Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

download Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

of 56

Transcript of Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    1/56

    1

    LA VIDA CRISTIA NA NORMA L

    W at chman Nee

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    2/56

    2

    C O N T E N I D O

    Prlogo

    1 La Sang re de Cri st o

    2 La Cru z de Cr isto

    3 Revelacin y experiencia cristi ana

    4 La Cruz La crest a divisor ia

    5 La verdadera naturaleza de la con sagracin6 El sign if icado de Romano s 7

    7 A ndand o en el Esprit u

    8 El et erno prop sit o de Dios

    9 Un cuerpo en Cri st o

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    3/56

    3

    PROLOGO

    Este libro, basado en la carta a los Romanos, tiene por tema central las palabras delApstol Ya no vivo yo, mas vive Cristo en m. Nos exhorta a reconocer a Cristo como nues-tro Rey, y a permitirle que ocupe su lugar en nosotros, el trono de nuestros corazones, que tana menudo usurpa la carne.

    Contiene un estudio acerca de las doctrinas bsicas de nuestra salvacin, del desarrolloespiritual y del hecho de la gloriosa manifestacin de la vida de Cristo en el creyente; todo porla Cruz.

    Aqul que afronta el problema de una vida derrotada, encontrar aqu el mensaje quenecesita, y la victoria de la que debe apropiarse.

    Damos gracias a Dios por la buena acogida que recibieron las primeras ediciones delpresente libro. Muchos han pedido que incluyramos en sta los otros mensajes que figuran enla edicin en ingls. Aunque no queramos aumentar mucho el volumen de esta obra, con to-do, hemos aprovechado la oportunidad para incluir explicaciones ms detalladas sobre ciertos

    puntos, explicaciones dadas por el autor cuando hubo abordado el mismo tema en distintasocasiones. Los otros mensajes que han trado bendicin a muchas almas en diferentes partesdel mundo, se han publicado por separado bajo el ttulo de La Cruz en la Vida Cristiana

    Normal.

    El hermano Nee To-sheng -o Watchman Nee, pues as muchos lo llaman-, que es des-tacado ministro de la iglesia en la China, fue encarcelado por el gobierno actual de aquel pas

    por causa de su testimonio del Seor. Prisioneros liberados cuentan que oan continuamentehimnos que procedan de su calabozo.

    Por medio de estas pginas, semilla regada sin duda por las oraciones que suban de esecalabozo, nuestro hermano nos llama a seguir en pos de Cristo, a fin de conocerle, y el poderde su resurreccin, y la participacin de sus padecimientos, llegando a ser semejantes a El ensu muerte, sabiendo que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloriavenidera que en nosotros ha de manifestarse (Fil. 3:10, Ro. 8:18).

    G. W. Rawling

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    4/56

    4

    1

    LA SA NGRE DE CRISTO

    Cul es la vida cristiana normal? Hacemos bien, al comienzo, en considerar cuidado-samente este tema. El objeto de estos estudios es demostrar que es algo muy diferente de lavida del cristiano comn. Verdaderamente una consideracin de la palabra de Dios -del Ser-mn del Monte, por ejemplo- debera conducimos a preguntar si tal vida ha sido alguna vezvivida sobre la tierra, salvo nicamente por el Hijo de Dios mismo. Pero en esta ltima fraseest precisamente la contestacin a nuestra pregunta.

    El apstol Pablo nos da su definicin de la vida cristiana normal en Glatas 2:20: Yano vivo yo, mas vive Cristo en m. He aqu su resumen de la vida cristiana:

    Ya no vivo ms, sino Cristo vive su vida en m. Solamente una respuesta tiene Dios para

    cada problema humano: su Hijo Cristo. En todo su proceder con nosotros, l obra desplazn-donos a nosotros y colocando a Cristo en nuestro lugar. El Hijo de Dios muri por nosotros

    para nuestro perdn. El vive por nosotros para nuestra liberacin. As que tenemos dos susti-tuciones: un Sustituto en la Cruz que asegura nuestro perdn, y un Sustituto en nosotros queasegura nuestra victoria.

    Tomemos la carta a los Romanos como base al estudiar la vida cristiana normal, consi-derando nuestro tema desde el punto de vista experimental y prctico.

    NUESTRO DOBLE PROBLEMA - PECADOS Y PECADO

    Los primeros ocho captulos de Romanos forman una unidad. En primer lugar ser deayuda destacar que sta seccin de Romanos se divide naturalmente en dos partes, y notar a lavez la sorprendente diferencia entre los temas de cada una de ellas. La primera termina en elverso 11 del captulo 5 y la segunda en el fin del captulo 8. La primera se dirige a los pecado-res, y la segunda a los creyentes; y hay considerable diferencia entre las dos. Por ejemplo, enla primera seccin se usa la palabra pecados repetidamente; en la segunda casi nunca. En]a

    primara seccin tenemos pecados en el plural; en la segunda tenemos pecado en singular.

    Por qu es esto? Porque en la primera seccin es cuestin de los pecados que he come-tido ante Dios, que se pueden enumerar, mientras en la segunda es asunto del pecado comoprincipio de vida en m. No importa cuntos pecados cometo, es siempre el mismo principiode pecado que conduce a ellos. Lo primero necesita perdn, lo ltimo liberacin. Aunque al-cance perdn por todos mis pecados, todava por causa de mi condicin de pecadorno gozode constante paz del alma.

    Cuando al comienzo la luz divina penetra en mi corazn, mi nico clamor es por per-dn, porque reconozco que he cometido pecados a su vista; pero, una vez recibido el perdnde pecados, descubro algo nuevo, a saber, el pecado, y me doy cuenta que no slo he cometi-do pecados delante de Dios sino que hay algo mal en m. Hay una inclinacin interior hacia el

    pecar, un poder que me lleva al pecado. Cuando ese poder me vence, cometo pecados. Puedobuscar y recibir perdn, pero luego peco de nuevo. Y as sigue la vida en un crculo vicioso,

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    5/56

    5

    pecando y siendo perdonado, y volviendo a pecar. Aprecio el perdn divino, pero anso algoms que eso: Liberacin! Necesitamos perdn por lo que hemos hecho, pero tambin necesi-tamos liberacin de lo que somos.

    EL REMEDIO DOBLE DE DIOS - LA SANGRE Y LA CRUZ

    As en estos primeros ocho captulos de Romanos se nos presentan dos aspectos de laSalvacin - Perdn de pecados y Liberacin de pecado. Ahora debemos notar otra diferencia.

    En la primera parte (3:25 y .5:9) se menciona la Sangre del Seor Jess pero nunca laCruz. En la segunda parte, en el versculo 6 del captulo 6, se introduce un nuevo tema: el sercrucificado con Cristo. La enseanza de la primera parte se centraliza en aquel aspecto de laobra del Seor Jess representado por la Sangre derramada para nuestra justificacin por la

    remisin de pecados. Estos trminos no se usan en la segunda seccin, donde la enseanzase centraliza ya en el aspecto de su obra representado por la Cruz, es decir, por nuestraunin con Cristo en su muerte, sepultura y resurreccin.

    Por qu esa distincin? Es que la Sangre trata con todo aquello que nosotros hemoshecho, mientras que la Cruz procede con lo que nosotros mismos somos. La Sangre es paraexpiacin, y tiene que ver con nuestra posicin ante Dios y nuestro sentido de pecado. LaSangre puede quitar, remitir mis pecados, pero queda el viejo hombre. Se necesita la Cruz

    para crucificarme a m, el pecador.

    EL PROBLEMA DE NUESTROS PECADOS

    Todos pecaron (Ro. 3:23).

    Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo an pecadores, Cristomuri por nosotros. Pues mucho ms, estando ya justificados en su Sangre, por El seremos

    salvos de la ira (Ro. 5:8-9).

    Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cris-

    to Jess; a quien Dios puso como propiciacin por medio de la fe en su Sangre, para mani-festacin de su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasa-dos (Ro. 3 :24-2.5).

    Comenzamos, pues, con la preciosa Sangre del Seor Jesucristo y su valor para nosotrosen tratar con nuestros pecados y justificamos a la vista de Dios. Ms adelante en nuestro estu-dio tendremos razn de mirar detenidamente a la verdadera naturaleza de la cada del hombrey el modo de recuperarse. Ahora recordaremos que, cuando vino el pecado, encontr expre-sin en un acto de desobediencia a Dios. Y debemos recordar que, siempre que esto ocurre, loque inmediatamente sigue es la conciencia de culpa.

    El pecado entra como desobediencia para crear una separacin entre el hombre y Dios.El hombre es separado de Dios, quien ya no puede tener comunin con l, porque hay algo

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    6/56

    6

    ahora que impide y es aquello que es bien conocido a travs de las Escrituras bajo el ttulo depecado. Es Dios, en primer trmino, que dice Todos estn bajo pecado (Ro. 3:9), entoncesaquel pecado en el hombre, que en lo sucesivo constituye una barrera a su comunin conDios, da lugar en l a un sentido de culpa, de alejamiento de Dios. Aqu es el hombre mismo

    quien, con la ayuda de su conciencia despierta, dice He pecado (Le. 15:18). Pero ms an,el pecado provee a Satans su motivo de acusacin ante Dios, mientras que nuestro sentido deculpa le da su motivo de acusacin en nuestros corazones; as que, en tercer lugar, es el acu-sador de los hermanos (Ap. 12:10) que ahora dice T has pecado.

    Por consiguiente, para redimimos y volvernos al propsito de Dios, el Seor Jess debahacer algo acerca de estas tres cuestiones: el pecado, la conciencia de culpa y la acusacinsatnica contra nosotros. En primer trmino, corresponda tratar con nuestros pecados y estofue efectuado por la preciosa Sangre de Cristo. Luego ha de tratar nuestra culpa, tranquilizan-do nuestra conciencia culpable, por la demostracin del valor de aquella Sangre; y el ataquedel enemigo tiene que ser afrontado y sus acusaciones contestadas.

    En las Escrituras la Sangre de Cristo aparece operando en tres maneras: hacia Dios,hacia el hombre y hacia Satans. Por consiguiente, hay una necesidad absoluta de apropiarestos tres valores de la Sangre, si debemos seguir adelante. Miremos, pues, a estos tres asun-tos ms detenidamente.

    LA SANGRE ES EN PRIMER TERMINO PARA DIOS

    La Sangre es para expiacin y tiene que ver primeramente con nuestra posicin delantede Dios. Necesitamos perdn por los pecados que hemos cometido, para que no caigamos

    bajo juicio; y son perdonados, no porque Dios pasa por alto lo que hemos hecho, sino porqueEl ve la Sangre. La Sangre, pues, no es primeramente para nosotros sino para Dios. Si quieroentender el valor de la Sangre debo aceptar la importancia que Dios le da, y si no conozcoalgo del valor atribuido a la Sangre por Dios, nunca sabr su valor para m.

