Limites Entre La Neurologia y Psiquiatria
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AVALADO POR
PRESlDENTt HONORARIO
Dr Ramón de la Fuente PRESlDfNTt
Dr. Enrique Gonzólez Ruelas VIClPRESlDENTE
Dr. Luis G. Ruiz SoanAllo GENE"'" Dr. Enrique Camorena R. TESORERO
Dr. Ricardo Colín P. VICEPRESIDENTE NotTE
Dr Jesús Lomelí VICEPRESIDENTE Cumlo Dr Javier Aguayo L. VIOPRlSlDENTE SUR Dr. Camerino VÓZQuez SECIIET~AS:
ASUHIOS INIBINOS Dr. José Díaz M. ASUNTOS FINANCIEROS
Dr. Eduardo N,jñez B. OoGANz.oclÓN Dr. Jaime Casares Q. Aeo .. "",,". ACADlIoICAS Dr. Marco A. López B. Dr. Fernando Corona Acn..,[W)(s OonfACAS Dr. Gerardo Heinze Dr. Enrique Chóvez Aswrnos IN1DlINSmucK>NAlES
Dr. Jesús del Bosque Dr. Héctor Pinedo AsuNtos I.........,IONAUS Dr. Humberto Nicolini S. Dr. Francisco Lorenzo Pl<MClOS E ... CAUS
Dr. Rafael Salín ASUHIOS G .... AU.
Dr.Juan C. Rueda Dr. Jesús Alba N. Asl.Mos ESTAfALES
Dr. José Estrada F. Dr. Jaime Orozco Dr. Enrique Avilés DIfUSIÓN
Dr. Eduardo Nevares Dr. Bruno Montesano RElACIONE. PUouc.u Dr. Juan A. Domínguez Dr. Alejandro Córdova COHrIIOl DE GESllÓN Dr. Héctor Rodríguez J. Dr. José C. Pérez Feijoo J, .. DE PIENSA Dra. Rebeka Jones EDDOII REYISlA "-"-'lIlA Dr. Héctor Ortega S.
UNA EDre",", DE
INTERSOSTEMAS, S.A. DE C.V.
EDUCACIÓN MEDICA CONTINUA
PACO PSIQUIATRíA-1 Primero Edición 1998
Copyright © 1998 Inter~stemos. S.A. de C. V. Todos los derechos reservodos. Este libro estó protegido por los derechos de outor. Ninguno porte de esta publicoción puede ser reproducido. olmocenodO en algún ~stemo de recuperación. o transmitida de ninguna forma o por ningún medio. electrónico o mecónico. incluyendo fotacopio. ~n outorización previo del editor. PACo Es una morco registrodo de Inter~stemos S.A.de C.v.
ISBN 968-6116-65-6 Edición completo ISBN 968-611 b-96-6 Porte B Ubro 6 Impreso en México
El contenido del programo PACo PSIQUIATRIA-l es responsobilidod excl~vo de lOs autores. El editor no se responsobilizo de ninguno de lOs conceptos. recomendaciones. do~s. etc. vertidos por los outores. y su aplicación Quedo a criterio de los lectores.
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PSIQUIATRIA-1 LíMITES ENTRE LA NEUROLOGíA
y PSIQUIATRíA
8-6 AUTOR
DR. RICARDO A. RANGEL GUERRA
COAUTORES
DR. HÉCTOR R. MARTíNEZ RODRíGUEZ
DR. ADRIÁN VALLE
• CIENCIA PARA EL
BIENESTAR DE LA HUMANIDAD
CONTENIDO
AurOEVALUAClÓtl (111etAl .......... , ................................... " •. ,................ . 4
hnROOUCCION 6
EStADO CO!IFUSlOIlAl AGUDO ...........................................•................. 7
SillOROMES DEPRESIVOS ASOCIAOOS CON
DI FE RE tITES ENFER MEDADES NEUROLOOCAS ... . , ..... ..... ..•........... , •... ,........ 14
SmDRDME NEUAOLEPTlCO MAUGtlO y SlUOAOt.\E SEROTOtmllCO .....••.........• 20
NEUR OLOCiA DE LA VIOlEllelA .............. ...... .... .. ..... .. ......... .... ....... ........ 26
P SICOPA1OLOGIA DE LOS smOROMES DEL lOBULO FRONTAL ...................... 32
F¡SROMlALCIA 39
ASPECTOS NEUROlOCiICOS V PSIOUIA lRICOS
DEL cor.~PLEJO DEMEnCIA-SIDA .................................................... ...... 51
Bl8l1OG RAflA 63
AUTOEVALUACIÓH FINAL ... ...... ........................ .... ................... .............. 68
R ESPUESTAS DE LA AUTOEVALUACIÓIlIIUClAL y ANAL ..................... .......... 69
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PARTE B LIBRO 6
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AUTO EVALUACiÓN INICIAL
La sepamción entre la Neurología y la Psiquiatría: a) Es siempre fácil de establecer. b) No hay padecimientos en la clínica diaria que envuelvan ambas disciplinas. e) Es muy raro que los tratamientos psiquiátricos produzcan manifestaciones
ncurológicas. d ) No existen efectos neuro l óg~cos del uso de medicamentos o tratamientos
antidepresivos en psiquiatría. e) Mas de 50% de los pacientes que requieren hospitalización por problemas
psiquiátricos sufren de problemas de naturaleza orgánica o estructural del SNC.
., El neurotransmisor más involucrado en la fi siopatología del síndrome ncurolép-ti co maligno es:
a) Serotonina. b) AcetiJcolin;'L e) Oopamina. d) Noradrenalina. e) Acido gammaaminobutírico.
3 Las abajo anotadas son causas del síndrome del lóbulo frontal , excepto: a) Hidrocefalia de presión normal. b) Meningiona del bulbo olfatorio. c) Glioma pontino. d) Hematoma subdural bilateral anterior. e) Atrofia frontal postraumática.
4 El tipo más frecuente de depresión en la prácrica clínica diaria es: a) Depresión psicótica. b) Depresión como pane de la enfermedad bipolar. e) Trastorno depresivo mayor. d) Depresión con enfermedad de Alzheimer. e) Depresión agitada del anciano.
5 Los abajo anotados son efectos colaterales llcurológico..;: JI.! Irot:lmicntOli p~iqu l.i .
tricos. ex.cepto: a) Disquinesia tardía. b) Acatisia. e) Síndrome serotonínico. d) Dolor ncu.rop:itico central e) Síndrome nCll rolt:ptlt'll maligno.
6 Los siguientes enunciados son ve rdaderos en relación al diagnóstico de fibromialgia (FM ), excepto:
a) Afecta aproximadamentc a 15% de la población general. b} Se calcula que aprox imadamente 10 millones de personas en E.U.A.
padecen esta cond ición. e) De 85 a 90% de los pacientes son mujeres. d) El dato clínico mas importante de 1<1 FM es un do lor musculoc~qucléli
ca c rónico difuso. e) La FM frecuentemente presenta alterac ión de l patrón de sueño.
7 En el trastorno explosivo interminente el diagnóstico diferencial debe cstahlc-ccrse con todas las entidades clínicas abajo anotadas. excepto:
a) Epilepsia del lóbulo temporal. b) Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurétici.l . el Personalidad antisocial psicopática. d) Personalidad sobrecontroladora. e) Agresión compulsiva.
8 El síntoma cardinal en el síndrome confusional agudo es: a) Alteración de la conciencia. b) Crisis convulsiva'\. e) Dismnesia para hechos recientes. d) Alucinac iones visuales organizadas. e) Cefalea paroxística e incapacitan te.
9 La neoplasia del SNC más frecuente en pacientes con SIDA es: ai Glioblastoma multiforme. b) Meningiona. e) Linfoma primario. d) Ganglioglioma. e) Disgerminoma.
IOTodos los medicamentos abajo anotados son útiles en el tratamiento de la fibromialgia, excepto:
a) Amitriptilina. b) Tramado/. e) Cariseprodo/. d) ParacetamoL e) Metisergide.
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PARTE B LIBRO 6
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INTRODUCCiÓN
liT a necesidad de escribir un ~ libro de la serie PAC Psiquiatría (Programa de Actualización Continua en Psiquiatría) nació del hecho de haber estado atendiendo a diferentes pacientes con trastornos nel.U"opsiquiátricos que ameritaban la intervención conjunta o independiente del neurólogo y del psiquiatra. Las relaciones entre los campos de la Neurología y la Psiquiatría han sido controversiales durante mucho tiempo, pero a la vez, se han conjuntado en ocasiones los esfuerzos de ambas especialidades para obtener un fin común en el manejo de los pacientes con estas alteraciones. Por muchos años, el psiquiatra enfocó su interés casi exclusivamente en los efectos qú&las presiones ambientales y los antecedentes psíquicos realizaban en la vida mental del paciente. Las teorías de Freud y de Fromm influyeron enormemente en la forma como el Psiquiatra manejaba los problemas inherentes de esta especialidad en sus diferentes manifestaciones clínicas. Al mismo tiempo, el neurólogo dirigía sus interés hacia las neurociencias con un énfasis particular en los problemas estructurales del encéfalo y del sistema nervioso periférico incluyendo las alteraciones metabólicas, traumáticas, vasculares, infecciosas, degenerativas, desmielinizantes, inflamatorias, parasitarias, etc. y poco interés se ponía en los transtornos neuroconductuales, los cuales últimamente han llegado a adquirir una importancia tan grande que existen ya subespecialidades en Neurología dedicadas a las alte-
raciones de la conducta. Y es en esta situación en la que ambas especialidades se intrincan y se mezclan, en donde es importante aclarar algunos puntos básicos que es uno de los objetivos de este pequeño libro. Se considera que al menos 10% de todos los pacientes de la práctica psiquiátrica general tienen problemas mentales fundamentados en bases orgánicas y estructurales y que muy por arriba de 50% de los pacientes que requieren hospitalización por problemas psiquiátricos sufren de problemas de naturaleza orgánica o estructural. En esta forma se puede comprender como hay un gran número de enfermos cuyas patologías se pueden establecer en la llamada "tierra de nadie" comprendida entre la Psiquiatría y la Neurología. Es evidente también por otra parte, que el establecer los linderos y la demarcación entre la Neurología y la Psiquiatría en el mismo paciente es en ocasiones muy difícil.
A finales del siglo XX hemos sido testigos del incremento que han tenido las ciencias neuroconductuales, no solamente en relación a la frecuencia de estos padecimientos sino también a la importancia que tiene el saber reconocerlos para poder manejarlos apropiadamente. La investigación clínica en las ciencias de la conducta y los programas de enseñanza en ellos han proliferado enormemente en las postrimerías de este milenio. La antiguamente llamada subespecialidad en Neuropsiquiatría ahora se conoce más bien como
Neurología de la Conducta . Entre los objetivos de este vo
lumen, está el de presentar a la comunidad médica y sobre todo a los médicos neurólogos y a los médi cos ps iquiatras , a los internistas y a los médicos generales y famil iares, el espectrum de diferentes relaciones recíprocas entre la Neurologia y la Psiqui a trí a. la importancia de defin ir sus linderos, el abordaje diagnóstico de estas patologías y sobre todo los avances mas recientes en la utilización de estudios de neuroimagen y estudios neuropsico lógicos para poder complementar las eva luaciones clínicas de estos pacientes. Todo esto también con e l propósito de establecer criterios y estrategias de manejo terapéutico que permitan controlar y corregir los problemas neuroconduduales .
Se han escogido temas muy di versos pero ron connotaciones para ambas especialidades tales como:
Síndrome confusional agudo. Síndromes depresivos asociados con diferentes en ferm edades neu rológicas. Síndrome neuroléptico maligno y síndrome serotoninico. Neurol(lgía de la violencia . Psicopatologia de los síndromes del lóbulo frontaL Es evidente que estos temas
no completan toda la sintom atología y la fenomenología neurológica y psiq uiátrica, pe ro es un intento para apunta r la importancia que tiene el conocer las relaciones intrínsecas entre estas dos neurociencias.
Esperamos que la información vertida en este volumen alcance los propósitos mencionados. O
ESTADO CONFUSIONAL AGUDO
l!l ' ~ l.:J l<nlpuht"". o '" \.{.J' . significa est e sindrome pre
!i\!n¡ I.nl" h el siguiente resumen dlnicu
Un ejecutivo diestro de una 10\ 1--1''' l lmU, \: ' '* pl.:¡ ... . 1 !ocal de 56 "JllIL'i d ~ '~dad fue hospitalizado pAnl lna cirugía por disco cer".eral (OI1CI •• \.IU" ue \.o I.~ .. ~ ul DebidtJ .UoCus mulllplc..'i' OCU IHH!lQIj~
> a Sil cnndlclt1n de. ()l'lsi~«lt1d r~ InCl(ltlUda n lo c: iru ~fll. cl pa('lent hnl.ml C:UlCCI:·\I!o :'\1 admisión DI ho!<= plt:ll ,"u du!! 'lclI:;iu,,\.-;-, ¡"', 0.:
\' laS". El p:'lCIC:J1tC t..' r/\ tlO I u l l1 fHlor
dl' bebIda 11!e(lhóhcno.: per'l n n:tl
gr.¡dttdt· inlcrf~nr cn al ~\l nfl f(ll"-
n a con su capacidad de trabajo. La cirugía fue exitosa y sin problemas ni co mplicaciones in mediatas. El paciente se sintió mucho mejor del dolor radicular cervical qu e le aquejaba y tUYO un a evolución satisfactoria hast a la t e rce ra noch e post operatoria . Durante esa noche, el enfermo estuvo bastante inquieto y tUYO dificultades para dormir. Al s iguiente día estaba visiblemente fatigado pero si n otras a lte raciones específicas. La noche siguiente, su inquietud psicomotriz llegó a ser más pronunciada y se transformó en
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PARTE B LIBRO 6
El eslado contusional agudD habitualmente liene un origen en problemas médicos y no quinirgicos yes debido a dis funcion metabólica. reacciones adversas de diferentes drogas, /f<lumatismo craneoencefáJ;· co. suspensión de drogas y de alcohol o como en el caso am'ba mencionado a una combinación de estos factores.
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una persona miedosa y ansiosa . En el curso de la noche, el tuvo a lucinaciones visuales organizarlas cons istR.ntes en que vio personas que se escondran en s u cuarto y un poco antes del amanecer, informó a la enfe rmera que vio algunos insectos, que se desplazaban sobre su cama. Al pasar visita a la siguiente manana, el paciente estaba muy ansioso, temeroso, y al mismo tiemllo estaba letárgico con alto índice de distractibilidad , y bastante incoherente cuando trató de explicar los eventos de la noche previa. Sabía quien era y donde estaba pero no sabia la fecha en que ha bía tenido s u cirugía. Durante este día su estado mental tuvo fluctuaciones, pero para la noche siguiente el paciente estaba desorientado en las tres esferas y agitado. En este momento se solicitó una consulta psiquiátrica.
El diagnóstico del consultante fue un estado confusional agudo postoperatorio. La causa fue probablemente una combinación de factores: la suspensión del a lcohol, el miedo a la cirugía, el uso de analgésicos fuertes, el estrés de la operación quirurgica , el dolor, y las noches de sueño irregular en un cuarto no familiar. El tratamiento consistió en reducir la medicación para el dolor, iluminació n parcial de l cuarto por la noche y presencia de un mi embro de su familia todo el tiempo. Estos cambios sencillos aunados a la administración de cloropromacina 50 mg tres veces al día y 500 mg de hidrato de cloral en las noches r evirtió su estado confusional en ~I cur:-n lle IO-O¡ F, 1~1 1 Cn~c.l;,d(l~ días y rue t~pm~ de ~'r dado d ~ ól l:1 del hOl:olu taJ., ro¡;: re.:,¡nr n !fU C8 F8
y a su tr..1\}oiv én evidl'lIcira de
a lteraciones de la conducta; durante las siguientes semanas no hubo recurrencia de estos problemas.
El caso presentado es un caso típico de estado confusional agudo. Esta condición se encuentra frecuentemente en la práctica rutinaria de la medicina y de la cirugía y debe ser reconocida ampliamen te por cualquier médico.
El estado confus ional agudo habitualmente tiene un origen en problemas médicos y no quirurgicos y es debido a disfunción metabólica, reacciones adversas de diferentes drogas, traumatismo craneoencefálico, suspensión de drogas y de alcoholo como en el caso arriba mencionado a una combinación de estos factores . El cambio brusco del paciente es motivo de sorpresa para el fami liar y para el medico tratante, pero si se establece el diagnóstico tempranamente y las medidas terapéuticas sencillas se inician poco tiempo después, esta condición habitualmente es reversible en forma completa. Si el médico fall a en apreciar que esta alteración primaria de conducta es causada por un problema médico prima rio y no por un desorden ps iquiátrico funcional, la condición del paciente puede empeorar eventualmente, el paciente no t rotnllo nl1(~d (.' cae r e n cf;rodo de Cl1!tla y mllYu: Es dellldIJ ti lu frccut,tl cin, 1,111 $uriedad y !I la roo; rtibidnd di..' (.><.l te prv>. 111(.101.1 qUe d (..1! l ;¡dQ c¡lt\fu»10n (11 lI4;udo el-' unu de Jos mflfl lmporIa.U1ll .. ~ L~ull1pluYdl· l tIS.8 lndnjJIIl~ ne\Lmcttnductu;) I e.~ qlll' el m~'d í · eF1 gl'o t!ml 'J~ di Dl~dicl ' rumihnr dC!bcu d(.' rO'conm'cr tompr rlHu, men te. Los: p!.\ciC!nt.ef. (Ion stc· SUltlr'flm i..' no prl"1"cntJ.t\ ¡;ll!m prl· 01 mhmHJ L!Ulldrtl eh nll:f) y es por I..!$tu n\ZVI\ . tlU l! la d~nominnclótl
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de este síndrome ha variado notablemente en el curso del tiempo. La conducta de algunos pacientes con estadoconfusional agudo es muy bizarra , con agitación, excitación psicomotriz, alucinaciones prominentes como principales sintomas en el cuadro clínico, mientras que en otros casos predomina el estado de letargia y el lenguaje incoherente. Por esta razón, la literatura neurológica utiliza el término de estado confusional agudo, delirio, encefalopatia tóxica o metabólica , mientras que los psiquiatras lo d enominan delirium debido a enfermedad médica ( DSM IV).
El ténnino de estado confusional agudo es adecuado por lo agudo del proceso y los cambios mentales que son sus principales manifestaciones clínicas y se define como un cambio reversible, rápidamente progresivo en la c0l'!ducta de un paciente y caracterizado por entorpecimiento de la conciencia, incoherencia en el curso del pensamiento y dificultad con la atención y la concenInl~I C'¡t;
m; 't; IW'CIUN DEL (' ADItO ' LiNICO El dllttl dlTlt:nosllcu más imporl.mU! en el estado confusional .IM\Jdn do In a lteración de la con-1',I'ncltl No solamente se afecta (!! nWl!1 (ll' l "-':I \;IUO UI,! ü l l' r Ut !'lII rJ
H,mblt:n d 1."Uf'l'i1) del p"Il.'\ltuniclI '
tu. EstA'I nltf'l.'(J !"! ltll\~ ¡Jutdcn ~w r muy !'\utill'S 'j' 111)" r~er (IUnlnC('
4w'rtas ptJl'c¡onl'& del dlll \' c¡.. ln <;
'\Id carurt ~riJOtJc.:l." d r' lI C:I~ en la I '\nl~" UlI('mll'$ del curso de la l'Jlfcrmcdfld . S I Ulil U UU l'S OI3~
"u~hC'Utlo tempranamente y la rnndir:iCin !JI vt; rC~¡ 1 V l""f)IUCi(;nfl,
hl~ t 3mblOS más dramáticos de la conducta como letargia. des-
ori entación y agitación aparecerán sobre todo predominantemente durante las noche);. El sueño es alterado y e l paciente tiene marcada dificultad en su capacidad para mantener la atención y la vigi lancia normales. En etapas más tardias la fal ta de atención y la dh,tractibilidad se hacen más prominentes, el lenguaje es menos coherente, e l paciente apare nta estar muy confu so y excitado, hay desorientación en tiempo, persona y espacio, la agitación psicomotriz y la hiperacti vidad son tambión elementos muy frec:uentes que a lternan con los lapsos de letargia .
En las etapas más tardía!'i, los pacientes con eslado confusional agudo pierden el contacto COfl la realidad, están muy desorientados, incoherentes y tienen alucinaciones. Las nutuaciones en e l nivel de alerta son más dramáticas y los pacientes !'ion totalmente incapaces de mantener la atención. El trastorno de la conducta puede ser clasi ficado como un estado psicótico. Si el proceso patológico no es revertido, los pacientes rápidamente se toman estuporosos. En algunos enfermos los estados clín icos alterados de la conducta se reducen a dos condiciones: letargia y agitación . En algunos pacientes el cuad ro clínico de esta naturaleza es consistente a través de todo el curso del episodio agudo mientras que en otros, durante el mismo día pueden a lternar lapsos de letargia con agitación. Con cierta frecuencia el paciente a letargado puede transformarse en una persona muy ansiosa y agitada cuando se apagan las luces del cuarto en la noche y se le deja solo con una estimulación sensori al disminuida.
E STADO CDNFUSIONAL AGUDO
r-Et ~/o g~19(1t11l l"a mas ,,"portafTlt' II'n el estado conluslOfliIl JqliOo f~ ," IIlrry.IC1OII de 1/1 CfmCl('nC¡¡1
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PARTE B LIBRO 6
Olro hecho ,'miUJ y signlfkiJ/ill() de es/os tostados contusiona/es que es muy ulll en la di'~rtmdacioft
dl' el/os con lit d~nlEnc/a y con 111 esqullofrenllt, es su rapidez de ¡lIs /alac/on
En el diagnosffco dIferencial se deben de inclui, enlldades psIqUIs/ricas y neurologícBS.
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Otro hecho clín ico y signifi cativo de estos eslados confusionales que es muy útil en la diferenciación de ellos con la demencia y con la esquizofrenia, es su rapidez de instalación. Las a lter aciones confus iona les se desarrollan en un periodo de horas o días mas que sobre meses o años, mientras que al tomar la historia de un fa miliar de un demente o de un esquizofrénico hay muchas pistas para delectar que la alteración de la cond ucta se desar r o1J ó gradualmente sobre un periodo de tiempo prolongado. En cambio el paciente confuso frecuentemente se torna así en forma rápida y brusca en una condición que era previamente normal.
El estado confusional agudo puede ser diagnosticado en la cabecera del paciente si se toman en cuenta los siguientes hechos clínicos: 1. Insta lación relativamente
súbita. 2. Alteración del estado de la
conciencia que afecta no solamente la valoración del nivel de estado de alerta sino el contenido de los procesos del pensamiento. La atención es otro factor
muy importante en la evaluación del estado mental de estos pacientes. Es característico que los pacientes con estado confusional agudo tienen dificultades marcadas con la atención y la concentración.
Otras alteraciones de la percepción como ilusiones y alucinaciones son muy frecuentes en este tipo de problemas de (":::' ducta .
Otro hecho nwy liplco CI'i la :1éSMumtaclón ya !\en en unn , en dos o en las '_res ~sfüras.
Por último las fluctuaciones en la conducta es otro hecho muy significativo que el médico debe saber reconocer en estos pacientes con estados confusionales agudos.
En el diagnóstico diferenciaJ se deben de incluir entidades psiquiátricas y neurológicas. Debe diferenciarse el estado confusional agudo de los episodios esquizofrénicos agudos, brotes psicóticos, manía aguda de la enfer medad man íaco depres iva, reacción depresiva psicótica .severa con marcado re t a rdo psicomotor que pueden demostrar algunos de los hechos de las alteraciones de la conducta del est ado confusional agudo.
El reto diagnóstico que presenta un paciente confuso es similar y prácticamente tan critico como el presentado por un paciente en coma y se debe realizar una evaluación sistemática deliberada y el primer paso (como en cualquier prob lema diagnóstico), es obtener una inform ación relevante de la familia , de los amigos o d e las enfermeras (cuando el paciente h a desarroll ado es t a do confusional agudo estando en el hospitaJ ). Es necesario después de tomar la información por interrogatorio, un examen fís ico general cuidadoso y un examen neurológico detallado. En seguida establecemos los parámetros de la evaluación médica del paciente confuso (después por escrito).
Cuando sc.cunrrontr¡ 3 un pn eiCl\tt> con C'!:! L~do con fu ¡;:itlu:"t l ngudn, cll11édico debc$t.·r capaz dc.~l cLem.únRTcn forma lógica y ¡¡iicoll ada su cll (llogío_ Ocn~iQ. ll iJ lm c.nté el agunte ctiol61{ico ~ nbvio, por ejemn10 In c(mfusióf' que ocu rra th?!;IlUCs do l ll\;l cri-
sis convulsiva tónico·c1ónica; pero muy frecuentemente la cau· sa tiene que ser investigada en forma acuciosa y detallada; los siguientes factores deben de con· siderarse en el diagnóstico dife· rendal.
MEDICAMENTOS Los barbitúricos, los tranquili· zantes, las drogas antiparkinsó-nicas, la digital, la cimetidina, la atropina y la escopolamina son algunos de los fármacos que pue-den provocar estado confusional agudo, no sólo por el abuso de su utilización sino también por su supresión brusca. También se incluyen los analgésicos, algunas drogas psicotrópicas,los anorexi· génicos y los hipnóticos; toda esta polifarmacia es capaz de provocar el estado oonfusional sobre todo si estamos frente a un anciano o un paciente inmunocomprometido.
Otras substancias no fannaoo. lógicas pueden provocar estado confusional agudo tales como por ejemplo la intoxicación alcohólica aguda así como la suspensión brusca del alcohol en un paciente que acostumbra ingerir cantida· des importantes de esta substan· cia. También se han informado casos de confusión después de ingesta excesiva de café en jóve-nes por lo demás nonnales.
