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42 43 RESTAURACIÓN Numerosos profesionales involucrados en la obra de restauración de este monumento de la Ciudad de Buenos Aires nos cuentan cómo fue este complejo pero satisfactorio proceso. Monserrat, CABA La intervención de la iglesia San Ignacio de Loyola, la más antigua de la ciudad RESTAURACIÓN HABITAT Ciudad Autónoma de Buenos Aires (República Argentina) SanIgnacio de Loyola, fachada Bolívar. SanIgnacio de Loyola, fachada Bolívar. Por *Romina Bardone Operatoria Normalmente, cuando nos presentamos a una licitación nos su- cede que en la feroz competencia por presentar el mejor precio, no podemos sumar a nuestros costos maniobras y tareas fuera del objetivo específico del trabajo. A veces no sólo se trata del precio más económico, se trata de plazos a ejecutar que en el papel son muy viables, o tienen estipulada determinada fecha como fin de obra por su significado y nos vemos obliga- dos a lidiar con un fin inamovible, pero con un comienzo a veces impreciso. Por estos motivos pocas oportunidades tenemos para presu- puestar y realizar la obra como la soñamos a partir de leer el proyecto. Esta es una de estas. Por empezar, antes de comenzar con los revoques interiores, construimos un pequeño templo dentro del templo, de estruc- tura aislada, autoportante y además de buen gusto, en cuya creación colaboró hasta el Padre. Esto permitió que la empresa de andamios nos diseñara una plataforma especial de dieciséis ruedas por lado que podía circular libre, usando como carril el espacio libre entre este templo provisorio y las columnas. Sobre esta plataforma armamos las demás torres que no permitieron sortear los 16m de altura de la bóveda principal. Mientras tanto, personal seleccionado a tal fin se dedicó a relevar

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RESTAURACIÓN

Numerosos profesionales involucrados en la obra de restauración de este monumento de la Ciudad de

Buenos Aires nos cuentan cómo fue este complejo pero satisfactorio proceso.

Monserrat, CABA

La intervención de la iglesia San Ignacio de Loyola,

la más antigua de la ciudad

RESTAURACIÓNHABITAT

Ciudad Autónoma de Buenos Aires(República Argentina)

SanIgnacio de Loyola, fachada Bolívar.SanIgnacio de Loyola, fachada Bolívar.

Por *Romina Bardone

Operatoria

Normalmente, cuando nos presentamos a una licitación nos su-

cede que en la feroz competencia por presentar el mejor precio,

no podemos sumar a nuestros costos maniobras y tareas fuera

del objetivo específico del trabajo. A veces no sólo se trata del

precio más económico, se trata de plazos a ejecutar que en

el papel son muy viables, o tienen estipulada determinada

fecha como fin de obra por su significado y nos vemos obliga-

dos a lidiar con un fin inamovible, pero con un comienzo a

veces impreciso.

Por estos motivos pocas oportunidades tenemos para presu-

puestar y realizar la obra como la soñamos a partir de leer el

proyecto. Esta es una de estas.

Por empezar, antes de comenzar con los revoques interiores,

construimos un pequeño templo dentro del templo, de estruc-

tura aislada, autoportante y además de buen gusto, en cuya

creación colaboró hasta el Padre. Esto permitió que la empresa

de andamios nos diseñara una plataforma especial de dieciséis

ruedas por lado que podía circular libre, usando como carril el

espacio libre entre este templo provisorio y las columnas. Sobre

esta plataforma armamos las demás torres que no permitieron

sortear los 16m de altura de la bóveda principal.

Mientras tanto, personal seleccionado a tal fin se dedicó a relevar

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RESTAURACIÓNHABITAT

cada pieza fija y móvil de los retablos históricos para luego envolver

con protecciones las imágenes para su desmonte y traslado.

En los retablos, por precaución, se pusieron bolsas con sílica gel

para atrapar la posible humedad de condensación, ya que se en-

volvieron en tela sintética y posteriormente se los encajonó en

placas de yeso con junta sellada para evitar el ingreso de polvo

y posibles accidentes. El mismo tratamiento recibió el órgano al

destapamos y pudimos oírlo por primera vez en más de un año

apenas unas horas antes de la inauguración

Los movimientos de piezas se hicieron por nuestro personal

siempre bajo la tutela de una de las restauradoras que pre-

viamente ya había decidido cómo se debía asir cada figura y

conocía sus partes frágiles.

Este traslado se realizó a un sitio dentro de la misma Iglesia

acondicionado para brindar la seguridad necesaria, ese lugar

mágico al que fueron a parar todos nuestros grandes y peque-

ños “descubrimientos” ocurridos en el transcurso de la obra.

Ese espacio pasó a llamarse, entre nosotros, “el museo”.

“El museo” albergó con celo cada medida de ladrillo histórico

que encontramos. Desde los más grandes de 20x40 cm, hasta

la muestra los más pequeños de 21x21 cm, que conformaban el

piso de las matroneras superiores.

