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26 Oilfield Review Cómo optimizar el arte de la pesca Los perforadores a menudo se refieren a las herramientas y los equipos que quedan en el pozo como materiales “perdidos.” En la realidad, estos elementos han sido extraviados a miles de metros por debajo de la superficie. La remoción de estos objetos del pozo ha desafiado a los perforadores desde los primeros días de los campos petroleros. Enos Johnson Hobbs, Nuevo México, EUA Jimmy Land Mark Lee Houston, Texas, EUA Robert Robertson Stavanger, Noruega Traducción del artículo publicado en Oilfield Review Invierno de 2012/2013: 24, no. 4. Copyright © 2013 Schlumberger. Por su colaboración en la preparación de este artículo, se agradece a Torodd Solheim de Stavanger y a Eric Wilshusen de Houston. FPIT es una marca de Schlumberger. A lo largo de este documento, se utiliza el término detrito para denotar junk y el vocablo escombro para debris. En el campo petrolero, una pieza de pesca es cual- quier elemento dejado en un pozo que impide la ejecución de operaciones posteriores. Esta defini- ción general abarca todas las variedades de equi- pos de perforación, adquisición de registros o producción, lo que incluye barrenas de perfora- ción, tuberías, herramientas de adquisición de registros, herramientas manuales o cualquier otro resto de metal que puede haberse perdido, dañado, atascado o dejado de algún modo en un pozo. Cuando la presencia de detritos (junk) o herra- mientas obstaculiza el camino que hace posible la continuidad de las operaciones, estos elementos deben ser removidos primero del pozo mediante un proceso conocido como pesca. Los orígenes de este término se remontan a los primeros tiempos de la perforación con herra- mientas operadas con cable, en que un cable fijado en una estaca a resorte subía y bajaba reiterada- mente una barrena pesada que cincelaba la roca para construir un pozo. Cuando el cable se partía, los perforadores intentaban recuperarlo del fondo del pozo, junto con la barrena, utilizando un gan- cho improvisado que se bajaba con un cable nuevo colgado de la estaca a resorte. Los especialistas en el arte de la recuperación de restos de metales del subsuelo pasaron a ser conocidos como pescadores. Con el correr de los años, sus servicios se han vuelto muy apreciados y el arte de la pesca ha crecido al punto que hoy ocupa un nicho especia- lizado dentro de la industria de servicios al pozo. Todos los tipos de equipos pueden fallar, atas- carse, necesitar reemplazo o de otro modo reque- rir su extracción del pozo. Las operaciones de pesca pueden ser necesarias en cualquier momento de la vida productiva de un pozo; desde la fase de perforación hasta la de abandono. Durante la fase de perforación, la mayor parte de las opera- ciones de pesca es inesperada y a menudo se atri- buye a fallas mecánicas o al atascamiento de la sarta de perforación. El atascamiento también puede producirse durante el desarrollo de opera- ciones de pruebas o de adquisición de registros con cable. Más adelante, en la fase de terminación, las operaciones pueden fracasar por una diversi- dad de problemas, entre los que se encuentra el atascamiento de las pistolas (cañones) de disparo, la fijación prematura de los empacadores o la falla de los filtros (cedazos) de grava. Después de haber puesto un pozo en producción, las operaciones de pesca pueden ser programadas como parte del proceso general de mantenimiento, reemplazo o recuperación de equipos y tubulares de fondo de pozo durante los procedimientos de reparación o abandono. En muchos campos, el proceso de reparación conlleva la limpieza o la recuperación de la tubería de producción que se ha arenado al cabo de varios años de producción, lo que obliga a ejecutar una maniobra de pesca al inicio de las operaciones. Durante la fase de abandono, los operadores a menudo tratan de rescatar los tubu- lares de fondo de pozo, las bombas y el equipo de terminación antes de taponar el pozo. Incluso, puede suceder que se atasque el equipo de pesca con la consiguiente necesidad de revisar la estra- tegia de pesca original. Parecería que en el campo petrolero, ninguna operación escapa a la posibilidad de que se ejecute una maniobra de pesca. 1. Short JA: Prevention, Fishing, and Casing Repair. Tulsa: PennWell Publishing, 1995.

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Cómo optimizar el arte de la pesca

Los perforadores a menudo se refieren a las herramientas y los equipos que quedan

en el pozo como materiales “perdidos.” En la realidad, estos elementos han sido

extraviados a miles de metros por debajo de la superficie. La remoción de estos

objetos del pozo ha desafiado a los perforadores desde los primeros días de los

campos petroleros.

Enos JohnsonHobbs, Nuevo México, EUA

Jimmy LandMark LeeHouston, Texas, EUA

Robert RobertsonStavanger, Noruega

Traducción del artículo publicado en Oilfield Review Invierno de 2012/2013: 24, no. 4. Copyright © 2013 Schlumberger.Por su colaboración en la preparación de este artículo, se agradece a Torodd Solheim de Stavanger y a Eric Wilshusen de Houston.FPIT es una marca de Schlumberger. A lo largo de este documento, se utiliza el término detrito para denotar junk y el vocablo escombro para debris.

En el campo petrolero, una pieza de pesca es cual-quier elemento dejado en un pozo que impide la ejecución de operaciones posteriores. Esta defini-ción general abarca todas las variedades de equi-pos de perforación, adquisición de registros o producción, lo que incluye barrenas de perfora-ción, tuberías, herramientas de adquisición de registros, herramientas manuales o cualquier otro resto de metal que puede haberse perdido, dañado, atascado o dejado de algún modo en un pozo. Cuando la presencia de detritos (junk) o herra-mientas obstaculiza el camino que hace posible la continuidad de las operaciones, estos elementos deben ser removidos primero del pozo mediante un proceso conocido como pesca.

Los orígenes de este término se remontan a los primeros tiempos de la perforación con herra-mientas operadas con cable, en que un cable fijado en una estaca a resorte subía y bajaba reiterada-mente una barrena pesada que cincelaba la roca para construir un pozo. Cuando el cable se partía, los perforadores intentaban recuperarlo del fondo del pozo, junto con la barrena, utilizando un gan-cho improvisado que se bajaba con un cable nuevo colgado de la estaca a resorte. Los especialistas en el arte de la recuperación de restos de metales del subsuelo pasaron a ser conocidos como pescadores. Con el correr de los años, sus servicios se han vuelto muy apreciados y el arte de la pesca ha crecido al punto que hoy ocupa un nicho especia-lizado dentro de la industria de servicios al pozo.

Todos los tipos de equipos pueden fallar, atas-carse, necesitar reemplazo o de otro modo reque-rir su extracción del pozo. Las operaciones de

pesca pueden ser necesarias en cualquier momento de la vida productiva de un pozo; desde la fase de perforación hasta la de abandono. Durante la fase de perforación, la mayor parte de las opera-ciones de pesca es inesperada y a menudo se atri-buye a fallas mecánicas o al atascamiento de la sarta de perforación. El atascamiento también puede producirse durante el desarrollo de opera-ciones de pruebas o de adquisición de registros con cable. Más adelante, en la fase de terminación, las operaciones pueden fracasar por una diversi-dad de problemas, entre los que se encuentra el atascamiento de las pistolas (cañones) de disparo, la fijación prematura de los empacadores o la falla de los filtros (cedazos) de grava. Después de haber puesto un pozo en producción, las operaciones de pesca pueden ser programadas como parte del proceso general de mantenimiento, reemplazo o recuperación de equipos y tubulares de fondo de pozo durante los procedimientos de reparación o abandono. En muchos campos, el proceso de reparación conlleva la limpieza o la recuperación de la tubería de producción que se ha arenado al cabo de varios años de producción, lo que obliga a ejecutar una maniobra de pesca al inicio de las operaciones. Durante la fase de abandono, los operadores a menudo tratan de rescatar los tubu-lares de fondo de pozo, las bombas y el equipo de terminación antes de taponar el pozo. Incluso, puede suceder que se atasque el equipo de pesca con la consiguiente necesidad de revisar la estra-tegia de pesca original. Parecería que en el campo petrolero, ninguna operación escapa a la posibilidad de que se ejecute una maniobra de pesca.

