04 Salon Los Angeles Alumnos
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5/20/2018 04 Salon Los Angeles Alumnos
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AMPARO SEVILL *
Quien no conoce os ngeles
no conoce Mxico
INTRODUCCIN:
PRIMEROS PASOS
E
L PRESEt\'TE
ensayo versa sobre
uno de los
salones,
de
baile
m ngular producido por varios elementos. Adems de los
antes mencionados, est el acompaamiento musical: slo se es
cucha msica en vivo, interpretada por orquestas que se han forma\
do
para tocar precisamente en este tipo de
salones.
Entre los
bailado
res y los msicos existen relaciones de mutuo reconocimiento
Los martes y jueves
cobran 10 pe lOS
la entr.lda general basta las 19:00 horas, des-
pus de esa hora la taquilla
tieue
sus
pri cios habilDales.
1
QUIEN NO
CONOCE
LOS NGELES NO CONOCE MXICO
43
y amistad, adems de que estas orquestas siempre se hacen acom
paar por un conductor que establece puentes. de
o n l l l i G ~ n
entre
los
asistentes: trasmitiendo los saludos, solicitahdo'aplausos
para la orquesta,
dando
los anuncios de la empresa, animando
al
per
sonal,
etctera.
La contratacin que estos salones
han
hecho
de
las orquestas
mencionadas
desde hace muchas
dcadas,
ha
dado como
resultado
la conformacin de un gusto musical" entre la gente, continua el
seor Nieto, quien con cierta satisfaccin
apunta:
Hemos ido creando nuestro propio pblico. TenemlJS
un
diiogo
entre nuestros clientes y la empresa pues existe un proyecto
no escrito sobre el tipo de lugar que queremos tener. Nosotros
siempre hemos luchado para que la gente tenga la mejor msi
ca dentro de las posibilidades de la empresa, por eso es que
s
estamos
a favor de que se
presenten los
grandes nombres
de
la
msica
a f r o a n t i l l a n a . l ~ q u
han tocado las orquestas .naciona-
les ms destacadas y las grandes fig1.lfas de la msica popular
como Agusun Lara, Toa
La Negra
Yen
los
ltimos aos
Tania
Libertad
y Eugenia Len. En este espacio
tambin
han
actuado
la Matancera, Daniel
Santos, Beny
Mor,
Bienvenido
Granda,
Prez Prado, Enrique Jorrn, Celia
Cruz,
OscarO'Leon,
Willie
Coln, Rubn Blades, Eddie Palmieri, Irakere, Van
Van : 1
Las orquestas que se presentan bl\bitualmente
en
este recinto
vanan segn el da de la semana. En martes y vie.mes por lo gene
ral
est..:
Felipe Urbn,
Pepe Luis
y
lueiandro Cardona; adems
de
otras
invitadas,
por ejemplo, la Orquesta
Ingeniera
y Los
Originales.
Los jueves se incluyen, adems de algunas
de
las otras orquestas
T
a
grupos musicales que interpretan salsa, como: Grupo Seorial,
Grupo Contraste, Banda de las Estrellas. Los domingos es ms va
riado, pues se presentan grupos que tocan danzn, cumbia, son,
swing
paso doble, mambo, entre otros.
1 Las condiciones fsicas del lugar y el ambiente que se crea en
su interior, ofrecen un escenario muy adecuado para la realizacin
-
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'1
:i
,
1
QUIEN NO CONOCE LOS NGELES NO
CONOCE
MXICO
45
1
44
AMPARO
SEVIU A
van
la
prctica de
los bailes
de
saln que se
configuraron
en la
pri
de
eventol;i}de diversa naturaleza, como por ejemplo, la filinacin
de
mera mitad del presente siglo, mismos
que
constituyen -ala'feha
varias
pelculas:
"Una
gallega baila
mambo",
''Tvoli'', "Modelo An
toda una tradicin.
tiguo", "Danzn" y "Baila conmigo". Tambin se han
hecho
series
de televisin como la que transmiti la Unidad de Televisin Edu
cativa,
titulada "Soneros", y
realizado
diversas actividades culturales
iHEY, FAMILIA,
DANZN
DEDICADO A
!
como las jornadas de "La Rumba es Cultura", organizadas por
TO OS
AQUELLOS que hemos
tenido algn
tipo
de contacto con el
. Froyln Lpez Narvez.
baile
popular,
sabemos que el enunciado anterior
es
una frmula
. ~ s
el
nico saln
en
donde
se han hecho
exposiciones de pintu
habitual para presentar el danzn que est prximo a interpretar
ra y de fotografa, desfiles de modas, presentaciones de discos y
i
tll
se. Sin embargo, cuando escuchamos esta frase no reparamos, por
i
libros. Adems se han llevado a cabo bailes particulares para
con
lo comn,
en
un aspecto que para los entendidos en la materia no
memorar los aniversarios
de varios
sindicatos (sITUAM, STUNAM, de
pasa
desapercibido: quines son los sujetos de dicho enunciado?,
Radio Educacin y la Pascual), celebraciones organizadas por unio
esto es,
quin es
el
referente cuando
se
grita:
Hey,
farnilia!?
es de vecinos (como la UVYD y la Asamblea de Barrios), partidos
polticos (PRI y PRO) Yotro tipo de eventos especiales como bailes
Resulta ser que los salones de baile popular que existen en la
de solidaridad con Cuba, Nicaragua y Guatemala. E incluso even
ciudad
de Mxico han sido
puntos
de encuentro de un amplio sector .
tos histricos como la reunin convocada para la formacin
del
de bailadores que
durante
muchos aos
se
han
congregado en dichos
Frente Zapatista de Liberacin Nacional
en
la que estuvieron pre
espacios.
