PANORAMA CIENTIFICO. ESTADO DE AVANCE DE BECARIOS DOCTORALES DE CONICYT (1988-1992)

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SSN 0716-100X COMISION NACIONAL DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y TECNOLOGICA (CONICYT) PANORAMA CIENTIFICO ¡VOL. 8 N° 6 Julio 1993 Santiago de Chile Panor. Cient. NUMERO ESPECIAL ESTADO DE AVANCE DE BECARIOS DOCTORALES DE CONICYT (1988-1992) Documento preparado por el Dr. Bernabé Santelices

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Se presenta el extenso documento preparado por el Dr. Bernabé Santelices acerca del Programa de Doctorado de CONICYT, el que le fue solicitado por esta Comisión.

Transcript of PANORAMA CIENTIFICO. ESTADO DE AVANCE DE BECARIOS DOCTORALES DE CONICYT (1988-1992)

SSN 0716-100X

COMISION NACIONAL DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y TECNOLOGICA (CONICYT)

PANORAMA CIENTIFICO ¡VOL. 8 N° 6 Julio 1993 Santiago de Chile Panor. Cient.

NUMERO ESPECIAL

ESTADO DE AVANCE DE BECARIOS DOCTORALES DE CONICYT

(1988-1992)

Documento preparado por el Dr. Bernabé Santelices

CONICYT Julio 1993

ESTADO DE AVANCE DE BECARIOS DOCTORALES DE CONICYT

(1988 - 1992)

A continuación se presenta in extenso el documento preparado por el Dr. Bernabé Santelices acerca el Programa de Doctorado de CONICYT, el que le fue solicitado por esta Comisión.

INTRODUCC ION

En marzo del año 1988, CONICYT entregó las primeras 30 becas a estudiantes de Programas de Doctorado en universidades chilenas. A cinco años de haberse desarrollado este Programa, ha resultado de interés el hacer una evaluación del desarrollo curricular y del avance de estos estudiantes. Este documento contiene dicho análisis.

MET000S Y LIMITACIONES

Los datos fueron obtenidos de los informes anuales y otros antecedentes de los becarios que CONICYT mantiene en sus archivos. Se comple-mentaron con cartas personales a profesores tutores y a becarios cuyas respuestas fueron recibidas en CONICYT antes del 10 de noviembre de 1992.

Como se indicó anteriormente, el número de becas entregado por CONICYT en 1988 fue de 30. Dicho número se mantuvo en el concurso 1989; subió a 35 en 1990 y 1991 y volvió a incrementar a 45 en el concurso 1992. En este análisis, se ha tomado como primera aproximación el hacer un estudio en profundidad de la generación del año 1988 a fin de percibir tendencias en relación a su rendimiento estudiantil y al grado de éxito o de dificultad que han tenido para obtener su doctorado. Habiéndose detectado ciertos patrones generales en estos doctorantes, la segunda parte de este informe contrasta, en la medida que es posible, la situación de esta generación con aquellas de años posteriores.

Así, este informe está dividido en dos secciones: la primera es específica sobre la generación de 1988; la segunda es una visión general sobre las generaciones del año 1989 a 1992.

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Resulta de importancia considerar que el tamaño de cada generación de estudiantes es pequeña (30 a 45 casos) y que las cinco generaciones de becarios están en muy distintos niveles de formación. Así, las tendencias que aparecen no siempre están sustentadas sobre una base amplia de datos y con frecuencia ha sido necesario analizar grupos de casos con escasos componentes.

Más aún, debido a que las distintas generaciones de estudiantes se encuentran en distintos estados de formación, no siempre es posible comparar todas las generaciones en todos sus aspectos A pesar de estas (imitaciones, las tendencias que emergen de este análisis deberían ayudar a mejorar el sistema actual de becas

GENERACION 1988

1.- Distribución general

La Tabla N° 1 resume la situación general de los becarios de la generación de 1988 hasta el momento que se hizo este análisis (noviembre 1992.). El número de graduados a finales del año 1991 la fecha esperada de graduación para esta generación, alcanzó sólo al 3,3% del total de becarios. Eso quiere decir que sólo un estudiante alcanzó la meta de doctorarse en cuatro años de beca.

