Actitudes de Universitarios

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Consumo de medios de comunicación y actitudes hacia la prensa por parte de los universitarios Hedabideen kontsumoa unibertsitateko ikasleen artean Media consumption and university studentsʼ attitudes towards the press Sonia Parratt Fernández 1 Recibido el 16 de junio de 2008, aprobado el 5 de octubre de 2009. Resumen Este artículo recoge las principales conclusiones de una investigación surgida de la preocupación por el bajo con- sumo de diarios de pago de información general que, sumado al creciente desinterés de los universitarios por la lectura observado por la autora tras años de docencia, plantea serias dudas sobre quién leerá periódicos en el futuro. Basado en encuestas realizadas a 400 estudiantes de la Universidad Complutense, traza un mapa del consumo que hacen los universitarios de los medios de comunicación con fines informativos. También analiza la credibilidad que otorgan a los medios y el tiempo que dedican a la lectura en general y a los periódicos en particular, así como las motivaciones que les llevan a leer estos últimos. La finalidad es, por tanto, constatar científicamente el citado des- interés y sus causas, y aportar posibles soluciones. Palabras clave: Medios de comunicación; consumo; jóvenes universitarios; prensa de pago; índices de lec- tura. Laburpena Artikulu honen egilea, unibertsitateko irakaskuntzan eman dituen urteetan, ikasleek oso gutxi irakurtzen dutela ohartu da, bereziki ordaindu beharreko informazio orokorreko egunkariak. Hau dela eta, kezkagarria iruditzen zaio idatzizko prentsaren etorkizuna, irakurlegoa murriztuko delakoan. Artikulu honetan kezka hori argitzeko sortutako ikerketa baten ondorio nagusiak islatzen dira. Complutense Unibertsitateko 400 ikasleri egindako inkestetan oina- rrituta, unibertsitateko gazteek informazioa lortzeko erabiltzen duten hedabideen kontsumoko mapa azaltzen du. Horrez gain, bestelako parametro batzuk ere aztertzen ditu, hala nola, hedabideek eskaintzen dieten sinesgarritasuna, egunkariak zein beste mota bateko produktuak irakurtzen ematen duten denbora, eta egunkariak irakurtzeko adie- razten dituzten arrazoiak. Helburua da, beraz, aipatutako interes eza zientifikoki azaltzea, bai eta horren kausak eta irtenbideak agertzea ere. Gako-hitzak: Hedabideak; kontsumoa; unibertsitateko ikasleak; ordaindu beharreko prentsa; irakurketa indizea. 1 Universidad Complutense de Madrid, [email protected] zer Vol. 15 - Núm. 28 ISSN: 1137-1102 pp. 133-149 2010

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Investigaciòn de Sonìa Parrat, sobre las actitudes de los universitarios con respecto a medios de comunicaciòn

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  • Consumo de medios de comunicacin y actitudeshacia la prensa por parte de los universitarios

    Hedabideen kontsumoa unibertsitateko ikasleen arteanMedia consumption and university students attitudes

    towards the pressSonia Parratt Fernndez1

    Recibido el 16 de junio de 2008, aprobado el 5 de octubre de 2009.

    ResumenEste artculo recoge las principales conclusiones de una investigacin surgida de la preocupacin por el bajo con-sumo de diarios de pago de informacin general que, sumado al creciente desinters de los universitarios por lalectura observado por la autora tras aos de docencia, plantea serias dudas sobre quin leer peridicos en el futuro.Basado en encuestas realizadas a 400 estudiantes de la Universidad Complutense, traza un mapa del consumo quehacen los universitarios de los medios de comunicacin con fines informativos. Tambin analiza la credibilidad queotorgan a los medios y el tiempo que dedican a la lectura en general y a los peridicos en particular, as como lasmotivaciones que les llevan a leer estos ltimos. La finalidad es, por tanto, constatar cientficamente el citado des-inters y sus causas, y aportar posibles soluciones.

    Palabras clave: Medios de comunicacin; consumo; jvenes universitarios; prensa de pago; ndices de lec-tura.

    LaburpenaArtikulu honen egilea, unibertsitateko irakaskuntzan eman dituen urteetan, ikasleek oso gutxi irakurtzen dutelaohartu da, bereziki ordaindu beharreko informazio orokorreko egunkariak. Hau dela eta, kezkagarria iruditzen zaioidatzizko prentsaren etorkizuna, irakurlegoa murriztuko delakoan. Artikulu honetan kezka hori argitzeko sortutakoikerketa baten ondorio nagusiak islatzen dira. Complutense Unibertsitateko 400 ikasleri egindako inkestetan oina-rrituta, unibertsitateko gazteek informazioa lortzeko erabiltzen duten hedabideen kontsumoko mapa azaltzen du.Horrez gain, bestelako parametro batzuk ere aztertzen ditu, hala nola, hedabideek eskaintzen dieten sinesgarritasuna,egunkariak zein beste mota bateko produktuak irakurtzen ematen duten denbora, eta egunkariak irakurtzeko adie-razten dituzten arrazoiak. Helburua da, beraz, aipatutako interes eza zientifikoki azaltzea, bai eta horren kausak etairtenbideak agertzea ere.

