INSTITUCION UNIVERSITARIA COLEGIO MAYOR DEL CAUCA FACULTAD DE ARTE Y DISEÑO GRUPO DE INVESTIGACIÓN D&A

Publicaciones: Libro: Por el camino religioso de Popayán: detallemos sus Iglesias. Artículos en la Revista “Almenara” Publicación Institucional semestral. COAUTORES INTEGRANTES DEL GRUPO MARIA CECILIA VIVAS DE VELASCO – DIRECTORA DEL GRUPO Delineante de Arquitectura egresada del Colegio Mayor del Cauca, obtuvo posteriormente el titulo da Abogada y especialista en esta área. Integrante del grupo de investigación desde su conformación. Vinculada al Colegio Mayor del Cauca como docente, actualmente ocupa el cargo de Rectora. MONICA ARBOLEDA CASTRILLÓN Delineante de Arquitectura egresada del Colegio Mayor del Cauca, profesional en Diseño Gráfico y especialista en Multimedia Educativa. Integrante del grupo de investigación desde su conformación. Docente universitaria y actualmente desempeña el cargo de Decana de la Facultad de Arte y Diseño de la Institución Universitaria Colegio Mayor del Cauca. MARTHA CECILIA DIAZ

Arquitecta egresada de la Universidad del Valle, docente de cátedra de diferentes universidades de la ciudad, docente de planta de la Institución Universitaria Colegio Mayor del Cauca. Integrante del grupo de investigación desde su conformación. Actualmente adelanta estudios en la Maestría en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Universidad de Manizales. INVESTIGADORES INVITADOS: MARIA CECILIA VELASQUEZ.

Antropóloga de la Universidad del Cauca, especialista en Antropología Jurídica de la misma Universidad. Vicepresidente de la Academia de Historia del Cauca. Ha realizado estudios sobre esclavitud en el siglo XIX y sobre religiones y salud pública en el período colonial; asesora externa de la Junta Permanente Pro- Semana Santa en la elaboración del proyecto de declaratoria de las procesiones de Semana Santa como Patrimonio oral e inmaterial de la humanidad en 2009. Autora del libro Cofradías, Rogativas y Fiestas religiosas en Popayán: 1537-1800, en coautoría con Hedwig Hartmann, publicado en el año 2004 por el Archivo General de la Nación. ALFREDO VALLdeRUTEN VIDAL Profesional en Dibujo Publicitario y Comunicación en la Academia de Dibujo Profesional, en Cali. Realizó Cursos de Especialización en la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Docente universitario. Socio

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fundador de FOCAL, Fundación de Fotógrafos de Cali, Propietario de Xona Cinco estudio especializado en fotografía publicitaria y de moda, Fotógrafo de la revista del Deportivo Cali, Fotógrafo de la revista Postal del Cauca, Fotógrafo del Libro "Por el Camino Religioso de Popayán: detallemos sus iglesias” INVESTIGADORES AUXILIARES: MANUEL PARRA, estudiante. SORY ALEXANDER MORALES, Arquitecto Mg. REDACCIÓN DE TEXTOS: HISTORICOS. María Cecilia Velázquez ARQUITECTONICOS: Martha Cecilia Díaz Sory Alexander Morales - Paisajismo EDICION DE TEXTOS: María Cecilia Vivas de Velasco Felipe García Quintero EDICION GRAFICA: Mónica Arboleda Castrillón FOTOGRAFÍA: Alfredo ValldeRuten, Manuel

Institución Universitaria Colegio Mayor del Cauca - 2010 Gobernación del Departamento del Cauca - 2010 Dentro del proceso metodológico se hizo uso de diferentes recursos investigativos entre los que se cuentan:

Visitas de campo: En el cual se realizó un reconocimiento ambiental del

lugar y de los espacios arquitectónicos en estudio.

Entrevistas: A expertos, propietarios y personas vinculadas con la vivencia

de los lugares y haciendas estudiadas.

Revisión documental de fuentes primarias: Información recuperada en archivos de notarías, Archivo Central del Cauca, entre otros.

Revisión documental de fuentes secundarias: Se acudió a información

impresa de revistas, libros, periódicos y en la web.

Consenso grupal: La información se sometió en muchas ocasiones al

consenso de grupo en la toma de decisiones.

