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    MARZO DE 201

    ART ´ ICULOS QUE SE ESTUDIAR

    ´ AN

    DEL 2 AL 29 DE MAYO DE 2016

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    The Watchtower (ISSN 0043-1087) Issue 5 March 2016 is published monthly with an addition-al issue published in January, March, May, July, September, and November by Watchtower Bi-ble and Tract Society of New York, Inc.; L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis, Secretary-Treasurer; 1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299, and by Watch Tower Bible and TractSocietyof Canada, PO Box 4100,Georgetown, ON L7G 4Y4. Periodicals PostagePaid at Brook-lyn,NY, and at additional mailing offices. POSTMASTER: Sendaddress changes to Watchtower,1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299. 5 2016 WatchTower Bible and Tract Society ofPennsylvania. Printed in Canada.

    ´ INDICE

    3 SEMANA DEL 2 AL 8 DE MAYO¿Est ´ as preparado para bautizarte?

    8 SEMANA DEL 9 AL 15 DE MAYO¿C ´ omo puedes prepararte

    para el bautismo?Nos alegra que m ´ as de un cuarto de mill ´ on de per-sonas se bauticen cada a ˜ no. Muchos de los que sebautizan son j ´ ovenes y ni ˜ nos. ¿Qu ´ e los ayud ´ o a sa-ber si estaban listos para dar ese paso tan impor-tante? ¿C ´ omo se prepararon? Estos dos art ´ ıculoscontestar ´ an esas preguntas.

    13 SEMANA DEL 16 AL 22 DE MAYO

    Trabajemos juntos por la unidadde la congregaci ´ on

    Cuando trabajamos juntos y cooperamos, Jehov ´ abendice nuestros esfuerzos. Este art ´ ıculo nos expli-car ´ a c ´ omo cooperar en la predicaci ´ on, la congrega-ci ´ on y la familia.

    18 SEMANA DEL 23 AL 29 DE MAYOJehov ´ a gu ´ ıa a su pueblo porel camino que lleva a la vida

    La gu ´ ıa que Jehov ´ a le da a su pueblo es la mejorque existe. Este art ´ ıculo explicar ´ a que Dios da nue-vas instrucciones cuando las circunstancias cam-bian. Tambi ´ en veremos c ´ omo podemos demostrarque aceptamos la gu ´ ıa que ´ el nos da.

    23 “¿Ser misionero en mi congregaci ´ on?”

    26 Sigamos el ejemplo de los profetas

    29 PREGUNTAS DE LOS LECTORES

    34567 ˙ March 2016Vol. 137, No. 5 SPANISH

    PORTADA:

    B ´ ELGICA

    El Sal ´ on del Reino de Wijnegem queda en una de lascalles m ´ as transitadas de Amberes. Desde el princi-pio de la construcci ´ on se puso un llamativo letrerode JW.ORG.

    POBLACI ´ ON

    11.132.269PUBLICADORES

    25.839ASISTENCIA A LACONMEMORACI

    ´ ON EN EL 20

    44.635

    Esta publicaci ´ on se distribuyecomo parte de una obra mun-dial de educaci ´ on b ´ ıblica quese sostiene con donativos.Prohibida su venta.

    Si desea hacer un donativo,visite jw.org .

    A menos que se indique locontrario, las citas b ´ ıblicasse han tomado de la versi ´ onen lenguaje moderno Tra-ducci ´ on del Nuevo Mundode las Santas Escrituras(con referencias).

    http://www.jw.org/http://www.jw.org/

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    “TE CONOZCO desde que eras un beb ´ e”, le dijo un ancianoa Christopher cuando ten ´ ıa12a ˜ nos. “Yme alegra mucho quequieras bautizarte, pero d ´ ejame preguntarte: ¿por qu ´ e quie-res hacerlo?”. ¡Qu ´ e buena pregunta! A todos nos encantaque cada a ˜ no se bauticen miles de j ´ ovenes en todo el mun-

    do (Ecl. 12:1). Ahora bien, los padres y los ancianos quierenestar seguros de que esos j ´ ovenes realmente quieren bauti-zarse y saben lo que est ´ an haciendo.

    2 La Biblia dice que cuando nos dedicamos y nos bautiza-mos iniciamos una vida nueva. Durante esa vida podemos

    1, 2. a) ¿Qu ´ e nos alegra a los siervos de Dios hoy d ´ ıa? b) ¿Qu ´ e puedenhacer los padres y los ancianos para que los j ´ ovenes entiendan c ´ omoser ´ a su vida cuando se bauticen?

    ¿Est ´ as preparado para bautizarte?“¿Qui ´ en de ustedes que quiere edificar una torre

    no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo suficiente para completarla?” (LUC. 14:28).

    CANCIONES 120 Y 64

    ¿PUEDES RECORDARLO?

    ¿Qu ´ e es la madurez, y porqu ´ e decimos que Daniel eraun joven maduro?

    ¿C ´ omo puedes saber si de

    verdad quieres bautizarte?

    ¿Qu ´ e es la dedicaci ´ on, ypor qu ´ e es diferente delbautismo?

    Este art ´ ıculo y el siguiente se han preparado paralos j ´ ovenes que est ´ an pensando en bautizarse.

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    4 LA ATALAYA

    esperar muchas bendiciones de Dios,pero tambi ´ en ataques del Diablo (Prov.10:22; 1 Ped. 5:8). Por eso, los padresdeben pasar tiempo con sus hijos paraayudarlos a entender c ´ omo ser ´ a su vidacuando se bauticen. A su vez, los ancia-nos deben ser cari ˜ nosos y ayudar a los

    j ´ ovenes que no tienen padres en la ver-

    dad a entenderlo (lee Lucas 14:27-30).Para construir un edificio de principioa fin se necesita buena planificaci ´ on.De igual manera, para poder servir fiel-mente a Jehov ´ a “hasta el fin” se necesi-ta buena preparaci ´ on (Mat. 24:13). Jo-ven, es vital que tomes la decisi ´ on deservir a Jehov ´ a para toda la vida. ¿Qu ´ ete ayudar ´ a a tomar esa decisi ´ on?

    3 ¿Est ´ as pensando en bautizarte? ¡Tefelicitamos! Esa es una meta excelente,y tambi ´ en un gran honor. Pero adem ´ as

    3. a) ¿Qu ´ e dijeron Jes ´ us y Pedro sobre el bau-tismo? (Mat. 28:19, 20; 1 Ped. 3:21). b) ¿Qu ´ epreguntas analizaremos en este art ´ ıculo?c) ¿Por qu ´ e es importante hacerse estas pre-guntas?

    es un requisito para todos los cristia-nos, un paso necesario para sobrevivira la gran tribulaci ´ on (Mat. 28:19, 20;1 Ped. 3:21). Bautizarse es una manerade decirle a todo el mundo que le hasprometido a Jehov ´ a servirle para siem-pre. T ´ u quieres cumplir esa promesa,

    ¿no es cierto? Pues bien, analiza las si-guientes preguntas; te ayudar ´ an a sa-ber si est ´ as preparado para bautizarte.1) ¿Tienes la madurez suficiente paratomar esa decisi ´ on? 2) ¿De verdad quie-res hacerlo? 3) ¿Entiendes lo que signi-fica dedicarse a Jehov ´ a? Comencemospor la primera.

    ¿TIENES LA MADUREZ SUFICIENTE?4

    La Biblia no dice a qu ´ e edad debesbautizarte ni que tengas que esperar a

    ser mayor de edad para hacerlo. Prover-bios 20:11 dice: “Hasta por sus pr ´ acti-cas el muchacho [o “ni ˜ no”, New World

    4, 5. a) ¿Por qu ´ e no hay que esperar a sermayor de edad para bautizarse? b) ¿Qu ´ e signi-fica ser una persona madura?

    La persona madura no se comporta como amigo de Dios en el Sal ´ on del Reinoy como amigo del mundo con sus compa ˜ neros de clase.

    (Ve el p ´ arrafo 8).

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    Translation of the Holy Scriptures, 2013]se da a conocer en cuanto a si su activi-dad es pura y recta”. Esto significa queaun un ni ˜ no puede entender qu ´ e escorrecto y dedicarle su vida a Jehov ´ a.

    En otras palabras: el bautismo es unpaso importante, y no est ´ a mal que unjovencito como t ´ u lo d ´ e. Eso s ´ ı, tienesque ser lo suficientemente maduroy ha-berte dedicado a Jehov ´ a (Prov. 20:7).

    5 ¿Y qu ´ e es la madurez? La madurezno es solo alcanzar cierta edad o esta-tura. La Biblia dice que las personasmaduras son las que han aprendido aver la diferencia entre lo bueno y lo

    malo (Heb. 5:14). As ´ ı que la personamadura sabe lo que es correcto, lo quele gusta a Jehov ´ a, y se esfuerza de todocoraz ´ on por hacerlo. Es muy dif ´ ıcil con-vencerla de que se porte mal, y no hayque insistirle para que haga las cosasbien. As ´ ı que es l ´ ogico esperar queun joven bautizado obedezca a Jehov ´ aaunque sus padres, u otros adultos,no lo est ´ en viendo (compara con Fili-penses 2:12).

    6 ¿Crees que un joven pueda ser as ´ ı demaduro? Bueno, recuerda a Daniel, quequiz ´ as ten ´ ıa unos 12 o 13 a ˜ nos cuando losepararon de sus padres y lo llevaron aBabilonia. ¡Imag ´ ınate! De pronto esta-ba viviendo rodeado de personas queno obedec ´ ıan las leyes de Dios.Tambi ´ enten ´ ıa que enfrentarse a otro problema:

    en Babilonia lo trataban como alguienimportante porque era uno de los pocosj ´ ovenes que hab ´ ıan sido escogidos paraservir al rey (Dan. 1:3-5, 13). Muy pro-bablemente, Daniel tuvo oportunidades

    6, 7. a) ¿Qu ´ e tentaciones enfrent ´ o Daniel enBabilonia? b) ¿C ´ omo demostr ´ o Daniel que erauna persona madura?

    que nunca se le habr ´ ıan presentado enIsrael.

    7 ¿Qu ´ e hizo? ¿Se dej ´ o seducir por lariqueza y el esplendor de Babilonia?¿Permiti ´ o que las personas de esa ciu-

    dad lo cambiaran o debilitaran su fe?No, claro que no. Daniel permaneci ´ ofirme. La Biblia dice que, cuando esta-ba en Babilonia, “se resolvi ´ o en su cora- z ´ on a no contaminarse”. Esto quiere decirque estaba decidido a mantenerse lejosde cualquier cosa que tuviera que vercon la religi ´ on falsa (Dan. 1:8). ¿Verdadque Daniel demostr ´ o ser un joven muymaduro?

    8 ¿Podr ´ ıas ser t ´ u como Daniel? S ´ ı,pero debes mostrar la misma madu-rez. Recuerda, una persona madura de-fiende sus creencias con firmeza, aun-que no siempre sea f ´ acil. No es comoun camale ´ on, que cambia de color de-pendiendo del lugar donde est ´ e. No secomporta como si fuera amigo de Dioscuando est ´ a en el Sal ´ on del Reino y

    como si fuera amigo del mundo cuandoest ´ a con sus compa ˜ neros de clase. Tam-poco se deja llevar por la corriente, sinoque se mantiene firme hasta en los mo-mentos m ´ as dif ´ ıciles (lee Efesios 4:14, 15).

    9 Claro, nadie es perfecto. Todos, j ´ o-venes y mayores, cometemos errores devez en cuando (Ecl. 7:20). Pero si est ´ aspensando en bautizarte, tienes que pre-

    guntarte: “¿Estoy dispuesto a obedecera Jehov ´ a, cueste lo que cueste?”. Hayuna manera de saberlo: piensa en los

    8. ¿Qu ´ e puedes aprender del ejemplo de Da-niel?9, 10. a) ¿Por qu ´ e debes pensar en c ´ omoreaccionaste la ´ ultima vez que enfrentaste unatentaci ´ on? b) ¿Qu ´ e es el bautismo?

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    6 LA ATALAYA

    ´ ultimos meses. ¿Qu ´ e hiciste la ´ ultimavez que pasaste por una prueba? ¿Fuis-te capaz de ver la diferencia entre lobueno y lo malo? Tambi ´ en vale la penaque te preguntes qu ´ e har ´ ıas en una si-

    tuaci ´ on parecida a la que vivi

    ´ o Daniel.Si alguien te hiciera sentir especial y

    te dijera que aprovecharas tu talentoen este mundo, ¿te sentir ´ ıas tentado aescucharlo? ¿O tendr ´ ıas claro lo queJehov ´ a espera de ti? (Efes. 5:17).

