Quipus del Tahuantinsuyo Full Version

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Version completa del libros Quipus del Tahuantinsuyo de A. Chirinos

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  • CE

    Andrs Chirinos riverA

    Quipus del TAhuAnTinsuyoCuracas, Incas y su saber matemtico en el siglo XVI

  • Andrs Chirinos y Editorial Commentarios SAC

    De la Parte II referida al uso de la yupana: Andrs Chirinos, Jos Pa, Marlon Ramrez, Jos Luis Shimbucat, Zadith Retegui, Moiss Rengifo, Julin Taish, Robel-so Noriega, Rafael Snchez, Gloria Lpez, Ayda Cahuachi, Martha Zegarra, Guster Brtenes, Jorge Chanchari, Hugo Wipio, Vctor Mozombite, Isabel Arimuya, Kelinda Rengifo, Mara Linc, Rebeca Izquierdo, Rafael Mercado

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per No 2010-08458 ISBN 978-9972-9470-7-0

    Editorial Commentarios SAC, Avda. Reducto 1447 F-1 Lima-18 E-mail: [email protected]: Servicios Grficos JMD SRL, Avda. Jos Glvez 1549, Lima-141a edicin, Lima, julio del 2010

    Tiraje: 1,200 ejemplaresCuidado de edicin: Carmen Cabrera y Martha ZegarraCorreccin de estilo: Martha ZegarraDibujos: Felipe Guaman PomaCartula: Romy KanashiroFotos cartula: Quipu AS175 (copia) y yupana representando la divisin simtrica de 733,260 entre 5

    Los autores agradecen a la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID) a travs de su Oficina Tcnica de Cooperacin en el Per, por su apoyo en el desa-rrollo de la aplicacin pedaggica en escuelas bilinges amaznicas a travs del Proyecto de Educacin Intercultural Bilinge de las regiones Loreto y Amazonas (PEIBILA). Asimismo al Ministerio de Educacin, a travs de la Direccin de Educacin Intercultural Bilinge (DEIB); al Gobierno Regional de Loreto a travs de la Direccin Regional de Educacin y de las UGEL de sus provincias; y a la UGEL de Condorcanqui (Amazonas); que en todo momento apoyaron de manera entusiasta el desarrollo de cursos-talleres de capacitacin para maestros bilinges incluyendo contenidos basados en el uso de la yupana. Agradecen de manera especial a los nios, nias, docentes, madres y padres de familia que han dedicado muchas horas a aprender nuevas formas de calcular basadas en los conocimientos de nuestros abuelos.

  • Presentacin

    Desde el ao 2007 he pensado cmo escribir en letras mi per-cepcin sobre el quipo de pedrezuelas o yupana. Llegu a la conclu-sin que mi argumentacin tena que ser demostrativa y no terica. Entonces, el ao 2008 empezamos, junto a un equipo de maestros bilinges, a hacerlo demostrativamente. En el 2009, eran ya mil pro-fesores y muchos ms nios indgenas de la selva peruana los que saban usar la yupana que describo en la parte segunda del libro.

    Se ha especulado demasiado sobre cmo se podra usar el tablero de Guaman Poma. No voy a argumentar en el sentido de reclamar ha-ber descubierto el uso del mismo. Resulta penoso esforzarse tanto por aparecer como descubridores y no quisiera pecar de lo mismo, bastante tuvimos con los Pizarro. En el mismo tenor, el descubri-miento de Locke acerca de la clave decimal sera algo exagerado, teniendo en cuenta que Garcilaso o Zrate describen muy bien dicha clave, ms aun si pensamos en los cientos de miles (mnimamente) de tahuantinsuyanos que seguramente lo saban.

    Lo que s argumento es que los quipus arqueolgicos (y en ello quiero reconocer especialmente los estudios de los Ascher y tambin de Urton) muestran que la yupana (o baco andino) debi tener los va-lores que sealamos. Solo el estudio de dichos quipus puede demos-trarlo (al que le interese su demostracin cientfica) y no yo. Esos qui-pus son, a mi parecer, los verdaderos autores del redescubrimiento de cmo los habitantes de lo que antiguamente se llam Reinos del Per o Tahuantinsuyo sacaban cuentas, jugaban o adivinaban (y otros usos por investigar) dando valor a unas piedras (maces o frijoles) que ponan en el suelo o en un tablero de acuerdo a un patrn.

    Si merecemos algn crdito, quienes hemos trabajado este quipo de piedrecitas, es por haber reencontrado (hablo en plural porque, somos mil maestros bilinges los que hemos participado) lo que juzgamos son los valores de las piedras que pudo tener la yupana de Guaman Poma y tambin las piedras de las que nos hablan los quipocamayos

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    de Sacaca (Bolivia), Polo de Ondegardo, el Inca Garcilaso o el padre Acosta.

    En los pueblos indgenas no destacamos tanto el acto individual como suele ocurrir en la sociedad occidental. No significa que no se valore dicho acto. Lo que s significa es que tambin se valora o valo-ramos, ms que los mestizos, el acto colectivo. Yo me adhiero en ese sentir porque llegu a aprender algo, a pensar y sentir esos valores, en-tre los campesinos de Anta, Cotabambas y Chumbivilcas en el Cusco y Apurmac. Sigo ese aprendizaje entre shawi, awajun y loretanos en general, y sera mezquino si no reconociera que casi todo el saber, si es que hay alguno, en lo que escribo se lo debo a ellos.

    Claude Lvi-Strauss nos ensea mucho, pero quien le ense a Lvi-Strauss a amar la mitologa indgena seguramente no fueron solo los libros. No creo que haya habido nada ms inspirador para pensar en la paridad, la simetra, la inversin, el paralelismo de la matemtica inca que los cuentos y relatos indgenas que aprend de otros pueblos indgenas que fueron vecinos del Tahuantinsuyo. Entre ellos estn: los awajun, shawi, quichuas, murui, cocama, candoshi, bora, shipibo, matss, wampis, achuar, ashninka, ynesha y muchos otros pueblos amaznicos, indgenas y mestizos.

    Sin embargo voy a decir lo que creo que me corresponde. Solamen-te busqu una combinacin que fuera fcil de recordar y que tuviera al cinco como base ya que sospechaba que el papel del aymara (don-de se nota ms la importancia del cinco) debi ser primordial. Antes de eso haba trabajado varios aos con la yupana. La usaba como maestro en escuelas bilinges, y haba editado junto con Martha Zegarra mi esposa y Rafael Mercado dos libros sobre las ilustraciones de Gua-man Poma representando cientos de yupanas, usadas para numerar pginas.

    Decid pues que haba llegado el momento de intentar dar unos va-lores diferentes a los que se venan usando. Tras estudiar las propues-tas contenidas en el libro Quipo y yupana me puse a buscar y encontr finalmente una frmula: me pareci fascinante desde un inicio, pero no imaginaba lo que implicara.

    Cuando llev la frmula a los quipus arqueolgicos descritos por

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    Marcia y Robert Ascher, Urton, Pereyra, Locke y Radicati es que co-menc a darme cuenta, poco a poco, de lo que significaba la yupana dibujada por Guaman Poma. Sin embargo, realmente me ejercit en ella cuando pusimos en prctica dichos valores, como un recurso pe-daggico para mejorar el aprendizaje de las matemticas, en el equipo del proyecto de Educacin Bilinge amaznica donde trabajo. En los talleres de capacitacin de los aos 2008 y 2009 participamos ms de mil profesores indgenas y mestizos. Tras una breve presentacin de la yupana, los maestros quedaban fascinados y casi inmediatamente lo consideraron un instrumento propio.

    En mi opinin, la yupana refleja un gran logro del ser humano. Si tuviramos que decir quin es el autor habra que decir que son los pueblos indgenas de Amrica, ms concretamente los que habitaron el extenso Tahuantinsuyo. Tal vez los incas les ensearon a los dems pueblos o ellos lo aprendieron de pueblos que les precedieron. No es lo importante, lo trascendente es que para 1532, al parecer, todas las naciones indgenas del Tahuantinsuyo manejaban ese sofisticado ins-trumento de clculo (no me atrevo a sealar casos particulares como el de los mochica y chimu que pudieran tener instrumentos algo diferen-tes, sin embargo asumo que deban estar muy relacionados).

    En este libro, muestro el funcionamiento de la yupana aprendido en los quipus y ejercitado con docentes y nios amaznicos. Pero an-tes hablo de los quipus (o quipos), los quipocamayos y su historia. El lector puede cambiar el orden de lectura. En la Parte III del libro muestro mis estudios sobre los quipus arqueolgicos. Al final incluyo en un apndice la descripcin fsica del quipu y el formato que se usa para su descripcin cientfica, que es bsicamente el que propusieron los Ascher.

    Insisto: la respuesta al porqu creemos haber reencontrado los valores de la yupana (o quipo de pedrezuelas) hay que buscarla en los quipus, los arqueolgicos y los coloniales. Tambin en Guaman Poma. Y, en mi modesto entender, va ms all de lo cientfico, hay que sentirlo.

    Aprovecho estas lneas para agradecer el apoyo que la Oficina Tc-nica de Cooperacin en el Per de la Agencia Espaola de Coopera-

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    cin Internacional para el Desarrrollo (AECID) me ha brindado para el desarrollo de este estudio. Libro que tiene aplicaciones pedaggicas inmediatas, pero que a su vez contiene mis propias ideas sobre parte de nuestra historia, en un perodo que nos es comn a los pases andi-nos y a Espaa. Maite Nez, Coordinadora General de la AECID en el Per, desde que supo del proyecto, nos brind su confianza y apoyo, lo que ha contribuido sustancialmente a lo que ahora presentamos.

    La AECID junto con el Ministerio de Educacin, a travs de la Direccin de Educacin Intercultural Bilinge, ejecutan un proyecto de Educacin Bilinge en Loreto y Amazonas del cual soy responsa-ble. Fruto de esa cooperacin es ya una realidad la aplicacin de las propuestas educativas que contiene este libro. Para los miembros del equipo del proyecto desarrollar propuestas educativas que son acogi-das con entusiasmo por los docentes, nios, nias, padres y madres de familia es un sueo hecho realidad.

    Este libro tiene una gran deuda con los responsables de las ins-tituciones nombradas, con mis compaeros de trabajo en el equipo del proyecto, con los maestros amaznicos, andinos y con todos los pueblos indgenas.

    La autora de la propuesta pedaggica que contiene este libro (Par-te II) nos corresponde de manera compartida al grupo de maestros que la hemos venido aplicando en diversos talleres de capacitacin. En Loreto y Amazonas: Jos Pa, Marlon Ramrez, Jos Luis Shimbucat, Zadith Retegui, Moiss Rengifo, Julin Taish, Robelso Noriega, Ra-fael Snchez, Gloria Lpez, Ayda Cahuachi, Moiss Rengifo, Martha Zegarra, Guster Brtenes, Jorge Chanchari, Julin Taish, Vctor Mo-zombite, Kelinda Rengifo, Mara Linc, Rebeca Izquierdo; en Cuzco: Rafael Mercado. Entre ellos tambin me incluyo.

    Notas a la presente edicin

    Gracias a todos los investigadores que han escrito sobre los quipus en especial a autores como Radicati, Marcia Ascher, Robert Ascher, Prssinen y Urton he tenido la oportunidad de acceder a estudios y enseanzas que hacen posible lo que aqu publico. Siguiendo ese ejemplo, he procurado realizar un esfuerzo en cuanto a organizar las

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    fuentes basadas en los quipos-textos y quipus arqueolgicos de los que me he servido. Tambin he considerado un apartado especial de fuentes para las Visitas y Tasas publicadas, as como para las fuentes cartogrficas en las que se basan los cuatro mapas elaborados.

