Rasgos de sujeto político en jóvenes universitarios

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=139029743011 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Díaz Gómez, Álvaro; Carmona M., Olga Lucía Rasgos de sujeto político en jóvenes universitarios Tesis Psicológica, vol. 8, núm. 2, julio-diciembre, 2013, pp. 164-177 Fundación Universitaria Los Libertadores Bogotá, Colombia ¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista Tesis Psicológica, ISSN (Versión impresa): 1909-8391 [email protected] Fundación Universitaria Los Libertadores Colombia www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Daz Gmez, lvaro; Carmona M., Olga Luca

    Rasgos de sujeto poltico en jvenes universitarios

    Tesis Psicolgica, vol. 8, nm. 2, julio-diciembre, 2013, pp. 164-177

    Fundacin Universitaria Los Libertadores

    Bogot, Colombia

    Cmo citar? Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

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    Political subject features in university youths*

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    * El presente artculo forma parte del proyecto de investigacin: Emergen-cia de sujeto poltico a travs de expresiones de jvenes universitarios. (cdigo 1-101) realizado entre el 2010 y el 2011. Financiado por la Vi-cerrectora de Investigaciones Innovacin y Extensin de la Universidad Tecnolgica de Pereira, Colombia.

    ** Doctor en Ciencias Sociales Niez y Juventud. Profesor asociado de la Universidad Tecnolgica de Pereira. (Colombia). Correspondencia: [email protected]

    *** Magster en Comunicacin Educativa, Universidad Tecnolgica de Pe-reira. Profesora Asociada de la Universidad Tecnolgica de Pereira. (Co-lombia). Correspondencia: [email protected]

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    Rasgos de sujeto poltico en jvenes universitarios*

    RESUMEN

    Se presentan los resultados de una investigacin cuyo objetivo fue identificar y analizar la emergen-cia y constitucin de sujetos polticos en jvenes universitarios. Se desarroll un diseo metodol-gico mediante ocho fases 1) Participacin investi-gativo-administrativa en la convocatoria institucio-nal universitaria para la financiacin de proyectos. 2) Consenso para el delineamiento de la propuesta investigativa. 3) Construccin de marco terico. 4) Precisin del grupo de jvenes con quienes se in-teractu. 5) Definicin de tcnicas y construccin de instrumentos para la recoleccin de las expe-riencias y saberes de los jvenes. 6) Recoleccin de tales experiencias y saberes. 7) Significacin de lo vivido y enunciado por los jvenes. 8) Presenta-cin de resultados ante comunidades acadmicas. Los resultados permiten ver categoras duales que se entrecruzan, no son excluyentes, pero marcan matices en su presencia: Desconocimiento/des-informacin; apata/desinters; poca educacin poltica/demasiado entretenimiento; represin/miedo; desinstitucionalizacin/despolitizacin. De all se concluye que los resultados evidenciados dan cuenta de un desinters de parte de los jvenes encuestados por los asuntos pblicos; cierta indi-ferencia, irreverencia, apata y rebelda, caractersti-cas que definen a los jvenes y que en ocasiones, les han servido para desafiar lo instituido y generar posiciones polticas importantes que han desenca-denado acontecimientos trascendentales.

    Palabras clave: Cultura, poltica, investigacin, identidad.

    Recibido: abril 9 de 2013Revisado: abril 16 de 2013

    Aprobado: mayo 28 de 2013

    ABSTRACT

    We present the results of a research whose ob-jective was to identify and to analyze the emer-gency and constitution of political subjects in university youths. A methodological design was developed by means of eight phases "1) Researching-administrative participation in the University institutional convocation for pro-jects financing. 2) Consent for the researching proposal building. 3) Construction of theoreti-cal mark. 4) Precision of the young group with whom we interact. 5) Technics definition and instruments construction for youths' experien-ces and knowledge gathering. 6) Experiences and knowledge gathering. 7) Significance on li-ved and enunciated by young people. 8) Results Presentation before academic communities. The results allow seeing dual categories that inter-sect, are not excluding, but mark shades in their presence: Ignorance / disinformation; apathy / indifference; poorpolitical education / too much entertainment; repression/fear; deinstitutiona-lization/depoliticization. From there we can conclude how the results evidence indifference on behalf of the interviewed youths, for public matters. Characteristics like indifference, irre-verence, apathy and rebelliousness that define young people and, in occasions, they have used to challenge the instituted thing and to generate political important positions that have unchai-ned transcendental events.

    Key words: Subject, politics, researching, identity.

    Como citar este artculo: Daz, A. & Carmona, O. L. (2013). Rasgos de sujeto poltico en jvenes universitarios. Revista Tesis Psicolgica, 8 (2), 164-177.