Otro de los casos muy fre· cuentes de conducta confusional aguda en pacientes jóvenes es el uso de drogas ilfcitas, como los opiá.ceos, la marihuana, las anfetaminas y los alucinógenos que pueden provocar delirio agudo con alucinaciones bi:r:arras visuales y auditivas y alteraciones perceptuales.
Otros problemas significati· vos son las alteraciones electrolíticas asociadas a enfennedades
gastrointestinales así como los problemas de deshidratación o de excesiva hidratación.
Las enfermedades metabólicas también producen estado confusiona} agudo y la más común es la diabetes, en forma de hiper· glucemia (con o sin acidosis) o la hipoglucemia.
La enfermedad tiroidea en exceso como por ejemplo, el hipertiroidismo, la tormenta tiroidea y el mixedema son otras causas poco frecuentes pero pre· sen tes de conducta confusional; las deficiencias así como el exceso de función de las paratiroides o de las glándulas adrenales también son causa de este síndrome; las deficiencias vitarnfnicas también son otra causa incluyendo la deficien cia de tiamina, de ácido rucotínico y de vitamina BI 2 y de ácido fólico.
Causas raras del trastorno confusional agudo son las alteraciones del metabolismo del cobre como las observadas en la enfermedad de Wilson y también la porliria aguda intermitente. La insuficiencia cardíaca o pulmonar asi como la insuficiencia renal son capaces de provocar este problema.
Los problemas infecciosos tanto bacterianos como virales y los parasitarios así como los micóticos son capaces de provocar estado confusional agudo. Otras enfermedades neurológicas tales como la hipertensión intracraneal tanto producida por tumores e infecciones o ma-, sas ocupantes de espacIo o por obstrucción de la circulación del líquido cefalorraquídeo así como también la llamada hipertensión intracraneal idiopá.tica o pseudotumor cerebral. son res-ponsables etiológicos de este sin· drome. La epilepsia en todas sus
ESTADO CONFUSIONAl AGUDO
el/ro df ktf CISC' "'UI" ft~l#M!tS
de corn1ucr. con'IJSI()tl,r JlQud.' ~ pdClellres Jovenes f!$ el uso ~ Cl'rog3.\ ,r¡'IIIiS
11
PARTE B UBRO 6
{es problemlls /nfeccrosos taMo b.1denallO~ CDma ~I(ales '" Itt$ ~r:tSI'iJnas aSI como les mlcotlcos son c-;Jpaces de prol'OCtll e$1:tdo cOlllusitln!/ «judo.
12
formas sobre todo las crisis psicomotoras y las crisis dellóbulo temporal, pueden asociarse con conducta a normal y los traumatismos craneoencefálicos y la enfcnnedad vascular cerebral también son otras causas. Entre la enfermedad vascular que prcr duce es te síndrome está la enfermedad ateromatosa obstructiva carotídea ¡otra y extracraneal. el espasmo vascular, la encefalopatía hipertensiva y la hemorragia subaracnoidea. Otra causa aunque m~nos frecuente de estado confusional en enfermedad cereo brovascular son las vasculitis, ya sea e n enfe rme dades de la colágena o en enfermedades sutoinmunes. Un último tipo de enfemledad vascular que puede provocar est ado confusional es la enfermedad oclusiva ateromatosa extracraneal carotidea bilateral.
También el periodo postoperatorio es una condición clínica común para que se establ ezca el estado confusional agudo y este tipo de alteraciones suceden más en pacientes ancianos que son más vulnerables a las a lteraciones postquirurgicas. Los factores que llegan a provocar estado confusiona! agudo en el periodo postoperatorio, son los s iguientes: l . Anoxia durante la cirugía. 2. Sepsis. 3. Alteraciones electrolít icas. 4. Reacciones a normales a los
sedantes y analgésicos. 5. Atelectas ias con hipoxemia
sist émica. 6. Pérdida de sueño. 7. Dolor. 8. Miedo y estrés. 9. Emboli smo cerebral sobre
todo microémbolos en cirugía cardíaca.
lO. SU$(I('l\Sióu detirog;lsuwooh(ll 1 1 CLl¡ l lqui~r t:t)nlbina.cl(ín Uc-Im~
;1rJ1bñ unol;1dn .
ESTUDIOS PARACLÍNICOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO Si se pudo completa r el interrogatorio y el examen fisico , el problema básico de l pacie nte pudiera ser muy obvio y e l diagnóstico muy sencillo y no hay neces idad de utilizar estudios paraclínicos para confirmar este diagnóstico. La etiología puede ser a veces. dificil de encontrar. En general los procedimientos de diagnóstico que se deben de utiliz ar son los s iguientes:
Pruebas neurodiagnósticas especiales Electroencefalogram a (EEG). El EEG puede ser muy útil al evaluar al paciente que se diagnostica como sospechoso o clarame nte poseedor de un síndrome confusional agudo orgáni co y generalmente las alter aciones co n s isten e n un a actividad electroencefalográfica lenta difusa y nos permite tratar de difere nciar entre la psicosis y una lesión estructural y metabólica . También el e lectroencefa lograma es muy útil pa ra diferenciar s i e l es tado confusional representa una crisis convulsiva o un fenóme no postictal o si el paciente está en estatus e pilepticus .
El SPECT (t omografia computada con fotón único ) sirve también para establecer la posibilidad de que un estado confusional sea debido a hipoperfUS-rÓll rerdlrn l ).1 !,;l'u fOMl o gloh.\1 aSI COIliO t.s\ n\ bié.1l 1l1 CXI:'I
ten ft!nI>ml't'los. dt.' d lt t.t r,:,c I6u dl> In cl rcul:'lción ~ eJ 11q\l ido cúralCJrragtllduo
El ':(Htul"O dI! hq Uldll ti.'ftllorrilq:ufd il!J Ob\\111m enllt ~ d" ~ran ullh dli d paro dcl~ l i d
_________________ _____________ E STADO CONFUSIONAL AGUDO
meningoencefalitis virales, hemorragia subaracnoidea no sospechada, meningitis crónica por tuberculosis, r.riptococo y hongos, así como también neurocisticercosis .
Pueden utilizarse ocasionalmente otros procedimientos neu r'JITad J QJ IÍ ¡; ¡~"" in v asivos CCHll(¡ la anglOgrafía cerebral rugltlll
El manejo del paciente de-11I'ttut: lundnl Ht.'ut •• IlIu .. ·. ILt:. \H.! ~
t..lbJeccr el diagnóstico tempra-n'Inlvn tt'. pero hay dos hechos muy unprll I"'II~ qu o.!' uE'L"'1 """" tOlllmh.l!i en cuenta en el trata\t1iltl1 1V tI"" .... -HVl' pacientes: ,11 La identificación y la correc
ción de cualquier problema médico de base.
L, El control de la conducta anormal y con frecuencia irracional. Uun ..... " u..l .. ,..,,, 1) . .,U .. ' I~ .... ,. l' ""<4 I
(uslunl.1 aguda se logra controbr con la combinación juiciosa dI;! medicación tranquilizante ")n ' t¡I,~.) de arreglar el entorno tI!.!1 PUC\(l:u (l,'C) ", ...... ¡¡tllo.:. ll..,. l.",,,,
pít:llarlo, Debe de acompañarlo Iln ramBlal que esté con el pamente ilobn! l".J .. (t" las noches, tl lM llj llQr (JI cuarto I¡a .... UI ... \-..
U' i1ummndr) y administrarle m«dlc"ción S\:(J" " " "' ¡' '' I~I''I''''u lJYll or insomnio o alteraciones J Unlnt " el sueño. Los medicaJ)'I lmw$ "tu.: •. hllo ..... .... . III .. «~ "'\- "' .....
lo~ nl1urolé-ptic(u~ como la dot"Opror110dUB y tu ." ... . . (hu ......
Il!n d()~i ," bajas sobre todo si el IJIICl\m ~" ... ~ .. " anciano) y debe di! ut ilbnrs(, hía ... ,,,..J \.. ... . v . ... ! ...
ulgu nn medicitcwn s lmplc prm.1 t'l \!nllLrfll del insomnio. Si ese t rpodl' t·rn" .. "t". . . ...... ,"" uL. I1 ..... .....
(orrt'lll JuicioSll gcnl:r ."l lmc.n t\l ID pnl!Íl!nle responde a él en un IDp:¡od('~*'Vo 1 ..... <&.:1 .... . u w ... 01 ....
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RESUMEN En general, el estado confusional agudo en forma caracter ística es el resultado de una disrrupción fisiológica de la población neuronal de todo el encéfalo. Se a lteran la conciencia y los procesos intelectuales; aún cuando no sea posible detectar una área específica del cerebro responsable de estas alteraciones, en general se considera que la disfunción es producto de a l· teración de las estructuras anatómicas en forma simultánea
El síntoma central del esta· do confusional agudo es la alteración de la conciencia la cual puede variar en intensidad ydur ación en forma muy importan· t e. Su fi s iopatologfa pue de residir en una anormalidad o bloqueo del sistema reticular ascendente del tallo cerebral provocando letargia o disminución de la atención y de la concentración, o puede haber contrariamente un estado de agitación psícomotriz que es el resultado de excitación de la corteza cerebral y de supresión de los factores inhibitorios corticales normales.
Las alteraciones de los procesos mentales que se reflejan en un pensamiento incoherente, en desorientación , en falta de percepción y en la disrrupción de funciones cognoscitivas específicas son los resultados de una alteración cortical difusa. Por otro lado, la alteración de las emociones tales como la ansiedad, la depresión y la irritabiliddd muy probablemente son el resultado directo de una disfunción del sistema Iimbico.
Un hecho curioso del estado confusional agudo que no ha sido bien ex plicado bajo bases anatomofuncionales es el de que
El manejo del paciente depende fundamentalmente de establecer el diagnostico tempranamente, pero hay dos hechos muy importantes que deben ser tomados en cuenta en el/ra/amiento de estos pacientes: a) La iden /ificadón y la corrección de cualqUier problema medico de base. b) El con/rol de la conduc/a anormal y con frecuencia irracional.
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PARTE B LIBRO 6
Las alteraciones de los procesos mentales que se reflejan en un pensamiento incoherente, en d~sorientación, en falta de percepción yen la disrrupción de funciones cognoscitivas específicas son los resultados de una alteración cortical difusa.
Es bien conocido que los síntomas depresivos son muy frecuentes entre todos los pacientes que tienen enfermedad médica severa o crónica.
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algunos individuos desarrollan delirio con la misma alteración metabólica básica que a otros les produce letargia o estado de estupor. Es posible que diferencias individuales en la función de la membrana y en la anatomía resultan en estas reacciones diferentes, pero es igualmente posible que cada tipo de presentación clínica es determinada por la combinación de factores, aún con el hecho de que la causa más obvia de la enfermedad sea única.
Aún cuando la anatomía y la patofisiología del estado confu-
sional agudo no han sido bien establecidas, el cuadro clínico está muy bien definido y puede ser fácilmente reconocido. El paciente que presenta un estado confusional agudo se considera que presenta un serio problema médico y debe tener una extensa, pronta y completa evaluación médica. Con un tratamiento apropiado la mayoría de los casos se corrigen totalmente y sin secuelas, pero si esta corrección no se establece a tiempo los enfermos pueden complicarse, desarrollar secuelas neurológicas y aún morir. O
SíNDROMES DEPRESIVOS ASOCIADOS CON
DIFERENTES ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS
E l objetivo de este capítulo es proporcionar al Neurólogo y
al Psiquiatra una revisión útil de los conocimientos actuales relacionados con la depresión y enfermedades neurológicas y sistematizada de acuerdo a las diferentes categorías clínicas de enfermedad neurológica.
Se discutirá en forma primaria aquellas enfermedades neurológicas en las cuales existen enlaces neurobiológicos con los fenómenos depresivos. En la mayoría de estos casos tales enlaces no se han establecido en forma incontroversible. Es bien conocido que los síntomas depresivos son muy frecuentes entre todos los pacientes que tienen enfermedad médica severa o crónica. Con frecuencia se ha postulado que tal
sintomatología depresiva se entiende mejor como una respuesta psicológica a la enfermedadper se o en parte como un fenómeno neurobiológico enlazado en alguna forma a la neuropatología de la enfermedad de fondo. Existen muchos estados emocionales disfuncionales. Los síndromes depresivos son los más comunes y son tratables. Es posible que el cerebro tenga una propensión peculiar para la generación de sentimientos depresivos en presencia de una lesión orgánica. Se ha demostrado que al interrogar a 100 pacientes epilépticos que experimentaban emociones ictales por ejemplo se encontró que la gran mayoría de ellos reportaron sensaciones o sentimientos aprensivos pesimísticos o disfóricos.
SiNDROMES DEPRESIVOS ASOCIADOS CON DIFERENTES ENFERMEDADES NEUROlÓGICAS
ENFERMEDAD CORTICAL CEREBRAL Y DEPRESIÓN La separación de las enfermedades neurol6gicas que se han asociado con depresión de acuerdo a su reacción neuroanatómica en grupos tales como «cortica l., .. substancia blanca .. y región nuclear subcortical, es una clasificación artificial y si mplista puesto que las enfermedades OlmroI6t,rico'l .... muy-rarQ.m~t~ res· ponill1 tOil lineamientos anató-" !lrfls Se considera de todas fOr mas que tiene ciertas ventajr~ dilsde el punto <;Se V ISIJ'I pnu_'" hcn en definir estas regiones :mol(Jmic~ para establecer las rt'hIClOnC!!t!n l rc la J{opr~ón yia ~ílcl)SIO, ('nt ro IR dcrrc~ 16n y In ~' nfe.rlncdnd de Alzheimer y la del'lre:!1U11 _y la enfermedad cerebrnV{uiCu la r IsqU~lI1IC" Epil c lJs iA Hny CIC!.rl o número de informes chOlC'Q.iJ e l! la literatura , que iodU.':m que los estados disfóricos tlCUrren (,.'(10 mucllll 'r~ul!llduen po'lClc.nll."S con epl lops-in y n pesu r dl' ello na 8f11 uJ,Il reaJizfJdo (·xte.n lIO!Iel! tudJClS c lÍ!\lco~ Pfl roClllllpro· bar cst!J rel acl~1\
Los estados disfóricos ¡ctales 'i PU:;llI .. 1.files tlCu rren ~.m mAyOr frt'CUi!OCIII ~n plld .~n l..eJl,con focO!; r.pi\¡.'Plógt.'on, ~n los lÓbulos tcmpt:tmlcs. CUWldo Wl p..'\c:iente desct~be como fenómeno aura! un ~unt 1I1lien lJ) de ... h.'bC>:ipeMUI".a IJ Je
deprot;ión generalmente son de curto durndon y con frecuencia se metc;ltln eHO Ut.T::lli nltullfCst ll
aon('S psicomotoras de la crisis Cflnvub,h'(] Ocasionalmente en pncien'l tl~ con epileps i a peh:omowr.l , se experimentan sun tolm ic.n t os breves (cas i P¡II'1.lX l ~ l k.'nsl de desesperanza o trt5te2:3 , otras e laboraciones p(¡ict.lmotof1l.i es\.3bIt..',!oo oon In p~ sibili.d3d deque UllC$ scntimicn-
tos sean verdaderas emociones leta les. En algunos pac ientes puede ocurrir un estado disfórico prolongado postictal.
Otro aspecto más dificil de dis· cutir es el relacionado a la preva lencia y natura leza de los episodios depresivos loter- ictales en aquellos pacientes con epilepsia, puesto Que poco se h a escrito sobre estos fenómenos. En un peQueño número de pacientes epilépticos a los que se les practicó una evaluación del tipo de la Minessota Multiphasic Personality Inventory (MMPIl se encontró una escala alta de depresión entre aquellos pacientes con epilepsia comparados con los controles aún cuando los pacientes epilépticos no tengan crisis. Varios es· tudios han indicado Que ta les valores son más altos entre pacientes con epilepsia del lóbulo temporal que en aquellos con crisis generalizadas primarias. Vari os estudios clíni cos han confirmado esta relación entre la epilepsia y la depresión . Por ejemplo, un estudio demostró que en 66 pacientes epilépticos con· secutivos que tenfan depresión mayor concurrente, 52% de ellos tenían historias familiares posi· tivas para dife rentes tipos de psicopatología, aunque la mayoría tenían depresión; 45% de est os pacientes tenían cri sis parciales complejas con o sin ge· neralización secundaria. Otros investigadores compararon los grados de valoración con la escala de Hamilton para la depresión en 175 pacientes ambula torios con epilepsia y en 70 pacientes internados psiquiátricos de igua· les o semejantes características clloicas. Estos investigadores informaron un mayor grado de asociación con enfermedad depresiva en el primer grupo que
Los estados disfóricos ictales y posticta/es ocurren con mayor frecuencia en pacientes con locos epileptógenos en fos lóbulos temporales.
En un pequeño numero de pacientes epifepticos a fas que se practicó una evaluación del tipo de la Minessola MUlliphasic Personalily Inventor; (MMPI) se~COlItró una escala alfa de depresión entre aquellos pacientes con epilepsia comparados con 105 controles aun cuando los pacientes epitepticos no tengan crisis.
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PARTE B LIBRO 6
La demencia de tipo Alzheimer puede presentarse como una enfermedad depresiva. y al revisarse los el /Kdienles de 50 pacientes coo el diagnostico de demencia pre-senil se encon/ró que 75% de ellos hablan demostrado sinlomatokJgia depresiva tempranamente en el curso de su enfermedad.
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en los controles psiqui átricos y que un más alto porcentaje de los pacientes con epilepsia informaroo también intentos suicidas en un 30% comparados con un 7c;. en los controles.
De todas formas estos estudios requieren un seguimiento y una confirmación clínica posterior. Es im portante valorar cuales son los mecanis mos por los cuales las a lteraciones afectivas pueden estar asociadas con epilepsia . La observación ta n importante que relaciona los altos inlentos de sui cid io y los grados de problemas depresivos entre pacientes con epilepsia es de gran importancia para los neurólogos y pa ra los psiqu iatras y pot encialmente ofrece algunos aspectos que podrían explicar los mecanismos neurobiológicos del suicidio.
Enfermedad d e Alzheimer Varias reglas an ecdót icas en neurología clínica implica n que los síndromes depresivos so n ra ros en pac ientes con enfermedad de Al zheimer (EA). Las siguientes condiciones frecuentemente se mencionan en pacientes con EA: a) Cuando existe una pa reja en
la sala de espera y uno de los dos está llorando, se tra ta gen e r a lmente d e la es posa sana, mientras que la otra persona es la que tiene EA.
b) Cualquier paciente que llega sólo a la clínica no tiene EA.
e) Cualquier paciente que se queja de insuficiencia en su mem ori a ti en e de presión pero no EA. Existe una ~\'idc:nc in clfn itíl
que dumlJeslra qu(> In íoImlum3· tología df'prcsivu C!I -ru menos rela t ivamente ru ra . mi~n trn !l que In EA :1\':¡nzo en SC\'~ ridad ,
Este puede ser el resultado del daño progresivo a la corteza de l hemisferio cerebr.al derecho y a la presencia de anosognosia, a los cambios d egen er a t ivos bifrontales que llegan a provocar indiferencia emociona l. Durante las fases más temp¡-anas de la EA, sin embargo, la sintomatología depresiva puede ser muy frecuente.
La demencia de tipo Alzheime¡- puede presenta rse como una enfe¡-medad depresiva , y a l ¡-evisa rse los expedientes de 50 pacientes con el diagnóstico de demencia pre-sen il se encont¡-ó que 75t¡ de ellos habían demost¡-ado sintomatología depresiva tempranamente en el curso de su enfermedad. Otros investigado¡-es encontra ron que al Ileva¡seguimiento de 28 pacientes de· presivos que habían s ido referidos en fo¡-ma errónea hacia la clfnica de la demencia, encont ra· ron que más de la mitad de ellos desarrollaron demencia en los siguientes t¡-es años.
La dificultad en inte¡-p¡-etar tales estudios especialmente en las etapas ta rdías de la vida es que la dep¡-esión por sí misma puede provocar cierto grado de alteraciones de la concentración, de la memoria , y de la postura. Es posible que alguno de estos deta lles en los pacientes di ag· nosticados como que presentan una mezcla de demencia y depresión, en ¡-ealidad, e¡-an ejemplos d dc~m.~iOn pur .. con nlguno:! al tcr1\cjone¡; C()gl\ o~e i t iv;HI de llpo rt.' \'vrf':ib ll:!.
.l.n .... v:.tlt, r[tClon'*t.ilOPJlU I6!.! ~ CIlS cun n l ltnl ivnFi de lo,., nuel O~ del t:lllo c"' r ~bJ'fl1 neos en eatecolllnlinn~ conlf~ c.lloc:us cH\d eus y In ~u!,{t.ant iu ní,,-a On pn.cir>n téS "on EA demmilrtlron un mnyor dnñc1 l1I1 oque.llos qu e ttillia n
listoria de depresión. Este ha· tazgo proporciona una eviden:ia adicional para ex plicar a ,ravés de la teoria de la deficien:ia de catecolaminas de la enfernedad afecti va y proporciona
IlOa base neuropatológica para los síndromes en los que se mezda la demencia con depresión .
Necesitamos aprender más Ilcu r efl rfe estos s fndromes de ~\lllr'rlUlf}o r, lI" on t I! ' EA y depre-~tij/l, .'Ómo diferenciarlos de la d l' l lrtt~uOn (011 frl lc l'meOllO O(Jc I1I p:Hl1UntC:; de In t!dod 3\':1112.:,1-
do t'Hn altcraciuOI '.s rUWlosc,tivas t{!V\.'r. iblus , a8 i como también "I)nmd~r lOÓ)' tlf.'uca ( H.- s us 11\3-n,rlt$HI C.h)OI!~ leurológicas y nt,unlrntdioltl/""1 QI"- En Psiquia~rfll . 1.1 dJ:prc . .'.mH resistente al lrol.Ullil'J\ll) en ctaD~US nJ.n.lIM UC
IIJ VJdu ... ~ un s igno de aviso de qut¡ l)lIcd í.> !st a r presente EA. t; n Nou ro i o~ {<l . pacientes denll!nClacl lls j eben ser evaluadu.l)ljr I tllm..'~'nclU tli! SlIllOmUti dOI)reS I\'o--, u::oc llldO!\ y en casos amblWlo!'l O 11I'IU l I'OrCIf deben de r, T3ClIC:lrSe tr atamientos de pT1J E'ho CUII alltld~prc:¡h·u:, \' ver In'j resuJtildylS,
ENFEn~I~:U D DE LA S aS'rANCIA BLANCA y ~;NF":: ItM EDADES NEUROlNMU N WlJlGAS Exi.~n vn riAs ca t(~('lnn!t ntl..<;olo..,t'ka:t t-oD UnS('5 m'unJlnmUnIlIÓj.!I· tD.S que hun sido asociadas con l'lIrermC!dad dCI.JfI:.~ i \T1I La mayo-nn de cll(l.<¡ dcmUC,Rlrau U31IU en In ~hswncin hlanc.a Dichas en· fCmIN{1(!l'g iltel u )'tn h I CSCICr05LS
mllltlple, las colagenopatías, el #inclmmc de inmunodeficiencia adquind:l (SUJA I y n~ ~ I Ul'nnl:utlO 00 Pru:kln~>n ,
Escl e rOSIS muUp lC En In EM,a,.f como en Ol'f'''S lor-
:;iNDROMES DEPRESIVOS ASOCI),DDS CON DIFERENTES ENFERMEDADES NEUROlÓGtCAS
mas de alteraciones neuroin · munológicas, el espectro de a lt e raciones afect ivas que se encuentra en la clinica de estos padecimientos es actualmente mucho más a mplio que la enfermedad depresivaper se. En pa rticul ar, hay algu nos hechos de tipo maníaco o parecido a la manía que se han descrito en muchos pacientes con EM, asi como en pacientes con lupus y con SIDA.
Desde las descripciones originales de la esclerosis multiple de Charcot así como las de Cottrell y Wilson se encontró que los pacientes con EM experimentaban un alto grado de alteración emo-cional descrita como depresión, enfermedad parecida a la manía y otras a lte raciones afect ivas que eran manifestaciones primari as de EM.
Sin embargo, en 1951, Pratt informó un estudio negativo <le la asociación entre la depresión y EM. Él interrogó a 100 pacientes con EM, seleccionados al azar, utilizando el mismo cuest ionario que Cottrell y Wilson utilizaron 30 años antes y en este estudio se usa ron 100 pacientes controles con enfermedades neurológicas mixtas afectando el sistema nervioso central. Los sintomas depresivos no se describieron más frecuentemente en pacientes con EM. aunque hubo significativamente más informes de eufori a y de risa y llanto patológicos que entre los controles. Los sintomas depresivos (infrecuentes en ellos) son de mayor predominio entre las mujeres que entre los hombres. Estos eventos depresivos tienden a estar asociados con exacerbaciones clút.icas cuando la enfennedad neuroinmuonológica es de un patrón de exacerbacio--
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PARTE B LIBRO 6
Den/ro eJe las colagenopatias, el LES ha generado el mayor numero de estudios de investigacion e/mica sobre las anormalidades neurologicas de la conducta.
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nes y remisiones. Cuando un evento depresivo aparece durante una de las exacerbaciones de la enfermedad de EM, el pronóstico para recuperación de la depresión es mucho más favorable. La pregunta que permanece sin respuesta es la que se refiere a los mecanismos neurobiológicos que pueden estar generando el espectro de enfermedad afectiva; es decir pacientes con esta enfermedad.
