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Flexibilidad y demandas de capacidad de la atención William A. Johnston Steven P. Heinz Universidad de Utah FUENTE: Journal of Experimental Psychology: General, 107: 420-435, 1978 Dado que no podemos ser totalmente conscientes de todos los inputs que de un modo continuo inundan nuestros sistemas de procesamiento, se necesita alguna selección de la información per- ceptual previa a la conciencia. Puesto que una selección aleatoria enfrentaría a la conciencia con una amalgama in- interpretable de datos perceptuales, la selección sistemática es el prerrequisito para una imagen coherente e inteligible del mundo. La admisión sistemática de los datos perceptuales en la conciencia define nuestro uso del término atención. Este trabajo resalta dos aspectos de la atención un tanto olvidados: su flexibi- lidad y sus demandas de capacidad. La atención debe ser lo bastante elástica como para ajustarse a los diversos pro- blemas de selección que encuentre el sistema, y no debe emplear en sí misma tanta capacidad de procesamiento que sólo sobre una cantidad insuficiente pa- ra procesar conscientemente la informa- ción seleccionada. En primer lugar es- bozaremos una teoría que subraya la flexibilidad y las exigencias de capaci- dad de la atención, y después describi- remos algunas comprobaciones experi- mentales de dicha teoría. En conjunto, las teorías de la aten- ción postulan tres fases en el procesa- miento perceptual: la Fase 1 construye para el sistema las representaciones sensoriales de los inputs, la Fase 2 cons- truye las representaciones semánticas de las representaciones sensoriales y la Fase 3 introduce en la conciencia los productos de las Fases 1 y 2. Las distin- tas teorías difieren con respecto a la fase o fases en las que suponen que se produce la diferenciación entre objeti- vos (targets) y no-objetivos (nontar- gets): sólo en la Fase 1 (Broadbent, 1958), en las Fases 1 y 2 (Broadbent, 1971; Treisman, 1964), en las tres fases (Erdelyi, 1974; Kahneman, 1973), en las Fases 2 y 3 (Norman, 1968; Norman y Bobrow, 1976), y sólo en la Fase 3 (Deutsch y Deutsch, 1963; Shiffrin y Geisler, 1973). Estas teorías definen un continuum de posibles modos de aten- ción que se extiende desde la selección temprana (Early selection) señalada por Broadbent (1958) a la selección tardía (Late selection) señalada por Deutsch y Deutsch (1963). Dicho continuum apa- rece representado en la Figura 1. Otras posiciones del continuum distintas de las representadas en la Figura 1 po- drían definirse cambiando las contribu- ciones relativas de las diferentes fases al proceso de selección total. Por ejem- plo, una contribución relativamente gran- de de la Fase 3, una contribución mo- derada de la Fase 2 y una contribución nula de la Fase 1 definiría un punto en algún lugar del continuum entre las posiciones representadas por Norman (1968) y Deutsch y Deutsch (1963). Estudios de Psicología n. º 7- 1981

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Flexibilidad y demandasde capacidad de la atención

William A. JohnstonSteven P. HeinzUniversidad de Utah

FUENTE: Journal of Experimental Psychology: General, 107: 420-435, 1978

Dado que no podemos ser totalmenteconscientes de todos los inputs que deun modo continuo inundan nuestrossistemas de procesamiento, se necesitaalguna selección de la información per-ceptual previa a la conciencia. Puestoque una selección aleatoria enfrentaríaa la conciencia con una amalgama in-interpretable de datos perceptuales, laselección sistemática es el prerrequisitopara una imagen coherente e inteligibledel mundo. La admisión sistemática delos datos perceptuales en la concienciadefine nuestro uso del término atención.Este trabajo resalta dos aspectos de laatención un tanto olvidados: su flexibi-lidad y sus demandas de capacidad. Laatención debe ser lo bastante elásticacomo para ajustarse a los diversos pro-blemas de selección que encuentre elsistema, y no debe emplear en sí mismatanta capacidad de procesamiento quesólo sobre una cantidad insuficiente pa-ra procesar conscientemente la informa-ción seleccionada. En primer lugar es-bozaremos una teoría que subraya laflexibilidad y las exigencias de capaci-dad de la atención, y después describi-remos algunas comprobaciones experi-mentales de dicha teoría.

En conjunto, las teorías de la aten-ción postulan tres fases en el procesa-miento perceptual: la Fase 1 construyepara el sistema las representacionessensoriales de los inputs, la Fase 2 cons-

truye las representaciones semánticasde las representaciones sensoriales y laFase 3 introduce en la conciencia losproductos de las Fases 1 y 2. Las distin-tas teorías difieren con respecto a lafase o fases en las que suponen que seproduce la diferenciación entre objeti-vos (targets) y no-objetivos (nontar-gets): sólo en la Fase 1 (Broadbent,1958), en las Fases 1 y 2 (Broadbent,1971; Treisman, 1964), en las tres fases(Erdelyi, 1974; Kahneman, 1973), en lasFases 2 y 3 (Norman, 1968; Norman yBobrow, 1976), y sólo en la Fase 3(Deutsch y Deutsch, 1963; Shiffrin yGeisler, 1973). Estas teorías definen uncontinuum de posibles modos de aten-ción que se extiende desde la seleccióntemprana (Early selection) señalada porBroadbent (1958) a la selección tardía(Late selection) señalada por Deutsch yDeutsch (1963). Dicho continuum apa-rece representado en la Figura 1. Otrasposiciones del continuum distintas delas representadas en la Figura 1 po-drían definirse cambiando las contribu-ciones relativas de las diferentes fasesal proceso de selección total. Por ejem-plo, una contribución relativamente gran-de de la Fase 3, una contribución mo-derada de la Fase 2 y una contribuciónnula de la Fase 1 definiría un puntoen algún lugar del continuum entre lasposiciones representadas por Norman(1968) y Deutsch y Deutsch (1963).

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Estudios 43Lugares de Selección Teóricos Representativos

Modo tardío• Fase 3

Deutsch y Deutsch (1963)

Fases 2 y 3

Norman (1968)

Fases 1, 2 y 3

Erdelyi (1974)

Fases 1 y 2

Treisman (1960, 1964)

• Fase 1

Broadbent (1958)

Modo temprano

Fig. 1. Posiciones del continuum y lugares de la selección de las teorías representativasde la atención.

Nuestra teoría subsume estas teoríasal considerar que el sistema de proce-samiento perceptual está dotado de unaconsiderable movilidad a lo largo delcontinuum de modos de atención. Ideal-mente uno podría concentrarse en unafuente de objetivos y a pesar de ellocapturar los inputs importantes cuandosurgen de las fuentes no previstas. Real-mente, sin embargo, esta proeza puedeser imposible. Nosotros proponemosque la eficacia de la selección y la am-plitud de la selección están entrelazadasen una relación de obligado intercam-bio: cuando el sistema cambia de mo-dos de atención tempranos a modostardíos pierde eficacia en la selecciónpero gana amplitud de atención. Así,el sistema puede adaptarse a cada unade las teorías previas de la atención y,por consiguiente, producir costes y be-neficios de acuerdo a ellas. Este análisisde costes-beneficios del continumrr demodos de atención no carece de apoyoempírico. En tareas de atención visualy auditiva, por ejemplo, cuando aumen-ta la semejanza sensorial y semánticaentre objetivos y no-objetivos, lo queobliga al sistema a ascender en el con-tinuum, aumentan las medidas de am-plitud de atención y disminuyen lasmedidas de eficacia selectiva (e.g., Broad-bent, 1970; Johnston y Heinz, en pren-sa; Keren, 1976; Schneider y Shiffrin,1977; Schulman, 1971; Shiffrin y Schnei-der, 1977; Treisman, 1964; Underwood,1976).

La presente investigación se centra enun importante componente de la efica-cia selectiva, a saber, el esfuerzo o ca-

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pacidad consumida en la atención. Afin de obviar la confusión semántica y,por otra parte, facilitar la exposición,definiremos el uso que haremos de de-terminados términos clave. Por percep-ción entendemos el proceso trifásico Dorel que un estímulo externo alcanza unarepresentación consciente. Por capaci-dad de procesamiento entendemos lasreservas limitadas de energía, recursos,o combustibles por las que son movili-zados y mantenidos determinadas ope-raciones o procesos cognitivos. Por aten-ción o percepción selectiva entendemosel proceso por el cual la percepción sedirige hacia inputs específicos. El tér-mino atención ha sido utilizado porotros autores para referirse a la canti-dad o proporción de capacidad emplea-da en una operación cognitiva (Kahne-man, 1973). Así, pues, puede decirse quese necesita atención, en el sentido deesfuerzo, para prestar atención, en elsentido de percepción selectiva (Jolms-ton y Heinz (1). No obstante, en lo su-cesivo utilizaremos el término atenciónsólo en el sentido de percepción se-lectiva.

