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t0 LAS FRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMERICANO: UNA GEOPOLiTICA DE LARGADURACIÔN* Por Alain Mussct** I{I'SUMI'N Coûtrariamente a rnuchasidc:x genoradils, la.s liouteras que dividen a Arnéric:r Central en siete Estados diferentcs,Do tiencu por origen las lracturaspoliticas provocadas por las guerras de independencia del principio dcl siglo XtK Ellu son el resultadode un largo proce.so de elaboraci6n y de con.solidaci6n, nacido en el rnomcnto de la conquista espafrola, y que arinno ha terrninado. El fin de este estudio es volver a colocara lo largo del tiempo una geopoliticâ rnuy contenrporânca para, de estantenra. entender nrcjor la fornracidn de los territoriosy de las naciones que comparten el istmo.Bajo esta perspectiva, Ia frontcraya no delre ser percibida conro una linea sencill4 sino como un espacio cuya extensi6n puedeevolucionu segrin la época y los medios de comunicaci6n disponiblcs para facilitar laintegraci6n regional de los paisescentroamericanos (principalmente la panaruericanà o CA-1). Margi- nadas por mucho tientpo por râzones econ6nricas y politica^s, Ias zonas fronterizes pueden convertirse en nuevos ejes de desarrolloen un espaciomarcado por la presencia de nun)erosos enclaves y por la debilidadde los flujos intenegionales. ABSTIIAC'I' Contrary to popular opinion, the boundaries which .sepa.rate CentralAnterica into seveD differsnt countries, do not have their origin in the political divisionscaused by the warsfor independence fouglrtat the beginniug of thl: nineteenth ccntury. 'fhey are the result of a long process of labor antl consolidationwhich beganwith the Spanish ConqueS,and is still going on. 'lhe pu4ro"sc of this study is ro placea very contemporary geopoliticalview along a timclino, in order to bcttcr understand the fornration of the tsrritories and the nations tllat sharc the isthmLn.From thi.s perspective, the bordershoultl not now be perceived as a singlc line, but asa space whose extension may evolve according to tho cra and thc rnearx of conmunicalion available to facilitate the regional integrationof the Central Arncrican countries furrincipally the Pan-Amcrican or CA-1). Long overlcxrked, for economic and political reasons, the border zones nray be convcrted into new aveoue,s of develop- ment in an areamarkedby the presence of nunrcrous cnclavcsatrd by ths weakness of flows between regions. INTRODUCCION: UNA STTUACIôNGI'OPOLiTICA * Traducidodel francés Err Danielle lilynants. ** Ce6grafo, Universidad de Paris x, InstitutoUruvcrsitario de Irrancia 159

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Las fronteras del istmo centroamericano : una geopolítica de larga duraciónEstudios Fronterizos, revista de la UABC (Mexicali), n° 40, 1997, pp. 159-187. * Against many generated ideas, the borders that divide today Central America in seven different States don't take their origin in the political breaks provoked by the Independence Wars of the beginning of the XIXth century.They are the result of a long process of making and consolidation based in the moment of the Spanish conquest and that still has not ended…

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t0LAS FRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMERICANO:

UNA GEOPOLiTICA DE LARGADURACIÔN*

PorAlain Mussct**

I{I'SUMI'N

Coûtrariamente a rnuchas idc:x genoradils, la.s liouteras que dividen a Arnéric:rCentral en siete Estados diferentcs, Do tiencu por origen las lracturas politicasprovocadas por las guerras de independencia del principio dcl siglo XtK Ellu sonel resultado de un largo proce.so de elaboraci6n y de con.solidaci6n, nacido en elrnomcnto de la conquista espafrola, y que arin no ha terrninado. El fin de este estudioes volver a colocar a lo largo del tiempo una geopoliticâ rnuy contenrporânca para,de esta ntenra. entender nrcjor la fornracidn de los territorios y de las naciones quecomparten el istmo. Bajo esta perspectiva, Ia frontcra ya no delre ser percibida conrouna linea sencill4 sino como un espacio cuya extensi6n puede evolucionu segrin laépoca y los medios de comunicaci6n disponiblcs para facilitar laintegraci6n regionalde los paises centroamericanos (principalmente la panaruericanà o CA-1). Margi-nadas por mucho tientpo por râzones econ6nricas y politica^s, Ias zonas fronterizespueden convertirse en nuevos ejes de desarrollo en un espacio marcado por lapresencia de nun)erosos enclaves y por la debilidad de los flujos intenegionales.

ABSTIIAC'I'

Contrary to popular opinion, the boundaries which .sepa.rate Central Anterica intoseveD differsnt countries, do not have their origin in the political divisions causedby the wars for independence fouglrt at the beginniug of thl: nineteenth ccntury. 'fhey

are the result of a long process of labor antl consolidation which began with theSpanish ConqueS, and is still going on. 'lhe pu4ro"sc of this study is ro place a verycontemporary geopolitical view along a timclino, in order to bcttcr understand thefornration of the tsrritories and the nations tllat sharc the isthmLn. From thi.sperspective, the border shoultl not now be perceived as a singlc line, but as a spacewhose extension may evolve according to tho cra and thc rnearx of conmunicalionavailable to facilitate the regional integration of the Central Arncrican countries

furrincipally the Pan-Amcrican or CA-1). Long overlcxrked, for economic andpolitical reasons, the border zones nray be convcrted into new aveoue,s of develop-ment in an area marked by the presence of nunrcrous cnclavcs atrd by ths weaknessof flows between regions.

INTRODUCCION: UNA STTUACIôN GI'OPOLiTICA

* Traducido del francés Err Danielle lilynants.** Ce6grafo, Universidad de Paris x, Instituto Uruvcrsitario de Irrancia

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LAS FRON|EMS DEL IS'I}4O CENTROAMERICANO

PARADôJICA

El 14 de julio de 1969, una guerra relârnpago iniciada entre Honduras y ElSalvador, aliment6 la crdnica de grandes periddicos del mundo entero.Inducidos después de un partdo de futbol que tom6 mal cariz, los combatescausaron numerosas victimas en ambas partes de la frontera. Este evento,puesto en evidencia por la comunidad intemacional, sirvi6 para demostrarlo absurdo de algunos conflictos locales (presentados como tfpicamentelatinoamericanos) que podian encender a una regi6n entera bajo fritilespretextos. Los periodistas de la época se rehusaron entonces a ver que lascausas de ese conflicto rebasaban ampliamente el marco estrecho de unestadio de futbol, para inscribirse en un contexto econ6mico y politicotenso (decenas de miles de campesinos salvadoreflos habfan ocupadoilegalmente las tierras virgenes localizadas del lado hondureflo de lafrontera), y en una historia antigua pero que a menudo se conocia mal.

En efecto, los siete Estados que compa-rten el istrno centroarnericano(alrededor de 540 000 lan'), ofrecen la particularidad de poseer una culturay un idioma comunes (excepto Belice, antigua posesidn de la coronainglesa).

A nivel regio,nal, Guatemala, Honduras y Nicaragua, que sobrepasanlos 100 000 km', juegan un papel de giganæs. A su lado, Betice y ElSalvador, que apenas alcanzan 20 000 kmr, parecen minrisculos (figural).

Esa fragmentaci6n del istmo puede parecer asombros4 pero corïes-ponde a datos geopoliticos sdlidamente arraigados en el espacio y en lasmentali dades centroamericanas. contrariarnente a las ideas preconcebi-das, las fronteras no fueron arbitrariamente Eadas al principio del sigloxx después del retiro forzoso de los espafloles, sino que coffesponden adivisiones operadas en el curso de la época colonial por los mismosconquistadores, deseosos de asegurarse un ,.espacio

de vida", a la vezcoherente, fâcil de explotar y para defenderse de la cotticia de sus vecinos:indios rebeldes, ingleses audaces o competidores que, como ellos, veniande la Peninsula lbérica.

Pero si las fronteras mâs o menos bien delimitadas son antiguas, no esel caso de las naciones. De modo paraddgico, los Estados procedentes delas guerras de independencia habian heredado un territorio, mas no unapoblaci6n homogénea que pod(a reconocerse en un ideal comrin. cuandt_ren Europa los pueblos en busca de espacio buscaron dotarse de fronterasreconocidas, en América central la historia conociô un curso inverso.Desde el origen, las élites urbanas encilmaron el nuevo modelo del Estadoindependiente. Formadas en el molde ideol6gico del mundo colonial,

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ALAIN MUSST]T

uûlizaron fronteras preexist'entes paÏa trâtar de justihcar la existencia de

dil.erentesnacionesqueabolirian.lasantiguasfracturasétnicasysocialespara el provecho de un patriotismo exacerbado' Las divisiones internas y

verticales -es decirieràquicas-, de la sociedad centroiunericana' debfan

ser reemplazadas por divisiones externas y horizontales' es decir'

espaciales Y tenitoriales'Ese contexto geopolitico particular' hace de América Central un ver-

dadero caso de estudio, que se distingue a la vez de su modelo europeo y

de la situaciÔn que podômos enconffar en olros espacios antiguamente

;;il;;;;orni Âi'.i"u. El fracaso recu*ente de las tentativas de uni6n

pofi i"u en la regidn del istrno, ensefla que de alguna manera' el modelo

del Estado-naciôn tmpuesto por los dirigentes del siglo xx' pudo con-

s"gui, unu legitimidad u"'dtd"ta fundada al mismo tiempo sobre el

encauzamientodelasminor iaséûr icas(enel inter iordelosEstados) 'ysobre un discurso nacionalista y a veces xendfobo que terminÔ por penetrar

en todos los estratos de la sociedad'

Al principio de los afros noventâ' una encuesta tealizada bajo la

iniciativa de la Universidad de Pittsburgh' mostr6 que el apego al concepto

de unidad centroamericana era muy variable segrin los paises, los estrâtos

sociales intenogados y los temas abordados (la moneda rinica' el Pzrla-

mento Cetttroamencano, el Mercado Comrin)' Asi' mientras 91Vo de los

salvadoreflosreclamabanunaint,egraci6rrregionalmâsfuerte'esapropor-ciôn caia a 591o enPanamâ' Del mismo modo' cuando en Honduras y en

El Salvador, mâs de 't\Vo de las personas interrogadas se declaraban de

acuerdo para hacer de América ientrA un solo pais' en Panamâ y Costa

nrlu pr"uut""ia ampliamenF la oposicidt'r con 69Io y 831o de opiniones

desfavorables respectivamente' Barrera ideot6gica' fantâsma politico o

p^-.fu econ6miôa enûe los Estados demasiado parecidos para aceptar

unirse, la frontera se queda, pues, en el centro de un proceso largo de

lntegraciOn tenitorial qu" no podtâ "on"t"{t"

y difundirse sino a partir

de esos mârgenes t.oïteti'oi, a la vez abandonados sobre el plano

econdmico y sacralizatlos sobre el plano simbdlico' por paises en busca de

su proPia identidad.

