Universidad, sector productivo y sustentabilidad
-
Upload
miguel-angel-briceno-gil -
Category
Documents
-
view
64 -
download
1
description
Transcript of Universidad, sector productivo y sustentabilidad
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 2
Autores
David Gibson, Universidad de Texas, USA
Smilor & Glenn Dietrich, Universidade de Missouri, USA
Nathan Rosenberg, Universidad de Stanford, USA
Peter F. Drucker, Universidad de Claremont, USA
Claire Polster, Universidad de Regina, Canadá
Armin Grunwald, Academia Europea, Alemania
Pedro Conceição, IC² Institute, Universidad de Texas, Austin, USA
Manuel Heitor, Instituto Superior Técnico, Portugal
Alice Lam. CBS, Universidad de Kent, Reino Unido
Cristiane Stainsack, Instituto de Tecnología de Paraná– Curitiba –Brasil
Agnes Simonyi, Universidad de París 10, Francia
Krzysztof Ostrowsky, Universidad de Pultsuk, Polonia
Henry Teune, Universidad de Pensilvania, Filadelfia, USA
Juan Escalante y Jaime Jiménez, Universidad Nacional Autónoma de México
P. Condom and J. Valls, Universidad de Gerona, España
Arnaud Sales, Universidad de Montreal, Canadá
Miguel Ángel Briceño, Universidad Central de Venezuela
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 3
Contenido
PRIMERA PARTE:
LA NECESIDAD DE UN NUEVO ROL DE LA UNIVERSIDAD EN LA SOCIEDAD
DEL CONOCIMIENTO. ASPECTOS TEÓRICOS, ÉTICOS Y
EPISTEMOLÓGICOS 12
La Universidad Empresarial: el rol de la educación superior en USA en
comercialización de tecnología y desarrollo económico. 13
Raymond Smilor, Glenn Dietrich, David Gibson, Universidades de Missouri y
Texas, 1993. 13
Organizaciones y paradigmas 13
Respondiendo a cambios en el entorno 14
El paradigma tradicional de la universidad americana 15
El paradigma emergente de la universidad americana 15
Enlaces innovadores para la transferencia de tecnología 19
La incubadora tecnológica de Austin 21
Establecimiento de la Gerencia de Calidad Total 22
Conclusión 24
Bibliografía 24
Conocimiento e innovación como herramientas para alcanzar el desarrollo económico:
¿Acaso, las universidades deben ser instituciones económicas? 26
Nathan Rosenberg, Profesor de economía, Universidad de Stanford 26
Parte I 26
Parte II 28
Parte III 30
Parte IV 32
Parte V 34
Parte VI 35
Parte VII 36
Trabajo y sociedad del conocimiento. Las transformaciones sociales de este siglo 39
Peter F. Drucker, Profesor de Ciencias Sociales y Gerencia
de la Escuela de Estudios para Graduados en Claremont 39
Introducción 39
La emergente sociedad del conocimiento 40
Es la primera vez en la historia que una sociedad enfrenta estos cambios 42
Cómo trabaja el conocimiento 44
La sociedad del empleado 46
Qué es un empleado 48
Conclusión 51
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 4
¿Situación crítica? El futuro de la universidad liberal en la era de la lucha mundial
por el conocimiento 52
Claire Polster, Departamento de Sociología y
Estudios Sociológicos, Universidad de Regina, Canadá 52
Introducción 52
Regímenes de propiedad intelectual y las comunidades del conocimiento 55
Regímenes de Propiedad Intelectual y la Misión de Servicio Público de las Universidades
61
Cambio de Vía: Transformación Cualitativa de la Universidad Liberal 66
Estrategias para Preservar la Universidad Liberal 68
Bibliografía 71
Resumen 73
Abstract 73
Desarrollo y Utilización del Conocimiento 74
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela 74
Parte I 74
Parte II 79
SEGUNDA PARTE: SUSTENTABILIDAD
Y CONOCIMIENTO. LECCIONES AÚN NO APRENDIDAS 82
Sustentabilidad, Aceptación y Aceptabilidad. Orientación de política tecnológica
entre aceptación transitoria y necesidad de planificación a largo plazo 83
Armin Grunwald, Vice Director European Academy, Alemania 83
Introducción 83
Desarrollo sustentable y planificación a largo plazo 84
Problemas que supone una política tecnológica basada en la aceptación 85
Rápido cambio del nivel de aceptación 86
Impacto antiinnovador 87
Contradicciones entre la preferencia individual y el “bien común” 88
Consideraciones finales 88
El incrementalismo dirigido como modelo para la política medioambiental 89
Entre la aceptación y la aceptabilidad 91
6.Conclusiones 93
Referencias 94
Aprendizaje Continuo de la Sociedad: Análisis del Rol de la Universidad 96
Pedro Conceição, IC² Institute, The University of Texas en Austin;
Manuel V. Heitor, Instituto Superior Técnico, Portugal 96
Resumen 96
Introducción 96
Conceptualización del Conocimiento 100
Procesos de Aprendizaje y Acumulación de Conocimiento. Interacción entre Software
y Wetware 104
El Rol de la Universidad en la Promoción del Aprendizaje Continuo 108
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 5
Obras de Consulta 114
Conocimiento tácito, aprendizaje organizacional e innovación. Una perspectiva
social 117
Alice Lam. CBS, Universidad de Kent, Reino Unido. 117
Resumen 117
Introducción 117
La inserción social del conocimiento a la empresa. El conocimiento, la organización
del trabajo y las instituciones sociales 119
El conocimiento en la empresa. Características, atributos y tipos de conocimiento 121
La dimensión epistemológica: Conocimiento explícito frente al conocimiento tácito 122
Las dimensiones ontológicas. El individuo frente al colectivo 124
Los cuatro tipos de conocimiento 124
Tipos de conocimiento y de formas organizacionales. Cuatro modelos
complementarios de aprendizaje organizacional 127
La “Burocracia Profesional” y el “Conocimiento intelectualizado” 128
La “Maquinaria Burocrática” y el “Conocimiento Decodificado” 129
La “Organización de Estructura J” y el “Conocimiento implícito o inserto” 132
El papel del conocimiento tácito 134
El marco institucional del conocimiento, el aprendizaje y la innovación 134
Sistemas de educación y adiestramiento 135
Grado de formalización de las habilidades de alto nivel. La teoría frente a la práctica
136
Gradaciones del elitismo frente al igualitarismo 137
Los mercados laborales. Las carreras, la identidad y el aprendizaje 138
El Mercado Laboral Ocupacional (OLM) 138
El Mercado Laboral Interno (ILM) 140
Cuatro modelos opuestos de conocimento y aprendizaje. El papel del conocimiento
tácito y la innovación 143
El Modelo Profesional o la Burocracia Profesional 143
El Modelo Burocrático o la Maquinaria Burocrática 143
El Modelo de la Comunidad Organizacional o la Organización de Estructura J 145
Dos modelos alternativos para el aprendizaje y la innovación. La Comunidad
Ocupacional frente al Modelo de la Comunidad Organizacional 145
Conclusiones 146
Incubadora tecnológica de Curitiba como medio de difusión de conocimiento 148
Cristiane Stainsack, Instituto de Tecnología de Paraná– Curitiba –Brasil 148
Resumen 148
Introducción 148
Breve reseña histórica 149
Objetivo principal 149
Proceso de selección y desarrollo 150
Resultados de INTEC para la economía del Estado 151
Compañías incubadas 151
Compañías graduadas 151
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 6
Ingreso producido por las companies 152
Causas del fracaso de algunas companies 152
Principales productos en el Mercado 154
Campo de actividades de las companies 154
Mercado y exportación 155
Conclusión 155
Referencias 156
Universidad, Industrias del Conocimiento y Desarrollo Sustentable 160
Prof. Dr. Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, UCV 160
Resumen 160
Abstract 160
Desarrollo Sustentable: ambiente, interrelación social y educación 160
La Agenda 21 y el futuro del planeta 161
Alternativas e iniciativas propuestas: el rol del conocimiento 163
El nuevo rol de la universidad 164
El cambio de paradigma universitario en los Estados Unidos 164
Propuestas prácticas para Venezuela 166
Bibliografía 167
TERCERA PARTE:
GLOBALIZACIÓN, ESTRATEGIAS LOCALES, NACIONALES Y
REGIONALES 169
Incubación de los polos de aprendizaje e innovación en América Latina y el
Caribe y desarrollo sustentable 170
David V. Gibson, Pedro Conceiçao, Julie Nordskog, y Jennifer Burtner,
Instituto IC²(Innovación, Creatividad, Capital), Universidad de Texas en Austin
Sunil Tankha, Centro para los Estudios Globales,
Centro de Investigaciones Avanzadas de Houston.
Carlos Quandt, Universidad Federal de Paraná, Cutitiba, Brasil 170
Introducción 170
Tecnópolis: las lecciones aprendidas 171
Figura 1: Factores primordiales para el éxito de compañías de base tecnológica 174
De Tecnópolis a Polos de Aprendizaje e Innovación 174
Figura 2: Interacción Global Y Regional 176
A. PAIs. Sistemas de valor agregado 178
Figura 5: 10 factores de éxito para el desarrollo de los PAIs 179
B. Retos iniciales para iniciar el sistema interactivo de PAIs 180
C. Parámetros para el éxito 180
Retrospectiva Conceptual 181
A. El conocimiento. Transferencia, adopción, acumulación y difusión. Conductores
claves para el desarrollo económico regional 182
B. Principios del conocimiento para la riqueza y la prosperidad compartida 184
Elementos de un Plan de Acción 187
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 7
Regiones seleccionadas en la fases I y II 187
Retrospectiva de la investigación y el desarrollo nacional 189
Módulos para el desarrollo de los PAIs 191
Módulo I: Creando conciencia en el PAIS 192
Modulo II : Determinando el potencial de innovación y tecnología en los PAIs 192
Figura 8: Modelo sugerido para analizar las regiones seleccionadas 193
Modulo III: vinculando las instituciones regionales 194
Figura 9: Organización individual empresarial de análisis y acción 194
Modulo IV: seleccionando las empresas: 195
Modulo V: adquiriendo la infraestructura adecuada 195
Modulo VI: lecciones de los primeros éxitos 196
Modulo VII: contracorriente 197
Conclusiones 197
Bibliografía 197
Evaluación de la relación universidad - territorio 200
Agnes Simonyi, Centro Nacional de Investigación Científica,
Universidad de París 10 200
Introducción. Relaciones educación - empleo, y universidad - territorio 200
EVALUE Experiencias de la investigación 202
Multiplicidad de los objetos, objetivos y actores comprometidos en esta evaluación 203
La debilidad de la evaluación universidad - territorio 205
Especificaciones nacionales y/o universitarias dentro del campo de evaluación 206
Comentarios finales 209
Globalización: Regiones, Mesoregiones y el sistema internacional 211
Krzysztof Ostrowsky, Instituto Internacional de Estudios
Regionales y Locales, Universidad de Pultsuk, Polonia 211
Henry Teune, Departamento de Ciencias Políticas,
Universidad de Pensilvania, Filadelfia, USA 211
La globalización de la democratización 212
Programa de investigación sobre la democracia y el ejercicio del poder 213
La globalización de los valores democráticos 216
La dinámica de la democratización a nivel político: Perspectivas mundiales 216
La dinámica del valor de la economía de mercado a todos los niveles 218
Patrones regionales de los valores democráticos 219
Las mesoregiones con valores democráticos 220
Conclusiones 222
Apéndice 1: Especificaciones útiles sobre los valores democráticos demscore y el
valor de la economía de mercado 222
Valores democráticos demscore 222
Valor de la economía de mercado 223
Mapas ¡Error! Marcador no definido.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 8
Análisis de la Capacidad Universitaria para el Desarrollo de Tecnologías
Adaptadas y Adecuadas al Incremento de la Productividad Local. 224
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela 224
Introducción 224
Antecedentes y Justificación 224
Retraso y atraso del Estado Nacional 225
La obsolescencia del Estado Nacional 225
El gasto público 226
Mutación de la Economía Venezolana 227
Las empresas estatales 227
A la caza de los Ingreso Públicos 227
El comienzo del cambio 228
El reto de la competitividad 229
La improductividad en Venezuela 229
Posibles motores de crecimiento 229
La producción de conocimientos y competitividad 230
Universidades, Parques Tecnológicos y el Desarrollo Local: nueva matriz
empresarial 230
Factor externo hacia el interior 231
Factor interno hacia el exterior 232
Reorganización urbana desde la localidad organizando capacidades 232
Aprovechamiento de las ventajas comparativas regionales 232
Compatibilización del ordenamiento territorial y el desarrollo económico 232
La administración local de urbanismo 233
La participación de la comunidad 233
Mejoramiento de la capacidad administrativa del gobierno local 234
Incremento de la capacidad financiera municipal 234
Establecimiento de sistemas de coordinación municipal 234
Reordenamiento progresivo de la planificación urbana 234
Desarrollo Integral de Comunidades con base tecnológica 235
La Cultura de la Sociedad Industrial: antecedentes 235
Los nuevos países del Este europeo y los viejos problemas de los países del Sur. 235
Situación de la Universidad Latinoamericana 236
La Orientación del Desempeño del Rol Universitario Hacia la Productividad Local 236
La Universidad y sus Objetivos de Producción y Divulgación de Conocimiento. 237
El Rol Organizacional del Profesor Universitario y los Objetivos Universitarios. 238
Orientación de la Influencia, Objetivos Universitarios y el Cambio
Organizacional y Local. 239
Conclusiones 239
Bibliografía 241
Bibliografía sobre relación Universidad-Cambio Tecnológico-Productividad Local 241
Bibliografía sobre innovación y cambio tecnológico empresarial 242
Bibliografía sobre Productividad, Influencia, Desempeño de Roles e
Interdependencia Social del Profesor Universitario. 247
Bibliografía sobre tecnología y productividad en Venezuela 249
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 9
CUARTA PARTE:
RESPUESTAS Y PROPUESTAS 251
Sobre los incentivos individuales de mérito y producción actual en ciencia y
tecnología en dos países latinoamericanos. Los casos de Venezuela y México 252
Juan Escalante y Jaime Jiménez, Universidad Nacional Autónoma de México 252
Resumen 252
La crisis de los ochenta y su impacto sobre la ciencia y la tecnología. Una visión
general 252
Antecedentes 254
Venezuela 254
México 256
Los incentivos basados en el mérito para el personal académico 257
Conclusiones 261
Análisis Estratégico de las Actividades de I&D de la Universidad en el Marco de
la Comercialización de la Ciencia y la Tecnología 263
P. Condom and J. Valls, Universidad de Gerona 263
1. Introducción 263
2. Objetivos 263
3. Fases del Estudio 264
4. Identificación de los Grupos de Investigación y Recolección de Información acerca
de sus Actividades: Metodología y Resultados 265
Tabla 1: Resumen comparativo de las dos áreas a partir de la información sobre los
grupos 268
5. Determinación del Potencial Científico: Metodología y Resultados. 269
Tabla 2: Datos sobre la actividad científica de tres tipos de grupos 270
6. Potencial de Transferencia de Resultados de las Investigaciones: Metodología y
Resultados 271
Referencias 275
Desafíos del Mercado de Empleo para los Trabajadores del Conocimiento 277
Arnaud Sales, Department of Sociology, University of Montreal, Canada 277
Introducción 277
1. Algunos elementos relacionados con los Sistemas Universitarios y la Población
Estudiantil 278
1.1 Feminización de la masa estudiantil 278
1.2. Aumento de los costos de la educación y entrada tardía a los mercados
laborales profesionales 279
2. Caracterización de la Fuerza de Trabajo del Conocimiento Formal 280
2.1 Trayectorias laborales estructurales 281
2.2 El papel de las áreas del conocimiento 282
3. Situación del Mercado Laboral para los Recién Egresados y Nuevos Desafíos para
los Trabajadores con Conocimiento Formal 283
3.1 Empleo y desempleo de recién egresados: tasa de colocación 283
3.2 Correspondencia entre el empleo y el campo de estudio 285
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 10
3.2.1 Campos académicos y colocación laboral de los egresados universitarios 286
3.2.2 Relación empleo-campo académico y transición universidad-trabajo 287
3.3 El proceso de flexibilización 288
3.3.1 Disminución del empleo de dedicación exclusiva 289
3.3.2 Flexibilización externa, empleo frágil y nuevas formas de empleo para los
trabajadores con conocimiento formal. 289
4. Expansión de la Esfera Privada, repliegue del Sector Público y Empleo 292
5. La Globalización de los Mercados Laborales para los Trabajadores del
Conocimiento 293
5.1 Expansión del reclutamiento de profesionales de la reserva mundial 294
5.2 Adquisición de servicios y migración de empleos altamente calificados a países
recién industrializados 295
5.3 Integración continua del trabajo intelectual en redes globales: la industria
mundial intelectualizada que opera a través de redes las 24 horas del día 296
Conclusión 296
Obras de Consulta 298
Apéndice: Lista de los Tipos de Conocimiento y Prácticas Laborales Relacionados
con el Campo de Estudio y en un Empleo de Dedicación Exclusiva 300
Proyecto para la generación de Tecnologías Viables a la Sustentabilidad y al
Desarrollo Integrado Local 302
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela 302
Resumen del Proyecto 302
Situación Actual 302
Objetivo del Proyecto 303
Proyectos a ser diseñados y desarrollados por medio del Plan Integrado 304
Proyectos para la obtención de la Mezcla Funcional Urbano/Rural 304
Proyectos de Obras de Inversión Infraestructural 304
Proyectos para el desarrollo de la Red Productiva Local 305
Resultados esperados en cada etapa o fase del plan de trabajo 305
Reforma socioeconómica / desarrollo urbano-rural / educación para la
productividad 305
Desarrollo de la Forma de Poblamiento y del Cuerpo Social 306
Desarrollo del Paisaje / Ambiental / Infraestructural 306
Areas de Participación Interdisciplinaria 307
Investigación Diagnóstica 307
Desarrollos Tecnológicos 307
Gestión del Desarrollo Comunal y Regional 307
Proyecto de Centros de Innovación e Incubadoras de Empresas 308
La gestación del Grupo Virtual Interdisciplinario, Interuniversitario e Internacional de
Investigación y Desarrollo GV4I&D 308
Descripción del Proyecto de Tecnologías Viables a la Sustentabilidad y al Desarrollo
Integral Local: TECH/SUDIL 310
Estructuración 310
Ventajas para las Universidades 311
Ventajas para los Gobiernos Locales 312
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 11
Ventajas para las Comunidades 312
Ventajas para los investigadores involucrados 312
Visión de Conjunto del Ente Interuniversitario 313
Bibliografía Universitaria 313
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 12
Primera Parte:
La Necesidad de un nuevo Rol de la Universidad en la Sociedad
del Conocimiento. Aspectos Teóricos, Éticos y Epistemológicos
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 13
La Universidad Empresarial: el rol de la educación superior en USA en comercialización de tecnología y desarrollo económico.
*
Raymond Smilor, Glenn Dietrich, David Gibson, Universidades de Missouri y Texas, 1993.
El ambiente global hipercompetitivo está cambiando dramáticamente el rol y de
alcance de las universidades en los Estados Unidos. Sus tradicionales misiones de
investigación, docencia y servicios están siendo reformado para responder a importantes
fuerzas internas y externas. Un nuevo paradigma de la Universidad Empresaria está
emergiendo. Esto implica envolverse más directamente en la comercialización de
actividades de investigación, un acercamiento más proactivo al desarrollo económico
regional, a más resolución de problemas y más orientación en datos para el desarrollo
curricular. Igualmente, un nuevo énfasis en la aplicación de principios de Calidad Total en
la gestión de las operaciones universitarias.
Este artículo describe los cambios evolucionarios resultantes del desarrollo de un
nuevo paradigma para entender mejor la emergencia del rol empresarial en las
universidades americanas en comercialización de tecnología y desarrollo económico. El
modelo presenta las fuerzas, los enlaces, los soportes sistémicos y los resultados asociados
con el nuevo paradigma universitario. Este modelo provee de una estructura para la
discusión de conexiones innovativas de transferencia de tecnología entre universidades,
industria y gobierno. Para explicar cómo y por qué la gerencia de calidad total está siendo
implementada en la organización universitaria, y para presentar los puntos de desafío en
torno al cambio de rol y alcance de las universidades en USA.
Organizaciones y paradigmas
Una aproximación para describir una organización y su habilidad para el cambio, es ver la
organización como un paradigma. El concepto de paradigma ha sido utilizado por Brown
(1978) y Pfeffer (1982) para teorizar sobre el rol de las organizaciones y elaborar hipótesis
sobre como esos roles experimentan cambios. Esta reciente aproximación deriva de aquella
utilizada por Khun (1970) para explicar los cambios en la teoría científica y el pensamiento.
De acuerdo a Khun, un paradigma es un acuerdo compartido o modelo que emerge
en un disciplina científica y que es usado como guía para la investigación y la docencia en
esa disciplina. Un paradigma es una vía de entendimiento sobre algo, una manera de ver al
mundo y una manera de controlar cómo son efectuadas las observaciones, recopilados los
datos y categorizados. Un paradigma es una creencia a cerca de las relaciones causa-efecto
en la ciencia y a cerca de las normas actuación y comportamiento en las organizaciones.
Los investigadores que utilizan el concepto de paradigma para describir a las
organizaciones, argumentan que los paradigmas pueden cambiar de una manera evolutiva o
revolucionaria. La forma del cambio dependerá de la fuerza de las sacudidas externas o
internas y de cuan fundamentales sean estas sacudidas para la continuación de operaciones
y la sobrevivencia de la organización. Sheldon (1980) usó el concepto para predecir cuando
* Tomado de International Social Science Journal. N 135, febrero 1993. ©UNESCO 1993. Publicado por
Blackwell Publishers, 108 Cowley Road, Oxford OX4 1JF, UK and 238 Main Street, Cambridge, MA 02142,
USA. Traducido por Prof. Miguel Angel Briceño, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1997.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 14
el cambio es para la organización relativamente fácil y cuando puede ser difícil. El
concluyó que el cambio puede ser relativamente fácil cuando las partes fundamentales del
paradigma no constituyen los puntos y más difícil, cuando el paradigma básico es el objeto
del cambio. La emergente comercialización, el desarrollo económico y el cambio curricular
en la universidad, apunta hacia una interpretación evolucionaria para el desarrollo de un
paradigma apropiado y efectivo para modelar y predecir relaciones causa-efecto en la
universidad en tanto organización.
Round (1981) encontró evidencias para soportar la idea de que el cambio de
paradigma puede ser evolucionario. Una de sus conclusiones fue que el cambio de
paradigma comienza por la periferia de la organización, cuando la información indica que
los modelos existentes no son apropiados para todas las metas reconocidas por la
organización. Estas metas deber ser limitadas en su alcance y no son las principales de la
organización. Los cambios en las metas a menudo son requeridos como consecuencia de
cambios en el entorno. El hecho de que por consecuencia de esos cambios, las metas
organizacionales no estén siendo obtenidas suficientemente, es interpretada como que el
paradigma existente es una debilidad de un sistema otrora viable. Los pasos necesarios para
fortalecer esta debilidad, son usualmente conservadores en su naturaleza. El intento de
desorganizar el paradigma principal existente es casi imposible.
Respondiendo a cambios en el entorno
Los paradigmas pueden cambiar por cambios en el ambiente y no necesariamente porque el
paradigma tradicional ha fallado en un sentido técnico. Para obtener un paralelo con la
universidad, su ambiente está cambiando de una manera relevante con respecto al rol que
ella ha jugado en la comercialización de tecnología, desarrollo económico y curriculum. El
paradigma existente en la universidad, está por ello siendo expandido para acomodarlo a los
cambios ambientales. En este contexto, se requiere un nuevo paradigma para delinear mejor
los efectos de las fuerzas internas y externas en la universidad y las respuestas a dichas
fuerzas.
El paradigma original de la universidad americana está siendo modificado para acomodarlo
a los cambios asociados al ambiente global hipercompetitivo. Las normas tradicionales,
valores y conductas profesionales asociadas a la misión permanente de la universidad sobre
investigación, docencia y extensión se mantienen en su sitial, pero están siendo revisadas y
sopesadas bajo una nueva clarificación. La importancia de la capitalización de los esfuerzos
investigativos para la contribución al crecimiento económico y a la diversificación y para
proveer una atmósfera para el desarrollo empresarial, están siendo añadidos al paradigma.
Muchos estudios proporcionan evidencia a cerca de que el núcleo en el desarrollo de un
centro tecnológico, es la investigación universitaria. Smilor et al. ((1988) por ejemplo,
mantiene que se no se cuenta con tal investigación universitaria y si, ante todo, no se ha
logrado un nivel aceptable de excelencia, entonces el centro de tecnología no parece
desarrollarse rápidamente. Habría poca o ninguna investigación y desarrollo, ningún
magnetismo para atraer y retener grandes empresas de base tecnológica y ninguna base para
el desarrollo de pequeñas empresas de tecnología. Estos autores listan los tres principales
que consideran necesarios para el desarrollo de un centro tecnológico y en los cuales la
universidad juega un papel importante: 1) el logro de excelencia científica; 2) el desarrollo
y mantenimiento de nuevas tecnologías para la emergencia de industrias; y 3) la atracción
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 15
de grandes empresas de tecnología y la creación de un parque de empresas de tecnología. El
primero de estos factores se encuentra en conformidad con el paradigma tradicional de la
universidad. El segundo factor parte del paradigma tradicional agregando la
comercialización de la investigación básica y poniendo más énfasis en la investigación para
el desarrollo. El último factor implica también un cambio en el paradigma básico, con el
cual la universidad puede efectuar la promoción del spin-out de empresas de tecnología con
el fomento de ambientes para promover la formación y desarrollo de nuevas firmas (Brett et
al., 1991).
El paradigma tradicional de la universidad americana
El paradigma tradiciones de la universidad americana se dibuja en la Figura 1. Los
“conductores” o “agentes”. han incluido el deseo de prestigio académico, la confianza en
las fuentes gubernamentales de recursos, el énfasis en la investigación básica librada de
compromisos a la industria.
Agentes ResultadosPrestigio
Académico
Fuentes de
Financiamiento
Investigación
Básica
Universidad
Inves
tigac
ión
Doce
nci
a
Exte
nsi
ón
Entendimiento
Estudiantes
Formados
Reconocimiento
Figura 1. Paradigma tradicional de la universidad americana.
El resultado de estos agentes ha sido el foco en torno al cual vino a ser aceptada la
triádica misión de la universidad, las cuales eran frecuentemente percibidas como separadas
e independientes.
Investigación que era pura, la investigación básica, fue considerada como el rol
primario de la universidad. La docencia fue considerada importante, pero con menos peso
en relación al reconocimiento y a la promoción que acompañaba a la investigación. La
extensión era vista como una “extensión natural” de los roles de investigación y docencia
de la universidad.
Los resultados de este paradigma enfatizaban el entendimiento, esto es, avances en
la ciencia básica, la formación estudiantil para la sociedad y el reconocimiento profesional e
institucional que llegaba a la universidad.
El paradigma emergente de la universidad americana
El paradigma emergente de la universidad americana enfatiza que las fuerzas del
entorno, provenientes de un ambiente global competitivo está forzando a la revaluación.
Los modelos del cambio de rol de la universidad se han centrado en formas de acción
concernientes a la universidad y la comercialización de productos, al spin-off de empresas
universitarias (Dietrich, 1990), enlaces entre la universidad y la industria (Baba, 1987);
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 16
Stewart, 1992). En el paradigma universitario-empresarial emergente, un nuevo grupo de
fuerza externas e internas han resultado de los mecanismos de enlace y sistemas de apoyo
que están alterando las misiones universitarias de investigación docencia y extensión. Como
resultado, nuevos datos cuantificables sobre los resultados deseados están siendo requeridos
para juzgar la efectividad y la responsabilidad de la universidad (Foro sobre Negocios y
Educación Superior, 1988). Un modelo de este paradigma universitario emergente es
presentado en la Figura 2.
Agentes internos y externos, están cambiando la estructura y procesos de
administración y operación de la universidad americana. Los agentes externos incluyen lo
siguiente:
1. Cambio en las políticas públicas federales y del gobierno estadal, esfuerzos para
la promoción de la comercialización de tecnologías, impulso al desarrollo de
nuevos tipos de alianzas estratégicas y provisión de alternativas para fuentes de
financiamiento (Schmandt & Wilson, 1990);
2. Entidades gubernamentales estadales y locales deseando alguna forma de
responsabilidad por parte de la universidad, como compensación por los recursos
introducidos en la universidad (Powers et al., 1988);
3. Complejos cutting-edge, tecnologías revolucionarias, requieren de grandes
presupuestos, acercamientos multidisciplinarios y un nuevo tipo de colaboración
universidad-industria (Rostow, 1988);
4. Las nuevas tecnologías y el personal requerido por la industria americana,
necesarios en términos de ser globalmente competitivos (Kozmetsky, 1990); y
5. Alternativas para la obtención de recursos necesarios para el financiamiento de
las actividades de investigación universitaria, mientras declinan las fuentes
tradicionales de recursos.
Tales agentes externos están afectando a los agentes internos o las fuerzas dentro de
la universidad. Los agentes internos incluyen:
1. Las complejas y multidisciplinarias necesidades de la investigación básica en las
tecnologías emergentes;
2. Habilidades empresariales de quienes deseen beneficios financieros por sus
avances tecnológicos, que deseen poner la teoría en práctica y que vean como
positiva la vinculación con la industria (Brett et al., 1991);
3. Maestros y expertos de alto nivel y administradores universitarios quienes sean
capaces de funcionar con habilidad empresarial;
4. Demandas para un nuevo tipo de curriculum que se oriente hacia aspectos
empresariales, habilidades gerenciales, evaluación del entorno, educación
contínua y requerimientos internacionales (Porter & McKibbon, 1988);
5. Estudiantes con expectativas sobre cursos multidisciplinarios más relevantes,
como parte de su experiencia educativa; y
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 17
Agentes
Mecanismos de EnlaceExternos Externos
Políticas públicas
Responsabilidad enel desarrollo económico
Naturaleza revolucionariade la tecnología
RequerimientosIndustriales
requerimientos parala obtención de recursos
Acuerdos sobre su uso
Spin-outs
Desarrollo económico
Creación de empleos
Transferencia de
tecnología
Competitividad
Global
Universidad
Investigación
Docencia
Extensión
Sistemas de Soporte
Empresariales
Financieros
Tecnológicos
Educativos
Internos Internos
Investigación básica y
aplicada
Destrezas empresariales
Especialistas
Requerimientos
curriculares
Requerimientos
estudiantiles
Educación continua
Empresarios diestros
Nuevas Fuentes de
financiamiento
Programas entregados
Desarrollo de cursos
Nuevos criterios para
organizar
reconocimientos y
promociones
Am
bie
nte
Glo
bal H
iper
com
pet
itiv
oResultados
Join
t V
entu
res
Incu
bad
ora
Par
ques
Cie
ntí
fico
s
Co
nso
rcio
s
Cen
tro
s d
e
Ex
cele
nci
a
Cen
tros
de
Tra
nsf
eren
cia
de
Tec
nolo
gía
Cen
tro
s d
e
Inv
esti
gac
ión
Co
op
erat
iva
Ind
ust
ria/
Un
iver
sid
ad
Acu
erd
os
Go
bie
rno
/
Ind
ust
ria/
Un
iver
sid
ad
Nu
evo
s ti
po
s
de
Cu
rric
ulu
m
Figura 2. Paradigma Empresarial de la universidad Americana.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 18
6. Respuesta a los requerimientos para educación continua para el desarrollo técnico,
profesional y personal (Stewart, 1992).
Estos agentes externos e internos están impulsando dentro de las misiones
tradicionales de investigación, docencia y extensión, mecanismos de evaluación y
gratificación más amplios y diferentes. La universidades americanas están prestando mayor
atención al valor que tiene la investigación aplicada, la docencia innovadora y de excelencia
y al la prestación de servicios a los sectores públicos y privados locales, estadales y
nacionales. Estos desarrollo están siendo facilitados por nexos más innovadores entre la
universidad y los entes externos. Estos mecanismos de enlace incluyen joint ventures,
incubadoras de empresas, parques científicos, consorcios de investigación y desarrollo,
centros de excelencia, centros de transferencia de tecnología, centros de investigación
cooperativa industria/universidad, alianzas industria/gobierno/universidad, nuevos tipos de
curriculum en educación basados en la experiencia.
Los nexos se están nutriendo y siendo desarrollados por cuatro tipos de sistemas de
soporte dentro de la universidad: empresariales, técnicos, financieros y educacionales. El
soporte gerencial incluye asistencia en el plan de desarrollo de la empresa, estudios de
factibilidad de marcado y asistencia legal en los derechos de propiedad intelectual. El
soporte técnico incluye asistencia de consultoría, estudios de factibilidad tecnológica y
facilidades de acceso a laboratorios. El soporte financiero incluye la inversión participativa
en nuevas firmas, espacio y facilidades como un tipo de asistencia financiera y distribución
de donaciones a las capacidades mostradas en áreas de investigación aplicada. El soporte
educativo comprende la educación continua para el entrenamiento tecnológico, profesional
y gerencial, adiestramiento en telecomunicaciones y nuevos cursos en áreas tales como
ingenio empresarial y transferencia de tecnología.
Los resultados externos del paradigma universitario emergente, incluye el énfasis el
entendimiento para su uso (Charnes et al., 1985) las cuales incluyen las aplicaciones e
investigaciones orientadas a la resolución de problemas, spin-offs de empresas, nuevas
tecnologías y productos, desarrollo económico nacional y regional, creación de empleos,
transferencia de tecnología desde la universidad hacia sectores públicos y privados y
incremento de la competitividad global y la cooperación. Los resultados internos a la
universidad, incluyen la emergencia de nuevas habilidades empresariales, el aseguramiento
de nuevas fuentes de financiamiento (especialmente del sector privado), el desarrollo de
programas “entrega en mano” y el desarrollo en nuevos cursos, y, por último, nuevos
criterios para la facultad académica de reconocimiento y promoción.
Este paradigma de la universidad empresarial está probando su aplicabilidad,
especialmente en universidades que han estado asociadas con centros de desarrollo
tecnológicos y tecnópolis. Ejemplos bien conocidos del paradigma emergente son: la
Universidad de Stanford, la cual esta ubicada en el áreas del Silicon Valley de California y
el MIT el cual está localizado en las cercanías de la Ruta 128 en Massachusetts. Se incluyen
otros en USA como: el Instituto Politécnico Rensselar en Troy, Nueva York; la Universidad
del Estado de Arizona en Phoenix y la Universidad de Texas en Austin (Smilor el al.,
1988).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 19
Enlaces innovadores para la transferencia de tecnología
El injerencia de la universidad en la transferencia de tecnología se ha convertido en
una de las tendencias más significativas de la actualidad en la educación superior de los
Estados Unidos. Esta intervención constituye la reflexión dramática del paradigma
empresarial universitario: “La injerencia de colegios y universidades en la transferencia de tecnología no es un nuevo
artilugio o una moda. Está produciendo cambios en muchos aspectos de las instituciones de
educación superior, incluyendo formas organizacionales de distribución de recursos. Más importante:
el incremento en el énfasis de la universidad en la transferencia de tecnología , refleje un cambio
significativo en la visión pública del rol de las instituciones de educación superior y en el rol que
tales instituciones están aceptando de sí mismas” (Matkin, 1990).
Los recursos académicos para la transferencia de tecnología incluyen un ambiente
conducente al desarrollo tecnológico, facilidades de laboratorios, el personal clave y el
liderazgo investigativo. Para facilitar la movilización de estos recursos, las universidades se
encuentran experimentando varios enfoques y conexiones para fomentar y facilitar a
investigadores expertos ser mas empresariales en la transferencia de tecnología. Equipos
semi-autónomos están determinando la conducción de actividades de investigación y
desarrollo, con la cooperación de la industria. A los investigadores universitarios se les
están otorgando más responsabilidad y autoridad para administrar sus unidades de
investigación. Las universidades están otorgando soporte financiero up-front con la
expectativa de recobrarlo con por medio de eventuales ventas. A los investigadores
universitarios se le dan más autoridad en la búsqueda de soporte de la industria, negociar
patentes y determinar royalties; y a los expertos se les están dando más flexibilidad para
actuar como consultores industriales, especialmente a firmas que licencian su propia
tecnología (Matkin, 1990; Brett et al., 1991).
Para acelerar el movimiento de la tecnología en el mercado, las universidades están
implementando un número determinado de programas de transferencia en ciencia y
tecnología para empresarios e intrapreneurs. Con el fin de incrementar el acceso a ideas
para la comercialización, los programas universitarios incluyen:
información claring-houses en actividades de investigación y patentes
disponibles para licencias;
diseño de políticas de propiedad intelectual más flexibles, para promover un
acceso más fácil de las patentes y otras propiedades intelectuales universitarias, a
la industria.
Para expandir el pool de capital disponible, los programas incluyen:
oferta de centros de recursos para ayudar a las firmas a obtener donaciones
federales y obtención de oportunidades. Esto es especialmente importante en
términos de tener acceso a recursos federales de “capital semilla”, tales como los
programas de pequeñas empresas de investigación de innovaciones, con mandato
federal para destinar fundos de agencias federales para pequeñas empresas de
tecnología;
Centros universitarios sin fines de lucro para facilitar la comercialización de los
desarrollo científico-tecnológico de las universidades.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 20
Para proveer de know-how, los programas universitarios incluyen:
Centros de asistencia técnica para pequeñas empresas para ayudar en su acceso a
la ingeniería, ciencia y necesidades empresariales;
programas de asistencia para el desarrollo de productos para tener acceso a los
recursos apropiados para enlazar las tareas requeridas pare el desarrollo de los
productos;
Actividades de extensión/educación en cursos cortos, seminarios y conferencias;
parques de investigaciones para encaminar la I&D en estrecha proximidad con
los negocios y la industria.
Los beneficios para las compañías emergentes de este tipo de programas incluyen:
acceso a experticias;
visión panorámica sobre investigaciones clave;
acceso a facilidades exclusivas;
oportunidades de interactuar con estudiantes que serán potenciales empleados;
acceso a nuevas tecnologías para la concesión.
Los beneficios para la universidad incluyen:
Financiamiento de actividades de Investigación y Desarrollo;
Colaboración con científicos de la industria;
Contactos provechosos con problemas del “Mundo Real”;
Exposición de estudiantes de grado a perspectivas de empleo;
Conservación de expertos e investigadores;
Desarrollo de Centros de Investigación y Productos atractivos a personal
calificado;
Identificación de firmas de nuevas tecnologías.
Una incubadora de nuevas empresas es un sistema innovador diseñado para asistir a
empresarios, particularmente a empresarios tecnólogos, en el desarrollo de nuevas firmas.
En la provisión de la variedad de recursos y soportes para el start-up de compañías
emergentes, la incubadora busca vincular de una manera efectiva talento, ideas, capital y
now-how en términos de fomentar capitanes de empresas, acelerar el desarrollo de nuevas
empresas y así apresurar la comercialización de tecnologías.
Para incubar fledging companies se requiere implica una habilidad o un deseo para
mantener prescritas y controladas condiciones favorables para el desarrollo de nuevas
firmas. La incubadora de nuevos negocios busca así dar forma y contenido, i.e. estructura y
credibilidad para que despeguen o emerjan empresas con el mantenimiento de las
condiciones controladas para el cultivo de nuevas compañías. Las “condiciones
controladas” implican cuatro tipos de sistemas de soporte: ayuda secretarial, asistencia
administrativa, instalaciones de apoyo y experticias de negocios, las cuales incluyen:
gerencia, mercadeo, contabilidad y finanzas. En adición, la incubadora intenta extender las
capacidades de los empresarios para establecer entralazamientos por medio de afiliaciones
con el sector privado, entidades gubernamentales y asociaciones sin fines de lucro. La
expectativa es que el sistema pueda producir compañías viables y rentables que puedan
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 21
generar desarrollo económico, diversificación tecnológica, creación de empleos, ganancias
y productos exitosos.
En la actualidad existen alrededor de 400 incubadoras en los Estados Unidos. En su
gran mayoría se encuentra directa o indirectamente ligadas a la universidades y muchas
están localizadas en los campus universitarios.
La incubadora tecnológica de Austin
El caso de la incubadora tecnológica de Austin (ATI) suministra un ejemplo de la
implementación del paradigma universitario emergente. A comienzos de 1989, entró en
operaciones la primera incubadora tecnológica orientada a los negocios. Esta nueva
operación (ATI) es una empresa cooperativa conjunta entre la Universidad de Texas, el
Gobierno Local (la Ciudad de Austin y los Comisionados de los Condados), la Cámara de
Comercio de Austin y el sector privado. La Incubadora actúa como un laboratorio hands-on
donde los expertos de la Universidad de Texas y los estudiantes pueden aprender sobre la
dinámica de compañías de crecimiento tecnológicamente orientado.
La ATI está diseñada para:
Ser catalizador de desarrollo económico ayudando a transformar las innovaciones
en riqueza económica;
Identificar y extender la investigación hacia áreas claves que concluyan en
empresas tecnológicas exitosas;
Proveer una infraestructura de base académica de expertos, estudiantes y personal
para asesorar y evaluar tecnologías comercialmente viables;
Brindar juntos los recursos de la comunidad (privados y públicos) para introducir
las tecnologías en el mercado en una escala temporal comprimida.
La ATI se convirtió así en la respuesta universitaria más importante ante los agentes
de cambio internos y externos. Esta respuesta de la universidad de involucrarse
directamente en actividades de desarrollo económico, provee un instrumental con el cual
acelerar la transferencia y difusión de tecnología y responder a las necesidades de la
industria al asistirla con tecnologías de comercialización. La ATI también refleja los
agentes internos del cambio: enfatiza el vínculo entre la investigación básica con la
investigación para el desarrollo de aplicaciones (Investigación y Desarrollo I&D), establece
una interface con expertos empresariales y provee de laboratorios hands-on para estudiantes
y expertos.
Como mecanismo de vinculación, ATI no solamente sirve como una incubadora,
sino como de centro de transferencia de tecnología, aprovechando a los consorcios y
grandes empresas existentes como un recurso para las nuevas tecnologías y empresas,
ayudando a vincular a la industria el gobierno y promoviendo el desarrollo de nuevos tipo
de curricula.
La ATI aprovecha los sistemas de soporte en negocios, tecnología, finanzas y
educación para y mediante la universidad. Una red de expertos en negocios y profesiones
técnicas, soporte financiero “en especie” (in-kind) en forma de espacios y facilidades y
programas educativos para el plan de desarrollo del negocio y estudios dirigidos, ilustran
los resultados cuantificables de la ATI.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 22
Esto es importante para reconocer que la generación, implementación y desarrollo
de la ATI ha sido un gran compromiso y demuestra las dificultades de implementar cambios
en el establecimiento del paradigma. Desde su aprobación en noviembre de 1987 hasta su
implementación in mayo de 1989, el proceso tomó más de 18 meses. Los esfuerzos para
establecer vínculos entre el sector público y el privado, para establecer una red de know-
how y organizar la incubadora dentro del sistema universitario, requirió de una gran
cantidad de tiempo y esfuerzo.
Desde el nombramiento de su Director en marzo de 1989, la ATI a expandido sus
facilidades cuatro veces, ahora está ocupando más de 6.000 mt2 que incluyen un nuevo
laboratorio de facilidades. En 1992 se recibió ayuda financiera del Gobierno del Estado de
Texas a través del Departamento de Comercio. Fue renombrado como Incubadora
Tecnológica de Texas (TTI) para que sirviera de modelo para otras incubadoras y para
apoyar otras actividades de desarrollo económico en el Estado. La TTI ha examinado
directamente más de 400 para su posible afiliación con la incubadora, ha aceptado 29 y ha
graduado 4. Estas compañías han creado más de 300 nuevos empleos. Solo una de las
empresas ha fracasado. Al mismo tiempo, la incubadora complementa y extiende las
misiones universitaria de investigación y docencia, ofreciendo cursos para graduados e
internados a estudiantes, oportunidades de investigación para facilitar a través del estudio la
emergencia de empresas de tecnología y un nuevo tipo de ambiente para el aprendizaje
experiencial.
Establecimiento de la Gerencia de Calidad Total
Así como las firmas empresariales en el sector privado buscan la excelencia, el
mejoramiento continuo y la satisfacción del cliente institucionalizado en sí mismos la
Gerencia de Calidad Total (TQM), así mismo, lo están haciendo muchas universidades hoy
día en los Estados Unidos. La TQM requiere un paradigma de cambio que se refleje en un
cambio cultural en la organización y en la adopción de procesos que consideren a los
grupos constituidos, internos y externos, como clientes.
Ante el hecho de que las universidades encaran limitaciones presupuestarias,
presiones externas para que sean más abiertas con el sector público y el privado, y
demandas internas para limitar la burocracia y aumentar la eficiencia, sus administradores
están considerando los beneficios de la TQM. Los principios de la TQM son simple pero
extremadamente ambiciosos/rigurosos:
compromete en sí misma al mejoramiento de la calidad de toda la organización;
identifica a los clientes y satisface sus requerimientos;
ataca a los procesos y no a los empleados;
elimina los problemas que disminuyen la calidad;
instituye grupos de trabajo;
crea el ambiente para la innovación y el mejoramiento continuo (Oberle, 1990).
La TQM está siendo implementada hoy día en muchas universidades
norteamericanas, especialmente en áreas relacionadas con administración y finanzas, tales
como: asuntos de negocios, presupuesto y planificación, operaciones de planta física y
recursos Humanos (Coate, julio 1990).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 23
TQM
Establecimiento
de equipos
gerenciales
Indentificación
y priorización
necesidades de
los clientes
Selección de
una agenda
de acciónReferencias
Implementación
de soluciones
Medición de
resultados
Reconocimientos
y premios
Figura 3. Modelo de implantación de la TQM.
Los primeros resultados de la TQM en las universidades son prometedores. A pesar
de que el lenguaje de la TQM es inicialmente extraño a los administradores universitarios y
aunque la tendencia a la utilización de grupos de trabajo para la solución de problemas no
debe ser familiar al nivel gerencial universitario, los procesos de la TQM pueden ahorrar
tiempo, reducir costos, autorizar a las personas a actuar, satisfacer mejor las necesidades de
los clientes internos y externos, mejorar las habilidades de solución de problemas y
aumentar la moral (Coate, noviembre, 1990; McMillen, 1991). En otras palabras, el proceso
puede servir para hacer a la universidad más empresarial en la solución de problemas y
tomar ventaja de las oportunidades.
La implantación del modelo TQM en las universidades se muestra en la Figura 3.
Una vez que la administración de la universidad se compromete sí mismo con la TQM, las
áreas o divisiones, al igual como en los asuntos de negocios, deben establecer y gerenciar
el equipo (s) de calidad. El propósito de este equipo es identificar los clientes y priorizar las
necesidades de cada grupo de clientes. Entonces se selecciona una necesidad o problema y
se desarrolla una agenda de acción que se aplique a ella. El equipo compara lo que hace y
como lo hace, con otras organizaciones, incluyendo otras universidades y empresas privadas
con el objeto de aprender cómo abordar efectivamente el problema, lo cual debe ser
adaptado a la propia situación. Después que se reúnen estos datos, se elaboran los análisis y
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 24
comparaciones, el equipo implemente la solución y mide los resultados. Donde el progreso
es evidente, la universidad reconoce y premia a aquellos involucrados en el incremento de
la calidad y así comienza de nuevo el proceso, desde la TQM enfatizando un mejoramiento
contínuo, que es dirigido desde el cliente a todos los niveles de la organización.
Conclusión
El paradigma emergente de la universidad empresaria está redefiniendo los roles de
la universidad en los Estados Unidos. Nuevos requerimientos para comercializar tecnología,
contribuir al desarrollo económico y responder a la clientela interna y externa están
reformando los nexos entre la universidad y los sectores publico y privado, y alentando el
desarrollo de nuevos tipos de sistemas universitarios de soporte. Como resultado, los
objetivos universitarios y la forma de medirlos, están siendo redefinidos y ampliados.
Pero este cambio paradigmático está causando una tensión en la universidad. Están
apareciendo e importantes asuntos que tienen que ser aún completamente resueltos. Hay
seguramente la potencialidad para el conflicto de intereses con respecto al nexo con la
industria, el fomento experticias empresariales y la participación equitativa en las empresas
de spin-off. La protección de la propiedad intelectual puede inhibir la apertura al
intercambio de ideas e información, lo cual ha sido el hallmark de las universidades
norteamericanas. También el incremento focal en transferencia y comercialización de
tecnología, posee el potencial para disminuir el rol de la universidad como generador de
conocimientos por medio de la investigación básica.
Pero al cambio paradigmático hacia una universidad más empresarial parece
irreversible. El resultado verdadero, por lo tanto, se unifica en el balance: asegurar las
contribuciones esenciales de la universidad a la economía regional y nacional, mientras se
preserva su integridad y autonomía.
Bibliografía
ADVISORY COMMITTEE TO THE TEXAS SENATE COMMITTEE ON BUSINESS TECHNOLOGY
AND EDUCATION, 1895. “Report on Fostering Emerging Technologies in Texas”. In I. Fink, “The Role of
Land and Facilities in Fostering Linkages Between Universities and High Technology Industries”. Planning
for Higher Education, Vol. 13, No. 3 pp. 1-12.
BABA, M.L., 1987. “University Innovation to Promote Economic Growth and University/Industrial
Relations”. In P.A. Abetti, C.W. Le Maistre, R.W. Smilor and W. A. Wallace (eds.), Technological
Innovation and Economic Growth -The Role of Industry, Small Business Entrepreneurship, Venture Capital,
and Universities. Monograph, IC2 Institute, University of Texas at Austin.
BRETT, A. GIBSON, D.V.; SMILOR, R.W. (eds.),1991. University Spin-out Companies: Economic
Development, Faculty Entrepreneurs and Technology Transfer, New Jersey: Rowman & Littlefield.
BROWN, R. 1978. “Bureaucracy as Praxis: Toward a Political Phenomenology of Formal Oganizations”.
Administration Science Quarterly, N. 23, pp. 365-82.
BUSINESS-HIGHER EDUCATION FORUM REPORT, “Beyond the Rhetoric: Evaluating University-
Industry Cooperation in Research and Technology Exchange”. Washington, D.C., May.
CHARNERS, A.; COOPER, W.W.; LEARNER, D.B.; PHILLIPS, F.Y., 1985. “Management Science and
Marketing Management”. Journal of Marketing, Spring, pp: 93-105.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 25
COATE, L.E., 1990. “Implementing Total Quality Management in a University Setting”. Corvallis, Oregon:
Oregon State University, November.
DIETRICH, G.B., 1990: “Toward a New University Paradigm: A View from High-Technology Spin-out
Companies”. Unpublished dissertation, University of Texas at Austin.
KOZMETSKY, G. 1990. “The Challenge of Technology Innovation in the Coming Economy”. In F. Williams
and D.V. Gibson (eds.), Technology Transfer: A Communication Perspective. Beverly Hills, Cal.: Sage.
KUHN,T., 1970. The Structure of Scientific Revolutions, 2nd
edn., Chicago, III.: University of Chicago, Press.
MATKIN, G.W., 1990. Technology Transfer and the University. New York: Macmillan.
McMILLEN, L. 1991. “To Boost Quality and Cut Costs, Oregon State University Adopts a Customer-
Oriented Approach to Campus Services”. The Chronicle of Higher Education, 6 February, pp. A27-8.
OBERLE, J. 1990. “Quality Gurus, The Men and Their Message ”Training Magazine, January, p. 47.
PFEFFER, J. 1982. Organizations and Organizations Theory. Boston, Mass: Pitman.
PORTER, L.W.; McKIBBON, L.E., 1988. Management Education Development. New Yokr: McGraw-Hill.
POWERS, D.R.; POWERS, M.F.; BETZ, F.; ASLANIAN, C.B. 1988. Higher Education in Partnership with
Industry. San Francisco, Cal.; Jossey-Bass.
ROSTOW, W.W.; 1988 ‘The Fourth Industrial Revolution and American Society: Some Reflection on the
Past for the Future’. In a Furino (ed .), Cooperation and Competition in the Global Economy - Issues and
Strategies. Cambridge, Mass.: Ballinger, pp 63-74.
ROUNDS, J., 1981. ‘Information and Ambiguity in Organizational Change’. Paper presented at the Carnegie
Mellon Symposium on Information Processing in Organizations, Carnegie Mellon University, Pittsburgh.
SCHMANDT, J.; WILLSON, R., 1990. Growth Policy in the Age of High Technology: The Roles of Regions
and States. Boston, Mass.: Unwin Hyman.
SCHELDON, A., 1980. ‘Organizational Paradigms: A Theory of Organizational Change’. Organizational
Dynamics, No. 8 (Winter), pp. 61-80.
SMILOR, R.W., KOMETZKY, G.; GIBSON, D.V., 1988. ‘Creating and Sustaining the Technopolis: High
Technology Development in Austin, Texas’. Journal of Business Venturing, Vol. 4, pp. 49-67.
SMILOR, R.W, DIETRICH, G.B., GIBSON, D.V. 1993. ‘The entrepreneurial university: The role of higher
education in the United States in technology commercialization and economic development. International
Social Science Journal No. 135, pp. 1-11.
STEWART, G. 1992. ‘Large Corporations and Research University: An Examination of Factors of
Technology Transfer’. Unpublished dissertation, University of Texas at Austin.
Traducción: Miguel Ángel Briceño
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 26
Conocimiento e innovación como herramientas para alcanzar el desarrollo económico: ¿Acaso, las universidades deben ser instituciones
económicas?1
Nathan Rosenberg, Profesor de economía, Universidad de Stanford
Parte I
Cada vez se afirma con mayor frecuencia y seguridad que nuestro mundo está a punto de
entrar a una era en la que la economía estará basada en el conocimiento. Quisiera, en
primer lugar, calificar esta predicción: no es cierto que estemos a punto de ingresar en una
era de esa índole, porque vivimos en ella desde hace algún tiempo. Lo anterior no es un
simple sofisma formulado por alguien que parece interesarse por la historia –y el siglo
veinte es casi historia en los actuales momentos-. Tal como lo sugiero, podríamos aprender
mucho sobre lo que se considera un éxito en la economía del conocimiento, si consultamos
algunos aspectos de la historia -la historia económica del siglo veinte-.
Específicamente, propongo observar detenidamente las instituciones clave para la economía
del conocimiento: las universidades y el papel económico que han llegado a desempeñar.
Dado que las universidades ofrecen insumos estratégicos a la actividad económica desde
hace algún tiempo, ha sido necesario hacerse dos preguntas: qué papeles han desempeñado
las universidades en economías exitosas y qué papeles se espera que desempeñen en un
futuro en los países que están decididos a mejorar su rendimiento económico en un mundo
globalizado y altamente tecnológico. Después de todo, las universidades son las
productoras primarias de conocimientos en todas las sociedades modernas, si incluimos su
papel como transmisoras del cúmulo de conocimientos existente (es decir, como
instituciones educativas) y el de agregar nuevos conocimientos a los preexistentes (es decir,
como instituciones de investigación).
En este contexto, propongo que examinemos algunas de las diferencias entre los papeles
económicos desempeñados por las universidades estadounidenses y europeas. ¿Cuáles son
las diferencias principales? ¿Cuáles son las consecuencias de estas diferencias? ¿Cuál es su
posible importancia para el desempeño de las economías europeas -así como de otras
economías- hacia el próximo siglo?
Debo aclarar en este momento que no pretendo colocar el sistema universitario
estadounidense como un modelo que es seguido al pie de la letra por las universidades
europeas –u otras universidades-. Las universidades son instituciones que han sido
diseñadas según las circunstancias históricas sociales y culturales propias de cada país; dado
su carácter único, estas circunstancias no pueden simplemente transformarse de acuerdo
con algún modelo extranjero, aun cuando esta transformación fuese deseable, al menos
hasta cierto punto. A pesar de que he participado en su ejecución, debo confesar que hay
algunos aspectos de los cambios que actualmente se efectúan en las universidades
1 Este ensayo se elaboró para ser presentado en la Segunda Conferencia Internacional sobre Política
Tecnológica e Innovación, en Lisboa, Portugal, el tres de agosto de 1998.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 27
estadounidenses con los que me siento incómodo. De cualquier manera, resultaría
extremadamente presuntuoso de mi parte dictar cátedra a europeos o asiáticos, u otros,
sobre cómo acometer las reformas dentro de sus propios sistemas de educación superior.
Por tanto, propongo examinar el sistema estadounidense e intentar contar con su efectividad
en lo que a impacto económico se refiere. En cuanto a las posibles lecciones que podrían
extraerse del análisis de la experiencia estadounidense -si acaso hay alguna- dada su historia
y la mezcla peculiar de instituciones, prefiero dejarle esta labor a una tercera persona.
Para comenzar, resulta necesario hacer una observación clave: los logros económicos de las
universidades estadounidenses están íntimamente ligados al hecho de que están inmersos en
una economía enorme y ampliamente afluente. Durante las posguerra, el gobierno federal
estaba dispuesto a comprometer cantidades sin precedentes de recursos para apoyar la
investigación científica; en su mayoría, estas investigaciones se realizaron en el seno de la
comunidad universitaria. El gobierno estadounidense también adquirió enormes cantidades
de productos de alta tecnología, lo que creó un sistema de adquisición a gran escala de
hardware militar, vehículos de alto rendimiento para la exploración espacial a través de
varios programas de la NASA y, un mercado que se ha consolidado durante los últimos
años: el de las tecnologías médicas altamente sofisticadas. Para el actual año fiscal, los
institutos nacionales de salud (INS) tienen un presupuesto destinado a la investigación que
se acerca a la impresionante suma de quince mil millones de dólares; de los cuales, la
mayoría se invierte en el apoyo a la investigación universitaria. La biotecnología -nueva
disciplina emergente- le debe gran parte de sus fondos de investigación para la biología
molecular a los esfuerzos de los INS.
La intensa participación de la industria privada en la promoción del ambiente ideal de
investigación para las universidades es casi tan importante como la del gobierno federal.
En Estados Unidos existen aproximadamente doce mil laboratorios de investigación
industrial. Estos laboratorios no sólo realizan una gran cantidad de investigaciones
científicas –investigaciones de gran envergadura que en ocasiones reciben premios Nobel-,
sino que también proveen la posibilidad de estar al tanto sobre lo que sucede en el mundo
académico y, así, saber qué podría llegar a tener una importancia comercial. Tienen la
posibilidad de evaluar oportunamente el posible impacto de los hallazgos producto de las
investigaciones en las universidades; por ende, son indispensables para la transferencia a la
industria de ideas y técnicas que poseen un potencial comercial. Vale la pena recordar que
el Valle de Silicio, donde está ubicada la Universidad de Stanford le debe su origen al
descubrimiento del transistor; este fue un descubrimiento realizado con capital del sector
privado en los laboratorios de Bell, al otro lado del continente, en Nueva Jersey.
Este amplio compromiso del Gobierno y el sector privado para el desarrollo de productos
de alta tecnología es parte central de la historia de los logros económicos de las
universidades estadounidenses. Estos compromisos financieros influenciaron en gran
medida lo que sucedió en el interior de las universidades, en la medida en que le dieron
forma al ambiente fuera de las ciudades universitarias. La determinación de los jóvenes a
ingresar a las universidades en cantidades sin precedente debe entenderse a la luz de las
atractivas ofertas de empleo que se le presentan a los egresados universitarios altamente
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 28
calificados, especialmente en los campos de la ciencia y la tecnología. Esta tendencia se
fortaleció durante los años de la posguerra con la Declaración de Derechos, una ley que le
permitía a una gran cantidad de veteranos del ejército adquirir educación universitaria
subsidiada; lo que, de otro modo, estaba más allá de sus posibilidades financieras.
Parte II
Para los fines de nuestra disertación, quisiera llamar la atención sobre dos elementos del
sistema universitario estadounidense. El primero es que la gran eminencia alcanzada por la
ciencia desarrollada en las universidades estadounidenses constituye un logro reciente en la
historia. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos estaba muy por detrás
de Alemania, el reino Unido y un tanto rezagado con respecto a Francia, en lo que a
obtención de premios Nobel de ciencia se refería. De hecho, hasta comienzos de 1930,
cuando Hitler tomó el poder, cualquier joven y ambicioso químico o físico estadounidense
lo daba todo por cursar estudios de doctorado en las universidades de Heidelberg, Leipzig o
Gotinga. Sin embargo, sólo los mejores podían hacerlo. En realidad, la concepción de que
el papel adecuado de las universidades consiste en efectuar investigaciones básicas es en sí
una noción de la posguerra en Estados Unidos. Un punto estrechamente ligado a lo anterior
es que en 1939, el gobierno federal de Estados Unidos prácticamente no ofrecía apoyo
financiero para las investigación científica, ni a las universidades, ni a nadie. En el
Congreso existía la concepción generalizada de que esa no era una función apropiada para
el Gobierno.
Durante los últimos cuarenta y cinco años, esta situación ha cambiado totalmente. El
gobierno federal se ha convertido, sin duda alguna, en la mayor fuente de fondos para la
investigación a escala internacional. Actualmente, en la medida en que los estudiantes más
brillantes de todo el orbe pueden elegir libremente el lugar donde desean continuar sus
estudios de ciencia e ingeniería, las universidades estadounidenses son sin duda su destino
preferido. De hecho, en 1993, el 57% de los títulos de doctorado otorgados por las
universidades estadounidenses en ingeniería fueron obtenidos por estudiantes extranjeros;
en matemática y computación la cifra se ubicó en 47%, según datos de la Junta Nacional de
Ciencia publicados en Science and Engineering Indicators, 1996, pp. 2-3. La preferencia
por las universidades estadounidenses se explica si observamos las medidas objetivas que
conducen a una formación de excelencia, por ejemplo, la publicación de hallazgos en
revistas científicas de renombre y la mención de los logros alcanzados por los
investigadores. Consideremos un ejemplo del campo de la química: el otorgamiento de
premios Nobel. Hasta 1939, sólo tres estadounidenses habían recibido premios Nobel de
química, en comparación con quince alemanes, seis británicos y seis franceses. Entre 1940
y 1994, treinta y seis estadounidenses recibieron el premio Nobel de química. El Reino
Unido se ubicó en segundo lugar con diecisiete, Alemania de tercera con once y Francia de
cuarta con uno (Enciclopedia Británica. Edición 15, 1995).
El segundo elemento del sistema universitario estadounidense que quisiera subrayar recibe
aún menor atención. De hecho, resulta totalmente imposible llamar la atención sobre este
aspecto dentro del mundo universitario estadounidense. Las universidades estado-
unidenses, a través de su historia, e igualmente hoy en día, siempre han respondido
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 29
rápidamente ante los cambios de las necesidades económicas y las oportunidades. Las
universidades estadounidenses necesitan ser concebidas como instituciones financieras que
han tenido gran éxito en la producción y difusión de conocimientos útiles, desde una
perspectiva económica.
Lo anterior se observa con mayor claridad cuando vemos la velocidad con la que las
universidades estadounidenses han introducido nuevas disciplinas relacionadas con la
ingeniería, tan pronto se hizo patente su utilidad potencial. Las universidades
estadounidenses frecuentemente han sobresalido en el desarrollo de fines prácticos para un
objeto, aun cuando otros países han sido los líderes científicos.
Tomemos como ejemplo la electricidad. El trabajo teórico durante el siglo diecinueve fue
dominado por los europeos, incluidos los datos relevantes aportados por Faraday y
Maxwell. Empero, la importancia comercial de la electricidad salió a la luz con la
introducción del dinamo en 1882; una nueva institución académica, MIT, ofreció cursos de
ingeniería eléctrica casi de inmediato, es decir, ese mismo año. La Universidad de Cornell
siguió esta tendencia en 1883 y en 1885 ofreció su primer doctorado de ingeniería eléctrica
en Estados Unidos.
A comienzos de este siglo, en el campo de la aeronáutica las universidades estadounidenses
comenzaron a llevar la batuta en la ingeniería aeronáutica, a pesar de que el liderazgo en
cuanto a la ciencia pura se encontraba en Europa, específicamente en Alemania, bajo el
liderazgo avasallante de Ludwig Prandtl en la Universidad de Gotinga. La articulación de
Prandtl de la hipótesis de la capa límite en 1904 se convirtió en el concepto fundamental de
la teoría aerodinámica. El papel preponderante de Estados Unidos en la eliminación de las
fronteras de la investigación científica de la aerodinámica tuvo que aguardar la llegada del
estudiante más prominente de Prandtl, Theodore von Karman -que llegó a Caltech en 1930-
, para hacerse evidente. Pero, para aquel entonces, la enseñanza y la investigación en el
campo práctico de la ingeniería aeronáutica en Estados Unidos ya se encontraba en un
estadio avanzado. El programa de ingeniería aeronáutica de la MIT comenzó en 1913,
cuando Jerome Hunsaker, quien era asistente de constructor naval en el patio naval de
Boston, fue a la MIT a “dictar una serie especial de cursos sobre aerodinámica a oficiales de
la marina” (Leslie, p.78). En 1916, William Durand y Everett Lesley, profesores de
ingeniería mecánica de la Universidad de Stanford, comenzaron a estudiar las formas
óptimas que debían tener las hélices de los aeroplanos; sus propuestas fueron válidas hasta
1926 y ejercieron una influencia considerable sobre los diseñadores de aeroplanos
(Vincenti, capítulo 5). El liderazgo decisivo de Estados Unidos en la industria aeronáutica,
que comenzara con el vuelo del DC-3 en 1936 -con ayuda de von Kaeman y sus colegas de
Caltech-, fue producto en gran medida del temprano desarrollo de programas de ingeniería
en MIT, Stanford y Caltech.
A comienzos del siglo veinte, el liderazgo estadounidense en cuanto al fin práctico de un
objeto, aún en tiempos en los que el país estaba lejos de los confines de la investigación
científica, era evidente en la ingeniería química. En aquel momento, Alemania era el líder
indiscutible de la química, en particular de la ingeniería química. No obstante, la necesidad
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 30
de diseñar y operar plantas de procesos químicos ante crecientes escalas de producción, que
es el objetivo principal de la ingeniería química, condujo al surgimiento de un programa de
investigación y enseñanza, que no se instrumentó en Alemania, sino en Estados Unidos.
Las razones de esta paradoja están relacionadas, al menos en parte, y se diferencian en los
patrones emergentes de la especialización industrial en los dos países, especialmente el
espectacular crecimiento de la industria automotriz en Estados Unidos, durante el segundo y
tercer decenio del siglo, y su aparente sed insaciable de combustible líquido. Sin embargo,
la otra parte de la historia tiene que ver con la tranquilidad y la flexibilidad con la que las
universidades estadounidenses dieron paso a la introducción de una nueva disciplina y un
nuevo departamento, tan pronto se estableció la posible utilidad de dicha corriente
científica. Inicialmente, algunos de los conceptos básicos fueron articulados de manera
muy interesante por el inglés George E. Davis, en una serie de conferencias que tuvieron
lugar en la Escuela Técnica de Manchester, en 1887. En 1901, esas conferencias se
convirtieron en un libro de dos tomos: Handbook of Chemical Engineering. Empero, nada
de esto maduró en Inglaterra hasta convertirse en un programa de ingeniería química (ver
Nathan Rosenberg, Technological Change in Chemical: The Role of University-Industry
Relations, capítulo 7 de Chemicals and Long-term Economic Growth).
La vivacidad con la que las universidades estadounidenses se orientaron hacia disciplinas
que podían tener aplicaciones prácticas no se confinó exclusivamente al campo de la
ingeniería. La enorme utilidad de la estadística se difundió en Estados Unidos antes de la
Segunda Guerra y fue así como esta disciplina se convirtió en una carrera, al tiempo que
adquirió estatus de departamento mucho antes que en Europa. Todo esto ocurrió a pesar de
que la primera cátedra de esta disciplina se fundó en Londres en 1933 y de que la estadística
estaba mucho más avanzada en Gran Bretaña que en Estados Unidos antes de la Guerra.
Tampoco fue accidental el hecho de que la Universidad del Estado de Iowa y la Universidad
de Carolina del Norte fueran las pioneras en la introducción de la estadística. Estas dos
universidades tenían grandes estaciones de experimentación agrícola donde se requerían
análisis estadísticos sofisticados para evaluar los resultados de experimentos prácticos con
nuevas variedades de cultivos. La estadística, una disciplina cuya utilidad resulta obvia, fue
ampliamente aceptada en Estados Unidos y, por tanto, se convirtió en un departamento. En
el continente europeo, en cambio, la estadística fue considerada durante mucho tiempo una
disciplina aplicada que no merecía el estatus asociado, ni ser impartida en las universidades
( Ver Ben David, 147-52). El extraordinario estadista y biólogo británico, R.A. Fisher,
también pasó algunos de sus años profesionales más productivos en una estación de
investigación agrícola –Rothamsted-; allí, centraba su trabajo en el diseño experimental
basado en la teoría aleatoria y del cálculo estadístico. Irónicamente, cuando se le ofreció un
cargo académico en el University College de Londres no fue en el área de la útil disciplina
estadística, sino en la improvisada e ilusoria disciplina de la eugenesia.
Parte III
En el período de la posguerra, las universidades estadounidenses fueron modificadas
notablemente, gracias a la inyección de fondos federales. Lo que no tenía precedentes no
era únicamente la cantidad de fondos por concepto de apoyo financiero federal, sino, en
especial, la voluntad de subscribir grandes acuerdos presupuestarios para la investigación
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 31
científica y la inclusión de una amplia gama de materias de utilidad económica y
estratégica.
En cuanto a la computadora, las universidades estadounidenses no sólo diseñaron y
ensamblaron el hardware inicial que se emplearía en la industria de la computadora
electrónica y digital, sino que también crearon una disciplina completamente nueva, de
enorme importancia económica y una infraestructura de investigación que debía construirse
para explotar el vasto potencial del nuevo equipo. Cabe destacar que la disciplina se
denomina ciencia de la computación, pero normalmente se encuentra en escuelas de
ingeniería. En sus comienzos, esta disciplina fue financiada en primera instancia por
ARPA (Agencia del Pentágono para Proyectos Avanzados de Investigación). También
recibió fondos del NSF, incluidos 85 millones de dólares que se dirigieron a doscientas
universidades entre 1957 y 1972, para la adquisición de equipos de computación. A
diferencia del NSF, que distribuyó sus fondos a lo largo y ancho del territorio, la ARPA
concentró su apoyo en algunas universidades de vanguardia: Cardie-Mellon, MIT, Stanford
y la Universidad Berkeley de California. No obstante, quiero llamar la atención en torno a
la asombrosa rapidez con que se adaptó los programas universitarios para adecuarlos a una
necesidad económica -y por supuesto estratégica-. “Virtualmente no existían programas
formales de la ciencia de la computación en las universidades estadounidenses en 1959
(luego del lanzamiento de Sputnik ruso), pero seis años después, en 1965, había al menos
quince universidades que ofrecían doctorados en esta disciplina y diecisiete que ofrecían
licenciaturas” (Mowery). Por supuesto, como ha sido el caso frecuentemente, lo vital fue la
disponibilidad de nuevo capital externo.
Sería posible examinar el proceso a través del que la investigación, con financiamiento
federal, en las universidades estadounidenses generó una serie de innovaciones en los
sistemas de software, la computación, la creación de redes que como el ARPANET, cuyo
antecesor es el NSFNET, llegaron para respaldar el correo electrónico nacional e
internacional. Los orígenes de la red de comunicaciones a escala mundial, Internet, se
remontan a la empresa de ARPANET que se encargó de enlazar las actividades de cuatro
universidades, cada una de la cuales se encontraba realizando, en aquel momento,
investigaciones para el Departamento de Defensa. Las universidades estadounidenses
permitieron que la Internet se convirtiera en un prototipo.
Las universidades estadounidenses no pueden concebirse como meras instituciones,
confinadas a las ciencias fundamentales y que dejan el desarrollo de prototipos al sector
privado. El significativo aumento, después de la Segunda Guerra, del apoyo federal a la
investigación fundamental en las universidades ha ensombrecido este asunto tan
importante. Las universidades estadounidenses también producen prototipos; uno de los
ejemplos más espectaculares de ello es la primera computadora digital y electrónica
desarrollada en la Escuela de Ingeniería Moore de la Universidad de Pensilvania en 1945.
Asimismo, los centros médicos académicos (CMA) han sido responsables del desarrollo de
tecnologías clave de diagnóstico por medio de imágenes que han surgido desde los años
cincuenta: el endoscopio de fibra óptica, el tomógrafo computarizado y las imágenes de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 32
resonancia magnética. Cada una de estas tecnología de imagen pasó por el estadio de
prototipo dentro de la comunidad universitaria. Un elemento común a la realidad
estadounidense y británica es el caso de las tecnologías médicas basadas en imágenes fue la
estrecha cooperación, en los estadios de investigación y desarrollo, entre los CMA y el
departamento de física de sus universidades (Ver Annetine Gellijns y Nathan Rosenberg,
Diagnostic Devices: An Analysis of Comparative Advantages, y próximamente en David
Mowery y Richard Nelson, The Sources of Industrial Leadership: Studies of Seven
Industries, Cambridge University Press).
Parte IV
Resulta evidente la necesidad de replantearse el papel de las universidades estadounidenses
como instituciones económicas. Por más de un siglo, ellas han sido participantes más
activas en el ámbito económico y más aptas a responder a las cambiantes condiciones
económicas de la sociedad que las universidades europeas. Han estado ampliamente
involucradas, durante la posguerra, en el desarrollo de prototipos en diversos sectores de
alta tecnología. La mayoría de las universidades estadounidenses, incluida en la que
trabajo, han generado ingresos anuales de millones de dólares por las regalías de las
patentes. Con la importante ayuda del capital privado, han desempeñado un papel vital en
la introducción comercial de tecnologías que fueron concebidas y llevadas a la práctica
como prototipos en las comunidades universitarias.
Sin embargo quisiera hacer énfasis en la manera en que la universidades estadounidenses
han llegado a convertirse en instituciones económicas. Dicha capacidad está lejos de
agotarse gracias al desarrollo de prototipos, el diseño de patentes y la creación de nuevas
empresas de alta tecnología. Aún más importante ha sido su probada capacidad para crear
nuevas disciplinas como la ingeniería química, microelectrónica y la computación,
mediante el establecimiento de centros de investigación y la difusión de los nuevos
conocimientos generados en ellos, a través de la rápida elaboración de programas de estudio
y enseñanza. No puede sobrestimarse la importancia de este hecho, pues no se circunscribe
a campos con aplicaciones industriales obvias, como los que mencioné anteriormente, sino
que también se aplica por igual a la investigación -y enseñanza- en las disciplinas de las
ciencias básicas.
De hecho, a pesar de que ha pasado inadvertida, una transición de esta magnitud ya tuvo
lugar en las universidades estadounidenses durante los últimos años. Si examinamos la
composición de un presupuesto de investigación y desarrollo aprobado para todas las
universidades estadounidenses, notaremos que está compuesto en su mayoría por ciencias
de la vida como la medicina, biología y agricultura. La importancia económica de las
ciencias de la vida ha crecido de forma dramática debido a la revolución científica de la
biología molecular en los años cincuenta y por el posterior descubrimiento del ADN
recombinante a comienzos de los setenta, que han allanado el camino al surgimiento de un
nuevo sector industrial: la biotecnología. En 1993, la ciencias físicas “tradicionales”
(física, química y astronomía) absorbían el 10,7% del presupuesto total destinado a la
investigación y al desarrollo de las universidades estadounidenses, comparado con el 54,4%
registrado por las ciencias de la vida. En realidad, las ciencias médicas por separado
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 33
actualmente reciben poco más de un cuarto del presupuesto, es decir, 26,5%; cifra que se
traduce en más del doble de la cantidad dirigida a las ciencias físicas. El aumento del
número de profesores que laboran en las escuelas de medicina en Estados Unidos es un
índice que revela la evolución de la medicina académica. Estas cifras aumentaron de
11.224 en 1960 a 81.482 en 1992. El presupuesto total de investigación y desarrollo para la
ingeniería también fue bastante mayor al de las ciencias físicas, es decir, fue de 15,8%
(National Science Board, Science and Engineering Indicators, 1996, p. A172). La cantidad
de profesores de la escuela de medicina fue extraída de J.K. Inglehart, Journal of Medicine
de Nueva Inglaterra, 1994).
El actual dominio de las ciencias de la vida en las universidades estadounidenses revela la
expectativa de recibir elevadas remuneraciones y amplias recompensas sociales al realizar
investigaciones en ese campo; igualmente, refleja la voluntad del gobierno federal de
invertir en un campo -investigación científica ligada a la salud- que actualmente cuenta con
un gran apoyo por parte del público. A pesar de que no se dispone de las cifras
comparables de los presupuestos universitarios de otras universidades de los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), una muestra de los
datos de seis países de la OCDE -incluido Estados Unidos- sobre “Inversiones Nacionales
en Investigación Académica y Relacionada” del año 1987 resulta bastante ilustrativa. Para
ese año, las ciencias de la vida componían el 49% de las inversiones estadounidenses para
la investigación académica y relacionada. El segundo presupuesto más elevado, en
términos porcentuales, correspondía a la República Federal de Alemania con 36,7%,
seguido por Francia 34,7%, Japón 33,7%, los Países Bajos 32,7% y el Reino Unido 30,9%.
Para las ciencias físicas, Estados Unidos era el segundo país de abajo hacia arriba, con un
capital comprometido de 15,6%. Entre tanto, el promedio del resto de los países se ubicaba
en 22,2%.
Mi lectura de estas cifras es que el sistema universitario estadounidense, una vez más, ha
respondido ante el surgimiento de un nuevo conjunto de oportunidades económicas. En su
mayoría, estas oportunidades han sido producto de un conjunto de descubrimientos
fundamentales de la biología molecular. De este modo, las universidades estadounidenses
han actuado con mayor velocidad ante el potencial económico contenido en dichos
descubrimientos que el resto de las universidades de los otros países de la OCDE. Por
supuesto que la inyección de capital fresco al sistema universitario –mayormente por parte
de los institutos nacionales de salud- ha facilitado esta respuesta. Asimismo, este proceso
hubiese sido mucho más lento de no ser por este aporte. Con todo, sigue siendo asombrosa
la velocidad con la que las universidades han reasignado los recursos académicos y han
expandido el compromiso a nuevos campos de investigación, tan pronto se hacen tangibles
el potencial económico y los beneficios sociales de las nuevas disciplinas. Desde el punto
de vista económico, la inversión de Estados Unidos por concepto de investigación y
desarrollo en las ciencias de la vida, durante 1987, sobrepasó (en 45%) la suma total de los
otros cinco países.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 34
Parte V
He sugerido en diversas oportunidades que un factor clave para las universidades
estadounidenses ha sido su alto grado de respuesta ante las oportunidades económicas.
Considero que la combinación de respuesta y alta calidad de enseñanza e investigación se
puede atribuir a ciertos elementos del sistema y a los incentivos que han emanado de ellos.
En aras de la brevedad, haré una sinopsis a grandes rasgos de la situación en Estados
Unidos y Europa.
El mero tamaño del sistema de educación superior en Estados Unidos constituye de por sí
un objeto de gran importancia. Su gran tamaño, en contraste con el de cualquier país
europeo, es relevante, pues posibilita la existencia de altos niveles de especialización y
diversidad. Por su relevancia en la actualidad, incluso podríamos citar el título de capítulo
tres del libro uno de la Riqueza de las Naciones de Adam Smith: “La magnitud del mercado
limita la división del trabajo”. El mercado de la educación superior en Estados Unidos
durante el siglo veinte ha sido tan extenso, no sólo por el volumen de población del país,
sino porque Estados Unidos ha aceptado un mayor porcentaje de personas con diferentes
edades que en el caso de Europa. Esta diferencia ha disminuido durante los últimos tres
años, pero ha acarreado altos costos. La flexibilización de las universidades europeas –tan
de moda por estos días-, que ha ocasionado un virtual desbordamiento de estudiantes de
otros países, ha traído consigo un grave deterioro de la calidad de la educación superior en
varios países de Europa. Actualmente, en Francia, todo estudiante que haya aprobado los
exámenes necesarios para culminar sus estudios de secundaria puede ser admitido en las
universidades. Si bien no deseamos discutir en torno a un ideal tan igualitario, la ausencia
de criterios de selección en el proceso de admisión obviamente es incompatible con el
mantenimiento de altos niveles académicos.
El sistema universitario estadounidense, dado su gran tamaño, ha sido capaz de canalizar a
los estudiantes hacia una gran cantidad de instituciones que operan de acuerdo con los
diversos niveles académicos y ofrecen diferentes tipos de educación dirigidos a alcanzar
metas distintas. Existen aproximadamente 3.500 instituciones universitarias, a pesar de que
muchas de ellas no pasarían un escrutinio casual. En el curso de la historia se han
observado orígenes seculares y religiosos; asimismo, desde la aprobación de la Ley de
Morril en 1982, se ha abierto al menos una universidad pública por estado –que
inicialmente hacía énfasis en la enseñanza de la agricultura-. Al tiempo que las
universidades públicas han crecido incesantemente, también se han fundado pequeñas
universidades privadas y selectivas que mantienen altos niveles académicos, por ejemplo:
Swarthmore, Amherst, Haveford, Oberlin y Reed. Una pequeña cantidad de universidades
que conforman una elite han asumido la rutina de captar el mayor número posible de
estudiantes talentosos, mientras que una gran cantidad de universidades han tomado como
práctica común la captación de los estudiantes menos talentosos, menos preparados o
menos ambiciosos. El estado de California posee un programa explícito de tres etapas.
Cualquiera que haya finalizado la secundaria y tenga su título correspondiente, o algún
equivalente, puede insertarse en este sistema, que incluye una amplia red de universidades
comunales donde los estudios duran dos años; sólo los más aptos, empero, serán admitidos
en Berkeley o la UCLA.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 35
Parte VI
El alto nivel de competitividad de las universidades estadounidenses es, en mi opinión, en
gran parte una consecuencia de dos elementos que están estrechamente ligados: por una
parte, estas instituciones funcionan en el marco de un sistema descentralizado y por otra,
son altamente competitivas entre sí a diversos niveles. En realidad, en un contexto
comparativo a escala internacional debemos decir que esa competitividad es un rasgo
distintivo de las universidades estadounidenses. Las universidades estadounidenses
compiten entre sí para atraer a los mejores estudiantes. Una cierta cantidad de las
universidades más conocidas actualmente están ofreciendo apoyo financiero a los nuevos
estudiantes para poder fomentar su capacidad académica. Las universidades compiten por
el apoyo financiero que proviene de diversas fuentes, desde particulares, hasta sus
estudiantes, pasando por el gobierno, la industria privada y las fundaciones. En la
actualidad, la mayoría de las grandes universidades tienen departamentos de recaudación de
fondos, que normalmente reciben el nombre eufemístico de “departamentos de desarrollo”.
Algunas campañas de recaudación de fondos han recabado hasta mil millones de dólares,
por ejemplo, la de la universidad de Stanford.
Como hemos visto, las universidades compiten valiéndose de la introducción pionera de
cursos de instrucción en áreas en las que surge un nuevo nicho de demanda –bien sea la
electricidad o computación-. Las escuelas de comercio actualmente compiten por ofrecer
cursos de comercio electrónico –un área que apenas se está conformando-. Varias de las
escuelas de comercio más prestigiosas se han sumado a esta competencia. Quien lea los
anuncios publicados en el semanario londinense Economist puede hacerle seguimiento a la
competencia por los programas ejecutivos de adiestramiento que, dicho sea de paso, han
resultado ser bastante lucrativos. El 29 de julio de 1998, la universidad de Stanford anunció
que ofrecería una maestría de energía eléctrica a través de un medio totalmente nuevo: la
Internet. En consecuencia, esta medida posibilitará que los estudiantes obtengan su título
sin siquiera haber pisado el recinto universitario de Stanford.
Las universidades estadounidenses compiten intensamente para atraer a los profesores más
creativos, o al menos aquellos que se hagan notar más. El instrumento financiero es el más
obvio en esta competencia, a pesar de que las ofertas de altos salarios se complementan con
una carga menor de horas académicas, diversos tipos de apoyo financiero para realizar
investigaciones como: instalaciones adecuadas, laboratorios, equipos especiales o el
compromiso de emplear un número adicional de profesores en algunas ramas específicas de
investigación. Las universidades estadounidenses, especialmente las privadas, son
considerablemente flexibles a la hora de calcular los salarios de los profesores; así, los
diferenciales entre los salarios de los profesores son mucho mayores que los de las
universidades europeas.
Los profesores estadounidenses compiten entre sí más intensamente que los profesores de
las universidades europeas. El cuerpo docente de las universidades que efectúan
investigaciones, al igual que las universidades, compite por los mejores estudiantes, cuya
ubicación luego de que se gradúan usualmente es evaluada cuidadosamente por los decanos.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 36
Sus universidades –sin mencionar los comités que seleccionan los posibles ganadores del
premio Nobel- ofrecen significativas recompensas a los profesores que ganan competencias
intelectuales, que normalmente tienen el estatus “el ganador se lo lleva todo”. Si desea leer
un recuento franco y cautivador sobre los trasbastidores del descubrimiento trascendental de
la biología molecular, consulte el libro de James Watson, llamado TheDouble Helix.
Los profesores jóvenes de las grandes universidades están comprometidos en lo que
frecuentemente se convierte en una competencia agotadora contra sus compañeros. Luego
de que un profesor que recién ha obtenido su Doctorado en Filosofía comienza a
desempeñar su labor académica confrontará un período de prueba no menor de seis años
antes de que se tome una decisión definitiva. La ratificación en el cargo se basa en un
escrutinio riguroso de la productividad en términos de investigación y del reconocimiento
de sus compañeros. Igualmente, debe ser evidente de que no sólo se trata del inicio de una
brillante trayectoria en el campo de la investigación, sino que las capacidades de ese
individuo continuarán desarrollándose en el futuro. Se desestima los artículos que no
aparezcan en las publicaciones especializadas y de consulta para los colegas; en ocasiones,
incluso se les ignora. Cabe destacar, que luego de recibir el cargo de profesor, los aumentos
de salarios anuales dependen de la productividad investigativa que muestre el profesor de
manera sostenida.
Lo anterior se desprende de lo que denominamos el rasgo distintivo de la vida académica
estadounidense, es decir, la competencia por el apoyo a la investigación. En algunas
disciplinas, el acceso a equipos muy costosos –acelerador lineal o radiotelescopio-
constituye una condición sine qua non para realizar investigaciones. Pero, de manera más
general, durante la mitad del siglo pasado, la empresa de la investigación universitaria fue
moldeada principalmente por los presupuestos de investigación de las agencias federales y
sus prioridades especiales de investigación: el Departamento de Defensa, Departamento de
Energía, la NASA, Institutos Nacionales de Salud, etc. La Fundación Nacional de la
Ciencia estadounidense es la única agencia federal de gran envergadura sin un compromiso
específico para una misión y su presupuesto sólo es una fracción menor de los dineros
federales destinados a la investigación. Las ayudas del NSF se otorgan sobre la base de un
riguroso proceso de revisión de las distintas investigaciones. Lo mismo se aplica para el
presupuesto del INS, pues las ayudas se dirigen a las áreas prioritarias de investigación de
los distintos institutos que lo conforman.
Parte VII
Finalmente, hablaré brevemente sobre el escenario europeo. Es probable que una manera
útil de contrastar la competitividad de la universidad estadounidense con la de las europeas
sea decir que el “sistema” estadounidense no es, en realidad ,un sistema, a pesar de que,
como verán, no me ha sido posible evitar el uso de este término a lo largo de mi exposición.
Para comenzar, en Europa continental hay muy pocas universidades privadas. La gran
mayoría de las universidades son instituciones públicas, es decir, no dependen del pago de
matrículas estudiantiles. Por tanto, poseen menores incentivos para responder a las
cambiantes metas y prioridades de la población definida como estudiantes potenciales. Una
consideración crucial es que existe menor competencia por los fondos para la investigación,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 37
lo que en contrapartida es un poderoso mecanismo de promoción en Estados Unidos.
Gracias a un acuerdo común, las universidades europeas reciben subsidios institucionales
en bloque para actividades docentes y de investigación; estos subsidios se diferencian
escasamente de un grupo docente a otro e incluso entre posibles participantes a futuro en las
actividades de investigación.
En diversos países europeos no es raro que un instituto centralizado capaz de tomar
decisiones como el ministerio de Educación establezca los salarios de los profesores
universitarios e imponga un alto nivel de uniformidad a nivel nacional para esa estructura
salarial. Los incentivos financieros son factores débiles en lo que al comportamiento del
profesorado se refiere. La ratificación en el cargo, entre tanto, se obtiene la mayoría de las
veces directamente después de empezar a desempeñar la docencia. Los profesores que
piensen que sus posibilidades de recibir un ascenso son escasas tampoco reciben incentivos
financieros substanciales para iniciar proyectos de investigación. De manera similar, para
quienes alcanzan el estatus de profesores los incentivos financieros van escaseando cada
vez más. Las “competencias académicas”, donde las hay, tienden a acabar con un grupo de
profesores , cuando a algunos de ellos se les reconoce, en efecto, por haber delimitado
exitosamente un territorio intelectual que puede proclamar suyo. Al mismo tiempo, el
estatus profesoral trae consigo prospectos atractivos para realizar labores de consultoría
bien remuneradas, lo que a su vez debilita los incentivos docentes y de investigación.
Además, a pesar de que no resulta difícil encontrar evidencia de competitividad en las
universidades europeas, ésta está menos arraigada y más circunscrita que en Estados
Unidos. En diversos países europeos, los profesores son servidores públicos y, por ende,
sus salarios están estructurados según las normas del sistema de seguridad social, en el que
la antigüedad desempeña un papel fundamental. En lo que respecta a los salarios no existen
grandes perspectivas de competencia entre las universidades europeas. La mobilidad
académica es necesariamente baja, al igual que las posibilidades de pedir un permiso
temporal para emprender proyectos individuales con miras a comercializar nuevas ideas o
productos. Los ministerios del Gobierno –en Alemania de los Länder- toman decisiones
rutinarias no sólo en lo referente a presupuestos, sino también sobre nombramientos,
ascensos y requisitos para la obtención de un título.
Desde mi punto de vista, una diferencia fundamental entre Estados Unidos y Europa es que
una menor parte de la investigación en Europa es realizada por las universidades, lo que
trae como consecuencia que los científicos más distinguidos tengan menos contacto con los
estudiantes avanzados para quienes ellos podrían ser excelentes profesores y modelos
espléndidos. En Alemania, una gran parte de los mejores científicos se ha concentrado en
la sociedad Max Planck que, desde el punto de vista histórico, se ha mantenido bastante
separada de las universidades, a pesar de que en años recientes ha participado un poco más
en la educación de posgrado. En Francia, dos grandes instituciones públicas, CNRS
(Centro Nacional de Investigación Científica) y INSERM (Instituto Nacional de Salud e
Investigación Médica) controlan el cúmulo de fondos de investigación, algunos de los
cuales van a las universidades; sin embargo, la mayoría se gasta dentro de estos institutos.
Además, la investigación a escala mundial se realiza en institutos especializados como el
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 38
Instituto Pasteur. Las universidades francesas también poseen la limitación adicional de
que gran parte de los estudiantes más talentosos no asiste a las universidades, sino a las
instituciones elitescas de educación, las “grandes ecoles” , que hasta hace poco y con
escasas excepciones ofrecían un adiestramiento deficiente en ciencias -la Ecole Normale
Superieure es una de las pocas, pero distinguidas excepciones-.
En conclusión, en tanto que resulta apropiado pensar que las universidades deben ser
instituciones económicas destinadas a desempeñar papeles de creciente importancia en la
economía del conocimiento del próximo siglo, las universidades europeas poseen
considerables desventajas en la actualidad. He argüido que hacen uso insuficiente de los
incentivos financieros, que otorgan a las universidades la posibilidad de desempeñar un
papel dominante en la generación de conocimientos nuevos y útiles. También considero
que su falla para sacar provecho de la complementareidad natural entre la docencia y la
investigación será un factor de desventaja en el futuro, cuando el desempeño económico
dependa cada vez más de la explotación de los conocimientos recién adquiridos. De hecho,
creo que esto ya ha sucedido. El opaco desempeño europeo en las industrias de alta
tecnología durante las últimas décadas se debe en parte al fracaso de las universidades a la
hora de educar a los estudiantes de manera que puedan moverse fácilmente dentro de las
actuales condiciones de investigación, en los campos de la ciencia y tecnología. Dicho de
otro modo, en tanto el profesorado del nivel de posgrado no esté al tanto de las fronteras
investigativas de sus disciplinas, las tasas de rendimiento sociales y privadas de la inversión
en capital humano seguirán siendo bajas. Esta es una base precaria para competir en una
economía del conocimiento.
Traducción: Maribel Cedeño Rojas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 39
Trabajo y sociedad del conocimiento. Las transformaciones sociales de este siglo
2
Peter F. Drucker, Profesor de Ciencias Sociales y Gerencia
de la Escuela de Estudios para Graduados en Claremont
Introducción
Ningún otro siglo en la historia de la humanidad ha presenciado transformaciones sociales
tan radicales y rápidas como el siglo veinte, que está por concluir. Durante las primeras
décadas de este siglo hasta la Primera Guerra Mundial, la estructura social en la totalidad de
los países desarrollados, aún en los más industrializados como el Reino Unido o Bélgica,
prácticamente continuaba siendo tal como había sido desde que los primeros seres humanos
se convirtieron en agricultores y pobladores de las tierras hace casi cinco mil años.
Inclusive en el Reino Unido y Bélgica, los agricultores seguían siendo el único grupo de
grandes proporciones dentro de la población en la mayoría de los países desarrollados, por
ejemplo, en Estados Unidos. De igual manera, los agricultores estaban a punto de
convertirse en una mayoría absoluta. El grupo que le seguía en proporción al de estos
trabajadores –que de hecho era el más antiguo en los países civilizados- era el de los
sirvientes residentes. El otro grupo, tan numerosos como el de los sirvientes era el
conformado por los pequeños comerciantes, sus aprendices y empleados. La cantidad de
obreros de la industria, minería, servicios de transporte -que desempeñaron un papel
fundamental en el desarrollo alcanzado durante el siglo diecinueve- aumentó rápidamente
entre 1870 y 1914. Sin embargo, en 1914, todavía eran una minoría, pues constituían un
sexto de la fuerza laboral de un país. Estos trabajadores laboraban exclusivamente para una
organización (a pesar de que ese término no existía como ahora, pues su origen data de la
época de la posguerra). El resto de las personas, es decir, cuatro quintos del total de la
fuerza laboral, trabajaba para su beneficio propio y por su cuenta; también había casos en
los que trabajaban para un patrón o patrona. De hecho, muy pocas personas –si acaso-
hablaban de un empleador. Actualmente, apenas el tres por ciento de los trabajadores se
dedica a la agricultura en los países desarrollados como Estados Unidos. Los sirvientes
residentes se han extinguido. El número de pequeños comerciantes y artesanos
independientes ha crecido durante este siglo. Empero, este crecimiento resulta mínimo si lo
comparamos con el de la población o el de la fuerza laboral. En el presente, los agricultores
y sus empleados son –proporcionalmente- menos de la mitad de los que eran hace ochenta
años.
La cantidad de obreros aumentó fenomenalmente durante la primera mitad de este siglo, al
punto que -a mediados de los años cincuenta- los trabajadores que manufacturaban y
desplazaban objetos en fábricas, minas y servicios de transporte conformaban una mayoría
2 El 4 de mayo de 1994, Peter F. Drucker, Profesor de Ciencias Sociales y Gerencia de la Escuela de Estudios
para Graduados en Claremont, dicto la Conferencia Edwin L. Godkin en la Escuela de Asuntos
Gubernamentales John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 40
real de la población económicamente activa del Reino Unido, Alemania Occidental, Japón
y aproximadamente dos quintos de la fuerza laboral estadounidense. Durante los últimos
cuarenta años, el número de obreros ha disminuido con la misma velocidad, primero como
una proporción del total, y desde comienzos de los ochenta, aún tomando en cuenta las
cifras absolutas. En la actualidad, la cantidad de agricultores en Estados Unidos roza los
niveles en los que se encontraba antes de la Primera Guerra. Asimismo, a finales de este
siglo, este número se contraerá a un octavo. No obstante, la producción industrial en el
orbe está creciendo con una rapidez sin precedentes en tiempos de paz, particularmente en
Estados Unidos.
Estos hechos sin precedentes están afectando de manera profunda la estructura social, la
comunidad, el gobierno, la economía y la política. Algo que es aún más impactante y que
carece de toda experiencia previa es el surgimiento de un grupo que está reemplazando
rápidamente los grupos históricamente tradicionales y los de la sociedad industrial; este
grupo se está convirtiendo en el centro de gravedad de la población trabajadora; este grupo,
de manera incidental, está convirtiéndose velozmente en un grupo de grandes proporciones
–a pesar de que no es una mayoría-, en la fuerza laboral y la población de la sociedad
posindustrial de todos los países desarrollados. Este grupo no es otro, sino el conformado
por los trabajadores del conocimiento.
La emergente sociedad del conocimiento
Aun cuando los trabajadores del conocimiento representan una minoría dentro la fuerza
laboral, ya le han impreso a la emergente sociedad del conocimiento su carácter, liderazgo,
desafíos centrales y perfil social. Puede que estos trabajadores no sean la clase dirigente de
la sociedad del conocimiento, pero ya se han convertido en su fuerza viva. En sus
características, posiciones sociales, valores y expectativas difieren fundamentalmente de
cualquier otro grupo en la historia que haya fungido de guía y poseído al mismo tiempo una
posición dominante.
En primer lugar, los trabajadores del conocimiento obtienen acceso a empleos, beneficios
laborales y sociales gracias a la educación formal. Una gran cantidad de trabajo del
conocimiento requiere aptitudes manuales, pues deben efectuarse un elevado número de
actividades con las manos. Un ejemplo extremo es el del neurocirujano; el desempeño de
este especialista depende de la educación formal y del conocimiento teórico. Empero, una
persona que carezca de aptitudes manuales no estará calificada para trabajar como
neurocirujano. De igual modo, la mera aptitud manual, sin importar cuán avanzada sea, no
le permitirá a nadie ser neurocirujano. La educación formal que se requiere para el trabajo
del conocimiento es la educación que sólo puede adquirirse al pasar por el sistema formal
de educación, lo cual implica que no puede adquirirse por ensayo y error.
El trabajo del conocimiento diferirá enormemente según la cantidad y tipo de
conocimientos formales requeridos. Algunos tendrán bajos requerimientos, otros
necesitarán el conocimiento que posee el neurocirujano. Aún el conocimiento en sí mismo
es bastante primitivo, es un conocimiento que sólo puede obtenerse a través de la educación
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 41
formal. La organización de archivos, por ejemplo, es una labor que exige conocimientos
especializados avanzados. Sin embargo, este trabajo se basa en el conocimiento del
alfabeto o en el caso de Japón en el conocimiento de las ideografías chinas, que puede
obtenerse exclusivamente gracias al aprendizaje sistemático, es decir, en el sistema
educativo formal.
La primera implicación de lo anterior es que la educación se convertirá en el centro de la
sociedad del conocimiento y la instrucción en su pieza clave. Entonces, ¿cuál es el cóctel
de conocimientos necesario para todos los individuos? ¿Qué se entiende por calidad del
aprendizaje y la enseñanza? Estas preguntas se convertirán imperativamente en la
preocupación principal de la sociedad del conocimiento y de los sectores políticos. De
hecho, no resulta demasiado fantasioso vaticinar que la adquisición y distribución del
conocimiento formal ocupará el lugar en la política de la sociedad del conocimiento que
han ocupado la adquisición y distribución de la propiedad y el ingreso, durante los dos o
tres siglos que se han denominado la Era del Capitalismo.
Paradójicamente, este cambio no implica necesariamente que la educación como la
conocemos adquirirá una mayor importancia, dado que resulta evidente que en la sociedad
del conocimiento se adquirirán conocimientos cada vez más avanzados una vez terminada
la escolaridad. También resulta probable que lo anterior se observe en los procesos
educativos que no tienen lugar en la escuela tradicional, por ejemplo: la capacitación
sistemática y continua ofrecida en los puestos de trabajo. De igual manera, cabe poca duda
de que el rendimiento de las escuelas y los valores básicos de las escuelas se convertirán
progresivamente en una preocupación de toda la sociedad, en lugar de ser considerados
asuntos netamente profesionales y exclusivos de los educadores.
Asimismo, podemos predecir que existe una amplia posibilidad de que redefinamos el
concepto de “persona educada”. Tradicionalmente y en especial durante los dos últimos
siglos –al menos en occidente y Japón- se ha dicho que una persona educada es aquella que
comparte un cúmulo común de conocimientos formales que los alemanes denominaron
Allgemeine Bildung (Formación General) y que los ingleses –seguidos por los
estadounidenses del siglo diecinueve- llamaron las artes liberales. En el futuro, una persona
educada será quien aprenda a aprender y continúe aprendiendo a lo largo de su vida, bien
sea dentro o fuera del sistema formal de educación.
No obstante, este enfoque contiene peligros potenciales. Las sociedades pueden convertirse
fácilmente en sociedades en las que el énfasis se centre en los diplomas formales y no en el
rendimiento. Pueden degenerar en sociedades estériles, de mandarines confusianos y éste
es un peligro al que la universidad estadounidense, en particular, es especialmente
susceptible. Por otra parte, las sociedades pueden sobrevalorar el conocimiento práctico de
aplicación inmediata y desestimar la importancia de los principios esenciales y la sabiduría.
La sociedad, en la que dominan los trabajadores del conocimiento, se ve amenazada por un
nuevo conflicto de clases: el conflicto entre la gran minoría de los trabajadores del
conocimiento y la mayoría de las personas que se gana la vida de manera tradicional, bien
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 42
sea realizando trabajos manuales, calificados o no, o prestando servicios, adecuados o
inadecuados. La productividad del trabajo del conocimiento –que aún es abismalmente
baja- se convertirá en el desafío económico de la sociedad del conocimiento. De ella
dependerá la posición competitiva de cada país, industria e institución en el marco de la
sociedad. Simultáneamente, la productividad de los trabajadores que ofrezcan servicios no
ligados al conocimiento se convertirá cada vez más en el desafío social de ésta sociedad.
De ello dependerá que los trabajadores del conocimiento ofrezcan ingresos adecuados a los
trabajadores no ligados al mismo. Con ello, se respetará la dignidad de estos trabajadores y
se les garantizará un cierto estatus.
Es la primera vez en la historia que una sociedad enfrenta estos
cambios
Las oportunidades que ofrece la sociedad del conocimiento son tan nuevas como el
concepto mismo de una sociedad de esta naturaleza. Por primera vez en la historia, en la
sociedad del conocimiento todos tendrán la oportunidad de ser líderes.
Asimismo, la adquisición de conocimientos no dependerá de la obtención de una educación
prescrita a una edad determinada. El aprendizaje se convertirá en una herramienta a la
disposición del individuo a cualquier edad, dado que las destrezas necesarias y los
conocimientos podrán adquirirse por medio de las nuevas tecnologías para el aprendizaje.
Cabe señalar que el rendimiento de un individuo, organización, industria o país en lo
referido a la adquisición y aplicación del conocimiento se convertirá cada vez más en un
factor competitivo de vital importancia para incrementar las oportunidades laborales y
salariales. Entonces, la productividad será la que garantice no sólo la supervivencia de una
organización o industria, sino de los países. La sociedad del conocimiento será mucho más
competitiva que cualquier otra sociedad que hayamos conocido, por la sencilla razón de que
si el conocimiento está al alcance de todos no hay excusas para la improductividad. No
habrá países pobres, sino únicamente ignorantes.
Lo mismo sucederá con las empresas, industrias y organizaciones de todo tipo; también con
los individuos. De hecho, las sociedades desarrolladas ya son increíblemente más
competitivas para los individuos que las sociedades de comienzos de siglo; ni hablar de las
sociedades de los siglos dieciocho y diecinueve. La mayoría de las personas no tenía la
oportunidad de mejorar su estatus social; la mayoría aprendía el oficio de sus padres y
proseguía la tradición familiar.
He hablado sobre el conocimiento, pero la palabra adecuada para referirse a este concepto
es conocimientos. Pues el conocimiento de la sociedad del conocimiento es totalmente
diferente a lo que se dio a llamar conocimiento en otras sociedades. De hecho, es distinto a
lo que se denominó conocimiento a escala mundial. El conocimiento de la Allgemeine
Bildung alemana y de las artes liberales anglosajonas tiene poca relación con el trabajo que
se realiza durante la vida. Se centra en la persona y su crecimiento y no en la aplicación del
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 43
conocimiento. Por tanto, estos métodos de formación han probado que no poseen utilidad
alguna. En la sociedad del conocimiento, el conocimiento será básicamente aplicable.
Por definición, el conocimiento aplicable es altamente especializado; fue por ello que hace
alrededor de 2500 años, el Sócrates platónico se negó a aceptarlo como conocimiento y lo
consideró mera techne, es decir, destreza.
Ciertos trabajos del conocimiento exigen una cantidad bastante limitada de conocimientos.
Por ejemplo, el trabajo de algunos técnicos paramédicos, de rayos X, de laboratorio clínico
o pulmonares. Otros trabajos del conocimiento exigen un conocimiento teórico más
avanzado; por ejemplo, el trabajo del conocimiento requerido en los negocios, bien sea en
investigación de mercados, planificación de productos, diseño de sistemas de
manufacturación, publicidad y promoción, o compra. En algunas áreas, el cúmulo de
conocimientos es bastante amplio, como en neurocirugía y en una gran cantidad de áreas
relacionadas con la gerencia; por ejemplo, gerencia de un gran hospital, de una universidad
o de una multinacional.
Sin importar cuán amplia sea la base de conocimientos en un área, el conocimiento
aplicable siempre es especializado. Siempre es específico, y por tanto no es aplicable a otra
cosa. Nada de lo que sabe un técnico de rayos X es aplicable a la investigación de
mercados, por citar un ejemplo, ni a la enseñanza de historia medieval.
Por tal motivo, la fuerza laboral fundamental en la sociedad del conocimiento estará
conformada por un personal altamente especializado. Es por ello que resulta errado hablar
de generalistas. En realidad, dentro de esa palabra se quiere englobar a aquellas personas
que han aprendido cómo adquirir especialidades adicionales; en particular, a adquirir
conocimientos especializados de una manera rápida y así pasar de un trabajo a otro sin
contratiempos. Por ejemplo, pueden pasar de la investigación de mercados a la gerencia
general, o de ser enfermeras (os) en un hospital a la administración hospitalaria. Sin
embargo, los generalistas, en el sentido en el que solíamos hablar de ellos, se están
convirtiendo en aficionados en lugar de personas instruidas.
Esta tendencia también es nueva. En el pasado, los trabajadores solían ser generalistas,
pues hacían cualquier cosa en las granjas, el hogar o las tiendas de artesanía. Lo mismo se
aplicaba al trabajador industrial; la industria manufacturera únicamente se expandió y
adquirió preponderancia cuando eliminó la especialización del trabajo. Esto sucedió
cuando convirtió a los artesanos calificados de la era preindustrial en trabajadores
semicalificados u operadores de máquinas no calificados, durante los siglos diecinueve y
veinte.
