L4.2 CE MaterialComplementario

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4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Página 1 de 30 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO [G-78] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el centeno. Traducción de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Primera edición, 1978. Vigésima reimpresión, 1995. [G-07] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardián entre el centeno. Traducción de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Segunda edición revisada, 2007. Tercera reimpresión, 2012. 4.2. Diferencias de Expresión § 1. Léxico § 2. Léxico ‘despreciativo’ § 3. Negación § 1. Léxico Dedicamos esta lección a comentar algunos aspectos del léxico elegido en las dos ediciones (a) y (b) de El guardián… porque es un aspecto que se advierte rápidamente como característico de una obra, y más aquí, donde el protagonista y su entorno requieren pinceladas de definición y de caracterización, que se resuelve muy bien por el léxico seleccionado. Comentaremos algunos casos de léxico general, de léxico coloquial y de léxico de sentido ‘despreciativo’ o ‘tabú’; pero nos referiremos primero a la sustitución sistemática del léxico del sistema de medidas anglosajón en (a) por el léxico del sistema métrico decimal en (b). Apuntaremos algunas observaciones al respecto.

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    4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO

    [G-78] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardin entre el centeno. Traduccin de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Primera edicin, 1978. Vigsima reimpresin, 1995.

    [G-07] J.D. Salinger, (The Catcher in the Rye, 1945): El guardin entre el centeno.

    Traduccin de Carmen Criado. El Libro de Bolsillo, Alianza Editorial, Madrid, Segunda

    edicin revisada, 2007. Tercera reimpresin, 2012.

    4.2. Diferencias de Expresin

    1. Lxico

    2. Lxico despreciativo

    3. Negacin

    1. Lxico

    Dedicamos esta leccin a comentar algunos aspectos del lxico elegido en las dos

    ediciones (a) y (b) de El guardin porque es un aspecto que se advierte rpidamente

    como caracterstico de una obra, y ms aqu, donde el protagonista y su entorno

    requieren pinceladas de definicin y de caracterizacin, que se resuelve muy bien por

    el lxico seleccionado.

    Comentaremos algunos casos de lxico general, de lxico coloquial y de lxico de

    sentido despreciativo o tab; pero nos referiremos primero a la sustitucin

    sistemtica del lxico del sistema de medidas anglosajn en (a) por el lxico del

    sistema mtrico decimal en (b). Apuntaremos algunas observaciones al respecto.

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    1. El lxico de las unidades de medida

    En los ejemplos de (1-5) se ve cmo se ha sustituido sistemticamente todo el

    lxico del sistema de medidas anglosajn, propio de la cultura estadounidense, por el

    lxico del sistema mtrico, general en la cultura occidental y en la lengua espaola,

    salvo en usos no oficiales de Panam y Puerto Rico, por motivos de evidente influencia

    estadounidense.

    (1)a. Me volv y all estaba mi hermano, montado en su bicicleta, al otro lado de la cerca que rodeaba el campo de golf. Estaba nada menos que a unas ciento cincuenta yardas de distancia, pero le vi claramente.

    (1)b. As que me volv y, justo, estaba montado en su bici al otro lado de la cerca haba una cerca que rodeaba todo el campo de golf, y pude verle all sentado como a ciento cincuenta metros de distancia mirando cmo jugaba.

    (2)a. Corr hasta la puerta de la verja y all me detuve a cobrar aliento. La verdad es que en cuanto corro un poco se me corta la respiracin. Por una parte, porque fumo como una chimenea, o, mejor dicho, fumaba, porque me obligaron a dejarlo. Y por otra, porque el ao pasado crec seis pulgadas y media.

    (2)b. Corr hasta la puerta de la verja y esper all un segundo hasta que recobr el aliento. No tengo nada de fuelle, si quieren saber la verdad. Por una parte, porque fumo mucho, es decir, fumaba. Me han obligado a dejarlo. Y por otra, porque el ao pasado crec diecisis centmetros.

    (3)a. Entonces tena diecisis aos. Ahora tengo diecisiete y, a veces, parece que tuviera trece, lo cual es bastante irnico porque mido seis pies y dos pulgadas y tengo un montn de canas.

    (3)b. Entonces tena diecisis aos y ahora tengo diecisiete, pero a veces parece que tuviera trece. La verdad es que es bastante paradjico, porque mido un metro ochenta y siete y tengo canas.

    (4)a. Era un to de esos muy altos (meda como seis pies y cuatro pulgadas), con los hombros un poco cados y una dentadura horrenda.

    (4)b. Era un to de esos muy, muy altos meda como uno noventa con los hombros cados y una dentadura asquerosa.

    (5)a. Acaba de comprarse un Jaguar, uno de esos cacharros ingleses que se ponen en las doscientas millas por hora como si nada. Cerca de cuatro mil dlares le ha costado.

    (5)b. Acaba de comprarse un Jaguar. Uno de esos cacharros ingleses que se ponen como a trescientos kilmetros por hora. Casi cuatro mil dlares le ha costado.

    La cuestin del uso del lxico en las unidades de medida segn la propuesta de la

    lengua original y del autor del texto, como se hace en (1-5a), o bien segn la cultura de

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    la lengua de traduccin, como se hace en (1-5b), es un problema de traductologa en el

    que no vamos a entrar ya que no es asunto de este curso.

    Es evidente que mantener el lxico original de las unidades de medida, segn se

    hace en (a), constituye una marca significativa identificadora del contexto cultural del

    texto, de los hechos y del entorno de los personajes y su geografa. La solucin se

    funda en transmitir cabalmente la propuesta del original.

    En cambio, la solucin de (b) se funda en el lector. Casos como los de (2) y (3)

    exigen una interpretacin precisa:

    En (2), el protagonista ha de recobrar el aliento despus de una breve carrera,

    entre otros motivos, porque ha pegado un estirn de seis pulgadas y media, o

    de diecisis centmetros. El contexto exige una interpretacin precisa

    inmediata, y la solucin (b) no requiere ni conocimientos de todos los

    lectores, ni la interrupcin de una consulta de documentacin. Es una solucin

    determinada por el lector destinatario, que resuelve el sentido cabalmente, al

    instante.

    En (3) el protagonista, narrador, advierte de una evidente paradoja: mido seis

    pies y dos pulgadas y tengo un montn de canas, en (a), o bien: mido un

    metro ochenta y siete y tengo canas, en (b). El contexto exige tambin una

    interpretacin precisa inmediata, y la solucin (b), sin requerir conocimientos

    por parte de todos los lectores, ni la interrupcin de una consulta de

    documentacin, permite hacerse una idea inmediata de la altura, no comn

    para su edad en el mundo hispnico, del joven protagonista. Se entiende de

    inmediato el contraste que se propone entre la altura, considerable, y las

    canas.

