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Samuel Álvarez Arguedas
Esther Broset Blasco
Violeta Calvo Sein-Echaluce
Laura Ceballos Laita
María Conde Giménez
Laura Llobet Sesé
María Virumbrales Muñoz
Genética en medicina forense
2
Índice Página
1.- Introducción……………………………………………...……………………….....3
1.1.- Un poco de historia………………………………………………………....3
2.- Bases genéticas del análisis del DNA……………..………………………………..5
3.- Métodos de análisis del DNA que se aplican.……………………………….……..6
3.1.- Sistema AB0………………………………………………………….…….6
3.2.- Análisis del DNA no codificante…………………………………….……..6
3.3.- Futuras tecnologías: los biochips……………………...…………………..10
4.- Marcadores genéticos utilizados………………….………………………………10
5.- Importancia de las condiciones de recogida…...……………….………………..13
5.1.- Normas generales…………………………………………………………13
5.2.- Contaminación de las muestras…………………………………………...14
5.3.- Influencia sobre la técnica de análisis…………………………………….14
6.- Estandarización en genética forense………….…………………………………..14
7.- Aplicaciones de los conceptos básicos de probabilidad………………………….17
7.1.- Vínculos de parentesco…………………………………...……………….17
7.2.- Investigación criminal…………………………………………………….19
8.- Conceptos de inclusión y exclusión..……..……………………………………….20
8.1.- Caso del estudio de vínculos de parentesco…………………...………….21
8.2.- Caso del estudio de DNA en la investigación criminal……...……………22
9.- Consideraciones éticas y jurídicas………………………………………………..22
9.1.- Negativa del consentimiento para la toma de muestras del sospechoso….22
9.2.- Puesta en marcha de bancos de datos genéticos…………………………..24
9.3.- El DNA y la investigación biológica de la paternidad……………………25 9.3.1.- Consentimiento del presunto padre para donar una muestra..…25
9.3.2- Investigación Biológica de la Paternidad y Agresión Sexual…...25
Bibliografía...…………………………………………………………………………..26
Apéndice…………...…………………………………………………………………..27
Genética en medicina forense
3
1.- Introducción.
La genética forense es una rama de la genética de reciente creación, cuyo
propósito es el análisis de evidencias biológicas en hechos delictivos e identificación de
cadáveres, mediante técnicas moleculares.
Dicha ciencia estudia básicamente unas regiones del DNA que presentan
variabilidad entre los distintos individuos, es decir, estudia regiones polimórficas del
DNA. De esta manera, puede identificar a individuos con un margen de error casi nulo.
Actualmente se ha producido un gran aumento de la demanda de estas técnicas,
debido a su elevada utilidad en el esclarecimiento del delito.
1.1.- Un poco de historia
Hasta los años 80 del siglo pasado, los estudios de los antígenos de los sistemas
AB0, Rh y MN (descubiertos por Karl Landsteiner a principios del siglo XX), por
aglutinación, eran las únicas técnicas disponibles en genética forense para exclusión.
Posteriormente, se desarrollaron los estudios de proteínas y enzimas, como la
PGM, la globulina Gc, la heptoglobulina, la α-2 hemoglobina… mediante técnicas de
isoelectroenfoque.
En la década de los 50 del siglo pasado, Watson y Crick esclarecieron la
estructura del DNA, lo que dio un gran empuje al desarrollo de la Genética y entre otras
cosas permitió el inicio de la Genética forense, además de la identificación en el
genoma de muchas enfermedades de origen desconocido.
El descubrimiento de regiones hipervariables del genoma con localización
específica permitió el desarrollo de sondas de un locus único, posibilitando así el
estudio de una zona conocida del genoma, visualizado como dos únicas bandas en
heterocigosis, correspondientes cada una a un alelo, y heredadas cada una de un
progenitor. Estas zonas corresponden a secuencias repetidas que aparentemente carecen
de función. Empleando varias sondas unilocus se solucionaba su baja variabilidad para
la identificación.
Al empezar a utilizar análisis de polimorfismos de DNA del tipo VNTR
mediante técnicas de restricción e hibridación (también llamados “huella genética”), se
aumentó mucho el poder de discriminación de las analíticas forenses. Sin embargo, el
gran avance de la genética forense llegó con la incorporación de la PCR en las técnicas
disponibles, pudiéndose así amplificar DNA.
La técnica de PCR, descubierta en 1989 por Kary B. Mullis, recibiendo el
premio Nobel de química por ella en 1993, permitía efectuar los análisis a partir de una
cantidad muy pequeña de muestra inicial.
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Hoy en día se emplean polimorfismos de DNA localizados en autosomas y el
cromosoma Y mediante PCR, así como polimorfismos localizados en el genoma
mitocondrial mediante secuenciación.
Así, estudiando segmentos polimórficos de DNA, la probabilidad de encontrar
dos individuos idénticos es nula, salvo gemelos univitelinos.
La aplicación en casos judiciales de la genética forense no ocurrió hasta 1985, en
el caso del “Condado de Leicestershire”, cuando el Ministro de Interior británico
solicitó la ayuda de Alec. J. Jeffreys, profesor de genética de la universidad de
Leicester.
Entonces, se descubrió la primera herramienta genética para casos de
criminalística: los RFLPs (Restriction Fragment Length Polymorfisms). Jeffreys
descubrió la existencia de unas regiones minisatélites hipervariables, dispersas por el
genoma, que al ser tratadas con enzimas de restricción generaban fragmentos de
longitud variable. Las diferencias de tamaño venían dadas por el determinado número
de repeticiones en tándem de una secuencia central, variable de unos individuos a otros.
El primer locus de DNA polimórfico, descubierto en 1980, mediante una sonda
de DNA arbitraria, permitió la observación de fragmentos de más de 15 longitudes
diferentes en una pequeña muestra de individuos.
Posteriormente se encontraron otros loci hipervariables, en el oncogen “ras”, en
el pseudogen de la zeta-globina y en el gen de la mioglobina. Estos loci hipervariables
constaban de repeticiones en tándem de una secuencia de oligonucleótidos (11 a 60 pb),
de forma que las diferentes longitudes de fragmentos originados dependían del número
de repeticiones. Se les denominó VNTR (Variable Number of Tandem Repeats). Tras su
descubrimiento, se aplicaron a la medicina y la genética forense.
Su empleo se hizo mediante hibridación con sondas o “Southern Blot”, una
técnica que consiste en digerir el DNA con enzimas.
Además, la PCR solucionó el problema restante más grave. Éste consistía en que
las sondas de DNA, requerían que éste estuviera en estado óptimo de integridad. Se
solventó empleando microsatélites o STRs más pequeños. Así, se posibilitó la
evaluación de polimorfismos en cuanto a la secuencia nucleotídica de la región variable,
además de las diferencias de longitud.
Los marcadores de identificación para un locus establecido permite -de acuerdo
con la probabilidad estadística de ocurrencia- establecer las relaciones filiatorias, en la
medida que se constata su presencia en el genoma de cada uno de los individuos
testados.
La permanente innovación metodológica exige la actualización y
perfeccionamiento de los sistemas validados por la comunidad forense internacional,
que cuenta, hoy en día, con la posibilidad de evaluar un centenar de regiones variables
del genoma.
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2.- Bases genéticas del análisis del DNA.
El DNA tiene diferentes regiones a lo largo de toda su secuencia:
• DNA codificante: encargado de almacenar la información genética en los
diferentes genes (sectores de DNA) cuyos nucleótidos están dispuestos en un
orden concreto, y determinan el orden de los aminoácidos de las proteínas que
codifican además del grado de expresión del gen en cada momento y tejido.
• DNA no codificante: parte del DNA de función específica desconocida. Aunque se
sabe que no guarda información genética, constituye una parte importante del
genoma, creando puntos calientes de recombinación.
Mientras que el DNA codificante está compuesto por secuencias altamente
conservadas y con una variación muy pequeña interindividual e intergeneracional,
manteniendo así su función intacta, el DNA no codificante presenta una gran
variabilidad de unos individuos a otros. Las modificaciones ocurridas afectan al número
de repeticiones o al orden de las bases de un determinado fragmento repetitivo,
pudiéndose producir un locus sencillo o múltiples loci, de forma que no hay dos
personas iguales.