Empero, los trabajadores del conocimiento, que posean conocimientos primitivos o
avanzados, escasos o abundantes, serán especializados por definición. El conocimiento
aplicable es efectivo sólo si es especializado. De hecho, su efectividad depende
proporcionalmente de su grado de especialización –a mayor especialización, mayor
efectividad-. Lo anterior vale para los técnicos, por ejemplo, alguien que le hace
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 44
mantenimiento a una computadora, máquina de rayos X o al motor de un avión de
combate3. De igual modo, se aplica a trabajos que requieren conocimientos más avanzados:
desde la investigación genética, hasta la astrofísica, pasando por el estreno de una ópera.
Como lo mencioné anteriormente, el vuelco del conocimiento a los conocimientos ofrece
oportunidades sin precedentes para el individuo, pues le posibilita abrirse camino como
trabajador del conocimiento. Asimismo, presenta una gran cantidad de nuevos problemas y
desafíos. Por primera vez en la historia, exige que las personas con conocimiento asuman
la responsabilidad de hacerse entender por las personas que no poseen la misma base de
conocimientos. Exige que las personas aprendan lo más pronto posible cómo añadir
conocimiento especializado de otras áreas y disciplinas a su trabajo.
Lo anteriormente expresado posee una importancia particular, ya que la innovación en
cualquier área del conocimiento tiende a originarse fuera de sí misma. En la actualidad,
esto es aplicable a productos y procesos en los que, en contraposición al siglo diecinueve y
comienzos del veinte, las innovaciones tienden a surgir fuera de la industria o de los
procesos. Lo mismo ocurre en el conocimiento científico o la escolaridad. Los nuevos
enfoques para el estudio de la historia –por ejemplo- han surgido de la economía, psicología
y arqueología; es decir, de disciplinas que los historiadores jamás consideraron relevantes
para su campo de estudio y a las que se habían expuesto en contadas ocasiones.
Cómo trabaja el conocimiento
El hecho de que el conocimiento en la sociedad del conocimiento debe ser altamente
especializado para ser productivo trae consigo dos nuevos requerimientos: 1) que los
trabajadores del conocimiento trabajen en equipo; 2) que los trabajadores del conocimiento
tengan acceso a una organización, lo que en muchos casos implica que los trabajadores del
conocimiento deben ser empleados de una organización.
En la actualidad, se debate mucho en torno a los equipos y al trabajo en equipo. La mayoría
de los comentarios se basa en la creencia errada de que jamás hemos trabajado en equipo.
En realidad, las personas siempre han trabajado en equipo, pues han sido muy pocos los que
han tenido éxito trabajando por su cuenta. El granjero debía tener una esposa y la esposa
del granjero debía tener un esposo; los dos trabajaban en equipo. Los dos trabajaban en
equipo con sus empleados, es decir, con la mano de obra contratada. El artesano también
debía tener una esposa, con quien trabajaba en equipo; es decir, él se encargaba del trabajo
manual y ella de atender a los clientes y el negocio. Los dos trabajaban con los aprendices y
los empleados.
3 Ver The five pillars of TQM: How to make Total Quality Management work for you, de Bill Creech, ex
Comandante General del Comando Táctico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (Nueva York, Truman
Talley Books, E. P. Dutton, 1994), que recuenta de manera brillante la conversión de una organización basada
en el trabajo especializado , es decir, el comando táctico de la fuerza aérea estadounidense, en una
organización basada en el conocimiento.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 45
La discusión actual también asume que únicamente existe un tipo de equipo, cuando en
realidad hay unos cuantos4. No obstante, hasta ahora el énfasis se ha centrado en el
trabajador independiente y no en el equipo. Dado que el trabajo del conocimiento es el más
efectivo y especializado que existe, la atención se dirigirá hacia los equipos que son las
unidades de trabajo imperantes, y no hacia el individuo.
El equipo al que me he referido es el que denomino el jazz combo, pero éste es sólo un tipo
de equipo. Es, en realidad, el tipo de equipo más complicado y el que requiere una mayor
cantidad de tiempo para llegar a ser productivo.
Tendremos que aprender a emplear diferentes tipos de equipos para propósitos distintos.
Tendremos que aprender a entender los equipos y esto es algo a lo que se le ha prestado
escasa atención hasta los momentos. La comprensión de lo que implican los equipos, su
desempeño, fortalezas, limitaciones y los intercambios entre equipos adquirirá una
importancia capital en el desempeño de las personas.
El trabajador del conocimiento individual también deberá aprender algo que prácticamente
nadie ha aprendido en el presente: cómo cambiar de un equipo a otro; cómo integrarse a un
equipo; qué esperar de un equipo; e, igualmente, qué aportar a un equipo.
La capacidad de diagnosticar qué tipo de equipo se requiere para alcanzar una efectividad
total en un trabajo del conocimiento específico; luego, organizar este equipo e integrarse en
él se convertirán en requisitos para garantizar la efectividad de una persona como trabajador
del conocimiento. Hasta los momentos, esto no se enseña ni se aprende en ninguna parte
(exceptuando algunos laboratorios de investigación). De momento, muy pocos ejecutivos
de cualquier tipo de organización apenas se dan cuenta de que es su trabajo decidir qué tipo
de equipo se requiere para una labor específica, cómo organizarlo y hacerlo efectivo. Nos
encontramos en las etapas iniciales del trabajo en equipo; apenas se esbozan sus
características, especificaciones, desempeño y valoración.
De igual importancia es la segunda consecuencia que se deriva del hecho de que los
trabajadores del conocimiento deben ser –sin excepción- especialistas: se ven obligados a
trabajar en organizaciones. Únicamente una organización puede asegurar la continuidad
básica requerida por los trabajadores del conocimiento para que su labor sea efectiva. Sólo
una organización puede transformar el conocimiento especializado del trabajador del
conocimiento en rendimiento.
El conocimiento especializado en sí mismo no es productivo. El cirujano no es efectivo, a
menos que haya un diagnóstico, que para nada tiene que ver con las labores del cirujano y
no se encuentra dentro de su competencia. Los investigadores de mercados, por sí mismos,
sólo producen datos. Para convertir estos datos en información, más aún, para hacerlos
efectivos en la praxis, se requiere especialistas de mercadeo, comerciantes, productores y
prestadores de servicios. Si el historiador únicamente se dedica a la investigación y
redacción de trabajos puede ser muy efectivo trabajando en solitario. Con todo, si desea
4 Drucker, Peter F., Post Capitalist Society (Nueva York: Harper Collins, 1993) pp. 85-90.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 46
diseñar un modelo de educación para sus estudiantes, será necesario que recurra a muchos
otros especialistas, bien sean de literatura, matemática u otras áreas de historia. Es por ello
que el especialista debe tener acceso a las organizaciones.
Este acceso puede tener lugar como consultor o proveedor de servicios especializados. Para
la gran mayoría de los trabajadores del conocimiento el acceso se producirá como
empleados de una organización; tiempo completo o medio tiempo, en una oficina
gubernamental, un hospital, una universidad, una empresa, un sindicato o en cientos de
otras organizaciones. En la sociedad del conocimiento, el individuo no es el que rinde; el
individuo se convierte en un núcleo de costo y no en una unidad de rendimiento. La
organización será la que lleve la batuta en lo que a rendimiento se refiere. El médico puede
poseer vastos conocimientos. Empero, es impotente sin el conocimiento aportado por otras
disciplinas científicas; por ejemplo: física, química, genética, etc. El médico no puede
trabajar sin los resultados de los exámenes producidos por el grupo encargado de elaborar
los diagnósticos, que operan las máquinas de rayos X o ultrasonido, interpretan las muestras
de sangre, realizan electroencefalogramas, etc. El hospital es el único recurso del médico,
pues suministra todos los servicios a los pacientes en condiciones críticas y ofrece
rehabilitación física y psíquica, sin la cual sería imposible hablar de una recuperación total.
Para ofrecer cada uno de estos servicios, bien sea de electrocardiograma, análisis de las
muestras de sangre, resonancias magnéticas o ejercicios de terapia física, los médicos
necesitan tener acceso a la organización hospitalaria; es decir, a una empresa bien
estructurada, organizada para operar perpetuamente.
La sociedad del empleado
La sociedad del conocimiento es la sociedad del empleado. La sociedad tradicional o la
sociedad previa al surgimiento de la empresa manufacturera y de los operarios
manufactureros no era una sociedad de personas independientes. La sociedad de pequeños
granjeros independientes de Thomas Jefferson, en la que cada uno era dueño de su propia
granja familiar y en la que los granjeros trabajaban únicamente con la ayuda de su esposa e
hijos, nunca llegó a ser más que una fantasía. Muchas personas a lo largo de la historia
fueron dependientes sin trabajar para una organización. Trabajaban para un amo, como
esclavos, sirvientes o mano de obra contratada en una granja; como rutineros y aprendices
en las tiendas de los artesanos; como asistentes de tienda y vendedores para un mercader;
como sirvientes domésticos, libres o no, etc. Trabajaban para un patrono; incluso, cuando
emergió el trabajo de los operarios manufactureros aún se trabajaba para patronos.
En la maravillosa novela de Charles Dickens: Hardtimes (Tiempos Difíciles), publicada en
1854, se narra el amargo conflicto laboral en un telar; allí, los trabajadores producían para
el dueño y no para la fábrica. No fue sino hasta finales del siglo diecinueve que el dueño le
cedió el lugar de empleador a la fábrica. Únicamente en el siglo veinte, la corporación y no
la fábrica se convirtió en empleador. Sólo en este siglo, el patrono fue reemplazado por la
figura del jefe, quien en el noventa y nueve por ciento de las veces es un empleado, que a su
vez tiene un jefe.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 47
Los trabajadores del conocimiento serán empleados con jefe y jefes con empleados al
mismo tiempo. Las organizaciones no eran conocidas para las ciencias sociales del ayer y
tampoco lo son, en gran medida, para las ciencias sociales de hoy día. El gran sociólogo
alemán Ferdinand Toennies (1855-1936) clasificó en su libro de 1888, Gemeinschaft und
Gesellschaft (Comunidad y Sociedad), las formas conocidas de organizaciones humanas
como comunidades –que son orgánicas y una cuestión del destino- o sociedades –que son
estructuras bajo el control social-. Jamás habló sobre la organización. Ningún otro
sociólogo del siglo diecinueve o veinte se pronunció al respecto. Sin embargo, la
organización no es comunidad ni sociedad, a pesar de que comparte algunas características
de ambas. No se trata de una cuestión del destino. La membresía en una organización
siempre se elige libremente. Uno se une a una compañía o agencia gubernamental o al
personal de una universidad por voluntad propia; no se está predestinado. Siempre existe la
posibilidad de marcharse o sencillamente emigrar de las comunidades tradicionales.
Tampoco es la sociedad, en especial, porque no engloba la totalidad de sus miembros. El
director de investigación de mercados de una empresa también es miembro de media
docena de otras organizaciones. Puede pertenecer a una iglesia, club de tenis o puede
invertir –en especial, si es estadounidense- cinco horas a la semana como voluntario de una
organización local sin fines de lucro; por ejemplo, como líder de una tropa de scouts. Las
organizaciones, en otras palabras, no son colectivos reales. Son herramientas, es decir,
medios para alcanzar un fin.
Ha habido organizaciones en el pasado. La organización militar profesional surgió como
tal después del siglo diecisiete. Jamás fue sociedad ni comunidad. La universidad moderna
era una organización, tal como emergió después de la fundación de la universidad de Berlín
en 1809.
Los profesores universitarios se unían libremente y siempre tenían la posibilidad de
marcharse. Lo mismo podía decirse del servicio civil que surgió durante el siglo dieciocho,
primero en Francia, luego en el resto del continente europeo y finalmente, a las postrimerías
del siglo diecinueve, en Gran Bretaña y Meijín (Japón). Sin embargo, no fue sino hasta
1933 o la Segunda Guerra Mundial que surgió en Estados Unidos. No obstante, estas
primeras organizaciones todavía son vistas como excepciones. La primera organización en
un sentido moderno, la que se vio como algo prototípico y no excepcional fue de seguro la
empresa de negocios moderna como emergió luego de 1870; ésta es la razón por la cual
hasta hoy la mayoría de las personas asocia la gerencia, es decir, un órgano específico de las
organizaciones, con la administración de empresas.
Con el surgimiento de la sociedad del conocimiento, la sociedad se ha convertido en una
sociedad de organizaciones. La mayoría de nosotros trabaja en y para una organización y
dependemos de nuestra efectividad y del acceso a una organización, bien sea como
empleados o proveedores de servicios, como abogados –por ejemplo- o transportistas.
Cada vez más, estos servicios que apoyan la labor de las empresas se agrupan en
organizaciones. La primera empresa jurídica se conformó en Estados Unidos hace poco
más de un siglo; hasta ese momento los abogados ejercían su profesión individualmente.
En Europa, no hubo bufetes de abogados hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente, el ejercicio de las leyes se realiza cada vez más por medio de sociedades de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 48
gran envergadura. Esto también es válido en Estados Unidos, particularmente, en el
ejercicio de la medicina. La sociedad del conocimiento es una sociedad de organizaciones
en la que casi todas las labores se realizan en y gracias a una organización.
Qué es un empleado
La mayoría de los trabajadores del conocimiento serán empleados gran parte o durante la
totalidad de su vida profesional. El significado de este término difiere de la que ha sido su
manera de concebirlo, no sólo en inglés, sino en alemán, español y japonés –por citar
algunos ejemplos-.
Desde una perspectiva individual, los trabajadores del conocimiento dependen de su
empleo. Reciben un sueldo o salario. Los contratan y pueden despedirlos. Desde el punto
de vista legal, cada uno es un empleado, pero en colectivo, todos son capitalistas. Con sus
fondos de pensiones y otros ahorros (por ejemplo: en Estados Unidos con los fondos
mutuales), los empleados poseen los medios de producción. En la economía tradicional y
no únicamente en la economía marxista existe una marcada distinción entre los fondos
salariales, que se destinan en su totalidad al consumo, y los fondos de capital. Gran parte
de la teoría social de la sociedad industrial se basa, de alguna manera, en la relación entre
los dos, bien sea que se encuentren en conflicto, en cooperación necesaria y beneficiosa o
en equilibrio. En la sociedad del conocimiento, estos dos tipos de fondos se fusionan. El
fondo de pensiones es un salario diferido y, como tal, un fondo salarial. También, es cada
vez con mayor frecuencia, la principal fuente de capital, si no la única, para este tipo de
sociedad.
De igual importancia o tal vez más importante aún es que en la sociedad del conocimiento
los empleados, es decir, los trabajadores del conocimiento, poseen las herramientas de
producción. El gran aporte de Marx consistió en la concienciación de que el trabajador de
las fábricas no posee las herramientas de producción y por tanto se aliena. Marx señalaba
que no existía manera de que el trabajador poseyera un motor de vapor y fuera capaz de
llevarlo consigo cuando cambiara de empleo. El capitalista debía poseer el motor de vapor
y controlarlo. Es así como la inversión real en la sociedad del conocimiento no se sitúa en
la maquinaria ni las herramientas, sino en el trabajador del conocimiento, ya que sin él las
máquinas resultan improductivas, sin importar cuán avanzadas y sofisticadas sean.
El investigador de mercados necesita una computadora. Sin embargo, ésta es la
computadora personal del investigador, que es una herramienta de trabajo económica que el
investigador pude llevar consigo dondequiera que vaya. El equipo de importancia capital
para efectuar la investigación de mercados es el conocimiento de los mercados, de las
estadísticas y de la aplicación de la investigación de mercados a estrategias de negocios;
éstas son informaciones que los investigadores cuidan celosamente y son una propiedad
exclusiva e inalienable. El cirujano necesita la sala de operaciones del hospital y todos los
equipos que en ella se encuentran, que son de vital importancia y extremadamente costosos.
Empero, la inversión real y capital del cirujano son los doce o quince años de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 49
adiestramiento y el conocimiento resultante que puede llevarse de un hospital a otro. Sin
ese conocimiento, las costosas salas de operaciones de los hospitales son prácticamente
inservibles.
Lo anterior se aplica en los casos en que el trabajador del conocimiento maneja
conocimientos avanzados como el cirujano o conocimientos bastante elementales como los
de un contador novato. En cualquiera de los casos, la inversión de conocimientos es la que
determina si el empleado es productivo o no, y no las herramientas, máquinas ni el capital
comprometido por la organización. El trabajador industrial necesitaba al capitalista mucho
de lo que el capitalista lo necesita a él. De hecho, esta es la base de la aserción de Marx de
que siempre habría una plusvalía o superávit de trabajadores industriales y un ejército
industrial de reserva que aseguraría que los sueldos no traspasaran el nivel que permitía la
subsistencia (posiblemente el error más atroz de Marx). En la sociedad del conocimiento,
la asunción más probable y ciertamente la presuposición según la que las organizaciones
deben orientar sus asuntos es que necesitan al trabajador del conocimiento mucho más de lo
que el trabajador del conocimiento las necesita a ellas. Las organizaciones tienen la tarea
de ofertar sus trabajos del conocimiento para obtener trabajadores del conocimiento en
cantidades suficientes y de altísima calidad. De momento, la relación que se manifiesta con
mayor frecuencia es la de interdependencia; de modo que el trabajador del conocimiento
debe saber lo que requiere la organización y viceversa, es decir, la organización debe saber
qué necesita y espera de ella el trabajador del conocimiento. Dado que su trabajo está
basado en el conocimiento, la organización del conocimiento no se rige del todo según el
esquema de superiores y subordinados.
El prototipo perfecto es el de una orquesta sinfónica: el primer violín debe ser el más
importante. Con todo, el primer violinista no es el superior del arpista, sino su colega. La
parte que le toca al arpista no le fue asignada por el director de la orquesta ni por el primer
violinista5.
Durante la Edad Media se produjeron innumerables debates en torno a la jerarquía de los
conocimientos, en los que la filosofía exigía ser tomada como la reina de los mismos. No
obstante, hace mucho que se abandonó esa disputa fútil. No existen conocimientos
superiores ni inferiores. Cuando un paciente se queja porque tiene una uña del pie encajada
lo que necesita es el conocimiento de un quiropedista y no el de un neurocirujano, a pesar
de que la figura del neurocirujano remite a muchos más años de adiestramiento; asimismo,
este profesional obtiene una mayor remuneración por sus servicios. En cambio, si un
ejecutivo es enviado a un país extranjero, lo que requiere –y con gran rapidez- es la
adquisición de fluidez en el idioma que se hable en ese país, algo a lo que todas las
personas originarias de ese lugar han tenido acceso desde su segundo año de vida, sin gran
inversión de tiempo ni esfuerzo. El conocimiento de la sociedad del conocimiento,
5 Llegado este punto, ver nuevamente el libro del General Bill Creech que se citó con anterioridad, pues en él
se observa de manera clara cómo una organización militar como el Comando Táctico de la Fuerza Aérea se
convierte en una organización colegial y en una organización del conocimiento, a pesar de los rangos militares
y del protocolo. El coronel que comanda una unidad de mantenimiento es colega del sargento que realiza el
trabajo de mantenimiento. Él es responsable del trabajo del sargento, pero no es su superior.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 50
precisamente porque es conocimiento aplicable, depende de la situación y no de su
contenido como conocimiento. En otras palabras, el conocimiento en una situación, por
ejemplo: el conocimiento del coreano para un ejecutivo estadounidense enviado a Seúl, es
mera información, no muy relevante por demás, cuando años después éste mismo ejecutivo
tiene que diseñar la estrategia de mercado de su empresa para Corea. Esto también es
nuevo: los conocimientos siempre se vieron como estrellas fijas, por decirlo así, cada una
ocupaba su propio lugar en el universo del conocimiento. En la sociedad del conocimiento,
los conocimientos son herramientas y, como tales, dependen de su importancia y posición
en la labor que desempeñen.
Permítaseme asomar una conclusión: dado que la sociedad del conocimiento debe ser
necesariamente una sociedad de organizaciones, la gerencia es su órgano central y
distintivo. Cuando comenzamos a hablar de gerencia, este término se refería a la gerencia
de negocios a gran escala. Sin embargo, durante esta última mitad del siglo hemos
descubierto que la gerencia es un órgano distintivo de la totalidad de las organizaciones.
Todas ellas requieren órganos gerenciales, ya sea que los utilicen o no. Todos los gerentes
desempeñan las mismas labores sin importar a qué se dedique la organización para la que
trabajan. Todos tienen que hacer confluir a personas que poseen conocimientos distintos
para que trabajen conjuntamente. Todos tienen que sacar provecho de las fortalezas
humanas y hacer que las debilidades sean irrelevantes.
Todos tienen que considerar lo que rinde buenos resultados en la empresa y todos tiene que
definir sus objetivos. Todos son responsables por el diseño de lo que yo denomino: la
teoría de los negocios, es decir, las premisas sobre las que la organización basa su
desempeño y acciones, e igualmente, las hipótesis a partir de las que las organizaciones
deciden lo que no deben hacer.
Todos ellos necesitan un órgano que elabore estrategias, es decir, los medios, a través de los
que las metas de la organización se transforman en rendimiento. Todos ellos deben definir
los valores de la organización, su sistema de resguardo y castigo, su espíritu y cultura. En
todas las organizaciones, los gerentes requieren conocimientos sobre gerencia como trabajo
y disciplina, amén del conocimiento y comprensión de la organización en sí misma, sus
propósitos, valores, ambiente y mercados y, finalmente, sus competencias centrales.
La gerencia es una práctica considerablemente antigua. El ejecutivo más exitoso de la
historia de seguro fue el egipcio que hace más de 4.000 años concibió por primera vez la
pirámide, la diseñó y construyó en tiempo récord, sin precedente alguno. A diferencia de
cualquier otro trabajo realizado por el hombre, la primera pirámide todavía está en pie. No
obstante, la gerencia como disciplina apenas tiene cincuenta años. Apenas se comenzó a
vislumbrar vagamente sus inicios en la época de la Primera Guerra Mundial y no surgió
sino hasta la Segunda Guerra; luego se estudió fundamentalmente en Estados Unidos.
Desde entonces, ha sido la nueva función de más rápido crecimiento y su estudio la ha
convertido en una de las nuevas disciplinas que se ha desarrollado a gran velocidad.
Ninguna función en la historia había surgido tan rápido como la gerencia. Asimismo, los
gerentes han hecho lo propio durante los últimos cincuenta o sesenta años. De seguro,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 51
ninguna otra disciplina ha alcanzado tantos logros en tan corto tiempo. La gerencia, en la
mayoría de las escuelas de negocios, todavía se enseña como un compendio de técnicas, por
ejemplo, elaboración de presupuestos o desarrollo de organizaciones. La gerencia, al igual
que cualquier otra disciplina posee sus herramientas y técnicas. Pero así como la esencia de
la medicina no se encuentra en los análisis de orina, la esencia de la gerencia no se
encuentra en las técnicas ni en los procedimientos. La esencia de la gerencia es hacer que
los conocimientos se vuelvan productivos. Dicho de otra manera, la gerencia es una labor
social y en su práctica, la gerencia es un arte liberal en todo el sentido de la expresión.
Conclusión
La cuestión social ensombreció la segunda mitad del siglo diecinueve y la primera mitad del
veinte. En el presente, todavía se dice que tiene que ver con el estatus y función de los
proletarios marxistas de la academia y los políticos, a pesar de que los proletarios del
pasado se convirtieron en burgueses hace mucho tiempo y carecen de protagonismo en la
actualidad. En realidad, existe un sinfín de problemas sociales y el surgimiento de los
trabajadores del conocimiento y de la sociedad del conocimiento traerá nuevos problemas y
desafíos sociales que tendremos que enfrentar en los próximos decenios. Empero, lo
importante en torno al surgimiento de la sociedad del conocimiento no es que traerá nuevos
problemas sociales. El punto central es que está creando oportunidades sociales sin
precedentes.
Traducción: Maribel Cedeño Rojas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 52
¿Situación crítica? El futuro de la universidad liberal en la era de la lucha
mundial por el conocimiento6
Claire Polster, Departamento de Sociología y Estudios
Sociológicos, Universidad de Regina, Canadá
Introducción
La universidad liberal7 es una institución considerablemente flexible. Durante su larga
historia, ha sobrevivido a los efectos de las dramáticas transformaciones sociales y los más
variados sistemas políticos –como los gobiernos totalitarios, por ejemplo- que han
amenazado con transformar radical o destruir totalmente esta institución. En años recientes,
la universidad ha debido enfrentar un nuevo desafío para sobrevivir: trabajar en pro de la
producción de conocimientos necesarios para las grandes corporaciones (Newson y
Buchbinder, 1988; Williams, 1992; Slaughter y Leslie, 1997; Currie y Newson, 1988). Si
bien es cierto que esta “agenda de adaptación a las corporaciones” ha tenido un impacto
significativo sobre la naturaleza de muchas universidades, también lo es que oponer
resistencia a esta agenda posee el potencial de frenar, o incluso, revertir esta tendencia.
Mientras los defensores de la universidad liberal celebran esta creciente resistencia, otra
amenaza bastante más peligrosa, pero menos advertida, atenta contra los cimientos de esta
institución: la elaboración y proliferación de regímenes de propiedad intelectual (RPI).
Dado el potencial de los RPI para influir negativamente en el futuro de la universidad,
resulta vital que se comience a explorar cómo funcionan y cómo arrostrarlos.
En opinión de diversos autores, la propiedad intelectual (PI) no constituía un tema de
interés en la mayoría de las universidades hasta hace aproximadamente 20 años. Esta
situación cambió debido a dos sucesos ligados, pero separados desde el punto de vista
analítico. Por una parte, la universidad se ha involucrado directamente en los asuntos
relacionados con la propiedad intelectual, como condición y resultado de su colaboración
con la industria8. Por otra, como todos los productores y usuarios de conocimientos, la
universidad se ha visto afectada por las reglamentaciones nacionales e internacionales de la
PI, que se han intensificado en los últimos tiempos. La tendencia, en las naciones
industrializadas, a establecer una economía basada en el conocimiento –producto, en parte,
de la preponderancia de nuevas industrias del conocimiento como la biotecnología y la
informática- ha conducido al desarrollo y ampliación de los RPI dentro de cada país. Un
mayor intercambio comercial de “bienes del conocimiento” y la creciente preocupación por
la piratería también han llevado a negociaciones internacionales y acuerdos sobre propiedad
6 Ponencia presentada en el décimo cuarto Congreso Mundial de Sociología, del 26 de julio al 1 de agosto,
1998, Montreal, Canadá. Cualquier comentario es bienvenido. Por favor envíelo a Claire Polster,
Departamento de Sociología y Estudios Sociológicos, Universidad de Regina, Saskatchewan, Canadá, S4S
0A2. 7 En el presente trabajo, el término universidad liberal se refiere a la institución que recibe apoyo público y
está encargada de la producción y transmisión de una amplia gama de conocimientos de interés público. 8 Kondro, 1997, ofrece una interesante visión sobre cómo la PI está comenzando a complicar algunas formas
de colaboración entre la universidad y la industria.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 53
intelectual. Ejemplo de lo anterior es el acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual
en el Ámbito Comercial de la Ronda de Uruguay del GATT, que diseñó y amplió los RPI.
Asimismo, las universidades no sólo se ven afectadas de forma general, sino también
específica por esta expansión de la reglamentación de los RPI. Por ejemplo, así como los
RPI contribuyen a la intensificación de la competencia internacional de las industrias del
conocimiento, los gobiernos están tratando de reforzar los sistemas nacionales de
innovación a través de la promoción de la comercialización del conocimiento generado en
las universidades (Warda y Zieminski, 1997). Esta estrategia, que surge como respuesta a
la intensificación de la adaptación de las universidades a las exigencias de las
corporaciones, ilustra uno de los diversos vínculos entre dos sucesos que a pesar de estar
separados guardan una relación y han incrementado la participación de las universidades en
lo que a PI se refiere.
A pesar de que resulta de gran importancia comprender el porqué la PI se ha convertido en
un tema de especial interés para las universidades, la presente investigación se ocupará
fundamentalmente de cómo el desarrollo y la ampliación de los RPI influyen sobre la
naturaleza y el futuro de la universidad liberal. Para poder alcanzar este objetivo, debe
abordarse dos temas prioritarios; es decir, la naturaleza de los Derechos de PI (DPI) y cómo
su desarrollo y ampliación está teniendo un impacto sobre la producción y transmisión de
conocimientos, particularmente en el sector privado. En esencia, el DPI consiste en un
mecanismo a través del que se le otorga legalmente a un individuo o corporación el control
único sobre un conocimiento específico, por un período de tiempo dado9. El individuo
puede sacar provecho de este derecho de diversas maneras: puede explotar el conocimiento
para sí mismo, licenciar su empleo ante terceros, vender este derecho a otro individuo, entre
otros. Para nuestros fines, lo más importante en cuanto a los DPI es que restringen el
acceso a determinados conocimientos, pues el común de los intelectuales no puede
manejarlos. Únicamente el portador del DPI está autorizado a emplear libremente los
conocimientos adquiridos. Esta restricción de los conocimientos al público que es posible
debido a los DPI se compara con la restricción de propiedad y uso de las tierras, aplicado en
Inglaterra durante el siglo 18, que era avalado por la Ley Adjunta (Rifkin, 1998; 38-44).
En el pasado, cuando el alcance de los DPI y los grados en los que eran solicitados y
otorgados eran limitados, la restricción de los conocimientos a los intelectuales comunes
prácticamente no representaba un inconveniente, desde el punto de vista de la producción y
transmisión de conocimientos a escala mundial. Sin embargo, al tiempo que aumenta el
alcance de los DPI y la consecuente privatización del conocimiento, se introduce una nueva
dinámica en el proceso de producción de conocimientos que está generando lo que he
denominado “la lucha mundial por el conocimiento”. Mientras se aleja una mayor cantidad
de conocimientos del alcance de los investigadores, se coarta la capacidad de estos
generadores de conocimientos para realizar su trabajo de manera relativamente libre. Visto
de este modo, el acceso al conocimiento –que es la condición previa para su trabajo- se
convierte en una creciente preocupación. Para poder hacer frente a esta situación, una
9 Nótese que existen diversas formas de protección de la PI y esta definición se aplica mejor en unos casos que
en otros. Para un útil resumen de las variadas formas de protección de la PI ver Posey y Dutfield, 1996,
capítulo 8.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 54
significativa cantidad de productores de conocimiento han reorientado su trabajo hacia el
aseguramiento –a través de DPI- de los conocimientos necesarios para mantener su
capacidad de generación de conocimientos. Dicho de otro modo, la obtención de acceso a
los medios de producción de conocimientos está suplantando –o convirtiéndose- en el fin de
la generación de conocimientos para un gran número de investigadores. Este cambio
dramático, en el que la protección del acceso a los conocimientos se convierte en la base del
proceso de producción de conocimientos, introduce una dinámica que intensifica aún más la
lucha mundial por el conocimiento: mientras un creciente número de generadores de
conocimientos siguen esta estrategia, otros se ven forzados a actuar de igual modo para
evitar un mayor menoscabo de su capacidad de generación de conocimientos.
Además de motivar a los productores de conocimientos a perseguir la obtención de
conocimientos –que constituye la condición previa para su trabajo-, la lucha mundial por el
conocimiento está transformando los procesos de producción de conocimientos de muchas
otras maneras. Por ejemplo, está alterando las razones de y para un creciente número de
actividades de colaboración entre los generadores de conocimientos10
. Igualmente, está
conduciendo a los productores de conocimientos a echar mano a una serie de estrategias
para inhibir la capacidad de terceros para privatizar los conocimientos. La producción de
una base de datos pública por Merck & Co., que reproducía la información contenida en
una base de datos privada producida por su competidor HGS, muestra claramente este tipo
de estrategias. Merck dio este paso para liberar a los investigadores que utilizaban la base
de datos de HGS de la obligación de otorgar a esta compañía datos preliminares sobre sus
hallazgos y posibles derechos de cualquier PI que pudiese surgir. Este último paso, antes de
ser revertido por Merck, aseguraba a HGS un logro en la lucha mundial por el
conocimiento. En segundo lugar, una estrategia que está ganando adeptos en todo el mundo
consiste en que los productores de conocimientos buscan patentes muy amplias, como la
patente de glóbulos humanos provenientes del cordón umbilical de recién nacidos que
pueden ser empleados con cualquier propósito terapéutico, generada por Biocyte (Rifkin,
1998: 61). Esta estrategia no sólo inhibe la capacidad relativa de terceros para privatizar el
conocimiento, sino que posee el beneficio adicional de haber generado un capital
significativo para el dueño de la patente; dichos dividendos, a su vez, podrían mejorar su
capacidad para privatizar el conocimiento11
. Una última consecuencia de la lucha mundial
por el conocimiento que valdría la pena mencionar es que ésta está intensificando el interés
de los generadores de conocimientos del sector privado en las instituciones públicas que
realizan la misma labor, particularmente las universidades12
. Este hecho añade elementos,
aunque no es totalmente responsable de ello, a la amenaza que actualmente se cierne sobre
10
Cada vez más, el acceso a la PI es la razón subyacente a un creciente número de actividades de colaboración
y una condición para participar en ellas. Entre otras cosas, esta situación posee el potencial de
institucionalizar la debilidad de las instituciones con escasos conocimientos sobre la PI (incluidas muchas
universidades) y promover la concentración de PI en manos de un menor número de instituciones (Gibbons y
colaboradores, 1994). 11
Para la fecha, esta práctica era más popular en algunas áreas del conocimiento, como la biotecnología, que
en otras. Sin embargo, un artículo sobre patentes amplias en el área de la cronobiología sugiere que esta
estrategia resulta bastante viable en una amplia gama de áreas (Nowack, 1994). 12
Esto ocurre por una serie de razones, incluido el hecho de que el trabajo académico es subsidiado por el
sector público y que los trabajos realizados en las universidades están al filo del desarrollo científico.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 55
la universidad liberal. Este es el objetivo central de análisis del presente trabajo y que
desarrollaremos a continuación.
El argumento principal que aquí se presenta es que el desarrollo y ampliación de los DPI
están menoscabando la capacidad autoreproductiva de la universidad liberal. Los DPI
logran lo anterior de dos maneras; por una parte, los DPI socavan la habilidad de la
universidad de satisfacer las necesidades de su comunidad intelectual –factor esencial para
su supervivencia-. Por otra parte, los DPI también impulsan una serie de dinámicas que
evitan que la universidad cumpla con su misión de servicio público. A la vez, este hecho
podría afectar el apoyo que el público otorga a la universidad –que igualmente constituye
un elemento crucial para su sobrevivencia-. A pesar de que estos dos elementos se
encuentran separados desde una perspectiva analítica, vale la pena mencionar que se
refuerzan mutuamente. En conjunto, producen un círculo vicioso en y a través del que se
pone en un riesgo severo el futuro de la universidad. Posteriormente examinaré
individualmente estos dos elementos o amenazas, así como su efecto acumulativo.
Finalmente, aportaré algunas sugerencias que nos permitan hacer frente a estas amenazas13
.
Regímenes de propiedad intelectual y las comunidades del
conocimiento
Las comunidades del conocimiento son el corazón de la universidad liberal. Por ser una
institución que cuenta con recursos relativamente limitados, la universidad depende de la
labor desempeñada por las comunidades del conocimiento. De igual manera, por ser una
institución pública, la universidad también posee la responsabilidad de satisfacer las
necesidades de sus comunidades intelectuales, lo que a la vez garantiza su capacidad de
producción de conocimientos. Si se restringe la capacidad de la universidad para satisfacer
las exigencias su comunidad intelectual, entonces se verá amenazada su capacidad
autoreproductiva. Considero que el desarrollo y la ampliación de los RPI son los causantes
de esta situación14
.
En cuanto a los productores de conocimientos, la rápida privatización del conocimiento por
medio de los DPI está reduciendo el acceso libre de los académicos al recurso primario que
requieren para desempeñar su labor. Dado el crónico otorgamiento insuficiente de fondos a
13
Nótese que las dinámicas analizadas en este trabajo no se desarrollan de la misma manera, ni siquiera
parecida, en todos los países, todas las universidades o departamentos académicos. En este trabajo no se
detallan todas las variaciones. En cambio, la meta consiste en explorar tendencias amplias y predecir cómo se
desarrollarán con el tiempo, para así poder mitigar sus efectos más negativos. Una vez dicho esto, no debe
subestimarse el grado en que estas dinámicas están desarrollándose aún en áreas inesperadas, como las
ciencias sociales y las humanidades. Además, mientras este trabajo se centra en la producción y transmisión
de los resultados de la investigación académica y no tanto en la labor de enseñanza de la universidad, debe
mencionarse que esta última también recibe un efecto negativo por el desarrollo y ampliación de los RPI.
Para un análisis astuto –e inquietante- sobre este tema, ver Noble, 1998a, 1998b. 14
Las maneras en las que los RPI afectan la capacidad de los académicos para beneficiarse de y ampliar las
comunidades intelectuales son complejas y multifacéticas. No se hará un análisis exhaustivo de este tema
posteriormente, sino que se identificarán algunas dinámicas que se han iniciado y que podrían acentuarse con
el tiempo.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 56
los programas de investigación de las universidades públicas de algunos países, cada vez
más los académicos son incapaces de pagar para obtener acceso a los conocimientos que
requieren e, incluso, se ven obligados a improvisar estrategias para continuar sus trabajos.
Cada día más se populariza entre los académicos un medio que permite obtener acceso a los
conocimientos privados necesarios; este es el caso del trueque de conocimientos privados
por los conocimientos generados “producto de” los conocimientos que han utilizado. Esta
estrategia fue empleada, por ejemplo, por los académicos que utilizaban la base de datos de
HGS a la que nos referimos previamente. Una segunda estrategia consiste en que los
académicos colaboran o se alían con grupos que disponen o poseen acceso a los
conocimientos que estos investigadores requieren para realizar sus trabajos. Una vez más,
los derechos de propiedad de cualquier conocimiento generado de dicha colaboración
generalmente deben ser cedidos a los propietarios de la PI original. Asimismo, los
académicos tienen la obligación de reorientar sus intereses de investigación para satisfacer
los de los propietarios de la PI. Una tercera estrategia es que los académicos intenten
comercializar los resultados de sus investigaciones particulares como una manera de
obtener fondos que les permitan respaldar económicamente sus trabajos presentes y futuros.
Esta estrategia ha recibido una amplia promoción por parte de los administradores de los
programas de investigación de las universidades y otros empleados como: los funcionarios
de transferencia de tecnología y desarrollo comercial, entre otros. Lo que vale la pena
resaltar con relación a estas estrategias es que así como posibilitan la conducción de las
investigaciones de los académicos a corto plazo, también separan los resultados de estas
investigaciones de las comunidades intelectuales que los generan. Dicho de otra manera,
estas estrategias, que fueron diseñadas para mitigar la privatización del conocimiento, han
intensificado el problema para el cual inicialmente surgieron como respuesta.
Las estrategias empleadas por estos académicos de orientación privada –que en adelante
denominaremos académicos privados15
- no contribuyen únicamente a la desaparición de las
comunidades intelectuales. Además, y tal vez más importante, estas prácticas perjudican la
capacidad de los académicos para involucrarse en la producción de conocimiento público y,
de este modo, disminuyen la velocidad de trabajo que permitiría cumplir los requerimientos
de las comunidades intelectuales. Los académicos privados poseen una menor capacidad
para realizar contribuciones informales a la producción de conocimientos públicos, pues sus
socios del sector privado normalmente los disuaden o previenen para que eviten compartir
detalle alguno sobre sus investigaciones con sus colegas16
. De igual modo, se ha coartado
la participación de estos académicos en modos más formales de producción de
conocimiento público. Existe una creciente evidencia anecdótica de académicos que eligen
no presentarse o evitan participar en conferencias científicas por miedo a divulgar
información valiosa. Incluso cuando asisten a estos foros, mucho de ello se niegan a
responder preguntas o tomar parte en discusiones que podrían comprometer ciertos
intereses comerciales (Loughlan, 1996: 349). Otras formas de comunicación entre estos
15
Este término no es del todo satisfactorio, pues estos académicos no sólo poseen una orientación privada,
sino que obtienen su sustento trabajando para el interés privado y público. Sin embargo, esto contrasta con el
término “académicos públicos”, que empleo para referirme a los académicos que no participan en la
privatización del conocimiento. 16
Para un análisis interesante sobre las implicaciones potenciales de estas restricciones, ver Scott, 1998.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 57
intelectuales también se ven afectadas de manera similar por la participación de los
académicos en la producción de conocimiento para el sector privado. Por una serie de
razones, los esfuerzos para asegurar los derechos de propiedad traen como consecuencia
que un notable número de académicos retrase la publicación de los resultados de su
investigación17
(Blumenthal y Causino, 1997). Otros comparten los resultados de sus
investigaciones, pero toman la precaución de reservarse detalles de gran importancia
durante ciertos períodos de tiempo (Nature, 1998). Todas las prácticas a las que nos hemos
referido poseen el potencial de disminuir el ritmo -y posiblemente reducir el alcance- de la
producción de conocimientos en el sector público. También podrían tener repercusiones
negativas adicionales, como: el menoscabo de la integridad del proceso de revisión de la
comunidad científica, un pilar fundamental sobre el que se apoya la producción de
conocimientos en el sector público (Loughlan, 1996: 349).
Los ejemplos citados anteriormente podrían conducir a la conclusión de que la capacidad de
contribución de los académicos que laboran para el sector privado en la producción de
conocimientos públicos se ve afectada exclusivamente de manera temporal, es decir, sólo
duraría mientras los académicos se comprometen en proyectos específicos o hasta que
aseguren los DPI. A pesar de que este es el caso frecuentemente, es posible que esta
tendencia se prolongue a largo plazo o, incluso, adquiera carácter permanente. Tal como lo
indican algunos casos recientes, la línea divisoria entre la PI de una compañía y la
experiencia práctica de los académicos es considerablemente delgada. Por lo tanto, los
académicos que, en trabajos sucesivos, hagan uso de las habilidades/conocimientos
adquiridos durante un proyecto comercial previo pueden ser víctimas de cargos por
violación de los DPI del propietario original de dichos derechos18
. El temor de ser víctima
de una demanda legal puede llevar a los académicos del sector privado a evitar intercambiar
información con terceros mucho tiempo después de haber finalizado su compromiso
comercial con las compañías. De hecho, este miedo puede traer como consecuencia que los
académicos eviten explotar a plenitud sus propios conocimientos y aptitudes, una vez más,
en detrimento de su contribución al tamaño y la calidad de la comunidad intelectual.
A pesar de ser indirecto, el impacto de la lucha mundial por el conocimiento sobre los
académicos que mantienen su compromiso con la producción de conocimientos en el sector
público no resulta de menor importancia. Este impacto también afecta de diversas maneras
su capacidad para satisfacer las necesidades de la comunidad intelectual, que resulta de
mayor importancia para ellos que para sus colegas del sector privado. Una de las
implicaciones más significativas de la lucha mundial por el conocimiento es que disminuye
el cúmulo de conocimientos que se encuentra al alcance de todos, y que son tan necesarios
para efectuar trabajos de investigación. Mientras, en teoría, los académicos están
17
Otra razón por la que los académicos retrasan la publicación de los resultados de sus investigaciones es el
temor de que les “roben” información valiosa, mediante el proceso de presentación a sus compañeros. Los
alegatos de que este tipo de “robos” han ocurrido están generando algunas batallas legales interesantes en
Estados Unidos (Marshall, 1996). 18
Este es el caso específico de los académicos que trabajan con/ para la competencia del propietario original
de la PI. (Ver Stone, 1994, para mayores detalles sobre esta práctica). Con todo, el riesgo también existe
cuando los académicos trabajan en el sector público, que es nuestra mayor preocupación. Para una interesante
visión de este aspecto, consultar Langford, 1991.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 58
dispuestos a remunerar el acceso al conocimiento privatizado que puedan requerir, los
cambios en el apoyo de las instituciones públicas a la investigación científica impiden que
algunos puedan hacerlo19
. Los nuevos esfuerzos para comercializar el conocimiento
(promovidos por funcionarios del gobierno y administradores de programas de
investigación en las universidades) agravan aún más esta situación. Lo anterior se debe a
que se puede desviar los fondos estatales o universitarios asignados a programas públicos
de investigación a actividades que reporten beneficios comerciales. Es evidente que, cuanto
menor sea el acceso al conocimiento necesario para realizar investigaciones, menor será la
cantidad de académicos públicos capaces de enriquecer los conocimientos preexistentes, de
forma cualitativa y cuantitativa. Con el tiempo, esta dinámica negativa también podría
intensificarse, ya que la velocidad con que se despoja de conocimientos al investigador
común supera la de reintegro.
La lucha mundial por el conocimiento limita el acceso de los académicos públicos a otros
recursos importantes, necesarios para cumplir con su trabajo. En tanto más académicos se
involucran en la producción de conocimiento privado, disminuye la cantidad de personas
que colaboran con los académicos públicos. Esta situación podría prolongarse temporal o
permanentemente. Al tiempo que se reduce el ritmo y alcance del progreso científico, esta
problemática podría acrecentar la duplicación y el desperdicio innecesario de recursos20
.
Un tercer recurso que se ve limitado por el desarrollo y ampliación de los RPI es el tiempo
de los académicos públicos. Los RPI añaden una serie de obligaciones nuevas que
consumen una gran cantidad de tiempo en la labor de los académicos públicos. Lo anterior
implica mantenerse informado sobre cuáles DPI están otorgándose a quién, para así evitar
violaciones; negociar acceso especial al conocimiento privado (a través de acuerdos para
uso experimental, por ejemplo); ingeniar métodos que permitan sortear los obstáculos
producto de los RPI. Especialmente en un momento en que se intensifica otros aspectos de
la labor académica (ver Polster y Newson, 1998), estas cargas adicionales restringen
severamente la capacidad de producción de conocimientos de los académicos públicos21
.
Los RPI limitan la contribución potencial de los académicos públicos a los conocimientos
de la comunidad intelectual, pues restringen el acceso a diversas informaciones que podrían
facilitar la labor de estos investigadores. Debido a que la producción de conocimientos se
19
Por ejemplo, a la vez que los presupuestos de los organismos que otorgan subvenciones en muchos países
están creciendo en una baja proporción o siendo recortados, el financiamiento dentro de estos organismos se
está transfiriendo de investigaciones con carácter netamente investigativo hacia investigaciones específicas y
realizadas en sociedad, que se dirigen a la producción de PI valiosa. Para un análisis detallado del caso
canadiense, ver Polster, 1994, capítulo 3. 20
Si un gran número de académicos investigan el mismo problema aisladamente pueden malgastar una
cantidad enorme de recursos. Este desperdicio podría ser particularmente agudo si los académicos que
trabajan con el sector privado completan su proyecto de investigación antes y privatizan los resultados de la
investigación, que los investigadores públicos habrían dejado al alcance de todos. 21
Mientras todos los académicos –en realidad, todos los productores de conocimientos- se ven afectados por
estas consideraciones, ellas resultan una carga especialmente pesada para los académicos públicos, en
contraste con los privados. Por ejemplo, dado que los primeros generalmente poseen menor acceso al
financiamiento, resulta menos probable que puedan contratar terceros para que se encarguen de esa parte del
trabajo. También poseen una menor capacidad para redirigir sus proyectos una vez que los han iniciado, si y
cuando deben sortear los gigantescos obstáculos puestos por los DPI.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 59
torna un tanto complicada, los académicos públicos carecen de los elementos que les
permitirían dar a conocer y establecer patrones de seguimiento de sus proyectos para así,
asegurar los fondos públicos requeridos para continuar los programas de investigación.
Como se mencionó con anterioridad, estos fondos disminuyen día a día. En este sentido, la
escasez de fondos para realizar investigaciones podría menoscabar la capacidad de los
académicos para generar conocimientos. También podría tener un impacto negativo sobre
la evaluación del desempeño de estos académicos. En estas evaluaciones, la obtención de
financiamiento y la posibilidad de publicar los resultados desempeñan un papel clave. En
caso que los investigadores muestren un bajo nivel de rendimiento en las evaluaciones, se
podrían ver afectadas las posibilidades de un ascenso e, incluso, sus puestos de trabajo se
podrían ver amenazados.
Además de amenazar a los académicos del sector público en términos absolutos, los RPI y
su impacto sobre la cultura universitaria podría colocar a los académicos públicos en un
posición de relativa desventaja, en lo referido a la obtención de incentivos institucionales
que faciliten su labor. En años recientes, la participación de los académicos en la
producción y comercialización de la PI no sólo se ha legitimado, sino que ha sido
promovida y altamente recompensada por líderes políticos y universitarios. Por ejemplo, en
un protocolo australiano sobre la evaluación del desempeño académico (cuya adopción fue
propuesta recientemente en al menos una universidad canadiense), la obtención de una
patente se situó como el segundo logro académico más importante (DesRosiers y
Asociados, 1998: Apéndice1). Esta creciente valoración de la nueva modalidad de
empresariado académico efectivamente trae consigo una segunda vía o sendero, a través del
que los académicos acumulan puntos de valor que conduzcan a recompensas académicas (la
primera vía consiste en la actividad tradicional de los intelectuales). Dado que, a diferencia
de los públicos que sólo trabajan en la primera vía, los académicos privados pueden trabajar
en ambas, disminuye la capacidad relativa de los académicos públicos para obtener
incentivos institucionales, así como su capacidad de satisfacer las necesidades de la
comunidad intelectual22
.
A pesar de que en el presente trabajo de investigación el énfasis recae sobre la manera cómo
los RPI afectan la labor de los académicos públicos, resulta conveniente señalar que estos
regímenes también introducen nuevas exigencias y prácticas en el trabajo de estos
intelectuales que pueden deteriorar su calidad. Un giro interesante en la lucha mundial por
el conocimiento es que ésta está conduciendo a un creciente número de productores de
conocimientos a la búsqueda de amplios DPI, no por sus propios intereses, sino como una
manera de mantener el conocimiento al alcance de todos. La propuesta realizada por los
Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos de ordenar secuencial y rápidamente
fragmentos de ADN de cientos de individuos con diferentes antecedentes raciales y
colocarlos en un depósito público es un buen ejemplo de este cambio. Mientras la
participación de estos productores de conocimientos en la lucha mundial por el
22
Vale la pena enfatizar que su capacidad para satisfacer las necesidades de la comunidad del conocimiento se
ve afectada no sólo debido a los costos de la “oportunidad perdida”, sino también porque sus cargas laborales
pueden aumentar para compensar las gratificaciones –como tiempo libre- que los académicos privados tienden
a recibir con mayor frecuencia.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 60
conocimiento es positiva en algunos sentidos23
, su carrera por la obtención de los derechos
de grandes cantidades de conocimientos, antes de que los intereses privados se adueñen de
ellos, puede comprometer la calidad del conocimiento que se genere. Tal como afirmó un
comentarista preocupado no sólo por el objetivo de los proyectos que mencionamos
previamente, sino por su metodología: “Todo es increíblemente rápido. ¿Por qué no
pueden disminuir la velocidad y trabajar en pro de la ciencia?” (citado en Marshall, 1997b).
Otra manera en la que los RPI están transformando las prácticas de los académicos se
discute en un fascinante artículo escrito por Mackenzie y colaboradores. Ellos sugieren que
muchos académicos públicos se están viendo y se verán obligados a modificar sus prácticas
de trabajo –particularmente su técnica de almacenamiento de datos-, de tal manera que sus
archivos sirvan como evidencia en una corte, bien sea para establecer derechos de
propiedad (como una estrategia para proteger la producción pública de conocimientos) o
protegerse a sí mismos contra cargos de violación (Mackenzie y colaboradores, 1990). La
adopción de estas nuevas técnicas de trabajo puede traer una serie de implicaciones
negativas para la producción pública de conocimientos: además de tentar a los productores
públicos de conocimientos a privatizar, para su beneficio personal, los resultados de sus
investigaciones (toda vez que se ha cubierto la mayor parte del insoslayable trabajo
preparatorio), también puede perjudicar la calidad de la investigación de estos académicos,
especialmente si estas nuevas prácticas parten significativamente de aquellas a las que están
acostumbrados.
Cada una de las dinámicas comentadas anteriormente ilustran cómo el desarrollo y
ampliación de los RPI menoscaban la capacidad de los académicos públicos para llenar las
expectativas de la comunidad intelectual a la que pertenecen. Vistas como un todo, estas
dinámicas no sólo empobrecen las comunidades intelectuales, sino que en realidad
amenazan su supervivencia. Esta es la razón por la que, mientras la producción de
conocimientos comienza a ser cada vez más difícil o poco satisfactoria para los académicos
públicos, ellos tenderán a seguir el camino de sus colegas que han optado por trabajar para
el sector privado. Amén de debilitar aún más la comunidad del conocimiento, la deserción
de los académicos públicos podría duplicar las penurias enfrentadas por los académicos que
se aferran a su condición de servidores del sector público. Dicha deserción aumentaría la
presión sobre estos académicos para que abandonen su orientación. Adicionalmente, se
iniciaría un círculo vicioso que pondría en riesgo el futuro de la comunidad intelectual.
La destrucción potencial de la comunidad intelectual amenaza seriamente el futuro de la
universidad liberal, pues el conocimiento público es el corazón de esta institución. Con
todo, la destrucción del sistema de conocimientos públicos no es el único riesgo introducido
por los RPI contra el futuro de las universidades. Otra problemática son las maneras en las
que los RPI impiden que los académicos cumplan con la misión de servicio público
encomendada a las universidades. Este último objetivo es la razón y el medio a través de
que obtienen el apoyo público, que es crucial para su mantenimiento.
23
Un defensor de este esfuerzo vaticinó que de no recibir apoyo público, gran parte de los datos se perderían
en colecciones privadas. La información sería, entonces, objeto de una enmarañada red de vínculos
restrictivos de PI que inhibiría a los investigadores de emplear estas poderosas herramientas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 61
Regímenes de Propiedad Intelectual y la Misión de Servicio Público de
las Universidades
La producción de conocimientos públicos es un medio de gran relevancia para la
supervivencia de las universidades. Empero, la universidad no está comprometida en la
producción de conocimientos públicos únicamente para autoreproducirse. Las naciones
apoyan las universidades para que sirvan al interés público en y a través de la producción y
transmisión de conocimientos. Frecuentemente se debate sobre el contenido específico de
la “misión de servicio público” de las universidades24
. Sin embargo, muchos estarán de
acuerdo con que esta misión se caracteriza al menos por dos principios fundamentales:
imparcialidad y sensibilidad. Los académicos sirven al público otorgándoles una fuente de
conocimientos y experiencia práctica que no responde a intereses particulares
“desinteresada”25
y en la que pueden basarse o confiar en diversas situaciones y para una
amplia gama de propósitos. Los académicos también sirven al interés público dando
respuesta a una multiplicidad de intereses sociales y necesidades26
, de diversas maneras.
La pregunta en torno a si los académicos alguna vez han cubierto las expectativas del
público aún constituye un tema que suscita los más encendidos debates27
. Mi objetivo en
este artículo no es resolver este debate, sino mencionar que al menos durante la posguerra,
los académicos si poseían la capacidad de cumplir su misión de servidores públicos. No
obstante, con el desarrollo y ampliación de los RPI, se ha menoscabado el potencial de los
académicos para responder, de diversas maneras, a un amplio espectro de necesidades
sociales e intereses, sin tomar en cuenta sus inclinaciones individuales. Con el tiempo, esta
situación reducirá el apoyo del público a la universidad liberal y socavará el futuro, al
tiempo que se produce la destrucción de la comunidad del conocimiento.
La participación de los académicos privados en la producción de PI restringe de diversas
maneras su capacidad de servicio al interés público. Primero, limita el grado en el que los
académicos privados y/o sus investigaciones pueden enriquecer la discusión y el debate
público. La participación de los académicos en la producción de conocimientos privados
normalmente limita –a corto y largo plazo- el acceso del público a los resultados de las
investigaciones realizadas en las universidades. También restringe el grado en que estos
académicos pueden compartir sus conocimientos con diversas personas en diferentes
24
Mayores detalles sobre la evolución de esta idea en Canadá (y dentro del gobierno canadiense) durante los
últimos cincuenta años los encontrará en Polster, 1994, capítulo 2. 25
Empleo este término para denotar que no se está atado a ningún interés particular que comprometa el
proceso, ni los resultados de la investigación. El término “abierto” ayuda a hacerse una idea del empleo de el
vocablo desinteresado en este contexto. 26
Con esto quiero decir que las necesidades y los intereses de una multiplicidad de grupos sociales y las
múltiples necesidades de todos los seres humanos son de carácter tangible (como la necesidad de una dieta
saludable) e intangible (como el entendimiento intercultural o el enriquecimiento estético). 27
Quienes arguyen que los académicos jamás han servido el interés público podrían encontrarse a la derecha o
izquierda del espectro ideológico. Mientras los primeros usualmente apuntan a la prodigalidad y
autoindulgencia de muchos de los objetivos de investigación, los segundos normalmente acusan a los
académicos de ser elitescos o no emplear su posición privilegiada para promover una mayor justicia social e
igualdad.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 62
contextos, es decir, sus estudiantes, audiencias en conferencias y medios de comunicación
social (impresos o audiovisuales). Esta restricción empobrece enormemente el debate
público (y sus diversos resultados como la aplicación de medidas). Igualmente, este
subempleo de gran parte del conocimiento generado en las universidades resulta
considerablemente nocivo para el interés público. El limitado acceso del público al
conocimiento de los empleados universitarios también resulta objetable, si tomamos en
consideración que gran parte del costo de sus investigaciones y parte de, si no todo, su
salario corren por cuenta del público.
Los RPI también pueden restringir la habilidad de los académicos comerciales para proteger
al público de ciertos daños. Por ejemplo, los académicos que trabajan con compañías
privadas se ven frecuentemente limitados por acuerdos de confidencialidad que los obligan
a coludir en la difusión de informaciones erradas. Tal fue el caso de una profesora de la
Universidad de California, a quien obligaron a ocultar que la compañía para la que
trabajaba estafaba al público con los precios de las drogas que producía28
. El retardo en la
publicación de los resultados (que normalmente ocurre mientras se procura la obtención de
los DPI) también impide que los académicos velen por el interés público. Como se señaló
anteriormente, esta modalidad puede disminuir el ritmo de los avances científicos y/o
conducir a la duplicación innecesaria y desperdicio de recursos, lo que representan una
carga financiera para el público. En algunos casos, los costos del retardo en la publicación
de los resultados de las investigaciones pueden ser mucho mayores, como por ejemplo,
cuando la retención de información sobre secuencias patógenas29
traen como consecuencia
la pérdida de vidas humanas (Marshall, 1997).
Finalmente, la participación de los académicos privados en la PI puede llevarlos, al igual
que los administradores universitarios, a obrar en detrimento del público en general, con o
sin intención. Sin saberlo, las universidades podrían afectar el interés público a través del
otorgamiento de licencias exclusivas a las creaciones de los académicos cuya utilidad social
resulta obvia una vez que se ha cerrado el trato. Tal fue el caso de la Universidad de
Standford. Esta institución emitió una licencia exclusiva para una máquina oligonucleótida
extremadamente importante. Este proceder puede tener una gran cantidad de consecuencias
negativas, incluso el aumento de los precios de los bienes de consumo (debido al
monopolio) y la disminución del potencial de desarrollo político y económico (Cohen,
1997). Asimismo, las universidades pueden ofrecer intencionalmente acuerdos favorables
para la obtención de licencias que beneficien a varias partes y comprometan el interés
público para satisfacer intereses institucionales, como la obtención de fondos y/o el cultivo
de valiosas alianzas corporativas. De acuerdo con Noble, esta malversación de los recursos
públicos y el abuso de la confianza del público no constituyen hechos aislados. Más bien,
él afirma que “la comercialización interna de la propiedad pública”, en la que las
28
La saga de la profesora de la Universidad de California Betty Dong y Boots Pharmaceutical se debate
ampliamente por quienes se preocupan por varios aspectos de la colaboración entre la universidad y la
industria. Ver Vogel, 1997, para detalles. 29
Los patógenos son agentes causantes de enfermedades. La información sobre los genomas patógenos (que
se adquiere a través del análisis de secuencias) permite a los investigadores comprender mejor y curar
diferentes tipos de enfermedades.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 63
universidades ofrecen acuerdos de otorgamiento de licencias favorables para algunas
compañías con las que han establecido un enclave dictatorial, se difunde agresivamente por
Estados Unidos y amenaza con extenderse a otros países, incluso Canadá, si es que ya no lo
ha hecho (Noble, 1993).
Vale la pena mencionar que su deseo de beneficiarse de la PI también puede conducir a los
administradores universitarios a comprometer los intereses de los académicos individuales
y otros miembros de la comunidad universitaria. Este fue el caso en el que, de acuerdo con
la corte de apelaciones del Estado, la Universidad de California empleó un método creativo
de contabilidad para privar a dos profesores de 2,3 millones de dólares de ingresos reales
(Selingo, 1997). Un ejemplo mucho más extremo es el caso Taborsky que trajo como
consecuencia el encarcelamiento, a petición de la universidad de Florida del Sur, de un
egresado que rehusó entregar a la universidad el DPI de un trabajo que podía realizar en
tiempo a convenir (Holewa, 1996). Al igual que a los particulares involucrados, estas
acciones afectan en gran medida al público en general. Es el público el que paga gran parte
del costo de las demandas legales que se introducen como parte y en respuesta a los
esfuerzos de los administradores, que tratan de sacar provecho de la PI de las universidades.
El público también se ve afectado, en tanto que estos episodios (al igual que los ejemplos
mencionados previamente) menoscaban la confianza que han depositado en las
universidades como una institución que no responde a intereses específicos, en la que
pueden confiar y de la que se pueden fiar.
Los RPI no sólo reducen la capacidad de los académicos para emplear el conocimiento que
producen para servir el interés público, sino que también limitan la capacidad y disposición
de los académicos privados a producir conocimientos que sirvan al interés público o
respondan a una gran cantidad de intereses sociales y necesidades, particularmente aquellas
de los grupos menos privilegiados. Como se señaló anteriormente, los académicos que
traban alianzas con la industria para acceder a su PI son obligados frecuentemente a ceñir
sus intereses investigativos a las necesidades e intereses de sus socios corporativos. Estos
esfuerzos académicos pueden apartarse de los proyectos de investigación o los resultados
que sirvan las necesidades de otros grupos sociales. Igualmente, una vez que han
colaborado con la industria, resulta poco probable que los académicos privados trabajen en
un futuro con o para otros grupos que tengan intereses opuestos. Entre otras, las razones
podrían ser que tienen miedo de perjudicar los intereses de la compañía (en la que pueden
tener intereses propios), perder oportunidades de volver a colaborar con la empresa o ser
demandados por revelar información patentada (aunque en realidad no lo hayan hecho).
Sus propios intereses comerciales también pueden reducir la sensibilidad de los académicos
públicos ante las necesidades públicas. De hecho, mientras mayor sea la ganancia potencial
al seguir líneas particulares de investigación, menos probable será que los académicos
privados cambien dichas líneas por otras de utilidad social o científica que se les presenten.
Para estar seguros de que su participación en la delineación de PI no es el único factor que
puede reducir su sensibilidad académica ante las necesidades públicas, se deben considerar
otros elementos, como los asociados con la construcción y el mantenimiento de una buena
reputación. Sin embargo, el potencial de amasar enormes fortunas personales, así como las
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 64
presiones provenientes de diversas esferas, incluso de los directores corporativos y
accionistas de las empresas, pueden tener un gran peso, pues no sólo conducen a los
académicos privados a abandonar las líneas de investigación con aplicaciones sociales o
científicas, sino que los obligan a fabricar resultados cuando los obtenidos no son los
esperados o deseados. No hace falta mencionar que estos casos de fraude y deshonestidad
académica, que parecen aumentar cada día, pueden causar una daño mayor al público en
general, pues en contrapartida socavan su confianza en y su apoyo a la universidad liberal.
La posibilidad de los académicos públicos de emplear sus conocimientos en favor del
interés público es mucho menos restringida que la de sus colegas que tienen una orientación
hacia el sector privado. Con todo, incluso los académicos públicos se ven limitados por el
desarrollo y la ampliación de los RPI. Por ejemplo, cuando se busca los derechos de una
patente para un conocimiento específico, como una manera de mantenerlo al alcance de
todos, los académicos públicos deben someter a votación su compromiso en diversos foros
a diferentes audiencias, si lo desean obtener a corto plazo. La capacidad de los académicos
públicos de emplear sus conocimientos se puede ver coartada en caso de litigios, como
cuando infringen o simplemente se les acusa de infringir los DPI de terceros. La creciente
participación de las universidades en los asuntos relacionados con la PI puede conducir
incluso a los académicos públicos a comprometer en ocasiones el interés público. Por
ejemplo, si sus investigaciones o conocimientos poseen el potencial de perjudicar el interés
financiero de su universidad o socios universitarios, los académicos públicos no deben
publicarlos, como una forma de proteger su institución y posiblemente su permanencia en
ella.
Finalmente, el desarrollo y ampliación de los RPI están limitando la capacidad de los
académicos públicos para generar conocimientos que respondan a una variada gama de
necesidades públicas. Como se explicó en la sección previa, el desarrollo y ampliación de
los RPI están inclinando la producción de conocimientos hacia productos tangibles y de
valor económico. Mientras la producción de conocimientos siga este rumbo, mayor será el
grado de dificultad para la producción de conocimiento alternativo30
. La producción de este
tipo de conocimiento resultaría más compleja, por una parte, debido a que las masas críticas
de investigación que se dedican a estas áreas se disolverían. Igualmente, los investigadores
que participan en la producción de este tipo de conocimiento tendrían que cambiar su
orientación. Tal es el caso, por ejemplo, de la biología fisiológica que se ha visto
severamente debilitada por el giro hacia la biología molecular, un cambio inducido, en gran
parte, por el significativo potencial comercial de esta rama de la biología.
30
Empleo el término “conocimiento alternativo” para referirme a los conocimientos que no poseen una
orientación primaria hacia la producción de bienes tangibles y de valor económico, incluida la PI. Más
frecuentemente, la producción de conocimiento alternativo puede distinguirse por su motivación (surge a raíz
de preocupaciones con valor más intrínseco que utilitario), su enfoque (tiende a surgir de enfoques
convencionales o establecidos), y/o su efecto (generalmente sirve a la crítica y no a la preservación del status
quo). Aunque no siempre es el caso, la producción de conocimiento alternativo tiende a responder a las
necesidades y/o servir los intereses de un amplio espectro de grupos sociales –particularmente, grupos menos
privilegiados.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 65
La producción de conocimiento alternativo también se dificulta debido a los cambios en la
naturaleza y dinámica de los fondos de investigación ligados a la PI. Como se mencionó
anteriormente, el apoyo público directo para la investigación académica se está desviando,
en muchos países, de programas que inicialmente tienen un propósito investigativo hacia
programas de investigación con orientación comercial. El apoyo indirecto para la
investigación básica de los académicos también está disminuyendo, pues las universidades
se dedican a invertir los escasos recursos disponibles en personal e instalaciones que les
permitan promover y cristalizar la comercialización de los programas de investigación.
Estos cambios reducen notablemente el cúmulo de recursos por los que deben competir los
productores de conocimiento alternativo y restringen su capacidad de respuesta a una
amplia gama de necesidades públicas a corto plazo. Además, dado que los cursos de
capacitación para egresados en diversos campos dependen de la habilidad de los profesores
para apoyar a sus estudiantes, la capacidad real de las universidades para responder a una
gran cantidad de necesidades sociales podría disminuir a largo plazo.
Los cambios en la cultura universitaria relacionados con la PI podrían limitar aún más el
grado en que los académicos públicos pueden responder a múltiples intereses y necesidades
sociales. Al tiempo que se acentúa la participación de los académicos en actividades
comerciales en comparación con otras actividades (como el apoyo a grupos comunitarios o
la producción de obras de arte), también disminuyen los incentivos y deseos de estos
académicos de comprometerse en la producción de conocimiento alternativo. De igual
manera, en tanto la participación de los académicos en actividades comerciales cobra mayor
importancia para las universidades, aumentan los riesgos asociados con algunas formas de
producción de conocimiento alternativo. Mientras algunos académicos evitan efectuar
investigaciones o publicar resultados que comprometan los intereses financieros de sus
colegas, universidades y/o aliados universitarios, parece ser que algunas universidades están
suprimiendo totalmente este tipo de investigaciones potencialmente perjudiciales. Esta
supresión se realiza de diversas maneras que van desde la eliminación del apoyo (o, incluso,
reprobación) a investigaciones “riesgosas”, hasta la no renovación de los contratos de los
académicos que generan este tipo de conocimientos31
. No puede medirse el efecto
desalentador de este tipo de acciones; empero, es bastante significativo, sobre todo para los
profesores que laboran medio tiempo.
Por último, vale la pena mencionar que el desarrollo y ampliación de los RPI no sólo coarta
la capacidad de los académicos públicos para responder –como individuos- a un amplio
espectro de necesidades sociales. De diferentes maneras, los RPI también limitan la
receptividad de la universidad –como institución- ante las necesidades e intereses de una
gran variedad de grupos sociales. Una consecuencia de la creciente participación de las
universidades en los asuntos concernientes a la PI ha sido el menoscabo de la democracia
institucional32
. Entre otras cosas, los DPI perjudican el proceso democrático a través de la
imposición y legitimación de la evasión de procedimientos preestablecidos, con el objeto de
aprovechar oportunidades fugaces y evitar la difusión de información patentada. La
31
Resulta obvio que es difícil encontrar evidencia incontrovertible que apoye estos argumentos. No obstante,
la cantidad de este tipo de alegatos está creciendo. Para encontrar un ejemplo, ver Strosnider, 1993. 32
Para un análisis más detallado sobre este proceso general, ver Newson, 1994.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 66
participación de las universidades en actividades comerciales también interrumpe el
proceso democrático, pues otorga a ciertos grupos e individuos (generalmente académicos y
otros empresarios) algunas ventajas y poderes adicionales (Newson, 1993). Toda vez que
se altera la transparencia y el equilibrio de las operaciones universitarias, disminuye la
capacidad de los individuos y grupos menos privilegiados para imponer sus necesidades.
Asimismo, disminuye la probabilidad de que se satisfaga dichas necesidades. Con el
tiempo, esta situación podría empeorar, si la dirección de las políticas particulares (como la
promoción del empresariado académico) introduce cambios institucionales (como el
desarrollo de mecanismos que vinculen la universidad con sectores corporativos, tales
como, las oficinas de transferencia tecnológica, oficinas de desarrollo comercial, entre
otros) que refuercen el desequilibrio en la apertura universitaria a diversas comunidades.
En la presente sección hemos observado parte de la manera cómo la participación de las
universidades en lo referido a la PI puede comprometer la imparcialidad y sensibilidad de
los académicos ante el público en general, aspectos clave de su misión como servidores
públicos. Esta es la razón por la que, mientras más académicos pierdan la sensibilidad ante
las necesidades del público en general y se menoscabe la confianza en la imparcialidad y
confiabilidad de los académicos, menguará el apoyo del público a la educación superior.
De igual forma, declinará el otorgamiento de fondos públicos, base de la subsistencia de la
mayoría de las universidades de los países industrializados33
. Las escasas protestas del
público contra los recortes de los fondos otorgados a la educación superior y el aumento de
las matrículas, en años recientes, podrían indicar que ya ha disminuido el apoyo del público
a la educación superior, al menos parcialmente, debido a los cambios que hemos descrito34
.
Cambio de Vía: Transformación Cualitativa de la Universidad Liberal
Las dos secciones anteriores se centraron en el análisis de cómo la lucha mundial
por el conocimiento está afectando la capacidad autoreproductiva de la universidad liberal.
Por una parte, inhibe la capacidad de servicio al público en general de la universidad, que
constituye el medio a través del que y la razón por la que la universidad recibe gran parte
del apoyo financiero. Mientras el impacto de los RPI sobre la relación de la universidad
con las comunidades del conocimiento y el interés público deben ser observados cada uno
por separado, en realidad estos dos aspectos están inextricablemente relacionados. El
acceso a los conocimientos es el medio a través del que los académicos pueden satisfacer
una gran cantidad de intereses públicos de diferentes maneras. Igualmente, si se enriquece
el cúmulo de conocimientos existentes –cualitativa y cuantitativamente- y se responde a las
necesidades del público, entonces se atenderá la principal labor de servicio público que
debe prestar la universidad. Además, las dinámicas analizadas previamente se refuerzan y
33
Cabe mencionar que un número relativamente pequeño de académicos y/o instituciones pueden causar un
daño tremendo al apoyo del público a la universidad. Aun cuando sólo haya algunas “manzanas podridas” en
el montón, la incapacidad del público para identificarlas podría conducirlo a ver a todos los académicos/
universidades como indignos (as) de confianza y, en consecuencia, les retirarían su apoyo. 34
A pesar de que se han producido considerables protestas de parte de organizaciones estudiantiles y otros
grupos sociales progresivos, la mayoría del público en general en muchos países no ha expresado gran
preocupación por los recortes del financiamiento universitario.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 67
profundizan recíprocamente. En conjunto, harán que sea más difícil para la universidad
continuar como hasta ahora.
Al tiempo que es importante comprender lo que los DPI evitan -y evitarán- que haga
la universidad, es aún más importante considerar los cambios en esta institución que
fomenta e impone la lucha mundial por el conocimiento. La principal amenaza impuesta
por los RPI a la universidad liberal no consiste en la destrucción física de la institución,
sino más bien en una transformación fundamental y prácticamente irreversible. Dicho de
otra manera, el impacto de los RPI sobre las operaciones de la universidad no sólo es
cuantitativa (menor producción de conocimientos, menor sensibilidad ante ciertos grupos
sociales, etc.), sino cualitativa. Los RPI están contribuyendo a convertir a la universidad en
una institución que produce una limitada cantidad de conocimientos de acceso restringido y
que se pone a la disposición de la sociedad (y la sirve) a través de los mecanismos de
comercialización, luego de que la universidad fuera una institución dedicada a generar una
amplia gama de conocimientos de libre acceso al público, que cubre una gran variedad de
necesidades sociales de diversas maneras.
Para algunos, incluidos los burócratas gubernamentales, líderes corporativos y
administradores universitarios, está transformación cualitativa de la universidad liberal
constituye un acontecimiento positivo. Ellos consideran que este vuelco de la vía pública a
la privada mejorará el valor social de la universidad, dado que la contribución con el
desarrollo económico y la competitividad es el principal servicio público que puede prestar
esta institución. Por otro lado, este cambio acrecentará el deterioro de la imagen de la
universidad ante los ojos del público, a la vez que mejorará su seguridad financiera a largo
plazo. El análisis que presentamos anteriormente sugiere que estas suposiciones son
incorrectas. En tanto que el cambio hacia la vía privada contribuye a limitar el contenido
del conocimiento producido por los académicos, el acceso de los académicos al
conocimiento que generan y las maneras cómo este conocimiento se difunde en la sociedad
(y es empleado por ella), este cambio realmente empobrece el valor real y perceptible de la
universidad para la sociedad35
. Por último, resulta bastante probable que este vuelco
35
Dado que anteriormente ya fueron abordadas diversas maneras en las que los RPI disminuyen el valor real y
perceptible de la universidad ante la sociedad, no volveremos a mencionarlas. Vale decir que las reducciones
en el ámbito, acceso y medios de difusión de sus conocimientos en la sociedad limitan la utilidad social de la
universidad de muchas maneras tangibles e intangibles. Por ejemplo, los límites en la naturaleza del acceso al
conocimiento producido en las universidades reduce la capacidad general de la sociedad, así como la
capacidad de algunos grupos sociales, de responder a nuevos desafíos y protegerse de posibles daños. Estos
límites también privarán a la sociedad de numerosas formas y fuentes de enriquecimiento, pues evitará que
algunos conocimientos lleguen a materializarse. Para quienes señalan que vale la pena sacrificar estas
contribuciones (aun cuando sea temporalmente) para alcanzar la elevada meta de la competitividad
económica, debían considerar que la transformación de la universidad podría resultar costosa para la industria
aún en meros términos económicos. Además de la disminución del ritmo del avance científico y la reducción,
de muchas maneras, de la calidad del conocimiento que genera, la transformación de la universidad podría
perjudicar los intereses de la industria, a través de una nueva fuente de competencia subsidiada por el sector
público. Igualmente, dado que las fuentes de grandiosos descubrimientos científicos y económicos no pueden
predeterminarse, subyace en el interés a largo plazo de las industrias que se mantenga una amplia base de
producción de conocimientos en la sociedad. La actual fragmentación y especialización de la producción del
conocimiento académico es causa y consecuencia de la transformación de las universidades, lo que implica
que este recurso importante –incluso vital- está siendo desgastado y se están comprometiendo los intereses a
largo plazo de la industria.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 68
disuelva gran parte de, si no todas, las diferencias existentes entre las universidades y otras
instituciones del conocimiento de carácter privado. No quedarán universidades dedicadas a
la concepción robusta del servicio público36
y, además, no quedarán universidades que
merezcan obtener apoyo público.
Estrategias para Preservar la Universidad Liberal
Esta ponencia se ha centrado en los costos para la universidad liberal del desarrollo
y ampliación de los RPI. Sin embargo, su preocupación subyacente consiste en el costo
para el público en general que derivaría de la pérdida de esta institución. A pesar de que la
producción y transmisión de conocimientos puede producirse, y de hecho se produce, fuera
de las paredes de la universidad, la existencia de una institución dedicada exclusivamente a
estas funciones constituye un recurso precioso e irremplazable, cuya pérdida potencial debía
protestarse y resistirse de manera vigorosa. Dado que las dinámicas exploradas en este
trabajo aún no se han desarrollado completamente, todavía hay tiempo para intervenir y, de
este modo, apoderarse de ellas o alterarlas. Una vez dicho esto, la preservación de la
universidad liberal en el actual contexto se erigirá como un desafío mucho más complejo.
Tal como se expresó en la introducción del presente trabajo, la actual
transformación de la universidad liberal está siendo dirigida en gran parte por la dinámica
que se genera fuera de ella. Aunque la universidad participa cada vez más en la lucha
mundial por el conocimiento, detener esta lucha está muy por fuera de sus posibilidades. A
la vez que el trabajo con coaliciones de bases amplias para detener el desarrollo y
ampliación de los RPI resulta ser una valiosa estrategia a largo plazo para proteger la
universidad liberal, también se podría tratar de instrumentar algunas estrategias menos
ambiciosas y a corto plazo para alcanzar el mismo objetivo. A continuación se ofrecen
algunas de estas estrategias derivadas de aquellas propuestas por grupos opositores de los
RPI, como base para una discusión y acción más detallada.
Los grupos que se oponen al desarrollo y ampliación de los RPI (que son tan
diversos como los fundamentalistas religiosos y granjeros del tercer mundo) actualmente
abogan por dos estrategias generales para resistir dicho regímenes. En primer lugar, estos
grupos sostienen que debe impedirse la privatización de algunas formas de conocimiento,
como la información sobre el genoma humano, pues pertenecen al patrimonio común de la
36
Empleo el término “robusta” para recalcar dos puntos que se interrelacionan. En primer lugar, una
concepción robusta de un servicio público no sólo está basada en los valores utilitarios, sino en los valores
intrínsecos. En tanto la universidad se cambia al carril del sector privado, cada vez más los académicos son
menos capaces (y tienen menos deseos) de producir conocimientos para responder a otros propósitos distintos
de la creación de riqueza. Asimismo, la forma como sirven al público es menos rica o robusta. Una
concepción robusta del servicio público también posee carácter universal, en contraposición a una tendencia
particular, es decir, está orientada a mejorar la calidad de vida del colectivo o atender las necesidades
generales de los ciudadanos. Al tiempo que la universidad se involucra crecientemente en la privatización del
conocimiento, los intereses que debe atender se particularizan o individualizan. De hecho, como se ilustró
anteriormente, la participación de la universidad en la producción de conocimiento privado podría conducirla
a comprometer el interés del público en general por atender su propio interés (o el de otros) de generación de
rentas. En este caso, el servicio público no sólo es menos robusto, sino cuestionablemente traicionado.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 69
humanidad. Igualmente, exigen el establecimiento de algunas formas de exención de los
RPI, en nombre del interés público (ver, por ejemplo, Boyle, 1996, Apéndice B). Estas
estrategias contribuirían a proteger la universidad liberal. Asimismo, la instauración de
exenciones para los académicos en torno a los RPI sería particularmente fructífera. Podría
argumentarse que estas exenciones son cruciales para la supervivencia de la universidad
liberal, que a su vez es vital para el interés público37
.
Podemos imaginar que el público en general y el sector privado están convencidos de las
ventajas que derivarían del otorgamiento de exenciones de PI a las universidades38
. Con
todo, existe una condición indispensable para que estas exenciones puedan materializarse.
Para poder recibir exenciones en nombre del interés público, la universidad deberá trabajar
exclusivamente para el interés público. Lo anterior implica que debe terminar la
participación de la universidad en la producción de conocimientos para el sector privado.
De igual manera, la universidad deberá detener el desarrollo de sus propias actividades
comerciales. Si la universidad falla en la eliminación de sus vínculos corporativos (tanto
internos como externos) destruirá cualquier posibilidad de obtención de exenciones de PI;
es decir, no hay forma de que la industria –y probablemente el público- apoye las
exenciones a las universidades, a menos que se rompa estos vínculos, pues tales exenciones
podrían convertirse en una ventaja comercial injusta para las universidades y aquellos con
quienes colaboran.
No obstante, mucho antes de que se iniciaran las campañas para convencer al público y la
industria sobre el otorgamiento de exenciones de PI a las universidades, tuvo que cultivarse
apoyo a esta propuesta –y para cortar los lazos corporativos, condición previa
indispensable- incluso en el seno de la comunidad académica. Además de las
preocupaciones de los académicos empresariales, también se tuvo que abordar otras
preocupaciones con un matiz menos autolucrativo. Por ejemplo, algunos académicos
temían que el corte de los vínculos corporativos podría producir una ”fuga de cerebros”,
pues los académicos que ya no pudiesen obtener beneficios económicos por sus
investigaciones abandonarían las universidades y se irían al sector privado. Otros temían
que al cortar sus lazos corporativos podría agravarse la extremadamente baja otorgación de
fondos, lo que coartaría la capacidad de la universidad para generar conocimientos de
calidad. Estos temores podían ser exagerados o infundados. Por ejemplo, los académicos
poseen una larga historia en lo que a pérdida de gratificaciones financieras se refiere, pues
han sacrificado estos incentivos al preferir la autonomía profesional y la posibilidad de
trabajar en ambientes proactivos (beneficios estos que están desapareciendo en y a través de
la participación de la universidad en la PI). En este sentido, dado que el cultivo y
mantenimiento de vínculos con el sector privado resultan, en la mayoría de los casos,
altamente costosos para la universidad, las implicaciones financieras de cortar estos
vínculos podrían ser menos perjudiciales de lo que se piensa. Aun si causara algunas
dificultades, la eliminación de los vínculos corporativos constituye una salida más atractiva
37
Nótese que en algunos países ya existen las exenciones de PI para uso experimental (Ducor, 1997).
Empero, abogo por un régimen de exenciones más amplio que también posea aplicabilidad universal. 38
Por ejemplo, el reconocimiento de que la existencia de grandes y ricos cúmulos de conocimientos es de su
interés a largo plazo podría conducir a los líderes corporativos a apoyar la aprobación de estas exenciones.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 70
que la otra alternativa sugerida. Habrá quienes arguyan que la eliminación de los vínculos
corporativos podría tener valiosas consecuencias positivas, como la estimulación de formas
de producción de conocimientos más holísticas, cooperativas e incluso innovativas, dentro
de las universidades.
Además de persuadir a los académicos sobre la viabilidad –incluso necesidad- de cortar los
vínculos corporativos, quienes promueven la preservación de la universidad liberal a través
de la promoción de las exenciones de PI podrían adoptar algunas medidas adicionales para
alcanzar su meta. En este contexto, se podrían iniciar campañas para que los académicos
cedan voluntariamente la PI de su trabajo al público, con el objetivo de obtener apoyo
público para las exenciones de PI y rejuvenecer las comunidades de conocimientos y la
misión de servicio público de la universidad (tres condiciones que se refuerzan entre sí).
Otra posibilidad es la formación de “colectividades del conocimiento”, en las que varios
académicos agrupen su capital intelectual y lo empleen como punto de partida para generar
una mayor cantidad de conocimientos39
. Los esfuerzos para cambiar las políticas
universitarias, como la inclusión de cláusulas en los contratos universitarios que transfieran
al público los derechos de los conocimientos producidos por los académicos, resultarían de
gran utilidad. Asimismo, la consecución de este objetivo sería un poco compleja, en cuanto
a la creación de condiciones favorables para la campaña de exenciones se refiere.
Igualmente complejos serán los esfuerzos para modificar las políticas gubernamentales
encaminadas hacia la promoción de la comercialización del conocimiento universitario.
No hace falta mencionar que las propuestas presentadas previamente (sin mencionar la gran
campaña para las exenciones de PI que impulsan) generan diversas consideraciones
delicadas y complejas. A pesar de que constriñe a los académicos a ceder al público los
derechos del conocimiento que producen, es justificable (dado que los académicos son
servidores públicos) y es del interés de estos investigadores (pues puede ser necesaria para
asegurar la supervivencia de la universidad liberal), esta obligación podría terminar
violando los derechos de los académicos, pues les impide beneficiarse legítimamente del
trabajo que realizan “en su propio tiempo”40
. La cesión al público de todos los derechos de
la investigación académica podría traer algunas consecuencias negativas adicionales, como
convertir en propiedad pública el conocimiento sobre el que algunos grupos (como los
indígenas) desean mantener control, cuando los académicos publican los resultados de sus
investigaciones sobre/con estos grupos (Posey y Dutfield, 1996: 35-36). Temas como éste,
así como medidas adicionales para promover la campaña de exenciones –o una mejor
alternativa- deberán ser debatidas y analizadas por los académicos en sus departamentos,
facultades, sindicatos y organizaciones profesionales. También deberán ser negociadas con
un gran número de circunscripciones, entre ellas, administradores universitarios, juntas de
gobernadores, gobiernos, líderes industriales y público en general. Sin duda, la
39
Por ejemplo, estas colectividades podrían obligar a quien quisiera emplear el conocimiento del colectivo a
compartir sus propios conocimientos con ellos. Esta estrategia revertiría efectivamente la dinámica mediante
la que el acceso al conocimiento se limita progresivamente y se encamina hacia la protección y
enriquecimiento de los cúmulos de conocimientos. 40
Esto es particularmente problemático para algunos grupos de académicos, como quienes trabajan en las
bellas artes.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 71
multiplicidad de intereses en juego dificultará estas discusiones y negociaciones. Empero,
los costos de ignorar este desafío son demasiado elevados como para asumir el riesgo. En
un tono más positivo, si todas las partes involucradas mantienen la vista fija en el valor de
la universidad pública y todos los beneficios sociales y económicos que derivan de ella, el
logro de una estrategia viable para proteger esta institución de la lucha mundial por el
conocimiento no sólo constituiría una buena oportunidad creativa, sino de éxito.
Bibliografía
Blumenthal. David y Causino, Nancyanne (1997). 'Withholding research results in academic life science',
Journal of the American Medical Association, vol. 277, no. 15: 1224-1228.
Boyle, James (1996). Shamans, Software, and Spleens: Law and the Construction of the
Information Societv. Cambridge: Harvard University Press.
Cohen. John (1997). 'Exclusive license rankles genome researchers', Science, vol. 276, (6 June 1997): 1489.
Currie, Jan y Newson, Janice (1998, impreso). The University and Globalisation: Critical Perspectives.
Thousand Oaks: Sage Publications.
DesRosiers y Asociados (1998). Saskatchewan University Funding Review - Working Paper. Ducor.
Phillippe (1997). 'Are patents and research compatible?', Nature vol. 387: 13-14.
Gibbons, Michael et al. (1994). The New Production of Knowledge. Thousand Oaks: Sage Publications.
Holewa, Lisa (1996). 'Patent or perish: How a row over an invention put a student in jail'. Globe and Mail,
22 de Junio.
Kondro, Wayne (1997). 'Spat over intellectual property threatens Canadian networks', Science vol. 275, (14
Feb. 1997): 922-923.
Langford. John (1991). 'Secrecy partnership and the ownership of knowledge in the university', Intellectual
Property Journal, vol. 6(2): 155-169.
Loughlan. Patricia (1996). 'Of patents and professors: Intellectua1 property, research workers and
universities'. European Intellectual Propertv Review, vol. 18, número 6: 345-351.
Mackenzie, M., Keating P. y Cambrosio, A. (1990). 'Patents and free scientific information in biotechnology:
Making monoclonal antibodies proprietary'. Science, Technology, and Human Values, vol. 15 (1): 65-83.
Marshall, Eliot (1997ª). 'Is data-hoarding slowing the assault on pathogens?'. Science, vol. 275, (7 Feb.
1997): 777-780.
Marshall, Eliot (1997b). 'Playing chicken over gene markers'. Science, vol. 278, (19 Dic. 1997): 20446-2048.
Marshall, Eliot (1996). 'Trial set to focus on peer review'. Science, vol. 273, (30 Agosto 1996): 1162-1164.
Maskus, Keith (1996). 'Intellectual property rights in the global information economy', en
Courchene, T.J. (ed.), Policy Frameworks for a Knowledge Economy. Kingston: John Duetsch Institute for
the Study of Economic Policy.
Nature editorial (1998). 'Time to withdraw an undesirable privilege?'. Nature, vol. 391. (12 Feb.1998): 617.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 72
Newson, Janice (1994). 'Subordinating Democracy: The Effects of Fiscal Retrenchment and University-
Business Partnerships on Knowledge Creation and Dissemination in Universities', Higher Education, 27:141-
161.
Newson, Janice (l993). 'The "service” university'. Our Schools/Our Selves, vol. 4. no. 2: 40-44.
Newson, Janice y Buchbinder, Howard (1988). The University Means Business. Toronto:
Garamond Press.
Noble, David (1998a). 'Digital diploma mills: The automation of higher education', Firstmondav, número
3(1).
Noble, David (1998b). 'Digital diploma mills: part 2'. Articulo publicado en Internet.
Noble, David (1993). 'Insider trading - university style'. Our Schools/Our Selves, vol. 4. no. 2: 45-52.
Nowack, Rachel (1994). 'Chronobiologists out of sync over light therapy patents', Science, vol. 263. (4 Marzo
1994): 1217-1218.
Polster, Claire (1994). Compromising Positions: The Federal Government and the
Reorganization of the Social Relations of Canadian Academic Research. Disertación doctoral no publicada.
Polster, Claire y Newson, Janice (1998). 'Reclaiming our centre: Toward a robust defense of acadernic
autonomy'. Ponencia presentada en el décimo cuarto Congreso Mundial de Sociología. Montreal, Canadá.
Julio, 1998.
Posey, D. y Dutfield, G. (1996). Beyond Intellectual Property: Toward Traditional Resource Rights for
Indigenous Peoples and Local Communities. Ottawa: International Development Research Centre.
Rifkin, Jeremy (1998). The Biotech Century. New York: Jeremy P. Tarcher/ Putnam.
Scott M. M. (1998). Intellectual property rights: Ticking time bomb in academia. Academe, Mayo-Junio,
1998: 22-26.
Selingo. Jeffrey (1997). ‘University must pay damages to researchers’. Chronicle of Higher Education, Dic.
12: A38.
Slaughter, Sheila y Leslie, Larry (1997). Academic Capitalism. Baltimore: The Johns Hopkins University
Press.
Stone Richard (1994). ‘The perils of biotech consulting’. Science, vol. 263 (25 Feb. 1994): 1079.
Strosnider, Kirn (1997). ‘Medical professor charges Brown U. with failing to protect his
academic freedom’, Chronicle of Higher Education. Vol. 43(45): A12.
Vogel, Gretchen (1997). ‘Long-suppressed study finally sees light of day’. Science vol. 276, (25 Abril 1997):
525-526.
Warda, Jacek y Ziemiski, Janusz (1997). Commercializing University Research: The Case of Spin-Offs.
Ottawa: Conference Board of Canada.
Williams, Gareth (1992). Changing Patterns of Finance in Higher Education. London: Society for Research
into Higher Education and Open University Press.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 73
Resumen
El desarrollo y la extensión de los regímenes de propiedad intelectual nacionales y
extranjeros ha despertado preocupación entre una serie de grupos que van desde
fundamentalistas religiosos hasta agricultores de países en desarrollo. Sin embargo, un
grupo que ha tardado en reconocer y responder ante las posibles implicaciones dañinas de
estos regímenes emergentes es el de los académicos. En esta ponencia se debaten aspectos
clave de los regímenes de propiedad intelectual emergentes a escala nacional e internacional
y se analiza su impacto sobre la capacidad de los académicos para realizar su trabajo, en
especial su misión de servicio público. Se arguye que, dada su conclusión lógica, los
regímenes de propiedad intelectual no sólo entorpecen la labor académica, sino que
amenazan severamente el futuro de la universidad liberal y otros intereses públicos. Se
ofrecen algunas sugerencias –basadas en las estrategias de resistencia empleadas por otros
grupos- sobre la manera más idónea en la que los académicos pueden hacer frente a los
regímenes de propiedad intelectual emergentes. Paradójicamente, algunas estrategias
pueden devolver a la universidad algo de la visión liberal que se había perdido y la práctica,
lo que implica una contribución vital para el bienestar socioeconómico de las naciones y de
la comunidad internacional.
Palabras clave: académicos, regímenes de propiedad intelectual, universidad liberal.
Abstract
The development and extension of national and international intellectual property regimes
have raised concern among a number of groups ranging from religious fundamentalists to
Third World farmers. However, one group that has been slow to recognize and respond to
the potentially harmful implications of such emerging regimes is academics. Discussed
here are key aspects of emerging national and international intellectual property regimes
exploring their impact on academics’ ability to carry out their work, particularly their public
service mission. It is argued that, taken to their logical conclusion, intellectual property
regimes do not simply impede academic work, they seriously threaten the future of the
liberal university and wider public interests. Drawing from the strategies for resistance
adopted by other groups, suggestions are offered about how academics might respond to
emerging intellectual property regimes. Paradoxically, some strategies may actually restore
to universities some of the lost liberal vision and practice that make a vital contribution to
the social and economic well-being of individual nations and the global community.
Key words: academics, intellectual property regimes, liberal university.
Traducción: Maribel Cedeño
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 74
Desarrollo y Utilización del Conocimiento41
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela
Parte I
Estamos acostumbrados a pensar que la ciencia es el motor del desarrollo y no lo contrario.
Esta idea se entroniza con más fuerza desde el siglo pasado y es Augusto Comte quien la
justifica filosóficamente. Luego esta idea será implementada con el Welfare State,
convirtiéndose después en el leit Motiv de los gobiernos del Tercer Mundo.
Siempre se ha dudado de la efectividad y criticado la forma con que cada gobierno ha
intentado aplicar esta idea para la consecución del desarrollo, pero en el discurso oficial
nunca se ha puesto en duda el postulado mismo. Pero lo cierto es que cuando se estudia el
desarrollo de lo social, se constata que la relación siempre ha sido a la inversa: es el
desarrollo de lo social lo que posibilita el desarrollo de la ciencia. Esta es la conclusión a la
que he llegado y que se encuentra expuesta en mi libro sobre El desarrollo del Ser Social,
Mérida, ULA, 1988 (Ibid).
Cuando hablo de lo social, es bueno dejarlo claro desde el principio, me refiero a aquel
nivel de la realidad que trasciende a lo exclusivamente físico y a lo exclusivamente
biológico de lo existente, y no una esfera más que interactúa -siempre en desventaja- con
otras, como la política, la económica, etc. Por ello, en este planteamiento, lo social es ser
social y conciencia social general y específica. Y dentro de ello, el pensamiento es
conciencia que va desde la mera contemplación hasta la ciencia. Por esto es que el
pensamiento, en todas sus facetas, es producto de lo social y no viceversa. Lo que pasa
cuando pensamos lo contrario, es que aún conservamos la idea de que lo que nos diferencia
de los animales es que pensamos y no lo que realmente es: que en principio producimos
nuestros propios medios de vida y, de acuerdo a ello, pensamos, produciéndose así la
unidad ser-conciencia que conforma lo social, tanto en su especificidad como en su
generalidad. En otras palabras, el ser social sólo llega a serlo, en la medida en que es capaz
de producirse a sí mismo como forma de existencia diferenciada en la realidad de lo
estrictamente físico y biológico. Esta existencia es, a su vez, expresada en una forma de
conciencia que se corresponderá con el grado de desarrollo alcanzado por dicha forma de
existencia.
Descubrir a la producción del pensamiento como resultado interior y paulatino del
desarrollo de lo social, contribuye por una parte a aclarar el mal entendido de que el
pensamiento, por sí mismo, pudiese haber sido punto de partida en la gestación de lo social.
Este principio siempre ha requerido para su permanencia, el permitir que continúe
existiendo lo metafísico como demiurgo primero de ese mismo pensamiento, el cual ha
41
La primera parte de esta reflexión fue discutida inicialmente en el Tercer Congreso Nacional de Filosofía
realizado en Caracas del 12 al 15 de noviembre de 1991. La segunda parte, en el Congreso Internacional de
Universidades. Realizado en Madrid del 15 al 16 de Julio de 1992.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 75
venido asumiendo las más diversas figuras, desde las divinas o las mitológicas, como
Prometeo, hasta los intentos más modernos de buscarle una concretización a ese ente
metafísico en forma de ser extraterrenal.
Por otra parte, la continua división del pensamiento avanzado en ciencias cada vez más
específicas y variadas, se nos clarifica como resultado del desarrollo de lo social en su
constante escisión. La creencia en la superioridad de la ciencia ha llegado hasta el colmo de
que el pensamiento por excelencia -la filosofía- toma a partir de la Ilustración y el Idealismo
Alemán los modelos y resultados de la ciencia como uno de sus elementos fundamentales
de reflexión, y ello hasta hoy día cuando la filosofía en gran parte, en lugar de filosofar
sobre lo social en su conjunto, más bien prefiere hacerlo sobre uno de sus productos:
prefiere filosofar sobre la ciencia.
Esta ciencia, parcial y especializada, se fundamenta en la experiencia y por esto se
diferencia de las formas anteriores de pensamiento. Una de las primeras formas de
pensamiento que intenta ir más allá de la mera contemplación pasiva de lo circundante es
un pensamiento que podemos llamar "teológico". En éste el pensamiento mismo -o el
verbo- es el que en un principio y desde un principio crea lo existente. Es la divinidad -ni
siquiera bien conocida por el propio pensamiento que en la realidad la ha creado- la que
tendrá la última palabra en la respuesta a las preguntas fundamentales sobre el ser y la
naturaleza. La compilación de estas creencias fijas y definitivas se conservan
cuidadosamente en folios sagrados y se transmite por diversas formas de religiosidad.
Luego vendrá una forma de pensamiento sobre la realidad que llamamos "legal", "legalista"
o hacedor de leyes terrenales que la rigen, ordenan y organizan. En él encontramos no ya a
la divinidad, sino al hombre como la medida de todas las cosas, aunque siempre legitimado
por una ética o una religiosidad específica. Pero ese hombre es aún un hombre, un monarca,
el cual intentará construir la realidad a su imagen y semejanza, lo cual es la manera más
sencilla de explicarla. Este conocimiento de lo creado por el pensamiento del soberano se
conservará en los códigos y se irán haciendo más voluminosos y complicados en la medida
en que sea más desarrollada la sociedad que los produce llegándose hasta nuestros días, en
donde el soberano particular tiende a ser reemplazado por la soberanía de todos los que
supuestamente intervienen en su construcción real como realidad social. Y si la razón
reside en el pueblo, esta soberanía popular estaría construyendo y regulando las relaciones
entre esos mismos hombres y entre éstos con la naturaleza, y estaría orientado entonces la
forma y el contenido del conocimiento sobre estos entes.
Una tercera forma de pensamiento sobre la realidad es la que llamaremos el "deber ser" en
la cual, ante la progresiva ausencia de creencias teológicas unificadas y perdurables, y ante
la proliferación de códigos legalistas que no alcanzan a construir con la eficiencia que sí
parecía encontrarse en ese tipo de pensamiento, construye una ética alternativa sobre lo que
debería ser la realidad desde un punto de vista laico. En contraposición a la figura de aquel
monarca particular o a la oscura representación de aquel soberano de infinitas cabezas y de
cabezas distintas, serán ahora "algunos hombres" los que comenzarán a proponer formas
homogenizantes de lo que debería ser lo real y su conocimiento. Se comienza a producir un
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 76
situación en la cual la mayoría puede escoger estar de acuerdo o ser inducida por el
pensamiento de "algunos".
Este tipo de conocimiento y pautas para la acción son recogidas en doctrinas las cuales, en
la medida en que sean producidas por sociedades cada vez más desarrolladas, aquellas que
no retroceden y se recrean como nuevas formas de religiosidad, pasan de ser conciliábulos
de pequeñas sectas, congregaciones o logias, a ser producidas como ideologías partidistas
para un consumo mucho más masivo. En la medida en que la generalización de la doctrina
es mayor, a consecuencia del desarrollo cada vez más generalizado y concatenado de lo
social, mayor será la polémica sobre las pautas de conocimiento y de actuación para la
construcción de lo social y sobre las relaciones con la naturaleza. Asimismo, mayor será la
pérdida de credibilidad como conocimiento absoluto y definitivo que reportarán estas
doctrinas y a las mismas les tocará convivir con mayor o menor dificultad -dependiendo de
la sociedad específica que se trate-, con reminiscencias y renovaciones teologistas y
legalistas, compartiendo con esas formas de pensamiento, las respuestas sobre la realidad y
sobre su conocimiento.
En cuarto lugar catalogaremos, no sin riesgos, como "metafísica" a aquella forma de
pensamiento que comienza a pensar sobre el pensamiento mismo. En él será ahora cada
hombre , desde su propio pensamiento, el que pensará sobre este mismo proceso, dejando
para una posterior oportunidad el estudio de la relación que pueda tener dicho proceso con
la realidad inmediata. Los resultados de este tipo de pensamiento sobre el propio
pensamiento comienzan a formar parte de filosofías y sistemas filosóficos que luego han
desembocado en alguna forma de pensamiento anterior o se han conservado incólumes pero
sin mayor relación con la realidad. Su forma más depurada la encontramos mucho más
adelante, cuando el desarrollo de lo social comience a evidenciar al creciente importancia
de un nuevo tipo de pensamiento: la ciencia. Esto sucede a medida que los resultados de ese
desarrollo de lo social se distancian de manera considerable, de lo previamente fijado por
las doctrinas, códigos, religiosidades y sistemas precedentes. Ya estamos hablando de la
moderna epistemología, que catalogaremos aquí como quinta forma, nacida de la
interacción permanente con la ciencia. Pero, al igual que la lógica y las matemáticas, su
objeto no es la realidad empírica y por ello irá ocupando puestos auxiliares siempre que no
intente hacer, junto con las otras dos, regresiones dogmáticas o legalistas con respecto a la
incipiente actuación científica. No obstante, con esta forma de pensamiento, al parecer se
fundan las bases para desterrar como conocimiento cabal de lo real, a las formas teológicas,
legalistas, ideológicas y metafísicas anteriores, que pretenden conservarse asumiendo la
apariencia de ciencia.
La sexta forma de pensamiento es precisamente la ciencia, en la cual es ahora cada
especialista, en una relación sistemática con la realidad, el que intenta conocerla lo más
exactamente posible. Partiendo para ello de un pensamiento sistemáticamente preconcebido
en forma de constructos / teóricos e hipótesis, va a observar regularizadamente el
comportamiento de esa reflexión en el mundo experiencial, con el fin de corroborar su
exactitud o desechar si no, aquello preconcebido, logrando así hacer avanzar el
conocimiento sobre un objeto determinado. Su intencionalidad se expresa en proyectos
específicos y particulares de investigación, y sus resultados se conservan, más o menos
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 77
acumulativamente, en teorías específicas sobre segmentos de la realidad. La creencia, forma
de pensamiento más antiguo, se conservará aquí en la forma del postulado implícito de que
con el avance acumulativo de la ciencia -en tanto conjunto de ciencias particulares- se
podrá conocer en un futuro a la realidad social y natural en su conjunto. Mientras esto no
suceda, deberá compartir las respuestas sobre las preguntas fundamentales con todas las
otras formas de pensamiento previo.
No obstante, el éxito de la ciencia en los últimos doscientos años, fundamentalmente con su
necesaria derivación hacia la tecnología, ha hecho que las otras formas de pensamiento,
para poder conservarse con cierta legitimidad en el debate actual, deban responder a la
necesidad de tener que constatar o apoyar empíricamente sus planteamientos más
polémicos, utilizando para ello una emulación del propio método científico.
Ahora bien, en los últimos cien años de desarrollo de los social presenciamos un aparente
triunfo definitivo de las ciencias con respecto a las formas previas de pensamiento y esto
pudo ser posible en la medida en que el individuo particular ha ido quedando liberado de
los tipos de sujeción propias de formas de relaciones sociales previas, i.e. sujeción al
templo, al palacio, al amo esclavista y al feudo.
La ciencia moderna, como forma generalizada de encaramiento individual al conocimiento
del mundo que la rodea, sólo comienza a producirse a partir de las llamadas primera y
segunda revolución industrial, cuando la fuerza de trabajo individual queda liberada en el
proceso de desarrollo y no solamente puede, sino que debe venderse libremente en el
mercado del trabajo. Ya no es posible que las formas tradicionales de pensamiento sujeten a
la inventiva y creación propia con respecto a la búsqueda de nuevas respuestas, porque ya
no es posible para ellas competir en la práctica con los novedosos resultados de este
proceso. Ya no es posible que una Inquisición detenga al pensamiento científico.
Con esta transformación de las relaciones sociales, el culto a la individualidad se hace
posible y la incidencia de ella en los resultados que se comienzan a obtener en la acción y
en la conciencia, que constituyen lo social, se hacen patentes. Pero de allí en adelante queda
consagrado como motor del desarrollo, no al individuo trabajador que en gran parte produce
y reproduce con su acción, el grueso de las relaciones sociales que conforman la sociedad,
sino solamente aquel individuo investigador que con su pensamiento y acción específica
pareciera ser el antídoto de todos los males y para quien ya casi nada está oculto.
Al fijarse en este resultado como punto de partida para la reflexión contemporánea, se
obtiene el siguiente resultado: como cada investigador se dedica a un objeto particular
dentro de su disciplina, se deja de lado la búsqueda, con ese mismo método, de respuesta a
preguntas universales, así esta última misión continua siendo responsabilidad de las formas
previas de pensamiento, permaneciendo así el postulado de que lo primero y el principio es
el pensamiento. Los estadios más avanzados de esas formas previas de pensamiento, que ya
giran en torno a ese mismo culto a la individualidad, pueden por ello completamente muy
bien con la ciencia en el cumplimiento de dicha misión.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 78
Igualmente, por la propia estructuración del método hipotético-deductivo y por la
introducción de la constatación empírica detallada y particular por parte de la ciencia
moderna, se deja permanecer como principio al pensamiento, sólo que ahora permanece
aquel pensamiento construido con ayuda de la empíria en la individualidad particular, del
cual luego arrancará la inducción, que intentará sin conseguirlo, el status de universalidad.
En todo caso, por el efectismo de sus resultados, las ciencias empírico-analíticas
particulares desplazarán, al parecer definitivamente, del puesto dominante que en la
cotidianidad del pensamiento ocupaban las formas previas de pensamiento y de allí en
adelante comenzarán a tener la última palabra para las respuestas buscadas sobre el mundo
social y natural. Y de lo que aún no puede hablarse en términos científicos, simplemente es
dejado de lado.
