Etnocentrismo e historia

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Roy f'reiswerk, Dominiq\le Perrot Etnocentrismo e historia (América indígena, Africa y Asia en la visión distorsionada de la cultura occidental) •ti ( uW Capítulo I ... Cultura, etnia y raza Definimos la cultura como el conjunto ele los valores, compor· '"'·1··· -.----'' ¡ ',, ''· e instituciones de un grupo es didci;· y transmitido. socialmente. Abarca. creaeiones del hombre: las cosmogonia..o;, los modos de pensa- miento/la imñgen dei hombre, la Welta11schauung, Jos sistemas de valores, la religión, las co:itumbres, los símbolos, los mitos i pero también sus obras materiales: la tecnología,' los modos de producción, el sistema monetario; además, .las instituciones so- ciales y las reglas moral.es y jurídicas. Esta conc9x.ió.fl_JQtaJí- zante de Ja cultura -reflejada sólo en ·parte- 0 por la ) contrasta con la utilización del término en sentido corriente, especialmente en los países occidentales, donde la "cultura" tiene un alcance limitado a la vida inle- Jeclual y artística de una sociedad, o también a. Jos objetos simbólicos producidos por sus miembros .. Notarnos que la' cul- tura -en sentido lato- no es el resultado de la sino de la acción 'gu_e ... n11t.ural y de .. •. .. 1.91' ... ip.\pm.l;iiá _ de un"gri.ipo.' En el caso ele la cultura en .sentido estrecho, la \ y la creatividad del individuo pueden jugar un f papel significativo; no obstante, no se revelan más que en ( forma aislada, fuera de toda intcracción,sodaL1. _,,; El ... . ...:l.a ... no. tiene más que un t "La es el ar.l'o. de un ser social ... " (Cf. Philippc Malricu, La co11struction de l'imaginaíre, Bruselas, Dcssart, 196 7, p{ig, 2<t3.) Edición en csp:iñol: Pl!ilippc M:iiricu, La corurrucci6n de lo imaginario, Madrid, Guadarram:i, l 970. 39

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Roy f'reiswerk, Dominiq\le Perrot

Etnocentrismo e historia (América indígena, Africa y Asia en la visión distorsionada de la cultura occidental)

•ti ( uW

Capítulo I ...

Cultura, etnia y raza

Definimos la cultura como el conjunto ele los valores, compor· '"'·1··· -.----'' ¡ ',, ''·

tarmen~os e instituciones de un grupo h~r::.1.~.º qu~ es apren~ didci;· compar~.i~?. y transmitido. socialmente. Abarca. t.o_9.~~J~s creaeiones del hombre: las cosmogonia..o;, los modos de pensa­miento/la imñgen dei hombre, la Welta11schauung, Jos sistemas de valores, la religión, las co:itumbres, los símbolos, los mitos i pero también sus obras materiales: la tecnología,' los modos de producción, el sistema monetario; además, .las instituciones so­ciales y las reglas moral.es y jurídicas. Esta conc9x.ió.fl_JQtaJí-zante de Ja cultura -reflejada sólo en ·parte-0

por la e~urrie- ) ;;;_~¡¿~·c¡1:;·;;-p~~Z~'J~'.:_, contrasta con la utilización del término en sentido corriente, especialmente en los países occidentales, donde la "cultura" tiene un alcance limitado a la vida inle­Jeclual y artística de una sociedad, o también a. Jos objetos simbólicos producidos por sus miembros .. Notarnos que la' cul-tura -en sentido lato- no es el resultado de la lib~a­ginació_n_A~1...!1grnbre, sino de la acción 'gu_e ... ~j" 11o~ibre c}~i·cc ~9.~u ambien~e. n11t.ural y de l~ .. íryJ~r.~~s}.9,Q •. 8.~ .. 1.91' ... ip.\pm.l;iiá _ de un"gri.ipo.' En el caso ele la cultura en .sentido estrecho, la \ ··¡;n~gi~ació~ y la creatividad del individuo pueden jugar un f papel significativo; no obstante, no se revelan más que en ( forma aislada, fuera de toda intcracción,sodaL1. _,,;

El _co_r!.~::P.!.'.?_.t9.~".lizan\~ ... d~ . ...:l.a ... ::~.1.ty_:.~. no. tiene más que un

t "La imagin~ció11 es el ar.l'o. de un ser social ... " (Cf. Philippc Malricu, La co11struction de l'imaginaíre, Bruselas, Dcssart, 196 7, p{ig, 2<t3.) Edición en csp:iñol: Pl!ilippc M:iiricu, La corurrucci6n de lo imaginario, Madrid, Guadarram:i, l 970.

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valor descrjr..tivo. No explica nada en sí mismo, ni la actividad deíFlo-;;bre, ni su especificidad en relación con otros seres vivientes. Permite, sin embargo, describir la forma en que diferentes sociedades humanas adhieren a valores, se dan ins­tituciones y se comportan según principios diferentes. Facilita igualmente el análisis de las relaciones que se establecen entre estas sociedades y las dificultades que pueden surgir en ese

caJb. . . Al englobar Jos aspectos más diversos del pensai:n1en,t~ y

de la acci6n humanos, el concepto tiene .un carácter sincret1co. Se trata de una opci6n·-~ons'ciente, tomada a riesgo de ligar en un conjunto ]0

1 que otros se han esforzado cuidad?samente

por separar. Sin embargo, cu.ando se seña.la la neces1d~d que hay de examinar un _fenómeno en su totahd~d, no se ~iega la utilidad de distinciones conceptuales ya existentes. En otras circunstancias será desde luego necesario distinguir la inter­acción social' (con los valores, reglas y

1 signos qu~ l~ rigen)

de la interacción hombre-naturaleza ~con las tecnicas, los productos artificiales, etcétera). Desde una perspectiva mar­xista, será deseable consf!rvar, dentro de la cultura, la sepa­ración entre estructura y superestructura. Por otra parte. P. Sorokin estima que es necesario distinguir la cultura id.eol~gica de la cultura del comportamiento y de la. cultura matenaL-·

Para la mayoría de los hombres de ciencia que se interesan pdr la teoría de la cultura, el concer.to total~te-:-secla_.p.ro­bablemente un instrumento de trabajo demasiado_. imperfecto. bEsd"e--ñües tropun t"odCv15Ta,trcICfe5tú<lio_._de .~~-~. _ r.e}~~i~nes interculturales es sin embargo completamente adecuado. Si se pÍ·~-~t~a-aJg-ún

1

problema desde esta perspectiva,. no, ~s. en. razón de su imperfección en tanto que instrumento ~e anahs1s~ smo ~e sJ carácter antropocéntrico. En efecto, a~~:,.~ª-~:?~?;n1a cJltura-natural~~.a 1 _~!_h9..1J1b.ri:, .. Y ~q~L--~~~-pa:!icl!l_a~pente el hombr~-~ccide"°ntal sé sitúa en cierto .. modo.. fu era <;!_e su origen riii;.b(' 5e"übica· ~~ ~~~· posiciói:i .Re .. ~upe.r2c::~?ad ~y.se ar.:?~ª derech.os sobre la naturaleza. En realidad, no sólo el hombre es. un se~--c:le. ¡a fi"~tu~aleza, sino que otros seres tienen compor-

2 Pitrim Sorokin Modern Historical and Social Pliilosophiu, Nueva York, Dover, 1963, pág. 191. Edici6n en espa~ol: Pitr~m Soro~in, Las filoso(la> socia/e> de nue>tra !poca de cnsH, Madnd, Agu1lar,

1971.

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tamientos que se podrían denominar culturales si el término no estuviera reservado al ho,mbre por el hombre. J acques Monod plantea, por ejemplo, que en razón de conceptos antropocén­tricos se considera un objeto artificial creado por el hombre como un p~oducto de la cultura, mientras que !as construccio­nes ge~rnétricas de las abejas son productos de Ja naturaleza.3

~~ ~Lc.~~µdi9_9~-~ _r~-~~~i_9nes interculturales, debemos destacar el problen.!a deJ. .. antz:?poc~n~!is~o 9.iJ~rencial. Sabemos: que otrf!~l!ll!!.r:~.s Jieri.en .. ~.9.l'!~~pclone~ .. a IJl.\'.!nudo:_n.iuy distintas so­bre la re~ación ... ~ntre. ~1 .h?r;ibre y la nR.turaleza. Por-·im JiiC!o, la c~n~eptualizaci6n no es siempre dicó't6mfc'a; sino múli.iple:

.se distingue simplemente al hombre de los animales, de la montaña, de los ríos o de los árboles, y no de la natur~leza.. Por otra parte, no se busca necesariamente atribuirse un i'u!!ar rriás allá de las otras espe"cies vivientes, sino vivir lo más ~r­moniosamente posible en o con el ambiente natural. Se tra­tará, pues, de evitar lo que más adelante llamaremos una

transferencia i~.::ult~~~L.9!:....,~.9.!:.~~P..t?· La cult_ura no ~..9.!lfo!lª-i.!:'.~.-~º,~ .... !3: .. ~~c_i.edad, el grupo

h~?:J~~º-~~1 .. c.g:-i.~ ... ella emana y que ella caracteriza.' Cúarido la socied.ad está ligada--a:r·e-spadü,"'i- no''' ser-qÜe '"hay~ migración colectiva, la cultura puede "desplazarse", exportarse. Los en­C.Y.ill1i!:QL9Q. .. S!:!!lldr~~ .. son-"un...J~.nón!~r:i.q . .,p~~m.ani:n t~ .. dt:. ¡a ... his to­!::!:.' .Yª sea a traves de las guerras y las conquistas o por los med10s de comunicación pacíficos. Aquel que sale de su "es­pacio" cultural (misionero, explorador, comerciante, maestro), puede aswnit el papel de agente de transformación de Ja cul­tu_ra encontrada, así como de su propia cultura, una vez reintegrado a ella.

f.' l ., d.. . ( '":\~'•· f!-.;;U2fi)*Jl-.~,?--,~~lfL~.i~~:CJl:t~~~~fr.9.)s"~~ . .!f..J.~.1!~9n ... !7I}~re la ctll tu-1·!.':..Y,~.L~.'2!:.:.S.e~ · Rec~rnendo a este térrnina·;"s'eJ:lihlii!i~-a(g~t~po

'i j ~:c~.¡i.L,q~e .. ~~ .. c!.!!;;.r~n~ia de otros grupos oor rasgos cultifraTe~"es-1.- i 12ecí~c.r~;-y--n0·-s-01t ~.,.,~i~'D~~ '<li!i~li~~··"raliiñ·~·ñ'ti~'f¿~ ,.~e~·d'-

\ menta), §i~º-Ja.n~ié1_1_~~..:1-~. ~?.~§ ~? ·ª~~9P~~<?.~~~- f unda~~n. t~l~s 1

( cosmogoma, sistema de valores, orgamz,ación política) . { ·

3 Jacquc_s Mo~~d, f:e hasard et la nicessiti: Essai sur Ja philosophie na~urellt. de la 010/og1e moderne, París, Seuil, 1970, pág. 20. /

Para muchos autores, la noción de etnia no designa, corno lo : acabarnos de expresar, simplemente a u d'f · d ' . T 'd d

1 • · · ........ , ...... n~grupo_ 1 eren¡;ia o. __ en ... su .. 1

cspcct 1c.1 ... ~·-·-~!J, t.ur.~I: .. ~ino a un grupo que tiene igualmente carac- 1

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i ·(

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eneralmente la idea de un grupo' El término emi3: evoca g tribu o una minoría dentro de

de dimensión reducida, cori:io ~na d hombre participa de la un Estado. Pero en reahda , _ca a. 1 . la cultura local, cultura en diferentes ~iveles d1me~s1do~~ esdei-o;:Sfr";¡;--~--éi~- la

·r· t mvd de la ou u.u, . que se mam ies a a ~ rtida por un coniunto

·. tribu. la cultura regi?ti~ que es compa_ nales, finalmente, la ' d los marcos nac10 ' • .

de pueblos que exce en d no o varios contmentes. de exten er;;e a u · d

macrocultura, que pue · panden entonces et_ruas e Á estos' n~veles de la ~ultu_:~ c~.:_~e~;:.-;--"~ué--fo(;¡.¡;.;- parte

·--. ., .. -"·'-d"f·---.. ·( ·tas -microetmas q "O.i'rríei1sion~-- -1 ei::en es, . -~-.,.:--:-=- v0z r>n una macro-. _ __. . l . se integran a su ... - ,----·-·;·1··

de etnias reg1ona es, que . "l ltades culturales' mu t1-. , l hombre tiene ea d

e•n1a. As1 pues, e l . , ocridental o ewon o, ' ' g osa ion Y - '

• píféS: es a la vez escoc~s, an 1 amplio . el patrimonio · f · 5 Por cierto en e. grupo ' . : bantú y a ncano. ' . l y las raracteríst1cas espe-

' nos sustancia - · Ad cultural comun es me .d n [arma más clara. e-

!\ b os se estacan e al cíficas de los su grup panden rasgos cultur es U , d . l de cultura corres . . . 1 ll mas a ca a nive . . d 'dentificac10n para un mve

' 1 1 to decisivo e i . 11 diferentes: e e emen . , d. s políticas y sociales; para i pueden ser las instituciones. JUfl ¡lea , d de vida la interpre-: 1. ... t e mo o ' ·tl otro la comunidad ingu1s _ic.~, a ·1.¡ . , d l mundo o la rehg10n. tac10n e b "' . . tonces un subgrupo en V: , . ' . ro ias. La etnia sena en . G E. Sirnpson

! t~~-J~19s__p ___ p_ (Yer numerosos eie:np\os en y k I-farper

'1 clasificac1on de las ra_z~s- d Cuft11ra! Minonties, Nueva , -~r ' amos •: J M Yinger, Racta an . ¡ o eracionalmente utl ' no v .·.··1¡'.·.·J!,· y d. R w. 1965.) Ya que es habitua y ~ l 'mos en el presente estu-an o ' . . . . , ro no la me u1 , . í' . s

d cartar esta defm1c1on, pe ricrtas caractcnst1cas is1ca : ¡ a es d t de las razas, ~ · nte \J d'o Es cierto que, en ro . mbargo no hay neccsaname

:¡:1 p~~iten distinguir subg~':'fos. 7~~ f~sicas y 'ias diferencias cultu:al~s. ::.i coincidencia entre estas . l ere.ne resionar tan fácilmente por el' ~e[? 1~· , .. ., . A.demás, no hay que deprse ;mr diferentes (en el scn~ido .. aqu1. e i-·1.¡': "'"" de que los miembro~ de et:1~~ distancia y sin comumcac10n d1rec~~~ ·¡: r l.--'" . d ) se reconozcan incluso . . nto separar cada vez