    Todas las citas donde hay textos resaltados (en cursiva o negrita) se deben a subrayados mos, por lo que solo lo sealo aqu y ya no en cada cita. Las traducciones de citas de lenguas distintas al castellano se deben a mi autora salvo que seale al autor de la traduccin.

    En algunos casos, concretamente en algunas citas de Polo de Ondegardo, Betanzos, Titu Cusi Yupanqui y Pachacuti Yamque Salcamayhua he intentado hacer una adaptacin del texto a una ver-sin actual de castellano que sea ms entendible por parte de un pbli-co no especializado. He utilizado diversos criterios.

    El caso de Polo de Ondegardo es especial puesto que las versiones publicadas de la Relacin de fundamentos acerca del notable dao que resulta de no guardar a los indios sus fueros son difciles de en-tender, debido probablemente a que la misma copia original en la que estn basadas sus ediciones es deficiente. Hay mltiples errores en la puntuacin as como confusiones en vocablos castellanos y quechuas. Mientras se realicen nuevas ediciones, he credo conveniente avanzar en interpretar alguno de los pasajes que cito, puesto que son sustan-ciales para el estudio que aqu expongo. Recprocamente creo que los textos de Polo son mucho ms entendibles al comprender cmo se ha-can los clculos matemticos por parte de los hombres andinos, uno de los temas centrales de este libro. La primera versin conocida de la obra citada de Polo est ahora disponible en internet (www.archive.org) por lo que el lector interesado puede comparar mis versiones con las que han sido publicadas.

    Los casos de adaptaciones de textos citados de Betanzos, Titu Cusi Yupanqui y Pachacuti Salcamayhua los he realizado bajo un criterio distinto. Se trata de textos que estn basados en fuentes que las narra-ron, escribieron o pensaron primero en quechua o aymara. Bajo este principio y de acuerdo a mi propio manejo del quechua, he juzgado importante pensar cmo se habra enunciado el texto, para intentar retraducirlo a una versin actual de castellano. Un ejemplo de esto

  • Quipus del Tahuantinsuyo10

    es cuando Titu Cusi dice a cada uno de los capitanes a como le to-caba su vez; en la versin que he adaptado sustituyo la palabra vez por mita, porque considero que el concepto andino de mita hace ms entendible lo que se quiso expresar (captulo 5 y glosario).

    Sobre la ortografa de algunas palabras. Utilizo preferentemente quipu para referirme al instrumento de cuerdas anudadas, tal como lo podemos ver e imaginar a travs de los quipus arqueolgicos de los museos. Utilizo quipo especialmente cuando me refiero a los quipos de la poca colonial, que solo conocemos por las traducciones al cas-tellano que se hicieron, aunque tambin los podemos imaginar como instrumentos de cuerdas que realmente existieron.

    En otros casos mi criterio principal ha sido intentar no crear con-fusiones. Me parece ms claro escribir guaranga, que no waranqa (en quechua o aymara) ya que no se sabra bien si me refiero al nmero o a la demarcacin administrativa (ver glosario). Reynos del Piru me parece una expresin que nos acerca a la idea de lo que fue el Tahuan-tinsuyo poco despus de la llegada de los europeos, por ello la utilizo.

    Otras opciones las he adoptado porque me ha parecido que gozan de mayor difusin, como en el caso de Tahuantinsuyu-Tahuantinsuyo, Yupangui-Yupanqui, Manco-Mango. Contrariamente, en el caso de Atahuallpa, uso una forma menos difundida (con elle) puesto que intencionalmente pretendo recuperar una imagen del ltimo inca que no sea la que habitualmente estamos acostumbrados: a Atahuallpa tal vez le result mucho menos extraa la escritura de lo que hasta ahora hemos imaginado.

    Andrs Chirinos, Lima-Iquitos, julio del 2010

  • Parte i: QuiPos de los reynos del Piru

    Indio principal, cacique o curaca a fines del s. XVI. De Guaman Poma p. 761

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru12

    introduccin a la Parte i

    Quipus incas y quipos coloniales

    El uso y alcance comunicativo de los quipus incas aparentemente contina siendo uno de los misterios de la historia.

    Hasta ahora se ha llegado a saber que los quipus fueron instrumen-tos contables complejos (registros de bienes, servicios, personas; su-mas, restas, multiplicaciones, divisiones, medias aritmticas, clculo de proporciones; clasificaciones de mltiples niveles). Los principales estudios modernos de los quipus, entre los que destacan los realizados por Marcia Ascher y Robert Ascher de la Universidad de Cornell, lo han demostrado.

    Pero la pregunta que nos seguimos haciendo es si podan escribir-se textos mediante los quipus. La respuesta es posible darla en la me-dida que hay testimonio de quipus que registran datos no contables (Archivos de Quipos Huancas [1533-1554], Quipo del Capac Ayllu Conquistas de Tupac Yupanqui, Quipocamayos de Paullo Inga, Qui-pocamayos a Sarmiento de Gamboa, Archivo de Quipos de Guaman Poma, Relacin de huacas y ceques del Cuzco). Sin embargo, no exis-te acuerdo unnime entre especialistas, y no tenemos o no hemos ha-llado la evidencia arqueolgica con la cual puedan ser confrontados. Es decir no sabemos cmo se han codificado las partes textuales. Esta carencia es en mi opinin el pretexto para que se siga dudando de la posibilidad de su uso como escritura. Digo pretexto porque los testimonios de la poca tienden claramente a apuntar que mediante los quipos se podan expresar como con letras aunque no fueran le-tras. Cuando Acosta seala que no tenan escritura, aclara, al mismo tiempo, que lo que escriben los chinos tampoco son letras y por tanto tampoco es escritura. Y lo dice sabiendo que mediante los caracteres chinos se escriban libros. Segn esa idea la escritura, para serlo de-ba tener letras y si no las tena no era una verdadera escritura. Por ello los quipus no podan ser considerados como una escritura.

    De lo que pocos dudan, respecto al quipu, es de su enorme utilidad en las funciones administrativas que tuvieron a su cargo los incas y el

  • Introduccin a la Parte I 13

    sistema de curacazgos por ellos dirigido. Por quipos se distribuan tie-rras, sementeras, montes, guano, aves y cuantos bienes naturales pro-vea la tierra. Asimismo se distribuan mitas o turnos para las guerras y para las obras pblicas como trabajos para caminos, puentes, casas, palacios, tiles de casa, ropa, chacras, llamas, transportes, guerreros, mujeres. Se registraban huacas, se consignaba las personas o ayllos a su cargo, los sacrificios que se les hacan, se registraban pueblos tnicos, naciones, guarangas, pachacas, parcialidades, ayllos con los nombres de los caciques o curacas a su cargo y los mojones o linde-ros que tenan. Se registraba todo lo almacenado en las colcas: ropa, mantas, frazadas, plumas, maz, quinua, papas, chuo, perdices, tina-jas, ollas, costales, sogas, ojotas, cosas de madera, lea, paja, coca, aj, pescado seco, sal; donde entradas y salidas eran cuidadosamen-te anotadas. Determinados especialistas tambin tenan la cuenta de los meses y aos, entre otros muchos asuntos que la mayora de los testimonios de indios, espaoles y mestizos consigna (Cieza, Las Ca-sas, Garcilaso, Acosta, Zrate, Polo de Ondegardo, Mura, Guaman Poma, Blas Valera, Sarmiento de Gamboa, Matienzo, Santilln, Apo Guacrapaucar, Apo Sulichaque, Martn Cari, Martn Cussi, Hernando Achacata, Luis Cumba, Francisco Vilcacutipa, Martn Carcay, Ingas nietos de Tupac Inga Yupanqui, etc.).

    En suma, podemos decir que la mayor parte de la habilidad admi-nistrativa, del llamado buen gobierno de los incas (que suele ser lo ms elogiado del Tahuantinsuyo) se realizaba utilizando el quipu.

    El quipu no es solo el instrumento de registro en cuerdas de colores anudados, sino que asimismo se denominaba quipo al instrumento de clculo que lo acompaaba; instrumento que ahora denominamos yupana, pero que antiguas fuentes denominan quipo de pedrezue-las (Acosta) o lo mencionan como acompaante del quipo sin darle ningn nombre (Garcilaso, Gonzlez Holgun, Blas Valera, Polo de Ondegardo, Matienzo, Quipocamayos de Sacaca y Chayanta). La can-tidad de quipus que los primeros espaoles vieron en los depsitos incas fue impresionante, habiendo depsitos llenos de los mismos, tal como nosotros tenemos libros en bibliotecas (Cieza, Las Casas, Zra-te). Nuevos estudios, tanto en la descripcin de los quipus arqueol-

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru14

    gicos as como los quipos coloniales que fueron traducidos en textos al espaol y que se conservan en los archivos, nos hacen presumir que pronto se irn develando otras claves importantes en su interpretacin.

    Para entender los quipus, es necesario entender el contexto hist-rico en que se producan y utilizaban. Paralelamente, los quipus nos ayudan a entender mejor la historia del Per, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina y en general de los pueblos indgenas de Amrica. El cono-cimiento sobre el Tahuantinsuyo ha avanzado mucho en las ltimas dcadas aunque sigue siendo muy limitado, especialmente lo que sa-bemos acerca de los quipus incas. Por ello, antes de adentrarnos en los quipus del Tahuantinsuyo, creemos que nos conviene indagar sobre los quipos de la Colonia, cuya forma y lgica eran todava predomi-nantemente las que establecieron los incas.

    Los quipus en el Piru del siglo XVI

    En este libro, en funcin del estudio de los quipus, clasificaremos la historia del siglo XVI e inicios del XVII en seis fases, las dos pri-meras corresponden al Tahuantinsuyo (1500-1532), las dos siguientes al perodo Conquista (1533-1555) y las dos ltimas al Gobierno Co-lonial (1555-1620). La mayor parte de las traducciones al castellano del contenido de los quipos que citamos se produjo entre 1550 y 1575.

    Cronologa histrica 1500-1620Hechos generales Quipocamayos y quipos

    I. Huayna Capac. 1500-1525 aprox.Huayna Capac continu las formas de go-bierno implantadas por Pachacutic y Tupac Yupanqui. Entre sus acciones destacan el traslado de mitimaes a Cochabamba, el mejoramiento del Camino Inca y muchas edificaciones, especialmente en Tumi-pampa. Agrand el Tahuantinsuyo en lo que hoy es el sur de Colombia (Pasto) y Ecuador (Carangues, Otavalo). Para ello necesit grandes contingentes de guerreros, reclutados especialmente del Cuzco, Collao y Charcas.

    En los quipus expuestos por los Hanancuz-cos y Urincuzcos ante Sarmiento y Betan-zos se detallan las mitas de guerreros que participan en las guerras de Huayna Capac. Las Casas menciona los quipus donde se detallan todo el maz y otras cosas para las guerras de Huayna Capac. El cacique de Ilave, Vilcacutipa narr ante el visitador Garci Diez cmo particip en esas guerras y cmo regresaron solo 1,000 guerreros de los 6,000 que fueron a Tomebamba.

  • Introduccin a la Parte I 15

    Hechos generales Quipocamayos y quipos

    II. Huascar y Atahuallpa. 1525-1532A la muerte de Huayna Capac, Atahuallpa asume el gobierno del reino de Quito y Huascar el resto del Tahuantinsuyo. Poco despus se desata la guerra entre las dos facciones. Se movilizan grandes contin-gentes de guerreros y Atahuallpa gana finalmente el control del Cuzco, apenas semanas antes de su captura por Pizarro en Cajamarca. Atahuallpa es ejecutado y muchas naciones de todo el Tahuantinsu-yo establecen alianzas con Pizarro y los espaoles.