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    Introduccin

    Los jvenes son asumidos socialmente de di-ferentes maneras, segn coyunturas, actores o escenarios. As, en una perspectiva de polos tensionales (dentro de los cuales hay matices y caben otras clasificaciones) estos pueden ser reconocidos como:

    1. Potencia poltica y esperanza transformado-ra. Como ocurri en el ao 2011 cuando se hicieron visibles para protagonizar lo que se denomin la primavera rabe donde ellos fueron protagonistas y eje central para el de-rrocamiento del gobierno y del presidente egipcio; las movilizaciones en Irak; la -para ese momento prometedora- movilizacin en Libia; las concentraciones del movimien-to de los indignados en Espaa o tambin llamado Movimiento 15 M dado su ini-cio el 15 de mayo del 2011 en Madrid. Este, aunque no es un movimiento exclusivamen-te juvenil, si est constituido por ellos, por lo que los concentrados en esta miniciudad se enmarcan en un movimiento ciudadano, apartidista, heterogneo, con todo tipo de ideologas polticas y edades que no se rigen por leyes sino por normas de convivencia votadas y consensuadas en la asamblea (Peridico La Tarde, 2011); las concentra-ciones en Wall Street; el proceso de los j-venes canadienses, en particular los de Que-bec, quienes a mayo del 2012, llevaban 120 das de protesta contra los subsidios a las tasas universitarias que subiran en un 75%; el movimiento de los jvenes mexicanos conocidos como yo soy el 132 quienes protestaban por las acciones de corrupcin del gobierno y el abuso de los dueos de los medios de comunicacin al imponer las agendas polticas y candidatos presidencia-les; el movimiento estudiantil de los pin-ginos en Chile; para el caso de Colombia la movilizacin de los estudiantes universi-

    tarios en defensa de la educacin pblica y en contra de una reforma unilateral por par-te del gobierno, de la ley 30 de 1992, cono-cida como ley de educacin superior, lo que condujo a un paro estudiantil de dos meses y con ello al retiro de la propuesta del con-greso de la repblica y el fortalecimiento de un mecanismo de participacin que crearon los estudiante bajo el nombre de Mesa Am-plia Nacional Estudiantil (MANE). Estos movimientos van adquiriendo su particu-laridad en la dinmica de las acciones que les son propias, a la vez que se nota la ten-dencia a la vinculacin de personas de otras edades, por lo que se presenta una protesta social intergeneracional donde los jvenes llevan la iniciativa y demarcan formas nue-vas de actuacin poltica.

    2. Potencia peligrosa y estigmatizada. Los j-venes tambin son estigmatizados de for-ma negativa y se les atribuye ser la causa de todos los males de la sociedad por lo que se les debe controlar como ha ocurrido en los diferentes lugares donde protestan. As sucedi en las manifestaciones de agos-to del 2011 en Londres, frente al anuncio de los recortes al presupuesto nacional, lo que dej ms de 1.500 detenidos, millona-rias prdidas econmicas y un debate sobre cmo entender y frenar el vandalismo juve-nil (Gaona, 2011).

    Tal control se realiza, para el caso de Colombia, aun en las dinmicas ms cotidianas como ha ocurrido con los alcaldes de algunas poblacio-nes y ciudades de Colombia quienes han decre-tado toque de queda para aquellos jvenes que estn en la calle despus de determinada hora, que en ninguno de los casos puede ser despus de las 11 p.m. As ha ocurrido con el alcalde de Cali, quien decret en enero del 2012, toque de queda entre las 11:00 p.m. y las 5.00 a.m. contrariando la propuesta del jefe de poli-ca que peda que la medida rigiera despus de

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    las 9.00 p.m. Luego, en septiembre del mismo ao y con motivo del da del amor y la amistad, el alcalde mayor de la ciudad de Bogot prohi-bi que los menores de edad y en esta cate-gora se encuentran algunos jvenes- estuvieran en la calle o sitios pblicos, an en compaa de sus padres o un adulto, El entusiasmo es total. La casa por crcel para los jvenes puede ser una idea contagiosa (Gaviria, 2012, p. 23).

    Estas experiencias sociales de expresin polti-ca de los jvenes y de control sobre los mismos, son investigadas, teorizadas y documentadas permitiendo tener perspectiva sobre las mane-ras como los jvenes van siendo sujetos polti-cos. Zarzuri (2011) presenta diez y seis artculos de autores de cinco pases latinoamericanos y uno europeo, que muestran experiencias inves-tigativas y reflexivas sobre desafeccin poltica juvenil, participacin poltica juvenil, formas de ciudadana de los jvenes, jvenes e identidad poltica, sentimientos y sensibilidades en la ac-cin colectiva con jvenes, los jvenes como sujetos polticos, jvenes y educacin superior. En ellos se muestran tendencias tericas, es-pacios de actuacin, lgicas de participacin, estrategias de accin poltica de los jvenes, todo ello en pluralidad y cierta convergencia terico-prctica.

    Tambin en los espacios regionales y locales se ve la participacin de los jvenes como se puede reconocer en las seis experiencias de participacin poltica alternativa que se encuen-tra documentada en Ospina, Alvarado, Botero, Patio y Cardona (2011) que muestran las ma-neras de participacin poltica del movimien-to indgena lvaro Ulcu Chocu en Cauca; la red Juvenil de Medelln; las experiencias de comunicacin alternativa, de jvenes en Manizales; las maneras en que las mujeres j-venes participan mediante la ruta Pacfica en Pereira; los ecoclubes en Manizales; el pro-grama de nios, nias y jvenes constructores

    y constructoras de paz en Crdoba; y la ex-periencia del colectivo Minga del pensamiento en Cali. Como se aprecia, son distintos tipos de jvenes con variadas experiencias y maneras de vivir la poltica. Por lo tanto, ni todos los jvenes participan en poltica, ni todos son in-diferentes a la misma.

