La Primera Guerra Mundial (1914-1918)

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1 LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918) 1.- Los orígenes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) 1.- Francia quiere recuperar La Alsacia y Lorena que Prusia le había arrebatado en 1871. Puntualizar que Francia se había apropiado de ambos territorios en la Paz de Westfalia (1648) cuando se los arrebató al antiguo Sacro Imperio Romano Germánico. 2.- La rivalidad naval germano-británica. Berlín quiere levantar un imperio colonial para lo que necesita disponer de una armada similar a la británica. 3.- Enfrentamiento entre Austria y Rusia en los Balcanes por los restos del Imperio otomano. 2.-Antecedentes 1.- En 1848 el Imperio ruso ayuda al austríaco (ambos con regímenes absolutistas) para sofocar al nacionalismo húngaro que amenaza su existencia. 2.- En 1855-1856 se desarrolla la Guerra de Crimea. Gran Bretaña y Francia acuden en defensa del Imperio otomano para que Rusia no pudiera acceder al Mar Negro. Austria no sólo se mantiene neutral sino que moviliza a sus tropas en Galitzia (zona fronteriza con Rusia) por lo que el Zar debe destacar unas tropas que hubiera necesitado en Crimea.

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LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

1.- Los orígenes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

1.- Francia quiere recuperar La Alsacia y Lorena que Prusia le había arrebatado en 1871.

Puntualizar que Francia se había apropiado de ambos territorios en la Paz de Westfalia (1648)

cuando se los arrebató al antiguo Sacro Imperio Romano Germánico.

2.- La rivalidad naval germano-británica. Berlín quiere levantar un imperio colonial para lo que

necesita disponer de una armada similar a la británica.

3.- Enfrentamiento entre Austria y Rusia en los Balcanes por los restos del Imperio otomano.

2.-Antecedentes

1.- En 1848 el Imperio ruso ayuda al austríaco (ambos con regímenes absolutistas) para sofocar

al nacionalismo húngaro que amenaza su existencia.

2.- En 1855-1856 se desarrolla la Guerra de Crimea. Gran Bretaña y Francia acuden en defensa

del Imperio otomano para que Rusia no pudiera acceder al Mar Negro. Austria no sólo se

mantiene neutral sino que moviliza a sus tropas en Galitzia (zona fronteriza con Rusia) por lo

que el Zar debe destacar unas tropas que hubiera necesitado en Crimea.

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El objetivo de Austria era impedir que Rusia se hiciera con los restos del Imperio otomano y

evitar que su armada llegara al Mediterráneo.

La actitud de Rusia provocó una enconada rivalidad con Austria, lo que fue más decisivo que la

cuestión de Alsacia y Lorena o la rivalidad naval germano-británica para explicar el origen de la

Primera Guerra Mundial.

3.- Serbia se convirtió en un pequeño reino eslavo que amenazaba a Austria porque financiaba

la subversión de los eslavos que vivían en territorio austríaco. Serbia aspiraba a fundar un gran

reino de eslavos del sur (Yugoslavia)

Austria era refrenada por Alemania para que no invadiera al reino serbio porque éste contaba

con el apoyo de Rusia.

Sin embargo, en 1914, el Káiser Guillermo II respaldó cualquier acción de fuerza austríaca

contra Serbia ante el asesinato del heredero a la corona de la doble monarquía, Francisco

Fernando planeado por una organización terrorista financiada por el Reino de Serbia, La Mano

Negra.

3.- Los bloques

1.- Austria-Hungría dependía diplomáticamente de Alemania. El Imperio había sido debilitado

por:

a) La guerra contra Prusia (1866) por la que fue expulsada del proyecto de unificación alemana.

b) La división del Imperio en dos reinos (1867): el austríaco y el húngaro.

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Desde ese momento, la política exterior del Imperio austro-húngaro se centró en quedarse con

los territorios que se iban desmembrando del Imperio otomano en los Balcanes e impedir que

Rusia accediera al Mediterráneo.