Un año más tarde (noviembre de 1992), el número acumulado de graduados aumentó a cuatro, lo que constituye un 13,3% del total de la población de becarios de la generación de 1988.

Un total de dieciseis otros estudiantes mostraron en sus informes respectivos una expectativa definida de graduación. en fechas que van desde finales del segundo semestre de 1992, hasta finales del primer semestre de 1994. En general, la respuesta de los tutores de estos estudiantes fue que ellos ya estaban avanzados en sus tesis respectivas y que, a no mediar algún desastre mayor, la fecha respectiva de graduación era predecible.

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TABLA N° 1

Distribución general de los 30 becarios de la generación 1988

Situación Fecha Total % Total Acumulado Acumulado

Graduados 11-91 1 3.3 11-92 3 10.0 4 133

Esperanza 11-92 3 10.0 7 23.3 Definida 1-93 2 6.6 9 30.0 Graduación 11-93 9 30.0 18 60.0

1-94 2 6.6 20 666

Esperanza Remota 1-94 5 20.0 83.3 Graduación

Abandonaron 11-89 1 3.3 II-gO 1 3.3 2 6.6 11-91 1 3.3 3 10.0 11-91 1 3.3 4 13.3 11-92 1 3.3 5 166

Cinco estudiantes (16.6%), del total de 30 que componen esta generación tenían a noviembre de 1992 una esperanza remota de graduación Esto significa que no había aún de parte del profesor gula correspondiente un compromiso sobre la fecha de término de la tesis. Todos estos estudiantes, sin embargo, seguían dedicándose, en la medida que los recursos se lo permitían, a sus respectivos estudios de postgrado.

A noviembre de 1992, cinco estudiantes de esta generación habían abandonado el Programa. Dicho abandono ocurrió en forma intermitente a lo largo de los últimos 4 años. No se observa en esta generación, un semestre o un año determinado que concentre una mayoría de abandonos.

2.- Distribución por sexo

La Tabla N° 2 compara la distribución general de los estudiantes de la generación de 1988, separando los casos de acuerdo al sexo de los becarios. El porcentaje de abandono de estudiantes del sexo femenino es el

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doble que el del sexo masculino y su porcentaje de graduación es significativamente menor.

TABLA N° 2

Distribución general de los becarios de la generación 1988,separadoe por sexo (situación a noviembre 1992)

SITUACION SEXO Femenino Masculino

Inicio 12 18

Abandono 3 (25%) 2 (11°/o)

Graduación 0 (0%) 4 (22%)

Esperanza cierta 5 (41%) 11 (61%)

Esperanza remota 4 (34%) 1 (50/o)

Más aún, un porcentaje importante (34%) de los becarios del sexo femenino tenía, a noviembre de 1992, sólo una esperanza remota de graduación.

El tipo de razones de abandono declaradas por los becarios son distintos en ambos sexos. Los estudiantes de sexo femenino en general abandonan por razones familiares (por ej. traslado de cónyuge, aumento de familia). Los becarios de sexo masculino abandonan por razones económicas.

3- Características curriculares de la población más avanzada de la generación 1988

Si se analiza la muestra de becarios de 1988 que a noviembre de 1992 aparecía como más avanzada en sus estudios (estudiantes ya graduados o que esperaban graduarse durante el segundo semestre de 1992) se constata (Tabla N° 3) que cuatro de ellos habían ingresado a sus respectivos Programas de Doctorado antes de la adjudicación de sus becas. Das de estos cuatro estudiantes tenían ya cursos adelantados, otro ya había aprobado su examen de calificación y el cuarto había, incluso, iniciado ya su tesis al momento de obtener la beca. A estos cuatro estudiantes se debe agregar dos estudiantes que terminaron su Magister en el año in-

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mediatamente anterior al que iniciaron el beneficio de la beca, en áreas esencialmente similares a aquellas en que iniciaron su Doctorado. Uno de estos casos, incluso, continuó en la misma ¡nsttucíón. En consecuencia estos dos estudiantes del total de siete también pueden ser considerados como que tenían experiencia previa equivalente, por lo menos, a cursos adelantados en su Programa de Doctorado. Así, de esta muestra de becarios más adelantados en sus estudios, resulta que sólamente uno de ellos puede ser considerado un estudiante que recién egresaba de una licenciatura al momento de iniciar sus estudios de postgrado.