Nosotros proponemos que la aten-ción puede consumir capacidad de pro-cesamiento y que la cantidad empleadaaumenta cuando el continuum de mo-dos de atención asciende. La suposiciónde que la atención requiere capacidades interesante por el hecho de que lacapacidad limitada del sistema es la ra-zón fundamental para la atención: laselección sistemática es necesaria parareducir, con arreglo a la capacidad, elflujo de información perceptual. De ahí

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44 Estudiosque la atención pueda exigir parte delmismo producto para cuya conservaciónestá diseñada. Datos recientes indicanque la percepción per se no requiere ca-pacidad (Keele, 1972, Posner y Boies,1971). Aunque no deseamos cuestionar talafirmación, sugerimos que la percep-ción selectiva puede requerir capacidad.

La suposición de que las demandasde capacidad de atención se incremen-tan desde los modos tempranos a lostardíos, adquiere una especial significa-ción con respecto a las teorías anterio-res de la atención. Tales teorías hantendido a situar la selección de los datosperceptuales inmediatamente antes dellugar en que suponen que está el «cue-llo de botella» (bottleneck), en otraspalabras, el punto en el que el proce-samiento comienza a utilizar las reser-vas de capacidad. El cuello de botellafue localizado en la Fase 2 en la teoríade modos tempranos de Broadbent(1958) y después de la Fase 3 en la teoríade modos tardíos de Deutsch y Deutsch(1963). De ahí que la evidencia de quela Fase 2 no incluye un cuello de botella(Keele, 1972; Posner y Bojes, 1971) pa-rezca, a primera vista, apoyar una teoríade modos tardíos. Si la Fase 2 no nece-sita capacidad, entonces ¿por qué nopermite que todos los inputs recibanel procesamiento de la Fase 2 antes deseleccionarlos? Nosotros sugerimos lasiguiente respuesta: la atención es ensí un cuello de botella, cuya severidadaumenta desde los modos tempranos alos tardíos. El invertir capacidad ex laselección de la Fase 1 puede obviarla necesidad de gastar incluso más ca-pacidad en la Fase 3 o en la amalgamade datos que, por otra parte, podríarecibir la conciencia. Así, y aunque elsistema pueda ajustarse a la teoría deDeutsch y Deutsch, sospechamos quegeneralmente no actúa así, dado el costebastante prohibitivo en capacidad deprocesamiento.

La supuesta movilidad del sistema alo largo de un continuum de modos deatención se refiere a la primera partede nuestro título: la flexibilidad de laatención. El sistema puede ser capazde adoptar cualquier modo de atenciónque sea exigido por, o que mejor seajuste a, las condiciones imperantes(Treisman, 1969). Los modos más tardíospueden ser óptimos para aquellas con-diciones que exijan amplitud de aten-ción, y los modos más tempranos paraaquellas que requieran eficacia selec-tiva. La posible relación entre el con-tinuum y el gasto de capacidad de pro-cesamiento apunta a la segunda partede nuestro título: las demandas de ca-

pacidad de la atención. Los cinco expe-rimentos contenidos en este trabajo hanpretendido elucidar la dinámica de laatención mediante el examen de susnecesidades de capacidad. Hemos tra-tado de generar datos que sean fácil-mente acogidos por la teoría multimo-dal, pero difíciles de explicar por lasteorías unimodales. Antes de describirpor separado cada experimento, perfi-laremos el molde metodológico generaldel que surgieron todos ellos.

METODO GENERAL

Paradigma experimental

Los objetivos experimentales exi-gían procedimientos mediante loscuales inducir los diferentes modosde atención y medir sus demandasde capacidad. Esto se llevó a caboal tener que ejecutar los sujetos unatarea de escucha selectiva y una ta-rea subsidiaria de tiempo de reac-ción (TR) al mismo tiempo. La tareade escucha selectiva se diseñó si-guiendo el trabajo de Treisman(1964); esto es, se pedía a los sujetosque prestaran atención a una de doslistas presentadas binauralmente. Lapresentación binaural difiere de lapresentación dicótica en que ambaslistas son presentadas a ambos oí-dos, en lugar de una lista diferentea cada oído. La lista objetivo (target)podía distinguirse de la lista no-ob-jetivo (nontarget) por medio de se-ñales o indicios (cue) sensoriales, deseñales semánticas, o de ambas. Laseñal o pista sensorial era siemprela cualidad de la voz, por ejemplo,una voz femenina versus una vozmasculina. La pista semántica tomódiferentes formas en los distintosexperimentos, pero siempre permitióque las palabras objetivo se distin-guieran de las no-objetivo en tér-minos del significado. Así, la listaobjetivo podía ser un pasaje en pro-sa sobre el LSD y la lista no-objetivosobre el ornitorrinco, o la lista obje-tivo podía incluir nombres de ani-males y la no-objetivo nombres devarón. Era posible un modo relati-vamente temprano de selección cuan-do había disponibles pistas senso-riales, pero era necesario un modomás tardío cuando sólo había dis po-nibles pistas semánticas.

La tarea subsidiaria exigía respon-der apretando un botón a una señalluminosa Esta tarea se utilizó para

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Estudios 45medir la capacidad gastada en la es-cucha selectiva. El razonamiento bá-sico fue que cuanto mayor fuera laporción de capacidad asignada a laescucha selectiva, menor sería la ca-pacidad residual disponible para ras-trear la señal luminosa y, por tanto,más largos serían los TRs. Este pro-cedimiento de atención dividida paramedir los requerimientos de capa-cidad de una tarea primaria ha re-cibido una sustancial validación em-pírica (Johnston, Greenberg, Fishery Martin, 1970; Kahneman, 1973;Kerr, 1973).

La lógica experimental requería co-mo mínimo las cuatro condicionessiguientes: ninguna lista (OL), unalista (1L), dos listas con voces dife-rentes pero similares en el significa-do (2Lds) y dos listas con voz simi-lar pero con significados diferentes(2Lsd). Todas las condiciones in-cluían la tarea de TR. Sin embargo,en la condición OL no se exigió nin-guna escucha; en la condición 1L seexigió la escucha simple o directade una única lista, y en las condicio-nes 2Lds y 2Lsd se exigió la escuchaselectiva de una o dos listas. La con-dicinó OL sirvió como línea-base paramedir la capacidad (TR) requeridapara una escucha única, y la condi-ción 1L sirvió como línea-base paramedir la capacidad requerida parala escucha selectiva. La prediccióngeneral era OL<IL<2Lds<2Lsd entérminos de TR promedio a las se-ñales luminosas. La suposición deque la selección necesita capacidadpredice 1L<2Lds, y la de que losmodos tempranos de selección nece-sitan menos capacidad que los mo-dos tardíos predice 2Lds<2Lsd. A lolargo de este artículo consideraremosotras interpretaciones alternativas aestos efectos predichos.

Procedimientos y tareas

Los sujetos fueron varones y mu-jeres estudiantes de psicología querecibieron, por su participación, cré-ditos para cursos superiores. Cadasesión constaba de unos 30 ensayos.Cada ensayo duraba setenta segun-dos, empezando con una instrucciónoral («start») y terminando con otra(«stop»). El intervalo entre dos en-sayos era de unos diez segundos.Aparecía una señal luminosa en unmomento aleatorio dentro de cadaintervalo de diez segundos de un en.sayo, con la única restricción de eue

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entre cada dos señales consecutivaspasaban por lo menos tres segundos.Estos siete intervalos sucesivos decada ensayo definían la variable in-dependiente del intervalo de señal.En la tarea de escucha los sujetostenían que responder a una preguntaacerca de la lista objetivo al finalde cada ensayo en los experimen-tos 1-3, sombrear la lista objetivo enel experimento 4, y buscar palabrasobjetivo específicas en el experimen-to 5.

