Tralca-Mawida

48
7/18/2019 Tralca-Mawida http://slidepdf.com/reader/full/tralca-mawida 1/48

description

mapuche

Transcript of Tralca-Mawida

Page 1: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 148

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 248

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 348

Ediciones

Universitarias

de Valparaiacuteso

PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATOacuteLICA DE VALPARAIacuteSO

Despliegue Histoacuterico de una Localidaden la Frontera del Biobiacuteo(1550-1980)

FERNANDO VENEGAS ESPINOZA

DE TRALCA-MAWIDA

A SANTA JUANA

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 448

copy Fernando Venegas Espinoza 2014Registro de Propiedad Intelectual Nordm 247119

ISBN 978-956-17-0616-3

Derechos Reservados

Tirada 500 ejemplares

Ediciones Universitarias de ValparaiacutesoPoncia Universidad Catoacutelica de Valparaiacuteso

Calle 12 de Febrero 187 ValparaiacutesoE-mail euvsaucvcl

wwweuvcl

Impreso por Salesianos SA

HECHO EN CHILE

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 548

IacuteNDICE

PROacuteLOGO 7

INTRODUCCIOacuteN 9

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO 9

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN 10

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADODE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO 12

El escenario de esta historia 14

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban elespacio de esta historia antes del arribo de los europeos 18

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas 28

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en lacontencioacuten de la frontera del Biobiacuteo en Chile 36

CAPIacuteTULO 1DE ZONA DE RESISTENCIA A BALSEADERO Y ENCLAVE

DEL AVANCE ESPANtildeOL TRALCA-MAWIDA DURANTE LA CONQUISTA 49

CAPIacuteTULO 2SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMA DEFUERTES DE LA FRONTERA DEL BIOBIacuteO (1626-1723) 67

CAPIacuteTULO 3SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMADE FUERTES EN LA ldquoNUEVA FRONTERArdquo DEL BIOBIacuteO (1723-1810) 85

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 2: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 248

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 348

Ediciones

Universitarias

de Valparaiacuteso

PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATOacuteLICA DE VALPARAIacuteSO

Despliegue Histoacuterico de una Localidaden la Frontera del Biobiacuteo(1550-1980)

FERNANDO VENEGAS ESPINOZA

DE TRALCA-MAWIDA

A SANTA JUANA

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 448

copy Fernando Venegas Espinoza 2014Registro de Propiedad Intelectual Nordm 247119

ISBN 978-956-17-0616-3

Derechos Reservados

Tirada 500 ejemplares

Ediciones Universitarias de ValparaiacutesoPoncia Universidad Catoacutelica de Valparaiacuteso

Calle 12 de Febrero 187 ValparaiacutesoE-mail euvsaucvcl

wwweuvcl

Impreso por Salesianos SA

HECHO EN CHILE

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 548

IacuteNDICE

PROacuteLOGO 7

INTRODUCCIOacuteN 9

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO 9

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN 10

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADODE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO 12

El escenario de esta historia 14

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban elespacio de esta historia antes del arribo de los europeos 18

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas 28

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en lacontencioacuten de la frontera del Biobiacuteo en Chile 36

CAPIacuteTULO 1DE ZONA DE RESISTENCIA A BALSEADERO Y ENCLAVE

DEL AVANCE ESPANtildeOL TRALCA-MAWIDA DURANTE LA CONQUISTA 49

CAPIacuteTULO 2SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMA DEFUERTES DE LA FRONTERA DEL BIOBIacuteO (1626-1723) 67

CAPIacuteTULO 3SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMADE FUERTES EN LA ldquoNUEVA FRONTERArdquo DEL BIOBIacuteO (1723-1810) 85

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 3: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 348

Ediciones

Universitarias

de Valparaiacuteso

PONTIFICIA UNIVERSIDAD

CATOacuteLICA DE VALPARAIacuteSO

Despliegue Histoacuterico de una Localidaden la Frontera del Biobiacuteo(1550-1980)

FERNANDO VENEGAS ESPINOZA

DE TRALCA-MAWIDA

A SANTA JUANA

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 448

copy Fernando Venegas Espinoza 2014Registro de Propiedad Intelectual Nordm 247119

ISBN 978-956-17-0616-3

Derechos Reservados

Tirada 500 ejemplares

Ediciones Universitarias de ValparaiacutesoPoncia Universidad Catoacutelica de Valparaiacuteso

Calle 12 de Febrero 187 ValparaiacutesoE-mail euvsaucvcl

wwweuvcl

Impreso por Salesianos SA

HECHO EN CHILE

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 548

IacuteNDICE

PROacuteLOGO 7

INTRODUCCIOacuteN 9

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO 9

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN 10

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADODE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO 12

El escenario de esta historia 14

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban elespacio de esta historia antes del arribo de los europeos 18

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas 28

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en lacontencioacuten de la frontera del Biobiacuteo en Chile 36

CAPIacuteTULO 1DE ZONA DE RESISTENCIA A BALSEADERO Y ENCLAVE

DEL AVANCE ESPANtildeOL TRALCA-MAWIDA DURANTE LA CONQUISTA 49

CAPIacuteTULO 2SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMA DEFUERTES DE LA FRONTERA DEL BIOBIacuteO (1626-1723) 67

CAPIacuteTULO 3SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMADE FUERTES EN LA ldquoNUEVA FRONTERArdquo DEL BIOBIacuteO (1723-1810) 85

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 4: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 448

copy Fernando Venegas Espinoza 2014Registro de Propiedad Intelectual Nordm 247119

ISBN 978-956-17-0616-3

Derechos Reservados

Tirada 500 ejemplares

Ediciones Universitarias de ValparaiacutesoPoncia Universidad Catoacutelica de Valparaiacuteso

Calle 12 de Febrero 187 ValparaiacutesoE-mail euvsaucvcl

wwweuvcl

Impreso por Salesianos SA

HECHO EN CHILE

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 548

IacuteNDICE

PROacuteLOGO 7

INTRODUCCIOacuteN 9

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO 9

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN 10

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADODE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO 12

El escenario de esta historia 14

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban elespacio de esta historia antes del arribo de los europeos 18

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas 28

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en lacontencioacuten de la frontera del Biobiacuteo en Chile 36

CAPIacuteTULO 1DE ZONA DE RESISTENCIA A BALSEADERO Y ENCLAVE

DEL AVANCE ESPANtildeOL TRALCA-MAWIDA DURANTE LA CONQUISTA 49

CAPIacuteTULO 2SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMA DEFUERTES DE LA FRONTERA DEL BIOBIacuteO (1626-1723) 67

CAPIacuteTULO 3SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMADE FUERTES EN LA ldquoNUEVA FRONTERArdquo DEL BIOBIacuteO (1723-1810) 85

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 5: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 548

IacuteNDICE

PROacuteLOGO 7

INTRODUCCIOacuteN 9

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO 9

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN 10

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADODE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO 12

El escenario de esta historia 14

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban elespacio de esta historia antes del arribo de los europeos 18

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas 28

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en lacontencioacuten de la frontera del Biobiacuteo en Chile 36

CAPIacuteTULO 1DE ZONA DE RESISTENCIA A BALSEADERO Y ENCLAVE

DEL AVANCE ESPANtildeOL TRALCA-MAWIDA DURANTE LA CONQUISTA 49

CAPIacuteTULO 2SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMA DEFUERTES DE LA FRONTERA DEL BIOBIacuteO (1626-1723) 67

CAPIacuteTULO 3SANTA JUANA DE GUADALCAacuteZAR EN EL SISTEMADE FUERTES EN LA ldquoNUEVA FRONTERArdquo DEL BIOBIacuteO (1723-1810) 85

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 6: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 648

F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 9831376

CAPIacuteTULO 4DE LAS GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA HASTALA OCUPACIOacuteN DE LA ARAUCANIacuteA POR EL ESTADO CHILENO LA PLAZADE SANTA JUANA ENTRE DOS CRISIS (1810-1860) 123

CAPIacuteTULO 5EL DESARROLLO DE LA MINERIacuteA DEL CARBOacuteN Y SUSREPERCUSIONES EN EL ENTORNO RURAL EXPANSIOacuteN AGRIacuteCOLAY CAMPESINIZACIOacuteN (1860-1960) 141

A MODO DE CONCLUSIOacuteNPINCELADAS SOBRE EL ARRIBO DE LAS FORESTALES Y LADESCAMPESINIZACIOacuteN EN SANTA JUANA 163

FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA 171

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 7: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 748

7

PROacuteLOGO

Pocos lugares reejan mejor la complejidad de la sociedad fronteriza que la angua localidad de

Santa Juana Su ubicacioacuten a orillas del riacuteo Biobiacuteo representa una paradoja Por un lado mantuvouna condicioacuten perifeacuterica semiaislada por su condicioacuten riberentildea sin cumplir realmente funciones

urbanas hasta entrado el siglo XX Su misma situacioacuten por otra parte en mitad de la ruta que se

internaba hacia Arauco por las alturas de Patagual como acceso principal del verdadero ldquomurordquo

natural que representaba el gran riacuteo le otorgaron una centralidad en varios momentos criacutecos

de la llamada Conquista y los siglos coloniales Algo similar ocurrioacute en empos republicanos En

los estertores de las guerras de independencia sus capiacutetulos maacutes crueles se pelearon en un radio

de cien kiloacutemetros a la redonda de la localidad surgida junto al fuerte y el anguo vado Durante

el resto del siglo XIX connuoacute la inestabilidad y la violencia en la zona la que vive una segunda

coyuntura criacuteca en los antildeos de la ocupacioacuten deniva del territorio de Arauco

Haciacutea falta por lo mismo para una adecuada inteligencia de los procesos una mirada moderna

apoyada en las herramientas combinadas de la antropologiacutea y de la historia Es lo que nos ofrece

sobradamente el trabajo de Fernando Venegas Espinoza Pasa revista a las diversas visiones que

se han planteado sobre la conformacioacuten y la distribucioacuten espacial de los rewes y aillarewes ma-

puche Con ello nos ofrece una perspecva renovada sobre los habitantes de la regioacuten antes de

la ocupacioacuten hispana El inicio de la guerra disloca profundamente la sociedad indiacutegena y genera

una loacutegica de meszaje y confrontacioacuten que iraacute evolucionando con el empo hasta constuir

un enclave fronterizo Es lo que nalmente estudia el profesor Venegas con un enfoque micro-

histoacuterico

Antes todaviacutea de concentrarse en el desarrollo parcular de Santa Juana vuelve la mirada haciael campo contrario Analiza la liacutenea de fuertes espantildeoles y su funcioacuten defensiva en diversas

eacutepocas con buen acopio de fuentes y materiales y una mirada criacuteca y personal Concluye que

no cabe estudiarlos en su individualidad sino como un sistema en que el colapso de algunos de

ellos determinoacute en varios momentos la caiacuteda de la regioacuten en poder de los mapuches

El desao que planteaba el cruce del riacuteo ya sea con nes beacutelicos de comercio o aun espiritua-

les es tambieacuten resentildeado recurriendo a interesantes tesmonios Cuando ya la guerra amaina

el libro vuelca la mirada a los procesos regionales en que la comarca de Caray con su valle y

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 8: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 848

8 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

serraniacuteas tuvo parcipacioacuten La colonizacioacuten espontaacutenea de la frontera el suministro agriacutecola

a la poblacioacuten minera de Lota o el negocio maderero fueron moldeando el devenir econoacutemico

y demograacuteco de Santa Juana De esta forma el libro va idencando los procesos y circuitos

que dinamizaron la economiacutea local y que explican su temprana aunque breve capitalidad del

departamento de Lautaro entre 1841 y 1865 Posteriormente la habilitacioacuten de la ruta costerapor San Pedro y Coronel la construccioacuten del Puente Ferroviario (1889) y el Carretero (1943)

frente a Concepcioacuten fueron privando al riacuteo de sus funciones de transporte y apartaron al pueblo

del camino Entonces fue el ferrocarril que pasaba por Talcamaacutevida el punto de conexioacuten con la

urbe penquista que implicaba el azaroso cruce del Biacuteo-Biacuteo

Para los antildeos recientes bien apoyado en entrevistas y en la memoria oral de los anguos san -

tajuaninos el autor reconstruye el iter de la ciudad desde su modesto pasado agriacutecola hasta su

presente forestal Son tesmonios necesarios pues humanizan y ponen rostro a procesos que

pueden resultar aacuteridos y casi mecanizados Se aprecia como graves eventos han desaparecido de

la memoria y se acumulan en cambio percepciones propias del semiaislamiento que los infor-

mantes experimentaron por largos antildeos hasta la construccioacuten del actual camino

El texto que prologamos se escribioacute como parte de un proyecto de puesta en valor del Fuerte

de Santa Juana a cargo del destacado arquitecto patrimonialista Carlos Inostroza Celebramos

ambas iniciavas que bien se complementan y como ocurre con los trabajos microhistoacutericos

puede iluminar e inspirar otros esfuerzos similares De Tralca-mawida a Santa Juanahellip suma

una obra maacutes a la proliacuteca pluma de Fernando Venegas doctor en Historia y actual Director del

Departamento de Ciencias Histoacutericas y Sociales de la Universidad de Concepcioacuten donde se halla

realizando una encomiable labor Ancado en la zona de Concepcioacuten hace pocos antildeos se ha inte-

grado posivamente al trabajo acadeacutemico pues el presente no es primer aporte historiograacuteco

a la Regioacuten

Valoramos en consecuencia el empentildeo de su autor quien como parte de un equipo muldisci-

plinario ha logrado concluir un trabajo riguroso y no exento de agudeza analiacuteca Ojalaacute que los

trabajos del Fuerte queden tan bien logrados como esta invesgacioacuten que los acompantildea Seraacuten

dos pasos muy notables para la comprensioacuten pero sobre todo para la revaloracioacuten a parr de

una localidad signicava del legado mapuche y la sociedad fronteriza

Armando Cartes Montory

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 9: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 948

9

INTRODUCCIOacuteN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA E HIPOacuteTESIS DE TRABAJO

El presente trabajo es una parte del producto de una invesgacioacuten encargada por la Direccioacuten deArquitectura del Ministerio de Obras Puacuteblicas de la Regioacuten del Biobiacuteo a la Consultora EstudioCe-

ro para la Restauracioacuten y puesta en valor del Fuerte Santa Juana correspondiendo al proyecto

Ndeg 30096057-0 Se tratoacute de un estudio que fue realizado por un equipo muldisciplinario dirigido

por el arquitecto Carlos Inostroza1

Lo que publicaremos en este libro corresponde en gran parte a la invesgacioacuten histoacuterica que se

realizoacute para ese proyecto la cual podriacutea insertarse dentro de los llamados estudios fronterizos

pues se tratoacute de comprender el origen y proyeccioacuten de una localidad en el empo desde su pa-

sado indiacutegena hasta su presente origen urbano en el aacutembito de la frontera del riacuteo Biobiacuteo

Los estudios fronterizos han sido una importante forma de problemazacioacuten del pasado colonialque ha permido para el caso chileno signicavos avances en la comprensioacuten de las diversas

fronteras que se conformaron en lo que posteriormente llegaraacute a ser Chile y muy parcularmen-

te de la frontera del riacuteo Biobiacuteo Establecido ciertos marcos generales que se siguen discuendo

pensamos que es necesario avanzar hacia un conocimiento maacutes especiacuteco del funcionamiento

de esa frontera cuesoacuten que se puede realizar a parr de enfoques microhistoacutericos yo de his -

toria regional2

La hipoacutetesis de este trabajo es que el aacuterea de Santa Juana en los albores de la conquista Tralca

(trueno) Mawida (montantildea) es por una parte un reejo desde lo general de coacutemo se desarrolloacute

el conicto entre hispanocriollos y los anguos mapuches del sur y de la transicioacuten que se produ-ce desde el siglo XVIII al siglo XX de ser espacios de conquista y colonizacioacuten a ser lugares en los

que por diferentes factores la poblacioacuten comienza a adoptar caracteriacutescas urbanas Por otra

el estudio de la historia asociada al fuerte es demostrava que los enfoques desde lo parcular

1 hpestudioceroclindexswf 2 Esta cuesoacuten la discumos ampliamente en nuestra tesis doctoral todaviacutea ineacutedita Venegas Del Asocia-cionismo rural a la asociavidad urbana Protagonismo de la sociedad en la construccioacuten de los espacioslocales Limache 1860-1960 (Sanago Universidad de Chile 2014) pp 9-33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 10: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1048

10 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

permiten apreciar aspectos que las miradas maacutes amplias no alcanzan a percibir Haciendo una am-

plia generalizacioacuten pensamos que los fuertes en la medida que fue avanzando la colonia se van

a consolidar como aacutembitos representavos del mayor despliegue del estado espantildeol asociado a

las reformas borboacutenicas En la conquista en lo que al ldquoenemigo internordquo o ldquodomeacutescordquo se reere

para el caso de la experiencia histoacuterica del ldquoreino de Chilerdquo los fuertes fueron maacutes bien un pro-ducto de la iniciava privada Durante el siglo XVII a parr de Alonso de Ribera en su arculacioacuten

equipamiento y dotacioacuten se aprecia una mayor presencia del estado pero en su construccioacuten pro-

piamente tal siguen siendo maacutes bien un reejo de la iniciava de los privados coacutemo que durante

esa centuria predominaron los fuertes de empalizada con viviendas interiores de techos pajizos

y de planta cuadrada rodeada por un foso Soacutelo algunos fuertes como el de Arauco incorporaron

una nueva materialidad en su construccioacuten

Ya en el siglo de la Ilustracioacuten a parr de la arculacioacuten de una nueva frontera contra el ldquoenemigo

internordquo por Gabriel Cano de Aponte las importantes modicaciones que se hicieron al ejeacutercito

la opmizacioacuten que se hizo a su abastecimiento y una cada vez mayor presencia de profesionales

formados al alero del Real Colegio de Ingenieros de Madrid los fuertes y las plazas forcadas

experimentaraacuten su etapa de mayor atencioacuten del estado en tanto por lo menos en varios de los

fuertes situados en torno a la liacutenea de Biobiacuteo y el Laja su estructura experimentoacute signicavas

transformaciones al construirse plantas pentagonales de veacuterces angulados a traveacutes de baluar-

tes ulizaacutendose la piedra como elemento construcvo No obstante en el caso de la plaza de

Santa Juana el lugar elegido para levantar el fuerte y los terremotos (como el de 1730 y 1751)

fueron limitantes relevantes a este po de obras Los fuertes de empalizada eran menos impo-

nentes y pareciacutean maacutes vulnerables pero eran maacutes faacuteciles de reconstruir y menos costosos de

reparar Finalmente los fuertes fueron un espacio a traveacutes del cual las misiones especialmente

las jesuitas del siglo XVIII contribuyeron a la conformacioacuten de una cultura popular marcada porla conexioacuten entre el calendario agriacutecola y el devocional entre lo humano y lo divino que se va a

proyectar en la larga duracioacuten a pesar del avance de la urbanizacioacuten viniendo a entrar en una

crisis maacutes profunda con el avance de las forestales en la deacutecada de 1970 En el caso de Santa

Juana el relavo aislamiento al encontrarse en la ribera sur del Biobiacuteo conectada soacutelo a traveacutes

de los boteros contribuyoacute grandemente en ello

METODOLOGIacuteA DE LA INVESTIGACIOacuteN

Este trabajo como ya ha sido sentildealado se inicioacute como parte de una invesgacioacuten muldisciplina-

ria cuyo propoacutesito es poner en valor el fuerte Santa JuanaLa primera inspeccioacuten ocular del sio se hizo con el arquitecto Carlos Inostroza posteriormente

se realizariacutean otras con los demaacutes integrantes del equipo para dimensionar de mejor manera el

contexto de la historia que debiacuteamos entender y estudiar

La buacutesqueda de documentacioacuten fue realizada por dos invesgadores La que se encuentra en el