    Gako-hitzak: Hedabideak; kontsumoa; unibertsitateko ikasleak; ordaindu beharreko prentsa; irakurketa indizea.

    1 Universidad Complutense de Madrid, [email protected]

    zerVol. 15 - Nm. 28ISSN: 1137-1102

    pp. 133-1492010

  • AbstractThis article shows the main conclusions of a research originated from the concern about the low consumption ofpaid-for dailies, which added to college students lack of interest in reading observed by the author during years oflecturing, poses serious doubts about who will read newspapers in the future. Based on questionnaires given out to400 students from the Universidad Complutense, it draws a map of media consumption with informative purposesby university students. It also analyses their credibility of the media and the time they spend on reading in generaland newspapers in particular, as well as their motivations for reading dailies. The aim, therefore, is to verify scien-tifically the mentioned lack of interest and its causes, and provide solutions.

    Key words: Media; consumption; youth; college students; paid-for press; readership.

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    Sonia PARRATT

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  • 0. Introduccin

    El uso que hacen los ciudadanos de los medios de comunicacin en los pases desarrolladosha ido modificndose sustancialmente en los ltimos tiempos. El informe The State of theNews Media 2006, promovido por el Project for Excellence in Journalism, niega que estemosllegando al fin del periodismo como algunos predijeron sino que se est produciendo unatransformacin en la manera en que la gente se informa sobre lo que acontece a su alrededor.Los ciudadanos estn asumiendo un rol ms activo como ensambladores, editores e inclusocreadores de sus propias noticias (Project for Excellence in Journalism, 2006: 1), seala enreferencia al impacto que producen en la prensa de papel las crecientes posibilidades de obte-ner servicios online. Durante un tiempo, se conocan las noticias ms recientes a travs deperidicos y revistas, medios que posteriormente se toparan con la competencia de la radioy ms tarde la televisin. En 1965, George Gallup hizo una encuesta segn la cual el 71% delos norteamericanos haban ledo un peridico el da anterior, mientras que el 58% habanescuchado la radio y el 55% haban visto la televisin. 25 aos despus, el 53% haban escu-chado la radio y el 53% haban visto la televisin, pero slo un 43% haban ledo la prensa(Kellermann, 1990: 20).

    Aos ms tarde aseguraban Schoenbach et al (1999: 226) que una de las causas del des-censo de los ndices de lectura de prensa era que los lectores tradicionales de peridicospodan acceder a contenidos ms atractivos a travs de la televisin, la radio, revistas y, en unfuturo prximo, Internet. Hoy nos encontramos ya inmersos en un mundo totalmente compu-terizado desde el punto de vista meditico, en el que la Red aumenta enormemente nuestrasposibilidades como consumidores a la hora de conocer las noticias. Un estudio realizado porel Pew Research Center for the People and the Press revel que desde 1994 hasta el ao 2000la poblacin estadounidense redujo el tiempo que dedicaba a obtener informacin de actuali-dad de los medios de comunicacin, es decir, a ver noticias en televisin, leer la prensa oescuchar noticias en la radio. A partir de 2002 se empieza a percibir un aumento de ese tiempoen algunas franjas de edad, pero es definitivamente en 2004 cuando el crecimiento es ms sig-nificativo, coincidiendo con el momento en que el estudio incorpora las noticias online.Actualmente de nuevo las cifras estn bajando en el conjunto de la poblacin con la excepcinde los jvenes de entre 18 y 29 aos, que a pesar de haber sido siempre quienes menos tiempohan dedicado a estar informados, siguen una lnea ascendente a la que muchos piensan quepodra estar contribuyendo la aparicin de Internet (Pew Research Center for the People andthe Press, 2006: 20). En Espaa, un 68,2% de personas declararon en 2009 que desde la apa-ricin de Internet haban disminuido el tiempo que dedicaban a ver la televisin, un 25,2%hicieron lo propio con la lectura de prensa y un 18,2% con la radio (AIMCa, 2009: 52).

    En cuanto a la prensa de pago, lleva ya bastante tiempo sufriendo el descenso del interspor la lectura, especialmente por parte de una poblacin joven que aun estando ms formadaque nunca se decanta cada vez ms por medios visuales a la hora de conocer la actualidad.Un informe publicado hace ms de tres dcadas (Poindexter, 1979) revelaba que slo un 2,5%de los encuestados sealaba el desinters por la lectura como uno de los principales motivospara no leer peridicos. Pero en 1999 algunos estudios ya apuntaban a que las modificacionesen los patrones de lectura de prensa, sobre todo entre los jvenes, se deban en gran medidaa cambios estructurales que se estaban dando en la sociedad, como el hecho de vivir inmersosen un entorno que cada vez favoreca menos la lectura (Schoenbach et al, 1999: 227). Losjvenes de hoy han nacido en hogares con ms acceso a medios de comunicacin que nunca,su entorno habitual es el de los ordenadores e Internet, los correos electrnicos, chats, telfo-

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  • nos mviles, MP3 e iPods. Han crecido acostumbrados a recibir mucha informacin con rapi-dez y a que los medios de que disponen les permitan acceder instantneamente a todo y atodos. De ah que, como consumidores, sean impacientes y requieran la informacin en elmenor tiempo posible, algo que la prensa no puede ofrecerles.

