo

    y

    puro,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    46/62

    4G

    cual de

    Atilia

    y

    de

    Regulo

    en

    el

    pecho.

    Yo

    adoro,

    yo idolatro

    vuestra

    hija;

    mas

    la gloria

    de Roma

    hondo

    silencio

    impone

    la

    pasin

    en

    que

    me

    abraso.

    Si

    amenazado

    el

    Capitolio

    excelso,

    contra

    propia

    agena

    tirana

    perecer

    me

    mandaseis,

    combatiendo,

    sellar me vierais

    con mi

    sangre

    toda

    de Regulo

    y

    la

    patria

    los

    preceptos.

    Tambin

    jo

    se

    morir

    como

    soldado

    Mas

    al

    Tribuno

    hablis

    :

    solo

    del

    pueblo

    recibe inspiraciones

    el

    Tribuno;

    el

    pueblo

    es Rey

    el

    manda

    ^

    yo

    obedezco.

    Si lo

    exigs,

    renuncio

    desde

    ahora

    al

    cario de Atilia.

    Nunca

    siervo

    ser'

    de

    mis

    pasiones

    e' intereses.

    No,

    jams

    mis

    ojos

    tendrn

    precio

    ante

    el

    bien

    de

    la

    patria;

    si

    por

    ella

    hoy

    la mano

    de Atilia

    perder

    debo,

    scrc

    mas

    diiuo

    de

    su amor.

    &

    (^Licinio

    se

    retira con

    el

    pueblo

    por

    el

    foro.^

    ESCENA

    II .

    ATILIA.

    REGULO.

    MANLIO

    ,

    precedido

    de

    los

    Lictores.

    Manlio.

    Airada

    desencadena

    su furor

    violento

    la multitud,

    de

    la

    ciudad

    se

    lanza,

    y

    del

    Tber

    la

    margen

    ha

    cubierto.

    Jura

    que en

    los

    navios

    africanos

    no

    entrareis

    ,

    y

    entregarlos

    ([uiere

    al

    fuego

    :

    arde

    la

    rebelin

    :

    se

    desconoce

    el

    poder

    del

    Senado: pretendemos

    la

    paz

    restablecer

    y

    en

    vano

    es todo

    ;

    porque

    calmar

    los

    nimos

    inquietos

    no

    alcanzan

    persuasiones

    ni

    amenazas.

    Triunfa

    la

    sedicin

    ;

    en tal

    extremo

    ,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    47/62

    Atilia.

    Man

    LIO.

    R

    EGULO.

    Man

    LIO.

    RGULO.

    Man

    LIO.

    RGCLO.

    Manlio.

    RGULO.

    Atilia.

    47

    la

    razn

    se

    desoje

    y

    tuerza

    alguna

    no

    reside

    en la

    ley.

    Un

    juramento

    que

    todos

    maldecimos^

    pronunciado

    por

    vos

    cuando

    gemais Jjajo

    el

    peso

    de iniame

    esclavitud

    ,

    la

    violencia

    solo

    so

    debe,

    y

    los

    benignos

    cielos

    rechazan

    y

    proscriben.

    El

    recinto

    sitiado

    est.

    Ceded

    los

    afectos

    de

    Roma

    que

    os

    defiende

    en

    su

    entusiasmo.

    Las legiones

    tambin

    ,

    al

    ver

    el

    riesgo

    inminente

    de

    Roma

    ,

    sus

    clamores

    confunden

    ya

    con

    el

    clamor

    del

    pueblo.

    Lanzas

    y

    escudos

    le darn

    su

    apoyo.

    Y

    son

    tales

    ,

    ol

    Manlio

    ,

    los

    consejos

    del primer

    magistrado,

    que

    de Roma

    simboliza

    el

    poder?

    Salid

    os

    ruego

    combatid

    el

    tumulto,

    dominadle,

    o pereced vuestro

    deber

    cumpliendo.

    Si

    la ley autoriza

    los

    Tribunos

    anular

    del

    Senado los

    decretos,

    no

    hay ley

    alguna

    que autorice

    en

    Roma

    horrible

    sedicin.

