Nuevos Alcances de La Etica en Investigacion a Partir de La Etica de La Liberacion

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Rev. Reflexiones 91 (l): Il7-l25.ISSN: 1021-1209 I 2012 NUEYOS ALCANCES DE LA ETICA EN INVESTIGACI6N A PARTIR DE LA f TC,q, DE LA LIBERACION A NEW SCOPE OF THE ETHICS ON INVESTIGATION, FROM THE O'ETHIC OF LIBERATION" Fecha de recepci6n: 4 abrtl 2011 Introducci6n Desarrollo hist6rico y actual del problema El presente estudio tiene como objetivo reflexionar sobre problemas actuales que inciden Daniel Pacheco Herndndezt [email protected] Fecha de aceptaci6n: 6 .iulio 201 1 directamente sobre las investigaciones en cien- cias humanas. Para lograr este objetivo, seguir6 una metodologia de an6lisis hermen6utico de textos, en la cual tanto los documentos cientifi- cos, como la realidad misma de la cual surgen los datos ser6n analizados en diferentes etapas de comprensi6n progresiva. Para desarrollar adecuadamente las inves- tigaciones en ciencias sociales y m6dicas, los cientificos debemos atenernos a determinadas Resumen En el presente artfculo planteo una discusi1n que atraviesa el coraz6n epistemol6gico de las ciencias sociales. i,Qud alcance deben tener estas ciencias? iBasta con describir y analiTar, o es parte de la vocacidn de las mismas proponer, promover, sugerir, gestionar? iQud implicaciones politicas tiene todo esto? Lrt antiqu{sima discusi6n sobre la objetividad y la postura politica de la ciencia p(lrece no tener:fin. Analizard a grandes rasgos las tendencias actuales de la dtica en investigaci6n social para contrastar estas corrientes con kt propuesta dtica y antropoligica de la dtica comunicativa de Apel y la tte lltica de la Liberacitin, principalmente en la obra de Enrique Dussel. Palabras clave:Eticn, investigaci6n social, epistemologia, liberaci6n, antropologia. Abstract Tltis discussion through the epistemological hearth of the social sciences. What scope should have these sciences? lts enough to describe and analyze, or its part oJ the social sciences vocation to propose, promote, suSSest, and manage? lwhIt political implications can have this? This is the very old discussion about the objectivity and the political posture ofthe science. ln the present article, we will analyze the actual tendencies on the ethics on social investigation, to contrast that tendencies with the ethic and anthropological propose of the communicative ethic of K.O. Apel and the ethic of liberation oJ E. Dussel. Keywords. Ethics,SocialResearch,epistemology,liberation,antlropology. 1. ConsultorindependienteUNILAT-UNESCO

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  • Rev. Reflexiones 91 (l): Il7-l25.ISSN: 1021-1209 I 2012

    NUEYOS ALCANCES DE LA ETICA EN INVESTIGACI6N A PARTIRDE LA f TC,q, DE LA LIBERACION

    A NEW SCOPE OF THE ETHICS ON INVESTIGATION,FROM THE O'ETHIC OF LIBERATION"

    Fecha de recepci6n: 4 abrtl 2011

    Introducci6n

    Desarrollo hist6rico y actual del problema

    El presente estudio tiene como objetivoreflexionar sobre problemas actuales que inciden

    Daniel Pacheco [email protected]

    Fecha de aceptaci6n: 6 .iulio 201 1

    directamente sobre las investigaciones en cien-cias humanas. Para lograr este objetivo, seguir6una metodologia de an6lisis hermen6utico detextos, en la cual tanto los documentos cientifi-cos, como la realidad misma de la cual surgenlos datos ser6n analizados en diferentes etapas decomprensi6n progresiva.

    Para desarrollar adecuadamente las inves-tigaciones en ciencias sociales y m6dicas, loscientificos debemos atenernos a determinadas

    Resumen

    En el presente artfculo planteo una discusi1n que atraviesa el coraz6n epistemol6gico de las cienciassociales. i,Qud alcance deben tener estas ciencias? iBasta con describir y analiTar, o es parte de lavocacidn de las mismas proponer, promover, sugerir, gestionar? iQud implicaciones politicas tienetodo esto? Lrt antiqu{sima discusi6n sobre la objetividad y la postura politica de la ciencia p(lrece notener:fin. Analizard a grandes rasgos las tendencias actuales de la dtica en investigaci6n social paracontrastar estas corrientes con kt propuesta dtica y antropoligica de la dtica comunicativa de Apel y latte lltica de la Liberacitin, principalmente en la obra de Enrique Dussel.Palabras clave:Eticn, investigaci6n social, epistemologia, liberaci6n, antropologia.