    Metodologa

    Como en todo proceso de investigacin, ahon-dar en la pregunta/problema implica hacer un camino, construir un itinerario, es decir: hacer el mtodo. Sobre este hemos planteado las siguien-tes caractersticas (Daz, Carmona & Salamanca, 2011): es uno de los aspectos originales en los procesos investigativos pues da cuenta de la ma-nera especfica como el investigador asumi el problema terico; es el camino que ha andado el investigador y que le permite mostrar cmo hizo lo que hizo; no es accin instrumental, aunque la complementa, es proceso de pensamiento, accin de pensar; nos muestra el ordenamiento lgico que desde la racionalidad particular del investigador se hace del caos y la complejidad propia del mundo real del cual, l da cuenta; se presenta escrituralmente de forma lineal, aun-que en la vida viva de la accin investigativa es de contingencias; no hay un mtodo universal, lo que obliga a que cada quien d cuenta del mto-do que ha construido y con ello la metodologa que le sirve de soporte.

    Por lo tanto, en nuestro caso, el diseo meto-dolgico se operacionaliza mediante ocho fases que se entrecruzan y superponen de manera bucleca, estas son:

    1. Participacin investigativo-administrativa en la

    convocatoria institucional universitaria para la finan-

    ciacin de proyectos. 2. Consenso para el delinea-

    miento de la propuesta investigativa. 3. Construccin

    de marco terico. 4. Precisin del grupo de jvenes

    con quienes se interactu. 5. Definicin de tcnicas y

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    construccin de instrumentos para la recoleccin de

    las experiencias y saberes de los jvenes. 6. Recolec-

    cin de tales experiencias y saberes. 7. significacin de

    lo vivido y enunciado por los jvenes. 8. Presentacin

    de resultados ante comunidades acadmicas (Daz &

    Salamanca, 2012, p. 111).

    Tal diseo fue emergiendo a partir y para dar cuenta de la siguiente pregunta de conocimien-to que orient la investigacin Cmo emergen los jvenes universitarios en cuanto sujetos polticos? Esta se complement con dos ob-jetivos: Identificar y analizar la emergencia y constitucin de sujetos polticos en jvenes uni-versitarios, y reconocer las expresiones polticas de los jvenes en la Universidad Tecnolgica de Pereira (UTP). En el presente texto, se dar cuenta de ste objetivo.

    Como parte de las ocho fases enunciadas, se construyeron tres instrumentos (Daz, Carmona & Salamanca, 2011) a saber:

    1. Un ejercicio reflexivo individual denomina-do quin soy como sujeto y como sujeto poltico? concretado mediante una activi-dad ldica: la figura humana. En cuanto no es posible saber quin es el otro si este no se enuncia, se deben buscar dispositivos comunicacionales que permitan que el otro, en este caso los jvenes universitarios, ex-presen sus ideas respecto de quines son.

    2. Un estudio de caso denominado la Univer-sidad Popular del Otn (UPO) donde se describi una situacin tpica, derivada de un conflicto por el aumento de las matr-culas en una universidad pblica, oblig a que el participante se colocara en el lugar del otro mediante un juego de roles. Cada uno particip en alguna de las siguientes si-mulaciones: una mesa negociadora respon-sable de hablar con el estamento institucio-nal; una marcha hasta la plaza principal de la ciudad como mecanismo de presin a las

    directivas; el bloqueo de las vas aledaas a la universidad y la utilizacin de acciones de fuerza para generar mayor impacto y llamar la atencin. Por su parte, un cuarto grupo se asumi como pacifista y rechaz los m-todos coercitivos planteando la realizacin de expresiones simblicas, artsticas y cul-turales tales como desnudos, performan-ces y una toma cultural de la Universidad como una va ms efectiva para lograr los objetivos; el quinto grupo decidi apoyar a las directivas y estar en contra de los estu-diantes que pensaran distinto, mientras que un ltimo grupo opt por irse para la casa argumentando que ese no era asunto de ellos. Cada grupo deliberaba y construa un libreto tpico que expresar la situacin correspondiente, ponindola en comn y discutiendo lo que de ella se derivaba.

    3. Un cuestionario individual con preguntas semi estructuradas y compuesto por los siguientes ejes conceptuales: Participacin, aluda a la pertenencia a grupos u organiza-ciones polticas; Nociones, haca referencia a las ideas que tenan sobre poltica; Accio-nes, buscaba determinar las formas en que la accin poltica se accionaba o se haca evidente; Valoracin de la accin poltica, se pretenda conocer el inters que le daban a esta. Cada eje estuvo compuesto por sendas preguntas para un total de 25 ideas orienta-doras. Como este es el instrumento que nos permiti recoger la informacin algunos de cuyos apartes presentamos en el presen-te artculo- describiremos el procedimiento para su elaboracin.

    Durante el proceso investigativo y un ao antes de la elaboracin de los instrumentos habamos creado un espacio de reflexin al que denomi-namos seminario permanente de investiga-cin en el cual discutamos semanalmente te-mas, textos, problemas de lo que constituira el marco de referencia conceptual y por lo tanto la

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    demarcacin que orientara nuestras reflexiones y el anlisis de la informacin. Esta demarca-cin permiti que cuando tuvimos necesidad de elaborar el cuestionario existieran unos ele-mentos tericos que complementaban nuestra formacin previa y nos ubicaban en un hori-zonte comn, que no significa homogneo. Por lo tanto, cada investigador propuso, mediante lo que se denomina una lluvia de ideas una estructura de cuestionario con las respectivas preguntas. Estas fueron sometidas a debate por parte de los otros investigadores, cotejadas con cada versin presentada, cruzadas con las cate-goras que se iban decantando y seleccionando hasta tener un listado de preguntas.

