Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

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ediciones científicas LA PRENSA MEDICA MEXICANA,

S. A. deC. V

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PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Virginia Satir 2a. edición

Page 2: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

"Sistema ae □ iui lu^a

D.R. © 1986, ediciones científicas La PRENSA MÉDICA MEXICANA, S. A.

Paseo de las Facultades 26, Copilco-Universídad, Coyoacan 04360,

México, D. F.

Registro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial 00106

ISBN 968-435-105-4 (Segunda edición)

Primera edición D.R. © 1980, C. Amor S., La Prensa Médica Mexicana Paseo de las Facultades 26, México, 20, D. F. • 6 / 6 . &'9 ISBN 968-435-027-9

Titulo original en ingles: CONJOINT FAMILY THERAPY

Copyright © 1983, Science and Behavior Books, Inc. Palo Alto, California, E.U.A.

Traducido por el doctor Leopoldo Chagoya Beltrán y la terapeuta familiar Charlotte Birrell de Chagoya

la. reimpresión, 1989

Impreso en México Ediciones Copilco, S. A. Alfonso Pruneda 77, Copilco El Alto, Coyoacan 04360, México^ D. F.

Page 3: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

V

mmmm®

PRÓLOGO / VII AGRADECIMIENTOS / XI

¡ CLAVE DE LAS ABREVIATURAS / xm

"Parte uno: Teoría familiar

—--(1^ Por qué existe la psicoterapia familia^ , * -

2 B^ja autoestimación y selección de compañero / 8 -

**3 Las diferencias individuales y los desacuerdos J 12

Tensiones que afectan a la familia moderna Á 22 5 La desilusión

conyugal y sus consecuencias paia el niño / 30

Lo que todos los niños necesitan pira tener autoestimación /

49 ÉTtHángulo familiar. Un paréntes^ breve / ¡52

Parte dos: Teoría de la comunicación i J

"8 Comunicación: un proceso de darW recibir información / 7t w9

Comunicación: un proceso verbalty no verbal de solicitar algo el receptor

/ 83 J

Parte ares: Teoría y práctica de la psicoterapia

10 y Conceptos de la psicoterapia / 101 )l if Iiíiciación del tratamiento /

120 1®^ Cómo usar una cronología de la vid4 familiar / 126 |l3 Cómo

incluir a los niños en la psicot&apia familiar / 156 Ll4 El papel y la

técnica del terapeuta / 182 15 Cómo se integran los modelos y las

disciplinas / 204

é

Page 4: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

4

VI CONTENIDO

Parte cuatro: Cuando me encuentro con una perdona / 219

Paite cinco: Cómo involucrar al macrosistema / 236

Nota de la autora / 246 Referencias / 249 Indice de materias / 258

PROLOGO a la lereem edición en inglés

Bienvenidos a la tercera edicipn de Psicología familiar conjunta

que es al mis*n©> tieiaapa una revisión» y \m> vetóculo para

nuevo material. Las tres primeras partes (del libro original)

permanecen iguales en su mayor parte excepto por el1 capítulo 12

“Cómo usar una cronología «te ía vida familiar” que acámente y

modfficpé ligeramente, y el capítulo 15 „„Cómo integrar modelos y

disciplinas” que actualicé.

La Parte cuatro, “Cuando me encuentro con una persona,” es

un relato subjetivo de mi entrevista iniciad con una familia, y

constituye la respuesta a muchas de las preguntas que a menudo

me hacen; creo C|wt hs& terapeutas, se interesarán bastante en ese

capítulo* que también es un puente hacia mi libro siguiente

Pe®fiMmaémg (que se publicó en español con el título Relaciones humanas en el núcleo familiar). Las posturas y las pautas de

comunicación que describo en People- ttmking tienen un papel

impostante em mis percepciones iniciales respecto a esa familia.

Tan pronto como detecto esas posturas de comunicación puedo

diseñar ejercicios o intervenciones apropiadas. Una vez que los

miembros de la familia se dan cuenta de sus propias posturas, se les

atare la puerta hacia el cambio.

Page 5: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PROLOGO IX

En la Parte cinco describo una innovadora dimensión de mi

experiencia en la psicoterapia familiar. Así como este libro

originalmente surgió de la idea, entonces revolucionaria, de que los

individuos pueden recibir tratamiento en presencia de su familia, la

parte “Cómo involucrar al macrosistema” relata una experiencia en

la cual traté a 60 familias era el contexto de su comunidad. El

gobierno del „estado de Virginia patrocinó ese proyecto y continúa

estudiando la evolución de las familias^ de modo que mi relato no es

un análisis final. Más bien describo mi entusiasmo acerca del

enfoque terapéutico y el trabajo que llevé a cabo pon nueve colegas

en equipo. Los resultados de ese estudio implicarán muchas nuevas

ideas para los terapeutas

vil

familiares, y tal vez los lectores tomen en cuenta la posibilidad de

usar el enfoque de “macrosistemas” cuando tengan la oportunidad.

Una Nota de la autora y una nueva lista de referencias

completan esta nueva edición. La Nota describe otros elementos

que he elaborado para enseñar psicoterapia y cómo utilizarlos junto

con este libro. También describo ahí lo que es Avanta (un

programa de entrenamiento que yo he creado).

Este libro se concibió ante la demanda de material de

enseñanza para un curso de dinámica familiar que impartí a los

residentes de psiquiatría en el Illinois State Psychiatric Institute

en Chicago, 111., de 1955 a 1958. Desde entonces, muchos de mis

colegas en las especialidades de medicina, psiquiatría, psicología,

trabajo social, enfermería, educación, antropología y sociología, han

expresado interés en mis programas de adiestramiento en

psicoterapia familiar, y me han animado a ampliar mi plan inicial

de enseñanza y ponerlo en forma de libro. Este tomo es el resultado

de dicho interés y representa las conclusiones a que he llegado,

hasta la fecha, sobre el difícil y retador tema de la psicoterapia

familiar conjunta.

Personas que consideran la conducta como un resultado de la

experiencia interaccional, además de las fuerzas intrapsíquicas,

han hecho muchas contribuciones importantes al uso de la familia

como unidad terapéutica. Yo fui de quienes observaron a la persona

calificada como “esquizofrénica” en presencia de su familia, en

lugar de darle un tratamiento individual.

El origen de mi teoría y práctica particulares surgió de una

nueva apreciación del significado de lo que me decían los parientes

acerca del “paciente” que yo estaba viendo. Esas llamadas tenían, a

Page 6: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

Vili PROLOGO

primera vista, la forma de quejas acerca del paciente, o de mi

manera de manejarlo, o èran informes acerca de cosas que ellos

pensaban que yo debía saber. En la práctica psicoterapèutica

tradicional me enseñaron a ver todos los intentos de un pariente

para comunicarse con el terapeuta como un obstáculo

potencialmente peligroso para la relación terapéutica. Cuando

empecé a tratar de entender el sentido de esas llamadas, vi que

contenían cuando menos dos mensajes: uno acerca del dolor o los

problemas que el familiar observaba en el paciente, y otro acerca

del dolor y los problemas que él mismo sufría.

El siguiente paso fue comprender que la llamada no solamente

contenía una oferta de ayuda al paciente, sino también, ál mismo

tiempo, una petición de ayuda para el familiar. Entonces ya fue im-

posible ignorar que existía una relación esencial entre el páciente y

su familia. Aunque ya sabía esto a cierto nivel, ahora se volvía

explícito. La conducta de cualquier individuo es una respuesta a

una compleja serie de “reglas” metódicas y predecibles que

gobiernan su grupo familiar, aunque dichas reglas puedan no ser

conocidas conscientemente por él o por su familia. Desde este punto

de vista, podemos dejar de seguir considerando que las actividades

de los parientes sólo son peligrosas; también podemos ver dichas

actividades como fuerzas que ayudan al crecimiento, y como

indicadores del poder de las transacciones en la interácción que es

parte del proceso que da forma a la conducta de los individuos que

constituyen un sistema familiar.

La mayoría de los terapeutas familiares de hoy están más o

menos de acuerdo en cómo operan los sistemas familiares. No

obstante, en la actualidad hay amplias diferencias en los métodos

que se usan para modificar dichos sistemas. De hecho, en la época

actual —30 años después de que la psicoterapia familiar apareció—

oímos hablar de “escuelas” de tratamiento familiar. Ha surgido una

situación similar a la de los días en que el estudiante de la conducta

humana tenía que escoger si seguía a Freud, Jung o Adler. En ese

tiempo, hace 40 años, se consideraba poco profesional utilizar

cualquier idea que no fuera parte de uno de los métodos o enfoques

“con un líder.” Era malo ser ecléctico. En la actualidad no somos tan

rígidos. La última palabra sobre la psicoterapia familiar todavía no

se ha dicho. Compete a todos nosotros continuar siendo estudiantes.

Recomiendo que nos demos la libertad de mirar en todas direcciones

y utilicemos lo que parezca útil. Creceremos, así, de manera

continua.

Con este criterio, quiero subrayar el hecho de que considero este

Page 7: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PROLOGO IX

libro como un marco de conceptos en tomo al cual el lector podrá

organizar sus propios datos e impresiones, sin memorizarlo o

seguirlo como si fuera un libro de recetas de cocina. Simplemente

sugiero rutas. Ante cada situación, el mejor enfoque será dictado

por las circunstancias de la misma. Es muy importante que los

terapeutas sean flexibles y se sientan con libertad de adoptar

cualquier idea necesaria y apropiada, dado el caso.

Este libro intenta, en primer lugar, preparar a los estudiantes

para trabajar eficazmente en la psicoterapia familiar y refrescar la

memoria de los “viejos profesionistas” acerca de partes fáciles de

olvidar. Por esta razón, conservé el estilo informal del manual de

adiestramiento de donde se originó el libro. En el momento actual,

la psicoterapia familiar se ha explorado más. Hemos progresado

mucho en comprender cómo operan los sistemas familiares, y espero

que este libro sirva también de catalizador para hacer innovaciones

en la práctica clínica y en la investigación.

VIRGINIA S. SATIR

Page 8: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

XII AGRADECIMIENTOS

AGRADECIMIENTOS

La evolución de este libro y de las ideas que contiene es un ejemplo

concreto de que nadie se desarrolla solo. Doy, por lo tanto, a todas las

personas con quienes he tenido la experiencia de una interacción a lo

largo de mi vida, gracias por el enriquecinliento que me han dado.

La gente que ha. elegido participar en mis seminarios de entrena-

miento, o me ha invitado como consultante en los Estados Unidos y en

cuatro continentes, me ha hecho preguntas que han constituido

múltiples oportunidades enriquecedoras para aclarar mis ideas. Deseo

expresar especial agradecimiento a las personas que han aceptado mis

servicios terapéuticos durante los últimos 40 años. Sin ellas, no

hubiera yo tenido manera de saber si mis ideas son relevantes.

Mientras enseñé en el Illinois State Psychiatric Institute, en

Chicago, Illinois, recibí gran apoyo del doctor Kalman Gyarfas,

entonces director del Instituto, y de la señorita Pauline Peters,

directora de trabajo social en el Hospital Estatal de Chicago, en donde

se albergó el Instituto cuando 'recién se había formado. Mi gratitud

para el doctor Gyarfas y la señorita Peters.

Mis ideas originales cambiaron y se enriquecieron durante' el es-

trecho contacto profesional que tuve con el doctor Don Jackson, con

Gregory Bateson, Jay Haley y John Weakland, con los doctores

William Fry, Jules Riskin y Robert Spitzer, y con otros miembros del

Mental Research Institute en Palo Alto, California.

Deseo expresar mi aprecio a muchos de mis colegas, también de-

dicados al interesante trabajo de estudiar la interacción familiar y su

relación con el desarrollo de la salud y la enfermedad, por haber es-

tado dispuestos a ofrecenhe los hallazgos de sus investigaciones.

Entre ellos destacan los doctores Murray Bowen, Warrei* Brodey,

Víctor JFreeman, S. Minuchin, E. Auerswald, Otto Pollak, Eric Beme

y S.

I. Hayakawa.

Además, me gustaría agradecer la generosa ayuda económica que

para la primera edición de este libro me dieron las siguientes funda-

ciones: el National Institute of Mental Health me otorgó su Pequeña

Subvención y una subvención para Entrenamientos; la señora H. L.

Page 9: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

Mclntyre me concedió una donación de la Fundación Robert G.

Wheeler, y la Fundación de la familia de Louis W. y Maud Hill me dio

una subvención para el Proyecto Familiar.

La primera edición no hubiera existido sin la capaz ayuda de

Barbara Francisco, quien pasó muchas horas, durante dos años, escu-

chando las grabaciones de mis clases y mis sesiones de tratamiento,

con objeto de dar coherencia al material. Mis especiales gracias para

Lynn Hoffman, quien aplicó su excelente habilidad editorial para dar

al manuscrito su forma final, y para Camille Ball, quien voluntaria-

mente ayudó a mecanografiar el manuscrito. También quiero agra-

decer a Dee Barlow Krueger su contribución al preparar y escribir la

edición corregida.

Desde que se publicó este libro por primera vez, he viajado por

muchos países y he compartido experiencias con muchas personas. Me

siento agradecida con todas ellas, y en particular con Ruth Topping,

Fritz Perls, Michael Murphy y Richard Price.

Conforme mi experiencia en diversas partes del mundo se ha

vuelto más amplia, profunda y prolongada, he tenido el privilegio de

entrar en contacto con los nuevos líderes en el campo de la salud

integral, quienes han abierto mis ojos a panoramas que nunca antes

soñé. Entre los individuos que de manera especial me han influido,

informado y estimulado para descubrir nuevos hechos y posibilidades,

destacan el doctor Brugh Joy, el doctor en filosofía Ken Pelletier, los

doctores Irving Ogle, Norman Shealy, Cari Simón ton, Stephanie

Simonton, Elisabeth Kubler-Ross, Al Huang, Stan Grof9 los doctores

en filosofía Bob Omstein, Lama Govinda, Alyce y Elmer Green, Jack

Schwarz, Ida Rolf, Fredrik Lionel, Karl Pribram y Marcel Vogel.

Quiero dar gracias en especial al doctor Robert Spitzer y a su com-

petente editor Rain Blockley, por arrearme literalmente para que

encontrara yo el tiempo de revisar esta edición.

Finalmente, quiero expresar mi profunda gratitud a los miembros

de Avanta y de la Red Internacional de Recursos para el Aprendizaje

Humano {International Human Learning Resources Network:

ihlrn) , por el apoyo y el estímulo que me ofrecieron al unirse al sueño de

lograr un método para ayudar a la gente a convertirse en seres

humanos más completos.

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CLAVE DE LAS ABREVIATURAS

Las siguientes abreviaturas sé usarán en todo el texto.

PI = Paciente identificado

T = Terapeuta Eo = Esposo

Ea == Esposa P = Padre M

= Madre Ho = Hijo Ha =

Hija

Las referencias que se citan están incluidas en la bibliografía nu-

merada. En el texto, dichas fuentes de información están indicadas

por su respectivo número para que el lector las encuentre con faci-

lidad en la lista final de referencias.\ I

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PSICOTERAPIA FAMILIAR

CONJUNTA

2a. edición

f

'

.1PARTE 1

Page 12: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

TEORIA FAMILIAR

\lstx fó-V IO I J

¿POR QUE EXISTE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR?

1. Los psicoterapeutas familiares se ocupan del dolor de la familia.

a) Cuando una persona dentro de una familia (el paciente)

sufre de algo que se manifiesta en síntomas, todos los

miembros de la familia sienten ese dolor de alguna manera.

b) Muchos psicoterapeutas han encontrado útil llamar al

miembro que tiene el síntoma “paciente identificado,” o

“PI,” en lugar de llamarlo como lo hace la familia “el

enfermo,” “el raro,” o “el culpable.”

c) El psicoterapeuta hace esto porque considera que los

síntomas del paciente identificado cumplen una función

familiar y también una función individual.

2. Numerosos estudios han demostrado que la familia se

comporta

como si fuera una unidad. En 1954 Jackson introdujo el término

“homeostasis familiar” para designar esta conducta.39

a) Según el concepto de homeostasis familiar, la familia actúa

como si deseara obtener un equilibrio en las relaciones.

b) Los miembros ayudan a mantener este equilibrio en forma

abierta y en forma encubierta.

c) Las pautas de comunicación de la familia, repetitivas, circu-

lares y predecibles, revelan este equilibrio.

d) Cuando la homeostasis familiar es precaria, los miembros

hacen un gran esfuerzo para mantenerla.

3. La relación conyugal influye en la homeostasis familiar.

a) La relación conyugal es el eje en tomó al cual se forman to-

das las otras relaciones familiares. Los esposos son los “ar-

quitectos” de la familia.

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Page 14: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) Una relación conyugal penosa tiende a producir acciones pa-

reritales disfuncionales.

4. El paciente identificado es el miembro de la familia a quien

más obviamente afecta la relación conyugal penosa y quien

está más sujeto a las acciones ¡parentales disfuncionales.

a) Los síntomas del PI son un “S.OjSL” para que alguien

ayude a aliviar el dolor de sus padres y resuelva el

desequilibrio familiar resultante.

b) Los síntomas son un mensaje que revela que el PI está

distorsionando su propio crecimiento como resultado de sus

intentos de aliviar y absorber el dolor <de sus padres.

5. Hay muchas formas de tratamiento que alguieñ designa como

“psicoterapia familiar” pero que difieren de la definición que se

presentará aquí; se trata de enfoques que se orientan

principalmente hacia los miembros de la familia como

individuos, y no hacia toda la familia como una unidad.

Ejemplos de estos enfoques son:

a) Cada miembro de la familia puede tener su propio terapeuta.

b) O bien los miembros de la familia comparten el mismo tera-

peuta, pero éste ve a cada miembro separadamente.

c) O bien el paciente tiene un terapeuta que ocasionalmente

ve a los otros miembros de la familia, “en beneficio” del

paciente.

6. Un grupo cada vez mayor de observaciones clínicas ha llevado

a la conclusión de que la psicoterapia familiar tiene que

orientarse hacia la familia como un todo. Esta convicción

inicialmente se apoyó en observaciones que mostraban cómo

los miembros de la familia responden al tratamiento individual

de unp de los suyos etiquetado como “esquizofrénico.” No

obstante, estudios posteriores mostraron que familias con un

miembro delincuente respondían en formas similares al

tratamiento individual de ese miembro. En ambos casos se

observó que:

/aj") Otros miembros de la familia interferían en el tratamiento

individual del miembro “enfermo,” trataban de volverse parte de

dicho tratamiento o lo saboteaban, como si la familia tuviera

interés en mantener la enfermedad de esa persona. /"&}) A

menudo el paciente hospitalizado o encarcelado empeora- x ba o

mostraba regresión después de que lo visitaban miembros de su

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POR QUE EXISTE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 3

familia, como si la interacción familiar tuviera una influencia

directa sobre sus síntomas.

c) Otros miembros de la familia empeoraban conforme el paciente

mejoraba, como si la enfermedad en uno de ios miembros fuera

esencial para la manera de funcionar de la familia.

Estas observaciones hicieron que muchos psiquiatras e investiga-

dores con orientación individual revaluaran y cuestionaran ciertos

postulados.109»I10'114>140‟142

a) Notaron que cuando se veía al paciente como la víctima de su

familia, era fácil sofareidentificarse con él y sobreprotegerlo,

ignorando el hecho de que :

« Los pacientes son igualmente adeptos a victimar a su vez a

otros miembros de la familia.

« Los pacientes ayudan a perpetuar su papel de “el enfermo,”

“el diferente” o “el culpado.”

b) Notaron que se le daba gran peso a la transferencia como me-

dio de lograr el cambio.

« No obstante,, tal vez una gran parte de lo que en el paciente

se llamaba transferencia era, en realidad, una reacción apro-

piada a la conducta del terapeuta en la situación terapéutica

irreal y no interactiva.

« Además, había una mayor posibilidad de que la situación

terapéutica perpetuara la patología, en vez de presentar un

nuevo estado de cosas que introdujera dudas acerca de las

viejas percepciones.

« Si una parte de la conducta del paciente representaba, en

efecto, una transferencia (es decir, su forma característica de

relacionarse con su madre y su padre) ¿por qué no habría de

ayudar el terapeuta al paciente a lidiar con la familia más

directamente, viendo tanto al enfermo como a la familia

juntos?

c) Notaron que el terapeuta tendía a interesarse más en las

fantasías del paciente que en su vida real; pero que incluso

cuando los terapeutas se interesaban en la vida real del

paciente, mientras lo trataran sólo a él, tenían que basarse en

su versión de los hechos o esforzarse por adivinar qué estaba

sucediendo en realidad.

d) Notaron que, al tratar de cambiar la forma de funcionar de un

miembro de la familia, en realidad estaban tratando de

cambiar la forma de funcionar de toda la familia.

« Esto hacía que la carga de convertirse en un agente de

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

cambio familiar cayera sobre el paciente exclusivamente

y no sobre todos los miembros de la familia.

« El paciente ya era el miembro de la familia que estaba

tratando de cambiar la forma de actuar de todos, de modo

que cuando se le instaba urgentemente a que aumentara

sus esfuerzos, sólo se lograba que el paciente recibiera

críticas más intensas de toda la familia y, por ende, se

sintiera más agobiado y menos capaz.

8. Aparte de todas estas observaciones, una vez que los

terapeutas empezaron a ver a toda la familia junta, se

revelaron otros aspectos de la vida familiar que producían

síntomas y que en su mayor parte se habían ignorado. Otros

Jrivestigadores de la interacción familiar fueron haciendo

descubrimientos similares. Según Warren Brodey, los esposos

actúan en forma diferente con el hijo normal que con el hijo

que padece algún síntoma:27

... los padres en presencia del hijo “normal” pueden relacionarse con una libertad, flexibilidad y amplitud de percepción difíciles de creer, si se comparan con las limitaciones que existen en la relación entre los mismos padres cuando están con el hijo sintomático. Las formas patológicas de re-lación parecen concentrarse en el contacto con el miembro afectado. Uno se pregunta cómo es que esto ha sucedido.

9. No obstante, los psiquiatras que cada vez se dedicaron más a la

psicoterapia familiar no fueron los primeros en reconocer la

naturaleza interpersonal de la enfermedad mental, Sullivan y

Fromm- Reichmann, junto con muchos otros psiquiatras,

psicólogos y trabajadores sociales, habían sido pioneros en esta

área de descubrimientos. El Movimiento de Orientación

Infantil (Child Guid- anee) fue otro adelanto importante que

ayudó a romper la tradición de señalar a sólo un miembro de la

familia como acreedor a tratamiento.41

a) Los terapeutas del Movimiento de Orientación Infantil in-

cluían tanto a la madre como al niño en el tratamiento,

aunque tendían a ver a la madre o al niño en sesiones tera-

péuticas separadas.

b) Estos terapeutas también reconocieron cada vez más la

importancia de incluir al padre en la psicoterapia, aunque

les era difícil entrar en contacto con él y en general no

lograban interesarlo en el proceso del tratamiento.

« De acuerdo con sus informes, el padre sentía que dar cui-

dados parentales era más el trabajo de su esposa que el

Page 17: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

POR QUE EXISTE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 5

suyo; si el niño actuaba en forma perturbada, era a la ma-

dre a quien se debía ver.

« Los terapeutas del Movimiento de Orientación Infantil, en-

focados como estaban hacia la madre y el niño, tendían a

estar de acuerdo con el razonamiento del padre, de manera

que no les era fácil convencerlo de que su papel en la familia

era importante para la salud del niño.

« Las Clínicas de Orientación Infantil siguieron ocupándose

principalmente de “los cuidados maternos,55 aun cuando

cada vez se daban más cuenta de la importancia de “los

cuidados paternos.55 Además, incluyeran o no al padre en su

forma de pensár, continuaron enfocando su atención en el

esposo y la esposa como padres del niño y no como

compañeros. No obstante, se ha notado repetidas veces de

qué manera tan crítica la relación conyugal afecta los cui-

dados parentales. Por ejemplo Murray Bowen escribe:25

, El hallazgo más sorprendente fue que cuando los padres estaban cer- ) canos emocionalmente, más atentos uno al otro de lo que cualquiera ^de los dos estaba en el paciente, éste mejoraba. Guando cualquiera de ¡los dos padres se ocupaba emocionalmente más del paciente que del (cónyuge, el paciente inmediata y automáticamente mostraba regresión. Cuando los padres estaban cercanos emocionalmente, no se equivocaban en su “manejo” del enfermo; éste respondía bien a la firmeza, al consentimiento, a los castigos, a “hablar las cosas” o a cualquier otra forma de manejo. Guando los padres estaban “emocionalmente divorciados,” cualquier “forma de manejo” que se intentara era igualmente ineficaz.

Los terapeutas familiares han encontrado que es más fácil inte-

resar al esposo en la psicoterapia familiar que en la individual.

Eso se debe a que el terapeuta familiar mismo está convencido de

que los dos arquitectos de la familia deben estar presentes en las

entrevistas.

a) Una vez que el terapeuta convence al esposo de que es esencial

para el proceso terapéutico y de que nadie más puede hablar

por él ni tomar su lugar en el tratamiento o en la vida

familiar, participa sin reservas en el proceso.

b) La esposa (en su papel de madre) puede iniciar la psicoterapia

familiar, pero cuando el tratamiento ya está evolucionando, el

esposo empieza a involucrarse tanto como ella.

Page 18: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

c) La psicoterapia familiar parece tener sentido para toda la fa-

milia. El esposo y la esposa dicen: “Ahora, por fin, estamos

juntos y podemos llegar al fondo de esto.”

. Desde el primer contacto, los terapeutas familiares actúan basán-

dose en ciertas suposiciones de por qué un miembro de la familia

ha buscado ayuda terapéutica.

a) Habitualmente el primer contacto se hace porque alguien

fuera de la familia ha calificado a Juanito como anormal.

Este primer contacto probablemente lo hace una esposa an-

gustiada (vamos a llamarla María Pérez), que actúa su papel

de madre de un niño perturbado: Juanito. Puesto que el niño

está perturbado, ella, como mamá, debe ser la culpable.

b) Pero Juanito quizá ya exhibía perturbaciones de conducta

mucho antes de que alguien fuera de la familia lo calificara

de anormal.

c) Antes de que la persona de fuera (frecuentemente un maes-

tro) calificara a Juanito como perturbado, los miembros de la

familia Pérez probablemente habían actuado como si no

notaran la conducta del niño, que era apropiada puesto que

cumpflía una función familiar.

d) Habitualmente ocurre algún evento que precipita los sínto-

mas del niño, y éstos hacen que para los extraños se vuelva

obvio el hecho de que el niño está perturbado. Los incidentes

que pueden precipitar síntomas son:

« Cambios fuera de la familia nuclear: guerra, depresión eco-

nómica, etcétera.

« Cambios en las familias de los dos padres: enfermedad de la

abuela, problemas económicos del abuelo, etcétera.:

« Alguien entra o sale de la familia nuclear: la abuela viene a

vivir con ella, la familia toma un huésped, aumentan los

miembros porque nace otro niño, una hija se casa.

« Cambios biológicos: un niño llega a la adolescencia, la ma-

dre llega a la menopausia, el padre se hospitaliza.

« Cambios sociales importantes: un niño sale de la casa para

asistir a la escuela. La familia se cambia a un barrio

nuevo. El padre obtiene un ascenso en su trabajo, el hijo se

va a la universidad.

e) Estos eventos pueden precipitar síntomas porque ^requieren

que los esposos integren los cambios, y esto pone una tensión

extra sobre la relación marital; se necesita redefinir las rela-

ciones familiares y por lo tanto se afecta el equilibrio

familiar.

Page 19: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

POR QUE EXISTE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 7

/) La homeostasis familiar puede íftmcionar bien (o “ser ade-

cuada”) para los miembros durante algunos periodos de la vida

'familiar y no durante otros; los incidentes afectan a los

miembros en forma distiiíta en diferentes momentos. g) Pero si

un evento afecta a un miembro, todos se ven afectados en cierto

grado.

Después del primer contacto con María Pérez, el terapeuta puede

especular acerca de la relación entre ella y su esposo (a quien

vamos a llamar Pepe). Si se supone que una relación marital dis-

funcional es lo que principalmente contribuye a los síntomas dél

hijo, el terapeuta empezará por ocuparse de la relación entre los

esposos.

a) ¿Qué tipo de gente son María y Pepe? ¿De qué tipo de fa

milia provienen?

« Antes de casafse fueron dos personas distintas que venían de

diferentes ambientes familiares.

« Ahora son los arquitectos de una nueva familia que les

pertenece.

b) ¿Por qué entre toda la gente del mundo, se escogieron como

compañeros?

« La manera como se escogieron nos da pistas respecto a por

qué ahora están decepcionados uno del otro.

« La manera como expresan su decepción recíproca nos da

pistas respecto a por qué Juanito necesita tener síntomas a

fin de mantener reunida a la familia Pérez.

BAJA AUTOESTIMACION Y SELECCION DE COMPAÑERO

Una persona con baja autoestimación tiene una gran sensación de

ansiedad e inseguridad acerca de ella misma.

a) Su autoestimación se basa en grado sumo en lo que cree que los

demás piensan de ella.

b) El depender de otros para autoestimarse lesiona su autonomía

e individualidad.

c) Disfraza su baja autoestimación en presencia de los demás, es-

pecialmente cuando quiere impresionarlos.

d) Su bajs, autoestimación proviene de sus propias experiencias al

crecer, que no le permitieron sentir que es bueno ser una

persona de un sexo en relación a otra del sexo contrario.

Page 20: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

e) Nunca se separó .realmente de sus padres, es decir, nunca llegó

a una relación de igualdad con ellos.

Una persona con baja autoestimación tiene grandes esperanzas

acerca de lo que los demás pueden darle, pero también tiene gran-

des temores; está muy dispuesta a sufrir desilusiones y a descon-

fiar de la gente.

a) Cuando María y Pepe inicien su psicoterapia, el terapeuta tra-

tará de averiguar qué es lo que esperaban y qué es lo que te-

mían uno del otro en los principios de su relación como novios,

porque:

« No fue un accidente que se seleccionaran mutuamente como

compañeros: hubo algo que vieron en el otro, que parecía

satisfacer sus mayores esperanzas.

« También hubo algo que vieron en el otro (sin permitirse re-

conocerlo abiertamente) que pareció corroborar sus temores o

su desconfianza. El terapeuta observará cómo tratan de

inducir, uno en el otro, el comportamiento temido y esperado,

como si intentaran dar fin a la incertidumbre de una vez por

todas (como si estuvieran tratando de cumplir sus propias

profecías).

« Su relación marital, en muchos aspectos, duplicará o será

diametralmente opuesta a la relación que cada uno vio entre

sus propios padres.

Quizá María y Pepe, cada uno por su parte, vieron lo que espera-

ban que el otro podría darles, porque cada uno estaba actuando a

nivel de sus defensas y no a nivel de sus sentimientos internos.

a) Pepe parecía confiar en sí mismo y ser fuerte, pero, por dentro,

se sentía inseguro, sin apoyo y temeroso. Cuando María veía a

Pepe, podía decir: “He aquí una persona fuerte que me puede

cuidar.”

b) María parecía tener confianza en sí misma y ser resuelta y

locuaz, pero por dentro se sentía insegura, sin apoyo y teme-

rosa. Cuando Pepe veía a María, podía decir: “He aquí una

persona fuerte que me puede cuidar.”

c) Después de casarse, cada uno encontró que el otro no era la

persona fuerte que esperaba y, naturalmente; sintieron frus-

tración, decepción y enoj*o.

Uno puede preguntarse cómo María y Pepe se las arreglaron para

Page 21: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

BAJA AUTOESTIMACION Y SELECCION DE COMPAÑERO 9

encontrar un compañero, si tenían tan baja autoestimación y tan

poca confianza en sí mismos.

a) Una vez que la pubertad sacó a flote su sexualidad adulta,

ambos se arriesgaron a tener una relación a pesar de todos sus

temores.

b) Al mismo tiempo estaban enamorados y esto, por lo menos en

esa época, aumentó su autoestimación e hizo que cada uno se

sintiera completo. Cada uno dijo: “Pareces apreciarme... Soy

afortunado en tenerte... Te necesito para sobrevivir. .. Soy

completo si estás junto a mí.”

c) Ambos acabaron por vivir para el otro y, al hacerlo, estable-

ciéron un^l!pacto de supemvencia ” Cada uno se dijo en pri-

vado: “Si se me acaban mis recursos, me apoyaré en tí.” “En

una emergencia, tú tendrás suficiente para bastamos a los dos.”

Page 22: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

5. El problema fue que, cuando María y Pepe se escogieron como compañeros, no hablaron de sus miedos.

a) Pepe temió que María no lo quisiera si se daba cuenta de lo

poco que él valía ( y viceversa).

« Fue cmm si Pepe se hubiera dicho a sí mismo en privado :

“No debo revelar que soy nada. Tampoco debo revelar el

hecho de que secretamente creo que todas las mujeres son

injustas, irracionales, sarcásticas* tercas y dominantes.

No debo revelar mi opinión de que la única manera de

sobrevivir con una mujer es ponerse en segundo plano y

dejarla que Ikíve la batuta.”

« Fue como si María se hubiera dicho a sí misma en privado

: “No debo revelar que soy nada. Tampoco debo, revelar

que en secreto creo que todos los hombres son tacaños,

irresponsables, indecisos, débiles y dejan a las mujeres

llevar todas las cargas. No debo revelar mi opinión de que

la única manera de sobrevivir con un hombre es estar

lista para echarse la carga sobre los hombros cuando él se

queje.”

b) No obstante, a pesar de lo que cada uno en privado esperaba

del otro, y a pesar de lo que secretamente cada uno pensaba

de sí mismo, ambos sintieron también que tenían que ser lo

que imaginaban -que el otro vio en ellos* porque cada uno

había hecho al otro responsable de la propia

autoestimación. € Cuando María le hizo saber a Pepe que

ella lo veía como

un hombre fuerte, al principio Pepe sintió que la percep-

ción de María le daba fuerza; él podía sentirse fuerte por-

que ella lo veía como a un hombre fuerte (y viceversa).

« Este tipo de relación puede mantenerse hasta que una

tensión ambiental, o la necesidad de tomar una decisión,

ponen en jaque la capacidad de Pepe y de María para

hacer frente a la crisis. Sólo en esos momentos, la fuerza

de alguno de los dos empieza a parecer como un

encubrimiento de la debilidad o como un acto de

dominancia.

c) Ni María ni Pepe pueden preguntar al otro qué es k> que

espera, qué es lo que anhela, ni qué es lo que teme, porque

ambos sienten que deberían ser capaces dp adivinar qué es

lo que pasa dentro de la piel del otro. (En otras palabras, es

como si ambos quisieran regir su vida por medio de una bola

Page 23: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

de cristal.)

d) Puesto que cada uno actúa basado en la suposición de que

tiene que dar gusto al otro, ninguno puede revelar cuando el

Page 24: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 25: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

BAJA AUTOESTIMACION Y SELECCION DE COMPAÑERO 11

otro le desagrada, ni reconocer directamente el desacuerdo o la

crítica. Actúan como si tuvieran que ser indistinguibles uno del

otro. Viven como si tuvieran el mismo sistema sanguíneo, o

como si la vida de ambos dependiera del mismo tubo de oxígeno.

Por ejemplo, una vez atendía a una pareja de esposos que a lo

largo de las primeras dos sesiones de psicoterapia se sentaron

ante la mesa con los brazos entrelazados, mientras que su hijo,

al experimentar la tragedia de toda la situación, estaba sentado

al otro lado de la mesa alucinando.

En efecto, María y Pepe se casaron para “recibir.”

a) Ambos querían que el otro estimara. (Ambos también deseaban

que la sociedad los aprobara: “Uno debe casarse. Ya triunfé.”)

b) Cada uno quería que el otro tuviera las cualidades de las que él

carecía (cualidades que cada uno trataba de convertir en parte

de sí mismo) .

c) Cada uno deseaba tener una extensión de sí mismo.

d) Cada uno deseaba que el otro fuera un progenitor omnipotente,

omnisciente, generoso y “bueno,” y deseaba evitar al progenitor

omnisciente, omnipotente y “malo.”

Page 26: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

12

f

3

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y

LOS DESACUERDOS

1. Cuando María y Pepe se casaron no se dieron cuenta de que

iban a tener que “dar” al mismo tiempo que recibían. a) Cada uno sintió que no tenía nada que dar.

b) Cada uno sintió que no se le debía pedir que diera porque el

otro era una extensión del propio yo.

c) Si cualquiera de los dos daba, lo hacía con gran descontento,

o angustia, o con la sensación de un gran sacrificio, porque

ninguno de los dos en realidad esperaba recibir del otro.

2. Cuando María y Pepe descubren, después de casarse, que el

otro <T'es “diferente” de lo que cada uno esperaba durante el

noviazgo,

se desilusionan. Lo que ahora en realidad ven en el otro, son las

características de la vida de todos los días, durante 24 horas,

que habitualmente no se muestran durante el noviazgo; en

consecuencia, son características que no concuerdan con las

expectativas que ambos tenían.

a) María se pone rizadores en el pelo antes de acostarse por la

noche.

b) María persistentemente sirve los frijoles demasiado cocidos.

c) Pepe deja sus calcetines sucios tirados en distintos sitios del

cuarto.

d) Pepe ronca al dormir.

Cuando María y Pepe descubren, después de casarse, que son 41:,

ferentes, de una manera que los disminuye en lugar de

enaltecerlos, cada uno ve al otro bajo una nueva luz.

a) “Las diferencias individuales” se consideran nocivas porque

conducen hacia el desacuerdo.

Page 27: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y LOS DESACUERDOS 13

b) El desacuerdo les recuerda a ambos cónyuges que el otro no

es una extensión del propio yo, sino un ser aparte.

término “diferencias individuales” deseo cubrir toda el

«o la individualidad, todas las formas en las cuales cada

persona es innatamente distinta a cualquier otra persona. a) Las personas pueden ser físicamente distintas (A es alto, B

es bajo de estatura; A es hombre, B es mujer).

b) Las personas pueden tener diferentes personalidades o

temperamentos (A es excitable y emprendedor, B es plácido

y reservado) .

c) Las personas pueden tener diferentes tipos de educación y

distintas capacidades (A sabe de física, B sabe de música; A

es hábil para manejar herramientas, B puede cantar).

d) La presencia de diferencias individuales en otra persona

puede utilizarse destructivamente, y no como una

oportunidad de enriquecerse.

5. Los tipos especiales de diferencias individuales que más

molestan a María y a Pepe son los siguientes:

a) Preferencias, deseos, hábitos y gustos diferentes (A goza

yendo a pescar, B detesta pescar; a A le gusta la ventana

abierta en la noche, a B le gusta cerrada).

b) Expectativas y opiniones diferentes (A espera que las

mujeres sean fuertes, B espera que los hombres sean

fuertes; A tiene convicciones religiosas, B no las tiene).

6. Las diferencias individuales que conducen hacia un conflicto

de interés (desacuerdos) se consideran como un insulto y como

evidencia de que no lo aman a uno.

a) Parece que dichas diferencias amenazan la autonomía y la

autoestimación.

b) Puede que uno tenga que dar mientras el otro recibe. Y si

no hay suficiente para todos, ¿quién recibirá lo que hay?

c) Antes del matrimonio, cada uno pensó que el otro tenía

suficiente para dos personas. Ahora, cuando surge el

desacuerdo, parece como que ni siquiera hay suficiente

para una persona.

7. Si María y Pepe tuvieran autoestimación, cada uno podría con-

fiar en el otro. j a) Cada uno confiaría en su habilidad dé obtener algo del otro.

Page 28: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) Cada uno incluso podría esperar a que llegara su momento de

recibir.

c) Cada uno podría dar al otro sin sentir que esto le roba algo.

d) Cada uno podría usar las diferencias individuales del otro

como una oportunidad para crecer.

8. A María y a Pepe les falta confianza.

a) Cada uno siente que apenas tiene lo suficiente para mantener

su propia vida, y le parece inconcebible pensar en mantener la

vida del otro.

b) Cada uno se comporta como si estuviera diciendo: “Sov nada,

viviré para ti,” Pero también cada uno se comporta como si

estuviera diciendo: “Soy nada, por lo tanto hazme el fávor de

vivir para mí.”

9. Debido a que les falta confianza, las áreas de vida común que en

especial ponen en jaque la habilidad de ambos para tomar en

cuenta la individualidad del otro son particularmente amenaza-

doras para ambos. Estas áreas son: el dinero, la comida, el sexo,

las diversiones, el trabajo, la educación de los niños y las rela-

ciones con los suegros.

10. Incluso si ambos pudieran confiar en el otro, la vida en común los

fuerza a tomar decisiones acerca de cuándo dar y cuándo recibir

dentro del contexto de la realidad, en un momento dado. Tienen

que decidir:

a) Qué es lo que compartirán o harán juntos (qué tanto depen-

derán uno del otro).

b) Qué es lo que compartirán o harán por separado (qué tan independientes serán uno del otro) .

11. Tienen que descubrir algún tipo de equilibrio dentro de la rea-

lidad que viven, para balancear:

a) Lo que A quiere y lo que B quiere. b) Lo que A hace mejor y lo que B hace mejor. c) Lo que A piensa y lo que B piensa. d) Cómo asumiría A las responsabilidades y cómo asumirá B las

responsabilidades.

12. Necesitan aprender cómo afirmar sus propios pensamientos, de-

seos, sentimientos y conocimientos sin destruir, invadir u

obstruir

Page 29: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y LOS DESACUERDOS 15

al otro, y además encontrar juntos un resultado adecuados para cada

situación.

a) Si son capaces de estructurar una relación funcional, dirán:

“Pienso lo que pienso, siento lo que siento, sé Jo que sé. Estoy

siendo yo, pero no te culpo por ser tú. Doy la bienvenida a lo que

tienes que ofrecer. Vamos a ver qué podemos hacer que sea lo más

realista posible.”

b) Pero si no pueden estructurar una relación funcional, dirán: “Sé

como yo; sé uno conmigo. Eres malo si estás en desacuerdo

conmigo. La realidad y tus diferencias individuales no son

importantes.”

Veamos un ejemplo trivial de cómo personas “funcionales” manejan

un desacuerdo. Digamos que una pareja ya entiende y acepta el

hecho de que sería agradable cenar juntos. Pero diremos también

que A quiere salir a comer hamburguesas y B quiere salir a comer

pollo. El sitio donde sirven hamburguesas no incluyé pollo en el

menú; el sitio donde sirven pollo no incluye hamburguesas en el

menú.

a) Cada uno puede tratar de inducir al otro: “Por favor, come

hamburguesas.”

b) Cada uno puede tratar de que le toque una vez: “Vamos a comer

pollo hoy, y hamburguesas la próxima vez.”

c) Pueden tratar de encontrar una alternativa que les guste a ambos:

“A los dos nos gusta el bistec, entonces vamos a comer bistec,” o:

“Busquemos otro restaurante donde sirvan hamburguesas y

pollo.”

d) Pueden tomar en cuenta una consideración realista que pese más

que los deseos separados de cada uno: “Puesto que el sitio de

hamburguesas está más cerca, y tenemos prisa, vamos a comer

hamburguesas.”

e) Pueden aquilatar si los distintos antojos de cada uno importan

más que el deseo de ambos de estar juntos: “Ve tú a comer

hamburguesas, puesto que te gustan tanto, y yo iré a comer pollo,

y nos veremos más tarde.” Son capaces de separarse

temporalmente y encontrar soluciones independientes cuando la

independencia es factible.

/) Como último recurso, pueden utilizar a una tercera persona para

qué tome la decisión por ellos: “Carlitas quiere comer con nosotros.

Vamos a preguntarle a Carlitos a dónde quiere ir.”

Page 30: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

14. Utilizando el mismo ejemplo, observamos cómo personas “disfun-

cionales” manejan un desacuerdo. Actúan basándose en el prin-

cipio de que el amor y el acuerdo total van juntos. Por lo tanto:

a) Los encontramos vacilantes y posponiendo la decisión: “Ve-

remos más tarde qué es lo que comeremos” (ya veces acaban

por cancelar por completo esa comida).

b) Los encontramos tratando de obligar al otro: “¡Vamos a comer

hamburguesas, y ya!”

c) Los encontramos tratando de engañar al otro: “Los dos platos

son comida, de modo que vamos a comer hamburguesas.”

d) Los encontramos tratando de desgastar al otro: “A ti en rea-lidad, no te gusta el pollo,” o “debes estar mal de la cabeza

para que te guste el pollo.”

e) Siempre los encontramos acusándose y juzgándose moralmen-

te: “Eres malo y egoísta por no querer comer hamburguesas.

Nunca haces lo que quiero. Eres mezquino conmigo.”

15. María y Pepe, en el grado en que son disfuncionales, en efecto

están en desacuerdo cuando dicen: “Si me quisieras, harías lo que

yo deseo.” Jamás usan la técnica de separarse y buscar soluciones

independientes; la independencia basada en un acuerdo nunca es

factible.

16. María y Pepe se acusan uno a otro porque están decepcionados y

heridos; esperaban vivir en acuerdo total.

a) Esperaban ser apreciados por el otro y en lugar de esto se ven

recriminados.

b) Esperaban ser uno solo con el otro y en lugar de esto sienten

la separación y las diferencias individuales del otro.

17. No obstante, si María y Pepe se acusan en forma demasiado

abierta temen resultados lamentables. Pepé se comporta como si

se hubiera dicho en privado: Si acuso a María, la aniquilo. No puedo aniquilar a María porque la necesito

para que me valore. Y supongamos que a María no le importen mis reproches

porque realmente no me valora. Supongamos que en lugar de dolerse María

me acusa a mí, me hiere, me condena a la separación y a la muerte

psicológica, y hace que yo me aniquile.

“i No, eso no debe pasar! María me necesita. Soy responsable de su

existencia. No la debo acusar porque la aniquilo. Si me atrevo a acusarla,

tendré que hacerlo con mucho cuidado.”

María hace lo mismo. 18. El proceso de desacuerdo entre María y Pepe tiene que perma-

necer oculto. (De hecho, casi toda la comunicación entre ellos

Page 31: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y LOS DESACUERDOS 17

permanece oculta, es decir, se vuelve encubierta.) a) Cuando Pepe y María quieren acusar al otro por no dar, tie-

nen que esconder sus acusaciones y, por lo tanto, comunicarse

de manera encubierta. b) Cuando quieren pedir algo, tienen que esconder su petición y,

por lo tanto, se comunican de manera encubierta.

19. He aquí un ejemplo de cómo suena una petición encubierta. Su-

pongamos que María quiere ver una película.

a) En lugar de que María diga: “Quiero ir a ver una película, ¿y

tú?” Puede decir a1 Pepe: “Te gustaría ir a ver una película

¿verdad?” o, “Te haría bien ir a ver una película.”

b) Si ella tiene que ocultar aún más su petición (si, por ejemplo,

ella es “esquizofrénica”), podría decir: “Hay un nuevo cine al

final de la calle” o “Me gusta el aire acondicionado.”

20. He aquí un ejemplo de cómo suena una acusación encubierta.

Supongamos que Pepe no responde a la petición de María.

a) En lugar de que María diga: “No me oyes cuando pido algo;

¡eres un pesado!” María dice: “La gente nunca me presta

atención.”

b) O, si tiene que esconder todavía más sus acusaciones (como

sucede en los esquizofrénicos), ella puede decir: “El mundo no

tiene oídos.”

21. Cuando las peticiones y las acusaciones se encubren tanto, cual-

quier persona ajena que observe la interacción se confunde y pre-

gunta: “¿Quién quiere qué de quién? ¿Quién hizo qué a quien?” a) Un niño de la familia puede confundirse. b) El psicoterapeuta puede confundirse, a menos que insista en

que los deseos y acusaciones se rotulen claramente como pro-

venientes de alguien y dirigidos hacia alguien.

22. Conforme uno observa a la gente en un continuum de lo más

funcional a lo menos funcional, los deseos y las acusaciones tie-

nen cada vez menos propietarios.

a) Se empiezan a dirigir al planeta más cercano en lugar de a la

persona más cercana.

b) Las respuestas a peticiones y acusaciones se vuelven cada

vez más evasivas.

« Los mensajes se envían como si no tuvieran destinatario.

« Las respuestas a dichos mensajes también se envían como

Page 32: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

si no tuvieran destinatario.

%

23. María y Pepe pueden evadir las peticiones y las acusaciones ais-

lándose de la situación. Al mismo tiempo, convierten su aisla-

miento manifiesto en una acusación encubierta.

a) Pueden aislarse con palabras como éstas: “Haz lo que te

parezca. . . Hazlo a tu manera.. . Tú, querida, siempre tienes

la razón.”

b) Pueden aislarse sin palabras, abandonando literalmente el

campo durante periodos cruciales en que hay que tomar una

decisión; al hacer esto, están diciendo en forma encubierta:

Haz lo que te parezca. Tengo que estar ausente para poder

vivir contigo.”

c) Pueden aislarse por medio de drogas, sueño, alcohol, falta de

atención y “estudipez,” en cuyo caso están diciendo: “Haz lo

que te parezca. Tengo que estar semiinconsciente para poder

vivir contigo.”

d) Pueden aislarse por medio de una enfermedad física, en cuyo

caso están diciendo: “Haz lo que te parezca. Tengo que estar

enfermo para poder vivir contigo.”

e) Como último recurso, pueden aislarse por medio de la enfer-

medad mental, en cuyo caso están diciendo: “Haz lo que te

parezca. Tengo que volverme loco para poder vivir contigo.”

24. Bajo toda la evasividad y la ambigüedad, María y Pepe siguen

tratando de resolver sus sentimientos conflictivos, acerca de si

son amados o no.

a) Cada uno trata de encubrir su desilusión. b) Cada uno trata de ganarse, proteger y dar gusto al otro por-

que lo necesita para sobrevivir.

c) Hagan lo que hagan, la manera en que lo hacen revela cuán

desilusionados, martirizados y defraudados se sienten.

25. He encontrado, como terapeuta, que entre más encubierta e in-

directamente se comunican las gentes más probable es que sean

disfuncionales. No obstante, no he dicho nada acerca de las pare-

jas que se vapulean el uno al otro en lo que llamo el “síndrome del

sube y baja.”

a) Cada uno dice: “¡Yo tengo la razón!” “No, jyo la tengo!” “[Eres un

zonzo!” “No, {tú eres una zonza!”

b) Este tipo de parejas por lo menos se vapulean de manera franca.

Page 33: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y LOS DESACUERDOS 19

« Abiertamente no están de acuerdo y encubiertamente también

difieren.

«Un cónyuge no confunde sus propios deseos con los del otro. Cada

uno oye los deseos del otro con bastante facilidad porque

habitualmente los expresan a gritos.

« Cualquier observador puede ver con facilidad que las dos

personas no están1 de acuerdo, puede comentarlo y lograr que la

pareja acepte su comentario.

« El esposo y la esposa que se vapulean no se engañan a si

mismos, no engañan al otro ni a otras gentes, acerca de cuán

desilusionados se sienten. No obstante, los sentimientos

individuales de baja autoestimación crean una necesidad mutua

de “tener” al otro, que hace que cada cónyuge se sienta

aprisionado. Pueden percibir y aceptar que son dos individuos diferentes3 pero no que son dos individuos se- parados.

Para resumir, si la disfunción de María y Pepe es extrema (y se

convierten en los padres de un niño gravemente perturbado) tenr-

drán baja autoestimación, esperanzas exageradas y poca confiaos za.

Por lo tanto, con facilidad pueden solidificar una relación en la cual el

propio yo y el yo del otro se vuelven indistinguibles a un nivel

superficial. La característica que el yo tiene de ser único, ellos

pueden percibirla y aceptarla solamente en forma encubierta.

a) Es como si Pepe se dijera: “María me necesita, soy responsa- sable

de ella. No debo estar en desacuerdo con María, o se desintegrará.

María y yo no somos diferentes y tampoco debemos estar en

desacuerdo, excepto en cosas menores. EBa siente lo que yo

siento, le gusta lo que a mí me gusta y piensa lo que yo pienso.

Vivimos con el mismo sistema circulatorio, vivimos uno para el

otro.”

b) Cada uno trata con tal intensidad de dar gusto y proteger al otro,

que acaba por vivir de acuerdo con lo que cree que el otro desea de

él.

« Cada uno da el control de su persona al otro, y al mismo

tiempo lo resiente.

« Cada uno también acepta la responsabilidad de controlar al

otro, y al mismo tiempo lo resiente.

27. De hecho, cada uno acaba por actuar un momento como proge-

nitor y al minuto siguiente como niño.

a) Cada uno dice: “Anda, rige mi vida en lugar de que yo lo haga

(¡pero quisiera que no lo hicieras!)”

b) Cada uno dice también: “Muy bien, regiré tu vida en lugar de

Page 34: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que tú lo hagas (pero quisiera que tú lo hicieras).”

c) Cada uno toma su tumo para ser el fuerte, el adecuado, o el

desvalido, el inadecuado. En esa relación sólo hay lugar para

una persona fuerte y adecuada.

d) Cada uno actúa como si fuera incompatible ser un individuo y

ser un esposo o esposa; como si no se pudieran combinar la

individualidad y el matrimonio.

28. Antes de casarse, María y Pepe nunca se habían manifestado por completo como individuos.

a) Ahora, después del matrimonio, tratan de no mostrar la poca

individualidad que habían manifestado previamente, con ob-

jeto de asumir el papel conyugal.

b) Ahora, de manera abierta, tratan de ser simplemente compa-

ñeros que viven uno para el otro.

c) Encubiertamente, todavía están tratando de manifestarse

como individuos.

29. María y Pepe continúan en este tipo de relación porque en rea-

lidad no esperaban otra.

a) Les queda el recurso de esperar que, para ellos, las cosas

cambien (la vida es como siempre fue —y sin embargo, ¡ tal

vez no lo sea!). ^

« María puede tener la esperanza de que Pepe no sea lo que

ella opinaba de los hombres.

« Pepe puede tener la esperanza de que María no sea lo que él

opinaba de las mujeres.

b) Mientras tanto, María tiene que defenderse de sus miedos

usando las mismas tácticas que sus padres usaron uno contra

otro, porque no conoce otro tipo de recursos. (Pepe hace lo

mismo.)

30. Cualquiera que sea el tipo de relación que María y Pepe han es-

tablecido, están desilusionados con lo que les tocó.

a) En poco tiempo agregarán el papel parental a lo que quedó de

su papel de individuos, y a lo que han tratado de producir en

su papel de cónyuges.

b) Si les ha resultado difícil integrar el hecho de ser un individuo

con ser un cónyuge, les resultará igualmente difícil integrar el

hecho de ser un progenitor.

Page 35: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Y LOS DESACUERDOS 21

(Ó/6.S 9

S S 3-

4 TENSIONES QUE AFECTAN A LA FAMILIA MODERNA

1. Cuando Juanito entra al mundo de los Pérez, las expectativas y

las necesidades de sus padres estaban allí esperándolo.

a) Por el solo hecho de existir, Juanito ofrece a María y a Pepe

otra oportunidad de “obtener,” otra oportunidad de sentirse

adecuados, dignos de amor, necesarios, fuertes y completos.

b) Juanito ofrece a sus padres la oportunidad de lograr una

verdadera extensión de sí mismos, que de verdad esté

hecha de su propia carne y sangre.

2. La dificultad está en que Juanito tiene algunos deseos propios

inmediatos.

a) Desde el momento en que nace, expresa con claridad que él quiere recibir, puesto que está físicamente desvalido y

psicológicamente todavía no se relaciona de manera

personal o social.

b) Debido a que está desvalido, sus propias necesidades de su-

pervivencia tienen que ser satisfechas dentro del marco de

las necesidades y las expectativas de sus padres. Para que

Juanito obtenga lo que necesita, su manera de pedirlo tiene

que concordar con lo que sus padres están dispuestos a dar

y con lo que son capaces de dar.

3. Cuando María y Pepe agregaron el papel parental a su función

de individuos y de cónyuges, en ese momento se volvieron

Page 36: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

TENSIONES QUE AFECTAN A LA FAMILIA MODERNA 22

candidatos, desde el punto de vista sociológico, al título de fa-

milia. Antes de comentar a la familia Peréz, tal vez sea prove-

choso recordar lo que los sociólogos y los antropólogos han deci- dido que las familias son, y qué funciones llevan a cabo dichas familias como una subunidad crucial en toda sociedad.

a) Estos científicos, en general, parecen estar de acuerdo en que la

familia nuclear (formada por los progenitores y los hijos) se

encuentra en todas las sociedades.

b) Definen a una familia como un grupo compuesto de adultos de

ambos sexos, dos de los cuales (los cónyuges) viven bajo el

mismo techo y mantienen una relación sexual socialmente

aceptada.

c) Las familias también incluyen a los hijos procreados o adop-

tados por dichos cónyuges.

Como institución social, los individuos de este grupo se mantienen

unidos gracias a funciones que se refuerzan mutuamente. Estas son:

a) Proporcionar una experiencia heterosexual genital a los cón-

yuges.

b) Contribuir a la continuidad de la raza produciendo y criando

hijos.

c) Cooperar económicamente dividiendo las labores entre los

adultos, de acuerdo con el sexo, la conveniencia y los prece-

dentes, y dividiendo también las labores entre los adultos y los

niños, de acuerdo con la edad y el sexo de cada uno de los hijos.

d) Mantener un lindero (por medio del tabú del incesto) entre las

generaciones, de manera que se puedan mantener en forma

fluida relaciones estables y funcionales ante las tareas,

e) Transmitir la cultura a los hijos por medio de las enseñanzas

parentales.

« Enseñar “papeles” o formas sociales aceptadas de actuar con

otros, en diferentes situaciones sociales. (Estos papeles varían

según la edad y el sexo del niño.)

< Enseñar al niño cómo manejar el ambiente inanimado.

« Enseñar al niño cómo comunicarse; cómo usar palabras y

ademanes, para que tengan un significado que la generalidad

de las personas entienda y acepte.

Enseñar cuándo y cómo expresar emociones, guiando en

general la reactividad emocional del niño. (La familia enseña al

niño apelando al amor y al miedo que él siente, comunicándose

con él verbalmente y no verbalmente, y a través del ejemplo.)

Page 37: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 38: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

/) Reconocer cuándo uno de sus miembros ya no es un niño sino

que se ha convertido en adulto, capaz de llevar a cabo papeles y

funciones adultas. g) Preparar el terreno para que en una

etapa final los hijos cuiden a los padres.

^5. Todo esto constituye una gran exigencia para las familias, espe-

cialmente para los cónyuges. ¿Por qué están dispuestos los

esposos a aceptar esta:; obligaciones? ¿Por que los hijos

constituyen ventajas económicas? ¿Por qué los hijos

proporcionan ventajas emocionales? La respuesta a estas

preguntas está determinada por la cultura. En la cultura

occidental predomina el concepto de que los hijos son una

ventaja emocional.

a) Pepe (y también María, en todo lo que sigue) puede sentir

que ha logrado cumplir con lo que la sociedad esperaba de

él: “Los adultos procrean hijos. Yo también tengo un niño.”

b) Pepe puede alcanzar un sentimiento de perpetuidad, por el

hecho de que alguien de su propia carne y sangre le

sobreviva.

c) Pepe puede volver a gozar, a través de su hijo, partes de su

propia vida pasada, al experimentar los descubrimientos,

las alegrías y el asombro del niño.

d) Pepe puede tratar de corregir sus dolores y errores pasados,

tratando de ayudar a su hijo a evitar lo evitable y a

anticipar problemas futuros.

e) Pepe obtiene otro logro en su vida al notar cuán esencial es

él "para su niño. Pepe tiene que cuidarlo, protegerlo, guiarlo

y responsabilizarse por él, porque Pepe es obviamente el

más sabio y maduro, la autoridad y el más fuerte.

/) Pepe puede sentirse unido con María y María puede sentirse

unida con Pepe.

« Se requirió a los dos cónyuges para producir un hijo; nin-

guno hubiera logrado esta hazaña solo.

« Ahora se requieren los esfuerzos conjuntos de ambos para

criar y educar a su hijo. Cuando un solo progenitor cría a

un hijo, tiene el doble de trabajo y tiene que compensar de

alguna manera la pérdida del otro progenitor.

6. No obstante, en los cuidados parentales también hay déficits

que pueden crear sentimientos conflictivos en los nuevos

padres.

Page 39: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

a) Tal vez Pepe y María no habían planeado ser padres en el

momento en que concibieron a su hijo. Quizá sólo pensaron

Page 40: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 41: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

TENSIONES QUE AFECTAN A LA FAMILIA MODERNA 25

en las satisfacciones sexuales que estaban recibiendo uno del

otro.

b) Tal vez no estaban listos económicamente para asumir las

responsabilidades de alimentar, vestir y dar techo a un niño. «

Quizá Pepe ve al niño como a alguien a quien tiene que

dar un sostén económico que él se siente incapaz de proveer. «

María quizá tenga un trabajo que contribuye al ingreso familiar

(y que además ella disfruta), al que ahora tiene que renunciar

por el bien del niño.

c) Tal vez no estén listos emocionalmente para agregar a su hogar

un tercer miembro dependiente y convertirse en una familia.

« Quizá Pepe considera que el niño hace que disminuya el

interés de María en él.

« María tal vez considere que el niño distrae el interés que Pepe

le prestaba antes.

« María, quien por necesidad asumirá la parte más pesada de

los primeros cuidados parentales, también puede ver al niño

como una criatura que exige toda su atención y da poco a

cambio, que requiere que ella se aísle todo el día de los

adúltos y se dedique a satisfacer las necesidades del recién

nacido.

« Quizá ambos sienten miedo ante la responsabilidad total que

les toca asumir.

« Tal vez ambos se pregunten, ahora que un tercer miembro

crea un triángulo familiar, si uno de los dos será excluido

tarde o temprano.

Pero éstos no son problemas que sólo María y Pepe tienen. Todas

las familias en el mundo occidental han recibido varias influencias

materiales y filosóficas (a las cuales aún siguen reaccionando) que

afectan a toda la sociedad.

La Revolución Industrial afectó profundamente a la familia mo-

derna, ya que alivió a los cónyuges de muchas cargas, pero al

mismo tiempo los sometió a muchas tensiones nuevas. Se conoce

bien cuáles fueron los efectos de esta Revolución; no obstante, vale

la pena resumirlos brevemente:

a) La Revolución Industrial mecanizó y despersonalizó el mundo

del trabajó, haciendo que el hombre se sintiera comò un

autómata sin significado que trabaja en tareas que eran

sólo una parte ínfima de un todo gigantesco,

incomprensible y sin valor.

Page 42: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) La Revolución Industrial hizo que la valía de un individuo

se midiera de acuerdo con el salario que ganaba, haciendo

que la mujer se sintiera rebajada porque ella no recibía

sueldo por manejar la casa y educar a los hijos.

c) Tal vez la mujer prefirió no ganar su propio sustento, sino

quedarse en casa en el papel de esposa y madre. En este

caso, descubrió que algunas instituciones exteriores le

arrebataban muchas funciones familiares como la

educación, la preparación de alimentos y otras.

d) La Revolución Industrial dio énfasis a la movilidad indivi-

dual como una condición esencial para el progreso; requirió

que familias enteras se desplazaran de una comunidad a

otra siguiendo a quien ganaba el dinero y dejando atrás_a los

viejos amigos.

e) Xa Revolución Industrial separó a los padres de los

abuelos, sin reemplazarlos en las funciones que

desempeñaban antes para el beneficio de la familia nuclear

(como atender el hogar a raíz del nacimiento de un niño,

cuidar a los niños mientras los padres no están en la casa y

ayudar económicamente ante una emergencia).

/) El complejo industrial hizo que se volviera imperativo espe-

cializarse cada vez más en todas las áreas de la vida;

provocó en el individuo el sentimiento de impotencia para

influir sobre los eventos externos (locales, nacionales e

internacionales). El mundo exterior se había convertido en

una fuente, potencialmente peligrosa, de fuerzas que el

individuo apenas podía comprender y sobre las cuales

sentía no tener control.

9. Las influencias intelectuales y sociales revolucionarias también

afectaron a la familia moderna al cuestionar las suposiciones,

premisas absolutas, normas y valores previos.

/ a) El papel de una persona dejó de ser algo automático, acep- / tado

sin reservas, predeterminado por un orden social está-

s tico y por modales y costumbres preestablecidas.

b) Frecuentemente se tenía que aprender, como algo nuevo,

cuáles eran, los papeles para nuevas situaciones.

c) La valía personal se tenía que ganar; no constituía un

derecho innato. Aunque se lograra ganarla, seguía siendo

inciertamente “relativa.‟5

Page 43: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

TENSIONES QUE AFECTAN A LA FAMILIA MODERNA 27

a)

b)

«)

d) Se reevaluaron las viejas definiciones patriarcales del hombre

como la cabeza de la casa y la mujer como perteneciente al hogar.

Hombres y mujeres confusos, reaccionando ante los nuevos

ideales igualitarios, se encontraron con muchas dudas y

preocupaciones respecto a las tareas y papeles diarios en la

familia.

10. El psicoanálisis también afectó profundamente los conceptos acerca

de qué era lo “normal” en la conducta humana, en la motivación y en

el aprendizaje. Esto llevó a la gente a reconsiderar y

5)? preocuparse acerca de todos los aspectos de la existencia, y en

especial acerca de las prácticas apropiadas para la crianza de los

niños. i

Implícitamente, la teoría apremiaba a los padres para que

dieran libertad al niño a fin de no dañar su desarrollo psíquico.

Éstas ideas al sobreaplicarse o llevarse a una conclusión ló-

gica, inmovilizaron y confundieron a los padres. ¿Debían dar

nalgadas a su hijo? ¿Debían imponerle alguna restricción? La vida

familiar llegó a ser cada vez más democrática, y se dio a los hijos de todas

edades la posibilidad de opinar y decidir respecto a su educación.

11. Todas esas tendencias filosóficas y económicas produjeron en

hombres y mujeres una sensación de confusión e inseguridad.

La vida familiar de los hombres llegó a estar tan apartada de su

vida de trabajo, que puede decirse que vivían en dos mundos diferentes.

« En su vida de trabajo, tras un escritorio barajando inter-

minables papeles, o tras una máquina apretando interminables

tornillos, los hombres se sintieron pequeños, desvalidos,

ignorados e inseguros.