Este piso de las matroneras superiores (galerías paralelas en el

primer piso sobre las galerías laterales), tenía un contrapiso de

tierra de la época ya convertida en un fino polvo (del cual tam-

bién enfrascamos unos kilos para “el museo”) sobre el que se

asentaban estas piezas de ladrillo, muchas irrecuperables, otras

partidas en dos o tres, y algunas pocas enteras. Otro de los

lujos que nos pudimos dar, junto con la dirección de obra, fue

contratar a tres muchachos emocionados que se dedicaron días

enteros a recomponer y pegar las piezas que luego se usaron en

diferentes reposiciones y ajustes.

A nuestro museo fueron también a alojarse los ladrillos que

encontramos, fascinados (sin saber lo que nos esperaba más

adelante), porque desde horno estaban realizados con un mol-

de que además de tener una delicada moldura saliente, copiaba

la curvatura de los ángulos de la cornisa del cimborrio.

Cuando nuestras tareas llegaron al cupulino que remata la

cúpula principal, descubrimos que, en su origen, la forma no

era la que acostumbrábamos a ver sino que estaba compuesta

por cuatro columnas redondas, forma que se aprecia ahora,

con toros, capiteles y molduras todas hechas con ladrillos que

fueron moldeados específicamente para el cupulino. Ladrillos

con forma de círculo, con forma de boca-llave, hechos para

capitel, con moldura corrida, etc.

En fin, una pieza admirable e inesperada conformada por peque-

ños fragmentos de delicada artesanía.

Muestras de cada uno de ellos fueron a acompañar otro hallazgo,

no por su valor arquitectónico, sino por la curiosidad que despier-

ta. Se trata de un ladrillo entero y limpio con una huella estampa-

da (que varios naturalistas colaboraron en identificar) emergente

de una de las trincheras que se hicieron para los refuerzos estruc-

turales. No fue el único, pero el tamaño de la pata del animal nos

hizo fantasear con enormes mastines que orondos, deambulaban

sobre los panes de tierra secándose al sol esperando ser hornea-

dos. Un perro enorme que se paseó desde algún año del siglo

XVIII hasta ahora.

Otro lujo que nos pudimos dar fue la restauración de la es-

calera histórica, adyacente al templo por la que se sube a las

matroneras y al coro. Este fue el único sitio dónde encontramos

los revoques realmente históricos, prácticamente sostenidos por

las innumerables capas de pintura, ya que se trataba de una ma-

teria pulverulenta y totalmente descohesionada. Decidimos, a

pesar de no encontrarse este sector dentro de la intervención,

recuperarlo y darle unos años de vida más. Las inyecciones no

funcionaban, el material estaba tan disgregado que no se podía

consolidar, por lo que optamos por consolidar en pequeñas fajas

cortadas en chanfle, como si fuese una persiana, donde cada faja

oficia de anclaje para la inmediata superior.

Y si de pompa se trata, todos los revoques se hicieron con cal

apagada. ¿Imaginan ustedes camiones que entreguen en obra

tambores y tambores de cal apagada de 25 años?, ¡qué esplen-

dor! Gracias a los contactos del Padre Baigorria y la eficien-

cia del gerenciamiento de obra, consiguieron que uno de los

mayores productores de cal de la Argentina se pusiera a enva-

sar cal que tenía depositada en piletones, desde hace 25 años

(o quizás más) en la provincia de Córdoba, sin comercializar.

Éstas y otras muchas cosas interesantes han sucedido en esta obra

que pudimos fichar, estudiar, compartir con otros especialistas y to-

dos los que han sabido oír lo que este edificio tenía para contar.

*Romina Bardone [email protected]

Andamio montado sobre puente grúa (plataforma autoportante y móvil) altura total 16mts.

Vista del techo exterior de la Iglesia provisoria hacia el fondo se aprecia la plataforma móvil

Desarme de protecciones al finalizar la obra húmeda.(b) Vista interior de la Iglesia provisoria donde la feligresía continuó con sus actividades durante la obra.

Apuntalamiento para resistir la carga del cimborrio mientras se excava y se realiza el refuerzo estructural del mismo.

Bomba de hormigón para colado de vigas de refuerzo de cimborrio y muro testero

Armado de acero inoxidable para uno de los refuerzos estructurales sobre la calle Bolívar. (c) Perforación de 10 mts de largo para para uno de los refuerzos estructurales.(b) Máquina con la que se realizaron las perforaciones dentro de los muros. (a)

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RESTAURACIÓNHABITAT

Por *Arq. Francisco de Ezcurra

La obra

Antes que nada quiero hacer una confe-

sión. Me gusta este oficio, me gustan los

temas técnicos y contar la obra, pero de al-

guna manera creo que es justo reconocer y

contar cuando en una obra sucede algo más

importante que las anécdotas técnicas.

Que San Ignacio es la iglesia más antigua de

la ciudad es algo que seguramente se men-

cionará muchas veces en estas crónicas, y si

bien trescientos años pueden no ser mucho

fuera del continente americano, para los

porteños es la historia entera de su ciudad.

Encarar la restauración de tal pieza históri-

ca siempre tiene los largos prolegómenos

de atender los temas de financiación, la in-

vestigación técnica e histórica hasta definir

el proyecto, y la estrategia de obra.