De cada condición se daban por lomenos seis ensayos, y siempre se ad-ministraban en bloque. Esto se hizoasí para animar a los sujetos a des-arrollar y utilizar cualquier estrategiade procesamiento que pudiese seróptima en cada condición. En losexperimentos 1-4 la lista objetivo enlos ensayos 2L empezaba siempre conun intervalo de señal entero antes dela lista no-objetivo. Con esto se pre-tendía que los sujetos pudiesen sa-car provecho de la redundancia de(o en su caso desarrollar una dispo-sición hacia) la lista objetivo. En elexperimento 5 el uso de palabrasobjetivo ocasionales en lugar de unalista • objetivo concreta obviaba lanecesidad de utilizar este procedi-miento. En las condiciones 1L y 2Lde todos los experimentos se instruíaa los sujetos para que aplicasen todala energía mental necesaria para rea-lizar la tarea de escucha y toda laenergía «sobrante» a la tarea de TR.No obstante, se les advirtió queen ningún momento debían ignorartotalmente la luz serial, sin importarlo exigente que pudiese ser la tareade escucha.

Aparatos

Los sujetos participaban de formaindividual en un compartimento in-sonorizado. El compartimento esta-ba equipado con un juego de auricu-lares, un micrófono, una luz señalun botón de respuesta. La estanciadel experimentador, situada fuera delcompartimento, estaba equipada condos magnetofones estéreo, amplifica-dores, un relay sensible al sonido yuna computadora PDP-8E. Uno de losmagnetofones se usó para presentarlas listas a los sujetos binauralmen-te por medio de los auriculares, y elotro para registrar sus respuestasorales. Se grabó un sonido de unsegundo y medio de ruido blanco enun canal separado del primer mag-

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46 Estudiosnetofón, para que coincidiese con lainstrucción «start» de cada ensayo.Este ruido blanco cerraba el replaysensible al sonido y avisaba a lacomputadora para que programasey presentase las señales luminosasde cada ensayo. Al final de cada se-sión el computador proporcionabalos datos de los TRs del sujeto enrelación con los lugares temporalesexactos de las señales en cada en-sayo.

Se les pidió a los sujetos que mi-rasen hacia la señal luminosa y apo-yasen su dedo índice en el botón derespuesta durante todo el ensayo. Seles avisó de que descansasen los ojosy relajasen los dedos en los interva-los entre ensayos. La fuente de laseñal era una pantalla opaca de7,5 x7,5 cm. montada a 61 cm. enfrente de los sujetos y aproximada-mente al nivel de los ojos. El brillonormal de la fuente luminosa era de27,4 cd/m2 y el brillo de la señal erade 109,6 cd/m2. La duración de lasseñales era de 500 mseg. Si no serespondía a la luz en 1.200 mseg.,entonces el computador lo registrabacomo omisión. Ya que menos del1 por 100 de los TR a los aciertospasaron de 800 mseg., podemos su-poner con confianza que la mayoríade las señales que se registraron co-mo omisiones eran omisiones reales.

Análisis de los datos

Había dos variables dependientesprincipales: la ejecución en la escu-cha y la ejecución en el TR. La eje-cución en la escucha se midió de for-mas distintas en los diferentes expe-rimentos, debido a las variaciones enla naturaleza de la tarea de escucha.El rendimiento en la tarea de TRse midió en términos de la exactituden la detección y del TR medio. Laexactitud en la detección resultó sermucho menos sensible a las manipu-laciones experimentales que el TRmedio y en lo sucesivo haremos casoomiso de ella, excepto para indicarque la tasa general de señales omi-tidas fue sólo de aproximadamenteun 2 por 100.

Se usó el nivel de significación .05en todas las pruebas estadísticas deeste artículo. Todos los experimen-tos manipularon las condiciones(e.g., OL, 1L, 2Lds y 2Lsd), los ensa-yos y los intervalos entre señalescon medidas repetidas en todos losfactores. Los análisis preliminares in-

dicaron que los ensayos y los inter-valos entre señales no tenían valordiagnóstico. Por consiguiente, laspruebas estadísticas usadas se reali-zaron sin tener en cuenta estas va-riables. Las unidades de análisis seobtuvieron promediando las puntua-ciones de cada sujeto en una condi-ción concreta sobre los ensayos y losintervalos de serial. Los datos de losprimeros ensayos y de los primerosintervalos de señal fueron excluidosdel análisis, con objeto de evitar po-sibles efectos de práctica y calenta-miento. En la Tabla 1 se resumenlas medias de los datos del rendi-miento en TR y en escucha de todoslos experimentos. El número de ob-servaciones a partir del cual secomputó cada media varía de 960(experimentos 1 y 3) a 2.592 (experi-mento 4) en el caso de los TR y de160 a 12.960 en el caso del desempeñoen la escucha. En todos los experi-mentos el patrón de resultados queaparece en la Tabla 1 se mantuvoen todos los subgrupos de contraba-lanceo en los que se dividió a lossujetos.

EXPERIMENTO 1

Este estudio amplía el trabajo deTreisman (1964). Las cuatro condicio-nes 2L diferían en función de las pistasdisponibles para llevar a cabo la escu-cha selectiva: pistas de voz y semánti-cas (2Ldd), sólo pistas de voz (2Lds),sólo pistas semánticas (2Lsd) y sin pis-tas (2Lss). Los pasajes objetivo y no-objetivo coincidentes los emitían vocesdiferentes en las condiciones 2Ldd y2Lds, y la misma voz en las condiciones2Lsd y 2Lss. Los pasajes eran extractosde diferentes artículos del Reader's Di-gest en las condiciones 2Ldd y 2Lsd ydel mismo artículo en las condiciones2Lds y 2Lss. En realidad, había pistassemánticas a nivel de frase en todaslas condiciones, pero sólo las había anivel de tópico en las condiciones 2Lddy 2Lsd. Por tanto, mientras que la ma-nipulación de la pistas sensoriales eraninguna versus alguna, la manipulaciónde las pistas semánticas era alguna ver-sus más.

Esperábamos encontrar el siguientepatrón de resultados en términos delos TR a las señales luminosas subsidia-rias: OL<1L<2Ldd=2Lds<2Lsd<2Lss.Los componentes clave de este patróneran 1L<2Ldd y 2Lds<2Lsd. Estos com-

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Estudios 47ponentes reflejan directamente las su-posiciones principales que esta serie deinvestigaciones intenta validar: que laatención requiere capacidad (1L<2Ldd)y que el sistema de procesamiento dis-pone de modos de atención tempranoy tardío (2Lds<2Lsd). Otra cosa que seesperaba encontrar también era que laspistas semánticas extra facilitarían laselección (economizarían capacidad) só-lo cuando no hubiesen pistas sensoria-

les. La lógica teórica de esta expectativaes que las pistas sensoriales efectivaspermiten realizar la selección en la Fa-se 1, y de esta forma obviar la utilidadde las pistas semánticas en las fases 2y 3 (2Ldd=2Lds). Cuando se obliga aseleccionar en las fases 2 y 3, no pro-porcionando pistas sensoriales efecti-vas, una diferencia de tópico entre lospasajes objetivo y no-objetivo mejoraríala selección (2Lsd<2Lss).

TABLA 1Tiempo de Reacción Medio (en milisegundos) y ejecución en la escucha en cada condición

de cada experimento.

Exper.

Condición

OL 1L 1Ldd lLsd 214d 214s 2Lsd 2Lss 3Ldd

12345

3245327248

320283345310318

355316397370

Tiempo de Reacción Medio

387 397367459 460

433401 425 426

433

466482473

429

466366

12345

3245327248

6.810.47.81.4

Ejecución en la escucha

7.3 8.39.6

135 12.55.3

.8 4.0 4.4

22.4

19.320.515.5

22.9

21.315.6

Método

Cada uno de los 32 sujetos parti-cipó en tres sesiones (una sesión dia-ria durante tres días). La primera se-sión se dedicaba a practicar, y lasotras dos eran sesiones experimenta-les. Conjuntamente, las dos sesionesexperimentales comprendían seis en-sayos en cada una de las seis condi-ciones (OL, 1L, 2Ldd, 2Lds, 2Lsd y2Lss). Cada sesión experimental co-menzaba con tres ensayos OL se-guidos por tres ensayos 1L y finali-zaba con seis ensayos agrupados decada una de dos condiciones 2L. Lascondiciones 2L que no se administra-ban durante la primera sesión expe-rimental se administraban durantela segunda. El orden de las cuatrocondiciones 2L se contrabalanceó en-tre los sujetos.