« Su familia rápidamente devoraba lo que podían ganar.

« Dentro de su vida hogareña, frecuentemente se sentían como él

ayudante de mamá o como la fuerza disciplinaria auxiliar de

mamá.

« Deseaban a menudo que la familia se engranara más a sus

necesidades. Estaban cansados, desanimados y aturdidos por

las lucha$ y las decisiones del día. Deseaban encontrar en su

hogar un lugar de .descanso o un sanatorio silencioso.

Page 44: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« Los hijos varones, en especial, encontraban un padre ausente,

preocupado, cansado o vencido; y esa figura incierta era el

modelo para la vida de los chicos.

b) Las mujeres, que vivían en las ciudades en “cajas en el aire,” o

arrumbadas en los suburbios, se sintieron separadas de la

actividad y el “propósito real” del mundo moderno.

« Habían sido educadas para tareas diferentes a las del cuidado

de la casa y la crianza de los niños, y habían aprendido a

interesarse en los eventos científicos y culturales que ocurrían

fuera del mundo de la familia. Se encontraban ahora

perdiendo experiencia y status en el trabajo, y minando la

confianza en sí mismas, al dedicarse sólo a los papeles de

esposa y de madre.

« Si las mujeres atendían a la limpieza de la casa y la crianza de

los niños, la sociedad, a su vez, las descargó de muchas de sus

labores o hizo que las tareas de la casa fueran más fáciles y se

terminarán con más rapidez.

« Algunas mujeres buscaron trabajo fuera del hogar y pusieron a

sus niños en guarderías, los confiaron a los vecinos o buscaron

otras personas que los cuidaran. Otras mujeres se quedaron

en casa inconformes, haciendo el papel de madre de manera

desganada y distraída. Otras más se quedaron en casa y

convirtieron la crianza de los niños en una ocupación muy

intensa, para compensar su sentimiento de inutilidad y de que

la vida se les estaba yendo.

12. No es coincidencia que las ideas del amor romántico y la felici-

^ dad personal se volvieran populares en la cultura occidental, al

/■y* tiempo en que las antiguas certidumbres acerca de ser hombre,

' ser mujer y ser persona, iban cambiando y desapareciendo.

a) Cuando la gente se sintió como “nada,” estuvo más ansiosa de

sentirse como “todo” para alguien.

b) Cuando la gente era libre de escoger un cónyuge que garantizara

su felicidad personal, y el divorcio podía terminar la relación en

el momento que se deseara, cada día de vida matrimonial llegó a

ser un día de ¿ nos-quedamos-dentro-o- nos-salimos-de-esto?

c) Cuando la gente entablaba una relación a sabiendas de que podía

ser efímera, a veces estába tan ocupada tomándose el pulso para

evaluar su grado de felicidad, que tenía poco tiempo para gozar

de la propia relación.

Nathan Ackerman, al comentar la manera en que las condiciones de la

gran sociedad afectan a la familia dice:20

Page 45: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

TENSIONES QUE AFECTAN A LA FAMILIA MODERNA 29

La marca de nuestro tiempo es la desarmonía peculiar de las relaciones individuales con una sociedad más amplia. Varias hipótesis vienen a la mente: el concepto de Durkheim respecto a la anemia, el énfasis de Fromm sobre la tendencia a la alienación, y la teoría de Riesman acerca del hombre dirigido por otro. Cualquiera que sea el término, todas concuerdan en que el hombre tiende a una sensación de estar perdido, de soledad y de confusión de la identidad personal y a una búsqueda forzada de ser aceptado a través del conformismo. Un efecto de esta tendencia hacia la desorientación es el de regresar a cada persona a su grupo familiar para restaurar el

sentido de seguridad, aceptación, dignidad y autoestimación. Se requiere que la familia compense con afecto y cercanía a cada uno de sus miembros, por la ansiedad y la preocupación que resultan de no encontrar un lugar seguro en el ancho mundo exterior. Los individuos esperan de nuevo que su familia les reasegure que merecen ser añilados y que son valiosos. Esta presión para compensar a los miembros individuales con una seguridad especial y afecto impone a la familia una carga psíquica extra. ¿ Está la familia contemporánea equipada para llevar dicha carga extra? No —¡ no muy bien! La familia trata de hacerlo, pero en el mejor de los casos, logra un éxito precario; muchas veces falla.

Después que dos guerras mundiales desilusionaron más a los hombres y

mujeres, éstos se volvieron hacia la construcción de una familia,

esperando que ésa fuera su razón total para existir.

a) La crianza de los niños llegó a ser, para hombres y mujeres por igual,

un asunto muy importante y de gran preocupación. b) Hacer felices a los hijos llegó a ser un tema importante.

c) Dar a los hijos lo que los padres nunca tuvieron llegó a ser una

necesidad.

d) El crecimiento, el desarrollo y los logros dei hijo llegaron a ser una

manera esencial en que los padres daban valía a su propia persona.

e) La actitud del hijo hacia sus padres podía, en un grado importante,

hacer o deshacer sus sentimientos de autoestimación.

Conforme los hombres y las mujeres siguieron encontrando que sus

relaciones eran difíciles y amenazadoras, el papel parental de ambos

empezó a predominar.

a) Desilusionados uno del otro, estuvieron de acuerdo en “vivir para el

hijo.”

b) Pero pidieron implícitamente que el hijo viviera para ellos; él era el

importante, el que tenía el poder, la responsabilidad y la misión de

hacer felices a sus padres.

Page 46: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

30

5 LA DESILUSION CONYUGAL Y SUS

CONSECUENCIAS PARA EL NIÑO

1. Todas las familias modernas sufren las tensiones y presiones de la

sociedad moderna. Sin embargo, algunas logran producir niños que

confían en sí mismos y que son capaces de manejar con éxito un

ambiente difícil

a) Los sociólogos opinan que vivir en un barrio donde abundan los

delincuentes es un factor importante para producir delincuencia

en los niños. Sin embargo, hay muchas familias que viven en esos

vecindarios y no producen delincuentes; en cambio hay otras, en

los mismos vecindarios, que producen muchos delincuentes.

b) La psiquiatría trata de explicar en general estos resultados

diferentes, diciendo que el niño se vuelve delincuente porque sufre

una deficiencia en su funcionamiento psíquico, que puede

manifestarse en el desarrollo de su Yo o en los controles del super-

Yo.

c) Quienes hemos estudiado cómo la interacción familiar afecta la

conducta de los niños, nos asombramos de que tantos terapeutas

no hayan reparado, hasta ahora, en que la familia es la variable

crítica que interviene entre la sociedad v el indi- YÍHiini—

jyhr El sistema familiar es el principal contexto de aprendizaje para

la conducta, los pensamientos y los sentimientos individuales.

« Cómo enseñan los padres a un niño, es tan importante como qué

le enseñan.

« También, puesto que dos padres enseñan al niño, debemos

estudiar la interacción familiar para entender cómo es el

contexto familiar del aprendizaje.

2. La teoría familiar postula que las fuerzas exteriores son importantes

principalmente porque afectan a los padres.

a) Los padres, que enseñan por medio de palabras y actos, traducen

para el niño cuál es el significado principal que las fuerzas

exteriores tendrán para la familia.

b) Si los progenitores, como cónyuges, están desilusionados uno del

otro y por ello se sienten molestos, confusos, vacíos y

desesperanzados, cualquier tensión externa tendrá un impacto

Page 47: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 31

mucho mayor.

c) Si los cónyuges, como individuos, no integraron lo que aprendieron

en sus propias familias, sentirán que es especialmente difícil

lograr una integración marital que les permita dar mensajes claros

y consistentes a sus hijos.

d) Los cónyuges también distorsionarán o malinterpretarán la

influencia del exterior, con objeto de mantener una autoesti-

mación tambaleante.

3. La relación conyugal entre María y Pepe es disfuncional. Como ya

describimos, María y Pepe tienen una autoestimación baja. Se

buscaron mutuamente para aumentar dicha autoestimación. No

obstante, como cada uno consideró al otro como una extensión de sí

mismo, ambos fallaron en dar al compañero lo que él esperaba y

tampoco lograron recibir de él lo que pretendían. De esta manera, su

relación simplemente aumentó en ambos la intensidad de sus

sentimientos de baja autoestimación. "Ambos se desilusionaron y se

decepcionaron. Se plantea ahora la pregunta: ¿Cómo hacen su papel

de padres? Para contestarla, hay que preguntar también: ¿Cómo ven

al niño?

a) ¿Lo consideran como un vehículo que represente larvalía de ellos

en la comunidad y mantenga la estimación del Yo de los padres y

de la familia?

“Es el que mejor lee en su clase.” “i Todos dicen que es la niña que mejor se porta!” “Quisimos que nuestro chico fuera lo que nosotros no pudimos ser.‟1

b) ¿Lo consideran como un vehículo para mantener su propia

estimación como personas, y más especialmente como padres? Si

es así, ambos necesitan sentir que el niño los quiere.

« Si el niño| a través de su conducta, muestra que los desaprueba,

se decepcionan.

c) ¿Lo consideran como una extensión del propio Yo?

« Entonces los padres desean que el niño quiera lo que ellos

querían cuando eran jóvenes. Si el hijo no quiere las mismas

cosas, se decepcionan.

« Desean que el niño piense lo que ellos piensan y vea lo que ellos

ven. Si no es así, se decepcionan.

« Consideran al niño como alguien a quien hay que darle todo

para compensar las privaciones que ellos sufrieron. Si el niño no

se muestra agradecido, se decepcionan.

« Consideran al niño como alguien que hará lo que ellos quieren,

Page 48: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

cuando ellos lo desean.

« Consideran al niño como alguien que será un buen padre para

ellos.

“Estoy ansiosa de que mi hija sea grande.” “Quiero que mi hijo sea mi compañero.” “Tenía la esperanza de que cuando ella creciera seríamos siempre amigas íntimas y verdaderas.”

4. Estos son deseos que cada progenitor tiene acerca del hijo. Las

dificultades surgen cuando un cónyuge se opone a los deseos del otro.

El niño se encuentra entonces atrapado entre exigencias conflictivas.

Cada progenitor ve al niño ahora:

a) Como un aliado posible contra el otro cónyuge.

b) Como un mensajero posible a través del cual el esposo y la esposa

se podrán comunicar.

c) Como un posible apaciguador del otro cónyuge.

5. En otras palabras, el deseo que cada progenitor tiene de que el hijo

sea una extensión de sí mismo se ve bloqueado o amenazado por los

deseos del otro progenitor.

a) Las motivaciones individuales para dar cuidados paren tales se

confunden con el conflicto conyugal.

b) “Sé como yo” llega a asociarse con “Ponte de mi lado contra el

otro.”

c) Ambos padres pelean entre sí para obtener un lugar de pre-

ferencia ante el niño, principalmente porque ninguno de ellos se

siente seguro de tener un lugar de preferencia ante el otro

cónyuge. (A menudo he notado la gran importancia que estos

padres dan al hecho de a quién de los dos él bebé sonrió primero.)

6. El problema está en que el niño, por ser hombre o mujer, se asemeja

en un aspecto a uno de sus padres y es diferente del otro.

Sexualmente, ya está identificado con uno de sus progenitores.

a) Al principio los cónyuges pueden tratarlo como si fuera un tercer

miembro relativamente asexual del triángulo; un vehículo a través

del cual ellos pueden expresar sus deseos-de- prolongar-su-Yo.

b) Pero el niño no permanece “asexual” por mucho tiempo, y entonces

ambos padres responden al miedo de ser el miembro excluido del

triángulo.

« El padre del mismo sexo que el niño lo verá como a un ser que

potencialmente “le pertenece” más.

« El padre de sexo distinto al del niño lo verá como a un ser que

Page 49: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 33

potencialmente se convertirá en alguien igual ál cónyuge y

temerá que el hijo se vuelva contra él. Esto hará que dicho

progenitor trabaje más intensamente para atraer al niño hacia

su lado y así compensar las deficiencias en la relación conyugal.

« Conforme el progenitor de sexo opuesto al del niño trata de

usarlo como un cónyuge sustituto, el hijo se vuelve un peón en

una guerra de los sexos. Así, el progenitor de sexo igual al del

niño también tenderá a verlo como un competidor potencial, (“j

Mi hija es como yo, pero quiere a su padre más que a mí!”)

« Esto sucede especialmente en las familias disfuncionales, porque

ambos cónyuges ya se sentían inseguros acerca de su propia

valía ante los ojos del otro; por lo tanto, ya tenían un miedo

excesivo de ser excluidos.

7. Estando así las cosas, si el niño parece tomar partido por uno de los

padres, corre el riesgo de perder al otro. Puesto que necesita a ambos,

es invitable que sufra por tener que elegir.

a) El padre “excluido” puede alejarse del niño, despreciarlo junto con

el progenitor “escogido” y no darle los cuidados pa- rentales

básicos.

« Si un chico parece tomar el partido del padre, la madre puede

decir, abierta o encubiertamente:

“í Qué se puede esperar de los hombres!” “Eres igual a tu padre.” “Debí haber tenido una niña.”

« Si una chica parece tomar el partido de la madre, el padre

puede decir, abierta o encubiertamente:

“¡ Ya se sabe que así son todas las mujeres!‟! “Eres igual a tu madre.” “Debí haber tenido un niño.”

« Si un chico parece tomar el partido de la madre, el padre puede

decir:

“Tú y tu madre son iguales.” “Adelante, ¡conviértete en el nene de mamá!” “¡Dime a qué hombre que se precie de serlo le gustan las muñecas!”

« Si una chica parece tomar el partido del padre, la madre puede

decir:

“Tal vez seas lista, pero te va a ser muy difícil relacionarte con los muchachos.” “¡Dime, a qué chica le gustan las matemáticas!” “Ya se ve que eres la nenita de papá.”

Page 50: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

(A pesar de todo esto, debo agregar que cuando un progenitor

menosprecia a un hijo de su mismo sexo por aliarse apa-

rentemente con el progenitor del otro sexo, no sólo está

respondiendo por celos, también está tratando de ayudar al hijo a

desarrollar una conducta que le parece la más apropiada para el

sexo del niño. De hecho, este progenitor está tratando de ser un

buen padre o una buena madre.)

b) Un niño se ve gravemente afectado cuando uno de sus padres lo

menosprecia, o menosprecia al otro progenitor, o le pide que se

alíe a él en contra del otro padre. En el siguiente capítulo

comentaremos cómo se desarrolla la identidad sexual, ya que éste

es un proceso que se vuelve más difícil o se ve gravemente

deformado cuando uno de los progenitores incluye al hijo en la

relación conyugal.

8. Además del problema de quién se aliará a quién en el triángulo

familiar, hemos encontrado que los cónyuges parecen compartir los

mismos conflictos básicos, aunque a menudo den la impresión de

estar en polos opuestos en la relación conyugal.

a) Cada cónyuge puede proyectar su disgusto ante actitudes o

conducta, que representan una mitad del conflicto, hacia el otro

progenitor o hacia el niño, y luchar atacando a la otra persona.

b) O, ambos cónyuges pueden luchar contra una mitad del con-

flicto induciendo al niño a actuar y después castigándolo cuando

lo hace. c) O, un progenitor asume un lado del conflicto; el otro asume el

otro lado del conflicto, y así se atacan mutuamente a través del

hijo.

d) Es por esto que el terapeuta debe observar cómo cada uno de

los padres se comporta con el otro y con el hijo.

3^9. Para los padres es menos amenazante usar al hijo como “monitor

cruzado” de los conflictos conyugales; es decir, hacer que el niño

sea el vehículo a través del cual se puede comunicar hostilidad indirectamente al otro cónyuge.

a) Si los padres muestran directamente su hostilidad mutua co-

rren el riesgo de exponerse a represalias. (El niño no puede aún

desquitarse tan bien.)

b) Si los padres tratan de expresar su desilusión mutua culpando

al ambiente, pueden perder la aprobación de la comunidad y se

arriesgan a que se ataque su autoestimación.

Page 51: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 35

10. Si los cónyuges comparten los mismos problemas pero están en

constante conflicto con el otro, inevitablemente se alterarán las

reglas parentales acerca de quién debe ser y qué debe hacer un

niño. Las reglas mismas no concuerdan entre sí y los padres las

hacen valer de manera inconsistente.

a) Alguien que observe la interacción familiar puede llegar a al-

gunas conclusiones bastante confiables respecto a cuáles son

estas reglas y cuán consistentes son; esto se reconoce al notar

cuáles son las actividades que la familia promueve, permite,

obstaculiza o prohíbe.

b) Un observador también nota si ambos padres critican explí-

citamente la conducta del hijo, mientras al mismo tiempo

implícitamente promueven dicha conducta. De hecho, ambos

pueden decir: “Aquí está tu traje de baño. No te acerques al

agua.”

11. Ojiando el niño trata dfe responder a los deseos contradictorios y

no rotulados de los padres, la conducta infantil refleja y carica-

turiza los conflicto^ no resueltos que existen dentro de cada cón-

yuge como individuo y entre los esposos como pareja.

a) Ninguna de los padres, cuando usa al niño para estos fines,

responde ante el hijo como él es. Theodore Lidz y sus colegas de

investigación han escrito:45

Realmente. . . estos padres pueden responder al niño sólo en términos de las necesidades propias de ellos, desplazadas hacia el hijo; así van acumulando una pauta complicada de interacciones que llevan hacia la desadaptación.

b) En consecuencia, el niño no puede distinguir cuáles de las

reacciones de sus padres en realidad se refieren a él y cuáles se

refieren a uno de ellos o a ambos.

c) Podríamos decir también que cuando un niño ha vivido tiempo

suficiente en un ambiente donde persiste lo descrito, se convierte

en lo que los padres ven en él. Las reglas paren- tales acerca de

lo que él debe hacer y ser se vuelven sus propias reglas.

12. Desde luego, el proceso por el cual los padres inducen a un niño a

expresar en actos (act-out) los deseos conflictivos que ambos tienen,

es casi completamente inconsciente.

a) Si cualquiera de los padres tuviera conciencia de cuánto influye

en su hijo, tendría que darse cuenta de que el niño es un ser

aparte.

b) Muchos padres, debido a su baja autoestimación, no se con-

Page 52: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

sideran de suficiente importancia como para ser un factor que

influye en su niño: “Mi hijo nació así.”

c) Jackson expresa este concepto de la manera siguiente:36

Todos nos precipitamos a negar el efecto que tenemos sobre nuestros hijos y sobre otras personas que nos rodean —igual que titubeamos poco antes de culpar a otra persona. No es extraño que los padres se interesen más en explicaciones hereditarias y químicas de los problemas emocionales de su hijo; en esos casos, evaluar la responsabilidad de los progenitores sin asignarles culpa se vuelve una parte desagradable pero necesaria del trabajo del psiquiatra.

13. En general, una vez que los padres han enfocado su atención en un

hijo en forma disfuncional, pueden usarlo igual que usarían un

símbolo onírico. No obstante, según señalan Bell y Vogel, el símbolo

del paciente identificado (PI) es diferente a un símbolo soñado:69

Mientras que en los sueños el individuo dispone de cualquier representación simbólica, en la familia sólo se puede echar mano de un número muy pequeño de hijos para usarlos como chivos expiatorios potenciales.

Page 53: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL klÑO 37

En consecuencia, cuando hay un problema .. . grave, y ninguno de los hijos es un símbolo apropiado para expresar dicho problema, tiene que haber una considerable distorsión cognoscitiva para que, de los niños disponibles, el más apropiado sea utilizado como chivo expiatorio.

14. Cuando se ve que un niño está siendo utilizado, de manera in-

consciente, en formas disfuncicnales, vienen a la mente varias

preguntas:

a) ¿Qué pasa si hay más de un niño en la familia? ¿Cuál es el hijo

que los cónyuges inconscientemente escogen para que se cumplan

los diversos propósitos de tener un PI en la familia?

b) ¿Continúa el mismo hijo el papel de PI toda su vida o a veces otro

hijo toma su lugar?

c) ¿Tiene algo que verjel sexo del hijo con la causa por la que se le

asigna el papel?

d) ¿Existen familias en las que hay más de un PI?

e) Podemos considerar que cada hijo forma la tercera parte de un

triángulo con los padres. ¿Sufren también los hijos que no llevan

a cabo la función del PI, por vivir en una familia que contiene un

triángulo disfuncional, niño-padres, que incluye al PI?

15. No tenemos respuestas verificadas a través de investigación, para

contestar la pregunta de por qué los esposos escogen a uno de los

hijos y no a otro como PI. No obstante, a partir de repetidas

observaciones clínicas tenemos algunos indicios acerca de qué es lo

que probablemente lleva a los padres a elegir a uno de los chicos. Por

lo menos en parte, la elección depende de qué tipo de conflictos están

sucediendo entre los cónyuges.

a) Las características casuales de los diferentes niños pueden es-

timular los conflictos entre los cónyuges.

« Tal vez el niño es feo, o tiene una deformidad física, o es

adoptado. Este tipo de hijo aumenta la sensación de baja

autoestimación en los padres y también estimula las formas en

que los cónyuges manejan lo que les es extraño (lo diferente de

cada individuo). Este tipo de hijo también amenaza la

necesidad de los padres de hacer buena impresión en quienes

los rodean, ya que el niño puede convertirse en objeto de las

burlas o la curiosidad de le« vecinos. Los padres responden más

para proteger su autoestimación que para proteger al hijo.

« Tal vez el niño sea especialmente hermoso o inteligente. Este tipo de

hijo puede aumentar la autoestimación paren- tai, y al mismo

tiempo disminuirla, ya que los padres se comparan a sí mismos con

Page 54: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

el niño.

« Tal vez el niño se parezca, en su físico o en su actuación, a uno de

sus padres, a sus abuelos, o a otro pariente. Bell y Vogel lo

describen así:69

Este patrón era sorprendente, en especial en una familia. El padre y el hijo mayor tenían características físicas muy similares; no sólo llevaban el mismo nombre de pila sino que la madre los llamaba a ambos con el mismo diminutivo... La esposa no manifestaba directamente sus preocupaciones acerca

de la ineficacia del esposo en su trabajo, sino que enfocaba su aflicción en el niño y su desempeño escolar.

b) El lugar numérico que el niño ocupa en la serie de hijos puede

estimular conflictos en los cónyuges.

« Por ejemplo, tal vez uno de los padres tuvo problemas por ser el hijo

de en medio en su propia familia, y ahora enfoca su atención de

manera especial en el hijo de en medio, lo cual aumenta la

rivalidad entre hermanos e involucra al chico en la relación

conyugal. Además, en forma repetida hemos observado que cuando

uno de los padres tiene estos problemas, el otro también parece

tenerlos.

« Quizá el hijo mayor se convierta en el PI simplemente porque fue el

que llegó primero; es la primera alternativa que tienen los cónyuges

una vez que aparece el desencanto conyugal.

c) El sexo del niño puede estimular conflictos en los cónyuges. Algunos

padres se valen del hijo de un sexo determinado desde que nace, otros,

cuando el niño o la niña crecen y muestran cambios que reavivan los

conflictos entre los cónyuges.

d) La edad del niño puede estimular conflictos entre los cónyuges

simplemente porque, conforme crece un hijo, exige cada vez más ser

independiente del control parental. En ocasiones, un hijo no se vuelve

el PI hasta que llega a la edad de la rebelión adolescente. Si los

cónyuges tienen conflictos acerca de cuánta independencia se permite

en su propia relación, cada hijo adolescente recibirá la atención

disfuncional de los padres.

e) A veces, los padres escogen a uno de los hijos para el papel de PI

simplemente porque está a la mano. Tal vez es el que se encontraba

en el hogar cuando algún hecho puso especial tirantez en la relación conyugal. El otro hijo, que en ese momento

se encontraba en la escuela, tal vez quede libre de la atención

disfuncional.

16. En algunas familias, el mismo hijo es el PI desde que nace; en otras,

el papel se comparte o se pasa de un hijo a otro.

Page 55: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 39

a) En algunas familias todas las hijas (o todos los hijos varones) se

convertirán en el PI, en un momento o en otro.

b) En otras, cada hijo se convierte en el PI cuando llega a la

adolescencia.

c) En algunas familias dos o más hijos llevan sobre sí la función del

PI simultáneamente; o toman tumos; o uno asume el papel de

uno de los participantes en el conflicto conyugal y el otro asume

el papel de la contraparte.

17. También es probable que los demás hijos se vean afectados al

observar en acción el triángulo familiar con el PI, aun cuando ellos

nunca hayan sufrido de la atención disfuncional de los padres.

a) Como dije antes, si un miembro de la familia padece un dolor que

se manifiesta por síntomas, todos los miembros, en cierto grado,

reaccionarán a ese dolor. Es imposible que no reaccionen.

—^>b) Un niño aprende acerca de la gente y acerca de sí mismo al

interactuar con ella y al observarla interactuár. Por eso, doy el

nombre de familia disfuncional a cualquier familia que tiene un

PI.

18. La siguiente pregunta que nos hacemos es: ¿Cómo hacen los

cónyuges para, inconscientemente, inducir a un niño a comportarse

de manera que acabe por recibir la etiqueta de “paciente”? ¿Cómo se

ve y corno suena el proceso real de inducción? Para contestar,

tenemos que tomar un camino lateral, que nos llevará a la compleja

zona en la que interactúan la comunicación y el desarrollo de los

síntomas.

a) Todos hemos tenido la experiencia de recibir un mensaje de doble

nivel, de alguien que no dice las cosas con claridad (véanse las

páginas 72 y 73).

« Si las palabras y la expresión de una persona son discordantes,

si dice una cosa y parece significar otra con su voz o con sus

ademanes, está presentando una manifestación incongruente, y su interlocutor recibe un mensaje de doble- nivel.

« Llamo “discrepancia” a toda esta interacción insatisfactoria,

que con facilidad se puede resolver si las gentes logran ser

explícitas.

« Ante las discrepancias, habitualmente preguntamos: “¿Qué

quisiste decir en realidad?” O se comenta: “Por tu aspecto

parece que en realidad no quisiste decir eso.” Es común que la

persona a quien se dirije esta pregunta o comentario logre ser

Page 56: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

explícita, y aclare así el mensaje de doble-ni- vel.1

b) Según esto, la comunicación de doble-nivel, por sí misma, no

necesariamente produce conducta sintomática. No obstante, bajo

ciertas condiciones, en especial cuando se involucran los niños, la

comunicación de doble-nivel puede producir una situación viciosa

que se ha denominado “doble vínculo.”23

19. ¿Qué condiciones deben estar presentes para que un niño sufra las presiones de un doble vínculo?

a) En primer lugar, es necesario que el niño esté expuesto a men-

sajes de doble nivel, en forma repetida y durante un largo

periodo.

b) En segundo lugar, dichos mensajes deben provenir de perso-

sonas que para él significan supervivencia (véanse las páginas

39-42).

« Los padres automáticamente son figuras de supervivencia

porque el niño, en forma literal, depende de ellos para su vida

física; más tarde, la necesidad de que los progenitores lo amen

y lo aprueben también adquiere un significado semejante al de

supervivencia.

« Además, la forma en que los padres estructuran sus mensajes

hacia el niño, determinará las técnicas de éste para controlar

su ambiente. En manos de los progenitores está no sólo el

presente del chico sino también su sobrevivencia futura.

c) En tercer lugar, y ésta es tal vez la condición más importante de

las tres, desde una edad temprana el niño tiene que ser

condicionado a no preguntar: “¿Quisiste decir esto o aque llo?”

y a aceptar los mensajes conflictivos de los padres aunque sean

imposibles de comprender. El niño tiene que enfrentarse a la

imposible tarea de traducir dichos mensajes y convertirlos en una

sola manera de comportarse.

20. He aquí unos cuantos ejemplos de mensajes contradictorios explí-

citos-implícitos que contribuyen a producir conducta desviada.

a) Una madre dice a su hija que debe ser “una damita;” no obstante,

el primer regalo que le manda a un reformatorio para jovencitas?

es una serie de siete portabustos provocativos, de diferentes

1 En los capítulos sobre la teoría de la comunicación comentaremos en detalle los

distintos aspectos del tema, capital para este libro, de la comunicación incongruente. En la Parte tres, cuando analicemos la interacción de la familia y la intervención del terapeuta, en forma repetida nos referiremos también al tema de la comunicación incongruente.

Page 57: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 41

colores.

b) Un padre dice que su hijo no debe desafiarlo, pero a la vez se

queja de que el chico no se enfrenta a él como un hombre.

c) Una madre y un padre ruegan a su hija que no asista a fiestas

escandalosas, pero le permiten que vaya a reuniones de ese tipo.

Más tarde, cuando la joven llama por teléfono a su padre para

pedirle que la vaya a recoger, se burlan del “miedo” de la chica en

un tono provocativo y humillante.

21. Si los mensajes de los progenitores hacia el hijo suelen ser como los

hemos descrito, y si el hijo no ha adquirido una forma de rechazar y

aclarar dichos mensajes, existen amenazas vitales para él:

a) En su dependencia presente, porque si obedece a un nivel de

significado, desobedece al otro; por lo tanto, de manera continua

provoca el rechazo de sus padres.

b) En su futuro papel de adulto, porque se enfrentará al mundo

siguiendo la pauta contradictoria y autoengañadora a la que sus

padres lo han acostumbrado.

c) Debido a que el conflicto en los mensajes está escondido, y el niño

ha aprendido a “no verlo” como el origen de su perturbación, el

chico vuelve la culpa contra sí mismo (en lo que los padres están

de acuerdo, ya que ellos tampoco pueden “ver” objetivamente esta

situación). El niño dice: “Nunca puedo hacer lo correcto;

probablemente porque soy malo.”

d) Por otra parte, a un nivel encubierto correspondiente, el niño se

da cuenta bastante bien de la situación imposible en que lo han

colocado. Como último recurso, llega a responder él mismo en

forma encubierta, y utiliza el lenguaje de la protesta disfrazada

que la sociedad denomina conducta “loca” o “enferma.”

22. No obstante, tal vez pase mucho tiempo antes de que la conducta del

niño se vuelva tan exagerada que la sociedad la califique de

“desviada.”

a) Ya hablamos de la(homeostasijp familiar, que es un proceso a

través del cual la famüia'^quilibra las fuerzas que existen dentro

de sí misma para lograr unidad y orden funcional.

b) Hay formas de actuar que no tendrían sentido fuera de la familia,

como por ejemplo la conducta de un niño problema, y que dentro

de la familia son eminentemente funcionales, ya que permiten a

la pareja conyugal mantener el foco de su atención sobre el niño,

calificarlo como un ser que provoca problemas y desviar así la

sospecha del factor que en realidad los provoca, o sea su propia

Page 58: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

relación conflictiva.

c) Según lo anterior, la conducta desviada de un niño puede ser

comportamiento funcional dentro de un sistema familiar dis-

funcional. (Por lo tanto, si el terapeuta comprende las per-

cepciones y las reglas que rigen a los cónyuges, toda conducta en

la familia se vuelve explicable.)

23. Puesto que para los padres la existencia del “niño problema” es

profundamente funcional, no es raro que sean incapaces de evaluar

el grado de perturbación infantil, y que traten de proteger y

perpetuar dicha conducta. No obstante, estos progenitores se

mantienen en un equilibrio muy precario. Después de todo, si el niño

problema tiene el poder de consolidar o destruir el círculo mágico del

equilibrio familiar, los padres tienen que tratar con gran cuidado a

dicho niño.

a) En cualquier camino que el niño tome, encuentra frustración.

Nunca puede hacer lo correcto porque le piden conductas

contradictorias, y lo que hace nunca tiene éxito porque le dan

reglas contradictorias para obtener sus objetivos.

b) Si el niño se perturba demasiado, a veces produce un síntoma tan

espectacular que la familia ya no puede esconderlo ni incorporado

dentro del funcionamiento familiar.

c) En estas circunstancias, la familia tiene que premiar en forma

encubierta la conducta perturbadora, lo suficiente para com-

pensar la desaprobación oficial y la frustración general que el

niño cosecha comportándose así. Bell y Vogel refieren:6* . . .en todos los casos, al mismo tiempo que los padres de manera explícita criticaban al

niño y a veces incluso lo castigaban, de alguna manera, habitualmente implícita,

apoyaban la persistencia de la misma conducta que criticaban. Este permiso tomaba

diversas formas: no cumplían las amenazas, retardaban el castigo,, se mostraban

indiferentes al síntoma infantil y lo aceptaban, se interesaban demasiado en el síntoma

del chico o bien ofrecían al niño considerables recompensas secundarias por el síntoma

mismo.

d) Aquí vemos lo elástico y maniobrable que es dar-reglas-de- doble-

nivel. No sólo se coloca al niño en lá posición de ser “el malo55 o “el

fracasado,55 sino que este manejo de las reglas permite suspender y

aligerar las presiones del sistema mismo cuando se vuelven

demasiado intensas y el niño ya no las tolera. Además, todo esjto se

puede lograr en forma encubierta, sin que los padres o el niño se den

cuenta^ de ello.

Según lo anterior, el sistema homeostásico que incluye a un “paciente

identificado55 puede permanecer relativamente estable largo

Page 59: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 43

tiempo.

a) Como hemos visto, las expectativas de los progenitores crean una

interacción circular. El PI expresa en actos el principal conflicto que

existe dentro de los padres y entre los padres. Por lo tanto, cuando el

chico adopta las características que los padres han inducido y temen

que existan en ellos mismos, y en el cónyuge, el niño se vuelve el

objeto de la angustia pa- rental y hace que las expectativas temidas se

vuelvan realidad.

b) En el siguiente fragmento, Brodey describe cómo un niño responde a

la conducta de uno de los padres.27 El autor habla aquí de la relación

madre-hijo, e ignora la influencia que una relación conyugal

insatisfactoria puede tener sobre los cuidados matemos:

Tal vez el lactante aprendería que su sobrevivencia' dentro de esta relación dependía de que él expresara sus propias necesidades en una forma y en un momento que correspondieran a la expectativa proyectada de la madre. El reforzamiento prolongado de las necesidades que por casualidad concordaban con

las de la madre, y la frustración de las necesidades que la madre ignoraba, alterarían entonces la conducta del niño y la harían adquirir una forma que validara la proyección de la madre. Esta relación entre una madre y la imagen interna que tiene de “su hijo” se proyecta ahora en un niño real, quien de maneara activa se pliega a dicha imagen y da realismo al concepto de siihbiosis/ ya que el niño al cual responde la madre es una parte de ella misma.

25. Al correr el tiempo, incluso el ambiente en el que vive el hijo

confirma la etiqueta de PI, cuando oficialmente responde ante

dicho PI como ante alguien diferente, delincuente o enfermo.

Las personas que lo rodean incluso prestan al PI atención

especial y ayuda, como si el problema se centrara

principalmente en él.

a) Al principio, este proceso de clasificación y tratamiento sólo

contribuye a mantener el sistema y a que los padres

racionalicen y proyecten aún más.

b) La atención disfuncional de los padres hacia el PI se

acrecienta, ya que ahora se sienten inadecuados y temen

las críticas y las acusaciones:

“Este niño tuvo más de lo que yo tuve en toda mi infancia.‟' “Es malo porque quiere serlo.” “En la escuela tampoco pueden manejarlo.” “Los jóvenes actuales son diferentes.” “Se juntó con una pandilla mala.” “¡No lo considero miembro de esta familia!”

c) La comunidad responde con simpatía hacia los padres, y

esto sólo corrobora la creencia parental de que el PI es, de

hecho, alguien por quien hay que preocuparse.

Page 60: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

26. No obstante, conforme la comunidad experimenta más y más

los efectos de la conducta del niño, empieza a examinar la

efectividad de los padres. Cuando el dedo acusador se dirige

hacia los progenitores, la homeostasis familiar empieza a

desintegrarse y entonces ya no vale la pena seguir acusando al

chico. En ese momento, ya no se lanzan acusaciones contra el

hijo sino contra los padres, como si se tuviera por fuerza que

culpar a alguien, liberando a los otros de toda responsabilidad.

a) En primer lugar, el PI convierte a sus padres en víctimas.

« Les exige atención extra o ganancias secundarias por me-

dio de berrinches, periodos de aislamiento, huidas del ho-

gar, episodios psicóticos, etcétera. Esto proporciona al PI

por lo menos la satisfacción momentánea de ser el foco de

la preocupación parental « El PI requiere que lo traten de

manera especial como al enfermo, al diferente, o al malo.

A este respecto Murray Bowen dice:*5

El niño expresa sus exigencias emocionales y verbales... cuando explota la posición de quien no tiene recursos y produce lástima. Los pacientes son hábiles para despertar simpatía y haeer que

N

otros los ayuden en exceso. Todas las familias que entrevistamos en nuestro proyecto de investigación acabaron por ver que la vida de sus hogares giraba en torno a las exigencias del paciente. Los

padres son tan incapaces de tomar una posición firme ante el paciente, como el paciente es incapaz de tomar una posición firme ante sus padres.

« El paciente logra que lo eximan de asumir responsabilida-

des y que lo alivien de la necesidad de enfrentarse a la

realidad más allá de los límites que la familia le fija.

b) En segundo lugar, la conducta del PI acentúa el conflicto

entre la esposa y el esposo.

« Los hijos obtienen atención extra de las madres, y las

hijas de los padres. De manera que la dinámica básica

del triángulo familiar se exacerba.

« Los cónyuges acaban culpándose entre sí. Bell y Vogel69

afirman que los progenitores, en forma privada, se

consideran por lo menos en parte responsables de la

condición del niño:

Según esto, la perturbación del niño retroalimenta los problemas que los padres tienen que afrontar, y a menudo cada miembro de la pareja conyugal proyecta sobre el otro la responsabilidad de la enfermedad del chico.

c) En muchos casos, llega un momento en que la comunidad

aleja al PI de la familia o recomienda que la familia misma

Page 61: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 45

reciba psicoterapia. Esta recomendación pone en jaque el

equilibrio homeostásico y también la eficacia de los

cónyuges como padres. Haley dice (acerca de un PI

psicotico) :33

Aunque la conducta psicòtica sirva una función en un sistema fami-liar, también existe un riesgo. Quizá sea necesario separar al paciente de la familia por medio de una hospitalización y así romper el sistema, o tal vez el enfermo reciba psicoterapia y cambie, lo cual le permitirá abandonar el sistema. Lo típico es que los padres parezcan aceptar con beneplácito la hospitalización, sólo si pueden continuar viendo al enfermo, y que acepten la psicoterapia para el paciente hasta el momento en que éste empieza a cambiar y a violar las reglas de la familia...

27. Una relación conyugal que requiere de un “paciente identifica-

do” sólo puede acarrear, en todos los aspectos, desilusión, des-

tructividad y dolor para las tres personas involucradas.

a) La conducta del PI puede destruir, de un día para otro, las

esperanzas parentales de agradar e impresionar a la comu-

nidad con un niño que represente los ideales de la familia.

b) La ira y la rebelión del PI pueden destruir bruscamente las

esperanzas de uno de los padres de que su hijo lo quiera.

c) Cuando el PI abandona la escuela o lo expulsan, las

esperanzas de que el niño satisfaga las ambiciones de uno

de los padres pueden caer al suelo.

d) Cuando la conducta del PI acaba por acentuar las dificulta-

des conyugales, se puede destruir la esperanza de que ese

hijo ayude a unir a los padres.

e) En todos los aspectos, los conflictos conyugales no resueltos

regresan a golpear a los cónyuges (como un bumerán) cuan-

do éstos tratan denodadamente de ser buenos padres. Y

estos conflictos necesariamente afectan a toda la familia.

Lidz lo describe en forma dramática:44

.. .estos matrimonios... indican la virtual ausencia de complementar idad ... ni el esposo ni la esposa se ayudan para resolver las ne- necesidades del otro, y la interacción conyugal aumenta los problemas emocionales de ambos, los priva de cualquier sentido de éxito en la vida, y se deteriora hasta convertirse en un choque hostil, en el cual ambos contrincantes pierden. En lugar de un dar y recibir recíproco, hay exigencias y desafíos que conducen hacia un cisma entre los cónyuges, que divide a toda la familia y deja a los hijos desgarrándose

entre afectos y lealtades conflictivas.

28. No obstante, el PI es quien más sufre a pesar de que ocasional-

mente se le libere del papel u obtenga ganancia secundaria.

Page 62: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

a) El PI internaliza los conflictos conyugales, lo cual le

dificulta mantener relaciones hombre-mujer satisfactorias.

Continúa repitiendo en su vida el drama familiar con .

otros hombres y mujeres, aun tiempo después de la muerte

de sus padres.

b) El PI siente baja autoestimación. Su etiqueta de “el malo,”

“el diferente” o “el enfermo” sólo refuerza su creencia de

que él no vale la pena.

c) Al PI no se le ha preparado para hacerle frente al mundo

fuera de la familia. Lidz dice lo siguiente acerca de la fami-

lia del esquizofrénico:45

Se niega la existencia del mundo tal y como el niño debería aprender a percibirlo. Los conceptos que los padres tienen de su medio ambiente no capacitan al hijo para entender y dominar de manera sólida eventos, sentimientos, o personas; dichos conceptos tampoco se parecen a los que otras personas aprenden en otras familias. La familia, en forma constante, altera los hechos para adaptarlos a ne-cesidades regidas por las emociones. Para aceptar experiencias que sé' contradicen entre sí, se requiere pensamiento paralógico. En con-secuencia, este ambiente familiar fomenta el pensamiento irracional.

He aquí un breve fragmento de una sesión de psicoterapia familiar,

que ayuda a mostrar cómo el conflicto entre el esposo y la

esposa produce conducta sintomática en el hijo.

a) En este fragmento, el proceso de inducción se demuestra in-

directamente, a través de la conversación de los cónyuges.

b) Esta pareja está bastante cerca de ver cómo el conflicto entre

ambos esposos afecta al niño.

c) Los padres también son capaces de discutir la relación conyugal

como algo relativamente aparte del hijo. (Esto contrasta en

forma notable con la incapacidad de los padres de un niño

esquizofrénico para discutir su propia relación como algo

aparte.)

d) Una vez que el terapeuta familiar puede ayudar a los cónyuges

a tratarse entre sí de una manera más satisfactoria, los ayuda a

liberarse lo suficiente para ver al niño tal y como éste es.

Aparecen entonces satisfacciones tanto para los padres como

para el niño, ya que los hijos en forma desesperada desean dar

gusto a sus padres, y los padres básicamente quieren hacer el

bien a sus hijos.

Fragmento :

Ea: A los niños también tengo que ponerlos bajo un doble

estándar.

Page 63: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LA DESILUSION CONYUGAL Y EL NIÑO 47

T: ¿Y por qué?

Ea: Bueno, porque mi esposo puede hacer cosas, como pegar de

gritos y hacer otros desmanes parecidos que yo no permito

que los niños hagan. Quiero decir, que él puede pellizcarlos

y molestarlos a veces, pero que a ellos no se les permite que

se pellizquen y se molesten entre sí cuando están irritados.

T: Es evidente que esto plantea un problema que creo. . . Ea: En

realidad, ¿Cómo puedo decirle a Enrique o a veces a Jorge, que

no pellizquen o que no molesten, cuando mi esposo se lo hace a

Enrique?

T: ¿Y cómo maneja usted esta situación?

Ea: Algunos días no hago nada, pero otras veces le hago bromas

a mi esposo acerca de estos puntos en que él podría, bueno

donde él podría enojarse; pero como hablo en tono de broma

él no se enoja, y yo ya sé eso. Aunque, a (pesar de todo,

siento que se contiene para no enojarse, pjorque hubo otra

época en que se habría

enojado mucho por la misma cosa, sin que yo deseara en

realidad que él se enojara, pero todavía, yo. . .

T: Quisiera usted darle a su esposo su merecido.

Eo: Eso es lo que ella quiere hacer.

Ea: Me gustaría ver que él. . .

Eo: Eso es lo que ella quiere hacer.

Ea: Me gustaría ver. . . quiero ver que se refrene. Me gusta,

este. .. Yo no. . .

T: Me figuro que le han de dar a usted ganas de darle a su

esposo su merecido.

Eo: Eso es lo que ella hace.

Ea: Y lo hago con bastante frecuencia.

T: Desde luego. Es natural. Bueno, ya estamos viendo las

cosas más claras. El la provoca; usted desea regresarle

los golpes. Usted lo provoca a él; él quiere devolverle los

golpes a usted. Creo que ése es el tipo de cosa que hemos

estado viendo aquí, de una manera o de otra; por

razones que ustedes no han entendido, pero creo que eso

es lo que ha estado sucediendo aquí en la sesión.

(Pausa.) No me parece que ustedes han entendido esto.

Eo: Mire doctora usted está, quiero decir, siento que

aquí hay, que hay. . . en otras palabras ¿está usted

diciendo que la irritación que he sentido en la relación

con mi mujer la descargo con Enrique?

T: Ajá. Sin querer hacerlo. Enrique es el campo de batalla

para ustedes dos.

Page 64: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Eo: Creo que tiene usted razón. Estoy de acuerdo. Durante

mucho tiempo he sentido que así es.

30. El proceso de inducción, tal y como lo he descrito, puede dar la

impresión a ciertos lectores de que se inclina demasiado a favor

de uno de los cónyuges.

a) ¿Qué papel juega el hijo en todo esto? ¿O son los niños sim-

plemente hojas en blanco sobre las que los padres escriben?

b) ¿Puede el niño escoger entre si acepta o no el papel de PI?

c) Para contestar estas preguntas tiene uno que hacer otras:

¿Qué es lo que todos los niños necesitan recibir de sus fami- 1 lias para crecer y convertirse en adultos funcionales?

d) En el siguiente capítulo trataremos de describir el mundo, no

como los adultos lo ven, sino desde el punto de vista del niño.

Page 65: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

49

6 LO QUE TODOS LOS NIÑOS NECESITAN >

PARA TENER AUTOESTIMACION

1. He estado describiendo colmo la disfunción conyugal afecta las

funciones parentales, por lo menos para uno de los hijos de la

familia, aquel qué se convertirá en el “paciente identificado”

(PI) .

a) Si cada cónyuge tiene baja autoestimación y confía poco en

el otro, esperarán que su hijo aumente la autoestimación de ^

ambos, sea una extensión de los dos y desempeñe la función

crucial de aliviar el sufrimiento en la relación conyugal.

b) Pero esto suena demasiado parcial, como si un niño sólo tu-

viera la opción de aceptar el papel que sus padres le piden

que desempeñe, o como si los hijos fueran solamente hojas

en blanco sobre las cuales los padres escriben.

« Los niños no son simplemente hojas en blanco. Llegan al

mundo con diferencias constitucionales bien definidas.

(Simplemente, en términos de la “capacidad corporal de

reaccionar” los niños recién nacidos son muy diferentes

entre sí.) También llegan al mundo como machos o como

hembras desde el punto de vista biológico.

« Por otra parte, todos los niños llegan al mundo inermes.

Se les tiene que dar o enseñar todo lo que requieren para

sobrevivir. Ningún niño llega a este mundo con un plan

detalládo de lo que hará o de lo que será. Esto tiene que

provenir de las personas con quienes vivé; por esto llamo a

dichas personas figuras de supervivencia.

2. Por ejemplo, un niño, desde que nace, necesita estar confortable

físicamente, que lo alimenten y que lo mantengan tibio, de tal

manera que, la transición de la matriz al hogar sea 1Q más

suave posible. 3. Desde el nacimiento, un niño también necesita continuidad en

la relación. a) Cuando recibe la comida y el calor, necesita que una ínisma

persona se los proporcione y, a la vez, que lo toque y le hable.

b) Necesita que la misma voz y el mismo toque humanos lo

Page 66: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

introduzcan a la existencia y a la presencia predecible de “otro.”

c) Aun cuando esté alimentado y tibio, aprende a requerir la

presencia física de la madre; aprende a necesitar la relación per se.

4. Un niño necesita aprender cómo influir en las respuestas de otros y cómo predecir dichas respuestas. a) Conforme aprende a diferenciar a la madre de las demás

personas, también aprende a desarrollar diferentes respuestas

que influyen en la madre.

« Cuando llora, habitualmente recibe alimento, calor y contacto

corporal. No obstante, a veces estos consuelos no llegan.

« Ciertos tipos especiales de llantos funcionan mej2or que otros

para atraer a la madre.

« Las sonrisas le acarrean un tratamiento extraespecial de la

madre.

b) Cuando aprende a incluir al padre como otra figura de super-

vivencia, también desarrolla respuestas especiales que influyen

en el padre.

5. Un niño necesita aprender a estructurar su concepto del mundo. d) Con ayuda del lenguaje, aprende a diferenciar y clasificar los

elementos del mundo más allá del universo del propio Yo, el

padre y la madre. Aprende a clasificar gatos y perros, adultos y

niños, hombres y mujeres, familia y no-familia.

b) De sus padres aprende no sólo cómo clasificar sino también a

evaluar y predecir. Aprende a diferenciar entre sentimientos

“buenos” y sentimientos “malos,” entre conducta buena y con-

ducta mala, etcétera.

6. Un niño necesita tener un buen concepto de sí mismo en dos áreas:

como una persona hábil y como una persona sexual.* El niño

desarrollará respeto hacia sí mismo como una persona hábil (como

una persona capaz de valerse por sí misma) si por lo menos uno de

los padres confiere validez a los pasos que el hijo da en su desarrollo.

2 Decidí separar la estimación como persona hábil de la estimación como persona

sexual por dos razones. Primero, hay ciertas habilidades y actividades que no necesariamente se ligan al sexo de la persona. Tanto los hombres como las mujeres aprenden a trabajar, pensar, leer, resolver problemas y experimentar. (Desde luego, como ambos sexos comparten estas capacidades, sirven para enriquecer las relaciones entre los hombres y las mujeres.) Segund&v notado cómo algunas personas pueden tener autoestimación en un área de su identidad y no en otra.; Los adultos pueden ser capaces de relacionarse sexual- mente con él sexo opufesto, pero ser incapaces de controlarse a sí mismos, o a su ambiente, o viceversa.

Page 67: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS Y LA AUTOESTIMACION 51

a) Un progenitor valida este crecimiento cuando él (o ella):

« Nota la existencia del crecimiento.

« Comunica verbal o no verbalmente que nota dicho crecimiento.

« Da al niño una oportunidad cada vez mayor de manifestar y

ejercer las nuevas capacidades que emergen del crecimiento.

b) Conforme un niño crece y aprende, se vuelve cada vez más capaz

de hacer cosas por sí mismo y de cuidar de su persona. « Puede

alimentarse, ir al escusado solo, atar las agujetas de

sus zapatos, anticipar el peligro y evitar los objetos peligrosos;

en otras palabras, puede manejar su propio cuerpo en relación

con el ambiente y puede manipular objetos.

« Las capacidades aumentan y llegan a incluir la habilidad de

tomar decisiones, de razonar, de crear, de formar y mantener

relaciones, de regular el momento de satisfacer las necesidades

de acuerdo con la realidad, de planear con anticipación y de

tolerar el fracaso y la desilusión.

c) Para validar las habilidades de un niño, los progenitores <fev ben

ser capaces de reconocer cuándo el chico ha alcanzado una etapa

de su desarrollo y en qué momento concederle validez.

« No deben esperar que el niño se comporte como si tuviera cinco

años cuando ya tiene ocho, ni viceversa.

«En otras palabras, para que la validación sea verdadera debe

concordar con las necesidades, las capacidades y el grado de

desarrollo dél niño. Además, la forma en que los padres

expresan esta validación debe ser clara, directa y específica.

Page 68: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

d) La validación paren tal no implica una aprobación sin crítica de todo

lo que un hijo desea hacer. Los padres son los socia- bilizadores;

deben enseñar al niño que él no es el centro del mundo de sus

progenitores ni del mundo en general.

« El chico tiene que aprender a amoldarse a los requerimientos de la

vida familiar, a equilibrar sus propias necesidades con las de los

demás y adaptarse a las exigencias de la cultura.

« Necesita desarrollar habilidades para equilibrar y enfrentarse a los

requerimientos propios, los requerimientos del otro y los

requerimientos del contexto, en este momento y bajo estas

circunstancias.

«Tal vez grite y se queje ante las restricciones y las reglas, pero

aceptar restricciones y aprender reglas es parte del crecimiento.

“Las restricciones” y “la validación” no son términos que se oponen.

« La validación parental tampoco quiere decir dar atención intensa y

solícita en extremo a todas las necesidades del niño. Los padres

también son seres humanos. Juanito puede estar dispuesto a

caminar si la madre lo anima, pero la madre en ese momento quizá

esté ocupada en la cocina. « La validación parental es más efectiva

cuando se expresa sin solemnidad, como algo natural.

e) Si un progenitor no valida la capacidad de su hijo, o no escoge los

momentos apropiados, el niño tendrá dificultad para integrar el

concepto de su propia habilidad. Dicha capacidad continúa siendo un

aspecto fragmentado del “Yo no importante,” del “Yo inadecuado” o

del “Yo secreto.” Quizá los padres:

« No ven las capacidades del niño cuando son obvias, o no dan

oportunidad para que se expresen dichas capacidades, o no

muestran aprobación o desaprobación cuando el niño las

manifiesta.

« Ven las capacidades prematuramente, y en forma angustiada

incitan al niño a que las exprese.

« Ven las capacidades incorrectamente (capacidades que simplemente

no existen) y en forma angustiada incitan al niño a que las

exprese.

« Ven las capacidades del chico, pero lo desaniman y lo cas* tigan por

expresarlas.

/) Si cuando un padre valida las capacidades del niño, el otro padre

contradice la validación, el aprendizaje del chico será

Page 69: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS Y LA AUTOESTIMACION 53

más difícil y el pequeño manifestará lo que sabe de una manera más

inconsistente.

« Quizá uno de los padres espera mucho del hijo, y el otro, poco.

« Un terapeuta familiar debe, por lo tanto, estar alerta para

observar la forma como ambos padres validan cada una de las

capacidades del niño.

g) Si los padres no validan una capacidad de su hijo (si no la ven o si la

castigan), el niño, a pesar de todo, seguirá creciendo, ya que todo ser

vivo está programado para el crecimiento continuo. Sin embargo:

« Tal vez el chico se retenga de manifestar su capacidad de

crecimiento.

« Tal vez, la manifieste en forma secreta.

« Tal vez, la manifieste de una manera distorsionada o disfrazada.

« En cualquiera de los casos, su capacidad de crecer no contribuirá a

la autoestimación del niño.

Un niño desarrollará estimación hacia sí mismo como persona sexual,

sólo si ambos padres validan la sexualidad del chico.

a) Tiene que identificarse con su propio sexo; sin embargo, esa misma

identificación debe incluir una aceptación del otro sexo, « Los

hombres validan a las mujeres como mujeres, y las

mujeres validan a los hombres como hombres.

« La identificación, en este sentido, es un asunto bilateral: “Soy

hombre en relación con las mujeres. Es bueno ser hombre por lo que

las mujeres son.”

b) La identificación sexual es el resultado de un sistema de aprendizaje

en el que intervienen tres personas. Los padres validan la

sexualidad del hijo a través de la manera en que lo tratan cómo una

pequeña persona sexual; pero la validan, principalmente, cuando

sirven como modelos de una relación funcional y satisfactoria entre

un hombre y una mujer.

« Podemos hacer un diagrama del contexto que sirve , para aprender

a estimar lá propia sexualidad, en la forma siguiente:

Padre (macho grande) - __________ Madre (hembra grande)

A B C

Niño (macho pequeño)

Page 70: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« A y C son interacciones. B representa la demostración que el esposo

y la esposa hacen de las relaciones adultas entre macho y hembra,

tal como el niño las observa. Esa demostración tiene más peso en la

identificación sexual del niño que todo lo demás. (Nótese

específicamente que el niño es un macho pequeño y que sus padres

son un macho grande y una hembra grande.)

c) Mucha gente, cuando piensa en familias, las representa simplemente

como pequeños grupos de individuos que llevan a cabo funciones y

papeles similares o intercambiables.

« Los miembros de la familia no son cuerpos sin sexo ni edad que

interactúan. Son machos y hembras adultos que inter- actóan con

machos y hembras pequeños.

« El mundo entero está constituido por machos y hembras. Los

papeles que las personas desempeñan y que tienen mayor

influencia psicológica están ligados al sexo. Los machos son el hijo

de alguien, el hermano de alguien, el novio de alguien, el esposo de

alguien, el padre de alguien, etcétera. Las hembras son la hija de

alguien, etcétera.

€ Los machos y las hembras también desempeñan papeles que no

están ligados al sexo, como ser el patrón de alguien, la maestra de

alguien, etcétera. No obstante, lo habitual es que el sexo de ese

patrón o de esa maestra tengan un significado especial, que se

deriva de las primeras relaciones que sí estaban ligadas al sexo.

d) Si un niño necesita los modelos de ambos sexos, ¿Qué sucede si el

padre de un muchacho muere cuando él nace y su madre no se vuelve

a casar? ¿Quiere decir esto que el muchacho no desarrollará

estimación hacia sí mismo como persona del sexo masculino?

* No, porque los niños poseen un gran ingenio para crear, tomando

de! ambiente más amplio que los rodea los elementos que les faltan

en la vida familiar. Usan tíos, abuelos, hermanos mayores, vecinos,

maestros o cualquier macho disponible mayor que ellos.

« Incluso Jos niños en los orfanatorios toman como modelos a los

muchachos o muchachas mayores, o ál ama de llaves o al portero.

€ Los niños también soncápaces de integrar una imagen de cómo fue

el padre, basándose en los datos y anécdotas que conocen acerca de

él a través de la madre, el abuelo, la abuela, etcétera.

Page 71: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS Y LA AUTOESTIMACION 55

«c El niño podrá utilizar modelos masculinos si recibe de la madre el

mensaje de que los hombres son valiosos. Si recibe el mensaje de

que los hombres no son valiosos y de que a mamá le duele que él

busque modelos masculinos, entonces utilizará los modelos que

están disponibles en forma encubierta y distorsionada.

Cuando los padres no son capaces de validarse entre sí como personas

sexuales, tampoco podrán validar al niño como persona sexual.

a) En forma abierta o encubierta, existirá entre ambos menosprecio, que

les impedirá proporcionar modelos de una relación hombre-mujer

funcional y satisfactoria.

b) Es más, si cada uno está en conflicto con el otro, también estará en

conflicto con el hijo. Por lo tanto, éste recibirá mensajes

contradictorios de sus padres respecto a lo que debe ser y hacer. Le

pedirán que vaya hacia el norte y hacia el sur al mismo tiempo.

c) Además, los padres utilizarán al niño como peón en el conflicto

conyugal. Le pedirán que tome partido. El chico a menudo se verá

alternativamente menospreciado por uno de los progenitores y

validado por el otro.

d) En general, el niño se verá sujeto a experiencias altamente

contradictorias o discrepantes.

Para ilustrar esta situación, desmenucemos la interacción familiar en

una serie de preguntas que un niño del sexo masculino podría hacerse.

Las respuestas a dichas preguntas formarán la base de su identificación

sexual.

a) ¿Cómo trata mi padre (el varón grande) a mi madre f(la mujer

grande) ?

¿Cómo me trata mi padre (a mí, el varón pequeño) ? ¿Cómo me

dice mi padre que trate a mi madre?

¿Cómo trata mi madre (la mujer grande) a mi padre (el varón

grande)?

¿Cómo me trata mi madre (a mí, el varón pequeño) ? ¿Cómo me

dice mi madre que trate a mi padre?

b) Tomando como encabezado cada pregunta, trataré de mostrar

algunas contradicciones muy simples que se le pueden presentar a un

niño.

Page 72: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

¿Cómo me trata mi madre? ¿Cómo me trata mi padre?

a) De hecho el niño se pregunta: ¿Cómo reacciona mi matire (o mi

padre) al hecho que tengo genitales, de que manifiesto sentimientos

sexuales (en la masturbación, en las emisiones nocturnas, en las

erecciones) y de que manifiesto mi sexualidad a otros (en el juego

sexual, en besos, en caricias corjx>- rales, y más tarde, en el coito) ? ¿

Cómo reacciona mi madre (o mi padre) a mi interés en ciertos

juguetes, a las prendas de vestir que escojo y a mis peleas con los

muchachos?

b) El niño puede darse cuenta, por sí mismo, de las respuestas a estas

j}reguntas, porque experimenta en forma directa las actitudes

parentales.

« Escucha lo que cada progenitor le dice. Quizá mamá diga que no es

natural masturbarse. Tal vez su padre le diga que no hace daño

hacerlo.

« Escucha lo que cada progenitor dice al otro acerca del hijo mismo.

Quizá el padre diga: “Juanito es un debilucho.” Tal vez la madre

diga: “No es cierto, lo que pasa es que todavía es muy chico.”

« Nota cómo cada uno de los padres se comporta con él. Quizá el

padre ríe cuando él “colecciona” muchachas. Tal vez la madre lo

regañe por besar a cualquier muchacha.

« Nota cómo cada uno de los padres reacciona a la conducta que el

otro muestra hacia el hijo mismo. Quizá el padre le dé nalgadas

cuando regresa tarde a la casa. Tal vez la madre regañe al padre

por ser demasiado estricto.

« Nota cómo cada uno de los padres le dice de qué modo debe

comportarse y cómo se comportan ellos mismos. Quizá el padre le

dice que no robe, y al mismo tiempo se jacte de que hizo trampa,en

sus impuestos. Tal vez la madre le diga que no mienta, y al mismo

tiempo le permita decir que tiene doce años (cuando en realidad

tiene catorce) para pagar menos en el cine.

c) Además, debemos tener en cuenta que la mayoría de los niños suelen

estar en presencia de ambos padres. Esto hace que aumenten las

oportunidades de que existan inconsistencias.

¿Cómo se tratan papá y mamá entre sí?

a) En este aspecto de la vida familiar, el muchacho no siempre puede

basarse en su experiencia directa.

Page 73: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS Y LA AUTOESTIMACION 57

« La manera en que se tratan papá y mamá incluye sus rela-

ciones sexuales. Habitualmente el niño no observa esto, a

menos que tenga la oportunidad de hacer investigaciones a

través del ojo de la cerradura.*

« Aunque el niño tenga la oportunidad accidental de observar a

sus padres en un coito, probablemente no comprenderá el acto

en su significado adulto; le parecerá que papá está lastimando

a mamá. Desde ese punto de vista, el niño está adquiriendo

datos acerca de lastimar y no acerca de amar.

b) Todo lo que el chico puede observar directamente es cómo sus

padres parecen llevarse entre sí día tras día, y esto también

puede confundirlo.

«Tal vez los ve peleair durante el día, y sin embargo, duermen

en la misma cama en la noche.

« Quizá los oiga quejarse de “estar atado a las faldas de la mujer”

o “estar encadenada al hombre,” y sin embargo, ve cómo

cualquiera de los dos se muestra apenado cuando el otro está

ausente.

« Quizá no los vea pelear abiertamente, pero observa, a través de

su conducta, cuando uno está tenso y enojado con el otro.

« Tal vez le parezca que están perennemente lastimados y no

sepa qué cosa los lastima.

c) Para agregar otro factor a la confusión posible, el niño debe

integrar la forma como los padres se tratan entre sí con la forma

como lo tratan a él. De manera consciente o inconsciente debe

preguntarse:

« ¿Cómo es que la madre le dice al chico cuando está lastimada o

triste y, en cambio, nunca se lo dice al padre?

« ¿Cómo es que el padre le da a él todo lo que él quiere y, en

cambio, se enfada cuando la madre se compra un vestido? «

¿Cómo es que la madre lo alienta a ser el muchacho más macho

del vecindario y, sin embargo, insiste en que el padre controle su

ira?

* En nuestra cultura, los adultos no muestran abiertamente su sexualidad ante los niños; sólo dan indidos ocasionales acerca de ella en forma de chistes, abrazos, besos, etcétera. No recomiendo que los padres muestren dicha sexualidad, pero es interesante notar cómo a los niños esquimales no parece hacerles daño presenciar | con frecuencia las demostraciones de la sexualidad de sus padres.

• 12. ¿Cómo me dice mamá que trate a papá?

¿Cómo me dice papá que trate a mamá?

a) El niño se pregunta: ¿Menosprecia mamá a papá, pero me dice

Page 74: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que lo trate con respeto? ¿Golpea papá a mamá, pero me dice que

la trate con respeto?

b) Muchas de esas experiencias contradictorias podrían explicarse y

de hecho se explicarían en una familia funcional, ya que el niño

podría hacer preguntas al respecto. El niño entendería entonces

que cada experiencia corresponde a un conjunto específico de

variables y no necesariamente se liga a otra experiencia similar.

c) En una familia disfuncional, los niños tienen la impresión de que

no deben hacer preguntas. Las preguntas podrían conducir a

discusiones sobre la relación conyugal, y a los esposos les duele

demasiado dicha relación para poder discutirla abiertamente.

13. Así, cuando se deja al niño con contradicciones no explicadas, él tratará de explicárselas a sí mismo y a menudo llegará a conclu-

siones incompletas o incorrectas.

a) Con objeto de llegar a alguna conclusión, a veces distorsiona peligrosamente o descarta arbitrariamente los hechos que pre-sencia.

b) Por ejemplo, tal vez opine lo siguiente acerca de la relación

hombre-mujer:

« Si uno es el “lastimado,” el otro es “quien lastima.”

« Si uno es “débil/5 el otro es “fuerte.”

« Si uno “pierde,” el otro “gana.”

« Si uno es “bueno,” el otro es “malo.”

c) Estas conclusiones demasiado simples, en que todo es blanco o

negro, hacen que sea en especial difícil integrar modelos y

dificultan gravemente el desarrollo de la autoestimación. Por

ejemplo:

« El muchacho trata de rechazar a uno de los padres (que

llamaremos “norte”) y escoge al otro (“sur”). Al hacer esto deja

de incluir a uno de los sexos como modelo. Puesto que no puede hacer esa elección sin ambivalencia, el rechazo de uno

de los sexos es siempre incompleto.

« El muchacho puede tratar de rechazar tanto a norte como a

sur. Al hacer esto, deja de incluir a ambos sexos como modelo.

Rehúsa integrar el concepto de los varones en relación con las

mujeres, y viceversa, pero esta opción también es incompleta.

« El müchacho puede tratar de integrar lo que no puede in-

tegrarse, intentando ir hacia norte y hacia sur al mismo

tiempo. Al hacer esto, permanece inmóvil en sus esfuerzos de

utilizar cualquiera de los modelos sexuales.

d) La estimación de un muchacho por sí mismo como varón, sufrirá

más si su padre parece ser el más herido, menospreciado o

Page 75: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS Y LA AUTOESTIMACION 59

devaluado en la relación conyugal. La autoestimación de una

muchacha se verá menoscabada si observa cpae su madre es la

más herida.