Archivo Nacional Histoacuterico de Sanago ademaacutes de la que se encuentra disponible en cataacutelogos

y fondos documentales en la web fue rescatada por el historiador Boris Jofreacute El trabajo etnograacute-

co la entrevista a informantes claves la buacutesqueda y revisioacuten de documentacioacuten en la localidad

de Santa Juana ndashademaacutes de la revisioacuten de Notariales en el Archivo Nacional de la Administracioacuten

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 11: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1148

11D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Sanagondash el reconocimiento general del entorno el anaacutelisis de las fuentes y la elaboracioacuten

del documento nal fue realizado por el autor de este trabajo

La primera etapa de la invesgacioacuten fue orientada a la buacutesqueda de bibliograa tanto general

como especiacuteca de las relaciones fronterizas como del rol que tuvieron los fuertes en su funcio-

namiento Al mismo empo se revisoacute bibliograa y fuentes que permiesen hacer un anaacutelisis de

la evolucioacuten que va a tener el poblado de Santa Juana entre el siglo XIX y XX tanto desde el punto

de vista de la historia como de las tradiciones y cultura popular local y regional En este punto fue

que se procedioacute a la digitalizacioacuten de todos los libros de actas que se conservan en Relaciones

Puacuteblicas de la Municipalidad de Santa Juana maacutes otro que estaacute en la biblioteca comunal aunque

por los propoacutesitos de este trabajo para esta invesgacioacuten no fueron revisados exhausvamente

En segundo lugar se buscoacute informacioacuten referida tanto al fuerte Santa Juana en lo parcular como

de Ingenieriacutea militar en general En este punto hubo una especial preocupacioacuten en inquirir y en-

contrar para esta invesgacioacuten 1) planos histoacutericos correspondientes a Santa Juana y 2) mapas

que ilustrasen el contexto que esta ocupaba dentro de la frontera permanente establecida por elgobernador Alonso de Ribera en el Biobiacuteo (1601-1604) 3) mapas que reejasen los procesos que

se vivieron en este espacio durante los siglos XIX y XX 4) Documentacioacuten en general del fuerte

Para el siglo XVII con el trabajo realizado por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera se cuenta con una refe-

rencia notable para caracterizar coacutemo funcionaban los fuertes en teacuterminos sociales y culturales

Nos parece que para el siglo XVIII sobre todo durante la segunda mitad los informes son maacutes

teacutecnicos describen el estado de las murallas de las habitaciones el armamento pero poco dicen

de la vida que se desarrollaba alliacute

El otro eacutenfasis de esta invesgacioacuten estuvo puesto en la realizacioacuten de trabajo etnograacuteco cuyos

objevos fundamentales fueron los siguientes Entrevistar a informantes claves que otorgaseninformacioacuten histoacuterica asociada a la localidad de Santa Juana que nos permiese comprender el

contexto histoacuterico en el que se desplegoacute no soacutelo la historia del fuerte sino tambieacuten del poblado

tales como la problemaacuteca de el cruce del riacuteo el desno de las poblaciones indiacutegenas entre

otros aspectos y que contasen con archivos fotograacutecos que pudiesen dar cuenta de ese pasado

Se entrevistoacute a las siguientes personas Orlando Pereira (ex corresponsal de diarios regionales en

Santa Juana el informante que maacutes colaboroacute en el trabajo etnograacuteco) Andreacutes Orz (trabajador

Municipal encargado de obras del fuerte Santa Juana de 1980) Carlos Abdenour (comerciante

Gustavo Moya (botero residente en Santa Juana) Baldomero Jofreacute (botero residente en Santa

Juana) Mariacutea Medina Medina (cantora de ciudad) Jackeline Riacuteos (Informante de Santa Juana)

Andreacutes Espinoza Guzmaacuten (Movilizador Estacioacuten de Talcamaacutevida) Katherine Riveros (nieta de LuisOliva propietario de terreno en donde estuvo emplazado fuerte Talcamaacutevida) Depo Linares Al-

tamirano (comerciante) Hemeacuterito Sanhueza Pezo (botero residente en Talcamaacutevida) Sergio Or-

z (Quilacoya) Lidia Vergara (Bajo Curaliacute) Juan Jofreacute Torres (descendiente mapuche Alto Curaliacute)

Bernardo Catril (Alto Curaliacute) Erasmo Catril Vergara (Alto Curaliacute)

La documentacioacuten reunida fue analizada y contrastada En el caso de las entrevistas las pregun-

tas se hicieron a parr de cuesonarios especiacutecos en donde la historia de vida del relator fue

el hilo conductor

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 12: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1248

12 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Antes de entrar al desarrollo de este trabajo quisieacuteramos agradecer a quienes contribuyeron a

que este pudiese llegar a buen teacutermino En primer lugar a Carlos Inostroza por invitarnos a par-

cipar de EstudioCero y con ello permirnos comenzar a conocer el sur de Chile de manera maacutes

profunda A su vez agradecer a la Direccioacuten de Arquitectura del MOP por autorizar la publicacioacuten

de este texto y al Consejo Nacional del Libro y la Lectura por nanciar su publicacioacuten En Sanagoel trabajo de rescate de documentacioacuten en archivo realizado por Boris Cofreacute y la generosidad de

Ignacio Chueca que colaboroacute con documentacioacuten ineacutedita En la Universidad de Concepcioacuten el

apoyo del personal de la Sala Chile que hasta hace poco empo dirigiacutea don Eugenio Flores

Ya en Santa Juana agradecer las facilidades que nos dio el personal municipal y muy especialmen-

te los vecinos de Santa Juana que se transformaron en informantes claves Muy especialmente

agradezco a Orlando Pereira que me recibioacute en su casa como a un familiar y que puso su empo

generosamente a disposicioacuten para comprender de mejor manera la historia de esta localidad

Por uacutelmo agradecer las observaciones y comentarios del Dr Eduardo Teacutellez y al Dr Armando

Cartes por darse el empo de leer este trabajo y prologarlo Dedico este libro a mi hija Antonia ya la memoria de mi bisabuela materna Margarita Pino Osorio nava de Santa Juana

ENFOQUE DE ESTA INVESTIGACIOacuteN ESTADO DE LA CUESTIOacuteN Y MARCO TEOacuteRICO

Este estudio histoacuterico ha sido enfocado desde la microhistoria cuyos propoacutesitos son estudiar

problemas generales en aacutembitos acotados sin parr de la premisa que ello se estaacute haciendo

porque se trata de un espacio importante lo que hemos denominado como historia localista

o regionalista En este caso a parr de los objevos que se nos han impuesto a desarrollar la

pregunta que subyace a este trabajo es dar cuenta del despliegue histoacuterico de una localidad en

la frontera del Biobiacuteo Esa es una pregunta que se podriacutea responder estudiando cualquiera de lasciudades o pueblos que tuvieron su origen en fuertes En este caso se hizo en Santa Juana porque

lo que interesaba era volver a poner en valor su fuerte pero no porque se considerase que fue la

forcacioacuten maacutes signicava de todas las que se emplazoacute en el Biobiacuteo Otra cuesoacuten a considerar

es que la respuesta a esa pregunta seraacute desde lo parcular y en consecuencia de ninguacuten modo

corresponde a la uacutenica posible

El primer trabajo realizado exclusivamente sobre Santa Juana es el de Elsa Montero de Toacutertora3

Se trata de un libro de divulgacioacuten relacionado con la primera intervencioacuten relevante de la que se

ene conocimiento fue realizada durante el siglo XX para poner en evidencia el fuerte Es histo-

ria localista en el sendo que se trata de resaltar la historia de Santa Juana por un conjunto deatributos que la constuiriacutean en un reducto privilegiado de la historia de Chile colonial En este

relato todos los gobernadores desde Valdivia en adelante habriacutean circulado a traveacutes de lo que

ella denomina como valle de Caray

3 Elsa Montero de Toacutertora Lo que fue Carai y es Santa Juana de Guadalcaacutezar (Chile) 1967

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 13: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1348

13D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Un estudio a tener presente fue el realizado por el profesor Recaredo Vigueras a principios de la

deacutecada de 19804 El primer propoacutesito de Vigueras fue derribar los mitos que habiacutea levantado Elsa

Montero Toacutertora Entre otros que el nombre original del valle no fue Caray sino Tralca-mawida

que no fue un vado sino un balseadero o que no es cierto que fuese el lugar favorito de los go-

bernadores para cruzar el Biobiacuteo en sus avances hacia el sur

De ese entonces es tambieacuten una recopilacioacuten de fuentes realizada por un conjunto de profesores

y estudiantes de la Universidad de Concepcioacuten Viacutector Bustos Abner Casllo Leonardo Mazzei

Osvaldo Ziolkowsky y Sergio Concha5 La compilacioacuten que no estaacute publicada y que se encuentra

en la Sala Chile de la Biblioteca Central de la Universidad de Concepcioacuten parece estar basada en

parte relevante en otra invesgacioacuten de la que daremos cuenta maacutes adelante del antropoacutelogo

Jorge Brousse Soto En la etapa inicial de este estudio fue un apoyo importante Posteriormente

constatamos una serie de inconsistencias metodoloacutegicas en la transcripcioacuten de documentacioacuten

y la omisioacuten de citar las fuentes El seminario de Abner Casllo se apoya del trabajo al que esta-

mos aludiendo aunque aporta perspecvas desde su oacutepca como arquitecto6

Recientemente Luis Eduardo Meza hizo un estudio sobre el impacto de la poliacuteca econoacutemica

neoliberal ejemplicaacutendolo en Santa Juana A pesar de estar enfocado en un empo histoacuterico

bastante maacutes contemporaacuteneo permite apreciar las desestructuraciones que produjo la expan-

sioacuten de las explotaciones forestales desde la deacutecada de 19707

Santa Juana tambieacuten ha sido objeto de estudios asociados al rescate de la cultura popular de

base campesina aquella que comenzoacute a ser olvidada cuando irrumpieron las forestales Desta-

can los trabajos realizados por el Grupo de Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehueacutenrdquo de la Universidad de

Concepcioacuten entre ellos los de Patricia Chavarriacutea8 y Sylvia Gueacuterrez9 Tambieacuten encontramos un

estudio referido a la radiodifusioacuten local10

Sobre las forcaciones en lo especiacuteco el estudio realizado por Gabriel Guarda Flandes India-

no es de revisioacuten obligada para entender la loacutegica global en la que operaron los fuertes y plazas

4 Recaredo Vigueras Realidad Histoacuterico ndash Geograacuteca del Fuerte Santa Juana de Guadalcaacutezar y su Comarca (Santa Juana 1982)5 Viacutector Bustos S Abner Casllo A Leonardo Mazzei DG Osvaldo Ziolkowsky S Sergio Concha P Fuerte

de Santa Juana de Guadalcaacutezar Documentos ulizados para su restauracioacuten (Concepcioacuten Ocina de Res-tauracioacuten y Departamento de Historia Universidad de Concepcioacuten 1982)6 Abner Casllo Construcciones Militares Espantildeolas en la frontera de Chile Santa Juana de Guadalcazar

Una metodologiacutea de restauracioacuten (Concepcioacuten Tesis Arquitectura 1981)7 Meza S Luis Poliacuteca Econoacutemica Neoliberal y Comunas Rurales de la Provincia de Concepcioacuten El caso de

Santa Juana 1975-2000 (Tesis para optar al grado de Magiacutester en Historia Universidad de Concepcioacuten2008)8 Grupo de Recoleccioacuten y Proyeccioacuten de Folklore ldquoPehuenrdquo Santa Juana y su Folklore (Sindicato de Prof EEParculares Administravos y Teacutecnicos Universidad de Concepcioacuten 1979)9 Sylvia Gueacuterrez B (Recopiladora) Vamos que se acaba el baile Cuecas de Santa Juana (ConcepcioacutenFondart 2000)10 Heacutector Arraa Bartle y Claudio Flores Ramiacuterez La Radio Comunitaria Un medio para el desarrollo social

y cultural en la comuna de Santa Juana (Universidad de Concepcioacuten Tesis para optar al Tiacutetulo de Periodista1995)

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 14: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1448

14 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

fronterizas instaladas por los espantildeoles ya sea para defenderse contra el ldquoenemigo externordquo o

contra el ldquoenemigo domeacutescordquo11 Maacutes especiacutecamente la tesis de Jorge Brousse Soto constuye

un esfuerzo relevante para explicar la loacutegica de las forcaciones que operaron en la frontera del

Biobiacuteo entre el siglo XVI y el siglo XIX12 Una de sus limitantes no ajena a este estudio es la falta

de documentacioacuten directa que aluda a ellas por lo que el anguo trabajo realizado por FranciscoAstaburuaga Cienfuegos sigue estando vigente13 En esta memoria destaca un estudio de caso del

fuerte Santa Juana en el que se recomendaba impulsar trabajos de excavacioacuten y restauracioacuten

ldquode acuerdo a las teacutecnicas y modalidades desarrolladas por el meacutetodo arqueoloacutegicordquo14

Las historias de Chile de Barros Arana y Sergio Villalobos nos fueron uacuteles por las aproximaciones

generales que hacen para entender el funcionamiento de los fuertes maacutes allaacute de lo meramente

militar15 Por supuesto en este trabajo fueron muy importante los estudios fronterizos entre los

que destacan los de Sergio Villalobos A su vez hemos considerado los aportes que se han venido

realizando desde la antropologiacutea con especialistas como Joseacute Manuel Zavala y Guillaume Boccara

Desde la historia regional los trabajos realizados por Leonardo Mazzei y Arnoldo Pacheco desde la

Universidad de Concepcioacuten

En lo que a materia de conceptos se reere hemos considerado desarrollar cuatro El primero

estaacute relacionado con el escenario de esta historia al momento del choque entre ibeacutericos y los gru-

pos humanos que viviacutean en esta aacuterea Segundo el problema de la denominacioacuten de los referidos

grupos humanos Tercero las etapas de la guerra que se desarrolloacute en los bosques del sur seguacuten

la bibliograa actualizada Y nalmente el signicado de los fuertes en la frontera del Biobiacuteo

El escenario de esta historia

En primer lugar el espacio en que se desarrolla esta historia Desde lo local corresponderiacutea aTralca-mawida y soacutelo desde el siglo XVII comenzariacutea a ser conocido como Santa Juana al ser

bauzado con ese nombre el fuerte que fue emplazado en ese lugar en 1626 Este terruntildeo estaba

en la ribera sur del riacuteo Biobiacuteo en un aacuterea que los espantildeoles denominaraacuten geneacutericamente como

estado de Arauco concepto sobre el cual existen dudas si correspondioacute al valle de Arauco o al

conjunto de valles y montantildeas que conforman la cordillera de Nahuelbuta o que se desprenden

de ella16 Seguacuten la propuesta de los antropoacutelogos Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay la acep-

11 Guarda Gabriel Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago Ediciones

Universidad Catoacutelica de Chile 1990)12 Jorge Brousse S Las forcaciones espantildeolas de la liacutenea de la frontera y sus aacutereas circunvecinas en Chile

Central entre los siglos XVI al XIX (Concepcioacuten Memoria de Antropologiacutea 1973)13 Astaburuaga C Francisco Diccionario Geograacuteco de la Repuacuteblica de Chile (Sanago 2a ed 1899)14 Brousse Las forcaciones espantildeolashellip p 8115 Por ejemplo Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomos 1 a 3 (Sanago Ed Zig-Zag amp InstutoChileno de Estudios Humaniacutescos 1980 - 1983) Ademaacutes Historia del pueblo chileno tomo 4 (SanagoEditorial Universitaria 2000)16 Seguacuten Joseacute Manuel Zavala Cepeda y Tom D Dillehay pese a que los tesmonios de Alonso de Ercilla yZuacutentildeiga y el informe de Miguel de Olavarriacutea apuntan a que el estado de Arauco era un espacio limitado alvalle de Arauco en tanto los acontecimientos y dinaacutemicas descritos en esas croacutenicas se ldquodesarrollaron en

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 15: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1548

15D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cioacuten de estado de Arauco que ha prevalecido es la que propone que se tratariacutea de un concepto

surgido de la dominacioacuten espantildeola y maacutes precisamente bajo el dominio de Pedro de Valdivia

En tanto su hipoacutetesis es que el concepto de estado de Arauco responderiacutea maacutes bien a que la

organizacioacuten sociopoliacuteca que los europeos encontraron alliacute era representava de una realidad

que la polisemia de signicados del concepto que serviacutea para caracterizar desde una monarquiacuteahasta una repuacuteblica permioacute idencar de esa manera17 En efecto el registro arqueoloacutegico para

el periodo prehispaacutenico tardiacuteo estariacutea dando cuenta que ese territorio ndashy parcularmente el aacuterea

Pureacuten-Lumacondash es representavo de procesos sociales que veniacutean desarrollaacutendose en los Andes

centrales y meridionales desde el 1300 en adelante18

En segundo lugar Zavala y Dillehay sentildealan que al comparar diversas fuentes tempranas se ex-

presa una tendencia que les permite armar que el mencionado estado de Arauco se habriacutea divi-

dido en cuatro grandes provincias que corresponderiacutean a las cuatro grandes cuencas o conjuntos

de cuencas que se desprenden de la cordillera de Nahuelbuta Arauco Tucapel Pureacuten-Lumaco y

Mareguano-Caray19 (Ver Mapa 1) Los autores proponen en una mapa referencial y no exacto

que insertamos en la paacutegina siguiente la ubicacioacuten de las mencionadas provincias Tambieacuten pre-

sentan el posicionamiento geograacuteco de las provincias tomando como referente la cordillera de

Nahuelbuta (Figura 2)

Figura 1 Diagrama del posicionamiento geograacuteco de lasCuatro provincias en relacioacuten con la Cordillera de Nahuelbuta

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay20

AraucoNoroeste

MarehuanoNoreste

TucapelSuroeste PureacutenSureste

En este sendo Zavala y Dillehay postulan que la divisioacuten cuatriparta del territorio que se pro -

longoacute en el empo ndashy que se proyectoacute por ejemplo en el kultruacutenndash debioacute ser anterior a la conquis-

ta siendo semejante con los ldquomodelos cuatripartos de estructuracioacuten poliacuteco-territoriales del

un aacuterea mucho maacutes extensa que corresponde en teacuterminos generales al conjunto de valles y montantildeas queconforman la cordillera de Nahuelbuta o se desprenden de ellardquo ldquoes posible sostener que la designacioacutenldquoestado de Araucordquo da cuenta de la existencia al menos desde mediados del siglo XVI de un gran espacio

geograacuteco constuido en torno a la cordillera de Nahuelbuta donde operaba un sistema de alianzas deunidades poliacuteco-territoriales claramente disnguibles por su capacidad de resistencia y dinamismo setrataba de una suerte de federacioacuten de valles que se interconectaba a traveacutes de la cordillera y que en ciertasocasiones actuaba conjuntamente en acciones militares o de negociacioacuten con los nuevos invasoresrdquo En ldquoEllsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeola estructuracioacuten sociopoliacuteca y ritual de los Araucano-Mapuches en los valles Nahuelbutanos durante los siglos XVI y XVIIrdquo Chungara Revista de Antropologiacutea

Chilena Volumen 42 Nordm 2 2010 pp 433-43517 Iacutedem18 Ibiacutedem pp 441-44619 Ibiacutedem pp 435-43620 Ibiacutedem pp 438