    Observaciones parecidas, de consultas perentorias o de lecturas imprecisas se

    pueden aducir en los otros ejemplos apuntados.

    La solucin de (b), por tanto, ms que una variacin de Estilo, es una variacin

    exigida por la consideracin hacia el lector.

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    2. El lxico general

    A continuacin se comentan unos cuantos ejemplos de lxico general que,

    como en el caso de (6) o (7), manifiestan una solucin distinta en cada versin (a) o (b).

    (6)a. De pronto pareci como si Spencer fuera a decir algo muy importante, una frase lapidaria aguda como un estilete. Se arrellan en el asiento y se removi un poco.

    (6)b. De pronto pareci como si Spencer fuera a decirme algo estupendo, agudo como un estilete. Se incorpor en su silln y se removi un poco.

    (7)a. Cuando me pongo puedo ser bastante sarcstico, pero l ni se enter. Empez a pasearse otra vez por toda la habitacin manoseando todas mis cosas y las de Stradlater. Al fin dej el libro en el suelo. Con un to como Ackley no haba forma de leer. Era imposible. Me repantigu todo lo que pude en el silln y le mir pasearse por la habitacin como Pedro por su casa.

    (7)b. Cuando estoy en vena puedo ser bastante sarcstico. Pero l no lo entendi. Empez a pasearse otra vez por la habitacin cogiendo todas mis cosas y las de Stradlater. Al final dej el libro en el suelo. Con un to como Ackley por en medio no haba forma de leer. Era imposible. Me deslic hacia abajo todo lo que pude en el silln y mir cmo se paseaba por la habitacin como Pedro por su casa.

    La argumentacin, en este y en los puntos sucesivos opera fundamentalmente con

    los datos del diccionario, porque tanto como justificar y argumentar las cualidades de

    las diferencias de expresin, sin menoscabo de ese objetivo, nos interesa habituarnos

    a advertir los puntos y diferentes formas de expresin, focos de sentidos diferentes.

    En concreto, en (6) contrasta el uso de arrellanarse (a), frente a incorporarse en

    la versin (b) correspondiente.

    Vayamos al diccionario:

    Arrellanarse. 1. prnl. Ensancharse y extenderse en el asiento con toda

    comodidad.

    Incorporarse. 2. tr. Sentar o reclinar el cuerpo que estaba echado y tendido.

    Ante estos sentidos diferentes, la eleccin de preferencia se ha de basar en el

    original ingls (cosa que no hacemos aqu), o bien en el contexto de situacin, por

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    coherencia con el entorno de la expresin. Segn esto, el entorno establecido en De

    pronto pareci como si Spencer fuera a decir algo muy importante, una frase lapidaria

    aguda como un estilete de (a), o bien De pronto pareci como si Spencer fuera a

    decirme algo estupendo, agudo como un estilete, de (b), con el sentido de disponerse

    a decir algo importante y agudo, parece abonar ms bien la postura de incorporarse.

    Esta solucin tambin se justifica por un motivo pragmtico: porque la versin (b) es el

    resultado de una segunda consideracin, alternativa y muy sopesada, tres dcadas

    despus, segn se pone de manifiesto en las abundantes alteraciones de todo tipo.

    En (7) hay menos contrastes en repantigarse (a) / deslizarse hacia abajo (b), entre

    la solucin de (a), con un trmino especfico, y la solucin de (b), con una perfrasis

    descriptiva.

    repantigarse o repantingarse. 1. prnl. Repanchingarse. 1. prnl. Arrellanarse [1.

    prnl. Ensancharse y extenderse en el asiento con toda comodidad] en el asiento

    y extenderse para mayor comodidad. MM.: repantigarse. Sentarse con

    absoluto abandono y los miembros extendidos: Se repanchig en la butaca.

    El entorno establecido en (a-b) Cuando me pongo puedo ser bastante sarcstico,

    pero l ni se enter. Empez a pasearse otra vez por toda la habitacin manoseando

    todas mis cosas y las de Stradlater. Al fin dej el libro en el suelo. Con un to como

    Ackley no haba forma de leer. Era imposible con esa precisin de prestar atencin

    despus de Al fin dej el libro en el suelo, parece abonar ms la versin de (a)

    repantigarse adoptando una postura de contemplacin en actitud irnica: mir cmo

    se paseaba por la habitacin como Pedro por su casa.

    En (8) vamos a examinar el ejemplo de una eleccin, muy brillante,

    particularmente sutil, entre la solucin ojear de (a) y la solucin hojear de (b).

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    (8)a. Dudo que hayas abierto el libro en todo el semestre. Lo has abierto? Dime la verdad, muchacho.

    Ver, le ech una ojeada un par de veces le dije.

    No quera herirle. Le volva loco la historia.

    Conque lo ojeaste, eh? dijo, y con un tono de lo ms sarcstico.

    Tu examen est ah, sobre la cmoda. Encima de ese montn. Tremelo, por favor. (p. 17-18)

    (8)b. Dudo que hayas abierto el libro una sola vez en todo el semestre. Lo has abierto? Dime la verdad, muchacho.

    Ver, lo he hojeado un par de veces le dije. No quera herirle. Le volva loco la historia.

    Conque lo has hojeado, eh? dijo, y de lo ms sarcstico. Tu, ah, examen est ah, sobre la cmoda. Encima de ese montn. Tremelo, por favor. (p. 23-24)

    Recordemos, primero, en el diccionario, el sentido preciso de estos trminos:

    Ojear. 4. tr. Mirar superficialmente [con los ojos] un texto.

    Hojear. 2. tr. Pasar las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes.

    En las definiciones hemos insertado y destacado el trmino primitivo del

    significado respectivo de ojear / hojear, para hacer ms explcito el fundamento de la

    preferencia de uno de los dos trminos.

    Con estos sentidos y relaciones diferentes en la eleccin de (a/b), el entorno

    textual es determinante para dicha eleccin. Y el entorno de situacin dice

    precisamente lo siguiente: Dudo que hayas abierto el libro en todo el semestre. Lo

    has abierto? Dime la verdad, muchacho. El personaje se est refiriendo a abrir el

    libro y a pasar las hojas, no ya estudiando, sino meramente leyendo algo de lo que

    tocaba para el examen, al que se refiere de lo ms sarcstico. Tu, ah, examen est

    ah, sobre la cmoda; con esas vacilaciones y ese tono que se intenta transcribir con la

    cursiva en (b): Tu, ah, examen.

    Claro que ambas soluciones son lxicamente posibles y satisfacen las condiciones

    del contexto pero es evidente que la de hojear es mucho ms acertada y ajustada, por

    los motivos apuntados.

