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REVISTA ELECTRÓNICA No.1 MARZO DE 2006
1
LA DOCUMENTACIÓN COMO FUENTE DE INFORMACIÓN PARA LA RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA
DOCUMENTATION AS INFORMATION SOURCE FOR THE ARCHITECTURAL RESTORATION
PILAR RIVAS QUIÑAZOS ABSTRACT
Documentation, understood in an wide sense, is the basic source of information for any historic
research performed on Histroric Heritage. At the same time, it serves as the supporting ground for the
scientific base of any Historic Report of a building to be restored or declared as a good of cultural
interest.
This article establishes a working methodology of research for developing Historic Reports about
Architectural Heritage and offers an outline for this type of survey. In addition, it includes specific
bibliogragy to help enhancing the study topic.
INTRODUCCIÓN
La documentación, entendida con el sentido
más amplio, es la fuente de información
básica en cualquier investigación histórica
sobre el
Patrimonio Histórico y la base científica que
sustenta cualquier Memoria Histórica de un
edificio que va a ser restaurado,
rehabilitado o declarado Bien de Interés
Cultural.
Se establece una metodología de trabajo e
investigación para la elaboración de las
Memorias Históricas sobre el Patrimonio
Arquitectónico y se propone un guión para
ese estudio. Se completa con una
Bibliografía que puede ayudar a profundizar
en el tema.
1. Metodología de trabajo e investigación
Es conveniente seguir un método para
profundizar en el estudio de un edificio. En
general, se parte de que se tienen pocos
conocimiento y ninguna documentación
sobre el edificio.
1.1. Primer acercamiento al edificio
El primer acercamiento al edificio es
adquirir los primeros conocimientos sobre
él. La vía más rápida es hacer una
consulta a las páginas Web, buscando
por la población en que encuentra e
incluso por el nombre del propio edificio y
la consulta de bibliografía general que
nos aporte algún conocimiento tanto de la
población como del propio edificio.
1.2. Visita al edificio
La visita o visitas al edificio es esencial y
dará las pautas para la investigación. No
hay que olvidar que el edificio es el
primer documento que debemos estudiar
en profundidad. La visita tiene tres fines.
a) Proporciona un conocimiento
exhaustivo del edificio. Para ello debe
hacerse una lectura minuciosa de cada
una de las partes y detalles para
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comprenderlo y conocerlo. De esa
lectura se deducirá:
- El tipo de edificio
- La época o épocas de construcción
- Cómo es la planta o plantas
- Cuál es el sistema estructural
- Los materiales en que está construido
- Los elementos singulares que tiene
- Detectar los cambios, ampliaciones,
modificaciones y restauraciones
- Analizar las inscripciones, marcas,
escudos, detalles estilísticos, etc.
- Analizar el entorno en que se
encuentra
b) Realizar un reportaje fotográfico
amplio. Ese reportaje sirve de apoyo
durante el periodo de investigación, es
básico para la redacción y una
selección de esas fotografías ilustrara
la Memoria Histórica
c) Contactar con personas que puedan
aportar información y documentación
sobre el edificio
1.3 . Acceso a las fuentes de información
Los requisitos para acceder a los
Archivos, Bibliotecas y otros Centros de
Documentación son muy variados y
depende, en la mayoría de los casos, de
cada uno de ellos.
El acceso a las fuentes de información es
sencillo y siempre se puede contar con el
asesoramiento del personal de la propia
institución. La dificultad radica en conocer
a dónde debe dirigirse para localizar la
documentación que se precisa.
1.4. Introducción al mundo de la
documentación
“Documento”, en el sentido más amplio
de la palabra, es el testimonio de la
actividad del hombre fijado en un soporte
perdurable que contiene información. Por
lo tanto, documento es todo registro de
información independientemente de su
soporte físico. En el caso de la Historia
de la Arquitectura, el primer documento a
estudiar es el propio edificio, pero
también puede ser un libro, un
manuscrito, un informe, una fotografía,
una lámina, un plano, un proyecto de
construcción o restauración, un plano de
población e incluso material audiovisual o
informático. Se puede presentar en
cualquier tipo de soporte material: piedra,
madera, papiro, papel, plástico, etc., en
donde ha quedado registrada la
información.
En el mundo de la documentación se
hace una distinción clarísima entre los
“documentos primarios” y los
“documentos secundarios”. Los
“documentos primarios” son todos
aquellos que son el reflejo de un acto
administrativo, fiscal o jurídico entre
personas o instituciones que contienen
una información única, original y
auténtica: manuscritos, dibujos,
negativos, proyectos - lo que
habitualmente se conoce como
documentación de archivo. En cambio,
los “documentos secundarios” son el
fruto de un proceso de elaboración:
libros, artículos de revistas, estudios
específicos, literatura gris o informes.
Atendiendo a esa doble interpretación,
que dentro del mundo de la
documentación es fundamental, las
instituciones que conservan
documentación primaria son los archivos
y los que guardan documentación
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secundaria son las bibliotecas y centros
de documentación.
Todas esas instituciones cuentan con
una serie de documentos elaborados por
su propio personal que facilitan el
conocimiento de la fondos que custodian,
que en el lenguaje especializado se
denominan "instrumentos de descripción"
o en su forma abreviada “IDD”. La
descripción de los fondos se realiza en
diversos niveles y de formas distintas. El
nivel de descripción está íntimamente
relacionado con la propia organización, lo
mismo que las agrupaciones y los tipos
documentales y, por supuesto, las
prestaciones que se ofrecen a los
investigadores y usuarios.
1.5. Fuentes documentales
Las fuentes documentales son todo tipo
de documentos, tanto primarios como
secundarios, que sirven para probar y
documentar una investigación,
conservados en las distintas instituciones.
1.6. Búsqueda bibliográfica
La obtención de la bibliografía más
especializada es el segundo
acercamiento a la historia del edificio. Se
debe iniciar desde lo más general, para
después incidir en los temas concretos
hasta obtener todo el conjunto de
referencias bibliográficas sobre el edificio,
el arquitecto o arquitectos, el estilo o
estilos arquitectónico, las distintas etapas
históricas, el entorno y el promotor o
promotores si es que los tuvo, etc.
Siempre dependerá de la importancia,
antigüedad y valor del edificio. La
bibliografía aportaran mucha información
y, en determinados casos, pueden dar
referencias concretas a la documentación
de archivo. Deben consultarse:
- Historias generales
- Historias de ciudades y pueblos
- Guías de Arquitectura y Urbanismo
- Historias de la Arquitectura
- Historias del Urbanismo
- Inventarios de Patrimonio
- Monografías sobre arquitectos
- Monografía sobre estilos
arquitectónicos
- Monografías sobre edificios
- Artículos de revistas especializadas
Con esas referencias bibliográficas se irá
preparando la Bibliografía de referencia
que después constará en la Memoria
Histórica
1.7. Búsqueda de documentación en
archivos y otros centros de
documentación
La búsqueda de la documentación en los
archivos y otros centros debe hacerse en
una etapa posterior, cuando ya se tiene
un conocimiento más preciso sobre el
edificio y se ha profundizado en la
bibliografía.
Hay que tener presente la importancia
que tiene la documentación de archivo
para la investigación. Esos documentos
puede tener distintos valores
dependiendo del motivo por el que fueron
hechos. Pueden tener valor
administrativo, valor legal o valor fiscal en
el momento en que se elaboran. Todos
ellos pierden esos valores iniciales con el
tiempo, pero siempre mantienen el valor
histórico y el valor informativo. El primero,
porque son testimonio veraz del acto en
el reflejado y, el segundo, porque es una
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fuente de información de un hecho
pasado.
En los archivos se pueden localizar, entre
otros documentos:
- Proyectos de construcción
- Proyectos de restauración y rehabilitación
- Expedientes para obtener las licencias
municipales
- Expedientes de declaración de
Monumento o Bien de Interés Cultural
- Escrituras de propiedad
- Anotaciones del Registro de la
Propiedad
- Libros de fábrica, libros de cuentas,
libros de visitas de las parroquias
- Documentos sobre los propietarios,
promotores y arquitectos
- Contratos de obras
- Testamentos
- Fotografías antiguas y contemporáneas
- Cartografía antigua y contemporánea
- Grabados, dibujos y pinturas
- Documentos de planeamiento
Es fundamental centrar la investigación y
saber a qué tipo de archivo hay que dirigirse
para no perder el tiempo y hacer búsquedas
infructuosas. Para ello hay que tener en
cuenta:
- El tipo de edificio (publico / privado;
escuela, vivienda, iglesia, etc.)
- La época de construcción
- El autor
- El promotor
- Las etapas de ampliación
- La restauración o restauraciones y la
época en que se hicieron
- Si el edificio está declarado
Monumento, Bien de Interés Cultural
(BIC), Conjunto Histórico, Jardín
Histórico, etc.
- La población, provincia y
comunidad autónoma en donde
está localizado
1.8. Estructura de los Archivos Españoles
En España existen más de 25.000
archivos, según el Censo de Archivos
Españoles del Ministerio de Cultura. No
quiere decir que todos ellos tengan
documentación interesante para la
Historia de la Arquitectura, del Urbanismo
y de la Restauración. La clasificación
básica de ellos es:1
Archivos de la Administración Central:
• Archivo de la Corona de Aragón
(Barcelona)
• Archivo de Simancas (Simancas.
Valladolid)
• Archivo de Indias (Sevilla)
• Archivo Histórico Nacional (Madrid)
• Archivo General de la Administración
(Alcalá de Henares)
• Archivo de la Chancillería de Valladolid
• Archivo de la Chancillería de Granada
• Archivos Ministeriales (Madrid)
• Archivo de Palacio (Patrimonio Real.
Madrid)
Archivos de la Administración
Autonómica:
• Archivos Históricos Provinciales
• Archivos de las Diputaciones
• Archivos de Protocolos
• Archivos de las Consejerías
Archivos de Administración local:
• Archivos municipales
• Registro de la propiedad
1 www.mcu.es/archivos/
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Archivos de corporaciones y entidades
oficiales:
• Archivos de colegios profesionales
• Archivos de reales academias (Bellas
Artes e Historia)
Archivos eclesiásticos:
• Archivos diocesanos
• Archivos catedralicios
• Archivos parroquiales
• Archivos monásticos
• Archivos de ordenes religiosas
Archivos militares
• Archivo Central del Servicio Histórico
Militar (Madrid)
• Archivo General Militar (Segovia)
• Archivo General Militar (Guadalajara)
• Archivo General Militar (Ávila)
• Archivo y Estudios Geográficos del
Servicio Geográfico del Ejercito
(Madrid)
• Archivo del Museo Naval (Madrid)
• Archivo General de la Marina “Alvaro
Bazán” (Viso del Marqués-Ciudad
Real)
• Archivo del Real Instituto y
Observatorio de la Armada (San
Fernando-Cádiz)
• Archivo Histórico del Instituto
Hidrográfico de la Marina (Cádiz)
• Archivo Histórico del Ejercito del Aire
(Villaviciosa de Odón- Madrid)
Otros archivos
• Archivos particulares (familiares y
profesionales)
• Archivos nobiliarios
• Archivos de empresas
• Archivos de asociaciones
• Archivos de fundaciones
Centros extranjeros con documentación
española
• Biblioteca Nacional de Francia (París)
• Biblioteca Vaticana (Roma)
• Archivo Secreto del Vaticano (Roma)
• Biblioteca Nacional de Viena
• British Library (Londres)
• Biblioteca del Congreso (Washington)
Archivos que conservan proyectos de
restauración y documentación sobre
Patrimonio • Archivo General de la Administración
(Secciones de Educación, Cultura,
Obras Publicas, Información y Turismo,
Medios de Comunicación del Estado,
etc.)
• Ministerio de Cultura (Dirección
General de Bellas Artes e Instituto de
Patrimonio Histórico Artístico)
• Ministerio de Vivienda (Archivo Central)
• Academia de Bellas Artes de San
Fernando
• Academia de la Historia
• Consejerías de Cultura o Patrimonio
de las Comunidades Autónomas
• Consejerías de Urbanismo u
Ordenación del Territorio de las
Comunidades Autónomas
1.9. Documentación histórica para los
edificios
Se entiende por “documentación
histórica” al conjunto de materiales, tanto
documentos primarios como secundarios
que aportan información sobre el tema
que se trabaja. Es decir, documentos de
archivo, bibliografía, cartografía,
fotografía u otra información que sirva
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para la comprensión y explicación de la
evolución histórica del edificio.
En el caso de la documentación histórica
para la Historia de la Arquitectura son
fundamentales los documentos de
archivo, pero también son importantes
las descripciones de edificios en guía,
libros y artículos de Arquitectura y
Urbanismo, en los libros de viajes y
novelas, en estudios específicos,
artículos de revista y noticias de prensa
diaria. Otras fuentes fundamentales de
información son las vistas y los planos de
las ciudades, fotos aéreas, fotografías,
maquetas, dibujos y perspectivas, todos
ellos proporcionan muchos datos sobre
los edificios y el proceso histórico de su
entorno urbano.
Al hacer una valoración, tienen especial
relevancia los documentos antiguos que
contienen los datos históricos sobre los
edificios como son: escrituras de
fundación, donación y propiedad,
testamentos, libros de fábrica, licencias
de obras, licencias de alquiler, proyectos
de construcción, cartas, papeles varios,
documentación administrativa. Otra
información interesante y, en muchas
ocasiones esencial, son los cambios de
propiedad. Los cambios de propiedad se
encuentran reflejados en los libros de
inscripciones de los Registros de la
Propiedad. En algunas inscripciones
antiguas consta el arquitecto que lo
construyó y, en muchos casos, se incluye
la descripción del edificio.
Un apartado especial debe dedicarse a
los proyectos de restauración. Estos
proyectos tienen muchísimo interés,
porque, además de dar la información
propia de ese tipo de proyectos, suelen
aportan datos fundamentales sobre el
estado del edificio antes de la
restauración y los cambios que ha sufrido
en el tiempo. Los proyectos de
restauración de finales del siglo XIX y
principios del XX contienen dibujos, en
algunos casos de extraordinario valor
artístico, gran número de detalles e
información sobre las estructuras, el
estado de conservación y aportan
numerosos datos históricos. Los
proyectos más recientes suelen contener
una memoria histórica, además de la
memoria de restauración y, en algunos
casos, incluyen un reportaje fotográfico
sobre el proceso completo de
restauración.
