Gerardo Ramírez Vidal. El Sofista y el filósofo en Platón

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Gerardo Ramírez Vidal El Sofista y el filósofo en Platón Abstract. In the beginning, the word aoqnaTTís- was employed as the noun form ofthe adjective ao<pós- or as a synonym of ó ao<pós-. Furthermore, in the V century, this noun was employed, generally, to designate previous and contemporary great thinkers indiscriminately; but it was also used, especially in Aristophanes, in a ironic way to ridicule masters such as Socrates, who was a "sophist" in the sense which this word had at that time. <1>LAóao<pos- was also used as a synonym for ao<pLGTTís-. Plato modified the meaning and the structural relationship of these three terms. That is to say, he carried out operations of redefining and dis- association: he reformulated the meanings ofthe words <pLAóao<pos- and ao<pLGTTís-, making them antithetical. As you can see, in the dialogues the redefining was done gradually, and the opposi- tion between these terms was never complete but variable. Plato preferred to refer to himself as a <pLAóao<pos- and lo his adversaries as ao<pLGTaL. In this manner new concepts were created, and philosophy was born. Key Words: ao<pLGTTís-,<pLAóao<p05', Plato. Resumen. En sus orígenes el término ccóio- rrís se empleó como el sustantivo del adjetivo ao<pós- o como sinónimo de ó ao<pós-. Asimismo, en el siglo V. aquel sustantivo se empleó, en general, para designar a grandes pensadores anteriores y contemporáneos indistintamente, pero también se utilizó, sobre todo en Aristó- fanes, de manera irónica, para ridiculizar a maestros como Sócrates, que era un 'sofista' en el sentido que entonces se daba a esa palabra. A su vez, <pLAóao<p05' se empleaba como sinónimo de ao<pLGTTís-. Platón modificó el sentido y las relaciones estructurales de los tres términos. Es decir, llevó a cabo operaciones de resignifica- cián y de disociación: reformuló los sentidos de los términos <pLAóao<pos- y aO<pLGTTís- haciéndo- los antitéticos. Como puede observarse en los diálogos, la resignificación se realizó de manera paulatina, y la oposición entre los términos no fue completa sino vacilante. Platón prefirió lla- marse a sí mismo <pLAóao<pos-y ao<pLaTaL a sus adversarios. Fue así como se crearon los nuevos conceptos y nació la filosofía. Palabras clave: ao<pLGTTí5', <pLAóao<p05', Platón. La distinción entre el filósofo y el sofista, afirma Noburu Notomi (1999: 73), "no es un problema meramente histórico, sino uno de los problemas universales más importantes de la filosofía". El sofista y el filósofo son como las dos caras de una moneda, y al definir al uno, por su oposición mutua, se define al otro. Para ser un verdadero filósofo es necesario saber qué es un sofista, para expulsarlo constantemente fuera de uno. En estas páginas intentaré describir la forma en que Platón utilizó ambos conceptos, que no es un hecho sin importancia sino el acontecimiento fundacional del propio concepto de "filosofía". En principio se puede decir que, para lograr esta proeza de la inteligencia, Platón resignifica los conceptos recibidos: ao<pó5', ao<pLaTTÍ5' y <pLAóao<p05', y rompe la organización conceptual existente, sustituyendo las relaciones comunes Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVI (117/118),49-59, Enero-Agosto 2008

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Gerardo Ramírez Vidal

El Sofista y el filósofo en Platón

Abstract. In the beginning, the wordaoqnaTTís- was employed as the noun form oftheadjective ao<pós- or as a synonym of ó ao<pós-.Furthermore, in the V century, this noun wasemployed, generally, to designate previous andcontemporary great thinkers indiscriminately;but it was also used, especially in Aristophanes,in a ironic way to ridicule masters such asSocrates, who was a "sophist" in the sensewhich this word had at that time. <1>LAóao<pos-was also used as a synonym for ao<pLGTTís-.Plato modified the meaning and the structuralrelationship of these three terms. That is to say,he carried out operations of redefining and dis-association: he reformulated the meanings ofthewords <pLAóao<pos- and ao<pLGTTís-, making themantithetical. As you can see, in the dialogues theredefining was done gradually, and the opposi-tion between these terms was never complete butvariable. Plato preferred to refer to himself as a<pLAóao<pos-and lo his adversaries as ao<pLGTaL.In this manner new concepts were created, andphilosophy was born.

Key Words: ao<pLGTTís-,<pLAóao<p05', Plato.

Resumen. En sus orígenes el término ccóio-rrís se empleó como el sustantivo del adjetivoao<pós- o como sinónimo de ó ao<pós-. Asimismo,en el siglo V. aquel sustantivo se empleó, engeneral, para designar a grandes pensadoresanteriores y contemporáneos indistintamente,pero también se utilizó, sobre todo en Aristó-fanes, de manera irónica, para ridiculizar amaestros como Sócrates, que era un 'sofista' enel sentido que entonces se daba a esa palabra. A

su vez, <pLAóao<p05' se empleaba como sinónimode ao<pLGTTís-. Platón modificó el sentido y lasrelaciones estructurales de los tres términos. Esdecir, llevó a cabo operaciones de resignifica-cián y de disociación: reformuló los sentidos delos términos <pLAóao<pos-y aO<pLGTTís-haciéndo-los antitéticos. Como puede observarse en losdiálogos, la resignificación se realizó de manerapaulatina, y la oposición entre los términos nofue completa sino vacilante. Platón prefirió lla-marse a sí mismo <pLAóao<pos-y ao<pLaTaL a susadversarios. Fue así como se crearon los nuevosconceptos y nació la filosofía.

Palabras clave: ao<pLGTTí5', <pLAóao<p05',Platón.

La distinción entre el filósofo y el sofista,afirma Noburu Notomi (1999: 73), "no es unproblema meramente histórico, sino uno de losproblemas universales más importantes de lafilosofía". El sofista y el filósofo son como lasdos caras de una moneda, y al definir al uno, porsu oposición mutua, se define al otro. Para ser unverdadero filósofo es necesario saber qué es unsofista, para expulsarlo constantemente fuera deuno. En estas páginas intentaré describir la formaen que Platón utilizó ambos conceptos, que no esun hecho sin importancia sino el acontecimientofundacional del propio concepto de "filosofía".

