VIII Meztli-Coyolxauhqui. Coatlicue-Tlaltehcutli 2

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Meztli-Coyolxauhqui. Coatlicue-Tlaltehcutli. ¡Es Nuestra Madre, la Reina de la Tierra! Oh, con greda nueva, con pluma nueva está embadurnada. ¡Por los cuatro rumbos se rompieron las flechas! Veinte Himnos sacros de los nahuas “…and everything under the Sun is in tune. But the Sun is eclipsed by the Moon.” The Dark Side of the Moon Quiero juntar estas deidades, temibles y misteriosas como la noche, lo profundo de la tierra y la muerte. En un solo ensayo. Y quiero recalcar que: aunque aparentemente son contradictorias, -ya que dos son celeste-lunares-, y la otra es Señora de la tierra, el lugar de los muertos. Se encontrara que tienen mucho en común, ya que: la Luna y el inframundo están íntimamente relacionados. La luna desciende “muere” cada noche y baja al inframundo. En la mitología del altiplano central la diosa luna aparece como una diosa muerta, y la diosa de la muerte se presenta como una diosa viva. La luna en el México antiguo y como en casi toda la mitología universal esta identificada con las aguas, el tiempo y los ciclos de regeneración y muerte. En México se

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Meztli-Coyolxauhqui. Coatlicue-Tlaltehcutli.

¡Es Nuestra Madre, la Reina de la Tierra! Oh, con greda nueva, con pluma nueva está embadurnada. ¡Por los cuatro rumbos se rompieron las flechas!

Veinte Himnos sacros de los nahuas

“…and everything under the Sun is in tune. But the Sun is eclipsed by the Moon.”

The Dark Side of the Moon

Quiero juntar estas deidades, temibles y misteriosas como la noche, lo profundo de la tierra y la muerte. En un solo ensayo. Y quiero recalcar que: aunque aparentemente son contradictorias, -ya que dos son celeste-lunares-, y la otra es Señora de la tierra, el lugar de los muertos. Se encontrara que tienen mucho en común, ya que: la Luna y el inframundo están íntimamente relacionados. La luna desciende “muere” cada noche y baja al inframundo. En la mitología del altiplano central la diosa luna aparece como una diosa muerta, y la diosa de la muerte se presenta como una diosa viva.

La luna en el México antiguo y como en casi toda la mitología universal esta identificada con las aguas, el tiempo y los ciclos de regeneración y muerte. En México se ha asociado particularmente con la tierra y sus ciclos de fertilidad, y como deidad cueste esta asociada a las aguas. Mira Tlaloc permite la lluvia, pero las aguas se originan en la luna y es ella quién regula los ciclos y permite la salida del líquido vital. También estaba asociada a la planta del maguey en su advocación de Mayahuel, como les contaré en otra carta. Otra característica que comparten las diosas lunares y las deidades del pulque, entre ellos el Tepuztecatl, es el yacametzli “nariguera lunar”, la cual es una pieza en forma de luna creciente situada debajo de la nariz y sobre el labio superior. Como creadora la luna permite la

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germinación en su aspecto femenino, y el pulque podría estar asociado al semen fecundador. La luna también esta asociado o representada por el conejo o la liebre, por ser este un animal con gran capacidad de reproducción. Este animalito también esta estrechamente identificado con el pulque y principalmente con sus efectos. Sobre esto les contaré en la carta sobre las diosas del Maguey. Existía también otro elemento estético que representaba a las deidades lunares, este era el mexayácatl “máscara de muslo”, o “máscara de luna”, ya que muslo y luna comparten la misma palabra en nahuatl: Meztli. Esta era una mascara hecha de lla piel del muslo que cubría la cara de la deidad, dejándola ciega. Las principales representaciones de este elemento lunar las luce Izztacoliuhqui, hijo de Toci, y deidad de lo frío y del hielo, uno del los cuatro Tezcatlipocas, en algunos códices ocupa el sitio del sur, sitio que más tarde tomo Huitzilopochtli, también hijo de la luna.