Un hecho que hay que tener presente al
investigar en los archivos, es que puede
haber lagunas en la documentación,
debido la desaparición por causa de las
guerras, las distintas desamortizaciones,
los desastres naturales, el abandono, la
incompetencia y, en algunos casos, por la
destrucción consentida. La falta de esa
documentación puede dificultar la
investigación, pero esas lagunas
documentales no pueden ser la
justificación para no profundizar en el
tema, porque, en la mayoría de los casos,
hay documentos en otros archivos que
aclaran esas etapas.
Otro hecho importante es conocer el
proceso archivístico del país, en este
caso España, para saber la tramitación
que tienen o han tenido los edificios. Por
ejemplo, hoy un edificio de viviendas
promovido por un particular, la
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documentación del proyecto puede estar
en cuatro archivos diferentes. El primero
se conserva en el archivo municipal,
porque son los ayuntamientos los que
tramitan y conceden la licencia de
construcción a los particulares. Hay un
segundo ejemplar del proyecto en el
Colegio de Arquitectos correspondiente,
porque esas entidades son las
encargadas de visar los proyectos antes
de pedir la licencia municipal. El
arquitecto que ha redactado el proyecto
tendrá otro ejemplar en su estudio,
además de los planos originales y, por
último, el propietario que promueve la
construcción, debería tener otro.
En cambio, los edificios promovidos por
la administración pública no necesitan
licencia municipal, por tal motivo, esos
proyectos se encuentran en los archivos
de la administración, como es el caso de
edificios públicos y la mayoría de las
restauraciones de edificios singulares.
Además pueden estar visados o no por el
colegio profesional y, por supuesto,
debería haber otro ejemplar en el estudio
del arquitecto y en la propiedad.
2. Memoria Histórica
La necesidad de elaborar una Memoria
Histórica, como parte integrante de los
proyectos de restauración, quedó
establecida en el artículo 9º de la Carta
de Venecia, en 1964. El artículo dice así:
"... La restauración estará siempre
precedida y acompañada de un
estudio arqueológico e histórico del
monumento" 2
Mas tarde, en la Carta de Restauro, de
1972, se dieron las instrucciones precisas
para ello:
“La realización del proyecto para la
restauración de una obra
arquitectónica deberá ir precedida de
un exhaustivo estudio sobre el
monumento, elaborado desde
distintos puntos de vista (que plantee el
análisis de su posición en su contexto
territorial o en el tejido urbano, de los
aspectos tipológicos, los alzados y
cualidades formales, los sistemas y
caracteres constructivos, etc.), relativos
a la obra original, así como a las
eventuales adiciones o modificaciones.
Parte integrante de este estudio serán
investigaciones bibliográficas,
iconográficas y archivísticas, etc., para
obtener todos los datos históricos
posibles...”3
Por último, en las Instrucciones para la
conducta de la conservación,
mantenimiento y restauración de las
2 Carta de Venecia. Carta Internacional para la
conservación y restauración de monumentos y
conjuntos histórico-artísticos. Texto aprobado en el II
Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de
Monumentos Artísticos. En: “Teoría e Historia de la
Restauración” en: AA. VV. Tratado de
Rehabilitación. Madrid: Universidad Politécnica de
Madrid, Munilla-Lería, 1999, p. 340.
3 “Carta del Restauro 1972. Anejo B. Instrucciones
para la dirección de las restauraciones
arquitectónicas” en: BRANDI, Cesare. Teoría de la
restauración. Madrid: Alianza Forma, 1988, p. 139.
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obras de interés arquitectónico de la
Carta italiana del Restauro de 1987, se
vuelve a reiterar la necesidad de una
investigación histórica, en el apartado de
Planificación de las operaciones de
conservación y restauración:
“Ningún proyecto de conservación o
restauración podrá considerarse idóneo
para pasar a la fase de ejecución sino
está precedido, en primer lugar, de un
estudio atento de la obra y de su
contexto ambiental, para presupuestar
y financiar de modo específico. Parte
integrante de este estudio serán las
investigaciones bibliográficas,
iconográficas, de archivos, etc. para
adquirir todos los datos históricos
posibles, además de investigaciones
experimentales sobre las propiedades
materiales de la manufactura. Será
necesario en tal fase atribuir la máxima
importancia a la historia de las
transformaciones materiales del
monumento, recabando, en especial en
relación a sus diferentes
reutilizaciones, todas las indicaciones
para formular los proyectos de
conservación y /o restauración...”4
Desde hace algún tiempo, algunos
especialistas han destacado la
importancia y el valor que tiene en todos
los procesos de restauración la
4 “Carta italiana del Restauro de 1987 de la
conservación y restauración de los objetos de arte y
cultura” en: AA. VV. Tratado de Rehabilitación.
Madrid: Universidad Politécnica de Madrid, Munilla-
Lería, 1999, p. 388.
Investigación Histórica. 5 Hoy, es
indiscutible la importancia de la Memoria
Histórica para el conocimiento de los
edificios y como documento básico, cuya
lectura debe dar las pautas de actuación
en el edificio.
2.1. ¿Qué se entiende por Memoria
Histórica?
Memoria Histórica es el documento final
elaborado con una metodología científica
e histórica que reconstruye la historia del
edificio. Debe ser siempre la base
científica que sustente el proyecto de
restauración o intervención y el
documento imprescindible para la
comprensión de su alcance histórico,
artístico y cultural.
2.2. ¿Qué finalidad tiene la Memoria
Histórica?
La finalidad de la Memoria Histórica es
recrear y documentar el proceso histórico
completo del edificio, desde que se
proyectó hasta el momento en que se va
a intervenir y su impacto en el medio en
que se inserta, mediante una
investigación científica, completa,
minuciosa y exhaustiva. En algunos
casos también se tiene que profundizar
en la historia de la construcción o
construcciones anteriores de los que hay
restos en el propio edificio o bien fueron
destruidos para levantar el actual.
5 CAPITEL, Antón. "Mecenazgo y Patrimonio
Arquitectónico: una relación polémica" en AA. VV.
Mecenazgo y conservación del Patrimonio.
Reflexiones sobre el caso español. Madrid:
Fundación Argentaria, Visor, 1995, p. 39
REVISTA ELECTRÓNICA No.1 MARZO DE 2006
9
Para ello hay que tener en cuenta varios
aspectos: el edificio es un documento en
sí mismo y tiene una historia porque es
un elemento “vivo” y, por tanto, sufre un
proceso de cambios, adaptaciones y
transformaciones. Hubo un autor material
del proyecto y un promotor, tiene una
tipología arquitectónica concreta y unas
características específicas, se construyó
en una época histórica determinada y en
un lugar concreto. Todo eso forma parte
de su historia y es lo que se debe
investigar y estructurar. La Memoria
Histórica tiene que explicar todo ese
proceso con lógica y coherencia y, por
supuesto, siempre estará basada en la
documentación que valide todo lo que se
dice en ella.
2.3.¿Cómo se prepara la Memoria
Histórica?
La preparación de la Memoria Histórica
requiere una labor de investigación en los
distintos tipos de archivos, bibliotecas,
cartotecas, hemerotecas, fototecas y
otros centros de documentación, para
recopilar toda la información posible para
documentar todo el proceso histórico y
constructivo del edificio.
2.4. Interpretación de los datos
documentales y bibliográficos
Al interpretar los datos que se manejan,
siempre hay que tener en cuenta que los
datos tomados de los archivos, por regla
general y salvo rarísimas excepciones,
son totalmente fiables, porque son el
testimonio de un hecho histórico y
contractual entre dos partes. En cambio,
la información extraída de libros y
artículos puede no ser fiables e inducir a
errores. Algunos no son fruto de
investigaciones científicas y se da el caso
de que un dato erróneo puede haber sido
copiado por varios autores en distintas
época sin haber sido constatado. Por
ese motivo, hay que comprobar toda la
información extraída de los libros o
artículos. Cuando no se puede
comprobar, se debe citar el texto
completo en donde se da la información
entre comillas y aportar referencia
completa del autor, título del libro o
artículo y la página en que aparece.
2.5. ¿Qué debe comprender una
Memoria Histórica?
Las partes que debe contener una
Memoria Histórica son:
a) Introducción geográfica y urbanística:
Es muy importante la descripción del
elemento en su entorno y, en algunos
casos, la valoración de la importancia
del edificio en el crecimiento de la
población o en el paraje en que se
encuentra.
b) Proceso histórico del edificio: El texto
completo que explique todo el proceso
histórico del edificio desde el principio
hasta el momento en que se está
investigando. Ello incluye el proceso
constructivo, en algunos casos la
investigación arqueológica, los cambios
de uso, las ampliaciones,
restauraciones, reconstrucciones,
reformas o adecuaciones. Biografía del
arquitecto o arquitectos, valorando la
etapa artística en que hizo el edificio y
biografía de promotor, si tiene especial
relevancia histórica, para determinar el
contexto en que realizan la obra.
c) Descripción completa del edificio
desde los puntos de vista
arquitectónico y estilístico.
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10
d) Estado de conservación: Debería
constar la descripción del estado de
conservación, aunque en ocasiones, el
arquitecto que redacta el proyecto de
restauración prefiere hacer este
apartado.
e) La protección desde marco legal.
Señalando con toda precisión la
legislación específica que afecta al
edificio desde dos puntos de vista del
Patrimonio Histórico Artístico (Si tiene
una declaración o incoación de
Monumento o Bien de Interés Cultural
en las distintas modalidades) y desde
el punto de vista urbanístico (El grado
de protección y la normativa
urbanística que le afecta en
planeamiento de la población).
f) Una cronología del edificio en relación
con el lugar y el momento en que se
están produciendo los hechos. Es
necesaria para conocer el contexto
histórico y sobre todo es muy práctica
en el momento de redactar la Memoria,
por que sirve de guía para estructura
las distintas etapas del edificio.
g) Una bibliografía completa del edificio,
incluyendo tanto las referencias
bibliográficas de la población en que se
encuentra que se considere relevante,
de los arquitectos que han intervenido
en él y del movimiento o movimientos
arquitectónicos en que se adscribe.
h) Un apéndice documental que contenga
la reproducción de la documentación
gráfica o textual más importante para
acreditar lo que se afirma en el texto.
En este apartado se puede incluir no
sólo las copias y transcripciones de los
documentos importantes para la
historia del edificio, sino también las
descripciones hechas por distintos
especialistas, dependiendo del
volumen de documentación y de la
importancia de las descripciones.
i) Un reportaje fotográfico
completo del edificio.
3. Propuesta de Modelo de Guión
para la Memoria Histórica
Se propone un modelo de guión para
desarrollar la Memoria Histórica. Siempre
puede ser susceptible de cambios,
dependiendo de la historia de cada
edificio y el enfoque que se quiera dar.
• Introducción (Justificación del
encargo. Forma de abordar la
investigación, archivos y otros centros
consultados, etc)
• Situación geográfica:
• Marco geográfico
• Desarrollo histórico y urbano del
entorno
• Memoria histórica del edificio
Datos y primeras noticias sobre
el edificio anterior
Investigación arqueológica
Proceso constructivo con las
distintas etapas históricas
Datos biográficos sobre el autor/
es del edificio y sus
ampliaciones y la etapa artística
en que desarrolla su actividad
Historia de las distintas
restauraciones del edificio
Descripción arquitectónica y
estilística del edificio
Descripción arquitectónica
exterior y entorno del edificio
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Planta del edificio
Interior del edificio
Descripción estilística
Estado de conservación
• Marco legal
Declaraciones sobre Patrimonio
Histórico Español
Situación urbanística
Cronología
Bibliografía
Anexo documental
Anexo fotográfico
PILAR RIVAS QUIÑAZOS es Historiadora del Arte y Archivera del Servicio Histórico de la Fundación Cultural COAM. Es profesora en los cursos de postgrado de la ETS de Arquitectura de Madrid.
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REVISTA ELECTRÓNICA No.1
MARZO DE 2006
ALGUNOS CONCEPTOS BASICOS EN PATOLOGIA DE LA EDIFICACION
SOME BASIC CONCEPTS IN BUILDING PATHOLOGY
Félix Lasheras
INTRODUCTIONThis article aims to open up a discussion forum about some basic concepts of the theory of pathology. Onthe one side, it tries to clear up as well as to enrich our knowledge and on the other hand, it pretends to
reach a consensus: not only to talk precisely about things (or to give names to things), but also so thateverybody uses the same words for the same things. Therefore, I would dare put limits to some concepts,sometimes with a blurred or fuzzy meaning, or even with different meanings for different people, trying tomatch the concept with a clear specific content which will help in acquiring a better understanding ofbuilding pathology.
What appears written next is open to discussion…
Key Words: pathology, maintenance, failure, defects, injury, malformation, imperfection, aggression, riskfactors,
INTRODUCCIÓN
Este texto pretende abrir un foro de discusión sobre algunosconceptos básicos sobre los que se apoya la teoría de laPatología. Por un lado, busca aclarar a la vez que enriquecernuestras ideas, y por otro aspira a llegar a un consenso; nosólo para llamar a las cosas por su nombre (o para ponernombre a las cosas), sino para que todos las llamemos igual,así que me atreveré a proponer límites a algunos conceptosque suelen tener diferentes significados para diferentespersonas, con un contenido que útil, y que permite entender lapatología con claridad.
Sobre lo que escrito a partir de ahora, se invita a la discusión…
¿QUÉ ES LA PATOLOGÍA?
En el campo de la edificación, entiendo que patología es larama de la tecnología
1de la construcción que:
– estudia sistemáticamente las disfuncionalidades de losedificios
– surgidas durante su vida útil– como consecuencia de procesos degenerativos lesivos
2
– provocados por situaciones anormales3
Aclaro algunos aspectos:
1 Uso este término como confluencia de ciencia y técnica.2 Es decir capaces de provocar daños, fallos, lesiones…3 Término circunstancial y de carácter relativo, y que comprende las surgidas antes, durante, o despuésde la construcción, aunque la manifestación de sus consecuencias sea siempre posterior a la puesta enuso del edificio.
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2
– Si las disfuncionalidades surgen antes de la entrega deledificio a sus usuarios, el problema lo es del control decalidad
– Si la degeneración es por procesos normales, entonces elproblema lo es del mantenimiento.
– Ambas actividades también forman parte de la tecnologíade la construcción, y tienen contactos con la patología, peroson otro tipo de actividad.