Todos
ellos son viejos y asiduos clientes a los salones y
sentes los combatientes del F2LNj
se
reconocen entre s como integrantes de una gran familia. Y
La presencia
del
saln Los
ngeles en
distintas colonias de la
como consecuencia natural de esa prolongada interaccin, es que
ciudad de Mxico se hace sentir en los cientos de muros y pos
a muchos
de sus
miembros se les ha asignado
un apodo,
como por
tes en los cuales se anuncian, mediante carteles y pintas, las orques
ejemplo:
el "Califas", la "Mandolina", el ''Tobi'', l ''Anemias'', el
tas que se presentan en el,saln. Estos medios de propaganda se
"Fantasma",
la "Rompecatres", el "Chato", el "Beduino", el "Ahua
hacen sobre todo en las colonias ubicadas en el primer cuadro
cates", el "Caballito", el "Gallinazo", entre otros.
(principalmente La Lagunilla y Tepito), Tacuba, Tacubaya, Puente
La mayor parte de este amplio colectivo de gustosos bailado
de Vigas, Calzada de Zaragoza y Coyoacn.
rf"S acustumbra visitar los tres salones antes mencionados y varios
Pero la zona de influencia del saln
rebasa en mucho los lmites
de ellos acuden, adems, a otros recintos.
8
Pero, en virtud d que
antes marcados, pues a este legendario lugar acuden personas de caaa sain presenta ciertas
p ~ - t i c u l a r i d a d e s
hay clientes que pre
los
ms
diversos puntos
de
la ciudad e incluso del
Estado de
Mxi
fieren
asistir nicamente a un
lugar.
Cules son las caractesticas
co. y es que ste, al igual que los otros dos salones de baile que se
generales de los clientes que visitan el saln Los ngeles?
panconser"lapo en nuestra metrpoli, tiene un alto valor
simbliCQ?
En
cuanto al perfil socioeconmico tenemos que a este saln
entre ciertosseetores de la poblacin, debido a que
son
de los pocos
asisten, en igual proporcin,"mujeres y homhres. Las diferencias
reductos que ofrece la ciudad para la comunicacin y el encuentro
entre aqullos que han hecho de la prctica de los bailes popu-
SEn
los ltimos aos. varios
de
esIDs
bailadores asislcn adems a OIroS ~ que
lares uno de sus principales ejes de identidad. Es ah donde se
funcionan bajo el giro de salones para fieslllS
o
salones familiares. tales como
el
Riviel3, el
rene la "familia de baile", esto es, aquellos que
conocen
y
conser-
Frum, La Prensa.,
el Reforma. Hidalgo, Candela, eno:e otros.
-
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\fP RO
SEVrL.LA
46
entre ambossexGS
e m p i e z ~ ~ c 3 p a r e c e r
en cuanto a
los
rangos de
. edad, como bien podemos observar en la siguiente
tabla.
Totales
Mujeres
ombres
Edad
%
%
Menores de 2
2.8
Ll
2.0
de
21 a 3
10.2
6.5
8.3
de 31
a4
.
23.7
16.4
20.1
de41 a5
333
29.9
31.6
desJ
a 6
24.0
35.9
29.9
mayores de 61
5.9
10.2
~ 1
El
estado civil
de los
bailadores
es
otro
dat importante
para
delinear el perfil antes mencionado y ubicar las dferencias entre
los clientes segn su pertenencia de
gnero.
La encuesta arroj las
siguientes proporciones:
Estado civil
Mujeres
ombres
%
Totales
Soltera(o)
Casada(o)/Unin libre
22
28
20
56
21
42
Divorciada(o)/separada(o)
Viuda(o)
3
20
3
8
21.5
14
Si relacionamos los datos anteriores tenemos que alrededor
del 70 por ciento de los clientes es mayor de
41
aos, esto es, per
sonas que mantienen o tuvieron relaciones conyugales aunque un
poco ms de la mitad de los asistentes no tieuen compromisos
matrimoniales.
Es importante dvertir que el estadocivil es un factor que afec
ta en mayor medida a
las
mujeres,
dado
que stas
dependen
mucho
ms que los hombres de sus obligaciones familiares.
El
casamiento,
la matelIlidad y
el
cuidado de los hijos aparecen como
fuertes
limi
tantes para que las "amas de casa"
puedan
asistir con constancia
47
UIEN NO CONOCR
LOS
NGELES NO CONOCE MXICO
Y/O frecuencia. ai
saln.debaile. De ah que la mayor parte de las bai
ladoras que se encuentran en el saln son madres cuyos h i ~ o s ya
son
mayores
.dl ;
edad; o bien, son mujeres que no tienen pareja.