La posibilidad más aceptable y compleja es que las alteraciones neuroinmunológicas de la EM en alguna forma facilitan el desarrollo de síndromes depresivos, probablemente también a través de un mecanismo inmunológico. Existen informes de que pacientes con EM y con enfermedad bipolar tienen más familiares con enfermedad afectiva o con EM que los grupos comparativos semejantes. Este informe también sugiere que la distribución del antígeno leucocitario humano (HLA) y sus alelos puede ser diferente entre pacientes con EM y con enfermedad afectiva en relación con los pacientes controles con EM solamente.
Lupus eritematoso sistémico El LES es una de las enfermedades de la colágena asociada con una autoinmunidad anormal; la mayoría de estas enfermedades pueden afectar tanto el sistema nervioso central como el periférico y pueden asociarse con alteraciones de la conducta. Dentro de las colagenopatías, el LES ha generado el mayor número de estudios de investigación clínica sobre las anormalidades neurológicas de la conducta.
El LES al igual que la EM, se caracteriza en la mayoría de los pacientes, por exacerbaciones y remisiones y en una menor proporción en la forma lentamente progresiva. Existe evidencia circunstancial de que algunos mecanismos neuroinmunológicos influyen en las alteraciones afectivas asociadas al LES. Esto es más probable que se relacione con enfermedad bipolar que con enfermedad depresiva monopolar. Se ha descrito la presencia de anticuerpos antineuronales IgG en el suero de pacientes con alteraciones cognoscitivas. Se han informado también anticuerpos antilinfocíticos que reaccionan con las neuronas y con el suero de pacientes con lupus y con síntomas neuropsiquiátricos. Algunos pacientes con LES que no tienen manifestaciones neuropsiquiátricas tienen también estos autoanticuerpos.
SIDA La neuropatología de la afección por VIH del sistema nervioso central es tal, sin embargo, que uno pudiera esperar un grado muy importante de alteraciones afectivas asociadas con la infección por VIH. Muchos de los cambios son de tipo leucoencefalítico produciendo pérdida de la mielina y gliosis difusa de la sustancia blanca. Los focos de desmielinización e inflamación perivascular también pueden estar presentes. A menudo existe respeto relativo de las neuronas corticales desde el punto de vista estructural. Estos cambios patológicos muy probablemente afectan la estructura y función del sistema límbico. Las alteraciones del afecto de tipo depresivo se han descrito que ocurren
SINOAOM¡;:S DEPRESIVOS ASOCIADOS CON DIFERENTES ENFERMEDADES NEUROlÓGICAS
frecuentemente en familiares de pacientes con SIDA. También se ha establecido que la hipótesis de la presencia de un síndrome depresivo en un paciente con VIH estable, puede iniciar el desarrollo de enfermedad depresiva del sistema nervioso central. De 88 pacientes VIH positivos consecutivamente estudiados en un centro clínico de los Estados Unidos, referidos para su evaluación psiquiátrica, encontramos que 25% llenaban los criterios de episodios de depresión mayor por el DSM-I1I-R y 9% conformaban el diagnóstico de enfermedad bipolar.
Las conclusiones preliminares confirman que el espectro de alteraciones depresivas es muy común en la población VIH positiva. Es posible que estas enfermedades depresivas así como las enfermedades maníacas asociadas estén directamente relacionadas a la neuropatología del SNC, relación que no ha sido esclarecida totalmente.
Enfermedad nuclear subcortical y depresión De acuerdo a las hipótesis clásicas de neurotransmisores en las enfermedaes afectivas, los síntomas depresivos aparecen cuando el almacenamiento de catecolaminas y de neurotransmisores de indolaminas están disminuidos en el sistema nervioso central. Las enfermedades o las drogas que disminuyen las cantidades de aminas endógenas hacen a las personas más vulnerables a la depresión. Las drogas que aumentan el recambio de aminas a nivel de las hendiduras sinápticas (como los antidepresivos tricíclicos) son habitualmente antidepresivos útiles en estas condiciones clínicas.
Enfermedad de Parkinson Varios informes clínicos en años recientes han documentado que existe 40 ó 50% de riesgo de síntomas depresivos significativos durante el curso del Parkinson idiopático. Los trastornos afectivos no están consistentemente relacionados a la severidad del problema motor o a la duración de la enfermedad neurológica. Algunos investigadores han presentado resultados de entrevistas psiquiátricas estandarizadas utilizando instrumentos de escalas mentales ya bien conocidas. Estos investigadores describieron pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) que tenían problemas importantes de alteraciones del sueño, fatiga, retardo psicomotor, dificultad para concentrarse, pérdida de autoestima y culpas.
Es interesante establecer que la sintomatología depresiva en pacientes con EP tiende a ocurrir tempranamente durante el curso de la enfermedad, algunas veces aún precediendo la instalación de signos motores. Estas observaciones sugieren (aunque no lo pueden probar), que las alteraciones del afecto de tipo depresivo asociadas con EP tienen bases más neurofisiológica¡; que psicológicas. De hecho, hay evidencia neuroquímica y neuroanatómica de que el locus ceruleus que tiene cantidades importantes de norepinefrina tiene un metabolismo disminuido en EP además de deficiencias de dopamina en estruCturas estriatonigrales. Otros estudios han descrito niveles disminuidos del metabolito de la serotonina (que es el ácido 5-hidroxiindolacético) en el LCR de pacientes con EP deprimidos comparados con pacientes no de-
Las alteraciones del afecto de tipo depreSIvo se han descrito que ocurren frecuentemente en familiares de pacientes con SIDA.
Varios informes clinicos en arios recientes han documentado que existe 40 Ó 50'c de riesgo de sin tomas depresivos significativos durante el curso del Parkinson idiopalico.
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PARTE B LIBRO 6
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4 «'ftd~IJ cr t'.t/.JCfllfflIlfid,ld
En general. se considera que el SNM es una emergencia ~urops¡quiárrrca que amerita la admisión a una Unidad de Terapia Intensiva)' un Iratamiento enérgico con an/id%s y una serie de medidas especificas para lograr controlarlo y corregirlo.
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primidos. Parece ser que los niveles dis minuidos o decrecientes de las indolaminas o de las cate· colaminas en el SNC confieren una vulnerabilidad neurobiológica a la depresión en pacientes con EP.
También se ha hecho la observación adicional de que pacientes con EP demuestran una alta frecuencia de ansiedad y pánico cuando desarrollan depresión. Esto puede indicar que la enfermedad afectiva asociada con EP es un modelo neurológico pa r a una de las depresiones atípicas: depresión asociada con pánico o ansiedad .
Enfermedad de H u ntington (EH) La EH es diferente de otras enfermedades ncurológicas discutidas en este capítulo en varias formas. Como el caso de la EP,
las etapas tempranas de la EH se caracterizan por un proceso degenerativo nuclear subcortical pero afectando predominantemente el contenido del ácido gamma-aminobutírico <GABA) en las neuronas del estriato. Es una enfermedad genética hereditaria dominante y se han observado varios tipos de alteraciones afectivas en pacientes con EH. Alteraciones psicóticas, anormalidades tipo ansiedad y pérdidas congnoscitivas se han observado en estos pacientes.
Las a lteraciones afectivas de tipo depresivo son sin duda alguna parte del espectro de alteración de la conducta de esta enfermedad . Se han observado tanto formas unipo lares como bipolares de a lteración afectiva y el suicidio es común ocurriendo casi en 7% de pacientes con EH. O
SíNDROME NEUROLÉPTICO MALIGNO y
SíNDROME SEROTONíNICO
SÍNDROME NEUROLÉPTICO MALIGNO Probablemente hay muy escasas condiciones clínicas que hayan atraído tal atención entre neurólogos y psiquiatras en los últimos años como el síndrome neuroléptico malig no ( Nl\U. 1('scnl O pllronmcrn \'(!1 en 1960 por clfnicos fmncl.'Sl's ( D~l~y y col.) ¡)Cm no fUL'"~ino h;)~ t;l 19 Q cuando Cnrofr <:n mMcó 1M ca-
racteristicas del SNM tanto desde el punto de vista clínico como paracUnico y sus elementos bá~m'Ós lit! trnt{tmlun~i'. En gener: II . !ll ' CQnsltJera que pi ';\f l''': ll n t-l Clnc-.rg(!rR'1a l1 eu rol>~lq ui (i . fríeél que nm\!ñlo )1" 3dnll?lIm n uno nldnd di' Te.rapl9 InlulIsivo y un tr. tnmitmt'Jcl'lér~ltl}tun nnlfd(JlIJ:;. y UIH\ sQrie de meditlH9 1·<!pt'Clfi cJls pum logr:Jr conlrolorlo y ('tII'rcglrlo
Epidemiología La incidencia del SNM ha var iado entre 0 .07 y 3'* Y otros autores sugieren que la incidencia es de 4 en 2 695 pacientes o sea 0.15% . Ha habido mucha variabilidad en cuanto a la incidencia d e est e s índrome e n los diferentes info rm es rea li zados en la literatura mundial pero se considera en general que la incidencia y mortalidad de este síndrome han disminuido en los últ imos años. En los primeros estudios la mortalidad esta ba por encima de 30')( y después fue de ll 'il y recientemente se ha establecido que la morta lidad es más baja. Las razones para esta disminución en la mortalidad se deben fundamentalmente al re· conocimiento más temprano del si ndrome y a las medidas correctivas que se aplican oportunamente. Aun cua ndo se cons idera debatible por a lgu nos autores que el síndrome sea una ent idad diagnóstica distinta se debe considerar como un problema bien defin ido y con un a caracterología clínica bien documentada. Aún cuando la causa más frecuente cons iste en una reacción que pone en peligro la vida de tipo idiosincrásico al uso de drogas neurolé ptícas y a otros antagonistas dopamfnicos, también se presenta con el retiro de los agonistas dopaminicos en pacientes con parkinsonismo idiopático y además se ha demostrado que este sfndrome se puede presentar con el uso de otras drogas no-neurolépticas como la trietilperazi na (Tarecan ), el carbonato de litio, la metoclopramida , y últimamente se ha r eportado h ast a la clozapina como otro elemento provocador o disparador del sin-
SíNDROME NEUROlEPnCO MALIGNO V SíNDROME SEROTONINICO
drome. El SNM aunque ocurre fundamentalmente en adultos, cualquier grupo etario puede ser afectado y la relación de sexo masculino a femenino es de 2 a 1; las personas que están internadas en asilos de ancianos yen in stituciones pa ra e nfermos mentales son las que tienen mayor riesgo de presentar este s ín~
drome por el frecuente uso de medicación antipsicóti ca y neuroleptica a dosis altas.
Patofisiología El SNM se cons idera una enfermedad potencia lmente leta l relacionada al usa de antagonista!> dopamínicos o la interru pción de los agoni st as dopamínicos en enfermedad de Park inson. Se le debe cons iderar como una insuficiencia dopam{nica aguda que sería la otra denominación que propondríamos para este sínd rome, puesto que no siempre es maligno y no siempre es por neu~
rolépticos. Los cuatro datos clínicos básicos asociados con este síndrome son: a) Hipertermi a. b) Rigidez muscular. c) Cambios ~el estado menta l. d ) Inestabil idad autonómica.
La patofis iología intrínseca del SNM pe rm anece todav ía sin aclararse totalmente. Este trastorno pa rece se r mediado por cambios en la acti vid ad dopaminergica central; s in emba rgo otros factores tales como los cambios en los sistemas de neurotransmisores relacionados al s índrome como son la dopa mina y últi mamente se ha relacionado con la serotonina así como a lterac iones en las funciones neuromu Bculares o de factores metabólicos desconocidos pueden ser elementos tam-
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PARTE B LIBRO 6
Se le debe considerar como una insuficiencia dopaminica aguda que seria la otra denominacion que propondnamos para este smdrome.
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bién involucrados en la patofisiología del síndrome. Se le considera como una insuficiencia dopamínica aguda porque existe una disfunción del sistema dopaminérgico que se caracteriza por un bloqueo central masivo y súbito de los receptores dopaminérgicos D2 resultando en una actividad dopaminérgica mu~ disminuida en el sistema nervioso central sobre todo en hipotálamo y en el estriado. El bloqueo de los receptores D2 en el hipotálamo disrrumpe la regulación de la temperatura central provocando hipertermia a veces hasta de 42 y 43°C. El bloqueo del estriado puede ser causa de la rigidez muscular de origen central y los cambios del estado mental pueden ser debidos a una disfunción de la transmisión dopaminérgica corticolímbica. El bloqueo dopamínico en las vías aferentes simpáticas toracolumbares puede provocar un tono simpático aumentado y una inestabilidad autonómica asociada. Algunos datos de investigación clínica y bioquímica básica sugieren que también el sistema de las prostaglandinas puede estar afectado en la patogenia del SNM. El bloqueo de receptores dopamínicos puede favorecer la liberación de prolactina estimulando la síntesis de prostaglandinas las cuales a su vez provocan la movilización de calcio hacia el interior de la célula y recientemente se ha descrito que algunos trastornos de la fase aguda del SNM están mediados por la prostaglandina E2.
Diagnóstico del SNM y diagnóstico diferencial Existen todavía controversias en el sentido de que el SNM representa una entidad diferente y
distinta a las demás o es el extremo terminal de un espectro de síndromes extrapiramidales y de alteraciones del movimiento producto del uso de neurolépticos, de la suspensión de dopaminérgicos en la enfermedad de Parkinson o por la administración de otros medicamentos no neurolépticos. Las principales entidades en las que se debe establecer el diagnóstico diferencial con el síndrome neuroléptico maligno son la hipertermia maligna, la catatonía letal, el golpe de calor y algunos síndromes confusionales y extrapiramidales consecutivos a algunos medicamentos antipsicóticos. Desde el punto de vista clínico se considera que el diagnóstico de SNM se establece con cuatro criterios mayores o tres criterios mayores más criterios menores. Los criterios esenciales en los que se necesitan uno de los enunciados siguientes son: a) Haber recibido o estar recibien
do una droga neuroléptica. b) Recibir antagonistas dopami
nérgicos como la metoclopramida.
c) Haber suspendido recientemente en forma súbita un agonista dopamínico como la levodopa. Los criterios mayores clínicos
son: a) Hipertermia mayor de 38°C
sin otras causas evidentes. b) Rigidez muscular. c) Alteración del estado mental,
con estado confusional, mutismo, estupor o coma
d) Marcada inestabilidad autonómica, con dos ó más de las siguientes alteraciones: excesiva sudoración, taquicardia sinusal y presión arterial oscilante desde 120/200 a 90/60 mm Hg.
e) Aumento de la CPK tres veces su valor normal sin otras causas aparentes Los criterios menores son:
al Otros signos extra piramidales como temblor, rigidez de rueda dentada, reacción distónicaaguda y movimientos coreifonnes.
b) Otras manifestaciones de disfunción autonómica como incontinencia Urinaria, arritmia y sudoración profusa, taquicardia e hipertensión o hipotensión arteriales.
cl Problemas respiratorios como taquipnea, disnea severa, hipoxemia o insuficiencia respiratoria.
el Leucocitosis con glóbulos blancos por arriba de 12000 por milfmetro cúbico con neutrofilia. El diagnóstico dife renci a l
con la hiperpire:úa maligna se basa fundamentalmente en que esta enfermedad es provocada por e l uso de anestésicos halogenados y el uso de relajantes musculares centrales y el cuadro clínico muy semejante al síndrome serotonínico se caracteriza por una marcarla inestabilidad autonómica, trastornos de la conciencia, irritabilidad. movimientos anormales y este cuadro clínico es provocado por -un exceso de serotonina en la sangre cuando se han utilizado bloqueadores de la recaptura de la serotonina o asociados con medicamentos que favorecen la retención o la producción y elevación de la serotonina sérica. La catatonía letal es un síndrome que se caracteriza por una reacción distónica catatónica muy evidente en pacientes psiquiátricos y el golpe de calor se asocia con esta situación clínica la cual tiene antecedentes perfectamente bien definidos.
SiNOROME NEUROLE:PTICO MALIGNO y SiNOROME SEROTONiNICO
Tratamiento del SNM El tratamiento del síndrome neuroléptico maligno incluye las siguientes medidas terapéuticas: al Suspender la droga ofensiva
como es el neuroléptico o los no neurolépticos.
bl Iniciar terapia de soporte rápidamente que consiste en hidratación, enfriamiento con una cobija eléctrica, estabilizar la función respiratoria y controlar los sistemas cardíacos y renales. Se pueden utilizar terapéuti
cas farmacológicas tales como relajantes musculares y agonistasdopaminérgicos del tipo de la bromocriptina pero el uso de antidotos como el dantrolene es fundamental , el cual se utiliza a la dosis de 1 mg/kg de peso· en inyección rápida intravenosa repitiendo la dosis cada uno a tres minutos hasta que se obtenga relajación muscular y/ose alcance una dosis total de 10 mg/kg. Los relajantes musculares indicados para pacientes (aparte del dantrolene ) son los que se utilizan regularmente para el espasmo muscular pero estos son poco utilizados. Los dopaminérgicos tales como bromocriptina a la dosis de 2.5 mg por vía oral o por sonda nasogástrica tres veces al día, si la respuesta no es adecuada se aumenta la dosis gradualmente hasta un máximo de 20 mg al día. También se pueden utilizar Jos benzodiacepínicos para controlar la agitación y controlar la hipertermia con medidas de soporte y con cobijas enfriadoras, utilizar sonda nasogástrica con irrigación del estómago con agua helada y en ocasiones hasta enemas helados.
También se pueden utilizar vasodilatadores y controlar la presión arterial con medicamen-
Las principales entidades en las que se debe establecer el diagnóstico difefencial con el síndrome neuro/éplico maligno son la hipertermia maligna. la calalonia lelal. e/ golpe de calor y algunos sindromes confusionales yextrapiramiddles con5eCutilOs a algunos medicamentos antipsicóticos.
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PARTE B LIBRO 6
El smdrome serolomnico. una condición con una gran variedad de manifestaciones neurologicas. es el resultado de una sobreestimuJación serolonimirgica central,
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tos antihipertensivos de los cuales ellabetalol es el más utilizable; es evidente que también se necesita una terapia de soporte general en la unidad de terapia intensiva con monitoreo cardiovascular y todas las demás medidas que se necesitan para mantener al paciente en condiciones óptimas y vigilar los resultados.
En resumen, con el uso de todas estas medidas terapéuticas instaladas lo más rápidamente posible (por eso es indispensable un diagnóstico o sospecha diagnóstica muy tempranos) la morbimortalidad de este síndrome se disminuirá significativamente.
SÍNDROME SEROTONÍNICO El síndrome serotonínico, una condición con una gran variedad de manifestaciones neurológicas, es el resultado de una sobreestimulación serotoninérgica central. Fue descrito por primera vez después de la administración de triptófano que es el precursor de la 5-Hidroxitriptamina (5-HT) o serotonina, cuando se administró en combinación con inhibidores de la monoamino-oxidasa (lMAO), los cuales se conoce que disminuyen el desdoblamiento de la 5-HT. La mayoría de los informes de síndrome serotonínico incluyendo uno de los más recientes de Bodner han involucrado pacientes que estaban siendo tratados por enfermedad psiquiátrica. En este artículo de Bodner y col. se notó que el sumatriptán puede causar síntomas que han estado asociados con el síndrome serotonínico tales como confusión mental, hiperforia, agitación, sedación, dificultad en la
concentración, disartria, mioclonías, escalofríos, distonía, calambres musculares y debilidad muscular. Existen muchos medicamentos y fármacos que pueden ser causantes del síndrome serotonínico y éstos incluyen todos los agonistas del 5-HTl, el sumatriptán o la dehidroergotamina sobre todo si se combinan con antidepresivos serotomiméticos como agentes profilácticos de la migraña por ejemplo y que pueden favorecer la aparición del síndrome serotonínico.
Es un hecho bien conocido que en el tratamiento profiláctico de la migraña se utilizan serotoninérgicos del tipo de los agentes que ya sea que bloquean la captura presináptica de 5-HT, o activan los receptores post-sinápticos 5-HT y que favorecen la profilaxis de la migraña. Se han descubierto recientemente un gran número de agentes farmacológicos que se utilizan en el tratamiento abortivo de la migraña y que se conocen con el nombre de triptanos y que inclUyen desde el sumatriptán, zolmitriptán, rizatriptán, naratriptán, y elitriptán, que son todos agenes serotoninérgicos porque son agonistas de los receptores 5-HT ya sea l-A ó l-D y así como también la dehidroergotamina que es un medicamento efectivo en el ataque agudo de migraña es también un agente agonista serotoninérgico.
De tal forma entonces que la asociación de estos agentes puede favorecer la aparición del síndrome serotonínico que se puede manifestar por múltiples síntomas neurológicos y neuropsiquiátricos que incluyen alteraciones mentales, motoras y disautonómicas.
Desde los medica mentos y combinaciones de medicamentos que pueden aumentar la utilización de la serotonina e n la sinapsis neuronal se encuentran combinaciones que dis minuyen el desdobla miento de la 5-HT como son los IMAO y la imipramina con aquellos que bloquean la recapturación de la 5-HT como snn la fluoxetina , se rtralina , Ouvoxamina , c1oromipramina, trazodona, dextrometrofán, meperidina, fcnelzina, bromocriptina, moclobemida y los que aumentan la liberación prcsináptica de 5-HT como son el L-tript.6fano, trazadona, fluvoxamina y clorimipramina y cuando se utilizan aisladamente pueden provocar el síndrome serotoninico.
En una revi sión de estudios de la literatura Ste rnbach reconoció y recomendó unos criterios diagnós ticos es pecíficos para el síndrome sc roton ínico. En primer lugar los síntomas deben coincidir con la iniciación o aumento en la dosis de un agente serotomimético conocido. En segundo luga r el paciente debe tener a l menos tres de los siguientes síntomas y s ignos: cambios en e l estado mental (confusión o hipomania ), agitación, ¡ncoordinación , mioclonías, hiperre fl ex ia osteotendinosa . diaforesis, escalofríos, temblor, diarrea o fiebre. En tercer lugar otras et iologías como infecciones, alteraciones metabólicas, abuso o retiro de s ubstancias ilícitas deben de ser excluidas . En cuarto punto no debe haberse iniciado un agente neuroléptico ni aumentado su dosis antes de la instalación de síntomas y signos.
Muchos de los casos informado son detallados en forma insuficiente para permitir una
SíNDROME NEUROlEPTICO MALIGNO y SíNDROME SEROTONiNICO
valoración retros pect iva adecuada . Sin embargo va rios casos incluidos en la revisión de Sternbach (American Journal of Psychiatry. 1991; 148:705-7 13) no llenaron este crite rio; la aplicación estricta de su criterio puede haber excluido algunos casos discretos del sfndrome serotonínico. Varios pacientes diagnosticados co n e l sín drome serotoninico desarrollaron síntomas menores incluyendo agitación, concentración pobre e inquietud , cefaleas y pa lpitaciones . Otros pacientes tenían un examen neurológico norm al excepto por estado confusional, desorientación y ma rco, otros había n reci bido tioridazina , halope ridol, c1oropromaci na o trifluoperazina inmediata mente antes del evento clíni co. De hecho algunos pacientes tenían sobresaltos m ientras tomaban fluoxetina y tuvie ron dos eventos de aviso consistentes en mioclonías y agitación anteriores a la aparición de l síndrome serotoninico.
Este síndrome se desarrolla tipicamente dentro de horas o días despues de añadir un agente serotoninérgico nuevo al régi men de tratamiento qu e ya incluía drogas que aumentan la concentración de serotonina o eran pacientes que habían ini ciado un agente serotoninérgico en forma prematura después de una descontinuación reciente de un agente serotomimético con una vida media prolongada.
Las opciones terapéuticas en el síndrome serolonínico incluyen la suspensió n de los agentes causales, observación estrecha hasta que se resuelva espontáneamente y medidas de soporte que incluyen hidratación con líquidos intravenosos, antipiréticos
En primer lugar los sin/amas deben coincidir con la iniciaciM ° aumento ~n la dosis d~ un agente serotomimetico conocido.
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PARTE B LIBRO 6
Este slndrome se desarrolla tlpicamente dentro de horas odias despues dI'! alÍadir un agfmle serotoninergico nuevo al regimen de tratamiento que ya inclU/a drogas que aumentan la concenlracion de serolonina.
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y enfriamiento. Las medicaciones que se han utilizado para tratar las mioclonías y la rigidez incluyen clonazepam, lorazepam, benzatropina, difenilhidramina y cloropromacina todos sin un beneficio claro. Los antagonistas de receptores de serotonina como la metisergida, la ciproheptadina y el propranolol que es un antagonista 5-HTI-A, todos han sido calificados como buenos agentes terapéuticos para disminuir la duración del síndrome y mejoría rápida de éste. Algunos relajantes musculares como el pancuronium y la succinilcolina y estabilizadores de membrana como el dantrolene no han sido benéficos. Sin embargo, la ventilación mecánica en pacientes con temperaturas por arriba de 39°C posteriores a una sobredosis de IMAO también son medidas útiles para este síndrome.
Debe tomarse muy en cuenta la posibilidad que al descontinuar un agente del tipo de los inhibidores de la monoaminoxidasa cuando se van a instituir agentes serotoninérgicos deben de dejarse pasar cuando menos de cuatro a seis semanas antes
de hacerlo por el riesgo de desarrollar este síndrome. El síndrome serotonínico habitualmente se resuelve lentamente en horas o días sin un tratamiento específico y algunos pacientes pueden morir sino se instalan las medidas terapéuticas adecuadas dependiendo de la intensidad de la sintomatología.
