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Psicología EducativaVol. 16, n.° 2, 2010 - Págs. 115-133

Copyright 2010 by the Colegio Oficial de Psicólogos de MadridISSN: 1135-755X - DOI: 10.5093/ed2010v16n2a3

Percepción del Clima Motivacional de Clase en Estudiantes Adultosno Universitarios

Perception of Classroom Motivational Climate in Adult Non-University Students

Jesús Alonso Tapia y Mª Adelaida Moral BoschUniversidad Autónoma de Madrid-España

Resumen. El presente estudio tiene dos objetivos: a) Comprobar en qué medida el ClimaMotivacional de Clase (CMS) constituido por las pautas de actuación del profesor tiene lasmismas características e implicaciones para los adultos no universitarios que las que se hanencontrado en adolescentes utilizando el Cuestionario de Clima Motivacional de Clase(CMCQ) (Alonso Tapia y Fernández (2008); y b) comprobar en qué medida modulan lapercepción del clima de clase: 1) las características motivacionales con que los alumnosacceden a clase y 2) las características de los profesores que las imparten y condicionan suspautas de actuación. Los resultados obtenidos tras examinar con el CMCQ y otros cuestio-narios a 185 estudiantes adultos no universitarios y realizar análisis confirmatorios, multi-grupo, de correlaciones y de regresión han puesto de manifiesto las semejanzas y diferen-cias en la percepción del CMC entre ambos colectivos, en las consecuencias de la misma yen los factores que la afectan, resultados con importantes implicaciones teóricas y prácticasque se comentan en el artículo.Palabras clave: clima motivacional de clase, educación de adultos, metas de los alumnos,teoría de metas, calidad del entorno de aprendizaje, intervención educativa.

Abstract. This paper has two objectives. Firstly, to know if the Classroom MotivationalClimate questionnaire (CMC), developed by Alonso Tapia and Fernández (2008), has thesame characteristics and implications in adult non-university students as in secondary/highschool students. Secondly, we aimed to find out to what extent the following factors affectperception of class climate: a) the motivational characteristics of the students, and b) themotivational characteristics of their teachers. Results obtained after giving 185 adult non-university students the questionnaires, and carrying out confirmatory factor analysis, multi-group analysis, and correlation and regression analysis, showed similarities and differencesin CMC perception between the two groups, in its consequences, and in the factors on whichit depends. These results have important theoretical and practical implications which arecommented on in the study.Key words: classroom motivational climate, adult education, classroom goal structure, stu-dents’ goals, goal theory, learning environment quality, educational intervention.

Durante el curso académico que la segunda auto-ra estuvo como orientadora en un centro educativode adultos no universitarios, ésta tomó conciencia

del hecho de que los profesores consultados atribuí-an la falta de rendimiento de sus alumnos a causastotalmente ajenas a factores motivacionales. Lasexplicaciones iban desde la falta de capacidad cog-nitiva, hasta el desconocimiento de estrategias y téc-nicas para estudiar o simplemente la presencia de

La correspondencia de este artículo dirigirla a: Jesús Alonso-Tapia.Facultad de Psicología. Universidad Autónoma. c/ Iván Pavlov, 6.Madrid. E-mail: [email protected]

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hechos externos muy estresantes que “obligaban” alos estudiantes a abandonar. La motivación se inter-pretaba como un suceso externo aleatorio que podíadarse o no de manera espontánea dentro de unaclase, pero que siempre escapaba al control del pro-fesor. Al tener la creencia de que era un factor incon-trolable, los profesores consultados no invertían eltiempo y el esfuerzo suficiente como para crear unclima motivacional que pudiera ser beneficioso parasus alumnos. Estos hechos, motivaron la realizaciónde este trabajo, que aparece con la idea de conocermás sobre la motivación de los estudiantes adultosno universitarios y de cómo se relaciona esta moti-vación con el rendimiento académico, así como depoder ofrecer a los profesores sugerencias sobrecómo producir mejoras en los procesos motivacio-nales de sus estudiantes y de sí mismos, como pasoprevio para solucionar muchos de los problemasacadémicos de esta población.

La cuestión sobre qué hacer para motivar se hainvestigado de forma extensa tanto en el contexto dela Enseñanza Primaria, como de la EnseñanzaSecundaria y de los estudios universitarios. Sinembargo, ¿qué ocurre con los estudiantes adultos nouniversitarios? Es notable la inexistencia de estudiossignificativos en este ámbito. Tal y como plantea elproblema la mayoría de la investigación consultada,la clave está en que, dentro de una clase, siempre secrea un contexto de trabajo definido por las pautas deactuación de los profesores, que se llama clima moti-vacional de aula. Este clima, se supone, por un lado,que está influido por las características motivaciona-les de los profesores, esto es, por sus metas y susexpectativas docentes en cuanto a la posibilidad demotivar, por su optimismo o su pesimismo generali-zado, y por su actitud ante el uso de la competición(Alonso Tapia, 1992a). Y, por otro lado, se suponeque influye en distintos aspectos de la motivación delos alumnos -metas, intereses, habilidad percibida yesfuerzo con que se enfrentan a la tarea académica(Alonso Tapia y Fernández Heredia, 2008, 2009;Renninger, Hidi & Krapp, 1992; Bandura, 1997).Además, de forma indirecta o a través de tales aspec-tos parece tener consecuencias tanto en su rendimien-

to académico como en la satisfacción que reportancon respecto al profesor que les enseña la asignatura.

De esta manera, parece ser que el docente no solono es un simple observador de los hechos motivacio-nales que ocurren dentro de su clase, sino que, nopuede no influir en la motivación de sus estudiantes.

Las suposiciones anteriores sugirieron la conve-niencia de estudiar los tres problemas siguientes enlos sujetos adultos no universitarios:

a) Primero, si las características que configuranel clima motivacional de clase (CMC) son lasmismas que para otros niveles académicos.Para ello, nos hemos basado en los estudiossobre el CMC de Alonso Tapia y Fernández(2008, 2009) realizados con adolescentes,debido a los excelentes resultados psicométri-cos que se han obtenido.

b) Segundo, averiguar cuál es el grado en que lascaracterísticas motivacionales de profesores yalumnos afectan a la percepción del CMC porparte de los segundos. Nos hemos apoyadotanto en los supuestos sobre la relación entrecaracterísticas motivacionales de los docentesy CMC descritos por Alonso Tapia (1992a)como en nuestros propios supuestos sobre larelación entre la orientación motivacional delos estudiantes y el modo en que puede afec-tarles en su percepción del CMC.

c) Tercero, identificar cuál es el grado en que elCMC afecta las características motivacionalesde los estudiantes sensibles al contexto -intere-ses, habilidad percibida, expectativas de éxitoy esfuerzo por aprender de los alumnos enrelación con la tarea-, objetivo para el que noshemos basado en los trabajos de Alonso Tapiay Fernández (2008, 2009).

Partiendo de las suposiciones anteriores, las pre-guntas que nos formulamos fueron las siguientes:

1. ¿Cuáles son las variables que definen el CMCen la población de adultos no universitarios?¿Son las mismas que en los adolescentes?

2. ¿Cuáles son los factores personales de losalumnos adultos que modulan la percepción delCMC?

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3. ¿Cuáles son los factores personales de los pro-fesores que modulan la percepción del CMCpor parte de los alumnos?