Los pasajes no-objetivo de los en-sayos 2Ldd y 2Lds los emitía unavoz masculina concreta, y todos losotros pasajes los pronunciaba una

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voz femenina. Los pasajes se graba-ron con pausas e inflexiones norma-les a una velocidad de 100 palabraspor minuto. Al final de cada ensayode escucha se les hacía una preguntasencilla de verdadero/falso acercadel pasaje objetivo. En la mitad delos seis ensayos de cada condiciónde escucha, la respuesta correcta eraverdadero.

Para realizar los seis ensayos 1Lse extrajo un pasaje de cada uno deseis artículos del Reader's Digest. De24 artículos se extrajeron dos pasa-jes de cada uno para usar en losensayos 2L, y un pasaje de cada parse designaba como pasaje objetivo.Se usaron pasajes parejos (mismotópico) objetivo y no-objetivo en losensayos 2Lds y 2Lss, y pasajes des-parejados (de tópico distinto) en losensayos 2Ldd y 2Lsd. Mediante unesquema de rotación de pasajes seaseguró que en definitiva los 24 pa-sajes estuviesen igualmente represen-tados en las cuatro condiciones 2L.

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48 EstudiosResultados y discusión

En la Tabla 1 pueden verse los prin-cipales resultados. Las condiciones va-riaron entre sí en el TR medio, F (5,155)=57.31, ML=978, y en la tasa deerrores verdadero/falso, F (4, 124), MG==68. Las pruebas Newman-Keuls reve-laron que OL<1L<2Ldd=2Lds<2Lsd==2Lss en el caso del TR y que 1L==2Ldd=2Lds<2Lsd=2Lss en el caso delos errores verdadero/falso.

Los datos verdadero/falso confirmanlas demostraciones anteriores de la su-perioridad de las pistas sensoriales so-bre las semánticas en términos de laexactitud de la atención selectiva (e.g.,Broadbent, 1970; Keren, 1976; Lawren-ce, 1971; Treisman, 1964). Los sujetosseparaban mejor los pasajes objetivo yno-objetivo en las condiciones 2Ldd y2Lds que en las condiciones 2Lsd y2Lss. En realidad, en el presente estu-dio, las pistas sensoriales hacían que laexactitud de la escucha selectiva fueseequivalente a la exactitud de la escu-cha simple. Sin embargo, los datos delTR mostraron que este hecho de la es-cucha selectiva no se conseguía sin es-fuerzo. Con relación a la línea basede 1L, la escucha selectiva exigía ciertogasto de capacidad en las condiciones2Ldd y 2Lds, y más aún en las condi-ciones 2Lsd y 2Lss. Por tanto, la escu-cha selectiva era más exacta y consumíamenos capacidad cuando el sujeto dis-ponía de pistas sensoriales que cuandosólo disponía de pistas semánticas.

En contra de lo se esperaba, unadiferencia de tópico no ayudaba a laselección, incluso en ausencia de pistassensoriales (2Lsd=2Lss). Esto se dio tan-to en los datos de verdadero/falso co-mo en los de TR. Nosotros atribuimoseste resultado anómalo a un efecto te-cho: la escucha selectiva puede haberalcanzado una dificultad máxima ya enla condición 2Lsd. Más adelante apor-taremos datos que apoyan esta interpre-tación al referirnos al experimento 3.Afortunadamente, obtuvimos la espera-da interacción entre las pistas sensoria-les y semánticas, en términos de ren-dimiento en escucha selectiva y de losTR, en un estudio posterior (Johnstony Heinz, en prensa).

En cualquier caso, los datos de TRapoyaron las principales suposiciones dela teoría multimodal que esta serie deinvestigaciones intentaba probar. La su-posición de que la atención requierecapacidad la apoyaba la diferencia 1L<<2Ldd, y la suposición de que el sistemadispone de modos temprano y tardíode selección la apoyó la diferencia

2Lds<2Lsd. Sin embargo, ambos resul-tados pueden tener interpretaciones al-ternativas. A pesar de los datos que apo-yan lo contrario (e.g., Keele, 1972; Pos-ner y Bojes, 1971), el procesamiento per-ceptual puede necesitar cierto gasto decapacidad. Por tanto, el primer resulta-do puede reflejar simplemente la capa-cidad consumida por el pasaje no-ob-jetivo antes de ser rechazado. ¿El pasa-je no-objetivo consume capacidad antesde ser rechazado, o el proceso de laatención requiere por sí mismo ciertacapacidad? El experimento 2 evaluó lasposibilidades de estas dos interpreta-ciones alternativas del efecto 1L < 2Ldd.El segundo resultado crucial (2Lds <<2Lsd) podía reflejar las demandas decapacidad de los modos de seleccióntemprano y tardío de la atención o re-flejar el uso de diferentes pistas porel mismo modo tardío. Esto es, unteórico del modo único podría argu-mentar que la selección siempre se rea-liza en el mismo lugar tardío, quizá enla fase 3, pero que con las pistas sen-soriales se realiza más eficazmente quecon las pistas semánticas (e.g., Schnei-der y Shiffrin, 1977; Shiffrin y Schnei-der, 1977). En los experimentos 3, 4 y 5compararemos esta interpretación connuestra interpretación multimodal.

EXPERIMENTO 2

La lógica de base que subyacía al ex-perimento 2 era que si la diferenciaen TR entre la escucha simple y la es-cucha selectiva refleja la capacidad con-sumida por el procesamiento percep-tual del pasaje no-objetivo, entonces lamagnitud de la diferencia debería au-mentar en función del número de pasa-jes no-objetivo. Dos pasajes no-objetivodeberían de consumir más capacidad,antes de ser rechazados, que uno sólo.Por el contrario, si la diferencia reflejala capacidad requerida para seleccionarel pasaje objetivo, entonces el númerode pasajes no-objetivo no debería de in-fluir, siempre y cuando todos ellos fue-sen uniformemente discriminables delpasaje objetivo. Se compararon cuatrocondiciones (OL, 1L, 2Ldd y 3Ldd) paradecidir entre estas dos posibilidades. Enla condición 3Ldd el pasaje objetivo lorecitaba una voz femenina y los dos pa-sajes no-objetivo los recitaban vocesmasculinas diferentes. Si nuestra inter-pretación de 1L<2Ldd es correcta, en-tonces el patrón de los TR medios de-bería ser OL<1L<2Ldd=3Ldd. Si la in-terpretación alternativa es la correcta,

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Estudios 49entonces el patrón de TR debería serOL<1L<2Ldd<3Ldd, donde la diferen-cia 2Ldd<3Ldd es igual en magnitud ala diferencia 1L<2Ldd. Si ambas inter-pretaciones tienen algo de verdad, en-tonces el patrón obtenido será un pa-trón intermedio entre estos dos extre-mos.

MétodoCada uno de los 45 sujetos parti-

cipó en una única sesión. La sesióncomprendía seis ensayos agrupadosde cada una de las cuatro condicio-nes. Los procedimientos de contra-balanceo evitaron los efectos del or-den y aseguraron que cada pasajeobjetivo estuviese igualmente repre-sentado en las condiciones 1L, 2Lddy 3Ldd. Se recogieron más pasajesdel Reader's Digest y se tomó unanueva voz masculina para realizar lacondición 3Ldd. Las otras condicio-nes eran réplica de las correspon-dientes en el experimento 1.

Resultados y discusión

Las condiciones alcanzaron significa-ción estadística en términos del TR me-dio, F (3, 132)=61.72, MC.=1.107, pero noen términos de los errores verdadero/falso, F (2, 88)=2.03, MC.=88. Una prue-ba de Newman-Keuls del TR medioconfirmó lo que resulta obvio en la Ta-bla 1: OL<1L<2Ldd=3Ldd. Así, la escu-cha selectiva volvió a ser tan exactacomo la escucha simple (aunque gastómás capacidad que ésta). Sin embargo,ni la exacttiud ni el gasto de capacidadde la escucha selectiva dependían delnúmero de pasajes no-objetivo (2Ldd==3Ldd). Este resultado confirma nues-tra suposición de que la selección con-sume capacidad, y se opone a la supo-sición de que el procesamiento de lainformación no-objetivo consume capa-cidad antes de ser rechazada. Estos ha-llazgos amplían los de Posner y Boies(1971) y los de Keele (1972) en un sen-tido importante: la percepción per sepuede no necesitar gasto de capacidad,pero la percepción selectiva sí.

