Sala Prensa Monster High Querer Es Poder

7/31/2019 Sala Prensa Monster High Querer Es Poder

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Captulo 1

Loba con corderos

Quedaban casi dos semanas para que la luna, un ex-quisito y arqueado cuarto creciente apenas visible, alcanzarala fase de llena. No era el momento de esconderse. ClawdeenWolf no se estaba transformando. Su batalla mensual contrael sbito crecimiento de pelo, el hambre insaciable y la irrita-bilidad extrema no era la cuestin. Aun as, se encontraba enun oscuro barranco, corriendo como alma que lleva el diablo.

Ms despacio! vocifer a los cinco chicos atlticos,dignos del catlogo de los almacenes J. Crew, que formabanun rombo de proteccin a su alrededor mientras, jadeantes,atravesaban el bosque a toda velocidad.

Sus recias botas manchadas de lodo golpeaban la tie-rra cubierta de hierbajos con incansable determinacin. Notranscurra ni un minuto sin que uno de ellos jurara mante-ner a Clawdeen a salvo, aunque fuera a costa de su propiavida. Habra resultado extremadamente agradable (romn-tico, incluso) si hubieran sido concursantes de algn progra-


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ma de citas. Pero teniendo en cuenta que se trataba de sus

hermanos, empezaba a resultar de lo ms irritante.Los pies me estn matando! gru Clawdeen con

aliento entrecortado.Howldon, tambin conocido como Don, el mayor de

los trillizos por una diferencia de sesenta y ocho segundos,volvi hacia atrs la cabeza y baj la vista, clavando sus ojosmarrn anaranjado en los botines de Clawdeen, dorados y

terminados en punta.Yo tambin te matara si me metieras en esas cosas

se gir en direccin a los matorrales que tena por delante.Es como si el zapatero hubiera dejado espacio para un solodedo del pie.

Howie, el trillizo de en medio, solt una risita. Si

Howleen, o Leena, la menor de los trillizos, hubiera estadopresente, habra reparado en el insulto de Don y lo habraduplicado. Leena cuyo apodo, no sin razn, rimaba condaina tena sus propios roces, gracias al ArrowheadBoot Camp, el campamento correccional. Mientras Claw-deen sufra de ampollas en los pies, el dolor de Leena deriva-ba de un sargento de instruccin, los silbatos a las cinco de

la maana y las terapias de grupo sobre el manejo de la ira.Aaah!. El solo pensamiento de la condena por un aoimpuesta a su demente hermana le proporcionaba consuelo.

No los fabric un simple zapatero! Clawdeen prc-ticamente escupi las palabras. Son un diseo de L.A.M.B.

L.A.M.B.? Como cordero, en ingls? Por esocorres tan maaaaaaaal? brome Clawnor. Le apodabanNino, en referencia al huracn El Nio, por su tendencia alas ventosidades.

Los hermanos Wolf soltaron una carcajada.


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Y cul es tu excusa, eh?, sinti ganas de preguntar

Clawdeen. Si bien conoca la respuesta. Su agudo odo cani-no detectaba las maldiciones que Nino farfullaba cada vezque tropezaba con una rama.

Ahora que el hermano pequeo de Clawdeen haba cum-plido trece aos, su pelaje iba brotando con rapidez. Las po-bladas cejas, patillas y matas de pelo negro de Nino ondulabansobre sus ojos oscuros como si de algas marinas se tratara.

Podra haberse solucionado con un par de pinzas o algn pro-ducto para el peinado; pero Nino se negaba rotundamente. Sehaba pasado la vida esperando ese pelaje de chico mayor y noestaba dispuesto a dejarse intimidar por unos cuantos latiga-zos en la cara hasta el punto de renunciar a sus greas.