2.- Rusia eludió el enfrentamiento directo con Austria-Hungría porque ésta contaba con el

respaldo de Alemania.

Sea como fuere, en julio de 1914, al Zar Nicolás II no tuvo en cuenta el respaldo alemán y

movilizó sus tropas en la frontera con Austria-Hungría.

3.- El nuevo Káiser, Guillermo II, emprendió una política exterior agresiva:

a) Inició una rivalidad colonial con Francia y Gran Bretaña.

b) Inició una rivalidad naval con Gran Bretaña.

c) Inició una rivalidad con Rusia porque comenzó a apoyar a Turquía y a Bulgaria, lo que

dificultaba las aspiraciones rusas para acceder al Mediterráneo.

Tras el atentado de Sarajevo (28 de junio de 1914), Guillermo II aconsejó firmeza al emperador

austríaco Francisco José sin importarle que Serbia tuviera el apoyo del Imperio ruso. Las

razones son evidentes:

a.- Si Austria no castigaba el magnicidio, dejaría de ser considerada una gran potencia. A

Alemania no le interesaba que su único aliado manifestara una actitud de debilidad.

b.- Rusia no se atrevería a intervenir en favor de Serbia por miedo al poderoso ejército alemán.

4.- El zar Nicolás II insistió en acudir en defensa de sus “hermanos” serbios (rusos y serbios

eran eslavos). Rusia no debía tolerar que Austria siguiera perjudicando sus aspiraciones

territoriales en los Balcanes. Rusia había cosechado tres fracasos en la zona y su prestigio

comenzaba a declinar entre los eslavos:

a.- Austria extendió su soberanía plena sobre Bosnia-Herzegovina (1908), un territorio de

soberanía turca que venía administrando desde la Conferencia de Berlín (1878). Lógicamente,

Rusia se negó a reconocer esa anexión.

b.- Austria impidió a Serbia tener una salida al mar Mediterráneo que hubiera podido

aprovechar el Imperio ruso.

c.- El Estatuto de los Estrechos (Dardanelos y Bósforo) impedía que los barcos de guerra rusos

saliera del Mar Negro al Mediterráneo.

5.- Francia deseaba recuperar Alsacia y Lorena. Además, Alemania estaba creciendo

económica y demográficamente sin que aquélla pudiera seguir su ritmo. Gran Bretaña no era

un aliado de fiar. Francia consideraba que las energías alemanas bien podían agotarse en una

guerra contra Rusia.

6.- Gran Bretaña tenía dos grandes problemas:

a.- Alemania amenazaba con adueñarse del continente europeo.

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b.- La rivalidad colonial con Francia y Rusia con las que había llegado a acuerdos para

repartirse territorios de África y Asia.

Si estallaba la guerra en Europa, Gran Bretaña debía tener como aliados a Francia y Rusia para

no arriesgarse a perder el Imperio colonial. Conviene recordar que Rusia amenazaba el

dominio británico sobre la India.

Gran Bretaña había firmado un tratado defensivo con Bélgica (1839), cuyo objetivo era evitar

que una gran potencia (Francia o Prusia) se instalara en el lado continental del Canal de la

Mancha. Gran Bretaña entró en guerra cuando Alemania violó la neutralidad de Bélgica.

Gran Bretaña debía evitar que Alemania derrotara a Francia y Rusia y se apoderara de sus

colonias.

4.- El asesinato del heredero al trono de Autria-Hungría

El 28 de junio de 1914, un estudiante tuberculoso llamado Gavrilo Princip, de origen serbo-

bosnio, asesinó al heredero del trono de Austria-Hungría, el archiduque Francisco Fernando y

su esposa Sofía de visita en Bosnia-Herzegovina. Detrás estaba una organización terrorista

conocida como La Mano Negra, financiada por los servicios secretos serbios. Su objetivo era

lograr la unión de todos los eslavos del sur en un gran reino de Serbia.

