New No. 4, julio de 2014 · 2014. 8. 2. · La preocupación, los desvelos, la eterna lucha de un...

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No. 4, julio de 2014

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  • No. 4, julio de 2014

  • NOTA EDITORIAL

    No gastes tu energía ni la ajena en batallas estériles; pero cuan-

    do sea preciso actuar emplea toda tu fuerza en la obra hasta el

    fin, sin importarte las consecuencias personales que tus actos

    puedan producirte.

    Vicente Lombardo Toledano

    7 de junio de 1934

    ¿Que por qué hacemos esto? Nos preguntan a menudo y pocos creen de verdad la mentira que les decimos: “es que

    creemos en un mundo mejor”, y digo mentira no porque lo sea en sí, sino que nadie lo cree y por eso no se hace ver-

    dad, pues hay un dicho por ahí que señala que una mentira que mucho se dice se convierte en verdad. Lo que busca-

    mos es que este mundo de ahora esté de cabeza, porque de por sí lo vemos como es y en realidad más parece torci-

    do, donde lo de abajo está arriba y lo de arriba no baja porque no quiere conocer el abajo; por eso queremos darle la

    vuelta y que se haga verdad esa mentira de Justicia porque aquí no la veo a esa de nombre de Sueño.

    Y vale, ese sueño lo buscamos por nuestro camino que creemos puede funcionar y por ahí le intentamos, y si

    acaso falla le buscamos y hacemos otro camino para que esa realidad se haga como el sueño, pero sin dormirnos

    sino que bien despiertos todos en él.

    Pensamos que todos tenemos que estar y participar y apoyarnos en nuestros diferentes andares y diferentes

    caminos, porque si por ejemplo nadie leyera nuestro periódico y no pensaran en lo que dice y no creyeran en la

    mentira, pura letra vacía se convierte y ni la palabra queda y entonces sí, todo bien perdido. Por eso decimos que

    hay que acompañarnos todos en nuestras distintas luchas y si ustedes leen nuestro periódico y se reflexionan con

    ustedes y con los demás, ya bien felices vamos a estar todos y todas de que se esté cumpliendo lo de nuestro propó-

    sito y la mentira se vaya diciendo más. Y no sólo nosotros estamos aquí pidiendo eso, sino que dispuestos con nues-

    tra alma bien arriba les decimos que no están solos y que apoyamos también sus batallas, siempre y cuando que sea

    por nuestra señora Justicia de los Sueños.

    Ese pues es nuestro comunicado de lo que queremos y de por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo.

    Esperemos que se crean nuestra mentira para que poco a poquito se piense como verdad y ahora sí, a caminar en el

    cielo y de cabeza.

    F. de Rol

    13 julio de 2014

    2 Catálisis

    El grupo editorial de Catálisis se hace responsable por lo aquí publicado, y está conformado por:

    Fabián Gómez Arredondo

    Fernando Javier Noriega Buendía

    Juan Carlos Peña Rojas

    Martha Daniela Orozco González

    Luz Andrea de León Ramírez

    Mariela López Perezlara

    De la Mentira Que Decimos

  • Catálisis 3

    El hombre sereno y sencillo, de pelo

    cano y bigote, que materializó en él

    mismo el rostro de un movimiento re-

    sultado de la desesperación de un pue-

    blo y de su sed de paz; que con sus de-

    claraciones expuso llanamente los ner-

    vios que conducían al narcotráfico en

    Michoacán y sus profundos nexos con

    el gobierno del país; y que llevó al resto

    de la población el mensaje y el sentir de

    una sociedad lacerada desde hace mu-

    cho por la violencia en cada una de sus

    entrevistas, hoy constituye la materiali-

    zación histórica de la lamentable situa-

    ción que experimentan los líderes de los

    movimientos populares en nuestro país.