Ay! gimote Clawdeen. El escozor de un taln al

rojo vivo aminor su vertiginosa carrera hasta el ritmo degalope. Saldrn bien las manchas de sangre en el cuero?Ojal estuviera aqu Lala. Ella lo sabra. Pero ninguna desus amigas se encontraba all. se era el problema bueno,uno de los problemas.

No te pares, Clawdeen insisti Rocks al tiempoque agarraba a su hermana por la mueca y tiraba de ella.

Las hojas y las sombras alargadas se difuminaban hasta con-vertirse en franjas de oscuridad. Ya casi llegamos.

Esto es ridculo Clawdeen corra de cojito mien-tras sujetaba el dobladillo de su vestido prpura anudado alcuello. Ni siquiera sabemos si nos estn persiguiendo y

Perdona, lo ridculo es que una chica se ponga a co-rrer con botines de cordero reclam l. Es evidente queestn hechos para pezuas, y no para los dedos del pie.

Los chicos se moran de risa. Clawdeen tambin podrahaber soltado una risita de no ser porque los pies le palpi-


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taban al estilo de la msica electrnica. En vez de eso, la

descabellada observacin de Rocks le sirvi de excusa paradetenerse y clavarle una mirada asesina.

Aunque llamado Howlmilton al nacer, este hermano deClawdeen, ms joven que ella, haba adquirido el apodo deRocks a causa de sus comentarios: el joven Wolf era un cabe-za dura (dura como una roca, es ms). Pero lo que le faltabade inteligencia se compensaba con velocidad: una velocidad

de cincuenta y seis kilmetros por hora que bata rcords ydejaba con la quijada abierta. Lo nico que tena que hacerpara permanecer en el equipo de atletismo del instituto yconservar su estatus de estrella era no bajar del mnimopara aprobar las asignaturas. Lo que cumpla a rajatabla,consiguiendo as que el miembro ms rpido de la familia

fuera tambin el ms lento.No se paren! vocifer Howie mientras los demsavanzaban a grandes pasos.

Tenan que soportar un montn de burlas por partede otros RAD a causa de sus nombres de pila. Aunque,para ser sinceros, ellos mismos los desaprobaban. Y es que,a ver, en qu estaban pensando sus padres? Los chicos

normis no se llamaban Norman, Norma, Normandy oNormiena. Entonces, qu necesidad haba de que los hijosde la familia Wolf llevaran los prefijos howl(aullido) oclaw (garra) en su nombre? Ser chica y tener el cuello pe-ludo ya resultaba bastante embarazoso. Es que sus padresno podan haber intentado, siquiera, que la vida resultaramenos humillante?

Rocks propin una traviesa palmada en el trasero deClawdeen.

Arre, cordero!


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Entre gruidos, Clawdeen volvi a avanzar cojeando,

mientras en silencio lanzaba maldiciones porque el da noestuviera resultando como estaba previsto.

Jueves, 14 de octubre, yo te maldigo! Me engaaste!De ahora en adelante, los aos tendrn trescientos sesenta ycuatro das para m.

Se supona que las cosas iban a salir de otra manera. Elplan pareca consistente. Despus del instituto y tras una se-

sin de rigurosa depilacin corporal, ella misma, Lala y Bluesubiran a bordo de una limusina que las trasladara hasta lasdunas de arena de Oregn. Una vez all, se reuniran con Cleoy con la directora de accesorios de Teen Vogue. En primerlugar, un equipo de peluqueros y maquilladores proporcio-naran a Clawdeen, Blue y Cleo elglamour de las modelos.

Siguiendo las indicaciones de Lala, los estilistas las engalana-ran con las joyas de valor incalculable desenterradas de latumba de la ta de Cleo. Acto seguido, el famoso fotgrafoKolin VanVerbeentengarden las fotografiara a lomos de uncamello para un reportaje de fondo sobre la alta costura deEl Cairo. Tras un brindis por sus respectivos futuros en elmundo de la moda, daran furtivos sorbitos de champn

tambin conocido como agua de las modelos y, a conti-nuacin, regresaran a Salem en la limusina. Pasaran el dasiguiente deleitando a sus compaeros de instituto con envi-diables ancdotas del set. Meses ms tarde, la extica bellezade las amigas estara a la venta en puestos de peridicos yrevistas por todas partes, impresa en papel satinado.