4. ¿Las diferencias entre los perfiles motivaciona-les de los profesores de adultos son lo suficien-temente significativas como para obtener dife-rencias significativas en los diferentes CMCque generan?

5. ¿Qué efecto tiene el CMC percibido en el inte-rés, la habilidad percibida, el esfuerzo y lasexpectativas de resultado y, a través de éstas,en la satisfacción y el rendimiento?

Marco teórico

¿Qué supuestos han servido de base para orientarla realización de este trabajo? Son de distinto tipo,por lo que se presentan organizados en torno a dis-tintos enunciados.

1) Los profesores tienen diferentes patrones deenseñanza que podrían influir en la configura-ción del CMC de un aula.

Los estudios consultados, sugieren que las varia-bles motivacionales de los profesores que puedeninfluir en el patrón de enseñanza que luego desarro-llan en la clase son las siguientes: a) actitud de recha-zo de trabajo en grupo: el profesor prefiere el uso deestrategias que se centran en valorarse a sí mismocomo docente a través de los resultados de sus estu-diantes y por tanto no tiene mucha confianza en sercapaz de motivar; b) optimismo motivacional: el pro-fesor tiene expectativas altas de auto-eficacia e inver-tirá más esfuerzo en motivar a sus alumnos; c) acti-tud favorable al uso de la competición: el docentecree en el uso de la comparación o de la amenaza quesupone el suspenso como elementos motivadores; ypor último, d) pesimismo generalizado: el profesorsupone que los factores externos a la actividad deaprendizaje tienen un papel muy determinante en lamotivación, así que piensa que apenas los puede con-trolar o compensar. (Alonso Tapia, 1992a).

Por su parte, el concepto de “clima motivacionalde aula” se refiere al conjunto de patrones de actua-

ción del profesorado que configuran el entorno deaprendizaje de los alumnos (Ames, 1992). Se creócon la intención de relacionar las metas de logro delos alumnos con los factores ambientales de unaclase. La mayoría de los estudios consultados, indi-can que los patrones de enseñanza que configuran elCMC pueden facilitar o dificultar el predominio delas metas de aprendizaje entre los estudiantes. Enconcreto, el trabajo de investigación de AlonsoTapia y Fernández Heredia se basa en esta premisa yconstruye su instrumento de evaluación CMC-Q, apartir de una síntesis de las siguientes estrategias deenseñanza facilitadoras de un CMC de aprendizajerecogidas por Alonso Tapia y Pardo (2006) y Urdany Turner (2005):

1º) Al inicio de las actividades de aprendizaje,hay que activar la intención de aprender. Para ello,se deberían usar estrategias de presentación de infor-mación nueva o sorprendente o usar tareas quemuestren la utilidad de lo que se va a enseñar (Alon-so Tapia, 2005 a y b; Keller, 1985).

2º) Durante las actividades de aprendizaje, esnecesario mantener la atención de los alumnos cen-trada en el proceso más que en el producto deaprendizaje. Para ello, sería conveniente: a) cuandose introducen nuevos contenidos o actividades, pro-curar focalizar la atención estudiantil en el procesode aprendizaje y en metas intrínsecas, en lugar de enlos resultados, la comparación social o la evaluación(Urdan y Turner, 2005). También deberían elaborarun plan de actividades que le ayuden a seguir lasexplicaciones y a auto-regularse; b) cuando se da lainformación y las explicaciones, el profesor debeasegurarse que sus alumnos están teniendo unaexperiencia de comprensión y competencia persona-les en su asignatura (Assor y Kaplan, 2001). Paraello, hará uso de un discurso jerárquico y coherente,realizará una inducción a la participación y el uso deilustraciones y ejemplos para que los estudiantespuedan construir representaciones mentales másconcretas de las ideas abstractas (Alonso Tapia yLópez, 1999); c) en la interacción con sus alumnos,el profesor, debería: permitirles participar de formaespontánea, escucharles con atención, pedir más

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explicación a las respuestas dadas si fuera necesario,reforzarles al participar, señalar los elementos o res-puestas positivas aunque estén incompletas, pregun-tar por las razones que están detrás de las respuestasincorrectas, y tener tiempo para atender a los estu-diantes que pidan ayuda o evitar la comparaciónentre alumnos, para favorecer la percepción deigualdad; d) y, por último, cuando es necesario pro-poner actividades de aprendizaje que impliquenindependencia en el estudiante, el profesor debe:sugerir el establecimiento de metas personales, ofre-cer opciones, enseñar a sus alumnos a preguntarse“¿cómo puedo hacerlo?”, sugerir la división de ta-reas en pasos más pequeños, quitarle importancia ala petición de ayuda, dando feedback y ayuda tantocomo sea necesario, subrayando el progreso indivi-dual y el papel activo del estudiante en el mismo yprocurando ajustar el ritmo de trabajo (Pardo yAlonso Tapia, 1990).

3º) Al finalizar las actividades de aprendizaje, odurante las mismas, siempre y cuando haya quehacer una valoración del trabajo realizado. La eva-luación puede influir de manera positiva en la moti-vación si es una evaluación para el aprendizaje, ypor tanto, cumple con las condiciones siguientes: a)ofrece información al estudiante o profesor quepuede ayudar al estudiante a resolver dificultades ya autorregular su aprendizaje; b) usa tareas queimplican novedad y explicitan el tipo de metas alograr, así como los factores de los estudiantes quefavorecen el cambio conceptual y procedimental, ysi dan ayuda específica, está basada en la evalua-ción; c) y por último, si los profesores evitan mensa-jes y prácticas de aula que señalen la relevancia dela evaluación para objetivos extrínsecos a la propiacomprensión de los contenidos. (Self-Brown yMathews-II, 2003).

2) Cada alumno tiene unas características moti-vacionales diferentes y es posible que éstascondicionen su percepción del CMC.

Se llaman metas de logro a los objetivos persona-les que suele buscar preferentemente un estudiantecon su trabajo académico, objetivos que pueden serde dominio (mastery), de desempeño (performance)

o de evitación (avoidance) (Alonso Tapia, Huertas yRuiz, 2010).

Si la meta de logro es de dominio, el alumno tieneorientación a aprender y disfruta cuando lo consi-gue. Si la meta de logro es de desempeño (resulta-do), el estudiante busca más bien un lucimiento per-sonal –a menudo concretada en la calificación- si eldesempeño está asociado a la ejecución, o busca laevitación de la experiencia emocional negativa aso-ciada al hecho real de fracaso, si el desempeño estáasociado a la evitación (Covington, 2000; AlonsoTapia, 2005a). En ambos casos, el desempeño estáasociado con el resultado en los aprendizajes a largoplazo, siendo preferibles las metas de “logro deaprendizaje”.

La meta de logro de un estudiante, puede influiren su percepción del CMC y por lo tanto, en el pre-dominio de un tipo de meta u otro dentro de esaasignatura en concreto. ¿Cómo interactúa la metade logro del estudiante y el clima motivacional declase? Es posible que una estructura motivacionalde clase orientada a aprendizaje permita lograr bue-nos resultados no sólo de alumnos que buscanaprender, sino también de los que buscan otrasmetas (Brophy, 2005).. Por ejemplo, los alumnoscuya meta es el resultado (desempeño) se podríanadaptar a una situación de aprendizaje. Y también esposible que un estudiante con metas de dominio enun CMC altamente competitivo pueda tener dificul-tades motivacionales porque este clima chocará consus metas (Alonso Tapia y Fernández Heredia, 2008;Bobbitt, 2007).