« Tal vez por eso vemos tan a menudo trastornos patológicos

ligados al sexo en familias donde todos los varones o todas las

mujeres manifiestan abiertamente su sufrimiento a través de

síntomas. (Desde luego, en esta» familias los otros hijos

también sufren* aun cuando m dolor no se clasifique como

patológico.)

« Ptesto que los hijos con facilidad tienden a identificarse con el

progenitor del mismo sexo (utilizo la palabra “identificarse”

para describir el hecho de que los niños se ven a sí mismos,

desde el punto de vista genital, como semejantes a uno de los

padres y diferentes al otro), les asusta observar al progenitor

del mismo sexo ya sea hiriendo o siendo herido.

« No obstante, de los dos hechos la amenaza de ser herido es la

que más asusta. (“¡Esto me pasará a mí también!”)

« A pesar de que otras características estimulan la tendencia de

un hijo a verse a sí mismo más como uno de los padres que

como el otro, la similitud genital conlleva un destino similar en

relación con el otro sexo.

14. Si los padres, de manera constante, muestran que consideran a su

hijo una persona dueña de sí misma y sexual, y si exhiben ante él

una relación hombre-mujer satisfactoria y funcional, el hijo adquiere

autoestimación y se vuelve cada vez más independiente de ellos.

a) Guando llega el momento de abandonar en parte el hogar para ir

a la escuela, el niño lo hace con confianza (y los padres lo animan a

que lo haga). Puede sacar provecho de las / figuras que sustituyen a

los padres (los maestros) durante una gran parte del resto de su

educación.

b) Además, conforme progresa su madurez sexual, le es fácil fre-

cuentar otros círculos que no sean la familia, buscarse un

compañero sexual y establecer su propia vida independiente.

c) Al escoger cónyuge no busca (como lo hicieron María y Pepe) a

alguien con quien se sienta a salvo de peligros ni a alguien que

sea un refuerzo auxiliar para su autoestimación. Como ya se

estima a sí mismo lo suficiente, es relativamente independiente

respecto a lo que otros piensan de él (incluyendo su cónyuge).

Por esto, puede tomar en cuenta la individualidad de su

cónyuge, sin requerir, para su propia seguridad, que el cónyuge

sea una extensión de sí mismo.

Page 76: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

d) En todos los aspectos, la autoestimación, la independencia y la

originalidad individual van juntas.

15. La estrecha relación que existe entre la validación parental, la

autoestimación, la independencia y la originalidad se ve con cla-

ridad cuando uno observa cómo una persona disfuncional (o sea,

un niño no validado que es ahora un adulto) todavía se aferra a

sus padres, o busca figuras parentales sustituías, o se relaciona

con su compañero sexual como si ese compañero fuera, de hecho,

un progenitor.

a) Este tipo de adulto sigue viviendo en el hogar parental mucho

tiempo después de que ya creció físicamente.

b) O bien, continúa involucrado muy cercanamente en la vida de

sus padres. En etapas posteriores de su vida, vuelve a mudarse

a la casa de sus padres, o se los lleva a vivir con él. O vive a

una calle de ellos y los visita con tanta frecuencia que a

menudo es difícil distinguir entre su hogar y el de ellos.

c) O se separa de sus padres, pero continúa buscando que lo

validen figuras parentales sustituías (un jefe en la oficina, un

amigo de más edad, etcétera). Puede dar a una de estas figuras

el nombre de “cónyuge” y casarse con ella, pero estará

relacionado con ella como con un progenitor.

\16. ¿Quiere esto decir que cuando vemos a padres que no validaron a

sus hijos podemos suponer que no desearon que sus chicos se

independizaran de ellos? Esto es en parte cierto, pero es una ma-

nera demasiado simple de explicar las complejas motivaciones que

existen cuando los cuidados parentales son disfuncionales.

a) Los padres que no validan a sus hijos habitualmente están

demasiado desilusionados en su relación conyugal, y demasía-

do ocupados en satisfacer sus propias necesidades, para siquiera

poder ver a sus hijos como individuos y mucho menos ver sus

necesidades. Esos progenitores son, a su vez, productos de cuidados

parentales disfuncionales.

b) Su falla para validar es más un acto de omisión que un acto que se

comete voluntariamente. Desean desesperadamente ser buenos

padres.

c) En vista de que los progenitores disfuncionales consideran que su

propia relación conyugal dolorosa no influye en su manera de dar

cuidados parentales, no se dan cuenta del hecho de que lo que

construyen con una mano lo destruyen con la otra.

Page 77: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

61

7 EL TRIANGULO FAMILIAR Un

paréntesis breve

1- Antes de iniciar los capítulos sobre comunicación, necesitamos

hacer una pausa para evaluar cierta conducta familiar que parece

contradecir la tesis de que un niño necesita que sus padres tengan

una relación funcional y satisfactoria, y de que automáticamente

su desarrollo mental será saludable si existe dicha relación.

a) Algunos fragmentos de transcripciones de sesiones iniciales de

psicoterapia familiar muestran lo siguiente:

« Cuando el esposo y la esposa empiezan a discutir, el “pa-

ciente identificado” (PI) interviene y hace que ambos fijen

su atención en él.

« De la misma manera, cuando el esposo y la esposa empiezan

a entenderse amistosamente, el PI interviene y hace que

ambos fijen su atención ytn él.

b) Muchos psicólogos han considerado que esta conducta emana

de los deseos sexuales del hijo hacia el progenitor del sexo

opuesto. Este deseo continuamente lleva al chico a tratar de

separar a sus padres y, al mismo tiempo, lo lleva a tratar de

unirlos, en parte porque teme la castración y en parte porque

los necesita a ambos.

2. Mi propia interpretación es algo diferente. Para empezar, no

postulo que el sexo es el impulso coercitivo básico del hombre.

Según lo que he observado, el impulso sexual está subordinado al

deseo de aumentar la autoestimación y se usa para defenderse

contra amenazas a la autoestimación misma.

a) Es verdad que dos personas que tienen autoestimación eleva-

da, y que abiertamente se comportan de acuerdo con su pro-

pia personalidad, resultarán ser individuos con una clara

identificación sexual, hábiles y creativos.

b) No obstante, la necesidad de sentir estimación hacia uno mismo

es tan importante, que los cónyuges adultos se privarán de la

satisfacción sexual o no la exigirán en una relación vital, si la

conducta o las exigencias sexuales llevan hacia una situación que

Page 78: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

amenace la autoestimación. Uno observa esto una y otra vez

cuando las parejas vienen a pedir consejos.

c) Es verdad que la necesidad de satisfacción sexual exacerba los

problemas en la relación conyugal, pero los esposos continúan

juntos a pesar de dicha necesidad; según lo demuestran estas

soluciones maritales, la necesidad de proteger la auto- estimación

predomina sobre la necesidad sexual.

Explico la conducta del PI en la psicoterapia de la manera siguiente :

a) Cuando los padres del muchacho pelean, el chico teme que uno de

ellos o ambos sean destruidos en el proceso.

« No desea perder a ninguno de sus padres, los ama y los necesita

a ambos.

« Ha aprendido que cuando los hace fijar su atención en él, los

padres dejan de pelear.

b) Cuando en la psicoterapia familiar, los padres del muchacho*

empiezan a ponerse de acuerdo en forma amistosa, se le presenta

a éste una situación enteramente nueva.

« Un chico en una familia disfuncional nunca ha tenido la

experiencia de ver a sus padres unidos. Cuando trataban de

parecer unidos, el chico siempre supo que no lo estaban. Ahora,

cuando en realidad están dando sus primeros pasos hacia una

manera amigable de relacionarse, el muchacho no tiene una

experiencia que le sirva para evaluar la conducta de sus padres.

« Además, hasta este momento las necesidades del chico han sido

satisfechas sólo a través de las necesidades de los padres. Si los

progenitores se unen, quizá lo ignoren por completo; tal vez lo

abandonen. Nunca ha tenido la experiencia de que lo excluyan

de la relación conyugal y al mismo tiempo le aseguren cuidados

paren tales apropiados.

« Aunque su papel actual de PI es pesado, no conoce ningún otro

papéis familiar y, al igual que sus padres, teme al cambio.

Tanto él como los progenitores cooperan activamente;

para mantener la psicoterapia familiar enfocada en las re-

laciones padres-hijo.

c) Repetidas veces me ha sorprendido con cuánta facilidad el PI

abandona su papel como mediador, una vez que la psicoterapia

familiar progresa. Cuando ya está seguro de que las ¡ discusiones no acarrearán destrucción, y de que la relación

conyugal amistosa aligera las exigencias de los padres sobre él,

el PI activamente ayuda al terapeuta para que éste ayude a los

Page 79: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL TRIANGULO FAMILIAR 63

padres como cónyuges; al mismo tiempo, el chico trata que

sus padres lo reconozcan como un individuo aparte con

necesidades propias. De hecho, el PI a menudo es muy útil

como “consejero conyugal auxiliar.”

4. A pesar de lo anterior, aún podemos hacer la pregunta: ¿Por qué

vemos que, en familias disfuncionales, con frecuencia aparece una

excesiva cercanía entre el padre y la hija, o entre la madre y el

hijo?

a) ¿No prueba esto que cada hijo en realidad se ha propuesto

separar a sus padres; que el hijo no sólo trata de crear dicha

separación, sino que, en cierto sentido, lo logra? ¿Y que, cuando

el chico piensa haber logrado su objetivo, manifiesta síntomas?

b) En cierto grado, los síntomas pueden originarse en el conflicto

edípico. Pero pregunto: ¿Cómo es que este conflicto se produjo?

5. Pienso que el complejo edípico se convierte en “conflicto” edípico

sólo cuando el individuo no puede integrar una imagen apropiada

de su propio sexo, con una imagen compatible del otro sexo. Que

esto suceda o no, depende de si los padres manifiestan de manera

clara, directa y específica sus diferencias y su personalidad indivi-

vidual. „

a) Los niños nacen con la capacidad de expresar, sin culpa, sen-

timientos acerca de su sexualidad ante cualquier persona.

b) No obstante, los niños nacen en un mundo que impone tabúes

estrictos sobre ciertas expresiones y conductas respecto a la

sexualidad. La prohibición más importante es el tabú del

incesto, que se impone al niño para protegerlo y proteger la

relación sexual adulta.

c) Los niños aprenden que existe el tabú del incesto cuando ex-

presan sus sentimientos hacia el progenitor del sexo opuesto y

reciben desaprobación, la cual a su vez produce culpa y miedo,

y amenaza la autoestimación del niño.

6. Pero la culpa y el miedo por sí solos no conducen hacia un desa-

rrollo edípico invalidante.

a) Los niños en familias funcionales reciben, de manera consis-

tente y clara, amonestaciones respecto a que ninguno de los

padres es un objeto adecuado para los sentimientos sexuales

cada vez más intensos del niño.

b) El hijo de padres funcionales sentirá “conflicto” ante tales

Page 80: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

amonestaciones, en el mismo grado en que siente conflicto ante

cualquiera limitación que los padres impongan respecto a los

interminables deseos egoístas del chico.

c) Estos padres no repriueban los sentimientos sexuales del niño

per se . Le aseguran, simplemente, que esos sentimientos de-

ben expresarse en otra parte.

7. El tabú del incesto se vuelve algo que produce conflictos intensos

cuando ambos padres lo refuerzan inconsistentemente, y uno de

ellos de manera obvia anima al hijo a que trate de romper dicho

tabú.

a) En las familias disfuncionales, el progenitor de sexo opuesto al

del niño promueve los sentimientos incestuosos a través de

expectativas y exigencias que expresa abiertamente.

b) El progenitor de sexo igual al del hijo promueve un sentido de

culpa respecto a dichos sentimientos, cuando no interviene

para separar a su cónyuge y a su hijo, pero al mismo tiempo

menosprecia al niño y se retira de él, provocando con esto que

el hijo se incline más hacia el progenitor seductor.

c) El tabú del incesto, por sí mismo, causa sólo conflictos menores

en el niño. Es la inconsistencia de los padres respecto al tabú

la que al mismo tiempo estimula los sentimientos sexuales y

aumenta la culpa.

8. Como dije antes, en cualquier triángulo los tres miembros pueden

tener miedo de ser excluidos.

a) En mi opinión, no es posible que exista una relación entre tres

personas. Sólo existen relaciones recíprocas entre dos

personas, con un tercer miembro en el papel de observador.

b) En un triángulo familiar, la esposa teme que su marido pierda

interés en ella, el marido teme que su esposa pierda inte-

res en él, y el niño (cuando se da cuenta de la existencia de

su padre) teme que no será el centro del mundo de sus pa-

dres.

Guando el niño alcanza la edad de dos años,

ya se da cuenta, de manera definitiva, de que

su padre es una persona que se va todo el día

pero regresa al hogar en la noche y exige

atención de su esposa. .

« Los niños de ambos sexos responden a la llegada del padre

con interés y temor. Deben ahora averiguar dónde embo-

Page 81: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL TRIANGULO FAMILIAR 65

nan ante dos personas que para ellos son muy

importantes. «Un niño trata de resolver el dilema ya sea

corriendo de uno hacia el otro, o logrando que ambos,

como unidad, se concentren en él.

En el triángulo familiar funcional, los cónyuges confían en su propia relación marital y por lo tanto son capaces de manejar,

sin amenazas, los temores del niño de ser excluido.

a) La madre es capaz de permitir al niño una relación con su

padre.

b) El padre es capaz de permitir al niño una relación con su

madre.

c) No obstante, ambos cónyuges le señalan al niño con

claridad que nunca podrá ser incluido en la relación de

ambos como cónyuges.

En el triángulo familiar disfuncional los cónyuges no confian en su propia relación marital.

a) Cada uno ya se siente excluido ante el otro. (De hecho, uno

de los principios que rigen el comportamiento de todos los

miembros de este tipo de familias es: No hay suficiente para

todos. ¿Quién obtendrá lo poco que hay disponible?) Ambos

cónyuges buscan que el niño satisfaga las necesidades

adultas que la relación conyugal ha frustrado.

« Como cada uno está desilusionado del otro e involucrado

en una guerra conyugal, ambos piden al niño que tome

partido y dé apoyo. (Esto quiere decir que tome una po-

sición contra el otro progenitor.)

« La madre, en sus esfuerzos jx>r convertir al hijo varón en

un aliado y en un compañero sustituto, también lo corteja

de manera seductora, y le ofrece un incentivo adicional.

(Un padre hará lo mismo con su hija.)

« El muchacho, como es una persona sexual, responderá al afecto

de su madre con el mismo tipo de emoción. Al principio lo hará

sin sentimiento de culpa; los actos de su madre simplemente

tendrán el aspecto de signos de aprobación: “Le gusto a mi

madre.”

« El padre reacciona a la estrecha relación entre la madre y el hijo

con desaprobación y menosprecio y se retira de ambos. El

Page 82: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

muchacho recibe el mensaje: “A mi padre no le gusto.”

« Y cuando el muchacho nota cómo la madre menosprecia a su

cónyuge y al mismo tiempo lo aprueba a él, recibe otro mensaje:

“A mi madre le gusto yo más de lo que le gusta mi padre.”

€ El muchacho ama 'y necesita a ambos padres. Por lo tanto, es

inevitable que sienta conflicto ante el amor de su madre: - “El

amor de mi madre hace que pierda a mi padre.”

b) Los terrores ante el incesto se muestran, en realidad, como

respuestas aprendidas ante un ambiente verdadero y palpable. « La

madre de verdad muestra celos hacia Juanito cuando Juanito parece

tomar el partido del padre.

« El padre de verdad muestra celos hacia Juanito cuando la madre

invita a Juanito a convertirse en compañero sustituto y aliado

de ella.

« A pesar de lo anterior, ambos padres permiten que Juanito crea

que es esencial para su relación conyugal. Cuando el niño trata

de evitar aliarse con uno de ellos contra el otro, o cuando trata

de evitar que lo usen en la guerra sexual, ambos continúan

involucrándolo.

« En lo que respecta a los temores de castración de Juanito, el

niño tiene buenas razones para preocuparse por la pérdida de

su pene. Puesto que las mujeres no tienen uno, el pené adquiere

en realidad el aspecto de algo que una persona enojada podría

quitarle. (Y sucede con frecuencia que el niño recibe amenazas

respecto al pene, de manera abierta o encubierta, de uno de los

padres o de ambos.)

Debo agregar que, aunque un hijo parezca más cércano a su madre y

aliado á ella (igual que una hija parece más cercana a su padre y

aliada a él) esta alianza es ilusoria.

a) La madre y el padre tal vez interpreten que este tipo de relación

significa que el chico está tomando partido, pero en lo

que respecta al pensamiento del niño, él no se está aliando

con uno de ellos.

b) Los niños no pueden aliarse con uno de los padres sin am-

bivalencia.

c) Los niños anhelan y necesitan una relación aceptada con cada

uno de sus padres. Dicha relación es una de las formas en que

se validan la habilidad y la sexualidad del hijo.

d) El ejemplo de la relación entre los padres es otra manera en

que las características del niño son validadas. Una madre no

Page 83: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL TRIANGULO FAMILIAR 67

tiene que tener relaciones sexuales con su hijo, ni tiene que

seducirlo para darle una sensación de seguridad respecto a su

valía como varón. Lo valida indirectamente teniendo re-

laciones sexuales con su esposo y gozando abiertamente y

aprobando a su marido como una persona del sexo masculino.

También valida a su hijo haciéndole saber que ella aprueba la

sexualidad de él y que aprueba el hecho de que al pasar el

tiempo él buscará una compañera propia.

12. Én una familia disfuncional, debido a que ambos cónyuges son

especialmente sensibles respecto a que los excluyan, de hecho el

niño acaba por perder a uno de sus padres, a menos de que pueda

tranquilizarlos. Para lograr esto, el chico debe caminar sobre una

inestable cuerda floja entre ambos padres.

a) El hijo acaba por tener una relación distante con el padre. b) La hija acaba por tener una relación distante con la madre.

13. A un hijo que se convierte en un “paciente identificado” en una

familia disfuncional, le dan la carga de muchas otras cosas, ade-

más de deseos incestuosos y temores de castración.

a) Le dan la carga de creer que, en realdiad, es él quien man-tiene juntos a sus padres. Le enseñan que, de alguna manera, puede unirlos, por lo menos si logra que ambos enfoquen su atención en él.

« Esto sucede de manera natural, conforme el hijo rebota

entre los deseos de uno de los padres y los deseos del otro de

convertirlo en la extensión de ellos mismos.

« Esto también sucede cuando el hijo trata de que 1c» padres

lo validen como un individuo con necesidades propias, y

ellos perciben o interpretan dichos esfuerzos como una con-

ducta rebelde y hostil.

« Puesto que el hijo no puede dar gusto a ambos padres y a sí

mismo, manifiesta conducta cada vez más contradictoria.

« Esta conducta mala, diferente, loca o enferma hace de ma-

nera intensa que los padres se unan mucho más para en-

focar su atención en él.

b) No obstante, esta forma de uñir a los padres no alivia en

realidad el dolor conyugal y tampoco llega a incluir en reali-

dad al PI en la relación de los esposos. El hijo sufre por la

carga de creer equivocadamente que es “parte del matrimo-

nio.” (En una familia funcional, se disiparía con naturalidad

Page 84: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

esta falsa idea del hijo en el momento en que apareciera.)

« El PI no alivia el dolor de sus padres. Simplemente desvía )

la expresión de dicho sentimiento hacia él mismo. ^ x « No es

una parte genuina de la relación conyugal. Dicha relación es

un sistema cerrado física y psicológicamente. El hijo es más

pequeño que sus padres, no sabe lo que ellos saben, no

puede hacer lo que ellos pueden hacer. No es posible que se

relacione con cualquiera de ellos de la manera en que ellos

se relacionan entre sí, ya que no es igual a ellos ni

sexualmente ni en otras áreas.

« Aunque el PI sea alguien “extraño” al matrimonio, le falta

experiencia y juicio respecto a qué hace sufrir a sus padres,

de modo que cualquier cosa que él haga para aliviarlos

probablemente será inadecuada y fracasará. (Por ejemplo,

los adultos manifiestan su dolor de maneras diferentes. El

padre quizá muestre que sufre maltratando a la madre. La

madre tal vez muestre su dolor a través del llanto. Al niño

le puede parecer que la madre sufre más que el padre en la

relación conyugal. ¿Cómo podemos esperar que el niño

entienda bien el sufrimiento de ambos cuando ve a sus pa-

dres a través de una lente tan simple?)

c) Aunque el PI no puede aliviar el dolor conyugal, sus padres . le

permiten creer que sí está en sus manos hacerlo, y que él

es esencial para la relación de los esposos. Debido a esto, el PI

sufre la carga de otra idea falsa, la de que él es omnipotente.

« El ha de ser muy importante puesto que ambos padres

responden ante él con tanta intensidad.

« El ha de ser igual que los padres, puesto que ambos le piden

que tome el partido de uno contra el otro.

« El ha de ser todopoderoso, puesto que ambos padres de-

penden de él para que valide su autoestimación y represente

a la familia en la comunidad.

Page 85: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 86: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« El ha de ser parte de la relación conyugal, puesto que los padres

dependen de él para que mantenga la cohesión de dicha

relación.

« El ha de ser un Rey omnipotente y omnisciente puesto que lo

tratan en todas estas formas.

d) De hecho, el PI recibe la carga de la responsabilidad de vivir para

sus padres. Ellos ignoran las necesidades del hijo y éste no

encuentra nunca la manera de que se atiendan dichas

necesidades.

« Como resultado, el hijo oscila entre la omnipotencia y la

impotencia, entre la grandiosidad y la renuncia a satisfacer

cualquier necesidad individual.

« El hijo desarrolla poca capacidad para predecir lo que sucederá

en las relaciones.

« Además, puesto que sus necesidades permanecen sin validarse,

desconfía de otros y, sin embargo, depende a un grado

paralizante de lo que otros piensan de éLPARTE 2

TEORIA DE LA COMUNICACION

8 COMUNICACION: UN PROCESO DE DAR Y

RECIBIR INFORMACION

1. ¿Qué queremos decir con -Vomunicación”? ¿Estudiar cómo las

gentes se comunican, no equivale casi a estudiar cómo caminan

para cruzar un cuarto? ¿No conduce a ignorar los procesos más

profundos de los que la‟ psiquiatría debe ocuparse?

a) Se entiende en general que la palabra “comunicarse” se refiere a

la conducta no verbal, tanto como a la conducta verbal, dentro de

un contexto social. ¿Según esto, “comunicación” puede significar

“interacción,” o “transacción.” El concepto “comunicación”

también incluye todos los símbolos y claves que las personas

utilizan para dar y recibir un significado.

b) Desde este punto de vista, las técnicas de comunicación que las

personas utilizan pueden considerarse como indicadores

Page 87: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

confiables del funcionamiento interpersonal.

c) Como una ayuda de la psicoterapia, un estudio de la comu-

nicación puede servir a estrechar la brecha entre la inferencia y

la observación, y a documentar la relación entre las pautas de

comunicación y la conducta sintomática.3

2. Si las personas desean obtener la información que necesitan de

otros, tienen que comunicarse con claridad. Como seres humanos,

sin comunicación no podríamos sobrevivir.

a) Necesitamos averiguar hechos acerca del mundo. Aprendemos a

diferenciamos de los objetos y relacionamos con ellos

3 Jackson, Riskin y yo demostramos esto hace varios años, en un artículo donde

describimos el análisis de cinco minutos de una conversación familiar grabada en cinta magnetofónica; el Dr. Lymán Wynne nos envió dicha cinta sin datos que

permitieran identificar a las personas que hablaban.40

Page 88: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: DAR Y RECIBIR INFORMACION 73

h)

c)

cuando conocemos lo que son y cuando, gracias a las palabras y a

la experiencia, nos enteramos de lo que podemos esperar de

dichos objetos.

Necesitamos averiguar hechos acerca de otras personas y

acerca de la naturaleza de las relaciones.

« Por ejemplo, ¿cuáles son las formas de actuar que la sociedad

aprueba, y que las demás personas esperan de nosotros?

« ¿Cuál es la conducta que agradará o que desagradará a los

otros?

« ¿Por qué los otros responden como lo hacen? ¿Qué persiguen?

¿Cuáles son sus intenciones hacia nosotros? ¿Qué información

nos están dando acerca de ellos mismos?

« ¿Qué imagen de nosotros mismos damos a los otros? ¿Cómo nos

ven los otros, cómo nos evalúan, cómo reaccionan ante nosotros?

Para recibir esta vital información contamos con dos métodos

básicos:

« Pedimos respuestas verbales.

« También observamos la conducta no verbal.

3. Para tener la capacidad de dar información a los otros, la gente

tiene que comunicarse con claridad. Necesitamos lograr que los otros

sepan qué está sucediendo dentro de nosotros; es decir:

a) Lo que hemos aprendido o lo que creemos saber.

b) Lo que esperamos de otros.

c) Cómo interpretamos lo que otros hacen.

d) Cuál es la conducta que nos agrada, y cuál es la conducta que nos

desagrada.

e) Cuáles son nuestras intenciones.

/) Cuál es la imagen que otros nos dan de ellos mismos.

4. Examinemos en este capítulo las dificultades que se presentan en la

simple comunicación verbal.

a) Para empezar, la misma palabra puede tener diferentes sig-

nificados; es decir, denotar diferentes cosas .

« Por ejemplo, si B nos pregunta “¿En qué clase estás?” no está

claro si quiere saber nuestro grado en la escuela o cuál es

nuestro nivel social.

« En Estados Unidos de América, “Pongamos esa moción sobre la

mesa” (“Let‟s table that motion”) quiere decir:

Page 89: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Hagamos a un lado esa moción.” En Inglaterra, la misma frase

quiere decir: “Iniciemos la discusión de esta moción.”

b) Para complicar las cosas, la misma palabra puede tener dife-

rentes connotaciones. « Por ejemplo, “Madre” es una mujer que da a luz y/o cría a un

hijo (denotación). Pero “madre” puede ser una mujer cálida,

aceptante y generosa, o una mujer fría, exigente e insensible

(connotación).

« Cuando B utiliza la palabra “madre,” ¿qué connotación tiene la

palabra para él?

c) Lo que complica el problema es que las palabras son abstrac-

ciones, símbolos que sólo sustituyen a aquello a lo que se refieren.

« El símbolo no es ló mismo que la “cosa” o la “idea” o la

“observación” que representa (aunque a menudo nos com-

portamos verbalmente como si los símbolos fueran literalmente

lo que simbolizan). Muy a menudo se supone que el símbolo y

su significado son sinónimos.

« Además, existen palabras a diferentes niveles de abstracción.

Tenemos palabras acerca de objetos, palabras acerca de las

relaciones entre objetos, palabras que expresan estados

internos, palabras acerca de otras palabras, palabras acerca de

palabras acerca de otras palabrsas.

« Conforme las palabras Se vuelven más abstractas, sus sig-

nificados pueden ser cada vez más oscuros.

« Finalmente, hay muchos aspectos de la experiencia que no se

pueden describir con palabras.

5. Este aspecto elemental de la comunicación, el del “significado de las

palabras,” es muy importante porque la gente con gran frecuencia

sufre embrollos sólo porque A utilizó una palabra en un sentido y B

la escuchó como si hubiera querido decir algo por completo diferente.

a) Un excelente ejemplo de esto podría ser cuando A dice: “Sólo se

me hizo un poco tarde,” y B dice: “¡No es cierto!”

b) Debido a que las palabras por sí mismas suelen ser confusas, es

importante que la gente aclare y califique lo que dice, y que pida

a los demás que hagan lo mismo cuando se siente perpleja o

confundida por lo que ha escuchado.

6. Las palabras son herramientas que las personas usan para dar y

recibir información. Si ün individuo no se da cuenta de que las

palabras son sólo abstracciones, tenderá a generalizar demasiado y

Page 90: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: DAR Y RECIBIR INFORMACION 75

caerá en el error de hacer las siguientes suposiciones:4

a) Sujx>ndrá que un caso es el ejemplo de todos los casos. No se

expresará con claridad, en especial si utiliza los conceptos de

quién, qué, dónde y cuándo. «Tal vez use el concepto de quién como sigue:

“Todos son así.” “A nadie le gusto.‟‟ “Todas las mujeres son../‟ “Los hombres son...”

«Tal vez utilice el concepto de qué como sigue:

“Nada resulta bien.” Todo se echó a perder.”

« Quizá utilice el concepto de dónde como sigue:

“Adondequiera que voy, eso sucede.” “En ningún sitio es diferente.”

« Tal vez utilice el concepto cuándo como sigue:

“Nunca es diferente.” “Esto siempre me sucede.”

b) Este tipo de personas supondrán que los demás comparten sus

sentimientos, sus pensamientos y sus percepciones: “l Cómo es posible que te guste el pescado!” “¿Por qué no lo hiciste bien?” “¡Desde luego que a él no le gustaría esto!”

c) Supondrá que sus percepciones o sus evaluaciones son com-

pletas: “Sí, eso ya lo sé.”

d) Supondrá que lo que él percibe o evalúa no cambiará:

“Así es ella.” “Siempre he sido así.” “Así es la vida.”

e) Supone que sólo hay dos posibles alternativas cuando estima

percepciones o evaluaciones; dicotomiza o piensa en términos de

blanco o negro: “Ella me quiere o no me quiere.”

“Eso significará para él el éxito o la ruina.” “O bien estás conmigo o estás contra mí.”

/) Supone que las características que atribuye a las cosas o a las

personas son parte de esas cosas o personas:

4 Agradezco a este respecto la aportación del artículo de William Pemberton

titulado “Reorientación no-directiva en ei proceso, de dar consejos.”“

Page 91: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Esa pintura es fea.” “El es egoísta.” “Ella es hostil.”

g) Supone que puede entrar en la piel de otro. Actúa como si tuviera

una “esfera de cristal” y se comporta como el portavoz de otros: “Yo se lo que estás pensando.” “Sé lo que ella en realidad quiere decir.” “Te diré lo que ella estaba sintiendo.” “Esto es lo que le estaba pasando.”

h) También supone que el otro puede entrar en su mente. Da por hecho

que el otro también tiene una bola de cristal. Permite que el otro sea

su portavoz: “Ella sabe lo que pienso.” “Tú sabes lo que en realidad quiero decir.”

“El puede decirte lo que yo sufrí.”

Si el receptor de estos mensajes es un cómunicádor tan disfuncional

como el emisor, responderá asintiendo o disintiendo.

a) Si asiente, ño habrá comunicación clara, puesto que el receptor no

puede estar seguro de aquello con lo que está de acuerdo. Tal vez

diga: “Sí, esa pintura es fea, ¿verdad?” “Sí, ella ^egoísta, ¿verdad?” “Sí, ella estaba sintiendo esto y aquello.” “Sí, las mujeres son así.” “Desde luego que así es como se hacen las cosas bien.”

b) Si disiente, tampoco puede estar seguro de aquello con lo que no está

de acuerdo. Sin embargo, el hecho de disentir puede estimularlo o

estimular al emisor para que aclare más tarde los mensajes de

ambos. El receptor tal vez diga: “Esa pintura no fes fe*. Es hermosa.” “EMa no es egoísta. Es muy generosa.”

„Wo, ella no estaba sintiendo eso. Lo que ella estaba sintiendo era.. “No, las

mujeres no son así. Son...”

“No, así no se hacen las cosas bien. Se hacen así”

8. Si en este intercambio el receptor es un comunicador funcional, no se

limitará a asentir o disentir. Primero pedirá al emisor que aclare y

que califique. Tal vez diga:

“A qué te refieres cuando dices que esa pintura es fea?” “¿Qué es lo que ella hace que te parece agoísta?” “¿Cómo sabes lo que pienso? Tú no eres yo.” “¿Qué quieres decir con eso de que „Todos son así‟?” “¿Quieres decir que así es tu esposa, tu jefe o quién?” “¿Hablas de todas las mujeres o sólo de las mujeres que has conocido?” “¿Qué es

Page 92: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: DAR Y RECIBIR INFORMACION 77

lo que no resulta bien? ¿Qué en especial?” “¿Dónde exactamente te han sucedido estas cosas? ¿En el hogar? ¿En trabajo?” • ■ . “¿Por qué te sorprende que me guste el pescado? A ti no te gusta, pero eso no quiere decir que a mí no me guste.” “¿Qué quieres decir con eso de que haga yo las cosas bien? ¿Quieres decir que las haga como tú o qué?”

9. Una vez que el emisor recibe estas peticiones de aclarar y calificar,

¿cómo responde a ellas?

a) Si es un comunicador funcional, tal vez diga:

“Déjame tratar de decirlo de otra manera.”

“Tal vez debería dar otros ejemplos.” “Creo que actúo basándome en una cierta suposición sobre el asunto. Esto es lo que debo estar suponiendo...” “Generalicé demasiado, ¿verdad? Trataré de precisar un poco más.” “Estoy dando mi impresión. Tal vez tu no la compartas. ¿Cómo ves la cosa?”

b) Si el emisor original es un comunicador disfuncional, puede

responder en muchas formas a las peticiones de aclarar o de

calificar, pero todas tienden a bloquear la retroalimentación que

el otro individuo proporciona.

€ Tal vez desaire abiertamente las peticiones:

“Sabes perfectamente lo qué quiero decir.” “No puedo decirlo con más claridad.”

“Ya me oíste.”

« Tal vez vuelva a expresar su opinión sin alterarla:

“Como ya dije, las mujeres son.. «Tal vez ponga énfasis en su opinión, sin alterarla:

“Las mujeres no sólo son X, también son Y.** “Esa pintura no es sólo fea, es positivamente nauseabunda.”

« Tal vez acuse a quien le hace las preguntas:

“¿Por qué te pones tan „quisquilloso‟?”

“No entiendes el lenguaje simple.”

“¿Es necesario que hagas „picadillo* lo que digo?”

« Tal vez evada las preguntas. (Véanse las páginas 95-97

donde se detalla esta técnica de comunicarse.)

10. Si el emisor original responde de una manera funcional a las

peticiones de que aclare y califique sus conceptos, entonces el

receptor de su mensaje tiéne una idea mejor de qué es lo que se

está discutiendo, y puede añadir:

“¡Ah, eso es lo que quisiste decir! Te entendí mal.” “Bueno, tenemos ideas diferentes a¡l respecto. Vamos a ver en qué se

Page 93: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

fundan.” “Creo que no comparto tus experiencias.” “Sí, he tenido experiencias similares, pero llegué a conclusiones algo diferentes a las tuyas. Esto es lo que he decidido.. “Tal vez nos hemos enredado en las palabras. Esto es lo que quiero decir cuando digo...”

11. Si el emisor hubiera aclarado y calificado sus mensajes desde el

principio, habría habido menos probabilidad de que el intercam-

bio se distorsionará. El emisor pudo haber dicho:

“Muchas personas, por lo menos las que he conocido, parecen ser así.” “Esto a

menudo me sucede, en especial en mi trabajo.”

“Me es difícil entender cómo a alguien le puede gustar el pescado. Tal vez

porque yo lo detesto.”

“Obrando así, me han salido bien las cosas. Quizá te pasaría lo mismo.”

“Supongo que él no querría eso. Yo no lo querría para mí mismo.” “Yo diría

que ella es egoísta, pero quizá se comporte de manera diferente con otras

personas. ¿Cómo es ella contigo?.” “Desde mi punto de vista las mujeres son esto y aquello. ¿ Estás de acuerdo?”

“Tuve la impresión, por lo que dijiste, que intentabas hacer esto y aquello.

¿Estaba yo en lo correcto?”

12. En resumen, una persona que se comunica de una manera fun-

cional puede:

xy a) Expresar con ^rmeaa su opinión, / b) pero, al mismo tiempo, aclarar y calificar lo que dice,

c) pedir la réplica, d) y ser receptivo a la réplica cuando la recibe.

13. Si se quiere que la comunicación verbal sea razonablemente clara,

tanto el emisor de un mensaje como el receptor tienen la

responsabilidad de hacer que así sea.

a) La aclaración y la calificación mutuas reducen las generali-

zaciones.

« Permiten a ambas partes ser específicas y probar sus

afirmaciones.

« Permiten a una persona verificar su “realidad” y compararla

con la “realidad” de la otra persona. b ) También ayudan a separar

a quien percibe las cosas de lo que está siendo percibido.

« Frena la tendencia a proyectar en otros los propios deseos,

pensamientos y percepciones.

« Frena los esfuerzos de una persona de hablar por otra.

14. Desde luego, ninguno de nosotros se comunica de una manera tan

ideal o tán intelectual. a) Todos generalizamos cuando nos comunicamos.

Page 94: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: DAR Y RECIBIR INFORMACION 79

b) Alguien gue perpetuamente estuviera aclarando y calificando

parecería tan disfuncional como la persona que rara vez lo hace.

El aclarador excesivo podría producir en el receptor la duda de

si existe alguien en la interacción con quien in- teractuar.

c) Un emisor que perpetuamente pidiera del receptor retroali-

mentación, se pondría en la posición de ser inundado por dicha

retroalimentación y nunca formular su propio mensaje.

d) Un receptor que perpetuamente pidiera al emisor que aclarara,

parecería quisquilloso, poco cooperador e irritante.

15. Las generalizaciones son peligrosas si se utilizan en exceso, pero

también son atajos indispensables.

a) Nos ayudan a organizar nuestra experiencia.

b) Nos ayudan a hablar acerca de una multitud de diferentes

observaciones al mismo tiempo.

c) Nos liberan de la necesidad de evaluar cada nuevo evento

empezando en cero.

d) La teoría misma es un cuerpo de generalizaciones. Como tal, ha

sido una herramienta útil en todas las ciencias.

Page 95: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

16. Pero la persona que se comunica en forma disfuncional se com- porta como si no se diera cuenta del hecho de que generaliza o de

que actúa basándose en suposiciones.

a) Rara vez verifica o especifica la manera en que él o los otros

utilizan las palabras.

b) Generaliza con exceso.

c) Sus técnicas de comunicación sólo sirven para oscurecer el

significado, y parece no ser capaz de reanudar el hilo de la

comunicación una vez que lo ha perdido.

17. Las personas disfuncionales también envían mensajes incompletos.

a) No completan sus oraciones, esperan que el receptor lo haga:

“El no es muy... tú sabes.” “Como puedes, ver... bueno, es obvio.”

b) Utilizan pronombres en forma vaga. (Estos problemas de

comunicación repetidas veces aparecen en la psicoterapia

fami- liar.)

Ea: Nosotros fuimos y por eso ellos se molestaron.

T: Un momento. ¿Quién fue, adonde? ¿Quiénes se molestaron? Ea:

Bueno, Enrique y yo fuimos a la casa de su madre, ¿ve? A casa

de la madre de Enrique. Los niños querían ir, pero Enrique y yo queríamos ir solos. Por eso, los niños lloraron al vernos salir de la casa.

c) Suprimen en sus mensajes fragmentos enteros que sirven

de conexión.

T: (A la esposa.) Siento haber llegado tarde a la cita de hoy.

Ea: No importa, doctora, Capulín estaba corriendo alrededor de la

manzana.

En su forma completa, este mensaje sería así:

No importa, doctora. Mi perro (que se llama Capulín) sé escapó de ia casa y se puso a correr alrededor de la manzana. Tuve que salir corriendo tras él. Me tomó cierto tiempo alean- Zarlo. De manera que yo también llegué tarde a nuestra cita. N

d) A menudo, estás personas no envían mensaje alguno, pero

se comportan, en relación con otros, como si lo hubieran

hecho. (Esto aparece repetidas veces en psicoterapia, y

habitualmen-

Page 96: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: DAR Y RECIBIR INFORMACION 81

te se asocia a un deseo interno que nunca se expresa en palabras. )

M: Nunca me ayudan en la casa.

T: ¿Se refiere usted ahora a los niños?

M: Sí.

T: ¿Les ha dicho usted lo que desea que hagan?

M: Creo que sí. Se supone que lo saben.

T: ¿Pero se los ha dicho usted?

M: Creo que no.

# * * * *

Ea: No tuvimos pan para merendar. A él se le olvidó.

T: ¿Se refiere a su esposo?

Ea: Sí.

T: (Al esposo) ¿Sabía usted que se había acabado el pan en la casa?

Eo: No; desde luego que no, yo no...

T: ¿Recuerda usted si su esposa le dijo?

Eo: No. No, nunca me lo dijo. Si hubiera sabido, hubiera comprado algo de pan en el camino a casa.

T: ¿ Recuerda usted haberle dicho a su esposo que ya no había pan y haberle

pedido que comprara un poco?

Ea: Bueno, tal vez no lo hice. No, creo que no le dije. Pero supuse que él sabría.

e) He aquí un ejemplo que también incluye un embrollo acerca del

sentido de una palabra:

Eo: Ella nunca se acerca para besarme. Siempre soy yo quien tiene que iniciar las cosas.

T: ¿Es así como usted cree ser con su esposo?

Ea: Sí, yó diría que él es el demostrativo. No sabía yo que él quisiera que yo iniciara las cosas.

T: ¿Le ha dicho a su esposa que a usted le gustaría eso de ella —-una demostración más abierta de afecto?

: Eo: Bueno, no, supuse que ella lo sabría,

Page 97: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION. DAR Y RECIBIR INFORMACION 8i

Ea: ¿Cómo lo iba yo a saber? Siempre me has dicho que no te gustan las mujeres agresivas.

Eo: He dicho que no me gustan las mujeres dominantes.

Ea: Bueno pensé que te referías a las mujeres que toman la iniciativa. ¿Cómo voy a saber lo que desea?

T: Se habrían entendido mejor si él hubiera podido decirlo a usted.

Como dije antes, la comunicación absolutamente ciara es imposible de

lograr porque la comunicación es, por su naturaleza misma, incompleta.

Pero, en esto, también hay grados. El comu- nicador disfuncional deja al

receptor buscando a tientas y adivinando qué hay dentro dé la cabeza y

dentro del corazón del que habló.

a) El coinunicador disfuncional no sólo deja al receptor buscando a

tientas y adivinando, sino que actúa basado en la suposición de que,

en efecto, se comunicó bien,

b) El receptor, a su vez, actúa basándose en lo que trata de adivinar.

c) Es muy fácil que ambos se malentiendan.

d) Es difícil para ambos llegar a objetivos o resultados planeados.

e) La gente necesita tener medios de completar lo más posible su

comunicación, si desea llegar conjuntamente a resultados de éxito,

desde cumplir con el trabajo de la vida cotidiana y ocuparse de poner

el pan en la mesa, hasta ser capaz de gozar relaciones4 sexuales que

satisfagan a los dos participantes.

Esto no quiere decir que todos los mensajes incompletos son dis-

funcionales. Pueden ser funcionales y divertidos.

a) Los códigos, por ejemplo, son mensajes intencionalmente in-

completos.

« Representan atajos para llegar a un significado.

« Las personas que comparten un código compartea algo especial,

que les pertenece sólo a ellos.

b) Pero los que utilizan un código tienen que saber con claridad su

significado. Cuando la comunicación se corta por usar un código,

deben ser capaces de reanudarla sabiendo cuándo terminó el juego.

c) Cuando las personas han compartido experiencias, tienden a

condensar muchas de ellas en códigos. Los terapeutas hacen esto con

los pacientes. La frase “No importa, Capulín estaba corriendo

alrededor de la manzana” se convirtió en un código entre la familia y

yo, un código al cual me refería yo cuando los miembros de la familia

no completaban sus mensajes. También lo usé para demostrar que

los códigos pueden ser utilizados funcionalmente, si todos los

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

presentes saben con claridad su significado. Este código se acortó y

se convirtió en “recuerden a Capulín” y a veces llegó a ser sólo

“Capulín.”

d) Existe un cuento acerca de códigos, que a menudo narro a mis

pacientes cuando se apartan de la vía que los comunica entre si :

Un periodista visitó un asilo para ancianos y vio a un grupo de hombres sentados en la sala. Uno de los hombres dijo “27” y todos se rieron.

Después otro dijo “15” y todos se rieron. Después otro dijo “36” y hubo silencio.

“¿Qué sucede aquí?” preguntó el periodista al director, quien le estaba mostrando el asilo. “Profieren estos números y después todos se ríen.”

“Es sencillo,” dijo el director. “Mire, estos hombres han estado aquí durante largo tiempo y conocen los chistes de todos tan bien que en lugar de contarlos una y otra vez, simplemente dicen los números.”

“Bueno,” preguntó el periodista, “¿Qué sucedió entonces con el número 36?”

“¡ Ah, ése es el chiste de Pedro!,”.contestó el director. “Pedro nunca ha podido

contar un chiste.” *

9 COMUNICACION: UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL

DE SOLICITAR ALGO DEL RECEPTOR

1. Cuando juzgamos si una comunicación es clara, debemos recordar

también que las personas se comunican en diversas formas ade-

más de utilizar palabras.

a) Una persona se comunica simultáneamente a través de sus

ademanes, su expresión facial, su postura y movimientos cor-

porales> su tono de voz e incluso por la manera como está

vestida.

b) Y toda esta comunicación ocurre dentro de un contexto.

¿Cuándo sucede? ¿Dónde? ¿Con quién? ¿Bajo qué circuns-

tancias? ¿Cuál es la relación entre las personas que llevan a

cabo el intercambio?

2. Debido a todos estos factores, la comunicación es un asunto com-

plejo. El receptor debe evaluar todas las formas diferentes en que

el emisor envía mensajes, y al mismo tiempo debe estar

consciente de su propio sistema de recepción, es decir, de su

propio sistema de interpretación.

a) Cuando A habla, B evalúa el significado verbal del menssajje

de A.

Page 99: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) También escucha el tono de voz con que A habla.

c) También observa lo que A hace; nota “el lenguaje corporal” y

las expresiones faciales que acompañan al mensaje proferido

por A.

d) También evalúa lo que A está diciendo, dentro de un con*

texto social. El contexto puede ser la manera en que B ha

visto que A responde ante él y ante otros en el pasado. El

contexto también puede estar constituido por las expectativas

de B acerca de cuáles son los requerimientos de la situación.

e) En otras palabras, el receptor (B) está ocupado evaluando el

contenido tanto verbal como no verbal del mensaje de A, para

poder llegar a un juicio acerca de lo que A quiso decir en su

comunicación.

3. Podemos postular que lo que A quiso decir en su comunicación

tiene por lo menos dos niveles:

a) El nivel denotativo : el contenido literal. b) El nivel metacomunicativo : un comentario acerca del con-

tenido literal, y también acerca de la naturaleza de la relación

entre las personas involucradas.

4. Además del hombre, otros animales pueden enviar metacomuni-

caciones. Gregory Bateson describe, por ejemplo, lo siguiente.

a) Los gatos pueden poner en marcha toda su batería de movi-

mientos de pelea, sin sacar al mismo tiempo las uñas.

b) A través de está metacomunicación, el gato indica a otros gatos

y también a las personas el hecho de que en realidad no está

peleando; está jugando a que pelea.22

5. La metacomunicación es un mensaje acerca de un mensaje.

a) Transmite la actitud del emisor hacia el mensaje que acaba de

enviar: “El mensaje que envié era amistoso.”

b) Transmite la actitud del emisor hacia sí mismo; “Soy una

persona amistosa.”

c) Transmite la actitud, los sentimientos y las intenciones del

emisor hacia el receptor: “Te veo como a alguien con quien

puedo ser amigable.”

6. Los humanos son especialmente versátiles en la metacomunica-

ción.

a) Los humanos, al igual que otros animales, pueden enviar me-

tacomunicaciones no verbales; pero la variedad de estas meta-

Page 100: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 85

comunicaciones es muy amplia. Los humanos pueden fruncir el

ceño, hacer muecas, sonreír, ponerse rígidos, dejar caer los

hombros, etcétera. Además, el contexto en el cual los humanos

se comunican es en sí una forma de comunicarse.

b) De hecho, los humanos no pueden comunicarse sin metaco-

municarse al mismo tiempo. Los húmanos no pueden no me-

tacomunicarsé.

c) Los humanos también pueden enviar metacomunicaciones

verbales. Pueden explicar verbalmente su propio proceso de enviar

mensajes.

Cuando una persona explica verbalmente su propio proceso de enviar

mensajes, está hablando denotativamente, a un nivel me-

tacomunicativo. A su vez, estas metacomunicaciones verbales pueden

estar a diversos niveles de abstracción.

a) Una persona puede rotular el tipo de mensaje que envió, cuando

dice al receptor con cuánta seriedad desea que el mensaje se reciba

y cómo debe el receptor responder a dicho mensaje. El emisor

puede decir:

“Era un criste.” (Ríete de él.)

“Fue un comentario casual.‟* (Ignóralo). “Fue una pregunta.” (Contéstala). “Fue una petición.” (Tómala en consideración). “Fue una orden.” (Obedécela).

b) El emisor puede decir por qué envió el mensaje, al referirse a lo

que el otro hizo.

“Me golpeaste. Por eso te regresé el golpe.” “Fuiste amable conmigo. Te estaba regresando el favor.”

c) El emisor puede decir por qué envió el mensaje al referirse a lo que

cree que son los deseos, sentimientos e intenciones del otro hacia

él.

“Pensé que estabas enojado y me ibas a lastimar.”

“Pensé que estabas cansado y querías que te ayudara.”

“Pensé que estabas desanimado y querías que ^tranquilizara.”

d) El emisor puede decir por qué envió el mensaje, al referirse a una

petición que el otro hizo:

“Me estabas ordenando que hiciera algo, y yo no obedezco órdenes.” “Me estabas pidiendo algo, y estaba yo pensando si hacerlo o no.”

e) El emisor puede decir por qué envió el mensaje, al referirse al tipo

de respuesta que estaba tratando de obtener del otro:

Page 101: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Estaba tratando de hacerte enojar.”

“Estaba tratando de lograr que me amaras.”

“Estaba tratando de hacerte hablar.”

“Estaba tratando de hacerte reír.” “Estaba tratando de convencerte.”

/) El emisor puede decir por qué envió el mensaje, al referirse

específicamente a lo que estaba tratando que el receptor hi-

ciera o dijera o no hiciera ni dijera.

“Quería q^te fueras a la tienda en vez de ir yo.” “Te estaba ye pidiendo que la llamaras por teléfono en lugar de hacerlo yo.” “Te estaba yo pidiendo que te salieras del cuarto/‟ “No quería que le dijeras nada a ella acerca de mi enfermedad.5' “Quería que le dijeras a él que estaba yo en casa-”

i

8. Puesto que los humanos pueden “metacomunicarse” tanto en

forma verbal como en forma no verbal, pueden dar al receptor una

gran variedad de mensajes para que él los escoja y sopese

mientras trata de interpretar qué es lo que el emisor quiso decir

en su comunicación.

a) Tal vez A dice la siguiente frase denotativa: “El perro está

sobre el sillón-”

b) Automáticamente comenta su frase, en forma no verbal, me-

diante el tono irritado en que la profiere.

c) Puede entonces explicar de manera verbal lo que quiso decir

con sus palabras. De las múltiples opciones, tal vez explique:

“Quería que quitaras al perro del sillón.”

9. El receptor de estos mensajes (B) tiene que establecer un equili-

brio entre lo que A dijo, la manera como lo dijo y lo que comentó

después acerca del mensaje.

n) B equilibra las metacomunicaciones no verbales y las verbales

(dentro del contexto) y las compara con la frase denotativa. $

b) Si todas son congruentes (si parecen embonar entre sí) tiene

poca dificultad para decidir que A quiso decir lo que comentó

que quiso decir.

c) Ya sea que embonen o no, B dará mayor peso a las meta-

comunicaciones no verbales y al contexto, que a las metaco-

municaciones verbales. Un factor muy importante es que la

comunicación no verbal es menos clara y menos explícita, de

manera que requiere mayor atención.

10. Siempre que una persona se comunica^ no sólo está dando un

testimonio, también está solicitando algo del receptor y tratando

Page 102: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 87

de influirlo para que le dé lo que el emisor quiere. Este es el

Page 103: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: VM ^0CES0;' VERBAH Y? tm> VERSAR «7

“aspecto orden” de uji mensaje. No obstante, estas peticiones pueden

tener diversos grados de claridad! e itóensid&di..

a) El emisor puede solicitar simplei^ate que el receptor muestre,

a través stt qiue sui TO§flysa*}£; fue oícto: i lTm sólo acéchame.”

b) O bien, el emisor puede estar solicitando un tipo específico de

respuesta: “Dime dónde está la tienda” o “Ve ai te tienda en mi

lugar.**

tl„ El receptor^ a su tie&e qu& &s$tsmém» porque las personas no

pueden no comunicar algo.

а) Incluso si el receptor permanece siíenefeso, comunica algo. б) Por crertc^ ios síntomas son una manera de comunicarse en

forma no verbal.

12. Pero aunque todos mensajes comtiefflie-ia solicitudes^ éstas no

siempre se expresan verbalmente. Por te tanto, el receptor tiene

€jue basarse en las metacomunicaciones para encontrar indicios

respecto a qué quiere el emisor. El receptor se paregiíELta:

а) ¿Qué está diciendo el emisor en forma verbal? б) Específicamente* ¿qué es lo que está solicitando? ¿Expresó la

solicitud de manera completa al nivel denotativo?

c) Si no, tal vez la manera en que se coimiiaica y el contexto en el

ciaaA se comunica me darán indicios respecto a qué es lo que

quiere de mí.

13. Si la comunicación, o el mensaje, y la metacomunicación o el

metamensaje no einbewaa% el receptor tiene que traducir de al-

guna manera dicha discordancia y convertirla en un solo mensaje.

Para hacer esto de manera satisfactoria, el receptor necesita ser

capaz de comentar que existe la discrepancia. Tomemos un

ejemplo trivial. Un esposo que está tratando de arreglar un apa-

rato hogareño, dice en tono irritado: “jMaldita sea, el aparato se

rompió!” La esposa, en esta relación, puede seguir el siguiente

proceso (desde luego con mayor agilidad y velocidad que el paso de

tortuga con que aquí se describe):

a) Me está dicierido lo que íe pasó al aparato eléctrico en el que

está trabajando.

Page 104: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) Pero está haciendo más que eso. Me está diciendo que está

irritado. Su “¡Maldita sea!” junto con su tono de voz, me*

ayudan a entender esto.

c) ¿Me está criticando? ¿Me está diciendo que soy responsable

de la condición del aparato?

d) Si me está criticando, ¿qué quiere que haga? ¿Quiere que yo

componga el aparato? ¿Quiere que pida una disculpa? ¿O

qué quiere?

e) ¿O se está criticando a sí mismo, irritado por la frustración

en ese trabajo, y porque sólo puede culparse a sí mismo de

que el aparato se rompió?

/) Si principalmente se está criticando a sí mismo, ¿qué me está

pidiendo que haga? ¿Quiere que le muestre simpatía?

¿Quiere que lo escuche? ¿O qué quiere?

g) Sé, porque vivo con él, que se enorgullece de su habilidad

mecánica y considera que los aparatos eléctricos son su

fuerte especial. Evidentemente, la imagen que él tiene de sí

mismo está a prueba. Así que probablemente se está

criticando a sí mismo. Y es probable que más que nada me

esté pidiendo que le muestre simpatía.

h) ¿Pero en qué forma debo mostrarle simpatía? ¿Quiere

que le ayude con el trabajo, que le traiga un café o qué?

¿Qué conducta de mi parte, que él pueda ver u oír,

significaría para él que le estoy mostrando simpatía?

14. Tomemos otro ejemplo. Un esposo dice en tono irritado: “El

perro está sobre el sillón.” La esposa, en esta relación, puede

pasar por el siguiente proceso:

a) Me está diciendo dónde está el perro.

b) Pero está haciendo más que eso. Se oye irritado.

c) ¿Por qué me está comunicando su irritación? ¿Me está cri-

ticando por el hécho de que el perro está sobre el sillón?

d) Si no me está criticando, ¿qué quiere que haga? ¿Que lo

escuche? ¿Que muestre simpatía hacia su irritación? ¿Que

quite yo al perro del sillón? ¿O qué es lo que desea?

e) Yo quería un perro. EÍ no. Me empeñé y conseguí un animal

sin su consentimiento. Ahora, cuando muestra su irritación

hacia el perro, se está quejando de lo que hice. Me está

criticando por desobedecerlo. Sin duda quiere que quite al

perro del sillón, pero ¿desea también que me deshaga del

perro y le pida disculpas por contrariar su voluntad?

15. Volvamos al primer ejemplo. En vez de decir “¡ Maldita sea, el

Page 105: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 89

aparato se rompió!” el esposo podría decir, “Maldita sea, me está

costando mucho trabajo arreglar esto. Tráeme una taza de café.”

La esposa, en este caso tendría poca dificultad para comprender el

mensaje. Su esposo le estaría diciendo, de manera abierta, lo que

desea de ella y por qué. En otras palabras, su petición de que le

muestre simpatía trayéndole un café sería clara.

16. En el segundo ejemplo, en vez de decir, “El perro está sobre el

sillón,” el esposo podría decir: “Quita al perro del sillón y des-

hácete de él. Nunca debiste haberlo comprado. Te dije que no

quería un perro.” La esposa, en este caso, tendría poca dificultad

para comprender el mensaje de su esposo.

a) El le estaría diciendo, específicamente, lo que deseaba de ella y

por qué. En otras palabras, su solicitud de que ella acepte

obedecerlo sería clara.

b) En ambos casos, la esposa está en posición de decidir si aca-

tará la solicitud de su esposo de que lo obedezca. Pero, por lo

menos, no tiene duda acerca de qué es lo que su esposo en

realidad quiere de ella.

17. En otras palabras, la solicitud, que es parte de todo mensaje,

puede expresarse o no expresarse denotativamente. Además, hay

grados diferentes en los que las solicitudes se puntualizan deno-

tativamente.

a) “Maldita sea, el aparato se rompió” y “El perro está sobre el

sillón” son peticiones muy indirectas; peticiones qué no se

expresan al nivel denotativo.

b) “Tráeme una taza de café” y “Quita al perro del sillón y

deshácete de él” son peticiones directas, peticiones que se ex-

presan a nivel denotativo.

c) Por otra parte, si estas solicitudes específicas se hubieran ex-

presado a un nivel más abstracto también serían directas:

“Muéstrame simpatía” o “Haz lo que yo deseo.”

18. Además de lo anterior, todos los mensajes, cuando se les considera

a su más alto nivel de abstracción, tienen como característica la

petición de “Valídame.” Por esto, muchos mensajes a menudo se

interpretan como: “Está de acuerdo conmigo.” “Ponte de mi lado.”

^Valídame simpatizando conmigo” o “Valídame mostrándome que

yo y mis ideas somos importantes para ti.”

Page 106: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

/) El emisor puede decir por qué envió el mensaje, al referirse

específicamente a lo que estaba tratando que el receptor hi-

ciera o dijera o no hiciera ni dijera.

“Quería qsae fueras a la tienda en vez de ir yo.” “Te estaba yo pidiendo que la llamaras por teléfono en lugar de hacerlo yo.” “Te estaba yo pidiendo que te salieras del cuarto.” “No quería que le dijeras nada a ella ¡acerca de mi enfermedad.” “Quería que le dijeras a él que estaba yo en casa-”

/

8. Puesto que los humanos pueden “metacomunicarse” tanto en

forma verba! como en forma no verbal, pueden dar al receptor una

gran variedad de mensajes para que él los escoja y sopese

mientras trata de interpretar qué es lo que el emisor quiso decir

en su comunicación.

a) Tal vez A dice la siguiente frase denotativa: “El perro está

sobre el sillón-”

b) Automáticamente comenta su frase, en forma no verbal, me-

diante el tono irritado en que la profiere.

c) Puede entonces explicar de manera verbal lo que quiso decir

con sus palabras. De las múltiples opciones, tal vez explique:

“Quería que quitaras ai perro del sillón.”

9. El receptor de estos mensajes (B) tiene que establecer un equili-

brio entre lo que A dijo, la manera como lo dijo y lo que comentó

después acerca del mensaje.

a) B equilibra las metacomunicaciones no verbales y las verbales

(dentro del contexto) y las compara con la frase denotativa- $

b) Si todas son congruentes (si parecen embonar entre sí) tiene

poca dificultad para decidir que A quiso decir lo que comentó

que quiso decir.

c) Ya sea que embonen o no, B dará mayor peso a las meta-

comunicaciones no verbales y al contexto, que a las metaco-

municaciones verbales. Un factor muy importante es que la

comunicación no verbal es menos clara y menos explícita, de

manera que requiere mayor atención-

10. Siempre que una persona se comunica, no sólo está dando un

testimonio, también está solicitando algo de! receptor y tratando

de influirlo para que te dé lo que el emisor quiere. Este es el

“aspecto orden” de un njensaje. No obstante, estas peticiones

pueden tener diversos gracbs de claridad e mtemiéml..

Page 107: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION: %!.:&‟ %%0CESQ:i VERBAH N^VER£A£. 87

a) El emisoij puede solicitar simpl.eijneaXe que el receptar mues-

tre, a través é& su- respa^^ qm m «asasatjjfc fue oMfe: “Tm.

safo acéchame.”

b) O bien, el emisor puede estar solicitando un tipo específico de

respuesta: “Dime dónde está la tienda” o “Ve ai te tienda en mi

lugar.**

U. El receptor^ a su vez* tie&e qpm wspmdm» porque las personas

no pueden no comunicar algo.

a) Incluso si el receptor j permanece silencioso, comunica algo. b) Por cierta los, síntomas son una manera de comunicarse en

forma no vedbaL

12. Pero aunque todos fes mensajes solicitudes,. éstas no

siempre se expresan verbalmente. Por lo tanto, el receptor tiene

qjue basarse en las metacomunicaciones para encontrar indicios

respecto a qué quiere el emisor. El receptor se pregunta:

a) ¿Qué está diciendo el emisor en forma verbal? 6} Específicamente* ¿qué es lo que esta solicitando? ¿Expresó la

solicitud de manera completa al nivel denotativo?

c) Si no, tal vez la manera en que se coaoaumca y el contexto en

el cual se comunica me darán indicios respecto a qué es lo que

quiere de mí.

13. Si la comunicación, o el mensaje, y la metacomunicación o el

metamensaje no embonan, el receptor tiene que traducir de al-

guna manera dicha discordancia y convertirla en un solo mensaje.

Para hacer esto dé manera satisfactoria, el receptor necesita ser

capaz de comentar que existe la discrepancia. Tomemos un

ejemplo trivial Un esposo que está tratando de arreglar un apa-

rato hogareño, dice en tono irritado: “j Maldita sea, el aparato se

rompió!” La esposa, en esta relación, puede seguir el siguiente

proceso (desde luego con mayor agilidad y velocidad que el paso de

tortuga con que aquí se describe):

a) Me está diciendo lo que le pasó al aparato eléctrico en el que

está trabajando.

Page 108: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

19. Cuando los individuos se comunican, rara vez van dé una persona

a otra pidiendo verbalmente que les déti la razón o solici- tarido

que deseen lo „qué éllos desean. No lo hacen, porque el anhelo de

¡sér valorados y el deseo dé obtener cooperación los fuerza a

persuadir a los otros o, por lo menos, a tratar de provocar la

respuesta deseada. Muchas personas se avergüenzan de su deseo

de obténer la validación de los demás.

a) Como he dicho, la comunicación es necesariamente un proceso

incompleto. No obstante, podemos ver ahora por qué ese

proceso se vuelve aún más incompleto, por factores agregados

a los errores en la lógica y a la ineficiencia de las palabras, fe)

La comunicación incompleta (indirecta) puede servir para

muchos propósitos interpersonales que no necesariamente son

disfuncibnales

« Puede ayudar a disfrazar peticiones como las que hemos

mencionado.

« Puede evitar la vergüenza en caso que las solicitudes que

i^rio hace (de cualquier tipo) sean rechazadas.

20. Hasta ahora, he comentado los problemas que los receptores hu-

manos enfrentan debido a la complejidad y limitaciones de la

comunicación humana.

a) Justamente porque esta comunicación es compleja e incom-

pleta en grados diferentes, todos los receptores tienen que

llenar lo que falta o completar el mensaje del emisor, por

medio de clarividencia o adivinación.

b) Los receptores pueden hacer esto y lo logran a veces con

asombrosa exactitud, si tomamos en cuenta todo el malaba-

rismo que tienen que poner en marcha.

c) No obstante, hay veces en que incluso el más clarividente de

los receptores adivina en forma incorrecta; cuando esto su-

cede, es habitual que el siguiente mensaje del emisor avise al

receptor que cometió un error.

21. Todos los mensajes que he enumerado en este capítulo han sido

relativamente congruentes dentro de su contexto; han

embonado unos con otros.

a) La comunicación congruente existe cuando se envían dos o

más mensajes a través de diferentes niveles, pero ninguno de

ellos contradice gravemente a cualquiera de los otros. Por

ejemplo, el esposo dice: “El perro está sobre el sillón,” en un

tono irritado^. en un contexto que transmite a la esposa que él

Page 109: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION. UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 91

está irritado y por qué lo está.

b) La comunicación incongruente existe cuando dos o más men-

sajes que se envían a través de diferentes niveles, se contra-

dicen gravemente entre sí. Un nivel de comunicación es el

contexto mismo. Por ejemplo, el esposo dice, en un tono fes-

tivo, que el perro está en el sillón, pero basándose en el con-

texto la esposa sabe que él odia a los perros, ya sea que estén

sobre los sillones o en cualquier otro sitio.

22. La comunicación contradictoria simple aparece cuando dos o más

mensajes se envían en una secuencia, a través del mismo nivel de

comunicación y se oponen entre sí.

a) Tal vez A dice lo siguiente:

“Ven aquí... No, aléjate.” “Te amo... No, te odio.” “Estoy feliz... No, estoy triste.” “Mi esposa es alta... No, mi esposa es de baja estatura.”

b) Tal vez A hace lo siguiente:

« Empuja a B para que se aleje y lo llama para que se acerque

otra vez.

« Compra un boleto para el cine y no sale de su casa.

« Se pone el abrigo y después se lo quita.