Por último, la popularidad alcanzada por los agentes serotoninérgicos debe tomarse en cuenta porque el uso de estos medicamentos en enfermedades psiquiátricas o no psiquiátricas y en otro tipo de padecimientos como son enfermedad depresiva refractaria y otras condiciones psiquiátricas tales como las enfermedades obsesivo-compulsivas, problemas de ingesta exagerada, alteraciones del sueño, enfermedad del descontrol episódico, alteraciones de estrés postraumático, anormalidades de tipo ansiedad generalizada y pánico agudo, se tratan con frecuencia con agentes serotoninérgicos y aumenta el potencial de interacciones con estas drogas favoreciendo la aparición de un síndrome serotonínico. O
NEUROLOGíA DE LA VIOLENCIA
E n este capítulo no se trata rá lo concerniente a la
agresión colectiva o a las respuestas violentas del paciente psicótico a sus ilusiones o alucinaciones o la agresión premeditada y oportunística llevada a cabo por un propósito específi-
co, o la violencia relacionada al uso de drogas ilícitas, sino que más bien se refiere a la discusión de las bases neurológicas de la violencia recurrente interpersonal con énfasis especial en el trastorno explosivo interminente.
La violencia interpersonal es un sfntoma promi nente de muchas enfermedades neurológicas y psicológicas las cua les han s ido convencionalmente clasificadas ya sea como orgánicas o funcionales.
Quizá debido en parte al resultado de la ignora nci a de los s ustratos ne urobi ológicos que funciona n en la patogenia de la violencia , las teorías exclusivamente psicológicas y sociológicas no son s uficientes para explicar por qué sólo una proporción pequeña de la población socialmente desproteg ida es s uj e ta a violencia inte rpe rsonal r ecurrente. Tampoco se explica e l por qu é es qu e muchos indi viduos que están sujetos a influencias criminogénicas en etapas tempranas de su vida no se desaITollan como personas viole ntas en la edad adulta o po r qué un número muy importante de gente que no ha estado expuesta a tales influencias son agresivos patológicos. La ex periencia clínica con individ uos violentos en todos los niveles sociales sugiere que puede h aber una explicación mejor si tal viol e n cia fuera atribuida no solamente como e l producto de alterac iones psicológicas o adversidades sociales o desv iaciones fisiológicas, sino más bien como un resultado d e conducta d e la compleja inte racción en un momento dado de múltiples variables biológicas y ambientales, a lg unas excitadoras y otras inhibidoras.
Desde 1881 Sherrington, famoso fisiólogo inglés, estableció que hay un balance ent re la excitación fisiológica y la inhibición y éste es un principio operacional fundamental en el sistema nervioso normal en e l que la
sum a algebraica de los estfmulos excita torios e inhibitorios determina el producto final y que la sumación temporal de estímulos subliminales puede llegar a provocar excitación . Este inves· tigador tam biim predijo la exis~ tencia de activadores e inhihidores quím icos a nivel de la sinapsis.
LOS SUSTRATOS NEUROLÓGICOS DE LA AGRESIÓN Y LA INHIBICIÓN El trabajo experim enta l en animales y estudios clínicos en el hombre ha n de mostrado que la ca pacidad para la agresión y pa ra s u control , la cual es esencial para la sobrevivenci a de l h ombre mismo y de las ·especies mamíferas, se localiza en un sist ema difuso de interrelaciones neu rona les tanto excitatoria s co mo inhibitorias, las cuales est á n situadas bilateral ~
mente en la corteza de las áreas orbitofrontales, la s á r eas septales adyacentes a la región media de los lóbulos frontales, al hipocampo y a la amígdala en el lóbulo temporal , a la cabeza del nucleo caudad o, al talamo, al hipotala mo, a l mescencéfalo, al puente , y a las est ru ctura s cerebelosas de línea media que corresponden al paleocerebelo. Bajo condiciones normales la neocorteza ejercita cierto grado de control sobre estas regiones pero su capacidad inhibitoria es frágil y puede romperse en presencia de provocaciones exógenas o endógenas m uy importantes.
Genera lmente las les iones s uhtentoriales no se asocian con enfermedades emocionales o mentales y cuando estos síndromes se acompañan con alteración de la conducta, como
NEUROLOGiA DE LA VIOLENCIA
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PARTE B LIBRO 6
La capacidad para la agresión y para su control, la cual es esencial para la sobre vivencia del hombre mismo y de las especies ma,Tliferas. se localiza en un sistema difuso de interrelaciones neuronales tanto excita/orias como inhibitorias.
En el hombre la conducta desinhibida incluyendo la furia episodica. ocasionalmente se observa como Sin toma temprano de tumores que afectan la corteza frontal orbitomedial. la región media del lóbulo temporal. el hipotalamo. la porción media del lalamo, el puenle y como se ha mencionado anteriormente el cereiJelo en su linea media.
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lo hicieron en 47% de una serie de 110 casos de tumores cerebelosos y otras estructuras subtentoriales, con frecuencia son atribuidos a respuestas psicológicas debido a la incapacidad física producida por las lesiones ya mencionadas. Sin embargo, esto parece ser una explicación muy simplista. Los experimentos en animales demostraron que eventos en el sistema límbico pueden ser influenciados tanto por estimulación eléctrica y por lesiones ablativas del paleocerebelo, en gatos talámicos (a quienes fácilmente se les provocan ataques de furia), la estimulación eléctrica del núcleo fastigeo produce furia cuando el animal está quieto pero se inhibe cuando se aplica el estímulo durante el ataque. Este efecto inhibitorio de la estimulación cerebelos a puede ser bloqueado por electrocoagulación de la formación reticular rostral del mesen céfalo. La estimulación del vermis cerebeloso también inhibe las crisis hipocámpicas y las puntas inter-ictales en animales. Sin embargo, las respuestas de conducta agresiva en un animal no son uniformes y la estimulación de un punto particular en el cerebro no produce invariablemente la respuesta esperada. Parece ser que esta estimulación también depende en cierto grado de el ambiente en que se encuentra el animal en ese momento y por ejemplo la estimulación de la amígdala en un mono rhesus enjaulado puede producir conducta violenta, mientras que el mismo estímulo producido en ese animal a través de ondas de radiofrecuencia, mientras está corriendo en su ambiente natural, puede no producir ninguna reacción. En la
misma forma en el hombre la estimulación eléctrica de varios puntos del lóbulo temporal en pacientes con epilepsia dellóbulo temporal habitualmente falla para producir furia, mientras que la estimulación de los núcleos mediales de la amígdala puede en algunas ocasiones producir tal reacción en personas que están siendo estudiadas debido a descontrol episódico. Este mismo principio se aplica al efecto del alcohol en algunas personas que tienen facilidad para desarrollar descontrol episódico después de unos cuantas copas en un ambiente social y esta misma respuesta no aparece aún cuando cantidades comparables se consumen en un ambiente de laboratorio mientras el sujeto está siendo investigado. El poder de las circunstancias sociales y culturales también se ilustra por el hecho de que en la mayor parte de las gentes violentas son más fáciles de desarrollar esta conducta agresiva en la privacidad de su casa que en las calles o en las áreas de trabajo.
En el hombre la conduda desinhibida incluyendo' la furia episódica, ocasionalmente se observa como síntoma temprano de tumores que afectan la corteza frontal orbitomedial, la región media del lóbulo temporal, el hipotálamo, la porción media del tálamo, el puente y como se ha mencionado anteriormente el cerebelo en su línea media. Sin embargo la conducta explosiva ocurre sólo en una pequeña proporción de tales tumores y habitualmente son aquellos que se localizan cerca de la línea media, de tal forma que pueden afectarse ambos lados del cerebro.
LA NEUROQUÍMICA DE LA VIOLENCIA Existen concordancias muy marcadas entre los estudios hechos en animales de experimentación y los estudios hechos en la especie humana. En animales la agresión violenta se estimula por la acetilcolina, la dopamina y la norepinefrina. La agresión afectiva es algo que también es influenciada y estim ulada por la acetilcolina y la dopamina y bastante estimulada por la norepinefrina. El ácido gamma- aminol:mtírico y la serotonina inhiben tanto la agresión afectiva como la violenta en el hombre.
Hay una correlación positiva muy importante entre una historia de conducta agresivo-afectiva y la norepinefrina. El litio, el cual reduce la concentración de norepinefrina también reduce la agresión en prisioneros violentos yen niños, así como en roedores y en los peces. Los antagonistas de la norepinefrina tales como el propranolol y otros betabloqueadores son particularmente efectivos en la prevención de descontrol episódico en enfermedades orgánicas incluyendo la violencia interictal de pacientes con epilepsia y en niños orgánicamente impedidos.
Los sistemas gabaérgicos inhiben la violencia afectiva y en menor grado la agresión violenta. El efecto antiagresivo de las benzodiacepinas se atribuye a su estimulación de la actividad gabaérgica. En el hombre la acción antiagresiva de la serotonina se sugiere por una muy próxima y consistente correlación entre la agresión y la imposibilidad para alcanzarla con niveles bajos del ácido 5-hidroxindolacético. Informes de unidades han indicado que la elevación en los niveles de
serotonina en sangre por la administración del precursor de las serotoninas 5-hidroxitriptófano pueden reducir la actitud agresiva pero provocan serios efectos colaterales; la fluoxetina, un agente serotoninérgico se ha informado que reduce los brotes de agresión en individuos violentos y otros serotoninérgicos como la clorimipramina disminuye la violencia compulsiva y las conductas obsesivo-compulsivas.
TRASTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE Este término fue usado por primera vez por Menninger describiendo ataques de furia, resultado de conflictos neuróticos y fue subsecuentemente aplicado en una amplia gama de individuos, muchos de los cuales tenían evidencia de anormalidades neurofisiológicas o historia de insultos cerebrales. Es importante por su impacto social como una de las causas de homicidios no planeados, suicidios, ataques sin razón sobre extraños, abuso o maltrato de los niños, manejo de automóviles en forma agresiva o criminal o ataques salvajes sobre animales domésticos. El descontrol episódico es descrito en el DSM IV como una entidad muy rara, sin embargo se ha encontrado que es más frecuente de lo que se cree pero es informado con baja frecuencia. Se le ha registrado como un trastorno de personalidad más que una importante alteración médica y se describe como una simple alterac'ión de conducta transitoria cuando que en realidad es una severa anormalidad de conducta. Los datos clínicos de este trastorno implican ataques de furia explosiva con provocación mínima y se describen como una continuación de
NEUROLOGíA DE LA VIOLENCIA
Los antagonistas de la norep;nefrina tales como el propranolol y otros betabloqueadores son partiCUlarmente efecÜ\lOS en la prevencirin de descontrol episodico en enfermedades organicas Incluyendo la violencia in/erlctal de pacientes con epilepsia y en nirios organicamenle impedidos.
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PARTE B LIBRO 6
El descontrol episódico es descrito en el DSNIII como una entidad muy rara, sin embargo se ha encontrado que es mas frecuente de lo que se cree pero es IIlformado con baja frecuencia.
El trastorno explosivo intermitente a menudo es disparado por una cantidad pequeña de alcohol. la cual inhibe a los mecanismos inhibitorios.
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los ataques de los espasmos del sollozo de la infancia o cuando aparecen por primera vez después de un insulto al cerebro. En cualquier caso, el ataque puede aparecer en forma abrupta sin ningún aviso o puede ser precedido por un periodo de disforia que dura minutos a horas; es una transformación de la personalidad como la del Dr. Jekyll y Mr. Ayde. La descripción clásica de este ataque de descontrol episódico fue la que dio Kaplan en 1899 en la que establece que después de un estímulo trivial o casi sin existir ningún estímulo aparece la furia con sus acompañantes motores. Hay una serie de gesticulaciones grotescas, movimientos excesivos de la cara, explosiones del lenguaje obsceno y hay brotes de violencia dirigidos hacia cosas y puede o no haber amnesia para tales eventos. Estos brotes pueden terminar en una crisis epiléptica.
En las etapas tempranas, una interrupción, tal como una llamada telefónica puede detener el ataque pero una vez que se ha iniciado el paciente se transforma en una persona incontrolable e inalcanzable. La violencia física a menudo tiene carácter primitivo con patadas, mordeduras, raspaduras y golpes, se destruye el mobiliario del cuarto, el gato de la casa es tomado de la cola y sarandeado hasta destruirle el cráneo contra la pared y el agresor a menudo desarrolla una fuerza física extraordinaria al grado de levantar un automovil pequeño en peso y voltearlo.
Algunos observadores han notado que durante estos ataques las pupilas se dilatan y desarrollan los pacientes piloerección en los antebrazos o en la nuca. El lenguaje es obsceno, explosivo y
fuera de contexto para el individuo que lo emite. En ataques severos de trastorno explosivo intermitente el paciente parece estar temporalmente psicótico pero en casos menos severos parece estar consciente de su entorno y retiene cierto autocontrol, de tal forma que en lugar de atacar un objetivo humano selecciona una víctima tal como el mobiliario o el animal doméstico más cercano. Durante el ataque el paciente tiene los ojos desorbitados y son seguidos de amnesia parcial y el remordimiento es usual en los adultos pero está ausente en los niños, en los adolescentes y en los psicópatas agresivos.
El trastorno explosivo intermitente a menudo es disparado por una cantidad pequeña de alcohol, la cual inhibe a los mecanismos inhibitorios._ Cantidades más importantes de alcohol pueden producir un estado de intoxicación patológica en la cual los signos usuales de alcoholización están ausentes, pero la conducta es bizarra y puede ser violenta y los ataques son seguidos de amnesia.
En el diagnóstico diferencial de esta entidad clínica debe tomarse en cuenta la posibilidad de crisis epilépticas como las crisis del lóbulo temporal en cuya fase ictal o postictal puede confundirse con descontrol episódico. También la llamada personalidad antisocial psicopática en la que el sujeto presenta un aspecto de tranquilidad superficial detrás de la cual se esconden ideas de grandeza e impulsividad con pobre autocontrol del afecto el cual es muy superficial, incapacidad para la empatía, pérdida del remordimiento, conducta manipuladora, irresponsabilidad y desviaciones sexuales. La personalidad psico-
--'-_ __________________________ NeUROLOGíA DE lA VIOLENCIA
p:ll1C:l JWn,·rn, ll1ll'nlOchocn con J.u; l'\.'StricciO(h!¡¡~illlL'S Jlf ,rmnl~ 'i .1t'uf'r:llnlPnlc es un diagnóstico muy f~'o¡¡dcl\lI.
(ni dll'grI0!« lCI I rlll~n~ nC:1f\ 1 fI~
l •• pcnmnulLdnd sl,ltl'L't."iml ruh ,du r:t .. ..n ID I:II"J e"IJ.)S mdivldUlI.'; ~IU 111 OPUl .... tO al tipo desinhibido. PUt>do. producirse una violencia \:$I.n·mn, habitualmente en una $)Ill 0Ct18H; n y esta explosión de t'(ll1dUtL~ en un individuo habilunlmt'nt l.! docll y "ultJ\..'úl\u'olad,. ha sido descrita como una furia Inr¡!:ítnl<tnll' n:pn 1111<.1n y CVrlCUC""
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La agresión compulsiva es uno rormn mcnQ!! común. de conduct., d(.~mhlbidll.l<l mllvona d\!"
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~rebr.tl nnnLrnt1l'n 8. cpiJC'prin dd ~lotl·rnp.ral cu4 , tr.lunl(uiStnQ m.~ncc:fálico fll:\'ero \..'>fl .$ yen ~rnlitiSt!I\ 2.. La \~oll!ncin compuJ ~lva es un hecho común entre los lI;tmnd()~ asesmos en serie. Los eo.tudio::. en la fo'fl(cnn~lad u~i ~o-cQml1ul.!flvn demostrnr"Oll evid(!nCl8 de anormalidades fisiol6gi~1!I1 ¡¡ru ·L,~ ncunlp6!lw
lógicas en respuesta de potenciales evocados visuales y en el metabolismo de la serotonma. A mayor abundamiento hay informes de respuestas favorables a drogas serotoninérgicas como la c1orimipramina y la fluoxetrna.
CONCLUSIÓN La experiencia clínica con individuos con conducta violenta re· currente y una revisión critica a la literatura soporta la hipótesis de que la violencia interpersonal recurrente no solamente es producto de enfermedad psiquiátrica, de adversidad social o desviación fisiológica, sino que es más el resultado de una confluencia de interacción en un moment o determi n ado de múltiples variables ambientales y biológicas, a lgunas inhibitorias y otras excitatorias, y el no aceptar todos estos factores contribuyentes invita a l error clínico. La identificación temprana y la caracterización precisa de ambas anormalidades n eurológicas y psicológicas en éste y en otros sínd romes desinhihitorios es esencia l para un tratamiento óptimo incluyendo la intervención farmacol ógica raciona l y la psicot erapia; sin esto los defectos determinados orgánicamente que frecu en t e mente juegan un papel signi ficativo en la et iología de la conducta de mala adaptación pueden pasar no reconocidos y permanecer s in ser identificados en comunidades tales como las escuelas primarias y secundarias, las clínicas médi cas, los servicios sociales y las cortes judiciales. Es muy importante el r econoce r estas alteraciones para establecer un tratamiento a corto y a largo plazo que sea efectivo. O
En el diagnOstico diferencial de esfa entidad clif/ica debe tomarse en cuenta la posibilidad de crisis epilepticas como las crisis del 1000/0 temporal en cuya fase ielal o post;ctal puede confundirse COI! descon/rol epistidico.
La identificación temprana y la caracterización precisa de ambas anormalidades neurológicas y psicológicas en este y en otros s(ndromes des inhitHIorios es esencial para un tratamiento óplimo incluyendo la intervención farmacológica racional y la psicoterapia.
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PARTE B LIBRO 6
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porclOn medl.lI de/ lóbulo IrOll/JI1
PSICOPATOLOGíA DE LOS SíNDROMES
DEL LÓBULO FRONTAL
A ún cuando desde la mitad del siglo pasado se descri
bieron perfectam~nte las alteraciones de la personalidad y de la conducta consecutivas a lesiones del lóbulo frontal, es muy significativo como las condiciones patológicas del lóbulo frontal a menudo pasan sin ser notadas clínicamente. Debido a que se ha negado o se ha valorado inadecuadamente la relevancia de los síndromes del lóbulo frontal en el hombre se ha limitado el entendimiento de las relaciones ce,' rebro-conducta. Gracias a los estudios experimentales en
primates y a los cuidadosos reportes de las consecuencias de traumatismo craneales en la Segunda Guerra Mundial. asi como el examen de los pacientes posterior a las leucotomías prefrontales es como se fueron estableciéndo los defectos especfficos de la conducta asociadas con lesiones de esta región del cerebro. De especial importancia se mencionan los síndromes de las demencias del lóbulo frontal y las epilepsias del lóbulo frontal como algunas de las condiciones relativamente nuevas que se han establecido en relación a esta patología.
CONSIDERACIONES ANATÓMICAS
Figura 1. Sindrome dellótlulo fronlal , Convexidad del cerebro, área afe<:lada
Los lóbu10s frontales están representados anatómicamente por aquellas áreas de la corteza anteriores a la cisura de Rolando, incluyendo las áreas corticales principales para el control de la conducta motora, y la circunvolución del cíngulo anterior que puede ser considerada como parte de la porción medial del lóbulo frontal (Fig. 1). El término corteza "pre-frontal .. se debe utilizar más apropiadamente para designar las proyecciones corticales principales cuyo objetivo son el núcleo medio dorsal del tálamo; esta área es en ocasiones referida como la corteza frontal granular o conocida también como áreas IX a XV de Brodman ó 46 y 47. En base a estudios experimentales en monos, algunos neurofisiólogos sugirieron que la corteza frontal
orbitaria tenIa conexiones con la amígda la y las estructuras subcorticales relacionadas a ella y pucdeser consideradacomouna parte integral del sistema límbico. Otras im portantes conexiones prefrontales se hacen a nivel de las proyecciones dopaminérgicas mesocorticales de la porción ven· traJ del mescencéfalo. Otras rela· ciones de la corteza frontal son al hipotálamo, al hipocampo, a la corteza entorinal y ret roesplénica. Debe también especificarse que la corteza prefrontal manda proyec· ciones (pero no recibe) al estria· do, principalmente del núcleo caudado, globos palidus, putamen y sustancia nigra. Un punto final es que el á rea de la corteza prefrontal que recibe proyecciones del núcleo talámico dorsomedial dominante se superimpone con las proyecciones que provienen del área dopaminérgica ventral del tegmento del tallo cerebral.
Por lo tanto, desde el punto de vista neuropsiquiátr ico, las co· nelciones anatómicas más rele· vantes serían las fron totalámicas, fron toestriadas, frontolímbicas y frontocorticales, est as últimas derivadas de las conexiones re· cíprocas extensas de los lóbulos frontal es con las áreas de aso-. ciación sensitiva mAs important es como e l lóbulo pa ri e t a l inferior y la corteza tempora l ante rior.
PROBLEMAS DE CONDUCTA CON LESIONES DEL LÓBULO FRONfAL Uno de los déficit específicos de conducta que siguen a un daño del lóbulo frontal es la alteración de la a tención y los paden· tes demuestran alto grado de distr ac tibilidad y muy poca atención asl como muy pobre memoria.
PSICOPATOLOGiA DE LOS SiNDROMES DEL LÓBULO FRONTAL
En algunas ocasiones se observa afasia pero ésta es diferen· te de la de Wemicke o la de Broca y se ha referido como una afasia ..dinámica .. ; los pacientes tienen un lenguaje motor bien preserva· do y no tienen anomia, la capaci· dad de repetir está intacta, pero tienen dificultad en utilizar las preposiciones y el lenguaje acti· vo está francamente alterado. Este síndrome se ha también re-ferido como una afasia motora transcortical y el lenguaje de es· tos pacientes no tiene coherencia, su discurso es inadecuado social· mente y está desinhibido y pue. den confabular. Otros hechos clínicos en los síndromes de) 16-bulo frontal incluyen actividad motora disminuida, particularmente disminución de la activi· dad espontánea, pérdida de la creatividad, incapacidad pa ra planear el futuro y desinhibición. El afecto también está alterado con apatía y aplanamiento emo· cional y el paciente demuestra indiferencia a todo su entorno.
Como contraste en otras oca· siones exis t e hiperforia y desinhibición; la hiperforia no es de tipo maníaco sino que tiene una cualidad vacía en su cante· nido. La desinhibición puede Ue· ga r a provocar marcadas alteraciones de conducta algunas veces asociadas con brotes de irri· tabilidad y agresión, también la llamada maria en muy frecuente en estos pacientes, se les ha denominado .. Witzelsucht-. Hay tres principales síndromes del 16-bulo frontal. El primero 'o tam· bién llamado síndrome órbito frontal o desinhibido se caracteriza por una conducta impulsiva o desinhibida, pseudosicopática, hiperforia , afecto inadecuado, moria, labilidad emocional,juicio muy pobre y distractibilidad.
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PARTE B LIBRO 6
las implicaciones clinicas indican que con un trauma craneal el paciente conlrecuencia no demuestra altcr.1Clones fleurolcigicas prominentes en/as pruebas rutinarias y aun/a tomcigraflJ computada y las pruebas tradicionales pSicometricas pueden estar dentro de limites normales.
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El segundo tipo de síndrome es el síndrome de la convexidad frontal o apático, hay apatía con ocasionales brotes de agresión de duración breve, indiferencia, retardo psicomotor, impersistencia motora, conducta verbal y motora discrepantes y pobre capacidad de abstracción.
El tercer síndrome o síndrome frontal medial (aquinético) se caracteriza por una lentitud de movimientos espontáneos y de gestos, una expresión verbal escasa (con preservación de la repetición), debilidad de miembros inferiores (con pérdida de la sensibilidad) e incontinencia urinaria. En algunos pacientes aparecen alteraciones paroxísticas de la conducta que tienden a ser de corta duración y pue~ den incluir episodios de confuSlOn y ocasionalmente alucinaciones. Se considera que estas alteraciones reflejan anormalidades de las conexiones frontolímbicas. Después de lesiones masivas del lóbulo frontal, puede presentarse el síndrome denominado apático, aquinético y abúlico en el cual los pacientes están pasivos, incapaces de ser despertados e incapaces de completar u obedecer órdenes simples.
Otros signos clínicos asociados con el daño del lóbulo frontal incluyen la falta de atención a los estímulos sensitivos en el hemicuerpo contralateral, fenómenos de repetición, tales como ecolalia y ecopraxia, confabulación, hiperfagia y varios cambios en la función cognitiva.
U na explicación para estas alteraciones de la conducta presupone una actividad parietal, falta de inhibición con pérdida de la inhibición frontal y se ha
considerado que estas alteraciones de la conducta se observan en lesiones del lóbulo frontal a menudo unilaterales en la mitad inferior del área medio basal de los lóbulos frontales, aunque ocasionalmente pueden ser consecutivas a lesiones talámicas.
Los síndromes del lóbulo frontal pueden ser observados después de una variedad de insultos a estas áreas del cerebro, algunos de ellos destruyendo el tejido del lóbulo frontal en forma selectiva. Estas lesiones incluyen tumores cerebrales, 'acciden tes cerebrovasculares, infecciones y trauma craneoencefálico. Hay también síndromes demenciales que aparecen afectar selectivamente a los lóbulos frontales, tales como la enfermedad de Pick y el hidrocéfalo de presión normal. Algunos tóxicos como el alcohol pueden dañar en forma preferenciallas áreas frontales como se observa a veces en las tomografías computadas de pacientes alcohólicos. Algunas veces enfermedades desmielinizantes como la esclerosis múltiple con lesiones periventriculares múltiples pueden también provocar síndromes del lóbulo frontal.
