Ensayo Sobre El Vinyasa Yoga

Tripsichore Yoga Vinyasa Teacher Training Program

Isaac Mariles Sánchez Primera generación

Tripsichore Yoga México 2011-2012 “Ensayo Vinyasa”

Diciembre 2012

Hoy me enfrento a un gran reto, una oportunidad de compartir mi punto de vista en

relación a Yoga y a su estilo denominado Vinyasa. Debo confesar que no me siento

cualificado para argumentar y en su caso debatir respecto a esta filosofía que por miles de

años se ha desarrollado, pero trataré de ser lo más congruente y fiel a mis ideas

conformadas hasta el momento; ideas que tal vez se modifiquen con el tiempo, ya que lo

único constante es el cambio. Y hablando de cambio, Vinyasa para mi es justamente

explorar el cambio, la transformación, lo impermanente, el flujo constante de energía, un

devenir de inhalaciones, exhalaciones, reflexionar acerca de la disyuntiva entre la quietud

y el movimiento. …una oportunidad de averiguar qué sucede entre cada postura.

Antes de compartir mi postura en relación al estilo Vinyasa, es prioritario comentar que

entre más me introduzco al mundo de yoga, siento que cada vez menos conozco, sé que

suena paradójico, pero así ha resultado mi experiencia. A lo largo de este escrito

plantearé algunas preguntas que fungirán como detonantes para explorar diversos temas

de Yoga, con la intención de que el lector también tenga la oportunidad de reflexionar y

que de esta lectura surja una interacción entre el escritor y el lector.

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Tripsichore YogaVinyasa Teacher Training

Program

Edward Clark

Namasté Yoga & Pilates


Recuerdo que cuando comencé a practicar esta disciplina, mi primer acercamiento fue

con Hata Yoga, (obviamente desconocía los demás estilos) y dentro de mi práctica la

primera peguntas que surgió fue ¿Dónde y cómo se origina yoga? Pregunta que aún sigo

sin responder con certeza, pues tratar de dar una explicación es similar a querer dar una

sola respuesta de cómo se creó el universo, sabemos que diferentes teorías ofrecen

información al respecto, pero también sabemos que el propio universo sigue ocultando

infinidad de misterios. Considero que los orígenes del Yoga son un tanto confusos debido

a la diferencia de opiniones al respecto, pero se puede asegurar que proviene de la India,

desde hace cinco o seis mil años y que ha pasado por tres etapas fundamentales: Periodo

de los vedas, el periodo de los poemas épicos y el periodo de los sistemas filosóficos.

Retomo lo que plantea Mark Singleton (2011) en su artículo La gran verdad de yoga

publicado en Yoga Journal pues en gran medida me identifico con su reflexión ya que

hasta el momento coincide con lo que también mis maestros me han expuesto y que

estoy dispuesto a seguir indagando. El autor menciona que la base sobre la cual parecía

asentarse su práctica, Patanjali, los Upanishads y los Vedas, se tambaleó cuando

descubrió la historia real sobre la “tradición del yoga”, bastante diferente a los que se le

había enseñado, pues dentro de sus hallazgos de averiguar el origen del yoga (orientado

mayoritariamente a las posturas) encontró un texto danés de principios del siglo XX que

describía un sistema de ejercicios dinámico llamado Gimnástica Primitiva en el cual las

posturas eran muy similares a las de yoga. Continuando con sus indagaciones supo que

dicho sistema danés era consecuencia de una tradición escandinava del siglo XIX que

revolucionó toda Europa, convirtiéndose en el entrenamiento de militares y escuelas.

Estos sistemas también se abrieron camino en la India. En 1920 la Gimnástica Primitiva

era una de las formas más populares de ejercicio en todo el subcontinente, seguido de la

gimnasia sueca desarrollada por P.H. Ling. Igualmente el autor comenta que quedó claro

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para él que la asana o postura fue la primera cuestión que trataron las tradiciones de yoga

más importantes en la India. Las posturas que conocemos en la actualidad aparecían

entre las prácticas auxiliares de los sistemas de yoga (sobre todo en el hata yoga), pero

no era el único componente. Estaban subordinadas a otras prácticas como pranayama

(expansión de la energía vital por medio de la respiración), dharana (concentración) y

nada (sonido), y no tenían como primera finalidad la salud ni el estado físico. No hasta la

repentina explosión de interés por la asana durante los años 20 y 30, primero en la India y

luego en el Occidente.

