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© 2013 por Gospel Publishing House, 1445 N. Boonville Ave., Springfield, Missouri 65802. Todos los derechos reservados. Se concede permiso para reproducir para uso exclusivo en la iglesia local. Impreso en E.U.A. Boletín de Winnie para niños Lección 6: RUANDA RUANDA Habimana Habimana y su padre se quitaron las sandalias y entraron cansados a la casa. El padre se sentó cómodamente en su silla. Habimana se sentó en su alfombrilla. Es muy agotador arar la tierra con la azada para sembrar papas, ¡especialmente cuando sólo tienes ocho años! Su hermana, Muteteli, les llevó agua fría para beber, luego corrió para cuidar a su hermanita de dos años mientras su mamá cuidaba al nuevo bebé. ¡Hay trabajo para todos! La vida en Rugo Como la mayoría de gente en Ruanda, la familia de Habimana vive en un rugo, un complejo de familias, arriba en un monte. Su rugo se conforma de varias chozas redondas con techo de paja. La mamá tiene su propia choza, al igual que la abuela, quien vive en el mismo rugo. Habimana y Muteleli tienen edad suficiente para compartir una choza. La hermanita y el bebé duermen con su mamá. Una cerca y plantaciones de banano rodean el complejo. El papá trabaja en el campo alistándolo para sembrar. Cuando él termine, la mamá sembrará distintas clases de papas y frijoles. El trabajo principal de Habimana es cuidar las cabras y las dos vacas. La abuela ayuda mucho en la cocina y con el bebé. Ella está feliz con el cuarto bebé. En Ruanda, la riqueza consiste en tener muchos hijos y muchas vacas. Hora de comer Después de un día en la escuela, en el mercado, en el campo, o en la casa, todos están listos para comer. La mamá ayuda a la abuela, que está cocinando algo sobre el fuego, en una olla grande balanceada sobre tres piedras. ¡Qué rico! Es isombe, un guiso de vegetales con hojas verdes, berenjena, cebolla, y mantequilla de maní. Ella también está asando camote. Cerca de allí hay un manojo de bananos y Habimana no puede resistir la tentación de comer uno mientras espera. Cuando la comida esta lista, todos se sientan alrededor de la olla del guisado. Como es costumbre, Habimana usa su mano derecha para comer. Hora de jugar Después de las clases en la escuela, y cuando ha terminado todos sus deberes, Habimana va por su pelota de fútbol para jugar con sus amigos. Todos están emocionados por la nueva pelota de fútbol de Habimana, que es mucho mejor que las pelotas hechas de bolsas de plástico y mecate. Mientras los niños juegan fútbol, Muteteli juega con las niñas a brincar la cuerda.

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Boletín de Winnie para niños

Lección 6: RUANDA

RUANDA

Habimana Habimana y su padre se quitaron las sandalias y entraron cansados a la casa. El padre se sentó cómodamente en su silla. Habimana se sentó en su alfombrilla. Es muy agotador arar la tierra con la azada para sembrar papas, ¡especialmente cuando sólo tienes ocho años! Su hermana, Muteteli, les llevó agua fría para beber, luego corrió para cuidar a su hermanita de dos años mientras su mamá cuidaba al nuevo bebé. ¡Hay trabajo para todos!

La vida en RugoComo la mayoría de gente en Ruanda, la familia de Habimana vive en un rugo, un complejo de familias, arriba en un monte. Su rugo se conforma de varias chozas redondas con techo de paja. La mamá tiene su propia choza, al igual que la abuela, quien vive en el mismo rugo. Habimana y Muteleli tienen edad suficiente para compartir una choza. La hermanita y el bebé duermen con su mamá.

Una cerca y plantaciones de banano rodean el complejo. El papá trabaja en el campo alistándolo para sembrar. Cuando él termine, la mamá sembrará distintas clases de papas y frijoles. El trabajo principal de Habimana es cuidar las cabras y las dos vacas. La abuela ayuda mucho en la cocina y con el bebé. Ella está feliz con el cuarto bebé. En Ruanda, la riqueza consiste en tener muchos hijos y muchas vacas.