    10 ¿Por qu ´ e te hacemos estas pregun-tas tan directas? Porque queremos ayu-darte a ver que el bautismo es algo muyserio. Como dijimos antes, es una mane-

    ra de decirle a todo el mundo que uno lehizo una promesa a Dios. Le prometisteque lo amar ´ ıas y que le servir ´ ıas contodo el coraz ´ on (Mar. 12:30). Si te bau-tizas, tienes que estar seguro de quecumplir ´ as esa promesa (lee Eclesias-t ´ es 5:4, 5).

    ¿DE VERDAD QUIERES HACERLO?11 La Biblia dice que el pueblo de

    Jehov ´ a se ofrecer

    ´ ıa de manera volunta-ria para servirle. Por supuesto, eso in-

    cluye a los j ´ ovenes (Sal. 110:3). As ´ ı queantes de bautizarte tienes que estar se-guro de que es decisi ´ on tuya y de nadiem ´ as. Es necesario que te hagas un exa-men para descubrir qu ´ e es lo que quie-res, especialmente si tus padres son tes-tigos de Jehov ´ a.

    12 Puede que tus hermanos o algu-

    nos de tus amigos se hayan bautiza-do, y sientas que ahora te toca a ti.¡Ten cuidado! No te bautices solo por-que creas que ya tienes la edad para

    11, 12. a) Si est ´ as pensando en bautizarte,¿de qu ´ e tienes que estar seguro? b) ¿Qu ´ ete ayudar ´ a a ver el bautismo tal como lo veJehov ´ a?

    hacerlo. Tampoco lo hagas porque tesientas obligado a hacer lo mismo quetodo el mundo. En vez de eso, trata dever el bautismo como lo ve Jehov ´ a.¿C ´ omo puedes lograrlo? Busca tiempo

    para pensar por qu ´ e es tan importantebautizarse. Este art ´ ıculo y el siguiente

    te ayudar ´ an a descubrirlo.13 ¿C ´ omo puedes descubrir si de ver-

    dad quieres bautizarte? Una manera esanalizando tus oraciones. ¿Cu ´ antas ve-ces al d ´ ıa le hablas a Jehov ´ a? ¿C ´ omoson tus oraciones? ¿Eres espec ´ ıfico y lehablas de las cosas que te preocupan?Las respuestas a estas preguntas te ayu-

    dar ´ an a ver si eres buen amigo de Dios osi tienes que acercarte m ´ as a ´ el (Sal.

    25:4). Jehov ´ a usa muchas veces la Bi-blia para contestar las oraciones. Poreso sus amigos se esfuerzan por estu-diarla. De esa manera le demuestranque quieren estar cerca de ´ el y servirlede todo coraz ´ on (Jos. 1:8). As ´ ı que pre-g ´ untate: “¿Son mis oraciones espec ´ ıfi-cas? ¿Tengo la costumbre de estudiar la

    Biblia? ¿Me gusta participar en la Nochede Adoraci ´ on en Familia?”. Este autoe-xamen te ser ´ a muy ´ util.

    ¿QU ´ E SIGNIFICA DEDICARSE A JEHOV

    ´ A?

    14 Hay cristianos que no entiendenbien cu ´ al es la diferencia entre la dedi-caci ´ on y el bautismo. Por ejemplo, algu-nos j ´ ovenes dicen que se han dedicadoa Jehov ´ a, pero que todav ´ ıa no est ´ an lis-

    tos para bautizarse. Eso es imposible.Cuando una persona se dedica a Jehov ´ ale promete que le servir ´ a para siempre.Y cuando se bautiza, simplemente est ´ a

    13. ¿C ´ omo puedes descubrir si de verdad quie-res bautizarte?14. ¿Cu ´ al es la diferencia entre dedicarse ybautizarse?

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    haciendo p ´ ublica esa promesa que ya lehizo a Jehov ´ a en privado. ¿Ves lo impor-tante que es entender bien lo que signi-fica dedicarse a Jehov ´ a antes de bauti-zarse?

    15

    En pocas palabras, cuando te dedi-cas a Jehov ´ a es como si le dijeras: “Aho-ra te pertenezco a ti”. Le prometes quea partir de ese momento lo m ´ as impor-tante ser ´ a hacer lo que ´ el quiere, m ´ asimportante que cualquier otra cosa entu vida (lee Mateo 16:24). Seguro quesiempre tratas de cumplir tu palabra,¿verdad? ¡Con cu ´ anta m ´ as raz ´ on debescumplir cualquier promesa que le hagas

    a Jehov ´ a! (Mat. 5:33). Ahora bien, si yate has dedicado, ¿qu ´ e puedes hacer parademostrarle que estabas hablando enserio cuando le dijiste “te pertenezco”?(Rom. 14:8).

    16 Para entenderlo mejor, pongamosun ejemplo: imag ´ ınate que un amigo teregala un autom ´ ovil. Te entrega los pa-peles y te dice que es tuyo. Ahora ima-gina que no te da las llaves. “Me quedocon ellas —te dice—, y yo conducir ´ e”.¿C ´ omo te sentir ´ ıas si te dieran un “rega-lo” como ese? ¿Qu ´ e pensar ´ ıas de tuamigo?

    17 Como dijimos antes, cuando unapersona se dedica a Jehov ´ a, en realidadle est ´ a diciendo: “Te entrego mi vida, tepertenezco a ti”. ¿Y si esa persona co-mienza a llevar una doble vida? Quiz ´ as

    empieza a salir con alguien que no sirvea Jehov ´ a. ¿O qu ´ e tal si acepta un em-pleo que le roba el tiempo que deber ´ ıadedicar a la predicaci ´ ony las reuniones?

    15. ¿Qu ´ e es la dedicaci ´ on?16, 17. a) Explica con un ejemplo que tu vidaya no te pertenece. b) Cuando una persona lededica su vida a Dios, ¿qu ´ e le est ´ a diciendo?

    Eso ser ´ ıa como quedarse con las llaves,por decirlo as ´ ı. Pero la persona que seha dedicado a Jehov ´ a le ha dicho: “Mivida es m ´ as tuya que m ´ ıa, y cadavez quetenga que escoger entre hacer lo que yo

    quiero y lo que t ´ u quieres... t

    ´ u ganar

    ´ as”.Si piensas as ´ ı, est ´ as imitando a Jes ´ us,

    quien dijo: “He bajado del cielo para ha-cer, no la voluntad m ´ ıa, sino la voluntaddel que me ha enviado” (Juan 6:38).

    18 Como puedes ver, la dedicaci ´ onyelbautismo son pasos muy serios. Por su-puesto, tambi ´ en son un gran honor. Losj ´ ovenes que aman a Jehov ´ a y que com-prenden lo que significa estar dedica-

    dos a ´ el no dejan para m ´ as tarde esa de-cisi ´ on.Y los que ya la han tomado, no searrepienten. Rose, una adolescente queya se ha bautizado, lo confirma: “Quie-ro mucho a Jehov ´ a, y nada me hace m ´ asfeliz que servirle. Cuando tom ´ e la deci-si ´ on de bautizarme, estaba total y com-pletamente segura de que era lo mejorque pod ´ ıa hacer”.

    19 ¿Recuerdas a Christopher, el her-mano que mencionamos al principio?¿Crees que se equivoc ´ o al bautizarse alos 12 a ˜ nos? Al contrario, ´ el recuerda eld ´ ıa de su dedicaci ´ on y el de su bautismocon mucho cari ˜ no. Se hizo precursorregular a los 17, lo nombraron sier-vo ministerial a los 18 y ahora trabajaen Betel. “Tom ´ e la decisi ´ on correctaal bautizarme —cuenta—. Trabajo para

    Jehov ´ a y para su organizaci

    ´ on, y no po-dr ´ ıa ser m ´ as feliz”. Ahora bien, si es-

    t ´ as pensando en bautizarte, ¿qu ´ e pue-des hacer para prepararte? El siguienteart ´ ıculo te ayudar ´ a a estar listo.

    18, 19. a) ¿Qu ´ e dicen Rose y Christopher so-bre el bautismo? b) ¿Qu ´ e piensas t ´ u sobre elbautismo?

    MARZO DE 2016

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    ¿EST ´ AS pensando en bautizarte? ¡Qu ´ e bien! Ese es el mayor

    honor que pueden recibir los seres humanos. Pero, como vi-mos en el art ´ ıculo anterior, tambi ´ en es un paso muy serio.Es una manera de decirle a todo el mundo que te has dedi-cado a Jehov ´ a, o sea, que le has prometido ser su siervo parasiempre y que lo m ´ as importante en tu vida ser ´ a hacer su vo-luntad. Por eso, antes de dar ese paso debes asegurarte deque eres lo suficientemente maduro, de que realmente quie-res bautizarte y de que entiendes lo que significa la dedica-ci ´ on.

    2 ¿Y si no est ´ as seguro de que est ´ as listo para bautizarte?

    ¿O si quieres bautizarte, pero tus padres creen que deber ´ ıasesperar hasta crecer un poco m ´ as? No te desanimes; aprove-

    cha el tiempo para seguir madurando y as ´ ı pronto podr ´ asbautizarte. Algo que te ayudar ´ a es ponerte estas tres metas:1) fortalecer tu fe, 2) mejorar tu conducta y 3) valorar m ´ aslo que Dios ha hecho por ti.

    1, 2. a) ¿Por qu ´ e dir ´ ıas que es tan serio el paso del bautismo? b) ¿Dequ ´ e cosas debes estar seguro antes de bautizarte?

    ¿C ´ omo puedes preparartepara el bautismo?

    “En hacer tu voluntad, oh Dios m ´ ıo, me he deleitado” (SAL. 40:8).

    CANCIONES 51 Y 58

    HAGAMOS UN REPASOJUNTOS

    ¿Qu ´ e significa la expresi ´ on“persuadido a creer”?

    ¿Qu ´ e son los “actos santosde conducta” y los “hechos

    de devoci ´ on piadosa”?

    ¿Por qu ´ e debes dedicar tiem-po a pensar en el rescate?

    8

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    TU FE3 Piensa un momento en c ´ omo res-

    ponder ´ ıas a las siguientes preguntas:¿Por qu ´ e crees que Dios existe y que laBiblia es inspirada? ¿Por qu ´ e est ´ as tan

    seguro de que es mejor obedecer a Diosque portarse como la gente del mundo?No pienses que te hacemos estas pre-guntas para crear dudas en tu mente.Te las hacemos para ayudarte a seguir elconsejo del ap ´ ostol Pablo.

    ´ El aconseja a

    todos los cristianos que prueben por ellosmismos cu ´ al es “la buena y la acepta y laperfectavoluntad de Dios” (Rom. 12:2).¿Por qu ´ e deber ´ ıas hacer eso?

    4 Veamos un ejemplo de la Biblia. Ti-moteo conoc ´ ıa muy bien la Palabra deDios, pues desde peque ˜ no su madre y suabuela se la hab ´ ıan ense ˜ nado. De todosmodos, Pablo le dijo: “Contin ´ ua en lascosas que aprendiste y fuiste persuadi-do a creer” (2 Tim. 3:14, 15). Una obrade consulta dice que uno de los signifi-cados de la palabra “persuadir” en el

    idioma original es “estar convencido yseguro de que algo es cierto o verdad”.As ´ ı es, Timoteo se convenci ´ o de que eraverdad lo que le hab ´ ıan ense ˜ nado. Y loacept ´ o, no porque su madre y su abuelale insistieran, sino porque razon ´ o lascosas ´ el mismo y lleg ´ o a la conclusi ´ onl ´ ogica (lee Romanos 12:1).

    5 Ahora piensa en ti. Es probable queconozcas la verdad desde hace a ˜ nos.

    Si es as ´ ı, ¿por qu ´ e no dedicas tiempo ainvestigar las pruebas que tienes paracreer lo que crees? Eso fortalecer ´ a tu fe

    3, 4. ¿Qu ´ e pueden aprender los j ´ ovenes de Ti-moteo?5, 6. ¿Por qu ´ e es importante que aprendasdesde ahora a usar tu capacidad de pensar yrazonar?

    y te ayudar ´ a a resistir la presi ´ on de tuscompa ˜ neros, las atractivas ofertas delmundo y hasta tus propios impulsos.

    6 Si aprendes desde ahora a usar tu“facultad de raciocinio”, es decir, tu ca-

    pacidad de pensar y razonar, ser ´ as ca-paz de dar una respuesta l ´ ogica y bien

    pensada a cualquiera que te preguntecosas como: “Si Dios nos quiere, ¿porqu ´ e permite que pasen cosas malas?¿C ´ omo sabes que Dios existe? ¿C ´ omoes posible que Dios no tenga princi-pio?”. Si est ´ as preparado, esas pregun-tas no debilitar ´ an tu fe; al contrario, ha-r ´ an que quieras investigar y estudiar

    m ´ as.7 Hazte un buen estudiante de la Bi-

    blia; de ese modo podr ´ as responder pre-guntas, aclarar tus dudas y fortalecer tufe (Hech. 17:11). Hay muchas herra-mientas que te ayudar ´ an a hacerlo. A al-gunos j ´ ovenes les han sido muy ´ utiles elfolleto El origen de la vida. Cinco cuestio- nes dignas de an ´ alisis y el libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?