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    Qu brillante y qu magnfica solucin de (b), donde se recurre a la puntuacin de

    intercalar una exclamacin sarcstica de vacilacin (Tu, ah,), cuyo tono, sarcstico y

    hasta despectivo, se manifiesta mediante el uso de la cursiva en el trmino examen,

    objeto de la conversacin.

    En (9) tenemos un ejemplo de la sustitucin sistemtica del trmino carcter en

    (a) por el trmino personalidad, en (b).

    (9)a. Para colmo tena un carcter horrible. Era un tipo bastante atravesado. Vamos, que no me caa muy bien.

    (9)b. Y para colmo tena una personalidad horrible. Era un to bastante atravesado. La verdad es que no me caa demasiado bien.

    Esa sustitucin parece muy meditada y sopesada porque en los casos donde se usa

    carcter en (a), recogidos a continuacin, se adopta el trmino personalidad, en (b),

    con alguna variacin adicional de expresin del nfasis (Vaya carcter que tena. //

    Tena una personalidad fantstica.) o de adjetivo (Tena un carcter horroroso. // Tena

    una personalidad asquerosa.)

    (a) (b)

    Para colmo tena un carcter horrible. Y para colmo tena una personalidad horrible.

    Stradlater dijo que tenas un carcter horroroso.

    Stradlater dijo que tenas una personalidad asquerosa.

    Es slo que tiene un carcter bastante original y cuesta llegar a conocerle bien.

    Es slo que tiene una personalidad muy original y cuesta un poco llegar a conocerle bien.

    Vaya carcter que tena. Tena una personalidad fantstica.

    Segn el diccionario, ambos trminos coinciden en cierto sentido:

    Carcter. 6. m. Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de

    una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u

    obrar, de las dems. El carcter espaol. El carcter insufrible de Fulano. 9. m.

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    Fuerza y elevacin de nimo natural de alguien, firmeza, energa. Un hombre

    de carcter.

    Personalidad. 1. f. Diferencia individual que constituye a cada persona y la

    distingue de otra. 2. f. Conjunto de caractersticas o cualidades originales que

    destacan en algunas personas. Andrs es un escritor con personalidad.

    Pero los sentidos de personalidad con que se usa el trmino en todos los ejemplos

    citados de (b) son los primeros y ms comunes, incorporados en las acepciones 1 y 2;

    mientras que el correspondiente sentido de carcter no aparece en el diccionario

    hasta su acepcin 6, segn se advierte en las definiciones anteriores.

    Por tanto, a falta de otros indicadores formales para decidir cul de los dos

    trminos recoge como ms propio y principal el sentido que nos ocupa (Conjunto de

    caractersticas o cualidades originales que destacan en algunas personas), parece que

    la solucin de personalidad, en (b), tiene ms fundamento en espaol actual.

    En el caso de (10), tambin parece preferible la solucin de (b), aunque por

    motivos ms comunes y no tan sutiles como en el caso anterior.

    (10)a. Venga, dime, por qu os peleabais? me pregunt por centsima vez. Qu rollazo era el to!

    (10)b. Pero bueno, por qu demonios os habis peleado? dijo Ackley por ensima vez. Qu pesado estaba con eso.

    (11)a. De dnde has sacado eso? dijo Stradlater. Se refera a mi gorra de caza. Hasta entonces no se haba dado cuenta de que la llevaba.

    Como ya no poda respirar, decid dejar de hacer el indio. Me quit la gorra y la mir por milsima vez.

    (11)b. De dnde has sacado esa gorra? dijo Stradlater. Se refera a mi gorra de caza. No la haba visto nunca.

    Me haba quedado sin respiracin, as que dej de hacer el indio. Me quit la gorra y la mir como por centsima vez.

    En este caso, el diccionario resuelve la eleccin con facilidad.

    Centsima. 1. adj. Que sigue inmediatamente en orden al o a lo nonagsimo

    nono. 2. adj. Se dice de cada una de las 100 partes iguales en que se divide un

    todo.

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    Milsima. 1. adj. Que sigue inmediatamente en orden al noningentsimo

    nonagsimo nono. 2. adj. Se dice de cada una de las 1000 partes iguales en que

    se divide un todo.

    Ensima. 1. adj. Se dice del nmero indeterminado de veces que se repite algo.

    Poda usarse la solucin de (a) con ese sentido de exageracin, irritacin, sarcasmo

    o desprecio cansino con que se manifiesta el personaje en una expresin parecida a las

    de te lo he dicho un montn de veces; te lo he dicho cien/mil veces; te lo he dicho

    infinitas veces; etc. Con numerales cardinales: cien/mil veces.

    Pero cuando la lengua dispone de un trmino especfico con ese sentido recto, de

    un nmero indeterminado de veces, con numeracin ordinal (por ensima vez), que

    recoge perfectamente los citados sentidos aadidos secundarios (de exageracin,

    irritacin, sarcasmo o desprecio cansino) es evidente que ser preferible. Por eso en

    los ejemplos anteriores (10-11) es mejor (10b) con ensima, que las

    correspondientes versiones alternativas con partitivos y ordinales centsima y

    milsima.

    En (12) nos encontramos con diferencias tan sutiles como las anteriormente

    comentadas entre carcter y personalidad.

    (12)a. Por eso tambin estuve a punto de pescar una tuberculosis y tuvieron que mandarme aqu a que me hicieran un montn de anlisis y cosas de sas.

    (11)b. Por eso tambin estuve a punto de coger la tuberculosis y vine aqu a que me hicieran esas malditas pruebas y cosas de esas.

    El diccionario, primero, sanciona el uso de ambos trminos para el sentido de (12),

    pescar una tuberculosis o bien coger (agarrar) la tuberculosis:

    pescar. 2. tr. coloq. Contraer una dolencia o enfermedad.

    coger. 25. tr. coloq. Contraer ciertas enfermedades o empezar a padecer

    ciertos estados fsicos o anmicos. Cogi una pulmona. Cogi una rabieta.

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    agarrar. 4. tr. coloq. coger ( contraer ciertas enfermedades o empezar a

    padecer ciertos estados). Agarr una pulmona. Agarr un disgusto.

    Ambos trminos sancionan en una determinada acepcin y con registro coloquial,

    propio del ejemplo, el sentido de (12), aunque pescar sera de uso ms general y coger

    se rechazara en favor de agarrar en el uso de muchos territorios americanos.

    Y en el caso del contraste entre anlisis y pruebas de la tuberculosis, tambin

    podramos hablar de colocacin (del tipo de odio visceral, miedo cerval, etc.) o de

    especializacin de uso; y en este sentido, referido a la tuberculosis en particular,

    parece ms comn hablar de pruebas, lo mismo que con otras enfermedades es ms

    general el uso de anlisis.