3) El CMC afecta las características motivacio-nales de los alumnos sensibles al contexto yque influyen en el rendimiento.

Se entiende por características motivacionales delos alumnos ligadas sensibles al contexto los intere-ses, la habilidad percibida, las expectativas de resul-tado y el esfuerzo con los que se enfrentan a las ta-reas académicas (Alonso Tapia, 2005b). Pues bien, lainvestigación indica que el CMC influye en estascaracterísticas de los estudiantes del modo siguiente.

En primer lugar, parece ser que el interés que untema o una asignatura dada despierta en un alumno

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no depende sólo de que éste tenga una predisposi-ción relativamente permanente de acercamiento oevitación a una situación académica dada, sino quetambién es sensible a las características de la situa-ción, es decir, depende de condiciones educativasexternas, siendo susceptible de ser influido porestas. Las condiciones externas han de ser, pues, lasadecuadas como para poder despertar el interés en elalumno (Hidi, 2006). ¿Qué condiciones educativasson las más adecuadas para fomentar interés?Según la segunda premisa teórica de la que hemospartido, es preciso al introducir una tarea utilizarestrategias que activen la curiosidad –plantear inte-rrogantes, presentar hechos que rompan las expecta-tivas del alumno, plantear desafíos razonables-, yfacilitar la atención al proceso, la autoevaluación yla atención a la experiencia de progreso durante latarea y al final de la misma (Alonso Tapia, 2005b,Urdan y Turner, 2005).

En segundo lugar, parece ser que la habilidadpercibida para hacer frente a una tarea es sensible alCMC, clima que parece influir tanto en las expecta-tivas de autoeficacia como en las expectativas deresultado de los alumnos (Bandura, 1977, 1987,1997). El concepto “expectativas de auto-eficacia”se refiere al grado en que el alumno cree que escapaz de hacer o no lo necesario para conseguir elobjetivo de que una tarea, mientras que el concepto“expectativas de resultado” se refiere al éxito o fra-caso que el estudiante anticipa. En muchos casos, eldocente supone que ambos tipos de expectativas sondifíciles de cambiar. Sin embargo, parece que unentorno que oriente a los alumnos hacia el dominiode la tarea puede ofrecer experiencias de éxito sufi-cientes, como para influir positivamente en ambas(Bandura, 1987; Bobitt, 2007).

Finalmente, en tercer lugar, el CMC parece influiren el esfuerzo por aprender que el estudiante invier-te en la asignatura dada y por tanto, en la meta queacaba adoptando en esa clase. Ahora bien, el esfuer-zo en sí mismo contribuye a la experiencia de apren-dizaje y de progreso y estará probablemente ligado ala satisfacción con la materia y con el profesor quela enseña. Así que, a la pregunta de ¿cuál es la rela-

ción entre esfuerzo y satisfacción? Parece que lainvestigación indica la existencia de una relaciónbidireccional entre ambas variables que parece quese retroalimentan la una a la otra. Y ¿cómo se rela-ciona el CMC con el esfuerzo? La investigaciónconsultada indica que un CMC de dominio, producemucho más esfuerzo en los estudiantes que uno dedesempeño (Alonso Tapia y Fernández Heredia,2008, 2009).

4) El CMC orientado al aprendizaje afecta posi-tivamente producir tanto a la satisfacción delestudiante con su profesor, como a su rendi-miento académico.

Parece ser que cuando un profesor logra con suspatrones docentes configurar un CMC de aprendiza-je, suele dar lugar a un clima de aula percibido porlos alumnos como orientado al aprendizaje. Es untipo de CMC que suele mejorar el grado de satisfac-ción del estudiante con su profesor, pero siempre ycuando se consiga que el estudiante adopte en lapráctica una meta de aprendizaje en esa asignatura(Alonso Tapia y Fernández Heredia, 2008, 2009).

Además y en segundo lugar, cuando se adopta unCMC orientado al aprendizaje, se lleva a cabo eltipo de evaluación que ya hemos llamado en esteresumen evaluación para el aprendizaje. Recorde-mos que a modo de estrategia de enseñanza facilita-dora de un CMC de aprendizaje, el tipo de evalua-ción que puede producir una mejora en los resulta-dos académicos, a de ser informativa, hacer explíci-tas las metas a seguir y estar centrada en la compren-sión (Self-Brown y Mathews-II, 2003; Alonso Tapiay Pardo, 2006).

En función de estos supuestos teóricos, elabora-mos las siguientes hipótesis que contrastamos en laparte empírica de nuestro trabajo:

a) Cabe caracterizar el Clima Motivacional deClase del mismo modo en el caso de los alum-nos adultos que en el de la población de estu-diantes adultos no universitarios, esto es, losdistintos componentes del clima de aprendiza-je descritos por Alonso Tapia y Pardo (2006) yAlonso Tapia y Fernández Heredia (2008)tienden a ser percibidos en asociación.

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b) En la medida en que el CMC esté orientado alaprendizaje en una asignatura, cabe esperarque serán mayores el interés, la habilidad per-cibida, las expectativas de resultado y elesfuerzo por aprender invertido por los estu-diantes en dicha asignatura.

c) En la medida en que promover las característi-cas motivacionales señaladas en el punto “b”puede generar emociones positivas en losalumnos, cabe esperar que el CMC influya demanera positiva en la satisfacción con el pro-fesor.

d) En la medida en que movilizar las característi-cas motivacionales indicadas, produce unainfluencia del CMC en la satisfacción con elprofesor, cabe esperar que también influya demanera positiva en el rendimiento académico.

e) Se espera que un profesor actúe de maneradiferente en un aula según las metas que persi-ga con su práctica docente y que, en la medidaen que estas metas se orienten al aprendizaje,influirán positivamente en la percepción delCMC en su aula.

f) Así mismo, cabe esperar que en la medida enque la orientación motivacional de los alumnosal acceder a clase se centre en el aprendizaje oal resultado, la percepción del CMC se verá

afectada en función de la congruencia entre elCMC real creado por el profesor y la orienta-ción motivacional.

A continuación se indica cómo se realizó el traba-jo empírico de nuestra investigación.

Trabajo empírico

Método

Muestra

La muestra para este estudio está compuesta de185 sujetos estudiantes adultos no universitarios,52.4% mujeres y 47.6 % hombres. Provenían decuatro centros distintos: 62.7% del Centro deAdultos Polígono de la localidad de Toledo, 16.2%de la Escuela de Adultos La Sisla de la localidad deToledo, 10.3% del Centro de Adultos de la localidadde Illescas y 10.8% del Centro de Adultos TeresaEnríquez de la localidad de Torrijos. Estaban distri-buidos en cuatro cursos de Educación SecundariaObligatoria Para Adultos, (ESPA): 5.9% de 1º;34.1% de 2º; 31.9% de 3º y 28.1% de 4º.

En la Figura 1 puede verse que las edades de lamuestra de estudiantes eran muy diversas, estando

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Figura 1. Distribución de la muestra por edad

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entre los valores extremos de 16 hasta 53 añosambos incluido. La media de edad fue 24.5 y la des-viación típica, 12.14.