En
cuanto
a
las actividades econmicas de
los
clientes tene
mos
las
siguientes cifras:
profesionistas
empleados
amas de casa
albailes y obreros
comerciantes ambulantes
jubilados
desempleados
costureras
taxistas
otras actividades
%
17
12
10.5
9.5
6.7
6.7
5.7
3.8
3.8
1-2.9
En
la lista anterior
podemos observar
que la
gran mayora
de
los
asistentes a este espacio recreativo son personas que desempean
o han desempeado algn trabajo, ya que son
pocos
los desemplea
dos. Este dato cobra singular relevancia ante el estigma que
se
ha
creado en tomo a los salones
de
baile, mismos que, segn la indus
tria cinematogrfica, estn llenos de vagos y ficheras. Otro punto
que
llama t a t e ~ c ; n en esta lista es que un alto
pOrcentaje
de ichos
trabajadores sean profesionistas, una parte
de
los cuales laboran en
empresas privadas y otra en negocios propics.
Todos
los empleados
ofrecen sus servicios en dependencias gubernamentales. .
Vinculado al punto anterior estn los
niveles
de escolaridad, en
los cuales encontnunos que la cuarta parte de
los
clientes tiene
la
primaria completa, un
17
por ciento ter:miri la secundarla y en el
mismo
porcentje(13 por ciento) est quienes no terminaron la
primaria y los que concluyeron sus
carreras
comerciales y licen
ciaturas. Es interesante advertir que en este aspecto no
se
observan
muchas diferenias -entre hombres y mujeres, la nica excepcin
est dada en el porcentaje asignado a quienes tienen a licenciatura
http:///reader/full/SEVrL.LAhttp:///reader/full/sal%E3%AE%AEdehttp:///reader/full/SEVrL.LAhttp:///reader/full/sal%E3%AE%AEde -
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49
MPARO
SEVILLA
complet
(8
por ciento mujeres y 20 por G i ~ n t : p . . h o m b r e s , porcen-
tajes que se
invierten
entre os que
tursliron:
-
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MPARO SEVILI\
50
lEl
32
por ciento de la clientela lleva ms de 20 aos de haber
visitado por primera vez el saln, le sigue con un 2 6 p o r Q i ~ n t o
quienes llevan de uno a cinco aos de asistir yen tercer lugar con
el 13 por ciento) estn los que
lo
han hecho entre seis y 10 ao:;
En cuanto a las personas que han podido acudir regularmente
al saln desde que
1
conocieron por primera vez, tenemos que
tanto
en
mujeres
como en
hombres, el porcentaje rebasa
al
60 por
ciento. Esta persistencia a travs de los aos tambiensu observa
en cuanto a la frecuencia de la asistencia actual, ya que el 50 por
ciento de los entrevistados asiste al saln una
vez
a la semana,
una cuarta parte
lo
hace
dos
veces a la semana y el 7 pur ciento
tres
veces en el mismo periodo.
Otro dato importante en cuanto a las pautas de asistencia de
los
clielltes al saln,
lo
encontramos
en las
formas en laque stos
llegan
al mismo.
La
mayor parte de las mujeres 40 porciento)< acostum-
bra hacerse acompaar por una o varias amigas, en cambio un
porcentaje elevado
47
por ciento) de hombres llega solo, aunque
de esta misma manera lo hace la cuarta parte de las mujeres.
Otras formas
menos
recurridas
de
presencia es con grupos mixtos
de amistades y
con
la pareja (de novios o esposos).
Los datos que se han vertido hasta este momento permiten
delinear una primera aproximacin sobre el perfil que tienen los
clientes del saln Los ngeles.
Se
trata de un colectivo relativa-
mente homogneo, cuyas diferencias no se
observan
a primera vista,
pero stas existen y se expresan a travs de diversos indicadores
tal y como veremos en el siguiente apartado.
El\lRE
LAS FRONTERAS REALES Y LAS IMAGINADAS
L PRTICO del saln Los ngeles marca el umbral entre dos m-
bitos: el afuera , la calle, cuyo tiempo y espacio es marcado por
la cotidianeidad en contraste con
el
adentro , el espacio arquitect-
nico
en
cuyo interior se
puede
tener
acceso
a la
fantasaJo
La coripa
10 No es casual que las secuencias bailables, cuya core0grafi3 ha sido previamente
diseada, reciban el nombre de fantasas .
QUIEN NO CONOCE
LOS
NGELES
NO
CONOCE
Ml:.XICO
entre ambos mundos se atraviesa en unos
CU2 :1tos
minutos,
el
pre-
ludio
est dado cuando el visitante, todavia a varios metros de dis-
tancia del lugar, empieza a escuchar el sonido invitador
de
la
orquesta en tumo. La expresin dda cara, la tensin del cuerpo y
el ritmo al andar sufren una visible metamorfosis. Se ha entrado a
un territorio cuya lgica, sin ser deltodo'distinta a la
de
afuera ,
ofrece una singularidad: la posibilidad de establecer
uno
o varios
contactos a travs de la comunicacin
no
verbal.
Se
trata de un espacio en
el
que todos
los
presentes compar-
ten algo
fundamental: el
gusto por bailar.
Ms
all
de
este importante
punto en comn
se dan,
no obstante, diversos
mecanismos
de
dife-
renciacin mediante el establecimiento de otro tipo de fronteras
que pueden detectarse principal, aunque no exclusivamente, por los
usos
del espacio.
Al
interior del amplio recinto se crea una especie de zonifi-
cacin cuyos contornos no se aprecian a simple vista. Las
lneas
de
demarcacin estn dadas por el grado de destreza
en el
baile y el
tiempo que se tiene
de
asistir
al
saln.
