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MÁSTER UNIVERSITARIO EN ECONOMÍA
Trabajo Fin de Máster
Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia:
Análisis empírico para las economías de la Unión Europea
(15) y Estados Unidos de Norteamérica, periodo 1960 - 2010
APELLIDOS Y NOMBRE: MANOSALVAS CORNEJO GIOVANNY
DNI: Y2606245Z
TUTORES: ARRIZABALO MONTORO XABIER
CASAIS PADILLA ENRIQUE
Convocatoria: Septiembre, 2013
Fecha entrega en Registro: 12 de septiembre de 2013
Firma del alumno
A la atención de:
Prof. Francisco Javier Velázquez Angona
(Coordinadora del Máster en Economía)
Despacho 1.06 – Pabellón de Segundo
Facultad de CC. Económicas y Empresariales
Universidad Complutense de Madrid
2
Índice
Resumen 3
Descriptores 3
MARCO DE REFERENCIA 4
Justificación de la investigación 4
Objetivos e hipótesis general 5
Nota metodológica 6
1. MARCO CONCEPTUAL 7
1.1 Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia y sus causas 9
1.2 Causas contrarrestantes de la Ley del Descenso Tendencial de la
Tasa de Ganancia 10
2. ASPECTOS METODOLÓGICOS DE LA TRADUCCIÓN DE LAS
ESTADÍSTICAS NACIONALES A LAS CATEGORÍAS MARXISTAS 12
3. TRATAMIENTO APLICADO Y ANÁLISIS DE LAS VARIABLES 14
3.1 Evolución de la tasa de acumulación de la economía 14
3.2 Rentabilidad y tasa de beneficio 15
3.3 Análisis de los componentes de la tasa de beneficio 17
3.4 Análisis de los periodos de las crisis 20
CONCLUSIONES 22
Bibliografía 25
Anexos 27
3
Resumen
Este trabajo de investigación analiza la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de
Ganancia a partir del estudio empírico de las cuentas nacionales de las economías de la
Unión Europea (15) y Estados Unidos de Norteamérica para el periodo 1960 - 2010. De
este modo se pretende aportar algunos elementos de contraste que permitan la reflexión
acerca de esta ley propuesta por Marx. Ello encuadrado a partir del análisis de sus
determinantes: i) la composición del capital, y ii) la tasa de plusvalía.
Con fin de concretar un análisis ordenado, se establece el desarrollo de un marco
conceptual basado fundamentalmente en la propuesta teórica planteada por Marx. En
segunda instancia se trata el problema de las limitaciones de la información contenida en
las estadísticas nacionales en relación a las categorías marxistas, lo cual supone la
necesidad de realizar una serie de ajustes metodológicos para su adecuación. Más adelante
se aborda el procesamiento empírico para terminar apuntando algunas conclusiones y
discusiones relevantes.
Descriptores
Unión Europea (15), Estados Unidos de Norteamérica, Ley de la Tendencia Decreciente de
la Tasa de Ganancia, Marx, plusvalía, composición orgánica del capital.
Abstract
This investigation offers a proposal for the analysis of “the tendency of the profit rate to
fall” from empirical analysis, starting the study of the national accounts information of the
EU(15) and U.S.A economies during the period 1960 - 2010. In this way it aims to provide
elements for reflection contrast about this law proposed by Marx. This from to analysis its
determinants: i) the composition of capital, and ii) the rate of surplus value.
With the aim to make a tidy analysis, this investigation develops a conceptual frame
fundamentally based on the theory created by Marx. Secondly this investigation considers
the problem of the incompatibility of the information contained in the national statistics in
relation with the Marxist categories, which leads to the adoption of methodological
assessments. Then, the empirical processing begins and will end in some conclusions and
relevant discussions.
4
MARCO DE REFERENCIA
Justificación de la investigación
La discusión alrededor de la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia1
concreta uno de los tópicos más controvertidos del legado marxista. Según Katz (2000) el
propio Marx la definió como “la ley más importante de la economía política”. Su
proposición fue el blanco de críticas e impugnaciones desde el momento en que fue
planteada en la medida en que dicha ley pone de manifiesto la caracterización “de los
límites históricos del capitalismo”.
Generalmente el análisis de la tasa de ganancia se dilucida en la esfera de su
comportamiento cíclico, no obstante, se suele descuidar el hecho de que, en el largo plazo,
dichos ciclos sufren un descenso tendencial. Esta segunda afirmación sintetiza
históricamente el desgaste del proceso de acumulación capitalista. No obstante, otros
autores defienden las tesis de que la tasas de ganancia y el ritmo de acumulación han
experimentado, más bien, procesos de crecimiento y recuperación hasta llegar a niveles de
posguerra pese a la caída de los ritmos de crecimiento de las últimas décadas (véase
Husson, 2010).
Al amparo de la Ley del Valor de Marx2 (es decir, el trabajo abstracto como fuente
de valor) la tasa de ganancia parte de una premisa fundamental: el capital logra
fructificarse no en base de la totalidad de la inversión que aplica, sino sólo de la parte
destinada a la compra de fuerza de trabajo, es decir, de la mercancía cuya caracterización
particularísima consiste en la creación de un valor que excede al de su propia
remuneración. La otra parte de la inversión capitalista que concreta los medios materiales
(la maquinaria, materias primas), simplemente, traslada su valor contenido (es decir,
contribuye indirectamente en la creación de valor).
Así se configura un escenario productivo donde la fracción del capital que se orienta a la
compra de fuerza de trabajo tiende a perder su peso relativo frente a su contraparte (la
fracción del capital sufragada en medios de producción o capital constante) como
derivación del mejoramiento de las condiciones técnicas causadas por el proceso de
acumulación y la permanente competencia. Es así como a través de la lógica capitalista
subyace, una tendencia al incremento de la productividad del trabajo a la par de una
disminución de la participación de los salarios en el proceso productivo, fruto de la
mecanización del trabajo. Este efecto dinámico (contradictorio) configura la caída
tendencial de la tasa de ganancia. Sin embargo, también se admite la incursión de factores
contrarrestantes que, en términos estructurales, no anulan este posible descenso tendencial.
El debate académico alrededor de la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de
Ganancia ha suscitado la atención de varios trabajos de investigación que generalmente
1 Tal y como lo apunta Marx (1859: 213) en la definición de la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de
Ganancia: “Es evidente, que al aumentar el capital constante, «la misma cuota de plusvalía, sin necesidad
de que varíe el grado de explotación del trabajo, se traduce en una cuota decreciente de ganancia, puesto
que al aumentar su volumen material, aumenta también, aunque no en la misma proporción, el volumen del
capital constante y, por tanto, el capital en su conjunto”. 2 La ley del valor planteada por Marx alude a un principio normativo de la ciencia económica respecto del
intercambio de los bienes y servicios producto de la acción humana. Según Marx (1859) la relación de
valores de intercambio de los productos, por lo general expresada por su precio en dinero, son proporcionales
a las cantidades de trabajo humano medido en el tiempo gastado, llamado el tiempo de trabajo socialmente
necesario para su producción.
5
abordan temas relacionados con el análisis de las categorías marxistas a través de la
observación de las cuentas nacionales3.
Este trabajo intenta poner de manifiesto la “validez” de la Ley del Descenso
Tendencial de la Tasa de Ganancia y su potencia argumentativa para caracterizar la lógica
del sistema de producción capitalista y sus relaciones causales desde el ámbito empírico.
En una segunda instancia, además, provee una breve explicación sobre la presencia de las
crisis. El periodo de estudio de la investigación abarca la evolución de las economías de los
países de la Unión Europea (15) y Estados Unidos de Norteamérica entre 1960 y 2010.
Finalmente, a criterio del autor, la importancia de la Ley del Descenso Tendencial de
la Tasa de Ganancia radica en que, no sólo es un aspecto más dentro del arsenal teórico de
Marx, sino constituye la culminación de todo el edificio teórico, que tiene su génesis en la
Ley del Valor Trabajo (TVL4), desenmascara las sinergias de la fructificación del capital y
revela el proceso de acumulación en un sistema armónico, en procura de reproducir, en
términos concretos, la fundamentación del sistema de producción capitalista.
Objetivos e hipótesis general
El objetivo central de esta investigación es aportar elementos de contrastación
empírica a uno de los apartados teóricos más importantes del aporte marxista: La Ley del
Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia. Con este fin dicha tasa se descompone en: i)
la composición orgánica del capital5, es decir, una dimensión de la disposición de los
medios de producción en relación con la fuerza de trabajo, y ii) la tasa de plusvalía6, es
decir, una dimensión sobre la repartición del excedente. De este modo la propuesta teórica
de Marx debe ser cotejada a través del análisis empírico que contempla la revisión de las
estadísticas nacionales de las economías de la Unión Europea (15) y Estados Unidos de
Norteamérica para el periodo 1960 - 2010.
Concretamente, el análisis empírico procurará aportar elementos de contrastación
con el fin de dar contestación a las siguientes interrogantes: i) ¿es plausible corroborar una
caída tendencial de la tasa de ganancia? Si es así ¿cuáles son las causas que explican ese
descenso?, caso contrario ¿qué argumentos soportan su estabilidad e, inclusive, su
ascenso? y, ii) atendiendo a los elementos constitutivos: ¿es posible determinar una
tendencia a la mecanización del proceso productivo que se exprese finalmente en un
aumento del peso del capital constante respecto al variable? Si ello ocurre ¿cuáles son los
efectos derivados en la productividad del trabajo y apropiación del excedente? y ¿cuáles
son los impactos en términos de tasa ganancia?
La hipótesis, por lo tanto, sostiene que, en base al análisis empírico de las economías
de la Unión Europea (15) y Estados Unidos de Norteamérica, se verifican una serie de
elementos compatibles con la formulación teórica de la Ley del Descenso Tendencial de la
Tasa de Ganancia7.
3 Véanse Guerrero (1989), Moseley (1991), Duménil & Levy (1993), Shaikh & Tonak (1994), Cámara
(2003), entre otros. 4 La teoría del valor-trabajo (TVL) considera que el valor de un bien o servicio depende de la cantidad de
trabajo que lleva incorporado. 5 En otras palabras, la relación entre la fracción de capital contante (medios de producción) y la fracción de
capital variable (fuerza de trabajo). 6 En otras palabras, la relación entre la plusvalía (ganancia) y el capital variable (fuerza de trabajo).
7 Más allá de que su propio contenido tendencial impida una contrastación directa.
6
Notas metodológicas
En primer lugar, se explicitan los aspectos que esta investigación no aborda: i) la re-
acomodación del cuerpo teórico de Marx en vista de la multiplicidad de debates
académicos surgidos a raíz del problema de la extrapolación de los datos de las cuentas
nacionales hacia las categorías marxistas; ii) una recomposición de las cuentas nacionales
en estricto apego a los fundamentos de la teoría marxista; iii) una explicación exhaustiva
sobre la evolución de los bloques económicos examinados.
En segunda instancia, consideraremos como variable de estudio a la tasa de ganancia
y, por tanto, eje transversal de este análisis. Este baremo (en tanto indicador), acorde al
planteamiento teórico marxista, determina las pautas del proceso de acumulación.
Para abordarlo se propone la construcción de indicadores a partir de la base de datos
AMECO para las economías de los países de la Unión Europea (15) y de los Estados
Unidos de Norteamérica durante el periodo de tiempo 1960 - 2012. Estos indicadores,
construidos mediante los datos de las cuentas nacionales, pretenden reflejar
aproximaciones de las categorías marxistas, realizadas mediante la adopción de varios
supuestos explicados en profundidad en el Apartado 2. Es así como la tasa de ganancia es
encarada a través de sus equivalentes, siendo: la masa del excedente bruto de explotación
(EBE) como un indicador de la masa de plusvalía (pv), la masa de remuneraciones de los
asalariados (RA) como una aproximación del capital variable (v), el stock neto de capital
(K) es indicador congruentemente compatible con la categoría de acervo de capital (c) y,
además, el número de trabajadores (L). A partir de ello se calculan los índices: la tasa de
beneficio8 (EBE/K) como un proxy de la tasa de ganancia (g’), (K/L) como un proxy de
nivel de capitalización de la economía9, (L/PIB) como un acercamiento a la productividad
del trabajo, (EBE/PIB) como una representación de la pugna distributiva o su opuesto
(RA/PIB) que encarna al concepto de salario relativo, y (EBE/RA) como una medición
cercana de la tasa de plusvalía (pv’). En base al análisis de la evolución de estos
indicadores se espera aportar elementos para la discusión de los postulados propuestos por
Marx en la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia.
8 Nótese la diferenciación de nomenclatura entre la tasa de ganancia (propuesta por Marx) y la tasa de
beneficio (calculada en función de las cuentas nacionales). 9En estricto rigor no es capitalización de la economía sino aumento relativo del capital constante.
7
1. MARCO CONCEPTUAL
Para entender algunas de las premisas más importantes que sirven de soporte al
análisis marxista es necesario conceptualizar el proceso productivo desde su composición
más básica. Así tenemos que el esquema de fructificación capitalista queda genéricamente
representado por D-M…P…M’-P’, donde una cantidad inicial de dinero (D) adquiere
mercancías (M) cualitativamente distintas que pasan a materializar medios de producción y
fuerza de trabajo y que se combinan dentro del proceso productivo (P) dando como
resultado una mercancía distinta (M’) poseedora de un valor nuevo que, en su fase de
realización, se convertirá en un valor dinerario (D’) superior al inicial (D).