    Todo lleva a pensar que Internet se ha convertido en un medio importante como fuente denoticias en este segmento de la poblacin. Pero en el caso de Estados Unidos, aunque parecehaber ayudado a recuperar un poco su inters por las noticias, en el citado estudio del PewResearch Center for the People and the Press se llev a cabo una encuesta para saber a travsde qu medios obtenan los ciudadanos las noticias a diario, y una de las conclusiones extra-das fue que la televisin se mantena como el favorito para dicho fin en el conjunto de lapoblacin, incluidos los jvenes, quienes recurran a la prensa y a la Red en la misma medidapara informarse.

    En Europa, la televisin tambin sigue siendo el medio preferido por los consumidores,seguido de la radio, Internet y la prensa. No obstante, entre los aos 2004 y 2006 el uso deInternet se increment en un 28% y el de la televisin y la radio lo hicieron en un 6% y un14% respectivamente, mientras que el de la prensa se redujo en un 2% (EIAA, 2006: 15). Enel caso de los jvenes de entre 16 y 24 aos, los tiempos dedicados a la televisin y la radio(13,4 y 11,6 horas semanales, respectivamente), y especialmente a la prensa (4,4 horas), sonya superados por el de Internet (14,7 horas semanales) (EIAA, 2007: 13), medio cuyo 40%de usuarios corresponde a esa franja de edad (EIAA, 2007: 15).

    En Espaa, los ndices de lectura son inferiores a la mayora de los pases de la UninEuropea. Despus de un perodo de cada progresiva entre los aos 1996 y 1999, desde 2001hasta la actualidad el nmero de lectores de prensa diaria de pago ha ido recuperndose muypoco a poco hasta situarse en un 42,1% en 2008, bajando de nuevo a un 40,8% en 20092 ycon slo un 12,8% de lectores de entre 14 y 24 aos (AIMCb, 2009). En cuanto a la difusin,si bien algunas cabeceras han experimentado una cierta mejora (ABC fue la nica que mejorsus cifras en 2009), la tendencia general en los ltimos aos ha sido descendiente (OJD, 2010).

    El 25,2% de los usuarios de Internet espaoles reconocen que ha disminuido el tiempoque dedican a leer (AIMCa, 2009: 52). A este respecto aseguran Juanatey et al (2007: 10) que,si bien los ndices de lectura de diarios entre la juventud son hasta cierto punto preocupantes,la realidad apunta a un nuevo comportamiento ante la prensa diaria, basado en el progresivoabandono de la lectura de peridicos en soporte papel para dar paso a un mayor acceso a lainformacin a travs de la Red. Lo corroboran encuestas recientes (AIMCa, 2009: 127), segnlas cuales mientras que un 13,5% slo lee ediciones impresas, un 22,9% hace lo propio conlas electrnicas y un 57,2% lee ambas. No obstante, estos datos se refieren al conjunto de lapoblacin, por lo que cabe preguntarse no slo en qu medida influyen los medios audiovi-suales y la Red en los ndices de lectura en general y de la prensa en particular entre losuniversitarios, sino tambin si stos harn uso de ella por motivos ms relacionados con elentretenimiento y la comunicacin que con fines puramente informativos.

    Algunos esperanzados mantienen la creencia de que los nios adquieren el hbito de leerprensa en la edad adulta, por lo que ganar nuevos lectores adultos sera simplemente una cues-tin de tiempo. Pero asegura Hartman (2003: 14) a este respecto que los hbitos de consumode una generacin estn ya completamente establecidos a los 30 aos, es decir, se van for-mando desde la infancia hasta la edad adulta y llegado ese punto ya no cambian, de lo que sedesprende que es a edades tempranas cuando se deberan tomar medidas. Esta hiptesis se ve

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    2 De octubre de 2008 a mayo de 2009.

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  • reforzada por diversas investigaciones (Bogart 1989; Pardun y Scott, 2004) que sugieren quela lectura habitual de diarios por parte de los padres suele estar directamente relacionada conun mayor inters por la prensa por parte de nios y adolescentes.

    El Readership Institute, junto con la American Society of Newspaper Editors y la News-paper Association of America, ofrecen cursos centrados en atraer a los jvenes a leer la prensapor considerarlos vitales para la futura recuperacin del mercado de lectores. Tambin enEspaa la prensa lleva aos impulsando iniciativas para introducir los diarios en la enseanzaobligatoria mediante acuerdos con la administracin para fomentar la lectura de prensa entrelos escolares, la organizacin de certmenes estudiantiles de confeccin de peridicos, el lan-zamiento de cuadernillos semanales de temtica juvenil (msica, cine o moda) o el fomentoentre los universitarios de la suscripcin a bajo precio (Gmez Caldern, 2006: 74), con resul-tados menos satisfactorios de lo que sera deseable.