1. Short JA: Prevention, Fishing, and Casing Repair. Tulsa: PennWell Publishing, 1995.

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Las estadísticas de mediados de la década de 1990 indican que las operaciones de pesca repre-sentaron el 25% de los costos de perforación mun-diales.1 Hoy en día, estas maniobras pueden evitarse o eludirse con frecuencia utilizando otras opcio-nes económicamente más efectivas. Por ejemplo, la tecnología de perforación moderna, tal como la de los sistemas rotativos direccionales, está pro-duciendo un cambio en las estrategias de pesca o recuperación por su incidencia en el enfoque eco-nómico aplicado para determinar si conviene pes-car, comprar el equipo atascado, conocido como pieza de pesca o pieza a recuperar, y desviar la trayectoria del pozo, o bien desechar y abandonar (J&A) el pozo.

Cada situación de pesca —planificada o no pla-nificada, en agujero descubierto o pozo entubado, con tubería flexible o con cable— es única y plan-tea sus propias condiciones y problemas a los cua-les se debe adaptar una solución de recuperación. Dentro de este tópico de amplio alcance, este artí-culo se centra fundamentalmente en las técnicas de pesca utilizadas durante la perforación; se han adaptado variantes de estas técnicas para aplica-ciones relacionadas con pozos entubados, tubería flexible, cable y reparaciones de pozos. El artículo expone a grandes rasgos los procesos comunes que pueden conducir a la pérdida de equipos en el fondo del pozo y describe algunas de las herra-mientas y técnicas concebidas en respuesta. Además, analiza las estrategias para decidir cuánto tiempo proseguir con las operaciones de pesca y culmina con el análisis de un programa que entrena al personal de pesca nuevo en las capaci-dades necesarias para continuar con la recupera-ción de elementos perdidos en el pozo.

Las causas raícesLa mayor parte de las maniobras de pesca puede atribuirse a tres causas básicas: error humano, equi-pos defectuosos o pozos inestables. Prácticamente todo lo que ingresa en el pozo puede convertirse en una pieza de pesca. En circunstancias inapro-piadas, cualquier objeto más pequeño que el diá-metro del tazón del buje principal de la mesa rotativa puede extraviarse en el fondo del pozo (arriba, a la derecha). Herramientas manuales, cadenas y linternas han pasado del piso de perfo-ración al interior del pozo, al igual que lo hicieron trozos de llaves, cuñas y otros elementos, con la posibilidad de convertir un pozo en chatarra. Afortunadamente, la mayor parte de las brigadas de perforación están alertas con respecto a esos daños, que pueden prevenirse si se presta la debida atención a las prácticas de orden y mantenimiento en el piso de perforación.

En el fondo del pozo, la falla mecánica de la sarta de perforación puede convertir una operación de perforación de rutina en una maniobra de pesca. Los modos de falla son diversos. Los tubulares —columna de perforación, tubería de revestimiento o tubería de producción— pueden aplastarse, estallar, partirse o romperse por torsión (abajo).

La barrena puede desprenderse. Una unión de tubería sencillamente puede desenroscarse de la sarta de perforación o bien puede suceder que la tubería se atasque. Cada caso se traduce en un tipo diferente de pieza a recuperar, lo que a su vez determina cómo se llevará a cabo la maniobra de pesca.

> Buje principal o maestro. El buje principal o maestro transmite la potencia desde la mesa rotativa hasta el buje del vástago de perforación para subir y bajar la sarta de perforación. El buje principal se encuentra al ras del piso de perforación (foto) y cualquier elemento que pase a través de su tazón puede convertirse en una pieza de pesca.

Tazón

> Falla de la sarta de perforación. El esfuerzo de torsión (torque) excesivo puede producir la rotura de la sarta de perforación en el fondo del pozo. En esta foto (izquierda), la columna de perforación se ha roto por exceso de torsión por debajo de la unión de la tubería. Incluso los portamechas (lastrabarrenas) de paredes gruesas pueden experimentar desgaste y fatiga (arriba).

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Si bien la falla de la tubería quizás no es común, la prevención de este problema constituye una prioridad absoluta para los perforadores. La tubería se aplasta como resultado del exceso de presión externa, estalla cuando la presión interna es excesiva, se parte cuando es sometida a un exceso de tracción o se rompe por un exceso de torque. La industria ha instituido diversas prácticas para reducir el riesgo de falla de la sarta de perforación, comenzando con la inspec-ción de las herramientas, tuberías y roscas para determinar el grado de desgaste y corrosión antes de ser introducidas en el pozo, seguida por el empleo cuidadoso del equipo de manipulación de tuberías y la prevención del exceso de torque durante el enrosque.

En los pozos de alto ángulo de nuestros días, el desgaste de las tuberías puede acelerarse como resultado de los cambios abruptos de la tra-yectoria del pozo. Las curvas pronunciadas impo-nen esfuerzos flexores alternados sobre la tubería a medida que ésta se abre camino a través de un cambio angular (pata de perro).2 Por otra parte, los pozos de alto ángulo a menudo presentan pro-

blemas de limpieza. Para evitar que los recortes se empaquen alrededor de la sarta de perforación, el perforador puede recurrir a la implementación de altas velocidades de rotación y circulación para limpiar el pozo. No obstante, esas prácticas aumentan la probabilidad de que se formen aguje-ros en las uniones de la barra de perforación pro-piamente dicha, con la consiguiente pérdida de fluido.3 Cuando se producen pérdidas a través de la sarta de perforación antes de limpiar el pozo, el operador debe escoger entre continuar limpiando el pozo o intentar salir de éste. Si opta por conti-nuar con la circulación para limpiar el pozo, corre el riesgo de que se intensifiquen las pérdidas y se debilite la sarta de perforación; si sale del pozo antes de su limpieza, corre el riesgo de que se atasque la tubería.4

Para prevenir el aplastamiento de la tubería, los perforadores la mantienen llena de lodo a fin de compensar la presión hidrostática externa del lodo en el espacio anular. Además, monitorean la cupla de enrosque, los parámetros hidráulicos, la velocidad de rotación, el peso sobre la barrena, y la carga en el gancho para impedir que se excedan los límites de diseño de la sarta de perforación. La falla de los tubulares a menudo produce tiros de tubería irregulares y mellados, con los que deberá lidiar el especialista en operaciones de pesca.

La barrena de perforación es otra pieza de pesca común. Si bien las barrenas están diseñadas para tolerar los rigores del peso, la torsión y la abrasión, los perforadores deben estar atentos al peso sobre la barrena, la velocidad de rotación, la hidráulica de los fluidos de perforación, el control de sólidos, las características de las formaciones y el tiempo en el fondo para prevenir el desgaste excesivo de la barrena y los problemas asociados. Ocasionalmente, una barrena puede agarrotarse y romperse, y pueden quedar conos, cojinetes y dientes en el fondo del pozo (arriba). Aunque pequeños, estos componentes son duros y robus-tos, y habitualmente deben ser recuperados para impedir que dañen las barrenas nuevas u otros equipos bajados subsiguientemente en el pozo.