    Abstract

    Tltis discussion through the epistemological hearth of the social sciences. What scope should havethese sciences? lts enough to describe and analyze, or its part oJ the social sciences vocation topropose, promote, suSSest, and manage? lwhIt political implications can have this? This is the very olddiscussion about the objectivity and the political posture ofthe science. ln the present article, we willanalyze the actual tendencies on the ethics on social investigation, to contrast that tendencies with theethic and anthropological propose of the communicative ethic of K.O. Apel and the ethic of liberationoJ E. Dussel.Keywords. Ethics,SocialResearch,epistemology,liberation,antlropology.

    1. ConsultorindependienteUNILAT-UNESCO

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    normativas que aseguran la supuesta eticidad dela investigaci5n. Sin embargo, los reglamentos deinvestigaci6n 6tico cientificos de diversas institu-ciones adolecen de una perspectiva 6tica integralque permiten,'m6s no exigen, un alcance mayoren cuanto a la situaci6n de los sujetos-objetos deinvestigaciSn.

    Este dilema surge de un tema muy actual:mi experiencia personal como investigador sevio cuestionada hace pocos meses al realizar eltrabajo de campo para mi tesis de maestria, parael cual visit6 una comunidad urbano-marginalde Costa Rica. A pesar de cumplir con todoslos requisitos y protocolos que pudiera exigir elreglamento 6tico-cientifico de la Universidad, lainvestigaci6n parecia adolecer de una perspectivaintegral que privilegiara el beneficio de los suje-tos y la comunidad involucrada en el estudio.

    Una simple ojeada al "Reglamento 6tico-cientifico de la Universidad de Costa Rica'denota que los principios especificos obligatoriosque rigen la investigaci6n exigen un compro-miso limitado con los sujetos, en la pr6ctica nosobrepasan el "no hacer daflo y no difundir (sinpermiso) la informaci6n personal". Entre 1os m6srelevantes principios especificos se encuentra elrespeto a la persona y a la personalidad, dignidade intimidad del individuo; respeto a la buena fe,no maleficencia, y 1a honestidad dada en la comu-nicaci6n transparente entre las partes. (Regla-mento 6tico cientifico de la UCR articulo 6).

    A pesar de que este reglamento colocacomo uno de los principios 6ticos el beneficiopara la humanidad y la sociedad, este principiono se materializa en indicaciones especificasdentro de la normativa. Los alcances de la inves-tigaci6n (muchas veces con toda necesidad yjusticia de tipo exploratoria) parecen limitarse aun paradigma de respeto a la propiedad privadadel otro; en este caso, la propiedad privada desu "informaci6n sobre su identidad o la utiliza-ci6n de 6rganos, tejidos, liquidos corporales ycualquier material gen6tico" (Reglamento 6ticocientifico de la UCR, articulo 3)

    Estos reglamentos y principios recorrenuna historia que responde a paradigmas deter-minados, derivados de la investigaci6n m6dica.Es posible sefralar el origen de la reflexi6n 6ticasobre investigaci6n con humanos en la obra

    Daniel Pacheco Hern6ndez

    introduction a l' dtude de la mddecine expdri-menale de C. Bernard en 1865, que plantea lanecesidad de beneficiar al enfermo como con-dici6n imprescindible para una buena medicina(Pellegrini y Macklin 1999:67). En la actualidad,esta perspectiva cl6sica se ha desarrollado haciauna orientaci5n de investigaci6n clinica reguladay una 6tica de la responsabilidad, pero afn estastendencias contempor6neas se muestran comomonol6gicas y limitadas a la no-maleficencia yel respeto a la propiedad privada de la persona.Veamos la siguiente conclusi6n del autor Gonz6-les-Torre sobre los dilemas y requerimientos de lainvestigaci6n con humanos hoy:

    .. . por un lado se trata de garantizar que no se viola la liber-tad y la autonomia de los sujetos, consideriindose entoncescomo un requisito esencial que la participaci6n en eI ensayosea siempre voluntaria. Por otro, se pretende proteger suintegridad fisica y su salud, prohibiendo aquellos ensayos queimpliquen para el sujeto riesgos excesivos en relaci6n con losbeneficios esperables (Gonz61es, 2002:11).

    Todo esto es justo y necesario, pero 1y 1aintersubjetividad? Y m6s arin 1,el compromisocon el "Otro"? Los paradigmas q\e arralizare acontinuaci6n responden a estas preguntas quevan m6s all6 de la 6tica en investigaci6n cl6sicay normativa.