    Se realiz una mirada de segundo orden para ver la lgica de lo emergente, la posibilidad de agrupacin temtica, la gramtica de las pre-guntas, su consistencia y se reconoci la posi-bilidad de tener un cuestionario con cinco ejes conceptuales: participacin, nociones, acciones, valoracin de la accin poltica, e inters por lo poltico, cada uno con el nmero de preguntas que la agrupacin permitiera, para un total de veinticinco tems. De esta manera el instrumen-to se objetiviz y adquiri validez interna.

    Para valorar la validez externa se asumi el jui-cio de expertos realizado por dos investigado-res no pertenecientes al proyecto, conocedores del tema y con experiencia investigativa. A ellos se les remiti el cuestionario junto con el pro-blema de investigacin y los objetivos para que de forma escrita conceptuaran sobre la cohe-rencia entre los distractores y la sensibilidad del cuestionario para captar lo que se pretenda. Estas opiniones de los pares colaborativos se debatieron al interior del grupo investigador y se asumi lo pertinente.

    Con ello se ajust el cuestionario y se procedi a realizar una aplicacin conocida como prueba piloto- directamente con jvenes universitarios

    para reconocer desde sus lgicas la pertinencia de este instrumento, ampliando y profundizan-do la validez interna del cuestionario. De aqu se precis cmo algunas preguntas no eran per-tinentes, otras no eran entendidas por los parti-cipantes, unas ms pedan definiciones tericas a la manera de un examen. El hecho de tener que explicitar su opinin y dar respuesta no a una, ni a dos, sino a varias preguntas, gener comentarios como: No profeeste cuestio-nario est muy largo, lo podemos traer re-suelto la prxima vez que nos veamos?, Hay muchas cosas de aqu que no entiendo, estos comentarios nos llevaron a ajustar el cuestiona-rio nuevamente. De all surgi la versin final.

    Muestra

    En nuestra experiencia investigativa hemos reconocido que existen diferentes grupos con los cuales se pueden concretar los procesos de recoleccin de informacin, pudiendo ser ex-ternos y lejanos a nuestras acciones cotidianas, o que formen parte de ellas. Igual, hemos va-lorado que los grupos de estudiantes con los cuales interactuamos en el plano de la docencia son potenciales participantes de proyectos de investigacin, ya sea porque dan informacin, forman parte de semilleros de investigacin, son coinvestigadores o desarrollan cualquier otro rol en los proyectos investigativos. Por eso optamos por asumir como muestra a los grupos de estudiantes de nuestras asignaturas, en este caso de Humanidades. As, la muestra resulta siendo aleatoria en cuanto cualquier es-tudiante puede ser seleccionado como partici-pante y focalizada, en tanto delimitamos a los jvenes de una universidad pblica.

    En el presente caso se dar cuenta de lo informa-do por aquellos estudiantes que cursaban la asig-natura Humanidades II en lo que administrativa-mente denomina la Universidad Grupos 13 y 17 y conformados por 80 jvenes con edades entre

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    los 19 y 22 aos, quienes se formaban en dis-tintas especialidades de la ingeniera: Elctrica, Industrial, Mecnica, Fsica y de Sistemas; la mayora de ellos corresponden socioeconmi-camente a los estratos 1, 2, 3.

    Procedimiento

    En cualquier proceso investigativo en el que in-tervengan personas median unos valores sociales y unos criterios ticos, siendo el bsico, recibir el consentimiento informado de los participantes. Como prembulo y sensibilizacin, se incorpo-r dentro del programa del curso, una unidad acadmica sobre juventud y poltica; de tal ma-nera se realizaba la familiarizacin y acercamien-to al tema. Al iniciar el desarrollo se les inform a los jvenes sobre el contexto general de la in-vestigacin y la simultaneidad entre la forma-cin acadmica y el despliegue del proyecto. Se les precis qu es un proyecto, cmo se produce conocimiento cientfico, las lgicas generales del mismo y con ello la forma administrativa que asume desde el Grupo de Investigacin Arte y Cultura. Este grupo aborda cuatro lneas de in-dagacin, una de ellas es Socializacin Poltica y Cultura Poltica a la que se adscribe el proyecto Emergencia de Sujeto poltico a travs de las expresiones de jvenes universitarios. Se hizo una presentacin detallada del proyecto de in-vestigacin y se debatieron las ideas y dudas que ellos presentaron recibiendo la aprobacin para realizar las actividades establecidas en el proceso de recoleccin de informacin.

    En la siguiente sesin de clase, se les entreg el cuestionario, explicndoles su estructura gene-ral y orientndolos respecto a cmo contestarlo. Se les ratific que era una actividad voluntaria, que no tena una calificacin dentro de la asig-natura y que el tiempo de respuesta era abierto pues cada uno tena sus propias experiencias y ritmos, por lo que se tenan las dos horas de la clase para detenerse en el instrumento.

    Entendidas las orientaciones y ratificando la voluntad personal de participar, cada uno res-pondi su respectivo formato.

    Una vez recibidos los cuestionarios se hizo su lectura y se extrajeron las narrativas ms recu-rrentes y que permitan reconocer las expresio-nes polticas de algunos jvenes universitarios de la Universidad Tecnolgica de Pereira. Los sentidos que hemos construido a partir de ellos se presentan a continuacin.

