Flower World Music Archaeology of the AmericasMundo Florido Arqueomusicología de las Américas

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Flower World Music Archaeology of the Americas Mundo Florido Arqueomusicología de las Américas vol. 3 Edited by / Editado por Matthias Stöckli & Mark Howell

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Flower WorldMusic Archaeology of the Americas Mundo FloridoArqueomusicologa de las Amricasvol. 3Edited by / Editado porMatthias Stckli & Mark HowellFlower WorldMusic Archaeology of the AmericasMundo FloridoArqueomusicologa de las AmricasGeneral Editor / Editor generalArnd Adje BothFlower WorldMusic Archaeology of the Americas Mundo FloridoArqueomusicologa de las Amricasvol. 3Edited by / Editado porMatthias Stckli & Mark HowellEkho VerlagDr. Arnd Adje Both, Berlin / [email protected] Editor / Editor General: Arnd Adje BothLayout and Typography / Diseo y tipografa: Ingo Stahl-BloodCover images, based on rock art of the American Southwest / Imgenes de la tapa, basadas en el arte rupestre del Suroeste de Estados Unidos: Arnd Adje BothPrinted / Imprimido: H. Heenemann, BerlinAll rights are reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording or otherwise, without prior permission of the Ekho Verlag.Todoslosderechosreservados.Quedaprohibidalareproduccintotaloparcialdeestaobraporcualquiermedioo procedimiento,comprendidoslareprografayeltratamientoinformtico,lafotocopiaolagrabacin,sinlaprevia autorizacin por escrito del Ekho Verlag. 2014 Ekho VerlagMatthias Stckli & Mark Howell (eds.)Flower World: Music Archaeology of the Americas, vol. 3 /Mundo Florido: Arqueomusicologa de las Amricas, vol. 3Berlin / Berln: Ekho Verlag, 2014192 pages with 159 illustrations / 192 pginas con 159 ilustracionesISSN 2195-7665 / ISBN 978-3-944415-00-0 (series / serie)ISBN 978-3-944415-17-8 (hardcover / tapa dura, vol. 3)ISBN 978-3-944415-18-5 (PDF, vol. 3)Flower World - Mundo Florido, vol. 3 7Contents / ContenidoNote from the General Editor / Nota del Editor General9Arnd Adje BothPreface / Prefacio11Matthias Stckli & Mark HowellAnswering Herzog (1935): 15An Historical Model for North American Indian MusicRichard KeelingTurtles, Faces, and Cups: Extending the Inventory of Possible Rattling 35Soundmakers Depicted in the Spiro Shell EngravingsJames A. Rees, Jr.Music of the Center Place: The Instruments of Chaco Canyon45Emily J. BrownThe Quadruple Flutes of Teotihuacan Resurfaced67Dorothee Judith ArndtEl quego xilla en la antigua Oaxaca:101Una aproximacin a los idifonos de ludimientoGonzalo Snchez Santiago y Ricardo Higelin Ponce de LenAncient Maya Musical Encore: Analysis of Ceramic Musical Instruments123from Pacbitun, Belize and the Maya SubareaKong F. Cheong, Roger Blench, Paul F. Healy, and Terry G. PowisArqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas 141de concha y cermica: Distribucin, organologa y acsticaAlexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada y Alejandro MorrisBeyond Music: Non-Musical Uses of Music Instruments169in Paracas and Nasca IconographyChristiane CladosThe Contributors / Los colaboradores187Flower World - Music Archaeology of the Americas, vol. 3 141Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermica Distribucin, organologa y acsticaAlexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada y Alejandro MorrisDesde los inicios de la arquitectura pblica en los Andes los sonidos de las trompetas de caracol acompaaron ritos que reprodujeron el orden social. Este trabajo resume el estudio de ms de 200 de estos potentes aerfonos, unos elaborados a partir de caracolas marinas, otros modelados en cermica. El estudio incluye experimentos en la produccin, ejecucin y caracterizacin acs-tica de trompetas de especies de gasterpodos del Caribe (Strombus gigas y Turbinella angula-ta) y el Pacco (Strombus galeatus, Strombus peruvianus, Malea ringens y Triplofusus prin-ceps). A partir de grabaciones en cmara semianecoica se logr caracterizar los sonidos de cada especie utilizando los coecientes espectrales de frecuencia Mel (MFCC). Durante su ejecucin en ensambles se detectaron combinaciones de tonos que producen batidos; adems se percibie-ron tonos de combinacin en frecuencias bajas. La diversidad de timbres distintivos dentro de un rango tonal compartido sugieren que el desarrollo organolgico de instrumentos de cermi-ca no estuvo necesariamente ligado a la disponibilidad de caracolas naturales, sino guiado por escogencias acsticas.Since the dawn of public architecture in the Andes, the sounds of shell trumpets accompanied rites through which social order was reproduced. This paper summarises research on over two hundredsuchaerophones,somefashionedfrommarineconchesothersmodelledinpottery; bringingtogetherresultsfromexperimentsintheproduction,performancetechniquesand acoustic characterization of Caribbean (Strombus gigas and Turbinella angulata) and Pacic (Strombusgaleatus,Strombusperuvianus,Malearingens,andTriplofususprinceps)gastro-pod species. Application of Mel spectral coefcients (MFCC) to semianechoic chamber record-ingsallowedacharacterizationofthesoundofeachspecies.Duringensembleperformances specic tone combinations required for the production of beats were detected and low frequen-cy Tartini tones were perceived. The diversity of distinct timbres within a specic tonal range suggests that the production of ceramic aerophones was not necessarily linked to the availabil-ity of natural conch shells but guided by acoustic choices.Laexcavacindeuncrecientenmerodetrom-petas de caracol en concha marina y en cermica, en contextos de ofrenda y tumbas asociadas a ar-quitectura pblica monumental en los Andes cen-trales, ha puesto en evidencia vnculos duraderos conlapuestaenescenadelpoder.Desdeelter-cer milenio antes de nuestra era, tiempo en que la agricultura empez a consolidarse como eje para la organizacin del trabajo colectivo en sistemas socioeconmicos complejos, hasta la era colonial temprana, cuando devinieron en objetos de per-secucinreligiosa(Salomon1983),laejecucin deestosaerfonosdecuerpohelicoidal1yelre-tumbar de su sonido en el paisaje acompaaron lasactividadesquecongregaronacomunidades articuladas a escalas dismiles y en modos de or-1La forma helicoidal de la columna interna es tambin un rasgo distintivo de las ocarinas de los Andes septentrionales, pero las relaciones culturales, histricas y organolgicas entre ambas clases de instrumentos no sern abordadas aqu (p.ej. Bray 2001; Pinilla et al. 2009).142 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrisganizacin social complejos (Herrera 2007). En el quechuadelsigloXVIlastrompetasquehoyse conocen como pututos llevaban el nombre gen-rico de wayllakepa: las trompetas (kepa) que ha-cen reverdecer o germinar (wayllay) los campos, un indicio de que el sonido fue partcipe de ritua-lesprobablementevinculadosalmanejosimb-licodelagua(Herrera2010).Sinembargo,cada trompetallevabaunnombreparticular.Elcara-col atribuido a amsapa, mtico jefe guerrero de los checa de San Damin de Huarochir, por ejem-plo, se llamaba Coricaquia (Taylor 2008: 111, cf. Hocquenghem 2011).2Para trascender el nfasis en la materialidad de los objetos y enfatizar las conjunciones entre sen-tidos, signicados y experiencias que, bajo condi-cionesinvariablementedramticas,aportanala generacin y consolidacin de identidades colec-tivas(p.ej.Tilley1994;AshmoreyKnapp1999; Ashmore2002,2004;Moore2005)esteestudio busca priorizar las dimensiones sonoras de la ex-periencia,pueslaantropologaensuconjunto ha tendido a mantener lo visual en un lugar pri-vilegiado,reproduciendoaselsesgodistancia-dodelamiradamoderna(Porcelloetal.2010a, 2010b). La etnomusicologa aporta un modelo tri-partito para el estudio de la experiencia en el que seintegranlossonidos,loscomportamientosy los conceptos como parte de sistemas simblicos quesecreaneneltiempo(Merriam1964;Rice 2001).Laconjuncindeestudiosdelossonidos einstrumentossonorosdelpasadohadadoca-bida a la arqueoacstica (Scarre y Lawson 2006) ylaarqueologadelamsica(Both2009),reas que,comopartedelestudioantropolgicodela experiencia desde la percepcin de lo inmaterial, implican el doble juego de comprensin interna/externa (emic/etic), especcamente del sonido y de efectos acsticos y sicoacsticos.Nuestroacercamientobuscadesglosarlasin-tencionalidades e historias imbricadas en la ma-nufacturadeartefactossonoros,suejecuciny los sonidos producidos y percibidos, con el obje-tivo de conocer ms a fondo su papel como agen-tes de la vida social. Para ello, este trabajo presen-ta y discute los resultados del estudio de las rela-ciones histricas, acsticas y organolgicas entre las trompetas de caracol manufacturadas a partir de caracolas marinas y aquellas modeladas en ar-cilla, con nfasis en las primeras (Montagu 1981; Gudemos2001,2009;KochyMendvil2006; Bolaos 2007; Herrera 2010; Kolar 2012).El propsito inmediato de la produccin expe-rimentalderplicasenconchadegasterpodos marinos y en cermica, su interpretacin en estu-dio, cmara semianecoica y paisajes montaosos abiertos,ascomodelosanlisisacsticos,fue caracterizar los sonidos de especies del Caribe y elPaccopresentesenelregistroarqueolgico del noroeste de Suramrica. Mediante la compa-racindelsonidosebusccontrastarhiptesis planteadas en torno a la produccin de aerfonos de cermica como respuesta cultural a una menor disponibilidaddecaracolas,vinculadaalacon-traccinderedesdeintercambioalargadistan-cia (Paulsen 1974; Marcos y Norton 1981; Marcos 1988;Bray2001)quemarcelndelHorizon-te Temprano en los Andes centrales (p.ej. Burger 1992). El propsito ulterior es aportar al desarro-llo de una metodologa arqueomusicolgica para elestudiosistemticodelasdimensionessono-ras de las trompetas de caracol andinas en gene-ral (Herrera et al. 2013).En lo siguiente ofrecemos observaciones sobre ladistribucinespacialytemporaldelastrom-petas en forma