Las uniones de tubería a veces se desconec-tan, o se desenroscan, de la sarta de perforación. Esto puede suceder si se aplica un torque insufi-ciente cuando se enroscan las uniones entre sí o cuando la sarta de perforación rota en sentido con-trario al de su rotación normal en sentido horario. Sin embargo, las roscas gastadas o dañadas de las tuberías también pueden ser responsables; este problema puede evitarse en parte mediante la manipulación cuidadosa de las uniones de tube-rías durante el enrosque en el piso de perfora-ción y a través del monitoreo de las vibraciones y la velocidad de rotación durante la perforación

para minimizar el esfuerzo ejercido sobre la sarta de perforación.

A veces, la falla se debe a controles de fabrica-ción, como lo descubrió un operador. Luego de fijar una tubería de revestimiento corta (liner), el per-forador corrió la barrena hasta el tope del cemento. Si bien la unidad de mando superior se atascó varias veces durante la perforación de la zapata de la tubería de revestimiento corta, el perfora-dor continuó unos 150 m [490 pies] por debajo de la zapata antes de observar las lecturas erráticas del torque en la consola del piso de perforación. Posteriormente, aproximadamente 5,5 kg [12 lbm] de virutas de acero llevadas a la superficie en el fluido de perforación, fueron recuperados de los filtros de la zaranda vibratoria (temblorina) y de los imanes de ranura (ditch magnets), lo que le permitió al perforador confirmar que existía un problema en el fondo del pozo.5

Cuando el perforador procedió a salir del pozo, el operador solicitó el despacho de varias canas-tas de pesca y una fresa de detritos a la localiza-ción del pozo. (En el momento de su recepción, la fresa de detritos fue rechazada por carecer de los certificados de inspección pertinentes; el opera-dor optó por no exponerse al riesgo de agravar los problemas de fondo de pozo). El perforador bajó en el pozo con una barrena y una canasta de pesca de detritos, y perforó lentamente unos 3 m [10 pies] antes de que las normales lecturas de parámetros confirmaran que el pozo se encon-traba libre de detritos. Cuando se extrajo la canasta del pozo, se recuperaron muchos más kilogramos de recortes metálicos y otros salieron con los imanes de ranura. La investigación poste-rior reveló que las roscas de la conexión de la zapata de la tubería de revestimiento corta no estaban diseñadas para tolerar las mismas cargas de torsión que las de los tubulares. El operador llegó a la conclusión de que la contra-torsión pro-ducida por el bloqueo de la unidad de mando superior probablemente causó el desprendi-miento de la rosca izquierda de la zapata.

Numerosas operaciones de pesca son provo-cadas por el atascamiento de la sarta de perfora-ción (próxima página). A su vez, muchos de estos incidentes son causados por formaciones inesta-bles, en tanto que otros se relacionan con las prácticas de perforación:•Lasarenasdeformaciónolasgravassueltaso

no consolidadas pueden desmoronarse en el interior del pozo y obturar la sarta de perfora-ción a medida que la barrena remueve la roca que sirve como soporte. Los esquistos, las luti-tas laminadas, las fracturas y las fallas también generan rocas sueltas que se desmoronan en el pozo y bloquean la sarta de perforación.

> Componentes de la barrena. Los conos de las barrenas, las boquillas y otros fragmentos de metales suelen ser suficientemente pequeños para recuperarse con un imán o una canasta de pesca de detritos.

2. Un cambio angular o pata de perro es un giro, curva, o cambio de dirección abrupto en un pozo y puede cuantificarse en grados o en grados por unidad de distancia.

3. La presión del fluido de perforación puede erosionar un pozo para producir un derrumbe del mismo y puede erosionar la columna de perforación para producir un agujero y la pérdida de fluido a través de la unión de la barra de perforación. En el idioma inglés, es común utilizar el término washout para describir ambas situaciones.

4. Eck-Olsen J y Foster BM: “Backing Off a Free Drillstring: Planning and Execution on a World-Class ERD Well,” artículo SPE/IADC 104478, presentado en la Conferencia de Perforación de las SPE/IADC, Ámsterdam, 22 al 24 de febrero de 2007.

5. Los imanes de ranura son imanes muy potentes que se colocan en la línea de flujo para recolectar los residuos metálicos presentes en el fluido de perforación a medida que el lodo se hace circular hacia la superficie.

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•Enlasregionesenlasquelosesfuerzostectóni-cos son considerables, las rocas están siendo deformadas como resultado del movimiento de la corteza terrestre. En estas áreas, la roca pre-sente alrededor del pozo puede desmoronarse en el pozo. En ciertos casos, la presión hidros-tática requerida para estabilizar el pozo puede

ser mucho más alta que la presión de iniciación de la fractura de las formaciones expuestas.

•Lasformacionesmóviles—generalmentesali-nas o arcillosas— pueden exhibir un comporta-miento plástico. Cuando son comprimidas por los estratos de sobrecarga, es posible que fluyan e ingresen en un pozo, restringiendo su calibre o deformándolo y atrapando los tubulares.

•Las lutitas sobrepresionadas se caracterizanpor exhibir presiones de formación que exce-den la presión hidrostática normal. En estas for-maciones, la densidad insuficiente del lodo permite que el pozo se vuelva inestable y colapse alrededor de la tubería.

>Mecanismos de atascamiento. El perforador debe evitar o enfrentarse a una diversidad de problemas potenciales para llegar hasta la profundidad total.

Atascamiento porpresión diferencial

Zona geopresionadaZona no consolidada Zona fracturada o fallada

Pozo de menor diámetroEnchavetamiento

Formación reactivaFormación móvil

Tubería de revestimiento aplastada Detritos

Geometría del pozoLimpieza deficiente del pozo

Problemas de cementación

Vibración de la sarta de perforación

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•Las lutitasreactivasy lasarcillasabsorbenelagua del fluido de perforación. Con el tiempo —entre algunas horas y algunos días— es posi-ble que se dilaten en el pozo.

•Lavibracióndelasartadeperforaciónpuedeproducir derrumbes en el pozo. Estos derrum-bes se empacan alrededor de la tubería y pro-ducen su atascamiento. Las vibraciones en el fondo del pozo son controladas con los paráme-tros de monitoreo, tales como el peso sobre la barrena, la velocidad de penetración y la velo-cidad de rotación, que pueden ser ajustadas desde la consola del perforador.

•El atascamiento por presión diferencial plan-tea un problema común en el fondo del pozo, y tiene lugar cuando la sarta de perforación se mantiene contra la pared del pozo como resul-tado de la condición de sobrebalance hidrostá-tico existente entre la presión del pozo y la presión de poro de una formación permeable. Este problema se produce generalmente cuando una sarta de perforación fija o de rotación lenta entra en contacto con una formación permea-ble, y donde existe un revoque de filtración de gran espesor. Los yacimientos agotados son la causa principal del atascamiento por presión diferencial.

•Elenchavetamientoseproducecuandolarota-ción de la columna de perforación genera una canaleta en la pared del pozo. Cuando se mani-pula la sarta de perforación, el arreglo de fondo (BHA) o las uniones de tubería de mayor diá-metro se introducen en el enchavetamiento y se atascan. También puede formarse un encha-vetamiento en la zapata de entubación si se

genera una ranura en la tubería de revesti-miento o la zapata se rompe. Este problema se produce normalmente en los cambios abruptos de inclinación o azimut, durante la extracción de las herramientas y al cabo de períodos soste-nidos de perforación entre los viajes de limpieza. Las herramientas de adquisición de registros con cable y los cables también son susceptibles de enchavetamiento.