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 16: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1648

16 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

mundo andino establecidos por Murra (1975) Rostowrowski (1988) y Netherly (1993) y por lo

tanto puede indicar un contacto cultural directo o indirecto muy temprano entre los habitantes

de Nahuelbuta y el mundo andinordquo21

Mapa 1 Ubicacioacuten aproximada de las cuatro provincias del estado de arauco

Esquema tomado de Zavala amp Dillehay22

Finalmente los antropoacutelogos ya citados sentildealan que cada una de las grandes unidades poliacuteco-

territoriales designadas como provincias o como estados ldquose presenta a su vez como un sistema

de alianzas de unidades territoriales menores situadas generalmente al interior o proacuteximas al

21 Ibiacutedem pp 43822 Ibiacutedem pp 437

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 17: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1748

17D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

valle principal que da nombre a la provincia o estado Dichas unidades menores son designadas

en los documentos tempranos con el teacutermino de levo Es sobre la base de los levo que los espa-

ntildeoles procedieron a reparr la poblacioacuten local y a organizar la dominacioacuten sobre ella al sur del

riacuteo Biacuteo-Biacuteordquo23

Esta terminologiacutea se va a ir perdiendo con el empo y a comienzos del siglo XVII los Levo eran

denominados como Rewe y las provincias o estado como Ayllarewe que habriacutea sido la unioacuten de

nueve Rewe aunque los documentos dan a entender que ese nuacutemero no era siempre el mismo

pudiendo ser un nuacutemero inferior de Rewe24

Figura 2 Niveles de inclusioacuten sociopoliacuteca seguacuten terminologiacuteas de los siglos XVI y XVIIEsquema tomado de Zavala amp Dillehay25

Seguacuten documentos tempranos

(s XVI)

Seguacuten documentos posteriores

(nes s XVI y principios s XVII

Levo

Provincia o Estado

Estado(s) de Arauco

Rewe

Ayllarewe

Estado(s) de Arauco

Los autores no estaacuten seguros que el ayllarewe corresponda a lo que posteriormente van a ser

los vutanmapu (teacutermino que apareceriacutea en la documentacioacuten por primera vez en 1613) ya que

ldquoel denominado estado de Arauco correspondiacutea maacutes bien a un conglomerado relavamente de-

limitado y acotado a la cordillera de Nahuelbuta y a su aacuterea de inuencia lo que no signica

que dicho conglomerado no pudiera rearcularse en ciertas ocasiones con otros conglomera-dos para conformar grandes alianzas regionales del po vutanmapurdquo En ello dieren de Francis

Goicovich que propone que para entonces el estado de Arauco ya era un vutanmapu aunque

coinciden con eacutel en que se trataba de una alianza interlocal26 Ahora bien para Zavala y Dillehay

para comienzos del siglo XVII el Ayllarewe de Caray habriacutea estado compuesto por ocho Rewes

de los cuales Talcamaacutevida o Talcamahuida o bien Tralca-mawida habriacutea sido uno de los que par-

cipoacute maacutes acvamente de las reuniones entre hispanocriollos e indiacutegenas entre 1605 y 161427

En consecuencia de seguir a Zavala y Dillehay podriacutea armarse que la regioacuten comprendida por

Arauco Tucapel Pureacuten y Caray correspondioacute al ldquoestado de Araucordquo Sin embargo no todos los

historiadores y antropoacutelogos estaacuten de acuerdo en que el estado de Arauco corresponderiacutea a unespacio maacutes amplio de lo que representa como topoacutenimo aunque ello en siacute mismo no niega

23 Iacutedem24 Ibiacutedem p44125 Ibiacutedem p 44326 Ibiacutedem p44127 Ibiacutedem p 442

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 18: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1848

18 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

las reexiones ya citadas28 Lo otro que puede armarse es que Tralca-mawida Talcamaacutevida o

Talcamahuida ndashen donde se emplazariacutea el fuerte Santa Juana en 1626ndash correspondioacute a un Levo

o posteriormente a un Rewe de ndashulizando la terminologiacutea con la que fue denominada por los

europeosndash la provincia de Caray

El problema de la denominacioacuten iquestquieacutenes habitaban el espacio de esta historia antes delarribo de los europeos

Tradicionalmente a las sociedades indiacutegenas que viviacutean entre Copiapoacute y el seno de Reloncaviacute se

les ha denominado de dos formas Latcham (1924) propuso que estas poblaciones se podiacutean di-

vidir en tres grupos los Picunche (al norte del Biobiacuteo) los Mapuche o Araucanos (entre el Biobiacuteo

y el Tolteacuten) y los Huilliche (Desde Tolteacuten hasta Chiloeacute)29

Tomaacutes Guevara (1925) por su parte propuso que los Mapuches eran una sola etnia dividida en

cuatro grupos los Picunche (Copiapoacute-Rapel) los Promaucaes (Rapel ndash Itata) los Araucanos (Itata

ndash Tolteacuten) y los Huilliche (Tolteacuten-istmo de Reloncaviacute)30

Luis C Faron (1956) indicoacute que los Araucanos eran una sola unidad que englobaba a los Picunche-

Araucano al norte Mapuche-Araucano al centro y Huilliche-Araucano al sur31

En 1980 Sergio Villalobos propuso el teacutermino Mapuche para referirse a los indiacutegenas situados

desde el riacuteo Choapa hasta la isla de Chiloeacute indicando luego que entre el Choapa y el riacuteo Itata do-

minaron los picunches o gente del norte entre el Itata y el Tolteacuten seguiacutean los Araucanos y desde

el Tolteacuten hasta la isla de Chiloeacute los huilliches o gente del sur32 En 1982 Villalobos dio ademaacutes una

explicacioacuten respecto de las diferencias en el uso del concepto araucano que se generaban entre

antropoacutelogos o historiadores

ldquoPara los primeros son los navos que viviacutean entre el riacuteo Choapa y el seno de Reloncaviacute

y comprendiacutean por lo tanto a picunches mapuches y huilliches que poseiacutean una misma

cultura y lengua

Los historiadores consideran como araucanos a los denominados mapuches por los an-

tropoacutelogos que habitaban al sur del Maule al llegar los conquistadores y luego al sur del

Biobiacuteo y cuyo liacutemite meridional se situaba en el riacuteo Tolteacuten A nuestro juicio es necesario

ponerse de acuerdo para evitar confusiones

De acuerdo con la tradicioacuten historiograacuteca pensamos que debe darse la designacioacuten ge-

neral de mapuches a los que viviacutean al sur del Choapa y la especiacuteca de Araucanos a los

28 Guillaume Boccara Los Vencedores Historia del Pueblo Mapuche en la eacutepoca colonial (Antofagasta IIAM2007) p1529 Ricardo Latcham La organizacioacuten social y creencias religiosas de los anguos araucanos (Sanago Im-prenta Cervantes 1924)30 Tomaacutes Guevara Historia de Chile Chile prehispano Tomo 1 (Sanago 1925)31 Boccara Los Vencedoreshellip p1632 Sergio Villalobos Historia del Pueblo Chileno Tomo 1 (Sanago Zig-Zag amp Instuto Chileno de EstudiosHumaniacutescos 1980) p 72

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 19: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 1948

19D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que dominaban desde el Maule o el Biobiacuteo hasta el Tolteacuten Las razones de este predica-

mento son muy variadas

Dado que la palabra mapuche signica gente de la erra es loacutegico aplicar este nombre

a quienes teniacutean esa caracteriacutesca y hablaban el mismo idioma Mapuches podiacutean ser

tanto los araucanos como los picunches y los huilliches todos ellos podiacutean reconocerse

en esa palabra

El nombre de araucanos fue dado por los espantildeoles a los aboriacutegenes que habitaban en la

localidad de Raghco o Arauco y por extensioacuten a los que poblaban entre el Biobiacuteo y el Tol-

teacuten Siendo eacuteste un nombre impuesto por los extrantildeos este hecho lo descalica para los

antropoacutelogos en lo que hay una inconsecuencia Si esa razoacuten no fuese vaacutelida para desig-

nar a los comarcanos menos lo seriacutea auacuten para hacerla extensiva a picunches y huilliches

Por otra parte en la arqueologiacutea ha sido frecuente designar a pueblos o culturas con

nombres muy posteriores asiacute por ejemplo se habla del periodo Musteriense y del Mag-

daleniense o del hombre de Pekiacuten y del de Neanderthal En Chile se ha denominado

cultura de Arica y de San Pedro de Atacama a la de grupos que indudablemente no se

autodesignaron de esa manera en el uacutelmo caso de acuerdo con el concepto sio-po

Es necesario tambieacuten mantener una misma designacioacuten para referirse a un pueblo antes

y despueacutes de la conquista de manera que no haya confusioacuten En tal caso la designacioacuten

histoacuterica de araucanos aparece consagrada por el uso y es praacuteccamente imposible cam-

biarla No seriacutea conveniente disnguir entre mapuches y araucanos seguacuten la eacutepoca

En el fondo esta diferencia en las designaciones se ha debido al divorcio entre la antro-

pologiacutea y la historia que han dividido abruptamente el estudio de un mismo pueblo El

problema se hace patente cuando se estudia conjuntamente la eacutepoca precolombina y la

histoacuterica en que una sola designacioacuten se hace imprescindiblerdquo33

Por su parte el etnohistoriador Osvaldo Silva (1994) consideroacute a los mapuches como un grupo

eacutetnico que se localizoacute desde el valle del Aconcagua hasta el golfo de Reloncaviacute En su caracteri-

zacioacuten siguioacute la clasicacioacuten de sus sistemas agriacutecolas que se desprende del anaacutelisis del cronista

Geroacutenimo de Bibar Disngue cinco grandes agrupaciones a) mapuche con agricultura intensiva

(entre el Aconcagua y el Cachapoal) b) mapuche con agricultura de secano (cuenca de Rancagua

al sur del riacuteo Maule) y c) mapuche con agricultura de roza (al sur del riacuteo Maule) Estos uacutelmos

presentaban tres variaciones en la medida que se avanzaba hacia el sur 1) agricultores ganade-

ros y pescadores 2) agricultores ganaderos pescadores y canoeros y 3) agricultores recolecto-res pescadores mariscadores y canoeros34

En 1985 el Museo de Arte precolombino hizo una exhibicioacuten sobre el arte mapuche que teniacutea

como propoacutesito mostrar coacutemo el aborigen adoptaba teacutecnicas y materiales introducidos por el

33 Sergio Villalobos Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Relaciones Fron-

terizas en la Araucaniacutea (Sanago Ediciones Universidad de Chile 1982) pp11-1234 Osvaldo Silva ldquoHacia una redenicioacuten de la sociedad Mapuche del siglo XVIrdquo Cuadernos de Historia 14Universidad de Chile 1994 pp 7-19

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 20: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2048

20 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

europeo y los sintezaba con sus propias imaacutegenes a traveacutes de los medios de expresioacuten autoacutecto-

nos35 A su vez explicitaron que

ldquoLos espantildeoles dieron a este pueblo el nombre de araucano y reconocieron la autonomiacutea

de la nacioacuten araucana Hoy se preere usar la denominacioacuten de mapuche teacutermino que

ellos usan para idencarse La presencia actual de esta cultura en nuestra poblacioacuten

es un tesmonio vivo de su permanencia a traveacutes del empo y nos recuerda que ella es

parte integrante de nuestra nacionalidadrdquo36

Aldunate al igual que Villalobos profundizoacute en la cuesoacuten conceptual al preguntarse si la palabra

adecuada era la de mapuches o araucanos Al respecto planteoacute que

ldquoEl espantildeol acostumbraba a dar a los indiacutegenas el nombre del lugar que habitaban Son

corrientes las menciones de indiacutegenas imperiales purenes tucapeles etc Es asiacute como a

los integrantes del pueblo que ocupaba Arauco uno de los principales ldquoestadosrdquo indiacutege-

nas se les denominoacute araucanos El primero en usar de este nombre en un sendo maacutes ge-

neacuterico para designar a todos los indiacutegenas que habitaban al sur de Chile hasta Chiloeacute fue

don Alonso de Ercilla precisamente en su monumental poema eacutepico La Araucana Quizaacute

por esa razoacuten este apelavo se popularizoacute usaacutendose auacuten hasta nuestros diacuteas como un

genlicio aplicable a todos los pueblos que hablan la lengua mapuche Debido a la impre-

cisioacuten del teacutermino araucano y fundamentalmente a que por respeto a los pueblos hoy se

recomienda denominarlos con el nombre que ellos mismos se dan es que actualmente

se usa el teacutermino mapuche para individualizar aquellos que los espantildeoles encontraron

ocupando las actuales regiones de la Araucaniacutea y Los Lagos y cuyos descendientes viven

en estas mismas erras hasta nuestros diacuteasrdquo37

En consecuencia Aldunate indicoacute que el concepto adecuado para referirse a las poblacionesindiacutegenas situadas tanto en el pasado como en el presente entre el Itata y el Seno de Reloncaviacute

era el de mapuche aunque limitoacute sus alcances contemporaacuteneos a ese mismo espacio descar-

tando u omiendo que los mapuche migrantes residentes en ese entonces en Sanago pudiesen

considerarse de esa manera

En 1998 el antropoacutelogo franceacutes Guillaume Boccara hizo una revisioacuten criacuteca de la ulizacioacuten del

concepto mapuche realizada tanto por historiadores como por antropoacutelogos haciendo notar

como ya se ha hecho expliacutecito los desacuerdos existentes entre los especialistas respecto del

signicado de conceptos como mapuche o araucano para concluir que

ldquomientras algunos ven mapuches alliacute donde maniestamente no los hay viacutecmas de unamirada propia del siglo XX en el cual la ulizacioacuten del etnoacutenimo mapuche se encuentra

bien establecida otros exenden una denominacioacuten (araucano) empleada de manera

35 Museo Chileno de Arte Precolombino Mapuche (Sanago Museo Chileno de Arte Precolombino amp IlustreMunicipalidad de Sanago amp Fundacioacuten Familia Larraiacuten Echenique amp Compantildeiacutea General de ElectricidadIndustrial 1985) p536 Iacutedem37 Ibiacutedem p 21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 21: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2148

21D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

erroacutenea por ciertos espantildeoles de la eacutepoca colonial al conjunto de los habitantes de los

territorios ubicados entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacutenrdquo38

Tomando en cuenta una certera observacioacuten realizada al uso de estos conceptos y otros por el

etnolinguumlista Adalberto Salas (1992) que arma que las denominaciones examinadas correspon-

den a ldquodisnciones realizadas por acadeacutemicos a parr de necesidades derivadas de sus propias

disciplinasrdquo y apoyaacutendose en el etnohistoriador Horacio Zapater (1992) y en el historiador Fer-

nando Casanueva (1981) para quienes los indiacutegenas en cuesoacuten se denominaron reche (ldquogente

de verdadrdquo ldquogente auteacutencardquo) Boccara sentildealoacute

ldquoNo desesmamos el ulizar teacuterminos conocidos por todos ni el peso de la historia y de

las proyecciones de la realidad presente sobre un pasado aun poco esclarecido Pero al

parecer este uso insistente remite tambieacuten a una concepcioacuten histoacuterico ndash antropoloacutegica

que ende a considerar a las etnias como cosas o como endades desde siempre presen-

tes a las que el etnohistoriador no tendriacutea nalmente maacutes que exhumar de las profundi-

dades del pasado sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentacioacutenque contribuyen a su formacioacuten Esta persistencia seriacutea entonces la expresioacuten de una

concepcioacuten estaacuteca de cultura y de la sociedad las cuales solo se transformariacutean por la

corrupcioacuten de su esencia De manera que toda modicacioacuten que condujese a una etnia a

alejarse de una supuesta tradicioacuten inmemorial representariacutea un paso irreversible hacia la

peacuterdida de la idendad original y la marca de una aculturacioacuten impuestardquo 39

En consecuencia Boccara comparte las armaciones de Salas y Zapater que a la llegada de los

espantildeoles no habiacutea ni una etnia araucana o mapuche que englobara la totalidad del territorio

comprendido entre los riacuteos Biobiacuteo y Tolteacuten ni etnia picunche al norte ni huilliche al sur

ldquoSi hubiera que emplear un teacutermino para designar a los grupos conocidos bajo el nombrede picunche mapuche y hulliche diriacuteamos ndashatenieacutendonos al primer diccionario publi-

cado en 1606 por el jesuita Luis de Valdiviandash que estos indiacutegenas eran reche Para estas

poblaciones su frontera norte se encontraba en los alrededores del riacuteo Mapocho y la

sur aproximadamente a la altura del istmo de Reloncaviacute Hablaban una misma lengua (a

pesar de variaciones regionales) y teniacutean una religiosidad coincidente en muchos puntos

Sin embargo exisan numerosas diferencias entre estos grupos principalmente en su

organizacioacuten social y en lo concerniente al lugar y las formas de asumir la guerra Nos

parece desde este punto de vista necesario operar una disncioacuten entre tres grandes

conjuntos reche los del norte (los llamados picunche) que fueron raacutepidamente domina-

dos por los espantildeoles y entraron en un profundo proceso de deculturacioacuten Los del centro(los llamado mapuche o araucanos) que resiseron pagando el precio de enormes trans-

formaciones sociales y los del sur (los llamados huilliche) que opusieron una resistencia

tan soacutelida como la de sus vecinos del norte de la eacutepoca colonial pero que sufrieron un

profundo proceso de desestructuracioacuten durante la eacutepoca republicanardquo40

38 Boccara Los Vencedoreshellip p1739 Ibiacutedem pp 19-2040 Ibiacutedem p20

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 22: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2248

22 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Si Boccara propone el concepto de reche para las poblaciones situadas entre el Mapocho y Chiloeacute

para el siglo XVI iquestqueacute sendo histoacuterico propone para el teacutermino mapuche El autor indica que

es hacia 1760 cuando aparece mencionado por primera vez el mencionado etnoacutenimo mapuche

En tanto los documentos del siglo XIX indicariacutean que los indiacutegenas del centro sur se autodenomi-

naban mapuche En consecuencia la hipoacutetesis de Boccara es que

ldquoLa conquista engendroacute efectos perversos (inesperados) a traveacutes de la puesta en marcha

de una formidable dinaacutemica de concentracioacuten sociopoliacuteca de transformacioacuten de la loacute-

gica econoacutemica y de unicacioacuten del senmiento identario La historia de la resistencia

indiacutegena adquiere con esto un nuevo sendo deviene la historia de un paso de una

transculturacioacuten de los reche del siglo XVI a los mapuche del siglo XVIIIrdquo 41

Seguacuten la propuesta de Boccara los mapuches como una nacioacuten surgen por un proceso de etno-

geacutenesis hacia el siglo XVIII Nuestras invesgaciones en la materia nos llevan a estar parcialmente

de acuerdo con Boccara Aunque su propuesta es sugerente es incorrecto que en la documenta-

cioacuten del siglo XVI no se aluda a los Mapuche En la obra de Pedro Marintildeo de Lobera (1528-1594)que ha llegado hasta nosotros (con las modicaciones del jesuita Bartolomeacute Escobar) se consig-

na que cuando Diego de Almagro arriboacute con su hueste hasta Jupisa (Tupiza) llegoacute un indio llama-

do Huayllullo que veniacutea desde Chile con el presente acostumbrado que se ofreciacutea a los Inca Y se

especica ldquoel cual teniacutea en Chile dos gobernadores de aquel reino puestos por su mano el uno

en el valle de Mapuche y el otro en el de Coquimbohelliprdquo42 El tesoro que llevaba el citado indiacutegena

habriacutea ascendido a la suma de doscientos mil pesos de oro ldquoque valiacutean trescientos mil ducadosrdquo

asiacute es que movoacute a los espantildeoles a apurar el tranco en su periplo rumbo a Chile (valle del Acon-

cagua) La pregunta loacutegica es iquesta queacute se reere Marintildeo de Lobera con la denominacioacuten el valle

de mapuche La respuesta la habriacutea dado el mismo cuando sentildeala que enterados los indiacutegenas

del arribo de los europeos nombraron como representante a Michimalongo Aunque su relatoen ese apartado no se ajusta a lo que han referido cronistas maacutes conables como Geroacutenimo de