    El pasado 27 de junio, en el mu-

    nicipio de Lázaro Cárdenas, José Ma-

    nuel Mireles, quien fuera durante mu-

    cho tiempo vocero de las autodefensas

    michoacanas, fue detenido por diversos

    cuerpos de seguridad nacionales y esta-

    tales por haber infringido, según sus

    acusaciones, la Ley Federal de Armas y

    Explosivos al tener en su posesión ar-

    mas de fuego prohibidas para él por no

    pertenecer al recién formado cuerpo de

    Policía Rural (compuesto por las auto-

    defensas que, con Estanislao Beltrán a

    la cabeza, firmaron el pacto de regulari-

    zación con el gobierno nacional). Hay

    que recordar que el conflicto generado

    al interior de las autodefensas por dicho

    pacto había generado una división entre

    Mireles, que se negaba a firmarlo hasta

    que el gobierno acabara por completo

    con el narcotráfico en el Estado, y Bel-

    trán, que se mostraba más accesible a

    negociar. Llegado el momento, y vien-

    do Mireles que tras su ausencia en el

    movimiento había perdido mucho po-

    der, decidió aceptar dicho acuerdo. Con

    lo que no contaba el Dr. José Manuel,

    era con que el gobierno rechazaría su

    solicitud para regularizarse. Parece ser

    que el “pequeño” conflicto que tuvo con

    el pacto firmado por Estanislao Beltrán

    y compañía, así como los sensibles se-

    ñalamientos y golpes que, derivado de

    ello, tuvo a bien (para la población, a

    mal para el régimen) dar a conocer Mi-

    reles, le habían cobrado factura.

    “Traición” por parte del gobierno de

    Peña Nieto, lo llamaría él, un día antes

    de su detención. Todo apunta a que la

    administración priista no puede darse el

    lujo de dejar libre a un “grillito” (o más

    bien “grillote”) como él. Después de

    todo, gracias a él se había expuesto la

    médula de la ineficiencia y corrupción

    que carcome como una plaga el interior

    de nuestra política pública.

    Así, en un acto policiaco que,

    dicho con sinceridad, provoca hasta

    vergüenza por lo descaradamente impú-

    dico y torpe que fue (acusando al líder

    de incluso “tener marihuana en su pose-

    sión”, con todo lo fantástico que eso se

    escucha), Mireles fue detenido por po-

    sesión ilegal de armas junto con otros

    miembros de su contingente. Se puede

    decir con franca seguridad, que “el

    Doctor” no portaba ningún tipo de ar-

    ma. Unos días antes, Mireles había de-

    clarado que no descansaría hasta lograr

    la paz, y que pronto comenzaría una

    gira a nivel nacional, para difundir su

    mensaje.

    El líder fue trasladado a una

    cárcel en Sonora, donde, rapado y rasu-

    rado, ha sido víctima de maltrato físico

    y psicológico, con serias violaciones a

    los derechos humanos. Según sus decla-

    raciones, ni siquiera tiene permitido

    ingerir sus medicamentos para la diabe-

    tes.

    Con todo lo indignante que esta

    situación supone, sin embrago, Mireles

    encarna el más puro ejemplo de las fa-

    llas que muchos de los líderes populares

    de nuestro país han tenido en los últi-

    mos años. Es triste, muy triste, darse

    cuenta de la forma en la que las malas

    decisiones de aquellos que por alguna

    circunstancia llegan a tener en sus ma-

    nos la posibilidad de desencadenar un

    Mireles: El líder no consumado

    La Región Más Transparente

  • 4 Catálisis

    Subcomandante de acero inoxidable

    El 1 de enero de 1994 el pueblo mexicano, así como el mun-

    do entero, despertó con la noticia del surgimiento de un le-

    vantamiento armado en Chiapas. El Ejército Zapatista de Li-

    beración Nacional había ocupado la ciudad de San Cristóbal

    de las Casas en protesta por las decisiones tomadas por el

    Ejecutivo en curso, así como del anterior. Los mexicanos es-

    taban conmocionados al ver a este grupo de indígenas enca-

    puchados pedir justicia para los pueblos marginados del sur

    de nuestro país. Comenzaron a surgir preguntas, que incluso

    en nuestros días siguen vigentes: ¿serán ellos los protagonis-

    tas de la próxima gran revolución en México?, ¿cuál es su

    finalidad?, ¿quién es el Subcomandante Marcos? En fin, la

    lista de preguntas se vuelve numerosa y muchas de las res-

    puestas continúan a la deriva.

    Hace apenas unas semanas, los que esperanzados se-

    guimos buscando “un mundo donde quepan todos los mun-

    dos”, nuevamente despertamos Entre la luz y la sombra. Ésta

    última carta del Subcomandante Marcos refleja, no sólo la

    sed de justicia de hace ya varias décadas, sino el lento resque-

    brajamiento del movimiento armado que alguna vez ocupó

    los encabezados de los diarios más importantes del mundo.