Los antiguos mexicanos fueron grandes astrónomos y conocedores de las cosas del cielo y la noche, a la luna la llamaron Meztli. De los ciclos lunares decían los informantes de Sahgún que:

Cuando la luna nuevamente nace, parece un arquito de alambre delgado”… “A los quinze días es llena”… “Parece como una rueda de molino grande, muy redonda y muy colorada; y cuando va subiendo, se para blanca o resplandeciente; parece un conejo en medio de ella; y si no hay nubes, resplandece casi como el sol” Pero cuando menguaba decían: “Ya se muere la luna, ya se duerme mucho”… “Ya es muerta la luna”

En la “Leyenda de los Soles”, de posible origen teotihuacano se encuentra la narración sobre el nacimiento de la luna. Según esto varios dioses se reunieron para establecer quién de ellos se autoinmolaría para así dar creación al sol y la luna. Entre ellos encontramos a Tecuciztecatl y a Nahahatzin, éste último deforme y buboso. Tecuciztecatl teme en el último momento aventarse al fuego del sacrifico. Entonces Nanahuatzin, el despreciado se arroja al fuego y se transforma en el sol, Tecuciztecatl se torna en la luna que los nahuas llamaron Meztli. Nombre que entre sus múltiples significados, sería “en el ombligo del Maguey” (pita), planta que está íntimamente ligada a la luna y a la fertilidad, y de la cual se extrae el “octli” o

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pulque, bebida embriagante de mesoamérica, que a su ves esta relacionada con los conejos, como el que aparece en la cara de la luna, o como el dios patrono de éste nuestro Tepoztlan.

Coyolxauhqui significa “Cuyo rostro esta engalanado con cascabeles”, para los mexica era tenida como la hermana mayor de Huitzilopochtli, dios tribal de los mexica, y hermana a su ves de los Centzon Huitznahuac “los cuatrocientos (infinitos) del sur” (las estrellas), y Huitzilopochtli, el más joven encarna al Sol. Todos ellos son hijos de la Madre Tierra, en su forma y nombre de Coatlicue.

Existen dos fuentes principales que narran éste acontecimiento: La versión de los informantes de Fray Bernardino de Sahagún; que da un sentido más mágico y cosmogónico, en el cual el nacimiento del sol Huitziplopochtli armado, mata a la noche con la Xiuhcoatl “serpiente de fuego”, el rayo; a Coyolxauhqui y a sus hermanos los astros. Por ello en la cabeza monolítica del Museo Nacional, aparece con los ojos cerrados y lagrimas de cascabeles.

Y la versión de Fray Diego Durán, en el cual los personajes aparecen como personajes históricos, y que nos presenta la posibilidad de un conflicto entre linajes de poder; uno de nómadas del norte, patriarcales y con deidades masculinas y estelares, y otro de una sociedad matriarcal, vinculada a la tierra y a la agricultura, que adoraba a la Diosa. Esto se los planteo como una hipótesis, propia para una línea a de investigación. La versión condensada del mito-leyenda es la siguiente:

En Coatépec “cerro de la serpiente”, cerca De Tula, vivía una mujer llamada Coatlicue, esta tenía muchos hijos varones y una hija llamada Coyolxauhqui. En una ocasión que Coatlicue efectuaba una limpieza ritual (barría) en el templo-cerro de Coatépec cuando: “descendióle una pelotilla de pluma, como ovillo de hilado, y tomóla y puúsola en el seno junto a la barriga, debaxo de las naguas. Y después de haber, quiso tomar, y no la halló, de que dicen se empreñó. Y como la vieron los dichos indios centzonhuitznáhuah a la madre que ya era preñada, se enojaron bravamente”. A continuación se desarrolla la teomáquia; Coatlicue es enfrentada por su hija e hijos, quienes la quieren matar para “vengar la afrenta”. Pero Huitzilopochtli logra comunicarse desde el vientre con su madre, y con un tío suyo, y les pregunta por donde viene el contingente de hermanos-enemigos dirigidos por Coyolxauhqui, para