El paso de M a M’, es decir la creación de valor nuevo (plusvalía, pv), materializa la
fuente de la ganancia, de este modo Marx alude al fundamento de la acumulación
capitalista: la búsqueda incesante de la ganancia en relación con el capital invertido
(adelantado), es decir la tasa de ganancia (g’) o (D’-D)/D.
Como complemento de lo anterior, cabe detenernos en una diferenciación esencial
que pasa por el carácter cualitativo de las mercancías que entran en el proceso productivo:
medios de producción (MP) y fuerza de trabajo (FT). A la luz de la TLV, solamente la
mercancía que tiene la capacidad de incrementar el valor del capital adelantado es la fuerza
de trabajo (FT), es decir, el trabajo vivo que constituye el trabajo presente, líquido, no
materializado en ningún proceso productivo. Consecuentemente todos los restantes
componentes plasmados en los medio de producción (MP) carecen de esta posibilidad
aumentadora del valor convirtiéndose en únicamente trasmisores de su valor contenido.
Por lo tanto, la obtención de la plusvalía se dilucida en la mercantilización de la fuerza de
trabajo conjuntamente con la colaboración “indirecta” de los medios de producción.
La fracción del capital adelantado que se destina a la adquisición de los medios de
producción únicamente transmite su mismo valor a las nuevas mercancías (no contempla
creación de valor alguno) sin embargo la fracción del capital que se invierte en fuerza de
trabajo reproduce su mismo valor añadiendo un nuevo margen. La diferencia entre el
capital adelantado que se destina al pago de la fuerza de trabajo y lo que ésta realmente
produce se conoce con el nombre de plusvalía (pv) o, dicho de otro modo, la diferencia
entre el trabajo producido y el trabajo sufragado por el capitalista es el trabajo “no pagado”
que sintetiza la esencia de la explotación consustancial del sistema de producción
capitalista. En apego a las posibilidades cualitativas del capital adelantado en medios de
producción (MP) y fuerza de trabajo (FT) se denomina, respectivamente, capital constante
(c) y capital variable (v). La relación entre estas dos expresiones, dentro del proceso
productivo, se conoce bajo el nombre de composición orgánica del capital o c/v, aludiendo
a las condiciones técnicas bajo las cuales se combinan los medios de producción y el
trabajo.
Hasta aquí hemos presenciado el ciclo de producción capitalista de manera
esquemática bajo una perspectiva estática, no obstante como lo afirma Gill (1996: 312), “la
observación de la instantánea fotográfica de la producción del valor debe completarse con
la visión de la película de su reproducción ininterrumpida”, es decir, cabría entender al
funcionamiento del sistema capitalista a la luz de una representación dinámica de la
realidad que visibilice el movimiento contenido en sus fuerzas.
Esta concepción holística del proceso productivo que involucra a la creación
permanente de un nuevo excedente (plusvalía) capaz de regenerarse asume intrínsecamente
el hecho de que el circuito D-M…P…M’-D’ tiene que ser renovado y, forzosamente,
8
ampliado. Así, después de la reposición de los medios consumidos10
, una parte del
excedente (plusvalía) se encuentra obligada a alimentar al siguiente proceso productivo
configurándose su crecimiento o reproducción ampliada. Esta afirmación se sostiene bajo
el hecho de que el capital, en tanto dinero, no tiene otra finalidad que ser fructificado por la
acción del capitalista. Aparentemente el destino del excedente obedece a la voluntad de los
capitalistas (inversores), sin embargo la presión de la competencia juega un papel decisivo
que, al final, marca los patrones conductuales de las: i) reinversiones (nueva acumulación)
y ii) consumo improductivo.
Concretamente, el circuito D1-M1…P1…M1’-D1’ se convertirá en D2-M2…P2…M2’-
D2’, manteniendo un carácter general, cuando D2>D1.
Una vez conocidos estos antecedentes estamos en condiciones de abordar el análisis
de la tasa de ganancia (eje vertebrador de nuestra investigación).
La tasa de ganancia, concebida genéricamente en términos de la relación entre un
capital cualesquiera y su correspondiente fructificación o rendimiento es, sin duda, el
móvil de la acumulación, es su fuerza motriz es, al fin de cuentas, el estimulante de la
producción. Por esta razón, en la medida en la que los capitales puedan desplazarse de los
sectores con bajas tasas de beneficio a aquellos que ofrecen beneficios superiores
asegurarán su condición de continuidad. Así una rama o sector que tiene una producción
excedentaria tendrá, consecuentemente, problemas de realización que, pensando sobre los
precios de mercado, originará localmente una disminución de la tasa de ganancia
efectivamente realizada. En consecuencia los capitales exhibirán una tendencia a dirigirse
hacia otras ramas o sectores teniendo por efecto una reproducción reducida del capital y,
finalmente, una disminución de la producción en la rama inicialmente excedentaria. Si esta
reducción es, por ejemplo, excesiva los precios de los bienes o los servicios, bajo la lógica
de la oferta y demanda, tienden a aumentar y con ellos su tasa de ganancia, lo que motivará
(nuevamente) la reubicación de los capitales.
Advertimos que se vuelve a encontrar con Marx la Ley Ricardiana de la Baja
Tendencial de la Tasa de Ganancia como consecuencia necesaria del proceso de
acumulación, sin embargo la causa es diametralmente inversa. Para Ricardo “esta baja
tendencial provenía de la insuficiencia del progreso técnico en la agricultura mientras que
para Marx se deducía que, por el contrario, provenía directamente de los efectos del
progreso técnico es decir de las mismas entrañas del proceso de acumulación” (Astarita,
2009: 23).
No obstante, volvamos de la concepción genérica anotada en los párrafos
precedentes a la noción clásica de la tasa de ganancia acuñada por Marx. Así el valor final
total del proceso productivo es V=c+v+pv, donde el valor total (V) que corresponde a la
suma de los capitales constante (c) y variable (v) más la plusvalía (pv). Por lo tanto la tasa
de ganancia (g’) puede expresarse en términos de pv/(c+v). Cabe mencionar que, bajo la
TLV, la única fracción de capital creadora de valor nuevo es la fuerza de trabajo o capital
variable (v), por lo tanto la evolución de la tasa de ganancia pasa a depender de la
proporción relativa del capital constante o medios de producción (c) y el capital variable o
la fuerza de trabajo (v), es decir, de la composición orgánica del capital (c/v).
Otra consideración importante se desprende del hecho de que cuanto mayor sea la
proporción del capital variable (única fuente de creación) que genere efectivamente valor
nuevo respecto de su costo, mayor será la extracción de plusvalía en relación con todo el
10
Producción total = Medios de Producción + Fuerza de Trabajo + Excedente. Excedente = Cuota
cumulación + Consumo improductivo.
9
capital. Dicho de otra forma, cuanto más grande sea la brecha entre el trabajo producido y
el trabajo pagado, en relación con el capital invertido, mayor será la tasa de ganancia. La
proporción o tasa de plusvalía (pv’), por tanto, se manifiesta a través de la relación entre la
masa de plusvalía (pv) y el elemento que lo genera, es decir, el capital variable (v) siendo
pv’=pv/v. Así la relación entre la plusvalía y la ganancia es positiva. Así tenemos:
(1)
Formula tasa de plusvalía - tasa de ganancia Gill (2002:213)
Por lo tanto, la tasa de ganancia (g’) mantiene una relación positiva con la tasa de
plusvalía (pv’) e inversa con la composición orgánica del capital (c/v).
La noción de tasa de plusvalía o salario relativo pone de relieve que lo más importante para la
acumulación no es la evolución del salario nominal (el precio de la fuerza de trabajo en moneda
nacional) ni del salario real (el precio nominal de la fuerza de trabajo en relación con el precio de las
mercancías que consumen los trabajadores), sino la del salario relativo; es decir, el que pone en
relación el salario con la ganancia (con la plusvalía). (Arrizabalo, 2013)
1.1 Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia y sus causas
El proceso dinámico de producción (re-producción) capitalista se soporta sobre el
hecho de que una parte de la plusvalía obtenida, obligatoriamente, tiene que materializarse
en nuevo capital (capitalización de la plusvalía) lo que supone una nueva asignación
eficiente para adquirir medios de producción (capital constante) y fuerza de trabajo (capital
variable). Esta tendencia de movimiento continuo configura dos efectos: i) inestabilidad en
las proporciones del capital constante y variable; y ii) posiblemente la más importante, la
sustitución continua de la fuerza de trabajo por medios de producción.
Marx sostiene que, en el contexto del sistema de producción capitalista, existe una
marcada tendencia a la acumulación de los capitales así como también, paralelamente,
subsiste la propensión al alza de la composición del capital. Por lo tanto, es claro que si c/v
tiende a incrementarse, la relación pv/(1+(c/v)) decrecerá.
La sustitución de fuerza de trabajo por medios de producción fundamenta la
continua mecanización del proceso de producción a efectos de mejorar los niveles de
productividad con el objetivo de maximizar el beneficio y así fructificar al capital. Este
principio marca una de pautas consustanciales para sistema de producción capitalista: su
mecanización creciente. No obstante el hecho de que el propio sistema capitalista
disminuya, en términos relativos, a la única fuente de creación de plusvalía, el trabajo
humano, constituye una de sus mayores contradicciones ya que la creación de plusvalía no
es fruto del consumo de los dos tipos de mercancías (fuerza de trabajo y medios de
producción) sino solamente de la acción directa del trabajo vivo.
En palabras más simples. Si suponemos, por ejemplo, que la tasa de plusvalía (pv’)
permanece constante, la tasa de ganancia (g’) varía en sentido inverso a la composición
orgánica del capital (c/v), es decir si ésta tiende a crecer, la tasa de ganancia caerá. Sin
embargo conocemos que la composición orgánica del capital tiende a crecer en el curso del
desarrollo capitalista por lo tanto debe existir, al menos, una tendencia compensadora para
evitar que la tasa de ganancia (g’) descienda efectivamente. Esta premisa constituye uno de
0'
0'
'
1
'''
vc
g
pv
g
v
c
pvg
vc
pvg
10
los aportes más importantes del cuerpo teórico de Marx: la tendencia secular del descenso
de la tasa de ganancia.
Con la progresiva disminución relativa del capital variable con respecto al capital constante, la
producción capitalista genera una composición orgánica crecientemente del capital global, cuya
consecuencia directa es que la tasa del plusvalor, manteniéndose constante el grado de explotación del
trabajo e inclusive si éste aumenta, se expresa en una tasa de ganancia constantemente decreciente
(…) (Marx, 1894: 271).
La Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia subsiste sin cesar, sin
embargo, no se materializa forzosamente en la realidad por un descenso efectivo, esto
como resultado de ciertos efectos que pueden contrarrestar esta tendencia. Bajo este
argumento se afirma que esta tendencia expresa un conjunto de relaciones entre la
acumulación de capital, la composición orgánica del capital, los progresos en la
productividad del trabajo y el grado de explotación de la fuerza de trabajo.
1.2 Causas contrarrestantes de la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de
Ganancia
A efectos de evitar la caída efectiva de la tasa de ganancia, como derivación del
aumento de la composición orgánica de capital que, dicho sea de paso, materializa el
progreso de la productividad social; existen ciertas influencias que permiten que esta ley se
manifieste de manera tendencial, es decir, que sea plausible considerar que su descenso se
mantenga contenido debido a circunstancias contrarrestantes.
De esta manera, ante una caída tendencial de la tasa de ganancia los capitalistas se
mantendrán obligados a reaccionar en varios sentidos, por ejemplo, un aumento de sus
esfuerzos con el fin de restablecer la rentabilidad de sus negocios a través de elevar la
productividad laboral (reorganización de la tareas, incremento de los ritmos,
acrecentamiento de las labores de inspección, disminución de los tiempos de descanso,
relajamiento de las normas de seguridad e higiene, etc.) así como también la exigencia de
un marco legislativo favorable a los empleadores/capitalistas (congelamientos salariales,
reducción de la reglamentación laboral, eliminación del derecho a huelga, caída del salario
mínimo), etc.
La materialización de estas fuerzas contrarrestantes termina concretándose, en última
instancia, mediante: una desvalorización del capital constante, el uso del comercio exterior
y/o, fundamentalmente, la presión sobre el grado de explotación (pv’) que relaciona el
valor creado con su fuerza creadora (en valor) de pago. El aumento del nivel de
explotación se sujetaría, por tanto, a dos vertientes: i) a través del incremento de la
“plusvalía absoluta” que consiste en la reducción de salario por unidad de tiempo que bien
podría establecerse al aumentar la jornada laboral o al disminuir el salario, es decir,
propender a un aumento relativo de plustrabajo y; ii) mediante la ampliación de “plusvalía
relativa” viabilizada por un aumento en la productividad de los trabajadores que,
evidentemente, disminuye el tiempo de trabajo utilizado para la retribución de los salarios
aumentando, igual que en el caso anterior, el peso relativo del plustrabajo en la jornada
laboral11
.