    Por informacin basada en quipus (Be-tanzos y otros cronistas) sabemos que los participantes en las guerras civiles entre Huascar y Atahuallpa fueron especialmente las naciones de la sierra (Quitos, Caaris, Chachapoyas, Huancas, Yauyos, Chancas, Lupacas, naciones Ingas cercanas al Cuzco, Canas, Canchis, Collas, Charcas). Los quipus huancas presentados en Lima registraron los presentes enviados a Caja-marca para establecer el pacto con Pizarro y los espaoles, una vez muerto Atahuallpa.

    III. Los Pizarro y Manco Inca. 1533-1548Este perodo se caracteriza por la lucha contra los incas norteos (1533-1534) seguida de sucesivos alzamientos de Manco Inca (1536-1539). Entre las luchas de espa-oles e incas se intercala el enfrentamiento entre pizarristas y almagristas, el breve periodo de paz que sigui a la Batalla de Chupas con Vaca de Castro (1542-1544) y la derrota de la rebelin de Gonzalo Pizarro por La Gasca (1544-1548).

    Los quipos tuvieron mltiples usos, con ellos: a) Pizarro reparte encomiendas. b) Los encomenderos averiguan el tributo que se daba a los incas. c) Manco Inca organiza sus alzamientos.El gobernador Vaca de Castro organiza una encuesta a quipocamayos en 1542. En esos aos llega al Per Polo de Onde-gardo, quien observa el uso de los quipos para el abastecimiento del ejrcito de La Gasca en Jauja.

    IV. La Gasca y Girn. 1549-1555Se les quita a los encomenderos el derecho que tenan a establecer el monto del tributo indgena. Desde 1548-50 lo decide el representante del rey (La Gasca). Los conquistadores-encomenderos perdieron algn poder al verse obligados a aceptar las nuevas tasas y los caciques consiguieron liberarse, aun cuando fuera mnimamente, del sometimiento total a los encomenderos.En 1551 llega al Per Antonio de Mendoza quien fallece al cabo de los pocos meses, asumiendo el gobierno los Oidores de la Audiencia de Lima. En esos aos se nota la falta de una decisin poltica respecto a los indios, los tributos y la encomienda.Girn encabeza la ltima rebelin impor-tante de encomenderos.

    Los quipocamayos a cargo del ganado de Chucuito rinden cuentas acerca del ganado de Su Majestad que se perdi en la revuelta de Gonzalo Pizarro. Las tasas de La Gasca son copiadas en quipus que usan los caciques y curacas del antiguo Tahuantinsuyo. Caciques indgenas de diversos Reynos del Piru inician reclamos a sus encomen-deros por excesos en el cobro de la tasa. Los aullagas ganan un primer juicio a su encomendero en 1552.Los caciques e indios de los Reynos del Piru siguen manteniendo el uso de los qui-pos para fines administrativos y religiosos al interior de sus provincias o reparti-mientos. Se mantiene un reducto inca no conquistado en Vilcabamba.

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru16

    Hechos generales Quipocamayos y quipos

    V. Caciques y Encomenderos. 1555-1570De 1556 a 1560, gobern el Marqus de Caete, quien redujo los tributos impuestos a los indgenas. Caciques y encomenderos pelean ante la Audiencia, unos por bajar los tributos y los otros por volverlos a subir, con resultados diversos segn los vientos polticos. En los 60 se desata la polmica sobre la perpetuidad de las encomiendas, en la que tambin participan activamente los caciques, representados por frailes y jueces. Los encomenderos y los caciques ofrecen pagar a la Corona millones de pesos, los primeros por conseguir la perpetuidad de las encomiendas y los segundos por librarse de las encomiendas. El Presidente de la Audiencia Lope Garca de Castro marca el fin de este perodo que trajo consigo encendidas polmicas sobre cmo deba organizarse el Per de ese entonces.

    Entre 1558 y 1561 los caciques huan-cas presentan sus quipos-memoria en la Audiencia de Lima. En 1559 Polo de Onde-gardo rene a los quipocamayos en Cuzco. En 1562 se aprecia que en la visita de Hunuco la mayor parte de informaciones de los caciques, incluso los de pequeos pueblos y asientos, las dan por quipos. Igualmente ocurra en Chucuito en 1567, donde los caciques muestran a los visitado-res un quipo inca que segua rigiendo los repartos de toda la provincia. Los quipos incas tambin regan los repartos en Paria, Cuzco, el Collao, Charcas y en todos los Reynos del Piru.

    El Marqus de Caete logra una salida negociada con Sayri Tupac, hijo de Manco Inca, pero su hermano Titu Cusi Yupanqui se mantiene independiente en Vilcabamba.

    VI. Toledo y la Colonia. 1570-1620El gobierno del virrey Francisco de Toledo es el verdadero organizador del poder colonial. Su gobierno consigui marginar notablemente a los curacas de sus pequeas conquistas en el periodo anterior. Al margi-narse a los caciques, los conocimientos que ellos tenan fueron menos relevantes, por tanto el manejo del quipo como instrumen-to administrativo fue teniendo una impor-tancia cada vez menor. Los conocedores de los quipos se hicieron cada vez ms viejos, sin que aparecieran nuevas generaciones que aprendieran a utilizarlos.

    Toledo organiza juntas de quipocamayos en 1571 y 1572 en Cuzco y Yucay. Toledo ordena en Chucuito que los repartos se hagan de acuerdo al censo de la visita de 1572 y no del quipo ynga, aunque se mantiene la responsabilidad de los caciques en los repartos. Caciques y quipocamayos de Sacaca, Chayanta y Aullagas (Charcas) ganan pleitos a los encomenderos entre 1572 y 1620. Juristas espaoles, como Polo de Ondegardo, Matienzo, Solrzano, se pronuncian sobre la credibilidad de los quipos en los pleitos por exceso de tributos. Alrededor de 1615 Guaman Poma culmina su obra, en buena parte, basada en quipos.

    Los quipos-texto coloniales e yngas

    Los Quipos-texto (o textos-khipu como los llama Prssinen) son transcripciones al castellano de quipus o de archivos de quipus hechas con el concurso de quipocamayos, intrpretes y escribanos durante los primeros tiempos coloniales. Se conservan principalmente en los

  • Introduccin a la Parte I 17

    archivos histricos de Espaa, Per, Bolivia, Argentina y Ecuador, aunque tambin estn presentes en textos como los de Guaman Poma y en muchas otras crnicas escritas por indios, mestizos y espaoles. Los llamamos coloniales cuando lo registrado en ellos data, segn sa-bemos, de tiempos coloniales. Cuando su hechura o lo registrado en ellos date de tiempos incas, los llamaremos quipos yngas, acogin-donos a la denominacin que entonces se les daba.

    Uno de los casos ms espectaculares descubierto en 1958 fue publicado en 1971 por Waldemar Espinoza Soriano: es un archivo de quipos huancas que registran los hechos histricos de dos dcadas, con las correspondientes cantidades gastadas por cada una de sus tres parcialidades. Los llamamos archivos puesto que estaban compues-tos por un conjunto organizado de quipos.

    Nuestro conocimiento de los quipos existentes en los primeros aos de la Colonia viene principalmente de las traducciones que se hacan de los mismos. As como se traducan y codificaban en quipos y cordeles textos escritos originalmente en espaol (como por ejemplo las tasas de tributos, los precios, el Padre Nuestro, o el santoral; de todo lo cual se hicieron quipos); as tambin se traducan al espaol y se escriban en caracteres alfabticos los textos contenidos en los quipos (originalmente en quechua o aymara), textos que estaban he-chos de acuerdo a cdigos andinos (cuerdas) y no con letras.

    En este estudio mostraremos dos conjuntos que llamamos archivos de quipos, los que provienen del antiguo reino de Jauja-Huanca y los de Chucuito, que haban sido dos guamanis o hunus incas; es decir, entidades administrativas que agrupaban a poblaciones de aucacama-yos (tributarios o guerreros) superiores a 10,000 personas.

    El Archivo de Quipos Huancas lo clasificamos de esta manera: El archivo est compuesto de dos partes (I y II). La parte I co-

    rresponde al periodo 1533-1548. La parte II corresponde a la guerra contra Girn 1553-1554. Fueron presentados en la Au-diencia de Lima entre 1558 y 1561 y posteriormente llevados hasta Espaa por el cacique huanca Felipe de Paucar (o Feli-pe Guacrapaucar). Son publicados por Espinoza Soriano en 1971. Entre los quipos huancas tambin sealamos un quipo

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru18

    ynga: el referido a la poblacin de tiempos incas que fue ci-tado por su corregidor en 1582 y publicado en las Relaciones Geogrficas de Indias de Jimnez de La Espada (1965).

    El Archivo de Quipos Chucuito: Es un conjunto de quipos entre los que se encuentran el qui-

    po ynga Aucacamayos de Chucuito en tiempos del Ynga, quipos tributarios coloniales, el quipo ynga Chucuitos en la guerra de Tomebamba [1520] y los quipos-memoria Gana-do de Su Majestad [1544-1548]. El periodo que abarcan es desde tiempos de Huayna Capac hasta 1567.

    Otros quipos que comentaremos en este libro son: El quipo Tributos de Paria, reconstruccin hipottica de

    lo que fue el quipo producto del reparto de tributos en Paria (Charcas) descrito detalladamente por Polo de Ondegardo al-rededor de 1565.

    Coleccin de quipos que incluye la reconstruccin de un qui-po colonial Tributos de la Pachaca de Felipe Mazco del repartimiento de los chupaychu en Hunuco, incluye quipos censales a nivel de ayllu. Estos quipos forman parte de la Vi-sita a la provincia de Len de Hunuco de 1562.

    Dos conjuntos de quipos coloniales Tributos de Sacaca y Tributos de los Aullagas. Son quipos que fueron presenta-dos en los pleitos de los indgenas de Sacaca y Aullaga (Char-cas) contra sus respectivos encomenderos por el exceso de tributos cobrados y otros abusos.

    Tres de estas colecciones proceden de naciones o reinos prehisp-nicos: Huanca, Lupaca y Charcas. La denominacin quechua (y ayma-ra) de esta demarcacin territorial debi ser Hunu o Guamani, tr-mino que indicaba que la poblacin tributaria era superior a los 10,000 personas. Uno o varios hunu adems de tener sus propios jefes tnicos (caciques o curacas) deban estar bajo la autoridad de un Gobernador o Tocrico inca. El trmino colonial para estos territorios fue reino o provincia. Usaremos preferentemente el trmino provincia para guardar coherencia con los documentos coloniales donde se mencio-nan. En la Colonia se llamaron las provincias de Jauja, Chucuito y

  • Introduccin a la Parte I 19

    Charcas. La provincia colonial de Charcas en realidad hace referencia a varios reinos o naciones prehispnicas: Sacaca habra sido una de las provincias hermanadas en la Confederacin Charca (Platt, 2006). La provincia de Paria era un espacio multitnico ubicado junto a uno de los tambos ms importantes del Tahuantinsuyo. Estos territorios hoy en da mantienen con mayor o menor fuerza tradiciones cultu-rales heredadas de su rico pasado:1. Jauja (hoy valle del Mantaro, Regin Junn, Per). Tena tres par-

    cialidades, Hananhuanca, Lurinhuanca y Hatun Jauja, que hoy da corresponden a las provincias de Huancayo-Chupaca, Con-cepcin y Jauja respectivamente. Hasta hace pocas dcadas haba buen nmero de hablantes de quechua huanca que se distinguan ntidamente por el dialecto que corresponde a cada una de las tres parcialidades histricas. Actualmente se mantiene un buen nmero de hablantes huancas en dos distritos de Huancayo. Tuvo una significativa poblacin de mitimaes procedentes de Yauyos.