'·-e···~,:_:!,;:¡-.~-·:_' •. _:~ .• ~·'.·_;,,:'_) n1 o. . en este reconoc1ro1e , t.. ) los rasgos , , - También es preciso,, . , talla constitución, etc~tera_ Y Propiamente fis1cos \ ' . ta gestos etcetcra).

rasgos l ( · ado vestirnen , • . ltu \: esencialmente cultura es pei:id t;ficado en Aírica, "regiones Fcu -

:;.;¡ ~ Melville Herskovits ha i eln l o ;ribal. ( Cf. The Hu man actvr ':;, l " que exceden netamente e rnyar_c Books 1967, pág. 57.) Por ·,( raes N York mtage , ' 'd d ltunl

in Changing A/rica, ueva .' tó definir una ident1 a ~u <¡ su parte, el rnovirnicnto negro mten comunes a través de rn1crocu -negro-africana desta~ando los rasgos .,,_ • v culturas regionales. rnás que de criterios de iden-·~•ª" · - l no se ¡rata " l realidad,

6 Conviene sena ar que d vista analítico. ;:,n ª . tificación, útiles desde un punt? ~e la cultura corno totalidad rnás los hombres tienen la expcncnc1a

:-'í ·'•_" ·-Entre la microetnia y la etnia regional se sitúa la...,Naciófi

( c.l~Jinid<L.«..QJTI.Q.)~_p9J:iJació_R_q\l.i:_h~bita_1:1.R....t~rritorio -~;bre el _gue se ejerce un poder estatal sobe~a¿o). La ¿~estión .. ¿~~­~i;te ~b-er --;--P~~d~ --h;b·~~-- ·;;o¡~~id~-ñéb en~.'.:__Y_ eult1:!,@, como lo sugieren fórmulas tales como "la oµltura francesa". Aquí, el término cultura aparece sin embargo en sentido corriente, refiriéndose esencialmente a la vida artística e intelectual, y no al sentido totalizante. Se comprueba también que estas "culturas __ nacioQalr:;~:.'._!29..Q._S__C2.U~~-CE.C:i'.!:_.~.i:'..'l. pro-'· yección al exterior ___ <;l_i;:_u_!!;;t _~i,:~~-~-s!Q.I!Jin_an t.~ ... I.~.P,~Se!J t";tt;va

de Ciertas C.~P_<lS o_ ~l_as_~~-~~~~_qu~ . .9~L~C::-~j~E'.!.9 __ c!_ej~S!E~~'ci?_n. No paree~ que hubiera en el mundo naciones cuya población sea perfectamente homogénea desde el punto de vista cujtural. Sin embargo, . a menudo son atribuidos a las naciones rasgos culturales particulares, como lo· indica por otra parte~_s;a de "carácter nacional". Todas las creaciones cul tÚrales del hombre no podrG.n ser· reducidas a la especificidad que las separa a nivel de la microcultura, de la cultura regional y de la macrocultura. Pero la cultura nacional tiene un alcance muy limitado. La "cultura británica" podría ser negativamente definida por los productos culturales que no son específicamente ni ingleses, escoceses, irlandeses o galeses, ni anglosajones u occidentales. Lo que permanece distintivo en este caso, es esencialmente una forma de gobierno, instituciones políticas y un sistema jurídico.

.1.:~--~~~-f.l~P.~i9.E1..-~.?.~.1~9 ~.J~.~\l.Ü!:'. :.ª'-~-~~P.~~i~J~e~_I.9E. _ la educación, contrasta con la transmisión biológica de la raza.7

'·::.• -'' . .,.,-, ···~·>.-..... -.,...,.,,:.;-.1'\•.· ·-'""'·'·---1~ ......... ·-t"'ll..,..•rt--·' '~·. ·~ ,.,. .• -. ·: ... · ·•- "~~-.~~-....

o menos integrada, con ciertas contradicciones, pero sin distinción de nuestros diferentes niveles dimensionales. Además, no considerarnos estos criterios o rasgos específicos como símbolos privilegiados que ex­plicarían causalmcnte b coherencia del conjunto de rasgos caracte­rísticos de una cultura. (Ver sobre este punto la crítica de las posi­ciones de Spcnglcr y de Toynbce por Pitrim Sorokin, Modern His­toricai and Social· Philosophies, ·cap. J:(:L)

7 Ya se h;;, insistido suficientemente sobre el hecho de que la clasificación científica de las razas es altamente problemática, pues e~ difícil <le terrninar los· criterios que permitirían escoger entre la m ul­titud de sistemas propuestos (Simpson y Yinger, ·citados en la nota 4, han propuesto clasificaciones que tienen de 2 a 65 grupos). Acle- ,, m::í.s, como lo veremos a propósito del racismo, sea cual fuera la sig:") niiicación bioiógica de la raza, este concepto es utilizado en forma l subjetiva por los hombres: se considera como una raza al grupo de- ..Í ------ ,,., _______ .....

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1·:

. . . . ·- .. o~lación da.da o a individuos, p¡¡_r_ec:_e Para caractenza.r a una p . vista distinguir .. )Qs_._rasgos

. t simple a primera , -----·· 1 relatJ.vam_~?~S.....--· .,. .. ).' :··· .. --·---~----··"Ii.""encia de los rasgos c~.-

--.-- · ·d et1camente .por er __ ! .. -- d físicos, transm1t~.--~? v~n ... · .. . · ¡ s Sin embargo, e-

.,_.,-- d j ¡.,erencia socia· , tliriÍes . productos,,., (;_, .. ~.~.t> ·d ...... ·- y culturas .a._trav..es

b.d --~-la ·~~-t~~~rdinaria mezcla ... ~-- ra~".-.~ · ..... ... ..... '1~ oculta l o a . . . . , r-.. -~ es fácil. A veces se ·

de la historia, la~---:- · tos grupos. En ~ ., fin de per3ud1car a c1er

intencionalmente a m e d 1 raza y de la cultura .. f · , de los aportes e a . . . ·

efecto la con us10n d otipos y preJu1c10s co-, ' " n parte e estere ,

es la base de una "'ra . ortancia del factor, H Sha ira.ha destacado la imp_ .. - .. ·-·r·-1s·

munes. . p . . , d la pertenencia . ra~1a de o . cultural en_]a __ determmacion - e, . . ... .

.. , ... -·-- . , de Amenca Latina. mestizos en ciertos paises

. d tado las costumbres españolas, Los mestizos . que han a ~p la ,,.uropea son frecuen-

- l e visten a ~ ' hablan el espano y s - oles aun cuando sus temente ~onsiderados co:no espanl del mestizo. Inver-

, · t ológ1cas son as l caractenst1cas an r.0 P h bl un dialecto loca Y

l stizos que a an . d. o samente, os. n:e , lasificados como m ws. visten el traje md1gena, son c

. . ,,. atribuir ciertos La operación contraria, que cons:stle ~~s todavía -·~i:;cho

' 1 · l s caracteres .. racia es, . rasgos cultura es a o .. -.-c···d un eºemPlo contundente. ~ás frecuente. Michel Lems a J ,

de nuestras grandes ciudades ... un 1:1~gistrado de . un~otable congoleño y tiene igual­difiere f1sicamente ~e udn d"f te Sin embargo, de sus

mentalida i eren . mente una . de la3 diferencias

independientemente.. . .... · d "d finido comQ..BLRQr.-PJ~Q..._gn.!¡:>~!~- .. cf· 1--;:Q¡;i: ·c;:,~ndo se trata ~ 1 en-

...-¡---,.;--- ¡· 1 1mnortancia e.~-~- · . · >'»ti para reales. r:.sto exp ica a --s---····"··-----·· . a este cn~eqo .. -~s ... ,.t ....... _ ... , . . dado que recurnr ~-· pues tífícar a la v1ct1ma,.. ¿· . inatorio. Cualquiera que sea, l . , ,

r

físicos diferentes a sus tnemauuaoes uuererites, ri.6 háy ninguna relación demostrable de causa a efecto; se ob­serva solamente que estos dos hombres proceden de dos' civilizaciones distintas ... 10

La ciencia conte~or~~ª--h?.:-~.t9.9 --~~d~r _l<; . d.ifi­cuftad de disc~.rI1iL .. 3:<ll!ello qi:e, . de las características de los i~]xis-hlirñáños, proceQ.'°LmP.~ZilYiITi~ni~-·-de faraza~y·· de .. 'ia. cultura cuañdoestos ~P.3! difiere.~.-~.~':.,~.'.°~ p~i:--~. ~p~n~.if.~tª .. y_por_~om.QQ.IJJl!P~!'lto. "'En el .§~glQ2µ~,, las teonas c1ent1-: ficas así como los escritos literari?s atril:l.\!íªn,. a ,fo.~.!or~LT.ªC.I~!.es; · las diferencias culturales.U Se considera con frecuencia al·' ' ~---.:·~ ............................ _ ...... '- ... ·""··~ ............. -'"' ~-

a~tropólogo Franz Boas como el iniciador de un movimiertto de pensamieñtél"opuesto.12 Gilberto Freyre reconoce haber tomado en cuenta, bajo la· influencia de Boas; la distinción entre raza y cultura como fundamental, y separado "los efectos de relaciones puramente genéticas de los que resultan de influencias sociales, de Ja herencia natural y del medio".13

Es ésta la tendencia que domina al siglo XX y que ha encon­trado su punto culminante en una serie de declaraciones re­dactadas por estudiosos provenientes de todas partes del mun­do. Así, encontramos en la Declaración de la UNEsco., elaborada en 1951 por un grupo de antropólogos y~-cfe génetistas, la aTi~ción de que "las ~ia-Lgenétic_a~~ .. Dº . ..intervienen casi .... !1?:~~ .. en la deterrni!}.~S.~.~!L .. 9.~.Jas .. diferencias .. sociales y c~Iturales c~t~;._;·~gf.~p·~~ .hu.r:nangs". Asimismo, entre las "Pr~­pu.esiás 'sobié' Ios Aspectos Biológicos de la Cuestión Racial" de .~fil, rete;:iemos el siguiente concepto: "Las diferencias entre las realizaciones de diversos pueblos parecieran tener que expli­carse enteramente por su historia cultural".H

fundament~1: un rég1msn---~~s;'..1-:11 . 6 de las razas, o de la . re acion ··-----1--··"· .. ..,..,t r;:o-cre-una clas1ficac1 n l'd d social debe el va or cien 1 ic 1 l studio de la rea i ª ~ 10 Michcl Leiris, "Race et civilisation", en Le racisme devant la establecida entre raza Y cofor, ·e el que estos conceptos desempenan science, pág. 208. Evitamos por ahora el concepto de civilización,

l papel unc10na tener en cuenta e , . " e- vista la gran . confusión que reina en relación a la distinción entre efectivamente. ·· · '' d habla de raza,. el térmmo g ·· cultura y civilización. (Ver cap¡tulo IV.)

s Conviene señalar que c~an ° s~ ·¿ .,ligado a h1. _herencia, que 11 Cf. Thomas F. Gosset, Race: The History o/ an Ja'•·• i'n Am•ri'ca, sGnt1do ¡:cstrmgi o, .... · ·· ... orno ge- ·~ •

·- 1

;¡ ;1¡ ·'

nética" a,pare~e _e!'..-.~~--·. - "-~e· no3otros denominamos e Nueva York, Schockcn Books, 1965. ~mún en biologia, rment~as :1 y al desarrollo de un fenómeno l~franz Boas, The kfind o{ Primitíue Man, Nueva York, Frbe ~ nético a lo que ~s rel~tivo ª .ongenistemoloaía,~g.en_é~~a) .. ' · , Press, 1965. Primera edición en 1911. Edición en español: Franz i ( J

• emplo p31cologia genética, .J:.~, ~~_,,. .... .:¡-... L. e racisme aevant 'ª . por e ' . "L ·¡ nge de races , en .1

é . Boas, El arte primitivo, México, Fondo de Cultura Económica, 1947. ' -9 Harry Shapiro, · e meª á 391 Por 3U utilización. de t rmi~o 13 Gilberto Freyre, The Ma.sters and the S/aves, Nueva York, Knopf, f

scirnce, París, UNl!.SCO,. 196~, p g. ás p;rticularmente a la antropologia 1946. [ en esta cita,. el autor se re iere m · ., u Le racisme devanl la science, págs .. 541 Y. 544. [

; \ füica. ' · · 45

.. l '\ 44 j V ,1 '

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~-i"'""''*~~,,~,~-~~~~!":::!:''.'.'.:=;=~

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Actualmente, la tendencia dominante en biología, como en antropología y en psicología, es la de no establecer una relación según. la cual la raza determinaría la cultura. En contra de esta posición, los psicólogos Jensen y Eysenck han creído encontrar recientemente una variable racial en la explicación de las diferencias de niveles de inteligencia. ¿Habrá que admitir e.qtonces que la separación rígida entre raza y cultura est:i rn¡mcilJada por un apriorismo, que protegería a los que la sus­criben del peligro de ser tachados de racístas? Esto sería grave, pues si los hombres de ciencia eludieran, por razones afectivas o de demostración incompleta, el problema de la even­tual influencia de una variable racial en Jos fenómenos sociales y culturales que ellos estudian, no aportarían en realidad ningún servicio a la posición antirracista. A nivel del conocimiento social el racismo no disminuiría, sin embargo. La contraversia planteada por Jensen y Eysenck es, pues, saludable. Sí ella permite liquidar de una vez por todas la interpretación racial de las diferencias de niveles de inteligencia, la posición anti­rracista estará claramente consolidada. Por otra parte, en la actualidad se multiplican las correspondientes reacciones, cien­tíficamente fundamentadas.15

El principal obstáculo en la interpretación de estas posiciones contradictorias proviene del hecho de que es dificultoso separar claramente los conocimientos científicos sobre la here-;~¡a_·-en gcnerál-;cf~oci;_¡~~t;;-;;-~f;-](;5-(créencias .. popÜiares, es­teréotipos, i~terp;eta~loñéS-CJ.eCcú·mú"io de datos científicos par­ciales, etcétera) sobre la trans~isíón de las características ra­ciales. Por un lado, Jos individuos en la sociedad frecuentemente sele5cíórta'iríaiñf0ññaél6rl. -q~;;--~;rréspáilde-a -sus- ne~e;id~des afectivas. ~;;·~¡~;:;5··-p~~dén'·-~tamtii¿ñ-·apoy;;:rse··-·;;n ...... Jeñsén

y ·Eyseñck,1ª cuyos adversarios proporcionan los argumentos

lS Cf. entre otro3 Ken Ríchardson y Davis Spcars (Editores), Rae~ and Intdligrnce, Baltimore, Penguin Boob, 1972. Publicado en In­glaterra bajo el título Race, Cullur~· and Intdligrnc~.