    A otros les gusta usar las gu ´ ıas de estu-dio ¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia? Estas

    gu ´ ıas se encuentran en nuestro sitio,jw.org, en la secci ´ on ENSE

    ˜ NANZAS B

    ´ I-

    BLICAS. Cada una de ellas est ´ a dise ˜ na-da para ayudarte a entender mejor untema distinto de la Biblia.

    8 Como conoces lo que dice la Biblia,de seguro que para ti es f ´ acil responderalgunas de las preguntas que vienen en

    las gu ´ ıas. Pero una cosa es responderuna pregunta y otra es estar seguro de

    lo que crees. Las gu ´ ıas te piden que bus-ques textos de la Bibliay que pongas porescrito lo que piensas sobre ellos. Eso te

    7-9. Explica c ´ omo te pueden ayudar a fortale-cer tu fe las gu ´ ıas de estudio ¿Qu ´ e ense ˜ narealmente la Biblia?

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    10 LA ATALAYA

    ayudar ´ a a ordenar las ideas en tu mentepara que puedas explicar tus creenciasa todo el que te pregunte. Las gu ´ ıas¿Qu ´ e ense ˜ na realmente la Biblia? est ´ anfortaleciendo la fe de muchos j ´ ovenes.

    Si puedes, ´ usalas durante tu estudiopersonal.

    9 Una de las cosas que necesitas parapoder bautizarte es estar seguro de loque crees. Una joven recuerda: “Antesde tomar la decisi ´ on de bautizarme, es-tudi ´ e y estudi ´ e la Biblia hasta conven-cerme de que esta era la religi ´ on verda-dera. Y cada d ´ ıa que pasa me convenzom ´ as”.

    TU CONDUCTA10 La Biblia dice que la fe sin obras

    est ´ a muerta (Sant. 2:17). Si tienes unafe firme, es razonable esperar que lo de-muestres con tus acciones. Dios esperaque tengas “actos santos de conducta yhechos de devoci ´ on piadosa” (lee 2 Pe-dro 3:11).

    11 ¿Qu ´ e significa la expresi ´ on “actos

    santos de conducta”? Significa teneruna conducta limpia. ¿Yc ´ omo es tu con-ducta? Haz memoria: en los ´ ultimos seismeses, ¿has demostrado que sabes verla diferencia entre lo que est ´ a bien y loque est ´ a mal? (Heb. 5:14). ¿Has logradoresistir alguna tentaci ´ on o la presi ´ on detus compa ˜ neros? ¿Te comportas comounverdadero cristiano, o tratas de pare-certe a los dem ´ as para que no se burlen

    de ti? (1 Ped. 4:3, 4). Claro, nadie esperfecto. Hasta a los que llevan muchosa ˜ nos sirviendo a Jehov ´ a puede costar-les a veces defender sus creencias. Sin

    10. ¿Por qu ´ e es l ´ ogico esperar que un Testigobautizado demuestre con obras que tiene fe?11. ¿Qu ´ e significa la expresi ´ on “actos santosde conducta”?

    embargo, se espera que todas las perso-nas que est ´ an dedicadas a Jehov ´ a sesientan orgullosas de formar partede supueblo y que lo demuestren con su con-ducta.

    12

    ¿Yqu ´ e son los “hechos de devoci

    ´ onpiadosa”? Son cosas que haces para

    Dios, como ira las reuniones y predicar;tambi ´ en cosas que haces cuando est ´ assolo, como orar y estudiar la Biblia.La persona que ha dedicado su vida aDios nunca ver ´ ıa esas actividades comouna carga. Al contrario, piensa igualque el rey David, quien dijo: “En hacertu voluntad, oh Dios m ´ ıo, me he delei-

    tado, y tu ley est ´ a dentro de mis entra- ˜ nas” (Sal. 40:8).

    13 Algo que te ayudar ´ a a ponerte bue-nas metas es la tabla de las p ´ aginas 308y 309 del libro Lo que los j ´ ovenes pregun- tan. Respuestas pr ´ acticas (volumen 2).En esa tabla tienes que anotar tusrespuestas a las siguientes preguntas:“¿Mencionas cosas espec ´ ıficas en tusoraciones? ¿Se nota por lo que dices

    que amas a Jehov ´ a? ¿Qu ´ e informaci ´ onanalizas en tu estudio personal? ¿Sales apredicar incluso cuando no lo hacen tuspadres?”. Adem ´ as, hay un espacio en latabla para que escribas c ´ omo piensasmejorar en tus oraciones, el estudio dela Biblia y la predicaci ´ on.

    14 Esta tabla ha sido muy ´ util a mu-chos j ´ ovenes que ten ´ ıan planes de bau-tizarse. Por ejemplo, Tilda recuerda:“A m ´ ı me sirvi ´ o para ponerme metas.Poco a poco las fui alcanzando y m ´ as o

    12. a) ¿Cu ´ ales son algunos “hechos de devo-ci ´ on piadosa”? b) ¿C ´ omo deber ´ ıas ver esas co-sas?13, 14. a) ¿Qu ´ e te ayudar ´ a a realizar “hechosde devoci ´ on piadosa”? b) ¿C ´ omo ha ayudado aalgunos j ´ ovenes esta tabla?

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    menos un a ˜ no despu ´ es ya estaba listapara bautizarme”. A Patrick tambi ´ en le

    fue muy ´ util la tabla.

    ´ El dice: “Yo ya te-n ´ ıa algunas metas, pero ponerlas por es-

    crito hizo que me esforzara m ´ as por al-canzarlas”.

    15 Una de las preguntas m ´ as interesan-tes de la tabla es: “Si tus padres o tusamigos dejaran la verdad, ¿seguir ´ ıas sir-viendo a Jehov ´ a?”. Recuerda que cadauno tiene que responder a Dios por susacciones. Adem ´ as, tu relaci ´ on con ´ elno puede depender de lo que hagan losdem ´ as, ni siquiera tus padres. Si est ´ asconvencido de que esta es la verdad, lodemostrar ´ as con actos santos de con-ducta y hechos de devoci ´ on piadosa.Esa ser ´ a lase ˜ nal de que est ´ as progresan-do y de que est ´ as cada vez m ´ as cerca delbautismo.

    ¿VALORAS LO QUE JEHOV ´ A

    HA HECHO POR TI?16 Un hombre que conoc ´ ıa muy bien la

    Ley de Mois ´ es le pregunt ´ o a Jes ´ us cu ´ al

    15. ¿Por qu ´ e decimos que la dedicaci ´ on es unadecisi ´ on personal?16, 17. a) ¿Cu ´ al debe ser la raz ´ on para bauti-zarse y llegar a ser cristiano? b) ¿Qu ´ e te ayu-dar ´ a a valorar m ´ as el rescate? Pon un ejemplo.

    era el mandamiento m ´ as importante detodos. Jes ´ us le respondi ´ o: “Tienes que

    amar a Jehov ´ a tu Dios con todo tu co-raz ´ on y con toda tu alma y con toda tu

    mente” (Mat. 22:35-37). Estas palabrasdemuestran cu ´ al debe ser la principalraz ´ on para bautizarse y llegar a ser cris-tiano: un amor profundo por Jehov ´ a.¿Sabes qu ´ e puedes hacer para que crez-ca ese amor en tu coraz ´ on? Meditar enel regalo m ´ as grande que Dios te hahecho; ´ el envi ´ o a su Hijo para rescatar-

    nos del pecado y la muerte (lee 2 Co-rintios 5:14, 15 y 1 Juan 4:9, 19). De-dicar tiempo a pensar en ese rescate yen sus muchos beneficios har ´ a que valo-res cada d ´ ıa m ´ as lo que Jehov ´ a ha hechopor ti.

    17 ¿C ´ omo debes ver el rescate? El si-guiente ejemplo te ayudar ´ a a entender-lo. Imag ´ ınate que te est ´ as ahogando yalguien te rescata. ¿Te secar ´ ıas, te ir ´ ıas

    a casa sin decir una palabra y te olvida-r ´ ıas de lo que pas ´ o? ¡Por supuesto queno! Estar ´ ıas muy agradecido con esapersona, ¿verdad? ¡Y c ´ omo no, si le de-ber ´ ıas la vida! Pues eso es lo que les de-bemos a Jehov ´ a y a Jesucristo; eso ymucho m ´ as. Sin el rescate que pagaronpor nosotros, nos ahogar ´ ıamos en las

    ¿Seguir ´ ıas sirviendo a Jehov ´ a situs padres dejaran la verdad?

    (Ve el p ´ arrafo 15).

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    aguas del pecado y la muerte. Pero gra-cias a ese gran acto de amor, tenemos laincre ´ ıble esperanza de vivir para siem-pre en el Para ´ ıso.

    18 ¿Valoras lo que Jehov ´ a hizo por ti?

    Pues lo mejor que puedes hacer es de-dicarte a ´ el y bautizarte. Recuerda, ladedicaci ´ on es prometerle a Dios que leservir ´ as para siempre, pase lo que pase.¿Deber ´ ıa darte miedo hacer una prome-sa tan seria? No, claro que no. Jehov ´ a sepreocupa por ti y te recompensar ´ a si ha-ces todo lo posible por acercarte a ´ el(Heb. 11:6). Si te dedicas y tebautizas, tuvida no ser ´ a peor. Todo lo contrario,

    mejorar ´ a much

    ´ ısimo. Un hermano de24 a ˜ nos que se bautiz ´ o antes de llegar a

    la adolescencia dice: “Si hubiera espera-do unos a ˜ nos, seguro que hubiera en-tendido mejor lo que estaba haciendo.Sin embargo, bautizarme me protegi ´ o decaer en las trampas de este mundo”.

    19 El Diablo es muy distinto a Jehov ´ a.

    18, 19. a) ¿Por qu ´ e no deber ´ ıa darte miedoentregarle tu vida a Jehov ´ a? b) ¿Por qu ´ e mejo-

    rar ´ a tu vida si decides servir a Dios?

    Quiere que creas que se preocupa porti, pero en realidad es un ego ´ ısta quesolo piensa en s ´ ı mismo. No tiene nadabueno que ofrecerle a la gente que loapoya. ¿C ´ omo podr ´ ıa hacerlo si no tie-

    ne ninguna esperanza para el futuro?Obviamente, no puede darte algo queno tiene. Lo ´ unico que puede ofrecertees la muerte, pues eso es lo que le espe-ra a ´ el (Rev. 20:10).

    20 En conclusi ´ on, dedicarse a Jehov ´ aes la mejor decisi ´ on que puedes tomar.¿Est ´ as preparado para tomarla? Puesno esperes m ´ as. Ahorabien, si necesitasm ´ as tiempo, usa las sugerencias de este

    art ´ ıculo para seguir progresando. Pabloles dijo a los cristianos de Filipos que

    estaban progresando muy bien, peroque no dejaran de hacerlo (Filip. 3:16).Si sigues su consejo, seguro que prontosentir ´ as el deseo de dedicarte y bauti-zarte.

    20. ¿Qu ´ e puedes hacer a fin de preparartepara la dedicaci ´ on y el bautismo? (Ve el re-cuadro “Ayudas para mejorar tu amistad con

    Dios”).

    AYUDAS PARA MEJORAR TU AMISTAD CON DIOSDe la serie “Los j ´ ovenes pregun-tan”, de ¡Despertad!

    ˇ “¿C ´ omo mejorar mi comunicaci ´ on conDios?” (noviembre de 2008).

    ˇ “¿C ´ omo disfrutar la lectura de la Biblia?”(abril de 2009).

    ˇ “¿Qui ´ en soy en realidad?” (octubrede 2011).

    ˇ “¿Qu ´ e hago para que me guste estudiarla Biblia?” (febrero de 2012).

    ˇ “¿Por qu ´ e debo ir a las reuniones cristia-nas?” (abril de 2012).

    Del libro Lo que los j ´ ovenes preguntan.Respuestas pr ´ acticas

    VOLUMEN 1

    ˇ “¿Y si no me atrae la ideade ser testigo de Jehov ´ a?”(cap ´ ıtulo 38).

    ˇ “¿Por qu ´ e me cuesta hablarde mis creencias?” (cap ´ ı-tulo 17).

    VOLUMEN 2

    ˇ “¿Tengo que obedecer siem-pre la Biblia?” (cap ´ ıtulo 34).

    ˇ “¿C ´ omo puedo hacerme ami-go de Dios?” (cap ´ ıtulo 35).

    ˇ “¿Deber ´ ıa bautizarme ya?”(cap ´ ıtulo 37).