23. Pero estas contradicciones simples no pueden ocurrir sin una me-

tacomunicación que las acompañe, ya que uno no puede no metacomunicarse.

a) Aunque las autocontradicciones que se han enumerado son

relativamente claras, también van acompañadas de sonrisas o

ceños fruncidos o de un tono de voz, y aparecen en un con-

texto,

b) Cuando las contradicciones ocurren entre diferentes niveles de

la comunicación, se vuelven incongruentes 5

24. Los mensajes difieren en el grado de incongruencia. La comuni-

cación con incongruencia relativamente simple suena y se ve como

sigue:

a) A dice, “Hace frío aquí” y se quita el abrigo.

5 El término “incongruente” se refiere a la discrepancia éntre el aspecto de un

mensaje que informa y el aspecto del mismo mensaje que solicita algo; si el lector desea conocer el sistema que Batesón, Jackson, Haley y Weakland elaboraron para analizár la incongruencia, puede consultar las referen-

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) A dice, “Te odio” y sonríe. *

c) A lleva puesto un vestido de baile a un funeral.

d) A lleva puestos sus zapatos tenis a una junta de directores

ejecutivos.

e) A dice “Acércate mi vida” y entiesa su cuerpo.

25. La comunicación incongruente puede volverse aún más incon-

gruente cuando la metacomunicación no verbal del emisor no

embona con su metacomunicación verbal.

a) El emisor dice: “Acércate mi vida,” después entiesa su cuereo y

en seguida dice: “Quiero hacer el amor.”

« En este caso, ¿debe responder el receptor a la frase deno-

tativa (“Acércate, mi vida”)?

« ¿O debe responder a la instrucción no verbal (la rigidez

corporal)?

« ¿O debe responder a las palabras que explican las inten-

ciones del emisor (“Quiero hacer el amor”)?

« Cuando se conjuga todo lo anterior, decimos que el individuo

está recibiendo un mensaje de doble nivel.

b) Como de costumbre, el receptor recurre principalmente al

contexto y a las señales no verbales, para que le ayuden en su

proceso de adivinación. En este caso, las señales no verbales y

el contexto se contradicen entre sí. No obstante, si se trata de

un receptor confiado y valiente, se dice a sí mismo :

“Vamos a ver. La emisora y yo nos estamos cortejando. Pero hay personas cerca.”

“En experiencias pasadas con la emisora, he aprendido que se pone nerviosa si se trata de mostrar sentimientos amorosos en público. Pero eso no quiere decir que ella no sienta amor hacia mí.”

“Me arriesgaré a ignorár su metacomunicación no verbal en este caso. Confiaré sólo en el contexto y aceptaré la intención que ella expresó verbalmente.”

“En otras palabras, le doy más peso a su frase verbal „Quiero hacer el amor‟- Simplemente agrego un complemento que ella no dijo: „...pero hay otras personas presentes, y lo que pasa es que estoy nerviosa.‟ Dicho de otro modo, la emisora esta dispuesta pero nerviosa y necesita un poco de ayuda.”

c ) La libertad de comentar y preguntar inmediatamente saca al

receptor del dilema de la adivinanza. Cuando no existe esta

libertad, hay muchas probabilidades de que se produzca un mal

entendimiento. En el caso de un niño, según ya hemos visto, es

posible que estos mensajes se agranden hasta el punto en que

llegan a constituir una “situación de doble vínculo” (véase la

Page 111: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION. UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 93

página 40).

La comunicación incongruente como la que acabamos de describir

pone una carga extra sobre el receptor. No obstante, ya sea que el

mensaje del emisor sea incongruente o no, el receptor puede aún

iniciar diversos procedimientos de verificación con objeto de averiguar

qué información se está transmitiendo, qué solicitud se está haciendo

y por qué.

a ) Por ejemplo, cuando la esposa escuchó a su marido decir en un

tono irritado: “Maldita sea, el aparato se rompió” podía haber

pensado que todavía no contaba con suficientes datos, incluso

examinando el contenido del mensaje, para saber qué era lo que su

esposo estaba solicitando de ella y por qué.

b ) Pudo haber ido hacia donde él estaba, haber permanecido ahí

durante un minuto, y haber recogido más indicios de lá situación.

«Si ella hubiera hecho esto, desde luego que se habría comunicado

con él. Con su sola presencia estaría diciendo: “Te escuché. Estoy

atenta a tí.”

« El también continuaría comunicándose con ella, al seguir

hurgando el aparato, gruñendo, suspirando, etcétera.

c ) La esposa podría entonces haber preguntado “¿Hay algo que pueda

yo hacer?”

« En el momento en que ella dijera esto, estaría pidiendo a su

esposo que fuera específico en lo que solicitaba.

« Tal vez él hubiera dicho: “No, tengo que encontrarle solución &

esto.”

« Gracias a esta respuesta, la esposa lograría disminuir la

cantidad de factores desconocidos para ella. Ahora sabría con

mayor certeza que él estaba descontento consigo mismo, pero

todavía no estaría segura de lo que él específicamente quería de

ella. ¿Quería que ella lo escuchara? ¿Que ella lo ayudara? ¿Que

ella le mostrara simpatía?

d ) La esposa podría preguntar: “¿Te gustaría una taza de café?” Y él

podría contestar: “Sí, maldita sea, sí me gustaría.” En

este punto se hubiera cerrado o completado en forma relativa

la secuencia de comunicación. (¡ Desde luego, la comunicación

es más completa si ella trae el café!)

27. Si en vez de hacer lo anterior, la esposa hubiera confiado más en

su clarividencia, simplemente podría haber supuesto que ella

sabía cuál fue la solicitud implícita de su esposo. Habría expre-

sado en palabras dicha solicitud y habría observado cómo res-

Page 112: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

pondía él.

a ) Podría haber preguntado, abiertamente: “Te gustaría una

taza de café,” y él podría haber contestado: “Sí, maldita sea,

me gustaría.” Si ella había adivinado con suficiente corrección,

la secuencia más o menos se hubiera completado.

b ) Pero él podría haber contestado: “No seas absurda, ¿para qué

querría yo una taza de café en un momento como éste?”

Entonces ella habría averiguado que su proceso de clarivi-

dencia no estaba funcionando bien. Se habría requerido en-

tonces que ella verificara más datos, quizá por medio de los

procedimientos que ya describimos para obtener indicios.

2B. Los receptores varían en su capacidad de percibir las necesidades

y los deseos de otros.

a ) Aunque todos los receptores dan gran importancia a los as-

pectos metacomunicativos, dichos receptores varían en su ca-

pacidad de evaluar qué es lo que el emisor pide de ellos,

« Quizá la esposa crea, erróneamente, que la irritación de su

marido consigo mismo es una crítica hacia ella y acabe

tratando de hacer el trabajo por él en lugar de mostrarle

simpatía.

€ Tal vez la espósa interprete, erróneamente, la crítica de su

esposo hacia ella, que es en realidad irritación por la con-

ducta específica del perro, y termine tratando de mostrarle

simpatía a su marido en lugar de quitar al perro del sofá o

de deshacerse del animal.

« El amante del tercer ejemplo tal vez interprete, errónea-

mente, que la rigidez corporal de la mujer es señal de re-

chazo y acabe alejándose de ella en lugar de hacerle el

amor, - ;

b ) Contamos incluso con etiquetas psiquiátricas para personas

que no pueden evaluar con precisión el significado de un men-

saje. Estos individuos no pueden adivinar en foriria adecuada

cuáles son las actitudes, intenciones o sentimientos que se

expresan a través de la metacomunicación.

c ) Si la esposa piensa que en todos los contextos, en todas las

relaciones y en todos los momentos dentro de una relación,

los emisores la están criticando o la están alabando, con

facilidad le pondríamos la etiqueta de paranoide o

egocéntrica.

d ) Además, aunque los receptores dan gran importancia a los

aspectos metacomunicativos para ayudarse a descifrar qué

Page 113: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMUNICACION. UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 95

es lo que el emisor solicita, los receptores mismos varían en

su capacidad de captar la denotación a pesar de, o junto

con, la metacomunicación. Por ejemplo, una persona asiste

a una conferencia con el propósito de recibir del profesor

contenido denotativo, pero el conferenciante habla en un

tono tan aterrado que el receptor ¡no puede oír lo que aquél

dice porque le preocupa demasiado el terror del

conferenciante mismo.

29, Los emisores varían su capacidad de enviar solicitudes claras,

pará que el receptor tenga que adivinar lo menos posible.

a ) Por ejemplo, digamos que una esposa desea ir al cine con su

marido. Si se comunica de una manera funcional, dirá: Va-

mos al cine,” o más abiertamente: “Me gustaría ir al cine

contigo.”

b ) Por otra parte, si ella se comunica de manera

disfuncionaJ| dirá cualquiera de las frases siguientes:

“Te gustaría ver una película, ¿verdad?'1 “Te haría bien ir al cine.” “Si quieres ir al cine, vamos.” “Podríamos aprovechar el tiempo e ir ai cine. Es sábado en la noche.” “Abrieron un cine nuevo en la otra calle.” “Mis voces me están ordenando ir al cine.”

30. Estas son algunas de las formas encubiertas en las que la

esposa puede solicitar algo de su marido, sin reconocer que

está haciendo dicha solicitud.

a) No rotula con claridad que el deseo que se encuentra detrás

de su petición, es un deseo d e ella.

b) O na rotula su deseo con la palabra deseo. Deja de ser \m4 deseo y se convierte en un “deber,” en algo que le ordenan a

uno que haga. (El que ordena puede ser la otra persona, o

la gente en general, o el deber de uno, o “las voces,” o algo

extraño dentro del propio Yo.)

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

c) O no rotula el deseo como deseo sino como “el menor de dos

males.”

31. En este caso podría el esposo llevar a cabo algunas verificaciones.

Podría decir: “¿Quieres ir tú al cine?, o “¿Quieres ir al cine

conmigo?”

a) Pero he aquí lo que puede suceder si el marido en efecto pre-

gunta a su mujer qué es lo que quiso decir con su comunica-

ción. Ella puede empezar a explicar su mensaje con cualquie-

ra de las siguientes frases: “No, pensé que tú querías ir.” “No, simplemente pensé que deberíamos ir.” “No, no necesariamente quiero ir. Quiero hacer lo que tú quieras.” “Hay veces en que quiero ir al cine, pero hoy no es una de ellas.‟1 “No es qiie quiera ir en especial. Mis voces me lo están ordenando.”

32. La esposa, al negar que tuvo un deseo, también niega que expresó

dicho deseo ante su esposo. Niega que ha solicitado algo de él. Si

él continua con sus preguntas, quizá ella niegue aún más. “Puedes ir o no ir. No me importa.” “Si quieres ser un tipo que se encierra en su casa, es asunto tuyo.” “Si vas al cine, vas al cine.” “Nadie te pidió que fueras. Si quieres ir, pues ve.”

33. Cuando la esposa responde a la solicitud de su marido (en este

caso, a la solicitud de aclarar), niega todas las partes de su men-

saje o sólo una.

a) El grupo de Bateson, y en especial Jay Haley, define cuatro

partes en todo mensaje:

« Yo (el emisor)

« estoy diciendo algo (el mensaje)

« y te lo digo a ti (el receptor)

«en esta situación (el contexto).33

b) Todos los mensajes son solicitudes; no obstante, la esposa tal

vez niegue esto literalmente, diciendo cualquiera de las frases

siguientes: “No me importaba una cosa o la otra.” (Yo no solicité nada.) “Simplemente hice una sugerencia para ver qué pasaba.” (Yo no solicité

nada.) “Para mi no es importante si vas o no vas al cine.” (Yo no solicité nada de tí.) “Hubo una época en que quizá tuve ganas de ir al cine contigo, pero ya aprendí (Yo no solicité nada de ti en este momento.)

34. Notamos cuán defensiva es la esposa a través de la manera en

que envía su mensaje tan incompleto. (Estos mensajes son

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COMUNICACION. UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 97

incompletos porque no rotulan con claridad “Yo deseo esto, de ti,

en esta situación”) Ello hace que sea difícil para el esposo

averiguar lo que ella desea.

a) Se protege al enviar su solicitud, casi como si anticipara un

rechazo. “Las voces me están ordenando. .

“Estoy haciendo esto por ti... ”

“Abrieron un nuevo cine en la otra calle.'1

b) Se protege también después de que le han pedido que aclare:

“Pensé que tú querías que yo fuera,” o “Nadie te pidió que

fueras.” ¡

35. También notamos cuán ofensiva es la esposa por la manera en

que envía la solicitud y responde a las peticiones de aclarar. Ella

hace que sea difícil para el esposo desear complacerla.

a) Lo menosprecia porque anticipa el rechazo:

“Si una persona se precia de ser cuita, debe ver una película por lo menos una vez ál mes.” “Deberíamos aprovechar el tiempo e ir a un cine. Estoy aburrida.”

b) Lo menosprecia después de que él le pide que aclare, y es pre-

cisamente este menosprecio lo que revela desilusión en la

esposa por el hecho que él no parece dejarse influir: “No puedo lograr que hagas nada.”

“Ya sé que vas a hacer exactamente lo que tienes ganas de hacer.” “¿Yo

pedir algo de ti? ¡Ya aprendí!”

36. Podríamos decidir primero que esta esposa es una comunicadora

disfuncional y que le da cargas innecesarias a su esposo

funcional, quien, en este caso, trata de verificar qué significa el

mensaje de ella.

a) Pero cuando las personas se comunican, están enviando un mensaje a un

receptor.

b) La esposa confecciona su mensaje según la manera en que ella piensa

que su esposo responderá a dicho mensaje.

c) Una vez que notemos cómo él le responde, veremos que los mensajes

están hechos a la medida de un tipo de respuesta que ella ha aprendido a

esperar de su marido;

d) El esposo, en respuesta, hace lo mismo. 37. No podemos examinar tes mensajes aparte de la interacción, como

lo he estado haciendo, y captar el cuadro completo. a) Debemos por lo menos notar qué es lo que A dice, cómo res-

ponde B y cómo A responde a la respuesta de B. La comunica-

Page 116: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

98 iPStOOTE R API A FAMILIAR CONJUNTA

ción es un asunto de dos lados; los emisores son receptores y

los receptores también son emisores.

b) Debemos notar si estas secuencias de interacción se repiten a

io largo del tiempo y en diferentes áreas de contenido, o no.

cj) 'Si las secuencias se repiten, representan la manera típica en

que estas dos personas se comunican «fotre sí.

38. No obstante, antes de analizar la interacción, podemos sacar pro-

vecho de analizar tos mensajes aislados. Este tipo de análisis:

a) Pone en relieve diferentes principios acerca de los mensajes y

dél proceso de enviarlos.

b) Pone en relieve tos tipos de problema que él receptor encara al

recibir una comunicación altamente defensiva.

c) Ayuda a documentar las inferencias acerca de quéfes lo que los

deseos y temores interiores dictan y cómo dichos deseos y

temores perpetúan la comunicación disfuncional.

39. *E1 tipo de comunicación de este esposo tiene, en efecto, algo que ver con la forma típica en que su mujer le -pide las cosas. a) Pero incluso antes de analizar esto, podemos Suponer que la

esposa teme que su marido rechazará su petición.

b) Detrás de su negación respecto a haber tenido un deseo y

haber hecho una solicitud, está el deseo de que su esposo no

sólo quiera dr al¡ cine con ella, sino también él 'deseo de que él

quiera lo que:ella quiere porque la ama: „„vas a hacer lo que

tienes ganas de hacer.”

c) No es extraño que ella tenga ese anhelo, pero si no llega a

reconocerlo, con facilidad se atrapará y atrapará a su esposo

en un ^dilema imposible de resolver.

« No t existen dos personas que piensen igual en todo.

« No existen dos personas que sientan lo mismo en todo mo-

mento dentro de una relación.

« No existen dos personas que deseen lo mismo o lo deseen al

mismo tiempo. Las personas tienen diferentes horarios.

« De hecho, somos seres autónomos, diferentes e iniguálábles.

« No obstante, dependemos de otros. Los necesitamos para

que nos ayuden a obtener muchas de las cosas que deseamos

(o para que no nos impidan conseguirlas) . También!

dependemos de otros para que validen nuestra existencia y

nuestra importancia.

rO. Por lo tanto, aun cuando las personas hacen solicitudes de otros

cuando se comunican, hay algunas cosas que no pueden solici-

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COMUNICACION. UN PROCESO VERBAL Y NO VERBAL 99

tarse. Sin embargo, éstas también son precisamente cosas que las

personas desean.

a) No podemos pedir a otros que sientan lo que sentimos ni lo que

deseamos que sientan. Bateson y Watzlawick han señalado que

los sentimientos son espontáneos; m> están sujetos a la

autopetición ni a la solicitud de otros.*2- 138 « Lo único que

podemos hacer es tratar de producir sentimientos.

« Si no lo logramos, podemos aceptar nuestra dferifeiOfi y

tratar una vez más. fr) No podemos pedir qtre otros piensen como

pensamos, hm pensamientos no están sujetos a las peticiones de

otros.

« Lo único que podemos hacer es tratar de convencer a los

otros, y presentar nuestros argumentos en la manera más

clara y convincente posible.

« Si no logramos convencer, podemos aceptar nuestra desi-

lusión y avenirnos o “estar de acuerdo en estar en desa-

cuerdo/*

c) Desde luego podemos exigir que otros digan y hagan (o no

digan ni hagan) lo que deseamos. Pero* si tenemos éxito, será

una victoria ciíestionable.

« Habremos validado nuestro poder, pero no nuestra capacidad

de hacemos amar, ni nuestra valía, puesto q^ue “tuvimos

que pedir.”

« Además, puesto que dicha táctica es un ataque a la auto-

nomía del otro, es probable que se sienta devaliasado y nos

devalúe en venganza.

1. Es evidente que el hombre es insaciable. Nunca recibe suficiente

amor ni se considera suficientemente apreciado. Además, nunca se

siente suficientemente a salvo ni llega a ser suficientemente

poderoso.

a) Estos dos anhelos, si los consideramos en la misma línea con-

tinua, son con|tradictorios. Parece que el hombre tiene un

potencial intrínseco para derrotarse a si mismo.

Page 118: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« Si considera estos dos anhelos y concluye que o satisface uno o

satisface el otro, los pone en conflicto entre si y pierde en ambos.

« Si permite que los anhelos coexistan, cada uno en su etapa y sitio

adecuados, no sólo puede satisfacer ambos anhelos, sino que

encontrará que la satisfacción de uno aumenta la del otro.

b) La forma en que el hombre se comunica con otras personas,

dependerá de cuál de los dos enfoques adopta.

« Si adopta el primer enfoque, da indicios de que manejará las

diferencias individuales entre él y los otros en términos de una

guerra y dé quién tiene la razón. « Si adopta el segundo enfoque, manejará las diferencias in-

dividuales entre él y los otros con base en la exploración de qué es lo adecuado en este momento.

« El primer enfoque conduce hacia callejones sin salida, hacia el

retardo en las soluciones y hacia la patología.

« El segundo enfoque conduce hacia el crecimiento, la indi-

vidualidad y la creatividad.

c) En el próximo capítulo profundizaré en el tema de cómo la

comunicación funcional o disfuncional expresa salud o enfermedad,

e influye en dicha salud y dicha enfermedad.

Page 119: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

101

PARTE 3

TEORIA Y PRACTICA DE LA PSICOTERAPIA

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA

1. En este capítulo me gustaría volver a definir, de una manera más

general, algunas de las ideas acerca de la salud y la enfermedad

psíquica, que hemos discutido previamente, con objeto de mostrar

cuán pertinentes son esas ideas para el enfoque in- teraccional de

la psicoterapia familiar. También quiero presentar mi concepto de

qué es lo que un terapeuta familiar es y hace, puesto que dicho

terapeuta se convierte, en grado importante, en un modelo para la

conducta subsecuente de sus pacientes.

No trato aquí de presentar una “filosofía de la psicoterapia.” Me

parece que estas ideas son instrumentos de trabajo útiles para or-

ganizar mi propia forma de manejar la psicoterapia, o bien son un

núcleo conceptual en torno a¿ * ¿ual pueden estructurarse nuevas

ideas terapéuticas; no se trata, pues, de un sistema de pensa-

miento que posea un valor en sí mismo ni para sí mismo.

Finalmente, permítaseme decir que esta exposición de la teoría es

desde luego esquemática, y no incluye todos los detalles. Intento

escribir después de este libro otro en el que ilustraré mejor con

ejemplos de situaciones familiares reales, cuál es mi base para

trabajar.

2. El concepto más importante en la psicoterapia es el de la madura-ción, ya que constituye una piedra angular para el resto del tra- miento.

a) Maduración es el estado en el cual un ser humano está por

completo a cargo de sí mismo.

b) Una persona madura es alguien que, al llegar a su mayoría de

edad, puede elegir y decidir, basada en percepciones corree.

Page 120: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

tas acerca de sí misma, acerca de ios otros y acerca del con-

texto en el que se encuentra; es una persona que reconoce que

dichas elecciones y decisiones son suyas, y es alguien que

acepta la responsabilidad del resultado de dichas elecciones y

decisiones.

3. Decimos que las pautas de comportamiento que caracterizan a

una persona madura son funcionales, porque le permiten

manejar de una manera relativamente competente y precisa el

mundo en el que vive. Este individuo mostrará las siguientes

características:

a) Se manifestará claramente ante los otros.

b) Estará en contacto con las señales que provienen dé su Yo in-

terno, y por lo tanto se permitirá conocer abiertamente qué es

lo que él piensa y siente.

c) Será capaz de ver y oír lo que está fuera de sí mismo y podrá

diferenciarlo de su propia persona como algo diferente de

cualquier otra cosa.

d) Se comportará con otra persona considerándola un ser sepa-

rado de él y un ser único.

e) Tratará la aparición de puntos de vista o características di-

ferentes como una oportunidad para aprender y explorar, y

no como una amenaza para él ni como una señal de conflicto.

/) Se enfrentará a las personas y a las situaciones en su contexto

en términos de “cómo es” y no en términos de cómo él

desearía que fueran o cómo él espera que sean.

g) Acepta la responsabilidad por lo que siente, piensa, escucha y

ve, en lugar de negarla o atribuirla a otros.

h) Tiene técnicas para negociar abiertamente los hechos de dar,

recibir y verificar el significado de las cosas entre él y los

otros.6

4. Decimos que un individuo es disfuncional cuando no ha apren-

dido a comunicarse en forma apropiada. Puesto que no se percibe

ni se interpreta a sí mismo en forma correcta, y tampoco

interpreta en forma correcta los mensajes que le llegan del ex-

terior, las suposiciones en las que basa sus actos serán

defectuosas

6 Esta descripción de la madurez hace énfasis en la habilidad social y en la

habilidad para comunicarse, y no en la adquisición de saber o en los logros que otros reconocen; desde mi punto de vista los logros y el saber se derivan de las habilidades mencionadas.

Page 121: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS 'LA PSICOTERAPIA

;y sus esfuerzos por adaptarse a la realidad serán confusos e iti-

apropiados.

a) -Como hemos visto, los problemas de comunicación 4el indi-

viduo tienen su raíz en la compleja àrea de la ccf&ducta fami-

liar en medio de la cual vivió fcùando niño. Los atìifltos de la

familia proporcionan el esquema que el individuó seguirá

■conforme pasa de là infancia a la madurez.

b) Si el hombre y la mujer que fueron para la persona figuras de

supervivencia no manejaron las cosas como pareja, si los

mensajes de cada uno de Jos padres hacia el otro y de ambos

hacia el niño no fueron claros y ftieron contradictorias, el

individuo mismo aprenderá a cotntínicarse de una manera

poco clara y contradictoria.

5. Una persona 'disfuncional se manifestará de una manera incon-

gruente, es decir, enviará mensajes conflictivos, a «través de dife-

rentes niveles de comunicaci«^ *y usando diferentes señales.

a) Como un ejemplo, veamos la conducta de i los padres dé un

niño perturbado, durante la primera entrevista de ambos con

el terapeuta. Cuando éste les pregunta qué es lo que sucede,

prácticamente niegan que haya algún problema.

M: Bueno, pues yo no sé. Creo que problemas económicos más que nada... Aparte de eso, somos una-familia muy unida.

P: Hacemos todo juntos. Quiero decir, nos disgusta mucho dejar a los niños.? Guando vamos a alguna parte, llevamos a los niños con nosotros. En lo que respecta a hacer cosas juntos, como una familia, siempre tratamos de hacerlo por lo menos una vez por semana, por ejemplo los domingos, los domingos en la tarde, y en realidad siempre

tratamos de llevar a los niños juntos y =de sacarlos a pasear en el parque o algo por el estilo.

b) En sus palabras, esta pareja implica que no hay razón para

estar en el consultorio del terapeuta. Pero su presencia real

ahí, y el acuerdo que ya hicieron de participar en una psico-

terapia, equivale a admitir lo contrario. Además, -el padre

presenta una contradicción más cuando reduce su argumento

de que la familia hace “todo” juntos, a un testimonio acerca de

los paseos que dan los domingos por la tarde.

6. ^Además, un individuo disfuncional será incapaz de adaptar sus sus

interpretaciones al contexto presente.

a) Esta persona jtenderá a ver el “aquí y ahora” a través de eti-

quetas que se fijaron de manera indeleble en su mente du

Page 122: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

rante la primera fase de su vida, cuando todos los mensajes eran

importantes para sobrevivir. Cada utilización subsecuente de

dichas etiquetas fortalecerá su realidad.

Por lo tanto, es concebible que el individuo disfuncional im-

pondrá sobre el presente lo que fue adecuado en el pasado, o

lo que espera del futuro, negando así la oportunidad de lograr

una perspectiva del pasado o de darle forma realista al

futuro.

« Por ejemplo, trajeron a una niña de edad escolar para psi-

coterapia porque estaba actuando de manera extraña y

hablando en acertijos. Cuando preguntamos a la madre:

“¿Cuándo notó usted que su niña no se estaba desarro-

llando como debería?” la madre contestó: “Bueno, la niña

fue sietemesina y estuvo en una incubadora durante seis

semanas.” El presente de la niña y las dificultades pasadas

estaban conectadas así, en la mente de la madre, de una

manera* muy ilógica.*

« Más tarde, esta madre dijo que después de que trajo a la

niña del hospital “no me daba ninguna reacción, como si no

pudiera oír. Yo la cargaba y la paseaba y la tenía abrazada,

pero ella no ponía atención en nada, y sé que esto me

preocupó, y le pregunté al doctor y dijo que no era nada,

que la niña era sólo testaruda. Eso es algo que quedó en mi

mente respecto a la niña.”

« Al usar la palabra “testaruda” para describir la indiferencia

de su bebé, la madre le había dado a la niña una eti- quet

que no concuerda con el contexto de la primera infancia.

Implica que se puede responsabilizar a un bebé por rehusar

deliberadamente responder al amor materno. Más tarde, la

madre aplicó la misma explicación a la conducta extraña de

la niña.

« Al usar la etiqueta de “testaruda” e implicar en su primer

testimonio que las dificultades de la niña tenían una causa

# Los aspectos de comunicación de esta situación han sido denominados por Jackson “cambios del presente al pasado” (“past-present switches”). Así, la respuesta que una pareja dé a la pregunta del terapeuta: “¿Cómo es que, de entre todos los millones de gentes que hay en el mundo, ustedes dos lograron escogerse entre sí?” puede ser, para un diagnóstico familiar, tan útil como una prueba psicológica. Esta pregunta permite a los cónyuges describir su relación presente bajo la cubierta de que están hablando del pasado. Para más ejemplos de este fenómeno el lector puede consultar “An Anthology of Human Communication” de

„Watzlawick.1*

física, la madre lograba absolverse de toda culpa; de hecho

esta explicación sirve a la madre como una protección doble.

Page 123: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 105

Es difícil para este tipo de madre ver objetivamente los

problemas presentes de su hija, porque ya impuso su propia

interpretación a dichos problemas.

7. Finalmente, un individuo disfuncional no podrá llevar a cabo la

función más importante de la buena comunicación; es decir, no

podrá “verificar” sus percepciones para ver si concuerdan con la

situación como en realidad es, o con el significado que otra per-

persona intenta comunicarle. Cuando ninguna de dos personas

puede verificar lo que la otra quiso decir, el resultado puede

parecerse a una comedia de errores —con un final trágico. He aquí

un posible mal entendimiento entre un esposo y una esposa:

Informe: Ea: “El siempre grita.” Eo: “Yo no grito.”

Explicación: Ea: “Yo no hago cosas para darle gusto a él.” Eo: “Yo no hago cosas para darle gusto a ella.”

Interpretación: Ea: “A él no le importo.” Eo: “A ella no le importo.”

Conclusión: Ea: “Lo voy a abandonar.” Eo: “La voy a abandonar.”

Manifestación: La esposa emplea insultos; su voz es fuerte y chillona, sus

ojos relampaguean, los músculos de su cuello están tensos, su boca está abierta, sus narinas están distendidas, y sus movimientos son excesivos. El esposo no dice nada, mantiene sus ojos bajos, la boca cerrada y apretada, y el cuerpo constreñido.

Resultado: La esposa va a ver a un abogado para que entable el divorcio. El esposo presenta una contrademanda.

8. La dificultad para comunicarse está ligada muy de cerca con el

concepto que un individuo tiene de sí mismo; es decir, está ligada

con la imagen que tiene de sí mismo y con su autoestimación.

a) Los padres de una persona quizá no sólo le dieron modelos in-

adecuados de métodos para comunicarse, sino que también el

contenido de los mensajes parentales pudo tener un efecto

devaluativo (véase el cap. 6).

b) El niño tiene que llevar a cabo una tarea muy difícil para

formar su autoimagen. Tiene que integrar los mensajes que

ambos padres (por separado y juntos) le transmiten respecto a

ciertos aspectos de la vida como son: la dependencia, la

autoridad, la sexualidad, los cóc%Q& de comunicación o cla-

sificación (actividades cognoscitivas).

c) Si las actitudes de 1m padres son inciertas,, o si xxrm está en

desacuerdo con el otro, los mensajes que el róño recibe serán

igualmente confusos. El niño tratará de integrar lo que no

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106 PSICOTERAPIA FAMllfAJfc CONJUNTA

puede ser integrado, basándose en dalos inconsistentes e insu-

ficientes. Ante su fracaso, el niño acabará por formarse una

imagen incompleta de sí mismo y su autoestimación será baja.

d) Además, los padres pueden despreciar la autoestimación del

niño en forma más directa. El hijo espera que sus padres le

validen cada paso de su crecimiento; si dichos pasos no son

reconocidos por los padres en el momento en que ocurren, o si

son reconocidos con mensajes concomitantes de asco, desa-

probación, vergüenza, indiferencia o dolor, la autoestimación

del niño naturalmente se verá menoscabada.

9. La baja autoestimación conduce hacia la comunicación disfun-

cional :

a) Cuando hay un conflicto de intereses. Cualquier relación

presupone que ambos participantes se comprometen a lograr

una meta común; implica un acuerdo en el que cada parti-

cipante renunciará un poco a sus propios intereses con objeto

de alcanzar un beneficio más amplio para ambos.

« Este resultado es la mejor realidad objetiva a la que se puede

llegar en términos de lo que es posible, lo que es factible y lo

que encaja mejor en la situación desde todos los puntos de

vista.

« El proceso que se utiliza para llegar a este resultado depende

de los conceptos que tengan dé sí mismas las personas que

participan en el acuerdo. Si su autoestimación es baja, al

grado en que cualquier sacrificio de sí mismo parece

intolerable, es probable que el proceso se basará en alguna

forma de decidir “quién tiene la razón,” “quién ganará,”

“quién es el que está recibiendo más amor” o “quién se

enojará.” Llamo a esto el “síndrome de la guerra.”

€ Si una persona funciona por medio de este síndrome de la

guerra, es inevitable que su capacidad para buscar infor-

mación objetiva y llegar a conclusiones objetivas respecto a

qué es lo adecuado esté muy alterada.

b) La disfunción en la comunicación también aparece cuando el

individuo es incapaz de manejar las características que en él son

diferentes a las de otros y que en otros son diferentes a las de él.

« Como ya vimos en el capítulo 3, un individuo que no ha logrado

una imagen independiente de sí mismo a menudo tomará

cualquiera manifestación de que alguien cercano a él es

diferente, como un insulto o como un signo de desamor.

« Esto se debe a que este tipo de individuo depende intensamente

de otros para aumentar sus sentimientos de valía personal y

para validar su autoimagen. Cualquier detalle que le recuerde

Page 125: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 107

que la otra persona es, después de todo, un ser humano aparte,

capaz de dudar de él y de desertar, lo llenan de miedo y de

desconfianza.

« Algunas parejas expresan de manera libre y ruidosa sus

objeciones a que el otro sea diferente (véase “el síndrome del

sube y baja” en la página 19); otras parejas, menos seguras en

esta área, prefieren simular que las diferencias no existen.

« Con estas parejas, la comunicación se vuelve encubierta (véase

la página 17). Se suprime o se cambia cualquier mensaje que

pudiera poner en relieve el Yo de alguien como un agente

privado, con sus gustos, sus aversiones, sus deseos y

contrariedades propios. Los deseos y las decisiones se presentan

como si emanaran de cualquier parte, menos del interior de la

persona que habla; las aseveraciones se disfrazan de

declaraciones simbólicas; los mensajes se dejan incompletos e

incluso no se expresan en lo absoluto, como si el emisor confiara

en la telepatía para transmitirlos a la otra persona (véanse las

páginas 95-98). Por ejemplo, una pareja que en apariencia se

comporta como si no tuviera absolutamente ningún problema,

respondió en la psicoterapia a la pregunta “¿Cómo se conocieron

ustedes?” de la manera siguiente.

Eo: “Bueno, crecimos en el mismo vecindario.”

Ea: “No exactamente en el mismo vecindario.” (Se ríe.)

Esta ligera modificación de parte de la esposa presagió muchas

revelaciones de una grave división entre ellos.

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

10. Hasta aquí hemos estado hablando acerca de la conducta dis-

funcional más que del síntoma que nos lleva a poner nuestra

atención en dicha conducta. ¿Cuál es la conexión entre el sínto-

toma y la conducta disfuncional?

a) Como hemos visto, la conducta disfuncional se relaciona con

los sentimientos de baja autoestimación. Es, de hecho, una

defensa contra la percepción de dichos sentimientos. Las

defensas, a su vez, son expedientes que permiten a la

persona con baja autoestimación funcionar sin un síntoma.

Para la persona misma y para el mundo exterior puede

parecer que nada marcha mal.

b) No obstante, si la persona es amenazada por algún

acontecimiento que ponga en riesgo su supervivencia, o por

alguna situación que le diga “Tú no cuentas; tú no eres un

ser capaz de despertar amor; no eres nadie,” la defensa

puede resultar insuficiente para la tarea de proteger al

individuo de esos sentimientos y entonces aparece el

síntoma.

c) Habitualmente, sólo entonces eí individuo y quienes lo

rodean se dan cuenta de que está “enfermo” y sólo entonces

él admite que necesita ayuda.

11. En vista de todo esto, ¿cómo definimos la psicoterapia?

a) Si consideramos que la enfermedad se deriva de métodos

inadecuados para comunicarse (con lo cual englobamos toda

la conducta interaccional), es lógico que veamos la psicote-

rapia como un intento de mejorar dichos métodos de comu-

nicación. En los capítulos dedicados a la psicoterapia se

verá que el énfasis se pone en corregir las discrepancias en

la comunicación y en enseñar maneras de lograr resultados

conjuntos que sean más adecuados a la realidad.

b) Este enfoque de la psicoterapia depende de que el terapeuta

profese tres conceptos básicos acerca de la naturaleza hu-

mana:

« Primero, que todo individuo aspira a la supervivencia, al

crecimiento y a lograr cercanía con otros, y que toda con-

ducta expresa estos objetivos, por muy distorsionada que

parezca. Incluso en el caso de una persona en extremo

perturbada, debe considerarse que fundamentalmente

estará del lado del terapeuta.

« Segundo, que la conducta que la sociedad llama enferma,

loca, estúpida, o mala, es en realidad un intento que la

persona afligida hace para enviar señales de que existe di-

ficultad y es una manera de pedir ayuda. En en este sentido,

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CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 109

dicha conducta puede no ser, a fin de cuentas, tan enferma, tan

loca, tan estúpida o tan mala como la sociedad la considera.

« Tercero, que los seres humanos están limitados sólo por el grado

de su conocimiento, por las maneras en que se entienden a sí

mismos y por su habilidad de relacionarse con otros. El

pensamiento y el sentimiento están inextricablemente ligados

entre sí; el individuo no tiene que ser prisionero de sus

sentimientos, sino que puede usar el componente cognoscitivo de

su sentimiento para liberarse. Esta es la base para suponer que

un ser humano puede aprender lo que no sabe y puede cambiar

sus formas inadecuadas de comentar y de entender.

Esto nos lleva a analizar el papel del terapeuta. ¿Cómo va a actuar? ¿Qué imagen tendrá de sí mismo?

a) Tal vez la mejor manera en que el terapeuta puede verse a sí

mismo es como una persona que sugiere recursos. No es

omnipotente. No es un dios, ni un padre, ni un juez. La cuestión

más difícil para todos los terapeutas es cómo llegar a ser un

experto sin parecer ante el paciente como todopoderoso u

omnisciente, o como alguien que cree que siempre sabe lo que es

correcto o incorrecto.

b) El terapeuta tiene en realidad una ventaja especial, puesto que es

capaz de estudiar la situación familiar del paciente como un

observador con experiencia, permaneciendo al mismo tiempo fuera

de dicha situación, diríamos por encima de la lucha por el poder.

Igual que una cámara con una lente de gran ángulo, puede ^ver

las cosas desde la posición de cada una de las personas presentes y

actuar como representante de cada una de ellas. El terapeuta ve

las transacciones, y también observa a los individuos involucrados

en dichas transacciones; por lo tanto tiene un punto de vista que

no tienen los demás.

c) Debido a esto, la familia puede depositar su confianza en él como

“observador oficial,” o sea alguien que puede darles informes

imparciales acerca de lo que él ve y escucha. Sobre todo, el

terapeuta puede informarles acerca de lo que la familia misma no

puede ver ni relatar. 13. El terapeuta también debe verse a sí mismo como un modelo

de comunicación.

a) En primer lugar, el terapeuta debe tener cuidado de estar

consciente de sus propios prejuicios y suposiciones inconscien-

tes, para no caer en la trampa de la cuál él mismo previene a

otros, o sea, la trampa de alterar la realidad para adaptarla a

sus propias necesidades. La falta de miedo en el terapeuta al

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110 PSICOTERAPÌA FAMILIAR CONJUNTA

revelarse a sí mismo ante sus pacientes puede ser la primera

experiencia de comunicación clara que la familia ha tenido.

b) Además, la manera como el terapeuta interpreta y estructura

la acción de la psicoterapia desde el principio, es el primer

paso para introducir a la familia a nuevas técnicas de comu-

nicación.

c) He aquí un ejemplo de cómo el terapeuta aclara el proceso de

la interacción para una familia:

T: (Al esposo) Noto que tiene usted el ceño frucido, Rafael ¿Quiere decir esto que está usted enojado en este momento?

Eo: No sabía que tenía yo el ceño fruncido.

T: A veces una persona tiene un aspecto o suena en una forma que ella misma no se da cuenta. Hasta donde usted pueda decimos, ¿ qué está usted pensando y sintiendo en este momento?

Eo: Estaba yo pensando acerca de lo que ella (su esposa) dijo.

T: De lo que ella dijo, ¿en qué estaba usted pensando?

Eo: Guando ella dijo que cuando habla fuerte, desearía que yo se lo

señalara.

T: ¿Qué era lo que estaba usted pensando acerca de eso?

Eo: Nunca se me ocurrió señalárselo. Pensé que se enojaría.

T: Ah, entonces quizá esa arruga en su ceño quería decir que estaba usted perplejo porque su esposa esperaba que usted hiciera algo, y usted no sabía que ella tuviera esa esperanza. ¿Será que con su ceño fruncido da usted una señal de que se siente perplejo?

Eo: Sí, creo que sí.

T: Hasta donde usted sabe, ¿alguna vez ha estado eñ la misma situación, es decir, se ha sentido perplejo por algo que Alicia dijo o algo que Alicia hizo?

Eo: Caray, sí, muchas veces.

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CONCEPTOS DE LA PSICOTERAFfA tlt

T: ¿ Alguna vez le ha dicho a Alicia que estaba usted perplejo, cuando se sentía así?

Ea: El nunca dice nada.

T: (Sonriendo, a Alicia) Espéreme un minuto, Alicia. De jeme oír cuál es la idea que Rafael tiene acerca de lo que él hace. Rafael, ¿cómo cree usted que le hace saber a Alicia cuando usted está perplejo?

Eo: Creo que ella lo sabe.

T: Bueno, vamos a ver. Pregúntele a Alicia si ella lo sabe.

Eo: Es una babosada.

T: (Sonriendo) Puede parecer bobo en esta situación, porque Alicia está presente y ¡sin duda ya oyó cuál es su pregunta. Ella sabe qué es lo que usted le va a

preguntar. No obstante, tengo la sospecha que ni usted ni Alicia están seguros acerca de lo que el otro espera, y creo que no han encontrado maneras de averiguarlo. Alicia vamos a examinar de nuevo lo que pasó cuando comenté con Rafael acerca de su ceño fruncido. ¿También usted lo notó?

Ea: (Quejándose) Sí, es su expresión habitual.

T: ¿Qué tipo de mensaje recibió usted de ese ceño fruncido?

Ea: Que él no quiere estar aquí. Que a él no le importa nada de esto. El nunca habla. Simplemente ve la televisión o no está en casa.

T: Me da curiosidad eso. ¿Quiere usted decir que cuando Rafael tiene el ceño fruncido, usted lo interpreta como que ésa es la forma que tiene Rafael de decirle: “No te quiero, Alicia. No me importas, Alicia?”

Ea: (Exasperada y con lágrimas en los ojos.) No lo sé.

T: Bueno, tal vez ustedes dos no han encontrado formas absolutamente claras de darse su amor ni de expresarse lo que vale el uno para el otro. Todos necesitamos formas cristalinas de mandar mensajes a las otras personas que les digan el valor que esas personas tienen para nosotros. (Al hijo): ¿Qué sabes tú, Jaime, acerca de cómo expresas a tus papás el valor que ellos tienen para ti?

Ho: No sé lo que usted quiere decir.

T: Bueno, ¿cómo haces, por ejemplo, para que tu madre sepa que la quieres

cuando estás sintiendo ese cariño? Nuestros sentimientos suelen variar en diferentes momentos. Cuando tú te sientes contentoí de que tu madre está

contigo en la casa, ¿cómo se lo comunicas? Ho: Hago lo que ella me dice que haga. Trabajo, y cosas así. . .

T: Ya entiendo, así que cuando tú haces algún trabajo en la casa, estás transmitiendo un mensaje a tu madre de que estás contento de que ella esté ahí cerca.

Ho: No exactamente.

T: Entonces, cuando trabajas en la casa, estás dando un mensaje diferente. Bueno, Alicia, cuando usted ve a Jaime hacer un trabajo, ¿considera usted que ése es un mensaje de amor? (A Jaime): ¿Qué haces tú para darle a tu padre un mensaje de que lo quieres?

Ho: (Después de una pausa): No se me ocurre nada.

Page 130: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

T: Déjame decirlo de otra manera. ¿Qué podrías hacer para que apareciera con

toda seguridad una sonrisa en la cara de tu padre?

Ho: Podría sacar mejores calificaciones en la escuela.

T: Vamos a verificar esto y a ver si estás percibiendo las cosas claramente. Alicia, ¿recibe usted un mensaje de amor cuando Jaime ayuda en la casa?

Ea: Supongo que sí. . . No me ayuda mucho que digamos.

T: Así que desde su punto de vista, Alicia, usted no recibe muchos mensajes de amor de Jaime. Dígame Alicia, ¿tiene Jaime otras maneras, que a lo mejor no se le ocurren en este momento, de decirle a usted que a él le gusta tenerla cerca?

Ea: (Suavemente) El otro día me dijo que me veía yo bonita.

T: Y usted Rafael; dice Jaime que si él sacara mejores calificaciones usted sonreiría. ¿Tiene razón?

Eo: Creo que no me va ser fácil sonreír durante algún tiempo.

T: Creo que usted piensa que Jaime no está sacando buenas calificaciones; pero

¿sonreiría usted si él las sacará?

Eo: Claro, desde luego que sí, me daría mucho gusto.

T: En tal caso, ¿cómo cree usted que mostraría su gusto?

Ea: Una nunca sabe si le dio gusto o no...

T: Bueno, ya descubrimos que usted y Rafael todavía no han encontrado maneras absolutamente claras de mostrarse mutuamente lo que cada uno vale para el otro. Quizá usted, Alicia, está observando ahora esto mismo entre Jaime y Rafael. ¿Qué le parece esto, Rafael? ¿Cree que sería difícil para Jaime darse cuenta de que él le ha dado un gusto a usted?

Page 131: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 113

El terapeuta no sólo ejemplificará lo que quiere decir con comu-

nicación clara, sino que enseñará a sus pacientes cómo lograrla por sí

mismos.

a) Explicará las reglas de la comunicación en forma detallada. En

especial, dará énfasis a la necesidad de comparar el significado

que una persona emite con el significado que la otra persona

recibe. El terapeuta procurará que el paciente mantenga en su

mente la siguiente serie complicada de imágenes en espejo:

« La idea de sí mismo (cómo me veo a mí mismo}

« La idea que uno tiene del otro (cómo te veo)

« La idea que uno tiene de la idea que el otro tiene de uno mismo

(cómo veo qiie tú me ves).

« La idea que uno tiene acerca de la idea del otro, acerca de la idea

que uno tiene del otro (cómo veo que tú me ves viéndote). Sólo si

una persona es capaz de verificar en un sentido y en otro, a

través de las líneas de comunicación, puede estar segura de que

ha completado un intercambio claro.

b) El terapeuta ayudará al paciente a darse cuenta de lós mensajes

que son incongruentes, confusos o encubiertos (véanse las páginas

199-201 para ejemplos).

c) Al mismo tiempo, el terapeuta mostrará a los pacientes cómo

verificar las suposiciones no válidas que alguien utiliza como si

fueran un hecho. El terapeuta sabe que los miembros de familias

disfuncionales tienen miedo de hacer preguntas para averiguar lo

que cada quien quiere decir en realidad. Los miembros de estas

familias parecen estarse diciendo entre sí : “No puedo dejar que

sepas lo que veo, oigo, pienso y siento, porque si lo hago te caerás

muerto, me atacarás o me abandonarás.” Como resultado de esto,

cada individuo actúa según sus suposiciones, que él deriva de las

manifestaciones de las otras personas, y maneja dichas

suposiciones como si fueran hechos. El terapeuta utiliza diversas

preguntas para averiguar esas suposiciones no válidas: por

ejemplo:

“¿Qué dijo usted? ¿Qué es lo que usted me oyó decir?” “¿Qué fue lo que usted vio o escuchó que lo llevó a esa conclusión?” “¿Cuál era el mensaje que usted estaba tratando de comunicar?” “Si yo hubiera estado ahí, ¿qué es lo que hubiera visto o escuchado?” “¿ Y usted comóI sabe eso? ¿ Cómo podría usted averiguar?” “Se le ve calmado, ¿pero cómo se siente usted por dentro?”

d) Al igual que cualquier otro buen maestro, el terapeuta tratará

de ser lo más claro posible.

« El terapeuta repetirá, volverá a expresar y dará énfasis a sus

propias observaciones, a veces hasta el punto de parecer

repetitivo y simple. Hará lo mismo con las observaciones

Page 132: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que los miembros de la familia hacen.

« El terapeuta también tendrá cuidado de dar las razones por

las cuales llega a una conclusión determinada. Si el paciente

se desconcierta ante algo que dice el terapeuta y no conoce

el razonamiento que llevó al terapeuta a dicha conclusión,

esto sólo aumentará los sentimientos de impotencia en el

paciente. ^

15. El terapeuta se dará cuenta de las muchas posibilidades de in-

teracción que hay en la psicoterapia.

a) En la situación terapéutica, la presencia del terapeuta agrega

tantas diadas (sistema de dos personas) como personas haya

en la familia, puesto que el terapeuta se relaciona con cada

uno de los miembros. El terapeuta, al igual que cualquier otro

individuo presente, actúa como miembro de diversas diadas,

pero también como el observador de otras diadas. Estos

cambios de posición pueden producir confusión en el terapeuta

mismo y en la familia. Por ejemplo, si toma el partido de

alguien, debe decir a los demás con claridad que lo está

haciendo.

b) El terapeuta aclara la naturaleza de los intercambios que

suceden durante la psicoterapia, pero tiene que seleccionar los

que sean más representativos, ya que es imposible darse

cuenta de todo lo que la familia dice. Por suerte, las secuencias

familiares tienden a ser redundantes, de modo que una

aclaración puede servir para varios intercambios.

c) He aquí un ejemplo de la manera en que el terapeuta aísla y

subraya cada intercambio.

« En el momento en que el terapeuta afirma: “Cuando usted,

Rafael, dijo que estaba enojado, noté que usted, Alicia, tenía

una expresión de desagrado en su cara/5 el terapeuta está

informando que él mismo es una mónada (“Yo la veo a

usted, Alicia; yo lo oiga a usted Rafael”), e informa a Rafael

y a Alicia de que ellos son a su vez una mónada cada uno (el

uso de la palabra usted, seguido del nombré específico). Poco

después, en el momento en que el tera-

peuta utiliza la palabra cuando, establece que hay una co-

nexión entre lo que el esposo informa y lo que la esposa in-

forma, validando así la presencia de una interacción.

« Si el terapeuta entonces se vuelve hacia el hijo mayor,. Jaime,

y dice : “¿Qué te parece a ti Jaime, lo que acaba dé pasar

entre tu madre y tu padre?” el terapeuta está estableciendo a

Jaime como un observador, ya que a veces las familias

olvidan que cada uno de los miembros observa la conducta de

Page 133: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 115

los otros.

« Cuando Jaime conteste todos sabrán cuál fue su percepción. Si

resulta que el informe de Jaime no concuerda con lo que

Alicia o Rafael intentaban comunicar, en ese momento hay

una oportunidad de averiguar qué era lo que ellos intentaban

comunicar, qué fue lo que entendió Jaime, y por qué lo

interpretó de esa manera.

Rotular la enfermedad es una parte de la psicoterapia que el terapeuta tiene que abordar con especial cuidado.

a) Cuando un terapeuta está ante un paciente, se enfrenta a

alguien que ha sido rotulado por otros o por sí mismo como un

individuo que sufre trastornos emocionales, físicos o sociales.

Para el observador no terapéutico, la conducta que revela la

presencia del trastorno habitualmente recibe la etiqueta de

“estúpida,” “loca,” “enferma” o “mala.”

b) El terapeuta utiliza a veces otras etiquetas; por ejemplo, “débil

mental,” “de bajo rendimiento escolar,” “esquizofré* nico,”

“mamaccdepresivo,” “psicosomático,” o “sociópata.” Estas son

etiquetas que los clínicos usan para describir la conducta que

según ellos se desvía del resto del carácter de la persona, de lo

que otros esperan de ella y del contexto en el cual la persona se

encuentra.

c) Las observaciones que los clínicos han hecho a lo largo de tos

años, se han agrupado en un sistema de etiquetas estandari-

zadas llamado “nomenclatura psiquiátrica.” Es un métodfo

expedito que los clínicos usan para describir la conducta des-

viada.

d) Estas etiquetas a menudo presuponen una duplicación exacta

en todoS los individuos que tienen la misma etiqueta. A lo largo

de I03 años, cada una de las etiquetas ha adquirido una

identidad, icón implicaciones de pronóstico y de tratamiento

basadas, en las dimensiones de esa identidad.

Page 134: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

e) Por ejemplo, si un terapeuta ha rotulado a un paciente como

“esquizofrénico,” tal vez base el pronóstico de esa persona en sus

ideas acerca de la esquizofrenia, y no en la óbservación del

individuo que, entre otras etiquetas como “ser humano,” “Jaime,”

“esposo,” “padre,” “químico,” tiene también el rótulo de

“esquizofrénico.”

/) No obstante, ni el clínico, ni ninguna otra persona, tienen derecho a

tratar a ese individuo sólo en términos de la etiqueta

“esquizofrénico,” perdiendo de vista que también es un ser

humano total. Ninguna etiqueta es infalible, porque ningún

diagnóstico lo es; al identificar a la persona con la etiqueta, el

terapeuta cierra su mente a la posibilidad de diferentes

interpretaciones hacia las cuales diversas manifestaciones pueden

conducirlo. g) En realidad el terapeuta debe decir a su paciente:

“Se está usted comportando ahora en una forma que yo, como

clínico, rotulo de esquizofrénica.” Pero esta etiqueta sólo se aplica

en este momento3 en este lugar y en este contexto. Momentos

futuros, lugares futuros y contextos futuros pueden mostrar algo

completamente diferente.

Para cerrar el tema del papel idel terapeuta, examinemos algunas de

las ventajas específicas que tiene la psicoterapia familiar comparada

con la psicoterapia individual o de grupo.

a) En la psicoterapia familiar, el terapeuta tendrá una mayor

oportunidad de observar objetivamente. En la psicoterapia in-

dividual, puesto que hay sólo dos personas, el terapeuta es parte

de la interacción, y le será difícil ser imparcial. Además, debe

distinguir entre cuáles son las reacciones y sentimientos propios

del paciente y los que podrían ser una respuesta a indicaciones

que el terapeuta mismo envía.

b) El terapeuta familiar podrá obtener conocimiento de primera

mano acerca del paciente en dos áreas importantes.

c Al observar al individuo en su familia, el terapeuta puede ver en

qué fase está ese individuo en términos de su nivel presente de

crecimiento.

€ Al observar a un niño en el grupo familiar, el terapeuta puede

averiguar cómo es que su funcionamiento se fue alterando. El

terapeuta puede ver por sí mismo cómo el esposo y la esposa se

relacionan entre sí y cómo ambos se relacionan con el niño.

Page 135: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 117

« No es posible obtener este tipo de conocimiento de primera mano

en la psicoterapia individual, como tampoco en la de grupo,

donde el individuo está con otros de su misma edad y sus

mismas características, y el terapeuta sólo puede estudiar el

tipo de interacción limitada a ese agolpamiento de personas.

Como terapeuta, me han sido útiles algunos conceptos, un poco como

instrumentos de medición, para determinar la naturaleza y el gradó

de la disfunción en una familia.

a) Analizo cuáles son las técnicas que cada miembro de la familia usa

para manejar la presencia de rasgos diferentes de un individuo a otro. La reacción de una persona hacia las diferencias individuales

es un índice de su capacidad para adaptarse al crecimiento y al

cambio. También indica cuáles son las actitudes que tendrá hacia

otros miembros de su familia, y si será capaz de expresar estas

actitudes directamente o no.

« Los miembros de cualquier familia necesitan tener formas de

averiguar cuáles son sus diferencias individuales y de permitir

dichas diferencias. Esto requiere que cada perso- sona informe

directamente lo que percibe acerca de sí mismo y acerca del

otro, y que lo diga tanto a sí mismo como al otro.

« Ejemplo: Josefina pierde su prendedor. Tiene que decir:

“Necesito mi prendedor (claramente), y te lo estoy diciendo a ti

Bety (directamente), y es el prendedor que uso con el único traje

negro que tengo (específicamente).” Josefina no debe decir: “¿Por

qué andas hurgando mis cosas?” ni “¿No hay algo que tienes que

decirme?” Sería igualmente disfuncional entrar al cuarto de

Bety y revolver todas sus pertenencias (esto sería un

comportamiento poco claro, indirecto y no específico).

« Como ya dije, cuando un cónyuge descubre en el otro rasgos que

lo revelan como un individuo diferente, cosa que no esperaba o

que desconocía, es importante que aproveche su descubrimiento

como una oportunidad de explorar y entender, y no como una

señal de guerra.

« Si las técnicas para manejar las diferencias individuales

consisten en ¡determinar quién tiene la razón (guerra), o en

simular .que dichas diferencias individuales no existen

Page 136: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

(negación), es posible que aparezca una conducta patológica en

cualquier miembro de la familia, pero especialmente en los

niños.

b) Hago lo que llamo análisis de la función de los papeles, para

averiguar si los miembros de una familia están actuando, en

forma encubierta, papeles diferentes a los que exige su posición en

la familia (ver la página 198).

« Si dos individuos se casan con la esperanza de extender su propio

Yo, cada uno recibe, en realidad, la responsabilidad del otro y se

crea así una especie de relación parasitaria mutua.

« Esta relación acabará por convertirse en algo que se parece a la

relación entre un padre y un niño. Los adultos, llamados

“esposo” y “esposa,” pueden en realidad estar funcionando como

madre c hijo, padre e hija, o como hermanos, lo cual confunde al

resto de la familia y, finalmente, los confunde a ellos mismos.

« He aquí un ejemplo muy simplificado de la manera como las

cosas podrían desarrollarse en ese tipo de familia.

Supongamos que María toma por completo el papel de único progenitor, y Pepe actúa la paite de su hijo. Pepe entonces toma el papel de hermano de sus dos hijos Juan y Paty, y se convierte en su rival a<l competir por el afecto de la madre. Para manejar su rivalidad y mantener su lugar de esposo, Pepe puede empezar a beber en exceso o encerrarse en su trabajo con objeto de alejarse de su casa. María, abandonada, puede volverse hacia su hijo Juan haciéndole sentir que debe tomar el lugar de su padre. Juan, deseando complacerla pero incapaz de lograrlo, puede volverse delincuente, rebelarse contra su madre y ligarse a alguien fuera del hogar. O bien, el

chico puede aceptar la invitación de su madre, renunciar a su papel de hombre y volverse homosexual. Paty puede mostrar regresión o permanecer infantil para mantener su lugar. Pepe, el padre, puede desarrollar úlcera gástrica y María puede volverse psicòtica.

€ Estas son sólo algunas de las posibilidades de perturbación en una familia

que se ha desorganizado debido a que sus miembros actúan papeles

incongruentes.

c) Hago un análisis de cómo cada miembro de la familia manifiesta su propio Yo. Si lo que alguien dice no concuerda con su aspecto ni con el tono

de sus palabras, ni con su forma de actuar, o si esa persona relata sus propios

deseos y sentimientos como si pertenecieran a otra persona, o como si provinie-

ran de algún otro lugar, sé que ése individuo no será capaz

Page 137: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CONCEPTOS DE LA PSICOTERAPIA 119

de claves confiables ¡>ar& cudkpier otra perso

na que interactue con éL Cuando esta conducta, que llamo

“incongruencia es notoria en los miembros de

laaaa familia, existe el peligro de que se desan^it7 \mt proceso patológico.

d) Con objietá» de averiguar cómo la infancia de cada miembro

de una familia ha afectado sus formas presentes de compor-

tarse, hago lo q¿ue llamo un análisis de modelos (ver páginas

197-198).

« Esto quiere decir que trato de descubrir quienes fueron (o

son) los modelos que influyeron en cada miembro de la

familia durante sus primeros años; quién les dio mensajes

acerca del hecho y la conveniencia cié crecer; quien les trazó

el camino a seguir para actuar ante una nueva experiencia

y evaluarla, y quién fue el encargado de mostrarles cómo

acereaise a los otros.

« Estos mensajes tienen para el niño una gran importancia,

ya que determinan su propia supervivencia; poc k> tanto,

las formas en que dichos meao&ajes son dados determinan

automáticamen t e las formas en egue el individuo interpre-

tará los mensajes de otros adultos* en etapas posteriores de

su vida. Quizá dichos adultos (cónyuges, suegros o jefes en

un empleo) ya no tienen una importancia de supervivencia

para la persona, pero ésta puede adjudicarles gran impor-

tancia, como si su supervivencia dependiera de ellos.*

19. En este capítulo hemos comentado fuera del contexto de una

psicoterapia en proceso, ideas cpe en realidad pertenecen a dicha

situación clínica. En ios tres próximos capítulos espero mostrar

muy específicamente la forma en que yo, como terapeuta, incor-

poro dichas ideas a la acción de la psicoterapia, desde la primera

vez que veo a una familia hasta que termina el tratamiento.

7 Hay conexiones obvias entre esta teoría,-el concepto anaMtico de trans-

ferencia y el concepto de Sullivan datáis torsión paratáxica; pero también hay diferencias. En especia!, en vez de inferir a partir de la transferencia cuál fue la naturaleza problemática del medio que rodeó al individuo durante sus primeros años, utilizo la información respecto a su pasado para evaluar cuánta importancia el individuo aÉájydica, en el momento, presente f para su supervivencia, a los mensajes cjise recibe.

Page 138: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

120

11 INICIACION DEL TRATAMIENTO

1. Me gustaría describir lo que pasa entre bambalinas y mostrar en

detalle las técnicas que he encontrado más útiles al practicar la

psicoterapia familiar. Aunque naturalmente creo en mis propios

métodos, y espero que a otros terapeutas les sea útil conocerlos, no

quiero implicar que sean la única ni la última palabra en pro-

cedimientos terapéuticos.

Aclaro esto porque creo firmemente que cada terapeuta tiene que

encontrar su propia forma, única e individual, de practicar su

oficio. Al tratar a sus pacientes, nunca debe sacrificar su estilo

personal en aras de algún ideal profesional impersonal. Como se

verá, siempre que puedo conservo mi propio estilo de frasear las

cosas (por ejemplo, cuando pregunto a una familia: “¿Qué les

duele?”), así como mis expresiones idiomáticas favoritas y mi forma

de bromear.

También he encontrado que un estiloL iafarmal y adaptado a cada

individuo ayuda a hacer que la entrevista terapéutica no se

parezca a un rito funeral o a una escena de juzgado, y establece

una atmósfera que propicia la esperanza y la buena voluntad.

En esta sección he incluido ejemplos del tipo de preguntas que uso

para ir estimulando a la gente a que ^ consciente de su propia

comunicación. A veces, puede parecer que dichas preguntas son

innecesariamente repetitivas o simples, e incluso dan la impresión

de que el terapeuta no oye bien. No obstante, debemos recordar que

cuando estamos entrevistando a más dé una persona, ó cuando los

miembros de la familia todavía no saben cómo decir lo que quieren

comunicar, ni averiguar lo que los otros quieren decir, estas

repeticiones y sim-

plificaciones son parte central del proceso terapéutico. A menudo los

terapeutas poco experimentados se sorprenden de que con frecuencia

los miembros de una familia no pueden hacer entre sí ni siquiera

preguntas sencillas para averiguar ciertos hechos, y es necesario

enseñarles a preguntar.

Otra razón por la cual hago tantas preguntas y las repito con cada

persona de la familia, es mi deseo de dar a todos los presentes una

Page 139: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

INICIACION DEL TRATAMIENTO 123

perspectiva nueva que quizá les amplíe su percepción acerca de la

forma en que el que habla ve o vio las cosas.

Describimos ahora el primer contacto que el terapeuta tiene con un

miembro de la familia, probablemente a través de una llamada

telefónica. En este primer contacto, el terapeuta se concentrará en

cuatro cosas.

a) Tratará de averiguar cómo está constituida la familia Pérez.

« Por ejemplo, ¿tiene Juanito hermanos y hermanas?, si es asi,

¿qué edad tienen? ¿Vive la abuela a la vuelta de la esquina?, si

es así, ¿con qué frecuencia dicha abuela interviene en la vida

familiar?

« ¿Se ha mudado alguien recientemente a vivir con la familia, o

alguien que vivía con la familia se ha mudado a otro lado? Si es

así, ¿quién? ¿el abuelo? ¿un nuevo bebé? ¿un inquilino?

b) El terapeuta tratará de averiguar la edad de cada miembro de la

familia, porque esta información le dice qué tan cerca está cada

uno de su madurez cronológica y cuánta carga de cuidados

parentales los cónyuges tienen que soportar.

« Por ejemplo, ¿María y su esposo Pepe están alrededor de los 20,

30, o 50 años? ¿Se trata de una familia joven o de una familia

vieja?

« ¿Qué edad tiene Juanito? ¿En qué fase de su crecimiento hacia la

madurez se encuentra ahora? (Quizá el terapeuta no averigüe

todo esto en el primer contacto, pero mantendrá las preguntas

en su mente conforme hable con María Pérez en el teléfono.)

c) El terapeuta le explica a María Pérez en qué consiste la

psicoterapia familiar, recalcando que es importante que el esposo

tome parte en el tratamiento.

d) Inicialmente, ¿1 terapeuta habla con María acerca de ella y Pepe

como padres de Juanito, y no como cónyuges; así el terapeuta

accede temporalrneríte a enfocar sm atención en Juanito como el

problema, o como “la razón por la cual hemos decidido .pedir

^yuda.”

e) He aquí un ejemplo ele un primer cofítacto por teléfono:

Ea: Habla la señora Pérez. He oído acerca de esta idea de la psicoterapia familiar y pensé que quizá usted podría ayudare.

T: ¿Qué es lo que pasa?

Ea: Bueno, estamos teniendo problemas con nuestro muchacho, Juanito. No le está yendo bien en la escuela. De hecho él. . . no ha sido, en absoluto, un niño muy difícil, hasta ahora, Pero tiene esta nueva maestra que lo trata

muy rudamente y es muy exigente con él. No sé. Simplemente no quiere portarse bien y hemos recibido varias quejas de la escuela. Dicen que es un niño bastante tenso, y creo que sí lo es...

Page 140: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

T: Ya veo. Los maestros se han quejado de la conducta de Juanito en la escuela y está tenso. ¿Cómo muestra Juanito que está tenso? ¿Cómo dicen los maestros que el niño lo muestra?

Ea: Bueno, dicen que se sale de clase a cada rato y que no se está quieto ni un momento, y opinan que es muy difícil de manejar. Simplemente no le entiendo. Francamente, ya no sé qué hacer. El niño no me quiere decir qué es lo que le pasa, y pensé que quizá si usted pudiera... si hay algo que estemos haciendo mal. ..

T: Parece, en efecto, que las cosas no marchan como usted quisiera. Podríamos examinar más de cerca el asunto y ver cómo sucedió, cómo se produjeron las cosas y tratar de entender todo mejor.

Ea: Bueno, ya hicimos todo lo que podíamos. Le hemos dado al niño todo lo que un chico pudiera desear.

