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- ESTA REVISTA ... CUA Nm d fuegp de la destruccidn y la eswanza la tierra a lm plce p r e t e n d k o n War el swco felk y el aura sagrada' & 10s cdnticos, nosotros lmfitams esta ma de a w y de venera~ih @ra la PoMa. Lab vantamos esda cqsa no. M r a vivir en elkt cmo esclauos de sus ardhtes esfijos, sin0 pue pata hos@&h y adorarla, sin cerrar nuestro coragdn al gritq caliente de 10s hombres y Zos muertos pe lo fueron por salvarlu Be la garra y del exit%. QUIMEMUS que la Poesla en- cwntl'e aqd su oentana & 191&; su jar- &n y su nableza. Esta revista sosten&% inMgencia de nuestra Unkers' "3 , estd sumisa, per0 &gm-% 1 mente, puesta ai servicio de la Poeda. Y por estarlo s610 pretende un cm- promiso: m'tark t& lkga y todo con- trabad que la perjudipue. ES z(na revista chilerra que hard & drca de poemus &sos we es me- ws& e r al silmcio y a @ @me- w~%. Jusgamos que la Pbd# dc ,Clbile wbc.isabd dL lsics c A ea&

Transcript of su 3 de un - memoriachilena.cl · efimera nos ¶, no nos miremos ceiiudos que el ... de 10s...

- E S T A R E V I S T A ... CUA N m d fuegp de la destruccidn

y la eswanza la tierra a lm plce pretendkon W a r el swco f e lk y el aura sagrada' & 10s cdnticos, nosotros lmfitams esta m a de a w y de venera~ih @ra la PoMa. Lab vantamos esda cqsa no. Mra vivir en elkt c m o esclauos de sus ardh tes esfijos, sin0 pue pata hos@&h y adorarla, sin cerrar nuestro coragdn al gritq caliente de 10s hombres y Zos muertos p e lo fueron por salvarlu Be la garra y del exit%.

QUIMEMUS que la Poesla en- cwntl'e aqd su oentana & 191&; su jar- &n y su nableza. Esta revista sosten&%

inMgencia de nuestra Unkers' "3 , estd sumisa, per0 &gm-%

1 mente, puesta ai servicio de la Poeda. Y por estarlo s610 pretende un c m - promiso: m'tark t& lkga y todo con- t r a b a d que la perjudipue.

ES z(na revista chilerra que hard & drca de poemus &sos w e es me- ws& e r al silmcio y a @ @me- w~%. Jusgamos que la Pbd# dc

,Clbile wbc.isabd dL lsics c A ea&

C A B A L L ' O DE P U B G O

sdunda, ay su'cotmdn se torna en campana

. 3 ' .

' > I ? * * XI r \ < * - -

&y irn E#rtcrsms t r r t ~ ~ , nn buey delirawe que lame -0 de s/ s1c irrconclusa estirfie y ginre por su muti-

&A gt&%m? &a *&%a nombrar en h ek?vada montaiia? Hay 1o)r @nul &$W9?adido pzZe d pulgar del ermitaiio &p$&g contra ntc, es me sdbado terrible y brasas pe- Udmn en d. Ok, brl, &s, cuyo rostro es sdlo una campanada, em- bes~ado Mro, td sin nombre aux ikme , si te anunciaras un goco, ya podria akanzar la orillq. donde la uva inmmrorisc se awuga entre las rdfagas: Eng*$ QW me k e n , interrogacwnes indtiles, armas kbnw dc cscoria, d peso de mi d m a es ardor y mis dfes dgasarn de rbostalgb #or askntos pegados a ti.

X I 1

. &&#,

Comiew a descubrir los otros hombres, sus didlogos sublimes, SICS terribles estelas, ay k m b s de vivir juntos, abrcurarpros comiendo este .@scad0 azd pue la pesca efimera nos &para, no nos miremos ceiiudos que el s&& VUeAre en eb otro y en todos la misma fuevza para el tkluumbre que el enigma de la existencia concede, *#re k s de mirarnos como antes de un derrumbe, *nos Ca mano por el lomo de profunda debicidad y disponer nuestros h ios para el suetio. No impmkr pice alguno ahorre monedas del tamaiio

. de k w o s @SUQ!OS, duerme d, asi en cuclillas y cirrarlra su ventuna mcendida a las ventas, buy lantos que procden de diversos modos, u lades ks coloco un dbolo bajo la lenguu.