    Un estudio (Armstrong y Collins, 2006: 99) compar la credibilidad que otorgan los uni-versitarios a los medios de comunicacin con la del resto de adultos y constat que losprimeros colocan a la televisin por delante de la prensa. En Espaa, por el contrario, elInforme de la Profesin Periodstica 2007 elaborado por la Asociacin de la Prensa de Madridapunta que la prensa ha desbancado a la televisin en el liderato de la credibilidad y que hoyes el medio ms creble para el 34,7% de los ciudadanos, mientras que la televisin se sitaen el 31,3%, la radio en el 18,8% e Internet en un escaso 7,7% (APM, 2007). Con respecto aeste ltimo afirman Cantalapiedra y Morn que la erosin de la credibilidad afecta a todoslos medios, pero los digitales nacieron con una carencia: all donde se escriba sobre losmedios en la red, aparece el descrdito (2006: 390). Si esto es realmente as, la prensa depapel no debera verse perjudicada, pero sera necesario conocer el grado de credibilidad queotorgan los jvenes a este medio ya que algunos estudios (Armstrong y Collins, 2006: 101)sugieren que existe una estrecha relacin entre la credibilidad de un medio y el inters porsus contenidos.

    1. Objetivos y metodologa de la investigacin

    Las investigaciones sobre consumo de medios en general y de prensa en particular suelenlimitarse al total de la poblacin sin apenas profundizar en las distintas franjas de edad. Siadems se tiene en cuenta que cuanto ms alto es el nivel educativo de una persona mayoresprobabilidades tiene de ser lector habitual de peridicos (Schoenbach et al, 1999: 233), esteestudio parte de la idea de que los jvenes formados (en este caso los universitarios) sonpotenciales lectores habituales de prensa del futuro y se plantea estos objetivos:

    I) Trazar un mapa del consumo que este sector de la poblacin hace de losmedios de comunicacin con fines informativos y observar dnde se sita endicho mapa la prensa (diarios de pago de informacin general). Esto lleva aplantearse dos cuestiones: si el tan aclamado auge de Internet entre los jvenesse produce no slo para comunicarse y para el entretenimiento, sino tambinpara informarse sobre la actualidad (entendida como lectura de noticias) yredundando en un menor inters por los peridicos; y si el ritmo de vida actualrepercute realmente en la preferencia por medios de consumo rpido en detri-mento de la prensa, lo cual se confirmara si se constata que los jvenes leenms prensa los fines de semana que los das laborables.II) Averiguar la credibilidad que otorgan los universitarios a cada medio decomunicacin para saber en qu medida la falta de credibilidad podra estarafectando a la lectura de peridicos.

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  • III) Analizar su grado de inters por la prensa y descubrir posibles diferenciasen funcin de la edad y la licenciatura de los encuestados.IV) Conocer el tiempo que dedican los universitarios a la lectura en soportesde papel, y ver el lugar que ocupan los peridicos de pago dentro de dichotiempo para comprobar si el bajo inters por stos guarda relacin con un des-inters por la lectura en general. V) Saber cules son las motivaciones de quienes s consumen prensa.VI) En el caso de constatarse que existe un bajo inters por la lectura de prensa,tratar de aclarar sus causas y aportar algunas soluciones posibles.

    En cuanto a la metodologa utilizada para el estudio, se recurri a la encuesta como mtodofundamental de observacin directa de un aspecto de la realidad social (las actitudes de losuniversitarios hacia la prensa), cuya muestra en este caso estuvo formada por estudiantes dela Universidad Complutense de Madrid. Previamente se utiliz otra tcnica, la del grupo dediscusin, compuesto por seis universitarios de los cuales tres eran estudiantes de Periodismo,uno de Estudios de Asia Oriental, otro de Arquitectura y otro de Ingeniera, de distintas edadesy con distintos hbitos de consumo de prensa. Los resultados de dicho grupo, que transcurride manera libre con algunas preguntas por parte de la coordinadora, sirvieron para perfilarmejor los contenidos de las encuestas.