En cualquier caso, por favor (da vergüenza insistir en ello),patología no es el conjunto de daños, fallos o lesiones deledificio
4. Un edificio no tiene patologías (¿cuántas podría
tener?), sino daños, fallos, lesiones, u otras cosas análogas,como anomalías, deficiencias, vicios, y cosas así.
Es fundamental entender que el problema patológico debedefinirse en términos funcionales, es decir en cuanto supone depérdida de prestaciones de la parte del edificio afectadarespecto a las necesidades (requisitos) de los usuarios.
El problema patológico
Cualquier parte de un edificio, a lo largo del tiempo, tiene uncomportamiento que depende tanto de su naturaleza comode la incidencia sobre él de las acciones del ambiente
5. Esta
respuesta, aunque en el inicio de la vida útil del edificio seasuficiente, tarde o temprano puede volverse insatisfactoria oinadecuada, incluso perjudicial, debido a procesosdegenerativos en los elementos constructivos del edificio,cuyas alteraciones definimos como lesiones
6. Así pues, la
insuficiencia de la respuesta de una parte del edificio a susfunciones o requisitos, es decir un fallo, sólo se debe a dosgrupos de circunstancias (o a uno solo de ellos):– Unas de tipo pasivo, debidas a alguna insuficiencia del
elemento constructivo, en general derivada de algunacarencia o vicio en la constitución o naturaleza delelemento, y que, en general, definiremos como defectos omalformaciones del mismo
7, aunque dada la sucesión de
acontecimientos a los que está sometido el edificio tambiénpodría ser alguna lesión previa.
– Otras de tipo activo, debidas a algún exceso en lasacciones que inciden sobre el elemento constructivo, biensea fortuito o consecuencia de un uso abusivo o inadecuadode la parte del edificio afectada. Podemos designar como
4 Lázaro Carreter escribió que “nada puede excusar que en el lenguaje clínico se denomine, porqueasí se hace en inglés, patología a la enfermedad, y terapia o terapéutica a su tratamiento. Estoobedece mucho más a necedad que a necesidad. Pero la expresión de la necedad es la necesidadde los necios”.5 Entiendo por ambiente todo lo físico (material) que sin ser parte del edificio influye en él, lo queincluye a los usuarios y sus pertenencias. Por otro lado, si pongo una carga en la punta de un voladizo,la reacción de éste sólo depende de dos grupos de variables: las que definen la naturaleza del voladizo,es decir su constitución material, tamaño, forma, etc., y las que definen las acciones que sobre él actúan(la carga que coloco), es decir su magnitud, dirección, sentido, punto de aplicación, etc. Desde un puntode vista holístico también intervendrán otras variables ambientales, que debemos considerar comoacciones, por ejemplo la humedad y la temperatura, y desde un punto de vista estocástico podríamosconfundirlas con otras variables de azar, pero de momento es mejor no entrar en estas consideraciones.6 Más adelante se define este término con relativa precisión.7 Defecto si es un producto industrial, malformación si es un material natural.
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3
agresión a toda acción excesiva (superior a la normalmenteprevisible), causada por la presencia de determinadosfactores, entendidos éstos como los portadores materialesde estas acciones.
Es decir, el problema patológico, desde un punto de vistafuncional, puede, entonces, expresarse como:– Fallos = f(Insuficiencias y/o Agresiones)
Y desde un punto de vista material, también puede expresarsecomo:– Lesiones = f(Defectos y/o Factores)
Como tal vez no sea fácil de entender a la primera, voy aatreverme a definir algunos de los conceptos que acabo demanejar (¿manipular?).
¿QUÉ SON LOS FALLOS?
Un fallo es la manifestación funcional de la pérdida deprestaciones del edificio. En general se refiere a una pérdidaparcial, pues cuando es total conviene utilizar el términocolapso. Se puede, y se debe, cuantificar mediante el valor deuna o más características de la parte afectada (por ejemplo elexceso de flecha de una viga, o el pandeo de un pilar).
Algunos fallos frecuentes son8:
– De accesibilidad:• Pérdidas de maniobrabilidad, o de mantenibilidad.
– De estabilidad: pérdidas de rigidez o de seguridad.– De estanquidad:• Acústica: transmisión de ruido y vibraciones• Hídrica: filtraciones de agua• Eólica: filtraciones de aire exterior o interior (vg. humos
y olores).• Térmica: transmisión térmica o pérdida de aislamiento
– Otros: pérdidas, reducción o retención de caudal, flujo ointensidad en instalaciones eléctricas, hidráulicas, térmicas,etc.
¿Y LOS DEFECTOS?
Un defecto es una falta de calidad en origen, es decir reciénterminado el producto. El defecto, como el fallo, debecuantificarse con referencia al nivel de calidad de un parámetroobjetivo, y para ser considerado como tal debe serpotencialmente lesivo. En materiales naturales (maderas,piedras, etc.), es más apropiado denominarlo malformación.El defecto se genera en el proceso de producción o fabricacióndel elemento y siempre se materializa antes de su puesta enuso, aunque pueda manifestarse después, o incluso nunca.Suele ser consecuencia de un error
9, aunque también puede
8 También podríamos clasificarlos en función de los requisitos esenciales, o de los vitrubianos: solidez,utilidad y decoro. La clasificación, sin embargo, no altera el concepto.9 Un error, es una actuación equivocada de alguno de los agentes del proceso edificatorio, o también laausencia de una actuación acertada. El error puede ser por acción o por omisión, y de él se derivan lasposibles responsabilidades del agente.
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4
surgir por causas aleatorias o fortuitas debido a la variabilidadnatural de algunos aspectos incontrolados del correspondienteproceso de producción
10. Puede quedar oculto o ser apreciable
a primera vista, pero lo importante es entender que, como lalesión, debe definirse cuantitativamente como diferenciarespecto a un parámetro de calidad objetivo, y que el defecto,como la lesión, se ve, aunque haga falta recurrir a calas o ainstrumentos de ayuda, como un microscopio, mientras que elfallo se sufre.– La única diferencia (no banal) entre un defecto y una
lesión es que el primero se forma antes del uso del edificio,y la segunda después.
– Defectos y lesiones son, insisto, diferencias materialescon los parámetros de calidad (material) de las partes deledificio. Los fallos son diferencias funcionales con losparámetros de calidad (funcional) del edificio (prestacionescoincidentes con requisitos).
Los defectos se arreglan o corrigen, pero no se reparan,porque este término se reserva para la intervención sobre susconsecuencias, es decir sobre las lesiones derivadas deldefecto o de la agresión.
El defecto que, dependiendo de las circunstancias, semanifiesta como prácticamente inocuo, se designa comoimperfección o, en su caso, mera falta de acabado. En estecaso se ajusta, remata o repasa.
Ejemplos de defectos son la falta de planos en un proyecto, loscaliches de un ladrillo, las coqueras de un muro de hormigón,las cejas de un pavimento, o las destonificaciones (nointencionales) de una pintura.
¿Y SOBRE LAS LESIONES?
Seguramente ya ha quedado claro lo que entiendo por lesión,así que ahora me interesa destacar, de entre los distintos tiposde lesiones, los siguientes:– Propia o principal: la que corresponde al elemento o
sistema constructivo afectado por el problema patológicoque es objeto de estudio.
– Asociada: la que acompañando a la principal, resultasecundaria. Con frecuencia puede utilizarse como síntomade ésta, y puede ser:• Derivada: si surge como consecuencia de otra en el
mismo o en diferente elemento o sistema constructivo.Se encadena en serie a las otras lesiones.
• Integrada: si aparece simultáneamente con la principalen otro elemento o sistema constructivo diferente delanalizado. Se encadena en paralelo a las otras lesiones.
Es importante señalar que las lesiones se definen (y describen)por cinco (a veces seis) parámetros básicos
11:
10 La distinción entre defectos y errores, y la atribución a éstos de las causas de los primeros, tambiénestá en la base de las técnicas japonesas de Poka-Yoke de control de calidad desarrollada por elingeniero japonés Shigeo Shingo en los años 60.11.Para acordarse, la palabra mágica es tufei.
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5
– Tipo o clase de lesión: desprendimiento, fisura, manchade humedad, etc.
– Ubicación: dónde aparece situada.– Forma: manifestación fenomenológica.– Extensión: superficie o longitud afectada.– Intensidad: grado de afección de la lesión al elemento
constructivo. Amplitud de una fisura, contenido yprofundidad de humedad de una mancha, etc.
– Y ocasionalmente puede ser relevante un sexto: lacronología, es decir su manifestación y evolución temporal
¿QUÉ PODEMOS DECIR SOBRE LAS CAUSAS?
Es una osadía, pero me atrevo a definir “la Causa” de unproblema patológico como el conjunto suficiente decircunstancias anómalas que son necesarias para que seproduzca el problema. En sentido general, es la explicación delsuceso o proceso patológico
12en forma útil para su resolución.
Comprende la combinación de circunstancias o sucesosanómalos (errores, o excesos y/o defectos) necesarios
13y
suficientes14
para producir inexcusablemente el efecto (fallo olesión) observado, y sus consecuencias (daños), expresado, nose olvide, de forma útil para su reparación. Una buenaexplicación nos dirige, sin dudas, hacia la solución delproblema.
Habitualmente se refiere exclusivamente a las circunstanciasanormales (controlables y evitables) y no obvias oincontrolables, expuestas de forma que se comprenda larelación entre los elementos del problema, y poder abordar susolución
15.
– La causa no es el agente causal, aunque en el lenguajecotidiano se identifiquen con frecuencia. No obstante, lapresencia anormal de algún agente sí es uno de loscomponentes de la causa.
– Tampoco es el mecanismo o conjunto de leyes naturales,procesos o reglas que ligan acciones y propiedades conlesiones, aunque, ocasionalmente, su inclusión en laexplicación causal puede darnos indicios sobre comointervenir en este mecanismo y, manipulándolo, evitar elproblema.
– Son causas, en definitiva, el conjunto de circunstanciasanómalas que hacen posible el desarrollo del procesopatológico. De ésta, solo forman parte de la causa las queson necesarias, y cuya combinación (concurrencia) resultasuficiente.
– Todo problema patológico tiene sus causas en unacombinación desafortunada de circunstancias intrínsecas
12 En última instancia, la definición de la causa es un problema lógico y, por tanto, filosófico, y tal vez“metafísico”.13 Es decir, que si no suceden, el problema no se suscita ni permanece; si desaparecen, el problemacesa.14 Es decir, que cuando suceden, el proceso patológico se inicia y desarrolla. En general, la condición desuficiencia la da una determinada combinación de circunstancias necesarias: suficiencia =�(necesidades)15 Por ejemplo, en una humedad provocada por la rotura de una teja de la cubierta, no resulta útil citarcomo componente de la causa a la lluvia, que es un fenómeno natural, normal e inevitable, y sobre elque no podemos tener ningún control.
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6
(defectos, insuficiencias o limitaciones) y extrínsecas(acciones excesivas, agresiones o abusos) que por su faltade acoplamiento o adecuación relativa provocan el fallo y/ola lesión. Para determinar la causa suele ser más útil fijarseantes en la condición de suficiencia (que es la que inicia elproceso patológico) que en la de necesidad (que es la quelo mantiene), así como en lo evitable o soslayable (que es loque define la condición de anomalía).
Vamos a ver algunos tipos de causas.
Causas funcionales, o materiales
Utilizo esta designación para los componentes de la causa delproblema patológico expresado en términos objetivos,funcionales o materiales, es decir sobre un soporte tecnológico.Como vimos antes, serán funcionales si me fijo en lasprestaciones constructivas, y materiales si lo hago en lacorporeidad natural. Las primeras me explican el fallo, y lassegundas la lesión. Su asignación es imprescindible paraabordar acertadamente la reparación técnica del problemapatológico. Según lo dicho al definir el problema patológico,podemos distinguir:– Causas intrínsecas, pasivas, debidas a los vicios de la
propia constitución o de la disposición de los elementosconstructivos. Son permanentes e independientes de lascircunstancias ambientales, y pueden ser:• Debidas a los materiales o componentes
constructivos16
. Aunque en algún caso podríanconsiderarse las limitaciones que definen las condicionesy posibilidades de uso, en general son insuficiencias(funcionales) o defectos (materiales) de los componenteso productos de construcción.
• Debidas a la inadecuada disposición u ordenaciónconstructiva de elementos y sistemas
17, es decir a
defectos de construcción.� De intrarrelación, o relación interna entre los
elementos de un mismo sistema. Por ejemplo unabarra de armado colocada fuera de posición en unaviga de h.a.
� De interrelación, o de relación externa de loselementos del sistema con los de otro sistemaconstructivo, normalmente por interferencias. Porejemplo una fachada mal apoyada sobre laestructura.
– Causas extrínsecas, activas, debidas a las agresiones ofactores ambientales, incluyendo en éstos a los usuariosdel edificio. Varían en el espacio y en el tiempo, y,generalmente son de difícil control. Pueden ser:
16 No interviene la relación con otros materiales u elementos del sistema constructivos, y su degradaciónes consecuencia de sus propiedades. Sin embargo, sus consecuencias, sí pueden afectar a otrosmateriales o elementos. En su estudio se atiende específicamente a las formas de manifestación de laslesiones propias de su utilización en el correspondiente sistema constructivo.17 Influye de manera significativa la relación (interacción) con otros elementos y las acciones propias desu función constructiva. En su estudio se atiende específicamente a las formas de manifestación de laslesiones propias del elemento constructivo.
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7
• Abusivos, provocadas por los usuarios voluntariamente(aunque tal vez inconscientemente).
• Extraordinarias, de carácter esporádico, previstas o no,pueden ser accidentales, catastróficas o excepcionales.
En cualquier caso no hay que olvidar que, en realidad, lesión yfallo son como las dos caras de una misma moneda: son dosformas (funcional o material) de ver un problema. La lesión enun elemento constructivo, al constituir una alteración lesiva enéste, va acompañada de una pérdida de prestacionesfuncionales. También puede aparecer como causa intrínsecade otro paso en el proceso patológico que derive en lesionesen otros elementos constructivos, y así progresivamente
18.