    La preocupación, los desvelos, la eterna lucha de un hombre

    cuyo mástil, la retórica, se veía siempre enmarcado por su ya

    característica pipa, se hacen ver en cada una de las palabras

    de su “adiós”.

    Sin embargo, esta despedida no es el fin de un movi-

    miento con abundantes altibajos, sino el re-inicio de una ge-

    neración que sigue buscando perpetuarse en el concierto de

    las alternativas sustanciales e incluyentes, para generar vías

    eficaces de diálogo entre un México y otro, para seguir siendo

    una forma digna de autogestión y autonomía. En este sentido,

    “la muerte de Marcos”, como él mismo la definió, no es el

    acabose de la resistencia y persistencia, es el inicio de un pro-

    ceso legitimador, de una nueva era donde, esperamos ansio-

    cambio de escalas gigantescas, no lo

    hacen. Y después de mucho tiempo de

    lucha, en un sendero que pudo haber

    cambiado por completo de haber apro-

    vechado esos momentos, terminan por

    ser neutralizados, perder importancia, o

    simplemente desaparecer. José Manuel

    Mireles, como muchos otros antes de

    él, tuvo esa oportunidad.

    Durante el auge del movimiento

    armado de las autodefensas michoaca-

    nas, la cantidad de información respecto

    a los vínculos que el narcotráfico soste-

    nía con los funcionarios públicos en

    todos los niveles, así como los abusos

    cometidos por la delincuencia organiza-

    da en Michoacán, y la manera en la que

    un grupo de ciudadanos habían decidi-

    do tomar en sus manos la conquista de

    la paz, llamó intensamente la atención

    de un país que vive hoy encerrado en la

    cárcel permanente de la violencia dia-

    ria, la falta de oportunidades, y la des-

    esperanza. Esto dotó al vocero de las

    autodefensas de un poder que el mismo

    régimen se vio obligado a reconocer

    como seriamente amenazador. Fue en

    este contexto en el que a Mireles se le

    presentó la seria opción de consumarse

    como un líder de resistencia popular

    cuya relación con el gobierno no fuera

    de negociación, sino de exigencia: de

    exigencia de estabilidad y paz social.

    Sin embargo esto requiere de una clari-

    dad de convicciones muy fuerte, que en

    el momento no se vivía al interior del

    movimiento. La decisión de negociar

    fue fiel a lo que las autodefensas busca-

    ban, pero no a lo que el país requería.

    Así, ahora tenemos ante nues-

    tros ojos la desesperante situación de un

    líder que no se ha consumado, y que

    intenta ser neutralizado por el gobierno

    antes de que pueda hacerlo. La deten-

    ción de Mireles, sin embargo, ha

    desatado una serie de manifestaciones y

    protestas que hacen muy probable su

    gran resurgimiento, una nueva oportu-

    nidad, si es que sale avante de esta si-

    tuación. Mientras tanto, el gobierno

    tiene la difícil decisión de dejar en li-

    bertad a un líder que podría fortalecerse

    de nuevo, o encerrarlo y enfrentarse a

    un descontento popular que podría al-

    canzar dimensiones importantes.

    Esperando…

    El Gallo Peleador

    15 de julio de 2014

  • Catálisis 5

    No cabe duda del dominio hegemónico

    que Estados Unidos ha ejercido y sigue

    ejerciendo sobre las políticas sociales y

    económicas de América Latina, sobre

    todo, de los pequeños países centroame-

    ricanos y caribeños. La famosa frase,

    “América para los americanos” marcó

    el inicio de un Imperialismo estadouni-

    dense que sigue sofocando el desarrollo

    sustentable y autónomo de la mayoría

    de los países latinoamericanos.

    The United Fruit Company formó

    parte integral del poder hegemónico que

    EUA sostenía en el Caribe. Fundada en

    1899, la UFCO dominó por completo –

    al menos hasta 1970- la producción del

    banano en toda América central, explo-

    tando tierras en Guatemala, Honduras,

    Nicaragua y Costa Rica. La táctica fun-

    damental de esta gran corporación fue

    la compra de grandes extensiones de

    tierra a bajo precio con la complicidad

    de los respectivos gobiernos centroame-

    ricanos.