    Resultados

    No me importa lo que piensa la gente de m Que si traigo el pelo de alguna manera, Porque me gusta traerlo as Que por qu escucho este tipo de msica Si es la que me gusta... or Critican todo lo que ven en m Inventan chismes que no son ciertos Con quin hablo, con quin salgo, con quin ando Que te importa es mi vida Si yo no le hago dao a nadie Quin eres t para decirme cmo vivir Quin eres t? Me vale lo que piensen, hablen de m Es mi vida y yo soy as

    Me vale de MAN Presentaremos algunos resultados en trminos de las siguientes categoras duales que se entre-cruzan, no son excluyentes, pero marcan matices en su presencia: desconocimiento/desinforma-cin; apata/desinters; poca educacin poltica/ demasiado entretenimiento; represin/miedo; desinstitucionalizacin/ despolitizacin.

    Desconocimiento / desinformacin

    A pesar de que en la poca contempornea se cuenta con mayores oportunidades y re-cursos para mantenernos informados desde los medios masivos y las TIC, predominan

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    las condiciones de incomunicacin. Aunque dominan las tecnologas, en la mayora de las ocasiones los jvenes las usan para fines di-ferentes a la de la poltica, tales como: estar entretenidos, bajar programas, videos, msica, juegos, chatear.

    La participacin en blogs con temas polticos es escasa y no es frecuente que asuman posi-ciones polticas a travs de estos recursos. Si bien es cierto que estos dispositivos de comu-nicacin ayudan en la ampliacin de la infor-macin y crean mareas de opinin, lograr su movilizacin fsica an es difcil. En ste sen-tido uno de los jvenes expresa: Actualmente el acceso a la informacin es muy fcil, las redes sociales, los blogs, los mails, chats, hacen que los jvenes estn ms interesados en conocer y opinar sobre aspectos po-lticos, sin embargo an falta mucho para que todas las intenciones se cristalicen en acciones.

    La desinformacin poltica en que viven los jvenes, los mantiene entretenidos y alejados de sus propias realidades a las que ya no re-conocen como propias. Se evidencia que en asuntos jurdicos, normatividades, derechos y deberes, manifiestan gran desconocimiento. Se se va formando un sujeto que en voz de uno de los jvenes: No tengo ni idea qu es una constitucin poltica, y no estoy muy seguro sobre quin hace las leyes.

    Solo cuando surge un problema o sienten que se les vulnera un derecho que les afecta direc-tamente, la copa se derrama y se pronuncian o manifiestan con prcticas circunstanciales que demarcan los acontecimientos que provee el contexto, as se lee en uno de ellos:

    Participamos poco o nada, muchas veces vemos

    aquella participacin como una tarea, como un com-

    promiso que nos puede quitar tiempo, preferimos

    participar en cosas ms libertinas, de goce, los jve-

    nes no nos preocupamos por el futuro de la sociedad,

    slo nos interesa vivir el instante sin restricciones.

    Cuando se afectan directamente sus intere-ses surge la participacin. As lo evidencian los ltimos acontecimientos en el mundo. La participacin juvenil ha emergido dadas las fuertes presiones de la coyuntura econmica y poltica, lo que ha desatado que los jvenes, en particular los estudiantes, se asuman par-ticipativamente y con ello se perfilan como sujetos polticos.

    El caso de los estudiantes en Chile, con la jo-ven Camila Vallejo liderando las protestas, de los jvenes estudiantes Colombianos a travs de la MANE, o el propio caso del movimiento estudiantil de la Universidad Tecnolgica de Pereira, son muestras de ello. Cuntos aos de silencio e indiferencia debieron pasar, sin que se hiciera o dijera nada al respecto, slo ahora, cuando los estudiantes se ven compelidos a pagar para acceder a la educacin superior o perciben la inminente exclusin del sistema, determinan que hay que hacer algo, que est en ellos asumirse como sujetos polticos y ser parte de la solucin:

    Al carecer de vas de canalizacin estables, nuestro

    deseo de asociacin tiende a liberarse en explosiones

    aisladas y de corta vida, como todas las explosiones.

    Suele ofrecerse salida por medio de carnavales de

    compasin y caridad; a veces a travs de estallidos de

    hostilidad y agresin contra algn recin descubierto

    enemigo pblico. (Bauman, 2002, p. 11).

    Apata / desinters

    Los jvenes parecen habituados a ver la ciudad en pocas electorales atiborrada de campaas polticas, rostros y slogans de campaa que les generan comentarios sobre la forma en que cada temporada las paredes y espacios pblicos

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    se prestan para ser el escenario de una puesta en escena, que en cambio de alimentar el nimo o el inters por lo pblico, genera desazn e impo-tencia porque todo sigue igual o peor. Entonces, la opcin cmoda es rendirse y dejar pasar, ani-mar el espectculo con un chiste o un comenta-rio, pero dejar pasar, porque las diferentes pro-puestas de campaa no se diferencian la una de la otra, ni de lo que usualmente se promete.

    En esta categora dice uno de los jvenes:

    La participacin de los jvenes en la actualidad es

    nula, muchos de los jvenes no conocen mucho de

    este tema, entonces piensan que con darle el voto a

    alguien, esa persona va a velar por sus derechos y eso

    es mentira.

    Habra que aceptar que, de alguna manera, los jvenes tienen razn en lo que plantean, acos-tumbrados a leer la poltica en los trminos que la narran los medios de comunicacin, optaron inclusive, por hacer caso omiso a lo que bien o mal les dicen lo noticieros que son los que dan cuenta de cmo se mueve la Cosa Poltica, al menos as lo expresa uno de ellos: Veo televi-sin, pero nunca los programas donde se transmiten los debates del Congreso, y tampoco noticias, siempre es lo mismo, por eso prefiero pelculas o realitys.