Percepción y experiencia: La información arquitectónica hizo cuenta de

los documentos en cuanto fue necesario, sin embargo la mayor parte se obtuvo del reconocimiento de lugar, de comparativos de la evidencia recolectada, de la confrontación con documentos de autores reconocidos en la temática en ámbitos regionales y nacionales y de la propia experiencia de los autores arquitectos.

Popayán, Cauca, Colombia

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HUELLAS HISTÓRICAS Y ARQUITECTÓNICAS DE HACIENDAS DEL

CAUCA Autor y fotografía de este texto: Arq. Martha Cecilia Díaz

INTRODUCCIÓN Este Proyecto de Investigación se elaboró en el marco del Bicentenario de la

Independencia de Colombia con el propósito de dar a conocer su importancia

como componente de nuestro patrimonio material y su vinculación con la gesta

independentista, a través de destacadas personalidades de la historia política y

militar durante el siglo XIX, cuya trascendencia rebasa el ámbito regional. Se

realizó con el apoyo de la Gobernación del Cauca en asocio con la Institución

Universitaria Colegio Mayor del Cauca.

Hacienda de Belalcázar. Ubicada en zona

urbana de Popayán

Casa de Antón Moreno, ubicada en zona

rural de popayán en dirección al sur.

Casa de Calibío. Ubicada en zona urbana

en el norte de Popayán.

Casa de Coconuco. Municipio homónimo al

noreste de Popayán.

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Casa de Japio. Caloto norte del Cauca.

Casa de las Guacas. Noreste de Popayán

zona rural.

Casa de Yambitará. Zona urbana de la

ciudad de Popayán hacia el noreste.

La Ladera. Perímetro urbano de Popayán

hacia el sur.

Casa de Pisojé. zona rural de Popayán

hacia el noreste

Casa de García Abajo. Corinto norte del

Cauca.

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La investigación incluye el estudio de doce haciendas ubicadas en el actual

Departamento del Cauca1. El libro producto de la investigación está organizado

dando inicio con varios textos preliminares que incluyen el prólogo elaborado por

el actual Gobernador del Departamento del Cauca Dr. Guillermo Alberto

González Mosquera, luego tenemos una introducción general a toda la temática

del libro, se continúa con el desarrollo de cada una de las haciendas

denominadas con un sugestivo título y se finaliza con un mapa de ubicación

general. Entre las doce haciendas, diez hacen parte del repertorio colonial de los

siglos XVII y XVIII, una de fines del siglo XIX y la otra de inicios del siglo XX cuyo

interés se centra en que fue relevante para el desarrollo del territorio patiano2 del

Cauca.

La ciudad de Popayán “sirvió de enlace comercial, político y administrativo” entre

las Provincias de Santafé y Quito, su territorio estaba compuesto por latifundios

destinados a la explotación minera del oro, la producción ganadera y agrícola,

labores ejecutadas por mano de obra cautiva por los sistemas de encomienda y

esclavitud.

1 La Provincia de Popayán era un antiguo territorio que abarcaba desde parte del Chocó en el norte, los

actuales Departamentos del Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Caquetá, Guaviare, Guainía, Putumayo, Vaupés,

Amazonas, el norte de Ecuador y del Perú y oriente de Brasil.

2 Valle del Patía, ubicado en el sur del Departamento del Cauca en territorio de los actuales municipios de

Balboa, Patía y Argelia.

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Las haciendas del Cauca fueron fuentes significativas de recursos para la

campaña que emprendió Simón Bolívar en su gesta emancipadora, que aún

siendo perteneciente a una preponderante clase social de la época, decide

renunciar a sus beneficios para entregar su vida al propósito de libertar las

naciones suramericanas de la monarquía española y brindar a sus habitantes

bienestar y autonomía.

“Así que su espíritu, inspirador de líderes militares como Antonio

Nariño, José María Córdoba, José Hilario López, Tomás Cipriano de

Mosquera, José María Cabal, Cristóbal Manuel de Mosquera, Alejandro

Macaulay y tantos otros próceres de nuestra independencia, estuvo

presente en los combates que se desarrollaron en las haciendas que

circundaban la ciudad y desde las cuales fue posible la emancipación

de distintas tierras.”