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    DESDE el principio de la creaci ´ on ha habido unidad. Porejemplo, Jes ´ us, que es la sabidur ´ ıa en persona, cooper ´ o consu Padre para crear todo lo que existe hoy. Fue “un obreromaestro” con el que Jehov ´ a “estuvo especialmente encari ˜ na-do d ´ ıa a d ´ ıa” (Prov. 8:30). Los siervos de Dios del pasadotambi ´ en colaboraron entre s ´ ı para cumplir con los mandatosdeDios.Trabajaron enequipo parahacer el arca deNo ´ e; paramontar, desmontar y trasladar por el desierto el tabern ´ acu-lo de los d ´ ıas de Mois ´ es y para tocar m ´ usica y cantar alaban-zas a Jehov ´ a en su templo. Todas estas tareas exig ´ ıan coope-raci ´ on (G ´ en. 6:14-16, 22; N ´ um. 4:4-32; 1 Cr ´ on. 25:1-8).

    2 Los cristianos del primer siglo tambi ´ en trabajaban enequipo bajo la direcci ´ on de Cristo, la cabeza de la congrega-ci ´ on. Como explic ´ o el ap ´ ostol Pablo, los ungidos ten ´ ıan do-nes y funciones diferentes. Pero todos eran parte de “un solo

    1. ¿Qu ´ e cualidad ha existido desde el principio de la creaci ´ on?2. a) ¿Qu ´ e nos llama la atenci ´ on de los cristianos del primer siglo?b) ¿Qu ´ e veremos en este art ´ ıculo?

    Trabajemos juntos por la unidadde la congregaci ´ on

    “De ´ el todo el cuerpo, por estar unido armoniosamente y hac ´ ersele cooperar mediante toda coyuntura [...],contribuye al crecimiento del cuerpo” (EFES. 4:16).

    CANCIONES 53 Y 107

    ¿LO RECUERDA?

    ¿Qu ´ e cosas demuestran quelos testigos de Jehov ´ a coope-ramos juntos para predicar?

    ¿C ´ omo podemos cooperar

    para que la congregaci ´ on semantenga unida?

    ¿Qu ´ e pueden hacer los casa-dos para permanecer unidos?

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    14 LA ATALAYA

    cuerpo” (lea 1 Corintios 12:4-6, 12).¿Podemos nosotros disfrutar de unaunidad parecida? ¡Claro que s ´ ı! En esteart ´ ıculo veremos tres campos en los quepodemos cooperar unos con otros: la

    predicaci ´ on, la congregaci

    ´ on y la fami-lia.

    EN LA PREDICACI ´ ON

    3 Poco antes de que terminara el pri-mer siglo, el ap ´ ostol Juan tuvo una vi-si ´ on de siete ´ angeles que tocaban trom-petas. Cuando el quinto toc ´ o la suya,Juan vio una estrella que ca ´ ıa del cielo.Esta estrella us ´ o una llave para abrir “elhoyo del abismo”. De all ´ ı sali ´ o humo yuna nube de insectos, un enjambre delangostas. Pero en lugar de devorar lavegetaci ´ on, atacan “a los hombres queno tienen el sello de Dios en la frente”(Rev. 9:1-4). Juan sab ´ ıa lo destructivoque es un enjambre de langostas, puessin duda conoc ´ ıa bien el relato de lasplagas de Egipto (

    ´ Ex. 10:12-15). Las lan-

    gostas que vio Juan representan a los

    cristianos ungidos. Este grupo ha esta-do dando a conocer que Dios prontodestruir ´ a la maldad. Ahora bien, los un-gidos no est ´ an solos: los acompa ˜ nan mi-llones de cristianos que tienen la espe-ranza de vivir en la Tierra. Gracias aeste trabajo en equipo, much ´ ısimas per-sonas han escapado del imperio mun-dial de la religi ´ on falsa, que est ´ a bajo elcontrol de Satan ´ as.

    4La congregaci

    ´ on cristiana tiene antes ´ ı una tarea enorme: predicar “las bue-

    nas nuevas” en todo el mundo antes deque llegue el fin (Mat. 24:14; 28:19, 20).

    3. ¿Qu ´ e vio Juan en una visi ´ on?4. a) ¿Qu ´ e tarea tienen que cumplir los cris-tianos? b) ¿Cu ´ al es la ´ unica manera de cum-plirla?

    Invitamos a “cualquiera que tenga sed”a que “tome gratis el agua de la vida”(Rev. 22:17). La ´ unica manera de cum-plir con esta tarea es trabajando en ar-mon ´ ıa como pueblo unido (Efes. 4:16).

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    Para llevar las buenas noticias delReino a la mayor cantidad posible depersonas tenemos que predicar de ma-nera organizada. Por esta raz ´ on, recibi-mos instrucciones mediante las congre-gaciones. Si las seguimos, trabajaremosmejor en equipo. Despu ´ es de reunirnosen grupos, salimos a predicar; procla-mamos las buenas nuevas por medio denuestras palabras y de nuestras publica-

    ciones. En ocasiones se nos pide queparticipemos en campa ˜ nas especialesde predicaci ´ on. Cuando seguimos lasinstrucciones que se nos dan, trabaja-mos en unidad con millones de nuestroshermanos, llevando a la gente el mensa-je del “ ´ angel que [est ´ a volando] en me-dio del cielo” (Rev. 14:6).

    6 Los resultados de esta labor sonmuy emocionantes, como podemosconfirmar a ˜ no tras a ˜ no al leer el Anua- rio. Adem ´ as trabajamos en equipo parainvitar a las personas a las asambleas re-gionales, especiales e internacionales.En ellas escuchamos discursos y vemosrepresentaciones dram ´ aticas que nosmotivan a servir a Jehov ´ a con todas lasfuerzas. Otra cosa que nos une es laConmemoraci ´ on. Todos los a ˜ nos, des-pu ´ es de la puesta de sol del 14 de nis ´ an,nos reunimos alrededor del mundo paraobedecer el mandato de Jes ´ us de recor-dar su muerte. As ´ ı mostramos agra-decimiento por la bondad inmerecidade Dios (1 Cor. 11:23-26). Desde lue-

    5, 6. ¿Qu ´ e cosas demuestran que los testigosde Jehov ´ a cooperamos juntos para predicar?

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    go, recibimos con gusto en esa reuni ´ ona quienes no son testigos de Jehov ´ a.De hecho, dedicamos las semanas pre-vias a invitar a nuestros vecinos paraque nos acompa ˜ nen.

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    Una sola langosta no es capaz de ha-cer lo mismo que un enjambre comple-to. De manera similar, uno solo de noso-tros no puede predicar a todo el mundo.Pero cuando sumamos el trabajo de to-dos, somos capaces de llegar a millonesde personas con el mensaje de que el ´ unico que merece toda la honra y gloriaes Jehov ´ a. Ahora veamos otra maneraen la que nuestro trabajo en equipo for-

    talece la unidad del pueblo de Dios.EN LA CONGREGACI

    ´ ON

    8 En su carta a los Efesios, Pablo ha-bl ´ o de la forma en que est ´ a organizadala congregaci ´ on y record ´ o la necesidadde crecer “en todas las cosas” (lea Efe-sios 4:15, 16). ¿C ´ omo puede cada unode nosotros alcanzar esa meta? Pablopuso como ejemplo al cuerpo humano

    para explicar que la congregaci ´ on debe

    trabajar unida bajo la direcci ´ on de lacabeza, Cristo. Dijo que las distintaspartes del cuerpo trabajan en armon ´ ıagracias a las coyunturas o articulacio-nes que las unen. En nuestro caso, sinimportar si somos j ´ ovenes o mayores,fuertes o d ´ ebiles, ¿qu ´ e podemos hacerpara que la congregaci ´ on se mantengaunida?

    9 Respetar y obedecer a quienes Jes ´ usha nombrado para que la dirijan: los an-

    7. ¿Qu ´ e cosas hemos logrado trabajando enequipo?8, 9. a) ¿Qu ´ e ejemplo us ´ o Pablo para explicarla importancia de la unidad? b) ¿Qu ´ e podemoshacer para que la congregaci ´ on se mantengaunida?

    cianos (Heb. 13:7, 17). Esto no siemprees f ´ acil, pero podemos pedirle con con-fianza a Jehov ´ a que nos gu ´ ıe. Su esp ´ ıri-tu santo nos ayudar ´ a a apoyar con entu-siasmo las decisiones que se tomen en la

    congregaci ´ on. As

    ´ ı que si alguna vez noscuesta obedecer las instrucciones que

    recibimos, recordemos que nuestra hu-mildad contribuir ´ a a la unidad de lacongregaci ´ on y a que crezca el cari ˜ noque sentimos por nuestros hermanos.

    10 Los siervos ministeriales tambi ´ encontribuyen con su trabajo a la unidadde la congregaci ´ on. Todos agradecemosmucho lo que hacen, tengan la edad que

    tengan, y la generosa ayuda que les dana los ancianos. Por ejemplo, se encar-gan de que haya publicaciones para pre-dicar, de la limpieza y mantenimientodel Sal ´ on del Reino, y de darles la bien-venida a quienes nos visitan. Si coope-ramos con estos hermanos, el trabajoen la congregaci ´ on se har ´ a de mane-ra organizada (compare con Hechos 6:3-6).

    11 Algunos hermanos han trabajadomuy duro a favor de la congregaci ´ on du-rante a ˜ nos. Quiz ´ as ahora ya no puedenhacer tanto como antes por culpa de laedad, pero hay hermanos m ´ as j ´ ovenesdispuestos a darles una mano. Aunqueno tengan la misma experiencia, se lespuede capacitar para que se encarguende m ´ as responsabilidades. Nos alegraver que muchos siervos ministeriales se

    est ´ an esforzando por llegar a ser ancia-nos (1 Tim. 3:1, 10).Y tambi ´ en que algu-nos ancianos j ´ ovenes hayan progresado

    10. ¿C ´ omo la labor de los siervos ministerialescontribuye a la unidad de la congregaci ´ on?(Vea la ilustraci ´ on del principio).11. ¿C ´ omo pueden contribuir a la unidad de lacongregaci ´ on los hermanos m ´ as j ´ ovenes?

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    16 LA ATALAYA

    hasta el punto de ser superintendentesde circuito; ahora ayudan a los herma-nos de muchas congregaciones. ¿Ver-dad que estamos muy agradecidos porel apoyo que nos dan? (Lea Salmo

    110:3 y Eclesiast ´ es 12:1).

    EN LA FAMILIA12 Pasemos al siguiente campo en el

    que debemos cooperar: la familia. Unade las mejores maneras de mantener launidad en casa es celebrando la Nochede Adoraci ´ on en Familia todas las sema-nas. Muchos ya han comprobado queaprender juntos de Jehov ´ a en un am-biente agradable fortalece la unidad en-tre padres e hijos. En esas ocasionespodr ´ ıan prepararse bien para la predi-caci ´ on; as ´ ıser ´ an publicadores m ´ as h ´ abi-les. La familia se acerca m ´ as cuando sejunta para hablar de la Palabra de Dios.Al fin y al cabo, todos aman al mismoDios y quieren hacer su voluntad.

    13 ¿Y qu ´ e pueden hacer los matrimo-nios? Si los dos aman a Jehov ´ a y le sir-

    ven juntos fielmente, ser ´ an m

    ´ as felicesy estar ´ an m ´ as unidos. Adem ´ as, deben

    seguir el ejemplo de Abrah ´ an y Sara, deIsaac y Rebeca y de Elqan ´ a y Ana, pare-jas que se demostraron cari ˜ no (G ´ en.26:8; 1 Sam. 1:5, 8; 1 Ped. 3:5, 6). Si elesposo y la esposa se esfuerzan porser cari ˜ nosos, su matrimonio ser ´ a m ´ asfuerte y se sentir ´ an m ´ as cerca de Jeho-v ´ a (lea Eclesiast ´ es 4:12).

    14 La Biblia dice que ning ´ un cristianodebe casarse con una persona queno sirve a Jehov ´ a (2 Cor. 6:14). Pero

    12, 13. ¿Qu ´ e pueden hacer las familias paramantenerse unidas?14. Si su esposo o esposa no sirve a Jehov ´ a,¿qu ´ e puede hacer para fortalecer su matrimo-nio?

    ¿qu ´ e sucede cuando alguien conoce laverdad y ya est ´ a casado, pero su c ´ onyu-ge no se hace Testigo? Seguir los prin-cipios de la Biblia ayudar ´ a a este cristia-no a mantener la armon ´ ıa en el hogar.