de caracol en Suramrica. Esto da pasoaunadiscusindesudesarrolloorganol-gico en el rea andina y, seguidamente, de los re-sultados preliminares de los anlisis y la caracte-rizacin acsticos.Acerca de la distribucin de las trompetas de caracolEnlascoleccionesypublicacionesconsultadas hasta el momento hemos localizado 202 trompe-tas de caracol procedentes de Suramrica; de s-tas 81 fueron manufacturadas a partir de las cara-colas o conchas de ocho especies de gasterpodos marinos,mientrasque121fueronmodeladasen arcilla.3 La determinacin de patrones e intencio-nalidades en su distribucin no es una labor sen-2Cori signica dorado y podra sugerir un recubrimiento metlico. Desconocemos el signicado de caquia.3Este nmero excluye fragmentos de posibles trompetas, boquillas sueltas y miniaturas en forma de trompeta, a la vez que una serie de rplicas y alteraciones realizadas con nes comerciales, incluidas aquellas hechas con base en piezas antiguas. Para una sntesis general del material mal-acolgico de los Andes centrales vase Gorritti (2003). Para Venezuela vase Vargas (1997).143 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermica 1Sin, Crdoba 2Jeric, Boyac 3Calima, Cauca 4Cali, Valle del Cauca 5El Angel, Carchi 6Tuncahun, Chimborazo 7Azuay, Azuay 8Zaruma, Loja 9La Irene, Loja 10San Ignacio, Cajamarca11Tomependa, Jan 12Cayalt, Lambayeque13Huaca de la Cruz, Taitacantn14Base Area, Chiclayo15Casa Grande, Chicama16El Brujo, Chicama17Laredo, Moche18Huaca del Sol, Trujillo19Queneto, Vir20Pur Pur, Vir21Tanguche, Santa22Shillcop, Sierra de Ancash23Kuntur Senqa, Mato24San Marcos, Huari25Willkawan, Sierra de Ancash 26Pachacmac, LurnLeyenda^!!!!!!!CermicaCaribeStrombus gigasTritoniadaeTurbinella angulataPaccoMalea ringensStrombus galeatusStrombus peruvianusTriplofusus princepsFuente de Datos: Natural EarthProyeccin: GCS WGS 1984!!!!!!!!!!!!^^^^^^^^^^^^^^^^!!!!!!!!^^^^1100'0"S00'0"800'0"W800'0"WPACIFICO ORIENTALTROPICALPACIFICO SURORIENTAL TEMPLADO234567891110121314151617181920212223242526Area de transicinBOGOTAQUITOLIMAChavin de HuntarReal AltoVentarrnSipnHuacas de MocheS. J. de MoroPunkurHuayurcoKuntur WasiMarcahuamachucoKeushuN0 125 250500KilometrosFig. 1Ubicacin de regiones biogeogrcas y distribucin de 148 trompetas de caracol. Incluye los lugares de procedencia de las 38 trompetas excavadas mencionadas en el texto, as como 26 lugares ms a nivel de valle o sitio para 81 ejemplares de caracola y 29 de cermica sin contexto. Dibujo: Diana Acosta.100'0"N MAR CARIBE144 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morriscilla pues la muestra obedece a mltiples sesgos, derivadosenpartedelcoleccionismomoderno. Por ello, los 38 especmenes procedentes de exca-vaciones arqueolgicas documentadas y publica-das, 31 de concha y 7 de cermica, conforman el ncleo duro de la muestra.4 Todos los instrumentos de caracola marina ex-cavados, han sido manufacturados a partir de es-pecies del Pacco, siendo la ms representada en lamuestralaespeciedeaguastropicalesclidas Strombus galeatus. Veinte ejemplares de esta es-pecieprocedendelaGaleradelasCaracolasde Chavn de Huntar (van Valkenburgh 2003; Rick 2004; Kolar 2012), tres de un entierro masculino en Kuntur Wasi (Onuki 1995; Inokuchi y Onuki 2011),unodeunentierroposiblementefemeni-no en Punkur (Falcn et al. 2005, Tello 2005) y otrodeunatumbainterpretadacomopertene-cienteauntaedordelalitemochedeSipn (LuisCheroZurita,com.pers.2012;vaseAlva y Donnan 1993). Los dems fueron manufactura-dosapartirdeespeciescuyoshbitatsincluyen aguassubtropicalesfras(verabajo):dostrom-petas halladas en los entierros excavados en Hua-yurco (Rojas Ponce 1969) y una pareja encontrada en la tumba MU-1727 de San Jos de Moro (Muro 2009), corresponden a la especie Malea ringens.5 Las trompetas tempranas excavadas en Real Alto (Marcos 1988, 2002) y Ventarrn (Alva Meneses 2008) corresponden a la especie Strombus peru-vianus.De las siete wayllakepa de cermica arqueol-gicamente documentadas, por su parte, tres pro-ceden de la ofrenda excavada en Keushu (Herrera 2010), una de la excavacin de un contexto arqui-tectnico en Marcahuamchuco (John Topic, com. pers. 2010) y tres del valle de Moche, dos de una tumba y un conjunto arquitectnico en Huaca de laLuna(SantiagoUceda,com.pers.2011)6yun fragmento excavado por Max Uhle en el rea fu-nerariasobrelaHuacadelSol(2014:335,Lm. 9/1). La distribucin de las 38 trompetas excava-daspermitematizarlasindicacionesentornoa la presunta proveniencia de especmenes sin con-texto (Fig. 1).Las trompetas de caracol marinoLamuestrade81trompetasdecaracolmarino permite ofrecer comentarios generales acerca de sudistribucinespacialytemporal.Elprimero, es que la baja presencia de artefactos de caracola difcilmentereejaunasituacinpretritareal. Esto se debe, por un lado, a los usos tradicionales del polvo de concha marina entre las poblaciones indgenasdeSuramricay,porelotro,alcolec-cionismo. Laimportanciaculturaldelpolvodeconchas marinas se vincula actualmente al consumo ritual de la hoja de coca (vase: Plowman 1984a, 1984b). La pureza del carbonato de calcio de procedencia marinahacedelasconchasycaracolasfuentes atractivas para la produccin de la ceniza cataliza-dora llipta o leja requerida para la liberacin delalcaloideduranteelconsumo,elchakcharo mambear.Caberecordartambinqueelpolvo deconchamarinaeracomnmenteutilizadoen ofrendas, rituales y en despliegues de poder. Un ejemplo es la labor de Fonga Sigde, miembro de la corte del ancestro fundador Naimlap, en la costa norte de Per, quien tena a su cargo de derramar polvo de conchas marinas en la tierra que su se-or auia de pisar [...] (Cabello Valboa 1951 [1586]: 327). As, el fuerte desgaste observado en el dorso de mltiples trompetas de caracola, especialmen-te en ejemplares de Strombus spp., probablemen-tesevinculaaeventosdeabrasinrecurrentes para la obtencin de polvo. Del mismo modo, es probable que fragmentos de aerfonos rotos fue-ran reutilizados, no slo para la fabricacin oca-sional de artefactos menores como cuentas o pen-dientes,sinoparaserpulverizados,ofrendados oconsumidosritualmente.LasplacasdeStrom-bus spp. excavadas en la Galera de las Ofrendas (Lumbreras1977:19;cf.VanValkenburgh2003) podran representar estadios intermedios. El coleccionismo, por otro lado, ha dado lugar 4No logramos recabar informacin acerca del contexto de la trompeta de cermica excavada en Ichic Willkawan y expuesta en el museo del sitio. 5Errneamente identicadas como [...] concha de strombus trumpet [...], trada, probablemente desde zonas aledaas al Ecuador (sic.) (Muro 2009: 292).6Tumba 5, conjunto arquitectnico 5 y Ambiente 5-8, conjunto arquitectnico 5. Cabe anotar que este ltimo ejemplar, al igual que un ejemplar de Strombus galeatus del American Museum of Natural History, presenta grabados gurativos. 145 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaa la produccin de rplicas con nes comerciales, algunas de las cuales presentan grabados, cortes o incrustaciones.7 Sin embargo, hay aerfonos que no presentan rasgos distintivos ms all de la mo-dicacinapicalqueconstituyelaboquilla,por lo que pueden ser necesarios anlisis traceolgi-cosoinclusodefechadodirectoparadistinguir copiasdeoriginales.Sialoanterioragregamos la inclinacin museal por instrumentos vistosos, consideramos prudente asumir que las trompetas de caracolas marinas se hallan subrepresentadas enelregistroarqueolgicoengeneral,yenlas colecciones de museo en particular. Si bien solo la distribucin de trompetas excavadas ofrece ba-ses slidas para la interpretacin, resumimos las referenciasdisponiblesentornoalapresunta procedencia de trompetas de caracolas naturales identicadas a nivel de especie, como una prime-ra aproximacin.AlolargodelascostasdelCaribe(Colombia yVenezuela)seencuentrancuatroespeciesde gasterpodosconcaracolasgrandesutilizadas para la manufactura de trompetas. Estas son, en ordendefrecuenciadescendienteenlamuestra (Fig. 2a-d): Turbinella angulata, Charonia trito-nis,8 Strombus gigas9 y Cassis madagascarensis (DazyPuyana1994;AldanaAranda2003).En las costas del Pacco hallamos, igualmente, cua-troespecies,peroconreasdedistribucindis-tintas(Fig.3a-d):Strombusgaleatus10yTriplo-fusus princeps11 se hallan exclusivamente en las aguasmsclidaspropiasdelPaccooriental tropical (Keen 1971), mientras que Malea ringens y Strombus peruvianus12 se encuentran tambin en la regin biogeogrca del Pacco sur orien-taltempladoinuenciadaporelsistemadeco-rrientes Humboldt (Alamo y Valdivieso 1987). La distribucin arqueolgica de trompetas manufac-turadas a partir de las caracolas de estos gaster-podos, sin embargo, rebasa largamente los linde-ros de su distribucin biolgica, limitada, grosso modo,alasextensionesdepraderasmarinasde aguas tropicales clidas del norte de Suramrica (vase Fig. 1).13Algunasdelastrompetasprocedentesdeex-cavaciones clandestinas cuentan con referencias sucientementeconcretasentornoasuproce-denciaquepermitenmatizarladistribucines-pacial arqueolgicamente documentada. As, por el oriente y el norte de Suramrica encontramos unejemplardeunaespecienoidenticadade supuestaliacinculturaltocorn,posiblemen-te etnogrco, colectado en Aragua, Venezuela y pertenecientealacoleccindelMuseoPeabody (Cat.YPMANT027052);dosejemplaresfuerte-mente erosionados de Turbinella angulata, pro-bablemente arqueolgicos, que se conservan en el Museo de la Universidad del Magdalena en San-7Por lo general se trata de piezas enteras que no suenan o suenan mal, presentan boquillas mal acabadas, escaso desgaste o efectos de envejecimiento producidos con cido. Una perforacin oval horizontal supraapical es caracterstica de prcticas modernas de pesca.8Nuestra identicacin a nivel de especie es tentativa en este caso, pues no fue posible obtener muestras comparativas de las diferentes especies de la familia Tritonidae. 