1 6 Ver, por ejemplo, a nivel de la prensa diaria de gran tira je, la interpretación tend~nciosa de . esto3 estudios: Henry Fairlic, "Thc Forbid<len Topíc", Th~ Sunday°'.Expross, Londres, 12 de septic~brc de 1971, pág. 13. La reacción :en la'! publicaciones de movimientos militantes no e3 menos categórica; por ejemplo "Blacks Inferior to Whites. Claims Psychologí3t", Gra.ss Rools, BL:ick Community New•-

a . quienes se creen no .

P ti . . racistas. Por ot .--.:::._ cipa Igualmente del co . . ra parte, el estudioso c10nes----~--~------- nocim1ento social ~ ···;---.ct .. }¿Cl_J?.~~1entes 0 no D ·~-~-r---·-·--~--- ..... Y sus va.lonza-nom E : ...... ,. ______ ],. rovementes en .t ....• J 1. . .... ,.

.. · . . ~!!.()· x1ste, pues, uri~-p-''"f' ... -~-,..--.. ....P..'::[_t;._u~ . _!Tll5111ó fe_ tac10nes ª ..........__ e igro permanente d · ., ..... -T·~-"-· __ presuradas Y. ¡:-c~µc • . _ e int;r.rorº-a ir:na ~ue la he~;~~ia '}u·;ga--~;u1s.ta,s.1 Cuando un estl,idios~ de mtehgencia, nada 1egitim . plape •. en los distintos r¡iveles ferencias correspond a aun .ª. af1nnación de que ]ne d·-en a una cla.sif . , ...., 1 razas. Cuando un investigad icac1on cualquiera de las -om t . or cree poder b ~ por amientos humanos- or . pro ar gue oiertos mcesto- proceden de una ,..P . e1~1?-plo l_a prohíbicióp del mite 11 mstrucc1on" ge 't,

egar a la conclusión d ne 1.Ca, nad<i, per-;~r~. Estas simpJificacíones s~nque la raza determina Ja cuJ .. a~¡ demostrar hasta ué com~~es, aunque sea mu

pnn:er ejemplo, se sate . pu~nto tam.b1cn son falsas: pc¡ra e~ m teligencia pueden ser ~ las diferencias .. de niveles d qu . mas acentuad d e

e entre Jas razas 17n 1 . as entro de las r.,~ • ~ o que ¡· <<.<.as prueba que la proh·b: . , . .se re Jere a] segundo s

l 1c1on del mee t . , e com-razas y culturas totalmente d' s o existe en sociedades de

S. 1 iversas. , .J a raza no.___cie t . ·

d. · -~ma la cultura t re lt~ no ~ sín emb~¡-far--· _e_i:i_.a11~ _ __g_u~_fac~o_r_ he-

~tas. Much~ la forma~ión elementos. de la cuÚ~ra "está~ daeutore~ han pJanteaao-que--Jos de los miembros de termmados por la IJro ~. id. d l . un grupo" E , 1· .,1m a

p JCa la frecuencia de 1 . . ? efecto, la proximidad e as mteracrio . ex-~parte la pda , . nes sociales. Pero Ja raza d1c1onan 1-,....-~...:::..........L~_sm factores b. ¡ · · ·~. · ···· '

-,.........,......--.... ~-~~ ativa prox:imida~~g1_c_o_s_que con-.trecuencia d · ~----: ;~·"'· ·. "'-~:_y,_f.lor lo tant --·~-, :-"'·~-~·- e mteraccwn n Un · ~ .......... .,-..~;S . .::ina mayor mcluso enia-;p~;;¡;:;;ción :e vez ·n:as, se, comp~¡;;-'que, _cultura,_el_accnto_~_stá puestoq b se hizo aquí e.ntre raza v

~nte social de est.., ·::;¡;, -·---~Q....r~_JUransmisión ----=-excl ·-:---i E ···--------='--t.L.U.lffia. . -----······ .. · us1va-fectuado este razonamien~ .

concertados por la . ' ci.ertos observadores est, d . ... ...._!'.xtraordmana . . an es-

. etnias separadas f'. · ·-·--... contmwdad cuJt l d . . .. is:~_amente de sus ::-..,--, uq e

penodos que pueden - :--.. d. ---ff~1:P.?.S ._de Ofl--gen du-·r··--·¡ ·- ..... . ... !=Xten erse a • ·---· ... , ·' an e ropeos de ult .... -··· .. vanos siglos El .:·- , ..... ., ramar que duran ¡e--··------1., ____ • ,_aso ae eu-estrechos contactos con su lt genera:10nes han mantbnido

lT Harry C. Triandis York W'J r , • , ¡ cy- ntencicnce,

cu ura de on . gen, no ·es quizá¡¡ tan

Subjcctiu~ I

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Page 6: Etnocentrismo e historia

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significativo al respecto como el de los africanos que se fugaron de las plantaciones de Brasil y de la Guayana holandesa (Su­rinam) , para reconstruir, totalmente aislados de Af rica, sus autéhticas culturas.18 De estas situaéiones no habría que sacar la conclusión -por lo demás muy simplista- de_q~_!:!~­tura se transmite hereditariamente. Ellas demuestran, ante to-dÜ, qll.t!_)9.~f2~!ir"eLti.~ri~~~e~-~~!1ckncia _a _otorgar_ '.'- la ~l!lt.ura una cierta permanencia para ma!1.~~!1erla. más_ a.l!á __ s:lel momento en '-que la· proximidad de lo?. .. miembros .del gruPo

de origen ejerce -~u-.p~pel de el~m~~~-~9_r. Es siempre sorprendente comprobar EásfiCqué punto los expatriados per­petÍlan ciertos rasgos culturales que, entretanto, desaparecieron de la cultura de origen. Es fácil convencerse de ello escuchando hablar francés a un quebequense o admirando un objeto de

arte de los djukas de Surinam.19

sbñalemos, finalmente, que el antiguo debate acerca de la eventual influencia de la raza sobre la cultura ha sido radi-._ calrhente conmovido, en estos últimos años, por la introducción de la hipótesis inversa. Como lo destaca Claude Lévi-Strauss, "descyJ=liirn.9§_q\.!~Jª,,r;i.:z¡i. --o lo que se er:tiende generalmente p_ir~~s~~-término- es un~-f~i°óñ~-·erítré-·otr~; ·de la' cultura" .

2

º Es~¡¡;_- cultu_ra, en efecto;···fo. -que .életermiiia las relaciones de

_ _amistad o_ de ~o~ti}~~h~ci _,que __ JJJ1.:_gillp-6:_mant!ené:~cciii_:_:_~1,1?_ ve­. cinbs. Son las reglas sobre el matrimonio las que definen los

vínculos posibles dentro del grupo, y los intermatrimonios con miembros de otros grupos los que determinan finalmente los cambios genéticos posibles. Son también tos elementos cultu­rales, tales como las normas de higiene y las actitudes frente

1 a las anomalías hereditarias, los que influyen sobre el genotipo.

is Para la relación África-Bra~il, ver J ean Ziegler, Le pouuoir a(rlcain, Parí3, .seuil, 1971 ; y para Africa-Surinam: Melville Hera­kovit3, "The Social Organization of the Bu3h N egroe3 of Surinam", Procudingr of the !nternational Congress of Americanists, J 930.

19 Philip J. C. Dark, Bush Ndgro Art: An African Art in the Ame-

ricas, Londres, Tiranti, 1954. -2º Cl:rnde Lévi-Strauss, "Race et culture", Rwue internationale dt-s

sciences sociales, 1971, 4, págs. 65 7-658. · '

48

\......ap1Lu1v ..1.J..

Las formas del sociocentrismo

f.:Z)El socioccntrismo se pr t b · d' n'atllrafez-a-del g--ru·-p"--· --~5-:!1_~--- ~ JC: .... 1".'el".<:5.. .formas, según la -·--- o que ~e tom r f , ··-- . d .------· .... -··· ___ .. e. _.vomo re erencia. Se consi-eraran en particular tres casos. la ·,;.t . ' .

definido por su cultura) la N .. ;=~1a \CD .. t~nto grupo hablar sucesivamente del e,t _ac}2-1:- y a cla~ir socia1 pira

nocentnsmo del nac· l' sociocentrismo de ¡ _... ·------ ' .!?_n~ Y del

.. ···- _._. c_.é!S_~. Previamente, es útil detenerse un mom

egocentrismo. En sentido com. 1 denlto en la noc1on de

d. - un e a u to eO'O ' t · istm~por una individ ]' .• ' - ,.., cen neo ge

. ·-¡ - . "d d 1 __ t±_aJ<:4POrLextrema__en-relación.. con l co ect1v1 a o gue e r "d d . - a

d . , -·- ----- s_._ons1 eta 9_a menudo co d f e rara~ter E · l • ---------- mo un e ecto _v _____ > • n ps1co og1a genética l ,, ------. -------··

"indifere · · · ' e ~gocen tnsmo es una . nc1ac'.on entre el yo y el medio social" '

de la mcapacidad del · - d ' que n:~sulta nmo e ronceb1'rse el tidad d' · · d - aramente como en-1stmta e su entorno. En Jos estadios . .

y pre-operatorios del desarrollo mental d l _ _:ensono-motnces

t · e mno este compo

amiento representa la norma ~ "E . ' r-. s una actitud espo t' d ¡ pensamiento individual que tiend d' n anea ~ e 1rectamente al objeto sih

i Jcan Piaget, Le jugement morai chez "en/ p • versitaircs de France 1969 3, d. . . . ' ani, ans, Prcsses uní•

can Piaget, El criterio moral tn ki .: B · · ic10n en español! J

. ' · e 1c10n pag 68 Ed. · •

2 ~iaget distingue los siguientd e:,t:~·ios ~rcelo~a, ~onta~ella, 1973. motnz (hasta los dos años) 1 : la mtcl1genc1a 3emorio­lm siete-ocho años) las ' as :cpresentac10nes pre-operatorias (hasta

- l • ' opcrac10nes concretas (h t 1 anos. Y las operaciones formule 11 1 as ª os once-doce t bl d . s ' iasta os catorce - ) IV a a e recapitulación establccid R D . anos . ' er la

p· t B l a por roz v M R h L iage , rme as, Dessart 1972 • 60 · ' · ª my, irc lado en la Introducció; (not~ ~ags._ -fil.). Como lo hemos seña-está verificada de manera s t" f ) ' .se trata de una teoría que no

. . a is actona en las culturas extraeuropeas.

49

Page 7: Etnocentrismo e historia

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!

haber tornado conciencia de su propia perspectiva." 3

Una a.ctítud, en otras palabras, que no éstablece "ninguna fron­tera entre el mundo interior o vivido y el conjunto de las rea­lidades exteriores". Está cerca,/ de lo que Anna Freud llamó

el "narcisismo primario".' // Progresivamente, en contacto con objetos y con la sociedad,

el sujeto se descentra, recurre a intercambios interindividuales y se vuelve capaz de cooperar y de establecer relaciones re­cípro~as.6 La comprensión de la pertenencia a un grupo liroi-

·1 tado ./t Jª fo~a,ción de ~ .r,r:imer sociocentrismo -familiar o tribal- contribuyen----alá reducción del egocentrismo.ª El desa­rrollo de actitudes sociocéntricas compensa, pues, en alguna medida, la regresión· del egocéntrismo. Esto no significa de ninguna manera que el egocentrismo desaparezca totalmente, puesto que hasta el adulto erudito que busca conscientemente la objetividad, no logra liberarse de él en forma total.' Vere­mos más adelante hasta qué punto es difícil discernir en el acto cognoscitivo del estudioso lo que se deriva respectivamente de centraciones sobre el yo y de centraciones sobre el en-grupo.

·-·· li To<i.a_forg:i.~~Q~Rl~}.?~.L~QffiP.Qn_e_de dos elementos: ' de una yalorización positiva,1 encontrándose el sujeto en un -- '"'"''Y'""'''..._,.....,,..~"""''""' ..

s Jcan Piaget, Lt langagt d la prnsJe chet. l'en/ant, Ncuch5.tcl, Delachaux et Niestlé, 1956, 3• edición, pig. H. Ediciones en español: Jean Piaget, El lrnguajt y ti ptn~amitnto tn tl niño, Buenos Aires, Paidós, 1965; hay traducciones de La Lectura (Madrid, 1970) y

Guadalupe (Buenos Aires, 1971). 'Jcan Piaget y Barbe! lnhelder, La phychologit dt l'enfant, Parb,

Pre~cs univenitaires de France, 1971, pig. 21. Edición en español: Jean Piaget y Barbe! lnheldn, La psicologia dti niño, Madrid, Mo·

rata, 197 5. 5

No p-odemos entrar en los detalle! de cstM nocione5 piagetianM tales como reciprocidad (e irrevenibilidad, otro aspecto del egocr.n­trismo). (Cf. para lM definiciones, Antonio Battro, Dictionnaire d'¿pis­¡¿mologit gln¿tiqut, Parfa, Presscs univenitaires de 'France, 1966.) Edición en español: Antonio Battro, Diccionario de ¿pistemolog[a

gen¿tica, Buenos Aires, Nueva Visión, 1969.

6 CL Jan Smedslund, "Les origines :!Ocia.les de la décentration", en

Psychologie ti l pistlmologit gln¿tiques: thtmts piagttitns, París,

Dunod, 1966, págs. 159-167. . 1

J ean Piaget y Barbe! Inhelder, D~ la /ogiqut de !' enfant a la logiqut dt l'adolescent, Parfa, Presses univenitaires de France, 1965. Edici6n en español: Jean Piagct y Barbe! lnhclder, De la lógica dtl

'·· .,-1. '!'.''!"':'10~ Air-=~, Paidós, 1972.

-~ _.es~a~?.,. de_" admiración frente a las . , -~/ tl-J::~al él se idwtifica:·(en-;r;:ipo) ~a]l~io~~s _ _2~)_grupo~c_on __

... ~;.;:i J(_~~;,_~;~_~!.~<25-5 ( gf!J pos de afue,ra f-;;;'dtfiW.{.,,-~~~~l.S.~ a :JQll. c1or:, por parte del observ~dor d.·- . i - a .. P.º!.. _a aplica-

d·¿ .. d .. - ·-··· ··-·· " e conC'·ptos norma.'! 't .