T: Comprendo que se sienta confundida; estoy segura de que usted está esforzándose por entender qué sucede. Como usted sabe, aquí hacemos psicoterapia familiar y pienso que podríamos empezar con usted y su esposo. Creo que eso sería lo mejor. Ustedes son los adultos en la familia. Dígame, ¿cjuiénes constituyen su familia?

Ea: Bueno, están Juanito y Paty. Y mi esposo Pepe, y yó. Nada más nosotros

cuatro.

T: Son ustedes cuatro. El nombre de su esposo es Pepe. ¿ Qué edad tienen Juanito y Paty?

Ea: Juanito tiene diez años, Paty va a cumplir siete.

T: Juanito tiene diez años. Paty tiene casi siete. ¿Hay alguien más en la

familia? Ea: No. T: Bueno, como le digo, aquí trabajamos con las familias. Así que

deberíamos empezar com los dos adultos. Me daría mucho gusto hacer una cita con usted y su esposo. Después nos pondremos de acuerdo respecto a cuándo traer a los niños.

Ea: Bueno, yo... Bueno, no estoy segura. Pero creo que Pepe... No estoy segura de que quiera ir. No le he preguntado pero él es.. 1

T: Necesitamos de su esposo información que sólo él puede dar. Es muy importante que yo los vea a ustedes dos. Dígale a su esposo que una familia no es una familia sin el padre y la madre presentes. Es muy importante que tengamos la oportu- dad de conocer su punto de vista.

Ea: Bueno, le voy a decjr. Pero no sé. El es muy... A él no le caen muy bien... El es; este...

T: Dígale a su esposo que necesitamos su aportación. Necesitamos saber su punto de vista acerca de la situación, porque él nos hablará como el hombre adulto de la familia. Necesitamos toda la información que podamos obtener, y el punto de vista de un padre es muy importante. Sólo él puede hablar por si mismo. Nadie puede dar lo que él puede dar.

Ea: Bueno, trataré. ¿Cuándo podría usted vernos?

Pepe acudirá con su esposa a la primera cita. Con este tipo de

Page 141: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

INICIACION DEL TRATAMIENTO 123

enfoque, es raro que el esposo, en su papel de padre, no

responda. El énfasis del terapeuta parece dar al esposo una

nueva importancia ante los ojos de la esposa.

3. En la primera entrevista, el terapeuta empezará por hacer pre-

guntas que establezcan qué es lo que la familia quiere y espera del

tratamiento.

a) El terapeuta le hará la misma pregunta a cada uno de los

presentes, aunque no necesariamente con estas palabras:

“¿Cómo fue que vino usted aquí?”

“¿Qué se imagina usted que va a suceder aquí?”

“¿Qué espera usted lograr aquí?”

b) El terapeuta explicará entonces la naturaleza de la psicotera-

pia familiar. Puede decir:

“Las familias se; comportan siguiendo reglas que a veces ni siquiera copocen. Quisiera saber cómo funciona esta familia.”

Page 142: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Cada miembro de la familia tiene que hacer algo cuando ve sufrir a otro

miembro. Necesito averiguar qué es lo que cada uno de ustedes hace.”

“Nadie puede ver el cuadro completo porque todos estamos limitados a nuestra propia percepción. Reunidos aquí podemos obtener el cuadro completo con mayor claridad. Cada quien puede aportar una contribución única y valiosa, que nadie más puede duplicar.”

c) El terapeuta hará entonces a cada miembro de la familia algunas

preguntas para saber más acerca del síntoma y para averiguar qué

ha significado dicho síntoma para ellos. Por ejemplo:

“Díganme, ¿qué es lo que ustedes ven que duele en la familia?”

“Todos los que tienen un problema sufren en alguna forma. ¿Pueden decirme dónde duele?”

“¿Qué es lo que „duele‟ en esta familia?”

Cualquiera de estas preguntas introduce la idea de que la familia,

como grupo, sufre. Comienza a cambiar el foco de la atención, que

estaba centrado en el “paciente identificado/‟ hacia la familia como

un todo. Cada miembro tiene la opor- nidad de identificar, por sí

mismo, cuál es el área problemática.

d) Los padres habitualmente contestan que el PI es el problema, y el

terapeuta brevemente se orienta hacia el problema tal y como los

padres lo ven:

“¿Cuándo notaron por primera vez este síntoma?”

“¿Lo discutieron entre ustedes?”

“¿Qué hicieron para tratar de aliviar el problema?”

“¿Qué resultado tuvieron esas tentativas?”

Estas preguntas permiten a los padres relatar cómo han tratado

de ser buenos progenitores y exponer detenidamente sus dudas.

Estas preguntas también ayudan al terapeuta a obtener los

primeros indicios acerca de varias cosas: ¿Quién habla por quién?

¿Quién hace las reglas familiares? ¿Quién hace los planes? ¿Quién

los lleva a cabo? ¿Con cuánta claridad se comunican los planes?

¿Quién es el que más habla?

¿Quién habla menos que todos? ¿Cuál es el ritmo general y el tono

de la comunicación familiar? ¿Qué tan clara y directa es la

comunicación de la familia? ¿Cómo responde la la familia ante la

crisis? ¿En qué área de la conducta se manifiesta el sistema? (¿En

el C.I., en el cuerpo, en las emociones, o en el área social?) ¿Qué

circunstancias rodearon el principio del síntoma? ¿Qué intervalo

pasó entre el principio del síntoma y el momento en que la familia

Page 143: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

INICIACION DEL TRATAMIENTO 123

le dio una etiqueta a dicho síntoma? ¿A quién (o qué) ha culpado la

familia por la existencia del síntoma? (¿A los vecinos, a los

maestros, a Dios, a la herencia?) ¿Cuál es el propósito que el

síntoma cumple en la familia?

e) El terapeuta hace que disminuya el miedo a ser acusados, cuando

acentúa las ideas de perplejidad y de buenas intenciones :

“Esto debe haberlos confundido mucho; que ustedes hicieron todo eso y aun asi nada parecía salir como esperaban.”

“Todos somos humanos. Hacemos las cosas lo mejor que podemos. Debe haberlos confundido que, a pesar de todos esos esfuerzos, nada parecía marchar bien.”

/) El terapeuta entonces hace un puente con objeto de pasar hacia el

principio del estudio de la familia. Puede decir, por ejemplo:

“Parece que todos ustedes se han sentido perplejos acerca de cómo empezó esta dificultad que me cuentan.”

“Hubo un tiempo en que ninguno de los que están en este cuarto conocía a los otros. Tal vez sea difícil para ustedes recordar ese tiempo, y les parece que siempre se han conocido todos. Pero no es así. Ustedes empezaron a juntarse de uno en uno. Poco a poco apareció un miembro más de la familia, y los que ya estaban ahí tuvieron que encontrar la manera de hacer lugar para el nuevo miembro.”

“Vamos a ver ahora quiénes son las personas que han formado esta familia.”

Page 144: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

126

12 COMO USAR UNA CRONOLOGIA DE

LA VIDA FAMILIAR

1. Cuando contemplo a una familia, veo a tres generaciones dife-

rentes.

a) En mi mente veo a los progenitores como niños, viviendo y

creciendo con sus propios padres (que ahora son los abuelos),

aprendiendo las reglas implícitas y explícitas acerca de cómo

enfocar la vida.

b) Veo a los progenitores como arquitectos de la familia presente.

Han combinado lo que ambos aprendieron en sus propias

familias, y lo han mezclado consciente e inconscientemente

para formar el contexto de su familia actual.

c) La tercera familia aparece cuando hay hijos casados. Si esto no

ha sucedido, la „„tercera familia” es una familia que se

construirá en el futuro, con base en la experiencia actual del

niño y su familia presente. De cualquier manera, los hijos

aprenden cómo convertirse en adultos, formen o no su familia

propia.

2. Esto quiere decir que la familia está compuesta por padres, abue-

los e hijos. Cada generación representa un contexto diferente, en

una época y un lugar diferentes. Las circunstancias, el contexto y

el momento en los cuales la familia actual se formó (con miembros

que se han agregado y miembros que se han ido) son el territorio

que uso como base para descubrir cómo ha evolucionado esa

familia en especial.

a) Cada familia tiene una historia inigualable, y ha dado a cada

uno de sus miembros significados e interpretaciones caracte-

rísticos de dicha familia.

b) Cada familia tiene su propia lista de reglas implícitas y explícitas

acerca de cómo enfocar la vida. Un breve examen de cualquier

familia de tres generaciones, rápidamente mostrará cómo esas

reglas implícitas y explícitas se han entretejido en la tela actual

de la vida familiar.

« Directamente.

« Aparentando ignorar la existencia de dichas reglas, pero

proyectándolas hacia una entidad fuera de la familia.

Page 145: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 127

« Negando la existencia de dichas reglas y haciendo lo opuesto.

« Distorsionando de alguna manera las reglas.

« Descartando cómodamente las reglas en su totalidad.

Al iniciarse la primera sesión, el terapeuta familiar sabe poco o nada

acerca de la familia.

a) Tal vez conozca quién es el “paciente identificado” (PI) y cuáles

son los síntomas que dicho paciente manifiesta, pero

habitualmente eso es todo lo que sabe. De modo que para empezar

la exploración debe obtener indicios acerca de cuál es el significado

del síntoma en ese sistema familiar.

b) Quizá sospeche que existe dolor en la relación cónyugal, pera es

importante averiguar cómo se manifiesta ese sufrimiento.

Necesita saber también en qué forma los cónyuges han tratado de

enfrentarse a sus problemas.

c) Tal vez sepa que los esposos actúan basándose en “modelos”‟ (lo

que vieron suceder entre sus propios padres), pero necesita

averiguar en qué forma estos modelos han influido sobre lo que

cada cónyuge espera ser como esposo o como padre.

El terapeuta familiar inicia la sesión sabiendo que la familia ha

tenido una historia. La cronología de la vida familiar es

esencialmente una historia de los hechos que tuvieron lugar en el

mundo interno y en el mundo externo de la familia. Revela también

cómo los miembros interpretaron y respondieron ante tales hechos.

a) Ejemplos de sucesos que acaecen dentro de la familia: un niño

nace o muere, un progenitor se divorcia o muere, un abuelo viene

a vivir con la familia, o deja de vivir ahí.

b) Ejemplos de ihechos en el mundo externo: una guerra, una

depresión económica, una nueva ley rígida, o un cambio

drástico en el nivel económico de la familia (ya sea hacia arriba

o hacia abajo).

c) Cuando ha habido gran número de fragmentaciones y dis-

tracciones dentro de la familia durante muchos años, el hecho

de estructurar una cronología a menudo ayuda al terapeuta

familiar a adquirir una perspectiva de dicha familia.

5. Uno de los datos principales que el terapeuta familiar tiene que

investigar es la manera en que las gentes han hecho frente a lo

que les sucedió.

a) La manera en que un individuo se enfrenta a distintas vici-

situdes. depende de su autoestimación y revela cuales son las

reglas emocionales implícitas en su familia.

Page 146: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

b) Al obtener una cronología de los hechos, la época y el lugar en

que acaecieron, el terapeuta puede “sentir” cómo ha sido la

jornada real de la familia.

6. Obtengo información histórica subrayando mi respeto por la forma

en que cada persona enfrentó los hechos y la gravedad de los

mismos.

a) Hace mucho descubrí que las gentes actúan de la mejor ma-

nera que pueden en un momento dado, aunque desde el punto

de vista de un observador o al revisar los eventos tiempo

después, dicha conducta no parezca haber sido la mejor po-

sible.

b) No importa lo que una persona haga, sus actos representan lo

que para él o ella es importante, la manera como vive e

interpreta la experiencia, y las acciones que asocia con dicha

interpretación.

c) Esto constituye el catálogo completo de lo que un individuo

necesita para enfrentar problemas. Si la persona cambia su

manera de enfocar dificultades, cambia el aspecto de los pro-

blemas a los cuales da más importancia, ve nuevas posibili-

dades, interpreta los hechos en una forma nueva y descubre

diversas opciones, automáticamente podrá adquirir una nueva

manera de enfrentar dificultades.

7. Los miembros de la familia inician la psicoterapia con mucho

temor.

a) Todos los miembros sufren de un sentimiento encubierto de

culpa por el hecho de que nada parece haber resultado bien

(incluso cuando en forma abierta culpen al PI o al otro

cónyuge).

b) Los padres, en especial, necesitan sentir que como progenitores

han hecho las cosas lo mejor posible. Necesitan decir al

terapeuta: “Por esto hice lo que hice. Esto es lo que me sucedió.”

c) A la familia parece gustarle que el terapeuta investigue una

cronología de la vida familiar que tenga que ver con hechos; es

decir nombres, fechas, relaciones definidas, cambios de

domicilio, etcétera. Son preguntas que los miembros de la

familia pueden contestar, y que relativamente no son ame-

nazantes. Se está hablando de la vida tal y como la familia la

entiende.

En el pasado, solía yo investigar esta cronología de una manera

bastante rígida. En la actualidad empiezo por ocupar mayor tiempo

para hacer contacto con los miembros de la familia en el aquí y el

Page 147: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 129

ahora.

a) Después de que establecí contacto con cada miembro de la

familia, dibujo un mapa en un pizarrón, para averiguar quién

formó parte de la familia y cuando.

b) En esta primera etapa, elucidar hechos acerca de la presen* cia

y ausencia de miembros familiares parece ser menos ame-

nazante que si lo hago más tarde. Hacer el mapa familiar en los

primeros momentos de la entrevista, puede compararse a

preguntar acerca de la salud y los signos vitales de una

persona. Puesto que pregunto información basada en hechos,

los miembros de la familia pueden relatar la cronología sin

darle demasiada importancia emocional.

c) De esta manera, el terapeuta familiar confórme escucha la

información y el relato de los hechos, puede percibir la mayoría

de las pistas que le ayudarán a comprender el proceso familiar:

¿Quién es el padre de quién? ¿Hay una segunda esposa? ¿Dónde

está la madre de los niños? etcétera.

d) Mientras algunos miembros de la familia relatan la informa-

ción,, el terapeuta debe observar las reacciones de los otros

componentes de la familia, archivarlas para referencia futura, o

utilizarlas conforme surgen.

). Cuando termino dje dibujar el mapa, ya me di cuenta de las ca-

racterísticas especiáles de la familia, «.ya respondí a los hechos

Page 148: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que me relatan y ya modelé para la familia una actitud de no adjudicar culpas.

a) Por ejemplo: Si me dicen que el hombre que está sentado

frente a mí es el padrastro, le preguntó “¿A cuáles de los niños

que veo aquí trajo usted al matrimonio?.” Esto da lugar a que

yo le pregunte al niño que el padrastro designa : * “Así que

ahora tienes trece años. ¿Desde cuándo estás en ■esta nueva

familia?” Esta pregunta lleva el mensaje implícito de que sé

que el niño tuvo una experiencia íiueva. No subrayo qué tipo

de experiencia fue, sino simplemente el hecho de que hubo

una experiencia nueva.

■b) Tal vez inquiera yo acerca de en dónde está la madre. O a

veces le pregunto al niño: “¿Y qué tal funcionan las cosas

ahora que vives con una persona que hace las veces de ma-

dre?” Si logro hacer unas cuantas preguntas en el momento

adecuado, puedo penetrar en el corazón de los asuntos fa-

miliares.

c) Si me doy cuenta de que una de las personas presentes es una

abuela que entró en la familia dos semanas antes de la

entrevista, después de la muerte de su esposo, sé que de al-

guna manera existe todavía un proceso de duelo. Dicho duelo

tiene ün significado para él progenitor cuyo padre murió, otro

para los niños cuyo abuelo murió, y otro para la mujer que

perdió a su esposo.

« Si existe un niño a quien la familia identifica como paciente,

de manera casual pregunto cómo iban las cosas entre ese

niño y el abuelo que murió.

« Tal vez haga yo la misma pregunta a los otros miembros de

la familia, para que no sea demasiado obvio lo que pregunté

al paciente identificado.

10. El terapeuta familiar tiene que juzgar cuánta atención debe dar a una parte determinada de la cronología.

a) El objetivo es obtener una perspectiva y dar a la familia una

perspectiva de su propia historia.

b) Conforme cada miembro de la familia relata su historia, el

terapeuta tiene que poner atención especial en los procesos

que cada miembro ha utilizado para enfrentar los problemas.

c) El terapeuta también tiene que tener presentes ciertas carac-

terísticas de las familias que inician un tratamiento; A con-

tinuación describo algunos aspectos especiales de los que me

Page 149: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 131

doy cuenta conforme voy descubriendo a la familia con la que

emprendo un tratamiento.

d) Los miembros de la familia inician la psicoterapia con gran

desesperanza. La estructura que el terapeuta da a las sesiones

ayuda a estimular la esperanza.

« Los miembros de la familia consideran que los eventos pasados

son parte de ellos mismos como personas. Ahora pueden decir

al terapeuta: “Yo existía.” Y también: “No - soy un saco de

enfermedades. He logrado sobreponerme a muchas

desventajas,”

« Si la familia supiera lo que necesita preguntar no requeriría

psicoterapia. Por eso, el terapeuta no íes dice a sus

pacientes: “Díganme lo que quieran decirme.” Los miembros

de la familia simplemente le dirán lo que sé han estado

diciendo a sí mismos durante años. Las preguntas del

terapeuta comunican: “Sé qué es lo debo preguntar. Tomo la

responsabilidad de entenderlos. Vamos a lograr algo.”

e) El terapeuta familiar también sabe que, en cierto grado, la

familia ha enfocado su atención en un PI con objeto de aliviar

el dolor conyugal. Sabe también que, en cierto grado, la

familia opondrá resistencia a cualquier esfuerzo de cambiar

ese foco. Investigar la cronología de la vida familiar es una

manera efectiva y no amenazadora de cambiar el énfasis que

han dado al miembro “enfermo” o límalo,” y enfocarlo hacia la

relación conyugal.

f) La investigación de la cronología de la vida familiar también

sirve a otros propósitos útiles para la psicoterapia, como, por

ejemplo, proporcionar un marco de referencia dentro del cual

es posible iniciar ui> proceso de reeducación. Como ya dijimos,

el terapeuta sirve de modelo a través de la forma en que

verifica la informaciónr corrige las técnicas de comunicación^

hace preguntas, y estimula respuestas que le permiten iniciar

dichp proceso. Ademásy cuando el terapeuta investiga la

cronología, puede introducir, de una manera que no asusta

mucho a la familia, algunos de los concepto» cruciales me-

diantes los cpales espera inducir el cámbio.

Basándose en la cronología de la vida familiar, el terapeuta ob-

tiene los primeros indicios respecto a cuán dísfuncional es la re-

lación conyugal. *

a) Por ejemplo, si al contestar las preguntas del terapeuta, los

cónyuges pueden hablar con facilidad del dolor en su reía-

Page 150: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

ción marital, se perfila el pronóstico de un resultado venturoso y

temprano en la psicoterapia.

b) Por el contrario, si durante la.investigación de la cronología, los

cónyuges no pueden hablar con facilidad acerca de su relación,

sino que insisten en enfocar su atención en el PI, y se limitan a

hablar de sí mismos sólo como padres de un niño enfermo o malo,

el pronóstico de éxito temprano será menos halagüeño.

c) Por otra parte, si el niño (el PI) ayuda a los padres a mantener el

foco de lá atención en sí misrtio (como lo hacen los delincuentes y

los esquizofrénicos), el terapeuta tiene la tarea adicional de tratar

de tranquilizar a dicho PI, asegurándole que no es peligroso

hablar del dolor que existe entre sus padres-a la vez que infunde

confianza a los cónyuges.

En cierto sentido, la psicoterapia familiar es una forma de psico-

terapia conyugal, aunque el terapeuta familiar también se ocupa del papel parental de los cónyuges.

a) Lá manera como el terapeuta maneja el papel parental depende

de la edad de los hijos. A mi modo de ver, el papel parental sólo

existe en* relación con hijos que todavía viven con la familia y que

no han alcánzado la edad adulta. Una vez que un hijo tiene 21

años de edad, debe ser tratado como otro adulto, puesto que ésa es

la realidad, y tanto él como sus padres deben aprender a aceptarla

si es que todavía no lo hacen (véase pág. 159).

b) La psicoterapia familiar tiene que enfocarse en primer lugar a los

cónyuges, en su papel de marido y mujer, debido a que su dolor

conyugal les ha impedido dar a su hijo los cuidados parentales

que/requería' el crecimiento del niño. Han estado desempeñando

su papel de padres dé acuerdo con sus propias necesidades.

c) La psicoterapia fajniliar tiene-que enfocarse en primer lugar

"Ictíos^^^y^es/como marido y "mujer, debido a que su dolor

conyugal es ló qué el PI y todos ios otros hijos perciben de manera

más aguda y lo que los afecta más^

« Los padres que son infelices con su compañero no pueden dar a

su hijo la sensación de que la base de su hogar es segura.

«c Tampoco pueden servir al hijo de modelos útiles acerca de cómo es

una relación hombre-mujer cómodá y satisfactoria.

Page 151: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 133

13. Después de que el terapeuta se ha ocupado brevemente del pro-

blema tal y como la familia comienza a investigar la

cronología, y para esto se dirige primero a los cónyuges.*

a) Los cónyuges fueron lo primero; de hecho, ellos son los ar-quitectos de la familia.

« Al ocuparse primero de los cónyuges, el terapeuta también

empieza a delinear la relación conyugal.

« A la vez, ayuda al hijo a ver a sus padres como individuos

que ya vivían mucho antes de que él naciera.

b) El terapeuta inicia su trabajo con los cónyuges, aunque la

familia, como familia, no empezó a existir sino hasta la lle-

gada del primer hijo. Si el terapeuta comenzara por ocuparse

de la relación de cada uno de los padres con el niño, estaría

poniendo la carreta antes del caballo.

14. El núcleo de lo que más tarde fue la familia empezó a existir

cuando los compañeros conyugales se vieron por primera vez y

decidieron continuar la relación.

a) En esa etapa, se empezó a formar la homeostasis marital bá-

sica (o sea que se empezó a definir la relación). Por eso toda

investigación de la cronología tiene que empezar en ese pri-

mer encuentro entre los dos futuros cónyuges;

b) Es posible que el hombre y la mujer que decidieron continuar

la relación hayan pasado cierto tiempo tratándose antes de

casarse. Por eso, toda investigación cronológica tiene que

abarcar el periodo entre el momento en que~ ambas personas

se conocieron y el momento en que se casaron.

c) Es probable que el hombre y la mujer que se convirtieron en

cónyuges vivieron juntos durante un tiempo como pareja sin

hijos. Por eso/toda investigación cronológica debe abarcar el

periodo anterior al momento en que los cónyuges asumieron el

papel parental.

d) Ademásj ambos cónyuges, a su vez, crecieron dentro de una

familia. Por eso, toda investigación cronológica debe incluir

una imagen de cómo era la vida en los ambientes familiares

# Cuando hace esto, el terapeuta puede tomar notas, ya sea como recordatorio, para fines de investigación, o para mostrar a la familia que está tomando muy en serio lo que le dice. Por otra parte, muchos terapeutas graban las entrevistas o sienten que tomar notas interrumpe el trabajo. Esto siempre ha sido una preférencia individual, desde que Freud hizo sus primeras observaciones al respecto.

originales de ambos esposos. (Aunque cronológicamente esta

información concierne a tiempos anteriores, el terapeuta tiene

que orientarse hacia el presente de la familia, de manera que

Page 152: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

empieza por investigar la etapa en que los cónyuges se en-

contraron por primera vez: comienza por el principio de la

familia presente.)

15. Antes de hablar de cuáles son las preguntas específicas que el

terapeuta puede hacer y cuál es el orden en que puede pregun-

tarlas, deseo hacer hincapié en la manera, el espíritu o el estilo en

que el terapeuta debe hacer dichas preguntas. *

a) El terapeuta familiar investiga la cronología de la vida fami-

liar de una manera informal, pero poniendo gran atención en

lo que le contestan (ver pág. 141).

b) El terapeuta se comporta como si fuera un cronista de la fa-

milia, que investiga hechos de la vida familiar. Hace esto en

una atmósfera que implica la expectativa de descubrir datos

interesantes; la familia y él, juntos, van a pintar un cuadro del

pasado. Todos los miembros podrán aportar sus propias

percepciones de los acontecimientos, aun cuando las percep-

ciones de una persona no concuerdan con las de otra.

c) El terapeuta no se comporta como un empadronador, ni como

un director de funerales, ni como un fiscal que interroga a los

acusados. El y la familia son científicos que están trabajando

juntos en una tarea. Por ejemplo, el terapeuta puede decir:

“En ese momento la abuelita regresa al cuadro. ¿No es así? ¿Cuándo

sucedió esto según ustedes lo recuerdan? ¿ Antes o después de que esta Susy apareciera en la escena?”

16. El terapeuta primero obtiene lo que llamo el “reparto de persona-

jes,” como si estuviera preparándose a describir una pieza de

teatro:

“Bueno, entonces, para que yo tenga un cuadro más completo de la situación, díganme ¿quiénes constituyen la familia?”

“¿Cómo se llaman los hijos? ¿Dónde están ahora? ¿Qué edad tienen?”

Conviene recordar que puede haber otros hijos en la famIMa además de fes presentes en eí consultorio.

17. Si el terapeuta averigua que uno de los cónyuges o los dos ha

estado casado antes, se detiene a preguntar los nombres, las eda-

des y el sitio donde se encuentran los cónyuges anteriores y los

hijos de los matrimonios previos. También pregunta la fecha del

matrimonio anterior y la fecha *&el divorcio o de 4a muerte del

cónytiige previo.

“Ya entiendo. Entonces usted estuvo casado antes con otra persona. Eso

quiere decir que en esta familia hay algunos niños que provienen de ése

matrimonio previo.”

Page 153: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 135

“¿Cuándo se casó usted por primera vez?”

“¿Qué provocó la separación?”

A veces el padre que acude a la entrevista es en realidad el pa-

drastro o el padre adoptivo. Estas preguntas acerca del “reparto

de personajes” revelan con rapidez posibles áreas de problemas de

la familia presente.

18. El terapeuta averigua si cualquiera otra persona vive en la ac-

tualidad con la familia: suegros, inquilinos, tías, etcétera. Tam-bién pregunta si otras personas, £jue ya no viven ahí, en el pa-

sado recibieron o contribuyeron con atenciones, apoyo económico o

direcciones (guía y disciplina) .

“¿Vive alguien más con ustedes en la actualidad?”

“¿Hay otras personas que en alguna época han sido miembros de esta familia?”

“¿Cuándo llegó a la familia cada una de esas personas?”

“¿Cuál fue la razón de que se unieran a la familia?”

“¿De dónde vino cada una de esas personas?”

“¿Cuándo se apartaron de la familia?”

“¿Por qué se alejaron de la familia?”

“¿ A dónde fueron?”

“¿En dónde se encuentra ahora cada una de esas ¿personas?”

“¿Cuál es el contacto que-ahora existe entre cada uno de esas personas y cada uno de los miembros de la familia actual?”

“Ya entiendo, entonées tenemos aquí a todos los que han sido o son parte de esta familia.”

AI repetir en forma constante la idea í%esta familia,” el terapeuta

ayuda al grupo (especialmente a los padres) a sentir que? de

hecho, constituyen una unidad que no se parecc a ninguna otra.

Además, al verificar en dónde se encuentran todos Jos miembros

de los la familia, el terapeuta puede descubrir que una hija está

internada en un hospital psiquiátrico cercano, y que los padres de

uno de los cónyuges viven a la vuelta de la esquina. En otras

palabras, muchas personas que no se encuentran en la sesión

pueden estar presentes casi todo el tiempo en el cuadro familiar.

El terapeuta tiene que saber acerca de estas personas.

19. El terapeuta entonces define la tarea de la psicoterapia, expo-

Page 154: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

niendo a la familia su propia orientación:

“Como ustedes saben, aquí trabajamos con familias. Hemos visto que cuando un miembro de la familia sufre, todos sufren de alguna manera. Nuestra tarea es encontrar formas en las cuales todos puedan obtener más placer de la vida familiar. Porque estoy segura de que esta familia tuvo mejores épocas.”

Al hablar en general, el terapeuta impide que un miembro espe-

cífico se sienta resjxmsable de la infelicidad de la familia. Ade-

más, al acentuar la idea de que la felicidad es el objetivo de la

psicoterapia, el terapeuta continúa haciendo que el miedo dis-

minuya y aumente la esperanza.

Finalmente, al hablar de “lo que vemos en las familias,” el tera-

peuta usa sus conocimientos especializados de ese tema para ayu-

dar a los miembros de la familia a no sentirse como individuos

especialmente malos o sin remedio.

20. El terapeuta entonces se dirige hacia los cónyuges como líderes de

la familia:

“Vamos a ver entonces, ustedes dos no han sido padres toda su vida. Se conocieron mucho antes de que “éste” (el PI) llegara. Díganme “¿cómo fue que ustedes dos se escogieron como compañeros?”

Cuando el terapeuta pone su atención en un periodo anterior, con

objeto de acercarse a la relación conyugal, contribuye a disminuir

la sensación de amenaza. Las preguntas se refieren a un periodo

en el que ambos cónyuges abrigaban más esperanzas que en el

momento presente. Además, con las preguntas siguientes el

terapeuta continúa ampliando la información acerca de las ex-

pectativas iniciales de la pareja:

“¿Qué vio él en ella que le hiciera decir: „Es la mujer para mí‟?”

“Bueno, debe haber habido también otros muchachos en ese baile. ¿ Por qué ella escogió a éste en particular?”

!1. El terapeuta pregunta cuáles fueron los pasos que ambos dieron para continuar la relación:

“Entonces, ¿cuándo se encontraron ustedes de nuevo? ¿Quién dio ese paso siguiente tan importante? ¿Cómo sucedió?”

“Así que él la llamó por teléfono. ¿Qué hizo usted? ¿Esperaba que él la llamara? ¿Y usted cómo esmeraba que ella respondiera?”

“¿Y entonces qué sucedió?”

“¿Cuándo se pusieron de acuerdo en que deseaban continuar la relación?” /

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CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 137

“¿Cuándo anunciaron al mundo que iba en serio lo de su noviazgo?"

Los cónyuges, habitualmente, pronto se animan a hablar de esa

época casi olvidada. El hijo, q\ie permanece en el papel apropiado

de observador, tiene la oportunidad de ver a sus padres como dos

personas que vivieron antes que él y que en otra época tuvieron

una relación mutua más feliz.

Las preguntas acerca de este periodo también continúan de-

lineando a los cónyuges ¿romo marido y mujer, y al mismo tiempo

delinean a cada cónyuge como un individuo que tomó la decisión

de vivir con el otro en matrimonio. El efecto de estas preguntas

sobre los cónyuges parece ser el siguiente: “Una vez fuimos felices.

Podemos serlo de nuevo.” El efecto de estas preguntas sobre el

niño parece ser el siguiente: “Mis padres fueron felices una vez.

Tal vez puedan serlo de nuevo.”

2. El terapeuta se vuelve hacia el niño (o sea el PI) repetidas veces

durante esta historia del encuentro y el matrimonio, y le pregunta

si estaba enterado de ese periodo en la vida de sus padres:

“Tal vez te cueste trabajo creer que hubo un tiempo en el que tus papás ni

siquiera se conocían.”

“¿Sabías eso de tu papá? ¿Sabías que él trabajaba muy duro para ganar

suficiente y poder casarse con tu mamá?”

“¿Sabías que tu mamá se. sentía tan poca cosa que creía que nadie le

propondría casarse con ella?”

Aun cuando el niño rehúse contestar, estas preguntas continúan.

Al hablarle al niño frente a sus padres (como si se “hiciera un

paréntesis” en la sesión), el terapeuta puede empezar a dar in-

terpretaciones, no sólo al niño sino indirectamente a los padres.

Empieza a comunicar su punto de vista sobre cómo cada miembro

de la familia “vale la pena,” al mismo tiempo que investiga la

cronología.

23. El terapeuta pregunta acerca de la decisión y los planes para el

matrimonio: “¿Cuándo decidieron casarse? ¿Cómo empezaron a hacer planes para ca-

sarse?”

“¿Cómo fue la ceremonia del matrimonio? ¿Quién asistió a la boda?” “¿Qué

obstáculos se les presentaron para poder casarse?”

Esas preguntas ponen en relieve detalles realistas acerca del

sueldo que ambos ganaban, los eventos durante la guerra, los

cambios de trabajo, la muerte o la enfermedad de los padres de

los novios, etcétera. Las preguntas también hacen hincapié en la

Page 156: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

idea de que ambos cónyuges se escogieron mutuamente: su

matrimonio no nada más sucedió porque sí.

Las preguntas también hacen resaltar cuáles fueron los proble-

mas que uno de los cónyuges, o ambos, tuvieron para separarse

de sus propios padres, cuando al mismo tiempo trataban de

darles gusto. (Por ejemplo, a menudo averiguamos que los cón-

yuges se prestaron a tener dos ceremonias de matrimonio, de rito

distinto, con objeto de dar gusto a sus padres.)

Estas preguntas también dan al PI una historia coherente acerca

del desarrollo natural de la familia. El hecho de desenredar el

pasado ayuda a corregir las distorsiones de la realidad.

24. El terapeuta pregunta cuál fue la idea que cada cónyuge tuvo

acerca de la respuesta del otro cuando surgió la decisión de

casarse: “¿Cuándo hablaron por primera vez de la idea de casarse? ¿En qué contexto? ¿Cómo se comunicaron la idea? ¿Qué dijeron? ¿Quién fue el primero en mencionarla?”

“Y usted señor, ¿cómo pensó que su esposa iba a responder?”

“Y usted señora, ¿cómo pensó que su esposo iba a responder?‟*

“Señora, ¿qué estaba usted pensando y sintiendo cuando su esposo le pidió que se casara con él? Y usted, señor, ¿qué sintió?”

Si hay discrepancia entre los recuerdos de cada cónyuge, el terapeuta

trata de subrayarlas e interpretarlas. Utiliza la ocasión para empezar

a insinuar la idea de que tal vez cada uno actúa basándose en una

comprensión insuficiente del otro, y de que hay formas de corregir

esas interpretaciones erróneas. El terapeuta dice, por ejemplo:

“Usted, señora, estaba sintiendo y pensando algo diferente de lo que su esposo creyó que usted estaba pensando y sintiendo.”

“Señora, ¿cómo se explica que su esposo creyó que usted estaba sintiendo y pensando algo diferente a lo que usted en realidad estaba sintiendo y pensando?”

“Y usted, señor, ¿cómo se explica haber creído algo que su esposa en realidad no estaba pensando ni sintiendo, especialmente cuando usted no quería que ella pensara ni sintiera eso?”

“¿Alguna vez pasó lo contrario? es decir, ¿usted, señora, tuvo una impresión diferente de lo que su esposo quería transmitirle?”

“¿Qué sucede cuando uno de ustedes ve que el otro, de alguna manera, no ha recibido el mensaje que el primero envió? Desde luego que esto le pasa a todo mundo. Todos necesitamos técnicas para manejar esto ”

“¿Qué sucede cuando cada uno de ustedes dos queda con impresiones diferentes de lo que se supone que es la misma cosa?”

Page 157: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 139

“¿ Y qué técnicas han encontrado, usted, señor, y usted, señora, para manejar esa situación?”

“Esto a veces parece como si alguien estuviera mintiendo, o como si alguien fuera

malo o estúpido, o como si alguien estuviera enfermo o loco.”

“Me parece que ésta es un área donde necesitamos trabajar un poco. Pero vamos a seguir hablando de su historia.”

El terapeuta pregunta entonces acerca de las reacciones paren- tales

ante la decisión de casarse:

“¿ Cómo reaccionaroi los »papas de ustedes cuando se hicieron novios y cuando decidieron casarse?”

“¿En dónde vivían sus padres en aquella época? ¿En dónde vivían ustedes en

aquella época?”

Estas preguntas naturalmente dan información acerca de las

relaciones que cada cónyuge tuvo con sus propios padres. Habi-

tualmente se trata de un área con gran carga emocional y que

también ayuda a investigar acerca de los primeros conflictos

conyugales.

El terapeuta regula sus preguntas acerca de la cronología según

las respuestas que recibe de la familia. Si uno de los cónyuges, o

ambos, muestran interés en hablar de su vida preconyugal, el

terapeuta hace una pausa en su investigación de los hechos de la

familia nuclear y se concentra en la cronología de la vida de cada

cónyuge en su familia de origen. Esta digresión delinea más a

cada esposo como un individuo, con una vida preconyugal propia.

27. Entonces el terapeuta investiga más acerca de las relaciones de

los novios, ya comprometidos, y sus futuros suegros. Dirige las

siguientes preguntas a la esposa y las repite al marido:

“Señora, ¿supo usted lo que su padre sintió al enterarse de su próximo matrimonio? ¿Cómo averiguó usted eso? ¿Supo usted lo que su madre sintió al enterarse de su próximo matrimonio? ¿Cómo averiguó usted eso?”

“¿Qué supo de los sentimientos de la madre de su esposo al enterarse de que usted iba a ser su nuera? ¿Cómo averiguó usted eso?”

“¿Cómo se enteró usted de lo que el padre de su esposo sentía de que fuera usted a ser su nuera?”

“Señor, ¿tuvo usted la misma impresión que su esposa?” (Si la respuesta es no, el terapeuta hará resaltar que existe una diferencia y definirá en qué consiste dicha diferencia.)

“¿Cómo explican ustedes la diferencia en sus impresiones?”

28. El terapeuta continúa su investigación preguntando acerca de las

relaciones actuales de la pareja con los suegros:

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Señora, ¿cómo andan las cosas en la actualidad entre usted y su suegra, su suegro, su madre y su padre?”

“Señor, ¿cómo andan las cosas en la actualidad entre usted y su madre, su

padre, su suegra y su suegro?”

“¿Les gustaría que estas relaciones fueran diferentes?”

9. El terapeuta ahora ensancha el “reparto de personajes” para in-

cluir a los hermanos, las hermanas, la madre, el padre, la tía,

etcétera, de cada uno de los cónyuges.

“Ustedes dos provienen de sus propios ambientes familiares. Será mejor que tengamos un cuadro claro de quiénes forman esas familias.'”

“¿Tiene usted hermanos y hermanas? ¿Qué edad tienen? ¿Son más jóvenes o más viejos que usted?”

“Entonces, es usted el mayor de su familia?‟' “¿Cómo se llaman? ¿En dónde viven ahora? ¿Están casados? ¿Tienen hijos? ¿Qué edad tienen su hijos?

“¿En dónde viven sus padres actualmente? ¿Qué edad tienen? ¿Qué hace su papá para ganarse la vida?”

Como esta área habitualmente lleva una gran carga emocional, el

terapeuta se concentra primero en los hechos : nombres, edades,

sexo y lugar donde viven los miembros de la familia. Así se forma

una idea de cómo debe haber sido el ambiente familiar de cada uno

de los cónyuges. Omite los detalles acerca de las relaciones y los

sentimientos hasta que más o menos tiene un marco de referencia

en donde esos datos pueden encajar. El terapeuta no anima a

ningún miembro de la familia a desahogar sus sentimientos, antes

de tener una imagen de la situación a la cual se refieren dichos

sentimientos. El terapeuta constantemente relaciona los

sentimientos y las percepciones con el tiempo, el lugar y el

contexto.

Estas preguntas acerca del ambiente preconyugal de cada esposo

también dan al terapeuta pista acerca de quiénes han sido las

personas de la parentela o de la familia de origen que han influido

en la vida de los miembros de la familia nuclear. Estas preguntas

también muestran hasta qué punto todas estas personas con

influencia en la familia se han dispersado geográficamente o no.

[). Una vez que el terapeuta ha ensanchado el “reparta de personajes”

pide a cada cónyuge que describa a sus progenitores.

“Señor, si tuviera yo que localizar a su madre en una estación de ferrocarril,

¿cómo la reconocería yo? ¿Cómo sabría yo quién es su padre?”

“Señora, si tuviera yo la oportunidad de conversar con su mamá, ¿ qué me

diría de la manera como en su familia se manejaban los alimentos, el dinero, el

sexo, 'la educación y las diversiones? ¿Qué me diría su padre?”

Page 159: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

f 141 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Haciendo preguntas perceptuales, el terapeuta puede, sin provo-

car angustia, ayudar a cada uno de los esposos a dar información

acerca de la relación con sus padres. Además, el terapeuta recibe

así más indicios acerca de los modelos que sirven de base a la

actuación de ambos cónyuges.

31. Mientras el terapeuta se concentra en la relación de cada cón-

yuge con sus propios padres, puede introducir varios conceptos

nuevos en la ideología familiar, y hacerlo de la manera menos

amenazante posible, ya que dicha relación es un poco más remota

que la que existe en la familia nuclear. Llegando a este punto, el

terapeuta introduce el concepto de que las gentes son diferentes.

Dice respectivamente a cada cónyuge:

“Cuando usted estaba hablando de su madre y su padre, noté que ellos se parecían en algunas cosas, y diferían en otras/‟ (Aquí el terapeuta señala las diferencias.)

“¿Cómo vio usted que sus padres podían convivir con estas diferencias?”

32. El tema de las diferencias individuales es perturbador en las fa-

milias disfuncionales. Cuando el terapeuta recuerda a los cón-

yuges que una vez fueron niños y observaron las diferencias de

sus padres, empieza a insinuar la idea de que su propio hijo los

ve como diferentes, pero que está bien ser diferente. El terapeuta

puede decir :

Todos necesitamos maneras de manejar la presencia de diferencias. Señora,

me parece que en su familia esas diferencias se manejaban así. Y en la de

usted señor, se manejaban de este otro modo.”

“Señora, ¿en qué cosas cree ser semejante a su esposo? ¿En qué cosas cree ser diferente de su esposo?”

“¿En qué cree ser semejante a su esposa?”

“¿En qué cosas cree ser diferente de su esposa?”

“¿Cuáles son las formas que cada uno de ustedes ha encontrado para vivir con esas diferencias mutuas?”

“¿Qué tal han funcionado esos métodos?”

33. El terapeuta concluye señalando los inconvenientes de las formas

en que el esposo o la esposa manejan sus diferencias

individuales:

“Parece como si ustedes dos hubieran estado tratando de usar las mismas formas que sus padres usaron.” “Desde luego que usted, señora, no es como ninguna otra persona y usted, señor, tampoco es como ninguna otra persona. Todos los individuos son diferentes. Nadie es un duplicado exacto de otra persona.”

Page 160: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Me da la impresión de que las formas que ustedes están usando fueron buenas para sus padres, en su tiempo y en su lugar, pero no se adaptan bien a ustedes. —Necesitamos encontrar formas que les convengan a ustedes, tal

y como son en la actualidad.”

“Quizá, sin saberlo, usted, señor, se ha estado comportando con su esposa como si ella fuera su mamá, y usted, señora, se ha estado comportando con su marido como si él fuera su papá.”

“Tal vez, sin saberlo, usted, señor, ha estado esperando que su esposa responda como su madre lo hubiera hecho, y se ha estado usted comportando de acuerdo con esa expectativa. Y usted, señora, quizá ha estado esperando que su esposo responda como su propio padre lo hubiera hecho, y se ha comportado cón él, de acuerdo con esa expectativa.”

“Nuestros padres son nuestros primeros máestros. Adquirimos nuestras ideas acerca de cómo comportarnos a partir de lo que vemos, de lo que experimentamos y de lo que nos dicen: todo esto nos llega de nuestros primeros maestros. Ustedes adquirieron sus ideas de sus primeros maestros respectivos ”

34. El terapeuta introduce la idea de que la gente suele estar en des-

acuerdo. Pregunta a cada cónyuge:

“Desde luego que todos estamos en desacuerdo a veces. Su padre y su madre ¿podían estar en desacuerdo abiertamente?”

“¿Cómo vio usted que su madre y su padre manejaban los desacuerdos?”

Ambos cónyuges todavía sienten que, en grados distintos, está

prohibido hablar de los problemas que observaron entre sus pro-

pios padres. El terapeuta no sólo se da cuenta del grado de esa

prohibición, sino que también empieza a tratar de aliviar a los

cónyuges de ese sentimiento.

35. El terapeuta introduce la idea de que está permitido ver el sufri-

miento y comentarlo (ver pág. 193):

“¿Observó usted el dolor de sus padres?”

“¿Pudo usted hacer algo para aliviar el sufrimiento de sus papás?”

“¿Cómo hizo usted para dar ese alivio?” ■ . i . ■ ■ . ■ . .

“¿Cómo respondió su madre cuando usted trató de ayudar?” ;„¿Cómo respondió su padre cuando usted trató de ayudar?”

Estas preguntas recuerdan de nuevo a los cónyuges el hecho de

que una vez fueron niños y observaban a sus propios padres. Un

progenitor disfuncional tiene dificultad en ver al niño tal y como

el niño es. El terapeuta empieza a estimular esta percepción ayu-

dando al progenitor a que recuerde como él se sintió cuando era

niño, y haciendo que se ponga por un momento en el lugar del

Page 161: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 143

niño. Pero, el terapeuta estimula esta percepción en un área que

no ofrece riesgo, es decir, no muy cerca de la familia nuclear

presente.

36. El terapeuta introduce la idea de que las gentes pueden diver-

tirse :

“¿Qué hacían sus padres para divertirse?”

Los individuos disfuncionales tienen, para hablar del placer, tan-

ta dificultad como para hablar del dolor.

37. Al recabar información sobre la vida preconyugal de cada uno de

los esposos, el terapeuta ayuda a poner en relieve las discre-

pancias entre lo que los progenitores hicieron y lo que dijeron a

sus hijos que hicieran:

“Señora, ¿cómo vio usted que su madre trataba a su padre?”

“¿Cómo vio usted que su madre la trataba a usted?”

“¿Cómo le decía su mamá que tratara usted a su padre?”

“¿Cómo se ha explicado usted la diferencia?”

El terapeuta repite estas preguntas al esposo. Así,

indirectamente, los cónyuges ven el tipo de explicaciones que

quizá sus propios hijos les están pidiendo.

38. Al recabar información acerca del ambiente preconyugal de cada

uno de los esposos, el terapeuta muestra que los acontecimientos

familiares afectan a los diferentes miembros:

“¿Así que su padre perdió su empleo más o menos cuando usted tenía la

esperanza de entrar a la universidad? ¿Cómo hizo la familia para enfrentarse

a ese problema?”

39. AI recabar información de cada uno de los cónyuges, el terapeuta

trata de entretejer lo que uno de los esposos dice con lo que el otro

dice, para que los datos coincidan en épocas v periodos de

desarrollo:

“Vamos a ver; entonces, en la época en que usted ya había logrado entrar a la

universidad su esposa debe haber estado empezando la secundaria. Veamos cómo alcanzó ella este periodo/'

40. El terapeuta también compara la experiencia de uno de los cón-

yuges con la del otro:

“Bueno, señor, entonces evidentemente usted vio que su padre abandonaba el hogar cada vez que él y su madre estaban en desacuerdo. Señora, ¿qué vio

Page 162: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

usted que su padre hacía?”

“Por lo que me dice, me da la impresión de que en la casa de usted, señor, se sufría en silencio, mientras que en- la casa de usted, señora, la gente peleaba abiertamente todo el tiempo. ¿Estoy en lo correcto?”

41. A veces la historia preconyugal de uno de los esposos es extensa y

productiva para la psicoterapia, de modo que el terapeuta desea

seguir concentrándose en ese cónyuge. En ese caso, conviene que

le diga al otro:

“Creo que la próxima vez nos vainos a concentrar en usted, y así averi-guaremos cómo marchaban las cosas para usted durante ese periodo.”

De hecho, el terapeuta comunica: “Tenemos tiempo para todos.

Todos tendrán la oportunidad de contar su historia. Todos esta-

rán incluidos en la psicoterapia.”

42. El terapeuta va investigando la cronología de cada uno de los

esposos hasta el momento del matrimonio. Entonces acentúa la

idea de que la gente suele estar influida por sus modelos pasados,

y trata de averiguar cómo los cónyuges tradujeron la aprendido:

“Muy bien, tenemos ya una idea de cómo fueron sus modelos. Vamos a ver

ahora cómo esas experiencias de su infancia y juventud, influyeron sobre sus

expectativas matrimoniales.”

El terapeuta pregunta primero a los esposos qué planes hicieron

para su vida futura en el momento del matrimonio, y qué ideas

tenían acerca de dicho futuro:

“¿En dónde planearon vivir?”

“¿Qué planes hicieron para mantenerse económicamente?”

Page 163: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 164: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“¿Qué planes hicieron para repartirse las tareas del hogar?”

“¿Qué planes hicieron para manejar, distribuir y gastar el dinero?”

"Todos los que tenemos una relación cercana con otra persona, de tiempo en

tiempo probablemente nos pelearemos o estaremos en desacuerdo con nuestro compañero. ¿ Cómo se prepararon para pelear y estar en desacuerdo?”

“¿Cómo se preparó cada uno de ustedes para respetar los intereses individuales

del otro?”

“¿Qué planes hicieron para tener hijos?”

“¿Cuándo planearon tener uno o varios niños?”

“¿Cuántos querían?”

“¿De qué sexo querían que fueran sus hijos?”

“¿Qué planes tenían para divertirse?”

“¿Qué pensó cada uno de ustedes acerca de dónde estarían, qué estarían haciendo, y qué aspecto tendrían diez años después de casarse? ¿Y 20 años

después de casarse?”

El terapeuta pregunta entonces qué fue lo que en realidad sucedió.

Por ejemplo, preguntará acerca de los primeros días del matrimonio: “¿Hicieron ustedes un viaje de luna de miel? ¿Dónde? ¿Cuánto duró? ¿Qué tal les

fue?”

“¿En dónde se establecieron para vivir?”

“¿Alguno de ustedes siguió estudiando después de casarse?”

“¿Estaban ustedes trabajando? ¿Dónde?”

“¿Así que usted ingresó al ejército en esa época? ¿Cuándo fue eso? ¿Antes o después de que su madre se viniera a vivir con usted y con su esposa?”

El terapeuta sigue la pista de cada persona a través del tiempo;

investiga a qué edad les sucedieron las cosas desde el momento del

matrimonio hasta el momento presente. Conforme va apareciendo

cada evento, el terapeuta pregunta cómo sucedió, quién mencionó la

idea por primera vez, y en qué circunstancias. Averigua lo que cada

cónyuge pensó y cómo respondió a la idea.

Page 165: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 147

Define quién se integró a la familia y quién se alejó de ella. El

terapeuta usa estas preguntas para crear una imagen progresiva

del pasado, entrelazando toda la información, y también para

delinear mejor las áreas problemáticas y las áreas de éxito. A

menudo no es necesario hacer estas preguntas; los cónyuges dan

las respuestas espontáneamente.

44. El proceso de obtener esta información sirve también a otros

propósitos terapéuticos.

a ) Al enfocar la situación de los cónyuges, cuando todavía no

tenían hijos, el terapeuta acentúa aún más la idea de que los

esposos tienen una relación aparte del papel parental.

b ) Además, al hacer hincapié en la influencia del pasado, el te-

rapeuta continúa disminuyendo la sensación de culpa y de

amenaza. Ayuda a que se comprenda mejor la conducta del

pasado y la del presente.

45. El terapeuta pregunta a cada cónyuge qué esperaba del matri-

monio:

„■¿Cómo quería usted que fuera su matrimonio?”

A través de esta pregunta el terapeuta averigua en qué forma

cada uno de los cónyuges tuvo que distorsionar los hechos paira

explicar las desilusiones y no sufrirlas tanto. Por ejemplo: ccBus-

caba la esposa principalmente un techo que la cobijara?

¿Buscaba a alguien que la consolara? ¿Buscaba las golosinas de

las que careció cuando niña? Y el esposo, ¿buscaba

principalmente que alguien le diera suficiente comida? ¿Buscaba

una devoción sin crítica? ¿ Buscaba que alguien regularmente le

remendara los calcetines?”

46. El terapeuta verifica si se comunicaron las expectativas, las e s -p e r a n z a s y l o s temores:

“¿Le dijo usted esto a ella, que la comida era muy importante pana usted? ¿Sabía ella que usted siempre temió morir de hambre?”

“¿Le dijo usted a él la importancia que para usted tenía poseer una casa?”

47. El terapeuta pregunta cuáles fueron las cosas que a cada

cónyuge le gustaron en especial del otro, y si cada uno de ellos

tuvo (y

tiene) una manera clara de expresar sus sentimientos. Investiga

esto con el esposo y después hace la misma serie de preguntas a

la esposa:

“¿Cuáles fueron las cosas de su mujer que usted recuerda y que le resultaron

Page 166: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

agradables y satisfactorias ?”

“Señora, ¿sabía usted que él pensaba eso de usted?”

“Si ya lo sabía, ¿cómo lo averiguó?”

“En el caso de que ella no lo supiera, ¿cómo explica usted, señor, que su

esposa no se haya enterado?”

“¿Sucedió que usted, señora, no lo preguntó, o bien, que usted, señor, no lo

dijo?”

“En la actualidad, señora, ¿sabe usted qué piensa su marido a este respecto?”

48. Una vez más, el terapeuta recalca el concepto de las diferencias

individuales, pero ahora en el contexto del momento actual.

Pregunta a cada cónyuge qué fue lo que n o le gustó del otro, y

cómo planeó sortear esos escollos. (Las siguientes preguntas se

dirijen por turno a ambos cónyuges.)

“¿Cuáles fueron las cosas que cada uno recuerda haber averiguado acerca del otro, y que eran desagradables, nuevas, diferentes, o incluso malas? Siempre háy imperfecciones en la gente y cada uno de nosotros es diferente del otro

Señor, ¿sabía usted que su esposa tenía estos sentimientos acercá de usted?”

“Si lo sabía, ¿cómo lo averiguó?”

“Si no lo sabía, ¿cómo se explica usted, señora, que su esposo no se hubiera

enterado?”

“Señora, ¿cómo planeó usted enfrentarse a lo que usted consideraba

desagradable (o “diferente” o “malo”) en él?”

“¿Ha resultado bien esa forma de manejar las cosas?”

“¿Señor, sabe usted qué piensa en la actualidad su esposa a este respecto?”

49. El terapeuta hace resaltar las discrepancias y pregunta a los cónyuges cómo

las han asimilado. Los sermones de la esposa tenían un carácter protector

antes del matrimonio, pero ahora se ven como rasgos de

dominación. Los olvidos del esposo parecían encantadores antes

del matrimonio, pero ahora se ven como signos de

irresponsabilidad. Cada cónyuge pensó que el amor y el tiempo

conquistarían todo.

“¿Cómo se ha explicado usted que algunas cosas que esperaba que salieran bien no han resultado satisfactorias ?”

“¿Cómo se explica usted que, siendo un hombre para quien es muy

importante la comida, escogió una esposa que odia cocinar?”

“¿Cómo sucedió que, siendo usted una persona que para sentirse segura necesita ser dueña de una casa, escogió a un marido que odia quedar:;:' a

Page 167: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 149

vivir en un solo lugar?”

Estas preguntas ayudan al terapeuta a averiguar hasta qué

punto la relación se basó en esperanzas que los cónyuges no se

comunicaron, y no en evaluaciones de la realidad que los esposos

se comunicaron. Los comentarios del terapeutaval poner en

relieve las discrepancias entre las esperanzas y la elección del

compañero, también muestran, a cada uno de los esposos, la

responsa- sabilidad que tuvieron en dicha elección.

50. El terapeuta explica las discrepancias refiriéndose a los modelos

que cada uno de los cónyuges tuvo en su pasado, y también

acentuando la necesidad de una comunicación clara:

“Supongo que algo más estaba pasando ahí, que le hizo a usted pensar que no debía pedir lo que quería. Quizá creyó que tenía que refundirse en un rincón igual que lo hacía su madre.”

“Parece que usted pensó que su obligación era complacer a las damas en todo momento. Es lo que usted había visto hacer a su papá. Tal vez por eso

usted no podía pedir lo que deseaba.”

Estas frases continúan la tarea de establecer una relación entre

el pasado y el presente. No obstante, también implican qúe el

pasado no tiene que seguir influyendo en el presente, y que las

gentes pueden liberarse de la influencia de dicho pasado.

51. El terapeuta continúa su investigación cronológica preguntando

cómo se planeó la llegada de cada hijo y qué circunstancias físi-

cas acompañaron1 cada parto. Repite las preguntas refiriéndose a

cada uno de los hijos, ya que en cada caso la experiencia de los

padres es diferente. Habitualmente las parejas saben muy poco

acerca de cómo, el hecho de convertirse en padres, afectará sus

vidas, y especialmente su relación como cónyuges.

“¿En qué momento decidieron ustedes tener un hijo?”

“¿De qué sexo querían ustedes que fuera su primer niño?” (Esta pregunta se

hace a cada uno de los esposos.)

“¿En dónde vivían cuando esto pasó?”

“Señora, ¿cómo le fue en el parto?”

“Señor, ¿en dónde estaba usted?”

“¿En qué momento cada uno de ustedes decidió que quería convertirse en

padre o madre?”

“¿Por qué cree usted que quiso convertirse en padre en aquel momento en

especial?” (A cada uno de los cónyuges.)

Page 168: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“¿Cuánto tiempo pasó entre que decidieron ustedes tener un hijo y el

momento del embarazo?”

(Si el intervalo fue largó) “¿Qué creen ustedes que les estorbó?”

(A cada uno de los cónyuges) “¿Qué tipo de cambios pensó usted que

ocurrirían cuando naciera el bebé?”

Aqui el terapeuta introduce una “verdad universal” : “Siempre

hay cambios cuando llega un bebé.” Con ello sugiere que no es

raro que para la pareja haya sido un gran esfuerzo tener un nue-

vo bebé. A continuación pregunta:

(A cada uno de los cónyuges) “¿Qué planes hicieron ustedes para esos

cambios?”

“¿Cómo funcionaron esos planes?”

“¿Qué tipo de cambios en realidad ocurrieron para cada uno de ustedes?”

52' El terapeuta procede ahora a preguntar acerca de los niños más

pequeños, sin olvidar que también puede haber otros hijos de un

matrimonio previo, que en el momento viven en otro sitio:

(A cada uno de ios cónyuges) “¿Tiene usted otros hijos?”

“Bueno, vamos a ver: ¿En qué momento decidieron tener el siguiente niño?"

(A cada uno de los cónyuges) “¿Recuerda qué tipo de abulto esperaba usted

que su hijo llegara a ser?”

“¿Qué planes hicieron para cuidar a su primer hijo cuancio el segundo ya

venía en camino?”

“¿Cómo marchó eso?”

“Entonces tienen dos hijos, un hombrecito de tres años y una bebita ¿verdad?”

(A cada uno de los cónyuges) “¿Qué observó de cómo ell primer niño le dio la

bienvenida al segundo?”

“¿Cómo habían preparado a su primer hijo para la llagada del segundo?”

(A cada uno de los cónyuges) “A la edad que ahora tienen ¿cuál de sus hijos se

parece más a usted?”

(A cada uno de los cónyuges) “¿Cuál de los niños parect ser más diferente de

usted?”

“¿Tiene algún pariente al que uno de sus niños se parezca más que a uno de

ustedes? ¿Quién es esa persona?”

A través de estas preguntas, el terapeuta continuamente verifica

con uno y con otro la información que recibe, coh objeto dé poner

en relieve las preocupaciones realistas que las¡ nuevas familias

Page 169: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 151

tienen cuando asumen por primera vez el pap>el parental. De

hecho, el terapeuta comunica a los padres que fos ve como

individuos con otras preocupaciones aparte de ser progenitores, y

reconoce que han tenido que enfrentarse a muchos tipos dife-

rentes de necesidades vitales. Gracias a esta fase del interrogato-

rio, el terapeuta también recoge claves acerca de cómo cada uno

de los cónyuges integró lo que esperaba del niño con lo que el otro

cónyuge esperaba.

53. El terapeuta trata de obtener una imagen de cuánto tiempo pa-

san juntos los miembros de la familia:

“Vamos a ver cómo transcurre un día en el hogar de ustedes. ¿Quién es el

primero que abre los ojos?”

“¿Quién es el siguiente que se levanta?”

■' ' - ™ - “¿A quién ve esa otra persona? “¿Quién es el siguiente en levantarse? ¿A quién ve?”

“Si los otros miembros de la familia ya se levantaron y se fueron (adonde y a qué

hora se fueron?”

El terapeuta continua investigando esto hasta que está informa-

do de que todos los que integran el hogar ya se levantaron; des-

pués los ayuda a reconstruir paso por paso el día, hasta llegar al

momento de acostarse. Calcula cuántas horas y minutos, lite-

ralmente, pasan juntos los miembros de la familia. Pregunta

acerca de los medios que cada miembro de la familia emplea para

enterar a los otros lo que está sucediendo en su vida, cuando falta

el contacto cara a cara. Si no existen dichos medios, el terapeuta

dice que probablemente cada miembro hace suposiciones de lo

que los otros hacen cuando no los ve. El terapeuta averigua

cuáles son dichas suposiciones y pregunta a cada persona si son

cercanas a la realidad.

54. El terapeuta tratará entonces de formarse una imagen de la casa

en que vive la familia. Pregunta: ¿Quién duerme en dónde?,

¿Quiénes comen juntos?, ¿A qué hora comen? Trata de obtener

una idea de la atmósfera que reina cuando los miembros de la

familia están juntos. Por ejemplo, puede preguntar: “Si yo

estuviera en su casa durante una cena o un desayuno, ¿qué vería

y oiría ?” (Dirige la pregunta a cada miembro de la familia,

empezando por el esposo y la esposa, y siguiendo con los hijos,

por orden de edad.)

Page 170: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

55. El terapeuta comienza ahora a repetir preguntas que ya hizo a

los padres y dirige algunas de ellas al niño (pero las acompaña de

frases de ánimo e interpretaciones):

“¿Crees que tus padres son capaces de divertirse? ¿Qué los has visto hacer

que sea divertido?”

“¿En qué consideras que tus papás son diferentes uno del otro? (Bueno,

podemos estar seguros de una cosa: papá es hombre y mamá es mujer.)”

“¿Crees que tus padres son capaces de estarcen desacuerdo abiertamente?”

“¿Cómo has visto que manejan esa situación?”

“Cuando tus padres están sufriendo ¿logras consolarlos? ¿Cómo responde papá cuando haces el intento? ¿Cómo responde mamá?”

Se espera que, cuando el terapeuta llega a esta etapa de la cro-

nología, ya construyó un marco de referencia, no amenazante, de

comprensión, dentro del cual el niño y los cónyuges se sentirán

libres de comentar lo que ven y oyen. No obstante, el terapeuta

continúa trabajando con grandes obstáculos por parte del niño, ya

que todavía pesan sobre éste las prohibiciones que le han hecho

de no comentar e incluso de no preguntar.

El terapeuta continúa acentuando la noción de “dolor” y no de

“quién le hizo qué a quién.” A continuación, abiertamente trabaja

para liberar al niño de las prohibiciones parentales que le

impiden hacer comentarios. Al mismo tiempo, el hecho de pedir al

hijo que comunique copio percibe a sus propios padres, ayuda a

éstos a ver otra imagen de sí mismos. Los niños protegen mucho a

sus padres. Mientras más disfuncional sea la familia, más

protectores serán los hijos. De manera que cualquier comentario

que los hijos hagan será dicho con gran cuidado. A menudo los

padres reaccionan diciendo: “¡Nunca pensé que él se diera cuenta

de todas estas cosas!”

56. Si el niño tiene dificultades para comentar, el terapeuta lo ayuda

a hacerlo y trata de interpretar sus sentimientos y pensamientos:

“Tal vez tienes miedo de lastimar a mamá y a papá si les dices que tú ves su dolor.”

“Tal vez piensas que si simplemente dices lo que ves y oyes, aumentarías la pena de mamá y papá.”

“Creo que si ves el dolor de tus padres. Pero tal vez sientes que no debes comentarlo.”

“Estoy segura-de que mamá y papá desean saber qué es lo que tú ves y oyes. Pero quizá piensan que tú no quieres decirlo.”

Page 171: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CRONOLOGIA DE LA VIDA FAMILIAR 153

57. Al llegar a esta parte, la entrevista se acerca a su fin. El

terapeuta prepara el final y al mismo tiempo estimula la

esperanza:

“Bueno, me parece claró que todos están tratando de dar gusto a todos los demás, pero parece qüe nadie lo logra. ¡No está bien que las cosas marchen así! ¡Tenemos que trabajar en esto!”

“Una vez que tengamos todas las piezas juntas de modo que las com-prendamos, este tipo de malentendido no tendrá que suceder más.” “Tengo la

sensación de que podemos llegar a encontrar nuevas ideas acerca de todo esto/‟

“Veremos qué más podemos aprender acerca de todo esto. Tengo la impresión de que cuando todas estas cosas se pongan en el lugar que les corresponde, ya no habrá más dolor.‟'

La gente no se atreve a ir de lo conocido a lo desconocido sin

esperanza, especialmente si actúa dentro de un ambiente temido

y lleno de críticas.

58. La cronología de la vida familiar, según la hemos delineado aquí, se ve demasiado nítida.

a ) Desde luego, las entrevistas nunca se estructuran tanto ni son

tan ordenadas. b ) El terapeuta no continúa investigando la cronología sin tener

en cuenta los tipos de respuesta que la familia le da.

c ) Después de todo, uno de los principales propósitos de inves-

tigar la cronología es cambiar, de la manera menos amena-

zante posible, el foco de la atención familiar que estaba fijo en

el PI y dar relieve a la relación conyugal.

d ) Si los cónyuges tienen tanto miedo que resisten este cambio

de enfoque, el terapeuta debe variar el orden de las preguntas

y cambiar ligeramente el énfasis de la entrevista.

59. Los puntos de la cronología que se han enumerado aquí son en

realidad un plan general del cual el terapeuta se desvía, depen-

diendo de las respuestas que recibe a cada pregunta.

a ) Siguiendo este plan, el terapeuta introduce en la ideología

familiar conceptos nuevos a los que él se referirá otra vez en

sesiones futuras.

b ) Siguiendo este plan, el entrevistador puede moverse con ra-

pidez y sin riesgo hacia su papel de terapeuta, averiguar en

qué aspecto necesita trabajar primero, y qué es lo que puede

esperar.

Page 172: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« El terapeuta se comporta como un dentista que pregunta al

paciente: “¿Dónde duele?” y después procede a ver el sitio

que el paciente señaló y lo explora más.

« El terapeuta confía en que la familia lo ayudará, pero nunca

olvida que él es quien conduce el proceso de la psicoterapia.