La consecuencia directa de la afirmación anterior es que existen diferentes alelos
o formas de presentarse el DNA no codificante.
Existe, sin embargo, otra parte del DNA con función específica desconocida.
Puede ser de dos tipos:
- DNA espaciador: formado por una secuencia sencilla de bases dispuesta entre
regiones codificantes del genoma.
- DNA repetitivo: se dispone por todo el genoma debido a la existencia de múltiples
copias. Diferenciamos dos tipos:
- Secuencias repetidas en tándem: consisten en una secuencia de un
número muy pequeño de bases repetido de forma continua en un
fragmento de DNA
- Secuencias repetidas intercaladas: secuencia larga de bases que aparece
repetida, pero no en continuo, sino separada de los otros grupos por
secuencias repetitivas.
El estudio de la huella genética consiste en el estudio de una serie de fragmentos
de DNA presentes en todos los individuos con capacidad de ser altamente polimórficos
entre sí.
Hoy en día permite identificar a un individuo con probabilidades cercanas al
100%. A pesar de ello, las técnicas se encuentran en continua evolución.
Generalmente, el DNA empleado es no codificante o no expresivo por lo que no
desvela el fenotipo del individuo. Es un dato importante al considerar la creación de una
base de datos genética.
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3.- Métodos de análisis del DNA que se aplican.
3.1.- Sistema AB0
Al principio, las investigaciones en Medicina Forense se centraban en el estudio
de antígenos eritrocitarios (sistema ABO, Rh, MN) mediante técnicas de aglutinación, y
de proteínas y enzimas (PGM, globulina Gc, haptoglobina, alfa-2 HS, etc) mediante
técnicas electroforéticas de enfoque isoeléctrico.
Las manchas de sangre encontradas en la escena de un crimen se han constituido
como un elemento esencial en la resolución de investigaciones judiciales ya que,
establecer su origen y grupo sanguíneo, aporta información útil en el proceso de
inclusión o exclusión de sospechosos o víctimas. Posteriormente, se realiza un análisis
de DNA por los métodos que estudiaremos más adelante.
Un método muy empleado de clasificación de la sangre es el sistema ABO en el
que, según los antígenos que se encuentren en la membrana de los eritrocitos,
diferenciamos entre los siguientes tipos de sangre:
- Tipo A: los glóbulos rojos expresan antígenos de tipo A en su superficie.
- Tipo B: los glóbulos rojos tienen antígenos de tipo B en su superficie.
- Tipo 0: los glóbulos rojos no expresan ninguno de los dos antígenos (A o B) en la
superficie.
- Tipo AB: los glóbulos rojos expresan ambos antígenos en su superficie.
El examen para determinar el grupo sanguíneo consiste en mezclar la sangre
con anticuerpos contra sangre tipo A y tipo B y ver si los glóbulos rojos se pegan o
aglutinan. Si dichos glóbulos se aglutinan, eso significa que la sangre ha reaccionado
con uno de los anticuerpos. Y dependiendo de con cual de ellos se aglutine la sangre es
de un tipo u otro:
- Suero anti-A la sangre es de tipo A.
- Suero anti-B la sangre es de tipo B.
- Sueros anti-A y anti-B la sangre es de tipo AB.
- Los glóbulos rojos no se pegan o aglutinan cuando se agrega suero anti-A y anti-B
la sangre es de tipo 0.
De esta forma se puede determinar con precisión el tipo de sangre de una
persona. Pero con ello no podemos identificar a una persona concreta, hay muchas
personas con el mismo tipo sanguíneo, solo podemos excluir a un individuo. Por
ejemplo solo podemos excluir a un sospechoso si su sangre no coincide con la
encontrada en la escena del crimen y supuestamente perteneciente al asesino pero si
coincide no podemos asegurar que sea el culpable del crimen.
3.2.- Análisis del DNA no codificante.
A mediados de siglo, con el estudio del DNA y de su estructura comenzaron a
desarrollarse nuevas técnicas de análisis, que conforman lo que hoy se conoce como
Genética Forense. Esta ciencia se centra en el estudio de fragmentos de DNA no
Genética en medicina forense
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codificante, que son muy polimórficos entre los distintos individuos. Así, el análisis de
un determinado número de estos fragmentos de DNA permite identificar a un individuo
con una certeza cercana al 100%. El DNA que se analiza puede ser: cromosómico,
mitocondrial o del cromosoma Y.
Se han utilizado diferentes métodos para analizar los polimorfismos del DNA
que constituyen la “huella genética” de cada individuo.
Al principio se utilizó la técnica de hibridación con sondas o Southern blot. Esta
técnica consta de las siguientes etapas:
1. Digestión de la muestra de DNA de alta molecularidad con enzimas de
restricción
2. Separación de los fragmentos obtenidos según su peso molecular mediante una
electroforesis en gel de agarosa
3. Desnaturalización de los distintos fragmentos
4. Fijación de los fragmentos mediante calor a una membrana de nitrocelulosa o
nylon
5. Prehibridación con sondas de DNA inespecífico para bloquear los lugares de
unión inespecíficos que pudiera haber en la membrana.
6. Marcaje radiactivo de la sonda (con 32
P frecuentemente) que contiene la
secuencia complementaria al fragmento que queremos identificar.
7. Hibridación de la sonda marcada y desnaturalizada con los fragmentos de DNA
fijados a la membrana; la sonda se adhiere al fragmento de DNA en la
membrana que contiene las bases complementarias y que es el que nos interesa
identificar. Estas sondas pueden ser:
- Sondas mono-locus (SLP): son específicas para una región de un
determinado cromosoma, uniéndose a secuencias largas de nucleótidos.
Como resultado se observan una o dos bandas por individuo (DNA
profiling), dependiendo de si éste es homocigoto o heterocigoto.
- Sondas multi-locus (MLP): hibridan con secuencias minisatélites
presentes en varios loci de diferentes cromosomas. Como resultado se
observan de 10 a 20 bandas por persona (DNA fingerprint). Las sondas
multi-locus tienen una mayor capacidad discriminativa al aparecer
múltiples bandas. No obstante, las mono-locus son más específicas ya que
el fragmento de DNA con el que hibridan es de mayor tamaño.
8. Lavado de la membrana para eliminar el exceso de sonda o aquellas que han
hibridado mal.
9. Revelado en una placa radiográfica e interpretación de los resultados.
El análisis mediante hibridación con sondas es muy útil en estudios de
paternidad; pero no así en casos de criminalística porque la cantidad de DNA
requerida es bastante elevada (entre 20-100 ng) y, además, el tiempo de análisis
es de dos o tres días.
Actualmente se utiliza la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Las dificultades presentadas por el método anterior fueron superadas gracias a la
invención de esta técnica, ideada en 1989 por Kary B. Mullis (Nobel de Química 1993).
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Esta reacción permite amplificar un gran número de veces un DNA, siempre y cuando
se conozca una parte de su secuencia de nucleótidos. De esta manera, pruebas tan
pequeñas como son una mancha de sangre o de semen o un pelo con raíz, pueden servir
para llevar a cabo la identificación genética del individuo al que pertenecen.
La multiplicación se lleva a cabo en un termociclador en etapas sucesivas, las
cuales constan de los siguientes pasos:
1. Desnaturalización: se somete al DNA a temperaturas de 94-96º C durante unos
minutos para romper los puentes de hidrógeno intracatenarios y separar así las dos
hebras de DNA por completo.
2. Hibridación: se disminuye la temperatura hasta los 45-65º C y se adicionan los
cebadores ó primers de 20 nucleótidos que, si se han elegido adecuadamente, se
unirán a las secuencias que flanquean el fragmento a amplificar. Primers de mayor
longitud no aumentan el rendimiento y los de menor longitud carecen de suficiente
especificidad. La temperatura de fusión (Tm) a la que debe llevarse a cabo la
hibridación depende de varios factores y es relativamente específica para cada
primer. Una forma simple de calcularla es la siguiente: Tm = 4(G+C) + 2 (A+T).
No obstante, cada primer exige una serie de estudios experimentales para
determinar su Tm específica, ya que si la temperatura es muy baja la unión se hará
de forma inespecífica y si es muy alta no se producirá una unión completa.