Las enfermedades psiquiátricas en las cuales el lóbulo frontal está afectado incluyen la esquizofrenia, así como síndromes confabulatorios de diferente naturaleza.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO El daño del sistema límbico y la lesión del lóbulo frontal pueden ser consecutivos a un trauma craneoencefálico. En general se considera que posterior a un trauma craneal, las áreas más
,..
susceptibles de daño son ellóbulo frontal y la región anterior del lóbulo temporal y muy frecuentemente estas lesiones son de tipo contragolpe. Sin embargo, la relativa pérdida de movimiento en los lóbulos frontales y temporales, los cuales están fijos a las estructuras óseas de la fosa anterior del cráneo facilita contusiones del tejido cerebral con laceración y daño más severo.
Las implicaciones clínicas indican que con un trauma craneal el paciente con frecuencia no demuestra alteraciones neurológicas prominentes en las pruebas rutinarias y aún la tomografía computada y las pruebas tradicionales psicométricas pueden estar dentro de límites normales. Sin embargo, las alteraciones y secuelas emocionales y de conducta que reflejan afección del sistema límbico y disfunción del lóbulo frontal son por lo general severas. Estas alteraciones psiquiátricas son más comunes en pacientes con lesiones del lóbulo frontal izquierdo y las lesiones del lóbulo frontal a menudo se asocian con cambios en la personalidad y las lesiones del lóbulo temporal con trastornos psicóticos. La existencia de traumatismo al lóbulo frontal ayuda para explicar el desarrollo de neurosis postraumática en algunos pacientes con trauma craneoencefálico y también explica la incapacidad de pruebas tradicionales de evaluación neurológica para entender tales problemas clínicos. En estos casos la resonancia magnética revela lesiones muy importantes de los lóbulos frontales que se manifiestan a veces por alteraciones únicamente psiquiátricas que pudieran confundirse con alteraciones conversivas.
PSICOPATOLOGíA DE LOS SíNDROMES DEL LÓBULO FRONTAL
EPILEPSIA Gracias al auxilio de la videotelemetría se ha podido establecer con acuciosidad el diagnóstico de cierto tipo de crisis epilépticas y por lo tanto se les puede clasificar mejor y realizar una adecuada distinción entre crisis epilépticas parciales y generalizadas. En las últimas clasificaciones de la epilepsia, las epilepsias relacionadas a la localización incluyen las epilepsias del lóbulo frontal con diferentes patrones clínicos.
Los síndromes y epilepsias relacionadas a su localización (focales, locales o parciales) incluyen las sintomáticas como las epilepsia parcial continua progresiva crónica de la infancia o síndrome de Kojewnikow.
Lóbulo temporal y lóbulo frontal. Este último incluye las crisis del área motora suplementaria, las crisis del cíngulum, las crisis de la región anterior frontopolar, las crisis orbitofrontales, dorsolaterales, operculares, y de la corteza motora, y luego están las del lóbulo parietal y las del lóbulo occipital.
Estas crisis epilépticas pueden ser categorizadas anatómicamente. Por ejemplo, hay crisis epilépticas que se originan del área rolándica, del área motora suplementaria, de las áreas frontopolares (áreas de Brodman 10, 11, 12 y 47), el área dorsolateral, el área opercular, la región orbitaria y el giro y la circunvolución del cíngulo. Las crisis rolándicas son típicas y corresponden a crisis parciales simples jacksonianas, mientras que los ataques derivados del área motora suplementaria a menudo se asocian con movimientos adversivos con cambios posturales y autonómicos. Las
La evidencia de disfuncion del Jobulo frontal en pacientes
esqwlofremcos estara presente en estudios neuropalologico.~, ('f)
estudios electroencefalograflCos y en neurolmagen (sobre lodo con
TAe e IRM. imagen por resonancia magnetica). aSI como por el estudiO de flujo sangumeo cerebral (SPECT).
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Aun cuando muchas formas de sindromes demenciales afectan a los lóbulos frontales. es evidente en la actualidad que hay varios tipos de demencia que a/reran selectivamenle la funcion del lóbulo frontal particularmente en las elapas lempranas de la enfermedad,
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crisis epilépticas parciales complejas que se originan en el área frontal incluyen grupos de crisis epilépticas breves de instalación súbita y desaparición abrupta y pueden ser diagnosticadas erróneamente como crisis histéricas debido a que el electroencefalograma de superficie puede ser normal en estos casos.
ESQUIZOFRENIA Múltiples informes de investigación clínica y básica han demostrado que hay anormalidades en la función del lóbulo frontal en la esquizofrenia. Los síntomas que se incluyen son cambios afectivos, motivación alterada, introyección muy pobre y síntomas deficitarios. La evidencia de disfunción del lóbulo frontal en pacientes esquizofrénicos estará presente en estudios neuropatológicos, en estudios electroencefalográficos yen neuroimagen (sobre todo con T AC e IRM, imagen por resonancia magnética), así como por el estudio de flujo sanguíneo cerebral (SPECT).
DEMENCIA Aún cuando muchas formas de síndromes demenciales afectan a los lóbulos frontales, es evidente en la actualidad que hay varios tipos de demencia que alteran selectivamente la función del lóbulo frontal particularmente en las etapas tempranas de la enfermedad. El paradigma de demencia del lóbulo frontal es la descrita por Pick en 1892, la cual se asociaba con atrofia circunscrita de ambos lóbulos frontales y temporales; esta forma de demencia es mucho menos frecuente que la enfermedad de Alzheimer y más frecuente en mujeres. Puede ser heredada a través de un gene
autosómico dominante aislado, aunque la mayoría de los casos son esporádicos.
Existe una serie de hechos que distinguen y reflejan los cambios patológicos de fondo en la enfermedad de Pick y la separan de la enfermedad de Alzheimer. En particular las alteraciones de la conducta, cambios emocionales, y la afasia son hechos clínicos frecuentes. Hay deterioro de las relaciones interpersonales, se pierde la introyección tempranamente y la tendencia al daño de la memoria del lóbulo frontal puede sugerir un cuadro maníaco; la afasia se refleja por dificultades para encontrar palabras adecuadas en presencia de un lenguaje no fluido, aplanado y vacío.
El electroencefalograma tiende a parecer normal en esta enfermedad, aunque la TAC y la IMR proporcionarán confirmación de la atrofia lobar frontotemporal y el cuadro clínico asociado al SPECT confirma una disminución de flujo en las áreas frontales y temporales. El PET demuestra también disminución del metabolismo en esas áreas.
Otra forma de demencia que afecta primordialmente la función de los lóbulos frontales es el hidrocéfalo de presión normal. Esto puede estar relacionado a diferentes causas de fondo incluyendo trauma craneal, meningitis previa, neoplasia, hemorragia subaracnoidea o neurocisticercosis o puede ocurrir en forma idiopática, es decir en forma más clásica hay un hidrocéfalo comunicante con insuficiencia en la absorción de LCR a través del seno longitudinal superior por bloqueo de éste o el LCR es incapaz de alcanzar la convexidad
dlll c~.",hru)' de !>t~r fJbsurtmlll :1
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prc!j:j(m nornlnl (! I L H La dernl'n{'IIl"S dr ~'Ir lll~ m"t.u!;¡l.:mn ~' ltl!ntl c.1rudorr·;tic:ls de una dl' 11\~1\ch' ~\ IIU:u rll \.'1\1 ,'IUI lenti· tud psicomotora y a lteraciones lll~nn.,'-,l-¡\·n,. en contraste con m.\'I ,ll sc rClaio u,'I(lrma!,dlld,,'" ele hJ metnurin que pueden anun¡'¡, Ir l'1 inicio de la enfermedad tI..: Alzhe imer. Los pacientes JllUrdt.! 1I iniciativa y se tornan U'lIH1r",.:. y en algunos casos la 11r<:¡¡entntlúl\ PUeriL' Jiij ffilllBr UIl:l
t' llrerm"df\d afectiva. En genero! !.11 síndrome del l6bulo fron · t.li es un h(leh" Oflm un )' t'uílndl'l .. ,.. l'otllhulII ('(In incontinenci a y at:l.'~i(t así como apraxia de la mM'chl1 debe indicar al médico d\·I.1 pusíhi lit!3d dL' Cbll! dl.n~'1II\!¡.. !1C(1
Otras causas de demencia que pueden presentarse con un rundro ('lfnie de lirIa d. :.: fun CI() ll dl,lllubuhl frtUllal .son Itm tUUI!)
res especialmente meningiomas .\ la degeneración córtico basal (.Parkin son plus .. ).
FORMAS CLÍNICAS DE DI~TE ' C JÓN D E DAl':O DEL LÓBULO FRONTAL La detecci6n de daño del lóbulo frontal puede ser difícil especial· mente si se utilizan únicamente los métodos tradicionales de eva· luaci6n neurológica. De hecho solamente en los casos en qu e existe una parálisis consecutiva a la des trucción de la corteza motora contralateral asociada con problemas de conducta es cuando se puede detectar el sín· drome del lóbulo frontal en for-
PSICOPATOlOGIA DE l OS SlIlDAO/J. ES DEllOBUl O FROlrr,l l
ma más sencilla, pero cuando se trata únicamente de alteraciones de conducta y disfunción del sistema Iimbico el problema se hace más difícil. Deben utilizarse técnicas especiales para examinar la función de los lóbulos frontales y debe de seguirse una secuencia en las pruebas especí· ficas para este fin .
Algunas de las pruebas útiles pa ra investigar la función del lóbulo fronta l incluyen las s i· guientes: a) Fluidez de palabras. b) Pensamiento abst racto. e) Interpretación de proverbios
y metáforas, d ) La prueba de Wisconsi n de
selecci6n de cartas. e) Diseño de bloques. n La prueba de la posición, de
la mano, g) Capacidad para copiar dibu·
jos y pruebas motoras de movimie ntos r e pe titivos ritmicos. Las lesiones 6rbito-frontales
pueden asociarse con anosmia y si la lesión se extiende más posteriormente aparecen s ignos neurológicos ta les como afasia y en el caso de lesiones del hemisferio dominante, parális is, reflejo de prensi6n, y a veces anormalidades oculomotoras. Sin embargo no todos los pacientes con daño fronta l demuestran anormalidades en estas pruebas y no todas las pruebas se encuentran anonnales en 108 estados de disfunción dellóbuJo frontal en forma exclusiva.
En lesiones del hemisferio no dominante la capacidad de contar es muy pobre y el paciente se torna aprosódico con incapacidad de reconocer la melodía y el tono emocional. Hay perseveraci6n, repetición excesiva, confabulación y conducta de imitaci6n.
En lesiones del hemisferio no domlnanre la capacidad de conlar es muy pobre y el pacienle se torna aprosódico con incapacidad de reconocer la melodia y el tono emocional.
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PARTE B LIBRO 6
La disfunción del IóbJlo frontal a menudo pasa inadvertida especialmente en pacientes que tienen pruebas neur%gicas tradicionales normales y aparenfemente un cociente intelectual intacto.
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Se han tratado de realizar explicaciones de las relaciones entre la anatomía y la patología del lóbulo frontal. Por ejemplo, se ha establecido que las áreas posterolaterales de la corteza frontal están más relacionadas a estructuras motoras que la parte anterior del cerebro, y por lo tanto favorecen las sinergias motoras y las perseveraciones que se observan con lesiones en ésas áreas. Son más pronunciadas después de lesión en el hemisferio dominante asociándose con alteraciones francas del lenguaje. Lesiones más posteriores parecen relacionarse con dificultades en organizar los movimientos, mientras que las lesiones anteriores resultan en dificultades del planeamiento motor y una disociación entre conducta y lenguaje. Las perseveraciones motoras elementales probablemente requieren lesiones que son lo suficientemente profundas para afectar los ganglios basales. Las alteraciones de la atención se relacionan al sistema frontotalámico o tallo cerebral y los síndromes basales orbitarios son debidos a disrrupción de los enlaces frontolímbicos. La pérdida de la función inhibitoria sobre los lóbulos parietales con
liberación de su actividad aumenta la dependencia del sujeto a información tactil y visual externa provocando los fenómenos de repetición y el síndrome de dependencia ambiental.
En resumen, en esta revisión se establecieron algunos aspectos básicos del funcionamiento del lóbulo frontal y los métodos para examinar las anormalidades de esta área del cerebro. Se enfatizó que los lóbulos frontales son afectados por una gran variedad de enfermedades que cubren un amplio espectro de problemas neuropsiquiátricos y además se establece que los lóbulos frontales se afectan en síndromes que tradicionalmente no se consideraban relacionados a disfunción del lóbulo frontal, como por ejemplo la esquizofrenia y los síndromes de pobre identificación.
La disfunción del lóbulo frontal a menudo pasa inadvertida especialmente en pacientes que tienen pruebas neurológicas tradicionales normales y aparentemente un cociente intelectual intacto y por esa razón se necesitan algunas pruebas neuropsicológicas específicas para disfunción del lóbulo frontal para poder detectarla tempranamente y así poder establecer los tratamientos adecuados. O
FIBROMIALGIA
L a fibromialgia (FM) es un sínd rome complejo y crón i
co, de etiología desconocida, clínicamente definido, que representa la causa más común de dolor generalizado en la práctica médica. Afecta aproximadamente al 2-4% de la población general y 1 a 5% de los pacientes en la práctica médica general. De 15-20% de los pacientes en consulta de reumatología cumplirán los criterios diagnósticos de FM . Cerca de 90% de los pacien tes son mujeres y la mayoría son caucásicos; la edad de inicio fluctúa e ntre 27 y 37 años. La edad media al diagnóstico es entre los 34 y 53 años. Se calcula que aproximadamente 10 millones de personas en KU. padecen esta condición. Los niños y las personas de edad también son afectados, pero menos frecuentemente.
El cuadro clínico se caracteriza por dolor musculoesqueléti co di fuso y crónico, generalmente acompañado de alteraciones en el patrón del sueño (el cual característicamente es no reparador), fatiga fácil , ri gidez matutina, parestesias y cefalea. En la exploración física puede detectarse la presencia de puntos particularmente dolorosos bien localizados, a los que se les ha llamado puntos sensibles. A menudo también presentan otros síndromes funcionales, tales como trastorno funcional digestivo, fenómeno de Raynaud, síndrom e d e vejiga irritable, dismenorrea, migraña y cefalea tensional, entre otros.
El Inialgla rara vez evolUClOna hacl I otras entidades nosológicas, tales como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide Sin embargo, otros pacientes c di ciones ya bien e tat cid pueden desarrollar M.
ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS Aproximadamente SQCh, de los pacientes recuerdan tul evento específico asociado con el inicio abrupto de la sintomatologfa. Los eventos más frecuentemente recordados incluyen estrés emoci'ona1 o fisico, o enfermedad infecciosa de tipo viral. Por el contrario, otros pacientes describen un inicio insidioso. OtTas circunstancias, tales como la suspensión brusca de est.eroides e hipotiroidismo, se han asociado a FM.
Hay ao un<1ant patogénicas sobre la FM. En términos generales, las posibilidades fi siopatológicas se pueden dividir en mecanismos centrales y periféricos.
Mecanismos centrales Según los trabajos de Moldofsky, la FM puede ser debida a un trastorno de las fases profundas del sueño en el cual ocurre el sueño reparador, sugiriendo que las anormalidades en el metabolismo de la serotonina j:mdrian ser relevantes para entender la fi siopatogénesis de la FM; este autor notó asociación entre la sintomatologíay la presencia de niveles bajos de triptófano en el plasma. El tript6fano es el precursor de la serotonina, neuro-
Segun los trabajos de Moldofsky, la FM puede ser debida a un trastorno de las fases profundas del sueño en el cual ocurre el sueño reparador. sugiriendo que las anormalidades en el melabo/ismo de la serotonina podrían ser relevan/es para entender la fisiopalogénesis de la FM.
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Los pacientes con FM severa tienen una reducción del umbral al dolor (alodinia), una respuesta incrementada al estimulo doloroso (hiperalgesia) y un incremento en la duración del dolor después de la estimulación del nociceptor (dolor persistente).
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transmisor importante para la fase 4 del sueño no-MOR (movimientos oculares rápidos) para las vías inhibitorias descendentes del dolor y los estados afectivos. Se ha demostrado incremento en la densidad de receptores de seroronina en plaquetas, lo cual es consistente con niveles plasmáticos bajos de serotonina.
La alteración del sueño encontrada en pacientes con FM se denomina anormalidad alfadelta, la cual consiste en la sobreposición de ritmo alfa (7.5 -11 Hz) en el sueño profundo de ondas lentas delta (0.5 - 2 Hz). El ritmo alfa no se limita al sueño de ondas lentas delta y puede ser observado durante los estadios 1 y 2 del sueño NREM. En pacientes con FM hasta 607f. del total del sueño NREM puede estar ocupado por este patrón alfa-delta.
Es posible que este patrón del sueño sea una anormalidad genéticamente determinada y pueda predisponer a desarrollar FM bajo ciertas circunstancias adversas especiales.
En un estudio de privación de sueño REM inducida por ruido, uno de siete sujetos sanos presentó el patrón alfa-delta y éste fue el único que experimentó dolor musculoesquelético difuso y fatiga durante las tres noches de privación de sueño REM. Otro estudio en el que se provocó la aparición de la anomalía alfa-delta mediante privación de la fase 4 del sueño NREM inducida por ruido durante tres noches consecutivas, en los seis sujetos sedentarios, sanos que participaron en el estudio presentaron dolor musculoesquelético difuso, sensibilidad aumentada y fatiga; la anomalía alfa-delta dejé de estar presente durante las dos
noches siguientes de sueño no perturbado y la sintomatología desapareció.
Cuando se realizó el mismo experimento en tres sujetos corredores de larga distancia éstos no presentaron los síntomas, a pesar de que la misma anomalía alfa-delta fue inducida por ruido. Esto sugiere que el estado de acondicionamiento físico aeróbico parece modular la contribución que la anomalía electroencefalográfica alfa-delta tiene sobre los síntomas de fatiga y dolor.
Mecanismos periféricos La activación de los nociceptores periféricos produce liberación de neurotransmisores en la médula espinal, principalmente substancia P (SP) y el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (PRGC). Hay también un prominente flujo retrógrado de SP, la cual es liberada en la región de las terminaciones nerviosas libres. Este flujo retrógrado sensibiliza a los tejidos y los hace responder a estímulos menos intensos. Los nociceptores musculares son activados por estímulos mecánicos (presión, estiramiento), bradiquinina, 5-hidroxitriptamina y potasio; no son activados por el movimiento muscular normal o aun por tensión incrementada.
Los pacientes con FM severa tienen una reducción del umbral al dolor (alodinia), una respuesta incrementada al estímulo doloroso (hiperalgesia) y un incremento en la duración del dolor después de la estimulación del nociceptor (dolor persistente). Estos hechos son encontrados en estados que cursan con amplificación central del dolor.
Mountz y col. informaron que los pacientes con FM tenían una disminución en la perfusión de la región tal árnica y en el núcleo caudado (que son estructuras relacionadas con el procesamiento del estírnl!lo doloroso) y se piensa que la tolerancia dis minuida al dolor en estos pacientes resulta de anormalidades funcionales en el SNC.
Hay evidencia convincente de que los estímulos nociceptivos crónicos sensibilizan a las estructuras del SNC involucradas en la percepción del dolor, fenómeno que se ha denominado neuroplasticidad. Datos experimentales recientes han demostrado un aumento en la densidad de receptores de SP en la lámina 1 de las astas posteriores de la médula espinal y, además, Russell ha encontrado niveles elevados de SP en LCR de pacientes con FM. Hay también evidencia de sinergismo entre SP y los receptores de NMDA en la perpetuación de estados dolorosos crónicos.
Parece que los impulsos sensoriales del músculo, en oposición a los cutáneos, son efectores más potentes de neuroplasticidad. Esto puede ser la clave con respecto al papel que el dolor muscular juega en el espectro complejo de la FM.
Si bien el excesivo dolor a la presión u otros estímulos es posiblemente el resultado de alteraciones centrales del sistema del dolor, algunos investigadores han sugerido que los sintomas pueden estar en relación con una patología insidiosa de la piel y/o el músculo.
En 1984, Kalyan-Raman y col. informaron los hallazgos encontrados en biopsias musculares de 12 pacientes con FM. Estos inves-
tigadores estudiaron pacientes que cumplían con los criterios diagnósticos de Yunus para FM encontrando fibras musculares tipo 1 apolilladas. atrofia de fibras tipo 11, necrosis de miofibrillas y anormalidades mitocondriales. Bengtsson encontró cambios morfológicos similares y describió disminución de aproximadamente 17% en el contenido de ATP y 21 % en la concentración de fosfocreatina. Lund y col. informaron que la presencia de cambios en la tensión de oxígeno sobre los puntos dolorosos en el músculo trapecio eran consistentes con mala distribución del flujo sanguíneo capilar. En un estudio de músculo en actividad tisica se mostró que el flujo sanguíneo estaba disminuido en pacientes con FM al compararlos con un grupo control. Todos estos cambios si bien no son específicos, indican que el músculo. de alguna u otra forma, está involucrado en la patogénesis del síndrome FM.
CUADROCLOOCO (Cuadro 1)
La mayoría de los pacientes son mujeres entre los 25 y 50 años de edad, con dolor musculoesquelético crónico.
El dolor puede iniciar como Wl
problema localizado, a menudo en cuello y hombros, y puede diseminarse en un periodo de meses. En más de 80% de los pacientes, el cuello,los hombros y las partes media y baja de la espalda son afectadas en Wl patrón axial que simula espondiloartropatía inflamatoria.
La mayoría de los pacientes tienen dificultad en precisar el dolor. Así mismo, las características del dolor son dificiles de describir; los pacientes utilizan diferentes adjetivos, tales como
FIBROMIALGIA
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PARTE B LIBRO 6
CUADRO 1. Signos y síntomas asociados en FM (Wolfe 1990).
Signo o síntoma 1
Dolor difuso Sensibilidad en > 11/18 puntos Fatiga Rigidez matutina Trastorno del sueño Parestesias Cefalea Ansiedad Dismenorrea Síntomas sicca Depresión previa Colon irritable Urgencia urinaria Fenómeno de Raynaud
e7.~ 90.1 aH n.o 1A:-6 62~ 52...8 4HI
'.110.& ~~ lUi Z9)i. 26.S Hi.7
Otros síntomas informados: mareo, trastorno de la memoria y concentración, erupción cutánea, picazón crónica.
Los pacientes con FM se sienten cansados la mayor parte del dla. mas import.1nlemenle por la /arde o durante las primeras horas por la noche. IllOl71i'nlo en que los pacientes pueden estar tan agotados que no pueden COllcentl afSe en actiVidades intelectuales simples y necesitan dormirse.
Los pacientes COIl FM pueden tener insomniO. apnea del sueno o mioclonos nocturnos. por lo cual resulta muy importante obtener una historia detallada del sueno.
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dolor "punzante", "ardoroso", etc. Con frecuencia lo refieren con cualidad parestésica, semejando una neuropatía, lo cual da lugar a efectuar estudios de neurodiagnóstico tales como electromiografía (EMG), de velocidad de conducción nerviosa y estudios radiológicos.
A menudo describen tumefacción y dolor de las articulaciones, a veces simétrico, lo cual aunado a la rigidez matutina puede parecer una artritis reumatoide. Sin embargo, tras un interrogatorio cuidadoso resulta que las molestias se producen en los tejidos blandos y no hay artritis.
Los pacientes a menudo refieren fatiga fácil y debilidad con la mínima actividad física, lo cual aumenta la probabilidad diagnóstica de una enfermedad inflamatoria del músculo, como la polimiositis. Sin embargo, al examen físico, no hay debilidad muscular importante, y las enzimas musculares y la EMG son normales.
Los pacientes con FM se sienten cansados la mayor parte del día, más importantemente por la
tarde o durante las primeras horas por la noche, momento en que los pacientes pueden estar tan agotados que no pueden concentrarse en actividades intelectuales simples y necesitan dormirse. De hecho, con frecuencia, se duermen por agotamiento a primera hora de la noche. Sin embargo, experimentan un trastorno del sueño caracterizado por despertarse con frecuencia durante la noche y su sueño es tan ligero que detectan cualquier ruido en su vecindad. Por la mañana no se sienten relajados, incluso después de ocho a diez horas en cama. Cuando a estos pacientes se les realiza polisomnografía nocturna, en la mayoría se encuentra una arquitectura del sueño alterada, mostrando un patrón anormal denominado alfa-delta del sueño NREM, lo cual es evidencia de un trastorno del "despertar" dentro del sueño profundo y es un indicador biológico de sueño no reparador y sensible de FM. Esta anormalidad se refiere a la intrusión de ritmo alfa de alta frecuencia (7.5-11 Hz).
Los pacientes con FM pueden tener insomnio, apnea del sueño o mioclonos nocturnos, por lo cual resulta muy importante obtener una historia detallada del sueño.
Pueden presentarse trastornos cognitivos, especialmente dificultad para concentrarse y dificultad con la memoria a corto plazo. Se ha observado que los pacientes con FM pueden llegar a perder 15-44 puntos de IQ. Se observan problemas del lenguaje, los cuales pueden ser receptivos (cuando el paciente no entiende lo que lee o escucha) o expresivo (cuando el paciente no puede decir lo que desea expre-
sar ). Comúnmente tienen problemas para deci r el nombre de las cosas o personas. Los problemas con la memoria a veces son muy s igni.ficativos, lo cual les causa bastante preocupación y muchas veces éste s uele ser el motivo de consulta, Los pacientes con FM se dan cuenta del deterioro de s us habilidades cognitivas, lo cual les causa bastante estrés y ésto, a s u vez, agrava los s íntomas de la FM. Esto se complica más por el hecho de qu e los pac ientes con F·M tienden a ser perfeccionistas, lo cual les hace más difícil aceptar que no pueden hacer las cosas de la misma manera en que acostumbraban hacerlas antes del inicio de la FM . Todo lo anterior nos da una idea de la complejida d del proceso de disfunción neurol6gica de estos pacientes.