. ,• Y - me 1 8:5 ·:- d:-_~~E!YY~..JS¿bre es~ se~~ '·-- '· ci:::_~? , 1 4 comprobar uria semejanza ent l º d_o punto, se pµede

- _,¡ trismo, el " , re e . egocentrismo y el sociQP!n

Cflferente y proyecta su propia "realidad" q~~ ~l otro sea ~ . __ · sujeto ignora la posibilidada~' -

~l.soc10centrismo implica ta b.. sobre ejl.· Sm embargo, tnsmo-- una cierta anrehe . ' d l . amente a egocen-

L .--·· - rn ien---contrari ¡

- - -~-~ J- nswn e a altendad d 1 cl'.:2 : ª uera.)'Para el k'tnocciítriSiñe)1 . . e os grupos -~·c1a de la-éjemplaridaddel;---....--.-1 ·_; se venf1ca que la conc:ien-e a cu tura del en g , mente revestida de un se ti . · rupo esta gentiral­a los grupos de afuera pn miento de hostilidad con respecto . · or otra parte Ja:l ¡· .

neas del etnocentris ¿· ' exp 1cac10nes te6-d mo ivergen cuando se t~ t d e las dos actitudes está 'primero . Los an '~ a e saber cuál

en general la tendencia a :_,. tropologos han tenido

1 cons1uerar la hostT d d

a os grupos de f ; I J a con respecto . • a uera como el- antecpdent L .

uva. de estos grupos correspo d , ~ e. a imagen nega-. , n ena en ton ces · . zac10n de la hostilidad S , . a una rac10n::..h-. · egun ciertas teorías · , . que se busca en primer 1 1 ps1coana!It1c~, lo

d . . ugar es e meJ'oram· t d 1 ,

e s1-m1smo medíant 1 . , . , ien o e a irnqgen ' e a proyecc10n b ¡

afuera, de "culpabilidad d . ' so re os grupos de dentro del en-grupo"º C y 1 ese.os mconscientes compartidos

.d . · ua csqu1era que ést l . . v1 uo etnocéntrico estable ·r· . ' .os sean, e md1-

d.f . ce art1 icia1men te 1 I erenc1en de los mie b d l e ementos que lo m ros e os grupos d f

contramos aquí con lo op d e a uera; nos en-. . , uesto e aquel estad d . d"f ~ c1ac1on que caracterizaba al , . o e m l eren-

; l¡\ El paralelismo entre el pnmer. egocentnsmo del niño. j • • . egocentrismo del ind· ·'d· ¡

c1ocen trismo de 1 "pe ns : · · --. --·-····., .. ---. _ _..--.1.v 1 uo y e so-, l amiento pnmit1vo" . ~d _, t1tu o, una problemát' p· es, a emas de un ica. iaget por su part T "" negable parentesco entre t d e, ven rea un m-, . es as os clases. de <centrismo>, por

8 r.n ci. t · · · , ~ cr as sltuac1ones, resultantes d 1 , . . , c16n cultural prolongada •o . d d e ejere1c10 de un:i. domina: t . ' • c1c a es entcrai p _ _, d 1 contra.no, es decir en l . , ucuen escmb-Ocar en lo ,

d . ' e soc1ocentnsmo · 1 emgra~c con relaci6n al .r::-=--=--.r--y~g~o que comútc en j • aommaaor olve b

mismo capitulo cuando se t t d . remos so re ~to en e>tc fenómeno _unive~sa.l. rae e saber si el, etnocentrismo es un

~ Donald T. Campbell V Robcrt A L v· " . rative Cros.:;-Cultural R~ r h · · e ine, A Propo:ral for Coopc-flíct Resoiution V marz•ocda.c .l96onl. E.thnocentrísm", Journal o( Con-

' ' e , pag. 85.

Page 8: Etnocentrismo e historia

• i

.. o . osl.C16n :-¡{'iiis'·operabcines Qescc1úíd:ü<G''·.:;;;.c-··>i:..· "":'"..:..:e~-·.· •.... ,, ... . P . entre "el egocentrismo mtelectual del mcluso convergencia . . . d .. d' ,, el socºiocentrismo de ]as representaciones «pn-m lVl UO V . d l

· · " lo 'Pero si se admite que la descentración e ~mo mitivas:o · ' . , . . . · areJada

1 . , a su situacion m1cial de egocentrismo va ap en re ac10n . 1 , on con el desarrollo del pensamiento ra;i~na ' ¿que o~u:re c

1 . d d " . itiva"? ·Tiene esta ultima la exclus1v1dad de

a soCle a pnm · <'. • d d " d na" un cierto sociocentrismo contra el cual la socie a ,;11º . er ¡·

, d . 1 da pn razón de su raciona !­estaría por as1 ec1r o, vacuna ' ~ . 1 'b !)

' · · "' · 't' " 1 por eJemp o tn a d ti"? Si el soc10centnsmo ' p¡:-Jm1 :vo \ ' ti:nd~ ~;~~~ dété~inada sacie.dad, ello._se debería, de acuerdo con los estadios de la evolución del ~mo, al pasaje del pensamiento pre-operatorio a las operaciones concretas y formales. ¿Cuáles son, entonces, los f~ctores que

ueden influir en tal desarrollo? Piaget da_ el ejempl_o. ?el p · t · de las clases sociales que apar.ec16 con la d1v1s1ón sociocen nsmo . 'i . . del trabajo económico, sust~ti;yer::~?.__.~ "sociocen_tr;-smo. a

· "n N ·hay ~!"de'~Ti c:ó~J)liclad,_desapanc16n·-smo ·secas · -º -' · · otra Es nece-

, .. sustitución de una forma de soc1os;entr:i~P~RPf~::::. · .. - · · · · · · 1 te que existen

sai-io·, en ·nuestra opmion, admitir c aramen , . . centraciones poderosas en todas l~s scx:i_e.dades..:,, .. Al socioc:~tns~ mo "primitív,o'? corresponden sociocentnsmos ::or:~os , es peci~l~eh·t~"'_;,el m;:¡,croetn~entr~:_mº{t__,del ~ue se tratará de

1 . fl .. · ......... f·u--nCiarñerital . que tiene sobre nuestro

mostrar a m uenc1a . l conocimiento (¿racional?, ¿científico?), de las d1fer:ntes cu -

turas. El . m.~.c~oe5noce_i;~!..5.rn~; es, ~om() e.~ eg~ce~~nsm~, una . 'd· _e_ ... ""i·l·u--·s···io'n. ·Slstemá.fica )! inconsciente ,12 no solo en

especie '' · b', las creencias populares y en los estereotipos, smo. tam ien

· h ela.dor- a nivel del trabajo científico en todas _,...nec o rev ¡ d"f l

· · h as Si pn el estudio de una cu tura 1 e-as ciencias uman . , ~

rénte, los occidentales creen basarse sobre la raz~n y ~pelar a una gestión científica, no se infier~ que h~y~ al mismo _tie:UPº una descentración. Una posición ep1stemolog1ca q_u~ se limitara a exigir la adhesión de los investigadores a un codigo de com-

10 Jcan Piaget Etudts sociologiques, Ginebra,' Dr?z, 1966, pág .. 73. Edición e; e!paÍiol: Jean Piaget, Estudios sociol6gtcos, Buenos Aire!,

Paidós, \ 970, pág. 82. 83 · E la cdi"c•6n en c!pañol antes citada, pág. · 11 !bid., pág. H. n • H 12 J ean P¡agct Lt· [angage et ia pe ns le e hez l' rnfanl, pág. 68. ay

cdicione! ~n e!p,añol, citadas en la nota 3 de e!te capitulo.

52

JJü1·La11uCü1.u 1....n ... u l.il..lL.u y .ia. v "-""'H ....... _.._............. ............ ... ....... ..# .1. -...:iu...J. L.a..uu~ oote-nidos por otros investigadores __ es, a nuestro entender, insuficien­te. En..tlJ;;Qntexto int~~5:M!.t¡.¡¡:al, se trata de estar particularmente atento a no eliminar únicamente las distorsiones provenientes del sujeto individual, sino a medir igualmente el impacto del su jeto colectivo. Cuando cua!ro investigadores confirman los resultados obtenidos por un quinto, este acuerdo de espíritu~

no es igual a la descentración si los cinco pertenecen a li misma cultura.

Las dificultades que presenta para los espíritus científicos la descentración con respecto al en-grupo proviene, en parte, de la tendencia de la sociedad "moderna'', claramente visible en los manuales de historia, a monopolizar l<JJ razón y la ciencia. De allí a atribuir la ciencia -con sus raíces en la ciudad griega- al Occidente, no hay más que un paso. Pero ya el examen del pensamiento griego mismo es raramente efectuadd en forma "descentrada" por los occidentales. Se ha habladd al respecto de una verdadera apropiación de la ciencia griega por parte de Occidente, que va acompañada por el desprecid sistemático de los aportes exteriores que vienen de India, China, Persia, Mesopotamia, Egipto, etcétera.13 Aún hoy, ciertos ob~ servadores aclaman· el carácter científico de una realización cuando aparece en los griegos, a la vez que consideran como acientífico un hecho similar constatado en los "primitivos" (por ejemplo, una medicina empírica) .H

13 Cf. Adda Bozeman, Politics and Culture in International History, Princeton, Prínccton U niversity Pre!l3, 1960, cap. 2.

H Es evidente que hay que ponel'3e de acuerdo sobre lo que debe comidcrarse como una sociedad "primitiva". También allí-exfaten gran­des divergencÍa3 entrt! el saber del especiali!ta y el conocimiento 3ocial. Cuando eligen un poblado de Melanesia o de Nueva Guinea como objeto de e!tudio, ]03 antropólogos ·tienen ideal ba!tante pre­císa3 sobre este punto y no !e penniten atribuir al ténnino una conno­tación peyorativa. Pero a nivel del conocimiento 3ocial, que es el que no3 preocupa ante todo, la! sociedade! primítival coinciden a menudo con el mundo "no occidental". Lol e!tudiorn3 pueden fo­mentar esta! simplificacionel grotc:lCa.3 aun sin quererlo. Uno !e ima­gina !ácilmente cómo mrgen en el cuno de discwiones sobre la ciencia o la raz6n, en lal que !e hacen divena3 alusione! a l~ pueblos africanos, amerindiol y a!iático!, acompañadal por dicotomfM con­ceptuales tales como primitivo-moderno, salvaje-civilizado, etcétera .

53

l 11

l ol¡' ,., ,;

Page 9: Etnocentrismo e historia

¡ \ 1 1 1 ·¡

-.

El einocentrismo ~"' .. 1. -- . ~ s defm1do

, · • 1í P\ etnocentnsmo e · . rimera aprox1mac1on¿__,~, 'tcen~ tt ribu1rse un

En una P . d d un grupo que cqnsis º valorizar romo la act1tu e ' \ s otros grupos, _n . d ~ al lac16n a 0 · . que t1en e lugar centr en re . . y partícu\ansmos, y -

\

- . . ente sus reahzac1ones . res ecto a los grupos - pos1t1vam . en to proyectivo con p d de pensa-: hacia un comportan;! dos a través del mo o , d -. -- - on interpreta , tizada mas a e - ·. de afuerda,\ qeune g:.Up<)\(Esta definiciónl.sderac' rodea una valorización

\--

l / miento e - ~lenta la eventual a b d rpfcrencia ; ~ . 1 t para tomar en d l) La ase e -: \ '. ana-:tiva del en-grupo; ver ~-ua ro n:i o mismo, o la _cultura - neo . . se quiere refenrlo al g P caractenzan al \ ·.; es la etn1a, s1 , es humanas que

l:,; mo conjunto de creac1on . en este sentido es, pues,

. \ ._:· co . , d etnocentnsmo, ,; . - po La noc1on e " ltural r:: i_ g.ru . .' de la de "centri_smo c~. .G Sumner \a P.riqiera ,1- · smommo V'{1\ham · --- -no6: l:·; :' , ' \ S tribuye generalmente a b a publÍcada en)_;:¡ - . :¡·\,· . .,., e a _ ·. 0 en una,_o_r: ..

-- lfl'-'- _ f' · · · del etnocent9~~----- -· - -1 ~,,.,-de 1mi:;19n_ -- ----- · po

•1'\ :"'1 ---------- , l cual el propio gru ':[;\ ! _:: . . , d l cosas segun ª onderados '11\'-\ ', - Una v1s1on e as d y todos los otro~ son p propi-a •1 , l t 0 de to o, hmenta su ~: 1 11 es e cen r . ·1 Cada grupo ª. . \ta sus ]~\ i :: con referenc1a a ~d. ¿· \arna su super_1ondad, e:x~ nos.1G ;'-'! \ :\ soberbia y su vam a ' _c -on desprecio a los pro a ,1\ :: . d' . 'd des y mira '--:~i \ '¡ propias iVllll a r 6 •--·¡ · - Surnner _apt ···1 . •; . dad con que

.;¡,- \ i'- . d la prop1e s. ombargo, )i,i \ \ \;\ . }fady' que :~:1~:rs~ua~dad del etnocen trli~;raº· to:an~do coro? ·-¡-\\.-" mme iatame as. por un ' . d · fl ~!\'.i,i \ \·\ su definición sugie:e dos rese; a ~ecas (y no ~l. grupo i :n~~n~ }111\r; nto de referencia al grup d fnió en realidad el socio . ,¡; \ 1; pu \ ) Sumner e 1

• d' ensable in-;•¡:: r¡ ::; cado Por su cu tura ' . l análisís, es m isp

; - ¡\'.'. \ ! \' trismo. Pero para prof~nd1~;1\ ;ás variada, especialmente ?ªr~ ¡¡('.;¡\\ ¡:_: traducir una conceptul ahzanc~:~ión habitual entre -etnocentn~:"' V¡•;: \ \'' l futuro a co . . ·, de Sumner pa ~ J·-:\ \, ,;: evitar en e te la defin1c1on l :!!':;: 1 :'. nacionalismo.1ª Por otra par ' . l grupo de afuera es. a

f - 1\:!i! \·! ,: Y • . la hostilidad f¡ac1a; e l auto-gloriEcac16n. ! - !!'lh '¡ :¡: implicar que d ir - parep c~n a . imple 1 ~::_1¡¡ \ i .. :_ única actitud que pue ~ . . e la ignorancia pura y s d 1 11:¡!¡ ; :, . se puede admitir qu d fuera es una forma e

1 . !'..-\¡:' En ngor, . a-ruoo e a -- q'-- 1. od l ue se refiere a ui;_ "' .

1 r:r· 1 ". de t o o q _:;_ . 1953, pig.'18 .• ·-

' d'·'.\ l ~ . .. ..... - York, Ginn, , que ... ra1.a 1 \ '¡·':. \',, W G Surnner Folkways,. Nu~ '" l pr6xirno paragrafo, '_¡ .,.-_,,_ 16 • • , l punto F.11 e JJ,_, __ ::_,_ ·,· -- ·1a Volverernoa sobre: es e ·

desprecio. No es lo mismo que cuando, en su comportamiento cognoscitivo, el observador de una cultura ajena atribuye a aquélla una· cualidad que él considera positiva, pero que. la retiene en razón de una ilusión etnocéntrica (ver cuadro I).