Algunas consideraciones adicionales que deben tenerse en cuenta a la hora de
elegir los primers son:
- Deben tener una Tm similar (como mucho la diferencia entre ambas
temperatura debe ser de 5ºC).
- La relación bases púricas:bases pirimidínicas debe ser 1:1 (o como mucho 40-
60%).
- La secuencia de los primers debe comenzar y terminar con 1-2 bases púricas.
- Para evitar la formación de dímeros de primers es necesario comprobar que
los primers no contengan secuencias complementarias entre sí, ni en el
centro ni en los extremos 3’.
3. Extensión: a una temperatura de aproximadamente 72ºC, la enzima Taq polimerasa
(aislada a partir de la bacteria termófila Thermus Aquaticus) cataliza de manera
muy efectiva la reacción de unión de nucleótidos en el extremo 3’ del cebador,
utilizando como molde la hebra de DNA. La reacción debe llevarse a cabo en un
buffer de KCl, TRIS y MgCl2, ya que los iones Mg2+
actúan como cofactores de la
polimerasa. Los nucleótidos empleados son dNTP (desoxirribonucleótidos
trifosfato) y no deben añadirse en gran concentración porque inhibirían la reacción
al no tener la Taq polimerasa magnesio suficiente para añadirlos al cebador.
4. Electroforesis: una vez fuera del termociclador, se separan los fragmentos
resultantes mediante una electroforesis capilar o en gel de poliacrilamida.
Genética en medicina forense
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De manera general, para casi todos los STR utilizados en Genética Forense la
cantidad óptima de DNA que asegura un rendimiento adecuado está en torno a los 5 ng.
No obstante, cuando se trabaja con DNA cuya calidad es óptima no suele haber
problemas en la amplificación y cantidades del mismo por encima e incluso por debajo
de los 5 ng rinden buenos resultados. El problema aparece cuando la muestra tiene
contaminantes, que pueden irse amplificando a la vez que el fragmento de interés. En
estos casos es conveniente diluir la muestra hasta que la interferencia de estos
contaminantes sea mínima, pero asegurándonos de que no se está por debajo del límite
de detección de esta técnica.
En definitiva, la PCR ofrece una serie de ventajas, frente a las técnicas de
análisis genético utilizadas con anterioridad, como son:
- Capacidad para obtener resultados en casos en los que la cantidad de DNA es
mínima o en casos en los que el DNA esté parcialmente degradado.
- Genera en un espacio corto de tiempo un elevado número de copias de la
secuencia de DNA que es objeto de estudio, lo cual permite utilizar técnicas
de visualización más sencillas y rápidas que el uso de sondas marcadas
radiactivamente.
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- Permite la determinación y agrupación alélica en clases discretas, lo que
facilita la elaboración de bases de datos al ser la estandarización inmediata y
posibilitar la aplicación de métodos bioestadísticos y programas elaborados.
3.3.- Futuras tecnologías: los biochips.
Los biochips o microarrays son dispositivos que permiten obtener una gran
cantidad de información en poco espacio y también tiempo. Constan de una lámina de
vidrio dividida en “casillas” en cada una de las cuales se ha añadido una cadena de
oligonucleótidos distinta. La técnica consta de las siguientes etapas:
1. Se amplifica la muestra de DNA a estudiar y se marca con sondas fluorescentes en
sus extremos.
2. Se incuba la muestra en el recipiente que contiene el chip para que los fragmentos
de la muestra de DNA hibriden con los distintos oligonucleótidos.
3. Se lava el biochip varias veces para eliminar los fragmentos que no se han
hibridado y se introduce en un escáner para analizar los patrones de hibridación.
De esta manera, las casillas en las cuales se haya hibridado un fragmento de DNA
presentarán una fluorescencia mayor que las que no lo tienen.
4.- Marcadores genéticos utilizados.
Los marcadores genéticos son caracteres estables que se transmiten por herencia
mendeliana simple y constituyen una expresión de la diversidad genética entre
individuos de la misma especie.
En general, las características que debe tener un buen marcador genético desde
el punto de vista forense son las siguientes:
- Patrón de herencia bien establecido.
- Elevado polimorfismo.
- Alto grado de heterocigocidad.
- Detección fiable de los alelos
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-Datos poblacionales de frecuencias alélicas, fenotípicas y/o genotípicas
establecidas.
- Herencia independiente de los otros marcadores utilizados.
- Tasa de mutación baja.
- Analizable mediante un método simple, rápido y reproducible.
- Precisar poco material para el análisis.
Con estas características se estudian los siguientes marcadores que se clasifican según
de que tipo de DNA procedan:
● Del DNA genómico se estudian las secuencias repetidas en tándem o VNTR
(Variable Number of Tandem Repeats) de las que hay dos tipos:
· Minisatélites o MVR (Minisatellite Variant Repeats): secuencias minisatélite de
hasta 60 pb.
· Microsatélites o STR (Short Tandem Repeats): secuencias de 2 a 6 pb,
normalmente 4. La variación en el número de repeticiones crea diferentes
alelos los cuales se distinguen entre sí por la longitud total del fragmento.
Generalmente se encuentran en zonas no codificantes del DNA. Son neutros,
co-dominantes y poseen una alta tasa de mutación, lo que los hace muy
polimórficos. A pesar de esto, la variabilidad que presentan útil para su uso
como marcadores moleculares, es respecto al número de repeticiones, no de la
secuencia repetida. Un microsatélite esta típicamente conformado por un
motivo repetitivo, en el cual se encuentra contenido la secuencia repetida, y
dos regiones flanqueantes, las cuales se localizan a ambos lados del motivo
repetitivo. Sin embargo en algunos casos, puede haber dos motivos
repetitivos o más dentro de un microsatélite. Para que un microsatélite sea
considerado útil como marcador molecular, toda la variación de la secuencia
o polimorfismo debe hallarse dentro del motivo repetitivo y, por el contrario,
las regiones flanqueantes deben estar altamente conservadas al punto de no
presentar ninguna variación de secuencia.
Los microsatélites se clasificna de acuerdo al número de nucleótidos que
posea el motivo de repetición como: mono, di, tri, tetra, penta o
hexanucleótido. La clasificación también incluye el patrón de orden de los
motivos:
- Puro o perfecto: Un solo motivo repetido n veces en serie. Ejemplo:
(AC)9.
- Puro interrumpido: Un solo motivo repetido n veces, donde se
intercalan nucleótidos entre las distintas repeticiones. Ejemplo:
(CA)2AA(CA)12.
- Compuestos: Dos o más motivos repetidos en serie. Ejemplo:
(GT)2(TG)10.
- Compuestos interrumpidos: Al menos uno de sus motivos presenta
nucleótidos intercalados. Ejemplo: (CT)4(GT)2CTAT(GT)15.
- Complejos: Combinaciones entre cualquiera de las clases anteriores, sin
ningún patrón de orden definido. Ejemplo: (ACC)8+TG+(GA)12+
+(TTA)5+GC+(TTA)4.
Genética en medicina forense
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También se estudian marcadores como HLA-Clase I y Clase II (que tienen
docenas de locis hipervariables estrechamente ligados) y RFLPs.
· RFLP: Restriction fragment length polymorphism (polimorfismo en el tamaño
de los fragmentos de restricción). Esta técnica, desarrollada a finales de los
70, se basa en la detección de fragmentos de DNA de distinto peso
molecular (por digestión con la misma enzima de restricción). Tras el
descubrimiento de los primeros VNTRs se vio que éstos podían ser aplicados
a la medicina forense y sustituir a los marcadores clásicos. Los fragmentos
más fáciles de analizar son los derivados de la digestión del genoma de las
mitocondrias o cloroplastos, puesto que delecciones, sustituciones o
mutaciones pueden alterar significativamente el patrón de bandas
identificables por electroforesis en geles de agarosa, donde migran de
acuerdo a su peso molecular. En cambio, para moléculas de DNA de mayor
tamaño, como el cromosómico, el patrón de bandas es tan complejo que es
necesario utilizar sondas específicas para visualizar sólo ciertos fragmentos
mediante la técnica de Southern Blot. Las sondas de DNA para esta técnica
suelen corresponder a genes previamente conocidos, aunque a veces se usan
DNAs preparados a partir de amplificaciones específicas. Aunque la RFLP
evalúa sólo un tipo de polimorfismo en cada ensayo, el resultado es muy
preciso. Los primeros mapas genómicos basados en la distribución física de
los genes en vez de la frecuencia de entrecruzamiento se hicieron utilizando
esta técnica.
