Nos place, pero no nos satisface
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En portada:
Programa del Congreso Mariano Hispanoamericano de Sevilla de 1929
Ventana de la Paloma. Basílica de San Pedro
Derechos de autor registrados
2017 Antonio García Megía y María Dolores Mira y Gómez de Mercado.
Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña
Nos place, pero no nos satisface. Federico Salvador Ramón – Edición actualizada
Angarmegia: Ciencia, Cultura y Educación. Portal de Investigación y Docencia
Edición preparada con ocasión del proceso de beatificación del Padre Fundador de las Esclavas de La
Inmaculada Niña.
http://angarmegia.com - [email protected]
Nos place, pero
no nos satisface
de
Federico Salvador Ramón
Artículo publicado en la revista mariana Esclava y Reina
Junio de 1928 Guadix – Granada - España
Edición actualizada por
María Dolores Mira Gómez de Mercado
Antonio García Megía
NOTA DE LOS EDITORES
Como curiosidad histórica, se adjunta a este artículo un Anexo con el
programa completo del Congreso Mariano Hispano-Americano
celebrado en Sevilla del 15 al 21 de mayo de 1929, prácticamente un
año después de la fecha en que el padre Federico firma, de forma
excepcional con su nombre y apellido, el texto que hoy editamos.
Tras su lectura queda patente que la petición que, a través de sus
líneas, eleva a los responsables del evento no es atendida.
La sección montfortina no aparece singularizada en el plan de trabajo
general establecido y la Esclavitud Mariana carece del protagonismo y
la relevancia que el Padre Fundador reclama.
María Dolores Mira Gómez de Mercado
Antonio García Megía
Nos place, pero no nos satisface Federico Salvador Ramón
Revista mariana Esclava y Reina. Junio, 1928.
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¿Cómo no nos ha de agradar a los que amamos tan de veras a la Esclavitud
Mariana que haya revistas tan honorables en España como El Mensajero de María Reina
de los Corazones, editada y escrita magistralmente por los H. R. P. P. Capuchinos de
Totana, y aquella otra hermosa revista que editan en la misma Roma, los R. R. P. P.
Sacerdotes de María, fundados por el mismo glorioso Vidente de la Esclavitud, el
bienaventurado Luis María Grignion de Montfort?
¿Cómo no ha de alegrar nuestras almas de esclavos el movimiento que las
cofradías y archicofradías, y toda clase de asociación inspirada en el espíritu esclavista
mariano, relatan esas mismas beneméritas revistas en sus columnas mensualmente?
Y lo que es más aun, ¿cómo no ha de regocijar nuestros corazones que
ardientemente desean amar cuanto con la Esclavitud de Amor a Jesús en María se
relaciona, esas doctas firmas que acreditan los trabajos que suscriben de los P. P.
Capuchinos, de piadosísimos Jesuitas, de Hijos del Corazón de María, de Menores, y de
tantos otros sacerdotes seculares que se ocupan en 1a ardua tarea de extender por el
mundo las doctrinas y profecía del ardentísimo Vidente de Montfort?
Y si traemos a la memoria las dos Asambleas Marianas, celebradas en Murcia y
Vitoria, como comparación a1 Congreso Montfortiano de Barcelona, imposible que no
sintamos que el gozo salta de nuestros pechos, pero, desde entonces hasta hoy, ¿qué
hemos hecho?
¿Qué hemos avanzado en el conocimiento y propaganda de la Esclavitud?
Nos place, pero no nos satisface Federico Salvador Ramón
Revista mariana Esclava y Reina. Junio, 1928.
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En el Congreso de Barcelona, al decir de algunas revistas, se hizo algo que podía
servir de preparación para cuando se celebrara otro Congreso Mariano Montfortiano.
¿No sería buena ocasión para este Congreso, el que ha de celebrarse en Sevilla y
que puede muy bien a la práctica tener carácter internacional, dado que acudirán
enamorados de María de todas partes del mundo?
¿No sería esta la hora de concretar lo que, en Barcelona, quedó como vago e
indefinido?
Cuestiones hay capitalísimas que corren entre doctos, los cuales no se han
preocupado de penetrar en la entraña de la Esclavitud Mariana. Y por eso mismo afirman
a la par:
1. Que la Esclavitud será la reparadora de todas las enfermedades sociales y
religiosas, llegando a reparar el espíritu hasta de las más esclarecidas religíones.
2. Que la Esclavitud influirá en la restauración de todas las cosas en Cristo, pero sin
que la Esclavitud tenga forma alguna concreta.
Muy consecuente nos parece la una afirmación de la otra, porque si la Esclavitud
ha de influir, para mejorarlo, en el espíritu de las instituciones religiosas, ¿quién será el
hombre capaz de ejercer esta influencia?
Lastimosa confusión, muy propia del mal espíritu que sólo confundir busca.
Esta sola consideración nos llevaría al desarrollo de un programa de distinción
entre la Esclavitud y las demás instituciones religiosas, que vendría a tener por corona el
conocimiento de la naturaleza de la Esclavitud Mariana profetizada por el Bienaventurado
Luis María Grignion, y como es racional, conocida la esencia, inmediatamente surgiría el
modo de ser, la vida real, concreta y práctica de la Esclavitud, y el espíritu de ella, vivido
por los que hubieran de profesar esa vida que por todos se califica de tan perfecta, sería
el que influiría en la restauración de todas las cosas en Cristo.
Y como esta vida de la Esclavitud, profetizada como la más perfecta, debe tener
esclavos que la practiquen, si es que no ha de ser algo ilusorio la perfección de la
Esclavitud y de los esclavos de uno y otro sexo, por este y por cuantas razones y motivos
así lo aconsejan, nosotros hemos creído siempre que la Esclavitud Mariana no será
conocida hasta que una Familia religiosa no se apreste a llevar a la práctica, con todos los
caracteres de su perfección, la vida de los hombres perfectos anunciados, deseados tan
ardientemente, por el Beato de Grignión.
Cuando estudiemos a la Esclavitud independientemente de toda amalgama, en sí
misma, sui juris, entonces será cuando habremos empezado a hacer lo que ha de darla a
conocer en toda su majestad y sencillez, entonces será cuando empezarán a esbozarse en
la Iglesia los hijos de Leví que serán como brasas encendidas en medio del Santuario.
Pero si seguimos empeñados en colocar el gran candelero de que Dios quiere
valerse para hacer triunfar el reinado de Jesús Sacramentado en el mundo mediante el de
Nos place, pero no nos satisface Federico Salvador Ramón
Revista mariana Esclava y Reina. Junio, 1928.
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la Reina Inmaculada, debajo del medio celemín de bajas concepciones y de obscuras
confusiones, ni la Esclavitud se nos mostrará tal cual es, ni los beneficios de esa
santificadora Esclavitud se gozarán en el mundo.
En resumen:
¿Vale la pena de estudiar la Esclavitud Mariana desde este punto de vista?
¿Nos ofrece tiempo y lugar oportunos la celebración del Congreso Mariano de
Sevilla?
¿No se podría introducir una sección en el programa de estudios de referido
Congreso que estudiase la Esclavitud?
A nosotros nos parecen de perlas todas las respuestas afirmativas, ¿serán de este
mismo criterio los que pueden hacer que sea una realidad esta esperanza?
Todavía nos atrevemos a preguntarnos más, ¿no habrá ya un cuestionario dedicado
a la Esclavitud en el Congreso Mariano de Sevilla?
F. Salvador
Melílla, 6, VI, 1928.
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Programa oficial del Congreso Mariano Hispano-
Americano de Sevilla
1929
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Derechos de autor registrados
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