EXPERIMENTO 3

Suponiendo que el efecto 1L<2Ldden los TR del experimento 1 se debiesea las exigencias de capacidad de laatención, ¿qué es lo que produjo elefecto 2Lds<2Lsd? Nuestra interpreta-ción multimodal es que las condiciones

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2Lds y 2Lsd fomentaban el uso dediferentes modos de atención. En la con-dición 2Lds, la selección podía realizarseen la fase 1, pero en la condición2Lsd no. Por tanto, el efecto 2Lds << 2Lsd está de acuerdo con nuestrasuposición de que las demandas decapacidad de la atención aumentan amedida que se asciende por el conti-nuum de los modos atencionales. Porel contrario, un teórico del modo únicopodrá argumentar que la selección seproducía en ambas condiciones sólo enla fase 3, pero que se realizaba conmás eficacia en la condición 2Lds. Lafase 3 recibe los datos sensoriales dela fase 1 y los semánticos de la fase 2,y una diferencia sensorial entre los ob-jetivo y no-objetivo podría constituirsimplemente una pista mejor para laselección en la fase 3 que una diferen-cia semántica. Además, la falta de dife-rencias sensoriales en la condición2Lsd introduce la posibilidad de que seproduzcan distorsiones perceptuales de-bidas a efectos de enmascaramiento. Elresultado es que puede ser que se nece-site más capacidad en la condición2Lsd para separar y reconstruir el pa-saje objetivo.

Como primer paso para decidir entreestas dos interpretaciones del efecto2Lds<2Lsd, el experimento 3 intentóimponer un modo tradío de selecciónen ambas condiciones, instruyendo a lossujetos para que obtuviesen toda la in-formación que pudiesen de ambos pa-sajes. Los sujetos podían usar todas laspistas que tuviesen en la fase 3 paraadmitir alternativamente en la concien-cia segmentos informativos, primero deun pasaje, luego del otro, y así hastael final del ensayo. Si el efecto original2Lds<2Lsd se debiese a la superioridadde las pistas sensoriales en la fase 3,entonces el efecto debería de volver aproducirse con las instrucciones modifi-cadas. Por el contrario, si el efecto ori-ginal se debiese a los diferentes modosde selección, entonces debería de elimi-narse con estas instrucciones que indu-cen un modo de selección tardío en am-bas condiciones.

Método

Era exactamente igual al del exm-rimento 1 a excepción del cambio enlas instrucciones: se les dijo a los32 sujetos que deberían retener todala información que pudiesen de am-bos pasajes en los ensayos 2L. Lamitad de las cuestiones verdadero/falso de cada condición 2L pertene-

4

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50 Estudioscía al pasaje principal (antes objeti-vo), y la otra mitad pertenecía alpasaje secundario (antes no-objeti-vo).

Resultados y discusión

Las condiciones alcanzaron significa-ción con respecto a los errores verda-dero/falso, F (4, 124)=5.32, MCc=64, ya los TR medios, F (5, 155)=58.78, MG==1.367. Las pruebas Newman-Keuls re-velaron la existencia de las diferencias1L<2Ldd=2Lds<2Lsd=2Lss en térmi-nos de los errores verdadero/falso yOL<1L<2Ldd=2Lds=2Lsd=2Lss en tér-minos de los TR.

La exactitud media en verdadero/fal-so fue del 83 por 100 en las cuatro con-diciones 2L. Este grado de exactitud in-dica que los sujetos fueron razonable-mente eficaces al distribuir su atenciónentre los pasajes. Un vistazo a la Ta-bla 1 nos revela que la tasa de erroresverdadero/falso es consistente con lasuposición de que se produce un cam-bio de los modos de selección tempra-nos a los tardíos. Sin embargo, la tasade errores verdadero/falso seguía sien-do algo menor en las condiciones 2Lddy 2Lds que en las condiciones 2Lsd y2Lss. Por consiguiente, parte de la dife-rencia original entre las condiciones entérminos de los errores verdadero/falsopuede deberse a una inferioridad en laspistas o a un enmascaramiento senso-rial en las condiciones 2Lsd y 2Lss. Noobstante, estos factores no pueden ex-plicar las diferencias originales entrelas condiciones 2L en términos del TRmedio, ya que en el experimento 3 noquedó ningún vestigio de estas diferen-cias.

El hecho de no haber obtenido dife-rencias en TR al incitar a los sujetosa usar un modo tardío de selección entodas de las condiciones 2L, apoya nues-tra interpretación multimodal del na-trón original y pone en tela de juiciola interpretación unimodal. Sin embar-go, la interpretación unimodal puedeaún salvarse apelando a un efecto techoen el experimento 3. La capacidad po-dría estar totalmente exhausta ya enlas condiciones 2Ldd y 2Lds, de formaque no fuese posible que la dificultadmayor de las condiciones 2Lsd y 2Lssse manifestase en el TR medio.

Antes de seguir adelante hacia demos-traciones más decisivas del efecto origi-nal 214s<2Lsd, vamos a volver breve-mente a nuestro fracaso en el intentode conseguir 2Lsd<2Lss en el experi-mento 1. La Tabla 1 muestra que el

rendimiento en las condiciones 2Lsd y2Lss no fue mejor en el experimento 1que en el 3. Esto es así con los erroresverdadero/falso y (cuando se toma encuenta la línea base) con el TR medio.Nosotros creemos que las condiciones2Lsd y 2Lss fueron tan difíciles que in-dujeron una estrategia de escucha divi-dida incluso en el experimento 1. Silos sujetos no eran capaces de escucharselectivamente los pasajes objetivo enninguna de las condiciones semánticasdel experimento 1, entonces es lógicala ausencia de un efecto beneficiosode las pistas semánticas extra produci-da en la condición 2Lsd.

EXPERIMENTO 4

Mirando hacia atrás, el experimento 1colocó en posición desventajosa a la teo-ría del modo tardío, comparando pistasde selección que diferían mucho en suutilidad. En las condiciones 2Ldd y 2Ldsla pista que indicaba cuál de las dospalabras simultáneas pertenecía al pa-saje objetivo, estaba en las palabrasmismas; la palabra objetivo era siem-pre aquella que pronunciaba la voz fe-menina. En contraste, en las condicio-nes 2Lsd y 2Lss las pistas no siemprelas proporcionaban las propias palabras.En realidad, los sujetos dependían delcontexto precedente a las palabras ob-jetivo, e incluso ésta tampoco era unapista segura. Si un sujeto oye y alma-cena del pasaje objetivo «un caimánhembra...» justo antes de oír «cuida»y «cría» en la misma voz, sólo puedeadivinar al azar cuál era la palabra ob-jetivo. Por tanto, el efecto original2Lds<2Lsd en los errores verdadero/fal-so y en el TR medio es tan atribuible auna diferencia en la discriminabilidadde pistas como a una diferencia en elmodo atencional.

Una prueba más clara entre las teo-rías uni y multimodal requeriría que laspistas semánticas proporcionadas en lacondición 2Lsd sean tan informativascomo las pistas sensoriales disponiblesen la condición 2Lds. Teniendo esto pre-sente, el experimento 4 usó listas denombres en vez de pasajes de prosa.Todos los nombres de una lista dada per-tenecían a la misma categoría taxonó-mica. La tarea de los sujetos era som-brear la lista objetivo. Las listas obje-tivo y no-objetivo diferían sólo en la vozen la condición 2Lds y sólo en la cate-goría en la condición 2Lsd. Por tanto,las pistas de selección estaban implíci-tas en cada par de palabras presenta-

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Estudios 51das. La palabra objetivo era aquella quepronunciaba una voz previamente de-terminada en las condiciones 2Lds, yla que pertenecía a una categoría pre-determinada en la condición 2Lsd. Deacuerdo con la teoría del modo tardío,la fase 3 debería recibir en ambos casosla información necesaria para seleccio-nar la palabra objetivo, y el resultadodebería ser 2Lds=2Lsd en términos delTR medio y de los errores en la escu-cha (sombreado). De acuerdo con nues-tra teoría multimodal, la selección debíaproducirse antes en la condición 2Lds,y el resultado debería ser 2Lds < 2Lsden términos de ambas medidas de ren-dimiento.

Método

Cada uno de los 72 sujetos partici-pó en una única sesión, dividida ensiete ensayos agrupados de cada unade las cuatro condiciones: OL, 1L,2Lds y 2Lsd. El orden de los bloquesde ensayos era OL, 1L, 2Lds, 2Lsdpara la mitad de los sujetos, y OL,1L, 2Lsd, 2Lds para la otra mitad.