En principio se puede decir que, para lograresta proeza de la inteligencia, Platón resignificalos conceptos recibidos: ao<pó5', ao<pLaTTÍ5' y<pLAóao<p05', y rompe la organización conceptualexistente, sustituyendo las relaciones comunes

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entre los tres términos por una nueva estructurasemántica basada en una dicotomía, esto es, enuna antítesis entre sofista y filósofo que antesdel Filósofo no existía (a esta operación se leconoce como disociación).(l) De esta manera, lostres términos, que antes se aplicaban en un solosentido ("hábil", "hombre hábil" e "inclinado a lahabilidad"), ahora designan diferentes personas(la divinidad, el sofista y el filósofo).

Empero, Platón no lleva a cabo esta opera-ción desde un principio, sino que la fue reali-zando de manera paulatina y nunca de maneracompleta, como puede observarse al estudiar laevolución de dichos términos de manera crono-lógica en sus diálogos. En otras palabras, Platónemplea ao<pós, aO<pLaTTísy <pLAóao<poscon lossentidos predominantes que esas palabras teníanhasta la primera década del siglo IV a. C., ypresenta al sofista de manera positiva todavíaen sus diálogos tardíos, como después veremos.Pero también emplea ambos términos con nuevossignificados que, a la postre, desplazarán sus sen-tidos originales.

Antes de abordar el problema sobre el usoque Platón hace de los términos indicados, (2)es pertinente señalar de manera sumaria y desdeel punto de vista cuantitativo la recurrencia deesos términos en el corpus platonicum. (3) Lapalabra ao<pós y sus compuestos aparecen cercade 1400 veces. De este total, ao<pós se encuentra500 veces y coórc, 424. La segunda palabra másusada es <pLAóao<posy su verbo correspondiente(350); mientras que aO<pLaTTísy su verbo apare-cen 149 veces. Posteriormente explicaremos conmayor detalle los registros particulares. Por ahoraes oportuno observar que la palabra aO<pLaTTísaparece con mucho menos frecuencia que lasotras dos. Asimismo, las acepciones de cada unode los tres términos son muy variadas, y a vecesopuestas. Podemos distinguir estas acepciones endos grupos: a. Las originales, que aparecen en lasdiferentes obras de la literatura griega, desde lospoemas homéricos hasta los textos del siglo IV(que llamaremos "sentido originario"), y b. Losnuevos sentidos que Platón agrega y que se harántradicionales (resignificación).

Como la palabra básica es ao<pós, -úr, habráque explicarla antes de aventurarse a entenderlos otros dos términos. Para ello recurriremos a

los textos originales, aunque, debido a la enormecantidad de ejemplos, debemos contentamos conhacer una ligera exploración de cada uno de lostérminos objeto de nuestro análisis. (4)

l. Platón, Apología 2lc5-8: E8o~É ¡lOLOÚTOSÓ aVrlP 80KELV¡lEVELVaLao<pos d'HoLs TETToHoLs av8pWTToLS KaL ¡laALaTa ÉaUT0),ELVaL8' oU' KaTTELTaE'TTELPW¡ll1VUlJT0 8ELK-VÚVaL ó n OCOLTO¡lEv ELVaLooóos, ECll 8'oU.

Me pareció que este hombre era tenido comoun experto por mucha gente y sobre todo porsí mismo, pero no lo era. Luego intentaba yomostrarle que él creía ser un experto pero nolo era.

La Apología, un diálogo de juventud, aunqueno necesariamente el primero, (5) representaun precioso resumen de los sentidos de ao<pCa,palabra que se encontraba muy difundida en laépoca clásica y que adquirió un largo prestigioen la civilización occidental, pero con un senti-do secundario que Platón le asignó plenamente:esto es, el de sabiduría en un sentido teórico. (6)Detengámonos primero en los usos originales deao<pós, y después veamos las innovaciones.

¿o<pós es un adjetivo de etimología desco-nocida. En los textos literarios desde Horneroal siglo VI a. C. se utilizó para calificar como"hábil", "experto" o "ingenioso" a quien reali-zaba con destreza oficios o actividades manua-les (TÉXVaL), como la carpintería. El artesanoao<pós es alguien de reconocido prestigio quese distinguía del artesano común y corriente;una persona "sobresaliente" (Heidegger, 2001,35). Posteriormente, en el siglo V, se empleópara calificar no sólo a los artesanos notablessino también a personajes que desarrollaban demanera admirable actividades intelectivas, enparticular, a los poetas, los músicos y los adivinosy a personas que tenían muchos conocimientos(TToAu¡la8aC). Se utiliza también con el sentidode "prudente", como sinónimo de <ppÓVL¡lOS.(7)La palabra empieza a aparecer también en forma

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sustantivada (ó ao<j>ós).Para Disxaut (46), la evo-lución semántica de la palabra sophía "no es másque la historia del desarrollo de la cultura humanay de las valorizaciones sucesivas que acompañanlas etapas del proceso de civilización".

En la Apología las palabras ao<j>ós y ao<j>Caaparecen en 37 ocasiones con diferentes sentidos.Por ejemplo, se aplica a varios tipos de personassobresalientes en determinado arte o actividad:los políticos, los poetas y los artesanos. Platónno se refiere sólo a la habilidad, sino también alconocimiento teórico sobre el campo de acciónde cada uno de los tres grupos. Sócrates había lle-gado a las siguientes conclusiones: los primeros,esto es, los políticos, no son conocedores en abso-luto; los segundos, los poetas, tienen un talentoparticular, que no proviene del aprendizaje, y enfin los artesanos poseen una verdadera habilidad,pero la posesión de este saber práctico no lossalva de la ignorancia (dllUeCa), pues su habilidades puramente manual. En el pasaje reproducidoantes encontramos el doble sentido de la pala-bra: algunas personas eran hábiles (ao<j>ós) en elsentido originario, pero no lo eran con base enel nuevo sentido que Platón asigna a la palabra.De acuerdo con el uso común y corriente, lospersonajes interrogados por Sócrates muy proba-blemente eran hábiles y sobresalientes en su dis-ciplina y oficio, aunque no supieran teóricamentedefinir su actividad.

2. Platón, Apología 18b6-18cl: EaTLV TLS¿wKpáT~S ao<j>os dv~p, Tá TE ~ETÉwpa<j>pOVTLaT~S KaL Td ÚTTO y~S TTáVTadVE(~T~KWs Kal TOV ~'TTWAÓyOV KpELTTWTTOLWV.

Hay un cierto Sócrates que es un hombrediestro, entendido en el estudio de los cuerposcelestes, escudriñador de todo lo subterráneoy capaz de hacer fuerte el discurso débil.

