Los Valores

37
Revista Pedagogía Universitaria Vol. 8 No. 1 2003 CAPITULO I. CONCEPTUALIZACIÓN GENERAL DE LOS VALORES. Dra. Victoria Ojalvo Mitrany Dra. Oksana Kraftchenho Beoto Dra. Viviana González Maura Prof. Ana Rosa Rojas Rodríguez. [email protected] La complejidad del objeto de estudio de las Ciencias Sociales ha ido imponiendo la necesidad del trabajo cooperado de diferentes disciplinas, el enfoque interdisciplinario, el cual se va estructurando a partir de una comprensión cada vez más compartida de la realidad, lo cual posibilita un conocimiento más completo de los problemas sociales, ya que puede revelar la profunda interacción de los diferentes factores y procesos que actúan sobre determinado objeto, visto como integridad. Se aproximan puntos de vista, conceptos y se desarrollan categorías de un alto grado de generalidad que permiten esta visión de sistema de los fenómenos sociales, lo que no sólo tributa a un conocimiento más rico de los problemas de estudio, sino al perfeccionamiento de las condiciones sociales y a la mayor efectividad del funcionamiento de la personalidad en esas condiciones. Es por ello que, un abordaje realmente científico acerca del estudio de los valores requiere de este enfoque, en particular, porque nos brinda un cuadro más pertinente con relación al problema de la dialéctica entre los aspectos objetivos y subjetivos del valor. El valor es un concepto de difícil definición por su carácter complejo y porque constituye objeto de estudio de diferentes ciencias, tales como la Filosofía, en sus ramas de la Ética, (de la cual forma parte la Axiología) y la Estética, la Sociología, Psicología, y la Pedagogía. El concepto de valor ha sido comparado con un poliedro, que tiene múltiples caras, que puede analizarse desde ángulos o visiones diferentes. De modo general puede caracterizarse el valor como un concepto cuya esencia es su valer, el ser valioso, es decir, el valor se refiere a aquellos objetos y fenómenos que tienen una significación social positiva y juegan una doble función: como instrumento cognoscitivo y como medios de regulación y orientación de la actividad humana. A estas funciones se les ha llamado: función cognoscitiva y función pragmática. Ambas funciones se expresan de forma inseparable en la relación sujeto objeto que propicia la actividad valorativa. A través de la misma se manifiesta la comprensión y evaluación de la realidad y de sí mismo. A través de los valores el sujeto se conoce a sí mismo, conoce sus necesidades y las posibilidades de satisfacerlas y proyecta las condiciones ideales para ello, regulando su conducta en correspondencia con los contenidos valorativos asumidos. El valor tiene un carácter relacional, es la función de dos variables: el sujeto y el objeto, pero el carácter relacional del valor no se reduce a la relación sujeto objeto antes vista, sino que, su génesis, expresión y desarrollo tiene lugar en las relaciones sociales, en los vínculos ínter subjetivos. 2

description

los valores

Transcript of Los Valores

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    CAPITULO I. CONCEPTUALIZACIN GENERAL DE LOS VALORES. Dra. Victoria Ojalvo Mitrany Dra. Oksana Kraftchenho Beoto Dra. Viviana Gonzlez Maura Prof. Ana Rosa Rojas Rodrguez. [email protected] La complejidad del objeto de estudio de las Ciencias Sociales ha ido imponiendo la necesidad del trabajo cooperado de diferentes disciplinas, el enfoque interdisciplinario, el cual se va estructurando a partir de una comprensin cada vez ms compartida de la realidad, lo cual posibilita un conocimiento ms completo de los problemas sociales, ya que puede revelar la profunda interaccin de los diferentes factores y procesos que actan sobre determinado objeto, visto como integridad. Se aproximan puntos de vista, conceptos y se desarrollan categoras de un alto grado de generalidad que permiten esta visin de sistema de los fenmenos sociales, lo que no slo tributa a un conocimiento ms rico de los problemas de estudio, sino al perfeccionamiento de las condiciones sociales y a la mayor efectividad del funcionamiento de la personalidad en esas condiciones. Es por ello que, un abordaje realmente cientfico acerca del estudio de los valores requiere de este enfoque, en particular, porque nos brinda un cuadro ms pertinente con relacin al problema de la dialctica entre los aspectos objetivos y subjetivos del valor. El valor es un concepto de difcil definicin por su carcter complejo y porque constituye objeto de estudio de diferentes ciencias, tales como la Filosofa, en sus ramas de la tica, (de la cual forma parte la Axiologa) y la Esttica, la Sociologa, Psicologa, y la Pedagoga. El concepto de valor ha sido comparado con un poliedro, que tiene mltiples caras, que puede analizarse desde ngulos o visiones diferentes. De modo general puede caracterizarse el valor como un concepto cuya esencia es su valer, el ser valioso, es decir, el valor se refiere a aquellos objetos y fenmenos que tienen una significacin social positiva y juegan una doble funcin: como instrumento cognoscitivo y como medios de regulacin y orientacin de la actividad humana. A estas funciones se les ha llamado: funcin cognoscitiva y funcin pragmtica. Ambas funciones se expresan de forma inseparable en la relacin sujeto objeto que propicia la actividad valorativa. A travs de la misma se manifiesta la comprensin y evaluacin de la realidad y de s mismo. A travs de los valores el sujeto se conoce a s mismo, conoce sus necesidades y las posibilidades de satisfacerlas y proyecta las condiciones ideales para ello, regulando su conducta en correspondencia con los contenidos valorativos asumidos. El valor tiene un carcter relacional, es la funcin de dos variables: el sujeto y el objeto, pero el carcter relacional del valor no se reduce a la relacin sujeto objeto antes vista, sino que, su gnesis, expresin y desarrollo tiene lugar en las relaciones sociales, en los vnculos nter subjetivos.

    2

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Existen diferentes clasificaciones de los valores, la ms frecuente hace referencia al contenido de distintas esferas en las que se manifiesta el valor: terico-cognoscitivos, ticos y morales, estticos, econmicos, socio-polticos, religiosos. En el presente trabajo, nuestro inters se centra en el estudio de los valores morales, los cuales analizaremos a partir de su abordaje por diferentes ciencias, poniendo de manifiesto la necesidad de una visin integrada, multi e interdisciplinaria en el tratamiento cientfico del tema, donde se integren los principales aportes de distintas visiones y posiciones, sobre la base de la comprensin materialista dialctica, histrica y humanista de los valores y la comprensin de su formacin y educacin desde el enfoque histrico-cultural del desarrollo humano. 1. Estudio de los valores desde la ptica filosfica.

    En este acpite abordaremos el estudio de los valores desde la filosofa, ya que, como afirma J.R. Fabelo, la teora filosfica sobre los valores y la valoracin brinda un aporte al tratamiento que hacen las ciencias particulares de los valores y, al mismo tiempo, se basa en los resultados de estas ciencias particulares, sin que exista una contraposicin ni una delimitacin rgida (al menos en el nivel actual de las investigaciones) entre el anlisis filosfico y no filosfico de la problemtica valorativa o axiolgica. Fabelo, J.R. (1989:8)

    El tema de los valores ha estado permanentemente presente en el pensamiento filosfico tradicional. Desde los tiempos antiguos los filsofos se interesaron por la problemtica de los valores, dentro de la llamada filosofa prctica . Filsofos griegos como Scrates, Platn y Aristteles identificaron la sabidura, la verdad, la justicia y el amor como valores necesarios para vivir honestamente como personas y para el buen funcionamiento de la sociedad.

    A pesar de esta larga historia, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX que el estudio de los valores pasa a ocupar un lugar propio e independiente dentro de la filosofa burguesa. La Axiologa como rama del saber que aborda el estudio de los valores solo aparece a inicios del siglo XX.

    En el anlisis filosfico del concepto de valor se han distinguido dos posiciones contrapuestas: la de la filosofa burguesa y la de la filosofa marxista. Los filsofos cubanos J.R. Fabelo (1989, 1996) y Zaira Rodrguez (1985) hacen una valiosa caracterizacin de ambas posiciones, marcadas por la presencia de grandes polmicas, acerca de:

    El carcter objetivo o subjetivo de los valores y su posibilidad o no de someterse a anlisis cientfico.

    El origen social o trascendente de los valores. El carcter universal e inmutable o histrico concreto y dinmico de los valores.

    A lo largo de este acpite se examinarn las distintas posiciones asumidas acerca de estos tres ejes interpretativos de la problemtica de los valores desde la ptica filosfica.

    1.1 Los valores en la Filosofa Burguesa.

    3

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    La tendencia dominante en las concepciones burguesas tanto filosficas como culturales o sociolgicas de los valores es el establecimiento de una dicotoma entre hecho y valor, entre lo descriptivo y lo valorativo, el ser y el deber ser, la existencia y la esencia, la realidad y el ideal. Se trata, bien de una interpretacin desideologizada totalmente de la ciencia o de la absolutizacin ideolgica del conocimiento cientfico, en detrimento de su contenido objetivo.

    La axiologa burguesa surge y se desarrolla en oposicin a la concepcin materialista de la historia, ignorando la naturaleza objetiva del desarrollo social.

    Aunque su carcter es irracional y anticientfico, aporta elementos positivos aislados, al profundizar en determinados aspectos poco tratados por la filosofa marxista. En este sentido se abordan por algunas corrientes filosficas burguesas interesantes reflexiones acerca del papel de los aspectos ms subjetivos del valor, como su emocionalidad, la trascendental funcin que se le atribuye al lenguaje en la construccin de la subjetividad, al interpretar al hombre como un ser lingstico , que observa e interpreta su mundo segn el espacio emocional que encuentra y en funcin de su lenguaje, el dialogo como necesidad ontolgica del ser humano y fundamento de la tica, entre otras.

    Zaira Rodrguez ha caracterizado del siguiente modo esta posicin:

    Para la axiologa burguesa contempornea, el valor constituye un aspecto particular de la realidad, incompatible con las ciencias naturales y que, por ende, no es susceptible de un anlisis cientfico racional Rodrguez, Z., (1985:46).

    La filosofa burguesa se mueve en la absolutizacin del polo objetivo o subjetivo del valor, por la incomprensin de la relacin dialctica que se establece entre ambos. As, plantean un divorcio total entre los intereses humanos y las regularidades objetivas, se establece una barrera infranqueable entre conocimiento objetivo y valor, entre ciencia y conciencia valorativa.