    Resultados de la investigaci6nAn6lisis de propuestas 6ticas

    La primer propuesta 6tica que analizarles la "6tica del discurso" de K.O. Appel (Trotta,2005), la cual considero como una propuestametodol5gica dial6gica. pero que viene a serinviable en la Realidad.

    Ante los discursos 6ticos normativos yheter6nomos como el brevemente descrito ante-riormente, muchos te6ricos creen necesario pen-sar una 6tica de mayor alcance, que se base enel di6logo intersubjetivo de las personas involu-cradas. Kart Otto Apel reflexiona ante el dilemade la expansi6n global de la ciencia y 1a t6cnica,que genera hoy dilemas de alcance planetario yrequiere pensar una macro-6tica. E,sta labor esmucho m6s dificil en contextos epistemol6gicosinfluidos por las corrientes posmodernas, en loscuales la filosofia anaTitica,la hermen6utica y el

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    escepticismo y relativismo moral parecen impo-sibilitar cualquier propuesta de amplio alcance(Schelkshorn, 2005:12). Esta propuesta pretenderesponder al problema de una fundamentaci6nposible para una 6tica de alcance universal.

    Buscando los fundamentos hist6ricos deuna propuesta filos6fica a nivel "universal", nosencontramos con la 6tica trascendental de Kant(Apel 2005:51), que tuvo que buscar lafundamen-tacidn trascendental tiltima de la ley moral enel reino metaffsico de los fines. Apel critica queeste principio kantiano no tiene ninguna inter-subjetividad, y por lo tanto cae en un solipsismomet6dico, ya que todo se basa en el "yo pienso".

    El cambio que hace Apel respecto deKant consiste en pasar de una "adecuaci6n a laley" a una "idea regulativa de susceptibilidaddel consenso de las normas v6lidas para todoslos afectados por ella". Kant bas6 su 6tica en unfundamento riltimo metafisico, pero Apel trasladaese fundamento ulterior al consenso y al discursoracional entre los sujetos que van a ser afectadospor las normas.

    Luego de hacer esta aclaraci6n sobre Kant,ubicando el factum de la raz6n en el reconoci-miento de los otros como argumentadores, Apelse da a la tarea de demostrar que la 6tica deldiscurso es tambi6n una 6tica de responsabilidadhist6rica. Para esto, hace lo que 6l llama una"arquitectura" dentro de la 6tica del discurso,dividiendo la parte abstracta A de la fundamenta-ci6n de la 6tica, de la parte hist6rica B.

    La parte abstracta A tiene un primermomento, "un principio puro del procedimientodiscursivo, que delegar6 la fundamentaci6n delas normas en los afectados" (Apel 2005:54). Unarelaci6n adecuada entre el individuo y la colec-tividad es clave para desarrollar la 6tica, refun-dament6ndola asi en este paradigma intersubej-tivo de la trascendentalidad. Apel se esfuerza endemostrar que la 6tica del discurso es una 6tica deprincipios no abstracta, si no referida a la historia:

    Es necesario ya, en relaci6n a 7a fundamentaci6n iltimadel principio de la 6tica, considerar no solamente la normab6sica de la fundamentaci6n consensual de normas.. . si no almismo tiempo la norma btisica de responsabilidad histdrica,de la pre-ocupaci6n por la preservaci6n de las condicionesnaturales de vida y los logros culturales gracias a los cuales

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    podemos, en la actualidad, participar fiicticamente de losdiscursos argumentatj.vos... (Apel, 2005:58).

    A1 respecto, surge la pregunta de cudlesson los logros culturales que menciona Apel.Parece evidente que se refiere solamente a loslogros de la modernidad ilustrada europea, y den-tro de esta difusa delimitaci6n temporal y espa-cial, a aquellos grupos. siempre minoritarios, concapacidad de decisi6n. 1Qu6 sucede entonces contodas las culturas que no comparten ese acervohist6rico? Ya desde la enunciaci6n de su primeranorma b6sica se habla de preservar "los logros deuna cultura", la cual no es otra que la occidental-europea racional del autor.

