Participación Cristiana en el retorno a Sión

Vol. # 771011S

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Los Estudios de Israel

2 Los Estudios de Israel

CUANdo AlgUiEN REClAmA UN tERRENo como posesión propia, la declara por medio de una estaca enterrada en di-cha propiedad. De esa misma manera, el pueblo judío tiene anclada una eterna e irrevocable estaca en la tierra de Is-rael. Los cristianos, cuando exploramos nuestra herencia espiritual, descubrimos que también poseemos una por-ción de esa herencia y, por ende, cierta responsabilidad hacia Sion. El anterior diplomático israelí Michael Pragai insistió: “Los cristianos ciertamente tienen una participa-ción en el Retorno. La restauración del pueblo judío a su tierra ancestral es parte de un entendimiento cristiano sobre los propósitos de Dios en este mundo.” ¿A qué se debe ese interés en común hacia la Tierra Prometida que compartimos los judíos y los cristianos?

No podemos subestimar la influencia de la Biblia In-glesa. Su distribución por toda la tierra, cortesía del Imperio Britá-

nico, aseguró que muchas generaciones descubrieran que Dios cumpliría lo que había prometido. Tres traducciones al inglés, las de Wycliffe en 1382, Tyndale en 1526 y Coverdale en 1535, introdujeron una nueva comprensión cristiana sobre Sión.

El historiador Paul Wilkinson explica: “Amaneció una nueva era, luego de que la Biblia fuese ‘desenterrada de su abandono centenario’ y, por medio de la revolución de la prensa, fue abaratada y pudo ser adquirida por el pueblo común.” Sucedió hace exactamente 400 años que la publicación de la Versión King James de 1611 afirmó el vínculo entre los pueblos de habla inglesa y el pueblo de Israel. Matthew Arnold, poe-ta y crítico británico, dijo lo siguiente: “La Biblia vinculó el genio y la historia nuestra, los británicos, con el genio y la historia del pueblo hebreo.”

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Sobrevivientes de Buchenwald llega a Haifa.

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En la actualidad, nuestros vecinos judíos nos preguntan: “¿Por qué, después de tantos siglos de odio, los cristianos ahora nos aman tanto?” Esa es una pregunta me-ritoria. Señala un motivación: ¿Qué es lo que motiva a los cristianos para que quieran unirse a los judíos en su retorno a Sión? La respuesta no es “qué” sino “quién.” Es el Dios de Israel quien se mueve en los corazones de los cristianos para que hagan lo jus-to y bueno respecto a Su antiguo pueblo. Dejando a un lado toda especulación sobre los tiempos finales, una preocupación sincera por el bienestar judío ha ido aumentan-do en recientes siglos a medida que los cristianos conocemos mejor el Dios de Israel y amamos a Su pueblo, la familia de nuestro Salvador Yeshúa (Jesús) de Nazaret.

Los que nos identificamos como guardias sobre los muros de Sión nos ubicamos sobre los fuertes hombros de quienes previamente oraron, estudiaron, demostraron misericordia, intercedieron, sufrieron burla y murieron por la causa de Sión. Esa his-toria centenaria debe ser narrada. A continuación relatamos algunas palabras y he-chos de líderes eclesiásticos, políticos y militares sionistas como muestra de aquellos “de los cuales el mundo no era digno” (Heb. 11:38).

Líderes Eclesiásticos sobre los Muros de SiónThomas Brightman (1562-1607) – Mucha de la historia sionista se centra en el

Imperio Británico y la Iglesia Anglicana. Brightman, un Puritano considerado como el padre del esfuerzo británico por restaurar a los judíos en su tierra ancestral, preguntó en 1611: “¿Regresarán [los judíos] a Jerusalén? No hay nada más seguro: los profetas lo confirman y recalcan por todos lados.” El corazón de Dios también recalca el tema del retorno y la restauración del pueblo judío, y de allí los profetas obtuvieron esa idea.

Johanna Cartwright – En 1649, Cartwright, también Puritana, exigió la anulación de un acta parlamentario que expulsaría a los judíos de Inglaterra. Ella era pionera en relaciones judío-cristianas, y realmente se esforzó por conocer algunas personas

Es el dios de israel

quien se mueve en

los corazones de

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Primer grupo juvenil de Aliyá (c. 1933)

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declaración de Balfour

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judías. Ella hizo esta declaración: “Por medio del intercambio con ellos, y un serio es-tudio de los profetas, tanto ellos como nosotros hallamos que el tiempo de su llamado se acerca, y que esta nación de Inglaterra debe ser la primera y la más dispuesta a transportar a los hijos y las hijas de Israel en sus barcos a la tierra prometida de sus ancestros, Abraham, Isaac y Jacob, para una herencia eterna.”