    Las distintas interpretaciones del valor para la filosofa burguesa contempornea pueden agruparse en dos vertientes, las cuales, a pesar de su aparente diferencia, tienen un rasgo en comn: niegan la subordinacin del valor a las leyes objetivas del desarrollo.

    Estas vertientes son:

    Las que se adscriben al idealismo objetivo, lo cual implica la absolutizacin de los valores como entes o esencias inmutables, invariables a travs de los tiempos, que existen como realidades ideales independientes de la subjetividad.

    Las que responden al idealismo subjetivo y se caracterizan por la relativizacin de los valores, los cuales solo dependen de la subjetividad del que valora.

    Ambas vertientes son irracionalistas y sostienen que los valores no pueden ser objeto de anlisis cientfico. Es precisamente sobre esta base que surge la Axiologa, a partir de los postulados de la filosofa burguesa, como doctrina independiente de las ciencias naturales y sociales, a veces como parte de la de la misma y a veces coincidente con ella.

    Desde las posiciones del idealismo objetivo encontramos las siguientes variantes:

    4

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Neokantismo (Escuela de Baden) que asume el concepto de valor como objeto fundamental de la filosofa. Sus principales representantes son Windelband, Riskert y M Munsterberg. El neokantismo aborda el anlisis de las condiciones del ser humano como fuente de la cultura. Le interesa especialmente los mbitos de lo verdadero, lo bueno y lo bello.

    Corriente fenomenologista con Max Scheler y N. Hartmann como principales tericos. Al igual que el neokantismo, esta corriente tambin absolutiza el concepto de valor como categora central. Ambas posiciones tienen mucho en comn con la tendencia teolgica en Axiologa: se destaca el carcter ideal del valor, ms all de las preferencias subjetivas y de las realizaciones concretas. Max Scheler enfatiz el aspecto emocional del valor, identificndolo con una intuicin emocional irreductible al intelecto, sobre la base del concepto de logique du coeur de Pascal, que no viene dado por el pensamiento y es independiente de la lgica.

    Tendencia teolgica en Axiologa. La concepcin teocntrica de los valores sostiene que los imperativos de la conducta moral provienen directamente de Dios, a partir de lo cual se establece un orden, un sistema de valores y leyes morales. Esta posicin ha mantenido su esencia a pesar de las transformaciones experimentadas a lo largo del tiempo, dando lugar a diferentes variantes tales como la dimensin axiolgica de la Antropologa humanista y cristiana el humanismo axiolgico- cuyo principal representante es el filsofo alemn F.J. von Rintelen. Para este autor la misin de la filosofa es precisamente retornar a los valores. Esta tendencia involucra la razn y la historia en su interpretacin, rechaza la neutralidad axiolgica de la ciencia y la tcnica, planteando que los valores se configuran por el hombre en su existencia histrica, no obstante, reafirma el carcter absoluto y trascendente del valor. Los valores son el camino para la conquista de lo trascendente, de la plenitud existencial, que encuentra su culminacin en Dios. Dios es el fundamento ultimo de toda valerosidad objetiva. Cuando el hombre toma conciencia de sus limitaciones y de su precariedad, busca lo eterno, los valores esenciales y fundantes, tales como la verdad, el amor, el bien, la libertad, que encuentra en el ser supremo, quien... lograr superar esa carga de tragedia que marca su existencia humana... J. Gonzlez Lpez, (1996:10).

    La tendencia teolgica sobre los valores se resiste a los embates del racionalismo y del materialismo dialctico e histrico, en relacin con la autonoma moral. No obstante, a partir de pensadores como Spinoza y Kant se empieza a superar la referencia religiosa, centrando la problemtica de los valores en el hombre, destacando el hecho de que la propia condicin humana, su racionalidad, debe constituir el centro de todo programa tico.

    Estas posiciones derivadas del idealismo objetivo encuentran tambin oposicin por parte de las interpretaciones de los valores del idealismo subjetivo:

    Neopositivismo Los valores son factores de orden subjetivo, que sirven solo como medios de influencia emocional-volitiva, pero que no tienen ninguna relacin con los hechos. Z. Rodrguez (1985) caracteriza la interpretacin neopositivista del valor en su relacin con la ciencia, como la incompatibilidad que existe entre las proposiciones descriptivas de las ciencias naturales y las prescriptivas de los valores. Las primeras se refieren a los hechos, a lo que es, siendo verificables a travs de datos empricos, mientras que las segundas expresan la relacin subjetiva del hombre hacia algo y

    5

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    formulan proposiciones no verificables acerca del deber ser. Sobre esta base se plantea que los valores no son ni verdaderos ni falsos, ni demostrables ni refutables, careciendo de sentido en el plano cientfico.

    En los aos 40 y 50 aparece una nueva corriente en el neopositivismo: la escuela del anlisis lingstico de la moral. Entre sus principales representantes est P. Nowel-Smith. Esta corriente le presta notable atencin a la lgica del lenguaje moral en su conjunto, se interesa por las posibilidades de fundamentar los juicios morales, su sentido prescriptivo, reduciendo el problema de la filosofa de la moral al anlisis del lenguaje moral, a lo que llaman la metatica.

    Las posiciones fundamentales del neopositivismo se han extendido y generalizado a otras corrientes filosficas contemporneas y sirven de base a las concepciones relativistas de la moral.

    Variante instrumentalista del pragmatismo. Su representante fundamental es J. Dewey. Esta posicin pudiera aparecer como una excepcin en relacin con las anteriores, ya que se manifiesta contra la exclusin mutua entre ciencia y valor. Sin embargo, en esta variante prcticamente se identifican ambas categoras destacando su valor utilitario e instrumental, mientras se desconoce su especificidad. Dewey subraya la potencialidad y capacidad de la ciencia para resolver cualquier tarea, incluido el anlisis de los valores. Los valores deben ser estudiados como hechos de naturaleza y a su vez, los hechos deben ser sometidos a valoraciones. Sin embargo, para este autor, la ciencia es un instrumento para obtener beneficios, independientemente de su contenido objetivo. Se niega la especificidad de las valoraciones, y las normas de conducta social se disuelven en las ciencias sociales concebidas como tecnologas para la tecnologa.

    1.2 Interpretacin marxista de los valores.

    El desarrollo de una axiologa marxista adquiere carcter independiente a mediados de la dcada del 50, sobre la base de postulados esenciales en los trabajos de Marx y Engels. En los aos 60 se produce una amplia polmica sobre la necesidad o no de desarrollar una axiologa fundamentada en la filosofa marxista. Esta polmica an no est resuelta, ya que todava existen prejuicios en la utilizacin del trmino axiologa marxista, por no considerarla un aspecto necesario de ser abordado de modo particular, por el materialismo dialctico e histrico. Sin embargo, no son pocos los pensadores que se muestran partidarios de su existencia, a partir del rico legado de los clsicos del marxismo, ya que, si bien es cierto que los clsicos del marxismo no se detuvieron especialmente en el examen de la problemtica axiolgica, crearon las bases metodolgicas para el anlisis cientfico de los valores y la valoracin J.R. Fabelo, (1989: 17).

    Z. Rodrguez (1985), plantea las premisas para la elaboracin de una teora marxista leninista de los valores, ellas son:

    Partidismo objetivo Monismo materialista Unidad de la naturaleza y la sociedad.

    6

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Sobre esta base se reconoce la posibilidad de tratamiento cientfico del valor y tambin las posibilidades terico-cognoscitivas del enfoque valorativo. Se reconoce tambin que los enfoques cientfico investigativo y valorativo no son idnticos, pero entre ellos no hay una separacin insuperable, sino una interaccin dialctica.

    Segn esta autora, los valores objetivos y subjetivos no son ms que dos polos de la relacin valorativa del hombre con el mundo: ... en su esencia ambas formas de manifestacin del valor poseen simultneamente un carcter objetivo-subjetivo o subjetivo-objetivo. (1985: 61).

    La filosofa marxista establece la necesidad del anlisis objetivo de los valores a partir del principio del determinismo aplicado a la vida social, del criterio diferenciador entre ciencia y valor, de su nexo interno y de los trnsitos recprocos y las interacciones entre las dos esferas. De esta forma es posible, afirma la autora, desmitificar los valores, eliminando su ropaje trascendente e intuitivo y hallar, tras las formas externas de su manifestacin, su verdadero contenido, su sustancia en la actividad prctico-social de los hombres a lo largo de la historia.

    Los valores existen como tales porque son producto de la actividad prctica de los hombres, son la expresin concentrada de las relaciones sociales. Los valores son objetivos porque objetiva es la actividad prctico material en la cual surgen, porque expresan las necesidades de la sociedad, las tendencias reales del desarrollo social. Su origen no puede buscarse ms all de la realidad histrica y social, en un ser ideal que la trascienda.

    El doble carcter objetivo y subjetivo del valor se manifiesta tambin en el hecho de que los valores estn estrechamente vinculados a las necesidades humanas y deben a estas su surgimiento y desarrollo, tal como se vio antes.

    Otra problemtica relativa al tratamiento filosfico de los valores es su carcter universal o histrico concreto. El reconocimiento de la existencia de una dimensin objetiva de los valores implica la aceptacin de la conformacin y desarrollo de un sistema objetivo de valores universales como resultado del proceso de internacionalizacin de la historia. Estos valores objetivamente universales, se determinan por la significacin que tienen los procesos y los acontecimientos de la vida social para la Humanidad, como universo humano ms amplio posible: .... lo objetivamente valioso desde una perspectiva universal es lo que posee una significacin positiva para el gnero humano, para su desarrollo, su bienestar, su prosperidad y su preservacin. Fabelo, J.R. ( 1996:123).

    Mientras que las corrientes axiolgicas basadas en el idealismo objetivo enfatizan el carcter inmutable y eterno de los valores, desde la filosofa marxista se analiza esta cuestin a partir de la dialctica de lo universal y lo particular. Lo universal no puede entenderse como supranacional, supraclasista o suprahumano, sino que existe a travs de lo particular y lo singular. Los valores universales no son inmutables, sino cambiantes histricamente, para cada momento histrico y para cada sociedad concreta existe tambin un sistema de valores objetivamente conformado, resultado en ltima instancia, de la propia estructura de las relaciones econmico-sociales que caracterizan a esa sociedad. Este sistema se define no sobre la base de los intereses de uno u otro individuo o grupo social en particular, sino basado en los intereses de todo el universo social.