    Entre las aclaraciones hist6ricas que haceApel, refiri6ndose a su avance respecto de Kant,nos topamos con una redefinici6n de este sujetoparticipante, ya que no es posible partir de unideal normativo de seres racionales separados dela realidad y de la historia. LaEticadel Discursono puede partir de 1o abstracto, de un momentofuera de la historia. Sin embargo, Apel se niega adejar la posibilidad de un principio universalistadel Ser ideal, e1 cual ciertamente estd mencionadoen Kant (Apel 2005:60). Este autor desea pro-poner una meta-norma para la 6tica, de alcanceuniversal, y que responde a las exigencias de larealidad hist6rica. La pregunta que surge es 1qu6sucede cuando las condiciones hist6ricas (la parteB) impiden que tan siquiera se de una parte Ade la argumentaci6n? Apel no se da cuenta queal proponer una supra-norma procedimental, sebasa en una determinada cultura, la suya propia.El simplemente parte de que existe una culturaque posibilita que los seres humanos dialoguenracionalmente, y 6sta es la parte universal. Des-pu6s de este momento ideal, vendr6n los discursosreales, cuando cada cultura o situaci6n hist6ricapueda construir su consenso. Contradictoriamen-te, Apel aclara poco despu6s que "La aplicaci6ndel principio de la 6tica del discurso puede lle-varse a cabo aproximadamente s6lo alli donde lasrelaciones mismas de eticidad y derecho localeslo hacen posible". Bajo esta realidad contextual,6d6nde queda la universalidad? El autor pareceser consciente de que su propuesta debe adecuar-se a determinadas realidades culturales y a tra-diciones de derecho y eticidad particulares. Esto

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    es especialmente importante para aclara que supropuesta no es una utopia hist6rica, sino que serefiere a "las condiciones ideales de una posibleformaci6n de consensos sobre normas, haciendodepender, por lo tanto,la formaciSn concreta de Iasociedad de acuerdos falibles y corregibles de losque en cada caso est6n involucrados".

    Pasamos ahora a analizat el paradigmaantropol6gico de la Etica de la Liberaci6n y suopci6n 6tica por el "Tri". EI m6ximo exponentede esta escuela, el argentino exiliado en M6xico,Enrique Dussel Q4tica de la Liberaci1n, Trotta1998) sefrala con ironia la siguiente critica a lateorfa de Apel: si ladtica del discurso es una 6ticadel di6logo y la argumentaci6n, entonces iporqu61os de este lado del mundo no hemos tenido afnnuestra oportunidad de dialogar? Esta critica, quese fundamenta en un hecho f6ctico, geogr6fico ehist6rico, encuentra adem6s en la argumentaci6nde Dussel una propuesta 6tica alternativa, queresponde mucho mejor a la situaci6n del "mundode la vida" en el mundo actual.

    Frecuentemente se ha descrito a la filoso-fia,la 6tica y 1a Teologfa de la Liberaci6n, comouna teoria que responde a1 contexto de opresi6n,dictadura, guerras y revoluci6n que imper6 enAm6rica Latina durante varias d6cadas de lasegunda mitad del siglo XX. Sin embargo, creoque 1a Escuela de la Liberaci6n puede ser muchom6s que esto, puede constituirse como un para-digma antropol6gico comPleto.

    Algunos analistas europeos insisten enseiialar las corrientes de la liberaci6n como unabreve y ex6tica respuesta contextual' H. Sche-lkhorn, en su articulo Discurso y liberaci6n(Trotta, 2005), asigna a \a 6tica de la liberaci6nel contexto de la dependencia y el subdesarrollode America Latina. Inclusive sigue al reconocidocritico de la teologia de liberaci6n, A. SalazarBondy, cuando asevera que el pensamiento imita-tivo de la filosofia latinoamericana es victima yperpetrador de esta opresi6n. Para Schelkhorn, nohay duda del alcance planetario de la propuestade Ape1, mientras que la propuesta de Dussel, sereduce a un determinado espacio geogr6fico ehist6rico y a una poblaci6n muy especifica: lospueblos pobres del Tercer Mundo (Dussel y Apel2005:15-16).

    Daniel Pacheco Hern6ndez

    Si bien las diversas disciplinas "de laLiberaci6n" surgieron en un contexto social des-crito bajo la "teoria de la dependencia", consideroque es un grave error aseverar que la 6tica de laliberaci6n es una respuesta contextual que s6loresponde a un determinado momento y lugar. LaFilosofia, 1a Teologia y la 6tica de la liberaci6n nopueden ser consideradas solamente una respuestamoment6nea al calor de 1o que sucedia en Am6-rica Latina en los afros 60 y 70, sino que funda-mentalmente constituyen una propuesta antropo-l5gica, basada en una nueva forma de percibir lasrelaciones intersubjetivas: "ahora Marx podia serpensado desde una antropologia transontol6gicaque perfila al sujeto como fuente (no fundamen-to) creadora (no productora solamente) del valordesde la nada del capital." (Dussel, 2OO5:82).

