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    CONTENIDO

    Prefacio

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    61

    637791

    105121

    139157

    167169179

    193

    205

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    Primera parte: Principios introductorios1. Poner nfasis en los resultados2. Com pre nde r el proceso de

    enseanza-aprendizaje3. Algunas dinmicas en el acto de ensear

    Segunda parte: La enseanza con unarespuesta de conducta como meta4. Establecer metas especficas5. Por qu las metas deben ser especficas6. Cm o lograr un est udio bblico con pro psito7. Desarrollo del estudio8. Hacer que el estudio sea algo personal9. Asegurar la aplicacin posterior

    10. El maestro y el plan del estudio

    Tercera parte: Ensear con una metade conocimiento

    11. El problema del conocimiento bblico12. Cmo mejorar el conocimiento bblico13. Ejemplo de un estudio con meta de

    conocimiento14. Hechos relacionados con la enseanza

    de conocimiento

    Cuarta parte: Ayudas para el maestro15. Cmo ensear a los maestros16. Planear para el trimestre17. La importancia del maestro18. Algunos aspectos teolgicos del aprend izaje

    267Apndice

    CASA BAUTISTA DE PUBUCACIONES7000 Alabama Street, Paso, TX 79904, EE. UU. de A.

    www. casabautista. org

    Nuestra pasin:Comunicar el mensaje de Jesucristo y facilitarla formacin de discpulos por medios impresos y electrnicos.

    Pedagoga fructfera. Copyright 1999, Casa Bautista dePublicaciones, 7 000 Alabama Street, El Paso, Texas 7 990 4, EstadosUnidos de Amrica. Todos los derechos reservados. Prohibida sureproduccin o transmisin total o parcial, por cualquier medio, sinel permiso escrito de los publicadores.

    Las citas bblicas han sido tomadas de la Santa Biblia: Versin Reina-Valera Actualizada, copyright 1982, 1986, 1987, 1989. Usadacon permiso.

    Ediciones: 1999, 2000, 2001, 2003, 2004, 2007Sptima edicin: 2008

    Clasificacin Decimal Dewey: 268.6

    Temas: 1. Enseanza2. Escuelas Dominicales3. Educacin cristiana

    ISBN: 978-0-311041-4C.B.P. Art. No. 11041

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    Impreso en Colombia

    Printed in Colombia

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    Prefacio

    La escuela dominical ha llegado a ser una parte importante eintegral de la vida de la iglesia. Es una de las fuerzas ms

    po der osa s pa ra el bien de la so ci ed ad mo de rn a. Sea que se tr at ede una iglesia grande o pequea, los maestros guan a los nios,

    j ve ne s y ad ult os en el es tu di o bbl ico, tr at an do ju nt os de com-prend er su si gn if ic ad o y ap li ca ci n a la vi da cr is ti ana. A pe sa r desus debil idades y dificultades. Dios ha usad o los esfuerzos de losmaestros consagrados de modo que a menudo alcancen resulta-dos significativos en aquellos a quienes ensean.

    Sin embargo, son muchos los maestros que no alcanzan losresultados que desean, tanto en la enseanza bblica como en la

    vida cristiana. Es sorprendente la falta de conocimiento bblicoaun en aquellos que han asistido regularmente a la escueladominical por cinco o diez aos o an ms. Aunque el apren-dizaje del conocimiento bblico no garantiza una profunda vidaespiritual, ciertamente contribuye a una fe inteligente. Aun esms important e asegurar resulta dos en la vida cristiana.

    Una razn por la cual much os maestros no han logra do me-jores re su lt ad os es que sus metas de enseanza son demasiado gene-rales y a menudo vagas. Los miembros de la clase no han captadola atinencia de lo que se ensea a su propia experiencia. Esto hareducido al aula de la escuela dominical a un lugar donde se dis-cuten elevados ideales cristianos. A menudo, la leccin terminameramente en una discusin que poco tiene que ver con la vidadiaria en el hogar, la escuela, el comercio, la recreacin y otrasreas de la experiencia habitual.

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    Prefacio

    pero s ta s e l co no ci mi en to y la ins pi ra ci n so n medi os y nofines en este estudio en particular. Son instrumentos para alean-zar la respuesta en la conducta. En este tipo de leccin, todo 10que se haga estar determinado por la bsqueda de una respues-ta de la cbnducta.

    Los principios de este libro no son mera teora. Han sido usa-dos con maestros en muchas iglesias. La entusiasta respuesta aestas ideas me alienta a creer que pueden ser tiles a otros. Hetratado de que sea un libro prctico, incluyendo ilustraciones y

    ejemplos de tales principios. He usado un lenguaje no tcnico pa-ra que sea usado con ms facilidad por un maestro de escuela do-minical serio, que est buscando ayuda.

    Este libro tambin puede ser til a pastores, ministros de edu-cacin y otros que tengan la responsabilidad de entrenamiento *en la iglesia local. Ciertamente puede ser la base para la capaci-tacin en las reuniones semanales de obreros. Tambin puede serun material al que recurra una persona que dirige a un grupo demaestros en el estudio de uno de los libros de un curso regularde preparacin. Est planeado como para ser suficiente en su es-fera para su uso en cursos de semina rios y otros, cua ndo se tratede principios de enseanza en la escuela dominical.

    He emprendido la actualizacin y ampliacin de Pedagogafructfera con la conviccin de que los ideales y propuestas bsi-eos del libro siguen siendo vlidos. Otras formas de enseanzatambin producen un aprendizaje efectivo, pero creo que unaprendizaje significativo tendr lugar ms posiblemente cuandolos maestros usen los mtodos presentados en este libro.

    En la edicin original no di indicaciones sobre la edad de losmiembros de una clase para los que sera ms adecuado esteenfoque de la enseanza. En esta edicin actualizada y ampliada,he limitado mi enfoque especficamente a la enseanza de j venes y adultos, o sea de 13 aos en adelante y slo cuando elmaestro dirige su clase en un mbito adecuado a su propsito.

    La primera edicin estaba enfocada casi exclusivamente en laenseanza con el propsito de lograr una meta en la respuesta deconducta. He agregado una seccin importante sobre la ensean-za con una meta de conocimiento. Durante mis aos de ensean-za en clases, he terminado mi presentacin sobre la enseanzacon una meta de respuesta de conducta con una breve presen-tacin sobre la enseanza con una meta cognoscitiva. Las

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    Pedagoga fructfera

    Los objetivos que buscan los maestros cristianos pueden re-sumirse a tres aspectos generales: conocimiento, inspiracin yrespuesta por la conducta. Una meta de conocimiento es aquellapo r la cu al el ma estr o de sea di ri gi r al g rup o en el es tud io si s-temtico de una porcin de la Biblia, de manera que lleve a unacomprensin del significado de la Escritura y/o al dominio delos hechos que implica. En una 7neta de inspiracin el maestro

    bu sc a di ri gi r a la cl as e en el es tud io y ac ep ta ci n de un id ea l oactitud cristianos de orden general. En una meta de respuesta deconducta, el maestro trata de guiar a la clase a expresar algnideal o actitud cristianos por medio de respuestas especficas ensus relaciones cotidianas.

    A menudo, la enseanza en la escuela dominical es vaga yconfus a porq ue los maes tros trat an de lograr los tres objetivos enla misma leccin. En consecuencia no se alcanza adecuadamenteninguno de los tres. La tesis de este libro es la siguiente: e maes-tro alcalizar mejores resultados identificando una meta de enseanzacon un estudio dado o con una unidad de estudios y dedicndoseentonces a trabajar para lograr esa meta concretndose a tal propsito.

    De ese modo, una de las primeras tareas del maestro en la pre-pa rac i n de la cl as e es de termi na r , a la lu z de cu l es la lecc in ounidad que sern enseadas y de las necesidades de la clase, cules el tipo de meta que quiere alcanzar. Quiere ayudar a losmie mbro s de la clase para que ten gan un conoci miento cierto delsignificado de la Biblia y algn dominio de los hechos que con-tiene? Por supuesto, esta leccin tambin puede implicar algunainspiracin y puede ocurrir que aparezca alguna respuesta en laconducta de la vida de los miembros. Si es as, es buena cosa.Pero desde el punto de vista del maestro, en este estudio o uni-dad, el propsito dominante es el de guiar a la clase a la com-

    pr ens in de l si gn if ic ad o y a ci er to do mi ni o de los he ch os . Po r 10tanto, todo lo que haga los materiales elegidos, el contenidoestudiado, los mtodos usados ser destinado al conocimientocomo objetivo predominante.

    O es que el maestro desea dirigir al grupo a comprender yaceptar una actitud general del cristianismo? Si es as, es la ins-

    pi ra ci n el ob je ti vo pr im ari o? O de sea una re sp ue sta es pec fi caen la conduc ta? Obviame nte, esta resp uesta tendr que estar ba-sada en un conocimiento del significado de la Biblia y en la com-pr en si n y ac ep ta ci n de algun as ac ti tu de s cr is ti an as ge ne ra le s,

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    Primera parte

    Principios introductorios

    1. Poner nfasis en los resultados

    2. Comprender el proceso deenseanza-aprendizaje

    3. Algunas dinmicas en el acto de ensear

    I

    Pedagoga fructfera

    respuestas positivas de los alumnos me sorprendieron. Delmismo modo, muchas personas de nuestras iglesias estn que-riendo hacer un serio estudio bblico. Una de las razones por lasque acept hacer esta actualizacin fue compartir ese nfasis conun pblico ms amplio.

    No he agregado un a se cc i n sob re la ens ea nz a co n un a me tade inspiracin. Creo que eso es lo que estn haciendo ya hoy lamayora de los maestros (y predicadores). Domingo tras domin-go, tratan de inspirar a los miembros en cuanto a algn ideal o

    actitud cristiana en general. Esto es muy importante. Los maes-tros necesitan hacer un trabajo mejor del que estn haciendoahora. Pero algn otro deber aportar esa orientacin.

    Reconocimientos en esta edicinactualizada y ampliada

    Quiero expresar mi profunda gratitud a la UniversidadRollings, y especialmente a George Grant, el bibliotecario, al per-mitirme usar tanto la biblioteca as como un lugar en la mismadonde pude hacer la redaccin en el mbito ms adecuado. Todoel personal de la biblioteca ha sido amable y cola bora dor de mu-chas mane ras. Ha sido una alegra llegar a conocerlos.

    Tambin debo expresar mi gratitud a Larry y Hoyt, mis doshijos. Larry me ense a usar la computadora, por lo menos co-mo para poder escribir en ella. Hoyt, que ha enseado en el De-

    par tamento de Fi lo so f a y Re li gi n en la Un ive rs ida d Roll in s po rcasi 25 aos, a la vez que pre par aba un manus cri to propio parasu publicacin, ley por completo mi manuscrito e hizo muchassugerencias que clarificaron y enriquecieron lo que yo habaescrito.

    En el prefacio de muchos libros, casi automticamente el autoragradece a su cnyuge. Sin embargo, mi expresin de gracias aLouvenia, mi esposa, por lo que ella ha hecho para que nuestravida sea ms fcil para m en este tiempo, de ninguna manera

    pued e se r al go aut om t ic o. Ell a es qu ien re al me nt e ha pagado e lpr ec io ", mien tras que es ta actualizacin estaba en proceso, enformas que no tratar de describir. Se dio a s misma sin reservas,

    por 10 cu al es to y en deuda con el la . Y po r lo cu al le es to y ag ra de -cido.