Cada lista objetivo consistía en 35nombres y cada lista no-objetivo en30 nombres. Esta disparidad en lalongitud de la lista refleja el hechode que la lista objetivo comenzabaun intervalo de señal entero (10 seg.)antes de la lista no-objetivo. Todaslas palabras se entresacaron de lasnormas de Battig y Montague (1969).Las listas se grabaron con el sonidode un metrónomo a una tasa de unapalabra cada 2 segundos. Las lis-tas objetivo y no-objetivo se sincro-nizaron lo más posible en los ensa-yos 2L. Para la mitad de los sujetos,todas las listas consistían en nom-bres de ciudades, excepto las listasno-objetivo en los ensayos de selec-ción semántica (2Lsd), las cuales con-sistían en nombres de ocupaciones.Para la otra mitad de los sujetos, seusaron nombres de animales cuadrú-pedos en lugar de las ciudades, ynombres propios de varón en lugarde las ocupaciones. Para la mitad delos sujetos expuestos a cada catego-ría se grababan todas las listas conuna voz femenina, excepto las listasno-objetivo de los ensayos de selec-ción sensorial (2Lds). Para la otramitad de los sujetos se invirtió elsexo de las voces.

Para construir las listas se usaronlos 64 asociados más frecuentes a ca-da categoría. Cada una de las 64 pa-labras de cada categoría se usó 3-4

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veces a lo largo de los siete ensayosde cada condición, pero nunca másde una vez en cada ensayo. Adviér-tase que los procedimientos asegura-ban que a los sujetos se les hicieramuy familiar la categoría (entre to-das las condiciones, cada sujeto som-breaba cada una de las palabrasobjetivo al menos 11 veces). Se tuvocuidado en evitar relaciones semán-ticas obvias entre las palabras obje-tivo y no-objetivo concurrentes en lacondición 2Lsd (e.g., pedro no podíacoincidir con lobo).

Se les dijo a los sujetos que som-breasen las palabras en 1L y las pa-labras objetivo en 2L tan rápida yexactamente como pudiesen. Antes decada bloque de ensayos 2L se les ex-plicaba a los sujetos la naturalezade las listas objetivo y no-objaivo.En la condición 2Lds se les dijo alos sujetos que las palabras objetivolas pronunciaría la misma voz feme-nina (masculina) que habían estadosombreando hasta entonces (en lacondición 1L) y que las palabras no-objetivo las oirían en una voz mas-culina (femenina). En la condición2Lsd se les dijo a los sujetos que laspalabras objetivo serían los mismosnombres de ciudad (animales de cua-tro patas) que habían estado som-breando hasta entonces, y que laspalabras no-objetivo serían nombresde ocupaciones (nombres propiosmasculinos).

Resultados y discusión

Las condiciones fueron significativasen términos tanto del TR medio, F (3,213)=334.21, MC.=1.138, como de la tasade errores en el sombreado, F (2, 142)==170.34, MC.=134.00. Una prueba New-man-Keuls confirmó lo que es obvio enla Tabla 1: OL<1L<2Lds<2Lsd en tér-minos del TR medio, y 1L<2Lds<2Lsden términos de los errores de sombrea-do.

Los datos están claramente a favorde nuestra teoría multimodal y en con-tra de la teoría unimodal. En todo caso,el efecto 2Lds<2Lsd fue mayor en elexperimento 4 que en el 1. Dado quecada par de palabras aportaba en símismo la información requerida parala selección en la fase 3 en ambas con-diciones 2L, ¿por qué la selección tar-día tendría que ser más exacta y exigirmenos esfuerzo en la condición 2Ldsque en la condición 2Lsd? Un análisisde contenido de los errores de sombrea-do no aportó indicaciones de que hu-

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5 2 Estudiosbiese un enmascaramiento sensorial ma-yor en la condición 2Lsd. La Tabla 2resume las frecuencias absolutas y re-lativas de cuatro tipos de error en elsombreado: omisiones, introducción depalabras con significado relacionado,malas pronunciaciones o combinaciones

(mezcla de las palabras objetivo y no-objetivo) e intrusión de no-objetivos(sombrear la palabra no-objetivo). Lasomisiones y las palabras relacionadasexplicaban la mayoría de los errores encada condición. Si en la condición 2Lsdhubiesen sido muy importantes los

TABLA 2Frecuencias medias absolutas y relativas de diferentes tipos de errores de sombreado en

las condiciones 2Lds y 2Lsd del experimento 4.

Tipo de error en el sombreado

Error de Mal pronun. Intrusión deIndice de free. Condición Omisión significación o combinación no-objetivos

2Lds 7.402Lsd 35.042L,ds 55.672Lsd 68.60

3.53 .81 1.3211.22 3.04 1.7927.03 6.02 10.1121.97 5.59 3.50

Frec. absoluta

Free. relativa

efectos del enmascaramiento, entoncestendrían que haber sido relativamentefrecuentes las mal pronunciadas y lascombinaciones en esta condición. En larealidad, sin embargo, la frecuencia re-lativa de estos errores era comparableen las dos condiciones.

Aunque no es plausible una explica-ciónción de 2Lsd por medio del enmas-caramiento, los teóricos del modo tardíopodrían argumentar razonablemente queni siquiera en el experimento 4 llega-ron a igualarse las dos condiciones entérminos de discriminabilidad de las pis-tas. Rosch (1975) ha demostrado que losejemplos de una categoría varían mu-cho en su representatividad de la mis-ma; por ejemplo, los pájaros están me-jor representados .por un petirrojo quepor un pollo. Por tanto, mientras todaslas palabras objetivo eran altamente re-presentativas de la voz designada en lacondición de selección sensorial, no to-das eran altamente representativas dela categoría designada en la condiciónde selección semántica. El experimen-to 5 intentó remediar este problema derepresentatividad de la categoría y am-pliar la generalidad del efecto 2Lds <<2Lsd a una tarea de búsqueda.

EXPERIMENTO 5

La tarea de escucha requería de lossujetos que detectasen y repitiesen pa-labras objetivo concretas que estaban

mezcladas entre palabras no-objetivo.Se compararon cinco condiciones: OL,1Lds, lLsd, 2Lds y 2Lsd. Las palabrasobjetivo diferían de las no-objetivo sóloen la voz en los ensayos de selecciónsensorial (1Lds y 2Lds) y sólo en tér-minos de la categoría taxonómica enlos ensayos de selección semántica (lLsdy 2Lsd). Las palabras objetivo en los en-sayos de selección semántica eran sólotipos de vehículo altamente representa-tivos. Creemos que este procedimientoproporciona una prueba más clara parala teoría del modo tardío. El argumentode que el poder de discriminación delas pistas semánticas es menor que elde las pistas sensoriales es ahora me-nos sostenible.

Esperábamos que la escucha selec-tiva de los objetivos semánticos seríamenos exacta, gastaría más energía ysería más sensible al número de pala-bras no-objetivo concurrentes que la es-cucha selectiva de objetivos sensoria-les. La expectativa de que se produjeseuna interacción entre el tipo de pistapara la selección (sensorial versus se-mántica) y la densidad de no-objetivosrequiere una explicación más amplia.Al igual que el número de inputs no-objetivo no afectó a la selección de da-tos sensoriales en el experimento 2, tam-poco deberá afectar al rechazo de datossensoriales en el presente experimento.No debería ser más fácil discernir laausencia de una voz femenina cuandose pronuncian dos palabras con una vozmasculina que cuando sólo una la pro-

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Estudios 53nuncia una voz masculina. En contras-te, deberá ser más difícil discernir queninguna de las dos palabras es un nom-bre de vehículo que discernir que unano lo es. Un aumento en el efecto dela densidad de no-objetivos de la selec-ción sensorial a la semántica confirma-ría la relación hipotetizada entre elcontinuum de modos de atención y laamplitud de la atención. Dado que unmodo tardío de atención proporcionamás amplitud atencional, es más sen-sible que un modo temprano a la infor-mación no-objetivo, y es más probableque su efectividad varíe con la natura-leza de esta información (en este casola densidad de no-objetivos).

Método

Los 48 sujetos participaron en unaúnica sesión experimental, que con-sistía en seis ensayos agrupados decada una de las cinco condiciones.El orden de las condiciones fue OL,1Lds, 2Lds, lLsd, 2Lsd para la mitadde los sujetos, y OL, lLsd, 2Lsd, 1Lds,2Lds para la otra mitad. Las palabrasde cada lista se presentaban a la ve-locidad de una cada 2 segundos. Cadaensayo llevaba 2-4 palabras objetivoen posiciPnes al azar dentro de lalista, excepto en que no podía apare-cer ninguna en la primera posicióno en la última. Entre los seis ensa-yos de cada condición se producíanexactamente 18 objetivos.