TABLA N° 3

Historia de los becarios más avanzados de la generación 1988 (N-=7)

¡ingreso a Programa antes de 1988 = 4

Cursos adelantados = 2 Cursos + Examen de Calificación = 1 Cursos + Examen + Tesis iniciada 1

¡Con MSc. aprobado (= Area) = 2

¡"Normal" =1

4.- Otras actividades de la población no graduada de la generación 1988

La Tabla N° 4 resume la información declarada por los becarios que no se habían graduado a noviembre de 1992 con respecto a otras actividades realizadas durante la tenencia de su beca, y que podrían ser consideradas como causales de retraso en la obtención de sus grados respectivos

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TABLA N° 4

Otras actividades realizadas durante la tenencia de su beca, por la población no graduada de becarios de la

generación 1988

Esperanza cierta de graduación

(totai=13)

Esperanza remota de graduación

(total =5)

Estadía extranjero 3 1

Docencia 3 1

Ayudantía de 1 1 Investigación

Cargos 2 1 Jor. Completa

Catástrofes 1 1 Sin Explicación 6 - Declarada

Un cierto número de estos estudiantes ha debido dedicarse a realizar ayudantías de docencia o de investigación Incluso, algunos de ellos cumplieron actividades de jornada completa en instituciones universitarias durante su tenencia de beca. Un porcentaje pequeño de esta submuestra parece haber retrasado sus estudios por estadías de perfeccionamiento en el extranjero y en un par de casos, la ocurrencia de catástrofe afectó el rendimiento académico.

5- Carga y rendimiento académico de las generaciones 1988 y 1989

En esta parte del análisis ha sido posible considerar en conjunto las generaciones de los años 1988 y 1989, datos que están mostrados en las Figs. 1 y 2

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FIGURA N° 1

Número de cursos (incluyendo cursos formales y/o seminarios) por semestre, declarados por las becarios de las generaciones

1988 y 1989

1O

9

a

'a7

:

4

3

2

a2-3 3-4

P4ner0 da CLz-oQ por Smtra

Migas

El número de cursos por semestre seguidos por estas dos generaciones de estudiantes antes de su examen de calificación fue de 1 a 3 (Fig. 1). Sólo una pequeña minoría mantuvo regularmente cargas del orden de 3 o 4 cursos por semestre. Como lo indica la Figura 2, el número de semestres ocupados con cursos por estos estudiantes de Programas de Doctorados se extiende a 6 o 7. La generación de 1988 tiene una moda en 5 semestres, con un número menor de casos que aún sigue cursos en el 6° y 70 semestres. En el caso de la generación de 1989, la situación es similar ya que, aunque no hay casos de estudiantes tomando cursos en el 70 semestre, hay un número alto de casos todavía siguiendo cursos tres años después de haber iniciado su beca.

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La época en que ocurre el examen de calificación está estrechamente relacionada con el total de cursos y seminarios formales tomados por los estudiantes.

FIGURA N° 2

Número de semestres ocupados con cursos por becarios de las generaciones 1988 y 1989

7

e

5

4

3

2

o4 5 B 7

Pn.ro d• S.m.tro.

1988 M 1998

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FIGURA N° 3

Semestre en que se aprueba el examen de calificación 7,

6

5 'e

c

s

3

2

o3 4 5 a 7

nSro d. &o,*Qtre.

196 M 1989

El examen de calificación de la mayorfa de estos estudiantes ha sucedido entre el quinto y el séptimo semestre (Figura N° 3). Existen pequeñas dife-rencias entre una y otra generación, pero en general, estos estudiantes están aprobando su examen de calificación aproximadamente dos años y medio y hasta tres años y medio después de haber iniciado el goce de la beca.