    2. Chucuito. Su antiguo territorio hoy corresponde en su mayor par-te a territorios de Puno, Moquegua y Tacna (Per). Sin embargo tambin tenan islas que dependan de su reino en zonas ms alejadas como Arica (Chile) y Larecaja (Bolivia). El aymara si-gue siendo la lengua mayoritaria en este territorio, aunque el uro se ha extinguido.

    3. Charcas: Sacaca y Aullagas. Sacaca hoy corresponde a un terri-torio al Norte de Potos, una de las zonas de mayor vigor cultural indgena de Bolivia. Aullagas est al sur del actual lago Poopo. La mita minera colonial ha quechuizado la mayor parte de estas reas; sin embargo, es claro que el trnsito del aymara al quechua es de tiempos recientes puesto que an hay comunidades hablan-tes de aymara en las zonas ms alejadas del norte de Potos.

    4. La provincia de Paria bien pudo tener un estatuto especial en tiempos incas, ya que fue la sede del famoso Gran tambo inca. Tena una composicin multitnica: dos grupos llamados ay-maraes (soras y casayas) y el grupo mayoritario de uros. Hoy en da corresponde a un territorio ubicado en el departamento de Oruro en Bolivia.

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru20

    Otros casos no corresponden a provincias coloniales sino ms bien a repartimientos dentro de provincias coloniales. Uno de ellos es un repartimiento de la provincia de Len de Hunuco. Los re-partimientos eran territorios asignados a encomenderos. El reparti-miento que tratamos, segn los testimonios, comprenda lo que haban sido cuatro guarangas, que eran, mayoritariamente, de la nacin que se llam Chupaychu. Este territorio corresponde aproximadamen-te al que rodea la ciudad de Hunuco en la regin del mismo nom-bre (Per). Los hablantes de quechua han disminuido mucho en aos recientes, sobre todo en las partes bajas y prximas a las capitales provinciales, aunque sigue siendo importante en las partes altas. En tiempos incas, al parecer, este territorio dependa del Gran tambo de Hunuco Viejo ubicado en una zona de ms altura y a ms de 100 km del actual Hunuco.

  • caPtulo 1: QuiPos huancas en el Periodo de conQuista

    1.1. El periodo de Conquista: 1532-1554

    En nuestra mal contada historia (ya descartada por muchos estu-dios, pero aun presente en el imaginario) se suele decir que en 1532 se derrumb el Imperio Inca y empez la Colonia. No resulta correcto dar a entender que en este periodo empieza un poder colonial sien-do, ms bien, que se caracteriza por la ausencia de gobierno.

    Tal vez podamos entender mejor lo sucedido clasificando los perio-dos de nuestra historia de manera ms apropiada. El proceso llamado Conquista empez con muchos aos de anterioridad a 1532 y termi-n tambin mucho despus, tal vez con la captura y muerte de Tupac Amaru I en 1572. O por lo menos cuando se derrota la ltima rebelin importante de encomenderos encabezada por Girn en 1554.

    La organizacin de la empresa que se llam Conquista se inicia, al parecer, desde 1511 en que Vasco Nez de Balboa y sus expedi-cionarios entre los que estaba Pizarro tuvieron conocimiento de la existencia de un rico imperio al sur de Panam que llamaron Per. Segn diversas relaciones (Las Casas, 1986 t.3: 154) los espaoles fueron informados por un importante rey de Panam. En este reino de Panam se tenan noticias, directas o indirectas, del Tahuantinsuyo a travs suponemos de intercambios diversos o viajes. No sabemos lo enteramente preciso de la informacin, pero se cita al menos que dijeron que era un pas riqusimo en oro, que tenan barcos y algunas fuentes (citadas por Prescott, 1943) indican que les hicieron dibujos de llamas a los espaoles.

    En realidad, despus de conocer los intercambios econmicos y culturales entre indgenas de toda Amrica, mostrados entre otros por Lvi-Strauss en sus Mitlogicas, no hay nada objetivo que haga pensar que el Tahuantinsuyo fue un territorio aislado del resto de rei-nos indgenas situados ms al norte (ahora Colombia y Panam). Los intercambios podran ser lentos, difciles y hasta espordicos; pero in-dudablemente existan.

    Desde que Pizarro y Almagro toman conocimiento y sabiendo de

  • mapa del tahuantinsuyu

    Mapa del Tahuantinsuyo

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 23

    la inmensa ventaja militar que tenan frente a los indgenas ponen en marcha planes para apropiarse de ese rico imperio. Invierten conside-rables capitales armando barcos y soldados. En 1526 tienen uno de sus logros ms importantes: capturan un huampu o embarcacin inca y secuestran a sus tripulantes que convierten tras varios aos de entre-namiento en intrpretes o lenguas que tendrn un papel crucial frente a Atahuallpa en Cajamarca. Adems de la ventaja militar en armas (plvora, hierro, caballos) hay una inmensa ventaja en el uso de la hoy llamada inteligencia, el uso de intrpretes entrenados entre espao-les por ejemplo tuvo una gran importancia. Los mtodos de conquista no eran invenciones de Pizarro y Almagro puesto que ya haban sido ensayados con xito en Mxico por Corts, y antes en las Antillas.

    Obtenida la captura de Atahuallpa, se le permite seguir gobernando desde su prisin a fin de que organice la entrega de su rescate de oro, empresa extraordinaria por el volumen que signific (once mil kilos de piezas de oro). Despus de dar muerte a Atahuallpa, logran una alianza con otro hijo de Huayna Capac, Manco Inca, quien sigue gobernando, ayudado de su hermano Paullu. Los incas cuzqueos seguan al fren-te de todas sus tareas administrativas por esos primeros aos (1533-1536) en un territorio que iba al menos desde Chachapoyas (norte del Per actual) hasta Charcas y Chile. El desorden en el norte del Ta-huantinsuyo, hoy Ecuador, era mayor, por la dura resistencia de los incas quiteos. Haba todava otros muchos territorios del Tahuantin-suyo a los que aun no haba llegado ningn espaol.

    Es innegable que Pizarro y sus acompaantes haban asestado dos tremendos golpes a los incas, primero con la captura de Atahuallpa y despus con su muerte. La consiguiente derrota, tras dura resistencia, de los incas quiteos (Quisquis, Rumiahui) acab con los incas nor-teos. Sin embargo, faltaba el golpe definitivo a los incas que no se producira sino hasta la derrota de Manco Inca. Pareca como si los incas cuzqueos siguiesen gobernando aliados a los guerreros pro-fesionales que dirige Pizarro. La situacin se aclara cuando Manco Inca decide alzarse contra los espaoles a mediados del ao 1536.

    En 1539, tres aos despus de iniciado su alzamiento, Manco Inca pierde la guerra definitivamente, pero aun as los espaoles no consi-

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru24

    guen gobernar. Lo que las naciones del Tahuantinsuyo para entonces ya llamadas Reynos del Piru viven es un desgobierno. Por momentos un bando de espaoles se apropia de una zona, al poco viene otro bando. Las pocas ciudades de espaoles son gobernadas por espao-les mismos (de distintos bandos), pero all donde vive el grueso de la poblacin indgena son los caciques solos, aliados o sometidos a al-gunos encomenderos o funcionarios de la Corona quienes gobiernan lo que fueron sus mismos reinos antes de pertenecer al Tahuantinsuyo; ya no gobiernan los incas y todava no gobiernan los espaoles, al menos no los que representan al Rey.

    La situacin de desgobierno parece terminar con La Gasca en 1548, pero mantiene rezagos hasta 1554. Tal como lo escribi Gua-man Poma (y los quipos huancas lo dan a entender) es recin entonces cuando concluye la Conquista. Es entonces cuando la batalla polti-ca sobre cmo organizar los reynos del Piru bajo el poder de la Corona de Espaa se torna decisiva.

    En general se admite que los contingentes de pocos miles de es-paoles que haba en el Per hasta 1550-70 no tenan la capacidad humana, tanto por sus habilidades, como por su nmero, e incluso por el escaso conocimiento del pas, para gobernarlo. Y adems gobernar no era su prioridad. La prioridad primera fue el reparto de oro y otras riquezas, el control militar de incas rebeldes, la fundacin de ciudades de espaoles y el reparto de encomiendas y territorios (de lo cual vinie-ron las disputas). Todo el resto de la organizacin del Tahuantinsuyo como caminos, tambos, depsitos, correos-chasquis, obras pblicas, mantenimiento de inmensos rebaos, sistemas de riego, produccin de tejidos, chacras y otros muchos asuntos quedaba en manos de lo que los caciques y los incas aliados de espaoles podan buenamente mantener. En este contexto si bien muchas de las formas de gobierno incas se fueron derrumbando paulatinamente, algunas lograron sobre-vivir varias dcadas. Un ejemplo de esta supervivencia fue el sistema de abastecimiento de los tambos, a cargo de los caciques de la nacin huanca, que sigui funcionando tan eficazmente que 16 aos despus de Cajamarca permiti abastecer a un ejrcito por varias semanas de todo lo necesario (Polo de Ondegardo, Archivos de Quipos Huancas).

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 25

    Ante la pregunta de una Cdula Real (debi estar fechada alrede-dor de 1560) pidiendo se informe sobre este perodo y cmo se les impusieron tributos a los indios el Oidor Hernando de Santilln res-pondi descarnadamente:

    Se responde que al tiempo que entraron los primeros espaoles en el Per que fue cuando D. Francisco Pizarro y D. Diego de Almagro y los dems que con ellos fueron despus de haber preso a Atabalipa en Caja-marca, lo primero que hicieron fue desposeer a los incas de su seoro y aun matar al seor principal, que era el dicho Atabalipa. Tras esto dieron saco general a la tierra, robando todo cuanto hallaron de oro y de plata que estaba en poder de los seores y particulares, y en casas del sol y guacas, todo lo ms que pudieron haber, de lo cual hicieron las partes que dicen de Cajamarca. Este fue el primer tributo y esquilmo que llevaron de la tierra, y luego todos los depsitos de ropa, y de otras cosas de bastimentos que el inca tena, como arriba es dicho, los tomaron e hicieron destruccin de todo ello, que no qued cosa, aunque era grandsima en cantidad; y luego todos los ganados que pudieron haber, as del sol y del inga, como de los otros seores y comunidades. Todos los tomaron, el que ms pudo ms, y lo que no podan aprovecharse de ello lo destruan. Dcese que mata-ban gran nmero de ovejas [llamas] para solamente comer los sesos y lo dems lo dejaban perdido, y para hallar una oveja gorda, mataban diez o doce. Otros provean carniceras, otros llevaban grandes hatos de ganado a las entradas [a la selva], y de esta suerte apuraron casi cuanto ganado haba en la tierra, con tanta diligencia como si les hubiera mandado Dios que hiciesen en aquella tierra lo que mand el rey Saul a los Amalecitas; y as, habiendo en aquella tierra ms ganados que hierbas la dejaron casi sin ninguno. Despus de esto, el dicho gobernador Francisco Pizarro reparti la tierra y encomendola por repartimientos a los espaoles, dando a cada uno un valle o provincia con sus seores. Estos encomenderos se hicieron cada uno de ellos un inga, y as usaron por virtud de las dichas encomien-das de todos los derechos, tributos y servicios que aquella tierra haca al inga, y ms los que ellos aadieron, como adelante se dir. Hicieron que les hiciesen casas en los pueblos, que fundaron muy grandes, y as como el inga, en sujetando una provincia, luego le hacan servicio de los gana-dos, y chacras y mujeres y lo dems que est dicho, as los encomenderos

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru26

    hicieron a sus caciques que les hiciesen el dicho servicio, no de tierras, porque no pretendan entonces cultivarlas como el inga, sino destruirlas: pidironles cuanto oro y plata tenan, piedras, esmeraldas y toda ropa fina y ganados, las hijas y mujeres hermosas, dems de las del sol y del inga que estaban en los encerramientos, que tambin las heredaron; as de este primer golpe dejaban barrido el valle o repartimiento que les encomen-daban. Y esto no entraba en cuenta del tributo, porque de ah adelante les ensearon a tributar el tributo ordinario que les haban de pagar en cada un ao, en esta manera: que se informaron bien de ellos as por quipos como por otras vas de azotes y chamuscaduras, etc., de los gneros de cosas que tributaban al inga, y por aquellos iban concertndose con los caciques, pidiendo de cada cosa la cantidad que se le antojaba; en cuanto al oro y plata dbanles unas piedras grandes y decan que el peso de tantas piedras de aquellas las haban de dar de oro y plata cada ao, y esto era una cosa imposible; y as en la ropa y lo dems por este tono. Los caci-ques, como vean que en ninguna manera podan aquello afliganse, y as iba el encomendero poco a poco bajando con grandes fieros y amenazas que les hacan temblar, porque para atemorizarlos para estas cosas, mata-ron y quemaron a muchos y a otros encarcelaban en encerramientos muy oscuros hasta que de desesperados se ahorcaban. (1927:53-54).