En cuanto a la muestra de profesores, estuvoconstituida por 12 personas- 7 mujeres y 5 hombres-de los cuatro Centros de Adultos participantes, conuna edad media estimada de unos cuarenta años, yaque nos fue imposible obtener la edad real.

Materiales

a) Se ha usado el Cuestionario de ClimaMotivacional de Aula, CMC-Q (Alonso Tapiay Fernández Heredia, 2008). Este cuestionarioevalúa el clima motivacional del aula en fun-ción del grado en que los profesores se caracte-rizan por usar las dieciséis pautas docentes queaparecen en la Tabla 1. Los ítems se contestanen una escala Likert de cinco puntos, mediantela que los alumnos señalan su grado de acuer-do con el contenido del ítem, y son de tipopositivo y negativo para evitar los efectos de la

aquiescencia. Las características psicométricasdel CMC-Q son satisfactorias –consistenciainterna según las muestras .92 y .93, habiéndo-se obtenido una validez muy adecuada tanto enlos análisis confirmatorios, como de correla-ciones y de regresión.

b) En el estudio original se construyeron expresa-mente una serie de Escalas de Validación delCMC-Q, escalas que también van a ser utiliza-das en nuestro estudio. En concreto se añadie-ron ocho ítems que se agrupan en dos escalas,una de motivación y otra de satisfacción. Losítems que integran la escala de motivación eva-lúan, respectivamente, el interés por la materia,la habilidad percibida, el esfuerzo y las expec-tativas de éxito. Correlacionaron de formapositiva y significativa con la puntuación en elCMC-Q pero, dada su redacción, pueden ac-tuar como antecedentes o consecuentes delclima motivacional de clase percibido (verAlonso Tapia y Fernández Heredia, 2008).

c) Con el propósito de evaluar si las orientacionesmotivacionales influyen en la percepción del

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Tabla 1. Pautas docentes evaluadas por el CMCQ y la escala-criterio, con ítems ejemplo

CMCQ Variables

El profesor usa situaciones novedosas. Este profesor presenta a menudo información nueva que hace que aumente nuestro interés.El profesor evalúa los conocimientos precios. Este profesor explora lo que sabemos sobre un tema antes de explicarlo.El profesor relaciona diferentes temas. Este profesor trata de ayudarnos a relacionar las nuevas ideas con lo que ya sabemos.El profesor fomenta la participación. A este profesor le gusta que participemos, nos escucha y responde a nuestras preguntas.Los mensajes de este profesor orientan al aprendizaje. A este profesor le gusta que disfrutemos aprendiendo cosas nuevas.Los objetivos de aprendizaje están claros. (-) Este profesor cambia a cada momento y esto nos llena de confusión.La actividad está bien organizada. En esta clase las instrucciones par alas tareas están clara por lo que sabemos qué es lo que tenemos que hacer.El profesor promueve la autonomía. (-) Este profesor nunca nos da libertad para elegir cómo o con quién trabajar.El profesor enseña a trabajar paso a paso. Este profesor explica paso a paso y eso hace que sea fácil entenderle.El profesor usa muchos ejemplos. (-) Este profesor casi nunca pone ejemplos y eso hace que sea difícil entenderle.El profesor lleva un ritmo adecuado. Este profesor se adapta a nuestro ritmo de aprendizaje dándonos tiempo para pensar.El profesor proporciona retroalimentación que ayuda a aprender de los errores. Este profesor te hace sentir que puedes aprender de los errores.El profesor evalúa “para” ayudar a aprender. (-) Este profesor te pone exámenes que tienen poco que ver con lo que se ha hecho al trabajar en clase.El profesor elogia los progresos de los alumnos. Este profesor elogia nuestros esfuerzos por aprender siempre que tiene ocasión.El profesor trata a los alumnos con equidad. (-) Este profesor presta más atención a los alumnos más inteligentes.El profesor se preocupa por cada alumno. (-) hay pocos alumnos que hagan preguntas porque este profesor es muy distante y no suele ayudar.

Escala criterio

Satisfacción con el trabajo del profesor. Si se pudiese escoger profesor, aconsejaría escoger al mío.

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CMC, se aplicó a la muestra de estudiantes elCuestionario de Evaluación de la Motivaciónen Sujetos Adultos, MAPE-3 (Alonso Tapia yHuertas, 2000), que permite definir dos dimen-siones y unir dos tipos de orientaciones moti-vacionales (orientación al aprendizaje versusorientación al resultado). Las siete escalas deque consta son: miedo al fracaso, deseo deéxito y reconocimiento, motivación externa yansiedad facilitadora del rendimiento, escalasque integran el factor “Orientación al resulta-do”, y las escalas motivación por aprender, dis-posición al esfuerzo, y desinterés por el trabajoy rechazo del mismo, que integran el factor“Orientación al aprendizaje”. Las característi-cas psicométricas del MAPE-3 son satisfacto-rias, con una consistencia interna media (alfade Cronbach) de 0.79.

d) A los profesores, se les aplicó el Cuestionariode Expectativas y Actitudes Motivacionalesdel Profesorado, AMOP-B (Alonso Tapia,1992), que incluye cuatro factores diferentesque intervienen en los patrones de enseñanzade los profesores. Se justifica la elección deeste cuestionario porque, como ya hemos indi-cado, hay evidencia empírica de que los facto-res motivacionales de los profesores afectan almodo en que actúan en clase, e influyen en laspercepciones de CMC por parte de sus alum-nos. Si bien este influjo aún no ha sido com-probado aún en el caso de los adultos. Lasescalas correspondientes a estos factores son:a) Escala de rechazo del trabajo en grupo yactitud pesimista respecto a la posibilidad demotivar; b) Escala de optimismo motivacionaly de orientación al proceso; c) Actitud favora-ble al uso de la competición y la amenaza yorientación al resultado; y d) Escala de pesi-mismo generalizado.

Procedimiento

Se indicó a los estudiantes que debían responder

al CMCQ en relación con lo que percibían en unaasignatura concreta -Geografía e Historia; Cienciasde la Naturaleza; Lenguaje; Matemáticas; Enseñan-za Globalizada (una adaptación curricular grupal nosignificativa de las asignaturas de Geografía eHistoria, Ciencias de la Naturaleza, Lenguaje,Matemáticas e Inglés); e Inglés. A continuación, seles aplicó el MAPE-3 durante una sesión de tutoríade unos 50 minutos. Por su parte, a los profesores seles pidió que rellenasen el cuestionario AMOP-B.

Análisis de datos

Una vez recogida la información de los cuestiona-rios, se llevaron a cabo los siguientes análisis:

1) Con carácter piloto, debido al limitado tamañode la muestra, se usaron técnicas de análisisconfirmatorio del programa Amos para estimarel modelo base que hemos extraído de las con-sideraciones teóricas (AFC1). Se han obtenidolas estimaciones usando el método de máximaverosimilitud. La valoración del ajuste delmodelo se llevó a cabo usando índices de ajus-te absolutos (x2, x2/df, GFI), índices de ajusteincremental (IFI) e índices de ajuste no centra-lizados (CFI, RMSEA), y como criterio para laaceptación o el rechazo del grado de ajuste delmodelo se utilizaron los niveles descritos porHair y col (2006).