Hora de comerDespués de un día en la escuela, en el mercado, en el campo, o en la casa, todos están listos para comer. La mamá ayuda a la abuela, que está cocinando algo sobre el fuego, en una olla grande balanceada sobre tres piedras. ¡Qué rico! Es isombe, un guiso de vegetales con hojas verdes, berenjena, cebolla, y mantequilla de maní. Ella también está asando camote. Cerca de allí hay un manojo de bananos y Habimana no puede resistir la tentación de comer uno mientras espera. Cuando la comida esta lista, todos se sientan alrededor de la olla del guisado. Como es costumbre, Habimana usa su mano derecha para comer.

Hora de jugarDespués de las clases en la escuela,

y cuando ha terminado todos sus deberes, Habimana va por su pelota de fútbol para jugar con sus amigos. Todos están emocionados por la nueva pelota de fútbol de Habimana, que es

mucho mejor que las pelotas hechas de bolsas de plástico y mecate. Mientras los niños

juegan fútbol, Muteteli juega con las niñas a brincar la cuerda.

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iso para reproducir para uso exclusivo en la iglesia local. Impreso en E.U.A.

OREMOS…• por nuestros misioneros que trabajan en las

Asambleas de Dios de Ruanda.

• por los cinco millones de niños de Ruanda, para que escuchen acerca de Jesús, y por los obreros que trabajan con niños.

• por las iglesias. Muchas necesitan terrenos y edificios, que son difíciles de adquirir. Oremos

que Dios provea lo que necesitan.

• por los alumnos y maestros del instituto bíblico.

Oremos que Dios llame a más personas para que sean

pastores.

Jean (Juan) y Christine Gatabazi recibieron a sus amigos en su casa. Ese pequeño grupo de cristianos estudiaba la Palabra de Dios. Pronto el grupo creció y se convirtió en iglesia, y con el tiempo abrieron más iglesias. Después de unos años, en 1994, once iglesias formaron la Asambleas de Dios Pentecostal de Ruanda.

Después vino la guerra. Durante cien días, de abril a julio de 1994, la gente de la tribu Hutu asesinó a mucha gente de la tribu Tutsi. Muchos corrieron a las iglesias en busca de refugio, pero las iglesias fueron destruidas. La familia de Christine estaba de viaje y ella se encontraba sola. Como era de la tribu Tutsi estaba en gran peligro. Dios la mantuvo a salvo, pero durante esos cien días, murieron cerca de un millón de personas.

Después de la guerra, quedaron sólo cuatro iglesias de las Asambleas de Dios. Mucha gente se reunió; lloraban y oraban. Muchos albergaron a niños que habían perdido a sus padres. Los hermanos de las iglesias ayudaron a muchos y enseñaron a la gente acerca del amor y el perdón de Jesucristo.

Casi todos en Ruanda perdieron por lo menos a un miembro de su familia. Las Asambleas de Dios de los Estados Unidos ayudaron con alimentos,

ropa, y cuidado médico para los niños huérfanos. Equipos de los Estados Unidos y los creyentes de

Ruanda trabajaron para ayudar a muchas de estas personas a encontrar paz y esperanza en

Cristo.

Muchas personas empezaron a recibir a Cristo y las iglesias empezaron a crecer. Nuevas iglesias fueron abiertas. En la actualidad hay 174 iglesias de las Asambleas de Dios en el país. Los hutu y los tutsi adoran juntos al Señor Jesucristo.

Las Asambleas de Dios de Ruanda necesita capacitar a pastores para estas iglesias, así que pidieron a los misioneros que les ayuden con un instituto bíblico. En 1997, los alumnos empezaron clases en una choza. En la noche tenían que dormir en bancas. Hoy el instituto en Kigali tiene varios edificios, y cientos de alumnos estudian allí la Palabra de Dios y a través de cursos de extensión. Los alumnos del instituto van a las iglesias en otros pueblos. Enseñan acerca del Espíritu Santo y la ayuda y el poder que Él da a los creyentes.