    Ntese cmo los encomenderos recurren a los quipos incas para saber lo que haban tributado y pedir ellos una tributacin parecida o mayor. Los caciques por su parte para organizar los tributos deban hacer las cuentas, repartirlas y anotarlas en quipos. El quipo inca sigui siendo una herramienta muy til por esos aos. En lo que sigue veremos algunos ejemplos de cmo se usaron en aquellos tiempos.

    1.2. Quipos Jauja-Huancas [1533-1548]En los quipos huancas del perodo 1533-1548 se detalla todo lo

    entregado por dos de los tres caciques huancas a las tropas de Pizarro (o del rey), su colaboracin en la lucha contra los incas, en las guerras civiles, as como distintos robos y saqueos sufridos; precisamente es-tos quipos fueron parte de un proceso donde los caciques reclamaron compensaciones.

    Estos quipos estn organizados en tres series que corresponden

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 27

    cada una a su respectiva parcialidad: Hatun Jauja, Lurinhuanca y Ha-nanhuanca. El caso de Hananhuanca es especial. No est en los ar-chivos de Sevilla pero se sabe de su existencia puesto que se alude a l en uno de los documentos. An as, muchos de los aportes de los Hananhuancas pueden ser deducidos, puesto que los repartos son proporcionalmente precisos como veremos. Por tanto, aun no tenien-do los documentos hananhuancas consideramos sus tres partes: Hatun Jauja, Lurinhuanca y Hananhuanca (deducido) que abarcan desde la salida de Pizarro de Cajamarca hasta la batalla de Jaquijahuana donde se acab con el alzamiento de Gonzalo Pizarro.

    Los que se conservan y muestran las relaciones matemticas pro-porcionales son los que protagonizan Sulichaque, cacique de Hatun Jauja y Jernimo Guacrapaucar cacique de Lurinhuanca. El cacique de Hananhuanca fue tambin muy conocido en su poca: Apo Alanya.

    Advertimos, como es ya sabido, que la transcripcin de estos qui-pos-memoria era realizada por un intrprete y un escribano y no inclu-yen ninguna nota sobre las caractersticas de los nudos o los colores. Sin embargo, otros aspectos como las posiciones y el orden de las cuerdas se pueden deducir al menos parcialmente, ya que los escriba-nos solan seguir el mismo orden que declaraban los quipocamayos a travs de los lenguas o traductores.

    Los hechos de Cajamarca marcan el inicio de dichos quipos. Segn Espinoza Soriano, a partir de la captura de Atahuallpa hubo nacio-nes que bien por haber sido aliadas del bando huascarista o por guar-dar viejos rencores contra los cusqueos, o por ambas cosas, estuvie-ron dispuestas desde los momentos iniciales a entablar alianzas con el nuevo poder representado por Pizarro y sus aliados. El papel jugado por los huancas como aliados de Pizarro fue de gran importancia para la derrota de los incas.

    1.3. Los quipos huancas fueron muy conocidos en su tiempo

    El quipo (o conjunto de quipos) Lurinhuanca I fue comentado en su tiempo por el mismo Cieza de Len (1553). Fue precisamente al verlo que Cieza recin se convenci de la capacidad de registrar datos que tenan los quipos. Debemos agradecerlo a la paciencia que tuvo el

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru28

    cacique Guacrapaucar en explicrselo:

    En cada cabecera de provincia haba contadores a quienes llaman quipo-camayos y por estos nudos tenan la cuenta y razn de lo que haban de tributar los que estaban en aquel distrito, desde la plata, oro, ropa y gana-do hasta la lea, y otras cosas ms menudas... Yo estaba incrdulo en esta cuenta y, aunque lo oa afirmar y tratar, tena lo ms de ello por fbula; y estando en la provincia de Jauja, en lo que llaman Marcavilca, y rogu al seor Guacrapaucar que me hiciese entender la cuenta dicha de tal ma-nera que yo me satisfaciese a m mismo para estar cierto que era fiel y verdadera; y luego mand a sus criados que fuese por sus quipos, y como este seor sea de buen entendimiento y razn para ser indio, con mucho reposo satisfizo mi demanda y me dijo que para que mejor lo entendiese, que notase todo lo que por su vida haba dado a los espaoles desde que entr el gobernador don Francisco Pizarro en el valle estaba all sin falta nada; y as vi la cuenta del oro, la plata, ropa que haban dado con todo el maz y ganado y otras cosas, que en verdad yo qued espantado de ello. (1985, cap. xii)

    Es muy posible que tambin Guamn Poma hubiera conocido (a travs de copias en quipo o en papel) los quipos huancas referidos. Guaman Poma expresa apreciaciones coincidentes respecto al papel indgena en la conquista; especialmente en la derrota de Francisco Hernndez Girn:

    En la pregunta LXI para el interrogatorio de testigos en la Pro-banza de servicios de Sulichaque, cacique principal de Hatun Jauja se dice:

    Y estando en el dicho valle de Hatun Jauja, los dichos capitanes y gente contenidos en la pregunta antes de esta, baj al dicho valle el dicho Fran-cisco Hernndez, con ciertos soldados de guerra, sus secuaces, contra los cuales salieron de los dichos tambos los dichos Juan Tello y Miguel de la Serna con su gente; y con ellos, en su acompaamiento y ayuda los dichos don Francisco Jauja Cusichac y don Cristbal Canchaya y don Diego Iaupari con 514 indios de guerra con sus armas. Los cuales en la escaramuza que los dichos capitanes tuvieron con el dicho Francisco Hernndez y su gente, ayudaron a los dichos espaoles y capitanes de tal

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 29

    manera que fueron la principal parte para que prendiesen al dicho Francisco Hernndez y su gente; lo cual fue muy sealado e importante servicio que los indios de Hatun Jauja hicieron a Su Majestad porque a no dar ellos el dicho socorro y ayuda a los dichos capitanes, por tener poca gente y mal armada. [parte no legible] fueran parte para lo prender y escapndose de all el dicho Francisco Hernndez pudiera rehacerse y tor-nar a la guerra, lo cual todo se excus con su prisin y castigo que de l se hizo. (Quipos Hatun Jauja [1533-1548] en Prssinen 2004: 193; tambin en http://pares.mcu.es f8v)

    Por otra parte, la versin de Guaman Poma nos dice:

    Apu Alanya Chuqui Llanqui - Hananhuanca; Apo Guacrapaucar - Lu-rinhuanca; Cucichac - Jauja; prendi a Francisco Hernndez Girn con los dichos seis capitanes. Que le hall muy pobre, sin armas ni plvora, ni piloto; que estaban en una choza- chuclla de llama miche (pastor de llamas) y le prendi como mujer. Se entreg a las manos de los indios de Jauja y de all les llevaron a la Ciudad de Los Reyes de Lima. Llegado fue sentenciado a cortar la cabeza de Francisco Hernndez y a los dems ahorcados y cuartizados. Y se hizo justicia en ellos y lo pusieron las di-chas cabezas con los dems traidores, y se ejecut en ellos. Y as se acab la rebelacin contra la Corona Real. (1980: 435)

    Aun cuando Guaman Poma pudo saber la versin de los huancas en diversas fuentes, incluidas las orales, la importancia especial que Guaman Poma otorga a las ilustraciones de cierre de captulos (dicha ilustracin cierra el importante captulo de Conquista), muchas ve-ces relacionada a quipos o escribanos, agranda la sospecha sobre el conocimiento directo que debi tener sobre el quipo en cuestin.

    Los quipos-memoria huancas que mencionamos tenan varias co-pias (en cordeles) que circulaban entre indgenas, en tiempos colo-niales. Para algunos funcionarios coloniales eso sera una especie de propaganda subversiva que no resultaba de su agrado:

    Pasando yo por el valle de Jauja (que es uno de los ms poblados y ricos de este reino) y andando en compaa del corregidor por las calles de un pueblo llamado Hatun-Jauja, vimos un indio viejo con un grande

  • Los caciques huancas capturan a Girn. De Guaman Poma p. 434

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 31

    mazo de cuerdas de lana bien torcida de diversas colores en la mano, que ellos llaman quipos. Pues como este Indio viese que el corregidor y yo le habamos visto, procur esconderse con su carga, mas no lo pudo hacer como pensaba, porque el corregidor le llam y pregunt de qu eran tan largas cuentas, el Indio turbado comenz a variar, con lo cual acrescent en el Corregidor el deseo de saber lo que le preguntaba, y as lo puso en trmino de azotes y de cortarle el cabello (que es la mayor afrenta que se les puede hacer) el indio vino a confesar diciendo, que aquel quipo con otros muy grandes que tena, era la razn y cuenta que haba de dar al Inga cuando volviese del otro mundo de todo lo que haba sucedido en aquel valle en su ausencia: donde se incluan todos los espaoles que por real camino haban pasado, lo que haban pedido y comprado, todo lo que haban hecho as en bien como en mal. El corregidor tom y quem sus cuentas, y castig al Indio. Miscelnea Austral de Diego de Avalos (1602), en Prssinen & Kiviharju (2004:157)

    El testimonio que hemos presentado de Santilln (especialmente al referirse al exterminio de los ganados por los primeros conquista-dores) tambin deja entrever que conoca el contenido de los quipos huancas. Siendo quipos conocidos por muchos espaoles, su difusin entre indgenas tuvo que ser mucho ms amplia. Aun cuando las fuen-tes para afirmarlo parezcan escasas me parece claro concluir que algu-nos quipos se difundan, se hacan pblicos; por motivos que iban ms all de lo administrativo. La existencia de quipus arqueolgicos que son copias de otros abonara tambin en este sentido.

    1.4. Los repartos proporcionales en los quipos huancas [1533-1548]

    Los quipos-memorias de Lurinhuanca y Hatun Jauja fueron tradu-cidos y transcritos en dos fechas diferentes, 1558 y 1561 respectiva-mente, aunque tratan de un periodo anterior. En 1971, Espinoza Soria-no presenta sumadas las cifras de Lurinhuanca y Hatun Jauja referidas a los combatientes, (tambin Hemming 2004), pero no se establecen las proporciones que resultan entre ellas.