EL MOSAICO CENTROAMERICANO

Si' sucumbir al determinismo, podemos explicar esas divisiones politicas

por la extrema tiagmentaci6n dà las unidades fisicas y humartas' Tan s6lo

en El Salvador, por ejemplo -un pais que ret'asa up!n^ los 21 000 kmz

de territorio-, se nan poOiOo determinar unas 60 unidades modbldgicas

(altemaci6n de cuencas y de macizos)' Aunque en general las distancias

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ALAIN MUSSET

son cortâs, el medio ambiente natural muy accidentado contribuye alcomportamiento y a la fragmentacidn del espacio. Asimismo, los des-niveles abruptos acentÉan los conl-rastes climâticos en una zona de esl-ruc-tura compleja, marcada por direcciones tect6nicas dominantes. Entre losmacizos montaflosos, fracturas y zanjas de hundimiento cortan el relieve,matizado por la multitud de conos volcânicos. Esa disposici6n ha limitadolo largo y el caudal mediano de los rios que son de tiunafro mediocre; elperfil accidentado y su régimen de mucho contraste (entre la estaciôn secay la estaci6n de lluvias), no penniten utilizarlos mâs que muy escasamentecomo vfa de comunicaci6n. El rio mâs largo, el Usumacinta, es navegableparabarcos de poco tonelaje en una distanciade alrededor de 530 km, perodesafortunadamente pertenece en su mayor(a a México. El rio Motagua,enteramente guatemalteco, tiene un cause largo de 400 km y profundo de5 m mâximo que permite el trânsito de pequefras embarcaciones sobre lamitad de su curso.

Por mucho tiempo, los rfos Dulce (Guatemala), San Juan (Nicaragua)y Chagres (Panamâ), permitieron a pequeiias embarcaciones penetrar alinterior de las tierras, pero hoy el trâfico es muy reducido y puramentelocal.' Lejos de contribuir a desenclavar el territorio cenlroamericano, losrios son, pues, obstâculos que hay que atravesar o rodearl perpendicularesal eje general del isnno, acentûan el compor[amiento generalizado quefavorece el pliegue sobre sf mismo y la ausencia de relaciones entre lasdiferentes regiones.

A excepci6n de El Salvador --{ue no posee costra en el Atl6ntico-,cada Estado centroamericano posee la misma estructura: una llanura litoralestrecha caracteriza la vertiente del Pacffico, dominada por las escarpas delas cordilleras centrales. En el centro, la cuenca del rio Chagres sirve hoyen d(a para alimentar el lago artihcial de Gatûn, concebido para permitirel funcionamiento de las esclusas del canal de Panamâ. Hay tierras altas,sierras o altas planicies, como las del occidente guatemalteco, caracteri-zadas por alturas superiores a 1 000 m. Alli, a pesar de un relieve muydividido en compartimientos que hacen las comunicaciones diffciles, unclima templado y suelos fértiles han favorecido el asenLamiento. En elnoroeste se encuentran tierras bajas en la zona del Caribe, cubiertas de laselva tropical hrjmeda. Mal enlazadas a las olras regiones, por muchotempo sirvieron como refugio para los iudios insumisos, como los miski-tos de Nicaragua - que fueron colonizados por las grzurdes compaiiiasbananeras desde el hn del sislo xx-. Esta costa con un clima dicffil. fue

' La cuenca del rio Chagres sirve hoy en dia para alimentar el lago artificial de CarÉu,concebido para permitir el funcionamiento de las esclusas del canal de PanarrÉ.

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t-AS FRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMERICANO

por mucho tiempo ignorada por los espafroles, que prefirieron inst^irlarsesobre las alturas y los litorales del Pacifico, zonas menos pluviosas y mâssanas, segriu los cânones de la escuela hipocrâûca en vigor en el curso dela época colonial.'

De hecho, los conquistadores decidieron establecerse en el isûrocenlroamericano desde su arribo a América: su presencia duante lressiglos fue la que penniti6 unificar cn pa-rte territorios hasla entoncesdivididos en una multitud de pequeflos reinos, provincias y jefaturas. Lasprirneras expediciones datan de 1506, cuando Alonso de Ojeda y Diego deNicuesa empezaron a explorar el golfo de Darién. Después de ellos, losconquistadores se sucedieron en busca de riquezas mâs grandes aûn quelas que cortés se habfa adueflado penetrando en liu ruinas de Tenochtitlan.Sus lugartenientes, Crist6bal de Olid y pedro de Alvarado, Lomaronposesidn de Honduras y de Guatemal4 mientras que Francisco Hemândezde Cdrdoba descubria el gran lago de Nicaragua (Cocibolca) y fundabasobre sus orillas la ciudad de Granada (1524). Como en toda AméricaLatina, la ciudad erâ entonces la expresidn misma de la conquista. Debfademarcar el territorio, fijar aIa poblaciôn y servir de base para futurasavutzadas hacia regiones aûn desconocidas. En menos de un decenio,varios centros urbanos de primera importancia salieron alaluz, aunquealguuos de ellos fueron luego desplazados por diversas rzvones (catâstro-f'es naturales, ataques de indios o de piratas): Panamâ en 1518, Cartago en1522 y Leôn, L524, Trujillo, San Satvador y Guatemala en 1524. Graciasa ese grupo de fundaciones que demandarian el espacio centroamericanopor mucho tiempo, la parte mâs gralde del isûno fue sornetida al poder delos esparloles.

Conûariamente a lo sucedido en Perû y México, los conquis[adorestuvieron poco interés en dominar las tierras descubiertas: el relieve acci-dentado de las montaflas, la densa selva, el clima calienæ y hrimedo de lastierrâs bajas, hacfan dificiles su proceso y su establecimiento. La ausenciade un gran imperio como el de los aztecas o de los incas, cuyas estructuraspoliticas hubieran podido utilizane, les entorpeci6 para imponer su ley,pues poblaciones hostles resistieron durante mucho tiempo.

A pesar de numerosas expediciones militares, los riltimos mayas delreino de Tayasal, refugiados sobre la isla del lago petén-Itzâ (Guatemala),no se rûrdieron sino hasta 1697.

.' Fxe fraccionamiento del espacio natural del istmo centroamericano, corresponde a unagran diversidad de âreas culturales. Incluso los mayas, contrariamente a lo que sè ha pensadopor nrucho tiempo, nunca han formado un pueblo unido. Lo que se llama de manera impropiael " inrper io maya", era una estructura pol( t ica f lo ja, compuesta de una sei ie

-de

ciudades-Estados que mantenian entre ellos relaciones a menudo conflictivas.

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ALAIN MUSSET

Porotrapaf ie,AméricaCentralnodisponiadegrandesreservasdemetales pr"cioro.. La rinica riqueza era la tierra, u'a tierra que habia que

rabajar. Las ganancias eran pocas, comparadas con las de los propietarios

de minas de Potosi, Taxco o Zacatecas. La poblaci6n espafrola de esas

regiones estaba diseminada. Sin embargo, se trataba de un lugar es-

ua:teglco: en 1513, Balboa atraves6 el istrno de Panalnâ y descubri6 el

o".âoo Pacifico. cinco aflos mâs tafde, Pedrarias Dâvila fund6 la ciudad

dePanamâ,queservir(a<JebaseparaPizarroensuconquistadePeni'Secred entonces un eje mayor enlre el mar del Norte (el Atlfuitico) y el mar

delSur(elPaci f ico),pordondepasabantodaslasr iquezasdelantrguoimperio inca.