A los tres grupos que identifica el Sócratesplatónico como cooot' (los políticos, los poetas ylos artesanos) se agrega también en este pasaje dela Apología dos clases más: la de los fisiólogos y lade los oradores. En ambas se encuentra Sócrates,por lo menos para sus acusadores. Platón registra

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las acusaciones que supuestamente se dirigieroncontra Sócrates. Se le acusa de ser un ao<j>ós,que aquí tiene un sentido ambiguo e irónico. Loshombres prominentes son a menudo objeto de laadmiración, pero también de la envidia de la genteordinaria. El común de los atenienses de la épocaen que la Apología fue escrita podía entender esapalabra de manera negativa. Pero el Sócrates dePlatón lo usan en sentido positivo. Es importantesubrayar que el término se aplicaba a clases depersonas muy diferentes. Pero Platón resignificael término, como veremos en seguida.

3. Platón, Apología 23a5-7: TO 8E KLV8uVEÚEl,W av8pES, T0 OVTL Ó 8EOSao<j>osdVaL, KaLEv T0 xp~a~0 TOÚT4lTOUrOAÉyELv,ó'TL~dVepWTTCV~ ao<j>LaÓALyOUTLVOS d~Ca EaTLvKaL OU8EVÓS.

Pero existe el riesgo, señores, de que en reali-dad el dios sea sabio y que en este oráculo sediga esto, que la sabiduría humana es dignade poco o de nada.

Ya en este diálogo aparece en Platón la ideade que sólo el dios puede ser sabio, mientras quela ao<j>Ca humana es poco o nada frente a la ao<j>Ladivina. De esta manera, el Filósofo da un nuevosentido a ao<j>ósy a ooó ea, de modo que el sentidocorriente de ao<j>ós se sustituye por otro que yano tiene que ver con la habilidad manual. El temavolverá a aparecer en el Banquete (204a), donde seafirma que ningún dios filosofa ni desea llegar aser sabio, pues ya lo es (8EWVOU8ElS<j>LAoao<j>EÍ:ou8' ETTLeU~ELao<j>os YEvÉa8m -EaTLyáp) y enel Fedro (278d) que examinaremos en seguida.

4. Platón, Fedro 278d3-6: ZO. To ~Ev ao<j>óv,W <l>aí:8pE,KaAELvE~OLYE~Éya ELVaL80KELKaL 8E0 ~ÓV4l TTpÉTTELV'TO 8E ~ <j>LAóao-<j>ov ~' TOLOUróv TL ~w...AÓV TE av aUT0 KaLawóTToL Kal E~~EAECJTÉpWSEXOL.

SÓCRATES.-¡Oh Fedro!, el llamarlo ao<j>ós amí por lo menos me parece ser mucho y quees apropiado sólo a una divinidad; en cam-bio, [llamarlo] philósophos o algo semejantemás a él se adaptaría y estaría más a tono.

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La Apología pertenece a las obras de juven-tud de Platón, aunque los estudiosos no se ponende acuerdo en su datación, pues unos (la mayoría)ubican este diálogo al inicio de todo el corpus,mientras que otros al final, inmediatamente antesdel Protágoras. En cambio, el Banquete y el Fedroson discursos de la madurez (385-370), siendo elprimero de éstos anterior al segundo (separadospor la República). En los tres pasajes el sentido deao·<pós parece haber evolucionado, como si en elprimero Platón enunciara apenas la idea de mane-ra insegura ("Existe el riesgo, es probable que enrealidad ..."); en el segundo, expresa con firmezaque la divinidad es sabia; en el tercero Platón nose refiere en primer lugar a la divinidad, sino alhombre: éste no puede ser sabio.

En el pasaje indicado del Fedro, Sócratesestá reflexionando sobre el nombre que se ledebería dar a Lisias, el maestro de discursos, encaso de que éste llegara a demostrar que su cono-cimiento supera lo que está escrito en su discursoerótico, y señala que no sería el de ao<pós -puesao<pós debe aplicarse sólo a la divinidad-, sino elde <pLAoao<pós.Es como si en la Apología y en elBanquete se expusiera la premisa y en el Fedrola conclusión: la divinidad es sabia, por lo tanto,el hombre no puede serio; sólo puede ser filósofo.Nos interesa la palabra coóúr, pero me pareceque el sentido platónico de <pLAoao<pLatodavíano se encuentra plenamente establecido en estepasaje del Fedro, y tampoco está definido, comodespués veremos (texto 11).

Como podrá observarse, el Filósofo estáindicando qué denominación podría darse a unlogógrafo como Lisias. Descarta el de ao<pós,pues éste puede darse sólo a los dioses (con baseen el nuevo sentido que él le asigna). Le vendríabien el de <pLAóao<pos (con base en el sentidooriginario) u otro término como ése (por ejemplo,"sofista"). Desde nuestro punto de vista, el proble-ma de esta interpretación se localiza en la partefinal. Lisias puede ser un filósofo, pero Platón noestá pensando en que Lisias puede ser un filósofoplatónico; no se le puede otorgar este título con elnuevo sentido de la palabra. En otras palabras, aLisias se le puede otorgar la categoría de filósofode discursos, como Isócrates, pero no el de unapersona que aspira a la verdad. Por tanto, de unlado, en este pasaje la palabra ao<pós no se refiere

a la actividad especulativa, como parece probarloel hecho de que sólo los dioses pueden ser coóor,y los dioses no especulan. Por otro, tampoco lapalabra <pLAóao<postiene un sentido especulativo,sino su sentido originario, específicamente referi-do a la elaboración de discursos, que es el asuntoque se está discutiendo. Por ello también pocodespués se afirma que Isócrates es un filósofo,esto es, una persona aficionada o muy apta en laelaboración de discursos. Vemos aquí que ao<pósya se ha resignificado; <pLAóao<posestá en pro-ceso. Pero antes de abordar el uso de esta últimapalabra, volvamos a los diálogos anteriores paraanalizar el uso de ao<pwTTís.