9Pese a la reciente reorganizacin taxonmica de la familia Strombidae (Poppe y Tagaro 2006; Landau et al. 2008) Strombus gigas, S. galeatus y S. peruvianus son los nombres por los cua-les las especies Lobatus gigas, L. galeatus y L. peruvianus (Tricornis peruvianus) son ms conocidas en la literatura arqueolgica, razn por la cual los mantenemos aqu. 10 Ver nota 9. 11 El caracol tulipn pertenece a la familia Fasciolariidae, subfamilia Fasciolariinae y al g-nero Triplofusus. Las designaciones Fasciolaria princeps y Pleuroploca princeps son sin-nimas, al igual que Triplofusus princeps y Pleuroploca acutispira. Se trata de uno de los gas-terpodos ms grandes de la provincia marina panamea, alcanzando tallas de hasta 30 cm (Keen 1971: 611).12 Ver nota 9. 13 La distribucin espacial actual de los gasterpodos marinos no solo reeja las dinmicas de sus hbitats; tambin obedece a presiones modernas sobre las poblaciones, en especial la pes-ca industrial y la contaminacin, por lo que, dada una muestra adecuada, el estudio de las di-mensiones y estado de salud de ejemplares excavados permitiran abordar la paleodemogra-fa de poblaciones.146 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrisabc147 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaFig. 2Trompetas de caracol del Caribe segn su frecuencia en la muestra: a) Turbinella an-gulata (37.5%); b) Tritonidae (37.5%); c) Strombus gigas (12.5%); y d) Cassis madagas-cariensis (12.5%) (n=24). Se grabaron rplicas de a) y b). Boquilla tubular de cera de abe-ja en d) removida.d14 Mltiplesvistasestndisponiblesenlapginawebdelmuseo,porejemplo:http://www.banrep.gov.co/museo/esp/o_cali_O0331602.htmtaMarta,Colombia;yloquepareceseruntro de trompetas de Charonia tritonis, supuestamen-teprocedentesdelvalledelrioSin(Hickmann 2008:188).Estemagropanoramacontrastacon el difundido uso de las trompetas warura o gua-rula entre los pescadores tradicionales de las cos-tas de la Guajira y el Caribe, muy notorio durante las estas de San Juan. Cabe anotar que el trmi-nonohacereferenciaaespeciealgunaenparti-cular.Se podra sugerir que las trompetas de caraco-la sin decoracin, como actualmente las utilizan lospueblosguajiroykunadeColombiayPana-m,primabanantiguamente,porloquesubaja incidenciaenlamuestraestaravinculadaala imposibilidad de reconocer un uso instrumental en caracolas sutilmente modicadas. Sin embar-go, las lminas de metal dorado modeladas sobre unejemplardeTurbinellaangulata,piezaban-dera del Museo del Oro del Banco de la Repbli-cadeColombia,14adviertenqueunaconclusin enestesentidopodrafcilmentesererrnea: elcuerpofaltanterecuerdalaincidenciadesue-loscidossobrelaconservacindelasconchas, mientras que la apertura apical del recubrimien-toexternodeunacaracolamarinadeproceden-cia caribea (Turbinella angulata) sugiere la pre-sencia de una boquilla adherida. Los registros del museo indican que esta probable trompeta proce-dera de la zona Calima, en el Valle del Cauca. La carenciadecontextoimposibilitaarmaciones certeras, pero la presencia de una caracola caribe-a cerca a las costas del Pacco sugerira su tras-lado a larga distancia. Indiciosconcurrentesderutasparaeldespla-zamientodecaracolasmarinasdesdeelCaribe hacia el Sur, a lo largo de la cordillera de los An-des, incluyen el reporte de trompetas de tres es-pecies(Turbinellaangulata,Strombusgigasy Charonia tritonis) en una coleccin campesina en Jeric, Boyac (Colombia) (Prez Riao 2010), y, de igual manera, la similitud formal de una trom-peta de cermica en forma de caracol del Museo de la Universidad de Cali, a un ejemplar de Cassis 148 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrismadagascarensis atribuido a la cultura Tumaco-LaTolita(Pinilla2009:63).Pesealosugerente de estos indicios, existen an mltiples dudas en torno a los contextos originales y la temporalidad de las trompetas de caracol del Caribe en los An-des septentrionales.Las trompetas de cermicaEl lmite norte de la distribucin de las trompetas de cermica en forma de caracol lo marca un ae-rfono de la coleccin del Museo del Oro del Ban-co de la Repblica de Colombia (CM 12911), vaga-mente similar a Turbinella angulata y adscrito al periodo Muisca Tardo (1200-1600 d.C.) por simi-litudes con el alfar Funza roca triturado denido por Broadbent (1986). Ms al sur hallamos el arte-facto de cermica custodiado en Cali mencionado lneas arriba, tmidamente datado entre 400 a.C. y 1200 d.C. (Pinilla 2009: 63). El rea nuclear de la muestra para la distribucin de las trompetas de cermica comprende la zona costera y montao-sadelosactualesterritoriosdeEcuadoryPer, ab149 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaFig. 3Trompetas de caracol del Pacco segn su frecuencia en la muestra: a) Strombus ga-leatus (67%); b) Malea ringens (15%); c) Triplofusus princeps (9%); y d) Strombus peru-vianus (9%) (n=54). Se grabaron a), b) y c). Boquilla y engastes en a): porcelanicron arte-sanal.dc150 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrisentre Carchi por el norte y Ancash por el sur (va-se Fig. 1). Tras descartar la pieza de supuesta -liacin wari en la coleccin del Museo Reiss-En-gelhorn(Hickmann2008:110),fechadaporter-moluminscencia en c. 1050 d.C. (ibid., 288) y las dostrompetasdecermicaenlacoleccinDiez deMedinadeLaPaz(Herrera2010:34)queca-recendedatosdeprocedenciaconcretos,15uno delosejemplarescustodiadosporelMuseoEt-nolgico de Berln, supuestamente procedente de Pachacmac (VA 49801) y asignado al estilo mo-che (Gudemos 2001), marcara el lmite sur de la muestra. Hacia el oriente, el uso de caracoles terrestres gigantes, propios de la Amazona, para la manu-factura de trompetas se desprende del registro et-nogrco(Abada1981).Aunquelapresentein-vestigacin se centra en artefactos de origen ma-rino,cabemencionarlaexistenciadedosaer-fonos de cermica en forma de caracoles planos, ambos carentes de datos de proveniencia. Uno de ellos se halla en la coleccin Cassinelli Mazzei en la ciudad de Trujillo (MCT), y el otro en la colec-cin del Museo zu Allerheiligen de Schaffhausen, Suiza(MzA14608).Igualmentecorrespondiente almbitoamaznicohallamosuncaracoldece-rmica bicnico pulido, adquirido en Colombia y de supuesta liacin makuna/tukano, en la colec-cin del Museo Britnico (Am1962, 01.27).Los orgenesParaempezaraesclarecerlosorgenesdeesta amplsimadistribucinenelnoroestedeSura-mrica,espertinenteofrecerobservacionesso-brelastrompetasmsantiguas.Lapresenciade dostrompetasgrabadascercadesitiosconocu-pacinmuyantiguaenelvallebajodelroMa-ran,enlavertienteorientaldelosAndes,de-muestra tempranos vnculos trasversales a la cor-dillera andina, entre los valles costeros del Pac-co tropical y aquellos de la selva alta amaznica. UnatrompetadeStrombusgaleatusconicono-grafadelperiodoArcaicoTardo(aprox.4000-2000a.C.)hasidoreportadadelsitiodeTome-penda, en la desembocadura del rio Chinchipe al MaranenelDistritodeBellaVista,Provincia deJan,Cajamarca,Per(QuirinoOlivera,com. pers. 2011). Otra, tambin del tercer milenio a.C. perodeTriplofususprinceps,fuehalladaenlas cercanas de San Ignacio, tambin en Cajamarca yesinterpretadacomopertenecientealacultu-ra Mayo-Chinchipe (Francisco Valdez, com. pers. 2011; vase Valdez et al. 2005). En ambos casos se trata de ejemplares saqueados.Entre las trompetas recuperadas en excavacio-nes controladas, las dos de Strombus peruvianus tambin destacan por su antigedad. Aquella ex-cavada al pie de la escalinata de acceso a uno de losmontculosceremonialesatribuidosalafase 1b de la secuencia Valdivia, en Real Alto, Penn-suladeSantaElena,Ecuador,16hasidofechada haciamediadosdelcuartomilenioa.C.(Marcos 1988,2002).Lasegunda,halladaenelsitiode Ventarrn,enelvalledeChancay-Lambayeque, Per, fue excavada sobre el eje principal del edi-cio, en los rellenos constructivos que cubren la segundafase(TemploRojo-Blanco)einauguran la tercera (Templo Verde), evento que se atribuye alatransicinentreelterceryelsegundomile-nio a.C. (Alva Meneses 2008). Las funciones p-blicas y ceremoniales de ambos sitios parecen ex-tenderse de manera continua alrededor de un mi-lenio,desdeelperiodoPrecermicohastaelpe-riodoInicialoArcaicoenelPeroFormativo Final del Ecuador. Ambas trompetas fueron ma-nufacturadas a partir de especies locales y se ha-llaron depositadas en asociacin con arquitectu-ra pblica compleja. Esto ltimo en particular su-giere, pese a lo exiguo de las referencias disponi-bles, que las coincidencias de especies utilizadas durante el tercer milenio a.C. puedan reejar pre-ferenciasentornoalrangotonalyaltimbrede Strombusperuvianus,StrombusgaleatusyTri-plofusus princeps.Latrompetadecermicamstempranaiden-ticadahastaelmomento,porsuparte,esun aerfonofragmentado,aparentementehallado en Queneto, en el valle de Vir, Per, por Rafael 15 El ejemplar 4531VC656-1127 de la coleccin Diez de Medina guarda fuerte similitud con trompe-tas del Ecuador. 