Hay una gran cantidad y variedad de signos y sintomas que estos pacientes pueden present ar y cuya rev is ión detallada está más allá de los objetivos de este trabajo. Entre ellos destacan los cambios en la temperatura que estos pacientes pueden tener; en un momento dado s ienten mucho fria yen otro momento sienten mucho calor. Además, tienden a tener cifras bajas de presión arteria l y, en forma intermitente , pa lpitaciones. En ocasiones presentan también vértigo e inestabilidad para ca· minar.
Otros problemas comunes encontrados en pacientes con FM incluyen: 1. Síndrome de piernas inquie
tas (20-60'"-': l. 2, Síndrome uretral femenino o
de vejiga irritable. 3, Trastorno funcional digesti
vo (30-BO'k) .
4. Fenómeno de Raynaud (comu parte de un a hi persensibilidad vasomotora y cutánea a l frio, más que 3 una disfunción inmunolügica).
5. Apnea del ~ueno . 6. Complejo S leCA. 7. Hi permovilidad art icula r.
Con todo lu que se ha descri · to hasta el momento, podemf's comprender que, en ucasiones, la cantidad de signos y síntomas puede ser tan compleja y de su· ficiente intensidad, que el paciente puede esta r, a l menos temporalme nte, incapaci tado para hacerse cargo de sus actividades cotidianas y laborales; l.'!-iLQ
s ucede en 12-25(",1 de los ca'iOs. Es importante tener lo ante
rior en cuenta ya que, dada la na· tura leza polisintomática de estos pacientes, es fáci l para los médicos no famili a rizados con esta enfermedad catalogar o ctiqul!tar a estos pacientes con el disb'l1ÚStico de trastorno somatoforme, somatización , desorden de dolor somá tico , hipocondriasis (J
somatoforme atípico, o bien, depresión y/o ansiedad.
Es un hecho que diversos factores psicológicos juegan un papel en el cuadro global de la FM. De hecho, la mayorfa de los pa· cientes refieren que sus síntomas son agravados por faclores estresantes y los efcctos que éstas producen sobre su ya deteriorado ciclo de s ueno. Múltiples infonnes de evaluaciones psiquiá· t ricas no han revelado la existen· cia de ningún perfi l caracterfstico o tipito en pacientes con FM; un estudio reciente comparó 35 pacientes con FM, 33 oon artritis reumatoide y 31 pacientes sin dolar y no se encontró ninguna diferencia en la historia de las vidas de estas personas con respecto a presencia de desórdenes psiquiá-
E" lt'sumtt1 podf!-m05 ck>(¡, que .. p'ta,m.ldJnI~'tlI(" un ''''' '0 lit' l/U: 1W,,('f1ll'~ con FI.! ",,!!!'!! >In p,otNtm.¡ ps,co'o9,tO ",f/rfl/t.;.1/!W'; P(Jf~tOmt""O (JIS"O di> t'STa!
p,IC4MI"s nu lO 11",1+'11
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PARTE B LIBRO 6
El diagnoslico dP FM Si' realiza a partir de la historia clmica y una ík'tallada f'xploraclon musculoesqlN'lPtica y neurologica. En la acluilltdad. no eXiste nmgun analtsls de laboratoriO para ff'il/izar el diagnostico de FM
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tricos. De hecho, muchos de los aspectos psicológicos de la FM son en realidad las secuelas psicológicas de sufrir dolor crónico. En resumen, podemos decir que aproximadamente un tercio de los pacientes con FM tienen un problema psicológico significativo. Por el contrario, casi 70Ck de estos pacientes no lo tienen.
Hay, sin embargo, un buen número de condiciones musculoesqueléticas, gastrointestinales y neurológicas que pueden coexistir con FM y ameritan valoración y tratamiento diferentes al de la FM. Entre estas condiciones tenemos: 1. Bursitis (hay más de 78 bursas
a cada lado del cuerpo). 2. Epicondilitis (codo del tenista). 3. Fasciitis plantar (asociada a
espolón óseo en talón). 4. Tendinitis. 5. Síndrome del túnel del carpo. 6. Dolor bajo de espalda (asocia
do a osteoartrosis de la columna vertebral).
7. Osteoporosis. 8. Hipotiroidismo. 9. Fenómeno de Raynaud. 10.Neuropatía periférica. l1.Esclerosis múltiple. 12. Radiculopatía cervical o lum-
bar. 13.Enfermedad ácido-péptica. 14.pólipos o cáncer colónicos. 15.Síndrome de malabsorción. 16.Enfermedad intestinal infla-
matoria.
DIAGNÓSTICO El diagnóstico de FM se realiza a partir de la historia clínica y una detallada exploración musculoesquelética y neurológica. En la actualidad, no existe ningún análisis de laboratorio para realizar el diagnóstico de FM.
La historia debe ser negativa con respecto a otros datos que
no sean el dolor musculoesquelético difuso característico de la FM, no debe haber historia de artritis o flogosis articular. No debe haber fiebre ni pérdida de peso importante. En la exploración física no debe haber artritis ni debilidad muscular ni déficit neurológico motor o sensitivo; el movimiento de la columna vertebral debe ser normal.
Los estudios de laboratorio incluyendo biometría hemática, perfil bioquímico, electrólitos sérico s, velocidad de sedimentación globular, enzimas musculares y perfil tiroideo son normales. Los anticuerpos antinucleares y el factor reumatoide pueden ser positivos a títulos bajos en 10-20Ck de los pacientes con FM.
Siguiendo los criterios del Colegio Americano de Reumatología (ACm de 1990, además de lo hasta aquí mencionado, el síntoma de dolor musculoesquelético difuso debe tener una duración de por lo menos tres meses, y debe haber dolor a la palpación digital de al menos 11 de 18 puntos dolorosos determinados, 9 a cada lado de la línea media; éstos son: 1. Inserción del músculo
suboccipital. 2. A nivellaterocervical inferior,
bajo el músculo esternocleidomastoideo, en la superficie anterior de los ligamentos intertransversos C5 - C7.
3. Punto medio del borde superior del músculo trapecio.
4. Origen del músculo supraespinoso, por encima de la espina escapular, cerca del borde medial de la escápula.
5. Inmediatamente lateral a la segunda articulación condrocostal en la superficie superior de la costilla.
6. Dos centímetros distal al epicóndilo lateral.
i Cuadranu.' :ouperlor ,. (o)'ternu di' In n31Jltl en el pltl'f!\It' .. mlí'rlOr cll') mu:ooculC) J:'lutl'CJ
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upltcundo lino pr(>~Hln cun d dt.'(!o pul¡.:-or H ~'un (,1 d ~'dn tndlct: de up l'OxlmndüIIH·ntl' 4 kwcm J
A¡h·mal'. N! deben pulpHr nlrw na~ ZOflO~ (ol1tm!. tll!t'~ ('ol1lfl lll ll,nil medlll dd Ill1lt>!JrnZII, In fn'ntt'. ('1 ¡lulr .. r. l'l(: po)r;"! cun· firmar qU¡' 11)'" p\ln lu~ dlllf)rtJ .... ~ ... un clt, !wchn 111.1'" dolurm; .. ~ qUl' ·'trus IUJe,tr,·,..
la t'XplhntClhn f¡"'I\:<.I pUI·d,· di p.lrnr I,trll~ c!"snll1rtnIlCnllls I.m mu~uln." d"I"",..,, ..... 1 1.1 pn' "1Of1. "lmrJ 1'1 ,C'o(".tlpnr¡ <l d lr,lrx· CI'J. CHIl Innu·n('I.1 se p;Jlpan I XCl,'''!\'¡]f1\t'ntl' h·n ... ~ l.o~ tt'J!dns (Ulunt'fr.-; y suunl1dl1('os tu.;ndcn por n:J.!la ren'·ral ,1 ~r clillurt/¡;o:> ,,1;1 p",""II,n, f.·oOl" No! PUt'<l(' dI:OlI'~ 1.r.l.r pellizcando ur\ plll.'I-'\II·dt!" Ilh·1 1.a plt·1 l.lmuh·1\ parl'CI· I "tnr hl lK'nrntüble. \'onHl ~l' mu('.;tro. por ItH·XCl.'I"VII hIlX'rl·nllll rt~.tI;tlvn \ Ih'rnllJgrilfi~m{J L .. I ht¡x'rS( 'n'il blhd,ld cutltm 'f1lilm b'l.·n 1'1.' h.1 d~ .. mu~tr!lftn nH.-dwnt . 1<.1 rl.'i.In:II)n tnlt'l'l"'lflC,td..l. ,'n lünnll dI;' pJpu!;¡:-o \ ~rupc&i:lo :] la :1pItC<lCIHIl ((IPlca dI' tilpsklt'lna
La ~:~lG ) 1,1 \l'inCldad dI.' <"onducclon nl'f'\· IIr.;.: I, l'()1I nllrm3
"l"i la nlu.'raclon en el EEG quC' dl'tccta durante la pollsom·
oownfin l'l' In nnormaltdad alfatll'ha d('1 huellO NRE~1. esta .tlltll'malldod c,:; un tndicndllr S(·n· ~Ibl('. ;1unque no l'Spt:'Clfico dr F!\ I
Lo!O raSlrt'Ol' co n Isotopu~ r,ldlacll\'o~ dt., hue~o~ ~ arl lt;u· 1:lt"lfH\f'S son normnle~ l'l\ It)~ p.acl(!nl~~COn F~I Se ha d{'mos
trBdQ 'Iue los pac. le ntl'.s con F;\I tl('11('1I !luJo cerl'bral regional
dlSllllnuulll. !Sll'nd .. 1'~lfI ,,;Irll cuJa rm l'nu.- pritnlllwntt' .'n j·1 lnl"Olo y t'n ,·1 nuc:h·u caud.ld" ICI'nlr~ IR\'()lw:rudu'" t'O d pru· ,'1''''<1 111 Il.'n 1 1/ d,' 1·~t!lIlulll"
nool.'t'pt l \'tl .... 1
DLAGNÓSTI 'O DI FE RENCIAL Los pU"l{'ntl's cnn F;\I y celn :.111
dl'flme el" dolor IllmfttsCIIl[ (SU~l l comparlvn l11ut'h,l~ l'nr,ICU'rl:-lll cn:o:, sll'nt.lll IfI~ 111 ;\'- pl"OIlIl n ('/ltl'"
él dulor IIIU !-o<:ulul.'''qUI' )HIC'J t'rIJ·
nieu dlfu:-ou St'}!un lkt'l~t¡;:"fln. LI l'\HI\lCWIl di· 1(1 1";\1 .1 ¡loIrtlr rld ~n;\1 pUl'út' ocurrir hn!Slll ,·n ~Il' . dI,.' Ifl~ C.I!-oll'" !\Ia~ ;tuno , Il.Jr;.¡ Cml1¡)ltcilr nlt\.!:- ''''1.1 ~ ilu .1 l'!Cm, t-:.ludu);o; Ola .. rl.'t: !PIIl('!S hi"tn ,·noJfllt;ldn quP h,'"ll1 7:l'/f dt· 10:-0 pacl('ntet; con F~l 'u·nt·n pUlll1/:-'
~"tIJln de SD~I .Hklll,lo( ¡\(. If,~
punto'\ M'n~!bll':' J!"(·ot'r.,h1:lId .. " dl la Ft.1
Otr;:¡ ('n, Idad que l'on (rl 'rUt'" t:W purot.'!SObrepolh:n.c('l)llln F\\1 I.'~ él t-o lndronw dí' f!ltl ~" crmu(;! I SFC I AJgunus 1)'"lcll.·nk'~ f."'011 SF\. cU¡Uldu "l' .:<I~rul' !'>u 1'\"Illu('iun t·n Illlflmpn,tlf:!Oa rn,IIf1n pUnlo.~.;;(·n ·
sibl ..... .,;; duln IS qUío eu n¡plt'" cun 1{J~ Crtlenv~ dl;lj:lnnsIIClls d,· )o'f\1 ¡¡,!,..,l,1 7{)'t de """ paClénti .. 'l'o CUII F~l put..-dl'n cumplir clln Iml en\(' no ... dc') ('O<.·lt"nli..'nn~ d\· 'lohlH· , p..lra SFC y d~ l('f('u)::oO de· I~ [XI
clt·ntt.·,.. l.'On SF(' lkmm 1,):; ('nt( .. no» dl.lgnlmtIC{J..~ para ¡.'f\1
Cuando un paca·nl" tlcn,> mtomas tlPICO¡..dé r~l _ pero Itu
cumpl(' ("on ItI 1"<1I1lldad de pun o tlJ:'; o:enslblé.;. par.) F:\I, pOlunet·,..,
:-0(' pu('dc dar d dlaL'l\(¡SlICO dI' ~po~lble F'~ I ~ ) ofrCi;í'r un I,.'n~¡} yu lernp('utlCO Los pUlIltls dulorUl'H~ d('b"n b\¡ ~ca rll(l en otra \ ISlta tiUbi;ecUenlC ya que en oca ~JOnes IQS puotos sen sible>$. SOIl más l'vldentl>s en unon dlai' quP (In Ol ros_
FIBROMJAlGlA
Los p.k/M/t!$ con FIJ y con smdfQme de doIot mltJlilScallSDJ.IJ complfrlim muchas Cólrac //YIs/lCas lIC'rldo fils milS prolJlmeflles el dDkN muscllloe$que!cuco cromeo difuso
El Irilr.JfTflt'l')!O ~Ia FIJ t'S dthc_. no porque ~ tJiIlMnIenlo $N
habfru./menItJ ;nelecr,m smo (JOIflue I'tqIMft' ttICICho btmpo. t!dUCKIOtI •
InYQIt.ennb('tllO poi pMte del medfClI re! paclCt1rlt~qut'('$Ie.seil ~IIOSO
45
PARTE 8 LIBRO 6
El d¡)/Of rnVSt:ut:1I que p,estfllln ('$ ' 1» ¡:MC,f'fl l~S no ouedt' se, C(1ff'll/clfl;llf!'llfc' e(,nMnr10
46
TRATAMIENTO El manejo efectivo de la FM requiere un abordaje holístico que demanda habilidades en diverf'OS tópicos tales como anatomía miolnscial , psiquiatría, trastornos del sueño, fi siología del ejercicio, terapia física y neuroanatomia funcional del dolor crónico. El t ratamiento de la FM es dificil, no porque el tratamiento sea habitualmente inefL'Ctivo, sino porque requiere mucho tiempo, educación, P. involucramiento por parte del médico y el paciente para que éste sea exitoso. Simple y sencill amente, el sólo hecho de preser ibir los medicamentos apropiados no es suficiente para lograr el cxito en el tratamiento de estos paciente!'i. El tratamien· to de la FM requiere de varios a partados; si se omite cualquiera" de ellos, es muy poco probable que se obtenga una mejoría clínica significativa; estos incluyen: a) Horar io de sueño estable y
cantidad adecuada de horas de sueño.
b) Medica mentos para mejorar el sueño profundo.
c) Ejercicio aeróbico diario. d ) Evitar el estrés emocional y
físico. e) Tratar cua lquier trastorno
del sueño coexistente. La FM representa un espec
tro complejo de problemas con considerable variación de un paciente a otro . Esto sign ifica que no hay ninguna estrategia única que sea efectiva en todos los pacientes. La falta de un manejo empático y/o completo debe ser reconocida; una solución para evitar este problema es desarrollar un equipo de trabajo, solicitando la ayuda de especialistas en terapia física, rehabilitación, fisiólogos del ejercicio, psicólogos, psiquiatras, etc.
La educación t ambién es una pa rte fundamental del tratamiento de estos pacientes. A pesar de los muchos tópicos e n el tratamiento de la FM, hay va rios de ellos que deben ser cuidadosamente abordados con cada paciente.
Sueño Es muy importante lograr que tengan un ciclo regu la r de sueño. Deben acostarse a la misma hora todas las noches y dormir todo lo que sea necesario sin limite de tiempo. Los ~íntomas de FM habitualmente apa recen cuando hay algun a disrrupción del ciclo de sueño por cualquier causa, por ejemplo, a lgún tipo de dolor no relacionado a la FM, cambio de horario en el trabajo, estrés, etc. Muchas veces, sólo con restablecer un ciclo de sueño regular es suficiente para que desaparezcan los sín tomas.
Algunos pacientes con FM tienen un trastorno primario del sueño. Uno de los más frecuentes son los mioclonus nocturnos. Estos pacientes pueden ser reconocidos por s us sintomas diurnos, configurando el síndrome de piernas inquietas. Es importante hacer este di agnóstico ya que todos estos síntomas pueden ser a li viados mediante la administración de L-dopa o c1onazepam.
Algunos otros pacientes, particularmente los hombres, pueden tener apnea obstructiva del sueño; se ha demostrado que hasta 44% de los pacientes masculinos con FM pueden tener apnea obstructiva del sueño. El tratamiento es mediante dispositivos que producen una presión positiva continua en la vía aérea (C PAP) o mediante procedimientos quinirgicos en orofaringe.
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qucnor !«'r ,w'llm¡:otn~ol'l p:H"1l'1l tl'd(:bí' (."nll'mh'rqlll' I~I ~'hnHnn C!f¡n ro",pll,t ... dl'i dulor no ptu'tle "cr In Qleln del lr;¡UlInll'nto; ~1 oI)JNI\'O dpl tr:uaml('mll ('1< m('Jt¡r;1r In ftlnclOn y IIl'\'dr ni pH ('/l'nte ti un l'''' do dt, vId" ma,., funCIOn¡ll PUl-.. lu 4Ut' t>I dulor (0 ' \
III FM l'S dI' flrlgt'll mUi\('lIlnr, (,., Importante' t'!tmln:lr 1110( fuctl)rt· ... aUTJv'tnlCs n Ix'rp€'lUanll's tll') ml~mu I'n In ... :lt'll\' Idllll('~ ,1('1 ¡mci(mu,' /) pn e l tlmblt'nlt_' dl' 1m baje)
lA" onah!t'I'lcos anll Infl3n1¡1
ttlnos 111) Csll'rmd(:os U-\l NEI, 't' :lun I~ nrtrc((tlcos. no ~on e!(I("tl\'os panl m:lIlt!'JHr l'l dolor mlrlra~lnl, mas aun. los con lcoc~tcrOLde:{~on ¡nofcctlV~ En lo!' ~tadlos 3l!udos. el r(lpo~o_ l o~ ilnalgéslc()~. l'l hu'lo.v t'l t'slIr:l ml('nlO son medida", lC'rél peutl ca...: 3ct'ptndll~
La admlnllilraclIJIl tlt, dmll,. b.u¡~ dr nntid'-'prf"o:i\'n .. tncichCfll'o !amltnpl1hna l n i tun 1'1 bluqUl'1l ~vnp..l1Jco«'t'I dlIlUdll\'\ f>ut.'fJe prodUCU'o.h" Qp.'lmal dl'l dulor f'\1I.,., to qU(' el problcm:t ¡nlcHI! h:tbuunlmenu' gl'nero :11J!Un ¡m\
rI clt' dl"SUSO, dc>bl hdad y ncorl.'l!!lldl mu~ull\ r"ln mel., n InrJ:o pl:¡ll) deoo fi.('r In r('¡¡ II1..acIÓn d(' l"I' rnc'10!'- de etttlr.lmi cnto v cnt.n .. n.'1ml(>nto de 1"t)pt1rtc
F.llr3tamlcnto lo <JI lOyet-'· t.1rlcllll~ punl~ gatillo l'l)fl sub~· ttnci3& Dllt!!ltesICRjI; e!l unA
L.tnlca bil'n r conOCida y q ue
df'm cun"';ldl:rar .. c· en h~ (Mell'n Il .... ("(I1l 1-':'\1 y SI>l\1 t~.'nt'r.llnH'n h' "';l" utlliz:1 pruefllll:l ,d ('; " lult.l(.un3 al 1'. fl~' I EI,'ulullwn 11l'·t"('l:\dn Vart;1 dl· 2 •• 10 f(' rh !ll'nl! It'ndo d.,1 JIIuselll,. !lUt- ~(. v;, :t lr.II.lr L'11<i '·.'14ul·~· .d"nll tic:. \lnA b:l'\lI.1 li'n ... a !lllhrl' (,1 mll~('uln qUt' "'\' ''':1 n ¡n rll l mr. (·1 punltl g31 i1l11 di ·tlf' hM.':lh Y_.lr"",-' '-11 "NI iJ;tnda
Ej e r cido I.()~ par.:l{'nl(':; CfllI Fi\l fin l'uf'(l('n dar~{" l"lluJH d~· no hncl'r I.wrCI
CIO SII1 t'mbarj.(u, l'I dulor IUU ..... CUIH('''qll~·Il'tI(,u '" 1.1 rn'W,,1 ...;un ractur.,~ qUl' !.wn!'Cl:t'll In Illac[1\-,,1:1(1
:';(" n:qllH'f(' un pru¡.:'r:Ull:l 11\, t'~tlrnlllll'nHl mu ... cular , t:Wrti CIO :wrnt>H:o 11 ;1\' \'arlfl~ punto!)" t i lle hA\' { IUt· ti'lIl'r f' 1I Cllt'llIil ('fin
r t'o.;¡X'( l tl ~l ll'J{o r(,ICII) t'1I P ... tH!o (Jol
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dI El ('Jt'rciciq rpl{Uln r dl'rn., con· \"('rllrt •• · ,In !':"I rte dl'l ('"l ll,} ,h' "Id". habltu{ll dl' los pBclcn l('s. nl"l es un prClgr:¡m:1 df' CC)f tH duracHlII Itrt's n M _"o.;
nH!'<esl solo para n·,.,lllbl ('(;('r ('1 blcn~lar dC'! pacwnle Lo!> ('j~rCICIIJS dc eiSl¡r;\ nllC'n
UI r t>o IlZ:ld()!'ó t'n rormA rl'(!ulnr ~lIn e"¡oncI3h::s y deben ~r (-n~'
nadu!>- al par.u~nte por un lcrnpl stn físico o UIl e"pl¡t l :.II~UI en (j~It) IOgia dl~ll'jercl('io El M' guIHucnto t.>s (':;ctlcial paro \·cn· ficnr qu(' los eJercicios S<' t.>¡;;wn
FIBROMIAlGIA
AprcmmMfMneflI~ 10" .. di! los pac~res COI'! F'" 110 IH!tk' UII
dlilgnDst/Co pSlqwlnco El 0110 JO". PueMII 'tf'II!t plobIem~$ pSlColog/Cos '.$ como d'Sllmj.1.
dtprtSIOll . /t/U /OIIIOS de ;Jnste(Úd r conducta miJlitdaplilMa
PARTE B LIBRO 6
~ ~Ot' rr.rnq/JI}II¡U al ~Cl'MIt! IY:
1:/ $('fI/Jdo deo que la FM no consrf/uyc un .. amenaza ""ta Id \I,t:a ni esunol erl fermpd:,d df'9~etIJ"va.
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haciendo correctamente y paTa refinar ejercicios especificas de acuerdo al grupo muscular que esté dando más problemas. El ejercicio aeróbico dia rio de bajo impacto es también muy importante. De hecho, los pacientes Que no inician un programa regular de ejercicio aeróbico de bajo impacto notarán muy poca mejoria en sus síntomas. Entre los ejercicios que pueden recomendarse se encuentran el caminar o e l u so d e bicicl eta estacionaria. Los pacientes que están muy desacondicionados fís icamente pudieran empeza r co n lo que ll amamos aq u aaerohics. Este es un ejercicio aeróbico de bajo impacto que permite al paciente usar sus brazos y piernas contra la res islencia del agua.
Psiquismo Aproximadamente 70~ de los pacientes con FM no tiene un diagnóstico psiquiátrico. El otro 301R pueden tener problemas psicológicos, tales como distimia, depresión , trastornos de ansiedad y conducta mal adaptativa; sin embargo, hay que tener en mente que en la mayoría de estos pacientes los problemas psicológicos se iniciaron desput:s de la FM siendo, de esta manera, más bien la consecuencia y no la causa de la FM.
Los pacientes con FM reciente están cansados, fastidiados, frustrados, deprimidos, molestos, enojados e impacientes tanto por su enfermedad como con la profesión médica. Ellos mismos tienen bastantes dificultades en aceptar el diagnóstico y en convencer a los demás de su verdadero estado de salud. A esto se agrega el rechazo de las compañías de seguros para solventar
los gastos médicos de estos pacientes. Todo lo anterior puede actuar como un catalizador para que e l paciente tenga una recaída mayor de su enfermedad .
Los pacientes deben evitar el estrés emocional. Deben aprender a decir "no~ a familiares y am igos cuando no están en condición de salir o de hacer a lguna actividad. No deben tomar ning1in tipo de responsabilidad adiciona l si no es necesa rio. Las técn icas de relajación pueden ayudar a disminuir el nive l de estrés. Dicho de otra manera, los pacientes con FM deben aprender a maneja r sus recursos físicos y emocionales.
Apoyo y educac ión La educación consiste en una discusión completa y realista sobre el diagnóstico y el pronóstico. El paciente debe involucrarse activamente en su tratamiento y tene r un entendimiento lo más claro posible de este complicado trastorno. Debe ser informado de que la FM es un síndrome frecuente. Por lo general es útil hacer referencia a las muchas otras enfermedades dolorosas frecuentes que ca recen de una base fi s iopa tológica bien conoc ida. Debe informársele que si bien no hay datos de laboratorio u otras características objetivas específicas, el diagnóstico de FM se puede establecer con un alto grado de sensibilidad y especificidad a partir de la historia clínica y de la exploración musculoesquelética y neurológica.