    El gobierno estadounidense si-

    guió de cerca el crecimiento de la com-

    pañía y en más de una ocasión, puso al

    servicio de ésta a sus temibles marines.

    El reconocimiento por parte de EUA de

    un gobierno centroamericano en turno –

    haya sido elegido democráticamente o

    no- dependía de la colaboración del

    mismo con la UFCO. Las dictaduras

    centroamericanas nunca tenían ningún

    problema con la compañía o con EUA,

    siempre que garantizaran mano de obra

    barata y el marco legal adecuado para el

    establecimiento de latifundios y mono-

    polios. Cuando un gobierno democráti-

    camente electo era inconveniente a los

    intereses de la UFCO, era derrocado.

    Tal fue el caso de la famosa

    “Operation Succes” llevada a cabo en

    1950 en Guatemala, en la cual Castillo

    Armas, con apoyo de la UFCO y del

    gobierno yanqui, derrocó al presidente

    electo Jacobo Árbenz, quien en 1952

    promulgó una ley de reforma laboral y

    para 1954 había expropiado un cuarto

    de la tierra arable en Guatemala. En este

    tiempo a Estados Unidos le importaban

    poco las condiciones de extrema mise-

    ria en la que vivían la mayoría de los

    guatemaltecos. No le importaba que ni

    una mínima parte de las ganancias mi-

    llonarias de la UFCO se invirtiera en

    Guatemala para brindar educación o

    servicios de salud. En 1950, el 72% de

    la tierra cultivable guatemalteca estaba

    en manos del 2% de la población, pero

    mientras este 2% fuera mayoritariamen-

    te estadounidense, a Washington no

    parecía importarle.

    En fin, la UFCO hace mucho que

    desapareció, sus restos aún se encuen-

    tran en los campos plataneros caribe-

    ños, pero ahora bajo el nombre de Chi-

    quita Brands International; pero no se

    confundan, sus prácticas oligárquicas

    continúan. Las dictaduras centroameri-

    canas también terminaron, pero dejaron

    América para los americanos

    sos, surjan propuestas para seguir combatiendo aquellos pro-

    blemas del 94, más el cúmulo significativo de estos últimos

    años.

    Ante una realidad con consecuentes y con muchos pre-

    cedentes, es imprescindible decirle adiós a una de las figuras

    guerrilleras que envolvió y revivió a muchos jóvenes, no sin

    antes decirte, Marcos, Galeano o como te hagas llamar… gra-

    cias y hasta siempre.

    Daniela Orozco

    15 de julio de 2014

    Un Mundo Feliz

  • 6 Catálisis

    un rezago económico y social que los actuales gobiernos no

    pueden o quieren superar. La pobreza, sin embargo, sigue

    siendo una realidad para los habitantes de estos países, quie-

    nes en busca de una vida mejor, tienden a cruzar la frontera

    chiapaneca para emprender su camino hacia el sueño ameri-

    cano. El sueño americano… Monroe tenía un sueño ameri-

    cano, y este seguramente se parecía mucho a lo que la UFCO

    construyó a los largo de dos décadas en Centroamérica.

    “América para los americanos” debería traducirse a

    “América y sus preciados recursos naturales para nosotros,

    los americanos (the americans). No para los guatemaltecos o

    los mexicanos o para los 52 mil menores migrantes latinos

    que fueron detenidos en México entre octubre del 2013 y ju-

    nio del 2014 tratando de llegar a Estados Unidos. El banano,

    el petróleo, el agua y los minerales siempre serán bienvenidos

    en la tierra de las oportunidades, la pobreza y sus violentas

    consecuencias pueden quedarse en Centroamérica”.

    Luz

    16 de julio de 2014

    Las Batallas en el Desierto

    Deseamos recordar a los lectores que esta sección se abrió en nuestro segundo número (abril 2014) como un espacio

    de debate gracias a su participación. Aquí se reciben artículos de toda índole, estemos o no de acuerdo con las ideas

    que en ellos se exponen.

    En este número concluimos con las discusiones en torno al capitalismo en México que abrió en aquella oca-

    sión el artículo de Castor Pinto titulado “El juego del Leprechaun: Busca el oro al final del arcoíris”, al que respon-

    dió El Gallo Peleador. Están aquí su contrarrespuesta y la contestación a la misma por parte de Maestro Zopilote.