En este contexto, recordando la formulación genérica de la tasa de ganancia
g’=pv’(1+(c/v)) podemos situar a la discusión en torno a que un requisito indispensable
para, al menos, impedir el descenso de la tasa de ganancia pasa por el hecho de que el
11
Suponiendo que el salario real no aumenta y la jornada laboral no disminuye; o, si lo hacen,
proporcionalmente en menor medida que el aumento de la productividad
11
aumento de la tasa de plusvalía debe contrarestar (o ser mayor) al incremento de la
composición orgánica del capital. Formalizando lo anterior tenemos:
(2)
Resumiendo de manera más simple, la problemática de la caída tendencial de la
tasa de ganancia radica sobre el hecho de que cada vez existen más presiones sobre la
obtención de plusvalía (pv) a la par de que se minimiza el trabajo que la genera (v).
La tasa de ganancia no disminuye porque el trabajo se haga más improductivo, sino porque se torna
más productivo. Ambas cosas, tanto el aumento en la tasa del plusvalor como la baja en la tasa de
ganancia, sólo son formas particulares mediante las cuales se expresa en el modo capitalista de
producción la creciente productividad del trabajo (Marx, 1867: 307).
v
c
g
pv
gg
'
'
'0'
12
2. ASPECTOS METODOLÓGICOS DE LA TRADUCCIÓN DE LAS
ESTADÍSTICAS NACIONALES A LAS CATEGORÍAS MARXISTAS
Una vez examinado el marco teórico surgen, inmediatamente, varias interrogantes:
¿es posible, a través de la contabilidad nacional, considerando las limitaciones
metodológicas y de fundamentación, abordar un análisis riguroso de las categorías
propuestas por Marx? Es decir, a través de las cuentas nacionales ¿es factible visibilizar los
aportes teóricos marxistas contenidos en la Ley del Descenso Tendencial de la Tasa de
Ganancia? o, atendiendo esta incompatibilidad, ¿es susceptible la adopción de
instrumentos metodológicos que “aproximen” la información contenida en las estadísticas
nacionales a los postulados marxistas? En efecto. No obstante, la adopción de estos
mecanismos de transición supone varios inconvenientes.
Estas incompatibilidades se hacen evidentes en el hecho de que las estadísticas
nacionales no disponen de apartados a la luz de la teoría laboral del valor (TLV), base del
análisis abstracto marxista. Del mismo modo, la contabilidad nacional no realiza
distinciones entre: trabajo productivo e improductivo, valor capitalista y no capitalista,
actividades mercantiles y no mercantiles, que constituyen insumos primordiales del cuerpo
teórico de Marx. No obstante, existen varios arreglos metodológicos que “razonablemente”
permiten una cierta aproximación de las estadísticas nacionales a las categorías estudiadas
por Marx. Este proceso de transición exige asumir, indefectiblemente, ciertos desfases
(controlados).
En palabras de Shaikh (2011) “Los marxistas han sostenido siempre que existe una
diferencia sistemática entre la estructura teórica de su análisis y la del análisis ortodoxo.
Se afirma que, a lo largo de la trayectoria de lo abstracto a lo concreto, dicha diferencia
se verá reflejada a cada paso del camino; el principio es diferente, el método es diferente,
las categorías son diferentes, el propósito en sí mismo es diferente. Así, el resultado final
es necesariamente diferente”. No obstante, el mismo autor plantea, que en vez de
despreciar esta fuente de información podría llevarse a cabo un re-procesamiento de los
datos a fin de convertirlos en información de utilidad12
. De esta manera se vislumbra, en
principio, una posibilidad real a la hora de utilizar la información de las cuentas nacionales
en los análisis marxistas.
El segundo elemento que viabiliza la utilización de las cuentas nacionales dentro de
los análisis marxistas, se fundamenta en base a la descripción del ciclo del capital
productivo realizado por Shaikh (1984) que propone, en un primer nivel de abstracción (es
decir como punto de partida), la posibilidad de relacionar al capital variable (vM) con la
masa salarial (RACN) y a la plusvalía (pvM) con las rentas del capital (EBECN). Ello supone
una equivalencia de la tasa de plusvalía pv’M = (pv/v) con la razón ganancia salario13
ɸCN=(EBE/RA). De este modo se establece que pv’≈ ɸCN. Donde los subíndices M
representan a las tesis marxistas y CN los apartados de las cuentas nacionales14
. Es
importante mencionar que los análisis llevados adelante por Shaikh, a partir de esta
12
Shaikh (1984: 12) cita como ejemplo: “¿Decimos que las estadísticas de desempleo son insignificantes, o
que la extensión del desempleo sea incognoscible? No del todo. En vez de eso trazamos la diferencia entre el
concepto ortodoxo de “desempleo” y el concepto marxista de ejército de reserva. Después mostramos cómo
esta diferencia se manifiesta a sí misma en las estadísticas que deben reunirse, en la manera en que deben
reunirse, y finalmente en la representación empírica real que proporcionan del capitalismo”. 13
Denominado por el autor como dividendo de las rentas del capital en relación con la remuneración de los
asalariados 14
La revisión de estos conceptos se realizará más adelante.
13
primera consideración, concluyen en un proceso de disgregación extremadamente riguroso
lo que permite que las cuentas nacionales (al final) se aproximen, con cierta
correspondencia, a las categorías marxistas. No obstante la realización de este tipo de
disgregaciones involucran un nivel de detalle que rebaza la capacidad del alcance de este
trabajo, sin embargo creemos necesario, al menos, dejar apuntadas estas inquietudes de
cara a futuras investigaciones15
.
Un tercer argumento que justifica la utilización de las cuentas nacionales como
elementos de referencia, dentro del análisis marxista, es la concreción de las tesis
doctorales de: i) Guerrero (1989). Acumulación de Capital, Distribución de la Renta y
Crisis de Rentabilidad en España (1954-1987). Universidad Complutense de Madrid, ii)
Cámara (2003): Tendencias de la Rentabilidad y de la Acumulación de Capital en España:
1954-2001. Universidad Complutense de Madrid y iii) Mateo (2007). La tasa de Ganancia
en México, 1970-2003. Análisis de la Crisis de rentabilidad a partir de la Composición del
Capital y la Distribución del Ingreso. Universidad Complutense de Madrid.
En atención a lo señalado se ha considerado apropiado utilizar la fuente estadística
AMECO16
en virtud de varias ventajas: i) contiene las bases de datos macro-económicos,
con una periodicidad anual, gestionanda por la Dirección General de la Comisión Europea
para Asuntos Económicos y Financieros (DG ECFIN), ii) ofrece series temporales desde
1960 y, iii) recoge, adicionalmente, la información de la economía norteamericana lo que
constituye la posibilidad de realizar análisis comparativos.
Concretamente, en función de las consideraciones anteriores, se plantea asumir los
siguientes supuestos:
- La masa del excedente bruto de explotación (EBE) mantiene mayoritariamente
similitudes con la masa de las rentas del capital es decir con la plusvalía (pv),
- La masa de remuneraciones de los asalariados (RA) refleja similitudes
significativas con el capital variable (v) y,
- El stock neto de capital es congruentemente compatible con la categoría de acervo
de capital (c).
Estas consideraciones de partida se plantean con la pretensión de simplificar el
trabajo empírico.
En virtud de lo anterior es necesario precisar categóricamente que a través de estos
supuestos simplificadores, que soportan al análisis empírico, se asumen ciertas “premisas”
que son potencial fuente de discusión. No obstante, la adopción de estas condiciones de
partida permiten una aproximación fiable a los postulados propuestos por Marx que, de
otra forma, no serían posibles.
15
Al respecto Mateo (2007: 18) en su análisis sobre la tasa de ganancia de la economía mexicana, cita: “Las
categorías esenciales a estimar son el plusvalor (…) Su cuantificación requiere una modificación del
Sistema” de Cuentas Nacionales de México (SCNM) para adaptarlo a los postulados de la teoría laboral del
valor, lo que agrava las dificultades del trabajo empírico”. 16
http://ec.europa.eu/economy_finance/db_indicators/ameco/
14
3. TRATAMIENTO APLICADO Y ANÁLISIS DE LAS VARIABLES17
3.1 Evolución de la tasa de acumulación de la economía18
(FNKF/K)
La capacidad de acumulación (regeneración) del sistema de producción capitalista
puede aproximarse mediante el comportamiento de la tasa de acumulación que sintetiza la
relación entre la formación neta de capital fijo (FNKF) con el stock de capital (K), es decir,
la cantidad de recursos empresariales que se inyectan en la economía en relación con el
capital acumulado.
Gráfica 1: Evolución de la tasa de acumulación (FNKF/K) (%) UE - 15 Y USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
De lo observado en la Gráfica 1 se desprenden dos indicios. Por un lado se
visibiliza, para el caso de ambos bloques económicos, la sensibilidad de la tasas de
acumulación a los ciclos económicos evidenciando la variabilidad de la aceleración del
proceso productivo. En segunda instancia, se hace evidente un descenso tendencial de las
tasas de acumulación a largo plazo (líneas segmentadas) aunque con una pendiente mucho
más pronunciada para el caso de la economía de la UE-15. Estas aseveraciones pueden
entenderse a la luz de la evolución de las tasas promedio de acumulación. Así en los países
de la UE-15 presenciamos cinco décadas de descenso ininterrumpido durante los años 60´s
(4.76%), 70´s (4.34%), 80´s (2.42%), 90’s (2.26%) y dos mil (2.14%). De manera similar,
aunque con una caída más tenue, durante tres de sus primeras cinco décadas, la economía
norteamericana experimenta, un descenso tendencial de sus tasas promedio de
acumulación a lo largo de los años 60´s (2.77%), 70´s (2.76%) y 80´s (2.46%). No
obstante, en la década de los 90’s la tasa de acumulación rompe su ciclo decreciente
pasando de 2.26% (1990) a 3.71% (2009) es decir, computa un incremento neto de 1.45
puntos, sin embargo una nueva tendencia decreciente hace su aparición en la década de los
dos mil pasando de 3.80% (2000) a 0.93% (2009) es decir, una pérdida neta de 2.88
puntos. Dicho esto, provisionalmente19
, podemos corroborar que la economía
17
Para la revisión de los datos para todas las Gráficas véase Anexo I 18
Este apartado prevé estudiar la evolución del proceso de acumulación del capital en virtud de que su
análisis aporta algunos elementos introductorios claves que servirán al momento de abordar las relaciones de
los componentes de la tasa de beneficio. 19
El término provisionalmente alude al hecho de que, por parte del autor, se sugiere la presencia de un
análisis exhaustivo que dote de mayor robustez a la premisa planteada. Análisis que por motivos de extensión
queda sugerido para una futura investigación.
0
1
2
3
4
5
6
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
USA UE-15 Lineal (USA) Lineal (UE-15)
15
norteamericana mantiene una caída tendencial de su tasa de acumulación en cuatro de sus
cinco décadas.
Concretamente a la luz de los resultados obtenidos se detecta una marcada
incapacidad del sistema de producción capitalista para re-generar condiciones estables
(crecientes) de acumulación20
. Esta afirmación sienta un primer precedente.
3.2 Rentabilidad y tasa de beneficio
Una vez revisados los antecedentes del proceso de acumulación del capital pasemos
al estudio de los componentes de la tasa de beneficios sin perder de vista la premisa del
apartado anterior: las economías de la UE(15) y USA muestran evidencias de su
incapacidad para lanzar y re-lanzar el proceso de acumulación de capital de forma
sostenida.
Haciendo una breve recapitulación de los postulados marxistas (expuestos en el
apartado 1) tenemos que la tasa de ganancia se encuentra definida por: g’= pv/(c+v) o
g’=pv’/(1+(c/v)).
Adicionalmente, en el marco de la contabilidad nacional, la tasa de beneficio21
se
define como: ∏=EBE/K, donde ∏ es la tasa de beneficio, EBE es el excedente bruto de
explotación o las rentas del capital y K es el stock de capital y, como se verá más adelante,
L es número de trabajadores. De este modo la tasa de beneficio representa una medida de
los beneficios que captan las rentas del capital en relación al conjunto de inversiones que
dispone una economía (capital fijo). Siguiendo esta formulación inicial, la tasa de beneficio
(∏) puede desagregarse así:
0
0
0
1
1
L
K
L
PIB
PIB
EBE
L
KL
PIB
PIB
EBE
LPIB
KLPIB
EBE
(3)
Formula construida a partir de cita de Shaikh (1984) en Apartado 2
De la expresión anterior se deriva el hecho de que la tasa de beneficio (∏) se
encuentra compuesta por tres elementos consustanciales: i) el EBE/PIB que materializa, de
algún modo, la lucha de clases o puga distributiva por la apropiación de las rentas o lo que
es la inversa del salario relativo (RA/PIB), ii) un índice (PIB/L) que refleja una virtual
aproximación de la productividad de la fuerza de trabajo22
y, iii) un indicador (K/L) que
20
Para mayor profundización véase el desarrollo complementario de Reproducción y Acumulación del
Capital [FNKF/K], contenido en el Anexo II. 21
Nótese la diferenciación de nomenclatura de la tasa de ganancia g’ (Marx) y su proxy tasa de beneficio ∏. 22
Es necesario esclarecer el hecho de que la productividad laboral se encuentra fuertemente influenciada por
la masa de capital (inversiones) disponibles para materializar el trabajo, es decir la productividad de los
trabajadores mantiene una relación cercana (pero no proporcional como se evidenciará más adelante) con el
grado de capitalización de la economía.