● Del DNA mitocondrial se estudian principalmente 2 regiones hipervariables
del denominado “lazo D“. Este DNA permite obtener resultados en los casos en los que
el DNA nuclear está muy dañado o es inexistente (como sucede en las células sin núcleo
que componen el tallo del pelo). Además, al ser de herencia materna, todas los
individuos con el mismo linaje materno tendrán la misma estructura genética
mitocondrial. No obstante, la identificación por DNA mitocondrial proporciona niveles
de certeza menores que los obtenidos con el análisis del DNA nuclear, ya que su
estructura puede modificarse de una generación a otra debido a mutaciones y, por lo
tanto, puede llevar al establecimiento de falsas exclusiones.
● Respecto de los polimorfismos del cromosoma Y se analizan microsatélites
(STRs) y el polimorfismo de nucleótidos simples SNPs (variación en la secuencia de
DNA que afecta a una sola base). Existen marcadores específicos capaces de poner en
evidencia un patrón genético limitado a este cromosoma, conocido como "haplotipo Y",
que presenta las siguientes características:
a) es propio de cada individuo;
b) se transmite de padres a hijos sin sufrir modificaciones, por lo que los
miembros masculinos de una familia compartirán el mismo haplotipo.
La capacidad identificadora que estas propiedades le confieren hacen que la
investigación del "haplotipo Y" constituya una técnica adicional entre los métodos de
individualización forense, particularmente útil en la investigación de delitos sexuales y
para reforzar la pertenencia a un determinado grupo familiar.
Genética en medicina forense
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5.- Importancia de las condiciones de recogida
En principio, cualquier tipo de muestra biológica es analizable en un laboratorio
genético. Por lo tanto todas las muestras, por pequeñas que sean, son valiosas para
obtener el DNA a partir del cual comenzar los análisis.
A este hecho, hemos de sumar que la mayoría de las muestras biológicas de
interés pueden ser irrepetibles y, en la mayoría de los casos, de un gran valor procesal
debido a su importante relación con investigaciones judiciales.
5.1.- Normas generales.
Debido a lo mencionado anteriormente, es importante tomar una serie de
medidas para garantizar la veracidad y la conservación de las muestras. Entre todas ellas
destacan las siguientes:
1.- Lo esencial en la recuperación del material es minimizar la contaminación de
las muestras con DNA extraño por lo que tenemos que procurar unas
condiciones de máxima esterilidad, usando guantes de goma (si se entra en
la escena de un crimen) e instrumentos esterilizados o adecuadamente
limpiados para la obtención de materiales (pinzas, tijeras,…).
En el caso de ser posible, es fundamental tomar muestras testigo para la
realización de los informes correspondientes por parte del o de los
laboratorios encargados del análisis.
2.- Usar diferentes recipientes estériles para cada indicio, aunque hayan sido
recogidos en lugares muy próximos o estuviesen juntos. Cada recipiente
deberá estar correctamente etiquetado para evitar todo tipo de confusiones.
3.- Enviar lo más rápidamente posible las muestras al laboratorio (o al Juzgado si
corresponde), asegurándonos que si hay muestras con cadena de frío, esta se
mantenga.
En caso de tener relación con hechos delictivos, las muestras deberán ser
custodiadas en un frigorífico hasta recibir las instrucciones oportunas por
parte de las Autoridades Judiciales responsables.
4.- En el caso de tener vinculación con casos policiales, tomar la filiación de
todas las personas que han intervenido o colaborado en la recogida de las
evidencias por si se produce algún problema de contaminación cruzada. Es
muy importante la formación y un conocimiento adecuado del trabajo a
realizar para evitar problemas en el desarrollo del procedimiento posterior.
Además, serán también estas personas las encargadas de garantizar que las
evidencias extraídas sean las mismas que las que recibe efectivamente el
laboratorio que las procesará.
Cabe subrayar que cualquier error, por pequeño que pueda parecer, puede poner
en tela de juicio los resultados, con mayor relevancia aún en el caso de tener
implicaciones penales.
Genética en medicina forense
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Además de estas normas generales, existen otras más concretas para casos
especiales en función de que los indicios sean líquidos, húmedos, manchas secas, restos
sólidos,… En el caso de tener mayor interés en estas situaciones concretas, consultar en
la bibliografía ya que consideramos excesiva su mención en este trabajo que es de
índole más general.
5.2.- Contaminación de las muestras.
No debemos olvidar que los laboratorios estudian aquello que se les remite y que
el análisis comienza sobre el indicio en las condiciones en las que llega, a las que
además hemos de evitar añadirle contaminación durante la manipulación.
Por ello, además de intentar asegurar la menor contaminación posible de las
muestras tanto en su recogida como en el posterior tratamiento, hemos de ser capaces de
detectar cualquier fuente de contaminación de las mismas. Para ellos tomamos dos
medidas importantes de precaución:
- Realizar extractos de control en paralelo para detectar contaminación en las
soluciones y reactivos.
- Preparar varios extractos independientes de cada individuo y comparar la
identidad y la ausencia de ambigüedad en las secuencias.
Uno de los mayores problemas en la utilización de las pruebas de DNA radica en
el hecho de una incorrecta manipulación de las muestras y las condiciones mismas de su
degradación, que en muchos casos dificultan su utilización.
Se estima que en el 47% de las peritaciones por criminalística no fue posible
alcanzar un dictamen y entre los factores responsables destaca, en segundo lugar, el
deterioro biológico de las pruebas.
5.3.- Influencia sobre la técnica de análisis.
Las condiciones de recogida de las muestras y su almacenamiento son tan
importantes, que la técnica de análisis a utilizar puede llegar a variar en función del
estado de conservación de la muestra.
Aún con todo, no debe dejarse de intentar el análisis de las muestras
deterioradas, sobre todo teniendo en cuenta que las técnicas actuales pueden tipificar
cantidades menores de DNA.
El hecho del desarrollo de las técnicas actuales de análisis no puede significar un
descuido en las medidas de recogida y almacenamiento de las pruebas, sino un hecho
más que nos hace darnos cuenta de su importancia.
6.- Estandarización en genética forense.
En ciencia es muy importante la reproducibilidad y el consenso de nomenclatura
para poder comparar resultados realizados en distintos lugares. El resultado de una
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investigación debe ser el mismo en distintos laboratorios si se usan las mismas
condiciones. Esto adquiere una especial relevancia en el campo de la genética forense
ya que los resultados obtenidos pueden inculpar o exculpar a un sospechoso. Por ello la
comunidad genético-forense está esforzándose en estandarizar sus técnicas de análisis,
nomenclatura y la valoración estadística de los resultados.
En este proceso adquieren una gran importancia organizaciones como la
TWGDAM (Technical Working Group on DNA Analysis and methods) en EE.UU.; la
EDNAP (European DNA Profiling group) y la ENFSI (European Network of Forensic
Science Institutes) en Europa y la ISFG (International Society for Forensic Genetics).
Esta última emite ejercicios realizados por numerosos laboratorios con el fin de estudiar
las distintas técnicas de análisis y comparar los resultados para marcar pautas comunes
y estandarizadas. Un ejemplo de estos ejercicios es el siguiente del año 2009:
Descripción del ejercicio
Se mandan 4 muestras distintas de sangre a los laboratorios que van a participar en el
ejercicio (en total 119 repartidos en su mayor parte en España y América latina). Estas
muestras proceden de donantes voluntarios sanos y puede que exista un vínculo o no de
parentesco entre ellas. Los distintos laboratorios deben establecer si existe o no este
vínculo, que la ISFG conoce de antemano:
· Las muestras M1 y M3 son dos mujeres, siendo M1 madre de M3.
· La muestra M4 es una mujer tía de M3 por la línea paterna.