Bibar43 Seguacuten Marintildeo mientras los indiacutegenas se preparaban para resisr los ibeacutericos

ldquollegaron al valle de Mapuchehellip hizo asiento en quince de enero de mil y quinientos y

cuarenta y uno donde halloacute un cacique llamado Vitacura que era indio del Peruacute puesto

en este valle por el gran rey peruano el cual habiendo conquistado parte del reino de

Chile teniacutea puestos gobernadores con gente de presidio en todas las provincias deste

valle de Mapuchehelliprdquo44

Finalmente Marintildeo de Lobera explica que Michimalongo se opuso a que los ibeacutericos cimentaran

la conquista determinando junto a su gente oponerse ldquosin dilacioacuten a ella haciendo guerra ahierro y fuego por la defensa de su patria y conservacioacuten de su libertad impidieacutendoles a los

41 Ibiacutedem p 2142 Pedro Marintildeo de Lobera ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo En CHCh Tomo VI (Sanago Imprenta El Ferrocarril1865) p 2143 Bibar Geroacutenimo Croacutenica y relacioacuten copiosa de los Reynos de Chile Transcripcioacuten paleograacuteca delprof Irving A Leonard (Sanago Fondo Histoacuterico y Bibliograacuteco Joseacute Toribio Medina 1966)44 Marintildeo ldquoCroacutenica del Reino de Chilerdquo p 45

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 23: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2348

23D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

crisanos sus intentos sin descansar un punto hasta salir con el suyo Y en razoacuten de esto paroacute

luego con su ejeacutercito muy ordenado marchando a toda priesa para Mapuche con grande orgullo

y lozaniacutea cantando victoria como si ya la hubiera conseguidordquo Finalmente los indiacutegenas fueron

derrotados en ese enfrentamiento con los europeos y sus yanaconas45

Respecto a estos textos tomados de Marintildeo de Lobera es evidente que el teacutermino ldquovalle de

Mapucherdquo alude a lo que se conoceraacute como valle del Mapocho y a las poblaciones que en las pro-

banzas de meacuterito son nombradas como Mapochoes Es decir puede armarse que los mapuches

eran los habitantes del valle homoacutenimo que es donde los ibeacutericos fundaron Sanago de la Nueva

Extremadura (12 de febrero de 1541)46 iquestCoacutemo un teacutermino asociado a una realidad geograacuteca

determinada posteriormente va a transformarse en un concepto denidor de las poblaciones

situadas maacutes al sur y parcularmente allende el riacuteo Biobiacuteo Soacutelo podemos enunciar la pregunta

En sintoniacutea con lo recieacuten sentildealado no estamos de acuerdo con Boccara en denominar a las po-

blaciones indiacutegenas situadas entre el Mapocho y Chiloeacute como reche En deniva estariacuteamos

cambiando un concepto el de mapuche por otro el de reche No hemos encontrado constanciadocumental para el siglo XVI que las poblaciones indiacutegenas locales situadas del riacuteo Aconcagua

al sur se autodenominaran de esa manera Por el contrario en la medida que la conquista va

avanzando la desestructuradora intervencioacuten econoacutemica de los ibeacutericos (el reparto de indiacutege-

nas en encomienda el traslado forzoso de pueblos) da cuenta de sociedades indiacutegenas mucho

maacutes fragmentadas en concordancia con la organizacioacuten sociopoliacuteca con que han sido carac-

terizados la tribal No obstante la historiograa reconoce que la conquista contribuyoacute a una

complejizacioacuten de estas estructuras sociopoliacutecas (el avance hacia formas maacutes confederadas) 47

en tanto uacutelmamente la antropologiacutea considera que estos cambios no habriacutean operado soacutelo por

la coyuntura de enfrentarse a una invasioacuten sino como consecuencia de procesos de maacutes larga

duracioacuten que se insertan en los cambios culturales que se estaban produciendo en los Andescentrales y meridionales48

Quizaacute es en razoacuten de lo anterior que la tesis de Boccara dentro de las publicaciones que he-

mos podido revisar ha tenido una aceptacioacuten parcial El arqueoacutelogo Francis Goicovich se reere

a las poblaciones indiacutegenas situadas entre el Itata y el Tolteacuten para los siglos XVI y XVII como

reche-mapuches49 Por su parte Jimena Obregoacuten y Joseacute Manuel Zavala ulizan el concepto de

Araucano-Mapuche en un estudio referido a la persistencia de la esclavitud indiacutegena en Chile

45 Ibiacutedem p 4646 Fernando Venegas E Hernaacuten Aacutevalos y Andrea Saunier Arqueologiacutea e Historia del curso medio e inferior

del riacuteo Aconcagua 300 aC ndash 1600 dC (Valparaiacuteso Ediciones Universitarias de Valparaiacuteso 2011)47 Leoacuten S Leonardo ldquoLa guerra de los Lonkos en Chile central 1536-1545rdquo Revista Chungaraacute Nordm 14 sep-embre 1985 Universidad de Tarapacaacute Arica 91-11448 Zavala y Dillehay ldquoEl lsquoestado de Araucorsquo frente a la conquista espantildeolahelliprdquo pp 433-435 Iacutedem49 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 24: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2448

24 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Colonial despueacutes de su abolicioacuten50 Joseacute Manuel Zavala y Tom D Dillehay aunque preeren la

denominacioacuten de Araucano-Mapuches en tanto sus estudios se han referido a las poblaciones

situadas en el cuadrante oeste al sur del riacuteo Biobiacuteo no desconocen la problemaacuteca de la que da

cuenta Boccara En efecto ellos sentildealan que ldquoDurante los siglos XVI y XVII los mapuches no son

designados como tales En general los espantildeoles se limitan a llamarlos ldquoindios de la errardquo o ldquoin-dios de Chilerdquo En su caso adoptaron el teacutermino compuesto ldquoaraucano-mapucherdquo que propuso

Jimena Obregoacuten-Iturra (Obregoacuten-Iturra y Zavala 2009) por la ventaja ldquode dar cuenta de una sola

vez de los dos etnoacutenimos de mayor difusioacuten en la literatura especializada en ingleacutes y en castella-

no para referirse a los habitantes de La Araucaniacuteardquo51

Zavala y Dillehay recogen entonces la propuesta de Obregoacuten para referirse a los pueblos situados

al sur del riacuteo Biobiacuteo En consecuencia la misma observacioacuten que realizoacute Adalberto Salas en 1992

podriacutea volver a reiterarse De nuevo se trata de disnciones conceptuales realizadas por acadeacute-

micos a parr de necesidades derivadas desde sus propias disciplinas pero que no responden a

lo que se desprende de un anaacutelisis criacuteco de las fuentes

En enero del 2001 se conformoacute la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de los Pueblos Indiacute-

genas El su informe nal recoge los conceptos que la ONU sugiere para referirse a los indiacutegenas

en teacuterminos universales y entrega una visioacuten acadeacutemica y al mismo empo ldquoocialrdquo respecto

de la historia de las sociedades indiacutegenas Se toma la denicioacuten internacionalmente aceptada

realizada por Marnez Cobo quien establece la conquista como un elemento central en tanto

diferencia a los grupos indiacutegenas de los no indiacutegenas La denicioacuten de pueblos indiacutegenas con la

que se trabaja es la siguiente

ldquoSon Comunidades Pueblos y Naciones Indiacutegenas los que teniendo una connuidad

histoacuterica con las sociedades anteriores a la invasioacuten y precoloniales que se desarrollaronen sus territorios se consideran disntos de otros sectores de las sociedades que ahora

prevalecen en estos territorios o en partes de ellos Constuyen ahora sectores no do-

minantes de la sociedad y enen la determinacioacuten de preservar desarrollar y trasmir a

futuras generaciones sus territorios ancestrales y su idendad eacutetnica como base de su

existencia connuada como Pueblo de acuerdo con sus propios patrones culturales sus

instuciones sociales y sus sistemas legalesrdquo52

50 Jimena Paz Obregoacuten I y Joseacute Manuel Zavala C ldquoAbolicioacuten y persistencia de la Esclavitud Indiacutegena ColonialEstrategias Esclavistas en la Frontera Araucano-Mapucherdquo Memoria Americana 17 (1) 2009 pp 7-31

51 Ibiacutedem pp 44952 Tambieacuten se tomoacute como antecedente el Convenio 169 de la Organizacioacuten Internacional del Trabajo SobrePueblos Indiacutegenas y Tribales en paiacuteses independientes que considera indiacutegenas a quienes descienden ldquohellipdepoblaciones que habitan en el paiacutes o en una regioacuten geograacuteca a la que pertenece el paiacutes en la eacutepoca de laConquista o la Colonizacioacuten o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que cualquiera seasu situacioacuten juriacutedica conservan todas sus propias instuciones sociales econoacutemicas culturales y poliacutecaso parte de ellasrdquo Asiacute mismo se cita a la Ley Indiacutegena para sentildealar que esta considera como indiacutegenas a ldquolosdescendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde empos precolom-binos que conservan manifestaciones eacutetnicas y culturales propias siendo para ellos la erra el fundamentoprincipal de su existencia y de su culturardquo Informe de la Comisioacuten Verdad Histoacuterica y Nuevo Trato de losPueblos Indiacutegenas Cuerpo 1 p 6 hpbibliotecaserindigenaorglibros_digitalescvhynt

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 25: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2548

25D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

No estaacute de maacutes insisr en que estas deniciones estaacuten en un marco en que se busca que los es -

tados consideren como una condicioacuten esencial para el desarrollo su diversidad eacutetnica y cultural

maacutes que propender a una homogeneizacioacuten social Ademaacutes son deniciones que estaacuten hechas

desde el presente y para el presente ya que lo que interesa es dar cuenta de la conexioacuten entre

las sociedades indiacutegenas actuales respecto de las preteacuteritas pero loacutegicamente no se trata de unadenicioacuten de las sociedades indiacutegenas prehispaacutenicas Ahora bien en el informe la referencia a los

indiacutegenas desde una mirada retrospecva y en parcular de los mapuches se hace ulizando los

conceptos de Pueblo Mapuche anguos mapuches pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s)

grupo(s) grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es)

A su vez en este informe se caracteriza a los mapuches de la siguiente manera Desde el punto

de vista de su origen se indica que provienen de formaciones humanas anguas como la llamada

cultura Llolleo lo que mostrariacutea una transicioacuten norte-sur Siguiendo a Carlos Aldunate indican

que al sur del riacuteo Itata desde el 500 dC se produjeron disntos desarrollos culturales alfareros

sobre una matriz que les imprime una cierta homogeneidad Estos desarrollos se produjeron en

tres sectores geograacutecos

En el norte fue desde el riacuteo Ntildeuble e Itata hasta el Cordoacuten de Mahuidanche-Lastarria Se esta-

blecieron grupos humanos en la cordillera viviendo esencialmente de la recoleccioacuten que han

sido idencados como complejo Pitreacuten Su ceraacutemica estaacute vinculada a procesos formavos sep-

tentrionales y sugiere procesos de difusioacuten andinos que le aportaron el culvo del maiacutez que

sembraron junto a la papa A nes del primer milenio se constatan nuevas inuencias desde el

norte que contribuyeron a la expansioacuten del culvo de maiacutez complementaacutendolo con los porotos

ajiacute zapallo y quinoa Tambieacuten se domescaron los chiliweke o llama de los Andes Estos inujos

originaron lo que los arqueoacutelogos denominan como complejo Vergel el que se establece sobre

Pitreacuten

En el sector meridional en el aacuterea del cordoacuten transversal Mahuidanche-Lastarria altura Lon-

coche hasta el golfo de Reloncaviacute las condiciones ambientales de alta pluviosidad y humedad

dicultaron el desarrollo de la agricultura Grupos del complejo Pitreacuten se desplazaron hacia estos

espacios en el 600 dC permaneciendo alliacute hasta la conquista europea

En el sector oriental precordillera y pampas argennas ubicadas en el norte y en la provincia

de Neuqueacuten se hace referencia a una posible presencia de una fase del complejo Pitreacuten que se

asentariacutea en esos lugares a nes del antildeo mil aportando rasgos a las pampas orientales y al sur

de Mendoza

La diferencia entre el complejo Pitreacuten y el complejo el Vergel fue que mientras el primero habriacutea

tenido un caraacutecter maacutes recolector el segundo habriacutea sido maacutes bien agricultor De alliacute que el com-

plejo el Vergel no se desarrollara en espacios desfavorables para la agricultura

En consecuencia para quienes parciparon de esta invesgacioacuten parcular sobre los mapuches

los especialistas Rosamel Millaman Joseacute Quidel Victor Caniullaacuten Rolf Foerster Jorge Pinto Rauacutel

Molina Marn Correa Manuel Muntildeoz Millalonco Ana Mariacutea Olivera y Joseacute Bengoa su cultura

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 26: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2648

26 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

ldquosurge de estas culturas anteriores representada en sus antepasados Pitreacuten y El Vergel

Al paso del empo en cientos de antildeos se fueron expandiendo esos rasgos culturales y

homogeneizaacutendose hasta llegar al antildeo mil de nuestra era a constuir lo que ya puede ser

reconocido plenamente como cultura mapuche

Este pueblo fue conocido por los conquistadores con el nombre geneacuterico de araucano

usado por primera vez por don Alonso de Ercilla en 1589 aunque a menudo se usaron

otros genlicios que aludiacutean a las diferentes localidades de origen (por ej Purenes) o a

puntos cardinales de los que procediacutean respecto de los referentes (picunches picuntos

huilliches)helliprdquo53

Finalmente cabe sentildealar que en la actual paacutegina web del Museo Chileno de Arte Precolombino

de Sanago de Chile en el Item pueblos originarios de Chile se reeren al pueblo mapuche igual-

mente proyectando el concepto desde empos prehispaacutenicos hasta el presente

ldquoEl mapuche es el grupo indiacutegena maacutes numeroso del paiacutes A la llegada de los espantildeoles

habitaban gran parte del sur de Chile dividieacutendose en subgrupos seguacuten la zona geograacute-

ca Los primeros invesgadores reconocieron a los picunches que poblaban desde el riacuteo

Maule hasta los riacuteos Itata y Biacuteo Biacuteo los araucanos desde estos uacutelmos hasta el Tolteacuten

los pehuenches en la zona cordillerana desde Chillaacuten hasta Antuco y los huilliches entre

el riacuteo Tolteacuten y el golfo de Corcovado incluida la isla de Chiloeacute Es decir los mapuches

ocupaban ambientes y paisajes diversos que iban desde la regioacuten subandina hasta la

costa y desde climas templados caacutelidos a climas friacuteos lluviosos lo que implicaba diver-

sas adaptaciones y consiguientes diferencias culturales Los cambios ocurridos durante

la Conquista y la Colonia espantildeola produjeron una notable unidad cultural y sobre todo

poliacuteca y social de este grupo Luego del somemiento a la Repuacuteblica de Chile una parteconsiderable de este pueblo migroacute a la ciudad De hecho actualmente la mayoriacutea vive en

asentamientos urbanos y no en el campo concentraacutendose en las ciudades de las regiones

de la Araucaniacutea y la Metropolitana seguidas por la regioacuten de Los Lagos y la de Biacuteo Biacuteordquo 54

En este enfoque los mapuches son considerados las poblaciones que tradicionalmente han sido

denominadas como descendientes directos de las culturas arqueoloacutegicas prehispaacutenicas Pitreacuten

(100 -1100 dC) y El Vergel (1100 ndash 1450 dC) Igualmente se ene una idea inclusiva de los mis-

mos en el sendo de que no solamente las poblaciones denominadas tradicionalmente como

picunches y huilliches son consideradas como mapuche sino que tambieacuten se reconoce como

tales a los pehuenches que se situaban en la cordillera entre Chillaacuten y Antuco

53 Ibiacutedem Cuerpo 1 pp14 ver ademaacutes Cuerpo 2 pp 70-9454 hpwwwprecolombinoclmodsculturasetnophpid=112

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 27: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2748

27D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

Figura 3 Esquema propuesto por el Museo de Arte Precolombino para explicar el surgimiento yproyeccioacuten en el empo de las poblaciones mapuches55

La pregunta que sigue es coacutemo denominaremos en este estudio a las poblaciones situadas entre

el Itata y el Tolteacuten subrayando que los anaacutelisis del pasado maacutes lejano no son una negacioacuten de la

realidad en el presente Dicho lo anterior para los siglos XVI y XVII pensamos que ni los teacuterminos

Mapuche o Reche son apropiados para referirse a los pueblos originarios que vivieron entre el

Aconcagua y Chiloeacute Se ha insisdo en que la poblacioacuten que moraba en este espacio teniacutea rasgos

culturales comunes sin embargo si reconocemos que se trataba de sociedades segmentadas o

tribales sociedades sin estado parece un contrasendo caracterizarlos a traveacutes de categoriacuteasculturales integradoras

Comparmos la tesis de Boccara en el sendo que el Pueblo Mapuche como lo conocemos en el

presente surge por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII Las relaciones con los hispanos

los llevaron a denir nuevas idendades en lo sociopoliacuteco en lo econoacutemico y en lo cultural sin

negar que tuviese elementos culturales comunes pues sin duda es evidente que estas socieda-

des estaacuten conectadas con los grupos humanos que se desarrollaron seguacuten han determinado

los arqueoacutelogos entre el Itata y Chiloeacute desde aproximadamente el 1250 dC Sin embargo no

estamos de acuerdo en que los denominados mapuches-araucanos (habitantes entre el Itata y el

Tolteacuten) fueron maacutes belicosos que sus vecinos del norte los nombrados tradicionalmente comopicunches En realidad como lo pudimos demostrar en una invesgacioacuten que realizamos sobre

los indiacutegenas del Aconcagua todas las poblaciones locales viniendo desde el norte de Chile

opusieron tenaz resistencia a los conquistadores Sin embargo ella no pudo sostenerse por un

conjunto de factores entre los cuales ndashpara el caso del Aconcagua y el Mapochondash destacan el

haber sufrido el doble impacto de dos expediciones importantes (Almagro ndash Valdivia) su menor

nuacutemero comparavamente con las poblaciones situadas al sur del Biobiacuteo y por vivir en un espa-

cio maacutes favorable al asentamiento europeo ademaacutes de sus propias divisiones internas56

No siendo apropiado desde nuestra perspecva muy especialmente para el siglo XVI ulizar

conceptos generalizadores para referirse a las poblaciones indiacutegenas entre el Aconcagua y el

Seno de Reloncaviacute una posibilidad es referirse a ellas seguacuten los nombres de las localidades a las

que fueron asociadas por los europeos durante este periodo y que a su vez suelen ser coinciden-

tes con los Lebos o Rewes En el caso de esta invesgacioacuten se tratariacutea de los Tralca-mawida El

problema de esta caracterizacioacuten es que al sur del riacuteo Biobiacuteo estas categoriacuteas se visibilizan en las

fuentes maacutes bien en los albores del siglo XVII cuando producto de la guerra contra los europeos