Joseph Eyre – La teología cristiana más común de esos tiempos negaba una fu-tura restauración judía, prefiriendo una interpretación más alegórica de Israel en las Escrituras. Contradecir esa perspectiva respecto a la pregunta de los discípulos en Hechos 1:6 a Yeshúa sobre la restauración del reino a Israel requería una respuesta valerosa. La “voz que clama en el desierto” del clero Joseph Eyre declaró en 1771: “Si el reino nunca sería restaurado a Israel, nuestro Señor aquí informaba a Sus Apósto-les que nunca ocurriría algo que sólo Dios poseía en Sus manos en cuanto a los tiem-pos y las épocas; pero esa manera de hablar es inconsistente con el sentido común; ¡cuánto más contra la sabiduría divina!”

Richard Hurd (1720-1808) – Este obispo Anglicano se maravillaba de la mera exis-tencia de los judíos tras siglos de persecución e infinidad de intentos por destruirlos. Concluyó que ese no era un accidente ni meras circunstancias del destino. En 1772 dijo: “Todo esto es muy prodigioso, y no puede ser otra cosa que lo que Él ha dicho por Sus profetas sobre su destino en los últimos días, cuando los reunirá en su antigua tierra y a Sí mismo en verdadera fe.”

Robert Murray McCheyne (1813-1843) – Luego de visitar la tierra de Israel a prin-cipios del siglo 19, este clero escosés Presbiteriano regresó a su casa para predicar un mensaje que inició un avivamiento. Su mensaje declaraba la convicción sobre la priori-dad del antiguo pueblo de Dios: “Nuestro interés principal en los judíos glorifica a Dios. Toda la Biblia evidencia que Dios tiene un afecto especial por Israel. Claro, algunos di-rían que Dios ha terminado con Israel. Pero la Biblia en su totalidad contradice tal idea. ¿Dios rechazó a Su pueblo? De ninguna manera. Ellos darán vida a un mundo muerto.”

Charles H. Spurgeon (1834-1892) – Este principal predicador inglés de mediados del siglo 19 miraba hacia el futuro y hablaba con certeza sobre el Retorno: “No pensa-mos en esto lo suficiente, pero ciertamente existe una promesa en la Biblia, y es ésta. Me imagino que es imposible leer la Biblia sin ver claramente que habrá una restau-ración para los Hijos de Israel. Ellos subirán hasta allá. Llegarán llorando a Sión y con súplicas a Jerusalén. Que llegue pronto ese feliz día.”

William Blackstone – En 1891, este evangelista recogió sobre 400 firmas de ame-ricanos influyentes para someter una petición ante el presidente estadounidense Ha-rrison. Pedía que declarase una conferencia para examinar las luchas de los judíos durante su Retorno. Blackstone ofreció su interpretación respecto a la sobrevivencia del pueblo judío: “Su maravillosa preservación, como pueblo distintivo luego de to-das sus persecuciones, vicisitudes y andanzas durante los pasados 18 siglos hasta el presente, es un milagro continuo, testificando de la verdad de la palabra de Dios y asegurándonos sobre Sus propósitos en su futura historia.”

Papa Benedicto XV (1854-1922) – La mayoría de la historia sionista que describi-mos aquí es de los protestantes. ¿Y qué de los Católicos? Antes de que pensemos que la Iglesia Católica permaneció completamente en silencio, consideremos las palabras del Papa al Dr. Nahum Sokolov en su visita de 1917: “Hace 1,900 Roma destruyó a su tierra, y ahora, cuando procuran reconstruirla, ¡han escogido un camino que les lleva a través de Roma! Sí, esa es la Divina Providencia, eso es lo que desea el Todopodero-so…esa es una gran idea.”

Catorce obispos Anglicanos y tres Católicos escribieron sobre su apoyo por la De-claración de Balfour de 1917. El Obispo de Lincoln expresó ese sentimiento colectivo: “¿Qué amante de las Escrituras y amigo de la libertad podría menos que alegrarse por el regreso del pueblo hebreo a su propia tierra? Dios les ayude. Hace tiempo han estado divorciados de su tierra; una vez más se convertirán en una nación de agricul-tores propietarios y harán que la Tierra Santa sea fructífera y próspera, hogar de un pueblo libre y feliz.”