16
manifiesta, en alguna medida, el proceso de capitalización del proceso productivo, es decir
el grado o nivel de mecanización de la economía.
Como se aprecia, a través del cálculo derivado, la tasa de beneficio (∏) se moverá: i)
en el mismo sentido de la pugna distributiva o distribución funcional de la renta (EBE/PIB)
y de la productividad laboral (PIB/L), y ii) en sentido inverso a la capitalización del
proceso productivo (K/L) o la cantidad de capital requerida por trabajador. Si vamos más
allá diríamos que la evolución de la tasa de beneficio responde a la convergencia de estos
tres comportamientos de forma simultánea, tal es así que, por ejemplo, una tendencia
materializada en un proceso de capitalización creciente (K/L) haría descender la tasa de
beneficio (∏) siempre y cuando tanto la distribución funcional de la renta (EBE/PIB) como
la productividad laboral (PIB/L) de forma conjunta no generen efectos contrarrestantes, es
decir, que el aumento de (K/L) sea mayor que los incrementos agregados de (EBE/PIB) y
(PIB/L), o dicho formalmente que ∏/c/v > ∏/(EBE/PIB) y ∏/(PIB/L). Esta
reflexión supone, por ejemplo, que en un escenario de capitalización creciente con
procesos de aumento de la productividad laboral (en menor medida) se requiera de
compensaciones en el componente distributivo a efectos de neutralizar una inminente caída
de la tasa de beneficio. Inclusive si el efecto sobre el componente distributivo es lo
suficientemente contundente como para anular el aumento neto de la capitalización (es
decir una vez imputado el efecto del incremento de la productividad laboral) la tasa de
beneficio podría experimentar una evolución en ascenso.
La propuesta global de Marx, afirma que es plausible sostener que la tasa de
beneficio pudiese mantener niveles estables (inclusive dejar de caer) en un contexto de
mecanización creciente siempre y cuando existan dos condiciones: i) un incremento de la
productividad del trabajo y ii) fundamentalmente en base de la disputa distributiva de la
renta en favor del capital. Sin embargo estas fuerzas contrarrestantes deben ser cada vez
más potentes.
Grafica 2: Evolución de la tasa de beneficio (%) UE - 15 Y USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
En atención a la Gráfica 2 es posible apuntalar dos indicios: i) el comportamiento de
las tasas de beneficio en ambas economías mantiene ciertas características de
homogeneidad lo cual supone que, en el marco de la economía mundial, ambos bloques, en
términos tendenciales, materializan un patrón de sinergias común matizado por periodos de
crisis; y, ii) individualmente, a partir de 1960 la economía de la UE-15 mantiene un
crecimiento sostenido durante casi una década hasta que de 1970 a 1973 se origina un
primer periodo de declive. Por el lado de la economía norteamericana se aprecia, del
mismo modo, un periodo de crecimiento cuyo punto de inflexión se sitúa en 1966 que da
paso a una caída sostenida hasta la llegada de 1970 a partir de lo cual experimenta una
40
50
60
70
80
90
100
110
120
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
UE15 % (izq) USA % (izq)
17
breve recuperación hasta 1973. A partir de este año, ambas economías, en términos
generales, experimentan evoluciones sincrónicas donde las tasas de beneficios concretan
una caída tendencial hasta los primeros años 80’s cuya recuperación es materializada por
una oleada de medidas neoliberales23
que provee una nueva propulsión durante casi dos
décadas. A partir de los años dos mil dichas tasas logran estabilizarse en espera de una
nueva crisis mundial que hace su irrupción en 2008 - 2009.
No obstante, a la par de este análisis surge una primera reflexión que pone de
manifiesto una de las contradicciones del sistema capitalista, por una parte (de acuerdo a
las premisas inmediatas anteriores) el proceso de evolución de las tasas de beneficio, a
partir de los primeros años 80’s, denota el restablecimiento de la rentabilidad que se
sostiene durante alrededor de tres décadas, sin embargo, el desempeño favorable en ambas
economías no ha sido acompañado de la recuperación del proceso de acumulación
(aludiendo al Apartado 3.1 en torno a su incapacidad para auto-regenerarse) que, en todo
caso, sería lo esperable. Recordemos que, bajo la lógica capitalista, la rentabilidad guía a la
inversión y, por tanto, conduce el proceso de acumulación, sin embargo a la luz de estas
contradicciones yace el hecho de que una tasa de beneficios ascendiente, a la par de un
proceso de acumulación que cada vez crece menos, remite su sostenibilidad al plano de la
disputa distributiva. En otras palabras, desde la década de los 80’s hasta la llegada de la
crisis de 2008, asistimos a un crecimiento del PIB (cada vez más) ralentizado, es decir, una
acumulación cada vez menor (lo cual no significa que haya incrementos cero sino en escala
descendiente) sin embargo, la repartición de ese PIB para los inversores aún genera
proporciones “crecientes” de valorización del capital (tasas de beneficios en aumento, es
decir, atractivas).
3.3 Análisis de los componentes de la tasa de beneficio
Recordemos, la tasa de beneficio está compuesta de tres elementos: un compone de
evolución de la productividad del trabajo, la composición orgánica del capital y la disputa
distributiva.
Partiendo de la premisa de que la tasa de beneficio, a partir de los 80’s, experimenta
un periodo de recuperación sostenida (hasta la llegada de la crisis de 2008 - 2009) a la par
de una tasa de acumulación que crece cada vez menos, surgen inmediatamente dos
interrogantes: i) ¿cuáles son los elementos que están determinando ese aumento tendencial
de la tasa de beneficio? y ii) ¿en qué medida éstos interactúan provocando el movimiento
ascendente de la rentabilidad (tasa de beneficio)?
Gráfica 3: Evolución de los componentes de la tasa de beneficio - UE15
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
23
Aupadas por los gobiernos de Thatcher en Reino Unido (desde 1979) y Reagan en EEUU (desde 1980)
según cita de Arrizabalo (2013)
30
32
34
36
38
40
42
44
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
350.000
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
K/L (izq) PIB/L (izq) EBE/PIB (der) Lineal (K/L (izq)) Lineal (PIB/L (izq))
18
En vista de las interrogantes planteadas, y en atención a la Gráfica 3 que muestra la
evolución de los componentes de la tasa de beneficio de la economía de la UE-15, se
establece tres indicios: i) un crecimiento moderado de la productividad del trabajo (PIB/L)
medido en términos de la cantidad de valor producido por trabajador medio, ii) un
incremento más acentuado de la composición de capital (K/L) en relación a la
productividad laboral, y iii) a partir de las crisis de los 70´s, un comportamiento tendencial
ascendente del peso de los beneficios del capital en relación con la producción total
(EBE/PIB).
De los indicios i y ii podemos destacar que el proceso de mecanización o
capitalización de la economía de la UE-15, produce un aumento en la productividad del
trabajo en menor proporción que el incremento de la composición orgánica del capital. Ello
se puede demostrar analíticamente a través de regresiones lineales simples:
(4)
Siendo y1 la variable dependiente (K/L) y x1 la variable independiente (año) para la
composición orgánica de capital. Del mismo modo y2 la variable dependiente estimada
(PIB/L) y x2 la variable independiente (año) para la productividad del trabajo.
De acuerdo a esta formulación, mediante regresiones lineales simples, se puede
deducir que con un alto grado de fiabilidad (R2 superiores a 97%) el crecimiento del ratio
K/L excede al aumento del ratio PIB/L tal como lo demuestra el cálculo derivado. Dicho
de otro modo, y de acuerdo con las estimaciones realizadas para la economía de la UE-15,
cada año la composición orgánica del capital, en términos tendenciales, aumenta el triple
del incremento de la productividad del trabajo.
En virtud de lo anterior, en un contexto hipotético, si únicamente considerásemos los
efectos de estas dos vertientes, la tasa de ganancia de la UE-15, mantendría una tendencia a
la baja. No obstante la verificación del crecimiento de la tasa de beneficio a partir de los
primeros años 80’s supondría, tentativamente, que este ascenso se dilucida
fundamentalmente en el ámbito de la pugna distributiva que se corrobora con el
crecimiento de las rentas de capital (EBE/PIB) a una tasa interanual promedio de 0.60%
durante las tres últimas décadas.
Gráfica 4: Evolución de los componentes de la tasa de beneficio – USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
30
32
34
36
38
40
42
44
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
350.000
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
K/L (izq) PIB/L (izq) EBE/PIB (der) Lineal (K/L (izq)) Lineal (PIB/L (izq))
2
2
1
1
2
2222
1
1211
7.776972.0527,23)(7.776
383,2985.0651,64)(383,2
x
y
x
y
x
yRxy
x
yRxy
19
En concordancia con la Gráfica 4, se establece, de forma muy parecida al caso de los
países de la UE15, tres premisas para la economía norteamericana: i) un crecimiento
medianamente moderado de la productividad del trabajo (PIB/L), ii) un incremento más
contundente de la composición de capital (K/L) en relación a la productividad laboral, y
iii) a partir de los años 70’s, un comportamiento tendencial ascendente del peso de los
beneficios del capital en relación con la producción total (EBE/PIB).
De las premisas i y ii podemos subrayar que el proceso de capitalización de la
economía norteamericana, produce paralelamente, un aumento en la productividad del
trabajo en menor proporción que el incremento de la composición orgánica del capital. Ello
se puede demostrar analíticamente a través de regresiones lineales simples:
(4)
Siendo y1 la variable dependiente (K/L) y x1 la variable independiente (año) para la
composición orgánica de capital. Del mismo modo y2 la variable dependiente estimada
(PIB/L) y x2 la variable independiente (año) para la productividad del trabajo.
De acuerdo con esta formulación se puede deducir que con un grado de fiabilidad
superior al 90% (R2) el crecimiento del ratio K/L excede al aumento del ratio PIB/L tal
como lo demuestra el cálculo derivado. Dicho de otro modo, y de acuerdo con las
estimaciones para la economía norteamericana, cada año la composición orgánica del
capital, en términos tendenciales, aumenta aproximadamente el doble del incremento de la
productividad del trabajo.
En virtud de lo anterior, en un contexto hipotético, si únicamente considerásemos los
efectos de estas dos vertientes, la tasa de ganancia de la economía norteamericana
mantendría una tendencia decreciente. No obstante, la verificación del crecimiento de la
tasa de beneficio a partir de los primeros años 80’s supondría, tentativamente, que este
ascenso se dilucida fundamentalmente en base al ámbito de la pugna distributiva, mismo
que se corrobora con el crecimiento de las rentas de capital (EBE/PIB) a una tasa
interanual promedio de 0.43% durante las tres últimas décadas.
Al concretar la evolución de ambas economías, asumiendo que, en la actualidad,
asistimos a un creciente proceso de capitalización de la economía que genera un efecto de
sobre-acumulación deberíamos contemplar la posibilidad de un permanente un colapso
generalizado de la tasa de beneficio, sin embargo ello no ocurre tal como lo verifican los
datos. Lo que nos remite nuevamente a considerar, en base a las deducciones anteriores,
que la sostenibilidad de la rentabilidad (particularmente explicada mediante la tasa de
beneficio) tentativamente se disputaría a través de las fuerzas contrarrestantes,
esencialmente en el plano de las relaciones entre los capitales (capitalistas) y la fuerza de
trabajo (trabajadores)24
.
24
Para mayor profundización véase el desarrollo complementario de Lucha de Clases, contenido en el Anexo
II.
2
2
1
1
2
2222
1
1211
2.978974.0181,39)(2.978
944,1902.0932,10)(944,1
x
y
x
y
x
yRxy
x
yRxy
20
3.4 Análisis de los periodos de las crisis
A pesar de que en los apartados anteriores hemos abordado algunos elementos
empíricos que caracterizan la presencia de los periodos de crisis, resulta fundamental partir
del hecho de que una tendencia decreciente de la tasa de beneficios puede constituirse
como el principal factor que explica el cortocircuito del proceso de acumulación. La
presencia, por lo tanto, de periodos de crisis supone, implícitamente, contratendencias
insuficientes.
Gráfica 5: Tasa de beneficio, tasa de acumulación y tasa de variación interanual del PIB - UE-15
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
Gráfica 6: Tasa de beneficio, tasa de acumulación y tasa de variación interanual del PIB – USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
Para ilustrar el comportamiento de la tasa de beneficio (medida de rentabilidad), el
proceso de acumulación (medida de re-generación) y el crecimiento del PIB (medida de
evolución productiva) acudimos a las Gráficas 5 y 6. En ellas se establece un patrón común
para ambas economías que pueden evidenciar tentativamente dos planteamientos: i) en la
medida en la que la tasa de beneficio presenta decrecimientos considerables la tasa de
variación del PIB cae, tal como lo demuestra, para el caso de los países de la UE-15 los
años de 1975, 1981, 1993 y 2009, así como para el caso de la economía norteamericana los
años 1970, 1975, 1980, 1982, 1991, 2001 y 2009; y ii) menos acentuadamente el
decrecimiento de la tasa de beneficio guarda relación con la tasa de acumulación tal como
lo demuestran los años 1975, 1981, 1993 y 2009 para los países de la UE-15, así como en
los años 1970, 1975, 1982, 1991, 2001 y 2010 para la economía norteamericana.