5. Platón, Apología 20a2-b5.

aAAos a'vTÍPEaTLTIa'pLOsEv8a'8E ao<pos ó'vEyW i]a8óllr¡V ETTL8r¡llouJTa· E'Tuxov ydpTIpOaEA8wv dv8pl ó's TETÉAEKEXPTÍllaTaaO<pwTals" TIAELWTi aÚIlTIaVTES oí aAAoL,KaAALctT0 'ITITIOVLKou·TOVrOVOUVdvr¡-PÓIlr¡V -EaTOV ydp mh0 8úo ÚEL- ""'0KaAALa,"~v8' Eyw,"ElIlÉvaouTw ÚELTIWAWTi Ilóaxw EYEvÉa8r¡v, ElXOIlEV clV mÍToLvETTLaTaTr¡v Aa~ELv KaL Ilw8waaa8m ó'sEIlEAAEVmhw KaAWTE Kdya8w TIOLTÍaELVTTjv rrpoorjkououv dPETTÍv,~v 8' clVOUTOSTi TWVl TITTLKWVTLS Ti TWVyEWpyLKWV·VUV8' ETIEL8~ a'v8púÍTIW EaTóv, rú-c atÍTOLvEV v0 EXELSETTLaTaTr¡vAa~ELv; TLS Ti¡STOWÚTr¡Sa'pETlls, Tlls a'V8PWTILVr¡sTE KaLTIOALTLKi¡S,ETTLaTTÍllwvEaTLv;

Hay otro hombre aquí, un ciudadano deParos, un maestro, de quien yo me enteréque se encontraba [en Atenas]. En efecto,un día llegué por caso con un hombre queha gastado con los sofistas más dinero quetodos los demás juntos: Calias, el hijo deHipónico. A éste pregunté -él tiene dos hijos-"Oh Calias -le dije-, si tus dos hijos fueranpotrillos o becerros, tendríamos que tomary pagar como su arrendador a aquel quelos fuera a hacer los mejores en su cualidad(OpETTÍ) respectiva, y éste sería un arren-dador de caballos o de bestias. Más, puesto

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que son personas, ¿a quién tienes en mentepara tomarlo como su instructor? ¿Quién esconocedor en tal cualidad humana y políticaa la vez?

Como hemos visto, Platón utiliza en laApología las palabras ao<j)ós y ao<j)wTTÍS' comoadjetivo y sustantivo del mismo grupo semántica,aunque la segunda aparece sólo una vez en todoel diálogo, como ya lo hemos notado. El Filósofose apega al sentido originario.

Sobre ao<j)ós, -úr ya se ha dicho suficiente.Ahora es necesario dar alguna información sobrela palabra ao<j)wTTís en Platón: ¿o<j)WTTís es unsustantivo en TTÍS,derivado del verbo ao<j)L(o~aLy perteneciente a la familia de ao<j)ós, que tienela función de adjetivo y de sustantivo con la ante-posición del artículo. ¿O<j)WTTÍSse empezó a uti-lizar sólo a inicios del siglo V, primero de maneraesporádica para referirse al 'hombre hábil', a la'persona prudente' o al 'experto' en una deter-minada práctica manual y después para designartambién a los poseedores de sabiduría o conoci-mientos prácticos, como los poetas, los músicos,los médicos, los políticos y, de manera particular,a los grandes maestros del discurso de los siglosV y IV a. C. Como en el caso de ao<j)ós, es unapalabra polisémica. Isócrates (siglo IV) utilizade una manera precisa y en su sentido corrienteese término, con el que designaba a los filósofosnaturalistas, a los siete sofistas, a los filósofos del~iscurso, a los dialécticos (Platón y su escuela).Este fue, pues, el sentido corriente y no es extrañoentonces que Su idas afirme que en la Antigüedadse llamaba sofista al ao<j)ós.

En su origen, ao<j)wTTÍS no tiene una con-notación peyorativa, sino, por el contrario, eraun término de prestigio otorgado a personajessobresalientes y este uso será el predominanteen toda la antigüedad clásica. Sin embargo, yaa finales del siglo V empieza a utilizarse con unsentido irónico primero y denigrante después. Enlas Nubes de Aristófanes, se aplica a Sócrates eladjetivo ao<j)ós y se le designa como ao<j)wTTÍS.El propio Isócrates, aunque emplea la palabracon el sentido positivo predominante en su época,indica que también se aplicaba a personas que, enrealidad, no eran verdaderos sofistas, pero decían

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serio. En consecuencia, este uso circulaba en laépoca de Platón, quien se aprovechará de éstospara resignificar los términos y disociarlos.

Por otra parte, de un análisis de la incidenciadel término ao<j)wTTÍS en los diálogos podre-mos constatar un hecho extraño. Esa palabra ysu verbo aparecen en Platón 149 veces, pero unpoco más de la mitad de ese número se encuentraacumulado en el Protágoras (30 veces) y en elSofista (46). De tal manera que en los demás diá-logos resulta bastante escaso. La palabra apareceaproximadamente dos veces en cada diálogo. Porlo tanto no debe extrañar que en la Apología eltérmino ao<j)wTTÍS aparezca una sola vez, (8) lomismo que en las Leyes.

En cuanto al pasaje de la Apología, Sócratesrememora un diálogo que había tenido con Calias,un mecenas de esos maestros. Éste había contra-tado a Eveno de Paros para educar a sus hijos porcinco minas. Eveno es presentado primero comoao<j)ós y después como uno de los sofistas.

Sócrates (no me refiero al Sócrates real, sinoal literario) se dirige a Calias de manera mordaz:"si tus hijos fueran potrillos o becerros ...". Pocoantes Sócrates había atribuido la costumbre decobrar por enseñar a Gorgias, Pródico e Hipias,aprobando que ellos se dedicaran a enseñar. (9)Se trata, desde mi punto de vista, de un tipode ao<j)ós - ao<j)wTTÍS diferente de los ya antesvistos: el de los grandes maestros que cobrabanpor enseñar asuntos ético-políticos. No debeconfundirse a estos maestros con los oradores,aunque estos sofistas podían enseñar la destrezaoratoria y las capacidades de los demás (como eraprecisamente el caso de Sócrates). La expresiónTTlSTOWÚTTlSdpETTlS,TTlSdv8pwTTLvTJSTE KalTTOAlTLKTlSdefine perfectamente a ese tipo desofista, maestro de la virtud humanística y políti-ca, entendiendo virtud como excelencia (ao<j) La).Eveno de Paros, que es presentado por Platóncomo un gran ao<j)ós, tal vez con ironía, actual-mente es considerado como poeta y filósofo, masno como sofista.

6. Platón, Protágoras 316d.

EYW 8E T~V ao<j)WTLK~VTÉXVTJV<j)TJ~L~EVELVaLTTaAaLáv,TOUS8E ~ETaXElpl(o~ÉVOus

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núrriv TWV TTaAatWVav8pwv <j>o~ou~ÉVousTO ETTax8ES mhijs TTpÓCJXTWaTTOLElCJ6atKaL TTpOKaAÚTTTECJ6atTOllS ~Ev TTOLllCJLVOlOV "O~llPÓV TE KaL 'HCJL080v KaL¿l~wVL811V TOllS 8E au TEAETás TE KaLXPllCJ~4l8Las TOllS d~<j>LTE 'Opóéc KaLMOUCJaLOV'E'VLOUS8É TlVas ~CJ811~at KaLyu~VaCJTlKTÍvOLOV"IKKos TE Ó TapaVTLVOSKaL Ó VUV ETl WV OU8EVOSrí'TTWVCJO<j>WT~S

'Hpó8LKOS Ó ¿llAU~~PWVÓS.