Sobre las tierras abandonadas por los indigenas, los conquistadores se

rcpafiieron vastos dominios que limitaron la densificaci6n y el desarrollo

del espacio rural. En oposicidu a la poblaci6n indigen4 que consagraba lo

esencial de su trabajo a una agricultura de subsistencia, se encontraban ya

grandes explotaciones dirigidas por espafloles que se dedicaban a una

igricultura especulativa o una cria extensiva; tal es el caso de las ricas

urr*^ de trigo de la cuenca de cartago en costa Rica. Hasta el fhal de

laépocacolonial ,e inclusopocodespuéssepuededecirqueloscarnposquedaron en gfan parte en manos de los indigenas (subpoblados, subequi-

iaOos y dependientes de los centros urbanos que monopolizaban lo esen-

cial de las actividades y de las riquezas)'

sin embargo, las ciudades no desempeiiaban verdaderarnente el papel

motor y su tamaflo era mediocre. A finales del siglo xvt, la ciudad de

Cartagô, capital de la provincia de Costa Rica, alojaba a unas 80 lamilias

deespanotes(aproximadamente400personas)'Alavisperadelainde-pendËncia, su pôbhcidn rebasaba dificilmente los 8 000 habitantes, de los

cuales 600 eran espafloles y criollos. En la misma época Granada, capital

de la provincia de Nicaragu4 tenia un tanniio comparable. con casi 12 000

habitantes, San Salvador erâ entonces una de las ciudades mâs pobladas

de la regidn (superada por Guatemala" sede de la capitania con 25 000

habitantes). Centros administrativos o grandes burgos rurales' cuya ri-

queza estaba fundada sobre la agricultura local, esas ciudades lro tenian

mâsqueunainfluencialimitadaporlaorgarrizacifnregional,quepoco1àvoreci6 los intercambios, y que permiti6 el desarrollo de un espiritu de

campanario particulamrente vivo en las élites urbanas. Estas situaciones

dierôn origen a los conflictos previos a las guerras de i'dependencia y que

provocaloneldesmembramientodelafederaciôrrcentroamericarra.Sobrelascostasdeclimacalienteyhûnedo,lospuertosmâsimpor-

tantes apenas si eran ciudades' Trujillo, que pormucho tiempo fue lapuerta

oe entrâoa pri.cipal de Honduras, contaba ûricamente con 20 familias de

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T.AS FRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMEzuCANO

espafroles en 1594. Hasta su abandono detinitivo, en 1596, a consecuenciade los a[aques de Drake, Nombre de Dios era habitada no mâs de dos mesesal a'o, cua'do la flota descansaba. En un mundo compuesto por pequeflascélulas autdnomas, jugaron, de cualquier modo, un papel importante, yaque abr(an la vida regional sobre el exterior, manteniau el contacto con lasmetrdpolis y organizaban los flujos intercontinentales, que eran lacolurnnavertebral del imperio espafrol. colocados sobre el trayecto de la carreterade las Indias, Pa'amâ y Porto Belo gozaban de una situacidn privilegiaday fonnaban el rinico eje fuerte en la nebulosa centroamencana.

Hasta la rnitad del siglo xvrr, el conjunto portuario Nombre de Dios-Porto Belo, represent6 mâs o menos dos terceras partes de los intercambiosentre la América espafrola y Europa. Esa vocacidn precozfue el origen deun corte, aûu sensible hoy en di4 en la esftuctura econdmica politica ysocial de América central ---{orte materializado por el canal inter-oceânico, terminado por los Estados unidos en 1914, y que serâ definiti-vamente devuelto a las autoridades panamefras hasta el final del afro 1999.

Desdela segu'damitad del sigloxvr, esas riquezas en trfirsito atrajerona los piratas y a los corsarios, cuyas audaces incursiones sembraban elpavor er) medio de las poblaciones espafrolas.3

En el curso del siglo xvt, la guerïa se vorviô mâs convencionalNumerosos aventureros continuaron saqueando las riquezas del nuevomundo. si' embargo, los Estados e.ooperos quisieron hacerse de unverdadero imperio de urtramar a costa de la América ibérica. De es.umanera, leiiadores ingleses se establecieron en Belice -destnado a ser laHonduras Britânica has[a su independenci a en 1973-,y resistieron todoslos ataques llevados por los espafloles. En 1g62,los mexicanos recono-cieron oficialnente la presencia inglesa, pero hubo que esperar hasta 1g93para frjar las fronteras entre ambas partes. otros colonos ingleses seinstalaron mâs al sur, sobre la costa atlântica de Nicaragua, favoreciendola creaciôn de un reino miskito aliado a la corona inglesa. En 1g41, losbritânicos impusieron al gobiemo nicaragûense la presencia de un protec-torado sobre todo el litoral atlântico del pafs: desde Honduras hasta ladesembocadura del r(o San Juan.

cuando la influencia inglesa empezô a declinar a favor de los Estadosunidos -hacia la mitad del siglo xx-, ese vasto territorio fue incorpo-rado a la joven repriblica centroamericana. Sin embargo, la casa Blancaobtuvo para sus protegidos un estatuto especial, confirmado en 1g60 por

' Las experliciones rrevadas qgr {aw_tj11 en 1562, luego por Drake a partir de 1573,devastaron toda la zona der caribe. En 1671, Henry Morga-n rèdujo en cenizas ra ciudaà dePanam{ cuyo sitio fue desplazado dos a6os mâs tarde.

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la creaci6n de una "reserva miskita "

disfrutaldo de un cierto grado de

autonomia frente al gobierno de Managua.

Esta larga historia explica la ventaja tomada por la lucha armada entre

sandinistas y los indios de la Mosquitia en los afros ochenftl cuando los

vencedores de Somoza recfiazaron las reivinrjicaciones de la Misurasata"s

so pretexto que eran sepa-ratistas y conffarrevolucionarios'

En Honduras, con todo y que fueron relativamente salvados del apetito

del ogro britânico, los espaiioles tuvieron que pelear bastante para impedir

a los anglosajones apoderarse de la costa del Atlârtico, mal defendida por

algunas avanzadas entre las cuales se encontraba el puerto de Trujillo,

mtiguo capital de la provincia, antes de que Comayagua tomara su lugar'

pori-onér alavez estratégicas y sanitarias." Repetidas veces, sin em-

bargo, los espafroles tuvieron que retirarse de las zonas mâs expuestas a

Iosataquesdesusenemigos.Fueprecisamenteelcasodelasis lasdelabahia (Utila, Guanaja y Roatân), que en el siglo xvII se volvieron un

verdadero refugio para los corsarios y los piratas de origen itrglés que

habfan podido atraer la simpatia de las poblaciones indigenas' La presencia

britérica ha dejado huellas durareras en la actual toponimia de ese pequeflo

archipiélago,yaqugnumerososlugaresl levanar innombresdeor igenanglosaj6n:WestEnd,HatchPoint 'SandyBayoCoxenHole(reciente-mente vuelto a bautizar Roatân por los hondureiios)'

Todas esas incursiones y esas intervenciones exlranjeras coutribuyeron

pues, a acentual el desmoronaniento politico del istmo centrOarnericano'

Èero la divisidn del medio natural, las divisiones étnicas, ladébil influencia

de las ciudades espafrolas y la importancia de la penetraci6n ingles4 luego

norteamericana -en resumidas cuentras limitâda en algunos enclaves

politicos o econ6micos, tales como las grandes plantaciones de la United

È-it Co*p*y- no explican todo: las fronteras actuales de América

central se fundan en gran parte sobre antiguas lineas de fracl.ura que

separaban diferentes grupos de conquistadores de origen ibérico.

o En ln época de José Santos Zelaya (1893-!909), la.anexi6n definitiva de la Mosquitia'

-op"rn"iàn bautizada "reincorporaciôn"-, fue decidida a fin de estinlular el entusiasmo

naci,onalista de los ladinos de la costa del Paciftco'5 Misurasata(miskitos,sumus,ramas,sandinistas,aslatakana):asæiaci6nindigenacreadaen l9':9 oaralavorecer la cooperaciôn entre diferentes grupos étoicos de la costa atlântica de

Nicaragua- En miskito. aslt takaranta significa "trabajarjuntos"'6 El Jbi.pudo fue transferido de Trujillo a la Nueva Valladolid de Comayagua en 1561'

Como lo dècian sus habitantes en una carta dirigida al rey en 1539: "Tiene los mejores pastos

u u"*u^ v monte de toda la tiena y es tiena muy templada de un temple maravi lloso ni muy

;;i""";; nlov ftio" (Archivo General de 1zlizu,[Sevilla], Guatemala' 43' nûm' 76)'

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IERAS DEL ISTMO CENTROAMERICANO

I,A GÉNESIS DE LAS FRONTERAS

La irnprecisi6n y la complejidad de las estructuras administrativas delmundo colonial espafrol, no han hecho mâs que agrava-r la parcelaci6n delmundo cenfoamericano. Hasla el final del periodo colonial, todas la;tierras que bafia el mar de las Antillas (islas y continente), dependianoficiahnente del reino de la Nueva Espafla salvo, claro esLSç los territoriosque no pertenecian a la corona espafrola. Esa pertenencia puramente fonnala un rnismo grupo, garantizaba una unidad âparente, pues nuncâ permiti6a esos territorios dispares, desigualmente poblados, desarrollados e inte-grados al sistema colonial, constituirse en una gran regi6n econdmica opolitica.

En realidad, América Central no era gobernada desde México, sinodesde Guatemala ciudad sede de la Capitania General de Guatemala. Ytambién hay que precisar que el poder del capitân general no era plena-mente ejercido sobre los territorios demasiado alejados de la capital: lasautoridades locales disponian, de hecho, de una autonomia muy grande.

En cuanto a Panamâ (la Castilla del Oro del siglo xvr), cuya vidaecon6mica estaba ligada a las minas de Potosi, dependia del continentesudamericano, es decir, del virrey de Peni, después de su creaciôn en 1717de Ia Nueva Granada.

Al principio del siglo xvtu, la Capitania General estaba dividida en 32provincias con estâtuto jur(dico y administrativo variable: cuatro "gobier-nos" (Comayagua" Nicaragua, Costa Rica y Soconusco), nueve alcaldiasmayores y 1 9 correg imenes. (Villaco rta, 19 42:87 ) .