    En el calendario del Antiguo Testamento, hay un da que tiene mucha importancia en elasunto de nuestros pecados: el Da de Expiacin. Ninguna cosa explica esta cuestin de peca-dos tan claramente como la descripcin de aquel da. En Levtico 16 encontramos que en elDa de Expiacin se llevaba la sangre de la ofrenda por pecado al Lugar Santsimo, y all era

    esparcida ante el Seor siete veces. Esto debemos entenderlo muy claramente. En aquel da laofrenda por el pecado fue presentada pblicamente sobre el altar en el atrio del tabernculo.Todo estaba a plena vista sobre el altar y poda ser visto por todos; pero el Seor mand queningn hombre entrara en el tabernculo mismo aparte del sumo-sacerdote. Fue l solo quientom la sangre y, entrando en el Lugar Santsimo, la esparci all para hacer expiacin ante elSeor. Por qu? Porque el sumo-sacerdote es una figura del Seor Jess en su obra redentora(He. 9:11-12) y as en representacin l era quien haca la obra y ninguno, salvo l, poda nisiquiera acercarse para entrar. Aun ms, agregado a su entrada, no haba ms que un solo acto,a saber, la presentacin de la sangre a Dios como algo que El haba aceptado, algo en que El

    poda hallar satisfaccin. Fue una transaccin entre el sumo-sacerdote y Dios en el Lugar San-tsimo, lejos de los ojos de los hombres que haban de beneficiarse por ella. El Seor lo reque-

    ra. La Sangre es, pues, en primer lugar, para El.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    7/56

    7

    Ya anteriormente, en xodo 12 y 13, tenemos el derramamiento de la sangre del corderopascual en Egipto para la redencin de Israel. Esta, pienso, es una de las mejores figuras en elAntiguo Testamento, de nuestra redencin. La sangre fue puesta sobre el dintel y en los postesde la puerta mientras que la carne del cordero se comi dentro de la casa; y Dios dijo: Ver

    la sangre, y pasar de vosotros. He aqu otra ilustracin del hecho de que no era propsitoque la sangre fuese presentada a nosotros sino a Dios, porque la sangre fue puesta en el dintely en los postes donde los que hacan fiesta dentro de la casa no la veran. Es la santidad deDios, la justicia de Dios, que demanda que una vida sin pecado sea sacrificada en beneficiodel hombre. Hay vida en la Sangre, y aquella Sangre ha de derramarse por m, por mis peca-dos. Dios es el que requiere que sea as. Dios es aquel quien demanda que la Sangre sea pre-sentada para satisfacer Su propia justicia y es El quien dice: Ver la Sangre y pasar de voso-tros. La Sangre de Cristo satisface perfectamente a Dios.

    LA SANGRE Y EL ACCESO DEL CREYENTE

    La Sangre ha satisfecho a Dios: tambin debe satisfacernos a nosotros. Tiene, por con-siguiente, un segundo valor que es para nosotros, los hombres - la limpieza de nuestra con-ciencia. Cuando venimos a la epstola a los Hebreos encontramos que la Sangre hace esto:Purificados los corazones de mala conciencia (He. 10:22).

    Esto es sumamente importante. Miremos cuidadosamente lo que dice. El escritor no nosdice que la Sangre del Seor Jess limpia nuestros corazones y all se detiene en su declara-cin. Nos equivocamos si conectamos el corazn con la Sangre precisamente en ese modo.Puede mostrar un mal entendido de la esfera en que la Sangre opera si oramos: Seor, limpiami corazn del pecado por tu Sangre. El corazn, dice Dios, es engaoso ms que todas lascosas, y perverso (Jer. 17:9), es excesivamente malo para poder ser limpiado, por tanto Dioshace algo mejor: nos da uno nuevo. Os dar corazn nuevo, y pondr espritu nuevo dentrode vosotros (Ez. 36:26). No lavamos y planchamos ropa que estamos por tirar. As, veremosque la carne es demasiado mala para ser limpiada; debe ser crucificada.

    No!, no encuentro que se diga que la Sangre limpia nuestros corazones. Es verdad queaqu en Hebreos 10, la obra purificadora de la Sangre tiene referencia al corazn, pero esto esen relacin a la conciencia. Cul es, entonces, el significado de esto? Quiere decir que hayalgo que intervena entre m mismo y Dios y, como resultado de esto, tena yo mala concien-

    cia cuando buscaba acercarme a El. Siempre me recordaba de la barrera que exista entre El yyo. Pero ahora por la operacin de la preciosa Sangre, algo nuevo ha sido efectuado que haquitado aquella barrera, y Dios me ha hecho conocer aquel hecho por su Palabra. Cuando esoha sido credo y aceptado, mi conciencia inmediatamente es aliviada y mi sentido de culpaquitado, y no tengo ms mala conciencia hacia Dios.

    Cada uno de nosotros sabe cun precioso es tener una conciencia libre de ofensa ennuestro trato con Dios. Un corazn de fe y una conciencia libre de cualquiera y cada acusa-cin son ambos igualmente esenciales para nosotros ya que son interdependientes. Tan prontocomo encontremos que nuestra conciencia est intranquila, nuestra fe se debilita e inmediata-mente encontramos que no podemos mirar a Dios cara a cara. Y para poder seguir andando

    con Dios debemos conocer da por da el valor de la Sangre. Dios lleva cuentas cortas: somoshechos cercanos por la Sangre cada da, cada hora y cada minuto. Nunca pierde su eficacia

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    8/56

    8

    como nuestro terreno de acceso si de voluntad nos apropiamos de ello. Cuando entramos en elLugar Santsimo, por qu terreno osaremos entrar sino por la Sangre?

    Pero quiero preguntarme: estoy verdaderamente buscando la entrada en el Lugar Sant-

    simo por la Sangre, o por alguna otra cosa? Y qu quiero decir cuando digo por la Sangre?Quiero decir, sencillamente, que reconozco mis pecados, que confieso que tengo necesidad delimpieza y de expiacin, y que vengo a Dios sobre la base de la obra terminada del Seor Je-ss. Cuando yo me acerco a Dios, lo hago nicamente por medio de sus mritos y nunca en

    base a mis obras; nunca, por ejemplo, en base a que hoy haya sido ms bondadoso o pacienteque ayer, o porque haya hecho algo para el Seor esta maana. Cada vez que me allego a Eltengo que venir por medio de la Sangre. La tentacin para tantos de nosotros cuando tratamosde acercarnos a Dios es de pensar que por causa de Su trato con nosotros -es decir, porque lha estado procurando de traernos a algo ms de s mismo y nos ha estado enseando leccionesms profundas de la Cruz- El ha de presentarnos nuevas normas, y que slo por alcanzar stas

    podremos tener una conciencia limpia delante de l. No! Una conciencia limpia nunca se ba-

    sa sobre nuestro alcance espiritual; slo puede basarse en la obra del Seor Jess en el derra-mamiento de su Sangre.

    Puedo estar equivocado, pero siento muy hondamente que algunos estamos pensando entrminos como stos:

    Hoy he sido un poco ms cuidadoso; hoy he estado obrando un poco mejor; esta ma-ana he estado leyendo la Palabra con ms fervor, as que hoy puedo orar mejor. O bien,Hoy he tenido algunos contratiempos con mi familia; empec el da un poco triste y mal-humorado; en realidad no me siento muy animado, parece que algo anda mal, por tanto no me

    puedo acercar a Dios.

    Pero, cul es, despus de todo, la base de tu acercamiento a Dios? vienes a l estri-bando en la insegura base de tus emociones, sintiendo que hoy has logrado algo para Dios?O te allegas a l basado en algo mucho ms firme, en el hecho de que la Sangre ha sido yaderramada y que Dios mira a esa Sangre y est satisfecho? Por supuesto, de existir la mnima

    posibilidad de que la Sangre sufriera algn cambio, la base de tu acercamiento a Dios no seradigna de confianza. Pero es que la Sangre nunca ha cambiado ni cambiar. Tu acercamiento aDios, por tanto, debe ser siempre en certidumbre plena. Cualquiera que fuera tu medida dealcance hoy, ayer o el da anterior, tan pronto hagas un movimiento para entrar en el LugarSantsimo, inmediatamente debes tomar tu posicin sobre el nico terreno seguro, el de la

    Sangre derramada. Si has tenido un buen da o un mal da, o si has pecado conscientemente ono, tu base de acercamiento es siempre la misma: la Sangre de Cristo! Este es el terreno so-bre el cual puedes entrar, y no hay otro.

    Como con muchas otras etapas de nuestra experiencia cristiana, este asunto de acceso aDios tiene dos fases, una inicial y otra progresiva. La primera nos es presentada en Efesios 2,y la ltima en Hebreos 10. En primer lugar nuestra posicin con Dios es asegurada por laSangre, porque somos hechos cercanos por la Sangre de Cristo (Ef. 2:13), pero despusnuestro terreno de continuo acceso es siempre la Sangre, como nos exhorta el apstol: Te-niendo libertad para entrar en el Lugar Santsimo por la Sangre de Jesucristo... acerqumo-nos... (He. 10:19, 22). Para comenzar soy hecho cercano por la Sangre, y para continuar en

    esta nueva relacin acudo mediante la Sangre. No es que fui salvo sobre una base y ahoradebo mantener mi comunin sobre otra. T dices: Eso es muy sencillo; es el abecedario del

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    9/56

    9

    Evangelio. S, pero lo malo es que muchos nos hemos apartado del abecedario. Pensamosque hemos progresado y que ya no nos hace falta, pero nunca es as. No! Mi acercamientoinicial a Dios es por la Sangre, y cada vez que vengo ante El es lo mismo. Hasta el fin sersiempre y nicamente sobre el terreno de la Sangre.

    Esto no significa en ninguna manera que vivamos una vida descuidada, porque prontoestudiaremos otro aspecto de la muerte de Cristo que nos demuestra que se contempla cual-quier cosa menos sa. Pero por el momento basta que estemos satisfechos con la Sangre, queall est y que es suficiente. Nosotros podemos ser dbiles, pero el contemplar nuestra debili-dad nunca nos har fuertes. El andar compungidos y hacer penitencias no nos harn ni un po-co ms santos. No hay ayuda por ese lado. Por tanto, tengamos confianza cuando nos acer-camos, en virtud de la Sangre: Seor, no entiendo cabalmente cul es el valor de la Sangre,

    pero s que ella te ha satisfecho; luego, la Sangre es suficiente para m, y mi nica base.Comprendo ahora que no hace al caso si he progresado o si he logrado algo o no. Ahora seque cuando me acerque a Ti, ser siempre en base a la preciosa Sangre. Es as como nuestra

    conciencia estar realmente limpia delante de Dios. Ninguna conciencia podra estar limpiaaparte de la Sangre. Es la Sangre la que da confianza.

    No tendran ya ms conciencia de pecado: stas son las tremendas palabras deHebreos 10:2. Somos purificados de todo pecado, y en verdad podemos repetir con Pablo:Bienaventurado el varn a quien el Seor no inculpa de pecado (Ha. 4:8; Sal. 32:2).

    VENCIENDO AL ACUSADOR

    En vista de lo que hemos dicho podemos ahora volver a encarar al enemigo, porque hayotro aspecto de la Sangre que es hacia Satans. La estratgica actividad satnica hoy en da esla de acusador de los hermanos (Ap. 12: 10) y es as que nuestro Seor le afronta con su mi-nisterio especial como Sumo-sacerdote por su propia Sangre (He. 9: 12) .

    Recordemos aquel versculo: La Sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pe-cado (1 Jn. 1:7). No solamente en el sentido general, sino cada pecado uno por uno: y qusignifica? Oh, es una cosa maravillosa! Dios est en luz, y al andar en la luz con l, todo estexpuesto y abierto a aquella luz. As que Dios puede verlo todo, y aun as la Sangre puedelibrar de todo pecado. Qu limpieza! No es que yo no tenga un profundo conocimiento de m

    mismo, ni que Dios no me conozca perfectamente. No es que yo trate de esconder algo, ni queDios procure pasar algo por alto. Nada de esto! Es que l est en la luz y yo tambin estoy enla luz, y que all la preciosa Sangre me limpia de todo pecado. La Sangre basta para esto!