    Los cuestionarios se repartieron a estudiantes de entre 18 y 24 aos matriculados en laUniversidad Complutense, que se escogi por ser la que cuenta con un mayor nmero dematriculados de la geografa espaola (en el curso 2006/2007 haba un total de 58.576 matri-culados, cifra que en 2008/2009 ascendi a 86.159), con la nica excepcin de la UNED. Delas 25 licenciaturas que ofrecen estudios de primer y segundo ciclo de cinco aos (se elimi-naron los 358 alumnos matriculados en 6 de Medicina y los 1.251 del curso de adaptacinpara que existiera un equilibrio de edades), se busc la equidad y se seleccionaron 10 quecubriesen las cuatro reas en que se distribuyen todas las licenciaturas: Ciencias Experimen-tales y Enseanzas Tcnicas (Matemticas y Biologa), Humanidades (Filologa Hispnica,Historia y Bellas Artes), Ciencias de la Salud (Farmacia y Medicina) y Ciencias Sociales yJurdicas (Derecho, Economa, y Periodismo). Tanto la eleccin de licenciaturas como lainclusin en el cuestionario de variables como la edad o el sexo de los encuestados se hicieroncon el fin de poder examinar, una vez obtenidos los datos finales, si existan diferencias entrelos distintos grupos. En este artculo, y debido a las limitaciones espaciales, se analizan dichasdiferencias cuando son especialmente significativas.

    Para definir el nivel de confianza deseado de un 95,5% con un margen de error de un 5%, yconsiderando que el universo constituye una poblacin finita de 58.576 individuos, se concluyque era necesario analizar una muestra de 398 encuestas3, cerca de 40 por cada una de las 10 titu-laciones seleccionadas. El cuestionario original se someti a prueba en un grupo de 10 estudiantesseleccionados al azar y se modific ligeramente despus de que stos sealasen algunas carenciase inexactitudes en sus variables. Una vez distribuido entre todos los jvenes, los resultados se obtu-vieron mediante el uso del programa informtico SPSS, herramienta bsica de anlisis estadsticoespecialmente til para tcnicas de investigacin como la encuesta (Humanes, 2005: 149)4.

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    3 Segn modelo de GARCA DE CORTZAR, Marisa et al. (1992). Estadstica aplicada a las Ciencias Sociales.Ejercicios prcticos. Madrid: Cuadernos de la UNED, p. 32.4 Ver anexo de la ficha tcnica y cuestionario utilizados.

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  • 2. Anlisis de los resultados ms significativos

    2.1. Consumo de medios de comunicacin

    Uno de los objetivos que se perseguan era conocer el consumo que hacen los universitariosde los medios de comunicacin con fines informativos y la situacin en que se encuentran losdiarios de pago de informacin general dentro de dicho consumo. Para ello se pregunt a losencuestados por el tiempo que dedican a informarse por televisin, radio, Internet y prensa,tanto los das laborables como los fines de semana.

    A pesar del auge que ha experimentado la Red en los ltimos aos entre las generacionesjvenes, la televisin sigue siendo el medio preferido por los estudiantes para informarse sobrela actualidad, con una media de casi una hora diaria. Le sigue Internet con poco ms de mediahora diaria, tiempo que en principio podra parecer escaso teniendo en cuenta el citado augey datos ofrecidos por la Newspaper Association of America, segn los cuales habra aumen-tado un 9% el acceso a versiones online de peridicos por parte de jvenes de entre 18 y 24aos (Burns, 2006: 1). Esto lleva a pensar que quizs el inters de los jvenes espaoles porInternet se dirige ms a otro tipo de usos (como el entretenimiento, la comunicacin, o la bs-queda de otro tipo de informacin, entre otros) que a la lectura de noticias por la que sepregunt en la encuesta. La radio se queda con media hora diaria de su tiempo y la prensa nisiquiera llega a los 30 minutos.Los estudiantes dedican ms tiempo los das laborables a informarse por televisin y radio,

    mientras que los fines de semana prefieren hacerlo por Internet o a travs de la prensa. Perolas diferencias entre das laborables y fines de semana son escasas: en el caso de la televisine Internet son ligeramente superiores (10% en ambos casos) que en la radio y la prensa (4%y 2% respectivamente). De este ltimo dato se deduce que la mayor disponibilidad de tiempolos fines de semana no parece ser un factor tan decisivo para leer ms prensa como cabraesperar.

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    Fig. 1.Consumo de medios de comunicacin con fines informativos (min./da)

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    2.2. Credibilidad de los medios

    Otra de las cuestiones que se trataron de averiguar es la credibilidad que otorgan los univer-sitarios a los medios de comunicacin para saber en qu medida su falta podra estarinfluyendo en el desinters por la prensa. Para ello se les pregunt por la credibilidad que lesmerece cada uno de los medios, dndoles la posibilidad de responder nada, poca, bas-tante o mucha.

    Una primera conclusin que se extrajo es que Internet es el medio que cuenta con unmayor nmero de encuestados que aseguran no otorgarle nada de credibilidad (20% frente a10%, 11% y 8% de la televisin, la radio y la prensa respectivamente). Por su parte, la radioy la prensa reciben el mayor nmero de respuestas de quienes les otorgan mucha (13% y 12%respectivamente, frente a un 5% de la televisin e Internet). Por el contrario, mientras que latelevisin e Internet obtienen un 48% y un 42% de respuestas de poca credibilidad respecti-vamente, en la radio y la prensa las cifras bajan al 28% y 32%. En el caso de quienes aseguranotorgar mucha credibilidad, los porcentajes son de un 48% en los casos de la radio y la prensa,mientras que a la televisin y a Internet les corresponden un 37% y un 33% respectivamente.