Los resultados de esa actividad febril no se hacen esperar, pero ellos mismos van a terminar
también por reventar el orden natural y mental que había fijado como permanente la propia
ciencia moderna, que en todas sus manifestaciones particulares giraban y aún en gran
medida giran, en torno a una forma generalizada de mecánica clásica como su descripción
científica. Mientras los efectos de este resultado no intencional se consolidan, en la misma
medida comienza a quedar parcialmente inutilizada la epistemología de corte kantiano
como su elemento legitimador.
La mecánica cuántica y la teoría de la relatividad hacen avances que no son explicables
desde un investigador particular con un punto de vista estable y que sólo busque el
descubrimiento de regularidades empíricas en los objetos y la formulación de leyes
universales y permanentes y que, por tanto, se encuentre incapacitado para estudiar la
transformación misma de la materia y de la sociedad. Ahora la inmutable materia comienza
a revelar que ella misma está en continuo movimiento y transformación y que, por tanto,
también tiene historia, que su estado y estudio es relativo y su conocimiento probabilístico.
Con ello, el individuo particular y fijo que observa regularidades, comenzará a perder
terreno como ser que mide y que es la medida de todas las cosas.
Esto acontece a la par que en la acción social ya está dejando de ser el individuo particular
lo que cuenta, aquel individuo, que de una manera también particular, producía, vendía y
reproducía su fuerza de trabajo como mercancía. Ahora, con ayuda de una unidad
familística transformada, un sistema educativo omniabarcante, a unos medios de
comunicación, almacenamiento y reproducción de todo tipo de información, aun
aprendizaje por modelaje en las grandes ciudades y a lo que es más importante: a la casi
inconmensurable división social del trabajo para la cual la fuerza de trabajo individual se
prepara, la cual va desde el simple trabajo físico muscular, hasta complicadas y sutiles
tareas que llevan a cabo los trabajadores de cuello blanco y de cuello dorado. Lo que cuenta
es la masificación de esa fuerza de trabajo, tanto en su producción y reproducción, como en
su venta y consumo. Ahora el individuo pasa a formar parte constitutiva de un proceso de
fusión constante en el proceso social de trabajo y de fisión posterior en el intercambio, en el
cual entra en una vertiginosa circulación, la cual, con los ya antiguos instrumentos
metodológicos y de observación, sólo puede apreciarse relativa y probabilísticamente y
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 79
como si fuese su proceso inverso. De esta misma forma masificada y desparticularizada,
comienza también a producirse e intercambiarse el conocimiento científico y, por ende, el
investigador científico.
Pero una respuesta acabada por parte de ese mismo individuo sobre lo acontecido en esa
reciente fase de desarrollo de lo social, aún no existe en la actualidad como criterio
generalizado, aunque estamos en los umbrales de su elaboración. Ya la masificación de la
ciencia llevada a cabo por el proceso de división social del trabajo, ha logrado que sus
nuevos resultados sólo puedan ser producidos por medio de la puesta en marcha de
megaproyectos que muchas veces sólo pueden concretarse si son llevados a cabo en forma
multinacional, donde el investigador particular sólo es realmente una partícula dentro de esa
concepción y organización del proceso científico actual. Pero estos avanzados resultados se
encuentran aún en gran medida fuera de su incorporación en la generalidad de las relaciones
sociales y continúan estando al servicio de formas de pensamiento previas, que aún
conservan la capacidad de ordenar y organizar al mundo, y que apoyan su poder en la
utilización de aquellos resultados en forma de pragmáticas y parciales derivaciones
tecnológicas.
Por su parte la ciencia, que aún no ha terminado de entender el alcance de sus propios
descubrimientos recientes, en lugar de plantearse la transformación de la base misma de la
ciencia, que aún se encuentra enclavada en la observación empírica de la particularidad
contingente -aunque ahora ésta sea múltiple-, prefiere subsumir lo nuevo en lo viejo. Se
empeña más en el perfeccionamiento del método científico, añadiendo para ello
encadenamientos de deducción-inducción declarando a la abstracción fija como algo
provisorio hasta que no se pruebe lo contrario y así pueda ésta quedar refutada, pero sólo
sustituida por otra abstracción de la misma especie.
Para que realmente se supere esta situación, será necesario que los resultados científicos
actuales comiencen a insertarse en la generalidad de las relaciones sociales y así se cree la
necesidad social de dar respuestas adecuadas a esta problemática. Esto comienza a ser
posible con los recientes logros en materia -por ejemplo- de superconductores, fusión en
frío, etc., y así deje de permanecer este nuevo conocimiento científico recluido en los
grandes aceleradores de partículas, Tokamaks y sofisticados observatorios astronómicos.
Con ello dejará de existir esa dualidad en la ciencia entre lo clásico y lo cuántico-
relativístico, en donde se encuentra penduleante el individuo, el cual en la mayoría de
fenómenos y estudios, continúa siendo el árbitro clásico absoluto y en el otro extremo, aún
no puede dar respuestas adecuadas. La obtención generalizada de la respuesta, constituirá
una verdadera revolución en el pensamiento científico, que sólo podrá ser originada por el
desarrollo de las propias relaciones que conforman a lo social y por ende, que producen a
dicho pensamiento.
Parte II
Ahora bien, ¿cómo afecta todo esto a nosotros los investigadores venezolanos a nuestras
universidades?
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 80
Primero, que debemos estar conscientes de que estamos haciendo, en la mayoría de los
casos y como en muchas partes del mundo, ciencia "anticuada" y / o sólo reproduciéndola
en nuestros laboratorios y centros de investigación, cuando en el mejor de los casos,
contamos con los recursos necesarios para tales efectos. Esto no desdice nuestra condición
de investigadores, ni hace denigrante nuestra actividad, toda vez que nuestra "tradicional"
sociedad continúa demandado y por largo tiempo, este tipo de respuesta. Sólo ilustra lo que
pasará si pudiésemos llevar a cabo en condiciones óptimas, lo que tradicionalmente nos
proponemos.
Segundo, que en la resolución de los grandes problemas que para el conocimiento de la
realidad natural y social, ha traído todo este proceso de desarrollo, al parecer no tenemos
mucho que decir; toda vez que en la práctica estamos bastante fuera de dicho proceso.
Tercero, que la única forma de entrar en este proceso es asociándonos a él y desechar de
una vez por todas el mito del desarrollo autosuficiente y autosostenido; porque el
conocimiento y el desarrollo al cual se debe y forma parte, es universal y no local,
contingente y particular. Pero para abandonar esta idea tendríamos primero que
convertirnos en una sociedad que sea producto real de su trabajo social específico y no de la
sola apropiación diferencial, pero generalizada, de una renta petrolera que sólo produce y
reproduce al parasitismo y que sólo le otorga al país una apariencia de sociedad.
Cuarto, en cuanto a las universidades, la reflexión que hasta aquí hemos hecho, nos sirve
para rescatar la vieja consigna que guiaba a estos centros de estudio: la búsqueda de la
verdad, la cual es universal. Este objetivo ha quedado prácticamente en desuso por dos
razones fundamentales. La primera de ellas es la que aquí ya hemos expuesto: hemos
quedado fuera, con o sin justificación, de aquellos megaproyectos donde se produce la
ciencia actual. Ante esta situación no solamente deben las universidades, haciendo uso de
su autonomía, buscar asociarse; sino también, haciendo uso de aquella consigna que le da
sentido de existencia, debe demandar su participación en esa comunidad internacional.
La segunda razón de abandono es más local. La universidad se ha querido abocar a la
solución de los grandes problemas del país y también así se lo han demandado las
ideologías dominantes en él. Este enrrumbamiento de la universidad hacia la investigación
aplicada tiene su justificación en aquella creencia -que en esta ponencia nos hemos
empeñado en demostrar su falsedad y simplismo- de que con la ciencia se alcanza el
desarrollo. En todo caso, esta conducta ha traído dos consecuencias fundamentales. Por una
parte, la universidad ha aceptado implícitamente que la canalización de recursos para la
investigación se condicione a que los mismos se orienten hacia ese tipo de investigación.
Dicho de otra manera: mientras más aplicación demuestre tener el proyecto, más recursos
estará en capacidad de lograr. Aunque en la práctica en ellos no se haga más que repetir los
viejos esquemas, asegura la sobrevivencia y crecimiento de muchos de los centros de
investigación universitarios.
Al lado de este efecto "hacia adentro", existe el contrario: el efecto "hacia afuera". Al
aceptar implícitamente estas reglas de juego, la universidad está aceptando rebajar su rol al
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 81
de ser prácticamente un aparato consensual de la ordenación social existente y simple
vehículo de asistencia social. Estaría en peligro de convertirse exclusivamente en un simple
proveedor de licencias de trabajo de alto nivel, el cual no tendría que ser su rol y en un
simple buscador de soluciones a los problemas que han traído las malas gestiones
gubernamentales y empresariales, lo cual tampoco tendría que ser su función. La
universidad ya prácticamente considera lo más natural que sólo se le exija -y de paso lo
aprovecha como arma para también exigir- que de respuestas a cómo salir de los atolladeros
a donde nuestros proveedores de recursos nos han conducido, y con ello nos hemos
convertido en sus "socios" para no utilizar la palabra cómplice, por respeto a todos aquellos
que sueñan con la autonomía.
La universidad debe rescatar su razón de ser en la búsqueda de la verdad a través de la
investigación pura y la aplicada libre, pero eso sí debe preparar y formar en sus aulas y
centros, verdaderos investigadores aplicados dirigidos hacia campos específicos, para
proveer de un recurso calificado a aquellos entes que realmente les toca y deben ocuparse
de este tipo de investigación. A la empresa privada, que debe ocuparse de su investigación
aplicada con fines rentables a corto y mediano plazo y a los entes públicos
gubernamentales, que deben ocuparse de aquella investigación aplicada dirigida al bien
público, como sucede en cualquier país del mundo. De no ser así, sólo estaríamos
practicando una ciencia legitimadora y emparentada, más con ideologías particulares, sean
cuales sean, que con la universalidad de la razón.
La utilización de los resultados particulares de las ciencias empírico-analíticas para fabricar
o apuntalar ideologías contrapuestas, llevan a la reflexión sobre el problema actual de la
ciencia y del impacto que ha sufrido a causa del desarrollo mismo de lo social, por lo
derroteros de la contingencia y la inmediatez. Este es, al parecer, el alto precio que la
ciencia tiene que pagar por el punto de partida que en ella aún subyace, por su gran
popularidad y por su fama de infalible.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 82
Segunda Parte:
Sustentabilidad y Conocimiento. Lecciones aún no aprendidas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 83
Sustentabilidad, Aceptación y Aceptabilidad. Orientación de política tecnológica entre aceptación transitoria y necesidad de
planificación a largo plazo
Armin Grunwald, Vice Director European Academy, Alemania
Introducción
El desarrollo sustentable, por definición, constituye un desafío a largo plazo para la
sociedad. Por este motivo, su consecución exige la consideración de elementos a largo
plazo en la planificación, así como decisiones que sean confiables por largo tiempo. Ahora
bien, en algunos países de Europa la política tecnológica debe hacer frente a una aceptación
cada vez menor, manifestada por gran parte de la población frente a las nuevas tecnologías
e innovaciones científicas. Tales reservas sobre los nuevos avances van desde actividades
organizadas por movimientos de la sociedad hasta situaciones con aires de guerra civil en
algunos casos (piénsese por ejemplo en el caso del transporte de desechos radioactivos
CASTOR, en Alemania). Si bien este tipo de resistencia está basada en el deseo de proteger
el medio ambiente y, en algunos casos, en la queja de que las nuevas tecnologías destruirán
la naturaleza en el largo plazo, se observa una especie de contradicción virtual en el hecho
de que la protección del medio ambiente está perdiendo aceptación actualmente, al menos
en algunas regiones afectadas. Por ejemplo, en Alemania, la resistencia a la creación de
bioreservas está aumentando en gran parte de la población, ya que ésta se ve afectada por
tales acciones (integrantes de las áreas de la pesca, manufactura, agricultura y cría, industria
nacional e incluso el turismo). Así, la política tecnológica y la política medioambiental se
ven envueltas en un dilema: si no se cuenta con la aceptación, las acciones y decisiones que
se toman para alcanzar la sustentabilidad están destinadas al fracaso, pero una política
totalmente basada en la aceptación de la población no puede satisfacer los requerimientos
de una orientación a largo plazo, ya que la aceptación depende de muchas contingencias que
varían en el corto plazo (parte 3). Para ilustrar mejor esta idea cabe mencionar el debate
actual en torno al efecto invernadero y sus posibles repercusiones sobre el clima del planeta
(calentamiento global). La estructura de las decisiones que deben tomarse, de la situación
que abarca la toma de las decisiones y de las implicaciones que conllevan comprenden
tanto la consideración de las necesidades del largo plazo como los problemas de una
aceptación transitoria de mecanismos esenciales, como es el caso de los impuestos
ambientales. La pregunta es cómo salir de este dilema.
En el presente trabajo se expone un acercamiento al problema con el objetivo de plantear al
menos una forma de abordarlo. Si se reconoce que de no considerarse la aceptación en lo
absoluto, no se puede alcanzar un desarrollo sustentable en una sociedad plural y
democrática, y que una política basada únicamente en la aceptación no deja lugar para
desarrollar planes a largo plazo, el camino a seguir que se propone consiste en modificar el
nivel de aceptación requerido. Ciertamente, no es necesario crear planes de larga duración y
regulaciones detalladas para poder lograr un desarrollo sustentable. Si se analiza el
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 84
problema desde un punto de vista teórico de la planificación, se verá que el alcance de la
planificación y su flexibilidad son los parámetros que permitirán salir del dilema descrito.
(En la parte 4 se encuentra un modelo apropiado de política medioambiental que combina la
flexibilidad transitoria con los requerimientos de planificación a largo plazo. En la parte 5
se aclara de dónde podría derivarse la normativa que permita mantener una planificación a
largo plazo).
Este artículo es un pequeño resultado de la aplicación del trabajo del autor en la teoría de la
planificación y el asesoramiento en el área tecnológica (Grunwald 1998, 1999a). Debe
considerarse como una propuesta programática elemental para enfrentar algunos problemas
actuales relacionados con la política tecnológica. Obviamente, este es un acercamiento en el
que debe profundizarse (ver Grunwald 1999b).
Desarrollo sustentable y planificación a largo plazo
El desarrollo sustentable, sin ánimos de entrar en una descripción detallada del concepto, es
por definición un desafío a largo plazo, pues supone adoptar un punto de vista que tome en
cuenta factores que van más allá del presente; no puede concebirse sin analizar muy de
cerca el futuro, el impacto que para ese entonces tendrán las concepciones que actualmente
se manejan sobre la tecnología y la sociedad, así como las consecuencias que dichas
reflexiones pueden ejercer sobre los conceptos e ideas actuales (backcasting). Por razones
de tipo analítico, el desarrollo sustentable sólo puede concebirse en el largo plazo. Por ello,
las decisiones, acciones, planes y otras actividades que se pongan en práctica con el fin de
alcanzar el desarrollo sustentable deben contar con esta visión de futuro que tome en cuenta
las expectativas y necesidades que tendrán presumiblemente las generaciones venideras. De
esto se desprende que la política medioambiental debe establecer una forma de pensamiento
a largo plazo que guíe sus acciones determinantes del futuro. Un proceder puramente
incrementalista (tal vez del tipo ensayo y error, tal y como ha sido sugerido en algunas
teorías incrementalistas de planificación; compárese con el debate planteado en Camhis,
1979) no permite satisfacer tales requerimientos. Sin embargo, en las sociedades
democráticas el enfoque incrementalista parece ser el único que goza de suficiente
aceptación (Bechmann y col., 1994). El problema radica en cómo alcanzar un consenso
acerca de esta situación en toda la sociedad, y, posteriormente, en cómo lograr un consenso
sobre lo que debe hacerse, y —lo que constituye la base de este artículo— sobre la manera
en que puede garantizarse que dicho consenso pueda hacerse relativamente estable y
confiable en el tiempo. Obviamente, no tendría mucha lógica que los objetivos de la
sustentabilidad y las acciones por tomar para alcanzar dichos objetivos estuviesen
cambiando constantemente. Si bien es cierto que deben cambiar frente al surgimiento de
nuevo conocimiento científico o tecnológico o de nuevos y mejores conceptos que se vayan
elaborando, lo que se pretende aclarar en este artículo es que debe existir un consenso
básico que —al menos en “situaciones normales”— no cambie drásticamente. El desarrollo
sustentable sólo es posible si está basado en cierta continuidad.
Esta afirmación no se refiere únicamente a los objetivos, sino también a los medios
políticos. Tómese por ejemplo el caso de la reducción prevista de los gases invernadero
establecida durante el proceso de Río. Este proceso da cabida a la fijación de metas a largo
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 85
plazo (Alemania aspira reducir sus emisiones de bióxido de carbono en un cuarto para el
año 2005, comparado al nivel de 1990). Dado que los mecanismos básicos para alcanzar tal
objetivo (los impuestos ambientales, por ejemplo) son muy complejos y generalmente poco
conocidos en lo que concierne a su impacto y repercusiones, es necesario adquirir
experiencia con estos medios. Para ello, es indispensable que pase un lapso de tiempo
suficiente. El cambiar rápidamente los medios no permitirá decidir si determinadas acciones
son o no las apropiadas para alcanzar los objetivos planteados. Aprender supone tiempo.
Las sociedades del presente, en términos más generales, enfrentan cada vez más el
problema de cómo diseñar y poner en práctica tecnologías y políticas de investigación
confiables en el largo plazo. Dada la escasez de recursos financieros y humanos en la
sociedad, los avances científicos y tecnológicos deben tener una orientación de amplio
alcance en el tiempo con carácter racional. Las correcciones significativas realizadas en una
etapa ya avanzada de los grandes proyectos científicos y tecnológicos generalmente
suponen muchos recursos; una interrupción en su desarrollo no sólo deja pérdidas
considerables en inversiones, sino que puede incluso traer como consecuencia problemas
políticos poco agradables.
Como conclusión es importante destacar la importancia de considerar el largo plazo en
materia de política tecnológica y medioambiental. Por diversas razones, las acciones
tomadas en una sociedad deben tener presente en cierta medida algunos elementos de
planificación a largo plazo —cambiantes en principio, mas relativamente estables—. La
sociedad debe moverse entre una continuidad de largo plazo y una flexibilidad de corto
plazo. Hallar este equilibrio es el verdadero desafío de una sociedad, y no únicamente el
aceleramiento de todos los procesos conforme a la creciente velocidad de los cambios en el
área de la tecnología. Para lograr este equilibrio —que está relacionado con elementos de
racionalidad y estabilidad de la sociedad (Grunwald, 1999b)— no se puede depender
únicamente de la aceptación, tal y como se explica más adelante.
Problemas que supone una política tecnológica basada en la
aceptación
La política tecnológica está basada generalmente en el nivel de aceptación del momento o el
que se presume existirá en el futuro frente a ciertas tecnologías clave (véase, por ejemplo,
Todt/Lujan, 1998). El número de estudios sobre la aceptación de la tecnología ha
aumentado desde comienzos de la década de los ochenta y, en algunos países, se han puesto
en práctica procedimientos de supervisión de cualquier variación en el nivel de aceptación
de la población. La política ha creado dos maneras de enfrentar los problemas relacionados
con la aceptación (real o supuesta):
A partir de la experiencia en conflictos de orden tecnológico que data de los años setenta en
torno a ciertas tecnologías clave como la tecnología nuclear o la tecnología genética, que en
ocasiones condujeron al surgimiento de escenarios con aires de guerra civil, surgió la
inquietud acerca de si sería posible evitar dichos conflictos a priori diseñando la tecnología
según la aceptación real o presumida que de ésta tuviese la población.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 86
En lugar de considerar la aceptación de la población como una condición determinante para
el delineamiento de la política tecnológica, se ha intentado ejercer influencia sobre este
nivel de aceptación, difundiendo información, haciendo de la tecnología y de la innovación
áreas más llamativas para el público u ofreciendo recompensas a los creadores de inventos.
Mientras que la primera vía para enfrentar los problemas de aceptación (supuesta o real) es
una alternativa más pasiva, en tanto reconoce el nivel objetivo de aceptación como una
condición determinante para el delineamiento de la política tecnológica, la segunda vía
tiene un gran valor por su carácter “constructivo”: la aceptación es considerada un
parámetro flexible que permite realizar modificaciones. Este modo de enfocar la aceptación
está clara e indudablemente enmarcado en un desarrollo tecnológico con base en el libre
mercado: obviamente, el diseño y desarrollo de la tecnología estará dirigido a lograr
aceptación, ya que, de no ser así, no se obtendrá ningún beneficio o ganancia como
resultado de la inversión realizada. En este área, la aceptación es tomada en cuenta al
realizar análisis sobre el mercado y predicciones acerca de la demanda o debe moldearse —
“constructivamente”— a través de las relaciones públicas y la publicidad.
Sin embargo, cuando se trata del campo de la política tecnológica todo se torna más
complicado (Grunwald, 1999b). Por razones diversas, este enfoque —de ser aplicado en la
política tecnológica o medioambiental— causa problemas, especialmente si se consideran
las exigencias del desarrollo sustentable. A continuación se presentan dichas razones.
Rápido cambio del nivel de aceptación
La percepción que se tiene sobre los riesgos relacionados con las innovaciones
tecnológicas, tal y como ha demostrado la investigación en el área de las ciencias sociales,
depende de muchos factores situacionales. Entre estos se encuentra la sensibilidad de los
individuos frente a los riesgos o de las empresas públicas que construyen sus propias
expectativas subjetivas ante las evaluaciones de riesgos, la distancia temporal o espacial
con respecto a los riesgos, el hecho de que la solución riesgosa haya sido escogida
libremente o por obligación, la posibilidad de que haya ocurrido un accidente relacionado
con dicha innovación poco tiempo antes, etc. Así como la percepción de los riesgos cambia
rápidamente debido a “contingencias” (accidentes, por ejemplo), la aceptación de los
riesgos también presentará variaciones. Si las políticas científica y tecnológica estuviesen
basadas exclusivamente en el nivel de aceptación del momento, éstas dependerían de las
condiciones contextuales y de sus cambios rápidos y aleatorios. La continuidad, seguridad y
estabilidad propias de una planificación a largo plazo no pueden asegurarse de este modo.
La aceptación de los requerimientos de la protección ambiental basados en el llamado a
alcanzar el desarrollo sustentable también depende, en algunos campos, de la percepción de
los riesgos. Debido al fracaso del “Alarmismo” y el “Catastrofismo” de la década de los
ochenta —tiempos de exageraciones basadas en la utilización de términos apocalípticos—,
se observa cómo existe una búsqueda orientada hacia la comprensión de los problemas
medioambientales del planeta y de los problemas que asechan a los países en vías de
desarrollo. Este fenómeno se debe a la simple percepción de que aparentemente están
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 87
disminuyendo los riesgos en estos campos en comparación con los riesgos en otras áreas
más relacionados con la vida que se lleva en los países industrializados (disminución de los
niveles de empleo, disminución de la estabilidad del sistema de seguridad social en
Alemania, por ejemplo). Pero obviamente, el hecho de que esté disminuyendo actualmente
la percepción de los problemas del medioambiente en el planeta no implica que los riesgos
también estén disminuyendo. Las predicciones sobre el calentamiento del planeta —
verdaderas o falsas— son más o menos independientes de la percepción real y de la
resultante aceptación de acciones determinantes (tal vez poco agradables) como el cobro de
impuestos ambientales. El problema del calentamiento del planeta es un desafío a largo
plazo en lo que respecta a su génesis, diagnóstico y aplicación de mecanismos terapéuticos.
No depende de un nivel de aceptación basado en una percepción transitoria.
Lo que es más, la supuesta meta de evitar los conflictos tecnológicos no puede alcanzarse
mediante una política tecnológica que persiga diseñar tecnología con base en la aceptación
supuesta (orientación “pasiva”, ver arriba), ya que tan sólo la aceptación del momento
puede ser objeto de investigación. Resulta imposible prever los niveles de aceptación, pues
éstos varían en el corto plazo (ver arriba). Cuando disminuye el nivel de aceptación,
algunos proyectos tecnológicos también pueden perder aceptación por completo, aún
cuando en un comienzo hayan gozado de aceptación. En opinión del autor, será imposible
lidiar con estas consecuencias si “la aceptación se encuentra en un segundo plano”, pues,
como se señaló anteriormente, la mayor parte de las grandes inversiones (en el área
económica, pero también en la política, personal, etc.) que han sido realizadas en ese
momento no conciben que la política tecnológica o medioambiental dependa simplemente
de los cambiantes niveles de aceptación. Estos proyectos no pueden revertirse así como así
en caso de que disminuya el nivel de aceptación. La política, por ende, debe promover el
avance tecnológico aun cuando falte aceptación (piénsese en el caso del transporte de
desechos radioactivos CASTOR, en Alemania) o debe permitir encarar inmensas ruinas. En
este sentido, una política tecnológica basada en la aceptación no puede garantizar a priori
que no se presenten conflictos de orden tecnológico.
De hecho, una política tecnológica basada únicamente en la aceptación conduciría a un
desarrollo incrementalista desorientado (incrementalismo inconexo, Braybrooke/Lindblom,
1963; Camhis, 1979; Grunwald, 1999a). Visto desde afuera parecería realmente “como si
nos estuviésemos tambaleando a lo largo de la historia como un borracho que coloca un pie
después del otro sin ningún sentido de la orientación” (Boulding, 1964: 931). No resulta
difícil ver que tal incrementalismo inconexo no se corresponde con los requerimientos de
una política dirigida a lograr el desarrollo sustentable. En ese campo, al menos la dirección
de las acciones y la toma de decisiones deben, en cierta medida, ser estables en el tiempo,
debido a que los objetivos que se quieren alcanzar son fundamentales.
Impacto antiinnovador
A todo esto debe añadirse que una política basada en la aceptación del momento es, por
principio, antiinovadora, en el sentido de que las alternativas incrementalistas se prefieren
sólo porque supuestamente provocan menos resistencia que los saltos innovadores
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 88
(Bechmann y col., 1994). Esto implica que las alternativas científicas y tecnológicas son
ignoradas si no gozan de suficiente aceptación del público en el momento en que se toma la
decisión. Por ello, esta actitud elemental esconde el peligro de que las soluciones de ciertos
problemas, que son ideales desde un punto de vista científico y tecnológico (o incluso
económico o ético), ni siquiera sean tomadas en cuenta. El tomar como guía la aceptación
generalmente conduce a la adopción de políticas “conservadoras”, en tanto la innovación
tecnológica se ve obstaculizada. Obviamente, la intención de este artículo no es hacer un
elogio de la innovación. El “lado oscuro de la innovación”, su “poder de destrucción”
(Schumpeter), que se muestra como una profunda ambivalencia en el desarrollo
tecnológico, debe ser vigilado muy cuidadosamente. Claro está que el prestar atención a los
problemas de aceptación real o supuesta genera una especie de sensibilidad frente a esta
ambivalencia general y, de esta forma general, puede ser apreciado. Pero la tesis del autor
consiste en que el enfrentamiento incrementalista de los asuntos relacionados con la
tecnología pueden conducir a un rechazo demasiado prematuro de algunas innovaciones
tecnológicas. Sirve de apoyo a enfoques que sean demasiado precavidos en determinadas
situaciones. El peligro está, por ende, en que el enfoque basado en la aceptación está siendo
considerado en una forma descontextualizada. Existirán muchas situaciones en las cuales
éste sea el “mejor” enfoque, pero probablemente no se adapte a todas las situaciones.
Contradicciones entre la preferencia individual y el “bien común”
La política tecnológica basada en la aceptación enfrenta el problema bien conocido que
representa la contradicción entre lo exigido por los individuos y el interés por el “bien
común” (sea cual sea el significado de este término). Al depender exclusivamente de la
aceptación objetiva, la política está presuponiendo que la simple agregación de las creencias
que forman las preferencias de los individuos —las cuales, en la mayoría de los casos, están
determinando el nivel de aceptación— constituye el bien común. Sin embargo, es muy fácil
hallar ejemplos de casos en los que ésta no es la realidad (piénsese por ejemplo en el
problema del calentamiento del planeta, en el que los impuestos ambientales traen
desventajas a las personas pero son a la vez necesarios desde el punto de vista de la
sustentabilidad). La teoría de la elección social ha demostrado que —bajo premisas muy
generales— no es posible agregar racionalmente las preferencias individuales y obtener una
función bien definida del bienestar común (el muy conocido teorema de Arrow). La pura
aceptación no genera automáticamente el bien común.
Consideraciones finales
Está claro que la aceptación de la tecnología y la política tecnológica son factores
sumamente importantes para las sociedades que deben administrar la tecnología (Rip y col.,
1995) y para los políticos que desean ganar mayorías. No importa qué tan razonable pueda
ser el considerar la aceptación como una regla básica de la estrategia política en las
negociaciones cotidianas, resulta totalmente inadecuado considerarla como la base
exclusiva de las políticas científica y tecnológica. De este modo no puede lograrse la
continuidad ni algunos de los elementos de la seguridad de la planificación. Esta afirmación
alude de manera particular al debate en torno al desarrollo sustentable. Como conclusión,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 89
debe decirse que la política toma en cuenta otros aspectos que no están basados en la mera
aceptación. De esta manera se llega al concepto de aceptabilidad.
El incrementalismo dirigido como modelo para la política
medioambiental
El desarrollo sustentable constituye un desafío a largo plazo para la sociedad (parte 2). No
obstante, existe un conjunto de exigencias de flexibilidad como resultado de condiciones
políticas y sociales cambiantes de carácter determinante, así como de nuevos conocimientos
y nociones científicas. El problema radica entonces en cómo mantener la necesaria
planificación a largo plazo y, simultáneamente, considerar las exigencias de flexibilidad sin
tener que sentir las repercusiones negativas propias de la aplicación de un enfoque basado
en la flexibilidad (como ha sido planteado para el caso de una política basada
exclusivamente en la aceptación). ¿Cuál podría ser un modelo apropiado para una política
tecnológica y medioambiental a largo plazo?
Las exigencias de flexibilidad en las políticas tecnológica y medioambiental pueden estar
basadas —como es bien sabido— en ciertos puntos de una línea previamente trazada de
desarrollo a través de la fijación de hitos. Dichos hitos son ramas integrantes del árbol de
toma de decisiones en el que debe revisarse el cumplimiento de ciertos pasos
intermediarios, con el fin de decidir si se deben tomar vías alternas o si se debe modificar el
plan inicial. Se sugiere que este mecanismo sea adoptado en materia de política tecnológica
y medioambiental. La planificación racional flexible (Grunwald, 1998, 1999a) permite una
adherencia a líneas de acción en contextos cambiantes basada en la reflexión con miras a
alcanzar determinados objetivos. Este aspecto será explicado seguidamente mediante un
contraste entre el modelo tecnocrático de planificación que dominó en los años sesenta (fig.
1) y el modelo incrementalista propuesto por Popper y Albert (compárese con el debate
planteado en Camhis, 1979), cuya dinámica parece corresponder muy bien con la dinámica
del enfoque basado en la aceptación, criticado en este artículo (fig. 2).
Desarrollo con meta clara
t0 t1
Fig. 1: Planificación tecnocrática. Una meta prefijada en la cadena de acción es alcanzada,
donde el momento de partida es t0 y el momento de llegada es t1.
El enfoque optimista de planificación (enfoque tecnocrático) supone la posibilidad de
planificar sobre amplias áreas de la sociedad a nivel macro con una garantía de éxito, en el
caso ideal. Esto significa que si en un momento específico t0 se pone en práctica dicho plan
—basado en investigaciones sociotecnológicas realizadas acerca de ciertas leyes que guían
la evolución de la sociedad—, se asume que su meta será alcanzada en el momento t1
prefijado. Entretanto, se ha demostrado que esta concepción tecnocrática de la dinámica de
la evolución social no es viable, debido a que no se dispone de leyes sociales
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 90
determinísticas, y a que no toma en cuenta la dinámica de la sociedad. El segundo aspecto
que debe criticarse es que este modelo ha sido diseñado con el Estado como agente
principal de planificación. Sin embargo, el Estado ya no puede cumplir este papel
(Gottschalk/Elstner, 1997) —de hecho, algunos dudan acerca de si funcionó en el pasado—.
Resulta imposible establecer metas concernientes a la calidad del medioambiente,
prefijarlas, tomar medidas orientadas a alcanzar dichas metas y posteriormente ejecutar los
planes resultantes sin enfrentar ninguna modificación.
Desarrollo sin meta
t0 t1
t0 t1
Fig. 2: Planificación meramente incrementalista, donde el momento de partida es t0 y el
momento de llegada es t1.
El enfoque incrementalista producto de la posible variación rápida del nivel de aceptación
—tal y como se describió anteriormente (parte 3)— o de otros mecanismos es analizado a
profundidad en la parte 5 (incrementalismo inconexo, Braybrooke/Lindblom, 1963;
Camhis, 1979). La dinámica de este enfoque genera posibles cambios erráticos y una
pérdida total de la dirección del desarrollo seguido por la política tecnológica y
medioambiental. El estado que se alcance en el momento t0 depende ampliamente de las
contingencias y los procesos que definen el nivel de aceptación de dicho desarrollo en las
distintas “presencias” a que debe someterse el proceso hasta que se alcance el t1. Este
enfoque deja de lado el desafío que suponen las agendas políticas a largo plazo en las áreas
de tecnología y medioambiente y, por ende, impide cualquier intento de seguir objetivos
definidos orientados a delinear el futuro, pues está basado en un proceso de evolución
carente de alguna normatividad o dirección (Camhis, 1979; Grunwald, 1999a).
La meta del desarrollo
se persigue en el tiempo,
mas no se fija
anteriormente
t0
t0 t1
Fig. 3: Planificación incremental dirigida, donde t0 es el momento de partida
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 91
Mediante este “incrementalismo dirigido”, producto de las consideraciones y reflexiones
hechas anteriormente, la dirección de la acción y de la decisión se mantiene, mas no se fija.
La reflexión permanente acerca de los objetivos y los medios a utilizar para alcanzarlos
generan cambios en la dirección durante el proceso, así como en los objetivos en sí y en las
medidas que se toman para alcanzarlos. Ahora bien, estos cambios no se producen sobre la
base de sucesos azarosos y no muestra un comportamiento errático; en lugar de esto, el
desarrollo hace posible irse acercando cada vez más a la meta prevista y, al mismo tiempo,
tomar en consideración las exigencias de flexibilidad transitorias, las cuales provocan los
cambios incrementales de dirección.
El incrementalismo dirigido parece constituir un enfoque muy apropiado para explicar el
desarrollo tecnológico, así como para servir de modelo para manejar la tecnología y lograr
un desarrollo sustentable a través de muchos pasos pequeños producto de la reflexión. La
reflexión racional en este contexto permite que las direcciones sean mantenidas a largo
plazo, si bien el modo de proceder es el incrementalista y, por ende, permite tomar en
cuenta las exigencias de flexibilidad transitorias (por ejemplo, las provocadas por
problemas de aceptación). De esta manera, el delineamiento del futuro es imaginado
haciendo pequeñas decisiones basadas en la reflexión con el fin de alcanzar metas
acordadas siguiendo un ideal.
Por ejemplo, considérese el antiguo plan del Partido Verde de Alemania (partido de
orientación ecológica) de aumentar incrementalmente los impuestos del combustible para
lograr una reducción del consumo de combustible fósil.42
Este modelo permite tener una
perspectiva del largo plazo y garantiza la seguridad de la planificación a los dueños y
usuarios de los automóviles así como a la industria automotriz. De esta manera, permite
seguir una agenda a largo plazo. Por otra parte, el proceso de aumentar el impuesto del
combustible incremental y progresivamente crea un lugar para que se produzcan procesos
de aprendizaje: es posible hacer modificaciones que permitan acelerar o desacelerar el
proceso gracias a las experiencias adquiridas durante la fase de puesta en práctica del
proceso. Aun cuando la dirección del mismo está clara, su ejecución permite el aprendizaje
y la flexibilidad.
Aún queda un problema: ¿De dónde provendrá la normativa requerida para mantener la
dirección de un proceso de desarrollo? Esta pregunta será respondida en la última parte del
presente artículo, que gira en torno al concepto de aceptabilidad.
Entre la aceptación y la aceptabilidad
Si se reconoce que de no considerarse la aceptación en lo absoluto, no se puede alcanzar un
desarrollo sustentable en una sociedad plural y democrática, y que una política basada
únicamente en la aceptación no deja lugar para desarrollar planes a largo plazo, el camino a
seguir que se propone consiste en modificar el nivel de aceptación requerido. Ciertamente,
42
Este plan sólo es usado en este artículo para explicar las bases del incrementalismo dirigido, mas no se
pretende apoyar o criticar dicho plan.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 92
la idea central consiste en que en la sociedad existen normas y presuposiciones aceptadas de
forma implícita que podrían servir de guía para formular criterios de aceptabilidad
(Habermas, 1991; Gethmann, 1992). Así, el problema ya no radica en qué tipo de
tecnología y política tecnológica será aceptada, sino en qué tipo de tecnología y política
tecnológica debería ser aceptable conforme a las presuposiciones normativas que subyacen
a la sociedad. Este enfoque deja entrever el factor de la racionalidad en el delineamiento del
futuro de la tecnología y de la sociedad (Grunwald, 1998, 1999b).
El análisis sobre la racionalidad no se basa en la aceptación del momento, sino en la
aceptabilidad normativa de las decisiones en el sentido ya explicado. Es particularmente
interesante para la sociedad el saber hasta qué punto se puede esperar de ciertas personas y
grupos que acepten los llamados de la política tecnológica o medioambiental por el bien de
la sociedad. Es importante considerar, al realizar tal investigación, que los conflictos sobre
tecnología y la inseguridad en la toma de decisiones se derivan en gran parte de los diversos
conceptos morales de aquellos que se ven afectados. Se deben procesar entonces las ideas
morales haciendo uso de los recursos de racionalidad disponibles, con el fin de emitir
juicios éticos sobre la conveniencia o la aceptabilidad de las consecuencias de los avances
científicos y tecnológicos. En este campo es sumamente necesario observar cuidadosamente
el espacio entre la aceptación real y empírica controlable, por un lado, y la aceptabilidad
normativa sujeta a las presuposiciones normativas implícitas de la sociedad, por el otro
(Grunwald, 1999b).
De requerirse que los criterios de racionalidad sean justificados reconstruyendo las
estructuras normativas subyacentes a la sociedad, es necesario que las partes potenciales
que intervienen en el conflicto realmente acepten un acuerdo prediscursivo como base de
la comunicación. Esta relación con la aceptación es indispensable, ya que sin una
aceptación de este tipo no existiría una base racional que permita solucionar los conflictos,
contar con una continuidad social y con objetivos a largo plazo. Dado que los acuerdos
prediscursivos están ligados a la esencia de la vida y, por lo tanto son condiciones previas
relativamente estables de los discursos, su relación con la aceptación, a diferencia de la
aceptación dirigida de la tecnología, no genera una dependencia en los sucesos azarosos del
corto plazo. El nivel de aceptación requerido deja de basarse en la aceptación de la política
tecnológica objetiva para basarse en la aceptación de los criterios y procedimientos
justificados racionalmente. Así, la política tecnológica concreta puede estar basada en
criterios racionales de aceptabilidad en lugar de en la mera aceptación. Este enfoque es
aplicable en grandes sectores de la sociedad. Piénsese, por ejemplo, en los pasos que
suponen la planificación de una autopista. Existen procedimientos que aseguran que sus
consecuencias deben ser aceptadas por las personas afectadas si son seguidos
correctamente. Estos procedimientos constituyen la legitimación de los resultados. De esta
forma, se hace posible que la aceptación de los procedimientos (mediante procesos de
elección democrática) conduzca a la aceptabilidad de los resultados, con lo que, finalmente,
la falta de aceptación de los resultados puede no ser tomada en cuenta.
El reconocimiento del consenso prediscursivo mencionado es una de las condiciones
fundamentales para la formación de las sociedades y de sus prácticas morales, algo que de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 93
lo que no puede prescindirse: el subyaciente “contrato social”, en parte explícito y en parte
implícito, puede sufrir modificaciones en el mediano plazo, pero tal contrato no puede
eliminarse y sustituirse por uno totalmente nuevo (a excepción tal vez de los pocos casos de
revoluciones históricas). Por ello, precisamente esta estructura de la sociedad permite a sus
instituciones reconocer algunas formas de planificación y toma de decisiones que se
mantengan estables con el paso del tiempo. Precisamente esta estructura garantiza la
continuidad de la sociedad, aun cuando presente modificaciones en el tiempo. La identidad
de la sociedad está íntimamente ligada a aquellos consensos y acuerdos prediscursivos ya
mencionados.
6.Conclusiones
De todo esto se puede extraer que el asesoramiento en materia de tecnología basado en tales
reflexiones racionales y en las normas de aceptabilidad permite la formulación de objetivos
a largo plazo confiables y sólidos para la política tecnológica y medioambiental. La base de
dicha evaluación debe permitir manejar la racionalidad de modo eficiente y productivo con
cierta incertidumbre predecible en los procesos de toma de decisiones y conflictos
relacionados con los avances científicos y tecnológicos. Los modelos futuros más relevantes
para la sociedad en los casos de conflictos sobre la ciencia y la tecnología están
compitiendo unos con otros; los problemas que surgen de allí son, por lo tanto, sumamente
importantes desde un punto de vista ético y político. Es una regla que no son los conflictos
en sí los que son irracionales, sino más bien el modo en que son enfrentados. Por esta
razón, los medios racionales para enfrentar los conflictos relacionados con la ciencia y la
tecnología son una condición previa para lograr políticas de largo plazo que sean confiables
para la ciencia y la tecnología. Por lo tanto, la evaluación de las consecuencias de los
avances científicos y tecnológicos debe realizarse, en la medida de lo posible, durante las
fases iniciales del proceso de desarrollo, en las que las medidas sociales de control pueden
tener efecto sin traer serias repercusiones económicas. Esto supone también una
investigación anticipada sobre posibles medidas alternativas y de prevención para evitar
pérdidas monetarias o callejones sin salida en las políticas de investigación y tecnológica.
De esta manera, la reflexión continua paralela a los avances científicos y tecnológicos
redunda en una mayor eficiencia en la utilización de los recursos sociales, al tiempo que
permite evaluar los logros a corto plazo, tomando en consideración las constelaciones y
estructuras relativamente estables de la sociedad que se mantienen en el largo plazo. Así, el
discurso sobre sustentabilidad adopta la forma de una reflexión permanente de la sociedad
sobre la naturaleza, el medioambiente y el futuro de la sociedad. No obstante, esto trae
repercusiones sobre el manejo social de la política tecnológica.
El problema puede surgir si se genera una contradicción entre el hecho de depender de la
aceptabilidad normativa en lugar de la mera aceptación de la población y las limitaciones de
las sociedades democráticas. Según el autor esto no ha de suceder ya que:
La racionalidad, tal y como se describió anteriormente, (la cual puede ser utilizada en
algunos casos para obviar la falta de aceptación y así poder garantizar la confiabilidad de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 94
algunas políticas en el largo plazo) es creada (implícitamente) por las personas y no se les
impone desde afuera.
El camino que se propone es, de hecho, aceptado por nuestra cultura (piénsese por ejemplo
en la planificación y construcción de una autopista o planta química). Existen
procedimientos aceptados para resolver los conflictos que se presentan entre los intereses de
los individuos involucrados y los del “bien común”.
La importancia de la racionalidad en estos procedimientos radica en que los mismos deben
ser aceptados y legitimados mediante procesos democráticos y que sus resultados deben ser
aceptados incluso si éstos contradicen los intereses de algunas personas afectadas. Los
resultados de los procedimientos legítimos —y esto tiene que ver con el acuerdo de
democracia— deben ser aceptados incluso si no son bien vistos.
Si se observa el problema desde una perspectiva teórica de planificación se verá que el
alcance de la planificación y su flexibilidad son los parámetros esenciales para llevar a
cabo esta idea. Debe disponerse de criterios y procedimientos que garanticen un alcance
racional de planificación que se mueva entre la planificación de acciones detalladas y la
planificación de una meta muy general, con el fin de alcanzar la sustentabilidad. Estos tipos
de planificación, además, deben ser flexibles: flexibles según el conocimiento disponible,
las prioridades y los valores de la sociedad. Este requisito, claro está, parece competir con la
necesidad de pensar a largo plazo (ver arriba). Ciertamente, no se pueden tomar decisiones
que tomen en cuenta el todo: es necesario contar con flexibilidad al igual que continuidad.
Lograr este equilibrio constituye, según el autor, la tarea más difícil que enfrenta
actualmente la política tecnológica. El asesoramiento en materia de tecnología puede y debe
servir de base para emprender esta tarea desde el punto de vista científico y ético
(Grunwald, 1999b).
Referencias
Bechmann, G., Coenen, R. y Gloede, F. (1994) Umweltpolitische Prioritätensetzung. Verständigungsprozesse
zwischen Wissenschaft, Politik und Gesellschaft, Stuttgart.
Braybrooke, D. y Lindblom, C.E. (1963) A Strategy of Decision, Nueva York.
Boulding, K. (1964) Review of a Strategy of Decision, American Sociological Review 29, p. 921-942.
Camhis, M. (1979) Planning Theory and Philosophy, Londres.
Gethmann, C. F. (1992) Universelle praktische Geltungsansprüche. Zur kulturellen Genese moralischer
Normen, en Entwicklungen der methodischen Philosophie, ed. P. Janich, p. 146-179, Francfort.
Gottschalk, N. y Elstner, M. (1997) Technik und Politik. Überlegungen zu einer innovativen
Technikgestaltung, en Elstner, M. (Hrsg) Gentechnik, Etik und Gesellschaft, Heidelberg, p. 143-180.
Grin, J., Graaf, H. van den, Hoppe, R. (1997) Technology Assessment through Interaction, Amsterdam.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 95
Grunwald, A. (1998) Rationale Gestaltung der technischen Zukunft, en Rationale Technikfolgenbeurteilung.
Methodische Grundlagen und Verfahren, ed. A. Grunwald, Heidelberg, p. 29-54.
Grunwald, A. (1999a) Handeln und Planen. Philosophische Planungstheorie als handlungstheoretische
Rekonstruktion, Bonn (in press).
Grunwald, A. (1999b) Technology Policy Between Long-Term Planning Requirements And Short-Ranged
Acceptance Problems, en Expectations, Visions and the Role of Technology Assessment, ed. John Grin,
Heidelberg (in press).
Habermas, J. (1991) Erläuterungen zur Diskursethik, Francfort.
Rip, A., Misa, Th. y Schot, J. (1995) (eds.) Managing Technology in Society, Londres.
Todt, O. y Lujan, J.L. (1998) Social Planning of Technology. The Case of the Gene Technology, The
IPTS Report 26, p. 30-36.
Traducción: Ainoa Larrauri
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 96
Aprendizaje Continuo de la Sociedad: Análisis del Rol de la Universidad
Pedro Conceição, IC² Institute, The University of Texas en Austin;
Manuel V. Heitor, Instituto Superior Técnico, Portugal
Resumen
Dentro del marco de los recientes descubrimientos en torno a la comprensión de la
importancia del conocimiento para el desarrollo económico, el presente artículo propone la
ampliación del rol de la universidad como promotora de los procesos de aprendizaje que
pueden contribuir a la acumulación de conocimiento. El planteamiento fundamental
consiste en que la universidad puede ir más allá de la transmisión y búsqueda de
conocimiento dirigidas a incrementar el capital humano y científico, es decir, puede dejar
atrás la concepción que tradicionalmente se ha tenido de la enseñanza y la investigación. Al
mismo tiempo, se proponen medios a través de los cuales la universidad podría promover el
desarrollo de la capacidad de lograr un aprendizaje para toda la vida. A partir de algunos de
los muchos modelos y enfoques de crecimiento y desarrollo, se comenzará proponiendo un
modelo en el que el aprendizaje (acumulación de conocimiento) es el producto de la
interacción entre el conocimiento codificado y el conocimiento tácito (software y wetware,
respectivamente). La base de esta interacción entre software y wetware consiste en la
existencia de distintos procesos de aprendizaje, que serán agrupados en dos grandes
categorías: aprendizaje a través de la exploración y aprendizaje a través de la interpretación.
Dichos procesos se constituyen en forma de ciclos virtuosos (del inglés, virtuous) que se
retroalimentan y conducen al aumento de las existencias totales de conocimiento.
Posteriormente, se traslada este análisis al caso particular de la universidad; se estudian sus
funciones dentro del marco del espectro formado por los procesos de aprendizaje formal e
informal; y, finalmente, se llega a la conclusión de que, aun cuando se clame por la
transformación de la universidad, es necesario preservar su integridad institucional. En este
sentido, se muestra la forma en que la universidad puede ampliar su tarea investigativa para
lograr la promoción del aprendizaje sin que su integridad institucional se vea afectada.
Introducción
Existe amplia evidencia de la persistencia de una disparidad en los niveles de ingreso entre
los países. Bradford Long (1996) ha mostrado recientemente que las diferencias entre los
ingresos reales per cápita de los países han aumentado notablemente en los últimos dos
siglos. Landes (1998), por su parte, ilustra el crecimiento de esta disparidad a través de la
cruda comparación de la proporción en materia de ingresos per cápita entre los países más
ricos y los más pobres existente hace 50 años (5:1) y la actual (400:1). La incapacidad del
modelo neoclásico de crecimiento, propuesto por primera vez por Solow (1956, 1957), para
explicar las diferencias en el crecimiento registrado por los distintos países a través del
tiempo ha desembocado en el intento de crear nuevos modelos teóricos basados en el
crecimiento económico a largo plazo, dando lugar a las llamadas nuevas teorías de
crecimiento.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 97
El modelo neoclásico —cuyo punto de partida es la naturaleza exógena y universal del
cambio tecnológico, así como los rendimientos decrecientes del capital físico, e incluso
humano— prevé tasas continuas de crecimiento y niveles de ingreso per cápita comunes a
todos los países. Solow (1997), en una defensa del enfoque neoclásico, señala que este
modelo de crecimiento no puede ser aplicado a los países subdesarrollados, como es el caso
de los países del África subsahariana, y que sólo puede aplicarse a los países en vías de
desarrollo que cuentan con la infraestructura institucional económica básica, como es el
caso de Portugal. No obstante, Patel y Pavitt (1998) demuestran que el desequilibrio y la
divergencia en la acumulación de tecnología también constituyen una característica de las
naciones desarrolladas.
Por otro lado, las nuevas teorías de crecimiento están orientadas hacia la creación de
modelos en los que el crecimiento sea el resultado de un cambio tecnológico endógeno. Si
el cambio tecnológico es endógeno, éste será entonces el producto de la existencia de una
estructura de incentivos propia de cada país. Por consiguiente, no necesariamente en todos
los países, sino sólo en algunos se generan los ciclos de aprendizaje antes mencionados,
fenómeno éste que explicaría la persistencia de la disparidad en términos de desarrollo. Sin
embargo, no es mucha la evidencia que existe para sustentar las nuevas teorías de
crecimiento. Pack (1994) realiza un amplio estudio de las dificultades para encontrar
confirmación empírica de la validez de estas nuevas teorías. Mankiw (1995), por su parte,
señala que el marco de Solow es aplicable a la mayoría de los casos en que se ha observado
crecimiento, si la noción de capital se amplía para incluir tanto al humano como al físico.
Por último, Jones (1995) cuestiona la validez de las nuevas teorías de crecimiento, basando
su planteamiento en la caída o estancamiento del crecimiento de la productividad que se
han registrado en los países desarrollados desde los años setenta, a pesar de la creciente
inversión en capital humano, el financiamiento de la investigación por parte de la industria,
así como otras manifestaciones claras de búsqueda de innovación y conocimiento.
A pesar de los obstáculos que representa la falta de comprobación empírica, Soete (1996)
opina que los mismos no deben ser motivo de desaliento para el alcance de un cambio
tecnológico que provenga de los propios países. Por el contrario, considera que debe
reconocerse la necesidad de hallar nuevos indicadores y métodos cuantitativos que permitan
tratar los factores intangibles que cobran tanta importancia dentro del marco de las nuevas
teorías de crecimiento. Howit (1996) expone un panorama de las dificultades inherentes a la
medición del conocimiento en los modelos de crecimiento, al tiempo que sugiere vías para
solventar este problema. Jones y Lall (1998) realizan un análisis esclarecedor de los
problemas relacionados con la existencia de trabajo empírico sobre crecimiento. Su
planteamiento principal consiste en que la mayoría de este tipo de experimentación se
realiza dentro de la “camisa de fuerza” del enfoque neoclásico, incapaz de ofrecer un marco
que permita medir los resultados obtenidos. Grossman (1996) expone una crítica similar a
un estudio general de Dale Jorgenson (1996), en el que la capacidad del modelo neoclásico
se demuestra utilizando técnicas neoclásicas cuantitativas.
En conclusión, si los preceptos del modelo neoclásico fuesen válidos, más concretamente,
el principio de que la tecnología es igualmente asequible para todos los países, sería
oportuno realizar un análisis empírico de dicho modelo. Por otra parte, al igual que los
modelos de crecimiento neoclásicos, las nuevas teorías presuponen la existencia de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 98
instituciones eficientes, así como de incentivos claramente definidos que impulsen a los
actores de la economía a incorporarse a la tarea de acumulación de conocimiento a través de
la educación y de la investigación. Ahora bien, esto no puede considerarse un hecho en
todos los países en vías de desarrollo, y aun cuando sí se pudiese, algunos países
simplemente no cuentan con los recursos, las oportunidades, y, lo que es aún más
importante, con la cultura para tomar parte en este tipo de actividades orientadas a la
búsqueda de conocimiento. Por esta razón, es necesario que se analice mejor la capacidad
que tienen las nuevas teorías de crecimiento de explicar la disparidad observada en el
desarrollo de los distintos países a lo largo de la historia. Según Grossman (1996), los
nuevos teóricos aún deben trabajar mucho para comprender bien el alcance de sus teorías.
El debate acerca del modelo neoclásico de crecimiento y de las nuevas teorías es
importante, ya que, además de lo interesante que puede resultar desde el punto de vista
intelectual, tiene una profunda relevancia política. Por ejemplo, la economía del desarrollo
ha propuesto una serie de “remedios” para los países menos desarrollados, los cuales han
estado basados principalmente en los modelos de crecimiento neoclásicos orientados a la
acumulación de capital (Easterly, 1997). Dichas medidas, desde la sustitución de las
importaciones hasta el fomento del conocimiento, han tenido resultados diversos, pero, en
todo caso, resultados que no han correspondido con lo que se esperaba inicialmente. Bruton
(1998) hace una evaluación detallada de la mayoría de las doctrinas sobre el desarrollo que
han existido desde la segunda guerra mundial, y concluye que el fallo principal de todos los
paquetes de medidas ha sido que ninguno ha logrado que los países en vías de desarrollo
creen una capacidad de aprendizaje endógena, lo que ha acentuado su dependencia. Es por
esta razón que hoy en día se considera el aprendizaje como el factor más
importante para crear un marco que permita el desarrollo sostenido de un país en el largo
plazo [para el caso de los países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste
Asiático) remitirse a Jones y Lall, 1998], punto éste que Pasinetti (1993) ha defendido por
mucho tiempo, a través de modelos que consideran la subsistencia de las asimetrías
internacionales como el resultado del fracaso de los países en vías de desarrollo de crear
una capacidad propia de aprendizaje.
El reconocimiento de la importancia del aprendizaje ha generado un debate sobre las
implicaciones que esta nueva perspectiva podría tener al momento de tomar las medidas
necesarias. El problema fundamental radica entonces en cómo logrará una nación en vías de
desarrollo o cuyos ingresos sean de nivel medio, como es el caso de Portugal, desarrollar su
capacidad de aprender. En las nuevas teorías de crecimiento, el aprendizaje tiene distintos
grados de formalidad que serán considerados en este artículo, pero las limitaciones de su
aplicación dependerán de si se dan o no las condiciones mencionadas anteriormente. De no
existir estas condiciones, deberán adoptarse medidas para crearlas: fortalecimiento de los
derechos de propiedad intelectual, incremento de las existencias de capital humano,
financiamiento público de la investigación. Si bien resultaría absurdo estar en desacuerdo
con la mayor parte de estas medidas, sí se puede cuestionar su efectividad para lograr un
cambio en la “cultura” de un país. Este tipo de políticas están dirigidas a aumentar las
existencias de distintas variables y no toman en cuenta el proceso necesario para que surja
un ciclo de conducta de aprendizaje sostenido. Solow (1996) también realiza una crítica
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 99
similar a las medidas que buscan aumentar los “niveles”, partiendo de la premisa de que
esto conducirá a un aumento de las “tasas”.
Este artículo constituye, en gran parte, una autocrítica a la investigación que le precediese.
En Conceição, Heitor y Oliveira (1998), se intentó analizar algunas de las repercusiones del
tratamiento formal del cambio tecnológico endógeno sobre las universidades. Se partió del
punto de que el crecimiento económico de las economías desarrolladas depende cada vez
más de la acumulación de conocimiento, idea que ha defendido el Banco Mundial (ver
Banco Mundial, 1997) y la OCDE (ver Abramovitz y David, 1996). También se tomó como
base la idea de que los fundamentos conceptuales de las nuevas teorías eran adecuados para
dicho análisis.
A continuación se mencionan de manera muy breve los resultados más importantes de dicha
investigación. A partir de la división funcional de las actividades que se realizan en una
universidad, se propuso enfocar a la misma como una organización especializada en la
producción de conocimiento codificado (mediante la investigación) y de conocimiento
tácito (mediante la educación). Se planteó que el sistema de incentivos de “ciencia abierta”
de la universidad constituía una estructura social única que permitía la producción de
conocimiento científico disponible al público. De esta forma, la tendencia a privatizar los
resultados de las investigaciones podría socavar sus bases institucionales poniendo en
peligro su carácter de productor de investigación. Por lo tanto, en dicho artículo se
planteaba la necesidad de aumentar el apoyo del Estado a la investigación de la universidad.
Por otra parte, resulta muy difícil rechazar la opinión según la cual el individuo debe pagar
por su educación, dada la recompensa que ésta le permitirá acumular. Sin embargo, en
dicho artículo se argumentaba que, en vista de la complementariedad del conocimiento
codificado y el conocimiento tácito, un crecimiento del conocimiento científico y
tecnológico exento de un aumento de las destrezas necesarias para hacer uso de ese
conocimiento conduciría a la inutilidad del mismo. Por consiguiente, se exponía que la
educación debía estar financiada por el Estado. En ese momento, no se pudo probar que el
mercado no proveería los incentivos necesarios para que los individuos se dirigiesen a las
áreas educativas de mayor demanda. [Si existiera realmente la flexibilidad de flujo de las
personas hacia las áreas que garantizan una mayor compensación, entonces se estaría cerca
del modelo de crecimiento endógeno propuesto por Lucas (1993)].
Luego de esta revisión del trabajo anterior, está muy claro que en el mismo se consideró a la
universidad como una organización que aumenta los “niveles” de capital científico y
humano. Sin embargo, se asumió que esta tarea bastaría para afianzar el rol de la
universidad dentro de lo que se ha llamado economía basada en el conocimiento. En el
presente artículo se intenta ampliar el análisis sobre el papel de la universidad, tomando en
cuenta su habilidad para contribuir con el desarrollo de la capacidad de aprendizaje de la
sociedad. En este sentido, se hace necesario ahondar en los procesos de aprendizaje y
analizar cómo la universidad puede contribuir para que la sociedad se apropie de una
cultura del aprendizaje. Se irá más allá de las soluciones que Landes (1992) ha descrito
como las dos estrategias principales para ampliar el acceso a la tecnología y para
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 100
incrementar la capacidad de un país de aprender: el adiestramiento del capital humano en el
extranjero y la atracción de las inversiones extranjeras directas.
Este artículo consta de cuatro partes. La parte 2, seguida a esta primera parte introductoria,
está dedicada a la conceptualización del conocimiento mediante un análisis fundamentado
de las características económicas del mismo. En la parte 3 se expone un modelo de
aprendizaje que sienta las bases para un análisis del rol de la universidad según la
concepción del conocimiento descrito en la parte 2. En la parte 4, finalmente, se exponen
las conclusiones del trabajo.
Conceptualización del Conocimiento
La importancia del conocimiento desde el punto de vista económico ha sido objeto de
análisis en distintas disciplinas académicas y desde diferentes perspectivas (reseña en Dosi,
1996). El enfoque que se propone en este artículo contempla la diferenciación entre dos
clases de conocimiento: las ideas, o software, y las destrezas, o wetware. Esta taxonomía
fue planteada por Nelson y Romer (1996) y refleja una diferenciación que tiene larga
tradición dentro del análisis del conocimiento desde la perspectiva económica. El software
(“las ideas”) es el conocimiento que ha sido codificado y almacenado fuera del cerebro
humano, por ejemplo, en libros, discos compactos, discos, cassettes. El wetware (“las
destrezas”) es el conocimiento que no puede disociarse de un individuo; se encuentra
almacenado en el cerebro de cada ser humano e incluye sus convicciones, habilidades,
talentos. Foray y Lundvall (1996) realizan una reseña de las distintas taxonomías del
conocimiento y proponen una propia, que apunta a la integración. Esta taxonomía puede
reducirse a la que se presenta en este artículo, tal como queda demostrado por Conceição,
Gibson, Heitor y Shariq (1998).
La diferencia conceptual entre software y wetware radica en el nivel de codificación.
Mientras las ideas constituyen un conocimiento que puede ser articulado a través de
palabras, símbolos, o cualquier otro medio de expresión, las destrezas no se pueden
formalizar, por lo que permanecen en un estado tácito. Esta taxonomía divide al
conocimiento en dos mundos: el mundo de las ideas codificadas y el mundo de las destrezas
no codificadas. La creación, distribución y utilización de estos dos tipos de conocimiento
son sumamente diferentes; de hecho, son prácticamente antagónicas. Estas diferencias
tienen implicaciones económicas importantes que influyen sobre la creación de medidas
estatales, en particular sobre las referentes al rol de la universidad.
En primer lugar, es necesario analizar la forma en que cada uno de estos tipos de
conocimientos es utilizado. Cualquier número de personas puede hacer uso de las ideas
simultáneamente. Por el contrario, las destrezas sólo pueden ser utilizadas por la persona
que las posee. Puede decirse que, en cuanto a su uso, las destrezas se asemejan a los
objetos, los cuales también pueden ser utilizados por un individuo a la vez. En términos
formales, esta diferencia se puede plantear diciendo que el software es no-rival, mientras
que el wetware es rival.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 101
En cuanto a los procesos de distribución del conocimiento, se puede decir que la difusión de
ideas (software) generalmente resulta sencilla y económica, dado que éstas constituyen un
tipo de conocimiento codificado, cuya condición permite articularlo y reproducirlo a través
de medios simples y poco costosos. Algunas ideas pueden ser difíciles de codificar y de
transmitir, pero los costos de difusión del software por lo general son bajos, especialmente
si se comparan con los costos que supone su producción. Ciertamente, casi todo el
conocimiento codificado se caracteriza por la facilidad, rapidez y bajo costo de difusión Por
el contrario, la transmisión de las destrezas (wetware) es compleja, costosa y lenta. El
manejo de destrezas es el resultado de una suma de factores que van desde el dominio
innato de las mismas hasta su adquisición mediante el adiestramiento formal, pasando por
el producto de la experiencia individual. La Tabla 1 resume las diferencias entre las ideas y
las destrezas.
Tabla 1 – Diferencias en el uso y difusión de las ideas y las destrezas
SOFTWARE (IDEAS) WETWARE (DESTREZAS)
USO no-rival rival
DIFUSIÓN sencilla y económica compleja y costosa
Como se explicó anteriormente, la rivalidad asociada a las destrezas implica que, en un
marco económico, éstas son similares a los objetos. Dada esta rivalidad, resulta sencillo
determinar quién posee un objeto o habilidad en particular y asignar los derechos de
propiedad correspondientes. Además, los objetos y las destrezas son escasos, debido a que
los primeros se ven limitados por los recursos materiales y energéticos y las segundas, por
las personas. La existencia de tales propiedades (facilidad de asignar los derechos de
propiedad y escasez) implica que el mercado debe operar como un medio eficiente que
estimule la producción de objetos y destrezas.
Cuando se piensa en el crecimiento del wetware, se piensa en el crecimiento del capital
humano. Los incentivos para las inversiones en capital humano provienen de la expectativa
que se tiene de obtener un ingreso en el futuro como resultado de la acumulación de dicho
capital. Durante mucho tiempo se ha mantenido la idea de que el mercado proporciona los
incentivos necesarios para que se invierta en la mejora de las destrezas de los individuos.
Sin embargo, desde la perspectiva de las nuevas teorías de crecimiento y, en particular, si se
considera la creciente importancia del conocimiento, este punto de vista debe volverse a
analizar tomando en cuenta la proliferación del conocimiento individual y la
complementariedad existente entre el conocimiento codificado y el tácito.
La no-rivalidad de las ideas y sus bajos costos de difusión provocan una dificultad a la hora
de asignar los derechos de propiedad y de proteger dichos derechos. Por otra parte, no hay
escasez de ideas; por el contrario, las ideas tienden a ser abundantes, especialmente dados
los avances en la tecnología de la información y en las telecomunicaciones, que permiten
que el conocimiento codificado se pueda transmitir de manera sencilla y económica.
Términos como “la economía digital” y “la economía de la información” reflejan de manera
muy clara esta idea (Romer, 1996, Foray y Lundvall, 1996).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 102
Según David (1993), el mercado en sí no cuenta con los mecanismos adecuados para la
producción de ideas. Tal como aclara Dosi (1996), la no-rivalidad de éstas separa su costo
de creación de los beneficios que puede obtener quien las utilice. De hecho, el esfuerzo (o
costo) que supone producir una idea nueva suele ser alto, especialmente si se compara con
lo que cuesta su difusión. Aparte de todo esto, el hacer tal esfuerzo ni siquiera garantiza que
la idea tendrá valor alguno; la producción de ideas y el resultado que de esta actividad se
obtenga son inciertos. Según afirmaran Dasgupta y David (1994), Nelson (1959) fue el
primer autor que describió las implicaciones económicas de la incertidumbre asociada al
esfuerzo que supone producir una idea nueva, así como de lo difícil que resulta para el
creador de la idea el quedarse con los beneficios de la misma. Nelson realizó además un
análisis particular del esfuerzo dedicado a la creación de ideas representado por las
actividades de IyD (Investigación y Desarrollo) realizadas por las empresas. Aun cuando el
esfuerzo de una compañía sea exitoso en el área de IyD, señala Nelson, los beneficios de la
producción de esta idea serán compartidos por la sociedad en general.
Varios estudios empíricos confirman la hipótesis de Nelson, pues demuestran que,
ciertamente, los beneficios sociales derivados del esfuerzo dedicado a la creación de ideas
son considerablemente más altos (aproximadamente el doble) que las ventajas que obtienen
los entes privados que hicieron el esfuerzo. Esta “proliferación del conocimiento” ha sido
interpretada como el resultado de las exterioridades (del inglés, externalities) positivas de la
práctica de actividades de IyD, lo cual indica que el mercado no funciona de manera
eficiente como medio de estímulo de la producción. Luego de todo este análisis, dicho
fenómeno puede interpretarse como el resultado de la no-rivalidad y bajo costo de
transmisión de las ideas.
Dentro de este nuevo marco… ¿Cuáles serían los tipos de incentivos que existen para la
producción de ideas? David (1993) y David y Dasgupta (1994) sugieren que hay
básicamente dos alternativas. La primera consiste en la intervención del Estado en la
producción de ideas, bien sea a través de una participación directa (como sería el caso de
los laboratorios de investigación controlados por el Estado), o a través del subsidio de la
producción, como en el caso del financiamiento de las actividades de IyD de las
universidades. La segunda alternativa consiste en el otorgamiento de derechos de propiedad
para la creación de ideas, es decir, la creación de una regulación de la propiedad intelectual,
lo que incluiría patentes, marcas registradas y derechos de reproducción.
En la Tabla 2 se presentan de manera esquemática las características de estas dos
alternativas. La intervención del Estado garantiza el acceso del público en general a las
ideas, mientras que el otorgamiento de derechos de propiedad intelectual concede al autor
derechos discrecionales sobre dicho acceso. En este último caso, el incentivo está dado por
la posibilidad que tiene el productor de la idea de obtener ganancias monopólicas gracias a
la posesión de derechos de patente o de reproducción (Schumpeter, 1911, 1943). En el caso
de los subsidios estatales, el incentivo está basado en el prestigio y la reputación que, por
ejemplo, un científico puede reunir a través de sus creaciones, y que se traducirían, para
continuar con el ejemplo de la comunidad científica, en la promoción laboral y
posibilidades de financiamiento (Stephan, 1996).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 103
La tabla 2 pretende mostrar que ambas alternativas tienen sus puntos fuertes y débiles, que,
de hecho, se complementan. Mientras la intervención directa del Estado permite la difusión
rápida de las ideas nuevas y un amplio acceso a las mismas, el otorgamiento de derechos de
propiedad limita su difusión, hasta el punto de que los derechos de monopolio pueden llegar
a obstaculizarla. Romer y Nelson (1996) profundizan en la manifestación de este fenómeno
preguntándose qué hubiese ocurrido si el concepto de la hoja de cálculo hubiese estado
protegido por la ley, impidiéndole a Microsoft y Borland —con sus productos Excel y
Quattro Pro— competir con el creador de la idea, Lotus. Obviamente, los avances
tecnológicos que permitieron la sofisticación de las hojas de cálculo habrían sido mucho
más lentos.
Tabla 2 – Dos alternativas para promover la producción de ideas
Intervención del Estado Derechos de propiedad
Propiedad de las ideas pública Privada
Beneficio esperado reputación, prestigio ganancias monopólicas
Ventajas libre acceso Incentivos privados
Desventajas arbitrariedad, ineficiencia difusión limitada
Hasta ahora se ha hecho un análisis detallado de las diferencias entre las destrezas y las
ideas. Se ha expuesto que estas últimas tienen un comportamiento económico particular
producto de su no-rivalidad y de su bajo costo de difusión. Por lo tanto, la producción de
ideas requiere de mecanismos institucionales de mayor complejidad que los que provee el
mercado. En cuanto a las destrezas, se ha señalado que tienen un comportamiento similar al
de los objetos y que, por consiguiente, el mercado provee gran parte de los incentivos
necesarios para su producción.
Las nuevas teorías de crecimiento incluyen ambos tipos de conocimiento como factores de
producción y como resultados. La base del crecimiento sostenido es el conocimiento: por
un lado, las ideas nuevas para producir objetos nuevos y para organizar los objetos que ya
existen de una manera más eficiente, y, por otro lado, las destrezas nuevas y mejores que
permitan poner en práctica las ideas y utilizar los objetos. Romer (1993b) apunta que las
ideas nuevas y las destrezas nuevas y mejores (conocimiento incrementado) aumentan la
productividad y la eficiencia, lo que conduce al crecimiento económico. Por consiguiente,
las nuevas teorías de crecimiento no consideran el conocimiento como mera tecnología ni le
atribuyen un carácter exógeno, sino que sostienen que aquél comprende tanto las ideas y
destrezas nuevas en el campo de la tecnología, como en el social, político, administrativo y
otros.
En vista de que la acumulación de conocimiento contribuye al crecimiento, se hace
necesario analizar a continuación la manera en que se produce esta acumulación, la cual
también puede entenderse como aprendizaje, no en el sentido limitado que se aplica al caso
de un individuo, sino en un sentido más amplio que incluya el aprendizaje de las
organizaciones, países y regiones. Las diferencias entre wetware y software aclaradas
anteriormente tienen grandes implicaciones sobre la forma en que se concibe el proceso de
aprendizaje. De hecho, hasta ahora se han analizado deliberadamente cada una de las clases
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 104
de conocimiento de forma separada, con el fin de dejar bien claras las diferencias que
existen entre las ideas y las destrezas. Sin embargo, es la acumulación de conocimiento
como un todo la que conduce al crecimiento económico, lo que significa que es necesario
analizar la relación que existe entre las ideas y las destrezas. En la próxima parte se realiza
este análisis con miras a evaluar, en la parte 4 del artículo, el rol de la universidad en la
economía del conocimiento.
Procesos de Aprendizaje y Acumulación de Conocimiento. Interacción
entre Software y Wetware
Primeramente, se indagará en los intentos de formalización del aprendizaje de las nuevas
teorías de crecimiento. Según Solow (1997), la formalización del proceso de crecimiento
económico en los nuevos modelos está basada en la base conceptual propuesta
originalmente por Arrow (1962). Vale la pena ahondar un poco en el análisis de Arrow, ya
que éste contiene el centro del razonamiento que subyace a la concepción del desarrollo
económico como un proceso de aprendizaje. Si bien la perspectiva neoclásica consideraba
el cambio tecnológico como el componente de crecimiento que no podía ser explicado a
través de la acumulación de capital y de fuerza laboral, Arrow fue más allá al plantear que
la experiencia en el uso del capital llevaría a un aumento del conocimiento utilizado en la
producción. Arrow diseñó un modelo relativamente simple, en el que los trabajadores de
una compañía aprendían utilizando los medios de producción, lo que conducía al aumento
de la productividad de la empresa.
En este sentido, el aprendizaje —es decir, la acumulación de conocimiento— se muestra
como el motor que impulsa la mejora en términos de eficiencia y que, por ende, conduce al
crecimiento económico. Resulta interesante ver que Arrow escogiera un modo de
aprendizaje informal como base de su razonamiento: el aprendizaje a través de la práctica.
El aporte de las nuevas teorías de crecimiento ha sido precisamente el extender este
razonamiento básico para incluir otros tipos de aprendizaje y la acumulación de ideas,
contribución ésta que parte del momento en que Romer (1986) planteó que las ideas de
Arrow tenían implicaciones mayores.
Lucas (1988) también analizó la acumulación de conocimiento en forma de destrezas, pero
presentando a la educación como un proceso de aprendizaje formal. Por su parte, Romer
(1990) y Grossman y Helpman (1991) crearon modelos en los que la acumulación de ideas
era el resultado del esfuerzo dedicado a la investigación, otra forma de aprendizaje formal.
En este sentido, la tabla 3 muestra de forma resumida la manera como estos aportes se
enmarcan en un cuadro de posibilidades que relacionan la acumulación de conocimiento
con los distintos tipos de aprendizaje que conducen a esta acumulación. La tabla está basada
en un análisis realizado por Foray y Lundvall (1996), en el que los autores se centraron en
la formación de redes de contactos personales y profesionales que resultan de procesos de
interacción social, lo que correspondería al cuarto proceso en la tabla 3.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 105
Tabla 3 – Acumulación de conocimiento y procesos de aprendizaje
en las nuevas teorías de crecimiento
Aprendizaje a través de
Procesos formales Procesos informales
Educación Investigación y
Desarrollo
Experiencia (a
través de la
práctica)
Interacción
Acumulación
de
Software
(Ideas)
Romer (1990)
Grossman y
Helpman
(1991)
Wetware
(Destrezas)
Lucas (1988) Arrow (1962)
Romer (1986)
Esta tabla demuestra la magnitud del análisis que aún resta por hacer. Falta rellenar algunas
casillas con referencias y crear otras nuevas. Por ejemplo, el modelo endógeno propuesto
por Lucas (1993) no encaja cabalmente dentro de esta clasificación. La mayor parte de los
últimos aportes que se han hecho están basados en la acumulación de ideas a través de IyD
(ver Romer, 1993ª, 1993b, y 1994). El estudio de los procesos informales de aprendizaje y
todo lo que se ha venido analizando sobre el proceso de cambio tecnológico debe ser
incorporado a los nuevos modelos de crecimiento. De hecho, Nelson (1997) ha opinado que
no ve un componente innovador considerable en la teoría de crecimiento endógeno. No
obstante, no puede negarse el gran impacto que estas teorías han tenido, en tanto han
promovido la investigación en el área de la economía y en los trabajos de carácter empírico
dirigida a mejorar los modelos ya existentes (ejemplos de ello son los análisis de carácter
histórico en Romer, 1996, y Craft, 1998).
Un aspecto clave de la acumulación de conocimiento es la interacción entre las ideas y las
destrezas, que da lugar a procesos de aprendizaje como los que aparecen en la tabla 3.
Ciertamente, según señalara Soete (1996), las ideas y las destrezas no son más que dos
caras de una misma moneda, dos aspectos fundamentales de la acumulación de
conocimiento. Herbert Simon, citado por Varian (1995), lo expresa de la siguiente manera:
“Lo que consume la información (o ideas, según la terminología en cuestión) es bastante
obvio: consume la atención de sus receptores. Por consiguiente, la abundancia de
información (es decir, de ideas) genera falta de atención y la necesidad de hacer uso de la
misma de una manera eficiente dada la superabundancia de fuentes de información que
habrán de consumirla”.
Dicho de otro modo, muchas ideas pueden resultar inútiles si no se cuenta con las destrezas
necesarias para hacer uso de ellas. Pavitt (1987), Nelson (1996), y Rosenberg (1990) han
realizado estudios que apoyan este planteamiento. Nelson (1997) describe varias situaciones
en las que individuos, compañías, universidades y otras instituciones han utilizado sus
destrezas para incrementar su acumulación de conocimiento, adquiriendo mayores destrezas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 106
al igual que ideas. Ahora bien, la interdependencia entre las ideas y las destrezas pone en
duda entonces la idea de que el mercado provee los incentivos necesarios para la
producción de destrezas, tal y como se concluyó en la parte 2 del presente artículo. Esta
observación fue un punto importante que se destacó en el artículo anterior (Conceição,
Heitor, Oliveira, 1998). Al parecer, los acuerdos institucionales y las medidas estatales
juegan un papel mucho más importante que va más allá de la lógica del mercado (Banco
Mundial, 1997).
Se ha dicho que si no hay destrezas, las ideas se vuelven inútiles, y que si no hay ideas, no
habrá necesidad de crear nuevas y mejores destrezas. La invención de la escritura
(probablemente una de las ideas más importantes de la historia de la humanidad) hizo
necesaria la adquisición de destrezas para ponerla en práctica. Igualmente, la difusión del
uso de las computadoras, otra idea importante, está haciendo cada vez más necesario el
aprendizaje de las destrezas correspondientes. Es así como el surgimiento de nuevas ideas
estimula la creación de las destrezas necesarias para utilizar dichas ideas. Dicho de otro
modo, la creación de destrezas nuevas constituye la bisagra entre la producción de ideas y la
utilización de éstas. Una mayor utilización de una idea, para lo cual se hace necesaria su
difusión, conducirá al surgimiento de una constelación de otras ideas que ampliará la idea
inicial, lo que provocará la necesidad de desarrollar nuevas destrezas, y así sucesivamente,
creándose un ciclo retroalimentado que da lugar a la acumulación de conocimiento. En
conclusión, esta acumulación de conocimiento es el resultado de la producción, utilización
y difusión de software y wetware. En la figura 1 se resume esta visión de los procesos de
aprendizaje en la que éstos conducen a la acumulación de conocimiento.
Figura 1 – Ciclo retroalimentado de aprendizaje que conduce a la acumulación de
conocimiento.
La descripción de Rosenberg (1994) del proceso de cambio tecnológico —en la que se
destaca su rigidez, incertidumbre y firmeza— se puede comprender desde la perspectiva de
esta interacción entre la creación de ideas y la creación de destrezas. Con el fin de
sistematizar la estrecha y compleja interdependencia existente entre las ideas y las destrezas
que conduce a la acumulación general de conocimiento, se sugiere a continuación una
clasificación según la cual existen dos categorías importantes de procesos de aprendizaje:
uso, uso,
difusión difusión
Producción de
SOFTWARE
Producción de
WETWARE
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 107
Aprendizaje a través de la codificación (Foray y Lundvall, 1996): comprende la producción
de ideas a través de la codificación de conocimiento; incluye los resultados obtenidos por
avances en la ciencia y la tecnología, pero también otro tipo de ideas que traen beneficios a
la humanidad, como la democracia, la igualdad de razas y sexos, y también ideas de valor
para una persona o una compañía en particular.
Aprendizaje a través de la interpretación (OCDE, 1997): comprende la producción de
destrezas, o en un sentido más amplio, la interpretación de las ideas, de conocimiento
codificado (incluidas las máquinas, que en cierto modo encarnan ideas); incluye el
desarrollo de destrezas como resultado del adiestramiento o de la experiencia.
Hoy en día, la mera producción de destrezas e ideas supone una buena recompensa
económica, bien sea a través de los mecanismos públicos o privados descritos en la parte 2
y expuestos en la tabla 2. Los procesos de aprendizaje que llevan a la codificación de
conocimiento (generación de ideas nuevas) comprenden actividades de IyD y creación
artística. En ambos casos, los creadores de las ideas (científicos y artistas) obtienen una
recompensa económica como resultado de su esfuerzo.
Sin embargo, es el uso y la difusión del conocimiento lo que genera las verdaderas
ganancias una vez que éste se ha creado. De hecho, la historia está llena de ejemplos en los
que los autores de nuevas ideas y destrezas que no las utilizaron ni difundieron se vieron
superados por quienes sí lo hicieron aun sin haber sido sus creadores. A continuación se
presentarán dos ejemplos de este fenómeno: uno, más general, que remite a la historia de la
civilización, y el otro, más específico, relacionado con la guerra corporativa
contemporánea.
Los chinos inventaron lo que, luego de la escritura, resultó ser una de las ideas más
importantes para el progreso de la humanidad: la prensa tipográfica de tipos movibles. Esta
idea permitió un avance sin precedentes en cuanto a las posibilidades de codificar el
conocimiento. Sin embargo, la China Imperial restringió su uso a los asuntos del
Emperador y su corte y los europeos fueron los que sacaron provecho a este invento desde
el punto de vista económico, a través de la promoción de su uso y de la rápida y amplia
difusión (el relato está tomado de Elvin, 1973, y Landes, 1998). En un plano más prosaico,
la historia de la creación en Xerox PARC de lo que se convertiría en la base del actual
sistema operativo Windows es muy conocida. Ni tan siquiera Apple, que en un comienzo
tuvo más éxito que Xerox, fue capaz de obtener ganancias a partir del potencial de riqueza
que yacía en estas nuevas ideas, pues subestimó los beneficios que podría obtener de una
amplia difusión y promoción de su uso. Al final, fue Microsoft la que obtuvo los mayores
beneficios.
En conclusión, la acumulación de conocimiento comprende una serie compleja de procesos
de aprendizaje en los que se destaca una significativa interdependencia entre la
acumulación de ideas y de destrezas. En la siguiente parte de este artículo se analizará la
aplicación de esta concepción de los procesos de aprendizaje que conducen a la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 108
acumulación de conocimiento en el análisis del rol de la universidad en la tarea de mantener
la capacidad de las sociedades de aprender de una forma continua.
El Rol de la Universidad en la Promoción del Aprendizaje Continuo
Desde un punto de vista histórico, no faltan escritos que documenten la importancia de la
universidad en el desarrollo económico. Pueden mencionarse por ejemplo los trabajos de
Freeman y Soete (1997), Mowery y Rosenberg (1989), y Conceição, Durão, Heitor y Santos
(1998). Como es de esperarse, estos artículos describen a la universidad como un ente que
tiene dos misiones: educar y realizar investigación. Sin embargo, la universidad se ha
comprometido últimamente con la realización de un conjunto de actividades adicionales,
generando lo que se ha denominado “vínculos con la sociedad” (del inglés, “links with
society”); (para mayor información sobre el debate en torno a la misión de la universidad en
Europa, ver Caraça, Conceição, y Heitor, 1998, y en Estados Unidos, Christopher Lucas,
1996).
Asimismo, existe una tendencia a considerar a las compañías como “organizaciones de
aprendizaje”. Nonaka y Tekeuchi (1995) ejemplifican tal vez de la mejor manera esta
tendencia con la publicación de su libro The Knowledge-Creating Company (La Compañía
Creadora de Conocimiento). Frente a tal panorama… ¿es aún la universidad la “Fábrica de
Conocimiento”, término con el que se la describe en un estudio reciente de The Economist
(1997), o acaso debería la universidad enmarcarse dentro de un plano comercial, dada la
profusión de actividades que se relacionan con su misión? Las mismas compañías están
participando en la producción de conocimiento, si es que no lo están generando desde un
comienzo dentro de la misma universidad, como es el caso de Microsoft (The Economist,
1997). En pocas palabras, ¿se hará una realidad el desmoronamiento de los lazos
institucionales entre las compañías y las universidades que se ha observado como tendencia
en las economías basadas en el conocimiento?
En cierto sentido, esta situación de recientes cambios en el sector empresarial y la
universidad parece indicar que se producirá una convergencia como resultado de dos
fuerzas, bajo la cual subyace una “identificación” entre las compañías y las universidades.
En primer lugar, la creación de valor agregado y de riqueza está asociada a la producción de
conocimiento (Banco Mundial, 1997; OCDE, 1996), de manera que es natural que las
compañías dirijan su mirada a la manera en que funcionan las universidades con el fin de
aprender a ser más creativas. En segundo lugar, las universidades enfrentan problemas
relacionados con la obtención del financiamiento necesario para realizar sus tareas de
enseñanza e investigación (ver Caraça, Conceição y Heitor, 1998), por lo que es natural que
dirijan su mirada a las compañías para aprender la forma de obtener beneficios comerciales
de sus activos intelectuales.
Una serie de estudios ha demostrado que, aun cuando esta convergencia entre las
compañías y las universidades será bien recibida hasta cierto punto, también puede resultar
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 109
peligrosa. ¿Cómo establecer entonces los límites de aceptabilidad de este fenómeno?
Rosenberg y Nelson (1996), Dasgupta y David (1994), y Pavitt (1987) sostienen que todo es
aceptable en tanto no dañe la integridad institucional de la universidad. Las compañías y las
universidades han ido avanzando en medio de un contexto social, hasta alcanzar lo que
estos autores han denominado la “especialidad institucional” (del inglés, “institutional
specialty”). Por ello, mientras las compañías se preocupan por obtener sus propias
ganancias a partir del conocimiento que han generado, las universidades han hecho públicos
estos beneficios. En virtud de esta especialización, o “división del trabajo”, la acumulación
de conocimiento se ha producido a un ritmo acelerado, tal y como lo confirman los
inigualables niveles de crecimiento económico registrados después de la segunda guerra
mundial (Rosenberg y Nelson, 1996).
En el artículo que se publicara anteriormente a éste (ver Conceição, Heitor y Oliveira, 1998)
se analiza en detalle este argumento en el marco de las economías basadas en el
conocimiento. En realidad, el peligro que representa el debilitamiento de la integridad
institucional de la universidad va más allá de la ampliación del campo de acción de la
misma dentro de la sociedad a través de nuevas actividades, las cuales, de realizarse en
exceso, podrían provocar un esparcimiento deficiente de los recursos. En dicho artículo, se
realiza un análisis de los problemas más serios que podrían surgir si las universidades
decidieran privatizar las ideas que producen y las destrezas que desarrollan.
En primer lugar, se analiza la misión de la universidad relativa a la educación, por medio de
la cual contribuye a la acumulación de conocimiento, específicamente de destrezas,
mediante el proceso formal de aprendizaje a través de la educación o “aprendizaje a través
del aprendizaje”. En cuanto a la tarea de investigación, cabe resaltar que la mayor parte de
las ideas que se generan en la universidad tienen un carácter público, siendo ésta la
contribución que particularmente hace la universidad a la acumulación de ideas. El estímulo
para la producción de estas ideas públicas está basado en una red de reconocimiento y
prestigio dentro de la comunidad académica.
En dicho artículo se llega a la conclusión de que debe preservarse la integridad institucional
de la universidad y, desde el punto de vista de las medidas estatales, que no se debe reducir
el financiamiento público de las universidades. En cuanto a la educación, aparte de las
conocidas exterioridades relacionadas con la educación universitaria, las cuales justifican el
financiamiento del gobierno en casi todas las naciones del mundo con la posible excepción
de Japón (Eicher y Chevalier, 1993), se analiza la necesidad de proveer destrezas que
acompañasen el crecimiento de conocimiento codificado. Por lo tanto, la amenaza de
privatizar cada vez más la educación podría causar serios problemas, pues podría resultar en
la disminución del recurso cuya oferta podría ser poca: las destrezas para utilizar e
interpretar las ideas. Esta conclusión no pretende poner en duda los aportes que realizan
actualmente los estudiantes, sino más bien cuestionar la posibilidad de que se genere una
tendencia que ponga en peligro la integridad institucional de la propia universidad.
En cuanto a la investigación, se hace mención a los planteamientos de Stephan (1996),
quien, partiendo de la obra sociológica de Robert K. Merton, describe detalladamente la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 110
forma en que funciona este sistema y cómo se traduce en creatividad, flexibilidad y
autonomía. En un estudio reciente realizado a profesores universitarios de Estados Unidos,
el 86,2% de los encuestados señaló a la autonomía y a la independencia como los aspectos
del sistema más satisfactorios (UCLA, 1997). Nuevamente, la tentación de privatizar los
resultados de la investigación universitaria podría incidir en forma negativa sobre el
funcionamiento en sí de la universidad y podría menoscabar el fundamental aporte que ésta
hace a la acumulación de ideas.
Sin embargo, está muy claro que el análisis realizado en dicho artículo fue insuficiente. Por
una parte, tal y como se señaló en la introducción del presente artículo, se hizo énfasis en la
contribución de la universidad al incremento de los niveles de capital científico y humano, y
se dijo muy poco sobre de los procesos de aprendizaje. Es necesario ir mucho más allá. Por
otra parte, desde un punto de vista más pragmático, la universidad debe responder a las
necesidades de la sociedad, que incluyen la rápida e imprevisible transformación de la
estructura del mercado laboral, así como la necesidad de proveer a los estudiantes
universitarios de las nuevas destrezas, sin limitarse a lo meramente técnico y dando especial
importancia a las destrezas asociadas al aprendizaje. A continuación se presentan maneras
de enfrentar estos dos desafíos:
En lo que concierne a los cambios que experimenta la estructura del mercado de trabajo,
habría que diseñar medidas gubernamentales orientadas al fortalecimiento y la preservación
de la integridad institucional de la universidad. Ciertamente, no puede esperarse que las
universidades prevean la demanda del mercado laboral con cinco o seis años de
anticipación. Si lo intentaran, estarían poniendo en peligro su integridad. Una solución a
este problema sería desarrollar un sistema de educación superior diversificado que
incluyese instituciones encargadas de las diferentes vocaciones con el fin de fomentar una
estratificación funcional del sistema. De esta forma se podría garantizar una flexibilidad
sostenida que permitiese que la sociedad recibiera las herramientas necesarias para
enfrentar la inestabilidad en el mercado de empleo y, en general, las variaciones en la
tecnología, las preferencias, los mercados y las necesidades. Además, de esta forma se
estaría haciendo frente al reto que constituye el mantenimiento de la excelencia. Resulta
obvio que la expansión de la educación universitaria es irreversible en el marco de la
sociedad emergente, pero no debe permitirse que esta tendencia se materialice mediante la
creación de centros de excelencia. Por el contrario, este fenómeno debe estimular su
desarrollo a través de la estratificación del sistema recién sugerida.
En este sentido, el sistema educativo de Estados Unidos podría ser un buen punto de
referencia. Según la Carnegie Foundation for the Advancement of Teaching (Fundación
Carnegie para el Fomento de la Enseñanza), la cual realiza una semiclasificación de las
instituciones de educación superior de Estados Unidos, existen alrededor de 90
“universidades de investigación”, que serían aquellas comúnmente conocidas simplemente
como “universidades”. Estas 90 instituciones conforman un sistema que abarca a 3.706
instituciones (sin contar las otras 6.256 que sólo imparten un adiestramiento vocacional),
con un total de más de cuatro millones de alumnos inscritos. De esta forma, la diversidad y
estratificación funcional del sistema en su conjunto le permite responder a las rápidas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 111
transformaciones que experimenta el mercado de empleo sin ejercer demasiada presión
sobre las universidades, especialmente a través de las instituciones más orientadas hacia la
enseñanza y cuyos estudiantes se gradúan con mayor rapidez.
La creación de un sistema diversificado y estratificado también resulta apropiada para
enfrentar el segundo de los desafíos planteados: la creación y promoción de las destrezas de
aprendizaje. Ahora bien, el análisis del presente artículo no se limita a la forma de lograr
que la universidad cree un sistema educativo diversificado que le permita prever con menor
dificultad los cambios, sino que se irá mucho más lejos, pues se estudiará también la
manera en que la universidad pueda contribuir con la creación de una cultura de aprendizaje
verdaderamente comprehensiva.
En primer lugar se creará un modelo que tiene sus bases en el modelo general de
aprendizaje presentado en la figura 1 y que intenta formalizar los procesos de aprendizaje
que se promueven en las universidades. La figura 2 es una ampliación del modelo
simplificado de aprendizaje anteriormente presentado. Para empezar, las destrezas están
representadas por medio de un conjunto de óvalos pequeños, lo que refleja el carácter
individual de las destrezas de las personas; las ideas aparecen como un solo óvalo, lo que
indica la indivisibilidad de las ideas (David, 1993), y que, una vez creada una idea, ésta
permanece al menos potencialmente accesible en todas partes, y no hay necesidad de volver
a descubrirla. En la figura 2 también se muestran detalles acerca de los distintos procesos de
aprendizaje que se han venido analizando a lo largo del trabajo. A continuación se
presentan las dos categorías de aprendizaje mencionadas de una manera más detallada:
Ciclo 1 – Codificación del conocimiento: el amplio número de ideas constituye el punto de
partida o “fuente” de la creación de nuevas ideas mediante la utilización de las destrezas
existentes.
Ciclo 2 – Interpretación del conocimiento codificado: utilización de las destrezas existentes
como punto de partida o instrumento para decodificar las ideas que se están estudiando o
usando, lo que conduce a la creación de mejores destrezas.
El ciclo 1, por una parte, comprende los procesos de aprendizaje que llevan a la
codificación del conocimiento, es decir, a la creación de ideas nuevas. Ejemplos de estos
procesos dentro de las universidades serían las actividades de IyD y la creación artística. En
ambos casos, la generación de las ideas es el resultado de un proceso de exploración, de
indagación en la ciencia o en las formas de expresión artística. Este tipo de aprendizaje es
convergente, lo que significa que se generan ideas de uso común a partir de destrezas
diversas y exclusivas.
El ciclo 2, por otra parte, se refiere al aprendizaje a través de la asimilación del
conocimiento como resultado de la educación, la experiencia y la interacción social. A
través de la interpretación de las ideas existentes, se desarrollan nuevas destrezas. Piénsese
por un momento en una clase de matemáticas: todos los estudiantes están utilizando el
mismo libro, asisten a la misma clase, hacen los mismos ejercicios. Sin embargo, la forma
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 112
en que cada uno asimila e interpreta este conocimiento es diferente, lo que significa que el
proceso de aprendizaje es divergente.
Figura 2 - Procesos de aprendizaje y diferentes facetas de la investigación universitaria
[IyD, IyE (Investigación y Enseñanza) e IyA (Investigación y Aprendizaje)].
En este sentido, la propuesta sería lograr ampliar el concepto de investigación en la
universidad con el fin de mejorar las destrezas de aprendizaje que requieren los individuos
para sustentar una cultura de aprendizaje de amplio alcance en la sociedad. La investigación
puede clasificarse en distintas sub-tareas, que no suelen estar siempre claramente definidas,
pero que deberían recibir un tratamiento distinto en términos de políticas estatales y
manejo, tal y como se aclara a continuación:
IyD (Investigación y Desarrollo): La investigación persigue la acumulación de ideas a través
de procesos de aprendizaje convergentes, los cuales están relacionados con los procesos de
codificación presentados en la figura 2. Este tipo de investigación es el más común de
todos, especialmente en un marco de desarrollo económico y de interacción entre la
universidad y el sector empresarial.
IyD IyA ideas IyE destrezas existentes existentes como como punto de punto de partida codificación interpretación partida (fuente) (instru- mento)
C1 – Ciclo de “aprendizaje a través de la exploración” C2 – Ciclo de “aprendizaje a través del aprendizaje” (IyD, creación artística…) (educación, experiencia…)
SOFTWARE
WETWARE
C1
C2
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 113
IyE (Investigación y Enseñanza): La investigación está orientada a la mejora del material de
enseñanza y de las destrezas pedagógicas del personal docente; esta actividad está
relacionada también con los procesos convergentes de codificación de conocimiento
presentados en la figura 2.
IyA (Investigación y Aprendiazje): El objetivo de la investigación no es necesariamente la
creación de ideas, sino el desarrollo de las destrezas que sienten las bases para el
aprendizaje. En este caso, la investigación se muestra como un fenómeno divergente
asociado a los procesos de interpretación presentados en la figura 2.
Tomando en cuenta las definiciones de los distintos procesos de aprendizaje, se puede decir
que, por un lado, las actividades de IyD y de IyE constituyen procesos convergentes
orientados a la creación de ideas. En este caso, cabe resaltarse la necesidad de aplicar
criterios de selectividad para elegir a los individuos capaces de realizar estas tareas. Por otro
lado, las actividades de IyA están relacionadas con un proceso de aprendizaje divergente
que persigue el desarrollo de destrezas de aprendizaje a través de la práctica de la
investigación. Es importante difundir las oportunidades de realizar este tipo de actividades
presentando a la investigación como un factor cultural.
En este sentido, un sistema diversificado podría responder eficientemente a las demandas
propias de una economía emergente, aplicando criterios de selectividad en los casos de IyD
y de IyE, y criterios comprehensivos en el caso de IyA. Además, la naturaleza
comprehensiva de las actividades de IyA debería ir más allá de las fronteras universitarias
para abarcar el sistema educativo en su totalidad con miras a promover el desarrollo de
destrezas de aprendizaje. Para ello se requiere hacer hincapié en la importancia de la
educación y, hasta cierto punto, renovar su papel social y económico. Las instituciones
educativas deben evaluar su relación con los individuos, familias y comunidades que las
rodean y darse a conocer como los entes necesarios para dar forma a los procesos formales
de aprendizaje y para promover un estilo de vida que estimule el aprendizaje a través de la
interacción social.
Se han planteado este tipo de acciones como vías posibles para enfrentar uno de los
mayores desafíos de la universidad y del sistema educativo en general: la necesidad de
lograr un aprendizaje para toda la vida, de ir más allá de la enseñanza formal y trabajar en el
aprendizaje a través de la participación, lo que supondría un adiestramiento continuo (de
toda una vida). Además, el hecho de que un grupo variado de instituciones comparta
procesos de aprendizaje informal abre nuevas posibilidades para la capacidad de las
universidades de crear y difundir conocimiento.
Para concluir, sin ánimos de presentar un plan detallado de medidas gubernamentales o
directrices administrativas para las universidades, la parte 4 del artículo ha estado más bien
orientada a demostrar cómo pueden utilizarse los conceptos expuestos en la parte 3 al
momento de analizar los retos que enfrenta la universidad. Entre las conclusiones más
relevantes que pueden extraerse se encuentra la importancia de preservar la integridad
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 114
institucional de la universidad manteniendo la naturaleza académica de sus misiones
básicas de educación e investigación. En vista de que la educación debe estimular el
desarrollo de destrezas de aprendizaje, se hace énfasis en la necesidad de identificar y
comprender los distintos componentes de la investigación universitaria, de manera tal de
aplicar criterios de selectividad en el caso de las sub-tareas de IyD y de IyE, y de criterios
que persigan la expansión de la sub-tarea de IyA. Se plantea también que la diversificación
del sistema de educación superior puede librar a la universidad de muchas de las presiones a
que se ve sometida actualmente mediante una preservación de su integridad institucional.
Obras de Consulta
1.- Abramovitz, M. David, P. (1996). “Technological Change and the Rise of Intangible Investments: The US
Economy’s Growthpath in the Twentieth Century”, Employment and Growth in the Knowledge-based
Economy, Paris: OCDE.
2.- Arrow, K. (1992); “The Economic Implications of Learning by Doing”, Review of Economic Studies, 28,
155-73.
3.- Bradford De Long, J. (1996). “Cross-Country Variations in National Economic Growth Rates: the Role of
“Technology””, in Fuhrer, Jeffrey, and Little, Janes (eds.), Technology and Growth. Boston, MA: Federal
Reserve Bank of Boston.
4.- Bruton, H. J. (1998). “A Reconsideration of Import Substitution”, The Journal of Economic Literature,
XXXVI (June): 903-936.
5.- Caraça, J., Conceição, P., Heitor, M. V. (1998), “On the Definition of a Public Policy towards a Research
University”, Higher Education Policy, accepted for publication.
6.- Conceição, P., Durão, D., Heitor, M. V., Santos, F. (1998). Novas Ideias para a Universidade. IST Press:
Lisbon.
7.- Conceição, P., Gibson, D. V., Heitor, M. V., Shariq, S. (1998), “The Emerging Importance of Knowledge
for Development: Management and Policy Implications”, Technological Forecasting and Social Change,
58(3): 181-202.
8.- Conceição, P., Heitor, M. V., Oliveira, P. M. (1998), “Expectations for the University in the Knowledge
Based Economy”, Technological Forecasting and Social Change, 58(3): 203-214.
9.- Craft, N. (1998). “Forging Ahead and Falling Behind: The Rise and Relative Decline of the First Industrial
Nation”, Journal of Economic Perspectives, 12(2): 193-210.
10.- Dasgupta, P., David, P. (1994), “Toward a New Economics of science”, Research Policy, 23, 487-521.
11.- David, P. (1993), “Knowledge, Property, and the System Dynamics of Technological Change”, in
Summers, L. H., Shah, S. (eds.), Proceedings of the World Bank Annual Conference on Development
Economics 1992, Supplement to The World Bank Economic Review.
12.- Dosi, G. (1996), “The Contribution of Economic Theory to the Understanding of a Kwoledge-Based
Economy”, Employment and Growth in the Knowledge-based Economy, Paris: OCDE.
13.- Easterly, W. (1997). “The Ghost of Financing Gap: How the Harrod-Domar Growth Model Still Hanuts
Development Economics”, Policy Research Working Paper 1807, The World Bank: Washington, D.C.
14.- Edquist, C. (1997). Systems of Innovation – Technologies, Institutions and Organizations. Printer
Publishers.
15.- Eicher, J. -C., Chevalier, T. (1993), “Rethinking the Finance of Post-Compulsory Education”,
International Journal of Educational Research, 19, 445-519.
16.- Elvin, M. (1973). The Pattern of the Chinese Past. Standford, CA: Stadford University Press.
17.- Foray, D., Lundvall, B. -A. (1996), “The Knowledge-Based Economy: From the Economics of
Knowledge to the Learning Economy”, Employment and Growth in the Knowledge-based Economy, Paris:
OCDE.
18.- Freeman, C., Soete, L. (1997), The Economics of Industrial Innovation-Third Edition, Cambridge, MA:
MIT Press.
19.- Goto, A., Suzuki, K. (1989), “R&D Capital, Rate of Return on R&D Investment and Spillover of R&D in
Japanese Manufacturing Industries”, Review of Economic and Statistics, 71, 555-564.
20.- Grossman, G. (1996). “Discussion”, in Fuhrer, Jeffrey, and Little, Jane (eds.), Technology and Growth.
Boston, MA: Federal Reserve Bank of Boston.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 115
21.- Grossman, G. M. y Helpman, E. (1991). “Innovation and growth in the Global Economy”, Cambridge
MA: MIT Press.
22.- Howitt, P. (1996). “On Some Problems in Measuring Knowledge-Based Growth”, in Howitt, P. (eds.),
The Implications of Knowledge-Based Growth for Micro-Economic Policies. University of Calgary Press:
Calgary, Canada.
23.- Jones, A., Lall, A. (1998). “A Comparative Record of Technological Capability in ASEAN Countries”,
Technovation, 18(4): 263-274.
24.- Jones, C. I. (1995). “Times Series Tests of Endogenous Growth Models”, Quarterly Journal of
Economics, 110, August, 495-525.
25.- Jorgenson, D. W. (1996). “Technology and Growth Theory”, in Fuhrer, Jeffrey, and Little, Jane (eds.),
Technology and Growth. Boston, MA: Federal Reserve Bank of Boston.
26.- Landes, D. S. (1998). The Wealth and Poverty of Nations: Why Some are so Rich and Some so Poor.
New York: W. W. Norton & Company.
27.- Landes, D. S. (1992). “Homo Faber, Homo Sapiens: Knowledge, Technology, Growth, and
Development”, Contention, 1(3).
28.- Lucas, C. (1996). Crisis in the Academy-Rethinking Higher Education in America, St. Martin’s Press,
New York.
29.- Lucas, R. E. (1998). “On the Mechanisms of Economic Development”, Journal of Monetary Economics,
22, 3-42.
30.- Lucas, R. E. (1993); “Making a Miracle”, Econometrica, 61(March), 251-272.
31.- Lundvall, B. A. (1992). National System of Innovation – Towards a Theory of Innovation and Interactive
Learning, London: Printer Publishers.
32.- Mankiw, N. G. (1995). “The Growth of Nations”, in Brainard, W. C., Perry, G. L. (eds.), Brookings
Papers on Economic Activity, 1, Washington, D.C.: Brookings Institution.
33.- Nelson, R. (1993). National Innovation Systems, Oxford, UK: Oxford University Press.
34.- Nelson, R.R. (1959). “The Simple Economics of Basic Scientific Research”, Journal of Political
Economy, 67, 297-306.
35.- Nelson, R.R. (1996), “What is “Commercial” and What is “Public” about Technology, and What Should
Be?”, in Rosenberg, N., Landau, R., Mowery, D. C. (eds.) Technology and the Wealth of nations, Standford,
CA: Standford University Press.
36.- Nelson, R. R. (1997). “How New is growth Theory?”, Challenge, 40(5), 29-58.
37.- Nelson, R. R., Romer, P. (1996). “Science, Economic Growth, and Public Policy”, in Smith, B. L. R.,
Barfield, C. E.; Technology, R &D, and the Economy, Brookings, Washington, D.C.
38.- Nonaka, I., Takeuchi, H. (1995), The Knowledge-Creating Company, Oxford: Oxford University Press.
39.- North, D. (1990), Institutions, Institutional Change and Economic Performance, Cambridge, UK:
Cambridge University Press.
40.- OCDE (1996), Employment and Growth in the Knowledge-`ased Economy, Paris: OCDE.
41.- OCDE (1997), Technology and Industrial Performance, Paris: OCDE.
42.- Pack, H. (1994). Ëndogenous Growth Theory: Intellectual Appeal and Empirical Shortcomings”, Journal
of Economic Perspectives, 8(1), 55-72.
43.- Pasinetti, L. L. (1993). Structural Economic Dynamics: A Theory of the Economic Consequences of
Human Learning. Cambridge University Press: Cambridge, UK, New York, USA.
44.- Patel, P., Pavitt, K. (1998). “Uneven (and Divergent) Technological Accumulation among Advanced
Countries: Evidence and a Framework of Explanation”, in Dosi, G., Teece, D. J., Chytry, J. (eds.),
Technology, Organization, and Competitiveness: Perspectives on Industrial and Corporate Change. Oxford,
UK: Oxford University Press.
45.- Pavitt, K. (1987). “The Objectives of Technology Policy”, Science and Public Policy, 14, 182-188.
46.- Romer, P. M. (1986). “Increasing Returns and Long-Run Growth”, Journal of Political Economy, 98(5),
1002-1037.
47.- Romer, P. (1990). “Endogenous Technological Growth”, Journal of Political Economy, 98(5), s71-s102.
48.- Romer, P. (1993a). “Idea Gaps and Object Gaps in Economic Development”, Journal of Monetary
Economics; 32, 543-573.