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Richard Hurd

Papa Benedicto XV

Charles H. Spurgeon

William Blackstone

Robert murray mcCheyne

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Líderes Políticos para SiónSir Henry Finch (1558-1625) – Si regresamos a 1621, encontraremos a un ma-

gistrado británico, miembro del Parlamento y erudito del idioma hebreo, hablando en defensa de Sión. Capte la visión de ese líder conocedor de la Biblia cuando habló a los judíos sobre su futuro: “Desde todos los lugares de su dispersión, del este, oeste, norte y sur, el propósito de Dios ha sido de traerles de regreso a su hogar y casarse con ustedes por la fe para siempre.”

Lord Shaftesbury (1801-1885) – Ese fue un aristócrata quien creía en la Biblia de portada a portada. Dirigido por el gran mandamiento de amar a su semejante como a sí mismo, cuidó de los pobres y desvalidos, y sirvió como presidente de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Siempre se refería a los judíos como “el pueblo antiguo de Dios” y portaba un anillo con las siguientes palabras talladas: “¡Ora por la paz de Jerusalén!” Shaftesbury escribió en su diario en 1838: “La ciudad antigua del pueblo de Dios pronto tomará nuevamente su lugar entre las naciones, ¡e Inglaterra es el primer reino entre los Gentiles que dejará de pisotearla!”

James Finn – Sirvió como cónsul británico en Jerusalén entre 1845-1862. Finn y su esposa, Anglicanos con profundas raíces bíblicas, entrenaban a personas para lite-ralmente reconstruir a Sión. Al encontrar que los judíos carecían de destrezas en alba-ñilería, Elizabeth Finn empleó temporalmente a un árabe de Belén para adiestrarlos, con la condición de que tratara bien a los judíos. La pareja Finn también promocionó el desarrollo agrícola, la recuperación de la tierra y el desarrollo de varias cuerdas de terreno que habían comprado cerca de Jerusalén, que aún existe en actualidad como Kerem Avraham (Viñedo de Abraham).

William Hechler (1845-1931) – De descendencia inglesa-alemana, creció devoto a la restauración de los judíos. Siendo capellán británico en la Embajada de Viena, conoció y se hizo amigo de Teodoro Herzl. Llegó a ser confidente y asesor cercano de Herzl, y fue conocido como el “ministro del exterior” para la causa sionista. Sus accio-nes surgieron de un corazón devoto al pueblo judío. Ayudó a víctimas de los pogromos en Rusia, participó en el Congreso Sionista, escribió La Restauración de los Judíos a Palestina según los Profetas, y coordinó reuniones de Herzl con la realeza europea. Este jefe de estado y líder de fe sabía en 1896 que la nación judía volvería a nacer.

Cuando Teodoro Herzl yacía en su lecho de muerte en 1904, pidió que su amigo Hechler nunca fuese olvidado por todo lo que hizo por la causa del sionismo. Triste-mente, Hechler murió y fue enterrado en una tumba como un indigente londinense anónimo. Pero ya no es olvidado, porque su tumba recientemente fue identificada y ahora tiene una lápida con unas palabras de aprecio por parte del pueblo judío: “Amante de Dios, de Su Palabra y de Su Antiguo Pueblo; Incansable Adversario del Antisemitismo, Amigo y Consejero de Teodoro Herzl.”

Lord Arthur James Balfour (1849-1930) – Cuando llegó la plenitud de los tiempos para reabrir las puertas al pueblo de Sión, Dios levantó el Ministro del Exterior británico Balfour (llegaría a ser luego Primer Ministro). Es famoso por su Declaración publicada en 1917 sobre la intención de establecer “un hogar nacional para el pueblo judío.” Sin embargo, había cultivado una rica fe hebraica desde su niñez, y una biografía de su vida dice: “A medida que crecía, su admiración intelectual y simpatía por ciertos aspectos de la filosofía y cultura judía también creció, y el problema del judío en el mundo moderno le parecía de inmensa importancia.”

Winston Churchill (1874-1965) – No podemos imaginar cómo Inglaterra se hubie-se salvado del embate nazi sin el liderato de este gran líder político. También es difícil imaginar la existencia del estado judío sin este sionista. Enterró su estaca personal y política en la tierra de Sión. Demostró una larga carrera de verdadera simpatía hacia el pueblo judío, y Churchill declaró en 1920: “Algunos simpatizan con los judíos, y otros no, pero ningún hombre pensante podrá dudar el hecho de que sin dudas esa es la más asombrosa raza que jamás haya aparecido sobre la tierra.”