Cabe mencionar que también soy consciente de que dicho planteamiento es una

explicación más y que habrá cabida para otras posturas que aborden el tema. Pero es

ineludible que el impacto que yoga ha tenido en Occidente se debe mayoritariamente al

trabajo corporal manifestado a través de la ejecución de posturas y no necesariamente

mediante una conexión espiritual o devocional que lleve a una transformación interior,

pues las culturales orientales históricamente se han dado a la tarea de indagar sobre la

existencia misma y la conexión espiritual; en nuestro caso hemos enfatizado más en el

mundo exterior que en el interior. Creo que a partir de ello, la concepción que tenemos en

occidente de yoga se vicia en el sentido de creer que es una práctica meramente

espiritual o “anti estrés” en donde te vas “a sentir bien” pero quienes hemos estado

involucrados en el trabajo físico de yoga sabemos que no siempre es así, durante la

práctica se experimenta gozo-dolor, alegría-sufrimiento, es parte del aprendizaje de la

vida y de aquel camino que tanto se menciona de la “realización del ser”.

Retomando el impacto que han tenido las posturas en nuestro continente es oportuno

mencionar en primera instancia el sustento filosófico que éstas tienen en Yoga, pues no

se debe dejar a un lado los antecedentes que sustentan esta disciplina. Según Patanjali,

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para conseguir la transformación interior el Yogui atiende las ocho ramas del Yoga, que

deben ser practicadas en orden para purificar y acoplar la mente, el cuerpo y alma.

Trabajarlas se conoce como Ashtanga Yoga. Ashto significa ocho y anga quiere decir

rama o etapa, dicho sistema se refiere al clásico Raya Yoga, explicado en los Yoga Sutra

de Patañjali (Siglo III a. C.).

Patanjali asigna ocho ramas al árbol del Yoga y cada una de ellas representa una etapa o

paso en el proceso de realización personal, los practicantes deben avanzar en orden

preciso en estas, comenzando desde abajo, las ocho ramas son: yamas, niyamas, asana,

pranayama, pratihara, dharana, dhyana y samadhi. Debido a que los conceptos de las dos

primeras etapas Yamas y Niyamas resultan difíciles de comprender para quienes no

hayan crecido bajo la tradición y filosofía orientales Shri k Pattabhi Jois comenzó por

enseñar asana y pranayama a sus alumnos occidentales que son la tercera y cuarta

rama, con la intención de que comprendieran la importancia de la regulación de la

respiración, a partir de la práctica de la respiración Ujjayi y experimentar cierta claridad

mental mediante la unión de una postura con otra.

En relación a este tema, Srivatsa Ramaswami en su libro “La obra completa sobre el

Vinyasa Yoga” menciona que el sistema de Pattabhi Jois, se basa en el texto de

Krishnamacharya de comienzos de los años 1930, Yoga Makaranda, bautizándolo como

Ashtanga yoga tras la unión de los ocho yogas clásicos –aunque en realidad los dos no

tenían nada que ver entre sí. El Ashtanga seguía un sistema de movimientos rápidos

coordinados en una secuencia, pero faltaba la respiración lenta, controlada, suave y

coordinada, primordial en el método de Krishnamacharya. Además, la práctica de

Ashtanga adoptó principalmente secuencias mencionadas en el Yoga Makaranda, así

como algunas de las que aprendió de su gurú durante su relación –un montón de

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http://es.wikipedia.org/wiki/Raya_ioga

http://es.wikipedia.org/wiki/Siglo_III_a._C.

http://es.wikipedia.org/wiki/Pata%C3%B1jali

http://es.wikipedia.org/wiki/Yoga_Sutra


secuencias que más tarde Krishnamacharya explicaría a sus alumnos por qué las había

omitido. Aun así, el sistema del Ashtanga yoga de Pattabhi Jois, parecido a los ejercicios

gimnásticos que se hacen en piso y que requieren una gran habilidad y potencia, llegó a

ser muy popular en Estados Unidos y el resto de occidente. También a este sistema se le

conoce con el nombre de Ashtanga Vinyasa Yoga debido al movimiento de eslabón que

une una asana con otra, y cuya técnica es llamada vinyasa. Más adelante para fines de mi

propio entendimiento discerniré las diferencias entre Ashtanga Vinyasa Yoga y el estilo

Vinyasa contemporáneo.

Una vez mencionado a Pattabhi Jois, no se puede dejar de hablar de T. Krishnamacharya

Tirumalai (1888-1989) hoy más conocido entre los yoguis contemporáneos americanos

como el maestro de leyendas tales como yoga BKS Iyengar, el fundador del Yoga Iyengar

y K. Pattabhi Jois (1915-2009), el fundador del Yoga Ashtanga. Krishnamacharya enseñó

a mucha gente que influyó en la práctica en Occidente, incluyendo a su hijo TKV

Desikachar, Indra Devi y otros.