    Como se reconoce, la poltica pierde la centra-lidad que pudo haber tenido, el reality ahora ocupa su lugar, no se diferencia entre lo uno y lo otro, lo que es comn se banaliza y se pre-senta cierta desesperanza aprendida, expresada en opiniones como la siguiente: No creo en la poltica porque el pas nunca cambia.

    Mirado lo anterior desde un punto terico, se encuentran aproximaciones explicativas en los siguientes trminos Si se desea descubrir el origen de la creciente apata poltica no es ne-cesario buscar ms all. Esta poltica premia

    y promueve el conformismo. Y conformarse bien podra ser algo que uno no puede hacer solo; entonces, para qu necesitamos la pol-tica? Para conformarnos? Por qu molestar-nos si los polticos de cualquier tendencia, no pueden prometernos nada, salvo lo mismo? (Bauman, 2002, p. 9).

    Poca educacin poltica / demasiado entretenimiento

    El Sistema Educativo hace muy poco para for-mar polticamente a sus jvenes, no es sino mi-rar la mnima cantidad de crditos e intensidades horarias que se les adjudica a asignaturas como competencias ciudadanas, ciencias sociales o hu-manidades. Una de las razones para ello la pode-mos encontrar en lo planteado por Nussbaum (2010) cuando nos conduce a la reflexin de cmo la educacin orientada a la obtencin de recursos econmicos ha desplazado a la edu-cacin para la ciudadana, por ello al marginar las humanidades de los programas de estudio lo nico que se ha logrado es el descuido del pen-samiento crtico, la empata y la comprensin de la injusticia. La evidencia se hace explcita en las siguientes versiones de los jvenes:

    En mi carrera no veo sino un curso de Humanidades,

    y slo este semestre hemos tocado el tema de la po-

    ltica (...) A las Humanidades y a la reflexin sobre la

    poltica y los problemas sociales se les ha visto como

    materias costuras.

    Por ello, coincidimos con el planteamiento res-pecto del cual:

    Los especialistas en educacin para el crecimiento

    econmico no se limitan a hacer caso omiso de las

    disciplinas artsticas y humansticas. En realidad les

    tienen miedo, pues el cultivo y desarrollo de la com-

    prensin, resultan especialmente peligrosos frente a

    la moral obtusa, que a su vez es necesaria para po-

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    ner en prctica los planes de crecimiento econmico

    que ignoran la desigualdad. Resulta ms fcil tratar a

    las personas como objetos aptos para ser manipula-

    dos si uno nunca aprendi a verlas de otra manera

    (Nussbaum, 2010, p. 46).

    Ahora bien, esto sin tener en cuenta el proble-ma mayor: la poca inversin de recursos eco-nmicos en el sistema educativo que termina por excluir a aquellos que no tienen con qu pagar una mejor educacin, y conduce adems, al desmoronamiento de su calidad. De all los siguientes planteamientos de los jvenes: Yo pensaba que los cursos de Poltica y Derechos slo se vean en las facultades de Derecho.

    Por ello, Nussbaum (2010) plantea cmo los programas relacionados con las artes y las hu-manidades estn sufriendo recortes en todo el mundo, para dar lugar al desarrollo de la tcni-ca. Por lo que, por ejemplo, en la India los pa-dres se sienten orgullosos de sus hijos tecnlo-gos o administradores, avergonzndose de los que eligen estudiar literatura, filosofa, poltica, pintura danza o canto. Igualmente, en Estados Unidos los padres avanzan cada vez ms rpido en esa misma direccin, lo que va generando una educacin instrumental que le teme al de-sarrollo del pensamiento, por lo que se lee de parte de uno de los jvenes: Algunas veces los cursos donde se habla sobre lo poltico son aburridores porque ponen a leer unos textos muy complicados.

    Lo anterior conlleva a las advertencias que ya han realizado pensadores actuales e influyen-tes, en el sentido de que Ninguna sociedad que olvida el arte de plantear preguntas o que permite que ese arte caiga en desuso puede encontrar respuestas a los problemas que la aquejan, al menos antes de que sea demasia-do tarde y las respuestas, an las correctas se hayan vuelto irrelevantes (Bauman, 2010, p. 14). As, priorizando la formacin tcnica

    tecnolgica, se excluye del espacio acadmico la oportunidad para el debate y el dilogo y con ello muere toda posibilidad de construc-cin o reconstruccin de lo pblico, de lo que concierne a todos.

    Represin / Miedo

    El miedo es la caracterstica comn de las ciu-dades contemporneas donde predominan la inseguridad, la represin, la inminencia de ser vctima de la delincuencia comn, de los conflictos y atentados terroristas, la guerra, la inseguridad, la desproteccin, la prdida del empleo, todo propicia planteamientos como el presentado por uno de los jvenes participan-tes de la presente investigacin: Hay que tener cuidado al participar o inmiscuirse en grupos, porque uno nunca sabe qu gente es la que est all.

    As, el joven en cuanto potencial ciudadano ac-tivo se siente amenazado, con miedo y descon-fianza, perdiendo su poder.