La carta inttulada EI viejo México a la Nueva Espafia, dibujada en1702por el francés Nicolas de Fer, nos da una representacidn geopoliticadel conjunto centroamericano a la vispera del siglo xvlu (figura 2). A pesarde lo impreciso de ciertos trazos (lapenfnsulade Nicoya, porejemplo, estâmuy desvanecida por el cart6grafo), constatamos que las diferentes provin-cias espaflolas que dependian de la Audiencia de Guatemala estân clara-mente representadas. El trazo de las fronteras administrativas, marcado poruna linea de puntos, seria reutilizado en gran pafie por los Estadosindependientes nacidos después del fraccionamiento de las ProvinciasUnidas de América Central. La provincia de El Salvador no aparece aûn;Honduras se extiende hacia el Pacifico sobre una parte de Guatemala a lolargo de la costa, y la frontera entre Honduras y Nicaragua es casi idénticaa la que existe hoy. El brazo norte del rio Coco no estâ en el mapa. Mâs alsur, la frontera entre Nicaragua y Costa Rica ya es la que seria fijada en elmomento de la independencia de los dos pa(ses, mismo trazo quefuera modificado posteriormente en beneficio de los costârricenses,

ALAIN MUSSET

después"de la derrota militff del aventurero nortearnericano William

Walker. ' ô. .^ro,-olo rr Pqrram: '

América Central estâ dividida en dos audiencias: Guatemala y Panama'

que permanc.l"roo ttu'ttîu"tfo*^ Uorb6nicas del siglo xvtlt' las cuales

introdujeron "t

,i,t"-u â"]u' i"t"ndencias' Aclemâs hay que agregarle las

divisiones religiosas tp'*inti^ cle las drdencs religiosas' obispados)' En

h mayoria de to, "^o''

tl' tr'u-"*s intendencias fueron formadas siguiendo

los limites de los obispîJol' iu ittt"tttt*cia tle Honduras naci6 de un

reagrupamiento de los à"p-Àt"'"s de Comayagua (gobiemogl:-t-: t

militar) y de Tegucigalia tafcanil maVorl, ya que los dos lelrrtonos

o"p"niiutt del mismo obispo: el de Comayagua'

A la vispera de ta independencia' esas refonnas no habian logrado

ûansformar et escenalo foii'i"o v ad'minisuativo de la capitania el cual'

a pesitr de los ."u*tuouà5i'' titt*^o"s por,la corona' quedaba <lividido

en 15 provin"i^, oitpîoi"oào o" un g'uoo o" autonomia muy desigual'

que fuera el precedentJà" ioïrutu'ot gstados inclependientes' El coraz6n

de la capitania e'tauaiJitp"ttt" ât ""rto

alcaldias mayores reagrupadas

alrededor oe ta capiàl^îJ" o"t conegimenes mâs alejados: Quezal-

rcnango y Chiquimula' Eri la periferia se encontraban cuatro intendenctas:

Ciudad Real de chd;;6ide Nicaragua".Comavagua de Hontluras' y

San Salvador. v * "gtiÀo;' tt ot coùnica' cuya capiul eraCartago'

A pesar de esa <rivisi6n pourica muy complej:L ros limites entre las

diferentes proui""ius *îV'u'*"uOo O""O,"otr confusos a nivel local o

regional. Asi pues, "u-âo

ptO'o Luxan describia en 1'143 la Yetapaz'

fundado hacia dos ttff;;;;; C^""' nada mas proporcinaba el limite

sur, marcado po' ru p'""ocia del rio Grancle' a 18 leguas de Guatemala'

En el norte, al este yî;este' las fronrcras de la provincia se esfumaban

en las inmensidades 'il";;t;

de un mundo aun no explorado' (Bertrand'

198?:45). esa imp;siÀ urecto los litigios frortterizos' después de Ia

independenciu "ot"

tà' Oiftrentes Estados centroamericanos' procedentes

en gran paftc de "";;;

*roximado' Sin embargo' pronto' los conquis-

bdores pidieron u ru *ronà fijar los llmites de sus dominios y establecer

fronreras claras enffe los diferentes grupos de espaioles:Ït i: l-:l:"0-ûerras cuyas extensi6n todaviano se conocia' Asi' en 1531' después del

fallecimiento de Pedrarias Dâvila' los regidores de la ciudad de Le6n

mandaron una carta;-ô;os V para solicitar su ayuda y apoyo' Se trataba'

7 Eo 1857, William Walker' presidente efimero d,e^NicaraeuÀ fue derrotado en Rlvas por

los costarricenses, ros cuar es aprovecbaron para rornar r" p"rintuta ae n icoya- El 25 de julio'

fecha cle la anexiôn, "t

ttiy ""ià '"a

fiestà nacional en Costa Rica'

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Page 7: 1997-centroamerica-fronteras.

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ALAIN MUSSET

en efecto, cle fijar los limites de la provincia dc Nicaragua' para prohibir

su acceso a los espaf,oles inslalados mâs iil norte' en lit provincia de

Honduras (mâs precisamente a los hombres de Pedro de Alvadado):

Suplicamos a vuestra Magesttrd nos baga merced quc por quânto csta

gobemaci6n uo tiene limites seflalados que vuesra magestad sea

serviclo manclar que se entieuda en los términos c limites desta

gobemacirln desdc golfo de Sanlucar por la Costa del Sur' hasta el rio

àel enpa ynclusible nor destc sudueste de mar â mal' que cutre cl Golft>

y p.ouin"iu de las Higueras y puerto y cabo de Honduras' porque

conviene a serutcro de vuestra Magestacle a la susteutacion clcst:r"s dos

gobemactones que sejunten porque una favorezca a laotray se pueble

! pacif iqu" la t ierray porque esla guvenlacion no t ier lc puerto t l ingurlcr

a la mæ del norte por clonde se provea y bii'stczca clc las cosa

necesarias. (Algûcllo' l9L)4 :63)'

El15deSepfembrede1821,AméricaCentralsedecl i i rabainde-

pendientedeEspai ia,despuésdel0af losdeconf l ic tosarmados'Alai io

iiguiente, se unia al imperio mexicano de Itubide para crear un vasto

co:nlunto politico qu" ,è extendia desde califomia hasta Pan'mâ (ex-

ctuiOo), y cubria mâs de 4 000 000 de kmz' Sin embargo' un decenio de

gueffa contra un enemigo comûn no habia logrado lbrjar una tnr:i<itt

Ientroamericana ni dar iot-u u un espacio coherente ett cl istmo' Esa

derrota se explica en parte porque el patriotismo americano reivindicado

por los criolàs, se aplicaba sobre todo a nivel local y regional' Ademâs'

los lazos econ6micos entre las diversas provincias habian quedado débiles'

Muy pronto, las fuerzas centr(fugas pudieron mâs que las tentativas de

uniànreivindicadas por los primeros revolucionarios. Eutonces las frac-

turassiguierona'metrudoloslimitesadministrativos|nâsonlelloste6rlcosimpues*tosporlacolonia,cadaprovinciadoblegândosesobresirnismaysobre su ciudad PrinciPal.

La pnmera rupturu .. dio en 1823, cuando América Central se apartÔ

del imperio mexicano, ala caida de lturbide' La antigua capit'rnia de

Guatemala volvif a encontrar Su autonomi4 pertliendo a Chiapas (recu-

perado por México)' Una federacidn cenfoamericana estiaba entonces

constituida: las Provincias Unidas de América Central, agrupiurdo cillco

estâdos: Guatemala, El salvador, Honduras, Nicaragua y costa Rica.

La Constiîucifin federal de esa nueva entidad politica daba gran

autonomia a los dit-erentes Estados-miembros, a pesar de la presencia de

un presidente de la federaci6n instalado en la ciudad de Guatemiùa' El

plÀ". presidente titular, elegido en 1825, fue el general salvadoreflo

Manuet José Arce. Sin embargo, muy pronto fue combatido por sus

t71

Page 8: 1997-centroamerica-fronteras.

æ!

I-AS IJRON.I-ERAS DEL ISIMO CENIROAMEzuC--ANO

antiguos runigos liberales, por lo que estalla uua guerra civil entre Guate-ur:ila -scde dol poder- y dos provincias rebeldes -Honduras y ElSalvador- on 1826. Después do varios anos de lucha, el hontiureûoFrancisco Morazâr estâria al fientc de la f-ederaci6n y encamaria hasta sulurucrte eu 1842, el ideal de la unirin centroamericana. Su carrera politicadernuestra lusta qué punto, en esa época, las fronteras eran poco herméd-ciu: elegitlo presidcntc de Hcln<luras en 7827,lue nombrado presidente deEl Salvador cn 1839, y luego de Costa Rica en 1842. En 1840, su derrotanrilitnr lieuto al dictador guatcmalteco Rafael Carrera, daria fin a urlaledcracidn rnoribunda, de la cual ya se lubian separado Costa RicAIlonduras y Nicaragua.

En el curso de ese periodo, r:l mito persistente de uua gran patriacenuoarnericana a rncuudo fue conlïontado con otro ideal, el de lzs "patriæchica^s", a.limcntado por los discursos nacionalistas de los liberales eu elpodcr a fines del siglo xtx, cn casi todos los paises del is(mo. En 1883, derrranor:l allanrente simb6lica, El Salvador decidi6 acuiiar su propiarnonoùr, bajo la instigacirin del presidenteZ:aldivu, â pesar de que, hiust.acsa l'echa, varias rnoncdas extriurjeras tenian curso sobre su territorio.ô

En la seguuda parte del sigb xtx, cuando la idea de una naci6nconlroirn)crican:r sc hacfa mas y mâs irnprecisa" todos los dirigentes cen-troarncricanos urulliplicruon los gestos y los signos nacionalistzrs paralundanenl-ar lâ logitirnidad de las repriblicas nacidas de la descomposiciôndol ûnpcrio cspailol. Descle esa perspectiva, cs iutcresaute col)stahr que,cu la rnzryoria de los casos, el verd.rdero nacirniento del pais se remontia enel rnunonto eu que los dil'erentcs Estados lograu desprenderse (en el plansirnbcilico) del resto de la Arnérica Contral. La cartografiajuega eutollcescl papcl principal en la tleliniciôn de los t)uevos espacios nacionales, quepemit"o rcprcseutar, de mzurera supuestamente objetiv4 la idea de patria.