49.- Romer, P. (1993b). “Two Strategies for Economic Development: Using Ideas and Producing Ideas”, in
Summers, L. H., Shah, S. (eds.); Proceedings of the World Bank Annual Conference on Development
Economics 1992, Supplement to the World Bank Economic Review.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 116
50.- Romer, P. (1994). “The Origins of Endogenous Growth”, Journal of Economic Perspectives; 8(1), 3-22.
51.- Romer, P. (1996). “Why, Indeed, in America? Theory, Hostory, and the Origins of Modern Economic
Growth”, American Economic Review; 86(2), 202-206.
52.- Rosenberg, N. (1990). “Why do Companies do Basic Research with Their Own Money?”, Research
Policy, 19, 165-174.
53.- Rosenberg, N. (1994). Exploring the Black Box: Technology, Economics and History; Cambridge:
Cambridge University Press.
54.- Rosenberg, N., Nelson, R. R. (1996). “The Roles of Universities in the Advanced of Industrial
Technology”, in Rosenbloom, R. S., Spencer, W. J. (eds.), Engines of Innovation, Harvard Business School
Press, cambridge, MA.
55.- Schumpeter, J. (1911); The Theory of Economic Development.
56.- Schumpeter, J. (1943); Capitalism, Socialism and Democracy.
57.- Soete, L. (1996). “The Challenges of Innovation”, IPTS Report, 7, 7-13.
58.- Solow, R. M. (1956). “A Continuation to the Theory of Economic Growth”, Quarterly Journal of
Economics, 70, 1, 65-94.
59.- Solow, R. M. (1957). “Technical Change and the Aggregate Production Function”, Review of Economics
and Statistics, 39 (August), 312-320.
60.- Solow, R. M. (1996). “The Role of Macroeconomic Policy”, in Fuhrer, Jeffrey, and Little, Jane (eds.),
Technology and Growth. Boston, MA: Federal Reserve Bank of Boston.
61.- Stephan, P. E. (1996). “The Economics of Science”, Journal of Economic Literature, 34, September,
1199-1235.
62.- Terleckyj, N. (1974), “Effects of R&D on the Productivity growth of Industries: An Exploration Study”,
National Planning Association, Washington, D.C.
63.- The Economist (1997). “A Survey of Universities-The Knowledge Factory”, 4 de Outubro.
64.- UCLA (1997), The American College Teacher: National Norms for the 1995-95 H.E.R.I. Faculty Survey,
Higher Education Research Institute of the University of California at Los Angeles.
65.- Varian, Hal R. (1995). “The Information Economy”, Scientific American, 273(3), 200-202.
66.- World Bank (1997), World Development Report 1998: Knowledge for Development, (Annotated
Outline), mimeo.
Traducción: Ainoa Larrauri G.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 117
Conocimiento tácito, aprendizaje organizacional e innovación. Una perspectiva social
Alice Lam. CBS, Universidad de Kent, Reino Unido.
Resumen
El conocimiento y la competencia se están considerando cada vez más recursos cruciales de
las empresas y las economías. Recientemente, se ha estado prestando especial atención a la
importancia del "conocimiento tácito" para la competitividad de las empresas sustentables,
y al papel que esta forma de conocimiento ejerce dentro de la innovación tecnológica y el
aprendizaje organizacional.
En la presente disertación se sostiene que el alcance al que el conocimiento tácito
constituya la base principal de los conocimientos de una empresa, y la manera en que este
conocimiento esté conformado y se esté empleando, se determina poderosamente en los
amplios contextos sociales e institucionales. Esta afirmación se construye bajo la premisa
de que el conocimiento de una empresa se inserta socialmente, y está arraigada en los
mecanismos de coordinación organizacional y en rutinas que, sucesivamente, han recibido
influencia de instituciones sociales. Diversos factores a nivel social, como los sistemas de
educación y adiestramiento, las estructuras del mercado laboral y las relaciones sociales
entre los diferentes grupos ocupacionales representan una significativa importancia al
definir las estructuras organizacionales y los procesos dentro de los cuales está insertado el
conocimiento de una empresa.
Esta ponencia desarrolla cuatro tipologías de conocimiento a manera de marco analítico
dentro de los niveles individual, organizacional y social, para explicar los vínculos
existentes entre los tipos de conocimiento y los patrones de trabajo de las organizaciones e
instituciones sociales. Además, muestra de qué manera interactúan los tres niveles para
definir el aprendizaje y las capacidades innovadoras de las empresas. La teoría que se
desarrolla en esta ponencia representa un primer intento de integrar diversas muestras de
literatura, y diferentes niveles de análisis en un único marco coherente. Además, mantiene
la promesa de interpretar y comprender las fuentes de las diferencias en el aprendizaje y la
innovación de las prácticas entre empresas, industrias y países.
Introducción
El conocimiento y la competencia se están considerando, con creciente auge, recursos
cruciales de las empresas y las economías (Drucker 1993, Quinn 1992, Reich 1992), y
recientemente se ha estado prestando especial atención a la importancia del "conocimiento
tácito" para la competitividad de las empresas sustentables, y al papel que esta forma de
conocimiento ejerce dentro de la innovación tecnológica y el aprendizaje organizacional.
El conocimiento tácito refiere al conocimiento que no se puede articular o transferir de
manera sencilla por no poseer codificación o un contexto específico. Inclusive, se podría
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 118
decir que esta clase de conocimiento representa la principal fuente de ventajas competitivas
de tipo sustentable dentro de un ambiente de negocios que cada vez se vuelve más dinámico
y al mismo tiempo más turbulento (Grant 1996, Hall, 1993) El énfasis hacia la importancia
de desarrollar un núcleo distintivo de competencia, ventajas intangibles o las “capacidades
dinámicas” de una empresa específica , se ha erigido últimamente como tema central de la
literatura referente a la gerencia estratégica basada en los recursos (Prahadlad y Hamel
1990; Itami 1987; Teece y Pisano 1994) . Y el interés hacia el conocimiento tácito ha
crecido también de manera vertiginosa al tiempo en que los estudios de innovación
tecnológica y de difusión han ido identificando de manera creciente al conocimiento tácito
como un componente importante/clave/fundamental del conocimiento utilizado en pro de la
innovación (Dosi1988; Rosemberg 1976 y 1982; Pavitt 1987; Senker 1995; Howells 1996).
Muy recientemente, se ha llegado a argumentar que la creciente complejidad de los sistemas
tecnológicos, y los raudos cambios que se han gestado en las bases de la ciencia y el
conocimiento le han conferido una importancia cada vez mayor al conocimiento
Implícito/tácito en el proceso del aprendizaje y de adquisición del conocimiento (Lundvall
1997). La literatura en el área del aprendizaje organizacional hace especial énfasis en la
importancia del conocimiento tácito en el aprendizaje colectivo y en la producción de
conocimiento al nivel organizacional (Takeuchi y Nonaka 1995; Spender 1996).
Gran parte de la literatura existente en el área de la gerencia ha buscado proponer una
práctica universal respecto al modelo de organización y gerencia más conducente a
aprovechar los beneficios del conocimiento tácito/implícito (o referencias), y ha sido
ampliamente aceptado el hecho de que el modelo burocrático y jerárquico organizacional no
se adapta a este tipo de conocimiento, lo que conlleva al perjuicio del aprendizaje y la
innovación. En contraste, el modelo orgánico de organización, basado en la solución de
problemas al nivel local, la coordinación horizontal y equipos interdisciplinarios de trabajo,
ha sido considerado la manera organizacional más apropiada para fomentar el aprendizaje
tácito/implícito y el aprendizaje. El debate hasta ahora se ha orientado primeramente al
nivel de las empresas y en los cambios organizacionales internos como estrategias claves
para la promoción del aprendizaje y las capacidades innovadoras de las empresas y firmas.
Cabe señalar que los factores organizacionales y sociales más amplios han sido dejados de
lado en la mayoría de la literatura.
En esta ponencia se aspira ampliar el campo de acción del análisis demostrando la
importancia de los factores institucionales y sociales al nivel macro dentro de la definición
de la base de los conocimientos de una empresa y su aptitud para el aprendizaje y la
innovación. La perspectiva que se adopta en esta ponencia parte de la premisa de que los
conocimientos de una empresa se insertan de manera social, y está arraigada en la
coordinación de los mecanismos y rutinas organizacionales que, a la vuelta, reciben una
fuerte influencia de las instituciones sociales. Factores tales como los sistemas educativos y
de adiestramiento, las estructuras del mercado laboral y las relaciones sociales entre los
grupos ocupacionales constituyen elementos fundamentales en la definición de las
estructuras y procesos en los que se encuentra insertado el bagaje de conocimientos de una
empresa.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 119
Las empresas dependen de diferentes maneras a las clases de conocimiento y adoptan
diferentes maneras de aproximarse al conocimiento. La importancia relativa que se ha
otorgado a la dicotomía del conocimiento tácito en contraposición al conocimiento
decodificado dentro del proceso de aprendizaje ha variado en gran manera entre las
empresas dentro de distintos contextos sociales. Por ejemplo, en el estudio de Nonaka y
Takeuchi (1995) se demuestra/muestra que el conocimiento tácito ejerce un papel de mayor
relevancia en las empresas japonesas a diferencia de sus contrapartes occidentales. Ellos
señalan que la gerencia occidental expone rigurosas normativas dispuestas en favor del
desarrollo del conocimiento explícito y formal y con una tendencia constante a codificar y
formalizar el conocimiento tácito. Contrastando esta realidad, las compañías japonesas
favorecen el desarrollo del conocimiento del conocimiento tácito en sus filas, y organizan
empresas en las que se tome en consideración de manera explícita el importante papel que
ejerce el conocimiento tácito. El estudio de Boisot (1994ª; 1995b) en torno a la relación
entre la capacidad de codificación del conocimiento, la cultura social y las instituciones
ilustra además la acentuada preferencia de las empresas occidentales hacia el conocimiento
codificado y abstracto sobre formas no codificadas y concretas de conocimiento. En mi
propio estudio comparativo, en empresas japonesas y británicas, se demuestra de manera
concreta cómo influyen estas tendencias en la producción de estrategias de innovación y
aprendizaje (Lam 1996; 1997).
Esta ponencia argumenta que el alcance al que el conocimiento tácito constituye la base de
los conocimientos de una empresa, y que la manera en que estos conocimientos se emplean
y se encuentran configurados está fuertemente determinada por los más amplios contextos
sociales e institucionales. La naturaleza de los conocimientos adquiridos en una firma y el
papel que ejerce el conocimiento tácito dentro del proceso de aprendizaje e innovación no
pueden comprenderse totalmente si sólo se dirige el análisis al nivel organizacional, ya que
también se deben tener en consideración los aspectos sociales e institucionales. Esta
ponencia desarrolla una tipología de cuatro partes que constituyen un marco analítico para
explicar los vínculos existentes entre los tipos de conocimiento, los patrones de la
organización del trabajo y las instituciones sociales, y expone de qué manera interactúan
estas tres dimensiones para determinar las aptitudes innovadoras y de aprendizaje de las
empresas. En particular, se dirige a la función del aprendizaje tácito y a la manera en que
las compañías ubicadas en diferentes contextos institucionales difieren en su aptitud para
desarrollarlo.
La inserción social del conocimiento a la empresa. El conocimiento, la
organización del trabajo y las instituciones sociales
El marco analítico que se desarrolla en esta ponencia se construye e integra partiendo de las
siguientes corrientes literarias en el tema: en primer lugar, la teoría del conocimiento y el
aprendizaje organizacional, especialmente la obra de Polanyi (1962, 1967), Nelson y
Winter(1982), Spender (1996ª, 1996b), que persigue el entendimiento de la naturaleza del
conocimiento y el aprendizaje organizacional desde una perspectiva pluralística y
epistemológica. Esta teoría hace distinción entre las clases de conocimiento explícito y
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 120
tácito y sostiene que la interacción ente estas dos modalidades del conocimiento es
imprescindible para crear una nueva forma de conocimiento. Su interés hacia la importancia
del conocimiento tácito como origen mismo del conocimiento humano conduce nuestra
atención hacia la naturaleza social e interactiva del conocimiento y el aprendizaje. En
segundo lugar, la ponencia hace uso de las reflexiones teóricas de la teoría basada en los
recursos o los conocimientos de la empresa. Siguiendo los planteamientos de Penrose
(1959), la teoría basada en el conocimiento observa a la empresa como una entidad de
conocimiento, que reside en sus estructuras de coordinación y sus principios de
organización que definen un contexto social para la cooperación, la comunicación y el
aprendizaje (Nelson y Winter 1982; Kogut y Zander 1992; 1996; Fransman 1995; y otros)
la esencia de esta teoría constituye la idea de que el papel primario de la firma, y la esencia
de la aptitud organizacional consiste en integrar y generar conocimiento (Spender 1996ª;
Grant 1996; Tsoukas 1996). Las diferencias en los principios organizativos de la empresa
pueden observarse de esta manera como reflejo de una base epistemológica discrepante y de
su aptitud para el aprendizaje. Esta ponencia mantiene que existe una íntima conexión entre
los tipos de conocimiento y las formas organizacionales; y finalmente la perspectiva que
adopta esta ponencia sigue la aproximación del efecto social en la sociología industrial,
asociada originalmente al trabajo del “Aix Group”(Maurice et al 1986; Sorge et al 1987), y
más recientemente una investigación comparativa en los estudios organizacionales y los
sistemas empresariales nacionales (Lane 1989; Whitley 1990). Esta aproximación persigue
demostrar de qué manera las instituciones sociales interactúan con las estructuras
organizacionales y los procesos a fin de generar formas organizacionales socialmente
distintivas.
La presente ponencia representa un primer intento de integrar los tres desarrollos
intelectuales ya mencionados para construir un marco teórico sistemático que explique de
qué manera el conocimiento, las formas organizacionales y las instituciones sociales
interactúan para determinar el aprendizaje y la innovación. El concepto de “inserción
social” referente a la forma en que el comportamiento y las instituciones están influenciadas
por sistemas de relaciones sociales (Granovetter 1985) es utilizado a manera de concepto
paraguas unificando los tres diferentes niveles de análisis.
En el nivel epistemológico, la noción de la inserción social subraya la naturaleza “tácita”
del conocimiento humano y en la relación dinámica entre el aprendizaje individual y el
colectivo. Conduce nuestra atención al hecho de que gran parte del conocimiento humano
conforma aquel conocimiento que no puede ser articularse fácilmente o comunicarse
mediante formas articuladas tales como destrezas, técnicas, procedimientos y rutinas
(Polanyi 1962, 1967; Nelson y Winter 1982). Este tipo de conocimiento se construye sobre
la base de la experiencia, puede revelarse únicamente mediante la práctica dentro de un
contexto en particular y transmitirse mediante el contacto de las relaciones humanas. De ahí
que el conocimiento se inserte de manera social, y que el proceso de aprendizaje sea
principalmente interactivo (Lundvall 1992).
Al nivel organizacional, el concepto de inserción se dirige hacia cómo los principios
organizativos de la empresa determinan la estructura social de coordinación, las rutinas de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 121
comportamiento y las funciones de trabajo de los miembros organizativos que insertan los
conocimientos de la empresa. La estructura de coordinación determina la capacidad de la
organización de movilizare integrar diferentes tipos de conocimiento y formas
organizativas. El aprendizaje y la aptitud innovadora de la empresa se insertan de esta
manera dentro de su estructura social de coordinación y principios de organización del
trabajo.
Al nivel social, la noción de inserción concentra la atención al hecho de que las rutinas de
tipo organizacional y las reglas de coordinación están determinadas por factores
institucionales al nivel social de una manera global. En particular, nuestro análisis
comprende principalmente el sistema de educación y adiestramiento y los tipos de mercados
laborales y carreras como instituciones sociales claves en la determinación de los patrones
de organización y la base de conocimientos de una empresa. El sistema de educación y
adiestramiento contribuye a construir socialmente “el conocimiento”, y determina el alcance
al que éste es utilizado como base de calificación, nivel del cargo a desempeñar y límites
de trabajo. Y como tal determina el status/nivel e importancia de los diferentes tipos de
conocimiento, y la naturaleza de su desarrollo dentro de las organizaciones. Las carreras
profesionales y los mercados laborales determinan el locus del aprendizaje, los incentivos
existentes por desarrollar diferentes tipos de conocimiento, y además definen los límites y
marcos sociales dentro de los que el individuo interactúa con el aprendizaje colectivo. La
educación y las instituciones del mercado laboral están vinculadas de modo inextricable, y
existe una lógica institucional que define sus configuraciones dentro de las sociedades. Y
estas configuraciones institucionales interactúan conjuntamente con las estructuras y
procesos organizacionales a fin de generar diferentes tipos de conocimiento, patrones de
aprendizaje e innovación. Los conocimientos que posee una empresa se encuentran
socialmente insertados dentro de ésta, la capacidad de evolución de las empresas, y la
manera en que se configura, se genera y se desarrolla el nivel de conocimientos de éstas
constituyen características del contexto social e institucional en el que se desenvuelven.
El contenido adicional de esta ponencia explora la coherencia existente entre los tres
niveles de análisis, y las posibles implicaciones para el aprendizaje organizacional y la
innovación.
El conocimiento en la empresa. Características, atributos y tipos de
conocimiento
El conocimiento en la empresa es multifacético, complejo y dinámico. Un análisis a las
características y atributos conllevará inevitablemente a formular la polémica interrogante:
¿Qué constituye el conocimiento? Esta interrogante ha intrigado y preocupado las mentes
de algunos de los más grandes pensadores del mundo, y se basa en el debate filosófico
acerca de la naturaleza de la relación entre el racionalismo, el empiricismo y el origen del
nuevo conocimiento. Inspirada en la obra de Polanyi (1962, 1967) y teóricos
contemporáneos en materia de organización industrial (como por ejemplo Nelson y Winter;
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 122
Spencer y Nonaka, y Takeuchi) esta ponencia asume que existen diferentes tipos de
conocimientos, y que estos son relevantes a la empresa. El propósito principal de esta
sección consiste en brindar un micro análisis de las características y atributos de diferentes
tipos de conocimiento, explorar la naturaleza de sus relaciones con respecto a la empresa, y
crear una tipología referente al conocimiento organizacional.
El conocimiento de la empresa puede analizarse dentro de dos dimensiones, la
epistemológica y la ontológica. La primera dimensión está relacionada con la
manifestación o modos de expresión del conocimiento, a saber, la distinción según Polanyi
entre el conocimiento explícito y el conocimiento tácito. La siguiente, con el locus de
conocimiento o la entidad de conocimiento dentro de la empresa. El conocimiento puede
concentrarse dentro del nivel del individuo o el colectivo. Estas dos dimensiones dan lugar
a cuatro diferentes maneras de conocimiento organizacional: conocimiento
intelectualizado, incorporado, codificado, e implícito o inserto (véase figura número uno).
La dimensión epistemológica: Conocimiento explícito frente al
conocimiento tácito
El conocimiento humano existe de diferentes maneras. Puede articularse de forma explícita,
o manifestarse implícita o tácitamente. Las diferencias críticas entre estas dos maneras se
apoyan en tres grandes áreas.
En primer lugar, en la capacidad de codificación y los mecanismos de transferencia del
conocimiento. El conocimiento explícito también es conocimiento decodificado. Constituye
aquella parte del conocimiento humano que puede especificarse o comunicarse
verbalmente, o mediante formas simbólicas tales como documentos científicos, planos o
programas de computación. Este tipo de conocimiento corresponde al tercer mundo
popperiano del conocimiento (1971; 1973), que puede abstraerse y ubicarse dentro del
llamado “mundo del pensamiento objetivo”, además de comprenderse y compartirse sin la
necesidad de un “sujeto cognoscente”. Por otra parte, la facilidad de comunicación y de
transferencia representa la propiedad fundamental del conocimiento explícito. En contraste,
el conocimiento tácito refiere al conocimiento intuitivo, no articulado, que no se puede
transferir o codificar fácilmente. Este conocimiento reside en el segundo mundo de Popper,
en donde el conocimiento no puede comunicarse, comprenderse o utilizarse sin la presencia
del “sujeto cognoscente”. Por este motivo, el conocimiento tácito es también “conocimiento
subjetivo”. Polanyi (1962) expuso por primera vez la noción de “conocimiento tácito”.
Basándose en la simple observación, “sabemos más de lo que podemos decir”, Polanyi
argumentó que una gran parte del conocimiento humano está ocupada por aquel
conocimiento que no se puede articular. Esto resulta particularmente cierto en el caso de las
destrezas operacionales que se han adquirido mediante la experiencia práctica. Este
conocimiento representa acción con orientación, y posee la particularidad difícilmente es
posible formalizarlo o codificarlo. Debido a que el conocimiento tácito no puede
especificarse en detalle y se revela mediante la práctica, éste no puede transmitirse mediante
prescripción alguna. Solamente puede ser transmitido por medio de la observación, de la
manera en que un maestro enseña a su aprendiz. Esto restringe el rango de difusión al
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 123
contacto personal. A diferencia del conocimiento explícito, que puede formularse,
abstraerse y transferirse en el tiempo y el espacio, independientemente de los sujetos
cognoscentes, la transferencia del conocimiento tácito requiere de una cercana interacción,
y de la construcción de la confianza y el conocimiento compartido entre éstos.
Segundo, los principales métodos utilizados para la adquisición del conocimiento y la
acumulación de los tipos de conocimientos arriba mencionados, también difieren en gran
manera. El conocimiento explícito puede generarse mediante la deducción lógica, y
adquirirse con el uso del estudio formal. El conocimiento tácito, en cambio, por basarse en
la experiencia y la acción conjunta, sólo se puede adquirir por medio de la experiencia
práctica dentro de un contexto relevante, o mediante el “aprender haciendo”. Además, como
apuntó Nonaka (1994:21-2), la “variedad” de experiencia, el compromiso individual y la
integración al contexto, constituyen los factores críticos al determinar la forma de generar y
de acumular conocimiento tácito.
Tercero, las dos diferentes maneras de conocimiento difieren en su potencial de expansión
y en su manera de asignarse. Debido a que el conocimiento explícito puede codificarse
fácilmente, puede expandirse a lugares simples, definirse en formas objetivas y designarse
sin la necesidad de un objeto cognoscente. En contraste, el conocimiento tácito es personal
y contextual. Es conocimiento distributivo que no puede expandirse ni definirse de manera
objetiva. Sólo puede designarse mediante la aplicación práctica. La realización de su
completo potencial requiere del compromiso y la participación del sujeto cognoscente.
A pesar de que es posible hacer una diferenciación conceptual entre el conocimiento
explícito y el conocimiento tácito, éstos no se encuentran separados en la práctica. El
conocimiento explícito y el conocimiento tácito se complementan mutuamente. Nonaka y
Taeuchi(1995) argumentan que el nuevo conocimiento se genera mediante la interacción y
la combinación dinámica de estos dos tipos de conocimiento. Siguiendo una línea similar,
la teoría evolucionista de la empresa, de Nelson y Winter (1982) asume que la empresa
brinda un contexto especial en que los modos explícito y tácito se seleccionan por
interacción con la realidad económica del entorno y luego se determinan dentro de las
rutinas organizacionales. A través del tiempo la calidad de la interacción de los
conocimientos explícito y tácito ha podido conllevar a un desempeño más eficiente de la
empresa. Sin embargo, las empresas pueden variar en cuanto a su capacidad para promover
la interacción entre estos dos tipos de conocimiento, y su importancia y nivel también
pueden variar.
Pese a que la tendencia contemporánea hacia la codificación del conocimiento y el
crecimiento conjunto del conocimiento científico, el conocimiento tácito siempre
representará un importante componente de desarrollo en todas las actividades productivas y
de innovación. La hereditaria naturaleza tácita de gran parte del conocimiento adquirido por
la humanidad señala que existen límites naturales para la codificación. El conocimiento que
puede expresarse en palabras y símbolos representa tan sólo la punta del iceberg de todo el
conjunto de conocimiento potencial. Inevitablemente, la codificación implica un sacrificio
de datos. Algunas partes del conocimiento siempre permanecerán escondidas dentro de la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 124
mente del sujeto cognoscente. Lo que es más importante, generar conocimiento por sí
mismo, necesariamente implica el uso y la creación de conocimiento tácito para ello.
Polanyi (1962; 1967) percibe el origen de todo conocimiento humano dentro de la intuición
humana. Argumenta que la creatividad científica surge primariamente de la inmersión
profunda en el fenómeno que se explicará más adelante, y que por este motivo mismo da
paso a las intuiciones acerca de cómo comenzar la interacción. Para Polanyi, la ciencia es
un proceso de explicación del entendimiento tácito intuitivo que se basa en el aprendizaje
subconsciente del científico. Por una línea de investigación similar, Nonaka y
Takeuchi(1995) argumentan que la clave de generar conocimiento organizacional se basa
en la movilización y conversión del conocimiento tácito individual al conocimiento del
colectivo. El aprendizaje y la aptitud de una organización por esta razón dependiente de
manera crítica de esta capacidad de movilizar el conocimiento tácito y de promocionar su
interacción con el conocimiento explícito.
Las dimensiones ontológicas. El individuo frente al colectivo
Los conocimientos de una empresa pueden permanecer al nivel del individuo, o compartirse
entre los miembros de la organización como un colectivo. El conocimiento individul es
discreto y reservado. Comprende un repertorio de conocimientos “apropiados” por el
individuo que puede aplicarse de forma independiente a tipos específicos de tareas o
problemas. La autonomía en la aplicación de los conocimientos es su característica clave.
Dados los límites cognitivos del individuo en la determinación y procesamiento de
información, o problema de la “racionalidad delimitada” de Simon (1957), el conocimiento
individual es inevitablemente especializado y comprende un dominio específico. El
conocimiento individual es además transferible, se transporta con la persona, da solución a
problemas potenciales de retención y acumulación.
El conocimiento colectivo, por su parte, refiere a las maneras en que el conocimiento se
distribuye y comparte entre los miembros de una organización. Son los conocimientos
acumulados de la organización, y observables en sus reglas, procedimientos, rutinas y
normas compartidas que dictan pauta en el comportamiento, las soluciones de problemas y
los patrones de interacción de sus miembros. En este respecto, el conocimiento colectivo se
asemeja a la “memoria” o “subconsciente colectivo” de la organización (Walsh y Ungson
1991). Éste puede constituir tanto una “reserva” de conocimientos determinados como el
“disco duro” que está disponible para todos sus miembros, como también representar el
conocimiento en un estado de “flujo” que emerge de la interacción de los miembros de la
organización. El conocimiento colectivo existe “entre” mas no “dentro” de los individuos.
Puede tanto centralizarse como dispersarse dentro de la organización. Puede ser más o
menos la suma total de los conocimientos de los individuos , dependiendo de los
mecanismos que traducen el conocimiento individual al conocimiento colectivo
(Glynn 1996: 1093-4).
Los cuatro tipos de conocimiento
Las dimensiones del conocimiento, explícito - tácito, individual - colectivo, dan lugar a
cuatro nuevas categorías del conocimiento mismo, que son “intelectualizado” (embrained),
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 125
“incorporado” (embodied), “codificado” (encoded) e “implícito o inserto”. Estas
distinciones conceptuales fueron sugeridas inicialmente por Collins(1995) a fin de explicar
los aspectos psicológicos y conductuales del conocimiento. Blacker(1995) los adapta para
describir las diferentes “imágenes” del conocimiento dentro de las organizaciones. La
tipología presentada aquí se orienta hacia las estructuras socio-cognitivas del
conocimiento, integrando las dimensiones individual y organizacional. Esta tipología brinda
medios para relacionar las características del conocimiento a su adaptación específica,
vinculando el proceso de generar y utilizar el conocimiento junto a su dimensión cognitiva.
El conocimiento intelectualizado –embrained- (individual - explícito) es el conocimiento
que depende de las destrezas conceptuales y de las habilidades cognitivas del individuo. Se
puede decir que éste es un conocimiento formal, abstracto o teórico. Por ejemplo, el
conocimiento científico, que se orienta hacia el “entendimiento” racional y el
“conocimiento” de los principios universales de la naturaleza, pertenece a esta categoría. El
concepto de Nonaka (1994) del “conocimiento de la racionalidad” fundamenta el
racionalismo y la naturaleza deductiva de este conocimiento.
El conocimiento intelectualizado es además general y transferible ya que puede utilizarse y
aplicarse a diferentes situaciones y a una amplia serie de fenómenos. Este conocimiento es
“homogéneo” y previo, el cual puede adquirirse primariamente por medio de educación
formal y adiestramiento; en otras palabras, es el “aprender estudiando”. Puede normalizarse
y aplicarse de una manera lógica y consistente.
El conocimiento intelectualizado disfruta de un status privilegiado dentro de la cultura
occidental. Por ejemplo, el nivel elevado de la ciencia como ocupación comparada con la
ingeniería refleja el dominio social del conocimiento intelectualizado. Además, el interés
histórico de los ingenieros provenientes de países anglo – americanos, de enfatizar los
componentes conceptuales de su actividad, representa un esfuerzo consciente de perseguir
un aumento de su status en la sociedad (Layton 1974; 1976).
El conocimiento incorporado (tácito - individual) constituye la acción encauzada hacia un
objetivo. Éste constituye el tipo de conocimiento práctico e individual (métodos o técnicas)
en el que Polanyi (1962; 1966) se ha orientado en sus trabajos. Nonaka (1994) emplea el
término “conocimiento de la experiencia” para denotar el hecho de que este conocimiento
se crea partiendo de las “manos de la experiencia” o el “aprender haciendo”. En contraste
con el conocimiento intelectualizado, que depende del razonamiento teórico abstracto
(“conocimiento”), el conocimiento incorporado se construye sobre la base de la experiencia
práctica o “conjunta” (“acción”). El conocimiento incorporado posee un poderoso
componente voluntario y automático. La generación y aplicación de éste no necesita
adaptarse o procesarse dentro de un esquema consciente de toma de decisiones (Spender
196b: 67). El conocimiento incorporado se limita además a un contexto específico, es el
“conocimiento particular” que se hace relevante en la práctica sólo “a la luz del problema a
mano”(Barley 1996). La producción del conocimiento incorporado no puede separarse de
su aplicación a la realidad, ni de la participación cercana de sus actores dentro de un
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 126
contexto relevante. El conocimiento incorporado es emergente, fluido y adaptado a la
persona.
El conocimiento decodificado(colectivo – explícito) es aquel conocimiento (a veces referido
como “información”) expresado mediante señales y símbolos. Es el conocimiento que ha
sido codificado y almacenado en convenciones tales como planos, recetas, reglas escritas y
procedimientos. Éste es un conocimiento accesible a una amplia organización, y puede
comprenderse y utilizarse sin la presencia de un sujeto cognoscente. Por ejemplo, la
abstracción y codificación del conocimiento de un controlador contable en la computadora a
fin de analizar el desempeño de empresas clientes (Bonoar y Revang 1993: 204). Una vez
realizadas, este conocimiento puede ser compartido y utilizado por otros controladores
dentro de la organización. Sin embargo, la consecuencia de esto es que el conocimiento se
convierte en un programa normalizado que sólo puede tratar con problemas o situaciones
normalizadas, corriendo el peligro potencial de caer en el efecto de encasillar la solución de
problemas (Mintzberg 1979). Por esta razón, el conocimiento decodificado constituye un
conocimiento “mecánico” que tiende a generar patrones unificados y predecibles de
comportamiento y productividad en las organizaciones. En razón de que el conocimiento
decodificado puede almacenarse y retenerse dentro de las organizaciones sin la presencia de
un sujeto cognoscente, éste reduce la dependencia a los individuos. La abstracción de la
experiencia y el conocimiento de los individuos al conocimiento decodificado facilita la
centralización y el control de las organizaciones. Esta realidad se ilustra claramente dentro
de los principios de la Gerencia Científica, cuyo interés reside en controlar y normalizar el
trabajo mediante la formalización de los papeles de trabajo y los procedimientos, como por
ejemplo, la codificación de las experiencias y destrezas del trabajador dentro del
conocimiento científico. El conocimiento decodificado es inevitablemente simplificado,
selectivo y parcial, por lo que falla en capturar y preservar las destrezas tácitas y las
opiniones de los individuos.
El conocimiento implícito o inserto representa la forma colectiva del conocimiento tácito
dentro de las rutinas organizacionales, prácticas y normas compartidas. Badaraaco (1991),
desarrolla este concepto para referir específicamente al tipo de conocimiento que reside en
las relaciones sociales complejas o de equipo que no pueden articularse completamente o
transferirse fácilmente. El conocimiento implícito o inserto es del tipo de conocimiento
tácito de Durkhemian, basado en las creencias compartidas y en el entendimiento colectivo
dentro de la organización que hace posible la comunicación efectiva. El conocimiento
implícito o inserto está arraigado en las organizaciones “de las comunidades de práctica”,
un concepto utilizado por Brown y Duguid (1991) para denotar la naturaleza interactiva y
construida del aprendizaje en las organizaciones. El concepto de Nelson y Winter (1982)
de las “rutinas” también refiere a la manera en que gran parte del conocimiento operativo o
destrezas de una organización se encuentra arraigado dentro de sus prácticas específicas de
trabajo y sus estructuras sociales. Ellos enfatizan la importancia de la comunicación, de la
experiencia compartida y de la coordinación implícita para la generación de conocimiento
implícito o inserto. El conocimiento implícito o inserto es específico, contextual y disperso
a las relaciones. Consiste en el “conocimiento ubicado”, organizado en torno a una serie de
reglas y a incontables relaciones que posibilitan el funcionamiento coordinado de la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 127
organización. Éste es el conocimiento social de la coordinación, la comunicación y el
aprendizaje generados gracias a la identidad organizacional (Kogut y Zander 1996). El
conocimiento implícito o inserto es orgánico y dinámico, una forma emergente de
conocimiento apto para apoyar patrones complejos de interacción en la ausencia de las
reglas escritas. Es también, sin embargo, “difícil” y “estrecho”. Su producción y aplicación
puede estar regida por los principios establecidos al mando y por los patrones de las
relaciones sociales.
Tipos de conocimiento y de formas organizacionales. Cuatro modelos
complementarios de aprendizaje organizacional
Las organizaciones constituyen sistemas sociales de coordinación, que brindan un contexto
social en el que diferentes tipos de conocimiento interactúan y se combinan a fin de obtener
propósitos colectivos productivos.
Particularmente, la capacidad de acción, de aprendizaje y de innovación las organizaciones
se encuentra estrechamente relacionada a la manera en que el conocimiento está
constituido, utilizado y generado. Todas las organizaciones poseerán potencialmente una
mezcla de los diferentes tipos de conocimiento. Sin embargo, su relativa importancia puede
variar. Existirán organizaciones dominadas por un solo tipo de conocimiento por encima de
otro. Existe una correspondencia estrecha entre el tipo dominante de conocimiento y la
configuración estructural de la organización, observándose como resultado diferentes
dinámicas de aprendizaje e innovación.
Las organizaciones basadas en el conocimiento explícito tenderán hacia las estructuras
formales de control y coordinación, y exhibirán un alto nivel de normalización de las tareas
y los cargos de trabajo. Esto se presenta debido a que el conocimiento explícito puede
normalizarse y codificarse, entre otros. Es posible especificar o predeterminar el repertorio
de conocimientos o destrezas requeridos para el desempeño de una tarea. En oposición a
esto, las organizaciones que manejen el conocimiento tácito como base mostrarán una
estructura descentralizada y emplearán mecanismos informales de coordinación. Esto se
debe a que el conocimiento tácito es disperso, subjetivo y orgánico. No puede normalizarse,
predeterminarse o desmembrarse. La movilización del conocimiento tácito requiere de
autonomía y compromiso por parte del sujeto cognoscente. Sin estas condiciones, el
conocimiento tácito no saldrá de su condición de “implícito”.
Las organizaciones pueden depender además de diferentes agentes del conocimiento.
Aquellas que dependen directamente de la contribución de individuos claves tenderán a
colocarlas en altos niveles de control y autonomía. Contrariamente, aquellas que orientan su
capacidad hacia el conocimiento del colectivo necesitarán desarrollar mecanismos
efectivos de integración y de coordinación. Esto puede obtenerse tanto por mecanismos
jerárquicos, como informalmente, mediante la socialización y la adaptación mutua.
Esta sección examina la relación entre los diferentes tipos de conocimiento y de formas
organizacionales, y discute cómo determinan los diferentes patrones de coordinación el
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 128
aprendizaje y las aptitudes innovadoras de las empresas. Ilustrándose en la tipología clásica
de formas organizacionales de Mintzberg(1979), y en la obra de Aoki (1988), y Nonaka y
Takeuchi (1985) sobre el “modelo japonés”, el análisis que se presenta a continuación
establece una distinción entre cuatro formas organizacionales típicas e ideales (véase figura
dos). Este análisis sostiene que cada forma organizacional está asociada con un tipo de
conocimiento dominante, dando lugar a cuatro configuraciones complementarias: la
“burocracia profesional” y el conocimiento intelectualizado, la “burocracia mecánica” y el
conocimiento decodificado, adhocracia operativa y el conocimiento incorporado, y la
“organización de estructura J” y el conocimiento implícito o inserto. Estos modelos difieren
en dos dimensiones estructurales claves: los mecanismos para la coordinación de las tareas
operativas y los agentes del conocimiento. Estas diferencias estructurales determinan:
1. Los patrones de la distribución y la diseminación del conocimiento en la
organización, que representan un importante determinante en la realización y
alcance del aprendizaje organizacional (Huber 1990).
2. Los principales métodos de adquisición del conocimiento
3. La capacidad de organización para tratar con problemas nuevos, responder a
cambios externos y crear nuevo conocimiento.
La “Burocracia Profesional” y el “Conocimiento intelectualizado”
Una organización que derive de su aptitud partiendo del “conocimiento intelectualizado”
proveniente del personal experimentado y adiestrado de manera individual puede definirse
una “burocracia profesional”. Mintzberg (1979) la describe como compleja, oficinesca y
caracterizada por brindar un elevado nivel de autonomía a los individuos profesionales.
Ejemplos clásicos constituyen las universidades, los hospitales, y las empresas de
producción artesanal.
Dentro de esta forma organizacional se obtiene la coordinación en primera línea mediante la
normalización del conocimiento y las destrezas a través del adiestramiento y la educación
formal del individuo. El conocimiento formal constituye una base importante de las reglas
internas de trabajo, las normas, los vínculos de trabajo y el status. A pesar de que la
burocracia profesional concede un elevado nivel de autonomía a los individuos
profesionales, su estructura principal es “burocrática”; en este tipo de empresas se
coordinan “por medio de diseños y normas que predeterminan lo que debe hacerse”
(Mintzberg 1979: 351). La fuente de la normalización origina la organización externa. Las
instituciones de educación formal y los entes profesionales ejercen un papel importante en
la definición de las normas y los límites del conocimiento en uso.
Los profesionales individuales constituyen los agentes claves del conocimiento dentro de la
burocracia profesional. Son los “expertos autorizados” a quienes el adiestramiento formal y
las afiliaciones profesionales les otorgan una fuente de autoridad y un repertorio de
conocimientos bien definidos y listos para ser aplicados y usados. La aproximación a la
solución de problemas implica la aplicación de un conjunto de conocimientos abstractos
ordenados de una forma lógica y consistente. Esto restringe inevitablemente el uso del
conocimiento tácito y las capacidades críticas al tratar con la incertidumbre en la solución
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 129
de problemas. El conocimiento formal especializado frecuentemente trae consigo “filtros
perceptivos” (Starbuck 1992). Los expertos profesionales tienden a interpretar situaciones
específicas en términos de conceptos generales, y a ubicar nuevos problemas dentro de
categorías viejas. Mintzberg (1979) utiliza el término “encasillamiento” (Pigeonholing)
para describir cómo, dentro de una burocracia profesional, la incertidumbre dentro de la
solución de problemas está contenida dentro de los trabajos de “expertos”, y circunscrita
dentro de los límites de la especialización convencional. Esto permite a la organización
individualizar las diversas asignaciones de los especialistas, y designarles individuos
autónomos, en dirección hacia un elevado nivel de especialización individual y funcional.
La estructura de conocimiento de una burocracia profesional es individualista,
funcionalmente segmentada, y jerárquica. Los expertos individuales poseen un elevado
nivel de autonomía y discreción en la aplicación y la adquisición del conocimiento dentro
de sus propias áreas especialistas, pero la transmisión y diseminación de conocimientos es
limitada. La carencia de una perspectiva compartida y la demarcación formal de límites de
trabajo inhibe la transferencia de conocimiento tácito no rutinario en al día a día laboral.
Además, el poder y status de los “expertos autorizados” inhibe la interacción y la
transmisión de conocimientos a los “no expertos”. El problema de coordinación dentro de
una burocracia profesional se traduce en problemas de innovación. Tal y como señaló
Mintzberg (1979: 375):
Los problemas existentes pueden ser perfeccionados por especialistas individuales. Pero
los nuevos programas necesariamente rebasan las especialidades ya existentes
(esencialmente, éstas requieren de una reestructuración de las casillas) y de esta manera
claman por esfuerzos interdisciplinarios. Como resultado, la renuencia de los
profesionales de trabajar en forma cooperativa con otros se traduce en problemas internos
de innovación.
El enfoque pedagógico de una burocracia profesional es estrecho y restringido a los límites
del conocimiento formal especializado. El conocimiento tácito se encuentra en este tipo de
empresas circunscrito y contenido, y ejerce un papel muy limitado dentro de la burocracia
profesional.
La “Maquinaria Burocrática” y el “Conocimiento Decodificado”
Una organización que dependa de manera casi exclusiva del “conocimiento decodificado”
puede definirse como una maquinaria burocrática. Los principios claves de organización
son la especialización, la normalización y el control. Esta constituye una forma
organizacional designada a fin de obtener eficiencia y estabilidad. Las empresas
producción masiva que operan siguiendo los principios de la Gerencia Científica
constituyen ejemplos clásicos.
La coordinación de las tareas operativas dentro de una maquinaria burocrática se obtiene
mediante la normalización del proceso de trabajo, la delegación específica de las labores y
la supervisión constante. Cada tarea requiere de un mínimo de conocimiento formal por
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 130
parte del individuo. La organización ejerce un esfuerzo continuo a fin de formalizar las
destrezas operativas y la experiencia dentro de un conocimiento objetivo mediante la
codificación y la institucionalización. El objetivo de la organización consiste en reducir y
eliminar la incertidumbre en las tareas operativas, o para, según palabras de Mintzberg:
acordonar influencias ambientales perjudiciales del núcleo operativo (Mintzberg 1979:
315).
Los agentes de conocimiento de una maquinaria burocrática no constituyen individuos
directamente comprometidos con el área operativa, mas sí de la jerarquía gerencial formal
responsable de la formulación de las reglas escritas, procedimientos y normas de acción.
Existe una evidente dicotomía entre la “aplicación” y la “generación” de conocimientos tal
como existe una separación entre “ejecución” y “concepción”. Las reglas y procedimientos
definen el conocimiento operativo de la organización, listo para que los individuos
comprometidos con las tareas operativas lo apliquen. Los gerentes constituyen los agentes
claves responsables de traducir el conocimiento individual en reglas y procedimientos, y de
filtrar la información en los diferentes niveles de la jerarquía interna de la empresa. El
conocimiento dentro de la maquinaria burocrática es altamente fragmentado y sólo se
integra en la cumbre de la jerarquía gerencial. La organización se apoya fuertemente en los
sistemas de información a la gerencia para la acumulación de conocimientos. Consiste en
una forma estructural en la que se minimiza la dependencia de la organización al
conocimiento del individuo. Al conformar reglas y normas para la operación y al centralizar
el conocimiento mediante una jerarquía formal, la estructura organizacional y el sistema de
organización gerencial convierten al conocimiento mismo (Bonora y Revang 1993). La
organización por entero opera sobre la base del “ conocimiento decodificado”, un
conocimiento que se ha vuelto objetivo y se ha traducido en datos e información. Una gran
parte de l conocimiento tácito naturalmente se pierde en la transición y el proceso de
acumulación.
La estructura de conocimiento de una maquinaria burocrática es colectiva,
funcionalmente segmentada y jerárquica. La estructura opera para eliminar el conocimiento
tácito, y opera con una base parcial, incompleta y empobrecida de conocimiento. Adquiere
el aprendizaje mediante el “ensayo y error”, supervisando el desempeño. Posee la capacidad
de acumular conocimiento únicamente mediante un proceso extremadamente lento de
formalización e institucionalización. La maquinaria burocrática es una estructura diseñada
para tratar con problemas rutinarios, mas no con la novedad y los cambios.
La “Adhocracia Operativa” y el “Conocimiento Incorporado”
Una organización que no únicamente se apoye en el conocimiento formal de sus miembros,
sino que también ilustre sus aptitudes a partir de las competencias mecánicas del “aprender
haciendo” y las destrezas de los expertos para solucionar problemas, puede describirse
como una “Adhocracia Operativa”. Esta es una forma de organización altamente armónica
que posee poca normalización del proceso de trabajo o del conocimiento mismo. La función
administrativa se fusiona con las tareas operativas, brindando a los expertos un elevado
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 131
nivel de autonomía de discreción en su trabajo. También dirige una estrecha integración
entre las habilidades técnicas y gerenciales.
La coordinación dentro de la Adhocracia Operativa se obtiene mediante la interacción
directa y la adaptación mutua de los expertos encargados de operar en los equipos de
proyectos orgánicos basados en el mercado. Las organizaciones comprometidas en brindar a
los clientes en forma directa servicios creativos y no convencionales para la solución de
problemas, tales como las sociedades profesionales, las agencias de publicidad, las
empresas de programación informática o software, y las consultoras gerenciales,
constituyen ejemplos típicos de empresas de Adhocracia Operativa.
En estas organizaciones, el conocimiento formal profesional sólo juega un papel limitado;
gran parte de las actividades relacionadas con la solución de problemas tiene muy poca
relación con la aplicación de estrechas habilidades normalizadas, y mucha con la
experiencia y capacidad del miembro de adaptarse a nuevas situaciones. Por esta razón, la
importancia de las “destrezas incorporadas” y la “competencia mecánica”. El término
“incorporado” ilustra la naturaleza personal y orientada a la acción de este tipo de
conocimiento; la creación de éste es inseparable de su aplicación. El concepto de Starbuck
(1992) de las “empresas de conocimiento intensivo”, que hace especial énfasis a la
importancia de la “habilidad esotérica” sobre el conocimiento común normalizado, ilustra la
naturaleza de ideas de la base de conocimiento sobre la que se apoya la Adhocracia
Operativa. La idea de Seiby y Lloyd (1987) de “empresas mecánicas” en las que la
habilidad técnica y gerencial están integradas sugiere una naturaleza de basamentos amplios
y de una naturaleza variada de conocimiento indispensable para la solución creativa de
problemas en este tipo de organizaciones.
La estructura de conocimientos de una Adhocracia Operativa es individualista y a la vez
cooperativa. Los expertos individuales distribuidos en los equipos de proyectos basados en
el mercado constituyen los agentes claves de conocimiento en este tipo de empresas. Esto
dirige a una fusión e integración de habilidades especializadas en las tareas operativas y en
las actividades para la solución de problemas. El aprendizaje ocurre al tiempo en que los
expertos de diversos niveles de formación solucionan de manera conjunta los problemas
compartidos. A diferencia de la burocracia profesional, el aprendizaje no se confina a los
límites de una especialización convencional: éste posee un amplio basamento y se define a
través de diversas experiencias y técnicas de diferentes expertos. Quinn (1992) remarca la
importancia del “profesionalismo interdependiente” dentro de una adhesión democrática. El
aprendizaje ocurre a múltiples niveles al tiempo en que equipos de expertos de turno se
adaptan a las exigencias de los clientes y a los problemas relacionados con el mercado.
Como resultado, los individuos se encuentran bajo un elevado y continuo nivel de exigencia
a fin de acumular nuevas competencias técnicas que vayan más allá de la búsqueda de
credenciales formales. El desempeño del individuo es asesorado con los resultados
teniendo en cuenta el mercado existente, y los últimos jueces son sus clientes y no los entes
profesionales (Starbuck 1992), lo que constituye un fuerte incentivo para comprometerse
en un “aprendizaje ocupacional extendido”, y en la acumulación de destrezas tácitas más
allá de la búsqueda del conocimiento formal.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 132
La base de conocimiento de una Adhocracia Operativa es diversa, variada y orgánica. Una
gran parte del conocimiento en uso es “orgánico”, como por ejemplo en el caso del
conocimiento tácito generado a partir de la interacción, el ensayo y el error y la
experimentación en la solución de problemas. Ésta representa una organización apta para el
pensamiento divergente, la innovación y la solución creativa de problemas. El aprendizaje y
las aptitudes creativas que adquiere parten de:
1. La manera en que su aproximación cooperativa para la solución de
problemas facilita la distribución y diseminación del conocimiento.
2. El elevado nivel de autonomía otorgado a los equipos para proyectos
individuales y empresariales se dirige hacia una base de conocimiento
diversa y variada.
3. El elevado nivel de exigencia de sus expertos en disciplina del mercado
hacia los individuos a fin de acumular su conocimiento y habilidades en
conjunción con las oportunidades relacionadas con el mercado.
Las adhocracias operativas son organizaciones fluidas y de movimientos rápidos. La
velocidad de aprendizaje y desaprendizaje es crítica para su supervivencia en un ambiente
complejo y dinámico. Esto, sin embargo, provoca problemas potenciales para la
acumulación de conocimientos. Las frecuentes reestructuraciones y cambios de individuos
en los equipos de los proyectos implican una articulación no adecuada ni completa del
conocimiento tácito antes de que el individuo prosiga. Una Adhocracia Operativa es
altamente eficiente en la utilización y generación del conocimiento tácito, mas no está bien
dotada para acumular éste. Otro problema relativo a esto constituye la retención del
conocimiento (¿Problema de agencia?). La competencia de la organización está incorporada
dentro de las destrezas y técnicas adaptadas al mercado, las cuales son potencialmente
transferibles. Esto hace la organización vulnerable a la pérdida de su competencia ante sus
competidores potenciales. Starbuck (1992: 725) , por ejemplo, habla de los “límites
porosos” de las “empresas de conocimiento intensivo” y señala que estas organizaciones
con frecuencia hayan difícil mantener una habilidad exclusiva. La Adhocracia Operativa
constituye la forma de organización más innovadora, y a la vez la menos estable.
La “Organización de Estructura J” y el “Conocimiento implícito o inserto”
Una organización que deriva su capacidad del conocimiento que es “implícito o inserto” a
sus rutinas operativas, sus relaciones de equipo y su cultura compartida puede describirse
como una “organización de estructura J”. El término “estructura J” se emplea debido a que
sus características principales se encuentran claramente ilustradas en la estructura
organizacional japonesa, como por ejemplo las “compañías creadoras de conocimiento” de
Nonaka y Takeuchi (1995) y el modelo de la “Empresa J” de Aoki (1986; 1988). La
organización de estructura J combina la estabilidad y la eficiencia de una burocracia con la
flexibilidad y el dinamismo de una adhesión, y permite una estructura de equipo organica y
no jerárquica para operaren paralelo con su estructura jerárquica formal de gerencia. Estas
dos corrientes estructurales son “pegadas” junto a un sólido componente cultural y una
identidad compartida, que constituye la tercera corriente y base de conocimiento de la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 133
organización. La coordinación en la organización de estructura J se obtiene de mediante un
esquema horizontal y mediante la adaptación conjunta. Esta coordinación se refuerza por
medio de los valores y el entendimiento mutuo insertados en la cultura organizacional. La
jerarquía formal ejerce una función más integradora que controladora. Nonaka y Takeuchi
(1995) utilizan el término “organización hipertextual”, una analogía prestada de la ciencia
informática, para ilustrar la dinámica interacción en los diversos contextos existentes.
Estos autores argumentan que la interacción dinámica en los diferentes contextos facilita la
interacción entre el conocimiento tácito y el conocimiento explícito, que a final de cuentas
determina la aptitud de la organización para crear nuevo conocimiento. Aoki (1986; 1988)
enfatiza además la importancia de la estructura de información horizontal y el papel de los
grupos semi autónomos de trabajo al facilitar el “aprender haciendo” colectivo dentro de la
empresa J. En una línea similar, Hedlund (1986; 1993; 1994) utiliza el término
“heterarquía” para describir la operación de una estructura fluida de conocimiento
horizontal dentro de una jerarquía formal en las organizaciones japonesas.
El agente clave de conocimiento en la organización de estructura J no lo constituye un
experto individual ni una jerarquía gerencial al control; más bien un equipo semi autónomo
de proyecto, que consta de miembros que ejercen diferentes funciones y pertenecen a
diversas unidades en la organización. El equipo interdisciplinario integra y sintetiza el
conocimiento en las diferentes áreas de habilidades funcionales y funciona como un puente
de comunicación entre el individuo y la organización. Se encuentra, al nivel del equipo,
ubicada en la intersección del flujo horizontal y vertical de conocimiento dentro de la
organización, en donde la mayor intensidad de interacción, aprendizaje y difusión del
conocimiento toma lugar dentro de la Organización de Estructura J. De manera similar a la
Adhocracia Operativa, gran parte del aprendizaje se obtiene mediante las experiencias de
trabajo compartidas y la solución conjunta de problemas en los equipos de proyectos. Sin
embargo, la naturaleza interdisciplinaria de los equipos en la Estructura J facilitan un
basamento mucho más amplio de aprendizaje. Esto contribuye a desarrollar una diversidad
de conocimientos en del individuo, y el conocimiento va más allá de los individuos y las
unidades funcionales. Nonaka (1994: 28) señala que tal expansión del conocimiento o
“redundancia de información”, según sus palabras, da lugar a un “aprendizaje por
intrusión”, genera la confianza y promueve la transmisión conjunta del conocimiento tácito
dentro de la organización.
A diferencia de la Adhocracia Operativa, en donde la naturaleza temporal de los equipos de
proyectos inhibe la transferencia del conocimiento generado más allá del nivel de equipo,
la Estructura J es apta para difundir el conocimiento de manera amplia a la empresa por
entero. Esto ocurre al tiempo que los miembros se rotan de sus unidades funcionales y
luego regresan de sus asignaciones temporales a sus posiciones formales de rutina. La
estructura formal dentro de la Organización de Estructura J constituye un importante
mecanismo integrador. Captura el conocimiento tácito generado y lo almacena al nivel de la
organización para uso futuro. Mietras el equipo operativo constituye el punto focal para la
adquisición y generación de conocimiento, la diseminación y difusión de conocimiento en
la Organización de Estructura J se ejecuta en toda la organización. El conocimiento
almacenado dentro de la jerarquía formal en la forma de las reglas y procedimientos
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 134
operativos constituye, sin embargo, sólo una insustancial parte del basamento de
conocimiento en la Estructura J. Gran parte de l conocimiento en uso se almacena
orgánicamente en las rutinas operativas, redes de relaciones humanas, valores compartidos
y creencias desarrollados mediante la experiencia en común. Esta es la naturaleza de
inserción del conocimiento la cual constituye la fuente más importante de aprendizaje e
innovación en una Organización de Estructura J.
La Estructura J representa una organización innovadora y adaptable. Está marcada por una
extraordinaria capacidad de generar, difundir y acumular conocimiento tácito de manera
continua mediante la interacción y el “aprender haciendo”. El nuevo conocimiento se
genera mediante la fusión, la síntesis y la combinación de la base existente de
conocimiento. Este conocimiento posee una aptitud única en la generación continua y
creciente de innovación. Sin embargo, el aprendizaje dentro de la Estructura J puede
también ser altamente conservador. Su estructura social estable y su base compartida de
conocimiento pueden llegar a reducir las capacidades de la organización de aprender a
partir de los errores del individuo y del descubrimiento de experiencias adversas (Levinthal
y March 1993: 108, March et al 1996: 6) La Organización de Estructura J puede presentar
dificultades para innovar de manera radical.
El papel del conocimiento tácito
Estas cuatro opuestas formas organizacionales difieren en su capacidad para aprovechar y
transportar el conocimiento tácito. La Maquinaria Burocrática busca eliminar y controlar el
conocimiento tácito, y opera sobre una base “empobrecida” de conocimiento. La Burocracia
Profesional contiene y circunscribe el conocimiento tácito dentro de los límites de la
especialización individual, y el conocimiento tácito sólo juega un papel limitado dentro de
las actividades individuales relacionadas con la solución de problemas. La Adhocracia
Operativa genera una gran cantidad de conocimiento tácito mediante la experimentación y
la solución interactiva de problemas, pero posee una limitada capacidad para acumular este
conocimiento tácito creado debido a la naturaleza rotatoria de sus equipos de proyectos. La
Organización de Estructura J pose una aptitud superior para transportar y acumular el
conocimiento tácito, permite a una estructura orgánica de equipo de trabajo operar en
tándem con una jerarquía formal y una organización social estable.
El marco institucional del conocimiento, el aprendizaje y la innovación
Los patrones de la organización del trabajo y las configuraciones del conocimiento no se
desarrollan dentro de un vacío social. El relativo dominio de los diferentes tipos de
conocimiento, y la aptitud de una organización en aprovechar el conocimiento tácito como
una fuente de aprendizaje e innovación lo definen de manera acentuada los más amplios
factores sociales e institucionales. Existe un gran ente de investigación dentro de la gerencia
comparativa y los estudios organizacionales que ha establecido de qué manera influyen las
instituciones sociales los patrones de organización del trabajo en una forma sistemática, con
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 135
el resultado de que las estructuras organizacionales y los procesos reflejan patrones
nacionales distintivos (Maurice et al 1986; Sorge et al 1987; Lane1989; Whitley 1990).
Particularmente, la aproximación al “efecto social” demuestra una relación interactiva
entre los patrones de organización del trabajo y los sistemas de adiestramiento y educación,
y los tipos de mercados laborales y de carreras, y asevera la existencia de los” tipos
organizacionales socialmente significativos”(Sorge 1991). Maurice etal (1986) en sus
estudios comparativos acerca de las estructuras organizacionales en Francia, Gran Bretaña y
Alemania, señalan la manera en que las diferentes formas y niveles con que se califica y
promueve a los trabajadores y directivos determina los patrones de coordinación y
estructuración del trabajo en los tres países. Estos autores se refieren a al nivel de
“profesionalismo” con el que se cumplen las tareas por parte de las diferentes categorías de
las fuerzas de trabajo, y por medio de esto, ellos muestran la relativa importancia del
conocimiento tácito frente a la maestría en destrezas prácticas, y del reconocimiento formal
de la evaluación general. En su estudio señalan la importancia de la educación y el
adiestramiento como factor social clave en la determinación del conocimiento y los criterios
de competencia apoyando diferentes tipos de habilidades, y la naturaleza de la interacción y
la relación entre las diferentes categorías de la fuerza de trabajo.
El papel de la educación formal y el sistema de calificación en la definición del
conocimiento y el criterio de competencia dentro de las organizaciones está estrechamente
relacionado con la naturaleza de las relaciones y la organización del mercado laboral: el
alcance al que los mercados o las empresas gobiernan la organización de las destrezas y las
carreras. Esta amplia distinción dirige su atención a las principales diferencias entre un
mercado laboral ocupaciónal (OLM, en sus siglas en inglés), y un mercado laboral interno
basado en la empresa (ILM, en sus siglas en inglés), y en la manera en que estos mercados
operan a fin de estructurar la base de conocimiento de la empresa, y la influencia de los
procesos e incentivos en pro del desarrollo y la acumulación de diferentes tipos de
conocimiento. La naturaleza de las relaciones laborales también define el marco social y los
límites existentes para la difusión del conocimiento y la interacción entre el aprendizaje
individual y el colectivo. Por este motivo la organización del mercado laboral y las carreras
es otro de los factores más importantes en la definición de la configuración del
conocimiento de la empresa y su aptitud innovadora y para el aprendizaje.
Las dimensiones de la educación y el mercado laboral están vinculadas de manera
inextricable y existe una lógica institucional en la definición de sus configuraciones
específicas en diferentes sociedades (véase figura tres) Esta sección examina de qué manera
interactuan estas configuraciones institucionales con las estructuras organizacionales y los
procesos para generar diferentes tipos de conocimiento, patrones de aprendizaje e
innovación.
Sistemas de educación y adiestramiento
El sistema de educación y adiestramiento, tanto formal como informal, representa un
importante componente dentro de los sistemas nacionales de innovación (Lundvall 1992;
Nelson 1993; Patel y Pavitt 1994). Esto afecta las aptitudes innovadoras de las empresas no
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 136
únicamente en términos de dimensión cuantitativa (por ejemplo, el adecuado suministro
de personal altamente capacitado), sino, y más importante, en su dimensión cualitativa. Dos
aspectos representan especial importancia aquí. El primero, el grado de formalización de las
habilidades de alto nivel, que refiere al alcance al que la formación de habilidades de alto
nivel se basa en el conocimiento teórico abstracto o en los problemas prácticos concretos.
Éste constituye un factor crítico al definir la base de conocimiento de la empresa, su
aproximación a la solución de problemas y la naturaleza de las relaciones entre los
diferentes tipos de conocimiento. El segundo factor, el grado de elitismo frente a la equidad
del sistema de educación. Esto determina la mezcla específica y la distribución de destrezas
entre las fuerzas de trabajo y a partir de allí el patrón de coordinación interactiva y
aprendizaje entre empresas. Grado de formalización de las habilidades de alto nivel. La teoría frente a la práctica
El grado de formalización de las habilidades de alto nivel posee tres aspectos
interrelacionados (Whitley1995). El primero, trata el alcance en que el conocimiento teórico
abstracto domina los programas de adiestramiento y los criterios de competitividad en torno
a las destrezas, que se organizan alrededor de límites y conceptos intelectuales y no
alrededor de actividades en torno a la solución de problemas. Un sistema de educación
caracterizado por poseer un elevado nivel de abstracción del conocimiento y la orientación
académica tiende a generar una concepción limitada del “conocimiento” y reconocimiento
de tan sólo el componente teórico como base para la habilidad y la evaluación. La habilidad
adquirida mediante esta clase de sistema educativo tiende a poseer características de alta
especialización y de realizar prácticas distantes para la solución de problemas. Se dirige
hacia el dominio del conocimiento explícito por sobre el conocimiento tácito, y hacia la
adopción de una aproximación deductiva a la solución de problemas. Los poseedores de
estas credenciales académicas buscarán además legitimar sus posiciones en organizaciones
por medio de la definición de límites claros entre la “teoría” y la “práctica”, y el
distanciamiento de éstos de aquellos comprometidos en la solución práctica de problemas.
Opuesto a ello, un sistema que combine la educación formal con la experiencia práctica y
enfatice la importancia del “aprender haciendo” tenderá a crear una amplia concepción del
“conocimiento”. El conocimiento, en tal concepto, se define no únicamente para incluir la
teoría formal adquirida mediante el estudio, sino además las destrezas prácticas, la
experiencia y la técnica acumulada en contextos relacionados con el trabajo. En otras
palabras, el sistema observa tanto el conocimiento formal como las destrezas prácticas de
igual importancia para el desempeño competitivo de las tareas. Tal concepción del
conocimiento refuerza una estrecha relación de trabajo entre las diferentes categorías de la
fuerza de trabajo y promueve el trabajo cooperativo de equipo.
El segundo aspecto de formalización está asociado con el alcance en que las instituciones
de educación formal y/o los entes profesionales poseen control sobre la definición y la
constitución de las habilidades de alto nivel. Hablando en términos generales, los crecientes
niveles de control de la educación formal y las instituciones profesionales están asociados
con la creciente formalización y abstracción del conocimiento en los programas de
adiestramiento. Esto es en razón de que los programas de adiestramiento adquieren
estructuras alrededor de las concepciones académicas de las habilidades derivadas de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 137
objetivos intelectuales y científicos en lugar de técnicas basadas en los problemas, y gran
parte de estas estructuras se construyen fuera del contexto laboral.
Por esta razón el conocimiento adquirido está más codificado y normalizado. Puede
almacenarse dentro de ocupaciones específicas que contengan un conocimiento claramente
definido y un papel establecido. Este aspecto está relacionado con estructura del mercado
laboral y la naturaleza de las relaciones laborales. Un OLM implica un alto grado de
control académico y profesional sobre la formación de destrezas y por esta razón un más
alto grado de formalización y abstracción del conocimiento. Opuesto a esto, un ILM
implica un más alto grado de control por parte de los empleados sobre la definición de
habilidad y control académico menor, dirigiéndose a un nivel más bajo de normalización de
las habilidades alrededor del conocimiento formal.
Esto se dirige hacia un tercer aspecto: el alcance al que la habilidad desarrollada y
certificada académicamente monopoliza el status alto y los trabajos bien remunerados. Esto
está estrechamente conectado al grado de “profesionalización” de las habilidades y el
alcance al que el control profesional está vinculado a las tareas y a los límites
ocupacionales. El modelo anglosajón de “profesionalismo” describe una estrecha conexión
entre el conocimiento teórico y el status de elite (Glover 1978). Este modelo está
caracterizado por poseer una organización de las habilidades ocupacionales alrededor de la
especialización académica, asumiendo una conexión igualitaria entre un ente de
conocimiento abstracto y una ocupación. El ente de conocimiento formal se convierte en
una base de competencia y control jurisdiccional por sobre los límites de las tareas. Esto ha
resultado en una proliferación de ocupaciones basadas en una limitada especialización
académica. Por este motivo el conocimiento formal se convierte en una herramienta para la
diferenciación del status, y una base para el control (Gerpott y Domsch 1985). El modelo
profesional de formación de destrezas enfatiza en los componentes tácitos y prácticos del
conocimiento (Ker y Von Glinow 1997), y está asociado al desarrollo de un patrón
jerárquico de organización del trabajo entre las empresas. Por ejemplo, Child et al (1983)
sostiene que la noción de “profesionalismo” en Gran Bretaña ha conducido a un status bajo
de producción. La naturaleza tácita y contextual de la producción de destrezas
fundamentales dificulta a los trabajadores la demostración de que su trabajo tiene una “base
de conocimiento” claramente definida. Gradaciones del elitismo frente al igualitarismo
Un sistema educativo caracterizado por poseer una fuerte orientación académica, pero que
conceda poca importancia a la educación general y al adiestramiento vocacional de la
mayor parte de la fuerza de trabajo puede describirse como “elitista”. Un sistema elitista se
caracteriza por poseer una distribución de proporciones altamente desiguales, con una
estructura de competencia de dos niveles: un sistema educativo bien desarrollado para la
elite y una educación pobre para la fuerza laboral. Tal es el caso de los sistemas educativos
de Estados Unidos y Reino Unido, que pertenecen a esta categoría. Estos países poseen una
fuerte inclinación hacia la educación académica y conceden poco status social y
credibilidad económica a las actividades técnicas, desviando el interés de la inversión en
esta área. Como resultado, existe una gran carencia de destrezas formales intermedias, y de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 138
evaluación a las fuerzas de trabajo en estos dos países (Buetchtemann y Verdier 1997;
Lynch 1993; Finegold y Soskice 1986; Prais 1993). Tal sistema elitista se asocia
comúnmente a la forma burocrática de algunas empresas de organizar el trabajo y el
conocimiento. La gran disparidad que existe en la formación educativa y el nivel de
destrezas entre las diferentes categorías de la fuerza de trabajo genera poca continuidad y
alejamiento entre las empresas. Esto refuerza así que los expertos educados a un nivel
“elevado” y sus monopolios de posiciones de alto status concentren el conocimiento, lo
que refuerza además la dominación del conocimiento formal a las destrezas tácitas y genera
un patrón jerárquico de organización del trabajo.
Contrariamente, un sistema de educación igualitario se caracteriza por impartir una
enseñanza general, rigurosa y vocacional a un amplio espectro de la población trabajadora.
Esto genera un modo descentralizado de organización del trabajo y brinda una sólida base
para el aprendizaje interactivo y el cultivo del aprendizaje tácito como fuente para la aptitud
organizacional. Alemania y Japón constituyen buenos ejemplos de este tipo de sistema
educativo (Soskice 1996; Aoki 1998; Koike 1986 y 1995). En estos dos países la
disponibilidad de un gran surtido de trabajadores técnicos (de nivel intermedio) con buen
adiestramiento y educación general, posibilita a las empresas organizar el trabajo de una
manera más cooperativa y descentralizada conducente a la transmisión y movilización del
conocimiento tácito.
Los mercados laborales. Las carreras, la identidad y el aprendizaje
Los mercados laborales por especialidades se clasifican típicamente como mercados
laborales ocupacionales (externos) (VERIFICAR TERMINOLOGÍA LABORAL) y los
mercados internos de trabajo (Marsden 1986). Los tipos de mercados laborales y la
naturaleza de las relaciones de trabajo influyen sobre la base del conocimiento y las
aptitudes de la empresa para el aprendizaje en tres puntos. El primero determina el alcance
en que la habilidad se desarrolla fuera o dentro de la empresa, y por esta razón la
importancia relativa de la educación formal y las instituciones respecto a los empleados en
la definición de los requerimientos para las destrezas y la base de conocimiento de la
empresa. El segundo determina el grado de movilidad de la carrera y la estabilidad del
personal que, a su vez, influye en los incentivos del individuo y en la aptitud de la empresa
para adquirir y acumular diferentes tipos de conocimiento. El tercero define los incentivos y
límites de la relación de trabajo determinan la carrera del individuo y su identidad social.
Define los incentivos y límites del aprendizaje e influye en la interacción entre el
aprendizaje individual y el colectivo.
El Mercado Laboral Ocupacional (OLM)
El mercado laboral ocupacional ofrece un espectro relativamente amplio para la movilidad
laboral. En este mercado el conocimiento y el aprendizaje se insertan al mercado de manera
inter-empresarial y no entre carreras. Gran parte del conocimiento y las destrezas que se
requieren para ingresar a este mercado se adquieren fuera de la empresa. La educación
formal y el adiestramiento ejercen un papel de mayor relevancia al ser los generadores
directos de una competencia ocupacional de importancia. Por este motivo el OLM influye
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 139
directamente sobre la base del conocimiento de las empresas y su aptitud para el
aprendizaje.
Las evaluaciones a este mercado son especializadas para las tareas y asignaciones, basadas
en el "embalaje" del conocimiento y las destrezas de una forma avanzada y normalizada
(por ejemplo, el adiestramiento orientado a los oficios, o la educación profesional). De una
manera alterna, estas evaluaciones pueden constituir una educación general con una amplia
base, que le brinda al individuo un elevado nivel de "meta.competencias" adaptables y
aplicables a una extensa variedad de tareas y ambientes de trabajo(Nordhaug 1993). Esta
aproximación se basa en la afirmación de que el ambiente de las tareas y las asignaciones es
relativamente estable y que el conocimiento requerido puede codificarse y preembalarse
dentro de programas iniciales de adiestramiento. Esto, contrariamente, se apoya en la
noción de que el ambiente carece de claridad y por esta razón el conocimiento que se
requiere debe ser fluido, emergente y constantemente intercambiable; no puede disponerse
dentro de las ocupaciones o codificarse de antemano, por lo que es necesaria una evaluación
inicial que permita a los individuos buscar una aproximación más flexible y variada para el
aprendizaje continuo.
Dentro de un OLM, el conocimiento y las destrezas les pertenecen a los individuos,
quienes son las propiedades personales del desarrollo de una carrera dentro del mercado, y
la transferencia y facilidad de transmisión del conocimiento adquirido es de suprema
importancia al momento de distribuir eficientemente los recursos humanos. La movilidad
laboral en un OLM se basa en señales de gran efectividad, como la información disponible
acerca de la calidad y los tipos de destrezas y conocimientos que poseen los individuos.
Esta información puede provenir de certificados públicos (señales institucionales) o del
reconocimiento de los colegas y compañeros de trabajo (señales informativas) (Marsden
1986: 2). La anterior aproximación funciona apropiadamente con la condición de que el
conocimiento y las destrezas requeridas puedan identificarse y codificarse fácilmente, por
ejemplo, si se almacenan dentro de diferentes ocupaciones específicas con una serie
distintiva de tareas o problemas cuyas destrezas y conocimientos puedan resolverlos (Talbot
1996: 336-7). En aquellas situaciones en que las tareas son altamente dinámicas e
impredecibles, y en que el conocimiento que se emplea está conformado por un fuerte
componente tácito (por ejemplo, técnicas personales), las señales institucionales dejan de
satisfacer y sustentar las necesidades de la empresa. Esto sucede debido a que las destrezas
tácitas no pueden decodificarse fácilmente; sólo pueden revelarse mediante la práctica y el
trabajo. La transferencia de este tipo de conocimiento deberá sustentarse en sistemas
sociales y profesionales basados en normas industriales u ocupacionales compartidas. En
otras palabras, la acumulación y transferencia eficaz del conocimiento tácito dentro de un
OLM requiere del apoyo de una "estructura social" contenida en el mercado, como por
ejemplo, la formación de un OLM de bases comunitarias, cimentado en sistemas de
empresas y en grupos de industrias a nivel local ((Defilippi y Arthur 1996; Saxenian 1996).
Los sistemas sociales facilitan el mercadeo de las destrezas personales y tácitas
acumulativas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 140
El aprendizaje dentro de un OLM tiende a gestarse dentro de un ambiente centrado en la
persona y orientado hacia el mercado. Está arraigado en la estrategia profesional y de
carrera, y se caracteriza por poseer un grado elevado de autonomía y latitud en los límites y
dominios del aprendizaje. El aprendizaje puede ocurrir no únicamente dentro de los
confines de la empresa o dentro de grupos y/o sistemas anexos a ésta, sino también en los
sistemas sociales y profesionales que se extienden más allá de la empresa (Bird 1996). Esta
capacidad incrementa potencialmente la base de conocimientos del individuo y genera
diversos valores y mapas cognitivos en las organizaciones. De acuerdo a Huber(1991), tal
diversidad en los mapas cognitivos constituye una fuente de aprendizaje organizacional al
tiempo que contribuye a desarrollar en la organización una interpretación más variada del
conocimiento adquirido y puede cambiar de manera potencial la extensión de
comportamiento de la organización, dirigiéndose hacia la posibilidad de obtener un
aprendizaje radical. Además, las empresas que operan dentro de un OILM pueden añadir
variedad y diversidad a su base de conocimientos mediante la contratación externa. Éstas
renuevan y transforman su base de conocimientos al adquirir e "injertar" nuevos miembros
quienes poseen conocimientos de los que no dispone la empresa a nivel interno (Huber
1991: 97).
El alto grado de movilidad laboral dentro del mercado laboral les permite a las empresas
alinear su base de conocimientos con los requisitos cambiantes del mercado y las
innovaciones tecnológicas. Las empresas que operan dentro de un OLM tenderán más a
desarrollar más conocimientos nuevos por medio de la exploración y la adquisición
externa. No obstante, los costos para las firmas suelen tener dos caras: las dificultades para
integrar y coordinar la diversidad interna de la base de conocimientos y las perspectivas
generadas al respecto, aparte de la limitada capacidad de las empresas de desarrollar un
núcleo distintivo de competencia mediante la acumulación y la explotación interna del
conocimiento.
El Mercado Laboral Interno (ILM)
Un Mercado Laboral Interno asigna empleos estables por un largo período de tiempo y
desarrolla el progreso de la carrera profesional a través de una serie de trabajos ordenados
jerárquicamente que están conectados entre sí. El conocimiento y el aprendizaje se
encuentran insertados en la carrera que se realiza dentro de la empresa. Gran parte del
conocimiento y las destrezas relacionadas con el trabajo se generan mediante un
Adiestramiento en el Lugar de Trabajo (On-the-job training -OJT-) que se adapta a las
características específicas de la empresa. El conocimiento formal adquirido a través de la
educación solamente se considera como un requisito para el ingreso a ésta, y provee una
base sobre al cual las destrezas relacionadas con el trabajo se construyen dentro de la firma.
Por este motivo la naturaleza de un OJT ejerce un papel práctico en la definición de la base
del conocimiento y las aptitudes para el aprendizaje de las empresas que operan dentro de
un ILM. Las características de un OJT y de su efectividad como mecanismo de aprendizaje
están estrechamente conectadas con el patrón de organización del trabajo y con el alcance al
que se valora la experiencia práctica, que constituye una base para el progreso de la carrera.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 141
Existen dos modelos alternativos de Mercados Laborales Internos; uno se sustenta en
trabajos limitados y carreras estratificadas, y se asocia a sistemas educativos elitistas,
mientras que el segundo se sustenta en trabajos de bases amplias y carreras continuas,
asociado a sistemas igualitarios de educación.
En los puestos de trabajo con características restringidas, y cuyas carreras se organizan en
torno a empleos jerárquicos que poseen límites estratificados basados en los resultados de la
selección de personal (como por ejemplo el sistema aplicado en Francia, de trabajo
altamente estratificado en asociación con los conocimientos adquiridos en la educación
formal), el Adiestramiento u OJT se inclinará a mostrarse limitado y puntual en el trabajo, y
las oportunidades realizar carrera con aspiraciones de progresar, basándose en un OJT,
serán también limitadas. Un Adiestramiento limitado restringe la diversidad que pueda
existir en la experiencia de un individuo, y por esta razón disminuye las posibilidades de
desarrollar la mente creativa y la generación de conocimiento tácito (Nonaka 1994: 21). El
contenido del aprendizaje en un trabajo simple impide la creación del entendimiento mutuo,
la experiencia compartida y la integración del conocimiento. Por otra parte, la asociación
del conocimiento formal con las posiciones elevadas de trabajo supone que las destrezas
tácitas acumuladas mediante la experiencia práctica no serán reconocidas como parte de su
formación. De esta manera las motivaciones que posee el individuo para acumular este tipo
de conocimiento se ven mermadas, y la organización fracasa al intentar desarrollar el
potencial que posee el "aprender haciendo". Un ILM basado en la especialización puntual
del trabajo, que además posea una estructura de carrera en la empresa con límites
estratificados, gen era como consecuencia una base jerárquica y fragmentada del
conocimiento.
Sin embargo, un ILM también puede organizarse en torno a trabajos con una concepción
más abierta y con una jerarquía continua de carreras basadas en un sistema común por
rangos (como es el caso de Japón). El avance hacia niveles superiores se logra, en este caso,
mediante la acumulación de un amplio rango de destrezas y experiencia organizacional. El
conocimiento formal ejerce tan sólo un papel limitado en la definición de los criterios de
competencia y de ingreso a posiciones superiores; el énfasis clave reside en la acumulación
a largo plazo de destrezas específicas de la empresa, y de la experiencia práctica o
"aprendizaje amplio".
Dentro de este tipo de sistema, el Adiestramiento en el Lugar de Trabajo (OJT) posee una
amplia base y se vincula sistemáticamente al progreso de la carrera. De esta manera los
individuos llevan a cabo un gran número de actividades mediante la rotación de funciones
en la empresa. Esto les brinda la oportunidad de desarrollar una gran variedad de
conocimientos y destrezas más allá de sus propias funciones y pericia, incrementa la
diversidad de experiencias y posibilita la creación de conocimiento tácito. La rotación de
cargos contribuye además en cumplir una importante función de socialización en la
empresa, al incentivar a los trabajadores a acumular una amplia variedad de experiencia
organizacional y al reducir la distancia social en las diferentes categorías de la fuerza
laboral. Gracias a esta base amplia de OJT, los individuos no sólo adquieren una muy
diversa gama de destrezas técnicas; también aprenden de manera simultánea a sentirse
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 142
miembros de una organización, a desarrollar el entendimiento compartido y los valores en
común. En palabras de Nonaka, la rotación de funciones crea "perspectivas comunes" y
"redundancia de información (sic)" dentro de la organización (Nonaka 1994: 24-5). Estas
perspectivas posibilitan un ambiente de confianza, "aprendizaje por interacción" y la
formación de una organización social dentro de la cual se desarrolla la transmisión del
conocimiento tácito. La estrecha integración del OJT con el progreso de la carrera les
brinda a los individuos por demás un poderoso incentivo para acumular conocimientos
mediante la experiencia práctica. De esta manera la jerarquía de la carrera pasa a convertirse
en un estratagema para la creación del aprendizaje y el conocimiento tácito.
El aprendizaje dentro de un ILM posee características colectivas y se orienta principalmente
hacia el crecimiento de la organización misma. Este aprendizaje se desarrolla de acuerdo a
los requerimientos internos de la empresa y se sustenta en carreras basadas en las
características principales de ésta y en su identidad organizacional. No obstante, la base
colectiva de conocimientos de la empresa deberá reafirmar u organizar sus aptitudes para el
aprendizaje y la innovación, dependiendo de los procesos y mecanismos por los que se
genera el conocimiento. Las empresas deberán apoyarse en diferentes mecanismos a fin de
vincular el aprendizaje individual con el colectivo, y esta vinculación está estrechamente
relacionada con con el grado de confianza y cooperación presentes en la empresa.
El conocimiento colectivo que se genera mediante procesos de institucionalización y
codificación, que comprenden todos los niveles de la empresa, es superficial y parcial,
debido a que excluye el conocimento tácito formado a partir de niveles operacionales.
Aquellas empresas que operan con una base de conocimientos explícitos deben valerse de
la adaptación interna para desarrollar el aprendizaje, que se logra de una manera muy lenta,
además de que sus aptitudes para crear innovación son limitadas. Por el contrario, el
conocimiento colectivo que emerge de la interacción y el aprendizaje copartido es dinámica
y orgánica. La ineracción social posibilita la transmisión y acumulación del conocimiento
tácito y además expande el aprendizaje individual. En este contexto, el conococimiento
colectivo constituye más que la suma de los diferentes conocimientos individuales, por
tener la capacidad de generar nuevos conocimientos mediante la síntesis y la combinación,
permitiendo así a la firma aprender e innovar partiendo de una base acumulativa.
Por otra parte, el aprendizaje dentro de un ILM tiende a orientarse y reafirmarse
internamente y a depender de los lineamientos trazados. La estabilidad del personal que
pertenece a un ILM permite a las empresas retener y acumular el conocimento, y la
memoria organizacional se convierte en una fuente importante de aprendizaje (Huber 1991:
105) . Estas ventajas le permiten a las empresas explotar sus bases de conocimientos sobre
sustentos continuos, y vincular las actividades que han llevado a cabo en el pasado y el
presente para abrir la oportunidad de extenderlas hacia posibilidades futuras (Hamel y
Heene 1994). Las empresas deben poner de manifiesto poderosas capacidades dentro de
un esquema ascendente de innovación y orientarse hacia el desarrollo de un núcleo
distintivo de competitividad (Prahalad y Hamel 1990; Leonard Barton 1992). Sin embargo,
el aprendizaje y las aptitudes innovadoras dentro de un ILM también deben restringirse
mediante lineamientos para los procedimientos, y patrones de relaciones sociales. Las
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 143
estructuras de la carrera que impulsan a la identificación social y a una estrecha integración
del aprendizaje individual con el colectivo reduce la posibilidad de que se desvíe el
aprendizaje en la empresa únicamente hacia el aspecto individual y persigue una
transformación radical de su base de conocimientos mediante la iserción de destrezas
radicales (March et 1991: 6; Soskice 1996: 20). Como resultado, la competencia distintiva
de la empresa se acentúa. La empresa deberá modificarse con mayor intensidad a partir de
otras bases de conocimiento y experiencia, y hacerse vulnerables a los cambios radicales
que experimente su entorno (Levinthal y March 1993: 102).
Cuatro modelos opuestos de conocimento y aprendizaje. El papel del
conocimiento tácito y la innovación
La interacción entre educación e instituciones del mercado laboral genera cuatro distintas
configuraciones institucionales basadas en las diferentes formas organizacionales y tipos de
conocimiento discutidos previamente (véanse figuras tres y cuatro). Estas configuracionse
sociales pueden tomarse para representar los diferentes modelos sociales de organización
del aprendizaje y el conocimiento, que serían el “modelo profesional”, el “modelo
burocrático”, el “modelo de la comunidad ocupacional”y el “modelo de la comunidad
organizacional”. La influencia de estos modelos para las aptitudes innovadoras de las
empresas se median a través de diferentes formas organizacionales y patrones de
aprendizaje. Por este motivo se puede afirmar que en la sociedad existen patrones
dominantes de aprendizaje e innovación.
El Modelo Profesional o la Burocracia Profesional
El modelo profesional se caracteriza por apoyarse en un sistema educativo limitado y
elitista, basado en un alto grado de formalización del conocimiento. Este modelo se sustenta
en un mercado laboral abierto basado en un elevado nivel de codificación ocupacional y
especialización. El sistema se engrana con la generación de conocimiento explícito y
favorece la aproximación individual al aprendizaje; por otra parte, los incentivos y la
estructura social requeridos para la difusión y la acumulación del conocimiento tácito se
encuentra prácticamente ausente. El modelo profesional genera el predomino de la
“burocracia profesional” en las empresas. Este modelo generalmente prevalece en países
anglo americanos como los Estados Unidos y el Reino Unido, en donde la noción de
“profesionalismo” está fuertemente arraigada en los tejidos de las instituciones sociales. El
modelo profesional genera una aproximación limitada al aprendizaje, y además inhibe la
innovación.
El Modelo Burocrático o la Maquinaria Burocrática
El modelo burocrático comparte muchas de las características en común con el modelo
profesional dentro de la educación formal y la dimensión de adiestramiento. Sin embargo,
está sustentado en un mercado laboral interno organizado en torno a trabajos definidos de
manera limitada y a carreras de jerarquías estratificadas. Estos razgos institucionales se
basan en la “maquinaria burocrática” en la que predomina el “conocimiento decodificado”.
La descripción de Crozier (1963) de las organizaciones francesas encaja en esta categoría.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 144
El modelo burocrático persigue controlar y eliminar el conocimiento tácito, y genera una
aproximación superficial al aprendizaje a la vez que posee una escasa capacidad de innovar
El Modelo de la Comunidad Ocupacional o la Adhocracia Corporativa
El modelo de la comunidad ocupacional tiene bases en un OLM regional o local que
comprende una serie de ocupaciones y empresas interdependientes. Se caracteriza por
poseer un elevado nivel de movilidad inter empresarial, que fomenta la formación de
sistemas sociales y la transmisión de conocimientos y destrezas dentro de la comunidad. El
sistema educativo también constituye en este modelo una perte importante dentro del
sistema local. Tales características permiten límites más permeables entre las comunidades
de “aprendizaje” y de “trabajo”, y contribuyen a crear un sistema educativo de respuesta
capaz de identificar los requerimientos de las empresas en cuanto a competencia y
destrezas sobre una base continua. La comunidad ocupacional brinda un marco
institucional y una infraestructura social como ambiente propicio para desarrollo del
conocimiento tácito. Esto reduce la presión en torno a la normaliazción del conocimiento y
la codificación ocupacional inherente a cualquier mercado laboral ocupacional abierto. La
comunidad ocupacional constituye un requisito institucional previo para fomentar y
sustentar las aptitudes innovadoras de la “Adhocracia Operativa”.
La Adhocracia Operativa representa una forma organizacional considerada por muchos
autores como la estructura mas apropiada para integrar a las empresas un un ambiente
innovador, dinámico e impredecible (Mintzberg 1979; Quinn 1992; otros). Sin embargo,
esta estructura es potencialmente inestable y complicada de sustentar, a menos que esté
respaldada por una comunidad ocupacional. En un mercado laboral abierto y “sin límites”
la Adhocracia Operativa se encontrará ante la presión de burocratizar su estructura debido a
las dificultades con las que se topará para acumular y transferir conocimiento. El
conocimiento tácito creador de las aptitudes de la Adhocracia Operativa sólo puede
sustentarse si funciona como parte de un sistema de empresas locales; El Silicon Valley
constituye un típico ejemplo en donde el mercado laboral ocupacional fluido se inserta en
una gran cantidad de tejidos dentro de los sistemas regionales y profesionales. Tales
sistemas de relacoines sociales brindan el “capital social” y las “señales de información”
necasarias para asegurar la transferencia eficaz de conocimineto tácito dentro de un marco
de carreras interempresariales (Saxenian 1996: 36). Los valores compartidos de la industria
dentro de la comunidad regional asegura la valorización del conocimiento tácito inclusive
luego de cambiar a los empleados que laboran para la empresa, y ademàs ofrece un
valioso incentivo para introducir al individuo en el aprendizaje mediante los procedimientos
o “aprender haciendo”. (Defillipi y Arthur 1996: 123). La comunidad ocupacional también
fomenta el conocimiento del “quién es quién” que apoya elevados niveles de movilidad
laboral. El conocimiento tácito se hace visible gracias a la reputación social dentro de un
OLM basado en la comunidad. Tal y como Reich asevera, “ los rumores locales sirven
como señales muy eficaces y especializadas. Éstos alertan a todos en el área acerca de quién
es bueno haciendo qué y en dónde se pueden emplear mejor las destrezas (Reich 1992:
236).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 145
Una OLM respalda y refuerza la aptitud dinámica que posee la adhesión democrática para
el aprendizaje, y crea una estructura social estable dentro de un mercado laboral abierto.
Esto fomenta la creación del conocimiento tácito y el aprendizaje interactivo. La movilidad
de las carreras inter empresariales y los sistemas sociales proveen múltiples oportunidades
de aprendizaje que pueden tener efectos amplificadores sobre las aptitudes de la empresa
para la innovación y el aprendizaje mismo. De esta manera el aprendizaje no está confinado
en los límites de las empresas individuales, sino que comprende la base de conocimientos
de una comunidad como un todo. Los sistemas técnicos y sociales de la comunidad operan
como una superorganización mediante la cual los individuos y las empresas, en
combinaciones rotativas, se integran en el emprendimiento, la experimentación, y el
aprendizaje interactivo para el desarrollo de la empresa (Saxenian, 1996: 30).
El Modelo de la Comunidad Organizacional o la Organización de Estructura J
Los sistemas educativos igualitarios que poseen amplias bases, aunados con la presencia de
un ILM basado en trabajos ampliamente definidos y jerarquías contínuas para las carreras,
constituyen las características principales del modelo de la Comunidad Organizacional, que
favorece el desarrollo de la Organización de Estructura J, típico en Japón. El modelo de la
Comunidad Organizacional genera una aproximación descentralizada y cooperativa a la
solución de problemas y posibilita la transmisión y la acumulación del conocimiento tácito
mediante el aprendizaje colectivo y una jerarquía estable de carreras; en este modelo la
naturaleza inserta del conocimiento es la que constituye una fuente importante de
aprendizaje e innovación dentro de la Organización de Estructura J. La Comunidad
Organizacional posee la singular característica de generar innovación continuamente y en
incremento. No obstante, el aprendizaje dentro de una Comunidad Organizacional es
limitado dentro del ILM adaptado a las características de la empresa, lo que puede generar
actitudes en extremo conservativas e inhibir la innovación radical.
Dos modelos alternativos para el aprendizaje y la innovación. La
Comunidad Ocupacional frente al Modelo de la Comunidad
Organizacional
Del análisis anterior se desprenden dos modelos alternativos para lograr el aprendizaje y la
innovación: la Comunidad Ocupacional frente al Modelo de la Comunidad Organizacional.
El primero respalda la Adhocracia Operativa mientras que el último sustenta la
Organización de Estructura J. Estas dos formas organizacionales comparten numerosas
características estructurales similares; por ejemplo, ambas constituyen sistemas orgánicos
no jerárquicos basados en la solución descentralizada de problemas y en el trabajo
multidisciplinario de equipo.
Sin embargo , la naturaleza de la relación entre el individuo y la organización es diferente.
En la Adhocracia Operativa los individuos gozan de un alto grado de autonomía, en el que
sus carreras e identidad social están sustentadas en la Comunidad Ocupacional. De manera
contraria la Organización de Estructura J enfatiza la integración de los individuos dentro de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 146
la Comunidad Organizacional mediante una socialización intensiva, por lo que la identidad
del individuo se integra fuertemente a la de la organización. Estas diferencias se reflejan
más claramente en los tipos dominantes de conocimiento y en las estrategias de aprendizaje
de cada modelo.
Por ejemplo, la Adhocracia Operativa deriva sus aptitudes de los conocimientos y destrezas
provenientes de expertos individuales, y la acumulación del conocimiento se hace posible
cuando el individuo y la organización adoptan una aproximación de tipo externo hacia el
conocimiento, lo que representaría una organización para el “conocimiento intensivo”,
basada en las exigencias del mercado y orientada hacia los progresos estratégicos que
presentan cambios continuos, se adaptan a diferentes circunstancias y están en capacidad de
emprender retos. Por su parte, la Estructura J desarrolla sus aptitudes a partir del
conocimiento “implícito o inserto” en las rutinas y valores compartidos de la organización.
Esta organización adopta una aproximación al aprendizaje, que está centrado en la empresa
misma; constituye además una organización “distribuidora del conocimiento”, dependiendo
de la competencia colectiva de sus empleados. La fuerza competitiva de la Estructura J
proviene de la cultivación de un núcleo competitivo adaptado a la empresa.
Estas estrategias tan contrastantes adoptadas por los modelos antes mencionados generan
diferentes tipos de aptitudes organizacionales y petrones de innovación. El modelo la
Comunidad Ocupacional hace posible la difusión del conocimiento tácito dentro de un
límite abierto a los cambios y de variados contextos. Impulsa la experimentación y el
comportamiento empresarial, y posee un gran potencial para lograr la innovación radical
dentro del campo de l atecnología de punta. Sin embargo, el modelo de la Comunidad
Organizacional permite la acumulación del conocimiento tácito dentro de los límites de la
empresa. Posee la capacidad de aumentar su base de conocimientos por medio de la
internalización y la absorción, y está preparada para incrementar el producto y para
desarrollar el proceso de innovación en las áreas establecidas de la empresa.
Pese a estas diferencias los dos modelos comparten una característica muy importante en
común: el papel del conocimiento tácito en la generación del aprendizaje y la innovación
dentro de las “comunidades prácticas” (Brown y Duguid 1991) aunque a diferentes escalas.
Estos modelos señalan que el aprendizaje y la innovación no puede separarse de la
interacción social y la experiencia práctica, ambos procesos vitales para la creación del
conocimiento tácito. El concepto de “comunidad” subraya la naturaleza “socialmente
insertable” del conocimiento, el aprendizaje y la innovación.
Conclusiones
Esta ponencia ha ilustrado la coherencia e interconexión en los tres niveles de análisis: el
indivdual, el organizacional y el social, en un intento de construir un marco teórico para
entender cómo éstos interactúan para crear el aprendizaje y las aptitudes innovadoras de las
empresas. La “perspectiva social que se ha adoptado en esta ponencia demuestra de qué
manera las instituciones que operan a niveles macro estructurales determinan los incentivos
e impedimentos de los actores en la construcción del espacio para el aprendizaje y la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 147
innovación. Esto de ningún modo implica un crudo determinismo social. La incorporación
de la dimensión epistemológica dentro del análisis señala que los individuos son tanto
actores como agentes dentro de la construcción social del conocimiento. Las organizaciones
constituyen mecanismos claves en la mediación de la influencia de las instituciones sociales
sobre las estructuras socio-cognitivas del individuo y en sus potenciales para el aprendizaje
y la innovación.
La teoría que se ha desarrollado en esta ponencia representa el primer intento realizado para
integrar las divesas corrientes literarias y los diferentes niveles de análisis dentro de un
mismo marco coherente. Esta ponencia está comprometida en intermpretar y entender las
fuentes de as diferencias en las practicas de las empresas, industrias y países para el
aprendizaje y la innovación, y para sugerir la orientación principal de una política de
intervención dentro de la creación de la “Economía del Aprendizaje” (Lundvall 1997).
Traducción: María Eugenia Acero Colomine
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 148
Incubadora tecnológica de Curitiba como medio de difusión de conocimiento
Cristiane Stainsack, Instituto de Tecnología de Paraná– Curitiba –Brasil
Resumen
A comienzos de los años ochenta, debido a la necesidad de desarrollar el sector industrial,
el Estado de Paraná en Brasil puso en marcha programas que promovieron el desarrollo
tecnológico e industrial. Por lo general, los mecanismos de difusión de conocimiento
pueden formarse a partir de la vocación y potencialidad locales, las cuales están
relacionadas con la capacidad mental disponible en las universidades, institutos
tecnológicos, centros de investigación, características de las industrias locales y la demanda
del mercado. Aprovechar todas las oportunidades que brindan los recursos locales a través
de proyectos bien diseñados, puede resultar beneficioso, ya que los mismos pueden generar
ganancias para la comunidad. En este sentido, la economía del Estado de Paraná ha
desarrollado, gracias a la existencia de la infraestructura apropiada, empresas de bienes de
manufactura, industrias de agricultura e industrias de base tecnológica.
A finales de los ochenta, fue creada la Incubadora tecnológica de Curitiba (INTEC) que
absorbió diversos proyectos provenientes principalmente de instituciones académicas que
por lo general desarrollan proyectos que prometen resultados exitosos. Recientemente la
creación de incubadoras y parques tecnológicos en Brasil está alcanzando más cabida, ya
que los mismos han arrojado sólidos resultados. Las incubadoras pueden ser vistas como
mecanismos notables de difusión de conocimientos, tal como puede observarse en los
resultados obtenidos en 10 años de operación. Estos parámetros pueden confirmar que el
estímulo para crear incubadoras puede promover el crecimiento de la tecnología y
economía, que resultaría provechoso para todas las comunidades.
Introducción
Hoy en día cualquier persona enfrenta el nuevo paradigma: la sociedad basada en el
conocimiento, en la cual se le da prioridad al conocimiento y no al paradigma de la
sociedad industrial.
En Brasil, especialmente en el Estado de Paraná, ha comenzado la transformación
tecnopolita. Gracias a los distintos mecanismos de instituciones que desarrollan la ciencia y
tecnología surgen nuevas empresas con mayor fuerza para competir en un mercado global.
La Teoría de Transición paradigmática, Spolidoro (1998) parece ser una herramienta útil
para motivar a las regiones brasileñas a comenzar y continuar su transformación
tecnopolita. Entre los resultados obtenidos por la escuela de pensamiento de Brasil, formada
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 149
principalmente por personas e instituciones que promueven y colaboran con esta
transformación, tenemos: la creación de incubadoras, parques de ciencia y tecnología,
cultura empresarial, capital, la organización del territorio, plataformas para el futuro,
proyectos educacionales innovadores, etc. Las instituciones académicas que planean la
creación de empresas en el Estado de Paraná deben promover la capacidad y contribuir con
la creación de nuevas empresas. Estas instituciones consideran a las incubadoras
tecnológicas como el principal agente para la creación de empresas.
Breve reseña histórica
La incubadora tecnológica de Curitiba –INTEC- fue fundada en septiembre de1989 a través
de la unión de diversas instituciones que establecieron un acuerdo de cooperación para
ayudar a crear nuevas compañías que desarrollaran procesos y productos innovadores. Los
patrocinantes de esta incubadora fueron: TECPAR- Instituto de Tecnología de Paraná,
FIEP/IEL- Federación de industrias de Paraná / Instituto Euvaldo Lodi, SEBRAE/PR-
Servicio de apoyo de Paraná para empresas pequeñas, CEFET/PR- Centro Federal de
Educación Tecnológica de Paraná, CITPAR- Centro de Integración de Tecnología de
Paraná, SETI- Oficina de Ciencia y Tecnología del Estado de Paraná, PUC/PR-
Universidad Católica Pontífice de Paraná y el Banco de la Fundación Brasil.
INTEC se encuentra en el Instituto de Tecnología de Paraná, el cual es una compañía
pública pero con la prerrogativa de derechos privados que le permite encargarse de los
asuntos administrativos. El rasgo principal de esta incubadora es que es de base
tecnológica, la quinta en Brasil, que promueve el desarrollo de nuevos productos o procesos
de compañías en el campo de metal-mecánica, electrónica, informática, ingeniería-
biomédica.
El edificio de INTEC ocupa 1500 m2 y tiene la capacidad de hospedar hasta 10 compañías
al mismo tiempo. INTEC ofrece una condición favorable para crear nuevas empresas en las
compañías de base tecnológica. Después de 10 años de actividades se formaron 15
compañías instalando sus plantas en Curitiba. Actualmente operan 7 compañías en la
incubadora.
Objetivo principal
El propósito principal de INTEC es estimular la creación de empresas y fortalecer a las
mismas, proporcionando un ambiente apropiado, asistencia técnica y capacidad
administrativa. En este escenario el papel de las instituciones educativas como generadores
de conocimiento fue esencial en el proceso de incubación de compañías de base
tecnológica. Antiguos estudiantes de instituciones académicas como CEFET y PUC/PR
propusieron la mayoría de los proyectos calificados para formar parte de INTEC. CEFET es
un instituto autónomo fundado originalmente como escuela de aprendizaje y luego
transformado en Escuela de Tecnología en 1978, se dedica a la enseñanza de la educación
técnica, a la investigación en campos tecnológicas y a servicios públicos para la comunidad.
Recientemente , con el propósito de extender la preparación de los técnicos y de actualizar
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 150
la tecnología industrial en otras regiones del Estado, inauguró 5 campus regionales en
lugares donde hay demanda de técnicos industriales. PUC/PR es una institución de
educación superior que ha contribuido con profesionales en el campo de la computación.
Es importante resaltar que el apoyo de instituciones para el crecimiento de empresas ha
aumentado considerablemente, ya que se ha demostrado que además de tecnología y
vocación empresarial se requieren recursos financieros para desarrollar las mismas. No
obstante, las compañías pierden la oportunidad de recibir recursos externos cuando el
apoyo financiero aumenta frecuentemente, debido a que las mismas no están preparadas
para crear proyectos que cumplan con los requerimientos que exigen las instituciones que
ofrecen el apoyo. Es por eso que existe la posibilidad de contar con diferentes mecanismos
de apoyo financiero para el desarrollo de actividades tecnológicas, como por ejemplo el
apoyo proveniente de los sectores del gobierno Federal o Estatal, que apoyan a las nuevas
compañías financiándolas para garantizarles su existencia durante el periodo de incubación.
En INTEC instituciones como TECPAR, CNPq, IEL, el Banco de Brasil, SOFTEX y otras
instituciones contribuyeron significativamente a consolidar las distintas empresas. La
estrategia consiste en cómo hacer el mejor uso de los escasos fondos disponibles para
desarrollar empresas en pro de la comunidad.
Proceso de selección y desarrollo
El proceso de selección de compañías que quieren usar la incubadora es bastante estricto, ya
que los productos y procesos propuestos para ser desarrollados deben concordar con los
requerimientos mínimos establecidos. Un comité decidirá si el proyecto es técnica y
económicamente posible. Las empresas pueden provenir de personas que desean
desarrollar su propio negocio, de nuevas empresas provenientes de las compañías ya
existentes, de departamentos de investigaciones y desarrollo de compañías y de plataformas
de transferencia internacional de tecnología o de empresas extranjeras.
Los candidatos seleccionados pueden permanecer hasta dos años en la incubadora,
recibiendo no sólo un espacio apropiado, orientación empresarial y servicios técnicos y
administrativos, sino también facilidades de laboratorio, facilidades de comunicación y la
ayuda de consultores especializados, pagando sólo una suma simbólica.
Para ingresar a INTEC, la compañía debe primero ser aprobada por un Comité que analiza
el perfil de la nueva empresa. La compañía seleccionada se instala en su propio modulo de
50 metros cuadrados aproximadamente. La joven empresa, junto con sus ideas innovadoras,
equipo calificado y buenas perspectivas de mercado para su producto, recibirá de INTEC un
trato distinguido y respetable. Un lugar específico que sirve como área común, recepción o
cuarto de conferencias y entrenamiento, fotocopiadoras, teléfonos, faxes, etc. son
suministrados para facilitar el desarrollo de la nueva empresa. También se les provee con
orientación empresarial, servicios de información, documentación y administración,
laboratorios, asesoramiento técnico, acceso a bases de datos nacionales e internacionales y
un agradable ambiente de trabajo en el que comparten con otras personas innovadoras.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 151
Las compañías que ingresan a la incubadora son moni toreadas para identificar los
problemas y dificultades que enfrentan las mismas en la parte administrativa. A pesar de
este monitoreo no todas las compañías sobreviven durante el proceso de incubación o
cuando ingresan al mercado debido en muchos casos a la falta de mecanismos de
financiamiento para las pequeñas empresas de base tecnológica, a la inhabilidad
empresarial y a la falta de capital riesgoso en Brasil.
Resultados de INTEC para la economía del Estado
En 10 años de operación INTEC logró notables resultados debido a la calidad de los
proyectos incubados y al éxito de las compañías en el mercado. Actualmente INTEC es
considerado como una referencia para estimular la creación de nuevas incubadoras en Brasil
y en otros países como Costa Rica, Argentina, Chile y Perú.
Compañías incubadas
En 10 años de operación INTEC incubó compañías en diferentes campos, como se muestra
en la figura 1. A partir de 1994 el número de compañías incubadas aumentó gracias al
cambio de política que permite hospedar hasta 10 compañías al mismo tiempo.
Número de Companías Incubadas
1989/1999
0
2
4
6
8
10
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
Años
Nú
mero
de C
om
pa
nía
s
Figura 1. Número de compañías incubadas en 10 años de operación
Compañías graduadas
Desde su formación INTEC ha graduado 16 compañías tal como se muestra en la figura 2.
En 1998 INTEC produjo 14.700.000,00 US$ aproximadamente, produciendo 52 productos
nuevos, creando 160 empleos directos y 400 indirectos. Para la economía del Estado estas
compañías pagaron aproximadamente 800.000,00$ en impuestos.
Figura 2. Número de compañías graduadas hasta 1999
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 152
A finales del año 1992 se graduó la primera compañía, BEMATECH, la cual manufactura
impresoras especiales para bancos y automatizaciones comerciales. Desde entonces INTEC
ha graduado 16 compañías de base tecnológica en diferentes campos, todas ellas operando
en el Estado de Paraná. En 1998 BEMATECH ganó el premio de ANPROTEC
(Asociación Nacional de Empresas de Tecnología Avanzada) como mejor empresa
incubada en el campo de productos de base tecnológica.
Ingreso producido por las companies
El ingreso anual de las compañías graduadas varía de compañía a compañía. La siguiente
figura (3) muestra el promedio de ingresos de las compañías graduadas a partir de 1992.
Promedio de ingresos de las compañías (US$1.00)
1.650.000
5.300.000 5.900.0007.060.000 7.700.000
14.700.000
1993 1994 1995 1996 1997 1998
Años
Figura 3. Ingreso producido por las compañías
El ingreso de las primeras compañías graduadas fue modesto, sólo a partir de 1994 el
ingreso ha aumentado progresivamente, alcanzando en 1998 la cantidad de
14.700.000,00$ aproximadamente. Causas del fracaso de algunas companies
En 10 años de operación fracasaron algunas compañías durante o después del período de
incubación, pero en una tasa baja de mortalidad, como pude observarse en la figura 4.
Número de compañías graduadas en 10 años de operación
0
1
2
3
4
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
años
Nú
mer
o d
e co
mp
añ
ías
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 153
Figura 4. Causas del fracaso de algunas compañías
INTEC tiene un mecanismo que le permite controlar de cerca el progreso de las compañías
incubadas; no obstante cuatro compañías fracasaron. La primera fue una compañía de
productos electrónicos que sucumbió en su primera etapa ya que tuvo dificultades para
producir las piezas claves del producto debido a la falta de tecnología adecuada necesaria
para consolidarse. En 1996 debido a las pocas habilidades empresariales, dos compañías no
pudieron consolidarse en el mercado, una de ellas en el campo de la computación y la otra
Reasons of Companies' failure
0
1
2
3
4
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999
Years
Nu
mb
er o
f C
om
pa
nie
s
Falta de antecedentes
tecnológicos
Falta de habilidades
empresariales
Financiamiento
inadecuado
Mala administración
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 154
en el de ingeniería biomédica. En 1997 fracasó otra compañía de productos electrónicos ya
que la misma no encontró ninguna entidad que financiara compañías pequeñas de base
tecnológica ni ningún otro tipo de financiamiento.