Todas las palabras se obtuvieronde las normas de Rosch (1975). Losseis primeros nombres de vehículo(automóvil, camioneta, carro, coche,autobús y taxi) se usaron como pala-

bras objetivo en las condiciones lLsdy 2Lsd, ya que estas palabras se indi-caban como más representativas desu categoría que las seis primeraspalabras de cualquiera de las otrascategorías de las normas de Rosch.Las palabras objetivo de las condi-ciones 1Lds y 2Lds y las palabrasno-objetivo de todas las condicionesse escogieron de entre las siguientescategorías: comida, frutas, armas, ve-getales, instrumentos de carpintero,pájaros, deportes y ropas. La elec-ción de éstas fue al azar con sustitu-ción, excepto en que no se usaronaquellas palabras que se creyó queestaban fonética o semánticamenterelacionadas con los seis nombressuperiores de vehículo. Todas las pa-labras las pronunciaba la misma vozmasculina, excepto las palabras ob-jetivo de los ensayos 1Lds y 2Lds,las cuales las pronunciaba una vozfemenina.

Se preparó un conjunto de listaspara cada una de las cuatro condicio-nes de escucha, y se administraban ala mitad de los sujetos asignados acada orden de las condiciones. A laotra mitad de los sujetos se les ad-ministró las mismas listas, pero laspalabras objetivo se intercambiaronentre los conjuntos de listas paraconvertir a los conjuntos 1Lds y 2Ldsen los conjuntos lLsd y 2Lsd, respec-tivamente, y viceversa. Esto hizo quela composición de no-objetivos de lalista y las posiciones de los objeti-vos en cada lista no fuera constantepara la selección sensorial y semán-tica. La composición de la lista paracada tipo de ensayo se ilustra en laTabla 3.

TABLA 3Extractos de listas usadas en cada condición de escucha del experimento 5.

CondiciónPosiciónen la lista 1Lds lLsd

3 canario higo4 tenis carro5 cantalupo batata6 pera fresa7 sofá veneno8 espárrago traje9 medias camioneta

10 flecha albaricoque11 cama barniz

2Lds

colibrí, lámparauvas, herradurahi-fi, gomacebollas, uñasrevólver, manzanasándalos, camisetamartillo, primosbalonvolea, gansosalga, pollo

2Lsd

coles, hockeymanzana, oficinamartillo, abrigocamioneta, balaapio, cebollaspiolet, melóncoche, tizanatación, horcaestorbo, mostrador

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54 EstudiosResultados y discusión

En la Tabla 1 se presenta el TR medioa las señales luminosas que aparecierondurante el procesamiento de no-objeti-vos (i.e., en ausencia de objetivos) y laexactitud en la detección de objetivos.El TR medio fue menor en la condi-ción OL que en las demás en los 48 su-jetos. Ignorando la condición OL eraposible realizar un análisis de varianza2 x 2 con medidas repetidas en ambosfactores: tipo de pista (sensorial versussemántica) y densidad de no-objetivos(1L versus 2L). Las tres fuentes de va-riación fueron significativas con respec-to a ambas medidas. En el caso del TR,F (1, 47)=37.74, MG=1.479 para el tipode pista, F (1, 47)=73.35, MC=909 parala densidad de no-objetivos, y F (1, 47)==6.10, MG=857 para la interacción. Enel caso de los errores en la detecciónde objetivos, F (1, 42)=18.29, MC=38para el tipo de pista, F (1, 42)=43.71,MQ=17 para la densidad de objetivos,y F(1, 42)=168.00, MC.=.07 para la in-teracción. La mayoría de los errores enla detección de objetivos fueron ignora-dos, ya que en total se produjeron sólo30 detecciones falsas (de las 38.016 opor-tunidades), 28 de las cuales se produje-ron en la condición 2Lsd.

Las bases de estos efectos aparecenmuy claras en la Tabla 1. La detecciónde objetivos resultó más exacta y gas-taba menos energía cuando estaba diri-gida por pistas sensoriales que cuandoestaba dirigida por pistas semánticas,y cuando se realizaba en una lista únicaque cuando se realizaba sobre dos listasconcurrentes. Hay que hacer notar queel uso de vehículos representativos enlas condiciones de selección semánticano atenuó el efecto del tipo de pista enel TR. De acuerdo con lo que se espe-raba, el efecto de la densidad de no-objetivos fue mayor con las pistas se-mánticas que con las pistas sensoriales.Esta interacción es importante en lamedida en que sugiere que las basesdel procesamiento en los modos tem-prano y tardío de la atención son cua-litativamente, y cuantitativamente, di-ferentes. En estudios de búsqueda vi-sual se han encontrado interacciones si-milares (Schneider y Shiffrin, 1977; Shif-frin y Schneider, 1977).

En contraste con el experimento 2,incluso en el caso de la selección sen-sorial apareció un efecto de la densidadde no-objetivos en el TR medio. Nos-otros atribuimos esto a una diferenciaentre los experimentos en el tiempo enel que el sujeto estaba libre de proce-samiento. Las palabras en el expt•rimen-

to 2 se presentaron con una velocidadmayor (100 versus 30 por minuto), y lossujetos tenían que seguir el rastro deun pasaje entero en vez de procesardiscretamente una (1L) o dos (2L) pa-labras a la vez. El tiempo desocupadoen el experimento 5 proporcionaba alos sujetos la oportunidad de procesarpalabras no-objetivo incluso después dedeterminar que no había objetivos.Este vacío de procesamiento habría ad-mitido una palabra cada vez en la con-dición 1L y dos cada vez en la condición2L (y de ahí el efecto 1Lds<2Lds enel TR medio). En cualquier caso, elpunto importante es que este efectofue pequeño en comparación con el efec-to lLsd<2Lsd.

DISCUSION GENERAL

Los datos apoyan las dos suposicio-nes principales que se pusieron a pruebaen esta serie de experimentos: la aten-ción requiere capacidad, y la cantidadde capacidad requerida aumenta de losmodos tempranos a los modos tardíosde la atención. La primera suposiciónla apoyó el consistente efecto 1L<2Lsobre el TR medio en los experimen-tos 1, 2 y 4, y la ausencia del efecto2L<3L en el experimento 2. Por tanto,mientras que la percepción per se puedeno definir un cuello de botella, la per-cepción selectiva claramente sí lo hace.Reuniendo las condiciones se selecciónsensorial (y semántica) de los experi-mentos 1 y 4, el efecto 1L<2L da unpromedio de 65 mseg. y el efecto OL<ILde sólo 47 mseg. Esta comparación im-plica que, en promedio, la atención re-quiere más capacidad que todos los pro-cesos vinculados a la escucha simplejuntos.

Claramente, las exigencias de capaci-dad dé la atención son más triviales.Además, en vista de la lluvia incesantede inputs que llegan al sistema, es bas-tante seguro que se da una cierta inver-sión obligatoria de capacidad en. el pro-ceso de selección sistemática. Por su-puesto, cuanto menor pueda ser estainversión sin sacrificar precisión en laselección, mayor será la capacidad resi-dual que puede usarse para procesarmás a fondo la información selecciona-da. Esto nos conduce a nuestra segundasuposición principal: que el sistema deprocesamiento perceptual tiene ciertamovilidad a lo largo de un continuumde modos atencionales, y que uno delos correlatos de este continuum es elgasto de capacidad.

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Estudios 55La validación empírica de la distin-

ción entre los modos temprano y tardíode la atención nos la proporciona elefecto 2Lds <2Lsd del TR medio en losexperimentos 1, 4 y 5. Con relación a lalínea base de 1L, la selección semánticaconsumió casi el doble de capacidad quela selección sensorial. La magnitud delefecto 2Lds <2Lsd resistió al aumentoen la discriminabilidad de las pistassemánticas entre el experimento 1 poruna parte y los experimentos 4 y 5 porla otra. Además, el efecto se eliminabacuando se requería selección tardía enambas condiciones en el experimento 3.Finalmente, el experimento 5 mostróque la densidad de no-objetivos afecta-ba más a la selección semántica que ala selección sensorial. El efecto 2Lds<<2Lsd en el TR se vio reforzado por unefecto igualmente consistente en la efi-cacia de la escucha. Nosotros sugerimosque estos hechos apoyan a la teoría mul-timodal, y son difíciles de reconciliarcon las teorías unimodales.