    7

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Estos intereses son el resultado objetivo de la relacin entre la posicin histrica que ocupa una sociedad dada y las tendencias progresivas de su evolucin, constituyndose en fuerzas que presionan hacia el avance de la sociedad y el hombre. De aqu que el sistema objetivo de valores abarque todo el conjunto de resultados materiales y espirituales de la actividad humana que poseen significacin positiva para el desarrollo de la sociedad.

    Es preciso tener en cuenta que cualquier enfoque relativo a los valores toma al hombre como referencia obligada, en este punto hay acuerdo entre las distintas posiciones filosficas. Ahora bien, el concepto de hombre responde a distintas pocas y sociedades, en funcin de factores econmicos, sociales, histricos y culturales. Ante los complejos problemas que vive la Humanidad de nuestros tiempos, se hace imprescindible el reconocimiento universal del hombre como valor supremo, pero entendido en el contexto histrico actual y no de modo abstracto e intemporal.

    ...elevar el concepto de hombre hasta un rango realmente genrico y, a la vez concreto. La comprensin del hombre que ha de imponerse no puede estar desligada de las condiciones sociales de su existencia, de las reales posibilidades para su progreso, de su bienestar, su libertad, el grado de su alienacin. Fabelo, J.R., (1996:36).

    En la actualidad el estudio filosfico de los valores presenta caractersticas especficas, derivadas del progreso de la lgica misma de la ciencia, de la filosofa, de la cultura actual e incluso de toda nuestra especie. Lpez Bombino, L.R.(2000)

    La polmica entre las interpretaciones materialistas e idealistas pierde espacio al reconocerse por la generalidad de la comunidad cientfica el doble carcter objetivo y subjetivo de los valores. Los estudiosos del tema toman de diferentes autores lo que consideran valioso, logrndose determinados acercamientos entre las diversas posiciones, como son las posiciones marxistas y humanistas. El discurso positivista pierde fuerza, ganando espacio las ideas de que los valores no son una abstraccin terica, sino que tienen como fundamento la actividad prctica del hombre en sus relaciones con el mundo.

    En los aos 90 se desarrolla el vnculo de los valores con otras disciplinas, como la Pedagoga, la Psicologa Social y la Comunicacin Social, se trabajan las relaciones de la moral con la poltica, con la ideologa, la ciencia y el humanismo, el profesionalismo, la educacin. Cobran fuerza las llamadas corrientes dialgicas en tica, los estudios de los vnculos entre tica y sociedad civil, valores y cultura, as como brindarle atencin especial a la crisis de valores como problema global contemporneo. Lpez Bombino, L.R., (2000).

    Los cientficos postmodernos han sido objeto de fuertes criticas por parte de los estudiosos de la tica, al rechazar el estudio de los valores, considerando que carecen de pertinencia cientfica. Desde sus posiciones, manifiestan prdida de confianza en la razn, desencanto frente a los ideales cientficos, tecnolgicos o sociopolticos de la modernidad, propugnando el individualismo y el pesimismo. Sobre esta visin escptica de lo moral ha afirmado A. Hart: ...la degradacin tica est en el vrtice del drama postmoderno, se observa en el caos intelectual de la sociedad internacional contempornea, en la tendencia a la fragmentacin y a la atomizacin intelectual del hombre que se esconde tras la ilusin globalizadora citado por Lpez Bombino, L.R. (2000).

    8

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Igual rechazo ha provocado la llamada tica light, que propugna el hedonismo y la tolerancia en el mbito moral y que est estrechamente relacionada con las posiciones del relativismo moral, tan en boga en relacin con la educacin de los valores, tal como se ver ms adelante. 2. El estudio de los valores desde la ptica sociolgica. Desde el punto de vista sociolgico, el tema de los valores se aborda conceptualmente a partir de los trminos de valor, de orientaciones de valor u orientacin valorativa indistintamente, como:: La posicin relativamente estable y socialmente condicionada ante fenmenos, procesos, formas de actividades sociales, ideales, imgenes conductoras, logros de la cultura material y espiritual que son objetivo y medio para la satisfaccin de las necesidades de la personalidad. Son mediados por la conciencia social (conciencia de clase o grupo) y dependen, en su grado de desarrollo, de las particularidades individuales de la personalidad. Perera, M. (1991:3). La Sociologa enfatiza lo relativo a la significacin social que tienen los objetos y fenmenos de la realidad para una determinada clase, grupo o individuo, en la medida en que entran en relacin con las necesidades de los mismos. Retoma de la Filosofa el reconocimiento de la existencia objetiva y subjetiva de los valores, sobre la base de lo que se establece como significativo a partir del consenso u opinin social y de lo que es aceptado o valioso para el individuo. En la sociologa de orientacin marxista, si bien algunos autores privilegian el estudio de la expresin objetiva del valor y otros, su expresin subjetiva, en el aparato conceptual y metodolgico se manifiesta la tendencia a abordar el problema de los valores y su formacin a partir de las categoras dialcticas del desarrollo. Es decir, la unidad contradictoria de lo objetivo y lo subjetivo como fuerza motriz del desarrollo, la continuidad y ruptura en el proceso formativo y el carcter eminentemente cualitativo del mismo. Slo desde esta ptica se puede comprender cmo surgen los nuevos valores sociales a partir de la contradiccin entre las nuevas aspiraciones, necesidades y puntos de vista sobre la realidad que van surgiendo en el devenir histrico y las viejas formas o vas de satisfaccin de las necesidades y de realizacin de las expectativas, que no dan respuesta a las nuevas necesidades y aspiraciones. Entre las formas de existencia objetiva del valor y su expresin en la subjetividad no siempre existe coincidencia. El problema es de ndole diversa, lo cual trae aparejado diferentes manifestaciones y consecuencias tanto en el plano social como individual. La no coincidencia puede manifestarse como tendencia, en un momento determinado del desarrollo social, pero relativa no a los contenidos esenciales de los valores socialmente significativos, sino con respecto a los medios y mtodos que son utilizados en el proceso de socializacin, que dejan de ser adecuados o eficaces a partir de cambios en las necesidades, intereses y desarrollo general de los sujetos en formacin. Pero, producto de este mismo desarrollo, fundamentalmente en las generaciones mas jvenes, pueden ocurrir contradicciones entre los nuevos valores o instituyentes sociales que van surgiendo y aquellos valores sociales que frenan u obstaculizan el desarrollo

    9

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    social e individual, que las instituciones tienden a conservar como forma o va de auto preservacin. Estas formas de contradiccin entre lo individual y lo social, siempre que estn orientados hacia el cambio de contenidos de los valores social y personal, medios y mtodos que favorezcan el desarrollo social y personal, marcan momentos de progreso, no as cuando la contradiccin se orienta en la direccin de instituir valores que obstaculizan este desarrollo Por eso, el criterio acerca de la funcin que juegan los valores en el perfeccionamiento social e individual, constituye un indicador bsico con relacin a la valencia positiva o negativa que pueda caracterizar esta contradiccin. Otra forma de la contradiccin ocurre ante momentos de cambios sociales bruscos o situaciones de crisis social, donde se produce una ruptura o fractura en el sistema de valores sociales con los que los individuos se identificaban y a partir de los cuales construan sus proyectos de vida y de realizacin personal, fenmeno identificado por muchos filsofos y socilogos como crisis de valores. J.R. Fabelo plantea que este fenmeno est asociado a cambios bruscos en la subjetividad, cuyas manifestaciones fundamentales son: perplejidad e inseguridad en los sujetos sociales acerca de cual es el verdadero sistema de valores, que considerar valioso o antivalioso, sentimiento de perdida de validez de aquello que se consideraba valioso, atribucin de valor a lo que hasta ese momento se consideraba indiferente o antivalioso, modificacin de la jerarqua de valores, otorgndosele mayor prioridad a valores tradicionalmente ms bajos y viceversa. Fabelo, J.R. (1996: 11). Este vaco moral que se produce en el individuo puede conducirlo al nihilismo moral, a la prdida del sentido de la vida, de su propia existencia, por la desarticulacin de su subjetividad a la cual estaban estrechamente arraigados estos valores El fenmeno de la crisis de valores esta generalmente asociado con procesos de distorsin o deterioro de la subjetividad que se expresa en dependencias o adicciones tales como la violencia, drogadiccin, la sexualidad desprovista de vnculos afectivos o aberrada y otros males sociales como se tiende a catalogar. El estudio de los valores desde la ptica sociolgica se realiza a partir del anlisis de las condiciones sociales en que surgen y se desarrollan los valores y del papel que juegan las distintas instituciones y organizaciones sociales, como la familia, la escuela, las organizaciones polticas, culturales, los grupos informales y colectivos laborales, los medios de difusin masiva y otros, en la formacin de valores, teniendo en cuenta el papel socializador de las mismas. La socializacin es entendida como el proceso a travs del cual se desarrollan los rasgos individuales en conformidad con las pautas sociales (ideales y valores) dominantes, como proceso sociopsicolgico a travs del cual se forma la personalidad bajo el influjo de las instituciones educativas. La sociologa, al estudiar los mecanismos de socializacin, en particular las regularidades de formacin de los tipos sociales de personalidad, as como su correlacin con la