· La muestra M2 no está relacionada con ninguna de las anteriores.
Por otra parte se plantea un ejercicio teórico de paternidad y para ello se adjunta una
base de datos de secuencias alélicas.
Objetivos
Mejora en la calidad de tipaje y colaborar en la unificación de criterios y mejora en la
realización de los cálculos estadísticos.
Discrepancias
Hay en total un 24% que presenta alguna clase de discrepancia en STR (marcadores
genéticos o microsatelites). El 18% por errores de tipaje o transcripción y el 6% con
discrepancias de nomenclatura o escritura. Estos errores en STR han mejorado con
respecto a otros años.
Con estos resultados se han consensuado 55 STR: 24 autosómicos, 18 en el cromosoma
Y y 13 en el X.
En cuanto al ejercicio teórico se observa una gran variabilidad de los resultados con lo
que se concluye que se debe trabajar más en este campo.
A la vista de este ejemplo podemos concluir que actualmente el reto de la
estandarización está centrado en el avance y unificación de criterios estadísticos.
Por otra parte una de las cosas que se está valorando y que en algunos países ya
se ha desarrollado, es la creación de bases de datos genéticas para la investigación
penal. Se trataría de tener por un lado todos los perfiles genéticos de indicios de casos
no resueltos y por otro los perfiles de convictos o sospechosos para cruzarlos.
Genética en medicina forense
16
Los Bancos de DNA.
La creación de estos bancos se basan en el hecho de que cualquier persona suele
dejar algún rastro en el sitio por el cual ha pasado, particularizando, el sitio en el que ha
cometido un delito. Así, a partir de colillas de cigarrillos, pelos, saliva, semen… pueden
obtenerse uno o más "perfiles genéticos" capaces de identificar a él o los responsables.
Estos perfiles genéticos se guardan en una base de datos. Cuando la Policía
detiene a un sospechoso está autorizada para tomarle una muestra de sangre o saliva,
obtener su perfil genético e introducirlo en esa base de datos. Automáticamente, se
cotejan los resultados de las evidencias con los de él o los imputados. Como la
probabilidad de encontrar dos personas que compartan el mismo patrón genético es
prácticamente nula, como hemos mencionado anteriormente, si ambos coinciden, el
sospechoso puede pasar a la categoría de culpable, o en caso contrario, a la de inocente.
Actualmente cada Estado define su propia legislación, algunos Bancos solo
incluyen a quienes han cometido delitos sexuales u homicidios, mientras que otros
incorporan a los responsables de cualquier delito por menor que este sea. Aún no se ha
llegado a un consenso internacional en cuanto a la modalidad de su implementación.
Así en Inglaterra existe el National DNA Databank que almacena la información
genética de cualquier sospechoso que es arrestado y si al ser comparada con crímenes
no resueltos no arroja ningún resultado es eliminado de la base de datos. En Estados
Unidos existe el Combined DNA Index System (Codis) que guarda los datos genéticos
de todos los delincuentes peligrosos arrestados. En nuestro país se encuentran en
discusión diferentes proyectos de ley para implementar bancos de DNA tanto a nivel
Nacional como en diferentes provincias.
Los Bancos de DNA son especialmente eficientes para identificar violadores,
por el elevado número de delitos. Cuando un violador que ha cumplido una condena
reincide, si su perfil de DNA ha quedado registrado en uno de estos Bancos, estudiando
el patrón genético del semen que ha dejado en la nueva víctima es rápidamente
identificado.
Los Bancos de DNA permiten:
- Identificar a los responsables de delitos.
- Conectar diferentes delitos cometidos por la misma persona, aunque no se haya
detenido a ningún sospechoso.
- Descartar sospechosos cuando no existe correlación entre los perfiles genéticos
obtenidos en la escena del crimen y los del detenido. U otorgar la libertad a
personas que hubieran sido incorrectamente condenadas.
- Ayudar a correlacionar diferentes sucesos.
En la década de los 90, se creó en Nueva York la ONG Proyecto Inocencia. Esta
iniciativa tiene como objetivo probar, mediante estudios de DNA, la inocencia de presos
injustamente condenados. Los abogados solicitan la revisión de las causas e investigan
qué estudios podrían realizarse sobre muestras remanentes que hubieran quedado
archivadas.
Genética en medicina forense
17
7.- Aplicaciones de los conceptos básicos de probabilidad.
Para que las pruebas de DNA sean realmente útiles es necesario interpretar los
datos que se aportan en el contexto de la escena. Estas interpretaciones se basan en
comparaciones genéticas donde los estudios de la probabilidad resultan determinantes
para establecer si un individuo puede ser excluido de toda culpabilidad o no. Por tanto,
al final, es la capacidad de discernir del ser humano la que permite concluir si el
individuo es o no la persona buscada.
Hoy se sabe que el 90% del genoma humano está conformado por secuencias no
codificantes, con capacidad de definir la identidad biológica de una persona con una
altísima confiabilidad.
Las aplicaciones claras de lo mencionado anteriormente son los vínculos de
parentesco y el uso del DNA en la investigación criminal:
7.1.- Vínculos de parentesco.
La investigación biológica de la paternidad se basa en que todo el patrimonio
biológico presente en un individuo procede a partes iguales de su padre y de su madre a
través de la información genética contenida en los gametos masculino y femenino,
respectivamente. Por tanto, la constitución genética de un individuo debe ser explicada
en términos de las leyes genéticas de la herencia.
Primero se deben definir dos conceptos importantes a la hora de llevar a cabo un
estudio genético. Estos son: sensibilidad y especificidad. Se define como sensibilidad de
un test a la probabilidad de que dicho test arroje un resultado positivo cuando las dos
personas bajo análisis están realmente emparentadas. Mientras que nos referimos a
especificidad de un test cuando hablamos de la probabilidad de que el test resulte
negativo si los involucrados no están relacionados.
Cuando el tipo de parentesco es de filiación y se dispone de DNA de todos los
involucrados, es decir, del progenitor reconocido (normalmente la madre), del
progenitor alegado (usualmente el padre) y del titular, de no mediar errores de
procedimiento, es posible afirmar que son conclusivos para casi la totalidad de los casos
con una probabilidad superior al 99,99%.
Según las leyes de la herencia, padres a hijos deben compartir material genético
en todos los marcadores analizados, sino, el vínculo será inexistente. Los conceptos de
probabilidad entran en juego cuando, tras realizar los oportunos análisis, no se ha
producido la exclusión del presunto padre. Esto sucede cuando todos los marcadores
genéticos presentes en el niño están presentes en su madre o en el supuesto padre, lo
cual significa que ha podido ser él quien los ha transmitido. La probabilidad de
paternidad indicará cuál es la probabilidad de que ese hombre sea realmente el padre del
niño. El cálculo de la probabilidad viene dado por la siguiente fórmula:
W = (X / X+Y)·100
donde X es la probabilidad que tiene el presunto padre de transmitir un marcador
genético del que es portador y que está presente en el niño, mientras que Y es la
Genética en medicina forense
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frecuencia con que dicho marcador está en la población general. El valor obtenido W
representa la probabilidad de que el hombre en cuestión sea el verdadero padre del niño.
Los resultados obtenidos se pueden traducir del siguiente modo:
99,8-99,9 %: “paternidad prácticamente probada”.
99,0-99,7 %: “paternidad extremadamente probable”.
95,0-98,9 %: “paternidad muy probable”.
90,0-94,9 %: “paternidad probable”.
80,0-89,9 %: “cierta insinuación de paternidad”.
menos de 80%: “paternidad despreciable o no útil”.
Este enorme poder de discriminación ha permitido explorar e identificar la
existencia de vínculos más lejanos. Para los vínculos de tercer grado (entre tíos y
sobrinos, abuelos y nietos o medios hermanos) esta posibilidad no se presenta. A
medida que el vínculo se aleja, el grado de certeza disminuye y no siempre es posible
llegar a dictámenes conclusivos, ya que en tales vínculos no es obligatorio que el titular
y el familiar alegado compartan material genético en todos los marcadores, perdiéndose
su capacidad absoluta de exclusión. En estos casos es posible, aunque poco probable,
que dos individuos verdaderamente relacionados entre sí no compartan alelos en la
mayoría de los marcadores analizados.