    En algunos casos como (13) se observa el contraste de calificativos con diferencias

    de intensidad en (a) y (b).

    (13)a. As que me fui a ver a Frederick Woodruff, el to a quien haba prestado la mquina de escribir, y le pregunt cunto me dara por ella. Haba costado noventa dlares y no quiso darme ms de veinte. Estaba furioso porque le haba despertado.

    (12)b. As que lo que hice fue ir a despertar a Frederick Woodruff, el to al que haba prestado la mquina de escribir. Le pregunt cunto me dara por ella. Haba costado unos noventa pavos y la compr por veinte. Estaba enfadado porque le haba despertado.

    Las diferencias de intensidad entre el enfadado de (b) y el furioso de (a) son

    evidentes con solo recordar el sentido de furioso en el diccionario.

    Furioso / enfadado. 1. adj. Posedo de furia. [Ira exaltada.] 3. adj. Violento,

    terrible. 4. adj. Muy grande y excesivo. Furioso gasto. Furioso caudal.

    En todas las acepciones de furioso de (a) se apuntan detalles de exceso: con

    furia, terrible, muy excesivo. El contraste con la versin alternativa de (b), donde se

    usa enfadado, es palmario.

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    El tono excesivo y hasta desmesurado, presente a veces en el lenguaje juvenil,

    evidente en (13a), se ha aquilatado y recortado en la versin de (13b), con la autoridad

    de tres dcadas de posterioridad.

    En (14-16) las cosas son diferentes: se mantiene el nivel o grado de intensidad de

    los adjetivos y en (15-16) se ajusta con ms precisin el adjetivo al entorno.

    (14)a. De pronto me entraron unas ganas horrorosas de salir de all pitando. Senta que se me vena encima un sermn y no es que la idea en s me molestara, pero me senta incapaz de aguantar una filpica, oler a Vicks Vaporub, y ver a Spencer con su pijama y su batn todo al mismo tiempo. De verdad que era superior a mis fuerzas.

    (14)b. De pronto me entraron unas ganas terribles de salir a todo correr de aquella habitacin. Senta que se me vena encima un sermn horrible, y no es que me molestara mucho la idea, pero no me apeteca aguantar el sermn y oler a gotas nasales Vicks y ver a Spencer con su pijama y su albornoz todo al mismo tiempo. De verdad que no.

    (15)a. Era un to de esos muy altos (meda como seis pies y cuatro pulgadas), con los hombros un poco cados y una dentadura horrenda.

    (15)b. Era un to de esos muy, muy altos meda como uno noventa con los hombros cados y una dentadura asquerosa.

    (16)a. No sola ir mucho a su cuarto. Siempre se respiraba all un tufillo raro por lo descuidado que era en eso del aseo personal.

    (16)b. Casi nunca iba a su habitacin. Siempre haba all un tufillo raro, por lo asqueroso que era en eso del aseo personal.

    En (14), el diccionario resuelve la coincidencia de nivel o de intensidad en el

    contraste entre horroroso (coloq. Muy intenso o acentuado) en (a); y terrible (Muy

    grande o desmesurado) en (b):

    Horroroso / terrible. 1. adj. horrible. [1. adj. Que causa horror. 2. adj. coloq.

    Muy feo. 3. adj. coloq. Muy intenso o acentuado. Nos dio un susto horrible.].

    terrible. 2. adj. Difcil de tolerar. 3. adj. Muy grande o desmesurado.

    La eleccin se basa en las diferencias de uso en la lengua coloquial con el paso del

    tiempo. Y como es difcil aportar una argumentacin formal cuantitativa de ese uso, es

    suficiente la autoridad de la versin (b), tan brillante y acertada en otros casos, como

    algunos apuntados anteriormente.

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    Y un razonamiento parecido se puede aplicar al contraste de los ejemplos de (15-

    16):

    Horrendo / asqueroso. 1. adj. Horrible [1. adj. Que causa horror. 2. adj. coloq.

    Muy feo. 3. adj. coloq. Muy intenso o acentuado. Nos dio un susto horrible.].

    asqueroso. 1. adj. Que causa asco. 2. adj. Que tiene asco. 4. adj. Que causa

    repulsin moral o fsica. U. t. c. s. U. m. c. insulto.

    Descuidado / asqueroso. 1. adj. Que falta al cuidado que debe poner en las

    cosas. U. t. c. s.2. adj. Desaliado, que cuida poco de la compostura en el traje.

    U. t. c. s. asqueroso. 1. adj. Que causa asco. 2. adj. Que tiene asco. 4. adj. Que

    causa repulsin moral o fsica. U. t. c. s. U. m. c. insulto.

    En este caso la cuestin no es el contraste entre las respectivas parejas: horrendo /

    asqueroso y descuidado / asqueroso. Aqu lo significativo es la coincidencia del

    adjetivo asqueroso en (b), referido a la dentadura o al tufillo raro de la habitacin.

    La oportunidad y la precisin contextual son evidentes en (b).

    3. El lxico coloquial

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    En (17-18) se pone de manifiesto que la eleccin de una expresin o colocacin

    como romperse la crisma no es propia de una versin, porque aparece en ambas

    versiones, en pasajes diferentes y como alternativa, en cada caso, a una expresin

    recta correspondiente.

    (17)a. Algn imbcil haba ido tirando cscaras de cacahuetes por todas las escaleras y no me romp una pierna de milagro.

    (17)b. Algn imbcil haba tirado cscaras de cacahuetes por todas las escaleras y no me romp la crisma de milagro.

    (18)a. Haba tan poca luz que tropec con un zapato y por poco me rompo la crisma.

    (18)b. Estaba bastante oscuro, as que tropec con un zapato que haba en el suelo y casi me caigo de cabeza.

    La expresin de (17b) y de (18a), que no es propia de una versin, parece ms bien

    una marca del lenguaje coloquial del sujeto en cuestin. Lo cual se confirma con el

    diccionario:

    crisma. 2. f. coloq. cabeza ( parte superior del cuerpo). romper la crisma a

    alguien. 1. fr. coloq. descalabrar ( herir en la cabeza).

    Pero tambin hubiera sido coloquial la alternativa con morros:

    caerse de morros.1. fr. coloq. caer de bruces [caer, o dar, de bruces.1. frs.

    coloqs. Dar con la cara, o caer dando con ella, en una parte.]