    Est ´ a claro que se esforzar

    ´ a por coope-rar con su c ´ onyuge en todo lo que

    pueda sin pasar por alto los manda-mientos de Dios. A veces hacer lo queJehov ´ a ense ˜ na puede ser dif ´ ıcil, pero sepueden obtener excelentes resultados.Tampoco es sencillo obedecer las nor-mas de la Biblia cuando el esposo o laesposa se alejan de Dios. Esto fue loque le sucedi ´ o a Mary. Ella y su espo-

    so serv ´ ıan juntos a Jehov

    ´ a, pero hace

    unos veinticinco a ˜ nos ´ el dej ´ o de asistira las reuniones. Mary no faltaba a lasreuniones ni a las asambleas. Tambi ´ ense esforzaba por poner en pr ´ actica encasa lo que aprend ´ ıa de la Biblia y porense ˜ n ´ arselo a sus seis hijos. Los a ˜ nospasaron y los hijos crecieron y se fue-ron de casa. Mary se sent ´ ıa sola, perosegu ´ ıa sirviendo a Jehov ´ a. Un buend ´ ıa, David comenz ´ o a leer las revistasque ella dejaba a prop ´ osito a la vista y,con el tiempo, volvi ´ o a asistir a las reu-niones. Su nieto de seis a ˜ nos siempre leapartaba un lugar. Si David no llegabaal sal ´ on, el ni ˜ no le dec ´ ıa: “Abuelito, teextra ˜ n ´ e mucho en la reuni ´ on”. David havuelto al pueblo de Jehov ´ a, y Mary est ´ amuy contenta de servir a Dios al lado desu esposo.

    15 Satan ´ as est ´ a atacando a las fami-lias. Por eso, es important ´ ısimo quelos matrimonios cristianos est ´ en m ´ asunidos que nunca. No importa cu ´ antotiempo llevemos casados, deteng ´ amo-

    15. ¿C ´ omo pueden ayudar los matrimoniosmayores a los m ´ as j ´ ovenes?

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    nos a pensar en maneras de hacer m ´ asfuerte nuestro matrimonio. Las parejascon m ´ as experiencia pueden ayudar a

    los que llevan menos tiempo casados.Podr ´ ıan invitar de vez en cuando a unmatrimonio joven a su Noche de Adora-ci ´ on en Familia. As ´ ı podr ´ an mostrarlesque las parejas deben ser cari ˜ nosas ypermanecer unidas sin importar cu ´ antotiempo lleven juntas (Tito 2:3-7).

    “SUBAMOS A LA MONTA ˜ NA DE JEHOV

    ´ A”

    16 Cuando los israelitas iban al templode Jerusal ´ en para celebrar las fiestas,colaboraban unos con otros. Se prepa-raban para el viaje, se ayudaban unos aotros en el camino y alababan a Jehov ´ ajuntos en el templo (Luc. 2:41-44). No-sotros tambi ´ en estamos en medio de unviaje, por as ´ ı decirlo. Vamos de camino

    16, 17. ¿Qu ´ e bendiciones nos esperan?

    al nuevo mundo y tenemos que mante-ner la armon ´ ıa y cooperar con los de-m ´ as. Esto exige un esfuerzo constante

    de nuestra parte. ¿Cree que haya algoen lo que pueda mejorar?17 Piense en todas las bendiciones que

    nos esperan. Ya hemos dejado atr ´ as ladesuni ´ on y la confusi ´ on que son tan co-munes en este mundo. Adem ´ as, esta-mos viendo con nuestros propios ojosc ´ omo se hacen realidad las profec ´ ıas deIsa ´ ıas y Miqueas. Los dos profetiza-ron que el pueblo de Dios subir ´ ıa a

    “la monta ˜ na de Jehov

    ´ a” (Is. 2:2-4; lea

    Miqueas 4:2-4 ). De hecho, la religi ´ onverdadera est ´ a muy por encima de lasdem ´ as en nuestro tiempo, “la parte fi-nal de los d ´ ıas”. Dentro de poco, todoslos habitantes de la Tierra vivir ´ an en ar-mon ´ ıa. ¡Qu ´ e felices seremos sirviendojuntos y en unidad a Jehov ´ a!

    La Noche de Adoraci ´ onen Familia fortalece

    la unidad entre j ´ ovenesy mayores.(Vea los p ´ arrafos 12 y 15).

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    “PARE, VEA, ESCUCHE”. Estas tres palabras han evitado mu-chas muertes. Hace m ´ as de cien a ˜ nos, se colocaron letreros

    con esas palabras en los cruces de tren de todo Estados Uni-dos. Su prop ´ osito era evitar que los conductores cruzaran enel momento equivocado y sufrieran un accidente. Est ´ a claroque prestar atenci ´ on a aquellos letreros pod ´ ıa salvarle la vidaa uno.

    2 Jehov ´ a est ´ a haciendo algo mejor que poner letreros en elcamino.

    ´ El mismo se ha puesto de pie delante de sus siervos,

    por decirlo as ´ ı, y les est ´ a se ˜ nalando el camino que los man-tiene protegidos y los lleva a la vida eterna. Adem ´ as, es unpastor cari ˜ noso que gu ´ ıa a sus ovejas y las previene para queno tomen ninguna ruta peligrosa (lea Isa ´ ıas 30:20, 21).

    JEHOV ´ A HA GUIADO A SU PUEBLO DESDE SIEMPRE

    3 A lo largo de la historia, Jehov ´ a ha dado instrucciones y

    1, 2. a) ¿Qu ´ e advertencia ha salvado muchas vidas? (Vea la ilustra-ci ´ on del principio). b) ¿Qu ´ e valiosa gu ´ ıa est ´ an recibiendo los siervos deDios?3. ¿Por qu ´ e muere el ser humano?

    Jehov ´ a gu ´ ıa a su pueblo porel camino que lleva a la vida

    “Este es el camino. Anden en ´ el” (IS. 30:21).

    CANCIONES 65 Y 48

    ¿CU ´ AL ES SU RESPUESTA?

    ¿C ´ omo guio Jehov ´ a a sussiervos en los d ´ ıas de No ´ e yen los de Mois ´ es?

    ¿Qu ´ e nuevas instruccionesles dio Jehov ´ a a los cristia-nos?

    ¿C ´ omo podemos demostrarque aceptamos la gu ´ ıa queDios nos da?

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    gu ´ ıa espec ´ ıficas. Por ejemplo, en el jar-d ´ ın de Ed ´ en dio instrucciones claraspara guiar a la humanidad por el caminoque lleva a la felicidad y la vida eterna(G ´ en. 2:15-17). Pero Ad ´ an y Eva no si-guieron su gu ´ ıa, y las consecuencias fue-ron terribles: tuvieron quevivir unavidallena de sufrimientos y murieron sinninguna esperanza. Eva sigui ´ o un conse-jo que crey ´ o que ven ´ ıa de una serpiente,y Ad ´ an escuch ´ o a su esposa, aunqueno era m ´ as que un ser humano como ´ el.Como los dos rechazaron la gu ´ ıa que suPadre les hab ´ ıa dado con tanto cari ˜ no,ellos y todos sus descendientes acaba-

    ron condenados a muerte.4 En los d ´ ıas de No ´ e, Jehov ´ a dio ins-trucciones que ayudaron a salvar mu-chas vidas. Despu ´ es del Diluvio, Jehov ´ adio nuevas instrucciones, pues las cir-cunstancias iban a cambiar. Ahora iba apermitir que el hombre comiera la carnede los animales, pero le prohibi ´ o queconsumiera su sangre, porque la sangrerepresenta la vida (G ´ en. 9:1-4). Estas

    instrucciones nos ayudan a entender loque Dios piensa sobre la vida. La vida lepertenece, pues ´ el nos la ha dado y esnuestro Creador.

    ´ El tiene el derecho ab-

    soluto de hacer reglas para gobernar lavida. Por ejemplo, prohibi ´ o el asesinato,pues para ´ el lavida y la sangre son sagra-das. Dios castigar ´ a a cualquiera que vio-le sus normas sobre la sangre o la vida(G ´ en. 9:5, 6).

    5 Ahora estudiaremos otros momen-tos de la historia en los que Diosha dadoinstrucciones y gu ´ ıa a su pueblo; as ´ ı ve-

    4. a) ¿Por qu ´ e se necesitaban nuevas instruc-ciones despu ´ es del Diluvio? b) ¿Qu ´ e nos ayu-dan a entender estas instrucciones?5. a) ¿Qu ´ e estudiaremos ahora? b) ¿A qu ´ e nosayudar ´ a este estudio?

    remos con m ´ as claridad la importanciade seguir la gu ´ ıa que nos est ´ a dando hoypara llevarnos al nuevo mundo.

    NUEVAS INSTRUCCIONESPARA UNA NUEVA NACI

    ´ ON

    6 En los d ´ ıas de Mois ´ es, fue necesariodar instrucciones espec ´ ıficas sobre con-ducta y religi ´ on. ¿Por qu ´ e? Porque lascircunstancias volvieron a cambiar: porm ´ as de doscientos a ˜ nos, los descendien-tes de Jacob hab ´ ıan vivido en Egipto, unpa ´ ıs donde todo el mundo adoraba a ´ ıdolos y a los muertos, y ten ´ ıa creenciasy costumbres que ofend ´ ıan a Dios. PeroDios los liber ´ o de la esclavitud; poreso se necesitaban nuevas instruccio-nes. Los israelitas dejar ´ ıan de ser escla-vos gobernados por los egipcios y ser ´ ıanuna naci ´ on libre, gobernada tan solopor la Ley de Jehov ´ a. Seg ´ un algunasobras de consulta, la palabra hebrea quecorresponde a “ley” viene de una pala-bra que significa “dirigir, guiar o ins-truir”. La Ley de Mois ´ es era como unmuro que proteg ´ ıa al pueblo de Dios dela inmoralidad y la religi ´ on falsa de lasnaciones vecinas. Cuando los israelitasescuchaban a Jehov ´ a, recib ´ ıan sus ben-diciones, pero cuando no le hac ´ ıan caso,sufr ´ ıan graves consecuencias (lea Deu-teronomio 28:1, 2, 15).

    7 Hab ´ ıa otra raz ´ on por la que se nece-sitaban nuevas instrucciones. La Leyprepar ´ o a los israelitas para la llegadadel Mes ´ ıas —Jesucristo—, un aconteci-miento esencial para que se cumplierael prop ´ osito de Jehov ´ a. Tambi ´ en dej ´ o

    6. a) ¿Por qu ´ e ten ´ ıan que obedecer los israe-litas la Ley que Jehov ´ a le dio a Mois ´ es? b) ¿Qu ´ edeb ´ ıan hacer para que Dios los bendijera?7. a) ¿Por qu ´ e otra raz ´ on dio instruccionesJehov ´ a a los israelitas? b) ¿Por qu ´ e decimosque la Ley fue un tutor o gu ´ ıa?

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    bien claro que los israelitas eran imper-fectos y que necesitaban un rescate,un sacrificio perfecto que cubriera porcompleto sus pecados (G ´ al. 3:19; Heb.10:1-10). Adem ´ as, protegi ´ o la l ´ ınea ge-neal ´ ogica del Mes ´ ıas y ayud ´ o a identifi-carlo cuando apareci ´ o. As ´ ı es, la Ley sir-vi ´ o por un tiempo de “tutor”, o gu ´ ıa,que llevaba a Cristo (G ´ al. 3:23, 24).

    8 Tambi ´ en a los cristianos nos sirvenmucho las instrucciones que Jehov ´ a ledio a Israel. ¿Por qu ´ e? Porque, aunqueno tenemos que cumplir la Ley, po-demos “parar y ver” los principios quecontiene y usarlos como gu ´ ıa en nues-

    tra vida diaria y al servir a nuestro san-to Dios. ´ El se encarg ´ o de que se in-cluyera la Ley en la Biblia para queaprendi ´ eramos de ella, nos gui ´ aramospor sus principios y valor ´ aramos lasnormas que nos rigen a los cristianos,las cuales son muy superiores. “Escu-che”, por ejemplo, estas palabras deJes ´ us: “Oyeron ustedes que se dijo:‘No debes cometer adulterio’. Pero yo

    les digo que todo el que sigue mirandoa una mujer a fin de tener una pa-si ´ on por ella ya ha cometido adulteriocon ella en su coraz ´ on”. Como vemos,no solo debemos evitar el adulterio,sino tambi ´ en eldeseo de cometer inmo-ralidad (Mat. 5:27, 28).

    9 La llegada del Mes ´ ıas produjo unnuevo cambio de circunstancias, por loque Jehov ´ a dio nuevas instrucciones y

    m ´ as detalles sobre su prop

    ´ osito. En ela ˜ no 33, rechaz ´ o a la naci ´ on de Israel y

    eligi ´ o a la congregaci ´ on cristiana paraque fuera su pueblo.

    8. ¿Por qu ´ e debemos dejarnos guiar por losprincipios que contiene la Ley de Mois ´ es?9. ¿Por qu ´ e fue necesario que Jehov ´ a dieram ´ as instrucciones?

    INSTRUCCIONES PARAUNA NUEVA NACI

    ´ ON ESPIRITUAL

    10 En el siglo primero, los siervosde Dios que entraron en la congrega-ci ´ on cristiana recibieron instrucciones

    adicionales sobre conducta y religi ´ on,ya que estaban bajo un nuevo pacto.