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FIGURA N° 4

Extensión de trabajo de tesis (en número de semestres) declarada por los becarios doctorales de CONICYT de las

generaciones 1988 y 1989 e

.7

e

c g

o

4 S 6 /

Pna do SmotraS

1988 M igee

Si se analiza el número de semestres durante los cuales se ha extendido la tesis de esta población de estudiantes, (Fig.N° 4), se constata una gran dispersión. La mayoría, un (60%) de la generación de 1988 llevaba, a noviembre de 1992, entre 5 y 7 semestres en tesis. Tres de los cuatro estudiantes de esa generación, y que se habían doctorado a esa fecha, habían demorado 7 semesres en su tesis, mientras que uno de los graduados se demoró 6 semestres en tesis. Los estudiantes que acuparon más semestres en trabajo de cursos recién llevaban, a noviembre de 1992, 3 o 4 semestres de tesis y en general, correspondían a los casos con esperanzas remotas de graduación. Hay unos pocos casos, además, de estudiantes que estaban a esa fecha completando su quinto año declarado de tes, sin que aún pudieran acceder al grado.

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La generación de 1989 aparecía, a noviembre de 1992, como similar a la generación previa La mayoría de los becarios que estaba en tesis (81%) llevaban 3 a 5 semestres de trabajo de tesis, sin que ninguno se graduare aún. Existe en esta población, además, un número pequeño de estudiantes (19°/o) que ya incursiona en su cuarto año de tesis, aún sin graduarse.

GENERACIONES 1989 - 1992

Los estudiantes de doctorado beneficiados con becas CONICYT en los últimos cuatro años (1989-1992) pueden ser comparados en algunos aspec-tos con la generación del año 1988

1.- Distribución general

La visión general de los becarios CONICYT de las generaciones posteriores a 1988 indica (Tabla N°5) que las expectativas de graduación no han incrementado significativamente. De hecho, sólo el 3,2% de los estudiantes de la generación 1989, cuya totalidad debería haber estado completando su tesis hacia fines del año 1992, ha terminado su tesis.

TABLA N° 5

Visión general de los becarios CONICYT de las generaciones posteriores a 1988

1988 1 1989 1990 1991 1992

N° becados 30 30 35 35 45

Graduados 13.3% 3.2% 0.0% 00% 0.0%

Estudiando 70.0% 60.2% 77.1% 94.3% 97.8%

Abandonaron 16.6% 35.5% 22.9% 86% 22%

Más aún, el nivel de abandono incrementá muy significativamente en las generaciones 1989 y 1990 y se ha mantenido relativamente bajo entre los becarios de los años 1991 y 1992. Sin embargo, el tiempo transcurrido para estas dos últimas generaciones, es aún escaso como para hacer comparaciones pertinentes.

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TABLA N° 6

Graduación, esperanza definida de graduación y porcentaje de estudiantes actualmente en tesis en las generaciones

posteriores a 1986

1988 (n=30)

1 1989 (n30)

1 1990 (n=35) .1

11991 (n=35)

1 1992

Graduados 11-91 3.3% 3.3% - - - 11-91 10.0% 0.0% - - -

Esperanza 11-92 10.0% 3.2% - - - definida de 1-93 6.6% 0.0% - - - Graduación 11-93 30.0% 0.0% - - -

1-94 6.6% 0.0% - - -

En tesis 20.0% 54.8% 22.9% 11.4% 8.8%

La esperanza definida de graduación en la generación del año 1989, se muestra tan reducida como en la generación de 1988 (Tabla N° 6) Llama la atención que las generaciones de los años 1990, 1991 y 1992 exhiban una proporción interesante de estudiantes trabajando ya en sus tesis. Sin em-bargo, es importante recordar que también la generación 1988 la debe haber tenido en sus primeros semestres de beca, algunos de los cuales hoy for-man parte de la población que a noviembre de 1992 había completado más de 6 semestres en tesis.