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    Ponernfasis en los resultados

    Buscar mejores resultadosMejor conocimiento bblicoMejor vida cristiana

    Dos peligros que enfrentan los maestrosVerbalizacinSimple catarsis emocional

    Obreros juntamente con Dios

    Importancia de la conversinQu pasa en la conversin?La conversin produce automticamente un

    carcter?

    La tarea principal que enfrentan los maestros deescuela dominical

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    Poner nfasis en los resultadosPedagoga fructfera

    medida que querramos. Con demasiada frecuencia nuestra en-seanza se acaba en la clase^ mientras que nuestra meta es la dever que la enseanza es aplicada sobre toda la vida. En la GranComisin, Jess dijo: Por tanto, id y haced discpulos a todas lasnaciones, bautizndolos en el nombre del Padre, del Hijo y delEspritu Santo, ensendoles que guarden todas las cosas que oshe man dad o. Y he aqu yo estoy con vosotro s todos los das, has-ta el fin del mundo" (Mat. 28:19, 20). Nuestra tarea no es slo lade ensear a la gente el contenido del mensaje de Jess; nuestro

    trabajo termina cuando nuestros alumnos practiquen las en-seanzas en sus vidas diarias.

    Dos peligros que enfrentan los maestros

    Los que ensean en procura de un estilo cristiano de vidaenfrentan dos peligros, que son sutiles y que crecen tan imper-ceptiblemente que la mayor parte de los maestros ni siquiera tie-ne conciencia de ellos.

    Peligro 1: VerbalizacinLos alumnos pueden memorizar las palabras del maestro sin

    entender los conceptos. Eso se suele mencionar como hablarcomo un loro . Los educadores 10 llaman verbalizacin". Este

    pr ob lema de memo riza r co nc ep to s ve rba li za do s enf rent a a to do slos educadores, pero los que son cristianos deben estar en guar-dia al respecto ms que otros porque el cristianismo bsicamentees una experiencia, un encuentro con Cristo que debe expresarseen la experiencia. No se ha aprendido realmente un ideal cristia-no hasta que no se lo ha experimentado y expresado en la expe-riencia. Sin emba rgo, en gran medi da el maes tro deb e comunica resta experiencia cristiana a la clase usando palabras.

    Los maestros usan palabras para ensear religin al tiempoque los alumnos avanzan desde la adolescencia, a travs de la ju-ventud, hasta la edad adulta. Los alumnos memorizan versculosde la Biblia, afirmaci ones doctrina les y vocabular io religioso. Esees el problema! Ao tras ao, los alumnos vienen a la escuela do-minical. Aprenden las palabras que describen las experiencias re-ligiosas y tienden a identificar esto con haber tenido una expe-riencia. Jess seal el mismo problema: los fariseos verbaliza-

    El crecimiento y xito de la escuela dominical es una de lasmaravillas de nuestra poca. Apelando al liderazgo laico volun-tario, con tiempo limitado, a menudo con espacio y equipo ina-decuados, la escuela dominical contina su marcha. Aunque hasido criticada a fondo por algunos psiclogos y educadores,sigue enriqueciendo vidas porque nuestras iglesias son bendeci-das por los maestros y oficiales fervientes, sinceros y consagra-dos. Voluntaria y gozos ament e, dan de su tiempo y energa aesta importante tarea.

    Buscar mejores resultados

    Sin embargo, aquellos que trabajan ms estrechamente con laescuela dominical son los primeros en admitir que no estnlogrando los resultados que desean. Los maestros cristianos es-tan haciendo 10 mejor que saben, pero casi todos estn cons-cientes de la urgent e neces idad de un mejor amie nto.

    Mejor conocimiento bblicoEn su libro Building a Standard Sunday School (Construyendo

    una escuela dominical modelo), Arthur Flake dijo: El propsitodeclarado de la escuela dominical es el de ensear la Biblia. Estenfasis en la enseanza bblica ha sido uno de los baluartes delcristianismo evanglico. Sin embargo, muchas personas que asis-

    ten regularmente a la escuela dominical tienen una ignorancialamentable de la Biblia.

    El conocimiento de los hechos bblicos no produce necesaria-mente un mejor nivel de desarrollo espiritual, pero de cualquiermodo los cristianos deben conocerla. La enseanza delconocimiento bblico no es la meta final de la escuela dominicalpe ro es un a de sus ta re as imp or tant es .

    Mejor vida cristianaNue s t ro ob je ti vo pr in ci pa l en la ens ea nz a de la es cu el a do -

    minical es el de producir vidas cristianas. La observacin mssuperficial indica que no estamos viendo vidas cambiadas en la

    1 Para un re paso de estudios del conocimiento bblico, ver captulo1

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    Poner nfasis en los resultados

    cal semana tras semana, escuchan al maestro dicindoles qumaravillosos son los ideales de Cristo y qu malo es el mundo.Estn d& acu er do con 10 que se ensea. Sus se ntimie ntos o emo-ciones son tocados. Disfrutan del estudio. Despus de la clase,muchos saludan al maestro, le estrechan la mano y le dicen:-jQu maravilloso estudio hemos tenido esta maana! Por cierto que usted nos dijo la verdad!" Pero cuando se van, no hacennada con lo que se les ha enseado. Lo mismo se repite al si-guiente domingo, slo para volver al tercero a escuchar, estar de

    acue rdo, disfr uta r y sentirse emoc iona dos una vez ms. De esemodo, el proceso contina domingo tras domingo.

    Ah est el problema! La gente ha visto sacudir sus emocionesmuchas veces sin una respuesta clara que identifique esa emo-cin con el logro de una experiencia religiosa. Si hablan sobre lanecesidad de ganar a los perdidos para Cristo, o de tener un vi-goroso programa de misiones mundiales, o de ayudar a los de-samparados de la comunidad, logran una experiencia satisfacto-ria con el simple hecho de hablar del tema.

    Sin embargo, esto no es una experiencia cristiana verdadera ycompleta. Las emociones juegan un papel importante y necesarioen la experiencia religiosa, pero la experiencia slo est comple ta cuando se expresa en la vida y la accin. Una experiencia emo-cional que no lleva a una res puest a o sea una experiencia emo-cional que se acaba slo en despertar nuestros sentimientos es

    incompleta.Esto es desafortunado y aun trgico. Los cristianos acuden a la

    iglesia semana tras semana (esto tambin ocurre en el culto depr edi ca ci n) y sus em oc ion es se de spi er tan si n que la s acompaeninguna accin clara. Llega el punto en que los cristianos desean y se

    satisfacen con que simplemente hayan sido despertadas sus emociones.

    Algunos dicen que les gusta un predicador o un maestro queno tiene miedo de golpear donde a uno le duele o que no sientenque han ido al culto de la iglesia a menos que el predicador o elmaestro les haya pisado los callos. Pero aun as esas personas nomueven sus pies, aunque se los hayan pisado!

    Los miembros de una clase tienden a limitarse a asistir, sen-tarse y escuchar. Los maestros deben darse cuenta de eso y usartodos los medios a su alcance para evitar que ocurra. La ensean-za de la escuela dominical no debera terminar en simple conver-

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    Pedagoga fructfera

    ban la s enseanz as de lo s pr o fet as si n aprender e l esp ri tu de la smismas en su propia experiencia. Cunto de eso ocurre en nes-tras escuelas dominicales hoy! Apr end er palabra s que describenuna experiencia religiosa no es lo mismo que tener tal experien-cia. El cristianismo es un encuentro personal con Dios, unarelacin, una experiencia.

    La gente se familiariza fcilmente con las palabras que des-criben experiencias religiosas, pero es much o ms difcil guiarlasa un enc uen tro con Dios, en el ciial exper ime nte n el espritu de

    la religin. Esa es la razn por la cual maestros y alumnos se sa-tisfacen con verbalizar esas experiencias, o sea repitiendo pala-

    br as . Po r supu esto, lo s ma est ros deben se gu ir u sa n do pa labr as ,pue s qu iz es su p r imer medio de ens ear lo re li gi os o, pero tam-bi n de be n es tar en gua rdi a y ape l ar a cua lqu ie r a rma para de -rrotar la verbalizacin.

    Peligro 2: Simple catarsis emocionalLos maest ros de la escuela dominical ta mbin enfr enta n el pe-

    ligro de llevar a sus alumnos a tener slo una catarsis emocional.Mucha gente ha desarrollado inconscientemente la actitud deque todo lo que necesitan hacer en la escuela dominical es asistir,sentarse y escuchar. Discuten los ideales de Jess y lo maravillo-sos que son; hablan slo de los pecados del mundo y lo terribleque son. Pero todo lo que hacen es hablar. Raramente eso les lie-

    va a una accin definida.Esta actitud se desarrolla lenta e imperceptiblemente durante

    un perodo de aos. Los nios generalmente estn bien dispues-tos a asumir los ideales sugeridos por los maestros. Los adoles-centes siguen siendo idealistas y por lo comn estn dispuestosa hacer algo por Cristo. Pero ya en la adolescencia, muchas de lasreuniones de la clase terminan en mera conversacin; sus miem-

    br os comienzan a de sa rro l la r la act i tu d de que no ha y q u e envoi verse demasiado en esos temas, porque de todos modos no va a

    pas ar nada . De m o d o q ue lo s m ie mbr os co mi en za n a ir a se nt ar se

    y limitarse a escuchar. Cuando llegan a la edad adulta, han su-

    p e rado su en tus i asmo in fa nt il y su ide al ism o ad ol es ce nt e. Aho ra

    so n ms respetables y raramente se entusiasman.En qu consiste este proceso? Los adolescentes mayores, los

    jv en es y e spe c ialment e lo s adu l tos as is te n a la es cu el a do mi ni -

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    Ponernfasis en los resultados

    actitud. Satans trat de persuadir a Jess para que presumieraante Dios echndose desde el pinculo del templo. Hacerlo hu-

    bi er a si gr ii fi ca do pe di r a Di os que us ara su poder en un a for maen que no se supone que debe usarlo. A pesar de la sinceridad dequienes sostienen esto, esta actitud pone la responsabilidad deuna enseanza ineficaz y de la falta de resultados en Dios. En rea-lidad, la responsabi lidad reposa plenam ent e en los homb ros delmaestro.

    Cierto campesino sale a sembrar. Desde la maana temprano

    hasta medioda desparrama los granos sobre el labranto. Unamigo que pasa ve 10 que est haciendo. Con sorpresa, pregunta:"Qu te pasa? No sabes que no debes sembrar en una tierra de

    pa st ur as? As nu nca tend r s un a co se ch a. " Pe ro el campe sino lecontesta: Ah, s, voy a tenerla. Esta es la semilla de Dios y la bue-na tierra de Dios. El cuidar de ella. Pero el amigo insiste: "Ha-cer eso es presumir delante de Dios. Debes arar, abonar y plantar

    y seguir cuidando la tierra. Pero el campes ino insiste: Esta es la

    semilla y la buena tierra de Dios. El mandar el sol y la lluvia. Yoslo estoy poniendo la semilla y dejar el resultado al Seor. Pero el ami go concluye: Si no obtienes una cosecha, no ser faltadel Seor. Ser tuya porque no has cumplido con las condiciones

    pa ra que cr ez ca el trigo.