El etnocentri~_Q___P-U~~9.t;L2bS.!:~.§l:gg __ ¡Ll1Íveles_y __ ~'.1 grapas q_¡-;;c(so~. ~Zi:ranto a los niY_e.k.'l.--eorresponden a la di;ti~dón h~d;;;:--previamente entre las microetnills, la.L_tjnia~_gíorglcs y_ la macroctnias. Se clasificará entonces en el m~~­t_~Sffi.9 la actitud de las etnias (siempre en el sentido de so­ciedad identificada por su cultura) de dimensión limitada, como una tribu o una minoría dentro de una Naci6n. El e_g¡__Q~nt~,9_:i;:egional caracteriza a un conjunto de puebloS repartidos entre varias naciones, que se identifican con una cultura común. Frecuentemente, no es sino una ideología uni­ficadora a nivel de una fracción de élites (por ejemplo, el

~paneslavismo, el pangermanismo). EL.Jpacroetnoq:ntrisl]l_c;i, se apoya en una "etnia" aún más amplia. En este sentido un poco inusual del térqi.ino (aunque está justificada su utiiíza­ci6n, ya que se trata siempre de. un grupo que en ciertos aspectos constituye una comunidad cultural), el Occidente (desde el Pacífico hasta lo~ U rales) , el Africa al sur del Sahara (en el sentido que le da el movimíento de la negritud de Leopold S. 'Senghor) o China, pueden ser consideradas como macroetnias. ir

E~~c:igmrism0--puede,_ig_ualme.nte,_situarse_en._di:v.e~.QS grac;ig.s. ~Rrím~E_grn.do, es evidente y por lo tanto f~cíl de identificar, la etnia en cuestión se dedica elogios y recurre a un lenguaje despectivo en su descripción de otros grupos. Los pueblos más diversos se han valido, en diferentes momentos de la historia, de dicotomías simples que les conforían un lugar privilegiado en su visión de! mundo. Los "hombres" y los "otros", según la distinción establecida por los navajos; Jos "griegos" y los "bárbaros" en nu~stra Antigüedad, e incluso la distinción entre "civilizados" ·'y "salv~jes" en la época conte¡n­poránea, son -ilustraciones a¡npliamente conocidas de un etpo-centrismo abierto y directo. · ~~undo_gB~..Q, el etnocentrismo subyace en una decla­

ración de apariencia inocepte, _eero que encubre implícita-.,

11 L:i. scg•.\nda parte contendrá una serie de indicaciones sobre er patrimonio cultural común a la macroetnia occidental.

Page 10: Etnocentrismo e historia

'!

mente un razonamiento elogioso para el en-grupo y ue~1avv­rable a los grupos de afuera. En la frase: "Para el grupo x la mula es todavía el único medio de transporte", se hace referencia, implícitamente, a un modelo de sociedad exterior a x donde el trans¡:.orte motorizado es valioso. El pensamiento subyacente es el del evolucionismo lineal, según el cual todas las fociedades deben (de allí la palabra todavía) pasar por los mismos estadios de secuencias para 'a.icanzar la finalidad de las sociedades "modernas". Al mismo tiempo, estas últimas se aseguran un lugar dominante en una enumeración en la que las difei:entes culturas son clasificadas según su ~rado de avance hacia un objetivo considerado como privilegiado.

Fl!!almente, e'n el tercer grado, el etnocentrismo se concreta en una presentación aparentemente elogiosa del grupo de afuera. A primera vista, la frase: "A su l!egada al país x los europeos descubrieron allí una magnífica civilización", puede ser indicativa del deseo de objetividad del autor. Pero es po­sible que las realizaciones del país x sean valorizadas porque se asemejan en muchos aspectos a \as del en-grupo. Es pues,

a este último, a quien va dirigido el elogio. ~plantean tres cu~es E!!':~-ª_JodC! estudio del. etno­

ie.~JÜ~,9;, En._.pf!!!l~~-.l_~g!(lr, esta noción3b~_.s.~.r:_.d.~s.t~ng;.i.ida cie-!a-de_rn~i~mQ.:.J::uego, ~5l.1=!~t;.~::::.:::~~E-5-U_i:.._~~.!_<:_.d_e._ un ~_§meJ!~_.g¡;ner?:!!3'.ªdo .. a. todas.Jas. c;µltur:p,s. Por último, vere:_ m?s. las_. pri_.'.'..c\p~les .. orientaciones. de la .. investigación _y .. jas ..

.. ~ lag;un.as más _impo-rtantes .. q~e .~PG!:~ecen ,en. el estado ª.~tual Drt-- _.?5.._ l?.s con;s:.~mi~n tos. ·

\,'. v ¡: ¡fi~º· ';"..-" "ntido m"' .::O!'ict~l_tfrmino, 'º°'''" j :'en- atribuir a la herer;i~~"'"~j~,l~g~~~J.':\? ... ~.a...r!~.S~}~.;.~_9.~oes _0:1lt~­W'~' un grupo ~~' ";.~_,_."B~·-·eP,"''º"ª- f!~'S:' .. .'E.:'l'. d!:-1 tiata.,tSObre este l'.ílt1mo punto, estanamos tentados de decir ··q¡re "el racismo nos pone necesariamente en presencia de

grupos racialmente diferentes. Sin embargo, esto plantea dós problemas: por un lado: C?mo ya lo hemos indicado,1

8

existe uha enorme variedad de clasificaciones de las razas humanas;

.. ¡

; '~

pbr otro, todos los entendidos opinan ~~-­~~a_en..lorma-subjeti'.la y ~á­genes que la sociedaqJeJ1a transmit\Po. La identificación racial

•.. . ., ............ •.¡.¡,.- .. ~ ... """"''"_..... . __ .. -----

1! Ver capitulo primero, nota 7.

.... -~

\5_5_)

\ '

¿~- ~;;~;;-de;cia total~ente bl · • E d . anca será co 'd d sta os Umdos míe t .. , ns1 era a nerrra en ma o , ' n ras que sera tomada bl b

y na de los territorios antillanos· E por anca en la que las personas "cambian" d . n Áf:ica del Sur, sucede legales vigentes. e raza segun las disposiciones

clásica: ~ es considerada co~o La definición que da Albert lv'

:--~,,El racismo e~ la 1 . . , (~J ck...ilifer.encias real~: ~n~macw.n~eneralfaage,__y_d.~finiti~a · ~. sador ---.-·-"··-,..__. -·-ªggrn.nas_en ben f" · -·-- '

--·-----Y .• en_detnrnento • .de. su , · .... :r; ¡,qp_c\~La,cu-sus pr· ·1 · - . ·" Ytct1ma a fm d · ·¡· .. -··.. ivi egi9s_.y .su .. agre:sión.19·· ,_ ·· · e_. JUSti is:ar

Esta fórmula es · , . quizas demasiado a r ~ ~~º2~'-!~ur racismo h . mp ia1~n. sus manifes-P~~~~_g_f!?is..o: el ra.'USta confu ... ª ncd~r:~~~;.~.::_ siempre el as-, [' · ··- · e i:1em t ~--~· ·---111orro og1cos o rech·-.- r'"'"j'"J,--........... _" ... _-, ..... en os culturafés a¡¡;;;éñte .. __ i·g-~~~~~d · · ª~~ .... a.m .. ~~:p, J!1 . tan to · · qüe-- ~aciai~~ -{~ '('d·'" .~... . ... o si es Y-ortado d···"· .. , . .,,, ..... - . . .Pe

::_ __ .esa prueba./. s~·:--¡;·~·~de .. ,. ,.,,--- --- __ ::, . . e ... ,rasg_~~,~1::1.turales ... q~e nuestra definición inicial ' ~n este segundo sentido; .. ext~~der

En el t d" · . . e-----es u io científico del · ·cista debe ~ce-pta(f .. - .. ····--I~~:~I]}9, la subjetividad del _ d t . a como un dat . . ra

e ermmar, en las relacione o pnnc1pal. Es difícil son 1 s entre rrrupos dºf os que caen en el campo del racis" I erentes, cuáles ;asarse sobre una clasificación " b. . m,~' ya que no es posible ~era posible establecer un acuer~ 3etiva de las razas. Aunque

e3emplo, por la simple d" t. . ? sobre una clasifica<:ión (por lo'd is mc10n entre ' · i es y negroides) la ident"f" . , caucas1cos, monaÓ-de d" ' 1 icacion de la , . o ----~ªI1~fª ... iver~a_seg~¡-~--.. ·--· .... -· .. ~-ict::nª .. ~i:-.0~rla tomar en cons1ºderac·; .... - .P. c::i:s,Y __ l3;s sociedades El hecho d. ion est l · · ....... ...... · e embargo, un problema P e·, e emento subjetivo plantea sÍh . 1 ' orque muchos ti d '

c'.ones en as que los· adversarios se 'd .. pos e confronta-c1almente, según criterios f' . ' : ent1f1can, al menos pat­tilidad tribal) no podría .1s1c~s. \ aln:1semitismo, xenofobia ho~-

. ' n ~er me uidos ' racismo. Para salvar esta d'f' ¡ d en una definición d¿l s l . , . i icu ta se p d o ucion mtermedia que . ' ue e apelar a una

l

a V contiene un elemento de clasificación

er la ¿· '6 ' 13CUS1 n de PSta d r . "6 man:iond, Racisme et .. so~iété e mi.e; n por C. Duchet y P. de Co-e5panol: Racismo y sociedad É Pan3, . Maspero, 1969, pág. 322 ' ueno3 Aires, La Flor, 1972. . En

57

Page 11: Etnocentrismo e historia

aunque no científico a los ojos de los bi6logos y que tiene en cuenta igualmente la subjºetividad en la identificaci6n. Esta

,·'} solución prueba el hecho de que en la inmensa ma,yoria de , los casos, la víctima es identificada por el color de la piel o (

por sus rasgos. El racismo es efectivo en situaciones que nos

1

' ponen ·en presencia de grupos blancos, morenos, amarillos, ne­gros y rojos. Algunos se opanen a esta clasificación porque

- sería, hist6ricamente hablando, de origen europeo. Es. en el contacto con el blanco que el yoruba, el ibo o el bamileke se

pusieron a atribuir una significación a su "negritud", y son los blancos quienes primero han pretendido que los mongo­loides fueran amarillos. Cualquiera que sea, la identificaci6n por el color es hoy un dato que afecta las relaciones entre razas

diferentes. 20

11 Actualmente, la noci6n de racismo es objeto de innumcra-/\ble; abmm. Alguno; ti'n'ñ .. tend,ncia a "cha< d< ,aci;mo 1

1. cada prejuicio, toda discriminaci6n y los conflictos más di­

'. versos. El movimiento de liberación de la mujer, antes de hablar de sexismo, se dice víctima de racismo. El autor de

~·~· un libro bastante difundido habla de racismo social, político, ; religioso ... , cuando en realidad se trata de explotaci6n social,

' de opresión política y de persecución religiosa.21

Una cierta falta de rigor en el estudio de las relaciones interraciales e ínterculturales proviene de la ausencia casi total de una distinción entre racismo y etnocentrismo. Todo lo que reducirnos al concepto de etnocentrisrno y, más particularmente, al de macroetnocentrismo, es generalmente considerado como manifestación de racismo. Sin emE~.'.:_gSJ_, __ dos

dif e~~~jas fu ~~.~l.e.~.~.a.:e~r~,S~.l cJ<;:~Gl.~en te~ semejan tes a las señaladas en la interpretacion dada al principio sobre los particularismos culturales y los criterios utilizados para la

zo Para dar un ejemplo, fuera de situaciones bien conocidas de oposici6n racial: el conflicto que transcurre en Uganda (1972) nos pone en presencia de grupos raciales diferentes, mientras que para el burundi, se trata de una oposici6n entre etnias. (Aceptamos aqui, excepcionalmente, la segunda definici6n de etnia porque efectiva­mente los hutus y los tutsis del Burundi se reconocen, entre otras, por una diferencia de ·talla; d. capit:;lo primero, nota 4). Por analogía a racismo, se podría utilizar el término etnismo cuando se trate de con-

flictos in terétnicos. ___....,,, 21

Pierre Paraf, Le racismt dans fe monde, París, Payot, 1964.

identificación del gr m d upo ~n cuestión En f i . os e ver, el__.::_acista interpreta . e ecto'. como acaba. \ ~º-..J'.._1:1:1.'!~!1_a frec;en·~¡;-)-- ·' · ,_, ...... P9F... ~a.: ... ~~r~i:~1 ~--e i den tif cambio estab_l. -----·-··· .. ,por ... eLcolor. El etnoc ·t-' ··- ica · • ccc comp · ·~ . en nsmo Ia~d----···-··... ~¡:<J,¡::1one;;_,cntre dif ' , en ·· ·-- ase __ e_ una .. escala d · · - ·· · ··. _¡:renJ~_culturas . ob c.ilii..cI?..O 'b . . - e .. ~~~.\~~e~ .... el~borada . . -~ ... re 'd .. t;; \ ªJº la mflucnc1a el t .... ""'' . _P.()~. sus p1rnp1os 1 eni·f e errn1na t d '·' ....... ;.;.r: ___ ._,,1 ica a su "víctim " dº , n e e su cn-grup ) ( --:--- ª me iante · ·

0

e ,por e1emplo, el idiom--l __ ,--S:l..1-~f[!OL9!Je él detcrrn'-.--·c10n). Si comprueba pao, ª.vestimenta, el mo~-·p-¡~_-1~~-ta t d l ' r ejemplo ¡ . auc-.

n e e os djukas de S . ' que e mgrcso por h bº

l d

. · unnam e · · . _. a 1-y a me ida sobr"' las s ms1gn111cante (el cnºt . - que esta b . eno se proyecta desde el exterio cbompro ación es fundamentada

qu , 1 r so re la s , d d . e sena egítimo si se t . ocie a examinada lo

f1cas) l b ornaran r1ertas p · ' " , e o servador etnocént . - . recauciones cientí-cultura inferior" a un " t d'.ico atnbuye este dato a un

t l" ' es a 10 el 1 a a o, también, al "rechazo de eme~t~ . de. evolución men-Por su parte, el racista q 1 la c1vilizac16n occiden•al"

. , ue 1a comp b d • · .Pt~ros, afirma que en todo ello n ro a o que los djukas son ~videntemente, un solo persona ·e o hay nada de asombroso. tipos de razonamiento N b J es capaz de hacer los dos do · d · 0 o stante la ¿· , . s actltu es no es , . ' 1st1nc16n Pntre

1

u1;11camen te d al - .as rp.uchas personas que no tr~s e v or analítico: existen ta~ión ctnocéntrica, así como ~:an el. umbral de la interpre­

. U.!,.era una diferenciación ent r racistas que DO conciben Sl-CL'<.!Jas funciones p r~. as cultura~, fv fl -~-. l ~~..... arecen romun l -Vt.'1.l

·pec1a mcnt~.- ra-s--;Jea's"e"'~~--';'1·---· -~.Y---~~9~ fenómenos e

d

. - .. . gurar a coh . d ~·-·-~· ' s-ommación sob --· l ,.. ___ ·~··-~·-·, .. -.,-~r:~'.!C:~<!-. el en- .... -· ~