Por todo esto, la responsabilidad de asignar el parentesco recae
fundamentalmente sobre los indicadores estadísticos, específicamente el índice y la
probabilidad de parentesco y, en menor grado, el número de sistemas con material
genético compartido, la frecuencia poblacional de dicho material y la probabilidad de
que los familiares involucrados compartan material genético por azar. A pesar de que
cuando existe un vínculo biológico la probabilidad de compartir material genético se
incrementa, no se impide la existencia de familiares que por ley de herencia biológica
comparten escaso material genético transmitido por esta vía, así como de personas que
sin estar relacionadas presentan por acción del azar similitud de alelos en varios
marcadores que pueden generar indicadores de parentesco con valores no despreciables.
Por lo tanto, todo estudio de DNA requiere, una vez obtenidos los perfiles
genéticos, proceder por medio de cálculos estadísticos a establecer el índice de
parentesco correspondiente al tipo de relación alegada. Sólo en los estudios de filiación
con ambos progenitores presentes, existen criterios establecidos y ampliamente
aceptados, que permiten sostener si un determinado valor del índice es lo
suficientemente elevado como para no descartar el vínculo estudiado con un grado de
certeza aceptable. Una situación diferente y a la que no se le puede aplicar lo
mencionado anteriormente, pero que suele presentarse, es la de discriminar si dos
personas son hermanos o medio hermanos entre sí. En este caso no se evalúa la
existencia o ausencia del vínculo alegado, sino que se debe valorar entre dos tipos de
parentesco alternativos. Si se demuestra que dos personas son hijos del mismo padre y
de la misma madre queda comprobado el vínculo, pero si se concluye que tienen sólo un
progenitor en común entonces serán medio hermanos. Tal abordaje del problema
planteado no es viable cuando no se cuenta con material biológico de los posibles
padres.
Genética en medicina forense
19
Si estudiamos la distribución de los índices de parentesco (cociente entre índice
de hermandad e índice de media hermandad), el cociente adquiere valores mayores que
uno cuando el vínculo es de hermandad y menores que uno si el vínculo es de media
hermandad. Sin embargo, nos encontramos con una zona de superposición que debe ser
considerada como una región de incertidumbre, dentro de la cual no es posible
discriminar entre sendos tipos de parentesco. Este porcentaje de casos puede verse
reducido si se utilizan procedimientos alternativos y complementarios como son:
- Marcadores del cromosoma Y: Los descendientes de sexo masculino
pertenecientes a una misma línea paterna presentan el mismo patrón Y,
característica que hace que los marcadores Y adquieran una capacidad
discriminatoria superior a su parte autosómica. De existir divergencias se
podría asegurar que esa línea paterna no es compartida, y por tanto, son
medio hermanos.
- DNA mitocondrial: útil para parentescos por vía materna.
- Aumento del número de marcadores autosómicos analizados: permite
incrementar los niveles de certeza en situaciones excepcionales.
7.2.- Investigación criminal.
Los resultados obtenidos de las pruebas del escenario del crimen se comparan
con los datos genéticos del supuesto agresor o de la víctima, de este modo, si los
patrones comparados son diferentes, el supuesto agresor será inocente; en cambio, si los
patrones comparados coinciden, habrá que valorar la probabilidad de que las muestras
analizadas pertenezcan al presunto agresor, teniendo en cuenta las frecuencias de
polimorfismos en la población a la que pertenece. Por ejemplo, tendría poco valor
probatorio si se utilizara como elemento genético de comparación el hecho de que el
resto de sangre del agresor en la víctima y la sangre del sospechoso pertenecieran al
mismo grupo sanguíneo, cuya frecuencia en la población fuera, por ejemplo, del 40%.
La frecuencia de encontrar en la población un individuo con dicho perfil genético debe
ser de un 1% (siempre refiriéndonos a la población del entorno del caso). Si
cumplimenta estas condiciones la valoración biológica de la prueba puede dar lugar a lo
que se conoce como “falacia del fiscal” y “falacia de la defensa”, es decir, el fiscal
argumentaría que el sospechoso tiene una probabilidad del 99% de ser el agresor.
Pero del mismo modo, teniendo en cuenta los criterios de probabilidad, la
defensa puede argumentar que si en la ciudad donde se cometió el crimen había un
cierto número de personas (por ejemplo 100.000) potencialmente capaces de haber
cometido el crimen atendiendo a sus características de edad, sexo, etc., entonces el 1%
de las mismas (es decir, 1000) podrían ser el criminal. Por consiguiente, según la
defensa del acusado, 1/1000 sería una probabilidad muy pequeña para declarar culpable
al sospechoso.
Calcular la probabilidad condicional de un suceso aplicando el teorema de Bayes
sería el modo correcto de valorar la prueba, ya que permite calcular el valor de una
probabilidad teniendo en cuenta datos previos. El juez debería valorar de forma objetiva
la prueba científica multiplicando su grado de creencia previa sobre la culpabilidad del
acusado, expresado en forma de apuesta (5 a 1 a favor de su inocencia, 10 a 1 a favor de
Genética en medicina forense
20
su culpabilidad) por un factor (“razón de verosimilitud”, LR) que el perito genético debe
proporcionar al juez y que puede denominarse “razón bayesiana de probabilidad”, cuyo
valor es:
LR = P(E/C) / P(E/I)
Es decir, LR es igual al cociente entre la probabilidad del hallazgo científico E,
dada la culpabilidad C y la probabilidad del hallazgo científico E, dada la inocencia I.
En el ejemplo que se ponía en el apartado anterior, el valor de LR sería 1/0,01 = 100; es
decir, la probabilidad de culpabilidad del sospechoso (en opinión del juez) expresada en
forma de apuesta se habría multiplicado por cien. De igual modo, si por las otras
pruebas que posee, el juez considera que el acusado es inocente con una probabilidad de
1.000 a 1, después de la prueba de DNA del caso anterior (LR = 100) el acusado sigue
teniendo más probabilidad de ser inocente que culpable. Si por las pruebas judiciales
practicadas el juez duda a partes iguales entre inocencia y culpabilidad, después de la
prueba del DNA podrá inclinarse objetivamente 100 contra 1 a favor de la culpabilidad
del sospechoso.
8.- Conceptos de inclusión y exclusión.
A diferencia del procedimiento de individualización por huellas dactilares, los
resultados generados por la aplicación de las técnicas de tipificación de DNA a la
identificación de personas, presentan un margen de incertidumbre debido a la
posibilidad de que en la población existan personas con perfiles genéticos iguales, si el
estudio no ha registrado la suficiente cantidad de marcadores. Esta circunstancia ha
hecho necesario generar un método estadístico (como ya se ha explicado anteriormente)
capaz de medir el nivel de incertidumbre en las diversas situaciones que puede presentar
la práctica forense.
La posible repetición de perfiles genéticos en la población no afecta a los
dictámenes de exclusión: cuando los perfiles genéticos que se comparan difieren, la
exclusión es conclusiva. Por el contrario, la interpretación de las concordancias sí se ve
afectada por esa posibilidad de encontrar perfiles iguales y debe tenerse en cuenta la
probabilidad de identificar falsamente a una persona como familiar biológico de otra o
de señalar como fuente de la evidencia a un sospechoso cuando en realidad es otro el
individuo al que pertenece el material.
Es por ello, que en toda concordancia debe medirse el grado de incertidumbre o
grado de error implícito, es decir apreciar la magnitud que tiene la posibilidad de que la
concordancia se haya producido por azar y nos estemos equivocando al asignar
identidad. Para expresar cuál es la posibilidad del error, los resultados son sometidos a
un procedimiento estadístico en el que se emplean fórmulas ya establecidas y
consensuadas por la comunidad científica internacional.
Dichas fórmulas difieren en las situaciones donde se estudia filiación de aquéllas
en las que se analizan evidencias criminalísticas.
El análisis estadístico de los resultados obtenidos en un estudio de DNA para
lograr un "índice de parentesco" o una "razón de verosimilitud" requiere del
Genética en medicina forense
21
conocimiento de la frecuencia poblacional de los marcadores genéticos empleados en la
determinación de los perfiles genéticos, ya que esta información es parte constitutiva de
todas las fórmulas utilizadas en las distintas situaciones que hemos descrito.
