Enseñar a Pensar Desde La Fenomenología

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Philosophy and Children Enseñar a Pensar Desde la Fenomenología Carmen López Sáenz UNED (Madrid. España) ABSTRACT: The Philosophy Program for Children initially inspired by Lipman’s work has been successfully applied in different countries. This program defends the necessity to teach children to think philosophically. In order to achieve this goal, it is necessary both that teachers are philosophically educated and that philosophy is included in the curriculum of all schools. The aim of this paper is to show that phenomenology helps toward the success of this task as much as pragmatism, the tradition that inspired Lipman. The interest of Husserl and his followers in Lebenswelt and in knowledge makes pedagogical reflection and practice richer. Phenomenological applications and methodologies are so broad that they give education a critical orientation. The controversy between Merleau-Ponty and Piaget shows the validity of the Philosophy Program for Children. Hermeneutic phenomenology goes deeply into dialogue, an activity essential to the institution of an investigative community in the educational process. No cabe duda de que la pedagogía es deudora de la fenomenología. Esto se debe a que la habilidad descriptiva y hermenéutica de la fenomenología es un factor imprescindible tanto para penetrar en la vida cotidiana como para reflexionar sobre el fenómeno educativo. El rigor de la fenomenología, la amplitud de sus aplicaciones y su penetrante tematización del mundo de la vida son razones suficientes para tenerla presente en cualquier programa dirigido a conocer o transformar la realidad humana, incluida

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Philosophy and ChildrenEnsear a Pensar Desde la FenomenologaCarmen Lpez SenzUNED (Madrid. Espaa)ABSTRACT: The Philosophy Program for Children initially inspired by Lipmans work hasbeen successfully applied in different countries. This program defends the necessity to teach children to think philosophically. In order to achieve this goal, it is necessary both that teachers are philosophically educated and that philosophy is included in the curriculum of all schools. The aim of this paper is to show that phenomenology helps toward the success of this task as much as pragmatism, the tradition that inspired Lipman. The interest of usserl and his followers in Lebenswelt and in knowledge makes pedagogical reflection andpractice richer. Phenomenological applications and methodologies are so broad that they give education a critical orientation. The controversy between !erleau"Ponty and Piaget shows the validity of the Philosophy Program for Children. ermeneutic phenomenology goes deeply into dialogue, an activity essential to the institution of an investigative community in the educational process.#o cabe duda de $ue la pedagog%a es deudora de la fenomenolog%a. &sto se debe a $ue la habilidad descriptiva y hermen'utica de la fenomenolog%a es un factor imprescindible tanto para penetrar en la vida cotidiana como para refle(ionar sobre el fen)meno educativo. &l rigor de la fenomenolog%a, la amplitud de sus aplicaciones y su penetrante temati*aci)n del mundo de la vida son ra*ones suficientes para tenerla presente en cual$uier programa dirigido a conocer o transformar la realidad humana, incluida obviamente la realidad educativa. Por todo ello, pensamos $ue el programa de filosof%a para ni+os ,-p#. se enri$uecer%a considerablemente con ella. /i la educaci)n ha de ser cr%tica y refle(iva, debe basarse en la filosof%a, pero no 0nicamenteen el pragmatismo, sino tambi'n en otras tendencias como la fenomenolog%a, pero no en la fenomenolog%a esencialista de la $ue nos hablan los manuales, sino en una fenomenolog%a bien entendida, cuyas posibilidades a0n siguen e(plor1ndose. #os referimos a la fenomenolog%a $ue se inicia con usserl, se prolonga con la fenomenolog%a e(istencial francesa y la filosof%a hermen'utica y llega a nuestros d%as con aplicaciones concretas y cadave* m1s ricas a diversos problemas demasiado humanos. 