2.- Distribución por sexo

El análisis de la situación general de los becarios de los años 1989 a 1992, separados por sexo, muestra que han habido cambios en la tendencia mostrada por la generación de 1988. Si bien es cierto que todos los graduados a noviembre de 1992 eran del sexo masculino, el porcentaje de estudiantes en tesis es mayor en los becarios de sexo femenino que en aquellos de sexo masculino. Sin embargo, es necesario considerar que estos valores están influidos por los becarios de la generación 1988. En efecto, pareciere que en las últimas generaciones los estudiantes del sexo femenino están avanzando más rápidamente que aquellos del sexo masculino. Si se considera sólamente las generaciones 1989 a 1992, se constata que 18 becarios del sexo femenino y 17 becarios del sexo masculino están trabajando en sus tesis. En términos relativos, esto corresponde específicamente al 28% de los becarios de sexo femenino y al

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15% de los becarios del sexo masculino. Los porcentajes de abandono son similares en los estudiantes de ambos sexos (Tabla N° 7)

TABLA N° 7

Distribución general de los becarios (generaciones 1988-

1992), separados por sexo

SEXO SITUACION FEMENINO MASCULINO

Inicio 64 111 Abandono 9(14%) 19(17.1%) Graduados 0 (0%) 5 (4.5%) En Tesis 22(34%) 18 (16%)

El tiempo de abandono (Tabla N° 8), parece mantenerse como relativamente difícil de predecir, aunque en las generaciones del año 1989 y 1990 hubo una mayor concentración de estudiantes que abandonaron hacia el inicio de sus becas. Parece todavía muy prematuro como para poder indicar algún patrón en las generaciones siguientes. Sin embargo, entre estos estudiantes el porcentaje de abandono en los primeros y segundos semestres ha sido menor que el de generaciones precedentes.

Cuando se analizan las razones del abandono (Tabla N° 9) dos nuevos componentes aparecen en las últimas generaciones. Mientras las razones familiares y económicas fueron las más importantes para las generaciones de los años 1988 y 1989, el bajo rendimiento académico ha aparecido como una razón de importancia para las generaciones 1990 y 1991. Ella se expresa, en general, a partir del tercer semestre y hacia la época del examen de calificación. Esta causal no se ha manifestado todavía en la generación del año 1992, pero es problable que ella aparezca en los próximos años,

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TABLA N° 8

Tiempo de abandono de estudio en los becarios CONICYT de las generaciones 1988-1992

198811989 11990 11991 1992

N° de ingreso 30 30 35 35 45 N° abandono 5 11 8 3 1

(%) (165) (35.5) (22.9) (86) (2.2) Primer Sem. 0 5 2 1 0 Segundo Sem. 0 2 2 1 1 Tercer Sem. 0 0 2 1 - Cuarto Sem. 1 0 1 0 - Quinto Sem. 0 1 0 - - Sexto Sem. 1 2 1 - - Séptimo Sem. 1 1 - - - Octavo Sem. 1 0 - - - Noveno Sem. O - - - - Décimo Sem. 1 - - - -

TABLA N° 9

Razones para abandonar los estudios doctorales, declarados por los becarios CONICYT de las generaciones 1988 a 1992

1988 1989 1990 1991 1992

Familiares 3 3 - - - Económicas 2 2 - - - Bajo rendimiento - 2 4 2 - Otras becas - 1 4 1 - Otros 1 - 3 1 - - 1

Una segunda razón adicional de abandono, que ha emergido en los últimos años (Tabla N°9) se refiere a la existencia de otras becas. Probablemente como resultado del incremento de ayuda externa para ciencia y tecnología que ha experimentado Chile en los últimos años, con los consecuentes incrementos en las posibilidades de becas al extranjero, un número de estudiantes de doctorado de nuestros Programas ha abandonado sus estudios en Chile para continuarlos en universidades de Estados Unidos y en Europa, apoyados por becas internacionales.

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3.- Características curriculares de la población más avanzada

El análisis de los estudiantes más avanzados (Tabla N° 10) en las generaciones del año 1989 a 1992 sigue mostrando que una parte significativa de ellos corresponde a estudiantes que ya estaban en el Programa de Doctorado antes del otorgamiento de la beca o que provenían de algún Magister en la misma área de investigación. La población así llamada de estudiantes "normales", eso quiere decir, estudiantes derivados de una licenciatura, que han ingresado directamente al Programa de Doctorado sigue siendo una porción muy minoritaria de los estudiantes más avanzados.