    Y los contrastes manifiestan diferencias de edad del hablante: ms propio de un

    adulto en el caso de crisma:

    por poco me rompo la crisma // por poco me rompo los morros

    no me romp la crisma de milagro // no me romp los morros de milagro

    De todos modos, hay que advertir que en casos como este estamos ante un lxico

    muy cambiante y de diferencias muy sutiles, que dependen del registro, pero tambin

    de la edad del hablante y del momento y la variedad regional predominante.

    Tambin en (19) estamos ante dos expresiones alternativas de uso coloquial.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 14 de 30

    (19)a. El primer bailarn no puede salir a escena. Tiene una curda monumental. A quin llaman para reemplazarle? A m. Al hijo del gobernador.

    (19)b. El primer bailarn no puede salir a escena. Est como una cuba. As que a quin llaman para reemplazarle? A m, a m es a quien llaman. Al puetero hijito del gobernador.

    Veamos el diccionario:

    curda. 1. adj. coloq. ebrio ( embriagado por la bebida). 2. f. coloq. borrachera

    ( efecto de emborracharse).

    Est como una cuba. Estar como una cuba. 1. fr. coloq. Estar muy borracho.

    La alternancia entre (a), Tiene una curda monumental, y la expresin de (b), Est

    como una cuba, se basa en las diferencias entre la expresin recta y directa de (a) y la

    expresin especializada, ms ponderativa y grandilocuente de (b).

    Como en todo el texto abundan las marcas de expresin coloquial, pero tambin

    grandilocuente y ponderativa, que estudiaremos especficamente en otra leccin,

    parece ms coherente la versin de (19b): Est como una cuba.

    En (20-24) hay diferencias en la eleccin del lxico de registro coloquial en cada

    versin.

    (20)a. Abri por todo el pas miles de funerarias donde le entierran a uno a cualquier pariente por slo cinco dlares. Bueno es el tal Ossenburger!

    (20)b. Lo que hizo fue abrir por todo el pas unas funerarias donde podas enterrar a cualquiera de tu familia por unos cinco pavos por cabeza. Deberan ver al tal Ossenburger.

    (21)a. Djese de historias! Vamos, largue la pasta!

    (21)a. No me vengas con puetas! Vamos, suelta la tela!

    (22)a. Cuando cerr las maletas me puse a contar el dinero que tena. No me acordaba exactamente de cunto era, pero deba ser bastante.

    (22)b. Despus de hacer las maletas me puse a contar la pasta que tena. No me acuerdo exactamente de cunto era, pero estaba bastante forrado.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 15 de 30

    (23)a. Ya lo s le dije. De pronto me dio por meterle cuentos. Pero es que Ernest se hace muy bien a todo. De verdad. Tiene una enorme capacidad de adaptacin.

    (23)b. Lo s dije. De pronto empec a enrollarme. Es que Ernest se adapta muy bien a todo. De verdad. Sabe adaptarse muy bien.

    (24)a. No le importe suspenderme porque de todos modos van a catearme en todo menos en lengua. Respetuosamente, Holden Caulfield.

    (24)b. No le importe suspenderme porque voy a suspender todo menos Lengua. Respetuosamente, Holden Caulfield.

    Esas diferencias se ponen de manifiesto con la sancin del diccionario.

    Enrollarse. 3. tr. coloq. Convencer a alguien para que haga algo, liar. Enroll a

    su padre para que le comprara la moto. 4. tr. coloq. Encandilar, sugestionar. El

    concierto de anoche me enroll muchsimo. 5. prnl. coloq. Extenderse

    demasiado de palabra o por escrito. En el examen me enroll llenando dos

    folios.

    Pasta. 11. f. coloq. dinero ( hacienda, fortuna).

    catear2. (De cate, nota de suspenso). 1. tr. coloq. Suspender en los exmenes a

    un alumno.

    El tono de registro coloquial de evidencia en (20-22b) y se acenta en (23b), en el

    contraste entre meter cuentos y enrollarse.

    En cambio en (23) parece hacerse la eleccin contraria entre catear, coloquial en

    (a), y suspender, general en (b). Una solucin extremadamente sutil y significativa de

    ajuste del lxico a la situacin: a pesar de la reiteracin (No le importe suspenderme

    porque voy a suspender todo menos Lengua), se mantiene el tono ms o menos

    respetuoso y se guardan las distancias en una nota o precisin marginal dirigida al

    profesor en un examen.

    En la eleccin de (23b), por tanto, lo que se pierde en marcar la lengua del

    hablante, se gana en poner de manifiesto la distancia social alumno-profesor entre los

    interlocutores.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 16 de 30

    4. El lxico malsonante

    El uso de lxico malsonante es una marca ms del lenguaje adolescente del

    protagonista narrador del El guardin pero ya se sabe que este lxico tiene fecha de

    caducidad y envejece en las lenguas, que lo sustituyen peridicamente.

    El ejemplo de jorobar en (24-25) es significativo.

    (24)a. No jorobes, Holden! dijo Stradlater. No tena ganas de bromas porque estaba afeitndose.

    Dej la mquina de afeitar. De pronto levant los brazos y me oblig a soltarle. Tena muchsima fuerza y yo soy la mar de dbil.

    A ver si dejas ya de jorobar! dijo.

    (24)b. Estate quieto, Holden, por el amor de Dios! dijo Stradlater. l no tena ganas de hacer el indio porque estaba afeitndose y todo eso.

    Dej la maquinilla de afeitar y de pronto levant los brazos y me oblig a soltarle. Era un to muy fuerte. Yo soy muy dbil.

    Ahora deja de fastidiar! dijo.

    (25)a. Oye, y t cuntos aos tienes? No s por qu pero aquella pregunta me molest muchsimo.

    Venga, mujer! No jorobes! Tengo doce aos, pero ya s que represento un poco ms.

    Oye. Ya te lo he dicho antes. No me gusta esa forma de hablar. Si sigues diciendo palabrotas, voy a sentarme con mis amigas y asunto concluido. Me disculp a toda prisa porque la orquesta empezaba a tocar una pieza rpida.

    (25)b. Oye, cuntos aos tienes? No s por qu pero aquella pregunta me molest muchsimo.

    Cielo santo! No lo estropees. Tengo doce aos, por Dios vivo. Pero soy muy alto para mi edad.

    Oye. Ya te lo he dicho. No me gusta esa forma de hablar dijo. Si vas a seguir hablando as, ir a sentarme con mis amigas. Conque ya lo sabes. Me disculp como un loco porque la orquesta empezaba a tocar una pieza rpida.

    La solucin de (a) con la palabrota jorobar (algo anticuada y eufemstica) podra

    haberse mantenido con la palabrota (ms actual y natural del nivel adolescente)

    joder, pero tambin mantiene la marca de uso de una variedad de lengua, la espaola

    peninsular.

    jorobar. (De joroba, impertinencia).1. tr. coloq. Fastidiar, molestar. U. t. c. prnl.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 17 de 30

    joder, 2. Molestar, fastidiar. No me jodas con eso ahora. Eso es verdad?