Cuanto más frecuente es en la población el marcador genético hallado,
contribuye con menor certeza a la discriminación individual.
Es por ello que la elaboración y actualización de bases de datos que contengan
dichas frecuencias constituyen un aspecto metodológico de importancia. Las mismas
acumulan información de personas no emparentadas pertenecientes a la población de
referencia, entendiendo como tal la población general del área geográfica donde
transcurren los hechos generadores de la pericia.
Las ventajas del análisis de la mayor cantidad de marcadores genéticos puede
verse contrarrestada, en situaciones especiales, en las cuales los vínculos familiares no
se puedan investigar con sangre o hisopado bucal recolectados en el momento o
correctamente conservados y deba hacerse, por ejemplo, con restos cadavéricos muy
degradados.
8.1.- Caso del estudio de vínculos de parentesco.
Cuando el tipo de parentesco estudiado es el de filiación y se dispone de material
biológico de todos los involucrados, es decir, del trío conformado por el titular, el
progenitor reconocido (usualmente la madre) y el progenitor alegado (usualmente el
padre), los niveles de certeza son muy altos. Bajo estas circunstancias y de no mediar
errores de procedimiento, es posible afirmar que los estudios de DNA son conclusivos
para casi la totalidad de los casos; ya sea permitiendo descartar la existencia del
parentesco alegado, ya sea no excluyéndolo con una probabilidad superior al 99.99 %.
En los estudios de parentesco paterno-filial, conocido como vínculo de primer
grado, es posible determinar de manera absoluta la exclusión del vínculo. En efecto,
según las leyes de la herencia padres e hijos deben compartir material genético en la
totalidad de los marcadores analizados, cuando no se constatan dichas coincidencias el
vínculo alegado es sin dudas inexistente. Esta posibilidad no se presenta cuando el
parentesco analizado es de segundo o tercer grado, ya que en tales vínculos no es
obligatorio que el titular y el familiar alegado compartan material genético en todos los
marcadores estudiados y por lo tanto el método pierde su capacidad de excluir.
La exclusión directa de la paternidad hace referencia a que cuando un niño tiene
una información genética que no tiene la madre ni el presunto padre, éste debe ser
excluido como padre biológico del niño.
La probabilidad de exclusión a priori es la probabilidad de demostrar la “no
paternidad” de un hombre falsamente implicado en una paternidad biológica a través del
estudio de diversos marcadores genéticos en los tres protagonistas: la madre, el hijo y el
presunto padre. La probabilidad de exclusión a priori de cada marcador depende de su
polimorfismo y de su distribución en la población general.
Cuando el resultado de los análisis realizados nos dice que la probabilidad de
exclusión a priori es del 99,9 % esto significa que si se realizaran 1.000 pruebas de
Genética en medicina forense
22
paternidad de falsos padres, en 999 se demostraría la exclusión y solamente en un caso
de esos mil el falso padre no sería excluido.
8.2.- Caso del estudio de DNA en la investigación criminal.
Es obvio que el mayor valor de la prueba de DNA dependerá del número de
polimorfismos analizados. Una vez obtenidos los resultados se comparan con los datos
genéticos del supuesto agresor (restos orgánicos encontrados en la víctima) o de la
víctima (manchas de sangre halladas sobre el supuesto agresor), estableciéndose las
siguientes conclusiones:
- Si los patrones comparados son diferentes, el supuesto agresor es inocente.
- Si los patrones comparados coinciden, entonces hay que valorar la
probabilidad de que las muestras analizadas pertenezcan al presunto agresor
habida cuenta de las frecuencias de tales polimorfismos en la población a la
que pertenece.
9.- Consideraciones éticas y jurídicas.
La identificación humana en el campo de la Medicina Legal tiene una doble
orientación, por un lado la investigación criminal y por otro la investigación biológica
de la paternidad o maternidad. Aunque la base del análisis es la misma, las
circunstancias y planteamientos son diferentes, lo cual da lugar a una problemática
ético-jurídica diferente.
La falta de una regulación específica en materia de la prueba pericial,
remontándonos al marco general de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sin indicaciones
específicas a la situación actual con la incorporación, sobre todo, de la denominada
tecnología del DNA, puede hacer que las enormes posibilidades de la técnica jueguen
un papel prioritario a la hora de adoptar determinadas resoluciones en la investigación
durante la fase de instrucción.
Es en estas circunstancias donde debemos destacar las cuestiones éticas y su
contraposición, a veces, con las jurídicas ya que la ausencia de una normativa específica
facilita la interpretación subjetiva que puede estar claramente predeterminada por el
objetivo final que pretende la investigación.
Los problemas ético-legales que se pueden presentar en la investigación criminal
por medio del análisis del DNA están relacionados, básicamente, con dos puntos: la
negativa del consentimiento por parte del sospechoso a donar una muestra con la que
comparar el resultado del análisis del indicio y la puesta en marcha de bancos de datos
genéticos (BDG) para facilitar la investigación criminal.
9.1.- Negativa del consentimiento para la toma de muestras del sospechoso.
Los derechos recogidos en la Constitución Española que pueden lesionarse al
realizar una prueba de este tipo sin el consentimiento serían:
Genética en medicina forense
23
· Derecho a la libertad de movimientos (art.17.1).
· Derecho a la integridad física (art.15).
· Derecho a no declarar contra sí mismo (art.17.3).
· Derecho a no declararse culpable (art. 24.2).
· Derecho a la presunción de inocencia (art.24).
Haciendo un análisis breve de los problemas que pueden surgir acerca de estos
derechos, según la interpretación subjetiva de éstos:
- En el caso de la investigación criminal el problema de la libertad de
movimientos podría pasar a un segundo plano, ya que si existen los indicios y elementos
suficientes como para plantearnos la realización de una prueba en contra de la voluntad
del sospechoso, estos serán suficientes para poder establecer una privación de libertad
como fase previa a la recogida de la muestra.
- En el caso del derecho a la integridad física, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos recoge que nadie puede sufrir una lesión en contra de su voluntad,
por leve que esta sea. Este hecho ha pesado enormemente a la hora de aceptar la
realización de cualquier prueba que llevara implícita la producción de una lesión. Sin
embargo, para la realización del estudio del DNA en medicina legal, no es necesario
partir de muestras que su toma implique la producción de lesión alguna, sino que
cualquier parte orgánica puede ser útil para tal fin. Así encontramos muestras como la
saliva, la toma de pelos por un cepillado, etc., que son suficientes.
- En cuanto al derecho a no declarar contra sí mismo, a no confesarse culpable
y a la presunción de inocencia: no parece ético adoptar una "presunción de
culpabilidad" o una valoración negativa del resultado de una prueba que no se ha hecho
al no dar su consentimiento. Ya que dicha actitud podría considerarse en cierto modo
coactiva, manteniendo al mismo tiempo la duda en la resolución del caso, o al menos
mayor grado de duda que si se hubiese realizado, lo cual va en contra de ese derecho.
No es necesario llegar a la situación antes referida, ya que las muestras
necesarias pueden obtenerse sin ningún medio coactivo o de fuerza física. De todas
maneras, si el inculpado niega su colaboración el Juez valorará si se pasase a una
situación que nos proporcionara indicios para estudiar el DNA a partir de las siguientes
posibilidades:
a) Toma de muestras indirectamente a partir de pelos, cepillos de dientes,
sábanas, boquillas de cigarrillos, orina,... obtenidos en la celda de la prisión
en condiciones de garantía. Es de suponer que el planteamiento de la prueba
se hace cuando hay indicios u otros elementos que indican la posible
relación del sospechoso con los hechos. En cualquier caso habrá que adaptar
las medidas a tomar al grado de vinculación entre el individuo y lo ocurrido.
Genética en medicina forense
24
b) Obtener el perfil genético indirectamente por medio de la toma de muestras a
familiares del sospechoso con el consentimiento oportuno de cada uno de
los miembros implicados.
c) Utilización de otras muestras procedentes de fuentes distintas a la
investigación criminal, fundamentalmente nos referimos a las muestras
clínicas (anatomía patológica, donación de sangre, esperma,...).