•Durantelaperforaciónderocasdurasyabrasivas,pueden desarrollarse pozos de menor diámetro. Cuando la roca desgasta la barrena y el estabi-lizador, la barrena perfora un pozo subcali-brado o de menor diámetro que el especificado. Si subsiguientemente se corre una barrena en calibre, ésta encontrará resistencia en la sec-ción de pozo de menor tamaño. Por otra parte, si la sarta se baja en el pozo demasiado rápido o sin rectificación, la barrena puede atascarse en la sección de menor diámetro. Este problema puede ocurrir cuando se corre una barrena nueva, después de la extracción de núcleos, durante la perforación de formaciones abrasivas o cuando se corre una barrena de PDC después de una barrena de conos giratorios.

•Los bloques de cemento pueden obturar lasarta de perforación cuando el cemento duro existente alrededor de la zapata de entubación se desprende y cae en el nuevo intervalo de agujero descubierto, reperforado desde abajo de la tubería de revestimiento.

•Elcementosincurar,ocementoverde,puedeatrapar una sarta de perforación después de una operación de entubación. Cuando encuen-tra el tope del cemento durante la bajada en el pozo, el BHA puede generar un golpe de presión más alto que el esperado y hacer que el cemento fragüe en forma instantánea a su alrededor.

•Elaplastamientodelatuberíaderevestimientose produce cuando las presiones exceden la espe-cificación de la presión de colapso de la tubería de revestimiento o cuando el desgaste o la corro-sión de la tubería de revestimiento la debilitan. La tubería de revestimiento también puede flexionarse como resultado de la ejecución de bajadas agresivas. Estas condiciones general-mente son descubiertas cuando se baja el BHA en el pozo, que luego termina suspendido den-tro de la tubería de revestimiento.

•Losproblemasde limpiezadelpozo impideneltransporte de sólidos fuera del mismo. Cuando los recortes se depositan en el lado bajo de los pozos desviados, forman capas estratificadas que pue-den empacarse alrededor del BHA. Los recortes y los desmoronamientos también pueden desli-zarse por el espacio anular cuando se desacti-van las bombas, y empacarse alrededor de la

sarta de perforación. Con frecuencia, estos pro-blemas son causados por tasas de flujo anular bajas, propiedades inadecuadas del lodo, agita-ción mecánica insuficiente y un tiempo de cir-culación corto.6

Generalmente, las indicaciones de que puede haber una pieza perdida en el fondo del pozo se observan en el piso de perforación como cambios repentinos en la velocidad de perforación, la pre-sión del lodo, la carga en el gancho o el torque; estos cambios por lo general terminan en un viaje de salida del pozo. El estado del último tramo de tubería que deja la mesa rotativa transmite a la brigada de perforación gran parte de la informa-ción que ésta quizás ya asumió. La observación de un tramo de tubería dentado, combinada con un registro de medidas precisas, le indica al per-forador no sólo que la tubería se ha roto sino tam-bién qué longitud de tubería ha quedado en el pozo. Por el contrario, una barrena dañada sugiere que han quedado en el pozo pequeños residuos metálicos.

Los instrumentos de trabajoEl tipo de pieza a recuperar y las condiciones de fondo de pozo determinan la estrategia de pesca. Se han desarrollado numerosas herramientas y técnicas innovadoras para recuperar del pozo tuberías, componentes del fondo y residuos varios. La mayoría de las herramientas de pesca corres-ponden a una de las cinco categorías siguientes:•Lascanastasdepescarecogenobjetospequeños

o trozos de escombros (debris) que son dema-siado pesados para circularlos fuera del pozo.

•Lasherramientasdefresadotrituranlasuper-ficie superior de un objeto.

•Lasherramientasdecortepartenlatubería.•Lasherramientasdeagarreexternorecuperan

las piezas de pesca mediante el agarre de la superficie de la pieza.

•Lasherramientasdeagarreinternoenganchanla superficie interior de la pieza a recuperar.

La solución de cualquier problema de pesca depende de dónde se encuentra la pieza a recupe-rar, cómo llegó hasta allí, su estado, sus dimensio-nes y su orientación dentro del pozo. La orientación y el tamaño del pozo también son cruciales; estos parámetros pueden limitar el tipo y el diámetro del equipo de recuperación y restringir el espacio dis-ponible para maniobrar dicho equipo por encima de la pieza de pesca. No obstante, un pozo de gran diámetro puede dificultar la localización de la parte superior de la pieza.

Para diseñar un programa de pesca, el opera-dor debe conocer el tamaño y la forma exactos de la pieza a recuperar. La falta de datos dimensio-nales correctos puede hacer fracasar una opera-

> Bloque de impresión. Si existe incertidumbre acerca de qué tipo de objeto debe ser recuperado, el operador puede correr primero un bloque de impresión en el pozo. Este dispositivo utiliza un inserto de plomo blando, que proporciona una superficie sobre la cual se puede obtener una impresión de la parte superior de la pieza de pesca.

Insertode plomo

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ción de pesca. Por este motivo, los representantes de las compañías requieren que cada elemento que ingresa en el pozo sea delineado con preci-sión, sujeto con una cinta de medición para la determinación de su longitud y calibrado para la determinación de su ancho.

Si el perforador no está seguro acerca de qué tipo de detrito debe recuperarse, la brigada de perforación puede bajar al pozo un bloque de impresión para determinar la posición y la forma de la parte superior de la pieza a recuperar (página anterior, abajo a la izquierda). Los bloques de impresión poseen un cuerpo de acero tubular corto cuyo extremo inferior está provisto de un blo-que de material blando; generalmente un inserto de plomo. La herramienta se baja en el extremo inferior de la sarta de pesca hasta que hace con-tacto con la obstrucción. Algunos bloques de impresión poseen un orificio de circulación para el bombeo de fluido de perforación destinado a limpiar la parte superior de la pieza a recuperar antes de que se asiente el bloque. El peso de la sarta de pesca ayuda a presionar el inserto de plomo contra la parte superior de la pieza y se genera una impresión; cuando el bloque se lleva a la superficie, el perforador o el especialista en operaciones de pesca estudia cuidadosamente dicha impresión. Esta información preliminar ayuda al operador a determinar la profundidad

de la pieza de pesca y el tipo de equipo de pesca a desplegar. Los bloques de impresión también pueden ser corridos con línea de acero, lo que resulta mucho más rápido que correrlos con la columna de perforación; sin embargo, este método posee limitaciones de peso y tamaño.

Los trozos pequeños de detritos o escombros, tales como herramientas manuales, conos de barrenas o dados de llaves para tuberías, pueden ser recuperados con una canasta de pesca o con un imán de recuperación de detritos. Las canas-tas de pesca se encuentran disponibles en una diversidad de configuraciones, cada una de las cuales adopta un procedimiento diferente para la recuperación de los elementos perdidos.

Para recuperar trozos pequeños de detritos del fondo de un pozo, los pescadores utilizan a veces una canasta de pesca de tipo extractor de núcleos. Mediante la extracción lenta de un núcleo de la formación, este dispositivo recupera los detritos junto con el núcleo. Esta operación se emplea a menudo en formaciones blandas a semiblandas.