TABLA N° 10

Características curriculares de la población más avanzada de becarios CONICYT en las generaciones 1988 a 1992.

1 1988 11989 11990 T1 991 1992

No casos 7 2 8 4 4

En programa desde antes 4 0 5 2 2 de beca

MSc previo a aceptación 2 1 1 0 0

"Normar 1 1 2 2 2

4.- Carga académica de las generaciones 1988-1992

Como se indicó previamente, no ha habido suficiente tiempo aún como para poder hacer con las últimas tresgeneraciones un análisis equivalente a lo que se hizo con la generación del año 1988. Sin embargo, es posible comparar el número de cursos por semestre que las nuevas generaciones de estudiantes están tomando

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FIGURA N° 5

Número de cursos por semestre tomados por los becarios CONICYT, de las generaciones 1988 a 1991

17

18

15

14

13

12 0

11

10

9

9

E 7

1-2 3 4 5

,oro do Ciroo

1988 M 1989 M 1990 EM 1991

La carga académica de los estudiantes de las últimas generaciones, en comparación con las generaciones 1988 y 1989 ha aumentado. La mayoría de los estudiantes de la generación 1990 y 1991 está tomando tres cursos por semestre y el número de estudiantes tomando cuatro cursos por semes-tre ha aumentado. Incluso existen casos de estudiantes aprobando hasta cinco cursos por semestre. Es esperable que el tiempo de graduación de estos estudiantes disminuya. Sin embargo, todavía existe entre ellos un porcentaje importante que no toma más de tres cursos por semestre. Es posible que muchos de estos estudiantes estén produciendo resúmenes a congresos o publicaciones mientras hacen uso de su beca. Sin embargo, desde el punto de vista de CONICYT, la primera responsabilidad de estos estudiantes debiera ser la completación de sus estudios regulares de post-grado en el período comprendido por la beca.

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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El objetivo general del sistema de becas de postgrado de CONICYT, es contribuir a la consecución de estudios de postgrado en Chile. La única forma objetiva de medir el cumplimiento de estas metas es evaluando el número de becarios que en la distintas generaciones ha logrado completar sus estudios de doctorado. Desde esa perspectiva, el resultado más sobresaliente del análisis de casos realizado en esta evaluación es el escaso número de estudiantes que ha logrado completar dichos estudios en el período de la beca.

Las causas por las cuales los estudiantes de doctorado no completan sus estudios y egresan del sistema universitario parecen ser de índole diversa. Algunas, como la posibilidad de plazas ocupacionales para doctores en instituciones nacionales pueden ser difícilmente modificadas a través de cambios de política de CONICYT. Sin embargo, existe un conjunto de medidas que CONICYT podría adoptar a fin de mejorar el aprovechamiento y rendimiento general de estas becas. A continuación se analizan seis de tales medidas que parecen de primera importancia.

1.- Monto de la beca

La posibilidad de que el becario pueda dedicarse a plenitud a su programa de estudios de postgrado aparece como de primera importancia. El bajo monto de las becas en las generaciones 1988 y 1989 parece haber sido un factor clave en el retraso que estas generaciones han mostrado en la obtención de sus grados.

En los últimos tres años, CONICYT ha incrementado el monto económico de las becas. Pareciera, sin embargo, que el monto actual (aproximadamente el equivalente a US$ 500 mensuales) es aún pequeño, en consideración a que la población de becarios está compuesta de estudiantes adultos, a menudo con obligaciones familiares, y que deberían dedicarse por entero a sus estudios de postgrado. La muy estrecha correlación entre prolongación de estudios de doctorado y obligaciones de trabajo docente o de investigación que tan frecuentemente ocurrió en las generaciones de 1988 y 1989 argumentan a favor de mejorar las condiciones económicas de las becas al punto de permitir que los becarios no deban aceptar otras ocupa-ciones para poder subsistir. Una evaluación del valor actual con respecto a los gastos promedios de un becario tipo, realizado por el Comité Asesor de Becas, sugiere la necesidad de aumentar estos montos en un 50 %, hasta llegar al equivalente a US$ 750 mensuales.