    Catálisis

    16 de julio de 2014

    Tú Eres Capital, Tú No Eres Humano

    He aquí de nuevo su servidor de dere-

    cha Castor Pinto. En mi artículo ante-

    rior hice una introducción sobre los tres

    mandamientos del capitalismo (la sobe-

    ranía sobre la propiedad privada, el li-

    bre albedrío de los individuos en el

    mercado y sus actividades, y por último

    la competencia) y la gran importancia,

    que a mi parecer, tiene la educación

    financiera que poquitos llegamos a ob-

    tener; ahora en esta oportunidad hablaré

    sobre otra forma en la que nuestra eco-

    nomía mexicana podría llegar a experi-

    mentar un poco de capitalismo puro y

    destilado.

    En mi opinión y razonamiento

    fomentar la educación financiera logra-

    ría que muchos de nosotros evitemos

    cometer errores que dejen a la cartera

    en la lona, pero no es la cura mágica

    para los males financieros, sino, que al

    estimular una repartición de la riqueza

    de una manera equitativa y regulada por

    medio de la fijación de un salario míni-

    mo mayor y justo podría rescatar y au-

    mentar la enferma y débil clase media

    de México, que claramente sostiene el

    delicadísimo balance de nuestro hermo-

    so país. De esta forma los empleados

    generarán empresas que emplearán a

    actuales desempleados y así comenzaría

    una cadena que podría representar un

    cambio.

    Carlos Marx en su libro “El capi-

    tal” nos comparte lo siguiente: “El va-

    lor lo determinó la economía política

    por el de las subsistencias necesarias

    para el sostenimiento y la reproducción

    del trabajador”. Lo que recién leímos

    es una de las teorías marxistas sobre el

    valor del sueldo y todos nosotros los

    capitalistas pequeños o grandes tene-

  • Catálisis 7

    Respuesta: El Obrero-Rey

    mos que aprender una lección de humil-

    dad, recibir el golpe y aceptar que esto

    es real. Por mucho tiempo la avaricia ha

    hecho imposible el surgimiento de una

    competencia justa y ética que tenga el

    bienestar común sobre el principio del

    yo; no me malentiendan soy creyente de

    que la avaricia de un individuo en el

    capitalismo viene inherente al bienestar

    común, pero en un punto se dejó de ver

    al obrero como humano y se trasformó

    llanamente en capital y eso lo deshuma-

    niza todo y por ende crea una compe-

    tencia injusta y situaciones de las que

    las personas no pueden escapar (clases

    sociales por ejemplo).

    La combinación de una educa-

    ción financiera y la percepción de ma-

    yores ingresos lograrían que la riqueza

    llegue a manos de más mexicanos, lo

    que aumentaría su calidad de vida, dis-

    minuiría la violencia social, mejoraría la

    educación, entre muchos otros benefi-

    cios. Lo anterior subiría el calor de la

    competencia del juego del Leprechaun

    (capitalismo). ¿Cómo? Al percibir un

    menor riesgo al emprender un negocio

    la gente lo haría, generaría empresas y

    dejaría de ser un empleado, lo que dis-

    minuiría los precios y la gente podría

    dedicar ese dinero extra para hacer más

    dinero, buscar formas de ser más com-

    petentes en el mercado nacional e inter-

    nacional o dedicarse al ocio y el apoyo

    social que aumentaría la cultura y la

    calidad de vida. Cuando los mexicanos

    logren entrar a la metamorfosis de un

    peón a un caballo para después conver-

    tirse en un alfil y así sucesivamente has-

    ta el punto de tener una fuerte presencia

    en el juego, será cuando la creencia de

    Adam Smith de que la competencia tie-

    ne como resultado el bien común podría

    verdaderamente sostenerse al crear un

    espacio para la competencia, una deli-

    ciosa competencia con un gran sentido

    humano que podría mantenerse alejada

    del sofocamiento y del control de las

    actividades económicas por parte del

    gobierno.

    Castor Pinto

    27 de abril de 2014

    Es pertinente profundizar este tema, ya que atañe a un sistema

    que actualmente impera en la economía nacional: el neolibe-

    ralismo. Los tres mandamientos estipulados en el primer pá-

    rrafo se circunscriben en la idea del libre mercado, es decir,

    un mercado liberado de la participación del estado en los

    asuntos económicos de la nación. Y, mientras que la finalidad

    de la educación financiera que plantea Castor Pinto es ayudar

    a disminuir la evidente desigualdad social que ahoga al país,

    considero que el núcleo de este problema radica en un nivel

    más profundo.

