Leonardo Garcia

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del BOSQUE Noviembre 2011 Leonardo García Sabugal

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delBOSQUE

N o v i e m b r e 2 0 1 1

Leonardo García Sabugal

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Dirección Creativa de Exposición: Erna Pohl Barra

| Dirección de Arte: Francisca García-Huidobro Doussoulin

Redacción y Edición: Nicolás Levy Cataldo

Fotografía de Obras: José Manuel Domínguez

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Prólogo

“Del bosque”, la exposición de Leonardo García Sabugal,

nos permite iniciar una inesperada, sorprendente y hermosa aventura.

Un tesoro guardado y formado por muchos años,

lleno de naturalezas, sueños, búsquedas y encuentros,

descubrimientos y formas que no dejan de provocarnos.

Un encantamiento de aquellos que la vida nos regala y nos llegan al alma.

Cada pieza nos incita a llenarnos de esa naturaleza de los bosques,

de los árboles imponentes, de sus infinitas e irrepetibles formas

y de su inconmensurable belleza. Don Leonardo nunca ha detenido

su búsqueda y descubrimiento, cuidando cada uno

de sus troncos como a uno de sus tesoros más preciados.

Sus obras son el resultado de ese esfuerzo.

Agradezco en estas líneas a todos aquellos y aquellas

que con su apoyo, entrega y cariño contribuyeron

con el conocimiento y difusión de esta muestra.

Erna Pohl

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Leonardo García Sabugal

Heredero del empuje de sus antepasados españoles,

Leonardo nació en Cunco el 20 de octubre de 1924, cuarto de cinco hijos de un

padre emprendedor y una madre afanosa, abocados al arduo

trabajo del campo. Leonardo creció y aprendió a relacionarse

con los animales, sensibilizarse con los detalles del entorno rural y,

sobre todo, recorrer y encantarse con los parajes de una pujante zona.

Leonardo cultivó una innata afición. Su natural habilidad para el dibujo

y un ojo atento fueron los elementos que originaron un talento artístico inherente

y sin instrucción. Se inspiró en los paisajes boscosos

y en esas atractivas creaciones de la naturaleza que lo asombraban,

a las que se limitaba a recopilar y describir en sus trazos.

Cada tronco, rama y hasta la más ínfima raíz que encontraba en sus paseos fueron

imágenes recurrentes en su mente y se convirtieron,

desde entonces, en el objeto de un sinnúmero de creativas ideas.

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El fundo “El Ideal” se transformó en su escenario de creación. Entre faenas

de destronque y limpieza, Leonardo salpicó el campo con cientos de “bosquetes”

ornamentales de variadas especies. Le llamaba la atención las curiosas formas

de los árboles y sus excursiones generaron en él un profundo cariño

por la inmensa belleza de los bosques.

En 1964, se hace cargo del sueño de emprendimiento que agregaba valor

a las maderas, iniciado por su primo Tito Tolosa. Invirtiendo tiempo y esfuerzo,

continuó el trabajo de la Barraca Tolosa de Temuco. Además de ser el escenario

de una prolongada actividad empresarial, este lugar se convertiría en el ideal

para las etapas venideras de sus inquietudes artísticas.

Entre aserrín y ruido de motosierras, se escondía un tesoro de valiosa pasión,

erguido con la intuición y la sensibilidad de un íntegro autodidacta.

Leonardo usó la descornadora y las tijeras tuzadoras sobre los troncos

más allá de su funcionalidad. Abrió espacio para un taller y orquestó,

junto a la fiel compañía del maestro Temístocles Pincheira,

el trabajo de un equipo que hacían realidad aquello que,

hasta ese momento, sólo existía en su mente.

1937. Leonardo junto

a sus padres,

Gregorio y Estefanía,

y sus hermanos Olga,

Hilda, René y Mario.

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Su método se asentó riguroso. Hasta hoy, la marcha creativa comienza

con el recorrido de los campos buscando aquellas piezas que,

mientras a ojos comunes son simples trozos de madera,

para él son las formas naturales de un animal o de un mueble,

de diferentes árboles y tonalidades. Encantado por su diseño y color,

Leonardo las rescata de su lugar y las hace llevar hasta su taller.

En su espacio de creación, los “palos”, como Leonardo los llama,

son preparados para su transformación en obras de artesanía mayor.

Una a una, las ramas de convierten en esculturas y los viejos troncos

en mesas, bancas y lámparas, fruto de una delicada, mancomunada

y detallista labor, supervisada paso a paso por su autor.

1960. Leonardo visitando

faenas madereras

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Leonardo plasmó como su sello de trabajo

la compatibilidad de su afición artística

y su labor productiva. Tuvo la posibilidad de satisfacer, en un

mismo sitio, el trabajo y el placer.

La máxima de no intervención llegó a oídos

de reconocidos diseñadores.

La afición de Leonardo fue descubierta

y admirada por su profundidad y originalidad.

De la mano de conocidos decoradores,

las piezas de Leonardo García han formado parte

de colecciones mobiliarias en Estados Unidos,

distinguiendo su actualidad y su indiscutido valor

en el diseño de vanguardia.