2) A continuación se realizó un estudio de validezcruzada de los resultados de nuestro estudiocon el de Alonso Tapia y Fernández (2008)mediante análisis confirmatorio multigrupo(AFC2). Se usó la muestra de alumnos deBachillerato del estudio original y nuestramuestra de adultos. El modelo inicial se utilizócomo base para hacer las comparaciones sinrestricción alguna de igualdad de parámetrosentre las muestras. Posteriormente, se compa-raron otros dos modelos con el modelo inicialen los que se impusieron restricciones paradiferentes conjuntos de parámetros: a) Elmodelo en el que se impone la igualdad de los

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pesos en la regresión y b) el modelo en el quese impone la restricción adicional de que lasvarianzas de los errores deben ser iguales. Laevaluación del descenso relativo en bondad deajuste se realizó por medio de la diferencia enel estadístico Ji- cuadrado entre los modeloscon restricciones y el modelo sin restricciones.

3) En tercer lugar se calcularon las correlacionesentre el CMC y las variables motivacionalesque pueden depender del mismo -interés, habi-lidad percibida, esfuerzo y expectativas deresultado- en combinación y por separado, y serealizaron cuatro análisis de regresión paradeterminar el grado en que el CMC y las varia-bles mencionadas permiten predecir –y tal vezcondicionar- la “satisfacción con el profesor” yel “rendimiento académico”.

4) Para poder identificar qué factores personalesde los alumnos adultos modulan la percepcióndel CMC, se analizaron las correlaciones entrelas puntuaciones en las escalas de motivación yel CMC, y luego se realizó un análisis de regre-sión usando como criterio el cuestionarioCMC-Q y como predictor el cuestionarioMAPE-3.

5) Asimismo, para identificar las característicasdel profesor que modulan el modo en que losalumnos adultos perciben el CMC se calcula-ron las correlaciones entre las puntuaciones delos profesores en el cuestionario AMOP y lapuntuación media de los alumnos de su claseen el CMC y, posteriormente se realizó un aná-lisis de regresión múltiple usando como crite-rio la variable “clima de aula” y como varia-bles predictoras las características motivacio-nales de los profesores evaluadas mediante laprueba AMOP.

6) Finalmente, se realizaron una serie deANOVAs de las puntuaciones en el CMC-Qutilizando como variable independiente el pro-fesor y como variables dependientes la puntua-ción total y las puntuaciones en cada una de lasvariables componentes del mismo, para deter-minar si existen diferencias significativas

–desde el punto de vista de los alumnos- en elclima creado por el profesorado.

Resultados

Análisis Factorial Confirmatorio

La Figura 2 muestra las estimaciones estandariza-das de los parámetros del modelo confirmatorio.Todos los pesos estimados (λ) son significativos (p < 0.001).

La Tabla 2 muestra los estadísticos de ajuste delmodelo propuesto (AFC-1). El estadístico Ji- cua-drado es significativo debido probablemente altamaño de la muestra, pero el cociente χ2/gl asícomo los restantes índices se sitúan dentro de loslímites que permiten la aceptación del modelo(χ2/gl= 1.90 < 5; IFI (incremental fit index) =.92 >.90; CFI (comparative fit index) =.92 >.90; yRMSEA (root mean square error of approximation)= .05 <.08). Se exceptúa el GFI (goodness of fitindex) =.88 < .90, que queda justo al límite de la sig-nificación (ver tabla 2).

Análisis de validación cruzada multi-grupo

Para comprobar la validez cruzada se realizó unanálisis multigrupo utilizando, además del grupo deadultos, el grupo de Bachillerato del estudio deAlonso Tapia y Fernández (2008). En relación coneste análisis, los índices de ajuste caen dentro delímites aceptables (Tabla 2, AFC2), y los estadísti-cos de comparación del modelo que se presentan enla Tabla 3 (AFC2) muestran que el ajuste no se redu-ce de forma significativa incluso si se imponen res-tricciones sobre los pesos de la regresión pero sí, sise impone la igualdad de los residuos. Esto significaque hay algún aspecto en el que la valoración queadolescentes y adultos hacen de los patrones deactuación que definen el clima motivacional de clasedifiere en algún aspecto. Por esta razón, para deter-minar qué pautas de actuación de los profesores son

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valoradas de modo diferente por los alumnos de unoy otro nivel –qué relaciones en el modelo diferíansignificativamente- se compararon los resultadosrelativos a cada relación utilizando el test z propues-

to por Clogg, Petkova y Haritou (1995). Sólo seencontró una diferencia significativa entre dos coe-ficientes de regresión, y otra que roza el límite designificación. La primera diferencia tiene lugar en la

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Figure 2. CMC-Q: AFC: Solución inicial estandarizada1

1 “e”: error correspondiente a cada variable.

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valoración que los alumnos hacen de la claridad deorganización de la clase, claridad que se asocia a unbuen clima motivacional más en los adolescentes deBachillerato que en los adultos (Diferencia = -0.37;z= -2.71). En cuanto a la segunda, aparece en lavaloración de la retroalimentación que permiteaprender de los errores (Diferencia: 0.27; z= 1.82),diferencia que implica que el hecho de que el profe-sor ayude a aprender de los errores es consideradopor los adultos más que por los alumnos deBachillerato como indicador de un buen clima moti-vacional.

Análisis de correlaciones entre CMC y variablesque pueden depender del clima de clase

La Tabla 4 muestra las correlaciones entre elCMCQ, las variables motivacionales por separado,las escalas de “motivación” y satisfacción con el tra-bajo del profesor” y el rendimiento. Cabe destacar,en primer lugar, que el Clima Motivacional de Clasecorrelaciona positivamente y de modo significativo,como se esperaba, con todas las variables motiva-cionales a las que podría afectar -“HabilidadPercibida”, “Expectativas de resultado”, “Esfuerzopor aprender” e “Interés por la asignatura”-, tanto sise consideran por separado como en conjunto.Además, las correlaciones entre las mismas justifi-can que puedan agruparse en una medida única demotivación. Esta relación sugiere, aunque no sepueda concluir por tratarse de datos correlacionalesque sólo reflejan “asociación”, que un clima deaprendizaje podría influir en el desarrollo de metas

individuales de aprendizaje, incrementaría la capaci-dad del estudiante tanto de verse capacitado comode anticipar consecuencias positivas del propio des-empeño y le despertaría un mayor interés por laasignatura.

En segundo lugar cabe señalar la elevada correla-ción positiva y significativa entre el CMC y la“Satisfacción” con el trabajo del profesor, resultadoque concuerda con nuestra hipótesis, y la correla-ción positiva y significativa, aunque no muy alta,entre el CMC y el rendimiento evaluado a partir delas notas.

Análisis de regresión en los que el CMC se utilizacomo variable predictora.