16 En su discusin de un pequeo fragmento de Strombidae excavado en el abrigo alto andino de Telarmachay, Per, en capas fechadas entre 5000/4500 y 3800 aos antes del presente, Lavalle et al. (1985: 240) mencionan una trompeta de Strombus (sic) excavada en Real Alto en asocia-cinconunentierroValdiviaIII.Dadoquesolohallamosreferenciaaunatrompeta(Marcos 1988: 161-173), parece tratarse de una confusin con la trompeta Valdivia 1b.151 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaLarco(MLL031816),17fechadohaciaelsegundo milenio antes de nuestra era (1800-800 a.C.). Du-ranteelprimermilenioa.C.sumanufacturase extiende en los mbitos Chorrera y Chavn (p.ej. Bolaos2007:Fig.34;Hickmann2008:186),es decir, desde el Ecuador hasta la sierra de Ancash. Laproduccindetrompetasdecermicaenfor-madecaracolseincrementaconsiderablemente durantelaprimeramitaddelprimermileniode nuestra era, poca para el cual hallamos una gran diversidad formal (Herrera 2010). Llama la aten-cinlaescasezdetrompetasdecermicaposte-rioresalHorizonteMedio,siendoelartefacto msrecientelatrompetafechadaen1050d.C. mencionada lneas arriba.Caberemarcarqueladeposicindetrompe-tas en asociacin directa con arquitectura pbli-ca o templos no solo se han detectado en templos tempranoscomoRealAlto,VentarrnyCha-vndeHuntar,sinotambinenlaarquitectu-rapblicaposteriordelreaandinacentral:en Marcahuamachuco, Huaca de la Luna y Keushu. Algo similar ocurre con la deposicin de trompe-tas en contextos mortuorios asociados a la arqui-tecturapblica,excavadosenPunkur,Huayur-co y Kuntur Wasi, as como en las tumbas moche de San Jos de Moro, Huaca de la Luna y Sipn. Sibiennocontamosconlaspublicacionesque permitan una discusin comparativa detallada de loscontextosentodosloscasos,sevislumbran dospatronesdedeposicinconorgenescoet-neos as como una tendencia de incremento rela-tivo de las deposiciones en asociacin con entie-rros humanos.OrganologaEl estudio organolgico de las trompetas de cara-colandinastuvocomoobjetivogeneralestable-cerunmarcocomparativoparaabordarlastc-nicas y materiales utilizados. Su importancia re-cae en su evolucin histrica, y en las dinmicas socioculturales de las elecciones tecnolgicas que moldearonloscontextosdemanufactura,usoy descarte.Elobjetivoespeccodelanlisisfue adelantarloqueseconocedelastrompetasen cuanto a sus usos, funciones sociales y valoracio-nesestticasysimblicasalolargodeltiempo. Para ello adopt un enfoque similar a los acerca-mientos de la taxonoma biolgica, donde se apli-ca el pensamiento poblacional,18 antes que a un acercamiento taxonmico enfocado en la aparien-cia general de los artefactos. En las primeras eta-pasdesusinvestigaciones,lostaxnomostien-denaapuntarsusprimerasobservacionesalos detalles individuales, antes de suponer que cada unodelosespecmenesestudiadosesunejem-plo del promedio, como ocurre en la organologa convencional (Kartomi 2001: 288). El pensamien-to poblacional, derivado de un acercamiento da-rwinista, hace referencia a la seleccin de una po-blacin dada de individuos, sobre la cual se regis-tran variables en sus caractersticas particulares. Unavezentendidocadaindividuocomoporta-dor de rasgos nicos y, posiblemente, relevantes como vectores de tendencias formales, el siguien-tepasoesidenticardichastendenciasbuscan-dohilarunprocesoevolutivoalidenticarpro-cesos de seleccin. Siguiendo estos lineamientos, se realiz una pesquisa sobre la muestra de trom-petas de concha y cermica descrita lneas arriba. Para identicar las caractersticas principales de la evolucin tecnolgica y cultural del instrumen-to,seplantearontresreassobrelascualeses-tipular tipologas y particularidades pertinentes: material,formaytecnologa.Valerecalcarque cadaunaseencuentrantimamenteligadaala otra y a las cualidades acsticas y el contexto ar-queolgico de las trompetas. El objetivo ulterior era analizar las relaciones entre ellas.Distinguimosentrelosmaterialesqueconsti-tuyenelartefactosonoroperse:loscuerposde las trompetas y las eventuales boquillas y adhesi-vosutilizados,delaseventualesincrustaciones, recubrimientos y pigmentos utilizados para relle-nargrabadosoincisionesqueafectansuaspec-to, as como cuerdas, pendientes y dems elemen-tos accesorios relacionados con su manipulacin. Los diferentes cortes, incisiones y perforaciones que modican el cuerpo se asocian con esas tres reas, a saber: produccin de sonido, apariencia y manipulacin.Como se mencion lneas arriba, el cuerpo de 81 ejemplares de trompetas de caracol es de car-bonato de calcio, formado biognicamente duran-te la vida de los gasterpodos marinos, mientras quelasrestantessondecermica,arcillaydes-grasantes sinterizados durante la coccin. En un 17 En el catlogo del museo se la identica como Escultura representando caracol marino. 18 Concepto labrado por Ernst Mayr (1988); para la organologa ver Kartomi (2001).152 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrispuado de ejemplares, fracturas frescas permitie-ron observar la composicin de la pasta cermica ysugierenquestascorrespondenalosalfares utilizados convencionalmente en cada uno de los estilos cermicos involucrados. Anlisis de com-posicinpordifraccinderayosequisypetro-grafas sobre muestras de las tres trompetas exca-vadas en Keushu (Gonzlez Galvis 2013), han em-pezado a buscar relaciones entre las propiedades acsticas, por un lado, y las propiedades y prepa-racin de arcillas de diferente proveniencia, la se-leccin de temperantes, la coccin y el modelado de los artefactos. Entre los materiales utilizados para confeccio-narboquillasencontramoshueso,piedrayme-tal.19Enalgunoscasosesposibleinferirlapre-sencia original de boquillas a partir de las marcas otrazasalrededordelpicecortado.Serequeri-ra de anlisis especializados para determinar los materialesorgnicosutilizadoscomoadhesivos en aquellos pocos ejemplares y fragmentos de ae-rfonos que an conservan la boquilla. Los lutie-restradicionalesdelbajoMagdalenaylazona caribea de Colombia utilizan cera de abejas sil-vestres mezclada con carbn molido para manu-facturar las boquillas de las tradicionales gaitas o autas kuisi. Una tcnica similar fue utilizada en 2012 por un lutier venezolano itinerante para mo-delar una larga boquilla tubular sobre la caracola de Cassis madagascarensis ilustrada en la Figu-ra2d.Laidenticacindeboquillasdecerade abejas en ejemplares arqueolgicos, sin embargo, puederequerirunaseriedeanlisiscomplejos (Regert et al. 2001).La morfologa de las trompetas de caracola est marcadaenprimeralneaporelfenotipodelos especmenesbiolgicosdelasochoespeciesde gasterpodosrepresentadasenlamuestra.En-tre las trompetas de cermica encontramos ejem-plaresqueparecenimitarespeciesparticulares (p.ej.Strombusgaleatus,Turbinellaangulata y Cassis madagascariensis), pero en su mayora sonmsbienabstractas.Paraperlarposibles preferenciasestticas,esnecesariodeterminar antetodosiexistealgnatributoacsticorela-cionado con alguna especie o forma en particular. Esto es de especial importancia para los artefac-tos de cermica, puesto que la libertad que ofre-celaexperienciadellutierpermitemltiplesdi-seos y proporciones de los cuerpos en relacin conlosmodosdeproduccindesonido.Estoa su vez nos lleva a plantear una hiptesis sobre la predileccin por algunas formas en funcin de su timbre o tesitura. Un rasgo morfolgico notable es la estructura interna que, tanto en la gran mayora de trompe-tas de arcilla de formas abstractas como en aque-llas pocas que parecen imitar una especie o instru-mento en especco,20 mantiene el diseo helicoi-dal.EnlasobservacionestaxonmicasdeKoch yMendvil(2006),eldiseointernopareceser la clave para que las trompetas de cermica sue-nen distinto a las de concha. Segn Both (2004), los diferentes diseos en la espiral de las trompe-tasafectaranlareexininternadeciertasfre-cuencias, interviniendo de esta manera en las ca-ractersticas tmbricas de cada especie. Mientras algunas trompetas como la Triplofusus princeps conducenyevacuanlacolumnadeairealolar-go de la espiral, otros diseos, como el del Strom-busgigas,facilitanlareexinoreverberacin interna y, como consecuencia, enfatizan algunas frecuencias con el resultado de un espectro arm-nico mucho ms denso. La diferencia entre estas dos especies reposa en que la primera desarrolla una espiral que se proyecta como un tubo desde la boquilla, sobre el extremo apical, hasta la boca delatrompeta,dondealolargodelacolumela cadagiroseencuentraadelantedelanterior.En la segunda, la espiral se enrolla en s misma y la cmara no posee el diseo cilndrico. Cabe remar-car tambin la diferencia entre las columelas s-lidas y huecas, como, por ejemplo aquellas de las Strombidae y las Malea ringens respectivamen-te,puestambinseencuentraentrelastrompe-tas de cermica. Finalmente, cabe mencionar que las dimensiones de la apertura de ciertas especies facilitan la insercin de la mano, una tcnica de ejecucinquepermitegenerarefectosacsticos particulares (ver abajo). Hay distintas conjuncio-nesquepuedenserobservadasenlosejempla-res de caracola y en los de cermica. En los ejem-19 LasboquillasdecobredoradoadheridasalastrompetasStrombusgaleatusdelMuseoLarco (MLL200001) y el Museo Municipal de Caraz (vase Fig. 4c) sugieren aleaciones cuprferas del tipo tumbaga con enriquecimiento supercial.20 La especie ms representada es Strombus galeatus, seguida de Cassis madagascariensis. 153 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaplares de cermica de apariencia abstracta es casi exclusivo el diseo en el que el tubo cilndrico se proyectaenespiraldondecadaespiralsobrepa-saalaanterior.Elresultadoesuninstrumento de cuerpo cnico. La naturaleza del material, ms porosa y menos densa que el carbonato de calcio delasconchas,podrapermitirlareverberacin interna, lo que hace que este primer diseo guar-de similitudes acsticas con el segundo que des-cribimos arriba.21 Es importante tener en cuenta que, as como las particularidades de la forma, la densidaddelascaracolasdediferentesespecies de gasterpodos o la composicin de las arcillas utilizadas en la produccin de aerfonos de cer-mica, generan caractersticas tmbricas particula-res. No obstante, la clave para producir y alterar los registros y timbres particulares es la relacin entre el cuerpo y la boquilla. A lo anterior se su-man, decisivamente, las habilidades de los intr-pretes. Mientras el diseo interno de las trompe-tas de caracol corresponde a una mediacin tcni-ca, los distintos tipos de boquilla constituyen un elemento clave para la clasicacin organolgica. Entrelastrompetasdecaracolaseidenticaron tres tipos, que tambin se encuentran entre las de cermica, con las particularidades que referimos. Elprimertipodeboquillaesuncortetransver-salconunaperforacindirectaenlacolumella que conecta con la espiral o helicoide interno; es intrusiva y no presenta elementos externamente adheridos.Enlascaracolasmarinaselbordese encuentra pulido para permitir la unin hermti-ca entre la boca y la embocadura resultante tras el corte, y para facilitar el movimiento de los labios durante la ejecucin (Fig. 4a). Entre las trompetas de cermica tambin