    Algunos de nosotros, oprimidos por nuestra debilidad podemos a veces haber sido ten-tados a pensar que hay pecados que son casi imperdonables. Recordemos la Palabra: La San-gre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Pecados grandes y chicos, pecados que yo crea

    pueden ser perdonados y pecados que parecen imperdonables, s, todo pecado, consciente oinconsciente, recordados u olvidados, son incluidos en aquellas palabras: todo pecado. LaSangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, y lo hace as porque en primer lugar satisfa-ce a Dios.

    Ya que Dios, viendo todos nuestros pecados en la luz, puede perdonarlos sobre la base

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    10/56

    10

    de la Sangre, qu terreno de acusacin tiene Satans? Satans puede acusarnos delante de l,pero si Dios es por nosotros quin contra nosotros? (Ro. 8:31). Dios le indica la Sangre deSu amado Hijo, Es la contestacin suficiente contra la cual Satans no tiene apelacin.Quin acusar a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. Quin es el que condena-

    r? Cristo es el que muri; ms an, el que tambin resucit, el que adems est a la diestra deDios, el que tambin intercede por nosotros (Ro. 8:33,34).

    As que aqu, de nuevo, nuestra necesidad es reconocer la absoluta suficiencia de la pre-ciosa Sangre. Cristo, Sumo Sacerdote... por su propia Sangre, entr una vez para siempre enel Lugar Santsimo, habiendo obtenido eterna redencin (He. 9: 11,12). l fue Redentor unavez. l ha sido Sumo-sacerdote y Abogado por casi dos mil aos. Est all en la presencia deDios y l es la propiciacin por nuestros pecados (1 Jn. 2:1, 2). Notad las palabras deHebreos 9:14, Cunto ms la Sangre de Cristo...? Subrayan la suficiencia de su ministerio.Basta para Dios.

    Qu, pues, de nuestra actitud frente a Satans? Esto es importante, porque nos acusa nosolamente delante de Dios sino tambin en nuestras propias conciencias. T has pecado ysigues pecando. Eres dbil y Dios no puede hacer ms contigo. Este es su argumento, y nues-tra tentacin es de mirar adentro y, en defensa propia, tratar de encontrar en nosotros mismos,en nuestros sentimientos o nuestro comportamiento, algn terreno para creer que Satans estequivocado. Alternativamente somos tentados a admitir nuestra incapacidad y, yendo al otroextremo, ceder a la depresin y desesperacin.

    As la acusacin viene a ser una de las mayores y ms efectivas armas de Satans. lllama nuestra atencin a nuestros pecados y trata de acusamos delante de Dios, y si aceptamossu acusacin, caemos inmediatamente. En la prctica ocurre que aceptamos muy fcilmente laacusacin de Satans, La razn est en que an nos aferramos a la esperanza de tener alguna

    justicia propia en nosotros mismos. La base de esta esperanza est errada.

    Dios puede muy bien tratar con nuestros pecados; pero no podr hacerlo con el hombreque acepta la acusacin de Satans, porque el tal no est confiando en la Sangre.

    Nuestra salvacin se encuentra en poner la vista en el Seor Jess y ver que la Sangredel Cordero ha afrontado toda la situacin creada por nuestros pecados y la ha contestado.Aqul es el segundo fundamento sobre el cual estamos. Nunca debemos procurar contestar aSatans con nuestra buena conducta, sino siempre con la Sangre. S, somos pecaminosos, pero

    alabado sea Dios! la Sangre nos limpia de todo pecado. Dios mira la Sangre por la cual suHijo ha contestado la acusacin, y Satans no tiene ya terreno de ataque. Nuestra fe en la pre-ciosa Sangre y nuestra negacin a ser mudados de aquella posicin es lo nico que puede si-lenciar sus acusaciones y ponerle en derrota (Ha. 8: 33,34); y as ser hasta el fin (Ap, 12:11).Oh, qu emancipacin si viramos ms del valor a la vista de Dios de la preciosa Sangre desu amado Hijo!

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    11/56

    11

    2

    LA CRUZ DE CRISTO

    Hemos visto que los captulos 1 a 8 de Romanos se dividen en dos secciones: en la pri-mera tenemos la Sangre para expiar lo que hemos hecho, y en la segunda tenemos la Cruz

    para tratar con lo quesomos, No slo necesitamos la Sangre para perdn, sino tambin laCruz para libramos,

    ALGUNAS DISTINCIONES ADICIONALES

    Adems, se mencionan dos diferentes aspectos de la resurreccin en estas dos secciones,en los captulos 4 y 6. En Romanos 4:25 se menciona la resurreccin como prueba de nuestra

    justificacin: Jess, Seor nuestro... fue entregado por nuestras transgresiones y resucitadopara nuestra justificacin. Aqu se trata de nuestra posicin ante Dios. Pero en el captulo 6,versculo 4, la resurreccin se menciona como una comunicacin de vida a fin de que ande-mos en santidad: A fin de que como Cristo resucit de los muertos... as tambin nosotrosandemos en vida nueva. Aqu se trata de nuestra conducta.

    La paz es tratada en ambas secciones, en los captulos 5 y 8 respectivamente. A quclase de paz se refiere Romanos 5:1? Paz con Dios: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz

    para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo. Ahora que tengo el perdn de pecados,Dios no me ser ms causa de preocupacin y terror -yo que era un enemigo de Dios he sidoreconciliado por la muerte de su Hijo (Ha. 5:10), pero muy pronto encuentro que yo mismovoy a ser gran causa de preocupacin. An hay desasosiego dentro de m porque hay algo queme lleva al pecado. Hay paz con Dios, pero no conmigo mismo. Hay guerra en mi propio co-razn. Esta condicin est bien descrita en Romanos 7 donde se ve que la carne y el Esprituestn en conflicto mortal dentro de m. Pero de aqu el argumento nos lleva al captulo 8, don-de se nos destaca la paz interior producida, por un andar en el Espritu. La mente carnal esmuerte, porque es enemistad contra Dios, pero la mente del Espritu es vida y paz (Ro.

    8:6,7).

    Investigando ms, hallamos que la primera mitad de la seccin, trata de la justificacin(ver ejemplo, Ro. 3: 24-26; 4:5,25), en tanto que la segunda mitad, tiene como tema principalla santificacin (ver Ro. 6:19, 22). Cuando conocemos la preciosa verdad de la justificacin

    por la fe, conocemos apenas la mitad de la verdad. Slo hemos solucionado el problema denuestra posicin delante de Dios. A medida que avanzamos, Dios tiene algo ms que ofrece-mos, esto es, la solucin del problema de nuestra conducta; y el pensamiento que se desarrollaen estos captulos sirve para enfatizar este punto. En cada caso, el segundo paso sigue al pri-mero, y si slo conocemos el primero, estamos viviendo una vida cristiana subnormal. Peroentonces cmo podremos vivir una vida cristiana normal? Cmo entraremos en esta vida?

    Por supuesto debemos, en primer lugar, tener el perdn de nuestros pecados, necesitamos la justificacin, debemos tener paz con Dios: stas constituyen nuestro fundamento esencial.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    12/56

    12

    Pero una vez establecida esta base por medio de nuestro primer acto de fe en Cristo, se des-prende claramente de lo que ya se ha dicho que debemos seguir adelante, que hay algo ms.

    Vemos que la Sangre trata con nuestros pecados. En el Calvario, el Seor Jess los llev

    por nosotros como nuestro Sustituto y as obtuvo nuestro perdn, justificacin y reconcilia-cin. Pero debemos dar otro paso en el plan de Dios para entender cmo El trata con la raz deesos pecados.

    EL ESTADO DEL HOMBRE POR NATURALEZA

    Llegamos as a Romanos 5:12-21. En este gran pasaje, la gracia se contrasta con el pe-cado y la obediencia de Cristo se contrapone a la desobediencia de Adn. Est al principio dela seccin de Romanos (5:12 a 8.39) de la que nos ocuparemos ahora, y su argumento nos

    lleva a una conclusin que constituye el fundamento de nuestras prximas meditaciones.Cul es? Se halla en el verso 19: Porque as como por la desobediencia de un hombre losmuchos fueron constituidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos se-rn constituidos justos. Aqu el Espritu de Dios trata de mostrarnos lo que somos y luegocmo llegamos a ser lo que somos.

    Al comienzo de nuestra vida cristiana slo nos preocupa lo que hacemos, no lo que so-mos; nos aflige lo que hemos hecho. Pensamos que si pudiramos rectificar ciertas cosas se-ramos buenos cristianos, y as tratamos de cambiar nuestras acciones. Pero el resultado no eslo que esperbamos. Descubrimos, asombrados, que es algo ms que una cosa molesta queviene de afuera, es una situacin mala en nuestro interior. Tratamos de agradar al Seor, peroencontramos que hay algo en nosotros que no quiere hacerla. Tratamos de ser humildes, perohay algo en nuestro ser que rehsa serlo. Tratamos de ser amables, pero adentro somos lo mscontrario. Nos sonremos y tratamos de parecer muy simpticos, pero en realidad, de corazn,sentimos lo opuesto. Cuanto ms tratamos de remediar todo esto exteriormente, tanto ms nosdamos cuenta de cun arraigado est el mal adentro. Entonces venimos al Seor y le decimos:Seor, no slo lo que he hecho es malo, sino que descubro que yo mismo soy malo. S.Ahora comenzamos a entender aquella conclusin de Romanos 5:19. Somos pecadores.

    EN ADN Y EN CRISTO

    As, en Romanos, Pablo trata primeramente de mostrarnos lo que hemos hecho, y en-tonces trata de mostrarnos lo que somos. Las expresiones en Adn y en Cristo son muy

    poco entendidas por los creyentes. Somos todos nacidos en Adn. Somos todos constituidospecadores. Somos miembros de una raza de seres que no son constitucionalmente lo que Diosquiso que fuesen. A causa de la cada tuvo lugar un cambio fundamental en la naturaleza deAdn por el que se convirti en pecador, vale decir uno constitucionalmente imposibilitado deagradar a Dios; y, corno hijos suyos, todos nos parecemos a l no slo en lo exterior sino tam-

    bin en lo interior. Y cmo vino a ser todo esto? Por la desobediencia de un hombre. La en-seanza bblica no es que somos pecadores porque cometemos pecados, sino que pecamos

    porque somos pecadores. Somos pecadores por naturaleza antes que por accin. Corno Ro-manos 5:19 lo expresa: Por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    13/56

    13

    (hechos) pecadores. Mi apellido es Nee. Yo no lo eleg: No le una lista de posibles apellidospara elegir ste. Que mi apellido es Nee no es asunto mo, y no puedo cambiarlo. Tengo elapellido Nee porque mi padre es Nee, y l es Nee porque mi abuelo tuvo ese apellido. Si mecomporto corno Nee, soy Nee; si no lo hago, sigo siendo Nee. Si yo llegara a Presidente de la

    Repblica, siempre seguir con el mismo apellido; si me rebajara a mendigo en la calle, siem-pre ser Nee. Nada que yo haga o deje de hacer cambiar mi apellido Nee.

    Somos constituidos pecadores, no por los pecados que cometemos, sino por estar enAdn. Todos nosotros pecamos antes de nacer, porque estbamos en Adn cuando l pec.Si tu bisabuelo hubiera muerto a los tres aos de edad, dnde estaras t? Habras muerto enl! Tu experiencia estuvo envuelta en la de l. Nosotros estuvimos envueltos en el pecado deAdn, y por nacer en Adn, recibimos todo aquello que es de Adn. Observas la unidad dela vida humana? Nuestra vida viene de Adn. Nuestra existencia viene de l, y porque su vidafue pecaminosa, tal es la nuestra. As que la dificultad es por herencia y no por nuestro com-

    portamiento. A menos que podamos cambiar nuestra parentela, no hay rescate para nosotros:

    y es as precisamente cmo Dios resolvi la cosa.