    La Ley de Mois ´ es fue entregada a unasola naci ´ on: Israel. Pero ahora habr ´ ıauna nueva naci ´ on que estar ´ ıa formadapor personas de muchos pa ´ ıses y cultu-ras, es decir, el Israel espiritual. Comovemos, “Dios no es parcial, sino que, entoda naci ´ on, el que le teme y obra jus-ticia le es acepto” (Hech. 10:34, 35).

    La Ley de Mois ´ es fue escrita en piedrapara gobernar a Israel en la Tierra Pro-

    metida. En cambio, “la ley del Cris-to” gobierna a los israelitas espiritualesdondequiera que vivan y est ´ a escrita ensus corazones. Adem ´ as, est ´ a compuestasobre todo por principios (G ´ al. 6:2).

    11 El Israel espiritual recibir ´ ıa la gu ´ ıade Dios mediante Jesucristo, lo cual losbeneficiar ´ ıa mucho. Poco antes de que

    entrara en funciones el nuevo pacto, Je-s ´ us dio dos mandatos muy importantes.Uno ten ´ ıa que ver con la predicaci ´ on yel otro con laconducta y con la forma enla que deb ´ ıan tratarse los cristianos.Como estos mandatos fueron dirigidosa todos los cristianos, hoy d ´ ıa seguimosobligados a cumplirlos, sea que tenga-mos la esperanza de vivir en el cielo o enla Tierra.

    12 Veamos el mandato de la predica-

    10. a) ¿Por qu ´ e necesitaba nuevas leyes lacongregaci ´ on cristiana? b) ¿Qu ´ e diferencia hayentre la Ley de Mois ´ es y la ley del Cristo?11. ¿Qu ´ e dos mandatos incluye “la ley del Cris-to”?12. ¿Porqu ´ e podemos decir que la predicaci ´ onera algo nuevo?

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    ci ´ on. En siglos anteriores, las personasque no eran jud ´ ıas pero quer ´ ıan servir aJehov ´ a ten ´ ıan que ir a Israel (1 Rey. 8:41-43). Pero el mandato que dio Jes ´ usen Mateo 28:19, 20 (l ´ ealo) cambi ´ o lasituaci ´ on.

    ´ El les dijo a sus disc ´ ıpulos que

    ahora ellos tendr ´ ıan que ir a la gente. Du-rante el Pentecost ´ es del a ˜ no 33, Jehov ´ adio una muestra de que ten ´ ıa una nuevaestrategia, de que la predicaci ´ on se-r ´ ıa mundial. Su esp ´ ıritu santo hizo queunos 120 miembros de la congregaci ´ oncristiana hablaran milagrosamente endiversos idiomas a los jud ´ ıos y a los quese hab ´ ıan convertido al juda ´ ısmo (Hech.

    2:4-11). M ´ as tarde se empez

    ´ o a predicara los samaritanos y en el a ˜ no 36, a las

    personas de otros pa ´ ıses que no estabancircuncidadas. Se podr ´ ıa decir que loscristianos pasaron de pescar en un es-tanque a pescar en el oc ´ eano.

    13 Ahora veamos el segundo mandatode Jes ´ us. Este era un “nuevo manda-miento” sobre c ´ omo deb ´ ıan tratarse loscristianos (lea Juan 13:34, 35). Ade-

    m ´ as de tratarse con amor en la vida dia-ria, deb ´ ıan estar dispuestos a dar la vida

    por sus hermanos. Esto era algo que laLey de Mois ´ es nunca mand ´ o a los jud ´ ıos(Mat. 22:39; 1 Juan 3:16).

    14 Jes ´ us mismo puso el ejemplo: am ´ otanto a sus disc ´ ıpulos que estuvo dis-puesto a sacrificarse por ellos. Eso sig-nificaba que tendr ´ ıa que morir; y esta-ba preparado para hacerlo.

    ´ El espera lo

    mismo de todos sus disc ´ ıpulos, inclui-dos nosotros. Por eso, tal vez sea nece-

    sario que suframos y hasta muramospor nuestros hermanos en la fe (1 Tes.2:8).

    13, 14. a) ¿Qu ´ e debemos hacer para cumplirel “nuevo mandamiento” de Jes ´ us? b) ¿Qu ´ enos ense ˜ n ´ o Jes ´ us con su ejemplo?

    INSTRUCCIONES PARAEL PRESENTE Y EL FUTURO

    15 Jes ´ us ha alimentado a sus disc ´ ıpu-los al tiempo debido, especialmente des-de que nombr ´ o al “esclavo fiel y discre-

    to” (Mat. 24:45-47). Entre otras cosas,les ha dado importantes instruccionesque han ido cambiando de acuerdo conlas circunstancias. ¿Y cu ´ ales son las cir-cunstancias actuales?

    16 Estamos viviendo en la ´ epoca que laBiblia llama “los ´ ultimos d ´ ıas”, y muypronto llegar ´ a la mayor tribulaci ´ on de lahistoria (2 Tim. 3:1; Mar. 13:19). Ade-m ´ as, Satan ´ as y sus demonios han sido

    echados del cielo y est ´ an causando mu-chos sufrimientos en la Tierra (Rev. 12:

    9, 12). Por otro lado, hemos recibido lacomisi ´ on de llevar a cabo una tarea his-t ´ orica y a una escala sin precedentes:predicar en todo el planeta y en m ´ asidiomas que nunca.

    17 Es muy importante que usemos lasherramientas que nos da la organizaci ´ onpara predicar. ¿Lo hace usted? ¿Pone

    atenci ´ on a las instrucciones que se dan

    en las reuniones para usar dichas herra-mientas como se debe? ¿Est ´ a convenci-do de que esas instrucciones vienen deJehov ´ a?

    18 Como hemos visto, para que Diosnos siga bendiciendo necesitamos se-guir las instrucciones que Jehov ´ anosdapor medio de su organizaci ´ on. Hay queser obedientes desde ahora, pues as ´ ı

    ser ´ a m ´ as f ´ acil seguir las instruccionesque recibamos en la “gran tribulaci ´ on”,la cual destruir ´ a el mundo de Satan ´ as

    15, 16. a) ¿C ´ omo est ´ a guiando Dios a su pue-blo hoy d ´ ıa? b) ¿Cu ´ ales son las circunstanciasactuales?17, 18. ¿Qu ´ e debemos hacer cuando nos daninstrucciones?

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    (Mat. 24:21). Y cuando la Tierra quedelibre de la influencia del Diablo, necesi-taremos nuevas instrucciones.

    19 En la ´ epoca de Mois ´ es fue necesarioque los israelitas recibieran nuevas ins-trucciones. Lo mismo pas ´ o en la ´ epocaen la que la congregaci ´ on cristiana reci-bi ´ o “la ley del Cristo”. Y cuando llegueel nuevo mundo, la Biblia dice que seabrir ´ an nuevos rollos (lea Revelaci ´ on20:12). De seguro, estos rollos conten-dr ´ an nuevas instrucciones de Jehov ´ a

    para la humanidad. Al estudiarlas, todosloshabitantes del Para ´ ıso —incluidos losque hayan resucitado— sabr ´ an lo queDios espera de ellos y entender ´ an mejorsu forma de ver las cosas. La informa-ci ´ on de esos rollos, as ´ ı como el conoci-

    19, 20. a) ¿Qu ´ e rollos se abrir ´ an? b) ¿Qu ´ e pa-sar ´ a cuando se abran esos rollos?

    miento cada vez mayor de la Palabra deDios, nos servir ´ an de gu ´ ıa y nos ayuda-

    r ´ an a tratarnos con amor, respeto y dig-nidad (Is. 26:9). ¡Imag ´ ınese todo lo que

    habr ´ a que aprender y ense ˜ nar bajo la di-recci ´ on de nuestro Rey, Jesucristo!

    20 Si aceptamos “las cosas escritas enlos rollos” y nos mantenemos fieles du-rante la prueba final, Jehov ´ a escribir ´ anuestro nombre permanentemente en“el rollo de la vida”. En efecto, podemosheredar la vida eterna. De modo que

    PAREMOS a estudiar la Biblia, VEAMOSlo que significan sus instrucciones yESCUCHEMOS la gu ´ ıa que nos da Jeho-v ´ a. As ´ ı podremos sobrevivir a la grantribulaci ´ on y viviremos una eternidadaprendiendo acerca de nuestro sabioy bondadoso Dios, Jehov ´ a (Ecl. 3:11;Rom. 11:33).

    En el Para ´ ıso se abrir ´ annuevos rollos con instrucciones

    para la humanidad.(Vea los p ´ arrafos 19 y 20).

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    ANTES de ascender al cielo, Jes ´ us les dijo a sus dis-c ´ ıpulos: “Ser ´ an testigos de m ´ ı [...] hasta la partem ´ as distante de la tierra” (Hech. 1:8). Pero ¿c ´ omolograr ´ ıan los cristianos predicar en toda la Tierra?

    Martin Goodman, profesor de la Universidad deOxford, menciona: “El sentido de tener una misi ´ onque cumplir distingui ´ o a los cristianos de los dem ´ asgrupos religiosos, incluidos los jud ´ ıos, en los co-mienzos del Imperio romano”. Jes ´ us hab ´ ıa recorri-do muchos lugares para predicar su mensaje. As ´ ıque sus disc ´ ıpulos comprendieron que dar a cono-cer “las buenas nuevas del reino de Dios” implicababuscar a las personas que quisieran conocer la ver-dad (Luc. 4:43). Esa es una de las razones por lasque la congregaci ´ on cristiana del siglo primero te-n ´ ıa “ap ´ ostoles”, t ´ ermino que significa “enviados”,en este caso, a predicar (Mar. 3:14). Jes ´ us les dio el

    mandato: “Vayan, por lo tanto, y hagan disc ´ ıpulode gente de todas las naciones” (Mat. 28:18-20).

    Hoy d ´ ıa, muchos siervos de Jehov ´ a manifiestanpor todo el mundo el mismo esp ´ ıritu misionero delos ap ´ ostoles. Su respuesta a la invitaci ´ on de predi-car donde m ´ as se necesita es: “¡Aqu ´ ı estoy yo! Env ´ ıame a m ´ ı” (Is. 6:8). Muchos se han ido a pa ´ ıses le janos, como los miles de graduados de la Escuelade Galaad. Otros se han mudado a zonas dentro desu propio pa ´ ıs. Los hay que han aprendido un idio-ma para ayudar a los grupos y congregaciones dehabla extranjera. Pero no pensemos que quienes semudan adonde se necesita ayuda o quienes apren-den un idioma lo hacen porque tienen las circuns-tancias a su favor o porque han tenido todo f acil. M ´ as bien, est ´ an dispuestos a hacer sacrificiospara demostrar su amor por Jehov ´ a y por la gente.

    “¿Ser misioneroen mi congregaci ´ on?”

    Trate de ver la ayuda pr ´ actica, emocional y espiritualque necesitan los miembros de su congregaci ´ on.

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    Se hacen disponibles despu ´ es de calcular los gas-tos (Luc. 14:28-30). Estos hermanos est ´ an siendode gran ayuda.

    Claro est ´ a, las circunstancias var ´ ıan. No todoslos Testigos pueden mudarse a otros lugares o

    aprender un idioma. Pero todos podemos pregun-tarnos: “¿Podr ´ ıa yo ser misionero en mi congrega-ci ´ on?”.

    SEA MISIONERO EN SU CONGREGACI ´ ON

    No hay duda de que los cristianos del siglo pri-mero ten ´ ıan esp ´ ıritu misionero, pero lo m ´ as proba-ble es que la mayor ´ ıa no saliera de su ciudad. Sinembargo, a todos ellos les vino muy bien el consejoque el ap ´ ostol Pablo le dio a Timoteo: “Haz la obrade evangelizador, efect ´ ua tu ministerio plenamen-te” (2 Tim. 4:5). Ese consejo tambi ´ en es muy ´ utilhoy d ´ ıa. El mandato de predicar y hacer disc ´ ıpuloses para todos los cristianos, est ´ en donde est ´ en.Lo que es m ´ as, en nuestra congregaci ´ on podemoshacer mucho de lo que hace un misionero.

    Por ejemplo, quienes se mudan a otro pa ´ ıs tienenque adaptarse a sus nuevas circunstancias ya que

    se encuentran en un entorno desconocido. ¿Qu ´ e similitud puede haber en nuestro caso? Pues bien, sino podemos mudarnos a un lugar donde se necesi-ten m ´ as predicadores, ¿podr ´ ıamos variar nuestraforma de predicar el territorio de nuestra congre-gaci ´ on? Piense en esto: en 1940, se empez ´ o a ani-mar a los Testigos a predicar en las calles un d ´ ıa ala semana. ¿Lo ha intentado? ¿Qu ´ e tal predicarcon exhibidores de publicaciones? ¿Se ha propues-to probar alguno de estos m ´ etodos, que quiz ássean nuevos para usted ?