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En la actualidad, marzo de1993, las becas CONICYT cubren aproximadamente el 60% del total de postulantes a las becas. Dado que dicho universo de postulantes es un tanto heterogéneo, no aparece como recomendable incrementar los esfuerzos para aumentar a un porcentaje mayor de postulantes (por ejemplo, un 80% o un 100%) la cobertura de becas. El número de becas debiera ser aumentado sólo si el número de buenos candidatos aumentara a futuro.

2.- Extensión de la beca

La extensión máxima actual de las becas doctorales es de cuatro años nominales. Ellas se extienden a un período adicional sólo bajo condiciones muy excepcionales, debidamente avalados por el Comité Asesor de Becas.

Sin embargo, durante cada año calendario, la beca cubre sólo 10 meses de mantención. Así, en términos reales, ella se extiende sólo por 40 meses (3 112 años). La explicación de esta medida es que el período de estudios regulares anuales en las universidades chilenas es sólo de 10 meses.

Esta medida tiene varios efectos que deberían ser analizados Ella obliga a que el becario deba buscar fuentes de financiamiento durante los meses de verano a fin de poder seguir viviendo. A menudo ello lo lleva a comprometerse con actividades que lo alejan de su programa de postgrado o de su trabajo específico de tesis y lo sumerjen en problemas científicos ajenos que, si bien le pueden aportar una mayor experiencia, a menudo lo retrasan en la consecución de su propio trabajo. Muchas de estas responsabilidades pueden ser difusas y mantenerse más allá de los meses de verano, por efecto de la presión de los respectivos empleadores, los que a menudo son los propios tutores de los becarios.

Más aún, si bien es cierto que el régimen curricular regular en las universidades chilenas es de 10 meses, no es menos cierto que en los meses de verano los estudiantes podrían usar su tiempo en familiarizarse con métodos y técnicas, y en trabajar en su trabajo de tesis.

Así, sería recomendable considerar este punto en las políticas futuras de becas. Esta posibilidad significa la necesidad de incrementar en un 20% el monto total anual de las becas

3.- Nivel de formación de los becarios

Las características curriculares de las poblaciones más avanzadas de becarios sugieren que es poco probable que estudiantes recién egresados

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de una licenciatura puedan completar sus estudios de doctorado en ocho semestres de trabajo. De hecho, un número importante de las peticiones de extensión de beca se basa en que el estudiante debió gastar parte de sus primeros años de becario en aprender técnicas y métodos que debiera haber conocido ya al iniciar su programa de doctorado; o que debió usar parte de su tiempo de becario en cursos remediales que no forman parte de su programa doctoral.

Las razones que está motivando a las universidades chilenas a aceptar este nivel de estudiantes en sus programas doctorales está más allá de este análisis. Pareciera que CON ICYT cuenta con escasas herramientas para incidir en los niveles de formación de los doctorantes en universidades chile-nas. Sin embargo, debería tomar algunas medidas para que sus becas vayan a los candidatos más prometedores.

a. Factor edad. En un intento de favorecer candidatos jóvenes y potencialmente valiosos se han fijado límites máximos de edad de postulantes (ahora en los 30 años). Esto lleva a que candidatos que ya se han probado en el sistema, que ya han aprobado cursos y exámenes de calificación no pueden optar a estas becas. Parecería oportuno flexibilizar este límite, considerando no sólo candidatos en estados iniciales de su entrenamiento y menores de 30 años, sino que algunos mayores de esta edad que han realizado un uso particularmente productivo de las oportunidades que el sistema universitario les haya otorgado.

b. Factor nivelación. Las becas de aquellos estudiantes que deben realizar estudios remediales de pregrado para seguir sus estudios de post-grado debería hacerse efectiva sólo después que tales requerimientos sean satisfechos.

c. Trayectoria en el programa. En igualdad o similitud d e antecedentes, los becarios con mayor trayectoria en los programas deberían ser preferidos sobre candidatos con menor trayectoria.

