Panorama Cultural - revistadelauniversidad.unam.mx · mentos y los microbios; y la Alemania de...
-
Upload
truongkien -
Category
Documents
-
view
212 -
download
0
Transcript of Panorama Cultural - revistadelauniversidad.unam.mx · mentos y los microbios; y la Alemania de...
•
•UNIVERSIDAD DE MEXICO 2.5*
colmada masa de datos que aún determina --como tardía herencia positivista- ciertos aspectos de la enseñanzanorteamerfcana, un Profesor de Historia de la Universidad de Columbia, Mr.Allan Nevins, acompañado de sus prolijos ayudantes, está animando una curiosa tentativa historiográfica. PiensaMr. evins que el trabajo de los historiadores de la ciyilización contemporánea en los días futuros se alivianarábastante, dejando no sólo en libros lashuellas de los hombres que padecieron,soñaron o combatieron en nuestra turbia época, sino también en numerosascolecciones de discos en que cada personaje que no tuvo tiempo de redactarsus memorias las confíe al aparato grabador, sin mucha preocupación de estiloo lenguaje. Dentro de cien años -supone Mr. Nevins- tal di coteca equivaldrá a una serie de vivadsimos reportajes a muertos célebres. e llamaeste proyecto, de "Historia oral", y yadesde el mes de mayo de 1948, cientodiez personalidades de frecuente mención en el país confiaron sus yaces rtestimonios al futuro. 011 --como los¡iaman los periódicos- los hombres"que están haciendo la Historia"("People who make History"). Entreaquellos cuya voz podrá oírse despuésdel año 2000 se cuentan algunos dirigentes políticos y sociales cuyos nombres hoy se repiten mucho en los Estados Unidos: la señora Alice Rooseve!t Longworth; el habitual candidatosocialista a la Presidencia, Mr. Norman Thomas; ~sa especie de niño terrible de las batallas electorales en losbarrios pobres de Nueva York que sellama el representante Vito Marcantonio, y la señora Boole quien durantelargos años ha dirigido con muchoéxito una puritanísima sociedad de mujeres cristianas en favor de la temperancia (Vvomen's Christian Temperance Union). Son unos de los tantos convocados a recibir e! premio enesa especie de Josafat próspero que sellama la Historia universal. Ignoro siel activo Mr. Nevins se ha puesto acavilar quién le dió por anticipado elencargo de decidir por qué precisamente estas personas habrán de resistir las negaciones o revisiones de todoproceso histórico.
Pero sin censurar mucho el carácterpráctico del proyecto y hasta 10 pintoresco que resultará para un habitantedel año 2000 escuchar con la mismavehemencia popular y dramática losdiscursos que este Marcantonio 6inAugusto y sin Cleopatra endilgaba asus electores del barrio de Harlem,puede inquirirse si resulta adecuadollamar, desde ahora, "personajes históricos" a quienes figuran más en losperiódicos. O si el ruido que ellos levantan y la actualidad de que disfrutanse incorporará con las mismas características en lo que desde el tiempo deTucídides o de Polibio se viene llamando Historia. En una palabra, si noes una ilusión contemporánea prejuz-
Ingenieros CivilesAsociados
s. AJee. V.
Historia y ruidoCon este culto de los hechos y pudor
ante las ideas cuando no se apoyan en
que se pueden leer. El tema de estaconversación es uno de los que másinvita a viajar mentalmente a través depueblos y de ideas. Estoy seguro de queustedes lo han comprendido así.
Cuando estudiamos nuestro propioidioma nos ponemos al habla con elpensamiento de otros pueblos. Y elidioma es el primer instrumento de lactlltllra. Pero cuando aprendemos otroidioma nos ponemos en relación directacon el pueblo que ha pensado o quepiensa con él. Una de las grandes desgracias que el hombre sufre en suproblemas de relación es que no hallaun verdadero idioma universal. Decimos que ese idioma es el de la Música-una de las más puras expresiones dela Poesía-; pero ella no puede servirpara las necesidades de la vida diariay para dar los nombres más aproximados a las cosas y a las ideas. La música es más bien el idioma de los sueños.
Es todo lo que deseaba decir a ustedes en esta mañana que nos está invitando a soñar; a soñar en un mundo enql~e no haya odios, en que cada unopueda disfrutar justamente el fruto desu trabajo, y en que la justicia y elorden sean las normas de la libertad.
Palabras del DR. RAFAEL HELIODORO VA
LLE en el Gallaudet College, para sordomudos, en 'Nashington, D. c., el 17 de enerode 1951.