Yo afirmo que el arte sofístico es muyantiguo, pero los hombres antiguos que loempleaban, temiendo lo desagradable deésta, la disimularon y la ocultaron unos conla poesía, como Hornero, Hesíodo y Simóni-des, otros, por su parte, con ritos religiososy oráculos, como los discípulos de Orfeo yMuseo; algunos más, considero, incluso conla gimnástica, como leo el tarentino, y quienahora es un sofista no inferior a ninguno,Heródico de Selimbria.

El Protágoras es, tal vez, el último de losdiálogos de juventud poco posterior a la Apolo-gía, en el que ya notamos cambios significativos.En primer lugar, la palabra CJO<j>WTTÍSse empleacon una frecuencia excepcional; mientras tanto eltérmino <j>LAoCJo<j>Lacontinúa extendiéndose.

La afirmación de Protágoras (siempre segúnPlatón) de que la sofística era un arte antigua yde que fueron sofistas también Hornero, Hesío-do y Simónides y otros, parece apegarse a larealidad, pero en cuanto esa palabra designabaa cualquier persona que fuera sobresaliente enalguna actividad. En el siglo Y, el término CJo<j>w-TTÍStenía un uso común: designaba no sólo a lossofistas reconocidos posteriormente como tales,sino también a los filósofos naturalistas, a lospoetas, a los músicos, a los oradores y a muchosotros. Por ejemplo, en el Lisis, Sócrates se refierea Mico, de su propio círculo y maestro de jóve-nes, como "hábil sofista". Platón también podíadesignar a esas mismas personas como CJO<j>OLo <j>LAÓCJO<j>Ol.Platón no se libró enteramente delos usos comunes, y en este caso da a la sofísticaun sentido en apariencia positivo, pues, entendidaen su sentido más amplio, era -para Protágoras y

según las palabras que el filósofo Platón pone ensu boca- muy antigua. Sin embargo, ese apegoal empleo tradicional es aparente, pues Platónresignifica el término con un dato nuevo: quienesla practicaban la habían ocultado porque era des-agradable (TO ETTax8ÉS).Atribuir a Protágorasuna autodescalificación semejante contribuía adirigir al lector hacia donde el filósofo queríaque fuera, esto es, al rechazo de quienes Platóncalifica de sofistas, entre quienes coloca a Pro-tágoras, que aparece como su máximo represen-tante. Este empleo negativo se vuelve primario enPlatón dentro de una distinción polar clave en supensamiento (disimilación): existe una sofísticabuena y una mala. La buena es la filosofía. Platóntambién opera una resignificación de las palabrasCJo<j>ósy <j>LAÓCJO<j>OL.Son los usos que heredaráPlatón a la cultura occidental.

Sobre este texto es necesario hacer ademásla siguiente consideración: El pasaje platónico noreproduce el pensamiento de Protágoras, porque,entre otras razones, el término CJO<j>WTTÍSnotenía aún la carga negativa en la fecha dramáticadel diálogo (antes de la Guerra del Peloponeso).Heródico de Selimbria, considerado en el textocomo uno de los gtandes sofistas, es el funda-dor de la medicina deportiva. Sin embargo, noparece haber sido muy conocido. Es probable quese trate de una ironía más de Platón: "este per-fecto desconocido es el más connotado de estossabihondos".

7. Platón, Cratilo 396el-397al:

¿o. [...]xpijval OlJTWCJLTÍ~as TToLijCJaL'TO ~EvTTÍ~Epov ElVat XPTÍCJaCJ8aLaUTD KaL TaAOLTTaTTEPLTWV OVO~áTWV ETTLCJKÉ4WCJ8aL,cúpi ov 8E', a'v KaL Ú ~¡:v CJUV80Ki),dTT08LoTTO~TTllCJÓ~E6á TE a1ÍTTjv KaLKa8apoÚ~E8a EEEUPÓVTES ó'CJTLS Td+otoúrc 8Elvos Ka6aCpElV,ELTETWV lEpÉWVTlS ELTETWV CJO<j>LCJTWV.

Es necesario que procedamos así: hoy habráque emplearla [la sabiduría de Eutifrón] einvestigar lo restante acerca de los nombres;mañana, si estáis de acuerdo la expulsare-mos y nos purificaremos encontrando a la

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persona que sea capaz de hacer tales purifi-caciones, ya sea entre los sacerdotes ya entrelos sofistas.

El Cratilo es un diálogo de la época de tran-sición; por lo tanto es posterior al Protágoras poralgunos años. Platón sigue empleando la pala-bra ao<j:>wTTÍSen el sentido originario. Notomiafirma (1999, 54) que "Platón -a diferencia deIsócrates- nunca usa la palabra 'so fista' en unsentido positivo", aunque incluye entre parén-tesis "excepto en pocos casos donde la palabraes usada en el viejo sentido". De ello podemosconcluir que incluso Platón no siempre empleala palabra ao<j:>wTTÍSen sentido negativo. Losejemplos de usos de esta palabra en el sentidooriginario (empleo positivo), son: Protágoras312c5-6, Menán 85b4, Cratilo 403e4, Simposio203d8, República X 596dl (aunque en este casoen sentido irónico) y Minos 319c3-6 (espurio). Sinembargo, no me parece que sean pocos los casosen que Platón emplea esa palabra y sus derivadosa la manera antigua, esto es, positiva. En efecto,veremos mucho después, en el diálogo Sofista, dela época de la vejez, que Platón sigue utilizando elsentido positivo, como en la expresión "sofísticade noble estirpe" (que aquí no vamos a analizar),donde es evidente que el Filósofo distingue dossofísticas: una mala y otra buena. Esta última esla filosofía, es decir, "sofística de noble estirpe".Otro ejemplo de uso positivo se encuentra en estepasaje, donde el ao<j:>wTTÍSdesigna a un expertoen la purificación, en el primer caso junto alsacerdote, aunque tal vez sea de nueva cuenta unuso irónico, que de cualquier modo compruebaque el sentido positivo continuaba vigente. Otrofenómeno que se debe subrayar es que este usooriginario se sigue conservando a lo largo delos diálogos, junto al nuevo, que es mucho másfrecuente.