Eu 199-5, cl Instituto Nicaragùense de Estudios Tcnitoriales (Ineter),publicri urr pequcfro libro intitulado Maxbniliano yon Sonnenstern y elprinrer nupn oJiciaL de la repûblica de Nicaragua, cuyo subtitulo era:Contribucitin a lu historiu de la cartografia nacional. (Juâre2,1995). Enesa obra, el autor seflala que el mapa realizado en 1858 por MaximilianoVon Sonnenstcnl cra el primer mapa nacional de Nicaragu4 después de

n Sin enrbargo fuo en I 892, es decir, diez aûos nriis tarde, que ese decreto presidencial .seapl icei(Acui iaOrterga,1997).Todaviahoyendia,porelhechodclapresenciaestadounidense!:n la 7^)na dcl canll, la nronetla oficial de Panamâ es en gran parte ficticia: el balboa gs, encfccto, la ver.si6n loca.l del d6lar de los Estados Unidos. Si se aceptan pequeÉas monedas detlébil vtlor (un cuirto tle balboa, por ejerr4rlo), pero ûnicanrente lo.s billetes verdes emrtidospor Wi'rshington. circulan r:n cl interior do la pecluef,:r repriblica panameiia, cuyo suoùo es deintùcrirse lo nrirs posibk: al -liltado tle l.ibro (,-omercio Norteamericano.

112 t73

ALAIN MUSSE'I-

varios siglos de una cafiografia espaflola puramentc administrativa que

ponia en la misma b"lt"ïd;T;l'ouin"ius de la Capitania General de

Guarcmala. Si bien eS cierto que este mapâ est-il particulannen:" :':i'

tletallado -lo que *"".o^ "f

fruto Oe un trabajo largo de T:tt*::,].-:"

terreno-, es sobre ooo punto que se distingue de anteriores ilustraclones

del territorio ni.tugu"nit' ttu'L ri"a" cle los anos 1850' sc encouraban

mapas del conjunto O" A't"eti"^ C"t*ot qu" cubrian tocla la extensi6u del

istrno, pero es con Maximiliano Von So.nenster. que, por primera vcz'

Nicaragua cste,.p"t"nùâo solo' aislado'cortatlo tle sus vecinos' Mientms

que en la parte cenral, las indicaciones tipogrâficas abundan y hacen

confusa la lectura del docu'rnento' las lronteras poliûcas del EsLado strvcn

aqui de limites p.u lt"'"pt"t"tt"9tO1 garlo8ffica (tigura 3 ) ' Las tnott-

tafras desaparecen' tos riJs Jelan de fluir' la's caffoteras estân corladas tan

pronto como salimos del teniiorio nicaragÛense' Enel nortc' Honduras.no

es mâs que un uo*o o"'iÀ blanco; en el sur' los mfugenes costafflccnses

estân todavia ur"n ,"prîr.n*Jor, po'qu" cubren una zona que pertenecia

hist6ricamente a la provincia de Nicaragua'

No es unacas"d#ô;;Ineter haladecidido volveraedimr el mapa

deSonnensternyconsagra-rleunestucliopresent'adoenlacontrapclrt'adacomo "una nolÂble contibucidn a la geografia' la historia y la cultura

patria". Una vez mâs, la geografia y la cafiografia uo son rnâs que ritiles

al servicio <le una "tttd;;p"fitica

c]11nenrc anunciada' En efecto'

siempre, segrin el t".* I" p""'in*"t0" U:l^ult de Orient Bolivar Juârez'

los mapas reproducidos soir particuiarmcnte importântes "ya que etl ellos

se puede constatar la incuestionable pertettencia a Nicaragua' de las islas

de San Andrés v no"iJ"n"iiu asi como la vasta comprensi6n teritorial

que tenia Nict"*"^;;;;;; oe u "otonia"'

De hecho' la fijaciÔn de las

fronteras qu"ou tulrro tJ*u?undamentat en la ret6rica nacionalisa de los

pueblos."r,oou*..r1;;;;. fu adenlro de Mosquitia' granitos de arena

perdidos en el mar dî;;i* o1uu"n1 Ïll.t tt"tutncia v San Andrés)'

i""**i- a Colombia' pero siempre- reivindica<las por Niciuagua' so

pretexto Ou" .. .'nt*î û frotongaciOn O"iu "o'tu

atituitica del pais'lo

pe ta misma ma'ie'u' "i'àtu"tOo

de la extensi6n hi st6rica de Nicaragua

permite cuestionar de nuevo las fronteras que le han sido impuesbs en el

, poa .nron", técnicas, hemos decidido reproducir la versi6n sirnplificada de ese mapa'

oublicado en !841 enla Jiografia de Nicaragua pa*it u'i at t"t eicuelas primarias de la

'*r)iîià,-atl t smo MaxiÀiliano Von Sonne'stern -,d Lo qu" estâ en juego es, en efecto, ra distarcia,_porque ras isras en cuestiôn' asi como

algunos cayos aislados' -""'ittl*

t Zoo km- de las "o'tJ"

iiltogii"nses y estân a mrâs' de 600

kÀdeColombitAh-"" ; i ; ; l iproùot 'nncont inental fodr iacontener in]portantesvaci mientos de hitlrocarburos'

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Page 9: 1997-centroamerica-fronteras.

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ALAINMUSSET

curso del siglo xx. En su Jeografia de Nicaragua parû el uso de lasescuelas primarias de Ia repûblica (1875), Maximiliano Von Sorurensternhacfa que el alumno dijera, en un juego clâsico de pregunurs y respuestascon su maestro: "esto es lo establecido en el Tratado de limites de 1858.cuya validez estâ actualmente en cuesti6n".

Esa bûsqueda de la identidad nacional pasa, pues, por el recono-cimiento internacional del estatuto de las fronteras, del cual todos losEstados centroamericanos tratan de remontar lo mâs lejos posible en elLiempo la validez juridica.l I Es rcvelador oonstalar que en su Geograffadindmica de Nicaragua, publicada en 1995, Jaime Incer emplea casipalabra por palabra las mismas oraciones que Sonncnstem, cuando defineel trazado de la frontera eutre su pais y Nicaragua:

La frontera sur, que nos separa de la ILepriblica de Costa Rica, se iniciaen la bahia de Salinas, en el océano Pacifico. de donde sale en lineadirecta hasta encontrar al rio Sapoâ, a unas dos millas antes de sudesembocadura en el lago de Nicaragua. Desde este punto correparalela al lago, manteniéndose siempre a unas dos millas de la costalacushe y de la ribera sur del rio San Juan; hasta un punto situado aunos 5 km aguas abajo de el Castillo, punto donde la ribera del riopasa a ser frontera comûn y asi hasta la desembocadura en San Juandel Norte. (Incer, 1995:I-1i).12

La antigua medida inglesa aÉn se menciona, ya que 1ue con ese sistenlaque los limites territoriales fueron fijados en(re las dos partes. En su obra,Jaime Incer insisl.e sobre el hecho de que Nicaragua ejerce una soberaniacompleta sobre el curso de'l rio San Juan, aunque acuerdos bilateralespermiten a los costarricenses utilizarlo para el [ansporte de mercancias, apaftir del punto dondc la frontcra entre los dos pafses se junta con la riberaderecha del rio.

-' ^ LanoveladeMiguelAngelAstur ias, Elpapaverde,poneenescenaaunpequefromaestrode escuela, Moisés Guasper, que encuentra en los archivos nacionales de su pais una viejacédulareal que trata de las divisiones administrativas de la antigua capitania. Ese documentopernute a una compafliabanauera estadounidense reivindicar territorios situados del otro ladode la lrontera-'" En su Jeografia de Nicaragua para el uso de las escuelns primarias de la repûblica,Maximiliano Von Somesnstern escribid, 120 afros antes: la linea divisoria entre Nicaragua yCosta fuca

comienza en media bahfa de Salinas, tra una linea astron6mica al rio Sapod" dos millasinglesas distante del Gran Lago de Nicaragua. De alli a la misma distancia del lago idel rio de San Juan hasta el fuerte del Castillo Viejo en donde se forma un circulo detres millas inglesas; de este punto sigue Ia l(nea de la marjen derecha del rio San Juanhasta la punta de Castilla en frente de San Juan del Norte.

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Page 10: 1997-centroamerica-fronteras.