Culturalnardo de Vinci y de Marconi; la Francia de Descartes, el autor de! "Método"y de Pasteur, el que descubrió los fermentos y los microbios; y la Alemaniade Beethoven y de Koch, el descubridor del bacilo de la tuberculosis. Esospueblos son los que han dado e! mayornúmero de cabezas pensadoras de hombres de ciencia que siguen defendiendo a millares de 'hombres, y de artistasque continúan dándonos la emoción yla belleza con abundancia y desinterés.
En las dos guerras mundiales, mientras Francia combatía con Alemania, lamúsica de Bach y la de Beethoven eranejecutadas en los campos enemigos, yen Uno y otro país los médicos y las enfermeras seguían obedeciendo las instrucciones de! inglés Lister y del francés Pasteur. Los franceses Lumiere cone! cine, e! norteamericano Edison consus inventos y e! italiano Marconi conla radio vivirán en el recuerdo y en lagratitud del mundo hasta más allá deltiempo. Cada triunfo de la cultura hapermitido que e! hombre disfrute unmomento más de dicha sobre la tierra.
Las biografías de los exploradoresgeográficos, de los investigadores científicos y de los artistas que han hechoobra creadora son los más bellos libros
PanoramaUna alocución
Con verdadero gusto he aceptado lainvitación que me hicieron las autoridades de este Colegio para hablar conustedes esta mañana. Desde el primermomento comprendí que mi deber eravenir; pero no como el embajador deun país que es pequeño en el mapa·de América, y que por la forma y elfondo es como Un corazón; sino comoun maestro de escuela -que eso hesido 'antes de 'ahora- a quien le gustahablar con los jóvenes.
Honduras es eso; un corazón llenode la maravillosa luz de! trópico; silencioso y suave, en la apariencia áspero como la piña, como la piña conmiel adentro. Es como ese mundo 'enque los colores son mús!ca llefia de soly se expresan íntimamente en un idioma que sólo utiliza las palabras necesarias.
Cuando hace un año escuché aquíen Washington a Hellen Keller, tuve'la alegría de conocer a una de lasalmas que han venido a la: tierra paraembellecerla con el milagro de la vo-
. luntad y para demostrar que cuandola inteligencia se entiende muy biencon el amor, la criatura hw,pana se hatransfigurado. Ustedes tienen la dicha·de tener ojos; pero Hellen Keller vive·en una sombra que ella ilumina consu poderosa luz interior, y es más feliz, sólo por eso, que millares de hombres que tienen ojos físicos pero querealmente son ciegos. Es que lo que vale en e! hombre es el espíritu, y sólo'Cuando e! espíritu trabaja con humildad, le es posible que se convierta enel orgullo de su poseedor. Cada uno denosotros es dueño de una porción de!mundo que nos rodea, si nuestra sensibilidad sabe captar las ondas. Y hayun lenguaje universal que nos permiteentender un poco ese mundo, aunquea veces se interrumpan las comunicaciones. Ese idioma es e! de la cultura ..Cada pueblo y cada hombre, a pesarde que hablen otras lenguas y tengan'Otro estilo de vida y otras ambiciones,pueden conversar en ese idioma, seramigos y construir obra fecunda.
El arte y la ciencia han creado la solidaridad de los pueblos en su largabatalla por una vida mejor. Los pueblos que elaboraron formas originalesde la cultura, siguen viviendo aunquehayan perdido importancia política.Grecia organizó los deportes, la educación de los niños, la técnica para ordenar las ideas, la filosofía; y su idioma está palpitando en muchos idiomasactuales. Grecia sigue trabajando por
'la paz. Es el mejor ejemplo que éstapuede ofrecer como fruto de la cultura. Italia y Francia son otros ejemplos.La Italia de Dante Alighieri, de Leo-
SON UNIV~RSITARIOS MEXICANOS
LQS TI:CNICOS D~ LOS
MARIANO PICÓN-SALAS, en La NftevaDemocracia. Nueva York. Enero 1951.
rácter criollo cuya continuidad señalóhondamente el desarrollo de la sociedadmexicana. Aquí' tal vez con mayor claridad 'es posible hablar de un espíritu:colonial. En él no parece existir la
- idea de conservar ni mucho menos la'de acrecentar sus riquezas. Los desfi.les, como e! del fam'oso Paseo de!Pendón, la rec~pción de virreyes yotros ftmciQnarios, . los' nacimientos y'
los santos, las comidas copiosas en las.que el vino, entonces carísimo, corría,sin tasa, suponían enonnes gastos. Aeste réspecto e! testimonio del criollo·Suárez de Peralta, es decisivo: "Con'lá llegada del marqués a México -sérefiere a Martín Cortés, hijo del Conquistador llegado en 1562- no se trataba de 'otra cosa si no era de fiestasy galas, y así la$ había ,más que jamáshubo. De aquí quedaron muchos empeñados y los mercaderes hechos se~
ñores de ,las haciendas de todos -los:más caballeros, porque como se adeu-garon y -no podían pagar los plazosr
daban las rentas; que creo que hoy día-escribe esto' en 1580- hay empeñadas haciendas de aquel tiempo."