    En Romanos 5 se nos cuenta no solamente algo acerca de Adn, sino tambin del SeorJess - Porque as como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos

    pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern constituidos justos (Ro.5:19). Fuimos hechos pecadores hechos pecadores por causa de Adn, pero constituidos justos

    por causa de Cristo. Por uno, pecadores; por Otro, justos. Cuando muri el Seor Jess, hizocesar toda vida en Adn; cuando resucit nos imparti nueva vida. Cuando el pecado abun-d, sobreabund la gracia; para que as como el pecado rein para muerte, as tambin la gra-cia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo Seor nuestro (Ro. 5:20,21).

    LA MANERA DIVINA DE LIBRAR

    Claramente Dios propone que esta consideracin nos lleve a experimentar la liberacindel pecado. Esto, Pablo lo aclara al principio del captulo 6 con la pregunta: Perseveraremosen pecado? Su ser entero rechaza la mera sugestin. En ninguna manera, exclama el apstol.Cmo puede un Dios santo estar satisfecho con hijos impos, esclavos del pecado? As, pues,cmo viviremos an en l? (Ro. 6: 1,2). Dios, por tanto ha hecho provisin adecuada paraque seamos librados del dominio del pecado.

    He aqu nuestro problema. Nacimos pecadores; cmo, pues, podremos separarnos denuestra herencia pecaminosa? Entendiendo que nacimos en Adn cmo separamos de Adn?Aqu me apresuro a aclarar que la Sangre no nos puede separar de Adn. Hay un solo camino.Ya que entramos por nacimiento, es evidente que saldremos por muerte. Para separarnos denuestra tendencia pecaminosa, debemos separarnos de nuestra vida. La esclavitud al pecadovino por nacimiento; la liberacin del pecado viene por muerte, y es precisamente ste el me-dio de escape que Dios ha provisto. La muerte es el secreto de la emancipacin - Muertos al

    pecado (Ro. 6:1,11).

    Pero cmo morir? Algunos de nosotros hemos tratado afanosamente de librarnos de es-

    ta vida, pero la encontramos muy tenaz. Cul es la solucin? No es tratar de matarnos, sinoreconocer queDios nos ha juzgado en Cristo -O no sabis que todos los que hemos sido

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    14/56

    14

    bautizados en Cristo Jess, hemos sido bautizados en su muerte? (Ro. 6:3).

    Entonces, si Dios ha tratado con nosotros en Cristo Jess, cmo entramos en Cristo?No tenemos modo de entrar, pero no necesitamos tratar de entrar, pues ya estamos. Lo que no

    pudimos hacer nosotros, Dios lo ha hecho a nuestro favor; E nos ha puesto en Cristo. Ala-bado sea Dios!, no se dej que nosotros descubriramos o hiciramos camino. Por l estisvosotros en Cristo Jess (1 Co. 1: 30). No necesitamos pensar de cmo entrar. Dios ya loide, y tambin lo llev a cabo. Ya hemos entrado y, por consiguiente, no necesitamos tratarde entrar. Es un hecho divino, y es cosa terminada.

    Propongo una ilustracin: pongo un billete en mi Biblia. La Biblia y el billete son cosasdistintas, pero si decido remitir mi Biblia a una lejana tierra, puede esa Biblia ir y el billetequedar? Es evidente que donde va la Biblia, la acompaa el billete; y lo que le pasa a la Bi-

    blia, le pasar tambin al billete, porque est en ella. Por l estis vosotros en Cristo Jess.Dios nos ha puesto en Cristo, y en su proceder con Cristo, ha procedido con la raza entera.

    Nuestro destino est ligado con el suyo, y lo que pas con l, pas tambin con nosotros.Cuando Cristo fue crucificado, nosotros tambin; y su crucifixin fue en el pasado y por lotanto la nuestra; no puede ser futura. Que me muestre alguno un solo versculo en el NuevoTestamento que diga que la crucifixin es cosa del futuro. Fuimos crucificados cuando lo fuel, pues Dios nos puso en l. Que hemos muerto en Cristo no es una mera posicin doctrinal,sino una verdad, un hecho eterno. Todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesshemos sido bautizados en su muerte (Ro. 6:3). Estar en Cristo es equivalente a haber sidoidentificados con l en su muerte y resurreccin. La Cruz es el poder de Dios que nos trasladade Adn a Cristo.

    UNA NUEVA CREACIN

    La muerte del Seor Jess es inclusiva -incluye al creyente- y tambin es inc1usiva suresurreccin. En 1 Corintios 15:4.5 y 47 encontramos dos notables nombres o ttulos del Se-or Jess. Se nos dice que fue e1 ltimo Adn y el segundo hombre. Las Escrituras no lemencionan como el segundo Adn sino el ltimo Adn; ni se refiere a l como el ltimohombre, sino el segundo hombre. Es importante notar esto, pues encierra una verdad de granvalor.

    Como el ltimo Adn, l es la suma total de la humanidad; como el segundo hombre, esla Cabeza de una nueva raza. Como el ltimo Adn, rene en s mismo todo aquello que esta- ba en Adn; como el segundo hombre, habiendo por su Cruz quitado el primer hombre enquien el propsito de Dios fue defraudado, presenta otro hombre en quien aquel propsito es

    plenamente llevado a cabo.

    Cuando fue crucificado, lo fue en el carcter del ltimo Adn: todo aquello que estabaen el primer Adn fue quitado. Nosotros todos fuimos incluidos en su muerte. Como el ltimoAdn, l quita la raza antigua, y como el segundo hombre presenta una nueva raza. En suresurreccin est en pie como el segundo hombre. Morimos en l como el ltimo Adn; vi-vimos en l como el segundo hombre. Nuestra antigua historia finaliza con la Cruz; nuestra

    nueva historia comienza con la resurreccin. De modo que si alguno est en Cristo, nuevacriatura (creacin) es: las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas (2 Co. 5:

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    15/56

    15

    17). Por la Cruz Dios liquid toda la antigua creacin, y de la muerte surge una nueva crea-cin en Cristo, el segundo hombre. Si estamos en Adn todo lo que est cn Adn viene aser nuestro inevitablemente y sin ningn esfuerzo nuestro. No hay necesidad de hacer esfuer-zo alguno para perder la paciencia o cometer cualquier otro pecado; estas cosas suceden, y

    esto, a pesar de nosotros. As tambin si estamos en Cristo todo lo que est en Cristo nosviene por gracia, sin esfuerzo alguno de nuestra parte, sobre la base de la fc sencilla.

    La vida cristiana es nada menos que la vida de Cristo. Es la propia vida de Cristo repro-ducida en nosotros. Por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sido hecho por Dios,sabidura, justificacin, santificacin y redencin (1 Co. 1:30). El concepto comn de la san-tificacin es que cada parte de nuestra vida debera ser santa; pero eso no es santidad -es elfruto de la santidad. La santidad es Cristo. Cuando somos conscientes de orgullo, nos imagi-namos que la humildad llenar nuestra necesidad; pero la contestacin al orgullo no es lahumildad -es Cristo, y Cristo es la contestacin para cada necesidad. Dios nos ha dado su Hijo

    para ser nuestra vida, y slo necesitamos estar en Cristo para que todo lo que es de Cristo

    venga a ser nuestro. Hay una sola 'vida cristiana' -y sa es la vida de Cristo. Nunca se me exi-ge imitar aquella Vida, pero s, permitir a Cristo que viva en m. Ya no vivo yo, mas viveCristo en m (Ga. 2:20).

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    16/56

    16

    3

    REVELA CION y EXPERIENCIA VERDA DERA

    Decir que todo lo que necesitamos nos llega a travs de Cristo, de pura gracia, aunqueverdad, puede parecer un poco irreal. Cmo se llega a realizar en la prctica? Cmo viene aser real en nuestra experiencia?

    Si preguntamos a un grupo de creyentes que han entrado en la vida cristiana normal, so-bre cmo llegaron a esa experiencia, algunos contestarn que fue en esta manera, otros enotra. Cada cual acenta su propia manera de entrar en esa vida y cita versos bblicos que apo-yan lo que experiment. Lamentable es que muchos usan sus experiencias y sus citas especia-les en contra de otros creyentes. El hecho es que mientras que los creyentes puedan entrar en

    la vida ms profunda por varios conductos, no es necesario que consideremos las experienciaso doctrinas que presentan como en pugna entre s, sino ms bien como complementos una dela otra.

    Una cosa es cierta, que toda experiencia de valor para Dios tiene que haber sido alcan-zada por medio de un nuevo descubrimiento del significado de la Persona y de la obra delSeor Jess. Esta es una prueba crucial y segura. Veremos cmo Pablo hace que todo dependade tal descubrimiento.

    A medida que estudiamos los captulos 6, 7 y 8 de Romanos encontraremos que lascondiciones para vivir la vida cristiana normal son cuatro: (a) Saber, (b) Contar, (c) Presentar-se a Dios, y (d) Andar en el Espritu; y se dan en ese orden. Si queremos vivir la vida cristiananormal tendremos que dar estos cuatro pasos; no uno ni dos, ni tres de ellos, sino los cuatro.Mientras vamos estudiando cada uno de estos pasos confiemos en que el Seor por medio desu Santo Espritu nos ilumine el entendimiento, y busquemos su ayuda ahora para tomar el

    primer gran paso hacia adelante.

    EL PRIMER PASO: SABIENDO ESTO...

    Algunos de vosotros, en poca de incredulidad, habris tratado de salvaros. Leais la Bi- blia, orabais, asistais a cultos, contribuais en las ofrendas. Luego vino el da cuando se osabrieron los ojos y visteis que una plena salvacin ya haba sido provista en la Cruz. Aceptas-teis sencillamente aquella, agradecisteis al Seor, y la paz y el gozo fluyeron al corazn. Aho-ra bien, la salvacin y la santificacin operan sobre la misma base. Se recibe la liberacin enla misma manera como en el caso del perdn de pecados. Posiblemente se ha tratado de ejer-cer control sobre uno mismo, y reformarse, y eso durante aos, pero todo en vano. Cuando seve la verdad, se dejar de hacer cosa alguna. La revelacin detiene todo esfuerzo humano. Ensu carta a los Romanos dijo Pablo: Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado

    juntamente con l (Ro. 6:6). Sabis esto? Todo el asunto de la liberacin comienza con elsaber. Sin ese saber no se puede tener liberacin.

    La vida cristiana normal debe comenzar con un saber muy definido; no meramente

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    17/56

    17

    saber algo de la verdad, no meramente entender alguna doctrina, no un mero conocimientointelectual, sino un despertar del corazn para ver lo que tenemos en Cristo. Cuando se havisto, entonces se sabe sin posibilidad de duda.

    Romano, captulo 6, versculos 1 al 11, demuestra que la muerte del Seor Jess esinc1usiva, pues en su muerte todos morimos. Ninguno puede progresar espiritualmente sinentender esto. Si no le hemos visto llevando nuestros pecados en la Cruz no poseemos la justi-ficacin: y si no le hemos visto llevndonos en la Cruz carecemos de la santificacin. No slohan sido puestos nuestros pecados sobre l, sino que nosotros mismos hemos sido puestos enl.