Pero llegado el momento, hay que meter

manos a la obra e intervenir un organismo

complejo, del cual nunca se conocen a fon-

do todos sus secretos y, como en este caso,

intervenirlo hasta su más compleja intimi-

dad, ya que se debió actuar en su estructura,

sus bases, la envolvente exterior e interior,

carpinterías y mobiliario. Esta es una tarea

que requiere un alto grado de flexibilidad,

creatividad y de adaptación a lo que el edi-

ficio va revelando, a los hallazgos e inevi-

tables sorpresas, buenas y malas.

Este tema siempre ha constituido un problema

de difícil solución en las etapas de licitación y

contratación de trabajos, si se suman a alguna

rigidez acerca de los Pliegos de Especificacio-

nes Técnicas, se convierten en un corsé que

fuerzan a desatender tareas no previstas o

insistir muy a fondo en otras que se revelan

menos importantes, perjudicando final-

mente al paciente, que es el edificio.

Esta diferencia notoria entre las nece-

sidades del sistema administrativo de una

obra nueva y una restauración no es un

tema menor, ya que los contrapesos que

eviten abusos económicos deben existir, y

las partidas financieras suelen ser acotadas

y no se pueden estirar.

En las grandes obras de restauración eu-

ropeas esta indefinición se asume hasta

donde es prudente por medio de un con-

curso para la Dirección y Administración

en manos de un especialista prestigioso, que

responde por el proceso de obra frente a una

Comisión con un presupuesto flexible.

Pero a veces Dios es argentino. Soy un con-

vencido de que las obras históricas deben

de tener algún tipo de alma, ya que a lo lar-

go de más de veinte años de especialidad

fui testigo muchas veces de la mística y la

entrega que suelen producir en los actores,

sobre todo en los que intervienen directa-

mente, las recorren y viven el proceso y la

transformación, celebran los aciertos y se

emocionan con los hallazgos.

Y si bien no pretendo oficializar un sistema

místico y virtuoso de compromiso con la obra

y confianza mutua para conformar un equipo

eficiente, ya que sin duda sería tarea impo-

sible de especificar en las condiciones previas,

sí llamo a reconocer y festejar cuando esta

magia se produce espontáneamente.

No me cabe la menor duda de que en el

caso de iglesia de San Ignacio todos los ac-

tores han sentido lo mismo, y creo que se

desprende de las crónicas que acompañan

este artículo.

La flexibilidad, agilidad y buen criterio para

readjudicar partidas, modificar cronogramas

y replantear prioridades que el buen acuerdo

de las partes permitió en esta obra fue algo

realmente digno de destacar.

Sería ingenuo negar las discusiones, apa-

sionadas muchas veces, que el proceso de

obra motivó, ni las inesperadas fallas técnicas

que nos han producido frustración y forzado

a comenzar con otra solución, pero a falta de

otra virtud haré uso de mi edad y experiencia

para refrendar lo que lo que el padre Fran-

cisco Baigorria, o los calculistas, proyectistas,

gerenciadores, jefe de obra y artesanos han

intuido, sobre todo los que nos emocionamos

con el concierto de la inauguración: fue una

buena obra.

*Francisco de Ezcurra ????????@?????.com

Restauración de ornamento exterior Encofrado para refuerzo estructural del cimborrio parte vertical. Cúpula principal , se puede apreciar el ladrillo histórico y fajas de revoque nuevo realizado con cal apagada.

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RESTAURACIÓNHABITAT

Por *Arq. Carla Brocato

Resumen de la Intervención Interior

Luego del armado de la iglesia provisoria

con placas de Durlock, y montado el anda-

mio tipo pórtico, comenzaron las tareas en

la bóveda de crucería en la Nave Central,

con la ejecución de llaves en grietas en cada

sector de bovedilla, permitiendo el tiempo

necesario de secado de materiales. Ya so-

bre el frente y columnas en la Nave Cen-

tral, la intervención consistió en el retiro de

revoques flojos y el completamiento con

morteros de reposición.

En las Naves laterales se efectuó el mismo

trabajo, quedando al descubierto las dife-

rentes estructuras de las bovedillas: los dos

sectores próximos al crucero, la losa de

tipo esférica aplanada de ladrillos a mano,

mientras que las restantes son las clásicas

bóvedas de arista formadas sobre la base de

arcos de medio punto, las líneas de inter-

sección o aristas son arcos de elipses que

se cruzan en el vértice superior. Luego de la

aplicación de llaves de refuerzo se comple-

taron los revoques faltantes.

Conjuntamente con esto se intervinieron

los basamentos de los pilares y pilastras,

debido a que la constante acción de la hu-

medad ascendente, degradó los revoques

llevándolos a una situación de irrecuperabi-

lidad. Se reconstruyeron molduras y demás

elementos ornamentales, que si bien no

son originales del templo, forman parte de

su historia. Técnicamente se rehicieron las

partes faltantes con terrajas y un cuidado

trabajo manual.

Al mismo tiempo se intervino el interior de

la Cúpula Central, Crucero y Altar, donde

se retiraron los revoques flojos y se ejecuta-

ron nuevos con materiales compatibles a

los existentes.