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
40
50
60
70
80
90
100
110
120
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
PIB TVA % (der) TAS BEN % (izq) TAS ACUM % (der)
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
40
50
60
70
80
90
100
110
120
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
PIB TVA % (der) TAS BEN % (izq) TAS ACUM % (der)
21
Es fundamental ratificar que la evolución de estas variables (tasa de beneficio, tasa
de acumulación y evolución del PIB) muestra sus niveles de correlación y no sus
relaciones de causalidad.
Figura 1: Esquema de la tasa de beneficio
Elaboración propia
Recapitulemos de manera esquemática la serie de relaciones que entre los
indicadores se han venido mencionando a lo largo del el tratamiento empírico (véase
Figura 1). Así, en el sistema de producción capitalista, la lucha de clases constituye el eje
vertebrador sobre la base del cual se dilucida la disputa distributiva25
, es decir, la
materialización del reparto de las rentas que van a manos de los asalariados o a beneficiar
al capital. La disputa por la distribución estas rentas es el primero de los tres componentes
que inciden de manera directa en la tasa de beneficio. A continuación es necesario
clarificar el hecho de que la tasa de beneficio va a marcar el ritmo de acumulación del
proceso productivo que, sinergialmente, impacta sobre el nivel de capitalización de la
economía o aumento en la composición orgánica del capital (segundo componente) y que,
a su vez, genera un efecto sobre la productividad del trabajo. Ésta materializa el nivel de
eficiencia laboral (tercer componente) que afecta, consecuentemente, a la tasa de beneficio.
Por otro lado, como hemos explicado, un incremento en la tasa de beneficio tira del
ritmo de acumulación que, de forma simultánea, origina tensiones crecientes para la
capitalización del proceso productivo que, a pesar de que incide positivamente sobre la
productividad del trabajo (en un grado menor al proporcional), en última instancia,
instaura presiones para el descenso de la tasa de beneficio que, acompañado por la
incapacidad para reestructurar la pugna distributiva (lucha de clases) en favor de las rentas
del capital, materializa, en definitiva, a los procesos de crisis.
25
Cabe señalar que la lucha de clases no es un factor exógeno, está limitado por el proceso de acumulación,
es decir, hay que integrarla desde las posibilidades de apropiación de las diferentes clases sociales.
TASA DE BENEFICIO
EBE/K
PUGNA DISTRIBUTIVA
RA/PIB EBE/PIB
PRODUCTIVIDAD
PIB/L
COMP. ORG. CAPITAL
K/L
LUCHA DE
CLASES
SI INTERRUMPE EL PROCESO DE
ACUMULACIÓN
SI ESTIMULA EL PROCESO DE
ACUMULACIÓN
ACUMUL. DE CAPITAL
FNKF/K
CRISIS
22
CONCLUSIONES
La primera aseveración (introductoria) extensible al resto de conclusiones, parte de la
dificultad al transpolar la información contenida en las estadísticas nacionales hacia el
ámbito del pensamiento abstracto del Marx, esto constituye, por sí mismo, un limitante a
ser considerado. No obstante, el aporte teórico marxista constituye, sin duda, el eje teórico
trasversal que fundamenta la interpretación de los resultados obtenidos.
I. El ritmo de acumulación, en términos generales, concebido como la evolución en
el tiempo de la tasa de acumulación, que relaciona la inversión (FNKF) y el stock de
capital, evidencia muestras de agotamiento (ralentización) lo cual no significa que llegue
necesariamente a cero sino que cada vez es menos intenso. Ello supone la concreción de
dificultades en el proceso de acumulación por lo que se clarifica, de alguna manera, la
incapacidad del sistema de producción capitalista para lanzar y re-lanzar el proceso de
acumulación de forma sostenida no solo por la presencia de crisis recurrentes (cada vez
más contundentes y con periodos de recuperación de menor intensidad) sino también
debido a tasas de acumulación cada vez más limitadas.
II. La evolución de las tasas de beneficio permite esclarecer, en una primera
instancia, un comportamiento tendencial homogéneo en ambas economías lo cual supone,
en el marco de la economía mundial, la materialización de un patrón de sinergias común
matizado por periodos de crisis. Así se confirma que en la década de los 60’s los países de
la UE-15 mantiene un crecimiento sostenido hasta que de 1970 a 1973 se origina un primer
periodo de declive. Por el lado de la economía norteamericana se aprecia, del mismo
modo, un primer periodo de crecimiento cuyo punto de inflexión se sitúa en 1966 que da
paso a una caída hasta la llegada de 1970 a partir de lo cual experimenta una breve
recuperación hasta 1973. A partir de este año, ambas economías, en términos tendenciales,
experimentan evoluciones sincrónicas donde las tasas de beneficios concretan una caída
tendencial hasta los primeros años 80’s cuya recuperación se sostiene durante casi dos
décadas de forma ininterrumpida. A partir de los años dos mil dichas tasas continúan con
un crecimiento más sutil hasta la irrupción de la nueva crisis mundial que hace su aparición
en 2008.
Bajo una perspectiva de largo alcance, en segunda instancia, es posible afirmar que
las tasas de beneficio en ambos bloques económicos experimentan (mayoritariamente) un
crecimiento tendencial en las décadas de los años 60’s, 80’s, 90’s y dos mil, con excepción
del periodo de la década de los 70´s. De este modo podemos intuir que la tasa de beneficio
mantiene un crecimiento generalizado que se interrumpe con la llegada de la crisis de los
años 70’s y, posteriormente, con la crisis en 2008. Ello nos lleva a confirmar que la tasa de
beneficio (proxy de la tasa de ganancia) más bien tiene de a crecer26
. No obstante, la Ley
del Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia, no implica una caída ni un ascenso real
sino más bien un conjunto de condiciones explicadas a través de sus elementos
subyacentes.
III. En atención a los componentes de la tasa de beneficio, se establecen varios
indicios que apuntan en dirección a: i) un incremento (acentuado) de la composición de
capital (K/L) en relación a la productividad laboral, ii) un crecimiento (moderado) de la
productividad del trabajo (PIB/L) medido en términos de la cantidad de valor producido
por trabajador medio, y iii) un descenso del peso de los beneficios del capital en relación
con la producción total (EBE/PIB) matizado por la llegada crisis de los 70’s cuyo punto de
26
Recordemos que el crecimiento de la tasa de ganancia, de acuerdo al planteamiento marxista, supone la
introducción de fuerzas contrarrestantes (que neutralizan el carácter tendencial de su descenso).
23
inflexión (1975) recompone las condiciones de la pugna distributiva materializando un
asenso sostenido hasta la llegada de la crisis en 2008. De las premisas i y ii podemos
destacar que el proceso de mecanización o capitalización de la economía, como efecto de
las inversiones realizadas por el capital (fruto de un contexto crecientemente competitivo)
produce simultáneamente un aumento en la productividad del trabajo en menor proporción
que el incremento de la composición orgánica del capital, es decir, que el flujo de
inversiones realizadas, en términos de capital por trabajador, no genera, en la misma
proporción, un aumento de la productividad del trabajo. En virtud ello, si consideramos el
incremento acentuado de la composición del capital y el aumento, en menor medida, de la
productividad laboral, y lo añadimos al descenso de la proporción de las rentas del capital
respecto del PIB; la tasa de ganancia mantendría una caída real. Esta afirmación es
evidenciada en la década de los 70’s (crisis). No obstante, la verificación del crecimiento
de la tasa de beneficio a partir de los 80’s (que marca la salida de la crisis de los años 70’s)
supone que dicha recuperación se encuentra soportada fundamentalmente en el ámbito de
la pugna distributiva que se corrobora a través de un acentuado crecimiento de las rentas
del capital (en relación a la rentas de los asalariados) a partir de 1975.
Adicionalmente, a través de la evolución de la tasa de ganancia, es posible abordar
metodológicamente una explicación a las crisis situadas en el ámbito de las economías
capitalistas. Esta premisa implica, por lo tanto, descartar tácitamente el hecho de que la
génesis de las crisis descansa sobre una serie de elementos exógenos a la propia dinámica
de acumulación capitalista. Así, es previsible considerar que las causas determinantes de
las crisis económicas se sitúan en el ámbito (mismo) de la producción cuando una
economía no es capaz de generar o, mejor, re-generar valores nuevos suficientes con la
intensidad requerida por el capital.
IV. A la par del planteamiento anterior, excluyendo los periodos de caída de la tasa
de beneficio, es decir, considerando el restablecimiento de la rentabilidad (luego de la
crisis de los años 70’s y 2008), se esclarece el hecho de que este desempeño favorable,
para el caso de ambas economías, no va acompañado de la recuperación del proceso de
acumulación (aludiendo a la incapacidad del sistema de producción para su auto-
regeneración visible en la caída tendencial de la tasa de acumulación [Conclusión I]).
Recordemos que, bajo la lógica capitalista, la rentabilidad guía a la inversión y, por tanto,
conduce el proceso de acumulación, sin embargo a la luz de estas contradicciones yace el
hecho de que una tasa de beneficios creciente [Conclusión II], a la par de un proceso de
acumulación que cada vez crece menos, remite su sostenibilidad al plano de la pugna
distributiva. En palabras más simples, los datos demuestran que, desde los 80’s hasta antes
de la llegada de la crisis de 2008, asistimos a un crecimiento de la tarta cada vez más
ralentizado, es decir, una acumulación cada vez menor (lo cual no significa que haya
incrementos cero sino en escala descendiente) sin embargo la repartición de la tajada para
los inversores aún generaría procesos “crecientes” de valoración del capital (tasas de
beneficios en aumento, es decir, atractivas). Surge, en este punto, un primer indicio que
pone de manifiesto una de las contradicciones inmanentes del sistema capitalista.
V. La materialización del conflicto distributivo entre trabajo y capital27
(que
menciona Marx) que, se aproxima a la dimensión de la pugna distributiva, se manifiesta
empíricamente bajo dos instancias: i) un decremento de la distribución funcional de la
renta (RA/PIB) o salario relativo con tasas de variación interanual promedio negativas de,
aproximadamente, un tercio de punto (UE-15) y un cuarto de punto (USA), y ii) el
27
Este tópico se aborda mediante la evolución del índice EBE/PIB en el Apartado 3.3 No obstante de manera
complementaria se amplía esta discusión en el Anexo I
24
aumento del dividendo de las rentas del capital en relación con la remuneración de los
asalariados (EBE/RA), como un símil de la plusvalía, con tasas de variación interanual
promedio de casi medio punto en los países de la UE-15 y tres cuartos de punto en la
economía norteamericana.
VI. La verificación empírica del asenso de la tasa de beneficio en las economías de
los países de la Unión Europea - 15 y de los Estados Unidos de Norteamérica, durante el
último período inter-crisis, que involucra un incremento de la mecanización del proceso
productivo acompañado por un aumento en la productividad del trabajo (en menor
proporción) [Conclusión III], a la par de un proceso de acumulación ralentizado
[Conclusión I] únicamente puede materializarse a través de un (mayor) aumento de las
rentas apropiadas por el capital o, lo que es lo mismo, una disminución del salario relativo
[Conclusión III]. Todo ello apunta a ciertos elementos que nos acercan a la
fundamentación abstracta de la propuesta teórica de Marx contenida en la Ley del
Descenso Tendencial de la Tasa de Ganancia. De este modo, a criterio del autor, aunque
de forma muy acotada28
es posible asumir tentativamente algunas reflexiones citadas a lo
largo de esta investigación que, a fin de dotarlas de mayor rigurosidad, deben ser
profundizadas en próximos trabajos de investigación.
28
En atención a ciertos problemas de incompatibilidad de las estadísticas nacionales con las categorías
marxistas.