    Los ciudadanos no deciden ya las polticas que presi-

    den su vida. El valor o prdida de valor de sus aho-

    rros, las condiciones en que sern tratados como an-

    cianos, sus ingresos, el alcance de sus pensiones de

    jubilacin, la viabilidad de las empresas en las que

    trabajan, la calidad de los servicios de la ciudad que

    habitan, el funcionamiento del correo, la enseanza

    que reciben sus hijos, los impuestos que soportan y

    su destinoTodo ello es producto de decisiones en

    las que no cuentan, sobre las que no pesan, adopta-

    das por poderes inasequibles y a menudo inubicables.

    Que golpean con la inevitabilidad de una fuerza de

    la naturaleza. Y los ciudadanos votan. Pero su voto

    no determina ningn programa de gobierno (Capella,

    2005, p. 130).

    El miedo al fracaso, a la participacin, a la re-presin va generando y es generada por socie-dades disciplinadas donde ni la propia vida nos

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    pertenece. Estamos sujetos y sujetados a pol-ticas establecidas que al parecer nadie sabe de dnde provienen,

    La humanidad ha aprendido a convivir con ciertas

    dosis de miedo e inseguridad, para lo cual ha sido

    decisiva la administracin que cada individuo logra

    hacer de ste y el uso social, ya que el miedo, bien

    manejado, puede resultar altamente productivo o a la

    inversa, ser la base para que quienes ofrecen protec-

    cin ejerzan un control extremo sobre las personas

    (Angarita, 2011, p. 91).

    Lo anterior se evidencia en uno de los relatos de los jvenes: Los padres de familia se preocupan por lo que hacen los hijos en la universidad, y con los ltimos acontecimientos, mis paps prefieren que yo no vaya a la universidad cuando se arma un alboroto.

    Particularmente en Colombia, en los ltimos aos, se ha generado la idea de la necesidad de dar prioridad a una poltica de Estado que ga-rantice la seguridad, el orden. Conferir a las incurables preocupaciones por la seguridad in-dividual la forma de una urgente lucha contra el crimen real o potencial -defendiendo, de esa manera, la proteccin pblica- es una estratage-ma poltica efectiva que puede redundar en in-gentes beneficios electorales. (Bauman, 2010, p. 61). Producto de este imaginario se legiti-m lo que se denomin Poltica de Seguridad Democrtica, la que finalmente termin res-tringiendo muchas de las libertades pblicas y vulnerando los Derechos Humanos.

    Los Falsos Positivos, cuyas vctimas en su ma-yora fueron jvenes de sectores populares, son el producto de una poltica denominada Seguridad Democrtica que llev el miedo a otros espacios. Las universidades pblicas no fueron ajenas a ello, los estigmas que las acom-paaron dieron pie para que se pensara en la represin de las protestas estudiantiles con el

    pretexto de que estas estaban infiltradas y de-pendan de grupos guerrilleros. As se va gene-rando la negacin a participar y se afianza el te-mor a la represalia, expresado en ser lesionado, vulnerado, excluido o sancionado. Al respecto uno de los jvenes manifest:

    Cuando hay un paro estudiantil o una jornada de pro-

    testa, yo decido irme para la casa, ya que tuve un in-

    conveniente con los policas antidisturbios y no quie-

    ro volver a repetir, adems es bien sabido que quien

    participa lleva las de perder.

    Desinstitucionalizacin/ despolitizacin

    El conocimiento y la conciencia frente a lo que implica el Estado, en cuanto sistema colectivo en el que todos comparten y ceden frente a unos intereses, solucionan conflictos, legiti-man unos derechos, no existe. En consecuen-cia los asuntos y las instituciones que derivan de all, son dbiles. La vida se resuelve al mar-gen de ellas. Esto ha llevado a que se renuncie a un ejercicio consciente del poder poltico, y por consiguiente a la capacidad protagnica que anima el ejercicio de la ciudadana. As las cosas para qu la poltica? Hay un desinters generalizado por ella como lo expresa uno de los jvenes: No s qu es la poltica, y mucho me-nos lo poltico.

    En ese orden de ideas y atravesados por la incertidumbre, la inseguridad y la desprotec-cin, el joven, protagonista de su historia, ha terminado por renunciar a su papel principal, ha perdido la confianza en las instituciones y opta por resolver las necesidades e intereses ms inmediatos. Hoy cualquiera puede ser un po-ltico, no se necesita estudiar para eso, por eso esta-mos como estamos, dir uno de los jvenes. Los Gobiernos son los que hacen las leyes que manipulan las personas, plantear otro.

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    As entonces, nociones bsicas de la poltica como justicia, igualdad, equidad, seguridad, se desdibujan, pierden corporeidad, no se sabe quin las hace, cmo se hacen y cul es el papel que los ciudadanos en este caso los jvenes- juegan en su elaboracin, puesta en marcha y defensa para la constitucin de un sistema de-mocrtico. Por lo tanto:

    Al consistir en derechos y deberes, la ciudadana en-

    riquece la subjetividad y le abre nuevos horizontes de

    autorrealizacin pero, por otro lado, lo hace por la va

    de derechos y deberes, generales y abstractos que re-

    ducen la individualidad a lo que hay de general en ella,

    transforma los sujetos en unidades iguales e intercam-

    biables en el interior de administraciones burocrticas

    pblicas y privadas, receptculos pasivos de estrate-

    gias de produccin, en cuanto fuerza de trabajo, de

    estrategias de consumo, en cuanto consumidores, y

    de estrategias de dominio, en cuanto ciudadanos de la

    democracia de masas (Santos, 1998, p. 292).