Pero el tro no lleg a las dunas de arena. No las acica-laron. No probaron el agua de las modelos. Y no aparece-ran retratadas en papel satinado.

Maldito seas, 14 de octubre!.


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Durante el trayecto hacia las dunas, Clawdeen, Lala y

Blue estaban buscando en la pantalla plana de la limusinael canal TMZ cuando se toparon con un programa especialllamado Monstruos de lo ms normales. Las presentaba alas tres, adems de a Clawd, el hermano de Clawdeen, y amuchos de sus amigos RAD. Se supona que ese atisbo a lavida secreta y nunca-antes-vista de los monstruos de Salemsolo se emitira si los rostros aparecan difuminados; sus vi-

viendas, oscuras; y sus nombres, omitidos.Pero ah estaba, claro como la luz del da. Y en alta

definicin, nada menos. Ni un solo difuminado. Ni un solocuadrado negro. Sus autnticas identidades esas que losRAD haban luchado para mantener ocultas durante genera-ciones estaban siendo difundidas por toda la ciudad. Aho-

ra, en vez de celebrar una fiesta de trapos, Clawdeen se veahecha un trapo y forzada a ocultarse, corriendo de cojitohasta el escondite de la familia Wolf.

El jueves 14 es el nuevo martes 13!.Sus rostros ya deban de estar en Internet y en AP Wire,

el servicio de comunicacin por cable. Y lo peor de todo?Seguro que Cleo de Nile, la ex mejor amiga de Clawdeen,

tena algo que ver con el asunto. Si se trataba de descubrir elpastel, ese pastel estaba lleno de grumos.

Grumo 1: Frankie Stein haba desempeado un papelimportante en la produccin de Monstruos de lo ms nor-males, granjendose as una enorme cantidad de puntos depopularidad entre los RAD. El estatus de abeja reina de Cleose hallaba amenazado, de modo que estaba decidida a aca-bar con Frankie.

Grumo 2: Cleo le haba dado la espalda a los RAD y, dela noche a la maana, se haba convertido en la mejor amiga


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de Bekka Madden, una normi dispuesta a destruir a Frankie

a toda costa por haberle robado a su chico.Grumo 3: Cleo se haba negado a participar en Mons-

truos de lo ms normales, lo cual demostraba que saba queel programa sacara a los RAD a la luz.

Era difcil imaginar a Cleo poniendo en peligro a la co-munidad RAD entera. Pero, como la madre de Clawdeensola decir, las personas inseguras hacen las cosas ms in-

concebibles. Mira a Britney Spears. Clawdeen lo pasabafatal cuando su madre, siempre tratando de estar a la ltimamoda, haca referencia a la cultura del pop; sobre todo cuan-do confunda el nombre de los famosos. Pero Harriet estabaen lo cierto: las inseguridades de Cleo, al igual que las deBritney, la haban llevado a hacer lo inconcebible.

Aun as, cmo fue capaz?.Clawdeen empez a ganar velocidad en un esfuerzo pordejar atrs su indignacin. El dolor de las ampollas reventa-das resultaba insignificante en comparacin con el tormentode una pualada trapera. Sus tacones se hundan en la tierrablanda, y su bra copa C se encontraba en estado turbu-lento. Unos tenis Puma y un sostn deportivo habran su-

puesto una enorme diferencia, pero Clawdeen se haba vistoforzada al exilio en el momento mismo en que se baj de lalimusina. Para entonces, el programa ya se haba emitido ylos RAD se estaban dando a la fuga.

No podamos haber preparado un par de bolsas deviaje, por lo menos? pregunt Clawdeen, arriesgndose aque la boca se le llenara de mosquitos.