25
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TVA TVA EBE RA EBE/RA TVA EBE RA EBE/RA TVA
AÑO % % % % Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR % % Mrd USD Mrd USD % %
1960 62.59 65.23 130.88 148.30 88.25 173.00 296.40 58.37
1961 63.28 1.10 64.79 -0.68 138.78 164.09 84.58 -4.16 180.44 305.30 59.10 1.26
1962 63.55 0.44 64.24 -0.84 149.01 181.30 82.19 -2.83 195.41 327.10 59.74 1.08
1963 64.00 0.71 63.96 -0.44 158.30 200.55 78.93 -3.96 205.68 345.20 59.58 -0.26
1964 63.70 -0.47 63.60 -0.56 174.05 222.26 78.31 -0.79 222.22 370.70 59.95 0.61
1965 63.57 -0.21 62.84 -1.19 189.47 243.50 77.81 -0.64 245.12 399.50 61.36 2.35
1966 63.73 0.25 62.99 0.24 201.49 264.64 76.14 -2.15 268.31 442.70 60.61 -1.22
1967 63.42 -0.48 63.73 1.17 214.92 280.54 76.61 0.62 275.16 475.10 57.92 -4.44
1968 63.15 -0.43 64.10 0.58 236.02 303.97 77.65 1.35 294.24 524.30 56.12 -3.10
1969 62.47 -1.07 65.14 1.63 262.36 338.93 77.41 -0.31 307.64 577.60 53.26 -5.09
1970 63.40 1.49 65.90 1.16 288.45 390.40 73.88 -4.55 314.10 617.20 50.89 -4.45
1971 64.00 0.94 64.80 -1.67 312.13 440.28 70.89 -4.05 347.40 658.90 52.72 3.60
1972 64.06 0.09 64.70 -0.15 346.65 494.58 70.09 -1.13 389.70 725.10 53.74 1.93
1973 63.97 -0.13 64.63 -0.10 402.91 575.38 70.03 -0.09 438.10 811.20 54.01 0.49
1974 65.33 2.12 65.42 1.22 458.68 683.17 67.14 -4.12 464.30 890.30 52.15 -3.44
1975 67.30 3.02 63.93 -2.28 497.43 793.94 62.65 -6.68 527.10 949.20 55.53 6.48
1976 66.49 -1.20 63.86 -0.12 571.28 904.93 63.13 0.76 585.00 1059.40 55.22 -0.56
1977 66.04 -0.68 63.94 0.14 635.26 1000.10 63.52 0.62 659.20 1180.60 55.84 1.12
1978 65.73 -0.48 63.98 0.05 699.90 1093.59 64.00 0.76 752.40 1335.60 56.33 0.89
1979 65.26 -0.72 64.26 0.44 794.21 1233.38 64.39 0.61 826.60 1498.40 55.17 -2.07
1980 65.72 0.71 65.08 1.27 884.12 1398.92 63.20 -1.85 884.00 1647.70 53.65 -2.75
1981 65.89 0.26 64.11 -1.49 974.24 1545.23 63.05 -0.24 1023.20 1819.80 56.23 4.80
1982 64.96 -1.41 65.24 1.76 1087.19 1662.40 65.40 3.73 1077.20 1919.80 56.11 -0.21
1983 64.00 -1.48 63.82 -2.17 1190.38 1743.43 68.28 4.40 1179.50 2035.70 57.94 3.26
1984 63.03 -1.51 63.19 -0.99 1322.68 1859.11 71.15 4.20 1354.50 2245.70 60.32 4.10
1985 62.48 -0.87 63.06 -0.21 1434.96 1983.47 72.35 1.69 1443.80 2412.00 59.86 -0.76
1986 61.85 -1.02 63.22 0.25 1536.63 2080.35 73.86 2.10 1499.30 2559.40 58.58 -2.14
1987 61.84 -0.02 63.55 0.53 1606.61 2189.80 73.37 -0.67 1611.90 2737.00 58.89 0.53
1988 61.07 -1.24 63.76 0.32 1770.54 2359.16 75.05 2.29 1770.30 2955.00 59.91 1.72
1989 60.61 -0.76 62.84 -1.45 1956.96 2564.76 76.30 1.67 1879.50 3132.60 60.00 0.15
1990 60.96 0.58 63.08 0.39 2080.33 2785.73 74.68 -2.13 1944.00 3328.60 58.40 -2.66
1991 61.90 1.54 63.34 0.41 2215.84 3098.08 71.52 -4.22 1992.70 3441.10 57.91 -0.85
1992 62.06 0.26 62.97 -0.57 2294.74 3239.29 70.84 -0.95 2093.80 3634.40 57.61 -0.51
1993 61.64 -0.67 62.82 -0.24 2310.53 3241.89 71.27 0.61 2211.60 3800.40 58.19 1.01
1994 60.27 -2.24 62.15 -1.06 2474.53 3323.53 74.45 4.47 2406.50 4002.50 60.12 3.32
1995 59.66 -1.01 62.19 0.06 2596.42 3431.82 75.66 1.61 2584.50 4199.30 61.55 2.36
1996 59.36 -0.49 61.48 -1.15 2736.87 3576.97 76.51 1.13 2816.90 4395.50 64.09 4.13
1997 58.88 -0.81 61.31 -0.28 2882.69 3741.03 77.06 0.71 3045.00 4670.00 65.20 1.74
1998 58.57 -0.53 62.34 1.68 2981.48 3897.18 76.50 -0.72 3195.40 5027.80 63.55 -2.53
1999 58.68 0.20 62.26 -0.12 3090.48 4121.21 74.99 -1.98 3384.60 5359.20 63.15 -0.63
2000 58.94 0.43 63.17 1.46 3285.76 4426.93 74.22 -1.02 3576.50 5793.50 61.73 -2.25
2001 59.06 0.21 63.07 -0.17 3417.64 4605.80 74.20 -0.03 3683.70 5984.50 61.55 -0.29
2002 58.89 -0.28 62.22 -1.34 3547.20 4759.09 74.54 0.45 3774.50 6116.40 61.71 0.26
2003 58.67 -0.37 62.18 -0.07 3638.08 4818.50 75.50 1.30 3926.60 6388.30 61.47 -0.40
2004 58.09 -1.00 61.30 -1.41 3856.60 4989.68 77.29 2.37 4303.50 6699.60 64.24 4.51
2005 57.70 -0.66 60.69 -1.00 4019.28 5147.80 78.08 1.02 4718.60 7071.50 66.73 3.88
2006 57.20 -0.88 60.58 -0.18 4262.56 5374.38 79.31 1.58 5137.70 7483.60 68.65 2.89
2007 56.83 -0.64 60.57 -0.01 4527.12 5630.48 80.40 1.38 5138.20 7863.00 65.35 -4.82
2008 57.47 1.12 60.97 0.66 4473.25 5681.24 78.74 -2.07 5156.90 8079.10 63.83 -2.32
2009 59.33 3.24 60.35 -1.03 4103.74 5552.36 73.91 -6.13 5009.30 7807.20 64.16 0.52
2010 58.38 -1.59 59.39 -1.58 4330.52 5692.17 76.08 2.93 5420.90 7977.20 67.95 5.91
2011 58.13 -0.43 59.33 -0.10 4439.90 5835.89 76.08 0.00 5620.00 8303.20 67.68 -0.40
2012 58.56 0.73 58.83 -0.85 4475.82 5989.23 74.73 -1.77 5920.65 8574.06 69.05 2.02
2013 58.67 0.20 58.22 -1.03 4481.25 6035.14 74.25 -0.64 6231.73 8783.88 70.95 2.74
2014 58.47 -0.35 57.67 -0.95 4630.84 6186.57 74.85 0.81 6568.04 9145.41 71.82 1.23
Notas
Fuente: BASE DE DATOS AMECO.
Fecha de consulta: AGO 2013
TVA = TASA DE VARIACION ANUAL
FNKF(d) = FORMACION NETA DE CAPITAL FIJO DEFLACTADA
∏ = TASA DE BENEFICIO
TABLA I
ANEXO I
UE-15 USA UE-15
DIVIDENDO DE LAS RENTAS DEL CAPITAL VS REMUNERACIÓN DE ASALARIADO
USA
SALARIO REALTIVO
TABLA II
PIB TVA(PIB) FNKF TVA(FNKF) PIB TVA(PIB) FNKF TVA(FNKF) FNKF(d) K FNKF(d)/K FNKF(d) K FNKF(d)/K
AÑO Mrd ECU/EUR % Mrd ECU/EUR % Mrd USD % Mrd USD % Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR Mrd USD Mrd USD Mrd USD
1960 2718.58 534.42 2787.19 381.84 339.28 8,090.17 4.19 187.75 8,361.57 2.25
1961 2856.00 5.06 587.09 9.85 2852.06 2.33 387.69 1.53 385.25 8,397.27 4.59 186.58 8,548.15 2.18
1962 2987.03 4.59 617.15 5.12 3025.69 6.09 419.46 8.19 405.63 8,721.33 4.65 213.21 8,761.36 2.43
1963 3126.68 4.67 641.89 4.01 3157.46 4.36 452.68 7.92 417.01 9,055.04 4.61 236.06 8,997.42 2.62
1964 3312.68 5.95 702.86 9.50 3343.13 5.88 495.03 9.36 468.40 9,427.20 4.97 269.73 9,267.15 2.91
1965 3454.73 4.29 729.81 3.83 3560.28 6.50 543.02 9.69 478.66 9,807.06 4.88 304.48 9,571.63 3.18
1966 3586.01 3.80 765.25 4.86 3797.46 6.66 573.20 5.56 498.16 10,203.06 4.88 316.96 9,888.59 3.21
1967 3707.06 3.38 795.04 3.89 3892.50 2.50 566.78 -1.12 510.37 10,609.31 4.81 296.67 10,185.25 2.91
1968 3896.76 5.12 841.75 5.88 4079.60 4.81 600.24 5.90 543.67 11,044.02 4.92 317.41 10,502.66 3.02
1969 4137.14 6.17 897.87 6.67 4204.93 3.07 621.75 3.58 590.95 11,517.64 5.13 322.84 10,825.50 2.98
1970 4346.14 5.05 949.38 5.74 4213.40 0.20 601.70 -3.22 631.36 12,020.47 5.25 290.00 11,115.50 2.61
1971 4495.03 3.43 988.67 4.14 4359.10 3.46 637.20 5.90 648.99 12,536.63 5.18 312.68 11,428.18 2.74
1972 4696.24 4.48 1031.92 4.38 4599.80 5.52 707.60 11.05 668.10 13,071.30 5.11 364.02 11,792.20 3.09
1973 4982.92 6.10 1086.84 5.32 4871.70 5.91 762.90 7.82 711.11 13,642.35 5.21 399.49 12,191.69 3.28
1974 5110.51 2.56 1066.64 -1.86 4846.40 -0.52 724.10 -5.09 661.92 14,176.52 4.67 339.25 12,530.94 2.71
1975 5079.28 -0.61 1021.89 -4.20 4836.90 -0.20 659.70 -8.89 577.82 14,641.49 3.95 258.08 12,789.02 2.02
1976 5305.70 4.46 1043.30 2.10 5099.00 5.42 712.70 8.03 574.13 15,106.20 3.80 294.88 13,083.90 2.25
1977 5450.92 2.74 1060.71 1.67 5335.50 4.64 793.50 11.34 553.31 15,565.00 3.55 358.66 13,442.56 2.67
1978 5618.42 3.07 1079.66 1.79 5635.70 5.63 887.00 11.78 536.10 16,021.05 3.35 431.63 13,874.19 3.11
1979 5823.35 3.65 1115.12 3.28 5813.10 3.15 935.20 5.43 552.40 16,493.03 3.35 455.00 14,329.20 3.18
1980 5907.02 1.44 1137.71 2.03 5796.40 -0.29 883.80 -5.50 548.44 16,969.88 3.23 377.94 14,707.14 2.57
1981 5919.33 0.21 1087.45 -4.42 5943.70 2.54 893.40 1.09 462.39 17,378.95 2.66 364.42 15,071.56 2.42
1982 5982.92 1.07 1073.19 -1.31 5826.00 -1.98 831.90 -6.88 412.69 17,747.93 2.33 279.83 15,351.38 1.82
1983 6091.77 1.82 1076.38 0.30 6089.10 4.52 888.80 6.84 383.07 18,097.88 2.12 315.84 15,667.23 2.02
1984 6247.17 2.55 1095.99 1.82 6527.20 7.19 1032.70 16.19 379.44 18,442.83 2.06 435.49 16,102.72 2.70
1985 6403.49 2.50 1129.10 3.02 6795.60 4.11 1095.00 6.03 387.80 18,798.45 2.06 466.78 16,569.50 2.82
1986 6583.13 2.81 1174.78 4.04 7028.50 3.43 1114.20 1.75 403.50 19,177.18 2.10 460.64 17,030.14 2.70
1987 6765.09 2.76 1233.78 5.02 7251.10 3.17 1126.10 1.07 433.30 19,591.23 2.21 446.49 17,476.63 2.55
1988 7048.86 4.19 1341.82 8.76 7548.40 4.10 1161.20 3.12 514.50 20,083.13 2.56 452.29 17,928.93 2.52
1989 7306.64 3.66 1435.58 6.99 7817.50 3.56 1198.50 3.21 589.61 20,641.48 2.86 460.69 18,389.62 2.51
1990 7524.15 2.98 1490.82 3.85 7962.60 1.86 1190.60 -0.66 605.53 21,221.46 2.85 424.67 18,814.29 2.26
1991 7806.48 3.75 1541.41 3.39 7941.80 -0.26 1130.50 -5.05 606.67 22,162.36 2.74 340.58 19,154.87 1.78
1992 7894.12 1.12 1535.65 -0.37 8212.20 3.40 1191.70 5.41 563.29 22,699.56 2.48 378.67 19,533.54 1.94
1993 7868.02 -0.33 1446.25 -5.82 8448.10 2.87 1275.40 7.02 438.85 23,122.96 1.90 436.55 19,970.09 2.19
1994 8087.79 2.79 1489.42 2.98 8795.70 4.11 1377.30 7.99 456.76 23,566.22 1.94 505.51 20,475.60 2.47
1995 8288.33 2.48 1537.36 3.22 9019.90 2.55 1463.60 6.27 479.45 24,042.06 1.99 547.96 21,023.56 2.61
1996 8428.94 1.70 1572.00 2.25 9361.40 3.79 1587.50 8.47 486.02 24,525.73 1.98 621.88 21,645.44 2.87
1997 8653.83 2.67 1622.74 3.23 9783.20 4.51 1727.30 8.81 508.45 25,033.53 2.03 701.89 22,347.33 3.14
1998 8905.90 2.91 1738.40 7.13 10213.80 4.40 1898.10 9.89 582.98 25,619.51 2.28 799.92 23,147.25 3.46
1999 9170.67 2.97 1835.16 5.57 10711.10 4.87 2071.70 9.15 638.27 26,256.63 2.43 891.54 24,038.80 3.71
2000 9526.37 3.88 1917.89 4.51 11158.10 4.17 2213.80 6.86 680.22 26,928.22 2.53 949.98 24,988.78 3.80