Las canastas de recuperación, utilizadas en las operaciones de pesca y fresado, atrapan los detri-tos que son demasiado pesados para circularlos fuera del pozo. Estas canastas se corren lo más cerca posible de la barrena o de la fresa y a veces se bajan en tándem para incrementar la capacidad de recuperación de detritos. La canasta de recupe-ración se utiliza en el fondo del pozo y emplea el lodo en circulación para transportar los detritos desde el fondo. Dado que el espacio anular es más ancho por encima de la canasta de recuperación, la velocidad anular del lodo se reduce, y en conse-cuencia, los detritos sedimentan y se asientan den-tro de la canasta (arriba a la izquierda).

Una canasta de pesca de chorro produce una fuerza de circulación capaz de levantar del fondo del pozo elementos que ofrecen resistencia, tales como cadenas. Estas canastas utilizan los orifi-cios cercanos a su base para producir una circu-lación inversa que fuerza el material hacia arriba, a través del centro de la canasta. La canasta de pesca de chorro puede ser corrida en agujero des-cubierto o pozo entubado para recuperar detritos pequeños del pozo y resulta efectiva en aplicacio-nes verticales u horizontales (véase “Herramientas especiales para la recuperación de escombros de pozos,” página 4).

Los imanes de recuperación de detritos se uti-lizan para recuperar residuos ferrosos, tales como conos de barrenas, cojinetes, recortes fresados y pasadores que pueden ser difíciles de recuperar utilizando otros métodos (arriba, a la derecha). Estas herramientas poseen una placa polar interna altamente magnetizada dentro de un cuerpo no magnético. Los imanes se corren generalmente

antes de las barrenas de diamante para remover los escombros que podrían dañar las barrenas.

Si los detritos no se recuperan en su totalidad, el operador puede optar por correr una barrena usada y tratar de perforar y lavar más allá de la pieza a recuperar. Si esta estrategia fracasa, los detritos pueden fragmentarse en piezas más pequeñas utilizando una carga de tipo disparo para desechos (junk shot) o una fresa. Una carga de tipo disparo para desechos es una carga pre-moldeada (hueca) diseñada para dirigir su energía hacia abajo para fracturar el objeto en cuestión. Un procedimiento más convencional consiste en triturar el objeto utilizando una fresa cóncava (abajo). La concavidad de la fresa ayuda a cen-

> Canasta de recuperación. La circulación del fluido de perforación levanta los detritos del fondo del pozo. Por debajo de la unión de tubería, la velocidad del lodo disminuye a medida que se incrementa el ancho del espacio anular. Esta reducción de la velocidad del lodo permite que los detritos se asienten en la abertura de la canasta.

Abertura dela canasta

> Imán de recuperación de detritos. Este tipo de imán se utiliza para recuperar trozos pequeños de material ferroso del pozo. Algunos de estos imanes poseen orificios de circulación que permiten extraer los recortes de los detritos por lavado.

Imanes

> Fresa de detritos. Una leve concavidad en la cara de la fresa ayuda a centrar los detritos por debajo de la superficie de corte para triturarlos en trozos más pequeños.

6. Ali A, Blount CG, Hill S, Pokhriyal J, Weng X, Loveland MJ, Mokhtar S, Pedota J, Rødsjø M, Rolovic R y Zhou W: “Sistemas integrados de limpieza de pozos: Mejoramiento de la eficiencia y reducción del riesgo,” Oilfield Review 17, no. 2 (Otoño de 2005): 4–15.

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trar los detritos por debajo de una gruesa superfi-cie de corte de carburo de tungsteno que fragmenta los detritos en trozos más pequeños. Luego, estos detritos fragmentados pueden lavarse o hacerse circular para ser recogidos con las canastas de pesca por encima de la fresa.

Las fresas se encuentran disponibles en una amplia gama de configuraciones para ser utiliza-das en varias aplicaciones (arriba). A menudo se utilizan con el fin de preparar la parte superior de la pieza de pesca para que se adapte a una herramienta de pesca, pero también para triturar collares flotadores, tapones puente y retenedores.

Los detritos producidos mediante la operación de fresado se levantan luego con imanes o canastas de pesca o se circulan fuera del pozo.

Técnicas para piezas de pesca más grandesLa recuperación de piezas grandes, tales como columnas de perforación o collares (cuellos, colla-rines), requiere un enfoque diferente. Muchas de estas operaciones comienzan con la hipótesis de que es probable que cualquier tubería que queda en el pozo se atasque. Sin circulación de lodo alrededor de la pieza de pesca, los recortes pue-den asentarse alrededor de la tubería o la forma-

ción puede obturarse, lo que restringirá el movimiento posterior. Por consiguiente, cuando una sarta de perforación se atasca, se rompe por torsión o se desenrosca, el plan de recuperación en general consiste en liberar la pieza a recuperar.

Cuando se recuperan tuberías, la estrategia básica consiste en bajar al pozo percutores (tije-ras) y un pescador de agarre externo, enganchar la pieza a recuperar, liberar la tubería y luego extraer la pieza. Sin embargo, no existe una ope-ración de pesca típica ni fácil: el extremo supe-rior de la pieza a recuperar se puede dañar, por lo que se requiere una fresa para preparar la pieza, o puede resultar difícil de enganchar, por lo que serán necesarios varios intentos de agarre.7

Además, cada uno de los pasos básicos menciona-dos abarca numerosos procedimientos.

Cuando una sarta de perforación se atasca, el perforador usualmente activa los percutores de fondo de pozo para liberar la tubería a través de la fuerza de percusión.8 En el caso del atasca-miento por presión diferencial, el operador gene-ralmente dispone que se bombee una píldora —una mezcla especial de surfactantes, solventes u otros compuestos— en el fondo del pozo para ayudar a liberar la tubería. El perforador bombea este fluido de emplazamiento en el fondo del pozo para penetrar y romper el revoque de filtra-ción a lo largo de la tubería y reducir la superficie de tubería sometida a atascamiento. Esto ayuda a reducir la fuerza requerida para mover la tubería y liberar la sarta de perforación. La probabilidad de que este enfoque resuelva el problema dismi-nuye rápidamente con el tiempo, de modo que cuando se atasca una sarta de perforación, es esencial emplazar el fluido lo más rápido posible. Mientras el fluido de emplazamiento trabaja, el ope-rador generalmente comienza a planificar la opera-ción de pesca y a movilizar el equipo y el personal.

Si el fluido de emplazamiento no libera la tube-ría, el operador puede optar por cortarla y extraerla del pozo para prevenir el atascamiento más arriba, en dirección hacia la superficie.

7. Adkins CS: “Economics of Fishing,” Journal of Petroleum Technology 45, no. 5 (Mayo de 1993): 402–404.

8. Para obtener mayor información sobre los percutores (tijeras), consulte: Costo B, Cunningham LW, Martin GJ, Mercado J, Mohon B y Xie L: “Cómo salir de un aprieto,” Oilfield Review 24, no. 1 (Septiembre de 2012): 18–27.

9. Para obtener mayor información sobre los métodos de operación de herramientas en el fondo del pozo, consulte: Billingham M, El-Toukhy AM, Hashem MK, Hassaan M, Lorente M, Sheiretov T y Loth M: “Transporte de herramientas en pozo abierto y entubado,” Oilfield Review 23, no. 2 (Diciembre de 2011): 20–35.

> Herramientas de fresado de fondo de pozo. Las fresas se comercializan en una diversidad de tamaños y configuraciones. La fresa puntiaguda (extremo superior) está diseñada para fresar a través de puntos estrechos y limpiar los tubulares aplastados o deformados. Una fresa piloto (centro) puede ser empleada para fresar secciones de detritos de tubulares o preparar la tubería de revestimiento antes de instalarle un parche. Las hojas de fresado más grandes son guiadas por la pequeña fresa piloto central situada en el frente de la herramienta. La fresa longitudinal estrecha y ahusada (extremo inferior) puede ser utilizada para limpiar los tubulares dañados y también se recomienda para la remoción de enchavetamientos en agujeros descubiertos. El ahusamiento de los extremos superior e inferior de esta fresa le permite rectificar en ambas direcciones.