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LAS FI{ON'fERAS DDL ISI'MO CEN|ROAMERICANO

E,l carirctcr quisquilloso, puntilloso y amenudo litigioso de las lionterascentroamericânas, se explica por la recurrente necesidad que tienen losEstados de justificar el carâcter intocable -podriamos decir sagrado- decsos limitcs politicos, que quedal mal auclados en el medio fisico ycult.urnl t-lc la rcgi(rn. De hecho, todo el problema reside en la adecuacitincntre la linca (la fiontera) y cl espacio (el territorio): si todo el rnundocoucuertla cn considerar que existeu en Arnérica Central espacios distin-[os, s()r] prociszunente esas liuea"s de separaci6u eutrc csos diferentcsesp:rclos lus quc son dificiles de delirnitar y preciszr. Es por eso que haycluc evitir jugar cou kls palabras. Es cierto, la piute mâs grande del trauadode las li'unteras ha sido fijada dcspués do la época. golixrial, pero lostcrritorios exisLfan autcs de la delintilacitin delïritiva." Para resolver susdiscropalcias, los Estados centrclamericanos se valieron de uumerososarbitr-ajcs internacionirlos, cuyas opuriones se referian sistemâticarnente alos rnapius oficia-les corr el tït de mostrar el carâcLer indiscutible. El rnapapolitico clc HondurzLs sehala, asf, clue la liontera con Guatemala fue fijaclapor cl Inudo de Wtishittgton del 23 de enero de 1933. El limite conNiciLragua lue discutido de uratrera rnâs larga y âsper4 como lo indica laleycntla que lrala tlel documento olicial: "actas dc la comisi6n mixta oclirnites de 1900- 1901, laudo tlel rey de Espana del23 de diciernbrc de 1906,ratiflcado por el lirllo dc la corlc intemacional de justicia dc La Haya cl l8dc novicmbrc de 1960"

A poslr tlc todas esas prccauciones, al principio de los aiios ocheuta,los sandiuisurs no sr detuvicrou a canbiar un cierto nrimero de l(mites-lrout.crras cn zonas cousiderat]as corno estratégicas por el hecho dc laprcsencia sobre cl suclo hondureiio de numerosos grupos conlra_rrevolu-ciou:rios sostenidos por los Estados Unidos.

;IIRONTIiRAS vMS O ITRONTITRAS MUtsRTAS?

Las lronteras cenfoanlericanas constantemeute han sido cspacios conflic-livos, nunquc las tensiones internas y externas han disminuido notable-rurente desde el principio de los aiios noventa. En 1991, Guatemala yBelicc, tlocididos a dar témino a sus querellas lionterizas, cshblecieronrclaciones diplouÉticas por vez primera. Anterior a esa fecha, las autorr-dados guateinaltecas sc habiiur rehusaclo a reconocer a la antigua coloniabritilurica (ptsterionneute, Estado iudependiente de Belice).

' "Ptx lo coutriuio I una opini6n difundida, los trazos no son exactamentè los que precedentlel pcriukr coloriial: on la rn.ryoria de los casos son po.steriores a fines del siglo xvut y losogiecnes han si t lo divcrsi f icados" ( l roucher, I99I : I35).

116 r't1

ALAIN MUSSET

El ejército organizaba maniobras en la selva de Petén' mientru; que el

Estado suscitaba un gran movimiento de colonizacidn agricola destinado

no solamente a reducir la tensi6n territorial sobre las tienas altas centrales'

sino también con el ttn de poblar espacios marginales' a menudo insalu-

bres, considerados estratégùos por su situaci6n en laorillade los territorios

reivindicados Por los militares'

Hoy en d(a, B elice ya no es oficialmente considerada por los guatemal-

tecos como una provincia rebelde' pero la cartografia conserva la huella

J" "ru,

viejas reivindicacioues nacionalist-ts' Sobre numerosos mapas que

eslât todav ia en circulacidn, partcularmente los publicado s por el Instituto

GuâtemaltecodeTurismo,Bel iceestâfepresentadocomounsimpledepartamento, y Belmopan, su capital' apa-rece como una "cabecera depar-

tamentâl", en el rnismo titulo quË Flores para Petéu o Coban para la AIta

Yerapaz.La segunda gran zona potelrcial de conflictos se encuen[a en la frontera

entre Honduras y El Salvàdor, aunque el reglamento de las discrepancias

internas y el regreso alapazcivil han favorecido que la tensi6tt entre los

dos paises disminuya. n"tp"e* de un- decenio perdido (los aflos setenta)'

un acuerdo depazfue firÀado en 1980' pero t-ue hasta1992 cuando se

tom6 la decisiÔn que arreglara los litigios fronterizos que envenellaban las

relaciones de las dos rep;blicas desde la independencia' Los puntos mâs

discutidos han sido resueltos por la Corte Intemacional de La Haya' en

g.* p-r" en beneficio de El Salvador''" Sin.eSbargo' t:::^1"^i:*

âiproÀati"ot no han impedido a los militares multiplicar las provocacrones

en ambos lados de Ia fronter4 mienlràs que nunerosos salvadoreiios con-

Ûnrianestableciéndoseilegalmenteenelpaisvecino.Esairrmigraci6nclan-destina alimenta el oiscùso xendfobo de una pafie de h

:h:. politica

hondurena y pone en riesgo los acuerdos de paz firmados por los dirigentes

de los dos Estados. tle tritro, desde la mitad de la rlécada de 1990' band2s

arnndas y grupos sin control han pretendido remplazar a las tropas regulares

para asegurar la detensa de Ia liriea fronæriza con El Salvador' acusado de

miradas exPansionistas'Sobre la ladera este de Honduras' en câmbio' la presi6n militar dis-

minuyd desde que los sandinistas en el poder en Nicaragua fuerort derro-

tâdosduantelaelecciônpresidenciatdetgg0'LosgstadosUrridosdejaronde apoyar a los oponentes instalados del lado honclureiio de la frontera' y

la situactÔn en torno a los ejes principales de las earreteras que atraviesan

Io parricularmente rres zonas sensibles: los bolsones de Sazalapa-La vrt:rd' Tep.iigTTi^y

Cavanquaca, donde el ou-ao a"-in frontera ha sido rectificado en detrinrento de los

d"J-ti*"oto. hondurefios de Lenrpira y Ocotepeque'

Page 11: 1997-centroamerica-fronteras.

LAS FRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMEzuCANO

t ]ffilF. rillnt

la regi6n --{orno la carretera panamericana, verdadera espina dorsal delos flujos intrarregionales-, ernpeord. Los campamentos de la ..coutra,'

tûeron desmantelados, las bases de apoyo esûadounidenses fueron aban-donadas eu su mayorfa, y los limites desplazados por los sandinistas,Iueron puestos de nuevo en su lugar. Los nicaragùeuses recouocen que yano lny rnâs litigio tronterizo entre ellos y sus vecinos, aunque con gustohacen notiu que en la época colonial los limites de su provincia subianhacia el norte hasta el rio Aguan (rfo patuca), y quc buena parte del norestehondureiro les perteuecia (por lo menos formalmente).

Esa situaciôn pennanente de crisis se explica porque, desde la mitaddel siglo xrx, las querellas de frontera entre paises centroamericanos hansido la causa de varias guenas que han dejado profundas cicatrices nosoliunente sobre los mapas, sino también sobre el terreno y en los espiritus.Esos conf-lictos fueron exacerbados con la intervencidn de numerosascompafrias bananeras de origen estadounidense, que querian apropiarse delas mejores tierras con el fin de desarrollar su sistema oe ptantailon. neestâ lbrma" a finales de los afros veinte, la cuyamel Fruit companyfomentd el patriotisrno de los hondureiios y trat6 de que se enfrentaran asus vecûros guatemaltecos. El objetvo de la operacidn era desaloj ar alaunited Fruit cornpany de los terenos que hab(a adquirido a lo largo delrio Matagua, empujando la frontera entre los dos paises hacia el oeste.15Los Estados unidos se interpusieron entonces eutre los beligerantes, eimpusieron su arbitraje a tàvor de Guatemala (es decir, de la united Fruit)y en contra de Honduras (es decir, de la cuyamel). La frontera es, desdecntorlces, la que fue (ijada por el famoso l"audo de wdshington del23 deenero de 1933, td y como estâ indicado en la cartografia oficial deHonduras. En cua'to a las dos compaiiias bananeias enemigas, fueronobligadzrs a fïsionarse después de la gran crisis econdmicade 1929,lo quehace arin mâs absurdo el conflicto entre Honduras y Guatemala rn èruépu:a.

La génesis de los Estados centroamericanos, y la persistencia de lastensiones intenras (guerrillas, guerras civiles) y extemas (reivindicacionestcrritoriales, patriotismo exacerbado), permiten entender mejor porqué losespacios frouterizos se han mantenido por mucho tiempo como zonasmargrnadas, gozando muy poco del beneficio de la situaci6n conferida porsu estatuto julfdico particular, contrario a lo que sucede en oras regionesdel mundo.

' - E.se episodio ptrco glorio.s., es reratado de maDera romansca en ra obra de Miguel ÂngelAsturias, El papa verde.

