PROTÁGORAS-GORGIAS, Fragmentos y testimonios, Buenos Aires, Orbis-Hyspamérica, 1980, pp. 67-9.pdf

8/17/2019 PROTÁGORAS-GORGIAS, Fragmentos y testimonios, Buenos Aires, Orbis-Hyspamérica, 1980, pp. 67-9.pdf

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W i fí 3,



Traducción de José Barrio, Gutiérrez

® 1 9 7 7 , I 9 B 0 , A í ^u il a r A r g e n t i n a S . A . d e E d i c i o n e s .© p o r la p re .s e nt c e d i c i ó n , E d i c i o n e s O r b i s , S .A .

D i . si r ib u c i ó n e x c l u s i v a p a r a . A rge n t in a ,C h i l e , P a r a g u a y y U r u g u a y.H Y S P A M E R I C A E D Ì C I Ò N E S A R G E N T I N A S .A .Co rri en te . s l+!5 7- 5 ° pi .so ■( 10 4 2 ) B ue no s A iresT E : 4 h - .o l 9 7 t 4 .á 9 1 / 4 86 7

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P r i n te d in A r g e n t i n a I m p r e s o e n A r g e n t i n a



T E O R Í A S O B R E EL O R IG E N ■ ' ' ■D E L A C I E N C I A Y D E L AS ARTE S

56. PLAT., Protág. , 320 C y sigs. (Mito de Protágoras) 'P

H u b o un a vez una época en la que ya existían los dioses, pe ro aúno las especies mo rtales . Lle gad o el tie m po fijado p o r el de st in o para el nacim ien to de estas últimas, los. dioses las m o d e la ro n en seno de la tierra mediante una mezcla de fuego, de tierra y daquellos otros elementos que se combinan con ambos. Y llegado m om en to de sacarlas a la luz, o rde na ro n a P ro m et eo “ y a E p im et eo

que dis tr ibuyesen entre el las cual idades de un modo ordenady adecuado.

Eplmeteo pidió a Prometeo que le dejase hacer tal distribución«Una vez hecha, le dijo, tú las supervisarás». Y después que convenció, inició su tarea. En su reparto dio a unas especies fuersin velocidad, y a las más débiles les otorgó ésta; a otras les conceddefensas naturales, y a las que carecían de ellas, dioles un meddistinto para su seguridad. A las que hizo indefensas por s

pequeñez , les o torgó alas para hu ir o una m o ra d a subterránea . A lque dotó de gran tamaño, con él les concedió su seguridad. Y adistr ibuy ó equ il ibradam ente todas las cualidades, para que ning unespecie pudiera ser aniquilada.

Y una vez que dio medios a cada especie para poder escapar a recíproca destrucción, distribuyó defensas contra las inclemenciclimatológicas venidas de Zeus, revistiéndolas de espesas pelambry gruesas pieles, aptas para proteger ya del frío, ya del calor, y paque, cuando fueran a dormir, esas mismas pelambres y pieles l

sirvieran de lecho natural . Y calzó a unos con a modo de zuecoa otros con resistente piel por la que no circula la sangre.

Procuró después dist intos alimentos a cada especie, A unahierba de la tierra; a otras, frutos.de los árboles; a otras, raíceincluso a algunas les dio como alimento el devorar otros animaleDio a éstas, poca fecundidad, en tanto que se la otorgó abundana sus víctimas, asegurando así la conservación de la especie.

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Al final, Epimeteo, què no era/muy'inteligente, se dio cuenta que había consumido codaS las cúalidades en los seres irracionaley que habfa dejado a la especie humana carente de ellas. Y no sabqué hacer. o ' '

E n me dio de sus dudas se pres entó Prometeo, para supervisar distribución, viendo a los demás animales bien provistos de tod

pe ro que el h o m b r e estaba desn udo , 'd esca lzo , p r iv ad o .d e abrige inerme. Y era inminente la llegada del día fijado por el destino, el que el hombre tenía,que emerger del seno de la tierra a la luz

A purad o p o r el p rob len ia de cònio encon t r ar pa ra e l h o m b re u

medio de conservación, Prometeo'robó a Átehea** el secreto de lartes y a Hefaistos®’ el del fuego - p u e s sin éste aquéllas no hub ier p o d id o ser adquir idas ni útiles - y los entregó al h o m b re . A sí entel hombre en posesión de las artes-necesarias para la -vida, excépuna, la pol í t ica, que no le ' fue concedida. Pues Prometeo r io puden trar en la a cr ó po lis ^ vivienda de Zeusj defendida p o r formidablcentinelas. P or el contrar io, s in ser visto, entró eñ la m or ad a com úa A ten ea y H efaisto s, do nd e ejercían sús artes, y ap od erá nd os e dedel .fuego, per te necie n te a él, y de las de ella, se las entregó" a loho m bre s. D e este m od o el ho m br e tuvo lo necesario para la vidMa s Pro m eteo , según narra la t radición, tuvo que so p o rta r despuéel cas tig o- po r su ro bo . ' ■

Al ser part íc ipe el h om br e de un privilegio divino, en prim er lugfue el único entre ios animales que, p o r su co m ún origen .con lodioses, creyó en ellos y les .honró con la co ns tru cc ió n de altarey.estatuas. Después, obtuvo con rapidez e, l arte de emitir sonidoy palabras'articuladas, e inventó la vivienda, el vestido, el calzadolos medios para cubrirse y el apro vech am iento de los al imentos qu

p rov ien en de la tierra. Pero los hom bres , pese , a estar así d prov is tos , vivieron en un principio dispersos, sin que existiera lso cie da d” . P o r eso fu er o n víctimas de las fieras, al ser más débileque ellas en todos los aspectos, ya que su habilidad práctica le bastaba para a tende r a la alimentación, pero era insuficiente parcombatir a aquéllas.

Y eSto se debía a que no poseían el arte de la política, de la que e p arte el de' la guerra. '



Trataron entonces de reunirse y de proveer a su conservacróm edia nte la fund ació n de grup os sociales , pero, una vez reun idos , da ña ban recípro cam ente , p or carecer del ar te de la pol í t ica, de m o dque .se dispersaro n de nuev o y s iguieron pere cien do.

Temiendo Zeus que nuestra especie se aniqui lara , envió a Henies ’- pa ra que trajese a los ho m b re s el senti do del res pe to y de justicia, 'a fin de que sirviesen en la sociedad de pr in c ip ios o rd e n a dres y de lazos productores de amistad.

«¿De qué modo, preguntó Hermes a Zeus , he de hacer l

dis tr ibución entre los hombres del respeto.y la just icia? ¿Acaso tcom o se hizo con las ar tes? Estas se han rep art id o de tal ma nera qun solo médico bas ta para muchos profanos , e igualmente sucedcon las demás profe sione s. ¿D ebo, pu es, d is tr ibuir a los ho m br es resp eto y la justicia con igual cri terio o he de re pa rtir lo s e ntrtodos?».

«E ntre todos, dijo Zeus, de m od o que cada uno tenga su parte , yque la socied ad no p o d rí a subs istir, si, al. m o d o qu e .suce de en ldemás artes, sólo unos pocos participaran de ellos. Y en mi nonables dictarás esta, ley: que se mate, como a una peste social, al que

p u ed a ser partíc ipe del respeto y de la justicia».

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