55 Idem56 Venegas Aacutevalos Saunier Arqueologiacutea e historia

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 28: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2848

28 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

se habiacutea producido una enorme caiacuteda demograacuteca ademaacutes de reubicaciones espaciales que no

necesariamente conocemos Sin embargo nos parece una posibilidad maacutes representava del

pasado

Por otra parte aunque el concepto de estado de Arauco haya denotado una forma de organiza-

cioacuten regional nava y no el dominio que establecioacute Pedro de Valdivia por la merced de erra que

se autoadjudicoacute en siacute mismo sigue siendo un concepto asociado a los conquistadores principal-

mente a parr de la obra de Alonso de Ercilla Ellos son los que denominaron al territorio en cues-

oacuten como Arauco y desde alliacute se desprendioacute el concepto generalizador de Araucanos Pensando

no en lo que es maacutes coacutemodo para los invesgadores sino en las realidades de las cuales la inves-

gacioacuten debe dar cuenta no es adecuado referirse a las poblaciones que habitaron al sur del riacuteo

Biobiacuteo como Araucanos porque no tenemos evidencias que se idencaran en su conjunto de

ese modo por el contrario la gran candad de Rewes revela una idencacioacuten mucho maacutes rica

y diversa En consecuencia por una parte los conceptos de Araucanos Mareguanos o Carayes

Tucapelinos y Pureninos (en plural) podriacutean ser representavos de unidades regionales en tanto

las denominaciones de los Rewes entre las cuales se encuentran los de Arauco Colcura Curi-

lemu Angolmo o Talcamaacutevida entre muchos otros pueden ser maacutes representavos de lo que

fueron las sociedades con las que se encontraron los europeos en los albores de la conquista

Otra posibilidad estaacute en referirse a las poblaciones entre el Itata y el Tolteacuten y sobre todo en el

delta temporal comprendido entre los siglos XVI y XVII ulizando los conceptos universales con

los que trabajoacute la Comisioacuten Nuevo Trato pueblo(s) cultura(s) angua(s) cultura(s) grupo(s)

grupos indiacutegenas indiacutegenas poblaciones y sociedad (es) En relacioacuten al concepto de ldquoanguos

mapuches del surrdquo (que trabaja Joseacute Bengoa) haremos uso de eacutel pero con el resguardo que

efecvamente los mapuches fueron en realidad las poblaciones que al momento del arribo de

los europeos viviacutean en el valle del Mapocho Por ello vale la precisioacuten de ldquoanguos mapuches delsurrdquo en el entendido que los mapuches que reconocemos y que se auto-reconocen como tales

hoy surgieron por un proceso de etnogeacutenesis hacia el siglo XVIII

Por uacutelmo sentildealar que con esta propuesta no pretendemos dar cerrada esta discusioacuten sino dar

cuenta de nuestra posicioacuten frente a la misma en este trabajo

La llamada guerra en los bosques del sur sus etapas

iquestCuaacutel es el marco histoacuterico general en el que se inserta el establecimiento de fuertes en esta

historia Como lo sentildealamos al comienzo de esta invesgacioacuten una respuesta a esta pregunta

puede provenir del ya claacutesico enfoque de los estudios fronterizos iniciado en Chile por Mario

Goacutengora y Rolando Mellafe pero profundizado a comienzos de la deacutecada de 1980 por historia-

dores como Carlos Aldunate Horacio Zapater Luz Mariacutea Meacutendez Carlos Bascuntildeaacuten Jorge Pinto y

muy especialmente por Sergio Villalobos57 Estas perspecvas se plantearon criacutecamente frente

57 Los estudios fronterizos arrancan del discurso que dio Frederick Jackson Turner en 1893 en la Universidadde Chicago durante la conmemoracioacuten del cuarto centenario del ldquodescubrimiento de Ameacutericardquo Turnerplanteoacute alliacute una idea que profundizariacutea despueacutes en la que sentildealoacute que ldquola frontera norteamericana escena-rio de la lucha de los pioneros contra una naturaleza hosl habiacutea contribuido al desarrollo del individualis-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 29: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 2948

29D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

al mito de la guerra de Arauco un conicto que tradicionalmente se habiacutea sentildealado como exten-

dieacutendose por maacutes de trescientos antildeos hasta que se produjo la consolidacioacuten de la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea por el Ejeacutercito de Chile en 1883 lo cual se explicaba por el caraacutecter guerrero de los

mapuches Seguacuten Villalobos esta concepcioacuten era una ldquoconsecuencia del racismo de comienzos

de siglo XXrdquo mantenida por inercia del prejuicio Los mapuches araucanos seguacuten los denominafueron un pueblo guerrero sino que las circunstancias que les tocoacute vivir los llevoacute a desarrollar

esas habilidades Dice Villalobos

ldquoLa conquista les obligoacute a redoblar los esfuerzos beacutelicos y pudieron enfrentar con eacutexito

a los invasores resultando de aquiacute una pregunta decisiva iquestCoacutemo pudieron vencer a los

mo la iniciava personal y la capacidad de improvisacioacuten en la organizacioacuten de la nueva sociedad Seguacuten

esta tesis el connuo avance de los colonos sobre las erras aparentemente baldiacuteas del oeste habriacutea jugadoun rol crucial en el desarrollo del sistema democraacuteco norteamericano y habriacutea sido un factor determinanteen la formacioacuten del caraacutecter nacionalrdquo A su vez planteoacute que fue en la frontera en que se conformoacute la his-toria americana y no en las inuencias provenientes de Europa Estas perspecvas analiacutecas inuenciarona diversas historiograas como la canadiense y la mexicana En el caso de la historiograa norteamericanaes para mediados de siglo XX con Henry Nash Smith que aparecen los primeros cuesonamientos al lla-mado ldquomito agrariordquo construido por Turner En 1961 se funda la Western Historical Quarterly cuya principalpreocupacioacuten fue estudiar la expansioacuten y el desarrollo de la frontera contradiciendo la idea de Turner ldquodelpionero americano construyendo un mundo maacutes primivo un retorno a empos maacutes anguosrdquo Para SilviaRao si bien la generacioacuten de la postguerra se despojoacute del mito agrario ldquomantuvo aspectos como la doc -trina del progresordquo con una mirada entusiasta sobre la historia del oeste Para 1970 en el contexto de loscuesonamientos a la Guerra de Vietnam las discusiones sobre el racismo la pobreza y de caraacutecter ambien-

tal es que se comenzoacute a plantear que la historia del oeste no debiacutea mirar solamente el lado del progresoldquosino que debiacutea incluir lo que llamaban el lado oscuro de la expansioacuten el violento proceso de ocupacioacutenque sustrajo al oeste de sus originales poseedores y la violencia con la cual este fue asegurado contra losreclamos connuos de las minoriacuteasrdquo Se trata de la New Western History (NWH) que propone tratar el oesteno como frontera sino como regioacuten haciendo eacutenfasis en problemas como ldquolos conictos de clase geacutenero yraza el impacto de la expansioacuten sobre el medio ambiente y los estudios culturalesrdquo Resulta menos sencillodisnguir lo singular de estos enfoques en la medida que son parte de la renovacioacuten historiograacuteca europeay norteamericana iniciada a nes de la deacutecada de 1960 Los enfoques de la NWH inuenciaron los estudiosde la frontera mexicana (bordeland) en el caso de los estudios fronterizos se ha dado que si bien el con-cepto de frontera es ampliamente ulizado no faltando las referencias a Turner en realidad los enfoqueshan avanzado sobre los mismos problemas que han venido a renovar la historiograa norteamericana Elproblema en cuesoacuten estaacute ampliamente desarrollado en Silvia Rao ldquoEl debate sobre la frontera a parr

de Turner La New Western History Los bordelands y el estudio de las fronteras en Lanoamericardquo En Bole -n del Instuto de Historia Argenna y Americana ldquoDr Emilio Ravignanirdquo Tercera Serie Ndeg 24 2deg semestre2001 pp 105-126 Para Villalobos siguiendo a Walter Presco Webb la pequentildea historia fronteriza decada regioacuten o paiacutes se situacutea dentro del marco mayor de la lsquogran fronterarsquo que se abre a parr del ldquodescubri-miento de Ameacutericardquo Sentildeala que esta es una historia muy disnta a la planteada por Turner y que se enlazacon las ideas de Webb ldquoEntre sus rasgos disnvos estaacute el hecho de no ser solamente un frente pionerosino que ha sido un aacuterea en expansioacuten y contraccioacuten donde la existencia de los pueblos navos ha jugado unpapel de primera magnitud por el volumen de la poblacioacuten y en algunos casos por su alto nivel culturalhelliprdquoagrega que las mayores consecuencias de la realidad fronteriza fueron ldquoel meszaje y la transculturacioacutenque dieron caracteriacutescas propias a los pueblos lanoamericanosrdquo Sergio Villalobos Vida Fronteriza en laAraucaniacutea El mito de la Guerra de Arauco (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1995) pp11-12

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 30: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3048

30 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

castellanos en circunstancias que otros de los pueblos radicados en Chile fueron vencidos

con rapidezrdquo58

La explicacioacuten que da estariacutea primero en el peso del nuacutemero Los araucanos fueron el grupo hu-

mano maacutes signicavo al que enfrentaron los espantildeoles Segundo ldquola desorganizacioacuten social en

la que viviacuteanrdquo en el sendo que adoleciacutean de una autoridad central ndasha diferencia de los Incas y

aztecasndash como de autoridades locales que tuviesen un real poder La cohesioacuten lograda era cultu-

ral y no poliacuteca En tercer lugar sus haacutebitos alimencios recolectores y su escasa dependencia de

la agricultura Otro aspecto decisivo fue el escenario natural que facilitoacute ldquoel despliegue defensi-

vordquo y dicultaron la operavidad de las armas y la taacutecca de ataque espantildeola 59

La propuesta temporal realizada por Sergio Villalobos establece que las relaciones fronterizas

en la Araucaniacutea se desarrollaron en dos grandes etapas La primera de ellas caracterizada por

el estreacutepito de la lucha inicial comienza con la campantildea que inicioacute Pedro de Valdivia que llevoacute

a la fundacioacuten de Concepcioacuten (1550) y se prolongoacute hasta la rebelioacuten indiacutegena que comenzada

en 1654 concluyoacute en 1662 Dentro de esta primera etapa a su vez hay dos subetapas La pri-mera va desde 1550 hasta 1598 (en que muere el entonces gobernador Marn Garciacutea Ontildeez de

Loyola en Curalaba) ldquoson las deacutecadas de mayor dureza y corresponden a la imagen corriente de

la guerra de Araucordquo En este lapso puntualiza ldquohellipla frontera es de lucha reina la inestabilidad

permanente y ninguacuten establecimiento o acvidad de los crisanos se manene si no es bajo

la presencia de las armas Durante esos antildeos hubo contactos de todo po roce sexual trans -

culturacioacuten y alguacuten comercio pero de manera eventual y sin constuir todaviacutea un sistema de

relaciones fronterizasrdquo60

La segunda subetapa se exende desde 1598 y 1662 en que los espantildeoles ndasha traveacutes del proyecto

de Alonso de Riberandash renuncian a la conquista de la Araucaniacutea y establecen como frontera elriacuteo Biobiacuteo con una liacutenea de fuertes y un ejeacutercito profesional que va a ser sostenido por el Real

Situado que proviene de las cajas reales del Peruacute Estos recursos van a dinamizar la empobrecida

economiacutea nacional La idea era ir penetrando gradualmente en la Araucaniacutea siempre protegieacuten-

dose las espaldas y desechar las modalidades de poblamiento extensivo de los primeros antildeos

por inseguras y arriesgadas Durante este periodo ademaacutes de las ofensivas espantildeolas que eran

impulsadas teniendo como base de apoyo los fuertes destaca lo que Villalobos denomina el

quimeacuterico proyecto de Luis de Valdivia de guerra defensiva en que los fuertes iban a operar

como contencioacuten de las avanzadas indiacutegenas y en donde en vez de las incursiones militares se

enviariacutean misioneros a la Araucaniacutea Villalobos subraya que este proyecto fracasoacute esencialmente

porque sincroacutenicamente (en 1608) el Rey habiacutea autorizado la esclavitud de los indiacutegenas rebel-des lo cual fue aprovechado por los europeos para hacer malocas ndashincursiones a la Araucaniacutea

con el n de hacer esclavosndash y para comercializarlos contribuyendo con ello a contrarrestar la

caiacuteda demograacuteca y los requerimientos de mano de obra de la mitad del territorio que ya habiacutea

sido dominada Esto es la guerra se transformoacute en un negocio a diferencia de la primera etapa

58 Sergio Villalobos et al Relaciones Fronterizas en la Araucaniacutea p2459 Ibiacutedem 24-2660 Sergio Villalobos La vida fronteriza en Chile (Madrid Mapfre 1992) pp 225-226

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 31: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3148

31D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

que habiacutea sido maacutes bien de exterminio de las poblaciones locales La respuesta por parte de

los indiacutegenas a estas incursiones fueron los malones ndashentradas de los indiacutegenas para cauvar

mujeres u obtencioacuten de ganadosndash Quienes llevaron las malocas a su mayor expresioacuten fueron el

gobernador Antonio de Acuntildea y Cabrera y sus cuntildeados Juan y Joseacute Salazar lo que movoacute el gran

alzamiento general de 1654-1662 que pone n a este periodo

Finalmente el ya mencionado autor sentildeala que a parr de entonces comienza el segundo gran

momento de esta historia en que predominan ldquolos tratos paciacutecos se desarrolla el meszaje el

comercio se hace estable aumenta el roce cultural se desenvuelven las misiones y se consolidan

formas instucionales en el contacto ocial Los choques armados son esporaacutedicos y muy espa -

ciados en el empordquo Este periodo va desde 1662 hasta 1883

En consecuencia en la larga duracioacuten y hasta que nalmente la Araucaniacutea fuese ldquoPacicadardquo ndash

seguacuten el entonces no poleacutemico conceptondash en la segunda mitad del siglo XIX lo que predominoacute

fue la paz por sobre el conicto el cual se dio de forma esporaacutedica y por situaciones puntuales

Otro aspecto relevante desde las perspecvas de Villalobos es que estas relaciones fronterizas se

dieron bajo el propoacutesito de intentar imponer la cultura occidental por sobre la cultura indiacutegena

en tanto el autor indica que

ldquoEs preciso denir las fronteras entonces como las aacutereas donde se realiza la ocupacioacuten

de un espacio vaciacuteo o donde se produce el roce de dos pueblos de cultura muy diferen-

te en forma beacutelica o paciacuteca Generalmente el pueblo dominante procura imponer sus

intereses y su organizacioacuten tareas que pueden prolongarse hasta muchos antildeos despueacutes

de concluida la ocupacioacuten antes de dar pleno resultado Violencia primivismo despojo

de la erra u otros bienes desorganizacioacuten social impiedad gran riesgo en los negocios

y reducida ecacia de la autoridad son algunas de la caracteriacutescas de las fronterasrdquo61

El intereacutes por explicar la conformacioacuten del pueblo chileno y una mirada evolucionista le llevan

a hacer maacutes eacutenfasis en las fusiones y traslapamientos que en las resistencias y pervivencias De

este modo para el citado historiador ldquola incorporacioacuten ocial y deniva que se inicioacute en 1862

y tardoacute veinte antildeos en quedar consumada debe ser entendida como el perfeccionamiento de

la incorporacioacuten espontaacutenea y que se veniacutea produciendo desde la eacutepoca colonial a traveacutes de

la convivencia Porque aun cuando los araucanos viviacutean en relava libertad habiacutean sufrido un

inujo tan grande que estaban adaptados al contacto lo necesitaban e incluso teniacutean lazos de

dependencia de las autoridadesrdquo62

Una interesante interpretacioacuten del concepto de frontera es la aplicada a la historia de AmeacutericaHispana por Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian y Samuel Vial Para estos autores a

parr del largo camino que ha seguido el concepto de frontera del tratamiento que le dio Turner

la denen como ldquouna zona de interrelacioacuten y de contacto un sio donde se cruzan disntas

inuencias poliacutecas econoacutemicas sociales y culturales Puede marcar el liacutemite entre territorios

bajo disntas jurisdicciones pero tambieacuten puede constuir el liacutemite de una expansioacuten territorial

61 Villalobos Relaciones Fronterizahellip pp 1562 Ibiacutedem pp22

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 32: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3248

32 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

llegando a ser en este uacutelmo sendo una frontera en constante avance y penetracioacutenrdquo63 Plan-

tearon que las caracteriacutescas maacutes relevantes de una frontera eran dos Primero que cuentan con

un punto en torno al que existe un establecimiento o poblacioacuten permanente a parr de la cual se

comienza a generar una relacioacuten con los pueblos situados alliacute y en donde se establecen relacio-

nes movadas por los requerimientos de abastecimiento y seguridad Segundo el avance de estafrontera estaacute asociado al intereacutes de los conquistadores de encontrar imperios y ciudades que les

proporcionaraacuten fama honores y riqueza De lo anterior resulta que la frontera corresponde a un

ldquolugar de encuentro conicvo o paciacuteco pero siempre de intenso intercambiordquo64

En su estudio hicieron eacutenfasis en la frontera maacutes que como proceso de ocupacioacuten del suelo en

la idea de frontera beacutelica moacutevil En ese punto para Ameacuterica disnguieron tres modalidades

Primero aquella frontera que se generoacute por el avance en las Indias de potencias no espantildeolas

trasladando a este espacio los conictos e intereses europeos Un par de ejemplos de lo anterior

corresponde a las incursiones corsarias en las Anllas o en el Oceacuteano Paciacuteco Segundo fronteras

derivadas de conquistas inconclusas debido al enfrentamiento con ldquotribus indiacutegenas noacutemadas

que resiseron la conquistardquo Finalmente tambieacuten se reeren a un po de frontera interna y dife-

rente de las anteriores relacionada con la bandeira la cual fue se desarrolloacute a parr del impulso

de los ldquopropios meszos paulistasrdquo65

Historiadores como Jorge Pinto y Leonardo Leoacuten tambieacuten han estado preocupados de entender

el funcionamiento de la sociedad fronteriza durante la ocupacioacuten de la Araucaniacutea Sus invesga-

ciones son muy relevantes ya que ademaacutes de respaldarse en un soacutelido basamento documental

(maacutes que un fundamentalismo teoacuterico) demuestran que la frontera del Biobiacuteo seguiacutea maacutes viva

que nunca a nes del siglo XIX y que por lo tanto este po de enfoques sigue siendo una al -

ternava de anaacutelisis En los estudios de Leonardo Leoacuten la principal criacuteca que se ha realizado

a los estudios fronterizos de condenar al indiacutegena a una historia asociada a la frontera y que aldesaparecer aquella desparecen estos pierde sendo en tanto la frontera sigue vigente no soacutelo

a nes del siglo XIX sino tambieacuten durante el siglo XX periodo del que hay escasos estudios bajo

esas perspecvas siendo materias que han sido abordadas maacutes bien por la Literatura Basta

volver a leer Montantildea Adentro o la Flor del Quilleacuten de Marta Brunet para volver a encontrar los

mismos pos fronterizos de los que se reere Leoacuten66 Este autor tampoco se plantea en la loacutegica

de dominadores versus dominados lo cual de nuevo es un ejemplo que las herramientas con las

que se trabaja (en este caso los estudios fronterizos) no explican o no condicionan las respuestas

que puedan darse De hecho nos parece que Leoacuten no estaacute en la liacutenea de plantear la ocupacioacuten de

la Araucaniacutea como el nal de un proceso o como el inicio de la conformacioacuten deniva del pueblo

chileno sino por el contrario como una verdadera cataacutestrofe tanto por la dramaacuteca desestruc-

turacioacuten del orden sociopoliacuteco de los mapuches como por la ola de bandolerismo a la que se

empujoacute a los afuerinos (violencia mesza) que arrastroacute tanto a indiacutegenas como a inmigrantes