HUMBERTO DIU CASANUEVA.

E L A D O L E S C E N T E

I

C f R C U L O

ENGRANAJES

Como una expresih antojadiza avanza, ya en

ya en la tierra, a veces inseguro, a veces$rmemente. Mira hacia lo alto y e l m sus manos. En sus rodillas pesa Ea raiz de la tierra. No detiene el paso: lo aligera, lo condensa. i-

lo disminuye. Busca un camino seguro, y abismos y ciuhdes

muertus se agitan en la lejanh. Sus pupilas se h c e n anclas. Per0 de sus ojos

aun no brotun Idgrimas. Un mamjo de Mmparas se dilata en sus deaos

y le alumbra el surco dejado por el r de las cowientes wadas.

siente que sus pics abarcan planos art$ Sitw& s&ke el horisonte. Shtc gue le crecen alas a su espiritic buceador

el aire,

. ,.. 9 cafluhso.

hasta cegar.

El adolescentg a su madre.

AMIGOS

Tengo un anillo para ti. Tengo lumbre inJinita para ti. Tengo luces y un brote smprendi& pers #.

S6l0 de t i es mi cuarto. Sblo de ti es mi lech. Sblo de ti es mi frente. Tuyo es mi aliento.

Cantu para hi. Duerme para mi. Calla para mi.

Es la voz amiga que hace rio y barca en s?c caraebn y le feje sus dias afanosos.

ENEMIGOS

Tras el acero de mi pecho exisle un lamento: cobijalo en tus v w s .

Tzi bien sabes que el aire extiende @I&&s: roba un poco de aire y seca mis ktgrinurs. -

Por put no echas a tu boca un $oca de tormenta y remeces el drbol que t u sangre alcanza. ese cirbst se escode tm nido.

No olvides que eis

Si voy a tu lado, si me acerco a t4, es porque llevo un p i to de fuego en mis ropas: desnzidume.

t

LA MADRE

Siempre hay una cum en 10s ojos de la d e , siempre.

Cuando el hijo huye de sa Vientre, en 10s ojw de la madre hay una cum.

Cuando el hijo Mota sz1 espaMa en fmrsdGs ex- traiias, elh a4n lo guar& en sa ViGntre y, con el impulso de sus venial k c h srhaerrrenk 10s fidrflados y le Uena de sueiios d s .

EL PADRE , . 4

Tronco y rak , el #adre k Ntm pOr aii camino de 10s percgrims, k ens& lo que es k @ p , despierra el s i l d did kijo y le enirqp u#l . cesta de ecos.

C A B A b L O DB F U B G O

EL ENSUEJJO

I I

MONOLOGO DEL ADOLESCENTE

LA PALABRA

La lus k d r e recintos, pero la noche se extiende. Los cuminos recorridos se alaan, se fugan y

mehen con lu h u r a en 10s &dos. Los ca- mines por recorrer manthen apretadas s& b0ciz.s. Y mis labios se entreabren inpuietos.

&kd me dirdn la escala y el nacimiento de la uam?

&&d we dird lu ex trah m h u a de la sombra, caand,o pese luminosol

&ud w r a s pronunciard la rueca de 20s amigos? QuM todos tejerdn silentio. Y entonces me

stwid ea lus rakes del grit0 necesario, y al b&irse mis p i a en el silentio, serdn inyisibles ~ 0 1 ~ ) jwsujeros muertos.

. (mi cora&bn tknbla: en las enred&as si^ tesnblor reverbera, en la tierra seca su temblor, be e i m e a la sequh. Mi coraadn tiembla)

todos escuchardn mi canto, y 10s desco- l~ocidos creurdn nuevas cancbnes a1 influjo de fisi s m k murmurante, camQana de hojarasca

Pem.cs lo mjor

I . sotaw& en a g w impetuosdi- *

- IAyf mi vbz luue eco en mi voz.

*

ti( qzciln &tetra en mi

ACRE

Sal que vas a destroaar tu faz en mi boca, pre vienes a co&jarte desnisdrs en mi parpadean& mirada, en mi lengua: Jpor pub no te malus a mi sangre sin detenerte, sin caklclar el tiempo que has de atravesar?