    Dios cre el universo y cre el plan segn el cual crece el trigo.Este mismo Dios cre a los seres humanos y el plan por medio

    del cual aprendemos. El maestro cristiano debe descubrir cmoaprende la gente a fin de ensearles de acuerdo con la forma queDios ha planeado.

    Los granjeros modernos estn haciendo rpidos progresos enel estudio de la erosin del suelo, los nuevos mtodos de siembray la rotacin de siembras. Aprenden todo lo posible sobre la tie-rra de Dios y cmo crecen las cosas. Ahora los granjeros puedenobtener el doble de cosecha que antes. Por qu? Porque han des-cubierto cmo Dios trabaja y cooperan inteligentemente con l.Los maestros cristianos necesitan estudiar y comprender la per-sonalidad humana. Debemos descubrir cmo aprende la gente

    c m o Di os ha pl ane ado que lo hagan a fi n de coo pe ra r ms

    inteligentemente con Dios. De ese modo, podemos esperar me-jo res res ul tado s de nu es tr a ens ea nz a.

    Minimiza esto la obra de Dios? No, la magnifica. Dios se ha-

    Pedagoga fructfera

    sacin. Pero poner fin a ese problema no es tan simple y fcil co-mo algn maestro podra pensar. La gente tiene mucho ms de-seo de que sus emociones sean despertadas cuando la clase dis-cute lo que anda mal en la comunidad de lo que est para salir yhacer algo para cambiar ese mal. La enseanza cristiana es comple-ta cuando lleva a la accin cristiana y no antes.

    Obreros juntamente con Dios

    Cmo es posible que los ideales de Jess que presentamos enla clase sean parte de la vida de los que asisten? Ese es nuestrogran problema! Cmo podemos aceptar esa empresa?

    Ciertamente, debemos ensear de acuerdo con la forma enque Dios ha planeado que la gente aprenda. Nuestro Dios es unDios de orden. Hasta donde sea posible, debemos llegar a enten-der cmo Dios ha hecho la personalidad humana de modo quep o da m o s ensea r en coo pe ra cin co n l. La Bibl ia es el msgrande libro de texto del mundo y el mensaje transformador deJess es el ms grande de los mensajes. Cmo podemos com-pa rt i r es ta ex pe ri en ci a de m o d o q ue cumpla su p rop si to di vi no ?

    Ya que la Biblia es un libro inspirado, significa eso que ellamisma cumplir su propsito, al margen de como hagan su tarealos maestros? Aparentemente eso es lo que piensan algunosmaestros. Creen que, como estn enseando la Biblia, no necesi-

    tan conocer o seguir principios pedaggicos adecuados. No quie-ren que se los moleste con ideas novedosas . Dicho simplemen-te, su actitud es: He ensenado la Biblia y dejo que las semillas

    caigan donde puedan. Inclusive citan la Biblia para sostener ese

    criterio: As ser mi palabra... no volver a m vaca. Estosmaestros no slo necesitan alcanzar una adecuada interpretacinde Isaas 55:11, sino que tambin precisan que se les recuerde lapa rb ol a de l s emb rador . En s ta , Jes s tr at de a yu dar no s a en -tender que el tipo de suelo sobre el cual es sembrada la Palabrade Dios influye en la cantidad y cahdad de la cosecha (ver Mat.13:3-9).

    Algunos maestros argumentan que su desinters por mejorarsu enseanza realza la Biblia y enfatiza el poder y la obra de Dios.Al contrario, estn en el lmite de presumir ante Dios por preten-der que Dios haga 10 que no se supone que hace. Con la misma

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    Poner nfasis en los resultados

    efectiva. Debi do a este nfasis , el lector podr tener la impr esi nde que mi nico inters est en los resultados y que no he dadodebido nfasis a la relacin espiritual con Dios en Cristo, que esel nico fundamento para una accin que sea plenamente cristia-na. Debo admitir que algunos maestros simplemente tratan deconseguir que sus alumnos sean buenos" sin dirigir los a enten-der que la verdadera conducta cristiana proviene de la obra y

    vida de Dios en el individuo y no de un deseo de complacer al

    maestro o por cualquier otra motivacin.

    Como no ser posible reiterar este nfasis en cada pgina,quiero dejar explcito aqu lo que est implcito como filosofasubyacente en este enfoque de la enseanza cristiana. Una expe-rienda personal de conversin es el nico fundamento adecuado y lanica motivacin suficiente para el desarrollo cristiano. En la conver-sin, el individuo acepta a Jess como Salvador y Seor. Una ex-pe ri en ci a de con ve rs i n no es ne cesar iame nt e al go dr am t ico co-mo la experiencia del apstol Pablo en el camino a Damasco. Alhablar de ,"conversin simplemente quiero decir una expe-riencia en la cual el individuo encuentra a Dios en Cristo, una ex

    pe ri en ci a en la cu al ac ep ta a Jess como Salvador y se rinde a lcomo Seor. Nadie puede entrar al reino de Dios en virtud de su

    pr op ia b on d ad o de un pr oc eso de edu cac i n cr is ti an a. C omo loha dicho adecuadamente Shelton Smith: "El reino es de Dios y laentrada del hombre en l es posible slo por medio de la libe-

    racin divina/ ^

    Qu pasa en la conversin?

    Hay por lo menos cinco cosas que surgen de la experiencia deconversin que tienen significado para la educacin cristiana.

    1. Recibimos una nueva naturaleza. El aspecto trans forma dor yrevolucionario de la experiencia de conversin no ha sido sufi-cientemente enfatizado en el cristianismo moderno. Esta expe-riencia tiene tremendas implicaciones en el pensamiento de Je-ss. Al hablar con Nicodemo, dijo que era algo tan funda-mentalmente transformador de la vida que era como nacer denuevo. !Ciertamente es un nuevo nacimiento!

    2 H. Sheldon Smith, Faith and Nurture (New York: Charles ScribnersSons, 1946), p. 125.

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    Pedagoga fructfera

    ce innecesario por el estudio del granjero y el conocimiento de latierra? De ninguna manera. La tierra sigue siendo del Seor. Lasemilla sigue siendo suya. El sol y la lluvia siguen siendo sol ylluvia de Dios, Dios sigue haciendo germinar la semilla y dandoel crecimiento. El granjero apenas coopera ms inteligentementecon Dios y le permite dar una mejor cosecha.

    Eso tambin es verdad en la enseanza de la Biblia. Al tratarde entender y seguir la forma en que aprende la gente, no con-vertimos a Dios en algo innecesario. Seguimos siendo su crea-

    cin. La Biblia sigue siendo su Palabra. Dios es el nico que pue-de producir la regeneracin. Slo l da el crecimiento. Los maes-tros cristianos deben cooperar con ms inteligencia con l porqueel gran maestro es el Espritu Santo; los maestros humanos slo

    p rov een la s con di cio ne s en la s cua les y por medio de la s cu al esp ue de t ra ba jar e l Es p ri tu Sa nt o. Pa ra ha ce rl o, el maest ro debetrabajar duro. Estudiar y obtener estos pimtos de vista exigetiempo. A menudo se requiere esfuerzo para tratar de aplicarlos.

    Consideremos de nuevo la analoga de la agricultura. Losgranjeros pueden decir que honestamente no disfrutan al arar.Preferiran desparramar la semilla sobre terreno sin trabajar nidesmalezar. Quiz no quieran gastar en fertilizantes. Quiz noquieran tomarse el t iempo para aprender nuevos mtodos de cul-tivo. Supongamos que un granjero siembra y slo tiene una co-secha escasa mientras que su vecino, siguiendo lo mejor de losmtodos de cultivo, logra un gran aumento en la cosecha. El pri-mero aprende pronto. Cultivar as no es fcil , pero la recompen-sa justifica el trabajo duro.

    Los granjeros de hoy estn pagando el precio de descubrir c-mo Dios hace crecer el grano a fin de cooperar inteligentementecon Dios para que lo haga. Ciertamente, como maestros cristia-nos, debemos estar dispuestos a pagar el precio de descubrir c-mo Dios ha ordenado que crezcamos a semejanza de Cristo. De-

    be mo s est ar di spu estos a coo pe rar ms int el ig ent eme nt e co nDios.

    Importancia de la conversin

    La primera mitad de este libro pondr el nfasis en el tema deasegurar resultados en la vida cristiana por medio de una vida

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    Poner nfasis en los resultados

    casos, entonces vivir la vida cristiana llega a ser una de las tareasms atrevidas y ciertamente una de las ms difciles en la que

    puede en vo lv erse una pe rson a.Si no hay un deseo vehemente tanto de saber como de seguir

    el nuevo camino, entonces hay razn para cuestionar la genui-nidad de la experiencia. Esto es importante porque, como sersealado en un captulo posterior, afecta la actitud del individuohacia el estudi o de la Biblia y el cump lim ien to de lo que descu breen ese estudio.

    4. Recibimos un poder que va ms all del nuestro, un poder libera

    do por Dios y que, si es usado, nos capacita para seguir ms es

    trechamente las demandas de la vida cristiana. Muchas de estas de-

    mandas van contra nuestros deseos naturales y pasiones huma-

    as. No es natural que amemos a los enemigos, que hagamosbi en a lo s q ue no s pe rsi gu en o que pe rdonemos a aq ue l lo s qu ehablan mal contra nosotros falsamente. Vengarse es humano.Aun para acercarnos al ideal en estas y otras reas, necesitamospo de r de lo al to .

    5. Recibimos el nico fundamento adecuado y la motivacin para lavida cristiana. En el tiempo de Jess, los fariseos seguan la letrade la ley, pero el Espritu de Dios estaba lejos de ellos. Hoy es po-sible que una persona siga alguna de las enseanzas de Jess sinhaber tenido una motivacin espiritual adecuada.

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    Pedagoga fructfera

    La experiencia de la conversin no es una relacin superficialo mecnica. La conversin no es la aceptacin formulista de unareligin. Pablo dijo: "De modo que si alguno est en Cristo, nue-va criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechasn u e v a s 2 )' Cor. 5:17). Esto no significa que el individuo debetener una experiencia altamente emocional. Simplemente quiere

    decir que, cuando una persona adquiere una nueva naturaleza,

    algo debe ocurrir en su vida. El centro de la vida pasa del ego a

    Dios. Surgen desde dentro nuevos deseos, esperanzas e ideales.

    Una persona convertida ya no puede decir que har lo que lepl az ca s ino qu e ha r lo que Di os en se a. Y no di cen es to pr ima-riamente sobre la base de una obligacin que les es impuesta,sino de una nueva relacin y un nuevo amor que ha nacido de n tro de ellos. Es lo que ms desean hacer. Sobre la base de estanueva vida, hacer la voluntad de Dios llega a ser el deseo ms

    p r o fu n d o de sus c0raz0Ies.

    2. Recibimos un profundo deseo de conocer as enseanzas bblicas ysus implicaciones para la vida cristiana. Entramos al reino de Dioscomo bebs. Hemos recibido antes formacin religiosa, pero aunno sabemos cmo aplicar las enseanzas de Jess en las diversasrelaciones de nuestras vidas.