Teniendo en cuenta las correlaciones anteriores,se han realizado cuatro análisis de regresión utili-zando el método “hacia atrás” para ver en qué gradoel clima motivacional del aula y la motivación–medida de forma global- o las características moti-vacionales específicas potencialmente sensibles alinflujo del entorno –interés, habilidad percibida,esfuerzo y expectativas de éxito- contribuyen a pre-decir la satisfacción del alumno (Análisis 1 y 2) y elrendimiento (Análisis 3 y 4). Los resultados se pre-sentan en la Tabla 5. Como puede verse, la satisfac-ción del alumno se ve influida principalmente por elclima de clase, aunque la motivación evaluada glo-balmente también tiene un peso significativo. Sinembargo, cuando la medida global se sustituye porla de los cuatro componentes, sólo lo habilidad per-cibida contribuye de modo significativo, junto con

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Tabla 2. Índices de bondad de ajuste de los distintos análisis confirmatorios realizados

chi2 Df P chi2/df GFI IFI CFI RMSEA

AFC 1 400.118 210 .000 1.905 .883 .924 .924 .050AFC 2 168.95 31 .000 5.45 .842 .868 .868 .061

Tabla 3. Validación cruzada del modelo a través de análisis multigrupo en el que se comparan dos muestras. Diferencias en Ji-cuadrado al compararlos distintos modelos con el modelo sin restricciones

Análisis Modelo DF Ji- cuadrado P

ACF2: Bachillerato-Adultos Pesos de la regresión 15 18.07 .259Residuos 31 168.95 .000

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el clima de clase, a la satisfacción del alumno. Asímismo puede verse que en el caso del rendimiento,el clima de clase también tiene un peso significativo,pero no así las variables motivacionales evaluadas,ya se tomen en conjunto o por separado.

Análisis de correlaciones entre las variablesde los alumnos que pueden modular la percepcióndel CMC, evaluadas mediante el MAPE-3,y el CMC-Q

Según los resultados recogidos en la Tabla 6muestran, por un lado, que existe una correlaciónnegativa y significativa entre la Orientación alResultado y el CMC, correlación así mismo negati-va con todos los factores específicos que integranesta orientación, si bien sólo en dos casos llega a sersignificativa. Y, por otro lado, que la Orientación alAprendizaje correlaciona positiva y significativa-mente con el CMC, si bien en este caso sólo con dosde los tres componentes de esta orientación siguesiendo significativa la correlación. Tan sólo en el

caso de la disposición al esfuerzo la relación es nula,hecho que parece implicar que la percepción de queel clima de clase está orientado al aprendizaje nodepende del grado en que está dispuesto a esforzar-se el alumno, sino de otros factores. En conjunto

estos resultados son los que cabía esperar, dado elsignificado de los factores evaluados (Alonso Tapia,Montero y Huertas, 2000).

Análisis de regresión en los que las motivacionesde los alumnos son las variables predictorasy el CMC es la variable criterio

Con el fin de determinar en qué medida cada unalas características motivacionales con que los suje-tos adultos acceden a clase añade algo a la modula-ción de la percepción del CMC, se han hecho dosanálisis de regresión utilizando el método “haciaatrás” en los que se han utilizado como predictores,respectivamente, las puntuaciones en los factores de

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Tabla 4. Correlaciones entre las variables que pueden depender del clima de clase

N: 168 Interés Habilidad Expectativas Esfuerzo Motivación Satisfacción NOTASpercibida de resultado N: 144

CMC .413** .391** .509** .353** .604** .733** .272**Interés .413** .290** .223** .687** .387** .191*Habilidad percibida .179* .304** .673** .378** .211*Expectativas de resultado .390** .682** .429** .227**Esfuerzo .713** .307** .029Motivación .543** .240**Satisfacción .224**

* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

Tabla 5. Análisis de regresión

Predictores: Coeficientes de regresión estandarizados

Criterio R2 P Clima de Habilidad Expectativaaprendizaje Motivación Interés percibida Esfuerzo de éxito(CMC)

Satisfacción .552 .000 .637*** .159**Satisfacción .541 .000 .691*** - .108* - -Rendimiento .064 .001 .272 ** -Rendimiento .064 .001 .272 ** - - - -1 *** p< .001; ** p< .01; * p< .05.

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primer y segundo orden del MAPE 3. Los resultadosse presentan en la Tabla 7.

Como puede comprobarse, cuando se utilizancomo predictores las orientaciones motivacionales,a medida que aumenta la orientación al aprendizaje,la percepción del CMC como orientado al aprendi-zaje tiende a aumentar, al contrario de lo que ocurrecon la orientación al resultado, si bien en este casoel resultado apenas llega a ser significativo. Además,si se utilizan como predictores las motivacionesespecíficas, en este caso es el deseo de aprender elque se asocia con la percepción positiva del climamotivacional, mientras que la disposición al esfuer-zo lo hace de forma negativa.

Análisis de correlaciones entre las variables de losprofesores que pueden modular la percepción delCMC evaluadas mediante el cuestionario AMOP-B y el CMC-Q

Según los datos de la Tabla 8, el CMC se asocia

de forma significativa a tres de las variables en lasque se ha evaluado a los profesores. Primero, cuan-to más rechaza el profesor el trabajo en grupo (RTG)–y cuanto menos lo utiliza, por tanto-, los alumnosperciben que el clima de clase está más orientado alaprendizaje. Segundo, y contra lo que se esperaba,cuanto mayor es el optimismo motivacional del pro-fesor y su orientación al proceso (OPT), menor es elgrado en que los alumnos consideran que el CMCestá orientado al aprendizaje. Se trata de resultadosun tanto desconcertantes sobre los que volveremosen las conclusiones. Y tercero, cuanto mayor es eluso de la competición, menor es la percepción deque el CMC está orientado al aprendizaje.

Análisis de regresión en el que lasmotivaciones de los profesores son las variables predictoras y el CMC es la variablecriterio

Con el fin de determinar en qué medida cada unalas características de los profesores añade algo a lamodulación de la percepción del CMC, dado queexisten correlaciones entre las mismas, se ha hechoun análisis de regresión utilizando el método“hacia atrás” en el que se han utilizado como pre-dictores las puntuaciones en las cuatro escalas delcuestionario AMOP-B. Los resultados se presentanen la Tabla 9. Como puede verse, sólo dos de lasvariables que correlacionaban de forma significati-va con el CMC contribuyen a explicar la varianzaen el CMC de modo significativo, el “Rechazo detrabajo en grupo” que contribuye de forma positivay el “Uso de la competición”, que lo hace de formanegativa.

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Tabla 6. Correlaciones entre los factores de primer y segundo orden delMAPE, y el CMC

MAPE-3 CMC

Orientación al resultado (OR) -.213**Miedo al fracaso (MFR) -.091Deseo del éxito y su reconocimiento (DER) -.233**Motivación externa (MEX) -.221**Ansiedad facilitadora del rendimiento (AFR) -.133

Orientación al aprendizaje (OA) .320**Motivación por aprender (MAP) .442**Disposición al esfuerzo (DES) -.051Evitación del trabajo y rechazo de la tarea (-) (ERT) -.249**

* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).

Tabla 7. Análisis de regresión. Criterio: Satisfacción con el trabajo del profesor.

Predictores: Coeficientes de regresión estandarizados

Criterio R2 P Orientación al mfr der mex afr Orientación al map des ertResultado aprendizaje

Clima de aprendizaje .095*** .000 -.106* .308***Clima de aprendizaje .242*** .000 .504*** -.216***1 *** p< .001; ** p< .01; * p< .05. (Sólo se han incluido aquellos coeficientes significativos).