2ptamos por ella por$ue hace de lae(istencia, la e(periencia vivida y el cuerpo el n0cleo de sus planteamientos3 este es nuestro suelo ,Boden., el mundo de la vida ,Lebenswelt. pre"predicativo en el $ue estamos inmersossiempre3 ese el mundo $ue usserl recondu4o a la sub4etividad, el lugar de la intersub4etividad inmediata, el hori*onte originario. La fenomenolog%a describe las vivenciasy aclara el sentido $ue nos envuelve en nuestra vida cotidiana, el significado del ser humano, en suma, la e(periencia $ue somos. La fenomenolog%a ha sido especialmente sensible a la problem1tica desatada en torno a la Lebenswelt. -enomen)logos de la talla de usserl o !erleau"Ponty consideran $ue la ciencia ignora este mundo y, as%, olvida sus propios fundamentos. &n cambio, la filosof%a tiene como tarea interrogar al mundo de la vida sin dar nada por descontado. &l primer acercamiento a esta interrogaci)n es la percepci)n entendida, no como funci)n sensorial, sino como ar$uetipo del encuentro originario. 5hora bien, usserl y !erleau"Ponty consideran $ue la percepci)n no basta, puesto $ue no es suficiente habitar el mundo para comprenderlo, por$ue el mundo de la vidano es una unidad f1ctica, sino la unidad del sentido $ue te4e todo lo $ue hay. Los dos se sirven de la fenomenolog%a para recuperar la Lebenswelt3 ambos entienden la filosof%a comopregunta planteada a la vida silenciosa $ue est1 ah% antes del Loos, por$ue es el ser $ue precede a todo pensamiento del ser. &l ob4etivo de la fenomenolog%a es describir la 6ntima relaci)n e(istente entre ambos3 de modo $ue, si $ueremos ense+ar a ser ,no a tener., tenemos $ue ense+ar a pensar y el pensamiento no es nada si no es cr%tico de lo dado3 no es la reproducci)n de lo $ue hay, una simple 4ustificaci)n de las condiciones de e(istencia actuales, sino $ue ha de descubrir las insuficiencias de las mismas y superarlas. #o es cierto $ue la filosof%a, como la lechu*a de !inerva, llegue demasiado tarde para transformar la realidad3 la fenomenolog%a nos ense+a $ue cuando filosofamos construimos la realidad intersub4etivamente, confiri'ndole sentidos. Incluso el mundo de la vida previo a toda refle(i)n necesita ser temati*ado para revelarnos toda su ri$ue*a.La refle(i)n y la cr%tica persiguen la transformaci)n y, para ello, habr%a $ue iniciar tempranamente a los ni+os en las habilidades propias de la filosof%a. Tras tantos siglos de ense+an*a monol)gica ,refle4o de la vida p0blica y del dominio del cientificismo., la filosof%a contin0a dialogando con su historia y con los fil)sofos, fomentando la escucha del 2tro y aprendiendo incluso a no tener ra*)n, pero el poder ya no dialoga con ella, sino $ue la reduce cada ve* m1s haci'ndola desaparecer de los curr%culos, permitiendo 0nicamente sus manifestaciones menos belicosas o integrando sus reductos en el sistema. Para recuperarese inter's, la fenomenolog%a y -p# insisten en la necesidad de practicar el di1logo y ense+ar a pensar desde la filosof%a. 7ialogar no significa absoluti*ar la opini)n de cada uno, por$ue no todo el mundo tiene opini)n ya $ue 'sta tambi'n se construye, se 4ustifica y modifica hasta transformarse en pensamiento colectivo. La actitud dial)gica no es innata3 es un proceso $ue re$uiere aprendi*a4e y pr1ctica. Para no caer en el relativismo en el $ue todo el mundo tiene ra*)n, el di1logo ha de ser una pr1ctica esencial, no puntual, en el aula, tan esencial como lo es para el ser humano y para la democracia. La tecnificaci)n de la educaci)n no ha afian*ado el di1logo y ha e(cluido de la escuela los valores desviando su transmisi)n a la familia. 5 ello se ha unido el triunfo generali*ado del decisionismo 'tico y est'tico en la sociedad. &sto, unido a la decepci)n $ue la vida p0blica produce en las personas refuer*a el aislamiento, la competitividad y el desinter's por los dem1s. 5l igual $ue la fenomenolog%a, -p# intenta hacer frente a esta situaci)n desarrollando en el ni+o la capacidad de pensar en lugar de transmitirle conocimientos. Todo concepto de 8educaci)n8 y todo modelo educativo descansan en determinada concepci)n del conocimiento. 