En definitiva, la causa funcional o material, es la combinaciónde circunstancias que particularizan la formulación antesexpresado del problema patológico:– Fallos = f(Insuficiencias y/o Agresiones)– Lesiones = f(Defectos y/o Factores)
No obstante, cuando no es necesario hilar demasiado fino, ycomo a buen entendedor pocas palabras bastan, es muyfrecuente expresar la causa funcional/material como:– Fallos/Lesiones = f(Defectos y/o Agresiones)
Causas operativas
Son personales o subjetivas19
, y explican cómo ha sido posiblela coincidencia particular de los posibles defectos,insuficiencias, agresiones y/o factores atendiendoespecíficamente a los errores cometidos por los agentes de laedificación. Como toda causa, se expresa de forma útil paraevitar la repetición del mismo problema en circunstanciasanálogas. Así, podríamos buscar errores de planificación, deproyecto y dirección de la obra (concepción)
20, de ejecución,
y los de uso y mantenimiento (conservación), así como en loscorrespondientes procesos de fabricación (producción) de losmateriales y productos industriales utilizados en la obra.Excepto los del conservación, que inciden especialmente en lasacciones, todos ellos determinan las propiedades (y a través deellas en las características) de los elementos constructivos, porlo que su conocimiento es imprescindible para la asignación deresponsabilidades y para evitar que los problemas de unedificio se repitan en otro.
Estas causas describen las actuaciones o decisionespersonales que han hecho posibles las causas funcionales omateriales, como la insuficiente cocción de un ladrillo cerámicopor una consigna térmica mal dada, o la falta de limpieza deuna red de saneamiento que produce su obstrucción y rotura.Son causas situadas en un nivel superior al anterior,
18 ¿Recuerda el lector el caso del imperio que se perdió con el clavo de una herradura de un caballo deun general en una batalla?19 De sujeto.20 Toda actividad humana requiere una reflexión sobre ella, por lo que, por ejemplo, también puedendarse defectos de concepción en la actividad de un operario; sin embargo, la cuestión principal esdistinguir a quién corresponde la decisión sobre la forma en la que se haya realizado la unidadconstructiva defectuosa, y con esa base, calificar el defecto.
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normalmente externas a los procesos materiales (naturales) dedegradación patológica de los elementos constructivos.
En definitiva, la causa operativa, es la combinación deactuaciones (u omisiones) de los agentes del procesoedificatorio que explican el mecanismo de la formulación:– Defectos, excesos = f(errores, abusos)
Relaciones intercausales y factores circunstanciales
Las concausas son aspectos parciales de una causa; soncausas que aparecen asociadas a otras, pero independientesde ellas
21, que intervienen como necesarias pero son
insuficientes ellas solas. Las causas coadyuvantes son lasque, siendo innecesarias, alteran el efecto observado; en estecaso, suele hablarse de factores agravantes o mitigantessegún sea su papel en el efecto observado.– En la actuación de varias causas hay que considerar que,
en la concatenación temporal de sucesos, pueden actuar enserie (sucesivamente), o en paralelo (simultáneamente), ysu posible efecto puede ser meramente aditivo, sustractivo,o sinérgico por el que las consecuencias de estasimultaneidad son de mayor entidad que la simple suma delas que resultarían de la actuación aislada de cada causa.
– Pueden distinguirse también los llamados factores deriesgo, que son circunstancias que hacen más probableque surja el problema, pero que no lo provocannecesariamente. Estos factores deben analizarse yconsiderarse con anticipación, y tomar las medidasadecuadas de prevención, cuya ausencia sí podrá ser causade un problema patológico.• Ej. El ambiente marino es un factor de riesgo para la
corrosión, así como el almacenamiento de sustanciascombustibles para el incendio. Su desconsideración, enun caso real, un error del proyectista.
Como las causas de un problema patológico pueden aparecenfuncional y temporalmente concatenadas, ocurre habitualmenteque la incidencia de una acción excesiva en un elementoconstructivo con alguna carencia, defecto o insuficienciacorrespondiente, provoca en éste una respuesta insatisfactoria,que se manifiesta funcionalmente mediante un fallo ymaterialmente mediante una lesión, lo que puede llevar alelemento afectado a trasladar la acción a otro, sobre el querecae una sobrecarga, que puede continuar la degradación delsistema. Por ejemplo el siguiente proceso:– Etapa 1ª: una fuga de agua (fallo) en una red de
abastecimiento provoca un escape y un caudal de agua queerosiona (agresión) a un terreno arenoso poco consolidado(malformación), generando un lavado de finos (lesión) quereduce la capacidad mecánica del terreno (fallo).
– Etapa 2ª: el terreno, que pierde cohesión (lesión), esincapaz de soportar las cargas del edificio (acción) y cede,provocando un asentamiento que agrieta la fachada (lesión).Las grietas de la fachada son el síntoma del asiento de lacimentación como éste lo es del lavado del subsuelo.
21 Si son dependientes se designan como causas concatenadas.
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EPÍLOGO
He reflejado en este escrito lo que creo que es más básico parauna teoría de la patología de la edificación. Por supuesto tieneque haber más, pero lo poco expuesto pretende tener unrazonable grado de fecundidad en el que animo al lector aadentrarse, desarrollando sus puntos de vista, si no lo hahecho ya, y, si le parece, exponiéndolos a los demás para sucontraste y discusión. Por mi parte me gustaría insistir en queestos conceptos me resultan útiles en mi trabajo cotidiano enrelación con la patología; como toda teoría, ayuda y guía lasdecisiones prácticas. El constante contraste dialéctico en losdos campos me permite avanzar en ambos. Quizás entre másinteresados, más avancemos, y lo hagamos más rápido.
Félix Lasheras es Doctor Arquitecto, Profesor Titular de la ETS de
Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, y es director delCurso de Especialización “Patología Constructiva y Técnicas deIntervención” que se dicta en la Fundación Cultural COAM.
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CONSIDERACIONES SOBRE LA SEGURIDAD EN LOS EDIFICIOS
CONSIDERATIONS ON BUILDING SAFETY
IGNACIO GARCIA CASAS
ABSTRACT
Safety of a building is achieved when the building is able to withstand, in a stable way, the collection of actions and stresses under the conditions of use for which it was built; in addition, it has to be capable of supporting the effects of the physical environment on which the building stands throughout a time period. This time period depends on the prevailing criteria of every society and the specific historical moment. The present technical knowledge permits theoretic assessments to be carried out on the safety degree of a building, by using strength capacity tests of the building materials, and the establishment of its geometry and dimensions. With these data, the expert report can be done using the present calculation methods, considered approximate to the real behaviour of the physical structures. In this way, the admissible actions of the structure can be known and therefore, the capabilities or inabilities to withstand the actions can be established. The project, calculations and execution of a building according to the en force regulations allow the establishment of the building safety safely enough, despite the fact that most of the correct estimated values --for foreseeable actions, for material fracture strength, etc,-- are assessed according to probabilistic percentages, and therefore lacking absolute certainty. The actions enhancement, strength diminishing and other resources allow degrees of safety to be established, which have been proved to be valid and efficient in normal practice. The buildings carried out under calculated norms or without those norms do not necessarily imply lack of safety. For their assessment, tests and techniques previously mentioned shall be applied. The most useful method for the evaluation of partial elements is subjecting them to the load bearing test; something which cannot be used for the entire building given its size, diversity and different degree of simultaneity in the group of compelling actions.
La seguridad de un edificio se alcanza cuando es realmente capaz de soportar, de forma estable, el conjunto de acciones a que se ve sometido por los usos para los que ha sido construido y por los efectos del medio físico en que se ubica durante un tiempo de vida cuya duración depende de los criterios vigentes en cada sociedad y momento histórico concreto. Los conocimientos técnicos actuales permiten realizar evaluaciones teóricas sobre el grado de seguridad de
un edificio, mediante los ensayos de capacidad resistente de los materiales de su estructura, del establecimiento de su geometría y dimensiones. A partir de ellos, las peritaciones pueden realizarse utilizando los métodos de cálculo actuales que se consideran suficientemente aproximados a la realidad del comportamiento de las estructuras físicas. De esta forma, podemos acercarnos al conocimiento de las acciones admisibles por una estructura y, por tanto, pronunciarnos sobre su suficiencia o insuficiencia para las acciones a que está sometida.
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El proyecto, cálculo y ejecución de un edificio con arreglo a la normativa vigente permite suponer la seguridad del mismo con suficiente garantía a pesar de que la generalidad de valores estimados correctos tanto en acciones previsibles, resistencias de rotura de materiales, etc. están evaluadas en base a porcentajes probabilísticas que no suponen la certeza absoluta. Las mayoraciones de las acciones, minoraciones de resistencia y otros recursos permiten establecer grados de seguridad cuya validez y eficacia viene mostrando la práctica habitual. Las edificaciones realizadas bajo normativas calculadas o sin normativas no implican necesariamente carencia de seguridad. Para su evaluación habría que aplicar técnicas y ensayos ya reseñados anteriormente. El procedimiento más eficaz para la evaluación de elementos parciales es el sometimiento de los mismos a pruebas de carga, lo que no es factible como aplicación integra sobre un edificio, dada la extensión, diversidad y diferente grado de simultaneidad en el conjunto de acciones concurrentes. El umbral de seguridad
En las actuaciones sobre edificaciones antiguas se carece tanto de la referencia a una normativa como de una clasificación normalizada de sus elementos constructivos según sus características técnicas: entramados de madera, forjados encamonados, bóvedas tabicadas, etc.. Se establecen, pues, tres escalones en la clasificación de las edificaciones según la época en que se construyeron: - Conforme a un tiempo sin
normativas. Las estructuras anteriores al siglo XIX no responden a métodos de cálculo sino a procedimientos empíricos.
- Conforme a normativas derogadas.
- Conforme a la normativa vigente. Los valores de cálculo establecidos se basan en consideraciones probabilísticas. El diferente nivel de seguridad que puede alcanzar cada edificación conforme a su estado físico permite establecer la siguiente clasificación: - Estado de confianza De la peritación efectuada se deduce que no se aprecian situaciones de riesgo en la edificación. - Estado de precariedad Se detectan carencias en el sistema constructivo que disminuyen las garantías de seguridad por debajo del nivel considerado como adecuado, pero sin poner en peligro su estabilidad y habitabilidad al no descender a índices críticos. - Estado de peligro De las deficiencias detectadas se deduce que el sistema constructivo no puede soportar las acciones a que puede verse sometida en su utilización normal, tales como sobrecargas de uso o acciones naturales previsibles - viento, nieve - . Así mismo, esta calificación es aplicable cuando la estructura o la parte considerada ofrece daños tales como roturas, deformaciones o desarticulaciones de tal naturaleza que no es posible aplicar los procedimientos de cálculo al uso para investigar su capacidad resultante, manteniéndose en pie la edificación mediante una indeterminada redistribución de cargas en sus elementos constructivos, ya sean estructurales o no. - Estado de ruina física El edifico original pierde su identidad como tal, debido a la reconversión total o parcial de su construcción en un conjunto de elementos residuales inútiles para el uso originario. Se puede llegar a este estado por diversas formas degenerativas que comprenden desde una deformación paulatina de la construcción hasta sus últimas consecuencias, hasta el derrumbe fortuito. Debe advertir el lector que esta clasificación atiende al estado físico de las edificaciones, dejando a un lado otros términos por los que se puede alcanzar lo que se denomina “Declaración del Estado
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Ruinoso” . Esta declaración, de carácter administrativo, se obtiene cuando los daños en la edificación adquieren cierta relevancia conforme a unos límites establecidos normativamente de acuerdo a unos parámetros económicos, técnicos o urbanísticos. Seguridad y vida de la edificación El sistema constructivo de los edificios se ve afectado tanto por los procesos naturales de metamorfosis que se producen en sus materiales como por el uso a que se destinan. Inciden en su periodo de vida el nivel de calidad de los materiales, las técnicas de puesta en obra, los sistemas constructivos adoptados y la intensidad de ocupación y uso. La vida efectiva de la edificación resulta un factor más determinante en su nivel de seguridad que el de su edad de ejecución. La aparición de deficiencias en el sistema constructivo constituye la más clara manifestación del fenómeno natural de agotamiento de su vida útil. Mediante un diagrama en el que se registre la relación entre la vida efectiva y el estado constructivo de un edificio se obtiene una línea descendente que indica una situación de declive acorde con el paso del tiempo. El último tramo de esta curva se corresponde con lo que denominábamos ruina física. La adopción de medidas provisionales o definitivas puede evitar una evolución traumática de este proceso natural, pero no puede detenerlo. La acción de los agentes degradantes: el fuego, el agua, los insectos xilófagos, las explosiones, etc. puede agudizar la curvatura o introducir saltos en este diagrama, acortando la vida útil de la edificación. La aparición de
deficiencias no achacables a un proceso de envejecimiento requiere la adopción de medidas con diverso carácter de urgencia según la magnitud del daño causado. En casos extremos, esta intervención puede resultar inútil para recuperar la habitabilidad del inmueble. Mediante un diagrama en el que se registre la relación entre la vida efectiva y el estado constructivo de un edificio se obtiene una línea descendente que indica una situación de declive acorde con el paso del tiempo. El último tramo de esta curva se corresponde con lo que denominábamos ruina física. La adopción de medidas provisionales o definitivas puede evitar una evolución traumática de este proceso natural, pero no puede detenerlo. Aunque el nivel de seguridad pudiera experimentar una reducción ante la persistencia de unos daños estabilizados, no tendría porqué calificarse necesariamente su estado constructivo de precario siempre que dicho nivel no descendiera a un índice crítico. La verificación de su estabilización puede hacer innecesaria cualquier intervención técnica. Por el contrario, si se comprueba la persistencia de unos daños degenerativos procede la aplicación de un primer paquete de medidas que detengan tal proceso o, en el peor de los casos, protegen la integridad de las personas ante una situación irreversible. A continuación, se acometerá la adopción de otro tipo de medidas, tendentes a recuperar los niveles básicos de estabilidad y habitabilidad, caso de que se optara por un proceso de reparación de la edificación dañada.