encontramos ejemplos con este tipo de boquilla (Fig. 5a).Elsegundotipodeboquillaobservadoenlas trompetas de caracola presenta una embocadura en forma de tubo. Los ejemplos mejor conserva-dos son segmentos de hueso largo de hasta 6.7 cm de largo y 2 cm de dimetro adheridos a los pi-ces perforados de un trio de caracolas de la fami-lia Tritonidae (Hickmann 2008: 188)22 y un ejem-plar de Malea ringens (Fig. 4b). En caracolas de especies con pice poco pronunciado y de tama-21 Queda por determinar si la presencia de columelas huecas en trompetas de cermica (p.ej. Co-leccin Casinelli, Trujillo No. 3545) afecta el perl tmbrico.22 Eldesgastedicultalaidenticacinaniveldeespecieperoelgrosordelascaracolasyla superciedelacolumellanoconcuerdanconlaidenticacinPleuroplocasugeridapor Hickmann. Fig. 4Boquillasentrompetasdecaracolamarina: a) pice pulido de Strombus gigas (Museo del Oro K00398); b) hueso largo adherido a Strom-busgaleatus(MzAEb15447,prob.etnogr-co); c) boquilla troncocnica de cobre dorado adherida a Strombus galeatus (MMC s.n.). N-tese desgaste labial en a) y b).abc154 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrisos menores, como Malea ringens o Cassis ma-dagascarensis,23 el tubo adherido al pice perfo-rado de hueso, caa o cera facilita la ejecucin. Empero, el caso de una boquilla tubular corta de piedrapulida,adheridaalpicedeunacaracola de Strombus galeatus en la coleccin del Museo Municipal de Caraz, Per, indica que la adhesin de este tipo de boquillas no puede reducirse a su funcin acstica.La mayora de las trompetas de cermica exhi-ben boquillas tubulares cortas, algunas similares alasdescritasanteriormente(Fig.5b).Sinem-bargo, no se trata de dispositivos adheridos, aun-queinicialmentefueranmodeladosaparte,pues gracias a la sinterizacin ocurrida durante el pro-cesodecoccin,laboquillavieneaformarpar-tedelcuerpodelinstrumento.Caberesaltarlas diferenciasenellargodelostubosyelespacio complementarioalacmaraespiraladainterna queestosrepresentan.Sibienalgunosejempla-respresentanunaprolongacintubularexterna (Fig. 5b), otros presentan una proyeccin tronco-cnica (Fig. 5d) y otros incluso una prolongacin interior del tubo, es decir, en el espacio que la co-lumela abarcara en las conchas de caracol natu-rales. Es igualmente notoria la variacin de la po-sicin del oricio que comunica la cmara princi-pal a la boquilla, pues en la mayora de los casos el oricio no est ubicado en el centro de la embo-cadura. Al igual que la adhesin de boquillas, las tcnicas de modelado en cermica permiten ma-nejar la relacin entre el volumen de la cmara de aireenlaboquillayeldelacolumnaalinterior del helicoide, bien sea mediante el largo o el gro-sordeltubohelicoidal.Estonosiempreesvisi-ble exteriormente en las trompetas de cermica; ms an, la apariencia externa puede no llamar la atencin sobre las tcnicas empleadas. De lo ante-rior se desprende que la intencin de los lutieres fue la produccin de artefactos sonoros con pro-piedades acsticas distintivas, probablemente de la mano con tcnicas de manufactura exclusivas o secretas.El tercer tipo de boquilla se presenta como un domo hemiesfrico que cubre el pice perforado. Lacmaraantepuestaalhelicoideinternodela caracola permite alterar el timbre y el registro del artefacto. En las trompetas de caracola marina, la evidencia directa de su presencia se encuentra ex-clusivamente en aerfonos de Strombus galeatus (Fig. 4c); en las de cermica la cmara cnica ge-23 Guardamos reservas en cuanto a la originalidad de los ejemplares de otras especies revisadas.abdcFig. 5Boquillas en trompetas de cermica: a) boqui-lla intrusiva y pice acanalado (MzAEb 14514, adquiridaenEcuador);b)boquillatubular (MzAEb 15414, adquirida en Per); c) boquilla hemiesfricapintada;d)boquillatroncocni-ca pintada (MCT 3545).155 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaneralmente se halla resaltada con pintura (Fig. 5c-d). Sin embargo, la presencia de boquillas hemie-sfricas de metal adheridas a trompetas de cer-mica se desprende de acanaladuras circulares en-tornoalpiceperforado(Herrera2010:Fig.12). Ms all de su destacada apariencia, las boquillas semiesfricas de metal contienen una cmara de aire con un volumen mayor al de las boquillas tu-bulares, lo que sugiere una relacin directa entre la tecnologa organolgica, las tcnicas de ejecu-cin y los sonidos buscados, tema que desarrolla-mos en la siguiente seccin.Finalmente,paraconcluirlasconsideraciones organolgicas,cabediscutirunelementoque,a diferenciadelaboquilla,informasobrelastc-nicas de ejecucin. Se trata de un profundo cor-tedellabioenformadeVqueaprovechaelca-nal sifonal, en el extremo superior (apical) de la apertura. Este corte es caracterstico de las trom-petas de Strombus galeatus excavadas en Chavn de Huntar y Kuntur Wasi, por lo que parece es-tarasociadoalmbitoreligiosoChavn(Burger 1992). VanValkenburgh (2003: 29-31, 81-82) inter-preta el corte sifonal como un elemento de sopor-te para la mano (hand-grip), mientras que los ex-perimentosyobservacionesdeKolar(2012)de-muestran que, si bien existe la posibilidad de ma-nipularlalongitudyelvolumendelacolumna de aire que vibra al interior, dando como resulta-do una modicacin del sonido obtenido por me-dio del soplido, la insercin de la mano por el ex-tremoproximal(apical)afectanegativamenteel sonido, a diferencia de la insercin por el extre-mo distal. Las prcticas de maestros contempor-neos concuerdan con la iconografa de taedores en que insertan la mano desde lo alto para mani-pularelsonido.Debedescartarseentoncesuna funcinacsticadelcortesifonal.Sinembargo, el corte no solo facilita la sujecin del instrumen-to sino que le permite al taedor ver hacia adelan-te.Estaobservacinconcuerdaconlaevidencia iconogrca referente a su ejecucin en procesio-nesdelaPlazaHundidadeChavndeHuntar (p.ej.Burger1992:Fig.122)ycondescripciones de su despliegue en el manuscrito de Huarochir (Taylor2008:113-115).Msan,subrayalaim-portancia de la comunicacin visual del taedor consuentorno,probablementeparafacilitarsu desplazamientoycoordinarelmomentodeen-trada de la ejecucin. Anlisis acstico Con el n de realizar un estudio de las propieda-des y semejanzas de los sonidos producidos por lasdiferentestrompetasenformadecaracol,se llev a cabo una serie de anlisis espectrales sobre grabaciones realizadas en la cmara semianecoi-ca de la Universidad de los Andes, Colombia. Di-cha sesin de grabacin consign la ejecucin so-nora de 16 trompetas de caracol, 15 rplicas sobre conchas marinas y una rplica de cermica. Esto serealizendosformatosdiferentes:enforma solistayengruposlibrementeensamblados,se-gn el criterio perceptual acstico de mejor sono-ridad por combinacin instrumental. Las 16 rpli-cas permitieron una manipulacin libre de aer-fonos completos, lo que posibilit una aproxima-cin conable a los artefactos originales. La cons-truccin de las 15 rplicas a partir de caracolas, de dos especies de gasterpodos del Caribe (Strom-busgigasyTurbinellaangulata)ytresdelPa-cco(Strombusgaleatus,MalearingensyTri-plofususprinceps),tuvocomopuntodepartida la imitacin de la morfologa y la tipologa de bo-quillas,resultadodelanlisisorganolgicodela evidenciaarqueolgica.24Larplicadecermica (HE6/07R) fue modelada por Friedmann Schmidt apartirdelosdibujosarqueolgicosdeunade lastrompetasexcavadasenKeushu(HE6/07) (Herrera 2010; Gonzlez Galvis 2013). Adicional-mente,seanalizaronlasgrabacionesdedosde lastrompetasoriginalesexcavadasenKeushu (HE6/07 y HE12/07), reconstituidas por el equipo de restauradores del Museo Nacional de Arqueo-loga, Antropologa e Historia del Per.25Las trompetas de caracolas marinasLosprimerosanlisisrealizadosbuscaronca-racterizarelinstrumentoconrespectoalrango defrecuencias,timbreyniveldepresinsono-raemitido.Losresultadosobtenidosmuestran 24 Los intentos por imitar las tcnicas de manufactura originales no prosperaron por el desco-nocimiento de las tcnicas de corte con cuerda y arena y de perforacin con arco y cuerda, in-cluida la carencia de un perforador ltico bifacial. No fue posible cortar el pice con lascas de cuarcita de grano no ejecutadas con percutor duro.25 EstasgrabacionesserealizaronenlaEscuelaNacionaldeFolklorJosMaraArguedas, Lima.156 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro Morrisquelastrompetasdecaracolasmarinasresue-nanaunafrecuenciafundamentalenelrango de265Hza445Hz(Tab.1),quedependeprinci-palmente de su volumen y del largo de la espiral (Bhat1992).Comoentodoaerfonodelenge-talabial(lipreed),lafrecuenciaemitidadepen-de de la frecuencia de vibracin de los labios del ejecutante en cooperacin con las frecuencias de resonancia del instrumento. Por esta razn no es posible hablar de una frecuencia especca como tal, sino de una frecuencia central que puede va-riar alrededor de algunos hertz. De esta forma es que,conciertaexperticiaenlatcnicadeejecu-cin, no solamente es posible generar otros tonos dentrodeljuegodeparcialessinotambinalte-rar los tonos iniciales al introducir parcialmente la mano en la boca de la caracola, lo que permite obtenerotrasalturas.Conformeanuestrasme-diciones, la variacin sucede dentro de un rango de400cents;esdecir,quesepuedelograruna variacin mxima correspondiente a un interva-lo de tercera mayor.26 En cuanto al timbre, la to-talidad de las trompetas de caracol marino anali-zadaspresentaunricoespectro,predominante-mentearmnico.Comoejemplo,elespectrode unatrompetadeTriplofususprincepspresenta msde15parciales(Fig.6).Sinembargo,exis-ten diferencias signicativas entre los sonidos de cada una de las cinco especies. En caracolas de especies con el extremo apical ms bien plano, como Malea ringens y Cassis ma-dagascariensis, la embocadura natural de corte apical, no siempre permite un buen acople con los labios del intrprete, a la vez que diculta la visi-bilidad. Adems, el uso de una boquilla adherida permite enriquecer la calidad sonora. Para la es-Id Especie ProcedenciaFrecuencia (Hz)Tono MusicalP5Mr1 Malea ringens Pacico265,10 C4+22P6Sga1 Strombus galeatus Pacico296,10 D4+14P9Sga3 Strombus galeatus Pacico297,40 D4+21P8Sga2 Strombus galeatus Pacico299,10 D4+31C2Sgi1 Strombus gigas Caribe 302,10 D4+49P14Mr3 Malea ringens Pacico326,00 E4-19P13Mr2 Malea ringens Pacico327,30 E4-12C7Sgi3 Strombus gigas Caribe 331,70 E4+10C5Ta3 Turbinella angulata Caribe 336,50 E4+35C4Ta2 Turbinella angulata Caribe 337,80 E4+42C8Sgi4 Strombus gigas Caribe 344,50 F4-23P12Pp1Triplofusus princeps Pacico347,60 F4-8C6Ta4 Turbinella angulata Caribe 357,30 F4+39C3Sgi2 Strombus gigas Caribe 371,40 #F4+6P15Pp2Triplofusus princeps Pacico444,50 A4+17Tab. 1Frecuencia fundamental de las trompetas de caracol en el rango de 265Hz a 445Hz.26 La tcnica de sobresoplar los instrumentos, usando diferentes presiones de aire, no fue utilizada en este anlisis.157 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicapecie Malea ringens la ejecucin sin boquilla pro-duce una pobre secuencia de armnicos, mientras que con una boquilla tubular el nmero de arm-nicosresultantesaumentaamsdeldoble(Fig. 7a-b).Deigualmanera,esdeconsiderarqueal usar boquilla se genera un cambio en la frecuen-ciafundamentaldelinstrumento.Enlosexperi-mentosrealizadosseapreciunaalteracinen-tre 40 y 60 cents a partir de boquillas tubulares y semiesfricas, de distintas dimensiones, con res-pecto a los anlisis realizados previamente sin bo-quilla sobre los mismos especmenes. La gran va-riedad de frecuencias que se pueden producir gra-cias a los diferentes tamaos de las caracolas, las tcnicas organolgicas y los cambios en frecuen-ciaproducidosporlasdestrezasinterpretativas anteriormente mencionadas, hacen que sea posi-ble generar fenmenos acsticos que nutren alta-mente la experiencia sonora, especialmente cuan-do estos artefactos son tocados en ensamble. Fig. 6Espectro de una trompeta de Triplofusus princeps con ms de 15 parciales.Fig. 7Espectro de una trompeta de Malea ringens ejecutada a) con boquilla, b) sin boquilla.ab158 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro MorrisLainterpretacinenensamblepermitidife-renciar dos fenmenos acsticos. El primero son losbatidos(oscilacionesenamplitudobeats) quesegenerancuandoseproducensimultnea-mente dos vibraciones con frecuencias similares. La frecuencia de batido (beat frequency) es igual aladiferenciaentreambasfrecuencias.Batidos resultantes de unsonos desanados son denomi-nados batidos de primer orden, y son considera-dos fenmenos acsticos y psicoacsticos (Truax 1999).Porejemplo,laejecucindedostrompe-tas de caracol con frecuencias fundamentales de 360Hz y 364Hz, ser escuchada como un solo so-nido con frecuencia fundamental de 362Hz osci-lando en amplitud a una tasa de cuatro veces por segundo(frecuenciadebatidode4Hz).Estere-sultadocorroboralasobservacionesdeotrosin-vestigadores (Kolar 2012). Elsegundofenmenoquepuedeserpercibi-do durante la ejecucin en ensamble, es un efecto psicoacsticoconocidobajoelnombredetonos Tartini o tonos de combinacin percibidos como unzumbidodebajafrecuencia. Adiferenciade los batidos, dicho efecto posibilita en ciertos ca-sos la percepcin de una nueva frecuencia fun-damentaladicionalalasdosfrecuenciasorigi-nales.ComolodescribeTruax:Cuandodosto-nos son percibidos simultneamente, otros tonos usualmenteaparecenaconsecuenciadeefectos dedistorsinenelodo.[]Nivelesdeintensi-dad relativamente altos son necesarios para que los tonos de combinacin sean escuchados, aun-que grandes diferencias existen entre individuos en cuanto a cuntos [y la forma en como stos to-nos] son escuchados. [] El umbral de dichos to-nos vara de forma signicativa entre individuos, dado que ste depende de caractersticas de tipo no-lineal del odo interno, aunque generalmente stos se encuentran entre los 50 y 60dB (Truax 1999; traduccin de Jorge Garca). Se trata de un efecto de caractersticas no lineales que depende delfactordeamplitudmsquedeaqueldefre-cuencia y, por lo tanto, no necesariamente es re-producible de manera homognea entre diferen-tes individuos expuestos ante el estmulo sonoro. Lostonosdecombinacinaparecenaunafre-cuencia DT = H L, donde H y L son los dos es-tmulos de frecuencia alto y bajo correspondien-temente (H para high y L para low; DT para dif-ferentialtone).[]Lapresenciadeuntonodi-ferencial no resulta particularmente sorprenden-te a la luz de distorsiones intermodulatorias: en casosnolinealesenalgnpuntodelprocesode transmisin del sonido, se debera introducir este componente adicional. [] Distorsiones no linea-lesdeberangenerarambos,untonodiferencial y un tono adicional (ST = H +L), ST signicando sumtone,conamplitudescomparables.Eltono adicional es mucho ms difcil de escuchar dado que se encuentra siempre dentro de la octava por encimadeH yesfuertementeenmascaradopor la presencia de las otras dos frecuencias origina-les. El tono diferencial es igualmente difcil de de-tectar cuando ste se encuentra situado entre L y H , pero emerge claramente cuando DT est muy por debajo de L. En la medida que los tonos ori-ginalesincrementanenintensidad,elniveldel tono diferencial aumenta an ms rpido. (Hall 2001: 386-387; traduccin de Jorge Garca).Nuestrasobservacionespermitenarmarque dichostonossegenerancuandoelniveldepre-sin sonora es alto. Adicionalmente, estos tonos son fcilmente percibidos cuando la relacin fre-cuencial es tal que existe una frecuencia baja ac-tuandocomotonofundamentalparalasotras dos. De esta forma las frecuencias producto de la combinacin no lineal de las dos originales crean unasecuenciadefrecuenciasnoarmnicasque coinciden con los armnicos de ese tono funda-mental.Estefenmenoseconocecomoefecto delafundamentalausente(missingfundamen-tal effect). Al no ser estas trompetas instrumen-tosconunaanacinestablesino,alcontrario, instrumentosenloscualesesposibleajustarla frecuenciafundamental,noesdifcilformaren-trevariosejemplaresrelacionesdeanacinde quintasocuartasperfectasdondelostonosde Tartini se van a percibir fuertemente. Lo mismo ocurreenintervalosdeterceramayorytercera menor, aunque en menor medida.27Paramodelarlasposibilidadesdelastrompe-tas como instrumentos de comunicacin se reali-z un anlisis que consiste en estimar la distan-ciadepropagacindelsonido.Lamedicindel nivel sonoro se realiz con un sonmetro QUEST 2100enlacmarasemianecoicadelaUniversi-27 La referencia a los intervalos no debe tomarse como los intervalos usados en anacin tempe-rada sino en anacin pitagrica. De hecho, es gracias a que no existe una anacin temperada que los tonos de Tartini son fcilmente percibidos en las trompetas de caracol. 159 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicadad de los Andes, de forma que el valor obtenido se puediera aproximar a la presin sonora emiti-da por las trompetas de caracol marino en condi-ciones acsticas de campo libre.28 Los resultados nos indican que las trompetas de caracol son ins-trumentos que generan niveles de presin sono-ra entre 98 y 106dBSPL en las frecuencias funda-mentales y de 103 a 108dBSPL en los registros de octava.29 Niveles similares fueron observados en la rplica de cermica con la cual se registr una presinsonoraentre103y105dBSPLenlafre-cuenciafundamental.Losnivelesdepresinso-nora altos permiten que el sonido de las trompe-tas de concha y de cermica se propague por lar-gasdistanciasyquesusreexioneslleguencon sucientenivelsonoroparainclusogenerarlos efectosparticularesquedescribimosarriba,en lugaresdistantesdelainterpretacin.Encondi-cionesacsticasdecampolibreyderuidoam-biental bajo de entre 25dBA y 40dBA, una trom-petaseescucharaclaramenteenunradiode aproximadamente 1.5 km.30 Bajo las mismas con-diciones,cuatrotrompetasinterpretadasalmis-mo tiempo seran escuchadas en un radio del do-ble.31Sinembargo,ladistanciarealdeescucha no solo depende del ruido medioambiental, sino delasensibilidadauditivaycognitivadeloyen-te, las condiciones climticas y las caractersticas del paisaje. El tomar en cuenta de estas condicio-nes es muy importante para ubicar lugares o tra-yectosdeinterpretacin,ascomoelestudiode las prcticas de ejecucin. Los estudios de campo realizadosenpaisajesmontaososdelaltiplano cundiboyacense(Colombia)ylacordilleraBlan-ca (Per) sugieren que la presencia de supercies deaguatendidayderoca,bajocondicionescli-mticassinviento,permitenampliarconsidera-blementeelreadepropagacin(Herreraetal. 2013).Otro objetivo del anlisis acstico consisti en extraerlascaractersticaspropiasdelsonidode cada especie. Para este efecto, se usaron los Mel Frequency Cepstral Coefcients o MFCC (Brown 1999; Eronen y Klapuri 2000; Brown et al. 2001). LosMFCCrepresentanlainformacinespectral deunasealaudibleteniendoencuentalares-puesta auditiva del ser humano. Este mtodo ha sidoampliamenteusadoparaelreconocimiento de la voz y goza de una aceptacin cada vez ma-yor en el reconocimiento de instrumentos musi-cales, con buenos resultados en los instrumentos de viento.Para cada rplica se analiz un segundo de au-dio de sonido estacionario o sostenido; en otras palabras,noseanalizaronlosestadostransito-rios del sonido (ataque y relajacin). De esta for-ma, no se tienen en cuenta los cambios en los es-tados transitorios que dependen principalmente de la interpretacin o en los cuales an no se ha alcanzadounsonidolimpioyclaro.Cadacoe-cienteMFCestrelacionadoconunltropasa bandacuyafrecuenciacentralestseparadade lasdelosotrosltros,siguiendounadistribu-cinlogartmicabasadaenlapercepcinauditi-va. El rango de frecuencias analizado es de 170Hz a6500Hz.Eserangoseescogiporlasfrecuen-ciasfundamentalesyelespectroarmnicoen-contradoencadaunodelosespecmenes.Para cada uno de ellos se hall el valor medio de cada coeciente. Asimismo, se calcularon la media y la dispersin para cada especie. Apartirdeestosanlisis,fueposiblegracar las caractersticas tmbricas particulares de cada especie. En las Figuras 8-11 se pueden apreciar las similitudes en el comportamiento acstico de las trompetas de caracol construidas a partir de una misma especie y con un mismo tipo de boquilla. EnlaFigura12,dondesecomparanlasdosTri-plofususprinceps,tenemosuncasoespecial,ya que las dos caracolas utilizadas en los experimen-tos fueron de tamaos muy disimiles. El cambio en la magnitud corresponde al mayor contenido espectralarmnico,debidoaladiferenciadela frecuencia fundamental.Alcompararlasgrcasentrelasrplicasde las tres especies del Pacco (Fig. 13) se puede ver 30 Aplicando la relacin de la ley del inverso al cuadrado entre la intensidad sonora y la distancia.31 Cada vez que se dobla el nmero de instrumentos se dobla la intensidad sonora. Asimismo, en condiciones de campo libre, la intensidad se reduce en una cuarta parte cada vez que se dobla la distancia. 