Los ricos encomenderos desplegabanuna ostentación humillante y como antes Hernán Cortés había sido el espejode los conquistadores, su hIjo Martínera visto como e! modelo de los criollosencomenderos. Envidia y admiracióncausaba la brillante comitiva que le seguía a todas partes. Detrás de él, acaballo, marchaba un paje llevando ,elhierro de la lanza oculto en una ·fundaadornada con borlas de seda y se habiaestablecido la costumbre de que todohidalgo que lo encontrase en la calle, seuniera a su séquito, 10 que por otraparte no dejó de provocar violentas.rivalidades. Sus guardias, vestidos deroja librea y armados con espadas, eranrespetarlos aun por las mismas autoridades y en las ocasiones solemnesllegó a viajar seguido de un pequeñoejército de arcabuceros.
La estancia en México de MartínCortés señaló la culminación de lo quepodriamos llamar el período caballeresco de la Nueva España. Los criollosy los españoles ricos tenían salas dearmas en sus casas y cuadras magníficas. Un solo criollo, Alonso de Avila,era propietario de armaduras, espadasrepujadas de oro, pistoletes y arcabuces. Soberbios caballos con preciososarneses de terciopelo componían sucuadra y su guardarropa era de príncipe.
Una atmósfera tensa y apasionadade fiestas y juegos rodeaba a los hijosde los conquistadores. En el retrato quehace Suárez del virrey don Luis deVelasco, es donde mejor se expresa laconcepción caballeresca que tienen delmundo los criollos. La figura de estevirrey se destaca ventajosamente sobrela mayoría de los sórdidos y oscurosgobernantes de la Nueva España. Su,elección fué un acierto, Hombre dearmonioso carácter que sabía conciliarsus aficiones de caballero con una Tara
s. A.
de Judea había sido un cauteloso y calcUlador funcionario: supo todo 10 quepodia saberse de su provincia asiática,desde hacer' e! censo, recoger las contribuciones y someter a los desordenados, menos que allí, en aquellns mismosdías, había vivido y padecido. ciertoJesús de Galilea cuya· doctrina sería'más significativa que todas las piedras,fortalezas y ciudades de! inmenso im-'peno romano.
No se afanen, pues, demasiado Mr.Allan Nevins y sus ayudantes por recoger en discos las voces de aquelloscontemporáneos que entrarán en la'Historia Universal. A lo mejor, másque la de lbs ciento diez políticos yhombres de conocida figuración queya recibieron semejante homenaje, fecundará el futuro ·la doctrina o enseñanza de algún norteamericano de hoycuyo nombre todavía no se propaga: unnuevo Newton que modifique y amplíenuestra· ilnagen física del mundo o unI1tH~vo' Shakespeare cuyo arte enternezca el 'haga estremecer a los hombresde untíempo lejano. En la gran alq~itúa de 'la Historia se consume lo 'efímero para exprimir aquellas de!icadísimas esencias que filósofos, moralistas y estetas llaman "Jormas" y "valores". '
Fiestas e1'1- el siglo XVILas fiestas alcanzaban una extrema
preponderancia. Martín Cortés, paracelebrar el bautizo de dos mellizos nacidos en México, organizó una seriede brillantes festejos que se iniciaronmuy temprano, con músicas y bailesindígenas, torneos y ceremonias religiosas. La noche fué de mascarada,juegos de cañas y castillos de pólvora.Los cocineros y los pajes del Marqués,'distribuyeron un toro y gran númerode aves que se asaban en hogueras gigantescas y a"1a misma puerta de supalacio .¡:;e instalaro'fi:,dos barricas, unade vino tinto y otra de. blanco que mantuvieron abiertas stis espitas hasta quela última gota desapareció en las bocassedientas de los vecinos.
La imprevisión y el afán de sobresalir han sido peculiaridades del ca~
Laboratorios "MYN",
en luchas de barricadas, ·10 que tendríamás terrible importancia histórica más que los bellos discursos de Lamartine o la sabia cautela de MonsieurThiers- eran los escritos difíciles deleer, de un judío alemán, dispéptico ymisántropo, hombre de "muy pocaspulgas" y muy escasas relaciones humanas llamado Kad Marx? Como ene! caso de Colón o Mahoma, de prontosurge e! persbnaje histórico casi comoun cataclismo, y hasta en contraste yoposición de 10 que parecía más vigente en su época. La historia comoun gran río a veces se vuelca en losmás inesperados meandros. Todo proceso históríco comporta, simultáneamente, e! olvido y la resurrección, entierra y desentierra muertos. Y lo quemuy pocas veces intuyen los contemporáneos es 10 que perecerá, resurgirá ohabrá de metamorfosearse.