En el nivel superior, las Matroneras fueron in-

tervenidas con especial cuidado por tratarse

de dos sectores en donde se encontraron ma-

teriales y técnicas ejecutivas originales.

Además de trabajar las bóvedas de arista,

los muros y las columnas, como en las

naves laterales, una tarea importante fue

la intervención en los pisos. Frente a la

necesidad de levantar el solado original,

compuesto por ladrillos de 21,5 x 21,5

cm asentados sobre un mortero de barro,

para el tendido de instalaciones, se pro-

cedió de la siguiente manera: se retiraron

con sumo cuidado cada una de las piezas,

previo relevamiento gráfico y fotográfico

en general y en detalle de las disposición

de las baldosas, se acopiaron en lugar se-

guro y una a una fueron limpiadas y repa-

radas en los casos que lo requerían.

Como las piezas se encontraron muy frágiles,

no se contó con la cantidad necesaria para

reubicarlas en su posición original en ambas

matroneras. Es por ello que se toma la decisión

de ubicar las piezas originales en la Matronera

sur – actual capilla, y en la norte (hacia Alsina)

se colocaron piezas nuevas en dimensiones

exactas a las originales, con el objetivo de re-

producir no solo la disposición sino el tamaño

de la junta, aproximadamente 5mm.

Cada uno de los balcones cuenta con un

escalón con borde de madera, pieza origi-

nal que se encontró en estado precario

pero en condiciones de ser preservadas.

Hacia el borde próximo a la baranda, por

diseño, se dispuso una apertura en la que

se instaló un dispositivo de iluminación,

único aporte de “modernidad” a un lugar

eminentemente histórico

.

Con respecto a las barandas, piezas de

valor histórico, compuestas por barras de

hierro fundido en vertical y horizontal, con

ornamentos de fundición (rulos y hojas)

con pasamanos de madera. El conjunto se

encontró en buen estado, sin faltantes y

con un único desajuste que fue la madera

lógicamente desgastada por el uso y el paso

del tiempo.

Las barandas se desmontaron de a una,

primero se limpiaron, se pintaron y se reco-

locaron en su posición original. A los pasa-

manos se les retiraron las capas de barniz

y se aplicó una nueva capa de terminación.

No se realizó completamiento en los fal-

tantes por considerarse una acción por

Nave central luego de la intervención. Pilastras luego de la intervención. Escalera histórica luego de la intervención. Escalones del Altar: Relevamiento previo al desmonte.

Escalones del Altar: placas y escalones luego de la intervención.

Escalones del Altar: detalle del corte original de la placa de mármol.

Pilastras estado previo a la intervención.

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RESTAURACIÓNHABITAT

demás invasiva e innecesaria pues elimi-

naría los restos del paso del tiempo y po-

drían afectar la conservación de la madera.

El Coro fue uno de los sectores mas afectados

por el movimiento estructural que sufrió la

iglesia; es el lugar donde se encontró una grie-

ta cuyo espero abarcaba el ancho de la losa, se

originaba en el frente, se extendía en el piso y

llegaba al muro de fachada.

Se colocó una cantidad de llaves correspon-

diente a la extensión de la grieta, en el piso

se levantaron las baldosas de ladrillo, se

reforzó la estructura y se recolocaron las

piezas de terminación siguiendo la dis-

posición original.

La baranda, igual a las de Matroneras, se

intervino de la misma manera, tanto en la

baranda como en los anclajes a los muros

y a la losa.

Una vez finalizada la intervención en todo

el interior de la iglesia se aplicó la pintura

de terminación, compuesta por un material

tradicional a base de cal.

En el interior se destacaron dos intervención

puntuales: el retiro del Comulgatorio y la res-

tauración del motivo central (bajo la Cúpula,

en el Crucero) compuesto por pequeñas pie-

zas de piedra – teselas.

Con el retiro del Comulgatorio se recupera

la imagen del Altar en continuidad con la

Nave Central. Se intervinieron las placas de

mármol que conforman los escalones, en

los dos tramos. Previo relevamiento grafico

y fotográfico de cada placa, se levantaron

las piezas de mármol y se acopiaron en un

lugar seguro. En este momento se pudieron

ver detalles que datan la antigüedad de las

piezas: la cara posterior es irregular y con

restos de marcas generadas por las herra-

mientas de corte – masa y cortafierro.

Hecho el nuevo contrapiso (el anterior

asentamiento era de barro, muy degradado)

se recolocaron las placas de mármol en su

posición original, se pulieron y se aplicó el

producto de terminación.

La segunda destacada intervención en las

teselas, La Nave Central y las Laterales

tienen pisos mosaicos graníticos con gran

diversidad de motivos y colores; estos pi-

sos se completan con solias de mármoles

de Carrara y algunos pisos de retablos con

piezas de mármol combinado.

El motivo central destaca por su com-

posición y motivos, pero al momento de

la intervención contaba con una serie de

parches producto de una reparación mal

realizada luego de la quema que sufrió la

iglesia en 1955.