Page 173: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

155

SECUENCIA BASICA DE LA CRONOLOGIA DE LA VIDA

FAMILIAR

A LA FAMILIA COMO UN TODO:

El terapeuta pregunta acerca del problema

A LOS CONYUGES:

El terapeuta pregunta cómo se conocieron, cuándo decidieron casarse, etc.

A LA ESPOSA: AL ESPOSO:

El terapeuta pregunta como El terapeuta pregunta cómo vio ella a sus padres y a sus< ------------- > vio él a sus padres y a sus hermanos y cómo fue su hermanos, y cómo fue su

vida familiar. vida familiar.

Pide que relate la cronolo-, Pide que relate la cronología hasta el

momento en<----------------------------------- >gía hasta el momento en que ella conoció a su esposo. que conoció a su esposa.

Pregunta qué esperaba ella^ _______ ^ Pregunta qué esperaba él del matrimonio. del matrimonio.

A LOS CONYUGES:

El terapeuta pregunta cómo fue el principio de

su vida matrimonial; comenta acerca de la in-

fluencia del pasado.

A LOS CONYUGES COMO PROGENITORES:

El terapeuta pregunta qué esperaban del hecho de ser padres;

comenta la influencia del pasado.

AL NIÑO:

El terapeuta pregunta puntos de vista acerca

de los padres, cómo los ve divertirse, cómo los

ve tener desacuerdos, etcétera.

A LA FAMILIA COMO UN TODO:

El terapeuta da tranquilidad comunicándoles

que no es peligroso comentar.

Subraya que es necesario comunicarse con cla-

ridad.

Redondea la entrevista, fija el momento de la

próxima iesión y da esperanza.

Page 174: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

156

13 COMO INCLUIR A LOS NIÑOS EN LA

PSICOTERAPIA FAMILIAR

Muchos terapeutas se preguntan cómo introducir a los hijos en la

psicoterapia familiar.

a ) Incluso un terapeuta que ha tenido experiencia en ver a parejas en

psicoterapia conjunta, a menudo está receloso de incluir a los

niños en las sesiones. Si trabajar con un matrimonio desavenido

parece ser una tarea difícil, trabajar con dos generaciones al

mismo tiempo parece aún más problemático. b ) La presencia de los niños puede significar anarquía en el proceso

psicoterapèutico.

« Los niños, especialmente los de corta edad, tienen una capacidad

limitada para fijar su atención y actúan impulsivamente.

« ¿Cómo es posible que un proceso verbal como la psicoterapia

mantenga su interés?

« ¿Cómo podemos esperar que un niño permanezca sentado y

quieto durante una hora o más?

Aun cuando la idea de la psicoterapia familiar parezca lógica a un

terapeuta, éste se preguntará qué reglas debe usar.

a ) ¿Debe incluir a todos los niños que hay en la familia, incluso a los

pequeños?

b ) ¿ O debe limitar la psicoterapia a los padres y al niño que presenta

los síntomas?

c ) ¿Debe incluir a los niños desde la primera sesión? Si no, ¿cuándo

debe pedir que los traigan?

d ) Una vez que los niños están presentes, ¿durante cuánto tiempo

deben permanecer en las sesiones?

e ) Una vez que los niños están presentes, ¿qué líneas directivas

debe seguir el terapeuta para mantener el control sobre el

proceso de la psicoterapia?

/) La presencia de los niños ¿convierte la psicoterapia familiar en

psicoterapia infantil?

Trataré de explicar xcómo me he contestado a esas preguntas.

También daré una imagen de cómo actúo en mi papel de tera-

peuta. Digamos que Juanito es el paciente identificado (PI), tiene

una hermana que se llama Paty y una madre y un padre que

Page 175: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 157

llamaremos María y Pepe.

a ) Juanito, a través de su conducta, está enviando señales de

“S.O.S.” acerca del dolor familiar.

b ) Como ya dije, incluyo a Juanito en la psicoterapia con sus

padres porque considero que sus síntomas son un fenómeno

familiar que debe tratarse con un enfoque también familiar.

¿Y qué hay de los otros niños en la familia; en este caso, Paty? Si

Paty no tiene síntomas ¿la incluyo de todas maneras en la

psicoterapia?

a ) Algunos terapeutas familiares no incluyen a Paty a meno¡>

que empiece también a mostrar conducta sintomática,

b ) Yo sí incluyo a Paty porque, de todas maneras, forma parte de

la homeostasis familiar, aunque no esté desempeñando la

función del PI.

c ) Actúo basándome en la suposición de que, cuando la familia

sufre, todos los miembros lo resienten de alguna manera.

También Paty se ve afectada por el sufrimiento de sus padres,

y aunque no muestre síntomas ahora, tal vez los muestre en el

futuro.

d ) Creo que el terapeuta familiar puede hacer una gran labor^

preventiva al incluir a todos los hijos en el proceso de la

psicoterapia.

« Conforme el terapeuta trabaja para ayudar a la familia a

redefinir sus relaciones, Paty puede verse muy involucrada y

beneficiarse tanto como su hermano.

« Además, como cada miembro de la familia tiene sus propias

percepciones de lo que está sucediendo en el grupo, Paty

tendrá tanto material como su hermano para contribuir al

proceso de la psicoterapia.

Page 176: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Si Juanito y Paty son muy pequeños, ¿es importante de todas

maneras incluirlos en la psicoterapia? Después de todo, se podría

pensar que puesto que el problema existe principalmente entre los

cónyuges, Paty y Juanito se beneficiarían igual si se quedaran en casa

mientras sus padres van a recibir algo de psicoterapia conyugal.

Además, cualquier problema que estos niños tengan, probablemente

todavía no está “internalizado,” de manera que un cambio en el

ambiente familiar posiblemente producirá cambios en los niños, aun

cuando no estén presentes en las sesiones de psicoterapia.

a ) Es verdad que Paty y Juanito se beneficiarán si sólo veo a sus

padres en psicoterapia conyugal. Por eso, a veces trabajo sólo con

los esposos cuando los niños tienen cuatro años de edad o son más

pequeños.

b ) No obstante, insisto de todas maneras en que la familia traiga a

todos los niños por lo menos a dos sesiones, para que yo pueda ver

con mis propios ojos la manera en que actúa la familia como un

todo.

Habitualmente veo primero a la pareja, por lo menos durante dos

sesiones. Hago esto porque considero apropiado iniciar la psicoterapia

familiar con los esposos.

a ) Cuando pido ver a los padres primero, de hecho les estoy diciendo:

“Considero que ustedes son los guías autorizados de esta familia.

También considero que son compañeros además de padres.”

« En las familias disfuncionales, el esposo y la esposa habi-

tualmente han abandonado por desesperanza su papel conyugal

y se han concretado a llenar su función de padres, enfocando su

atención en los hijos porque no se atreven a enfocarla en el otro

cónyuge.

« Cuando una pareja así me pide ayuda para su hijo, es evidente

que existen deficiencias en su conducta hacia ellos mismos, como

individuos, y de uno hacia el otro como “esposo” o como “esposa.”

El papel de “madre” o de “padre” predomina en una forma u

otra.

« Por lo tanto, me parece apropiado iniciar el trabajo con

psicoterapia conyugal, en lugar de con psicoterapia familiar,

para recordar a la pareja que también son individuos además de

compañeros, y que también son compañeros además de padres.

Page 177: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 159

b ) No obstante, si la familia es tan disfuncional que los cónyuges no

toleran examinar su propia relación, sino que tienen necesidad del

hijo para enfocar en él su atención, encuentro preferible no iniciar

el proceso con psicoterapia conyugal sino incluir a los hijos desde

el principio. Aunque proceder así me parece inapropiado, a veces

tengo que hacerlo como excepción.

c ) La edad del hijo me ayuda a determinar si lo incluyo desde el

principio o lo llamo más tarde. Por ejemplo, incluyo desde el

principio a un “niño” de más de 21 años de edad que es el PI.

« Muchos casos de esquizofrenia pertenecen a este tipo de familia.

« Aunque los padrés consideran todavía que el PI es un niño, eso

constituye en sí parte de la patología familiar y no quiero

reforzarlo.

« Los terapeutas tienen que estar siempre del lado de la realidad.

Insisto en ver a este “niño” y a sus padres juntos de inmediato,

porque sé que los síntomas del hijo tienen una función en la

familia.

« Hago muy claro el hecho de que estoy viendo a tres adultos que

están en un plano de igualdad entre sí. A través de mi conducta,

estoy diciendo: “No considero que tu madre y tu padre sean

todavía responsables por ti. Tu madre, tu padre y yo no nos

reuniremos antes en privado para decidir qué hacer contigo.”

¿Durante cuánto tiempo participan los hijos en la psicoterapia familiar después de que los incluyo por primera vez?

a ) Como ya dije, cuando los niños tienen menos de cuatro años de

edad, pido que asistan cuando menos a dos de las sesiones

iniciales. El resto del tiempo trabajo con la pareja. No obstante, en

etapas posteriores puedo pedir que incluyamos de nuevo al PI con

objeto de consolidar con el niño lo que los cónyuges han aprendido

en la psicoterapia conyugal.

b ) Si los niños tienen cuatro años de edad o más, asistirán a la mayor

parte de las sesiones de psicoterapia familiar. No obstante, suelo

pedir en algún momento del tratamiento que unas cuantas

sesiones incluyan sólo al esposo y la esposa, a dos o tres miiembros

de la familia o sólo a un individuo. (Ver pág. 190-192.)

c ) Probablemente también pida yo que los hijos de más de 21

años participen en la psicoterapia familiar durante la mayor

parte de las sesiones.

« Mi objetivo es, desde Juego, juntar a ese “niño” con sus

padres, a fin de á^udarlos a aprender a separarse.

« Por desgracia, casi siempre se requieren muchas sesiones de

psicoterapia familiar para lograr esa meta.

« En este tipo de familia, se supone que el hijo nunca deberá

Page 178: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

convertirse en un adulto.

8. Voy a describir mi manera de actuar como terapeuta, una vez que

he incluido a los niños en el proceso de la psicoterapia.

a ) Antes que otra cosa, durante las sesiones de psicoterapia con-

yugal, trato de preparar a los padres para que traigan a los

hijos al consultorio.

« En especial, los padres jóvenes tienden a ser aprensivos. Se

preguntan cómo se comportarán sus niños; les preocupa lo

que yo pueda pensar de ellos como papás.

« Trato de tranquilizarlos comentando que, desde luego, los

niños de siete años actúan como niños de siete años, así que

¿por qué habían de ser diferentes sus chicos? *

b ) A menudo pregunto a los padres cómo planean decir a sus hijos

que todos van a venir a las sesiones de psicoterapia familiar.

« María tal vez planee decir: “Vamos a ir a ver a una señora y a

hablarle acerca de la familia.”

« Pepe tal vez planee decir: “Vamos a ir a dar un paseo en

coche.”

« Este asunto de cómo María y Pepe comunicaron los planes a

sus hijos puede, por sí solo, preparar el terreno para explorar

posteriormente con cuánta claridad se transmiten los

mensajes en la familia.

« En nuestras sesiones de psicoterapia conyugal, ya introduje

la idea de que María y Pepe no son muy buenos para co-

municarse entre sí, de manera que estarán preparados

cuando aplique este concepto a sus actitudes parentales.

9. Llega el día en que por primera vez entrevisto a toda la familia.

Supongamos que va a ser una entrevista con niños muy pequeños.

¿Cómo los controla el terapeuta? ¿Cómo los detiené para que no

provoquen anarquía en el proceso terapéutico? Unas líneas más

adelante trataré de aclarar este punto describiendo situaciones reales

de entrevistas. Por el momento, trataré de generalizar acerca del

enfoqué principal en la psicoterapia que practico.

a ) He encontrado que un terapeuta tiene muy pocos problemas para

controlar a los chicos, si en forma activa se hace cargo del proceso

terapéutico. Si el terapeuta sabe cómo lograr esto, los niños

responden tan fácilmente como los padres.

b ) Hay, desde luego, algunos problemas para obtener el control. «

Paty quiere golpear el radiador. Juanito quiere salir al

baño o a tomar agua a cada rato.

« Ambos interrumpen constantemente a sus padres, al terapeuta y

Page 179: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 161

al otro hermanito, haciendo un esfuerzo inaudito por

monopolizar la atención de todos.

c ) Mi política general es, desde luego, esperar a que los padres

ejerzan el control.

« La madre y el padre son quienes deben responder a las

peticiones y fijar límites a la conducta de los niños.

« De hecho, si yo usurpara ese papel perdería la oportunidad que

busco; es decir, yo no podría observar cómo la madre y el padre

llevan a cabo sus funciones parentales.

d ) No obstante, considero que es mi responsabilidad comunicar

claramente qué reglas de conducta se aplican en mi propio

terreno, es decir en el consultorio.

« Por ejemplo, nadie puede golpear o jugar con el micrófono o el

equipo de grabación.

« Nadie puede destruir mis sillas, mis cortinas, mis carpetas,

etcétera.

« Nadie (incluyendo a los padres) puede hablar por los otros. «

Todos deben hablar de tal manera que puedan ser escuchados.

« Todos deben hacer lo posible para que los otros sean escuchados.

Digo, por ejemplo, “Me estás lastimando los oídos,”

o “van ustedes a tener que tomar turnos para hablar, pues así

no puedo trabajar.”

« Los padres a menudo me piden que establezca una regla para

salir del cuarto. La madre pregunta: “¿Está bien que salga el

niño?” Yo contesto: “Sí” y doy instrucciones al niño acerca de

dónde encontrar el bebedero para tomar agua o el escusado.

« También establezco reglas acerca de con cuánta frecuencia puede

un niño abandonar el cuarto de consulta. Habitual

Page 180: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

mente un-sólo viaje al excusado y un solo viaje al bebedero para

tomar agua darán a Juanito o a Paty toda la oportunidad que

necesitan para explorar el ambiente.

« También acorto la duración de la sesión de psicoterapia de

acuerdo con la edad de los niños.

e ) No obstante, como ya lo sugerí, hay muy poca necesidad de ejercer

medidas de control si el terapeuta da la impresión clara, desde el

principio, de que sabe hacia dónde se dirige. Los niños pueden

involucrarse en el proceso de la psicoterapia: pueden interesarse

en la sesión tanto como los padres.

Por ejemplo, hay ciertas cosas que deseo hacer desde el principio de la

psicoterapia familiar. Quiero utilizar las primeras sesiones para hacer

el diagnóstico, pero también quiero usarlas para impartir

tratamiento. Por lo tanto, trato en seguida de introducir ciertos

conceptos que generalmente son extraños para las familias

disfuncionales. A estas alturas, el lector probablemente ya conoce

dichos conceptos, pero me parece que vale la pena repetirlos. Deseo

que los miembros de la familia hagan lo siguiente:

a ) Que reconozcan que son individuos y que son diferentes entre sí.

« Algunos son hombres, otros son mujeres. Algunos tienen pelo

rojo, otros pelo café. A algunos les gusta el rosbif, otros lo odian.

Algunos son jóvenes, otros son mayores.

« Las familias disfuncionales tienen gran dificultad para reconocer

las características que implican diferencia o individualidad. En

tales familias, ser diferente es ser malo, y provoca el desamor en

el resto de la familia.

b ) Que reconozcan que también tienen desacuerdos.

« Algunos miembros consideran que una pintura es hermosa y

otros la consideran fea. Algunos piensan que cierta conducta es

deseable, y otros la ven como indeseable.

« Las familias disfuncionales a menudo tratan de ignorar o nublar

sus desacuerdos, ya sea que se trate de desacuerdos acerca de

una percepción o acerca de una opinión.

;) Que se comuniquen entre sí de manera más clara; que digan lo que

ven, piensan y sienten; que pongan los desacuerdos sobre la mesa

de manera abierta.

« En especial, deseo que la pareja vea en qué área cada uno ha

estado enviando mensajes conflictivos a los niños y al otro

cónyuge. La comunicación marital establece la norma para la

comunicación entre los miembros de la familia.

Page 181: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 163

€ También deseo que los niños y los padres sean capaces

de7 reconocer y comentar el dolor que existe entre los

miembros de la pareja.

« También deseo ayudar a los miembros de la familia a

comunicarse acerca de la conducta que les provoca placer.

Como ya dije, las familias disfuncionales tienen, para co-

municarse sus alegrías, tanta dificultad como para comu-

carse sus sufrimientos.

11. En seguida presentaré una imagen esquemática de una

primera entrevista con niños presentes, y señalaré cuáles son

los puntos en los que hay que hacer hincapié.

a ) Para tocar los puntos enumerados, bastará una entrevista

si los niños son muy locuaces, pero pueden necesitarse

dos o más sesiones.

b ) Si el resumen de la entrevista parece largo al lector, se

debe a que la describo aquí en cámara lenta.

c ) Aunque me tome tiempo lograr mis primeros objetivos tera-

péuticos, siempre hago mis preguntas en una forma

cordial, específica y refiriéndome sólo a los hechos.

« Hago muchas preguntas, porque creo que son

terapéuticas en sí mismas. Tal vez ésta sea la primera

vez que los niños son tratados como personas con

percepciones y opiniones. « Además, aunque en la

primera entrevista familiar me concentro principalmente

en los niños, en forma indirecta estoy hablando con los

padres también.

12. He aquí cómo puede el terapeuta integrar a los niños en la psi-

coterapia familiar.

a ) El terapeuta introduce la idea de individualidad.

« Da la mano a cada niño separadamente, y lo llama por

su nombre.

« Establece diferencias con cada niño según su edad y su

sexo: “Vamos a ver. Tú eres Juan. Tú eres el mayor de la

familia.”

« El terapeuta repite lo que cada niño dice, para mostrar

que está escuchándolo:

T: ¿Qué edad tienes, Paty?

Ha: Siete. ^

T: Tienes siete años.

Page 182: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

/

« El terapeuta hace las preguntas una y otra vez (en especial con

los niños pequeños) para comunicar: “De verdad estoy hablando

contigo.” A menudo los niños dicen que no saben o no recuerdan

o no dan respuesta alguna. No obstante, proporcionarán pistas

al terapeuta acerca de su respuesta por la forma como se

conducen durante la sesión. El terapeuta no abandona una

pregunta que no fue contestada sin comentar algo para dar por

terminada esa porción del diálogo. Dice por ejemplo:

“Veo que todavía no estás listo para decirme esto. Regresaremos contigo más tarde. Noté que estabas viendo a mamá y que tenías una cara preocupada. Tal vez pensabas en lo que mamá diría si me contestas.”

« El terapeuta presta atención a todas las preguntas de los niños,

para mostrar que las preguntas no son molestas ni ilegítimas, y

que la gente puede preguntar lo que no sabe.

Ha: (Dice en secreto a Juanito) ¿Qué edad tiene Papi?

M: Y entonces le dije que podía jugar fuera si...

T: Perdóneme un minuto. Creo que Paty está haciendo una pregunta. ¿Quieres saber qué edad tiene papá? Bueno, papá puede decirte. Está bien que preguntes. Si papá no te quiere contestar, él te lo indicará. ¿Usted que dice señor? ¿Quiere usted que Paty sepa su edad?

« El terapeuta presupone que los niños desean escuchar, están

interesados y son capaces de entender. No son seres pequeños-

y-por-lo-tanto-malos. El terapeuta expresa en palabras lo que

espera de los niños, para ayudarlos a que se eleven al nivel de

dichas expectativas.

M: Mi hijo no está escuchando. Siempre es así.

T: No estoy tan segura. Este muchachito tiene la cabeza bien puesta. Sabe lo que está sucediendo. Pero vamos a preguntárselo a él.

b ) El terapeuta introduce la idea de la comunicación:

« Pregunta a cada niño (de acuerdo con el orden en que nacieron)

qué idea tiene acerca de por qué está en el consultorio. (Los

niños pequeños sienten que todo mundo los empuja en distintas

direcciones.)

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 165 T: (A Juanito) ¿A

dónde pensaste que ibas a venir hoy?

Ho: No sé.

Page 183: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

T: Bueno, algo se te debe haber ocurrido al respecto. ¿Qué te dijo tu mamá? ¿Y qué te dijo papá? Algo te habrás imaginado tú solo.

El terapeuta repite lo que cada niño dice, (agregando una

interpretación que aclare el mensaje) y prosigue con el niño siguiente,

pero no sin antes haber obtenido algún tipo de respuesta del anterior.

T: (A Paty) ¿Así que pensaste que ibas a hablar? ¿De qué pensaste que ibas a hablar?

Ha: Bueno, de la familia.

T: Tuviste la idea de que íbamos a hablar de la familia. ¿Y Juanito? ¿Qué idea tuviste tú?

El terapeuta resume las respuestas de los niños en términos que

definan con cuánta claridad los chicos percibieron la razón por lo cual

se encuentran en el consultorio:

“Así que Juanito pensó que iba a dar un paseo. Paty pensó que iba a hablar de la familia. Los dos tenían ideas acerca de esta reunión de hoy.”

El terapeuta pregunta a cada niño de dónde le vino la idea de por qué

los llevaron al consultorio. ¿Quién se lo dijo? ¿Que le dijeron?

Ha: Mamá dijo que íbamos a hablar de los problemas de la familia

T: ¿Y papá? ¿Te dijo lo mismo?

Ha: No:

T: ¿Qué te dijo papá? \

Ha: Dijo que íbamos a ir a dar un paseo.

T: Ya veo. Así que ustedes recibieron una información de Mamá y otra

información de Papá. ¿Y tú, Juanito? ¿En dónde obtuviste tu información?

Ho : No me acuerdo.

Page 184: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Ho:

T:

Ho:

T:

Ho:

T:

Ho:

T: ¿No te acuerdas quién te dijo algo de esta reunión?

M: Creo que no dije nada a él, ahora que lo pienso. No estaba en el cuarto en ese

momento, supongo.

T: ¿Y usted señor? ¿Le dijo algo a Juanito?

P: No, yo creí que María le había dicho algo.

T: (A Juanito) Bueno, entonces me explico por qué no te puedes acordar de nada, puesto que no te dijeron nada.

Ho: Paty dijo que íbamos a ir a ver a una señora para hablar de la familia.

T: Ya veo. Así es que obtuviste tu información de tu hermana, mientras que

Paty recibió un mensaje claro tanto de Mamá como de Papá.

« El terapeuta pregunta a los niños cómo manejaron la diferencia

entre los dos mensajes que recibieron de parte de sus

padres:

Papi le dijo a Paty que íbamos a ir a un paseo.

¿Y Mamá le dijo a Paty que iban a ir hablar con una señora acerca de la

familia?

Ajá

¿Y entonces qué hiciste con eso? Papá dice una cosa y Mamá dice otra. Tú tienes que explicarte qué pasa. ¿Qué pensaste que estaba

sucediendo?

Pensé que Íbamos a ir a dar un paseo. Y que, veríamos a una señora

o algo.

Ya veo. Decidiste que iban a hacer las dos cosas. Así que, en este caso, pudiste juntar lo que Mamá y Papá le dijeron a Paty.

Ajá.

« El terapeuta pregunta a la madre y al padre, qué recuerdan haber

dicho :

T: ¿Qué hay de esto señora? ¿Pudieron usted y su esposo ponerse de acuerdo?

¿Decidieron qué decir a los niños?

M: Bueno, usted sabe, creo que éste es uno de nuestros problemas, él hace una

cosa con los niños y yo hago otra.

Page 185: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 167

P: Creo que esto no es importante ni debe preocuparnos.

T: Desde luego que es poco importante, en cierto sentido. Pero lo podemos usar como un ejemplo para ver cómo se transmiten los mensajes de la familia.

« El terapeuta hace un comentario general acerca de la co-

municación.

“Una de las cosas de las que nos ocupamos con las familias, es de la manera como se comunican entre sí sus miembros; con cuánta claridad se envían mensajes de uno a otro. Tendremos que ver cómo Mamá y Papá se ponen de acuerdo para que Juanito y Paty reciban un mensaje claro.”

c ) El terapeuta introduce con brevedad la idea de que los hijos

pueden ser testigos del dolor de los padres.

« El terapeuta explica a los niños por qué su madre y su padre

han estado viniendo al consultorio.

“Bueno, les voy a decir por qué Mamá y Papá han venido a verme. Vinieron aquí porque no estaban contentos de cómo marchaban las cosas en la familia, y desean encontrar la manera de que todos sean más felices en la vida familiar.”

« El terapeuta pregunta a cada niño si ha notado que su madre y

su padre sufren, y qué signos de infelicidad han percibido.

T: Paty, ¿ habías notado que Mamá y Papá no eran felices ?

Ha: Sí, un poquito.

T: Bueno, supongo que has podido ver cuando Mamá y Papá sufren. ¿Qué has notado acerca de eso?

Ha: Mamá llora a veces.

T: Mamá llora a veces. Y, desde luego, las lágrimas quieren decir que

Mamá está sufriendo.

Ha: Pero Mamá no llora muy seguido.

T: Desde luego que Mamá tiene también sus ratos felices. ¿ Y qué me dices de Papá? ¿Has notado cuando Papá sufre?

« El terapeuta resume lo que cada niño ha dicho y abandona el

tema por el momento:

“De manera que Paty sabe con toda claridad cuando Mamá sufre, pero no está muy segura de cuándo Papá sufre, Juanito dice

Page 186: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que él no ha notado sufrimiento en nadie, excepto cuando Papá se enoja con él. Vamos a volver sobre esto más tarde.

d ) El terapeuta regresa a la idea de que los miembros de la familia

pueden reconocer sus diferencias, en especial sus diferencias

sexuales, pero al mismo tiempo continúa estableciendo su

relación con cada uno de los niños.

« El terapeuta pregunta a cada niño más detalles acerca de sí

mismo:

T: Muy bien, sabemos que Juanito es el mayor. También es el único hombrecito. ¿En qué año vas, Juanito?

Ho: En sexto.

T: ¿Qué te gusta de la escuela?

Ho: El béisbol. Juego en primera base.

T: Así que existe un jugador de béisbol en la familia. ¿Y Papá, también juega béisbol?

Ho: Pues, más o menos bien...

P: Solía yo jugar un poco.

T: Así que ustedes tienen eso en común. ¿Y qué más te gusta de la escuela?

« El terapeuta hace comentarios generales a cada niño, acerca de

los problemas que cada uno probablemente tiene en relación con

el hermano o la hermana debidos a las diferencias de edad que

hay entre ellos:

“¿Y éste te da lata a veces?”

“¿Y ésta se pone mandona contigo a veces?”

“Creo que a los niños de diez años no les gusta tener niñas cerca ¿verdad?”

€ El terapeuta hace resaltar el equilibrio de sexos en la familia:

“Así que ésta es una familia en donde hay dos mujeres y dos hombres. ¡Ningún grupo es más numeroso que el otro!”

“Así que tú y Papá más o menos se encargan de los trabajos de hombre en el hogar.”

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LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 169

« El terapeuta pide a cada uno de los padres que describa a cada uno de los hijos, con objeto de ayudarlos a reconocer sus diferencias individuales:

M : Bueno, ella es mucho más tranquila que él. Tiende a ser más seria.

T: Usted ve a Paty como la tranquila y la seria. ¿Y usted, señor? ¿Observa esa misma diferencia entre los dos niños?

P: Si, ella es más como su madre. Juanito en realidad no se parece a nadie

de la familia.

T: ¿Juanito les parece tan diferente que se diría que no es miembro de la

familia?

P: Sí; la mayor parte del tiempo, por la forma en que se comporta.

« El terapeuta ayuda a los niños a hablar de las diferencias

individuales ordinarias entre ambos padres:

T: Juanito, ¿en qué son diferentes tu Papá y tu Mamá?

Ho: No sé.

T: Bueno, tienen que ser diferentes los dos; como tú bien sabes, no existen dos personas que sean idénticas. Algo sabemos con toda seguridad: Papá es hombre y Mamá es mujer. Esa es una gran diferencia.

e ) El terapeuta introduce la idea de que los padres pueden tener

diferencias de opinión y desacuerdos, y pueden sentir enojo

hacia sus hijos.

« El terapeuta pregunta a cada niño cómo sabe cuando Papá

está enojado:

T: (A Juanito) ¿Cómo hace Papá para mostrar su enojo?

Ho: Nada más se enoja.

T: Claro que se enoja. Todos nos enojamos a veces. Supongo que Papá tiene

formas de hacerte saber cuando'no está contento con algo que hiciste.

¿Cómo muestra él que está enojado?

« El terapeuta hace la misma pregunta acerca de Mamá:

T: Paty, ¿cómo sabes cuando Mamá está enojada contigo?

Page 188: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Ha: Bueno, yo me doy cuenta.

T: ¿Entonces Mamá puede hacértelo saber con claridad?

Ha: Me da de nalgadas.

T: Te da de nalgadas. ¿Te das cuenta, antes de que suceda, que Mamá va a acabar dándote de nalgadas?

Ha: Cuando hago algo malo.

T: ¿Cómo qué?

Ha: Si rompo mi muñeca. Si me salgo a la calle. . .

« El terapeuta compara la forma en que ambos padres muestran su

enojo:

“Ah, así que Papá se calla y ya no te habla. Sabes que algo le pasa, pero tal vez no estás segura de qué le pasa. Mamá te dice claramente qué es lo que a ella no le gusta. ¿Estás segura de qué es lo que enoja a Papá? Parece que sabes bien qué es lo que no le gusta a Mamá.‟*

« El terapeuta pregunta cuáles son las cosas que enojan a cada uno

de los padres:

T: Oye Juanito, ¿qué es lo que tú sabes, con toda seguridad, así como qué mañana es miércoles, que va a provocarle a Papá un ataque de coraje?

Ho: Si agarro sus herramientas.

T: Si agarras sus herramientas. ¿Y qué más lo enoja?

« El terapeuta pregunta en qué forma cada niño decide qué hacer si

sus padres no están de acuerdo en lo que se debe hacer:

T: Mamá te dice que debes jugar en tu cuarto. Papá te dice que debes jugar afuera. Son dos cosas diferentes. ¿Cómo sabes qué es lo que hay hacer?

Ho: Este... yo. ..este...

T: Cuando eso pasa, debe ser muy difícil para ti saber qué hacer ¿verdad?

M: Hace lo que le conviene y nos pone a su Papá y a mí uno contra et otro. Eso

es lo que hace.

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LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 171

T: Sí, es lógico que Juanito tenga problemas con esto. Tal vez si él hace lo que Papá dijo, entonces parece como si no sintiera cariño hacia Mamá. Ha de ser difícil para él, en esta situación, decidir qué debe hacer.

/) El terapeuta introduce la idea de que cada uno de los padres puede

tener diferencias de opinión con el otro y sentir enojo hacia él.

« El terapeuta pregunta a cada niño que hacen sus padres

cuando están en desacuerdo:

T: Desde luego, todos estamos en desacuerdo de vez en cuando. Vamos a

ver, si yo estuviera en la casa ustedes y Mamá y Papá estuvieran

enojados uno con el otro, ¿qué es lo que yo vería?

Ho: Mi Mamá se va a su cuarto.

Ha: Mi Mamá llora.

T: Vería yo a Mamá en su cuarto llorando. ¿Y en ese momento, dónde estaría Papá?

Ho: Papá casi siempre se sale de la casa.

T: ¿Papá trata de resolver las cosas saliéndose de la casa?

Ho: Papá se enoja cuando Mamá llora.

T: ¿Y tú cómo supiste eso? ¿Cómo supuiste que Papá se enoja porque

Mamá llora?

Ho: Azota la puerta.

T: Ya veo. Papá azota la puerta. Mamá está llorando en su cuarto. ¿Y entonces qué sucede, Juanito?

c El terapeuta pregunta a cada cónyuge cómo sabe cuando el

otro está enojado o descontento:

T: ¿Qué piensa usted de esto, señor? ¿Le molestan las lágrimas?^ ¿O ya

está usted enojado con María por algo y entonces María empieza a

llorar?

P: En alguna forma... No sé... En alguna forma ella tiene esa manera de...

No sé... de hacerme sentir que soy yo... de que yo soy el que...

T: Las lágrimas de María le hacen sentir que la culpa es suya ¿no es así?

¿Siente usted que hizo algo mal?

P: Exactamente. Ella no escucha cuando trato de explicarle.

T: ¿Y usted, María? ¿Cómo sabe cuando Pepe está descontento?

M: Pone la televisión tan fuerte que uno puede oírla en' el cuarto de la lavadora.

T: Asi que Pepe muestra su enojo impidiéndole hablar ¿o no? Y ella muestra su enojo aislándose en su llanto. Y de esta manera* ninguno de ustedes puede acercarse lo suficiente al otro para aclarar las

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>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

cosas.

« El terapeuta pregunta a cada cónyuge qué hace cuando el otro está

enojado, y de qué manera trata de resolver el desacuerdo:

P: Yo me rindo. Eso es lo que hago.

M: Eso es lo que tú crees, eres tan terco como un burro.

P: ¿En qué forma soy terco? ¿En qué forma soy más terco que tú?

M: Muchísimas veces tengo que buscarle la cara.

T: Creo que...

Ho: Papi, ¿cuándo vamos a la playa? Prometiste que íbamos a ir. y nunca vamos.

P: Tan pronto como haga menos frío iremos. Hace demasiado frío para ir a la playa.

M: Claro que les prometimos.

T: Creo que deberíamos...

Ha: Dijiste que podíamos ir hace dos semanas.

T: Creo que los dos niños se asuétan cuando su Mamá y su Papá están en desacuerdo. Tal vez piensan que uno de los dos va a salir lastimado. Pero

no veo ningún cadáver por aquí ¿Y ustedes, muchachos? Mamá está todavía completa, Papá está todavía completo.

M: Es cierto que se asustan. Tratamos de no pelear frente a los niños.

T: Pero, desde luego, ellos saben cuando sus papás están sufriendo. Lo

importante es que encontremos formas para solucionar esto. Por eso

estamos aquí, para encontrar maneras de trabajar en esto.

g ) El terapeuta termina la primera entrevista introduciendo la idea

de que cada miembro de la familia debe mostrar cuando está

contento con lo que^ha hecho cualquier otro miembro.

« Pregunta a cada niño cómo podría complacer a su padre o a su

madre.

« Pregunta a cada padre cómo podría complacer a cada uno de

sus hijos.

« Pregunta a cada cónyuge cómo podría complacer al otro. «

Comenta la información que ha recibido:

“Fíjense, parece que todos ustedes saben muy bien cómo hacer que los otros pierdan los estribos, pero no saben muy bien cómo complacer a los otros. ¡ Eso es terrible! ¡Tendremos que trabajar en eso!

Hasta aquí un cuadro esquemático de la primera entrevista familiar

con niños pequeños. Veamos ahora qué sucede en momentos

diferentes de entrevistas familiares posteriores. ¿Qué hace el

Page 191: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 173

terapeuta familiar en esos momentos? ¿Qué hace la familia entonces?

a ) El terapeuta continúa trabajando para desenmarañar las re-

laciones disfuncionales que existen en las familias desavenidas, y

cuya causa inicial es una relación conyugal distorsionada.

« Los padres abdican de sus funciones parentales.

« Los jpadres actúan como hermanos de sus propios hijos, y

luchan para obtener la atención del otro cónyuge.

€ Los niños “dan cuidados parentales” a sus padres.

« Los niños actúan como cónyuges sustitutos para sus padres. «

Los niños desafían con éxito la autoridad parental apropiada.

b ) Cualquiera que sea la conducta de los miembros de la familia, la

homeostasis familiar es precaria y todos se sienten desi-

lusionados y confusos.

« Nada parece resultar bien. « Parecen que nunca hay. suficiente para que todos reciban alg°- € Cualquier relación entre dos miembros de la familia hace que

los otros se sientan excluidos.

« Se atribuyeron motivos perversos a todos.

« Todos se sienten engañados.

c ) No obstante, ai pesar de estas condiciones, la familia como un todo

continúa resistiendo los esfuerzos de cualquier miembro

para cambiar la forma en que viven. Se necesitan muchas

intervenciones del terapeuta para lograr que reaparezca

algo de alegría en la vida familiar.

14. ¿Qué puede hacer el terapeuta para que la conducta parental y la

conducta infantil sean comprensibles para los miembros de la

familia?

a ) El terapeuta ayuda a los padres a comprender a sus hijos y a

recibir “retroalimentación” de ellos.

« Pide a los padres que expliquen la conducta de sus hijos,

logra así que las explicaciones encubiertas se conviertan en

explicaciones francas, a fin de poder manejar la conducta

mencionada. Recusa cualquier interpretación exclusivamen-

te negativa y contesta a las preguntas encubiertas que los

padres hacen acerca de sus niños.

M: Juanito goza haciendo cosas que sabe que me van a irritar. Todo el tiempo que está en la casa... Constantemente.

T: No veo qué gusto pueda encontrar en dio...

M: Bueno, a él sí le gusta.

T: Es imposible que usted vea los pensamientos de su chico. Usted no puede meterse dentro de su cabeza. Lo único que a usted le

Page 192: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

consta es lo que ve y oye. Usted puede decir que parece como si Juanito gozara molestándola.

M: Está bien. Entonces, parece como si gozara y lo parece cons-

tantemente.

T: ¿Sabe? Juanito podría estar tratando de atraer su atención. Es muy importante para Juanito lo que Mamá piensa.

« El terapeuta pide al padre que explique su propia ;conducta:

P: Lo que quiero decir, es que Juanito nunca quiere que yo me quede y lo vea jugar béisbol.

T: Dígame, señor. ¿Cómo se explica usted eso? ¿Cuál cree que sea la razón de que Juanito no quiera que usted lo vea jugar?

P: Bueno, , ahí está la dificultad. Nunca lo he podido entender.

T: Una manera de averiguarlo es preguntarle a Juanito. Vamos a

preguntárselo. El se lo puede decir. Tal vez el niño no se siente

cómodo cuando Papá está cerca.

Page 193: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 175 Ho: Lo único

que pasa es que me da vergüenza, a veces.

T: Te da vergüenza.

Ho: Ajá. Porque Paty estaba con él y Paty siempre se burla. Los otros muchachos se reirían...

« El terapeuta ayuda al niño a expresar su frustración y su ira, y

a delinear cuáles son las situaciones que precipitan su enojo:

T: ¿Conque te enojas con Papá cuando él se enoja contigo?

Ho: Sí, y a veces él también se enoja muchísimo y me jala la oreja.

T: Te jala la oreja. ¿Te dan ganas de golpearlo entonces?

Ho: Sí. A veces de verdad me enojo mucho.

T: ¿Y entonces qué te detiene para no pegarle?

Ho: Bueno, él es.. . es más grande que yo.

b ) El terapeuta ayuda a los niños a comprender a sus padres y a

comprenderse a sí mismos en su papel dé hijos.

« Pide a los chicos que expliquen la conducta de sus padres, con

objeto de poner en duda cualquier interpretación que sea

exclusivamente negativa, y agregar otras interpretaciones

posibles:

T: Juanito, ¿por qué crees que tu Mamá quiere que comas? Ho: No sé.

Siempre me está forzando a que coma cosas.

T: ¿Sabes qué? Déjame decirte algo de las mamás. Las mamás se quiebran

la cabeza tratando de pensar qué le gustará a la familia. Entonces, a

la hora de comer, cuando frunces la nariz y dices “¡Fuchi! ¡No como

eso!”, entonces ¿qué debe hacer Mamá? Le estás diciendo: “Agarra tu

comida y tírala a la basura. No me gusta.” Y en ese momento, Mamá siente: “¿Qué puedo hacer? No sé cómo darle gusto a mi hijo. Muy

bien, ya no voy a tratar de complacerlo. Juanito, no te puedo dar

gusto, así que ya no voy a tratar de hacerlo. Será mejor así.”

< El terapeuta pide a los padres que expliquen su propia con-

ducta con los niños:

T: Dígame, señora, ¿por qué no quiere usted que él coma dulces? M: No me importa si come dulces, pero es imposible que el niño viva a base de

una dieta constante de caramelos.

T: Bueno, ¿y por qué no? Yo creí que todos vivían a base de una dieta constante de caramelos. ¿Qué no es eso razonable?

M: No. No lo es. Y en especial a la edad de Juanito. La cara se empieza a Henar de barros y los dientes se pican.

Page 194: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

T: ¿Y usted por qué no deja que el niño se llene de barros? ¿A usted qué le importa ? ¿ Por qué se preocupa tanto por el niño ?

M: Bueno, no sé...

T: Bien, mire yo creo...

M: Todo lo que él hace... Dormir en nuestra casa y comer cuando le da la gana, y eso es todo.

T: Juanito, ¿te das cuenta por la voz de tu madre de la irritación que siente cuando está hablando?

Ho: Sí.

T: ¿No te parece que es una especie de desesperación? Ella piensa: “¿Cómo voy a lograr que este muchacho crezca bien? Va a crecer sin dientes y lleno de barros y débil, y no puedo hacer nada por ayudarlo.” (Los padres se ríen).

« El terapeuta ayuda al niño a expresar abiertamente las preguntas

encubiertas que se le ocurren y ayuda también a los padres a

responder a dichas preguntas.

T: (A Juanito) En realidad no estás seguro todavía de por qué Papá te adoptó,

¿verdad?

Ho: Ajá.

T: ¿Qué?

Ho: No he pensado mucho en eso.

T: Creo que deberías hacerlo, porque me parece que en parte piensas que tu Papá nada más lo hizo porque tu Mamá lo obligó.

Ho: Mi Mamá no puede obligarlo a hacer nada.

T: ¡Desde luego que no! Pero, siendo así, ¿por qué te adoptó entonces?

Ho: No lo sé. T: Bueno, tienes que encontrar alguna explicación, porque Papá es un

hombre muy sensato y no hace las cosas así nada más. ..

Ho: El ha de saber por qué lo hizo.

T: ¿El ha de saber?

Ho: Sí.

T: Bueno, vamos a preguntarle. (Pausa) Seguro que él sabe por qué te adoptó, pero me pregunto si tú lo sabes.

Ho: No. No lo sé.

T: (Al padre) Dígaselo otra vez. ¿Por qué adoptó usted a este fulano que está sentado aquí?

c ) El terapeuta apoya la autoridad parental, y al mismo tiempo

Page 195: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 177

reconoce que los hijos, conforme crecen, son cada vez más capaces

de hacer juicios adecuados y tomar decisiones por sí mismos.

« Presupone que los padres tienen el derecho y la responsabilidad

de “dar cuidados parentales” a sus hijos:

“Usted es la madre. Usted sabe cuál es la mejor hora de acostarse para los niños de siete años.”

« Presupone que los niños pueden tomar la responsabilidad de lo

que hacen:

T: Juanito, tú sabías muy bien a qué hora debías llegar a casa. ¿Qué te detuvo y te impidió llegar a tu casa a esa hora?

Ha: No tenía yo la intención de patearlo.

T: Bueno, vamos a ver, Paty. Fue tu pierna la que se disparó contra la pierna de tu hermano. ¿Cómo es posible que una pierna haga eso por sí misma? Es muy curioso.

. « El terapeuta verifica cuáles son las reglas familiares:

T: ¿Cuál es la regla en esta familia para ver la televisión?

M: Los niños pueden ver algunos programas cada noche, hasta cerca de las

nueve de la noche.

T: Así que tienen ustedes reglas definidas acerca de eso. M: Sí. Sí las tenemos.

T: ¿Cuáles son algunas de las reglas? Juanito, dime cuáles son las reglas que tú conoces.

M: Que no coman en el comedor. Que no dejen su ropa tirada. Que no dejen que entre el perro a la tasa.

T: Entonces, estas reglas son muy claras para usted. ¿ Cómo es eso de que no hay que comer en el comedor? Me suena un poco raro.

M: Bueno, mire, habitualmente comemos en la cocina...

P: Utilizamos el comedor sólo cuando hay invitados.

T: Ya veo. Así que esta familia tiene un cuarto muy especial para cuando hay visitas.

« El terapeuta verifica cómo la familia refuerza las reglas:

T: ¿Cómo van las cosas en la familia en lo que respecta a disciplina?

P: Bueno, pues, no sé, yo este...

M: Tratamos de cumplir lo que prometemos.

P: Este.

Page 196: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

T: ¿No importa que hayan prometido un castigo o un premio?

P: Ajá.

M: Cumplimos lo bueno y lo malo.

P: Lo bueno y lo malo. Sí.

T: ¿Les sucede a veces que tienen pocas ganas de cumplir una promesa?

M: No.

P: Yo, este, trato de cumplir todo, este, y si le digo a Juanito que no va a ver televisión... Desde luego, lo hace, y es que él nada más, este. Esa es otra cosa. Le dije que durante dos semanas no podía ver televisión; lo primero que hace es ir y ponerse a ver televisión.

d ) El terapeuta muestra cómo los desacuerdos conyugales producen

dificultades en los cuidados paren tales (véase el ejemplo en las

páginas 47-48).

e ) El terapeuta ayuda a los cónyuges a reestructurar las relaciones

familiares en torno a una relación matrimonial bien, delineada. « Ayuda a los padres a separarse de sus propios padres:

T: Señora, ¿fue usted el tipo de muchacha que podía decirle a su madre:

“Mira Mamá, ya estoy grande. Ya basta de esto?”

M: No, no, no voy a responderle mal a mi madre.

T: ¿Y esto que le digo es responderle mal a su madre, a es afirmar un hecho simple?

M: No, Jamás se me hubiera ocurrido. Mi madre se enojaría muchísimo.

T: Creo que esto ha sido un problema en esta familia.

P: Sí. Demasiado problema.

« Ayuda a los cónyuges a reforzar la relación marital:

T: ¿Qué lé gustaría hacer a usted señora?

M: Aaah, pasar más tiempo con él. Yo, yo estoy satisfecha cuando él llega a casa; no tenemos que hablar de nada espe- pecial... Simplemente me gusta estar con él.

P: Nos gusta ir de campamento.

M: Y nos gustaxir de campamento.

T: Es natural, claro.

M: {Sí! (los dos lanzan una risa).

T: Sin embargo, ustedes dicen esto de una manera que me &ace sentir que

están tristes de que no suceda más a menudo.

M: ¡Yo sí lo estoy! (Hay un largo silencio).

Page 197: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 179

T: Bueno, tal vez ésta sea un área donde todos pueden crecer un poco, para que ustedes dos tengan más oportunidades.

< Ayuda a igualar las responsabilidades parentales:

T: Señora, ¿le resulta más fácil hacer que los niños la obedezcan cuando usted y su esposo están juntos en casa?

' Sí. *"i"'■ ‟■

T: ¿Tiene idea de por qué? „

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PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

M: Bueno, este, no sé. Tal vez Juanito supone que Papi se va a encargar de que él ya no haga —cualquier cosa que esté pasando...

T: Señor, ¿ se le ha ocurrido que debe ser terriblemente duro para una mujer asumir toda la responsabilidad de una familia? Cualquier mujer sentiría muchísimo la ausencia de su esposo durante toda la semana.

« Ayuda a reforzar la relación entre cada uno de los niños y el

progenitor del mismo sexo:

T: (A Juanito) ¿De verdad estás haciendo unos libreros?

Ho: Sí.

T: ¿Y los estás haciendo junto con Papá?

Ho r No, yo estaba viendo cómo los hacía el otro día. Y salimos mucho de día

de campo juntos, y entre los dos hicimos el buzón para el correo.

T: Qué bueno, los felicito a ti y a tu Papá por pasar esos ratos juntos.

« Indirectamente, favorece las relaciones entre los niños y el

progenitor del mismo sexo, a través de comentarios que ponen en

duda la bondad de las relaciones excesivas entre los niños y el

progenitor del sexo opuesto:

T: ¿ De manera que es sabido por todos en la familia que usted y Paty siempre han estado muy cerca uno del otro?

P: Sí, muy cerca, muy muy cerca.

T: (A la madre) ¿Y qué pasa con su hijo? ¿Sucede que Juanito tiene el mismo tipo de relación con usted?

P: Sí, claro que sí.

M: (Con voz baja). Sí, así sucede.

T: ¿Así es? ¿Una madre y su hijo, y un papi y su hija, y las dos parejas juntitas?

c Ayuda a los cónyuges a que se den más atención entre sí y atiendan menos a los

niños.

T: Pienso que ustedes dos se desviven a tal grado por sus hijos, que no les queda tiempo para ocuparse de ustedes mismos.

M: No creo que hagamos más de lo que es el deber de todos los padres.

Page 199: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

LOS NIÑOS EN LA PSICOTERAPIA FAMILIAR 181

T: Díganme una cosa. ¿ Qué es lo que probablemente ustedes dos harían juntos?

Ho: Me acabo de lastimar con hiedra venenosa.

T: ¿Qué cosa?

Ho: Me salió una erupción por tocar hiedra venenosa hace poco. P: Ese es

uno de los peligros de acampar.

M: Sí, ése es uno de los peligros.

Ho: Me lastimé la última vez que fuimos a acampar.

M: Perdió dos días de escuela la semana pasada.

T: ¿Y estuvieron de campamento todo este tiempo?

Ho: Ajá.

T: ¿Qué es lo que ustedes dos probablemente harían juntos durante unas

vacaciones ó cuando tienen tiempo para estar juntos?;

M: ¿El y yo?

T: Sí, nada más usted y Pepe. '

M: Habitualmente, no salimos juntos solos.

P: Una vez salimos, creo, este, acuérdate, la última vez que fuimos al sur y que fuimos a...

M: Ah sí, pero, teníamos que ir, este...

P: Fuimos a un funeral.

En teoría, la mayoría de los terapeutas están de acuerdo en la

conveniencia de ver a las familias juntas pará impartir psicoterapia;

no obstante, la mayoría de los clínicos no se sienten seguros respecto

a los pasos a seguir. Espero qué esta descripción, necesariamente

esquemática e incompleta, haya dado cierta idea de cómo puede

llevarse a cabo el tratamiento.

a ) Un hecho que no podemos ignorar es que la psicoterapia familiar

parece resultar lógica para la familia misma.

b ) Los maridos, en especial, participan con facilidad en este tipo de;

psicoterapia.

i c ) Tanto el esposo como la esposa repetidas veces dicen: “De-

beríamos haber hecho esto hace mucho tiempo.”

14 EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA

Page 200: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

182

1. El terapeuta debe crear primero un ambiente en el cual la gente

pueda, quiza por la primera vez, tomar el riesgo de verse a sí

misma clara y objetivamente, y dé ver sus acciones.

a ) Tiene que concentrarse en dar a los pacientes confianza, re-

ducir sus miedos e infundirles tranquilidad y esperanza acerca

del proceso de la psicoterapia.

b ) Debe mostrar que suspasos tienen una dirección, que está

yendo hacia un objetivo determinado. Los pacientes acuden a él

porque es un experto, de mañera que él debe aceptar la

etiqueta y sentirse cómodo en ese papel.

c ) Sobre todo, el terapeuta debe mostrar, a sus pacientes que

puede estructurar sus preguntas con objeto de averiguar lo que

tanto él como los paciente necesitan saber.

2. El paciente tiene miedo. No se atreve a preguntar lo que no sabe, se siente pequeño, solo y asustado.

a) Sufre del “síhdrome de la bola de cristal:” “Se supone que debo

saber, pero soy pequeño y no puedo preguntar; al mismo tiempo

soy grande y lo sé todo; puedo adivinar. Usted,

el terapeuta, debería póder adivinar también.”

b) Sufare del “síndrome de fragilidad“Si pregunto, la olía persona

se desintegrará. Si pregunto,obtendré una respuesta que hárá

qüe y o me desintegre/1 c) Sufne del “miedo a lo desconocido:” Faltanpiezas del pasado o

está prohibido verlas» Existen territorios prohibidos.

d) No sabe qué es lo que no sabe; se siente sin esperanza. Ha

funcionado con información insuficiente durante largo tiempo.

Siente que no tiene objeto continuar la lucha.

Le es imposible preguntar acerca de lo que no sabe; se siente

indefenso* Las personas enfermas no sen directas res pecto a lo que quieren. Pueden decir qué cosa las lastima, pero no

pueden decir qué cosa marcha mal.

/) El enfermo teme que el terapeuta le mienta; se siente lleno dfi.

sospechas. Supone que los otros saben algo y no se lo dirán; que los

otros ven y escuchan todo. (“Mi Mami siempre supo cuando había

yo metido la mano en la caja de las galletas. Así que otros saben lo

que está dentro de mí.”)

El terapeuta no tiene mied©.,

a) Se atreve a hacer preguntas* y la manera en que las hace ayuda al

paciente a sentir también menos temor.

€ El terapeuta pregunta cosas que el paciente puede responder,

para que éste se sienta competente y productivo.

« El terapeuta involucra al paciente en su proceso de relatar su

Page 201: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPE^A 183

historia, pará poner en relieve detalles de la vida familiar. Esto

hace que el paciente perciba que sabe cosas que el terapeuta

desconoce y que por lo tanto* él, corno paciente, puede

contribuir con algo. (Los pacientes se interesan mu^ cfao en

precisar tos hechos de su historia pasada. Discuten entre sí

acerca de acontecimientos determinados, corrigen al terapeuta,

etcétera.)

« El terapeuta hace preguntas que el paciente pueda manejar

emocionalmente en ese momento, para que éste sienta que tiene

la situación bajo su control.

b) El terapeuta no sabe qué es lo que na sabe, pero cuenta con

métodos de averiguarlo y de verificar su propio conocimiento. «El

terapeuta no presupone nada. No debe pensar que sabe

más de lo que en realidad sabe. Lo único que puede asumir es

que hay un cuerpo frente a él; que está respirando, que es

hombre o mujer y que tiene cierta edad.

« Si el terapeuta actúa basándose en suposiciones sin verificarlas,

a menudo se equivoca. Tiene que hacer preguntas a sus

pacientes constantemente:

“¿Y a el* legusta que le peguen o no?”

Y por fin Uegaron a ir al caie?**

“¿Y qué quiere decir eso de más o menos sí?**

« El terapeuta tiene que poner en duda tambiénsus propias

suposidoiiesc Si la familia llega tarde a la cita, ¿significa

Page 202: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

que están “resistiendo” o no? (Conocemos la historia de un hombre

a quien su terapeuta acusó de estar “resistiendo” al tratamiento

porque llegó tarde a su cita. Posteriormente el terapeuta

descubrió que el paciente se había retrasado a causa de un

grave accidente en la carretera,)

c) El terapeuta puede preguntar acerca de lo que no sabe. Tiene un

método para averiguar hechos.

€ Hechos acerca de los procesos de planeación: “¿Y fueron al cine

como habían planeado?” o “¿Y por fin puso usted el pan en la

mesa?”

« Hechos que revelan fallas en la planeación. Por ejemplo, la

madre se queja de que sus hijos no la ayudan en el hogar. El

terapeuta averigua, a través de preguntas, que ella nunca les

dice qué es lo que tienen que hacer; todas las instrucciones están

en la cabeza de la madre.

« Hechos acerca de las percepciones de sí mismo y de los otros; “¿Y

cómo esperaba usted que él reaccionara?,” o “¿Qué supuso usted

que ella pensó?”

« Hechos acerca de las percepciones del papel que las personas

desempeñan y de los modelos familiares: “¿Quién hace las

labores en su casa?,” o “¿Cómo hacía su papá para manejar el

dinero?”

< Hechos acerca de técnicas de comunicación :

“¿No estaba usted seguro de lo que él quiso decir? ¿Qué había en su

conducta que lo hizo dudar a usted?”

“¿Qué le dijo usted a él? ¿Y usted qué le contestó a ella?”

“Las palabras que pronunciaba ¿concordaban con la expresión de su cara?”

“¿Trató usted de hacerla comprender su punto de vista? ¿Cómo? ¿Y entonces

qué hizo usted?”

« Hechos acerca de cómo los miembros de la familia expresan

sentimientos sexuales^ y los convierten en acción. El terapeuta

no da a sus pacientes mensajes de doble nivel, que les hagan

sentir que en realidad desea escuchar más acerca de esos temas

que acerca dé cualquier otro tópico. Las preguntas del terapeuta

se refieren a la vida diaria, incluyendo actividades sexuales y

periodos en los que los deseos se convierten en acciones. Cuando

el terapeuta comenta temas sexuales, lo hace de una manera

abierta,

Page 203: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

1

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 185

concreta y con sencillez. Trata el tema como cualquier otro.

Dice: “¿Cómo van esas relaciones?,” y no “¿Quién tiene la

culpa?;” “¿Cómo pasa eso?,” y no “Por qué usted no

responde?”

d) El terapeuta no teme que el paciente le mienta, no desconfía.

Se da cuenta de que el paciente no retendrá deliberadamente

información ni dará una versión falsa de los hechos. El enfermo

actúa movido por un vago miedo de que lo culpen y por una

baja autoestimación.

4. El terapeuta muestra al paciente qué aspecto tiene ante los otros.

a) El terapeuta se pone por encima de la prohibición cultural que

impide hacer observaciones sobre la persona:

“Le está saliendo sangre de la nariz.”

“Se le ve el fondo.”

“Da usted la impresión de que quiere ser amigo de él, pero no actúa usted en la forma en que dice que se está sintiendo.”

“Da usted la impresión de que quiere tener éxito, pero actúa usted como si tuviera miedo de intentarlo.”

b) El terapeuta se da cuenta de que la gente agradece que se le

diga cómo la ven los demás.

“Todos necesitamos tres espejos para podernos ver bien. No obstante, suponemos que otros nos ven como creemos que «nos manifestamos.”

“Podemos dar información si lo hacemos en un tono que muestre con claridad nuestra buena voluntad. Las intenciones claras se comunican si nuestras palabras, la expresión de nuestra cara y el tono de nuestra voz concuerdan entre sí.”

Pero esta información tiene que ser dada en un contexto apropiado, dentro

de una relación interpersonal apropiada. No conviene hablar demasiado

sobre los defectos, también se deben mencionar los aspectos buenos. Por

ejemplo, un esposo tenía una mancha de algo en su zapato. El y su mujer

se sentaron durante toda una sesión de psicoterapia conmigo. Finalmente,

la esposa mencionó la mancha a su esppso. El le preguntó por qué no le

había dicho antes que su zapato estaba sucio, y ella contestó que no quería

avergonzarlo ni lastimarlo. Además, ella pensó que él ya había notado la

Page 204: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

mancha. El se enojó de que ella no le hubiera dicho. Aun

miando los comentarios <qúe recibimos de otros sean incómo-

dos, preferimos recibirlos y no permanecer en la ignorancia

acerca de la impresión que damos.

c) El terapeuta también puede hacer buen uso dé una grabadora

de sonido. Desde luego, con el consentimiento de la pareja, se

graban conversaciones, y el hecho de escucharlas de nuevo

puede ser una buena manera de mostrar a la gente cómo

suenan sus palabras y qué impresión producen en los otros. Al

mismo tiempo, se vuelve más fácil para el paciente y para Ú

terapeuta estudiar las interacciones del tratamiento. Además,

al escuchar las cintas es posible señálar a los pacientes cuáles

son sus actos positivos.

Cuando el terapeuta pide información o la da, lo hace con sencillez,

sin lanzar juicios, sin solemnidad y en forma congruente.

a) El terapeuta verbalmente recrea las situaciones con objeto de

recabar hechos. Tiene la habilidad de aceptar a la gente y de

imaginarse las situaciones:

T: Bueno, déjenme ver. No había pan. ¿ Qué hizo usted para tener pan esa

noche?

Ea : Pues nos quedamos sin pan.

T: Muy bien, entonces no comieron lo suficiente esa vez* Vamos a examinar lo que estaba usted tratando de hacer. Usted quería que hubiera alimentos sobre la mesa y no había. Y pensó que Enrique iba a traer el pan. Su esposo le dice que usted no lo* mantiene informado, y usted ie dice que a él no le importa lo que sucede en la casa, ni lo que le sucede a usted. Vamos a ver en dónde comenzó todo esto. Ahí está usted, Enrique, entrando y pensando%i ya está la cena lista. Y su esposa está pensando: “No tenemos pan..

b) Conforme el terapeuta muestra que le es fácil dar y recibir

información, hace que para el paciente también se vuelvan

fáciles ambas acciones.

« Yo puedo preguntar, usted también.

« Yo puedo dar información, usted también.

« Yo puedo recibir información, usted también.

« Yo puedo dar un mensaje claro, usted también.

(Pero el terapeuta debe cuidarse de ho dar la impresión de que

toma demasiado a la ligera, y de manera inapropiada,

Page 205: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 187

los problemas. Vi una sesión donde una terapeuta, que estaba

entrenando, se sentó con una sonrisa en su cara mientras un

paciente le contaba cesas muy dolorosas. El observador y

consultante de esa terapeuta en entrenamiento le señaló el hecho

de la sonrisa una vez que terminó la sesión. La terapeuta no se

había dado cuenta de su expresión facial y dijo que probablemente

siempre sonreía cuando la¡£ cosas eran dolorosas, para encubrir lo

que sentía por dentro. El terapeuta debe ser congruente en su

conducta.)

El terapeuta hace que aumente la autoestimación de los pacientes.

a) Conforme progresa la entrevista, el terapeuta hace constante-

mente comentarios que implican “Yo lo estimo a usted:”

“Usted es una persona responsable.”

“Usted también tiene sentimientos, por supuesto/‟

“Usted también tiene el derecho de desear cosas para usted misma, ¿no es así?*‟

b) El terapeuta rotula los elementos positivos. El paciente es cómo

una tienda de abarrotes después de un terremoto, con artículos sin

etiqueta esparcidos en el suelo. El terapeuta hace un inventario

para el paciente; cuáles sonr las existencias^ cómo se pueden

vender, etcétera. El terapeuta dice:

“Mostró usted que podía hacerlo bastante bien.”

“Usted nunca se permitió desarrollar esa aptitud, ¿verdad?”

e) El terapeuta pregunta al paciente datos que pueda contestar (ver pág. 139).

d) El terapeuta hace énfasis en el hecho de que él y tes son seres

iguales en lo que respecta a aprender..

€ Por el sed© hedió de hacer preguntas, el terapeuta dice a sus pacientes :

“Ustedes contribuyen a lo que yo sé.n (Los nnembros de una familia se

consultan entre sí acerca de los hechos; él terapeuta debe animarlos a que lo

hagan más»)

« El terapeuta admite que puedecometer errores: “Metí la pata en eso. j Lo

sienta” o “Se me olvidó. Mé descuidé. Debería haberme acordado.”

Page 206: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« A través de sus acciones, el terapeuta dice a sus pacientes :

“Comparto lo que sé.” El terapeuta revela sus suposiciones y sus

conocimientos lo más posible, pero en el momento adecuado y de

una manera apropiada.

e) El terapeuta se incluye, como persona a quien sé le puede

preguntar qué quiso decir: “Trataré de decir esto con la mayor

claridad posible. Ustedes pregúntenme si no me entienden.”

/) El terapeuta investiga la historia familiar y hace notar los logros

pasados.

g) El terapeuta comienza a poner en relieve la idea de que hay

buenas intenciones pero mala comunicación:

“Creo que Mamá y Papá tienen muchos deseos de comunicar sus mensajes, pero de alguna manera parece que algo les estorba.”

“Veo que en esta familia todos quieren decir lo que ven, io que oyen y lo que desean; pero, de alguna manera, todos se comportan como si los otros fueran sordos.”

“En esta familia no faltan las buenas intenciones ni los buenos deseos. No

obstante, de alguna manera parece que todos tienen dificultades para expresar claramente estos deseos.”

“En ningún momento se me ha ocurrido que alguno de ustedes quiera mortificar a los otros miembros de la familia. No obstante, cuando hacen comentarios, siempre revisten la forma de acusaciones.”

“¿ Por qué los miembros de esta familia no parecen ser capaces de decirse abiertamente, lo que observan o lo que oyen?”

h) El terapeuta pregunta a cada miembro de la familia qué puede

hacer para complacer a otro:

“¿Usted, Pepe, qué puede hacer que sepa de antemano que le va a dar gusto a María?” (y viceversa).

“Tú Juanito, ¿qué puedes hacer que haga sonreír a Mamá?”

A través de estas preguntas el terapeuta no sólo delinea más las

reglas familiares, sino que también áyuda á cada miembro de la

familia a verse cómo los otros lo ven. Tal vez Juanito diga (acerca

dé su padre): “No puedo hacer nada que le dé gusto.” Tal vez Pepe

diga (acerca de lo que cree que su mujer desea de él): “Basta con

que traiga dinero.” Tal vez María diga (acerca de lo que Pepe

desea de ella): “Basta con mantenerlo bien alimentado.”

Page 207: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 189

i) El terapeuta es humano, claro y directo. El amor no basta. Con el

hecho de ayudar a la familia a sentir que son personas simpáticas,

el terapeuta intenta lograr una adaptabilidad máxima. Hace que

aumente la capacidad de la familia para dar, y disminuya la

sensibilidad de todos respecto a temas dolorosos; por lo tanto,

decrece la necesidad de defensas.

El terapeuta hace que disminuya también la sensación de amenaza

cuando fija las reglas de la interacción.

a) El terapeuta se ocupa de que todos estén presentes: “Necesitamos

saber cuál es su reacción, cuál es su experiencia acerca de esto” o :

“Sólo usted puede decirnos qué es lo que usted vio y escuchó.”

b) El terapeuta establece con claridad que nadie puede interrumpir a

otros:

“Están hablando todos al mismo tiempo, no puedo oírlos.”

“Creo que vamos a dejar que Juanito hable por cinco minutos, y después Paty puede hablar por otros cinco minutos.”

“Me están ustedes lastimando los oídos.”

c) El terapeuta subraya que nadie puede expresar en actos sus

deseos (act-out) ni estorbar el diálogo entre otros, durante la

sesión:

“Yo tengo que oír para hacer mi trabajo.”

“Ya expresaste lo que querías decir. Ahora vamos a discutirlo.”

“No me sorprende que ustedes no hayan podido resolver esto. Nadie escucha a nadie.”

“Ahora ya sé lo mucho que les afecta esto. No hay necesidad de que usted me

cuente más.”

“Guando ustedes puedan hablar de una manera adulta, regresen y nos pondremos a trabajar. Mientras tanto vamos a tener que suspender la psicoterapia.”

d) El terapeuta no pennite que nadie hable por otra persona: “Cuando

hable, por favor hable sólo por usted mismo.”

“Dejen que Juaínito hable por sí mismo. Es imposible que ustedes sepan todo lo que él quiere decir.”