28 Campo libre hace referencia a la ausencia de reexiones. Esta condicin hipottica permite estimar la distancia de propagacin del sonido entre fuente y receptor.29 El dBSPL es una medida logartmica de la presin sonora efectiva con relacin a la presin so-nora de referencia de 20 micropascales. 160 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro MorrisFig. 8Primeros 15 MFCC de tres trompetas de Strom-bus gigas con un mismo tipo de boquilla.Fig. 9Primeros15MFCCdetrestrompetasdeTur-binella angulata con un mismo tipo de boqui-lla.Fig. 10Primeros 15 MFCC de tres trompetas de Malea ringens con un mismo tipo de boquilla.Fig. 11Primeros 15 MFCC de tres trompetas de Strom-bus galeatus con un mismo tipo de boquilla.Fig. 12Primeros 15 MFCC de dos trompetas de Triplo-fusus princeps con un mismo tipo de boquilla.Fig. 13Comparacin MFCC del 2 al 8 entre las espe-cies del Pacco.Fig. 14Comparacin MFCC del 2 al 8 entre las espe-cies del Caribe.Fig. 15Comparacin MFCC del 2 al 8 entre Strombus gigas y Strombus galeatus.161 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaFig. 18Comparacin MFCC del 2 al 8 de la rplica de HE6/07R y un ejemplar de Malea ringens.Fig. 16Comparacin MFCC del 2 al 8 de los artefac-tos reconstituidos HE6/07 y HE12/07.Fig. 17ComparacinMFCCdel2al8delarplica HE6/07R y el artefacto reconstituido HE6/07.quehaydiferenciasclarasensurepresentacin espectral. Lo mismo sucede en con las dos espe-cies del Caribe (Fig. 14), donde se observa que las pendientes de la grca entre los coecientes 3 al 7secruzandeformaopuesta.Alcomparardos especies de la misma familia de diferente regin, es decir Strombus gigas (Caribe) y Strombus ga-leatus(Pacco)(Fig.15),seobservaunaseme-janzaentrelosprimeroscoecientes,perohay una diferencia clara entre los coecientes 5 al 7. ApartirdelanlisisrealizadoconlosMFCCse puedeconcluirqueexistensimilitudesentrelas caractersticasdelsonidoentreespecmenesde la misma familia a pesar de la diversidad de ta-maoenalgunasespeciescorrespondientealas diferentes edades y que a partir de esas caracte-rsticas hay diferencias entre miembros de distin-tasespecies.Esdecir,quecadaespecietieneun sonido propio que le es caracterstico. Las diferencias sonoras entre las especies estu-diadas permiten una aproximacin a los sonidos de artefactos fracturados y la identicacin taxo-nmica de ejemplares no identicables debido al desgaste o el tratamiento empleado en los acaba-dos.Msan,permitecompararlossonidosde las trompetas de caracola marina y las trompetas de cermica en forma de caracol y explorar el de-sarrollo de preferencias tmbricas de la mano con los desarrollos organolgicos. Las trompetas de cermica en forma de caracol El anlisis de la rplica en cermica y los dos arte-factosoriginalesreconstituidos,procedentesde lasexcavacionesenloscontextosarquitectni-cos y paisajes en que las trompetas probablemen-te fueron ejecutadas, muestran que estos instru-mentos presentan timbres altamente individuales y distinguibles. Los artefactos originales recons-tituidos HE6/07 y HE12/07 dieren de los MFCC delasespeciesdegasterpodosestudiadas,as comotambinentreellosmismos(Figs.16-17). Susfrecuenciasfundamentalesestnalrededor de220HzparaHE12/07,300HzparaHE6/07y 345HzparalarplicaHE6/07R.As,losorigina-les, y HE12/07 en especial, presentan frecuencias fundamentalesmsbajasquelamayoradelas trompetas de caracola marina. Las caractersticas espectrales del sonido de la rplica HE6/07R, en cambiotienensemejanzasconunejemplarpe-queodelaespecieMalearingensconboquilla (Fig. 18).3232 La diferencia entre la trompeta original reconstituda (HE6/07) y su rplica (HE6/07R) proba-blemente se debe a que el equipo de restauradores del MNAAHP logr encajar posteriormen-te fragmentos del borde del labio que no guraban en los dibujos facilitados a Schmidt.162 Alexander Herrera, Juan Pablo Espitia Hurtado, Jorge Gregorio Garca Moncada, Alejandro MorrisLosanlisistambinmuestranquelosinstru-mentosdecermicatienenunespectrodefre-cuenciaconmenosarmnicosencomparacin con las trompetas de caracola. Cabe remarcar, sin embargo, que se trata de una muestra muy redu-cida,porloquenopodemosaseverarqueotros ejemplares en cermica no puedan alcanzar una riqueza armnica similar a la de las caracolas ma-rinas. La similitud con Malea ringens es sugeren-te,dadoquesetratadeunaespeciequepuede estar presente en las costas del Pacco ms cer-canas a Keushu y que hay evidencia de su deposi-cin en pareja en San Jos de Moro. Cabe ano-tar, sin embargo, que la embocadura de la rplica se hizo en caa con base en un original de hueso largo no identicado. Desde el punto de vista de la tesitura se encon-trunespcimenarqueolgico(HE12/07)cuya frecuencia fundamental es notablemente inferior a la de las trompetas de caracola estudiadas. Esto sugierequelamanufacturadelastrompetasde caracolencermicapermitiextenderelrango tonalgeneradoporlasconchasnaturaleshacia frecuencias ms bajas. En cuanto al nivel de pre-sinsonora,lastrompetasdecermicageneran niveles muy similares a aquellos producidos por las trompetas de caracola. Reexiones nales Las experiencias y resultados referidos nos inci-tanaofrecerreexionessobrelasocialidaddel sonidodelastrompetasdecaracol;especca-mentesobrelapotenteagenciadesusvocesen el paisaje. Al igual que en muchas otras partes de Amrica,lacapacidaddetenervozypoderha-blar caracteriza a los seres vivientes y es en parte por eso que las montaas y los lagos eran y mu-chos an son considerados seres vivientes con capacidad de habla. La capacidad de autopoiesis de grandes caracolas es conocida por todo curio-so que lleva al odo una caracola vaca: genera so-nidoporsupropiacuenta.Bajocondicionesfa-vorables,sinembargo,suejecucinenpaisajes montaososabiertospermiteproyectarsonidos y crear efectos sonoros de tal forma que hace ha-blar a las montaas. As, la ejecucin de trompe-tas de caracol en general, y la produccin de efec-tos acsticos y psicoacsticos sonoros en particu-lar,incrementaeldramasonorodeprcticasri-tuales, pues participa activamente en la constitu-cin de agentes sociales no humanos. Anivelmetodolgicolaspotencialidadesde respuesta acstica del paisaje hacen posible una identicacin tentativa de lugares y trayectorias preferidos para su ejecucin. Rasgos recurrentes queemergendenuestroestudioincluyenespe-josdeaguayescarpadasfacesrocosas,lascua-les reejan y transportan los sonidos, as como cercanaselevacionesquedominanpampasola-deras de poca inclinacin. En estas ltimas halla-mos evidencia arquitectnica de espacios de con-gregacin,asociadosalaselevacionesdesdelas cuales probablemente se interpretaban las trom-petas.Medianteelestudiosistemticodelasca-ractersticas acsticas de los paisajes en que se in-terpretaron estos instrumentos ser posible qui-zs identicar posibles lugares de congregacin, independientemente de la presencia de evidencia arquitectnica.En Keushu, laguna ubicada en el origen de dos sistemas de irrigacin amplios y complejos, la in-terpretacindelastreswayllakepaexcavadas probablementepermitacrearunpaisajeacsti-co con mltiples reexiones, generadas por el es-pejo de agua, las rocas de la montaa, la arquitec-tura mortuoria y bloques rocosos con pintura ru-pestre. El agua reeja el sonido de las trompetas, ampliandoelmbitodeescuchayfavoreciendo efectossonorosdeeco.Aqu,eldramaacstico hacapartedelaconstitucindeunaampliaco-munidad cuya unidad estaba marcada por la de-pendencia compartida de agua para el riego que se origina, en ltima instancia, por el deshielo del nevadoHuandoy.Lacongregacindeuncente-nardetumbascolectivasyunaveintenadees-pacios ceremoniales en la meseta alrededor de la lagunasubrayanlacentralidaddelsimbolismo acutico,materializadonosoloenlasalusiones marinas de la forma de gran caracol sino en el so-nido mismo de las wayllakepa.El reto emergente es que, si bien logremos re-crear, y as or, los sonidos de instrumentos anti-guos, an comprendemos muy dbilmente aque-lloqueestasvocesqueranevocarodecir.La expansindelestudioarqueomusicolgicoha-ciaelmbitodeloinmaterialyloconceptual,y laconstruccinrelacionaldesignicadosinhe-rentes a la organizacin social de la tecnologa, a su vez, alimentan las posibilidades de pensar no solo sobre y a travs de los objetos, sino tambin de los sonidos. En este camino, la exploracin de losparalelosetnogrcosconlasdimensiones sonoras del ciclo mtico del Yurupar del noroes-teamaznico(Karadimas2008),histricamente conexo, es sugerente en tanto que el vientre que pare al Yurupar es una caracola, mientras que su cuerpo es su sonido.163 Arqueomusicologa de las trompetas de caracol andinas de concha y cermicaAgradecimientosA Matthias Stckli y Arnd Adje Both por organizar e invitarnos a participar en el Primer Encuen-tro de Arqueomusicologa de las Amricas (Guatemala, 2011), as como por su exquisita labor ed-itorial,compartidaconMarkHowell.ManuelaFischer,UllaHolmquist,WernerRutishauser, Mara Alicia Uribe y Carlos Wester la Torre generosamente facilitaron el acceso a las colecciones del Museo Etnolgico de Berln, el Museo Larco de Lima, el Museum zu Allerheiligen de Schaff-hausen, el Museo del Oro del Banco de la Repblica y el Museo Brning de Lambayeque, respec-tivamente. Santiago