“Las Haciendas y su espacio geográfico, en especial la Casa de

Hacienda o Casa Señorial americana, representa un microcosmos

simbólico que reúne en su entorno los componentes característicos de

un estadio cultural correlativo con los procesos de consolidación y

dominación española.”

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Dentro del ámbito territorial de las haciendas se efectuaron las primeras

relaciones laborales que desencadenaron el mestizaje americano, producto de la

convivencia y los roles desempeñados por sus habitantes.

Las Casas de Hacienda o casas señoriales es lo que permanece del esplendor

del pasado. Algunas dan muestra del deterioro propio de su edad, con el

inminente riesgo de su desplome total o parcial, otras se han adaptado a nuevos

usos y actividades como muestra de que cada época trae nuevas necesidades.

“Historias convertidas en leyenda a las que en ocasiones no damos

crédito por lo inverosímiles que parecen. Por sus recintos y parajes

despejados se pasean fantasmas y apariciones siendo el escenario

ideal para nuestra bella mitología.”

ORÍGENES DE LAS HACIENDAS

El término hacienda procede del latín facienda y éste a su vez de facere que

significa lo que hay que hacer. El término latifundio que traduce gran terreno no

entraña el concepto de producción como sí lo hace la noción de finca que incluye

tierra fértil para la labor del campo ya sea esta agrícola o ganadera.

La noción de hacienda es traída por los españoles y fue un sistema económico

que se implementó en todo el territorio americano desde México hasta la

Patagonia argentina. Su propósito es domesticar la tierra y hacer que brinde un

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producto, por lo tanto un territorio virgen no tenía ningún costo. Lo que le otorgaba

valor radicaba precisamente en transformar un terreno agreste en surtidor de

recursos para la manutención de las colonias. América para que ser rentable

debía autoabastecerse y por el contrario, enviar parte de su producción a España

para apuntalar su economía.

Las casas de hacienda americanas son producto de la síntesis cultural llevada a

cabo en España durante su proceso de configuración. En ellas se amalgaman

procedencias europeas muy antiguas como la villa romana con las construcciones

musulmanas que en territorio andaluz, último recodo árabe, se transcriben en los

cortijos y estancias de ubicación rural destinados a la producción agrícola.

Tanto los cortijos como las haciendas constituían grandes terrenos que incluían

tierras y edificaciones dentro de ellos, destinadas a las diferentes actividades

requeridas.

“Fundamentalmente se trataba de una edificación principal para

residencia de la familia propietaria o casa señorial, otra edificación para

el casero o administrador, viviendas para los trabajadores y

construcciones dedicadas a las labores propiamente dichas como

cuadras, industria, almacenes, cocheras, aperos, maquinaria, herrería,

corrales, etc., según sea el caso.”

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Su organización y estética era básica sin ninguna ostentación, pues estaban

asignados al trabajo, tenían mínimas aberturas apenas las necesarias para

aireación e iluminación porque su función era estrictamente protectora. Sus muros

eran elaborados con sistemas ancestrales de tapia, adobe o ladrillo para

delimitación, enjalbegados y con estructura de par y nudillo en las techumbres

cubiertas con teja de barro o española.

LA ARQUITECTURA DE LAS CASAS DE HACIENDA DEL VIEJO CAUCA

La mayor parte de las Haciendas del Cauca, se constituyeron en el siglo XVII de

producción mixta dedicadas a la ganadería pero esencialmente a la siembra de

productos vegetales, cereales y caña de azúcar, introducida por los españoles. Su

cultivo requiere condiciones

especiales geográficas y climáticas

de no fácil adaptación, por lo que

encontrarlas fue fundamental para

que en las haciendas del valle del

río Cauca alto y bajo, proliferaran

los trapiches y se extendiera su

cultivo intensivo con prevalencia

hasta la actualidad.

Hacienda Antón Moreno, ubicada en la vía al sur en

dirección hacia la ciudad de Pasto, en zona rural

del Municipio de Popayán.

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En la vastedad de los terrenos ocupados por las haciendas, se constituyó un

conjunto de construcciones representadas en viviendas para los propietarios,

ramadas para los peones, acondicionamientos para las labores productivas del

trapiche y el ganado, depósitos y almacenes, y una de las más significativas: la

imagen hecha inmueble de la iglesia como máxima institución religiosa, donde

además de las actividades toman lugar jerarquías y funciones propias del status

desempeñado por cada individuo.