    Cmo obtuviste t el perdn? Te diste cuenta que el Seor Jess muri y llev tus pe-cados en l mismo, que su Sangre fue derramada para quitar tu contaminacin. Cuando vistetus pecados todos quitados en la Cruz, qu hiciste? Oraste? Dijiste: Seor Jess, ven ymuere por mis pecados? No, no oraste eso, sino que le agradeciste. No le rogaste que venga

    y muera por ti, sino que le agradeciste porque ya haba muerto en tu lugar. Ahora bien, lo quees cierto de tu perdn, lo es tambin de tu liberacin. La obra est terminada; por consiguien-te, no hay necesidad de orar, pero, s, de alabar. Dios nos ha puesto, a todos, en Cristo, de mo-do que cuando Cristo fue crucificado, lo fuimos nosotros tambin. Es cosa terminada. As queno hay necesidad de rogar: Soy una persona mala; Seor, haz el favor de crucificarme. Estodo una equivocacin. No oraste acerca de tus pecados; entonces, pues, por qu orar acercade ti mismo? Tus pecados fueron expiados por su Sangre; y por su Cruz, fue deshecha tu natu-raleza pecaminosa. Es cosa terminada. Todo lo que falta hacer es alabar al Seor. CuandoCristo muri, moriste t; moriste en l. Albale por esto y vive en la luz de esta verdad. En-tonces creyeron a sus palabras, y cantaron su alabanza (Sal. 106: 12).

    Confas t en la muerte del Seor? Naturalmente que s. Bien, la misma Escritura quedice que muri por nosotros, explica que morimos con l. Primero dice Cristo muri pornosotros (Ha. 5: 8), y luego Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado junta-mente con l (Ro. 6: 6 ). Yo confo en la muerte del Seor Jess, y confo en mi propiamuerte tan positivamente como confo en la de l.

    Por qu crees que muri el Seor Jess? Porque lo sientes? No, nunca lo has sentido.Crees que muri porque Dios declara que cs verdad. Cmo sabes que fueron crucificados losladrones? Porque as lo dice la Palabra de Dios. T crees en la muerte del Seor y t crees enla muerte de los ladrones: ahora qu de tu muerte? Has muerto t? Cmo podrs saber

    esto? Lo podrs saber por la sencilla razn de que Dios lo ha dicho. Si sientes que Cristo hamuerto, muri; y si no lo sientes, igualmente muri. Si sientes que t has muerto, entoncesmoriste, y si no lo sientes, igual moriste. Estos son hechos divinos. Que Cristo ha muerto esun hecho, que los ladrones han muerto tambin es hecho verdico, como tambin que t mo-riste. Permteme informarte que t has muerto. Se ha acabado del todo contigo! Ests ex-cluido! Ese 'yo' tuyo que odias, est en Cristo, sobre la Cruz. Y el que ha muerto al pecado,libertado est del pecado (Ro. 6:7. V. M.). Esto es el Evangelio para los creyentes.

    LA NECESIDAD DE ESTA REVELACION DIVINA

    No puede hacerse efectiva nuestra crucifixin por voluntad o esfuerzo nuestro, sino slo

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    18/56

    18

    por aceptar lo que hizo el Seor Jess en la Cruz. Es necesario que nuestros ojos sean abiertospara ver la obra consumada del Calvario.

    Despus de mi conversin, estudi las Escrituras y supe que el Seor haba muerto, y

    me di cuenta que yo tambin debera morir; porque era demasiado malo para seguir viviendo.As que trat de morir, trat de vivir como si hubiera muerto. Con qu resultado? El mismoantiguo mal genio, los mismos antiguos pecados; no haba liberacin.

    Durante siete aos despus de convertido, a pesar de todos mis esfuerzos, no pude entraren la experiencia de la muerte de Cristo. Cuanto ms me consideraba muerto al pecado, tantoms pareca estar vivo. Me era imposible considerarme muerto, y no poda producir la muerte.Cada vez que solicitaba ayuda de otros, me decan que leyera Romanos 6:11, y cuanto mslea este verso y procuraba considerarme muerto, ms lejos pareca estar de serlo: no podalograrlo. Comprenda cabalmente la enseanza de que deba considerarme muerto, pero no

    poda entender por qu no vea resultado alguno de ello. Debo confesar que por meses estuve

    muy preocupado. Le dije al Seor:

    Si esto no est claro, si no puedo llegar a ver esto que es tan fundamental, dejar todo,no predicar ms, no saldr ms a servirte; quiero primero comprender bien esto. Durantemeses estuve buscando, a veces con ayunos, sin lograr nada.

    Recuerdo que una maana -esa fue una maana de verdad y que nunca podr olvidar-estaba yo sentado, leyendo en mi escritorio la Palabra, y orando. Recuerdo que ped: Seor,abre mis ojos, y repentinamente lo vi todo. Vi que estaba identificado con Cristo. Vi que yoestaba en l, y que la cuestin de mi muerte era ya un asunto del pasado y no del futuro, y queyo estaba en l cuando l muri. Todo se me haba aclarado. Tanto gozo me produjo estetremendo descubrimiento, que salt de la silla y grit, Alabado el Seor, yo estoy muerto!Sal de la pieza con estrpito y encontrndome con uno de los hermanos que estaban ayudan-do en la cocina, le dije: Sabes que he muerto? Me mir asombrado, pero yo continu:Sabes que Cristo muri? Sabes que estoy tan muerto como lo estuvo Cristo? Sabes queCristo no estuvo de ninguna manera ms muerto que yo? Desde aquel da hasta el presenteno he dudado jams de mi propia muerte. Con Cristo estoy juntamente crucificado.

    Amigos, ste es el primer paso para entrar en la vida cristiana normal. Si hemos de vivirtal vida, nuestra primera necesidad es de revelacin. No quiero con esto dar a entender que nonecesitamos vivirlo prcticamente. S, hay una aplicacin prctica de la muerte que veremos

    ms adelante

    1

    pero la base ante todo, es sta: Yo he sido crucificado; ya est hecho. Que Diosabra nuestros ojos para ver lo que l ha hecho para nosotros en su propio Hijo.

    Cuando Hudson Taylor entr en la vida cristiana normal, fue as. Haba primeramentetratado de entrar en Cristo, pero se encontraba cayendo de esa posicin. Cuando el Seor lemostr que ya estaba en Cristo, como el sarmiento en la vid, no procur ya ms de ganar en-trada, sino que pudo alabar al Seor que estaba ya en l. Pensad en la extraordinaria ocupa-

    1 Si bien este aspecto se lo trata en los prximos captulos, est ms ampliamente considerado en el libro

    La Cruz en la Vida Cristiana Normal.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    19/56

    19

    cin de tratar de entrar en una pieza en la cual uno ya se halla. Pensad en el absurdo de pedirque os pongan dentro. Si yo reconozco el hecho de que ya estoy adentro, no har esfuerzoalguno para entrar.

    Si tuviramos ms revelacin, tendramos menos oraciones. Mucho de nuestro orar estal por causa de nuestra ceguedad: no vemos lo que Dios ha hecho. Estis crucificados, dehecho! Por qu orar para llegar a ser muertos? Por qu orar para llegar a ser crucificados?Es igualmente absurdo. No necesitis orar al Seor para hacer cosa alguna, meramente necesi-tis que los ojos os sean abiertos para ver que l ha hecho todo. Eso es el argumento. No ne-cesitamos obrar para morir; no necesitamos esperar para morir; somos muertos. Slo necesi-tamos reconocer lo que el Seor ya hizo, y alabarle por ello.

    LA CRUZ TRATA DE LA CAUSA FUNDAMENTAL

    Ahora supongamos que el gobierno descara tratar drsticamente con la cuestin de labebida alcohlica, y decidir que el pas se sometiera a la ley de la prohibicin, cmo podraesa prohibicin ser llevada a cabo? Cmo podramos ayudar? Si hicisemos una bsqueda encada negocio y casa en todo el pas y destruysemos todas las botellas de vino o cerveza, etc.,que hallramos, sera una solucin adecuada? Podramos librar al pas de cada gota de licoralcohlico que contenga, pero detrs de esas botellas de bebida fuerte estn las fbricas quelas producen, y si slo atendiramos a las botellas y dejramos ilesas las fbricas, no hay so-lucin permanente al problema. Entonces las fbricas que producen la bebida deben ser des-truidas si la cuestin ha de ser solucionada permanentemente.

    Nosotros somos la fbrica, nuestras acciones son los productos. La Sangre del Seor Je-ss trat con la cuestin de los productos, a saber, con nuestros pecados, La cuestin de lo quehemos hecho est terminada; pero, qu de la cuestin de lo que somos? Nuestros pecadosfueron producidos por nosotros. Nuestros pecados han sido tratados, pero cmo se tratarcon nosotros mismos? Crees t que el Seor quitara todos nuestros pecados, y luego dejaraa nuestro cargo el eliminar la fbrica que produce el pecado? Crees t que l eliminara lamercadera, pero nos dejara la tarea de tratar con la fuente de produccin? No, l ha elimina-do la mercadera y tambin ha eliminado la fbrica productora.

    EL SEGUNDO PASO: CONTAR - CONSIDERAOS MUERTOS

    Notemos de nuevo lo que dice Romanos 6:6. El tiempo del verbo es muy preciso, por-que es el tiempo una vez por todas. La cosa est hecha y no puede deshacerse. Nuestro viejohombre ha sido crucificado una vez por todas, y no puede cancelarse tal crucifixin. Esto es loque necesitamos saber. Cuando lo sabemos, qu seguir? El versculo 11, en el cual tenemosla exhortacin a que nos consideramos muertos al pecado, es decir, contarnos por muertos,2 es

    2Nota: Nuestro hermano Nee estaba usando una versin de Romanos 6:11 que traducido literalmente

    sera: As tambin vosotros contaos muertos al pecado... Ms adelante explica el significado de esta palabra

    contar.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    20/56

    20

    el resultado natural del versculo 11. Cuando se expone la verdad acerca de nuestra unin conCristo, generalmente el nfasis se lo hace recaer sobre el contarnos por muertos. Pero laPalabra de Dios nos dice que el 'saber' ha de preceder el 'contar'. Sabiendo esto... Conside-raos muertos (Ro. 6:6, 11). El orden es de suma importancia. El contamos por muertos debe

    estar basado en el conocimiento de un hecho revelado por Dios, pues de otro modo la fe notiene fundamento sobre el cual descansar. Cuando sabemos que nuestro viejo hombre ha sidocrucificado, espontneamente nos contaremos por muertos. Cuando sabemos, entonces el con-tar sigue naturalmente.

    No debemos, pues, poner demasiado nfasis en el asunto de contar. Dios no nos diceque nos contemos por muertos, para que por considerarnos muertos vengamos a serlo, sino

    porque estamos muertos. l no nos hubiera dicho que contsemos algo que no era un hecho.Si yo creo que estoy muerto, entonces el contarme por muerto no es ningn esfuerzo -es es-

    pontneo-, pero si no estoy persuadido de que haya realmente muerto y espero, por un mero proceso mental poder producir la muerte, entonces eso de contar ser un trabajo tremendo.

    Hay quienes siempre tratan de contar sin saber. No han tenido primeramente la revelacin,pero tratan de contar y pronto se ven en toda suerte de dificultades. Cuando viene la tentacin,empiezan a repetir frenticamente -Estoy muerto, estoy muerto; pero en el mismo acto decontar pierden su serenidad. Entonces dicen: Esto no marcha; Romanos 6:11 no sirve. Natu-ralmente, Romanos 6:11 no sirve sin Romanos 6: 6.

