INVICTUS.pdf

4
E sta película de Clint Eastwood, basada en hechos reales de la vida de Nelson Mandela y en el libro "El Factor Huma- no", del británico John Carlin; encabeza- da por su protagonista Morgan Freeman en el papel de Mandela, presenta la vida del pri- mer presidente negro de Sudáfrica y de todo lo que hizo para unir a una sociedad dividida por el odio y las diferencias. Desde sus años en la cárcel, pasando por su liberación y la llega- da a la presidencia, hasta llegar al Mundial de rugby de 1995, momento de mayor unificación del pueblo sudafricano. Matt Damon encarna el papel de Francois Pienaar, capitán de los Springbooks, que se impusieron en la final de aquel Mundial, tras derrotar a Nueva Zelanda por 15-12. Director: Clint Estwood Intérpretes: Morgan Freeman, Matt Damon, Ad- joa Andoh , Leleti Khumalo, Patrick Mofokeng Tony Kgoroge Nacionalidad: EEUU Año: 2009 Estreno: 29 de enero de 2010 Duración: 134 min. Delegaciones de Enseñanza, Medios de Comunicación y Pastoral Juvenil-Vocacional

Transcript of INVICTUS.pdf

Page 1: INVICTUS.pdf

E sta película de Clint Eastwood, basada en hechos reales de la vida de Nelson Mandela y en el libro "El Factor Huma-no", del británico John Carlin; encabeza-

da por su protagonista Morgan Freeman en el papel de Mandela, presenta la vida del pri-mer presidente negro de Sudáfrica y de todo lo que hizo para unir a una sociedad dividida por el odio y las diferencias. Desde sus años en la cárcel, pasando por su liberación y la llega-da a la presidencia, hasta llegar al Mundial de rugby de 1995, momento de mayor unificación del pueblo sudafricano. Matt Damon encarna el papel de Francois Pienaar, capitán de los Springbooks, que se impusieron en la final de aquel Mundial, tras derrotar a Nueva Zelanda por 15-12.

Director: Clint Estwood Intérpretes: Morgan Freeman, Matt Damon, Ad-joa Andoh , Leleti Khumalo, Patrick Mofokeng Tony Kgoroge Nacionalidad: EEUU Año: 2009 Estreno: 29 de enero de 2010 Duración: 134 min.

Delegaciones de Enseñanza, Medios de Comunicación y Pastoral Juvenil-Vocacional

Page 2: INVICTUS.pdf

La sabiduría de Nelson Mandela…

- Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada. - La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre - Si quieres hacer las paces con tu enemigo, debes trabajar con él.

III Semana de Cine Espiritual

Invictus

N ELSON MANDELA, nacido en 1918, es el gran protagonista de este her-moso tráiler, donde se nos narra magistralmente la historia de un pueblo, la nación sudafricana, en esa fase crucial de construirse como una nación moderna, unida y abierta, desterrando el sistema del Apartheid (régimen

de segregación racial implantado por los colonizadores, desde 1948 a 1991). Tras 27 años de prisión en Robben Island y Pollsmoor, en condiciones muy precarias y rigurosas, el 11 de febrero de 1990, Mandela queda libre y lidera a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994 con las primeras elecciones democrá-ticas por sufragio universal. Mandela ganó las elecciones y fue presidente desde 1994 hasta 1999, dando frecuentemente prioridad a su reconciliación. Mandela recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas, incluido en 1993 el Premio Nóbel de la Paz.

La declaración de Mandela en su juicio de junio de 1964, se hizo me-morable: "He luchado contra la dominación de los blancos y contra la domina-ción de los negros. He deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y lograr. Pero si fuese necesario, también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir".

Mandela, como prisionero del grupo más bajo de la clasificación, sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses. Las cartas, si llegaban, eran a menudo retrasadas durante largos períodos y leídas por los censo-res de la prisión. Mientras estuvo en la cárcel Mandela estudió por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho. El afirmará: “La prisión es una tremenda educación en la paciencia y la perseverancia”. En febrero de 1985 el Presidente Botha ofreció la liberación condicional de Mandela a cambio de renunciar a la lucha armada. Mandela rechazó de hecho la oferta, haciendo un comunicado a través de su hija Zindzi diciendo: "¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos". En 1988 Mandela fue trasladado a la prisión Víctor Verster, permaneciendo allí hasta su liberación, levantándose diversas restricciones y pases de visita. Las presiones locales e internacionales sobre el gobierno de Sudáfrica para dejar a Mandela en libertad, eran notorias. El Presidente De Klerk anunció la liberación de Mandela en febrero de 1990.

- Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más coli-nas que escalar. - La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.

Page 3: INVICTUS.pdf

La fuerza de la inspiración alimenta la fe (Primer encuentro del Presidente con el entrenador de Rugby. Después de los saludos, el capital del los Springbok, el joven François Pienaar y Mandela se sientan a tomar el té de media tarde, servido por el mismo Presidente). Mandela: ¡Capitán de los Springbok! Un trabajo muy complica-do. François: No, si lo comparamos con el suyo, señor Presidente. Mandela: Bueno, a mí nadie me intenta arrancar la cabeza mientras hago el mío. François: Sí, señor. Mandela: Dígame, François, ¿cuál es su filosofía a la hora de liderar? ¿Cómo hace para que su equipo se inspire, para rendir al máximo? François: ¡Dando ejemplo! Siempre he pensado que hay que dar ejemplo, señor. Mandela: ¡Eso es verdad! ¡Una verdad como un templo! Mandela: Pero, ¿cómo lograr que sean mejores de lo que ellos creen que pueden ser…? ¡Eso es muy complicado, creo yo! ¡La inspiración es la clave! ¿Cómo hayamos la inspiración, para superarnos cuando no nos queda otra opción? ¿Cómo hace-mos que los demás también se inspiren? Yo creo que a veces a través del trabajo de otros. En la prisión de Robben Island, cuando las cosas se ponían muy difíciles hallaba la inspiración en un poema.

¡Es la hora de la reconciliación! (Jeisson, jefe de la seguridad del presidente, no está dispuesto a tener compañeros afrikaners, que en su día colaboraron con el Apartheid). Jeisson: Hay cuatro agentes del servicio secreto en mi despacho (…) Dicen que son la escolta pre-sidencial y que tienen órdenes firmadas por usted. Mandela: Esos hombres han recibido adiestra-miento especial de las SAS, tienen mucha expe-riencia (…). Cuando los ciudadanos me ven en público, ven a mis escoltas, me representan direc-tamente. La nación “arco iris” empieza aquí. La reconciliación empieza aquí. Jeisson: ¿Reconciliación, Señor? Mandela: ¡Sí, reconciliación, Jeisson!... Jeisson: Camarada Presidente, hace poco esos hombres intentaban matar a los nuestros, tal vez los que están en mi despacho lo intentaron y lo lograron. Mandela: Sí lo sé. El perdón también empieza aquí. ¡El perdón libera el alma, disipa el temor¡ Precisamente por eso, es un arma tan poderosa. ¡Por favor Jeisson, inténtelo!

François: ¿Un poema? Mandela: Un poema victoriano. Sólo eran pala-bras, pero me ayudaban a levantarme cuando lo único que quería era derrumbarme (Mandela cuenta emocionado su experiencia en las Olimpiadas de Barcelona, como se sintió inspirado por un tema cantado y le dio nuevas esperanzas para seguir con sus ideales). Mandela: (…) ¡Necesitamos inspiración, François!, porque para construir nuestra nación, todos debe-mos superar nuestras expectativas.

La fe siembra la confianza humana (El Consejo Nacional de Deportes acaba de tomar algunas decisiones en contra del equipo nacional de Rugby, los Springbok. Mandela acude a la asamblea, inesperadamente, para persuadirles). Mandela: (…) Estoy informado de la votación realizada. Estoy informado de que ha sido unánime. No obstante, creo que deberíamos restituir a los Springbok. Restituir su nombre, su emblema y sus colores, inmediatamente. Les explicaré por-qué: En la prisión de Roben Ailan todos los carceleros eran afrikaners, me pasé veintisiete años estudiándolos: aprendí su idioma, leí sus libros, su poesía; tenía que conocer a mi ene-migo antes de poder vencerle. Y le hemos vencido, no creen. Todos nosotros hemos vencido. Nuestro enemigo ya no son los afrikaners, ahora somos compatriotas, compañeros de democracia; y para ellos lo más sagrado es su equipo de Rug-by. Si les arrebatamos eso les perderemos. Les demostrare-mos que no somos como ellos temían que fuéramos. No po-demos caer tan bajo. Tenemos que sorprenderles con compa-sión, templanza y generosidad. Sé muy bien, de todo lo que ellos nos han privado. Pero este no es el momento de aplau-dir venganzas absurdas. ¡Es el momento de construir nuestra nación, utilizando hasta el último ladrillo disponible, aunque ese ladrillo venga envuelto en papel verde y dorado! Ustedes me eligieron como dirigente, ¡dejen que les dirija¡ ¿Quién está conmigo?