Como decepcionando, también, a losllamados "hombres de acción", 'es másfrecuentemente el pensamiento traducido en doctrína o creencia, lo que prepara estos extraños e ímponderablescauces por donde ha de marchar e!futuro. La doctrína de "la gracía" yla doctrina de "las obras" puede parecernos abstracta especulación de teólogos, pero por ellas se escinde terriblemente el mundo cristiano europeodel siglo XVI; ellas explican el combate del Sur católico y de! Narte protestante; ellas perfilan la fuerte individualidad y la accíón histórica que encarnan un Lutero o un San Ignacio.En este curioso duelo de los "hechos"y las ¡'ideas", de la Historia comoaventura externa o como concienciaque se enfrenta al mundo para anaJ,izado o para reformarlo, el pensamientollega más lejos. O e! hecho es la última e incalculable proyección de lasideas. La Historia se nutre de muchamás poesía, fe y desinterés que 10 quepiensan los llamados hombres prácticos. Como en aquel gran cuento deAnatole France, "El procurador deJudea", los hombres que sólo vivieronentre los hechos no advierten esta máslarga peripecia, esta acción, al principio callada, con que impregnan la Historia los grandes creadores espirituales.En el relato de France, el procurador
gar que los hombres cuyos hechos abulta y engrandece la cercanía, tendránigual interés en e! futuro. Porque laHistoria -me parece que ya 10 di)oBurckhardt- no sólo conserva sinotambién necesita olvidar. O si guardásemos en una discoteca mayor quela de la Universidad de Columbia lasvoces de todas las personas que figuraron en e! pasado, semejante babelde testimonios no nos permitiría, acaso,detenernos bien en e! auténtico mensaje de los grandes hombres. Y a través de una experiencia venerable puedeafirmarse que muy pocas veces loscontemporáneos advirtieron bien cuáles eran los valores o formas de suépoca que efectivamente perfilarían ofecundarían el futuro. Es un tema deleitoso de meditación digno de habersido tratado por un Burckhardt, porun Ranke, por un Spengler, por unToynbee, esos admirables exploradoresdel misterio histórico.
Con un simple repaso de cualquieraHistoriografía advertiremos que la herencia o signo distintivo de una épocasuele ser muy distinta a 10 que imaginaron quienes vivían sumidos en ella, sinperspectiva bastante para prever 10 queescogería el porvenir. Toda Historiapresente peca de plétora u omisión querectifica la Historia futura. Sólo losángeles -es decir, seres que estánmás allá de toda pasión y toda contingenCIa humana- pueden aspirar al reconocimiento inamovible y eterno. Conlas estratas que acumu1an los siglos, laHistoria realiza una extraña operaciónexploradora eligiendo el metal preciosoy apartando el cascajo. El siglo XVII,
el xnII o e! XIX tienen ya para nosotros valores o calidades diversas a lasque suponían los contemporáneos. Pensemos que si en 1615 hubieran existidoen España o en Inglaterra comisionescomo las de Columbia, encargadas derecoger las voces de quienes "estabanhaciendo la Historia" se habría prescindido de Cervantes y de Shakespeare.Cervantes, un hombre de tierno y débilcarácter, corroído de deudas r necesidades, Yivía opacado por la espléndidanombradía de Lope, y para muchosgentilhombres ingleses Shakespeare noera sino un bufón más, otro Falstaff,de terribles e ingeniosas palabras. ¿ Sesabía varias décadas después, en la Inglaterra de Cromwell y de los Estuardos que la gran idea que iba a configurar aquella épocá, más importanteque las guerras y las hazañas de lospiratas, era la teoría de cierto matemático de W oolsthorpe llamado 1saacNewton? Lo que hizo un noble, unguerrero o un político inglés en determinado día de 1688 puede ser curiosidad pintoresca para una circunscritay detallada historia británica; 10 quepensó Newton sacudiría a todo el Universo. Conduciendo el ejemplo a díasmás inmediatos, ¿pudo intuirse en esacapital del mundo que era el París de1848 que de cuantas ideas se agitabanen cenáculos de políticos y utopistas y
26 *" i ....
VNIV'ERSIDADI'DlJ: MEXICO
Fragmento del discurso pronunciado por elDirector General de Petróleos Mexicanos alponerse el nombre del Presidente Miguel Alemán a un muelle en el puerto de Buenos Aires.