De esta manera, Platón ha operado una seriede cambios semánticos en los dos términos estu-diados y ha alterado la relación de sinonimia entreellos. Lo mismo hará en el caso de <j:>LAoao<j:>Lay<j:>LAóao<j:>os,pero como veremos no logra estable-cer un significado claro para estos términos, queempero serán bien entendidos con la connotación

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negativa dada a ao<j:>LaTTÍS.El concepto positivose define por su opuesto (Notomi 1999).

<1>1Am:;O<l> I A

8. Platón, Apología 23d5-7.

Ta KaTa rrdvrtov TWV <j:>LAoao<j:>oúvTWVrrpÓXELpaTaíha AÉyouaLV,on "rd ~ETÉwpaKaL Ta iirró yijs" KaL "6EOUS~rj vO~L(ELV"KaL "TOV ~'TTWAÓyOVKpELTTwrroteiv."

Hacen estas acusaciones corrientes contratodos los que se dedican a la filosofía: "lascosas del cielo y de debajo de la tierra", "norespetan a los dioses" y "hacen fuerte el dis-curso débil".

Vemos que en la Apología de Platón apare-cen registrados los términos ao<j:>ós,-La, con sen-tidos diversos, y que ao<j:>LaTTÍSes sinónimo deao<j:>ós.En este mismo diálogo se emplea el verbo<j:>LAóao<j:>os,-i'o , y su verbo correspondiente,como sinónimos de ao<j:>ós,-La, como vemos en elfragmento citado. Antes de comentar el pasaje esnecesario hacer una reflexión. Este grupo de pala-bras compuesta se encuentra más de 350 veces ensus diálogos, esto es, más del doble que la palabraao<j:>wTTÍSy sus compuestos A diferencia de estaúltima, se puede observar una interesante regula-ridad por el incremento constante del empleo de<j:>LAóao<j:>os.En los discursos más antiguos casino aparece, pero paulatinamente se verifica unincremento constante que alcanza su máximo enel Fedán y en la República, para después descen-der, de modo que en las Leyes aparece sólo dosveces. Se crea, pues, una especie de parábola muyinteresante. Este fenómeno podría tal vez ser útilen la datación de los diálogos.

El sentido de la palabra también parece evo-lucionar del sentido general que tenía a finales delsiglo V a una connotación específica. En efecto,debemos recordar que la palabra <j:>LAóao<j:>osnoera frecuente y estaba poco caracterizada, pero,en sentido estricto, no se empleó originalmentepara referirse a la persona que se dedica metódi-camente a la adquisición de la sabiduría. Desig-naba a la persona que tenía destreza en alguna

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determinada disciplina o inclinación a un sabergeneral. Así, por ejemplo, filósofos son todos losatenienses en cuanto están predispuestos a resol-ver con destreza sus asuntos políticos (TucídidesII40).

En cuanto al pasaje anterior, se debe notarque en la Apología(lO) aparece una vez el sus-tantivo y tres veces el verbo mientras en el Ion,Critón, Eutifrón Laques e Hipias Mayor no apa-rece la palabra en cuestión, y en Hipias Menor yCármides aparece una sola vez (recordemos queel uso de esa palabra había sido muy poco fre-cuente). Es probable que la Apología sea posteriora todos ellos.

Con la expresión TTávTWVTWV qnAoaoúvTwv("todos los que se dedican a la filosofía") Platónse refiere tanto a los fisiólogos como a losoradores, como puede deducirse por la clasede acusaciones de que los "filósofos" son obje-to (cf. texto núm. 2). Se puede observar queentre <plAóao<pol, coóoi' y ao<pLaTal existe unacomunión por las actividades que desarrollan: lafilosofía natural y la oratoria. No encontramosen este caso un sentido marcadamente diferenteal originario.

En conclusión, por una parte, las tres palabrasen cuestión aparecen como sinónimos en Platón,tal como se daba en el uso común y corriente ensu época. El filósofo emplear los significadosprimarios, pero agrega otros nuevos sentidos;resignifica los términos mencionados. Así sucedecon la palabra ao<póS', -la. Así también sucederácon la palabra <plAóao<poS'.

9. Platón, Eutidemo 288d8:

'H 8É yE <plAoao<pla KTijalS'ETTlaní 11-1lS"

La filosofía es una posesión deconocimiento.

El Eutidemo es un diálogo posterior alGorgias (ambos pertenecen a los diálogos detransición, esto es, del 388 al 385). Platón intentadefinir la filosofía para diferenciarla de la sofís-tica. Al definir <plAoao<pla como "posesión de

conocimiento", se puede pensar que también laccóic., la aO<pLaTlKTÍ,la PllTOplKTÍy otras dis-ciplinas son también posesión de conocimientos.En efecto, quien haya adquirido cualquier o oóú;

(el carpintero, el médico, el adivino, el poeta, etc.)podría ser denominado <pLAÓao<pOS'(cf. Brisson2003, 45). Sin embargo, la posesión del cono-cimiento filosófico es diferente: la ao<pla en susentido tradicional sería una simple acumulación;la sofística, según Platón, un conocimiento apa-rente. Afirma Brisson 2003,45:

para Platón, el término philosophia no desig-na ya el aprendizaje de una sophia humana,cuyo contenido puede variar al infinito. Elladeviene una aspiración a una sophía quesobrepasa las posibilidades humanas, puessu fin último es la contemplación de uncampo de objetos, el mundo de las formasinteligibles, del cual el mundo de las cosassensibles, donde ha caído el alma humana,por un tiempo al menos, no es sino un refle-jo. Ahora bien, según parece, es éste pre-cisamente el sentido de philásophos en lospasajes citados del Banquete y del Fedro.

Este sentido de la filosofía en los dos diálo-gos señalados aparece también en el Eutidemo, locual no debe parecer extraño, pues antecede a losdos por algunos años.

El diálogo tenía como propósito ridiculizar ala escuela megárica, que no era una escuela sofís-tica como suele entenderse de manera tradicionalla palabra, pero sí lo era en su sentido originario.De esta manera, podemos decir que la filosofíaplatónica no se oponía sólo a la sofística, sinotambién a las demás escuelas socráticas, por lomenos la megárica, a la que el Filósofo caracte-riza como sofística, aunque todos los filósofosmayores podían considerarse como sofistas, en elsentido originario mas no en el nuevo.

En fin, podemos observar que Platón atribu-ye una serie de sofismas a la filosofía megárica,que como hemos dicho no eran sofistas en elsentido negativo. Entonces, podemos concluirque Platón presenta las falacias como una formade pensamiento que podía encontrarse en las

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diferentes escuelas de filosofía. Este sentido es elque desarrollará Aristóteles.