    (Victoriano Gavio, coloquial.es, 2012, http://www.coloquial.es/es/diccionario-

    del-espanol-coloquial/letra-j-106/joder.html#joder)

    (24)c. No jodas, Holden! dijo Stradlater. No tena ganas de bromas porque estaba afeitndose.

    Dej la mquina de afeitar. De pronto levant los brazos y me oblig a soltarle. Tena muchsima fuerza y yo soy la mar de dbil.

    A ver si dejas ya de joder! dijo.

    (25)c. Oye, y t cuntos aos tienes? No s por qu pero aquella pregunta me molest muchsimo.

    Venga, mujer! No jodas! Tengo doce aos, pero ya s que represento un poco ms.

    Oye. Ya te lo he dicho antes. No me gusta esa forma de hablar. Si sigues diciendo palabrotas, voy a sentarme con mis amigas y asunto concluido. Me disculp a toda prisa porque la orquesta empezaba a tocar una pieza rpida.

    Es evidente el contraste y la expresividad ms moderna de (c).

    Pero en (b) se ha optado por eliminar la palabra malsonante y as aunque se gana

    en permanencia del texto, que tambin es ms general, se produce alguna

    incoherencia en (25b):

    (25)b. Oye, cuntos aos tienes? No s por qu pero aquella pregunta me molest muchsimo.

    Cielo santo! No lo estropees. Tengo doce aos, por Dios vivo. Pero soy muy alto para mi edad.

    Oye. Ya te lo he dicho. No me gusta esa forma de hablar dijo. Si vas a seguir hablando as, ir a sentarme con mis amigas. Conque ya lo sabes. Me disculp como un loco porque la orquesta empezaba a tocar una pieza rpida.

    La protesta de una personaje (Si vas a seguir hablando as, ir a sentarme con mis

    amigas) sobre la lengua del protagonista se ha de entender por el uso de las

    expresiones Cielo santo! y por Dios vivo en la boca del protagonista, lo cual parece

    excesivo como motivo de protesta por la forma de hablar.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 18 de 30

    2. Lxico despreciativo.

    En el uso del lxico despreciativo, otra marca de la lengua adolescente y de las

    caractersticas sociales y personales del protagonista, podemos distinguir entre formas

    usadas en sentido figurado con intencin hiriente como las de (26) y (27) y otras

    usadas estrictamente como tales.

    (26)a (26)b

    Se acerc y fue a instalarse donde me tapaba toda la luz.

    Por qu no te sientas un poquito, Ackley, tesoro? Me ests tapando la luz. No le gustaba que le llamara tesoro. Siempre me estaba diciendo que yo era un cro porque tena diecisis y l dieciocho.

    Se acerc y se puso donde me tapaba la luz.

    Y si te sentaras o algo as, Ackley, criatura? Me ests tapando la maldita luz. No le gustaba que le llamara Ackley, criatura. Siempre me estaba diciendo que yo era un puetero cro porque tena diecisis aos y l dieciocho.

    Tienes un sentido del humor finsimo, Ackley, tesoro le dije. Lo sabas?

    Tienes un sentido del humor finsimo, Ackley, criatura le dije. Lo sabes?

    No, t no lo haras. T no lo haras, Ackley, tesoro. Si tuvieras tanto dinero como l, seras el to ms...

    Deja ya de llamarme tesoro! Maldita sea! Con la edad que tengo podra ser tu padre. No, no es verdad le dije. Jo! Qu pesado se pona a veces! No perda oportunidad de recordarme que l tena dieciocho aos y yo diecisis. Para empezar, no te admitira en mi familia.

    No, t no lo haras. Negu con la cabeza. T no lo haras, Ackley, criatura. Si t tuvieras tanta pasta como l, seras uno de los tos ms...

    Deja ya de llamarme Ackley, criatura, por el amor de Dios! Con la edad que tengo podra ser tu puetero padre. No, no podras le dije. Jo, qu insoportable se pona a veces. No perda oportunidad de recordarte que t tenas diecisis aos y l dieciocho. Para empezar, yo no te admitira en mi puetera familia le dije.

    (27)a (27)b

    Eres un verdadero encanto, Ackley, tesoro. Lo sabes, verdad?

    Eres un verdadero prncipe, Ackley, criatura dije. Lo sabes, verdad?

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 19 de 30

    En las versiones alternativas de (26) se distingue entre el uso metafrico de

    tesoro y el uso ms estrictamente insultante de criatura.

    Tesoro. 3. m. Persona o cosa, o conjunto o suma de cosas, de mucho precio o

    muy dignas de estimacin. Tal persona o tal libro es un tesoro. Tesoro de

    noticias, de virtudes.

    Ser una criatura. 2. fr. coloq. Tener propiedades de nio.

    En la versin de (a) se usa tesoro en sentido figurado de anttesis por irona, en

    cambio, en la versin (b) se prefiere el insulto directo de criatura, que responde con

    ms precisin a las condiciones del entorno: No le gustaba que le llamaras Ackley,

    criatura. Siempre me estaba diciendo que yo era un puetero cro porque tena

    diecisis aos y l dieciocho. Es el personaje ms joven (diecisis aos) el que se

    refiere al mayor (dieciocho aos) con un trmino especfico (criatura) para atribuir las

    propiedades de nio, que por eso es una apelacin despreciativa ms sarcstica.

    Otra solucin brillante de la versin (b) se confirma en (27b) gracias al ajuste entre

    lengua y entorno o situacin conseguido por el cambio de encanto de (a) a prncipe

    (1. m. Primero y ms excelente, superior o aventajado en algo // el nio de la casa).

    Dos ejemplos del CREA, donde se usa prncipe con el sentido de nio:

    Para ella, Antonio es el hijo, EL REY, EL SEOR DE SU CORAZN, el prncipe de

    la casa, el sol de su vida.

    La madre.- El prncipe de la casa. El nio de los ojos de todas las miradas, a

    salvo de las peores. Patrao.- (Celoso) Rey de la casa, nio superlativo, mimado

    de la diosa desde la cuna.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 20 de 30

    Las palabras y expresiones destacadas en (28) son trminos despreciativos usados

    estrictamente como tales.

    (28)a (28)b

    Dej de leer y me mir como si acabara de ganarme en una partida de ping-pong o algo as. Creo que no le perdonar nunca que me leyera aquellas gilipolleces en voz alta.

    Dej mi maldito examen y luego me mir como si acabara de machacarme en una partida de ping-pong o algo as. Creo que nunca le perdonar que me leyera aquella basura en voz alta.