Presidente de EE.UU. Harry S. Truman (1884-1972) – Israel se convirtió en na-ción el 14 de mayo de 1948. El primero entre las naciones en otorgar reconocimiento a la soberanía judía fue Truman. Su pronta acción se debió a su conocimiento de la Biblia y sus múltiples promesas sobre la restauración judía. Truman se vio a sí mismo como un moderno “Ciro,” rey de la antigua Persia que prometió restaurar a los judíos luego de la cautividad babilónica.

lord Shaftesbury

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Winston Churchill

Presidente de EE.UU. Harry S. truman

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Dr. Jorge García Granados (1900-1961) – Este Embajador de Guatemala a las Na-ciones Unidas fue el segundo jefe de estado en reconocer el naciente estado judío. Era un “devoto católico, criado en las Escrituras, a quien la fe y la tradición eran parte inte-gral,” según escribe Michael Pragai, y también fue hombre de Dios para el momento. Un inquebrantable y expresivo aliado por la causa judía, García Granados fue el primero en proclamar el estado de Israel ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Líderes Militares en Defensa de SiónMuchos conocen sobre el filántropo judío Sir Moses Montefiore, quien fundó el

primer asentamiento en Jerusalén fuera de los muros de la ciudad. El impresionante molino de viento en Yemin Moshe aún se puede admirar hoy día. ¿Pero quién cono-ce el oficial del ejército británico, un comandante de alto mando en Waterloo, quien acompañó a Montefiore durante su primera visita a Jerusalén?

Coronel George Gawler (1795-1869) – En 1845, este dedicado cristiano se dio cuenta de la urgente necesidad por un asentamiento agrícola en la Tierra. Los turcos otomanos, quienes gobernaban sobre la región, habían prohibido que los judíos po-seyeran propiedades, como también la mayoría de otros gobiernos por siglos, de esa manera impidiendo que los judíos supieran cómo trabajar la tierra. Gawler organizó que se ofreciera un curso agrícola para los residentes de Jerusalén, y propuso que la agricultura sirviese para fortalecer la sociedad y la milicia.

Mayor General Sir Charles Wilson (1836-1905) – Este otro hombre militar alegó ser partícipe en la restauración de Israel. Fue el topógrafo quien descubrió el soporte de un arco hacia la plataforma del Monte del Templo llamado “Wilson’s Arch.” Dirigido por las Escrituras y la oración, Wilson cubrió cada pulgada de Jerusalén para producir el pri-mer mapa preciso sobre la Ciudad Santa en 1866. Pragai comentó lo siguiente: “Wilson tuvo la visión de comenzar el estudio moderno sobre la tierra de la Biblia, su geografía y su gente. Los judíos fueron redescubiertos como pueblo y como nación.”

Teniente Coronel John Henry Patterson (1867-1947) – Fue criado en Irlanda se-gún la Biblia. En 1917, tomó mando de la Legión Judía, la primera unidad militar desde que Bar Kojba luchó contra los romanos del segundo siglo d.C. Respecto a su partici-pación, Patterson comentó: “Nuestra participación como unidad tan especial tiene su lugar asegurada en la historia debido a que luchamos en Palestina, no sólo por la causa británica, sino también por la restauración del pueblo judío en la Tierra Prometida.”

General Edmund Allenby (1861-1936) – Éste fue el hombre escogido por Dios del momento cuando las fuerzas del Islam devolvieron la tierra de Israel a su genui-no dueño. Sorprendentemente, el instrumento usado para esa transferencia fue el mundo cristiano, mayormente bajo el liderato del poderío militar británico durante la Primer Guerra Mundial. Reunidos desde todos los extremos de la tierra, 17,000 valientes soldados de naciones “cristianas” murieron para reabrir la patria para los nativos hijos e hijas judías. A diferencia de conquistadores previos, Allenby se bajó de su caballo y entró por la Puerta de Yafo a pie en 1917, tratando de ser menor en importancia que su Señor, quien había entrado a la ciudad montado sobre un asno.

Capitán Charles Orde Wingate (1903-1944) – ¡Si tan sólo hiciesen una pelícu-la sobre “Wingate de Judea” como hicieron con Lorenzo de Arabia! Wingate es un nombre familiar en la cultura israelí. En 1936, organizó la resistencia judía contra el creciente terrorismo árabe que intentaba expulsarlos de la tierra. Era un soldado de firmes convicciones bíblicas, y expresó su fe respecto a la autoridad del sionismo: “Sólo existe un importante libro sobre el tema, la Biblia, y la he leído a profundidad.”

Este héroe a la moderna milicia judía exhortó a sus hermanos en armas diciendo: “Yo creo que la propia existencia de la humanidad es justificada en base al fundamen-to moral de la Biblia. Quienquiera que se atreva levantar una mano contra ustedes y su empresa aquí debe ser repelida. Tales hombres de convicción fueron los agentes “injertados” de Dios para facilitar el Retorno a Sión de Su Pueblo del Pacto, Israel. Toda la gloria sea a Él.