    Dussel argumenta que precisamente laEtica del Discurso posee tambi6n un contextogeogr6fico e hist6rico muy especifico, el cualtiene 1a tendencia de presentarse como universal:el Eurocentrismo moderno desarrollista. Estolleva a 1a pregunta clave: 61a propuesta de Apelimplica subsunci6n, transformaci6n o liberaci6nde la filosofia? Su respuesta pasa primero porafirmar los alcances de la Filosofia Latinoame-ricana "La filosoffa latinoamericana de la libe-raci6n se sitria, tambi6n- sin dejar de pensar enel nivel A de Apel o trascendental - en un nivelarin mds concreto, y se pregunta, por ejemplo,con Gramsci, sobre el aparato material que usadicha comunidad filos6fica de comunicaci6n..'"(Dussel 2005:84).

    La filosofia latinoamericana va m6s all6 que la 6tica deldiscurso, puesto que no pretende solamente "transformar"la filosofia, sino que pretende tambi6n la "liberaci6n de lafilosofia" como genit iv rt o bi e tiv o.

    Existen algunas coincidencias entre ambascorrientes. Dussel opina que, si bien el camino ometodologia seguido por Apel para lograr su 6ticadel discurso es inviable dadas las condicionesreales del mundo actual, su fin si es saludable:"... Apel puede generalizar una moral que, comosupuesto, se encuentra siempre ya obligando alque argumenta como ser racional; pero no s61opara cumplir un inter6s cognitivo, si no humanoen general" (2005:91).

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    Las diferencias m6s relevantes se dan res-pecto de las relaciones entre los niveles 'A' (abs-tracta-fundamental) y "B" (contextual-hist6rico)de la 6tica descrita por Apel. Desde esta Sptica,la Etica de la Liberaci6n parece relegada a unnivel B, puesto que s6lo responde a un contextohist6rico y geogrdfico especifico: la situaci6n deexclusi6n, pobreza y violencia en muchos lugaresdel tercer mundo durante la segunda mitad delsiglo XX. Ciertamente, creo que la misma criticase le puede hacer a Apel: su filosofia s61o res-ponde al contexto especifico de las democraciasoccidentales modernas:

    La filosofia de la liberaci6n no s6lo debeclarificar el nivel abstracto de una pragm6ticatrascendental, si no que subsumi6ndola en algoasi como una economia trascendental, debe darcuenta al mismo tiempo de problemas m6s con-cretos. No admitimos el que nos situemos s6lo enun nivel B

    - para hablar como Apel-. Ascendere-

    mos entonces de Io abstracto a lo m6s concreto(Dussel 2005:96).

    Nos encontramos asi ante una metodologianueva, holistica, pero concreta. La Filosofia dela Liberaci6n pretende un camino de continuainterpelaci6n entre la realidad y la teoria, dondeambas se produzcan y ayuden mutuamente. Laclave se encuentra en la visi6n antropol6gicadel "Otro", la prioridad que posee el "Tri" en laconstrucci6n del paradigma 6tico. Segdn Dussel,en la 6tica de Apel la clave es el solipsismo del"yo"-"nosotros", porque 6ste permite excluir al"tll" "vosotros" puesto que el "nosotros" puedecerrarse en su propia totalidad, en su propianoci6n de lo "priblico". Esto es asi no solamenteen la comunidad hist6rica, si no que inclusivealcanza 1a "comunidad ideal" puede postular unaexterioridad del Otro, no como "exclusi5n", si nocomo "no inclusi6n" (Dussel 2005:97).

    En la propuesta de la Etica del Discurso,el "Otro" es posterior a la comunidad de comu-nicaci6n, y s6lo recibe el efecto de aquello de locual no fue parte. En la "Comunidad de comuni-caci6n Real" el Otro suele ser ignorado, y no sereconoce el hecho de que antes de ser afectado,fue excluido. En la propuesta de la 6tica de laliberaci6n de Dussel, existe una prioridad en el"Tri", en el "Otro" que para Apel es posterior.Este Otro puede ser 1a mujer, los pobres de la

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    sociedad, los j6venes, los pueblos dominados;es decir sujetos que han estado presentes en lahistoria universal con una mordaza. De hecho,la mayoria de las personas vivientes en el orbeno son participantes plenos de las comunidadesde comunicaci6n reales, por 1o que el alcance de1a teoria de Apel se ve de nuevo profundamentelimitado. En Am6rica Latina, esto no es un temasolamente te6rico, es una experiencia f6ctica yprdctica (Dussel 2005:98-101).