    De pronto empec a sentirme como un imbcil sentado all solo en medio de todo el mundo.

    Empec a sentirme como un gilipollas all solo.

    Claro que s, claro que siento remordimientos. Pero muchos no. Por lo menos todava. Creo que an no lo he asimilado. Tardo mucho en asimilar las cosas. Por ahora slo pienso en que me voy a casa el mircoles. Soy un tarado.

    S, claro que tengo remordimientos. Claro que s... pero no muchos. Por lo menos todava no. Creo que an no lo he asimilado. Tardo un poco en asimilar las cosas. Por ahora slo pienso en que me voy a casa el mircoles. Soy un cretino.

    Se acuerdan de que les dije que Ackley era un marrano en eso del aseo personal? Pues Stradlater tambin lo era, pero de un modo distinto. l era un marrano en secreto.

    Se acuerdan de que antes les dije que Ackley era un guarro en eso del aseo personal? Pues Stradlater tambin lo era, pero de un modo distinto. Stradlater era un guarro en secreto.

    Estaba leyendo un libro que haba sacado de la biblioteca por error. Se haban equivocado al drmelo y yo no me di cuenta hasta que estuve de vuelta en mi habitacin. Era Fuera de frica, de Isak Dinesen. Cre que sera un plomo, pero no.

    El libro que estaba leyendo era un libro que haba sacado de la biblioteca por error. Se haban equivocado al drmelo y yo no me di cuenta hasta que volv a mi habitacin. Me haban dado Memorias de frica, de Isak Dinesen. Cre que sera un asco de libro, pero no.

    En el contraste entre (a) y (b) en el uso de expresiones despreciativas o insultantes

    no se aprecian diferencias muy destacables de grado, aunque en (b) se hace una

    eleccin ms ajustada al entorno (un asco de libro, basura, como un gilipollas [un

    tonto]), cuando no es del mismo rango: marrano / guarro, tarado / cretino.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 21 de 30

    3. La Negacin

    Evidentemente, no vamos a referirnos aqu a los patrones de la expresin de la

    negacin en espaol.

    Hemos reunido un puado de ejemplos donde destacamos algunas variaciones,

    ms o menos significativas, en la expresin de la negacin en las dos versiones del El

    Guardin que estamos examinando.

    En (1), la equivalencia entre (a) y (b) pone de manifiesto el sentido adverbial de

    grado superlativo de nada, en correspondencia con muy, pero por la presencia de la

    negacin no introductoria.

    (1)a. Se refiere a que me hayan expulsado de Pencey? le dije. Hubiera dado cualquier cosa porque se tapara el pecho. No era un panorama nada agradable.

    (1)b. Se refiere a que me hayan expulsado de Pencey y todo eso? le dije. Habra dado cualquier cosa porque se tapara el pecho lleno de bultos. No era un panorama muy agradable.

    Ntense las diferencias de sentido entre (a-b) por un lado y las expresiones (c) y

    (d).

    (1)a. No era un panorama nada agradable.

    b. No era un panorama muy agradable.

    c. Era un panorama nada/poco agradable.

    d. No era un panorama agradable.

    En (c) la negacin se reduce al adjetivo agradable y (d) justifica la independencia

    de cada elemento negativo.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 22 de 30

    En (2) el sentido de negacin absoluta se manifiesta con el refuerzo del segundo

    elemento un pito en (a), mientras que en (b), con el nada ya se incorpora ese

    sentido absoluto que se rebaja con el segundo elemento demasiado.

    (2)a. Eso era lo que me gustaba de Stradlater. Nunca tena uno que darle cientos de explicaciones como haba que hacer con Ackley. Supongo que en el fondo era porque no le importaba un pito.

    (2)b. Eso era una cosa buena que tena Stradlater. No tenas que explicarle todo hasta lo ms mnimo, como haba que hacer con Ackley. Sobre todo, supongo, porque nada le importaba demasiado.

    En este caso, sin embargo, los elementos son intercambiables, segn se desprende

    de las siguientes alternativas:

    (1)a. No le importaba un pito.

    b. Nada le importaba demasiado.

    c. Nada le importaba un pito.

    d. No le importaba demasiado.

    En este caso podemos hablar de la equivalencia entre (a), (b) y (c), y, en menor

    grado, (d). No obstante, son menos marcadas las expresiones (a) y (c).

    En (3) tenemos el uso de un elemento negativo de refuerzo ni nada con sentido

    genrico pero empleado de forma negativa debido al entorno negativo de la

    proposicin.

    (3)a. No haba conocido a Allie porque era el primer verano que pasaban en Maine antes haban ido a Cape Cod, pero yo le habl mucho de l. Le encantaban ese tipo de cosas.

    (3)b. Ella no haba conocido a Allie ni nada, porque se era el primer verano que pasaba en Maine antes haba ido a Cape Cod, pero yo le habl mucho de l. Le interesaban ese tipo de cosas.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 23 de 30

    El sentido genrico en forma negativa de ni nada, de refuerzo, se corresponde

    con las formas o algo as, de tono aseverativo de (4).

    (4)a (4)b

    Llevaba en el abrigo un prendido de orqudeas como si volviera de una fiesta.

    Llevaba un prendido de orqudeas, como si volviera de una fiesta o algo as.

    Creo que tena miedo de haberme fracturado el crneo cuando me peg contra el suelo.

    Probablemente tena miedo de haberme fracturado el crneo o algo as cuando me haba pegado contra el suelo.

    Dej de leer y me mir como si acabara de ganarme en una partida de ping-pong o algo as.

    Dej mi maldito examen y luego me mir como si acabara de machacarme en una partida de ping-pong o algo as.

    No quera que uno pensara que vena a hacerle una visita o algo as. Quera que uno creyera que vena por equivocacin. Tena gracia.

    No quera que pensaras que vena a hacerte una visita o algo as. Quera que pensaras que haba entrado por equivocacin, por el amor de Dios.

    La equivalencia funcional de ambas expresiones se pone de manifiesto en las

    posibilidades de alternancia entre No quera que uno pensara que vena a hacerle una

    visita o algo as y No quera que uno pensara que vena a hacerle una visita ni nada,

    con parecido sentido.

    Las formas de y todo eso, de entorno o contexto aseverativo de (5), con sentido

    genrico inespecfico de refuerzo, de funcin semejante y alternativa a las de (4),

    tambin se pueden poner en correspondencia con la forma negativa de ni nada, de

    realce coloquial.

    Pero en el caso de las formas de y todo eso de ejemplos como los de (5) tenemos

    que sealar que el exponente se convierte en una marca idiolectal del sujeto en

    cuestin, ya que el uso de y todo eso salta desde los 20 casos o manifestaciones de la

    versin (a) a los 199 casos en la versin (b).