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Así tomar sus providencias de defensa. Cuando los enemigos llegaron a Coatépec, Huitzilopochtli nació ya como hombre ataviado de guerrero. Su rostro pintado de azul y vestido con traje de guerra y casco de plumas de colibrí, peleó y venció a sus infinitos hermanos. A su hermana la decapitó y desmembró, arrojándola después desde la cima del cerro de Coatépec. Esto se recordó cuando en la base del Huey Teocalli de Méxicco-Tenuchtitlan, pusieron los constructores la gran piedra redonda dónde aparece la luna desmembrada que todos conocemos. Esta es la versión, digamos cosmogónica y mágica del hecho y esta ligada a la eterna lucha entre la obscuridad de la noche y la luz del día.

La otra versión que nos legó Durán trata el hecho más como un conflicto de orden político-social, como les mencione atrás, y no como una leyenda vinculada a la creación del sol. En esta versión la mujer Coyolhxauh, hermana del hombre-dios Huitzilopochtli, guía de los mexica, encabeza una rebelión, o más bien una separación de una parte del grupo al encontrar un sitio adecuado a sus necesidades. Les incluyo unos extractos del texto original: “una señora que se llamaba Coyolxauh no querían pasar adelante, sino que enamorados de aquél sitio decían- aquí es tu morada Vizilopochtli; á este lugar eres enviado, aquí te conviene ensalzar tu nombre en este cerro Coatépec…” Huitzilopochtli responde airado que: “¿Quiénes son estos que así quieren traspasar mis determinaciones y poner objeción y termino á ellas? ¡Son ellos por ventura más que yo? Decidles que tomaré vengança dellos antes de mañana…” “Dicen que vieron el

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rostro del ídolo en aquel punto tan feo y tan espantoso, con figura endemoniada que á todos puso espanto y terror.” No se sabe lo que sucedió aquella noche terrible, pero al romperse el manto obscuro de la noche con los rayos todavía fríos y petrificados del sol… “allaron muertos á los principales movedores de aquella rebelión, juntamente a la señora que dijimos se llamaua Coyolxauh, y á todos abiertos por los pechos y sacados solamente los corazones, de donde se lavantó aquella maldita opinion y seta de que Vizilopochtli no comía sino corazones, y de donde se tomó principio de sacrifiar hombres…” En otras fuentes Coyolxauhqui aparece como madre de Huitzilopochtli… Lo que me lleva a la pregunta ¿en que momento se separa la historia de la leyenda, y estas del mito? ¿Acaso un hecho histórico remoto inspiró la leyenda y esta el mito cosmogónico, o fue al revés? ¿En la cual el mito cosmogónico con deidades llamadas Coatlicue, Chimalma, Coyolxauhqui, Huitzilopochtli o Quetzalcoatl, inspiraron sobre el comportamiento, por ejemplo en la sucesión de poder o en la conquista o matrimonio entre un jefe tribal nómada y una señora o reina de una sociedad agrícola sedentaria? Así entonces el cortejo ritual sería uno de flechamiento simbólico como el de Chimalma y Mixcoatl, o uno del tipo de conquista y decapitación ritual como en el caso de Coyolxauhqui y Huitzilopochtli. En fin el propósito de mi carta nos tratar este tema en particular, sino que lo menciono como parte integral del la historia de la diosa.

Claramente se nota que la intención de este testimonio es narrar un hecho histórico o semi-histórico que sucedió en un periodo determinado de tiempo y espacio. Por ejemplo, al mencionar a Coatlicue se dice que solo era una mujer, madre de hijas e hijos. No se le relaciona de manera alguna con la deidad del mismo nombre, lo mimo pasa con su hija, el único hecho sobrenatural de la narración, es el nacimiento de Huitzilopochtli, pero esto se explica como una función propagandística mexica para ensalzar a su dios tutelar, y establecer que El Creador del Todo, podía embarazar inmaculadamente a una mujer común, como pasó también en las mitologías del medio Oriente y el mundo mediterráneo, y como pasó también en la tradición cristiana.