MEXI~O se encuentra en u~ mome~to decisivo de su his-
tona. Avanza con paso firme haCia su madurez econó
mica, social y política; y ha sido la Revolución que conmovió
al país desde la segunda década de este siglo, la que señaló el
camino definitivo. La Revolución encierra los principios de una
doctrina propia, adaptada a la realidad de México y a su des
envolvimiento histórico. En su propia experiencia, en la reali
dad de sus angustias y de sus problemas, en la superación de los
viejos moldes aprovechando lo mejor de su pasado, en el fragor
mismo de la lucha, enorme crisol donde se fundieron las situa
ciones creadas y las formas del pensamiento y de la sensibilidad
y donde el pueblo surgió vigoroso y con todo su impulso vital,
encontró éste su propia doctrina: aplicación concreta de los eter
nos principios de justicia y libertad. Justicia social para el pue
blo y libertad para el hombre y para la nación, únicos cauces
por donde puede desenvolverse una vida de dignidad para Mé
xico y para .los mexicanos.
Quizá por haber sufrido más larga e intensamente que
otros pueblos, conoció el nuestro la fortuna de adelantarse en
la reivindicación de los derechos de los más y en la limitación
de los privilegios de los menos. La Revolución Mexicana es, por
ello, honda, firme, auténticamente original y a través de ella,
México ha encontrado su propio destino de nación libre y so
berana.
tos. Ella puede salvar a los hombresde la cantina maloliente y librar alos chiquitos de la jugarreta en la víapública. Pero el arte del bibliotecarioes difícil: él tiene que crear el conyiviode sus lectores en torno de unos anaqueles severos y frias y el nuevo hábito le costará bastante hasta que quedeplantado sobre la piedra de la costum
.bre vieja, que es muy terca. Para lle-gar a esto, la biblioteca de la provinciaha de volverse "cosa viva" como elbracero de nuestros abuelos que llamaba a la familia con sus brillos y suoleada de calor. La vida de las poblaciones pequeñas es un poco laxa, apática y mortecina. Los centros creadores de calor humano son en estos pueblos la escuela, los templos, la biblioteca. Si todos ellos colaborasen, nohabría poblaciones indi fe rentes y sosas.Es preciso que el bibliotecario luchecon la desabrida persona que se llamaindiferencia popular.
Cuando la biblioteca es primera yúnica, los visitantes miran con desasimiento estos anaqueles alineados quese parecen a los nichos del cementerio.Entonces, hay que calentar los rimerosde libros hasta que cada uno de éstoscobra bulto y calor de seres vivos.
Son el bibliotecario o la bibliotecariaquienes irán creando la tertulia de losvecinos en esta sala; ellos darán algunareseña excitante sobre el libro desconacido; ellos abrirán la apetencia del
--.destreza y humanidad para ejercer lasfunciones de su cargo, lo mismo se.ganó a los indios que a los criollos,pues sabía ser justo y al mismo tiempovivir con la magnificencia de un granseñor.
"Lindísimo gobernador -escribeSuárez- sin género ninguno de interés como pretensión de servicio."Todos los días de su mandato, sin faltar uno, su mesa estuvo liberalmentedispuesta para todo aquel -"entiéndase, personas que mereciesen el lu.gar"- deseosas de comer en su compañía. No era la suya una mesa cualquiera. Tenía casi siempre treinta ocuarenta huéspedes y se servía unacomida "regaladísima" compuesta demás de doce platillos. La tendencia alas comidas fuertes doride 'se abusabade la carne determinó que Mendoza yVelasco estuvieran, como los reyes ylos señores de ese tiempo -en losMédicis fué un mal hereditario- aquejados por la gota.
Fué Velasco muy aficionado a lacaza, el deporte por excelencia de suépoca. Mantenía halcones, ánsares ygrullas y su montero mayor, Alonso deNava, era un hombre principal quepercibía una renta de dos mil ducados.Otro servidor suyo, un hidalgo "demuy' buen talle", reputado como el mejor cazador de México, tenía a s'u cargo las arma's de fuego y le seguía aChapultepec presentándole el arcabuzya preparado.
Su cuadra -10 dice un expertoera digna de un monarca y el propiovirrey "hombre muy lindo de a caballo". Jugaba a las cañas con frecuencia.No se invitaba a los mercaderes pormuy ricos que fueren y el vecino in"itado a los juegos se sentía tan honrado como si llevara un manto de cruzado. "¡ Jaeces de plata -suspira Suárez desde España, evocando sus pasatiempos favoritos- no hay en el mundo como allí hay hoy día!"
En tierras de mucho ganado -loshombres salían a los ejidos aperreartoros, dejándolos destrozados en loscampos- era natural que no faltaseafición a la lidia. Los sábados, seguidode cien jinetes, Ve1asco salía a Chapuitepec y en un toril que había mandado construir se alanceaban reses bravas. Después, bajo los doseles verdesde los ahuehuetes, los criados servíanun banquete regio.