    Por medio de la experiencia de conversin, la persona entra enun nuevo camino de vida. Una persona que ha tenido esta expe-riencia profunda y genuina debe estar ansiosa de estudiar las

    Escrituras, sola y en grupos de cristianos con una mente similar,a fin de descubrir lo que est envuelto en este nuevo camino devida.

    3. Recibimos la voluntad de seguir las enseanzas de la Biblia y elcamino cristiano para la vida, sea donde fuere que nos lleve. El deseode conocer, digno como es, no va 10 suficientemente lejos; tam-

    bi n d ebe haber la vo lun tad de seg ui r. Es to no es ta n s im pl e co-mo podra parecer a simple vista. Sera relativamente fcil vivirhoy la vida cristiana si lo nico que eso significara fuera vivir deacuerdo con los modelos aceptados socialmente y asistir a loscultos de la iglesia. Lamentablemente, este concepto prevaleceentre ms miembros de las iglesias de lo que nos gusta admitir.Pero si la vida cristiana sig nifica aplica r los ideales de Jess de talmodo que lleven a una persona a ir ms all de las normas acep-tadas en otras relaciones o de ir contrariamente a ellas en otros

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    Poner nfasis en los resultados

    Las personas no l legan automticamente a tener sabidura di-vina en la experiencia de conversin, ni hacen automticamente

    10 qu eest bien" po r el simple hecho de haber sido salvadas. L

    actitud de Pedro hacia los gentiles no fue transformada en el mo-ment de su conversin. Dios trajo cambios en su actitud en unmomento posterior de su desarrollo como cristiano. Las invest-gaciones y observaciones indican que, despus de la experienciade conversin, los cambios en la vida de una persona tienenlugar slo en aquellas reas en las que hay conviccin de pecado.

    Aun esto no ocurre automticamente. Esa conviccin debe serp ro funda como pa ra p ro du cir ta le s ca mb io s.

    Tomemos, por ejemplo, un bebedor consuetudinario que tieneuna experiencia transformadora con Cristo. Como el hombre yatiene una profunda conviccin de lo pecaminoso de la bebida,abandonar ese mal hbito. Pero su experiencia puede no afectarsus actividades comerciales. Puede seguir obteniendo alquileresexcesivos de casas de barrios bajos. Quiz no vea relacin entresu propiedad alquilada y su fe recientemente aceptada. Sin con-viccin de pecado en este aspecto, no se producir ningn cam-

    bio. En la ex pe ri en ci a de con ve rs in , pa re ci er a que el cam bi o enla vida de una persona tiene lugar en aquellos aspectos en los quehay conviccin de pecado.

    Una de las tareas del maestro de escuela dominical es la de ha-cer surgir las re as en la vid a de su clase do nd e ellos no han esta-do viviendo de acuerdo con los ideales de Jess en un nivel quellegan a captar sus falencias. En la clase, los miembros traen susexperiencias diarias para colocarlas a la luz de las enseanzas dela Biblia. Cuando consideran esas experiencias y buscan un cursode accin cristiano, el Espritu Santo tiene una oportunidad depr od uc ir co nv ic ci n de pecado y tr aer un ca mb io .

    La tarea principal que enfrentan los maestrosde escuela dominical

    Esta es la de llevar a las personas a experiencias por medio de lascuales lleguen a conocer a Cristo como Salvador y crezcan continua-mente a su imagen. Dicho en breve, los maestros han de descubriry usar los medi os ms efecti vos para asegu rar que se produ cir nrespuestas en la vida de acuerdo con los ideales de Cristo.

    Pedagoga fructfera

    Los maestros de religin (y en cuanto a esto los predicadores)siempre tienen la tentacin de satisfacerse con respuesta clarasque implican la connotacin de cris tiano . Es mucho ms fcilllevar a una persona a practicar las formas externas de la religine inclusive a dar ciertas respuestas que pueden ser calificadas decristianas que guiarla a continuos encuentros con Cristo que ha-rn que responda: N o se hag a mi vo lun tad, si no la tuy a. El

    pat rn cr is ti an o pa ra la vi da es el ev ad o; sus ex ige nc ias so n di f -ciles y a menudo entran en conflicto con todas nuestras pasioneshumanas. En estas situaciones como en todas las que reclaman

    una decisin, la vida del individuo debe estar fundada sobreuna relacin firme y genuina con Dios en Cristo. 1 buscar cual-quier tipo de respuesta en la conducta, una parte importante de

    la tarea del maestro es buscar estar seguro de que los miembros

    de la clase tomen sus decisiones para la accin sobre la base deuna motivacin espiritual.

    La conversin produce automticamente uncarcter?Un individuo que ha experimentado la conversin se com-

    po rt ar como cri st ia no de inmedia to en la s re la cio ne s fa mi li ar es ,sociales, laborales? No. La gente se comportar como cristiana enciertas relaciones y actividades, pero su comportamiento no sertotalmente cristiano de inmediato. Algunos cristianos piensanque una persona que ya est salva, inmediatamente sabe lo queest bien y lo hace. Sencillamente, esto no es as. El nuevo cris-tiano sabr que algunas cosas estn bien, pero no lo sabr todo.De acuerdo con George Gallup, h. y Jim Castelli,

    la dcada siguiente a 1950 fue dirigida por una ola de rccu-peraci n posbli ca, con negoci os e indus tr ias ex pand i ndose y untremendo crecimiento en las ciudades y suburbios. Tambin fueuna dcada de avivamiento religioso, con un rpido crecimientoen la membresa de las iglesias, especialmente en los pujantesnuevos suburbios. Pero algunos observadores sociales han cues-tionado la autenticidad del avivamiento y la profundidad delcompromiso religioso, declarando que muchos norteamericanosasistan en mayor nmero a las reuniones de la iglesia porque era lo que se debahacer . ^

    3 George Gallup, h. y Jim Castelli, The People's Religion: American Faith inthe 90s(New York: Macmillan, 1989), p. 8.

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    Pedagoga fructfera

    Comprender el proceso deenseanza-aprendizaje

    Cinco pasos en el proceso deenseanza-aprendizaje

    ExposicinRepeticinComprensinConviccinRespuesta

    De la clase al mundo real

    Tres conceptos errados sobre el aprendizaje

    Escuchar es aprenderRecitar es aprenderMemorizar es aprender

    Cinco principios de aprendizajeComprensin previaIntersNecesidadActividadIdentificacin

    En la ensea nza cristiana, pon emo s nfasis en que la personaform ada en lo religioso es mucho ms que aquella que sim ple -mente tiene conocimiento. Es aquella cuyas actitudes y pautas devalor son coherentes con la tica cristiana y que, en todo tiempo,trata de traducir esas actitudes en una conducta adecuada.

    No ha y una aut op is ta pa ra el ap re nd iz aj e . El mejo ramie nt o enel arte de ensear y de alcanzar resultados es un proceso lento ya veces tedioso. Los principios que se sugieren en este libro pue-den ayudar a los maestros para mejorar su enseanza, pero los

    pr in ci pi os no se ap li ca n po r s mi smo s. Si los ma est ro s ti en en su -ficiente atrevimiento como para tratar de usar algunas de estassugestiones, pueden comprobar que son difciles de aplicar, porlo menos al principio. No es fcil elaborar un plan para asegurarun estudio bblico con fines concretos o desarrollar una situacinvital para hacer que el estudio sea personal. Si aparecen dificul-tades, no hay que desalentarse. La prctica paciente har de estos

    pr in ci pi os una pa r te in te gr al de l pl ane ami ent o de la s lecc iones.Despus de todo, no estamos buscando un camino fcil. Estamos

    pr ocurando re su lt ad os !

    I

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    Comprender el proceso de enseanza-aprendizaje

    de una buena enseanza es enrolar a todos los alumnos y miem-br os en pe rsp ect iva pa ra el es tu di o bb li co.

    Sin enibargo, la exposicin es slo el primer paso en el proce-so de enseanza. Con demasiada frecuencia, los maestros se hancontentado con poner frente a los asistentes la enseanza bblicasin continuar con los otros pasos en el proceso de aprendizaje.Cules son los otros pasos que debe considerar el maestro?

    Paso 2: RepeticinLas escuelas pblicas han reconocido hace mucho la nece-

    sidad de la repeticin para una enseanza efectiva. Los padresreconocen la misma necesidad en la educacin de los hijos. Estosno aprenden buenas maneras cuando su madre les dice una solavez cmo han de comportarse. Cuntas veces los padres tienenque recordar a los hijos que digan "gracias" antes que eso lleguea ser parte de su conducta normal? Los nios no aprenden actitu-des altruistas porque los padres las mencionaron una vez. Esigualmente cierto que el desarrollo de actitudes y hbitos cristia-nos es el resultado de una constante y persistente repeticin.

    Dos problemas prcticos y difciles que son inherentes a la na-turaleza de la enseanza en la escuela dominical, tal como se la

    prac ti ca ho y, so n:

    Ense amo s con intervalos de una sema na; la gente se olvi-da fcilmente durante la semana lo que aprendi el domin-

    go

    Estu diam os distintos pasajes bblicos cada domi ngo.

    El maestro bien puede preguntar cmo puede usar la repe-licin en la enseanza a la luz de esos dos hechos.

    Estos problemas son serios pero no insuperables. En cuanto aese intervalo semanal, presentamos la siguiente sugerencia: Si elmaestro ha tenido un propsito de conocimiento para su leccin,

    puede f ci lm en te as ig na r ta re as a la cl as e pa ra que tr ab aj e enellas durante la semana. Nuestra gente necesita desarrollar la ac-litud de que un estudio bblico serio es una parte normal y acep-tada de su experiencia cristiana diaria. La preparacin durante la.semana enriquecer grandemente el estudio bblico del domingo. maestro puede pensar: Cmo puedo lograr que hagan ese tra-bajo extra? Apenas si consigo que preparen la leccin. Esto significa

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    Pedagoga fructfera

    Qu es la enseanza? Cundo est enseando un maestro?Los cristianos han gastado millones de dlares construyendotemplos y edificios para la educacin cristiana. Las habitacioneshan sido hermoseadas, el equipo ha sido comprado. Se han gas-tado millones en literatura educacional, revistas y ayudas para laenseanza. Los maestros usan miles de horas semana lmen te parap repa rar sus lecc io nes. Mi le s de fe rv ie nt es y con sagr ados vo lun -tarios cristianos convocan semanalmente sus clases con el deca-rado propsito de ensear. Pero comprenden comprende-

    mos qu es la enseanza?