    Qu significa contar? La palabra griega traducida como Consideraos se relacionacon trminos de contabilidad y significa hacer cuentas. Contabilizar es lo nico en este mundoque nosotros los humanos podemos hacer correctamente. Un artista pinta un paisaje. Puedehacerlo con exactitud? .Puede el historiador garantizar la absoluta verosimilitud de lo queregistra, o el cartgrafo la fidelidad de un mapa? Pueden, a lo sumo, obtener una aproxima-cin. Aun en nuestra conversacin diaria, cuando procuramos relatar algn incidente, no obs-tante el mejor de los deseos por ser honestos y verdicos, no podemos narrarlo con exactitud.En la mayora de los casos exageramos o despreciamos algn elemento, decimos una palabrade ms o una de menos. Entonces, puede hacer el hombre algo que sea absolutamente exac-to? Pues, aritmtica! Aqu no hay lugar para el error. Una silla ms una silla, hacen dos sillas.En todo el mundo y por todo el tiempo, uno ms uno es igual a dos. Uno ms uno es igual ados en el ciclo, en la tierra y en el infierno.

    Por qu dice Dios que hemos de contamos por muertos? Porque estamos muertos. Pro-sigamos con la analoga de la contabilidad. Si yo tuviera $ 15 en mi bolsillo, qu entrada

    har en mi libro de cuentas? .Puedo asentar $ 14 o $ 16? No! Debo anotar en mi libro decuentas aquello que es un hecho en mi bolsillo. La contabilidad consiste en sumar hechos, nofantasas. De la misma manera es porque yo he realmente muerto que Dios me dice de con-tarme as. Dios no me pedira anotar en mi libro de cuentas que estoy muerto si an viviera.Contar no quiere decir que yo tenga slo $ 15 en mi bolsillo, pero que espero, por apuntar $16 en mi libro de cuentas, que tal contar llenar la deficiencia o falta.

    No lo har. Si yo slo tengo $ 15, pero me hago la suposicin de que tengo ms, dicien-do: Yo tengo $ 16, yo tengo $ 16, yo tengo $ 16, pensis que el esfuerzo mental que reali-zo afectar en algo la suma que hay en mi bolsillo? De ningn modo! El hecho de contar no

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    21/56

    21

    har que $ 15 se conviertan en $ 16 ni tampoco transformara lo falso en verdad. Pero si elcaso es que hay $ 16 en mi bolsillo, entonces con absoluta seguridad y confianza puedo anotar$ 16 en mi libro de cuentas. Dios nos dice que nos demos por muertos, no para que as lle-guemos a serlo, sino porque en verdad ya lo somos. El nunca nos dice que contemos con algo

    que no sea un hecho acabado.

    Supngase que yo tratara de figurar como la Srta, D. Tendra que decirme continuamen-te: T eres la Srta. D. Ten cuidado y recuerda que t eres la Srta, D. A pesar de mucho repe-tirlo, la probabilidad sera que cuando no estuviera atento y alguien llamara S. Nee, yo con-testara a mi propio nombre. Todo eso de contar se quebrantara en el momento crtico. Yosoy e1 Sr. Nee; por eso no tengo ninguna dificultad en contarme como el Sr. Nee. Puedo dor-mir y olvidarme de todo eso, pero eso no cambia el hecho. Es tan seguro cuando olvido comocuando pienso en ello; no depende de mi memoria ni de mi contar. Yo s que soy el Sr. Nee;

    por consiguiente, cuento naturalmente que es as. Romanos 6:6 precede a Romanos 6:11, noslo en las Escrituras sino tambin en la experiencia cristiana. A menos que tengamos una re-

    velacin por el Espritu Santo del hecho de nuestra muerte con Cristo, nuestro contar sermera obra muerta. Durante aquellos aos procur considerarme muerto; entonces, Dios merevel mi muerte con Cristo como un hecho establecido para siempre jams. Todo se hizo tanreal para m que deseaba ir por las calles anunciando a viva voz la noticia de mi feliz descu-

    brimiento: Sabes que estoy muerto - tan muerto que nunca podra estar mas muerto? Astodo se concreta a esto: a menos que conozcamos como un hecho acabado que somos muer-tos, todo esfuerzo por consideramos muertos no har sino intensificar la lucha, y el resultadoser una derrota segura.

    TENTACIN Y FRACASO - EL DESAFIO DE SATANS

    Para nosotros, entonces, los dos hechos ms grandes de la historia son stos: el de quetodos nuestros pecados han sido sometidos a proceso por la Sangre, y que nosotros a nuestravez hemos sido tratados por la Cruz. Pero, qu del problema de la tentacin? Cul habr deser nuestra actitud cuando, despus de haber visto y credo estos hechos, descubramos quesurgen nuevamente los antiguos deseos? Peor todava, qu haremos si nuevamente caemosen pecados manifiestos? Qu si perdemos el auto dominio, o hacemos algo an peor? Sededucir de esto que la posicin enunciada anteriormente es falsa?

    Ahora bien, es preciso recordar que uno de los principales objetivos del Diablo es hacerque dudemos los hechos divinos (Comprese Gn. 3:4). Por ejemplo: una vez que hemos vis-to, por medio de la revelacin del Espritu de Dios, que estamos de hecho muertos con Cristo,y una vez que nos hemos dado por muertos, Satans viene y dice: Hay algo que se mueveadentro. Qu pasa? Puedes llamar muerte a eso? Y t, qu responders entonces? Es elmomento en que debes elegir! He all la prueba crucial. Creers a la mentira de Satans o a laverdad de Dios? Te dejars gobernar por las apariencias o por lo que Dios dice?

    Con esto no negamos la realidad de la 'carne', pero hablamos de ser movidos de una po-sicin y hecho revelados, a saber, nuestra muerte con Cristo. Es importante recordar lo quedice la Palabra de Dios, y tambin lo que no dice, para que la fe sepa en qu basarse. Cmo

    dice Dios que se efecta la liberacin? En primer lugar, no nos dice que el pecado como prin-cipio en nosotros es desarraigado y quitado. Contar con esto sera un mal clculo y nos encon-

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    22/56

    22

    traramos en la posicin del hombre que procur anotar $ 16, cuando tena $ 15 en el bolsillo.No; el pecado no fue extirpado. Est ah y, dada la oportunidad, nos vencer y nos har pecarde nuevo. Por esto siempre necesitamos saber la operacin de la Sangre preciosa. Pero, entre-tanto que sabemos que al proceder con los pecados cometidos el mtodo de Dios es directo, es

    decir, que l los borra echndolos al olvido por medio de la Sangre, cuando llegamos al prin-cipio de pecado y al asunto de ser librados de su poder, hallamos en cambio que Dios tratacon este asunto de manera indirecta - l no pone fin al pecado, pero s al pecador. Nuestroviejo hombre fue crucificado juntamente con l, y por esto el cuerpo, que antes era el ins-trumento de pecado; ahora no se presta mas (Ro. 6:6, destruido, o deshecho en este versculoquiere decir puesto fuera de accin, hecho inefectivo o nulo). El pecado, e1 viejo amo,est todava por ah, pero el esclavo que antes le serva, ha sido muerto y as, no se prestanms ni l ni sus miembros.

    As, pues, podemos decir que '1iberacin del pecado' es una expresin ms escrituralque 'victoria sobre el pecado'. Las expresiones 'libertado del pecado' y 'muerto al pecado' en

    Romanos 6:7 y 11 implican e1 sustraerse, el liberarse de un poder que todava est muy pre-sente y que es muy real -no un librarse de algo que ya no existe. El pecado est siempre pre-sente, pero nosotros, cada da vamos conociendo en mayor grado lo que es ser librado de su

    poder.

    Es, pues, la fe la realizacin de cosas que se esperan, la demostracin de cosas que nose ven (He. 11: 1, V.H.A). Las cosas..., que no se ven, son eternas (2 Co. 4: 18). Recorde-mos otra vez que aqu estamos tratando no de promesas sino de hechos. Las promesas de Diosnos son reveladas por su Espritu para que podamos echar mano de ellas; pero los hechos sonhechos, y permanecen siendo hechos aunque los creamos o no. Si no creemos las verdades dela Cruz, stas siguen siendo tan reales como siempre, slo que no tienen valor para nosotros.La fe no las hace reales a estas cosas -ya lo son- pero la fe las hace reales en nuestra experien-cia. Debemos reconocer como mentira del diablo cualquier cosa que contradiga la verdad dela Palabra de Dios, y Satans nos engaa no slo con declaraciones mentirosas, sino tambin

    por seales, sentimientos y experiencias mentirosas. Tan pronto como hayamos experimenta-do como un hecho nuestra muerte con Cristo, Satans tratar de probar que no estamos nadamuertos, sino muy vivos, y l tratar de demostrado para nuestra experiencia. Si apelamos a loque sentimos para descubrir la verdad, encontramos que las mentiras de Satans concuerdancon nuestra experiencia; pero si nos rehusamos a creer toda cosa que contradice la Palabra deDios y tomamos nuestra posicin en sta solamente, encontraremos que las mentiras de Sata-ns empiezan a desaparecer y que nuestra experieneia, progresivamente, vendr a concordar

    con la Palabra de Dios.Por fe andamos, no por vista (2 Co. 5: 7) . Hay una ilustracin segn la cual la Ver-

    dad, la Fe y la Experiencia andaban por lo alto de una pared. La Verdad segua adelante confirmeza, sin volverse ni a la derecha ni a la izquierda; y nunca mirando para atrs. La Fe se-gua y todo andaba bien mientras tena los ojos enfocados en la Verdad. Pero tan pronto comose preocupaba por la Experiencia y volva para ver cmo segua ella, perdiendo su equilibrio,cay de la pared, y la pobre vieja Experiencia cay con ella.

    Toda tentacin es, en primer lugar, la de mirar adentro, quitar nuestra mirada del Seory tomar en cuenta las apariencias. Puede ser que no sienta que yo sea Nee', aun puedo olvidar

    que sea Nee, o hasta soar que no soy Nee; pero cuando estoy durmiendo soy Nee, y cuandodespierto soy Nee; cuando me acuerdo, y cuando lo olvido, todava soy Nee. Es un hecho que

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    23/56

    23

    nada que yo experimente o no experimente puede cambiar. As tambin, lo sienta o no, estoymuerto con Cristo. Que mi experiencia lo compruebe o lo desapruebe, el hecho queda inalte-rable. Si ests firme en esa posicin entonces Satans no puede prevalecer contra ti. Si alber-gas alguna duda acerca de ese hecho, Satans con toda seguridad te atrapar; pero si no tienes

    duda alguna, entonces no importa qu hace Satans, y bien puedes rerte de l. Si alguien tra-tara de persuadirme de que yo no sea Nee, sobrada razn tengo para rerme de l. Entonces,pues, retengamos firmemente el hecho de que cuando Cristo muri, nosotros tambin.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    24/56

    24

    4

    LA CRUZ - LA CRESTA DIVISORIA

    Todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bautizados en sumuerte, porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin deque como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros ande-mos en vida nueva (Ro. 6:3,4).

    Si alguno est en Cristo, nueva criatura (creacin) es: las cosas viejas pasaron; heaqu todas son hechas nuevas (2 Co. 5:17).

    El Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz... nosha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Col. 1:12,13).

    El reino de este mundo no es el reino de Dios. Dios deseaba en su corazn un sistemamundial -un universo de su creacin- cuya cabeza sera Cristo su Hijo (Col. 1:16,17). PeroSatans, obrando por medio del hombre carnal, ha instaurado un sistema opuesto conocido enlas Escrituras como 'este mundo' -un sistema en el cual nosotros estamos implicados y queSatans mismo domina. De hecho, l ha llegado a ser el prncipe de este mundo (Jn. 12:31).

    DOS CREACIONES

    As la primera creacin, bajo el poder de Satans, ha venido a ser la 'antigua creacin'.Dios est introduciendo una 'nueva creacin', un nuevo reino y un nuevo mundo, y nada deaquella antigua creacin, cl antiguo reino o el antiguo mundo, puede transferirse o ser transfe-rido al nuevo. Se trata, pues, de que existen ahora dos reinos rivales, y de nuestra pertenenciaa alguno de ellos.