Los domingos eran días de carreras.A duras penas los alguaciles apartabana los curiosos. Brillaban las armas y losvestidos de brocado. El animado cuadro de su juventud, el mundo lleno demovimiento y color en el cual ha nacido' se anima a los ojos del desterrado. Ve los airosos caballos correrentre los prados y en sus oídos suenanlas exclamaciones de la gente y el alegre sonido de los cascabeles. Cuandoel virrey jugaba las dos carreras derigor el entusiasmo se convertía en delirio. "Yo juro a Dios -escribe Suárez en el colmo de la exaltación~ que
si el virrey enviase a quitar a todoslos pueblos y las haciendas, que losconsolaba el virrey y hacía olvidar estedaño, con hacer sonar un pretal de cascabeles en las calles, según están todosmetidos en regocijos." Para los criollos, don Luis de Velasco simbolizabael prototipo del buen gobernante. Sabíaentretenerlos con estos juegos feudalescomo si fueran niños y los criollos nopensaban en otra cosa que en criarcaballos, en aderezar arneses y vivíancontentos entregados a esos "virtuosos ejercicios" entre juegos de cañas)' sortijas, carrera y toros, halconesy mastines.
FERNANDO BENÍTEZ, en el Suplemento"México en la Cultura", de Novedades. 4febrero 1951.
Una bibliotecaUna biblioteca es un vivero de plan
tas frutales. Cuando bien se las escoge,cada uno de ellos se vuelve un verdadero "árbol de vida" adonde todosvienen para aprender a sazonar y aconsumar su bien.
Lo mismo que en el vivero, no hayen las bibliotecas plantas iguales aunque las haya semejantes, porque la biblioteca es un mundillo de variedad
.que no sabe cansar nunca. Aquí estánlos fuertes y los dulces, los cuerdos ylos desvariados, los serios y los juguetones, los conformistas y los rebeldes.
Una biblioteca es también un lindocoro de voces: ninguna de ellas, desdela más aguda a la más grave, es iguala la otra, pero hasta las contrastadasacaban reconciliándose dentro de nuestra alma, gran reconciliadora. Lope yQuevedo que se pelearon bastante aquíestarán tocándose con los codos y nuestro padre el Dante, el desterrado, conversará con sus propios florentinos delos cuales divorció sus huesos.
Hasta puede decirse que una biblioteca se parece, a pesar de su silencio,a un pequeño campo de guerrillas; lasideas aquí luchan a todo su gusto. Nosotros o los lectores, solemos entrometernos en la brega sin sangre, pero locomún es que asistimos sin riesgo alguno al espectáculo gratuito y que enciende hasta a los tibios.
Los más acuden a una biblioteca porencontrarse a gentes de su credo o suclan, pero venimos, sin saberlo, a leera todos y a aprender así algo muyprecioso: a escuchar al contrario, aoírlo con generosidad y hasta a darlela razón a veces. Aquí se puede aprender la tolerancia hacia los pensamientos más contrastados con los nuestros,de 10 cual resulta que estos murosforrados de celulosa trabajan sobrenuestros fanatismos y nuestras soberbias, según hacen la lima alisadora y elaceite curador.
Pero sucede también que, en ocasiones, tenemos aquí gozosos encuentros:eso pasa cuando nos hallamos conhermanos nuestros que vivieron lomismo que nosotros vivimos y que senos parecen como la gota a la gota
de agua. Por parecérsenos, ellos nosdan todo gusto y después de haberlesoído volveremos confortados a nuestrascasas y nunca más' nos sentiremoshuérfanos.
Una biblioteca es también el barco deSimbad el Marino o la mula de losMarco Polo, o el asno de Sancho: cadalibro, bien mirado, es una aventuramental, que a veces por 10 "ívida llegaa parecer física. Como la gente de laprovincia son sedentarios forzados,personas no navegadas, casi unos prisioneros de pies cortados, la caminatay la navegación se la conocen solamente gracias a los Sven Hedin o las Selma Lagerloff, o por vuestro MarianoAzuela, vuestro M. L. Guzmán o porel Martín Fierro o por Benjamín Subercaseaux.
i Qué fiesta! Vamos atravesandosierras, desiertos, cordilleras o maresfrenéticos. Bastan unas pizcas de imaainación o de mera buena voluntadb
para hacer el viaje de bracete con elandador o jinete y esto es llevar compañía grande, pues hasta el Lazarillode Tormes y el Periquillo Sarnientoson personas de toda calidad, aunquevayan despeinados y en harapos o tengal~ la lengua alácrita de más como
Quevedo.Una biblioteca, en ciudad pequeña,
puede volverse, mejor que en ningunaparte, corro familiar de niños lectoreso auditores y frecuente tertulia de adul-
UNIVERSIDAD DE MEXICO * 21
lector reacio leyendo las pagmas mástónicas de la obra con gesto parecidoal de quien hace aspirar una fruta deotro clima, hasta que el desconfiadoda la primera mordida. A las frutas separecen, por ejemplo, los libros depoesía: vuestro López Velarde vale porun tendal de fresas, y Díaz Mirón,por una granada recia y fina. A vecessin leer ningún texto, una biografíacorta y mO\'ida despereza la curiosidaddel lector hacia el autor remoto o e!libro duro de majar.