La intervención consistió en el retiro cui-

dadoso de esos parches, y en el completa-

miento con piezas de piedra cortadas una

a una en la dimensión correcta y necesaria

que recomponen el dibujo original. Un tra-

bajo minucioso que requirió de mano de

obra especializada.

Fuera de la Iglesia pero de gran importan-

cia es la escalera histórica que lleva a las

Matroneras. Con manifestaciones claras del

movimiento estructural que sufrió todo el

edificio, la escalera además se destaca por

los materiales originales de los escalones,

barandas y pasamanos, además de res-

tos de pinturas realizadas con pigmentos

orgánicos y técnicas propias del siglo XVIII.

Luego de tratar las grietas y fisuras, se

realizó un minucioso trabajo de consoli-

dación de revoques, con la inyección de

una solución consolidante a base de ma-

teriales compatibles con los existentes y

finalmente se pintó con pintura a la cal.

También se intervino en los escalones,

con la consolidación de las baldosas de

ladrillos, tratamiento de maderas varias

(pedadas y pasamanos) y pintura en la

barandas de herrería artística.

A manera de conclusión se podría decir que

la intervención en la iglesia constituyó un de-

safío por ser un edificio de alto valor patrimo-

nial, que a pesar de las múltiples intervencio-

nes de mantenimiento ejecutadas a lo largo

de su historia, conserva materiales y técnicas

ejecutivas que dejan testimonio de una época

en la arquitectura colonial de la ciudad de

Buenos Aires.

*Carla Brocato [email protected]

www.arqta-carlabrocato.jimdo.com

Nave central previo de la intervención. Nave Central luego de la intervención. Vista hacia el Coro. Matroneras estado previo a la intervención. Matroneras luego de la intervención.

Pisos de teselas: tareas de restauración.

Pisos de teselas: en proceso de restauración.

Pisos de teselas: detalle de un sector en proceso de restauración.

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RESTAURACIÓNHABITAT

Por *Jorge Beverati

Gerenciamiento del proyecto de

restauración de San Ignacio de Loyola

El factor humano es uno de los más impor-

tantes elementos para el desarrollo de un

proyecto, ya que es imprescindible para el

logro total del mismo, por lo que el geren-

ciamiento debe contar con las habilidades

en el desarrollo y adecuado manejo de los

recursos humanos, tanto con las empresas

proveedoras como con los clientes.

La capacidad de comunicación, la compren-

sión hacia los problemas ajenos, la partici-

pación afectiva y emocional con el proyecto,

la facilidad para lograr un buen rendimiento

del trabajo en equipo, el liderazgo, la comu-

nicación efectiva y las negociaciones son

características esenciales para el éxito de un

gerenciamiento.

El motivo de este trabajo es reflejar la pro-

funda convicción y necesidad de que el ge-

renciamiento de este proyecto se apoya en

el factor humano - cliente, proyectistas, em-

presa constructora y personal - para poner

en condiciones de seguridad y servicio a la

Iglesia de San Ignacio de Loyola y de este

modo reintegrarla a la sociedad desde su

manifestación religiosa y cultural.

En los proyectos hay involucrados individuos

y organizaciones, los cuales deben ser ple-

namente identificados, ya que pueden tener

influencia en los resultados del mismo. Esta

tarea no suele ser sencilla, sin embargo, se

podría decir que generalmente son: el ge-

rente del proyecto, el cliente, la empresa

constructora, los miembros del equipo del

proyecto, los patrocinadores y las entidi-

dades gubernamentales. Asimismo, se pu-

eden citar a los proveedores, contratistas,

miembros del equipo, medios de comuni-

cación y la sociedad en su conjunto.

En este contexto, lograr el éxito de un proyec-

to, tiene mucho que ver con llevar a cabo una

adecuada gestión de las expectativas de los

involucrados, lo cual puede resultar difícil de-

bido a que pueden tener objetivos e intereses

distintos que podrían entrar en conflicto.

La gerencia de proyectos implica lograr los

objetivos a través de la correcta ejecución de

procesos, entendiéndose como proceso a la

serie de acciones que provocan un resulta-

do; los procesos de la gerencia de proyectos

pueden organizarse en cinco grupos: inicio,

planificación, ejecución, control y cierre.

A partir del mes de septiembre del año 2008

el Estudio Beverati Foutel se sumó al equipo

de trabajo convocado por el Párroco Fran-

cisco Baigorria para organizar la puesta en

marcha de las obras necesarias para ejecutar

el proyecto de consolidación estructural re-

alizado por el Ing. Jorge Fontan Balestra y el

proyecto de restauración de la envolvente

interior realizado por el estudio de Arq.

Eduardo Scagliotti y Asoc.

Ambos proyectos fueron estudiados en

profundidad y del mismo se desprendió

el desafío que supone poder instrumen-

tar la elección de la empresa constructora

y proveedores necesarios para ejecutar la

intervención planteada.

Los proyectos fueron presentados y apro-

bados por la Comisión Nacional de Monu-

mentos, Museos y Lugares Históricos, por

la Dirección Nacional de Arquitectura, por

Patrimonio Histórico y APH.