Bosnia-Herzegovina estaba poblada por serbios ortodoxos, serbios musulmanes y croatas

católicos. Pertenecía al Imperio otomano desde la Edad Media. En 1878, el Congreso de Berlín

entregó su administración a Austria-Hungría, aunque los turcos conservaron la soberanía

nominal. En 1908, Bosnia-Herzegovina fue anexionada a la Corona de Viena, lo que disgustó

tanto al reino de Serbia como al Imperio ruso.

El magnicidio puso en marcha una crisis que acabó el 4 de agosto con el estallido de la Gran

Guerra.

5.- La crisis de julio de 1914

El emperador austro-húngaro impuso a Serbia un ultimátum (23 de julio) consistente en la

desarticulación de La Mano Negra, la interrupción de cualquier campaña de desprestigio

contra el Imperio, la participación de policías austro-húngaros en Serbia para investigar el

magnicidio y la entrega de los culpables a la justicia austro-húngara para que fueran juzgados

y castigados.

Conocedor del ultimátum, el zar Nicolás II ordenó las primeras movilizaciones del ejército ruso

en la frontera austríaca para no provocar a los alemanes.

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El Káiser Guillermo II aconsejó al emperador Francisco José que su ejército se limitara a ocupar

Belgrado hasta la respuesta definitiva al ultimátum. Éste no le hizo caso.

El gobierno serbio no aceptó las dos últimas condiciones porque suponía una merma de su

soberanía. En estas circunstancias, Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia.

Mientras Guillermo II y su primo Nicolás II se intercambiaban telegramas para detener la

guerra, éste último decretó la movilización del ejército ruso. El emperador alemán hizo lo

propio.

Gran Bretaña tenía una alianza con Rusia y se había comprometido a entrar en la guerra contra

Alemania si no respetaba la neutralidad de Bélgica. El primer ministro, Sir Edward Grey le

propuso al káiser garantizar la neutralidad de Francia y de Gran Bretaña a cambio de que los

alemanes no atacaran Francia. Guillermo II no accedió porque consideraba prioritario aplicar el

Plan Shlieffen. Por lo demás Francia se había comprometido a apoyar a Rusia que era por

entonces su único aliado.

6.- La Gran Guerra

6.1.- El Frente Occidental en 1914

El Plan Schileffen lleva el nombre de quien lo diseñó que era el jefe del Estado Mayor alemán

en 1905. Después de la derrota de Francia en 1871 y de la pérdida de Alsacia y Lorena,

Alemania daba por hecho que en cualquier guerra, siempre tendría a los franceses como

enemigos. Si Alemania se veía envuelta en una guerra con dos frentes era concentrarse en la

derrota del primer enemigo para pasar luego a combatir al segundo. El ejército alemán no

debía dispersar sus energías en dos frentes simultáneamente.

En vista de que el ejército ruso se movilizaría con mayor lentitud por la escasez de medios de

transporte, los alemanes tendrían tiempo para derrotar a los franceses en seis semanas. Tras

esta victoria, el ejército alemán podría hacer frente a las fuerzas del zar.

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El 1 de agosto de 1914, Alemania le declaró la guerra a Rusia y el 3 a Francia. Un día más

tarde, el 4 de agosto, el ejército alemán dirigido por el general Moltke, invadió Bélgica y

Luxemburgo para caer sobre París y envolver al ejército francés.

El ejército francés dirigido por el general Joffre tenía el Plan XVII que consistía en organizar

una ofensiva contra Alsacia y Lorena donde fue detenido por las tropas alemanas. Probó

fortuna en la ofensiva de las Ardenas pero también fracasó. La superioridad artillera del

ejército alemán acabó con las dos ofensivas francesas a las que se las conoce con el nombre

de la Guerra de Fronteras.

Parecía que el Plan Schlieffen iba a funcionar pero el avance de las tropas alemanas fue tan

rápido que fallaron los suministros. En efecto, comenzó a escasear la munición y la artillería se

quedó sin obuses. Los caballos del ejército alemán se quedaron sin forraje y murieron en

territorio francés. El jefe del Estado Mayor alemán, Moltke, renunció a conquistar París. Ya con

el apoyo de un pequeño ejército británico, el general Joffre logró fijar el frente en El Marne.