4.- Viajes de perfeccionamiento al extranjero

Varios de los becarios CONICYT de las generaciones 1988 y 1989 menos avanzados en sus programas de estudios han realizado estadías de per-feccionamiento en el extranjero. Así, esta experiencia que debiera ser positiva para los becarios CONICYT, se ha transformado en un factor de retra-so

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Dado los múltiples efectos positivos que trae para cualquier científico la posibilidad de trabajar en laboratorios afines de países desarrollados, es in-discutible que esta oportunidad de perfeccionamiento debe mantenerse para los doctorarites chilenos. Sin embargo, ella debe ser organizada de forma tal que permita acelerar más que retrasar los estudios del becario Parece necesario que ella sea planificada con mayor atención al trabajo doctoral del candidato que a los intereses de los tutores nacionales o extranjeros. Idealmente estos viajes deberían servir para que el candidato avance en su tesis doctoral usando recursos que no siempre están disponibles en Chile. Desde esta perspectiva, no parece recomendable que en estas becas el candidato se dedique a tomar cursos o remediar co-nocimiento formal que ya debería haber conseguido en Chile.

5.- Sistema de evaluación de rendimiento

Dado el número de becarios CON ICYT, la diversidad de las áreas en que ellos investigan y la profundidad de sus estudios, se hace necesario desarrollar en CONICYT un sistema de evaluación de rendimientos

Esta actividad se debe caracterizar por un equilibrio adecuado entre la autonomía con que deben contar los programas de doctorado de las universidades chilenas y las exigencias y expectativas de CONICYT como agente financiante. Dada la naturaleza de esta relación, estas actividades deben estar en manos de científicos expertos y prestigiosos en las áreas temáticas. Ellos deben mantener una supervisión sobre el rendimiento de los estudiantes en las distintas áreas, anticipar problemas y buscar soluciones cuando ellos ocurran. Deben evaluar, también, la dedicación de los distintos tutores hacia sus estudiantes doctorales. Este último factor de-bería, a futuro, constituirse en un elemento relevante en el momento de otorgar becas de postgrado

La función de supervisión de este grupo de científicos se facilitaría enormemente si los datos de los becarios y sus avances se incorporasen a un sistema automatizado de datos, como los que ha generado CONICYT para otros programas. Dicha base de datos permitiría, además, obtener en forma rápida y certera, información como la aquí usada para hacer este estado de avance.

6- Sistema de comunicación con las universidades

A través de este conjunto de científicos que supervisan el rendimiento de los estudiantes o directamente, a través de la Presidencia o la Dirección Ejecutiva de CONICYT, se debería establecer un sistema formal de retro

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alimentación por medio del cual CONICYT haga saber a las universidades, y muy especialmente, a los responsables de los estudiantes en los programas de postgrado (jefes de programas, directores de tesis) sus expectativas y puntos de vista con respecto a temas de interés común, tales como los objetivos del sistema de becas o el rendimiento de los estudiantes. Ello constituiría, además, una manera adecuada para recibir comentarios o sugerencias de parte de los académicos implicados.

Existe una serie de lo que parecen ser excesos y deformaciones en que se ha incurrido con las generaciones 1988 y 1989 y cuya corrección depen-de, en alguna medida, de cambios significativos en la actitud de los tutores y profesores guía de tesis. Ello incluye, por ejemplo, la necesidad de reflexio-nar sobre los niveles de ingreso aceptables para un doctorante; la extensión de la carga académica full-time exigible semestralmente a un estudiante de este nivel ; la extensión de las tesis doctorales y el sentido de los viajes de perfeccionamiento de los becarios. Los datos existentes para las distintas generaciones de becarios CONICYT sugieren que distintos académicos tienen muy distintas percepciones y aspiraciones de este conjunto de actividades.

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Director Responsablø. y Representante Legal: Sr. Enrique dEtigny L.

Reemplazante del Director: Anna María Prat.

Redacción: María Cecilia Mosso Z.

Periodista, Paulina Respaldiza Ch. Dirección: Canadá 308, Santiago Impresión: CON ICYT, Canadá 308, Santiago