La financiación del proyecto se apoyó en

tres pilares: la Secretaria de Obras Publi-

cas de la Nación, el gobierno de la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires y el aporte de

privados.

El comitente y la gerencia del proyecto de-

cidieron llevar adelante la licitación privada

de las obras con las empresas selecciona-

das y a partir de la comparativa de precios

y antecedentes las obras se adjudicaron a la

empresa Leguizamon Ezcurra y Asoc.

Finalmente fueron solicitados presupues-

tos a proveedores que el Comitente con-

traría directamente: control de humedades

de cimientos, carpinterías, restauración de

elementos de valor patrimonial, etc. Con

todos los presupuestos se confeccinó el

presupuesto total de inversión para esta

etapa y luego fue ajustado de acuerdo a los

recursos disponibles.

Después de un detallado estudio de los al-

Cimborrio, etapas de refuerzo y revoque terminadas. Cimborrio, etapas de refuerzo y revoque terminadas.

Perforación de 10 m realizada para viga de refuerzo estructural de la fachada de Bolívar. Interior de cúpula principal antes y después de la intervención.

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RESTAURACIÓNHABITAT

cances de la contratación y las dificultades

propias de una intervención de este tipo se

plantea un plazo de 365 días de obras a par-

tir del mes de octubre del 2009, fecha en que

se recibe el anticipo financiero de la Nación.

En este punto tengo que resaltar lo plan-

teado al inicio de este artículo sobre el

factor humano porque fundamental-

mente y gracias a las virtudes personales

de los actores involucrados, que voy a enu-

merar, se ha llevado adelante la ejecución

con éxito de esta etapa del proyecto.

La Empatía y La Confianza.- La empatía

es la capacidad personal para establecer

relaciones positivas, rápidas, auténticas y

con gran facilidad poder colocarse en la

situación del otro, sintonizando con sus

sentimientos, de modo que es posible en-

tender emocionalmente a la persona. Tener

la cualidad de relacionarse, positiva y pro-

ductivamente con otros.

La Proactividad.- Cuando una persona

contribuye y se adelanta para mejorar los

resultados con su esfuerzo, su trabajo, sus

actitudes, su escala de valores, su actuar, se

dice que es una persona proactiva.

La Motivación.- La motivación es con-

siderada como el motor para la acción. Se

caracteriza por poner a la persona en pre-

disposición para actuar, hacer algo. La mo-

tivación es un estado que provee energía

al organismo para realizar una acción y

se logre alcanzar la meta trazada. Cuando

una persona desea obtener algo y está real-

mente motivado, se prepara para actuar y

llevar a cabo lo necesario para lograrlo.

El Trabajo en Equipo.- Un equipo es un

grupo en el cual las personas tienen ha-

bilidades complementarias, están com-

prometidas con un objetivo en común,

con metas claramente definidas y con una

forma de trabajar y accionar por la cual se

sienten responsables.

Algo importante de un equipo es la siner-

gia, es decir que el logro del equipo es mayor

que la suma del logro de los esfuerzos indi-

viduales ya que se valoran las diferencias y

se aprecia la diversidad.

El Liderazgo.- Podríamos definir al líder

como “aquella persona a quien seguiría-

mos a un lugar al que no iríamos solos”.

Definición que muestra la importancia de

la confianza y la credibilidad en el líder:

confío y creo en él.

Las Negociaciones.- La negociación es

el proceso de llegar a un acuerdo con los

involucrados de un proyecto con relación a

aspectos inherentes a él. Es un proceso per-

suasivo y una de las habilidades necesarias

para el logro del éxito de un proyecto.

Ustedes se preguntaran en este punto si es

una utopia pensar que juntar estas virtudes

es posible en una obra de restauración de

esta magnitud, la respuesta es sí, se logró

en San Ignacio de Loyola.

*Jorge Beverati [email protected]

Por *Arq. Luis Martínez D´Auro

Lo antiguo y lo moderno en un solo

edificio

Comencemos con una adivinanza (no vale

mirar las fotos): ¿Qué edificio tiene acero

inoxidable, súper hormigones, pegamentos

epoxi, perforaciones diamond core, cáma-

ras de video, iluminación por leds y red de

datos, entre otros tantos sistemas construc-

tivos de última generación? La respuesta

es sorprendente (al menos para los que no

hicieron trampa): la Iglesia de San Ignacio

de Loyola, el más antiguo monumento de

la Ciudad de Buenos Aires.

El equipo interdisciplinario del proyecto re-

solvió los problemas estructurales y dispuso

los pasos a seguir para la puesta en valor in-

terior, valiéndose de las técnicas y materiales

más modernos pero respetando las técnicas

y materiales más antiguos.

Como si esto fuera poco, agregó algunas

interesantes condiciones más: que se afec-

tara lo menos posible el edificio original

Vista desde el interior de la escalera histórica.

Armado de la Iglesia provisoria con placas de yeso.Vista interior de la escalera histórica después de la consolidación de revoques. Interior de Iglesia provisoria .

Colocación de piso faltante similar al existente en sectores matroneras sur.

Sellado de juntas de piso de matroneras.