63 Armando de Ramoacuten Ricardo Couyoumdjian Samuel Vial Historia de Ameacuterica I La gestacioacuten del mundo

hispanoamericano (Sanago Editorial Andreacutes Bello 1992) p31464 Ibiacutedem p 31565 Ibiacutedem p 316-317 Estos problemas son tratados en extenso entre las paacuteginas 314-36666 En Marta Brunet Obras completas (Sanago Zig-Zag 1962) pp 359-388 417-452

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 33: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3348

33D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

producto del vaciacuteo de poder que se generoacute en la zona El estado terminoacute con una forma de or-

denamiento del espacio pero no fue capaz por lo menos no todaviacutea en el 1900 de arcular una

nueva y por sobre todo ecaz67

El punto es importante porque precisamente esa ha sido una de las criacutecas de quienes han enfo-

cado los estudios indiacutegenas desde las relaciones intereacutetnicas Primero su caraacutecter etnoceacutentrico

en relacioacuten al avance europeo y el poco valor que se dariacutea a los indiacutegenas en este enfoque se-

gundo el que al explicar la historia indiacutegena a parr de las relaciones fronterizas se genera un

reduccionismo pues se remite a un periodo (colonia) y regioacuten parcular (en este caso la Arau-

caniacutea) en tanto las relaciones intereacutetnicas comenzariacutean con el arribo de los espantildeoles y todaviacutea

no concluyen68 Podriacuteamos agregar que esas relaciones comienzan mucho antes sabiendo que

uno de esos momentos corresponde a la llegada de los Incas a Chile central y su avance hacia el

sur hacia el siglo XIV

En sintoniacutea con lo anterior un segundo enfoque de la problemaacuteca que nos ocupa es el desa-

rrollado por el loacutesofo Joseacute Bengoa Este autor visualiza dos grandes momentos en la historia dela guerra El primero corresponde al siglo XVI Para este trabajo es importante que al arribo de

los europeos Bengoa caracterice a los anguos mapuches del sur como una sociedad riberentildea

ldquoEra esta una regioacuten densamente poblada en la que sus habitantes habiacutean desarrollado

una cultura con sistemas de convivencia y organizacioacuten ecientes La vida producva y

social transcurriacutea al borde de los riacuteos que cruzan por todas partes la Araucaniacutea Las canoas

circulaban trayendo y llevando productos y personas que reuniacutean en lsquolugares sentildealadosrsquo

donde se comiacutea se bebiacutea y se administraba la juscia Eran los aliwen lugares de en -

cuentro recreacioacuten y donde se trataban los asuntos de buen gobierno El poder poliacuteco

residiacutea en los jefes de las grandes familias quienes urdiacutean la paz mediante alianzas ma-trimoniales Era una sociedad donde la sociabilidad era permanente Por ello se habiacutea

desarrollado un amplio sistema de cortesiacutea lo que permioacute que la vida transcurriera sin

necesidad de crear un estado centralizado un poder externo a ellos mismos a las fami-

lias Esa sociedad de subsistencia sin acumulacioacuten de excedentes no estaba preparada ni

dispuesta al trabajo forzado ni menos para servir a los extranjeros Cuando eacutestos llegaron

se produjo un choque brutalhelliprdquo69

Seguacuten propone Bengoa los anguos mapuches del sur se enfrentaron a los europeos mediante

una guerra ceremoniosa y ritual ligada maacutes a la religioacuten y ostentacioacuten que ldquoal somemiento

que al arte de matar y exterminarhelliprdquo El enfrentamiento con los espantildeoles los obliga a secularizar

su forma de luchar pero en veinte antildeos su poblacioacuten es diezmada por los espantildeoles ldquoMuertesen batalla crueldades enfermedades hambre conducen a que en un corto periodo maacutes de

67 Leonardo Leoacuten Araucaniacutea la violencia mesza y el mito de la ldquoPacicacioacutenrdquo 1880-1900 (Sanago Uni-versidad Arcis 2005)68 Rolf Foerster y Jorge Vergara ldquoiquestRelaciones intereacutetnicas o relaciones fronterizasrdquo Historia Indiacutegena Ndeg 11996 9-3369 Joseacute Bengoa Historia de los anguos mapuches del sur Desde antes de la llegada de los espantildeoles hasta

las paces de Quiliacuten (Sanago Catalonia 2007) p21

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 34: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3448

34 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

un milloacuten de habitantes que habitaban en lo que hoy es el sur de Chile disminuya a menos de

doscientos milhelliprdquo70 A pesar de haber estado a punto de sucumbir el triunfo de Curalaba (1598)

permiraacute el inicio de una nueva etapa en la que se va a producir la refundacioacuten de la sociedad

indiacutegena aunque sobre bases disntas de las prehispaacutenicas

ldquoHabiacutean adoptado los animales y semillas europeas muchos espantildeoles y criollos viviacutean

entre ellos o eran sus cauvos y principalmente cauvas muchos jefes incluso eran hijos

de madres espantildeolas Cambia la guerra y se desequilibra En las maacutergenes del Biobiacuteo el

Padre Luis de Valdivia jesuita construye Caray Es el suentildeo de la convivencia paciacuteca

entre esa cultura religiosa catoacutelica y los indiacutegenas Suentildeo frustrado en Elicura donde en

la hasta hoy denominada lsquoaguumlita de la perdizrsquo mueren tres curri paru lsquopadres de negrorsquo

a manos de los mapuches en un confuso episodio Pasan los antildeos Sigue la guerra pero

queda en el aire la posibilidad de lograr nuevas tratavas de paz El primer parlamento es

con el Gobernador del Reyno en Quilliacuten y rman las paces con la mayor solemnidad Se

inicia un largo periodo de dos siglos de vida independiente en la Araucaniacutea que posibilitoacute

la existencia actual de la sociedad mapucherdquo71

Durante este periodo es que se produce el traacutensito desde la original sociedad riberentildea a otra ga-

nadera que va a cruzar la cordillera y va a dominar la pampa ldquoSe transformaron en maloqueros

arreadores de ganado gente brava que formoacute una de las culturas ecuestres maacutes importantes de

Ameacuterica y cuyos territorios durante dos siglos uniacutean el Paciacuteco con el Atlaacutencordquo72

Un tercer enfoque es el que ha sido propuesto por el antropoacutelogo Guillaume Boccara y del que

ya hemos hecho referencia anteriormente Para Boccara en primer lugar los pueblos indiacutegenas

situados entre el Itata y el Tolteacuten habriacutean correspondido a los reche los cuales por un proceso

de etnogeacutesis conformaraacuten en el siglo XVIII los mapuches En segundo lugar Boccara decons-truye la hipoacutetesis de las relaciones fronterizas y entre varios alcances le hace a nuestro juicio

dos importantes Primero el no considerar que a pesar que las relaciones fronterizas fueron

cada vez maacutes importantes entre hispanos-criollos e indiacutegenas entre otros actores la voluntad

de sujecioacuten de los indiacutegenas nunca desaparecioacute por parte de los europeos De lo que se tratoacute

entonces fue que se comenzaron a ulizar teacutecnicas maacutes modernas de ldquocivilizacioacutenrdquo pasando de

una loacutegica explotacioacuten-dominacioacuten a otra de asimilacioacuten-civilizacioacuten Segundo Boccara subraya

que la imposicioacuten de un modelo no se hace soacutelo mediante el uso de armas de guerra ldquohellipno es

porque desaparece la conquista por las armas que la violencia de la imposicioacuten arbitraria de una

forma sociocultural (mediante los medios maacutes sules de la poliacuteca) debe ser entendida como

pazrdquo En deniva siguiendo el anaacutelisis que hace del poder Michel Foucault su propuesta es queel traacutensito de una guerra total y encarnizada a la buacutesqueda de relaciones paciacutecas no fue tanto

producto de las llamadas relaciones fronterizas sino de la implementacioacuten de nuevas formas de

poder dominacioacuten y gobierno

70 Ibiacutedem pp21-2271 Ibiacutedem p2272 Ibiacutedem pp 23-24

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 35: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3548

35D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

La propuesta de Boccara es que el poder predominante entre 1541-1641 (hasta el Parlamento

de Quilliacuten) fue el soberano Este periodo ldquose caracteriza por la guerra a sangre y fuego y por la

paz esporaacutedicardquo Los disposivos de poder predominantes son ldquola encomienda el esclavismo la

maloca la expedicioacuten guerrera el fuerte y en un nivel discursivo el requerimientordquo73 En tanto

entre 1641-1810 la forma de poder predominante fue el civilizador adelantado ya por el JesuitaLuis de Valdivia con su proyecto de guerra defensiva (1612-1624) Es en esta etapa en donde si

bien la guerra dejoacute de ser el mecanismo principal de sujecioacuten surgieron otros que se desarrolla-

ron ldquoa parr de los disposivos originales de la misioacuten del parlamento del control del comercio

etcrdquo74 En consecuencia ldquolo que se establece entre los siglos XVII y XVIII constuye una nueva

tecnologiacutea de poder que ene como principal objevo normalizar contabilizar disciplinar o en

una sola palabra y retomando la expresioacuten de la eacutepoca lsquocivilizar al indiacutegenarsquohelliplo que emerge

durante esta nueva eacutepoca histoacuterica es otra manera de hacer la guerra una guerra silenciosa la

poliacutecardquo75

Seguacuten los lineamientos propuestos por Guillaume Boccara la presioacuten colonial ejercida sobre las

poblaciones indiacutegenas entre el Itata y el Tolteacuten a pesar de su resistencia va a tener un profundo

efecto

ldquoLos indiacutegenas guerreros mutan en haacutebiles comerciantes raiders (maloqueros) y ganade-

ros Los caciques conocen un incremento espectacular de su riqueza y se vuelven diestros

negociadores poliacutecos Las reestructuraciones econoacutemicas actuacutean en el sendo de un au-

mento de la potencia guerrera y enden a reforzar la independencia poliacuteca y econoacutemica

de los grupos insumisos de las erras del interior Los indiacutegenas llegan incluso a inverr la

relacioacuten fuerza a su favor La sociedad colonial-fronteriza depende de los grupos rebeldes

para su aprovisionamiento en ponchos y ganadordquo76

En relacioacuten a la comentada propuesta Francis Goicovich plantea que el periodo que va desde

1598 hasta 1683 estaacute cruzado por un conjunto de situaciones que permiten consignarlo como

una etapa especiacuteca en las relaciones intereacutetnicas que se gestaron al sur del Biobiacuteo En primer

lugar la derrota espantildeola en Curalaba evidencioacute lo inecaz del modelo con que los conquistado-

res esperaban dominar a los indiacutegenas que por lo demaacutes habiacutea fracasado ya en los inicios de la

Conquista en Tucapel (1553) A pesar de ello se siguioacute intentando reconstruirlo lo cual fracasoacute

no soacutelo por ldquoun complejo entramado de alianzas socioterritoriales indiacutegenasrdquo sino ademaacutes por

ldquola implementacioacuten de un nuevo modelo de dominacioacuten que tuvo en la Compantildeiacutea de Jesuacutes a su

alma gestorardquo En 1683 dos situaciones favorecieron la imposicioacuten del proyecto jesuita La aboli-

cioacuten legal de la esclavitud y la profundizacioacuten de la labor de los misioneros77

73 Boccara Los Vencedores p 23174 Ibiacutedem pp25475 Idem76 Ibiacutedem pp304-30577 Francis Goicovich V ldquoEntre la Conquista y la Consolidacioacuten Fronteriza Disposivos de Poder Hispaacutenico enlos Bosques Meridionales del Reino de Chile durante la etapa de transicioacuten (1598-1683) Historia 40 vol 22007 pp 311-332

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 36: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3648

36 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Respecto de los planteamientos analizados y sin desconocer los disntos eacutenfasis nos parece que

las propuestas de Boccara y Villalobos son complementarias Una diferencia relevante estariacutea

en que mientras el enfoque de las relaciones fronterizas hace eacutenfasis en una mirada de historia

social de larga duracioacuten el enfoque de las relaciones de poder lo hace maacutes bien desde una oacutepca

de historia poliacuteca La otra diferencia es que para Villalobos la historia de la frontera vendriacutea aconcluir en el siglo XIX con el avance del Estado Nacional y la integracioacuten de su territorio a la eco-

nomiacutea mundial Lo que vendriacutea despueacutes es la conformacioacuten de una sola historia la nacional en

la que los mapuches aportan a traveacutes del sincresmo cultural Para Boccara en tanto el avance

del Estado sobre los mapuches no signica a su vez el avance hacia la conformacioacuten de un solo

pueblo meszo sino que nos parece en sintoniacutea con Jorge Pinto el traacutensito de una nacioacuten o de

una cultura hacia la exclusioacuten78

Por nuestra parte pensamos que la liacutenea fronteriza del Biobiacuteo a parr del siglo XVIII fue una con-

secuencia de la falta de recursos materiales y humanos de las autoridades hispanocriollas para

dominar a los mapuches maacutes que producto de un poder que hiciera eacutenfasis en la labor civiliza-

dora de los misioneros Asimismo los parlamentos fueron un mecanismo adicional para intentar

asegurar la estabilidad de la frontera maacutes que el propoacutesito de querer lograr civilizar a quienes en

no pocos documentos ociales se les siguioacute considerando como enemigos

Por otra parte y a pesar que todaviacutea hay especialistas que siguen rerieacutendose al avances del es-

tado chileno sobre la ldquoAraucaniacuteardquo como pacicacioacuten79 En este trabajo la consideraremos como

una ocupacioacuten

La importancia de los fuertes en la conquista de Ameacuterica y en la contencioacuten de la frontera delBiobiacuteo en Chile

Las forcaciones espantildeolas en Ameacuterica y Filipinas fueron construidas esencialmente para de-

fenderse del enemigo extranjero (ingleses holandeses y franceses) Soacutelo se reconocen dos aacutereas

en donde se construyeron forcaciones orientadas hacia el ldquoenemigo internordquo en las fronteras

de conquista de Meacutexico y Chile

Para el caso de Meacutexico en el siglo XVI su establecimiento fue producto de la valorizacioacuten minera

que se hizo de los territorios del norte con la consecuente expansioacuten hispana sobre ellos que fue

resisda por los Chichimecas Junto con los conquistadores fueron los misioneros franciscanos

y agusnos los que inicialmente intentaron ocupar y controlar los territorios La construccioacuten de

presidios (fuertes) fue iniciada por el virrey Marn Enriquez de Almanza en 1568 Se erigieron

para proteger el traacuteco en los despoblados por los que pasaba el ldquocamino real de erra adentrordquo

los asientos mineros los poblados y para la defensa de los indiacutegenas que no se opusieron al avan-

ce europeo El caraacutecter de estos fuertes habriacutea sido esencialmente defensivo Cuando hacia 1590

78 Jorge Pinto Rodriacuteguez La formacioacuten del Estado y la nacioacuten y el pueblo mapuche De la inclusioacuten a la exclu-

sioacuten (Sanago Direccioacuten de Bibliotecas Centro de Invesgaciones Diego Barros Arana 2003)79 Por ejemplo Manuel Ravest M ldquoAraucohellipSiempre Araucordquo En Cornelio Saavera Documentos relavos a

la Ocupacioacuten de Arauco que conenen los trabajos praccados desde 1861 hasta la fecha (Sanago Caacutema-ra Chilena de la Construccioacuten Poncia Universidad Catoacutelica de Chile DIBAM 2009) ppix-lix

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 37: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3748

37D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

se logroacute la paz con los Chichimecas ya se habiacutean establecido maacutes de 50 presidios Muchos de

ellos devendriacutean posteriormente en pueblos y ciudades Como es sabido el avance hacia el norte

no se detuvo y se proyectoacute hasta Santa Fe (riacuteo Grande) En esta zona los presidios construidos

en el siglo XVI soacutelo fueron dos En el siglo s XVII sumaron doce Ya en 1764 habiacutea treinta y cinco

contabilizaacutendose treinta y dos en 1771 Estos se situaron en Sonora Nuevo Meacutexico Santa FeTexas Coahuila Nuevo Santander Nuevo Reino de Leoacuten y Nueva Galicia en el presente norte de

Meacutexico y sur oeste de Estados Unidos

En Chile como es sabido las forcaciones espantildeolas fueron levantadas esencialmente en el

contexto de la conquista de las poblaciones aboriacutegenes y de los territorios situados al sur del

Tolteacuten y parcularmente del riacuteo Biobiacuteo

Gabriel Guarda en una mirada que abarca los siglos XVI al XVIII sentildeala que entre el Itata y el Bio-

biacuteo se levantaron noventa y siete defensas entre el Biobiacuteo y el Tolteacuten (Araucaniacutea) ciento cincuen-

ta y cinco y entre el Tolteacuten y el Seno de Reloncaviacute veinsiete En consecuencia estaacute claro que la

complejidad de la frontera del llamado Reino de Chile fue mayor que la mexicana

En contraste durante el siglo XVI a diferencia de los presidios mexicanos la mayoriacutea de las for-

caciones que se construyeron no tuvieron un caraacutecter permanente o fueron emeras Algunas

de ellas eran ldquotuguriosrdquo que se componiacutean de ldquounas estacas de madera por muralla y una casa

pajiza por mediordquo Tambieacuten contaron con torreones de los mismos materiales No se conservan

planos de ninguno de ellos En consecuencia aunque no se puede negar la preocupacioacuten de los

gobernadores por sostener la presencia hispana en este espacio es inobjetable que los recursos

que dispusieron para ello fueron insucientes Eran los encomenderos y vecinos de ciudades

como Sanago o Concepcioacuten los que debiacutean sostener la conquista con derramas (contribuciones

forzosas) Es relevante considerar que tampoco se contoacute con un ejeacutercito profesional los quecombaan eran huestes de vecinos

En el siglo XVII en el gobierno de Alonso de Ribera esta disposicioacuten cambioacute de modo importante

Ha sido recalcado que la derrota hispanocriolla de Curalaba (1598) y el arrasamiento de las ciuda-

des del sur que le siguioacute llevoacute obligadamente a establecer como frontera el riacuteo Biobiacuteo Sin embar-

go puede decirse que ello en estricto rigor soacutelo fue de modo inicial pues hasta comienzos del siglo

XVIII la frontera que se establecioacute a traveacutes de la disposicioacuten de fuertes en espacios estrateacutegicos

para desde el curso medio del riacuteo Biobiacuteo ndashdonde conuye el riacuteo Duquecondash hasta su desemboca-

dura pero sin renunciar del todo a la conquista de la Araucaniacutea como lo prueba el establecimiento

de los fuertes de San Ignacio de Boroa y Paicaviacute en 1606 y los de Encarnacioacuten y Repocura en 1666

y 1694 respecvamente Con Ribera esa frontera se consolidoacute ademaacutes con el establecimiento deun ldquoejeacutercito profesionalrdquo y la consecucioacuten de recursos permanentes para su sostenimiento (real

situado) Sin embargo en la praacutecca las situaciones no funcionaron del todo bien Por ejemplo es

sabido que las remesas del real situado soliacutean retrasarse Los virreyes haciacutean descuentos impor-

tantes de las mismas No todo se enviaba en dinero y un monto relevante se remia en especies80

80 Sergio Villalobos Historia del pueblo chileno tomo IV (Sanago Editorial Universitaria 2000) pp35-36

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 38: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3848