    Fig. 3.Credibilidad de los medios de comunicacin (% encuestados)

    Fig. 2.Consumo de medios de comunicacin con fines informativos das laborables y fines de se-

    mana (min./da)

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  • En definitiva, a la hora de dar credibilidad a los medios de comunicacin, los jvenessitan en cabeza a la radio y la prensa, seguidos de la televisin y finalmente Internet.Por lo tanto, si bien no puede afirmarse que la credibilidad no sea importante para ellosa la hora de optar por un medio para estar informados, no parece que la aparentementebuena opinin de la que gozan los peridicos sea motivo suficiente para atraer a su con-sumo.

    2.3. Dedicacin a la lectura

    Con el fin de analizar el grado de inters de los jvenes por la prensa y descubrir posi-bles diferencias en funcin de las caractersticas de los encuestados, se cruzaron losdatos obtenidos de la dedicacin a lectura de peridicos con los referidos a la edad yla licenciatura. Los resultados sealaron que los jvenes de 18 aos invierten una mediade 21 minutos diarios en leer el peridico, tiempo que va subiendo ligeramente en lassiguientes franjas de edad hasta llegar a los 40 minutos que invierten los de 24 aosEsta circunstancia podra verse como un indicativo esperanzador de que el inters porlas noticias va creciendo con la edad.

    En cuanto a las licenciaturas, los ms aficionados a leer el peridico son los estudiantesde Periodismo, que lo hacen durante una media de 49 minutos diarios, seguidos a ciertadistancia de los de Filologa (37 minutos), Historia y Derecho (36 minutos en amboscasos) y Educacin (35 minutos). Los tiempos ms breves oscilan entre los 23 minutosde los discentes de Medicina y los 18 de los de Farmacia. Es obvio, por tanto, que losque cursan carreras de ciencias (menos familiarizados con la lectura, al menos en elmbito educativo) leen menos prensa que los de carreras de letras, entre las que Perio-dismo ocupa un previsible primer puesto.

    Por otra parte, se pregunt a los encuestados por el tiempo que dedican a leer prensa,revistas, libros de entretenimiento y material de estudio, con una doble intencin: cono-cer el tiempo que invierten en la lectura en soporte papel y ver el lugar que ocupan losperidicos dentro de esta tarea para comprobar si el bajo inters por ellos podra estarvinculado al desinters por la lectura en general. Los resultados revelan que los univer-

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    Fig. 4.Dedicacin a lectura de prensa por edad (min./da)

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  • sitarios dedican una media diaria de casi dos horas (111 minutos) a la lectura de materialde estudio, mientras que los libros de entretenimiento ocupan algo ms de media hora(39 minutos), seguidos en tercer lugar por casi media hora (29 minutos) dedicada a leerel peridico y, finalmente, 10 minutos a las revistas.Estos datos indican que leen sobre todo material de estudio, como era de esperar dada su condicin deestudiantes. Cuando optan por una lectura ms ociosa eligen como primera eleccin libros de entrete-nimiento y prensa, mientras que apenas leen revistas, probablemente debido, en parte, a su bajo poderadquisitivo. Estas cifras apenas varan de los das laborables a los fines de semana, lo cual permite afir-mar que dedican muy poco tiempo a la lectura como actividad para el tiempo libre. De hecho, el queinvierten en leer peridicos, que como se ha visto antes es bastante inferior al de otros medios de comu-

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    Fig. 6.Dedicacin a la lectura (min./da)

    Fig. 5.Dedicacin a lectura de prensa por licenciaturas (min./da)

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  • nicacin, difiere poco del dedicado a libros de entretenimiento, de lo que se deduce que existe un clarodesinters por la lectura en general y no slo por los diarios.

    2.4. Motivaciones para la lectura de prensa

    El ltimo objetivo fue conocer las motivaciones de quienes se declaran consumidores de prensa, paralo que se les pregunt cul es la principal razn por la que leen peridicos. El anlisis de los resultados(fig. 7) revela que menos de la mitad (47%) recurren a los diarios principalmente para estar informadosde las noticias ms importantes, hecho que no sorprende a tenor de los anteriores resultados que sitana la prensa por detrs de la televisin, la radio e Internet a la hora de escoger un medio con fines infor-mativos.

    Otros lectores conciben la prensa como un elemento ldico y didctico: un 23% sita el placer deleer como el principal motivo para acceder al peridico y un 21% seala el formarse y aprender sobrela vida como su mayor motivacin. Slo un 4% recurre a l como complemento de otros medios, alcontrario de la idea extendida de que la funcin de este medio ser cada vez ms la de ampliar la infor-macin ofrecida de antemano por los dems. A este respecto quizs cabra pensar que, incluso en el casode los universitarios interesados por estar al da de las ltimas noticias, dicho inters no es suficientepara llevarles a informarse por varios medios diferentes. De hecho, casi son tantos los que ven el peri-dico como instrumento ldico y didctico (44% entre ambos) como quienes lo conciben como medioinformativo (47%).