ALAIN MUSSET

Desatendidas y mal controladas por las autoridades gubernamen[ales,

pero al mismo tiempo consideradas esfaÉgicas por los militarcs' estas

zonas acumulan todas las desventajas. si se mira un nnpa de América

central (figural), es notoria la escasez tle polos urbanos situados cerca de

una frontera del Estado. En la mayoria de los casos, las aglomeraciones

situadas en conlacto entre dos paises, son de importancia mediocre y sus

acûvidades se limihn a operaciones rudimentarias (transporte, aduanas,

comercio).En ese contexto, podriamos creer que la caffetera panamericana juega

un papel decisivo, favoreciendo los intercâmbios entre los paises del isÛno

y permitiendo el desenclave de regiones fronterizas. De hecho, constata-

1nôs qr" el espacio fronterizo "ofîcial" o formal, limitado por una linea

sencilla sobre la mayoria de su trazado, se dilata en arnbos lados de los

Iimites del Estado, cuando puede seguir los ejes principales de comu-

nicaci6n.16Algunas ciudades localizadas a cierla distancia de la fionteriL pueden

perteneçer as( a su zona de influencia o mântener relaciones privilegiadas

ôon ella. Es el caso de Rivas, en Nicarzrgu4 situada a 35 lan de la frontera

costarricense, pero también de David, en Panamâ (a 53 km de costa Rica),

o de cholutec4 en Honduras, que se encuenffa casi a milad del carnino

eurre El Salvador (a 85 hn) y Niczragua (a 60 km). Por lo tanto, el concepto

de ciudad-frontera en América Central debe reconsiderarse: no es nece-

Sariamente la distancia en comparacidn con el cruce que cuentil, sino el

nivel de integracidn de las actividades urbanas con las estructures de la

economia fronteriza.Sin embargo, a pesar de su importancia para cada Estado, la influencia

de la carretera panamericana es arjtr bastante débil, debido a los aiios de

guerra civil que bloquearon por mucho ûempo el desarrollo de los trans-

portes terrestres entre los diferentes paises de la regi6n. El caso de la ciudad

de choluteca, es en ese aspecto, pafticularmente revelador de los proble-

mas suscitados por el calâcter ambiguo de las fionteras cenroamericanas:

vfas de trânsito obligadas para todas las mercancias producidas en el lugar

o importadas de otro pa(s; son también espacios frâgiles, directamente

perturbados por todas las turbulencias que aJ'ectaron a los paises de la

iegi6n en el curso de los riltimos 20 afros. Por eso Choluteca, ciudad

16 Ese espacio es caracterizado por actividades econdmicas especificas (trânsportes'

servicios bancarios), y también por prâcticas sociales y culturales particulares' relacionadas

con el crecimiento de los inter@mbiôs comerciales y con las migraciones alternas. El espacio

fronterizo no oficial también puede extenderse, y m6s, ya que abalca todas las actividades de

contrabando relacionadas, enire otras, al trâficô de drogas, pero se identilica y se delimita

dificilmente, en particular en las regiones de la sierra y de la selva'

178 t79

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@

I-AS IIIIoMI'NRAS DEL IS'I'MO CENIROAMERICANO

hondurciia situada de rnanera ideal sobre la carreLera panamericzura eutreEl salvador y Nicaragua, arin uo ha obtenido todos los beneficios de unasituacitin tcdricarnente privilegiada.

Al priucipio de los aitos setonta, la guerra del f'utbol con Salvadoroqlsit'luri el derrurnbarniento de las relaciones con la repriblica vecin4cuiurdo la aperLurâ del MercomÉn centroamericano, durante el decenioanteritx', habfa pennitido intensiticar los intercambios entre las rJos regio-nes situzrdln cn lunbas partes de Ia frontera. En el curso de ese periodo, lacxpulsuln tle nurncrosos salvadorciios, y el retroceso de las actividadesindustriales o ctlmerciales, acentuilron el aislarnieuto de choluteca, cabe-corzr tlepartiuneulal orientada hacia su terruiio agricola desde hace muchotieurpo. El principio de una reconciliaci6n con El Salvador, en 1980, nopenniti(r volver a dinzunizar la economia local. En efecto, la toma deNicirragua por los srurdiuist.as (1979) provocô râpidarnente la clausura dela liontera oricntal" Lii guerra civil que continuar(a y la intervcncidn tle losEsurdos unidos on el conflicto, tuvieron consecuencias irunediaLas eu esazona sonsiblc: el paro do las exportaciones hondureiias hacia Nicaragua yla intenupci6n de casi todo el trâfico internacional sobre la carreterapanzuncricana.

Desdo los anos noventa, el apaciguzrmiento de las tensiones intema-cionales pemitiri a choluteca recobrar su funcidn de trânsito. Aunqueinctlrnpleurs, las encuestus de la secretar(a de obras priblicas y Transportes(Secopt) rnuestran que el trâfico se reanudd entre la capitai del depur-[iurento y la zona lionteriza. En 1995, el trâfico medio a la salida tleClrolut.eca hacia Sornoto (Nicaragua) vfa Sal Marcos de Colôn, erade6ilvclrfculos al dfa (casi 80Vo del trâfico dedicado al transporte rJe mer-cmcfas). Rccicuterneute pavimentada y bien rniurtenid4 la carretera delsur (r--n-3) hacia Sornotillo (Niczuagua) via Guasaule, registrâba unpromedio di:uio dc 1 888 vehiculos, de los cuales solamente 161 ereurcirros particulares y 70 autobuses, el resto lo constitufan camiones ypick-ups (vehiculos destinados esencialmente al transporte local de rner-ciulcras).

A la orilla de la cancteiu ala salida de la ciudad, la presencia deDurnc()sas gasolinerf:rs y talleres mecânicos para la compostura de carros,cornprueba que el l'lujo volvi6 a ser constrante y regular. RealmenteCholutcca no estaba integrada a la economfa regional transfronteriza, yaque sus grandes actividades agroexportadoras (camarones, melones) seonlocabixr hzrcia mercados mâs lejanos, principalmente a los EstâdosUuidos (Hardy, 1997). Sin embargo, los aflos de guerra favorecieron lacreaci6n de redes comerciales no oficiales entre los tres paises ubicadoscn la regi6n. Los costos de producciones débiles (relacionadas con el bajo

ALAIN MUSSET

salario de los obreros agricolas, con las disponibilidades de tierras cul-

,iuuUf"t y con la estâbiùdâd relativa del pais) pcrmitieron a llulnerosos

"o-"."iÀt", exportar hacia El Salvador y Nicaragua productos uli-:n-

ticios para los lugarenos, a pesar de la oposici6n de las autoridades locales

y nacionales.Desde 1992, la ley de m<xleruizaciôn agricola adoptada por el esrado

hondureflo, autoriza de nuevo la venta al extranjero de esas mercancns

que, por mucho trempo, fueron consideradas como esfatégicas' porque el

"qoifiUrlo alimenticio de la naci6n dependia de ello' Podemos entonces

supoqqr que el conlunto del tlepartamento pelsado entre læ dos fion-

tr^,tt oLueria betteficiarse cle esas nuevas disposiciones: la carreterzr

panamericana permiuria' por lo tanto' tâcilitar la integraci6n de los pro-

ductores locales a ta economia regional' descartando el carâcter de enclave

agroexportador de Choluteca'

La noci6n de enclave es, de hecho' una constante en el mundo cen-

ûoamericano, encuadrada y fijada por sus ftonl'eras intemas y :1tTut'

Por ello que dudamos "n "ootiOtttla

una frontera viva' que permite el

manejo de los bienes y de las personas' o bien' uua frontera muerla'

prohibida de acceso, verdadero-callej6n sin salida donde se pierde la

energ(a de las nocionr, àtt i'*o' La antigua zona del canal de Panamâ

es, desde esa perspectiva ulla verdadera caricailra' lmpuesta en 1903 por

los Estados Unidos a la joven repriblica panameiia' a cambio de una môdica

pensiôn alimentrcta sustraida de los beneficios rJr:l trâJico ransoceânico'

esa banda de I 500 t,,/ pt*untci6 por mucho tiempo' como una herida

no cicatrizada "n "t

o,guUo nacional panameflo' Hubo que esperau hast'a

1917 y la flrma A"rciï'cu"aos Torriios-Carter'paftque el asunb de la

en[ega de los territorios bajo el conuoi estadounidense fueraparcialmente

resuelto: en el aiio 2000, laiotatidad de las zonas ocupadas por los Marines

serâ restituida al gobierno de Panamâ" que estarâ compleumente a cargo

de la gestiôn de los asuntos del canal' Pero por encima de los simbolos' se

trata, para el Estaclo panameflo, de organizar la reconquista (o mejor dicho'

la conquista) de esa trontera interior que constituye la zona del canal' y de

facititar la integraci6n al territorio nacional de un antiguo enclave que'

hastaerrtonces,funcionabasegrinreglasyleyesdeorigenextlaJero..para calificar

"r. !r* togri, tos àiscursos oficiales privilegian ciertos

términos (reinægraciËn, recirperaciôn' reincorporaci6n) que no,retlejan

po, "ootpt"to

la verdad listOtita ya que la zona del canal' concebida por

l7 Tomundo en cuenta la presencia en el oeste del pequeflo departamento de Valle sobre la

frontera salvadorefra'

18018r

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æ!

LAS ITRONTERAS DEL ISTMO CENTROAMEzuCANO

y pam los cstadounidenses, realnentc nunca perteneci6 a la repriblicapanarnerla. Desde el origen, la antigua provincia colombiana fue cortarjaen dos partes: sobre el papel primeramente, luego sobre el terreno, parapennitir a los politicos de wâshington cont-rolar un espacio consideradovital para los intereses regionales y muntliales. Esa trontera interior marcôde mzurora duradera no solameute a la naci6' panameii4 que construy6gfan parte de su identidad cultural y politica alrededor de ese absceso defijaciôn, sino también la historia y geografia de panarnâ. De es(a manerael desanollo urbzuro de la capiurl se llev6 a cabo en un contexto espacialparlicular, yâ que una parte de la ciudad pertiena:ia a la zona estâdou-nidenso (barrios de Ancdn y de Balboa), lo que desvid hacia el oeste yhacia el norte la expansi6n de uuevos barrios destinados a las poblacionespanatnciias, lueran ricas o pobres.

una tle las posturas actuales de la reintegraci6n de la zona del canalconsistc, pues, en revirarizar espacios hasta enr.onces monopolizados ycsLerilizados por las bases esladounidenses, pero tarnbién en f'avorecer laapropiaci6n por los puramefros de los barrios abandonados por sus an-tiguos ocupantcs.