    El aumento al salario mínimo, efectivamente, incre-

    mentaría el poder de compra del trabajador, lo que, aunado a

    una educación financiera consolidada, le permitiría empren-

    der pequeños negocios que a su vez emplearían a más ciuda-

    danos, generando un círculo económico que a la larga dismi-

    nuiría el desempleo.

    Sin embargo, aunque la lógica de este razonamiento

    utópico lo haga lucir prometedor y deseable, no carece de

    elementos cuestionables. En mi opinión, el juego del Lepre-

    chaun (duendecillo que, dicho sea de paso, dedica su vida a

    enmendar zapatos) se resquebraja desde que se concibe al

  • 8 Catálisis

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    ningún crédito por ellas. Cualquier duda o aclaración, no

    dude en contactarnos.

    empleado como el peón del juego. Considerar más relevante

    para la economía el escalar en la jerarquía social desdeña el

    valor del trabajo.

    Adam Smith, en la “Riqueza de las Naciones”, al refle-

    xionar sobre el establecimiento del precio en el mercado, no

    se olvida de la importancia que tiene el trabajo: El valor de

    cualquier bien es equivalente a la cantidad de trabajo requeri-

    do para su producción. “El trabajo, por lo tanto, es la medida

    real del valor intercambiable de todos los bienes”. (Libro I:

    de las causas del incremento en los Poderes de Trabajo pro-

    ductivos).

    Si continuamos con la analogía del ajedrez, el trabaja-

    dor no es el peón, sino el rey. Es la pieza más importante,

    cuya ausencia impide la prosecución del juego. La causa que

    debe desencadenar el incremento del salario por parte del em-

    presario, no puede estar basada llanamente en una “lección de

    humildad”. El aumento salarial debe ir más allá y ser un re-

    flejo de la dignificación del obrero y de su trabajo, ya que sin

    él, el empresario no puede existir.

    Ahora concedamos el beneficio de la duda. Castor Pin-

    to es consciente de la realidad de México. El empleado quiere

    ascender en el escalafón laboral por las deplorables condicio-

    nes en las que realiza su trabajo. Y es natural que el empresa-

    rio prefiera su situación a la del proletario. No obstante, creo

    que la búsqueda de una mejor calidad de vida a través de una

    “metamorfosis” de clase (el empleado volviéndose emplea-

    dor) que sugiere Castor Pinto para una distribución de la ri-

    queza más justa, está mal encaminada desde el principio. No

    es suficiente con “resignarse” a pagarle más al empleado,

    sino que hay que modificar de raíz la idiosincrasia.

    En una utopía, tanto empleado como empresario cum-

    plen dignamente su papel en el mercado, y la brecha econó-

    mica entre ambos debe ser muy reducida. Pero yo veo difícil

    siquiera pretender lograrla mediante la liberalización comer-

    cial. La competencia justa no puede llevarse a cabo en un

    mercado completamente libre de algún tipo de control institu-

    cional, sobre todo si atendemos a la afirmación de Castor Pin-

    to de que la avaricia es inherente al ser humano. Es importan-

    te que el gobierno cumpla con su papel de regulador del mer-

    cado, además de defender la propiedad privada existente.

    Claro, esta finalidad de la intervención del gobierno se vería

    obstaculizada por esta misma ambición innata al hombre (los

    gobernantes también son avariciosos) y es por ello que las

    utopías son imposibilidades (¡oh, panorama desconsolador!).

    En conclusión, el problema radica en la ideología, la

    cual se deja llevar por el peso de la realidad (un sistema que

    no proporciona una vida digna al empleado), y no se percata

    de que ella —la ideología— es la que debe buscar su propia

    transformación para modificar dicha realidad. Creo que este

    debate podría extenderse perpetuamente, pero también creo

    que sólo así es posible entablar un diálogo para llegar a un

    común acuerdo satisfactorio para ambas posturas, pues com-

    parten una misma finalidad: la búsqueda del bienestar para

    todos los individuos de una sociedad.

    Juzguen ustedes mismos,

    Maestro Zopilote

    15 de julio de 2014