Krishnamacharya, era un estudioso de los Vedas, sánscrito, la filosofía yoga, Ayurveda, y

más, cuenta la historia que pasó siete años estudiando yoga con su maestro tibetano

Rama Mohan Brahmachari, en los Himalayas. Brahmachari le enseñó de memoria el texto

de un antiguo texto sánscrito, el Yoga karunta, que habría sido escrito por el antiquísimo

sabio Vamaná Rishi. Krishnamacharya cuando en 1924 abandonó a su propio gurú,

empezó a investigar acerca de este misterioso Yoga karunta. Después de una gran

investigación, se dice que encontró una copia escrita en hojas de palma en la biblioteca

de la Universidad de Calcuta. El escrito desapareció sin registro, algunos dicen que se

quemó por accidente, otros que fue destruido por hormigas; así que su existencia sigue

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http://es.wikipedia.org/wiki/Vaman%C3%A1_Rishi


siendo un misterio sin resolver. A su regreso a la India, Krishnamacharya honró la

promesa que le había hecho a su maestro para difundir el conocimiento que había

recibido, y comenzó a enseñar. Gracias al entonces maharajá de Mysore,

Krishnamacharya se afincó en la región y se hizo cargo de la Escuela de Yoga ubicada en

el palacio de Mysore, en la que entrenó a muchísimos alumnos, entre los que se incluyen

miembros de la familia real. Hizo todo esto hasta principios de la década de 1980.

Igualmente, Mark Singleton indica que T. Krishnamacharya estuvo en el Instituto de

Kuvalayananda a principios de los años 30, estudiando las enseñanzas tradicionales del

hinduismo y los darshanas (los sistemas filosóficos del hinduismo ortodoxo) y ayurveda.

Pero esta condición, no le impidió también conocer las necesidades de su tiempo, y no

tuvo miedo de innovar, como atestiguan las nuevas formas de asanas que desarrolló

durante esos años. Formuló práctica dinámica dirigida principalmente a la juventud. Era,

como el sistema de Kuvalayananda, una unión entre el hata yoga y la gimnasia

occidental, y diferente a todo lo que conocía la tradición del yoga.

Estas experiencias dieron lugar a varios estilos contemporáneos de práctica de asanas,

sobre todo al actual Ashtanga Vinyasa. Aunque este estilo representa sólo un corto

periodo de la extensa carrera de Krishnamacharya (y no hace justicia a su enorme

contribución al yoga como terapia), ha sido muy influyente en la creación del yoga

dinámico, de flujo y el Power Yoga.

Con base en lo anterior se puede deducir que todos los estilos contemporáneos de

Vinyasa derivan de Krishnamacharya, siendo la respiración un componente primordial

para la unión de las posturas en movimiento.

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Ahora bien, ahondemos en el tema.

La palabra sánscrita vinyasa está compuesta por el prefijo vi, que significa ‘variación’, y el

sufijo nyasa, que significa ‘con parámetros recomendados’. ¿Pero cuáles son esos

parámetros recomendados? Sabemos que en la yoga clásica en general se habla de

sthira (firmeza), Sukha (comodidad) y Prayatna sithila (respiración suave y prolongada);

en el yoga contemporáneo estos conceptos se ponen a prueba y son cuestionados, por

tanto la mayoría de tradiciones se enfocan a las posturas en reposo y no en acción; ahora

el entrelazar una asana y otra se convierte en el campo de exploración, resignificando el

concepto de la respiración y tomando vital importancia la respiración ujjayi. Más adelante

abordaré este tema, ahora prefiero continuar profundizando la definición de vinyasa y

para ello citaré los párrafos que menciona David Swenson (2008):

Vinyasa es la unión única entre una asana y otra en forma fluida. Es mucho más

que un simple conjunto de maniobras físicas. Es un matrimonio dinámico en nuestro

mundo externo e interno. Vinyasa es la expresión externa del movimiento sutil de la

energía de vida. Es una manifestación de prana. Vinyasa orquesta balance,

equilibrio. Equilibrio entre fuerza y flexibilidad, ligereza y pesadez, movimiento y

estabilidad. A través de la vinyasa podemos conocer la vibración de vida. Esta

integración se manifiesta cuando la acción de respirar y el movimiento dejan de ser

entidades separadas. Las dos acciones se combinan para crear una sinfonía de

unidad. Cada acción da pie a otra. Existe como unidad. Entonces, la mente se libera

y la práctica se convierte en una danza rítmica. (p.11).

Al analizar la definición, me pregunto cuál es el papel que desempeña la respiración en

vinyasa. Entiendo que la respiración es vital, es el corazón de esta práctica de yoga, es Página 7 de 20


una herramienta que permite desarrollar el control de la energía vital (prana), es un

vehículo que trasporta la energía a todo el cuerpo y pretende estar presente en cada

postura; siempre alerta, sin tensión, sin pesadez, sin interrupción a menos que sea

indicado como en el caso de kumbhaka y retaka.