Uceda y John Topic gentilmente facilitaron avances de sus informes de ex-cavacin en Huaca de la Luna y Marcahuamachuco, mientras que Luis Chero, Quirino Olivera y Francisco Valdez generosamente compartieron informacin indita. La reconstitucin de las wayllakepa excavadas en Keushu se realiz en el Museo Nacional de Arqueologa, Antropologa e Historia del Per, bajo la conduccin de Alejandro Soto. La rplica en cermica fue modelada por el lutier y msico Friedemann Schmidt a partir de los dibujos de gabinete elaborados por Cora Rivas. Quedamos tambin en deuda con los numerosos estudiantes, colegas y amigos que deunauotramaneraayudaronallevaradelanteelproyectoenBogotyCundinamarca,as como en Lima, Chiclayo, Trujillo, Pueblo Huandoy y Huarca. El Proyecto Fututos fue posible gra-cias al auspicio del Centro de Investigacin y Creacin de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes, Colombia.ReferenciasAbada, Guillermo 1981Los instrumentos de la msica folclrica colombiana. Colcultura, Bogot.Alamo, Vctor, y Violeta Valdivieso 1987Lista sistemtica de moluscos marinos del Per. Boletn del Instituto del Mar del Per-Callao, Volmen Extraordinario.Aldana Aranda, Dalila 2003El caracol Strombus gigas: Conocimiento integral para su manejo sustentable en el Caribe. CYTED, Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnologa para el Desarrollo. Yucatn, Mxico.Alva, Walter, y Christopher B. Donnan1993Tumbas reales de Sipn. Fowler Museum of Cultural History, University of California, Los Angeles.Alva Meneses, Ignacio 2008Los complejos de Cerro Ventarrn y Collud-Zarpn: Del Precermico al Formativo en el valle de Lambayeque. 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Honors thesis, Department of Anthropological Sciences, Stanford University, Stanford.Vargas, Iraida1997Los artces de la concha: Ensayo sobre tecnologa, arte y otros aspectos socioculturales delosantiguoshabitantesdelEstadoLara.FacultaddeCienciasEconmicasy Sociales, Universidad Central de Venezuela, Caracas.187 Flower World - Mundo Florido, vol. 3 187The Contributors / Los colaboradoresDOROTHEE JUDITH ARNDT received her B.A. degree in Social and Cultural Anthro-pology from the Freie Universitt Berlin. She is currently enrolled in the master degree program Anthropology of the Americas at the Rheinische-Friedrich-Wilhelms-Univer-sitt Bonn. During a eld research about the music culture at the archaeological site of Teotihuacan, Mexico, undertaken by Arnd Adje Both in 2008, she served as a research assistant.ROGER BLENCH, Ph.D., is an anthropologist and ethnomusicologist. He completed his doctorate in Cambridge in 1984 in social anthropology and has since worked as a con-sultant in development. Since 2005 he has been the chief research ofcer for the Kay WilliamsonEducationalFoundation.HehasworkedmainlyinSub-SaharanAfrica and Southeast Asia but spent much of 2013 in Belize, visiting Maya sites. He has exam-ined museum collections of musical instruments across much of Central America.EMILY BROWN holds a Doctorate in Archaeology from Columbia University with an emphasis on the cultures of the American Southwest. As an undergraduate she double-majored in music and anthropology, and her dissertation research on the prehistoric musical instruments of New Mexico, Colorado, Utah, and Arizona allowed her to con-tinue exploration in both those elds. After working for the National Park Service as an archaeologist for a number of years, she founded her own archaeology consulting rm in 2005. She lives and works in Santa Fe, New Mexico, where she also gardens and keeps bees.KONGF.CHEONG,aRegisteredProfessionalArchaeologist(RPA),iscurrentlypur-suing his doctoral degree in anthropology at the American University in Washington D.C. He received his masters degree in anthropology at Trent University in Ontario, Canada, and has recently completed a yearlong Graduate Research Fellowship at the Santa Fe Institute in New Mexico. He has conducted research at over 200 archaeologi-cal sites in Belize, Mexico, the Southeastern United States, and Kenya.CHRISTIANE CLADOS, Ph.D., is a Habilitation Candidate in Cultural and Social An-thropologyatthePhilippsUniversityMarburgandelectedmemberoftheInstitute of Andean Studies (IAS), Berkeley. She did her doctorate on the iconography of the Nasca culture, and is currently working on her Habilitation thesis on visual transcul-turation and the intercultural appropriation of art in colonial and post-colonial Peru. From 2003 to 2009, she conducted research and taught art and archaeology of the pre-HispanicCentralAndes,andscienticillustrationsattheUniversityofWisconsin-Madison.JUAN PABLO ESPITIA HURTADO, Ph.D. cand., es Ingeniero Electrnico de la Ponti-cia Universidad Javeriana (Bogot, Colombia). En la actualidad es candidato a Doc-torenelgrupodeLutheria,AcsticayMsica(LAM)delInstitutodAlembertdela UniversidadPierreetMarieCurieParisVI(Pars,Francia).En2012obtuvoelgra-do de Maestra en Acstica, Tratamiento de Seal e Informtica aplicada a la Msica (ATIAM) de la Universidad Pierre et Marie Curie Paris VI en coordinacin con el ins-tituto IRCAM. En 2008 obtuvo el grado de Magister en Ingeniera Electrnica con n-fasis en anlisis de seales de la Ponticia Universidad Javeriana (Bogot). Desde 2008 seencuentravinculadoalDepartamentodeMsicadelaUniversidaddelosAndes (Bogot), donde labora como docente e investigador en las reas de audio y acstica.188 The Contributors / Los colaboradoresJORGE GREGORIO GARCA MONCADA, Ph.D., obtuvo el grado de Msico Composi-tor en la Universidad de los Andes en el 2000, donde realiz sus estudios de compo-sicin bajo la direccin del maestro Lus Pulido Hurtado. En 2003 obtuvo el grado de Maestra en Composicin y Teora Musical en TCU, Fort Worth, Texas, donde estudi con el Dr. Gerald Gabel. En 2013 recibi el ttulo de Ph.D. del Departamento de Msica de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, centrado en la composicin por medios electroacsticos bajo la supervisin de Scott Wilson y Jonty Harrison. Desde 2008 es docente e investigador en las reas de composicin por medios instrumenta-les, electroacsticos y mixtos en el Departamento de Msica de la Universidad de los Andes en Bogot.PAUL F. HEALY, Ph.D., is Professor Emeritus in the Department of Anthropology at Trent University in Canada. He received his B.A. Honors from the University of Cali-fornia, Berkeley (1970), M.A. (1972) and Ph.D. (1974) from Harvard University. His ar-chaeological research over the past four decades has focused on the ancient Maya of the eastern lowlands (Belize). He has directed investigations at the early Maya sites of Blue Hole Camp, Cahal Pech, Caracol, Moho Cay, Mountain Cow, and Pacbitun.ALEXANDERHERRERAWASSILOWSKY,Ph.D.,vienerealizandoinvestigaciones antropolgicas de campo en los Andes centrales del norte del Per desde 1996. Desde la ecologa histrica enfoc las estrategias de asentamiento indgenas en las serranas de los Conchucos en el norte del Per (M.A., Universidad Libre de Berln, 1998) lo que dio paso a indagar el emplazamiento en el paisaje de la arquitectura mortuoria y cere-monial como una interfaz entre territorios e identidades (Ph.D., Universidad de Cam-bridge, 2005). Las prcticas rituales y dimensiones simblicas del manejo del agua, in-cluyendo los paisajes sonoros de las trompetas en forma de caracol wayllakepa, son actuales temas de investigacin (Investigador Marie Curie, Comisin para la Arqueolo-ga de Culturas no Europeas, Bonn). Libros recientes incluyen La recuperacin de tec-nologas indgenas: Arqueologa, tecnologa y desarrollo en los Andes y Arqueologa y desarrollo en Amrica del Sur: De la prctica a la teora.RICARDOHIGELINPONCEDELENesAntroplogoFsicoegresadodelaEscue-laNacionaldeAntropologaeHistoriayMaestroenAntropologaBiolgicaporla Southern Illinois University en Carbondale donde tambin trabaj como asistente in-vestigador del Center for Archaeological Investigations. En la actualidad, es Maestro yCandidatoaDoctorenArqueologayContextoSocialdelaIndianaUniversityen Bloomington, as como asistente investigador del proyecto NAGPRA dentro del Glenn A. Black Laboratory of Archaeology. Se ha especializado en estudios de la bioarqueo-loga oaxaquea, especialmente en la regin de los Valles Centrales y la Mixteca Alta. Adems est interesado en las prcticas mortuorias tanto prehispnicas como contem-porneas, as como en la aplicacin de normas ticas en el uso de materiales arqueo-lgicos en la arqueologa y bioarqueologa en Mxico y los Estados Unidos. Su ltima publicacin intitulada San Miguel Albarradas: Interpretaciones culturales de un espa-cio funerario (con varios coautores) sali en 2013 en la revista Estudios de Antropolo-ga Biolgica.MARK HOWELL, Ph.D., is the Director of the Winterville Mounds Park and Museum (2006-present), a 12-mound archaeology site in the Mississippi Delta. Prior, he taught Music History at Fordham University (1999-2006) and Hunter College (1999-2004) in New York. More recently he was a Senior Research Fellow with TOPOI in Berlin (2009-2012) where he co-organized the workshop: Sound, Political Space, and Political Con-dition:ExploringSoundscapesofSocietiesunderChange(2011),andco-organized the Klangrume for an exhibition at the Pergamon Museum (2012). Recent publica-tions include: Origin and Meaning of the Hopewell Panpipe in Flower World: Music 189 Flower World - Mundo Florido, vol. 3Archaeology of the Americas Mundo Florido: Arqueomusicologa de las Amricas 2 (2013) and An Organology of the Americas as Painted by John White and Other Art-ists in Flower World: Music Archaeology of the Americas Mundo Florido: Arque-omusicologadelasAmricas1(2012).UpcomingpublicationsincludeAPossible Mississippian Ceramic Whistle, co-authored with Jim Rees, and Some Enigmatic Na-tive American Artifacts: Audio Devices?. He is a co-editor of the TOPOI publication featuringpapersfromthe2011workshop,andtheo