    Cinco pasos en el proceso deenseanza-aprendizaje

    Todo maest ro desea ense ar de tal mane ra que 10 que enseahaga una diferencia en las vidas de los alumnos. Cmo puedehacerse esto? Qu factores producen una buena enseanza? Unamigo mo ha hecho la lista de los cinco pasos en el proceso deenseanza-aprendizaje: exposicin, repeticin, comprensin,conviccin y respuesta.^

    Paso 1: ExposicinObviamente, una persona debe ser expuesta a una verdad b-

    bl ica ant es de po der apr en de r la . Es to su gi er e un a re sp on sab i-lidad del maestro que no es comnmente enfatizada en un libroque trata sobre los principios de la enseanza. Consiste en la res-po ns abi l id ad de al ca nz ar ta nt o a los au se nt es com o a lo s a lum-nos en perspectiva, para el estudio bblico. Una iglesia puede te-ner el mejor y ms capaz grupo de maestros posible, pero quizsu enseanza pueda no ayudar a los que estn ausentes ese do-mingo por la maana. Alguien ha dicho: "No se puede ensear aun ausente." Ni tampoco tendr esa enseanza algn valor paralas huestes de adolescentes, jvenes y adultos que nunca han si-do alcanzados. Buscar nmeros por los nmeros mismos es unatragedia. Pero gstenos o no, debemos llegar hasta la gente antesque podamos ensearles. Por 10 tanto, el primer punto esencial

    1 Ernest. Lign,A Greater Generation (New York: Macmillan, 1948), pp.

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    Comprender el proceso de enseanza-aprendizaje

    br eve r e sumen de l es tu di o de l dom ingo an te ri or en cada cl ase.De esta manera, cada estudio estar relacionado con el anterior.Tercera, los materiales del currculo repetirn las doctrinas bbli-cas y los ideales espirituales ao tras ao para tener ayuda endiferentes etapas de nuestro desarrollo personal De ese modo,hay lugar para la repeticin.

    Paso 3: ComprensinLa compresin es uno de los pasos ms importantes del proce-

    so de aprendizaje. R. S. Osmer dice: e l corazn de la ensean-za hay un aumento en la comprensin del tema en estudio por

    pa r te de l estudiante. ^ Sin embargo, en la esfera de la enseanzareligiosa, la comprensin quiz es uno de los pasos ms descui-dados. Muchos de nosotros aprendemos lo que dice la Biblia so-

    br e va ri as co sa s, pe ro no en tend emos lo que es as ens ea nzas sig-niean para nuestra vida diaria. Uno de nuestros lderes naci-nales dijo una vez que todos nues tros probl ema s nacional es einternacionales podran ser resueltos si todos practicaran la Re-gla de Oro. La afirmacin fue recibida con aclamacin; cierta-mente todos estaramos de acuerdo con ella. Pero qu significa-ra para la vida personal de cada uno si estuviera practicando laRegla de Oro? Qu cambios producira en sus relaciones con losvecinos? Qu comenzaramos a hacer por los desposedos queviven en nuestra ciudad? Cmo practicaramos la Regla de Oro

    en nuestra actitud hacia los de otras razas y culturas? Como seve, comprender qu significa la Regla de Oro en la accin espe-cfica en nuestras vidas personales es ciertamente difcil.

    Las Bienaventuranzas nos presentan un bosquejo del ms altotipo de vida cristiana. Creemos que son bi en ave nt urad os los po -

    br es en espritu, porque de ellos es el reino de los cielos (Mat.5:3), pero qu significa esa enseanza para nuestra vida perso-nal? Qu empezaremos a hacer la semana prxima que no he-mos estado haciendo, si hemos de poner en prctica esa ense-an za de Jess ? Me atr evo a decir que no sera difcil pa ra el lee-tor ni para m pensar en algo. Es importante que creamos en estosgrandes ideales y enseanzas de Jess. Pero son de poco valor a

    2 Ridwd Robert Osmer, Teachable Spirit (Louisville: Westmiiister/JohnKnox Press, 1990), p. 21.

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    Pedagoga fructfera

    que no hemos captado el inters de los miembros en la emocio-nante aventura del estudio bblico. Significa que todo lo quehemos estado diciendo en este libro es plenamente cierto.

    Nu es t ros miembros es t n con ten tos co n ve ni r, sent ar se y es cu -char... pero no hacer nada. Significa que la enseanza debe serms efectiva para desafiar y dirigir los intereses de los cristianoshacia el estudio bblico efectivo.

    Pero, cmo logramos que los miembros estudien asigna-ciones especiales durante la semana? !Confiemos que ser asl A

    menudo no tenemos algo porque no lo esperamos. Los miembrosde la clase deben llegar a entender que el maestro habla en serio.Por supuesto, las asignaciones deben estar de acuerdo con los ni-veles de edad y capacidad de los miembros, A stos se les deben

    pr ov eer lo s me di os o la s a yudas pa ra el es tu di o. A m e n u d o lagente no estud ia la Biblia por que no enti enden lo que estn es-tudi ando . Debe haber libros disponi bles en la biblioteca de laiglesia. Debe alenta rse a los mie mbr os a compra r coment ario s depo co pr ec io pa ra que te ng an un a gu a en su s es tu di os . El ma est rotambin debe pedir informes en clase sobre esas asignaciones.

    La clase no se transformar de un da a otro, pero los maestrospueden ob tene r a lgu no s resul ta do s al ta me nt e de se ab le s despu sde algunas semanas o aun meses, dirigiendo la clase paciente pe-ro persistentemente para que entienda que se espera que estu-dien esas asignaciones semanales. En esta forma, el problema de

    olvidar 10 que se ense el domi ngo disminuir grandement e.Si el maestro tiene en mente una respuesta en la conducta, la ta-rea de prosecucin, si es cumplida por el maestro, llevar a losmiembros de la clase a practicar la verdad espiritual durante lasemana. De ese modo, una vez ms, el problema est soluciona-do en buena medida.

    El hecho de que haya un estudio diferente cada semana no eli-mina el uso de la repeticin. Hay tres cosas que pueden decirse.Primera, que el maestro debe aprender a usar metas para cadaunidad. En el captulo 16 descubriremos que, con el nfasis en lasres puest as de conduc ta, toda la uni dad debe tener esa meta entodos los estudios. De ese modo, cuando se ensea cada uno delos estudios, el maestro estar repitiendo desde distintos puntosde vista la misma verdad espiritual que deben aprender losalumnos. Segunda, el maestro debe tener como hbito hacer un

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    Comprender el proceso de enseanza-aprendizaje Pedagoga fructfera

    que os pe rs iguen (Mat. 5:44). Creemos que ste es el verdaderocaaiino en que vivir, la forma en que una persona puede ser feliz.Sin embargo, no creemos en ello con la conviccin necesariacomo para que ese principio nos controle da por da.

    Al tratar de ensear para llegar a tener una vida cristiana, albu sc ar resul ta do s en la s vi da s de aq ue ll os a qu ie ne s ens ea mos ,la conviccin es un factor central y necesario. Es evidente que es

    po si bl e que lo s cr is ti an os cr ea n la s do ctr in as re li gi osas y lo s id ea -les espirituales, y sin embargo, no tengan una conviccin lo bas-

    tante profunda como para llevarlos a seguir esas verdades en suvida diaria. Por ello los maestros cada vez comprenden mejor ladificultad de su tarea. No les es suficiente exponer los idealescristianos ante la clase repitiendo esas verdades domingo tras do-mingo; ni siquiera es suficiente que guen a los alumnos a enten-der lo que ellas significan para sus vidas personales. Los mae-stros deben hacer eso, pero deben hacer ms. Deben guiar a susalumnos a aceptar y creer en esos ideales espirituales con unaconviccin tan profunda que lleguen a ser fuerzas activas y direc-tivas para cambiar la vida de cada perso na en armo na con ellos.

    Paso 5: RespuestaLos maestros deben discutir con sus alumnos durante la clase

    las formas y posibles oportunidades que tendrn para expresar) forma activa la verdad que ellos han estudiado. Por ejemplo,

    si el estudio es sobre el deber de ayudar a los queest n en necesi-liad, qu debe hacer la clase al respecto? Hay alguna familianecesitada en la comunidad a la cual pudiera ayudar la clase?I lay algn grupo minoritario que necesita apoyo? Debe ir larase a ministrar a la crcel? En otras palabras, los alumnos se li-initarn a hablar de los necesitados o harn algo para ayudarles? planeamiento de esta expresin del ideal cristiano es slo una

    pn rt e de la ens ea nz a com o cua lq ui er ot ra pa r te de l es tu di o. Dehocho, es el climax y la clave de toda buena enseanza.

    Los maestros de escuela dominical reconocen que sus alum-1U)M no han apr en di do sus ense a nza s hasta qu e no las pone n enl>1.k tica diariamente. Los maestros no han enseado lo suficiente\u\Mi\ que sus alumnos no han comenzado a vivir de acuerdo con11) t|11e han apr en did o. Un am ig o me com par ti est a ilustr aci nobrc este tipo de enseanza y aprendizaje:

    menos que entendamos 10 que significan en trminos de acti-tudes y acciones especficas en nuestra vida personal diaria. Unade las debilidades de buena parte de la actual enseanza de laescuela dominical est en que enseamos generalidades vagas envez de llevar a las personas a comprender especficamente lo quesignifican esas enseanzas de Jess en sus actividades diarias.

    Paso 4: ConviccinNo ba st a co n comp rend er . Ta mb in debe es tar pr es ent e la

    conviccin si ha de ocurrir un cambio en la vida de una persona.Los individuos deben creer la enseanza hasta el punto de queestn dispuestos a seguirla al margen de la dificultad que impli-que. Deben tener una conviccin tan fuerte que los lleve a la ac-cin. Por ejemplo, los adolescentes en general entienden que, sisiguen el ideal del amor en sus relaciones familiares, 10 que tie-nen que hacer es mantener ordenada su habitacin y sus ropas ensu lugar. Sin embargo, un adolescente que tiene una conviccinen un momento dado o en una circunstancia particular sobre la

    prc ti ca de l amo r ten dr alg o m u y po bre si e l n ico re sul tado esque ordene su cuarto (Pida detalles a los padres de adoles-centes!)

    Los adultos tienen el mismo problema. Hay muchas verdadesespirituales que decimos creer, pero nuestras convicciones no tie-nen la suficiente fuerza como para hacer que nuestras vidas se

    conformen a esos ideales. Creemos que Jess estaba en 10 ciertocuando dijo que si alguno quiere seguirle, tambin debe tomar sucruz (Mat. 16:24). A pesar de que declaremos que creemos en suenseanza, nuestras vidas indican que realmente creemos que elinters en s mismo es superior al sacrificio de s mismo. Una vezms encontramos que Jess dijo: Bienaventurados sois cuandoos vituperan y os persiguen, y dicen toda clase de mal contra

    vosotros por mi causa, mintiendo. Gozaos y alegraos porque

    vuestra recompensa es grande en los cielos (Mat. 5:11, 12).

    Podemos creerlo, pero no creemos en ello con suficiente convic-

    cin si como cristianos no estamos listos para luchar contra elpe cado co n ta l fe rv or que aqu el los qu e es t n de d icado s a ma losnegocios y actividades perversas nos insulten y persigan.Simplemente no creemos que ese sea el camino para ser feliz. Yadems Jess dijo: "Amad a vuestros enemigos, y orad por los

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    Comprender el proceso de enseanza-aprendizaje Pedagoga fructfera

    Pero este tipo de aprendizaje^ si bien es efectivo^ a menudo esazaroso, inadecuado y a veces inexacto. Para superar esos incon-venientes, la sociedad ha establecido las escuelas pblicas y lasiglesias han organizado las escuelas dominicales. Las escuelassuperan las experiencias de un aprendizaje sometido al azar y ala ocasin (y tratan de evitar las experiencias de aprendizajedesagradables e indeseables) introduciendo el factor del controlen la experiencia de los alumnos para dirigir sus actividades deaprendizaje. La ubicacin en el aula estructura el aprendizaje conlibros que deben ser estudiados, con un programa que debe sercumplido y con objetivos establecidos que deben ser procurados.