En un artículo escrito por T. Krishnamacharya y distribuido a los estudiantes de la

Mandiram Yoga en Madras, se dice:" Una cosa importante a tener constantemente en

cuenta al hacer las asanas es la regulación de la respiración. Debe ser lenta, delgada,

larga y constante. La respiración a través de ambas fosas nasales con una sensación de

roce en el cuello y por el esófago, inhalando al llegar a la postura erguida, y exhalando al

doblar el cuerpo”.

Estas idea me llevan a retomar la respiración referida como de fuego, del océano,

victoriosa o frenada en la garganta llamada ujjayi. Ud significa "elevado, extremo" y Jaya

"victoria, saludo, lo que se expresa en voz alta". Es usada durante la totalidad de la

práctica de Ashtanga Vinyasa Yoga. Esta respiración crea calor en el cuerpo y

obviamente da una referencia auditiva para el tiempo y la calidad de la vinyasa.

En mi opinión, más importante que el sonido de la respiración, es el control de la glotis,

que actúa como una válvula para aumentar o disminuir la velocidad y la cantidad de aire.

Además debido al roce del aire en la glotis la respiración Ujjayi está en relación directa

con agni (el fuego), que elimina impurezas, con prana (la energía vital) y con manas (la

mente), que permite la toma de conciencia. Con esta respiración se da importancia a

respirar por ambas fosas manteniendo la boca cerrada, pues en mi experiencia,

exhalando por la boca por lo general percibo que se libera energía, sin embargo el estar

de forma continua inspirando y espirando por la nariz, la energía se acumula y conserva

con mayor eficacia. Lo percibo como una analogía, la asana es el circuito y la respiración

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ujjayi es la corriente eléctrica, juntos hacen que la energía fluya en todas direcciones. Y

no puedo dejar de mencionar la relación que esta respiración tiene con las bandas.

Ujjayi y Bandha son tan fundamentales para la práctica de Vinyasa, y considero que

deben ser enseñadas desde el principio, en lugar de considerarlo como algún concepto

esotérico o avanzado que pueden o no pueden ser incorporados en el futuro. Bandha

significa" bloqueo "o" sello”. Al practicar los cierres energéticos del cuerpo se produce un

calor interno muy fuerte. Este calor purifica músculos y órganos, eliminando toxinas y

liberando hormonas y minerales que tienen la capacidad de nutrir al cuerpo cuando el

sudor se masajea sobre la piel, es un trabajo muscular pero sustancialmente energético

es donde el manejo de prana se hace presente. Dichas bandas son Mula bandha,

uddiyana bandha y Jalandhara banda. Mula bandha funciona desde la raíz del cuerpo

para sellar el prana internamente, uddiyana bandha dirige el prana hacia arriba a través

de los nadis y Jalandhara bandha impide que la energía pránica se escape. Sin control

de bandhas la respiración no será correcta, y las asanas no tendrán una ejecución

armoniosa. Cabe aclarar que no siempre las tres bandhas se aplican en el mismo

momento, justamente ahí radica su riqueza, durante la práctica de vinyasa se exploran en

diferente medida.

El propósito de aplicar bandhas es desbloquear la energía pránica y dirigirla hacia los

nadis, canales de energía del cuerpo sutil. A mi parecer también involucra la acción de

enviar energía a las extremidades del cuerpo partiendo desde el centro, es percibir que

más allá de lo que define la figura la energía fluye.

Ahora me pregunto ¿Cuál es el ritmo respiratorio en la práctica de vinyasa? De acuerdo a

lo comentado por Srivatsa Ramaswami, durante la práctica de vinyasa , se debe realizar

una respiración ujjayi o sonora porque el ujjayi facilita el control de la respiración sin

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ayuda, lo cual es necesario. Si al hacer varios vinyasas en una secuencia, el practicante

siente que ha trabajado demasiado o se queda sin respiración, tiene que descansar uno o

dos minutos para recuperar el aliento. Aquellos que practican estos vinyasas a menudo

descubren que su ritmo respiratorio disminuye gradualmente con el paso del tiempo, tanto

durante la práctica como habitualmente; la mente también se relaja más y se llena de

júbilo. Hay yoguis que pueden hacer yoga a un ritmo constante de cuatro respiraciones

por minuto, incluso durante una hora de práctica. Algunos expertos mantienen un ritmo de

sólo dos respiraciones por minuto sin sentirse asfixiados ni apurados. Esta gente

demuestra una relajación extrema al permanecer en una postura compleja, como la

postura sobre los hombros, la postura sobre la cabeza, el estiramiento posterior o el

mahamudra. (p. 19).