    10

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    estructura social, privilegian el anlisis del proceso de asimilacin de los roles, posiciones y valores sociales. A partir de este enfoque se analiza el problema de la crisis de valores y los fenmenos asociados a esta en la sociedad contempornea. Se realiza un anlisis de nuestra poca actual, a la que muchos autores han denominado poca posmoderna, como producto fundamentalmente de cambios en el orden poltico econmico actual, caracterizado por el predominio de un mundo unipolar, el desarrollo del capitalismo financiero, el predominio de la economa de mercado cuyo correlato ideolgico, el neoliberalismo conservador, propugna el individualismo ms feroz, en pos de un consumismo sin limites, inaccesible a la mayora, estadio del capitalismo que algunos como F. Fukuyama, han considerado como el fin de la historia, en tanto etapa que marca el final de un periodo de grandes conflictos sociales. Rojas, M.C. y Sterbach, S. (1994). Estos cambios en el orden econmico y social, han estado acompaados de un vertiginoso desarrollo en la esfera del conocimiento, de logros de orden cientfico-tecnolgico. Es la poca del desarrollo tecnolgico- informacional, que se convierte en factor de poder, en tanto instrumento de toma de decisiones a nivel global, lo que lo convierte en una mercanca ms. El impacto de todos estos cambios a nivel macrosocial en las instituciones, ha trado como consecuencia modificaciones sustanciales en cuanto a su funcin socializadora, desarmando y distorsionando este papel, lo cual ha trado inevitablemente consecuencias, en su mayora negativas, al proceso de constitucin de la subjetividad. Este fenmeno ocurre fundamentalmente en pases con economas desarrolladas, aunque su influencia se extiende a pases subdesarrollados y en vas de desarrollo, con repercusiones ms crudas y deshumanizantes. Estos cambios sustanciales traen aparejado una brusca modificacin en la esfera de los valores objetivos, los cuales se mueven hacia: Una apologa o tica de las diferencias, pero tras la cual se esconde realmente el

    individualismo, la centracin en el yo y la indiferencia por el otro. Muy relacionado con lo anterior, la exaltacin de la relatividad de las verdades, lo que

    conduce a la filosofa del todo vale. Una apologa al cortoplacismo, a la solucin inmediata de los deseos que privilegia el

    aqu y ahora, el hedonismo y la irracionalidad. En su expresin subjetiva, estos valores estn caracterizando el fenmeno de la crisis de valores a la cual hacamos referencia. En este contexto social, la familia, como institucin socializadora primaria se ve afectada de mltiples formas; el desempleo, el hacinamiento por la falta de vivienda o de condiciones precarias de carcter material, la desatencin de los hijos relegada a parientes como producto de la incorporacin de la mujer al trabajo, muchas veces como nico sostn familiar; la privatizacin de la salud y de la educacin, que aumenta el ndice de mortalidad, disminuye la esperanza de vida y priva a las grandes masas del acceso a la cultura; todo lo cual pone en riesgo o anula la funcin educativa consustancial de la familia.

    11

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Ocurre lo que F. Savater (1997) denomina el eclipse de la familia, dando paso a otras vas de socializacin distorsionadas como la que se realiza a travs de los medios masivos de comunicacin, centrados en la imagen y en el consumo, que van enajenando a toda una generacin de nios y jvenes en los valores de una cultura posmoderna. Los grupos informales de coetneos van asumiendo tambin un rol importante, dada la carencia o ausencia de la funcin educativa familiar y que en algunos pases del tercer mundo constituye la nica va de socializacin (nios de la calle) con las consecuentes desviaciones que implica la falta de una contencin y direccin educativa adulta. La escuela no escapa a este apocalipsis. En muchos pases la institucin escolar o bien no aborda el problema, pues considera que la educacin moral no le corresponde, ya que sta es cuestin de la familia o de la iglesia, o bien trata de sustituir o suplir la funcin educativa de la familia, tarea que no le corresponde y para lo cual no cuenta con ninguna preparacin. El anlisis de las funciones educativas de la familia y de la escuela como instituciones socializadoras primaria y secundaria evidencia la distorsin que est ocurriendo en el rol que ambas instituciones juegan en la formacin de valores en la poca actual. La familia satisface necesidades bsicas en la formacin de los hijos, en particular, la necesidad de afecto y seguridad y sobre esta base, desarrolla la funcin educativa. Como plantea F. Savater, el aprendizaje familiar tiene como trasfondo el ms eficaz de los instrumentos de coaccin: la amenaza de perder el cario de aquellos seres sin los que uno no sabe an como sobrevivir (1997:63 ), todo lo cual ocurre a partir de los mecanismos bsicos de socializacin, fundamentalmente, la identificacin con los patrones de conducta y valores que emanan de los modelos adultos, a travs del proceso de comunicacin. Es por esta razn que lo que se aprende en la familia tiene una gran fuerza persuasiva que se traduce en la formacin de slidos principios o valores de gran significacin y que van configurando la historia personal del individuo (socializacin primaria). La escuela, junto a los grupos informales, laborales y organizaciones sociales, sobre la base de los logros alcanzados en el medio familiar, realiza la socializacin secundaria, a partir de aprendizajes de alcance ms especializado. En gran medida, el xito de esta socializacin, depende de lo adecuado del proceso de socializacin primaria. Si la familia no cumple cabalmente su funcin socializadora, la escuela no puede realizar satisfactoriamente la tarea educativa y an ms, se ve obligada a asumir funciones para las cuales no est preparada. En nuestro pas, investigadores sobre el tema de los valores desde una ptica sociolgica, entre los cuales se encuentra Mara Isabel Domnguez del Centro de Investigaciones Psicolgicas y Sociolgicas de la Academia de Ciencias de Cuba (CIPS), han realizado estudios sistemticos a lo largo de dos dcadas acerca del proceso de socializacin de nuestra joven generacin, a travs de la accin de diferentes instituciones educativas y organizaciones sociales. Por qu el estudio de la etapa juvenil?. M. I. Domnguez en su definicin del concepto de juventud plantea: es una categora histrica-concreta que designa a un grupo sociodemogrfico internamente diferenciado segn su pertenencia a la estructura social

    12

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    de la sociedad, a las distintas clases, capas y grupos que la componen, constituyendo su elemento ms dinmico y mvil. Domnguez, M.I. (1993:15). Es precisamente esta ltima caracterstica la que determina, fundamentalmente, el inters en la investigacin de la generacin joven, dado el papel que esta juega en la movilidad social, al ser la etapa que marca el momento de transicin del individuo hacia su incorporacin en la actividad productiva y social, y desde el punto de vista de las implicaciones psicolgicas, en la edad juvenil se produce el desarrollo de la autodeterminacin moral. En sus investigaciones acerca de la generacin joven en nuestro pas, de sus valores y expectativas, pone el nfasis en las relaciones sociales de que ella es portadora, ya que considera que solo es posible comprender la estructura generacional y las consecuencias en el plano psicolgico, ideolgico, moral y educativo que de ello se deriva, a partir del estudio de la estructura socio- clasista de este grupo poblacional. En cuanto al proceso de socializacin, constata en sus investigaciones la no existencia de cambios en los valores sustanciales relativos a la nacionalidad cubana, concretados en nuestro proyecto social, aunque s se observan algunos ajustes en su forma de concrecin, as como modificaciones en cuanto al lugar que ocupan en la jerarqua de valores, todo lo cual se ha ido produciendo a partir de los cambios econmicos y sociales que se han operado en nuestra sociedad en los ltimos 30 aos. Esta conformacin de valores en nuestra joven generacin, en correspondencia con el contenido de los valores de la generacin mayor, tiene como base el fuerte consenso social en cuanto a los valores bsicos de nuestro proceso revolucionario, tales como la igualdad y la justicia social. No obstante, seala como la homogeneizacin y el paternalismo en el tratamiento de la problemtica de la retribucin social y su relacin con el nivel de participacin y aporte al desarrollo econmico social, en el marco de condiciones concretas de carcter econmico que caracterizaron una etapa de bienestar econmico para la mayora de la poblacin, fueron conformando cierta desvirtualizacin acerca del valor trabajo y el sentido del deber social. Por otra parte, si bien las principales instituciones sociales asumieron un rol importante en el proceso de socializacin, en particular, la escuela, las organizaciones polticas y de masas, los medios masivos y las organizaciones culturales y deportivas, estas adolecieron de un trabajo conjunto, sistemtico, lo cual incidi en su efectividad en el proceso de formacin de valores. Estas insuficiencias han estado asociadas al dficit en la precisin de los objetivos educativos, lo que conllev una tendencia a trabajar ms algunos contenidos y desatender otros, fundamentalmente aquellos de carcter moral. Todo lo anterior condujo a que la socializacin descansara ms en la familia y en los grupos informales, que en las instituciones sociales. No obstante, la familia se vio afectada tambin por todos los factores antes sealados, debilitndose su funcin educativa.

    13

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    La escuela centraba su atencin en los contenidos docentes, en lo temtico del proceso y sus resultados, abordndose pobremente o formalmente la tarea de la formacin de valores. Los jvenes fueron transitando por un proceso de socializacin (desde la familia a la sociedad en su conjunto) caracterizado por la sobreproteccin, cuya tendencia a normar, pautar excesivamente su comportamiento, y al mismo tiempo facilitar y satisfacer las necesidades sin esfuerzo, han ido afectando el proceso de formacin de la autodeterminacin moral de esta generacin que hoy da se encuentra en proceso de insercin laboral y profesional o an permanece en una etapa preparatoria. No se puede desestimar el papel que ha jugado en este proceso, como elemento distorsionante, la crisis econmica a la que ha estado sometido el pas en la ltima dcada, as como de factores asociados a la solucin de esta crisis, tales como el turismo, el capital extranjero, el cuentapropismo, la libre circulacin del dlar, etc. Como plantea M.I. Domnguez,: En la medida en que la economa se hace ms heterognea, la escala de valores de los grupos sociales se diversifica M.I. Domnguez, (1996::37). Esto unido a la guerra ideolgica que sistemticamente ha dirigido Estados Unidos contra nuestro pas, recrudecida en los ltimos aos precisamente bajo estas circunstancias de crisis, con el objetivo de subvertir nuestro proceso revolucionario. Todos estos factores de carcter econmico-poltico y social han ido configurando, en l ultimo periodo de desarrollo de nuestra sociedad, determinados valores en la joven generacin sobre la base de la estructura socio- clasista que se ha perfilado en funcin del lugar y papel que juegan los diferentes grupos y clases sociales en la divisin social del trabajo, a partir del contenido y las condiciones de la actividad laboral, as como de la forma y magnitud de los ingresos. As, en estas investigaciones se constata una diversidad de valores que orientan la conducta de los jvenes, pero cuya tendencia principal es, bien a conservar los valores de nuestro proyecto con un alto sentido de compromiso social, bien a identificarse con los valores esenciales, pero con pobre implicacin personal, hasta los que, (constituyendo una minora) no comparten estos valores, situndolos fuera de nuestros fines sociales de justicia e igualdad social. Hoy da, como parte de la recuperacin econmica y social del pas y a partir de certeras recomendaciones realizadas por investigadores de la Ciencias Sociales, se revitaliza un trabajo sistemtico y articulado entre las diferentes instituciones, para el rescate de la formacin moral de las nuevas generaciones, conjuntamente a los cambios en el orden econmico que ya se estn produciendo. Estos resultados constituyen elementos bsicos a tener en cuenta para la investigacin psicolgica y la direccin del proceso educativo, fundamentalmente, porque solo podemos estudiar y formar al hombre, en el marco de las relaciones sociales en que ste se desarrolla, lo que determina, en ltima instancia, su orientacin valorativa y su proceder hacia la sociedad y hacia s mismo. 3. El estudio de los valores desde la ptica psicolgica. La ciencia psicolgica aborda el estudio de los valores fundamentalmente desde su expresin subjetiva, buscando explicacin acerca del origen y regularidades del desarrollo de aquellas formaciones psquicas, de su estructura y funcionamiento, que