Pilares de SiónExisten otros de más reciente historia que dedicaron sus vidas, sus familias y sus

ministerios a ayudar en la restauración del pueblo judío. Queremos reconocer a dos

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pilares excepcionales sobre los cuales descansa Puentes para la Paz:

Dr. G. Douglas Young (1910-1980) – Teólogo y educador canadiense, erudito sobre el semitismo y recipiente del reconocimiento “Ilustre de Jerusalén,” Young y su esposa se hicieron residentes permanentes de Israel. En 1958, fundó el Institute of Holy Land Studies [Instituto de Estudios de la Tierra Santa] sobre el Monte de Sión, conocido hoy día como Jerusalem University College. De esa manera, estudiantes bíblicos de todas partes del mundo podían llegar a Israel para estudiar la Biblia en su propio contexto.

Young fue ridiculizado por algunos que no lograban ver la importancia de Israel en el mundo moderno, a los que respondió: “He sido acusado de ser sionista, sionista cristiano, por algunos de mis colegas religiosos en Israel… Me gustaría tomar este mo-mento para darles las gracias por ese cumplido. A pesar de ser cristiano, mis amigos judíos en Israel y otras partes me han clasificado como sionista cristiano, y por ello, también les quiero dar las gracias y decirles cuánto eso me enorgullece. Siento compa-sión por mis amigos cristianos, y me disculpo por algunos de ellos, quienes mantienen el silencio y no se han identificado públicamente con el sionismo.”

En 1976, el Dr. Young fundó la organización Puentes para la Paz, que ha llegado a tener alcance mundial, enseñando a cristianos identificarse con Israel mientras ex-tienden regalos tangibles de amor hacia los necesitados cuando regresan a la tierra.

Dr. David Allen Lewis (1932-2007) – Este autor prolífico, estudioso de la profecía e incansable defensor de Israel trabajó para desarrollar relaciones genuinas entre cristianos y judíos. Moshe Aumann, ministro consejero para el comité de Relaciones con las Iglesias en la Embajada Israelí de Estados Unidos por cierto tiempo, testifi-có que “el Dr. Lewis era un verdadero amigo del pueblo de Israel. Más aún, era un observador astuto sobre la escenografía del Medio Oriente, con una asombrosa habi-lidad por evaluar la situación en cualquier momento. Como resultado: hubo mayor

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© 2010NUEStRA NUEVA PolítiCA:

Puentes para la Paz (Bridges for Peace) posee el derecho pro- pietario de este material. Animamos a los pastores, maestros bíblicos y líderes eclesiásticos que utilicen estos artículos para predicar o en-señar. Por este medio, extendemos nuestro permiso para hacer una cantidad limitada de copias con fin educativo. Sin embargo, cual-quier otro propósito para re-producir o transmitir este material, incluyendo nueva pu- blicación, grabación o distribución a través de un sistema de archivo o recuperación de datos, requiere el expreso permiso de Bridges for Peace, international.

Aseguremos que

la estaca plantada

tan firmemente en

tierra por previos

sionistas cristianos

no sea desarraigada

durante nuestra

generación.

exposición de la verdad y una más amplia comprensión sobre los asuntos inherentes. David Lewis fue una bendición para muchos; hará gran falta a tantos. Pero su bendito trabajo continúa.”

Ciertamente, el trabajo del Dr. Lewis continúa por medio de su hija, Rebecca Brimmer, quien actualmente dirige la labor de Puentes para la Paz, evidenciando amor y misericordia incondicional hacia Israel y el pueblo judío.

ConclusiónCristiano, ¿estás convencido sobre tu responsabilidad en el retorno

a Sión? ¿Estás dispuesto a participar en este privilegio y responsabi-lidad que has heredado? Si es así, ubícate sobre los fuertes hombros de sionistas cristianos de siglos pasados, a medida que ores, ofrendes, sirvas y hables en defensa de Sión. Si el Mesías tardare en venir, genera-ciones después de la nuestra mirará hacia atrás para ver lo que hicimos en cooperación con el magnífico plan de Dios por la plena restauración de Israel y el pueblo judío. Aseguremos que la estaca plantada tan fir-memente en tierra por previos sionistas cristianos no sea desarraigada durante nuestra generación.

Rev. Bill AdamsDirector AsociadoOficina Nacional de Estados Unidos

Traducido por: Teri S. Riddering • Las citas bíblicas son tomadas de Nueva Biblia de los Hispanos ® Copyright (c) 2005 by The Lockman Foundation • Usadas con permiso. www.LBLA.com .

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