Las bibliotecas que yo más quieroson las provinciales, porque fuí niñade aldeas y en ellas me viví juntas a lahambruna y la avidez de libros. Poresto mismo, yo vine a tener de adultalas fábulas que se oyen a los sieteaños, y hasta la vejez dura y perduraen mí el gusto del cuento pueril y de!pintarrajeado de imágenes y me losleo con la avidez de todos aquellos quellegaron tarde a sentarse a la mesa ypor eso comen y beben desaforadamente. Aquellos eran los tiempos y enlas quijadas de la cordillera el únicolibro era el arrugado y vertical de trescientas y tantas montañas, abuelas ceñudas y que daban consejas trágicas.
Crear el convenio de que he habladoen la biblioteca es difícil, yo lo sé pormi misma, pero eso al fin se logra,cuando el bibliotecario tiene e! don desaturar e! ámbito de confianza y deretener en torno de las mesas a mozosy viejos. Pero yo no conozCO gentealguna tan bien dotada para dar y recibir la confianza como vuestra raza,tan galana de lengua además, y con lavoz blanda tras de la cual se siguecomo por un campo de trébol. Yo meconozco esta operación invisible de!encantamiento por cuanto soy una quecomió en vuestro México las mieles dela amistad rápida que sabéis dar y queha celebrado siempre vuestra magiaverbal, la cual resbala lo mismo de laboca de la madre hacia el niño que dela boca del hombre rural a quien sepide una noticia en la ruta. La empresa de crear un convivio en esta salade lectura no resultará, pues, muy larga y una vez ganada, ella caminará solasegún la naturaleza de vuestro puebloque, en creando una tradición, no lasuelta más.
G.\BRIELA l\{¡STRAI., en El Libro y cl Pucblo. México. Diciembre 1950.
Don Vasco de Qlliroga
Tienen las leyendas un recónditosedimento de tradición. Lo cual significa que hay en eUas un fondo de verdad. Tal vez sea una verdad trasplantada al campo de la fantasía; pero es,al menos, "la verdad posible" que concuerda con 10 sustantivo de los hechos.
Hay en las leyendas mexicanas unsutil perfume de poesía. Porque elaboradas en las honduras del alma popular, se nutren del sentido artísticode nuestro pueblo, tanto más profundocuanto más entrañable.
Los michoacanos tienen por ciertasmuchas leyendas sobre su Tata Vasco,cuya presencia se conserva con los recios perfiles de la inmortalidad. Secuenta con unciosa devoción, que unavez, en una de sus infatigables caminatas, cayó en tierra e! gran civilizadorde los tarascas, y que la caída produjoun extenso hundimiento que hastaahora existe en fonna de hondonada.Cuéntase que un declive en la montañase produjo por las pisadas de! coloso.y refiérese que cuando había sequíay el apóstol se angustiaba porque susindios podrían sufrir escasez y hambre,hacía sonar con ferviente tesón la campana de su templo, y que a poco detañerla e! cielo se cubría de nubes yla lluvia empezaba a humedecer la sedienta sementera.
Quizás la crítica histórica fría ydialéctica, encuentre estos hechos infundados y los atribuya a la imaginación ardiente de los ingenuos tarascas.Pero tales y más prodigios no repugnan a la razón si se sabe estimar, conel corazón limpio de prejuicios, la obrade Don Vasco, toda ella estructuradacon lo maravilloso.
JIadrigal de las Altas Torres
En 1470 nace Don Vasco de Quiraga en un pueblecillo cercano a Avila:Madrigal de las Altas Torres. Su familia, vistas sus disposiciones extraordinarias, le dedica a las letras, y enellas se distingue grandemente, hastahacerse licenciado en Derecho. Ocupa,por el año de 1530, con destacada prudencia, un cargo en la Real Cancilleríade Valladolid, cuando e! emperadorCarlos V, que tiene de él los mejoresinformes, le destina a ocupar un sitiode la Segunda Audiencia de la NuevaEspaña, en calidad de Oidor. Don Vasco tenía a la sazón sesenta áños, edadque para muchos es ya decrepitud lastimosa.