2001 9725.32 2.09 1935.05 0.89 11280.10 1.09 2189.80 -1.08 646.69 27,572.10 2.35 858.74 25,847.52 3.32
2002 9841.84 1.20 1920.48 -0.75 11486.30 1.83 2124.00 -3.00 592.56 28,163.83 2.10 746.30 26,593.82 2.81
2003 9969.00 1.29 1940.40 1.04 11779.50 2.55 2191.70 3.19 575.90 28,746.10 2.00 778.19 27,372.01 2.84
2004 10204.83 2.37 1993.13 2.72 12189.40 3.48 2328.20 6.23 597.09 29,345.31 2.03 882.60 28,254.61 3.12
2005 10400.60 1.92 2055.67 3.14 12564.30 3.08 2452.50 5.34 633.95 29,979.26 2.11 969.80 29,224.41 3.32
2006 10726.45 3.13 2177.36 5.92 12898.40 2.66 2509.90 2.34 718.92 30,694.70 2.34 980.72 30,205.13 3.25
2007 11052.82 3.04 2298.17 5.55 13144.40 1.91 2470.80 -1.56 798.08 31,490.30 2.53 883.37 31,088.50 2.84
2008 11058.30 0.05 2255.06 -1.88 13097.20 -0.36 2327.90 -5.78 706.22 32,213.88 2.19 691.28 31,779.78 2.18
2009 10578.03 -4.34 1964.89 -12.87 12690.00 -3.11 1953.40 -16.09 376.79 32,607.39 1.16 296.91 32,076.69 0.93
2010 10796.44 2.06 1969.93 0.26 12992.00 2.38 1944.20 -0.47 366.26 32,987.59 1.11 268.87 32,345.56 0.83
2011 10949.39 1.42 1991.46 1.09 13225.90 1.80 2021.50 3.98 363.75 33,360.01 1.09 321.25 32,666.81 0.98
2012 10901.46 -0.44 1930.45 -3.06 13518.38 2.21 2160.07 6.85 289.62 33,653.90 0.86 442.93 33,109.74 1.34
2013 10881.33 -0.18 1896.56 -1.76 13780.19 1.94 2310.19 6.95 242.50 33,901.91 0.72 569.77 33,679.51 1.69
2014 11029.73 1.36 1945.60 2.59 14145.27 2.65 2489.77 7.77 279.82 34,188.75 0.82 719.40 34,398.91 2.09
UE-15 USA USAUE-15
PRODUCTO INTERNO BRUTO Y FORMACIÓN NETA DE CAPITAL FIJO
TABLA III TABLA IV
TASA DE ACUMULACIÓN
FNKF(d)/K ∏ L PIB/L K/L EBE/PIB K/L - PIB/L ∏ L PIB/L K/L (izq) EBE/PIB K/L - PIB/L
AÑO % Miles Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR Mrd ECU/EUR % Miles Mrd USD Mrd USD Mrd USD Mrd USD
1960 72.45 132,206 20,563.25 61,193.83 37.41 40,630.58 55.22 69,024 40,379.77 121,139.32 34.77 80,759.55
1961 71.20 133,267 21,430.74 63,011.00 36.72 41,580.27 57.26 68,950 41,364.12 123,975.91 35.21 82,611.78
1962 71.15 133,676 22,345.31 65,242.24 36.45 42,896.94 62.01 70,024 43,209.46 125,119.78 35.76 81,910.32
1963 70.02 133,768 23,373.86 67,692.10 36.00 44,318.24 64.43 70,090 45,048.91 128,370.26 36.04 83,321.35
1964 72.40 134,418 24,644.73 70,133.69 36.30 45,488.96 68.05 71,845 46,532.53 128,988.08 36.40 82,455.55
1965 74.09 134,737 25,640.50 72,786.61 36.43 47,146.11 72.25 73,951 48,143.83 129,432.21 37.16 81,288.38
1966 74.41 134,789 26,604.71 75,696.72 36.27 49,092.01 74.46 76,927 49,364.38 128,544.90 37.01 79,180.52
1967 76.19 133,752 27,715.91 79,320.73 36.58 51,604.82 71.83 78,702 49,458.63 129,415.16 36.27 79,956.53
1968 79.71 133,659 29,154.46 82,628.23 36.85 53,473.78 72.23 80,558 50,641.49 130,373.16 35.90 79,731.67
1969 84.25 134,886 30,671.43 85,388.03 37.53 54,716.60 68.11 82,619 50,895.31 131,028.86 34.86 80,133.55
1970 78.66 135,921 31,975.53 88,437.42 36.60 56,461.88 63.39 82,470 51,090.35 134,783.02 34.10 83,692.67
1971 75.32 136,230 32,995.77 92,025.17 36.00 59,029.39 65.99 82,631 52,753.88 138,303.97 35.20 85,550.09
1972 75.69 136,570 34,386.96 95,711.02 35.94 61,324.06 68.13 85,034 54,093.56 138,676.05 35.30 84,582.49
1973 76.61 138,454 35,989.80 98,533.62 36.03 62,543.82 69.99 87,708 55,544.53 139,003.15 35.37 83,458.63
1974 67.36 139,151 36,726.26 101,878.33 34.67 65,152.07 62.51 89,495 54,152.83 140,018.54 34.58 85,865.71
1975 58.17 137,984 36,810.54 106,109.74 32.70 69,299.21 61.42 87,886 55,036.16 145,518.52 36.07 90,482.36
1976 61.13 138,004 38,446.08 109,462.40 33.51 71,016.33 64.28 90,360 56,430.09 144,798.12 36.14 88,368.03
1977 61.35 138,352 39,398.86 112,502.77 33.96 73,103.91 64.59 93,363 57,147.98 143,981.85 36.06 86,833.87
1978 62.09 138,926 40,441.92 115,321.15 34.27 74,879.23 65.32 98,090 57,454.54 141,443.86 36.02 83,989.32
1979 63.24 140,440 41,465.03 117,438.22 34.74 75,973.19 63.28 101,114 57,490.42 141,712.99 35.74 84,222.57
1980 59.03 140,921 41,917.27 120,421.37 34.28 78,504.10 57.36 101,687 57,002.26 144,631.20 34.92 87,628.93
1981 55.54 139,917 42,306.09 124,209.18 34.11 81,903.09 59.22 102,426 58,029.33 147,146.14 35.89 89,116.81
1982 58.19 138,967 43,052.67 127,712.94 35.04 84,660.28 52.70 101,061 57,648.57 151,902.69 34.76 94,254.12
1983 61.25 138,439 44,003.18 130,727.89 36.00 86,724.70 61.26 101,816 59,805.22 153,878.59 36.18 94,073.37
1984 65.06 138,778 45,015.54 132,894.52 36.97 87,878.98 69.77 105,915 61,626.62 152,033.99 36.81 90,407.37
1985 67.51 139,756 45,819.00 134,508.77 37.52 88,689.78 72.49 108,452 62,660.19 152,782.40 36.94 90,122.20
1986 71.66 141,012 46,684.85 135,996.71 38.15 89,311.85 72.23 110,159 63,803.36 154,596.30 36.78 90,792.94
1987 72.02 143,182 47,248.03 136,827.11 38.16 89,579.08 71.99 115,743 62,648.28 150,995.14 36.45 88,346.85
1988 76.63 145,987 48,284.23 137,568.23 38.93 89,284.00 73.38 118,241 63,839.11 151,630.40 36.24 87,791.29
1989 79.49 148,622 49,162.65 138,886.06 39.39 89,723.41 78.40 120,606 64,818.50 152,476.83 37.16 87,658.33
1990 79.19 151,216 49,757.64 140,338.77 39.04 90,581.12 78.49 121,998 65,268.28 154,218.02 36.92 88,949.74
1991 78.14 159,359 48,986.79 139,072.02 38.10 90,085.23 77.14 120,863 65,709.11 158,484.15 36.66 92,775.04
1992 77.38 157,504 50,120.02 144,120.23 37.94 94,000.21 82.48 121,472 67,605.70 160,806.93 37.03 93,201.23
1993 76.13 155,094 50,730.64 149,089.94 38.36 98,359.30 84.52 123,059 68,650.81 162,280.61 37.18 93,629.80
1994 82.23 155,014 52,174.53 152,026.25 39.73 99,851.72 88.99 125,708 69,969.29 162,882.24 37.85 92,912.94
1995 85.49 156,276 53,036.65 153,844.06 40.34 100,807.41 88.96 127,444 70,775.40 164,963.12 37.81 94,187.72
1996 88.12 157,286 53,589.99 155,931.08 40.64 102,341.08 94.19 129,154 72,482.46 167,594.04 38.52 95,111.57
1997 92.38 158,940 54,447.16 157,503.06 41.12 103,055.90 97.88 131,934 74,152.23 169,382.65 38.69 95,230.42
1998 95.91 161,741 55,062.80 158,398.58 41.43 103,335.78 96.52 133,785 76,344.88 173,018.28 37.66 96,673.39
1999 96.61 164,839 55,634.25 159,286.94 41.32 103,652.69 98.65 135,779 78,886.28 177,043.58 37.74 98,157.30
2000 96.21 168,358 56,584.13 159,946.55 41.06 103,362.41 95.20 139,175 80,173.16 179,549.34 36.83 99,376.18
2001 96.33 170,626 56,998.03 161,594.20 40.94 104,596.18 93.38 139,222 81,022.40 185,656.86 36.93 104,634.47
2002 96.70 171,778 57,293.82 163,954.44 41.11 106,660.62 96.21 138,807 82,750.15 191,588.46 37.78 108,838.32
2003 97.30 172,634 57,746.53 166,514.95 41.33 108,768.42 97.00 140,084 84,088.83 195,397.12 37.82 111,308.29
2004 99.40 173,968 58,659.14 168,681.94 41.91 110,022.80 100.08 141,569 86,102.18 199,581.90 38.70 113,479.72
2005 100.00 175,719 59,188.95 170,609.47 42.30 111,420.52 100.00 143,980 87,264.20 202,975.48 39.31 115,711.28
2006 101.80 178,369 60,136.14 172,084.96 42.80 111,948.82 97.78 146,678 87,936.84 205,928.16 39.42 117,991.31
2007 103.60 181,289 60,968.09 173,702.59 43.17 112,734.50 96.54 148,295 88,636.84 209,639.57 39.43 121,002.73
2008 97.13 182,688 60,531.23 176,333.23 42.53 115,802.00 91.99 147,643 88,708.57 215,247.46 39.03 126,538.88
2009 83.38 179,431 58,953.31 181,727.00 40.67 122,773.69 90.42 142,183 89,251.18 225,601.44 39.65 136,350.27
2010 88.12 178,780 60,389.52 184,514.96 41.62 124,125.44 98.90 141,386 91,890.29 228,774.84 40.61 136,884.56
2011 88.35 179,352 61,049.82 186,003.29 41.87 124,953.47 100.61 142,183 93,020.26 229,751.87 40.67 136,731.61
2012 85.82 178,727 60,995.08 188,297.92 41.44 127,302.84 104.42 144,848 93,328.31 228,583.31 41.17 135,255.00
2013 84.36 177,873 61,174.60 190,595.79 41.33 129,421.19 106.35 146,237 94,231.76 230,307.38 41.78 136,075.62
2014 85.77 178,611 61,752.94 191,414.99 41.53 129,662.06 108.95 148,725 95,110.27 231,292.14 42.33 136,181.86
UE-15 USA
TABLA V
LA TASA DE BENEFICIO Y EVOLUCIÓN DE SUS COMPONENTES
30
ANEXO II
DISCUSIONES COMPLEMENTARIASi
i) LUCHA DE CLASES
Generalizadamente, uno de los aspectos que tiende a soslayarse, y que
intencionalmente destacamos para complementar las aseveraciones contenidas en el
Apartado 3.3 (específicamente respecto de la pugna distributiva), es la dinámica de lucha
de clases que acontece inmersa en el proceso productivo, donde se produce un primer acto
de antagonismo entre el capitalista (inversor o, de manera más afinada, poseedor de los
medios de producción) y el obrero (trabajador asalariado). Este aspecto fue considerado
por Marx, quien, según afirma Mandel (1976: 32) “integra lógicamente el desarrollo de la
lucha de clases entre capital y trabajo a su análisis de la producción del plusvalor, en la
medida en que considera que la lucha de clases se origina en ese proceso de producción”.
En atención de lo anterior se propone considerar como indicadores de la pugna de
clases a: i) la distribución funcional de la renta y ii) el dividendo de las rentas del capital en
relación con las remuneraciones de los asalariados (proxy de tasa de plusvalía).
Distribución funcional de la renta [RA/PIB].
La distribución rentas de acuerdo con la función material de los actores del proceso
productico (a saber capitalistas y asalariados), refleja la fracción de las retribuciones de la
renta que se asigna a la clase trabajadora y que se manifiesta a través de la masa de
remuneraciones de los asalariados (RA)ii en relación al valor total creado (PIB). Es decir,
en términos de categorías marxistas, la distribución funcional de la renta refleja un proxy
de la fracción v/(c+v+pv).