... ~.,_, __ ··~-"'·· re os grupos de f s· rn------~-g~2_0 y la CISJil.0.-eS,_eri..:est·e::.sentido" "'"-·•·f·~-·6·~-,!J.~!,,~· ln embargo ~~··¡a-OUC l t ~ en meno m h á ' ~ 1 e .. ~ noc_t;DJIJ.SlJl.O. Desem eña uc o :n ~ .. c?mplejo c~~s, tales como el mam-P-;--~~~1]2~_?..r:...yanedad de fiin y de-~-;;¡--;- ·-b· --,·--~- ---- enum(!p.to_.de_,prívile :------·-"· · - -~--. -~~~- .. ~JOS,_,el acapar · ·-·=;· .. gt~:i_:!1 el empleo ' ~r.?-~~-SJ....§_~f~er:a. 22 •. - • ~m;!'!n~q___d_i;: ___ ~l~!.r.~~-}'. .. cl~- recui-'sos 1

I-!;~Y~E....~~?.a_, un lazo de · .. . - ------'"" Y, e_! .. ~acist.~º· Se -pued~----~p~_rb_~!:!.!~~~~_::.tre el etnocentris~· fism d f' compro ar en .... _ ··- -- ..... -- g. e - os .. _con:portamientos et' , P.nncipw, un 1somor- ' sando de los más · ·-r· ·····-·-· -· . ..P~!'!JLtD_<;_Qs Y racist p-· ' 1no ens1vos a los , .- - as. a-

n E . mas agresivos, los dos tipos

• x1stc una vasta l't raCÍ5 • 1 eratura 5obre ¡ mo \ver Duchet-Comarmond . as camaa Y las funcione5 del Y del etnocrntrísmo H , '. Racism8 8t socilt! á Buenos Aires L FÍ _ay .raducc16n a! csoañol · R '. p g5. 329.333) ' ª ' or, 1972. • ' · · a cismo y soci&dad,

Page 12: Etnocentrismo e historia

i 1

''

de actitudes pueden efectivamente manifestarse en los· siguien­tes comportamientos: conocimiento del grupo de afuera fal­seado por la valorización del en-grupo (cultura o raza) ; anti· locución (para utilizar un término de Allport), que consiste en hablar mal del grupo de afuera en su ausencia; discrimi­nación practicada con respecto a los miembros del grupo de afuera; segregación física del grupo de afuera; persecución y exterffiinio. La discriminación cultural o etnocéntrica consiste en cerrarse sistemáticamente a la ·influencia del sistema de valo~s de un grupo de afuera, mientras que la discriminación racial trata de evitar los casamientos mixtos, compartir la vivienda, el trabajo en común, etcétera. Asimismo, "el exter­mir..io cultural", o etnocidio, consiste en quitarle a un gru­po todas sus características culturales sin aniquilar al grupo mismo, mientras que el exterminio racial, que es una forma de genocidio, es nada menos que la eliminación física del grupo.

También hay que precisar, para las relaciones interculturales, la relación entre ciertas nociones más comunes y el esquema aquí presente. La asimilación practicada especialmente por Jos c9lonizadores franceses y portugueses (bajo formas distintas), que consistía al principio en prometer al colonizado la igual­dad con el colonizador, a condición de que renegara de su cultGra y adoptara la otra, es una forma de discriminación cultural. En otras circunstancias, comC\ para un- inmigrante rec~entemente !legado a Estados U nidos, asimilarse puede ser la manifestación de una buena comunicación intercultural. Asimismo, la acul~~ración, o asimilación colectiva, puede ser un17 forma ... de segregación cultural'{ (al enfrentar a quienes quedan fuera del proceso) y llevar al etnocidio, si es dema­siado radical. Pero en otras circunstancias, también puede ad8ptar un valor completamente positivo. Todo depende de los objetivos perseguidos por las dos partes y de los métodos utilizados.

t~~;;estión gue se plante'a ento~_5.L!!.qill:L§LJl.fl.Y1 __ entre ~~írrlJ:.dsmo LPsi:..r::<:.i.· u na ~:::erdacJ,¡;~;,r~J.?:.GÍÓJL q¡:;_Ji!jf'.c~6n. En !a~a, se puede afirmar que el etnocentrismo pre­cede al racismo, ya que si tlquél se remonta probablemente a

'-' la formación de las primer~s sociedades humanas, j~9!!!ó impulso recién a partir del siglo x,vrn. Pero examinando la

60· \..

·----~---·-·-~--··---·-----.. ---··-·· ..

.. c .. ,,:. r~Jaéiori aefüe CJ pufrrc)··(ié::; :,: 0::·:, ; .. -: : ..... .

temp?ránea, no es -cierto qu:1~~{-1;~~en Ja s6é:ied2.d ·¿0n.:· antenor. Para saber m, . b mo sea el fenómeno

d . as so re e11o hab , estu ios genéticos Los d" b ; na que proceder a l . _ · iversos tra a JOS sob ¡ f

e nmo, del nacionalismo y d l . re a onnación, en d . e racismo cons 'd e estas actitudes separad . , I eran cada una L amente sm refac·

os estudios sobre el etno t . , ionar una con otra. 23 , . cen nsmo no aporta l

mas que mdicaciones sobre el d n por e momento b mun o adulto P · argo, que se deben distin . d . . . ~ arece, sm em-d d guir os sltuar10nes. 1 , .

a es gue conocen graves conff t . 1

- • en as sacie-. t d l ·- ic os rac1a es el co . racis a e nmo pued "f , mportam1ento

(4 5 _ e man1 estarse desd d - anos)' mientras que 1 . b e muy corta ·e ad

conflicto racial y espec' 1 os mrem ros de una sociedad sin d ' ia mente de la s · d d no esarrollan un compo t . . ocie a monorracial

I . r amiento racista · , ' o esencial de las estruct , ~mo mas tarde, cuando

biecido. uras etnocentncas ya ha sido esta-·V i . é.~s e racisn10 un eeifenóme d l

Esta generalización parece,__d---.~d -=-..~~~:1.'.?.~-~,nocentrismo? l A emasia o p ¡ U ·"'"·· · ·

a frica francófona' e igrosa. n asin-i"lf ado . o portuguesa pued 1 ,

racismo blanco y ser sim lt, e ser a victima del . u aneamente port d d 1 centrismo occidental . a or e . macroetno-

gue caracteriza a . mente, un negro norteam . sus agresores. Igual-

. encano que manifi t miento racista frente a 1 bl es e un comporta-d . os ancas será prob bl

e este mismo etnoce t . ' a emente portador , d n nsmo puesto qu ..

mas e lo que supone d , 1' e participa, tal Vez , e Ja cu tura del cr 1 d"

entonces a una fórmula , d"f ~ "'rupo a u ido. Se llegará mas l erenciada y r . d

caso: el racismo blanco "St, h imita a a un solo . ~ estrer amente Ji d l

~mm.Q_Qf_cj_~taj, ~ga o~ macroe~o.~ La segunda cuesti, Jt1 .

tri'Sm~~:··¿~-··;·'·"~' ·· .Q_n_ e ·•· ª'~:~\'.,,)~ _urnversalidad del . -:; ·-··-•" n • especto a las m1croefiifa!r·:tc···-·· ...... ·-··;. ··'- ~tf!oc~n- \6·!

poder responder afirmat' , os antropologos creen . ivamente Sin b .

tearse un problema particula . d em argo, puede pla.b-m · · · r cuan O se "O b e !P.-:-~!gnos .i!~._autodenigración. En s ~ m?rue an, ~.J!)..lrla centnsmo de los tn1k d 1··-·-·:·-1·"" u estudio sobre el etnb-

·'" s e a is a Romon -,,.f cuentra numerosas af . um, iv. are Swartz en-1rmac1ones sobre la superioridad de Jos

" 3 Ad ' - emas de los trabajo3 d p· . Introducción nota 21) d e iagct y We1l y de Harry T ( R . · , estaquemos · ¡ arg ver

ace Att1tudes in Children W igua mente lo3 de Bruno· Lasker Goodrnan Race .ti. ' . estport, Greenwood 1929 y ¡ d M '

·¡¡ ' wareness in y ou Ch .1 ' 03 e aty mr an, 1964. ng 1 drcn, Nueva York, lviac-

6! 1

-~,, 1

Page 13: Etnocentrismo e historia

···'-'. -:.-.,·· .O:'..',::.··

. r· ·ar1"dad de los truks. En vez de · os y la in en 1 -norteamencan . . Swartz propone e con

. l . de etnocentpsmo, concluir en a ausencia . Estima -por ejemplo, que

d trismo negatwo. ' · ¡ · k cepto e etno.cen . . alorizados por os tru s, . · 1 fueron siempre v ·, los bienes matena es . os les parec10 que Jos norteamencan ,

Pero que, al contacto con . desarrollo en este

b' 1 rado un meJOf otros pueblos .. ha ian :~oridad del.. otro .en un ... asu..nto ~ado sentido. Admitir ~.:1: ~'::).?._ ...... · .· de valores del en-grupo

. 'f' absoluto .. que-eL.s1stema .. -- .. ·----··-···------ - -no s11m1 ica _i:_!!, __ .•.. _ ._. :.::..__:.:.9- d Z< 'f ·¡ e~~-~Y:~-ª--5~· última comprobación, es di ic1

Aunque se apruebe es¡~ª . , d Swart~ En muchos pue-1 t Ja exp icacion e ü· • d · aceptar tata men e , d clero complejo e in-

. d mprueba un ver a . l blos coloniza os, se co d cuestionamiento radica ferioridad colectivo resultante l e. und que impone al mismo

te del co omza or, de sus culturas p~r ?ªr militar tecnológica. Pero los estu-tiempo su supenondad l _Y do ..-nuestran que una de las

l · ¡ 'a del co omza "" · dios sobre a ps1co og1 su situación es preten-formas en que estos últimos superan\ . dor 25 El etnocen-

. l lores del co omza . diendo compartir os. va la medida ~n que la cultura tra-trismo del grupo subsiste en alelamente se desarrolla dicional está salvaguard~~a,dpe~od pt~dr ad que resulta de una

. d" "d cns1s e i en i 1 en el m iv1 uo una . . . , adoptar frente a os to a la posicion a h

incertidumbre en cuan En África algunos an valores culturales que se lde olponelnt. ra extranJ·e;a (Fanon), la

. l d rión e a cu u ul preconizado a estruc~ . "mestizaje" con la e -. . , d l ultura propia en un .

valonzac10n e a c d ·, de la cultura extraniera . (S hor) la a opcion b". tura extranjera eng ' . 1 (M Towa) o tam ien,

. d ll una fuerza igua · · . ' d ) 26 a fm de esarro ar . . . 1 íR Fam-Kayo e . . , d l identidad racia ' . d l

la afirmacion e a d A la com-olejidad e as . , para ernosttar , ¿· l

Esto no sirve mas que d l uestionamien to ra ica . den respon er a c Áf .

reacciones que _pue L todenigración existe en nea de la cultura de un grupo. , a aud de una identidad o, dicho

. t' a la busque a . 'd entre quienes es an . ·1 · d Eso no imp1 e que de otro modo, parcialmente as1mi a os.

· " Tournal of Con(lict Re-s "Nc"'ative Ethnocentnsm , • ·

2-1 Marc wartz, " l t . y marzo de 1961. . h l · de la colonisation,

so u ion, ' O M nnoni Psyc o ogie P , 20 Ver especialmente · ª P naire masques blancs, :iris,

París, Seuil, 195_0. '! Frantz F!"nl~nFr::t~ Fano~, Piel negra, máscaras Seuil 1952 (edición en espano .197')

' A" Abraxas · J • "Zur afrikanischen blancas, Buenos tres, detalles' ver Roy Preiswerk,

za Para algunos otro~ . f• 5 1 octubre de 1971. . .. k . " Schwei rer M onatsht ,t' ' Identitats nsc , -

1

/,\ 1.,

\ 1 ¡

subsistan numerosas culturas fuertemente etnocéntricas. Por lo que se refiere a los tn.iks, el problema es por cierto di?tinto, dada la .ausencia de yn régimen colonial humillant~. La explicación de Swartz carece sin embargo de dimensión 'histó­rica, pues la prueba que no se aduce es que los rasgos ¡::ultu­rales alegados existían realmente antes de la llegada de los norteamericanos. También se podría tratar de una raciona­lización ex post por los truks mismos. La tesis de Swartz según Ja cual no habría habido asimilación, por parte de los truks, de ciertos valores norteamericanos, queda por ser probada.

El_ concepto.-de.,.,etnoc.~n_tri~111g_ru:g.ª-.t.iyo conserva, na obs­tante, su utilidad, a condición -de darle una connotación pre­cisa (ver cuadro I). Se comprueba que en circunstancias excepcíonales, la referencia del en-grupo a algunos de sus propios valores culturales puede adoptar Ja· forma de la auto­J;nigracióñ. (Esto constituye una ampliación de la posición de Swartz, que no concibe el etnocentrismo negativa sino cuando un grupo reconoce en otro grupo la superioridad en relación a un rasgo que es positivamente valorizado en él). Pa­ralelamente a la referencia negativa a. si-mismo, la referencia a los grupos de afuera implica entonces, lógicamente, -~na valorización positiva.

Si el etnocentrismo es un fenómeno universal a nivel ... co­lectivo, existen sin embargo subculturas o individuos desviacio­nistas, o parcialmente descentrados, dentro de las culturas. Desde el punto de vista cognoscitivo, el individuo no es capaz de asimilar la totalidad de los rasgos culturales de su grupo. No es un receptor pasivo c;!e la cultura, ya que su conocimiento se construye a través de una interacción con los objetos y la sociedad. En consecuencia, encontrarnos dentro del gr.).lp_o_ sig­nificaciones culturales particulares. 27 Desde el punto ele vista afectivo, el individuo tiene la posibilidad de rechazar una parte de los valores del en-grupo. Es el mismo caso del europeo que se niega a aceptar ciertos valores occidentales --es decir, se descentra con respecto a su ¡nacroetnia- y del africano que busca asimilarse al colonizador y se destaca, por lo mismo, de su microetnia.

27 Cf. Harry S. Sullivan, Tht I nter/1ersonal Thwry of Psychiatry, Nueva York, Norton, 1953. Edición en español: Harry S. Sullivarr; La teoría interpersonal de la psiquiatría, Buenos Aires, Psique, 1974.