“¿ Pueden ustedes acaso meterse dentro de la cabeza de otro y ver cómo es su pensamiento? Nadie puede hacerlo. Yo tampoco. Tenemos que verificar.”

“Ustedes pueden observar la conducta del niño, escuchar lo que dice y ver si ia conducta y lo que escuchan concuerdan entre sí. Después ustedes pueden preguntar lo que quieran saber. Pero sólo Juanito puede

Page 208: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

explicarnos por qué sus mensajes no concuerdan.”

“¿Alguna vez le han preguntada ustedes a él qué quiso decir con sus palabras? ¿O simplemente están ustedes adivinando?”

e) El teraeputa trata de lograr que todos hablen claramente para

que puedan ser escuchados.

f) El terapeuta pide directamente que las personas digan en voz

alta lo que piensan:

“Soy un poco sorda, no mucho, pero un poco. Tiene usted que hablar en voz más alta.”

“No queremos perdernos de lo que tienes que decir.”

“Tal vez sientes que lo que tienes que decir no es importante.”

g) El terapeuta bromea:

“¿ Acaso el gato te comió la lengua?”

“¿Acaso no hablas español?”

“Creo que necesitas ejercitar tu labio inferior.” ■ -v

h) El terapeuta relaciona el silencio con maniobras ocultas de

control:

“Noté que veias a tu madre. ¿ Estabas pensando que ella no desea que tú hables?”

“Tal vez piensas que sí habías te van a pegar.”

“Tendremos que averiguar, qué es lo que, en esta familia, hace que el hablar sea tan peligroso.”

8. Por la forma en que estructura las entrevistas, el terapeuta dis-minuye lá sensación de amenazas.

«) El terapeuta anuncia que la psicoterapia va dirigida hacía un

objetivo concreto y tendrá un fin definido.

« En el momento de comenzar establece los límites: “Esto no va a

ser un proceso que no sepamos cuando termina; no vamos a

prolongar las sesiones en forma indefinida. El número total de

entrevistas en el que trataremos de trabajar será de.. . ”

« El terapeuta también puede establecer plazos más limitados:

“Al cabo de cinco sesiones veremos lo que hemos lo~ grado y

hacia dónde tenemos que ir.”

b) El terapeuta planea las entrevistas de modo que la familia

entienda que él considera que su cliente es la familia, y no toma

Page 209: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 191

el partido de nadie.

« Tal vez inicie la psicoterapia entrevistando a los dos cónyuges,

o sea a los “arquitectos” de la familia, o quizá vea a todos los

miembros de la familia juntos. Pero siempre que el clínico

emprenda el tratamiento de una nueva familia, deseará verla

reunida, por lo menos una vez, incluso cuando los niños son

demasiado pequeños para participar en la psicoterapia; el

objetivo de esto es comprender cómo actúa la familia y cuál es

el lugar de cada persona en ella. « El terapeuta nunca ve al

paciente identificado (PI) y a sus padres solos, ya que esto

sólo refuerza la suposición común de que el PI es la raíz de las

dificultades familiares.

« El terapeuta rehúsa ver a solas a cualquier miembro de la

familia que no sean los padres, antes de que él y la familia

tengan un concepto claro de cómo actúa todo ese siste^ ma

familiar. Si el terapeuta entrevista a cualquier Subgrupo

familiar antes de lograr la comprensión mencionada, puedie

dar la impresión al resto de la familia de que está eñ coalición

con algunos miembros especiales, o de que está recogiendo

datos privilegiados que mantiene secretos ante fos otros

miembros de la familia. El terapeuta debe cuidarse de no

hacer nada que la familia pueda interpretar como mensajes

acerca de “a quién se culpa,” “quién recibe más amor,” “quién

está enfermo,” etcétera.

« Una vez que el terapeuta y la familia hacen explícita la

manera en que opera el grupo familiar, puede el terapeuta

entrevistar a individuos solos por alguna razón que todos

comprendan, y que sirva para la tarea terapéutica de ayu^

dar a la pareja conyugal, a un individuo en la familia, al

subgrupo de los hermanos, o a otro subgrupo familiar.

« El terapeuta pide entrevistar a un subgrupo determinado,

cuando le parece que esto es práctico o factible. A veces,

un miembro de la familia está de viaje por negocios, o uno de

los niños se va de vacaciones, entonces las sesiones con

subgrupos de la familia surgen de manera espontánea. Si el

terapeuta entrevista a alguien a solas, siempre lo hace con la

idea de informar después al resto del grupo familiar acerca

de lo que él y el subgrupo entrevistado “descubrieron.” \ \

9. El terapeuta disminuye la sensación de amenaza reduciendo la

necesidad de las defensas.

a) Según mi opinión, la familia disfuncional actúa dentro de un

reino de terror, en el que todos los miembros temen que serán

lastimados y que lastimarán a otros. Todos los comentarios se

Page 210: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

se toman como ataques a la autoestimación. Por lo tanto, el

terapeuta tiene que reducir el terror. Las defensas, según yo,

son simplemente maneras de aumentar la autoestimación y de

defenderse contra los ataques que afectan la autoestimación.

Así que el terapeuta no tiene que “destruir” defensas para

producir cambio. Pone todos sus esfuerzos en reducir el terror,

y reduce así la necesidad que tiene cada miembro de la familia

de defenderse, fe) El terapeuta pregunta a cada miembro de la

familia qué puede hacer que produzca ira en otro miembro:

“¿Qué es lo que tú sabes, con absoluta seguridad, que si lo haces Papá

explotará como cohete?**

“María ¿qué puedes hacer que enoje mucho a Pepe?

Estas preguntas ayudan a delinear más las reglas y prohibicio-

nes familiares. Permiten que los miembros de la familia con-

viertan las reglas encubiertas en reglas abiertas. También

contribuyen a disminuir el miedo a mostrar ira.

c) El terapeuta interpreta el enojo como una reacción a sentirse

lastimado.

“Bueno, según lo veo yo, cuando una persona se muestra enojada, simplemente quiere decir que siente dolor dentro de ella. En alguna forma siente que su autoestimación está en peligro.*'

“Tendremos que encontrar formas en que todos ustedes envíen mensajes claros sin sentir que van a lastimar los sentimientos de los demás.”

“Tal vez Papá se vea enojado, pero en realidad está sintiendo algún tipo de dolor; está lastimado. Tendrá que enviar un mensaje más claro acerca de su dolor para que los otros sepan lo que le pasa por dentro.”

d) El terapeuta reconoce que la ira es una defensa y maneja el

sentimiento de ser lastimado:

Eo: ¡ Eso es lo más que puedo hacer para no matarte!

Ea: i Eres un viejo mezquino!

T: Ahora ya sé que los dos están profundamente decepcionados. Las cosas han resultado ser muy diferentes de lo que ustedes esperaban. Vamos a ver qué ha pasado, qué les ha impedido tener alegría y placer en su vida.

e) El terapeuta muestra que es válido detenerse a observar lo que

duele y lo que se cree prohibido:

“¿Vieron ustedes el dolor de sus papás? ¿Pudieron hacer algo para aliviar ese dolor?”

“Así que su Papá tenía una pierna de palo, y no se debía hablar de eso en la familia ¿verdad? Era doloroso para todos hablar de eso. ¿Por qué?”

“Así que Rogelio fue adoptado. ¿Sabías eso Rogelio? ¿Qué te dijo tu Mamá de

Page 211: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 193

la adopción? ¿Y usted señora, por qué no pudo hablar a Rogelio de su adopción?”

/) El terapeuta bromea acerca de los miedos básicos en la familia:

“Te aseguro que Mam! y Papá no se van a caer muertos si simplemente

comentas lo que ves y escuchas.”

“Has de creer que Mamá y Papá son criaturas muy muy frágiles. A mí me parece que se ven como dos personas bastante fuertes.”

“María, me da la impresión de que usted actúa como si Pepe se fuera a romper en pedacitos en cuanto usted simplemente nos informe de lo que ha observado.”

Al bromear, o al exagerar una situación ad absurdum, el te-

rapeuta ayuda a disminuir los sentimientos de sobreprotección y

de omnipotencia, y por lo tanto reduce la necesidad de las

defensas.

10. El terapeuta disminuye la sensación de amenaza cuando comenta

con tacto el material que lleva una gran carga emotiva.

a) En la sesión el terapeuta elige con cuidado cuál es el momento

apropiado de manejar material difícil, y progresa de los

temas menos cargados de emoción, hacia los más emotivos. «

Empieza con una historia del pasado; hace preguntas acerca

de cómo las parejas se encontraron por primera vez y qué vio

cada uno en el otro, y progresa hasta llegar a la interacción

presente, ~

« Empieza por hacer comentarios acerca de los padres de

cada cónyuge y lleva la discusión hacia el tema de los cón-

yuges como padres de la familia presente.

«El ordenamiento de las preguntas sigue la secuencia de la

historia clínica:

“¿Y qué hacían sus papás para divertirse?”

“¿En qué era diferente su Papá de su Mamá y viceversa?”

“¿ Podían sus papás mostrar abiertamente un desacuerdo?‟1 i

“¿En qué forma mostraban su desacuerdo?”

“¿Qué hace usted para divertirse?,” (etcétera.

b) Cuando la atmósfera de la entrevista se pone demasiado ten-

sa, el terapeuta .cambia el tema hacia otros menos cargados

de emoción.

« Elige un tópico diferente de aquél ál que la familia es más

sensible.

« En lugar de hablar del presente habla del pasado: “¿Y cómo

Page 212: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

se manejaba el dinero en la familia cuando usted era niño?”

c) El terapeuta aborda el material cargado de emoción por medio

de generalizaciones sobre lo que es más habitual en las

familias:

“No es ráro que en las familias haya penas o problemas, o que peleen.”

“Cuando alguien en la familia sufre (o está enojado o asustado), todos se siénten de manera semejante.”

“Cuando una persona de la familia sufre, todos comparten cierta responsabilidad por ese dolor.”

d) Para manejar el material cargado de emoción, el terapeuta

relaciona los sentimientos con los hechos.

« Pide datos específicos, ejemplos/ documentación: “El le pega a

usted algunas veces? ¿Con qué frecuencia?” o bien: “¿De

manera que él hace trampa? ¿Qué quiere usted decir con

eso?”

« Investiga los datos sobre los que los pacientes fundan sus

percepciones: “¿Cómo sabe usted que a ella no le importa lo

que usted haga?” o, “¿Qué es lo que él hace para que usted

diga que es malo?”

« Pero no pasa por alto las cosas reales a las cuales los pa-

cientes están respondiendo. Debe tener cuidado de no ana-

lizar una percepción sin verificar si corresponde o no a la

realidad.

« El terapeuta tampoco se engolosina con expresiones dramá-

ticas de sentimiento, ni permite que otros miembros de la

familia lo hagan. También se cuida de analizar sentimientos

separándolos del contexto de la interacción.

e) Para manejar material cargado de emoción, el terapeuta utiliza

su manera personal de hablar.

« Emplea el lenguaje popular: “Y entonces Papá estalló como

cohete, ¿verdad?” o “Se armó un pleito de todos los demonios.”

« Emplea palabras soeces y vulgares: “Muy bien. Entonces él se

comportó como un pendejo en ese momento” o “Se ha de haber

sentido usted totalmente encabronado,”

« Evita emplear palabras pedantes y jerga psiquiátrica. Dice :

“autoestimación” en vez de “mala identidad sexual ;” “sentir

que usted cuenta” y “sentir que le dan a usted su valor” en

vez de “sentir que usted es aceptable;** “sentir que usted le

cae bien a la gente” en vez de “sentir que usted es amado,”

etcétera*

/) Para manejar material cargado de emoción, el terapeuta traduce

la conducta y los sentimientos hostiles :

“Así que sintió usted que no le caía bien a nadie/‟

Page 213: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 195

“Así que se sintió usted atacado.”

“Así qjie las palabras que salieron de su boca no correspondían al dolor que usted senda por dentro. ¿Por «qué sucedió así?”

g) Para manejar (material cargado de emoción, el terapeuta evita

poner fin al tona de ciertos espisodios y quejas (además*

a menudo carece de datos suficientes para evaluar por qué la

familia experimenta ciertos sentimientos): “Conforme pla-

tiquemos más de esto, las cosas se irán aclarando,” o “Creo

que podemos investigar y aprender más acerca de eso.”

11. Prosigamos ahora para ver cómo el terapeuta reeduca a los pa-

pacientes para que se conviertan en adultos responsables.

a) El paciente constantemente insinúa que no se siente respon-

sable de sus actos y sus sentimientos:

“No puedo hacerlo.” (Soy pequeño e insignificante.)

“No me dejan hacerlo.” (Otros son más grandes que yo. Soy una

víctima.)

“Tú m^ obligas a hacerlo.” (Pongo la responsabilidad en ti.)

“Sí, lo hago, pero no puedo evitarlo. No sé por qué.” (Asumo la responsabilidad, pero ^no soy dueño de mí mismo.)

“Lo hice porque estaba borracho (amnésico, loco).” (Yo no era yo.)

“No fue mi intención hacerlo.” (Yo no era yo.)

“Lo hice porque te amo.” (Síndrome del chantaje.)

b) El terapeuta utiliza algunas técnicas para restaurar la sensa-

ción de responsabilidad en el paciente.

« Le recuerda al paciente su capacidad de controlar sus pro-

pios actos:

“¿Quién come por usted?”

“¿Quién va al escusado por usted?”

“Usted puede decidir ¿o no?”

“No es necesario que usted se perjudique a sí mismo.” (A un paciente que quiere abandonar la escuela.)

“¿Cómo es que sucedió entonces, si usted ño tenia intenciones de hacerlo?”

“Los otros no pueden ver lo que usted desea en su interior,. sólo ven la conducta exterior que refleja lo que usted desea. Usted tiene que expresar sus deseos en forma clara/'

“Usted le otorgó a ésa persona autoridad sobre tistéd. ¿Por qué renunció a su propia autoridad?”

Page 214: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 196

“Hizo usted un convenio con él para que él gobernara. ¿Es necesario que ese convenio continúe?”

“¿Cuál es el obstáculo entre usted y su capacidad dé controlar a a María?”

Cuando la familia utiliza pronombres personales, el terapeuta verifica

una y otra vez pára ver quién le hizo qué a quién. Los esquizofrénicos,

por ejemplo, nunca dicen con exactitud quién hizo algo. Dicen: “Los

niños no deben hacer esto ni aquello.” El terapeuta precisa: “¿Se

refiere usted a Juanito?” El terapeuta hace que las acusaciones que el

paciente expresa de manera encubierta se vuelven acusaciones

abiertas, para que toda la familia las pueda discutir y para que el

terapeuta mismo pueda verificar si el paciente que habla está

utilizando con propiedad los pronombres personales.

El terapeuta se dirige a quien hace mía acusación.

Ho: (A la madre) Voy a acusarte con la Doctora.

T: Creo que ahora quieres meter a tu Mamá en dificultades. ¿También lo haces en la casa? ¿Cómo es que ustedes, papás, están en una posición en que sus muchachos logran poner a uno de ustedes en dificultades?

« * * , # * . ..

M: Mi esposa toma.

T: (Vuelve su atención hacia lo que la esposa puede decir de sí misma) ¿Y usted bebe?

-* : * * * *

Ha: (Al observar una discrepancia) A él le dan cincuenta pesos. A mí nada más

veinte.

T: Quieres asegurarte de que te den lo que te toca y que no te roben ni te hagan a un lado.

El terapeuta se dirige al miembro de la familia que quiere expresar

las opiniones de otros:

“¿Por qué tiene usted que decir lo que piensa Juanito? El puede hablar por sí

mismo. Vamos a preguntarle qüé opina de esto.”

“¿Pasa ésto también én la casa, que una persona habla por otra? ¿Cómo creen que

esto empezó a suceder?”

« El terapeuta se enfrenta a los actos impulsivos (acting-out) de los niños (véase la página 189 para leer cómo el

terapeuta maneja ios actos impulsivos [acting-out] de los

adultos). No se dirige a los padres. Pregunta al niño:

“¿Por qué está sucediendo esto?” Le recuerda al niño que

él puede escoger cómo comportarse. Que él no es una

victima. Que él puede influir en su ambiente.

c) La relación misma entre el paciente y el terapeuta pone en

relieve los problemas de responsabilidad.

Page 215: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

EL PAPEL Y LA TECNICA DEL TERAPEUTA 197

« El paciente se comporta de unajmanera determinada.

Actúa como si no pudiera evitar dicha conducta, como si

estuviera atado a ese comportamiento. Si el terapeuta

también maneja dicha conducta como algo separado de la

persona, está diciendo al paciente: “Pienso que usted no

podrá controlarse.” Por esto, el clínico subraya el hecho

de que la conducta pertenece a la persona, y fija los

objetivos del tratamiento en términos de cambios de

conducta.

«El paciente espera que el terapeuta sea un gran padre o

una gran madre de quien provengan todos los bienes.

Espera que el terapeuta se haga cargo de todas las

situaciones. En efecto, el terapeuta se hace cargo del

tratamiento, pero no trata al paciente como si éste fuera

un niño ni espera que se comporte como tal. Trata al

paciente como adulto y espera qué se comporte como

adulto. No viola el papel de adulto que corresponde al

paciente.

«El terapeuta no es indispensable para el paciente, aunque

algunas veces necesita creer que lo es. No adopta Ba con-

ducta del padre del esquizofrénico, quien dice a su hijo:

“No puedes alimentarte por ti misma Me necesitas para

subsistir.” Por esto, el terapeuta no ayuda a sus

pacientes en forma “nutridla” ni “agotadora;”

simplemente busca que aprendan a ayudarte a sí mismos

y a obtener ayuda dé los otros miembros de la familia.

12. El terapeuta ayuda al paciente a ver cómo sus modelos pasados

han influiáo en sus expectativas y en su conducta (ver pág.

119),

a) El terapeuta le recuerda al paciente que está actuando con base en modelos pasados:

“No me extraña que eso le preocupe UM mamo? me dijo que su padre nunca. J*. “Su madre manejaba el dinero así. ¿Cómo podía usted haber aprendido otro método?”

“En este momento, atengo la impresión de que está usted enviando a su esposo el misino tipo de mensaje que vio a su madre dar a su padre. Sin embargo, a usted no le gustó la manera como su madre y su padre manejaban las cosas, y trata empeñosamente de comportarse en forma diferente. Vamos a ver qué le está estorbando a usted en sus objetivos.”

b) El terapeuta abiertamente contradice ciertas expectativas: “¿De

Page 216: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

>4 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

verdad cree usted que todos los niños deben estar atados a sus

padres por agradecimiento?”

c) El terapeuta recuerda a los pacientes que cada uno se casó con

el otro por las mismas características de las que ahora se

quejan. “Un momento, eso es lo que usted me dijo que le había

gustado de su mujer. Me pregunto ¿por qué ahora ya no le

gusta?”

d) El terapeuta subraya las expectativas al hacer más explícita la

comunicación:

T: (A Juanito) ¿Te gustan las espinacas?

Ho: No.

T: ¿Sabías que tu Mamá pensó que sí te gustaban las espinacas? Hó: No,

pero no quise que se ofendiera.

T: (A la madre) ¿Alguna vez le preguntó a Juanito si le gustaban las espinacas?

M: No, pensé que a todos los hombres les gustaban. A mi Papá le gustaban.

e) Para subrayar las expectativas el terapeuta las exagera: “¡Y

como su Papá lo hizo, naturalmente todos los hombres lo

hacen!”

El terapeuta delinea los papeles, y las funciones.

a) El terapeuta mismo reconoce el papel de cada persona por la

manera en que se dirige y trata a cada miembro de la familia. € Al

hablar con los esposos, les di$e: “Mamá” y “Papá” cuando se refiere

a ellos en su función de padres, y los llama por s\i primer

nombrecuando se refiere a ellos como individuos ofeomo esposo jf esposa.

Page 217: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 218: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

« Más adelante habla con el hijo mayor primero, y dice a los

más jóvenes: “Esperen un momento. Ustedes todavía no han

llegado. ¡Todavía no nacen!”

b) El terapeuta interroga a los pacientes acerca de sus distintos

papeles:

“Usted tiene que usar tres sombreros —ei de individuo, el de marido y el de

padre. Veo el de padre, ¿pero dónde están los otros dos?”

“Antes del matrimonio usted era la señorita X. ¿Qué le sucedió a esa muchacha?”

“¿Por qué tiene usted que pedir permiso?”

“¿No es usted sino la esposa de Papi?”

c) El terapeuta puede enseñar de manera explícita a la familia

cuáles son sus papeles. Sobre un pizarrón escribe una lista de

tres tipos de personaje: el individuo, el esposo o la esposa, y el

padre o la madre. El objetivo de hacer esto es que los pacientes

vean que pueden elegir cómo tratarse el uno al otro. Si el

terapeuta logra que los pacientes se den cuenta de cómo están

respondiendo, y les muestra otras maneras de portarse, ellos

pueden entonces escoger entre esos diversos comportamientos.

La creatividad en la vida consiste en tener una gran variedad

de alternativas para escoger.

El terapeuta llena los huecos en la comunicación e interpreta los mensajes.

a) El terapeuta separa los dos aspectos de un mensaje: el que

atañe a la relación entre las personas que intercambian dicho

mensaje, y el que se refiere al contenido del mensaje. Los

pacientes habitualmente confunden esos dos aspectos del men-

saje y hablan de las relaciones en términos de “contenido”: «

“Este café no sirve” es la manera en que un paciente dice:

“Tú no sirves.”

« “Los anteojos se ensucian” es una manera esquizofrénica de

decir: “No puedes ver las cosas con claridad.”

b) El terapeuta hace una distinción entre los comentarios de una

persona acerca de sí misma y los comentarios sobre los demás.

Los pacientes habitualmente confunden los dos tipos de

comentarios, y no aciertan a distinguir entre la parte que se

refiere al que habla y la que está dirigida a ellos.

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Page 220: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

202 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA ^ y

« “Estoy cansado” puede ser una frase que expresa la fatiga de

quien habla. También puede ser una pregunta: “¿Tú

también?,” o una petición: “¡Ayúdame!”

« Por lo tanto, cuando el paciente le relata al terapeuta lo que

dijo B, el terapeuta pregunta qué es lo que el paciente

entendió del mensaje de B.

c) El terapeuta pone en relieve las discrepancias importantes en la

comunicación :

P: Me siento muy bien.

T: Se ve usted muy mal. ¿Cómo es que dice que se siente muy bien y se ve usted muy mal? ¿Qué no se puede usted permitir sentirse de la patada?

P: (A una niña, cuyo síntoma se relaciona con la conducta delincuente del padre) Si eres buena chica regresaré pronto.

T: (Al padre) Creo que hubo dos partes en ese mensaje, que tal vez confundieron a su chica. Le dijo usted que fuera buena, de manera clara y precisa; pero no le dijo adonde va usted ni cuándo va a regresar. Creo que la segunda parte del mensaje no fue tan clara y precisa como la primera.

d) El terapeuta pone en palabras la comunicación no verbal.

T: (A Juanito) Primero viste a tu Madre, antes de contestar. Tal vez

sientes que tienes que pedir permiso para hablar.

T: (A Paty, quien toma la mano de su padre durante un altercado entre él

y la madre) ¿Le estás diciendo a tu Papi que tú lo apoyas a él?

T: (Comenta acerca de ia forma en que los miembros de la familia están

sentados en cada sesión) Todos ustedes actúan como si quisieran alejarse lo más posible de él (de mí, de ella).

e) El terapeuta explica en forma clara los mensajes de “doble-

nivel” :

Ha: (A la madre) ¿Puedo ir a la escuela?

M: (A la hija) Cuando yo era niña, nunca tuve una educación.

T: (A la madre) En este momento su hija le preguntó si podía ir a la

escuela; creo que usted no le ha contestado. ¿Debe ir o no debe ir a la

escuela?

Page 221: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

203 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA ^ y

15. En general, éste es mi criterio para terminar rf tratamiento.

а) El tratamiento se ha completado:

« Cuando cada miembro de la familia puede completar las

transacciones, verificar con los otros y preguntar lo que no

entiende.

« Cuando todos pueden interpretar la hostilidad.

« Cuando pueden ver cómo los otros los ven a ellos.

« Cuando pueden ver cómo ellos se vem a sí mismos.

c Cuando un miembro de la familia puede decirle a otro cómo

ese miembro manifiesta su personalidad.

« Cuando un miembro de la familia puede decirle a otro lo

que espera, lo que teme y lo que desea de él.

« Cuando los miembros de la familia pueden estar en des-

acuerdo.

« Cuando los miembros de la familia pueden elegir entre va-

rias posibilidades.

« Cuando pueden aprender a través de la práctica.

« Cuando pueden liberarse de los efectos dañinos de los mo-

delos pasados.

« Cuando pueden enviar un mensaje claro, es decir, cuando

pueden ser congruentes en su conducta, con un mínimo de

diferencia entre los sentimientos y la comunicación, y con un

mínimo de mensajes escondidos.

б) Otras razones para terminar el tratamiento son que el hombre

y la mujer adultos puedan en su papel de esposó y esposa:

« Ser directos, \o cual se nota porque usan el pronombre

personal “Yo** y en seguida dicen frases o hacen preguntas

que:

Critican Evalúan Confirman una observación Encuentran defecto en algo Revelan disgusto Expresan perplejidad

€ Ser definidos, lo cual se nota porque usan un lenguaje que

muestra con claridad que “Yo soy yo” y “Tu eres tú.” “Yo soy

un individuo separado y aparte de ti y reconozco mis propios

atributos como parte mía. Tú eres tú, eres un individuo

separado y apartedemí, y reconozco tus atributos como parte

Page 222: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

204 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA ^ y

tuya.”

Page 223: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

^ EL PAPEL V LA TECNICA DEL TERAPEUTA 205

« Ser claras, lo cual se nota porque usan preguntas y frases que

reflejan la capacidad de ser directos y de averiguar datos acerca

de los testimonios, las instrucciones, o las intenciones de alguien

más, con objeto de lograr un resultado.

c) En resumen, el tratamiento se ha completado cuando todos los que

participan en la psicoterapia pueden usar el pronombre personal “Yo,”

seguido de un verbo activo y de un complemento directo.

2o4

15 COMO SE INTEGRAN LOS MODELOS Y

LAS DISCIPLINAS

1. Aunque en este libro sobre psicoterapia familiar he descrito mis

conceptos personales y mi forma de practicar dicha psicoterapia, no deseo

que el lector considere lo expuesto como otro modelo rígido que no puede

alterarse ni variarse. He tratado de eliminar las barreras que existen

entre distintas disciplinas, formas y métodos, y de dar un vistazo al

proceso básico que ocurre en todas las relaciones existentes entre seres

humanos, poniendo especial énfasis tanto en la relación terapéutica,

como en las relaciones familiares.

2. No hay nada sagrado en una fórmula o en un modelo. Lo importante

siempre es la comprensión y el uso de la fórmula en el aqiií y el ahora.

No hay que olvidar que la forma no es lo' mismo que el proceso.

a) El proceso implica movimiento. Es dinámico, no estático.

b) El proceso no enfoca la actividad per se, sino la manera en que se

lleva a cabo dicha actividad.

c) El proceso es más cuestión del “cómo” que del “qué;” la forma y el

contenido son más cuestiones del “qué” que del

como.

d) Una de las razones por las cuales las etiquetas diagnósticas

pueden hacerse perjudiciales, es que con facilidad se vuelven profecías

que hay que cumplir, lo que tiende a congelar el proceso y lo convierte en

Page 224: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

206

un resultado.

e) El proceso evita las dicotomías, ya que una persona puede ser X

en un momento dado y Y en otro momento.

/) El proceso se describe mejor con verbos que terminan en ando y

endo.

3. El proceso básico que ocurre en toda relación, sin que importe el

contenido, la estructura ni la forma es el siguiente:

a) Un encuentro

b) entre dos personas

c) en un momento determinado.

4. El futuro de las disciplinas y los modos de ser de las relaciones

humanas radica en que se integren los diversos puntos de vista

parciales del hombre, en relación con las cinco partes básicas del ser,

que son:

a) la mente

b) el cuerpo

c) la parte espiritual del ser

d) la información que proporcionan los sentidos (la interacción

entre la mente y el cuerpo), y

e) la interacción con otros seres humanos (las relaciones sociales).

5. Todos actuamos dentro de sistemas múltiples de relaciones, y las

imágenes y conceptos que tenemos de nosotros mismos se derivan del

contexto del sistema én que nos encontramos en un momento

determinado. Esto quiere decir que la identidad es dinámica y cambia

constantemente, y el individuo tiene una miríada de potencialidades y

posibilidades fortuitas que descuidarnos sólo porque existen

prohibiciones y castigos que nos impiden explorarnos a nosotros

mismos y cambiar. El individuo limitado tiene una imagen limitada de

sí mismo, que extrae de un contexto limitado que impide el

crecimiento.

6. Si uno enfoca la psicoterapia desde un punto de vista integrador,

se ve cdn claridad que muchas especialidades, no clasificadas entre las

disciplinas que atañen a las “relaciones humanas,” apor-" taron grán

cantidad de dátos acerca de partes de .la Gestalt humana, bastante

tiemjk> antes de que emergieran las ciencias de las relaciones

humanas. En mi práctica y enseñanza de la psicoterapia utilizo

principios e ideas entresacadas de los campos de la danza, el arte

dramático, la religión, la medicinad las comunicaciones, la educación,

el lenguaje, las ciencias de la conducta, e incluso dp las ciencias

físicas, de la cuales se derivo inicialmente el “concepto de sistemas”

(en el cual se basa mil

Page 225: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

206

207 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

técnica).8 Para que empecemos a enfrentamos en realidad con la

“persona total,” es necesario integrar primero, en la teoría y en la

práctica, todas las herramientas de que el hombre dispone para

crecer.

7. Las técnicas psicoterapéuticas confinadas y rígidas son inadecuadas

para hacer frente a las necesidades de crecimiento del ser humano, que

cambian constantemente. La verdad de esta aseveración se comprueba a

través de los argumentos subrayados a lo largo de este libro, o sea:

a) El individuo necesita observarse a sí mismo en interacción con

otros, incluyendo la parte que él actúa dentro del sistema familiar.

b) El individuo necesita darse cuenta de cómo su conducta y el

concepto que él tiene de sí mismo están limitados por el sistema mismo

en el que vive, y,

c) El individuo necesita un reforzamiento terapéutico para co-

municar este conocimiento a los miembros de su familia y ayudarlos a

experimentar y practicar nuevas conductas en la interacción,

8. En las sesiones de psicoterapia en las que participo doy forma al

tratamiento según las necesidades de la familia.

a) Puedo llevar a cabo una entrevista inicial que dure una hora y

media, o sesiones que duren varias horas. En fecha reciente, he recurrido

cada vez más a sesiones “maratón” en las que paso un fin de semana o

más tiempo con una o varias familias, con objeto de tener un contacto

continuo con ellas en diversos contextos. En otras palabras, la duración

de las sesiones es flexible y variable.

b) Entrevisto a las familias y a los individuos en mi consultorio, en

un parque, en sus hogares o en sus sitios de trabajo y de diversión; es

decir, en cualquier lugar que pueda proporcionamos la experiencia de

nuevos contextos y nuevas relaciones. Visito la escuela y la guardería si

lo creo indicado. En resumen, el sitio de las sesiones es flexible y

variable.

c) Una vez que he entrevistado a todos los miembros de la familia

juntos, lo suficiente para comprender bien y en forma global todo el

sistema familiar, a veces hablo con un miembro determinado de la

familia en una sesión individual, o bien entrevisto a dos o tres

miembros, o cambio de sesiones con uno o dos miembros a sesiones en

que veo a toda la familia de nuevo, a menudo durante la misma

entrevista. Varío el tipo de sesión según la necesidad de la familia y

según el análisis que hago del sistema familiar. A menudo veo a más

de una familia al mismo tiempo. En otras palabras, la pauta del

8 Para una explicación completa del concepto de sistemas, léase Watz- iawik.

P., Beavin J. y Jackson D.: Pragmatics of human communication, Nueva York: W. W. Norton, 1967. (Traducido «como Teoría de la Comunicación Humana.)

Page 226: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

208 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

número y el tipo de personas es flexible y variable.

d) A veces me resulta útil buscar la ayuda de un coterapeuta o de

más de un coterapfeuta, ya sea del mismo sexo que yo o del sexo

opuesto. Por lo tanto, la pauta del número de terapeutas que uso,

también es flexible y variable.

e) Cuando hago psicoterapia y cuando adiestro a otros terapeutas,

además de utilizar técnicas variables y diferentes pautas de tiempo,

recurro a muchos auxiliares mecánicos de gran utilidad. Uso

grabadoras de sonido y videograbadoras para dar a las familias una

retroalimentación instantánea, o para revisar con ellos episodios

pasados de interacción, o para tomar una fotografía de la persona que

duda cuando le digo que se ve enojado o deprimido, o que está

enviando a los miembros de la familia, a través de la interacción,

otros mensajes inconscientes y no verbales. Cada vez uso más el baile,

los ejercicios que implican movimientos corporales, la música el arte,

las dramatizaciones y los juegos, con objeto de proporcionar a la

familia diversas experiencias en las que tocan, ven, escuchan, sienten

y expresan. En pocas palabras, las técnicas y las herramientas que

uso para que los pacientes experimenten distintos estados son

flexibles y variables.

Naturalmente, ninguna de estas técnicas se ha establecido como “la

ideal” o “la más deseable,” y sin duda en el futuro se desarrollarán

muchos nuevos recursos además de los que he descrito. Lo importante

es que, cualesquiera que sean las técnicas que set usen, deben estar

enfocadas a proporcionar a la familia o al in- s dividuo una nueva

experiencia de crecimiento. Esto quiere decir que el terapeuta debe

ser una persona y un individuo semejante á la familia; no una figura

divinizada que trata de mantenerse , al margen del sistema de

relaciones.

10. El modus operandi terapéutico que determina a qué grado el

terapeuta se permite involucrarse y en qué forma lo hace, depende mucho

de los modelos y las creencias que el terapeuta mismo tiene acerca de lo

siguiente:

a) qué causa la enfermedad,

b) qué hace que la enfermedad desaparezca, y

c) qué hace que la gente crezca.

11. Podemos visualizar que la psicoterapia actual se basa en uno de dos

modelos:

a) el modelo médico, o b) el modelo del crecimiento.

Page 227: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMO SE INTEGRAN MODELOS Y DISCIPLINAS 209

12. En el modelo médico, se cree que la causa de la enfermedad está

localizada dentro del paciente mismo. Se cree que la enfermedad

desaparece si destruimos su origen dentro del paciente. Se espera que el

crecimiento ocurra espontáneamente una vez que se extirpa la causa de

la enfermedad, ya que así se libera para el crecimiento la energía que

estaba acumulada. En este modelo, el uso del contacto o la cercanía del

terapeuta no tiene caso, puesto que el problema está dentro del paciente.

El modelo psicoanalítico es un ejemplo perfecto del modelo médico,

porque en dicha técnica el paciente se recuesta en un diván, habla de sus

pensamientos “más internos,” y ni siquiera tiene contacto visual con el

terapeuta. Si el analista se adhiere de manera ortodoxa a técnicas “no-

directivas, orientadas-hacia-el-paciente,” limita estrictamente incluso el

contacto verbal. La suposición básica es: “Yo, el terapeuta, no hago nada

para estimularte, de modo que todo lo que sientas y hagas es inherente a

ti.” No obstante, puesto que es imposible no comunicarse, esta suposición

es un mito.

13. El modelo del crecimiento se basa en las nociones de que la conducta

de la gente cambia a través de los procesos, y que los procesos están

representados por las transacciones con otras gentes y con las diferentes

partes de uno mismo. Se piensa que la enfermedad es una respuesta

comunicativa apropiada ante un sistema o contexto disfuncional, que

existe dentro del individuo y dentro de otras personas de la familia. Por

lo tanto se cree que la salud se desarrolla cuando se modifica el sistema

para que permita respuestas y comunicación sanas. El terapeuta, al ser

una parte integral del sistema terapéutico, está íntimamente involucrado

en las transacciones, y utiliza todo lo que pueda ofrecer al paciente o

pacientes para facilitar el aprendizaje y el intercambio y para ayudar al

paciente a qué crezca dentro del contexto de la relación.

14. Si se utiliza el modelo del crecimiento, hay que estar más dispuesto

a experimentar y ser más espontáneo de lo que muchos terapeutas son.

Pensamos que es básico y necesario ser flexible en la técnica y en el

enfoque, incluyendo, en especial, el contacto directo e íntimo entre el

paciente y el terapeuta.

a) En la psicoterapia del crecimiento, no se utilizan técnicas para

lograr objetivos específicos, como por ejemplo, aumentar las ganancias

anuales del padre o asegurarse de que el hijo vaya a la Universidad.

b) La psicoterapia del crecimiento se basa en la premisa de que es

posible enseñar a la gente a ser congruente, a hablar directa y

claramente, y a comunicar sus sentimientos, pensamientos y deseos en

forma precisa, con objeto de poder manejar lo que es.

Page 228: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

210 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

15. Para comparar estos modelos en acción, imaginaremos, por ejemplo,

que un paciente le pregunta al terapeuta en qué forma acostumbra

divertirse.

a) En el modelo médico, la pregunta se consideraría sin impor-

tancia.

b) En el modelo de crecimiento, la pregunta se consideraría como

una petición legítima de información.

16. En el modelo del crecimiento, el terapeuta demuestra, a través de su

propia conducta, que no hay nada que no pueda manejarse abierta y

honestamente, y que en la psicoterapia como en cualquiera otra relación

humana, nada es mejor para un ser humano que aprender a usarse a sí

mismo y a usar su propia personalidad —no sólo con el fin de influir en

otros seres humanos, sino también,! cuando es apropiado, para dejarse

llevar e influir por otros.

Page 229: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

211 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

17. El terapeuta proporciona £l paciente un ejemplo positivo o negativo

de crecimiento, ya que él es una persona íntimamente involucrada en el

sistema de relación con el paciente mismo.

a) La visión que el analista tradicional presenta es la de un in-

dividuo que se aísla, no se involucra ni se compromete y elimina

virtualmente el mirar, el hablar y el tocar como medios efectivos de

comunicación en una relación.

b) En el modelo de crecimiento, el terapeuta da el ejemplo de un ser

humano falible, activo y que aún está aprendiendo, dispuesto a hacer

frente de manera honesta y responsable a cualquier situación que se le

presente, incluyendo sus propias vulnerabilidades.

18. Con el objeto de aprender y demostrar qué sucede con la conducta

de un individuo cuando opera dentro del contexto de uno de Jos dos

modelos descritos, en años recientes he utilizado cada vez más varios

juegos, tanto en la psicoterapia familiar como en el adiestramiento de

profesionistas en distintas disciplinas que atañen a las relaciones

humanas. Los principales juegos que he desarrollado con estos propósitos

son:

a) la familia simulada,

b) los juegos de los sistemas familiares, y

c) los juegos de comunicación.

La familia simulada:

1. El grupo de Bateson, que trabajaba en Palo Alto en 1954, llegó a la

conclusión de que las familias se ven constreñidas por pautas

conductuales redundantes que ocurren una y otra vez, sin que la familia

se dé cuenta. Cuando intentaron demostrar esto, utilizando la actuación

de papeles ficticios entre los miembros del mismo grupo (Bateson,

Jackson, Haley y Weakland), se sorprendieron de ver cómo cada uno de

ellos empezaba a desarrollar sentimientos intensos, concordantes con la

conducta que simplemente estaban “representando,” en el papel de un

miembro especial de una “familia.” Es más, pudieron demostrar que, si

seguían ciertas reglas simples* podían simular, por ejemplo, la familia de

un paciente esquizofrénico crónico con tal verosimilitud, que cuando se

enviaron estas sesiones grabadas en cinta para que diversos

investigadores estadunidenses hicieran un diagnóstico “ciego,” todos

consideraron, que se trataba de una grabación proveniente de la familia

real de un esquizofrénico. Incluso la voz de los investigadores (quienes

eran bien conocidos para los otros profesionistas) no fue reconocida,

aunque los “actores” no habían intentado cambiar su propia voz al

representar a la familia.

2. Por lo que a mí respecta, he tenido ya la experiencia de utilizar

Page 230: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

212 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUÍfrA^'^

técnicas de “familias simuladas” con cientos de diferentes auditorios, y

con grupos de diferentes profesiones, desde médicos hasta trabajadores

sociales, maestros y enfermeras. Hay que comentar algo acerca del uso de

juegos con propósitos de adiestramiento. Una reacción habitual de los

profesionistas que no han participado en estos juegos, es sentir que se

trata simplemente de una “actuación” y que;, por lo tanto, no es real. En

toda mi experiencia al utilizar estos juegos con muchos grupos en todos

los Estados Unidos de América, nunca he encontrado una persona que,

una vez que se involucra en el sistema del juego, no haya experimentado

“reacciones viscerales” vividas respecto al papel que está actuando,

especialmente cuando lo que representa es algo contrario a la imagen que

tiene de sí misma. Es muy frecuente que un participante diga, después de

una representación determinada: “Ahora ya sé cómo se siente la señora

X. ¡ Puedo comprender su problema de úlcera! Lo que yo estaba diciendo

sonaba exactamente como lo que ella dice. A los cinco minutos de

representarla me empezó a doler el estómago.”

3. En una ocasión memorable, una joven trabajadora social representó

el papel de la hija paciente-identificado (PI) en una determinada familia

simulada, mientras que un médico general, interesado en la psicoterapia

familiar, representó el papel de su padre. Al cabo de más o menos 40

minutos de interacción familiar, la “hija” se levantó, hecho los brazos en

tomo al cuello del viejo y dijo: “¡De verdad te quiero!” y él, con lágrimas

corriéndole por las mejillas, dijo “Es la primera vez que en realidad he

sentido lo que me perdí al no tener una hija.”

4. Gomo es natural, la técnica de la familia simulada se usa no sólo para

enseñar a los terapeutas, sino que es un recurso muy valioso para

enseñar a las familias reales algo acerca de ellas mismas. Esto puede

hacerse principalmente de dos maneras:

a) El terapeuta püede hacer que unos miembros de la familia

simulen la conducta de otros. Por ejemplo, la madre representará la

forma en que piensa que el papá se comporta, mientras que el padre

representará el papel de su hija, y el hijo actuará su concepto de cómo es

la conducta de la madre.

b) El terapeuta pide a los miembros de la familia que actúen el

papel de ellos mismos en uyna situación simulada, es decir, en una

situación que el terapeuta inventa basándose en su comprensión de ese

sistema familiar en especial. Por ejemplo, en una familia con un chivo

expiatorio, se pide a los miembros que actúen un drama en el cual

simularán ser una familia diferente, donde Juanito es el favorito. Mamá

será la que recibe siempre todas las críticas de los otros miembros de la

familia y tolerará esas críticas como una mártir. Si se filma esta

situación en video-tape, se puede hacer que la familia observe su propia

conducta cuando se les enseña la cinta de lo que representaron. En ese

Page 231: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMO SE INTEGRAN MODELOS Y DISCIPLINAS 213

momento, la familia y el terapeuta discuten cuán diferentes o cuán

parecidas son las diversas conductas de los miembros de la familia en

relación con su conducta real habitual.

Juegos de sistemas:

1. Una herramienta muy útil para el adiestramiento y para la psi-

coterapia es lo que llamo “juegos de sistemas familiares.” Durante mucho

tiempo he observado que todos los sistemas de interacción se pueden

clasificar como sistemas abiertos o como sistemas cerrados; con base en

esta observación he desarrollado los juegos mencionados.

a) Los sistemas cerrados son aquellos en los cuales todos los

miembros que participan tienen que ser muy cautelosos acerca de lo que

dicen. La regla principal parece ser que se supone que todos tienen las

mismas opiniones, sentimientos y deseos, sea esto cierto o no. En los

sistemas cerrados, la expresión sincera de uno mismo es imposible, y si

ocurre, los otros miembros del grupo o de la familia consideran dicha

expresión como anormal o “enferma” o “loca.” Las diferencias

interpérsonales se manejan como si fueran peligrosas; esta situación da

como resultado que uno o más miembros tienen, metafóricamente, que

“estar muertos ante ellos mismos,” si quieren permanecer dentro del

sistema. Es obvio que este tipo de grupo impone limitaciones sobre el

crecimiento y la salud individuales. He encontrado que los trastornos

Page 232: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

<LI¿ COMO SE INTEGRAN MODELOS Y DISCIPLINAS 213

emocionales o de la conducta son un signo inequívoco de que la

persona perturbada es miembro de un sistema familiar cerrado.

b) Un sistema abierto permite la autoexpresión sincera de los miembros

que participan en él. En este tipo de grupo o de familia, se considera que

las diferencias interpersonales son naturales, y se entablan negociaciones

abiertas para resolver estas diferencias por medio de una “avenencia,” de

una “aceptación del desacuerdo,” de un “trato en el que a cada quien le

toca su turno,” etcétera. En los sistemas abiertos, el individuo puede

decir lo que siente y lo que piensa, y puede luchar por conocer la realidad

y para obtener un crecimiento personal, sin destruirse ni destruir a los

otros participantes del sistema.

Cuando hago que el trío familiar original (padre, madre e hijo), o mis

alumnos que actúan esos papeles, usen cinco “reglas” básicas acerca de

las pautas interaccionales, compruebo que es posible simular casi

cualquier sistema familiar cerrado o abierto, y aprender en el proceso.

а) La primera regla de interacción establece que una persona manejará

las diferencias eliminándose a sí misma. En otras palabras, siempre

estará de acuerdo con otros en el sistema, sin que importe cómo se

siente esta persona en realidad.

б) La segunda regla consiste en que uno manejará las diferencias

eliminando a los otros; siempre estará en desacuerdo, encontrará

fallas y culpará a los demás.

c) En la tercera regla, uno elimina el propio yo y el yo del otro a través

de un sermón o una racionalización, teniendo cuidado de mantener una

máscara sin movimiento y la apariencia de que uno no está implicado

emocionalmente, de manera que las desavenencias supuestamente se

manejen con base en “la razón.”

d) En la cuarta regla, uno elimina su propio yo, el yo del otro y al

contexto, usando el método de ser irrelevante, cambiando de tema,

etcétera, de manera que tanto la persona en cuestión, como la otra,

encuentren imposible negociar abiertamente las diferencias.

e) La quinta regla permite la inclusión tanto de la propia persona como

de la otra en el sistema ; es decir, la persona negocia abiertamente y jen

forma clara, y permite que los otros hagan lo mismo.

Con base en estas cinco reglas, he inventado cinco series de juegos

mediante los cuales, cambiando las partes componentes, es posible

simular cualquier sistema de interacción. He aquí una breve descripción

de cada serie de juegos:

a) La primera serie se llama juegos de rescate; en ellos están

representadas las reglas a, b y d; es decir, un miembro del trío familiar

original siempre está de acuerdo; otro siempre está en desacuerdo, y un

Page 233: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

tercero siempre es irrelevante. En la mayoría de los sistemas de

interacción, la misma persona actúa la misma regla la mayor parte del

tiempo. Lo que varía es el personaje que sigue determinada regla; es

decir el padre puede ser el que está de acuerdo, la madre está en

desacuerdo y el hijo el que se sale del tema; o bien la madre puede ser la

irrelevante, el hijo el que está de acuerdo y el padre el que está en

desacuerdo. Esta pauta de interacción es muy común en familias que

producen un miembro esquizofrénico.

b) La segunda serie de juegos se llama juegos de coalición y se basa en

las reglas a y b. En otras palabras, dos personas siempre están de

acuerdo y la tercera está en desacuerdo, o dos están en desacuerdo y una

está de acuerdo. Las implicaciones para las personas atrapadas en este

juego son obvias. Se requiere alguna forma de conducta “anormal” para

que una persona esté en desacuerdo con otras dos, cuando una de estas

dos está de acuerdo y la otra está en desacuerdo, o para que una persona

esté de acuerdo con otras dos que están difiriendo, etcétera.

c) La tercera serie de juegos se llama juegos letales y consiste en la

utilización exclusiva de la regla a. En este tipo de sistema todos están de

acuerdo con todos los demás, a costa de sus propias necesidades y

satisfacciones. Esta es una pauta de interacción común en familias que

desarrollan una alta frecuencia de enfermedades psicosomáticas.

d) El cuarto grupo de juegos se intitula juegos adecuados y correctos.

En ellos todo mundo trata de ser razonable, no importa cómo se sientan.

e) En la quinta serie de juegos se utiliza exclusivamente la regla e.

Llamo a este grupo juegos de vitalidad en el crecimientoK En este

sistema cada persona, al expresarse y al permitir que los otros se

expresen, se incluye a sí misma y a ¡ los demás en la interacción.

Page 234: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir
Page 235: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMO SE INTEGRAN MODELOS Y DISCIPLINAS 215

4. Es obvio que el juego de vitalidad en el crecimiento no existe en el

mismo nivel que los cuatro primeros juegos. Los cuatro primeros juegos

son juegos de supervivencia; el quinto simplemente ocurre al nivel de la

realidad del contenido y no ai nivel de la supervivencia. En este tipo de

juegos, las personas pueden estar de acuerdo o no, según lo que

experimenten de la realidad, y no obstante, continúan siendo parte del

sistema.

5. Utilizo estos juegos en el tratamiento de familias y en el adies-

tramiento de profesionistas. Son de gran valor por tres razones

principales:

a) Ayudan a la “familia” real o simulada a ver y entender la

naturaleza de su propio sistema. h) Permiten a la familia y al

profesionista en adiestramiento experimentar nuevas pautas de

interacción (y al mismo tiempo experimentar nuevas conductas en

sus pautas de reacción individual).

c) Cuando hago que una familia actúe toda la secuencia de juegos,

sus miembros no sólo pueden identificar dónde están sino que también

identifican hacia dónde Ies es posible ir. Cuando las familias y los

profesionistas en adiestramiento hacen explícitos los sistemas y terminan

actuando un “juego de vitalidad en el crecimiento,” pueden experimentar

el movimiento, desde un sistema patológico de interacción hasta un

sistema que produce crecimiento.

6. Estos juegos no son fijos ni invariables. Dentro del marco de re-

ferencia general, las partes y las variables pueden cambiarse y

reacomodarse para satisfacer las necesidades de las círctmstancias.

a) Habitualmente es necesario dar instrucciones, como asignar los

papeles y describir qué es lo que los participantes deben hacer (por

ejemplo, siempre estar de acuerdo con lo que se diga sin utilizar las

palabras “estoy de acuerdo”). Suelo designar una tarea para que el grupo

la lleve a cabo; por ejemplo: “Planeen algo que puedan hacer juntos como

familia” o “Usando estas reglas, díganse entre sí cómo se sientan.” A

partir de ese momento ellos llevan la pelota como pueden.

b) A veces mse uno al juego como participante; otras observo. A

veces interrumpo o doy nuevas instrucciones; susurro la instrucción a un

individuo o me dirijo en voz alta a toda la familia. A veces indico en voz

baja a un miembro que cambie de papel, de manera que la familia pueda

ver lo que sucede en un sistema cuando uno de los miembros cambia las

reglas de su conducta sin notificarlo a los otros.

c) Desde luego, es de gran importancia que la familia comente sus

sentimientos, pensamientos y reacciones durante el juego y/o después del

mismo. Pongo un gran énfasis en los “sentimientos viscerales,” es decir,

en las reacciones corporales físicas provocadas por el papel que se actuó.

Por ejemplo, cuando alguien siempre tiene que estar de acuerdo, tal vez

Page 236: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

216 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

experimente tensión corporal, contracción en el estómago, ira profunda,

etcétera. Alguien que, “siempre esté en desacuerdo,” tal vez experimente

calor corporal, temblores y cefalalgia. El “super-razonable” tal vez se

sienta seco. El “irrelevante” tal vez se sienta “más loco que una cabra.”

Juegos de comunicación:

1. La tercera categoría principal de juegos que he desarrollado consiste

en una serie de diversas técnicas de interacción, muy útiles para enseñar

a las personas a comunicarse de manera más efectiva y congruente.

Hasta la fecha, se han utilizado los juegos de comunicación con dos

personajes, pero no es difícil imaginar que la idea se podrá aplicar a

diversas técnicas operativas.

2. Se me ocurrió la idea de estos juegos debido a que, en forma

repetida, observé que cuando una persona envía un mensaje mixto o

incongruente, él o ella habitualmente “no está en contacto” con quien

escucha; la piel y los ojos de ambos no están en contacto. Después de

experimentar un poco, descubrí que para la gente es casi imposible

enviar un mensaje incongruente si tiene contacto cutáneo o visual estable

con el que escucha. Tratando de enseñar a mis pacientes y a mis alumnos

cómo mejorar sus métodos de comunicación, desarrollé las siguientes

técnicas. Se deben usar en general como una serie de interacciones, para

mostrar a las personas en forma concreta y vivida qué sucede cuando

ven, tocan y hablan de manera congruente, y qué sucede cuando no lo

hacen.

a) Coloco a dos personas (madre y padre, padre e hijo, dos pro-

fesionistas en adiestramiento, etcétera) dándose la espalda y les pido que

hablen. Esta forma de comunicación es similar a lo que sucede en algunos

hogares, cuando la esposa está

en la cocina preparando los alimentos mientras el esposo trata de

discutir las finanzas con ella.

b) A continuación les pido que se volteen, que se den la cara y que se

miren a los ojos sin tocarse ni hablar. Al comentar esta interacción

aprendemos mucho acerca de lo que un individuo supone en torno a los

sentimientos y pensamiento de otro, cuando la comunicación está verbal

y sensorialmente limitada.

c) En seguida pido a la pareja que se miren a los ojos y que se toquen

sin hablar.

d) Después les pido que se toquen (es decir, que se tomen de las

manos) con los ojos cerrados y sin hablar.

e) A continuación se miran a los ojos y hablan sin tocarse.

/) Finalmente, pido a ambas personas que hablen, se toquen y se

miren a los ojos y traten de pelearse. Les resulta imposible. La

situación o bien les divierte, o los obliga a retirarse físicamente y

Page 237: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

COMO SE INTEGRAN MODELOS Y DISCIPLINAS 217

desviar sus ojos para poder enojarse. También es muy difícil

enviar un mensaje incongruente cuando uno habla, toca y mira al

que escucha.

3. La parte más importante de estos juegos son las intervenciones del

terapeuta y las discusiones durante y después de la serie, donde se

comentan los sentimientos, las respuestas y las reacciones viscerales

(corporales) de cada miembro de la pareja respecto a su propia persona,

respecto al otro y respecto a la interacción misma.

4. Una variación final que describiré aquí es lo que llamo la “caminata a

ciegas.” Esta técnica consiste en que una persona (por ejemplo la esposa)

guíe a otra (el esposo, el niño, etcétera) y camine con ella mientras esa

segunda persona mantiene sus ojos cerrados. Pido al individuo “que está

a cargo de la situación” que haga que la caminata sea lo más interesante

posible (por ejemplo, que haga que la persona “ciega” se siente, se ponga

de pie, palpe los objetos, etcétera) y que utilice su propio cuerpo como sea

necesario, para dirigir a su compañero o compañera sin riesgo de una

lastimadura. No se les permite hablar durante la caminata. Más tarde

comentamos los sentimientos de ambos; sus miedos, sus dudas, su

sensación de confianza, de gozo, etcétera. Este juego puede ser

especialmente útil para parejas que, en su relación, sufren graves

problemas de “confianza” y “dependencia.”

Page 238: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

Ll'Ó 218 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

5. Todos los juegos descritos pueden ser útiles o inútiles en la psi-

coterapia, dependiendo de la habilidad del terapeuta para entrar en el

sistema de relación de manera abierta y flexible. Sobre todo, el terapeuta

debe mostrar el entusiasmo e interés personal necesarios, para infundir

en sus pacientes un espiritu de aprendizaje, experimentación y

apreciación seria, indispensable para hacer que los juegos se conviertan

en una experiencia vivida y nueva en la interacción.

6. Repito una vez más que estos juegos no deben ser considerados como

una cosa inmutable, ni ser etiquetados como técnicas que se pueden

aplicar sólo en la “libertad innovadora de la soleada California.” Según la

personalidad idiosincrásica de cada terapeuta, y según los deseos,

problemas y necesidades particulares de, cada paciente, es posible

agregar elementos a estos juegos, abreviarlos o modificarlos. Son las

formas y no el proceso de la psicoterapia. El proceso sigue siendo y será

siempre la relación entre tú y yo, aquí y ahora.tw

PARTE 4

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA

A menudo me han preguntado qué es lo primero que veo en una

persona y cuál es mi método para verla. Muchas veces pienso que en

realidad me preguntan cuáles son mis creencias acerca de la gente.

Trataré de responder en una manera que, en mi opinión, podrá ayudar

a otros a entender mejor algunas de las cosas que hago cuando trabajo

con individuos. Me expresaré de manera extemporánea, y describiré lo

que hago conforme se me ocurren diversos pensamientos. Me doy

perfecta cuenta de que muchos de los sentimientos que experimento y

de las cosas que hago no constituyen la lista completa de mis

elementos de trabajo. No obstante, trataré de compartir dicha lista con

el lector, de la mejor manera en que pueda yo hacerlo en este

momento.

Page 239: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

219

Quisiera empezar con una descripción de lo que me sucede cuando

pienso acerca de cómo utilizar mi propia persona en el papel de alguien

que desea ayudar a otros. En primer lugar, un individuo y su familia

(porque casi siempre pienso en el contexto familiar) no buscarían mi

ayuda profesional si no estuvieran sintiendo algún tipo de dolor o

sufriendo algún tipo de problema que quieren resolver. De alguna

manera, siento que los pacientes han admitido (o le han dicho a otros):

“Ya llegamos al límite de nuestra capacidad para tolerar la crisis.

Estamos buscando una manera mejor de hacer frente a los problemas.”

Las personas no siempre ponen esta idea en palabras. A veces sólo

dicen: “Me duele” o “Alguien está haciendo algo malo.” Interpreto estas

palabras como la búsqueda de una nueva capacidad para lidiar con los

problemas de su vida, experimentar más alegría y menos dolor y, tal

vez, lograr más productividad.

Este capítulo se basa en un artículo homónimo que apareció en Informes acerca del consuelo y la alegría, editado por el Dr. Robert É. Spitzer (Palo Alto: Science and Behavior Books, 1975).

Page 240: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

220 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Considero a todos los individuos como representantes de la vida, en

cualquier forma que sea. Cuando las gentes necesitan ayuda o tienen

algún tipo de problema, la manera en que se manifiestan —la apariencia

que adquieren y la manera y el tono en que hablan— puede ser muy

desagradable, muy hermosa o muy dolorosa. Bajo todas estas apariencias,

veo al ser humano que, en mi opinión, se utilizaría a sí mismo o a sí

misma de manera diferente si pudiera entrar en contacto con la vida que

posee y representa. Cuando me encuentro con cualquier ser humano, en

mi mente lo despojo de su exterior y trato de ver el interior, que es la

parte de la persona que llamo autoestimación o sentido de; la propia

valía. Con cierto afecto, he dado el nombre de “la olla” a esta parte del ser

humano. La “olla” busca maneras de manifestarse, de modo que me

acerco a un individuo dándome cuenta de esa búsqueda. Existe en cada

persona un área que él o ella no han tocado ni percibido. Sé que la tienen

dentro, y mi convicción es tan fuerte que para mí es un hecho irrefutable

que dicha área existe. Nunca pregunto si la persona tiene vida dentro.

Sólo pregunto cómo será posible tocar dicha vida.

Una familia que entrevisté ayer está fresca en mi memoria. Trataré

de relatar, de la mejor manera que pueda, qué sucedió entre lá familia y

yo. Describiré lo que comprendí acerca de lo que me estaba sucediendo, y

cómo utilicé esa comprensión para tocar la autoestimación de cada

miembro de la familia. Se trataba de dos adultos casados entre sí, que

también eran el padre y la madre de cinco hijos, la mayor de 18 años y el

más pequeño de cinco. Desde luego, tenían algún tipo de problema puesto

que buscaron tratamiento conmigo. Esa era la parte obvia.

Para empezar, no me preocupó mucho el problema especial sino más

bien traté de aprender y entender cómo cada persona de esa familia vivía

su vida con los otros y consigo mismo o misma. En mi opinión, siempre

existen dos vidas que coexisten en todo momento: la que tengo conmigo

misma, y la que conduzco con otras personas importante para mí. Cuando

me encontré con la familia, yo no sabía qué iba a descubrir, ni cómo se

manifestarían los miembros de esa familia en especial; sólo sabía que

estaban sufriendo y que cada uno tenía dentro algo que se podría tocar y

desarrollar hacia el creci- miénto.

Primero me presenté ante cada individuo. Me doy perfecta cuenta de

que las personas en general no se cojisideran a sí mismas como

individuos de valía. Siento que no es posible promover caipbios en ellos a

menos que empiecen a verse como seres con valía. Yo, como terapeuta, me

convierto en el primer medio a través del cual una cr<c\

persona entra en contacto con su propio sentimiento de valía. Cuando me

presenté ante la familia en cuestión, este proceso se inició. Extendí mi

mano hacia el esposo-padre primero, y después hice lo mismo de manera

subsecuente con el resto de la familia.

Page 241: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 221

Me gustaría hablar acerca de esa parte de la experiencia. Sería útil

que el lector se imaginara la situación conforme la voy describiendo. En

primer lugar, suponga usted que lo acabo de conocer, que se encuentra

usted con otras personas, tal vez miembros de su familia, y yo, de pie

frente a usted, extiendo mi mano al nivel de la suya. Conforme nuestras

manos se acercan y usted me da la suya, siento una conexión. En ese

momento lo estoy mirando. Estoy en contacto con sus sensaciones

cutáneas y con las mías propias, y durante ese momento no existe nadie

más en el mundo excepto usted y yo. Usted es el receptor de toda mi

atención durante ese momento, y puede sentir que me estoy conectando

con su persona. Yo siento que le estoy entregando a usted mi propia

persona. Acompaño esto con una sonrisa, para comunicarle un saludo

hacia usted y hacia su vida, como representantes de toda la vida. Este

tipo de experiencia me permite sentir que me he conectado con otra

forma y otra manifestación de la vida. La de usted. Considero dicha

manifestación como la base de todo lo que un individuo es.

Conforme saludo a cada miembro de su familia, gozo dentro de mí ese

contacto en el área cutánea y en todas las áreas, y eso de alguna manera

me afirma. Vivo la experiencia de entrar en contacto con otro ser

viviente, y esa es la plataforma o la base de la cual vamos a partir. Por

eso no inicio la sesión de tratamiento discutiendo el problema, sino más

bien establezco esa conexión básica a un nivel humano con cada persona.

Desde luego, los individuos vienen a mí buscando ayuda; si supieran qué

tipo de ayuda necesitan, probablemente la obtendrían por sí mismos y no

me buscarían. Han llegado al límite de su capacidad para encontrar

soluciones y quieren ayuda, pero probablemente lo único que perciben es

que sienten sufrimiento.

Mientras establezco ese primer contacto con ellos, escucho cómo me

responden; pero más tarde escucharé también cómo unos responden ante

los otros. Empiezo a darme cuenta de lo que han hecho y de cómo han

utilizado sus experiencias desde el momento en que brotaron de la matriz

hasta ahora. Algunos lectores tal vez conozcan las actitudes que utilizo

para abreviar el proceso. Uso cinco adjetivos para describir cómo los

individuos se comunican entre sí: las respuestas pueden ser aplacadoras,

acusadoras, super-razonables, irrelevantes y fluidas. Al empezar el

tratamiento no espero que la familia exhiba muchas respuestas fluidas,

dado que el hecho de que no presenten

LLcL 122 F5IC0TERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

dichas respuestas es probablemente una de las razones por las que

enfrentan los problemas de la manera en que lo hacen. También subrayo

el hecho de que veo a las gentes frente a mí como personas que están

haciendo todo lo mejor que pueden con lo que han aprendido, y creo que

lo que han aprendido representa para ellos la mejor manera en que saben

Page 242: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

sobrevivir. Algunos de los lectores tal vez sepan que he traducido las

diferentes clases de respuestas en forma de posiciones corporales.

Conforme transcurre la entrevista, voy haciendo retratos mentales de

cada individuo frente a mí, y los traduzco en posiciones físicas que

representan cómo se comunican.

Por ejemplo, en la familia de ayer, vi al hombre produciendo

respuestas super-razonables. En mi imaginación lo vi de pie, erguido, con

muy poco movimiento, hablando de una manera más bien monótona. Vi a

la mujer hincada frente a él, en una posición aplacado- ra, pero al mismo

tiempo —sin que él lo percibiera— lo señalaba con un dedo acusador. Vi a

la hija mayor de pie, super-razonable, igual que su padre, sin dirigir su

mirada hacia ninguno de los dos progenitores, pero con un dedo que

apenas se percibía, señalando acusadoramente al padre. Vi a la hija

siguiente señalando a su madre de una manera deliberada y muy obvia, y

vi al hijo siguiente de pie, muy cerca de su madre, aplacándola. Por

último, vi al chico más joven produciendo respuestas irrelevantes,

moviéndose de un lugar a otro, incapaz de unirse con nadie. También

observé que la chiquilla más pequeña, de cinco años de edad, se

encontraba en una posición iirelevante.

Conforme iba yo elaborando estas imágenes mentales, era importante

respetarlas, ya que representaban la mejor manera que esas personas

habían desarrollado para hacer frente a los problemas. Sus formas de

aplacar, culpar, ser super-razonables o irrelevantes, habían constituido

un sistema familiar en el que nadie podía en realidad acercarse a la

intimidad de los otros. Era muy probable que cada miembro de la familia

oiría mal lo que otro decía. Cada miembro veía el papel del otro, y no a la

persona real. Según esto, mi búsqueda y mis esfuerzos se encaminaron a

ayudar a esas gentes a convertirse en seres reales, uno ante el otro. Miré

a la familia, y en mi interior sentí cómo respondían a mi contacto. Por

cierto, el contacto completo da el mensaje de que la otra persona es

importante para uno de manera profunda y personal; considero dicho

contacto como una base vital para desarrollar cualquier cambio. Tiene

que establecerse un alto nivel de confianza. Si las personas de la familia

no sienten que pueden confiar en mí, no creo que seamos capaces de

efectuar cambio alguno.

Cuando entré ayer en el consultorio, la familia estaba sentada en

sillas distantes entre sí, y parecían ser los blancos de una galería de tiro.