Actualmente, con más frecuencia en las poblaciones se está procediendo a la
toma de muestras a toda la población de lugares relativamente reducidos donde ha
ocurrido un crimen, bajo la consideración de que el criminal debe estar entre los
habitantes de la población o zona. Esta medida que es perfectamente lícita siempre que
obre el consentimiento de cada uno de ellos, debe entenderse como un acto de
solidaridad y de colaboración ciudadana con la Justicia, pero no debe extrapolarse a una
obligación legal y aplicar sobre la negativa del consentimiento de cualquier ciudadano
una presunción contraria a la de inocencia.
9.2.- Puesta en marcha de bancos de datos genéticos.
Con esta denominación nos referimos al archivo sistemático de material genético
o muestras biológicas de determinados grupos de población para ser analizadas en
determinadas circunstancias. Los cuales se pueden dividir en varias categorías,
dependiendo del grupo de personas que abarque:
1) Generales.
2) Profesionales de riesgo.
3) Judiciales.
3.a) Personas desaparecidas.
3.b) Criminales (que a su vez se subdivide en: convictos, sospechosos,
víctimas e indicios obtenidos del lugar de los hechos pertenecientes a
personas no identificadas).
Se están realizando bancos de datos genéticos sin problemas en determinadas
profesiones de riesgo en las que los profesionales de forma voluntaria y con
consentimiento explícito donan una muestra de saliva o sangre para ser analizada en
caso de accidente, con vistas a solucionar todas las cuestiones civiles que pueden
presentarse ante la falta de identificación del cadáver o de sus restos.
Desde el punto de vista social se ha planteado la conveniencia de proceder al
archivo de estas muestras en determinados individuos con vistas a evitar un daño a la
sociedad, concretamente la discusión se ha centrado en los casos criminales, hablando
de la necesidad de proceder al archivo de todos los criminales autores de delitos graves,
limitándolas en principio al homicidio y a las agresiones sexuales.
Las decisiones han variado según los países, y en la actualidad los dos únicos
que tienen una base de datos genética de utilización rutinaria en los casos prácticos son
Estados Unidos y Gran Bretaña. El primero de ellos sólo archiva el perfil de los
criminales que han sido juzgados y condenados por agresiones sexuales y en el Reino
Unido se ha ido más allá y se procede al archivo del muestras biológicas de todas
aquellas personas que se han visto envueltas en un hecho delictivo.
Genética en medicina forense
25
En España no es posible llevar a cabo un proyecto de este tipo debido a la falta
de un marco legal apropiado para su realización, especialmente por las posibles
consecuencias negativas que del mal uso de los mismos se pudiera hacer. Los delitos en
los que ha habido unanimidad para la creación de bancos de datos genéticos han sido las
agresiones sexuales, por lo que es de suponer que en un tiempo no muy lejano, una vez
que se haya regulado adecuadamente el procedimiento y uso, se comience su
instauración.
Las principales críticas de los opositores a este tipo de medidas es la posibilidad
de obtener una información no relacionada con la investigación criminal que afecte a la
intimidad y privacidad de las personas.
9.3.- El DNA y la investigación biológica de la paternidad.
Las dos grandes cuestiones que se pueden plantear en este estudio están en
relación con el consentimiento para dar la muestra, y con la investigación de la
paternidad tras una agresión sexual.
9.3.1.- Consentimiento del presunto padre para donar una muestra.
La investigación biológica de la paternidad (IBP) en el ámbito civil carece de los
mecanismos legales y del marco jurídico que permita ir más allá de la voluntad del
presunto padre. Si este se niega no podremos disponer de una muestra para realizar el
estudio.
Para solicitar la prueba biológica la justicia indica que se aporten elementos que
indiquen o demuestren que existió la relación en el momento en el que debió producirse
el embarazo, incluso puede llegarse a establecer la paternidad por medio de estos datos
cuando la persona se niega a someterse al análisis, ya que al margen de la información
aportada por los elementos presentados ante el juez, la propia negativa es valorada en
favor de la paternidad. De este modo la legislación pretende proteger al menor del
posible desamparo por la ausencia de un padre, pero de cualquier manera habría que
plantearse la proporcionalidad de estas medidas frente a la posibilidad de llevar a cabo
la prueba biológica en otras condiciones.
9.3.2- Investigación Biológica de la Paternidad y Agresión Sexual.
Al principio de la investigación nos encontramos sólo con el testimonio de una
persona que acusa a otra por una supuesta agresión. Desde el punto de vistas de la
investigación médico-legal existe la posibilidad de demostrar la relación por medio de la
realización de un estudio de investigación de la paternidad biológica que demuestre si el
acusado es o no el padre en el supuesto caso de embarazo.
La investigación biológica de la paternidad nos demostrará si es el padre, lo cual
aportará un elemento objetivo sobre el que centrar la investigación de los hechos. Cabría
cuestionarse desde el punto de vista ético si el niño debería "ser condenado a ser hijo del
violador de su madre".
Genética en medicina forense
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Bibliografía
- Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina:
http://www.csjn.gov.ar/cmf/cuadernos.htm
- Servicio de Genética Forense del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de
Santiago de Compostela:
http://forense.xenomica.org/
- Publicación de la de Dra. Carmen Entrala del Laboratorio de ADN forense, Depto. de
Medicina Legal de la Universidad Granada:
http://www.ugr.es/~eianez/Biotecnologia/forensetec.htm
- Página del profesor MC Pedro A. Ayala Parra de la Universidad de Sonora:
http://payala.mayo.uson.mx/QOnline/Genetica_forense.htm
- Artículo “El ADN como herramienta para la resolución de procesos judiciales.
Pasado, presente y futuro” de la Dra. Viviana Bernath.
http://www.edicionesmedicas.com.ar/Actualidad/Articulos_de_interes/Genetica_
forense
- Artículo “Códigos de la vida y la genética forense”:
http://www.dialogica.com.ar/medline/2005/10/codigos-de-la-vida-y-la-gene-
ti.html
- Artículo “La huella genética en Medicina Legal. ADN con fines forenses” de los Dr.
Ricardo Rodriguez Jorge y Dr. José Alberto Borges López:
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/643/1/La-huella-geneti-
ca-en-Medicina-Legal-ADN-con-fines-forenses.html
- Página de la Comisaría General de Policía Científica, España:
http://www.policia.es/cgpc/
- Ejercicio de colaboración para la comparación de resultados de análisis de
polimorfismos de ADN en manchas de sangre y otras muestras biológicas del Grupo
español y portugués de la ISFG:
http://www.gep-isfg.org/documentos/Resumen%20Ejercicio%20GEP%20GEP-
%202009%20%20Josefina%20Gomez.pdf
Genética en medicina forense
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Apéndice
Tras la realización de este trabajo, disfrutamos de una mañana en el Centro de
Análisis Genéticos (www.cagt.es) en la que nos enseñaron todos y cada uno de los
pasos del análisis de una muestra de origen forense.
A continuación recogemos algunas de las fotos realizadas durante dicha visita:
Hisopos con muestra y posterior
extracción del DNA impregnado en
los mismos.
Fluorímetro: Instrumento para medir
concentraciones de DNA presente en
las muestras, muy importante como
paso previo a la realización de la
PCR.
Genética en medicina forense
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Zona donde se preparan las muestras
para la PCR (zona de pre-PCR) y
termociclador.
Imagen externa e interna de un secuenciador a partir del cual podemos obtener la
secuencia completa del DNA analizado.
Genética en medicina forense
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Aspecto del progra-
ma informático con
el que se analizan
los marcadores ge-
néticos obtenidos de
cada una de las
muestras analizadas.
De izquierda a derecha: Esther Broset, Samuel Álvarez, Dra. Pilar Madero (directora
gerente del CAGT), Maria Virumbrales, Laura Llobet, Violeta Calvo, Laura Ceballos y
María Conde.
Nuestro agradecimiento a la Dra. Pilar Madero y a su equipo técnico de
profesionales del CAGT, en especial a María P. Sánchez y a Sandra Esteban, por
habernos enseñado lo que reflejamos en este trabajo de una forma práctica.