La Segunda Audiencia -es biensabido- fué laxa para los abusos. Yera preciso introducir en ella a unhombre de altas dotes y nobles virtudes, capaz de corregir sus vicios y re-
generarla de sus muchas lacras. Setrasladó Don Vasco a tierras mexicanas y desde luego inició su magna obraadmirablemente inclinada en favor delos humildes.
Los indios tarascas hallábanse sublevados porque sobre ellos pesaba endemasía la opresión de los malos conquistadores, que además de explotarlossin piedad, les trataban con crueldady manteníanles en dolorosa esclavitud.Inútiles habían sido todos los esfuerzos para someterlos y pacificarlos. YDon Vasco fué comisionado para verde aliviar la situación. Desde e! primermomento entendió e! oidor que era imposible pretender e! sometimiento delos tarascas, mientras sobre ellos pesasen la ignominia de! hambre y los horrores de una servidumbre aniquiladora. Y contrariando a los que todo loconfiaban a la fuerza represiva, seacercó a los indios sin otra arma quesu inmensa caridad.
Lo que no lograron las severas embestidas guerreras, lo consiguió en pocotiempo e! amor del apóstol. A medidaque los indios michoacanos -numerosos, "como estrellas de! cie!o", según decía el propi~ Don Vasco- entraban al orden, Don Vasco, con unaactividad desconcertante, organizabapueblos, enseñaba e! cultivo de la tierra, adiestraba a los naturales en lasindustrias, construía templos y escuelas-entre ellas la de San Nicolás- ytodo esto 10 realizaba con notable sentido social y adelantada intuición económica.
A los pueblos que fundaba destinabauna industria, para evitar que la competencia interior diera origen a discordias. Y así un pueblo era de los herreros, y otro de los tejedores, y otrode los jicareros, y otro de los curtídores.
Obra gigantesca acometida en plenavejez. Indice luminoso de la reciedumbre del espíritu.
Obispo de OTO
Ante el fulgor de este soplo de Génesis, fué promovido al obispado de
CINTIDAD'
Michoacán. Oigamos lo que de estapromoción dijo al emperador FrayJuan de Zumárraga: "Tengo por ciertoy siento con muchos, que ha sido unade las acertadas que S. M. ha hechoen estas partes para llevar indios alParaíso, que S. M. pretende más estoque e! oro y la plata. Porque crea queen el amor viceral que este buen hombre les muestra, el cual prueba biencon obras y beneficíos que de continuoles hace y con tanto ánimo y perseverancia, que nos hace ventaja a los prelados de acá. Siendo oidor, gasta cuanto S. M. le manda dar de salario ano tener un real y vender sus vestidospara proveer a las congregaciones cristianas que tiene en dos hospitales, eluno en esta ciudad y e! otro en Michoacán, haciéndoles casas repartidasen familia a su costa y comprándolestierras y ovejas conque se puedan sustentar. De creer es que cuando se vierepastor con sus ovejas lo hará hartomejor, aunque no sé de otro que leiguale en esta tierra."
y en efecto, ya de obispo lo hizo"harto mejor". Porque se entregó congran celo a crear -esta es la palabratoda una entidad de México que hasido y sigue siendo, a pesar de nuestrademencia destructora, entraña de lapatria.
De su exterior, hace el padre Mariano Cuevas este boceto: Era de unaestatura más que regular, como lo demuestran seis huesos de él que se conservan; las pinturas antiguas nos loretratan calvo, de pelo cano, color pálido y moreno, por ventura contraídoen los caminos que anduvo; y el semblante consumido, acaso por sus penitencias. Le ponen una muleta en lamano que bien la necesitaría para sostenerse, máquina sobre que cargabancosas tan graves.
Llegaba Don Vasco a los noventa ycinco años de edad, cuando, venciendoresistencias y desoyendo consejos, dispuso su última visita pastoral, que sele presagiaba, como todas, llena de fatigas. Mas el cansancio le detuvo enUruapan y doblegó para siempre aquelcuerpo enérgico que no se rendía frente a las asperezas. Entregó su espíritual Creador e! miércoles 14 de marzode 1565.
En sus caminatas y aun en sus actuaciones solemnes, usaba Don Vascoun báculo de madera. Y esto dió ocasión a que se dijera que, en cambio, elobispo -j como tantos otros!- era deoro purísimo. La muerte le sorprendióen la labor, si cabe decir que la muertesorprenda al justo. Fué llamado a lagloria cuando se hallaba en el caminomisional, en busca de sus indios, quetodavía ahora le llaman Tata Vasco,porque nadie como ellos pudo sabercuánto los amaba, con un amor "viceral", como dijo Zumárraga.
FERNANDO DÍEZ DE URDANIVIA,. en Excelsio'r. México, 4 febrero 1951.
,
28 * UNIVERSIDAD DE MEXICO