Había una mesa frente a ellos. Al contemplar la escena, sentí que sería

muy incómodo trabajar en ese contexto. Creo, con gran convicción, que el

sitio donde cada miembro de la familia se sienta (lejos o cerca unos de

otros), y la manera como se sientan, son datos muy importantes. Requiero

que el sitio donde vamos a trabajar sea cómodo; es decir, lo reacomodo

para que pueda yo ver a todos. Me siento a poca distancia de cada

persona, de modo que todos me puedan tocar sí estiran su brazo. Tiene

que haber suficiente espacio para que la familia y yo nos podamos mover

Page 243: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 223

con libertad dentn^ del cuarto. Este espacio es necesario porque a veces

pido que los miembros de la familia trabajen en parejas, o uso “esculturas

familiares,‟5 o inicio algún otro tipo de actividad que requiere espacio.

Una mesa o cualquier otro obstáculo hace que los movimientos sean

difíciles. En la sesión de ayer moví la mesa y la fijé de tal manera que

pude sentarme a sólo un paso de cada miembro de la familia, muy cerca

de establecer contacto físico con ellos.

La pequeña de cinco años estaba a mi derecha. En un momento dado

noté que se había movido hacia atrás un poco. Para ese entonces ya tenía

yo la impresión de que todos la consideraban como la buscapleitos de la

familia, y que ella se sentía excluida. Pasé mi mano tras su espalda —que

era agradable y redonda— y gocé la alegría de tocarla. Creo que ella

sintió un mensaje que la animó a ser parte del grupo. A lo largo de la

enrevista, ese intercambio sucedió varias veces.

Uno puede tocar a otros de muchas maneras. Cuando entreno a

terapeutas, les he dicho que es importante desarrollar “ojos y oídos” en

los dedos. Los miembros de una familia se tocan entre sí todo el tiempo.

Se dan bofetadas, se empujan, se dan empellones, se abrazan, etcétera.

Estoy segura que el lector sabe que las maneras de tocar a alguien tienen

diferentes significados, de modo que no se trata de simplemente tocar a

los miembros de la familia; se trata de enviar el mensaje que uno desea

comunicar a través del acto de tocar a la persona. Líneas atrás me referí

a cuán necesario es que se desarrolle confianza hacia el terapeuta; la

atmósfera de la entrevista, gracias a dicha confianza, tiene que ser tal

que los individuos empiecen a hablar de lo que llamo “cosas

inexpresables” —lo más íntimo para los miembros de la familia, sus

preocupaciones, sus miedos y sus esperanzas. No sé si pueda yo expresar

esto con suficiente énfasis. Para mí, el hecho de que los individuos digan

lo que hasta entonces era inexpresable es mucho más importante que lo

que dicen. A veces las personas se tardan un poco en. percibir que lo que

digan será escu-

Page 244: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

w o I 224 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

chado y entendido, y no será censurado para decidir si lo que han dicho es

correcto o no. Desconozco maneras de ayudar a una persona a entrar en

contacto consigo misma, a menos que esa persona pueda exteriorizar

cualquier material que tenga dentro. Muchos lectores sabrán que en

nuestra sociedad no es habitual revelar lo íntimo. No obstante, para crear

el contexto y la manera de trabajar que promoverá cambios, me parece

que nadie debe sentirse en peligro de ser castigado, por lo menos no ante

mí, no importa lo que diga. Es mi responsabilidad tomar cualquier

expresión que un miembro de la familia ofrezca, y convertirla en un

testimonio viviente de la situación en la cual esa persona se encuentra en

ese momento. Lo que cada individuo dice tiene que ser entendido por él

mismo o ella misma, y por todos los otros miembros de la familia. Esto

quiere decir que tenemos que aclarar con gran detalle todo lo que se dice,

para que la familia pueda entender lo que cada miembro está tratando de

decir en realidad.

Al proseguir la entrevista de ayer, pregunté a cada persona en la

familia: “¿Qué espera usted que le suceda como resultado de haber venido

aquí?” Supongo que la pregunta habitual que los terapeutas acostumbran

hacer es “¿Cuál es el problema?” Me interesa averiguar en qué áreas las

personas han encontrado un obstáculo insalvable, pero también siento

que mi manera de investigar esto y lo que pregunto ayuda a la persona a

centrarse más en sí misma y ayuda también un poco a disminuir las

“vibraciones” negativas que habitualmente existen y que se manifiestan

en expresiones como “Si él (o ella) se comportara mejor, yo me

comportaría mejor,” o similares.

En la sesión de ayer, empecé por hablarle a la hija mayor. No sé

porqué, excepto que en ese momento, me pareció la mejor manera de

iniciar la entrevista. La joven dijo que le gustaría ver a la familia “no

pelear tanto.” Proseguí con su hermana, quien dijo lo mismo. Pregunté a

los otros miembros de la familia si habían notado demasiados pleitos.

Todos dijeron que sí. La siguiente imagen que emergió en mi mente fue la

de dos muchachas mayores peleando entre sí. Me pareció en ese momento

que ellas eran el foco en tomo al cual se centraban los problemas de la

familia. Me presentaron el argumento de que si las dos chicas no

pelearan, la familia viviría mejor. Eso nos llevó a preguntar cuán

cómodos se sentirían los miembros de la familia si pudieran expresar ira.

Cuando se lo pregunté al padre, contestó que su familia necesitaba

educarse en cosas que hasta entonces no habían sabido.

Me gusta organizar una imagen “viva” de la situación lo más pronto

posible, de manera que me pareció natural en ese momento pedirle a las

dos hijas mayores que se levantaran, y que cada una señalara con un

dedo acusador a la otra, con objeto de ver que hacían los otros miembros

de la familia cuando esto sucedía. Las palabras son más útiles cuando

Page 245: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 225

aparecen junto con una imagen de este tipo; llamo a esto “esculpir” o

“fijar las posturas” de la familia. Cuando pedí a las dos chicas que

apuntaran un dedo acusador una contra la otra, ambas experimentaron

muy pocos deseos de hacerlo. Podían hablar de los frecuentes pleitos

entre ellas, pero el hecho de colocarse en la posición que los pleitos

indicaban hacía que toda la situación pareciera más real. Tuve la

impresión de que ambas se avergonzaban de la situación. Una de las

cosas importantes que trato de lograr, es ayudar a las personas a sentirse

libres (uso aquí la palabra “libre” en el sentido de ser alguien con la

posibilidad de tener opciones y escoger). Animo a las personas para que

empiecen a juguetear con nuevas ideas acerca de su propia conducta. Las

apoyo para que rompan sus propios tabúes. Como las dos chicas sentían

vergüenza, me puse de pie tras la que parecía estar más avergonzada y le

di apoyo; me coloqué muy cerca de su espalda y tomé su brazo para

ayudarla a asumir la actitud de señalar a su hermana. Hice lo mismo

después con la otra chica. Esencialmente, di el primer paso para romper

la regla familiar de que uno no debe enojarse, lo cual nos condujo al área

de lo que las otras personas hacían cuando un pleito surgía. En un sitio

del cuarto las dos dos chicas estaban de pie, señalándose mutuamente;

todos en la familia habían visto ya situaciones similares. Mi siguiente

pregunta para el esposo-padre fue: “¿Qué hace usted cuando esto sucede?”

Me contestó que trataba de decir a las chicas que dejaran de pelear, pero

que no servía de nada. Pedí que él también se colocara en la “escultura,”

apuntando un dedo acusador; cuando se dio cuenta de que su actitud no

servía para cambiar la situación, dejó caer su brazo y se sentó. Una de las

chicas dijo que la esposa-madre “hablaba con un poco más de fuerza.” In-

diqué a la madre que se incluyera en la escultura, también apuntando un

dedo acusador. Pregunté entonces a los otros hijos qué era lo que

habitualmente sucedía. Me dijeron que todos trataban de mantenerse

fuera del pleito. El chico mayor estaba ahora junto a su madre, actuando

como un padre auxiliar, tratando de ayudarla con el problema entre las

dos chicas.

Este tipo de escultura tiene valor porque hace explícito lo que sucede

y da vida al proceso familiar presente, que ninguno de los miembros de la

familia ha reconocido. La imagen no muestra cuán mala es la gente, sino

que les ayuda a ver lo que está sucediendo. A menudo aparece una buena

dosis de sentido del humor en la escultura. Recuerdo que en un momento

dado pedí a la chica mayor que señalara a su hermana con el dedo. La

mano le temblaba un poco, de modo que yo la sostuve y le pedí que

imaginara que en lugar de dedo tenía una pistola en el extremo de la

mano. Comentarios como este, hechos en broma, tienden a neutralizar la

baj„a autoestima de las personas y aumentan su capacidad para ver y

observar. Para mí es muy importante distinguir a la persona de sus

valores y de la manera como ella se utiliza a sí misma. Hago que los

individuos entren en contacto con las diferentes formas en que se usan a

Page 246: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

226 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

sí mismos, y con las alternativas de cómo podrían utilizarse de manera

diferente. Procuro hacer esto con un estilo que aumente la

autoestimación de las personas.

A menudo me preguntan si después de una entrevista me siento

agotada. Respondo que no. Me agotaría si continuamente me preguntara

yo dudas como “¿Lo estoy haciendo correctamente?,” “¿Me van a amar por

lo que hago?,” “¿Voy a descubrir una cura?” Si empezara yo a pensar así

(lo que llamo „„ponerme en una olla”), perdería yo de vista el sistema y el

proceso que está sucediendo, y me centraría en mi propia historia y no en

la historia de la familia.

Esto me hace pensar en algo más. Me considero la guía del proceso

durante la entrevista, pero no la guía de los individuos. Verifico con ellos

todo lo que hago antes de hacerlo. Guío con fuerza el proceso. con base en

que sé cuáles son los componentes del proceso mismo que estoy tratando

de producir. Quiero ayudar a la gente a que se convierta en diseñadora de

sus propias opciones; para poder hacerlo, necesita sentir la libertad de

arriesgarse. Un elemento muy importante de esta interacción es el hecho

de que verifico con mis pacientes cuán preparados están para emprender

algo nuevo; eso los dispone para la experiencia de tomar riesgos. Si tengo

algo que ofrecerles, tengo que decírselos; tengo que mostrárselos; necesito

preguntarles si lo que ofrezco tiene algún valor para ellos. Si introduzco

algo nuevo para una persona y le pido demasiado pronto que esté

dispuesta a hacerlo, antes de que ella comprenda, confíe y se arriesgue, la

persona no se sentirá lista para aventurarse, y eso es importante.

Suelen preguntarme: “Bueno, ¿y qué pasa si en algo que usted hace le

sale el tiro por la culata?” Respondo: “No es raro que eso suceda.” En la

vida sale el tiro mal cuando mno intenta algo y no funciona. Una vez que

eso ha pasado, tiene uno opciones. Puede uno insultarse por haber

intentado algo; o puede uno utilizar el fracaso como dina experiencia de la

vida y aprender de ella. £¿ tiro no salió por la culata en la entrevista de

ayer, porque parece tjue seguí la corriente de la familia y había elementos

positivos presentes. Eso es

Page 247: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

7Z J CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 227

lo más importante. Como terapeuta, trato de darme cuenta de lo que

pasa, y mantengo el movimiento positivo, sin hacer el esfuerzo de llevar

continuamente una cuenta de lo correcto y lo incorrecto.

Tal vez convenga decir aqui que cuando hablo con una familia, no

trato de resolverles un problema específico, como por ejemplo si deben

divorciarse o tener un bebé. Trabajo para ayudarles a encontrar una

forma diferente de hacer frente a las dificultades. No creo tener

información suficiente para saber cuál es la mejor opción para alguien.

¿Debe la esposa pedirle a su suegra que se vaya de la casa? ¿Debe

exigirle que se vaya? ¿Debe abandonar a su marido si la suegra no se va?

No me compete responder a esas preguntas. Mi tarea es ayudar a cada

individuo con su propia manera de hacer frente a las dificultades, de

manera que él o ella podrán decidir qué es lo que funcionará mejor de

acuerdo a sus circunstancias.

En la familia de ayer, resultó que ocasionalmente la segunda chica

hablaba de suicidarse. Y había muchas expresiones de odio entre ella y la

madre. En lugar de responder a ese odio, leí en mi interior que esas dos

personas deseaban con gran intensidad conectarse entre sí, pero había

todo tipo de barreras para impedirlo. Ya sabía yo que la esposa-madre

consideraba a esa hija en especial como una persona con los mismos

problemas que la madre misma había tenido, y que se sentía muy mal al

ver esos problemas en su propia hija. Aparentemente la madre estaba

tratando de resolver esas dificultades en sí misma, a través de los

intentos de disiparlas en su hija. Desde luego, esa era la razón de que las

dos no se llevaran bien.

Les pedí que se sentaran una cerca de la otra, ya que en ese momento

el nivel de confianza que ya se había establecido era suficiente para

permitirles arriesgarse. Primero les pedí que cambiaran a una posición

en la que pudieran verse con claridad y pudieran tocarse estirando el

brazo. Después les pedí que se vieran una a la otra. En seguida Ies pedí

que cerraran los ojos y me describieran lo que habían visto. Eso resultó

muy interesante. La esposa-madre dijo que veía a una niñita a la cual no

había cuidado bien, y que se sentía muy culpable. Empezó a sollozar un

poco. Cuando pregunté a la hija qué era lo que había visto> contestó que

simplemente había visto a su madre. Después de que la madre habló, la

chica me dijo: “Eso pasa. Siempre me ve como si fuera yo un bebé/‟

En ese momento me di cuenta de que esas dos mujeres no se veían

como en realidad eran en esa etapa de su vida; se veían en términos de

experiencias pasadas. A menos que esto cambiara, continuarían viéndose

una a la otra así y los problemas entre ellas aumentarían cada vez más.

Una de las críticas que la hija había expresado antes era que la

Page 248: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

228 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

madre siempre la trataba como a un bebé. Cuando la madre reveló la

imagen que vio con los ojos cerrados, le señalé que en realidad estaba

viendo a su hija de trece años como si fuera una lactante. Después de

preguntarle a la madre su edad, señalé a la hija que estaba frente a una

persona de 36 años de edad. Afirmé que se trataba de dos damas (usé esa

palabra), Cynthia y June, que se estaban contemplando entre sí. Expresé

en voz alta mi duda de si en realidad se veían como Cynthia y June. Les

pedí entonces que se vieran una vez más y me dijeran, después de cerrar

los ojos, qué era lo que veían.

Uso el término “actualizar” para describir lo que estaba yo haciendo.

Las estaba yo “actualizando.‟5 Cuando June (la madre) habló, dijo que

había visto a una chica de trece años, atractiva, y que ésa imagen era por

completo nueva para ella. La hija dijo que había visto a su madre y la

expresión en sus ojos, y que le pareció haber notado una agradable

manifestación de cariño. Ambas dijeron que en ese momento habían

sentido algo muy diferente una acerca de la otra.

La familia abordó entonces otra situación que involucraba a la hija

mayor y al padre. La chica tenía casi 18 años y el padre todavía insistía

en que regresara al hogar temprano. Resultó que este hombre, debido a

sus problemas psicológicos y físicos, no había evolucionado aún al punto

de considerar que el único sostén que daba a su familia era el económico.

Su esposa trabajaba desde las 2:30 de la tarde hasta la media noche más

o menos, lo cual implicaba que casi todo el manejo de la familia estaba en

manos del esposo. Se había puesto de acuerdo con la hija mayor para que

ella cocinara la cena. Aparentemente, la hija, también compraba los

comestibles. El padre exigía que la chica regresara temprano a casa, y

ella sentía esa exigencia como una afrenta o un tipo de imposición.

Pedí al padre y a la hija que se sentaran uno frente al otro y que

trataran de escucharse. Guíe el proceso de escuchar y les ayudé a percibir

que no se estaban hablando en términos de lo que el otro decía, sino

exclusivamente en términos de cómo uno quería controlar al otro.

Después de esto, pareció como si el padre y la hija hubieran logrado un

nuevo acuerdo.

En ese momento de la entrevista, se aclaró que el esposo y la esposa

tenían gran temor de lo que sucedería con sus hijos. Revelaron que ambos

habían tenido progenitores que los abandonaron a temprana edad. Ambos

fueron educados por abuelos angustiados acerca del futuro de los chicos.

Y esa angustia se transfirió. Sin saber esto, la mayoría de los hijos de esa

familia habían interpretado los esfuerzos de protección de los padres

como algo contra los hijos. No habían entrado en contacto con la otra

parte de los progenitores. Al mismo tiempo, los padres habían percibido a

sus hijos como a seres peleo- ñeros y desagradecidos. Pudimos establecer

nuevas conexiones.

A lo largo de la entrevista, tuve la imagen mental de contenidos que

fluían hacia afuera y conexiones que se establecían. Utilizándome de

Page 249: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 229

manera muy activa, escogí momentos para establecer nuevas conexiones

(por ejemplo entre la madre y la hija). Cuando los miembros de la familia

empezaron a tocarse, la madre dijo que esperaba que el hijo más pequeño

la abrazara. Cada vez que el chico llegaba a casa, simplemente le daba

“un abracito” y ella se sentía defraudada. Abordamos el tema del cariño

en la familia y de cómo los individuos lo mostraban. Hasta ese momento

el tema había sido tabú. Al finalizar la entrevista, dado que sentí placer y

afecto hacia los miembros de la familia, fue espontáneo para mí abrazar a

cada uno de ellos. Después de que había yo abrazado a la madre y

empezaba a hacerlo con las dos hermanas, oí una risita emanar de los dos

chi- coSj de 14 y 12 años de edad. Por mi mente cruzó el hecho de que

esos dos muchachos estaban en un periodo en que podría ser incómodo

para ellos el hecho de abrazarse. Al mismo tiempo, sentí que deseaban

algún tipo de expresión de cariño de mi parte. Cuando me volví hacia el

primero de ellos, comenté que había yo oído la risita y que tal vez un

abrazo sería un poco molesto para ellos. No obstante, dije también que

deseaba manifestarles que sentía yo afecto hacia ellos. Procedí entonces a

darles un apretón de manos extra-cálido y una palmada en el hombro;

trate así de respetar el tipo de persona que eran en ese punto de su vida y

al mismo tiempo traté de enviar mi mensaje. Fue interesante que me

dirigí al padre al último: tuve la sensación de que casi estaba formado en

cola, esperando, y que estaba dispuesto a abrazarme pero sin pedirlo con

claridad. Cuando hice el ademán de abrir mis brazos, con facilidad se

acercó a mí para recibir el abrazo. Sé que en el pasado, muchos hombres

consideraban que no era masculino sentir afecto; por eso quise mencionar

al padre un comentario que Bob Hope hizo hace muchos años, acerca de

un individuo que “se congeló porque nadie lo mimó.” Eso ayudó al padre a

recibir de manera aceptable mi manifestación de afecto.

Las personas que observaron la entrevista de ayer, pudieron ver cómo

la vida podía revestir nuevos aspectos para todos los miembros de la

familia. Ahora me doy cuenta de que cuando pienso en mis sesiones de

tratamiento, las considero experiencias de contacto humano que para mí,

sin ser mística, crean la sensación de que emprendí una jornada y una

aventura con otros seres vivos. Espero que como resultado de nuestra

jomada, los individiíos se sientan

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ZÓU 230 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

más vivos, más dignos de amor, con más esperanzas, y más creativos, y

que vean nuevas maneras de utilizarse a sí mismos y conectarse entre sí.

A menudo veo a los pacientes sólo una vez. Mi esperanza es que cada

entrevista abra una nueva ventana para que cada persona se asome a

ella, y que como resultado se sienta más a gusto consigo misma y logre

hacer las cosas con más creatividad cuando involucre a los otros

miembros de su familia. Esto es en realidad lo que quiero decir cuando

declaro que me ocupo del proceso de hacer frente a los problemas y no del

proceso de resolver problemas.

Quisiera comentar una vez más acerca de cómo uso las posiciones de

comunicación para ayudarme a desarrollar cambios en el proceso de

enfrentar problemas. Mencioné cuatro posiciones que, en alguna

combinación, aparecerán en todos los individuos que tienen problemas

para enfrentar dificultades. La posición aplacadora, la acusadora, la

super-razonable y la irrelevante aparecieron en la familia de ayer. Por

cierto, cada vez me percato más de que el ideal de los países sajones

acerca de lo que una persona debe ser, en realidad embona con lo que

llamo la respuesta super-razonable. Esto implica: “¡No importa lo que

pase, no hay que mostrar sentimientos!,” lo cual es triste pero verdadero.

Las posiciones de comunicación no son rígidas ni inmutables, pueden

“renovarse.” Si uno maneja los problemas con respuestas aplacadoras,

uno de los daños internos es que uno se da a sí mismo el mensaje de que

uno no tiene gran valor. No obstante, si se encuentra la manera, es

posible renovar la capacidad de ser tierno, y darse cuenta de ella, en vez

de sentir simplemente que todo mundo, de manera automática, tiejne que

ser siempre agradable para otros.

La posición acusadora, renovada, se convierte en la capacidad de

defender los propios derechos. Todos necesitamos ser capaces de hacer

eso. Pero hay que hacerlo de manera realista y consciente, y no de

manera automática.

La posición super-razonable, renovada, se convierte en el uso creativo

de nuestra inteligencia. Es delicioso usar la inteligencia, pero si se utiliza

sólo para protegerse a uno mismo, se convierte en algo aburrido y estéril.

La irrelevancia renovada se convierte en la capacidad de ser es-

pontáneo y nos da nuevas direcciones para damos cuenta de nuevas

realidades.

Uno de los problemas más difíciles para un terapeuta es enfrentarse a

una persona super-razonable, como el padre de la familia de ayer. Los

individuos super-razonables se sientan muy quietos y rectos; mueven la

cara muy poco y hablan de manera monótona y siempre muy razonable.

Tiene uno la impresión de una especie de sequedad acerca de esa

persona; sea hombre o mujer, parecen estar encerrados dentro de sí

mismos. Sucede que en la familia de ayer el padre había sido un ministro

Page 251: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 231

fundamentalista y tenía fuertes sentimientos acerca de lo correcto y lo

incorrecto. Noté que respondía de la misma mañera a todos mis

acercamientos (mi apretón de manes, mis preguntas y mis afirmaciones).

Sentí que escuchaba, pero no siempre estuve segura de que comprendía.

He notado, y continúo notando, que las personas que organizan sus

respuestas de esta manera utilizan muchas palabras para decir algo. En

el momento en que sea posible, me parece importante tratar^de entrar

en el tono de ese individuo, de una manera que lo toque. Por eso, cuando

alguien se organiza utilizando vocablos muy doctos y siendo razonable} lo

natural para mí es hablarle también en ese nivel. A menudo los

terapeutas se aburren con personas que hablan démasiado. No obstante,

creo necesario dejarlos que hablen lo suficiente para que pueda yo

entender lo que me están diciendo a un meta-nivel. El hombre de ayer me

había contado acerca de sus repetidos esfuerzos para lograr lo que él

quería hacer, y acerca de cómo había fracasado una y otra vez. Contó su

historia de una manera seca, sin emoción en su voz. Conforme lo escuché,

me di cuenta de que sonaba como si se hubiera dado ya por vencido. Le

pregunté qué había sucedido con sus sueños. Me dio la impresión de que

había renunciado a ellos. Empecé a ver una luz en sus ojos. La mitad

inferior de su cara no cambió en especial, pero sus ojos se abrieron un

poco más y había un poco de luz en ellos. Conforme escuché su respuesta,

dijo que era verdad, que ya no tenía sueños. Habían muerto.

En mi mente imaginé la escultura de un cuerpo interior sin vida y

una dura coraza externa. Utilizo estas posiciones y maneras de

comunicar que escucho y veo en mi mente como mis guías para el tipo de

intervención que llevo a cabo con las gentes. Si lo hago de manera

confiada, comprensiva, y prestando atención al contexto, emergen nuevas

maneras de entender las cosas. Cuando terminé la entrevista de ayer, la

cara entera del esposo había empezado a responder, no sólo sus ojos.

Quisiera agregar aquí algo que considero verdadero para mí y para

otros. Cuando escucho a alguien, también lo veo y me doy cuenta de las

partes que se mueven en él o en ella. Me doy cuenta de todos los cambios

que pueden estar sucediendo en la persona. Escucho con todo mi ser, con

todos mis sentidos.

Quisiera mencionar; un elemento importante. Lo Hamo “el campo de

energía.” Me parece importante porque va asociado al hecho de tocar a

una persona. En torno a cualquier individuo bien integrado, existe un

campo circular de más o menos 90 cm. de diámetro. En el borde de este

campo, uno puede sentir vibraciones (j por lo menos yo puedo!) que son

como líneas territoriales no reconocidas que rodean a la persona. Cuando

el individuo está relativamente bien integrado, se siente que esas líneas

son elásticas. Si uno se acerca a ellas, primero se experimenta la

sensación física de que existen, se siente la impresión de que topó uno

contra algo; si ese algo es elástico, uno sabe que ya está dentro del campo

de energía y que tal vez será posible extender el brazo y tocar al

Page 252: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

232 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

individuo. Respeto esas líneas. Por eso me mantengo a una cierta

distancia de la persona. Si me acerco más, ya sentí si sus linderos me lo

permitirán o no. Parece haber una relación entre la confianza que se va

desarrollando y la elasticidad del lindero.

Cuando me enfrento a personas que esán muy lejos de conocerse a sí

mismas, siento que el campo de energía mide solo de 5 a 8 cm. Tengo que

hablar mucho con ellos antes de sentir vibraciones de algún tipo. Siento

que algo está casi muerto. Virtualmente tengo que poner mi cara muy

cerca de la de esa persona para poder sentir indicios de una presencia.

Cuando los individuos tienen gran violencia interna, el campo que las

rodea mide un poco más de metro y medio, y me doy perfecta cuenta de

los linderos. Tendemos a usar demasiado la palabra “vibraciones;” no

obstante, sé cómo sentirlas, y respeto mucho cada lindero. Es imaginario,

pero puedo sentirlo con mi cuerpo. Cuando estoy cerca de individuos en

quienes hay mucha violencia, nunca me acerco antes de empezar a sentir

la elasticidad. No sé si explico esto bien, pero es un poco como usar el

propio cuerpo para determinar hasta dónde puede uno llegar. Esto es de

gran importancia en todos los actos que tienen que ver con tocar a una

persona, ya que no tocaré a nadie a menos que sepa yo que el lindero de

dicha persona es elástico.

La visión también tiene un papel en esto. La distancia a la cual uno

puede ver a alguien, verlo en realidad, es probablemente entre dos y

medio y tres metros. A los tres metros se perciben bien los límites, pero

no los matices. Al metro y medio se puede ver bastante bien, y a los 80

cm. mucho mejor. En las entrevistas, deseo colocarme, lo más pronto

posible, donde me puedan ver y escuchar. El proceso de acercarse es

muchas veces también la manera lenta de entrar en contacto con alguien.

No es posible juzgar lo que se debe hacer; hay que decidir de acuerdo con

lo que uno siente. Hay quien me ha visto trabajar con una familia y tocar

a los miembros y dice: “¡ Ajá5 ya veo! Todo lo que tengo que hacer es tocar

a las personas.” Subrayo que el hecho de tocar tiene que usarse con el

mismo cuidado con que se toca una estufa caliente. De manera literal, el

terapeuta va palpando paso a paso qué es lo correcto. Por eso cuando

entreno terapeutas, trato de ayudarlos a que perciban sus propios

cuerpos. Por ejemplo, cuando los individuos se ven invadidos por rabia

asesina, es útil para mí estar en una posición en que los pueda yo ayudar,

pero sin quitarles espacio. No creo que tocar a un individuo en esa

situación funcione. Tal vez algunos de los lectores hayan notado que

cuando alguien está lleno de rabia y uno se acerca a tocarlo o tocarla, es

posible que reciba uno un golpe. Esto sucede, no porque la persona desee

matarnos (aunque en esos momentos de exacerbación podría hacerlo),

sino porque en ese momento se han violado los linderos del individuo.

Volviendo a la entrevista de ayer, me pregunté acerca de los sueños

de los otros miembros de la familia. Durante unos momentos platicamos

acerca de los sueños que no se habían realizado. El sueño de la esposa

Page 253: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 233

había sido tener con su marido una vida diferente a la que había vivido.

Dijo que había iniciado su matrimonio tratando siempre de dar gusto a

su esposo. Eso fue lo que le enseñaron a hacer. Ahora estaba cansada de

lo mismo. Le pregunté si estaría dispuesta a hacer un pequeño cuadro

conmigo. Asintió. Le pedí que se arrodillara en el piso y mirara hacia

arriba, hacia su esposo, a quien pedí que se colocará de pie, subido en

una silla. Pregunté entonces a la esposa si lo que estaba haciendo se

parecía en absoluto á algo que ella había hecho antes. Contestó

afirmativamente, y dijo que ya no quería estar en esa posición. Pregunté

entonces al marido cómo se sentía allá arriba, y él contestó que no le

gustaba ver a su esposa abajo ni estar él encima. Pedí entonces a ambos

que arreglaran las cosas de manera que ambos se sintieran cómodos.

Desde luego acabaron viéndose a los ojos, al mismo nivel uno y otro.

Después de hacer todo esto, ciertas expresiones de esperanza comenzaron

a aparecer en la cara de ambos.

Quiero subrayar aquí que cuando escucho a una persona manejar sus

respuestas de una manera super-razonable, entro en ese tono y nivel de

intelecto, pero de una manera en que pueda yo dar al individuo la

sensación de que de verdad lo estoy escuchando y viendo. Si pongo

entonces mi atención en otra persona que utiliza una posición

aplacadora, como la esposa de la entrevista de ayer, trato de entrar en

contacto con lo que ella esperó obtener para sí misma y le ayudo a hablar

de algunos de sus anhelos y de su soledad. La esposa logró hacerlo, pero

todo ese material no hubiera aparecido si yo no hubiera preguntado de

manera específica.

Page 254: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

234 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Cuando me enfrento a individuos que culpan a otros, como la segunda

hija mayor de la familia, tengo que entrar en contacto con el anhelo que

esa persona tiene de establecer un vínculo con otros. En la entrevista de

ayer apliqué esto cuando, en lugar de ocuparme de todos los sentimientos

de odio, pusimos nuestra atención en los sentimientos de la chica acerca

de sí misma y en su deseo de vincularse con su madre. Me di cuenta de

que en ambos casos estaba yo tratando de ayudar a cada individuo a

estabilizarse. En ocasiones lo hice con un toque de mano, o tal vez

simplemente al lograr que la persona se mantuviera quieta físicamente

durante un momento, para que le fuera posible enfocar la situación.

Me parece importante comentar todo esto, porque cuando me siento a

hablar con una familia, mi cuerpo me dice mucho acerca de la posición de

esos individuos en la vida, y acerca de sus linderos. Por ejemplo, el

lindero está demasiado cerca en tomo a una persona super-razonable.

Realmente esa es una de las razones por las que se dice que la persona

super-razonable no está “disponible.” El lindero en torno a una persona

irrelevante está fragmentado; es imposible decir dónde se halla. El

lindero en torno a un acusador está muy lejos de él y tiene bordes

irregulares. El aplacador, en cambio, es un individuo muy interesante; su

lindero está hecho de líquido, de crema batida que está empezando a

derretirse; existe, pero no es posible decir gran cosa basándose en él.

Aunque esta sea una manera algo pintoresca de hablar de una persona y

su presencia, es algo en lo que mantengo mi atención con gran cuidado y

algo que respeto. Tal vez una manera poética de decirlo sea: lo que uno

siente en un momento dado es a qué grado la vida interior de una

persona está dispuesta a darse a conocer, con qué grado de miedo y a qué

grado va a protegerse para no ser descubierta. Si el terapeuta quiere

establecer un vínculo con eso, tiene que respetar los linderos.

Los elementos terapéuticos de mayor valor para mí son mis manos,

mi cuerpo y mi piel para sentir lo que está sucediendo, mis ojos para ver,

y los vínculos que mis sentidos establecen. Como considero las manos

como un elemento de gran importancia, trató de ayudar a las gentes para

que eduquen sus manos. Otra de mis tareas en mis relaciones de cariño

con la gente, es ayudarlos a que eduquen sus cuerpos y se den cuenta del

espacio y de los linderos. Estoy convencida de que eso es lo que importa

para establecer vínculos* Puedo entonces definir intimidad, simplemente

como la libertad de respetar los espacios entre individuos, la posibilidad

de entrar cuando nos invitan, y de no invadir cuando no nos invitan. Esa

es la intimidad real.

Las gentes me preguntan: “¿Cuánto dura una entrevista?” El tiempo

necesario para que sea posible encontrar y abrir una nueva ventana que

los miembros de la familia puedan usar. Una entrevista puede durar de

dos a tres horas. Ya no trabajo en práctica privada; cuando lo hacía,

calculaba yo tres horas como mínimo para una entrevista inicial. Quería

yo que las gentes terminaran la entrevista con algo nuevo, con lo cual

Page 255: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 235

pudieran experimentar y vivir. Esto quiere decir que los individuos salen

de mi consultorio habiéndose dado cuenta de algo nuevo que pueden usar.

Tal vez se trate de algo pequeño o grande, pero ese nuevo conocimiento

implica cierto tipo de esperanza; la esperanza de que pueden hacer algo

diferente acerca de ellos mismos, y de que la vida puede ser diferente

para ellos de alguna manera.

Establezco un programa pára que las sesiones siguientes ocurran

cada vez que un nuevo paso está a punto de aparecer. La pauta no es

rígida. Pienso que cada entrevista tiene vida propia. Nada asegura que

mañana voy a estar aquí para verlos de nuevo, o que ustedes van a estar

aquí. Trabajo hacia una nueva posibilidad y redondeamos algo cada vez

que la familia y yo nos despedimos. Esto no quiere decir que todo el

trabajo ya terminó. El trabajo nunca se termina, ya que podemos

continuar creciendo para siempre. El final de una entrevista sí implica

que al cabo de ese tiempo tenemos algo nuevo que puede ser útil.

Por ejemplo, con la familia que vi ayer, terminé diciéndoles que había

yo gozado estar con ellos y haber sido parte de su vida durante dos horas;

que en realidad me hubiera gustado poder continuar siendo parte de

ellos, pero que las necesidades de mi vida no lo permitían. Dije que si por

casualidad nos encontrábamos de nuevo, me daría mucho gusto. La idea

es que una entrevista tiene vida propia y la próxima entrevista también

tendrá su propia vida. Si continuamos creciendo de verdad, cada

entrevista tendrá una nueva vida y será por completo diferente. Las

gentes estarán en una posición distinta, y el terapeuta también. De todos

modos, esa es mi manera de ver las cosas.

Prometo a las gentes que les diré y les mostraré todo lo que pueda. No

les puedo prometer que les diré todo lo que está en mí, ya que no lo

conozco. Sólo puedo comunicarles U> que sé que existe. Muchos de los

lectores tal vez escuchen cosas que no intenté decir pero que son ciertas

de cualquier manera. Mi esperanza es que tal vez ustedes hayan

encontrado nuevas ventanas. Igual que con lá familia de ayer, he tratado

de abrir aquí nuevas puertas para ustedes. Espero que les sean útiles.

PARTE 5

Page 256: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

236

COMO INVOLUCRAR AL MACROSISTEMA

En 1981, un reto que me entusiasmó me permitió facilitar el cambio de

una manera más global de lo que yo había escrito hasta entonces. Tuve la

oportunidad de ir más allá de la psicoterapia familiar conjunta

tradicional, y de involucrar a una porción mayor de la comunidad.

A través del Instituto de la Familia de Virginia (bajo la dirección de

Joan Winter, M. S. W.), el Departamento Correccional de la Comunidad

de Virginia inició un extenso proyecto para estudiar cuán efectiva era la

psicoterapia familiar para el tratamiento de la delincuencia juvenil.

Escogieron tres psicoterapeutas familiares prominentes 9 para que

representaran diferentes escuelas de psicoterapia familiar. Cada uno de

nosotros diseñó un programa de tratamiento, obtuvo la colaboración de

terapeutas que había entrenado, y supervisó la realización de su

programa respectivo. Se incluyeron 60 familias en cada uno de estos tres

programas y también hubo un grupo control que estaría exento del

tratamiento.

A través del estudio, esperábamos responder a diversas preguntas;

entre ellas 10

1. ¿Es efectiva la psicoterapia familiar en el tratamiento de la

delincuencia juvenil? Si la respuesta es afirmativa, ¿en qué forma?

2. Los terapeutas que elegimos, ¿diferían uno de otro de manera

categórica? En otras palabras, los estudiantes que gravitaron hacia

9 Los otros dos terapeutas fueron el Dr. Murray Bowen (del Family Psy-

chiatry Center en la Universidad de Georgetown) y Jay Haley (del Family Therapy

Institute en 'Washington, D.C.). 10 Los seis terapeutas, al igual que los otros miembros de mi equipo, forma-

ban parte de la Avanta Network, un programa de entrenamiento que yo elaboré en 1978. Los seis terapeutas fueron Ken Block, A. G. S. W., de Santa Cruz, California; Gatherine Bond, M. A., del Center for Counseling and Psy- chotherapy, en Santa Mónica, California; Jack Dennis de San Diego, California; William Nerin, M. A. de Oklahoma City, Oklahoma; Anne Robertson, Ph. D., de Tiburón, California; y Marguerita Suares, R. N., M. A., del Northwest Center for Personal and Family Counseling, Inc., en Belieview, Washington.

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CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 237

WQ / COMO INVOLUCRAR AL MACROSISTEMA 237

diferentes escuelas de psicoterapia ¿tenían diferentes perfiles psi-

cológicos?

3. ¿En qué podía contribuir cada una de las tres orientaciones al

tratamiento del transgresor o la transgresora juveniles y su familia?

4. ¿Logran los terapeutas en realidad lo que se proponen? (Puesto que

todas nuestras sesiones fueron filmadas en cintas de video, pudimos

comparar las diversas intervenciones con su propósito).

Un proyecto de este tipo tiene aspectos potencialmente competiti-

vos; por lo tanto, pensé que era importante evitarlos para que fuera

posible concentrarnos en nuestras contribuciones. Reconocí el deseo

sincero del Departamento de Justicia Juvenil de averiguar cómo po-

dían proporcionar a sus clientes un servicio más efectivo. El estudio

también me pareció una oportunidad extraordinaria para observar

nuevos panoramas. Tendría yo la oportunidad de ver mi trabajo en un

contexto más amplio.

Ninguno de los líderes llevaría a cabo el tratamiento como terapeu-

tas. Nuestra labor era diseñar el programa de tratamiento y supervisar

a nuestros terapeutas. Elaboré mi programa incorporando un contacto

semanario regular con los agentes judiciales que vigilaban la evolución

de los delincuentes, con los jueces y con otros agentes de la comunidad,

porque pensé que el diálogo con todos los medios de la comunidad que

pudiera yo alcanzar sería benéfico. No parecía tener mucho sentido ver

a las familias, sin vincularse con el contexto más amplio y con todas las

variables que tenían impacto sobre dichas familias.

Para llevar a cabo las sesiones de psicoterapia individual y

familiar, escogí a seis terapeutas2 que habían estudiado conmigo: tres

hombres y tres mujeres, competentes como terapeutas familiares y con

experiencia en la vida —por decirlo así, “que habían adquirido textura”

al vivir. En mi opinión, eran individuos capaces de establecer con rapi-

dez un vínculo fuerte con personas jóvenes. Los seis llevaron a cabo un

excelente trabajo.

Además de los seis terapeutas, incluí a tres personas más en el

equipo. Un pediatra que conocía bien la psicoterapia familiar.3 Deseaba

yo que un médico participara como coterapeuta y consultante, en

especial si los miembros de las familias respondían con síntomas psico-

somáticos ante los cambios en el sistema familiar. También deseaba yo

definir si existía una liga entre la conducta delincuente y la salud físi-

ca, y si la salud de los miembros de la familia prosperaba cuando

mejoraba la comunicación dentro de la familia misma. Pienso que el

cuerpo a menudo dice lo que la voz no puede decir.

El octavo miembro del equipo4 se interesaba en especial en el

desarrollo de las organizaciones y trabajó conmigo cada vez que entra-

ba yo en contacto con el sistema de justicia para los jóvenes y con otras

Page 258: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

238

instituciones. La señora Pickering también actuó como puente entre mi

parte del proyecto y el director del proyecto.

El noveno miembro del equipo5 estuvo a cargo de la logística para

proporcionar los sistemas de apoyo a las personas en el proyecto. La

parte más difícil de su trabajo fue coordinar la filmación en cintas de

video. Todo lo que hicimos se filmó, y animamos a las familias para que

vieran las cintas de sus propias sesiones. También les proporcionamos

la cinta de video intitulada “Una Familia en Crisis,” que muestra mi

manera de trabajar con una familia. Ese fue otro de mis métodos para

ayudar a las gentes a obtener información y adquirir confianza en el

tratamiento que se estaba llevando a cabo.

Debido al poco tiempo de que dispuse, y debido al hecho de que mi

oficina está en Menlo Park, California, diseñé mi programa de manera

que mi equipo pudiera reunirse en Richmon, Virginia, durante un

periodo de cuatro semanas, tratar a las 60 familias de manera

intensiva, separarse durante cuatro semanas, y regresar durante diez

días más para revisar la evolución de las familias. Creo que, en

general, el trabajo intenso durante un periodo breve es más efectivo

que la pauta tradicional, o sea entrevistas regulares durante mucho

tiempo.

Como no contaba yo con un sitio propio en Virginia, todas las

sesiones familiares tuvieron lugar en una amplia casa rentada. Los

diez miembros del equipo también vivimos ahí, durante el estudio,

a El Dr. Jonathan Stoltzenberg, cuya práctica privada en Hartford, Con-necticut incluye Pediatría y Medicina del Desarrollo y de la Conducta. El Dr. Stoltzenberg también forma parte del profesorado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Connecticut.

4 Jean Pickering, W. S. W. de Chapel Hill, Carolina del Norte. * Vernon Sparks, M. A., de Annapolis, Maryland.

lo cual facilitó las consultas y la coterapia entre ellos. El hecho de vivir

tan cerca uno del otro, allanó para el personal las dificultades de

mantener constantes relaciones mutuas. También proporcionó a las

familias una atmósfera hogareña puesto que había espacio para

descansar. Siempre hubo té, café, leche y refrigerios disponibles. Creo

que un ambiente de calma, hogareño y acogedor, es un valioso factor

que ayuda al tratamiento.

Es mi convicción que un grupo de personas que trabajan juntas

necesita reunirse con frecuencia para facilitar su crecimiento personal

y profesional. Si los miembros del grupo son abiertos y están disponi-

bles uno para el otro, esto se reflejará en una calidad de tratamiento

notablemente mejor. Así sucedería con el personal de clínicas de salud

mental, en agencias de trabajo social y con otros grupos de servicio a la

comunidad, si se reunieran más y en forma más abierta.

Me siento satisfecha de los seis terapeutas que elegí, de la manera

Page 259: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 239

en que vivimos y trabajamos juntos, y del énfasis que pusimos en

nuestro grupo de apoyo. Llevamos a cabo tratamiento familiar sólido y

de buena calidad. La cronología de hechos y los mapas familiares

fueron útiles en el tratamiento y en la supervisión de los casos.

Utilizamos mucho las esculturas familiares. No obstante, cada tera-

peuta uso su propio estilo. En mi mente resalta, tal vez como el factor

más importante, la flexibilidad de hacer lo que se necesitaba en cada

momento. Si teníamos que proporcionar transporte, lo hicimos; si

necesitábamos ver a las gentes en sus hogares, fuimos a verlas.

Llevamos a cabo lo que fuera necesario para lograr que las familias

vinieran a vernos y para ayudarlas a crecer.

Pensé que una experiencia en la cual las familias pudieran apren-

der en grupo enriquecería las sesiones privadas de cada familia; por lo

tanto organicé, en los fines de semana, reuniones prolongadas a las

que podían asistir todas las personas involucradas en el proyecto: las

familias en tratamiento, los agentes judiciales que vigilaban la

evolución de los chicos delincuentes, los jueces y otras personas in-

teresadas. También organicé una reunión prolongada, de un día de

duración, que involucró a toda la comunidad.

Con frecuencia me preguntan cómo conduje estas reuniones de fin

de semana que duraban de cuatro a seis horas, e incluían de 200 a 300

personas. Igual que con muchas cosas que inicio, empecé por suponer

que los individuos asistían porque deseaban algo. Tal vez iban por

curiosidad, o querían información, o necesitaban ayuda. Sin que

importara lo que cada uno deseaba, estaba yo dispuesta a ayudarlos a

obtenerlo. Desde el principio tuve una actitud de esperanza. No

importó si ellos sentían esperanza o no, dentro de ellos mismos.

t.4-0 240 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

Yo vi esa esperanza. Pude ser abierta y cariñosa con ellos, y hablar-les sin falsas diplomacias. Mi actitud de esperanza es muy útil para ayudar a las personas a cambiar. Estoy convencida de que todos pueden crecer si se logra conectarlos con sus recursos internos. Esa es la tarea terapéutica.

Antes de la primera reunión de tratamiento familiar en grupo, tuve la ventaja de que ninguna de las personas involucradas me co-nocía ni había oído de mí. Todas las familias en tratamiento habían recibido mi libro Peoplemaking (Relaciones humanas en el núcleo familiar), que es donde mejor he descrito mis ideas acerca dé las familias. Si ya lo habían leído, o habían oído hablar del libro, sabían que nadie los culparía; mis libros no culpan a nadie, en especial no a los progenitores, y esto hace que los individuos sientan mayor con-fianza para asistir a sesiones de grupo. No culpar es una actitud que

Page 260: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

240

también implica que estoy ante personas inteligentes. Pienso que la mayoría de los individuos son inteligentes (aunque no siempre actúen de manera inteligente).

Nos reunimos en un amplio salón en una iglesia del vecindario Teníamos sillas que se podían mover y mucho espacio. Inicié la reu-nión con un saludo verbal y afectuoso. Les dije cuán contenta estaba de verlos a todos y que esperaba que pudiéramos hacer algunas cosas juntos y aprender algo acerca de cómo funcionan las familias. El objetivo de esos fines de semana era aprender cómo vivir mejor den-tro de una familia.

Cuando el ambiente lo permitió, pregunté si alguien quería decir, hacer o averiguar algo. Esperé: habitualmente no hubo respuesta durante los primeros sesenta segundos. Los animaba yo éntonces a participar diciendo: ‚Apuesto a que nadie les había preguntado esto antes. ¿Qué es lo que ustedes quieren? ¿Qué es lo que cada uno de ustedes quiere para sí mismo?*’ (Habitualmente les preguntan qué es k> que quieren para alguien más.)

Un alma valiente se atrevió a decir: ‚Quisiera hacer algo con mi hijo‛ (o con mi esposa, esposo, madre o alguien más). Acepté cual-quier petición y la reajusté para transformarla en una situación en la cual todo el grupo pudiera aprender algo.

Pedí a la persona que hizo la petición que viniera al frente del sa-lón y se sentara junto a mi. Juntas, sentadas cerca una de la otra, pudimos sentir mutuamente la presencia de la otra. Desarrollé enton-ces una integración cuyo meta-mensaje implicaba aceptación hacia esa persona. Por ejemplo, en una sesión un hombre se puso de pie y dijo: ‚Mi esposa y yo no nos llevamos muy bien.‛ Hice explícito el mensaje de autoestimación cuando dije: ‚Antes que nada, pienso que

¿TI COMO INVOLUCRAR AL MACROSISTEMA 241

debe usted sentirse orgulloso de haber dicho lo que dijo.‛ El primer paso para nutrir La autoestimación es articular los sentimientos pro-pios.

Más adelante, para vincularme con el público, dije: ‚Tengo cu-riosidad de saber si alguien más en este grupo ha tenido esta dificul-tad también. A ustedes, los señores, ¿les ha ido mal con sus esposas? (o viceversa).‛ Muchos levantaron la mano* He descubierto que las raíces de todos los problemas humanos son universales. Parece no haber excepciones, no importa la raza, la nacionalidad o el nivel económico de la gente.

Con objeto de convertir la situación en una oportunidad para aprender y también para proceder terapéuticamente, dije al hombre: ‚No está usted solo. Y tal vez si usted hace algo, las jjentes del grupo aprenderán algo también.‛ He visto que, incluso cuando los miem-bros del grupo no. trabajan específicamente en sus propios problemas

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CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 241

experimentan muchos cambios. Procedí entonces a preguntar datos más específicos: ‚Ahora, por

favor dígame su nombre.‛ Se llamaba Cari. Le apreté la mano, dán-dome cuenta de la sensación que su mano me comunicaba. Para decidir cuándo y dónde es posible tocar a un extraño, hay que dárse cuenta a un grado muy preciso del momento adecuado y de qué tanto está dispuesta esa persona a arriesgarse. Tocar a los individuos no es una técnica: es un tipo de vínculo humano (véase la parte cuatro ‚Cuando me encuentro con una persona‛).

Cuando pregunté: ‚¿Cómo se siente usted en este momento?” la mayoría de los voluntarios me dijeron que se sentían nerviosos. Pre-gunté entonces: ‚¿En qué parte de su cuerpo se siente usted nervio-so?‛ La respuesta pudo ser que a la persona le temblaban las rodillas. Dije entonces: ‚Bien, en ese caso, vamos a hacerlas temblar como se debe. ¿Hay alguien más en este grupo que sepa lo que se siente cuando uno está nervioso?‛ Desde luego, todos los miembros del grupo asintieron. ‚Yo también sé lo que se siente. De manera que vamos todos a hacer que nos tiemblen las rodillas.‛ El voluntario y yo sacudimos nuestras rodillas; yo lo hice con vigor» para dar un ejemplo de cómo hacer manifiesto y obvio algo que hasta entonces había sido prohibido y daba miedo. Puse en esto sentido del humor, lo cual nos permitió sacar la angustia al descubierto, sacudírnosla' y liberarnos de ella.

‚¿Cómo se siente ahora?‛ ‚Mejor.‛ | ‚Bien, Ahora, ¿qué es lo que dijo usted qu<¿ quería hacer?‛ VR.

242 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

“Bueno, mi esposa.. .” **¿ Por qué no le pide que se venga a sentar aquí, con usted?” —dije.

Ya para entonces la esposa estaba lista a unirse a nosotros. Cuando ella pasó al frente, dije al esposo: “Antes de proseguir con usted, quisiera conocer a su esposa.”

Me volví hacia ella, sonreí y le pregunte su nombre. “¿Cómo está, Sally? ¿ Qué sintió cuando su esposo subió aqui conmigo e hizo las cosas qué hizo?” No le pregunté cómo se sentía por haber subido al estrado para “hablar de un problema,” sino cómo Se sentía acerca de lo que su marido estaba haciendo ahí conmigo. A menudo la respuesta es algo como “Nunca lo había visto asi antes.”

“Eso es interesante,” dije. “Tal vez haya otras fases de él que usted no ha notado. A menudo resulta ser así.” Entonces le dije a Cari: “¿Cree usted que hay fases de su esposa que usted no ha notado todavía?” El estuvo de acuerdo en que tal vez había ciertas fases de su esposa desconocidas para él.

Page 262: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

242

En ese momento, estaba yo preparando el escenario para despertar recursos internos. Ya para entonces se había establecido un tono en que estábamos dispuestos a descubrir cosas, no a acusar a nadie. De manera que pregunté: “Bueno, Cari ¿qué problema quería usted exponer aquí?”

“Tiene que ver con que mi esposa trabaja hasta muy tarde en la noche.”

“Explíqueme, por favor,” pedí. “Bueno, llega a la casa a las «mee, y yo llego a las seis. Entonces se

dueiine hasta las siete de la mañana, y yo me tengo que levantar de la cama & las cuatro.**

Dije: “Me está usted diciendo que no pasan mucho tiempo juntos y tal vez también esta usted hablando del tiempo que pasan en la cama. ¿Me está usted hablando de eso?”

“Bueno, eso es parte.” Continué explorando la vida de la pareja hasta que formulé una

pregunta básica que no se había heeho antes: en realidad ¿la esposa sentía cariño por ¿1? SI a ella de verdad le importaba su esposo, cambiaría su horario. (La pregunta casi siempre se refiere al nivel de autoestímadón: “Si haces lo que yo quiero que hagas, eso significa que me amas.”)

La respuesta de la esposa fue similar: “Si a él le importara yo, no me molestaría tanto. Además, a veces tenia demasiado."

En forma periódica, me detuve y pregunté al grupo: “¿Algunos de ustedes sabe algo respecto a este asunto?” Desde luego, el 99 por

z n

COMO INVOLUCRAR AL MACROSISTEMA 24S

ciento del auditorio sabían algo acerca de lo que Sally y Cari relataban. En ese momento decidí esculpir la comunicación. Inicié el proceso

diciendo: “Se me ocurrió una idea acerca de algo. ¿Quieren intentarlo conmigo?” Con el consentimiento de la pareja, dije: “Noté algo en la comunicación de ustedes dos, y me gustaría mostrárselos. Voy a formar una imagen con sus cuerpos. Préstenme sus cuerpos durante un momento y se los regresaré después —Pongo mucho humor en todo lo que hago. Los coloqué en una posición acusadora y dije “¿Es eso lo que sucede?”

“Sí, Sí.” Mientras estaban en esa posición, pregunté a cada uno “¿Cómo se

siente su cuerpo ahora?” Al igual que la mayoría de las personas en tal situación describieron tensiones corporales, tirantez, miedo, una disminución en la respiración, etcétera. (Pienso que el cuerpo es una metáfora qué sirve para la expresión emocional.)

Pregunté entonces: “¿Qué tiene que suceder para que esto cambie?” "Bueno,” Cari dijo, “los niños pueden caminarlo. O yo empiezo a

sentirme culpable.”

Page 263: Psicoterapia Familiar Conjunta Virginia Satir

CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 243

“Están aquí sus hijos?” “Sí.* “Bueno, vamos a preguntarles si les gustaría unirse con nosotros.”

Los chicos estuvieron de acuerdo. Después de que conocí y establecí un vínculo con cada uno de ellos, continué mi escultura familiar. Pregunte a cada niño: “¿Has visto antes a tu padre y a tu madre en esa posición?”

“Ajá.” “¿Qué hace cada uno de ustedes cuando la situación se pone así?” Un niño fue y se puso de pie junto a su madre. Otro se colocó al lado

del padre. Otro dijo: “Yo nada más corro a la casa del vecino.” Todos los asistentes veían ahora una imagen gráfica de ésa parte de la interacción de esa familia. Era igualmente cíaro cómo ese tipo de comunicación podía conducirlos hacia dificultades.

Continuamos la escultura, cambiamos las posiciones y hablamos acerca de cómo cada individuo se senda. Estaba yo trabajando con la familia, con el proceso familiar, y, a otro nivel, con todo d gruí» de asistentes.

El humor es una parte muy importante de mi traba jos Entro al grupo con una sensación verdadera, que me llega hasta los huesos, de que voy a conocer a gente, y en mi opinión la gente es capaz de todo tipo de transformaciones. Pienso que es posible enseñarle algo

K. ' » 244 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

a todo mundo. De manera constante modelo cómo es posible hablar con ligereza de cosas muy pesadas. Si siento que una historieta, una analogía o una caricatura son útiles, me detengo y las comunico. A menudo los cuerpos pueden mostrar un punto de manera mucho más efectiva que el diálogo directo.

En esos grupos grandes, conduje algunos ejercicios entremezclados con el trabajo personal. Pedí al grupo que se reorganizara en pares, tríadas, o en pequeños subgrupos. Un resultado de estos ejercicios es que las gentes hacen contacto con otras, y sienten apoyo; al mismo tiempo« aprenden nuevas maneras de sentir su propia persona y de sentir a otros. He elaborado muchos ejercicios, y me siento libre de diseñar cualquier conducta que creo adecuada para la situación.*

En algún momento, conduzco a los asistentes de cada reunión prolongada hacia un ejercicio de concentración que denomino de distintas maneras: relajamiento, disminución de la tensión o medita-ción. Pido a las personas que se coloquen en una posición física có-moda, que cierren ios ojos y se concentren en su propia respiración. Las guío en una jornada cuyo objetivo es proporcionarles buenos sentimientos acerca de sí mismas. Pienso que las personas pueden

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manejar problemas difíciles de manera más creativa cuando se sienten bien con ellas mismas. (He descubierto que hacer este ejercicio también es útil en sesiones donde sólo está una familia.) Es una buena manera de empezar y de terminar las reuniones de grupos numerosos.

El trabajo que hice en los grupos grandes de fin de semana en Virginia ayudó al trabajo de las sesiones privadas que cada familia tuvo. Animamos a las familias para que asistieran al grupo grande, pero dicha asistencia fue voluntaria; más o menos el 35 por ciento de las familias en tratamiento asistieron regularmente al grupo grande. He descrito con cierto detalle dichas sesiones porque no lo había hecho antes en ninguna de mis publicaciones. Tal vez esa manera de trabajar sea nueva para muchos de ios lectores. Las reuniones del grupo grande aligeran la carga del paciente y de su familia* ya que los problemas se vuelven universales: las áreas de autoestimación, comunicación y apreciación de las diferencias individuales, concier-nen a todos los miembros del grupo. Espero que otros profesionistas experimenten con esta manera de trabajar.

Aún no conocemos los resultados finales del proyecto de Rich-mond. Virginia. Se estudiará a los pacientes dos años después del

9 Véase la Nota de la autora al final de este libro acerca de cintas de v'ideo sobre la comunicación que contienen muchos de los ejercicios mencionados.

<~TO COMO INVOLUCRAR AL MACROSISTEMA 245

tratamiento, y al final tal vez aprendamos mucho más de lo que he escrito aquí. No obstante, pude ver que mi grupo tuvo un enorme impacto sobre las familias, sobre el sistema judicial juvenil, y en cierto grado sobre la comunidad, que respondió a muestra labor con gran entusiasmo. Los periódicos y las estaciones de radio locales nos dieron buena publicidad, y muchas personas del público general asistieron a las reuniones prolongadas a las que se invitaba a todos.

Me siento satisfecha acerca de nuestra decisión de trabajar de manera intensiva durante un periodo corto. Creo que iniciamos al-gunos cambios que evolucionarán por sí mismos. Me hubiera gustado continuar más tiempo. No obstante, desde el punto de vista de la investigación, tal vez aprendamos más mediante este enfoque inten-sivo y breve, lo cual nos ayudará a afirmar la fuerza inherente en las familias, especialmente cuando modificamos el macrosistema.

También estoy satisfecha de qué el estudio fue muy minucioso y tuvo un diseño de investigación bien pensado. Creo que los resultados mostrarán que tuvimos un impacto enorme sobre el individuo, la familia, las instituciones y la comunidad. Si los resultados confirman mis impresiones, tal vez se repetirá la

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CUANDO ME ENCUENTRO CON UNA PERSONA 245

experiencia en otros lugares de Estados Unidos y tal vez se elaboren ramificaciones de este enfoque.

mfifA DE LA AUTORA

Alguitbs lfcctores tal vez deseen saber más acerca de mi teoría ymi práctica. Personas que han leído este libro a menudo preguntan: ‘‘¿Qué hago ahora?‛

He enseñado psicoterapia familiar durante una gran parte de mi vida profesional, pero no he escrito libros ni producido Materiales cuyo formato abarque desde grados elementales hasta grados avanza-dos de la teoría y la práctica. Durante los años en que he enseñado, también he estado aprendiendo y modificando mis ideas. De hecho, algunos de los procesos más importantes que uso para entrenar estu-diantes y llevar a cabo tratamientos, como por ejemplo la Recons-trucción Familiar y las Fiestas de Partes, todavía no se publican de una manera accesible para el lector general. Espera organizar este material, que es más avanzado, en un futuro próximo. Mientras tanto, he aquí mi consejo acerca de qué hacer con lo que disponemos en la actualidad.

Recomiendo que lean mi libro Peoplemaking (Relaciones humanas en el núcleo familiar), si es que no lo han leído ya, tanto para el crecimiento personal como para aprender las posiciones de comunicación que se mencionan de manera breve en es« libro. A lo largo de todo lo que enseño, existe la experiencia del crecimiento personal al mismo tiempo que el estudiante aprende técnicas específicas.- Ambos factores son esenciales. Cada vez que es posible, trato dé jpropdtódftar al estudiante la oportunidad de sentir lo que estoy tratando de enseñar. Como un ejemplo de esto, hay varios ejercicios de comünicación en Peoplemaking. Por favor llévenlos a cabo con su propia familia di es posible.

Las siguientes recomendaciones no tienen un orden específico. Tal vez quieran leer Changing with Families (Cambiando con las familias), que escribí junto con Richard Babdler y John Grinder. Pienso ahora que en ese libro dfadbotamos algunas de las ideas que he presentado en el présente volumen (en especial en los capítulos 9 y 10) .

El11 el libro Helping Families to Change (Ayudando a las farmtmz a cambiar), que escribí junto con James Stachowiak y

11 Disponible a través de Science and Behavior Books, Inc.

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NOTA DE LA AUTORA 247

Harvey Tas- chman, encontrarán un capítulo acerca de las famSias simuladas, que es en espedid! ¿til si se dalican ustedes a enseñar.

Family in Crisis (La familia en crisis)* es una cinta de video que ñuueste* tegmentos del tratamiento de una familia a lo largo de mSos* n*&se$. En esa cinta fe hace énfasis en mi primera sesión con la familia, en la cual el fJificfeiite identificado (PI) tiene *&na crisis epiléptica que de manera <dara parece ser desencadenada por los cambios que estoy kpmduÓimát> en el sistema familiar. La cinta también contiene una fclSltói de coterapia, ya que el Dr. Dewit (Bud) Baldwin y yo trabajamos jstmos.

Mis ciritasde video Comunicamém I* y Comuitic&mónll* fuero® producidles durante sesiones prolongadas que organicé en la Univer-sidad <&e ^Manitoba. Incluyen muchas de las ideas que los lectores ét Psicoterapia familiar conjunta y Peoplemaking ya conocen; por ejem- fpló, la ‚olla‛ individual, él grado al cual un hombre o una mujer se dan mienta de sentimientos y los aceptan, y la relación de dichos sentimientos con la comunicación, la congruencia, los mensajes de doble nivel, el hecho de ‚ponerle sombreros‛ a la gente, el espacio periférico, ‚la construcción de significado,‛ etcétera. Además, las cintas muestran varias experiencias muy útiles. Reorganizo al público de una universidad grande en pequeños grupos, para que de manera personal sientan algunos de estos conceptos. Los métodos que ahí muestro pueden adaptarse a muchas situaciones de enseñanza, y tal vez esti- mulenal lector a pensar en cómo traducir la teoría en términos prácticos para las familias a quienes da tratamiento.

“ He escrito tres libros breves: Máking Contact (Haciendo contac-to), Sélf«E$teem (Atítaestimación) y Your Many Faces (Las múltiples caras que usted posee). Son relativamente baratos, y tal vez sean úti-les para !las familias.

En la actualidad ^Michelé Baldwin y yo estamos colaborando con Bud Baldwin en un libio cuyo título inicial es Satir Step by Step (Satir, paso^alpasq).''Sigue la transcripción de unasesión de psicoterapia >y, como iél? tftúlo implica, hace explícita mi manera de actuar. Probablemente los estudiantes y los terapeutas encontrarán que el fibro^esútil e informativo.

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248 PSICOTERAPIA FAMILIAR CONJUNTA

En algún momento, tal vez después de leer Peoplemaking, quizá el lector desee adquirir entrenamiento más intenso acerca de mi método. Recomiendo que escriban a la Oficina Avanta en P. O. Box 7402, Menlo Park, GA 94025, para averiguar acerca de oportunidades de entrenamiento con miembros de la Red Avanta (que antes se llamaba la Red Humana). Esta es una organización que fundé en 1976 debido a las muchas peticiones que recibí para elaborar un programa de entrenamiento. Los miembros de Avanta son profesores bien entrenados y competentes, que trabajan con sistemas familiares; algunos de ellos tal vez practiquen en la comunidad donde el lector vive.

Si es posible, el lector debe tratar de asistir a una Comunidad en Proceso, que es un programa de Avanta que dura de tres a cuatro semanas. Se trata de un entrenamiento intenso, que combina el cre-cimiento personal con el estudio de técnicas específicas y utiliza Fies-tas de Partes, Reconstrucción Familiar y la experiencia de trabajar en tríadas y en grupos grandes.

El lector notará que no recomiendo una secuencia específica para todo esto. Cada profesionista tomará lo que juzgue útil según sienta la necesidad.

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BIBLIOGRAFIA

Considero los libros romo inspiraciones para ver nuevas posibilidades, trampolines para intentar nuevas cosas, y recursos para aumentar la información. Dada la naturaleza de las cosas> los libros representan la parte del mundo que el escritor ve y la interpretación de dicho mundo. Gozo viendo las diversas maneras en que la gente observa las mismas cosas.

Además de tas referencias que cito en este libro, esta lista de lecturas selectas incluye libros y artículos que para mí han sido en especial estimulantes, inspiradores e informativos. Los he agrupado en los siguientes temas para que el lector localice con mayor rapidez lo que en especial le interese: Niños, Relaciones de pareja, Divorcio, Proceso familiar y terapia familiar, Salud holística, Ediciones generales sobre la familia, Familias combinadas, Familias de un-padre y Desarrollo personal.

Niños 1. Bartz, Wayne R., y Richard A. Rasor, Surviving With Kids. San Luis Obispo, C. A.: Impact Publishers, 1978. 2. Black, Claudia. My Dad Lows Me, My Dad has a Disease. Newport Beach, CA.: Alcoholism, Children & Therapy, 1979. 3. Nicholson, Luree, y Laura Torbet: How to Fight Fair with Your Kids and Win. Nueva York: Harcourt, Brace, Jóvanovich, 1980L 4. Pearce, Joseph Childton. The Magical Child: Rediscovering Nature’s Plan for Our Children. Nueva York: E. P. Dutton, 1977. 5. Percy, Bernard, ed. How to Grow a Child. Los Angeles, CA: Price/Stein/Sloan, 1978, 6. Rose, Anthohy L., y Andre Auw. Growing Up Munum. Nueva York: Harper & Row, 1974.

m Relaciones de pareja

7. Brandon, Nathaniel. The Psychology of Romantic Love. Los Angeles, CA: J. P. Tarcher, 1980.

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