Y no podras t no haber salido en la televisin? replic Don. El alumno del cuadro de honor haba dado enel blanco, como de costumbre.


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No saba que nos estaban engaando!

Pues deberas haberlo sabido gru l.Clawd tambin sali en el programa aadi Claw-

deen sin pizca de culpabilidad. Don jams se enfadara conClawd: era el mayor de los hermanos.

Sal para vigilarte terci aquel, falto de aliento. Ju-gador estrella de futbol americano, el sprintse le daba mejorque las distancias largas. Para asegurarme de que no era

una trampa.Y qu tal te fue? brome Howie.Clawd le propin un manotazo en el brazo en plan de

broma. Howie se lo devolvi.Clawdeen extraaba a sus amigas. No ms sesiones

de chismes, no ms risas descontroladas, ni intercambios de

ropa, ni piyamadas para ponerse mechas en el pelo, ni con-cursos de manicure, ni depilaciones con cera en el spa.Clawdeen apret los puos y corri an ms rpido.

Cada ramita que se quebraba bajo sus botines era un normiintolerante. Desterradas de nuestros hogares. Se acab In-ternet. Se acab la televisin. Se acab el footinga la orilladel ro escuchando la superlista discogrfica de Blue. Obli-

gadas a escondernos. A vivir asustadas. Clawdeen acelerla marcha. Crac. Crac. Crac.

Los pjaros, presas del pnico, remontaban el vuelo.Los roedores regresaban a sus madrigueras. Las hojas cru-jan.

Ya se divisaba el claro. All estara Harriet, la madre delos Wolf, ansiosa por poner a salvo a sus hijos.

Quiz deberamos recoger a mam y volver a casaaventur Clawdeen. Quiz sea hora de defendernos pornosotros mismos en lugar de tener miedo


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No tenemos miedo, para nada asegur Howie.

Pap nos encarg que cuidramos de mam y de ti mientrasest de viaje, eso es todo.

Clawdeen puso los ojos en blanco. Era la misma histo-ria de siempre. Se supona que los chicos tenan que protegera las chicas. Pero esta chica en concreto no quera protec-cin. Lo que quera era volver a casa y enfrentarse a Cleo.Quera mirar el correo y comprobar si alguien haba respon-

dido a la invitacin de sus Acaramelados Diecisis (porque aninguna chica le gusta eso de dulces diecisis, verdad?).Quera darse una ducha larga y caliente.

Ustedes, chicos, se quedan con mam; yo me regresosentenci.

Ni hablar. Somos una manada repuso Clawd,

y la manada nunca se separa terminaron los de-ms al unsono, con una nota de burla en la voz.

Sigan adelante. Ya casi llegamos instruy Clawd.Clawdeen se mordi el labio inferior y obedeci sin

chistar. Pero su tolerancia a que la trataran como a una niapequea se iba desgastando a la par que sus calcetines. Ya

estaba bien de protegerla a ella. Qu pasaba con la casafamiliar? Con los derechos individuales de los Wolf? Conla libertad de todos ellos? Eso s que necesitaba proteccin,mucha ms que Clawdeen.

La atltica silueta de Harriet se divis en la distancia.Como de costumbre, hizo seas con la mano para que sus hi-jos avanzaran y, en silencio, los anim a que se apresuraran.Siguiendo las indicaciones, Clawdeen aceler el paso, peroel instinto de huida no acababa de surtir efecto en ella. Msbien deseaba plantar sus tacones firmemente y enfrentarse a


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la lucha. Por qu no? Apenas quedaban unas semanas para

su decimosexto cumpleaos, era demasiado mayor para se-guir a la manada. Haba llegado el momento de ponerse almando de su propia vida, de demostrar a su familia que eraalgo ms que un pelaje brillante.

Haba llegado el momento de que esta loba y sus zapa-tos de cordero se descarriaran.

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