63

Page 14: Etnocentrismo e historia

t: ¡; 1:1

.!· I·

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1 \

Cuadro I·

d las m anifestaciones del etnocentrismo Recapitulación e

Referencia al en-grupo

positiva

(

(nonna)

negativa (excepción)

eferencia a los grupos de afuera

por indiferen­ciación (gru­po de afuera idéntico al en­grupo)

por ciación

autoglorifi­cación

autodeni­

gración

valorización ne­gativa (en caso de referencia po­

al en-gru-

valorización po­s1t1va (en caso de referencia ne­gativa al en-gru­po)

. '(-

Vayamos ahora al estado actual de los trabajos sobre el ~ Dos CITscíp mas· se han preo pa o especial­

mente Cle la cuestión. l;:J:l~ .. '!.ntr.opoJqgía (incluida la etnografía y la etnología), el objeto de estudio consistía en determinar la universalidad del etnocentrlsmo colectivo y de la natura­leza de las valorizaciones del en-grupo y de los grupos de afuera. En .. p~~~!9gía, las investigaciortes empíricas sobre el etnocen­trismo no comenzaron sino después de la Segunda Guerra Mundial, y condujeron especialrhente a la obra precursora publi­cada en 1950 bajo la dirección de T. W. Adorno. 28 El obje­tivo era determinar el etnocentrismo en el individuo y medir las variaciones interindividuales. Desde alrededor de 1960, los especialistas separaron las dos disciplinas buscando la síntesis. Así, el psicólogo D. Campbell, recordando la existencia de una verdadera teoría del etnocentrismo, propuso un modelo de investigaciones antropológicas a fin de consolidar y forma­lizar los conocimientos actuales. 29 Por su parte, la epistemo­logía de la antropología, preocupándose por 'las condiciones de acceso al conocimiento de culturas diferentes, apeló a la psi­cología a fin de determinar la influencia del etnocentrismo del

·estudioso sobre la aprehensión del objeto de estudio.30

¿Es el etnocentrismo un fenómeno muy estudiado? Se ha hablado al respecto de una "persecución a las interpretaciones etnocéntricas" ,31 y D. Campbell ·afirma que la "teoría del etnocentrismo como cuerpo de observaciones y de interpreta-

28 T. W. Adorno et al., The Authorílarian Persona/ity, Nueva York, Harper and Row, 1950. Edic:íón en español: T. W. Adorno, La personalidad autoritaria, Bueno$ Aires, Proyección, 1965.

za Artículo ya citado, ]ournal o/ Conflict Resolution, 1961. (Ver la actualización del modelo en Robert A. Le Vine y Donald D. Carnp­bell, Ethnocentrism: Theories of Con/lict, Ethnic Altitudes and Group Behauíor, Nueva York, Wilcy-Interscience, 1972.)

3o F. S. C. Northrop and Helen· Livingstone (Editores), Cross-Cui­/¡¡ra/ Undersianding: Epistemo/ogy rn Ánlhropology, Nueva York, Harper and Row, 1964.

31 Jean-Claude Willame, "Mythe et réalité de l'ethnocentrisrne", Reuue Gmt!ue-A/rique, IX, 1970, N• 2, pág. 32. El autor parece tener una idea demasiado estrecha del etnocentrismo, limitada a lo que llamaremm la transferencia intercultural de conceptos. Por otra parte, hay motivos para señalar que Ja insuficiencia de ciertas teorías sobre las diferentes culturas, se debe también a una falta de rigor cicntlfico y no solamente al etnocentrísmo.

1 ' ¡. ~

i.t(:; 64 '~ ~

Page 15: Etnocentrismo e historia

1

1

'""'1-,_ ........ j'!+,. .. ~ .. -,.,. , .•

ciones es probablemente aceptada y utilizada en forma más amplia que cualquier otra doctrina en las ciencias sociales". 32

Estas afirmaciones crean una falsa impresión. Conviene, pues, mostrarla a través de las lagunas muy considerables que carac­terizan nuestros conocimientos actuales sobre Ja cuestión.

Tanto en psicología corno en antropología, los datos perma­necen incompletos. La famosa escala de etnocentrísmo de Adorno et al., estaba destinada a rnetjir la actitud de los norteameri­canos con relación a grupos minoritarios. No corresponde más que al mícroetnocentrísmo y parece, aun para este último, sumamente problemática su aplicación fuera de Estados U ni­dos. 3 ·

1 En rigor, los trabajos de Allport, Klineberg1 Sheríf et Sherif, Símpson et Yinger y otros, referidos generalmente al problema de los prejuicios y los est.;reotipos, representan un claro progreso. Para la antropología, quedan por hacerse mu­chos estudios de campo, como lo demuestra la propuesta de D. Campbell y R. Le Vine. También, como se sabe, los an­tropólogos· estudian poco al hombre occidental, y Ja sociología no se preocupa en absoluto del etnocentrismo. Ello proviene, en gran parte, de la estrecha definición de la etnia. Si se limita Ja problemática del etnocentrismo a la rnicroetnia, es posible que sea orientada exclusivamente hacia eJ estudio de sociedades "tribales" y "exóticas" (aunque ei problema exista dentro de todo país multicultural). Pero si se introduce el

·concepto de macroetnocentrismo, se abre una infinidad de posibilidades ·de investigación, tanto para el sociólogo como para el psicólogo. ·

Más grave todavía, en el estudio de las diferentes culturas, es que los especialistas de otras ramas de las ciencias sociales sólo raramente perciben las dificultades que su etnocentrísmo podría suscitar en la gestión cognoscitiva. La mayoría de los economistas interesados en el tema del desarrollo, o han igno­rado la posibilidad de una centración del sujeto cognoscente, o bien han desechado francamente los datos que podía aportar la antropología, incluso económica. En cíencias políticas, los

32 ]ournal o/ Con/lict Resoiution, 1961, pág. 83. 33 Ver la discusiór: de los resultados obtenidos por este tipo de inda­

gaciones y un;i crític;i metodológica en John R. Robínson, Jem:?ld J

G._ Rusk Y, Ke~~-~~ 1B.,.,1_:,~~~~te;;~~~s of Poiitical Alti'iudes, Ann Arbor, ¡.

ejemplos abundan en un se11t:do . l . · · '-' seme1ante p ¡ po 1ticologo no concept ¡· · or o demas el f ua iza generalmente ¡ . '

en orrna separada del n . ¡· a etnocentnsmo c ac10na ismo o rons·d ¡ orno un aspecto del scg4ndo E ' ~ i era a primero

elementos ·d · n cuanto a Ja hist · ¡ rcuni os a través de esta . . . . ona1 os magnitud del PrnbJcma que l . mvest1gac1on mucstn1p la

- < se e plantea.

2. El nacionalismo

La , N z¡ción -definida en princi . habita un territorio sob 1 pi~ como la población que b re e que eJcrc" d . eranq--. es, como Ja "\.Q. . -. un po er estatal so-

. gen de -sí mis~;~~·~-, l<,l,_t¿D,<J..~~$?$.J~cl,que...,se_Jorja_µnajma-' ,,1 . . . ·•·· -~-Y:-,.adopta ..... c.icrtos ti 0 d · . · en L ª.C.1:?.:1 .ª otras sociedades .• ·······~~1?~~~"--C:.-SQ.!.IJP.<?n~mi?nto

El nacionalis~--;;-~;·~id · 1

, • de referencia es Ja N . . eo _og:a integradora cuya unidad

. ac1on constituida e E d acepciones del término nac. r n Sta o. (Según o tras de ser una microetnía que rt~nad1smo, bla unidad de base pue-t d 1en e a o tene b r_o e un Estado, por ejem lo el . .r SLF so eranía den-

Biafra, o una etnia region 1 p b movimiento separatista de Estado a poblaciones repar·ªtiºd que usca unificar en un nµevo • 1 as entre var ·

e1e~p_Q . .._lq_~-?Eovimientos n . ws ya existentes, por X'X) E ·---------·-···------éJ,clOnal.es_ e¡;_J la Eu. d l . "~ · n este sentido el n · r -· · ~-......... }.opa •. e siglo píritu" º' cuya Dr· , . aciona ismo es un "estado de . es~

imera preoc · · dencia y afirma; Ja grand udpac10n es asegurar Ja indeDPn-

. eza e Ufla Nac' • · r-un sistema de valores ~ .d d wn apoyandose sobre

. 1..ons1 era 0 com . menos diferente de 1 d . o supenor. a, o al

- ' e. e otras naciones. Las características propias del \ . .

. trismo no residen . . . - __ n'.J-ClOnalismo y del etnocen-N -·. . umcamente en la unidad d . .. acion y etnia El

11 • -1-.. .. --·-¡ e referencia:

"'-~···- · ...,. ac10na 1smo a ude a · . , . cor¡ miras .a la or - .... ·-···., ...... ,__,,, ____ J?nncpios de acción ~ . 1 . , • gamzacion política de u - --· b. I ...... ; •.. . ,

pues, a servicio de un pode 1

na.,¡:2.0 .. ac1on. Esta, de ideas abiertamente p r esdtata . Además, es un movimiento I · ropaga o tanto ¡ · ·

e extenor de la Nac', Al 1 en e intenor como en tener siem¡m:f l 109· . ~do de esto, el .~\nocen trismo al ··-·- - .. • un azo tern tonal pre e· 1 ~------·· -- '-- _)}O

. iso y a no representar una HHans I<ohn, The Id . i. ·------·-··-

19·1? p<i~ IIJ Ed" . • ~a o/ Natronalism_ ' Nueva York, Macmr"llan w ' _,,. = Jcron en "Spa- 1 H nos Aires, Paid6s, 1973. - no ; ans Kohn, El nacionalismo, Bue~

¡

i/ i ¡

Page 16: Etnocentrismo e historia

ideología pro¡:;lamada como fundamento de un p()aer l-'u1rncu, apar~ce .. c!~, ~~er~--~""';:icl:io""Iñ~;-íluida e i~~~~q{iible. · :-.. Las. semejanz~~~-;;:t~~~·~l", r;-;,:~¡;;~alismo y ~] etpocentrismQ no son: sin" e~b~gÜ,-d~d;ñables:·.:_x;.;i:;·~-s , ~(ry~n _para delimitada pertenen.cia,....de.-los~individuos al . en-grupo --del que se trata de asegurar la unidad- y para obstaculizar la penetración de este grupo privilegiado por los grupos de afuera. Además, la escala de los comportamientos nacionalistas es isomórfica con la del etnocentrismo (y la del racismo), pasando de la repre­sentación falseada de otras naciones a la anti-locución, la dis­criminación, la segregación, la persecución' e incluso al exter­minio de los miembros de una Nación extranjera. 36 También la xenofobia, "odio a ·)os extranjeros", puede manifestarse bajo cada una de estas formas.

. A la luz de estas reflexiones, parece inadmisible reducir el nacionalismo al etnocentrismo, o viceversa. Por otra parte, este proceder no es posible más que concibiendo al ctnocen­trismo en forma demasiado estrecha o demasiado amplia. Da­riiel Druckman es a la vez muy limitativo al definir al etnocentrismo como la acción que consiste en estereotipar a los

. grupos de afuera (convirtiéndolos en un aspecto particular del nacionalismo), y muy extensivo al basarse sobre la defini­ción de Sumner (reduciendo al etnocentrismo y al nacionalismo a un sociocentrismo de no importa qué grupo) .36

No es fácil hacer la distinción conceptual entre el nacio­nalismo y el etnocentrismq en la medida en que se verifica :una coincidencia parcial entre la Nación y Ja cultura. 37 Los rasgos culturales que serían específicos de una Nación (y que no se encontrarían· ni en 1 las microetnias incorporadas a la Nación, ni en las etnias regionales o las macroetnías que exce­den su marco), ¿dan lugar, a través de una autovalorización y una proyección sobre el prójimo, a lo que debiera cieno-

ªº Cf. rnpra, pág3. 59, 60 y 61. Para profundizar el examen de las 3emejanza3 entre el nacionalismo y el etnocentrismo, ver Paul C. Rosenblatt, "Origim and Effecu of Group Ethnocentrism and Na­tionafüm", Journal of Conflici Resolution, VIII, junio de 1964, págs. 131-146.

38 Daniel Druckman, "Ethnocentrism in the Inter-Nation Simula­tion", Jo u mal o/ Conflict Resolution, XII, marzo de 1968, pág. 45.

31 Cf. rnpra, pág. 43.

68

1HH1a1~c: c1.uu1....L..in..L i~u1u uac1u1 .

como hay que interpreta 1 "ª'[· -'- ª~. : .. ., .... ~c.a.''cü esre ·senl'}Cto' r a a irrnac1on de Druckman:

El etnbcentrismo a nivel de , se refiere a tribu's intactas gru~os mas que de personas,

. Y autonomas a gr , . o a naciones que forman parte d I . ' . upes etnicos

e sistema mternacional. J8

Sin embargo, en materia de l . parece esencial, por ahora p;~d:c~~~es interc.ul:ur~ .. les, no nos nacionalismo v el etnoce t '. . izar la d1stmc1on entre ei

, n nsmo nacional. Algunas de estas reflexiones sobre 1

no tíenen cuma única ra , l d a noc10n .de nacionalismo zon e eseo d ¡ ·"" ...

tua] con respecto al etn . e e anr1cac1on concep-ocentnsmo Con t

Jos manuales de historia 1 • . 1 ere amente, a nivel de . ' e prob ema del e · ·

tienen Jos miembros de N . , onoc1m1ento que . una ac1on acerca d t

sigue estando planteado Po . l e o ras naciones . r cierto os esfuerzos d 1

Y otros organismos precede t ' e a UNEsco

f n emente menci d · en renar la deformación . 1· ona os, mteresados

nac1ona ista han , t "d resultados. El meJ'oramient .. bl ' oo eni o algunos

o es v1s1 e cuando manuales de 1930 con los d 1972 . se comparan los vista del lugar concedido ael ,. :ncluso desde el punto de

, as naciones qu autor, as1 como en lo que r· . e no son la del . se re.iere a la mt .,

ciertos acontecimif'ntos T I . , erpretac10n dada a , . La evo uc10n se esb d

por c1rculos concéntricos. p • • oza gra ualmente · · -n pnmer Jugar d

tona puramente nacional a l d . se pasa e la his-., a e otras nacio

anotac1on a su propia h" t . L nes, en tanto que · is ona os otros

sino en Ja medida en q · . no son presentados d l ue mantienen reJ ·

e autor. Luego se sitúa 1 h. . . ac10nes con el país · ' a 1stona de u ·

el contexto de Ja historia " . ,, s prop10 país en . .. . universal acord, d l

pnv!leg1ado. Finalmente l h" . ' . an o e un lugar d ' a istona de ciert , a per se. 30 os paises es trata-

A. ~esar de .ello, el problema subsiste L . . se s1tuan a nivel del nacion ¡· d . ~s ejemplos que siguen

. a 1smo e pnmer d mac10nes francamente aut 1 . . gra o: son afir-

. . . ova onzantes de 1 ·, o perJud1ciales para las otra . ª nac10n del autor

s naciones. Seguramente com , o para 38 Journal o/ Con/lict R [ .