Se debe tranquilizar a l paciente en el sentido de que la FM no constituye una amenaza para la vida ni es una enfermedad degenerativa. Además , con e l tiempo, no se desarrollarán alteraciones estructurales ni esté-
lJ .. tI Sin embargo, se debe ser !'lnc\.'n! ni lraLa r ~hr<.· 1.:1 pr,l1\1!t'!tiC'1. EI)Mel,,'nl \..· djJhc~(¡hl' r (JUL'. a Il,· .. ar d ·11 rl ,lllml"lll0 IIth'('uII
dI! )' de los buenos resultados uILtl.IIt;'!<o, son frecuentes las recnldol'.!. hohltuallllcJlu.· d ... breve dumo"" . a menudo causadas 1}llr trast ornos tem porales del 11:l1rM cid sueño.
E:; Importante dedi ca r un t.ll'l11 ¡J1I tldl..'1:untj" 1\1 paciente . AJ m no); se debería de reservar 1IMIl hfJm para la d iscusión una ~'l'l ",¡l"h ll!('I t!u el diagnóstico. )o t'n c:1I11l visita debería h aber t!t'mp', :-uficll' l\t c pura r .... l'I l )()!l ·
drr ln~ preguntas que el pa~ CU'nh' pudiera tener. Con frl'c\.hml:1:1 t'~ uld da, al (lHl:lt!lI. h.'. lIrtJ culos 1II~· tllcm. y dI! d ¡Vu I y,ud nn que verse n sobre la FM !J;\r:.J que j¡,.;¡ rl'\ ¡:-c en C:llm Un!1 dcJH! t!:¡1Jl r dispuesto, dentro de lt1 !1twlbll·. a dar consejería y a !lugenl' interconsultas sobre los A"PI!Cltl:-. fís icos, ps icológicos , l'11Mlóm lco:-, nutricionales e in· chl:-OO mt·djC'ol~·~h . .'s dc 10..1 fo'!\ l El I\hurd:\Jl' (·m (.:Utcu por pnl'lJ ' del nlt t!1C{J y In part tclpnclfin l!1\ gru · prui ¡J[!:l lnl)'11 11.ll'(ll;n Icnl'r con.!;1 dl'mlJll9;. bt.'nl!fl c.líj~ l C!n1pt=Ulico:l
Traiunllcnto farmacológico (Cundrn 2) Ol\'c~)st~tudll "" l ..... nlrvlau.1!' lidia dt.IllVSlroch) qu In amllnplJlmQ. Cld11Iknz:ipnnl' y alprazolam son dl'. tk!ndiclll I.!O lil tratamiento de lil F'M ('Uf\IJO O S(' cUlllblm Hl l'jt't'
(1('lt.I .1t.'flJbicu de' baj impnclCl, UI\
('1(111 estllhl l! de sueño con una cnnlulad adecuada de horas de IH'IlU.y \111\1 'J \·j.nv~ n .... ..Jícam ... n·
I~ udl:curtdo5. b mayoria de los JiJrl CDl~b mejorará . Otros tarmnCfI:!. tales como trazodona, dif.·nhldrilminfl, carisoprodol y dbxcplnf'l f dc/wn d l . .'cwl! tiUIII IIIrlOl $Jbl'\!e.l sueño profundu,pcro :;tU!1
CUADRO 2. Fármacos en el tratamiento de la F~ ,
Fármacos Dosis máxima(mg)
Trazodone SO CicIobenzaprine 10 Alprazolam 0.5 Carisoproclol 350 Oilenhidramifla SO Amitripl¡~na S
no se han realizado estudios con· trolados con ellos; las fenotiacinas tampoco han sido bien estudiadas. aunque es probable que su utili, dad sea limitada por la incidencia de efectos colate rales no aceptables por parte del pacicntA:!.
La amitriptilina es un fárma· co altamente efectivo. pero con efectos colaterales tales como somnolenci a, sequedad de boca y ganancia de peso. La zopiclona es un hipnótico de acción corta no relacionado químicamente con las benzodiacepinas qu e también ha mostrado ser efecti· vo en el tratamiento de los sínt om as r e lacionados con e l trastorno del sueño; este fá rmaco reduce el periodo de latencia del sueño, incrementa la duración del sueño y reduce el número de despertares nocturnos. Otro medicamento de potencial utilidad para tratar el insomnio refractario de estos pacientes es la clozapina. un neurolé pti co denominado atípico debido a su perfil de unión a receptores de dopamina; sin embargo debe te, nerse mucha precaución con el empleo de este medicamente debido a su perfil farmacológico y efectos colaterales; su prescripción debiera reservarse para el médico con entrenamiento en neurologia y/o psiquiatria.
La administración de imipramina. corticoesteroide y AlNE no h a mostrado ser superior a la
HfS antes de acostarse
O 1
0.5-1 O
0.5- 1 2
F tBROMIAl GIA
Dosis
600 60
• 1<00 JOO 'SO
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PARTE A LIBRO ó
h ,em¡$¡on compkt.t apJHl!ee ~I CNr:or c/p 25 .... C1t' fo~ rasas l.ii
'N'.¡d<JS son trw:ue~le5 . ' no n o/I lJs.af que apJr~la I¡nJ
jrIC.,p.1c¡d,d lunl;/on,ll rmpofLiJfllt.' (1IJfjJnft pehodos prolo:Jl19.f(tOS
administración de placebo en el tratamiento de la FM. Los AINE pueden ser útiles sólo por su efecto analgésico. Los narcóticos y las benzodiacepinas diferentes al alprazolam bloquean el estadio 4 del sueño y deben ser evitados. El tramadol y el acetaminofen no parecen interferir con el sueño y son, por lo tanto, una mejor opción como analgésicos.
En un estudio realizado con fluoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptura de serotonina (lSRS), ésta fue inefectiva en el tratamiento de los síntomas de FM, excepto para tratar la depresión asociada. En otro estudio se encontró que la fluoxetina era efectiva, especialmente en combinación con amitriptilina. En un estudio realizado con otro ISRS. el citalopram, tampoco demostró ser efectivo en el tra· tamiento de los síntomas de FM.
A la mayoría de los pacientef les es benéfico suspender la in· gestión de cafeína y otros esti· mulan tes. ya que incluso una taza de cafe puede ser suficien· te para interferir con el patrór del sueño durante la noche) puede también incrementar el dolor muscular y producir cefa· lea . El alcohol debe también evi tarse por su tendencia suprimir el sueño profundo.
PRONÓSTICO Los estudios de seguimiento ¡
largo plazo rea1izadQs en Euro pa y Estados Unidos muestral un cuadro polisintomático y d. cronicidad a pesar del tratamien too La mayoría de los paciente presentan dolor persistente , pesar de haber probado diverso tratamientos.
La remisión completa aparf ce en cerca de 25% de los caSO! Las recaídas son frecuentes y n
es inusual que aparezca una incapacidad funcional importante durante periodos prolongados. Sin embargo, los síntomas no siguen necesariamente un patrón de empeoramiento progresivo, si no que usualmente se estabilizan en un patrón de remisiones y exacerbaciones intermitentes. Incluso, con el ti empo, los s íntomas pueden h acerse cada vez menos severos. Hay dos puntos importantes que se han derivado de estos estudios a largo plazo: los pacientes con FM no quedan inválidos debido a su dolor muscular crónico, y la FM no es la fase prodrómica de ninguna otra enfermedad. La FM no constituye una amenaza para la vida ni es un a enfermedad degenerativa; además, con el tiempo, nose desarrollan altera· ciones estructurales ni estéticas.
En un pequeño número de padentes habrá fracaso terapéutico, y estos pacientes necesitarán ser referidos a programas especializa· dos en el manejo del dolor crónico. Incluso algunos de ellos tendrán que aplicar para incapa· cidad laboral, lo cual es dificil de conseguir debido a la falta de evidencia fi sica y/o de laboratorio objetiva que ofrece la FM. Sir, embargo, con el tratamientc apropiado, la mayoría de los pa· dente mejorará y podrán regre sar al trabajo. aunque algunm necesitarán cambiar de emple< o de horario de trabajo.
RESUMEN La FM afecta aproximadament a 6 millones de americanos; 4 d ellos son mujeres. La FM es u' síndrome que cursa con dolo musculoesquelético crónico y d fusa, de etiología no conocida, qu puede llegar a ser incapacitant si no se trata adecuadamente,
que está asociado con alteraciones neuroendocrinas yen la arquitectura del sueño, asi como con otras ':andiciones por razones aún no bien comprendidas. Aunque no hay una base fisiopatológica distintiva para este síndrome, los 'pacientes pueden ser fácilmente reconocidos por su historia clíní'=8 de dolor musculoesquelético 'difuso y la presencia de múltiples puntos sensibles de localización bien establecida. La falta de reconacimiento de esta entidad resulta en mucha frustración , tanto en 'el médico como en el paciente, y 'conduce a menudo a investigaciones costosas y no necesarias. El tratamiento de los pacientes con FM tiene que ser individualizado .'1 exige tul abordaje holístico; esto requiere ti empo , empatia e interacción con diversos especialistas. El proporcionar un tratamiento efectivo a estos pacientes 'es una prueba de las habilidades
del médico; la mayoría de ellos pueden ser ayudados con una combinación de tratamiento farmacológico, ejercicio y mantenimiento de un esquema de sueño regular. Con esto, es posible hacer que la mayoría de los pacientes lleguen a un punto donde ellos se sienten mejor la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, aún con buenos resultados en el tratamiento, las recaídas !ion comunes, quizás causadas por permanecer despiertos una hora más de lo habitual, dejar de hacer ejercicio por un día, incremento en el nivel de estrés, o a menudo sin razón aparente. Las ideas de que la FM es un trasto!'-no psicosomático o un trastorno somatofonne, dequees intratable, que es un diagnóstico de exclusión o de que la mayoría de estos pacientes son simuladores, son completamente erróneas y carecen de fundamento. O
ASPECTOS NEUROLÓGICOS y
PSIQUIÁTRICOS DEL COMPLEJO
DEMENCIA-SIDA
E l síndrome de défi cit . neurológico denominado complejo de demencia asociado a SIDA (CDS), parece resultar del efecto directo del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sobre el SNC.
La etiología retroviral de CDS ganó importancia cuando se logró identificar al VIH 1 en tejido
cerebral. El VIH es un lentivirus y, desde 1984, se sabía que afectaba linfocitos, monoci"trul. y macrófagos al unirse, a través de su glicoproteína de envoltura, con su receptor principal , que es la molécula CD4. Esta infección no parece afectar directamente a los elementos derivados del neuroectodermo en el cerebro
FIBROMIAlGIA
Brew y Price desarrollaron un sislema de esladificación con el objetivo de proporcionar un vocabulario común acerca de la severidad funcional del CDS lanlo para la definición clínica como para estudios comparativos.
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PARTE B LIBRO 6
El CDS ha sido CllfSlficildo como un' d('m~ncla SubcDfllcal. ES!e termIno se feliete a un g/upo rk Instomos con dcflCll cognitivo etlronlrado en f:>n'elftl~,d rk P;/rkmson, trl/CIn/tOad rk Huminglon y pdrilllSIS
SUprillllJclfoaf plOgre51va
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s ino mas bien a células ori ginadas de la médula ósea (macrófagos, microglia),
El VIH 1 puede detect arse e n LCR durante e l p eri od o clínicamente latente de seroposi tividad a s inio m á ti c8 . S in embargo, e l COS, particula rmente en s u forma seve ra, es generalmente encontrado en las etapas finales de la infección por VIH 1.
ESTADIFICACIÓN, EPIDEMlOWGÍA E mSTORlA NATURAL DEL CDS Brew y Price desarrollaron un sistema de estadificaci6n con el objetivo de proporcionar un vocabula r io comú n acerca de la severidad funcional del CDS tant o para la defini ción clínica como para estudios comparativos. Este sistema abarca los pacientes norma les (estadio O)
hast a los pacientes con estado vegetativo terminal (est adio 4 ), evaluando el déficit cognitivo, trastorno conductual y déficit motor en base a criterios funcionales simples. Los sigui entes estadios son: Estadio O: Sin afección del SNC. Estadio 0.5: Afección subclínica. Estadio 1: M eeción leve. Estadio 2: Afección moderada. Estadio 3: Afección severa. Estadio 4 : Enfermedad terminal.
Aunque la epidemiologia y la historia natura l del CDS no ha sido defi nida con precisión, se sabe que tanto la prevalencia como la severidad del CDS claramente se incrementa conforme empeora la inmunosupresi6n , y se acumulan complicaci~ nes que definen el SIDA. La informaci6n disponible deriva principalmente de series de casos clínicos más que de estudios epidemiológicos prospectivos.
Según datos del CDC 7.61jf de los pacientes con SIDA presentan el CDS.Sin embargo,este datoJX)dria ser lUla subestimación de la frecuencia, ya que este dato refleja la incidencia de este trastorno como manifestación inicia l del SlDA mientras que el CDS se desarrolla generalmente en las etapas avanzadas de la infección por VIHl.
El estudio multicéntrico de cohorte del SIDA repo rtó una preval encia del CDS de 0 .4 'H duran te la fase asintomática de infección por V1H l.
Estudios retrospectivos han encontrado, durante las etapas tardías de la infección por VIH 1, una prevalencia que varia de 7.5'* a 27,* de los pacientes.
McArthur y col. informan una incidencia anual del CDS de 7l"; durante los primeros dos años después del diagnóstico de SIDA.
El estado inmunológico no es el único determinante del CDS y otros factores pueden influir en su desarrollo.
El CDS ha sido clasificado como una demencia subcortical. Este término se refiere a UD grupo de tras tornos con défi cit cognitivo encontrado en enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington y parálisis supranu· clear progresiva. Este grupo es dife r ente de las demen cias corticales, taJes como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Creutzfeldt~Jacob .
SUBSTRATO MORFOLÓGICO DEL CDS
Estudios de imagen El CDS casi siempre se acompa ña de atrofia ce rebral. La IRM frecuentemente rev e la una señal anormal en la substancia blanca cerebral y en oca-
siones, en los ganglios basales. Los estudios realizados con SPECT muestran una disminución global en la perfusión cerebral asf como múltiples defectos de perfusión en la corteza parietal y temporal. La tomografía por emisión de positrones (PET) ha revelado hipermetabolismo de los núcleos diencefálicos, siendo esta una de las alteraciones más tempranas en pacientes con COSo
Histopatología Los hallazgos neuropatológicos «mayores- pueden agruparse en tres subgrupos que pueden sobreponerse: al Palidez de la substancia
blanca y gliosis central que involucra a la substancia blanca y a los oudeos diencefálicos. Los astrocitos y las células de la microglia están aumentados y lo más frecuente es que no exista infiltrado inflamatorio.
b) Encefalitis por células multinucleadas; estas células son derivadas de los macrófagos y probablemente de célu las de la microglia infectadas, se encuentran en pacientes con enfermedad severa . Los infiJtrados con célu las multinucleadas y macrófagos son mas prominentes en la substancia blanca y en estructuras grises profundas.
e) Mielopatía vacuolar. La cual semeja a la degeneración combinada subaguda asociada a la deficiencia de vitamina B 12, con vacuolización de los cordones medulares y edema intramielina, pero los niveles de B12 y folatos en suero, eritrocitos y LCR son generalmente nonnales.
A SPECTOS NEUROLÓGICOS y PsrOUIATRICOS DEL COMPLEJO DEMENCIA -SIDA
PATOGÉNESIS DE LA INFECCiÓN Y LESiÓN DEL SNC POR VIH La teoria de que el CDS está de alguna manera relacionado con el VIH 1 está basada en: 1. La particularidad del síndro
me en pacientes con VIH. 2. La falta de otra etio logía
identificada. 3_ La identificación del VIH en
el ce rebro de los pacientes afectados.
4 . El papel de los retrovirus en modelos animales de enfermedad neurológica .
Infección d e células neuronales y macrogliales (neuroectodérmicas) Aunque no se ha demostrado que las neuronas puedan ser infectadas, varias líneas de neuroblastoma y otras células con fenotipo neuronal pueden .. sostener- la replicación del V1H 1. De manera similar, varias líneas celulares astrogliales han sido infectadas y varias líneas celulares de origen glial han mostrado ser infecta bies.
La infecci6n de estas células no parece involucrar al CD4 ya que estas células no expresan C04 y la infección no puede ser bloqueada por anticuerpos antjCD4, los cuales son capaces de bloquear la infección de linfocitos. El receptor en estas células parece ser un glicolipido denominado galactosil -ceramida, el cual es muy abundante en oligodendrocitos. Los anticuerpos contra este glicolípido 'pueden bloquear la infección de líneas celulares de glioma y neuroblastoma, pero no la de células CD4 positivas.
Los cambios prominentes in uivo de la substancia blanca sugieren infección de los oligoden-
los ea¡nDIOS lHomlne(l/es m VIVO CM la substanCIa blanca SIl9,efCfI
ml«cIOI1 el" lOS o//goot'MrocI/tn (¡Ut' SOII/.u e('{ulas qUP .5;nfcll4.1Jll~
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PARTE B LIBRO 6
Infección directa de las celulas endole/iales microvasculares cerebrales que forman la barrera hemaloencefallca (l3HEJ- La habilidad de una cepa dada de HIV para infectar a las celulas endoleliales puede ser un faclor determinante para que dicha cepa emre o no en/re al SNC.
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drocitos, que son las células que sintetizan la mielina.
Infección y tropismo por macrófagos/microglia La microglia proviene de los macrófagos que migran al SNC antes del nacimiento. Las células de la microglia muestran el mismo perfil antigénico y funcional que los macrófagos, por ejemplo, fagocitosis, presentación de antígenos, síntesis de interleucina 1, producción de superóxido y son activadas por procesos infecciosos.
Variantes neurotrópicas de VIH 1 N eurotropismo se refiere a la capacidad del virus para replicarse en el SNC. El termino neuropático implica que ciertas cepas causan enfermedad en el SNC sin especificar un mecanismo patogénico. Diversos estudios han mostrado que las cepas de VIH 1 recuperadas del LCR de pacientes con síntomas neurológicos son diferentes de las cepas recuperadas de la sangre de pacientes asintomáticos y sintomáticos, y aún en el mismo paciente.
Mecanismos de infección y lesión cerebral por VIH 1 No se sabe a ciencia cierta como el VIH 1 gana acceso al SNC. Teóricamente, el VIH puede entrar al SNC por diferentes mecanismos que no se excluyen mutuamente. Los mecanismos principales considerados en la literatura son los siguientes: a) Infección directa de las células
endoteliales microvasculares cerebrales que forman la barrera hematoencefálica (BHE). La habilidad de una cepa dada de VIH para infectar a las células endoteliales puede ser
un factor determinante para que dicha cepa o no entre al SNC. Efecto tipo «Caballo de Troya», mediante el cual linfocitos T activados e infectados entran al SNC a través de los espacios endoteliales; de este modo estas células pueden representar la fuente inicial de partículas virales infecciosas.
Papel del receptor de NMDA y homeostasis del calcio En los últimos años ha habido gran interés y avance en lo referente a la patogenia de las enfermedades crónicas degenerativas del SNC, por ejemplo, EVC, esclerosis lateral amiotrófica y esclerosis múltiple, entre otras. DÍversos grupos de investigadores han mostrado gran interés en la relación existente entre viabilidad neuronal y la concentración intracelular de calcio. Actualmente se considera que el aumento en las concentraciones intracelulares de calcio representan una vía final común de diversos eventos neurotóxicos que conduce a la formación de radicales libres, necrosis celular y apoptosis; estos eventos incluyen estimulación excesiva de algunas enzimas neuronales tales como la protein kinasa C, la protein kinasa 11 dependiente de calcio/calmodulina, fosfolipasas, proteasas, proteinfosfatasas, xantin oxidasa, óxido nítrico sintetasa y endonucleasas.
La evidencia actual sugiere fuertemente que el Complejo Cognitivo/Motor asociado a SIDA y la demencia asociada a SIDA están, por lo menos en parte, relacionados con esta vía final común de daño neurológico. Muchos mecanismos están invo-
lucrados en la homeostasis del CUICIO 1J1(rac~I\l13r
El ácido,- glutámico y otros amlnll.."Icidus (,)ut OI(,l)( ICfll'!i tAA .fo;) Ar.t ¡"nn canales de calcio voltajt"r1epcndicll l t';'¡ a l 1!f':spo ltt r lT.:lr la memlJr.lIl a cl' lu lar
El ¡ícitlll j!lu lá rn Ít.·1l y otros Ilmino:idd llS {'x it OloXICh:O: pued l'l1 activar ca nales de calcio .acln-ad u:> pur ligandos" por t!Wmp lo, 1,,51 canales controladlffi (lI>r t"J receptor de N- metil))·aspurta lú. in L! mban:'Q, hay c¡u ~ menClOnur qUI' también ex.ist (' n otros canales de calcio :\ct ivauOl; por ligandos que no é~táll reh.tclOnfldlllf con e J reoop· tor de ~NIDA,
Au loinmunld;·HI Entre lr~q dircrt!Otce lII~cunblllOS ml'l ltnn tc IUIi cua je!'; e l V HI 1 ni· t.ern la funcion de l s is t e ma IlImul1olOg,co npnl cCc el t UllI lI de In t"llIto~nmLLn¡d:ld
De pal'tl tu lor mh.' l"clf es la relación t!nl r mHoinmunilltlu y IIl1nlClís mw m"lecull1r Cuando un I~rf{a n i~mt) com p(\rte o tiene homol(jg1o en In secuencia de tlm inoácldos con un componento. celulnr norllm!. pLleu .. .'1l prQducirse nnticut: rpos ;-tni"'¡ rnl e:,, o rt!:lccionc:<: inmunológicas celulnrl!s que. ¡¡vr rencelOu crlu;a dfl_ dañan a las propias celulas dd hu6iJt::d .
Se hnn ('J\ ta 'll [rUt.J u 11 UlIH UI Ucue rpb5 con lnl los nervios perí(erico:o: los CUü il!s pa·recen ::;e.r re~l)(msnbtes du In ncurr,ptlri ¡I perirericll . LOf; niv\lh~s r! r> anticue.rpo e ntra la prvlcína Lásicn micUni ca (!n el LC.k :le correlaciona con In sc\'cr idad de In demencia . La reorti vidnd cruinda inlormada ent re IQS anli· cuerpos ¡¡nli~gp 4-1 y CiC rl;¡S protelDllS de los astrociLQS (no la protefna acidicn fibrilar glia))
ASPECTOS NEUROl ÓGICOS y PSIOUIÁTRICOS DEL COMPLEJO DEMENCIA -SIDA
podría comprometer la función de estas células. Otro tanto descrito es que a nivel del LCR pueden ge ne rarse li n focitos T ci totóxicos antivíricos o anticelu lares que son dañinos para eI SNC.
El fenómeno de autoinmunidad por mimetismo molecular también puede ocurrir en el cerebro. Trujillo en la Universidad de Harvard demostró que los anticuerpos diri gidos contra la región del asa V3 de la gp 120 del VIH 1 desarrollan reacción cruzada con una proteína de 55 kd específica del tejido cerebral.
Estas observaciones son de gran interés por sus importantes implicaciones en el desarrollo de una vacuna contra V1H l . Las potenciales vacunas qu·e se han estado desarrollando utilizan gp 160 recombinsn· te, o bien, están basadas en lograr la producción de anticuerpos cont ra el asa va de la gp 120 del VIH L
TEORIA UNIFICADA DE LESIÓN DEL SNC La mayoría de los autores parecen favorecer el concepto de que la neuropatogénes is del VIH 1 depende de infección cerebral por una cepa neurotrópica. Este virus se replicaría suficientemente en el endotelio capilar cerebral y particularmente en los astrocitos para dañar la BHE. Probablemente este virus pudiera evolucionar con el transcurso del t'iempo a partir de una cepa «originaria,. de la sangre que pudiera inicialmente infectar las células endoteli ales o pasar a través de las fenestraciones intercelul a r es hasta la capa de astrocitos.
El fenómeno de aUlo;nmunidad pOI mimefismo molecular lamb;en puede ocurtir en el cerebro,
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PARTE B LIBRO 6
No hay estudio de laboratorio o de neuroimagen especificas para establecer el diagnostico de afeccion neur%gica por V/H.
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El compromiso subsecuente en la función de la BHE conduce a mayor infección por VIH a través de un mayor ingreso de partículas virales y células infectadas al SNC. El desarrollo subsecuente de cepas que, a través de mutaciones, se replican bien en los macrófagos, microglia y probablemente otras células cerebrales da lugar a la producción de proteínas virales (gp 120, gp 41, Tat, NeD y de citoquinas que pueden ser tóxicas para las células. Más aún, estas proteínas podrían competir con factores neurotróficos e inhibir la comunicación intercelular, además de causar excitotoxicidad a través de canales iónicos de calcio.
Estas cepas virales macrofagotrópicas podrían pasar más fácilmente a otras células cerebrales tales como los oligodendrocitos e inclusive a las neuronas, con compromiso subsecuente en la integridad de las membranas y la comunicación intercelular. De esta manera, la pérdida de neuronas observada en la corteza frontal en pacientes con disfunción neurológica asociada a VIH podría ser consecuencia de la infección viral o sus secuelas.
La presencia de otro virus podría también ser un factor contribuyente en muchos casos. Los autoanticuerpos también parecen estar involucrados principalmente en la neuropatía periférica, tal como ha sido demostrado por tinciones inmunohistoquímicas y el tratamiento exitoso con plasmaféresiso
Finalmente, el metabolismo anormal de la vitamina B 12 ha conducido a algunos investigadores a sugerir que este defecto
podría contribuir a la enfermedad neurológica en pacientes VIH positivos.
ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS No hay estudio de laboratorio o de neuroimagen específicos para establecer el diagnóstico de afección neurológica por VIH.