Ddjate lleerar gor mis agujas y sd sonao extend&? en mi sangre.

Columpia tu &sborde en mi oscuridad. 2\10 has de exeimirte en mi risa. No has de

cakular el alcance de mis ojos gerrados. Vete. Ah , sabes. Sabes, Comprendes gor qui5 callan las 7 a m . Td desconoces las hojas secas y la hierba.

hues con la sangre un poco de cenku. V a m s , entonces, llhame a tu m a 4 n y con-

vierte mi lengua en ceniza y deja caer astros amargos en mi boca.

JPero es que en el costurero se han plresto a hablar las agujas?

NO contestas? Ya Eo veo: no me necesitas. Ad& Ahora si que abres tu tenaza y f e escucho d e c k Hasta maffanu.

)

SOLO

No entiendo. Decididamente no entiendo @e silencio, cuando de unas palabras dePen.de J aero, el galope sin fin y el vdrtue de mi desnuda grito.

No entiendo, es la verdad; sin embargo persigo un aliento sin dueiio, y desciendo del braw de una ra%a hela& perteneciendo d s que niinca a mi mismo.

NO HAY SOLEDAD

Padecen lagunas de fiebre mis venas, sabor amargo

iQue cese de cantur el pozof iBasta! Si he de extender mi piel sobre-Wamas &idas;

si he de reunirme con vegetales deseosos & silentio:

/Basta f Sin embargo la cancibn del pozo estd hecha colo

el caer de mis solloaos en sus aguas. El cielo llora en mi es-. Y se podwe

una alegre cancidn cuando las Ugrimas del cielo se estremecen en mi espakh.

las conduce.

D I A SORDID0

La compaiiera se ciiie al cue110 sw viejas picks y sonrie con cortesh. Mis ojos saltan ins- culados.

Puedo ver como 10s astros se erixan y me es#rctn entre dioses recidn engendrados.

Que nzi semilla reglquc ante su pmenir de #&tiraw

dC6mo subir hasta las tmres, si SICS coyunhrrar dCho bebw el jdbilo si un rap

, jCho contener la destruccadn &4 d&?

Las vestes entuskstas enchn’lruwos B t d n per* bs r&: se a w n ZZ’Z

desconocido. (Los pcsca&vcs Zban on b islar.)

han caido? de l u g muere en lo alto?

‘ a

b +

C A B A L L O DE F U E G O

ib kc bora en que ddda se enciettde y junta. Un Eiek, rqjo me CnvueJve. L&s nubes se d+tk&en

*w rtpi. txika.

SdarrrrmSntG abiertas, crmco e7ttre angwtia e Agonka un sonirEo &sat&. &a inrftdl.

, * Agoniza h extens&n de

Agonisan mis ecos uno Ya mi sueiio amarillo s

objeto mi amoriBo suelio. No k e &j&. Mis huesos buscan el r h o de &as cam vadas.

* . llbg&hsl bs d&s m amargo cortejo, los ojos Agoniza mi extensibn.

Mi #a&n es el sol y mi deseo es el aire. A k a soy d u d 0 de la d& y la mentira. Ahma

M& mmos se‘ Qusmn. 1*

De00 en mi has balbuceos del nifio que despierta

To& me Wla. X D b d estoy res#ondiendo?

Losfrutos cortun el tiempo, y yo, dortrrido, asisto

Estard ad tendido, hacia mi dirigido, escucband

d u n i ~ s o repite ~i cancidn.

a sus mdndos. Un tnuiieco qtbiere cambaar de formd’$U‘hwy+ del cartbn que lo constihye.

4D6nde estd mi bocaP HERMANA Anoche atraves6 la laguna: estaba seca y et # o b

sin turbar mis heridas. S r e mi sombra se acumulaba. duermo. Oh hermana acude. Podrk mantener mi frente

a1 aire si me ayudas. Tu cabellera cae a mi lu voz de la f i l m . como agua.

T d no @&es diidiva: e n t r e p simplemente un W o de tw breces cuando me dues:

Oh hermana toca his sienes. LA ARARA Y LA SANGRE

Araiia envuelta en penumbra, buscadora de ocdanos rojos, hunde tu reja; mota 10s nlimeros del habitante sonoro; exprime sin timidea el liquid0 filnebre que exhalan 10s vegetales que esperan.