Se inicia una guerra de trincheras basada en asaltos de infantería sobre posiciones de ejércitos

atrincherados, defendidas por ametralladoras, que arrojaban el resultado de miles de soldados

muertos o heridos.

6.2.- El Frente en el Este de Europa en 1914

A los militares austríacos les llenaba de inquietud el tener que enfrentarse solos al enorme

ejército ruso durante las primeras semanas de combate, mientras los alemanes derrotaban a

Francia en seis semanas (Plan Schlieffen).

No les faltaba razón porque el ejército ruso alcanzó rápidamente la frontera con Alemania. La

explicación del avance decisivo de los rusos es doble:

a.- La frontera ruso-alemana distaba tan solo 300 Kilómetros de Berlín.

b.- Los servicios de inteligencia rusos conocían las intenciones el Plan Schlieffen que consistía

en atacar primero a Francia para derrotarla y luego trasladar el grueso de las tropas alemanas

al frente ruso.

El general Moltke envió tropas del frente francés para detener ese avance. No fueron

necesarias porque cuando llegaron, los rusos ya habían sido derrotados por otros cuerpos de

ejército alemán en la batalla de Tannenberg. Sin embargo, la decisión de trasladar tropas

alemanas al frente oriental tuvo un efecto negativo en occidental porque debilitó el ataque y

permitió a al ejército francés frenar el avance alemán.

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Concluye 1914: Serbia no ha sido derrotada y tanto el frente occidental como el oriental los

contendientes no tienen la suficiente fuerza para imponerse al enemigo.

6.3.- El “irredentismo” de Italia

Cuando Italia cerró su unificación (1870) quedaron fuera territorios ocupados por italianos que

estaban bajo la jurisdicción de estados vecinos como Austria, Suiza, Francia y Grecia.

Hasta el 3 de agosto de 1914, Italia forma parte de la Triple Alianza junto con el Imperio

alemán y el austro-húngaro. Las relaciones con los austríacos eran difíciles porque el gobierno

imperial controlaba territorios con numerosa población italiana, tales como Istria y Dalmacia.

A partir de esa fecha, en la que Alemania le declara la guerra a Francia y la intervención

británica a favor de esta última es inminente, Italia se declara neutral. Los hasta ahora aliados

consideraron que esta maniobra era una clara traición. Sin embargo, hay que hacer dos

aclaraciones:

a.- Sus aliadas no le hicieron ninguna consulta durante la crisis previa a la guerra.

b.- La alianza con Alemania y Austria era defensiva y ambas le habían tomado la iniciativa en

las declaraciones de guerra tanto a Francia como a Rusia.

En abril de 1915, Italia llegó a un acuerdo con Gran Bretaña y Francia para formar parte de la

Entente a cambio de ver satisfechas sus exigencias territoriales.

El ejército italiano nunca supuso una seria amenaza para los austríacos hasta que fue

derrotado en la localidad eslovena de Caporetto (octubre-noviembre de 1917)

Cuando finalizó al guerra, Francia y Gran Bretaña no respetaron lo pactado. Italia sólo se

anexionó los territorios habitados por italianos, pero no los que estuvieran poblados también

por eslavos. Recibió el Tirol del Sur, Trieste, Trentino e Istria y se quedó sin Dalmacia.

Entrar en la guerra sólo le reportó más de 600.000 soldados muertos. Posiblemente hubiera

conseguido lo mismo si hubiera permanecido neutral.

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6.4.- El Frente en el Extremo Oriente

En 1902, Gran Bretaña establece un tratado con Japón para contrarrestar el empuje del

Imperio ruso en Asia. Rusia era la única potencia europea que no necesitaba barcos para llegar

a Persia, Afganistán, la India o China. Japón demostró su potencial militar cuando venció a los

rusos en la guerra de 1904-1905.