Con base
en
la combinacin de estos factores resulta que las pa-
rejas destacadas en el baile se encuentran siempre colocadas en la
zona ms cercana a la' orquesta. Alrededor de
~ i c h a s
parejas se
forma
un crculo que a veces presenta lneas muy visibles (cuando
interpretan swing mambo o salsa), pero en Oros
momentos
dichos
lmites 3 n casi imperceptibles para los extraos del lugar pero
bien conocidos por los asiduos c 1 i ~ n t e s .
Las personas
recin llegadas
al saln o aquellas
que
tienen poco
tiempo de ir se ubican en 11)5 extremos y los que tienen ms
de
20
aos
de asistir se encuentran en
todas
las
zonas, aunque
una
alta
proporcin
de
stos se concentra frente a las orquestas.
La mayor parte de los bailadores tiende,
despus
de un
tiempo
de ir con frecuencia, a colocarse siempre en el mismo lugar.
Tam-
bin hay varios que durante su estancia recorren varias veces el
saln en busca de pareja.
En las reas en donde hay mesas se encuentra un alto porcen-
taje
de clientes que ya llevan ms de
10
aos de asistir al saln;
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sus apellidos.
Yo
soy
de
las personas que nunca quiero decir
mi nacimiento, mi juicio de nacimiento y yo nunca ando pre
guntando que en dnde viven, qu comen, qu hacen, nada,
somos compaeros de baile.
Paralelamtilte a estas formas de contacto, encontramos que
un
nmero
considerable de los clientes pertenece a una de las varias
formas de agrupamiento
que
se observan en el saln: asociaciones,
clubes, escuelas
y grupos de baile o simplemente grupos de anll-
11En
la
ciudad
de
Mxico actualmente existen a1rededor de 30 escuelas o academiasde
baile.
La
mayor parte de stas se encuentran en el centro de la ciudad.
Hay
tambin varios
profesoras(es) de bailes de saln que
dan
clases particulares.
AMPARO SEVILLA
52
vario\;
de los cuales tienen permanentemente reservada
su
mesa y
llegan con su pareja de
baile.
Por
lo
general
aqu
se ubican quienes
tienen mayores recursos econmicos.
Los viejos asistentes al saln se han apropiado del espacio en
donde acostumbran bailar y compartir.
Si
a estas zonas intentan
ingresar nuevos bailadores,
son expulsados
de
diversas maneras, nos
comenta el seor Miguel Nieto,
quien opina adems que
esa situa
cin no ha sido benfica para la empresa,
pues
la mayor parte de
esos jvenes optan por
no volver.
A los
que
insisten en entrar al
ncleo duro de los buenos bailadores les hacen pasar por una serie
de experiencias que bien podran ser consideradas como "ritos de
iniciacin"
La o b s e r v c ~ n de estas
formas
de usar el espacio
nos
remiti
a una cuestin medular respecto al ambiente que
se
crea
en
el saln,
esto es, las redes de relaciones que ah operan.
El saln de baile se presenta como un espacio propicio para
hacer relaciones de diversa ndole. Muchas personas encuentran
parejas de baile con las cuales
no
continan
ningn otro tipo de rela-
cin, aunque tambin hay un
nmero
considerable
de
bailadores
que ah conocieron a sus actuales cnyuges, como le sucedi al
seor Miguel ngel Boseca, a quien apodan el "Caballito", quien
nos cont lo siguiente:
Lo que usted quiera buscar aqu en el saln lo va a encontrar:
si
viene a buscar un pachuco lo
va
a encontrar, igual que a un
man-
tenido, un marido, un amigo, una buena amistad, los
va
a en
contrar.
Yo
fui de las personas, te
estoy
hablando de hace die
cisiete acs, que llegu al saln
Los
ilgeles para ver qu
agarraba... siempre me llevaba Uila pulmona o un catarro
ingls. Por qu, porque no saba bailar. Entonces, qu pas?,
pues cuando
yo
empec a bailar
con
otras personas
que
ya falle-
cieron, entr a aprender
rutinas
y
me
empezaron a jalar con sus
bailarines, y ya empec a sentir un poco
ms
de alegra
erH\
msica y no en la dama, ya cambi completamente
mi
modo
de pensar. Y qu pas, que conoc a mi segunda esposa ah!.
li
QUIEN NO
CONOCE
LOS
.NGELES NO
CONOCE
MXICO
53'
r
l
El
que sabe bailar
bien
tiene mucho pegue con las muje!'t's,
Ir
li
: ' ~ ~ ; : a f j D l a otro experimentado bailador: "Me ven bailar y las mejores
I1
, 'bailarinas quieren bailar conmigo, an a esta edad, queyz. tengo
l
58
aos. Luego las damas
que
nunca antes me haban visto bilar Ji
me
hacen seas para indicarme que
la
siguiente es con ellas." '
Sobre el mismo tema, el seor Enrique Peyrefitte, el "Cali
fas". uno
de
los ms
conocidos
intrpretes de bailes
de
srun en
la
ciudad de Mxico, aade
la
siguiente observacin:
i
Mire
usted,
hay
seores
que adem"
de
estar
ms
corridos que
1
1
un
caballo de carreras, tienen una cara como para pegarle a
Dios
,
!
en Semana Santa y como son buenos bailarines tienen
un
ca- ,
risma tremendo,
les
hacen unos medones brbaros y tienen una
suerte especial para las mujeres.