    Aquellos que sealan como principal motivo el haber adquirido el hbito de leer el peridico en elhogar familiar y en el colegio suponen tan slo el 2,8% y el 0,5% respectivamente, lo que demuestraque ninguno de estos agentes socializadores juega papeles importantes durante la infancia y la adoles-cencia de los jvenes a la hora de crear inters por la prensa. Tampoco parece que el tener temas de losque hablar ni los regalos que acompaan a los diarios sean grandes incentivadores de la lectura, ya queen ambos casos slo un 1% los seala como principales motivos.

    3. Conclusiones y reflexionesAunque las alternativas del ciudadano para obtener informacin son ahora mucho mayoresque hace apenas una dcada, nadie pone en duda que el peridico ayuda a dar sentido a lasimgenes que nos llegan a toda prisa desde otros medios y nos proporciona el contexto y las

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    Fig. 7.Motivaciones para leer prensa (% encuestados)

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  • explicaciones de lo que acontece a nuestro alrededor. Sin embargo, las cifras hablan por smismas: los ndices de lectura de prensa estn bajando y lo hacen de manera especialmentesignificativa entre los jvenes, incluidos los universitarios. La manera de consumir mediosde comunicacin por parte de este grupo de poblacin difiere mucho del de generaciones ante-riores, y es de prever que seguir por ese camino en las generaciones futuras, cuyo acceso ala informacin de actualidad estar cada vez ms mediatizado por las innovaciones tecnol-gicas.

    Los autores del libro Tendencias06. Medios de Comunicacin. El ao de la televisinsealan entre las actuaciones prioritarias que, a su entender, debera emprender la prensa espa-ola si desea mantenerse como un sector prspero durante la prxima dcada, la de recuperarlos niveles de difusin alcanzados a mediados de los noventa, lo cual pasa por ofrecer unproducto que, sin devaluar la calidad de los contenidos, atraiga a grupos de lectores hastaahora poco o nada interesados en la prensa diaria, especialmente a los jvenes (Gmez Cal-dern, 2006: 75). En este sentido, cabe recordar que menos de la cuarta parte de losencuestados (21%) leen prensa principalmente por considerar que les es til para formarse yaprender sobre la vida.

    Dada la importancia que este sector parece tener de cara a un futuro esperanzador para laprensa, y teniendo en cuenta los resultados del estudio, deberan tenerse en cuenta algunosfactores. La competencia de otros medios de comunicacin, y de manera especial Internet, noson tan decisivos como de entrada podra suponerse en el hecho de que los universitarios recu-rran poco a la prensa como medio para informarse sobre las noticias. Tampoco parece que lamayor disponibilidad de tiempo durante los fines de semana o la relativamente buena credi-bilidad de la que goza la prensa, constatada tanto entre los jvenes como el resto de lectores,(Kiousis, 2001), sean suficientes. De hecho, en esta investigacin no se confirma la relacinentre la credibilidad de un medio y el inters por sus contenidos a la que apuntan estudiosantes mencionados (Armstrong y Collins, 2006: 101) sino todo lo contrario: el medio mscreble para los universitarios (la prensa) es la que les suscita menos inters, mientras que elmedio al que ms recurren (Internet) es el que goza de menos credibilidad.

    Si hay algo que pueda extraerse claramente de todo ello es que existe, de entrada, un visi-ble desinters por la lectura en general (menos de la cuarta parte de los encuestados seala elplacer de leer entre sus motivaciones para consumir prensa) que, afortunadamente, disminuyecon la edad y adems es menor entre quienes cursan licenciaturas de letras. Segn se des-prende de la encuesta, los jvenes dedican una media diaria de tres horas a la lectura, untiempo que a primera vista podra considerase nada despreciable. No obstante, deben tenerseen cuenta tres aspectos: en primer lugar, casi un 60% de ese tiempo (111 minutos) lo inviertenen lectura de material de estudio; por otra parte, los 189 minutos totales son una media diariaen la que se incluyen los fines de semana, que es cuando supuestamente disponen de mstiempo para leer; por ltimo, no debe olvidarse que se trata de un sector del que cabra esperaruna dedicacin a la lectura mayor que prcticamente cualquier otro de la sociedad.

    Iniciativas como la difusin gratuita de diarios de informacin general y algunos especia-lizados de pago en muchas universidades ayudan a mejorar los ndices de lectura entre losestudiantes y podran contribuir a explicar que los encuestados dediquen un tiempo aparen-temente aceptable a la prensa, pero son insuficientes para lograr el efecto deseado[5]: crearen el universitario un hbito de lectura que le lleve a adquirir el diario cuando ste ya no sele ofrece de manera gratuita. Esto parece corroborar los resultados de una investigacin sobreprensa gratuita pendiente de publicacin en la que ha participado la autora, segn la cual losgratuitos han ayudado a elevar los ndices de lectura de prensa, pero al mismo tiempo han

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  • contribuido a crear en los jvenes una idea de que la informacin no es algo por lo que valgala pena pagar. De cualquier modo, la prensa gratuita constituye un modelo que cubre necesi-dades informativas diferentes a las de la de pago y que, como se indica en la introduccin yen los objetivos de la investigacin, no es aqu objeto de estudio[6].