Principales productos en el Mercado
La mayoría de los productos creados por las compañías incubadas fueron en el campo del
software; en la figura 5 se muestra que de los 52 nuevos productos lanzados al mercado 33
fueron en este campo. También se muestra que se desarrollaron 20 tipos de equipos los
cuales en su mayoría fueron en el campo de la medicina y odontología, automatización
bancaria y telefonía. Dos de ellos se crearon para desarrollar los procedimientos, uno para
procesar nuevos materiales.
Cantidad y tipos de productos creados
2
33
20
Equipments Process Software
Figura 5.
Características de los productos creados
Campo de actividades de las companies
El mayor campo de actividades de las compañías fue el de software ,tal como se muestra en
la figura 6
Campo de actividades de las compañías
56%
8%
4%
24%
8%
24% Electrónica
24% Electrónica
56% Software
4% Nuevos materiales
8% Metal mecánica
8% Ingenería biomédica
Figura 6. Campo de actividades
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 155
Entre 22 compañías graduadas e incubadas 56% fueron en el campo del software, 24% en el
campo de la electrónica, 8% en el de biomedicina y el 4% en el campo de nuevos
materiales.
Mercado y exportación
Las compañías de base tecnológica incubadas en INTEC presentan productos de alta
calidad, lo que posibilita su comercialización internacionalmente. La mayoría de las
compañías pequeñas que carecen del capital necesario para entrar al mercado internacional
cuentan con el apoyo de INTEC para fortalecerse y así poder ganar el mercado nacional.
Después comienza el proceso de internacionalización que puede basarse en la
infraestructura que provee el Centro Internacional para Tecnología Software (CITS).
Algunas compañías ya han exportados pequeñas cantidades de productos a países como
Portugal, España, China, a países de Centro-América y a países miembros de MERCOSUR
(Argentina, Paraguay y Uruguay).
Conclusión
La creación y difusión de conocimiento depende de la forma en que las instituciones
académicas se esfuerzan en implementar programas que estimulen el desarrollo de nuevas
empresas. De esta forma el conocimiento adquirido en las instituciones académicas puede
generar soluciones prácticas para la sociedad. El apoyo de la autoridad pública en este
proceso es de vital importancia ya que es un agente inductor que puede proporcionar las
facilidades de financiamiento para consolidar las nuevas empresas.
Así como se mencionó en este trabajo, INTEC ha logrado sus objetivos, principalmente por
las compañías que tuvieron ayuda económica desde el comienzo hasta la etapa en la cual
entran al mercado y compiten en él. En este sentido, es comprensible que es esencial
implantar estrategias que mejoren aún más la actuación de las compañías y de esta manera
participar en el desarrollo del Estado de Paraná. Entre las estrategias posibles tenemos:
Proveer facilidades de financiamiento para las empresas pequeñas de base
tecnológica.
Atraer capitales en el país.
Inducir al Estado a participar como socio en las empresas que pueden contribuir
considerablemente en el desarrollo de la tecnología y economía.
Crear mecanismos que proporcionen acceso a la información y transferencia de
tecnología.
Estimular la sociedad como un todo, principalmente como una institución
académica, para adquirir la cultura necesaria para la mentalidad empresarial.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 156
Demostrar a las empresas de base tecnológica la importancia de las estrategias
adecuadas de mercadeo.
Con estas estrategias y el esfuerzo público, se espera alcanzar resultados notables que
puedan reflejar la creación de empleos, generación y transferencia de tecnología,
capacitación de personal, lo cual es necesario para el desarrollo de la comunidad como un
todo basada en la sociedad basada en el conocimiento.
Referencias
Guedes, M. and Formica, P. 1996. The Economics of Science Parks. 376p. ANPROTEC, IASP and AURRP,
Brasília.
Passos, C. A. K. 1998. Inovação Tecnológica Localizada: O caso do Paraná. 35p. Curitiba. Ed. do autor.
Spolidoro, R. 1998. The Paradigm Transition Theory: A tool for guiding Technopolitan Transformations.
Delivering Innovation – Key lessons from the world – wide Network of Science and Technology Parks, 17p.
IASP – International Association of Science Parks, Málaga – Espanha
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 157
Figura uno Nivel cognitivo. Tipos de conocimiento
Dimensión ontológica
Dimensión epistemológica
Individual Colectivo
Explícito
Conocimiento
intelectualizado
Conocimiento
codificado
Conocimiento
incorporado
Conocimiento
inserto
Tácito
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 158
Figura dos
Nivel organizacional. Coordinación y aprendizaje
Autonomía y control
Normalización del conocimiento y el trabajo
Individual Organizacional
Alto
Burocracia
Profesional
Maquinaria
Burocrática
Adhesión
Operativa
Organización de
Estructura J
Bajo
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 159
Figura tres
Nivel social. Educación y mercado laboral
Mercados laborales (carreras y movilidad)
Educación y adiestramiento
OLM (Mercado) ILM (Empresa)
Limitado/elitista
Modelo
Profesional
Modelo
Burocrático
Modelo Comunidad
Ocupacional
Modelo Comunidad
Organizacional
Amplio/igualitario
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad
Universidad, Industrias del Conocimiento y Desarrollo Sustentable
Prof. Dr. Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, UCV
Resumen
El concepto de desarrollo sustentable se ha venido gestando durante las últimas décadas y
denota la relación de las comunidades con el medio ambiente y las responsabilidades de la
generación actual hacia generaciones futuras. Una comunidad realmente sustentable, sería
aquella que adopta y pone en marcha un acercamiento entre los recursos económicos,
ambientales y culturales, y que considera sus necesidades no solamente a corto plazo, sino
también a largo plazo. Debido a esto, las nuevas Industrias del Conocimiento constituyen
un factor muy importante porque pueden ser capaces de poner el Cambio Tecnológico al
servicio de esas comunidades, de manera que ellas puedan poner en práctica el concepto de
Desarrollo Sustentable. En este documento me propongo a examinar el papel que la
universidad puede y debe tener dentro de este proceso.
Abstract
The concept of sustainable development has been created during the last decades and it
denotes the relationship of the communities with the environment and the responsibilities of
the current generation toward future generations. An actually sustainable community, would
be one that adopts and puts under way an approximation between the economic resources,
environmental and cultural, and that considers not only their short term needs, but also the
long term ones. Due to this fact, new knowledge industries constitute a very important
factor because they could be able to pot technological change to the service of those
communities, so that they, the communities, put into practice the concept of sustainable
development. In this document, I propose to examine the rol that the university is able to
and should have in this process.
Desarrollo Sustentable: ambiente, interrelación social y educación
A juzgar por las declaraciones más citadas en los textos que tratan sobre el significado del
concepto, los componentes básicos implicados son: ambiente, interacción social y
educación. En este sentido, la Comisión Mundial de Ambiente y Desarrollo de las Naciones
Unidas, define el desarrollo sustentable como “aquel que satisface las demandas del
presente sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus
propias necesidades."
Aldo Leopold, ya para 1950 aseguraba que el ambiente "tiene una capacidad de soporte, o
una habilidad para absorber las influencias humanas y aun sostener todas sus formas y
procesos de vida". Esta aseveración no es demasiado optimista, quizá lo parezca, porque
desde esa fecha hasta el momento actual es poco lo que se ha logrado al respecto.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 161
Para Robert Gilman, Presidente de Context Institute, la sustentabilidad se refiere a la
“capacidad de una sociedad o ecosistema, para continuar funcionando en un futuro
indefinido, sin forzar su propia declinación por el agotamiento de recursos claves". Esta es
una premisa cuyos elementos aún no han sido acoplados para la obtención de tal fin, pero
de la producción de tal capacidad dependerá en gran medida el futuro cercano de las
comunidades del mundo.
William D. Ruckelshaus (Scientific American, Sept. 1989) sostiene que la sustentabilidad
significa que el desarrollo y el crecimiento económico pueden tener lugar y mantenerse a
través del tiempo, pero dentro de los límites colocados por la ecología en el sentido más
amplio, por las interrelaciones de seres humanos y los productos de sus trabajos, por la
biosfera y sus leyes físicas y químicas que la rigen". De esto se desprende que protección
ambiental y el desarrollo económico son los procesos complementarios más bien que
antagónicos.
Para Muscoe Martin (1995) la palabra sustentable tiene raíces latinas en la palabra
“sostener”, que significa “levantar” o “apoyar desde abajo”. De allí hace énfasis en que
"una comunidad debe apoyarse en sus habitantes, presentes y futuros, mediante la
combinación peculiar de características físicas, culturales y quizás, espirituales, que
inspiren a la gente a cuidar de su comunidad". Para ello la educación jugaría un importante
papel, como también lo enfatiza Jackie Lockett (Arizona Toxics Information, 1996) en el
caso específico de la educación ambiental, como un requisito fundamental para el desarrollo
sustentable, cuando dice que “el acceso a la información es sólo el primer paso hacia la
participación pública significativa en la toma de decisiones ambientales".
No hay duda que esta conceptuación es un “buen deseo” de y para la humanidad, mucho
más concreto que aquellos denotados por palabras más generales, como democracia o
justicia. La idea de sustentabilidad, que viene fortaleciéndose a medida que avanza la
globalización y aumenta la preocupación ecológica, muestra su alcance y arraigo actual,
expresándose en la gran cantidad de sitios de Internet, pertenecientes a personas y
organizaciones, que desde diversas perspectivas, se encuentran dedicadas a esto.
La Agenda 21 y el futuro del planeta
La Agenda 21 es el programa comprensivo para la acción acordado a por delegados de la
mayoría de los países del mundo a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Ambiente y
Desarrollo (la Cumbre de Tierra) que tuvo lugar en Río en 1992. Provee una documento
para la acción en todas áreas relacionadas con el desarrollo sustentable del planeta, desde
ahora en el siglo21.
Hay un consenso creciente en todo el mundo, que ese desarrollo debe cubrir las necesidades
de las generaciones actuales, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
cubrir las suyas propias. La agenda 21 llama a cambios en las actividades económicas de
desarrollo de todos los seres humanos; cambios que están basados en una nueva
comprensión del impacto de comportamiento humano sobre el ambiente.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 162
El llamado a un desarrollo sustentable, no es simplemente un requerimiento de protección
ambiental, sino es de hecho un llamado a un nuevo concepto de crecimiento económico;
uno que provea justicia y la oportunidad para toda la gente del mundo, sin la destrucción
adicional de los escasos recursos naturales de mundo y acabando con las capacidades.
La situación ambiental en el mundo
En el proceso de globalización comercial y de crisis ecológica del mundo es importante
tener en cuenta el empleo de los recursos naturales, ya que su utilización tampoco es
equitativa. Los países ricos poseen aproximadamente la cuarta parte de la población
mundial pero consumen aproximadamente el 70% de la energía el 80% de la madera y el
60% de los alimentos. La mayoría de los países pobres viven en las áreas más vulnerables
desde el punto de vista ecológico y sobreutilizan las tierras con el fin de procurarse madera
para combustible, cultivos de subsistencia y comerciales, así como los bienes y servicios
que requieren para desarrollarse.
De esta forma, las diferencias con relación a la preocupación y atención al ambiente varían
de acuerdo al grado de desarrollo de los países, entonces, a las naciones desarrolladas les
preocupa la destrucción de la capa de ozono, el sobrecalentamiento de la tierra y el efecto
de invernadero mientras que en los países de desarrollo las obligaciones ambientales son
más inmediatas y la atención se centra en la degradación de las aguas, el suelo y la
contaminación del aire, así como en la perdida irreparable de los ecosistemas de mayor
fragilidad.
Si se propusiera como meta para el año 2050 que los países en desarrollo alcanzaran los
niveles actuales de vida de los países industrializados, asumiendo que la población mundial
llegara a los 10,900 millones (95% de incremento sobre el nivel reportado por las Naciones
Unidas para 1992) en el año 2050 se tendrían:
Siete millones de toneladas diarias de residuos urbanos.
Un consumo de 92,400 millones de barriles de petróleo crudo al año, lo que
significaría un consumo acumulado equivalente a tres veces las reservas actuales,
las que ya se hubieran agotado en el año 2020.
Un consumo anual mayor a 8 billones de metros cúbicos de gas natural y un
consumo acumulado dos veces superior a las reservas actuales conocidas las que
como el crudo se habría agotado en el año 2031 y
Una producción mayor a las 19.000 toneladas de clorofluorocarbonados por año, 12
veces más que la cifra actual.
Si todos estos pronósticos se cumplen, en el año 2050 no habría que preocuparse por los
bosques tropicales, la biodiversidad o la capa de ozono, simplemente no existirían. Para
fines prácticos, la probabilidad en un futuro de la ocurrencia de este escenario es
prácticamente nula. Sin embargo, el ejercicio es útil porque demuestra la falta de viabilidad
para sostener los patrones actuales de consumo de los países desarrollados y el gran absurdo
de reproducirlos en países en vías de desarrollo; por otro lado, resulta claro que la mayor
responsabilidad moral y financiera recae en los países desarrollados, ya que de alguna
manera los países pobres han prestado, sin compensación, sus derechos por un ambiente de
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 163
mejor calidad. Y, no menos importante es que para mantener el equilibrio hombre-
naturaleza ya mencionado, se requiere de un gran esfuerzo científico y tecnológico.
Partir de las diferencias existentes entre las naciones, considerando su nivel de desarrollo,
riqueza natural, grado de deterioro ecológico, potencialidad de sus recursos y limitaciones,
ayudará a establecer bases de cooperación.
Alternativas e iniciativas propuestas: el rol del conocimiento
El desarrollo sustentable tiene como premisa el conocimiento más profundo de las
interacciones entre el sistema económico y los sistemas biofísicos, que fundamente las
decisiones acorde a criterios de carácter ecológico y de viabilidad a largo plazo.
La educación y la cultura son elementos primordiales en todo proceso de cambio hacia el
desarrollo sustentable lo que requiere además de un formidable cambio tecnológico. Este,
se soporta por nuevos cuadros académicos y de investigación así como de profesionales
capacitados, que logren articular el quehacer de las universidades, centros de investigación,
colegios de profesionales y asociaciones empresariales con las necesidades de la
reconversión de la industria, los servicios y las actividades primarias.
Es en la tecnología en la que descansan las esperanzas para evitar los problemas
ambientales generados por el uso masivo de la misma y es la ingeniería quien tiene la
obligación de lograr la aplicación de ésta en un concepto de desarrollo sustentable, de tal
forma que uno de los grandes retos que enfrenta la humanidad es el desarrollar y usar
tecnología que mitigue el daño a la naturaleza así como el reconocer el amplio contexto en
el que deberá aplicar su conocimiento con el fin de aliviar los problemas ambientales ya que
éstos son resultado del concierto de una serie de factores sociales, económicos y también
tecnológicos, que representan un gran rompecabezas tanto para los t;ecnicos, como para los
científicos, economistas y políticos.
El proceso industrial debe de visualizarse con un sistema que enfrente la producción de
bienes y servicios en nuevos términos; considerando su metabolismo, midiendo su
eficiencia como en los sistemas biológicos, en base a las entradas de recursos y energía y a
las salidas de productos y de los desechos de varios tipos: emisiones a la atmósfera y
cuerpos de aguas receptores así como residuos, sin dejar de considerar que en un momento
dado los bienes pasarán a ser desechos después de agotada su vida útil.
Los desechos en general pueden ser materia prima de otros procesos y es en este concepto
integral de los esquemas de producción donde se requieren las máximas innovaciones y
esfuerzos para lograr que su funcionamiento sea similar al de los ecosistemas naturales los
que son sustentables y sufren cambios sólo en la medida que factores externos provocan la
ruptura irreparable de su equilibrio.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 164
El nuevo rol de la universidad
La demandas de desarrollo sustentable obedece en gran parte a que estamos viviendo en la
actualidad, una época de profundos cambios en el la estructura técnica de la producción y su
relación de interacción con las otras esferas que conforman la expresión del trabajo social
productivo y reproductivo de la sociedad. En poco tiempo, serán las industrias del
conocimiento las que coparán, en forma predominante, la parte sustantiva del tejido
económico y serán las que marquen el camino y constituirán el contenido de cualquier plan
de desarrollo económico social para las próximas décadas en el mundo.
Esta situación traerá como consecuencia: primero, un desplazamiento en el ámbito de
interés, en búsqueda de un dinamismo que ya no está, ni podrá estar, en manos del Estado
Nacional. Y segundo, a nivel más específico, un desplazamiento en la sustantividad del rol
de los actores sociales que interactúan en la consecución del desarrollo, lo cual tocará de
lleno a las universidades, cuales son casi las únicas, en nuestros países, que producen
conocimiento a nivel de las localidades que conforman el conjunto nacional.
En otras palabras, para transformar competitivamente la estructura económica se deberá
actuar de abajo hacia arriba, a nivel de localidades Y se requerirá transformar la estructura
económica productiva local, en base a industrias de conocimiento, las cuales serán el
elemento que dinamice el conjunto y aportará el valor agregado para afrontar la satisfacción
de necesidades sociales. En este proceso las universidades tendrán la responsabilidad de
pasar de ser productores de profesionales para un mercado de trabajo obsoleto, a
constituirse en formadores de productores de conocimientos, o sea de los nuevos
empresarios de las industrias del conocimiento, aquellas que como materia prima, utilizan
en más de un 60% materia gris.
Ante esta situación nos preguntamos, si nuestras universidades están en capacidad de
asumir este nuevo rol de una manera eficiente y eficaz.
Esto ha sido abordado en países industrializados y de rápido desarrollo a través de la
promoción y el establecimiento de estructuras o mecanismos de vinculación,
conocidos como "parques tecnológicos", "parques científicos" y/o "polos tecnológicos".
Estas estructuras consisten en un espacio físico que sirve como sitio de localización a
industrias manufactureras, empresas de servicios, centros de investigación e
instituciones de educación superior.
El cambio de paradigma universitario en los Estados Unidos
El paradigma emergente de la universidad americana, descrito por Raymond Smilor, Glenn
Dietrich, David Gibson (International Social Science Journal N 135, febrero 1993.
©UNESCO 1993), enfatiza que las fuerzas del entorno, provenientes de un ambiente global
competitivo está forzando a la revaluación. Los modelos del cambio de rol de la
universidad se han centrado en formas de acción concernientes a la universidad y la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 165
comercialización de productos, al spin-off de empresas universitarias enlaces entre la
universidad y la industria En el paradigma universitario/empresarial emergente, un nuevo
grupo de fuerza externas e internas han resultado de los mecanismos de enlace y sistemas
de apoyo que están alterando las misiones universitarias de investigación docencia y
extensión.
Según estos autores, agentes internos y externos, están cambiando la estructura y procesos
de administración y operación de la universidad americana. Los agentes externos incluyen
lo siguiente:
1. Cambio en las políticas públicas federales y del gobierno estadal, esfuerzos para la
promoción de la comercialización de tecnologías, impulso al desarrollo de nuevos
tipos de alianzas estratégicas y provisión de alternativas para fuentes de
financiamiento;
2. Entidades gubernamentales estadales y locales deseando alguna forma de
responsabilidad por parte de la universidad, como compensación por los recursos
introducidos en la universidad;
3. Complejos cutting-edge, tecnologías revolucionarias, requieren de grandes
presupuestos, acercamientos multidisciplinarios y un nuevo tipo de colaboración
universidad/industria;
4. Las nuevas tecnologías y el personal requerido por la industria americana,
necesarios en términos de ser globalmente competitivos; y
5. Alternativas para la obtención de recursos necesarios para el financiamiento de las
actividades de investigación universitaria, mientras declinan las fuentes
tradicionales de recursos.
Tales agentes externos están afectando a los agentes internos o las fuerzas dentro de
la universidad. Los agentes internos incluyen:
a. Las complejas y multidisciplinarias necesidades de la investigación básica en las
tecnologías emergentes;
b. Habilidades empresariales de quienes deseen beneficios financieros por sus avances
tecnológicos, que deseen poner la teoría en práctica y que vean como positiva la
vinculación con la industria;
c. Maestros y expertos de alto nivel y administradores universitarios quienes sean
capaces de funcionar con habilidad empresarial;
d. Demandas para un nuevo tipo de curriculum que se oriente hacia aspectos
empresariales, habilidades gerenciales, evaluación del entorno, educación continua y
requerimientos internacionales;
e. Estudiantes con expectativas sobre cursos multidisciplinarios más relevantes, como
parte de su experiencia educativa; y
f. Respuesta a los requerimientos para educación continua para el desarrollo técnico,
profesional y personal.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 166
Estos agentes externos e internos están impulsando dentro de las misiones
tradicionales de investigación, docencia y extensión, mecanismos de evaluación y
gratificación más amplios y diferentes. La universidades americanas están prestando mayor
atención al valor que tiene la investigación aplicada, la docencia innovadora y de excelencia
y al la prestación de servicios a los sectores públicos y privados locales, estadales y
nacionales. Estos desarrollo están siendo facilitados por nexos más innovadores entre la
universidad y los entes externos. Estos mecanismos de enlace incluyen joint ventures,
incubadoras de empresas, parques científicos, consorcios de investigación y desarrollo,
centros de excelencia, centros de transferencia de tecnología, centros de investigación
cooperativa industria/universidad, alianzas industria/gobierno/universidad, nuevos tipos de
curriculum en educación basados en la experiencia.
Este paradigma de la universidad empresarial está probando su aplicabilidad, especialmente
en universidades que han estado asociadas con centros de desarrollo tecnológicos y
tecnópolis. Ejemplos bien conocidos del paradigma emergente para estos autores son: la
Universidad de Stanford, la cual esta ubicada en el áreas del Silicon Valley de California y
el MIT el cual está localizado en las cercanías de la Ruta 128 en Massachusetts. Se incluyen
otros en USA como: el Instituto Politécnico Rensselar en Troy, Nueva York; la Universidad
del Estado de Arizona en Phoenix y la Universidad de Texas en Austin.
Propuestas prácticas para Venezuela
Básicamente, el desarrollo sustentable tiene como objetivos centrales mejorar la
comprensión de las relaciones que existen entre los procesos de desarrollo y la dinámica de
la población; lograr una más completa incorporación de las variables demográficas a las
políticas y estrategias de desarrollo sustentable, y ampliar la capacidad de formular políticas
e implementar programas de población integrados a los grandes objetivos de desarrollo de
los países.
En este sentido la universidad venezolana debe comenzar por asumir un enfoque
interdisciplinario y de carácter aplicado. Debe realizar investigaciones sustantivas
destinadas al estudio integrado de la dinámica de la población y el desarrollo económico y
sociocultural para tratar aspectos teóricos, conceptuales, metodológicos y técnicos de
políticas y gestión en población, sus determinantes y sus consecuencias. Realizar, a la luz
de los condicionamientos históricos, una comprensión de las interrelaciones económicas,
sociales, culturales, políticas y ambientales vinculadas a los cambios en las variables
demográficas. Así como identificar y analizar las nuevas estrategias de ajuste estructural y
equidad, el rol emergente del sector privado, la modernización del Estado y la
descentralización administrativa.
Personalmente y como coordinador de grupo de trabajo interuniversitario a nivel nacional e
internacional y en estrecha vinculación con el sector privado, estoy proponiendo, el diseño y
puesta en marcha de proyectos para el logro de un desarrollo económico-social y urbano-
regional integrado, los cuales se fundamenten en el aprovechamiento del potencial
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 167
científico-tecnológico y la fuerza de trabajo especializada, radicada en cada zona de
estrecho entrelazamiento de las regiones con mayores potencialidades del país.
Los proyectos pondrían en conjunción:
la conducción de un desarrollo sustentable en esas zonas, consistente en un proceso
de desarrollo urbano-industrial y un proceso de formación, capacitación y
adiestramiento;
la estabilización del microcosmos social local y
la trasferencia de tecnología internacional hacia Venezuela y particularmente, hacia
las zonas en cuestión.
el desarrollo de tecnologías adecuadas y adaptadas a las necesidades de la
productividad por parte de las universidades ubicadas en las localidades a ser
intervenidas.
Esto garantizará la transformación del aparato productivo local para su inserción en el
proceso de globalización, aprovechando las potencialidades de cada zona echando mano a
la transformación de la educación y el conocimiento. Todo esto en un marco de protección
ambiental y utilización comunal de la elevación del PBI de la zona para lograr un desarrollo
urbano regional integral, que unido al desarrollo económico que utilice las capacidades
propias, eleve la calidad de vida y demuestra que los nexos solidarios en la acción de los
ciudadanos es lo que sustenta al desarrollo integral.
También representará el encaramiento de retos completamente nuevos que obligaría a
desarrollar concepciones estructurales, espaciales, económicas y sociales apropiadas. Pero
le abrirá a la universidad la posibilidad histórica de transformarse en una actividad
generadora de soluciones tecnológicas, orientadas multidisciplinariamente, hacia la
productividad y hacia la actuación conjunta, en pos del desarrollo sustentable, con el resto
de los actores relevantes de la localidad.
Bibliografía
AOYAMA, Yuko 1996. Local Economic Revitalization Or National Industrial Growth? A Comparative
Overview of Small Business Policy In Japan and The U.S.. University of California at Berkeley, USA. Vol 8,
No 1 January Review of Urban & Regional Development Studies. Tokyo International University, Japan.
BRICEÑO, Miguel Angel 1994. Ciencia, Desarrollo y Rol de la Universidad. Facultad de Humanidades y
Educación. Revista Apuntes Filosóficos. Caracas. Venezuela.
BRICEÑO, Miguel Angel 1995. Gestión de Tecnología. La Investigación Aplicada en la Empresa. Editorial
KINESIS. Caracas.
BRICEÑO, Miguel Angel 1996. Industrias del Conocimiento, Universidad y Desarrollo Local Sustentable.
III Congreso Científico, Universidad de Oriente, Maturín, noviembre.
DALY, John A. (1997) Improving Technology Performance in Small and Medium Enterprises. Document
prepared for the Inter-American Development Bank.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 168
FARRELL, Alex 1996. Sustainability and the Design of Knowledge Tools. Institute of Electrical and
Electronics Engineers. Reprinted, with permission, from IEEE Technology and Society Magazine, Winter
1996/1997.
GIBSON, David V. AND ROGERS, Everett M. 1994. R&D Collaboration on Trial, by Available through
Harvard Business School Press. The IC2 Institute, Texas University at Austin.
KASTENHOLZ, H. G., ERDMANN, K.-H., WOLFF, M. (Hrsg.) 1997: Nachhaltige Entwicklung.
Zukunftschancen für Mensch und Umwelt; Heidelberg, Springer-Verlag (ISBN 3-540-60553-3).
KEEBLE, David. 1993. Regional Influences and Policy in New Technology-Based Firm Creation and
Growth. Paper Presented at the Conference “New Technology Based Firms in the 1990’s”. MBS, Manchester.
25./26.Juni.
SMILOR, R.W, DIETRICH, G.B., GIBSON, D.V. 1993. The entrepreneurial university: The role of higher
education in the United States in technology commercialization and economic development. International
Social Science Journal No. 135, pp. 1-11.
STEINKÜHLER, RALF-HENDRIK. 1994. Technologiezentren und Erfolg von Unternehmensgründengen.
Deutscher-Universitäts Verlag. Wiesbaden.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 169
Tercera Parte:
Globalización, Estrategias Locales, Nacionales y Regionales
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 170
Incubación de los polos de aprendizaje e innovación en América Latina y el Caribe y desarrollo sustentable
43
David V. Gibson, Pedro Conceiçao, Julie Nordskog, y Jennifer Burtner,
Instituto IC²(Innovación, Creatividad, Capital), Universidad de Texas en Austin
Sunil Tankha, Centro para los Estudios Globales,
Centro de Investigaciones Avanzadas de Houston.
Carlos Quandt, Universidad Federal de Paraná, Cutitiba, Brasil44
“La tecnología persiste en querer acortar distancias en el mundo, y no existe otra
opción para lograrlo que no sea tomando parte en la comunidad global. La ciencia y
la tecnología son recursos demasiado preciados como para estar restringidos en el
diseño del nuevo mundo. De esto es que trata el siglo 21”.
Dr. George Kozmetsky
Miembro de la junta del Instituto IC²
Universidad de Texas. Austin
“Pareciera que las aptitudes bien desarrolladas con el fin de aprender, aquellas
capacidades que ponen a funcionar el conocimiento, son las responsables de la
actualización del conocimiento (…) Los elementos básicos (que desarrollarían
estas capacidades para el aprendizaje) parecieran ser las personas más instruidas,
las instituciones para el conocimiento, las redes de conocimiento, y la
infraestructura de información y comunicación”.
Banco Mundial
Reporte 1998 del desarrollo del Banco Mundial.
Conocimiento para el desarrollo
Introducción
Esta ponencia presenta el marco lógico conceptual y los elementos que conformarán un
plan de acción inicial para influir en el conocimiento codificado y en los mecanismos
tácitos mediante redes interactivos basadas en las redes informáticas y en los programas de
adiestramiento en persona; todo esto para acelerar el desarrollo económico de
Latinoamérica y el Caribe, visto desde una perspectiva tecnológica. El plan de acción que
sugerimos reunirá a empresarios, académicos y representantes del gobierno regional en
diferentes puntos de Latinoamérica y el Caribe, en donde un selecto número de pequeñas y
43
Esta ponencia es el resultado de un contrato consultivo financiado por el Centro Internacional de
Investigaciones para el Desarrollo (CIID) con la finalidad de explorar el área de las Agrupaciones
Innovadoras/Núcleos Innovadores (Innovation Clusters). El CIID ha incluido la ponencia en esta página para
estimular las ideas y discusiones en torno a este tópico. Por este motivo el CIID ha decidido editar este
trabajo. Los conceptos emitidos en esta ponencia provienen exclusivamente de sus autores, por lo que no
reflejan necesariamente la manera en que el proyecto Innovation Clusters será presentado. 44
Los autores desean agradecerle al Dr Scott Tiffin así como a muchos otros en el Centro Internacional de
Investigaciones para el Desarrollo (CIID) en Montevideo, Uruguay [www.idrc.ca/lacro] por su paciencia y valioso apoyo ,
y por sus útiles consejos para esta investigación.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 171
medianas empresas (PYMES) serán designadas Polos de Aprendizaje e Innovación (PAIS).
Cada PAIS será observado como un "laboratorio vivencial de aprendizaje", en donde las
lecciones aprendidas servirán para la investigación, la educación y los programas de
adiestramiento de la clase mundial.
Las actividades descritas en esta ponencia están designadas para funcionar como un
programa integrado que con el transcurrir del tiempo influirá y contribuirá con las
iniciativas locales y globales en cuanto a la transferencia, acumulación, uso y difusión del
conocimiento, y así acelerar el proceso de crecimiento económico sustentable y lograr una
prosperidad compartida en el Hemisferio Sur.
La organización de esta ponencia presenta el siguiente esquema: La sección I describe las
lecciones aprendidas en más de cuarenta años de experiencia con las tecnopolis y emplea el
marco de referencia de la tecnópolis para aclarar el entendimiento de las áreas públicas y
privadas que apoyan el crecimiento económico regional basado en el progreso tecnológico.
La sección II presenta el modelo de los Polos de Aprendizaje e Innovación como una
extensión evolucionada del siglo XXI del concepto de las tecnópolis; una extensión mejor
sintonizada con la economía basada en el conocimiento y con las características especiales
de Latinoamérica y el Caribe. En la sección III, se presenta la retrospectiva conceptual de la
transferencia, adopción, acumulación y difusión del conocimiento. Mientras que la sección
IV presenta un marco de referencia modular para traducir los principios de los PAIS a
iniciativas concretas para el crecimiento económico sustentable y la creación de empleos de
alta calidad.
Tecnópolis: las lecciones aprendidas
Las iniciativas nacionales y regionales que promueven el desarrollo económico basado en el
progreso tecnológico son conocidas por nombres tales como tecnópolis, tecnopolos, polis
multifuncionales, parques de ciencia, investigación, e industria, zonas de desarrollo
tecnológico, corredores de alta tecnología, y grupos industriales. En esta ponencia
emplearemos el término tecnópolis45
.
Las estrategias para construir y sustentar tecnópolis exitosas (como las regiones de alta
tecnología) han sido propuestas e implementadas a nivel mundial desde que los líderes
gubernamentales, empresariales y académicos empezaron a cerciorarse del potencial de
riqueza y trabajo en el crecimiento tecnológico impulsado en tecnópolis pioneras como el
Silicon Valley(Valle de Silicon) en California y la Route #128 en Boston, Massachusetts
(Roger y Larsen, 1984, Botkin, 1986). Sin embargo, más allá de los pocos selectos
visionarios, estas primeras, y quizás más exitosas, tecnópolis no fueron planificadas ni
dirigidas como regiones estratégicas. Inicialmente fueron promovidas por el área
45
Tecno refleja el énfasis que se pretende hacer en la tecnología, en tanto que polis es la palabra griega que
designa a la ciudad - estado y refleja el espíritu cooperativo entre los sectores público y privado. La
Tecnópolis moderna pretende vincular de una manera interactiva la comercialización tecnológica entre el
sector público y el privado a fin de incitar el desarrollo económico y promover la diversificación de la
tecnología. El plural de la palabra polis en griego es poleis.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 172
empresarial de las universidades y por las empresas mismas que en ocasiones condujeron a
las compañías nutridas y apoyadas por la "estructura inteligente" (mecanismos legales,
empresariales y financieros), a expandirse y crecer rápidamente.
A pesar de los financiamientos masivos y los planes detallados, muchas de las
ciudades o tecnópolis "planificadas" o "dirigidas", mega proyectos tales como las Ciudades
Científicas de Tskuba y Kansai en Japón, la Ciudad Científica de Taedok en Corea, Pudong
en China, la Polis Multifuncional en Australia y el Corredor Multimedia en Malasia, no han
desencadenado aún el auge empresarial, la riqueza ni la cantidad deseada de empleos para
el sector público y privado46
. Efectivamente, muchas de las tecnópolis establecidas dentro
de un plan no son más que sumideros que dependen constantemente del apoyo del sector
público financiero.
Con el correr del tiempo, las dos lecciones más importantes que se han aprendido dentro del
movimiento de las tecnópolis, desde mediados del siglo XX hasta ahora, son:
1. La comercialización de la tecnología no es un proceso automático que se basa
exclusivamente en la excelencia institucional (por ejemplo, los centros para la
excelencia en la investigación no son suficientes para lograr la comercialización).
2. La construcción de una ciudad o parque científico, o una incubadora empresarial de
magnitudes físicamente impresionantes NO atraerá de inmediato riqueza ni nuevos
empleos.
Mientras investigadores y practicantes discuten sobre las condiciones necesarias para
sustentar e impulsar el crecimiento de las tecnópolis, la mayoría coincide en que los
siguientes aspectos han sido importantes, sino cruciales, por lo menos en el pasado:
1. La existencia de universidades y centros de investigación y excelencia educativa.
2. Grupos industriales orientados hacia la tecnología, de pequeñas, medianas y
grandes empresas.
46
Un ejemplo revelador en Japón. Este país fue una de las primeras naciones en emprender una planificación
a largo plazo en pro del crecimiento tecnológico de la alta tecnología al publicar un pasaje en 1983 en la Ley
para tecnópolis que respaldaba planes económicos por veinte años. En mayo de 1986 el gobierno japonés
aprobó el Concepto Regional de Núcleos de Investigación del MITI, que exhortaba al establecimiento de 28
centros de investigación o tecnópolis.
El programa, previamente aprobado por la Japanese Diet, promovía cuatro tipos de estructuras (Tatsuno,
1986): (1)Institutos experimentales de investigación, para la investigación conjunta en las áreas industrial,
académica y gubernamental. (2) Nuevas estructuras de investigación, adiestramiento y educación;(3) La
creación de salones para conferencias y exhibiciones, y de sistemas de bases de datos para optimizar el acceso
a la información técnica;(4) Incubadoras de empresas comerciales.
Gracias a la elaboración de planes concebidos a desarrollarse a largo plazo y a financiamientos amplios, los
mega proyectos de Tsukuba (aproximadamente a 110 km al norte de Tokio) y Kansai (en las afueras de
Osaka) pudieron surgir exitosamente. En estas ciudades se han construido llamativas edificaciones y
hermosos parques de tipo natural, aunque la creación de riqueza y empleos de alto valor ha disminuido
actualmente. Una encuesta de diez años en Kansai reveló que en ese período ha habido poco progreso en las
compañías así como también escaso retorno a las inversiones de la Ciudad Científica de Kansai (Honjo,
1997).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 173
3. Una calidad de vida que posibilite la captación, mantenimiento y creatividad de los
empleados y empresas.
4. Apoyo por parte del gobierno y políticas reguladoras (ej. Leyes de impuestos,
regulaciones de transferencia de conocimientos y tecnología, y leyes de propiedad
intelectual.)
5. Infraestructura física desarrollada (ej. Calles, aeropuertos, etc).
6. Infraestructura “inteligente” desarrollada (ej. Financiera, legal, de gerencia).
7. Suficiente Capital de riesgo.
8. Una cultura empresarial
9. El adiestramiento y readiestramiento de una fuerza de trabajo experimentada.
A la luz de los descubrimientos mencionados, el ICC conceptualizó un marco de referencia
de la Rueda Tecnópolis (Smilor, Kozmetsky, Gibson, 1988) a fin de ahondar en la
importancia clave de siete sectores de tipo regional dentro del desarrollo de las tecnópolis:
la educación, grandes empresas, compañías emergentes, el gobierno estatal, regional y local
y los grupos de apoyo.
Mientras el sector educación recalca la importancia de la universidad para la investigación,
también defiende el valor de la universidad comunitaria y de la educación vocacional,
primaria y secundaria.
Las grandes empresas son poderosos generadores de riqueza al surtir la región de salarios
e impuestos, además de que constituyen un gran atractivo para los contratistas y
proveedores de servicios en una región. Este sector ofrece también adiestramiento a los
empleados quienes en ocasiones se convierten en material potencial para ser gerentes
experimentados o el mejor talento técnico de las nuevas empresas en la región.
Las compañías emergentes y los empresarios construyen nuevas industrias, fomentan el
incremento de la tasa de empleo, y aceleran el proceso de transferencia tecnológica
mediante compañías emergentes y en expansión. De todas las tecnópolis del mundo, las
más exitosas fomentan la expansión de la cultura y la tecnología comercial.
En E.E.U.U. muchos argumentarían que el papel del gobierno estatal y federal es
fomentar ambientes de trabajo que respalden la investigación, la educación y el desarrollo
de la empresa así como también la cultura de la tecnología comercial, en tanto que el
gobierno local necesita orientarse hacia un balance de del desarrollo económico regional
que garantice una calidad de vida satisfactoria en las comunidades.
Finalmente los grupos de apoyo, que incluyen organizaciones comunitarias tales como las
cámaras de comercio, grupos empresariales, asociaciones profesionales(sindicatos) y otras.
Este sector también comprende mecanismos empresariales para el derecho, la publicidad y
las profesiones gerenciales y comerciales. Este sector de respaldo puede abarcar además los
parques tecnológicos y las incubadoras a fin de fomentar la transferencia tecnológica y el
crecimiento acelerado de compañías emergentes.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 174
Figura 1: Factores primordiales para el éxito de compañías de base tecnológica
En resumen, las tecnópolis más exitosas de los Estados Unidos surgieron en forma
ascendente y no descendente.En el Valle de Silicio (Sillicon Valley) en California, las
empresas Hewlett Packard y Apple Computer empezaron operaciones en unos garajes
caseros ; mientras que Dell Computers de Austin, Texas, se lanzó al mercado desde la
habitación de una residencia universitaria y desde la maleta de un automóvil. Aquellos
empresarios que se aventuraron al ruedo comercial tuvieron éxito en gran parte debido a su
habilidad para acceder y emplear eficazmente el conocimiento (interpretado como talento,
tecnología, capital, y habilidades empresariales de trabajo), y así poner en práctica sus
niveles de competitividad dentro del mercado existente. En gran parte, estos noveles
empresarios que lograron acceder a este ruedo requirieron de los recursos existentes dentro
de las regiones en donde iniciaron sus respectivas empresas, manteniéndose así en estrecho
contacto con su entorno inmediato.
El éxito acelerado de estas experiencias comerciales y la calidad de vida dentro de las
regiones en las que se encontraban facilitó el reclutamiento posterior de “cerebros”
provenientes de otras regiones de los Estados Unidos e incluso del exterior. Las industrias
surtidoras y de servicios ubicadas en estas tecnópolis emergentes se esparció alrededor de
las firmas y empresas ya existentes, y de las universidades ubicadas en las regiones
influenciadas por el fenómeno. Con el pasar del tiempo se desarrolló una sinergia positiva
entre las instituciones académicas y las empresas de algunas pocas regiones, basada en el
flujo de talentos, tecnología, capital y las habilidades técnicas.
De Tecnópolis a Polos de Aprendizaje e Innovación
Esta sección brinda un marco de referencia para traducir las lecciones aprendidas en la
experiencia del desarrollo de la tecnópolis al contexto de los países en vías de desarrollo,
presentando los Polos de Aprendizaje e Innovación como una evolución en el concepto de
tecnópolis, mejor adaptada a las necesidades de los países en vías de desarrollo. La
importancia fundamental de estos sistemas para obtener un desarrollo exitoso de las
tecnópolis radica en los retos y beneficios que aportan el lanzamiento del sistema de los
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 175
PAIS. Al final de esta sección se presenta una selección de éxitos obtenidos en diferentes
áreas específicas para la evaluación de los Polos de Aprendizaje e Innovación.
Mientras las ciudades tecnológicas tienen niveles variables de éxito en el mundo
industrializado, la experiencia de los países en vías de desarrollo ha estado restringida por
mucho tiempo a presentarse como versiones mucho más reducidas, comúnmente conocidas
como “Parques Tecnológicos” o “Parques Científicos”. Los parques científicos son
iniciativas particulares que establecen vínculos operacionales formales entre las
universidades y otros institutos de investigación así como también empresas de
fundamentos tecnológicos que normalmente se desempeñan en su sede (Massey, et al.,
1992). En algunas ocasiones las tecnópolis se desarrollan en las afueras de los propios
parques científicos .Por ejemplo, los orígenes del Valle de Silicio en California provienen
del Parque Industrial de Stanford establecido en la Universidad de Stanford en la década de
los 50 (Saxenian, 1994).
Sin embargo, existen importantes diferencias entre el aprovechamiento de las tecnópolis en
los países industrializados y en vías de desarrollo. En las tecnópolis del primer mundo, la
estructura física e inteligente y las “redes de conocimiento” de éstas emergieron tras un
largo período de tiempo; por lo general les tomó entre treinta y cuarenta años “despegar”
con el auge tecnológico (Muller, et. al., 1997). Por motivos de tiempo y economía de
recursos tal clase de proceso no es aplicable a los países en vías de desarrollo. Existen
numerosos vicios de toda índole en las estructuras disponibles de los países en vías de
desarrollo; estas estructuras carecen fundamentalmente de la pericia requerida para formar
los sistemas que dan vida a las tecnópolis sustentables. Además, en razón de las razones
existentes, no se puede asumir que la sistematización de la innovación entre las diferentes
fuentes de potencial de innovación surgirá de manera espontánea.
A pesar de que los mecanismos que se establecen tradicionalmente para establecer
tecnópolis no constituyen la vía preferida a tomar dentro del contexto de los países en vías
de desarrollo, existen grandes expectativas por crear empresas tecnológicas con aptitudes
competitivas a nivel global así como también “tecnópolis sin barreras”, haciendo uso de los
recursos disponibles en el ciberespacio y nivelando muchas de las funciones de soporte
mediante vínculos establecidos por Internet. El vertiginoso avance de los conocimientos
científicos y tecnológicos y la reducción de los costos en producción difusión y
procesamiento de información ( debido a los avances obtenidos en información y
telecomunicaciones) están transformando a nivel mundial el orden de la actividad
económica y social de tal modo que están a la cabeza del surgir de las llamadas economías
del conocimiento. Actualmente se está presentando una nueva oportunidad para que los
países en vías de desarrollo de actualicen en un contexto en el que el bagaje existente de
conocimientos se está incrementando, permitiendo además un acceso más fácil a éste y su
difusión de una manera mucho más amplia en relación con el pasado.
Un objetivo importante de los estudios en la CIID consiste en obtener beneficios de la
experiencia adquirida en las estrategias que se han emprendido y que han obtenido éxito, a
fin de acelerar el crecimiento regional de los países en vías de desarrollo fundamentado en
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 176
el aspecto tecnológico. Esta ponencia respalda la importancia de orientar los esfuerzos hacia
una perspectiva regional, aunque también hace énfasis en fomentar y nivelar los vínculos
nacionales y globales entre las universidades, las grandes y pequeñas compañías, el
gobierno local y los grupos de apoyo (véase Figura 2). Hoy en día, a finales del siglo XX, la
riqueza y creación de nuevos empleos en un ambiente sustentable depende cada vez más de
la colaboración pública y/o privada que pueda establecer vínculos de manera global,
inclusive en las tecnópolis más sólidas a nivel mundial.
El más grande reto a desafiar para las regiones de alta tecnología y las empresas allí
residentes consiste en saber cómo adquirir, transferir y comercializar efectiva y
eficientemente la ciencia y la tecnología desarrollada nacional y globalmente. Esta tarea
constituye un interesante desafío por las distancias físicas y culturales cada vez más lejanas
entre las organizaciones que poseen la fuente clave de conocimiento técnico y metodológico
y que buscan aplicar y comercializar estos beneficios.
Figura 2: Interacción Global Y Regional
Regional &
Global
Networks
Education
La
rge
Co
mp
an
ies
Emergent
Companies
Federal
Governm
ent
Sta
te
Go
ve
rnm
en
tLoca
lG
overn
men
t
Suppor t
Groups
La naciente “revolución comunicacional” está facilitando las tareas globales de aproximarse
hasta los vínculos públicos y privados de apoyo y de adquisición y transferencia del
conocimiento. De hecho, existen dos importantes ventajas para la empresa tecnológica
actual, inconcebibles en la segunda mitad del siglo XX:
El poder del internet de eliminar las distancias y de promover la comunicación
virtual
La posibilidad de acceder globalmente al talento, la tecnología, el capital y los
mecanismos de trabajo al influir sobre las transacciones comerciales y culturales, a
través de las modernas tecnologías de comunicación e información (TCI)
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 177
Esta “muerte de las distancias”, como Frances Cairncross bautizó (1997,) aproxima a las
economías de las redes de conocimiento y abre paso a nuevos participantes. Esta evolución
luce prometedora, especialmente para el mundo en vías de desarrollo al surgir la posibilidad
de impulsar este continente a las fuentes técnicas e informativas que hasta ahora eran
disponibles sólo para el mundo industrializado.
En resumen, la propuesta de crear PAIs en Latinoamérica y el Caribe está surge a raíz de
que:
Pocas regiones del continente en vías de desarrollo pueden aplicar, por lo menos a
corto plazo, la infraestructura física e inteligente de tecnópolis ya establecidas, tales
como el Valle de Silicio, California y Austin, Texas, en donde existe una avasallante
aglomeración de tecnología, talento, capital y mecanismos de trabajo
Las redes de informática al nivel regional, nacional y global en esta Era del
conocimiento permiten, de no estimular, la creación de lazos no geográficos o
tecnópolis virtuales.
Por esta razón, Una interrogante clave para el proyecto de investigación que se propone, y
para el siglo XXI, es determinar ¿Cuán necesario y suficiente es el desarrollo de la
infraestructura “inteligente” en todos sus aspectos (por ejemplo, talento, tecnología,
capital y mecanismos de trabajo), o de la infraestructura física (parques científicos,
incubadoras y corredores de alta tecnología) en la naciente economía basada en internet,
donde el movimiento del conocimiento se incrementa cada vez más gracias al TCI?
También es importante plantearse cuáles sectores o componentes de esta infraestructura
deben establecerse físicamente o trabajarse digitalmente al tiempo que diferentes etapas
hacen a una empresa globalmente competitiva.
Como punto de partida nos conducimos hacia la importancia de respaldar la creación de
empresas al nivel más básico. Para llegar a este punto, nos dirigimos hacia las PYMES de
base tecnológica en cada lugar seleccionado de Latinoamérica y el Caribe, que pudieren ser
consideradas exitosas al nivel local pero que necesiten asistencia (en cuanto a talento,
tecnología, capital, etc) para lograr un crecimiento acelerado de éstas y su inserción en el
mercado global. En el momento en que estos sistemas interactivos se creen alrededor de la
pequeña y mediana empresa, nacerá un Polo de Aprendizaje e Innovación.
Un PAI se hace operativo al nivel más básico al tiempo que una pequeña o mediana
empresa se vincula a otra mediante internet y otras redes globales, y además tiene acceso a
una categoría de actividades complementarias tales como programas de adiestramiento,
talleres y tutorías. En lugar de apoyarse en un área específica para proveer todas las redes y
servicios requeridos que conllevarán al éxito en todos los esfuerzos económicos con base
tecnológica, los PAIs se apoyan en las redes interactivas regionales y globales de
cooperación y en los programas de adiestramiento a fin de prestar servicios y asistencia en
tiempo real de acuerdo a las necesidades que se presenten. Los PAIs pueden ser concebidos
como tecnópolis virtuales que constantemente crecen y se modifican para aprovechar las
oportunidades emergentes que el mercado necesite.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 178
A. PAIs. Sistemas de valor agregado
La motivación de esta ponencia reside en que la proximidad física es cada vez menos
importante para el desarrollo regional debido a la omnipresencia del TCI avanzado. No
obstante el exitoso respaldo al crecimiento y la competitividad local de las PYMES
seleccionadas en las regiones de Latinoamérica y el Caribe, serán indispensables más que
redes de informática y conexiones por internet para lograr el alcance necesario. Es preciso
que exista un sentido de comunidad y de relación que existan visionarios locales, líderes y
ejecutores del proyecto. Sumado a las sociedades regionales y globales de relevancia y las
alianzas a crear y mantener, es indispensable un espacio significativo de fluidez en los
mecanismos de trabajo y los recursos entre todos los miembros del sistema.
El objetivo de este proyecto consiste en respaldar la vinculación global de campeones
regionales y empresas a la luz de las realidades y retos que presenta el mercado
internacional. Los sistemas que proponemos construir por vía del proyecto de los Polos de
Aprendizaje e Innovación están centrados en identificar los PYMES seleccionados y los
líderes regionales para consolidar sociedades a largo plazo. Estos sistemas interactivos
estarán sustentados para ser tareas orientadas hacia el éxito a corto plazo y la visión a largo
plazo.
La figura 3 ilustra de qué manera los mecanismos de los PAIs asistirán a las compañías
escogidas en las regiones seleccionadas a través de la transferencia de conocimiento y la
aplicación de espacios para las aplicaciones al mercado, dirigiéndolos hacia la
diversificación de las empresas y la expansión de nuevas compañías.
FIGURA 3: Forma en que los mecanismos de los PAIs ayudarían a las compañías seleccionadas.
Regional/Nacional/Global/
Conocimiento/Tecnología
Gobierno
Academia
PYMES y grandes
compañías
Ventajas para las empresas
regionales:
Diversificación
Expansion
Nueva Formación
Transferencia de
conocimientos y aplicaciones
mediante:
.
Mecanismos de trabajos para la
investigación del mercado
Mecanismos Financieros
Mecanismos legales
Mecanismos de diostribución, ventas y
Brecha
Los Polos de Aprendizaje e Innovación se esforzarán en reducir los ciclos de
desarrollo de producción mediante la ampliación de los mecanismos globales de trabajo
para los empresarios en áreas tales como el mercado, la investigación, las finanzas, la
publicidad, el control de calidad, la gerencia, las ventas y los servicios (véanse figuras 4 y
5).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 179
Figura 4: Polos de Aprendizaje e Innovación para respaldar el éxito comercial y el crecimiento
acelerado
UNIFICAR
LA CONFIANZA Y CREDIBILIDAD DE LOS SISTEMAS GLOBALES
Brindar acceso a mercados Reducir las curvas de
Regionales, Nacionales e ------------- PAIs-------------- aprendizaje y el ensayo
Internacionales, recursos y Laboratorio de error.
Mecanismos. Aprendizaje
Experimental.
Figura 5: 10 factores de éxito para el desarrollo de los PAIs
Programas con políticas y
procedimientos claros.
Acceso al Capital y Mercados
Acceso al financiamiento global y opor- tunidades de capitalización
Acceso a suficientes tecnologías de información y computación
Procesos de selección de PAIs realistas
y exitosos
Gente Motivada
Educación y entrenamiento
empresarial On-site
Acceso a los mecanismos
empresariales globales
Apoyo regional,
académico y
comunitario
Mecanismos de apoyo local In-kindl
PYMES
O
PAIs
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 180
B. Retos iniciales para iniciar el sistema interactivo de PAIs
Los retos más comunes para atesorar el pensamiento de las PYMES pertenecientes a los
PAIs y actuar de forma global están concebidos así:
1. Éxito en el mercado local y una tendencia definida en cada país.
2. Personal limitado
3. Recursos limitados
4. Tiempo limitado
5. Tolerancia limitada por los problemas adicionales y los retos de pasar al ámbito
global (por ejemplo, el miedo de perder el control de la propiedad intelectual).
6. Ignorancia de los factores críticos del éxito en los mercados extranjeros
7. Pleitos legales, comerciales y gubernamentales
Estos retos necesitan equilibrarse en contraposición a los beneficios de una pequeña o
mediana empresa que forme parte del programa de Polos de Aprendizaje e Innovación. Los
beneficios incluyen:
1. Acceso al conocimiento necesario y frecuentemente crítico
2. Acceso al mercado global y a las oportunidades bien ubicadas del mercado
3. Acceso al talento necesario, la tecnología y los mecanismos de trabajo
4. Minimizar los errores y ahorrar los recursos
5. Maximizarse a la velocidad del mercado y al potencial comercial de una
transacción.
6. Conciencia global de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas para las
empresas.
C. Parámetros para el éxito
Los Polos de Aprendizaje e Innovación se orientarán hacia los empresarios seleccionados y
las empresas escogidas de las regiones señaladas. Estos lugares serán estudiados a través del
tiempo para brindar la información y los casos tipo para la investigación y las
publicaciones al igual que para el adiestramiento para las destrezas y el trabajo a afinar . Es
importante incluir una categoría de regiones de Latinoamérica y el Caribe con una variedad
de características, retos y oportunidades para la creación de riqueza y nuevos empleos. Los
parámetros para el éxito se orientarán regionalmente y serán identificados y seguidos con el
tiempo. En general estos parámetros incluyen:
Hacia PAIs/PYMES específicos:
Tecnología perteneciente a la clase mundial y asesoría empresarial
Asesoría en el mercado regional y global, emergente y ya existente
Creación de la propiedad intelectual
Acceso al capital
Incremento en las ganancias
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 181
Crecimiento veloz
Acceso a la nueva tecnología y los procesos empresariales
Reducción del tiempo de inserción en el mercado
Desarrollo gerencial y laboral
Orientación pública/estatal:
Unir competitividades y agilizar el crecimiento de las empresas locales
Creación de nuevos empleos
Utilización del espacio disponible
Incremento de los réditos (impuestos, servicios, etc)
Desarrollo regional de la infraestructura inteligente
Incremento global del conocimiento y la competitividad
Orientación académica:
Adiestramiento a estudiantes y facultades
Desarrollo de un nuevo modelo curricular
Ubicación idónea para los estudiantes
Pasantías
Acercamiento productivo a la comunidad
Investigación y publicaciones
Creación de réditos (regalías, derechos de licencia, etc.)
Retrospectiva Conceptual
Tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo, la creación
tradicional de riqueza ha girado en torno a las ventajas físicas/tangibles. El capital de una
nación siempre fue concebido como un instrumento de medición de la prosperidad
nacional, y la captación de inversión extranjera la estrategia primordial de los países menos
desarrollados para lograr la riqueza. Sin embargo, al tiempo que el mundo gira hacia el
siglo XXI, en la actualidad el interés clave se centra en la transferencia, acumulación,
adopción y difusión del conocimiento como factor crítico para el desarrollo económico. Tal
y como señala el Banco Mundial en 1998, en su Reporte de desarrollo mundial:
“Pareciera que las aptitudes mejor desarrolladas para el aprendizaje, aquellas que ponen en
marcha el conocimiento, son las responsables de la rápida actualización a la realidad de
estos tiempos(...) Los elementos básicos (a desarrollar estas aptitudes para el aprendizaje)
parecieran ser las personas mejor capacitadas, las instituciones y redes del conocimiento y
las infraestructuras de información y comunicación”.
Esta sección ofrece un resumen de la teoría de transferencia, acumulación y utilización del
conocimiento a fin de crear una mejor compresión del proceso a través del cual el
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 182
conocimiento y el aprendizaje pueden estar influenciados para promover el desarrollo
económico de Latinoamérica.
A. El conocimiento. Transferencia, adopción, acumulación y difusión. Conductores
claves para el desarrollo económico regional
La transferencia, adopción, acumulación y difusión del conocimiento son fundamentales
para la prosperidad económica sustentable en la economía global emergente del siglo XXI.
Tal y como Abramovitz y David establecen en el reporte de la OECD, “La expansión de la
base del conocimiento(...) ha progresado hasta la etapa de alterar la forma y estructura del
crecimiento económico”. “Los vertiginosos avances en las tecnologías de información y
comunicación, y la caída de los costos de producción, procesamiento y difusión del
conocimiento están transformando la actividad social y económica del mundo (Banco
Mundial, 1998)”.
Mientras la presente revolución del conocimiento está dando numerosos resultados
positivos, existe la preocupación de que esto está acelerando la polarización de las
“abundancias” y “carencias” los avances técnicos y científicos han incrementado el
bienestar económico, la calidad de salud, educación y los patrones generales de vida de tan
sólo una pequeña fracción de la humanidad a niveles difícilmente aplicables en todas las
regiones. La drástica desigualdad en el desarrollo de los países industrializados y en vías de
desarrollo abre una brecha cada vez mayor entre éstos. Como ejemplo, hace doscientos
cincuenta años la diferencia de ingresos per. cápita entre los países más ricos y los más
pobres del mundo era de 5 a 1. Hoy en día esa diferencia ha ascendido de 400 a 1 (Landes,
1998). Las razones subyacentes de esta tremenda desigualdad son complejas y de acuerdo a
la mayoría de los análisis, se hallan en los resultados de las revoluciones sociales y
económicas que preceden a la actual revolución del conocimiento. Mientras la revolución
industrial redujo los costos de manufactura y distribución, esta revolución social y
económica también dividió al mundo en naciones industrializadas y no industrializadas, y
fomentó la aparición de la dicotomía entre sociedades de riqueza y pobreza.
La presente revolución del conocimiento tiene diferencias críticas respecto a la pasada
revolución industrial, debido a que se basa en la transformación de las ventajas para crear la
riqueza de beneficios físicos a recursos intangibles basados en el conocimiento (Stevens,
1996). Las regiones económicas con base en el conocimiento tienden a ubicarse cerca de las
universidades a la cabeza y los centros de investigación en la mayoría de las regiones más
avanzadas del mundo (Smilor, Gibson y Kozmetsky, 1986; Qundt, 1998).
Lucas(1998) sostiene que los individuos con altos niveles de capital humano tienden a
emigrar a los lugares en donde existe abundancia de personal con también altos niveles de
capital humano. De hecho, la importancia de la proximidad física del talento, la tecnología,
el capital y los mecanismos de trabajo o “infraestructura inteligente” se ha discutido en
numerosas ocasiones de ser crucial para el respaldo a la creación de riqueza y nuevos
empleos (Rogers y Larsen, 1982; Gibson, Smilor y Kozmetsky, 1991; Audretsch y
Feldman, 1996; y Audretsch y Stephan, 1996).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 183
Pese a las fuertes posiciones en torno a la importancia de la proximidad física o la
aglomeración de la “infraestructura inteligente”, los avances en las telecomunicaciones y las
tecnologías de información es han convertido en los transformadores de nuestras
percepciones geográficas (Cairncross, 1998). Los avances en las TCI son claves para
explicar el pase de la Era industrial (carbón, acero, y materia prima) a la Era global del
conocimiento (información, capital humano e ideas). Mientras aún es complicado
percatarse de lo que William Mitchell (1995) denomina “ciudades electrónicas” (en donde
la mayoría de los individuos están conectados a la red mundial mediante teléfonos,
televisores, faxes y computadoras), los factores claves en la empresa, la academia, y el
gobierno están haciendo realidad múltiples oportunidades de manera creciente a fin de
utilizar las características especiales del conocimiento y las TCI para respaldar el desarrollo
regional a través de la cooperación, la colaboración y la competencia.
Es urgente que exista una mejor comprensión del proceso a través del cual el conocimiento
y el aprendizaje puedan contribuir en el desarrollo económico tanto en las naciones
desarrolladas como en los países en vías de desarrollo. En este sentido es importante definir
el conocimiento y percatarse de la manera en que éste difiere de las estructuras físicas o
tangibles (Dosi, 1996). En ete punto seguimos el análisis de Conceiçăo et al (1998), quienes
se basan en la diferenciación de Nelson y Romer (1996) entre ideas y habilidades, o
software y wetware (programática y práctica).
Software (“ideas”): Conocimiento que puede codificarse y almacenarse más allá del
cerebro humano, como en libros, CDs, discos y archivos de computadora. El
Software (tal y como aquí se define) se refiere al “capital estructural” o las
organizaciones públicas y privadas e incluye la propiedad intelectual codificada
(Evinson y Malone, 1997). Cuando los trabajadores dejan sus lugares de trabajo, el
software permanece.
Wetware (“habilidades”): Conocimiento no disociable de los individuos;
almacenado en el cerebro de cada individuo; comprende convicciones, aptitudes,
talento y mecanismos/destrezas de trabajo. El Wetware es el “capital humano” de las
organizaciones públicas y privadas y es el mecanismo de trabajo, o los recursos
intangibles, que brindan el valor agregado clave para el crecimiento acelerado y el
desarrollo de la empresa (Edvinson y Malone, 1997). Cuando los trabajadores dejan
sus lugares de trabajo, el wetware se va con ellos.
Estas dos clases de conocimiento difieren:
En la manera en que se producen, difunden y utilizan, y
En el nivel de codificación
Mientras las ideas se aplican al conocimiento articulable (en palabras, símbolos, u otras
formas de expresión), las habilidades se aplican en el conocimiento que no se puede
formalizar o codificar. Esta diferencia en apariencia simple tiene consecuencias
trascendentales en términos de la manera en que el conocimiento se produce, difunde y
utiliza.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 184
Esta manera de clasificación del conocimiento es altamente significativa dentro del
contexto de esta propuesta, que promueve el uso de internet y vínculos de la red a fin de
agilizar el crecimiento y la creación de nuevos empleos en Latinoamérica y el Caribe. La
transmisión del software, o conocimiento codificado, no se ve tan afectada por la distancia
geográfica, especialmente en esta Era de amplio ancho de banda y costos casi inexistentes
(Swann y Prevezer, 1998). Sin embargo, la transmisión del wetware, o conocimiento tácito,
no podrá llevarse a cabo tan fácilmente sin el contacto interpersonal, o cara a cara (ibid.)
Esto no sólo es indicador de la importancia del contacto interpersonal en el programa PAIs
que se propone, también señala los tipos de industrias que se beneficiarán mejor del sistema
interactivo por redes e internet. Desde el punto de vista de la transferencia tecnológica, es
poco probable que las tecnologías de punta que dependen de las habilidades del wetware se
beneficien únicamente del acceso que los PAIs brindan. Pero las tecnologías normalizadas o
standard, que en sus ciclos de vida abarcan amplios aspectos que por este motivo requieren
de una cantidad mayor de conocimiento codificado se beneficiarán enormemente de los
vínculos de financiamiento y mercadeo provistos por el sistema interactivo de los PAIs.
Esto sucede porque las nuevas tecnologías expanden el desarrollo de las habilidades
requeridas para hacer uso de éstas.
Sin embargo al tiempo que estas tecnologías se tornan más sofisticadas, los niveles
requeridos de habilidad o destreza tiende a disminuir mientras la habilidad de codificar el
conocimiento requerido aumenta. Como resultado, la selección de PYMES en las regiones
seleccionadas de Latinoamérica y el Caribe no necesariamente se orientará hacia la
tecnología de avanzada (nuevos materiales, semiconductores, biotecnología, etc), sino que
se centrará en el uso de la TCI apropiada y los procesos empresariales en aquellas
compañías de base regional.
Es claro que la tecnología modesta y los procesos innovadores de gerencia pueden producir
riqueza sustancial y nuevos empleos en una región (Conceiçăo, Heitor y Oliveira, 1998)47
.
Por esta razón, la orientación de la empresa y el sistema interactivo de los Polos de
Aprendizaje e innovación (PAIs) estará basada en la asesoría de las fortalezas, debilidades y
peligros de la tecnología y la infraestructura, de cada región y PAI seleccionados.
B. Principios del conocimiento para la riqueza y la prosperidad compartida
Hoy en día las ganancias sustanciales en cuanto a la riqueza se hallan en el uso y difusión
del conocimiento. Sin embargo, sin las habilidades, las destrezas pueden ser irrelevantes,
así como sucede que sin las ideas no habría necesidad de nuevas ni mejores destrezas. En
47
Como ejemplo a ilustrar, en Austin, Texas Computadoras Dell, la compañía número 500 de acuerdo con la
revista Fortune, se inició en una habitación de residencia de la Universidad de Texas, Austin, en 1982 en
manos de un estudiante de administración de empresas. La idea empresarial a poner en marcha consistía en
construir computadoras prediseñadas utilizando la tecnología disponible y el mercadeo directo, inicialmente
por vía telefónica y luego por medio de internet. Basada en este modesto comienzo, alrededor de 7000
personas laboran en la empresa en el área de Austin con operaciones adicionales de manufactura en Asia,
Europa y Latinoamérica.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 185
resumen, es importante recalcar que la acumulación del conocimiento conduce a la creación
de riqueza únicamente si éste se transfiere, adopta y difunde efectivamente48
.
Principio#1: Al establecer Polos de Aprendizaje e innovación, debemos tratar tanto con
bases sociales como físicas que vinculen la participación de los individuos e instituciones
en redes de producción, distribución, adopción y difusión del conocimiento que conduzca
al propio refuerzo de los ciclos de aprendizaje(figura 6).
La historia está repleta de ejemplos en donde los productores de tecnologías innovadoras
que al no utilizar y difundir adecuadamente los conocimientos fueron superados por quienes
sí lo hicieron. Dos ejemplos que sirven para ilustrar: Uno a gran escala, a través de la
historia de la civilización; el otro a menor escala dentro de la guerra corporativa
contemporánea. China llegó a desarrollar una de las ideas más trascendentales para el
progreso de la humanidad, luego de la invención de la escritura: la imprenta rotativa. Esta
(CONT) tecnología revolucionó e incrementó las posibilidades del conocimiento
codificado. Sin embargo la China imperial restringió su uso y difusión a los asuntos del
Emperador y su corte. Como resultado, Europa fue el continente que mejor se benefició de
esta invención al promover su uso ampliado y su difusión (Landes, 1998). Un ejemplo más
contemporáneo proviene de Xerox PARC, una instalación de investigación y desarrollo
ubicada en Sunnyvale, California. En la década de los 70, alojando algunos de los más
brillantes investigadores, PARC descubrió muchos de los conceptos fundamentales de
computación y programas y tecnologías que conforman la base de la industria informática
actual. Computadoras Apple, en los comienzos del Valle de Silicio, aprovechó la tecnología
y el conocimiento desarrollados en PARC para sus innovadoras y exitosas computadoras
Macintosh, generando una considerable riqueza e innumerables empleos. En la década de
los 80, fue la empresa establecida en Seattle, Microsoft la que sebenefició de las tecnologías
de software desarrolladas años antes en PARC.
48
La historia está repleta de ejemplos en donde los productores de tecnologías innovadoras que al no utilizar y
difundir adecuadamente los conocimientos fueron superados por quienes sí lo hicieron. Dos ejemplos que
sirven para ilustrar: Uno a gran escala, a través de la historia de la civilización; el otro a menor escala dentro
de la guerra corporativa contemporánea. China llegó a desarrollar una de las ideas más trascendentales para el
progreso de la humanidad, luego de la invención de la escritura: la imprenta rotativa. Esta (CONT) tecnología
revolucionó e incrementó las posibilidades del conocimiento codificado. Sin embargo la China imperial
restringió su uso y difusión a los asuntos del Emperador y su corte. Como resultado, Europa fue el continente
que mejor se benefició de esta invención al promover su uso ampliado y su difusión (Landes, 1998). Un
ejemplo más contemporáneo proviene de Xerox PARC, una instalación de investigación y desarrollo ubicada
en Sunnyvale, California. En la década de los 70, alojando algunos de los más brillantes investigadores, PARC
descubrió muchos de los conceptos fundamentales de computación y programas y tecnologías que conforman
la base de la industria informática actual. Computadoras Apple, en los comienzos del Valle de Silicio,
aprovechó la tecnología y el conocimiento desarrollados en PARC para sus innovadoras y exitosas
computadoras Macintosh, generando una considerable riqueza e innumerables empleos. En la década de los
80, fue la empresa establecida en Seattle, Microsoft la que sebenefició de las tecnologías de software
desarrolladas años antes en PARC.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 186
Figura 6: Polos de aprendizaje e innovación en las regiones
SOFTWARE
WETWARE
POLO 1
SOFTWARE
WETWARE
POLO 4
SOFTWARE
WETWARE
POLO 2
SOFTWARE
WETWARE
POLO 6
SOFTWARE
WETWARE
POLO 5
SOFTWARE
WETWARE
POLO 3
En el ámbito competitivo, es poco frecuente que las empresas de la economía de mercado o
las redes globales operen para beneficiar a las regiones menos desarrolladas debido a que
promueven el desarrollo desigual. Una interrogante clave constituye saber si tales sistemas,
al vincular las “abundancias” y “carencias”, pueden ir más allá del conocimiento hacia el
desarrollo de las aptitudes existentes para lograr la acumulación y aplicación del
conocimiento en los lugares menos desarrollado.
El principio #2 se centra en el respaldo de las redes interactivas en los que la interacción
conduzca a la aptitud incrementada de aprendizaje en todos los nudos del sistema, pero en
los que la tasa de aprendizaje sea más elevada en los nudos menos desarrollados (figura7).
Figura 7 : Sistema interactivo de aprendizaje basado en la reciprocidad proporcional
SOFTWARE
WETWARE
POLO D
SOFTWARE
WETWARE
POLO LD
S OFTWARE
WETWARE
POLO MLD
D =Polo desarrollado
LD = Polo menos desarrollado
MLD = Polo sub-desarrollado
El grosor de la flecha señala la riqueza de transferencia y aplicación de conocimiento
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 187
Este proyecto también se esfuerza en incentivar y facilitar la posesión local de actividades y
resultados. Para ser realmente sustentable, el proceso de innovación debe ocurrir al nivel
interno y estar “poseído” por los líderes de cada nudo. Por esta razón, es crucial que los
líderes regionales u hombres/mujeres de negocios sientan que “poseen” PAIs.
Estas ideas conducen al Principio #3, que se centra en el respaldo de la “posesión”
regional de las actividades y resultados o investigaciones de retribución del sistema
interactivo. Un sentido de propiedad se puede respaldar mediante estructuras compartidas
de toma de decisiones en las que la opción final y las responsabilidades recaigan sobre las
figuras locales en lugar de facilitadores externos.
Elementos de un Plan de Acción
La sección final de esta ponencia brinda algunos elementos a tomar en consideración para
crear un Plan de Acción para incubar y desarrollar Polos de Aprendizaje e Innovación en las
regiones latinoamericanas seleccionadas. Este plan comienza con un listado de las regiones
escogidas para el proyecto. No es indispensable que las regiones latinoamericanas elegidas
posean los recursos públicos y privados que frecuentemente se mencionan como requisitos
centrales para el éxito de una tecnópolis (ej. Universidades investigadoras realizando
trabajos exploratorios en áreas tecnológicas emergentes, amplio capital comercial al nivel
local y sofisticados mecanismos empresariales o infraestructura inteligente). Tampoco son
seleccionados estos puntos por tener recursos potenciales de tiempo para construir
sorprendentes parques tecnológicos o ciudades científicas. De hecho, aun cuando las
regiones señaladas fueran capaces de emprender tales construcciones o proyectos para
infraestructuras de este tipo, las investigaciones actuales y las presentes iniciativas
regionales sugieren que esta no sería la estrategia idónea (Wired. Junio 1998, pp 138-155).
Regiones seleccionadas en la fases I y II
El CIID nos ha solicitado, únicamente con propósitos ilustrativos, seleccionar las siguientes
regiones latinoamericanas que podrían servir como rincones Beta o “Laboratorios
experimentales de aprendizaje”.
Argentina: Buenos Aires
Brasil: Curitiba, Río de Janeiro y Recife
Chile: Santiago
México: Monterrey
Uruguay: Montevideo
En estas localidades ya existen instituciones y/o esfuerzos en el sector privado, de la misma
manera que hay cierta familiaridad con la tecnología, lo que puede facilitar su desarrollo
como centros para la actividad empresarial y de aprendizaje. Por ejemplo, Curitiba se ha
hecho de un nombre como una de las ciudades brasileñas más modernas y mejor
tecnificadas del país, lo que es resultado de los esfuerzos tanto de las políticas de estado
como del sector privado.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 188
Para la elección de los rincones Beta se ha realizado un esfuerzo concentrado a fin de lograr
la diversidad. Esta diversidad de localidades ofrece una categoría de retos y oportunidades.
Por ejemplo, una rica ventaja del trabajo por redes interactivas yace en la vinculación de
pequeñas economías locales que se encuentran distantes geográficamente y de culturas
empresariales distintivas que poseen localidades con una larga historia comercial.
Las presentes iniciativas en Latinoamérica y el Caribe para el desarrollo de base tecnológica
han sido pocas en relación con el resto de los continentes. A finales de 1997, existía un total
de 2000 parques científicos e incubadoras empresariales en el mundo. De este total, Europa
poseía 39%, Norteamérica 35%, Asia 17% y el resto 9% de los proyectos. En la región de
Latinoamérica y el Caribe, tales actividades se han concentrado tradicionalmente en torno a
la empresa multinacional en lugar de orientarse hacia políticas de desarrollo con base en la
ciencia y la tecnología nacional.
La manufactura multinacional crea con frecuencia posibilidades de adiestramiento a fin de
asegurarse los empleados mejores instruidos en sus filas, una practica bastante común en la
industria automotriz, por ejemplo. Teniendo en cuenta esta práctica, los esfuerzos de
muchos países latinoamericanos en el pasado, desde el final de la Segunda Guerra Mundial
hasta el presente, se han conducido hacia la inversión extranjera para aprovechar la
transferencia tecnológica y obligar a las multinacionales a implementar programas de
adiestramiento para los empleados a cambio de programas de incentivos tales como
exoneraciones de impuestos y subsidios. Con esto, en términos tecnológicos, Latinoamérica
se ha concentrado principalmente en adquirir en lugar de innovar.
Sin embargo, con el final de la década pasada los gobiernos latinoamericanos comenzaron a
hacer especial énfasis en la necesidad de realizar cuantiosas inversiones en las actividades
tecnológicas, la investigación y el desarrollo. Hoy en día existe un creciente interés tanto
del sector público como del privado por promover la tecnología así como también la
pequeña y la mediana empresa.
En el tratado del Plan de Acción de las Américas, promulgado en 1994, se exhortó a la
acción multilateral a fin de desarrollar la infraestructura de información, la ciencia y la
tecnología. Para tales fines, La Red Hemisférica de Información Interuniversitaria
Científica y Tecnológica (RedHUCyT), de la OEA, se erigió como un medio para promover
la capacidad de interconexión entre los países. El objetivo de la RedHUCyT consiste en
vincular a instituciones de los países miembros de la OEA por medio de internet,
integrando una red electrónica para el intercambio de información referente a la ciencia y la
tecnología. Actualmente los ministerios de los diferentes gobiernos están desarrollando
nuevos programas y realizando grandes esfuerzos por ofrecer información y servicios a la
pequeña y mediana empresa, especialmente en México (CECOFI) y Brasil (SEBRAE).
SEBRAE ha desarrollado dos vertientes, SEBRAEtec y Patme (Servicios de asesoría
tecnológica para PYMES), para ofrecer asesoría tecnológica y soluciones a los problemas
específicos en las PYMES.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 189
Sectores multilaterales, así como también instituciones financieras como el Banco
Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Programa de Desarrollo de las
Naciones Unidas, se han pronunciado a favor de la importancia de la contribución que el
sector pequeño y mediano industrial puede aportar al desarrollo sustentable. Estas entidades
han promovido tanto la asesoría financiera y técnica para PYMES como programas de
desarrollo tecnológico. Un ejemplo a ilustrar lo ofrece el Proyecto de Adiestramiento para
la Gerencia, fundado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha sido
aplicado en diversas iniciativas regionales a través de tecnologías de información,
instituciones de adiestramiento y PYMES, entre otros medios, en Argentina, Brasil,
México, Colombia y Uruguay. El proyecto del BID ha incorporado una página bilingüe en
Internet diseñada por el Centro de Información de Red de Latinoamérica (LANIC), que
dirige la organización para la información latinoamericana en Internet. Esta página enlaza a
las instituciones participantes, difundiendo y facilitando el intercambio de información
referente al desarrollo de las PYMES en América.
Organizaciones no gubernamentales como FUNDES y el capítulo latinoamericano del
Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sustentable (WBCSD-LA) promueve la
competitividad de las PYMES mediante programas establecidos en la región. Estas ONGs
utilizan tecnologías de información como la Internet para vincular sus programas nacionales
como el Programa Bolívar, una organización sin fines de lucro que promueve la
cooperación nacional e internacional y la alianza entre las diferentes compañías
latinoamericanas. Contando con más de 100 oficinas a nivel mundial, los servicios de el
Programa Bolívar se concentran en comunicaciones por redes, financiamientos, asesorías y
transferencia de tecnología.
Retrospectiva de la investigación y el desarrollo nacional
Los países que han sido identificados como rincones Beta para el programa de PAIs
pertenecen a los pactos más importantes de integración en la región. Argentina, Brasil y
Uruguay son países miembros de Mercosur, teniendo a Chile como país asociado. México,
como se sabe, forma parte del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. En esta sección
presentaremos una sinopsis de la experiencia de estos países con los parques científicos y
las iniciativas de desarrollo económico regional con base en la ciencia y la tecnología.
Argentina
En Argentina, la fundación Empretec patrocinó la formación de una “incubadora virtual de
empresas” a fin de respaldar las empresas con base tecnológica. Empretec inició sus
actividades locales en 1988 bajo el patrocinio de un programa empresarial de las Naciones
Unidas. Adicional a las Naciones Unidas, diversas asociaciones industriales e instituciones
financieras apoyaron financieramente a la institución, con el apoyo tecnológico del Instituto
Nacional para la Tecnología Industrial. Parques tecnológicos argentinos como el Parque
Tecnológico del Litoral y el Polo Tecnológico Constituyentes están estrechamente
vinculados a las instituciones educativas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 190
Brasil
Brasil es el pionero por excelencia en términos de respaldo gubernamental al desarrollo
científico y tecnológico, tanto en la inversión económica como en la experiencia
institucional. En términos específicos de dólares, los gastos totales de Brasil en ciencia y
tecnología sobrepasaron los gastos totales de todos los países latinoamericanos juntos de
1990 a 1995. DE hecho, la promoción de la tecnología en Brasil se inició a principios de la
década de los ochenta. En 1982, Brasil creó trece “Núcleos de innovación tecnológica” en
universidades importantes y centros de investigación alrededor del país. Este esfuerzo fue
seguido por la creación de un “Programa para la implementación de parques científicos” en
1984. Estos programas fueron diseñados para fomentar (1) incubadoras de tecnología, y (2)
la creación de parques de alta tecnología e incubadoras. En 1987 se creó la Asociación
Nacional de Parques Científicos (Anprotec) para propagar información y para promover el
desarrollo de incubadoras. A partir de 1993 un creciente número de entidades públicas y
privadas de Brasil participaron en la promoción de incubadoras y parque científicos.
Actualmente hay alrededor de 15 regiones clasificadas como centros de alta tecnología ,
siete parques científicos con unas cuantas empresas operando en Campiñas, Sao José dos
Campos y Sao Carlos (Sao Paulo), Curitiba (Paraná) y en Río de Janeiro. Otra prueba de los
esfuerzos realizados para mostrar ola necesidad de desarrollo tecnológico fue la Quinta
Conferencia Mundial de Parques Científicos de la Asociación Internacional de Parques
Tecnológicos (IASP) llevada a cabo en Río de Janeiro en 1996.
México
México comenzó creando incubadoras en 1990 y ahora tiene aproximadamente 15 operando
y 8 en desarrollo. La mayoría de estas incubadoras son respaldadas por CONACYT
(Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y por AMIEPAT (Asociación de Incubadoras y
Parques tecnológicos). Algunos de estos esfuerzos, tales como las incubadoras de
Guadalajara , Colina, Hidalgo, Nuevo León, Monterrey y Ciudad de México, son dirigidos
por universidades públicas; otros por centros R&D (OJO PROBLEMA DE
TRADUCCIÓN) y por instituciones gubernamentales y al menos 2 son iniciativa del sector
privado: CIDET y IETEC en Cuernavaca. El instituto Tecnológico de Educación Superior
de Monterrey (ITESM) ha participado activamente en la educación a distancia, usando una
red satelital para vincular sus diversos Campus entre ellos y con la Universidad de Texas
para cursos de videoconferencia. Los programas de Simulación Empresarial de la
Universidad Autónoma de México (UAM) y el Programa Desarrollo de Emprendedores del
Instituto Tecnológico de México son también ejemplos de iniciativas universitarias
exitosas.
Chile
La Corporación de Fomento de la Producción de Chile (CORFO) vigila el Programa para
Innovaciones Tecnológicas que subsidia estudios e instituciones Tecnológicas. El Proyecto
de Fomento de CORFO es de particular interés. Grupos de al menos cinco compañías con
actividades similares o complementarias y de cercanía geográfica forman asociaciones
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 191
patrocinadas/ cofinanciadas por PROFO para resolver problemas en conjunto, intercambiar
experiencias e información, productos del mercado, invertir y por último para mejorar su
competencia. La Corporación de Investigación Tecnológica de Chile, establecida en 1968,
es una corporación privada sin fines de lucro que tiene como función facilitar cambios
tecnológicos en compañías y en organizaciones públicas y privadas. En colaboración con
CORFO y la ICT (Universidad de Chile) ha desarrollado una incubadora que ofrece
servicios básicos de Internet, llamada EmpreNET. Otros grupos que apoyan pequeñas
empresas en Chile son el Instituto de Promoción para la Capacidad Emprendedora,
PRONUEVO y el Programa de Cultura Emprendedora.
Uruguay
Uruguay posee la red mundial TIPS para Latinoamérica, dedicada a la información de
comercio y negocios electrónicos. En 1997, 200.000 compañías se suscribieron
directamente a esta red. TIPS será usada para un sistema de entrenamiento computarizado
que provee aprendizaje y desarrollo de habilidades a distancia. Además el CIID en
Montevideo vigila un número de proyectos que promueven el desarrollo de empresas
pequeñas.
Panamá, Costa Rica y Venezuela
Un pequeño número de economías en Latinoamérica, aunque en menor escala, también han
promovido la construcción de parques tecnológicos. Por ejemplo: Panamá está
construyendo una ciudad del Saber en la zona del Canal para incrementar y para atraer
industrias innovadoras. Esta Ciudad del Saber incluirá instituciones educativas y parques
tecnológicos. En 1994 el Instituto de Tecnología de Costa Rica, con el apoyo del Grupo
Zeta-Parque Industrial de Cartago, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Fundación
para la Economía Política Popular, lanzó su Centro de Incubación. Venezuela ha registrado
dos parque tecnológicos con el IASP, la Corporación Parque Tecnológico Sartenejas y la
Corporación Parque Tecnológico de Mérida. Estos lugares han sido identificados como
posibles sitios para PAIS en fases subsecuentes del Programa PAIS.
Módulos para el desarrollo de los PAIs
Un diseño modular es sugerido como marco de referencia para las actividades de los sitios
Beta. Este tipo de diseño ofrece cuatro ventajas. Primero, da flexibilidad al proceso, lo que
permite a varios PAIS definir su propio ritmo de trabajo y énfasis en cada módulo,
dependiendo de la información disponible, recursos e intereses. Segundo, facilita el paso de
una etapa del proceso a la siguiente. Tercero, los diseños modulares pueden diseñarse
independientemente uno del otro, facilitando de esta forma cambiar el orden de
implementación si se desea. Finalmente, la implementación. Ejecución y manejo de los
módulos puede ser dividida entre diferentes agencias y organizaciones. Además este tipo de
diseño permite a los interesados adoptar los procedimientos y objetivos más apropiados
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 192
para su región de acuerdo a su juicio. Esta capacidad incentiva la compra local y la
responsabilidad local para el proyecto.
El enfoque del Programa PAIS es fomentar y acelerar el desarrollo de PYMES en
estas regiones y vincularlas entre ellas y a las regiones guías más desarrolladas, como las de
Austin, Texas y otras en EE.UU. y Canadá. Las PYMES y los PAIS son clasificadas cuando
son integrados a una red de Internet. Esta red conectará a las nuevas PYMES incorporadas
con otros PAIS en Latinoamérica y el Caribe. Fases subsecuentes podrían aplicar lo
aprendido y expandir las regiones seleccionadas a Costa Rica, Panamá, El Caribe,
Venezuela y Colombia.
Módulo I: Creando conciencia en el PAIS
Se sugiere una serie de reuniones para iniciar un proyecto. Estas reuniones facilitaran la
entrada regional en la primera etapa del proyecto en las ramificaciones del Programa y la
estructura de los acuerdos de cooperación entre los PAIS y el CIID. En estas reuniones los
proponentes del proyecto presentarían un bosquejo del proyecto a los líderes académicos,
del gobierno y negocios regionales para iniciar el apoyo de la comunidad y la compra,
localizar campeones claves institucionales e individuales y para incentivar un
financiamiento de base regional adecuado, ya que éxito y el sustento del proyecto requiere
apoyo y tenencia regional y local.
Una de las tareas principales de estas reuniones será la formación de comités locales
asesores que serán creados en cada PAIS y que estarán conformados por personas del sector
de negocios, académico y del gobierno. También se creará un Comité global que incluirá
lideres de negocios, del gobierno y académicos de las regiones de los PAIs así como
también de Austin, Texas y Canadá.
Modulo II : Determinando el potencial de innovación y tecnología en los PAIs
El objetivo del programa PAIS es proteger los vínculos globales de empresas regionales y
empresas con financiamiento riesgoso con mecanismos gerenciales y de mercado y con
servicios de apoyo. Cada región seleccionada de Latinoamérica será evaluada como posible
empresa de base tecnológica para los PAIs. Cada región al final debería estar representada
por 3 o 6 pequeñas y medianas empresas del PAIS.
Los datos institucionales ya existentes se usarán para tener un punto de referencia de cada
región seleccionada. Esta punto de referencia ayudará a identificar las capacidades de las
regiones para alimentar los PAIs y para vincular esos PAIs nacional y globalmente.
Estas evaluaciones regionales se enfocarán en :
Las habilidades técnicas, de investigación y desarrollo relacionadas con las
actividades empresariales, presentes y futuras, en la región -el talento y la tecnología
para ayudar al crecimiento de las empresas e industrias nuevas y viejas.
Los aspectos positivos, las ventajas competitivas en términos de mercados
regionales, nacionales y globales.
Sistemas de innovación regional ya existentes.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 193
Los resultados de las PYMES de la región.
Las evaluaciones de los claustros de actividades emergentes y ubicación de
sucursales, plantas y centros de operaciones
Las entrevistas y encuestas de líderes regionales para facilitar la comprensión
regional por parte de los investigadores y el apoyo regional.
Un número de actividades de colección de datos se recomienda para proporcionar junta
locales asesoras e información confiable que ayude a tomar las decisiones correctas en
cuanto al desarrollo de los PAIs se refiere. Estos aspectos pueden incluir:
Objetivos específicos y mensurables para los PAIs regionales.
Formación de asociaciones empresariales.
Ubicación de los componentes específicos de los PAIs regionales.
Perfiles tecnológicos y orientación de PAIs,
Etapas de expansión, opciones de extensión.
Financiamiento de recursos.
Prestación de servicios y asesorías.
Redes interactivas.
Protección de las estructura de los PAIs.
La figura 8 muestra los aspectos sugeridos para analizar cada región de acuerdo a las
evaluaciones propuestas.
Figura 8: Modelo sugerido para analizar las regiones seleccionadas
Global
Location
Talent
Tech
Capital
Seed
VC
Estbl
Other
Know-How
Mrktg
Sales/ Distr
Legal
Mgmt
Prod
Prototype
Mass
Brazil
Curitiba
Rio de Janeiro
Recife
Argentina
Buenos Aires
Uruguay
Montevideo
Chile
Santiago
Mexico
Monterrey
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 194
Modulo III: vinculando las instituciones regionales
Las instituciones regionales (incubadoras, parques científicos, universidades) se vincularán
a través de redes personales y programas de asociación que son mecanismos claves para el
sustento de cada PAIS. Se establecerán Internet y otros medios de comunicación entre cada
región seleccionada y Austin y Canadá para facilitar la colaboración entre los PAIs.
Se hará hincapié en el nivel de organización de análisis individual empresarial (Figura 9).
El objetivo inicial es lograr que los PAIs seleccionados se beneficien del conocimiento
codificado y los mecanismos tácitos de las redes y actividades de entrenamiento que se
enfocan en la aptitud, tecnología, recursos, y acceso al mercado. Las redes interactivas
acortarán los ciclos de desarrollo de los productos ampliando el conocimiento global de las
empresas locales en áreas como las finanzas, investigaciones de mercado, publicidad,
control de calidad, ventas, etc.
Figura 9: Organización individual empresarial de análisis y acción
Los principales objetivos de estas redes son:
1. Vínculos para mercados: La identificación de mercados y la ejecución exitosa de
estrategias de mercado es un factor determinante para el éxito y el sustento de las
PYMES de base tecnológica. Vínculos directos entre clientes en Norteamérica
podrían facilitarse a través de redes entre los PAIs y los sitios de Norteamérica. Esto
permitiría expandir inmediatamente el mercado global de las firmas de los PAIs.
2. Vínculos para capital: acceso a un financiamiento adecuado es otro factor crítico
para el éxito de las firmas de base tecnológica. Podrían establecerse asociaciones
para ofrecer acceso a servicios como planificación financiera, recolección de fondos,
oportunidades para obtener capital.
3. Vínculos entre firmas: necesarios para maximizar el impacto de programas y
proyectos como asociaciones, alianzas, y relaciones con proveedores externos. Se
requiere una excelente coordinación para asegurar que los proveedores locales
correspondan con los incrementos en la demanda para así retener y crear empleos y
conseguir proveedores sustitutos online.
4. Vínculos para apoyo tecnológico: las redes electrónicas son herramientas bastante
útiles para difundir los beneficios del apoyo tecnológico, proporcionando servicios
como la evaluación de tecnología, evaluación de proyectos innovadores y acceso a
información técnica externa. Estos servicios también podrían concentrase en uno o
Organizacional
Equipo
Organizacional
Equipo
Contexto Nacional Contexto Nacional
Individual Individual
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 195
más centros y serían proporcionados por agencias públicas, asesores privados y
asociaciones de negocios.
5. Vínculos para incrementar el acceso a la tecnología y la transferencia de
oportunidades: estimulan las inversiones en investigaciones y desarrollo y en la
transferencia de tecnología, además sirven para facilitar el acceso a la transferencia
de oportunidades mundialmente.
6. Vínculos para mejorar las aptitudes y mecanismos: las PYMES a menudo no tienen
o no pueden contar con las aptitudes y mecanismos necesarios para triunfar en
mercados locales y globales, es por ello que este tipo de redes serían una gran ayuda
para permitirle a las PYMES tener acceso a los expertos en los momentos
oportunos.
Modulo IV: seleccionando las empresas:
Los criterios de selección de los PAIs incluyen:
Identificación de líderes dentro de los PAIs que apoyarán y contribuirán activamente
con el Programa PAIS.
Planificación de una evaluación realista de las oportunidades de éxito a corto plazo
de los miembros de las redes de los PAIs.
Certeza de que la velocidad de crecimiento de los PAIs será un catalizador
beneficioso para la región seleccionada.
Comités asesores locales y globales basados en planes de negocios y potencial de
mercado, entre otros, podrían llevar a cabo el proceso de selección de empresas.
Para tener éxito a corto plazo es necesario tomar en consideración las necesidades básicas
de las PYMES de base tecnológica en lugar de tratar de crear nuevas empresas a partir de
los planes de negocios y de las investigaciones ya realizados. Se espera que al contar con las
redes de los PAIs y con entrenamiento estas empresas sean más competitivas regional y
mundialmente y que experimente un crecimiento rápido, generando así nuevos empleos y
otros beneficios. Las redes del programa ayudarán a estas empresas a conseguir, crear y
dirigir mercados y a cubrir sus necesidades básicas.
Modulo V: adquiriendo la infraestructura adecuada
Para acelerar el desarrollo de las empresas basadas en el conocimiento es necesario
desarrollar la infraestructura de la región donde ésta se encuentra. La tarea principal es
mejorar el proceso de transferencia, adquisición , absorción y difusión de tecnología; esto
incluiría la educación básica y superior, construcción de nuevas instalaciones y el
mejoramiento de las políticas de protección ambiental.
Las áreas potenciales a considerar son:
1. Creación y fortalecimiento de las estructuras gerenciales de las tecnopolis: el primer
paso a tomar es la creación de una estructura organizacional y funcional para el
claustro local que involucraría participantes del sector público y privado. El
establecimiento de nexos con otros gerentes de la tecnopolies mejorará los métodos
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 196
de organización y la creación de una red permanente de información de tecnología y
negocios haría las comunicaciones más continuas y más recíprocas.
2. Determinación de las necesidades educativas básicas y ofrecimiento de
entrenamiento: a través de perfiles regionales descriptivos se podrán determinar los
requerimientos educacionales de los PAIs y de las compañías seleccionadas. Luego
se ofrecerán cursos a través de talleres y vía Internet para mejorar las habilidades de
los entrenadores locales. Ya hay varios institutos que están trabajando con socios
globales para ofrecer programas de educación a distancia, enfocándose en la
comercialización de tecnología y en la creación de grupos de estudiantes virtuales
para evaluar el potencial comercial de las tecnologías innovadoras.
3. Fomento de intercambios de personal: la presencia de personal clave en las regiones
de la red facilitaría la transferencia de conocimiento, tecnología y mecanismos.
4. Desarrollo de habilidades y entrenamiento de especialistas: este paso permitirá
incubar núcleos innovadores que dependerán de los links virtuales. Este programa
puede beneficiarse de las universidades e institutos de investigación de
Norteamérica.
5. Optimización e intercambio de facilidades: la infraestructura operacional puede
optimizarse y muchas facilidades pueden compartirse a través de la red, incluyendo
incubadoras, centros prototipos, plantas pilotos, bibliotecas online, laboratorios y
oportunidades para realizar conferencias online.
6. Fomento del comercio electrónico: el comercio electrónico constituye una
herramienta esencial en la economía de hoy en día. Este tipo de comercio es más
viable cuando se implementa a larga escala y depende de políticas y medidas
gubernamentales que apoyen este tipo de comercio y se preocupen por la privacidad
y seguridad del cliente. En esta área los países de Latinoamérica y el Caribe podrían
beneficiarse también de los recursos presentes en las universidades e institutos de
investigación de Norteamérica.
Modulo VI: lecciones de los primeros éxitos
Después de un año de operación se analizarán y propagarán los resultados de las empresas
seleccionadas y las investigaciones realizadas. Se señalarán los aciertos y fallas e incluso si
es necesario se redirigirá el programa basándose en el análisis y las evaluaciones realizadas.
Algunos de los criterios que se usarán para la evaluación de los PAIs en esta etapa son:
Creación de nuevos trabajos de alta calidad.
Formación de redes regionales innovadoras.
Aumento de la sofisticación tecnológica de la región
Mejoramiento de la imagen de la región.
Facilitación de la transferencia de tecnología y de persona calificado dentro de la
región.
Mejoramiento de la infraestructura de la región.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 197
Modulo VII: contracorriente
La creación de las tecnopolis consiste principalmente en dos aspectos. El primero, facilitar
el éxito de las compañías establecidas y el segundo, asegurar su permanencia.
El objetivo primordial de este programa es crear un mecanismo que genere empleos de una
forma rápida. Esto puede hacerse aun más efectivo si la iniciativa facilita e incuba la
fundación e innovación de nuevas compañías con productos y servicios innovadores. En las
primeras etapas del programa esto no hubiese sido posible, ya que la infraestructura no era
la apropiada. Sin embargo, con el mejoramiento de la misma debería alcanzarse este
objetivo.
Conclusiones
De acuerdo al régimen de negociaciones del MERCOSUR, los países de Latinoamérica
abrirán sus economías a una mayor competencia internacional, acelerando así un proceso
que los integrará en la economía mundial. El Programa PAIS será un importante catalizador
en la creación de infraestructura regional sustentable, necesaria para la generación de
empleos y riquezas en un país.
A pesar de que el papel de los sectores de negocios, académicos y del gobierno en la
creación de centros de base tecnológica se ha venido observando y experimentando por más
de 20 años, todavía no se ha esclarecido cuales son los principales recursos y condiciones
para aceleras el proceso d crecimiento de las tacnopolis y cómo estos criterios pueden variar
dependiendo de la localidad ubicación geográfica. Las interrogantes que el Programa PAIS
quiere aclarar analizar en detalles son:
1. ¿Cómo se puede acelerar la generación de empleos y ganancias en PYMES a través
de Internet y el acceso a la tecnología, capital, mecanismos y mercados?
2. ¿Qué infraestructura se requiere para las PYMES y qué se puede vincular regional,
nacional y mundialmente?
3. ¿Cuáles son los componentes principales para el desarrollo de las tecnopolis en la
economía del siglo 21?
4. ¿Puede una región en desarrollo terminar su desarrollo sin tener la infraestructura
apropiada?
Las iniciativas y las investigaciones propuestas explorarán estos temas en la realidad y las
lecciones aprendidas se usarán en pro de la educación, entrenamiento, programas de
desarrollo económico en Latinoamérica y el Caribe.
Bibliografía
Abramovitz, M., David, P. (1996). “Technological Change and the Rise of Intangible Investments: The US
Economy’s Growth-path in the Twentieth Century”, Employment and Growth in the Knowledge-based
Economy, Paris: OECD.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 198
Audretsch, D. B., Feldman, M. P. (1996). “R&D Spillovers and the Geography of Innovation and
Production”, American Economic Review, 86(3), 630-640.
Audretsch, D. B., Stephan, P. R. (1996). “Company-Scientist Locational Links: The Case of Biotechnology”,
American Economic Review, 86(3), 641-652.
Botkin, J. (1986), “Route 128: Its History and Destiny,” in (1988), Creating the Technopolis: Linking
Technology Commercialization and Economic Development, Cambridge, MA: Ballinger.
Brett, A.M., D.V. Gibson, and R.W. Smilor (eds.) (1991). University Spin-off Companies. Savage, MD:
Rowman & Littlefield Publishers, Inc.
Bruton, H. J. (1998). “A Reconsideration of Import Substitution”, The Journal of Economic Literature,
XXXVI (June): 903-936.
Caircross, F. (1997). The Death of Distance, Harvard Business Press, Harvard, MA.
Conceição, P., Heitor, M. V. (1998). “A Knowledge-Centered Model of Economic Development: New Roles
for Educational, Science, and Technology Policies”, Proceedings of the 2nd
International Conference on
Technology Policy and Innovation, Lisbon, 3-5 August.
Conceição, Pedro and D. Gibson, M. Heitor, and S. Shariq, “Towards a Research Agenda for Knowledge
Policies and Management,” in Journal of Knowledge Management, Volume 1, No. 2, December, 1997, pp.
129-141.
Gibson, D.V. and E.M. Rogers (1994). R&D Collaboration on Trial: The Microelectronics and Computer
Technology Corporation. Boston, MA: Harvard Business School Press.
Gibson, D.V., G. Kozmetsky, and R.W. Smilor (1992). The Technopolis Phenomenon: Smart Cities, Fast
Systems, Global Networks. Lanham, MD: Rowman & Littlefield Publishers, Inc.
Gibson, D.V. and R. Smilor (December, 1991). “Key Variables in Technology Transfer: A Field-Study Based
Empirical Analysis,” Journal of Engineering and Technology Management, Vol. 8, pp. 287-312.
Kelly, K. (1998). New Rules for the New Economy. New York, NY: Viking.
Landes, D. (1998). The Wealth and Poverty of Nations: Why Some are so Rich and Some so Poor. New York:
W. W. Norton & Company.
Lucas, R. E. (1988). “On the Mechanics of Economic Development”, Journal of Monetary Economics, 22, pp.
3-42.
Luger, M.I. and H.A. Goldstein, Technology in the Garden: Research Parks and Regional Economic
Development. Chapel Hill, NC: The University of North Carolina Press.
Malecki, E.J. (1991). Technology and Economic Development: The Dynamics of Local, Regional and
National Change. Essex, UK: Longman Group.
Massey, D., P. Quintas, and D. Wield (1992). High-Tech Fantasies: Science Parks in Society, Science and
Space. London, UK: Routledge.
Muller, E., U. Gundrum, and K. Koschatzky (1997). “Methods for Ascertaining Firms’ Needs for Innovation
Services,” in Technology-Based Firms in the Innovation Process: Management, Financing and Regional
Networks. Heidelberg, Germany: Physica-Verlag.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 199
Nelson, R. R., Romer, P. (1996). “Science, Economic Growth, and Public Policy”, in Smith, B. L. R.,
Barfield, C. E.; Technology, R&D, and the Economy, Brookings, Washington, D.C.
Quandt, Carlos, “Developing Innovation Networks for Technology-Based Clusters: The Role of Information
and Communication Technologies,” paper prepared for the workshop on “Tech-regioes: Ciencia, tecnologia e
desenvolvimento – passado, presente e futuro, Rio de Janeiro, December 6, 1998.
Rogers, E.M. and J.K. Larsen (1984). Silicon Valley Fever: Growth of High-Tech Culture. New York, NY:
Basic Books.
Saxenian. A. (1994). Regional Advantage: Culture and Competition in Silicon Valley and Route 128.
Cambridge, MA: Harvard Business School Press.
Scott, A.J. (1993). Technopolis: High-Technology Industry and Regional Development in Southern
California. Berkeley, CA: University of California Press.
Shapiro, C. and H.R. Varian (1999). Information Rules: A Strategic Guide to the Network Economy. Boston,
MA: Harvard Business School Press.
Smilor, R.W., G. Kozmetsky, and D.V. Gibson (1988). Creating the Technopolis: Linking Technology
Commercialization and Economic Development. Cambridge, MA: Ballinger Publishing Company.
Swann, P., M. Pervezer, and D. Stout (1998). The Dynamics of Industrial Clustering. London, UK: Oxford
University Press.
Tornatzky, L.G. and M. Fleischer (1990). The Process of Technological Innovation. Lexington, MA:
Lexington Books.
World Bank (1998). World Development Report 1998: Knowledge for Development. Washington, D.C.: The
World Bank.
Traducción:
María Eugenia Colomine
Sara Mendoza
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 200
Evaluación de la relación universidad - territorio49
Agnes Simonyi, Centro Nacional de Investigación Científica,
Universidad de París 10, Francia
Introducción. Relaciones educación - empleo, y universidad - territorio
La reciente expansión de la educación superior junto a los prospectos críticos de empleo
diseñados para las masas de egresados universitarios, el contraste existente entre el gasto
público para la educación superior y los déficit presupuestarios, y la creciente demanda por
“sociedades de conocimiento” ha despertado la necesidad de realizar en las universidades
algunas reformas de diferentes dimensiones (docencia, investigación, organización,
gobierno, etc.) y llevado a transformar diversos paradigmas políticos en la interpretación de
los retos que las universidades están enfrentando50
. Las estrategias de evaluación de las
instituciones de educación superior han sido de gran importancia dentro de las agendas de
las universidades a fin de elevar la calidad de su desempeño, y hasta se han convertido en
parte de las actividades regulares de las universidades europeas, e incluso de manera
obligatoria según la ley de algunos países; además, diferentes actores de la educación
superior hacen posible la evaluación mediante unidades especializadas o equipos
ocasionales que siguen diferentes modelos de evaluación y valorizan una gran variedad de
temas relacionados con el funcionamiento de las universidades.
Debido a la creciente presión del mercado laboral existe también un creciente interés por
parte de directivos locales y gubernamentales, y también de la comunidad estudiantil, en
comprender mejor la relación entre educación y empleo, la capacidad de respuesta de las
instituciones de educación superior ante las demandas del mercado laboral, por una parte, y
por otra la influencia de las universidades en la realidad laboral. Entre las diferentes áreas
que abarca la evaluación (como aquella que es realizada por docentes, profesores,
investigadores, personal no académico, actividades financieras en las universidades, etc.), la
evaluación de esta relación entre educación y empleo constituye un tema relativamente
49
Ponencia presentada en el XIV Congreso Mundial de Sociología. Julio 26-Agosto 01, 1998. Montreal,
Canadá. Esta ponencia está basada en un estudio comparativo entre 8 países denominado “Evaluación y
Autoevaluación de las Universidades Europeas”, EVALUE (en sus siglas en inglés), fundado por el programa
de Estudios Tecnológicos e Investigaciones Europeas de la EU, y coordinado por Pierre Dubois (Universidad
de París X Naterre, Laboratoire Travail et Mobilite). Las ideas relacionadas con la evaluación del tema
específico analizado en esta ponencia se han elaborado en el transcurso de discusiones del equipo investigador
en cercana cooperación con Annete Jobert (U. de París X Nanterre, TEM) y Mariana Alves (Universidad de
Lisboa) quienes formamos un subgrupo temático para resumir las experiencias de los 32 casos relacionados
con la evaluación de la relación educación-empleo. Véase A. Jobert, M.Alves, A. Simonyi: Evaluation de la
relation formation-emploi, en: Rapport de synthese, projet EVALUE, Juillet 1998. 50
U. Teichler hace mención de dos aproximaciones innovadoras en los años 80, las grandes expectativas
relacionadas con la diversificación y defensa de la universidad gerencialmente fuerte. U. Teichler, Empleo a
nivel de egresados. Retos para la educación superior , Educación superior en Europa, vol XXII, no. 1. 1997 pp
75 – 84.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 201
nuevo. Dentro de los tipos de procedimientos en ésta área de evaluación, sus indicadores
son mucho menos elaborados que otras áreas de valoración.
La tasa de empleo (o desempleo) de los egresados, su posición laboral, y la tasa de
integración de éstos al mercado de trabajo constituyeron los primeros indicadores tentativos
en esta área de evaluación. Hoy en día existen muchas experiencias importantes en la
mayoría de los países europeos, que pasan de estudios relativamente regulares a encuestas
ocasionales realizadas por universidades, autoridades locales, gremios o servicios
autorizados con el fin de realizar un seguimiento a la carrera profesional de los egresados51
.
Al mismo tiempo, los resultados de las investigaciones del mercado laboral al nivel de
empleo para egresados universitarios mostraron una relación más compleja entre las
universidades y el mundo del empleo.