    14

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    posibilitan la orientacin del hombre y su valoracin con relacin al mundo que lo rodea, en particular, hacia las relaciones humanas y hacia s mismo, como parte de ese sistema de relaciones. El estudio de los valores morales, como sistema de valores o principios que caracterizan la esfera moral de la personalidad del individuo, se ha desarrollado desde distintas pticas conceptuales y metodolgicas por la psicologa. 3.1- Los valores en la Psicologa no marxista. Las concepciones que han prevalecido, tanto en Amrica como en Europa, bsicamente sustentadas en concepciones filosficas ahistricas, mecanicistas, pragmatistas e idealistas acerca de la formacin de valores morales en el hombre, se caracterizan por un enfoque, desde el punto de vista psicolgico, unilateral o parcial de esta formacin, reduciendo la explicacin de la misma a un solo aspecto, esfera o componente psicolgico, o por el intento de un enfoque integral, donde participan varias esferas o componentes, pero sin explicar realmente la relacin entre los mismos. a) El enfoque psicoanaltico. Entre los enfoques unilaterales se encuentra la concepcin psicoanaltica de S. Freud (1971) el cual consideraba que las normas y valores sociales se interiorizan, (introyectan), a partir de un mecanismo de defensa, (del yo, o principio de la realidad) que es la identificacin, lo que garantiza la formacin de una instancia de la estructura de la personalidad llamada super-yo. El super-yo tiene la funcin de control, de regulacin de los impulsos (necesidades) que emanan de lo instintivo del hombre y cuya satisfaccin debe realizarse de acuerdo a las exigencias sociales, a las normas aceptadas socialmente, por lo que, los valores cumplen bsicamente, para esta teora, una funcin de regulacin de la conducta social. As entendida la formacin de valores se reduce a un proceso de interiorizacin de normas y exigencias sociales que pasan a formar parte de la personalidad, que, en ltima instancia, esta determinado por la fuerza de los instintos que marcan todo el curso y el ritmo del desarrollo, todo lo cual ocurre, fundamentalmente, en los seis primeros aos de vida. Como vemos, esta concepcin aborda, desde un punto de vista espontneo, innatista, el desarrollo de la esfera moral de la personalidad. Los valores juegan fundamentalmente, una funcin represiva y adaptativa del individuo con respecto a una sociedad amenazante, limitando su desarrollo a etapas iniciales de la vida del individuo. Esta teora descansa en una concepcin filosfica mecanicista, biologicista y metafsica acerca de la naturaleza humana, los mecanismos que explican su desarrollo y el mtodo para su comprensin. Devino en una concepcin terica esttica al tratar de interpretar todos los fenmenos subjetivos y objetivos de una forma especulativa, sobre la base nicamente de las necesidades y deseos reprimidos por el propio hombre, inaceptables para l y por tanto inconscientes, tergiversando de este modo, todo el mundo espiritual del hombre y su relacin con lo que lo rodea, en particular, sus relaciones sociales.

    15

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    No obstante, el psicoanlisis privilegi la figura de los padres y la importancia de la vida afectiva en el desarrollo de una personalidad sana, madura, en particular, destac el papel que juega el modelo y el mecanismo de la identificacin con los modelos adultos en el proceso de formacin de valores. b) El enfoque conductista y neoconductista. Otro enfoque unilateral que intenta hacer de la psicologa una ciencia ms objetiva y cientfica, sobre la base de una concepcin positivista y pragmatista del hombre en su relacin con la realidad, y que centra su objeto de estudio en la conducta, en lo que se puede observar y comprobar; es el conductismo y el neoconductismo. Esta concepcin reduce los valores morales a su expresin o componente conductual. La formacin de valores no es ms que un proceso de aprendizaje de conductas morales sucesivas a partir de los mecanismos de recompensa y castigo que actan como reforzadores de dichas conductas, a travs de un proceso de condicionamiento. A. Bandura y R.H. Walters, (1963). Los elementos o componentes de carcter interno, subjetivos del individuo, no juegan un papel en el proceso de conformacin de los valores. Si bien el neoconductismo intent introducir algunos elementos o variables psicolgicas que pudiesen explicar la complejidad del problema (identificacin, prestigio social, etc.), el mecanismo principal explicativo sigue siendo el mismo y el acento contina puesto en la conducta. Este enfoque reduce extraordinariamente el concepto de valor, que si bien tiene su expresin en el comportamiento y se forma a partir del mismo (acciones externas), constituye slo un indicador necesario pero no suficiente de la presencia de valores morales en el individuo. El hombre es concebido como un ser pasivo, objeto de influencias y circunstancias, de manera que su desarrollo ocurre al margen de su propia actuacin. Adems, si bien el estmulo y el castigo constituyen mecanismos que participan en la formacin de valores, stos operan como mecanismos fundamentales en etapas muy tempranas del desarrollo (inicios del preescolar), pasando a jugar un papel complementario, no central, en etapas posteriores, a partir de las nuevas necesidades que surgen en el individuo de una mayor complejidad en su desarrollo psicolgico. c) El enfoque cognitivista. Una importante corriente en el estudio de los valores, pero tambin limitada en su enfoque acerca del desarrollo moral, es el cognitivismo, cuyos representantes principales son Jean Piaget (1932) y L. Kohlberg (1969) (1971), los que elaboraron una teora acerca del desarrollo moral a partir de las tesis bsicas formuladas por J. Dewey en relacin al desarrollo del nio y el papel de la educacin. Segn Dewey, la educacin debe respetar los impulsos naturales del nio, su desarrollo espontneo, enriquecindolo con experiencias que le permitan el desarrollo de todas sus potencialidades, tanto intelectuales como morales, por lo que se puede afirmar, que esta corriente descansa en una concepcin filosfica empirista y pragmatista.

    16

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Piaget y Kohlberg desarrollaron la tendencia cognitiva-evolutiva dentro de esta corriente, la cual mantiene una gran influencia hoy da en el mbito de la investigacin psicolgica y en la prctica pedaggica. Centraron sus trabajos en el estudio de las regularidades del desarrollo moral a partir del juicio moral (Piaget) y de los planes y proyectos (Kohlberg), como aspectos explicativos del proceso de formacin de la autonoma moral, los cuales son producto, en ltima instancia, del desarrollo de una esfera psicolgica, la esfera intelectual. Con el concepto de autonoma moral, planteado por Piaget y reelaborado posteriormente por Kohlberg, en lo que llam moralidad de los principios auto- aceptados, se intenta explicar la naturaleza de las normas y valores, as como su origen. Estos autores centraron precisamente su obra en el problema de la transicin de una moral externa, impuesta por la sociedad (moral heternoma) a una moral interna, comprendida y aceptada por el individuo (moral autnoma). Si bien J. Piaget habla de un proceso de interiorizacin (de lo externo a lo interno) de los valores, lo cual ocurre del plano de las acciones externas al plano verbal, considera que solo se logra la autonoma moral cuando se alcanza un desarrollo del pensamiento lgico el cual posibilita la descentracin del punto de vista individual, egocntrico, en la direccin de la cooperacin, del respeto al otro, como un principio auto- aceptado, independientemente de la coercin y otros mecanismos de regulacin externa. Desde este punto de vista decimos, que el enfoque cognitivista sobre la formacin de valores, tiene como base una concepcin neopositivista (positivismo lgico), al considerar que este proceso se da como producto de relaciones entre conciencias individuales, a partir de la formalizacin del lenguaje. Kohlberg intenta superar este reduccionismo cognitivista de Piaget, teniendo en cuenta factores de tipo afectivo, motivacionales y autovalorativos, pero no llega a dar una explicacin integral de cmo estos componentes se relacionan en el proceso de regulacin moral. Si bien Piaget no tiene en cuenta lo afectivo, haciendo depender todo el desarrollo moral del desarrollo intelectual, para Kohlberg lo afectivo transcurre de forma paralela a lo cognitivo en el proceso de formacin de valores, jugando el papel determinante en esta relacin la esfera cognitiva. En este sentido Kohlberg plantea El rol causal del juicio moral parece ser debido a su contribucin en la definicin cognitiva de la situacin, ms que debido a su contribucin al hecho de que expresiones actitudinales o afectivas de los valores morales activen la conducta Kohlberg, (1971: 397). Las tendencias del desarrollo con la edad en el juicio moral tienen una base formal-estructural paralela a la base estructural del desarrollo cognitivo Kohlberg, (1971: 390). Estos autores plantearon niveles en el desarrollo moral, lo cual constituye, an hoy da, referencia obligada tanto para los estudios diagnsticos como experimentales relativos al tema del desarrollo moral en diferentes edades. Dewey establece tres niveles de desarrollo moral: el nivel premoral o preconvencional, el nivel convencional y el autnomo. En el primero la conducta est guiada por impulsos sociales y biolgicos. En el segundo por los modelos establecidos en el grupo de pertenencia, aceptando las normas establecidas sin ningn tipo de reflexin crtica. En el ltimo nivel el individuo acta de acuerdo con su pensamiento, formulando juicios en