    Dice Dussel: "Solo por la afirmaci6n dela exterioridad del Otro puede irrumpir en laTotalidad". Esta totalidad a la que hace referenciaes el paradigma cientifico de occidente, y de lacomunidad de comunicaci6n de la Etica de laComunicaci6n: "se trata de la posibilidad

    -queno puede ser negada a priori como lo hace Pop-per- de una transformaci6n radical

    -politica si lofuera necesario, y s6lo en ese caso-, y por ello lanecesidad de un proyecto de liberaci6n que surgedel otro como sujeto".

    La propuesta de Dussel se resume entoncesen cambiar la forma operativa y, por 1o tanto, elpapel de los sujetos participantes de las diversascomunidades 6ticas: pasamos de una "comunidadde comunicaci6n" a una "comunidad de vida,refiri6ndose a vida como vida org6nica inclusive,esa vida se pierde cuando se sufre de hambre porun tiempo prolongado. El fondo antropol6gicoreal de la vida humana "org6nicd', es asi puestocomo culmen y origen de toda 6tica y filosofia.

    Es asi como se da la interpelaci6n delpobre desde la intenci6n liberadora, la praxisde la liberaci6n: "Es un exigir concreto. no ennombre de los derechos vigentes en la comunidadhist6rico-posible, ya que en la comunidad real,por definici6n, el pobre no tiene o no puede ejer-cer derechos: por ello es pobre.".

    Es posible en este punto detenerse areflexionar sobre los alcances que ofrece la pro-puesta 6tica de Dussel al tema que nos concierne,que es la 6tica en la investigaci6n cientifica. Sien un principio seflal6bamos que a las 6ticas deinvestigaci6n en la actualidad les falta elementosclave como di6logo y preocupaci6n por la digni-ficaci6n del Otro; y si bien deciamos que Apelofrece una respuesta al problema de la ausenciade di5logo, con Dussel hemos avanzado un pasom6s en lo 6tico y epistemol6gico.

  • 122 Rev. Reflexiones 91 (1): 11'7-125, ISSN: 1021-1209 I 2012

    Un problema claro en la propuesta deDussel es la ausencia de casos prdcticos y detradiciones investigativas y metodol6gicas queexpliquen la forma prdctica de llevar a cabo laspropuestas de la filosofia de la liberaci6n. Estose podria solventar repensando y readecuandom6todos investigativos tradicionalmente apli-cados en Latinoam6rica como la investigaci6n-acci6n participante, respondiendo a las nuevasexigencias del mundo actual. En cualquier caso,las discusiones y los caminos epistemol6gicosque se debe seguir est6n afn sobre 1a mesa, yla multitud de experiencias que han aplicado lafilosofia de la liberaci6n como paradigma epis-temol6gico permiten continuar y tranzar mejorel camino.

    El contexto actual costarricense proponevarios retos para desarrollar este tipo de inves-tigaciones en las cuales el papel del "Otro" esclave. En la actualidad, se discuten las posibi-lidades de las investigaciones cientificas queinvolucran seres humanos. En nuestro pais, nisiquiera existia una ley apropiada que regulaselos aspectos m6s b6sicos de estas investigaciones.En mayo del aflo 2010, el Poder Judicial prohibi6las investigaciones clinicas en seres humanos,por falta de una ley b6sica que al menos exigieseel respeto a los derechos de los participantes yla calidad de 1as investigaciones (Diaz,L.En LaNaci1n 18-5-2010). Poco tiempo despu6s, 1a CajaCostarricense del Seguro Social objet6 el proyec-to de ley relacionado con investigaciones cienti-ficas en seres humanos, ya que, segrin palabrasde la presidenta de la CCSS, Ileana Balmaceda"Da preferencia al ejercicio pleno de la libertadde empresa sobre el derecho a la vida, lo cualconlleva una desfiguraci6n jer6rquica de nuestrosvalores fundamentales" (Diaz,L.En La Nacidn4-11-2010).

    El panorama es poco alentador para eltema de la 6tica en las investigaciones con sereshumanos. Si ni siquiera se exigen los minimosrequisitos para asegurar la antigua visi6n bio-m6dica de las investigaciones que involucran ahumanos, icu6nto m6s faltar6 para exigir unavisi6n intersubjetiva o que priorice al Otro en lasinvestigaciones costarricenses?

    Daniel Pacheco Hern6ndez

    Conclusi6n

    A cerca de la concreci6n de una teoriaantropol6gica latinoamericana como opci6npara las ciencias humanas

    He realizado un recorrido b6sico sobre lospuntos 6lgidos y pertinentes de dos propuestas6ticas, que en el fondo son visiones antropol6gi-cas del complejo mundo actual.