Las instituciones de educación superior están generando demandas del mercado laboral al
ejercer el papel de empleadores, la capacidad investigativa de las universidades es atractiva
para las actividades de exploración y desarrollo, además de la creación de nuevos puestos
de trabajo, y el suministro de trabajo calificado puede ser favorable para la situación de
empleo de regiones enteras. En la era de la globalización el capital extremamente móvil
puede sentirse atraído por el trabajo calificado, especialmente en las “industrias del
conocimiento” que poseen un importante valor agregado. Las instituciones de educación
superior ejercen un efecto adicional sobre los mercados laborales locales (e inclusive a
mayor alcance) por sus particulares requerimientos y por el consumo de una población
académica y estudiantil determinada. Estas instituciones ofrecen una base de diferentes
servicios sociales, culturales y de salud para toda clase de empleados locales.
En el otro aspecto de los patrones de desarrollo económico de las regiones han surgido
diferentes peticiones de cooperación entre las autoridades públicas, los empleados y el
mundo académico. Las políticas de descentralización, la importancia de la infraestructura
cultural, los parques y las urbanizaciones científicos, los servicios sociales y de salud y las
facilidades en materia educativa, todos en desarrollo, indican que el asunto de la relación
educación - empleo es parte de un tema mucho más complejo sobre los modelos de
desarrollo social. El papel de las universidades como actores regionales de desarrollo se
analiza cada vez mas con mayor frecuencia en la literatura52
y esto se está convirtiendo en
una materia de evaluación dentro de la educación superior. De Gaudemar53
, en un reporte
del Ministerio Francés de Investigación y Educación Superior en el año 1994, distingue tres
tipos clásicos de efectos de la contribución de las instituciones de educación superior en al
51
Véase por ejemplo: U. Teichler: Educación superior y empleo profesional en Europa. Experiencias
seleccionadas de décadas anteriores, Informes de taller. Tomo 52. Kassel, Alemania, 1996. 52
S.Court: Developpement d’un role regional pour les etablissements d’ enseignement superieur au Royaume
Uni, Gestion de l’ enseignement superieur, J.L. Davies: L’ universite regionale: problemes d’ elaboration
d’uncadre organisationnel, No. 1997. Vol. 9. No. 3., J.P. Gaudemar: La institución de educación superior
como un actor regional, Gerencia de la educación superior. Julio 1997 vol. 9 no., D. Filatre: L’universite face
a ses territoires, these d’ habilitation de diriger de reserche, Universidad de Tolouse, 1998. 53
Op.Cit pp 59.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 202
desarrollo de su entorno: efectos directos, indirectos e inducidos. Los efectos directos
incluyen recursos financieros y humanos de las universidades y todas las actividades que
generan gasto local. Las labores de investigación y desarrollo, las diferentes asociaciones
entre los mundos económico y académico pueden considerarse efectos indirectos de la
educación superior en pro del desarrollo. Los eventos culturales, educativos y sociales
relacionados o generados por el funcionamiento de las universidades son considerados
efectos inducidos.
En los 32 casos estudiados de la investigación EVALUE, que describe los sistemas de
evaluación en la educación superior de los ocho países participantes (Alemania, Finlandia,
Francia, Italia, Noruega, Portugal, España y el Reino Unido) nos encontramos con algunas
experiencias interesantes para valorizar estos efectos y para incorporarlos en diferentes
ejercicios de evaluación. Muchas de las dificultades de este campo de evaluación se
relacionan con la interdependencia entre el desarrollo de la educación superior y el de la
región a nivel social, económico y cultural. No sólo las universidades pueden constituir
actores de desarrollo regional, sino también el compromiso de las autoridades públicas
locales y los empleadores deberán incrementar el desempeño de las instituciones de
educación superior inclusive en aquellas misiones de naturaleza universal.
EVALUE Experiencias de la investigación
Como hemos observado en varios casos, la participación dentro del desarrollo económico, y
más específicamente dentro de la dinámica social y económica su entorno, se encuentran
oficialmente entre las principales misiones de las universidades. Esta misión se refuerza con
el hecho de que las comunidades locales (pueblos, distritos urbanos, departamentos o
regiones), están contribuyendo cada vez más con las finanzas de las universidades, sea
dotando de tierras, edificios y oficinas, equipos técnicos, contratos para la investigación,
becas, subsidios en los costos de mantenimiento, etc. a estas instituciones. (De acuerdo con
datos de la Organisation for Economic Co-Operation and Development OECD), publicados
en 1995, las autoridades regionales generalmente destinan un tercio de su gasto final a la
educación superior. Esta cifra es inclusive mayor en los países de la OECD como Canadá y
EEUU, y en aquellos países europeos como Bélgica, Alemania, España y Suiza que siguen
un modelo descentralizado de educación superior54
.
La relación universidad - territorio se caracteriza por su fuerte interdependencia. Las
comunidades locales por su parte están interviniendo actualmente en la educación superior
mientras que las actividades académicas, científicas, y culturales de las universidades están
ejerciendo una importante influencia sobre su entorno. De esta manera las valorizaciones de
esta relación se toman en consideración por sus dos partes.
¿Cuáles son los efectos que las comunidades locales esperan obtener en retribución a su
participación, y qué contribuciones esperan las universidades de estas comunidades dentro
de su misión de lograr el desarrollo local y regional? Y, ¿En qué términos (y por cuáles
54
Op Cit p 59.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 203
medios) las comunidades locales evalúan su relación con las universidades y viceversa? En
los casos estudiados se observa que este tipo de estimación no forma parte de la evaluación
oficial de las universidades, ya que no constituye el interés principal para la mayoría de
éstas, mientras que la relación universidad territorio tampoco cuenta con un seguimiento. Al
mismo tiempo, este tema se ha mencionado en numerosas ocasiones en entrevistas tanto a
miembros del personal universitario como a actores externos pertenecientes a las
comunidades locales y a instituciones de educación superior.
Esta relación se define frecuentemente en términos de servicios y recursos, traducidos en
capital humano para la investigación y la docencia, poblaciones estudiantiles,
infraestructura y finanzas ofrecidos por la universidad a su territorio. Éstos últimos y su
uso comúnmente son evaluados mientras se analiza el impacto de las universidades en su
región.
Es importante mencionar que los contextos territoriales no resultaron limitados en algunos
casos por las líneas fronterizas; por el contrario, muchas universidades poseen una
“radiación” transnacional, y contribuyen con el impulso de los polos culturales y científicos
en áreas en que frecuentemente coinciden las fronteras de sus países. Tal fue el caso de la
Universidad de Savoie, cuya relación con la región italiana de Piemonte y con varias
localidades suizas representa un eje importante de orientación para esta institución. En
Francia, la Universidad de Littoral aprovecha su proximidad a Bélgica y el Reino Unido y
desarrolla proyectos en conjunto con estos dos países incrementando de esta manera su
vocación internacional.
Multiplicidad de los objetos, objetivos y actores comprometidos en
esta evaluación
Los casos estudiados determinaron la diversidad de los objetos y objetivos de la, no siempre
siquiera oficial, evaluación de esta relación:
El incremento del nivel de competitividad de las poblaciones jóvenes.
La estabilización de la educación a población joven en sus regiones, evitando así la
emigración hacia las grandes ciudades.
La contribución de la población estudiantil en el crecimiento del producto local y de
los mercados de servicios.
Impulso cultural y social al territorio conectado en variadas actividades académicas.
Creación de empleos dentro de las organizaciones universitarias.
Asociaciones entre las universidades y las empresas para la investigación y
transferencia tecnológica.
Cooperación entre las instituciones de educación superior de una misma región.
Estos constituyeron los objetivos a ser evaluados, y al mismo tiempo a ser respaldados por
al evaluación.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 204
Cabe mencionar que algunos de estos objetivos se realizaron mediante la creación de
diplomas y/o por la modificación de su contenido, mientras que otros fueron elaborados por
la integración de los egresados en mercados laborales locales o a través de las actividades
investigativas de las universidades. Estos aspectos representan campos más formalizados y
mejor adaptados de la evaluación a las universidades.
El adiestramiento profesional en el marco de las instituciones de educación superior está
considerado para ser un recurso de las empresas locales y las instituciones públicas,
importantes empleadores de egresados universitarios. Ésta es la razón porqué muchos de los
entrevistados de los casos estudiados han insistido en prestar atención a la “pertinencia
social” de la educación y el adiestramiento profesional dentro del proceso de evaluación.
Este concepto ha estado presente en la evaluación de la relación entre educación y empleo
en ciertos casos provenientes de Finlandia (Universidad Tampere), Italia (Universidades de
Ca Foscari Venecia y Catania), España (Girona, País Vasco), y Noruega.
Incluso se han facilitado otros impulsos a través de las relaciones de las universidades con
los círculos científicos que contribuyen a intensificar la cooperación de los territorios
periféricos con los centros nacionales e internacionales. Estos lazos en la investigación
podrían abrir el acceso a las informaciones, las finanzas y los sistemas importantes no sólo
para las universidades sino también para los socios locales. Tal es el caso de la
Universidad de Catania en Italia, que representa un atractivo polo científico para los
proyectos a nivel nacional e internacional en cuanto a investigación básica y aplicada, y la
reputación internacional de muchos de sus departamentos científicos hacen de este territorio
un interesante punto para las inversiones en la alta tecnología.
Los casos estudiados aclararon otros objetivos y mecanismos de cooperación
multidimensional entre las universidades y los actores locales políticos y sociales
independientemente de las misiones estrictamente académicas y científicas de la educación
superior. Esta cooperación manifestada por sí misma en una rica variedad de formas
relacionadas con la especificidad de las facultades y estudios de cada universidad:
Las facultades de humanidades y ciencias sociales ejercen un papel importante en el
impulso cultural de los pueblos y regiones. Esta función ha sido poderosamente
marcada en el caso italiano de la Universidad de Catania, el caso francés de la
Universidad de Littoral y en España en la Universidad de Girona al igual que en
cuatro casos portugueses y uno noruego.
Ciertos estudios en ciencias sociales tienen repercusión nacional en función social y
cultural, como es el caso del Centro de estudios de la Mujer en la Universidad de
Oslo.
Las facultades de arquitectura frecuentemente participan en el desarrollo urbano de
sus localidades y en la restauración de centros históricos como hallamos en los casos
de Catania, Torino y Venecia.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 205
Las facultades científicas y de ingeniería, a la cabeza de la cadena de innovaciones,
frecuentemente toman iniciativas y difunden las innovaciones tecnológicas a su
entorno. Este fenómeno fue demostrado en Italia (Universidad de Catania,
Universidad Técnica de Torino), en Francia (universidades Littoral y Savoie),
Noruega (Universidad de Bergen e Instituto Agder) en el Reino Unido (Universidad
de East London) y en Portugal.
La cooperación entre las instituciones de educación superior de una misma región al
utilizar mejor los recursos locales y la infraestructura constituye también un factor
importante de desarrollo local. Hemos observado iniciativas hacia esta dirección en
las universidades noruegas, en las universidades italianas de Catania y Torino y en
el caso francés de la Universidad Aix Marseilles.
Finalmente, las universidades como empleadores fueron frecuentemente
mencionadas para ser evaluadas en relación con su comunidad local. En muchos
casos, las universidades podrían ser importantes empleadores de pueblos pequeños o
medianamente grandes y sus alrededores ofreciendo perspectivas de trabajo a
diferentes categorías de empleadores. Este fue el caso de la Universidad de Venecia
y la Universidad de Savoie.
Teniendo en consideración el carácter diversificado y el complejo significado de la relación
universidad - territorio, observamos diferentes actores participando en la evaluación de este
campo. Éstos podrían ser organizaciones consultoras, centros de investigación, asociaciones
profesionales y agencias de empleo. A su vez, podrían constituir entidades conjuntas de
universidades y sus socios locales; las empresas, asociaciones y comunidades pequeñas. Las
organizaciones y/o asociaciones de antiguos estudiantes, en estrecho contacto con las
diferentes instituciones locales son o podrían ser requeridas por el “alma mater” a fin de
participar en la evaluación de la relación universidad territorio (éstos fueron los casos de las
universidades alemanas, italianas, noruegas y españolas estudiadas en nuestra
investigación). En algunas ocasiones, las organizaciones responsables de los programas
europeos para el desarrollo regional (como el proyecto CAMPUS) elaboran valoraciones en
esta área. En otros casos son los organismos internacionales de evaluación, como la
Conferencia Europea de Rectores, los que prestan atención a los aspectos de la evaluación
ya mencionados en los casos de la Universidad de Ca Foscari Venecia y la Universidad de
Aveiro en Portugal.
La debilidad de la evaluación universidad - territorio
Existe una debilidad en este campo de la evaluación que se debe a diversas razones pese a
los esfuerzos realizados por medir ciertos aspectos de esta relación interactiva. Para medir
la intensidad de la relación universidad territorio relación se han utilizado varios
indicadores, que son:
El número de contratos fijados entre las universidades y las comunidades locales.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 206
El monto de contribuciones financieras para los gastos de la universidad por parte
las comunidades locales y su parte dentro de los recursos financieros de las
universidades.
La comparación de los gastos regionales y locales en el desarrollo y la investigación
ante las cifras nacionales (calculada en la Universidad Técnica de Torino y en la
Universidad de Littoral, por ejemplo).
La tasa de estudiantes de origen local en las instituciones de educación superior.
La tasa de profesores e investigadores dentro de la población local activa, etc.
Al mismo tiempo la poderosa voluntad política de la gerencia de las universidades, de las
comunidades locales y de los órganos nacionales es esencial para asegurar el personal,
medios y fondos para esta compleja clase de evaluación. Sin embargo, aún no se ha llevado
a cabo una evaluación rigurosa y sistemática del impacto de la educación superior sobre el
desarrollo local y regional de la comunidad. Únicamente los estudios ocasionales de tipo
interdisciplinario, económico, sociológico, urbano y regional que fueron frecuentemente
mencionados (como en los casos de Torino en Italia o Tampere en Finlandia), mas no
formaban parte precisamente de la evaluación regulada a las universidades. Estas
experiencias investigativas ocasionales determinaron la necesidad de una evaluación
pluralista, dinámica y contextual de las universidades55
.
Especificaciones nacionales y/o universitarias dentro del campo de
evaluación
Debido a que la comparación de los diferentes sistemas de evaluación de las universidades
y el descubrimiento de las especificaciones nacionales (sociales) u organizacionales,
intentamos brindar un análisis de las diferencias y similitudes dentro de la evaluación de la
relación universidad - territorio de la siguiente manera:
El contexto legal e institucional inherente a la relación universidad - territorio no
brinda muestras de especificaciones nacionales. No existen reglas, procedimientos,
métodos o instituciones prescritas para este campo de la evaluación universitaria
que se le pueda comparar.
55
La noción de este tipo de evaluación se ha definido recientemente en una síntesis del reporte EVALUE de
la siguiente manera: “Evaluation plraliste en ce sens qu’elle doit associer et prendre en compte les analyses et
les points de vue de tous les acteurs et de tous les partenaires, fussent-ils contradictoires. Evaluation
dynamique en cesens qu’elle doircomparer l’université à elle-meme… ; contextualiseé, enfin en ce sens quélle
doit etre sinsible aux differéntes dimensions du context de chaque université…” según P. Dubois: Resume des
resultats de la recherche et recommandations principales, julio 1998, París, p.19.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 207
Se hallaron diferencias entre países en lo referente al contexto laboral de los
egresados. En aquellos países en los que el mercado laboral presenta una situación
poco favorable o muestra una profunda segmentación regional (que por su parte
induce a una débil demanda de egresados profesionales de instituciones locales de
educación superior al nivel local o regional), los actores regionales hacen énfasis en
la importancia de del papel social y cultural de las universidades dentro del largo
camino que clama por respaldo financiero. En estos casos, y pese a las dificultades
de los egresados para encontrar empleo, las universidades desean ser consideradas
factores de desarrollo económico. Este fenómeno pudo observarse en los casos
estudiados en Italia, Portugal y España, en las universidades ubicadas en las zonas
periféricas de sus respectivos países, y en el caso de Francia se observó en la
Universidad de Littoral.
En algunos países, una forma de expresar su compromiso con la relación
universidad - territorio constituye la participación de las organizaciones económicas
y profesionales dentro de la vida universitaria, que se institucionaliza mediante
diplomas y reconocimientos relacionados con los currículos y programas de estudio
(como en Finlandia y el Reino Unido). En otros países como Francia o Italia, la
demanda de grados profesionales y diplomas se evalúa desde el punto del territorio
mediante contactos con los entes profesionales locales (debemos añadir que allí las
formas y las instituciones creadas para comprometer a los actores sociales y
económicos dentro del sistema de gobierno de las universidades europeas es más
bien diferente.
Por ejemplo, los consejos sociales de las universidades españolas, que poseen
importantes derechos de ejercer diferentes decisiones, suelen integrar a miembros
externos que generalmente constituyen empleados y representantes de sindicatos. En
otros países estos círculos son representados dentro de otros tipos de órganos de la
administración y sistema de gobierno universitarios).
En los países en donde las asociaciones que poseen actores económicos, sociales y
culturales de las comunidades locales para el desarrollo y la investigación y/o para la
diversificación del adiestramiento y la educación abarcan un cuantioso número
(como en Alemania, Finlandia, Francia, Italia y Noruega), la intensidad de la
relación universidad - territorio puede ser observada en esta cooperación existente y
en la influencia que ejerce sobre el desarrollo local.
La fuerte presión financiera sobre las universidades frecuentemente conlleva a la
creación y consolidación de tales asociaciones entre las instituciones de educación
superior y las comunidades locales. Este fue el caso de las universidades británicas,
finlandesas, italianas y noruegas consultadas en nuestra investigación.
En algunos casos, la creación de estas asociaciones es estimulada por intenciones
políticas, como en los casos del Reino Unido y Finlandia o en Francia,
específicamente en la creación de certificados y diplomas y en el adiestramiento
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 208
continuo. Las universidades alemanas, italianas, noruegas portuguesas y españolas
son instituciones autónomas para establecer contactos directos con las empresas
como usuarios y clientes de la educación superior.
En algunos países como en España, se ha llegado a descubrir una motivación
política para lograr la descentralización de las universidades. En otros países, como
Francia, Italia y Portugal, se han creado nuevas universidades que poseen misiones
para el desarrollo territorial claramente establecidas sobre bases políticas. Estas
políticas hacen de la evaluación a las relaciones universidad - territorio un hecho
verídico e importante.
En los casos estudiados hemos hallado que la importancia de esta relación, que
formalmente y oficialmente ha sido evaluada en escasas ocasiones, para ambas partes,
tanto para la educación superior como para las comunidades locales, ha sido acentuada en
una variedad de casos. No únicamente las nuevas universidades, ubicadas en áreas remotas
de sus países, con la clara misión de incentivar el desarrollo territorial estuvieron
interesadas en este campo e inclusive se integraron a la auto - evaluación; los representantes
de las viejas universidades con una larga tradición en educación e investigación también
prestaron atención al impacto social, cultural y económico de sus universidades sobre el
entorno que las rodea (como en la centenaria Universidad de Catania). Muy frecuentemente
este aspecto territorial de su funcionamiento ha contrastado con el poco éxito de sus
actividades (como el bajo nivel de empleo de sus egresados). Las instituciones de educación
superior encargadas de impartir un adiestramiento a nivel profesional (como las
universidades técnicas, por ejemplo) también están conscientes de su papel dentro del
desarrollo local mediante la cooperación intensiva con los sistemas económicos locales en
donde quiera que se encuentren.
Confrontar nuestras experiencias relacionadas con este campo de evaluación que posee una
tipología que clasificaba a las 32 universidades implicadas como 1. Universidades
generalistas 2. Instituciones de educación superior para el adiestramiento profesional y las
ciencias aplicadas 3. Universidades de desarrollo territorial, no hallamos contrastes fuertes
entre ellas en este aspecto. La misión territorial fue determinada en las universidades
pertenecientes a la categoría de “desarrollo territorial”, como en los casos de las
universidades portuguesas de Beira Interior y Aveiro en donde la evaluación externa de la
Conferencia de Rectores Europeos u otros organismos internacionales llevaron a cabo la
evaluación. Pero inclusive en las “universidades generalistas” como en el caso español de la
Universidad de Girona o en las instituciones de ciencias aplicadas y estudios técnicos como
en el caso italiano de Torino o el caso finlandés de la Universidades Técnicas de Tampere,
la misión territorial ha sido fuertemente remarcada.
Hemos hallado dos factores que pueden explicar la carencia de diferencias características
entre las universidades que claramente lucen diferentes de acuerdo con otras características.
En primer lugar, la ubicación geográfica y social y la inserción social de las instituciones de
educación superior podría distinguir inclusive a las universidades generalistas de acuerdo
con su nivel de compromiso con el territorio. En segundo lugar, la estructura disciplinaria
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 209
de las carreras de las diferentes universidades, la naturaleza de su diversificación y
complejidad podría ser la responsable de las diferencias en cuanto a la intensidad de las
relaciones de la universidad con el entorno que la rodea.
Las “universidades generalistas” ubicadas en las regiones periféricas de los países, distantes
de los centros culturales y económicos de desarrollo, ejercen diversas funciones de
desarrollo económico, social y cultural en su entorno. Esta tendencia se ilustra en nuestra
investigación en los casos de universidades de tipo “generalista” como Catania y Udine en
Italia, la Universidad de Littoral en Francia o Tampere en Finlandia. La misión territorial de
las “universidades generalistas” se muestra más explícita en los casos de las instituciones
que poseen un estudio diversificado y una estructura investigativa en donde existe una
población estudiantil heterogénea y existe una amplia variedad en los niveles de
licenciaturas. Cuando las “universidades generalistas” poseen facultades técnicas o
tecnológicas o licenciaturas en ciencias aplicadas, cuando pueden asegurar una serie de
conocimientos y pericias en materia económica y social para el entorno que las rodea,
cuando pueden ofrecer pequeños círculos de estudio o de aprendizaje continuo (enseñanza
para adultos), además de cursos de postgrado y especialización, sus lazos con el territorio se
estrechan y sus interacciones son evaluadas por todos los que participan de éstas. Tal es el
caso de la Universidad de París XII en Francia, la Universidad de Cardiff en Gales, la
Universidad de Ca Foscari en Italia y la Universidad de Dortmund en Alemania.
En las “instituciones de educación superior para el adiestramiento profesional y las ciencias
aplicadas” independientemente de su ubicación geográfica, su relación con el entorno
económico es evidente. Estas instituciones fueron creadas para satisfacer la demanda local
y regional de empleo cuanto a calidad y pericia. Esto se presenta en algunas facultades
técnicas (como en la Universidad de East London), universidades técnicas (de Torino y
Tampere) y también en universidades y otras instituciones de educación superior con
licenciaturas en ciencias económicas y sociales (de acuerdo con nuestra investigación, la
universidad italiana de Ca Foscari Venecia, el Instituto Agder en Noruega, la Universidad
de Savoie en Francia y la Universidad de Tampere en Finlandia). Sus relaciones son
inherentes y orgánicas con los sindicatos y gremios en lo referente a la creación de
diplomas, los contenidos de los programas de estudios y los períodos prácticos de los
estudiantes o de los encargados para la investigación y el desarrollo.
La evaluación de las universidades como actores para el desarrollo regional se está
haciendo parte de su valoración, especialmente en las áreas periféricas (como en el Instituto
Agder en Noruega) o en aquellos centros económicos y sociales que poseen localidades
menos desarrolladas a su alrededor (como en el caso de la Universidad Técnica de Torino,
en Italia).
Comentarios finales
Debido a que el sistema de educación superior en Europa no se ha expandido únicamente
mediante el crecimiento de las instituciones ya existentes, sino también a través de la
creación de muchas otras instituciones en áreas menos desarrolladas y relativamente
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 210
distantes de los centros económicos y sociales tradicionales, gran parte de las universidades
y otras instituciones cumplen con una función económica y social con respecto a su
entorno además de los objetivos tradicionales y más formales en torno a la investigación y
la investigación. La diversificación estructural, organizacional y disciplinaria del sistema de
educación superior que acompaña a esta expansión, llevó a la “desviación académica de las
instituciones no universitarias” y a una “desviación vocacional en muchas de las
universidades ”56
. De acuerdo con nuestras experiencias, la misión de desarrollo ha sido
citada en una variedad de universidades e instituciones de educación superior más amplia
de lo esperado, quienes le atribuyen una creciente importancia al papel del “actor regional”.
Esto muestra otra “desviación” hacia “el compromiso territorial”.
Como lección para el proceso de evaluación: mientras la evaluación se haga más pluralista,
dinámica y contextual, estará en mayor capacidad de interpretar las contribuciones de
diferentes actores, dentro y fuera de las universidades, al complejo desempeño educativo y
social de la educación superior y estará en mayor capacidad de reflejar la misión de
desarrollo territorial de las universidades.
Traducción: María Eugenia Acero Colomine
56
Estas dos tendencias paralelas son descritas por U. Teichler: Educación superior y empleo para los
egresados en Europa (Higher Education and Graduate Employment in Europe), Informes de taller 52, Kassel,
Alemania. P.105.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 211
Globalización: Regiones, Mesoregiones y el sistema internacional57
Krzysztof Ostrowsky, Instituto
Internacional de Estudios
Regionales y Locales, Universidad de Pultsuk,
Polonia
Henry Teune, Departamento de
Ciencias Políticas,
Universidad de Pensilvania, Filadelfia,
USA
El concepto de la nación-estado es el que respalda una gran parte de la sociología
macroteórica, la economía y las ciencias políticas. Estamos conscientes de las vastas
diferencias existentes entre los diversos grupos étnicos y religiosos dentro de los países.
Asimismo, reconocemos las diferencias entre regiones y localidades, clases y profesiones y
otros grupos económicos. Estas divergencias han sido estudiadas como fenómenos
nacionales, bajo la creencia de que la nación-estado es el principal ente homogenizador de
los valores y la conducta de cada ciudadano y que define la cultura política y las
instituciones. Pero, ¿es acaso el Estado un ente especial y dominante de los valores políticos
y la acción, que ve en ésta última la fuente principal para el análisis de la conducta?
La estrategia propuesta para responder esta interrogante se basa en el concepto de la
desagregación. El problema de abordar el análisis desde esta perspectiva surge de la
frecuente prevalencia de las diferencias en los ingresos, las regiones, los idiomas y las
nacionalidades, entre otros. También nos referimos a las diferencias entre los países a través
de la separación de las divergencias entre los grupos que habitan en su interior. Además,
sabemos que las diferencias entre los grupos y otros actores dentro de los países cambian.
Para comprender diversos tipos de diferencias entre los países, en muchas ocasiones es
necesario examinar primero las diferencias dentro de ellos, por medio de la desagregación.
Igualmente, se debe comparar estas diferencias y su dinámica en todos los países58
.
La otra cara de la desagregación propone que el país es un nivel insuficiente para poder
ofrecer una explicación fehaciente. Un nivel más elevado, una agrupación regional de un
considerable número de países, sería más apropiado desde el punto de vista teórico. En el
sistema internacional los cambios afectan prácticamente a todas las personas, si no de igual
manera o directamente, del mismo modo en general, y casi al mismo tiempo. Aun los países
que poseen un extenso territorio forman parte de mayores mesoregiones, que usualmente
están integradas por regiones históricas dentro de los países y se extienden más allá de las
fronteras nacionales. Amén de pertenecer a una localidad o región de un país, casi todos
también somos parte de América Latina, Europa, Asia; Occidente, Oriente, el Norte y el
Sur, y de las subregiones que se distinguen dentro de ellos.
57
Ponencia elaborada por el grupo temático número seis; La Sociología de las relaciones a
escala local y mundial; segunda sesión; decimocuarto congreso de la Asociación
Internacional de Sociología; Montreal, Canadá del 26 de julio al 01 de agosto de 1998. 58
Otro programa de investigación sobre los valores mundiales considera los países como sociedades. Ver
Ronald Inglehart, Modernization and Postmodernization: Cultural, Economic, and Political Change in 43
Societies, NJ: Princeton University Press, 1997.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 212
Debe hacerse hincapié en que la estrategia de agregar o desagregar siempre estará
subordinada a un propósito. En las ciencias, este propósito se enmarca en contextos
teóricos, algunos bastante específicos en lo que respecta a diferencias sutiles existentes
entre localidades y grupos. Otros contextos son más amplios y se refieren a sucesos
macrohistóricos, del tipo que será considerado en el presente análisis. El contexto teórico de
lo que se presentará a continuación es la globalización y la difusión de los valores
democráticos a escala local. El fundamento empírico consiste en los valores democráticos y
las prácticas en alrededor de 11.000 líderes políticos locales de 628 ciudades y comunas en
24 países esparcidas en cinco mesoregiones, que a su vez son reconocidas como parte de
una economía política a nivel mundial.
La globalización de la democratización
El principal objetivo teórico consiste en examinar la proposición general de que la
“revolución” democrática constituye uno de los acontecimientos políticos más relevantes,
acaecidos durante el actual decenio. La Primera Revolución Democrática, que tuvo lugar a
finales del siglo 18, se originó en Estados Unidos y Francia y, posteriormente, se propagó a
los Andes en América del Sur y los condados de Europa Occidental, como parte del
surgimiento de un nuevo nacionalismo y libertad individual de las autoridades que
heredaban el poder.
Durante la década pasada, las transformaciones de los regímenes comunistas y los
gobiernos militares, cuyas acciones colindaban con la tragicomedia, abrieron paso a la
Segunda Revolución Democrática. La cuestión primordial era si esta última, a diferencia de
la primera, era una revolución mundial y no nacional. También existían dudas sobre la
autenticidad de su origen, es decir, si algo había evolucionado por sí mismo o había sido
inducido artificialmente a semejanza de las culturas políticas nacionales durante el siglo 20,
que incluían políticas para obliterar la identidad étnica y local. Hoy en día, las nuevas
sociedades han recibido un impacto notorio de las fuerzas mundiales que favorecen el
establecimiento de la democracia en todos los rincones del orbe.
La proposición general se basa en que la democracia se ha enraizado en una gran cantidad
de culturas locales, regionales y nacionales, y no sólo en las expresiones de las elites
políticas nacionales. Lo anterior fue posible gracias al colapso del comunismo y las
presiones internacionales. Es por ello que este tema debe abordarse a través de una
perspectiva mundial. La hipótesis alternativa viene dada por los logros democráticos
cosechados en Europa durante los años 20, específicamente en lo concerniente a la libertad
para la creación de partidos políticos y la ampliación del derecho al voto. Estos cambios
tuvieron éxito en algunos países, apenas subsistieron en otros y murieron rápidamente en
muchos59
. Ésta fue una reforma democrática instituida por las altas esferas del poder y que
tuvo escasas consecuencias duraderas en muchos de los países de Europa Central, Oriental
y del Sur.
59
El mejor ejemplo de investigación comparativa para este período lo constituye el trabajo elaborado por Dirk
Berg-Schlosser y Gisele Meur, “Conditions of Democracy in Inter-War Europe: A Boolean Test of Major
Hypotheses”, Comparative Politics, Vol. 16, pp. 253-279.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 213
El modelo teórico general del desarrollo democrático hasta los noventa fue aquel que
proponía que el cambio económico, posiblemente las formas capitalistas de producción que
exigieran libertad, socavaría las culturas políticas tradicionales de obediencia, al tiempo que
disminuiría la capacidad de control de los gobiernos autoritarios. La modernización de las
sociedades continuaría enfatizando la autonomía del individuo y de allí, de una forma u
otra, surgiría el gobierno democrático60
. Empero, la democracia ha sido instituida sin una
“total modernización”, ni tiempo para que las instituciones políticas maduren.
La historia de los gobiernos democráticos en todo el mundo, luego de la debacle del
fascismo en los años 40, fue una de las dificultades que se sumó al crecimiento económico,
la estabilidad política y los conflictos que surgieron a causa de la persistencia de
identidades étnicas y las diferencias entre las clases sociales. De hecho, el rendimiento
económico de los países asiáticos con gobiernos autoritarios e incluso los aclamados logros
económicos de la Unión Soviética durante la década de los 70 se emplearon para apoyar la
tesis de que la democracia sí ayudaba a satisfacer las necesidades materiales de los
ciudadanos. Estos argumentos dieron lugar a algunos acontecimientos durante los 90. Se
establecieron instituciones democráticas en Europa Central y del Este, y algo similar
ocurrió en Asia Central. Incluso los países del este asiático que poseían gobiernos
dictatoriales adoptaron regímenes democráticos. De igual modo, el mandato de un sólo
partido en Japón también se vio desafiado. ¿Qué sucedió en todo el mundo en relación con
la democracia a escala local, la creación de formas institucionalizadas de participación
política y los hábitos y valores democráticos?.
Se analizará cómo se han introducido valores y prácticas democráticas en una serie de
espacios políticos locales, regionales, nacionales y mesoregionales de algunas elites
políticas locales. Únicamente se presentarán algunas dimensiones del liderazgo político
local y se hará énfasis en sus valores democráticos. La evaluación se efectuará a los
siguientes niveles: a)líderes individuales, a escala mundial, en cualquier parte del orbe (una
muestra de 24 países); b) citadino y comunal, las entidades en las que los líderes ocupen
cargos definidos u oficiales; c) regional, determinado no sólo por contigüidad, sino también
por identidad tradicional como región; d) estatal, el punto de partida obvio para un análisis
político; y e) mesoregional, que agrupen experiencias culturales e históricas comunes y
extensas.
Programa de investigación sobre la democracia y el ejercicio del poder
El programa de investigación sobre la democracia y el ejercicio del poder (Pidep) toma en
cuenta un amplio espectro de valores y prácticas democráticas de un grupo de líderes
políticos locales. Su tema central de investigación es la globalización de la democratización
y su consolidación a nivel político local, citadino y comunal. A pesar de que la
investigación se completó en 25 países y está en proceso en algunos otros, este informe se
limitará a describir la situación de 24. La investigación se efectuó durante el período
60
La mejor formulación conocida de esta relación está contenida en Seymour Martin Lipset, Political Man:
The Social Basis of Politics. Garden City, NJ: Doubleday, 1960.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 214
comprendido entre 1992 y 1997. Cabe mencionar que se realizó en dos oportunidades en
nueve países ex comunistas. El análisis, no obstante, se basa en los datos de los sondeos
más recientes.
Se tomaron muestras al azar de ciudades y comunas de cada país, cuya población oscilara
entre 25.000 y 250.000 habitantes. En algunos casos las cifras se ajustaron para los países
densamente urbanizados como Japón y aquellos que poseen un gran número de pueblos
pequeños como Hungría. En cada uno se aumentó o disminuyó la cifra, respectivamente.
Asimismo, se escogió un total de 15 líderes para ser entrevistados. Se comenzó con los
alcaldes, los alcaldes suplentes, representantes del consejo, líderes de partidos políticos y en
algunos casos se entrevistó a gerentes líderes, con frecuencia funcionarios financieros. En
todos los casos, salvo en cuatro países, las entrevistas se realizaron cara a cara y tuvieron
una duración máxima de dos horas.
El principal objeto de estudio es un líder individual dentro de una entidad política local
legalmente definida. Las muestras tomadas a escala nacional de estas unidades varían entre
una baja de 19 en Eslovenia y Eslovaquia y un alza de 73 en Rusia. Para poder ingresar en
el archivo de la comunidad es necesario que haya un mínimo de ocho líderes políticos en
cada localidad. Todos los países estaban subdivididos en algunas regiones principales; esta
división iba desde siete en Rusia hasta dos en Suiza. Las regiones están conformadas por
áreas conocidas e identificables dentro de cada país, con algunos ligeros ajustes y dos
excepciones61
. La muestra tomada en Alemania está conformada por dos muestras
independientes, una del este y otra del oeste. Sin embargo, el archivo de la comunidad no se
pudo tomar en cuenta para efectuar el presente análisis. En cuanto a la muestra de Taiwan,
ésta se recolectó en seis distritos o condados localizados fuera de Taipei.
Para poder evaluar la dinámica política y social de la democratización, se diseñaron
diversos niveles de agregación. Estos niveles se presentan a continuación:
61
Resulta complejo definir las regiones de los países y en muchos, incluso los más extensos, como España, y
los más pequeños, como Eslovenia, existe una controversia académica y política en los referente a cualquier
delineación. Las regiones aquí empleadas tuvieron que ser rectificadas, a pesar de que no se espera que la
configuración básica de las diferencias presentadas varíe mucho, desde una macroperspectiva.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 215
Global
Mesoregiones del mundo
Países
Regiones nacionales
Comunidades
Líderes individuales
Tomando como referencia el cuestionario, se elaboraron aproximadamente 400 variables62
.
Algunas de ellas se convirtieron en escalas y variables compuestas. Las más importantes
son las escalas desarrolladas a partir de 45 ítems de valores, en una escala de cuatro puntos
que ofrece las opciones: “de acuerdo” o “en desacuerdo”. Estos ítems se diseñaron para
medir los valores de la igualdad económica, la participación política, igualdad política,
pluralismo (tolerancia de conflictos), desarrollo económico, derechos (políticos) de las
minorías, capitalismo, honestidad (transparencia en los asuntos del sector público) y la
responsabilidad política (los líderes deben hacer lo correcto).
Igualmente, se tomaron dos escalas generales que contenían información mezclada de
varios países sobre los valores democráticos y de la economía de mercado. Una de estas
escalas se circunscribía al ámbito de nueve ítems específicos, de aspectos observables
dentro y fuera de los países. La otra, se basaba en la clasificación de factores de los análisis
de los datos de todos los líderes políticos, sin tomar en cuenta sus países de origen. Lo que
se reportará en este análisis cruzado es el denominado demscore o valores de la democracia,
el cual está basado en nueve ítems, de los que tres se han tomado de cada una de las tres
escalas de valores, a saber: pluralismo, igualdad política y derechos de las minorías
(apéndice 1). Esta escala se ha empleado como el primer corte interpretativo de la
información aportada por los líderes políticos, en relación con sus valores democráticos.
Por supuesto también se han empleado otras escalas un poco más sensibles, que incluyen el
factor democrático demfactor, que está ligado con el demscore de los líderes individuales.
Este factor de alguna manera resulta más “claro”, pues reposa primariamente sobre los
ítems que indican la aceptación de los conflictos como “normales”, expresan la voluntad de
seguir adelante con las decisiones tomadas –a pesar de la oposición- y la conveniencia
general de la participación política. A pesar de que el demscore y el demfactor están
conformados por algunos ítems de valores distintos, ambos efectúan una clara distinción
entre los valores democráticos y los relacionados con la economía de mercado.
62
Para mayores detalles sobre esta investigación ver: Betty Jacob, Krzysztof Ostrowski, and Henry Teune
(eds.). Democracy and Local Governance; Ten empirical Studies. Honolulu, Hawaii: Matsunaga. Institute for
Peace, University of Hawaii, 1993.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 216
El valor de la economía de mercado se compone de cinco ítems unidos mediante una suma
sencilla y se emplea en este análisis (apéndice 1). Las clasificaciones de los factores de la
economía de mercado son más sofisticadas que esta simple clasificación, pues incluyen
ítems de la escala de equidad económica -algo por lo que debían responsabilizarse los
gobiernos- conjuntamente con argumentos a favor de las virtudes del capitalismo.
La globalización de los valores democráticos
La evidencia más general y notoria de que la democracia se ha propagado por todo el
mundo, específicamente por toda Eurasia del Báltico al Pacífico en los 24 países estudiados
por el Pidep, como un sistema de valores para el manejo del poder es la politización de los
asuntos relacionados con ella y los mercados (mapas 1 y 2). El análisis de los factores de
todos los 45 ítems de valores diferencia a los líderes políticos locales casi en todas partes,
debido a la democracia y el valor de la economía de mercado. En este sentido, cabe
mencionar que en las regiones subsisten vastas diferencias en el número de líderes que
están comprometidos con la democracia. Estas divergencias van desde el 10% en Asia
Central y 90% en Suecia. De los dos temas políticos fundamentales en nuestros tiempos, la
democracia como sistema de manejo del poder y el mercado como medio de producción y
distribución, la democracia tiene un mayor arraigo entre los líderes locales que la economía
de mercado. Los instrumentos de investigación empleados confirman esta tesis, gracias a
los resultados de las evaluaciones realizadas dos veces en diferentes momentos en nueve
países ex comunistas63
.
Lo anterior implica que en muchos países y regiones, los líderes políticos locales
comprometidos con los valores democráticos prácticamente están hablando solos. En otros
países, constituyen una presencia minoritaria. En otros, aún no tienen voz. El valor de la
economía de mercado es un tema potencialmente polémico en mayor medida, a pesar de
que éste se ha consolidado en algunas partes del mundo. En las dos dimensiones de la
ideología de una economía política, se observa que las diferencias políticas eran más
marcadas entre 1992 y 1997 y, ciertamente, todavía persisten.
La dinámica de la democratización a nivel político: Perspectivas
mundiales
Existen algunas variables indispensables que están fuertemente relacionadas con los valores
democráticos demscore de los líderes políticos locales a todos los niveles de agregación,
desde los individuos hasta el país visto como una unidad. Estas relaciones se derivan del
análisis de los sondeos realizados a individuos, localidades (comunidades), regiones dentro
de los países y países. A excepción de las comunidades de las “dos Alemanias” y un
número específico de comunidades que han sido integradas en regiones, tal como se
muestra en los mapas anexos, diversas variables se correlacionan al nivel .00 de
significación en todos los niveles y esto, a su vez, puede ser empleado para efectuar
63
No se ha analizado en detalle las variaciones temporales de los datos. Apenas se han producido ligeros
cambios en lo relacionado con el compromiso de los líderes locales con los valores democráticos, pero nada
sustancial, excepto en Ucrania.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 217
generalizaciones a escala internacional. Debido a que las poblaciones presentaban
considerables diferencias en lo que a población y área se refiere, que fueron las unidades
sobre las que se basaron las muestras, y debido a que la cantidad de individuos y
comunidades era desigual, se hizo todo lo posible por eliminar los inconvenientes que
podría ocasionar la falta de uniformidad de las muestras.
De este análisis se seleccionaron tres variables: la primera, el valor de la economía de
mercado (una escala de cinco ítems); la segunda, el número de grupos de apoyo que los
líderes políticos afirmaban haber seleccionado durante la toma de decisiones políticas (de
un listado nacional específico de 16); y, en tercer lugar, las diferentes formas por medio de
las cuales, según los líderes políticos, los ciudadanos podían influir en las decisiones locales
(de una lista de cinco).
Tabla 1: Correlaciones de los valores democráticos demscore a todos los niveles
(0,00 nivel de significación)
Líderes Comunidades Regiones Países Valor de la
economía
de mercado
.15 .44 .49 .53
Grupos de apoyo
seleccionados
.21 .40 .42 .49
Formas de influir en
la toma de
decisiones
.24 .36 .40 .43
N= 11.202 628 120 24
significativo al nivel .04.
Los rasgos distintivos de lo que podría llegar a denominarse la Segunda Revolución
Democrática son los valores democráticos, especialmente la aceptación de los conflictos y
las diferencias políticas; los vínculos entre los grupos sociales y políticos (la sociedad civil)
y los líderes políticos locales; y la participación institucional que sobrepasa la restringida a
las elecciones. Los tres pilares de la democracia que tienen un basamento, débil y fuerte a la
vez, y que van desde lo local hasta lo mundial, son los valores democráticos entre los
líderes políticos, una estructura política que vincule a los líderes políticos con otros grupos
dentro de su localidad y un proceso abierto a través del cual las personas puedan participar
en la toma de decisiones. Si se trabaja sobre la base de estas premisas, entonces la
estabilidad democrática adquirirá un carácter prospectivo. Estos tres aspectos permiten las
relaciones políticas a todos los niveles y, hasta cierto punto, en todas partes.
También existen otras variables que están estrechamente ligadas a los valores democráticos
de la totalidad de los líderes políticos locales, en su calidad de miembros de cuerpos
políticos locales específicos y parte de una región más amplia. Empero, la relación no posee
carácter nacional cuando se habla de todo el país. A continuación mencionaremos tres de
los aspectos que están en consonancia con el marco teórico del Pidep. El primero, es que la
generalidad de los líderes democráticos, como soberanos en las comunidades locales y
personalidades influyentes en algunas regiones, consideran que no poseen suficiente
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 218
autonomía para solventar una amplia gama de problemas, tales como: educación, obras
públicas, vivienda y empleo (escogidos de una lista de diez). En consecuencia, estos líderes
desearán actuar pero se verán limitados. El segundo, dentro de la misma línea, se trata de
que los líderes notan la existencia de conflictos políticos en sus comunidades. La política
ejercida bajo un régimen democrático incluye la concertación de las diferencias políticas.
En tercer lugar, para todos los líderes individuales, en comunidades y regiones inmediatas,
los valores democráticos están asociados de forma significativa a la identidad personal
fuera de su propias comunidades y países (se permitió elegir más de una opción entre
localidad, región y país e incluso se amplió la escogencia en Asia y Europa, por citar un
ejemplo). Estas relaciones resultan importantes al nivel 0,00 de los tres niveles de
agregación, pero como se dijo previamente, no en el interior de los países.
Tabla 2: Correlación de los valores democráticos demscore con la autonomía local,
conflictos políticos y la identidad interna (significativo al nivel 0,00)
Líderes Comunidades Regiones Suficiente autonomía
local
-.09 -.20 -.27
Diferencias políticas
en la localidad
.10 .27 .40
Identidad internacional .20 .32 .37
N= 11.202 628 120
La dinámica del valor de la economía de mercado a todos los niveles
El perfil de la serie de variables que identifica a los líderes democráticos a todos los niveles
de agregación y en todas partes resulta más claro y coherente que aquel de los partidarios a
ultranza del capitalismo y la economía de mercado (mapa 3). Éste, como se señaló
previamente, es un componente de las culturas políticas locales que recibe mayores críticas
que la democracia.
Los líderes que están intensamente comprometidos con los valores de la economía de
mercado reciben un mayor influjo de las fuerzas económicas mundiales a escala comunal y
regional. Este hallazgo se realizó a través de la comparación de la fuerza de las relaciones
entre los valores democráticos demscore y el valor de la economía de mercado a todos los
niveles. Se puede observar un “efecto de agregación” en las localidades y las regiones de lo
proveniente del resto del orbe. Igualmente, a esos niveles se palpan mayores correlaciones
que entre los líderes individuales. Todo esto se enmarca en la percepción del impacto de las
exportaciones y otra serie de influencias “extranjeras” en las localidades y las regiones, lo
cual se refiere a: medios de comunicación, trabajadores, importaciones, turistas y
contaminación. Asimismo, existe un contraste en la relación entre el valor de la democracia
y la economía de mercado, en lo referido a los grupos de apoyo seleccionados durante el
proceso de toma de decisiones políticas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 219
Aparentemente, los líderes políticos democráticos y unidos en localidades y regiones están
conectándose con la sociedad civil. Este hecho es de una u otra forma independiente del
impacto económico a escala mundial, lo cual conlleva a identificaciones internacionales y
totales, que en cambio están ligadas a los valores democráticos. También algunos líderes
que apoyan la economía de mercado reciben el impacto de la economía mundial y, tal vez,
son afectados de forma indirecta por el “genio” de la democracia. En este sentido, existen
dos vías paralelas a través de las que lo mundial podría estar afectando los valores
democráticos de los líderes políticos locales: la economía y la democracia mundial, caminos
convergentes en opinión de algunos, pero no de todos. Otros análisis y lo que a
continuación se presenta sugieren que existen diferencias mesoregionales entre el sendero
económico que conduce a los valores democráticos locales y el camino más directo.
Tabla 3: Valores democráticos demscore y la economía de mercado con apoyo local e
impacto económico mundial (Correlaciones, significativas al nivel 0,00)
Valores democráticos Economía de mercado
Indiv. Com. Reg. País Ind. Com. Reg. País Impacto de las
exportaciones
.09 .15 .23 - .09 .20 .37 -
Impacto extranjero
total
- - - - .05 .18 .29 -
Identificación
internacional
.20 .32 .37 - .14 .47 .51 .61
Grupos de apoyo
seleccionados
.21 .40 .42 .49 .03 .11 - -
N= 11.202 628 120 24 11.202 628 120 24
significativo al nivel .02
A pesar de la correlación entre los valores democráticos y el valor de la economía de
mercado, se observa un claro contraste en cuanto al compromiso con la economía de
mercado entre las localidades y regiones que poseen líderes que perciben un creciente
impacto “extranjero” en sus áreas y aquellas que cuentan con líderes que se inclinan más
hacia los grupos políticos y sociales locales. Las primeras poseen más líderes altamente
involucrados en los relacionado con el valor de la economía de mercado que con la
democracia. De este modo, se sienten más identificados con los lugares ubicados fuera de
su localidad y país. Lo que, en realidad, apoyan estas relaciones son dos senderos
internacionales que conducen a los valores democráticos del liderazgo político local: la
economía, vista como una economía de mercado mundial y la ideología democrática. Sin
embargo, aún persiste la interrogante sobre si las identidades mundiales aportan lo
necesario para garantizar la estabilización de la democracia. Está claro que a nivel local
muchos líderes adoptan la democracia, debido a su asociación y compromiso con algo que
se eleva a la escala internacional.
Patrones regionales de los valores democráticos
La agrupación regional de los líderes democráticos locales no se diferencia mucho de lo que
se ha expuesto hasta los momentos. Se realiza un análisis general de las regiones, con la
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 220
intención de insertar las regiones identificadas en una de las tres categorías siguientes:
claramente democrática, mixta, apoyo débil. La primera es en la que la mayoría de los
líderes políticos locales está de acuerdo con casi todos los nueve ítems en la escala de los
valores democráticos demscore. La segunda se compone de las regiones en las que existen
divisiones claras. La tercera está conformada por las regiones donde los líderes políticos
locales que apoyan la democracia son minoría, a pesar de que en todas partes una gran
cantidad de líderes políticos locales manifestaron al menos un mínimo de apoyo a los
valores democráticos (mapa 4).
El análisis grupal confirma lo que otros han mostrado anteriormente: existen amplias
macroregiones a nivel mundial en las que los líderes locales otorgan un apoyo firme o
escaso a los valores democráticos. En un análisis más detallado de los países europeos, lo
anteriormente afirmado ha sido caracterizado de forma más precisa como: “Las tres culturas
políticas de Europa”64
. De igual modo, si los líderes políticos deben hacer lo que consideran
correcto o necesario, aunque esto implique obrar en contra de los puntos de vista del
público o, incluso, enfrentar la oposición de éste, es una diferencia sutil entre estos dos
tipos de análisis que puede ser inferida de otras preguntas.
Las mesoregiones con valores democráticos
Existen mayores divergencias entre los amplios cúmulos de países que entre los diferentes
niveles. Es aquí donde las culturas políticas reflejan notables diferencias en su fertilidad
prospectiva para garantizar la durabilidad y el desarrollo de la democracia. Se comparó las
siguientes mesoregiones: Europa Occidental (Austria, Alemania, Suecia, Suiza, España y
Holanda) con Europa Central (República Checa, Hungría, Lituania, Polonia, Eslovaquia y
Eslovenia); Europa Oriental (Belarús, Rusia y Ucrania); Asia Central (Kazajstán, Kirguistán
y Uzbequistán) y el este asiático (Japón, Corea y Taiwán); no se incluyó a Armenia, ni
Turquía en el análisis.
64
Ver: Krzysztof Ostrowski and Henry Teune, Three Political Cultures of Europe: Interpretations, Evidence,
and Theories, ponencia presentada en el Simposio sobre Confrontación de Teorías, Moscú, 1996. También ha
sido publicada en ruso y versiones resumidas en inglés.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 221
Tabla 4: Correlaciones mesoregionales con los valores democráticos: Líderes individuales
(nivel de significación 0,00)
E.Oeste E.Central E.Este Asia central Asia Este Valor de la
economía de
mercado
-.12 .23 .10 .05 --
Grupos de
apoyo
seleccionados
.05 .05 -- -.09 --
Formas de
influir
en decisiones
-- .15 -- -- --
Impacto
extranjero
total
.10 -- -.06 -.08 --
Identificación
internacional
-- .13 -- -- .13
N= 3.593 2.695 1.345 1.324 1.349
Estos resultados requieren una interpretación compleja que debe ir más allá de las variables
aquí presentadas. En primer lugar, el valor de la economía de mercado está claramente
asociado con el valor de la democracia, en aquellas regiones donde la economía de mercado
es relativamente nueva. En Occidente y específicamente en Austria y Suecia, existe una
relación negativa que refleja las preferencias de los líderes políticos locales por el partido
social demócrata. En el este asiático, se plantea la interrogante en torno a si el capitalismo,
tal y como se practica en Europa Occidental y América del Norte alguna vez surtió efecto.
Éste es un tema recurrente en las discusiones sobre la reforma de las economía de estos
países, en especial de Japón, país que posee un liderazgo local tan comprometido con los
valores democráticos como los países de Europa Central, pero no así con la economía de
mercado.
En segundo lugar, en Europa Occidental y Central, los grupos de apoyo forman parte de
todo lo relacionado con el liderazgo político local. Contrariamente, en Asia Central, los
líderes hacen lo que se supone deben hacer, aún cuando carezcan del apoyo del pueblo o,
incluso, deban enfrentarse a su oposición. La apertura de canales que permitan la
participación de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas resulta de vital
importancia en Europa Central más que en ninguna otra parte, tal vez sea porque en
Occidente estos canales de participación están institucionalizados con los partidos políticos
y otras organizaciones. Los esfuerzos para desarrollar una sociedad cívica son parte
imprescindible del discurso político de los líderes de Europa Central, quizá más que en
cualquier otro rincón del planeta.
En tercer lugar, la influencia extranjera es importante en algunos países occidentales,
particularmente en Austria y Suecia, pero es negativa para los que expresan un compromiso
con los valores democráticos en Europa del Este y Asia Central, probablemente debido a
que la democracia se asocia a lo foráneo.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 222
Cuarto y último, los líderes locales que se identifican con regiones fuera de sus países,
“Europa”, “Asia” o el mundo en general, tienen una inclinación marcadamente democrática,
en lo que a sus valores se refiere, únicamente en Europa Central y Asia del Este. Ésta es la
principal excusa de los líderes democráticos en Asia del Este, es decir, que poseen una
orientación internacional y democrática, algo que podría estar inmerso en el nuevo
liderazgo político devoto a las reformas políticas en esta región. Con todo, los valores
democráticos no parecen estar insertos en ningún otro valor o creencia.
Conclusiones
Ya se han extraído algunas conclusiones del presente análisis, la primera vez que se expuso
los cuatro niveles en el Pidep, presentado por todos los países excepto uno. Lo sorprendente
es cuán bien se relacionan los valores democráticos entre los diversos niveles.
Resulta aún más impresionante que las comparaciones mesoregionales muestran diferencias
abismales. El patrón mundial es claro: en Occidente, los valores democráticos están
firmemente enraizados; en Oriente, están escasamente presentes en Asia Central y un poco
más insertos en Asia Oriental que en Europa Central. Si se fija el vínculo entre los valores
de la economía de mercado y la democracia, entonces los prospectos para la democracia en
Europa Central son mucho más prometedores que para Asia del Oriental; es posible que lo
anterior se deba a sus fuertes lazos culturales con Occidente. La situación de Europa
Oriental sigue siendo bastante cuestionable. La conexión entre la democracia y las creencias
en esta región parece ser el sistema imperante, algo que puede, y recientemente ha
ocasionado amarguras.
Todo lo que ha sucedido durante este decenio para establecer lo que dentro de unos años se
denominará la Segunda Revolución Democrática ha sembrado la semilla de los valores
democráticos a lo largo y ancho del planeta. No obstante, esta semilla todavía no se ha
enraizado suficientemente como para asegurar la existencia de un mundo que no posea
divisiones en lo concerniente a los principios que rigen el ejercicio del poder.
Apéndice 1: Especificaciones útiles sobre los valores democráticos demscore y el valor de la economía de
mercado
La escala de valores democráticos empleada en el presente estudio está conformada por
nueve ítems. A su vez, estos ítems fueron extraídos de los de la escala de valores de la
aceptación de conflictos (pluralismo); los derechos de las minorías (versus la mayoría); y la
equidad política (todos deben tener derecho a expresar sus ideas). Estos ítems se
clasificaron de acuerdo a la dirección indicada.
Valores democráticos demscore
1. Las decisiones públicas deben tomarse sobre la base de un consenso unánime. (-)
2. Debe otorgársele mayor valor a la preservación de la harmonía en las comunidades
que al establecimiento de programas comunales. (-)
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 223
3. Un buen líder debe abstenerse de realizar propuestas que vayan en detrimento de la
unidad de los ciudadanos, aun cuando éstas sean importantes para la comunidad. (-)
4. Los derechos de las minorías son tan relevantes, que los de las mayorías debían ser
limitados en la medida de lo posible. (+)
5. Todo individuo u organización posee el derecho a ejercer oposición o resistencia
ante cualquier iniciativa gubernamental. (+)
6. El gobierno tiene la responsabilidad de velar por el respeto de los derechos de las
minorías. (+)
7. Muy pocas personas están realmente consciente de lo que les beneficia a largo
plazo. (-)
8. Siempre será necesario contar con un reducido grupo de personas que están a cargo
de todo. (-)
9. Algunas personas poseen una mejor calificación para dirigir un país, debido a sus
tradiciones y antecedentes familiares. (-)
Valor de la economía de mercado
1. Generalmente, la regulación gubernamental de las transacciones comerciales daña
más de los que favorece. (+)
2. El gobierno debe garantizar un puesto de trabajo para todos. (-)
3. Cuando algunas personas amasan fortuna, sólo es a expensa de otros. (-)
4. Normalmente, la competencia resulta ruinosa y destructiva. (-)
5. El sistema de las empresas privadas es, en general, eficiente y justo. (+)
Este programa recibió el apoyo de instituciones académicas de los países participantes y
también tuvo acceso a fuentes de financiamiento internacional, nacional y privado. Por
ejemplo, algunos aportes provinieron del Instituto Estadounidense para la Paz, la Fundación
Tercentenaria del Banco de Suecia, la Fundación Soros, el Fondo Memorial Philip E. Jacob,
La Fundación Estadounidense de Ciencias y el Comité Polaco para la Investigación
Académica. Los autores ponen a la disposición cualquier información adicional sobre el
programa y los diversos participantes en las distintas etapas del proceso de recolección de
datos y análisis de las muestras.
Traducción: Maribel Cedeño Rojas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 224
Análisis de la Capacidad Universitaria para el Desarrollo de Tecnologías Adaptadas y Adecuadas al Incremento de la
Productividad Local.
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela
Introducción
Estamos viviendo en la actualidad una época de obsolesencia del Estado Nacional, tanto en
su conformación interna, como en su rol de liderazgo en diseño de políticas y en la
conformación y puesta en marcha de planes y proyectos para alcanzar el desarrollo nacional
y local. En definitiva, estamos viviendo una época que a nivel internacional ya se ha dado
en llamar una época de bancarrota.
Pero al mimo tiempo, estamos viviendo una época de profundos cambios en el la estructura
técnica de la producción y su relación de interacción con las otras esferas que conforman la
expresión del trabajo social productivo y reproductivo de la sociedad. En poco tiempo,
serán las industrias del conocimiento las que coparán, en forma predominante, la parte
sustantiva del tejido económico y serán las que marquen el camino y constituirán el
contenido de cualquier plan de desarrollo económico social para las próximas décadas en el
mundo.
Esta situación traerá como consecuencia: primero, un desplazamiento en el ámbito de
interés, en búsqueda de un dinamismo que ya no está, ni podrá estar, en manos del Estado
Nacional. Y segundo, a nivel más específico, un desplazamiento en la sustantividad del rol
de los actores sociales que interactúan en la consecución del desarrollo, lo cual tocará de
lleno a las universidades, cuales son casi las únicas, en nuestros países que producen
conocimiento a nivel de las localidades que conforman el conjunto nacional.
En otras palabras, para transformar competitivamente la estructura económica se deberá
actuar de abajo hacia arriba, a nivel de localidades Y se requerirá transformar la estructura
económica productiva local, en base a industrias de conocimiento, las cuales serán el
elemento que dinamice el conjunto y aportará el valor agregado para afrontar la satisfacción
de necesidades sociales. En este proceso las universidades tendrán la responsabilidad de
pasar de ser productores de profesionales para un mercado de trabajo obsoleto, a
constituirse en formadores de productores de conocimientos, o sea de los nuevos
empresarios de las industrias del conocimiento, aquellas que como materia prima, utilizan
en más de un 60% materia gris. Ante esta situación nos preguntamos, si nuestras
universidades están en capacidad de asumir este nuevo rol de una manera eficiente y eficaz.
Antecedentes y Justificación
Cuando pensamos en el problema actual del Estado sólo en tanto bancarrota, corremos el
peligro de asociar toda solución a la revitalización del Estado Nacional. Olvidamos que los
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 225
segmentos intermedios de la sociedad, que en definitiva son los que la producen, están
también en capacidad de producir un nuevo Modelo de Integración para generar la nueva
forma de interrelación que requiere el Estado para su transformación efectiva. Queremos
destacar concretamente en esta ponencia, que en esa discusión normalmente sólo se trata el
lado obscuro de la Bancarrota del Estado Nacional como Modelo de Integración y se deja
de lado la proposición de alternativas locales viables como la que aquí se propone.
Retraso y atraso del Estado Nacional
La necesidad de modernización del Estado Nacional y sus estructuras administrativas
públicas, concentró la preocupación de los tecnócratas latinoamericanos en la década de los
60’. El caricaturista argentino Quino tipificó esta situación a través de la jovencita Mafalda,
un personaje de “bajo coturno”, como habría que catalogarla desde la perspectiva del teatro
griego antiguo, suerte de “Deux ex machina” que no baja, sino sube sus declaraciones hasta
el común de lo adultos, denominaba “Burocracia” a su tortugüita, a la cual alimentaba en un
proceso que era inversamente proporcional al tiempo que Burocracia se tardaba en acudir a
recibir su lechugüita. En ella se veía el problema del Estado, como un retraso en el tiempo
de respuesta y no como un atraso histórico en su forma de integración.
En aquella época, la Bancarrota del Estado era conjurable si se aceleraba la capacidad de
respuesta técnica de sus instituciones. Pero hasta aquí nos sirve la metáfora de Quino: para
designar lentitud. Si pretendemos alargarla, para que nos explique el resto del proceso,
puede pasar que nos desvinculemos de la realidad y comencemos a desvariar sobre las
consecuencia. Más concretamente: la modernización administrativa no es el único factor
para fortalecer al Estado, puesto que también hay que producir la lechuga.
La obsolescencia del Estado Nacional
El proceso de Desintegración Nacional de los Estados del Tercer Mundo, no es un proceso
nuevo. Un antecedente en el estudio de este problema y su incidencia en la sociedad
venezolana se encuentra en (Las Empresas Multinacionales en la perspectiva mundial).1
En aquella investigación, partimos de una hipótesis elaborada en 1973 por Oswaldo Sunkel
(Capitalismo transnacional y desintegración nacional. Problema del Socialismo No. 13-14,
XV), en la cual planteaba que -el proceso de integración transnacional tiende a reforzar el
proceso de subdesarrollo cultural, político, social y económico de los países periféricos,
agravando cada vez más su dependencia y desintegración interna-.”
En aquel estudio pudimos constatar con datos, los efectos de este proceso a nivel interno,
aunque cometimos el consabido error de los teóricos latinoamericanos, de otorgarle al
factor externo en el constructo teórico, en tanto variable independiente (Y), una coherencia
y organicidad que sólo era producto de nuestra fantasía. Igualmente, enmarcados dentro de
esa misma tradición, definimos por defecto a nuestro objeto de estudio: “(X) es aquello que
adolece de”. Esto determinó que la interpretación de los datos estuviese en parte sesgada,
1 Miguel Angel Briceño en 1974, publicó este trabajo que sirve de punto de referencia para la comprensión de
los cambios de enfoque que se han dado en el transcurso del proceso de desintegración nacional de los
estados del tercer mundo.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 226
aunque al final pudimos también llegar a constatar, que el propio Sunkel había dejado sin
definir en su hipótesis lo más importante: lo que había que entenderse por “desintegración
nacional”.
Realmente la metáfora subyacente era del tipo: algo exógeno y nocivo, pero supuestamente
muy poderoso, por estar coherentemente organizado, desintegra algo interno y positivo,
pero muy débil por ser, paradójicamente, incoherente y desorganizado. Aquí se predefinían
las dos variables y su interacción, con ello se las congelaba y se las sacaba de contexto.
Hoy, veinte años después, Se ha aprendido a conceptuar este fenómeno como obsolescencia
del Estado Nacional por los efectos del cambio tecnológico a nivel global, ante lo cual,
como salida, debemos producir nuevas estrategias para transformarlo, más que para
preservarlo.
Para explicar esta tesis, vamos a comenzar por explicar el caso venezolano, examinar las
propuestas planteadas y observar sus limitaciones, para terminar proponiendo la alternativa
que nos parece más viable.
El gasto público
En Venezuela, el brutal aumento de los ingresos petroleros a partir de 1974 hizo posible la
transmutación que sufrió el proceso de reflexión del país nacional y político, la cual fue
suficiente como para que tardásemos tanto en comprender, que de lo que se trataba era de
lograr producir nuestra propia economía y no de aumentar la velocidad del gasto de un
capital de origen especulativo, lo cual dio tiempo suficiente a los países del norte a conjurar
el peligro y regresar los precios a niveles manejables, antes de que llegásemos a iniciar el
proceso de transformación de nuestra base productiva.
No obstante, la velocidad en incrementar el Gasto Público llegó a un nivel tal, como para
que fuésemos designados por la incongruencia teórica de la época, como Capitalismo de
Estado. Decimos incongruencia, por la contradicción lógica que existen entre los términos
de ese lamentable epíteto. En todo caso, no menos lamentables fueron las consecuencias de
que el Estado Nacional realmente se comportase igualmente incongruente y distorsionase
aún más la estructura económica, al pretender convertirse él mismo, en aquel empresariado
que el Estado precisamente necesitaba desarrollar en esa oportunidad. Aquí la metáfora del
rápido roedor funciona en dos sentidos: la velocidad en el incremento del Gasto y lo
prolífico en la diversificación improductiva del Objeto del Gasto. Las condiciones para una
nueva Bancarrota estaban echadas un Gasto Público desmedido sin una contraparte
productiva para hacerle frente.
La lentitud reflexiva que estuvo aparejada a este proceso provino, a nuestro juicio, de la
inexistencia de una estructura productiva nacional tal, como para posibilitar que
pensásemos en tanto nosotros. Al provenir más del 80% de los Ingresos Públicos de la mal
llamada Renta Petrolera y no de la tributación de los segmentos medios de la sociedad, por
una parte, la capacidad del individuo no estaba (ni está), ni podía estar expresada, de hecho,
en un nosotros nacional; y por la otra, el Estado Nacional llegó a tener un poder no
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 227
radicado en su estructura socioeconómica, que lo imposibilitaba a pensar y actuar en este
mismo sentido aunque siguiese detentando el poder en nombre de un colectivo. Mutación de la Economía Venezolana
Las empresas estatales
Tradicionalmente Venezuela ha dependido de las exportaciones petroleras para gran parte
de su PIB (Enright, M.; Francés, A.; Scott Saavedra, E. Venezuela: el reto de la
competitividad. Ediciones IESA. Caracas, 1994, p.52 y 25). Tanto es así, que las industrias
básicas como la del aluminio y del acero, fueron desarrolladas por empresas estatales que
exportaban gracias a los subsidios a las exportaciones provenientes, a su vez, de las
importaciones petroleras. En 1991 la industria petrolera estatal representó el 22% del PIB y
para 1992, el petróleo y los combustibles representaron el 81% de las exportaciones del
país, de las cuales USA recibió la mitad; el aluminio y el acero representó un 10.
Paralelamente, la inversión pública total representó el 60% del total de la inversión y las
empresas no financieras ni petroleras bajaron del 7% al 5%, aunque se les inyectaron $ 90
millones. En esto se comprueba, no solamente la inexistente diversificación de nuestra
economía, sino el fiasco para el Fisco que está en la base e inicio de la bancarrota nacional.
A la caza de los Ingreso Públicos
Para tener una idea del deterioro, basta con que analicemos los resultados de un conocido
estudio, donde se observa que en 1970 el PIB per cápita de Venezuela era superior al de
Grecia, España, Singapur y Hong Kong, pero por el gasto deficitario bajó en la relación a
menos de la mitad en 1988 (Enright, M. p.30-46). Esto tuvo su origen en dos efectos
encontrados: por una parte, la vertiginosa caída del ingreso petrolero (75% entre 1974 a
1989, lo cual no fue más que una vuelta a los precios de 1970). Por la otra, el creciente
incremento de un Gasto Público para soportar a los deficientes servicios públicos, al
elevado clientelismo político, a los subsidios masivos y a las relativamente pocas
inversiones. El hecho de que esta relación fuera mitigada temporalmente por el leve
incremento producto de la Guerra del Golfo Pérsico, ubica nuestra prosperidad en la
desgracia ajena, en la de otros Estados Nacionales.
Los activos en dólares mantenidos por los venezolanos en el exterior en 1983 se situaron en
$ 45 mil millones, en 1988 la cifra pasó a $ 60 mil millones. El sector público financió las
ganancias de este reducido grupo y permitió reducir la cantidad de capital privado
disponible para invertir internamente. Los gobiernos solicitaron préstamos en el exterior, lo
que mantuvo un cambio sobrevaluado que respaldaba este subsidio. El tipo de cambio pasó
en 13 años, de Bs. 4,30 en 1983 a Bs. 430,00 en 1996, dos ceros a la derecha.
Por su parte, las empresas del estado se endeudaron significativamente para cubrir sus
pérdidas operativas. La Deuda Externa pasó de $ 500 millones en 1978 a $ 15.600 en 1983
y a $ 19.500 en 1988. Esta creciente deuda del sector público unida a la caída del ingreso
petrolero encaminó rápidamente al Estado hacia la quiebra. El círculo vicioso de la
bancarrota se tipificaría así: el ingreso petrolero cayó en el 75%, el cual constituía el 75%
de los ingresos gubernamentales, reduciéndose así el total casi a la mitad y de esta cantidad
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 228
se debe pagar su 40% al servicio de la deuda pública, pero como no se puede operar con el
10% restante, se continuó y se continúa acudiendo al crédito público.
Con la caída de la figura del Estado Nacional la banca privada internacional tendrá
crecientes derechos en la propiedad de aquella parte de la estructura económica que ha
financiado a raudales en las últimas décadas. La única manera de rescatar lo que queda de
Venezuela será, a nuestro juicio, a través de la compra diferencial de esa deuda, con
intervención de las localidades del país con segmentos intermedios potencialmente
productivos. De esto hablaremos más adelante.
El comienzo del cambio
En la década de los 80, y especialmente en el año 1989, aumenta ostensiblemente el costo
de la vida. Según el informe anual del Consejo Nacional de Economía, a partir de 1980, hay
un descenso brusco de los niveles de remuneración en relación a los precios “a valores
jamás alcanzados en los últimos 40 años”. La proporción de la población venezolana que
padece pobreza crítica aumentó entre 1981 y 1989 de 5% a 27%.
Paralelamente, al comienzo de los noventa la Economía Informal generó el 40% el total de
los empleos (Enright, M. p.26). Asimismo, entre 1970 y 1988, la población venezolana
creció a mayor velocidad que en los principales países de América Latina (3,86 y 2,58) .
Para 1990 el 37% de los venezolanos era menor de 15 años y el 65% menor de 30 años; esta
población joven creó una situación de elevada dependencia, colocando esta carga no
solamente sobre la población en edad laboral, sino en los subsidios tradicionales del Estado
a la paternidad irresponsable.
Aquel gran Estado Nacional omnipotente y capaz de financiar las medidas populistas más
costosas y alocadas fue el contenido sólo logrado por la riqueza petrolera y el
endeudamiento progresivo. Los gastos gubernamentales reales per cápita se redujeron a la
mitad entre 1981 y 1984 y nuevamente a la mitad en 1989. Se redujo al inversión y el gasto
en servicios públicos pero no el número de empleos. Esto generó escuelas sin libros,
hospitales sin equipos, carreteras sin mantenimiento y vecindarios sin agua (Enright, M.
p.49); pero con el personal completo y aferrado con tenacidad a las prebendas de un pasado
derrochador e improductivo. Del Estado Nacional sólo queda la enorme caparazón vacía y
una inercia enfermiza en mantener un paternalismo que ya “no tiene quien le escriba”.
Ante esta situación, los dos intentos de Golpe de Estado, han sido realmente mínimas
reacciones de la ciudadanía, la cual vio romper la ilusión de armonía que producía un pacto
que sólo podía llamarse “sociedad de cómplices” y en la cual él mismo, de una u otra
forma, participó. y en gran medida, sigue participando. Llenar el gran vacío, será la reacción
inteligente de las nuevas generaciones, no para restaurar, sino para transformar su actividad
produciendo una alternativa de remplazo a la rígida del Estado.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 229
El reto de la competitividad
La improductividad en Venezuela
Hablar de transformar socialmente la actividad produciendo una alternativa de remplazo, es
hablar de producir e incrementar la productividad. Pero: ¿cuál es la situación de la
economía privada, en el cuadro desolador esbozado en las páginas anteriores? Según la
misma fuente (Enright, M.) durante los años setenta y ochenta, Venezuela experimentó una
crisis en su productividad. En efecto, la producción anual promedio por trabajador de la
industria nacional bajó a una tasa del 1,9 por ciento anual entre 1965 y 1988 . Durante este
mismo periodo, la producción por trabajador en la industria aumentó 2,7 por ciento anual en
los países de la OCDE, 6,2 por ciento en la región de Asia/Pacifico, 2,7 por ciento en el
sudeste asiático y 2 ,5 por ciento en la región de América Latina/ Caribe. La productividad
en los sectores industriales dominados por empresas estatales fue aun peor, al caer 9,2 por
ciento anual a finales de los años setenta y 1,4 por ciento anual entre 1983 y 1988.
Paredes (IESA, 1993) calculó las tasas de crecimiento de los insumos factoriales, y de la
producción y productividad entre 1921 y 1992 y concluyó que durante muchas décadas, la
contribución del crecimiento total de la productividad de los factores a la producción en
Venezuela ha sido insignificante.
En 1991 las grandes empresas (+150 empleados) representaron apenas el 9,3% de todos los
establecimientos manufactureros, aunque generaron el 63% del empleo en la manufactura y
el 86% de su valor agregado. En el otro extremo, las empresas pequeñas (10 a 50
empleados) representaron el 65% de todas las empresas manufactureras, pero sólo
generaron el 15% del empleo y el 3% del su valor agregado. Las empresas medianas (50 a
150 empleados), que a menudo sirven como agentes de crecimiento en las economías
desarrolladas, juegan un papel relativamente pequeño en Venezuela (Enright, M. p.23).
Durante muchas décadas, la contribución al crecimiento total de la productividad de los
factores a la producción en Venezuela ha sido insignificante.
Posibles motores de crecimiento
Dentro de las conclusiones surgidas del análisis del IESA,1994, las que me parecen más
importantes son:
que los recursos naturales no proporcionaran por si solos un nivel de vida
elevado y creciente para los venezolanos.
que no hay una industria o un conjunto de industrias que constituyan la
salvación de la economía venezolana.
que la prosperidad a largo plazo de la economía y del país dependerá en gran
medida del surgimiento de nuevas empresas venezolanas y de nuevas estrategias
en las empresas existentes.
Estas conclusiones parecieran estar demostrando que comienza a operarse un cambio de
mentalidad en las élites intelectuales del país, que empiezan a vislumbrar salidas en una
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 230
acción novedosa y conjunta entre el gobierno y empresas para mejorar la competitividad de
la economía nacional. Pero veamos más en detalle las medidas que se proponen:
Al gobierno le correspondería diseñar políticas económicas, de recursos naturales y recursos
humanos, reformar el marco jurídico, mejorar la administración publica y comunicar y
educar al publico acerca de la necesidad de este tipo de programas. Encontramos poco
probable que el Estado, en la situación de deterioro y vaciamiento que presenta en la
actualidad, comience a encarar de una manera diferente: por la vía más difícil, por la de la
eficiencia, estas actividades que desde siempre le son propias.
Según este Informe, las empresas venezolanas, por su parte, “deben reexaminar sus
estructuras y estrategias corporativas, ya que muchas empresas venezolanas han sido
moldeadas y distorsionadas por sus relaciones con el gobierno. En este sentido, deberían
estar dispuestas a proponer proyectos adecuados de infraestructura para industrias
especificas, pagar por lo menos parte del costo y contribuir a su manejo, pueden trabajar
directamente con los gobiernos municipales o nacional para desarrollar proyectos de
infraestructura de interés para el sector empresarial.
Las empresas venezolanas deben darle la bienvenida a una intensa competencia de parte de
sus contrapartes nacionales e internacionales, deben invertir de manera intensiva en el
desarrollo de los recursos humanos. Pensar que es posible que los gerentes mas eficientes
disponibles no sean miembros del núcleo familiar”.
Se han traducido textualmente estas recomendaciones para no quitarle el sabor
condescendiente y optimista que impregna el juicio sobre las actuales empresas privadas
venezolanas. Lamentablemente las mismas premisas y los interesantes hallazgos del
estudio, invalidan sus conclusiones ya que estas por si mismas no estan en capapacidad de
efectuar tal transmutación que las convierta en competitivas.
La producción de conocimientos y competitividad
Además del Estado Nacional y sus excrecencias, existen otros factores, no tomados en
cuenta en los análisis anteriores, que pueden aportar más sentido para el diseño de
estrategias de superación del “estado de Bancarrota del Estado” que amenaza en convertirse
en un fenómeno permanente de nuestros países.
Universidades, Parques Tecnológicos y el Desarrollo Local: nueva matriz empresarial
La dinámica económica mundial, caracterizada por vertiginosos avances tecnológicos y la
apertura y globalización de mercados, hacen imperativo que nuestro sector industrial
consideren en sus estrategias de desarrollo, la variable tecnológica como clave para la
mejora de su competitividad.
Esta situación ha sido abordada en países industrializados y de rápido desarrollo a través de
la promoción y el establecimiento de estructuras o mecanismos de vinculación,
conocidos como "parques tecnológicos", "parques científicos" y/o "polos tecnológicos".
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 231
Estas estructuras consisten en un espacio físico que sirve como sitio de localización a
industrias manufactureras, empresas de servicios, centros de investigación e
instituciones de educación superior.
La cercanía de su ubicación propicia esquemas de colaboración muy estrechos entre las
diversas instituciones, demostrándose que la proximidad geográfica genera un efecto
sinergístico de sus potencialidades individuales. Según una encuesta realizada por "les
affaires economiques" (París 1990) para las industrias que se han instalado en estos
espacios, ello ha significado un aumento de su productividad entre el 30 y el 40%.
La tarea de promoción de los parques y polos tecnológicos en los diferentes países donde
existen actualmente ha sido diversa . En algunos países o ciudades la iniciativa ha surgido
de grupos industriales, en otros, de centros de investigación o universidades, pero en
la mayoría de los casos, ha sido la participación de los gobiernos regionales y
comunidades locales el factor decisivo para concretar su establecimiento .
En Venezuela, la necesidad de establecer estructuras bajo este esquema ha venido
planteándose, desde hace algunos años por parte de diferentes instituciones
vinculadas al quehacer científico tecnológico. Ello ha conducido a plantear la posibilidad de
desarrollo de un conjunto de acciones, que sean el resultado, no de los efectos de moda,
sino del análisis de la evolución del contexto tecnoeconómico.
Factor externo hacia el interior
El Desarrollo Humano: Informe 1992, del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), que sirve de base a un documento preparado por el Consejo de
Economía Nacional, titulado: "Perfil de Desarrollo Humano en Venezuela 1992”, concluye
que la debilidad de los países en desarrollo no es ni inherente ni inevitable. Que pueden
mejorar sus perspectivas mediante políticas sólidas de manejo económico e inversiones
cuantiosas en capital humano y que para mejorar significativamente su ventaja competitiva
y fortalecer su posición en los mercados internacionales habrán de afrontar un desafío
doble: “ampliar el nivel básico de desarrollo humano y concentrar energías en áreas más
avanzadas". Concretamente, a menos que los países en desarrollo adquieran un mayor
control sobre la creciente "industria del conocimiento", permanecerán por siempre
rezagados en la producción de bajo valor agregado.
Por último, hace notar que varios países, industrializados y en desarrollo, han demostrado lo
que se puede lograr cuando se utilizan estrategias claras de formación de capital humano y
penetración de mercados. Los "tigres" industriales del este y el sureste asiático -incluidos la
República de Corea, Tailandia y Malasia-, están avanzando a saltos en lo que normalmente
constituirían varias décadas de desarrollo.
Pues bien, en Venezuela, paralelamente al deterioro institucional público y privado que se
ha descrito en los apartados anteriores, se ha llevado a cabo un considerable proceso de
“acumulación de conocimientos”, posibilitado por el acceso “barato” (por el valor que tuvo
el bolívar) y “fácil” (por las políticas de acercamiento al Tercer Mundo) a universidades
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 232
extranjeras. Al parecer, la única riqueza que no se ha dilapidado en Venezuela ha sido la
que, tanto por medios públicos como privados (que como se vio, son los mismos), se ha
invertido en educación superior. Este recurso humano está en capacidad de entrar
fácilmente a las “Industrias del Conocimiento” que se habla en este Informe.
Factor interno hacia el exterior
Reorganización urbana desde la localidad organizando capacidades
Cualquiera sea la respuesta de la comunidad mundial a la sugestión del PNUD. las
estrategias de desarrollo humano nacionales -y en el caso de Venezuela esto es más
valedero- necesariamente deben complementarse con estrategias claras y bien definidas de
las relaciones económicas internacionales, sobre la base de un fortalecimiento de esas
relaciones con sentido horizontal (Sur-Sur) y de los procesos de integración económica
social, cultural y tecnológica. Todo ello, además, exige nuevas y dinámicas políticas de
reinserción externa, que fomenten la formación del capital intelectual, que explore
escenarios estratégicos de largo plazo, que procure la estabilización de los equilibrios
básicos y que mantenga un seguimiento de las tendencias tecnológicas. Para esto debe
tenerse presente que en este decenio lucen indispensables la coordinación y la planificación,
la cual cada vez más coincidirá "con la tarea de actuar deliberadamente en procesos
multiorganizados, en situaciones de poder compartido y con horizontes de cambios poco
determinados", como advierte el Instituto Latinoamericano de Planificación (ILPES), y
agrega que "técnicamente se aproximará a la planificación estratégica corporativa, ya
practicada en los núcleos más dinámicos del mundo contemporáneo" (Consejo Nacional de
Economía, 1992).
Aprovechamiento de las ventajas comparativas regionales
Se estima que el desarrollo armónico y mas equilibrado de todo el territorio nacional,
requiere que las estrategias de desarrollo económico sean coherentes con las políticas de
descentralización y desconcentración de la Administración Publica.
El país debe plantearse una estrategia de desarrollo económico que lleve, en el largo plazo,
a introducir cambios importantes en la localización de actividades económicas y de la
población en el territorio nacional. La estrategia económica basada en el aprovechamiento
de las ventajas comparativas debe tomar en cuenta las ventajas absolutas y relativas que las
distintas entidades federales poseen para su mejor desarrollo económico, y el
aprovechamiento optimo de las atribuciones, recursos y capacidades existentes en los
estados y municipios. En este plano, el desarrollo de experiencias científicas y tecnológicas
regionales, mediante un proceso educativo en el que se revaloricen las especificidades
locales, puede ayudar al surgimiento de ventajas dinámicas con gran potencialidad.
Compatibilización del ordenamiento territorial y el desarrollo económico
Las acciones que el Ejecutivo Nacional tome en materia de inversión en infraestructura,
políticas de desconcentración industrial, localización de servicios altamente especializados
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 233
y descentralización y desconcentración de la administración publica, deben estar
enmarcadas en un plan de ordenación del territorio nacional. Sus objetivos fundamentales
serian: 1) E1 aprovechamiento sostenido y a largo plazo de los recursos naturales de las
regiones; 2) La incorporacion de tecnologías adecuadas a dichos recursos, que eviten el
deterioro del ambiente y, estimulen el empleo; 3) El aliento a la desconcentración de la
población y de sus actividades; 4) La moderación del crecimiento de las ciudades; 5) El
estímulo a ciudades intermedias que consoliden un sistema urbano mas eficiente; 6) El
reconocimiento de los condicionantes ambientales en la localización de población y
actividades económicas.
La administración local de urbanismo
La administración local ha confrontado una serie de limitaciones a lo largo de su historia,
que ha conducido a que existan múltiples organismos que realizan las funciones que
deberían corresponder al municipio. Estas limitaciones, de carácter jurisdiccional, técnico,
administrativo, político, económico y, de gestión, han hecho aparecer al municipio como
una arena política de menor importancia frente a otros poderes
El municipio puede impulsar cl desarrollo local, contribuir con objetivos mas generales y
convertirse en un motor de las estrategias v políticas de desarrollo nacional, como parte de
un proceso global del cual es parte fundamental.
La ineficacia de la actuación administrativa de los entes desconcentrados, motivada en
parte por su estrecha dependencia del poder central y por su alejamiento de los problemas
reales y, en consecuencia, su limitada capacidad de respuesta frente a las demandas locales,
ponen de manifiesto que los gobiernos municipales son las entidades llamadas a ejercer la
administración del espacio urbano y de los servicios básicos para los ciudadanos. Existen
problemas y decisiones que solo pueden ser solventados en forma eficaz desde estas
instancias mas pequeñas, entre ellos uno de los mas importantes, el ordenamiento urbano.
La participación de la comunidad
Considerando que la participación es parte del ejercicio de la democracia, y que esta
significa poseer capacidad de influencia en las decisiones publicas y, a su vez, el derecho de
realizar el control social de los representantes y de los procesos administrativos que se dan a
este nivel, no se puede implementar un ordenamiento urbano, que mejore la calidad de la
vida, sin una inclusión determinante de adecuados canales de actuación de las comunidades.
La participación al ir mas allá del acto del sufragio; implica un conjunto de
responsabilidades, interviniendo junto a la administración local en los asuntos que le
competen.
Entendiendo la participación en un sentido mas amplio, su papel colaborador en la
resolución de sus propios problemas y en la puesta en marcha de programas
comunales, extenderán el espectro de sus posibilidades en el desarrollo local.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 234
Mejoramiento de la capacidad administrativa del gobierno local
Apoyo técnico, aumento de la capacidad gerencia y mejoramiento profesional del personal
que trabaja en los concejos municipales, serian acciones inmediatas que se deberían
acometer para fortalecer los ayuntamientos, como la instancia mas adecuada para realizar
el ordenamiento urbano local.
Estas medidas deben ser acompañadas por una política de selección y desarrollo de
personal, dirigida a acumular capacidad técnica permanente. En este mismo sentido, los
municipios deberán fortalecer o, en su caso, crear oficinas municipales de planificación
urbana, de alto nivel de calidad y con apoyo político decidido. Igualmente, deben
fortalecerse o crearse las oficinas de catastro.
Es deseable, asimismo, el desarrollo de empresas publicas y mixtas municipales para la
gestión y prestación de los servicios públicos en las escalas que les conciernan. Un
elemento que incrementará, tendencialmente, la calidad de la gestión administrativa, es la
separación de las funciones ejecutivas y legislativas del poder municipal. Se puede esperar,
de este hecho, un aumento de la responsabilidad política en el ordenamiento urbano.
Incremento de la capacidad financiera municipal
La recaudación de impuestos municipales deba hacerse mas eficiente. Adicionalmente, se
deben crear fuentes de ingresos distintas a la presupuestaria y revisar el mecanismo de
coordinación de inversiones del situado constitucional para liberar recursos a ser manejados
autónomamente por los municipios.
Establecimiento de sistemas de coordinación municipal
Se debe auspiciar la formación de órganos urbanísticos intermunicipales, basados en las
mancomunidades. Igualmente, los municipios deberán establecer mecanismos de
coordinación con los organismos de la administración estadal y nacional que se ocupan de
materias urbanísticas, a fin de actuar de manera integrada.
Reordenamiento progresivo de la planificación urbana
En la medida en que se fortalezcan los gobiernos locales, y mejoren sus organizaciones
administrativas el actual esquema de planificación debe evolucionar hasta llegar a las
funciones que a continuación se definen por niveles
A escala municipal, el gobierno local debe tener la facultad expresa de poder decidir sobre
las materias inherentes al desarrollo de su ámbito territorial respectivo, tales como:
definición del desarrollo y expansión de la ciudad; uso del suelo y sus intensidades, sistema
de vialidad urbana, localización de edificaciones y servicios públicos, red vial,
identificación de áreas de desarrollo urbano no controlado, áreas para el desarrollo de
urbanización progresiva y promoción de la participación de la comunidad.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 235
Desarrollo Integral de Comunidades con base tecnológica
La Cultura de la Sociedad Industrial: antecedentes
Las reglas de oro del urbanismo moderno están contenidas en la Carta de Atenas, la cual fue
producida por el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna del año 1933. Desde
aquella época hasta nuestros días, las grandes aglomeraciones urbanas han intentado
aplicarlas sistemáticamente para vencer las consecuencias del industrialismo avanzado. A
través de estricta separación de las funciones centrales de la ciudad, como lo son: trabajo,
vivienda, tráfico, formación y diversión, se esperaba vencer la contaminación, el
embotellamiento y concentración excesiva. La historia reciente de las sociedades y sus
ciudades, están demostrando que el resultado obtenido sólo ha sido el aplazamiento de las
soluciones de fondo, a la par que la destrucción o la desintegración de muchos cuerpos
sociales.
Sólo con la aparición de las recientes tecnologías y diferentes concepciones de la
organicidad de lo social, se ha hecho posible fundamentar una nueva orientación para la
solución de este problema. Paradójicamente, son los cuerpos sociales más retrasados en la
vía hacia el progreso que están en capacidad de recibir y responder más eficazmente al
tratamiento.
Los nuevos países del Este europeo y los viejos problemas de los países del Sur.
Contrariamente al desarrollo de las grandes metrópolis de Europa y Estados Unidos,
ciudades de estas regiones del mundo, por razones muy diversas, han permanecido fuera del
proceso mundial de separación de actividades citadinas. Berlín ha quedado en gran medida
con sus actividades mezcladas y mostrando una alta concentración urbana.
Luego de la caída del Muro , se le ofrece la oportunidad a esta ciudad de convertirse en
modelo de ciudad del siglo XXI. La ventaja de no haberse desmembrado hace posible
responder como un todo orgánico a un tratamiento de Alta Tecnología unido a una radical
transformación en las Formas de Trabajo. En efecto, en la medida en que el horario de
trabajo se hace flexible, los procesos de trabajo se hacen limpios, no ruidosos, compactos y
de alta cualificación, las formas de vivir, formarse, recrearse y consumir, serán expresión de
un nuevo estilo de vida urbana múltiple e integrada. tanto de sus funciones globales como
locales.
Ya no será necesario que cada función citadina y cada habitante sienta la necesidad de huir
de las otras y de los otros. Sólo una concentración orgánica eficiente baja los costos y
aumenta la calidad de vida de muchos. Por esto es una solución óptima para comunidades
atrasadas, deprimidas o necesitadas de reconstrucción. La experiencia que comienza a
llevarse a cabo en el este de Berlín será enseñanza para muchas comunidades con
problemas parecidos, incluidas las nuestras.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 236
Los viejos problemas de nuestras comunidades del Sur están a punto de recibir un empuje
para resolverlos, por parte de experiencias probadas sobre nuevas formas de cultura citadina
que sacan provecho a la mezcla y la concentración que prevalece en nuestras ciudades, a
las nuevas tecnologías y formas del trabajo, a la cooperación entre los factores sociales,
políticos y económicos y, por supuesto, que apela a modernas formas de inversión y gestión
financiera, de concebir la arquitectura, la ingeniería y el derecho; de concebir el cambio
cultural.
Situación de la Universidad Latinoamericana
En los actuales momentos las universidades latinoamericanas y particularmente las
venezolanas, atraviesan un conjunto de problemas que según Jurado Cevallos (1993)
podrían agruparse en tres grandes categorías: problemas académicos y de investigación, de
extensión y vinculación con su entorno social y de gerencia y financiamiento. Los
problemas académicos y de investigación tienen que ver con los crecientes desajustes de
los perfiles profesionales y las demandas potenciales de la sociedad y en particular de los
sectores productivos. Continúa explicando Jurado, que para corregir estos problemas habría
que colocar en el centro de la reforma a la investigación, para lo cual resultaría
indispensable focalizar la atención en la formación, calificación y reciclaje de los docentes;
así como el incremento del tiempo de dedicación de los profesores a la universidad.
En cuanto a la extensión y la vinculación de la universidad con su entorno, dice
Jurado(1993) que la universidad ha descuidado los problemas de docencia e investigación
como eje principal de la actividad de extensión. Los programas de extensión actualmente
están dirigidos a las cuestiones de índole cultural y artístico. Esto contribuye al
desconocimiento que se tiene sobre el papel real y potencial que la universidad cumple o
está llamada a cumplir frente al desarrollo. Finaliza este investigador haciendo referencia a
las dificultades en gerencia y financiamiento que presentan las universidades, entre ellos:
ausencia de formación de los directivos universitarios, con contadas excepciones, en
administración universitaria; deficiencia en gerencia académica que se traduce en la falta de
conexión y relación de las actividades de docencia, investigación y extensión; dependencia
de fuentes de financiamiento de origen estatal; modelos tradicionales de gestión en los que
se subordina la acción planificada a la acción espontánea o rutinaria.
La Orientación del Desempeño del Rol Universitario Hacia la Productividad Local
Una cosa es que consideremos a la universidad como el ente con más potencialidad en la
localidad para el incremento de la productividad por medio de desarrollos tecnológicos y
otra cosa es que la universidad internamente posea, en la actualidad, un grado de
desempeño de sus roles que le permita asumir con cierta facilidad y a corto plazo esta tarea.
Para explicar esta situación, tendríamos primero que relacionar las funciones del profesor
universitario, la productividad de acuerdo con su tipología de influencia y el tipo de
interdependencia social.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 237
La teoría sobre la orientación en el desempeño del rol organizacional de los académicos
universitarios (Gouldner, 1957-58) explica las discrepancias o convergencias en el
comportamiento o creencias del personal académico que ejerciendo las mismas funciones
como docentes, investigadores y extensionistas, roles asignadas socialmente (manifiestos),
pueden estar exhibiendo conductas acordes a las prescritas, o roles irrelevantes,
inapropiados o ilegítimos (latentes). Esta teoría sostiene que la activación de los tipos de
roles cosmopolita (alto compromiso profesional, bajo compromiso organizacional y grupo
de referencia externo) o local (bajo compromiso profesional, alto compromiso
organizacional y grupo de referencia interno) influye en el logro de los objetivos
organizacionales universitarios. En las universidades de los países desarrollados ésta
activación ha traído como consecuencia la maduración del paradigma tradicional entendido
éste como la universidad con sus funciones de investigación, docencia y extensión; y el
nacimiento del paradigma universidad empresarial. Ahora bien, en las universidades
venezolanas, a pesar de que se encuentran los mismos tipos de influyentes, la realidad es
que éstos no han contribuido a resolver los problemas relacionados con la productividad
universitaria, entendida ésta como la producción y divulgación de nuevos conocimientos
(Centra, 1993) y mucho menos con la productividad entendida como desarrollo de
tecnologías orientadas y adaptadas, precisamente, al incremento de la productividad local.
No se han logrado los objetivos organizacionales manifiestos del paradigma tradicional, ni
se ha enrrumbado el cambio organizacional hacia la maduración de los mismos, lo cual
constituiría un primer paso hacia innovaciones más profundas. Los diferentes tipos de
influyentes tampoco han logrado trabajar sincronizadamente en la consecución de las metas
universitarias. O sea, dada una misma tipología de influyentes desempeñando los mismos
roles manifiestos, la orientación de esa influencia pareciera ser diferente en cuanto a
productividad universitaria.
La Universidad y sus Objetivos de Producción y Divulgación de Conocimiento.
Según los teóricos Cohen y March (1968), Baldridge (1971), Clark (1983), Centra (1993),
Braskamp y Ory (1994) y otros, la universidad es una organización formal y compleja
diferente a aquellas cuyos objetivos son la producción de bienes y servicios con fines
económicos. De acuerdo a estos autores los objetivos universitarios tienen que ver con la
producción y divulgación de conocimiento lo que dificulta su proceder organizativo y
administrativo, además también dificulta la evaluación de la productividad ya que se tiene
que evaluar la producción de bienes desconocidos en forma de conocimiento nuevo e
intangibles. El logro de estos objetivos es lo que haría que las diferentes disciplinas que
constituyen el saber avancen, pero además, ese nuevo conocimiento volcado hacia la
organización sentaría las bases para su cambio ya que a diferencia de otras organizaciones,
que sólo producen lo conocido, la universidad tendría la oportunidad de utilizar ese nuevo
conocimiento en su praxis, lo que la haría promotora de su constante cambio. La
diseminación de ese saber a nivel intra y extra universitario es lo que fortalece tanto al
desarrollo de la organización como de la comunidad a la que sirve, particularmente la
productividad de su estructura económica local.
En el caso venezolano, la universidad aunque similar a la universidad de países
desarrollados en tanto generalidad, sería completamente diferente en su especificidad. Es
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 238
decir, la universidad venezolana en su concepción filosófica y legal se ajusta al concepto
universal de lo que es una universidad en tanto organización formal; ahora, en cuanto
especificidad, se observa que estando ella conformada por los mismos elementos que
constituyen las universidades en los países desarrollados, no se logran los mismos efectos
en lo que se refiere a la dirección de la influencia, productividad, divulgación y tipo de
interdependencia social (Fapuv-CNU, 1995). Hoy en día, los desarrollos teóricos en el área,
brindan herramientas adecuadas para estudiar y replantear los problemas de producción y
divulgación de conocimiento a otro nivel, ya que las universidades deben confrontar las
dificultades que implican la no operacionalización de sus objetivos fundamentales y la baja
productividad.
El Rol Organizacional del Profesor Universitario y los Objetivos Universitarios.
Así como hemos evidenciado el enriquecimiento del estudio de la realidad universitaria a
través de los nuevos aportes teóricos que pudieran lograrse en términos de los objetivos
universitarios y su evaluación, también hemos visto en desarrollos teóricos tales como los
de Parsons (1962), Merton (1987), Gouldner (1957-58), Goldberg (1965), Flango y
Brumbaugh (1974), Grimes (1970) como el profesor universitario con sus roles latentes,
aquellos no prescritos socialmente, influencia tanto las relaciones interpersonales verticales
como horizontales a través de la interacción con sus estudiantes, colegas, autoridades y
comunidad en general y las decisiones que ellos toman. Estas interacciones y decisiones se
harían sobre la base de su orientación o marco de referencia personal, compromiso
organizacional y compromiso profesional (orientación cosmo/local); así como de los modos
de influencia que practica. El profesor, además de afectar las relaciones interpersonales,
afectaría la producción y divulgación de conocimiento por ser él el encargado de concretar
estos objetivos universitarios. De las investigaciones realizadas, utilizando el constructo
cosmo/local, se podría inferir que cuando la acción de los diferentes tipos de influyentes
esta orientada hacia el logro de los objetivos organizacionales, lo cual sería el caso de las
universidades americanas, se producen cambios organizacionales, como por ejemplo el
cambio de paradigma que vive la universidad norteamericana (Smilor, 1993).
En el caso venezolano, en contraste, si se examina la acción del profesor pareciera que no
se hubiese logrado ese trabajo orientado hacia el logro de los objetivos organizacionales, de
manera que se produzcan cambios importantes (Enright, Francés y Scott, 1994). Es decir,
existiendo los mismos influyentes no se logra la productividad de otras universidades en
cuanto a producción de conocimiento y divulgación que conduzcan a la maduración del
paradigma universitario tradicional, iniciador del cambio. Aparentemente la activación de
las formas de influencia orientadas a la practica directa del poder a través de la política y
otras formas administrativas como una posible vía para el cambio organizacional,
sobrepasaría la practica de los otros modos de influencia (Albornoz, 1989). Es así como los
diferentes tipos de influyentes no han logrado trabajar sincronizadamente en la consecución
de metas universitarias.
Si las actividades a través de las cuales se realizan los objetivos de la organización están
difusas, y la estructura organizacional es altamente burocratizada, la influencia de los
profesores no estará encontrando vías lo suficientemente abiertas como para orientar su
influencia hacia los objetivos universitarios de producción y divulgación de conocimientos,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 239
ni mucho menos, hacia la producción de desarrollos tecnológicos orientados y adecuados a
la productividad de la comunidad donde se encuentra radicada. Es obvio que el desempeño
de los tipos de roles cosmopolita/local, tal y como se daría en la universidad venezolana,
estaría afectando el logro de los objetivos organizacionales y el de su entorno
socioeconómico ya que su influencia afectaría la dirección del esfuerzo que se hace hacia la
promoción del cambio organizacional y socioeconómico de la localidad donde se encuentra
inmersa. Ahora bien, la universidad venezolana, a pesar de que cuenta con los mismos
tipos de influyentes que las universidades de los países desarrollados, aparentemente, no
estaría contribuyendo a resolver los problemas relacionados con el logro de los objetivos
organizacionales manifiestos en el paradigma tradicional, ni estarían enrrumbando el
cambio organizacional hacia la maduración del mismo o de otro paradigma que contribuya
al desarrollo socioeconómico de su entorno. O sea, dada una misma tipología de influyentes
y unos mismos objetivos organizacionales, la orientación de esa influencia sería diferente.
Esta orientación diferente estaría redundando en una baja productividad en cuanto a
producción de conocimiento y calidad de divulgación; lo que consecuentemente se traduce
en circuitos inhibidores65
del cambio organizacional y del desarrollo socioeconómico del
entorno.
Orientación de la Influencia, Objetivos Universitarios y el Cambio Organizacional y Local.
Sí los mecanismos para la obtención de los objetivos están poco claros y la estructura
organizacional obstaculiza su operacionalización, habrá una gran cantidad de influencia del
profesor universitario que no estará necesariamente orientada hacia alcanzar esos objetivos
sino que estaría orientándose hacia otros objetivos que no necesariamente serían los
universitarios. Si esto es así, gran parte de la influencia que estaría elicitando el profesor
universitario venezolano, no estaría contribuyendo a obtener el fin último de la
organización por las dos causas establecidas anteriormente: lo difuso de las vías para
alcanzarlo y lo orientados que estén o no, los profesores, hacia el desempeño del rol
organizacional. Si esto es así, también es lógico que se encuentre muy poca influencia de la
universidad orientada hacia el cambio que requiere el entorno social
Conclusiones
Como conclusión de las reflexiones sobre el caso venezolano, se pudiera pensar en la
proposición del diseño y puesta en marcha de proyectos para el logro de un “desarrollo
económico-social y urbano-regional integrado” los cuales se fundamentarían en el
aprovechamiento del potencial científico-tecnológico y la fuerza de trabajo especializada,
radicada en cada Zona Estrechamente Entrelazada (ZEE) de las regiones con mayores
potencialidades del país.
Los proyectos pondrían en conjunción:
65
Según Argyris la tendencia hacia el reforzamiento de las condiciones que facilitan la ocurrencia de nuevos
errores y se opone a la corrección exitosa de los ya detectados, es lo que se conoce como circuito inhibidor.
Argyris, Chris: Inner Contradictions of Rigourous Research. Academic Press, New York, 1980. Pag. 14.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 240
a) la conducción de un desarrollo sustentable en esas zonas, consistente en
un proceso de desarrollo urbano-industrial y un proceso de formación,
capacitación y adiestramiento;
b) la estabilización del microcosmos social local y
c) la trasferencia de tecnología internacional hacia Venezuela y
particularmente, hacia la zona en cuestión.
d) el desarrollo de tecnologías adecuadas y adaptadas a las necesidades de la
productividad por parte de las universidades ubicadas en la localidad.
Esto garantizaría la transformación del aparato productivo local para su inserción en el
proceso de globalización, aprovechando las potencialidades de cada zona echando mano a
la transformación de la educación y el conocimiento, toda vez que se utilizaría, para el
desarrollo de la estructura económica de la localidad, su potencial científico - tecnológico y
su mano de obra preparada y especializada o en vías de serlo. Todo esto en un marco de
protección ambiental y utilización comunal de la elevación del PBI de la zona para lograr
un desarrollo urbano regional integral, que unido al desarrollo económico que utilice las
capacidades propias, eleve la calidad de vida y demuestra que los nexos solidarios en la
acción de los ciudadanos es lo que sustenta al desarrollo integral.
Precisamente en consideración a la formación de confiables redes ancladas local e
institucionalmente, en combinación de desarrollos investigativos y la enseñanza superior,
ven los inversores, nacionales y extranjeros, un chance para su participación y ven, ante
todo, un punto de partida completamente diferente y localmente seguro, que en el caso
tradicional de los aislados proyectos particulares.
Los proyectos no pueden ser concebidos y llevados a cabo como medidas aisladas sino
conscientemente, como una red interconectada de acciones. La ciudad del futuro girará en
torno a una nueva síntesis de construcciones y reconstrucciones, en torno a la creación de
nuevas redes de intercambios de bienes materiales e inmateriales, en torno a novedosas e
intrincadas relaciones entre las estructuras técnicas y sociales que expresamente consideren
los intereses sociales y ecológicos, en torno a nuevos modelos de temporalidad y formas de
trabajo.
Esto produce una gran cantidad de interrogantes y representa el encaramiento de retos
completamente nuevos que obligaría a desarrollar concepciones estructurales, espaciales,
económicas y sociales apropiadas. Dentro de éstas se destaca el rol de la investigación
universitaria y específicamente, aquella orientada al desarrollo de tecnologías adecuadas y
adaptadas al desarrollo de la productividad local. Esto le abrirá la posibilidad histórica de
transformarse en una actividad generadora de soluciones tecnológicas, orientadas
multidisciplinariamente, hacia la productividad y hacia la actuación conjunta, en pos del
desarrollo sustentable, con el resto de los actores relevantes de la localidad.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 241
Bibliografía
Bibliografía sobre relación Universidad-Cambio Tecnológico-Productividad Local
ADVISORY COMMITTEE TO THE TEXAS SENATE COMMITTEE ON BUSINESS TECHNOLOGY
AND EDUCATION, 1895. “Report on Fostering Emerging Technologies in Texas”. In I. Fink, “The
Role of Land and Facilities in Fostering Linkages Between Universities and High Technology
Industries”. Planning for Higher Education, Vol. 13, N*. 3 pp. 1-12.
BABA, M.L., 1987. “University Innovation to Promote Economic Growth and University/Industrial
Relations”. In P.A. Abetti, C.W. Le Maistre, R.W. Smilor and W. A. Wallace (eds.), Technological
Innovation and Economic Growth -The Role of Industry, Small Business Entrepreneurship, Venture
Capital, and Universities. Monograph, IC2 Institute, University of Texas at Austin.
BRETT, A. GIBSON, D.V.; SMILOR, R.W. (eds.),1991. University Spin-out Companies: Economic
Development, Faculty Entrepreneurs and Technology Transfer, New Jersey: Rowman & Littlefield.
BROWN, R. 1978. “Bureaucracy as Praxis: Toward a Political Phenomenology of Formal Oganizations”.
Administration Science Quarterly, N*. 23, pp. 365-82.
BUSINESS-HIGHER EDUCATION FORUM REPORT, “Beyond the Rhetoric: Evaluating University-
Industry Cooperation in Research and Technology Exchange”. Washington, D.C., May.