Piso terminado de matroneras sur.

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RESTAURACIÓNHABITAT

durante la obra; que la parroquia siguiera

funcionando para su congregación durante

el tiempo que de ejecución de los trabajos;

que trabajemos en conjunto para mejorar

cualquier solución planteada una vez que

la obra permita conocer mejor el edificio y

que cada paso que diéramos, lo dejáramos

perfectamente registrado. Con imaginación

y cuidado logramos los objetivos que nos

planteaban.

A continuación plantearé algunos pocos

ejemplos a modo ilustrativo:

Conservación de las Fachadas

Dos largos tensores (250mm de hormigón)

recorren horizontalmente el eje del ancho

muro de la fachada Bolivar y ¨cosen¨ la gran

fractura principal además de reorganizar el

sistema de funcionamiento estático entre

las torres. La principal dificultad fue que no

podíamos demoler las caras externa o in-

terna del muro para preservar sus revoques.

¿Cómo se resolvió? Utilizando Perforacio-

nes Diamond Core de gran sección que

longitudinalmente agujerearon la masa la-

drillera por su centro y por el largo total de la

fachada. Fue retirado solamente un mínimo

de material original. La alineación de este

larguísimo túnel-encofrado pudo lograrse

mediante el preciso replanteo que las esta-

ciones de medición láser actuales permiten.

La convivencia de lo antiguo con la

más moderna tecnología

Cuando tenemos que intervenir en profun-

didad un edificio, también tenemos la posi-

bilidad conocerlo íntimamente. Esta no fue

la excepción. Con el equipo de proyecto y

la dirección ejecutiva de obra, se aprovechó

esta realidad y se logró que la nueva y muy

compleja instalación eléctrica pudiera ser

perfectamente acoplada con la arquitectura

existente. De tal manera, hoy conviven pi-

sos de ladrillo y revoques de 300 años con

instalaciones para detección de incendio,

robo, video, redes de datos o iluminación

de última generación.

Registro del trabajo

Otra pauta a cumplir fue el seguimiento de

la obra para que cada proceso y cada etapa

de la ejecución de cada trabajo, quedara

registrado. Esta recopilación de información

permite avalar nuestro trabajo y dejar testi-

monio de qué y cómo se hicieron las cosas

fue prolijamente mediante de especialistas

contratados a su solo efecto. Hoy, podemos

rearmar la historia gráfica de la interven-

ción y crear un archivo que generaciones

venideras podrán aprovechar muy bien.

Conclusión

Para ir terminando, permítanme una mo-

raleja. Intervenciones de tal complejidad,

donde se opera simultáneamente en to-

dos los sistemas de un edificio: estructura,

instalaciones y terminaciones, presentan

siempre una gran cantidad de circunstan-

cias únicas que ponen a prueba nuestro in-

genio y preparación. Solamente pueden ser

resueltas mediante el trabajo en equipo de

los proyectistas, la dirección ejecutiva y la

empresa constructora y cuando todos son

capaces de entender y asumir la trascen-

dencia de la encomienda asignada.

*Luis Martínez D´Auro

[email protected]

Por *Ing. Civil Jorge Fontán Balestra

Evaluación estructural de los deteri-

oros y propuesta de refuerzo

En el año 2003 la iglesia de San Igna-

cio de Loyola empezó a presentar un

cuadro de fisuración preocupante que

motivó su apuntalamiento preventivo

por cinco años y el cierre preventivo de

la calle Bolívar, entre Alsina y Moreno.

Durante ese tiempo se desarrollaron es-

tudios que terminaron con un proyecto

de recuperación estructural para la igle-

sia y la consolidación del túnel histórico

existente bajo ella.

En las figuras 1, 2 y 3 pueden visualizarse

las fisuras más significativas, que llegaban

hasta los 5cm. de ancho y que se produ-

jeron en correspondencia con la fachada

sobre Bolívar, en el tríptico de entrada y

en la zona alta de los arcos del cimborrio.

Ver Figuras 1 (fachada Bolívar), 2 (tríptico

de entrada) y 3 (cimborrio).

En la figura 4 puede observarse un re-

sumen de los daños principales vistos en

planta y la ubicación del túnel histórico

cuya presencia fue determinante para

la elección de la propuesta definitiva de

reparación.

La circunstancia de tratarse de grietas

ocurridas en partes de la iglesia bastante

alejadas entre sí dificultó el diagnóstico

estructural. Para interpretar el problema fue

necesario apelar a un modelo de elemen-

tos finitos que permitiera evaluar el com-

portamiento estructural global de la iglesia

bajo diferentes causas que, se sospechaban,

podían ser el origen de los daños.

Para el modelo de cálculo, realizado en

Abaqus, se utilizaron tanto elementos

de barra rectos y curvos como elementos

laminares. En la figura 5 puede verse el

modelo utilizado conjuntamente con la

representación del gráfico de desplaza-

mientos verticales para uno de los esta-

dos de carga analizados.