Pero ahora vamos a entrar a través de la boca del monstruo Tlaltecuhtli, el “señor de la tierra”, a lo profundo de las obscuras cavernas de la Madre Tierra para encontrarnos con ella misma en su forma de la gran Coatlicue. Recordando que esta diosa es “La Tierra de Noche”. Coatlicue y Tlaltehcutli forman una dicotomía particular, ya que los dos representan los opuestos complementarios de si mismos. De tlaltecuhtli

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se dice que mora en el Tlaxicco “ombligo de la tierra”, y su boca representa las cavernas, y simboliza la boca de la tierra- que se traga a los cuerpos de los muertos-, que no son incinerados, ya que el destino del cuerpo depende de la forma de su muerte. Los que eran tragados por Tlaltecuhtli eran los que iban al Mictlan, o sea los que morían por muerte común, algún tipo de enfermedades y accidentes que no estuvieran relacionados con el agua, ya que este elemento pertenecía a la diosa Chalchiuhtlicue y a Tlacoc, y “sus” muertos iban al Tlalocan. Tlaltecutli bien se podría decir que mora en el ombligo de la tierra, y lo mismo pasa con Coatlicue, pero quiero incluir lo que sobre estos dioses pensaba, el ya finado amigo, el maestro don Gutierre Tibón en su obra “Historia del nombre y fundación de México:

“La vieja diosa de la tierra, creadora y destructora, Nuestra Señora de la Falda de Serpientes, es una figura monstruosa que de humano solo tiene dos calaveras y seis manos…” “pero lo inaudito e inquietante es que la diosa no tiene cabeza.”

Quién que haya visto a la gran Coatlicue del Museo Nacional. La “escultura más alucinante que concibiera la mentalidad indígena”, como llamó Manuel Toscano. Puede ver que, aparentemente no tiene cabeza. Pero si que tiene cabeza. Su cabeza la forman dos chorros de sangre en forma de dos cabezas de serpientes de perfil, que se juntan nariz con nariz, para así formar el terrible y ominoso rostro dual de la diosa. Y este rostro es a su ves es el rostro del dios Tlaloc, cuyo nombre también esta ligado a la tierra mojada, a las aguas inferiores y a la lluvia, de la cual es señor y dios. Tlaloc permite con sus aguas que en el interior del Mictlan, la sagrada unión se de con la tierra para así dar a la luz del día un nuevo brote de vida y un nuevo amanecer… Pero, en la base de la diosa, en la parte oculta esta labrada la imagen de Tlaltehcutli. En ciertas tradiciones Tlaltecuhtli era un monstruo femenino del IV Sol,

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que se decía de ella-el, que todo lo comía ya que todas sus articulaciones eran las bocas del rostro-garra, y su boca era la gran cueva con colmillos que eran cuchillos de sacrificio. Este ser impedía la creación de un nuevo ciclo, por lo que Tezcatlipoca y Quetzalcoatl decidieron darle muerte. Para ello se transformaron en serpientes y dividieron en dos al monstruo; con una parte formaron el cielo, y con la otra la tierra. Pero esta muerte sirvió para dar la vida en nuestro planeta, ya que su pelo son los árboles, sus ojos son las fuentes de agua et all…

Tlaltehcutli es una especie de sapo o rana monstruoso, su cuerpo tiende ha ser humano si humano puede ser un ente cuyas manos, pies y todas las coyunturas del cuerpo son el rostro garra,-mismos que aparecen en el monolito redondo del Templo Mayor que representa a Coyolhauhqui-, y cuya boca es la gran cueva de la madre tierra de Noche. Quién todo lo devora, y que es puerta para si misma ya que en si misma se encuentra el obscuro Mictlan, que los zapotecos llamaron Lyo´baa y donde reina la Señora Mictlancihuatl, y su consorte Mictlantehcutli. Los Señores de la Casa de los Muertos.

Tepuztlán, Lunes 3 de Marzo del A.D. 2009.