    17

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    relacin a los modelos establecidos. Al igual que Dewey, Piaget establece tres niveles de desarrollo moral: el nivel pre-moral, donde no existe an el sentido de obligacin a las reglas, el nivel heternomo , de obediencia a las normas y la relacin de obligacin respecto de la autoridad y el autnomo, en el cual se tiene en cuenta el papel y las consecuencias de las normas o leyes, pero sobre la base de relaciones de reciprocidad. Por su parte Kohlberg lleva a cabo estudios longitudinales y transculturales sobre cuyos resultados redefine los niveles y estadios establecidos por Dewey y Piaget. Propone seis estadios del desarrollo del juicio moral que se agrupan en tres niveles: el preconvencional, el convencional y el post-convencional. Es precisamente esta propuesta de estadios lo que se considera como principal aporte de este autor, dada su definicin minuciosa, una diferenciacin ms fina en la secuencia entre las etapas, as como el punto de vista acerca de la conveniencia de impulsar a los sujetos hacia los estadios superiores de desarrollo. Estos estadios suponen un crecimiento y un mayor equilibrio en la estructura formal del razonamiento. Se trata de un crecimiento doble, como diferenciacin, es decir, aumento de la sensibilidad a la diferencia entre el criterio que prima y el que debera ser y como universalidad o integracin, referido a la medida en que el criterio moral utilizado sirve para cualquier tiempo, persona o situacin. Esta concepcin del desarrollo moral, a partir de estructuras cognitivas, llev a sus autores a analizar los valores desde su aspecto formal, despojndolos de todo contenido. As, un nivel superior de desarrollo de los juicios morales se corresponde con un desarrollo de las estructuras psicolgicas que estn en su base, aunque no se corresponda su contenido, con lo que es moralmente positivo. Evidentemente esta concepcin unilateraliza la expresin subjetiva del valor, como algo que se forma independientemente y ajeno a las condiciones sociales, por lo que constituye un enfoque ahistrico sobre el desarrollo moral de la personalidad. A pesar de que estos autores hicieron depender el desarrollo moral del proceso de formacin de estructuras intelectuales y de no reconocer el papel que juega la educacin en este proceso, enfatizaron el carcter activo del individuo en el proceso de su formacin, a partir del papel que juega la accin y el mecanismo de la interiorizacin de las acciones externas en la formacin de estas estructuras. Por otra parte, si bien dejaron planteado el problema de los niveles o etapas de la formacin moral, como el paso de una moral externa a una moral interna, sobre lo cual hicieron valiosos aportes metodolgicos para el estudio de los valores, no obstante no pudieron resolver la cuestin relativa al mecanismo de transicin de lo externo a lo interno en la formacin de los valores. Otra tendencia que ha sido desarrollada dentro de la corriente cognitivista, a partir de los presupuestos fundamentales planteados por J. Piaget y L. Kolhberg sobre el desarrollo moral, es la tendencia sociocognitiva cuyos representantes principales son E. Turiel y R.L. Selman. Estos autores centran su atencin, de igual forma, en el estudio del juicio moral, pero a diferencia de Piaget y Kolhberg, consideran el conocimiento como un fenmeno social.

    18

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Esta tendencia considera que si bien el fenmeno moral es diferente de otros fenmenos sociales (relaciones interpersonales, la ley, etc.), se encuentra estrechamente relacionado con los mismos. Plantean la existencia de diferencias entre dos tipos de pensamiento relacionados con el razonamiento moral, uno referido a la convencin social, como conjunto de ideas que se conforman en el mbito social en forma de consenso y por tanto, contextualizada, cuya funcin es la coordinacin de las acciones entre las personas; el otro est referido a la moralidad, como conjunto de ideas universales de naturaleza prescriptiva que regulan las relaciones interpersonales. Propusieron, de igual forma, niveles de desarrollo moral a partir del desarrollo de los conceptos de convencin social y de adopcin de perspectivas, relativos al juicio o razonamiento moral. Aunque intentan superar el reduccionismo de Piaget y Kolhberg acerca de la moral como un proceso evolutivo de la inteligencia, al plantear que el enfoque evolutivo se centra demasiado en el individuo y que: La adopcin de perspectivas puede describirse conceptualmente como una forma de conocimiento social, en un lugar intermedio entre el pensamiento lgico y el pensamiento moral. Selman, R.L., tomado de Pay, M. (1996:120), continan abordando el desarrollo moral de forma unilateral, como un proceso de conocimiento, el cual incluso Turiel hace depender del desequilibrio cognitivo, como planteara Piaget. En la actualidad el Constructivismo, como enfoque epistemolgico, que parte de las ideas fundamentales de J. Piaget y los aportes de J. Bruner y la Psicologa Cognitiva Contempornea, y que concibe al conocimiento, as como a todas las formaciones cognitivas que intervienen en diversos procesos psquicos como resultado de un proceso de construccin personal, aborda el tema de los valores desde una perspectiva pragmatista, utilitarista y relativista. Cada persona construye su realidad, su representacin del mundo, en funcin de su viabilidad. Colectivo de autores. (2000:132). En esta idea se resalta que, desde el punto de vista constructivista, no existen valores universales, no existen verdades absolutas, solo lo que es valioso, til para cada individuo. En este sentido se reivindica la tolerancia, el respeto a las ideas y prcticas del otro, en tanto no se viole la individualidad de cada cual, en una relacin basada en realidades comunes compartidas, en el marco de una convivencia aceptable. Esta propuesta axiolgica del constructivismo constituye la mxima expresin del relativismo moral, que acenta o refuerza an ms el individualismo que propugna y genera la ideologa y las prcticas neoliberales hoy da. Este enfoque sobre los valores est asociado a las manifestaciones de crisis de valores a la cual se haca referencia en el epgrafe anterior, en tanto constituye una teora que intenta justificar la posicin del todo vale tan cercana al nihilismo moral. Precisamente esta concepcin eclipsa lo esencial del ser humano, de sus valores, que es justamente su esencia social. 3.2- Los valores en la Psicologa Marxista: La psicologa de enfoque histrico-cultural desarrollada por L.S. Vigotsky y continuadores constituye un marco terico y metodolgico adecuado para la comprensin, diagnstico y

    19

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    direccin del proceso de formacin y desarrollo de los valores morales, ya que, a partir de sus principios, categoras y mtodos fundamentales, en particular los que abordan la problemtica del desarrollo socio-cultural del hombre, posibilita un anlisis cientfico acerca de qu son los valores, el lugar que ocupan en la personalidad y como operan en el proceso de la relacin individuo-sociedad. El hombre es el productor de valores en tanto crea la riqueza material y espiritual, que a su vez, se constituye en fuente de su desarrollo. Es precisamente esta la idea central que sustenta la psicologa de enfoque histrico-cultural a partir de los planteamientos bsicos de L.S. Vigotsky y A.N. Leontiev acerca del problema de la humanizacin del hombre, su carcter histrico-cultural y el papel que juega la actividad material y la comunicacin. Leontiev, retomando los aportes fundamentales de Vigotsky, al referirse a la conciencia plantea: En el proceso de la produccin material los hombres producen tambin su lengua, que les sirve no solamente como medio de comunicacin, sino tambin como portadora de los valores socialmente creados fijados en ellas. Leontiev A.N., (1981:79) Esta concepcin psicolgica pone el acento en el carcter histrico-social y en el papel de la actividad y del lenguaje en el proceso de desarrollo psicolgico del hombre, considerando como valor, todo aquello creado por el hombre, tanto de carcter material como espiritual, en lo que se reconoce y a la vez se reproduce. Esta idea general acerca de los valores descansa en los postulados de la filosofa del materialismo dialctico e histrico que, bsicamente, plantea el carcter de la unidad dialctica entre lo objetivo y lo subjetivo y su naturaleza histrico-concreta, nica va de explicacin cientfica de los procesos de la psiquis humana. L.S. Vigotsky retom los principios y categoras de la filosofa marxista para explicar la gnesis de las funciones psquicas superiores, en particular la conciencia, lo que nos brinda la clave acerca de cual es la esencia de los valores humanos y como estos se forman. En este sentido, aborda la dialctica entre lo externo y lo interno, entre lo objetivo y lo subjetivo a partir de la formulacin de la ley gentica del desarrollo y principio de la interiorizacin que plantean, como toda funcin psicolgica inicialmente adopta la forma de operacin externa, la cual pasa a ser interna a partir de la asimilacin de una serie de acciones externas que devienen en ideales, demostrando as la relacin gentica entre lo objetivo y lo subjetivo. Esta ley constituye, la base terico-metodolgica general sobre la cual se explica y da solucin al problema de la naturaleza objetivo-subjetiva del valor y sus contradicciones, desde una perspectiva psicolgica. A partir del principio formulado por Vigotsky de la interiorizacin, como mecanismo explicativo de la formacin de las funciones psquicas superiores y que se expresa en la ley gentica general del desarrollo cultural, explica el desarrollo moral como un producto de la interiorizacin de las normas y reglas morales, a partir de lo cual ocurre la formacin de determinadas instancias morales internas que, como un sistema de formaciones psicolgicas, regulan desde un plano interno la conducta del individuo. Investigaciones posteriores realizadas en esta direccin por sus continuadores (A.N. Leontiev, L.S. Rubinstein y otros), condujeron a revelar las regularidades fundamentales que explican este proceso y el papel que en l juega la actividad y la comunicacin.