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VIDA UTIL DE LAS CONSTRUCCIONES
A LESIÓN ACCIDENTAL O FORTUITA D CURVA DEGENERATIVA POR DEFICIENCIAS E CURVA DEGENERATIVA POR ENVEJECIMIENTO O FATIGA L CURVA DEGENERATIVA POR LESIÓNES LD
CURVA DEGENERATIVA POR LESIÓNES Y DEFICIENCIAS
M CURVA DE MEJORA DE LA CONSTRUCCIÓN POR EJECUCIÓN DE OBRAS OC
OBRAS DE CONSERVACIÓN O REPARACIÓN
OR
OBRAS DE REHABILITACIÓN
RF
RUINA FÍSICA
UR
UMBRAL DE RUINA
M OR
OC
L LD E D
A
RF
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Clasificación de las medidas de seguridad En función del grado de estabilidad que ofrece el edificio podemos clasificar las medidas de seguridad en: - Preventivas. Cuando el edificio ofrece garantías de estabilidad pero puede sufrir alteraciones por actuaciones internas: apeos en obras o reformas parciales, o externas: zonas de seguridad en demoliciones o excavaciones de edificios o solares próximos. - Restitutivas. Necesarias ante la aparición de daños en proceso degenerativo que sitúan al edificio en estado de peligro o ruina, ya sea en la globalidad del edificio o en alguna de sus partes o elementos estructurales. Las medidas necesarias tienden a garantizar las condiciones mínimas de seguridad: refuerzo o apeo de elementos estructurales agotados. Atendiendo al tipo de intervención que requieren: - Restrictivas. Cuando implican la supresión o condena de determinados espacios o instalaciones que no reúnen las condiciones de servicio o suponen un peligro ante la existencia de daños: estancias con forjados de piso cedidos, canalizaciones de agua ante la presencia de socavaciones, etc.. - Aditivas Suponen la instalación de elementos complementarios o supletorios de los deficitarios: sistemas de apeo y refuerzo. El técnico ante las medidas de seguridad La panorámica de las decisiones a tomar por el técnico en una edificación dañada varía en función de una serie de factores que condicionan la eficacia y puesta en marcha de las medidas de seguridad:
− Tiempo necesario de ejecución. − Dificultad de puesta en obra. − Disponibilidad de personal y medios. − Nivel de ocupación del edificio
afectado. − Costes de ejecución. Veamos a continuación las situaciones más frecuentes a afrontar : Actuaciones de emergencia Son aquellas en las que el objetivo prioritario es resolver, en el menor tiempo posible, una situación de peligro surgida de improviso para el técnico. La situación requiere adoptar las medidas perentorias que eliminen o palien el peligro existente de la forma más rápida. Ante ello se presenta como objetivo secundario el mantenimiento de la habitabilidad del edificio. Este segundo objetivo podrá tenerse en cuenta en la medida en que no demore excesivamente la realización de las medidas de seguridad de urgencia tanto en su puesta en marcha como en su realización, aún a costa de hipotecar la acción futura con procesos más complicados o costosos. Esta jerarquía de objetivos debe prevalecer sobre consideraciones de costes o demoras en las decisiones que prolonguen la amenaza de un hundimiento. En las actuaciones de emergencia han de tenerse en cuenta, en primer lugar, los riesgos de ocupación durante el tiempo previsto para la adopción de las medidas de seguridad proyectadas, por lo que se decidirá sobre la necesidad o no de desalojar el edificio en la zona en peligro o en su totalidad, requiriendo incluso, si fuera preciso, el auxilio de las autoridades administrativas y judiciales. El concurso en estas situaciones del Servicio de Bomberos resulta frecuentemente imprescindible. Una vez que se decide actuar, hay que reconocer y marcar las circulaciones dentro del edificio afectado, advirtiendo de forma expresa las zonas de peligro o cerradas al paso tanto para operarios como para los ocupantes del inmueble. Se deben trazar las áreas de influencia sobre los edificios y vías colindantes
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advirtiendo de ello a los vecinos o, en su caso, a las autoridades municipales. En estas situaciones debe vigilarse escrupulosamente el cumplimiento de las medidas de seguridad referidas al personal y a las instalaciones de obra. La maquinaria a emplear - grúas con canastilla, plataformas elevadoras, palas de brazo largo, etc.- se selecciona en función de las posibilidades de acercamiento y permanencia en el edificio dañado sin peligro para los operarios. Si se instala un sistema de apeo se debe recurrir a elementos ligeros y de puesta en obra inmediata. Actuaciones para obras de reparación Es, quizás, el tipo de actuación más habitual en la mayoría de las obras en edificios antiguos. Las obras de reparación estructural requieren la adopción de medidas de seguridad previas. El proceso y tipo de medidas de seguridad previsibles se encuentran indisolublemente ligadas al proceso concreto de reparación, sin entorpecerlo físicamente y adecuándose a sus fases en el tiempo. El sistema de medidas de seguridad debe contemplarse en este caso con ahorro de medios y materiales, adoptando el más económico. No obstante, su carácter secundario respecto al objetivo primario de reparación del edificio no debe ir en detrimento de su eficacia, ni subestimar su necesidad. Este hecho, por desgracia frecuente a la vez que temerario, conduce a convertir las medidas de seguridad en un mero decorado que no resiste el menor análisis técnico. - Elaboración de un plan de obra. El plan debe contemplar la coordinación, en todas las fases de la obra, de las medidas de seguridad adoptadas con las obras de reparación previstas. Los procesos de montaje y desmontaje de apeos deben supeditarse en todo momento a este plan, evitando cualquier situación intermedia de riesgo por retirada improcedente de algún elemento de apeo. - Recuperación de los materiales para elementos de apeo.
El proceso planificado de la obra facilita la utilización de piezas recuperables en los sistemas de apeo e, incluso, la alternativa de adoptar directamente sistemas de refuerzo permanentes. Actuaciones de mantenimiento sin previsión futura La existencia de edificios con daños estructurales que exijan la adopción de medidas de seguridad sin que esté prevista su reparación a medio o largo plazo se vincula normalmente a casos en que la Administración impide que sean consolidados -edificios fuera de ordenación- o aquellos en los que la propiedad ejerce su derecho a demostrar la superación del límite de conservación - tramitación de expedientes contradictorios de ruina-. Se inician entonces procesos, normalmente de varios años, durante los que es necesario garantizar la estabilidad del edificio mediante la adopción de medidas de seguridad. - Previsión de futuras actuaciones. Las medidas de seguridad dependen del grado de convicción sobre el futuro definitivo del edificio - demolición o reparación -. Ha de tenerse en cuenta que la ubicación de elementos de forma que no entorpezca futuras reparaciones, ya que en ese caso habría que reubicarlo, o que ésta resulte indiferente ante una perspectiva de demolición, optando entonces por la solución más simple y económica. En el caso de actuar sobre edificios desocupados sin previsión futura de intervención, deben mantenerse las posibles vías de acceso a través de los huecos del edificio. Hay que prever la intromisión de personas ajenas a un edificio en el que, dado su estado constructivo y carencias de habitabilidad, se pudieran producir accidentes. Un método consiste en cegar los huecos de puertas, ventanas y buhardillas mediante tabiques o tabicones de fábrica, dejando siempre unas hiladas en celosía para permitir la ventilación del inmueble y un acceso permanente para efectuar las oportunas revisiones periódicas del estado del edificio.
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- Revisión de las medidas adoptadas Un factor fundamental es la estanqueidad del edifico a las aguas pluviales. Deben mantenerse en servicio todos los sistemas de evacuación y ha de vigilarse el buen estado de las carpinterías o de los cerramientos alternativos en los huecos de ventilación del edificio. Hay que estimar la durabilidad del apeo, tanto de sus materiales como de su mecanismo de ajuste, procurando su estabilidad ante las variaciones de temperaturas, desecaciones, humedades, etc. Finalmente, han de establecerse revisiones periódicas para proceder a los ajustes y ampliaciones necesarias. Actuaciones para demolición Las técnicas de demolición constituyen una materia extensa y variada, condicionada por el estado del edificio y su ubicación urbana. Desde las demoliciones por voladura hasta las más simples demoliciones manuales requieren una serie de medidas de seguridad que afectan a diferentes periodos de la obra - Medidas de seguridad previas Deben cortarse todas las acometidas de instalaciones de telefonía, gas y electricidad, manteniendo en su caso las de agua para servicio de obra durante el proceso de demolición, y preservando la de saneamiento para una futura evacuación de aguas pluviales en el solar resultante. Ha de asegurarse antes del comienzo de los trabajos el desalojo total del inmueble así como de todas aquellas zonas aledañas que pudieran resultar afectadas en función del sistema de demolición elegido. Se debe prever el proceso de hundimiento controlado, para lo que se puede recurrir a sistemas de apeo. Dichos apeos conviene realizarlos mediante piezas irrecuperables. En los casos de existencia de edificaciones colindantes resulta inexcusable contemplar las previsibles consecuencias de la demolición sobre las mismas. Un estudio de las características estructurales, del estado
de los elementos constructivos que pueden verse afectados se hace imprescindible estableciendo, en función de ello, las medidas de seguridad precisas para garantizar que no se produzcan daños o que no se incrementen los existentes. Si en dichas edificaciones vecinas se detectaran previamente daños es necesario dejar constancia fehaciente de ello, en previsión de posibles reclamaciones infundadas. - Medidas de seguridad durante la demolición En los procesos de demolición manual deberá ejecutarse un sistema de apeos que garantice la estabilidad de la construcción ante las cargas y sobrecargas a que se somete la construcción durante el proceso de demolición, evitando de esta manera los hundimientos incontrolados. - Medidas de seguridad posteriores El terreno del solar resultante deberá contar con drenaje suficiente para absorber las aguas pluviales, protegiendo las bases de los cerramientos colindantes ante posibles filtraciones, restituyendo, en su caso, la acometida de la red de saneamiento. Desde el momento en que se elimina la edificación objeto de demolición, es preciso evaluar si se produce un incremento peligroso de la esbeltez en los elementos verticales de las construcciones vecinas. Para atajar este peligro, deben simultanearse las obras de demolición con la instalación de un sistema de apeos o refuerzos que mantenga la estabilidad de las construcciones afectadas. Un sistema de refuerzo sencillo consiste en configurar contrafuertes de fábrica con los restos macizados de los muros transversales a las edificaciones vecinas aún sin demoler.
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Proceso de adopción de medidas de seguridad Cualquiera que sea el carácter de las medidas de seguridad, el técnico ha de seguir un proceso común, aunque pueda dedicar mayor o menor desarrollo a determinadas fases, condicionado por la urgencia de la intervención y el planteamiento de los objetivos en lo que se refiere al destino final del edificio dañado y el consecuente tratamiento de éstos. Reconocimiento del edificio Es obvio que el reconocimiento de un edificio va a depender de las causas que motivan nuestra intervención. La amplitud de causas solo nos permite abundar en los procedimiento más generales. Se recopilarán los datos acerca de las características del edificio y los condicionantes de su entorno: edificaciones próximas, instalaciones especiales, vías públicas, elementos naturales, etc. En el reconocimiento se deben analizar las posibles alternativas de medidas de seguridad en función de la disponibilidad de espacios y de la habitabilidad del inmueble, por lo cual es importante obtener todos los datos posibles, referentes a ocupación del edificio, ubicación de sus habitantes, etc. El reconocimiento, inicialmente visual, debe ir acompañado en la medida de lo posible, por razones de urgencia, de un chequeo para conocer el tipo de materiales y sistemas constructivos empleados en cada caso. Subsuelo La capacidad resistente de la cimentación del edificio o de las dependencias en planta baja o en sótanos puede quedar afectada por alteraciones acaecidas en el subsuelo propio o en el de edificaciones o instalaciones vecinas. Es prioritario conocer su estado de cara a plantear cualquier base de apoyo en el sistema de apeos y establecer también las garantías de habitabilidad de los espacios en uso.
- Localización de redes de fontanería y saneamiento. Una de las causas mas frecuentes de alteraciones del subsuelo es el mal estado de la red horizontal de saneamiento que discurre por él y que puede llegar a ocasionar graves daños en el edificio. Cuando se de una sintomatología de humedades en planta baja o de grietas que apuntan a daños en cimentación o a la formación de socavaciones bajo soleras o muros, se debe efectuar un chequeo de las redes de saneamiento y abastecimiento de agua. Si la complejidad o profundidad de la red así lo requiriera, se puede recurrir a poceros especializados. También pueden utilizarse técnicas diversas: El sencillo vertido de agua coloreada, constituye un método rápido y barato para identificar la circulación de agua en la red. El uso de cámaras autónomas, conocidas por la denominación de “ratones”, que pueden discurrir por las canalizaciones a las que el hombre no puede acceder, permiten visualizar a través de un monitor exterior el estado de la red de tuberías, arquetas y pozos. La utilización de tuberías de PVC, ligeras y de rápido montaje, posibilitan la ejecución de redes provisionales de saneamiento y fontanería en tanto se actúa sobre el subsuelo, se ejecuta un sistema de apeos o se reparan las redes deterioradas, con lo que se puede evitar la condena de acometidas y con ello el desalojo del edificio. Sistema estructural y constructivo Es preciso que el técnico reconozca y entienda el sistema estructural con objeto de poder decidir las posibles alteraciones que supone ejecutar una obra o introducir un sistema de apeos o refuerzos. - Forjados. En un edificio de plantas el apeo de un forjado superior o de la cubierta ha de transmitir las cargas recibidas hasta un plano de apoyo fiable por su estabilidad y capacidad resistente. Este plano puede estar conformado por un
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forjado inferior, por la solera de arranque o por el terreno natural. Cuando el forjado inferior no nos ofrezca las suficientes garantías para soportar tal incremento de cargas, el apeo ha de continuarse hasta cotas inferiores previendo entonces la forma de apoyo en dicho forjado o la conveniencia de traspasarlo con los elementos de apeo. Por tanto, previamente a esta actuación, es preciso reconocer no solo el estado del forjado a apear sino el de los inferiores, al menos aquéllos en los que se prevea descargar un elemento constructivo superior. Igualmente, cuando se pretenda descargar sobre la solera o incluso sobre el terreno natural, se debe investigar la posible existencia de sótanos o galerías ocultos, redes de abastecimiento que pudieran quedar afectadas o la formación de socavaciones imprevistas. Para ejecutar el apeo o refuerzo del forjado concurrente mediante mechinales al propio muro es precio detectar antes la existencia de carreras de apoyo o la flecha del forjado con objeto de determinar el tipo de entrega que ha de efectuar el refuerzo al muro. Se optará entonces por acometer a los muros de carga o a los de atado en función también de la longitud de vano del refuerzo, para lo que debemos investigar el estado y la capacidad de éste - Muros de carga y entramados. Se debe identificar la tipología y los materiales empleados así como su estado constructivo. Los chequeos de entramados de madera deben ejecutarse con la suficiente precaución para no aumentar su posible precariedad. En un muro entramado con su estructura leñosa dañada o inutilizada, las plementerías y revocos suplen su función estructural por lo que ha de evitarse un picado masivo del paramento, mediante la selección de los puntos más críticos previamente identificados: nudos de conexión entre carreras y pies derechos, apoyo de pies derechos en los dados de base, etc. De esta forma evitamos la rotura o desaparición innecesaria de las tomizas o clavos de conexión entre las piezas de madera y la fábrica.