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 24 de 30

    (5)a (5)b

    Se refiere a que me hayan expulsado de Pencey? le dije.

    Se refiere a que me hayan expulsado de Pencey y todo eso? le dije.

    Le dije que yo era un imbcil, que en su lugar habra hecho lo mismo, y que muy poca gente se daba cuenta de lo difcil que es ser profesor.

    Le dije que yo era un verdadero imbcil y todo eso. Le dije que en su lugar habra hecho exactamente lo mismo y que muy poca gente se daba cuenta de lo duro que es ser profesor.

    Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane.

    Para esas cosas son muy susceptibles, sobre todo mi padre. Son buena gente y todo eso, no digo que no, pero tambin son ms susceptibles que el demonio.

    Me acuerdo que hacia las tres de aquella tarde estaba yo en lo ms alto de Thomsen Hill junto a un can absurdo de esos de la Guerra de la Independencia y todo ese folln.

    Me acuerdo que hacia las tres de aquella tarde estaba yo en lo ms alto de Thomsen Hill, junto a ese can de locos de la Guerra de la Independencia y todo eso.

    Frente a la ausencia o variaciones de (5a) se aprecia el uso sistemtico y uniforme

    de las formas de (5b), lo cual manifiesta as, por uniformidad y reiteracin, a modo de

    tic, una de las caractersticas de la lengua adolescente, en general, y de la del joven

    Holden Caulfield en particular.

    Estamos ante manifestaciones de una distincin evidente: el refuerzo indefinido de

    enunciados interrogativos ni nada en (3) o de enunciados aseverativos en (4) o algo

    as, y todo eso en (5).

    El refuerzo de la negacin en (6-8) presenta rasgos particulares que merecen

    alguna reflexin.

    (6)a. Ninguno de los dos tena ninguna gana de pasarse la noche mano sobre mano.

    (6)b. Ninguno de los dos tena ganas de pasarse la noche entera sin mover el culo de sitio.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 25 de 30

    En (6) con el refuerzo de (a) o sin l en (b) tenemos la expresin alternativa,

    respectivamente tena gana y tena ganas, que, segn Mara Moliner seran

    equivalentes en singular o plural:

    gana 1 f., sing. o pl. (Sentir, Tener, Dar, Entrar, Venir, Perder) Deseo o apetito

    de hacer cierta cosa o disposicin adecuada para hacer algo: Tengo ganas de

    baarme en el mar. No tengo gana de hablar. 5 Deseo de que ocurra cierta

    cosa: Tengo ganas de que acabes ese trabajo. 5 En frases negativas, significa

    muchas veces voluntad positiva de evitar la cosa que se expresa: No tengo

    ganas de que me pongan una multa. [Mara Moliner, 3 ed. digital]

    Pero esta consideracin no se confirma ni en CREA, ni en el CORPES. Los datos y

    diagramas se presentan a continuacin:

    tena ganas, en todos los medios, en CREA, 371 casos en 248 documentos.

    o No tena ganas de dar explicaciones.

    o Casi tena ganas de que se fuera ya.

    o No tena ganas de hablar, ni de que me hablasen

    o No tena ganas de ir a la casa y decid hacer un derroche.

    tena gana, en todos los medios, en CREA, 2 casos en 2 documentos

    o colgu porque no tena gana de explicaciones,

    o Mara vio que tena gana de charlar, curiosear un poco la casa,

    tena ganas, 647 casos en el CORPES XXI

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 26 de 30

    tena gana, 6 casos en el CORPES XXI

    Los datos de uso, por tanto, corroboran como ms general la versin de (6b).

    Los casos de (7-8) muestran las alternativas de manifestacin de una negacin

    reforzada en (7) y un cierto debilitamiento de la versin (b) en (8).

    (7)a. Maldita sea! estaba negro el to. Furiossimo. Todo tienes que hacerlo al revs me mir. No me extraa que te echen de aqu. Nunca haces nada a derechas. Nada.

    (7)b. Maldita sea! Estaba hecho un demonio. Realmente furioso. Todo tienes que hacerlo al revs. Me mir. No me extraa que te echen a patadas de aqu. Nunca haces una maldita cosa a derechas. Lo digo en serio. Ni una.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 27 de 30

    (8)a. Quiz por eso sea un poco cobarde. Aunque no es excusa, de verdad. No se debe ser cobarde en absoluto, ni poco ni mucho. Si llega el momento de romperle a uno la cara, hay que hacerlo. Lo que me pasa es que yo no sirvo para esas cosas.

    (8)b. Quiz por eso sea en parte cobarde. Aunque no es excusa. No lo es. No se debe ser cobarde en absoluto; si tienes que atizar a alguien un puetazo en la mandbula y te apetece hacerlo, debes hacerlo. Pero yo no sirvo para esas cosas.

    La fuerza negativa de la versin (7b), ms evidente fuera de contexto, evoca el tono

    del grito frente al simple levantamiento de voz en (a).

    (7)a. Nunca haces nada a derechas. Nada.

    (7)b. Nunca haces una maldita cosa a derechas. Lo digo en serio. Ni una.

    Pero es evidente que la solucin no depende de la versin porque en (8) se puede

    entender, en sentido contrario, ms violenta y reforzada la versin de (a).

    (8)a. No se debe ser cobarde en absoluto, ni poco ni mucho.

    (8)b. No se debe ser cobarde en absoluto.

    En (9) tiene inters advertir el recurso a la dislocacin de la negacin y a la elipsis

    en el refuerzo de la negacin.

    (9)a. Claro que s, claro que siento remordimientos. Pero muchos no. Por lo menos todava. Creo que an no lo he asimilado. Tardo mucho en asimilar las cosas. Por ahora slo pienso en que me voy a casa el mircoles.

    (9)b. S, claro que tengo remordimientos. Claro que s... pero no muchos. Por lo menos todava no. Creo que an no lo he asimilado. Tardo un poco en asimilar las cosas. Por ahora slo pienso en que me voy a casa el mircoles.

    Veamos las diferentes intervenciones enunciativas en (a) y en (b).

    (9)a. Pero muchos [remordimientos] no [siento].

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 28 de 30

    (9)a. Por lo menos [NO siento muchos remordimientos] todava.

    (9)b. S, claro que tengo remordimientos. Claro que s... pero no muchos.

  • 4.2. DIFERENCIAS DE ESTILO Pgina 29 de 30

    REFERENCIAS

    Bello, A. (1970): Gramtica de la lengua castellana. Con notas de R. J. Cuervo. Ed. completa de

    N. Alcal-Zamora y Torres. Buenos Aires, Sopena Argentina.

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