    Parte del origen del bajo inters por la lectura en general y de peridicos en particularpodra situarse en edades ms tempranas, a tenor de la insistencia en la necesidad de tomarmedidas para fomentar todo tipo de lectura desde la infancia plasmada en el ltimo InformePisa, referido a alumnos de 15 aos (MEC, 2007: 70). Aunque los bajos ndices de lectura deprensa pueden deberse a factores de diversa ndole, lo cierto es que el desinters por la lecturaparece estar influyendo negativamente. Es por ello que los diarios deberan pensar seriamenteen encontrar soluciones, una de las cuales podra ser promover el consumo de peridicos enlos hogares y colegios, y as crear hbitos de lectura que perduren hasta la edad adulta. No envano, durante la presentacin del Libro Blanco de la Prensa Diaria 2008, los editores de dia-rios pidieron a los poderes pblicos y agentes sociales la puesta en marcha de un planespecfico para fomentar la lectura escolar de peridicos, algo a lo que hasta la fecha no seha dado la suficiente importancia si se tiene en cuenta que slo un 0,5% de los encuestadosque leen prensa asiduamente lo hacen porque adquirieron el hbito en el colegio. El principalmotivo de esta peticin fue, segn informaron, el hecho de que los lectores de prensa de entre14 y 19 aos suponan hace 11 aos el 7% de los lectores totales de diarios de informacingeneral, mientras que en 2007 slo alcanzaron el 4,7% (AEDE, 2007). Si adems se atiendea la teora de que cuanto mayor es el inters de las personas por estar al tanto de las noticiasde actualidad mayor es el tiempo que dedican a la lectura de prensa (Masullo, 1997), seratambin til buscar frmulas que no slo familiaricen a los nios con todo tipo de lectura,sino que tambin crean en ellos un inters por conocer la actualidad.

    Un estudio elaborado por el Readership Institute de la universidad norteamericana deNorthwestern (Readership Institute, 2004:1), mostr una relacin entre la exposicin a lasnoticias durante la infancia y la lectura de prensa en la edad adulta. Algunas de sus conclu-siones fueron la existencia de evidencias estadsticas de que los nios criados en hogaresdonde se leen y discuten las noticias del da tienden a leer ms prensa durante la edad adulta.Tambin que los nios que han estado expuestos a peridicos a travs de actividades en elaula escolar muestran mayores ndices de lectura en la edad adulta. Por tanto, sera deseablefamiliarizar a los menores con el peridico desde estos dos entornos para despus generar elinters por leerlo habitualmente y explotar no slo su valor como fuente de informacin sinotambin como elemento asociado a fines ldicos y didcticos.

    Seala Caldern (2006, 74), con respecto al entorno escolar, que el sistema educativo espa-ol contempla como obligatorio el seguimiento continuado de los medios de comunicacinen las aulas, as como su manejo por parte de los alumnos a partir de los 10 aos de edad, lautilizacin de sus contenidos como material de refuerzo en las explicaciones del profesor, eincluso, en ciclos superiores, el anlisis del discurso periodstico y el estudio de los mecanis-mos de produccin de los medios de comunicacin. Pero o no se estn siguiendoadecuadamente estas pautas o bien son insuficientes.

    Finalmente, hay un ltimo dato que es necesario destacar. Las conclusiones del estudiomuestran que los universitarios se informan ms sobre la actualidad a travs de la televisin(58min/da), Internet (43 min/da) y la radio (30 min/da), que a travs de la prensa (29min/da), lo cual no es especialmente novedoso. Lo que s es significativo es el hecho de queel papel que se suele adjudicar a los peridicos de complemento de los otros medios para obte-ner informacin ms extensa y detallada, no parece aplicable en el caso de este colectivo: por

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  • una parte, dedican a este medio prcticamente el mismo tiempo los das laborables (28min/da) que los fines de semana (30 min/da), que es cuando cuentan con ms tiempo libre;por otra parte, un escaso 4% de los universitarios consumidores de prensa declara que el prin-cipal motivo para leer peridicos es ampliar la informacin obtenida de otros medios decomunicacin. Estos datos constituyen un motivo ms de preocupacin para la prensa, cuyosresponsables ya no slo tendran que reflexionar sobre cmo encontrar frmulas para atraera los jvenes a la lectura, sino tambin comprobar si la posible prdida de esa funcin com-plementaria que durante aos se le ha otorgado se estara produciendo tambin en otro tipode lectores. Ambas cuestiones seran igualmente interesantes como objeto de estudio de futu-ras investigaciones.

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  • Anexo

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