Si los mechinales y horadaciones practicadas en el muro han de mantenerse para acometer los trabajos de reparación en un plazo indefinido se dispondrá de placas o telas impermeabilizantes que garanticen la estanqueidad de la fábrica afectada y preserven la habitabilidad de la edificación. - Tabiquerías En muchos edificios antiguos la deformación de forjados por flecha o deterioro está contrarrestada por la continuidad vertical en la distribución de tabiquerías. Así mismo, los soportes deben su esbeltez al efecto de descarga y acodalamiento que ejercen las tabiquerías adosadas. Por tal motivo, en algunas reformas interiores de viviendas o locales, aparentemente sin influencia en el sistema estructural del edificio, se termina provocando el cedimiento de fábricas, soportes o forjados al desaparecer alguna tabiquería que estaba actuando de apeo. En tales reformas se deben prever por tanto los pertinentes elementos de refuerzo que suplan las tabiquerías desaparecidas. - Cubierta. Es necesario reconocer y definir el sistema estructural de cubierta para prever el apeo y refuerzo idóneo. El tipo de obras puede afectar a la habitabilidad de la planta superior por lo que se deben analizar previamente los problemas de estanqueidad y la instalación de cubriciones provisionales. Aparatos sanitarios e instalaciones. Los forjados de los cuartos húmedos son los más sometidos a la degradación estructural por efecto continuado del agua, por lo que suelen necesitar, antes que otras piezas del edificio, la ejecución de apeos de transmisión vertical de carga. Se choca entonces con el inconveniente de ser espacios de reducidas dimensiones, de uso frecuente e imprescindible, y dotados de una serie de aparatos sanitarios fijados a suelos y paredes y conectados a redes húmedas inamovibles. Estos condicionantes pueden ser motivo para decidir el desalojo de un inmueble. Se debe
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comprobar la disponibilidad de estos cuartos para la instalación de apeos con transmisión vertical de cargas, sin interferir con los aparatos fijos. La única alternativa ante este problema es la instalación de los aparatos sanitarios en otras partes de la vivienda con redes provisionales de desagüe y abastecimiento. 1.2.4.2 Análisis de la patología Esta fase de la intervención abarca un campo de casuísticas considerablemente extenso, complejo y variado que lo hace inabordable en el ámbito de esta publicación. Por tanto nos limitaremos sólo a esquematizar los pasos elementales que se dan en un proceso de análisis patológico, refiriendo al lector a la bibliografía final que se le ofrece sobre el tema. Estos pasos son : − Lectura de la sintomatología − Elaboración de una hipótesis − Verificación de la hipótesis
deducida Durante el desarrollo de estas primeras fases es posible que los daños detectados en el edificio o la incertidumbre sobre el estado de los sometidos a análisis requieran un primer paquete de medidas de seguridad urgentes o preventivas, por ejemplo, la instalación de elementos de apeo preventivos durante la ejecución de chequeos. La misión de estos apeos es proteger a los operarios encargados del chequeo frente al posible colapso de los elementos estructurales deficitarios o sobrecargados, ya que, debido al efecto directo de los propios trabajos de chequeo, se pueden producir desprendimientos de piezas, vibraciones, golpeteo, etc. y otras alteraciones imprevistas que inestabilicen la construcción chequeada. Determinación del sistema de medidas de seguridad Se han de tener en cuenta todos los factores concurrentes, estableciendo el sistema de medios y materiales más
adecuados a los objetivos que se persiguen a corto, medio o largo plazo a fin de evitar que una buena concepción del sistema quede anulada por un conjunto de imprevisiones. Factores a considerar: - Condiciones de habitabilidad que
afecten a la permanencia de sus ocupantes, bienes muebles e instalaciones domésticas, así como su interferencia con el sistema de apeos y la circulación de materiales y maquinaria de obra.
- Disponibilidad de materiales
admisibles para la ejecución del sistema de apeos previsto: fábrica, madera, perfilería metálica, sistemas industrializados, etc., o de otras medidas de seguridad: materiales de cubrición o cerramiento.
- Disponibilidad de la mano de obra cualificada para ejecutar dichos sistemas: albañiles, carpinteros de armar, soldadores, cerrajeros, etc..
- Disponibilidad de la maquinaria
adecuada acorde con las condiciones de seguridad en que ha de desarrollarse la intervención: grúas, sierras, compresores, etc..
- Disponibilidad de las instalaciones o
fuentes de energía necesarias para la ejecución del plan previsto: cuadros de potencia, generadores eléctricos, compresores, etc..
- Tiempo de ejecución del sistema de
medidas de seguridad y previsión de su capacidad de permanencia eficaz.
- Presupuesto del sistema de
medidas y su puesta en obra. Previsión de costes de permanencia y rendimientos - alquileres y amortizaciones -. Tasas administrativas por ocupación o alteración de vías e instalaciones urbanas. Indemnizaciones a ocupantes o terceras personas afectadas por las obras y adopción de medidas de seguridad.
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Cálculo del sistema de apeos - Previsión de cargas. Evaluación de
cargas en los sistemas estructurales antiguos, basada en el reconocimiento de sus materiales. Se puede recurrir para ello a un chequeo previo.
- Previsión de las alteraciones de
cargas durante la ejecución de obra. Descarga de elementos estructurales del edificio.
- Previsión de la capacidad resistente
del plano de arranque del sistema de apeos: terreno natural, soleras, forjados, etc. y medidas de consolidación o mejora.
- Previsión de la capacidad resistente
de los elementos de apeo. Elaboración de un proyecto La concreción de un proyecto cerrado, previo a la ejecución de obras, sólo será posible en los casos en que la gravedad de los daños en la edificación no requiera una intervención de urgencia. Habitualmente la precisión de un proyecto de este tipo se encuentra limitada por la aparición durante el proceso de ejecución de una serie de imprevistos que obligan a contemplar los trabajos de planificación como un proceso continuo y revisable a lo largo de la obra. Como documentos de partida cabe enumerar los siguientes: - Planos de distribución del edifico
diferenciando muros y tabiquerías. Ubicación de cuartos húmedos y situación de los aparatos sanitarios. Planos de la estructura con indicación de crujías y dirección de carga de los forjados.
- Planos de localización de zonas
dañadas, especificando si las deficiencias afectan a los elementos estructurales o constituyen puntos de riesgo.
- Planos de definición del sistema de
apeos. Referencia a su relación con
la estructura a la que sirven. Identificación clara de los elementos de apeo proyectados. Se puede recurrir para ello a la elaboración de una leyenda acorde con un cuadro de símbolos referidos a los distintos elementos de apeo. Detalles constructivos del sistema atendiendo a la resolución de puesta y transmisión de cargas, ajustes, arriostramientos, piezas auxiliares. etc.
- Elaboración de un pliego de
condiciones sobre la ejecución del sistema de medidas.
- Descripción del proceso de puesta
en obra de las medidas de seguridad establecidas, atendiendo a su coordinación con las obras previstas.
Previsión de presupuesto En la elaboración de un presupuesto han de tenerse en cuenta múltiples aspectos que no suelen aparecer usualmente en las obras de nueva planta. A modo de ilustración se reseñan los siguientes : - Unidades de obra. Definición de los
elementos de apeo y obras auxiliares: consolidación del terreno sustentante, apoyos y perforaciones de mechinales. Operaciones de montaje y desmontaje. Desviación y reposición de instalaciones de electricidad, agua o saneamiento.
- Mano de obra auxiliar o especializada
en trabajos no incluidos en partidas de obra
- Alquiler de elementos o equipos de
asistencia: contenedores, andamios, gruas, cuadros eléctricos, soldadura, oxicorte, compresores, iluminación.
- Acarreo, transporte, elevación y
evacuación de equipos, personal y materiales no vinculados a ninguna partida específica.
- Costes de mantenimiento y revisión
del sistema de medidas de seguridad. Facturación y actualización de costes: venta, alquiler, amortización.
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LOS SISTEMAS DE APEO Las estructuras auxiliares son aquéllas que se instalan, con carácter temporal, para ayuda o complemento en la ejecución o mantenimiento de los elementos constructivos de una edificación durante la fase de obras -andamios, encofrados, entibaciones, etc-. El apeo pertenece a este grupo de estructuras, constituyendo un sistema de equilibrio de fuerzas formado por los elementos de apeo y los propios del edificio apeado. Del apeo al refuerzo Conocemos por apeo el sistema estructural ejecutado en una construcción existente con objeto de complementar o sustituir su estructura con carácter provisional, en tanto se ejecutan en dicha construcción obras de reparación o demolición. Diferenciamos los sistemas de refuerzo de los de apeo porque la consistencia y eficacia de sus elementos estructurales se integran en el sistema estructural reforzado con un carácter permanente. Es así que el refuerzo, al constituir una solución definitiva para un edificio dañado, ha de compatibilizar garantía estructural con funcionalidad y habitabilidad del mísmo. No obstante la entidad y ubicación de algunos elementos tradicionales de apeo confieren al sistema apeado el carácter de una solución de refuerzo. Objetivos del apeo Un sistema de apeo debe ser capaz de garantizar la estabilidad y, en determinados casos además, la habitabilidad de una edificación dañada en tanto se acomete o adopta una solución definitiva a sus deficiencias. La actuación estará condicionada por el destino final que se plantee para el edificio : reparación, reconstrucción, demolición . Un plan de apeo puede requerir varias fases de ejecución : en emergencia, a corto y a largo plazo. Es así que el objetivo de algunos apeos puede limitarse bien a garantizar la seguridad de los operarios encargados de ejecutar un apeo más definitivo, bien como apeo provisional en tanto se dispone de otro sistema de apeos más
complejo por lo que se requiere tanto de un mayor plazo de ejecución como del suministro de sus elementos. Autonomía o integración del sistema de apeo Un sistema de apeo complementario cubre las carencias de seguridad que pudiera ofrecer el estado de deterioro de una estructura pero posibilitando que continúe cumpliendo su función. Este sistema se compone de los elementos de apeo añadidos y de los propios del edificio que resulta apeado. Su objetivo es garantizar la seguridad de la edificación, pero no sirve para ejecutar sustituciones de los elementos estructurales del edificio. No constituye un sistema estructural autónomo sino que se integra, al igual que el refuerzo, en el sistema tectónico principal. Por el contrario, un sistema de apeo supletorio constituye una estructura alternativa a la del edificio en que se ubica. Su entrada en carga permite abordar la sustitución de aquellos elementos de las estructura afectados por daños. Esto requiere la realización de una serie de operaciones auxiliares, como la ejecución de perforaciones en elementos verticales y horizontales para dotar a los apeos de continuidad e identidad como estructura autónoma, todo lo cual supone un incremento en los costes con referencia a los apeos complementarios. Clasificación de los sistemas de apeo La diferente relación entre peso, volumen y capacidad resistente inherente a cada material constructivo repercute en la ejecución de sistemas de apeo hasta el punto de llegar a establecerse dos grandes grupos de sistemas. Se denominan sistemas pesados aquéllos en los que el peso de su material interviene de modo fundamental en el sistema de equilibrio y sistemas ligeros a los que la magnitud de su peso carece de incidencia. En determinados casos, para garantizar la entrada en carga de un apeo, es necesario complementar el elemento de un sistema ligero con una masa amorfa que, adherida a una superficie irregular y una vez solidificada, adopta la función de
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plano de transmisión de cargas o de arriostramiento del sistema de apeo. Los elementos de apeo pueden responder a modelos conocidos y utilizados habitualmente, denominándoles simples si se realizan con las piezas básicas del material o compuestos si se ejecutan a partir de otros elementos simples. Los elementos utilizados en los sistemas pesados se ejecutan a partir de la manufactura de piezas de cantería o de albañilería. La entidad constructiva de las fábricas dota a sus elementos de una gran durabilidad por lo que éstos se identifican más dentro del ámbito de los elementos de refuerzo e, incluso, asociados al lenguaje de determinados estilos arquitectónicos. Los sistemas ligeros se resuelven con elementos de madera o metálicos. Los elementos en madera componen sistemas estructurales isostáticos - complementarios o supletorios - a partir de piezas de madera normalizadas, ensambladas por bridas, tirafondos o clavos. La prolongada tradición de la carpintería de armar en la ejecución de apeos ha generado un léxico muy rico para definir los diversos elementos de apeo en madera. En los sistemas ligeros metálicos ejecutados con perfiles laminados se utiliza normalmente la soldadura para resolver los nudos de transmisión de esfuerzos entre elementos. Se ejecutan de este modo empotramientos o articulaciones con los que se pueden configurar estructuras isostáticas o hiperestáticas. Los sistemas ligeros metálicos modulados emplean para su empalme pasadores atornillados que equivalen a seudo-empotramientos o rótulas con las que se generan articulaciones. La reciente aparición de estos sistemas en el campo de la construcción no ha propiciado todavía la divulgación de unas denominaciones específicas de los elementos simples, por lo que habitualmente de les designa por su ubicación: horizontal, vertical o inclinado y por su función estructural: a compresión, a tracción o a flexión.
Tipos de apeo Podemos establecer los siguientes tipos de apeo en función de su relación con la estructura a la que sirven y su periodo de utilidad: - Apeo de urgencia
Complementa la estructura dañada en sus elementos más precarios a corto plazo. Ataja un peligro inminente debido al grado de deterioro del edificio. No supone una solución de apeo definitiva.
- Apeo complementario Complementa la estructura dañada garantizando su estabilidad a medio o largo plazo.
- Apeo supletorio Constituye un sistema estructural de carácter temporal, con autonomía propia.
- Refuerzo de recuperación No constituye un apeo sino un tipo de obras de carácter definitivo, que evitan o reducen la ejecución de apeos de tipo complementario o supletorio.
- Refuerzo por demolición Dotan a la construcción del edificio no demolido de la estabilidad perdida por demolición de una parte del mismo.