La casa grande o casa señorial distintiva del poder es la edificación más

sobresaliente del conglomerado, lo que se sintetiza en su implantación,

disposición, dimensión, materiales y acabados. Le seguía en importancia la

capilla, justificada por el número de cuantioso de moradores y por la lejanía a un

asentamiento urbano de tal suerte que todas las actividades naturales como

matrimonios, bautizos y diferentes celebraciones religiosas ordinarias obligaban al

contacto espiritual permanente.

Planta de la casa de Hacienda de Belalcázar.

Planta de la Casa de Hacienda

Las Guacas.

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En nuestras casas encontramos la tipología fundamental de planta en L de

bloque compacto alargado. Generalmente el primer piso es circundado por

amplios corredores delimitados por pilares de madera, en especial en la fachada

principal de cara al acceso.

La mayoría posee un pequeño tramo

sobreelevado como un pequeño segundo

piso mirador desde donde es posible divisar

el entorno territorial y ejercer un control sobre

los predios de la propiedad. Generalmente

las casa ubicadas en altozano carecen de

este elemento dada su natural ubicación.

El acceso a la propiedad se encuentra delimitado por la típica portada la cual

consiste en una gran entrada de cuidada elaboración cuyo propósito es evidenciar

el inicio de un predio y determinar el territorio. Los límites espaciales se

determinan la mayoría de las veces con sendas murallas hechas de piedra de río

simplemente apoyadas o en algunos casos con muros de tapia. Estas divisiones

no sólo marcan el límite entre dos predios diferentes. También fueron utilizadas

para determinar las labores y diferenciarlas del espacio privado de la casa de

habitación.

Mirador de la casa de Hacienda de Coconuco

en el Municipio homónimo, al noreste de

Popayán.

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La casa de hacienda por estar inmersa en un ámbito rural mantiene un contacto

profundo con su entorno natural, diferenciándose de la casa urbana, cerrada al

exterior dados sus orígenes árabes.

Ventana de Pisojé desde una

de las habitaciones al corredor

Casa de Coconuco. Salida de la Sala al

jardín interior.

Ilustración 1Portada principal de la Hacienda Las

Guacas.

Muralla divisoria de piedra de río y

portada interior de ladrillo de la Hacienda

de Belalcázar.

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En la casa rural el corredor realiza la función de tamiz o espacio transitorio que

atenúa el fuerte clima y resplandor del trópico.

El resultado es la obtención de fuertes contrastes de claroscuros entre el exterior

y el interior además de lo cálido a lo fresco.

El patio y el jardín que generalmente se confunden, imprimen dos diferentes usos

del espacio abierto posee una naturaleza familiar de comunicación, encargado de

crear microclimas y conjugar los elementos naturales: sol, verde, agua, cielo. El

jardín lleva implícita una concepción estética, en su origen religiosa propuesta

para la exaltación de los sentidos por lo tanto en él se cultivan árboles frutales, en

especial los cítricos y plantas de flor.

Entre los elementos prácticos que encontramos

dentro de los patios y jardines, el más

significativo es la conducción del agua cuyos

Canales exteriores de la Casa de

Calibío

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orígenes se remontan a oriente introducido por los musulmanes en la península

ibérica. El tratamiento del agua se hace de diversas maneras, el más básico es a

través de canales abiertos superficiales denominados “acequias”, sistema que se

complementa, en algunos casos con complejos acueductos cuya fábrica ingenieril

revierte gran pericia constructiva.

Es el caso de los acueductos de las casas de hacienda de Japio y García Abajo

en los municipios de Caloto y Corinto respectivamente, elaborados en ladrillo a la

vista sobre sendas arcadas de gran elaboración técnica.

De izq. A der. y de arriba abajo: Acueducto de García Abajo, Imagen posterior de Japio, Vista superior del Acueducto de Japio, Patio interior de Antón Moreno con el acueducto.

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Los estanques se ubican en lugares estratégicos para finalidades prácticas como

en el caso de cambios de dirección de las aguas o para formar albercas

destinadas a usos decorativos y pocetas para patos.

En algunos casos las acequias se anexan a la casa configurando canales de agua

corriente y rumorosa que proveen el espacio del encanto del sonido

complementado con el colorido natural de la naturaleza y los materiales,

conformando en su conjunto un juego cromático de diversa mixtura.