9eneralmente, 'ste se concibe est1ticamente, como algo ya dado y la educaci)n se entiende correlativamente como transmisi)n de un producto acabado. /i consideramos el conocimiento, como lo ha hecho siempre la fenomenolog%a, din1micamente, como un proceso y nos interesamos por el contenido sustantivo del pensamiento y por la elaboraci)n de las bases necesarias para la ad$uisici)n de todo conocimiento, se transforma nuestra concepci)n de la educaci)n. &sa transformaci)n se sustenta en el di1logo verdadero. :ste es,ante todo, b0s$ueda de la verdad y de la verdadera forma de vida humana. La verdad no ha de entenderse como posesi)n de un ob4eto o como adecuaci)n del su4eto con el ob4eto, sino como un acontecimiento en el $ue ambos se implican. &ntendida as% hermen'uticamente, la verdad acontece en el di1logo y el alumno participa en ella tanto como el ense+ante.La inflaci)n metodol)gica en educaci)n no ha sido suficiente para lograr este cambio. La fenomenolog%a no es un m'todo m1s, una simple te!"n#$ sino una forma de vida y una actitud ante la realidad $ue se interesa por la verdad y no por la victoria dial'ctica. 7esde nuestra posici)n fenomenol)gica, pensamos $ue no basta con ense+ar a los alumnos ret)ricao reglas de ra*onamiento, sino $ue hay $ue mostrarles verdades universales y necesarias, reglas y valores $ue pueden ser ra*onablemente probados pero $ue, sobre todo, debemos perseguir si deseamos cambiar el mundo. Para ello es imprescindible el di1logo, pero tambi'n el an1lisis conceptual y la evaluaci)n y clarificaci)n de la conducta y la vida. Los acuerdos no son tan s)lo el resultado de la discusi)n, sino, ante todo, el fruto de los interesesy las pr1cticas compartidas. &n este sentido, transformar el aula en comunidad de investigaci)n no consiste 0nicamente en convertirla en una comunidad de discusi)n, sino, sobre todo, en articular intereses y actividades. /)lo teniendo en cuenta esta dial'ctica entre procedimientos y contenidos compartidos, evitaremos la instrumentali*aci)n de la educaci)n ,refle4o de la instrumentali*aci)n moderna de la ra*)n., su conversi)n en un medio carente de fines o en una instancia reproductora y legitimadora de las divisiones y pr1cticas vigentes en el 1mbito socioecon)mico. La fenomenolog%a entiende la educaci)n como una dimensi)n de la vida cuya duraci)n es prolongada y sus efectos duraderos. Podemos hacer de ella una pra(is cuya meta sea la transformaci)n de la e(istencia y no s)lo el cambio educativo. La fenomenolog%a se opone ala concepci)n de la filosof%a como algo a4eno a la vida; somos conciencias intencionalmentedirigidas al mundo, seres"en"el"mundo $ue nos sabemos tales. #o desvincula los medios de los fines ni la teor%a de la pr1ctica, por$ue considera $ue acci)n y refle(i)n se necesitan3 entiende la ra*)n de una manera unitaria enrai*ada en el mundo de la vida. La m1(ima husserliana $ue proclama la 8vuelta a las cosas mismas8 no significa detenerse en la facticidad, sino partir de ella para descubrir su esencia profunda y comprender los fen)menos en toda su ri$ue*a. &n una 'poca como la presente en la $ue desde ni+os disponemos de una enorme cantidad de informaci)n incone(a $ue incita al consumo indiscriminado y al culto de lo novedoso, se hace cada ve* m1s necesaria una ense+an*a $ueintegre de forma cr%tica dicha informaci)n, $ue aliente a pensar por uno mismo y $ue restaure los valores. Para ello hay $ue establecer condiciones $ue favore*can el aprendi*a4e infantil de habilidades de pensar y ampl%en la ra*onabilidad del ni+o, es decir, el ra*onamiento con los otros y el uso de la ra*)n en provecho del desarrollo humano. &sta es la meta de la fenomenolog%a, la cual entiende la ra*)n como utop%a de la humanidad y no como un simple medio para lograr determinados fines.La fenomenolog%a nos ense+a $ue la conciencia es intencionalidad hacia el mundo y $ue 'ste es constitu%do por a$u'lla en la medida en $ue le da sentido. 5 su ve*, Lipman asegura $ue los ni+os aprenden a$uello $ue tiene sentido para ellos. ,