Simultaneidad de tipos de apeo Los distintos tipos de apeo pueden simultanearse o sucederse en función de diversos factores: la fase de los trabajos que se acomete, la capacidad resistente de los elementos del edificio o el nivel de habitabilidad que haya que mantener. De esta forma pueden combinarse diversos sistemas en un momento determinado de la obra, sucediéndose su transformación en conjunto o por partes. Idoneidad de los sistemas de apeo Las características en todo orden de cada sistema le confieren un diverso grado de idoneidad en función de las necesidades requeridas para cada obra y momento, así como de las disponibilidades de material y mano de obra en la zona. La previsión de permanencia del apeo se relaciona con
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su capacidad resistente a largo plazo o con su necesidad de revisión periódica. La premura en la ejecución de un apeo de urgencia precisa de un sistema ligero, sencillo y de rápida entrada en carga. Cuanto más sofisticado resulte un sistema de apeo requerirá de una mano de obra más especializada para su instalación. Los costes están relacionados con la fórmula de financiación - compra, alquiler - y ésta, a
su vez, con la previsión de tiempo de permanencia del sistema de apeo en obra. IGNACIO GARCIA CASAS es Dr. Arquitecto y es Jefe de la Unidad de Ruinas del Servicio del Control de la Edificación del Ayuntamiento de Madrid.
BIBLIOGRAFIA: - ESPASANDÍN LÓPEZ, Jesús y GARCÍA CASAS, J. Ignacio Apeos y refuerzos alternativos Ed. Munilla-Lería. Madrid 2002
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EL TRATAMIENTO DIGITAL DE IMAGENES COMO UNA HERRAMIENTA DE EVALUACION Y ANALISIS EN LA RESTAURACION Y CONSERVACION DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
DIGITAL IMAGE MAPPING AS AN ANÁLISIS AND EVALUATION TOOL IN HERITAGE CONSERVATION AND RESTORATION PROCESSES
NICANOR PRENDES RUBIERA
ABSTRACT
Two monuments representative of the pre-Romanesque style are analyzed by digital image mapping integrating the results in a GIS. These buildings share various characteristics and have in common the pathologies (dark patinas, sugaring) and mainly the present fragmentary state they show. Regarding this analysis the areas of affection are quantified and mapped, establishing a cause-effect link between the petrophysical parameters of the materials (lithological varieties) and the changes developed. In addition, on one of the monuments, the missing original volumes are recreated by inferring the measurements from the preserved parts of the building. This process is based on the algorithms of texture generation, by mathematical morphology, and by the geometrical proportions on which the aesthetic pattern of the monument is based.
1. INTRODUCCION
El desarrollo de las técnicas de procesado digital de imágenes posibilita, en la actualidad, obtener información tanto cuantitativa como cualitativa que es posible presentar en cartografías temáticas sobre la fenomenología que afecta a cualquier obra o monumento. La utilización de los Sistemas de Información Gráfica (GIS) permite integrar de toda la información disponible de las imágenes (fotogrametría, termografía, etc.,) y la derivada de técnicas como la microscopía, los ensayos de caracterización, la porosimetría, etc,. Para ello es necesario establecer una capa o nivel base, o de referencia, que vincule los parámetros (tanto escalares como vectoriales) con la información extraída o derivada de las propias imágenes y que se denomina Imagen máscara. Esta contiene todos los campos, delimitados, bien como puntos, líneas y/o polígonos, con sus atributos correspondientes, que son los que establecen las características de cada
entidad (sillares, columnas, capiteles, ventanales, frisos, etc.,) y que, en su conjunto, definen el edificio en cuestión. Sobre esta imagen máscara y estableciendo el tipo, o tipos, de atributos que nos interesa y que necesariamente están vinculado con unas propiedades o patologías, se pueden generar mapas temáticos o capas de información que, en una fase posterior, se combinarán para extraer resultados y análisis globales del edificio o monumento. Se han tomado como ejemplos metodológicos dos monumentos que, por sus características y peculiaridades, representan una gran parte del patrimonio arquitectónico y cultural de la península ibérica. Son Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos) y San Miguel de Liñu (Asturies).
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
Aunque distantes entre sí unos 400 Km están sin embargo, desde el punto de vista arquitectónico, relacionados. Su sistema constructivo es muy específico y
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característico de un periodo histórico extremadamente interesante. Santa María de Quintanilla de las Viñas se ubica al pie de la ladera de los montes de Lara, en Burgos. Muy cercano a unas ruinas celtíberas. Está considerado el templo visigótico más tardío, cuya fundación data del siglo VII, en el año 879, por Dª Flamula, mujer del Conde de Lara, Gundinsalvo Telliz. Figura 1. Santa María de Quintanilla de la Viñas. Monumento visigótico tardío.
San Miguel de Liñu se asienta en la falda del Naranco (Asturies) y forma parte, junto con otros monumentos, de lo que en su día fue un excepcional conjunto palatino-eclesial. Su fundación data del 848, por el rey D.Ramiro I. Ambos monumentos han llegado hasta nosotros muy fragmentados. El primero por las guerras -en la alta edad media - de Castilla y el segundo por problemas de cimentaciones en su parte oriental. Se utilizaron en sus fábricas rocas sedimentarias (variedades petrográficas de calizas y areniscas, respectivamente) y su aparejo está, en el primer caso, formado por sillares perfectamente labrados y cuidados (fig. 3), muy regulares. En el otro, éstos presentan una morfología muy irregular (fig. 6), destacando los contrafuertes que arman los muros exteriores (fig. 4). Los detalles constructivos de Santa María (naves, porche occidental entre habitaciones
anexas y prolongación de los brazos del crucero por dos cuerpos simétricos) la definen como un escalafón intermedio entre San Pedro de la Nave (el exponente más representativo del arte visigótico) y las iglesias asturianas, dentro de las que se encuentra San Miguel. Por todo ello se han escogido como ejemplo de aplicación en las técnicas de procesado digital de imágenes, entendiéndose que los algoritmos y procesos que apliquemos en una son válidos para la otra. Así, en Quintanilla de las Viñas se han deducido las patologías de sus paramentos, los mapas litológicos (litotipos) y las cartografías temáticas, dejando la reconstrucción virtual para San Miguel de Liñu por su dificultad en cuanto al diseño de los algoritmos que definen sus patrones texturales.
2.1 Quintanilla de la Viñas
Se ha analizado su fachada sur oriental (fig. 1) por ser la única parte original del monumento y, por tanto, la de mayor valor arquitectónico y epigráfico. En el esquema de su planta (fig. 2) se señala, en línea punteada, un croquis de los cimientos encontrados en las excavaciones realizadas en entre 1952 y 1953 (que correspondería al edificio original), en el que aparece el ábside rectangular abierto a la nave transversal del transepto, con sus dos anexos, truncados (Fontaine, J. 1978). El volumen interior, muy compartimentado, se ilumina por ventanáculos realmente estrechos (Barral, X. 1998). Los sillares son de dos variedades, los gris azulados se corresponden a la caliza blanca de Hontoria (caracterizada en Marcos, Rª. Mª., Esbert, Rª. Mª., Alonso, F. J. & Díaz-Pache, F.(1993) y Díaz-Pache, F.(1994) entre los más significativos), mientras que los amarillentos proceden de las calizas de la
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Sierra de Lara (García de los Ríos, J. I., Báez, J. M. & Jiménez, S. 2002). Ambos se han labrado homogéneamente, son altos y de asientos irregulares, aunque en las esquinas del transepto se observa una exquisita disposición a base de sillares dispuestos a tizón y soga alternadamente. En todo su perímetro existían frisos decorativos (en la figura 1 se pueden ver, aún, tres hileras) esculpidos con motivos geométricos y vegetales (que recuerdan muchísimo a los que aparecen en los muros exteriores de San Miguel de Liñu, y en el resto de las iglesias asturianas de ese periodo) que, predominantemente en este monumento, se han realizado sobre la caliza de Hontoria, tal y como se constata en la figura 3. Esta variedad pétrea ya había sido utilizada por los íberos y romanos para esculpir las estelas funerarias que se han encontrado en las proximidades, además de la catedral de Burgos, considerándose un material muy agradecido por su fácil labra y trabajo por los canteros locales, con grandes posibilidades expresivas.
Figura 2. Planta actual y original de la iglesia visigótica. Este monumento reúne, desde el punto de
vista de las técnicas de proceso digital de imágenes, la ventaja de tener dos litologías diferentes en sus elementos constructivos, la presencia de patologías que afectan a los paramentos, destacándose, dentro de ellas, arenizaciones, perdidas irregulares de
material, pátinas de alteración biogénica, estrías y fisuras, entre las más importantes.
Figura 3. Detalle. Aspecto grisáceo de los sillares de las calizas de Hontoria.
2.2 San Miguel de Liñu
Se toma en este trabajo -únicamente- la fachada sur (fig. 4) por ser la más conocida y sobre la que se ilustrará el resultado del algoritmo de generación de texturas para su reconstrucción virtual, hacia la parte oriental que, como aprecia, está “cortada”. Figura 4. Aspecto, desde el SE, de San Miguel de Liñu.
Se distinguen los dos tramos de los pies
del templo a los que, tras el derrumbe de la planta original (fig. 5), poco antes del año 1115, se añadió un ábside rectangular
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aprovechándose algunos de los materiales de la fábrica original (fig. 6), tal y como señalan Martín, C. M. 1998 y García Mª. P. 2000.
Externamente queda configurado un
paramento de mampostería, o sillarejo, de proporciones reducidas pero extremadamente armonioso en su volumetría, y cuyas variedades pétreas más importantes, de acuerdo con Esbert, Rª. Mª., García, J. C., Martínez-Nistal, A., Ordaz, J., Valenzuela, M., Alonso, F.J. & Suárez de Centi, C. (1992) y Esbert, Rª. Mª. & Marcos, Rª.Mª. (1983), son las calizas de Laspra (de color blanco y dispuestas sobre los dinteles de los ventanáculos); las areniscas amarillentas jurásicas y devónicas del Naranco y algunos conglomerados silíceos y tobas margocalcáreas muy puntuales. Al igual que en el caso de Santa María del Naranco, las principales alteraciones de estos materiales son la presencia de pátinas oscuras, arenizaciones, fisuras, frentes de humedades, etc.
Figura 5. Planta actual y original de San Miguel de Liñu. Arquitectónicamente la estructura interna
viene condicionada por su planta basilical
con tres naves, separadas por arquerías de medio punto peraltadas que descansan sobre impostas. Hacia el techo la construcción se resuelve en bóvedas apoyadas en arcos fajones y novedosas arquerías murales ciegas (Cobreros, J. 2000). Esta distribución acota dos espacios; la planta rectangular y las formas redondeadas de arcos de bóvedas y casquetes absidales, proyectando un inusitado y estilístico desarrollo vertical.
El interés de este edificio, por tanto, reside
en la situación de los elementos figurativos y espaciales desaparecidos y que, de acuerdo con los restos que quedan, aún podemos reconstruir con enorme fiabilidad, mediante un sencillo análisis geométrico de cada elemento y su distribución espacial. Obviamente algunos parámetros son inmediatos, tal y como es el caso de la altura, el ancho del edificio y, a partir de las relaciones encontradas, la aproximación de la longitud. El número de contrafuertes y su distancia, tanto en la vertical como en la horizontal, es otro de los elementos de deducción inmediata.
Figura 6. Restos aprovechados de la primitiva fabrica en el ábside de San Miguel de Liñu.
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3. PROCESO DIGITAL DE IMÁGENES
Se entiende por técnicas de proceso digital de imágenes al conjunto de herramientas configuradas para la mejora y corrección de cualquier información gráfica, definiendo como tal a todo “mapa espacio-temporal de valores asociados a una información, proyectados sobre un plano y cuyos parámetros de caracterización vienen determinados por el rango espectral registrado y el sensor utilizado (cámara fotográfica, térmica, rayos X, etc…)”.
El procedimiento general, para este tipo de técnicas, establece tres niveles operacionales (captura y mejora de la imagen; selección y segmentación de la información contenida, o de interés, y cuantificación de las fases discriminadas) que contienen diferentes tipos de algoritmos, del mismo nivel, decidiéndose la secuencia de aplicación en relación al tipo de imagen de partida y la información que deseemos extraer. Ello implica -necesariamente- que los algoritmos ejecutados que pueden ser válidos para una imagen e información a buscar, pueden resultar ineficaces si se modifican las propiedades base o cambian los parámetros de partida (Angel, Mª. C., Martínez, B., Prendes, N. & Rodríguez, F. 1995).
Dado que toda imagen digital puede
asimilarse a una matriz matemática de, en este caso, 1032 x 705 pixels, o puntos, cuyo valor de cada pixel viene definido por el rango de grises (z) desde 0 hasta 255 (a 8 bits), estamos en condiciones de calcular el tamaño total de la imagen, su poder de resolución y su criterio de calidad, variables todas ellas que determinar las propiedades y limitaciones de los resultados a obtener (Domingo, A. 1993).
3.1. Captura y mejora de la imagen
Constituye el primer nivel operacional. La imagen ya está digitizada. La matriz matemática está acotada y escalada, en unidades reales, siendo de 101 pixels por metro (por debajo no es posible obtener datos). Dado que se ha tomado la imagen con una cámara normal, las características ópticas, el plano focal, las aberraciones y distorsiones generadas (efecto paralaje) son conocidas, así como los artefactos (debido al tamaño de grano de la película) lo que nos permite calcular (Prendes, N. 2004) el criterio de calidad (valor cuadrático medio de la diferencia entre la imagen obtenida y la que se obtendría en ausencia de esa degradación) que, aquí, es mínimo.
Establecido este argumento, el primer paso es corregir la imagen mediante el operador matemático de restitución geométrica (Bel-Lan A. 1989), aplicando una función polinómica de segundo grado, estableciendo puntos de control en los que se ha medido el desplazamiento producido por la cámara (como el frente del borde del paramento del edificio es una recta, tomada tangente al centro de la imagen, es inmediato ajustar la curva obtenida a dicha función, así como al resto de las paredes). El algoritmo siguiente de la secuencia es el cálculo del histograma (función matemática que asigna a cada nivel de gris el número de pixels que toman ese valor en aquella), que se muestra en la figura 7 (Maldonado, L. 1999).
El histograma (Zezza, F. 1990) permite
cuantificar el número de pixels no pertenecientes al edificio (sustrato y cielo) y su nivel de gris, con lo que su eliminación es inmediata (segunda línea normal y su correspondiente acumulativa en el mismo). Esta última sugiere que, para esta problemática, se aplique una función logarítmica (aumentando el contraste en las zonas oscuras en detrimento de las claras) con lo que mejoramos los procesos de
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discriminación de fases de cada elemento constituyente (se toma el término elemento como sinónimo de discontinuidad asociada a cualquier fenomenología presente). Sobre el resultado se aplica un filtro matricial lineal de paso alto (realce de contornos) y otro no lineal (tipo Sobel) que generan la extracción de los bordes de los sillares (líneas oscuras en la imagen) y las distintas patologías que “a priori” se han encontrado (Martínez-Nistal, A. 1993 y Prendes, N. 1995).