Chorro de la Casa de La Ladera, actualmente

en el perímetro urbano de Popayán, hacia la

salida al sur.

Chorro de la casa de Yambitará. Zona urbana

de Popayán.

Alberca para patos de Yambitará.

Canal exterior de García Bajo ubicada en el

Municipio de Corinto, norte del Cauca

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Los “chorros” son los lugares destinados al baño privado de los propietarios de la

casa, con ubicación reservada pero al aire libre orientados al Este. Se construían

a base de ladrillo o piedra y se acondicionaban de surtidores, rebosaderos y

desagües.

Los materiales constructivos autóctonos son comunes. Estas casas fueron

construidas acorde a las Leyes de Indias, resultado de las costumbres

tradicionales en España enriquecidas con las prácticas indígenas americanas

habituales, como la construcción con barro.

Se utilizaban tapiales o adobes para las paredes y cerramientos, de amplio

espesor consistente en agregar paja al barro, boñiga, arena y componentes de

origen animal para mejorar su resistencia. Posteriormente se encalan protección y

enlucimiento. Los cimientos ciclópeos se hacían con piedra redonda de río, la

misma que se utilizaba para la elaboración de las murallas antes mencionadas

Exterior de la casa de Coconuco

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que servían de lindero, utilizadas también para

separar los terrenos destinados a las labores del

ámbito ocupado por la casa señorial.

Las techumbres se elaboraban con armadura de

par y nudillo y teja de barro que consiste en dos

vigas de madera rolliza inclinadas y unidas en la

cumbrera, a las que se agrega en el primer tercio

de arriba hacia abajo otro elemento transversal de

igual sección que las une y con el que se evita su

deformación. Los cielos rasos se construían con

tendidos de caña brava amarrados con cuero, a veces sin ningún recubrimiento,

pues una usanza común era

dejar el cañizo a la vista.

La madera se encuentra

distribuida tanto en los

elementos estructurales y los

cerramientos como en los

acabados.

Altillo de la casa de Coconuco,

donde se alcanza a apreciar la

armadura de la cubierta.

Cielo raso de la Casa de Belalcázar, con el cañizo a la

vista.

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Sobresalen los esbeltos pilares alineados sobre

los bordes exteriores de los corredores, sobre

pedestales de sillares de piedra y rematados en

el extremo superior con capitel, en algunos

casos unidos con barandales. Las puertas

elaboradas en madera maciza podían ser de

tablones o entableradas, divididas en dos naves,

tenían un estándar de altura que se acercaba a

los dos metros con cincuenta. Las ventanas

presentan mayor variedad tanto en sus proporciones y tamaños como en los

acabados de la madera, cuyos bastidores podían ser rectos o torneados. Los

herrajes sólo eran utilizados visiblemente en puertas y ventanas.

Los pisos eran de ladrillo común

sin emboquillar para su fácil

reemplazo, con diseño geométrico

en espina de pescado y cenefa de

margen junto a los muros con

aparejo a tizones. Otro elemento

de fabricación en ladrillo es el

“horno de pan”, conservado o

Sillar de Piedra de Cantera de la

Casa de Calibío.

Entramado de Piso de la Casa de Calibío.

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restaurado, lo encontramos en las cocinas, aunque en ninguna permanezca en

uso actualmente.

Las capillas fueron una constante interesante en las Haciendas. Generalmente se

ubicaban anexas a la casa señorial, aunque son muchas las que se encuentran

exentas. Constan de un recinto rectangular con techumbre a dos aguas. Se

encuentra marcado su acceso por portada única frontal y en algunos casos se

jerarquiza su acceso al estar acompañado de un pequeño atrio con escalinata. Su

interior se haya decorado con imágenes, entablamento y elementos necesarios

para el ritual. El altar es sobreelevado y sobre el acceso presenta el coro alto

elaborado generalmente de madera.

Fueron estas características genéricas arquitectónicas de las casas de hacienda,

similitud de patrones culturales y de uso dada la misma expansión territorial,

Fachada de la Capilla de Antón

Moreno.

Interior de la Capilla de García

Abajo con el altar y retablo al

fondo.

Coro alto de la Capilla de Calibío

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proporciona factores identitarios frente a sus homólogas de época existentes en

las demás regiones nacionales.