    Si somos optimistas, ser ´ a m ´ as f ´ acil para noso-tros predicar con entusiasmo. Muchas veces, quie-nes se ofrecen para ir donde hay mayor necesidado para servir en otro idioma son predicadores deexperiencia. Por eso, ayudan mucho a otros publi-cadores poni ´ endoles el ejemplo en el ministerio.Adem ´ as, los misioneros suelen tomar la iniciativaen las tareas de la congregaci ´ on hasta que los her-manos locales est ´ en capacitados para atenderlas.Si usted es un var ´ on bautizado, ¿tiene la meta deofrecerse para servir a los hermanos de su congre-gaci ´ on? (1 Tim. 3:1).

    Aproveche sus circunstancias paraapoyar a quien necesita...

    ˇ ... ´ animo para hacer “la obrade evangelizador”.

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    AYUDE Y CONSUELE A QUIEN LO NECESITA

    Participar con entusiasmo en la predicaci ´ on yhacernos disponibles para asumir responsabilida-des en la congregaci ´ on no son las ´ unicas manerasen las que podemos ayudar. Todos, seamos j ´ ove-

    nes o mayores, hombres o mujeres, podemos ser“un socorro fortalecedor” para quienes lo necesi-ten (Col. 4:11).

    Para poder ayudar a nuestros compa ˜ neros, esfundamental conocerlos bien. De ah ´ ı que la Bi-blia nos exhorte a que “estemos pendientes unosde otros” (Heb. 10:24, Biblia de Navarra ). Estono quiere decir que vayamos a entrometernos en lavida de los dem ´ as, sino que deber ´ ıamos intentarconocerlos y entender sus necesidades, que pue-

    den ser de naturaleza pr ´ actica, emocional o espiri-tual. Ayudar a los compa ˜ neros de la congregaci ´ on

    no es responsabilidad exclusiva de los ancianos ysiervos ministeriales. Es verdad que habr ´ a ocasio-nes en las que ellos deber ´ an intervenir (G ´ al. 6:1).Aun as ´ ı, todos podemos ayudar a hermanos mayo-res, o a familias enteras, que est ´ en pasando dificul-tades.

    Veamos un caso. Cuando Salvatore sufri ´ o un rev ´ es econ ´ omico, tuvo que vender su negocio, sucasa y muchas pertenencias familiares. Le preocu-paba c ´ omo cuidar ´ ıa a los suyos. Otra familia dela congregaci ´ on se dio cuenta de que necesita-ban ayuda. Estuvieron a su lado d ´ andoles apo-yo econ ´ omico; tambi ´ en ayudaron a Salvatore y asu esposa a encontrar trabajo y pasaron muchasnoches escuch ´ andolos y anim ´ andolos. Como resul-tado, surgi ´ o una amistad entre las dos familias quedura hasta el d ´ ıa de hoy. A pesar de las preocupa-ciones del principio, todos guardan gratos recuer-dos de aquella ´ epoca.

    Para los cristianos verdaderos, la religi ´ on no esun asunto privado. Jes ´ us nos puso el modelo: de-bemos hacer que todos conozcan las maravillosaspromesas de la Biblia. Sea que podamos mudarnoso no, cada uno de nosotros puede hacer cosaspor otros, especialmente en nuestra congregaci ó(G ´ al. 6:10). Dar de nuestro tiempo, energ ´ ıas y recursos nos har ´ a felices y nos permitir ´ a seguir “llevando fruto en toda buena obra” (Col. 1:10; Hech.20:35).

    ˇ ... ayuda pr ´ actica. ˇ ... consuelo ante las preocupacionesde la vida.

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    ¿SABE en qu ´ e nos parecemos a los profetas de la

    antig ¨ uedad? Veamos primero lo que es un profe-ta. La obra Perspicacia para comprender las Escritu- ras dice que es la “persona mediante la cual Diosda a conocer su voluntad y prop ´ osito”. Es la que“declara o da a conocer mensajes atribuidos a unafuente divina”. Los profetas fueron voceros deDios que, adem ´ as de hacer predicciones, dieron aconocer sus ense ˜ nanzas, mandamientos y juicios.Aunque nosotros no hacemos predicciones, ha-blamos de parte de Jehov ´ a cuando proclamamos

    el mensaje de la Biblia (Mat. 24:14).Tenemos el gran honor de ense ˜ nar a las perso-

    nas acerca de Jehov ´ a, nuestro Dios, y de su pro-p ´ osito para la humanidad; colaboramos con el ´ an-gel que vuela en medio del cielo (Rev. 14:6). Sinembargo, es posible que enfrentemos problemasque nos hagan olvidar por un momento ese mara-villoso privilegio. ¿De qu ´ e problemas hablamos?

    Bueno, quiz ´ as nos sintamos cansadoso desanima-

    dos o tengamos sentimientos de inutilidad. Losprofetas tambi ´ en se sintieron as ´ ı, pero nunca serindieron. Jehov ´ a los ayud ´ o a cumplir con susasignaciones. Veamos algunos ejemplos y fij ´ emo-nos en qu ´ e podemos imitarlos.

    LUCHARON CON TODAS SUS FUERZAS

    A veces, la rutina diaria nos agota y puede qui-tarnos las ganas de salir a predicar. Claro, todosnecesitamos descansar; hasta Jes ´ us y los ap ´ osto-

    les lo hicieron (Mar. 6:31). Pero piense por un mo-mento en Ezequiel , quien era profeta entre los is-raelitas cautivos en Babilonia. Dios le dijo quehiciera un grabado de laciudad de Jerusal ´ enenunladrillo. Deb ´ ıa representar el sitio o asedio de laciudad y acostarse sobre su lado izquierdo duran-te 390 d ´ ıas, y luego otros 40 d ´ ıas sobre su lado de-recho. Jehov ´ a le dijo: “¡Mira!, ciertamente pondr e

    Sigamos el ejemplo de los profetas

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    cuerdas sobre ti para queno te vuelvas de un ladotuyoal otro lado tuyo, has-ta que hayas completadolos d ´ ıas de tu sitio” (Ezeq.4:1-8). Sin duda, aquellollam ´ o la atenci ´ on de los is-

    raelitas. Durante m ´ as de un a ˜ no, Ezequiel tuvoque hacer exactamente lo mismo todos los d ´ ıas.¿Qu ´ e lo ayud ´ o a cumplir con esa asignaci ´ on tanagotadora?

    Ezequiel comprend ´ ıa por qu ´ e era profeta.Cuando Jehov ´ a lo envi ´ o, le dijo: “Sabr ´ an tambi ´ enque result ´ o haber un profeta mismo en medio deellos”. No importaba si los israelitas escuchaban ono (Ezeq. 2:5). Ezequiel tuvo claro el prop ´ osito desu misi ´ on y demostr ´ o ser un profeta de verdad:obedeci ´ o de buena gana y represent ´ o el asedio deJerusal ´ en. M ´ as tarde, ´ el y los dem ´ as exiliados re-cibieron una noticia impresionante: “¡La ciudadha sido derribada!”. Los israelitas se dieron cuen-ta de que hab ´ ıan tenido un profeta en medio deellos (Ezeq. 33:21, 33).

    Hoy los cristianos advertimos a las personasque Jehov ´ a pronto destruir ´ a el mundo de Sata-n ´ as. Aunque a veces nos cansamos, usamos nues-tras energ ´ ıas para predicar la Palabra de Dios, ha-cer revisitas y dar clases de la Biblia. Cuandovemos que las profec ´ ıas sobre el fin se est ´ an cum-pliendo, nos sentimos orgullosos de ser las perso-nas mediante las cuales “Dios da a conocer su vo-luntad y prop ´ osito”.

    VENCIERON EL DES ´ ANIMO

    Jehov ´ a nos ayuda con su esp ´ ıritu a luchar contodas nuestras fuerzas. Aun as ´ ı, aveces podr ´ ıa de-sanimarnos la respuesta de la gente al mensaje quellevamos. Si eso nos pasa, pensemos en Jerem ´ ıas.Los israelitas lo insultaban y se burlaban de ´ el por-que les llevaba el mensaje de Dios. En una ocasi ´ onhasta lleg ´ o a decir: “No voy a hacer menci ´ on de ´ el,y no hablar ´ e m ´ as en su nombre”. Jerem ´ ıas era unhombre con sentimientos como los nuestros. Sinembargo, no dej ´ o de predicar. ¿Por qu ´ e? Hablan-

    do del mensaje, explic ´ o: “Result ´ o ser como unfue-go ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansde contener, y no pude aguantarlo” (Jer. 20:7-9).

    Si nos sentimos desanimados por culpa de lareacci ´ on de la gente, reflexionemos en el mensajeque llevamos. Veremos que puede “ser como unfuego ardiente” dentro de nosotros. Y si leemos laBiblia todos los d ´ ıas, conseguiremos que ese fue-go siga ardiendo.

    SUPERARON LOS SENTIMIENTOS NEGATIVOS

    Algunos cristianos que reciben un cambio deasignaci ´ on se sienten preocupados, pues no en-tienden por qu ´ e la han recibido o no saben c ´ omcumplirla. Quiz ´ as el profeta Oseas se sinti ´ o asJehov ´ a le orden ´ o: “Ve, t ´ omate una esposa de for-nicaci ´ on e hijos de fornicaci ´ on” (Os. 1:2). Imagneseque usted fuera a casarse, pero que Dios ledi-jera que su esposa lo va a enga ˜ nar con otroshombres. ¿C ´ omo se sentir ´ ıa? Oseas acept ´ o la asignaci ´ on, se cas ´ oconG ´ omer y tuvo un hijo con ella.M ´ as tarde, ella tuvo una hija y un hijo que, al pa-recer, no eran de ´ el. Jehov ´ a ya le hab ´ ıa dicho quesu futura esposa “[correr ´ ıa] tras sus apasionadosamantes” —note que dice “amantes” y no “aman-te”— y luego intentar ´ ıa regresar con ´ el. ¿Qu ´ e ha

    br ´ ıa hecho usted? ¿Habr ´ ıa aceptado que volviera?Pues eso fue precisamente lo que Jehov ´ a le dijo Oseas que hiciera. Y no solo eso, sino que tuvoque pagar una cantidad importante para recom-prarla (Os. 2:7; 3:1-5).

    Quiz ´ as Oseas se pregunt ´ o qu ´ e sentido ten ıcumplir con su asignaci ´ on. Sin embargo, hizo fiel-mente lo que se le pidi ´ o. Su ejemplo nos ayuda aentender c ´ omo se sent ´ ıa Jehov ´ a por culpa de latraici ´ on de Israel.Y laverdad es que algunos israe-

    litas s ´ ı volvieron a Jehov ´ a.Hoyd ´ ıa, Dios no le pide a nadie que se case con

    una “esposa de fornicaci ´ on”. Aun as ´ ı, el ejemplo de Oseas nos ense ˜ na lecciones valiosas. Ascomo ´ el estuvo dispuesto a cumplir su asigna-ci ´ on, nosotros debemos predicar las buenas nue-vas del Reino “p ´ ublicamente y de casa en casa”aunque nos cueste (Hech. 20:20). Es posible

    Ezequiel represent ´ ode buena ganael asedio deJerusal ´ en.

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    28 LA ATALAYA

    que algunos aspectos dela predicaci ´ on nos resultenm ´ as dif ´ ıciles. Por ejemplo,muchas personas que estu-diaron la Biblia con no-sotros dijeron alguna vezque aunque les gustaba lo

    que estaban aprendiendo,jam ´ as ir ´ ıan de casa en casa. Pero con el tiempo,muchas de ellas hicieron lo que nunca pensaronque podr ´ ıan hacer. ¡Qu ´ e lecci ´ on tan valiosa!

    Hay otra lecci ´ on que podemos aprender. Oseasacept ´ o esa asignaci ´ on tan dif ´ ıcil, aunque pudo ha-berle pedido a Dios que no se la diera. A fin decuentas, ¿qui ´ en se habr ´ ıa enterado de lo que hizosi ´ el no lo hubiera puesto por escrito? A nosotrostambi ´ en se nos podr ´ ıa presentar la oportunidad

    de hablar de Jehov ´ a, y puede que nadie se enterede si la aprovechamos o no. Este fue el caso deAnna, una estudiante de secundaria de EstadosUnidos. La maestra les pidi ´ o a todos que hicieranun trabajo escrito sobre un tema que les gustaramuch ´ ısimo. Cada uno ten ´ ıa que presentarlo y tra-tar de convencer al resto de la clase. Anna po-dr ´ ıa haber decidido no aprovechar esa ocasi ´ on

    para predicar, pero sent ´ ıa que Jehov ´ a le estabadando la oportunidad. Pod ´ ıa imaginarse c ´ omoreaccionar ´ ıan sus compa ˜ neros, as ´ ı que le or ´ o aJehov ´ a. ¿Cu ´ al fue el resultado? Comenz ´ o a sentirel deseo de aprovechar la ocasi ´ on. Escribi ´ o un tra-bajo al que llam ´ o: “La evoluci ´ on: ¿qu ´ e dicen laspruebas?”.