Figura 8. Imagen máscara en la que definimos los elementos identificativos representativos de santa María de Quintanilla..
La justificación de esta secuencia esta
basada en la información que se quiere obtener. Por una parte interesa definir los elementos base (o unidades del monumento que, en este caso, son los sillares, ventanas y puertas) y, por otro, la litología y las patologías asociadas (Fiztner, B. 1990). Los elementos constituyentes cumplen las propiedades de las operaciones de punto (el argumento de decisión es el nivel de gris, es decir, cada pixel de la imagen transformada depende del valor de la luminancia en la original, como es el caso de la litología, o las pátinas cromáticas) y los geométricos de área (en las que la unidad de decisión implica los pixels vecinos, y cuyo resultado -en la imagen final- es función de la luminancia de los pixels vecinos, además de la del propio, tal y como sería el caso de los bordes de los sillares o los frentes de las patologías), tal y
como se detalla en Roca, X., Sanchez, X., Serrat, J., Vanrell, M, Villanueva, J & Vitrià, J. 1991.
3.2. Segmentación de la imagen
De la anterior operación se obtienen varias imágenes selectivas de la que sólo nos interesan tres.
El procedimiento en esta fase es relativamente sencillo. Por una parte interesa obtener el plano de cada elemento del edificio, que queda determinado por los umbrales de niveles de gris de los bordes de los sillares y demás estructuras geométricas (Gonzalez, R. C. & Wintz, P. 1987). El histograma señala que aquellos se concentran en el rango inferior (desde 8 hasta 21). Si se acotan, y se elimina el resto del rango, el resultado es una imagen binaria (en blanco aparecen los pixel identificados y en negro los desestimados) tal y como muestra la figura 8. Esta imagen es la que se utilizará como base, o máscara, para introducirla en el GIS y establecer los campos de atributos con el resto de las propiedades.
Si sobre la imagen mejorada repetimos el proceso, pero esta vez identificando los niveles de grises asociados a cada litología, cuyos resultados se detallan en la tabla 1. obtendremos los litotipos del edificio (Fiztner, B., Heinrichs, K. & Kownatzki, R. 1995).
T
abla 1. Valores de segmentación para las litologías
Litología R. inferior
R. superior
Media Código
Caliza. Hontoria
119 222 181,6 120
Caliza de Lara
26 141 36 123
Los datos aportados en esta tabla dan un
solape de fases, lo que obliga a recurrir a tratamientos estadísticos para asignar los distintos niveles de gris a cada litotipo. La superposición, en este caso, de la imagen máscara sobre las dos nuevas imágenes
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binarizadas, obtenida con los anteriores valores, y mediante la ejecución de los operadores booleanos (tipo OR), posibilita esta asignación de forma inmediata, facilitando el proceso de adscripción de uno u otro material al litotipo base, tal y como puede verse en el gráfico 9 en el que aparecen los sillares de caliza de Hontoria diferenciados por un “color” (código 120) de los de la caliza de Lara (código 123).
La inclusión del código correlaciona la base de datos con las propiedades vectoriales y escalares que se obtienen por el resto de las técnicas (humectación-secado, porosidad, capilaridad, etc.,).
Figura 9. Imagen litológica de los diferentes materiales con los que se construyó Santa María de Quintanilla..
La obtención de la tercera imagen, de
patologías, sigue el mismo procedimiento (Angel, Mª, C., Martínez, B., Prendes, N., Rico, J. M. & López, A. 1995). Así las pátinas oscuras responden a las características de una operación de punto (al ser modificaciones cromáticas o de niveles de gris); mientras que las arenizaciones, pérdidas de material, estrías y fisuras son más propias de las operaciones de áreas.
Figura 10. Imagen de patologías (pátinas oscuras) desarrolladas en la edificación de la iglesia Santa María de Quintanilla.
Por consiguiente, los nuevos valores de definición de los rangos serían los expresados en la tabla 2
Tabla 2. Valores de segmentación para las patologías
Patología R. inferior R. superior
Código
Pátinas oscuras
12 32 205
Pátinas biogénicas
189 231100 207
Estrías y fisuras
7 89 208
Señalar -lógicamente- que si bien en el
caso de las pátinas la modificación se produce sobre el valor (z), en las fisuras, estrías y arenizaciones lo que se modifica son los valores (x, y) y su discriminación se detecta, matemáticamente, por la variación de los campos de asignación y mediante algoritmos de reconocimiento de la imagen y morfología matemática (Montoto, M., Montoto, L & Bel-lan, A. 1981).
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3.3. Cuantificación y extracción de los resultados
Proceso operacional que se denomina, en rigor, análisis de imágenes, entendiéndose por tal el desarrollo y aplicación de la morfología matemática sobre la que se sustentan sus algoritmos. De cada una de las tres imágenes binarias deducidas de la operación anterior se extraen los datos cuantitativos que ya se han preparado (Esbert, Rª Mª & Montoto, M. 1986).
Así de la primera imagen (máscara) se dan las medidas de cada unidad o entidad del edificio, tal y como se señala a continuación:
Tabla 3. Medidas de los elementos del edificio Edifico Litotipo Altura 5.76 m
Ancho 9.48 m H (m)
V (m)
H/V P (m)
S (m2)
C. Hontoria
0.66 0.41 1.61 2.44 0.31
C. de Lara
0.62 0.44 1.40 2.54 0.34
De la imagen litológica se deduce el área de ocupación dentro de la fachada y su situación: Tabla 4. Porcentajes de ocupación de las litologías Litotipo Nº
pixels V. Modal
Código %
C. Hontoria
223.973 187 120 49.55
C. de Lara
186.953 46 123 41.36
Tejado 16.316 239 007 3.61 Resto 24.771 - - 5.48
De la imagen de patologías se deducen
las áreas de ocupación sobre los litotipos que se desarrollan, además de su estado:
Tabla 5. Litotipos y alteraciones. Porcentajes de ocupación Litotipo C. de
Hontoria C. de Lara
%Total
Pátinas oscuras
32.3 13.1 45
Pátinas biogénicas
7.1 21.5 28.6
Arenizaciones 2.1 6.2 8.3 Estrías y fisuras
0.7 3.5 4.2
%Total 42.2 44.3 Esta serie de imágenes configura el
peldaño más simple en cuanto al carácter interpretativo. Si cada una de ellas la derivamos a un GIS, y definimos un nivel o capa de información independiente, se está en condiciones, con la base de datos asociada, de obtener relaciones causa-efecto entre las alteraciones desarrolladas, las propiedades petrofísicas de los litotipos, su comportamiento mecánico y su posición en el edificio.
4. CARTOGRAFÍA TEMÁTICA
Cada imagen constituye un plano (espacio acotado, limitado y a escala) o nivel de información (capa) en el que cada elemento (punto, línea o polígono) queda vinculado, mediante una serie de atributos, a una base de datos en los que se han introducido todos los parámetros disponibles, tanto de tipo escalar como vectorial (Angel, Mª. C, Martínez, B., Rodríguez, F. & Prendes, N. 1996).
Ya que se han derivado tres imágenes, estas deben de cumplir unos requisitos básicos como es su equivalencia de escalas, el mismo espacio de registro y un tipo de salida equivalente. Los niveles que se establecen son los siguientes:
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4.1 Imagen o nivel Máscara
Configura la capa 0. Es el nivel base sobre la que se va a volcar el resto de la información y contiene -únicamente- el “esqueleto” del edificio. Como se puede ver en la figura 8 está corregida y no incorpora elementos variantes ni específicos de ninguna propiedad. Es, por definición, el mapa cartográfico de la fachada. En el tercer proceso operacional del procesado digital, a este tipo de imágenes, se le aplica el algoritmo de morfología matemática de adelgazamiento para definir, con el mínimo espesor posible, el armazón (esqueleto) que soportará el resto de la información (Montoto, L. 1977). .
4.2 Imagen o capa de litotipos
Constituye el segundo nivel (capa 1) y en él se representan los litotipos encontrados en el edificio. Se Corresponde a la figura 9. Este nivel da la naturaleza petrográfica de cada sillar, su ubicación en el monumento y se asocia a una base de datos en la que se recopila toda la información sobre los parámetros petrofísicos y de caracterización de los que se disponga, tales como la densidad, porosidad, permeabilidad, absorción, etc., (Esbert, Mª. Rª, Ordaz, J., Alonso, Fco. A. & Montoto, M. 1997).
Se sustenta sobre la imagen máscara. Las características morfológicas de los sillares son similares (tabla 3) en ambas variedades. El aspecto textural, sin embargo, difiere siendo más homogéneo el de la caliza de Hontoria.
4.3 Imagen o capa de patologías
Cartografía las degradaciones encontradas en la fachada, tal como las pátinas, las arenizaciones, fisuras, etc., (en el gráfico 10
se muestra -sólo- el nivel de las pátinas oscuras).
La combinación de este nivel con el de los litotipos nos cuantifica el grado de alteración que se desarrolla sobre cada material y su ubicación en el edificio. De las distintas combinaciones se ve que la caliza de Hontoria tiene una mayor afinidad en el desarrollo de las pátinas oscuras que la caliza de Lara que, a su vez, desarrolla más fácilmente las pátinas cromáticas. Este fenómeno está asociado a la orientación del edificio, a la composición cristaloquímica (mayor contenido en catión Fe2+/Fe3+ de la caliza de Lara) y a los valores de porosidad y absorción de cada una de ellas (C. Hontoria > C. Lara).
5 RESTAURACIÓN VIRTUAL
El proceso de restauración virtual, es decir la reconstrucción de aquellas partes del edificio desaparecido, como es el caso, se sustenta en el análisis de los elementos estructurales y geométricos conservados, que sirven de referencia para la deducción de las dimensiones reales, las texturas a generar y la distribución de los volúmenes (Valenciano, C. 2001).
Partiendo de la altura y anchura de San Miguel de Liñu, así como de las medidas de los ventanáculos y las distancias de los contrafuertes y demás elementos arquitectónicos (Procopio, R. & Martínez, M. 1996), se ha encontrado una relación basada en la proporción del número aureo cuyo desarrollo posibilitaba la ubicación del resto de los elementos que conforman este edificio (Cores, P. 2004). Transferidas estas medidas al procesador digital de imágenes se ha reconstruido, en 3D, el armazón estructural que, previamente ya había sido calculado en AutoCad, tal y como se puede apreciar en la figura 11 (Prendes, N, 1993).
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Sobre este armazón geométrico ha de
diseñarse la textura de los diferentes elementos, siguiendo una metodología muy similar a la desarrollada por Miller, M. 1995 y García, A., Adan, G. E., González, J. A. y Rodríguez, A. 2001.
Si se acepta la definición de textura como
una secuenciación de elementos básicos (texels) que responden a una serie de propiedades invariantes, regularmente repetidas pero en diferentes posiciones (Prendes, N. 2005) capaces de reproducir e identificar a un objeto mediante un patrón (Jain, A. K. 1989), se está en condiciones de generar, de acuerdo con el código asignado a la base de datos relacional, una secuencia de pixels (espacial) para cada litotipo.
En la reconstrucción virtual de San Miguel
de Liñu se van a considerar, únicamente y a efectos de diseño de los texels texturales, dos grupos litológicos.
Por una parte se consideraría el litotipo de
la caliza de Laspra (de color blanco y situados alrededor de los ventanáculos) que iría en los polígonos señalados como tales, con su patrón identificativo y que corresponde a su propiedad textural -regular u ordenada- (niveles de asignación de gris de media 243, con variaciones de rango ± 25, con secuencia matricial 6x3).
El segundo grupo, que se ha llamado de las areniscas, es más complejo. Se ha diseñado mediante un modelo de texturas desordenadas (las propiedades del texel son mínimas) recurriendo a tratamientos estadísticos de la textura patrón (mediante listados de parámetros como formas, longitud de perímetro, área, etc,).
El descriptor utilizado (Tuceryan, M. & Jain, A. K. 1993) en este caso ha sido la matriz de concurrencia. Para esta zona (por razones estéticas) se planteó el desarrollo de dos modelos, uno aplicable a la parte inferior de la fachada de la iglesia (más homogéneo) y un segundo patrón, basado en la teselación de Voronoi (cuyo fundamento es la repetición de una matriz distribuida en el espacio, generando modelos poligonales), para la parte superior del monumento, y cuyo esquema global se muestra en la figura 11 (el inferior genera una retícula “rectangular” mientras que el superior da una red “pseudohexagonal” desplazada.
Los contrafuertes “reconstruidos”, se han
generado mediante un descriptor textural ordenado basado en los campos de Markov, tomando los patrones deducidos de los conservados en el monumento.
El valor de (z) del texel, sin embargo, se correspondería al litotipo de las areniscas.
Generados los texels y definidos sus campos de ejecución para los distintos patrones texturales (acotados en la figura 11), se activan aquellos y el resultado sería la figura 12 en la que se recrea el resto de la fachada que no se ha conservado. En áreas
Figura 11.Diseño y ubicación de los elementos estructurales.
Figura 12. Restauración virtual del edificio original
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arbitrarias (parte superior derecha), se ha modificado la secuencia de grises (z) del mismo para forzar una variabilidad cromática más “real”.
Evidentemente esta es una opción, basada en los estudios comparativos de arquitectura de otros edificios contemporáneos, lo que no quiere decir -ni mucho menos- que sea la única. De hecho, el profesor Procopio, R. & Martínez, M. 1996 partiendo de otro diseño estructural, que si bien mantiene las dimensiones y formas generales, difiere en la ubicación de algunos elementos (puerta lateral, un segundo crucero) etc.,) sugieren otra interesante propuesta.
6 CONCLUSIONES
La combinación de las técnicas de procesado digital de imágenes y la derivación de esa información a un GIS permite la extracción y cuantificación de propiedades escalares y vectoriales, estableciendo relaciones causa-efecto entre patologías y propiedades de los materiales. Además la vinculación de una base de datos posibilita el seguimiento y actualización de las obras y actuaciones que se produzcan sobre el edificio, estimando las zonas más problemáticas.
Asimismo es posible recrear escenarios virtuales de análisis y distribución de volúmenes con vistas a futuros planes de rehabilitación de edificios.
NICANOR PRENDES es Geólogo en el CEDEX,
Ministerio de Fomento, y es profesor del Master en Restauración Arquitectónica de la ETS de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.
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