    Convocad

    luego

    los

    comicios.

    Legal

    la resistencia

    entonces

    podr

    ser.

    Mas

    no

    hay esfuerzo

    bastante en

    el conflicto

    que

    tocamos.

    Vuestro hijo.

    Cmo

    ?

    Publio.

    Seduce

    las legiones

    y

    su

    frente,

    j

    Ah

    i

    No me

    digis

    mas

    |No

    Decid

    presto.

    Los

    guerreros

    cuya

    \oz

    condenis

    ,

    que

    criminales

    parecen

    hoy

    ante los

    ojos

    vuestros,

    sosten

    son de

    la

    patria

    ,

    y

    la

    defienden

    en

    su

    aparente rebelin. Mi

    acerbo

    llanto

    unir

    su

    voz.

    (y

    tilia se

    retira

    j>n'cipil

    admente

    por

    el

    foro.)

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    48/62

    18

    ESCENA

    l\\

    REGULO.

    MANLIO.

    Lktores.

    RGULO.

    (^Cqji

    un

    molimiento

    anlogo?)

    Detento,

    Atilia.

    No

    perdis un

    instante.

    Disponeos

    calmar

    la

    inquietud

    que agita

    Roma.

    Manlio. Voy

    intentarlo

    ,

    mas

    ser'

    ya

    envuelto

    de

    la

    conjuracin

    en

    el

    torrente.

    (^Manlio

    j

    precedido de

    los

    Lictores,

    se retira por el

    foro

    sobre

    el

    ngulo

    de la derecha,

    A

    travs

    del intercolumnio

    se

    ve

    cruzar en

    todas

    direcciones

    el

    pueblo.

    Publio,

    que

    viene

    de la

    parte

    de

    la

    izquierda

    ,

    entra

    presuroso en

    el

    templo;

    pero

    al

    ver

    su

    padre

    se

    detiene

    de

    pronto

    ,

    f

    no

    llega

    al

    proscenio

    sino

    con las palabras

    que el dilogo

    indica.')

    ESCENA V.

    REGULO. PUBLIO.

    RGULO.

    Publio

    se acerca. Por

    favor postrero

    sobre

    el

    desciende

    y

    del

    error le

    aparta

    ,

    pura

    y

    santa virtud

    de

    sus

    abuelos.

    Que'

    te

    detiene

    ?

    (^Publio

    est inmvil

    f

    no

    se atreve

    mirar su

    padre.)

    PuBLio.

    Dioses

    RGULO.

    Habla

    ,

    Publio.

    Alienta

    el

    paso.

    Publio.

    Ni

    {\

    moverme

    acierto.

    RGULO.

    El pasmo que entorpece tus

    acciones

    tu timidez

    ,

    ob

    Pnblio

    ,

    son

    genos

    del criminal

    romano

    que

    acaudilla

    facciosa

    multitud. Depon

    el

    miedo.

    A

    ce'rea te.

    (Publio

    se

    adelanta

    poco

    poco.

    Rgulo le

    coge

    por el

    brazo

    y

    le

    arrastra

    hcicia

    si.

    En

    todo

    este

    dilogo

    est

    Pu-

    blio

    A

    la

    izquierda

    de su

    padre.)

    Conoces

    los

    deberes

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    49/62

    PUBLIO.

    RGULO.

    PUBLIO.

    Rgllo.

    PUBLIO.

    Regulo.

    PUBLIO.

    Regulo.

    PUBLIO.

    RGULO

    40

    que

    le

    impone

    la

    patria?

    Deteneos

    ....

    La

    patria

    {Con

    una

    transicin

    terrible.)

    Pronto,

    Pnblio,

    jlos

    conoces?

    Responde

    (^/-Z/rt

    bruscamente

    el

    brazo

    de

    Publio.)

    Y

    los

    acato

    y

    los

    respeto

    Ni

    hacer

    traicin

    la

    virtud

    sublime

    pudiera

    que

    inspirasteis

    en

    mi

    pecho.