Es claro que no se debe sacrificar la respiración por lograr una postura. Si el movimiento y

la respiración están perfectamente sincronizados en Vinyasa, a continuación, una

respiración más lenta es igual a un movimiento más lento. He observado que la

progresión tradicional de Ashtanga Yoga (8 miembros) es reducir la velocidad; lentitud en

primer lugar, a continuación, la quietud del cuerpo, la respiración, y con el tiempo la

mente. Pero porque no arriesgarse e investigar qué sucede con diferentes ritmos de

respiración, sé que las pautas fisiológicas también dictan una respiración suave,

prolongada y equilibrada, pero valdría la pena averiguar qué sucede entrelazando las

posturas con diferentes patrones de respiración.

Continuando con el tema de la respiración, entonces ¿La concentración solo está en la

respiración?

Srivatsa Ramaswami comenta que la persona debe centrarse mentalmente en la

respiración durante la práctica del vinyasa. Cada vez que se nos vaya la mente a otra

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cosa, debemos esforzarnos en volver suavemente a concentrarnos en la respiración. Por

lo general, a la mayoría de la gente le resulta fácil mantener la atención mental centrada

en su respiración y por eso disfruta del proceso. El vinyasa krama en la práctica del yoga

asana era el pilar de las enseñanzas de asanas de Krishnamacharya Durante treinta

años, estudié este método con él, observé cómo enseñaba a otros y participé en

exhibiciones. Ni una sola vez lo vi enseñar a practicar asanas sin vinyasas y/o respiración

coordinada para acompañar los movimientos. Ésta es la clave para enseñar vinyasa

krama correctamente. Hay que mantener la práctica con una respiración suave y lenta y

también conocer todo el abanico de asanas. Sólo mediante un conocimiento pleno y una

cuidada selección de todos los asanas, los maestros y terapeutas pueden diseñar

programas de forma adecuada para alumnos con diversas necesidades. (p.19).

Anteriormente comenté que para fines de mi propio entendimiento hablaría sobre la

diferencia entre Ashtanga Vinyasa Yoga y los estilos de Vinyasa actuales. Es irrefutable

que la literatura expresa mejor esta diferencia pero a mi parecer comparto lo siguiente:

En su Yogasanagula Krishnamacharya dividió las posturas en grupos de asanas, básico,

intermedios y avanzados. Indicó a la par un grupo de asanas clave que idealmente se

deben practicar todos los días. Pattabhi Jois tomó esos grupos y los llamó secuencias

(Krishnamacharya quizás ya lo habían hecho, para los niños), ya estaban más o menos

en el orden correcto, ahora se puede practicar todo el grupo en secuencia.

Un aspecto característico del Ashtanga Vinyasa Yoga es que no se sostienen las posturas

por largo tiempo. Las posturas o asanas son sólo una herramienta y están agrupadas en

series. Como dice David Swenson: “¿Cómo reaccionas ante una postura que disfrutas y

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una que detestas? ¿Amas una postura? ¿Odias una postura? No te preocupes. Sólo dura

cinco respiraciones”. El Ashtanga Vinyasa Yoga es meditar sobre el estado cambiante de

todo lo que nos rodea. Lo único que siempre estará ahí es tu respiración.

Imagina que cada postura es la cuenta de un rosario, o mala, y el cordón que las

mantiene es tu respiración. Así tu práctica se convierte en una meditación en movimiento.

El movimiento es la parte visible de tu práctica. La respiración es la parte que no se puede

percibir desde el exterior. El vinyasa es la unión del aspecto interno con el externo. Yoga

significa unión y del término Hatha puedes encontrar que ha es el Sol y tha la luna, la

unión del Sol y la luna.

En los estilos contemporáneos de de vinyasa no necesariamente se manejan series, y si

las hay igualmente deben ser tratadas con especial atención en la técnica. El vinyasa

actual tiene una gran cualidad que es la libertad. Libertad para explorar y manifestarse, no

esencialmente hay diferencia entre básico, intermedio, avanzado, da oportunidad de

explorar diferentes aristas del mundo de las asanas, no limita, no encajona. Crea un

espacio propicio para la exploración de las capacidades individuales y también da la

posibilidad de ajustar la práctica a las propias necesidades sin parecer una competencia

por lograr posturas. En ninguno de los sutras se menciona que las personas deban

competir con contorsiones y gimnasia, tratando de sudar tanto como sea posible durante

el tiempo de clase. Se enfatiza más en la calidad que en la cantidad, es un trabajo que

nunca tiene fin. No es necesariamente convertirse en experto o el acto de ser capaz de

poner las piernas detrás de la cabeza, no importa tanto, pero durante las transiciones es

el lugar de la mente lo que es realmente fascinante. Fascinante como lo es, explorar la

respiración en cada postura. El movimiento sigue al aliento, el asana sigue a la

respiración.

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En la actualidad vinyasa, se centran principalmente en el movimiento secuencial

sincronizado y la respiración. Es más probable que la respiración sea el principio básico

de la práctica y posteriormente la postura. En mi experiencia, un menor énfasis en la

postura, y más en el aliento, irónicamente, traerá un cuerpo más fuerte y más flexible en

menos tiempo. Si hay una constante en Vinyasa, es la respiración, que fluye hacia, a

través y fuera de la postura creando cada movimiento y determinando la calidad de la

práctica.