Grafica A: Remuneración de asalariados en proporción al PIB o salario relativo (%) - UE (15) Y USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
Así los datos de los países de la Unión Europea (15) reflejados en la gráfica A,
muestran el peso relativo de los salarios en torno al conjunto de la producción, donde se
aprecia un primer periodo de estabilidad entre los años 1960 a 1973 con una tasa que oscila
en torno al 63.49%. A partir de los años 80’s, durante tres décadas, se evidencia, en
cambio, una caída tendencial que supone una tasa de variación interanual promedio de -
0.35% (o acumulada de -10.94%). O dicho de otra manera, para el periodo 1980 - 2010 la
proporción de los salarios pierden, en términos absolutos, el 7.34 puntos.
i El autor considera pertinente encarar estas discusiones que, si bien han sido excluidas del cuerpo de la
investigación, complementan algunas de las premisas citadas. ii Consecuentemente la proporción restante pertenece a las rentas del capital (EBE/PIB)
55,00
57,50
60,00
62,50
65,00
67,50
70,00
1.960 1.965 1.970 1.975 1.980 1.985 1.990 1.995 2.000 2.005 2.010
USA UE-15 Polinómica (USA) Polinómica (UE-15)
31
De manera similar, aunque con una caída menos marcada la economía
norteamericana experimenta un decrecimiento tendencial del peso de los salarios respecto
al PIB. Así encontramos, a partir de los años 80´s, durante tres décadas, un desplome
sostenido reflejado en la tasa de variación interanual promedio de -0.25% (o acumulada de
-7.72%). O dicho de otro modo, para el periodo 1980 - 2010 el peso de los salarios
respecto al PIB norteamericano retrocede 5.69 puntos.
En apego a estos resultados, se evidencia tentativamente un patrón evolutivo
común: ambas economías experimentan un tendiente retroceso de la masa salarial en
relación al PIB (véase en líneas punteadas en Gráfica A).
Dividendo de las rentas del capital en relación con la remuneración de los
asalariados [EBE/RA]
La propuesta de un índice que relacione el excedente bruto de explotación (EBE),
como una medida aproximada de la masa de plusvalía, es decir, del valor nuevo creado
expropiado a la fuerza de trabajo, o simplemente el beneficio capitalista, en relación con la
masa de remuneración de asalariados (RA), como un símil del capital variable; constituye
una acercamiento a la categoría de tasa de plusvalía (pv’) propuesta por Marx.
Analíticamente, esta premisa, se sintetiza de la siguiente manera:
Empíricamente, el ratio EBE/RA se aproxima, de algún modo, la relación de las
rentas apropiadas por el capital respecto de las rentas de los asalariados (principio
constitutivo de la tasa de plusvalía).
Gráfica B: Dividendo de las rentas del capital en relación a la remuneración
de los asalariados (EBE/RA) (%) - UNIÓN EUROPEA (15) Y USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
Se constata, en atención a la Gráfica B, que en los países de la Unión Europea, el
peso de los beneficios de las rentas del capital en relación con las rentas de los asalariados
evidencia dos comportamientos plenamente identificados. En las décadas de los 60’s, 70’s
y 80’s el ratio EBE/RA decrece en torno a una tasa de variación interanual promedio de -
1.63%. No obstante, a partir de los años 80’s estas tasas muestra señales de recuperación
que se sostienen tendencialmente durante tres décadas mostrando una la tasa de variación
promedio interanual de 0.53% exceptuando una fuerte caída para el periodo de 1990 a
1992 (donde la tasa de variación interanual promedio se sitúa en -2.44%) y entre 2008 y
2009 (donde ésta llega a -4.10%).
Así mismo, podemos destacar que, en la economía norteamericana, el peso de los
beneficios de las rentas del capital en relación con las rentas de los asalariados evidencia
dos grandes fases. La primera con un marcado ascenso entre 1960 y 1965 (tasa de
variación interanual promedio de 1.01%) y a partir de ello una caída precipitosa hasta 1970
con una tasa de variación interanual promedio de -3.66% como consecuencia de la crisis
50
55
60
65
70
75
80
85
90
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
USA UE15
32
económica acontecida en los años 70’s cuyo resurgimiento, en términos generales, se
materializa mediante la adopción de políticas neoliberales cuyos íconos encarnan las
figuras del presidente Ronald Reagan (Estados Unidos) y la primer ministro Margaret
Thatcher (Reino Unido). De esta manera se logra reconfigurar la proporción EBE/RA
permitiendo un crecimiento sostenido cuya tasa de variación interanual promedio se sitúa
en 0.87% que está presente desde 1971 a 2006, para finalmente en 2007 y 2008
experimentar una caída en torno a una tasa de variación interanual de -3.57% producto de
una nueva crisis económica.
Concretamente se verifica que, para el caso de las dos economías, tanto la
evolución de la distribución funcional de la renta como la evolución del comportamiento
de dividendo de las rentas del capital (en relación con la remuneración de los asalariados)
evidencian tentativamente el hecho de presiones crecientes (pugnas distributivas) por la
apropiación del excedente que, normalmente, favorecen al capital.
ii) REPRODUCCIÓN Y ACUMULACIÓN DEL CAPITAL [FNKF/K]
En virtud del análisis del Apartado 3.1 se considera pertinente abordar de forma
complementaria la discusión sobre el ritmo de acumulación analizándolo desde las
oscilaciones del PIB y la FNKF (inversión empresarial).
Retomando el hecho de que la lógica del sistema de re-producción capitalista
entraña que, una vez que se reponen los medios consumidos en el proceso productivo, es
decir, la fuerza de trabajo y los medios de producción, el residuo resultante (excedente)
tiene dos alternativas: canalizarse hacia un consumo improductivo o reinvertirse como
nuevo capital y es, precisamente, en el proceso de re-inversión donde se funda uno de los
principios esenciales de la acumulación capitalista que concreta no sólo el “ánimo”
productivo de los capitales sino la enorme presión competitiva entre ellos.
Evolución de las variaciones del PIB a la par de los movimientos de la inversión
empresarial (FNKF)iii
La importancia al momento de incorporar la formación neta de capital (FNKF)
radica en que, de algún modo, condensa el movimiento empresarial en tanto representa la
masa de recursos re-invertidos efectivamente en la economía por parte de los capitales.
Complementariamente, otro de los termómetros del crecimiento de la actividad económica
se materializa través de la evolución del PIB. Ambos indicadores proveen una
aproximación al proceso de reproducción y acumulación del capital.
Gráfica C: Tasas de variación interanual del PIB y de la formación neta de capital fijo (FNKF) - UE
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
iii
A efectos de dotar de un marco de comparabilidad, se considera dichas variables en términos de tasas de
variación interanual.
-14
-10
-6
-2
2
6
10
14
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
FNKF TVA % PIB TVA % Lineal (FNKF TVA %) Lineal (PIB TVA %)
33
De la observación de la Gráfica C podemos intuir, en términos de evolución del
PIB, respecto de la economía de los países de la Unión Europea (15), tres premisas: i) la
presencia de periodos de crisis lo que manifiesta, de alguna manera, la incapacidad del
sistema de producción capitalista para mantener un crecimiento equilibrado de largo
aliento, así se confirma en 1975, 1993, 2009 y 2012 (crisis derivada de 2009); ii) los
procesos de recuperación de las crisis se manifiestan cada vez con menor intensidad (
expresado en la tasa de variación interanual promedio de los tres años de recuperación), así
el periodo de crisis de 1975 lleva aparejado un 3.42%, el de 1993 un 2.32%, el de 2009 un
1.02% y el de 2012 (sin datos disponibles); y, iii) se vislumbra un posible declive
(tendencial) de las tasas de variación interanual a lo largo de toda la serie (visibilizado con
la línea segmentada en negro) evidenciada por las tasas promedio para las décadas de los
60’s (4.78%), 70’s (3.49%), 80’s (2.30%), 90’s (2.30%) y dos mil (1.46%)
Por el lado de la formación neta de capital fijo (FNKF) es posible detectar, en
atención a la misma gráfica, ciertas similitudes en relación a la evolución del PIB, por lo
tanto las reflexiones anotadas (en el párrafo anterior) potencialmente son extrapolables. Por
otro lado, en atención a los datos examinados se intuye, nuevamente, una dinámica de
acumulación contradictoria con crecientes dificultades conforme lo manifiestan las tasas de
crecimiento interanual promedio durante las décadas de los 60’s (5.96%), 70’s (2.24%),
80’s (2.62%), 90’s (2.54%) y dos mil (0.83%). Adicionalmente la FNKF parece revelar
mayor volatilidad junto a un cierto grado de anticipación (en relación con las variaciones
del PIB) lo que, a juicio del autor, podría suponer la medida en que la inversión
empresarial (FBKF) marca las pautas del proceso de acumulación.
Gráfica D: Tasas de variación interanual del PIB y de la formación neta de capital fijo (FNKF) - USA
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por AMECO
Partiendo de las observaciones de la Gráfica D, se pueden apuntar varios hechos
suscitados en la economía norteamericana en relación con la evolución del PIB: i) se
suscitan periodos de crisis con “alguna” periodicidad independientemente de su
contundencia, ello se manifiesta claramente en 1973 - 1974, 1980 - 1982, 1991 y 2008 -
2009 (crisis); ii) los procesos de recuperación de estas crisis se manifiestan con menor
intensidad (expresado en la tasa de variación interanual promedio de los tres años de
recuperación), así el periodo de crisis de 1973 - 1974 lleva aparejado un 5.23%, el de 1980
y 1982 un excepcionaliv 5.27%, la de 1991 un 3.46% y la de 2008 - 2009 un 2.13%; y iii)
existe una bajada tendencial de las tasas de variación interanual a lo largo de toda la serie
iv Se ha utilizado la expresión excepcional en virtud del comportamiento de la tasa de variación interanual
registrada en 1984 que desdibuja la tendencia y que eleva la tasa de variación interanual promedio de los tres
años de recuperación. No obstante es primordial considerar al conjunto de los datos como un todo.
Adicionalmente, a criterio del autor, sería conveniente llevar a cabo un análisis de mayor profundidad
respecto de este particular. Por lo tanto quería apuntado para un futuro trabajo de investigación.
-16
-12
-8
-4
0
4
8
12
16
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
FNKF TVA % PIB TVA % Lineal (FNKF TVA %) Lineal (PIB TVA %)
34
(visibilizado con la línea segmentada en rojo obscuro) evidenciado en las tasas promedio
para las décadas de los 60’s (4.69%), 70’s (3.32%), 80’s (3.04%), 90’s de forma
contratendencialv (3.21%) y dos mil (1.73%)
Considerando a la formación neta de capital fijo (FNKF) es posible determinar
tentativamente, en atención a la misma gráfica, ciertos patrones de comportamiento
comunes en relación a la evolución del PIB, así las premisas anotadas (párrafo anterior)
son, de algún modo, replicables. Del mismo modo atendiendo a los datos se evidencia,
igual que en la economía de la UE-15, una posible dinámica de acumulación contradictoria
que denota dificultades crecientes. Así lo reflejan las tasas de crecimiento interanual
promedio que muestran un tendencial descenso en las décadas de los: 60´s (5.62%), 70’s
(4.41%), 80’s (2.69%), 90’s de forma extraordinariavi (5.73%) y dos mil (-0.36%).
Adicionalmente la FNKF revela mayor nivel de volatilidad sumada a un cierto
grado de anticipación (en relación con las variaciones del PIB) lo que, a juicio del autor,
podría suponer la medida en que la inversión empresarial (FBKF) marca las pautas del
proceso de acumulación.
Concretamente dos anotaciones tentativas comunes en ambas economías. En
primera instancia, se constata la presencia de las crisis con una relativa recurrencia
además, en una segunda instancia, se aprecia el hecho de que el ritmo de acumulación
(expresado como un símil de la evolución del PIB y FNKF) tiende a ralentizarse.
Adicionalmente, otro elemento común, sin duda gravitante, parte del hecho de
evidenciar la presencia de periodos de crisis cada vez más contundentes. Por lo tanto se
clarifica, de alguna manera, la incapacidad del sistema de producción capitalista para
lanzar y re-lanzar el proceso de acumulación de forma sostenida no solo por la presencia
de crisis medianamente recurrentes sino también debido a procesos de acumulación cada
vez más limitados.
v Donde más bien se manifiesta un movimiento creciente de la tasa de variación interanual contraviniendo la
tendencia decreciente. Este comportamiento se encuentra explicado, parcialmente, a partir de la crisis de los
años 90’s que supone una caída, en términos netos de 4.36 puntos entre 1988 y 1991. Igual que en el
comentario de la nota anterior (4) cabría examinar esta particularidad con mayor detenimiento de cara a
futuros trabajos de investigación. vi El tratamiento de la década de los 90’s, en términos de Formación Neta de Capital Fijo (FNKF), requiere,
sin duda, de una mayor profundización que desentrañe las razones de este comportamiento contratendencial.
Por lo tanto, a criterio del autor, se sugiere integrar un nuevo análisis re-evaluativo que, por efectos del
alcance de esta investigación, queda planteado para una próxima discusión.