    Por un lado, existe una propuesta queaboga por el di6logo democrdtico entre los huma-nos, en una 6poca en que la desigualdad alcanzanuevas formas y dimensiones. Por otro lado, tene-mos una visi6n que aboga por poner en primerlugar al Tri, siendo que la modernidad capitalistaoccidental se centra en el inter6s y la libertadpersonal, sin dejar lugar para ese Otro.

    En e1 presente ensayo, he optado por lapropuesta de Dussel, pienso que el coraz6n de supropuesta es un escal6n firme a trav6s de1 cuallas ciencias sociales pueden ampliar un poco m6sel panorama sobre los limites y conflictos de la6tica en la investigaci6n.

    Ante la severa pregunta de id6nde estd elOtro en la 6tica de a investigaci6n social? Dusselnos responde con una opci6n decidida por pensaral Tri, a1 Vosotros como paradigma antropol6-gico y 6tico. Esto abarca y supera el paradigmaactual que ve a los sujetos de investigaci6n comom6nadas independientes con determinados dere-chos privados, derechos que adem6s parecieranser estorbosos para el desarrollo de una ciencia6vida de acumular conocimientos. Los consen-timientos informados (muchas veces el rinicoelemento realmente llevado a la pr6ctica en Ia6tica de la investigaci6n hoy) parece no ser m6sque una f6rmula en que el informante autoriza alinvestigador a utilizar la propiedad privada de suinformaci6n o su material biol6gico.

    En la propuesta de la 6tica de la liberaci6n,el "Yo" asume la imprescindible tarea de afirmarsu identidad y dignidad del "Otro"-"Vosotros"para poder llevar a cabo efectivamente la premisadel desarrollo cientifico.

    La propuesta de Dussel ofrece una opci6nde salida al antiquisimo dilema epistemol6gicoque opera en la antropologfa y demds cienciassociales, entre la perspectiva objetiva (con su

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    supuesto alcance descriptivo-analitico) y sub-jetiva; (con su alcance de car6cter de praxis-politica). Por ejemplo, N. Thomas, aboga porquela antropologia abandone su cldsica disyuntivaentre si considerar a las personas "objetos deinvestigaci6n" o "sujetos de interpretaci6n de supropia realidad simb6lica", y colocarlos comoco-objetivadores y co-int6rpretes de su realidad,1o cual permitir6 alcanzar el grado equilibradoy justo de descripci6n, an6lisis y praxis politicaen la investigaci6n (Thomas 1997). La propuestaepistemol6gica de Dussel, al optar radicalmentepor ese Otro, por su comprensi6n, dignificaci6n yel di6logo con 61, ofrece insumos para seguir uncamino en ese sentido.

    Es de especial inter6s para este articuloconsiderar los alcances de la 6tica en investiga-ci6n con seres humanos basada en "buenas pr6cti-cas, responsabilidad y protocolos" ante las seriasinterrogantes que proponen Apel y Dussel. Esta6tica rigida responde a una propuesta epistemol6-gica objetivizante, en la cual se exige un respetoy cuidado al Otro como si fuera un objeto inani-mado, que posee una propiedad privada llamada"vida-biol6gica" e "informaci6n".

    Si se asume la critica epistemol6gica deApel en la cual se critica 1a "falacia cientifista"de Popper, que pretende extender por todo elglobo una rinica racionalidad cientifica; y si, afnmds a116, asumimos la opci6n por el Otro de lafilosofia de la liberaci6n, nos encontramos anteun paradigma cientifico absolutamente diferenteal que da origen a las 6ticas de los protocolos, lasbuenas pr6cticas, y la responsabilidad social.

    La Escuela Latinoamericana de la Libe-raci6n est6 lejos de padecer un determinismocateg6rico y una modestia acad6mica, tal comolo describe Schelkhorn (2005). Estamos ante unnuevo paradigma que, por sus condiciones mate-riales, no responde a los par6metros acad6micosdeterminados unilateralmente por la tradici6neuropea, sino que tenemos una nueva filosofiaque reubica al sujeto y por lo tanto logra 1o quetanto le cuesta las filosofias del norte: tener alcan-ce y utilidad directa para la mayoria de los sereshumanos en el mundo.