38 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

Ilustracioacuten 1 Corresponde a una reconstucioacuten ideal del fuerte con empalizada y foso de principiosdel siglo XVI Ilustracioacuten 2 representa la reconstucioacuten ideal del Fuerte de Arauco de acuerdo a las

informaciones otorgadas por el gobernador Alonso de Ribera Ambas ilustraciones fueron realizadas por elhistoriador Sergio Villalobos (Historia del Pueblo Chileno tomo IV pp 33-35)

Respecto de las forcaciones y a pesar de contarse con mayores recursos para su levantamien-to y mantencioacuten la mayoriacutea siguioacute construyeacutendose de empalizada Sergio Villalobos apoyaacutendose

en las criacutecas observaciones realizadas por Alonso Gonzaacutelez de Naacutejera tesgo directo de su

situacioacuten sentildeala al respecto

ldquoLas forcaciones erigidas en la Araucaniacutea fueron de diverso po En algunos casos no

pasaron de ser elementos defensivos como fosos y empalizadas de caraacutecter circunstan-

cial Hubo albarradas o armazones de troncos y palos bien trabados situados por lo ge-

neral en pasos estrechos para detener principalmente la acomeda de la caballeriacutea Los

fuertes o casllos fueron las defensas maacutes estables aunque variaron mucho en sus carac-

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 39: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 3948

39D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

teriacutescas Los maacutes sencillos construidos con rapidez eran empalizadas de cuatro metros

de alto con un portoacuten de madera recia rodeado de un foso de poco ancho y profundidad

Unos pocos ranchos en el interior albergaban una guarnicioacuten reducida encargada de vigi-

lar los movimientos de los navos A este po se reere un documento de 1621 lsquoson algo

maacutes de una cuadra cercados de unos palos hincados y dentro unos bohiacuteos de paja enque los espantildeoles se alojan en eacutestos estaacuten los soldados desnudos descalzos y en algunos

moliendo trigo que muelen a fuerza de brazos en unas piedrasrdquo81

En relacioacuten con estas forcaciones Villalobos expresa que no pocas de ellas tuvieron empaliza-

das maacutes elaboradas amarradas por dentro con ldquocintasrdquo o ldquotravesantildeos atados a los troncos por

laacutegos de cuero de vacardquo No obstante soliacutean dejar huecos ldquopor donde los asaltantes mean sus

lanzas y heriacutean a los defensoresrdquo En los aacutengulos exteriores de los muros

ldquose construiacutean cubos o baluartes que sobresaliacutean para dominar con sus ros el campo

cercano y los lienzos o muros de cada lado En ellos se ubicaban los cantildeones y en parte

los mosquetes y arcabuces Estos uacutelmos se colocaban en troneras estrechas praccadasen los lienzosrdquo82

La entrada soliacutea estar custodiada por ldquoun puente levadizo un portoacuten un rastrillo reja o trama de

palos durosrdquo que se alzaba desde el interior con roldanas

En el interior a un metro y medio de distancia de la empalizada exterior se levantaba otra de

dos metros de alto en la que se haciacutea un relleno de fajina y erra Con ella se conformaba un te-

rrapleacuten para que circulasen las rondas Siempre en el interior el jefe los ociales y el sacerdote

ldquodisponiacutean de casas de adobe con techo de teja mientras los soldados viviacutean en barracas

de madera o generalmente en ranchos de paja Para guardar las bojas de poacutelvora se

cavaba un polvoriacuten o se erigiacutea uno con gruesas paredes de adobe y cubierta de teja Soliacutea

haber alguna caballeriza de palos y paja un molino y una herreriacutea La capilla de adobe y

teja era infaltablerdquo83

Villalobos da ademaacutes otra referencia importante Los fuertes con muros de adobe fueron es-

casos quizaacute soacutelo fueron aquellos a los que se les asignoacute maacutes importancia estrateacutegica Arauco

Yumbel Nacimiento y Pureacuten

ldquoSus muros de un grosor de un metro diez se asentaban sobre bolones de piedra a nivel

del suelo y en el remate superior eran protegidos con paja para reducir el deterioro por

las lluvias Por el lado interior tambieacuten teniacutean un pasadizo descubierto hecho del mismomodo que en los fuertes de madera El de Arauco al comenzar el siglo tuvo un aspecto

muy singular a la manera de las casas de Caslla ofreciacutea al exterior los muros y los teja-

dos de las viviendas y para contener a los atacantes disponiacutea de cubos y troneras en las

gruesas paredes Obedeciacutea al propoacutesito de bar a los indiacutegenas al aproximarse sin llegar

81 Ibiacutedem pp 32-3382 Idem83 Ibiacutedem p 33

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 40: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4048

40 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

a la lucha cuerpo a cuerpo La carencia de un pasadizo para los cennelas y defensores

era una falla grave Teniacutea ademaacutes inconvenientes en sus detalles como ocurriacutea con las

troneras alargadas y estrechas que perforaban los muros sin abrirse en aacutengulo hacia

fuera obligando a disparar en una sola liacutenea de fuegordquo84

El valor de estas forcaciones estuvo en el rol que tuvieron en el sistema de fuertes en la fronte-

ra establecida por el mencionado Alonso de Ribera Gabriel Guarda explica que es a parr de este

momento que comienza a imponerse el teacutermino geneacuterico de plazas de la Frontera

ldquopara designar el conjunto de forcaciones dependientes unas de otras que como una

cadena terminan por guarnecer los puestos claves de aquella agitada zona en los maacuterge-

nes de los Riacuteos Biobiacuteo y Laja con sus respecvos auentesrdquo85

Guarda insiste en un aspecto que no es menor en el ejercicio que realizamos La visioacuten fragmen-

taria o localista de cada uno de estos fuertes desvirtuacutea absolutamente su sendo La importancia

de entender su loacutegica dentro de una mirada de conjunto es reforzada por los informes ndashrealiza-

dos por ociales ingenieros militares o sacerdotesndash que se hicieron sobre estos durante el siglo

XVIII la mayoriacutea de los cuales suelen abarcar la totalidad de las plazas fronterizas En consecuen-

cia maacutes allaacute del anaacutelisis puntual que pueda realizarse del fuerte Santa Juana

ldquohellipla Frontera [hellip] parece obedecer a un plan general donde el papel de cada una de

las partes es soacutelo un engranaje dentro del funcionamiento del conjunto Cabe agregar

que los mandos sino las mismas guarniciones van rotando de un punto a otro y bene-

ciaacutendose del tecnicismo que se ha ido adquiriendo dentro del servicio de estas plazas

completamente disnto al que caracteriza a las guarniciones costeras Auacuten maacutes parte

importante de la ocupacioacuten de los gobernadores del Reino la absorbe la atencioacuten de la

frontera No en vano su rango es de Capitaacuten Generalrdquo86

En este trabajo nos alejaremos de la propuesta de Guarda en el sendo que el teacutermino plaza for-

cada como lo apreciaremos concretamente maacutes adelante producto de la inuencia francesa

va a llegar a Espantildea en el siglo XVIII siendo ulizado como sinoacutenimo de fortaleza a diferencia del

siglo XVII en donde fortalezas y fuertes aparecen en los documentos como conceptos equivalen-

tes Cuando se quiere resaltar la importancia de una fortaleza Alonso de Ovalle lo hace indicaacuten-

dolas como ldquoprincipalesrdquo Las fortalezas emplazadas en los bosques del sur tuvieron un caraacutecter

sisteacutemico desde un comienzo Arauco Tucapel y Pureacuten debiacutean apoyarse entre ellas y de hecho

asiacute lo hicieron aunque frustradamente87 El otro concepto que se uliza con frecuencia en el siglo

84 Ibiacutedem p3485 Gabriel Guarda Flandes Indiano Las forcaciones del Reino de Chile 1541-1826 (Sanago EdicionesUniversidad Catoacutelica de Chile 1990) pp19986 Ibiacutedem pp 20187 Seguacuten el Diccionario de la RAE de 1737 entre las acepciones de Fortaleza estaacuten ldquoincapacidad u dicul -tad de alguacuten sio para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad Se llama tambieacutencualquier lugar bien anqueado y defendido Dividese en regular e irregular Fortaleza regular es la queene todos sus lados y aacutengulos iguales Irregular la que ene los lados o aacutengulos desigualesrdquo En tanto porForn se enende ldquoAquella obra que se levanta para defender el ejeacutercito en campantildea que viene a ser una

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 41: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4148

41D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

XVII es el de Tercio para referirse a una unidad militar que era situada en un lugar considerado

estrateacutegico para el control de una regioacuten

Una segunda situacioacuten muy importante a pesar de tratarse de la ldquoamenaza externardquo fue el cada

vez maacutes connuo arribo de piratas y corsarios a las costas chilenas ingleses a nes del sXVI

holandeses y franceses durante el siglo XVII Ello tuvo como uno de sus momentos culminantes

la ocupacioacuten holandesa de Valdivia (1643) Lo anterior se tradujo en una mayor preocupacioacuten del

estado espantildeol por la frontera chilena en tanto se temioacute que los ldquoenemigos externosrdquo se aliaran

ldquocon los internosrdquo A estas alturas Chile era valorizado como la llave de entrada al Paciacuteco

A la luz de la bibliograa y documentacioacuten revisada para esta invesgacioacuten constatamos que para

el caso chileno fue durante el siglo XVIII y en parcular durante la segunda mitad de ese siglo

que la presencia del estado en materia de forcaciones va a ser maacutes relevante de lo que habiacutea

sido hasta ese momento Ello se aprecia incluso respecto de la frontera que hasta ese momento

habiacutea ocupado la atencioacuten preferente la del ldquoenemigo externordquo con la atencioacuten que se puso en

la forcacioacuten de la Isla Maacutes Adentro del archipieacutelago de Juan Fernaacutendez lo cual va a disuadirque esta siguiese siendo ulizada como recalada de corsarios y piratas como veniacutea ocurriendo

fortaleza que aunque maacutes deacutebil que la plaza y que sus liacuteneas de defensa no llegan a seiscientos pies o lasdistancias de las puntas o aacutengulos de los baluartes distan menos que setecientos pies es suciente y demucha ulidad para el n a que se dirige Llaacutemase tambieacuten fuerte de campantildeardquo Otra acepcioacuten de fornes ldquopequentildea fortaleza en sio que no estaacute pobladordquo Fuerte es denido como ldquofortaleza o sio forcadopara poderle defender con poca gente de la fuerza del enemigordquo Como plaza es denido un ldquolugar ancho yespacioso dentro del poblado donde se venden los mantenimientos y se ene el trato comuacuten de los veci-nos y comarcanos Cualquier lugar forcado para que la gente se pueda defender del enemigo Siodeterminado y preciso para que pueda estar una cosa donde hay otras de su especierdquo En Real Academia

de la Lengua Espantildeola Diccionario de la lengua castellana en el que se explica el verdadero sendo de lasvoces su naturaleza y calidad con las frases o modos de hablar los proverbios o refranes y otras cosas

convenientes de la lengua Dedicado al Rey Nuestro sentildeor Don Felipe V (Que Dios Guarde) a cuyas reales

expensas se hace esta obra Madrid Imprenta de la Real Academia Espantildeola Por los Herederos de Franciscodel Hierro 1737 pp 296 391-392 y 807 Por su parte el especialista Joseacute Almirante y Torroella dene plazade la siguiente manera ldquoSu sendo militar maacutes general es el de ciudad murada aunque no se le antildeadanadjevos como forcada fuerte o de guerra Madrid y otros puntos sin forcar son militarmente plazases por extensioacuten En este concepto general una plaza ene varios adjevos que se denen en su lugaralfabeacuteco abastecida abierta amenazada acordonada aislada armada arllada asediada avanzadabloqueada centildeida cercada conjugada cortada desmantelada uvial fronteriza guarnecida hambreadamariacutema observada pertrechada rebasada siada socorrida etc- PLAZA DE ARMAS suele confundirseen el lenguaje vulgar con plaza FUERTE O DE GUERRA Los ingenieros llaman teacutecnicamente plaza de armas

ENTRANTE O SALIENTE a las del CAMINO CUBIERTO cuya intencioacuten atribuye Zastrow a Geroacutenimo Caaneo(Brescia 1571) Tambieacuten son PLAZAS DE ARMAS ciertos trozos de PARALELA (Vev) o TRINCHERA des-nadas en el ataque a recibir y cubrir grandes SOSTENES Y en n PLAZA DE ARMAS es en el tecnicismogeneral el puesto de reunioacuten de formacioacuten de ALARMA de cualquier pueblo CAMPO POSICIOacuteN o CAN-TOacuteN En la forcacioacuten angua de BALUARTES CON FLANCOS REFORZADOS de varios oacuterdenes plaza bajasoliacutea llamarse al FLANCO BAJO asiacute como plaza ALTA al Caballero (Vev) como maacutes DOMINANTE- Por otraparte PLAZA ene un sendo maacutes personal individual Un batalloacuten ene ldquotantas plazasrdquo tantos hombresplaza DE PREST plaza de RANCHO el soldado bajo el aspecto administravo plaza VIVA y al contrario plazaMUERTA volante o supuesta (hellip) Por otro lado PLAZA es puesto empleo ocio Borrar suprimir la plaza ndash Fama u opinioacuten pasar plaza de valiente- Hacer lugar despejar- Sentar plaza alistarse de soldadordquo EnDiccionario militar emoloacutegico histoacuterico tecnoloacutegico pp 911-912

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 42: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4248

42 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

desde el siglo XVII88 Lo que indicamos va a ser reforzado con un conjunto de medidas relaciona-

das con las reformas que se hicieron en el plano de la defensa americana como la creacioacuten de

un ejeacutercito de dotacioacuten permanente y de las milicias89 A lo anterior se le debe agregar la impor-

tancia de los parlamentos

En ese sendo independientemente de la terminologiacutea que propone Boccara (el traacutensito de un

poder soberano a otro civilizador desde el siglo XVI al XVIII) creemos que lo fundamental es que

asociado al reformismo Borboacuten la presencia del estado espantildeol en la frontera fue mayor En con-

secuencia sin desconocer los cambios en el manejo de la defensa americana y parcularmente

en relacioacuten a la guerra de Arauco y la conexioacuten que ello tuvo con las nuevas concepciones del

poder europeas no se puede dejar de tener en consideracioacuten la variable espacio-temporal para

la comprensioacuten del problema En efecto si hacemos ucroniacutea e invermos la situacioacuten resulta im-

posible pensar que disposivos de control como las misiones o los parlamentos fuesen ecaces

en la conquista del territorio durante el siglo XVI de hecho no lo fueron ni siquiera a comienzos

del siglo XVII a pesar de los empentildeos de Luis de Valdivia Para entonces lo que interesaba a los

conquistadores era obtener fama poder y riqueza y a la corona que todo lo anterior se lograra

sin desconocer la autoridad real es decir que en Ameacuterica no se reeditara la experiencia feudal90

Tambieacuten es importante tener claro que estamos hablando de un espacio perifeacuterico en relacioacuten

a la conquista de las llamadas Indias Occidentales Pues si la Araucaniacutea hubiese sido un punto

de ingreso de los conquistadores equivalente a la Espantildeola en las Anllas la poblacioacuten aborigen

habriacutea desaparecido totalmente

Nos parece que un primer cambio relevante respecto al manejo de la guerra en el siglo XVIII fue

el introducido en el gobierno de Gabriel Cano de Aponte con movo del alzamiento mapuche

de 1723 En efecto puede decirse que Cano de Aponte establecioacute una nueva frontera Desdesu perspecva mantener los fuertes al sur del Biobiacuteo ademaacutes de imponer a la real hacienda

grandes gastos que no se compensaba con los benecios que se generaban eran movo de in -

tranquilidad para los indiacutegenas y razoacuten de trances y conictos permanentes

ldquosin que sirviesen en nada para adelantar la conquista deniva de aquella parte del

territorio que no debiacutea llevarse a cabo sino con elementos militares de que el reino no

podiacutea disponer Las campeadas hechas en el territorio enemigo no produciriacutean tampoco

resultado posivo desde que los indios bastante adiestrados en la guerra sabiacutean evitar

todo combate que pudiera serles desastrosordquo91

En razoacuten de lo anterior el gobernador decidioacute abandonar y destruir los fuertes situados al surde la raya del Biobiacuteo y levantar otros en la ribera norte de la hoya hidrograacuteca de ese riacuteo con los

88 Fernando Venegas E ldquoJuan Fernaacutendez un archipieacutelago en el oceacuteano de la Historiardquo en Sergio Eloacutertegui FArchipieacutelago Juan Fernaacutendez Guiacutea de Exploracioacuten Naturalista Explora Conicyt amp Taller La Era 200689 En relacioacuten a estos aspectos seguimos los planteamientos de Juan Marchena Ejeacutercito y milicias en el

mundo colonial americano (Sanago MAPFRE 1992)90 Armando de Ramoacuten et al Historia de Ameacuterica pp199-20091 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 43: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4348

43D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

cuales esperaba cerrar todas las entradas por las que los indiacutegenas pudiesen ingresar a territorio

dominado por los hispanocriollos Seguacuten explica Barros Arana en octubre de 1724

ldquohellipse reraron las guarniciones de Colcura Arauco y Tucapel se demolieron los fuertes

y se transportaron a Concepcioacuten las armas la tropa y las familias que alliacute se hallaban En

diciembre se envioacute otra divisioacuten que penetrando el valle central despobloacute los fuertes

de Pureacuten y Nacimiento el primero de los cuales se hallaba siado por los indios desde

hace varios meses A nes de 1724 fueron rerados todos aquellos fuertes y reradas sus

guarniciones al norte del Biobiacuteo

Se dio principio a la construccioacuten de nuevos fuertes todos los cuales recibieron los mis-

mos nombres de los que acababan de ser abandonados En el delta formado por los riacuteos

Duqueco y Biobiacuteo a orillas de este uacutelmo y un poco maacutes arriba del sio que en antildeos an-

teriores se erigioacute la plaza de San Carlos se levantoacute el fuerte Pureacuten Diez leguas maacutes abajo

y siempre al norte del Biobiacuteo y casi frente del lugar donde habiacutea exisdo el fuerte Naci -

miento se construyoacute otro con el mismo nombre Dieciocho leguas maacutes abajo se hallaba elfuerte Talcamaacutevida que fue conservado pero cuyas defensas se reforzaron Mucho maacutes

al poniente todaviacutea en las alturas de Hualpeacuten casi en la embocadura del Biobiacuteo se esta-

blecioacute otro fuerte con el nombre de Arauco que soacutelo subsisoacute algunos antildeos Por uacutelmo

al pie de la cordillera al norte del riacuteo de la Laja se levantoacute otro fuerte que fue denominado

Tucapel con el cual se creiacutea cerrar la entrada de los Indios puelches y pehuenches al te-

rritorio que ocupaban los espantildeolesrdquo92

La determinacioacuten del gobernador tuvo aacutecidos detractores que la consideraron un grave error

que se explicaba soacutelo por el afaacuten de eximir a familiares de sus responsabilidades en el alzamiento

de los indiacutegenas Vicente Carvallo y Goyeneche por ejemplo indicoacute queldquoel puacuteblico graduoacute de impremeditada y de acelerada la resolucioacuten del gobernador Cano

de Aponte que de nada maacutes pudo servir que de emprender nuevos gastos en su reedi-

cacioacuten y conocioacute que ella no tuvo otro objeto ni maacutes designio que cortar la insurreccioacuten

a toda costa como causada por la codicia de su sobrino (Salamanca) y en una gran parte

por el mismo en su delincuente tolerancia y disimulo Pospuso los intereses del estado

del real servicio y del bien comuacuten y sacricoacute el real erario por salvar la conducta de su

pariente La moral y la losoa que con esto se hace yo no la enendo ni menos puedo

concebir como estos gobernadores puedan resarcir los dantildeos y perjuicios de tanta grave-

dad que causan por capricho y por intereacutes parcularrdquo93

Sin embargo no todos estuvieron de acuerdo con aquella apreciacioacuten Tambieacuten hubo quienes la

consideraron acertada como fue el caso del jesuita Joaquiacuten Villarreal

ldquoSi los fuertes dice recordando estos sucesos no nos defendiacutean ni ofendiacutean al enemigo

iquestde queacute serviacutean De nada maacutes que de conservar unos ranchos cubiertos de paja y cerca-

dos de una mala estacada pues a excepcioacuten de Arauco a esto se reduciacutean los fuertes y