Entonces. ¿Qué se logra con vinyasa contemporáneo? Creo que este estilo lleva al

practicante a redescubrir su máximo potencial en todos los niveles de la conciencia

humana – físico, psicológico y espiritual, no hay límites en relación a grupos de posturas o

una idea férrea sobre la alineación, es un espacio de exploración íntima. Es arriesgarse a

conocer territorios no familiares, a incluir un grado de complejidad en la práctica, es ir más

allá de las normas aceptadas y los límites establecidos. Es un sentido clásico, el objetivo

es llevar el cuerpo a un estado de Asana (firmeza, ligereza, facilidad de todavía postura)

de modo que se convierte en una herramienta para hacer de la conciencia hacia el interior

y concentrar la mente. La quietud y la comodidad del cuerpo es requisito previo para la

calma y el confort de la mente. Así que practicar Vinyasa, entrar en una Asana y luego en

otra, hacer algo de Pranayama (control de ganancia de la energía sutil - generalmente por

la inhalación de ciertas maneras) hace que el cuerpo se prepare para una siguiente etapa,

permite que la energía fluya en diferentes direcciones.

Es ineludible que hablar de Vinyasa es referirse al movimiento, pero ¿Qué pasa con

Savasana en vinyasa?

La quietud es relativa. Aparentemente el movimiento cesa, pues el cuerpo ya está en

reposo, pero la respiración sigue, el fluyo de la sangre continúa, las células del cuerpo Página 13 de 20


siguen en acción en movimiento, lo único constante es la impermanencia. Es una

situación para observar las cosas con precisión, y por lo tanto nunca actuar de una

manera que hará que nos arrepentimos de nuestras acciones después, es desapegarse

de las posturas, es sentir la expansión de la energía en todo el ser, contactar con lo

sublime, lo etéreo, lo sutil.

Baron Baptiste, enfatiza que al recibir sinceramente este momento como una oportunidad

de curación, utilizamos una energía que nos hace avanzar en nuestros esfuerzos físicos

(por esta razón es recomendable permanecer en Svasana de 10 a 20 min.). Y agrega que

el mayor logro no es el resultado de lo que hacemos, conseguimos o acumulamos, sino

de quiénes somos, y eso puede cambiar simplemente al experimentar una transformación

interior.

David Swenson explica que al salir de svasana, experimentamos un nuevo nacimiento.

Hemos renovado nuestra energía, vitalidad, espiritualidad, limpiando nuestro cuerpo y

relajando la mente. Nos llevamos los beneficios acumulados de la práctica, de nuestro

esfuerzo y de nuestra respiración.

Pasando a otro tema se conoce que la tradición de yoga ha sido un legado de maestro-

practicante y en muchos casos de cuestiones de linaje, entonces qué sucederá con

Vinyasa, si se menciona que este estilo tiene la cualidad de ser libre, ¿Se estaría en

riesgo de tergiversar los conocimientos sino se transmiten tal cual? No lo creo, pues si las

bases y los cimientos se enseñan a profundidad, al contrario abrirán nuevas posibilidades

de practicar yoga; esto no quiere decir que se ignore todo la sabiduría ancestral, sino

todo lo contrario, enriquecer y nutrir la práctica. Por ejemplo, BKS Iyengar, Jois Patthabi y

Ramaswami Srivatsa eran todos estudiantes de T. Krishnamacharya, pero los tres

desarrollaron sus métodos, aunque con similitudes, en forma son diferentes.Página 14 de 20


Desde mi perspectiva, el maestro más que proporcionar una experiencia, debe

proporcionar las herramientas necesarias y la técnica para que el practicante genere su

propia experiencia e investigue sus límites con la intención de salir de la zona de confort y

desafíe los dogmas. Compartir una clase es transmitir las enseñanzas, las ideas en

función de lo que uno mismo ha experimentando como estudiante, creado. Hay que tener

la valentía de salir a explorar, honrar las enseñanzas de nuestros maestros pero siempre

con el enfoque de aportar a la comunidad, de cambiar o enriquecer lo aprendido. "Toda la

vida es la práctica." Cada posición puede ser asana... cada pranayama respiración... cada

mantra pensamiento...

¿Qué camino tomará Vinyasa?