    Cuando a Anna le toc ´ o hablar enfrente de la cla-se, una compa ˜ nera que cre ´ ıa en la evoluci ´ on labombarde ´ o con preguntas. Anna supo defendersu postura, y su maestra qued ´ o tan impresionadaque le dio el premio al trabajo m ´ as convincente.Desde ese d ´ ıa, Anna ha podido hablar varias vecessobre la creaci ´ on con la compa ˜ nera que le hizo laspreguntas. Gracias a que acept ´ o esta “asignaci ´ on”de Jehov ´ a, Anna puede decir: “Ahora predico sinmiedo”.

    Ezequiel, Jerem ´ ıas y Oseas estuvieron dispues-tos a dejar sus intereses a un lado. Y nosotros,aunque no hacemos predicciones, podemos imi-tarlos. De esa manera cumpliremos con lo queJehov ´ a espera de sus siervos. ¿Qu ´ e le parece si, ensu estudio personal o de familia, analiza la vida deotrosprofetas? Reflexionar en lo que hicieron nosayudar ´ a a seguir su buen ejemplo.

    Los j ´ ovenes cristianossiguen el ejemplo delos profetas cuandodefienden con valorque Jehov ´ a esel Creador.

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    ˇ Los siervos de Dios fueron prisioneros desde elsiglo segundo hasta 1919. ¿En qu ´ e nos basamospara adoptar este nuevo punto de vista?

    Las pruebas indican que los cristianos ungi-dos fueron liberados en 1919, y desde entonceshan sido reunidos en la congregaci ´ on purificada.El pueblo de Dios pas ´ o por una etapa de prueba ylimpieza durante los a ˜ nos que siguieron a 1914,a ˜ no en el que comenz ´ o a funcionar el Reino deDios en los cielos (Mal. 3:1-4). 1 Luego, en 1919,Jes ´ us nombr ´ o al “esclavo fiel y discreto” para quediera “alimento al tiempo apropiado” al pueblo deDios, que acababa de ser limpiado (Mat. 24:45-47). En ese a ˜ no, los siervos de Dios comenzaron aregresar a la tierra espiritual que Dios les hab ´ ıadado y dejaron de ser prisioneros de Babilonia laGrande (Rev. 18:4). Ahora bien, ¿cu ´ ando comen-z ´ o su cautiverio?

    Por bastante tiempo dijimos que comenz ´ oen 1918 y que fue un per ´ ıodo breve durante el cual

    1

    Vea La Atalaya del 15 de julio de 2013, p ´ aginas 10 a 12,

    p ´ arrafos 5 a 8 y 12.

    el pueblo de Dios cay ´ o bajo el control de Babilo-nia la Grande. Por ejemplo, La Atalaya del 15 dmarzo de 1992 dijo: “Tal como el pueblo antiguode Dios fue llevado en cautiverio a Babilonia poralg ´ un tiempo, en 1918 los siervos de Jehov ´ a llegaron a estar bajo cautiverio parcial a Babilonia laGrande”. Sin embargo, un an ´ alisis m ´ as detenidoha demostrado que este per ´ ıodo comenz ´ o muchoantes.

    Veamos una de las profec ´ ıas que predijeron el

    cautiverio y la liberaci ´ on del pueblo de Dios. Esten Ezequiel 37:1-14. El profeta vio una visi ´ on d

    un valle lleno de huesos. Jehov ´ a le dijo que loshuesos representaban a “la entera casa de Israel”.Esta visi ´ on es una profec ´ ıa de restauraci ´ on y tendr ´ ıa un cumplimiento mayor en “el Israel de Dios”(G ´ al. 6:16; Hech. 3:21). Ezequiel vio los huesosvolver a la vida y convertirse en un gran ej ´ ercito¡Qu ´ e excelente manera de ilustrar la resurrecci óespiritual del pueblo de Dios que se complet

    en 1919! Pero ¿hay algo en esta visi ´ on que nos ayu-de a determinar cu ´ anto dur ´ o el cautiverio?

    PREGUNTAS DE LOS LECTORES

    ¿Cu ´ anto tiempo tuvo Babilonia la Grande prisionero al pueblo de Dios?

    A pesar de lasadvertencias que

    dieron Jes ´ us, Pabloy Juan, muchos sehicieron ap ´ ostatas

    SIGLO SEGUNDO

    Babilonia la Grande hizoprisioneros a los cristianos

    HACE UNOS SIGLOSSe oy ´ o un fuerte traqueteo cuando

    se empez ´ o a traducir la Bibliaa los idiomas de la gente com ú

    C A U T I V E R I O D E B A B I L O N I A L A G R A N D E

    100a.e.c.

    100e.c.

    500 1000 1500

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    En primer lugar, seg ´ un la visi ´ on, los huesos sehab ´ ıan “secado” y estaban “muy secos” (Ezeq. 37:2, 11). Esto indica que los due ˜ nos de esos huesosllevaban mucho tiempo muertos. En segundo lu-gar, la restauraci ´ on de estas personas no ocurri ´ ode repente, sino que fue poco a poco. Al principio,empez ´ o a o ´ ırse un fuerte ruido, “un matraqueo”,y los huesos “empezaron a acercarse” y a unirseunos a otros. Luego se cubrieron de tendones ycarne, y m ´ as tarde de piel. Con el tiempo, “proce-di ´ o a entrar [aliento] en ellos, y empezaron a vi-vir”. Por ´ ultimo, Jehov ´ a les dio a estos resucita-dos una tierra donde vivir. Este proceso tomar ´ ıatiempo (Ezeq. 37:7-10, 14).

    El cautiverio de los israelitas de la antig ¨ uedaddur ´ o mucho tiempo. Comenz ´ oene la ˜ no 740 antesde la era com ´ un (a.e.c.) con la ca ´ ıda del reino dediez tribus del norte y el destierro de muchos desus habitantes. Luego, en 607 a.e.c., Jerusal ´ enfue destruida, y Jud ´ a, el reino del sur, tambi ´ enfue llevado al destierro. El cautiverio acab ´ o en537 a.e. c., cuando unpeque ˜ no grupo de jud ´ ıos re-gres ´ o a su tierra, reconstruy ´ o el templo y empez ´ oa adorar de nuevo a Jehov ´ a en Jerusal ´ en.

    En vista de lo anterior, est ´ a claro que Babiloniala Grande mantuvo prisioneros a los siervos de

    Dios no solo entre 1918 y 1919, sino durante muchom ´ as tiempo. Jes ´ us mencion ´ o este largo per ´ ıodo alhablar del tiempo en el que la mala hierba crecer ı́aal lado del trigo, el cual representa a “los hijos delreino” (Mat. 13:36-43). Esta fase de crecimientocorresponde al tiempo en el que hubo m ´ as ap ´ osta-tas que cristianos verdaderos en la Tierra. Por esose puede decir que la congregaci ´ on cristiana fueprisionera de Babilonia la Grande. El cautiverioempez ´ o en el siglo segundo y dur ´ o hasta que selimpi ´ o el templo espiritual en el tiempo del fin(Hech. 20:29, 30; 2 Tes. 2:3, 6; 1 Juan 2:18, 19).

    Durante ese largo cautiverio espiritual, los l ´ ıderes religiosos y los l ´ ıderes pol ´ ıticos, deseosos demantener a la gente bajo su poder, impidieron elacceso a la Palabra de Dios. Hubo ´ epocas en lasque era un crimen leer la Biblia en el idioma delpueblo. Algunos fueron quemados en la hoguerapor hacerlo. Y todo el que hablaba de ideas con-trarias a las doctrinas de las iglesias era persegui-do. As ´ ı se impidi ´ o que la gente viera la luz de laverdad.

    Hablemos ahora de la restauraci ´ on que vendr ı́adespu ´ es. Ese proceso ocurri ´ o poco a poco duran-te los siglos anteriores al tiempo del fin y estuvoacompa ˜ nado de un “matraqueo” o traqueteo.

    ALREDEDORDE 1870

    Comenzaron adesenterrarselas verdadesde la Biblia

    DE 1919 AL D ´ IA DE HOY

    Libertad del cautiverio:los siervos de Dios volvierona la vida y dejaron de serprisioneros

    CAUTIVERIO DE BABILONIA LA GRANDE

    1850 1900 1950 2000

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    Algunos han dicho que, como Jes ´ us no era levi-ta, la Ley le prohib ´ ıa subir a la parte alta del san-tuario del templo, es decir, el Santo y el Sant ´ ısimo.Por eso piensan que el Diablo tuvo que haberlo lle-vado al templo por medio de una visi ´ on, as ´ ı comoel profeta Ezequiel fue llevado al templo siglosatr ´ as (Ezeq. 8:3, 7-10; 11:1, 24; 37:1, 2).

    Sin embargo, si esta tentaci ´ on tuvo lugar en unavisi ´ on, surgen las siguientes preguntas:

    ˇ ¿Habr ´ ıa sido una verdadera tentaci ´ on para Je-s ´ us?

    ˇ Si el Diablo le pidi ´ o a Jes ´ us que convirtiera li-teralmente piedras en panes y que se inclinaraliteralmente ante ´ el para adorarlo, ¿no puedeser que le haya pedido que saltara literalmen-

    te del templo?Por otro lado, si Jes ´ us realmente hubiera esta-do de pie en el almenaje del templo, surgen estaspreguntas:

    ˇ ¿No habr ´ ıa violado la Ley?ˇ ¿C ´ omo lleg ´ o del desierto a Jerusal ´ en?Si analizamos con m ´ as cuidado el tema, veremos

    dos detalles que podr ´ ıan responder las ´ ultimas dospreguntas.

    Para empezar, el profesor Donald Carson se ˜ na-

    la que la palabra griega que corresponde a “tem-plo” en los dos evangelios (hier ´ on) “parece referir-se al templo completo, no solo al santuario”.De modo que Jes ´ us no ten ´ ıa por qu ´ e haber subidoa la parte alta del santuario. Hubiera podido estaren otro lugar, como la esquina sureste del templo.La altura desde ese punto, que daba al valle de Ce-dr ´ on, era de unos 137 metros (450 pies). El edifi-cio que estaba en esa zona ten ´ ıa el techo plano conun muro bajo y era el m ´ as alto del templo. Josefo,

    historiador de la antig ¨ uedad, dijo que si una per-sona miraba hacia abajo desde ese punto se marea-r ´ ıa debido a la altura. Jes ´ us no hubiera causado

    ning ´ un esc ´ andalo si hubiera estado all ´ ı, pues eselugar no era para uso exclusivo de los levitas.

    Pero, ¿c ´ omo fue Jes ´ us del desierto al templo?La realidad es que no hay manera de saberlo concerteza. La Biblia habla sobre las tentaciones demanera muy breve y no dice ni cu ´ anto tiempo du-raron ni en qu ´ e parte del desierto estaba Jes úcuando ocurrieron. As ´ ı que no se puede descartarla idea de que Jes ´ us haya ido caminando a Jerusa-l ´ en, aunque haya tardado en llegar. Adem ´ as, el re-lato no dice que se haya quedado eneldesierto du-rante todo el tiempo que duraron las tentaciones.Simplemente dice que fue llevado a Jerusal ´ en.

    ¿Y qu ´ e se puede decir de la tentaci ´ on en la queel Diablo le mostr ´ o a Jes ´ us “todos los reinos delmundo”? Obviamente no existe ninguna monta ñadesde la que se puedan ver todos los reinos delmundo. Es probable que el Diablo se los haya mos-trado a Jes ´ us mediante alg ´ un tipo de visi ´ on. Qui-z ´ as fue algo parecido a lo que nosotros har ´ ıamoscon un proyector y una pantalla para mostrarle aalguien im ´ agenes de distintos lugares de la Tierra.Cualquiera que haya sido el m ´ etodo que us ´ o eDiablo, podemos estar seguros de que el “acto deadoraci ´ on” que le pidi ´ o a Jes ´ us fue real, no imagi-nario (Mat. 4:8, 9). Del mismo modo, podr ´ ıamosllegar a la conclusi ´ on de que, cuando el Diablo ledijo a Jes ´ us que saltara al vac ´ ıo, ´ el tendr ´ ıa que ha-berlo hecho literalmente para caer en la tentaci ´ onY claro, las consecuencias hubieran sido muy rea-les, mucho m ´ as que si se hubiera tratado tan solode una visi ´ on.

    Como mencionamos al principio, no debemosser dogm ´ aticos, de modo que no podemos descar-tar la posibilidad de que Jes ´ us haya ido a Jerusa-l ´ en y haya subido al almenaje del templo. Lo que s

    sabemos con certeza es que las tentaciones fueronreales y que las rechaz ´ o todas y cada una con lamisma contundencia.

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