Ponte la casaca y anudu la hbra.

Que los barcos de papel vayan al ocdano y que las piedras choquen con las aguas desafiantes.

Balanckate, si, balandute.

Dame mi mano izquierda: ya tengo tu derecha

No esperes que asome el reloj en la ventanu. junto a mis ojos.

Balanckate, si, balancdate.

Escucha como crecen bastones en el camino. Escwha reir al hombre sentado sobre su infancia.

Voy subiendo a ‘ tus alas, meciendo tu curia al va ivb de tu pro* fueraa, deteniendo tu fuerza y hacGndola huir, subiendo 10s cielos enclavados

, a tu frente.

Mi linea se renueva, araiia, mi Mnea se renueva, y ocultu d came de mis venas.

CAMINO I N U T I L

El reloj no quiso detemrse y sigui6 haciendo signos afirmativos. Sin mirar en cuerpo li- mi@ comencd a recoger botones y h j a s secas; tal era la cantidad que varios botones fireron a sentarse en el camino. Las hojas pmmmxieron mudas en mis matzos.

*

e f e n a danzar. Mueve 10s brazos. Dan% con el crepdsculo un momento. N o te apreszcres, hermano, no preguntes. JNO ves ptre en cad0 terr6n de mundo hay alguien que dcanzals

Hdblame hermana, y un poco de paa me saldrd a1 camino.

_.

EL TIEbIPO PASA

Todo estd hecho de mis kwsos, tado. Los latidm del centra de las COW SMC un poco

El ockano y el cielo wen y crecen sabre mC, y Y s1c materia

de mis huesos.

vuelven a n a w y c r e w bajo mf . es un +OCO de m i s huesos.

.: *

Simplemente vagar, d b m r la t%az&W’’n, la

8Hzfir de la de ja , a&c& .uI mundo? h .

$;giinus de un minNta ‘ . t * Z a p @“‘I

. ,

I N S T A NTES

Veo tantos psntos temblar en el eJBocio plre kgo a weer en su muerte, @que a veces me c o w ineludibles rdfagas de ddu, y p2siento d madero de 10s dias.

A veces creo que me Hotden m e r c a h 86 &a. A veces creo que soy yo ph cdwe la &ancia

de una aguja a otra agrrj0. En cam + d i a n k me veo en una EEILvjQ de mea dd sovzido, entre ctioses errantes y

Mera, y entonces vdo nuves sk Ja amma 9 amma m 10s surcos.

He estacto h a b h d o ds n&mtws, gic c& 10s estreUas W l t M d O jWan a cosos 61

A veces creo que lo kecesario no e8

I .

. . ,

. . .

- . I

1 C A B I L L O DE F U E O O

ms kb a m , si todas al acecb h # m , no Irabria otra respuesla

gue b h m 9 kau;ia et so& d w o eac#admos.

Nunca &s mum rane.ks. J aire, de b misma wmwa qua nn restro de grado.

L .MG. &&os se S l e s o r h n cen la incansable . . m k k ? tie #rr,@bie&z pwe muere c& vee pue

la @piaa se @+ja en- el ag*.

Fr me detengo en dies de muros -s a mis gdos, y las hojas en perbdo

' ''4'' Cfs ~ u ~ l t e to^ pre+tan hmia earas penosa- meffte sobresakks; y s6lo eonservo mi enemiga qtmtdura de ruinas.

SOMBRA DEL CIELO

s d r a del cielo cae sobre mi bmbro y se pueda iwn4viJ su colum+, 4nmbVid la

raiz k su merpo, ratuek su figura con mis fa@ilas, el refijo de su frente en mi frente.

,Om wnas sin i m w o mis dedos se diluyen ). bn w r e w de abisms y cumbres. L a - d r a - d e l &do a3n permanece en mi hombro.

&. asmbrados rostros persigue mi

2i& rmas, nri cwrpo se reweka en las hoc@

&&3*&seml e& siletrcio.

dd &re.

ENTXEGA

Con mi alrra y mi cuerpo, gvert? Con d aire agitado levemente, Ipodrt preguntar? La w@n act&, per0 el quebrarse de un eco m anuncia la .entr&ta puerta: 1potl.d avcstzwcr?