BGMC ayuda al instituto bíblico al traducir e imprimir libros de texto y currículo para las clases. BGMC también ha suplido a la biblioteca con muchos libros de estudio para que los pastores puedan estudiar la Palabra de Dios efectivamente. Es muy importante capacitar a los pastores para que puedan guiar a sus iglesias y enseñar la Palabra de Dios.

Nuestros misioneros no se olvidan de los niños. Patrick y Jeanne Collins trabajan con niños, en campamentos generales y en campamentos para hijos de pastores. Ellos también capacitan a los obreros que trabajan con niños y enseñan a los niños a hablarles a otros acerca de Jesús. BGMC ayuda a la familia Collins con materiales que necesitan. BGMC paga por los materiales para el ministerio de niños, además de los manuales de enseñanza y las conferencias de capacitación.

Otra familia misionera evangeliza a los jóvenes a través de programas de fútbol y un centro para jóvenes. A estos jóvenes les encanta jugar contra otros equipos. Ellos también estudian inglés y aprenden computación. Lo más importante es que aprenden más acerca de Jesús, de su amor, y cómo vivir para Él.

Las ofrendas a BGMC son muy importantes para nuestros misioneros. Gracias, niños, por todo lo que hacen para suplir a nuestros misioneros con lo que necesitan para difundir el mensaje del evangelio.

Los ruandeses necesitan a Cristo

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El Texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

Lección objetiva misionera

¿Sabía usted?El BGMC Digital Verse Traxx DVD contiene los 12 versículos clave de este manual de misiones. Cada versículo ha sido preparado con fondo de alta tecnología y música. Úselos como una manera divertida de atraer la atención de los niños para que aprendan el versículo. Viene con grabaciones en video del Manual de Misiones en un juego de dos discos. Pídalo de Gospel Publishing House, 1-800-641-4310 o visite www.gospelpublishing.com (sólo en inglés, artículo #715-483, $10).

Lección 6: RUANDA

RUANDA

■ Materiales Un papel o cartulina de

4 x 6 pulgadas (10 x 15 cm)

Tijeras

■ Versículo Clave

Gálatas 6:9 “No nos cansemos de hacer el bien.

¡No se rindan!

■ PreparaciónPractique antes de la clase cómo recortar el papel.

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Luego, recorte adentro del doblez, se indica en las líneas punteadas. No corte hasta las orillas.

Recorte las líneas horizontales primero.

■ Presentación(Doble el papel o la cartulina por la mitad, como indica en el diagrama.)

Tengo este pequeño papel. Va a representar a alguien que quiere rendirse. Necesito que un voluntario venga a ayudarme. (Escoja a un alumno.) ¿Alguna vez se han sentido desanimados? ¿Quizás se han preguntado si lo que hacen es importante? Yo lo hecho, y sé que muchos misioneros también. Cuando yo termine de recortar este papel, tú (indique al ayudante) podrás pasar a través del papel.

(Empiece a cortar el papel mientras habla. Recorte líneas horizontales de acuerdo al diagrama.) No parece posible que alguien pueda pasar por medio de este pequeño papel. De hecho, probablemente sería más fácil no intentarlo. Lo más fácil sería darse por vencido.

Algunos misioneros oran y trabajan mucho para difundir el mensaje del evangelio, pero a veces parece que nadie escucha. Eso también puede suceder en los Estados Unidos, y hasta en su familia o en su escuela. ¡Pero no se rindan! No dejen de orar por los misioneros o por su familia y sus amigos. Sin importa si se cansan, sigan hablando de Jesús y orando.

(Cuando termine de cortar, desdoble el papel cuidadosamente para que su ayudante pueda pasar a través de él. El papel deberá verse como en el diagrama. Lo mejor es que ponga el papel sobre la cabeza del ayudante y lo baje por su cuerpo para que el pueda salir de él.)