Ms de la mitad de los asiduos clientes se conocen visualmen
te
desde hace mucho aos, son "amistades del baile" que slo se
saludan cortsmente. Esta forma de relacin nos la describe de la
siguiente manera
un
viejo bailador
del
saln:
Cuando
slo
se es compaeros de baile, somos anonimatos, en
ese sentido de que yo
no
s dnde
vive
aqul,
yb'
no
s a dnde
trabajaba ese otro: somos amigos del baile y hasta ah,
no
s yo
'
-
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MPARO SEVILLA
54
gas.Alinteriordeestal1Jtima formadecolectivosedaunaespecie
defraternidad,la
ciJal
operaatravsdelaayudamutuaencasosde
enfermedadocuando
alguno
deellostienealgnotroproblema,
comoeselcasodel"grupodelosocho"cuyosintegrantesse
dan
Cita
variosdasalasemana
en
elsaln.
La
trascendenciaqueestegrupohatenidoen
la:
vidadesusinte
grantes esnarradadela siguientemanerapor el"Califas"yel
"Caballito",ambosantiguosclientesdelsalnLosngeles:
Nuestro grupose fueannandopocoapoco,cuandoya era
mostres,llegaronoirosdos,despus0troseormuyamigo
deellos,unseoryagrande.Eseseorhabavivido
lli 1a
vidade
mucholujo,eraunseorquecadaochodasse iba
de
viajey
tenamuchosamigos,peronoeranamist
[sic]
sinoeraverqu
le sacaban.
Cuando
conocimosaesteseorsequeramorir.porqueno
encontrabaamistadsincera.
En
unaocasinelseornegy
me habl:
~ C a b a l l i t o ,
quierohablarcontigo.
-S dime,Salvador,paraqusoybueno.
-Sabes porqunomeenseasesepasito?
-S comono.
.Empez aaprenderyseempezajuntarconmigo,fuimosa
cenar y sac
su
cartera
...
.-Chit
chit...
ahoritatereselinvitado,nosotlOs ~ g a m o s , si
siguesviniendocon nosotrosyaleval> aentrar,peroparejo.
EntoncesSalvadorempeza Ut:;vamos regalosyle dije:
-No
aquno,gracias
DiostegunbUentrabajo.soyrepre
sentantedeempresas.
-Pero
esqueyo tequiero,caray!
.-Pero esqueno me gustaqueme traigastantosregalos.
Siemprellevababolsasdedulces,empezabaarepartirleatodos..
muy
esplndidoelseor,muybuenagente.Peroa
m
nome
gustabaquesiemprequerapagarypagar.
-Perdn queteinterrumpa
-advierte
Enrique- yo tambin
.pens que era la nicapersonaqueledesprecisudineroa
QUIENNOCONOCELOSNGELESNO CONOCEMXiCO
Salvador.
Un
da fuimosaLiverpool,elseor querarega
arme
rifi:jedemillnymedio(cmoganabalosmillones)
una ~ ~ m s ~ de mediomilln,loqueyoquisieradeLiverpool.
edijequeno,por
qu
no vamosmejoraTepitoypuesalo
mejorencontramosunacamisa"msbarata,perosereenoj.
Entoncesledijoamimujer:
-Dgale aEnriqueque
no
me andedespreciando, lequise
comprarun trajeyunascamisasynoquiso.Siyoseloquiero
regalaresporquemenace,porquelosquiero,austedmuyen
especial,porqueaustednolaveocomounaamiga.laveo como
mihijaysushijassonmisnietas.
InclusivemishijasledeCanabueloycuando ibaala
casa
de
ustedesyohada deall'llorzarydeca:
-Si t
vasainvitar
la
comidayo te invitoaalmorzar,vamos
aalmorzaryluegovamos.a chacharearyluegotnosinvitasa
comer,unayuna.
Ya
queSalvadorconociestodelbailealhacerseamigode
.nosotrosmedijo:
-"Caballo",yanomequieromorir,yaquierovivir,estanboni
to... cmofuia despreciarestosmomentostan felicescon
ustedesdeloqueeselbaile. :.
Perofinalmenteselollevlasantsimamuerte,porquelamuer
iedesgraciadamentenocumpleantojos..
Claroestquealinteriordeestagran "familiadelbaile"y de
cadaunodelosgruposoasociacionesquesedanasuinteriorsUrge
laem'idia,laconfrontacin
y
lasrelacionesdecompeter..ca:
Celosdequeyobailomsquet,que
yo
soyelmejor;pero
cuandollega
un
extraoque le faltaauna
dama
olequiere
hacerpleitoaunodenosotros,hayunidad.Supongamos.por
ejemplo,queAlfredonome habla.estamosenojadosporque
lcreequebailamsqueyo yyo creoq!lebailo
ms
quel:
"Oye,yaseestnbronqueandoaAlfredo",entoncestodos
vamosadefenderlo,aunquedespus
ya
no
nos
volvamosa
-
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hablar. La gente extraa no tiene por qu meterse
con
l, se
enciende uno, como si fueramos de hl misma
familia
12
Tenemos entonces que dentro del
saln se
observan formas
de
terminadas de apropiacin del espacio, que tienen que ver con
el
funcionamiento
de
ciertos valores
y
jerarquas
sociales.
Estos par
metros se establecen con base
en
distinciones sociales en las que
lo ms importante no es nivel econmico alcanzado,
sino
el
tiempo
que se tiene de asistir
y
la habilidad para
el
baile. Sobra decir enton
ces que los buenos bailadores(as) obtienen
un
prestigio
muy
alto
al interior del saln, el cual est basado no en la posesin de dine-
ro
(recurso que suele ser escaso entre stos), sino en el dominio
de
un
conocimiento que adquiere un alto valor simblico.