MED IOD IA

Ed sd casi bordea mi cuerpo. Nubes pasajeras

/Sulk! me duen los Njaros. &hid rise duen los -&boles. ,&la myca tra&!a canh @a mi /&be! JS@I mtqwura hi lecko.

AW w mi dmu envudta en la claridad del d4a; Volverd cuando el

., I m y #wdi& en lw tk&blas de mi propio coraebn.

Iraan&an a mis ojos.

............................... ...........

se b&ncea en el espacio. , f u q p se oculte.

, < ALIENTO

la muchcduloebre y detest0

ORA CION

Algo muere cuundo t0 boca del mu& ronrfw. el caudal oscuro y sin amtusk de nd canto.

Desmesurhmente, con el r a m ~ e suelEo, con la #pila del hombre en el hombre, s6lo as4 se &a la boca del mundo. S6l0 as4 se abra el senti- mien to.

E

Que la. her& y la herb vena se alcen. Que un guerrero golfiee lo rojo de la sangre. Que un guerrero sueiie, despcb de la batullu,

con un paklago de musths brote?, y que, a h dormido, remezca con el acero el sabor de la sangre.

Que emerja de las ruinas el szreiio y llegw desde mk k s t a mi lengua.

BATALLA

EL cielo se extiende medroso entre las raices de

Como vehdculo de sueiio atravieso la muerte. Socitaraos d o s e s se prenden a tni piel. Soy bandera agitadu. La 1- del sol se @sea en mi muerte.

mi sombra.

dAcaso he mcid0.l

(Su acuckdora uiia rasga ondas. En su @@, infindas bocas hambrktas se muerden. Su @so se une a una fwjda fierdida. Amorfo cansaww coge a sus miembros. Desdsperado, se enciende con el fuego kjano de una fruta reluciente.)

LA BUSQUEDA

E n el fiatw la llave del agua deja escaMr gotar. Una terrible, estrepitosa mdquina de a l a s wkadas

atraviesa la casu. Mis o4dos no h e n sin0 escuchar la noche.

Recuerdo un muro destru4do; (mi antiguo traje de terciofielo se viste do); *%as de targas trenzas saciet$o de po&os $vofundos; mi her- mano que nace a golfis & atreUas.

*

En la o s c u r W mi infancia dur su dirlce contenido. Ahora la ventana &ta a medias me ilumina.

1Es en la calle, en los &.vcono&s que m a n (rctpidamente, lentmente) d6nde recu#erarC: el camino per&&? ~ E S maso ea est4 ha, en la voz de mi madre o en ei lejano sonido ,de mis d h trwzscurridos &&e guardor& la sangre libre 3, si% recwdos, esperar& d awnce desconocido?

C A B A L L O DE FUEGO

*-

LIBRE E N LA ALEGRIA

He roto el qdrculo que me rodea. La, mu$Jana ha estremecido mis ojos y me ha dicho,

me ha dkho que sdte el muro y corra hack el l4mite d de la tierra, que entre mil romgientes encontrard la nzleva &ea, que la siga y podrd fienetrar el horizonte.

.

'

lAUdmyl EscucW 6 s pasos.

9 Yo lo sos6mgo. . Yo soy la l4grima que abrird .&,. L

'* 4

8

In4tilmente m ar la multitud humam me

Sa, alld voy, desnudo, Jibre. EscuchQH mis pasos.

En la l u ~ hay aliento de acero. ' I. El horizonte cdoana pw md. ..

f

DAVID ROSENU" TAsfB.

M I TIN N E CROPOL ITA NO ,.

i ~ s c u c h a ~ SO? l~as cuertias de un ku t p

Mira 10s espectros c6mo se revlreZcan m d wgre

Un viejo m w t o que tkne 10s huesos awngadis

@+nos decidido hacer una udnime #vole$ta ̂&k a que en las noches 10s se&dtureros se &&&n de quitarnos las flores de 10s jardines mien- tras dormimos; esto, segdn la c k k , e,g perjudicial a la salud, antihigihico, y, por lo tanto, contrarw a todas lar ?tormas & salubridud.

caminan #or el t6rax de una Id-.

suelo de la noche.

perma de la s iguhte manera:

jCamaradas de esta gran mxr&ohst

- I

.

Una salva de aplausos sordos y condensodos b ,- cerrar la noche y tapar las Mpidos. *.