    Nos encontramos ante una ciencia quetoma a las personas como creadoras de su propiarealidad con las cuales hay que dialogar, luchando

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    (politicamente de ser necesario) por ofrecer lascondiciones de dignidad que les permita alcanzaraquello que tanto investigador como sujetos hanconsiderado, a partir de un diSlogo justo, que eslo mejor para determinada comunidad o persona.Este imperativo alcanza a las ciencias sociales,m6dicas, la economia y evidentemente tambi6n ala prrictica de la politica.

    Quiz6 esta propuesta puede ofrecer unintento de respuesta epist6micamente viable a lapregunta replanteada hoy por Z.Batman (2004):ic6mo progresar hoy en moral? Este autor hace lapregunta asumiendo que el contexto de la moder-nidad sale de la tormenta posmoderna para caeren un futuro incierto, muy al estilo pesimista delas Tesis de Filosofia de la Historia de W. Ben-jamin. Si la "Racionalidad" de 1a 6tica modernano ha contribuido sustancialmente a mejorar lascondiciones objetivas de vida de la mayoria de lahumanidad, entonces vale la pena repensar lossujetos y las relaciones 6ticas ante 1os retos delmundo actual.

    Nos debe preocupar especialmente el temade la naturaleza de la investigaci6n y la preguntasobre qu6 debe llegar a ser la misma. A Ia luz delas reflexiones enunciadas, es posible asegurarque la investigaci6n cientifica en humanos nodebe ser simplemente un proceso de extracci6ndetallada de datos, si no que debe convertirse enun proceso constructivo de mejoria de la calidadde vida de las personas, especialmente en nuestrocontexto latinoamericano donde afn millones depersonas sufren por enfermedades prevenibles,pobreza, desigualdad y efectos de desastres natu-rales previsibles. La naturaleza de la investigaci6nen Ciencias Sociales y M6dicas debe cumplirno solamente con los estrictos requisitos de losprotocolos que aseguran la calidad y la eticidadbdsica de la investigaci6n, sino que debe ir m6sa116 y comprometerse con el factor humano inter-subjetivo, por ese Otro que da vida a la realidadsocial y m6dica.

    Por riltimo, Es muy esperanzador pensarque Am6rica Latina tiene, de la mano de Dussel,un trecho avanzado en la concreci6n de 1o que seconfigura como un nuevo paradigma cientifico. Y1o que es m6s importante, un nuevo humanismoepistemol6gicamente viable para solventar las

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    necesidades la mayoria de la humanidad, suefloeterno de toda ciencia humana.

    Esta exigencia no es exclusiva de la antro-pologia y 1a ciencia latinoamericana. A pesar dela dificultad del di6logo y la construcci6n comrinentre las antropologias del llamado tercer mundo,es posible constatar que en otras latitudes dondesufren problemas epistemol6gicos similares seplantean este tipo de ideas. Por ejemplo, la antrop6-loga nigeriana Ikenna Nzimiro en su articulo "Laantropologia de la liberaci6n" propone una cienciasocial nuestra que libere de los problemas surgidosde la imposici6n de epistemologias por parte deEuropa y Norteam6rica al resto del mundo:

    Los antrop6logos de la liberaci6n se niegan a apoyar laspoliticas neocoloniales occidentales... Esa revoluci6n haproseguido y sigue extendi6ndose por Am6rica, Asia y Afri-ca, antiguos feudos intelectuales de los antrop6logos fun-cionalistas conservadores donde estudiaban las sociedades"est6ticas" y propensas al "equilibrio" que suponian ser 1asmenos desarrolladas... La respuesta a cuestiones tan crucialesdebe ser ia preocupaci6n de la antropologia de la liberaci6ncon objeto de que se vaya a la raiz misma de la experienciahist6rica a 1o largo de las diversas 6pocas. Al tratar de darrespuesta a tales cuestiones nos vemos impelidos a poner aprueba las viejas ideas y probar que ya no sirven, haciendoque emerjan otras nuevas, basadas en las realidades existen-tes e inscritas en el proceso hist6rico que los propios pueblosponen en marcha (Nzimiro, 1988:231 -239).

    Falta mucho camino por avanzar y definirafn, tanto en la teorfa como en la pr6ctica de lasciencias sociales latinoamericanas y en generalde los paises clasificados como "en desarrollo".Al menos tenemos ya en nuestro contexto, conel aporte de Dussel, una clara definici6n de unavariable nueva dentro de la ecuaci6n de la inves-tigaci6n y el desarrollo integral de los pueblos: elOtro, el Tri. Este elemento nos permitir6 despejar,siendo digno y justo co-int6rprete y co-creador,las preguntas, variables y respuestas de una nuevaciencia humanista que satisfaga las exigenciasglobales de los seres humanos en el complejocontexto actual.

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