Del análisis del sistema de elementos fini-

tos, las probables causas de la fisuración

y el cuadro de agrietamiento existente, se

pudo determinar que la causa del agrieta-

miento global había sido la pérdida ex-

perimentada por una cañería de agua a

presión situada bajo la vereda de la calle

Alsina. Esta importante pérdida de agua

había arrastrado suelo fino del sector, en

particular debajo de las fundaciones, lo

que había modificado el comportamiento

estructural global con incremento de so-

licitaciones precisamente en los lugares

donde se habían producido los mayores

agrietamientos.

Restauración del púlpito en taller montado en la iglesia.

Restauración de marquetería del púlpito en taller montado en la iglesia.

Púlpito ya restaurado.

Restauración del púlpito en taller montado en la iglesia.

58

En la Figura 6 puede verse un detalle de

la continuidad de la fisuración en el sector

de la fachada Bolívar que permite obser-

var como se había separado la torre norte

del resto de la fachada desprendiendo un

sector de la misma.

El Estudio de las causas de la fisuración de

la iglesia llevó a descubrir un problema de

aún mayor envergadura que el que se estaba

investigando. Sólo 50cm. por debajo de uno

de los pilares del cimborrio se encontraba el

túnel histórico, que a su vez estaba parcial-

mente desmoronado. Esta situación obligó

a encamisar con hormigón armado dos

tramos de túnel en forma urgente antes de

proseguir con los estudios. Fig. 7 y 8.

El proyecto de reparación de la iglesia llevó

un cierto tiempo de maduración ya que

entre las recomendaciones generales de

la restauración estructural se encuentra la

de realizar la mínima intervención posible.

Entre esta recomendación y la necesidad

de tener una iglesia suficientemente se-

gura para su uso por parte de la comuni-

dad, se terminó realizando una propuesta

de refuerzo que devolviera a la estructura

su seguridad y monolitismo original, no

alterara su funcionamiento estructural,

fuera suficientemente durable y no modi-

ficara su estética para lo cual el refuerzo

debería quedar oculto. En la decisión final

influyó también la determinación de man-

tener operativo el túnel histórico.

Los refuerzos estructurales fueron realiza-

dos, en general, de hormigón armado

por lo que debieron realizarse algunas

propuestas innovadoras para mejorar

algunos aspectos de comportamiento

que generan cuestionamientos al uso de

este material en reparaciones históricas:

durabilidad de la reparación, contracción

de fraguado del hormigón, modificación

de los cuadros tensionales originados por

refuerzos concentrados y dificultades en la

transferencia de esfuerzos en las superficies

de contacto mampostería – hormigón.

Entre las propuestas innovadoras relaciona-

das con la solución podemos mencionar: la

utilización de barras de acero inoxidable en

puntos críticos para evitar la corrosión del

acero a largo plazo; la realización de cosido

de fisuras y grietas a través de elementos lar-

gos y continuos para evitar el funcionamien-

to defectuoso de las habituales “llaves”; la

introducción de metodologías de perforado

interno de mampostería y la adopción de re-

fuerzos de hormigón armado individuales

con funciones múltiples para facilitar un

comportamiento estructural similar al de la

construcción original.

A continuación pueden verse las carac-

terísticas de los refuerzos más impor-

tantes que corresponden a la fachada

Bolívar (Figura 9) y al cimborrio (Figura 10).

Sobre el modelo de intervención. El

Objeto cuenta su historia

La valoración comienza a partir del cono-

cimiento del lugar, del sitio, de un objeto,

y de su estudio, se desprenden considera-

ciones que llevan a entender estos objetos

bajo una noción cultural, colocándolos en

el centro de cruces de diferentes Historias;

las recientes, las que le dieron origen, las de

la ciudad o las de la gente que estuvo invo-

lucrada en ellas a través del tiempo.

Y es en ese sentido, que hemos puesto en

marcha un modelo de intervención sobre el

patrimonio municipal, en el que el rescate

material del bien, vaya de la mano con la

difusión de su historia (sus historias). Por

eso, creemos fundamental incluir en la

Puesta en Valor de cualquier bien patri-

monial, un sistema de comunicación que

pueda explicar por un lado, al objeto-con-

texto y por otro, las tareas que se realizaron

para su rescate y preservación.

Esta concepción, también nos ha permitido

relacionar la intervención física del Patri-

monio a Programas de difusión, educación,

turismo, etc. A partir de esta vinculación,

logramos un mayor interés y compromiso

de la gestión municipal y fundamental-

mente de la comunidad en la preservación

del bien, enriqueciendo la forma y conteni-

do de esa explicación.

Para futuras intervenciones se plantean es-

trategias similares, creando de esta manera

una red en el territorio con lugares ya inter-

venidos, que sean en si mismos centros de

interpretación de la temática. Trabajamos

actualmente, en la creación de un Cen-

tro de Interpretación de Relojes Urbanos,

que funcionará en la torre campanario de

un importante edificio del casco histórico

institucional del municipio, cuyo reloj fue

restaurado en el 2005, y del Centro de In-

terpretación del Patrimonio Bodeguero de

Mendoza, ubicado en un sector de unas de

las bodegas más importantes de Mendoza,

la Bodega Arizu

* Jorge Fontán Balestra [email protected]

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