    Puesto que cada entrega que hacen tanto Hatun Jaujas como Lu-rinhuancas est encabezada por una breve descripcin del momento,

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru32

    lugar, fin y personas a las que se entregaron las cantidades dichas, es posible confrontar los quipos y ponerlos en paralelo. La tarea se facilita ya que la gran mayora de sucesos, con excepciones muy pun-tuales, estn registrados en forma secuencialmente paralela en ambos conjuntos de quipos.

    Cuando pusimos todos los productos entregados segn momento y lugar en paralelo (ver cuadros 1.3 a 1.6), encontramos que los repar-tos entre ambas parcialidades mantenan, en muchos casos, una razn proporcional. En los repartos donde los huancas pactan y reciben por amigo a Pizarro en Cajamarca, la proporcin entre Hatun Jaujas y Lurinhuancas es del 50% (es decir, los Hatun Jaujas aportaban la mitad respecto a los Lurinhuancas), despus cuando Pizarro llega a Jauja, la razn entre Hatun Jauja / Lurinhuanca pasa a ser del 52,0% en algunos casos del 50%. Aos despus hay un cambio importante: cuando Alonso de Alvarado llega con 400 hombres para combatir a Manco Inca, la razn predominante es del 64,2%, que se mantiene invariable varios aos, con pocas excepciones.

    Por otro lado tenamos el dato conocido, registrado en una encuesta dirigida por el corregidor de Jauja, Andrs de Vega, en 1582 (Jim-nez de la Espada 1965:166-67). Veinticuatro indios huancas, ocho por cada una de sus parcialidades, los ms viejos y antiguos que se pudie-ron hallar, declararon que los huancas fueron 27,000 aucacamayos (literalmente guerreros, concepto que los espaoles tradujeron en tributarios) en tiempos del inca. De dicha declaracin se deduce que lean o al menos citaban un quipo ynga. De este total tambin espe-cifican lo que corresponde a cada parcialidad: 12,000 eran Lurinhuan-cas, 6,000 Hatun Jaujas y 9,000 Hananhuancas. Con esta declaracin y con las proporciones mencionadas en el prrafo anterior, nos dimos cuenta que era posible reconstruir el aporte de la parcialidad faltante en los archivos de Sevilla: la parcialidad de los Hananhuancas. Y que adems lo podamos hacer con un alto grado de exactitud, gracias a la sorprendente precisin de los clculos realizados por los quipocama-yos. Clculos que se haban planificado, ejecutado y registrado en los quipos con no menos admirable precisin. Como nos cuenta Polo de Ondegardo:

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 33

    [Tenan] tanta orden y cuenta, que sera dificultoso creerlo ni darlo a en-tender como ellos lo tienen en su cuenta y por registros. (Polo de Onde-gardo 1872:64)

    En el cuadro 1.1 mostramos la poblacin Jauja-huanca desde tiem-pos del inca (antes de 1532) hasta 1572 basada en los datos reportados en los quipus, excepto en el caso de la visita de Toledo que correspon-de al censo espaol.

    Cuadro 1.1: Poblacin de gente de guerra (aucacamayos) o tributarios huancas (1532 - 1572)

    Cod. Fuentes para establecer los aucacamayos huancas Lurin Jauja Hanan Total

    P1 En tiempos del ynga segn declaracin de los caciques a Andrs de Vega en 1582 12000 6000 9000 27000

    P2Tributarios huancas deducidos de la mayor parte de repartos que constan en los quipos datados entre 1533 y 1536

    11931 6202 9067 27200

    P3 Tributarios huancas segn se deduce solo de dos repartos (1533-1536) 12000 6500 8500 27000

    P4 Tributarios huancas deducidos segn repartos 1537-1548 10760 6904 8336 26000

    P5 Tributarios segn visita de Toledo en 1572 3500 1200 2500 7200

    Prdida de poblacin entre 1532 y 1572 70.8% 80.0% 72.2% 73.3%

    En base al total de la poblacin se establecen las proporciones que se aplican en los repartos. Resumimos las fracciones y nmeros base aplicados en el cuadro 1.2. En dicho cuadro no aparece el total correspondiente al clculo poblacional que denominamos P3, ya que este solo se aplica en dos repartos.

    Entendemos por nmero base una cifra que sirve para establecer repartos mediante multiplicaciones por nmeros enteros. Otra forma de hacer los clculos sera multiplicar por fracciones, que implica tam-bin dividir. El nmero base solo necesita ser multiplicado.

    La sustentacin de los clculos poblacionales que presentamos se encuentra ms detallada en los cuadros 1.7, 1.8 y 1.9.

    Las fracciones del cuadro 1.2 deben ser comparadas a las que se desprenden de los aportes en los cuadros 1.3 a 1.6 de manera que

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru34

    podamos apreciar la exactitud de los clculos contenidos en los qui-pos huancas. Sealo el procedimiento que he seguido para obtener los nmeros base y las fracciones que indico. No sabemos cul ha sido el procedimiento exacto seguido por los caciques huancas, sin embargo lo que est claro es que siguieron algn procedimiento que les permiti obtener dichos resultados.

    Cuadro 1.2: Fracciones y nmeros base derivados de los clculos poblacio-nales aplicados en repartos 1533-1548

    Cdigos Fracciones y nmeros base Lurin Jauja Hanan

    AFraccin que se obtiene de la proporcin de la poblacin redondeada dada en el quipo inga citado (P1)

    4/9 2/9 3/9 1/3

    P2 /10Nmero base obtenido a partir de clculos ms exactos segn figuran en los quipos huancas (P2) divididos entre 10

    1193 620 907

    P2 /10 Nmero base casi igual anterior, pero redondeado 1190 620 910

    P2/100 Nmero base obtenido de dividir P2/100 119 62 91

    B Fracciones que se obtienen dividiendo cada uno de los nmeros base P2 entre 27,200. 439/1000 228/1000 333/1000

    X Nmero base derivado de P4/8 1345 863 1042

    Y

    Fracciones que mantienen las mismas propor-ciones anteriores y se obtienen de multiplicar los nmeros base de P4 por 4 y dividirlos entre 13,000 (=8/26,000).

    413/1000 266/1000 321/1000

    Aporte huanca enviado a Cajamarca 1533 (y otros repartos menores antes del alzamiento de Manco Inca 1534-1536)

    Aplicando las proporciones deducibles de la poblacin en la poca inca al reparto de los presentes que envan los caciques huancas a Cajamarca resulta sencillo determinar cul debi ser el aporte que le correspondi a los hananhuancas. En los quipos aparecen claramente dos fracciones: 4/9 y 2/9 , por tanto la fraccin faltante tiene que ser 3/9 (o simplemente 1/3). Estas mismas proporciones se mantienen en algunos otros repartos posteriores al de Cajamarca coincidentemente repartos menores realizados antes del alzamiento de Manco Inca.

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 35

    Cuadro 1.3: Aporte huanca enviado a Cajamarca (1533)No. Quipo Texto en quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    1. Alianza Pizarro-incas huascaristas. Los huancas envan presentes a Cajamarca (1533)

    (1.1)

    Memoria de los indios Ha-nanhuancas, Lurinhuancas y Atun Jaujas, de lo que los tres repartimientos de la provincia de Jauja, dimos al marqus don Francisco Pizarro desde que sali de Cajamarca. Enviamos a Cajamarca y le dimos

    1,321 indios de servicio 596 271 454

    271 indias de servicio 119 60 92

    1,351 pesos de oro 596 301 454

    1,351 pesos de plata 596 301 454

    180 ropa de cumbi 80 40 60

    9 mantas 4 2 3

    90 carneros 40 20 30

    678 pocchas de maz 298 155 225

    Aportes masivos huancas (octubre de 1533 - 1536)

    Las proporciones que se deducen de las cifras redondeadas de 27,000 tributarios debieron ser aplicadas en casos de aportes pequeos como es el caso del envo a Cajamarca. Sin embargo para las masivas entregas a las tropas de Pizarro en Jauja se aplicaron otras proporcio-nes que parecen ser ms exactas. En dichas entregas predominan cifras que hacen corresponder 11,931 aucacamayos para Lurinhuanca y 6,202 aucacamayos para Hatun Jauja (con ligeras variaciones). En funcin de mantener estas proporciones y al mismo tiempo una ci-fra cercana al promedio de 27,000 tributarios citados, resulta que a Hananhuanca le debieron corresponder con bastante aproximacin 9,067 aucacamayos o tributarios.

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru36

    Por tanto el total para el censo inca de los huancas debi ser 27,200 aucacamayos (con un mnimo margen de error). Estos 27,200 debe ser una cifra muy cercana al censo exacto, mientras que los 27,000 citados sera una cifra redondeada. Las proporciones resultantes de esta numeracin se aplican de manera bastante consistente hasta fines de 1536. Despus hay algunos casos aislados donde an se aplican, pero dejaron de ser la norma. En este perodo es comprobable que las proporciones para cada una de las parcialidades huancas estn muy prximas al 43,9%, 22,8% y 33,3% para Lurinhuanca, Hatun Jauja y Hananhuanca respectivamente. En algunos casos se repiten las pro-porciones usadas para el envo a Cajamarca (4/9, 2/9 y 3/9).

    Cuadro 1.4: Aportes masivos huancas (octubre 1533-1536)No. Quipo Texto en quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    1. Alianza Pizarro-incas huascaristas. Manco Inca aliado contra Quisquis (1533-1536)

    (1.4)Cuando vino el marqus a Jauja desde Bombn [octubre 1533]

    2,238 indios 927 589 722

    (1.5) Le dieron al marqus en Jauja 109,376 pocchas de maz 48,284 24,812 36280

    1,088 pocchas de quinoa 476 248 364

    10,898 pocchas de papas 4,772 2,498 3628

    54,407 corderos 23,862 12,405 18140

    5,440 perdices 2,386 1,240 1814

    54,406 libras de pescado 23,862 12,404 18140

    (1.7) Cuando sali el marqus para el Cuzco 41,706pocchas de maz 18,310 9,510 13886

    543 pocchas de quinoa 238 124 181

    510 pocchas de papas 386 124

    (1.10)Cuando fuimos con el tesorero Riquelme a dar batalla a Quis-quis [febrero de 1534]

    1,899 indios 774 515 610

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 37

    Cuadro 1.4: Aportes masivos huancas (octubre 1533-1536)No. Quipo Texto en quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    (1.11) Dieron al tesorero [Riquelme] y a los 30 soldados que con l quedaron para su comida.

    57,160 pocchas de maz 23,862 15,164 18134

    2,857 pocchas de papas 1,200 742 915

    3,261 ollas y cntaros 1,430 745 1086

    (1.12) Cuando volvi el marqus del Cuzco con Mango Inga que se qued 8 meses.