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ANOVA de las diferencias en CMC entreprofesores

Al igual que se hizo con la muestra de bachillera-to, el análisis de las puntuaciones de CMC de los 12profesores, puntuaciones que se presentan en laFigura 3, puso de manifiesto la existencia de dife-rencias significativas (Fgl: 11, 156 = 3.72, p <.0001). Estas diferencias se encontraron así mismono sólo en la puntuación total, sino también en la

casi totalidad de las variables que integran el CMC-Q, aunque no se presentan estos datos por razón deespacio.

Discusión e implicaciones para la enseñanzay la investigación

El planteamiento de este trabajo ha sido desde elprincipio, el poder ofrecer a los profesores de estu-

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Tabla 8. Correlaciones entre las variables del profesor que pueden afectar al Clima de Clase y el CMC

N: 168 Rechazo del trabajo Optimismo Pesimismo Uso de la competiciónen grupo (RTG) motivacional (OPT) generalizado (PESG) (UCO)

Clima Motivacional de Clase (CMC) .315** -.261** -,066 -.259**

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Tabla 9. Análisis de regresión

Predictores: Coeficientes de regresión estandarizados

Rechazo del Optimismo Pesimismo Uso de la Criterio R2 P trabajo en grupo Motivacional generalizado competición

(RTG) (OPT) (PESG) (COMP)

Clima de aprendizaje(CMC) .149*** .000 .289*** No Significativo No Significativo -.226***

1 *** p< .001; ** p< .01; * p< .05.

Figura 3. Diferencias entre profesores en el grado en que el CMC es percibido como orientado al aprendizaje

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diantes adultos no universitarios, orientacionessobre cómo motivar a sus alumnos en su asignatura.La idea apareció al estudiar los resultados ofrecidospor Alonso Tapia y Fernández Heredia (2008) rela-tivos a los estudiantes adolescentes. De hecho, unade las cuestiones cruciales ha sido plantearse sipodíamos aportar evidencia de que los resultadosque obtuviéramos con los estudiantes adultos nouniversitarios, iban a ser similares a los consegui-dos con los estudiantes adolescentes.

Y afortunadamente, los resultados que obtuvi-mos, a nivel general, han sido los esperados. Demanera que se puede concluir que el clima motiva-cional de aula funciona de manera similar en las cla-ses con estudiantes adultos no universitarios que conestudiantes adolescentes. Así que ¿qué característi-cas ha de reunir un profesor que quiera que susestudiantes puedan percibir un CMC de aprendiza-je en su asignatura? Las que se recogen en la Figura2, que son las que definen un clima motivacionalorientado al aprendizaje, a saber: introducir las cla-ses planteando problemas novedosos, explorar loque el alumnado sabe sobre los contenidos para par-tir de estos conocimientos al explicar, ayudarle arelacionar temas y conocimientos dispersos, fomen-tar la participación escuchando y respondiendo a losalumnos de modo constructivo, señalar que loimportante es aprender, establecer los objetivos deaprendizaje de forma precisa, organizar las activida-des de forma clara de modo que los alumnos no sepierdan, explicar los contenidos y enseñar a trabajarpor pasos, usar muchos ejemplos, adaptarse al ritmode aprendizaje y dar tiempo para pensar, proporcio-nar retroalimentación frecuente y precisa, evaluar deforma que se vea que el objetivo es ayudar a apren-der, elogiar los progresos de los alumnos, tratarlescon equidad y mostrarse cercano a ellos, tratando deayudarles. Si un profesor logra esta percepción en elestudiante, hará que aumenten su interés por apren-der, el grado en que se siente capaz de lograrlo(habilidad percibida), el grado en que se esforzarápor conseguirlo y las expectativas de conseguir eléxito.

Sin embargo, también se han encontrado algunas

diferencias entre el valor que adolescentes y adultosno universitarios atribuyen a distintos aspectos de laactuación del profesor a la hora de considerar en quémedida el clima motivacional de clase se orienta alaprendizaje, diferencias que se hace necesariocomentar. Y que indican la línea que deben tomarinvestigaciones futuras:

En primer lugar, aunque los resultados obtenidosen ambos tipos de estudiantes sean similares, hayque hacer dos importantes matices: por un lado, losalumnos adolescentes dan más importancia que losadultos al hecho de que la organización de la clasesea clara. Y por otro lado, los adultos dan másimportancia que los adolescentes al hecho de que elprofesor les ayude a aprender de sus propios errores.Puesto que, en cualquier caso la claridad es buenapara el aprendizaje, aunque los adultos den menosimportancia a este factor, será necesario seguir insis-tiendo a los profesores en la necesidad de la misma.Sin embargo, lo que parece especialmente importan-te es atender al mayor valor que dan los alumnos aaprender de los errores. Si los errores no se transfor-man en una ocasión para aprender, los adultos,muchos de los cuales tienen una historia de fracasos,probablemente verán las clases como una situaciónque pone de manifiesto sus limitaciones y que no lesayuda a superarlas y se desmotivarán.

En segundo lugar, parece ser que no solo los adul-tos se asemejan a los adolescentes en el valor queatribuyen a los distintos factores que configuran elclima motivacional de clase, sino también en cómoéste clima les afecta. Así, si un profesor logra cons-truir un clima motivacional de aprendizaje, tanto losalumnos adultos como los adolescentes tienen másprobabilidades de interesarse por las asignaturas, devalorar positivamente su capacidad por aprender, dedesarrollar metas individuales de aprendizaje yesforzarse por lograrlas y de esperar conseguir eléxito final.

En tercer lugar, también hemos considerado rele-vante comprobar cuál es la relación que hay entre eltipo de clima motivacional que ha sido capaz decrear un profesor en su clase y la satisfacción quepueda tener un estudiante adulto con la asignatura

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que imparte porque en función de los resultados queobtuviéramos en esta cuestión, podríamos ofrecer alos profesores orientaciones sobre cómo motivar afuturos alumnos a escoger sus asignaturas y/o moti-varles a que permanecieran con agrado en ellas.También en este apartado, nos preguntamos en quémedida influía un clima de clase percibido comosatisfactorio en las notas obtenidas por el alumnoadulto en cuestión. Y los resultados han sido curio-sos: hemos visto que, en efecto y tal y como se espe-raba, un clima de clase percibido como facilitadordel aprendizaje, lograba que los adultos se sintieranmuy satisfechos con el trabajo del profesor haciaellos, pero no ha ocurrido lo mismo con el rendi-miento o, mejor dicho, ha ocurrido lo mismo pero enmucho menor grado. Es decir, las calificaciones aca-démicas obtenidas por los estudiantes adultos en lasclases donde esos mismos estudiantes han percibidoque el ambiente les motivaba a aprender, no se aso-cian a la percepción del clima de clase en el gradoen que cabía esperar. Hay que indicar en este punto,que no quiere decir que el clima de clase no predigaunas buenas calificaciones académicas, sino que lapredicción no es tan alta como se esperaba. Unaposible interpretación de este hecho, podría ser queel esfuerzo invertido en un proceso de aprendizajeempieza a dar sus frutos a más largo plazo de lo queha durado el tiempo de recogida de datos. En futurasinvestigaciones, podría ser posible hacer la recogidade datos en varios momentos posteriores, y así com-probar si la relación entre el clima motivacional y elrendimiento es tan alta como se esperaba.