    Exactamente en este punto podemos comenzar a tener proble-mas al ayudar a otros a aprender. Extraemos el aprendizaje de lasexperiencias normales de la vida y lo colocamos en un mbito nonatural, o sea una clase. En ella nos dedicamos a ensear y apren-der de una manera totalmente distinta de 10 que lo hacemos en laexperiencia de la vida ordinaria. Sustituimos la autoridad por lalibertad, la disciplina por el inters; damos tareas ms bien queenfrentar necesidades; estudiamos lecciones ms bien que es-tudiar la vida y finalmente sustituimos las cosas que deben seraprendidas por la vida misma.

    Pero en cuanto a la educacin religiosa, debemos colocar elaprendizaje en la clase porque no podemos depender entera-mente de las azarosas experiencias de la vida para una educacin

    complet a de nios o adultos. Por 10 tanto, el mae str o debe bus-car la forma de ser un puente sobre lo que falte al alumno entrelo antinatural de la clase y las experiencias normales de la vida.El maestro debe tratar de identificar los principios que actancuando la gente aprende en las experiencias normales de la viday usarlos en la clase. Cules son al gunos de esos principios? M sadelante en este captulo identificaremos cinco de ellos.

    Por supuesto, hay muchos tipos de aprendizaje. Hay una teo-ra de aprendizaje para cada tipo. Al estudiar cmo aprende lagente tenemos que preguntarnos: "Qu tipo de enseanza tee-mos en mente?" En este estudio, tenemos en mente el aprendiza-

    je que p roduc e ac t it ud es y con duc tas cam bi ad as.

    Un muchacho tena como trabajo el juntar los papeles que sehaban acumulado en el stano durante la semana y quemarlos.Una maana un chico vecino golpe la pila de papeles hacindolacaer ms rpido de lo que haba tardado en juntarla. El padre de-ca que su nica recomendacin concreta a su hijo fue: "!jPgaleLa sorprendente respuesta del hijo fue: "Pap, no creo que se seael camino." Sabiendo que eso no era provocado por el temor, yaque peleaban a menudo, el padre decidi buscar otra solucin.Finalmente el hijo resolvi el problema de esta forma. Se acordque el otro chico tambin tena un trabajo los sbados por la ma-aa y le dijo: "Si me ayudas a hacer mi tarea, yo te ayudar conla tuya." El padr e terminaba su historia diciendo: "He ido toda mivida a las reuniones de la iglesia, pero en cuanto a 10 prctico,debo quitar me el sombre ro ante mi hijo."^

    Este es el tipo de aprendizaje que buscamos. Esto es cristianis-mo en accin. Y eso contesta nuestra pregunta de qu es laenseanza.

    De la clase al mundo real

    En cada etapa de la vida, el aprendizaje se desarrolla normal ynaturalmente. El beb aprende a comer con una cuchara. El nio

    pequeo aprende a at ar se lo s cor do ne s de lo s zap at os . El ni omayor aprende a patinar, a jugar al ftbol y a cocinar un pastel.El joven aprende a manejar un automvil. El adulto aprende 10que corresponde a su vocacin. Una y otra vez en la vida, la en-seanza ocurre naturalmente en las experiencias diarias.

    35^ Lign, Greater Generation,p. 15.

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    Comprender el proceso de enseanza-aprendizajePedagoga fructfera

    tro puede sentirse ufano cuando su alumno juanito cita en clase"Amaos unos a otros". Pero, si despus de la clase, Juanito saledel templo y tira del cabello de su hermana hasta que sta llora,ese versculo an no ha llegado a ser una influencia controlado-ra y directa en la vida de Juanito. Si bien memorizar la Escrituraes algo til, el maestro debe reconocer que la simple memoriza-cin no es suficiente. La Escritura debe ser aprendida en relacincon la experiencia de cada persona.

    Cinco principios de aprendizaje

    Examinaremos ahora cinco principios significativos del apren*dizaje. La aplicacin de esos principios en la clase ayudar a en-sear obteniendo resultados.

    Principio 1: Comprensin previaEl aprendizaje comienza en el punto en que encontramos al

    alumno. Esto puede parecer obvio, pero, sin embargo, es necesa-rio afirmarlo. Un erudito capacitado puede dar una brillante con-ferencia sobre energa atmica, explicando cmo actan los elec-trones y los neutrones. Pero yo estara muy incmodo y desin-teresado porque no s nada de esos temas. Si los cientficos nu-cleares quieren llegar hasta m, si quieren ayudarme a entender,deben comenzar en un nivel muy bajo de explicacin. Lo que yonecesito aprender puede parecer demasiado elemental para loseruditos, pero si quieren que los acompae en su viaje intelec-tual, deben comenzar donde yo estoy.

    Del mismo modo, al ertsear en la escuela dominical, muchosalumnos son dejados atrs cuando los maestros avanzan en suviaje espiritual porque stos no comienzan donde estn aqullos.Si la meta del maestro es aportar conocimiento bblico, debe sa-

    Tres conceptos errados sobre el aprendizaje

    Concepto errado 1: Escuchar es aprenderEn primer lugar, as como informar no es necesariamente en-

    sear, del mismo modo escuchar no es necesariamente aprender.En nuestras escuelas dominicales se escuchan muchas cosas amedida que se ensean las lecciones, pero el maestro puede sen-tirse confundido si, al fin de una unidad, se hiciera una simple

    p rue ba para de scub rir cu nt o se ha aprendi do re al me nt e. Escu -char es un factor del aprendizaje. Pero se equivocar el maestroque d por sentado que, simplemente porque l est hablando,necesariamente tiene lugar una enseanza.

    Concepto errado 2: Recitar es aprenderDel mismo modo, recitar no es necesariamente aprender. A

    menudo, el maestro piensa que el alumno ha aprendido si es ca-paz de r espo nd er cor re cta me nt e la s pr egu nt as q ue le ha ce elmaestro. Sin embargo, ese recitado no significa necesariamenteque el alumno usar en la experiencia de su vida lo que acaba derecitar. Los alumnos de escuela dominical aprenden a muy tem-pr ana edad lo que el ma estr o espe ra que di ga n y dan co n muc haexactitud la respuesta a las preguntas que l quiere escuchar. Endemasiados casos, los alumnos no dicen lo que realmente estn

    pe nsand o. En ci er to s ca so s, re ci ta n resp ue st as que ni si qu ie ra en -

    tienden. Un profesor de psicologa contaba que haba pedido aun estudiante que definiera cierto trmino de la materia. El es-tudiante dio una definicin perfecta. Luego pidi al alumno queexplicara lo que significaba esa definicin. El estudiante res-

    po nd i: "P rof eso r , no te ng o la menor id ea ." Si bi en es ci er to queayuda hacer preguntas y contestarlas, la simple recitacin unamera verbalizacin no significa necesariamente que se haaprendido.

    Concepto errado 3: Memorizar es aprenderDe la misma manera, la memorizacin no significa necesaria-

    mente que se ha producido el aprendizaje. Aprender versculosbbl ic os es impo rtan te pa ra la vi da de to da pe rson a. Sin em ba r-go, estos versculos deben convertirse en influencias directas ycontroladoras en la vida y experiencia de una persona. El maes-

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    bi en se nc il la , el fa ct or de l in te r s se no s ha ce ms si gn if ic at iv o. Ape sa r de la s pr ot es ta s que acompaa n el lava do de pl at os , es mu -cho ms difcil conducir un automvil que lavar platos; exigemucha ms concentracin; pone mucha ms presin sobre elalumno. Hay mucha ms posibilidad de fracaso al aprender a es-tacionar un vehculo en su lugar exacto. Pero un quinceaero sededicar con empeo a la tarea de aprender a manejar. Por qu?

    Su deseo de hacerlo es tan fuerte que le da la voluntad de pa-gar cualquier precio que sea necesario para el xito. Tienen

    miedo del trabajo duro los adolescentes (y los adultos)? No nece-sanamente. Trabajarn duro en tareas difciles si tienen suficienteinters como para hacer bien su trabajo.

    Qu dice esto a quienes ensean en la escuela dominical? Siesa es la forma en que Dios nos ha hecho, si este es el camino enque aprendemos, entonces debemos reconocer y observar este

    pr in ci pi o en nu estr a en se anz a. Sign if ic a qu e la pr egun ta C -mo puedo despertar el inters de mi clase en esta leccin?" es tanimportante como la cuestin de lo que vamos a ensear en dichaleccin. Lamentablemente, muchos de nuestros maestros han es-tado interesados slo con el segundo asunto. Han pasado largashoras de estudio preparando 10 que han de ensear, pero handado poca o ninguna consideracin a la tarea de despertar la cu-riosidad y estimular el inters del grupo en ese estudio en parti-cular. Por supuesto, 10 que vamos a ensear es bsico y funda-

    mental; debemos ensear la Palabra de Dios. Pero a menudo noslimitamos a poner a la gente frente a la verdad bblica y esa meraexposicin no los cautiva. Realmente aprendern los alumnos loque enseamos? Eso es determinado, al menos en parte, por elgrado de inters que tengan en la leccin.

    Alguno pued e objetar, diciendo: -Esta gente debe estar interesada en 10 que enseamos. Estamos enseando la Biblia, que esla verdad eterna de Dios." Ciertamente, todos estaremos deacuerdo en que la gente debe estar interesada en estudiar la Bi-

    bl ia . Pe ro ha bl ar de lo que la ge nt e de be ha ce r y se r no re sol ve rnuestro problema. Debemos tomar a la gente tal como es. Por lotanto, si la gente es as, el maestro que ignore el principio del in-ters lo har en detrimento de s mismo y de los alumnos.

    Debemos agregar una palabra ms: el maestro debe reconocerque hay una diferencia entre su inters y el de los alumnos. El

    be r cu l es el que ya ti en en lo s a lumnos y qu es lo qu e le s fa lt a.Si la meta del maestro es llevar a los alumnos a profundizar enalgn aspecto especfico su prctica en curso de la devocin cris-tiana, debe saber cul es su actitud al momento en cuanto a laoracin, los problemas que enfrentan para tener fe en el poder dela oracin y los que tiene en su prctica. No puede dar una clasegenrica sobre la oracin y dar por sentado que eso har bien alos alumnos . Por cierto, no les har el bien que podra hacer si hu-

    bi er a con oc id o lo s pr ob lemas es pe c fi co s como pa ra emp ezardesde all.Con frecuencia, los maestros dan por concedidas muchas co-

    sas. Consideran que los alumnos saben y entienden mucho mssobre la Biblia y la vida cristiana de lo que realmente saben. Pro-

    ba bl em ent e, la n ic a di fe re nc ia ent re lo s ad ol es cen te s y lo s adu l-tos en este punto es que los adultos han aprendido a quedarsesentados tranquilamente aunque no tengan inters en lo que sehace; los adolescentes no lo han aprendido todava. Unos y otrosno han aprendido cuando el maestro no llega hasta ellos en el ni-vel de su comprensin y a la luz de sus experiencias pasadas.