Fresa puntiaguda

Fresa piloto

Fresa longitudinal estrecha y ahusada

Volumen 24, no.4 33

El objetivo es partir la sarta de perforación a la mayor profundidad posible y de este modo recupe-rar la máxima cantidad de tubería. No obstante, el primer paso de este proceso consiste en determi-nar la profundidad superior extrema en la que se encuentra atascada la tubería. De acuerdo con la ley de Hooke, cuando una sarta de perforación es sometida a un esfuerzo de tracción o a torsión den-tro de sus límites elásticos, se deforma linealmente. Dicho comportamiento puede ser utilizado para calcular cuánta tubería libre queda por encima del punto de atascamiento.

Generalmente, el operador requiere un indica-dor de punto libre FPIT para medir con precisión el estiramiento y el torque de la tubería. El dispo-sitivo FPIT se baja con cable a través del centro de la columna de perforación y luego se ancla en su lugar a medida que se aplica una cantidad dada de fuerza en la tubería. Los medidores de defor-mación FPIT detectan los cambios producidos en el torque y la tensión a medida que la sarta de perforación es sometida a rotación o tracción, res-pectivamente. El estiramiento producido por esta fuerza es una función del tramo de tubería libre, la elasticidad del acero y su sección transversal. La herramienta no debería detectar la existencia de fuerza de tracción o rotación cuando se posi-ciona por debajo del punto de atascamiento.

Si se establece la circulación, el dispositivo FPIT puede ser bombeado a través del centro de la columna de perforación; de otro modo, el ope-

rador podría recurrir al uso de tubería flexible o de un tractor operado con cable para bajar la herramienta en el pozo.9 Una vez establecido el punto libre, se utiliza el mismo método de opera-ción para bajar cualquier herramienta necesaria para cortar la tubería. La separación de la sarta de perforación implica su desenrosque en el fondo del pozo o su corte.

El desenrosque de la tubería es la medida menos drástica y deja una conexión roscada de tubería en la parte superior de la pieza a recuperar. Antes de desenroscar la tubería en el fondo del pozo, el perforador debe aplicar un torque hacia la izquierda en la columna de perforación. El tor-que se aplica en el fondo del pozo mediante el movimiento alternativo de la tubería a medida que dicho esfuerzo aumenta. Una cuerda explo-siva, consistente en un cordón detonante, se baja a través de la columna de perforación hasta la pro-fundidad frente a una unión de tubería situada por encima del punto libre. En el momento de la deto-nación en el fondo del pozo, las presiones de explosión agrandan la rosca del extremo hembra de la unión de tubería y el torque hacia la izquierda destornilla la conexión roscada para desconectar la tubería. Este proceso puede repe-tirse para soltar la tubería.

Si no es posible desenroscar la tubería, se puede emplear una diversidad de métodos para cortarla. Un cortador químico es una herramienta operada con cable que utiliza un propulsor y un reactante para practicar una serie de orificios estrecha-mente espaciados en la tubería. Los orificios debilitan la tubería lo suficiente como para que se rompa. Este método no requiere la aplicación de torque en la sarta de perforación y produce pocas rebabas y poca dilatación de la tubería, lo que elimina la necesidad de fresado. Otro disposi-tivo operado con cable, un cortador explosivo, emite un chorro explosivo radial con un ángulo de 360° para cortar la tubería. Algunos cortadores explosivos dejan un corte uniforme, pero otros producen un borde ensanchado que debe ser rec-tificado con una fresa para facilitar las operacio-nes de recuperación subsiguientes. Un tercer método utiliza cortadores mecánicos, que se bajan hasta la profundidad deseada con el tubo de lavado. La presión hidráulica presiona los bra-zos del cortador contra el interior de la tubería. Las superficies de corte se encuentran revestidas con carburo de tungsteno molido para partir la tubería a medida que la herramienta rota lenta-mente en su interior.

Luego de separar la tubería libre por encima del punto de atascamiento, el perforador procede a salir del pozo. El especialista en operaciones de pesca estará en el piso de perforación para exa-

minar el último tramo de tubería cuando se lleve a la superficie. El estado en que se encuentre ese tramo determinará el curso de la operación de pesca subsiguiente.

El agarreLos dos métodos más comunes empleados para recuperar una pieza son el método de agarre externo y el de agarre interno. Las dimensiones de la pieza a recuperar y su orientación respecto del pozo determinan el enfoque a utilizar.

El agarre externo es proporcionado por una conexión hembra ahusada o un pescador de aga-rre exterior. La conexión hembra ahusada utiliza una rosca cónica para enroscarse en la parte supe-rior de la pieza de pesca (arriba, a la izquierda). Utilizada por lo general para enganchar tuberías partidas irregulares, esta herramienta se hace rotar lentamente a medida que se baja sobre la pieza a recuperar. Su reborde inferior a menudo está revestido con un metal duro o con carburo de tungsteno molido para ayudar a labrar una rosca en la superficie del diámetro externo de la pieza de pesca.

El pescador de agarre exterior está diseñado para enganchar, empaquetar y recuperar colum-nas de perforación o collares partidos (arriba, a la derecha). Dentro del pescador de agarre exte-rior, un tazón helicoidal ahusado aloja una mordaza

> Conexión hembra ahusada. Este dispositivo está diseñado para enganchar exteriormente y recuperar los tubulares que no pueden ser rotados, y utiliza una rosca dividida ahusada con las dimensiones adecuadas para fijarse sobre la parte superior de la pieza a recuperar.

> Pescador de agarre exterior. El pescador de agarre exterior está dividido en tres segmentos. El cabezal superior conecta el pescador de agarre exterior con la herramienta de servicio. El tazón posee un diseño helicoidal ahusado para alojar una mordaza que sostiene la pieza de pesca en su lugar. La guía ayuda a posicionar el pescador de agarre exterior sobre la pieza de pesca.

Cabezal superior

Tazón (cuerpo dela herramienta)Mordaza

Guía

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utilizada para sujetar la parte externa de la pieza a recuperar. A medida que el pescador de agarre exterior se baja hacia la parte superior de la pieza de pesca, el perforador hace circular lodo a la vez que aplica un movimiento alternativo en la sarta de pesca para limpiar la parte superior de la pieza y lavar rápidamente el interior del pesca-dor de agarre exterior.

Antes de enganchar la pieza a recuperar, el perforador registra el peso de la sarta de pesca y el torque. Luego de limpiar la parte superior de la pieza de pesca, baja lentamente el pescador de aga-rre exterior hasta que una reducción leve del peso indica que éste se ha asentado en la parte supe-rior de la pieza a recuperar. La guía del pescador de agarre exterior se desliza sobre la parte superior de la pieza a medida que el perforador baja y hace rotar lentamente el dispositivo pescador. Mediante un giro hacia la derecha, la mordaza se abre para enganchar la pesca. Una sacudida hacia arriba, sin rotación, hace que la mordaza se retraiga dentro del tazón ahusado, contrayén-

dose alrededor de la pieza a recuperar. Con la parte superior de la pieza de pesca sujeta con firmeza dentro del dispositivo pescador, el perfo-rador extrae del pozo la sarta y la pieza de pesca.