La única versión de la teoría unimodalque podría acomodarse potencialmentea los presentes datos es la teoría delmodo tardío. Vamos a revisar breve-mente la teoría del modo tardío y suevolución hasta la fecha, y a mostrarcómo tendría que elaborarse para ex-plicar nuestros datos. La teoría del mo-do tardío es superior a la del modo tem-prano en su capacidad para explicarlos fenómenos de la atención dividida yde la atención selectiva. En una reuniónsocial, somos a menudo capaces de aten-der a un hablante concreto y captar ala vez inputs importantes procedentesde otros hablantes (e.g., el nombre pro-pio). Según la teoría del modo tardío,la fase 3 recibe inputs analizados semán-ticamente procedentes de todas las fuen-tes, y admitirá en la conciencia sóloel más importante o pertinente de ellos.Mientras los inputs de un hablante con-creto sean los más pertinentes, obten-drán el acceso exclusivo a la concien-cia. Sin embargo, cuando un inputextraño es más pertinente se le da prio-ridad en la fase 3. Nuestros datos reve-lan que el proceso selectivo no es tanuniforme como implican las teorías delmodo tardío existentes. La atención va-ría en la precisión de la selección, elconsumo de capacidad, y la amplitud(e.g., sensibilidad a la densidad de no-objetivos), en función de la utilizaciónrelativa de pistas sensoriales y semán-ticas. Por tanto, la probabilidad de oírel nombre propio de uno mismo en unaconversación cercana en una reunión so-cial depende del grado de selección se-mántica empleada. Uno puede ampliar

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la atención, pero sólo con un coste con-siderable en la exactitud de la seleccióny el gasto de capacidad.

¿Cómo puede modificarse la teoríadel modo tardío para acomodarse a lospresentes datos? Podría argumentarseque la selección tiene lugar sólo en lafase 3, pero que puede estar guiada tan-to por pistas sensoriales como por pis-tas semánticas. Incluso cuando setienen disponibles pistas semánticas al-tamente discriminables, las pistas sen-soriales pueden ser más eficaces poralguna razón. Además una mayor de-pendencia de las pistas semánticaspuede hacer que el sistema sea mássensible a los inputs no-objetivo, y larazón de que ocurra esto es que la se-lección semántica es menos efectiva altratar de mantener a los no-objetivosfuera de la conciencia. Nótese sin em-bargo que esta elaborada versión de lateoría del modo tardío es formalmenteidéntica a nuestra teoría multimodal yes mucho más complicada que las teo-rías del modo tardío que se han pro-puesto hasta ahora (e.g., Deutsch yDeutsch, 1963; Norman, 1968; Shiffriny Geisler, 1973). Nosotros creemos quenuestra teoría multimodal ofrece unaexplicación menos forzada de la flexi-bilidad de la atención que la teoría delmodo tardío.

Los efectos 1L <2L y 2Lsd < 2Lsd enel TR pueden en cierta medida ser ar-tefactos de las variaciones en la pre-cisión de la selección. Como los datosdel rendimiento en la escucha atesti-guan, la selección de los objetivos noera perfecta ni siquiera en las condicio-nes de modo tardío. Por consiguiente, eldeslizamiento de datos no-objetivo enla conciencia en las condiciones 2L po-dría haber desorganizado el procesa-miento consciente (e.g., repetición com-prensión y selección de respuesta) delos datos objetivo (y podría haber sidoel causante de que se consumiese máscapacidad). Cuanto menor es la preci-sión en la selección (según lo indica eldesempeño en la escucha) mayor es lainfluencia desorganizadora de los inputsno-objetivo en el procesamiento cons-ciente de los inputs objetivo y mayoresson los TRs. Esta interpretación sebasa en la lógica de Massaro (1975, ca-pítulo 14) y ciertamente tiene mérito.Sin embargo, nosotros no creemos queproporcione una explicación completa•de nuestros datos, por varias razones.En primer lugar, el patrón 1L < 2Lds< 2Lsd en términos del TR fue nota-blemente consistente a lo largo de loscinco experimentos a pesar de las am-plias variaciones hechas en las opera-

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56 Estudiosciones conscientes que requerían las ta-reas de escucha. En segundo lugar, seobtuvo un fuerte efecto 2Lds < 2Lsd enel TR en el experimento 5 a pesar delhecho de que el TR se medía cuandolos sujetos buscaban objetivos, y noestaban agobiados con los requerimien-tos de repetición, comprensión y som-breado que caracterizaban a los experi-mentos 1-4. Finalmente, la correlaciónentre las medidas del gasto de capaci-dad (TR) y de la precisión de selección(ejecución en la escucha) no eran tanaltas como parece predecir esta inter-pretación alternativa. Por ejemplo, elefecto 1L < 2Lds fue mayor que el efec-to 2Lds < 2Lsd en términos del TR,pero mucho más pequeño en términosde los errores en la escucha. En cual-quier caso, los fenómenos empíricos ensí mismos no pueden ponerse en duda;la atención se acompaña de gasto decapacidad, y la cantidad de gasto va-ría con las pistas de selección pro-porcionadas. Estos fenómenos apoyannuestra principal hipótesis: que el sis-tema tiene acceso a un continuum demodos de atención y que este continuumestá correlacionado con el gasto de ca-pacidad.

La posible movilidad del sistema a lolargo del continuum propuesto de mo-dos atencionales le daría la flexibilidadnecesaria para enfrentarse óptimamen-te a las diversas situaciones con las quese encuentra. La mayoría de las situa-ciones requieren un modo temprano dela atención; un modo Clue permite alsistema sintonizar con eficacia con unafuente de objetivos con un gasto mí-nimo de capacidad de procesamiento.Puede necesitarse un modo tardío cuan-do es especialmente importante recogerinformación de múltiples fuentes, y nohay más remedio que usarlo cuando nose dispone de pistas sensoriales (comoen las condiciones de selección semán-tica de la presente investigación). Siuno está participando en una conversa-ción apasionante en una reunión social,entonces podría estar usando un modode selección temprana tal, que para quealguien que está fuera de la conversa-ción llame su atención necesite llamarlea gritos. Por el contrario, si uno está

obligado por el protocolo social a par-ticipar en una conversación aburrida,entonces podría estar usando un modotardío tal, que le llama la atención cual-quier input extraño. Una estrategia ge-neral eficaz podría ser el emplear unmodo temprano como regla y de vezen cuando desviarse momentáneamentea un modo tardío. Esta estrategia per-mitiría al sistema atender con eficaciaa una fuente de información primariasin estar completamente insensible a losinputs procedentes de otras fuentes.

Nosotros no decimos que la investi-gación resumida en este informe resuel-va definitivamente los temas básicos enlos que nos hemos centrado. Por ejem-plo, se necesita más investigación quecompare las pistas de selección senso-riales y semánticas en términos de laamplitud de la atención. La interacciónobtenida en el experimento 5 entre eltipo de pista y la densidad de no-obje-tivos sólo implica que con la selecciónsemántica el sistema se vuelve relati-vamente sensible a la información no-objetivo. Hay formas más directas deabordar este tema. Una forma podríaser, ampliar un estudio de Corteen yWood (1972) de tal forma que permitacomparar las selecciones sensorial y se-mántica. Estos autores encontraron quelas propiedades semánticas de la infor-mación no-objetivo podían elicitar unarespuesta galvánica de la piel condicio-nada. Nosotros prediríamos 2Lds << 2Lsd en términos de la magnitud deeste efecto. Otro procedimiento seríamedir simplemente el recuerdo inciden-tal de palabras no-objetivo (Keren,1976; Schulman, 1971). Acoplando nues-tra teoría multimodal de la atencióncon la teoría de los niveles de proce-samiento de la memoria (Craik y Lock-hart, 1972), nosotros prediríamos 2Lds< 2Lsd en el recuerdo incidental. Enrealidad, hemos obtenido recientemen-te confirmaciones de esta predicción(Johnston y Heinz, en prensa). El ob-jetivo del presente artículo es aclararalgunos temas importantes y que hastaahora se han descuidado, y sugerir mé-todos con los cuales podrían llegar aseleccionarse.

Notas(1) .1.OHNSTON, W. A. y HE/NZ, S. P.: It takes attention to pay attention. Artículo presentado a la

reunión de la Psychonomic Society, Boston, noviembre de 1974.

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