92 Idem93 Ibiacutedem pp 42-44

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 44: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4448

44 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

de mantener un pedazo de terreno en que habiacutea muy pocas familias espantildeolas y que so-

bre no valer a razoacuten de un real de plata por fanega (medida agraria equivalente a 64 aacutereas

y media) se puede recuperar en todo empo y claro estaacute que por unas conveniencias de

tan poca monta no era justo dejar expuesta la frontera a las hoslidades de los indios

constuirse en la precisioacuten de juntar dos veces al antildeo a costa de crecidos caudales queno habiacutea un cuerpo numeroso de milicianos para socorrerlos de viacuteveres y municiones y

exponerse a perder el reino o a que durase la guerra treinta o cuarenta antildeosrdquo94

Las apreciaciones del sacerdote son interesantes ademaacutes por el eacutenfasis que hace en que las for-

caciones salvo la de Arauco no fueron maacutes que ldquounos ranchos cubiertos de paja y cercados de

una mala estacadardquo Es decir si bien la instucionalizacioacuten del ejeacutercito profesional en los albores

del siglo XVII trajo consigo como dice Gabriel Guarda la circulacioacuten de personal proveniente

de los tercios de Flandes e Italia cuyo conocimiento necesariamente fue puesto en vigor en

las obras emprendidas en la frontera comparavamente a las forcaciones portuarias que se

emprendieron durante la segunda mitad de esa centuria en Valdivia no recibieron una atencioacuten

equivalente de parte del estado siendo maacutes bien comparables en teacuterminos construcvos con las

obras defensivas que levantaron los conquistadores en el siglo XVI95

Una segunda iniciava signicava que se desplegoacute durante todo el siglo XVIII hasta los albores

del siglo XIX fueron los parlamentos y visitas a la frontera Es cierto que estas disposiciones no

eran nuevas no obstante van a ser claves en el propoacutesito de mantener las relaciones paciacutecas

dentro de la nueva frontera ideada por Cano de Aponte Sin desconocer la importancia que tuvo

la realizacioacuten de cada uno de ellos nos parece que fue el realizado en Negrete por el ya referido

Cano de Aponte en 1726 uno de los maacutes trascendentales puesto que sentoacute las bases esenciales

de las relaciones que se esperaba construir entre indiacutegenas y espantildeoles en el futuro Entre otras

cosas reguloacute los conchavos ndashel comercio una de las materias en que se produciacutean maacutes abusospor los hispanocriollossndash determinando que estos se realizasen ldquoen los empos y parajes en que

se han de celebrar tres o cuatro ferias al antildeo o las maacutes que se juzgaren necesariashelliprdquo Tambieacuten se

prohibioacute la extraccioacuten de indios por los espantildeoles

Joseacute Antonio Manso de Velasco (1733-1745) visitoacute la frontera y celebroacute el parlamento de Tapi-

hue (1738) Ademaacutes de racarse los acuerdos generales tomados anteriormente se exigioacute a los

indiacutegenas que consinesen el ingreso de los misioneros a sus parcialidades Para este goberna-

dor el intereacutes por mantener la nueva frontera radicaba maacutes en la falta de recursos para impulsar

una campantildea de exterminio o de dominacioacuten total de los indiacutegenas que en la creencia de que era

la poliacuteca el camino para civilizarlos Por ello le escribiraacute al monarcaldquoEs constante que los indios conservan en sus corazones el navo y heredado odio a los

espantildeoles consideraacutendolos intrusos en sus erras y usurpadores de la libertad y ocio que

tanto aman con una gran falta de fe en sus palabras y operaciones circunstancias que debe

hacer en nosotros mayor y maacutes preciso cuidado y vigilancia de conservar esta corta tropa

y las pequentildeas guarniciones de los fuertes porque ordinariamente de la conanza en una

94 Idem95 Guarda Flandes Indiano pp 233

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 45: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4548

45D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

falible y aparente seguridad se han originado muchos desgraciados sucesos como los que a

tanta costa ha experimentado este reino con orgullo y soberbia de los indios Los vicios que

maacutes reinan en la dureza de sus corazones son muchos pero especialmente y con exceso

los de la embriaguez y la poligamia pues aquel que ene maacutes mujeres se reputa entre ellos

por el maacutes rico como que compradas seguacuten sus eslos las enen por esclavas La palabraevangelio la oyen con poco aprecio y con menos fruto sin que el gran celo de los misione-

ros que trabajan con inuacutel faga consiga otro que el de los paacutervulos que bauzan en las

temporadas que entran en sus erras y son felices en morir en las ordinarias y connuas

embriagueces de los padres y de las madres que enajenadas se hallan incapaces de admi-

nistrarles el preciso nutrimento pero en llegando por su desgracia a edad adulta siguen

ciegos los heredados errores y vicios que los hacen semejantes a los brutos declinando a

eras de las que no se diferencian en las costumbres El medio uacutenico que yo encuentro

para reducirlos a vida sociable es el poderoso brazo de VM el estruendo del cantildeoacuten y el

respeto del fusil que tanto temen y restablecieacutendose los fuertes en situacioacuten donde se

hallaban al empo de la sublevacioacuten del antildeo 1723 o en otros sios donde parecen maacutesconvenientes y seguros se les fague con un cuerpo de mil hombres existentes bien disci -

plinados y pagados puntualmente con las demaacutes providencias de municiones y pertrechos

que sieacutendoles respetable les impondraacute la ley como creo se ejecutaraacute con poca efusioacuten

de sangre para imponerlos en lo que como legiacutemos vasallos de VM deben observar y

guardar sacaacutendolos de ineles esclavos del demonio a eles esclavos de Dios y que con -

gregados vivan en pueblos El extrantildeo medio de capitular con estos indios siendo vasallos

de VM llenaacutendolos de daacutedivas o agasajos a cuyo n ene desnados VM 1500 pesos

en cada situado para atraerlos me ha sido en sumo grado repugnante porque comprendo

lo indecoroso al honor de las armas de VM y aunque en verdad lo parece a la vista es un

acto cuasi preciso seguacuten nuestra constucioacuten Y para poder exnguir y quitar de raiacutez esto

que aquiacute reputan como ley precisa no encuentra mi desvelo otro medio maacutes ecaz que el

que llevo expresado para reducirlos a pueblos y a que vivan en poliacuteca crisanardquo96

Desde las perspecvas de Manso de Velasco no siendo de ar los acuerdos tomados en los

parlamentos y parecieacutendole que la cultura occidental no habiacutea podido penetrar en la Araucaniacutea

lo uacutenico seguro para dominar aquellas poblaciones era el uso de la fuerza En tanto aquello no

se realizara lo que habiacutea que hacer era ldquoconservar la corta tropardquo y ldquolas pequentildeas guarniciones

de los fuertesrdquo con el maacutes ldquopreciso cuidado y vigilanciardquo En esta observacioacuten criacuteca de Manso

de Velasco creemos visualizar dos iniciavas maacutes que se van a desarrollar en el futuro ndashsin duda

en el contexto del llamado Desposmo Ilustradondash y que en complemento con la decisioacuten deconformar una nueva frontera y proseguir con los parlamentos y su consiguiente inspeccioacuten a las

plazas fronterizas va a ir estableciendo hacia la segunda mitad del siglo XVIII una presencia cada

vez maacutes efecva y disuasiva del estado

Manso de Velasco sentencioacute que con el maacutes preciso cuidado y vigilancia habiacutea que conservar la

corta tropa Sabido que los Borbones introdujeron una serie de reformas tendientes a mejorar la

96 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 p 1723

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 46: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4648

46 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

defensa de sus colonias entre las cuales estuvo el perfeccionamiento del ejeacutercito americano y la

creacioacuten de las milicias Chile se benecioacute de esas medidas en lo general pero tambieacuten se debioacute

considerar su situacioacuten parcular97 Seguacuten Barros Arana si bien Alonso de Ribera se dio cuenta

de la deciente organizacioacuten de las huestes intentando conformar en los albores del siglo XVII

un verdadero ejeacutercito permanente como tal este no se regularizoacute sino bajo ldquola administracioacuten dealgunos de los gobernadores del siglo siguiente que introdujeron el reacutegimen que los reyes de la

casa de Borboacuten habiacutean implantado en Espantildeardquo Y bien fue precisamente Joseacute Antonio Manso de

Velasco quien en 1753 siendo virrey del Peruacute establecioacute su organizacioacuten jando el total de pla-

zas en 1113 hombres En 1778 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se hizo una transformacioacuten

substancial que redistribuyoacute los cuerpos del ejeacutercito y aumentoacute su dotacioacuten a 1900 efecvos

Barros Arana explica con claridad y precisioacuten que

ldquoEl reacutegimen de esos cuerpos y orden de ascensos fueron establecidos bajo la misma base

del ejeacutercito permanente de Espantildea y se conservoacute inalterable hasta la eacutepoca de la revolu-

cioacuten de la independencia

Ese ejeacutercito estaba distribuido en varios cuerpos de las tres armas La infanteriacutea era for-

mada por dos batallones uno de ocho compantildeiacuteas y 700 plazas que residiacutea en Concepcioacuten

con el cargo de defender la costa y los fuertes de la frontera y otro de seis compantildeiacuteas y

500 hombres que estaba establecido en Valdivia Los arlleros formaban soacutelo dos com -

pantildeiacuteas una ja de 50 hombres en Concepcioacuten y otra de 60 en Valparaiacuteso La caballeriacutea

formaba igualmente dos cuerpos ambos de dragones uno denominado ldquodragones de

la fronterardquo establecido en la provincia de Concepcioacuten y compuesto de 400 hombres

distribuidos en ocho compantildeiacuteas y otro llamado de ldquodragones de la reinardquo que residiacutea

en Sanago y que constaba de una sola compantildeiacutea con 50 hombres Los dragones crea-

dos en los ejeacutercitos franceses a mediados del siglo XVI eran arcabuceros montados quecombaan indiferentemente a pie o a caballo seguacuten las condiciones del terreno y que

se reparan en radores para atacar al enemigo por los ancos En Chile los dragones

eran verdaderos soldados de caballeriacutea armados de carabina y sable a diferencia de los

otros cuerpos de la misma orden que soacutelo usaban arma blanca Don Ambrosio OrsquoHiggins

como comandante de dragones y como general en jefe del ejeacutercito los habiacutea disciplinado

convenientemente y ulizado sus servicios en la defensa de la fronterardquo98

El gobernador teniacutea el mando de todas las tropas como capitaacuten general Cuatro jefes militares

nombrados directamente por el rey comandantes de plazas estaban bajo sus oacuterdenes siendo el

maacutes relevante el Intendente de Concepcioacuten (desde 1786) ldquode ordinario un brigadier o un coro-nel que con un sueldo de 4000 pesos anuales teniacutea el mando inmediato de todas las fuerzas de

la fronterardquo El gobernador de Valdivia regularmente un coronel de ejeacutercito o un brigadier era el

jefe de todas las fuerzas de la plaza y gozaba de un sueldo de 3000 pesos anuales y de una racioacuten

de viacuteveres calculada para seis personas El gobernador de Valparaiacuteso gozaba de sueldo similar

sin racioacuten pero su cargo era menos importante por el reducido nuacutemero de tropas El gobernador

97 Barros Arana Historia General de Chile tomo 6 pp 338-34498 Ibiacutedem pp 342-343

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 47: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4748

47D 983141 T 983154 983137 983148 983139 983137 - 983149 983137 983159 983145 983140983137 983137 S 983137 983150 983156 983137 J 983157 983137 983150 983137

de Juan Fernaacutendez teniacutea el sueldo maacutes bajo 1200 pesos y disponiacutea de un destacamento de 50

soldados de infanteriacutea que ademaacutes operaban como arlleros

El que los gobernadores de Chile y los virreyes del Peruacute nombraran a los jefes y ociales del

ejeacutercito se prestoacute para malas praacuteccas ya que fueron dispuestos en cargos claves ldquoparientes y

favoritos muchas veces de reconocida incapacidadrdquo Ello llevoacute a que se concentrase en el rey el

derecho a hacer todos los nombramientos los cuales se hicieron en espantildeoles o en irlandeses

de nacimiento Los americanos tambieacuten eran admidos aunque en menor medida Barros Arana

explica que

ldquoLos soldados cabos sargentos y tambores eran casi en su totalidad chilenos de ori-

gen Muchos militares maacutes entendidos y experimentados que habiacutean servido en el reino

desde los empos que se siguieron a los primeros antildeos de la conquista espantildeola reco-

mendaban al criollo de Chile ya fuera de pura sangre espantildeola ya meszo de espantildeol y

de india como un soldado excelente vigoroso sobrio sufrido en las marchas doacutecil en la

disciplina pronto a aprender en el manejo de las armas y las evoluciones resignado parasoportar las mayores privaciones y dotado ademaacutes de un valor que en ocasiones ne-

cesarias iba hasta la temeridad Algunos de los jefes preferiacutean a los soldados que veniacutean

de Espantildea y asiacute lo hicieron presente al rey No exisa un orden regular de enrolamiento

ni se exigiacutea para ser soldado otra condicioacuten que la de tener una salud robusta Muchos

individuos se alistaban voluntariamente en el ejeacutercito otros eran reclutados con maacutes o

menos violencia entre los vagos de las ciudades y de los campos que no teniacutean ocupacioacuten

conocida y con frecuencia se condenaba a servir en los cuerpos de liacutenea parcularmente

en las guarniciones de Valdivia y de Juan Fernaacutendez a los delincuentes de hurtos y de

pendencias La disciplina militar observada con toda rigidez sino bastaba para corregir-

los denivamente serviacutea para mantenerlos sumisosrdquo99

A parr del gobierno de Manso de Velasco se comenzoacute a regularizar en el ldquoReino de Chilerdquo el servicio

militar Noacutetese las diferencias importantes respecto del siglo XVII seguacuten lo que indica Barros Arana

ldquoLos sueldos de los ociales y la tropa se pagaban con la maacutes escrupulosa puntualidad y

no daban origen a los escaacutendalos y abusos de otros empos Ociales de cierto meacuterito

que habiacutean venido de Espantildea con el cargo de instructores ensentildeaban el uso de las armas

y las evoluciones militares Cuidaacutebase cuanto era posible de mantener el buen equipo del

soldado pero a pesar del gasto considerable que este ocasionaba el vestuario y el arma-

mento de la tropa dejaba mucho que desear Ninguno de esos cuerpos teniacutea banda de

muacutesica algunos tambores y algunos cuantos piacutefanos serviacutean para tocar llamada e indicarlos movimientos en las paradas militaresrdquo100

En 1777 en el gobierno de Agusn de Jaacuteuregui se introdujo otra reforma relevante la organiza-

cioacuten de las milicias Todo hombre libre entre los 15 y los 45 antildeos estaba obligado a servir en ellas

Soacutelo se exceptuaron a los ldquoeclesiaacutescos jueces abogados notarios procuradores de la ciudad

99 Idem100 Idem

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera

Page 48: Tralca-Mawida

7182019 Tralca-Mawida

httpslidepdfcomreaderfulltralca-mawida 4848

48 F 983141 983154 983150 983137 983150 983140 983151 V 983141 983150 983141 983143 983137 983155 E 983155 983152 983145 983150 983151 983162 983137

meacutedicos bocarios procuradores administradores del tesoro real sacristanes maestros de es-

cuela y gramaacuteca y los factores de la renta de tabacos pero los hijos dependientes o sirvientes

estaban sujetos al servicio obligatoriordquo Las milicias se distribuyeron en cuerpos de infanteriacutea y

caballeriacutea Guarneciacutean las poblaciones en las que no habiacutea tropa de liacutenea ldquorecibiendo una moacutedi-

ca gracacioacuten por cada diacutea de serviciordquo Debiacutean acuartelarse y marchar donde se les mandasecada vez que hubiera peligro de invasioacuten extranjera o de conmocioacuten interior Barros Arana agrega

que estas halagaban la ambicioacuten de los colonos y que

ldquolos tulos y galones de comandante o capitaacuten de milicias eran considerados una alta

y honrosa disncioacuten por los hombres maacutes ricos y considerados de la colonia los cuales

ademaacutes solicitaban con empentildeo para sus hijos el tulo de cadete cuando apenas conta-

ban eacutestos con cuatro o cinco antildeos de edadrdquo

Cabe sentildealar que al menos en la organizacioacuten del Ejeacutercito establecida por Joseacute Manso de Velasco

se omite la existencia de 80 ldquoindios soldadosrdquo que debiacutean residir en los fuertes de Santa Juana

Talcamaacutevida San Cristoacutebal y Nacimiento gozando de dos pesos de sueldo al mes101

Ahora bien seguacuten da a entender Barros Arana hacia nales de la colonia el servicio militar im -

plicaba un gasto anual de 277938 pesos esto es maacutes de las 25 partes de la suma de todos los

gastos del ldquoreinordquo y praacuteccamente la mitad de las entradas scales A pesar de ello el historiador

creyoacute que era insuciente en caso de tener que enfrentar una invasioacuten extranjera

La otra idea sentildealada por Manso de Velasco la de conservar con el maacutes preciso cuidado y vigilancia

ldquolas pequentildeas guarniciones de los fuertesrdquo viene a completar lo que a nuestro juicio evidencia el

mayor despliegue del estado que se habiacutea realizado hasta entonces en este aacutembito Nos referimos

en este caso al cada vez mayor tecnicismo presente ya no soacutelo en la conformacioacuten de las plazas

forcadas costeras sino tambieacuten en las fronterizas Ello se expresoacute en que los encargados de sureparacioacuten construccioacuten o funcionalidad van a ser en un porcentaje importante egresados del

Real Cuerpo de Ingenieros de Madrid En sus obras dice Gabriel Guarda ldquoEs percepble una cre -

ciente evolucioacuten de sus faacutebricas de ser al principio de sello marcadamente europeo aun medie-

val ndashrecordemos el uso de torres cadenas para cegar puertos etcndash a adaptarse en seguida a las

nuevas condiciones impuestas por el medio americanordquo102 Guarda registra que entre 1645 y 1822

hubo 44 egresados del Real Cuerpo que hicieron planos o escritos sobre Chile sumando 226 de los

primeros y 49 de los segundos La mayoriacutea de ellos se concentra en la segunda mitad del siglo XVIII

La nueva frontera establecida en el Biobiacuteo durante el siglo XVIII no soacutelo avanzoacute sobre el riacuteo hacia

la cordillera sino que ademaacutes tuvo una doble liacutenea de forcaciones con las que se establecieronen el riacuteo Laja En los mapas de nes de siglo se hace una disncioacuten permanente entre los fuertes

y las plazas forcadas Mientras los primeros fueron establecidos con nes muy especiacutecos las

plazas estaban en la loacutegica del sistema de fuertes que operaban en la frontera