10. Platón, República 488b3:

aXPllaTOL TOLS"rroAAoLS"oí ETTLELKÉaTuToLTWV EVq>LAOao<pCq

Inútiles a la mayoría son los mejoresfilósofos.

La República pertenece al periodo de madu-rez de Platón (385-370), pero la obra todavíarefleja el sentido común y corriente que entoncestenían los términos objeto de nuestro análisis: allado de su valor positivo presentan también elnegativo. Esto sucede con la palabra ao<pLaTTÍS"y con <pLAóao<poS",aunque en este caso el sentidopositivo es más frecuente: la filosofía es una acti-vidad que puede dar orgullo a alguien.

Entre los profanos, la filosofía tenía confrecuencia una carga fuertemente negativa en laépoca de Platón; en particular se le consideradacomo una actividad inútil. Las opiniones nega-tivas eran del dominio común, como aparece enautores que presentan las paradojas de los filó-sofos: dicen o prometen una cosa en teoría, peroen la práctica son incapaces de realizar bien lascosas (cf. Jaeger, 1983, 153, e Isócrates, Contralos sofistas 7-8). Paradójicamente es sobre todoPlatón quien testimonia esta animadversión con-tra la filosofía en diferentes pasajes de sus obras,(11) como el que aquí se presenta. Los filósofos,en particular, recibían crudos ataques. (12)

11. Platón, Sofista 216b-c:

KUC 1l0L 80KEL 6EOS" IlEv dvrip ou8UIlWS"ELVaL, 6ELOS"IlTÍv' rrávTuS" ycip Eyw TOUs-<pLAoaó<pouS"TOLOÚTOUS"rrpoccvopeuo.

A mí me parece que ningún hombre es enabsoluto un dios, pero sí divino, pues a todoslos filósofos yo los llamo de esta manera.

El Sofista es un diálogo de la vejez (369-347)en el que reaparece el tópico de la sabiduría comouna posesión exclusiva de la divinidad que ya seha visto aparecer en varios pasajes de los diálogos

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platónicos (Apología, Banquete y Fedro), pero demanera diferente, como si se hiciera una correc-ción a la afirmación tajante ya vista en el Fedro(texto 4), diálogo de la madurez. En este pasajeencontramos que el extranjero de Elea no es undios pero si un ser divino, por el hecho de serfilósofo. La afirmación de que sólo la divinidadpuede ser sabia iba unida a la idea de que el serhumano sólo puede aspirar a la sabiduría.

Ya hemos analizado estos pasajes en relacióncon ao<póS"(textos 3 y 4); ahora analizaremos eltexto del Sofista en relación con el <pLAóao<poS".La afirmación de que el hombre sólo puede aspi-rar a la filosofía ha dado origen a una larga dis-puta entre quienes sostienen que Platón utiliza lapalabra filosofía inspirándose en Pitágoras y losque piensan que fue él quien dio a ese término esenuevo sentido. Las dos orientaciones provienende diferentes interpretaciones de una anécdotade Heráclides del Ponto, un brillante discípulo dePlatón y candidato a sucederlo como escolarcaen la Academia (Fr. 87 Wehrli), historia que fueregistrada por Diógenes Laercio (Proem. 112). Enella se afirma que Pitágoras fue el primero quenombró la filosofía y se llamó así mismo filósofodurante un diálogo que tuvo en Sición con León,el tirano de Siracusa o de los Fliasios, de maneraque podemos suponer que antes de él al filósofose le llamaba ao<póS"y a la filosofía, coot«, enrazón de que "ningún hombre es sabio excepto ladivinidad". (13) Sin embargo, unos piensan que elacontecimiento fue auténtico y otros que se tratade una simple anécdota. El punto crucial es laafirmación de que ningún hombre puede ser sabiosino sólo la divinidad.

Aunque no se puede negar la influencia dePitágoras y su escuela en Platón, la evoluciónhistórica del sentido de los términos indica que lanoticia de Herácl ides del Ponto es una anécdotasin fundamento como muchas otras que nos lle-garon de la antigüedad sobre los antiguos filóso-fos, y que debe uno tener el cuidado de no creer alpie de la letra o, como lo dice Brisson (2003: 46),"evitar el dejarse llevar a excesos en los cualeshan caído buen número de interpretes antiguospor razones polémicas (Aristóteles, Aristoxe-no, por ejemplo) o ideológicas (Jámblico y losNeoplatónicos posteriores), y de los cuales losmodernos retornan las afirmaciones sin espíritu

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crítico". Para Disxaut (1985: 45), es muy impro-bable que Pitágoras hubiera inventado la palabray es imposible que lo haya hecho "por las razonesque se le atribuyen y con esta intención restricti-va", es decir, por ser sólo aspiración al saber. Yes imposible porque en su tiempo (de Pitágoras) laCJoq,Cano tenía ni podía tener un sentido de impo-sibilidad de acceder a ella (véase la explicación deDisxaut en las pp. 46-49, op cit.), además de quePitágoras siguió siendo conocido por las fuentesantiguas como CJoq,ós-o como CJOq,LCJTTÍS-,y sóloen este sentido también pudo haber sido llamadoq,LAÓCJOq,OS-.Pero el término, por otra parte, no seencuentra en los textos de la escuela pitagórica(Jaroszynski 2005: 50).

Conclusiones

Nos detenemos en este punto sin concluirsobre el sentido último de q,LAÓCJOq,OS-conten-tándonos con observar que la q,LAoCJoq,Caes unaaspiración y la CJoq,Caun fin inalcanzable "peronecesaria para orientar el deseo y la búsqueda"(Disxaut 1985: 45). Por su propia naturalezafísica el ser humano no puede alcanzarla. Sólopuede obtenerla con la muerte (Fedón). El usohoy tradicional de ese compuesto es que el hom-bre sólo puede aspirar a o amar la coóio , perosólo la divinidad puede poseerla. Esto sería, diceHeidegger (2001: 35) "en plan de abuelo y untanto sentimentalmente. Pero esto en el fondo noquiere decir nada ..". Sin embargo, este sentido esel que ha predominado en la cultura occidental,y remonta al propio Platón quien, para lograrlo,necesariamente tuvo que resignificar los concep-tos originarios CJoq,ós-,CJOq,LCJTTÍS-Y q,LAÓCJOq,OS-,ymodificar al mismo tiempo la relación semántica,esto es, excluyendo la CJoq,Cadel ámbito de lohumano y oponiendo los otros dos términos (cf.Notomi 1999), y lo hizo con un éxito rotundo,como queda de manifiesto en el hecho de que lacultura occidental heredó este modelo platónicobásico (cf. Brisson 2003) y no el originario. Sinembargo, fue ésta una de las interpretaciónes dePlatón, no la única, pero sí la que más agradó a losfilósofos modernos.