    26,902 pocchas de maz 11,904 6,498 8500

    1,765 pocchas de quinoa 780 402 583

    274 pares de ojotas 114 72 88

    5,422ollas y cntaros (vasijas)

    2,380 1,228 1814

    134,765 cargas de lea 59,655 30,110 45000

    (1.13)Cuando sali Quisquis de los Andes y le fue a dar batalla Soto

    920 indios de guerra 417 203 300

    4,500 pocchas de maz 2,000 1,000 1500

    432 carneros 192 96 144

    (1.14) Cuando el marqus estaba en Jauja con Mango Inga 54piezas de ropa de cumbi

    24 12 18

    27 mantas de caballo 12 6 9

    19,385 pocchas de maz 8,520 4,404 6461

    99,918 cargas de lea 44,394 24,074 31450

    (1.15) Cuando vino el marqus a Lima desde Jauja 6,197indios de carga 2,930 1,202 2065

    5,390 pocchas de maz 2,386 1,204 1800

    545 carneros 245 120 180

    27 corderos 12 6 9

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru38

    Aportes huancas despus del alzamiento de Manco Inca 1537-1542

    A partir de 1537 se empieza a aplicar otro juego de proporciones que implicaba un aumento para Hatun Jauja, y descensos para Lu-rinhuanca y Hananhuanca. Las proporciones son muy claras en los quipos, pero para el censo poblacional sobre el cual estn basadas no tenemos una fuente independiente que nos confirme el total poblacio-nal como en el caso de la encuesta de 1582 (donde se cita un quipo ynga, Jimenez de la Espada 1965:166-167). Sin embargo hay buenos indicios en las cifras para sostener que la base del clculo est conteni-da en algunos repartos representativos de los quipos que citamos. Una de estas cifras corresponde a un reparto de maz (ver cuadro 1.5, quipo No. 4.3) donde le correspondieron 10,760 pocchas (medias fanegas) a Lurinhuanca y 6,904 pocchas a Hatun Jauja. Para mantener las pro-porciones en este y otros repartos similares, lo que le debi tocar a Hananhuanca son 8,336 pocchas. El total recalculado de los auca-camayos huancas para 1537 debi ser 26,000 tributarios o aucacama-yos. Cifra que parece un redondeo a la baja ya que para entonces se deba estar notando la reduccin de poblacin.

    Derivadas de este clculo poblacional (censo propio de los huan-cas?, reasignaciones de los mitimaes a cada parcialidad?) resultan las proporciones de indios de guerra huancas que se repiten con frecuen-cia en los quipos: 413, 826 y 1345 para Lurinhuanca y para Hatun Jauja 266, 532 y 863. En esta lgica para Hananhuanca deben co-rresponder 321, 642 y 1042, de manera que las proporciones se man-tengan. Es decir, las proporciones de cada una de las sayas huancas seran: Lurinhuanca 41,3%; Hatun Jauja 26,6%; Hananhuanca 32,1%. Aunque las expresamos en tanto por ciento por la mayor facilidad que tenemos en entenderlos, en realidad consideramos que debie-ron entenderse como fracciones cuyo comn denominador sera mil: 413/1000; 266/1000 y 321/1000.

    Es fcil comprobar siguiendo las cifras de los documentos huan-cas en el Archivo de Sevilla que en muchos casos estas proporciones se mantienen de manera exacta para repartos de guerreros, indios de carga, maz, quinua, papas, sogas, vasijas o lea.

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 39

    Cuadro 1.5: Aportes huancas despus del alzamiento inca (1537-1542)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    2. El Alzamiento de Manco Inca. Cerco de Lima y luchas en la Sierra (1536-1537)

    (2.4)

    Disele a un capitn del Mar-qus que estaba en Jauja en el tiempo que Mango Inga mat a los soldados espaoles...

    2,991 pocchas de maz 1,330 664 997

    108 pocchas de quinoa 48 24 36

    825 pocchas de papas 366 184 275

    249 carneros 110 60 7941 corderos 18 10 13

    1,901 ollas y cntaros 845 422 634

    9,900 cargas de lea 4,400 2,200 3300

    (2.6)

    Cuando vino Quiso Yupangui a dar batalla en este cerco de Lima fue contra l Guacra-paucar de Lurinhuanca, Luna Vilca de Atun Jauja. Y llevaron consigo para pelear con el marqus. [agosto 1536]

    865 indios de guerra 383 193 289

    (2.7)Cuando fue Alonso de Alvara-do a Jauja. [noviembre 1536] le dimos...

    102,354 pocchas de maz 42,636 26,976 32742

    1,378 pocchas de quinoa 558 377 443

    1,923 pocchas de papas 796 510 617

    2,120 carneros 876 563 681 158 corderos 65 42 51

    9,750 ollas y cntaros 4,035 2,589 3126

    (2.8)Cuando fue Alonso de Alvara-do a pelear con los Yauyos le dimos...

    1,734 indios de guerra 826 266 642

    (2.9)Cuando fue Alonso de Alvara-do a Tarma, a pelear con los de Tarma le dimos...

    1,724 indios de guerra 816 266 642

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru40

    Cuadro 1.5: Aportes huancas despus del alzamiento inca (1537-1542)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    (2.10)

    Luego que volvimos de Tarma a estos tambos se rebelaron en Comas, en los Andes, dos In-gas, donde desde estos reparti-miento fuimos al dicho Comas, don Francisco Jauja Cusichac de Atun Jauja, don Jernimo Guacrapaucar de Lurinhuanca [y los de Hananhuanca] con

    1,000 indios de guerra 413 266 321

    (2.11)

    Vueltos los dichos Francisco Jauja Cusichac y Jernimo Guacrapaucar de Comas a sus pueblos, Alonso de Alvarado tom a en el dicho repar-timiento.

    2,000indios de guerra y de carga

    826 532 642

    Dieron al dicho mariscal para el camino 6,190pocchas de maz 2,710 1,415 2065

    1,064 llamas 439 283 342

    (2.14)

    Y despus de esto don Diego de Almagro baj de la ciudad del Cuzco al valle de Ica, que venan contra el Marqus don Francisco Pizarro, y sabido por el dicho Marqus su venida, envi a mandar a estos repar-timientos con ...y se fueron al dicho valle de Ica adonde pelearon hasta que desbarata-ron al dicho Almagro. [Batalla de Las Salinas, abril de 1538]

    108 indios de guerra 45 28 35

    3. Manco Inca ataca a los huancas (1538)

    (3.1)

    Despus vinieron del Cuzco Yanque Yupanqui Inga y Tito Yupangui a destruir a los huan-cas diciendo que ayudbamos al marqus y peleamos con ellos con

    3,250 indios de guerra 1,345 863 1042

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 41

    Cuadro 1.5: Aportes huancas despus del alzamiento inca (1537-1542)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    (3.2)

    Despus fueron otra vez a tener guerra diciendo que por qu ayudbamos al marqus, y salieron a pelear con l

    3,250 indios de guerra 1,345 863 1042

    (3.3)

    Despus volvi Illa Tupa a darnos guerra diciendo que por qu ayudaban al marqus y salimos a pelear con ellos...

    3,250 indios de guerra 1,345 863 1042

    (3.4)Despus volvi Payo Vilca a pelear con ellos a Jauja y sali-ronle a dar batalla con...

    3,120 indios de guerra 1,215 863 1042

    (3.5)Despus vino Mango Inga a darles batalla a Andamarca y saliles al encuentro con...

    3,343 indios de guerra 1,420 863 1060

    (3.6)

    Despus vino el Inga por Hua-manga diciendo que destruir Jauja y peleamos con ellos con

    3,406 indios de guerra 1,501 863 1042

    (3.8)Y despus de esto vino el dicho Mango Inga de Huamanga con... ...a este repartimiento.

    10,000 indios de guerra

    Y sabido por ellos le salieron al camino con... ...y le toparon en Paucarbamba. Y all fueron los dichos dos espaoles.

    3,250 indios de guerra 1,345 863 1042

    4. ltima fase del alzamiento de Manco Inca (1539)

    (4.1)Despus fue don Francisco Pi-zarro de esta ciudad al Cuzco a pelear con el Inga y le dimos...

    1,002 indios de guerra 415 266 321

    1,002 indios de carga 415 266 321

    16,038 pocchas de maz 6,750 4,078 5210

    70 pocchas de quinua 30 18 22

    3,250 pocchas de papas 1,348 860 1042

    6,499 vasijas 2,690 1,725 2084

    (4.3) Despus vino Mercadillo de los Andes a Jauja y le dimos... 26,000pocchas de maz 10,760 6,904 8336

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru42

    Cuadro 1.5: Aportes huancas despus del alzamiento inca (1537-1542)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    4,925 pocchas de papas 2,016 1,346 1563

    205 carneros 85 54 66

    196 pares de ojotas 80 53 63

    1,084 sogas 448 288 348

    32,500 cargas de lea 13,450 8,630 10420

    (4.4)

    Despus Mango Inga sali a pelear con el Marqus y envi a Jauja por indios de guerra y le dimos...

    1,005 indios de guerra 418 266 321

    6. La batalla de Chupas (1541-1542)

    (6.4)

    Despus yendo Almagro el Mozo al Cuzco, sali Vaca de Castro y pele con l y Tordoya de Hunuco y salieron a Jauja a dar batalla y all le dimos

    1,999 libras de cobre 826 531 642

    659 libras de plomo 273 174 212

    65,574 pocchas de maz 25,928 18,460 21186

    882 pares de alpargatas 482 400

    1,105 pares de ojotas 452 300 353

    166,982cargas de lea, yerba y paja

    74466 36,905 55611

    45,990 cargas de carbn 20,000 10,672 15318

    Aportes huancas hasta la batalla de Jaquijahuana (1542-1548)

    Despus de la batalla de Chupas, tras una breve calma, vino el perodo ms turbulento para el Per de ese entonces, con la rebelin de Gonzalo Pizarro, la destruccin y el saqueo arreciaron con mayor fuerza. Desde esos aos, las proporciones en los repartos se hicieron menos visibles, mantenindose tan solo y significativamente en los

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 43

    repartos de indios de guerra, indios de carga, armas (picas), cobre y plomo. As, hasta la derrota de Gonzalo Pizarro en 1548.

    A pesar de su alianza con Pizarro, los saqueos continuos, las entre-gas de indios de servicio a los espaoles, las entradas, las guerras con los incas y otros factores como las enfermedades, provocaron una cada de poblacin desastrosa (respecto al censo inca la poblacin se haba reducido en ms del 70% para 1572). En ese contexto, habra sido muy difcil mantener las proporciones tan exactas como las apli-cadas en repartos anteriores. En los aos de desgobierno los caciques huancas consiguieron mantener parte importante de su poder, pero no es claro cmo se beneficiaron los indios a ellos sujetos.

    Cuadro 1.6: Aportes huancas hasta la batalla de Jaquijahuana (1542-1548)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    7. Los huancas combaten en el Huallaga (1542-1544)

    (7.1)

    Despus de la batalla de Chupas vinieron los capi-tanes Pedro de Puelles y el capitn Vergara que iban a los Bracamoros [Jan] y Pilco [Huallaga], a los cuales dieron las cosas siguientes...

    1,010indios de carga y de guerra

    449 224 337

    29,794 pocchas de maz 12,640 7,524 9630

    (7.2)Despus volvi Vaca de Castro del Cuzco y le dimos all lo siguiente...

    326 indios de carga 135 86 105

    8. La rebelin de Gonzalo Pizarro y su derrota en Jaquijahuana (1544-1548)

    (8.3)

    Despus vino Blasco Nez Vela y mand a Jauja para ha-cer picas a Siles, un carpintero, al que le dimos...

    1,005 picas 418 266 321

    Y dimos indios para traerlas 503 indios de carga 209 133 161

    (8.11)

    Despus fue all Caravantes por mandado del bando de La Gasca y le dimos para el bando de La Gasca.

    2,026 picas 828 556 642

    Le dieron para que llevasen las dichas picas hasta Huarochiri.

