Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758) · 2019-11-04 · Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758)...
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Inscrita en el Registro de Asociaciones de Canarias www.acbcanaria.org – [email protected] Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758) Por José García Casanova El caballito de mar [Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758)] es uno de los peces más extraordinarios que habitan en las aguas que bañan al archipiélago canario. En su peculiar anatomía, muy alejada de la del típico pez fusiforme e hidrodinámico, destaca una cabeza que recuerda a la de los equinos, mientras que su cola, flexible y prensil, la utiliza para anclarse a las rocas, algas, corales u otros elementos, naturales o artificiales, del fondo. Pero, por si todo lo anterior no fuera suficiente para convertirlo en un pez de admirable singularidad, su comportamiento reproductivo constituye uno de los fenómenos más fascinantes que pueden observarse en el reino animal. En efecto, estos peces son monógamos de por vida, siendo los machos los encargados de guardar los huevos en una bolsa incubatriz ventral hasta que llega el momento de expulsar al medio los pequeños alevines maduros, gracias a una serie de contracciones espasmódicas del abdomen. Contemplar caballitos de mar en su medio natural despierta en el afortunado observador una emoción indescriptible, que sólo podemos entender plenamente quienes compartimos pasión por la biología marina, el buceo y la fotografía. ¡CONOCER PARA CONSERVAR!
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Inscrita en el Registro de Asociaciones de Canarias
www.acbcanaria.org – [email protected]
Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758)
Por José García Casanova
El caballito de mar [Hippocampus hippocampus (Linnaeus, 1758)] es uno de los peces más
extraordinarios que habitan en las aguas que bañan al archipiélago canario.
En su peculiar anatomía, muy alejada de la del típico pez fusiforme e hidrodinámico, destaca
una cabeza que recuerda a la de los equinos, mientras que su cola, flexible y prensil, la utiliza
para anclarse a las rocas, algas, corales u otros elementos, naturales o artificiales, del fondo.
Pero, por si todo lo anterior no fuera suficiente para convertirlo en un pez de admirable
singularidad, su comportamiento reproductivo constituye uno de los fenómenos más
fascinantes que pueden observarse en el reino animal. En efecto, estos peces son monógamos
de por vida, siendo los machos los encargados de guardar los huevos en una bolsa incubatriz
ventral hasta que llega el momento de expulsar al medio los pequeños alevines maduros,
gracias a una serie de contracciones espasmódicas del abdomen.
Contemplar caballitos de mar en su medio natural despierta en el afortunado observador una
emoción indescriptible, que sólo podemos entender plenamente quienes compartimos pasión
por la biología marina, el buceo y la fotografía.
¡CONOCER PARA CONSERVAR!