Page 4: INVICTUS.pdf

Los textos e imágenes (tanto gráficas como cinematográficas) que se muestran en este material se acogen al derecho de cita con fines didácticos, que pretenden fomentar el conocimiento de las obras y

tienen como único objetivo el análisis, comentario o juicio crítico de las mismas.

En la noche que me envuelve negra como un pozo abominable

yo agradezco al dios que fuere por mi espíritu inconquistable.

Atrapado en este circunstancial lugar yo he gemido pero no he llorado

ante las puñaladas que me deparó el azar mi cabeza sangra, pero no me he postrado.

Mas allá de este lugar de furia y de lágrimas me acosan las sombras con terror.

Pero tantos años de amenazas me encuentran sin temor

Ya no importa cual fue mi camino ni cuantas culpas he acumulado.

Soy el amo de mi destino, Soy el capitán de mi alma.

El poema inspirador de Mandela

E n 1995, justo un año más tarde de la llegada de Mandela al poder, Sudáfrica tenía que albergar el Mundial de Rugby. Volvían a la competición tras los problemas que surgieron con el Apartheid. Era

lo que el país necesitaba: El escaparate internacional. Todos los continentes debían darse cuenta de que esa división racial había quedado obsoleta y que una nueva nación se levantaba con vistas a un futuro prometedor. El rugby siempre ha sido considerado en Sudáfrica co-mo un deporte para blancos. Por ese motivo, Mandela pidió reunirse con François Pienaar, capitán de la selec-ción. En ese encuentro, François quedó maravillado por el discurso que le planteó Mandela. Comenzó la cita mundialista y sólo el pueblo blanco prestaba atención a la misma. Por más que Nel-son Mandela pedía a los suyos que arropasen a su país, no había forma de conseguir cierto interés. Pese a la falta de apoyo, Sudáfrica quedó 1ª en el grupo “A”. Superó a Australia, Canadá y Rumania con relativa faci-lidad. Sabían de su potencial y lo demostraron en el terreno de juego. Tras arrollar a Samoa en cuartos de final por un tanteo de 42-14. El pueblo negro comenzó a darse cuenta de que todos eran Sudáfrica. Tarde, pe-ro el mensaje caló. Francia fue vencida en semifinales ante el increíble apoyo de ambas razas desde la grada. Llegó el día del partido y Johannesburgo desper-taba ilusionada. Era impensable la unidad lograda con el transcurso de la cita deportiva. Nelson Mandela se levantó inquieto, llamó al Presidente de la Federación de Rugby para que le trajera una camiseta de los Springboks de color verde, el de la opresión blanca. El dorsal que pidió no podía ser otro que el del capitán, el número 6 de François Pienaar. Se marchó con prisas hacia el estadio, donde le esperaba un difícil compromi-so. ¿Qué pasará cuando baje a saludar a los jugadores? ¿Cuál será la reacción del público?

95% eran de raza blanca. Cuando bajó a dar ánimos con la camiseta verde, se hizo el silencio. De repen-te, un clamor invadió todo el Estadio. “¡Nelson, Nel-son!” gritaban enloquecidamente los presentes. Años más tarde, la selección neozelandesa confesó que los impactó tanto la escena que saltaron al campo sabiendo que iban a perder. Esa inyección de moral que recibieron los Springboks, condenó a los All Blacks. Y así fue. Sudáfrica se alzó con el título tras vencer 15-12 La imagen para el recuerdo se produjo en la entrega de trofeos. Nelson Mandela se acercó a su amigo François Pienaar, sonrieron y le dio el preciado galardón. Ese día, fue el principio de una nación. Negros y blancos festejaron juntos la hazaña. Se acabó el sufrimiento, se acabó la guerra. Sudáfrica ha nacido.

El milagro de la unidad

Imagen histórica del

presidente Mandela

felicitando al capi-

tán FranÇcois