No estoy seguro si la palabra correcta sea replantear o analizar a profundidad la filosofía

del yoga, pues si queremos un cambio no podemos seguir haciendo lo mismo, como

sabemos hasta hoy los cambios se han dado por medio de la innovación, tanto en

tecnología como en otras disciplinas, mediante gente que propone alternativas, que ve

las situaciones y cosas de distinta manera, que se atreven a debatir a juzgar, a criticar,

pero sobre todo a argumentar. Un ejemplo de ello es el maestro Krishnamacharya, que

ya se ha comentado y que se describe en el siguiente párrafo:

"Una característica especial del sistema asana de Krishnamacharya fue vinyasa

yoga. Muchos estudiantes de hoy son sin duda familiarizados con esta palabra -.

Cada vez es más utilizado actualmente, a menudo para describir el" estilo "de una

clase de yoga, como en" hatha vinyasa "o "flujo de vinyasa". Vinyasa es esencial, y

probablemente única, a las enseñanzas de Krishnamacharya. Por lo que yo sé, él

era el maestro de yoga por primera vez en el siglo pasado para introducir esta idea

de vinyasa, en esencia, consiste en pasar de una asana o posición del cuerpo, a

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otro, combinando la respiración con el movimiento. "

AG Mohan, "Krishnamacharya: Su vida y enseñanzas" (p. 29)

Considero que el camino de vinyasa irá primordialmente por la respiración y en

consecuencia por la unión de posturas, pues actualmente se ha caído en la monotonía o

repetición de asanas, se requiere de variedad. Llegará el momento en que las posturas no

sean el eje central de atención de la práctica sino el hecho de que inhalación y exhalación

dicten el movimiento, se retará el concepto de meditación en movimiento. Las asanas

estarán libres de juicios o apego a la consecución de un ideal de postura, habrá

autonomía al practicar. El estudiante quizá podrá descansar periódicamente, manteniendo

bandhas y la respiración controlada, recibiendo más beneficios (prana) que el yogui, que

descuida la respiración y salvajemente hace con el cuerpo contorsiones que aumenten su

ego y potencialmente sean perjudiciales. Adicional, eka grata será el punto de todas las

miradas, pues la idea es que la quietud lleva a un lugar de gran claridad-eka grata- y el

concepto de vinyasa es que mientras el enfoque puede cambiar, la totalidad del cuerpo y

la mente se dedica a un solo enfoque, es allí que la transición de un eka grata al siguiente

tiene el mismo valor.

También la práctica de vinyasa dará un nuevo significado a la concepción tradicional que

se tiene de yoga, no solo se verá como sinónimo de anti estrés, o de ejercicios de

relajación sino que hará referencia a un trabajo de comunión, de coordinación, de control

mental. El yoga enseñará a valorar cada respiro, cada minuto, conocer más sobre el

cuerpo y en esa medida conocer más sobre los alcances de la mente. El vinyasa buscará

la unidad a través de la uniformidad.

Otro tema interesante de abordar en el desarrollo del vinyasa es lo relativo a la alineación

de las posturas, considero que en lo sucesivo no se enfatizará en ello, solo se darán las

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bases o aspectos principales para cuidar el cuerpo y se estará más interesado en explorar

los movimientos. No podemos negar que la alineación es crucial para realizar una práctica

segura y de alguna forma practicar ahimnsa, (no violencia), pero también creo que

solamente enfocarnos a la alineación dificulta el proceso natural de vinyasa,

Cuando el maestro sólo dice el nombre de las posturas en una clase de vinyasa, sin

establecer un apoyo firme y seguro de alineación, sólo está enfatizando el resultado final

y no el fundamento básico de la postura. Es probable que por el flujo rápido de

movimiento el practicante se olvide de algunas cuestiones de alineación pero si

verbalmente se le indica hacia donde viaja la energía y, en su caso qué bandhas aplicar,

se puede asegurar una sesión segura. Además se debe desmitificar que vinyasa es

sinónimo de rapidez, pues creo que en la lentitud y precisión es el punto donde se puede

explorar la enseñanza. La lentitud aparente de la respiración es un canal que abre la

percepción de la transformación.

Al enseñar vinyasa claramente y metódicamente, a un ritmo adecuado, se necesita mucho

menos para ajustar las posturas de los estudiantes. Si el maestro tiene que ir por la

habitación y ajustar todo el mundo en la alineación apropiada en una base consistente,

entonces obviamente hay algo que falta desde la fundación de la práctica. Asistencia y

ajustes son un buen complemento y ayudan a los estudiantes llegar más lejos, pero creo

que no se deben usar con tanta frecuencia, es mejor asegurarse que han entendido mejor

los conceptos desde el principio antes de avanzar a la secuencia de posturas y una

manera de hacerlo es mediante la demostración y comprobación de cada postura. Sería

ideal que el maestro propicie que sus estudiantes se sientan fuertes y seguros en

posturas básicas que los avances de forma natural, y se puede practicar en cualquier

lugar sin ayuda.