Notas

1. Platón empleó con frecuencia esta técnica quese basa en el establecimiento o divulgación dedicotomías que ahora nos parecen esenciales eirrenunciables: cuerpo y alma; falso y verdadero,retórica sofística y retórica filosófica; sofística yfilosofía o sofística buena, etcétera.

2. En relación con el tema que ahora nos ocupa, sehan llevado a cabo estudios muy importantes,como los de Malingrey 1961, Dixsaut 1985, Noto-mi 1999 y Brisson 2003, en quienes nos basamos.Nuestra modesta contribución tiene que ver sólocon el énfasis que se pone en las operacionesllevadas a cabo por Platón para modificar lossentidos y la estructura de los tres conceptos queaquí se discuten, además de la idea de que lossofistas y la sofística fueron una genial invenciónde Platón, idea que, sin embargo, no desarrolloen este lugar.

3. Me he basado en la búsqueda que he realizado enel Thesaurus Linguae Graecae (TLG). He tenidotambién a la vista el Index de Ast, 1835. He cote-jado los textos con la edición de Burnet 1903.

4. El estudio no es exhaustivo y se limita a oncepasajes, pero da una idea clara de las operacio-nes de resignificación y disociación llevadas acabo por Platón. No se analiza aquí la concep-ción del filósofo como "amante del espectáculode la verdad" (Platón, República 475e4: TouS'T~S' dA1l6ELoS', rlV 8' Éyw, <plA06EÚflOVOS'),estoes aquellos que son capaces de contemplar lasformas o el verdadero conocimiento (cf. Notomi1999: 61).

5. El problema de la cronología de los diálogos dePlatón es, hasta hoy, irresoluble. Los estudiosospresentan hipótesis contradictorias, aunque entérminos generales se está de acuerdo en cuatrograndes periodos: diálogos de la juventud o socra-ticos, de transición, de la madurez y de la vejez.Se acostumbra poner en primer lugar la Apología,pero no todos están de acuerdo, e incluso se pien-sa que la actitud, el método y las afirmaciones deSócrates en esa obra presuponen los diálogos dela juventud (cf. Kamtekar, 2005, 86).

6. En los libros de filosofía se acostumbra iniciarcon la explicación de la palabra philosophía y delos dos vocablos que lo forman. Filosofía signifi-caría "amor por el conocimiento o sabiduría". Lasofi¿a es, por tanto, objeto de la filosofía.

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7. Cf. Platón, Fedán 66e2-3: Kal TÓTE,WC;EOLKEV,~¡.tlV EaTaL oú ETTl8u¡.tou¡.tÉVTE KaC <jJa¡.tEVÉpaaTal ElVaL, <jJpovTÍaEwc;,"y entonces, comoparece, nosotros tendremos aquello que deseamosy de lo que decimos ser amantes: el entendimien-to". La <jJpóvllaLC;, 'prudencia', 'entendimiento','inteligencia' es traducida en español con 'sabi-duría', pues, en efecto, podría haber aparecidotambién la palabra ao<jJCa.

8. En los diálogos de la juventud (393-389) su usoes desigual. En seis de ellos Uán. Critán, Euti-

frán, Menéxeno, Hippias menor Cármides, yTrasímaco), la palabra no aparece ni una solavez, mientras que en Laques y Hippias Mayoraparece 3 veces y en Lisis y Apología una vez. EnProtágoras aparece 30 veces, por lo que lo consi-deramos un caso atípico. Una mayor recurrenciase da en los diálogos de transición (388-385 a.C.): ocho veces en Gorgias y Menán, cuatro enCrátilo y cinco en Eutidemo. En los diálogosde madurez (385-370) disminuye el número decasos: ocho en República y en Teeteto; tres enBanquete, dos en Fedro y cero veces en Fedán yParménides. En los diálogos de la segunda épocade la vejez o tardíos (369-347 a. C.) encontramosmayor irregularidad, destacando los 45 casos queaparecen en Sofista, que es un diálogo atípico; enPolítico ocho, una en Timeo y Leyes y cero enFilebo y Critias.

9. Ésta es la primera vez que se vincula a lossofistas con el cobro de altas cantidades por laenseñanza, práctica que no era exclusiva de lossofistas "platónicos". Sobre las acusaciones con-tra los sofistas cf. Zeppi 1977, 29.

10. Los diálogos mencionados (excepto Laques) seríanmás antiguos que la Apología, como hace G. R.Ledger, Re-counting Plato: A Computer Analysisof Plato 's Style. Oxford: Clarendon Press, 1989,cf. Bryn Mawr Classical Review 03.04.17. Lacoincidencia entre los resultados de Ledger y elque se obtiene con el número de empleos de lapalabra <jJLAóao<jJoc;,-úr, etc., es sorprendente.Sin embargo, sobre el problema de la cronologíadebemos ser sumamente cuidadosos.

I\. Platón, Gorgias (484c-d); Eutidemo (305a); Fedán(64 a-b); República (487d; Rep. 488a-e); y Teeteto174a, donde Platón refiere la anécdota de Tales,asunto al cual se refiere también Aristóteles (EN,1259"9-19, cf. EE VII 14, 1247al7 ss.), pero conuna historia significativamente diferente.

12. Diógenes Laercio (IX I = Heráclito, fr. 40) serefiere a la polimathía de Herácl ito; se acusabaa Anaxágoras de descuidar a su familia y a su

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patria, a lo que él respondió, señalando hacia elcielo: "Allí está mi patria".

13. Heráclides Póntico, TTEplTT)C;drrvou fr. 77: <jJLAO-ao<jJCav 8E TTpWTOC;wvó¡.taaE nu8ayópac; KalEauTov <jJLAóao<jJov,EV ¿lKUWVl 8LaAE-yÓ¡.tEVOC;ÁÉOVTLTi{¡¿lKUWVlWVTupávvv¿ ~ <PAELaalWV,Ka8á <jJllaLv 'HpaKAEl811C;Ó nOVTLKOC;ÉV Tí)TTEPl TT)C;aTTVou' ¡.t1l8úa ydp ElVaL cooo»[a"V8PWTTOV]uA>..'~ 8EÓV.

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