101 autore1. eso utwn, 1968, pág. 46. Subrayado por 30 E•te p - roces o e1 de3crip to con .

partment of Education and ScÍenc~ referencia a Inglaterra, en De­Her Majesty'3 Stationary Office, t96'!;.~wards World History, Londre1,

69

Page 17: Etnocentrismo e historia

~~~:;:;:.., •. ,. ' ",,,;;; "i¡¡¡~-11 ·~"'---

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el ctnocentrismo, el fenómeno e~ bastante sutil: se manifiesta a, través ele \as omisiones, la selc¡:;ción autocentrada de aconte­cimientos importantes, la enunc¡qción de un sistema de valores particular, etcétera. Pero, dado que las investigaciones efectua­das no han abordado específicamente las deformaciones nacio­nalistas, nos limitamos simplemente a indicar algunos ejemplos

¡ \! i l 1 \ · 1 ..l. Ejemplo 1: En los manuales soviet1cos, hay una clara'

i.; \ .-6;\J.L ¡' "IL"" tendencia a atcibuic a la "ª" la ce;ponrnbilidad pcin· ¡ \ 1 \) cipal en lo; acontecimiento; intecnacionale; a;\ eomo en

recogidos al azar.

d : la evolución interna de una serie de Estados. Es conceder 1 ¡ \ muy poca ewgia e imaginación a lo; movimiento; de ; ¡ 1 libocación nacional y haW dependec ;u éxito del apoyo '['

1

;ovi<tico. EfectiV>mente, el manual afümao "La libeca· '~ \ ción nacional y social y el pasaje al socialismo no pueden \ '1- í obtenerse sino por una estrecha colaboración con el moví-

':.~'. ¡1:. miento obrero internacional '.)' ante todo por una colabo-

• ración fraternal con la uRss" ( URSS V 2/80 y 169) .*' ¡ '¡ \ E;ta centcación nacionali;ta tiñe la intecpcctación <le lo; j![Í¡\ pcincipale; acontecimiento; de la mayocia de lo; E;ta-1!}i i dos cuando se trata del estudio de la época contempo-

1.,; ;~ l ránea.'º ]:1;1 \ . fV J.\ ~~r';i,rJ' Otrn focm~ de di;toc;ión n~;ionali;ta ;e ';'anific;t~ ;n. el \\l 'l\j ¡ ~ man u al alernan • e; la. pcoyewon, ;obco la.> e poco• h<'tonoa; \1\} Y lo; pu,blo• rná; divec•o•, de un conjunto de valw; que lo; 1¡;l¡1 autoce; a;ocian, má• o rn<nO' con;cienternente, a la idea que \d\l ello; ;e Ionnan de la nación alemana. E;to; vale<" ceflejan

1\i1! I! ~ }~q\_~; ~ !~ ~( !

~\\\~~ ~¡ff;:¡~ ~1 ;::~1~ ~

. ·~~¡ ! !!:,•''.·

1-··

* E.Has abreviaturas entre paréntesis, que aparecen junto a las citas de los ejemplos entre comillas, remiten al "Anexo", que aparece en el final del libro, donde se aclara su significado. El "Anexo" con­tiene la lista de manuales y e\ sistema de abreviatura utilizado para identificar las citas tornadas de manuales. El nombre del país de procedencia del manual está abreviado; las cifras romanas indican ei número ·del volumen corresponiliente y las cifras arábigas, el de pá­gina. Así (Al 11 30) significa: Alemania, volumen 11, página 30.

una concepción orden público y Estado.

estricta de la autoridad b . de los de'b. eres d 1 . d gu emamernal, del e cm aciano con respecto al

· os autores ale . . Ejemplo 2· L tos pueblos (por eJ'empl Imanes se identifican con "l. ·-ro ) o, os espart ¡ " e1

manos ' que encarnan para ll anos, os griegos y los :rr:1º".er. Se valoriza al ue. e os los valores a ro-sittlzch, tapf er La lqd es ordenado y da.ro t .. ft. 1 d . . s cua 1 acles supr ' uc ¡ ¡g

. t: ~u. ac.a, la ;e~uddad, la puntual·~rnJ' 1rnn la di.ciplina'. '.t/Jdº' la ambición, la combativ1.da ¿' ~ orgamzación, el

n J a . Es por lo tanto en 1 . ,i a ' a fuerza, ia vi­valores conocieron su plena n~cion .~]emana donde estos mantenido ,.n gu d' · ª e,.pans1on y el alum W ~ ar ia per¡nane t f no es 13~s)en, deutsche Kraft, deutsche ~ ~ ¡'r~n.te al deutsches

. Esta éentración 1 . e1s ig eit (Al II 63 89 aco:npañada de una im:ª onzante e~tá. necesariam~nt~ n;c1ones. Es significativo :~; resprec1at1va de las otras tacul~s puestos en el cam· de ma~,ual .lamente los obs­aleman'' p .,¡ " , . ino e un sent1m' . . ,, or ~ chauv1nisn

1o fra , ,, iento nacional

ruso t · d nu·s y 1 " . , ' emen o estos dos , lt' . -; . e paneslavismo c1on claramente pe . u. irnos tenmnos una connota-fe · .. , yorat1va (III 35 47' L

I enc1ac1on terminolóai ' ' . ) . a misma di-bate, las fuerzas prcse~t~: aparece cuando, en un com­e.orno "caballería alemana'~on ~;signadas respectivamente t1cos" (II 37) Co f ~ campesinos cheros f : · n re "renci·i 1 í' ~ ::ina-man~iaJ denuncia Ja am - ' ' ª ,;:¡ .._,omun::i, el mismo mama "los ciudadanos el enrzaMque represen tan par:i. Ale-

~~II!a. igualdad y su creencci: en ~~seltes?-, dcon su fanatismo \ 42). ' · g ona e la nación ... "

El caso de Portu 1 d ga es a su d' . erado se esfuerza po d, vez, istmto: el manual . ¿·¿ . r emostrar consh" l a con tmuidad civilizad de ' P'.'.: u~a parte, una preten-

tu 1 . ora la ' · · ga contemporáneo vrec1a antigua en el Por-

de .~os portugueses e/'s~sorte~t~~' :a sudperiondad de la nac1on rac10n con la de otras . _n o¡10s e ultramar en comp potencias ?Jlor:iales. ' ' . a-

Ejemplo 3. "Los · . t

. . imperios colo . 1 d enc1as han con'n'b ·¿ ma es e las d . e u1

0 1 gran es po-

Tal honor coirespond a , ~ europeización del• mundo.

Pu ' l . . e en pnmer !u 1 es c1 o )jet1vo de nuest • ~ar a os portuo-ueses · ra expa ' ¡ .

0

' comumcar nuestra ci ,·¡· . , , ns1on 13. sido siempre

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\ 1 izacion a los P bl

,,,; •, ··•• . , .~ · ue o; que dmu-

'' ,/, , .• ''"''' ,,, ' ~"'~~ff"1~

•0

Es especialmente el caso' para los siguientes países: Alemania (URSS V 1/6-7, V 2f73), Inglaterra (V 1/21-22, 61, 63), China (TY 171-172, V !/76), Corea (V-21220), Egipto (IV lll9), Etiopía (IV 195), Francia (V 1/21·22), Guinea (V 2/192), Hungría (V \l'.:1·22). Itaiia (V 2/140), Japón (IV !65), Mongolia (V 1/26,

1 __ r:.__t· nr;)

.. +>• .. :%G_::.> :: .. : .. _s ... '.·.· .... :.7 ... E;" ._.::77· ...... ?" ~.......-~-- - . --''---~~;:: :;;/; ..

Page 18: Etnocentrismo e historia

bri~~s. Desgraciadamente dfossuco/~;~~a~;i~~¡;~~ b;s-;- d~ han estado a la altur_a eal" (Port II 440). Está claro nuestra civiliza~ión oc~;d~n~ a uí los franceses e ingleses

"los colonizadores so q . , t. do bastante sobre que t no han ms1s 1 quienes, aparentemen e, elio En efecto, "sin preocu~~-la propagación del Evang h descuidado la formac'.º'.: cio~es metafísicas, Inglatel~a u: tal vez explique la ~ac:; religiosa de los colonos, q , . a al comunismo (sic) adhesión de la In~ia brahf1a:;i~ción "practicada por los ( II 415) . En cambio, la co oni:o a la condición de per­portugueses ha elevado ~-¡eg n que lo ha considerado

humana en la me l a e . te" (II 440). La sana . . . 0 su semejan , b frente al cnsti:i.msmo ~o~ portugués .habna que u:-superioridad del colonl1a i;:~ivación cristiana y hum:admd-

1 te todo en a fº · d . "la un1 a car a, an bl de los objetivos 1-1ª os. . . , d l taria y en la no ez3: . . . , n racial, la d1fus10n ~ lingüística, la no d1scnrr:i,nac:~cial gracias a la esco\an­cristianismo Y la. pror:i~;:i(~r 44-1). Admitiendo al pas3:r zación y a la. asistencia "as ecto negativo de la colorn­que el esclav1smo es un. p ue "el Portugal se e~-

., " los autores subrayan q h combatido mas zac1on , d 1 s países que an · l

tra a la cabeza e 0 - ,, Su acción en e cuen f dad del sueno . · . 1 eficazmente la e_n _enne , ficiente "para suscitar a

Po de la higiene sena :u l" y los autores

cam . 1 h cia Portuga · b" · admiración internac1on: . ~'Francia e Inglater;a tam ie;1 agregan en letra pequ?~ª. d salud en los paises colon1-han desarrollado servicios e zados" (Il 439-440) ·

. los Evidentemente, los ex-Se podrían multiplicar los e1elmp d.esaparecido de los ma-

, . d ' no 1an . ·, resos nacionalistas to av1~ . d cias de esta situac1on ~uales, a pesar d,e las reit¡radas enun

desde hace dos decadas.

3. El sociocentrismo de clase n

. · de clase com-. · el soc10centns~ En los manuales de _historia, ~nte, y con e1 etno-parte con el nacionalismo su caracter

to ~n el 3cntido n Emple~mo3. c3tc co~ccpH ~En español:

Etud's sociolog1ques, p g. . 83 no$ Aíres, Paídós, 1970, pág. .

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uc le da Jean Piaget en q · 16 · Bue-Estudios socw gicos,

·presente. Si Ja mayoría de los ma;tiales de Europa occidental y de

América del norte muestran una cierta tendencia implícita, no confesada, a ver la historia a través de la visión que de ella tienen las clases burguesas o medias, la versión soviética tiene explícitamente como eje al proletariado. Encontramos los temas clásicos.

Ejemplo 4: El imperialismo es privativo de las socieda­des capitalistas ( URS s V 2/ 15), mientras que la URSS se presenta como protectora de la autodeterminación de los pueblos (V 2/226). Los episodios de Hungría ocurridos en 1956, son calificados como motín contrarrevoluciona" río organizado por los imperialistas. "La URSS ha ayudado al país hermano a dominar el motín y a batir a las ban­das fascistas" (V 2/224). La URSS concede su apoyo a todos los movimientos de liberación nacional (V 1/21), pero ha tenido que oponerse a las "desviaciones ideoló­gicas" que representaban las tendencias centrífugas den­tro mismo de sus fronteras (VIII 32). El campo soviético es por definición pacífico: "Contrariamente a.Ja OTAN,

el Pacto de Varsovia es de carácter defensivo. Es una sólida garantía para la paz en Europa" (V 2/222). Y también: "La división de Alemania ha sido infligida al pueblo alemán por el imperialismo. Sobre el territorio alemán existen ahora dos Estados, uno socialista Y· pací­fico, otro imperialista ·y militarista" (V 2/72).

Lu deformación debida a la ideología de cla~e remite al etnocentrismo cuando culturas diferentes son colocadas en un esquema evolucionista, rígido y lineal, que va desde los primi­tivos hasta Ja sociedad socialista, pasando por el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo. A~imismo, salvo ciertos casos, se percibe claramente en el manual soviético el dese-o de des­cartar toda presentación o apreciación susceptible de ser consi­rada peyorativa. Cuando la situación de un país africano o asiático es descripta en términos negativos, la culpa es atri­buida inmediatamente al imperialismo y al colonialismo de los países capitalistas. Señalemos, sin embargo, que los autores so­viéticos caen. fácilmente en la trampa etnocéntrica cuando se

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trata de describir las relaciones existentes, dentro de la URss,

entre las poblaciones ectropeas y l;:¡s etnias o culturas asiáticas.'" El manual alemán presenta otro caso ¡nrt1cular por su

exaltaci6n de regimenes políticos elitistas.

E:em/Jlo 5: En todos !os pueblos y en todos los periodos Cle ia hístona, la noble::a altiva (stol.::::r A.dd) se opuso a los simp[es pastores (emfache fhrien) y las farailias distinguidas (eá!e Cescniechter) a las capas bajas del pueblo ( niedere Schichten.)., entendiéndose que una rela­ción ele dominio corresoonde a un estado de cos;:¡s na­tural (por ejemplo, AI I 68, 134, II lOL, 185). La legi­timidad dei poder jamis es cuestionada, por así decido, ( saivo en el caso del régimen hiderista). Pan::cera evi­dente que un general romano (romucner F;;.!dherr) deóa aolastar la rebelión de un "fanático oastor de la monta-1i~" (fanaíúcher Be:-ghií~e) (I 113), 'o que el rey opresor sea "poderoso" (k:aftuoll) m1entn.s que la resistencia popular es conducida por un "demagogo fanático" (/an.c.­t:.scher Dema~o~i!). Si Cromwcl! falló, ¡es ooroue Te faltó b. volu~t;d suoenor del dictador! (E '93¡: Esta te::.dencia claramente' antidemocránca )' antipopular se afo::.ma definitivamente cuando [os autores lamentan no solo Ja desaparición de las tradiciones monárquícas, sino e! advenimiento de la "democrac¡a de masas", que ponen fin a las "grandes tradic:ones del nac;onalismo burgués del si~fo xrx" (III 10'2). Durante la Re·rolución F~an­cesa, una nueva potencia entra en escena: IJ...'i r.;¡asas revolucionarias de Ia pequei'ia burguesía y det proleta­riado, agitadas por demagogos y fanáticos. . " ( II 165) . La revolución se juega en lo sucesivo sobre dos niveles: "en el nivel suoenor el Rey. la nobleza v ei Estado llano se enfrentan e~ torno a la Constitución.' en d nivel infe­nor reman los .instintos de masa."

Ejemplo 6: El anticomunismo virulento de Ja guerra fria se nucre igualmente de esta tradición elitista. Baste c1w..:: la descriocíón que da el manual alemán resoecto de Lenin: '"Entonces, el hombre rechoncho de ra~gos lige­ramente mongoioides, de pequeña barba de chivo y brlílo luciferino en sus o jos rusos subió a ía tribuna. . Las masas agitadas se convinieron en instrumento de su ve-

el capítulo cicciic3.cio a1 evolucionismo en Ia Jegund:t pa.rte.

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