Los pescadores de agarre exterior pueden equiparse con una diversidad de mordazas, empa-cadores y accesorios de control, algunos de los cuales son suficientemente resistentes como para

> Guía del gancho de pared. Si el tamaño del pozo es mucho más grande que el diámetro de la pieza de pesca, el pescador de agarre exterior puede pasar al lado de la pieza a recuperar en lugar de engancharla. Esta situación obliga al especialista en operaciones de pesca a instalar una guía de gancho de pared para asegurar la alineación de la pieza de pesca con el pescador de agarre exterior.

> Sarta de pesca. Una sarta de pesca básica, con un percutor y un pescador de agarre exterior, fue utilizada en un pozo de Nuevo México para recuperar una pieza después que se desprendiera por torsión del resto de la sarta de perforación.

Columna de perforación

Portamechas (lastrabarrenas)

Percutor (tijera)

Pescador de agarre exterior

Portamechas(lastrabarrenas)

Tijera golpeadoraascendente ydescendente

Rotura por torsión

Barrena

Volumen 24, no.4 35

facilitar las operaciones de desenrosque y golpeteo. Un accesorio común es una guía de fresa insta-lada en la base del pescador de agarre exterior para pulir los bordes ensanchados o mellados de la pieza a recuperar y permitir el pasaje hacia el interior de la mordaza. El accesorio de la fresa posibilita la preparación y el enganche de la pieza de pesca en un solo viaje. Los pescadores desplie-gan otro dispositivo básico pero útil cuando el pozo se ensancha o se desmorona cerca de la parte superior de la pieza de pesca. La guía del gancho de pared se fija en una unión de tubería acodada o en una unión articulada hidráulica para despejar una sección ensanchada o desmo-ronada del pozo (página anterior, a la izquierda). Una vez que el pescador de agarre exterior pasa la parte superior de la pieza de pesca, se hace rotar lentamente la sarta hasta que el torque indica que

se ha enganchado la pieza a recuperar. El torque se mantiene mientras se eleva la sarta. Cuando el torque se reduce, la pieza de pesca se desliza hasta su posición para ser enganchada con el pescador de agarre exterior.

Si bien el pescador de agarre exterior básico ha cambiado muy poco en las últimas décadas, continúa siendo utilizado con buenos resultados. Un operador de un pozo de Nuevo México, EUA, tuvo que enfrentar la falla de una tubería de fondo de pozo. Durante la perforación de un agu-jero de 77/8 pulgadas, una unión del portamechas de 61/8 pulgadas se rompió como consecuencia de la torsión excesiva y dejó un portamechas partido y el BHA en el pozo. Durante el viaje de salida del pozo, el operador recurrió a los servicios de pesca de Schlumberger para recuperar la sarta de perfora-ción remanente. El especialista en operaciones de

pesca armó una sarta de pesca consistente en la columna de perforación, los portamechas, un per-cutor, una tijera golpeadora ascendente y descen-dente, y un pescador de agarre exterior (página anterior, a la derecha). El perforador bajó la sarta de pesca en el pozo y logró llegar hasta la parte superior de la pieza de pesca. Cuando el pescador de agarre exterior enganchó el portamechas roto, el especialista en operaciones de pesca observó un incremento del peso a medida que el perforador tiraba lentamente de la sarta de pesca. Una vez que el especialista estuvo seguro de que el pesca-dor de agarre exterior había enganchado la pieza a recuperar, el perforador extrajo las herramientas del pozo y apoyó la pieza de pesca en la plataforma para tuberías para su examen. Allí, el operador atribuyó el problema a la fatiga de la tubería.

Si la orientación o el estado de la pieza de pesca no permite el uso de un pescador de agarre exte-rior, el especialista deberá recurrir a un dispositivo de enganche interno para enganchar la pieza. Entre las variantes de los dispositivos de agarre interno se encuentran las terrajas de pesca, las terrajas cónicas (machos cónicos) y los arpones o cangrejos de pesca (izquierda).

La terraja de pesca se utiliza con piezas de pesca que se han desenroscado de la sarta de tuberías. Como consecuencia de esta situa-ción, una unión hembra de la tubería queda mirando hacia arriba de modo que puede ser enganchada por la terraja.

Un macho cónico es un dispositivo de agarre interno de los tubulares que poseen un diámetro interno restringido. La terraja cónica tiene un perfil largo y ahusado, y se utiliza para labrar ros-cas nuevas mientras se atornilla en la parte supe-rior de la pieza de pesca. Se corre en el pozo hasta la parte superior de la pieza de pesca y luego se hace rotar para labrar o enganchar las roscas. Se emplea generalmente en conjunto con una unión de seguridad, que permite desenganchar la herramienta de servicio de la pieza a recuperar en caso de que la primera se atasque.

Un arpón utiliza una mordaza o cuña interna que se expande para sujetarse contra la pared interna de la tubería a medida que el perforador extrae las herramientas del pozo. El arpón se enrosca en un extremo de la herramienta de servi-cio y luego se baja a través de la parte superior de la pieza de pesca. Cuando el especialista en opera-ciones de pesca determina que el arpón está posi-cionado a suficiente profundidad dentro de la pieza de pesca, se hace rotar la herramienta de servicio para enganchar la mordaza. Una sacudida directa, sin rotación adicional, calza la mordaza

> Dispositivos de agarre interno. Las terrajas de pesca (izquierda) se utilizan para ser enroscadas en una unión hembra de tubería cuando se recupera una pieza de pesca tubular que no puede rotar. Las terrajas cónicas de una sola pieza (centro) se fabrican con una forma de rosca fina que permite que la terraja funcione como herramienta de enrosque. Las acanaladuras de su roscado le proporcionan un borde cortante que ayuda a ingresar en la pieza de pesca. El arpón de pesca (derecha) permite el enganche en una amplia superficie de la tubería para minimizar la distorsión de la pieza a recuperar.

Mordaza

Terraja de pesca

Arpón o cangrejode pesca

Terraja cónica(macho cónico)

Nariz del arpón

36 Oilfield Review

contra la tubería a medida que el perforador recu-pera la herramienta de servicio y la pieza de pesca. Algunos arpones se encuentran disponibles con accesorios tales como fresas, adosadas en su base, para pulir los bordes mellados u otras obstrucciones.

A veces, puede ser necesario correr otra herramienta básica desplegada en el interior de los tubulares para abrir el camino para las manio-bras de pesca posteriores. La herramienta desa-bolladora de la tubería de revestimiento se utiliza para restituir la tubería de revestimiento mellada, torcida o aplastada prácticamente a su forma y diámetro originales (abajo). La herramienta de- sabolladora utiliza la fuerza mecánica suminis-trada por los equipos de impacto de fondo de pozo, tales como las tijeras golpeadoras ascenden-tes o descendentes o los percutores de perfora-ción, para eliminar las obstrucciones de la tubería de revestimiento. Los tamaños incrementales

posibilitan la acción de desabollado para reparar varios grados de aplastamiento de la tubería de revestimiento. Esta herramienta se corre con frecuencia antes de desplegar el equipamiento (aparejo) de producción para tener la seguridad de que las herramientas pasarán sin problemas a través de la tubería de revestimiento.