    20

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Estas ideas encierran el aporte fundamental del enfoque histrico-cultural a la comprensin de las regularidades psicolgicas del proceso de desarrollo moral y la formacin de valores. Este no consiste en el simple aprendizaje o reproduccin de conductas sociales a partir de reforzamientos, ni la introyeccin o interiorizacin de valores, como el paso de normas morales externas a internas, sobre la base de mecanismos de naturaleza biopsicolgica o intelectual. Para Vigotsky, al interiorizarse las normas se produce el desarrollo de formaciones psicolgicas estrechamente vinculadas entre s y a todo el sistema de la conciencia, que orienta y regula la conducta del individuo, lo cual ocurre a partir de etapas iniciales del desarrollo (tres-cuatro aos) y que culmina, en sus aspectos fundamentales, a finales del perodo juvenil. Esta concepcin sistmica de la conciencia, como nivel superior de integracin de lo psquico y sus funciones de reflejo, orientacin y regulacin de la actuacin del hombre, sienta las bases de una explicacin cualitativamente diferente acerca de la naturaleza de los valores morales y las regularidades de su formacin. Los valores se consideran como formaciones psicolgicas complejas, donde intervienen una serie de procesos psicolgicos que se integran, estructural y funcionalmente. De esta manera los valores existen en la subjetividad no como simples reproducciones de significados (reflejo cognitivo) ni tampoco como motivos aislados de actuacin (reflejo afectivo), sino que constituyen complejas unidades funcionales cognitivo-afectivas a travs de las cuales se produce la regulacin de la actuacin. Ello significa que para que un valor regule la actuacin no basta con que el sujeto conozca el contenido del valor sino que es necesario adems que el sujeto sienta la necesidad de actuar en correspondencia con el referido valor. Por ejemplo, decimos que un estudiante universitario es responsable no slo porque conoce el significado del valor responsabilidad, sino tambin y fundamentalmente porque siente la necesidad de actuar responsablemente an cuando nadie se lo exija. Esta integracin estructural-funcional tiene lugar sobre la base de un ncleo central: las formaciones psicolgicas de la personalidad, a partir del cual ocurre todo el desarrollo del sistema y que vara en cada etapa en funcin de la situacin social de desarrollo caracterstica de dicha etapa o perodo. El concepto de Situacin Social de Desarrollo, planteado por Vigotsky y retomado por sus continuadores, apunta al hecho que el desarrollo psicolgico no es un proceso espontneo, determinado unilateralmente bien por factores de carcter interno; biolgico (psicoanlisis) o cognitivo (cognitivismo), bien por factores externos (conductismo), sino que es el resultado de la unidad dialctica entre lo interno y lo externo, entre lo individual y lo social, pero en ltima instancia, determinado por lo social. A cada perodo le corresponde una forma particular de esta relacin o situacin social de desarrollo, alrededor de la cual se organiza todo el proceso de desarrollo de la personalidad y de sus diferentes esferas. L.I. Bozhovich, continuadora de la obra de L.S. Vigotsky, considera que este ncleo central, a partir del cual se explica el desarrollo de la personalidad en sus distintas etapas, est constituido por las necesidades y motivos. Plantea que el desarrollo moral,

    21

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    ntimamente vinculado a todo el desarrollo de la personalidad como sistema, se explica por las variaciones que sufre la esfera de los afectos y necesidades, lo que determina la tendencia o direccin de su desarrollo. Esta concepcin del desarrollo psquico como unidad dialctica de lo objetivo y lo subjetivo, de lo individual y lo social, de lo particular y lo general da la posibilidad de comprender el proceso de formacin de valores como parte del desarrollo de la personalidad del individuo y explica el lugar que estos ocupan en la orientacin y regulacin del comportamiento del hombre en su relacin con los dems. Por otra parte, desde el punto de vista metodolgico, nos conduce a abordar el estudio de la formacin de valores, no a partir del anlisis unilateral de un aspecto o componente psicolgico o de varios, pero que actan con independencia uno de otro o con una total supeditacin o reduccin de uno con respecto al otro, sino como un proceso complejo de formaciones psicolgicas que se estructuran de manera diferente en cada perodo del desarrollo, lo que implica conocer, por una parte, cules son estos componentes psicolgicos, qu dinmica se establece entre ellos, qu relacin tienen con toda la estructura y el contenido de la personalidad y cules son los centros fundamentales alrededor de los que se organiza este desarrollo en cada edad (regularidades del desarrollo), a partir de una forma particular de relacin que establece el individuo con las exigencias que emanan de la sociedad. Este enfoque, a su vez, brinda la clave de cmo organizar el proceso de educacin de valores de manera cientfica, a partir del conocimiento de estas regularidades. A partir de estas ideas centrales se han elaborado modelos tericos y experimentales para explicar, de forma integral, sistmica, los diferentes niveles de desarrollo de la regulacin moral que se van alcanzado sucesivamente, as como de las formaciones psicolgicas en ellas implicada. Bozhovich, L.I. (1976); Subbotsky, E.V. (1979); Ojalvo, V. (1981); Gonzlez, B. (1988); Kraftchenko, O. (1990) y otros. Tres son los principios en que se concreta esta concepcin general del enfoque histrico-cultural y que han constituido el fundamento terico-metodolgico bsico de estos modelos: La unidad de lo afectivo y lo cognitivo. Con este principio Vigotsky enfatiza que slo la unidad de estas dos funciones permite esclarecer la verdadera esencia del desarrollo de los procesos psicolgicos superiores y de la personalidad como un sistema. Plantea que el cambio del afecto y el intelecto est en dependencia directa del cambio de sus relaciones funcionales y del lugar que estas funciones ocupan en la conciencia en las diferentes etapas de su desarrollo. Este principio terico nos permite comprender el carcter de la autodeterminacin como una funcin de nivel superior de la personalidad, de concebir al hombre como sujeto activo que llega a autodeterminarse, manteniendo una relativa autonoma con respecto al sistema de influencias externas a las que est sometido.

    22

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Lo cognitivo, se integra activamente a la funcin reguladora de la personalidad a travs de elaboraciones intelectuales de un sistema de (significados) conceptos que forman parte fundamental de la esfera de los motivos y a su vez estas elaboraciones tienen en su base, necesidades y motivos fundamentales de la personalidad que conforman los sentidos (sentidos personales) que estas nociones tienen para el individuo. Los significados contribuyen a potenciar el elemento dinmico de los motivos al enriquecer su contenido, lo que conlleva a elevar el componente afectivo de la motivacin y al mismo tiempo, la relacin afectiva hacia la realidad, es decir, los sentidos personales, estimula la bsqueda de conocimientos, de argumentos que permitan al individuo fundamentar sus decisiones, su posicin respecto a los comportamientos ajenos y los propios, componente esencial de los valores morales. A partir de los conceptos de significado y sentido planteados por L.S. Vigotsky, A.N. Leontiev (1981) elabor la categora de sentido personal, que fue desarrollada por otros autores de la psicologa de enfoque histrico-cultural y que expresa la relacin existente entre motivo y objetivo y nos permite revelar la compleja naturaleza subjetiva de la esfera de los valores y su proceso de formacin a partir del estudio de la actividad humana. Este aporte terico-metodolgico nos permite comprender los valores como reguladores de la actuacin del sujeto y determinar en qu nivel opera esta regulacin. Los valores como reguladores de la actuacin se expresan como formaciones psicolgicas de la personalidad que integran en una unidad estructural-funcional lo cognitivo y lo afectivo en tanto que para que el valor regule la actuacin del sujeto es imprescindible su conocimiento por parte del sujeto y su expresin como motivo de actuacin. Los valores como formaciones psicolgicas de la personalidad se expresan como una unidad funcional en los dos planos de la actuacin del sujeto, el plano interno: reflexivo, vivencial y externo: conductual. La relacin entre la expresin del valor en ambos planos de la actuacin del sujeto es compleja y se manifiesta de diferentes formas en dependencia del nivel de desarrollo del valor como regulador de la actuacin. Las contradicciones en la expresin interna y externa de los valores en la actuacin del sujeto, es decir, entre lo que piensa y siente y lo que hace, constituye un indicador de conflicto en la existencia subjetiva del valor. Por otra parte la relacin entre el objetivo y el motivo de un comportamiento moral (sentido personal), el grado de correspondencia que exista entre ellos, constituye un indicador de, en qu medida, el valor regula la actuacin en relacin a determinado contenido moral. As, plantearse ser responsable u honesto en una situacin determinada, puede responder a motivos no precisamente morales. Con su actuacin el individuo puede satisfacer necesidades de diferente orden, individuales o sociales, pero que no se corresponden con el contenido moral del objetivo que se ha planteado y que orienta sus acciones.

    23

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    El anlisis de la relacin entre el objetivo y el motivo, en el proceso de regulacin moral y sus formas de expresin en el plano interno y externo de la actuacin del sujeto posibilita delimitar el nivel de desarrollo que alcanzan los valores. La expresin de los valores como reguladores de la actuacin del sujeto es compleja y se manifiesta en la existencia de diferentes niveles de desarrollo que transitan desde niveles superiores, donde el valor existe como valor personalizado, que constituye una verdadera expresin de la autodeterminacin del sujeto en la regulacin de su actuacin, hasta niveles inferiores donde los valores se expresan solo bajo situaciones de presin externa. Entre los niveles extremos existen niveles intermedios que caracterizan el trnsito de una regulacin formal de los valores, centrada en lo externo a una verdadera autorregulacin, la autodeterminacin, centrada en lo interno y que se expresa en el caso de los valores morales, en la autonoma moral. Un valor moral comienza a regular a un nivel superior (autodeterminacin) cuando se integra a una formacin de sentido en su expresin superior consciente, es decir, cuando se logra una relacin adecuada entre objetivos generales de carcter social y particulares, cuando la persona selecciona el objetivo a alcanzar y los procedimientos para lograrlo, tomando en cuenta los intereses sociales ms amplios, con relacin a sus intereses personales ms estrechos, de manera que se comporta en correspondencia con el contenido del valor como un fin en s mismo y no como un medio para lograr objetivos no directamente relacionados con este contenido. Partiendo de estos presupuestos terico-metodolgicos, la psicologa de enfoque histrico-cultural considera que una personalidad moralmente desarrollada no slo es aquella donde se han formado un conjunto de procesos y propiedades psicolgicas que regulan a un nivel superior el comportamiento del sujeto, sino aquella donde el contenido de las necesidades y motivos que estn en la base de este comportamiento se corresponda con los valores ms generales de la sociedad. Los valores de hecho se convierten en reguladores de la actuacin del sujeto cuando existe una tendencia a la correspondencia entre la existencia objetiva y subjetiva del valor. La autonoma moral slo tiene sentido real bajo esta interpretacin de la relacin personalidad-sociedad, en tanto resultado de un proceso de carcter histrico concreto y no abstracto, desligado de la realidad. La moral no puede ser concebida, en trminos absolutos, como un acto de obediencia, de supeditacin, un renunciar a las necesidades individuales. Cuando lo social se convierte en personalmente significativo Gonzlez. D, J. (1978) cuando estos actos van acompaados de la reflexin, de la conciencia y de vivencias emocionales positivas, el comportamiento moral constituye una fuente de satisfaccin y autorregulacin personal. Los valores como formaciones psicolgicas complejas de la personalidad, regulan de forma individualizada la actuacin del sujeto. Es por ello que los valores en la subjetividad tienen una existencia individual, en la medida que expresan el sentido personal que tiene para el individuo el hecho a valorar, en funcin de su historia personal, de sus conocimientos y motivos.