A pesar del reconocimiento, Leonardo mantiene

intacta la sencillez de su pasatiempo. Está orgulloso

por sus logros, su inagotable entrega artística

es proporcional al inquietante curso de su vida.

Su ganancia reside en el proceso mismo,

en el amor a esa costumbre de décadas de caminar

y descubrir entre los árboles.

Ese espíritu lo llevó a aceptar, por primera vez

en más de 40 años, abrir su tesoro privado a los ojos del

público. Lo impulsaron las ganas de mostrar

ese encanto escondido, enseñar su cariñosa

personalidad por medio de una actividad

que lo reconforta con el sencillo placer

de sentirse pleno.

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Arte saníaArte de sabiduría

Madera

Naturaleza

Pasión

Composiciones

de un artista

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Banca 1Pellín (Nothofagus Obliqua)

Largo 3.65 x Ancho 0.44 mtAlto 0.46 mt

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Mesa raízPellín (Nothofagus Obliqua)

Largo 2.60 x Ancho 1.59 mtAlto 0.46 mt

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Mesa árbolPino (Pinus Radiata)

Manzano (Malus Communis)Largo 2.45 x Ancho 1.25 mt

Alto 0.77 mt

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Banca 2Pellín (Nothofagus Obliqua)

Largo 2.52 x Ancho 0.55 mtAlto 0.46 mt

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CresposPellín (Nothofagus Obliqua)

Largo 0.25 x Ancho 0.40 mtAlto 2.05 mt

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MáscarasPellín (Nothofagus Obliqua)Ancho 0.85 mtAlto 0.60 mt

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Orejasdel Pellín (Nothofagus Obliqua)Ancho 0.68 mtAlto 0.74 mt

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Bar + BancosPino (Pinus Radiata)

Pellín (Nothofagus Obliqua) Largo 1.60 x Ancho 0.97 mt

Alto 1.13 mt

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BarAromo australiano (Acacia Melanoxylon)

Pino (Pinus Radiata)Largo 2.46 x Ancho 0.80 mtAlto 1.09 mt

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MesaPellín (Nothofagus Obliqua)Largo 2.28 x Ancho 0.75 mtAlto 0.58 mt

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Mesas trébolCiprés de Cordillera (Austrocedrus Chilensis)Largo 1.40 x Ancho 1.40 mtAlto 0.50 mt

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LámparasPellín (Nothofagus Obliqua)Fondo 0.55 x Ancho 0.80 mtAlto 1.70 mt

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Mesa del asadorEncino (Quercus Ilex)

Largo 4.15 x Ancho 1.20 mtAlto 0.76 mt

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Detalle MesónPellín 2007

0.30x0.90mt120 kg 37 LGS

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MesónPino (Pinus Radiata)

Pellín (Notofagus Obliqua)Largo 4.41 x Ancho 1.05 mt

Alto 1.01 mt

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VestidoPellín (Notofagus Obliqua)

Fondo 0.73 x Ancho 1.10 mtAlto 1.70 mt

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RaízPellín (Notofagus Obliqua)Largo 2.20 x Ancho 1.60 mtAlto 1.85 mt

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Leonardo y su equipo de trabajo

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Dirección Creativa de Exposición: Erna Pohl Barra

Dirección de Arte: Francisca García-Huidobro Doussoulin

Redacción y Edición: Nicolás Levy Cataldo

Fotografía de Obras: José Manuel Domínguez

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Mostrar la obra de papá, nos permite

compartir su espíritu inquieto y creativo,

representado en objetos que muestran

su transitar junto al bosque

desde aquellas duras jornadas

en su juventud hasta su feliz encuentro

con el arte en estos últimos años.

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“Cuando el Creador crea, es bello por fuera y por dentro. Si bien el Eclesiastés ya lo dijo hace tres mil años `no hay nada nuevo bajo el sol´, hay que tener la perspicacia de Don Leonardo para que las bellezas escondidas de ese “Nada Nuevo” lleguen a nosotros. ¡Gracias amigo Leonardo!”.

Georg Miciu-Nicolaevici San Martin de los Andes - Argentina Sept. 2011

“Gran Leonardo, así lo he llamado desde que tuve el honor de conocerlo junto a sus maderas centenarias... el sur, sus tierras, sus campos, su gente y sus árboles.

Esta exposición es la atenta mirada de un hombre que captó las mil formas de las maderas y percibió cómo el agua, el viento y el tiempo las tallaron como escultores notables.

Recuerdo la impresión que, pocos años atrás, me causó una exhibición de troncos esculpidos por el agua, en París. Inmediatamente pensé en Chile, en sus ríos y bosques. El destino fue certero cuando, no mucho tiempo después, conocí a un hombre de una admirable sensibilidad y que había rescatado la misma idea”.

Enrique ConchaSantiago - Chile - Sept. 2011

“La colección de maderas de Leonardo García es un testimonio silencioso del paso del tiempo y de los procesos naturales de la renovación vegetal.

Estas piezas milenarias, verdaderas obras de arte de la naturaleza, de dramática belleza espontánea, que expresan por sí mismas la subsistencia de la vida en el bosque. Es impresionante al observar estas piezas, cómo nos siguen brindando generosamente sombra, amparo y placer estético”.

Francisco Monge S. Santiago - Chile - Sept. 2011