    Para poder introducirnos en esta nueva esfera, Dios debe hacer algo nuevo en nosotros,debe hacernos criaturas (creacin) nuevas. A menos que seamos hechos de nuevo nuncapodremos ser aptos para participar en este nuevo reinado: Lo que es nacido de la carne, carnees, y la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios (Jn. 3:6; 1 Co. 15:50). A pesarde la educacin, cultura, mejoramiento, todava es carne. Nuestra aptitud para el nuevo reinoes determinada por la creacin a la cual pertenecernos. Pertenecemos a la antigua creacin oa la nueva? Somos nacidos de la carne o del Espritu? Nuestra aptitud para este nuevo reinoal final gira sobre la cuestin de origen. La cuestin no es entre lo bueno o lo malo, sino entrela carne o el espritu; lo que es nacido de la carne, carne es, nunca ser otra cosa. Aquelloque es de la antigua creacin jams podr entrar en el nuevo reino.

    Una vez que veamos a fondo lo que Dios busca -algo totalmente nuevo para l mismo-,entonces veremos claramente que jams podremos introducir nada del antiguo reinado en el

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    25/56

    25

    nuevo. Dios ansiaba poseernos para s mismo, pero l no poda introducirnos, como estba-mos, en aquello que l haba propuesto; as que primeramente nos elimin por la Cruz deCristo y luego por la resurreccin nos provey una nueva vida. Siendo ahora una nueva crea-cin (2 Co. 5:17), con una nueva naturaleza y nuevas facultades, podremos entrar en este nue-

    vo reino y el nuevo mundo. La Cruz fue el medio que Dios us para ponernos completamentea un lado y la resurreccin el que us para impartimos todo lo necesario para nuestra vida enla nueva esfera (Ro. 6: 4).

    La resurreccin est al comienzo de la nueva creacin. Es bendita cosa ver que la Cruztermina todo lo que pertenece al primer rgimen, y la resurreccin presenta todo lo que perte-nece al segundo. La resurreccin es el nuevo punto de partida.

    LIBERACIN DE LA VIEJA VIDA

    Tenemos ahora ante nosotros dos mundos, el antiguo y el nuevo. En el antiguo, Satanstiene el dominio absoluto. T puedes ser un buen hombre en la antigua creacin, pero mien-tras pertenezcas a ella ests bajo pena de muerte, porque nada de la antigua creacin puede

    pasar a la nueva. La Cruz de Cristo es la declaracin de Dios de que todo lo que es de la anti-gua creacin debe morir. Nada del primer Adn puede pasar ms all de la Cruz; todo terminaall. Cuanto ms pronto veamos esto, tanto mejor, pues es por la Cruz que Dios nos ha hechoun camino para escapar de la vieja creacin. Dios encerr en su Hijo todo lo que fue de Adny lo crucific; as en l todo lo que fue de Adn se elimin. Es como si Dios hubiera procla-mado por todo el universo: Por medio de la Cruz Yo he puesto de lado todo lo que no es deM; y vosotros, que pertenecis a la antigua creacin, estis todos incluidos en la Cruz; voso-tros tambin habis sido crucificados con Cristo! Ninguno de nosotros puede escapar de eseveredicto.

    O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bau-tizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautis-mo (Ro. 6:3-4). Cul es el significado del bautismo? No es slo una cuestin de una gota deagua, ni aun de un bautisterio lleno de agua. El bautismo es una cosa tremenda, porque serelaciona tanto a la Cruz como a la resurreccin de nuestro Seor. Pedro, en su primera eps-tola, se refiere al bautismo como la respuesta de una buena conciencia para con Dios (1 P.3:21, V.M.). Por cierto, no podemos responder sin que alguien nos hable primero. Si Dios no

    hubiera dicho nada, no tendramos respuesta. Pero l ha hablado. Por la Cruz, l nos hahablado de su juicio contra nosotros, contra el mundo, contra la antigua creacin y contra elantiguo reino. La Cruz no es slo de Cristo -una Cruz 'individual'. Es una Cruz que incluye atodos, una Cruz 'corporativa', una Cruz colectiva que me incluye a m y a ti. Dios nos ha pues-to a todos en su Hijo y nos crucific en l. En el ltimo Adn, l ha borrado todo lo que fuedel primer Adn.

    Ahora, cul es mi respuesta al fallo de Dios contra la antigua creacin? Contesto consolicitar el bautismo. Por qu? En Ro. 6:4, Pablo explica que el bautismo significa la sepultu-ra. El bautismo se relaciona tanto con la muerte como con la resurreccin; pero en s mismono es ni muerte ni resurreccin, es sepultura, pero para quin es la sepultura? Slo para los

    muertos. As que si yo pido el bautismo, me proclamo a mi mismo muerto y slo apto para latumba. Mi solicitud de bautismo significa que digo S a la muerte a la cual Dios me ha en-

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    26/56

    26

    tregado. Digo: Seor, creo que T has cumplido la crucifixin y ahora pido la sepultura. Mehas consignado a la muerte, y pido ser sepultado.

    En cierta ocasin, una mujer perdi su esposo pero fuera de s por causa de su prdida,

    se neg rotundamente a hacerlo sepultar. Da tras da, por dos semanas, qued el cadver en lacasa. Ella dijo: No est muerto, hablo con l todas las noches. Se opuso a la sepultura, por-que ella no crea que estuviese muerto. Cundo tenemos voluntad de enterrar a nuestros que-ridos? Slo cuando estamos absolutamente seguros que han fallecido. Mientras tengas la me-nor esperanza de que estuvieran vivos, no los entregaras a la sepultura. Cundo debo pedirel bautismo? Cuando veo que la voluntad de Dios es perfecta, cuando reconozco que merezcomorir, y cuando verdaderamente creo que Dios ya me ha crucificado. Una vez que yo est

    plenamente persuadido de que, ante Dios, yo estoy bien muerto, entonces solicitar el bautis-mo. Digo, en efecto: Alabado sea el Seor, estoy muerto. Seor, T me has muerto, ahoradeseo ser sepultado. Dios ha cumplido la obra de la crucifixin, pero nosotros debemos sellaraquella muerte por la sepultura.

    En la China tenemos dos servicios mdicos de emergencia, una 'Cruz Roja' y una 'CruzAzul. La primera se ocupa de los heridos en batalla, para socorrerlos y curarlos; la segunda seocupa de los muertos, sea por hambre, inundacin o guerra, a fin de darles sepultura. El pro-ceder de Dios con nosotros en la Cruz, es ms drstico que el de la 'Cruz Roja'. l no se dis-

    pone a remendar la antigua creacin. Aun los que viven estn condenados por l a muerte ysepultura, para que puedan resucitar a nueva vida. Dios ha hecho la obra de la crucifixin, asque ahora estamos en la lista de los muertos; pero debemos aceptado y sometemos a la obrade la 'Cruz Azul, sellando esa muerte con la 'sepultura'.

    Hay un antiguo mundo y un nuevo mundo; entre los dos hay una tumba. Dios ya me hacrucificado, pero debo consentir en ser enviado a la tumba. Mi sepultura confirma el fallo deDios pronunciado contra m en la Cruz de su Hijo. Afirma que he sido cortado del viejo mun-do y que pertenezco ahora al nuevo. As, el bautismo no es cosa de poca monta. Me separa delantiguo mundo y me prepara para el nuevo. Significa para m romper definitiva y consciente-mente con la antigua manera de vivir. Este es el significado de Romanos 6:2: Los que hemosmuerto al pecado, cmo viviremos an en l? Pablo, en efecto, dice: Si pudieras continuaren el antiguo mundo, por qu bautizarte? Nunca deberas haber sido bautizado, si tenas in-tencin de vivir en el antiguo reino. Una vez que hemos visto esto, damos lugar a la nuevacreacin al consentir en la sepultura de la antigua.

    RESURRECCIN PARA NOVEDAD DE V1DA

    Si fuimos plantados juntamente con l a la semejanza de su muerte, as tambin lo se-remos con la de su resurreccin (Ro. 6:5).

    La resurreccin es enteramente diferente. Soy bautizado en su muerte, pero no entro ensu resurreccin en exactamente la misma manera, pues alabado sea el Seor! su resurreccinentra en m dndome una nueva vida. La muerte del Seor es yo en Cristo; la resurreccines Cristo en m. Cmo es posible para Cristo comunicarme su vida de resurreccin? C-

    mo recibo yo esta nueva vida? En Romanos 6:5, Pablo contesta nuestra pregunta con unabuena ilustracin: las palabras plantados juntamente son, en el griego, una palabra: injerta-

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    27/56

    27

    dos; y tenemos aqu un muy hermoso cuadro de la vida de Cristo que nos es impartida pormedio de Su resurreccin.

    Una vez visit a un hombre que era dueo de una huerta. Tena casi dos hectreas de te-

    rreno y ms o menos trescientos rboles frutales. Le pregunt si sus rboles haban sido injer-tados o si eran de los troncos originales. Me contest: Cree usted que yo perdera mi terre-no con rboles no injertados?.

    Le ped me explicara el proceso del injerto, y lo hizo de buena gana. Cuando un rbolha crecido hasta cierta altura, lo desmocho, y entonces lo injerto, dijo. Indicndome un rbolen particular, me pregunt: ve usted ese rbol? Yo lo llamo el rbol 'padre', porque todos losdems rboles son injertados de eso Si los otros rboles fueran dejados para seguir el curso dela naturaleza, su fruto sera muy pequeo y consistira mayormente de cscara gruesa y semi-llas. Este rbol, del cual son injertados, carga una fruta sabrosa, del tamao de una ciruela,con cscara muy delgada y semillas diminutas. Y cmo sucede esto?, le pregunt. Senci-

    llamente, tomo un poco de la naturaleza de un rbol y la transfiero al otro, explic. Hago uncorte en el rbol pobre e inserto un brote del, rbol bueno, entonces lo ato, y lo dejo crecer.Pero, como puede crecer? Contest: No se, pero si crece. Entonces me mostr un rbol car-gado de fruta sumamente pobre debajo del injerto y fruta rica, sabrosa, arriba del injerto. De-

    j los brotes viejos con su fruta intil para mostrar la diferencia, me dijo. Con esto puedecomprender el valor del injerto. Se da cuenta ahora por qu cultivo solamente rboles injer-tados?

    Cmo puede un rbol llevar fruto de otro? Cmo puede un rbol viejo cargar frutonuevo, y un rbol pobre cargar fruto bueno? Por el injerto. Entonces, si un hombre puede in-

    jertar una rama de un rbol en otro, no podr Dios injertar la vida de su Hijo en nosotros?

    Una mujer, en la China, se quem de gravedad un brazo y fue llevada al hospital. Fuehallado necesario injertar nueva piel sobre la superficie perjudicada, pero el mdico procuren vano injertar una porcin de la de ella en el brazo; era demasiado pobre. Una enfermeraextranjera ofreci una porcin de su piel, y la operacin result con buen xito. La nueva pielse uni a la vieja, y la mujer sali del hospital con su brazo perfectamente curado; pero queduna porcin de piel blanca en su brazo amarillo como testimonio de lo que haba pasado. Se

    pregunta cmo la piel de otra persona creci sobre el brazo de esa mujer. Yo no s cmo cre-ci, pero s que as sucedi.

    Si un cirujano terrestre puede injertar una porcin de piel de un cuerpo humano en otro

    3

    ,no podr el Cirujano Divino injertar la vida de su Hijo en m? No s cmo ocurre. El vientosopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dnde viene, ni a dnde va; as estodo aquel que es nacido del Espritu (Jn. 3:8). No sabemos cmo Dios ha obrado en noso-tros, pero s que lo ha hecho. Nada podemos hacer, y no necesitamos hacer nada, pues Dios yalo ha hecho todo.