CHARNERS, A.; COOPER, W.W.; LEARNER, D.B.; PHILLIPS, F.Y., 1985. “Management Science and
Marketing Management”. Journal of Marketing, Spring, pp: 93-105.
COATE, L.E., 1990. “Implementing Total Quality Management in a University Setting”. Corvallis, Oregon:
Oregon State University, July.
COATE, L.E., 1990. “Implementing Total Quality Management in a University Setting”. Corvallis, Oregon:
Oregon State University, November.
DIETRICH, G.B., 1990: “Toward a New University Paradigm: A View from High-Technology Spin-out
Companies”. Unpublished dissertation, University of Texas at Austin.
KOZMETSKY, G. 1990. “The Challenge of Technology Innovation in the Coming Economy”. In F. Williams
and D.V. Gibson (eds.), Technology Transfer: A Communication Perspective. Beverly Hills, Cal.:
Sage.
KUHN,T., 1970. The Structure of Scientific Revolutions, 2nd
edn., Chicago, III.: University of Chicago, Press.
MATKIN, G.W., 1990. Technology Transfer and the University. New York: Macmillan, p. xx.
McMILLEN, L. 1991. “To Boost Quality and Cut Costs, Oregon State University Adopts a Customer-
Oriented Approach to Campus Services”. The Chronicle of Higher Education, 6 February, pp. A27-8.
OBERLE, J. 1990. “Quality Gurus, The Men and Their Message ”Training Magazine, January, p. 47.
PFEFFER, J. 1982. Organizations and Organizations Theory. Boston, Mass: Pitman.
PORTER, L.W.; McKIBBON, L.E., 1988. Management Education Development. New Yokr: McGraw-Hill.
POWERS, D.R.; POWERS, M.F.; BETZ, F.; ASLANIAN, C.B. 1988.
Higher Education in Partnership with Industry. San Francisco, Cal.;
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 242
Jossey-Bass.
ROSTOW, W.W.; 1988 ‘The Fourth Industrial Revolution and American Society: Some Reflection on the
Past for the Future’. In a Furino (ed .), Cooperation and Competition in the Global Economy - Issues
and Strategies. Cambridge, Mass.: Ballinger, pp 63-74.
ROUNDS, J., 1981. ‘Information and Ambiguity in Organizational Change’. Paper presented at the Carnegie
Mellon Symposium on Information Processing in Organizations, Carnegie Mellon University,
Pittsburgh.
SCHMANDT, J.; WILLSON, R., 1990. Growth Policy in the Age of High Technology: The Roles of Regions
and States. Boston, Mass.: Unwin Hyman.
SCHELDON, A., 1980. ‘Organizational Paradigms: A Theory of Organizational Change’. Organizational
Dynamics, No. 8 (Winter), pp. 61-80.
SMILOR, R.W., KOMETZKY, G.; GIBSON, D.V., 1988. ‘Creating and Sustaining the Technopolis: High
Technology Development in Austin, Texas’. Journal of Business Venturing, Vol. 4, pp. 49-67.
SMILOR, R.W, DIETRICH, G.B., GIBSON, D.V. 1993. ‘The entrepreneurial university: The role of higher
education in the United States in technology commercialization and economic development.
International Social Science Journal No. 135, pp. 1-11.
STEWART, G. 1992. ‘Large Corporations and Research University: An Examination of Factors of
Technology Transfer’. Unpublished dissertation, University of Texas at Austin.
Bibliografía sobre innovación y cambio tecnológico empresarial
ABETTTI, Pier A. 1992. Planning and Building. The Infrastructure For Technological Entrepreneurship. In:
International Journal of Technology Management. Special Issue on Strengthening Corporate and National
Competitiveness through Technology. Vol. 7. No. 1/2/3. 129-139.
ACS, Z.J.; AUSDRETSCH, D.B. 1990. Innovation and Small Firms. Cambridge, M.A; London.
ALBACH, H.; ALBACH, R. 1990. Das Unternehmen als Institution: rechtlicher und gesellschaftlicher
Rahmen; eine Einführung. Berlin.
ALLESCH, J.; SCHRÖDER, D. (Hrsg.). 1991. Gesamtdeutsche Zusammenarbeit in Technologie- Transfer.
Strukturen und Erfahrungsberichte. Köln.
ARAM, J.D.; LYNN, L.H.; REDDY, N.M. 1992. Institutional Relationships and Technology
Commercialization: Limitations of Marked- based Policy. In: Research Policy. Vol. 21. 409-421.
ARBEITSGEMEINSCHAFT DEUTSCHER TECHNOLOGIE- UND GRÜNDERZENTREN (ADT) e.V.
(Hrsg.). ZENTRALINSTITUT FÜR HOCHSCHULBILDUNG (ZHB) (Hrsg.). 1990. ADT- Focus.
Band 2: Deutsch- Deutscher Arbeitskreis Innovationszentren. Dokumentation zur ersten Sitzung der
Arbeitskreises am 30. Januar 1990. Berlin.
ARLOW, P.; ACKELSBERG, R. 1991. A Small Firm Planning Survey: Business Goals, Social Responsibility
and Financial Performance. In: Akron Business & Economic Review. Vol.22. No. 2. 161-172.
AUSDRETSCH, D.B. 1990. New- Firm Survival and the Technological Regime. Paper to be presented at
Rent IV, Recent Research in Entrepreneurship, 4th
Workshop, Cologne, November 29-30, 1990.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 243
AUTIO, ERKKO, KAURANEN, ILKKA. 1992. The Effectiveness of Science Parks as a Tool of Technology
Policy: Some Empirical Evidence. This version has been prepared for the conference on user-
producer relations in the innovationprocess, in Dipoli, on November 26-27, 1992, on request of Mr.
Ilpo Santala, Managing Director, Innopoli Yo. Espoo.
BACKHAUS, Klaus et al. 1990. Multivariate Analysemethoden: eine anwendungsorientierte Einführung. 6
Auflage. Berlin u.a.
BARON, J. 1992. 323-332. Linking Companies with Outside Technology. In: Technovation Vol. 12. 323-332.
BAUER, Hans J.,HANNING, Uwe. 1992. Kritische Erfolgsfaktoren deutscher Technologiezentren. Vallendar.
BECKER, Jochen. 1990. Marketingkonzeption. 3. Aufl. München.
BITTERMANN, U.; POPPENHEGER, B. 1990. Unternehmensgründungen als Instrumente des regionalen
Technologietransfer. In: Poppenheger/ Bittermann (1990) A.A.o. 128-135.
DAVIDSSON, P. 1991. Continue Entrepreneurship: Ability, Need and Opportunity as Determinants of Small
Firm Growth. In: Davies/ Gibb (1991) a.a.O. 205-229.
DAVIES, Howard. 1993. The Information Content of Technology Transfer: A Transaction Cost Analysis in
the Machine Tool Industry. In: Technovation. Vol. 13. 93-100.
DAVIES, L.G.; GIBB, A.A. (Hrsg.). 1991. Recent Research in Entrepreneurship. The Third International
EIASM Workshop. Aldershot. u.a.
DETTMAR, Rainer (= RAD, Kürzel). 1992. Information fließt nur selten. In: DUZ. Das Hochschulmagazin
Nr. 10/92. 5.
DOMEYER, V.; FUNDER, M. 1991. Kooperation als Strategie. Eine Empirische Studie zu
Gründungsprozessen. Organisations- formen, Bestandsbedingungen von Kleinbetrieben.
Sozialverträgliche Technikgestaltung Materialien und Berichte. Band 19. Opladen.
DOSE, N. 1990. Technologieparks: Eine Literaturauswertung. In: Verwaltungs- Archiv. Band 81. Heft 3. 228-
248.
DOUTRIAUX, J.1991. High- Tech Start- Ups, Better Off with Government Contracts than with Subsidies. In:
IEEE Transactions on Engineering Management. Vol. 38. 127-135.
GIBB, A.A.; DAVIES, L.G. 1991. Methodical Problems in the Development and Testing of a Growth Model
of Business Enterprise Development. In: Davies/ Gibb (1991) a.a.O. 286-323.
GOEBEL, Peter. 1990. Erfolgreiche Jungunternehmer: Lieber kleiner Herr als großer Knecht! Welche
Fähigkeiten brauchen Firmengründer? München.
GRABOW, B.; HEUER, H.; KÜHN, G.; FALTERMAIER, M. 1990. Lokale Innovations- und
Technologiepolitik. Ergebnisse einer Bundesweise Erhebung. Berlin.
HALL, G. 1992. Factors Associated With Relative Performance Amongst Small Firms - A Review And
Fresh Evidence. In: Small Business Economics. Vol. 4. 237-250.
HALL, G.; FALSHAW, S. 1990. Factors Associated With Relative Performance Amongst Small Firms in the
British Instrumentation Sector. Paper to be presented at Rent IV, Recent Research in
Entrepreneurship, 4th
Workshop, Cologne, November 29-30, 1990.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 244
HAUSCHILDT, Jürgen 1993, Innovationsmanagement. München.
HAUSCHILDT, Jürgen; GRÜN, Oskar (Hrsg.) 1993. Ergebnisse empirischer betriebswirtschaftlicher
Forschung: Zu einer Realtheorie der Unternehmung. Festschrift für Eberhard Witte. Stuttgart.
HEDBERG, N.; MIETTINEN, A. 1990. In Search of Entrepreneur -Business Environment Contingencies.
Paper to presented at Rent IV, Recent Research in Entrepreneurship, 4th
Workshop, cologne,
November 29-30, 1990.
HENNEBERRY, J. 1992. Science Parks: A Property-Based Initiative for Urban Regeneration. In: Local
Economy. Vol. 6. No.4. 326-335.
HILDEBRANDT, Lutz. 1992. Wettbewerbssituation und Unternehmenserfolg. In: Zeitschrift für
Betriebswirtschaft. 62. Jg. 1069-1084.
HODGSON, Bob. 1992. The Growth of New Technology Based in and around Cambridge. An Update of the
Cambridge Phenomenon. In: Kuklinski, Antoni (Hrsg.). Society, Science, Government. (Science and
Government Series, Vol.2. Warschau. 275-285.
HYVÄRINEN, L. 1990. Manager Participation in Innovation Activities of Small and Medium-Sized Industrial
Enterprises. Paper to be presented at Rent IV, Recent Research in Entrepreneurship, 4th
Workshop,
Cologne, November 29-30, 1990.
JOHANNISSON, B. 1991. To Grow and Not to Grow-On the External Growth of Small Firms. In:
Davies/Gibb (1991) a.a.O. 266-285.
KEEBLE, David. 1993. Regional Influences and Policy in New Technology-Based Firm Creation and
Growth. Paper Presented at the Conference “New Technology Based Firms in the 1990’s”. MBS,
Manchester. 25./26.Juni.
KHALIL, T. M.; BAYRAKTAR, B. A. ( ed.). 1990. Management of Technology II: The Key to Global
Competitiveness. Norcross.
KIRCHHOFF, U. 1991. Engagement für lokale Strukturpolitik. In: Betriebswirtschaftliche Blätter. 40. Jg.
457-464.
KLANDT, H. (Hrsg.). 1993. Entrepreneurship and Business Development. Aldershot u.a. (=Buch der Rent IV
Konferenz 1990.)
KLANDT, H.; MÜNCH, G. 1990. Gründungsforschung im deutschsprachigen Raum: Ergebnisse einer
empirischen Untersuchung. In: Szyperski/Roth (1990) a.a.O. 171-186.
KOTLER, Philip; BLIEMEL, F. 1992. Marketing- Management. 7. Aufl. Stuttgart.
KUIPERS, M. 1990. Erfolgsfaktoren der Unternehmungsgründung - Eine Untersuchung erfolgreicher und
erfolgloser Unternehmungsgründer in der Schweiz. Bamberg.
KULICKE, M. unter Mitarbeit von: Bayer, K.; Walter, G.H. 1991. Modellversuch “Förderung
technologieorientierter Unternehmensgründungen”: Zwischenbilanz zum 31.12. 1990. Manuskript.
Karlsruhe (FhG-ISI).
LAUB,U.D. 1991. Innovationsbewertung: Ein Bewertungskonzept für innovative Unternehmensgründungen.
Ergebnisse einer empirischen Untersuchung. In: Laub/Schneider (1991) a.a.O. 23-49.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 245
LAUB, U.D.; SCHNEIDER, D. (Hrsg.). 1991. Innovation und Unternehmertum - Perspektiven, Erfahrungen,
Ergebnisse. Wiesbaden.
LEKER, Jens. 1993. Fraktionierende Frühdiagnose von Unternehmenskrisen. Köln.
LINK, A.N.; BOZEMAN, B. 1991. Innovative Behavior in Small-Sized Firms. In: Small Business Economics
Vol. 3. 179-184.
LOUTER, P.J.; OUWERKERK, C.; BAKKER, B.A. 1991. An Inquiry into Successful Exporting. In:
European Journal of Marketing. Vol. 25. No.6. 7-23.
MALECKI, E.J. 1990. Geographic Location of R&D Facilities. In: Khalil/Bayraktar (1990) a.a.O. 207-215.
MINISTERPRÄSIDENTIN DES LANDES SCHLESWIG- HOLSTEIN, DIE STATDTSKANZELAI (Hrsg.).
1993. Science Parks in the Baltic Region. Experiences and Chances: Conference Held by North
European Club, Nordic Council of Ministers, Christian Albrecht Universität zu Kiel.
Technologiestiftung Schleswig - Holstein and Denfabrik Schleswig - Holstein. December 3rd
and 4th
,
1992. Kiel.
MÜLLER-BÖLING, D. 1990. Venture Team Start-Ups - An Undiscovered Field of Research. Paper to be
presented at Rent IV, Recent Research in Entrepreneurship, 4th
Workshop, Cologne, November 29-
30, 1990.
MÜLLER-BÖLING, D. 1992. Art.; Organisation der Gründung von Unternehmungen. In: Frese, E. (Hrsg.).
Handwörterbuch der Organisation. 3. Aufl. Sp. 725-735.
MÜLLER-BÖLING, D.; Klandt, H. 1990. Bezugsrahmen für die Gründungsforschung mit einigen
empirischen Ergebnissen. In: Szyperski, N.; Roth, P. (Hrsg.). Entrepreneurship: innovative
Unternehmensgründung als Aufgabe. Sttutgart. 143-170.
MÜLLER-BÖLING,D.; Klandt, H. 1993. Unternehmensgründung. In: Hauschildt, J.; Grün, O. (Hrsg.).
Ergebnisse empirischer betriebswirtschaftlicher Forschung: Zu einer Realtheorie der Unternehmung.
Festschrift für Eberhard Witte. Stuttgart. 133-178.
MUNIAK, D. 1991. State Governments, Public Universities, and the Sitting of High-Technology Parks. In;
Dubnick, M.J. Gitelson, A.R. (Hrsg.). Public Policy and Economic Institutions. Vol. 10. Greewich,
Conn. 234-255.
MUSSATI, G.; Fumagalli, A. 1990. Survival, Entrepreneurship, Growth: Which Relationship? The Milanese
Area’s Case. Paper to be presented at Rent IV, Recent Research in Entrepreneurship, 4th
Workshop,
Cologne November 29-30, 1990.
NOOTEBOOM, B.; Coehoorn, C.; van der Zwaarn, A. 1992. The Purpose and Effectiveness of Technology
Transfer to Small Business by Government-Sponsored Innovation Centres. In: Technology Analysis
and Strategic Management. Vol. 4. No..2. 149-166.
OAKEY, R.; FAULKNER, W.; COOPER, S.; WALSH, V. 1990. New Firms in the Biotechnology Industry:
Their Contribution to Innovation and Growth. London, New York.
OST, F. 1991. Kompass. Deutschland 1991/1992. 19. Jg. Freiburg i. Br. Bände 1-4.
OST, F. 1992. Industrial Districts: The Road to Success for Small Business. In: Monthly Labor Review. Vol.
115. No.2. 46-47.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 246
OST,F. 1992. SPSS for Windows Release 5. Advanced Statistics. Chicago.
PAVIA, T.M. 1991. The Early Stages of New Product Development in Entrepreneurial High-Tech Firms. In:
Journal of Product Innovation Management. Vol.8. 18-31.
PICCALUGA, A. 1992. From Profs to Profits: How Italian Academics Generate High Technology Ventures.
In: Creativity and Innovation Management. Vol.1. 87-93.
PICHOTTA, A. 1990. Die Prüfung der Beteiligungswürdigkeit von innovativen Unternehmungen durch
Venture Capital-Gesellschaften. Bergisch Gladbach; Köln.
PICOT, A.; LAUB, U.; SCHNEIDER, D. 1990. Comparing Successful and Less Successful New Innovative
Businesses. In: European Journal of Operational Research. Vol. 47. 190-202.
POHL, H. 1991. Überlebenschancen von Unternehmensgründungen. In: Zeitschrift für
Unternehmensgeschichte, Beiheft 63. Stuttgart.
POPPENHEGER, B.; BITTERMAN, U. (Hrsg.). 1990. Management-Know-How Transfer.
Unternehmensgründung in der DDR. Köln.
PRESTON, John T. 1991. The Role of the University Licensing Office in Transferring Intellectual Property to
Industry. In: Kuklinski, Antoni (Hrsg.). Transformation of Science in Poland ( Science and
Government Series, Vol. 1). Warschau. 235-248.
QUINTAS, P.; WIELD, D. 1992. Academic-Industry Links and Innovation: Questioning the Science Park
Model. In: Technovation. Vol. 12. 161-175.
RAPPA, M.A.; DIERDONCK, R. van; Debackere, K. 1990. An Assessment of Science and Technology
Parks: Towards a Better Understanding of Their Role in the Emergence of New Technologies.
Working Paper. Alfred P. Sloan School of Management. Cambridge, Ma.
RENSVIK, K. 1993. Report on Teknostallen, Trondheim, Norway. In: Ministerpräsidentin des Landes
Schleswig-Holstein (1993) a.a.O. 28-29.
ROBERTS, E.B. 1990. Evolving Toward Product and Market-Orientation: The Early Years of Technology-
Based Firms. In: The Journal of Product Innovation Management. Vol. 7. No. 4. 274-287.
ROBERTS, E.B. 1991ª. Strategic Transformation and the Success of High-Technology Companies. In:
International Journal of Technology Management. Special Publication on the Role of Technology in
Corporate Policy. 59-80.
ROBERTS, E.B. 1991b. Entrepreneurs in High Technology: Lessons from MIT and Beyond. New York.
Oxford.
ROBERTS, E.B. 1991c. The Technological Base of the New Enterprise. In: Research Policy. Vol. 20. 283-
298.
ROTHWELL, R. 1991. External networking and innovation in small and medium-sized manufacturing firms
in Europe. In: Technovation. Vol. 11. No. 2. 93-112.
SAHLIN-ANDERSON, K. 1991.Science Parks as Organized Fields. RFI Research Paper 6454. Stockholm.
SAMSON, Karel J.; GURDON, Michael A. 1993. University Scientists as Entrepreneurs: A Special Case of
Technology Transfer and high-tech Venturing. In: Technovation. Vol. 13. 63-71.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 247
SANCHEZ, Angel Martínez. 1992. Regional Innovation and Small High Technology Firms in Peripheral
Regions. In: Small Business Economics. Vol.4. 153-168.
SCHRADER, Stephan, 1993. Zur Organisation der Schnittstelle zwischen Zulieferern und ihren Kunden:
Stand der Forschung und neue empirische Befunde. Kiel, Cambridge (Manuskript aus den Instituten
für Betriebswirtschaftslehre der Universität Kiel, Nr. 318).
SCOTT, M.G.1990. Entrepreneurial Life Cycles. Paper to be presented at Rent IV, Recent Research in
Entrepreneurship, 4th
Workshop, Cologne, November 29-30, 1990.
STARNICK, J. 1990. Technologietransfer und Formen der Kooperation zwischen Hochschulen und
Wirtschaft. In: Poppenheger/Bittermann (1990) a.a.O. 111-127.
STAUDT, E. BOCK, J. MÜHLEMEYER, P. 1992. Informationsverhalten von innovationsaktiven kleinen und
mittleren Unternehmen. In: ZfB. 62.Jg. 989-1008.
STEINKÜHLER, RALF-HENDRIK. 1994. Technologiezentren und Erfolg von Unternehmensgründengen.
Deutscher-Universitäts Verlag. Wiesbaden.
STERNBERG, Rolf. 1990. The Impact of Innovation Centers on Small Technology-Based Firms: The
Example of the Federal Republic of Germany. In: Small Business Economics. Vol.2. No. 2. 105-118.
STERNBERG, Rolf. 1992. Methoden und Ergebnisse der Erfolgskontrolle von Technologie- und
Gründerzentren. In: Niedersächsisches Institut für Wirtschaftsforschung e.V. (Hrsg.).
Erfolgskontrollen in der Technologiepolitik. NIW-Workshop 1992. Hannover. 89-115.
STOREY, D.J.; STRANGE, A. 1992. Where are they now? Some changes in firms located on UK Science
Parks in 1986. In: New Technology, Work and Employment. Vol.7. No.1. 15-28.
SZYPERSKI, Norbert; ROTH, Paul (Hrsg.). 1990. Entrepreneurship - Innovative Unternehmensgründung als
Aufgabe. Stuttgart.
TOMICZEK, Adam. 1992. Center for Emerging Technologies Enterprises. In: Institute of Electron
Technology. Warsaw, December 1991. 1992. Science as a Stimulator of High Technology Industries
in Poland. Warszawa. 89-93.
TUROK, I. 1991. Which Small Firms Grow? In: Davies/Gibb (1991) a.a.O. 29-44.
UDELL, G.G. 1990ª. Academe and the Goose that Lays Golden Egg. In: Business Horizons. Vol. 33. No.2.
29-37.
UDELL, G.G. 1990b. Are Business Incubator Really Creating New Jobs by Creating New Business and New
Products. In: Journal of Product Innovation Management. Vol. 7. No.2. 108-122.
VESPER, K. 1990. New Venture Strategies. Revised Edition. Englewood Cliffs, NJ.
WELSCH, H. P.; PLASCHKA, G.R. 1990. Intensity of Planning Conviction Among Entrepreneurs:
Differences Between Zealots and Non-Believers. Paper to be presented at Rent IV, Recent Research
in Entrepreneurship, 4th
Workshop, Cologne, November 29-30, 1990.
Bibliografía sobre Productividad, Influencia, Desempeño de Roles e Interdependencia Social del
Profesor Universitario.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 248
Abrahamson, Mark (1965). Cosmopolitanism, Dependence-Identification, and Geographical
Mobility. Administrative Science Quarterly. Vol. 10, N 1, June 1965
Ackoff, R.L. (1981). Creating the Corporate Future. Wiley, New York.
Argyris, C. y Schon, D. (1976). Theory in Practice. Increasing Professional Effectiveness. London:
Jossey Bass Publishers.
Ashby, E. y Anderson, M. (1972). La Ecologia de la Universidad. Barcelona, España, Editorial
Cientifico Medica.
Baker, Paul J. and Zey-Ferrell, Mary (1984). Local and Cosmopolitan Orientation of Faculty.
Implications for Teaching. Teaching Technology, Vol. 12 Nº 1, October : 82-106.
Baldridge, Victor J. (1971). Power and Conflict in the University. John Wiley & Sons, Inc. New
York.
Banco Mundial (1991). Informe sobre el Desarrollo Mundial 1991. Washington D.C., Pag. 5.
Bennis, W.G.; Berkowitz, M.; Affinito, M.; and Malone, M. (1958). Reference Group and Loyalties
in the Out-Patient Departament. Administrative Science Quarterly. Vol. 2, N 4. March .
Bentz, Vernon (1950), “A Study of Leadership in a Liberal Arts College” (Columbus, O.:Ohio State
University, mimeo.). Citado por Gouldner, Alvin (1957).
Berger, P.K. and Grimes, A.J. (1973). Cosmopolitan-Local: A Factor Analysis of the Construct.
Administrative Science Quarterly. Vol. 18, N 2, 223-235.
Bidwell, Charles (1957). Some Effects of Administrative Behavior: A Study in Role Theory.
Administrative Science Quarterly. September , pags. 163-181.
Bowen, H.R., and Schuster, J.H. (1986). American Professors, A National Resource Imperiled. New
York: Oxford University Press .
Braskamp, Larry A. and Ory, John C. (1994). Assessing Faculty Work. Enhancing Individual and
Institutional Performance. Jossey-Bass Publishers. San Francisco .
Briceño Gil, Miguel Angel. Desarrollo, Ciencia y Rol de la Universidad. Mimeografiado.
Cartwright, D. y Zander, A. (1980). Dinámica de Grupos. Investigación y Teoría. Trillas, México.
Centra, John (1993). Reflective Faculty Evaluation-Enhancing Teaching and Determining Faculty
Effectiveness. Jossey Bass Publishers. San Francisco .
Clemente V., José (1993). SPSS+ para DOS. U.P.E.L. Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica
Libertador. Caracas .
Cohen, Michael D. y March, James G. (1986). Leadership and Ambiguity. Harvard Business School
Press, Boston, Massachusetts. 1-5.
Dahl R. A. (1957). The concept of power. Behavioral Science. 2, 201-218.
Everitt, B. (1977). Cluster Analysis. London: Heinemann. Citado por Sierra Bravo, 1991, pag.
442.
Flango, Victor E.; and Brumbaugh, Robert B. (1974). The Dimensionality of the Cosmopolitan-Local
Construct. Administrative Science Quarterly. Vol. 19, N 2, 198-210.
Glaser, Barney G. (1963). The Local-Cosmopolitan Scientist. The American Journal of Sociology
69:249-259. Nov.
Grace, Judy Diane (1987). Role Orientation Shifts for Higher Education Graduate Students: The
Wisdom of Educational Leave for Community College Practitioners. Paper presented at the Annual Meeting
of the Association for the Study of Higher Education, Baltimore, November 21-24 . ERIC collection of ASHE
conference papers.
Freeman, Nancy S. (1981). Role Orientation of Community College Occupational Faculty. Paper
presented at the Third Annual University of South Carolina Conference on Educational Issues and Research,
Columbia, South Carolina. November 7 . ED211142.
Goldberg, Louis; Baker, Frank and Rubenstein, Albert (1965). Local -Cosmopolitan: Unidimensional
or Multidimensional? American Journal of Sociology. 70:704-710, 1965.
Goldberg, Albert Y. (1976). The Relevance of Cosmopolitan/Local Orientations to Professional
Values and Behavior. Sociology of Work and Occupations, Vol. 3 Nº 3, August.
Gouldner, Alvin W. (1957). Cosmopolitans and Locals: Toward an Analysis of Latent Social Roles -
I. Administrative Science Quarterly. December , pags. 281-306.
Gouldner, Alvin W. (1958). Cosmopolitan and Locals: Toward an Analysis of Latent Social Roles -
II. Administrative Science Quarterly. Vol 2, Numbr 4, March .
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 249
Grimes, Andrew J. and Berger, Philip K. (1970) . Cosmopolitan-Local: Evaluation of the Construct.
Administrative Science Quarterly. Vol. 15, N 4, 407-416. .
Hardy, C., Langley, A., Mintzberg, H., y Rose, J. (1983). Strategy Formation in the university setting.
Review of Higher Education, 6(4), 407-433.
Hoy, Wayne K. and Miskel, Cecil G. (1987). Educational Administration. Theory, Research, and
Practice. McGraw-Hill, Inc. Third Edition.
Jurado Cevallos, Tiberio (1993). La Educación Superior en Ecuador, Problemas y Proyecciones. En
Memorias Taller de Recursos Humanos para la Investigación. U.D.U.A.L., U.C.V., C.D.C.H. Caracas junio
de 1993.
León Canelón, Marú Isabela. (1989) Escala para Medir la Orientación en el Desempeño del Rol
Organizacional de Profesores Universitarios. Trabajo presentado como requisito para optar a la categoría de
profesor Asistente ante la Universidad de Los Andes-Núcleo Universitario “Rafael Rangel”, Departamento de
Ciencias Pedagógicas.
Linden, Russell; Schwartz, Terry A.; and Kaplan, Michael (1983). Investigating Interorganizational
Relations Using Latent Social Role Theory. Paper presented at the Annual Meeting of the American
Educational Research Association. Montreal, April 11-15. ED232264.
London, Manuel; Cheney, Larry A.; and Tavis, Richard. (1977)The Relationship between
Cosmopolitan-Local Orientation and Job Performance. Journal of Vocational Behavior, 11, 182-195
Merton, Robert (1987). Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica , pag. 471/504.
Moreno de Rengifo, Hildamar (1994). Hacia una Escala para la Medición del Comportamiento
Organizacional en Base al Constructo Teórico de Chris Argyris. Trabajo presentado ante la Universidad
Nacional Experimental “Simón Rodríguez” como requisito para ascender a la categoría de Profesor Asociado.
Parsons, Talcott y Shils, Edward (1962). Hacia una Teoría General de la Acción. Colección
Universitaria. Serie: Filosofía y Ciencias Sociales. Pags. 78-79.
Reissman, Leonard (1949). A Study of Role Conception in Bureaucracy, Social Forces, 27, 305-310.
Citado por Gouldner, Alvin (1957).
Schon, Donald A. (1983) . The Reflective Practitioner. How Professionals Think in Action. Basic
Books, Inc., Publishers. New York .
Sierra Bravo, Restituto (1991). Técnicas de Investigación Social. Teoría y Ejercicios. Editorial
Paraninfo S.A. Madrid.
Smilor, Raymond W., Dietrich, Glenn B. and Gibson, David V. (1993). The Entrepreneurial
University: The Role of Higher Education in the United States in Technology Commercialization and
Economic Development. International Social Science Journal. UNESCO. February, 135.
Ransom, Angela; Khoo, Siew-Mun; and Selvaratnam, Viswanathan (1993). Improving Higher
Education in Developing Countries. The World Bank. Washington, D.C.
Tuma, Nancy y Grimes, Andrew (1981). A Comparison of Models of Role Orientations of
Professionals in a Research-Oriented University. Administrative Science Quarterly, 26 : 187-206.
Zaltman, G. Burger (1980). Investigación de Mercado. Ed. Hispano-Europea. Citado por Sierra
Bravo, 1991, pag. 443.
Bibliografía sobre tecnología y productividad en Venezuela
BRICEÑO, M.A. 1994. Ciencia, Desarrollo y Rol de la Universidad. Facultad de Humanidades y Educación.
Revista Apuntes Filosóficos. Caracas. Venezuela.
BRICEÑO, M.A. 1995. Gestión de Tecnología. La Investigación Aplicada en la Empresa. Editorial
KONESIS. Caracas.
BRICEÑO, M.A.1996. Industrias del Conocimiento, Universidad y Desarrollo Local Sustentable. III
Congreso Científico, Universidad de Oriente, Maturín, noviembre.
CORDIPLAN 1994/95. Venezuela im Wandel. Programm zur Stabilisierung und Erholung der Wirtschaft.
Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República. Caracas. Venezuela.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 250
SIMPOSIO NACIONAL CIENCIA, TECNOLOGÍA Y CULTURA.1996. Documentos sobre la Zona Libre,
Cultural, Científica y Tecnológica del Estado Mérida.
ENRIGHT, M., FRANCÉS, A., SCOTT, E. 1994. Venezuela: el reto de la competitividad. Ediciones IESA.
Caracas, Venezuela.
LANSBERG, I. 1982. Administración y Desarrollo. Bogotá, Ed. Presencia.
MACHADO-ALLISON, C.Y. ESQUEDA TORRES, P. 1988. Reflexiones sobre Investigación y Desarrollo
en Venezuela. Caracas. Fundación Instituto Ingeniería.
MORENO DE RENGIFO, HILDAMAR. 1995.
NAIM, M. (Dir). 1989. Las Empresas Venezolanas; su gerencia. Caracas, IESA.
SANTOSOUSSO, GULIO. 1992. Reinventar a Venezuela. Una estrategia para el siglo XXI basada en el
desarrollo personal. Caracas, Editorial Galac.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 251
Cuarta Parte:
Respuestas y Propuestas
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 252
Sobre los incentivos individuales de mérito y producción actual en ciencia y tecnología en dos países latinoamericanos.
Los casos de Venezuela y México66
Juan Escalante y Jaime Jiménez, Universidad Nacional Autónoma de México
Resumen
Desde la década de los 80, se ha implementado en varios países de América Latina los
sistemas de incentivos individuales basados en el mérito se con el fin de contrarrestar los
efectos negativos de la crisis económica que abatió el continente en la década pasada. El
propósito tenía dos vertientes: por una parte distribuir eficazmente el monto cada vez menor
de los recursos financieros para la comunidad académica, y por la otra hacerlo de tal manera
que detuviera el peligroso éxodo cada vez mayor de los más brillantes y reconocidos
científicos latinoamericanos. En esta ponencia se examinará el alcance de estos sistemas y
la respuesta a la creciente demanda en el continente para una mayor responsabilidad en las
acciones al respecto. Se presentarán los casos de dos países latinoamericanos, México y
Venezuela.
La crisis de los ochenta y su impacto sobre la ciencia y la tecnología.
Una visión general
Es harto conocido que la crisis económica de los ochenta ocasionó un profundo impacto en
el mundo entero, y en esta crisis Latinoamérica no podía ser la excepción. De hecho, la
región fue una de las más afectadas del planeta. Es posible que una de las razones más
probables para la agudización de la crisis constituya el hecho de que la transición de
modelos económicos en la región representara más que un ciclo natural, tal y como fue
asumido en muchos países latinoamericanos.
De acuerdo con algunos autores, el principal causante de esta crisis fue el modelo de
sustitución a las importaciones, que en parte había emergido como respuesta al severo
recorte de bienes manufacturados importados por las imperiosas necesidades de los países
en vías de desarrollo de producir para la II Guerra Mundial. Este modelo se caracterizaba
esencialmente por poseer mercados internos bajo protección y un nivel de producción y
empleos relativamente estables. En el momento en que este sistema cae en crisis, a finales
de los años 70, es reemplazado a su vez por otro modelo casi totalmente opuesto. Los
mercados libres, los niveles flexibles de producción y la globalización de la vida
económica, constituyeron elementos que exigían la modernización de las plantas
industriales, tanto en términos de repotenciación de los equipos como en el rediseño de la
logística, en conjunto con la introducción casi forzada de las tecnologías suaves o
informática.
66
Ponencia presentada en el XIV Congreso Mundial de Sociología ISA. julio 26 - agosto 01. Montreal,
Canadá
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 253
No obstante, éstos constituyeron los meros síntomas de un problema mayor . Las décadas
de los sesenta y setenta habían traído al frente el singular fenómeno económico de la
“estanflación” (Vergara, 1993, 126), que estaba formada por los efectos combinados de la
recesión con la inflación. Entre los efectos de este fenómeno y aquellos pertenecientes a la
subsiguiente política neoliberal, existía una severa contracción de la figura del Estado
(como lo fue el fin del Estado de bienestar), que implicaron retrasos drásticos en todos los
programas respaldados por el gobierno. Para las sociedades latinoamericanas esto incluía a
la educación, la ciencia y la tecnología, actividades que dependían fuertemente, para no
decir que en forma total, de los fondos del gobierno.
Esto trajo como resultado una situación paradójica: a fin de cumplir con los principios
neoliberales, tal y como ordenaba el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional
(FMI) (Szentes, 1996), los gobiernos latinoamericanos fueron forzados a reducir
precisamente aquellos bienes capitales que habían pasado a convertirse en factores claves
de la competitividad en el actual mercado global: la investigación científica y su potencial
aplicación a los productos mercadeables de valor agregado, al igual que la educación en
general. Esto es, aquellos bienes necesarios para resurgir de la crisis misma, y cuya ausencia
puede deducirse, aunque indirectamente, como la causa principal de la crisis en los países
latinoamericanos.
El alcance de estas reducciones fue dramático. En México, por ejemplo, se observa el nivel
del presupuesto del gobierno federal para la ciencia y tecnología: un porcentaje del
Producto Interno Bruto que ascendía de un mínimo de 15% en 1978 a un máximo de 53%
en 1984, que en la agudización de la crisis retornó a 18% en 1987 hasta volver a las cifras
más bajas de la historia (Ballesteros, 1988, p.31). Durante toda la década, desde 1980 hasta
1990, a pesar de que en general el gasto público aumentó, encontramos que el nivel de
gastos en 1990 es en términos reales menor que en 1980 (Chavero, 1993, p. 103).
Al sector educativo tampoco le fue mejor. Desde 1983 hasta 1987, el gasto total en
educación disminuyó a 2.6 %, sufriendo la caída más fuerte del sector en un 10% (Vergara,
1993, p. 133). En términos porcentuales en torno a los gastos totales del gobierno, la
educación cayó en 1985 a 12. 84 de 15. 46, 17. 39 y 17. 53 en los períodos 1977, 1978 y
1979 respectivamente; en cuanto al PIB , la tasa no ha vuelto a aumentar del 3%, y apenas
se ha acercado al 5%, en relación con el auge de los años 70 (Chavero, 1993, pp 97 y 98).
Toda Latinoamérica siguió tendencias parecidas. Durante el mismo período se observaron
regresiones drásticas en Venezuela en cuanto a áreas similares, especialmente en la
investigación científica (Machado-Allison, 1996, p.79). En los años previos a 1991, los
montos destinados a la investigación científica en las universidades publicas nunca excedió
de 1,5% del presupuesto local total. En cuanto a los fondos totales del gobierno para la
ciencia y la tecnología, las universidades públicas, en donde se lleva a cabo la mayor parte
de las investigaciones científicas, sufrieron una severa regresión, disminuyendo su aporte de
31, 15% en 1978 a 10% en 1990. Finalmente, la inversión en ciencia y tecnología nunca
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 254
pasó el mínimo monto de 5% en términos de PIB antes de 1983, y desde entonces ha ido
mermando (Vessuri, 1992, pp. 24-27).
Es importante señalar que estas tendencias no sólo exhiben una reducción en los términos
reales, que es lo que una contracción general del presupuesto para el gasto general arrojaría.
Lo que estamos viviendo, tal y como lo presentan los cada vez menores porcentajes del
PIB, es una realineación de las prioridades del estado.
Antecedentes
De todos aquellos países latinoamericanos que pueden alardear por tener una comunidad
académica de algún peso significativo, México y Venezuela han sido seleccionados para el
presente análisis principalmente por el hecho de que estos dos países han tenido una
evolución similar en muchos aspectos. Por ejemplo, ambos países comparten un pasado
económico común, primero como exportadores de materia prima mineral y productos
agrícolas, y luego esencialmente como economías monoproductoras basadas en la
producción y exportación de petróleo. También comparten bases políticas e ideológicas
similares para la fundación y subsiguiente evolución de sus respectivas comunidades e
infraestructuras académicas pese a que difieren en dimensión y en marco temporal.
Como resultado del llamado renacimiento americano del s.XVIII o “Ilustración”, que
revolucionó el continente entero a mediados del siglo XVIII y todo el siglo XIX, ambos
países desarrollaron estructuras científicas y culturales de carácter admirable, centradas en
la idea de que la ciencia representaba el instrumento per excellence para llegar al progreso y
al bienestar social. A diferencia de las naciones más avanzadas, en donde la ciencia, un
fenómeno cultural de por sí, evolucionó gradualmente como consecuencia de la estrecha
interacción de los practicantes de la ciencia con su entorno físico inmediato, la mayoría de
los estados latinoamericanos, en el centro de una lucha por la creación de sus identidades
nacionales, absorbió estas expresiones culturales y transformó la actividad científica en una
materia del Estado. El siglo XIX representó después de todo el fin de la hegemonía
española que se había mantenido en el poder por más de 300 años sobre la vasta mayoría de
las naciones latinoamericanas. La ciencia y el conocimiento científico per se pasaron a
convertirse en el telón de fondo perfecto para generar nuevos ciudadanos de las nuevas
sociedades libertadas. Sin embargo, en este proceso la transformación de la ciencia de una
actividad eminentemente cultural a un instrumento político e ideológico, impidió en la
práctica cualquier apoyo del estado a una actividad científica más “local”, con una mayor
vinculación a los problemas y necesidades internos, incluyendo la producción y provisión
de las necesidades materiales sociales , y estableciendo así una clase de ciencia política
cuyo objetivo principal constituyó por mucho tiempo financiar un proceso infinito de
aprendizaje sujeto a los eventos en la arena científica mundial (Saldaña, 1992, 44 &45).
Este “carácter educacional” establecería de esta manera una marca en la evolución de las
instituciones de la región mediante su historia.
Venezuela
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 255
A pesar de que el énfasis en los aspectos ideológicos y políticos de la ciencia está más
identificado con la experiencia de México, el caso no obstante establece un patrón alrededor
del continente en relación a las políticas científicas y tecnológicas. Pese a que la ciencia y la
tecnología en Venezuela no llega a actualizarse hasta la década de los 50, logra reproducir
de todas maneras el mismo énfasis en la educación que la tradición de “la ilustración”
anteriormente mencionada. El Consejo para el Desarrollo Científico y Humanístico
(CDCH) en Venezuela, creado en 1958 con el propósito de estimular y coordinar la
actividad investigativa es un caso a destacar. Esta institución, cuyo objetivo consistía en
servir de enlace para diversas instituciones comprometidas con la actividad científica, se
orientó principalmente a establecer
…programas que subsidien la investigación, programas de postgrado,
financiamiento de los períodos sabáticos y los programas de investigación a corto
plazo para el personal de la universidad, a fin de dar apertura de nuevas
mesas de discusión con facultades adicionales, y mejores posibilidades
de laboratorios mediante la subvención (Vessuri, 1992, 22).
Previo a ese tiempo, la cartera de producción científica y tecnológica era, como el propio
autor acierta, completamente marginal en relación a los países más avanzados (Vessuri,
1984, 12). Vessuri también atina al afirmar que esto también puede ser también la causa de
la falta de necesidades, dada la posición relativamente cómoda de la que disfrutó la
sociedad venezolana como resultado de las enormes reservas provenientes de la materia
prima para exportación, especialmente el petróleo.
No obstante, es a partir de 1950, que esta cartera comienza a crecer exponencialmente,
respaldada financieramente por los ingresos provenientes del petróleo, como anteriormente
mencionamos, y justificada en gran parte por las demandas de los esfuerzos de la
industrialización de la posguerra, llevando a la sociedad venezolana a términos de
profesionalizar a sus miembros.
Sin embargo, pese a la incorporación de una orientación social y utilitaria a la labor
científica, que pudo evidenciarse en la práctica a través de esfuerzos genuinos como la
creación del Centro para el Desarrollo de Estudios (CENDES) en 1960, la carencia de
vínculos reales con el mundo de la producción, que históricamente ha representado el
catalizador de la ciencia por excelencia, y la ausencia de iniciativas efectivas dirigidas hacia
el estado a fin de dinamizar la actividad científica para hacerla cónsona con dicha
orientación, han conducido a la ciencia a un camino, sin retorno aparente. desolado y
carente de contextos locales, y ha facilitado además el inevitable despegue de la ciencia
local a depender de la comunidad científica internacional con el fin de que ésta dirija su
propia orientación (Vessuri, 1984, 21). Esta orientación está marcada por una posición
energética para el más refinado y academicista punto de vista de la investigación científica.
Esto nunca fue más explícito que en el momento en que fue creado el Concejo Nacional
para la Investigación Científica y Tecnológica (CONICIT) en el año 1967, lo que representó
la institucionalización formal de la ciencia en Venezuela tal y como es concebida en los
países más avanzados. Pese a que esta institución fue inicialmente concebida con una
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 256
poderosa disposición social, pronto pasó a ser objeto de acaloradas discusiones marcadas
por la abrumadora influencia de un sector de la comunidad mayormente inclinado a apoyar
el carácter internacional, “universal” de la ciencia, que no está sujeto a ningún objetivo o
meta social o utilitario. Una postura que pudo percibirse como “natural” dada no sólo por la
carencia de materia de trabajo dentro del país, sino también por la búsqueda de
reconocimiento, prestigio y aceptación por parte de la comunidad internacional, a la que
muchos científicos venezolanos pertenecen en virtud de sus estudios en prestigiosas
instituciones del exterior.
México
A diferencia de Venezuela, la historia científica y tecnológica de México comienza incluso
antes de que el país obtuviera su independencia en 1821, al tiempo en que sus científicos, al
igual que todos los científicos del mundo, empezaban a sentirse fuertemente atraídos por la
revolución intelectual de la “Ilustración”.
Sin embargo, a raíz del surgimiento de la agitación política como marco del las batallas
independentistas, la quizás inevitable politización de la ciencia sentó las bases para la casi
absoluta disociación de aquellas actividades prácticas relacionadas con el ámbito de la
producción, el consumo, etc., y a su estrecha relación con el estado y las tareas ideológicas
que tenían que ver con la construcción de la nación. Por otra parte, el positivismo de
Compte pudo ejercer una poderosa influencia sobre los líderes del país, quienes lo habrían
puesto en práctica para la institucionalización del carácter eminentemente institucional de la
ciencia en el año 1867, con la introducción de la Ley Orgánica de Instrucción Pública. Se
pensaba que la simple introducción de la educación científica podía ser suficiente para
formar la nueva sociedad que el país necesitaba al entrar a formar parte del grupo de países
independientes y soberanos del mundo. Una educación científica constituía entonces la base
esencial que conduciría automáticamente al bienestar social del país.
A pesar de los esfuerzos observados a través de la historia de México, encaminados a
establecer una infraestructura efectiva de ciencia y tecnología (una institución paralela al
CONICIT de Venezuela apareció al fin en 1970, con la creación de CONACYT), la
mayoría de los intentos parecieron tener que enfrentarse a lo que podría denominarse una
barrera insuperable de limitaciones. La primera de estas limitaciones, al igual que en el caso
de Venezuela, constituyó una fuerte élite académica que aparentemente llegó a exhibir una
aprehensión exagerada hacia el más ligero intento por aproximar a la ciencia a cualquier
objetivo de tipo utilitario; otra de las principales limitaciones constituyó la relativa
debilidad del sector empresarial para concebir junto al estado lo que podría denominarse un
proyecto nacional de exigir la participación de todos los sectores de la sociedad, incluyendo
la comunidad científica y tecnológica actual.
En ambos países estos dos elementos, una comunidad científica cerrada por una parte, y el
desdén de esta comunidad hacia cualquier intento encauzado hacia su aplicabilidad social,
han conllevado al aislamiento social virtual de la ciencia, y por esta razón a una elevada
vulnerabilidad, quizás a causa de este aislamiento con respecto su única fuente de recursos:
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 257
el estado. En el momento en que surge la crisis, el sector tiende a ser tomado en cuenta sólo
para inversiones superficiales, tal y como Vessuri señala (1982, 26), ubicándose de esta
manera entre los asuntos de la agenda del estado que tienden a soportar las más drásticas
reducciones.
Los incentivos basados en el mérito para el personal académico
A pesar de que la mencionada contracción del estado conminó a una política neoliberal
obligando a los gobiernos latinoamericanos a cercenar drásticamente los presupuestos
destinados a la ciencia y la tecnología, aún existía la urgencia por revitalizar la economía.
Por esta razón la competitividad actual depende en gran medida del nivel de integración
tecnológica de los productos al mercado, y además posee la necesidad paradójica de
incrementar la inversión en la ciencia y la tecnología, y especialmente en la infraestructura
(Smith, 1996, p 52).
Sin embargo, lejos de considerar estos parámetros como una tarea urgente, quizás debido a
la infranqueable naturaleza de obstáculos con la que tiene que enfrentarse, pareciera que el
estado pudo divisar un problema de grandes magnitudes en relación con el constante éxodo
de personal académico de primera línea, amenazando con extinguir a comunidades
científicas enteras (Malo, 1992, p 344). En contraste con este panorama, los países
latinoamericanos comenzarían a implementar un sistema cuidadosamente diseñado de
incentivos, basado en los criterios de reconocimiento internacional.
A mediados de los años 80, durante la llamada “década perdida” para Latinoamérica, se
inició la era de los incentivos en la región (De Ibarrola, 1992, p.351). Varios países
latinoamericanos crearon diversos mecanismos innovadores a fin de implementar esta
estrategia, y desarrollaron sus respectivos proyectos institucionales. En el caso de México,
este mecanismo tomó la forma del Sistema Nacional de Investigadores, SIN, mientras que
en Venezuela se creó el Sistema de Promoción de Investigadores, SPI.
Ambos sistemas giraron alrededor de tres objetivos (Malo, 1994, pp.344-345, González et
al, 1994, p. 348):
1. Impulsar la investigación científica y tecnológica mediante distinciones honorarias y
apoyo económico activo a los investigadores que merezcan tal reconocimiento.
2. Prevenir la salida de eminentes investigadores que pudieren abandonar el sistema para
emprender actividades profesionales de otra índole o emigrar a otros países en donde la
investigación constituyere una actividad social fundamental.
3. Suministrar una base para captar a aquellos prospectos de investigadores a la profesión
académica mediante atractivos incentivos económicos, y a la vez asegurar una “masa
crítica” consistente en un personal calificado responsable de la formación de futuras
generaciones de investigadores, y la propia reproducción de la comunidad.
Evidentemente, estos mecanismos no apuntaban en la práctica hacia la retención de la
comunidad académica por entero; tampoco podían hacerlo dadas las severas limitaciones
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 258
presupuestarias a las que la ciencia y la tecnología estaban sujetas. No obstante, un autor
asevera que:
“pareciera que (…) estas políticas están orientadas a identificar una pequeña cantidad
de eruditos de la “calidad” hacia el interior del enorme mercado laboral académico (…)
un pequeño grupo está siendo promovido mientras todos los demás están perdiendo toda
motivación”
(De Ibarrola, 1992, p.351)
En efecto, y sin guardar ninguna pequeña semejanza con el “Efecto de Matthew Merton”,
dados los recursos invariablemente escasos ubicados en el sector, los realizadores de las
políticas escogieron distribuir los fondos ya reducidos entre una cantidad pequeña de
investigadores: los mejores y los más productivos. Pareciera que los hacedores de políticas
estuvieron apostando que sólo un reducido número de “seleccionados pocos” podría ser
capaz de reproducirse y expandirse como grupo de “calidad” en medio de una gran
comunidad descalificada y al mismo tiempo desmotivada como resultado de un
procedimiento común de evaluación (De Ibarrola, 1992, p.351). El alcance hasta donde esto
ha sido puesto en marcha constituye un tema a abordar en futuros análisis.
Es en el mejor de los casos, es vago lo que se espera de “la crema” de la academia.
Implícitamente, estos científicos están más bien encargados de inspeccionar el vínculo
existente entre la investigación y la enseñanza, a fin de brindar una educación superior de
calidad a más de un millón de estudiantes, como es el caso de México, y de supervisar la
inmensa problemática planteada por las necesidades que poseen la investigación natural y
el desarrollo tecnológico. Sin embargo, la misión de facto de la comunidad está más
vinculada a los méritos personales y a los logros, de acuerdo con los procesos de evaluación
dirigidos hacia los incentivos individuales. Tal y como el autor asevera,
…Los doctorados obtenidos en prestigiosas instituciones, las
publicaciones en boletines internacionales, las citas del índice de Citas,
las disertaciones tutoriadas de post grado, los premios recibidos, etc(…)
Todo aquello que estamos manejando con respecto a la productividad académica
palpable, cuantificable, de acuerdo con las normas internacionales
(De Ibarrola, 1992, p.350)
Pese a que los criterios de calidad fueron introducidos y considerados teóricamente en el
momento de evaluación para la incorporación y renovación del sistema, aún, en muchos de
los casos registrados, los parámetros cuantitativos tienden a prevalecer al punto de
convertirse frecuentemente en determinantes primarios de los casos extremos y difíciles
(González et al, 1992, p 361).
Un análisis de los datos publicados muestra que el desenvolvimiento del sistema no ha sido
desarrollado de la manera en que debería. El análisis saca las siguientes suposiciones:
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 259
a) Todas las publicaciones mencionadas por el SCI, acreditadas para los autores de
estos dos países, son consideradas para ser autorizadas por miembros de los
sistemas de incentivos individuales de estos países.
b) Aquellos científicos pertenecientes al sistema, que no publiquen material alguno,
no deberán formar parte de éste y por lo tanto deberán ser considerados
excepciones en el sistema.
c) Aquellos científicos que sí publiquen cualquier clase de material pero que no
sean parte del sistema, deberán ser incluidos en teoría considerándose por este
motivo excepciones en el sistema.
d) Las excepciones se consideran en razón de su propia naturaleza no común,
estadísticamente insignificantes.
e) Además, es más seguro asumir que los miembros del sistema de incentivos son
únicamente aquellos que publiquen todas las ponencias a nivel internacional.
f) Los resultados de los análisis no consideran el nivel primario del Candidato,
debido a que esta categoría es de una naturaleza más transitoria, utilizada para
detectar a aquellos prometedores investigadores con grandes capacidades para el
futuro. Por esta razón se asume que estos resultados contribuyen de manera
determinante en la publicación de estadísticas.
g) Se consideran todas las publicaciones guardadas en cualquier año como previas a
la investigación activa. Esta suposición se ha ampliado en las figuras 2 y 4.
La publicación de estadísticas (véase figura 1) tomada del banco de datos del Consejo
Nacional para la Ciencia y la Tecnología de México, que a su vez está basado en
estadísticas tomadas del Indice de Citas Científicas, indica que desde el año de 1984, año de
la incorporación del Sistema Nacional de Investigadores, las tasas de productividad,
basadas en cifras aproximadas, se han ido deteriorando consistentemente, partiendo de 99
ponencias publicadas por investigador cada año en 1984, a una cantidad mínima de 51
ponencias en 1991 para luego experimentar una ligera recuperación de 61 ponencias por
investigador en 1995 (véase figura 2)
En la figura 1 se puede observar una desviación marcada a partir de 1989 con respecto a la
relación anterior entre el número de investigadores en el sistema y la cantidad de ponencias
publicadas. La tasa de crecimiento de investigadores incorporados al sistema pareciera
elevarse a un paso más rápido que la correspondiente cifra de ponencias en publicación.
Esto significa que la cantidad de investigadores que se incorporan al sistema es mayor que
el número de ponencias en publicación.
Actualmente la razones aparentes de este desbalance en las cifras referentes a la
productividad son inciertas. Una posibilidad podría ser que factores diferentes a los
cuantitativos empezaron a tomarse en cuenta en el momento de la evaluación para
incorporarse y permanecer dentro del sistema. Es un hecho que, por ejemplo, las normas se
han incrementado con el pasar de los años en términos de exigir un título de doctorado al
incorporarse en el sistema. Sin embargo, no hay razón para creer que esto puede afectar
negativamente las cifras actuales de productividad; por el contrario, mientras es más
elevado el nivel académico del investigador, mayores probabilidades existen de que
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 260
publique sus ponencias. Cualesquiera sean los factores implicados, que constituyen una
materia para futuros estudios, es evidente que la productividad ha dejado de ser
temporalmente un factor arbitrario, como se puede observar en las figuras 1 y 2, en donde la
relación pareciera estabilizarse nuevamente después del año 1993 pese a que alrededor de la
mitad de la tasa de productividad se hizo efectiva al inicio del programa (véase figura 2),
exhibiendo una marcada desviación en la relación señalada. De hecho, a pesar de que la
tendencia en baja de Venezuela no se observa tan acentuada como el caso de México, los
incentivos ofrecidos no han tenido el impacto esperado. Por el contrario, la tendencia
mostrada en la figura demuestra que en el mejor de los casos las cifras en torno a la
productividad no han variado significativamente durante el período señalado. En 1995, el
último año tomado para el análisis, se observa una tasa de 63, aproximadamente la misma
cifra al tiempo en que el programa comenzó, en 1991. González et al (1996, 89) señala con
exactitud que la fecha indica el hecho de que no ha habido un incremento significativo en la
productividad científica a pesar de los aparentes incentivos provistos al sector. A diferencia
de las fechas de México, sin embargo, no ha habido tampoco un desbalance significativo.
En otras palabras, estamos en capacidad de asegurar que en Venezuela el programa de
incentivos no ha tenido ningún impacto en las áreas de la productividad, medida por el
número de ponencias publicadas en boletines internacionales. En el caso de México, se
observa que el programa de incentivos ha tenido un impacto negativo en la productividad,
medida de acuerdo con los mismos parámetros. Evidentemente, y como hemos explorado
anteriormente, otros factores están implicados en los resultados, y deberán considerarse
para futuros estudios.
Las cifras presentadas en este estudio son aún netamente preliminares como para emitir
cualquier clase de juicio en estos momentos, y la tasa de publicaciones no constituye
evidentemente el único factor implicado en los parámetros de evaluación para incorporarse
o permanecer dentro del sistema, aunque sí es uno de los más importantes. El adagio que
reza “publica o perece” está cada vez más vigente, y así debería serlo si tanto México como
Venezuela persiguieran adaptarse a las normas internacionales. Y como hemos dicho,
muchas de las decisiones dentro del sistema, de acuerdo con el análisis final, están basadas
en este parámetro internacional de características uniformes. Pero estos resultados se
dirigen de todos modos al hecho de que al menos el cumplimiento del primero de los
objetivos mencionados anteriormente, con el fin de estimular la investigación científica y
tecnológica, está puesto en duda en el mejor de los casos.
A pesar de que se han dirigido diversas críticas a los sistemas de incentivos individuales
(para ver una buena lista de ellas, léase Malo, 1992, pp. 345-346), nuestra mayor
preocupación yace el hecho de que los prejuicios del sistema para cumplir las normas
internacionales en términos de lo que se entendería como rendimiento académico (o
“crédito científico” según la terminología de Verónica Stolte-Heiskanen), están
desmotivando a los investigadores que se encuentran preferentemente inclinados a dirigir
sus esfuerzos hacia objetivos de estudio más locales, que, quizás justificadamente, tiendan a
ser de poco o ningún interés para la comunidad científica (Gibbs, 1995). Esto supone un
serio reto para el Tercer Mundo y su infinidad de problemas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 261
Conclusiones
A pesar de que se reconoce que la ciencia posee como característica fundamental el hecho
de ser “universal”, y de que la búsqueda del conocimiento para la evolución, y el deseo de
contribuir en el conocimiento en general constituyen metas legítimas para las comunidades
científicas, los autores creemos sin embargo, que debe establecerse algún tipo de balance
entre el seguimiento de estas metas y la búsqueda de un tipo más local de conocimiento
que persiga aplicar lo aprendido a algunos de los problemas más urgentes de las naciones en
vías de desarrollo. Como hemos visto, los esquemas académicos actuales hacen especial
énfasis en una actividad orientada hacia la aceptación global dentro de las normativas y
prácticas implantadas internacionalmente para el trabajo científico. Pensamos que en los
esfuerzos dispuestos para que el conocimiento labore en el contexto científico inmediato,
local o nacional, se debe disponer de un balance igualitario, si no mayor, en estos
esfuerzos. No obstante, en las condiciones presentes, los académicos no pueden percibir tal
cantidad de esfuerzos sino únicamente como aquello que puede realizarse tal vez en su
tiempo libre, casi totalmente fuera de toda vocación e interés. La mayor parte del tiempo,
estos académicos están (pre)ocupados en las actividades diarias que se llevan a cabo o que
se finalizan en términos de lo que requieren los entes de evaluación: las actividades que
parecen más meritorias a los ojos de las comunidades de evaluación (De Ibarrola, 1992,
p.352).
Lo que el sistema ha emprendido ha elevado las condiciones de vida de un pequeño número
de académicos (mientras que para otra gran cantidad de éstos tan sólo ha evitado un mayor
deterioro en sus ingresos), al tiempo que le ha brindado cierto reconocimiento a los
científicos que cabalmente han recorrido un largo camino a fin de elevar la autoestima de la
profesión. Empero, en relación con la ciencia, ya hemos comprobado que esta área no ha
recibido más incentivos que en relación al momento previo a la implementación de los
mecanismos de incentivos individuales.
Por ejemplo, en estos países se ha hecho poco por solventar los problemas más urgentes que
cada uno presenta, y muchos de estos podrían examinarse concienzudamente a través del
esfuerzo científico. Para citar un caso, muchos de los logros obtenidos en Israel en estas
áreas no son precisamente resultado de una comunidad científica encargada meramente de
mantenerse al tanto de los eventos que se llevan a cabo internacionalmente o en las
“fronteras”. Podría parecer que los logros en el área de las aplicaciones científicas concretas
constituyen únicamente algunos eventos aislados y promovidos individualmente, y estos
eventos podrían lograr un mayor alcance en la solución de los problemas actuales más
críticos con el esfuerzo de los organismos e instituciones que los apoyan, como por
ejemplo el Estado.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 262
El uso de la ingeniería genética para el desarrollo de semillas más resistentes a las plagas, el
descubrimiento de vacunas para endemias locales como el cystercus, y el tratamiento a las
aguas residuales para uso de la agricultura, son sólo algunos pocos ejemplos de la vasta
cantidad de tópicos de investigación que son de interés local y que están orientados hacia la
solución de problemas graves y propios de los países en vías de desarrollo.
En cuanto al segundo objetivo, como propusieron Malo y González, “Prevenir la salida de
eminentes investigadores que pudieren abandonar el sistema...”el programa de incentivos
comenzó a obtener un impacto positivo a finales de los años 80. Parte importante de la
“fuga de cerebros” experimentada se debió al caso de los estudiantes que disfrutando de
becas para el extranjero no regresaron a su país luego de obtener su licenciatura, optando
por residenciarse en el país anfitrión. CONACYT inició entonces un programa de
repatriación para regresar a estos y otros estudiantes desde el año 1991, obteniendo
resultados positivos.
En el tercer objetivo, pese a que sería justo asegurar que programas como el SIN y el SPI
han logrado recorrer un largo camino en el establecimiento de las bases para la
consolidación de una “masa crítica” en el personal científico, no está del todo claro si esto
está ejerciendo un papel realmente significativo en la formación de las futuras generaciones
de investigadores científicos. Debido a el efecto anteriormente mencionado de Matthew
Merton, las generaciones más jóvenes no están motivadas a incorporarse a la profesión.
La habilidad de aprovechar completamente el potencial de la ciencia y la tecnología
requeriría de un esfuerzo concertado por parte de aquellos inversionistas que históricamente
han mantenido una estrecha relación con la actividad tecnológica y científica: el Estado, el
sector productor y la comunidad científica misma. Es harto conocido el hecho de que el
Estado ha ejercido históricamente un papel fundamental en la promoción de la ciencia en
los países más avanzados; como claramente describe Noble (1984), esta promoción ha ido
más allá del mero financiamiento, como ha sido el caso de la mayoría de los países
latinoamericanos, y ha brindado directivas claras y concretas en consonancia con las metas
orientadas hacia el bienestar general. En Latinoamérica, por el contrario, el diseño y
promulgación de políticas tan sólo ha sido dejado en manos de una reducida e “ilustrada”
comunidad científica, inclusive cuando esto no ha implicado un acercamiento a los
problemas que abarcan contextos y problemas de lo general a lo particular. A fin de
reasumir el papel de hacedores de las metas colectivas de la población, los estados
latinoamericanos necesitarían empezar por tener la claridad en lo que finalmente se
convertiría en un proyecto nacional que vaya más allá de la mera reacción de los eventos
globales, o de atraer la inversión extranjera.
Traducción: María Eugenia Acero Colomine.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 263
Análisis Estratégico de las Actividades de I&D de la Universidad en el Marco de la Comercialización de la Ciencia y la Tecnología
67
P. Condom and J. Valls, Universidad de Gerona
1. Introducción
La Universidad de Gerona (UdG) es una institución dedicada a la realización de actividades
de formación e investigación, ubicada en la ciudad española de Gerona, al norte de
Cataluña entre Barcelona y Francia. La universidad fue fundada en diciembre de 1991 en
momentos en que se estaba reestructurando la distribución de los centros universitarios de
Cataluña y España. Desde un comienzo, esta institución ha venido creciendo rápidamente.
El número de profesores, que en el año de 1992 era inferior a 400, llegó a ser mayor de 700
en 1998. En lo que respecta a la infraestructura (centros de investigación, laboratorios,
instrumentos, etc.), la universidad también ha experimentado un amplio crecimiento,
debido a que los recursos destinados a las actividades de investigación se han multiplicado
en forma considerable. Entretanto, los órganos directivos encargados de delinear las
políticas en materia científica comenzaron a pensar en la necesidad de lograr una aplicación
de los resultados de las investigaciones en los alrededores de la universidad, desde un punto
de vista socioeconómico, y a indagar sobre la forma de alcanzar tal objetivo. Un primer
paso en esta dirección fue el que se dio en diciembre de 1996, cuando se tomó la decisión
de realizar un estudio profundo sobre las áreas de investigación de la institución. Este
estudio también determinaría la forma en que se había venido estructurando la misión de
investigación desde que se fundó la universidad. Con este objetivo en mente, la vice-
rectora del área de investigación solicitó que el grupo representado por los autores de este
artículo llevara a cabo dicho estudio, y, para facilitar su tarea, puso a su disposición la
colaboración de la Oficina de Investigación y Transferencia Tecnológica de la universidad
(OITT). La OITT se encarga de poner en práctica la política en materia de investigación
creada por el vice-rectorado y de dirigir todas las actividades de investigación de la
institución. En este sentido, la tarea principal de la OITT consiste en administrar la
información relacionada con los programas de apoyo a la investigación por parte del
Estado, identificar y promover las actividades de investigación, prestar ayuda a las
empresas e instituciones que soliciten alguna contribución de parte del área de investigación
de la universidad, gerenciar la firma de contratos para facilitar estas contribuciones y, por
último, archivar las patentes de los resultados de las investigaciones y respaldar su
comercialización.
2. Objetivos
La tarea investigativa de la universidad se realiza a través de 18 departamentos y 7
institutos de investigación en las áreas humanística, social, científica y tecnológica. Dado
67
Ponencia presentada en la Segunda Conferencia Internacional sobre Políticas Tecnológicas e Innovación.
Lisboa, 3 – 5 Agosto 1998.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 264
que la investigación en las áreas humanística y social es muy diferente a la que se realiza en
las áreas científica y tecnológica, la institución solicitó que primeramente se realizara un
estudio sobre las dos últimas. Estas dos áreas comprenden ocho departamentos y cuatro
institutos de investigación, así como un personal docente de 435 profesores, de los cuales
148 son profesores asociados que trabajan medio tiempo, 219 son profesores de dedicación
exclusiva y 68 son investigadores visitantes.
Los objetivos específicos del estudio realizado fueron los siguientes:
a) Identificar los grupos de investigación y obtener información acerca de las
actividades que realizan.
b) Determinar el potencial científico de cada grupo.
c) Determinar el potencial del grupo para aplicar los resultados obtenidos en las
investigaciones en los alrededores de la universidad.
El análisis fue solicitado por tres instancias distintas de la universidad, a saber, la vice-
rectora del área de investigación, la OITT y los propios grupos de investigación. La primera
consideró que un mejor conocimiento de la estructura de la tarea investigativa de la
universidad sería una gran ayuda para la creación de políticas sobre las actividades de
investigación de la institución y la trasferencia de los resultados a la sociedad.
Posteriormente se verá que, una vez definidos los grupos de investigación, se realizó una
clasificación de los mismos a partir de variables cuantitativas, con el fin de determinar las
características propias de cada uno de los tipos de grupos y sus necesidades en el tiempo,
todo esto dentro del marco de la ayuda que debe prestar la institución en cada caso. Por su
parte, la OITT consideró necesario el estudio, ya que para poder promover los resultados de
las investigaciones, primero necesitaban conocer muy bien tanto las investigaciones
realizadas en la universidad como los resultados de las mismas. También necesitaban
determinar el potencial de los grupos de investigación en lo que concierne a recursos
humanos e infraestructura y, además, debían detectar cuál era su “mercado” principal.
Finalmente, un mejor conocimiento de las actividades de investigación de la institución
también sería útil para los mismos grupos, ya que les permitiría coordinar sus tareas,
integrarse, redefinir sus tareas y enfoques de trabajo.
3. Fases del Estudio
El trabajo realizado durante 1997 se dividió en las siguientes cinco etapas:
1) Se utilizó la información existente en la OITT sobre los distintos grupos de
investigación.
2) Se revisó y corrigió dicha información mediante la realización de entrevistas a los
directores de los ocho departamentos y de los cuatros institutos de las dos áreas
seleccionadas para el estudio. La información recogida en esta fase consistió
únicamente en el registro de los nombres de los grupos y de sus miembros. Se
identificaron 55 grupos.
3) Se definieron los criterios a aplicar y se recogió toda la información relacionada
con cada grupo.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 265
4) Se realizaron entrevistas de aproximadamente dos horas a los directores de cada
grupo. De un total de 55 directores se realizaron preguntas a 43, con el fin de
ampliar y confirmar toda la información obtenida en las etapas anteriores.
5) Por último, se analizaron todos los datos y se sacaron conclusiones.
4. Identificación de los Grupos de Investigación y Recolección de
Información acerca de sus Actividades: Metodología y Resultados
Si bien la universidad es aún joven, existe una cantidad significativa de información
disponible sobre las actividades de investigación que realiza. La OITT cuenta con un gran
número de datos sobre los distintos proyectos de investigación que están a la disposición de
los investigadores: proyectos en Europa, nacionales y regionales, contratos empresariales,
resultados de investigaciones científicas (publicaciones, participaciones en congresos, etc.),
premios obtenidos en el área científica, solicitudes de patentes, etc. En la tercera etapa del
estudio se decidió eliminar toda la información que no se considerase relevante, con el
objetivo de simplificar al máximo todos los datos mencionados arriba y facilitar su
interpretación. Por último, se acordó que toda la información que describiese la tarea
investigativa de cada grupo sería resumida en tan sólo dos páginas, tomando en cuenta los
objetivos del estudio. En la primera página se resumieron los datos de carácter científico del
grupo y en la segunda se describió un panorama general de la aplicación o transferencia de
los resultados de sus investigaciones. Además, cada vez que se finalizaba un proyecto,
todos los datos recogidos se convertían en un manual de valiosa información para la
institución. La información recogida se presentó en forma de datos numéricos y de gráficos
de evolución. A continuación se explica con más detalle el tipo de información recogida:
1) Nombre del grupo y sus miembros con sus respectivas categorías en el área de la
enseñanza.
2) Un estimado real de los recursos humanos del grupo. Para medir los recursos
humanos de un grupo, se agregó una variable denominada Dedicación al grupo
(DG). De tratarse de un profesor de dedicación exclusiva al grupo de investigación
(a tiempo completo), esta variable tendría un valor de 1. Por lo tanto, si un
investigador de este tipo realizaba tareas de investigación en un solo grupo, su DG
sería igual a 1. El valor se reducía en el caso de que una persona estuviese
contratada por medio tiempo o dedicada a más de un grupo. Así, un investigador
que estuviese dedicado a realizar tareas de investigación en dos grupos, tendría una
DG igual a 2 en cada grupo. Los investigadores que no estuviesen contratados por
la universidad (estudiantes, técnicos e investigadores externos, de otras
universidades, etc.) tendrían una DG igual a 0, ya que se consideró que si bien en
ese momento estaban aportando recursos al grupo, no había manera de saber si esta
situación se mantendría en un futuro cercano. Tampoco se tomaron en cuenta los
integrantes del grupo que estaban contratados por la UdG, pero que temporalmente
estaban trabajando en otras actividades (de año sabático, etc. El valor de la variable
DG de cada investigador se determinó a través de los datos recogidos durante las
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 266
entrevistas realizadas a los directores de cada grupo y de aquellos aportados por el
Departamento de Recursos Humanos.
3) Número de miembros del grupo con doctorados. Se aplicó el mismo procedimiento
usado para estimar los recursos humanos y en ambos casos se aceptó la obtención
de números decimales.
4) Datos sobre la investigación del grupo. La información se recogió durante las
entrevistas realizadas a los directores de cada grupo. Se identificaron las áreas de
especialización de cada grupo de investigación y su correspondiente código de la
UNESCO. En algunos casos, las áreas de especialización se clasificaron en áreas
maduras y áreas incipientes. Un ejemplo de estas últimas son las investigaciones
que se han puesto en marcha a partir de tesis doctorales recientes.
5) Descripción de la infraestructura para la investigación científica. Se realizó una
lista de datos sobre la infraestructura utilizada por cada grupo. Estas listas
conformaron un inventario de la infraestructura de la universidad destinada a las
actividades de investigación.
6) Ayuda financiera del Estado. Se estudió el tipo de financiamiento público recibido
por el grupo durante el período de 1993 a 1996 (cuatro años). El motivo por el cual
se seleccionó este período fue el hecho de que en 1992 muchos investigadores
comenzaron proyectos de investigación en otras universidades que aún no habían
sido transferidos a la UdG, y para el período que finalizaba en 1997 no se contaba
con la información sobre el momento en que había comenzado el proyecto de
investigación. Se analizaron más de 40 tipos distintos de ayuda financiera del
Estado que se clasificaron en cuatro categorías: ayuda para proyectos de
investigación, viajes, relaciones entre grupos y ayuda complementaria. Estos datos
se presentaron en forma de números y gráficos para así poder apreciar la evolución
de la ayuda financiera otorgada a cada grupo. Una vez compilada toda esta
información, la conclusión que se extrajo fue que, tal y como se había pensado, los
grupos de investigación no eran unidades cerradas. Es normal encontrar a
investigadores de distintos grupos o incluso de diferentes universidades trabajando
juntos en un mismo proyecto de investigación. Por ello, fue necesario establecer
criterios para diferenciar los casos en que dos grupos compartían la ayuda
financiera.
7) Producción científica. La información sobre la participación en conferencias y las
publicaciones (artículos, libros, capítulos de libros, monografías, periódicos,
traducciones científicas, etc.) se obtuvo del Informe de Investigaciones de la
Universidad de Gerona correspondiente a cada uno de los años del período
estudiado (1993-1996). También se crearon criterios para diferenciar los casos en
que la producción lograda era el resultado del trabajo de autores o miembros de
más de un grupo o del trabajo conjunto con investigadores de otras instituciones.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 267
8) Productividad científica durante el período 1993-1996. Se estableció una relación
entre la producción científica del grupo y los recursos humanos y económicos
empleados para lograr dicha producción. La correspondencia se representó a través
de dos relaciones: 1) producción / recursos humanos del grupo, y 2) producción /
financiamiento público.
9) Relaciones con otros grupos de investigación. Se recogió toda la información sobre
las relaciones existentes entre el grupo y otros grupos científicos alrededor del
mundo. La cantidad de relaciones así como la diversidad de lugares con que se
mantenían las mismas daban una idea de la madurez científica del grupo. Cuando
se solicitó esta información a los directores de cada grupo, se les aclaró que se
podía hablar de relaciones con otros grupos cuando el grado de conocimientos era
suficiente como para presentar un proyecto de investigación común o cuando se
pudiesen publicar conjuntamente resultados de investigaciones realizadas. Los
contactos podían haber surgido como resultado del trabajo realizado por algún
miembro del grupo en otra institución o de un trabajo de investigación conjunto
previamente planificado. Más adelante, esta información se convertiría en una
herramienta muy útil para definir la política de relaciones internacionales de la
universidad.
10) Reconocimiento de grupo destacado por parte del gobierno catalán. Dentro de su
Plan de Investigación, el gobierno de la Generalitat de Catalunya contempla una
ayuda financiera para aquellos grupos que reúnan ciertos requisitos científicos.
Estos grupos no sólo reciben una ayuda monetaria, sino que son considerados
grupos destacados y son reconocidos de tal manera en Cataluña. Se encuentran, por
lo tanto, dentro de una categoría que les da cierta reputación. Para los fines del
estudio, se hizo la acotación cuando un grupo pertenecía a esta categoría.
11) Potencial del grupo y su situación en cuanto a la transferencia de tecnología. Se
analizó la información que permitiese tener una idea de la situación en que se
encontraba el grupo en el área de transferencia de tecnología. Para representar esta
situación se utilizaron dos variables que podían encontrarse entre los valores 0 y 10
y que fueron determinadas por el director de cada grupo durante las entrevistas.
Cuanto mayor era el valor asignado por éste, mayor era el potencial que según su
punto de vista tenía el grupo para comercializar los resultados de sus
investigaciones. La segunda variable indicaba la disposición del grupo para aplicar
sus resultados. En las entrevistas con los directores de los grupos se fijaron criterios
para definir el potencial del grupo; entre los aspectos que se tomaron en cuenta se
encuentran los recursos humanos y la infraestructura del grupo, la madurez de su
trabajo (si se trataba de una investigación básica o aplicada) y la habilidad para
hacer uso de los resultados obtenidos. También se pidió al director de cada grupo
una evaluación de la disposición del departamento al respecto. Por último, se
incluyó una evaluación del potencial de cada grupo hecha por la OITT.
12) Actividad de transferencia del grupo. Se representó la actividad de transferencia del
grupo durante el período de 1993 a 1996 a través de datos numéricos y de gráficos.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 268
Además, se incluyó la trayectoria financiera del grupo con base en los contratos y
patentes de investigación, así como programas de ayuda pública destinados a
apoyar la transferencia de tecnología. Dentro de los programas de ayuda pública se
incluyeron los de PETRI y CDTI, ambos del Plan de Investigación Nacional.
13) Investigación para las compañías. Cada grupo especificó el tipo de investigación
que podía tener aplicación en las compañías y la infraestructura disponible para
emprender estos proyectos.
14) Análisis de las fuerzas del mercado. Esta información tiene relación con el análisis
de la sección seis sobre la investigación en la universidad y el panorama económico
así como el potencial para comercializar los resultados obtenidos. A cada grupo se
le pidió que señalase cuáles eran sus principales “posibles clientes” utilizando la
Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE).
15) Impacto geográfico de la aplicación de los resultados obtenidos por el grupo. Se
analizaron todos los contratos de investigación firmados por cada grupo en los
últimos cuatro años, con el fin de determinar la distancia existente entre las
compañías y Gerona. Este análisis también está relacionado con el estudio
destinado a definir el potencial de cada grupo para aplicar los resultados de sus
investigaciones (sección seis).
A continuación se presenta un resumen de los datos recogidos. El área de ciencia de la UdG
abarca tres departamentos y dos institutos de investigación, y cuenta con 135 profesores que
participan en las actividades de investigación. Si se corrige esta cifra utilizando la variable
DG (definida anteriormente), se obtiene la cantidad de 117,11. Por su parte, el área de
tecnología comprende 300 profesores, que se convierten en 204,95 luego de efectuar la
corrección correspondiente. Abarca cinco departamentos y dos institutos de investigación.
En la tabla 1 se comparan algunos datos sobre las dos áreas y se ofrecen algunos totales.
Tabla 1: Resumen comparativo de las dos áreas a partir de la información sobre los grupos
ÁREAS
CONCEPTO Científica % (*) Tecnológica % (*) TOTAL
Número de investigadores 135 (a) 31 300 (c) 69 435
Número real de investigadores (DG) 117,11 (b) 36 204,95 (d) 64 322,06
Investigadores asignados a grupos 121 89,6 (de a) 180 60 (de c) 301
Número real de investigadores
asignados a grupos (DG)
110,1 94 (de b) 155,31 76 (de d) 265,41
Número de grupos 19 34,5 36 65,5 55
Número real de investigadores con
Ph.D. (DG)
56,02 54,8 46,06 45,2 102,08
Producción (publicaciones y
conferencias)
764 55,4 615 44,6 1.379
Ayuda financiera del Estado 546,7 61,46 342,8 38,5 889,5
Ayuda financiera para la transferencia
de resultados 93-96
38,4 17,2 184,8 82,8 223,2
* Los porcentajes indicados están basados en el total de las dos áreas excepto cuando se hace la acotación
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 269
Una de las primeras observaciones fue que el número de profesores del área científica
trabajando en grupos de investigación (89,6%) es significativamente más alto que el del
área tecnológica (60%). Esta situación se explica por el hecho de que los departamentos del
área de tecnología cuentan con más profesores asociados de medio tiempo, cuya actividad
principal en la universidad es la docencia. En el área científica hay menos grupos (19) que
en la tecnológica (36), pero son más grandes. En cuanto a la cantidad de profesores con
doctorados, el área científica cuenta con el 55% del total. Esta es una de las razones por las
cuales el área científica es responsable del 55% de la producción científica y recibe el 61%
del total de la ayuda financiera del Estado. En el área de tecnología se realizan más
investigaciones con aplicación directa en el mundo empresarial y se mantienen más
relaciones con este campo, entre ellas, actividades de asesoramiento. Por ello, el 83% de los
beneficios por concepto de aplicación de los resultados de las investigaciones corresponde a
esta área.
5. Determinación del Potencial Científico: Metodología y Resultados.
El segundo objetivo del análisis sobre las actividades de investigación de la UdG consistió
en determinar el potencial científico de cada grupo. Para ello, se clasificaron los grupos en
tres categorías (maduros, dinámicos e incipientes) tomando en cuenta las siguientes
variables:
- Condición de grupo destacado de la Generalitat de Catalunya
- Número de profesores con doctorados
- Recursos humanos
- Ayuda financiera del Estado
- Producción científica (publicaciones, conferencias…)
- Volumen de transferencia de resultados
Del total de 55 grupos estudiados de las áreas de ciencia y tecnología, 12 se consideraron
grupos maduros o consolidados (20% del total), 17 dinámicos (30%) y 23 incipientes
(50%). Esta distribución se realizó tomando como base una comparación de las variables
recién mencionadas. A excepción de una, todas estas variables son cuantitativas y permiten
realizar comparaciones a nivel interno en la UdG. La excepción sería la variable de
condición de grupo destacado de la Generalitat, que es cualitativa y que se determina a
partir de factores externos. La clasificación final tuvo muchas limitaciones y sólo pudo
considerarse como una herramienta útil para el personal dirigente de la institución en su
tarea de delineamiento de políticas científicas de la universidad.
Para lograr un mejor análisis, la evaluación no debe basarse únicamente en criterios
cuantitativos, sino que deben utilizarse también datos bibliométricos para medir la calidad
de la institución, la actividad científica y el impacto de la tarea investigativa. Este aspecto
no se tomó en cuenta cuando se comenzó el estudio, pero, en todo caso, debe considerarse
en estudios futuros. En la tabla 2 se presenta un resumen de los datos clasificados por tipos
de grupos.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 270
Tabla 2: Datos sobre la actividad científica de tres tipos de grupos
CONCEPTO Maduros %(*) Dinámicos %(*) Incipientes %(*) TOTAL
Número de grupos 12 21,8 17 31 26 47,2 55
Número real de investigadores
(DG)
110,46 41,6 86,48 32,6 68,47 25,8 265,41
Número real de investigadores
con Ph.D. (DG)
41,26 40,4 41,7 40,8 19,12 18,7 102,08
Producción (publicaciones y
conferencias)
680 49,3 470 34 229 16,6 1.379
Ayuda financiera del Estado 93-
96 (MPTA)
567,5 64 296,4 33 25,6 3 889,5
Ayuda financiera para la
transferencia de resultados 93-96
77,8 35 42,6 19 102,8 46 223,2
* El porcentaje indicado corresponde al número total de grupos
Debe destacarse que los grupos maduros (21% del total) cuentan con prácticamente el 42%
del número total de investigadores y con el 40% de los profesores con doctorados. Estos
grupos son responsables del 50% de la producción en el área de la ciencia y recibieron el
64% de la ayuda financiera por parte del Estado durante el período analizado. Sin embargo,
se observa que este tipo de grupos se inclina por mantenerse mediante la ayuda financiera
del Estado, en lugar de hacerlo a través de las ganancias provenientes de la transferencia de
los resultados de sus investigaciones, de cuyo total sólo el 35% está representado por estos
grupos. Por otra parte, los grupos dinámicos mantienen una estabilidad entre las actividades
que realizan y los recursos que necesitan para ello, aun cuando la actividad de transferencia
de resultados no es muy significativa. Por último, los grupos incipientes cuentan con un
gran número de profesores del área tecnológica, los cuales suelen poner en práctica los
resultados que obtienen a través de actividades como el asesoramiento a empresas. Si bien
cuentan con el 26% de los recursos humanos, sólo reciben el 3% de la ayuda financiera del
Estado, pero se mantienen gracias al 46% de ayuda proveniente de la transferencia de
resultados.
Parte del trabajo que se realizó para alcanzar los objetivos 2 (determinación del potencial
científico del grupo) y 3 (determinación de su potencial para aplicar los resultados) fue
realizar una descripción detallada de los métodos de investigación de cada grupo y sus
códigos correspondientes de la UNESCO, así como definir el tipo de servicios prestados a
las empresas y enumerar los posibles clientes. De este análisis se pudo extraer una lista de
palabras clave. Así, una simple palabra clave permitió relacionar y reunir a distintos grupos;
posteriormente cada palabra y sus grupos correspondientes se representaron gráficamente.
El potencial de cada grupo según la clasificación hecha se marcó con un color específico: a
los grupos maduros correspondió el color rojo, a los grupos dinámicos el naranja y a los
grupos incipientes el amarillo. El gráfico contenía información en forma de números acerca
de los grupos de investigación reunidos bajo una misma palabra clave, específicamente el
número de investigadores con doctorados, el número real de investigadores (DG), la
producción científica total, la ayuda financiera total prestada por el Estado para el período
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 271
1993-96, así como la ayuda financiera proveniente del sector privado para el mismo
período. Estos gráficos constituyeron una importante fuente de información sobre el tipo de
investigación realizada en la universidad y una herramienta de gran utilidad para el ente
rector de la misma en lo que respecta al establecimiento de prioridades en el área de la
investigación. La figura 1 es un ejemplo de la representación de una palabra clave (se
representaron 19 palabras clave). Cada grupo está identificado a través del nombre y
apellido del miembro principal del grupo y los datos numéricos se encuentran en la parte
inferior del cuadro.
Figura 1: Ejemplo de la representación de una de las 19 palabras clave
6. Potencial de Transferencia de Resultados de las Investigaciones:
Metodología y Resultados
Para alcanzar el tercer objetivo del estudio, el cual consistió en determinar el potencial del
grupo para aplicar los resultados obtenidos en las investigaciones en el ámbito socio-
económico del área de influencia de la universidad, se tomaron en consideración las
características propias de cada grupo, por una parte, y la estructura del panorama
económico, por la otra. Entre las características que se consideraron se encontraron la
cantidad de recursos humanos, el volumen y la evolución de la actividad de transferencia de
los resultados obtenidos y la disposición del grupo a realizar este tipo de investigación.
En cuanto al panorama económico, aspecto que será explicado con mayor detenimiento en
esta sección del artículo, se realizó un análisis que contempló un conjunto de pasos.
PACO RAMÍREZ
Reutilización de aguas residualesen riego a presión
MANEL POCH
Revalorización de subproductos (lodos)de las depuradoras.
Estudio y caracterización del procesoproductivo según criterios deminimización de residuos y ahorroenergético. Aplicación de tecnologíasmás limpias
MARIA GISPERT
Aprovechamiento de residuos urbanos yindustriales en el suelo
MINIMIZACIÓN YMINIMIZACIÓN Y
APROVECHAMIENTO DEAPROVECHAMIENTO DE
SUBPRODUCTOSSUBPRODUCTOS
FELIX CARRASCO
Destintado del papel
EMILI MONTESINOS
Tecnologías para la minimizaciónde residuos de la postcosecha demanzana y pera
CARME CARRETERO
Aprovechamiento y valorizaciónde subproductos alimentarios(sangre de matadero)
ISABEL VILLAESCUSA
Extracción de metales utilizandobiomateriales (residuosAgroforestales)
VICTORIA SALVADÓ
Recuperación de metalesde:- aguas residuales- residuos hospitalarios- baterias y pilas- catalitzadores, etc.
JOSEP ARNAU
Reutilización de subproductos yaplicación a instalaciones deportivas,recarga de acuíferos para usosagropecuarios, ornamentales (lagos),etc
Financ. público = 190,3 MPTA Financ. transferencia = 53,2 MPTAInvestig. = 63 / Doctores = 22 / DG = 45 OUTPUTS = 292
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 272
Primero, la definición del ambiente más favorable para la universidad donde pudiese
lograrse la aplicación de los resultados de las investigaciones; segundo, el análisis de la
estructura de este marco empresarial; tercero, la definición de la relación de los posibles
clientes de cada grupo a esta estructura; y por último, la evaluación de la actividad de
transferencia de resultados de la universidad durante los últimos años.
Obviamente, el ambiente empresarial más cercano a la institución no es el mercado más
favorable para todos los grupos de investigación de la universidad. Pero una serie de
estudios demuestran que la proximidad geográfica supone un mayor volumen e impacto de
la aplicación de los resultados de las investigaciones. Además, este fenómeno se hace aún
más pronunciado cuando la comunidad empresarial no está compuesta de grandes
empresas, sino de pequeñas compañías. Precisamente esta es la situación en que se
encuentra la Universidad de Gerona. En vista de esto, se planteó la hipótesis de que el área
geográfica más apropiada en términos comerciales para poner en práctica los resultados de
las investigaciones de la UdG sería un área de 80 kilómetros ubicada en el centro de la
ciudad de Gerona. Este límite se estableció tomando en consideración los medios de
comunicación existentes, así como la influencia administrativa, los servicios disponibles en
Gerona y la competencia que representaban las universidades más grandes de Barcelona.
Para poder realizar un análisis de esta área circular de 80 kilómetros, se recogieron datos en
las compañías más importantes conforme a cuatro bases de datos (se observaron las
referencias para evitar duplicados de la información). La información recogida consistió en
una cantidad total de 2.250 compañías, un volumen anual de ventas mayor a dos millardos
de pesetas y una fuerza laboral de más de 90.000 trabajadores. El 65% del total de las
ventas provenían solamente de la industria manufacturera; cinco sectores pertenecientes a
esta industria generaban el 85% del total de las ventas de manufactura (y 55% de la
cantidad total de todas las industrias). En orden descendiente según las ventas, los sectores
manufactureros más importantes fueron: la industria alimentaria, químicos, plásticos
textiles y vestido, fabricación de máquinas y, finalmente, los metales. Estos cinco sectores
abarcan a 800 compañías (36%) que emplean a un total de 48.000 trabajadores (50%) y que
constituyen una posibilidad de aplicación de los resultados de las investigaciones de la
Universidad de Gerona, no solamente por su cantidad sino por su calidad.
La calidad de las empresas fue revelada por el Instituto Nacional de Estadísticas de España
(INE) tras realizar una investigación sobre la innovación tecnológica de las empresas. El
número total de compañías en dicho estudio superó las 160.000, de las cuales, según el INE,
el 11% podía considerarse compañías innovadoras, y de éstas, sólo el 25% tenía un
departamento de Investigación y Desarrollo (IyD). En todo caso, tal y como revelara dicho
estudio, las áreas con el mayor volumen de actividades de IyD fueron las industrias
química, alimentaria y de fabricación de máquinas, áreas éstas de gran relevancia en Gerona
y directamente relacionadas con actividades de IyD. El INE también mencionó a otros dos
sectores importantes atractivos para la UdG: el sector de textiles y el de metales. El estudio
consideró el tamaño de las compañías y concluyó que las empresas más innovadoras eran
aquellas con más de 50 trabajadores. Este es el tipo de empresas que se encuentran en los
alrededores de la UdG, principalmente en los sectores de químicos y alimentos. De allí que,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 273
tras considerarse distintos puntos de vista, se llegó a la conclusión de que existía un
potencial importante en los alrededores de la universidad para absorber los resultados de las
investigaciones.
Una vez determinados los sectores en los que se encontraban las compañías más
importantes del área de influencia, se buscaron correspondencias entre las mismas y los
grupos de investigación. Para ello, se recurrió a los “posibles clientes” más importantes
mencionados por los directores de los grupos durante las entrevistas. La representación de
esta información fue similar a la de los modelos utilizados para la definición de las palabras
clave en la UdG. Se elaboró un cuadro por sector que contenía información general sobre el
mismo (número de compañías, ventas y cantidad de trabajadores), que debía incluir el
volumen anual de ventas y los grupos de investigación afines. Los cuadros incluían,
además, información en forma de datos numéricos sobre los grupos representados (número
de investigadores con doctorados, cantidad real de recursos humanos (DG), producción,
total de ayuda financiera del Estado para el período 1993-96 y ayuda financiera proveniente
del sector privado para el mismo período). Los grupos tenían colores que los identificaban
según su categoría en el área investigativa. En la figura 2 se aprecia un cuadro modelo en el
que se puede ver que la Universidad de Gerona tiene grandes posibilidades para la
aplicación o transferencia de resultados de las investigaciones en la industria alimentaria.
Esto se aprecia fácilmente, dado que el sector abarca a muchas compañías, al igual que un
gran número de grupos de investigación, muchos de los cuales son grupos de calidad
(maduros o dinámicos) que se han dedicado a realizar investigación en esta área. Cabe
destacar que este equilibrio entre oferta y demanda no se observa en todos los sectores
manufactureros analizados (11 en total).
Por último, la parte final del estudio, que consistió en el análisis de los resultados de la
transferencia de tecnología en la Universidad de Gerona para el período 1993-96, se realizó
tomando en consideración tanto el área geográfica de influencia como los receptores. En
cuanto a la distancia, los resultados probaron la veracidad de la hipótesis planteada
anteriormente, ya que el 63% del volumen transferido por las áreas científica y tecnológica
de la universidad durante el período 1993-96 fue utilizado por compañías o instituciones
ubicadas a menos de 80 kilómetros de distancia de la misma. En conclusión, este es el área
comercial más favorable para la aplicación de los resultados de las investigaciones de la
UdG. La explicación de esta idea estuvo basada en la utilización de información numérica y
en forma de mapas.
En estos mapas se señaló la ubicación de los puntos de transferencia de los resultados así
como las compañías en los cinco sectores industriales más importantes. Los resultados
obtenidos muestran cuáles son las áreas menos cubiertas por la universidad. En la figura 3,
por ejemplo, se puede apreciar todo el mercado de la UdG así como todas las compañías.
El 50% de la investigación realizada en la universidad en las áreas de ciencia y tecnología
entre 1993 y 1996 estuvo dirigida a la industria manufacturera, y el 70% de esta actividad
investigativa se enmarcó en los cinco sectores industriales mencionados anteriormente
(alimentos, químicos, textiles, fabricación de máquinas, y metales). Estos cinco sectores son
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 274
responsables del 85% del total de las ventas de productos manufacturados y la propia
industria manufacturera es responsable del 65% del total de las ventas de todas las
industrias del área analizada. En conclusión, tal y como se esperaba, se logró establecer una
relación entre la investigación realizada en la Universidad de Gerona y la demanda del
mercado.
Figura 2: Relación entre los grupos de investigación de la UdG y el sector alimentario.
Estudios electroquímicos de aguas (Joan Miró)
INDUSTRIA DEINDUSTRIA DE
LALA
ALIMENTACIÓNALIMENTACIÓN
CNAES = 15 /16
CNAES = 15 /16Empresas =232
Empresas =232Facturación = 380.112
MPTA
Facturación = 380.112MPTATrabajadores =
10.872
Trabajadores =10.872
Química analítica, química ambiental y quimiometría (Victoria Salvadó)
Biología Animal (Margarida Casadevall)
Ecol. microbiana ambientes acuát. anaeróbicos y microaeróbicos (Abellà/GarciaGil)La ingeniería concurrente en el diseño y la fabricación (Joaquim de Ciurana)
El cambio en las organizaciones y los sistemas productivos (Jaume Valls)
Modelización de la dispersión de contaminantes (Josep Abel Gonzalez)
Mantenimiento industrial (Lluís Ripoll)
Sección de estadística y análisis de datos (Carles Barceló)
Ingeniería de control y sistemas inteligentes (Aguilar / de la Rosa)
Unidad de Edafología (Maria A. Gispert)
Producción y postcosecha de fruta (Emili Montesinos)
Aprovechamiento y valorización de subproductos (Carme Carretero)
Tecnología de la carne (Josep M. Monfort)
Producción animal (Xavier Puigvert)
Ingeniería hidráulica (Francesc Ramírez de Cartagena)
Laboratorio de análisis de aguas (Conxa Hosta)
Grupos = 19 Doctores = 36,8 Recursos humanos = 101,38 Producción científica = 507
Financiación pública = 341 MPTA Financiación para transferencia = 57,4 MPTA
Ingeniería molecular (Ramon Carbó-Dorca / Miquel Duran)
Caracterización aromática y analítica de vinos (Eduard Puig Vayreda)
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 275
Figura 3: Ubicación de las actividades de investigación de la UdG y posibles lugares
receptores
Referencias
Ballesteros, C. 1989 La promoción estatal de la tecnología. Problematización de la
política tecnológica de México en la década de los ochenta. FCPyS-UNAM y la Fundación
Friedrich Ebert, México DF.
Chavero González A. 1993 “El financiamiento y la utilización de la actividad científico -
tecnológica en México”, Ciencia y tecnología. (Coord), ION - IIES - UNAM. México DF.
De Ibarrola, M. 1992 México: la Experiencia de homologar y deshomologar las
remuneraciones al trabajo académico, Interciencia, 17 (6), 348 - 353.
Gibbs, W. 1995 “Lost Cience in the Third World”, Scientific American, August, pp. 76-83.
González, E, Bissiacchi, B., Viana di Prisco, M. C. 1992 “El programa de promoción del
investigador en Venezuela”, Interciencia,17(6), pp. 358-365.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 276
González, E.. Arevalo, C., y Velasco, M. 1996 Programa de promoción del
investigador (PPI) en Venezuela: ¿Reconocimiento o estímulo?, Interciencia, 21(2).
Guevara González, I. 1993 “La educación tecnológica frente a la modernidad”, en
Enfoques multidisciplinarios de la cultura científico-tecnológica en México, María Luisa
Rodriguez Sala y José Omar Moncada. Maya, Unam, México.
Malo, S. 1992 “El Sistema Nacional de los Investigadores de México”, Interciencia, 17(6),
pp 344-347.
Noble, D. 1984 Forces of Production, a Social History of Industrial Automatization,
Oxford University Press, New York .
Saldaña, J.J. 1992 “Acerca de la historia de la ciencia nacional”, Introducción de Los
orígenes de la ciencia nacional, JJ Saldaña, editor, Cuadernos de Quipu, 4. México DF.
Smith, B. 1996 “The Accountability of Science”, Minerva 34: 45-56.
Szentes, T. 1996 Structural Adjusment in the Contemporary World Economy: the case of
Hungary, Colección El Mundo Actual: Situación y Alternativas, Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, UNAM, México DF.
Vergara Reyes, D. 1993 “La investigación científico - tecnológica en México y su
aplicación en la producción en la década de los ochenta”, en México: Ciencia y Tecnología,
Adrian Chavero González (coord.), IPN-IIES-UNAM. México DF.
Vessuri, H. 1984 “La formación de la comunidad científica en Venezuela”, Introd. De
Ciencia Académica en la Venezuela Moderna,k Hebe Vessuri, editor.
Acta Científica Venezolana, Caracas.
Vessuri, H. 1992 “Ciencia, tecnología y modernización en Venezuela” en La Ciencia en
Venezuela: pasado, presente y futuro, Cuadernos Lagoven, Caracas.
Traducción: Ainoa Larrauri
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 277
Desafíos del Mercado de Empleo para los Trabajadores del Conocimiento
Arnaud Sales, Department of Sociology, University of Montreal, Canada
Introducción
El desarrollo acelerado de la educación superior se convirtió en una prioridad una vez que
se comprendió la relación existente entre el conocimiento científico y profesional y el
funcionamiento de los sistemas económicos y sociales. La inmensa demanda de buenos
certificados profesionales por parte de las compañías, del Estado Benefactor en expansión,
así como de los propios individuos en las décadas de los años 60 y 70 tuvo como
consecuencia que las sociedades más avanzadas comenzasen a realizar grandes inversiones
en la creación de reservas de especialistas. Por una parte, las universidades abrieron sus
puertas, y, por la otra, diseñaron nuevos programas que respondían al surgimiento de
nuevas disciplinas y campos de estudio, al tiempo que crearon, en muchos casos, enfoques
y procedimientos orientados al ejercicio profesional. Las estructuras de producción,
finanzas y mercadeo —junto con las inherentes al empleo—, la aparición de nuevas
industrias y actividades profesionales, el gran desarrollo de los servicios y la competencia
entre éstos, así como las estrategias corporativas comenzaron a depender, dentro de un
sistema cada vez más complejo, del conocimiento formal en sus distintas formas y de
profesionales y gerentes con preparación universitaria. Las sociedades y sus economías
sufrieron entonces grandes transformaciones.
Dada su naturaleza, a las universidades se les ha asignado una misión de amplia
envergadura que encierra inmensas responsabilidades. Por un lado, se espera que
contribuyan significativamente con el desarrollo del conocimiento en distintas áreas lo cual
llevan a cabo a través de programas de investigación. Por otro lado, deben acoger a miles de
estudiantes con el fin de proporcionarles una formación académica que les permita
progresar. Finalmente, se espera que satisfagan las demandas sociales de un grupo de
profesionales y gerentes altamente calificados. Generalmente se asume que esta inversión
en capital humano permitirá que los individuos consigan mejores empleos y que las
organizaciones que los contratan, los clientes que hacen uso de sus servicios y la sociedad
en su totalidad se vean beneficiados. Por otra parte, la concepción de una economía basada
en la información y el conocimiento reafirma esta idea y la realidad que comporta.
Ahora bien, simultánea y paradójicamente, las recesiones económicas acaecidas en algunos
países, la reducción del tamaño de las corporaciones, la tendencia hacia la flexibilización
laboral, así como los fuertes recortes emprendidos por los gobiernos —precedidos por una
disminución de la contratación en el sector público—, han afectado de forma negativa al
mercado laboral altamente calificado, particularmente al conformado por recién graduados,
aunque en menor medida que el de sus competidores de menor formación, cuya situación se
ha tornado realmente crítica, con tasas de desempleo que alcanzan hasta el 25% en varios
países occidentales.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 278
Hasta finales de los años 70, el problema del desempleo era mínimo para los egresados
universitarios, aunque ya se observaba a algunas personas hablando acerca de los
“desempleados instruidos”. La tasa de desempleo era realmente marginal, se trabajaba a
dedicación exclusiva y la mayor parte de los empleos tenían relación con el campo de
estudio abordado por el individuo. El mercado laboral de los egresados universitarios era un
sistema relativamente estable conformado por secuencias de empleos de alta calidad. Su
principal característica era la posibilidad de ocupar inicialmente un puesto de trabajo
importante, relacionado con el campo académico del individuo, condicionado por las
normas de la profesión y de la institución, y generalmente basado en el sistema más amplio
de relaciones industriales de la época, el régimen de Fordist, en el cual existía una relación
directa entre el nivel del salario, el consumo social y las ganancias productivas. Sin lugar a
dudas, la situación actual es muy distinta. Es por esta razón que en esta ponencia se
intentará identificar los nuevos retos de los trabajadores con conocimiento formal.
1. Algunos elementos relacionados con los Sistemas Universitarios y la
Población Estudiantil
A manera de preámbulo se mencionarán algunos elementos que tienen relación con los
sistemas universitarios, así como los cambios en la población estudiantil, cuyas
consecuencias se hacen sentir a largo plazo en la estructura de los mercados laborales
altamente calificados y en la situación y condición de los egresados universitarios.
La década de los años 80 se caracterizó por una tendencia hacia la masificación de los
sistemas universitarios, lo que provocó grandes cambios en la población estudiantil, entre
los que se cuentan cierta democratización, feminización y envejecimiento, éste último
debido al alargamiento de la carrera en caso de que ésta no tuviese continuidad por una
razón u otra (cambio de carrera, estudios de medio tiempo, interrupciones prolongadas entre
los períodos académicos debidas al aumento de los costos). Las universidades y sus
departamentos, generalmente creados en función del número de estudiantes consideran que
lo conveniente es aumentar el número de cursos que ofrecen al tiempo que crece el número
de estudiantes que se inscriben. Actualmente existen entre 130 y 140 campos de estudio, y
para determinar el número de programas habría que multiplicar dicha cifra por el número de
niveles y el de universidades. Tal como se verá más adelante, no en todos los campos de
estudio son iguales las posibilidades de obtener un buen cargo al ingresar al mercado
laboral. El número de estudiantes de dedicación exclusiva ha venido aumentando de forma
continua desde mediados de los años 60 —en Canadá específicamente se ha registrado un
aumento de más de un 50% entre 1980 y 1994.
1.1 Feminización de la masa estudiantil
Las características de la población estudiantil influyen a largo plazo sobre la situación de
los empleos altamente calificados. Uno de los rasgos principales de la masa estudiantil
actual es el predominio del sexo femenino (55%) en todos los sectores, incluyendo
medicina, derecho y administración de empresas y muy pronto también en las ciencias
puras, área ésta en la que está muy cerca de alcanzar al sexo masculino. Una excepción
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 279
serían las ciencias aplicadas, en las que las mujeres aún están poco representadas (20%) con
respecto a los hombres. El sexo femenino predomina tanto en los cursos de pregrado como
en los de postgrado. En cuanto a los doctorados, todavía constituyen la minoría (40%), aun
cuando la proporción es cada vez mayor. En 1970 se estableció la igualdad en el número de
hombres y mujeres en muchos países entre éstos Canadá, Estados Unidos68
y Francia.
Desde ese entonces, el número de mujeres que se inscriben en la universidad ha venido
aumentando.
No cabe duda de que esta feminización de la población estudiantil, que en el lugar de
trabajo seguirá encontrando obstáculos relacionados con las culturas organizacionales, dará
lugar a cambios en la organización del trabajo en un mediano a largo plazo, al igual que en
lo que respecta a la colocación. La concepción tradicional de ciertos empleos como
masculinos está experimentando un cambio radical. Cabe destacar que entre 1982 y 1994 la
situación en el mercado laboral que favorecía a los hombres en cuanto a las tasas de
ocupación (+4,99% en 1982) dio un vuelco para pasar a favorecer a las mujeres (+3,4% en
1994), a pesar de que a éstas se les hace más difícil mantenerse en empleos permanentes de
dedicación exclusiva que tengan relación con su formación académica, los cuales se
considerarían los mejores puestos de trabajo69
Un punto que está comenzando a estudiarse
actualmente es la forma de aumentar el porcentaje de hombres, en particular de hombres
jóvenes que representan bajas tasas de inscripción en las universidades, de manera que
pueda lograrse un verdadero equilibrio entre los sexos.
1.2. Aumento de los costos
3 de la educación y entrada tardía a los mercados laborales profesionales
El aumento de los costos de la educación para los individuos, en especial para aquellos
pertenecientes a familias de bajos ingresos, generalmente determina el momento en que
dichas personas comienzan a ejercer su profesión. Sin llegar al extremo de las costosas
universidades estadounidenses de renombre, la educación universitaria todavía puede
considerarse como bastante costosa. En algunos países, los intentos por reducir los déficit y
las cargas por concepto de la deuda pública han dado lugar al aumento de las matrículas, en
algunos casos de manera impresionante4. Si al costo de las mismas se añaden los gastos de
residencia, alimentación, vestido, transporte, material de carrera, recreación, etc., el costo
de un año en la universidad resulta alto. Según estos cálculos, realizar una maestría en un
país como Canadá —donde la matrícula anual tiene un costo promedio de $3.000— costaría
un total de $40.000 a $45.000.