    Ser sujeto poltico implica tener conciencia de s mismo, cmo puede hablarse de participacin poltica con protagonismo, sin una base o sus-tento reflexivo? Por otra parte, la participacin juvenil desde el marco de las polticas pblicas como derechos se ha orientado solamente en el sentido de la reclamacin. La mayora de las veces, la participacin poltica aflora cuando se trata de resolver necesidades inmediatas e inte-reses individuales, as lo sustentan algunos de los jvenes:

    A los jvenes los he visto pocas veces metidos en po-

    ltica, tiene que ser que les vayan a pagar por hacer

    algo, o que necesiten una beca o algo as (...) A mi

    particularmente no me gusta participar, por una parte

    me da cierto miedo o inseguridad, porque si uno va a

    proponer algo lo chiflan, y en la universidad, cuando

    uno se mete ms de lleno puede salir un poco empro-

    blemado porque le ven cara de capucho.

    Por esto es necesario ampliar el papel protag-nico de los jvenes, para que surjan con todo su potencial como sujetos polticos. Consideramos que a la institucin escolar y universitaria le co-rresponde asumir una dinmica que propicie alternativas distintas a las tradicionales, que po-sibiliten formar ciudadanos lderes de proyectos, gestores de cambios y de renovaciones. Es decir, ciudadanos en el pleno ejercicio de su libertad, autnomos, con la suficiente capacidad para ad-mitir la crtica y con un alto grado de conciencia en torno a la historicidad y a los lmites que la vida nos impone la finitud, la muerte- de ma-nera que podamos entender que tiene sentido el existir cuando hacemos de nuestras vidas parte de lo pblico, de lo comn. All radica la impor-tancia de la formacin ciudadana:

    solo adquiere sentido cuando pasa del postulado a la

    accin, hacindola real y efectiva, es decir, transfor-

    madora; esto se logra cuando la conciencia sobre la

    razn de ser de nuestra existencia sea determinada

    por la capacidad de tomar decisiones que nos per-

    mitan vivir digna y libremente, en beneficio de una

    colectividad en la que cada uno se asuma nico e

    irremplazable (Carmona, 2009, p. 40).

    Conclusiones

    Los resultados evidenciados en esta investi-gacin dan cuenta de un desinters de parte de los jvenes encuestados, por los asuntos pblicos; de cierta indiferencia, irreverencia, apata y rebelda, caractersticas que definen a los jvenes y que en ocasiones, les has servido para desafiar lo instituido y generar posiciones polticas importantes que han desencadenado acontecimientos trascendentales en la historia de Colombia; recurdese por ejemplo, el mo-vimiento estudiantil universitario que gener el proceso de la Sptima papeleta, base para la reforma constitucional de 1991.

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    Por eso creemos que:

    (...) las etapas previas a la incorporacin a la vida adul-

    ta y productiva, es decir, la infancia y la juventud, no

    deben percibirse como periodos de preparacin para

    la ciudadana, sino como momentos y espacios de

    prctica de ciudadana. Slo si entendemos estas eta-

    pas como escenarios privilegiados de autntico ejerci-

    cio de ciudadana activa seremos capaces de formar en

    las virtudes de la ciudadana. Son necesarias propues-

    tas que consideren la juventud como un activo pol-

    tico, social, y cultural y que entiendan su dimensin

    econmica en funcin tambin de su contribucin a la

    creacin de capital social (Hoyos, 2004, p. 27).

    En el grupo investigado se reconoce cierto des-inters por los asuntos de la poltica y lo poltico, evidenciando un claro horizonte de realizacin profesional e individual, independiente de los asuntos polticos, colectivos y pblicos. Ellos no tienen una nocin clara sobre lo que es la pol-tica, la mayora la equipara con la corrupcin y con el gobierno, no expresen pertenencia a algu-na organizacin poltica, gremial, cultural o de otra clase. Dado este desinters, tampoco parti-cipan en blogs con contenidos polticos, ni han postulado su nombre para un cargo de represen-tacin. Se considera por ello que la participacin de los jvenes es muy baja.

    En consecuencia, se entiende que mani-fiesten que su decisin, cuando hay un paro

    estudiantil o una jornada de protesta, es no ir a estudiar o irse para la casa, porque no les interesa, las cosas no cambian, todo sigue igual, o porque tienen miedo de los atropellos o repre-salias que puedan surgir con su participacin. Siendo as:

    Tendemos a creer que es poco lo que podemos cam-

    biar -individualmente, en grupos, todos juntos- del de-

    curso de los asuntos del mundo, o de la manera en que

    son manejados; y tambin creemos que si furamos ca-

    paces de producir un cambio, sera ftil e incluso poco

    razonable, reunirnos a pensar un mundo diferente y

    esforzarnos por hacerlo existir si creemos que podra

    ser mejor que el que ya existe (Bauman, 2002, p. 9).

    Sin embargo, dijeron creer en el importante papel que cumplen los jvenes en el ejercicio poltico, la historia, -expresaron- as lo ha de-mostrado. Algunos manifestaron que recono-can que, si bien ellos no eran muy dados a asumir posiciones polticas o a asumirse pol-ticamente, haba en la universidad otros jve-nes, quienes a travs de diferentes medios s se asuman polticamente, que quizs faltaba ms liderazgo, ms interlocucin, o mayor in-formacin; que quizs la Universidad no gene-raba los suficientes espacios de participacin. Uno de los jvenes concluye: Claro que s me interesa el futuro de mi pas, por eso estoy preparn-dome para ser un profesional que pueda aportar, y tambin para sacar adelante mi familia.

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