    1,013 indios de carga 414 278 321

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru44

    Cuadro 1.6: Aportes huancas hasta la batalla de Jaquijahuana (1542-1548)No. Quipo Texto del quipo-memoria Total Servicio Lurin Jauja Hanan

    Le dimos para hacer armas. 2,064libras de cobre 826 596 642

    pocchas de maz 1,202 534

    (8.12)

    Despus lleg all el presidente Gasca con el real y le dimos todo recaudo para que fuera hasta Cuzco a pelear contra Gonzalo Pizarro

    1,679 libras de cobre 826 321 532

    (8.13)

    Lo mismo hemos ayudado al presidente Gasca en Jaqui-jahuana con que pelearon contra ingas y caaris. [abril de 1548]

    165 indios de guerra 68 43 54

    1.5. Los repartos eran siempre proporcionales

    La forma como los indgenas hacan los repartos de tributos en el Tahuantinsuyo, en el Perodo de Conquista y aun en tiempos co-loniales, impregnan muchas crnicas y documentos administrativos coloniales.

    Titu Cusi Yupanqui, hablando de su padre Manco Inca, relata cmo reparten bienes por cabezas para Pizarro y sus acompaantes, cuan-do an eran aliados (1533-36):

    () mi padre estuvo en el Cuzco ya un tanto sosegado y contento con la muerte de aquel traidor Quisquis, hizo llamamiento a toda su gente, para que todos por cabezas diesen tributo a los espaoles para su sustenta-cin. (Titu Cusi [1570] 1992:16)

    Bartolom de Las Casas, cuya crnica inserta en su Apologti-ca, y editada por Jimnez de la Espada utiliza fuentes que conocieron muy bien el Tahuantinsuyo de esos aos, escribe:

    La cuenta de aquellas gentes del Per no eran pinturas, como la de la Nueva Espaa, y tampoco era como la nuestra, porque ambas fueran har-to fciles, sino otra ms que todas memorable y admirable. Y eran unos

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 45

    udos en unas cuerdas de lana algodn. Unos cordeles son blancos, otros negros, otros verdes, otros amarillos y otros colorados. En aquellos hacen unos udos, unos grandes y otros chicos, como de cordn de San Francisco, de unidades, decenas, centenas y millares, por los cuales ms fcilmente se entienden que nosotros con nuestras cuentas de guarismo y de las llanas1 (Las Casas, 1892: 197-198).

    Polo de Ondegardo, uno de los mejores conocedores de la econo-ma inca, declara en sus escritos:

    Era tanta la orden que tuvieron estos indios que a mi parecer, aunque mu-cho se piense en ello, sera dificultoso mejorarla conocida su condicin y costumbres. Y el repartimiento se haca de esta forma:Que si el gobernador [tocrico] mandaba que mil indios de esta provincia fuesen a sacar oro para el inga, dbanlos por cuenta y razn, cada uno segn los indios que tena y la comida que se les haba de llevar, tambin se divida por la misma orden los indios que eran menester para ello. Si el oro que se sacaba era mucho o poco, aquello se reciba. Lo mismo se haca en la ropa. De esta manera si el gobernador mandaba que quinientos indios hiciesen ropa, las parcialidades los daban por su orden y cuenta. Y la lana se traa de los depsitos y las parcialidades lo dividan entre s, y cada una haca hilar lo que les caba conforme a la gente. Y entre ellos se haca la misma divisin de manera que ninguno reciba agravio. () Lo mismo se haca si haba guerra: Que mandaba el inga de una provin-cia saliesen mil hombres: en la divisin de estos ninguna parcialidad era agraviada. (AGI, Patronato, 188: Folios 19 y 20)

    Blas Valera, (citado en Garcilaso) describe las formas de dividir que tanto le impresionan a l y a otros espaoles que las vieron:

    Para que en todo hubiese cuenta, orden y razn, a cierto tiempo sealado

    1 Guarismo o alguarismo se refiere a nmeros con valor posicional, como el cero que nos indica cul es el valor del nmero que le antecede (Diccionario de Autoridades). Llanas lo interpreto como se sola emplear en la poca, es decir simples. De lo anterior deduzco que las cuentas de alguarismo a las que se refiere Las Casas seran las cuentas complejas, es decir, la multiplicacin y divisin. Las cuentas llanas seran la suma y la resta. Aun en caso de no ser correcta mi interpretacin, quedara fuera de discusin el hecho de que con los quipos [de pedre-zuelas] los indios realizan las operaciones con ms facilidad que los espaoles.

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru46

    se juntaban en el pueblo principal de cada provincia los jueces cobradores y los contadores o escribanos que tenan los nudos y cuentas de los tribu-tos. Y delante del curaca y del gobernador Inca hacan las cuentas y parti-ciones por los nudos de sus hilos y con pedrezuelas, conforme al nmero de vecinos de la tal provincia. Y las sacaban tan ajustadas y verdaderas que en esta parte yo no s a quin se puede atribuir mayor alabanza: si a los contadores, que sin cifras de guarismos hacan sus cuentas y parti-ciones tan ajustadas de cosas tan menudas (cosa que nuestros aritmticos suelen hacer con mucha dificultad) o al gobernador y ministros regios, que con tanta facilidad entendan la cuenta y razn que de todas ellas les daban. (Garcilaso 1991: 282)

    El mismo Inca Garcilaso insiste en la idea y seala lo que otros llaman quipos de pedrezuelas para las particiones (cap. XXVI, libro II):

    De la aritmtica supieron mucho y por admirable manera. Que por nudos dados en unos hilos de diversos colores daban cuenta de todo lo que en el reino del Inca haba de tributos y contribuciones por cargo y descargo. Sumaban, restaban y multiplicaban por aquellos nudos. Y para saber lo que caba a cada pueblo hacan las particiones con granos de maz y pie-drezuelas, de manera que les sala cierta su cuenta.

    Cieza, si bien no es tan explcito, seala que los quipos era la forma de repartir sin agraviar a nadie, lo que da entender que eran clculos en base a proporciones:

    Tuvieron otra orden para saber y entender cmo se haba de hacer en la contribucin en las provincias de los mantenimientos, (...) de tal manera, que no fuesen agraviados, tan buena y sutil, que excede en artificio a los caracteres que usaron los mexicanos para sus cuentas y contratacin; y esto fue los quipos.

    El padre Acosta seala, en un pasaje muy citado, la gran habilidad para efectuar divisiones que tenan los caciques:

    Pues verles otra suerte de quipos, que usan de granos de maz, es cosa que encanta; porque una cuenta muy embarazosa, en que tendr un muy

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 47

    buen contador que hacer por pluma y tinta, para ver a cmo les cabe entre tantos, tanto de contribucin, sacando tanto de acull y aadiendo tanto de ac, con otras cien retartalillas, tomarn estos indios sus granos y pon-drn uno aqu, tres acull, ocho no s dnde; pasarn un grano de aqu, trocarn tres de acull, y, en efecto, ellos salen con su cuenta hecha pun-tualsimamente sin errar un tilde, y mucho mejor se saben ellos poner en cuenta y razn de lo que cabe a cada uno de pagar o dar, que sabremos nosotros drselo por pluma y tinta averiguado. Si esto no es ingenio y si estos hombres son bestias, jzguelo quien quisiere, que lo que yo juzgo de cierto es que en aquello que se aplican nos hacen grandes ventajas. (1590, Libro VI, cap. VIII)

    El testimonio del Oidor Matienzo merece una gran credibilidad, ya que vienen de parte de una persona con una ideologa claramente favorable a los encomenderos, muy crtica de los caciques y de los indios en general:

    Los caciques y principales su oficio es holgar y beber, y contar y repartir, que son muy diestros en esto, ms que ningn espaol, y cuntalo de espacio y con sus piedras de munchas colores, que cierto, es cosa de ver. (Matienzo [1567] 1967:22)

    Gonzlez Holgun tambin informa de los trminos quechuas usa-dos con los quipos de pedrecitas (maces o frijoles) y la manera deci-mal de manipularlos al hacer las cuentas:

    Chuncachasccatam yayanchani. Sumar los dieces o cientos o miles en un tanto y quitar los montones.Yayanchasccantam huauycuni. Resumir todos los dieces y cientos a un nmero. (Gonzlez Holguin [1608]:121)

    Hay mltiples testimonios que podemos anotar. Pero adems, tam-bin hay quipos arqueolgicos que demuestran lo mismo. Marcia y Robert Ascher, quienes tienen una monumental obra al respecto, lo han demostrado en el anlisis de los quipos por ellos estudiados. Tra-taremos el tema en la parte III de este libro.

    La capacidad de clculo incluira la representacin de fracciones y son los quipos-texto de los huancas la prueba ms evidente de la re-

  • Parte I: Quipos de los Reynos del Piru48

    presentacin de fracciones. Las mismas que no son solo meras frac-ciones sino que, al mismo tiempo, indican las cifras de la mita, sea de hombres de guerra o de carga, que a la parcialidad correspondiente le tocaba cumplir. Es decir, el caso huanca muestra que algunas de las mitas eran al mismo tiempo fracciones que se deben entender como partes de mil: 413/1000, 266/1000 y 321/1000. Resulta evidente, a quien lo quiera comprobar, que muchos clculos se basan en estas y otras fracciones similares.

    Los textos de los quipos que aparecen en las columnas correspon-dientes de los cuadros 1.3 a 1.6 son casi siempre los que aparecen en el quipo-texto del cacique Jernimo Guacrapaucar (Lurinhuanca); los mismos que se corresponden con textos muy similares del cacique Su-lichaque de Hatun Jauja. Sin embargo no son citas literales, ya que las hemos adaptado con el propsito de hacernos una idea de lo que pudo ser el texto que acompaara el aporte total de los huancas. Hemos elegido como base los textos de Guacrapaucar por ser ms concisos y porque los juzgamos ms prximos a la traduccin literal de lo que se dijo en quechua. En algunos casos, para dar mayor claridad, hemos complementado el texto con la versin de Sulichaque. Tambin hemos aadido entre corchetes fechas o alguna otra aclaracin adicional que nos ayude a situar el evento descrito.

    En los quipos huancas se puede apreciar que hay ms de una frac-cin en uso segn la circunstancia (ver cuadros 1.7, 1.8 y 1.9 con sus aclaraciones al final de este captulo). Estas variaciones, parecen una suerte de tasas anlogas a los precios que pueden subir y bajar. Mitimaes que se contaban a favor o se dejaban de contar podran ha-ber influido, entre otras consideraciones. Al respecto de los mitimaes consta que haba una importante cantidad de ellos en Jauja que pro-cedan especialmente de Yauyos y Huarochir. Pero lo que llama la atencin es que el cambio ms importante de la contribucin, cuando Hatun Jauja pasa del 22% al 26,6%, se da coincidentemente con el alzamiento de Manco Inca y la alianza subsiguiente que los caciques huancas realizaron con los espaoles. No es aventurado suponer que la liberacin de los huancas respecto al poder de los incas cuzqueos provocara cambios en las proporciones de los repartos de los huancas.

  • Captulo 1: Quipos huancas en el periodo Conquista 49

    Cuadro 1.7: Repartos de Maz, Alpacas, Pescado y Lea entre Lurinhuanca y Hatun Jauja, hiptesis de aporte Hananhuanca y Total entre 1533-1536

    No. Quipo Clave

    Repartos en Jauja (Proporcionales a la poblacin tributaria) 1533-1536 Lurin Jauja Hanan Total

    (1.5) P2 pocchas de maz (4 veces la pobla-cin tributaria) 48,284 24,812 36,268 109,364

    (1.5) P2corderos, -trmino empleado en la poca para alpacas- (2 veces la poblacin tributaria)

    23,862 12,405 18,134 54,401

    (1.5) P2 libras de pescado (2 veces la pobla-cin tributaria) 23,862 12,404 18,134 54,400

    (1.7) P2pocchas de maz (equivalente a la fraccin 92/60 de la poblacin tributaria)

    18,310 9,510 13,886 41,706

    (1.12) P3 pocchas de maz (equivalente a la poblacin tributaria) 11,904 6,498 8,500 26,902

    (1.14) P2 pocchas de