En rnarzo de 1993, el gobierno decidid la creaci6n de un orga'isrnoeucargado de la devoluci6n de las âreas y de los bienes cle la antigua zonadel canal: la ARr (Autoridad de la Regidn Iuterocéanica). A pesar deulguru.us,,lallar. l igadas a la naturaleza juridica y poutica de esa insli-tuciô'.'n la ntt juega, de ahora en adelante, un papel ceulral en losprocosos de recomposicion de los espacios que serân devueltos por losostirdounidenses (Blanchemarche, 1997). El lin de ese enclave marciLpues, el principio de una nueva era no solamente para panamâ, sinotarnbién para América central en su conjunto. De hecho, la retirada delos Estados unidos permite a los panameiios considerar nuevas relacionescon sus vecinos inmediatos. Bajo esa perspectiva, la presenlaci6n enlgg4tg dc un proyecto de la "ciudatl del sabec', destrnada a remplazar lasinstalaciones de la base aérea de Albrook (definit ivamente evacuadaet l99l), marcaba la voluntad del gobiemo panameiio de romper consu aislzuniento, pero también de sustituir la imagen negaûva de lossoldados esladounidenses por la de estudiantes venidos de todos los pa(sesdel isûno.

' ' I-o .u gltri siluatta baio el control directo del Estado y adnxnistra un prosupuestoimportante (31 0o0 000 de ddlares en 1995). Es pues, un instrumento estratégicô, p".à

"uyuFrstiôn piu(.ce I vcc('s earecer dc lransparencia.' ' I)urantc la Cumbre de las Anrérica-s organizada en Miamj, Florida E,UA.

182 183

ÀLAIN MUSSET

coNcLUSIôN: ;HnCIl LA INTEGRACTÔN poliucA DE

LOS PAiSES DEL ISTMO?

La historia de América Central, como la de la América espaiiola en su

conjunto, eslâ marcada por el sueflo de la unidad pertlida' En 1826' Sim6n

Botivar organizaba en Panamâ el Primer Congreso de los Estados Ameri-

canos. Tenia la intetlci6n de crear unâ vasla feileraci6n latittoamericatn

capaz clc enfrentar a lis potencias europeas, y también los apetrtos naclen-

t , d" to, Esratlos unidôs. Ese sueflo dc ura "Naci6n dc Repriblica^s", por

retomar su expresi6n, fracas6 ante la intransigencia de las oligarquias

locales,cuidadosasendefenderantetodosusirrteresesparLiculares'Laderrota de las federaciones regionales tânto en los Andes' con la gran

Colombia (1819-1830), .o-o èn el isÛno, con las Provincias Unidas de

Américacentral, i lustralasdificultadesenconl-radasporAméricaLatitnpara liberarse de sus fionteras internas. Sin embargo, desde el principio

àel siglo xx, el Partido Unionista Centfoamericano, cuyo principal inspi-

rador era el nicaragtiense Salvador Mendieta' empez6 a reclamar la

creaci6ndeunanuevaconl.ederaci6ncentroarnericarlâque,SlnSupnmrrlosEstadosexistentes,pennitiriaabolirfrontera'sconsideradasabsurdasynefastas.

Enlg2lnaciaul lanuevaenûdadpol( t ica: laFederaci6ndeCen-troaméric4 que agrupaba a Guatemala' Honduras' Costa Rica y El Salva-

dor.Nicaragua,ocupadaporlosmarinzsestadounidenscsera'dernarteraprovisional, descartada del proyecto, aunque se le daba la posibilidad de

adherirse posteriormente a là ferJeraci6n, con la condicidn de acoplar tod()s

los términos rjel tratado de la uni6n' Catja Estado miembro conservaba su

autonomiaysuindependenciaparaadministrarsusasuntositttemos'peroestabaprevtstocrearungobiemofederal(terrietrdoconrocapitalaTeguci-gatpa), elegir una asamblea constituyente y unir a todos los ejércitos

nacionales balo ma misma bandera' Desafortunadamente' los Eslados

Unidos no lfcieron nada para apoyar ese vasto progrâma; al contrano'

continuaron ocupando Nicaragua y cerÏzron los ojos sobre la invasi6n de

una parte del territorio costarricense por el ejército panamefio (marzo de

19Zi).El gobierno de San José decidi6, pues' no ratificar el tratado y

,"grrra u ù rudicional aislamiento' Todavia hoy en dfa' Ios costarricenses

consideran que no pertenecen a América Cenlral: segÛn ellos' su sistema

politico y su nivel de vida los distinguen de sus vecinos' considerados

àemasiado violentos y muy poco dotados para la detnocracia'

En 1923, * nu.uo ûatado de paz y de amistad entre los diferentes

paisesfuef i rmado.Eraelpr imerpasohacialaconsûtuci6trdeunorga-nir*oarr"*gadodepromoverlosintercambioscomercialesyculturalesa

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ffi

TAS TIROM'tsRAS DEL ISTMO CENIROAMERICANO

nivcl regiorrirl: la Organizacidn de Estados de América Central. Fundadacn 1951 en San Salvador, la oireca agrupa a Guatemala, Honduras, ElSalvador y Costa Rica. Desde 1962, la organizaci6n descarsa sobre dosconsejos (ejecutivo y legislatvo) y se apoya sobre una Corte de Jusûcralntornacional, un Centro Cultural y un Consejo de Defensa Centroameri-calo. El grupo estâ dirigido por la Conferencia de los Jefes de Estado y lade los Sccrekrios de Relaciones Extranjeras, que se reûnen regularrnente.Desde el docurnento finnado er 1977 (Tratados Torrijos-Carter), quetiene que ver cou la soberania del canal interocefulico, Panamâ se acerc6a la otx,cta, quc no le hab(a cerrado las puertas completrmente. Durantecl pcriodo 1991-1992, el Estado panameflo, traumatizado por la dictaduradel general Noriega y por la intervenciôn estadounidense en diciembre de1989. suprùnio a su ejército (remplazado por una fuerzapoliciaca) y aceptdpenenecer a la comunidad centroamericana. Esa adhesidn permiti6 con-siderar una roactivaci6n de un proyecto de uniôn que hab(a conocido unaderrcrla importante ccln el rechazo, en79l6, de una comunidad econdmicay social entre los cinco paises miembros de la cllscA,.

Dicho proceso de unificaci6n se hizo posible debido al frn de lastensiones pol(ticas intenlâs de cada pais, y también al arreglo progresivodc los puntos de litigio fiontcrizos. Pero antes de cualquier uni6n polftic4que parece todavia lirnitada a algunos aspectos simbôlicos (un pa-rlameutocentroarncricano sin poder real o placas de matriculaci6n estâmpadascomo Centroarnérica), la integracidn regional pasa, sin lugar a dudas, porla reactivaci6n del Mercomûn Centroamericano (ucce) que, a pesar desus limites,2O tuuo un fuerte impacto en el desarrollo de América Centralen el curso del decenio 1960-1970.

En 1990, el Mercomûn Centroamericano (con efectos prâcticos muyrcducidos) se lirnitaba de hecho a tres paises: Guatemala, El Salvador yCosta Rica. En 1987, siu embargo, el acuerdo de Esquipulas II insist(asobre la necesidad de una mejor cooperaci6n econdmica entre los diferen-tes paises de la regi6u para devolver la calma y la prosperidad en AméricaCentral. Desde el principio de los aiios noventâ el regreso de la paz envarios paises marcados con aflos de guerra civil (Guatemala, Nicaragu4El Salvatlor), pennitiô reflexionar sobre nuevos proyectos de integraci6nregional, fundados esta vez sobre la economia del mercado, la libreempresa y la intemacionalizacidn de los intercambios. Se ûatq de hecho,

tt' Bl t..tccn, en efecto, favoreci6 intlustrias no cornpetitivas sobre el plan internacional,

acentu6 cl peso tlel contrabando en los intercambios y agrav6 las disparidades regionalesentre los paises rnds industrializados (Cuatemala y El Salvador) y los paise.s avanzadosftlondura-s y Nicaragua).

ALAIN MUSSET

de utililzar las ventajas comparativas de los paises del isnno para desa'rro-

llar las exportaciones de los productos agricolas o industriales'

Ett octubre de 1993, los diferentes Estarjos centroamericanos tirmaron

en Guatemala un Protocolo aI tratado general de integraci1n econjnica

centroamericana qt)efij6 las bases de la tltura cooperacidtt regional en

varios dominios funOamentales: la uni6n aduanera' la libre ciroulacidn de

lu, p".ron^ y de las mercancfas, y la armonizaci6n de las relaciones

comcrciales col) el exterior.

Sin embargo, a pesar de ese adelanto' no so puede hablar de una

verdadera integraci6n regional, porque cada Estado conserva el derecho

de tirmar los acuerdos bilaterales con terceros paises'2i y nada cstâ previsto

en el protocolo para anima'r la uni6n politica de los Estados rniembros'

inclusobajolatbrmatanvi ldeunacorr f .ederaci6n(FernandezAriasyAbarca Amador, 1995:9 -31 )'

Asi, ni la aceleracidn del pru:eso de paz' ni el fuerte ûnpacto de la

globalizaci6n de los intercambios sobre las econornias locales' parecen

amenazar Ia pennanencia y la continuidad de las tTonteras del isûno' Percl

si estân slempre pr"r.oiat, su papel puede evolucionar: la apertura

econ6mica querida por todos tosletes de Estado de la regidn Pennitira

quizâs a esoi espacios marginados por mucho ûempo' ser los nuevos eles

del desarrollo ce ntroamcricano'

21 por lotunto,untratadodel ibrecomercioentreMéxicoyPanamâdeberiu: : ' :ot t : l '11"

antes de abril de 1998, "o "oo,aiou"i6n "on

el Pacto Regional México-América Central ' cuyo

fin es crear una zona de fiUt" *i"i"oÀtio desde el rio-Bravo hasta la frontera colombiana'

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L.AS FRONTEMS DEL ISTMO CENTROAMERICANO

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