Cuando estalló la Gran Guerra, los británicos le pidieron ayuda a la armada japonesa para que

escoltara a sus barcos mercantes susceptibles de ser atacados por los alemanes que

controlaban varios puertos comerciales en China, además de las Islas Marianas y Carolinas

adquiridas a España por 25 millones de pesetas (1899)

El 15 de agosto de 1914, Japón le declaró la guerra a Alemania, cuyas tropas fueron expulsadas

de Extremo Oriente. La Gran Guerra le ofreció a la Dinastía Meiji la posibilidad de convertirse

en una gran potencia colonial mientras se aniquilaban sus competidores europeos. En 1915,

Japón empezó a construir una especie de Doctrina Monroe a lo asiático: expulsar a los

europeos y los estadounidenses de Asia.

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6.5.- El Frente de Europa Oriental en 1915

Durante este año Alemania cosechó varias victorias:

a.- Arrebató Polonia a los rusos.

b.- Serbia fue derrotada.

c.- Tanto Alemania como Austria-Hungría consiguieron dos nuevos aliados: Bulgaria y el

Imperio otomano al que Rusia le había declarado la guerra en noviembre de 1914.

Para Rusia era vital el control de los estrechos, Bósforo y Dardanelos que seguían bajo

soberanía turca. El Imperio ruso no podía trasladar sus barcos de guerra del Mar N egro al

Mediterráneo. Desde el punto de vista económico, la mitad de las exportaciones rusas salían

por allí. Esas ventas eran esenciales para pagar los créditos con los que Rusia financiaba la

industrialización.

Gran Bretaña se sentía amenazada en el control de las rutas comerciales que conducían al

Océano Índico a través del Canal de Suez.

El Imperio turco entró en la guerra al lado de Alemania y Austria-Hungría para defenderse de

las aspiraciones del Imperio ruso, ahora aliado de Gran Bretaña y de Franci a.

Rusos que contaron con el apoyo de Gran Bretaña y los turcos chocaron en el Cáucaso. El

ejército ruso derrotó al turco en la batalla de Sarikamish. Acto seguido, los turcos inician una

operación militar contra el Canal de Suez en respuesta a la conquista británica de

Mesopotamia. La operación fracasó pero le hizo ver a los británicos que Turquía había

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sustituido a Rusia como amenaza en el Mediterráneo. Tomó la iniciativa y se apropió de la

península arábiga y del Sinaí.

El avance británico no se detuvo ahí y puso en marcha el desembarco en el lado europeo, en la

península de Galípoli, a finales de abril de 1915, con el auxilio de tropas australianas,

neozelandesas y alguna francesa. La operación dirigida por Winston Churchill en calidad de

Lord Mayor del Almirantazgo, tenía el propósito de facilitar a Rusia el control de los estrechos

y de atacar a los imperios alemán y austro-húngaro por el sur para romper el punto muerto en

el que estaba el frente occidental.

La operación fracasó porque los turcos emplearon las terribles ametralladoras y se inició una

guerra de trincheras que causó un cuarto de millón de bajas en cada bando. En diciembre,

Londres ordenó la retirada y Churchill tuvo que dimitir. Los rusos tampoco pudieron tomar los

estrechos porque fueron derrotados por el ejército alemán.

Tras el aparente fracaso de Gallipoli, Gran Bretaña obtuvo dos ventajas: se hizo con todo el

petróleo de Mesopotamia y de la península arábiga; los rusos perdieron la oportunidad de

dominar el Bósforo y los Dardanelos que continuaron en manos de Turquía.

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6.6.- El Frente Occidental en 1915-16

Alemania había llegado a Ucrania en el frente oriental pero Rusia no se rendía.

El tiempo jugaba en contra de Alemania y de Austria-Hungría. Francia y Gran Bretaña podían

obtener alimentos y materias primas porque controlaba las rutas marítimas. Los imperios

centrales no podrían alimentar a la población y cubrir las necesidades de guerra por mucho

tiempo.