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Historia misionera¡Atención, maestros! El manual en CD contiene presentaciones de diapositivas para la historia misionera. Si usted no tiene el volumen 14 del Manual de Misiones de BGMC en CD, puede comprarlo en Gospel Publishing House. Llame al 1-800-641-4310 y pida el artículo 715-482. Todas las ilustraciones que ve aquí están en la Presentación de diapositivas. Sencillamente lea este texto en alta voz mientras proyecta las imágenes en la clase. (El manual en CD disponible sólo en inglés.)

Lección 6: RUANDA

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(Lámina 3)

(Lámina 2)

(Lámina 1)

SEGURO DEL PELIGRO(Lámina 1)

Jasón se despertó al escuchar el sonido de balazos. Aún era de noche y estaba oscuro. A la distancia se escuchaba el sonido de metralletas. Él se levantó y fue al cuarto de sus padres que seguían durmiendo.

(Lámina 2)

Los padres de Jasón, Billy y Jo Wilson, son misioneros en Ruanda. Habían vivido en esa zona durante los últimos cuatro meses. El sonido de metralletas y explosivos se escuchaban a menudo durante la noche debido a la actividad de los rebeldes. Pero Jasón había estado viviendo lejos en una escuela de internado, en la academia Rift Valley en Kenia. Él no se había acostumbrado al sonido de metralletas, pero al ver a sus padres dormidos, volvió a su cuarto.

(Lámina 3)

A la mañana siguiente despertó a un día soleado, y se olvidó de los sonidos de la noche anterior. Mientras desayunaba cereal con frutas, los niños del vecindario gritaban a la puerta, emocionados porque Jasón había regresado. Estaban deseosos de jugar fútbol con él. Rápidamente comió sus plátanos fritos, fue a buscar su pelota, y salió.

(Lámina 4)

Los niños se reunieron a su alrededor, mientras lo seguían por la calle de tierra. Jasón balanceaba la pelota en su rodilla, cuando de repente vio un letrero en el edificio al otro lado de la calle. “Cuidado con las minas explosivas –decía—, manténganse sobre el camino principal.”

Jasón se detuvo mientras pasó un camión. Al ver que el camión pasó sin que sucediera nada, él pensó que estaba bien jugar allí. Dividió a los niños en equipos y empezó el juego.

(Lámina 5)

Después de unas horas, regresó a su casa, sudado y cansado, pero sonriendo. Los niños de Ruanda siempre estaban sonriendo. Por eso sus vacaciones eran tan especiales.

RUANDA

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(Lámina 6)

Esa noche, se escucharon más balazos a la distancia. Esta vez, Jasón no se levantó, pero se quedó despierto escuchando un rato. En la mañana, su mamá había servido el desayuno cuando él se levantó.

(Lámina 7)

Al sentarse a la mesa, la casa tembló. Una fuerte explosión estremeció toda la zona. Piedras y tierra golpearon contra las paredes de la casa y el techo de metal.

(Lámina 8)

Jasón corrió al portón de la casa para ver qué pasaba. Sorprendido, vio a un equipo de las Naciones Unidas que removían una mina explosiva de la calle, frente a su casa. Jasón se puso pálido. En ese mismo lugar, él había estado jugando fútbol con los otros niños el día anterior.

(Lámina 9)

Más tarde, ese mismo día, cuando Jasón salió, encontró al mismo equipo de soldados escavando cerca de la entrada a su casa. “¡No te acerques!” gritó uno de los soldados. Mientras retrocedía los vio sacar otro explosivo de la tierra, ¡justo afuera de su casa!

(Lámina 10)

Cuando se lo dijo a sus padres, su madre exclamó: “¡Gracias a Dios por protegerte a ti a los otros niños!” Su padre dijo: “Él nos protegió a nosotros también. Hemos pasado en auto muchas veces por ese lugar.”

(Lámina 11)

La familia de Jasón sigue alabando a Dios por su protección. Oren por la familia Wilson que trabaja entre la gente de Ruanda.

La información para esta historia ha sido provista por los misioneros Billy y Jo Wilson y se usa con permiso de Misiones Mundiales de las Asambleas de Dios.

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Jasón balanceaba la pelota en su rodilla, cuando de repente vio un letrero en el edificio al otro lado de la calle. “Cuidado con las m

inas explosivas”, decía.

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