En cuarto lugar, dado que algunos profesoreshabían comentado que por más estrategias docentesmotivadoras que ponían en práctica dentro de susclases, no veían la manera de “llegar” a determina-dos adultos, nos preguntamos en qué medida la metaindividual de aprendizaje con que entraba un estu-diante adulto a una clase, hacía como de filtro quepudiera tener una gran influencia en su percepciónindividual del clima motivacional real de la clase. Yfue este el motivo de aplicar el MAPE-3 a nuestramuestra de adultos y de comparar los resultados conlos del CMC-Q. Esperábamos en este punto, que

todo saliera según las suposiciones expuestas en elestudio de Alonso Tapia y Fernández Heredia(2008), esto es, que cuanto mayor fuese en los alum-nos su orientación al aprendizaje, más valoraríancomo elementos constitutivos de un clima motiva-cional de aprendizaje las pautas de actuación recogi-das en el cuestionario. Sin embargo, aunque losdatos han confirmado nuestras suposiciones en sumayor parte, de nuevo hay que hacer dos importan-tes matizaciones. Por un lado, aunque los datos ape-nas alcanzan los valores estándar de significación,cuanto mayor es la orientación de los adultos alresultado, más negativamente han valorado el hechode que los profesores actúen de acuerdo con las pau-tas que recoge el cuestionario, resultado paralelo alencontrado con adolescentes por Alonso Tapia yPardo (2006). No está claro a qué puede deberse estehecho, pero la segunda matización quizás nos dé unapista. Por otro lado, si bien cuanto mayor es la orien-tación al aprendizaje, más positivamente se percibenlas pautas de actuación incluidas en el cuestionarioCMC-Q, uno de los factores que está incluido en laorientación individual de aprendizaje -la disposiciónal esfuerzo-, no se relaciona de ninguna manera conla percepción del clima motivacional de clase. Esdecir, la disposición del estudiante adulto a esforzar-se no parece asociada en la percepción que ha teni-do del clima motivacional de su clase como clima deaprendizaje. Este resultado nos llamó la atención,porque estudios anteriores habían puesto de mani-fiesto que esta disposición es uno de los componen-tes fundamentales de la orientación al aprendizaje(Alonso Tapia, 2005a). Y la sorpresa fue mayorcuando en el análisis de regresión que realizamosdespués entre los resultados del MAPE-3 y el CMC-Q, la disposición al esfuerzo predice de forma nega-tiva pero significativa –si bien en un grado muypequeño- la valoración que los alumnos hacen de laspautas de actuación recogidas en el cuestionariocomo indicadoras de un clima motivacional orienta-do al aprendizaje. Parece, pues, que el esfuerzo síque se asocia a la percepción del clima motivacionalde clase, ya que parecía, que al fin y al cabo, elesfuerzo sí que parecía influir en la percepción del

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clima motivacional, aunque no en la línea esperada.Una posible interpretación de este resultado es que,a nivel práctico, aunque los adultos orientados alaprendizaje estén dispuestos a realizar el esfuerzonecesario para lograr sus objetivos académicos, noquieran asumir excesivos esfuerzos porque la valo-ración personal costo-resultado les sea desfavorable.

En quinto lugar, dado que en trabajos anterioresse ha comprobado que los profesores difieren en elclima motivacional que crean con sus pautas deactuación, hemos intentado ver a qué característicasde los mismos se deben estas diferencias. Partíamosdel supuesto de que los profesores actúan sobre labase de sus conocimientos, expectativas y motiva-ciones, por lo que evaluamos sus motivaciones yexpectativas respecto a su labor docente mediante elcuestionario AMOP-B y las pusimos en relación conlas puntuaciones en el CMC-Q. Los resultados enparte han sido coherentes con lo esperado y en parteno. En primer lugar y en contra de lo esperado,cuanto mayor es el grado en que un profesor recha-za trabajar en grupo –y probablemente cuantomenos usa esta forma de trabajo-, más se consideraque, en conjunto, su forma de actuación está orien-tada al aprendizaje y viceversa. Es posible que loscondicionamientos socio-económicos de un adulto,acostumbrado a organizar su tiempo de una maneramuy personal, le dificulten poder adoptar la flexibi-lidad necesaria como para poder juntarse con otroscompañeros fuera del espacio de clase para realizartrabajos en grupo; o bien, existe una falta de seguri-dad en el adulto de lo que sabe y esto le haga recha-zar el involucrarse en un grupo donde pudiera que-dar en evidencia su ignorancia; o bien por último,haya una carencia de estrategias de trabajo relativasa la posibilidad de adaptación a un trabajo de tipogrupal, por la presencia de hábitos ya muy marcadosde trabajo individual. Así mismo en contra de loesperado, cuanto mayor es el optimismo del profe-sor respecto a la posibilidad de motivar y más tratade usar estrategias en este sentido, menor es el gradoen que los alumnos adultos perciben su clase comoorientada al aprendizaje. Aunque no tenemos unahipótesis clara para explicar este resultado, es posi-

ble que un exceso de intención de motivar por partedel profesor, produzca rechazo en los adultos, por-que esto podría implicar que tuvieran que invertir unesfuerzo mayor del que en principio, quisieran apor-tar a sus objetivos académicos. Esta explicación, porotra parte, es coherente con el papel negativo que elesfuerzo a realizar parece producir en la percepciónque los adultos tienen del clima motivacional delaula.

En sexto y último lugar, queríamos simplementecomprobar si el cuestionario era suficientementesensible para poner de manifiesto la existencia dediferencias en el clima motivacional creado por losprofesores, comprobación que ha resultado afirmati-va al igual que había ocurrido en el estudio deAlonso Tapia y Blanca con adolescentes. De hecho,el gráfico resultante de nuestro ANOVA, indica quealgunos de los profesores puntúan muy por debajode la media, por lo que requerían asesoramientoindividualizado. Este hecho muestra que la evalua-ción del CMC mediante el CMCQ puede servir debase para ayudar a los profesores a tomar concienciade las pautas de actuación docente que convendríamodificar.

A modo de conclusión, podemos decir que a nivelgeneral, los resultados de este estudio piloto, coinci-den con los del trabajo de Alonso Tapia y Fernández(2008), por lo que cabe hacer a los profesores suge-rencias de actuación análogas a las que se hacíanallí. No obstante, dado el reducido tamaño de lamuestra y dado que han aparecido algunos resulta-dos inesperados, parece necesario ampliar aquella yreanalizar los datos, así como realizar un análisisjerárquico multinivel que permita determinar el pesorelativo que las características de los profesores y lasde los alumnos en la determinación de los resultadosdel CMC-Q. Y, finalmente, parece necesario intentaraclarar el papel que juega la disposición al esfuerzoen el estudiante adulto con respecto a su percepcióndel clima de aula y, a través de ésta, en el rendimien-to. Por otra parte, dado el escaso número de estudiossobre motivación, autorregulación y aprendizajerealizados con alumnos adultos no universitariosparece necesario seguir desarrollando estudios de

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evaluación e intervención destinados a proporcionarfundamentos sólidos a la actividad educativa reali-zada con este alumnado.

Referencias

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Manuscrito recibido: 02/08/2010Revisión recibida: 30/09/2010

Manuscrito aceptado: 04/10/2010