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Un tema más a explorar en vinyasa es como la acción que tiene prana (energía) a lo largo

de las extremidades inferiores y superiores y el papel que juegan las articulaciones en el

paso de dicha energía, pues principalmente la tradición de yoga se enfoca a la energía

que hay en el tronco y especialmente en la energía que reside en la columna vertebral. Un

campo fértil y, desde mi punto de vista, poco estudiado es lo que acontece con la energía

en dirección a las manos y pies, en especial cuando se realizan las torsiones en

transición.

En relación al tema espiritual, creo que la importancia radicará en la conexión individual

que se genere en la ejecución de movimientos. Recuerdo este párrafo que leí de T.K.V.

Desikachar en el libro "El corazón del Yoga: Desarrollando una práctica personal'

"Una de las preguntas más frecuentes es: ¿No Yoga siempre conduce al hinduismo? La

respuesta: Rotundamente no, a menos que usted es un hindú y quieren acercarse más a

su religión. Yoga conduce al umbral de lo absoluto, el cual puede ser experimentado de

acuerdo con las necesidades de cada persona o de destino… obligando a adaptarse, a

experimentar una de las lecciones más profundas de Yoga, que es la apertura. .. El yoga

es un viaje desde la dependencia a la independencia... Yoga es principalmente una

práctica destinada a hacer que alguien más sabio, más capaz de entender las cosas de lo

que eran antes. Yoga se basa en el respeto absoluto a la devoción individual, absoluta al

potencial infinito dentro de cada uno de nosotros”

¿Qué es el Yoga después de todo? El yoga es una práctica de la observación de sí

mismo sin juicio. Es algo que experimentamos dentro, muy dentro de nuestro ser. Lo

hacemos sólo para nosotros mismos. Somos el observador y lo que se observa al mismo

tiempo. El Yoga auténtico es la que funciona para cada persona de acuerdo a las

circunstancias y necesidades, y hay muchas posibilidades.

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¿Hacia dónde va el yoga?

Los sistemas de yoga deben evolucionar, pero aún es más importante que nosotros

evolucionemos. Si los estilos o propuestas cambian pero nosotros seguimos igual,

entonces no vale para nada. El estilo de yoga es irrelevante ya que, en última instancia,

todos los sistemas tienen el mismo objetivo: la realización del ser.

Si alguien toma un sistema y le cambia el nombre es lo correcto, debemos valorar sus

aportaciones y tener siempre una actitud crítica ante tales sistemas y comprobar las

aportaciones mediante la práctica constante. El maestro Krishnamacharya describió todas

las categorías de yoga diferentes como pertenecientes, menciono que juntos hacen un

enfoque holístico, y que cada uno debe adaptarse a las necesidades de cada individuo.

Insistió en que el pensamiento occidental tenía un enfoque equivocado, pues los separó

como si pudieran ser aislados unos de otros. Por ejemplo, decía, "no hay yoga jnana

(conocimiento) sin bhakti yoga (el amor devoción). No hubo hatha yoga sin intimidad de

todo el cuerpo con vida. A partir de estos salen a luz los yogas naturales como el yoga

karma (servicio), kriya yoga (purificación) o siddha yoga (poderes). Ellos son practicados

de acuerdo a cada individuo. Es el papel del profesor ayudar a un estudiante a identificar

lo que es correcto para ellos de acuerdo a la edad, la salud, estilo de vida y antecedentes

culturales.

Debemos tener presente que Krishnamacharya es el maestro de origen de todos los

estilos que participan en el yoga de hoy en día, es el "maestro de los maestros". Él es el

maestro el Sr. BKS Iyengar y por lo tanto todos los estilos derivados Iyengar. También es

el maestro el Sr. K Patabhi Jois el fundador de Ashtanga Vinyasa. Así principios de

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Krishnamacharya en realidad pertenecen a todos estos sistemas que se han

popularizado.

Fuentes de consulta:

A.G. Mohan with Ganesh Mohan(2010). Krishnmacharya: His Life and Teachings.

Shambhala Publications, Inc. Boston, Massachusetts.

Chiarella (2008). Ashtanga vinyasa, yoga dinámico: Método y claves para el desarrollo de

una práctica individual. Editorial Kier. España.

David Swenson (1999). Ashtanga Yoga. El Manual de la Práctica. Producciones Ashtanga

Yoga. Houston T.X.

Ray Long, MD, FRCSC (2010). Anatomy for Vinyasa Flow and Standing Poses. Published

by Bandha Yoga Publications. Plattsburgh, NY.

Singleton, M. (2011). La gran verdad del yoga. Revista Yoga Journal, Edic. 45, pp.86-91

Srivatsa Ramaswami (2005). The Complete Book of Vinyasa Yoga. An Authoritative

Presentation-Based on 30 Years of Direct Study Under the Legendary Yoga Teacher

Krishnamacharya. Published by Marlowe & Company.

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Ensayo Sobre El Vinyasa Yoga

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