    24

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    El estudio de los diferentes niveles de desarrollo del valor como regulador de la actuacin del sujeto tiene importancia pedaggica toda vez que permite, a partir del establecimiento de los indicadores que definen la existencia de cada nivel de desarrollo, no slo caracterizar a cada estudiante y a cada grupo en cuanto a la expresin del valor en cuestin, sino tambin y fundamentalmente conocer sus potencialidades de desarrollo y elaborar a partir de este conocimiento una estrategia para la educacin de valores en el proceso docente, basada en la integracin de lo afectivo y lo cognitivo. Principio del reflejo activo de la conciencia. Otro de los principios fundamentales en que descansa la concepcin psicolgica del enfoque histrico-cultural es el principio del reflejo activo, el cual plantea que el hombre en el proceso de su desarrollo llega a autodeterminarse, en la medida que asume una posicin activa en el propio proceso de su formacin, manteniendo una relativa autonoma con respecto al mundo que lo rodea, fuente de su desarrollo. L.I. Bozhovich (1976) plantea que la tendencia general del desarrollo consiste en que el nio se transforma paulatinamente de un ser sometido a las influencias externas, en un sujeto capaz de actuar de forma independiente sobre la base de objetivos conscientemente planteados. Concibe el logro de la autonoma moral como un proceso complejo y paulatino, que no es privativo de etapas tardas del desarrollo como consideran la mayora de los enfoques antes expuestos, sino que aparece de forma incipiente ya desde edades tempranas del desarrollo, alcanzando su nivel superior de expresin a finales de la edad juvenil. Sobre la base de esta idea central brinda una caracterizacin del desarrollo de la personalidad en sus distintas etapas, considerando en cada una de ellas, diferentes niveles de autonoma hasta alcanzarse, en la edad juvenil, la autodeterminacin como centro afectivo de su situacin de vida, alrededor del cual comienza a girar toda su actividad e inters. Bozhovich, L.I. (1976:251). Si analizamos las regularidades del desarrollo moral en cada una de las etapas del desarrollo psquico y de la personalidad, vemos corroborada esta tesis de Vigotsky y sus continuadores acerca de niveles progresivos de autonoma moral y el correspondiente desarrollo paulatino de diferentes formaciones psicolgicas reguladoras. Desde la edad preescolar se observa la formacin de las primeras instancias morales internas, vinculadas en esta etapa a la necesidad del nio de aprobacin de los adultos conocidos y vinculados afectivamente a l, lo cual se extiende al final del perodo a crculos ms amplios de personas. En la etapa escolar se forman adems, vivencias y motivos morales, los conceptos ms generales y bsicos del bien y el mal, lo que unido a la posibilidad de valoracin y autoevaluacin del comportamiento, hacen surgir los primeros juicios morales reguladores de la conducta social. Varias investigaciones realizadas han demostrado que el desarrollo de los juicios morales se adelanta al desarrollo de la conducta moral, lo cual constituye una regularidad durante toda la infancia y en gran medida en la adolescencia Piaget J. (1932); Ojalvo. V, (1981); Eligio de la Puente M, (1983); Kraftchenko, O. (1990). Se constat que la falta de

    25

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    correspondencia entre ambos tipos de conducta constituye una manifestacin del desarrollo an incipiente de la autonoma moral y del dficit de estabilidad moral. Los resultados de los trabajos experimentales realizados con nios en edad escolar en nuestro pas, con el objetivo de determinar los mecanismos psicolgicos que explican el proceso de interiorizacin de normas morales tales como la honestidad, el colectivismo y la responsabilidad, (M.T. Burke, M.T. Garca, M. Sorin, O. Kraftchenko) demostraron que la necesidad de aprobacin y valoracin del adulto sigue siendo, en los nios de los primeros grados, el mecanismo fundamental, en tanto que en los grupos de edades terminales de la escuela primaria, lo constituye, tanto la valoracin de los adultos como de los coetneos. En la adolescencia, aunque no se produce un cambio trascendental en relacin con la actividad principal de este perodo, el desarrollo moral se ampla y modifica cualitativamente sobre la base de nuevas formas de comunicacin con los adultos y los coetneos. Toda la personalidad sufre una transformacin significativa bajo la influencia del marcado desarrollo de las esferas motivacional e intelectual. Ocurre un proceso intensivo de asimilacin de las reglas sociales que sustenta el grupo en el cual se desenvuelve el adolescente, aunque no se logra formar todava el nivel superior de autonoma moral, en tanto que, las formaciones psicolgicas que regulan el comportamiento moral, an no han alcanzado suficiente grado de generalidad y estabilidad. Al igual que en la edad escolar, los sentimientos morales ocupan un lugar importante como impulsores de la conducta, quedando algo rezagado el desarrollo de la conciencia moral. En la edad juvenil, sobre la base de los logros psicolgicos del perodo anterior, de favorables condiciones de vida y educacin, se arriba a un nivel superior de desarrollo de la esfera moral. El joven es capaz de concientizar en categoras morales generales su experiencia y la de los dems. El desarrollo de la autodeterminacin le permite ser ms flexible y efectivo en su conducta, en tanto que el desarrollo de la esfera motivacional posibilita la subordinacin estable a valores activamente asimilados. Sobre esta base, surge la posibilidad, al final del perodo, de desarrollo de formaciones psicolgico-morales internas, las cuales autorregulan su comportamiento de manera estable. Con respecto al carcter consciente de las formaciones psicolgicas de la personalidad que regulan la actuacin del sujeto, Bozhovich, L.I., al estudiar las formaciones motivacionales como unidades psicolgicas complejas de regulacin de la actuacin, las define como formaciones psicolgicas cualitativamente nuevas por su estructura (1976:43) las que distingue por la mediatizacin de la conciencia en la satisfaccin de las necesidades. En este sentido expresa: ...en este caso tenemos que ver no ya con las necesidades sino con sus nuevas formaciones funcionales, especie de unidad indisoluble de la necesidad y la conciencia, del afecto y del intelecto Bozhovich, L.I. (1976:48) Los valores como formaciones psicolgicas expresan su funcin reguladora de la actuacin a travs objetivos de carcter mediato que se elaboran con la participacin de un proceso complejo de reflexin por parte del sujeto en el que tiene lugar la valoracin y autovaloracin de las posibilidades objetivas y subjetivas de lograr dichos objetivos y en el que se realizan esfuerzos volitivos para su consecucin.

    26

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    De esta manera el valor compromiso social de la actuacin profesional en su funcin reguladora de la actuacin en un estudiante universitario se expresa en la elaboracin de sus objetivos profesionales que se manifiestan a travs de planes y proyectos de accin, con un carcter mediato, construidos a partir de un complejo proceso de reflexin; en la valoracin de en qu medida su actuacin en la bsqueda de soluciones a los problemas profesionales tiene en cuenta su vinculacin con las necesidades de la sociedad, as como en la perseverancia en lograr las metas profesionales trazadas. Reconocer que los valores regulan conscientemente la actuacin del sujeto significa, en el orden pedaggico, tener en cuenta la necesidad de utilizar la reflexin y la perseverancia como vas para potenciar el desarrollo de los valores. Enfocar el estudio de la formacin de valores a partir de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo y del principio del reflejo activo y mediatizado de la conciencia, presupone abordar su estudio desde uno de los subsistemas ms importantes de la personalidad que es la autoconciencia, por el rol que esta juega en la regulacin de la conducta del individuo. La autovaloracin, que tiene en su base la autoconciencia, se encuentra ntimamente relacionada con las principales tendencias motivacionales de contenido moral que determinan la posicin activa ante la vida, su actitud hacia lo que lo rodea, los dems y hacia s mismo. En particular, el sentido de identidad y la autoestima personal, dos de sus componentes fundamentales, participan en el nivel superior de regulacin moral (autodeterminacin). El sentido de identidad puede considerarse como aquella formacin que garantiza la constancia y estabilidad necesaria de la personalidad para su diferenciacin de los dems, a pesar de las variaciones que experimenta el individuo en su desarrollo, en tanto que la autoestima personal apunta a la apreciacin que el individuo tiene de s mismo, de lo cual se deriva satisfaccin o insatisfaccin personal. Cuando un valor moral forma parte estable de la personalidad del individuo, forma parte de su sentido de identidad, la persona orienta su conducta, internamente, a partir del contenido de este valor. Cuando la autoestima personal se alcanza no a travs de la satisfaccin prioritaria de necesidades de orden individual como la necesidad de realizacin personal, de beneficio personal, de posesin de bienes materiales, sino fundamentalmente, por el hecho de que el comportamiento sistemtico de la persona se corresponda con sus valores morales, lo cual genera el sentido de autorrespeto, dignidad personal, autoaprobacin, vivenciado intensamente; es que podemos hablar de formacin de valores a un nivel superior de regulacin. Al alcanzar este nivel de desarrollo de los valores, decimos que el individuo ha logrado el nivel de autonoma moral del que hablaba J. Piaget, ya que se hace capaz de mantener un comportamiento moral estable independiente de las presiones externas y se hace capaz, al mismo tiempo de ser un agente activo en el enfrentamiento de toda violacin de lo moralmente establecido.

    27

  • Revista Pedagoga Universitaria Vol. 8 No. 1 2003

    Es precisamente a la autovaloracin, como componente psicolgico de los valores como formaciones psicolgicas complejas, al cual le otorgamos un papel central en nuestras investigaciones porque permite diferenciar con precisin aquellas personas que solo han alcanzado el nivel de la moral convencional o simplemente socializadas, de aquellos que han logrado el nivel de autodeterminacin moral. Las personas socializadas se comportan de acuerdo a los valores establecidos y reconocidos socialmente por un sentido de respeto a lo constituido, a la autoridad, lo cual, no se debe violar. Dentro de este nivel de desarrollo, estos individuos estn en un nivel ms alto, que aquellos que se comportan moralmente por motivos puramente individuales, es decir, como va para preservar sus intereses personales sin entrar en contradiccin con lo normado, con l