    Servir

    sus

    intereses

    y

    su

    gloria

    ,

    existir

    para

    ella

    ,

    y

    cuando

    el

    cielo

    nos

    manda

    perecer

    en

    su

    detcnsa

    arrojarse

    la

    muerte

    ,

    estos

    son

    ,

    estos

    los

    sagrados

    deberes

    de

    un

    romano.

    Tales

    los

    tuyos

    son.

    Y

    desoyendo

    la

    voz

    de

    tu

    pasin

    sabrs

    cumplirlos?

    Lo

    dudar

    mi padre?

    Urge

    ya

    el

    tiempo.

    Jrame,

    Publio,

    si

    cumplirlos

    sabes,

    guardar

    la

    virtud

    sus

    santos

    fueros,

    y

    ser

    fiel

    la

    patria

    y

    mi

    gloria.

    Lo

    juro

    por

    mi

    padre.

    Sal

    del

    templo,

    y que

    tu

    voz

    ,

    oh

    Publio, en

    las

    legiones

    se

    deje

    oir.

    (J'oinando

    el

    tono

    de

    la

    persuasin.)

    Engaador

    consejo

    en

    fatal

    sedicin

    las

    compromete.

    Yo

    ignoro

    todava

    y

    uo

    pretendo

    saber

    quin

    es

    el

    seductor

    intame

    ,

    que

    su

    deber

    traidor

    Mas

    el

    proyecto

    van

    creer

    formado

    y

    dirigido

    por

    nosotros.

    Baldn

    y

    vilipendio

    la

    frente de tu

    padre

    cubririan.

    Reflexionad..

    ..

    Tu

    rostro

    que

    estoy

    viendo

    enrojecerse,

    oh

    Publio,

    por

    instantes,

    de

    tus

    puios

    y

    nobles

    sentimientos

    no

    me

    deja

    dudar.

    Querido

    hijo

    ,

    sea

    tu

    abnegacin

    heroico

    ejemplo

    que

    los

    dems

    decida

    ;

    estimulados

    por

    t

    ,

    desistan

    de

    su

    loco

    empeo

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    50/62

    PUBLIO.

    RGULO.

    PBLIO.

    RGULO.

    oO

    franco pa?o me

    dejen

    hasta

    el

    Tber,

    y

    mi

    partida

    amparen.

    i

    Santos

    cielos

    Regulo

    como

    amigo

    te

    lo

    ruega

    ;

    como

    padre

    ^

    yo,

    Publio^

    te lo ordeno.

    Deidades

    altas

    Por

    ventura

    Publio

    es dado

    ejecutar

    ese

    precepto

    execrable

    y

    atroz?

    Servir

    Roma,

    vuestras

    rdenes, padre,

    obedeciendo

    no

    es hacerla

    traicin

    y

    asesinarla?

    [

    Ay

    T

    salvarla

    vas. Mira

    no lejos

    de

    este

    sagrado

    prtico

    se

    eleva

    un antiguo

    sepulcro

    all

    los

    restos

    descansan

    de

    un varn

    esclarecido.

    (Sealando

    al

    foro^

    Aquella

    honrosa

    tumba

    ,

    de

    trofeos

    y

    lauros

    militares coronada,

    que

    en

    Roma

    infunde

    general

    respeto,

    las

    preciosas

    cenizas

    nos

    conserva

    de

    un

    he'roe.

    Mira

    su

    irritado

    genio

    Mira

    su

    sombra

    en derredor

    vagando

    lanzarse

    sobre

    t

    desde

    los

    senos

    de

    la

    inmortalidad.

    Con

    voz

    robusta

    penetra

    en

    tu

    interior.

    Oye

    su

    acento

    Sacrific

    la

    patria

    su

    existencia

    y

    su

    amor

    paternal.

    Cnsul

    severo,

    dio

    su

    vida

    dos

    veces

    por la

    patria,

    y

    muri

    en

    sus

    dos

    hijos,

    que

    rindieron

    la

    segur

    cruel

    de

    los

    Lictores

    en

    tajo

    vil

    los

    juveniles

    cuellos.