Otra parte importante
de
la normatividad que opera en
el
sajn
consiste en el tipo de vestimenta que se considera adecuada para
asistir,
las
formas de trato con la pareja
y
la actitud que se
debe asu
mir
al
bailar. Con respecto
al
primer elemento,
tenemos que
existe
una mstica del cuerpo que se expresa a travs de la indumentaria:
el uso
de
vestidos entallados con objetos brillantes, corbata,
adems
de perfumes
y
sustancias para dar buen olor a la boca. Los dise-
os
especiales en
los
zapatos adquieren, por
supuesto,
singular rele-
vancia. De ah que una parte considerable de los asistentes lleven
su m ~ i o l ' ropa y durante las pausas acuden al bao para arreglarse.
En cuanto a las formas
de
trato con la pareja se observa que los
varones son quienes
toman
la
iniciativa
para sacar a bailara la
dama,
la cual tiene toda la libertad para aceptar o negar dicha
invitacin
Es muy visible el respeto que
hay
para
las
mujeres dentro del saln
y no se acostumbra que las parejas estn
f o r m ~ r a s
por miembros, '
de un mismo sexo.
La
forma de invitacin es mediante una seal
con
la mirada y un ligero moVimiento de cabeza o estirando el brazo
con la palma de la mano hacia arriba; estas seales pueden hacerse,
a cierta distancia (unos cuantos metros) o a pocos centmetros
de
la pareja.
12
Palabras de Enrique Peyrefitte.
1
1
J
QUIEN NO CONOCE
US NGELES
NO
CONOCE MXICO
57
r
especto a la actitud que se debe asumir para el baile tenemos
que a los hombres
se les e c G n o ~ e
sobre todo su habilidad corporal,
r
\
i
a principal cualidad que
Se-demanda
de las mujeres es que sepan
obedecer las indicaciones que la pareja les marca al bailar.
,
Todo
este conjunto de valores compartidos, dentro de los cules
predomina el enorme gusto que otorga la prctica
de
bailar deter-
minados gneros musicales
..
es lo que ha generado
un
colectivo cuya
configuracin identitaria tiene como soporte un territorio espec-
fico:el saln de baile.
Yo
SOY DEL
NGEL
PORQUE SIEflliO
QUE ESTE SALN ES MO
LA INFORMACIN que
se ha vertido hasta
este
momento
nos
pennite
entender
de
una manera ms profunda la importancia cultural que,
dentro del ambiente social de la ciudad, tiene el saln Los nge-
les.
En su interior se lleva a cabo una actividad recreativa que se
ha
constituido
ya
en toda una tradicin. El que la
mitad
de los asis-
tentes
acuda un da a la semana al saln demuestra que tal at::tividad
se ha constituido en un hbito, cuya recurrencia representa algo
muy
significativo
en
la vida cotidiana
de los
asiduos clientes.
13
Hay
tambin para quienes asistir a este lugar es
su
pnncipal actividad;
estas personas no dudan en afirmar categricamente que el baile es
su
vida.
El baile de pareja dentro del ambiente creado
en
el saln se
transforma en una actividad cultural que ayuda a mitigar los mlti-
ples
problemas existenciales dados por condiciones
de
vida adver-
sas.
La
gran
mayora de los entrevistados en el saln
nos
coment
que para ellos el baile significa un esc.ape, un recurso para olvidar,
un refugio, una descarga, esto es. una terapia.
El
efecto teraputico
que
tiene
la
prctica de dichos bailes den
tro
del
saln consiste, desde nuestro punto de vista, en que en tales
3Cabe sealar que, segn II encuesta.el 97 porciento de los entrevistados no acoso
lumbm asistir a otros lugares de recreacin. Los
pocos
que lo hacen indicaron que iban al
cine, al teatro de revista. al billary a lodo lo que sea gratuito .
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- f
v
s S
AMPARO SEVILLA
manifestaciones
se
conjuga
no
slo
la
posibilidad
de
realizar un
ejercicio fsico a
travs
del cual se saca la
tensin
nerviosa genera-
da por los mltiples problemas cotidianos, sino
que
adems es una
de las pocas oportunidades de disfrute corporal que ofrece esta
ciudad para las clases p o p u ] a r e ~ elcual es compartido
colectivamen-
te.
El hecho de que
se
pueda
disfrUt;lr
del
propio
cuerpo,
a travs
de la sincrona con el movimiento de otros cuerpos, genera una
fuerte sensacin de pertenencia social.
Convertirse
en
cliente
asiduo de
un
sajn de
baile ha significa-
do
tambin, para un amplio sector de
los migrantes
a
la
CIudad de
Mxico, Ulla apropiacin cultural que otorga una pertenencia
urbana. Dicho
en
otras
palabras, el consumo de este espacio brinda,
entre los sectores citados, la sensacin de integracin a la VIda
capitalina,
A
pesar del alto contenido simblico que guarda este lugar
para aquellos que disfrutan profundamente
de
los bailes
de
saln,
el futuro de ste y de los otros dos salones de baile, resulta ser
cada da ms incierto.
Su
cada vez menor
rentabilidad
y
los
proble-
mas internos de su funcionamiento, llevan al seor Nieto a la re-
flexin de que la venta del
inmueble le dara ms dinero
si
lo invier-
te
en el banco o en otro negocio.