Consideraciones económicasLa decisión de proceder a la pesca —o no— debe contemplarse en función de la necesidad de pre-servar el pozo, recuperar equipos costosos o cum-plir con las normativas. A su vez, cada elección está cargada de costos, riesgos y repercusiones. Antes de comprometerse con un curso de acción específico, el operador debe considerar numero-sos factores: •Parámetros del pozo: profundidad total pro-

puesta, profundidad actual, profundidad hasta la parte superior de la pieza de pesca y costos de operación diarios del equipo de perforación

•Costodelmaterialperdidoenelpozo:elvalorde la pieza de pesca menos el costo de cual-quier componente cubierto por el seguro de las herramientas

•Costosdelasmaniobrasdepesca:aranceldia-rio de los servicios de expertos en operaciones de pesca y costos diarios de alquiler de las herramientas de pesca y los percutores

•Cronogramadelasmaniobrasdepesca:tiemporequerido para la movilización de las herra-mientas y el personal de pesca, duración esti-mada de la operación de pesca y la probabilidad de éxito.

El costo generalmente determina la duración máxima de la operación de pesca. Por ejemplo, un pozo somero con poca inversión de tiempo de equipo de perforación y equipamiento probable-mente garantizará un costo mínimo en cuanto al tiempo de pesca. Por el contrario, cuando el equipo perdido representa una inversión de capital importante, se justifica más tiempo y más gastos. Algunos operadores exigen que cuando los costos

de la operación de pesca alcanzan aproximada-mente la mitad del costo de desviación y reperfo-ración del pozo, se deben abandonar las operaciones de pesca para proceder a la desvia-ción de la trayectoria del pozo.10

Se han desarrollado varias fórmulas y progra-mas patentados para ayudar a los operadores a determinar cuánto tiempo debe pasarse intentando recuperar una pieza (próxima página). La expe-riencia ha demostrado que la probabilidad de éxito de la recuperación disminuye rápidamente con el tiempo. Esta conclusión tiende a constituir un incentivo para dar comienzo a las operaciones de pesca lo antes posible, con la seguridad de que más allá de un cierto punto, las probabilidades de recuperar la pieza de pesca serán nulas. Por ejem-plo, a la hora de recuperar tuberías atascadas, muchos operadores establecen el límite en cua-tro días, lo que incluye el tiempo requerido para preparar la tubería o colocar píldoras.

Si la decisión es abandonar la pieza de pesca, el operador debe decidir si tapará y abandonará el pozo, si lo terminará por encima de la pieza o si desviará su trayectoria alrededor de ésta. En caso de tapar y abandonar el pozo, los geocientíficos de la compañía operadora quizás extraigan valor de los datos obtenidos en el pozo, lo que puede incidir en las decisiones subsiguientes acerca de perforar o no un pozo vecino.

Algunos pozos encuentran horizontes produc-tivos en su trayecto hacia zonas productivas más profundas. Si las reservas alojadas en los horizon-tes más someros son suficientes para justificar la terminación, el operador puede decidir renun-ciar a la búsqueda de zonas productivas más pro-fundas cuando se enfrenta con una operación de pesca; en cambio, la compañía puede abandonar el pozo profundo y colocar la tubería en la zona productiva más somera. En esta opción incidirán el costo de reposición del equipamiento que ha quedado en el pozo, la probabilidad de su recupe-ración, el costo de la terminación somera y el volumen de reservas de la zona somera.

> Desabollador para tubería de revestimiento. La forma cónica del desabollador permite a los operadores restituir la tubería de revestimiento deformada prácticamente a su tamaño y forma originales.

Volumen 24, no.4 37

Otra opción es desviar la trayectoria del pozo. Además de dar cuenta del costo del equipamiento que ha quedado en el pozo, el operador debe con-templar los siguientes puntos: •elcostoyeltiemporequeridosparadespachar

una cuña de desviación, un motor de perfora-ción u otros instrumentos utilizados para des-viar la trayectoria del pozo

•elcostodecolocartaponesdecementohastaelpunto de comienzo de la desviación, el tiempo de fragüe y las maniobras de preparación para la desviación

•elcostodeperforardesdeelpuntodecomienzode la desviación hasta la profundidad total

•la probabilidad de atascamiento en el mismointervalo nuevamente.

En ciertas áreas, puede sucederle al operador que la operación de pesca sea más costosa que la de desviación de la trayectoria del pozo o que esta última arroje un resultado más confiable. Para las operaciones en agujero descubierto, la colocación de un tapón de cemento y de una cuña

> Ecuación básica para la operación de pesca. Esta fórmula se utiliza para determinar el número óptimo de días de pesca en base a consideraciones económicas.

= número de días asignados a la operación de pesca

= valor de la pieza de pesca

= costo estimado de desviación de la trayectoria del pozo

= alquiler diario de la herramienta de pesca y costos de personal

= costo de operación diario del equipo de perforación

Df

Vf

Cs

Cf

Cd

donde:

,Df = (Vf + Cs) / (Cf + Cd)

de desviación es quizás una alternativa atractiva con respecto a varios días de tiempo no productivo. Sin embargo, esta opción no es popular en todas las regiones y es probable que la demanda de ser-vicios de pesca experimente un resurgimiento en ciertas áreas.

Entrenamiento para el futuroLos conocimientos técnicos especiales asociados con las operaciones de pesca son difíciles de adqui-rir y se obtienen fundamentalmente mediante la exposición práctica a una diversidad de situacio-nes operacionales en pozos difíciles. En la actua-lidad, a raíz del “gran cambio de la brigada petrolera,” numerosos profesionales experimen-tados en operaciones de pesca se van retirando. Esto confiere nuevo ímpetu al imperativo de entrenar más especialistas en estas maniobras. En respuesta, Schlumberger ha instituido un pro-grama de entrenamiento para el personal de opera-ciones de pesca. El plan de estudios está diseñado para desarrollar las habilidades de pesca de los alumnos y agudizar sus conocimientos técnicos, y se complementa con una serie de operaciones reales de campo destinadas a fortalecer el nivel de competencia.

El programa estipula una exposición progre-siva a una amplia gama de herramientas y técni-cas de pesca. Con el prerrequisito de que todos los participantes del curso deben conocer las herramientas utilizadas en su ámbito de opera-ciones, el curso de primer nivel ofrece a los espe-cialistas de campo e ingenieros de campo un proceso de capacitación práctica que se concen-tra en el montaje y el desmontaje en fábrica, y se complementa con la instrucción presencial y el entrenamiento en la localización del pozo.

Luego, los participantes son asignados a una serie de operaciones de pesca, desviación de pozos y abandono de pozos, en el campo, antes de acceder al paso siguiente dentro de su proceso de formación. Estas operaciones son llevadas a cabo por personal experimentado con la ayuda del participante.

El segundo nivel del entrenamiento profun-diza las técnicas de pesca y es complementado con casos de estudio. Los participantes realizan ejercicios de planificación de tareas sobre la base de operaciones de pesca reales. Además, diseñan un BHA completo para la operación y presentan sus planes a la clase para su evaluación y la ejecu-ción de sesiones de tormentas de ideas. Después de esta clase, los participantes continúan con su entrenamiento en el campo y ejecutan numero-sas operaciones sin asistencia antes de pasar al nivel siguiente.

El último nivel del entrenamiento se centra en el aspecto gerencial de las operaciones de pesca y remediación a fin de entrenar al personal para roles de supervisión. Este tipo de entrenamiento es vital para el futuro del campo petrolero porque siempre que los equipos de fondo o los pozos fallen, habrá una importante demanda de servi-cios de expertos en operaciones de pesca. —MV

10. Muqeem MA, Weekse AE y Al-Hajji AA: “Stuck Pipe Best Practices—A Challenging Approach to Reducing Stuck Pipe Costs,” artículo SPE 160845, presentado en el Simposio Técnico de la Sección de Arabia Saudita de la SPE, en Al-Khobar, Arabia Saudita, 8 al 11 de abril de 2012.