    Aquello que necesitan saber los alumnos y las experienciasque ellos necesitan tener pueden parecer elementales al maestroque ha estudiado y entendido esos asuntos mucho antes, pero laleccin carecer de sentido a menos que el maestro comience en

    el punto en que estn los alumnos.El maestro debe conocer con suficiente intimidad a los alum-nos como para saber su nivel de compr ensi n y sus actit udes enel aspecto que est siendo estudiado. El maestro debe comenzarcon ello a la luz y en los trminos de su comprensin y desarrolloen el momento dado. El aprendizaje comienza donde est el queaprende. Nuestro primer principio sobre el aprendizaje es este:

    Aprendemos agregando algo a lo que ya habamos entendido.

    Principio 2: IntersEl aprendizaje se basa en el inters. En las experiencias de la

    vida normal, aprendemos mejor cuando se trata de cosas en lasque estamos interesados. Qu aprender mejor un muchachoquinceaero: a conducir un automvil o a lavar platos? Por cier-to que a conduc ir un automvil . Por qu? Porqu e est muchoms interesado en ello. Cuando analizamos esta ilustracin ms

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    estarn muy interesados en 10 que Amos dijo o hizo hace ms de2.500 aos. Como viven en el mundo actual, tienen cuestionesque necesitan respuesta, problemas que necesitan solucin y cier-tas actitudes que necesitan ser cambiadas.

    Cuando el maestro prepara la leccin, investiga cuidadosa-mente el libro de Amos, pero tambin observa la vida de losmiembros de su clase. Ms tarde o ms temprano, compruebaque las preguntas que Ams trataba de contestar, las actitudesque trataba de cambiar y los problemas que trataba de resolver

    son similares a los que enfrenta hoy la gente. El maestro debeidentificar las necesidades de sus alumnos. Comenzar con ellasy dejar que Ams las conteste. De esa manera, la clase y la Bibliasern algo ms vivo para los alumnos. As es como debe usarsela Biblia: no simplemente como fuente para plticas devocio-nales, sino gua de Dios para la vida, que nos ayuda a contestarnuestras preguntas, a resolver nuestros problemas y a servir co-mo trasfondo sobre el cual nuestras actitudes deben ser anali-zadas, evaluadas y cambiadas cuando no se adecan a las ense-anzas de Dios.

    La primera tarea de un maestro no es la de exponer el mate-rial, sino de enfrentar las necesidades de sus alumnos. Al pre-

    pa ra r la le cc i n, el ma est ro de be id en ti fi ca r es pe cf ica me nt e la snecesidades de los alumnos que pueden ser enfrentadas con eseestudio en particular. Entonces los materiales deben ser ordena-

    dos y el estudio enseado de tal modo que esas necesidades seanenfrentadas. El inters se basa en la necesidad. De modo que eltercer principio es el de la necesidad: Aprendemos lo que necesita-mos aprender.

    Principio 4: ActividadEl aprendizaje tiene lugar por medio de la actividad. Un edu-

    cador ha definido la enseanza como la conduccin de los alum-nos a que se dediquen a actividades deseables y con propsitoclaro. Todos hemos odo del tedio que a veces experimentan losalumnos en la escuela, al escuchar a un profesor rido que dictauna conferencia aun ms seca. Alguno ha dicho agudamente queuna exposicin escolar es el proceso por el cual las notas del pro-fesor llegan al anotador de los alumnos sin pasar por la mente deninguno de los dos. Sin embargo, fijmonos en los estudiantes

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    Pedagoga fructfera

    maestro pue de estar prof unda ment e interesado en el tema que seestudia, pero los alumnos quiz estn sentados pasivamente y noaprenden nada. El maestro no debe dar por sentado que, porquel tiene inters, los alumnos lo estarn de la misma manera.

    Como el aprendizaje se basa en el inters, al preparar su estu-dio, el maestro debe hacer planes cuidadosos para despertar lacuriosidad y estimular el inters de la clase desde el comienzo dela leccin, dndose cuenta de que hay poco valor en seguir ade-lante con el mismo hasta que tal inters se haya asegurado po rque el inters se basa en la necesidad. Al hacer esto, el maestroest aplicando nuestro segundo principio sobre el aprendizaje:

    Aprendemos aquello que nos interesa.

    Principio 3: NecesidadEl aprendizaje se basa en la necesidad. La necesidad sentida

    po r el a l um no es t es t re cha me nt e li ga da a su in te r s. Repi to ,debemos observar a la gente en sus relaciones diarias normales

    pa ra com pr ob ar si apr enden lo que ne ce si ta n sa be r. Ima gi ne mo sque un hom br e y su esposa acaba n de traer del hospital un bebrecin nacido y la seora debe quedarse en cama. No hay nadieque le ayu de. Qu apr ende r ms pronto el espos o? Cmo pre-pa rar la le ch e de l be b o cm o con jug ar un ve rb o? Po r sup ue sto,aprender a preparar el alimento del nio. Por qu? Porquesiente la necesidad.

    Esto significa que el maestro debe conocer ntimamente a susalumnos y sus necesidades. Con estas necesidades en mente, de-

    bemo s est ru ctu rar el en foq ue de la lecc in com o pa ra enf rent arlas necesidades que ellos sienten y ayudarles a resolver sus pro-

    bl em as . El ma est ro puede deci r: Eso no es fcil de hacer/ Porcierto que no. La enseanza no es fcil. Sin embargo, debe tenerseen cuenta este principio si ha de lograrse una enseanza efectiva.Los maestros deben preparar sus lecciones con esta cuestinsiempre en mente: "Qu necesidad o necesidades tienen misalumnos que son tenidas en cuenta en esta leccin? Cmo pue-do ordenar la presentacin y la consideracin de estos materialesde modo que se traten esas necesidades?"

    Si el maestro est presentando un pasaje del libro de Ams aun grupo de adolescentes o adultos, debe encontrar en el pasaje10 que los miembros necesitan en su vida actual. Los alumnos no

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    Si el maestro quiere que la clase desarrolle un espritu realmentemisionero, entonces debe guiarla a algn ministerio misionero enla comunidad. Si el maestro lograra que la clase desarrolle una preo-cupacin por los necesitados y marginados, debe guiarlos en unministerio especfico en el cual los alumnos ayuden a aquellos.

    Sin embargo, para que esas experiencias produzcan el mximode beneficio, cada individuo debe participar en el ministerio enforma personal y no por intermedio de otro. Falta algo esencialen nuestras vidas cristianas cuando simplemente da mos dinero ype rmit imo s que ot ro s te ng an la ex pe ri en ci a pe rso na l de ayud ar alos necesitados. Desea el maestro despertar en el grupo una

    pr eoc up aci n p r o fu nd a debi do al pe cado que ha y en la com un i-dad? Entonces dirija a la clase a un ministerio destinado a elimi-nar algn pecado notorio en la comunidad y no slo a hablar del en clase. Seguramente eso demanda tiempo y trabajo, y la clasepuede com pr ob ar que s us manos se ens uc ia n en la ta re a. Pe ro esaes la forma en que desarrollamos el espritu de Jess y seguimossu ejemplo. Quiere el maestro que la clase desarrolle concienciade los males sociales de la comunidad? Entonces dirija al grupoa corregirlos. Ser difcil. Quiz s ean criticados, per o 10 mis mopa s co n jes s . No podemos aprender qu es el cr ist ia ni smo si m-pl eme nt e ha bl an do . Aprend emos por medio de la ex pe ri en ci a.En la escuela dominical hablamos mucho, pero lo que se precisaes ms accin.

    Esa es la forma en que enseaba Jess. Despus de un perodode instruccin, mand a los 12 y luego a los 70 a prestar servicioy tambin a aprender por medio de la experiencia el gozo del ser-vicio. Volvieron entusiasmados con su experiencia. No podemoshacer nada mejor que seguir el ejemplo de Jess en esta forma deenseanza. Hacer menos es quedar lejos de la meta.

    Al preparar el estudio, el maestro debe hacer planes para esti-mular a los alumnos a realizar actividades con fines determina-dos. Esta actividad puede ser mental, emocional o fsica. Puedetener lugar tanto dentro como fuera de la clase. Aprendemos me-

    jor po r medi o de la ex pe ri en ci a; por lo ta nt o, s iemp re que se a po -sible, dirija a la clase a experiencias cristianas deseables. Re-cuerde que nuestro cuarto principio de aprendizaje es el princi-pi de la ac ti vi da d; Aprendemos por medio de la actividad.

    Pedagoga fructfera

    que escuchan la exposicin del profesor. Estn tomando notas.Estn aprendiendo? Si no es as, por qu no? Si estn apren-dien do, qu es lo que est pres ente ? Es com ple tam ent e posibleque uno escuche una exposicin escolar o en el templo sin apren-der nada. La actividad o respuesta de parte del estudiante es una partecrucial del aprendizaje.

    Alguien podr hacer enseguida una pregunta: Q u quieredecir actividad ? Quiere decir usted que mis alumnos adultosdeben hacer lo que cuenta la parbola del buen samaritano antes

    que se pueda decir que han aprendido?" Por supuesto que no.Esta actividad o respuesta puede ser mental, emocional o fsica.El maestro puede estimular a que la clase piense. Puede haber

    p regu nt as que va ya n y ve ng an ent re el ma est ro y lo s a lum no s. Amenudo, sern los alumnos los que harn las preguntas. Quizhaya un cambio de ideas entre ellos. Esta actividad mental puedellevar al aprendizaje. Los alumnos quiz tengan una respuestaemocional porque sus sentimientos han sido tocados, sus idealeshan sido elevados, sus convicciones profundizadas o sus acti-tudes cambiadas. En cualquier caso, cuando acta el maestro, elalumno debe reaccionar de modo que haya lugar para el apren-dizaje.

    Cuando enseamos a los adolescentes y adultos, enfrentamosun problema. Cuando observamos la forma en que aprenden,tomamos conciencia de que tambin apreiiden por medio de laactividad fsica. Un joven puede aprender a construir y operar unaparato de radio. El adulto aprende cmo hacer una visita efecti-va a un cliente en perspectiva. A esto lo llamamos aprendizaje pormedio de la experiencia. Este camino de aprendizaje est vedadoen la enseanza de la escuela dominical? Por cierto que no. Nece-sitamos tener una conciencia ms aguda de que la actividad nose limita a la clase en la escuela dominical.

    Con mucha ms frecuencia de lo que hacemos ahora, necesita-mos aprender a guiar a nuestros miembros en actividades con fi-nes determinados y ministerios que puedan llevarse a cabo fuerade la clase. Por cierto, el maestro comprobar que al cumplir es-tas actividades y ministerios, los alumnos a menudo aprendenuna religin ms prctica para sus vidas personales y desarrollanactitudes ms cristianas de lo que ocurrira por el simple hechode escuchar a un maestro a cualquier maestro en una clase.

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    Pedagoga fructfera

    El maestro cristiano debe tratar de corporizar los ideales deCristo de manera tan atractiva y grata que su vida resulte dignade imitacin y que la inspire. Este es nuestro quinto principio delaprendizaje: Aprendemos por medio de la identificacin.