    Imitmosle

    ,

    Publio

    1

    (^Regulo

    que

    ha

    tomado

    por el brazo

    i

    su

    Id

    jo,

    se

    vuelve

    de

    pronto

    hacia

    la

    derecha,

    y

    le

    seala

    la estatua

    de

    Bru-

    to,

    que es

    la

    que

    est

    delante

    del primer

    bastidor.)

    Esle hroe

    es

    Bruto...

    T

    tiemblas...

    t

    me

    entiendes

    1

    Publio.

    Ay

    ...

    Yo

    nuiero

    Y

    vos

    me

    hablis

    de Brulo

    y

    de

    sus

    iijos?

    La

    mal

    segura

    planta

    .se

    atrevieron

    i

    poner,

    inocentes

    culpables,

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    51/62

    (le

    alevosa

    traicin

    en

    los

    senderos.

    Vos

    al

    contrario,

    de

    virliul

    heroica,

    de

    eterna lealtad

    fuisteis

    modelo.

    Truenen

    los

    Dioses sobre

    m...

    Perezca

    quien tal

    escucha. Al

    formidable

    aspecto

    de

    las

    rasgadas

    nubes

    arrojando

    raudal

    sin iin

    de

    cenleilante

    fuego,

    no

    me

    vern

    temblar

    pero

    la

    idea

    de

    ser

    ,

    oh

    padre

    ,

    el

    asesino

    fiero

    de

    quien me

    dio

    la

    vida,

    me

    anonada.

    Superior

    mis

    fuerzas

    y

    mi

    aliento

    la

    brbara

    virtud

    de un

    hombre

    impo,

    me

    indigna

    hasta el

    furor: no

    la

    comprendo.

    no

    quiero comprenderla.

    Ciudadano

    de

    la

    gloriosa

    Roma,

    no

    por

    serlo

    de

    la

    naturaleza

    desconozco

    la

    primitiva

    ley, sus fundamentos^

    sus vnculos

    que

    engendran

    y

    sostienen

    virtudes

    y

    poder

    cu

    los

    imperios.

    Alma

    feroz

    que

    vagar perdida,

    proscrita

    en

    las

    orillas del

    Leteo

    Alma indigna

    de un padre, yo no

    admiro

    ni

    admirare jams, ni

    reverencio

    su

    crueldad

    sublime

    y

    espantosa.

    Si

    en

    ella

    virtud hubo,

    yo

    detesto

    la virtud

    cuando

    al

    crimen se

    paret'c.

    Hgulo.

    i

    Sacrilego

    Con

    tal atrevimiento

    insultas

    hoy

    el

    nombre

    y

    la

    memoria

    de

    quien

    nos

    hizo

    libres,

    posponiendo

    su

    amor

    y

    la

    salud

    de

    su

    familia

    la

    salud

    de

    Roma?

    Al

    que

    su

    cetro

    arrancara

    los

    pe'rfidos

    Tarquinos

    Al fundador,

    al

    defensor

    primero

    de

    la

    romana libertad,

    al

    hroe

    cuya

    gloria

    el

    orbe viene

    estrecho?

    Ay

    ;Vatal ilusin

    No

    eres

    un

    hijo:

    no

    te

    conozco

    Desparece

    luego

    de

    mi

    presencia;

    en

    t,

    cual

    otro

    Bruto,

    en t

    mi infamia

    y

    mi

    de.-honra veo

    S

    ,

    la

    sangre

    que

    corre

    por

    tus

    venas

    yo

    mismo

    las Deidades

    del

    Averno

    gustoso

    ofrecera.

    El que

    no arda

  • 7/23/2019 Agustin Azcona - Regulo

    52/62

    52

    (le

    patrio

    amor

    en

    el

    divino

    incendio

    solo

    debe

    decirse

    mi

    enemigo.

    Public.

    |

    Infeliz]

    (Va

    ci

    marcharse

    ,

    y

    su

    padre

    le detiene.

    Tono

    blando.)

    RGULO.

    Dnde

    vas?

    Si

    al

    llamamiento

    de

    la

    patria

    marchsemos

    unidos,

    y

    de

    la

    lid

    entre

    el

    fragor

    y

    estruendo

    que

    peligraba

    mi

    existencia

    vieses,