.cabe sealar que los tres salones de baile que an existen en la
ciudad se rigen bajo
un
reglamento
()ficial que
les prohibe la venta
de bebidas alcohlicas y la entrada de meLlores de
edad,
a la vez
que tienen finnado
un
contrato colectivo de trabajo
con
el Sindi-
cato de Msicos Que no les permite poner msica grabada. ni aun
en el caso de que
el
local sea rentado para alguna ceiebracin par-
ticularJ
o
anterior
da
como
resultado qne
la
"ganancia" provenga exclu-
sivamente del pago de
l
entrada de los asistentes y la escasa venta
de refrescos y dulces, aunada a la inconveniencia de
o ~
gastos que
implica la contratacin de orquestas para que toquen durante todo
el tiempo que dura el baile.
Conel
fin
de lograr mayores ganancias,
los
empresarios de
los
salones de baile han tefljdo que rentar
sus
locales para
eventos
pri-
~ i
,1
QUIEN NO
CONOCE
LOS NGELES NO CONOCE
MXICO
59
11
11
1
vados. Organizan
tambiI:
baiies
e s p e c ~ . a l e s . e n
donde contratan
orquestas de renombre nacional
y o
iitfuad.'nal,
eventos
para
los cuales tienen que pedir
una
licencia que
les
permite vender
por ese da bebidas alcohlicas.
La agudizacin
de
la crisis econmica que estamos padecien-
do
se
ha dejado sentir
en
esto.s
lugares con
un
descenso notable
de
la
clientela.
Otro
agravante ha sido
el surgimiento
de muchos otros
espacios en los que se puede bailar con la msica que difunde la
radio
y/o que est de
moda,
con una tecnologa de luz y sonido
Ills sofisticada y la
venta de bebidas alcohlicas.
1bdo
ello produce
un panorama adveso para el funcionamiento de los salones de baile
y
como bien podr deducir el
mismo
lector, su futuro pareciera ser
muy
nebuloso.
Ante esta situacin
el
seor
Miguel Nieto, en
enero
de 1995, afirm:
Yo
creo que
los salones de baile estn destinados a la
extincin,
porque as
ha
sucedido en
todo
el
mundo.
No
es
posible que
una empresa privada siga teniendo una inversin determinada
por conservar una tradicin que ya
no es redituable
aunque
los
salones
de
baile
son como
dinosaurios
en
vas de e x t i n c i n ~
pero
en
una de sas
se quedan, como
las tortugaS o
los
cocodri-
los, para siempre. aunque todo parece indicar que
si no
los
cuidamos va a ser prxima su desaparicin.
Casi dos aos despus de esa declaracin,
el
mismo seor Nieto
en otra entrevista nos inform'que vea
como un
hecho inminente el
cierre de su saln, dado que adems de ya
no
ser redituable le
estaba generando prdidas. Dicha declaracin se difundi a u:avs
de varios medios, con la psima noticia de que probablemente ello
sucedera el da en el que el saln cumple su sesenta aniversario,
esto es, el 2 de agosto del ao en curso. Poco tiempo antes de esta
fecha,
el seor Nieto recapacit y est pensando nuevas frmulas
para evitar el cierre del saln.
TomU1.doen cuenta que dicho acontecimiento afecta severa-
mente
la vida de quienes han hecho del saln su lugar de enC lentro
http:///reader/full/espec~.ales.enhttp:///reader/full/Tom%E1%95%B1.dohttp:///reader/full/espec~.ales.enhttp:///reader/full/Tom%E1%95%B1.do -
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t
AMPARO SEVILLA
consigo mmos y con los dems, es que considerarnos pertinente
entrevistar a un nmero
suficiente
de clientes para saber
qu tan
en
terados estn de la posibilidad de
que
el saln deje de funcionar,
al respecto y qu piensan hacer si es que se da el caso.
Los resultados
de
estas entrevistas fueron los siguientes:
De los 30 entrevistados, la mitad s saba del rumor sobre el
cierre y la otra
mitad
no.
Los
primeros
son
mayores de 50
aos
y
con
cinco a 60 aos
de
asistir
al
saln; todos son
clientes que
acu
den
COl1
frecuencia, o sea, desde cada 15 das hasta tres veces
3
la
semana y la mayor parte de los enterados son
varones.
Entre los que
no saban de esta posibilidad encontrarnos el mismo nmero de
hombres y rnuji rcs, todos
ellos
S0n tambin
mayores
de 40
aos
y
acuden con mucha
frecuencia
al
saln,
pero a diferencia de
los
pri
meros, llevan pocos aos
de
ir al mismo (con excepcin
de
dos
clientes que tenan 15 y 18 aos de visitar el saln).
Entre las opiniones sobre el posible cierre se dio que
el
50 por
ciento de los clientes expres mucho desconcierto y tristeza,
como fue el caso
de
un bailador que
lleva
30 aos de asistir
al saln
y coment: "si cierra me sentira muy mal porque aqu tengo
muchos recuerdos de
mi
juventud". Adems de esa mitad cuatro
personas afirmaron categricamente que el saln no puede dejar de
funcionar, entre
stas
tenemos por ejemplo quien seal: "no es ver-
porque esto es un buen negocio. Si as fuera y me pongo a
llorar, t no sabes el escndalo que yo armo". O quel otro cliente
que lleva
ms
de
38
aos visitando el saln y que dijo: "s lo
van
a
cerrar, pero en diciembre lo van a abrir bien, aunque si lo cierra l
uno
si
10
resiente, uno que ya tiene mucho tiempo viniendo, pues
si se
;,iente ya
que este lugar (la dulcera)
es
casi nuestro desde el
ochenta".