    Dios lo ha hecho todo: hay una sola vida fructfera en el mundo, y sa ha sido injertada

    3Aunque reconocemos que esto no es siempre posible, la leccin espiritual es bien cierta.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    28/56

    28

    en millones de otras vidas. A esto lo llamamos 'el nuevo nacimiento': es la recepcin de unavida que no pose antes. No es que mi vida haya sido cambiada en ninguna manera; es otravida completamente nueva y completamente divina, que ha venido a ser mi vida.

    EL 'CONTAR' DE FE

    Dios ha eliminado la antigua citacin por la Cruz de su Hijo, y mi bautismo es mi reco-nocimiento de aquel hecho.

    La vida cristiana normal, inicial y progresivamente, es por fe en la Cruz de Cristo. PeroQu es la fe? La fe es mi aceptacin del hecho de Dios. La fe siempre se relaciona a lo pasa-do; cualquier cosa que se relaciona con el futuro no es fe, es esperanza.

    En Marcos 11:24, V.M. se explica la naturaleza de la fe as: Todo cuanto pidiereis enla oracin, creed que lo recibisteis ya; y lo tendris. Si creis que ya recibisteis vuestros pe-didos, entonces los tendris. El creer que recibierais algo o que pudieras recibirlo o aun que lorecibiris, no es fe. Esto es fe -creer lo que ya recibisteis. As que slo lo que se relaciona conel pasado es verdadera fe. Aquellos que dicen Dios puede hacerlo o Dios lo hiciera oDios debe hacerlo o aun Dios lo har, no ejercen necesariamente la fe. La fe siempre di-ce: Dios lo ha hecho.

    Entonces cundo tengo fe acerca de mi crucifixin? No cuando digo que Dios puedecrucificarme, o que me crucificar, sino cuando con gozo digo: Alabado sea Dios, en Cristoestoy crucificado. La tentacin puede venir y Satans puede tratar de probar que no estoymuerto pero, una vez que yo vea que estoy crucificado con Cristo, puedo rerme en la hora dela tentacin. La dificultad con muchos es que, tan pronto aparece la tentacin, empiezan a

    preguntar: He muerto verdaderamente?. Creen las mentiras de Satans y niegan la verdadde Dios. Dios ha dicho que cuando Cristo muri, yo mor y pongo toda mi confianza en suPalabra. Est hecho, por consiguiente no hay nada que yo deba hacer sino meramente enten-der y contar con esto como un hecho eterno.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    29/56

    29

    5

    LA V ERDA DERA NA TURA LEZA DE LA CONSA GRA CION

    La revelacin de nuestra muerte en el Seor es un asunto muy definido. Muchos de no-sotros podemos dar la fecha cuando claramente vimos que Cristo muri por nosotros, y debe-mos tener igual claridad acerca de nuestra muerte en Cristo. No debe ser nada nebuloso sinomuy definido. La cosa fundamental es una revelacin de nuestra posicin en Cristo en sumuerte y una recepcin definida de su vida de resurreccin. Entonces, espontneamente noscontaremos muertos en Cristo y vivos en l. La revelacin es fundamental para poder contar.Dijo Jorge Mller: Un da Jorge Mller muri; y nosotros debemos poder referirnos a nues-

    tra muerte tan definidamente como l de la suya, Este reconocimiento es uno de los pasos quenos llevan a la vida cristiana normal. El primer paso es la revelacin y el segundo es el contar,y ahora nuestro estudio nos lleva a considerar la verdadera naturaleza de la consagracin.

    EL PUNTO DONDE SE PRESENTA LA CONSAGRACIN

    No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcis en susconcupiscencias; ni tampoco presentis vuestros miembros al pecado por instrumentos deiniquidad; sino presentaos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a

    Dios por instrumentos de justicia (Ro. 6:12, 13),

    La revelacin y la fe son seguidas por la consagracin. Estamos muertos y resucitados;ahora sobre la base de la muerte y resurreccin debemos presentarnos. Desde el versculo 12hasta el 23, la palabra ms importante es presentar. Muchos han dado a esta palabra el sig-nificado de consagracin y con razn; pero no es la consagracin como generalmente laentendemos. No es consagracin en el sentido de ofrecer talentos, dones, poderes naturales,etc., al Seor para su uso.

    Ntese esta clusula en el versculo 13: como vivos de entre los muertos. La consa-

    gracin a que se refiere aqu no es la consagracin de algo perteneciente a la antigua creacin,sino de aquella que ha pasado por la muerte a la resurreccin. La entrega, que aqu se men-ciona, es el resultado de conocer la crucifixin de mi viejo hombre, y contarlo como crucifi-cado. El saber, el contar y el presentar es el orden divino. Cuando realmente s que ya estoycrucificado, entonces espontneamente me cuento muerto; y cuando realmente me cuento unocon el Seor en su muerte y resurreccin, esto me lleva apresentarme a l. l es la fuente demi vida, l es mi vida: as que no puedo menos que entregar todo a l, porque todo es suyo,no mo. Sin pasar por la muerte, no tengo nada para consagrar, y no hay nada que Dios pue-de aceptar, porque l ha condenado todo lo que es de la antigua creacin en la Cruz. Lamuerte ha eliminado todo lo que no puedo ser consagrado a l, pero la resurreccin ha hecho

    posible la consagracin. El presentarme a Dios sencillamente significa que yo considero mi

    vida entera como perteneciente al Seor.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    30/56

    30

    EL TERCER PASO: PRESENTAOS...

    Presentaos... y vuestros miembros (Ro. 6:13).Presentad vuestros miembros (Ro. 6:19).

    Observemos que esta presentacin est en relacin con los miembros del cuerpo. Reco-nozco que mis miembros son propiedad absoluta del Seor. Es una gran cosa descubrir que yano me pertenezco: soy del Seor. Si los $ 15 en mi bolsillo me pertenecen, entonces tengo

    plena autoridad sobre ellos. Pero si pertenecen a otro quien me los entreg para guardar, en-tonces no puedo comprar con ellos a mi antojo; y no me atrever a perderlos. La vida cristianaverdadera comienza con saber esto. Cuntos de nosotros sabemos que porque Cristo ha re-sucitado, nosotros por tanto vivimos para Dios y no para nosotros mismos? Cuntos denosotros no nos atrevemos a usar nuestro tiempo, o dinero, o talentos como quisiramos, por-que nos damos cuenta de que son del Seor, y no nuestros? Cuntos de nosotros tenemos untan fuerte sentido de que pertenecemos a Otro, que no nos atrevemos a malgastar un centavo

    de nuestro dinero o una hora de nuestro tiempo, o cualquiera de nuestras facultades mentaleso Fsicas! Ninguno puede realmente experimentar la vida cristiana normal sin ceder todo alSeor.

    En cierta ocasin, un hermano estaba viajando en tren y se encontr acompaado portres inconversos que deseaban jugar a las cartas para pasar el tiempo. Faltando un cuarto paracompletar el juego, invitaron a este hermano a tomar parte. Lamento contrariarles, dijo,pero no puedo participar en su juego, porque no traje mis manos conmigo. Pero, qu diceusted?, preguntaron atnitos. Este par de manos no me pertenece, dijo; y entonces sigui laexplicacin de la transferencia de propiedad que haba ocurrido en su vida. Ese hermano con-sider los miembros de su cuerpo como propiedad absoluta del Seor: y eso es verdadera san-tidad.

    Pablo dice: Presentad vuestros miembros para servir a la justicia (Ro. 6:19). Hazlocomo un acto definido: Presentaos a Dios.

    SEPARADOS AL SEOR - EL DERECHO DEL SEOR A LOS SUYOS

    Qu es la santidad? Muchos piensan que venimos a ser santos por la erradicacin de

    alguna cosa mala interior. No, cualquier cosa puede llegar a ser santa por ser apartada paraDios. En los tiempos del Antiguo Testamento, si un hombre deseaba ser del todo del Seor,entonces era ungido con aceite y el Seor le santificaba. Despus de esto, se lo considerabacomo apartado al Seor. En la misma manera, un cordero o el oro en el templo poda ser san-tificado -no por la eliminacin de toda maldad en ellos, sino por estar reservados exclusiva-mente para el Seor. La santidad, en el original, significa algo puesto aparte y toda verdade-ra santidad es 'santidad al Seor (Ex. 28:36). Me entrego a Cristo; eso es santidad.

    Presentarme a Dios quiere decir Me reconozco que soy enteramente suyo. Es cosa tandefinida como contar. Debe venir un da en mi vida cuando paso de mis manos a las de l, ydesde ese da en adelante pertenezco a l y ya no ms a mi mismo. Eso no quiere decir que

    me consagro a ser un predicador o misionero. Entonces a qu somos consagrados? No a laobra cristiana, sino a la voluntad de Dios; para ser y para hacer cualquier cosa que l quiera.

  • 8/4/2019 Watchman Nee - La Vida Cristiana Normal

    31/56

    31

    David tuvo muchos hombres valientes, de los cuales algunos fueron generales, y otros porteros, segn la tarea que les asignara el rey. Debemos estar dispuestos a ser generales oporteros segn como Dios desea, y no a nuestro antojo. Si t eres un cristiano, entonces Diosha indicado una senda para ti, una carrera como dice Pablo (2 Ti. 4: 7). No slo la senda

    para Pablo, sino la senda de cada cristiano ha sido claramente sealada por Dios, y es de su-prema importancia que cada uno conozca y ande en la carrera propuesta por Dios; Seor, meentrego a Ti con este solo deseo, de conocer y andar en la senda que T has ordenado: eso esentrega verdadera. Si al fin de la vida, podemos decir con Pablo: He acabado la carrera,seremos verdaderamente bendecidos.

    No hay nada ms trgico que llegar al fin de la vida y encontrar que hemos estado enuna senda equivocada. Tenemos slo una vida para vivir aqu en la tierra, y podemos hacer loque queremos con ella: pero si buscamos nuestro propio placer, nuestra vida jams glorificara Dios. Un cristiano devoto dijo una vez: No quiero nada para m mismo: quiero todo paraDios. Deseas t algo aparte de Dios o se centraliza todo tu deseo en su voluntad? .Puedes

    verdaderamente decir que la voluntad de Dios es buena y agradable y perfecta para ti? (Ro.12:2).

    SIERVO O ESCLAVO

    Si nos entregamos sin reserva a Dios, cuantos ajustes pueden ser necesarios en la fami-lia, en los negocios, en las relaciones en la iglesia o en nuestras opiniones personales! Dios no

    pennitir que quede cosa alguna de nosotros. Su dedo tocar punto por punto todo lo que noes de l, diciendo: Esto, hay que dejarlo. Ests dispuesto?. Es insensato resistir a Dios, ysiempre sabio ceder a l. Admitimos que muchos de nosotros an sostenemos controversiascon Dios. l quiere algo, mientras nosotros queremos lo opuesto. Hay muchas cosas que nonos atrevemos a investigar, ni a orar por ellas, ni siquiera a pensar en ellas por temor a perdernuestra paz. En esta forma podemos rehusarnos a encarar el asunto, pero al hacerla nos apar-tamos de la voluntad de Dios. Es siempre cosa fcil salir de su voluntad, pero bendita cosa en-tregamos completamente a l y permitirle lograr su propsito con nosotros.

    Qu bueno es reconocer que pertenecemos al Seor y que no somos nuestros! No haynada ms precioso que eso en todo el mundo. Es lo que trae la certidumbre de su continua

    presencia, y la razn es obvia. De