    Algunas dinmicas ene acto de ensear

    /

    Factores que dependen del maestroActitud del maestro hacia el alumnoActitud del maestro hacia el materialActitud del maestro hacia la enseanzaPersonalidad del maestro

    Factores que dependen del alumnoConcepto del alumno sobre s mismoConcepto del alumno sobre los dems

    Concepto del alumno sobre el maestroConcepto del alumno sobre su situacin

    Factores que dependen del acto de aprenderEspritu de la claseAula

    Tamao de la clase

    El Espritu Santo como maestro

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    Algunas dinmicas en el acto de ensear

    Actitud del maestro hacia el alumnoLa actitud del maestro hacia el alumno es importante. Lo res-

    pe ta com o pe rson a? M ue st ra un in te r s pe rson al en l? Su for made ensear indica ms inters en el contenido de 10 que serenseado que en la persona a la que se ensear? Acaso el maes-tro ve a los alumnos slo como recipientes vacos que deben serllenados? Los alumnos captan rpidamente la actitud del maes-tro hacia ellos y reaccionan positiva o negativamente segn sea elcaso.

    Ha construido el maestro una estrecha relacin personal conla clase? Esta relacin amistosa a menudo es edificada por mediode contactos entre maestro y alumnos fuera de la clase, por me-dio de la visita a su casa, ocasiones sociales, charlas personales,contactos incidentales y muchas otras formas. Sienten los alum-nos que el maestro los entiende y aprecia plenamente sus proble-mas, sus dudas, sus dificultades? El maestro que ha desarrolladoesta relacin personal ha dado un gran paso hacia la formacinde una situacin educativa favorable.

    Actitud del maestro hacia el materialTambin tiene importancia la actitud del maestro hacia el ma-

    terial que debe ser estudiado. Si el maestro enfoca el estudio deuna manera descuidada y lo presenta como si fuera un materialaburrido y rido, que tiene la obligacin de presentar, los alum-

    nos respondern de la misma manera. Lo que se ensea debe servital y v ivi do en la expe rie ncia del mae str o si se ha de crea r unareaccin favorable en el alumno. Cuando el maestro trata dehablar sobre el perdn, la fe, el amor por los perdidos, esa verdaddebe ser una parte genuina e integral de su experiencia. Ciertotipo de enseanza deja fra a la clase porque aparece como sisaliera de un refrigerador experimental.

    Los cristianos del primer siglo saban poco o nada de psico-logia o pedagoga, pero tenan un muy excelente mtodo de ense-anza: ens eaba n la ardiente reali dad de sus experiencias. Cuan-do hablaban sobre ser valientes frente a la dificultad o sobre de-

    ja rl o tod o por se gu ir a Cr is to , sab a n de qu es taba n habl and o ylos alum nos compr enda n que el maestro ya lo haba experimen-tado. Este es una de las dinmicas fundamentales del proceso deenseanza.

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    Pedagoga fructfera

    La enseanza no es solo tcnicas y mtodos. No se trata sim-p l emente de apr et ar el bo tn ad e cu ad o para ob tene r la respu es-ta correcta. Hay factores dinmicos en el acto de enseanza-aprendizaje que van ms all de las tcnicas y los mtodos. Lasdinmicas de la enseanza pueden ser definidas como aquellos factoreso fuerzas que forman parte del acto de enseanza-aprendizaje que pro-ducen accin, reaccin o interaccin. Estas ocurren dentro de las per-sonas, entre las personas y el tema, entre la persona y el maestroo entre una persona y el grupo.

    Un muchacho de 12 aos haba sido promovido a una nuevaclase. Su nuevo maestro tena bigote. El muchacho tena unaaversin inconsciente hacia los hombres con bigote. Esta aversininfluira el acto de enseanza-aprendizaje. A veces estas dinmi-cas pueden provocar reacciones indeseadas o, por el contrario,

    pue den pr ov oc ar re acc ion es de se abl es . Po r e jemp lo , una cl as e dejo ve nc it as co n la m s atr ac ti va muje r jo ve n de la ig le si a com omaestra puede reaccionar hacia ella con un entusiasmo tan posi-tivo que su cuadro mental para el aprendizaje puede aumentarg randemente.

    Estos factores dinmicos en el acto de enseanza-aprendizajea menudo son difciles de identificar. Tambin son difciles decontrolar. El maestro debe tener conciencia de ellos y tratar decontrolarlos y dirigirlos si quiere despertar una situacin favora-

    bl e al apr end iza je . Cu a lqu ier co sa rel ac io na da co n la si tu aci n de

    ensear, al margen de lo trivial que sea, puede ser un factordinmico: qu tipo de ropa usa el maestro, qu pas en casa antesque el alumno llegue a la escuela dominical, si el piso est sucio,si el maestro pas una buena noche, etc. Cualquier cosa que pro-duzca accin o reaccin entre maestro y alumno afecta el apren-dizaje. El estuciio siguiente ayudar a que el maestro identifiquealgunos de esos factores.

    Factores que dependen del maestro

    Los dos ejemplos que dimos antes ilustran factores que tienensu origen en el maestro. All tendrn su origen la mayora.Cules pueden ser otros?

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    Algunas dinmicas en el acto de ensearPedagoga fructfera

    Cualquier cosa que intervenga en lo que generalmente se co-noce como una buena personalidad contribuye a una situacineducativa favorable. Por ejemplo, uno es atrado por un maestroque tiene una disposicin alegre y feliz y que trata de hacer quela situacin educativa sea una experiencia agradable. Es til queel maestro sea una persona sin tensiones. Generalmente el apren-dizaje ocurre mejor cuando el mbito es una situacin informal,sin tensiones. El maestro debe mostrar autoconfianza e inspirar-la en los alumnos. Tambin debe ser una persona con profundas

    convicciones sobre la vida cristiana, pero no ser abrumador nidictatorial sobre esas convicciones. Generalmente reaccionamosfavorablemente ante aquellos que saben qu es lo que creen y porqu lo creen, aun cuando podamos no estar de acuerdo con ellos.Sin embargo, esto debe ser cuidadosamente balanceado con latolerancia hacia las convicciones de los dems, como ya se hadicho. Generalmente los alumnos son atrados por los maestros aquienes pueden acercarse. Necesitan encontrar en el maestro auna persona con quien puedan hablar de sus problemas ms n-timos y saber que encontraran en l a un amigo que simpaticecon ellos y los entienda. Hay muchas otras cualidades deseablesque debe tener un maestro, pero las mencionadas servirn paraindicar la direccin que queremos tomar.

    Factores que dependen del alumno

    El maestro no es el nico que, en el proceso de enseanza-aprendizaje, produce accin, reaccin e interaccin. Algunos deesos factores tienen su origen en el alumno.

    Concepto del alumno sobre s mismoQu concepto tiene el alumno de s mismo? Qu piensa so-

    br e s? C u le s so n los id ea le s ce nt ra le s y do minant es en su vi da ?Cules son las metas que trata de alcanzar? Cunta fuerza tie-nen los impulsos que le llevan a esas metas? La actitud del alum-no hacia s mismo es de verdadera importancia al llegar al mo-ment del aprendizaje. Por ejemplo, algunos jvenes tienen me-tas elevadas para su vida, pero otros no piensan ms all de sucita del viernes por la noche. Los que aprenden mejor son los quetienen una idea de lo que es la vida y que tienen meta s dignas.

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    Actitud del maestro hacia la enseanzaUna forma rgida y autoritaria por parte del maestro puede

    crear una barrera en la clase que hace difcil que los alumnosaprendan. El maestro puede tener un excelente dominio de loque ser estudiado y puede haber planeado el estudio con cuida-do. Pero si reacciona desfavorablemente a las tcnicas educati-vas, inevitablemente el resultado del aprendizaje se ver pertur-

    ba do .

    Tiene el maestro una actitud de sabelotodo? Esto suele pr o vocar una actitud negativa. Un maestro debe tratar de dominar

    el material, pero los alumnos no deben esperar que el maestro lo

    sepa todo. Un buen maestro a veces tiene que decir: "No 10 s.Vamos a averiguarlo/ El maestro debe estar dispuesto a admitirsus limitaciones sin disimularlas.

    Trata el maestro de conocer y apreciar las experiencias de los

    alumnos? Est dispuesto a que los alumnos no estn de acuerdoentre s y con l sin sentirse amenazado o inseguro por ello? Unestudiante seal: El maestro no ha actuado conmigo de lamisma manera desde que no estuve de acuerdo con l sobre cules la solucin cristiana al problema moral que estudiamos el mes

    pa sado ." Es ta re ac ci n capt ada en el ma est ro ha b a creado un asituacin educativa desfavorable.

    Personalidad del maestro

    Cuando una personalidad entra en contacto con otra, inevi-tablemente actan la una sobre la otra de alguna manera, favora-

    bl e o de sfa vo rabl eme nt e. Esta in te ra cc i n ent re ma est ro y a lum -no tiene mucho significado para el aprendizaje. El maestro puedeser un buen cristiano, una persona de elevado carcter moral yun buen estudiante de la Biblia, usando las mejores tcnicas

    pe da g gi ca s, pe ro si su pe rson al ida d ch oc a co n a lgu no o to do ssus alumnos, esto ser un importante factor para determinar si sellegar al aprendizaje. Probablemente, no ser as.

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    Algunas dinmicas en el acto de ensearPedagoga fructfera

    raba una extrenia arrogancia. Esto simplemente refuerza la tesisde este libro. Si hemos de buscar resultados ciertos de nuestraenseanza, debemos hacer que nuestras metas sean mucho msespecficas en cuanto a la respuesta en la conducta.

    Concepto del alumno sobre el maestroLa importancia del maestro como un factor dinmico en el ac-

    to de enseanza-aprendizaje ya ha sido estudiado previamente.Baste decir aqu que la actitud del alumno hacia el maestro puedser influida por asuntos que son importantes, pero tambin porcosas extremadamente triviales. Quiz al alumno no le guste laforma en que se peina el maestro y quiz por eso reaccione nega-tivamente a la personalidad de aqul. Sea importante o trivial,sea lo que fuere que determine la actitud del alumno, eso proveeel mbito psicolgico en el cual debe tener lugar el aprendizaje,sea bueno o malo. Notemos que el hecho de que la impresin oactitud hacia el maestro sea correcta o no, no es el punto encuestin; sigue siendo un factor dinmico para la enseanza.

    Concepto del alumno sobre su situacinEsta es otra de las fuerzas escondidas que influyen en el acto

    de enseanza-aprendizaje, que se presenta sin ser invitada, a me-

    nudo sin ser percibida. Hay varios aspectos de este factor que de-be n se r id en ti fi ca do s.

    Cul es la actitud del alumno hacia la enseanza en general? Elalumno tiene un deseo genuino de mejorar? Esto ayudar a de-terminar si estudiar y aprender en una situacin especfica.

    Cul es el conocimiento previo del alumno en el aspecto que est en

    estudio? Generalmente, cuanto ms conocimiento tiene una per-

    . }

    53

    Un maestro puede decir: 'No puedo descubrir la mane ra deinteresar a Sara en cualquier cosa." Puede ocurrir que Sara nunca

    se ha encontrado a s misma. Puede ser que su desatencin eindiferencia se debe al factor de que no tiene ni metas ni propsi-tos. Est satisfecha con sobrevivir, porque su actitud hacia smisma y hacia la vida es de indiferencia. Slo cuando las perso-as tienen un concepto adecuado de s mismas, un propsito do-minante en la vida y un impulso interior suficiente como para lie-varios en la direccin de un propsito, es que tenemos las con-

    dicon