68
La proporción de mujeres en las universidades de Estados Unidos para determinados años académicos era
la siguiente: 1969-1970: 40,71%; 1979-1980: 50,88%; 1989-1990: 54,28%; 1993-1994: 55,07%. Fuente:
Digest of Education Statistics, Tabla 168. 69
Fuente: Marc Audet, 1995, pág. 7. 3 Remitirse a Arnaud Sales, Réjean Drolet, Isabelle Bonneau, Gilles Simard, Frédéric Kuzminski, Le monde
étudiant à la fin du XXe siècle. Informe presentado al Ministerio de Educación de Quebec, 1996. 4 Entre los períodos académicos 1987-1988 y 1993-1994, las matrículas promedio en Estados Unidos se
duplicaron (de $3.599 a $6732). Las universidades públicas cobraban $3.459 por pago de matrícula y las
privadas $12.170. La matrícula promedio a pagar para la carrera de odontología en las instituciones privadas
era de $26.260.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 280
Las repercusiones de este hecho son dos. Por una parte, el estudiante se ve obligado a
trabajar medio tiempo, lo que a su vez implica que tardará más tiempo en terminar sus
estudios. La edad promedio de los estudiantes de dedicación exclusiva en Quebec es 22,4
años en cursos de pregrado y 29,7 años en postgrado. Realizar estudios posteriores implica
entrar al mercado laboral más tarde, lo que tiene a su vez repercusiones negativas tanto para
la sociedad como para el individuo, tales como la pérdida de capacidades de la sociedad y
una postergación del cobro de remuneración y pensión del individuo. Por otra parte, el
estudiante debe pedir préstamos. Más de la mitad de los estudiantes de dedicación exclusiva
hacen uso de los préstamos de la universidad, para los cuales se destina un cuarto del
presupuesto universitario. Además, la utilización de préstamos conduce al endeudamiento.
Muchos egresados universitarios entran al mercado laboral al finalizar sus estudios con
deudas de entre $15.000 y $25.000. En Estados Unidos, de hecho, estas deudas alcanzan
sumas más altas. Debido a las dificultades para ingresar al mercado de trabajo, el número de
estudiantes que han tenido que declararse en quiebra una vez que han egresado de la
universidad y que se han visto obligados a cargar con las consecuencias que conlleva una
experiencia de este tipo ha aumentado de manera significativa. Como se verá más adelante,
no sólo existen diferencias en cuanto a los costos que enfrenta cada individuo, sino también
en lo que respecta a las remuneraciones según sea el campo y nivel de estudio.
2. Caracterización de la Fuerza de Trabajo del Conocimiento Formal
Para comprender las tendencias que caracterizan el empleo de los trabajadores del
conocimiento, primeramente deben describirse a grandes rasgos los mercados laborales en
que éstos se mueven y destacar aquello que los diferencia del resto. Incluso visto como un
todo, este mercado laboral ha sido considerado como una realidad bien heterogénea. En un
artículo que sienta las bases para las teorías clasificadoras, Clark Kerr (1954: 92-110) se
refirió a la balcanización de los mercados laborales y apuntó que ya en 1874 Cairnes hacía
referencia a que, dada la dificultad para cambiar de un área a otra, las especializaciones
conducen a la creación de reservas de trabajadores que no compiten los unos con los otros5.
Este hecho se aprecia en el campo de los trabajadores con conocimiento basado en la
experiencia, pero resulta aún más evidente en el de aquellos con conocimiento formal. De
hecho, el contar con una especialización universitaria junto con una experiencia laboral
dificulta la posibilidad de cambiar de área, debido a que esto implicaría tiempo, gastos y
riesgos6.
En consecuencia, hay que reconocer que no existe un mercado laboral unificado para los
trabajadores con conocimiento formal, sino múltiples mercados laborales según el número
5 Como Cairnes expresara: “Por lo tanto, debemos admitir la existencia de grupos industriales que no
compiten entre ellos como un rasgo de nuestra economía,” en Political Economy, Nueva York, Harper, 1847,
págs. 67-68.
6 El elegir el camino equivocado al decidirse por un área determinada en la universidad implicará, en un
futuro, que para cambiar de campo el individuo deba combinar largas horas de estudios de medio tiempo con
un empleo de dedicación exclusiva o bien dejar su trabajo, lo que con frecuencia supone un endeudamiento.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 281
de campos académicos o subgrupos de estos campos, lo cual en cierto modo refleja la
balcanización del conocimiento formal. Por otra parte, estos mercados diferenciados están
definidos por disciplinas y profesiones relativamente estructuradas, así como por el estatus
que el individuo elija u obtenga —que determina su remuneración y trayectoria
profesional— y, por supuesto, por el tipo de organizaciones que dan empleo a los egresados
universitarios. De este modo, los mercados particulares dan origen a mercados externos o
internos7, primarios o secundarios, punto éste que será abordado nuevamente en esta
ponencia. Para poder comprender bien lo que caracteriza a la fuerza laboral constituida por
egresados universitarios, es necesario tocar el tema de lo que se denominarán trayectorias
laborales estructurales, tomando en consideración las bases propias de cada disciplina.
2.1 Trayectorias laborales estructurales
El destino socioeconómico de un individuo está determinado por los caminos que éste elija
en el campo académico y laboral, así como por sus aptitudes personales, preferencias y
recursos, que generalmente vienen dados por su entorno social. Una trayectoria profesional,
que es mucho más que una simple compilación de los acontecimientos de la vida laboral de
un individuo, debe definirse como el conjunto de caminos que éste ha tomado a través del
tiempo y que conforman su capital profesional, el cual forma papte de una trayectoria
laboral estructural. Este capital profesional está constituido por la interrelación de distintas
experiencias, cuya naturaleza y sucesión estarán en parte determinadas por secuencias de
eventos probables. Se considera que el dominio progresivo de un campo del conocimiento o
de acción define la trayectoria, en tanto aumenta el ritmo de sucesión de los hechos y la
probabilidad de que éstos ocurran. Como consecuencia, el individuo se moverá vertical u
horizontalmente dentro del ámbito laboral, dependiendo de su edad, jerarquía u otros
factores como su reputación, habilidad o entorno social.
La inmensa diferenciación existente entre las carreras —que vista de este modo pareciese
separarlas individualmente— también puede hacerse apreciable en forma de familias de
trayectorias con un fuerte componente estructural8. Los conceptos asociados a una
7 El mercado interno se define como “les mécanismes d’allocation de la main d’oeuvre internes aux
entreprises, qui définissent l’ensemble des postes, des affectations et des rémunérations, et les règles de
mouvements des travailleurs dans cet ensemble… Ce sont des filières d’utilisation et de promotion de la
main d’oeuvre, largement déconnectées des confronattions entre offreurs et demandeurs sur le marché
externe.” (Gazier, 1992: págs. 223-224) (los mecanismos internos de colocación de mano de obra de las
empresas, los cuales determinan los puestos, las remuneraciones y las reglas de los movimientos de
trabajadores en este sistema... Son formas de utilizar y promover la mano de obra sin contacto alguno con las
confrontaciones entre oferentes y demandantes que existen en el mercado externo) . El futuro profesional de
los trabajadores que han ingresado a un mercado laboral interno está determinado esencialmente por este
método administrativo, el cual, en sentido estricto, está aislado de las transacciones del mercado.
8 Seymour Spilerman fue uno de los primeros en destacar la importancia de “ver la trayectoria profesional
como un lazo estratégico entre los rasgos estructurales del mercado laboral y los logros socioeconómicos del
individuo” (Spilerman, 1977: 551). Desde entonces, varios investigadores —específicamente Gaertner (1980),
Grandjean (1981), Spenner, Otto y Call (1982), Bielby y Baron (1983), Althauser (1989), Stewman y Konda
(1983), Rosenbaum (1984), y Stewman y Yeh (1991)— han centrado sus análisis en el papel que juegan los
factores institucionales en el forjamiento de una carrera.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 282
trayectoria laboral o travesía profesional deben hacer referencia la historia laboral de un
segmento de la fuerza de trabajo, mas no de un recorrido individual. De hecho, las
estructuras del mercado son relativamente estables y los trabajadores pueden moverse en
ellas. Las trayectorias laborales constituyen estructuras que crean el puente entre la
conducta y oportunidades profesionales de un individuo y las unidades organizacionales
(Spilerman, 1977: 586). Así, el individuo puede ver el mercado no como una entidad no
diferenciada “donde se considera que las personas que en su primer empleo alcancen un
mismo estatus o perciban remuneraciones idénticas tendrán las mismas posibilidades de
desarrollarse profesionalmente, dependiendo únicamente de las continuas repercusiones de
variables menores o de agentes exógenos fortuitos” (Spilerman, 1977: 552), sino como un
sistema diferenciado conformado por secuencias laborales entrecruzadas conforme a
patrones de jerarquía. Por lo tanto, las trayectorias estarían determinadas por sistemas
especializados de entrenamiento, las estructuras de los diferentes sectores de la actividad
económica, los factores demográficos del mercado laboral definidos según la expansión o
contracción de los sectores de empleo, etc. De hecho, estas trayectorias laborales tendrán
todas las características de los mercados laborales internos “en los que la existencia de
distintos escalones de jerarquía entre los grupos de profesionales asociados los diferencia
los unos de los otros. Ciertamente, la trayectoria profesional constituye la unidad más
pequeña del mercado laboral con estas propiedades.” (Spilerman, 1977: 583). En
conclusión, puede decirse que el mercado laboral de los egresados universitarios está
conformado por múltiples mercados laborales, los cuales se materializan en forma de
trayectorias laborales estructurales relacionadas con campos de especialización que
difícilmente compiten entre ellos.
2.2 El papel de las áreas del conocimiento
El elemento fundamental que da pie a la formación de trayectorias laborales estructurales y,
por ende, a la balcanización del mercado laboral del conocimiento formal, es muy
probablemente el campo de estudio elegido por el individuo con el fin de prepararse para el
mercado de trabajo e, indirectamente, para un futuro que constituirá un elemento clave en la
formación de grupos sociales tanto gerenciales como profesionales y, posteriormente, de las
clases dirigentes. Esta selección de un campo académico permite la adquisición de un
capital cultural certificado (Boltanski, 1973, 1982), y de credenciales (Collins, 1979;
Wright, 1985; Myles, 1988), al tiempo que sienta las bases para la socialización y para la
formación de una identidad profesional (Baszanger, 1981). Existe una relación importante
entre el campo de estudio y la colocación laboral, debido a que el cambiar de una profesión
a otra —especialmente si se toma en cuenta la organización de las corporaciones de
profesionales— resulta prácticamente imposible si no se realizan cursos relacionados con el
nuevo campo del conocimiento. Lo que es más, el individuo conserva su especialización
universitaria inicial durante toda su vida laboral como una fuente de identidad personal y
profesional. (Sales, Simard y Durand, 1995).
Estos campos académicos se diferencian por los objetivos que tiene cada uno, la clase de
conocimiento que se imparte, el tipo de estudiantes que atrae y los caminos que toman los
egresados al ingresar a la fuerza laboral. Además, estos objetivos determinan la manera en
que los empleadores ven a los distintos campos académicos (Bills, 1988a).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 283
3. Situación del Mercado Laboral para los Recién Egresados y Nuevos
Desafíos para los Trabajadores con Conocimiento Formal
Si se toma en cuenta lo expresado anteriormente, cabe preguntarse qué nuevas tendencias
están caracterizando al mercado de empleo de los egresados. En lo que respecta al ingreso
de trabajadores con conocimiento formal al mercado laboral9, parecen haber surgido unas
cuantas tendencias nuevas durante los últimos 15 años10
. Entre las numerosas áreas de
especialización universitaria existen grandes diferencias relacionadas con el nivel de
empleo, la relación empleo-campo de estudio, el empleo de dedicación exclusiva,
estabilidad, y empleo temporal, lo que contrasta con la situación de la década de los 60 y
70. Por otra parte, los campos académicos pueden variar mucho de un país a otro, aunque
los estudios realizados por la OCDE (1992, 1993) sobre el tema demuestran una
correspondencia considerable.
3.1 Empleo y desempleo de recién egresados: tasa de colocación
En primer lugar, cabe hacer un análisis del nivel de empleo de los recién egresados.
Independientemente de la década en que se hayan graduado los estudiantes (años 30, 60 o
90), la educación universitaria siempre ha sido considerada un desafío académico personal,
así como un trampolín para conseguir un buen empleo, un salario decente o alto y para
desarrollar una interesante trayectoria profesional. Aun cuando el sistema educativo
universitario no sea ya tan atractivo debido al proceso de masificación que ha
experimentado, un título universitario —dado el prestigio que confiere— siempre ha sido
considerado el puente hacia oportunidades de colocación profesional interesantes y
prometedoras11
.
En una encuesta que se realizó a un grupo de estudiantes universitarios, dos tercios
respondió negativamente a la pregunta de si pensaban que sería fácil conseguir un empleo
luego de graduarse. Esta población normalmente optimista, que casi en su totalidad se
muestra satisfecha con la vida universitaria, demuestra preocupación y pesimismo cuando
se trata de hablar sobre su futuro como profesionales (Sales, Drolet, Bonneau, Simard,
Kuzminski, 1996). Aun cuando sólo en el caso de ciertas disciplinas se encuentren
fundamentos para este pesimismo, éste es sin duda el reflejo de un mercado laboral al que
hoy en día es más difícil ingresar que en el pasado, incluso para los estudiantes
universitarios altamente calificados.
9 Es cierto que la fase de ingreso, que tiene una duración de dos años, no tiene repercusiones sobre la posterior
ocupación de cargos profesionales de los egresados. Desgraciadamente, no se cuenta con estadísticas que
muestren el cargo alcanzado por egresados en 1987 y 1992 luego de haber formado parte de la fuerza laboral
por varios años.
10
Aquí se está haciendo uso de los datos compilados en el estudio RELANCE, que se realiza regularmente
bajo la dirección de Marc Audet para el Ministerio de Educación de Quebec.
11
Para el caso de la década de los 30 en Canadá, remitirse a Paul Axelrod, Making a Middle Class: Life in
English Canada during the Thirties, Montreal, McGill-Queen’s University Press, 1990.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 284
Dentro de este marco, y en contraste con la visión pesimista de los estudiantes, se tiene que
la situación laboral entre 1982 y 1994 no ha empeorado. La tasa de empleo general ha
permanecido al mismo nivel. Aun cuando pueda considerarse alta esta tasa (88,6%), el 11%
permanece desempleado tras dos años de haber obtenido su título universitario (Audet,
1995). Se podría aceptar este hecho tomando en cuenta que la tasa de desempleo de los
egresados universitarios se reduce a la mitad cuando ya son cinco los años que han
transcurrido luego de haber egresado. Pero debe aclararse que los empleos que se consiguen
no son “buenos”, es decir, cónsonos con el nivel de instrucción del individuo y que
correspondan con el campo de estudio que éste ha abordado. Muchas veces, este hecho se
atribuye a la existencia de individuos “con más titulación de la requerida”, frente a los que
cuentan con poca preparación o que no están preparados —de los cuales los empleadores
tienen una imagen negativa—, todo esto dentro de un marco de deterioro del mercado de
empleo, (D’Iribarne, 1990), con el consecuente subempleo y posterior decadencia desde el
punto de vista de la calidad. Esta tendencia debe a su vez generar una disminución del nivel
medio de empleo y las correspondientes remuneraciones (OCDE, 1993).
Hasta ahora se había pensado que los mercados laborales altamente calificados eran menos
sensibles a las fluctuaciones económicas, debido a que los egresados universitarios eran
contratados generalmente en el área de los servicios, específicamente en el sector público
(OCDE, 1993: 105). Por el contrario, la necesidad de realizar enormes recortes dentro del
sector público ha demostrado la vulnerabilidad del mismo frente a tendencias estructurales,
y el caso más común en muchos países lo constituye el de los maestros. Además, si se
analiza la tasa de empleo durante el período de ingreso al mercado, llama la atención la
forma en que ésta varía dependiendo del campo académico. Puede no existir desempleo en
el área de ingeniería de sistemas, mientras éste puede ser de casi 30% en ingeniería civil
(29,3%), lo que constituye una gran diferencia si se toma en cuenta que éstas son dos
especializaciones de la misma ciencia aplicada: la ingeniería. Sin embargo, debe aclararse
que las tasas de desempleo no necesariamente son el mejor indicador de la situación del
mercado de empleo, debido a los efectos de sustitución anteriormente mencionados.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 285
Tabla No.1: Campos Académicos y Empleos
(Universitarios que egresaron en 1992 y su situación en 1994) Disciplina Empleados Desemplea-
dos
Empleados
de
dedicación
exclusiva
Empleados
de
dedicación
exclusiva en
el campo de
estudio
Sueldo
promedio
semanal en
cargo de
dedicación
exclusiva
Primeras cinco disciplinas en términos de empleo de dedicación exclusiva (indicadores seleccionados)
Ingeniería de sistemas n=85 100 - 100 98 $650,00
Medicina n= 469 100 - 99,5 99,5 $650,00
Sistemas de Información
n= 610
94,6 5,4 92,4 95,6 $65,00
*850
Operaciones financieras y bancarias
n= 187
95,6 4,4 91 68,2 $450,00
*950
Ingeniería industrial
n= 158
90,7 9,3 86,9 83 $650,00
Las últimas cinco disciplinas en términos de empleo de dedicación exclusiva
Música n=174 93 7 35,1 12,1 $350,00
Artes plásticas y aplicadas n=155 65,4 34,6 40,5 27 $450,00
Nutrición y dietética n=99 90,5 9,5 41,9 40 $550,00
*750
Actividades culturales n=108 78,5 21,5 44,5 34,7 $450,00
Educación preescolar y a nivel de primaria
n=1335
91,5 8,5 52,1 49,9 $550,00
Fuente: Marc Audet, Qu´advient-il des diplômés des universités?, 1995.
$650 semanales supone un sueldo anual de $33.800
*Para los que poseen maestría
Finalmente, es importante destacar el hecho de que todo indica que los individuos que
hayan realizado una maestría estarán en una situación mejor que los que sólo tengan su
título de licenciado. Este hecho es un indicio de lo exigentes que pueden llegar a ser los
empleadores en algunas disciplinas. ¿Acaso quiere decir esto que se está produciendo una
devaluación de los títulos universitarios, asociada a una sobreproducción de títulos en
ciertas áreas, o bien a la confianza de los empleadores en los cursos de adiestramiento más
individualizados, más avanzados, más calificados en cuanto a normas de evaluación de
competencias, y finalmente, más fáciles de poner en práctica? Lo que sí está claro es que en
los campos de estudio generales —que muy pocas veces se ven respaldados por elites o
asociaciones profesionales (como muy bien lo saben los investigadores universitarios que
contratan asistentes)— la competencia que supone un título universitario es prometedora, a
veces más completa que en décadas anteriores, pero aún resulta insuficiente para la
realización de tareas de largo plazo propias de los empleos altamente calificados. Debido a
lo que implica un curso de maestría —en el que se hace hincapié en la lectura de la
literatura, análisis de datos, integración de los conocimientos y la expresión escrita— los
empleadores ven en estos cursos una forma de adiestramiento más controlada y avanzada
que permite una transición más rápida y eficiente al mercado laboral.
3.2 Correspondencia entre el empleo y el campo de estudio
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 286
En las trayectorias laborales estructurales se combinan dos aspectos bien diferenciados que
mantienen una relación con los conocimientos adquiridos en la universidad: la colocación
laboral y la consecución de un estatus12
. La colocación laboral puede definirse como el
resultado del proceso de consecución de un puesto en el que el individuo realiza una
actividad profesional. La colocación laboral tiene tres grandes dimensiones: a) el sector
socioeconómico en que se ubica la actividad laboral; b) el tipo de organización según sus
fines (pública o privada), y su dimensión; c) el campo de ejercicio laboral. La relación entre
el campo de estudio y la colocación laboral es una de las mayores preocupaciones de los
estudiantes que desean poner en práctica sus destrezas dentro del área en que han decidido
incursionar. De manera que a continuación se procederá a realizar un análisis de los
mecanismos que generalmente operan en este sentido.
3.2.1 Campos académicos y colocación laboral de los egresados universitarios
Si se toman en consideración las dimensiones y fines de las organizaciones, si son entes
públicos o privados, se observa que los campos académicos tienen un soporte
organizacional específico en forma de subgrupos distribuidos en círculos concéntricos
alrededor de un núcleo representado por la organización más común según el tipo de
profesión (por ejemplo, firmas de abogados para los abogados). Los egresados
universitarios están ubicados y, generalmente, concentrados en zonas precisas dentro del
mundo organizacional y, por lo general, mantienen esta relación a lo largo de su trayectoria
profesional. Valdría la pena observar si esta tendencia a mantenerse atado a una misma
profesión cambia de dirección en la próxima década, debido a los nuevos riesgos inherentes
al mercado que podrían conducir a cambiar con mayor frecuencia de empleador, y,
eventualmente, de sector. Sin embargo, la relación aún se considera estrecha.
Cabe comentar otros dos puntos al respecto. En primer lugar, el hecho de que, en principio,
existen tres maneras de ingresar al mercado laboral: puede entrarse al núcleo de
organizaciones íntimamente relacionadas con el campo de estudio; también se puede
ingresar a áreas semi-periféricas del campo de estudio; y, finalmente, a zonas periféricas del
mismo. Este último caso es el más complejo en tanto puede suponer la existencia de los
recursos básicos del campo (ej. un ingeniero eléctrico que pasa a ser piloto), una total
recapacitación (ej. un químico que pasa a ser médico) o una ruptura más radical todavía,
debida a razones individuales o fortuitas (ej. un ingeniero que pasa a ser el dueño de un
puerto deportivo).
12
La consecución de un estatus refleja la situación del individuo en el entorno laboral altamente calificado. El
individuo avanza por un sendero profesional y va ocupando puestos de trabajo que le confieren un estatus
cada vez mayor al ser nombrado, estar identificado o pertenecer al grupo de profesionales remunerados (el
grupo más grande), gerentes, o profesionales independientes y dueños de empresas —un grupo que se rige
casi exclusivamente por un sistema de jerarquía laboral analizado por Derber y Schwartz (1988: 1990).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 287
Tabla 2: Empleo por sectores de un grupo seleccionado de egresados pertenecientes a ciertos campos
académicos
(n=701)
Posición Ingeniería
Eléctrica
Química
Derecho Trabajo Social Psicología Total
Centro 68,1 34,9 56,3 79,2 43 54,3
Semi-periféria 16,3 37,9 26,9 16,1 39,1 28,5
Periferia 15,6 27,2 26,9 16,1 39,1 28,5
Total 20 20,7 20,4 14,1 24,8 100
χ²=70,65398 8 DF Significación: .00000
En segundo lugar, el hecho de que la distribución de los individuos entre el centro, la semi-
periferia y la periferia del mundo organizacional depende considerablemente de la
disciplina, tal como se apreciará cuando se analice el tema del ingreso al mercado y de la
relación empleo-campo de estudio. Así, la mayoría de los egresados en áreas como la
ingeniería eléctrica o el trabajo social se ubican en el núcleo, mientras los egresados de
otras áreas como química o psicología se encuentran distribuidos más equitativamente entre
el núcleo y la zona semi-periférica. Finalmente, las rupturas radicales son más frecuentes en
ciertas disciplinas, como por ejemplo la música, en las que son pocas las posibilidades de
encontrar un empleo. Por lo tanto, se puede decir que el mercado laboral formal está dotado
de una gran estructura, determinada por la relación entre los campos académicos (desde el
punto de vista de la competencia) y por factores relacionados con los fines, dimensión,
sector de la organización, así como por su carácter multidisciplinario —o unidisciplinario—
(ej. firmas de abogados, hospitales, compañías de telecomunicaciones o universidades).
Por último, cabe hacer el comentario de que si los campos académicos están asociados a los
sectores económicos, las formas organizacionales, las áreas de ejercicio laboral y, de
manera más general, a una colocación específica, pero no todos garantizan un mismo lugar
dentro del mundo organizacional según sea el grado de especialización, selectividad,
experiencia laboral y oportunidades de empleo, entonces los ingenieros eléctricos tienen un
espacio más limitado y más seguro dentro del mercado laboral que los sociólogos.
Relación empleo-campo académico y transición universidad-trabajo
La relación entre el campo de estudio y el empleo se ha mantenido estable para los
egresados universitarios en general de 1982 (69,1%) a 1994 (67,8%). Si sólo se consideran
los que están empleados, el porcentaje aumenta a 76,5% en el caso de los licenciados y a
87,2% en el de los que han realizado maestrías. No obstante, es evidente una gran
diferencia al respecto entre algunas disciplinas (100% para medicina y 12,1% para música).
Por otra parte, el nivel de estudios es un factor importante en algunos campos académicos.
En sociología, por ejemplo, la proporción de correspondencia entre el empleo y el campo de
estudio es de tan sólo 24,4% para egresados universitarios, pero de 77% para quienes han
realizado maestrías. Existen diferencias considerables entre muchas disciplinas (99,5% para
medicina, 12,1% para música, 81,7% para contaduría, 35,8% para inglés y literatura, y
19,6% para filosofía).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 288
Tabla 3: Estadística general del empleo de egresados universitarios
(2 años después de graduados)
Situación Laboral 1982 1994
Tasa General de Colocación (Empleados) 89,1 88,6
Correspondencia Empleo-Campo de Estudio 69,1 67,8
Empleos de Dedicación Exclusiva 84,4 72,4
Empleos de Dedicación Exclusiva con Correspondencia
Empleo-Campo de Estudio
67 57
Empleo Permanente 76,9 58,2
Empleo Permanente con Correspondencia Empleo-Campo de Estudio 60 39
Fuente de datos: Marc Audet, 1995
3.3 El proceso de flexibilización
A comienzos de los años 80, se acentuó la crisis dentro del sistema de producción masiva
y, en términos generales, en lo concerniente al régimen de acumulación de Fordist, lo cual
condujo a una reestructuración de los sistemas económicos de producción, sueldos, y el rol
del Estado (Boyer, 1986). Los primeros pasos de esta reestructuración —cuyo impacto
sobre el mercado laboral suele subrayarse— comprendieron la utilización productiva del
conocimiento formal y de tecnologías, específicamente de microcomputadoras, sistemas de
telecomunicaciones, sistemas de información y biotecnologías, que constituyeron la base
del surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico, que según Castells (1989, 1996) dio
pie a una nueva forma de desarrollo: “el capitalismo informacional”. La reestructuración
implicó a su vez la globalización sistematizada de los mercados, las operaciones en red, la
llamada producción flexible y métodos de administración salarial (Boyer, 1986) orientados
al consumo especializado (Piore y Sabel, 1984), y la renegociación de contratos laborales
(Leibenstein, 1980) con la consecuente aparición de uniones debilitadas, todo lo cual no
resultó positivo aunque sí tuvo un impacto sobre los mercados laborales altamente
calificados.
Las tres características principales de esta tendencia de reestructuración fueron la reducción
del tamaño de las corporaciones, la reducción de gastos y la flexibilización. La flexibilidad
que se buscaba era una flexibilidad que se hiciese patente tanto a nivel del sistema tributario
nacional, como organizacional, laboral, de recursos humanos y del empleo. La flexibilidad a
nivel del empleo consistía en hacer comprender a los trabajadores la necesidad de adaptarse
a un régimen de producción competitiva. De esta manera se hacía un llamado a la fuerza
laboral para que comprendiese cuáles eran los nuevos desafíos que planteaba el cambio
tecnológico y la competencia internacional. Lo que imperaba entonces era la versatilidad y
el adiestramiento integral, incluso a veces exento de un aumento en la compensación. Este
fenómeno también estuvo caracterizado por transformaciones en el ámbito salarial. Lo que
estaba ocurriendo era un desmoronamiento del régimen anterior basado en la acumulación.
Las compañías dejaron atrás los métodos de clasificación para el otorgamiento de sueldos a
que estaban acostumbradas y comenzaron a definir las remuneraciones conforme al
desempeño individual y colectivo de sus empleados. Durante este período de grandes
cambios tecnológicos y de fuerte competencia internacional, los empleadores provocaron
una disminución del superávit al aumentar el número de puestos de trabajo temporales y al
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 289
despedir, en muchos casos, a miles de individuos —incluyendo profesionales y gerentes—
con el fin de lograr ajustes en el número de trabajadores (Boyer, 1986; Gazier, 1992;
Wacquant, 1996).
Los obreros y oficinistas se vieron muy afectados por las medidas tomadas por las
corporaciones y organizaciones públicas, pero sería un error pensar que los trabajadores del
conocimiento escaparon de la influencia de la nueva tendencia que se propagaba en el
mercado laboral, la cual socavó con frecuencia sus beneficios.
3.3.1 Disminución del empleo de dedicación exclusiva
Aun cuando las tasas de colocación han permanecido estables, se han observado diversos
fenómenos relacionados en cierto modo con la flexibilización laboral. Los estudios de
RELANCE (Audet, 1995) revelaron que la proporción de empleos de dedicación exclusiva
había experimentado una disminución de un 12% entre 1982 y 1994, para ubicarse en un
72,4%. En muchas disciplinas, la proporción de empleos de dedicación exclusiva es de
apenas un 35% a un 40%. Aun tomando en consideración el efecto negativo de la
contracción de la actividad económica, estos datos reflejan un aumento significativo del
número de trabajadores de medio tiempo. En el caso de los empleos de dedicación
exclusiva relacionados con el campo de estudio, la tasa sufre un descenso de 67% en 1982 a
57% en 1994. La situación es aún más grave en áreas como la música o las bellas artes,
cuyos porcentajes caen a 12,1% y 27%, respectivamente, dos años después de la
graduación. Si se comparan, por ejemplo, estos datos con los de ingeniería de sistemas o
medicina se apreciará fácilmente las grandes discrepancias que pueden existir entre un
campo y otro.
3.3.2 Flexibilización externa, empleo frágil y nuevas formas de empleo para los trabajadores con
conocimiento formal.
Si bien es cierto que en la etapa de ingreso al mercado laboral los empleos de dedicación
exclusiva han cedido el paso a los empleos de medio tiempo, no menos cierto es que la
caída más grande en términos de porcentajes fue la registrada por el empleo permanente
(empleos basados en contratos por un período de tiempo indefinido), pues de un 76,9% en
1982 se pasó a un 58,2% en 1994, lo que representa un descenso del 17%.
Si se combinan las variables de empleo permanente de dedicación exclusiva y la de
correspondencia con el campo de estudio, la tendencia a la disminución es aún más
pronunciada, con un descenso del 21% que indica la variación de un 60% en 1982 al 39%
actual. De esta manera se puede observar con mayor claridad la baja sufrida en el empleo de
tipo permanente, que conduce a una contracción de la actividad económica (Audet, 1995).
Incluso en el caso de los individuos que han realizado maestrías, se observa que la
proporción de empleos permanentes de dedicación exclusiva es de apenas un poco más del
50% (51,3%). Por otra parte, a las mujeres se les hace más difícil conseguir este tipo de
empleos.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 290
Contratos de plazo fijo y ataque a la seguridad profesional
En términos generales, las compañías privadas y las organizaciones públicas se inclinaron
aún menos por la opción de empleos permanentes, pues mostraban preferencia por los
contratos de plazo fijo (Gazier, 1992). Este fenómeno ha dado lugar al vislumbramiento de
dos tendencias que tienen implicaciones parta los universitarios recién egresados. La
primera sería una tendencia apreciable en la primera etapa de sus trayectorias profesionales.
Los empleadores parecen inclinarse por los contratos de trabajo por un tiempo definido a
ser utilizado como período de prueba, el cual parece estarse alargando cada vez más. Para
los recién egresados, esto podría significar que un empleo temporal puede constituir un
puente para la consecución de un cargo permanente, pero también implicaría que mientras
tanto deben estar buscando otro empleo por si no son retenidos al finalizar su contrato. Y,
por otro lado, un empleo permanente no implica que se posee un puesto de trabajo para toda
la vida. En el pasado, se gozaba de seguridad profesional, o al menos este era el caso de la
mayoría de los profesionales, debido principalmente a las tradiciones existentes en el sector
público. Hoy en día, se ha convertido en una práctica común el someter a los profesionales
a procesos de selección, a través de constantes y a veces fútiles evaluaciones realizadas por
administradores profesionales. La seguridad profesional ha sufrido fuertes ataques y el
mismo concepto de permanencia se ha vuelto relativo. Para muchos la noción que se tenía
de una trayectoria profesional o gerencial clásica ha dejado de ser una sucesión de puestos
laborales dentro de un número pequeño de organizaciones, para pasar a ser una sucesión de
contratos, proyectos y clientes, lo que da lugar a la conformación de lo que se podría llamar
un “portafolio” en lugar del tradicional curriculum vitae. La lista de empleadores con que
contarán los egresados universitarios será mucho más larga que la de los de la generación
anterior (dos o tres) de no convertirse en profesionales independientes. El aceptar un
empleo temporal, es decir, cuyo contrato no es a largo plazo, supone comenzar a buscar un
nuevo empleo inmediatamente. El temor a quedarse desempleado es una fuente de estrés,
especialmente si el individuo tiene una familia que mantener. Igualmente, el continuar
educándose así como el mantenerse al tanto de las innovaciones en el campo se ha vuelto
una prioridad para quienes desean permanecer empleados.
Surgimiento de acuerdos laborales alternativos y decadencia de los mercados
internos
La segunda tendencia tiene consecuencias a largo plazo aún más significativas. Con el fin
de eliminar lo que Leibenstein denominó ineficiencia X, los empleadores están tomando en
cuenta cada vez más el tipo de tarea en lugar del tiempo cuando se trata de otorgar puestos
laborales. De igual modo, están definiendo las remuneraciones correspondientes conforme a
los resultados en función del trabajo y no del tiempo. Para ello, las empresas recurren a lo
que discretamente se ha llamado Acuerdos Laborales Alternativos, que es el caso de un
10% de la fuerza laboral en Estados Unidos (Cohany, 1996: 31). Este tipo de acuerdos
permite a las compañías cambiar de proveedor cuando el que tienen no satisface sus
necesidades o cuando han encontrado uno mejor, al tiempo que les ofrece la posibilidad de
transferir riesgos a los trabajadores y a las empresas subcontratistas que les dan empleo a
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 291
los mismos. Esto permite una flexibilización externa (Gazier, 1992: 327-328) que se
manifiesta en el marco legal de la relación empleador-empleado aunada a la creación de un
lazo permanente o temporal. Al mismo tiempo, la subcontratación se convierte en la forma
más común de reclutamiento dentro del marco de esta tendencia de exteriorización en el
ámbito organizacional.
En vista de la decadencia que se hace patente en el mercado de trabajo de profesionales y
gerentes13
en el sector público, y dadas las nuevas prácticas de contratación en el sector
privado, resulta factible prever un aumento significativo del número de trabajadores con
conocimiento formal haciendo las veces de contratistas independientes que prestan
servicios de asesoría personal o de trabajadores por cuenta propia que establecen acuerdos
laborales alternativos (6,7% de la fuepza laboral de Estados Unidos en 1996), los cuales
constituyen un grupo muy representativo que debe, además, distinguirse de otros tipos de
trabajadores independientes como los minoristas o dueños de restaurantes. Durante la
mayoría de los estudios universitarios, a excepción de algunas carreras como derecho, no se
prepara bien a los estudiantes para enfrentar estas nuevas condiciones del mercado laboral.
Los trabajadores independientes pueden compararse a los profesionales que
tradicionalmente han trabajado por cuenta propia, como los abogados, psicoanalistas o
contadores, en Norteamérica, quienes instalan sus oficinas en los sótanos de sus casas
ubicadas en áreas suburbanas. Cabe destacar que estos individuos no necesariamente
perciben como algo negativo el trabajo que realizan. Algunos incluso abandonan sus
empleos permanentes para comenzar a trabajar por cuenta propia (Polivka, 1996c: 55). Aun
cuando gocen de menos beneficios que los trabajadores permanentes, generalmente
perciben mayores ingresos que los que tienen un sueldo fijo mensual (Hipple y Stewart,
1996: 46-47). También existen profesiones cuya elite está conformada por trabajadores por
cuenta propia, como es el caso de los trabajadores sociales.
Otro tipo de acuerdo laboral alternativo menos placentero es el que está representado por el
grupo de trabajadores que son contactados cuando se requiere de ellos (on-call workers).
Este tipo de trabajo, frecuentemente aceptado por falta de algo mejor, puede parecer un
medio para entrar al mercado laboral, pero podría terminar prolongándose por unos cuantos
años. Un buen ejemplo serían los maestros suplentes. Además, una gran cantidad de
maestros hoy en día tiene puestos de empleo temporales y, de hecho, en Estados Unidos
representan el 10% de los trabajadores temporales en el amplio sentido de la palabra
(Polivka 1996b: 12).
Otro tipo de acuerdo laboral alternativo estaría presente en el caso de aquellos individuos
que mantienen su relación laboral con una empresa contratista. En este caso, el individuo
recibe un sueldo por trabajar en una compañía o servicio público determinado durante un
período de tiempo considerable, pero en realidad es la empresa contratista la que otorga la
remuneración y organiza el horario de trabajo del individuo. Muchos analistas de sistemas y
programadores trabajan bajo estas condiciones.
13
Los cargos ejecutivos y de gerencia son ocupados por egresados universitarios con mucha más frecuencia
dentro del sector público que en el privado, en el que la promoción interna de individuos autodidactas aún
juega un papel primordial.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 292
A comienzos del siglo XX, se observó una gran disminución del número de trabajadores
independientes en Canadá, lo que se adjudicó a la cada vez menor cantidad de trabajadores
en el área de la agricultura. Sin embargo, el número de trabajadores independientes ha
venido aumentando a un ritmo constante desde 1981, y en 1991 uno de cada diez
trabajadores era independiente (Gardner, 1994). Actualmente, muchos estiman que la
proporción ha aumentado a 17% en Canadá, lo que resulta poco probable y menos aún
comparable con las cifras registradas en estados Unidos.
El ímpetu que ha tenido este tipo de acuerdos laborales alternativos es señal del
desmoronamiento de los mercados internos. En el pasado, los trabajadores con
conocimiento formal formaban parte de los llamados mercados primarios, gracias a la
existencia de mercados internos caracterizados por ofrecer ciertas condiciones laborales, así
como nivel de sueldos y beneficios y buenas perspectivas para los profesionales con deseos
de superación y de ser promovidos. ¿Será que los mercados primarios han comenzado a
contraerse para los egresados universitarios, como ha ocurrido con los mercados internos?
¿Acaso la cada vez menor estabilidad, remuneración, beneficios y posibilidades de
promoción no están provocando el flujo de egresados universitarios hoy en día hacia los
llamados mercados secundarios, a pesar de sus currículos? Según los datos de RELANCE,
la remuneración promedio de un licenciado recién egresado no ha variado ($550 a la
semana) de 1989 a 1994, lo que indica una disminución en la compensación si se toma en
cuenta la constancia del dólar. Contrariamente, el ingreso semanal de los que han realizado
maestrías aumentó de $750 a $850.
4. Expansión de la Esfera Privada, repliegue del Sector Público y
Empleo
El auge de los trabajadores independientes no es únicamente señal de una flexibilización
externa, sino también del repliegue considerable del sector público. Tradicionalmente, los
egresados universitarios de muchos campos académicos han ingresado fácilmente al
mercado de trabajo dentro del sector público, incluyendo las corporaciones estatales que
fueron numerosas en muchos países a mediados de la década de los 80. Incluso en Estados
Unidos, Steven Brint (1994) definió al sector público como el centro de gravedad para los
estratos profesionales. Para ratificar esta idea basta remitirse a la proporción de
egresados de la Universidad de Montreal (62,7%) que aún están empleados en el sector
público y para-público, sin incluir las escuelas de ingeniería y administración de empresas.
Sólo hay que pensar en las vacantes en ciencias de la salud, educación y algunas ciencias
sociales entre otras. De una muestra de 702 profesionales en cinco disciplinas, que
egresaron de la universidad entre 1975 y 1980 (Sales, Simard, Dupand, 1995), más del 50%
trabajaban en organizaciones públicas, mientras a finales de la década de los 80 el sector
público empleaba tan sólo a un 18% de la fuerza laboral en Canadá.
La actual crisis fiscal, la cada vez menor participación del Estado y la distribución de
actividades compartidas entre los sectores público y privado han tenido un fuerte impacto
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 293
sobre la colocación de los egresados universitarios en muchos campos académicos14
. En
muchos países, las universidades parecen no haberse percatado de este fenómeno y aún no
han comenzado a preparar a los estudiantes en este sentido.
Ciertamente, así como el campo académico es una variable que genera discrepancias
cuando se trata de ingresar al mercado laboral, como ya se mencionó anteriormente, así
mismo el ingreso de los egresados universitarios al mercado de trabajo se ve influenciado
por la pertenencia a un sector o al otro. Es así como los ingenieros, químicos y abogados15
trabajan en su mayor parte en el sector privado, mientras que los trabajadores sociales y
psicólogos se encuentran casi siempre dentro de los sectores público y para-público, lo cual
no causa sorpresa, pero no deja de tener sus consecuencias sobre la trayectoria profesional
de cada individuo.
Tabla 4: Sector al que pertenece la organización según el campo de estudio del
individuo (n=696) Sector Ingeniería
Eléctrica
Química Derecho Trabajo
Social
Psicología Total
Empresas u oficinas privadas
para el ejercicio independiente
50,7 57,3 65,4 10,5 30,2 43,1
Empresas Públicas 27$9 4,2 2,4 - 2,9 7,6
Organismos Públicos 19,3 35 29,9 71,9 57 42,4
Otros Organismos 2,1 3,5 2,4 17,5 9,9 6,9
Total 20,1 20,5 18,2 16,4 24,7 100
Χ²=241,68 DF=12 Significación: .00000
5. La Globalización de los Mercados Laborales para los Trabajadores
del Conocimiento
Uno de los retos que deberán enfrentar las universidades y los egresados de las mismas a
comienzos del siglo XXI será la considerable expansión de la reserva de profesionales y
especialistas en el mundo entero. Este fenómeno se deberá a 1) la rápida y a veces masiva
formación de profesionales calificados y de bajo costo en países recién industrializados —
India, por ejemplo, produce dos veces más programadores que Estados Unidos—; 2) la
integración a la economía mundial de los países del antiguo bloque soviético con sus
especialistas bien adiestrados; y 3) la rápida transformación de la economía china en el
mediano plazo.
Hoy en día, las ventajas estratégicas al momento de competir residen principalmente en el
conocimiento y en el currículo que se posea (Thurow, 1996, 74). Este conocimiento sólo
puede ser utilizado por los individuos que demuestren ser capaces de amoldarse a los
14
En Ontario, la proporción de egresados universitarios empleados en el sector público se redujo en un 3%,
pasando de 49% a 46% entre 1982 y 1986 (Denton et al., 1987). 15
En 1981, el 56% de los abogados de Quebec trabajaban dentro del sector privado y el 34% estaban
empleados en los sectores público y para-público. En 1991, para un grupo de 12.571 abogados, los
porcentajes fueron de 61%, 89% y 31%, respectivamente. (Fuente: Ejan Mackaay, 1991).
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 294
requerimientos de las nuevas tecnologías y a un mundo laboral que cambia con rapidez. El
resultado de esto se resume en una enorme demanda de ciertas especializaciones y de
profesionales de talla mundial. Entretanto, son tres las tendencias que han surgido al
respecto:
5.1 Expansión del reclutamiento de profesionales de la reserva mundial
El alcance de los mercados laborales es aún nacional, si no regional. Las corporaciones de
profesionales mejor organizadas celan y protegen firmemente a sus miembros de la
competencia que representan los profesionales que se han formado en otros lugares. Los
servicios de inmigración estudian con detenimiento las solicitudes que reciben tomando en
consideración la disponibilidad de especialistas a escala nacional. Pero estas barreras
pueden traspasarse. De hecho, las naciones se enfrentan cada vez más a la contradictoria
necesidad de proteger a sus ciudadanos y de atraer a la vez a especialistas altamente
calificados, quienes, de lo contrario, pueden ser atraídos por otras organizaciones
competidoras en otros países.
Tomando en cuenta la importancia del conocimiento y de la creatividad, la mayor parte de
las organizaciones dinámicas del mundo no está reclutando profesionales dedicados a tareas
rutinarias, sino que están buscando especialistas que, en medio de una economía “llena de
problemas no identificados, de soluciones desconocidas y de métodos nunca probados, sean
capaces de solventar lo primero haciendo uso de lo último”, es decir, están en busca de los
especialistas que Reich (1993: 167) llamara analistas simbólicos. Concentrados en
importantes áreas urbanas, ciudades globales (Sassen, 1991, 1994) o tecno-suburbios, los
analistas simbólicos conceptúan los problemas, ofrecen alternativas para solventarlos y
planean la forma de poner en práctica soluciones frecuentemente a escala mundial. De allí
la importancia que han cobrado las compañías internacionales dedicadas a cazar talentos o
la World Wide Web, a la que recurren empresas como Cisco Systems, todo esto con el fin de
identificar candidatos potenciales, lo que provoca la ampliación del sistema de
reclutamiento en el mundo entero al tiempo que se crea una reserva de profesionales
prometedores con gran experiencia. Un ejemplo de ello puede hallarse en el mundo
académico: actualmente, los avisos de solicitud de profesores universitarios suelen aparecer
en Internet publicados por asociaciones internacionales de profesionales. Aun cuando este
fenómeno pueda representar una amenaza para los egresados locales o nacionales que no
pueden competir y pueda generar fuertes reacciones de defensa, cabe destacar que el
reclutamiento mejorará y que el intercambio de ideas crecerá a través de una mayor
apertura.
Por otra parte, esta tendencia se profundiza aún más, dada la escasez de egresados
universitarios dentro del país para determinados campos de especialización altamente
demandados, lo que conduce a la búsqueda de los mismos en otros grupos de profesionales.
Un caso de este tipo sería el de los operadores de sistemas de información. La
extraordinaria integración de las tecnologías de la información con productos y servicios ha
provocado una demanda de programadores que sólo puede cubrirse si se cuenta con los
especialistas de India y Rusia. La empresa Electronic Data System de Dallas, por ejemplo,
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 295
ha estado buscando candidatos continente por continente para cubrir 10.000 vacantes
(Baker, McWilliams y Kripalani, 1997).
El surgimiento de las primeras multinacionales a finales del siglo XIX (Chandler, Wilkins)
fue provocando poco a poco el reclutamiento de personal local. A pesar de que por algún
tiempo estas multinacionales se rehusaron a asignar cargos gerenciales a personal local en
las empresas filiales (Sales, 1979), hoy en día se ven obligadas a hacerlo debido a las
presiones políticas a que se ven sometidas y a la necesidad de contar con un personal capaz
de manejar los recursos humanos profesionales y gerenciales de una manera más
armoniosa. Como consecuencia, se ha generado una mayor movilidad internacional. En
efecto, el movimiento de personal calificado entre las empresas está aumentando cada vez
más, al tiempo que se crea una red interna de intercambio de recursos humanos. Cabe
destacar que este fenómeno se observó primeramente en las empresas industriales, mas hoy
en día se ha extendido hasta las compañías consultoras, en las que abundan los trabajadores
con preparación académica formal.
Además de dicha internacionalización, también se ha observado una consolidación en
términos de globalización de las empresas. Cuando la Waterhouse y la Coopers & Lybrand
se fusionaron, el presidente de esta última señaló, “La formación de grandes entidades a
escala mundial que requieren de un sinfín de servicios ha obligado a las grandes
administradoras a seguir sus pasos. Nuestros clientes requieren un respaldo en todo el
mundo y demandan un nivel de pericia sin precedentes, lo cual hasta ahora no lo había
ofrecido ninguna organización.”. La nueva empresa fusionada cuenta con un volumen
comercial de US$13 millardos y tiene 130.000 empleados. Recientemente fue superada por
la fusión KPMG y Ernst & Young, que genera US$18 millardos y cuenta con 160.000
empleados.
5.2 Adquisición de servicios y migración de empleos altamente calificados a países recién
industrializados
Hoy en día son muchos los campos en los que una empresa en un país desarrollado puede
elegir entre hacer uso de los servicios y el respaldo de empresas locales o de empresas de
países del Tercer Mundo que resultan mucho menos costosas. Tal es el caso de los sistemas
de información, diseño, administración, traducción, arquitectura, seguros, banca y servicios
recreacionales, en los que actualmente resulta sumamente sencilla la transmisión de bienes
y servicios vía Internet en formato computarizado. Estos bienes o servicios se vuelven
intangibles y es prácticamente imposible imponerles las contribuciones internas y
impuestos correspondientes. Tales mercados globales basados en sub-contratos
computarizados aún están bastante limitados, pero se desarrollan a medida que aumenta el
reconocimiento de su potencial.
En países como la India, Taiwán, Malasia e Indonesia, el regreso de profesionales egresados
de universidades del exterior así como la formación de los mismos en las universidades
nacionales han permitido el surgimiento de tecno-polos, que, aunque tal vez no sean muy
sofisticados, han atraído a importantes corporaciones extranjeras, dada la calidad de sus
bienes y servicios y del grupo de especialistas competentes y de bajo costo con que cuentan.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 296
Bangalore, en la India, es un tecno-polo ampliamente conocido. Allí se encuentran
actualmente establecidos los sistemas de software de empresas como General Electric,
AT&T o Citybank (Wolman y Colamosca, 1997: 103).
5.3 Integración continua del trabajo intelectual en redes globales: la industria mundial intelectualizada
que opera a través de redes las 24 horas del día
La integración continua del trabajo intelectual no es algo nuevo. Desde hace ya algún
tiempo, los médicos vienen utilizando este sistema de horarios de trabajo en los hospitales.
Lo que sí es nuevo es la integración del trabajo intelectual a una escala mundial. La
integración general de diversas formas de conocimiento y experiencia práctica en las
máquinas a través de microprocesadores y de software para la realización de ciertas tareas
ha generado una demanda extraordinaria de especialistas. Un ejemplo serían los teléfonos
celulares, cuyos sistemas de software requieren de 300.000 líneas de código cada uno. Aun
cuando existen infraestructuras de apoyo para la programación, el número de líneas de
código que puede producir un programador es limitado, especialmente cuando se requiere
realizar diseños. Dada la relativa lentitud con que se realiza el trabajo intelectual y su falta
de elasticidad en términos de horas de trabajo frente a la exacerbada demanda proveniente
de la competencia capitalista, algunas empresas han creado sistemas de trabajo continuos
empleando grupos ubicados a miles de kilómetros de distancia. Por ejemplo, los
programadores de una empresa en Costa Mesa, California, trabajan durante un día entero,
luego transmiten el trabajo a sus 7.000 colegas de la India vía Internet para que realicen la
siguiente parte del trabajo, quienes a su vez retransmiten el trabajo al equipo californiano
para que sea continuado a la mañana siguiente (Baker, McWilliams y Kripalani, 1997). Este
es un ejemplo de lo que se denomina la integración continua del trabajo intelectual.
Aun cuando las formas alternativas de organización del trabajo, contratación externa y
reclutamiento permiten a las empresas mantener su competitividad y minimizar los costos,
también menoscaban la situación de los profesionales en los países desarrollados (Thurow,
1996; Wolman y Colamosca, 1997: 103).
Conclusión
Para poder comprender el carácter dinámico del mercado de trabajo altamente calificado, es
necesario observar a este último como un conjunto de mercados asociados a disciplinas y
profesiones específicas, y no como un mercado único. Esta multiplicidad refleja la
balcanización del conocimiento formal y se materializa en trayectorias estructurales que
difícilmente compiten entre ellas. Dadas las grandes diferencias existentes en lo
concerniente a la oferta y demanda de trabajadores con conocimiento formal y de
profesionales especializados, se han distinguido desigualdades importantes en la fase de
ingreso al mercado laboral en cuanto al nivel general de empleo, las condiciones de trabajo
y la correspondencia entre el empleo y el campo de estudio.16
16
Desde esta perspectiva, se tiene que el conocimiento y las prácticas de carácter instrumental (en tanto
físico), biomédico y estratégico se encuentran de primeros en la lista en ese mismo orden. Sin embargo, en los
campos de conocimiento y prácticas de tipo comunicacional, cultural o creativo resulta más difícil para los
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 297
A pesar de estas diferencias, hasta finales de la década de los 80, los mercados laborales de
los trabajadores con conocimiento formal constituían un sistema relativamente estable, muy
seguro y generalmente ventajoso desde el punto de vista del estatus laboral. En muchos
sentidos los egresados de hoy aún disfrutan de ventajas considerables. De manera que a
pesar de la existencia de individuos con más titulación de la requerida lo cual hace que
algunos egresados universitarios se abstengan de especificar su nivel académico en sus
currículos los niveles de empleo de estos últimos se mantienen altos. Tampoco parece
haber disminuido la ocurrencia de la relación empleo-campo de estudio al comienzo de la
trayectoria profesional del individuo, aunque, como se ha explicado anteriormente, la
situación varía enormemente según cada campo académico.
No obstante, se han producido algunas transformaciones importantes dentro del mercado
laboral altamente calificado, que no necesariamente deben considerarse negativas, pero que
sí han planteado grandes retos: el alto costo de los cursos académicos para el individuo y el
distinto nivel de rendimiento que estos cursos pueden garantizar; la feminización de los
empleos de tipo profesional y gerencial; los cambios relacionados con la colocación laboral
y con la consecución de un estatus, así como los relacionados con la noción de un
trayectoria profesional y gerencial; el paso de muchas profesiones de un estatus público a
uno privado; nuevos riesgos comerciales como la dificultad para encontrar vacantes al
momento de ingresar al mercado laboral, el desempleo, y la considerable inseguridad que
conllevan los acuerdos laborales alternativos; la paradójica valoración/devaluación de
cursos altamente calificados, si se considera la demanda de ciertos tipos de
especializaciones pero también la más rigurosa selección por parte de los empleadores,
quienes cada vez exigen mayor calidad y velocidad en el desempeño de las tareas; la
creciente internacionalización del reclutamiento, dada la demanda de especialistas
altamente calificados; el uso cada vez más frecuente de profesionales calificados ubicados a
miles de kilómetros de distancia a través del uso de nuevas tecnologías comunicacionales,
como por ejemplo, la integración continua del trabajo intelectual recién mencionada; y,
finalmente, la disponibilidad de máquinas dotadas de sistemas especiales que les permiten
realizar tareas de rutina normalmente desempeñadas por profesionales.
Estas transformaciones dentro del mercado laboral altamente calificado no pueden
comprenderse si no se analizan los cambios ocurridos en los sistemas universitarios y en las
poblaciones estudiantiles, la intensa reestructuración de los sistemas capitalistas, y la
extraordinaria expansión del sector privado impulsada por la globalización de las
comunicaciones y la transformación del papel del Estado. Estos cambios representan
grandes desafíos para los egresados universitarios, universidades, empleadores,
asociaciones de profesionales y gobiernos70
.
recién egresados el ingresar a los mercados laborales, debido principalmente a que éstos suelen ser más
reducidos (el de la música, por ejemplo) o menos estructurados (el de sociología). Ver apéndice No.1.
70
Para lograr este objetivo utilizaremos los resultados obtenidos en el proyecto de investigación de CARDIP
realizado por nuestro equipo de trabajo sobre las trayectorias profesionales de 702 egresados universitarios de
cinco disciplinas distintas, quienes contaban con una experiencia laboral de 15 a 18 años.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 298
Obras de Consulta
1.- Althauser, Robert P. (1989). “Job Histories, Career Lines and Firm Internal Labor Markets: An Analysis of
Job Shifts”, Research in Social Stratification and Mobility, Volumen 8, pp. 177-200.
2.- Althauser, Robert P. y A.I. Kalleberg (1990). “Identifying Career Lines and Internal Labor Markets within
Firms: A Study in the Interrelationship of Theory and Methods”. Editorial R.L. Breiger, Social Mobility and
Social Structure, Cambridge, MA, Cambridge University Press.
3.- Armstrong, Peter (1993). “Professional Knowledge and Social Mobility: Postwar Changes in the
Knowledge-base of Management Accounting”, Work, Employment & Society, Volumen 7, Número 1, pp. 1-
21.
4.- Audet, Marc (1995). Qu’advient-il des diplômés des universités; la promotion de 1992, Quebec, Les
publications du Québec.
5.- Axelrod, Paul (1990). Making a Middle Class: Student Life in English Canada during the Thirties,
Montreal, McGill-Queen’s University Press.
6.- Backer, McWilliams y Kripalani (1997). “Forget the Huddled Masses: Send Nerds. A critical shortage of
programmers has prompted a worldwide labor hunt”, Business Week, 21 de julio de 1997.
7.- Baron, J.N. y W.T. Bielby (1980). “Bringing the Firm Back in: Stratification, segmentation and the
organization of work.” American Sicological Review (45), pp. 737-765.
8.- Baszanger, I. (1981). “Socialisation professionnelle et contrôle social: le cas des étudiants en médicine
futurs généralistes”, Revue française de sociologie, Volumen 22.
9.- Bills, D.B. (1988a). “Credentials and Capacities: Employers’ Perceptions of the Acquisition of Skills”,
Sociological Quaterly, Volumen 29, Número 3.
10.- Bills, D.B. (1988b). “Educational Credentials and Promotions: Does Schooling Do More than Get You in
the Door?”, Sociology of Education, Volumen 61, Número 1, enero de 1988.
11.- Boyer, Robert (como director) (1986). La flexibilité du travail en Europe, París, Éditions la Découverte.
12.- Brint, Steven (1994). In an Age of Experts. The Changing Role of Professionals in Politics and Public
Life, Princeton, Princeton University Press.
13.- Cairnes J. (1874). Political Economy, Nueva York, Harper.
14.- Castells, Manuel (1989). The Informational City: Information Technology, Economic Restructuring and
The Urban Regional Process, Oxford, Basil Blackwell.
15.- Castells, Manuel (1996). The Informational Age: Economy, Society and Culture, Volumen 1, The Rise of
the Network Society, Oxford, Blackwell.
16.- Cohany, Sharon R. (1996). “Workers in Alternative Employment Arrangements”, Monthly Labor Review,
octubre de 1996.
17.- Denton et al. (1987). Employment Survey of 1985 Graduates of Ontario Universities, Toronto: Ontario
Ministry of Education.
18.- Derber, C., Schwartz, W. (1988). “Des hiérarchies à l’intérieur de hiérarchies. Le pouvoir professionnel à
l’oeuvre”, Sociologie et sociétés, Volumen XX, Número 2.
19.- Derber, Charles, William Schwartz, Yale Magrass (1988). Power in the Highest Degree, Professionals
and the Rise of the New Mandarin Order, Nueva York, Oxford University Press.
20.- Employment and Immigration Canada. Emploi-Avenir, Tomo 1, Perspectives professionnelles; Tomo 2,
Ce que sont devenus les nouveaux diplômés, Perspectives professionnelles jusqu’à 1995, Edición 1990,
Nelson Canada.
21.- Evetts, Julia y Anna Buchner-Jeziorska (1997). “The Internationalization of Engineering: A New Order of
Professionalism”, International Conference Knowledge, Economy and Society, Montreal, agosto de 1997.
22.- Gaertner, K. (1980). “The Structure of Organizational Careers”, Sociology of Education,, 53, pp. 1-20.
23.- Gardner, Arthur (1994). Travailleurs autonomes, catálogo 96-316F, Collection Le Canada à l’étude,
Scarborough, Statistique Canada et Prentice Hall.
24.- Gazier, Bernard (1992). Économie du travail et de l’emploi, París, Dalloz.
25.- Glaser, B.G. (1968). Organizational Careeps: A Source Book for Theory, Chicago, Aldine.
26.- Granovetter, Mark (1986). “Labor Mobility, Internal Markets, and Job Matching: A Comparison of the
Sociological and Economic Approaches”, Research in Social Stratification and Mobility, Volumen 5, pp. 3-
39.
27.- Hipple, Steven y Jay Stewart (1996). Ëarnings and Benefits of Workers in Alternative Work
Arrangements”, Monthly Labor Review, octubre de 1996.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 299
28.- Kalleberg A.. L. Y A.. B. Sorensen (1979) “The Sociology of Labor Markets”, Ediciones Alex Inkeles,
James S. Coleman y Ralph H. Turner. Anual Review of Sociology. Palo Alto: Anual Reviews.
29.- Kerr Clark (1954). “The Balkanization of Labor Markets.” Ediciones E.W. Bakke et al., Labo Mobility
and Economic Opportunity, Cambridge, MA, MIT Press.Mackaay, Ejan (1991). Les avocats du Québec,
Sondage général 1991. Montréal, Barreau du Québec. 129 páginas más apéndices.
30.- Mackaay, Ejan (1993). La situation économique de la practique privée en 1993. Montreal, Barreau du
Québec. 97 páginas más apéndices.
31.- Organisation de Coopération et de Développement Economique (1992). De l´enseignement supérieur à
l´emploi, Volumen II: Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, París, OCDE.
32.- Organisation de Coopération et de Développement Economique (1993). De l’enseignement supérieur à
l’emploi, Rapport de synthèse, París, OCDE.
33.- Polivka, Anne E. (1996) “Contingent and Alternative Work Arrangements, Defined”, Monthly Labor
Review, octubre de 1996.
34.- Polivka, Anne E. (1996). “Into Contingent and Alternative Employment by Choice?”, Monthly Labor
Review, octubre de 1996.
35.- Priest, T. Y Krol, T. (1986). “Lawyers in Corporate Chief Executive Positions: Career Characteristics and
‘Inner Group’ Membership”, International Journal of Sociology of Law, 14-1.
36.- Roberts, K. (1974). “The Entry into Employment: An Approach Towards a General Theory”,
Occupational Choice, Una selección de artículos de The Sociological Review, capítulo 8, pp. 138-157.
37.- Sales, Arnaud Réjean Drolet, Isabelle Bonneau, Gilles Simard, Frédéric Kuzminski (1996). Le Monde
étudiant à la fin du XXe siècle. Informe presentado al Ministerio de Educación de Quebec.
38.- Sassen, Saskia (1991), The Global City: New York, London, Tokio, Princeton, Princeton University
Press.
39.- Sassen, Saskia (1994), Cities in a World Economy, Thousand Oaks, Pine Forge Press.
40.- Sorensen, Aage y Nancy Tuma (1981). “Labor Market Structures and Job Mobility”. Ediciones D.
Treiman and R. Robinson, Research in Social Stratification and Mobility, Volumen 1, Greenwich, CT, JAI
Press.
41.- Sorensen, Aage (1974), Ä Model of Occupational Careers”, American Journal of Sociology, 80: pp. 44-
57.
42.- Spenner, Ken I., L. B. Otto, y V.R.A. Call (1982) Career Lines and Careers. Lexington, MA: Heath.
43.- Spilerman, Seymour (1977). “Careers, Labor Market Structure, and Socioeconomic Achievement”,
American Journal of Sociology, Volumen 83, Número 3, pp. 551-593.
44.- Spilerman, Seymour (1986). Örganizational Rules and the Features of Work Careers”, Research in Social
Stratification and Mobility, Volumen 5, pp. 41-102.
45.- Stewman, Shelby y S. L. Konda (1983), “Careers and Organizational Labor Markets”, American Journal
of Sociology, 88, pp. 637-685.
46.- Stewman, Shelby y Yeh, Kuang S. (1991). “Structural Pathways and Switching Mechanisms for
Individual Careers”, Research in Social Stratification and Mobility, Volumen 10, pp. 133-168.
47.- Stolzenberg, R. M. (1975), “Occupations, Labor Markets, and the Process of Wage Attainment”.
American Sociological Review, 40 pp. 645-665.
48.- Wacquant, Loïc J.D. 1996, “La généralisation de l’insécurité salariale en Amérique: Restructurations
d’entreprises et crise de reproduction sociale”, Actes de la recherche en sciences sociales, No. 115, diciembre.
49.- Whitley, Richard (1994). “Academic Knowledge and Jurisdictional Control in Professional Skills and
Work”, Artículo presentado al Comité de Investigación Económica y Social en el XIII Congreso Mundial de
Sociología, Bielefeld, 18-23 de julio de 1994. Manchester Business School, Gran Bretaña, pág. 16.
50.- Wolman, William y Anne Colamosca (1997), The Judas Economy, The Triunph of Capitalism and the
Betrayal of Work, Reading, Addisson-Wesley.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 300
Apéndice: Lista de los Tipos de Conocimiento y Prácticas Laborales
Relacionados con el Campo de Estudio y en un Empleo de Dedicación
Exclusiva
Tipos de conocimiento y prácticas laborales Empleados De
dedicación
exclusiva
Desem-
pleados
Empleo de
dedicación
exclusiva
relacionado con
campo de estudio
Instrumental
Ingeniería de Sistemas 100 100 0 98
Informática 94,6 92,4 5,4 95,6
Ingeniería Eléctrica 86,5 82,8 13,5 86,3
Ingeniería Civil, Construcción y Transporte 70,7 66,9 29,3 83,9
Química 90,4 78,6 9,6 83,8
Ingeniería Industrial 90,7 86,9 9,3 83
Ingeniería Mecánica 85,2 82,3 14,8 80,5
Arquitectura 81,2 70,2 18,8 79,1
Ingeniería Química 92,9 84,8 7,1 77
Matemáticas 93,5 84,5 6,5 73,1
Agricultura y Bioagronomía 84,3 73,3 15,7 71,2
Bioquímica 86,6 68,9 13,4 66,7
Ciencias Biológicas 84,7 64,6 15,3 52,7
Física 74,3 59 25,7 43,8
Media 86,8 78,2 13,2 76,8
Estratégico
Contaduría 91,2 85,6 8,8 81,7
Derecho 82,8 72,1 17,2 79,3
Administración y Gerencia Empresarial 90,8 100 76,7
Administración de Empresas 87,4 78,5 12,6 71,9
Cálculos de Seguros 95,3 81,3 4,7 71,2
Operaciones Financieras y Bancarias 95,6 91 4,4 68,2
Mercadeo y Compras 92,8 85,4 7,2 65,2
Gerencia de Recursos Humanos 81,7 73,7 18,3 57,8
Relaciones Industriales 85,1 74,9 14,9 46,5
Economía 81,5 69,7 18,5 44,6
Gerencia Turística 83 75,7 17 42,3
Urbanismo y Desarrollo 72 59,1 28 38,2
Ciencias Políticas 83,3 68,4 16,7 20,1
Media 86,0 77,4 20,6 58,7
Biomédico
Medicina 100 99,5 99,5
Fisioterapia 98,8 93,3 1,2 94,4
Farmacia 99,2 86,5 0,8 87,1
Odontología y Cirugía Dental 100 84,7 0 84,7
Ergoterapia 94,2 79,5 5,8 84,3
Ciencias Veterinarias 97,7 81,5 2,3 83,4
Enfermería 96,7 71,3 3,3 71,9
Nutrición y Dietética 90,5 41,9 9,5 40
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 301
Ciencias de la Actividad Física 90,5 55,5 9,5 38,1
Media 96,4 77,1 4,1 75,9
Comunicacional
Educación Síquica 92,7 76,3 7,3 77
Educación Especial 97,2 70,5 2,8 70,9
Trabajo Social 89,7 71,9 10,3 70,3
Educación a nivel de Secundaria 95,8 68,5 4,2 64,7
Antropología 89,4 70,1 10,6 64,3
Criminología 91,2 61,4 8,8 61,5
Orientación Vocacional 88,5 62,3 11,5 54,1
Idioma Francés y Literatura 88,2 66,4 11,8 52,3
Comunicación Social 79 64,1 21 50,9
Educación Preescolar y a nivel de Primaria 91,5 52,1 8,5 49,9
Educación a nivel de Primaria y Secundaria 90,5 52,9 9,5 47,8
Psicología 83,4 56,8 16,6 42,1
Teología 86,8 65,9 13,2 �1,1
Traducción 86,6 66,5 13,4 39,6
Idioma Inglés y Literatura 87,3 68,2 12,7 35,8
Historia 88,3 69,2 11,7 27,3
Sociología 85,5 69,2 14,5 24,4
Filosofía 81,7 65,9 18,3 19,6
Geografía 81,3 57,5 18,7 17,9
Media 88,1 65,0 11,9 48,0
Creaciones Artísticas o Culturales
Teatro 93,1 72,4 6,9 62,6
Recreología 84,7 63,5 15,3 58
Artes Gráficas 89,4 71,1 10,6 56,6
Cinematografía 73,7 63 26,3 52,5
Animación Cultural 78,5 44,5 21,5 34,7
Artes Plásticas y Aplicadas 65,4 40,5 34,6 27
Historia del Arte 79 55,7 21 16,9
Música 93 35,1 7 12,1
Media 82,1 55,7 17,9 40,1
Traducción: Ainoa Larrauri G.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 302
Proyecto para la generación de Tecnologías Viables a la Sustentabilidad y al Desarrollo Integrado Local
Miguel Ángel Briceño, Tech/SUDIL, Universidad Central de Venezuela
Resumen del Proyecto
El objetivo de este Proyecto es la creación de un Grupo Virtual compuesto por especialistas
de alta calificación tecnológica de diversas universidades nacionales y extranjeras, que se
dedique a preparar el camino para el desempeño del nuevo rol que tendrá la universidad en
la Sociedad del Conocimiento.
La generación de tecnologías viables a la sustentabilidad y el desarrollo integrado local,
permitirá que la universidad venezolana participar en la solución de la problemática de las
localidades con una visión global y sobre la base de la siguiente estrategia:
Interacción Universidad, Gobierno Local y Comunidad para el incremento de la
Competitividad y la Calidad de Vida.
Desplegar una interacción interuniverstaria con los Gobiernos Locales y las
Comunidades para obtención el Desarrollo Sustentable
Situación Actual
La universidad siempre ha desempeñado un rol preponderante en la ayuda a las
comunidades para su desarrollo económico y social. Cada facultad y área de conocimiento
dentro de las mismas, han hecho o están haciendo acciones en este sentido. Abundan los
proyectos de investigación sobre diversas zonas realizados por diferentes disciplinas
científicas de nuestras universidades, los convenios con alcaldías y gobernaciones se han
incrementado enormemente en los últimos años y lo mismo puede decirse de los proyectos
de extensión universitaria. En general pues, se puede decir que el saldo es positivo y en
franco incremento.
Ahora bien, la mayoría de estas acciones se llevan a cabo de una manera eficiente pero en
forma aislada. Cada proyecto tiene un origen diferente y sus objetivos y grado de
especialización hacen muy poco probable que lleguen a interactuar con otros proyectos que
lleven a cabo en el mismo lugar. Esto trae como consecuencia una dispersión de esfuerzos y
recursos, si se considera esta situación desde el punto de vista de las recientes corrientes
sobre la sustentabilidad, como las sustentadas en la Agenda 21, las cuales hacen hincapié
en:
la integración de las actuaciones de la universidad hacia afuera en materia de
docencia, investigación y extensión;
la integración de acciones en subproyectos formulados por diversas disciplinas;
la integración entre la formulación de subproyectos interdisciplinarios con:
su ejecución y sus medios de financiamiento;
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 303
la integración entre la actividad universitaria con la de los gobiernos locales y con la
participación ciudadana de las comunidades.
Básicamente, el desarrollo sustentable tiene como objetivos centrales, mejorar la
comprensión de las relaciones que existen entre los procesos de desarrollo infraestructural y
la dinámica de la población en sus aspectos económicos, sociales; jurídicos y humanísticos
en general, con el fin de lograr una más completa incorporación de las variables
demográficas a las políticas y estrategias de desarrollo sustentable, y ampliar la capacidad
de formular políticas e implementar de una manera efectiva programas de poblamiento y
cambio social, integrados a los grandes objetivos de desarrollo de los países.
En este sentido la universidad venezolana debería comenzar por asumir un enfoque
interdisciplinario y al mismo tiempo de carácter aplicado. Debe realizar no solamente
subproyectos de infraestructura e investigación básica, sino también investigaciones
sustantivas destinadas al estudio integrado de la dinámica de la población y el desarrollo
económico y sociocultural para tratar aspectos teóricos, conceptuales, metodológicos y
técnicos de políticas y gestión en localidades concretas, sus determinantes y sus
consecuencias. Realizar, a la luz de los condicionamientos históricos y antropológicos, una
comprensión de las interrelaciones económicas, sociales, culturales, políticas y ambientales
vinculadas a los cambios en las variables demográficas. Así como identificar y analizar las
nuevas estrategias de ajuste estructural y equidad, el rol emergente del sector privado, la
modernización del Estado y la descentralización administrativa. De esta manera se
orientarían e integrarían los subproyectos arquitectónicos y de ingeniería civil en una visión
centrada en el hombre.
Objetivo del Proyecto
El objetivo del proyecto es lograr en participación conjunta con los gobiernos locales y las
comunidades de localidades previamente seleccionadas, un desarrollo económico-social y
urbano-regional integrado concebido interdisciplinariamente, con la ayuda del diseño de
tecnologías viables a la sustentabilidad y la puesta en marcha de proyectos rentables para la
comunidad, los cuales se fundamenten en el eco-aprovechamiento del potencial de las
localidades y de su gente.
El proyecto pondría en conjunción:
la conducción de un desarrollo sustentable en esas localidades, consistente en un
proceso de desarrollo urbano-industrial, agrícola y turístico, y un proceso de
formación, capacitación y adiestramiento;
la estabilización socio-económica y el logro de la identidad del microcosmos social
local;
la trasferencia de tecnología hacia Venezuela y hacia las zonas en cuestión, con
participación activa de las universidades orientadas particularmente.
el desarrollo nacional de tecnologías adecuadas y adaptadas a las necesidades de la
productividad por parte de las universidades nacionales y particularmente por
aquellas ubicadas en las localidades a ser intervenidas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 304
Esto garantizará la transformación del aparato productivo local para su inserción en el
proceso de globalización en forma realmente competitiva, aprovechando las potencialidades
de cada zona echando mano a la transformación de la educación y el conocimiento. Todo
esto en un marco de protección ambiental y utilización comunal de la elevación del PBI de
la zona, para lograr un desarrollo infraestructural urbano y rural, local y regional integral,
que unido al desarrollo económico que utilice las capacidades propias, eleve la calidad de
vida y demuestra que los nexos solidarios en la acción de los ciudadanos son los que
sustenta al desarrollo integral.
También representará el encaramiento de retos completamente nuevos para las
universidades, gobiernos locales y comunidades, que obligaría a desarrollar concepciones
estructurales, espaciales, económicas y sociales apropiadas. Pero le abrirá a la universidad
la posibilidad histórica de transformarse en una actividad generadora de soluciones
tecnológicas, orientadas interdisciplinariamente, hacia la productividad y hacia la actuación
conjunta, en pos del desarrollo sustentable, con el resto de los actores relevantes de la
localidad.
Proyectos a ser diseñados y desarrollados por medio del Plan
Integrado
Proyectos para la obtención de la Mezcla Funcional Urbano/Rural
Conceptuación del Localidad como “Desarrollo Integrado”. Elaboración del plan de
regulación y desarrollo de áreas verdes, interconexión ciudad-campo, ríos-montaña,
interpáramos y de explotación ramas económica para las zonas escogidas.
Elaboración de modelos de espacios libres para asentamientos de diversas
densidades y utilización integrada, entrelazamiento de núcleos poblados con las
áreas de explotación agrícola.
Conceptuación de la estructura de utilización como “Mezcla Urbana-Rural”.
conceptuación de los ámbitos habitacionales, industriales, comerciales y de
servicios, así como los destinados a las instalaciones sociales y de política local,
culturales y de recreación, en función de las ideas conductoras de "mezcla urbano-
rural y económico-social", tanto de funciones, como de utilización y de una
estructuración económica orientada ecológicamente. Estos ámbitos serán
conceptuados, estrechamente ligados a aquellos destinados a las actividades
agrícola, turística y agroindustrial.
Proyectos de Obras de Inversión Infraestructural
Formulación del proyecto de modelo tipo de construcción de edificaciones de
acuerdo al ambiente natural y al intercambio energético e hídrico con la agricultura.
Estimación de costos e inversiones para la reordenación del territorio en cuestión y
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 305
para la construcción de edificaciones tipo. Estimación de costos e inversiones de
obras conexas, como escuelas, calles, urbanismo, áreas verdes, etc.
Conceptuación del tráfico urbano-rural y la tecnología requerida. que considere el
estado actual, su posible reestructuración y que contemple las nuevas mezclas
funcionales y el factor ecológico
Infraestructura Técnica de energía, sistemas de acueductos y alcantarillado, aseo
urbano, etc. de la atención de los déficits actuales de Energía, Aguas Blancas y
disposición de Aguas Residuales. Programa de saneamiento de las condiciones
actuales del Localidad, para prever los problemas de contaminación que puedan
estar implicados en el nuevo Plan y desarrollar nuevas tecnologías que permitan
hacer frente a estas situaciones a la par que agreguen valor y diversifiquen la
producción del Localidad
Proyectos para el desarrollo de la Red Productiva Local
Programa explotación del potencial socioeconómico actual y futuro de su población
un inventario definitivo de las potencialidades socioeconómicas, un análisis de las
estrategias de su explotación y valorar los posibles impactos de los escenarios que se
diseñen. Programación del establecimiento y creación de las diversas empresas de
agrícolas y turísticas que operarán en el Localidad. Examen y compatibilización de
la normativa legal correspondiente, tanto en su afectación general al proyecto, como
en la incidencia particular de ordenanzas que afecten la localidad. Proyecto para la
obtención del Cambio Cultural, porque esta “cultura de la productividad” no debe
estar reñida con los rasgos culturales autóctonos, sino potenciarse en ellos.
Estudio de los conceptos y posibilidades de organización, de las formas jurídicas y
económicas específicas y de los ámbitos y componentes del financiamiento, que
deben ser explorados para poner en marcha un proyecto urbano/rural de esta
naturaleza, partiendo de las adversas condiciones económicas nacionales e
internacionales actuales y futuras. Determinación de los soportes financieros y
sociales del plan. Determinación de los efectos económicos a ser alcanzados en el
PIB
Resultados esperados en cada etapa o fase del plan de trabajo
Reforma socioeconómica / desarrollo urbano-rural / educación para la productividad
Construcción de una novedosa red privada-pública para el desarrollo urbano-rural y
socio-económica de la Municipalidad. Sustitución del subsidio por la inversión, para
llevar la actividad productiva local a 73% del PIB. Apoyo a la reforma y
modernización de la Administración Pública Local en asuntos concretos para el
desarrollo comunal, con el soporte de subproyectos específicos de desarrollo
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 306
económico, investigativo, educativo, cultura, urbanismo y de creación de empresas
tecnológicas competitivas para la generación racional y fundamentada de fuentes de
empleo.
Generación de puestos de trabajo en el Localidad por medio de la promoción
intensiva del desarrollo agrícola y artesanal competitivo para la diversificación
económica
Generación de nuevos pequeños y medianos empresarios con formación técnica,
Generación de puestos de trabajo para la diversificación de producción con valor
agregado en la agroindustria y artesanía agrícola y turística,
Generación de puestos de trabajo para Investigación y Desarrollo y servicios
relacionados con la biotecnología y manipulación de alimentos, y
Generación de puestos de trabajo para el empresas de servicios especializadas para
los diversos sectores de la economía y el servicio público eficiente.
En general, se trata de la generación de puestos de trabajo para el 40% de la
población de cada localidad del Localidad.
Desarrollo de la Forma de Poblamiento y del Cuerpo Social
Construcción y reconstrucción paralela de nuevos proyectos de repoblamiento, saneamiento
y recuperación de áreas, que no signifiquen un incremento injustificado en los índices de
población general adicional al que genere la propia recuperación agrícola y la
diversificación agroindustrial, sino un urbanismo hacia adentro y una ruralidad hacia afuera:
una reconexión de las funciones urbanas y rurales para lograr mezclas integrales
habitacionales, industriales, recreacionales, educativas y ambientales, con una reducción del
tráfico por interconexión sustantiva del interior del Localidad y la superación de la
condición de vía de paso entre otros centros del país. El objetivo es mejorar internamente el
actual poblamiento y orientarlo hacia la productividad económica y hacia la producción de
cada centro productor agrícola en tanto cuerpo social desarrollado. Esto requerirá de la
participación voluntaria de la actual población en desarrollo y de la defensa del concepto
general, lo cual se traducirá en un incremento de la participación democrática en los asuntos
de interés público-local.
Desarrollo del Paisaje / Ambiental / Infraestructural
Producción y protección del medio ambiente natural y el paisaje, tanto urbano como rural,
como un proyecto de equilibrio ambiental, en combinación con el mejoramiento de la
infraestructura de servicios. En este último sentido, será de urgencia el mejoramiento y/o
transformación infraestructural, en especial: energía, agua y desechos urbanos. Aquí
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 307
también se requerirá de la participación voluntaria de la población actual y futura, para la
defensa del concepto ecológico a ser implantado.
Areas de Participación Interdisciplinaria
Los grupos disciplinarios participarán en los proyectos anteriores en tres facetas que luego
se integrarán interdisciplinariamente:
Investigación Diagnóstica
Investigación documental y creación de bases de datos generales y especializadas
Estudios geográficos y levantamiento integral de las Zonas Piloto
Análisis del potencial natural abiótico
Análisis del potencial natural biótico y su tendencia
Estudios urbano-regionales
Historia Regional y Local
Estudios económicos
Estudios agrícolas
Estudios sociales
Estudios culturales
Estudios jurídicos
Estudio ambiental
Desarrollos Tecnológicos
Soluciones a déficits futuros de energía, aguas blancas y disposición de aguas
residuales
Saneamiento y prevención de contaminación y desarrollo ambiental implicada en el
nuevo plan y las nuevas tecnologías
Desarrollo de un modelo de red de transporte colectivo rural, urbano y extra-urbano
para la Zona y sus municipalidades
Nuevas tecnologías urbanas y arquitectónicas
Nuevas tecnologías rurales y agrícolas
Nuevas tecnologías para el cambio social y económico
Nuevas tecnologías para el cambio cultural
Nuevas tecnologías en salud y educación de la comunidad
Gestión del Desarrollo Comunal y Regional
Impacto económico del establecimiento y creación de nuevas empresas.
Generación de modelos de organización del financiamiento
Generación de modelos de gestión municipal y parroquial
Generación de modelos de gestión de asociaciones
Análisis del impacto social
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 308
Análisis del impacto económico
Diseño del programa de formación y capacitación de fuerza de trabajo especializada
y tecnología intermedia.
Investigación en comunicación social
Proyecto de Centros de Innovación e Incubadoras de Empresas
Se trata de instalar en las Localidades Piloto, con la participación activa de las
universidades, ayuda financiera pública e inversión privada y en lugares especialmente
construidos y/o acondicionados, Centros para el Desarrollo de Tecnologías Viables a la
Sustentabilidad y la Productividad Local, generadores de grupos de proyectos a ser
transformados en nuevas empresas competitivas que reemplacen las antiguas unidades de
producción, por medio del otorgamiento de facilidades de consultoría y adiestramiento en
los ámbitos empresariales, técnicos y de producción, industriales y comerciales, necesarios
para la transformación de proyectos en empresas competitiva a nivel nacional e
internacional.
Igualmente, se trata de otorgar facilidades con servicios comunes de administración y
oficina, así como de áreas y servicios tecnológicos comunalmente aprovechables. Todo ello
con la intención de reducir las necesidades de capital en la fase de arranque de los proyectos
de desarrollo tecnológico y de las empresas y de mejorar las probabilidades de su
sobrevivencia, garantizando desde el propio inicio un desempeño realmente competitivo.
Esto contribuirá no solamente a hacer más eficientes a las futuras empresas que se
produzcan en la incubadora, al proveerlas de los insumos requeridos en cantidad y
oportunidad apropiadas, sino propiciará la diversificación productiva y ampliará el espectro
del mercado de trabajo de la zona, lo cual es necesario para posibilitar la inserción
diversificada de los habitantes a la nueva estructura económica, que podrá crearse teniendo
como elemento motorizador primario, a este proyecto de Centro de Innovación y de su
Incubadora.
La gestación del Grupo Virtual Interdisciplinario, Interuniversitario e
Internacional de Investigación y Desarrollo GV4I&D
El Grupo Virtual Interdisciplinario, Interuniversitario e Internacional de Investigación y
Desarrollo “GV4 I&D”, el cual se encuentra en proceso de formación, constituye un centro
de Investigación y Desarrollo de conceptos, propuestas y nuevas tecnologías para la
“transformación” de los procesos internos de la formación académica, de la actividad
investigativa, igualmente, para la puesta en marcha de proyectos para la transformación de
comunidades sociales específicas y de sus interacciones. Esto con el objeto de: a)
incrementar, la capacidad tecnológica que la universidad y la comunidad deben poseer, para
afrontar su propia transformación; y de b) replantear la interacción entre ambas, mediada
por nuevas tecnologías, para la obtención efectiva de un desarrollo integral, sobre la base de
una productividad local tecnológicamente sustentada y con participación de la comunidad.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 309
Tiene su origen en un proyecto de ocho años de investigación, donde se analizan los
elementos metateóricos que posibilitan la transformación teórica de la conceptuación del
desarrollo de la sociedad, presentado ya en el año 1983 como tesis doctoral, en la Johann
Wolfgang Goethe Universität de la ciudad de Frankfurt am Main en la República Federal de
Alemania.
En este sentido, el desarrollo académico y el de los procesos de reproducción de las
formaciones sociales, significan y suponen una nueva interacción entre ambos niveles para
el incremento y diversificación de la “productividad local”. Ello implica, la producción de
recursos para que garanticen, no solamente su propia sobrevivencia en tanto cuerpo social,
en un ambiente ecológico y global, sino su transformación hacia una situación realmente
sustentable, a la par que retribuya al área académico - tecnológica, los recursos para su
reproducción y su continuo mejoramiento.
Esto requiere de un tratamiento integral, tanto desde el punto de vista conceptual, como de
gestión para la implantación de propuestas y tecnologías requeridas y para ello se requiere,
a su vez, de la interdisciplinariedad y de la concertación de acciones. Los convenios
académicos interuniversitarios, con los gobiernos locales, con la empresa privada y firmas
consultoras, constituyen un vehículo de primera línea para alcanzar esta integralidad, pero
sin un sistema de información cónsono con los requerimientos de competitividad, no es
posible instrumentar integralmente mecanismos de intercambio entre los componentes del
proyecto, las comunidades a ser intervenidas y servir de modelo en el ámbito nacional e
internacional, para promover y orientar nuevas experiencias en este campo.
El tratamiento integral de los proyectos que engloba el Grupo Virtual, cuyo carácter
interdisciplinario, supone la concertación de acciones del sector académico, gubernamental
y empresarial, ha llevado a la necesidad de disponer de un sistema de información cónsono
con los requerimientos que materializan el intercambio entre los componentes del mismo.
Tomándose como marco de referencia la ausencia en el ámbito nacional, de una
infraestructura de información académico/investigativa revestido por su carácter
Interdisciplinario y que permita al Grupo Virtual tener una capacidad propia para generar y
retroalimentar sus procesos de información/conocimiento, funcionalmente orientado hacia
las metas de las investigaciones y las intervenciones comunitarias propuestas por el Grupo
Virtual.
Para cubrir este objetivo tan ambicioso, en el año 1992 se comenzó conectar los elementos
metateóricos que posibilitan una transformación teórica de la conceptuación del desarrollo
de la sociedad, con los resultantes de y/o requeridos, por aquella realidad social en
transformación, que se expresa en la caída del Muro de Berlín. A partir de ese momento, se
comienza a instrumentar el proyecto por medio de la firma de convenios de cooperación
inter e intrauniversitarios, con el fin de componer un grupo interdisciplinario donde lo
filosófico, es el elemento concertador, que se desarrollará también, como resultado de la
obtención de metas concretas, por medio de la intervención tecnológica en comunidades
sociales específicas.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 310
El proyecto “GV4 I&D” cuenta con la participación de cuatro (4) universidades nacionales
(UCV, USR, ULA y UDO) y dos (2) universidades alemanas: la Universidad
Brandenburguesa de Cottbus y la Universidad de Göttingen. Igualmente, se han iniciado
conversaciones con la Universidad de Tübingen y la Universidad de Potsdam en Alemania
y la Universidad Complutense de Madrid España. También se espera establecer relaciones
con otras universidades como: Universidad Técnica de Berlín (Alemania), San Petersburgo
(Rusia), Milán (Italia), Querétaro (Méjico), Curitiba (Brasil), San Marcos (Perú) y Valle
(Colombia). Recientemente, se iniciaron conversaciones con las Universidades de Aberdeen
y Reading (Reino Unido). Con todo esto se pretende, no sólo satisfacer los requisitos de
internacionalización exigida por los organismos financiadores, sino crear una auténtica red
de intereses en generación transdisciplinaria de conceptos y tecnologías en el ámbito global.
Aparte de la firma de los Convenios, también se han formulado proyectos de investigación
preparatorios tanto los de nivel teórico y filosófico como de desarrollo tecnológico, que ya
cuentan con financiamiento aprobado. Concretamente, la investigación sobre el Tema del
Desarrollo Ser/Consciencia y así mismo, en estos momentos se inicia un Proyecto
Interuniversitario de Grupo para el “Análisis de la Capacidad de las Universidades: UCV,
USR, ULA y UDO, para el Desarrollo de Tecnologías Adaptadas y Adecuadas al
Incremento de la Productividad Local”. Igualmente, se llevan a cabo cuatro tesis doctorales
enmarcadas dentro de esta línea de investigación.
A través de estas investigaciones y aquellas que diseñe el grupo de trabajo, se producirán no
solamente nuevas tecnologías, sino se llevarán a cabo acciones de intervención práctica y al
mismo tiempo, se producirán nuevos desarrollos y aportes teóricos y filosóficos. En otras
palabras, se producirá una gran cantidad de nueva información que deberá ser puesta al
alcance, tanto del área académico-tecnológica en el ámbito nacional e internacional, como
del sector privado de la producción y de las comunidades involucradas y aquellas que
deseen hacerlo en un futuro próximo. Por esta razón, es que este Grupo Virtual
Interdisciplinario de I&D se fortalecerá con un Sistema de Información avanzado.
Descripción del Proyecto de Tecnologías Viables a la Sustentabilidad y
al Desarrollo Integral Local: TECH/SUDIL
Estructuración
La estructura del Proyecto constará de cuatro unidades, dentro de las cuales, al GV4I&D le
corresponderá la integración de conocimientos para el diseño e implantación de estrategias
interdisciplinarias de desarrollo local integral. Igualmente, será el órgano de conceptuación
y de detección de expertos para la formación de equipos de especialistas.
Este Grupo está constituido por "Profesores Mediadores" conocedores de sus Facultades y
capaces de ejercer el enlace necesario entre los investigadores particulares y la nueva
unidad interdisciplinaria de investigación.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 311
El Centro de Innovación de Tecnologías Viables será una Unidad Interdisciplinaria de
diseño de tecnologías, preparación y negociación de patentes, prueba de prototipos y
estrategias de producción. Le corresponderá formular y ejecutar los proyectos de nuevas
tecnologías trabajando con contraparte internacional.
La Incubadora Empresas Base Tecnológica será un centro para la gestación de unidades de
producción y formación de nuevos empresarios. A ella le corresponde otorgar apoyo
tecnológico y asesoría para la introducción de las empresas al mercado. Los nuevos
empresarios serán formados a partir de estudiantes avanzados e investigadores que deseen
ver cristalizado un producto competitivo a partir de la tecnología generada.
El Centro Servicios Comunales constituye una unidad de investigación / acción para
potenciar la relación comunidad/producción y capacitar a diversos niveles tecnológicos.
Trabajará en estrecha colaboración con ONG’s y gobiernos locales en proyectos de servicio
público, culturales y desarrollo ambiente/comunidad/productividad. Básicamente, consiste
en una unidad de intervención para el cambio cultural y socioeconómico que requieren las
comunidades para insertarse en la nueva estructura productiva local y educarse para la
asimilación de nuevos estándares de calidad de vida.
Ventajas para las Universidades
Dentro de las principales ventajas que lograrán las universidades participantes en el
Proyecto, se encuentra:
La obtención de una sinergia para interdiscipliarariedad, que posibilite la producción
de conocimientos auténticamente transdisciplinarios y una masa crítica para la
investigación/acción para la intervención efectiva en el desarrollo de comunidades.
Igualmente, obtendrán financiamiento para el arranque conjunto del proyecto, así
como un desarrollo académico en nuevas áreas de conocimientos y estilos de
actuación actualizados.
Al mismo tiempo, obtendrán resultados palpables y compartidos en ciencia,
tecnología y desarrollo local, como sector universitario coordinado.
Las universidades participantes también obtendrán una generación directa de
ganancias por negociación de patentes y participación en las empresas locales
competitivas a ser creadas.
Del mismo modo, obtendrán la generación directa de recursos por venta de servicios
tecnológicos de carácter internacional a los gobiernos locales, regionales y a la
industria en general.
Es importante hacer notar aquí, que la generación de este tipo de tecnologías, tendrán un
mercado internacional de grandes proporciones en el resto de los países en desarrollo que se
verán beneficiados con su obtención en una nueva manera de relación económica solidaria
Sur-Sur.
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 312
Al contribuir a generar una estructura económica local productiva, medida en términos de
incrementos en al Producto Interno Bruto y en creación de puestos de trabajo, se genera una
situación favorable para la solicitud de presupuestos universitarios justos, que retribuyan los
beneficios financieros locales generados por las universidades.
Este ensayo puede convertirse en una nueva vía de diversificación de fuentes de
financiamiento sin perder la condición de universidades públicas, pero incrementando la
captación de recursos públicos por concepto de transferencia de tecnología a las
comunidades.
Ventajas para los Gobiernos Locales
Por medio de este proyecto, los Gobiernos Locales tendrán a su disposición un mecanismo
unitario y especialmente preparado para diagnosticar las necesidades y potencialidades de la
localidad, preparar las soluciones tecnológicas adecuadas, desplegar los mecanismos
nacionales e internacionales de transferencia de tecnología que sea requerida, formar y
capacitar a personal local y miembros de la comunidad en el manejo de la tecnología,
diseñar los mecanismos de implantación, colaborar en la búsqueda de financiamiento e
implantar de una manera eficiente y permanente un grupo de soluciones tecnológicas que al
funcionar interconectadamente, se conviertan en el dispositivo motorizador efectivo para la
obtención de la competitividad, en las ramas productivas de vocación de la localidad y la
elevación consciente de la calidad de vida de los habitantes.
Ventajas para las Comunidades
Las comunidades que componen las localidades piloto, recibirán un tratamiento en bloque
para aprender a explotar sus propias potencialidades en beneficio propio, para recibir
atención pro medio de programas educativos y de atención personalizada por parte de
trabajadores y psicólogos sociales, tanto para elevar sus niveles de formación y
capacitación, como para la necesaria preparación ante el cambio cultural, económico y
social.
En lugar de atención puntual y ocasional, las comunidades recibirán un servicio permanente
y estructurado por parte de las universidades; intervención que será evaluada de una manera
multidisciplinaria, para la introducción de medidas correctivas, que permitan de una manera
integral que los habitantes pasen de una situación de precariedad, a una de competitividad y
aprendan sobre la sociodiversidad inmersa en el concepto de elevación de la calidad de
vida.
Ventajas para los investigadores involucrados
Los investigadores y tecnólogos que se incorporen al Proyecto, obtendrán
interlocutores válidos de tipo interdisciplinario, con los cuales diseñar dispositivos
eficientes para la superación en bloque, de las dificultades del desarrollo de tecnologías
innovadoras en las localidades piloto, las cuales constituyen un escenario de aplicación
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 313
inmediata. Estos desarrollos tecnológicos tendrán una aplicabilidad futura en América
Latina y el resto de los países del trópico:
Por medio de la interacción de tipo internacional, los profesores obtendrán los
recursos técnicos necesarios para producir tecnología, elemento indispensable para
el desarrollo y comercialización de patentes y productos de base tecnológica.
Por esta actividad, los profesores obtendrán una retribución justa y un
reconocimiento de sus logros profesionales por medio de esta acción solidaria
Visión de Conjunto del Ente Interuniversitario
El ente interuniversitario que se encargará de la formulación y gestión del Proyecto, tendrá
el status de Empresa Interuniversitaria Internacional, con una participación variable de cada
una de las universidades participantes, la cual dependerá de la cantidad de investigadores
activos y de la cuantificación de los recursos logísticos y/o de inversión que se aporten.
Las universidades de adscripción de los investigadores que desarrollen las tecnologías
específicas, tendrán una participación directa en los beneficios producidos por las patentes a
ser negociadas. Los programas de pre y postgrado, que se deriven de la ejecución del
Proyecto, poseerán reconocimiento y validez en todas las universidades involucradas. El
cuerpo de conocimiento transdisciplinario que se produzca será patrimonio común.
Bibliografía Universitaria
A new approach to energy planning for sustainable rural development -- Roma : 1990. COTA:
ULAHD9502D4N4
Agudo, Ximena. Representaciones sociales de tiempo y espacio y relaciones de poder, a través de algunas
construcciones teóricas recientes -- 1998. COTA: UCVTRA H998 A282
Ajuste estructural, ambiente y desarrollo sostenible -- Caracas : 1996. COTA: ULAHC59.7 S8 1996
Ajuste estructural, ambiente y desarrollo sostenible / -- Caracas : : 1996.. COTA: UCVHC59.7 A5
Aldea ecológica San José de Limones (Municipio Andrés Be llo. Estado Mérida) -- Mérida : c1998. COTA:
ULAQH195 M4A5
Alternativas técnicas para manejar sustentablemente los Bosques Nativos Andinos -- Quito : 1997. COTA:
ULASD431 A5A5
Amazonas -- Caracas : 1995. COTA: ULAHD75.6 A539
Barboza M., Felipe Rafael. Zonificación ambiental del territorio -- 1996. COTA: ULAHT395 P3B3
Bertagnini, Armando E.. Las diagonales del cambio empresario : -- Buenos Aires ; Caracas : : 1998.. COTA:
UCVHD58.8 B4
Brown, Lester R. (Russell). La salvación del planeta -- Buenos Aires : c1992. COTA: ULAHD75.6 B76s 1992
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 314
Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. Amanecer en los Andes -- Caracas
: 1997. COTA: UCVP.O.T. HD75.6 C6
Comisión Económica para América Latina. El desarrollo sustentable -- Santiago de Chile : 1991. COTA:
ULAHD75.6 C65
Comisión sobre Países en Desarrollo y Cambio Mundial. Por el bien de la tierra -- Santafé de Bogotá : 1993.
COTA: ULAHD59.72 E5C55 1993
Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Fomento de la agricultura y del
desarrollo rural sustentable / Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Rio de
Janeiro, 3a 14 de junio de 1992 -- Mérida : 1993. COTA:
Conferencia Internacional Uma Estratégia Latino-Americana para a Amazonia .
Contréras Manfredi, Hernán. Abya Yala -- Caracas : 1999 . COTA: UCVHC79 P4C67
Corniel, Darly I.. El programa Orinoco-Apure (PROA) enmarcado en el desarro llo sustentable / -- 1997..
COTA: UCVTESIS E997 C815
Daly, Herman E. Fostering environmentally sustainable development -- 1994. COTA: ULAHD75.6 D3
Daly, Herman E.. Para el bien común : -- México : : 1993.. COTA: UCVcs1 HD75.6 D35
De Onis, Juan . The green cathedral -- New York : 1992. COTA: UCVGF532 A5D4
Dehollain, Marcos.. Desarrollo sostenible : -- 1995. : . COTA: UCVTESIS E995 D323
Demo, Pedro. Ciudadanía y derechos humanos desde la perspectiva de las políticas públicas -- Santiago de
Chile : 1997. COTA: UCVP.O.A. K3224 D4
Desarrollo económico sostenible -- Santafé de Bogotá : 1994. COTA: ULAHD75.6 D48 1994
Desarrollo sostenible -- San José, Costa Rica : 1996-. COTA: ULAHC79 E5D4
Desarrollo sostenible -- San José, Costa Rica : c1994. COTA: ULAHD75.6 D483
Desarrollo sostenible y medio ambiente -- Roma : 1992. COTA: ULAHD75.6 D48
Donnelly, Robert. Unsustainable resource use and the rural poor in developing countries -- Swansea, Wales :
[1992]. COTA: ULAHC59.72 P6D6
Dourojeanni, Axel. Políticas públicas para el desarrollo sustentable -- Mérida : 1994. COTA: ULAHD75.6
D68
Downing, Roberts J.. Rains-Asia -- Washington : 1997. COTA: UCVQC926.57 A78D6
Ejecución de proyectos de desarrollo rural -- La Paz : 1994. COTA: ULAHN280 E44
El Desarrollo sustentable -- Santiago de Chile : 1991. COTA: ULAHD75.6 D4
El Informe Brundtland -- Caracas : [1989?]. COTA: ULAHD75.6 I53 1989
El límite de la civilización industrial -- Caracas : 1996. COTA: ULAHN110.5 L3L5
Estrategias para la agricultura y el desarrollo rural sostenibles -- Roma : 1995. COTA: ULAHC79 E5E81
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 315
Figueroa H., Jesús M. Importancia del desarrollo sustentable como estrategia ante la problemática ambiental
local -- 1996. COTA: ULAHC79 E5F5
Gabaldón, Arnoldo José. Dialéctica del desarrollo sustentable -- Caracas : c1996. COTA: ULAHC130 E5G32
Ghimire, Krishna B.. Linkages between population, environment and development $bCase Studies from Costa
Rica, Pakistan and Uganda $cKrishna B. Ghimire -- Geneva, Switzerland $bUNRISD $c1993 : . COTA:
UCVHB3537 G5 SR
Hawken, Paul. Negocio y ecología -- Barcelona, España : 1997. COTA: UCVHD60 H35
Impacto de la politica macroeconómica en los recursos forestales -- Quito, Ecuador : 1995. COTA:
ULASD393 I5
Jacobs, Michael. Economía verde -- Santafé de Bogotá : 1995. COTA: ULAHD75.6 J32 1995
Jornadas sobre desarrollo sostenible del medio rural -- Caracas : 1999. COTA: UCVHD75.6 J6
Jugo Burguera, M. Luis. Educación ambiental para el desarrollo sostenible -- Mérida : [1998]. COTA:
ULAQH541.2 J83
La Diplomacia ambiental : -- México : : 1994.. COTA: UCVcs1 HC140 P6D5
La Sostenibilidad de los sistemas de producción campesina en los Andes -- Lima : 1997. COTA: ULAS475
S68
Lebel, Gregory G. El desarrollo sostenible -- Ginebra : 1990. COTA: ULAHD75.6 L42 1990
Medio ambiente, seguridad y cooperación regional en el Caribe -- Caracas : 1992. COTA: UCVHC151
Z9P4M4
Meeting Sustainable Development of Mountain Communities.
México en la globalización -- México : 1996. COTA: UCVHC140 E5M4 SR
Miller, George Tyler,. Ecología y medio ambiente : -- México : : 1994.. COTA: UCVcct QH541 M55
Mora Márquez, Domingo. La educación para la salud en comunidades rurales de Venezuela -- Maracay :
1990. COTA: ULARA440.5 V4M6
Morales Azuaje, Berenice Coromoto. Proyecto del jardín botánico del NURR-ULA Trujillo, bajo el enfoque
del desarrollo sustentable -- 1995. COTA: ULAQK431 M67
Novo, María.. La educación ambiental : -- Paris : : 1998.. COTA: UCVP.O.B. GE70 N6
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos. Desarrollo sustentable -- Paris : 1997. COTA:
UCVHC79 P4D45
Ovalles, Omar.. Las reservas de biosfera : una estrategia de protección ambiental y desarrollo sustentable -- .
COTA: UCVTRA A995 096
Participación campesina para una agricultura sostenible en países de América Latina -- Roma : 1994. COTA:
ULAS494.5 S86P37
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 316
Por el bien de la tierra -- Bogota : 1993. COTA: UCVHD75.6 P6 SR
Proposal of criteria and indicators for sustainability of the amazon forest -- Lima, Perú : 1995. COTA:
ULAHC79 E5P766
Protected area economics and policy -- Washington : 1994. COTA: ULAHC79 E5P76
Proyecto de planificación del desarrollo rural integrado de la Región Sur - República Dominicana -- Rejovot,
Israel : c1981. COTA: ULAHT395 A7P76
Przeworski, Adam.. Democracia sustentable / -- Buenos Aires : : 1998.. COTA: UCVJC423 D455
Restoration ecology and sustainable development -- Cambridge : c1997. COTA: ULAQH541.15 R45R4
Reunión Regional sobre Zonificación Ecológica-Económica: Instrumento para la Conservación y el Desarrollo
Sostenible de los Recursos de la Amazonia. COTA: ULAHC79 E5T7 1994 no.26
Rivas Wyzykowska, Adam. Desarrollo sustentable -- 1996. COTA: ULAHD75.6 R58
Rural environmental planning for sustainable communities -- Washington : c1991. COTA: ULAHT392 R87
1991
Rural sustainable development in America -- New York, NY : c1997. COTA: ULAHC110 E5R8
Sánchez Barrios, Silvio Francisco. Una aproximación al proceso de planificación de cuencas hidrográficas --
Ibague, Colombia : 1995. COTA: ULAGB980 S35
Seminario Internacional Desarrollo Sostenible de Sistemas Agrarios. Memorias -- Cali : 1994. COTA:
ULAHD75.6 S455 1994
Seminario Internacional: La Educación Agrícola Superior Frente a los Desafios de la Globalización y el
Desarrollo Agropecuario Sostenible. La educación superior agrícola frente a los desafios del futuro -- Caracas
: 1996. COTA: ULAS530.3 S45 1995
Sistemas de realización de la ordenación forestal sostenible -- Roma : 1995. COTA: ULASD559 S58
Situación de la agricultura interamericana, 1992- 1993 -- San José : 1994. COTA: ULAHB172.5 S58
Smil, Vaclav. Global ecology -- London ; New York : c1993. COTA: ULAGE170 S5
Sociedad solidaria y desarrollo alternativo / -- México ; : 1993.. COTA: UCVcs1 HD85 E7S6
Strategies for sustainable development -- Chichester : c1994. COTA: ULAHC79 E5S87
Sustainable development in the Sahel -- Aarhus : 1992. COTA: ULAHD75.6 S88
El desarrollo sustentable y los aspectos económicos de los impactos ambientales / -- 1993.. COTA: UCVcpo
TESIS E993 C824
Intermediate cities in search of sustainability -- Shankill : 1996. COTA: ULAHT166 A88 1995
Medio ambiente y desarrollo sostenible -- Madrid : 1997. COTA: UCVP.O.B. HC79 P4M42
Proyecto de desarrollo sustentable del sur (Prodesur) -- Caracas : 1996. COTA: ULAHD75.6 V45
Sustainable development of mountain communities -- Milano, Italia : 995. COTA: ULAHC79 E5M4 1994
Miguel Ángel Briceño Gil (Editor), Universidad, Sector Productivo y Sustentabilidad 317
Uma estratégia Latino-Amaricana para a Amazonia -- Sao Paulo : 1996. COTA: UCVS934 A44C6
Tudela, Fernando.. Hacia un nuevo pacto internacional para el desarrollo sustentable : -- Washington : :
COTA: UCVcs1 HC125 T8 1992..
Un Mundo sustentable -- Buenos Aires : 1994. COTA: ULATD174 W67 1994
Venezuela. Proyecto tipo rural pre-ensamblado -- Caracas : [19--?]. COTA: ULATG260 V45
Venezuela.Comision Presidencial Coordinadora del Desarrollo Sustentable del Sur.
Villalba Rojas, Cathy Victoria. Estudio para la elaboración de una metodología referida a los planes de
supervisión ambiental -- 1999. COTA: UCVTESIS CD999 V714
Zinck, Alfred. Una experiencia de participación en el proceso de planificación regional ; el Seminario sobre
Desarrollo Urbano y Rural para el año 2000 -- Mar de Plata, Argentina : 1974. COTA: ULAHT395 V4Z5
Zonificación ecológica-económica -- Caracas : 1998. COTA: UCVP.O.C. HC188 A5Z6