En LCR puede observarse aumento en las proteínas, leve pleocitosis y aumento en la fracción de inmunoglobulinas anti VIH. Sin embargo, estos cambios pueden verse en pacientes sin síntomas neurológicos. También se pueden solicitar marcadores de actividad inmunológica como la beta 2 microglobulina, neopterina, y ácido quinolínico, que pueden ser usados para apoyar el diagnóstico. La antigenemia p24 en LCR (la cual es independiente de la antigenemia p24 en suero) es un reflejo de la replicación y carga viral en SNC y rara vez se encuentra presente en pacientes adultos VIH positivos sin síntomas neurológicos y se ha visto que existe correlación entre CDS y p24 en LCR Sin embargo, aproximadamente sólo 54% de los pacientes en estadios avanzados de CDS tienen antigenemia p24 en LCR; la sensibilidad es de 21 % a 47% y la especificidad de 95% a 98%.
Brew y col. informan recientemente que la determinación de la carga viral en LCR puede ser de utilidad en el diagnóstico de CDS y que la magnitud de la carga viral se correlacionaba con el estadio del CDS. Ellos mencionan que la presencia de una carga viral mayor de 1000 copias de RNA viral por mI de LCR es un marcador altamente específico de CDS y razonablemente sensible en aquellos pacientes en quienes se sospecha CDS y en
quienes se han descartado otros procesos que pudieran estar produciendo las alteraciones neurológicas. Sin embargo, estos datos no h~m podido ser reproducidos por otros estudios. Hay muchos aspectos, con respecto a la utilidad de la determinacion de la carga viral en LCR como método diagnóstico de CDS, que necesitan ser estudiados. No sabemos, por ejemplo, si la carga viral en LCR realmente refleja infección cerebral o es simplemente un reflejo de lo que está ocurriendo en la sangre. Aún se necesitan más estudios para poder definir la utilidad y las limitaciones de la determinación de carga viral en LCR en la práctica clínica. La sensibilidad del cultivo de VIH a partir de LCR para diagnóstico de CDS, es de 30% y la especificidad es de 80%.
En el electroencefalograma (EEG) muchos investigadores han informado anormalidades tanto en pacientes con CDS como en asintomáticos. Sin embargo, en estudios bien controlados no se ha encontrado un índice de anormalidades más alto en pacientes seropositivos cuando se les comparó con pacientes seronegativos. Es interesante comentar que en un estudio realizado por Newton y col. en el que se investigó si había correlación entre las anormalidades detectadas por PET y las detectadas por EEG en 15 pacientes con SIDA (de los cuales nueve tenían diagnóstico de CDS) se logró demostrar que había coherencia entre los hallazgos electroencefalográficos e hipermetabolismo en tálamo y núcleos basales. Este estudio subraya la importancia de la disfunción cerebral sub cortical en pacientes con SIDA. Otros
ASPECTOS NEUROLÓGICOS y PSIQUIÁTRICOS DEL COMPLEJO DEMENCIA -SIDA
investigadores han demostrado que el cambio más temprano detectado en el EEG es muy sutil y consiste en una distorsión del patrón normal de sueño, con incremento en la duración de las etapas 3 y 5 del sueño no REM.
Los estudios de neuroimagen muestran atrofia cerebral, con agrandamiento de los ventrículos y anormalidades difusas o multifocales de la substancia blanca. Aunque estos hallazgos son inespecíficos, algunos estudios han mostrado una correlación entre el grado de atrofia cerebral evidenciado por IRM y la severidad de la afección neurológica por VIH.
La SPECT nos proporciona mediciones del flujo sanguíneo cerebral regional y puede ser potencialmente útil para detectar en forma temprana afección del SNC por VIH 1. Puede observarse una disminución generalizada en la perfusión así como múltiples y pequeños defectos de captación principalmente en los lóbulos parietal y temporal. También se han observado anormalidades en los ganglios basales, las cuales han tenido correlación con la severidad clínica del CDS.
Mediante PET es posible encontrar hipermetabolismo en los núcleos diencefálicos, siendo ésta una de las alteraciones más tempranas encontradas en el curso de la afección neurológica.
En un estudio realizado por Hinkin y col. en el cual examinaron los cambios en el metabolismo cerebral en pacientes con SIDA a lo largo de seis meses, se demostró que había un incremento en el metabolismo a nivel de los ganglios basales y lóbulos parietales en ausencia de cambios neuropsicológicos en las
La SPECT nos proporciona mediciones del flujo sanguineo cerebral regional y puede ser potencialmente util para detectar en forma temprana afección del SNC porVIH 1.
El AZr ha demostrada en diversos estudios controlados ser de ulilidad en adultos con CDS yen ninos can encefalopalia progresiva.
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~'.frlat: ~g€'flI('S-lPsLJn .fldnDO InvestigadOS pltra el /r;1f;JmlfmrC de COS Indli)'tfldo peI1/QffftlmA (MlttgofIISIJ df!1 rNF el'~), dtliIV/rrfirtl (inhibJdot no /IIlckos,dc do la ltifllscrlptsa ""'CrsaJ r clomdlna, ~"t,c 011'05
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pruebas habituales; estos resultados s ugieren que la PET es más sensible para detectar cambios muy sutiles en el SNC.
TRATAMIENTO El AZT ha demostrado en divergas estudios controlados ser de utilidad en adultos con CDS y en niños con encefalopatía progresiva. Incluso desde los primerus estudios se señaló que el tratamiento temprano con AZT podía proteger a los pacientes del desarrollo de déficit cognitivo/motor asociado a SIDA, aunque los resultados del estudio multicéntrico de cohorte en SIDA no apoyaron dichas conclusiones.
El AZT es un agente antirretroviral que atraviesa la barrera hematoencefálica en forma sa tisfactoria, independientemente de la dosis administrada; la concentración en LCR es aproximadamente el 50% de la concentración plasmática la cual es capaz de inhibir la replicación del VIH 1 en macrófagos.
Dosis entre 1 y 2 g por día han mostrado producir considerable mejoría neuropsicológica, encontrá ndose los ~rl!ct u6 más substanciales con 13$ dO.'iis de 2 g por dia.
Para el manejo do. I S en ~n.cHmles que nUJlen h,m rt.mibi. do AZT o que lo han recibido a :losi:; b:lJlJs, par{'cu hnbcr flCuc.r:10 entr(' I¡¡g di\'t!r:rog :\uto!'(.'$ ~n
iniciar n dusis de por lo milos 1 g por día.
Hast;¡ In (cchn, no ha hllbid o InlOnU C$ de rl'.'s.is tc.nc:ia \Iirolul AZT en Ins cepa.s m:u: rurngotr6-picas derivadas de cerebru. Probrlbl~n\cnle eSlO es debido o la a lmpadmlcntalizac.ión el e las ~cpas cerebrales y a Su bajo rn~ dice de l"eplical:ión, de tal mnne-
ra que la probabilidad de desarrollar resistencia es mucho menor en re lación a las cepas linfotrópicas en sangre. De hecho, es teóricamente posible que aún cuando el tratamiento con AZT no sea exitoso en las cepas aisladas de sangre debido a resistencia al AZT, tal tratamiento pued e continuar sie.ndo efectivo en términos de la prevención de CDS.
El ddI es otro análogo de nucleósidos que inhibe a la transcriptasa reversa del HIV. Tiene una vida media plasmática de oprOlQ mOUnll lcntt!.l ;; flllrnsYllo :;e .Icumulll en plu~m ll El> probable qu e c.ll'fecto benófi(:(I (M dril esté: en rt!l.qcujn con el hechu do.! queJa vida medIO Intraedu lar del ddA·TP, tll núcl f.,'Ó ~\ctlVtJ del ~dJ. es miís prolongada. Aun cuando "'" ;ldmlOll'\tru CC')fI antIÁcidos, estO rarnl9.CO muestra um' Lucna ob· ¡¡oreJón por viu orllL Lo~ "fccto~ oolntcralcs mas lmpnrtant(' del ddl son n.tourop3tin. po.rif'éricu y pnncrcatir.is.
En clJIn¡;lnr.;¡cion con ul AZT. dtJJ penetra pob renttmt.c:tl SNC )'Iosni"'olt!l dl'.1 fármaco (tn LeR varfnn éntr 0- 21 mmoVml.Asf, la tDocentrllc.l(m do ddJ en LCR e.s- mfenur " la ncct!!litnda p3ra afectar In rcplicuc¡on d(!.1 VIl-1 1 i.:n macrMagl')!j. Adem:\!$. Ílt varo, citoc¡uina:: tales co mu e l GM~ e fo~ reducen Sll!Dificfltl\'umcnl~ In tlfiCfll!ía dt'1 ddl
No hn~ (.~ttldiM en rulacióll a la efieuC"ln dI.! Ol ros agenitls 'Ul<irretrovimll'" 'ST • ¡Ide. d4TI rmrn prt'vcnl r y/o tTntur COS.Aden1J.Úl, lO¡ perfil d\.! neUJ"'Ot.OXicld:."ld de t:StoI:tfármnrosC!i mli$ele\'ado que In nsociadn n AZT o ddJ. Así, por elemplo. 1" <fIcurotoxicidad del dd puede cnu~ar unl.\ neu rOJlfl~ t{;\ oxvnaJ pcnféricn dulorosn y rlw(lrsible d~ i nstalación abrup~
-
ta; esta neuropatía es diferente de la neuropatía dolorosa lentamente progresiva asociada a VIR. Estudios in vitro han demostrado que la neurotoxicidad relativa de dichos fármacos es como sigue: AZT < ddI < ddC < 3TC < d4T.
Varios agentes están siendo investigados para el tratamiento de CDS, incluyendo pentoxifilina (antagonista del TNF alfa), delavirdine (inhibidor no nucleósido de la transcriptasa inversa) y clonidina, entre otros.
Desafortunadamente, algunos de estos agentes, entre los que se incluye la fenciclidina y la dizocilpina, tienen efectos adversos de tipo neuropsiquiátrico; además, pueden inducir el desarrollo de vacuolización neuronal, la cual es reversible. Sin embargo, existen algunos fármacos de este tipo que son relativamente bien tolerados, por ejemplo, ketamina y dextrorfán. Aunque aún no está claro si estos fármacos son suficientemente potentes a las dosis clínicamente toleradas, los compuestos relacionados con el dextrorfán también podrían bloquear los canales de calcio dependientes de voltaje.
La memantina, un medicamente relacionado con el agente antiviral amantadina, se ha usado por muchos años en Alemania para tratar la enfermedad de Parkinson y es un buen candidato para realizar estudios clínicos en el contexto de CDS. De hecho, se ha informado que la memantina a concentraciones micromolares puede proteger a las neuronas del daño inducido por gp 120 in vitro e in vivo en modelos animales. A concentraciones de 2 micro Moles (la cual es alcanzable en personas tomando el medi-
ASPECTOS NEUROLÓGICOS y PSIQUIÁTRICOS DEL COMPLEJO DEMENCIA -SIDA
camento), la memantina bloquea completamente el daño neuronal inducido por gp 120.
El riluzole, único agente aprobado por la FDA para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica, tiene dos efectos fundamentales: disminuye la liberación de glutamato por las neuronas y bloquea sus efectos a nivel de su receptor. Los efectos colaterales más frecuentes son fatiga, náusea, elevación de las enzimas hepáticas y cefalea.
La glicina es un modulador de la transmisión sináptica mediada por glutamato. Los antagonistas del sitio de la glicina son anticonvulsivantes y tienen propiedades neuroprotectoras. Sin embargo, debido a su pobre penetración al SNC, muchos de los antagonistas que son potentes in vitro tienen poca actividad in vivo después de su administración sistémica.
Un agente que ha mostrado tener un efecto inhibidor a nivel del NMDAr es el nutriente esencial pirroloquinolina quinona (PQQ), el cual disminuye la frecuencia de apertura del canal iónico controlado por el NMDAr sin afectar el tiempo aritmético medio de apertura. Este compuesto actúa a nivel del sitio redox del NMDAr. De hecho, se ha demostrado que er. modelos animales in vivo de hipoxial isquemia cerebral, la PQQ tiene efecto neuroprotector y no se ha mostrado que cause cambios electroencefalográficos a las dosis neuroprotectoras. La PQQ ha demostrado ser eficaz cuando se le administra ya sea antes o después del evento hipóxicol isquémico y no parece tener ningún efecto colateral neuroconductual, mostrando así su utilidad potencial en procesos
Tambú~n los investigadores han prestado atencion al papel delorido nitrico (NO) en el SNC
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Los pacientes afectados/aman con mayor frecupncia diversos (armacos en/re /05 que se
encuentran agentes antirre tro vira/es , anfibiolicos.
agentes antonllcolicos, etc. Sin embargo. estos agentes tambj¡~n pueden produCir efectos cognitivos, emociona/es y
conductuales que deben ser diferenciados de /a alece/on del SNC por el V/H,
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neurológicos que involucran citotoxicidad.
También los investigadores han prestado atención al papel del óxido nítrico (NO) en el SNC. El NO es producido por algunas neuronas después de ser activadas por receptores de aminoácidos excitatorios, particularmente a través del NMDAr. El NO se sintetiza a partir de la arginina por la enzima óxido nítrico sintetasa (NOS), la cual es una enzima calcio-dependiente. La activación del NMDAr resulta en una elevación de los niveles intracelulares de calcio, el cual, a su vez, activa a la NOS a través del mecanismo calciocalmodulina. De hecho, Mezaros demostró la presencia de un mecanismo de retroacción negativa entre los niveles de NO y calciO intracelulares: activación calciodependiente de la producción de NO y una reducción, evocada por NO, de la liberación de calcio desde sus sitios de almacenamiento intracelular.
El NO disminuye la actividad del NMDAr y se ha sugerido que este efecto es debido a la interacción del NO con los grupos -SR libres en el sitio redox del receptor. Sin embargo, aún cuando estos grupos -SR son alquilados por N-etilmelaimide (NEM), el NO aún conserva su efecto inhibitorio sobre el NMDAr y, por lo tanto, este efecto no es consecuencia de la oxidación del sitio redox.
Ray que señalar, como dato interesante, que el efecto inhibitorio del NO requiere la presencia de iones divalente Mg y Zn.
Los datos previos sugieren que el NO actúa en un sitio blanco diferente, o bien, en un segundo sitio redox que no es modificado por la administración
de NEM. En este sentido, el trabajo de Omerovic y col. es muy interesante. Estos investigadores utilizaron nitropusiato de sodio (SNP) como agente liberador de NO y mostraron que ocurría una rápida inhibición de las corrientes iónicas evocadas por NMDA, efecto que revertía espontáneamente en 15 minutos. La exposición del sistema experimental al agente reductor DTI' incrementó las corrientes evocadas por NMDA y el agente oxidante DTNB las inhibió.
Segun el trabajo de Lei et al, por lo menos 50% del aumento en la concentración de calcio intracelular en respuesta al NMDA se debe a liberación de este catión desde su sitio de almacenamiento intracelular: el retículo endoplásmico, siendo este proceso amplificado por el influjo de calcio desde el espacio extracelular. La liberación de calcio desde sus depósitos intracelulares ocurre a través de los canales cerebrales sensibles a ryanodine, los cuales también son sensibles a cafeína. De esta manera, la liberación del calcio intracelular puede ser un paso necesario para iniciar la cascada de eventos bioquímicos que conducen a daño neuronal por estimulación excesiva del NMDAr, y este punto es susceptible de intervención farmacológica.
El fármaco relajante muscular dantroleno, el cual es utilizado en casos de hipertermia de origen central y cuyo mecanismo de acción es la supresión de la liberación de calcio desde sus sitios de almacenamiento intracelulares, tiene utilidad potencial en este contexto. Se ha demostrado que este fármaco puede proteger contra la
citotoxicidad inducida por QA y NMDA mientras que no tiene efecto en el daño celular que puede ser mediado por KA y AMPA. KAy AMPA incrementan la concentración intracelular de calcio libre principalmente por influjo desde el espacio extracelular mientras que el efecto de QA y NMDA es mediado en gran parte por liberación de calcio desde su sitio de almacenamiento intracelular. Es importante mencionar que en modelos animales, el dantrolene ha mostrado tener efecto neuroprotector.
EFECTOS COGNITIVOS, CONDUCTUALESY EMOCIONALES DEL TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN POR VIH Debido a los avances logrados en el tratamiento de la infección por VIH los pacientes afectados toman con mayor frecuencia diversos fármacos entre los que se encuentran agentes antirretrovirales, antibióticos, agentes antomicóticos, etc. Sin embargo, estos agentes también pueden producir efectos cognitivos, emocionales y conductuales que deben ser diferenciados de la afección del SNC por el VIH 1 o de los trastornos de ansiedad y/o atectivos relacionados con el hecho de saberse infectado por el VIH.
Sin duda, después de haberse demostrado su eficaz interacción con la transcriptasa reversa del VIH 1 Y su capacidad para prolongar la sobrevida en pacientes con SIDA, el agente antirretroviral más utilizado es el AZT. Los efectos indeseables informados en la literatura incluyen cefalea, astenia, hiporexia, náusea, insomnio y sueños inusualmente vívidos. Uno o más de estos síntomas pueden ocurrir hasta en
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más de 50% de los pacientes que tomanAZT.
Sin embargo, aunque habitualmente estos síntomas remiten dentro de las primeras seis semanas de su uso, durante este tiempo muchos pacientes, principalmente aquellos que están asintomáticos al inicio de la administración de AZT, pueden desear suspenderlo debido a que se sentían mejor antes de iniciar su uso. En estos casos es prudente prescribir tratamiento sintomático a base de, por ejemplo, analgésicos para la cefalea, antihistamínicos o benzodiacepinas de acción corta para el insomnio, etc. La disminución en la dosis disminuye la incidencia de otros efectos colaterales del AZT, como la anemia y neutropenia, pero dicha reducción en la dosis no alivia los síntomas subjetivos ya descritos. Si después de seis semanas de haber iniciado la administración de AZT aún persisten estos síntomas, podría considerarse el cambiar a otro agente antirretroviral.
Por mucho, el efecto colateral más común del ddI es insomnio, el cual se presenta aproximadamente hasta en 25% de los pacientes. Para evitar este efecto, los pacientes pueden evitar su ingesta en el horario en que acostumbran dormir, o reducir la dosis. También pueden tomarlo como dosis única en la mañana sin perder los efectos benéficos sobre los parámetros virológicos y el estado inmunológico del paciente.
La administración de ddI produce en muchos pacientes un incremento en su «vitalidad». Para algunos pacientes, esto es experimentado en forma de un «nerviosismo» o ansiedad no placentera. Incluso puede ocurrir confusión en
Por mucho. el efecto colateral mas comun del ddl es insomnio. el cual
se presenta aproximadamente hasta
en 25'" de los pacientes.
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2':fo y crisis convulsivas hasta en 3% de los pacientes que toman ddl.
Aunque el ddC esta quimicamente relacionado con el ddl , es menos frecuente que produzca insomnio (aproximadamente sólo en 1% de los casos). Se ha descrito cefalea y vértigo en 14% y 3* de los pacientes que lo usan, respectivamente. Otros síntomas, tales como confusión , alteración en la concentración, astenia, depresión, cris is convulsivas, ansiedad, manía, y despertar temprano en la mañana también han sido reportados, pero parecen ocurrir en menos de 3% de los pacientes que toman este agente.
Los sintomas descritos también p ueden presentarse con la ad minis tración de Stavudine (d4T). Sin embargo, menos de 3% de los pacientes que toman dicho agente presentarán alteración cognitiva, e mocion a l o conductual a las dosis utilizadas.
Adem ás de los agentes antivira les ya descritos, los pacientes portadores de la infección por VIH también consumen antibióticos como parte de la profilaxis y/o tratamiento de infecciones oportunistas, siendo probablemente la neumonia por Pneumocystis carinií (NPC) la afección oportunista más frecuente en estos pacientes . Hay t res fármacos utilizados en la prevención de NPC: TMPISTX. dapsona, y pentamidina en aerosol. De estos, TMP/STX y dapsona se han asociados a cefalea e insomnio. Más aún , la dapsona ha sido asociada a desorganización psicótica. Sin embargo, estos efectos son raros.
Un agente que merece mención especial es la cicIoserina, agente de tercera línea en el tratamiento de tuberculosis y que se emplea en el manejo de tuberculosis rnu ltirresistente. Este fármaco es bien tolerado gastrointestinalmente, pero produce toxicidad muy importante en el SNC. Se ha descrito desorganización psicótica, cri sis convulsivas, ideación suicida, somnolencia , depresión, confusión, cefalea , temblor, vértigo, pa resia y disartri a. Por lo tanto, es recomendable evitar su uso, cuando sea posible, en pacientes con cri sis convul sivas, depresión, ansiedad severa, psicosis y en aquell os que consumen regu larmente bebidas alcohólicas. Cuando se administre est e medicamento, debe n monitorizarse regularmente sus niveles séricos pico dos horas después de haber admin istrado la dosis correspondiente, yajustar la dosis pa ra mantenerlo por debajo de 30 mg/ml. Se ha empleado el uso concomitan te de pindoxinn . de 50:1 lOQ mg vo Ilor (II n, con el obj t'LivlI d", (lIg· mln1)lr la n('urlltoxicidnd de ltJ ciclllJ>.Qrlll a., pero su ut-i lldnd no híl Sido prol:lud:!. Nfll!~ par3d6j ico C'xprCi-n r qUe e n nUl'f; l .-:Ui
elucubraeJones mo.'" leoncas podl.'~ mos estar mu'y pr(\)(lmo~ ¡) mu~s·
lrfi'i nphCnmOnlll' JllÚ~ praccicafi L:1 parndoJ:a C3Ulahora lOlnl mcnl(' c~ l ~blec ida (Iue lu]:' mayores ¡¡bs traCl;ioo \~ ~on las verdad['na~ a rmo!' CIlO I:tl' c:un.léS Ii(> controla llUC!OlrO ~on(;cpto d,e los hechos cOlltretOS. Y::t5{ dé.bc sc r .:icmpr('; el gnm in\'l~tlglld(¡f!k!rñ s iempre cll l'Óri.!.:o h¡-¡bih13l. a
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PARTE B LIBRO 6
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AUTO EVALUACiÓN FINAL
1 El efecto colateral neurológico más frecuente del uso de los neurolépticos es: a) Crisis convulsivas. b) Distonía tardía. el Parkinsonismo. d) Síndrome de las piernas inquietas. e) Acatisia .
2 La incontinencia urinaria ("vejiga desinhibida") se observa en uno de Jos tipos de 8(0-
drome del16bulo frontal, señálelo: al Síndrome frontal medial. b ) Síndrome órbito-frontal. e) Síndrome de la convexidad frontal. d) Síndrome de disfunción global del lóbulo frontal. el Síndrome del área prefrontal.
3 Entre los problemas médicos encontrados en los pacientes con fibromialgia se incluyen Jos siguientes, excepto:
al Síndrome de las "piernas inquietas~ .
b) Colon irritable. el Apnea del sueño. d ) Hemicranea crónica paroxís tica. el Fenómeno de Raynaud .
4 Las condiciones musculoesqueléticas que pueden coexistir con la fibromialgia y que ameritan manejo diferente al de la FM se incluyen las abajo anotadas, excepto:
a) Epicondilitis ("codo del tenista"). b) Bursitis. c) Espondilitis reumatoide. d) Síndrome del túnel del carpo. e) Radiculopatía cervical o lumbar.
5 Los enunciados aquí establecidos son todos verdaderos en relación a la fibromialgia (FM), excepto:
a ) Los anticuerpos antinucleares y el factor r~t1I1HllOid~ );011 poslt ivmra títuJos bn¡us en 50-60% de pacientes con FM.
b) Actualmente, no existe un análisis de laboratono especifico pa ra establecer el diagnóstico de FM.
c) La electromiografía (EMG> y la velocidad de conducción nerviosa (VeN) y las enzimas musculares son normales en pacientes con FM.
d) Ln 11l~.voria d los pncicnies coo F"M 80n mujeres entre 1(15 2fi Y 50 alios de edad e) Loe pncientes con FM ~e sicnten cM:md oH cnsi lodo I día :robrE' lodo por lo wrdc
O durante las primeras horas de la noche.
6 La prevalencia del síndrome demencial en paclOnt~ con SIDA ~ 1m informnoll que f'~" de-: a) 50-75%. b) 7.5-27%.
c) 3-10%. d) 15-30%. e) 8.5-25.5%
7 La lesión ocupante de espacio más común en los encéfalos con SIDA es: a) Criptococosis. b) Granulomas luéticos. c) Tuberculoma. d) Toxoplasmosis. e) Enfermedad citomegálica de cuerpos de inclusión.
8 La leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP) es causada por: a) Virus del Herpes simple 1 y n. b) Virus JC (Papora humano). c) Trastorno autoinmune. d) Vasculitis del SNC. e) Adenovirus.
9 La infección oportunista más común y más grave en pacientes con SIDA es: a) Meningitis por criptococo. b) Neurolúes. c) "Encefalitis" cisticercosa. d) Toxoplasmosis. e) Tuberculosis.
10 El tratamiento del síndrome neuroléptico maligno incluye todas las medidas abajo anotada,s, excepto.
a) Suspender la droga ofensiva (neuroléptico o no neuroléptico). b) Terapia de soporte inmediato (hidratación, control de fiebre, estabilización de
función respiratoria y cardiovascular, corregir alteraciones hematológicas). c) Utilizar antídotos como el dantrolene a la dosis de 1 mg/kg en bolo IV. d) Administrar dopaminérgicos del tipo de la bromocriptina. e) Control de agitación con butirofenonas (haloperidoD.
RESPUESTAS DE AUTOEVALUACION J INICIAL FINAL
I l.e 6.a ,e 6. b 2.e 7. b 2.a 7.d
3.e 8.a 3.d 8.b
4.e 9.a 4.e 9.a 5.d 10. e 5.a 10. e
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