Otro tipo de opinin dieron dos personas quienes informaron
que haban
escuchado
que slo lo iban a abrir los martes y domingos
y otras dos consideraron que ello se iba a hacer por remodelacin,
sin omitir una opinin personal al respecto. Solamente una persona
opin que le pareca bien que cierren el saln porque el piso yad
necesita ser reparado, con
lo
cual se puede deducir que dicha per
sona recomienda
un cierre
tem:JOral.
QUIEN NO CONOCE LOS NGELES NO
CONOCE
MXICO
Al preguntar qu haran si es que l
saln
llega a
tas, recibirnos
las
siguientes respuestas. La
entonces se va ir a
bailar
a otro
saln,
torno por ejemplo,
un
hombre
de 53 aos, 16 de los cuales neva asistiendo los martes y jueves
al
saln, indic
lo
siguiente: Segurainente buscara
algo
parecido
a
este saln
porque sto es mi vida, t sabes
la costa. Yo escucho
esta msica y
todo
lo que Uevo adentro
se me
alborota."14 Otra perso
na
que,
como la anterior, acude nicamente al saln Los ngeles y
desde
hace V(lrlOS
aos,
un tanto
bloqueada al pensar
\obre
dicha
probabilidad contest:
No
pUede ser cierto,
ni
lo digas, yo no quisiera ir a otro
lado,
dejara entonces
de
salir a bailar. Yo
soy de
Veracruz y desde
que vivo aqu no he dejado de venir. Vivo muy cerca del saln
y
puedo
darme
vueltas
a
mi
casa porcualquier
cosa, adems
de
que es muy barato y muchas veces
me
pagan la entrada.
Otra mujer de aproximadamente 55 aos de
edad
Yque lleva
15 aos asistiendo exclusivamente a este saln afirm con mucha
conviccin: "yo hara un mitin". .
Entre los treinta entrevistados encontramos que doce perso
nas son clientes que asisten exclusivamente al saln Los ngeles,
debido
a varias razones: "ste es el
mejor",
"es el que me queda ms
cerca", "se presentan las
mejores
orquestas", "T le gusta
mucho
el
ambiente porque conozco a muchas gentes", "yo aqu tengo
mi
am
biente
y
mis
parejas para bailar', "yo slo
voy
a otros
lugares cuan
do hay eventos muy especiales".
Algunas
personas
nos
comentaron
que si han ido a conocer otros lugares, pero O les
han
gustado tanto
como el saln "Los ngeles", ya
que,
segn sus propias palabras:
-Yo he ido a otros salones por el metro Hidalgo, pero no me
gustaron porque venden bebidas alcohlicas y yo voy a bailar.
Adems estn muy chiquitos y no se puede bailar bien.
14Se
trata
de un hombre de
53 aos
de ogeo cubano.
~ . ; . . ; ~
_ . . ; ~ : _ -
-
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AMPARO SEVILLA
Il
-Yo fvi al
Cand;::}a perot :l0
me gust porque va otro tipo de
gente, t a m p o c o - v n g o ~ ' E b s ngeles cuando hay evento, por
la misma razn.
-Nada ms me gusta el ambiente de este saln, pues vienen
hombres solos para bailar en cambio en otros lugares hay que
llevar pareja.
1:
Por otro lado tenemos aquellos dientes (17 personas) que
adems de ir al saln Los ngeles. acostumbran visitar otros lu
gares pal a bailar, porque: "ns pued0 bailar otro tipe de I!lsica",
"me gusta el danzn y voy a todos los lugares donde
1
tocan", "en
otros lugares me puedo echar mis cubas". Los lugares ms visita
dos son, segn el nmero de mencioneS:' Ca1ifornia, Colonia,
1,
'h
Frum, L a Prensa, Hidalgo. Reforma, Riviera, Shada, Candela y el
Centro de Convenciones.
Sin que haya
un
consenso entre todos los clientes que asisten
al saln Los ngeles sobre qu es lo que se podra hacer para evi
tar el cierre, lo que
s
es evidente es que en caso de que ello ocurra
significara una prdida irreparable para todos aquellos que han
f
hecho del baile una liturgia.
Los ngeles, al igual que los otros dos salones de baile que
existen en la capital, podra caracterizarse como un espacio cuya
.,
funcin es la recreacin colectiva dada a travs de la expresin cor
poral. Dada su forma de funcionamiento representa uno de los pocos '
espacios que ofrece la ciudad para el encuentro y la comunicacin
directa entre ciertos sectores de las clases populares. Como lugar de
creacin y reproucci;-: de identidades populares urbanas, valen
todos los esfuerzos tericos y prcticos que contribuyan para su
mantenimiento en una ciudad en cuyo horizonte se abre un hilo de
esperanza para el cambio.
BIBLIOGRAFA
CASASOLA, Gustavo (1978),
VI Siglos de Historia Grfica de Mxico 1325-
1976, Edit orial Gustavo Casasola, Mxico.
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Mxico: ensayo de construccin de una historia
INAH,
Mxico. Coleccin Cientfica, 61, pp. 189-200.