El nuevo jefe del Estado Mayor alemán, Falkenhayn, vio muy claro que había que romper el

frente occidental y derrotar a Francia. A Gran Bretaña se la podía derrotar aislando a las islas

mediante la guerra submarina. El plan que ideó fue por tanto atacar el punto más débil del

sector francés empleando abundante artillería. Ese lugar era Verdún. El fin de la ofensiva no

era conquistar las fortificaciones francesas sino de desmoralizar al enemigo a base de infligirle

enormes pérdidas. Falkenhayn no dispuso de fuerzas suficientes y la resistencia francesa fue

enconada. La batalla empezó a finales de febrero de 1916 y acabó prácticamente en

septiembre. Medio millón de muertos por ambos bandos repartidos por igual entre franceses y

alemanes. Falkehayn fue sustituido por Hindenburg.

Las batallas de Verdún y del Somme demostraron que Alemania nunca derrotaría a franceses y

británicos si no trasladaba las fuerzas militares del Este al Oeste. Para hacerlo decidió derrotar

a Rusia con la propagación del comunismo llevado de la mano del bolchevique Lenin.

Entre julio y noviembre de 1916, tuvo lugar otra batalla que supuso más de 1.200.000 bajas

entre franceses, británicos y alemanes. Si en Verdún el protagonismo corrió a cargo de las

tropas francesas, en la del Somme, el principal peso de la ofensiva recayó en las tropas

británicas. La causa principal de esta batalla no obedeció a causas estratégicas sino a la prueba

que el gobierno británico quiso darle al francés de que nunca firmaría una paz por separado

con Alemania. La demostración de fidelidad le costó a Gran Bretaña la vida de 420.000

soldados. Una novedad muy importante en esta batalla fue la utilización de los carros de

combate por parte de los británicos.

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6.7.- Rusia abandona la guerra

Las batallas de Verdún y del Somme demostraron que Alemania nunca derrotaría a franceses

y británicos si no trasladaba las fuerzas militares del Este al Oeste. Para hacerlo decidió

derrotar a Rusia con la propagación del comunismo llevado de la mano del bolchevique Lenin.

En febrero de 1917, el descontento popular por los fracasos en la Gran Guerra conduce a la

abdicación del zar, Nicolás II. El 3 de abril, el líder bolchevique Vladimír Lenin viaja en un tren

sellado desde Ginebra hasta Finlandia (entonces posesión del Imperio ruso). En octubre de

1917 se hace con el poder y firma el Tratado de Brest-Litovsk (3 de marzo de 1918) por el que

Rusia se retiraba de la guerra a la vez que entregaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia,

Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia a los imperios centrales.

6.8.- La guerra submarina y la intervención de los Estados Unidos de América.

A finales de 1916, todos los frentes están estancados. Los imperios centrales no controlan las

rutas marítimas para abastecerse. La armada alemana propuso un plan para la derrota total de

La Entente: asfixiar económicamente a Gran Bretaña mediante el empleo de la guerra

submarina en todo el Atlántico contra la marina mercante no solo británica, sino la de

cualquier país que tratara de abastecerla.

La ofensiva submarina comenzó en febrero de 1917. El hundimiento de los primeros cargueros

americanos tuvo lugar en marzo.

El ministro de asuntos exteriores alemán, Zimmermann, envió al gobierno mexicano una

propuesta para ayudarle a recuperar los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona que

había perdido a manos de Estados Unidos (Tratado de Guadalupe -Hidalgo, 1848). La

información causó alarma en el gobierno americano de Willson. El 6 de abril, Estados Unidos le

declaró la guerra a Alemania.

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Fracasada la estrategia de la guerra submarina sin restricciones, Alemania se quedó sin

recursos para ganar la guerra. Cuando los soldados americanos desembarcaron en Europa ya

en la primavera de 1918, necesitaron poco más de seis meses para obligar a Alemania a pedir

el armisticio (cese de las hostilidades) en noviembre de ese mismo año.